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UNIVERSODAD CATÓLICA ANDRES BELLO

DOCTORADO EN HISTORIA
HISTORIA-SOCIOLOGÍA AGRARIA Y RURAL DE VENEZUELA
PROFESOR: FEDERICO BRITO FIGUEROA

SUELDOS Y SALARIOS EN
VENEZUELA

(1800-1936)

GERARDO LUCAS

CARACAS, SEPTIEMBRE 1991


SUELDOS Y SALARIOS EN VENEZUELA
(1800-1936)

INDICE GENERAL 2

2
1. INTRODUCCIÓN

4
2. SISTEMA MONETARIO

7
3. LEGISLACIÓN LABORAL

12
4. CONTRATO DE TRABAJO

16
5. JORNADA DE TRABAJO

20
6. DIAS FERIADOS

23
7. LIBRETAS DE CUENTA

25
8. SALARIOS MÍNIMOS.

29
9. MANUTENCIÓN

31
10. FICHAS

33
11. TRABAJO DE MENORES

35
12. SALARIOS-JORNALEROS

38
13. SUELDOS-EMPLEADOS

ANEXOS

TABULADOR SALARIOS

TABULADOR SUELDOS
1. INTRODUCCIÓN

El tema de los Sueldos y Salarios ha sido escasamente tratado en la historiografía nacional, aún
cuando es fundamental para entender la realidad social de la época, especialmente respecto a
3
la problemática del ingreso real, cases sociales, relaciones de producción, entre otras. Los
estudios hechos se han concentrado fundamentalmente en el marco jurídico de la relación
laboral y poco se ha realizado sobre los aspectos propiamente reveladores de la realidad
económica, histórica y social relacionada al tema salarial.

El objetivo principal de nuestra investigación, en consecuencia, es conocer los aspectos legales,


económicos y sociales que caracterizaron la relación laboral, con respecto al establecimiento
de los sueldos y salarios, durante el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Dentro de este
objetivo tratamos de llegar a una primera aproximación, a un tabulador de sueldos y salarios
para jornaleros y empleados, que nos permita conocer la estratificación de las remuneraciones
para el período analizado.

Desde el punto de vista temporal, nos concentraremos en el siglo XIX, sin embargo, para atender
plenamente el tema tanto jurídica como económicamente que tuvo la relación laboral, nos
hemos tenido que remontar a la época colonial y posterior hasta 1936.

Dada la extensión temporal del período analizado en este trabajo y las limitaciones propias del
tipo de investigación, hemos tenido que considerar fuentes secundarias y excepcionalmente
fuentes primarias, como es el caso de los Libros Contables de las Casas Boulton. De continuar
esta línea de trabajo, con miras al doctorado, el próximo paso es continuar con la investigación
exhaustiva de la prensa laboral y general de la época, con el propósito de conocer la realidad
fáctica de las relaciones de producción en el país y aumentar el número de observaciones sobre
sueldos y salarios para la época. A esta altura de la investigación consideramos que queda claro
el marco jurídico en el cual se desenvolvió la relación laboral y se ha establecido una
metodología, para llegar a un tabulador de sueldos y salarios, con la obtención posterior de un
mayor número de datos.

En consecuencia, enfatizamos que las conclusiones alcanzadas, respecto a niveles salariales, son
aún de carácter preliminar, sin embargo, creemos que reflejan en forma bastante aproximada
a la realidad salarial del siglo XIX.
4
2. SISTEMA MONETARIO

Para entender la problemática de los sueldos y salarios durante el siglo XIX es fundamental
conocer el sistema monetario que rigió, puesto que los múltiples cambios afectaron la moneda
en que se hicieron los pagos.
5
Durante el siglo XIX circularon en Venezuela gran número de monedas de oro, plata, cobre,
tanto enteras como fraccionarias, así como diversas emisiones de billetes1. Además de las
monedas nacionales, circulaban libremente monedas extranjeras españolas, norteamericanas,
mexicanas, francesas, inglesas y de otras nacionalidades2.

Unida a esta proliferación de monedas y billetes circulantes, de diferentes nacionalidades y


denominaciones, durante ese siglo, hubo ocho cambios en la denominación oficial de la moneda
o unidad de cuenta.

El Real de plata fue la unidad monetaria española3 y de hecho la unidad monetaria en Venezuela
por los usos y costumbres de la población y en particular en la materia salarial. Se mantuvo
como unidad monetaria hasta el año 1826, mientras regían las leyes españolas en Colombia en
lo relativo a las acuñaciones, Circulaban piezas de 8, 2, 1, ½, ¼ y 1/8 de reales de plata.

El Peso Sencillo equivalente a ocho reales de plata se utilizó durante la Colonia y buena parte
del siglo XIX como unidad de cuenta, para las transacciones comerciales y laborales corrientes
y es a lo que se refieren cuando se habla comúnmente de “Pesos”. En 1830 el peso sencillo se
constituyó en la unidad monetarias de la República de Venezuela, pero usando la base
centesimal, convirtiéndose en una moneda imaginaria que estaba dividida en 100 centavos4.

El Peso Macuquino fue el nombre que recibía la moneda colonial hispanoamericana de plata y
oro, que carece de cordoncillo -o sea grabación en el canto-, generalmente gravada en forma
rudimentaria, se prestaba para su falsificación5. También se denominaron como macuquinas,

1
Roseman, Richard. Billetes de Venezuela. P. 20.
2
Veloz, Ramón. Economía y Finanzas de Venezuela. (1830-1944), p. 191.
3
Bernal, Enrique. Preguntas y Respuestas de Numismática Venezolana, p. 7.
4
Veloz, Ramón. Op. Cit. P. 90.
5
Bernal, Enrique. Op. Cit. P. 6.
varias acuñaciones realizadas e las provincias que constituyeron a Venezuela, y que tenían esas
características de acuñación6. Fue definitivamente prohibido con la Ley de Monedas de 19187.

El Peso Fuerte equivalía a 10 reales de plata o 20 reales de vellón y se utilizaba durante el


período colonial para llevar las cuentas fiscales, como se observa en el informe que presentó el
último Intendente de Venezuela, Don Vicente Basagre8. El peso fuerte bajo su denominación 6

centesimal, por decreto del 13 de mayo de 1834, sustituyó el peso sencillo como unidad
monetaria oficial. Este se subdividió en décimos con monedas de diez centavos y en vigésimos
con monedas de cinco centavos. En consecuencia el Presupuesto debía formularse en pesos
fuertes y sus fracciones decimales9 y no como en la colonia, en pesos y sus fracciones en octavos.

El Franco se designó como unidad monetaria de la República por Ley del 30 de mayo de 1848,
equivalía a una quinta parte (1/5) de un peso fuerte, o sea a 20 centavos de cobre, o cuatro (4)
reales. Se estableció que debe contener nueve partes de plata fina y una liga con un peso de
cinco gramos. En ese momento se estableció una tabla donde se indicaban las relaciones de
cambio con las diferentes monedas extranjeras10.

El Centavo de Cobre se adoptó también como unidad monetaria, cuando el gobierno procedió
a la formación de la tabla monetaria de 1863 utilizándolo, en lugar franco, que sirvió de base a
la tabla monetaria anterior11.

Bajo el título de el Venezolano, se establece como unidad monetaria según ley del 12 de Junio
de 1865, ordenándose la acuñación de monedas con la efigie del Libertador, y se resuelve la
alteración de las tablas de equivalencia. Su valor era idéntico al peso Fuerte, o sea 10 reales de
plata.

Finalmente, en 1879 se establece el Bolívar como la unidad monetaria que perdurará en el siglo
XX. El Bolívar equivalía al Franco, o sea dos reales de plata, o un quinto del Venezolano. Sin
embargo, en el lenguaje comercial y salarial se continuó con el uso de los términos de pesos y
reales como vocablos populares respecto a las monedas, hasta bien entrado el siglo XX.

6
Carrillo Batalla, T.E. Legislación Económica y Fiscal del Régimen de Simón Bolívar. Tomo I. p. 70.
7
Veloz, Ramón. Op. Cit. P. 190.
8
Lucena Samoral, Manuel. La Economía Americana del primer Cuarto del siglo XIX. P. 55.
9
Veloz, Ramón. Op. Cit. P. 43.
10
Ibídem. P. 86.
11
Ibídem. P. 190.
Resumiendo las equivalencias, podemos decir que: La Peseta, el Franco y el Bolívar equivalen
a dos (2) reales de plata. El Peso Macuquino y el peso Sencillo o comúnmente como Peso,
equivalente a ocho (8) reales de plata, y el Peso Fuerte y el Venezolano equivalen a diez (19)
reales de plata.

Al estudiar la materia salarial, tenemos que mencionar la importancia que jugaron las Fichas, 7

Señas y Ñapas en la remuneración de los jornaleros. Georgias Garriga, quien ha hecho el estudio
más detallado del tema, concluye que “no hay duda de que la ficha aparece en el territorio
venezolano como moneda adicional o moneda de emergencia, cuyo objetivo era subsanar la
falta de moneda legal de baja denominación. Su denominación más frecuente fue en “reales”,
siendo mayor su uso a finales del siglo XIX, y en los Estados de la región central Distrito Federal,
Aragua, Carabobo, Miranda y Yaracuy, de forma fundamentalmente redonda y con motivos
abstractos12. Esta materia será estudiada en un capítulo subsiguiente.

12
Garriga, Georgias. Fichas, Señas y Ñapas de Venezuela. P. 19.
3. LEGISLACIÓN LABORAL

La Constitución Federal de 1811 consagra el principio de Libertad de Trabajo pero al igual que
las posteriormente promulgadas, durante el resto del siglo XIX, hicieron escasas referencias a
la materia laboral. Ella establecía que “Ningún género de trabajo, de cultura, de industria o de
comercio serán prohibidos a los ciudadanos, excepto aquellos que ahora forman la subsistencia 8

del Estado, que después oportunamente, se liberan cuando el Congreso lo juzgue útil y
conveniente a la causa pública”13. Con respecto a los cargos públicos establece que “todos los
ciudadanos tienen derecho indistintamente a los empleos públicos, de modo, en las formas, y
con las condiciones prescritas por la ley, no siendo ellos la propiedad exclusiva de alguna clase
de hombres en particular”14.

Las Constituciones subsiguientes15 prácticamente no tienen nuevo articulado referente a la


materia laboral, salvo la constitución de 1874, sobre las atribuciones del presidente de la Unión,
respecto al nombramiento y remoción de los empleados públicos, así como la atribución de la
Legislatura para “crear, suprimir y dotar los empleados nacionales”16.

Como veremos posteriormente, serán las legislaturas provinciales las encargadas de legislas en
la materia laboral. Dentro de este contexto, el Dr. Rafael Caldera cita como uno de los
precedentes más importantes en la matera al “Código Constitucional del Pueblo soberano de
Barcelona Colombiana”, es decir, la Constitución elaborada para la Provincia de Barcelona, de
acuerdo con lo previsto en la Constitución Federal de 1811. El Dr. Francisco Espejo y Ramón
García de la Serna, establecen la “formación de una Ordenanza que arregle con equidad la
jornada de las operaciones libres, que detalle las horas de trabajo diario, que castigue con
severidad la falta de cumplimiento de sus compromisos, y a los labradores de que lo le faltarán
los brazos convenientes para sus empresas, ni serán engañados por aquellos, variando las
reglas según los tiempos y las circunstancias”17.

La atribución de legislar en materia laboral que asumieron las Legislaturas Provinciales fue
tácita ya que en sus “Atribuciones” no se especificaba esta sino, como dicta la Constitución de
1858, como atribuciones de la Legislatura Provincial “Legislar sobre todas las materias que no

13
Gil Fortul, José. Historia Constitucional de Venezuela. Tomo III, p. 391.
14
Ibídem p. 387.
15
Nota: Las Constituciones de 1819; 1821; 1830; 1857; 1858: 1874: 1893.
16
Venezuela. Leyes y Estatutos. Constitución de los Estados
17
Caldera, Rafael. Derecho del Tratado. P. 129.
estén reservadas al Poder Nacional”18 y como vinos, la materia laboral, específicamente, no lo
estaba.

El contrato de Trabajo en la legislación de la época estaba considerado en el ámbito del Código


Civil, dentro de la materia referente al contrato de arrendamiento como “un contrato en el que
las dos partes se obligan recíprocamente, la una a conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una 9

obra, o a prestar un servicio; y la otra, a pagar por este goce, obra o servicio, un previo
determinado19. El trabajo se consideraba la prestación de un servicio y se establecía que “son
susceptibles de arrendamiento, todas las cosa corporales o incorporarles que puedan usarse
son consumirse…”20. De allí que el Contrato de Trabajo se rigiera por las disposiciones
contenidas en el Código Civil sobre el Contrato de Arrendamiento.

El Código Civil de 1862, elaborado por Juan Viso, fue –según el Dr. Tito Gutiérrez Alfaro- calcado
sobre el Código Civil Chileno de 185721 y puesto en vigencia ocho después de abolir la
esclavitud. Sufriendo modificaciones subsiguientes en 1867, 1880, 1898 y 1904. Este Código
Civil estableció los Contratos por tiempo determinado, por tiempo indeterminado y por obra,
tal como lo contempla la legislación actual. El Dr. Gutiérrez Alfaro nos recuera que su
antecedente fue la Codificación Napoleónica (1804) donde “se limitaron a definir el
arrendamiento de servicio, a subdividir en tres grandes clases principales y consagrar en el
artículo 1780, como garantía de libertad individual, que nadie podía contratar sus servicios,
sino por cierto tiempo o para una empresa determinada”22.

El Código de Comercio, promulgado en 1862 durante la administración de J. A. Páez, cuando


trata la materia del comercio marítimo dedica un capítulo, atípico en la legislación de la época,
a los aspectos laborales que rigen “los salarios e indemnizaciones del capitán y su tripulación”23.
En este detallado articulado, se establecen los salarios debidos a los marineros en caso de
abandonarse el viaje proyectado; en caso de despido por el capitán sin justa cusa después de
principiado el viaje y su indemnización; en los casos de prolongación de viaje, pérdidas de

18
Gil Fortoul, José. Op. Cit. P. 432.
19
Parra Aranguren, Gonzalo. La Codificación de Páez. Tomo I. (Código Civil de 1862). P. 318.
20
Ibídem, P. 319.
21
Gutiérrez Alfaro, Tito. Concepto general sobre la condición de los asalariados en el Derecho Venezolano.
P. 13.
22
Ídem.
23
Sanoja, Luis. La codificación de Páez. Tomo II. (Códigos de Comercio, Penal de Enjuiciamiento y
Procedimiento 1862-1863). P. 140
naves, muerte y otras contingencias. Igualmente este Código de Comercio consagró la
institución del preaviso, tal como la conocemos hoy en día24.

El Código de Comercio de 1873, no contiene innovaciones en esta materia sobre el derogado ni


con respecto a los contratos entre los comerciantes y sus factores dependientes, lo único sobre
lo que reglamenta es sobre el pago de indemnizaciones en caso de ruptura del Contrato25. 10

Fue a nivel de las Diputaciones Provinciales que se llevaron a cabo las legislaciones sobre la
materia del trabajo. Por su parte, el Código Civil de 1862 convalidó y permitió la existencia de
ordenanzas locales tendentes a regularizar el “Contrato de Arrendamiento de Servicios”,
terminología modificada por el codificador de 1867. Esto permitió la existencia de leyes y
reglamentos especiales26.

Las Diputaciones Provinciales de todos los estados reglamentaron en forma prolífica la materia
laboral27. Destacamos aquí, solo a título de ejemplo, la Ordenanza donde se reglamenta el
trabajo de peones, sirvientes y jornaleros expedida por la Diputación Provincial de Maracaibo
de 1854. En ella se establece que los sirvientes, peones o jornaleros se registrarán ante el Juez
de Paz de su Parroquia; también ante este funcionario registrarán el “Contrato de Servicios
Personales” estableciéndose en términos breves; los contratos no escritos. Se establece la
obligación de tener “una boleta” que se entrega al final del contrato de trabajo para liberarse de
obligaciones y se requiere para iniciar uno nuevo, sin el cual “no podrán ninguna persona
admitir a su servicio aquel sirviente”. Se estipula que estos contratos de servicio pueden
enajenarse, traspasarse o cederse a terceras personas, “vecinas del lugar”, bajo ciertas
condiciones. Indica que “ocurrirán ante las autoridades de policía” cuando un sirviente o peón
no creyera en justicia seguir prestando el servicio. También obliga al dueño o mayordomo a
entregar un “libretín” con las cuantas en orden y se establecen las “penas” que la autoridad de
policía o Juez de Paz debe implantar en los casos de incumplimientos28.

La Ley de Arrendamiento del Servicio Personal de Sirvientes y Jornaleros decretado por la


Asamblea Legislativa del Estado Zulia en 1881 “Apenas suaviza en algunos aspectos la

24
Ibídem. P. 12.
25
Arria Salas, Alberto. Ensayo sobre el Salario y Anotaciones a la Legislación del Trabajo Venezolana. P.114.
26
Parra A., Fernando. Antecedentes de la Ley del Trabajo de 1928. P. 21.
27
Parra A., Fernando. Antecedentes del Derecho del Trabajo en Venezuela 1830-1928. P. 186.
28
Pineda Morán, Mery. Acuerdos, Ordenanzas y Resoluciones de la Diputación provincial de Maracaibo
(1830-1856). P. 343.
Ordenanza de 1858, cuya tradición mantendría” nos dice Rafael Caldera29. En los próximos
capítulos analizaremos detalladamente los diferentes aspectos de la legislación laboral
contempladas por las Ordenanzas Provinciales.

La legislación en materia de minas comenzó a ocuparse desde 1854 en lo relativo a salubridad


y seguridad30. El 13 de marzo de 1883 se promulgó la Ley Nacional de Minas31. El Código de 11

Minas del 30 de Junio de 1891 hizo la primera mención a los accidentes de trabajo, sin
establecer indemnización, lo cual fue abordado en la revisión de 1893 cuando se incluyó el
principio de reparación por accidentes32. Igualmente estableció la obligación de tener tres
turnos de ocho horas en los trabajos de explotación, y la prohibición del trabajo a las mujeres y
niños menores de 15 años33. El Código de Minería de 1909, contenía la jornada de trabajo de
doce horas, la cual fue rebajada en la Ley de Minas de 1925.

La Ley de Inmigración de 1840 estableció que los inmigrantes arrendarán sus servicios a los
particulares y las autoridades respectivas velarán por el estricto cumplimiento de los
compromisos adquiridos. La ley de 1855 obligó a las Juntas de Inmigración a llevar un registro
de los contratos celebrados entre los particulares e inmigrantes. En 1891 el Ministerio de
Fomento se impuso la obligación de llevar este registro y limitó hasta dos años. La ley de 1912
modificó la duración de los contratos (dos años para los artesanos; cuatro para los jornaleros y
trabajadores y uno para los sirvientes domésticos y empleados34.

En la segunda etapa del siglo XX hubo otras iniciativas en la materia laboral. La Ley de
Sociedades Cooperativas se sancionó en 191035. El Dr. Carlos León presentó en 1911 como
Delegado en el Congreso de Municipalidades, reunido en ocasión del Centenario de la
Independencia36. El Diputado Adán Hermoso Tellería propuso en el Congreso de 1916 que se
nombrar una Comisión para elaborar un Proyecto de “Ley de Protección a los Obreros”. Tito
Gutiérrez Alfaro comenta que “ello fue rechazado argumentando que es altamente perjudicial

29
Caldera, Rafael. Op. Cit. P. 136.
30
Parra A., Fernando. Antecedentes de la Ley del Trabajo de 1928. P. 21.
31
Mata, Celestino. Historia Sindical de Venezuela 1913-1935. P. 27.
32
Parra A., Fernando. Antecedentes de la Ley del Trabajo de 1928. P. 21.
33
Ibídem. P. 22.
34
Ibídem. P. 24.
35
Gutiérrez Alfaro, Tito. Op. Cit. P. 38.
36
Caldera, Rafael. Op. Cit. P. 139.
al mismo gremio que trata de favorecer, contrario al fomento de la empresa y a la importación
de capitales extranjeros37.

La Ley de Talleres y Establecimientos Públicos promulgada el 26 de junio de 1917 a solicitud


del Gremio de Empelados de Comercio del Distrito Federal38 fue la primera ley de carácter
eminentemente laboral, La duración de la jornada fue fijada en ocho horas y media; los días de 12

fiesta nacional no serían aptos para el trabajo ni tampoco los feriados; se prohibieron las
retenciones por parte del patrono para cualquier culto o sociedad en particular y contemplaba
la materia del aseo y salubridad en el trabajo. Celestino mara, sostiene que “por lo que se
conoce, esta ley jamás entro en vigor, pues era desconocida para patrones y obreros y
trabajadores en general39 .

El Acuerdo entre los Trabajadores y la Empresa Gran Ferrocarril de Venezuela del 18 de julio
de 1919 fue un hito en la historia laboral porque de hecho fue el primer contrato colectivo
firmado en el país. Se estipularon aumentos de sueldos y jornales, se establecieron horarios de
trabajo y se concedieron otras indemnizaciones a los trabajadores40. Esta reivindicación se dio
a raíz de la huelga de obreros que paralizó simultáneamente a los obreros de Puerto La Guaira,
a los empleados del ferrocarril La Guaira-Caracas y a las del tranvía eléctrico de Caracas que se
negaron, en julio 1919 a transportar pasajeros reclamando aumento de salarios41. El Dr.
Federico Brito Figueroa anotaba que este contrato, coincidió con el primer alzamiento militar
democrático en Venezuela realizado en enero de 1919, dirigido por el Comandante Manuel
María Ponte y el Capitán Luis Rafael Pimentel.

La primera Ley del Trabajo se promulgó el 23 de julio de 1928. El presidente J. V. Gómez puso
el ejecútese de Ley, siendo refrendado por el Dr. Pedro M. Arcaya como Ministro de Relaciones
Interiores. La ley estableció normas referentes a los días hábiles; jornadas de trabajo;
disposiciones de trabajo para menores y mujeres; riesgos profesionales: de los locales
destinados al trabajo; sobre la fijación e sueldos y salarios y las relaciones laborales; derogando
la anterior Ley de Talleres y Establecimientos Públicos de julio 191742.

37
Gutiérrez Alfaro, Tito. Op. Cit. P. 30.
38
Parra A., Fernando. “Ley de Talleres y Establecimientos Públicos (1917), en la Revista de la Facultad de
Derecho, Universidad del Zulia- Nº 29. P. 86-143.
39
Mata, Celestino. Op. Cit. P. 31.
40
Ibídem. P. 26.
41
Lara, Nelson. La formación de los primeros núcleos sindicales en el estado Aragua. P. 11.
42
Mata, Celestino. Op. Cit. P.31.
El Dr. Rafael Caldera considera que la Ley del Trabajo de 1928 “fue una forzada concesión para
los solos efectos de la política exterior del gobierno de Gómez. Nunca se hizo nada para
implementarla, si se exceptúa la materia de riesgos profesionales, única reglamentada por el
Ejecutivo que dio lugar a uno que otro litigio”. Igualmente sostiene que “aparte de su
ineficiencia premeditada, la ley tiene un valor teórico más considerable del que podría creerse.
13
Sus principales disposiciones se conservan en la Ley presente”43. Por su parte, el Jurista
Fernando Parra Aranguren considera -en contraste- que en la adopción de la ley del Trabajo
de 1928 “más determinante fue el proceso legislativo desarrollado a través de los años y del
que se encuentran manifestaciones en las sesiones parlamentarias de 1916, cuyo resultado muy
modesto fue la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos de 191744. Por su parte el Dr. Carlos
Ramírez Mac Gregor, manifestaba en 1940 que la Ley del Trabajo de 1928 “teóricamente
representa el primer balbuceo de legislación social en nuestro país, no pasó en su conjunto de
ser un organismo sin vida, elabora ad hoc para satisfacer determinados intereses y llenar las
apariencia de un pueblo culto y progresista que desde lejos pretendía imprimirnos la política
exterior de Juan Vicente Gómez”45

Durante la tercera década del siglo XX, en materia laboral el Gobierno Nacional ratificó el
Convenio Nº 6 relativo al Trabajo Nocturno y el Trabajo de los Menores el 7 de marzo de 1833,
promulgada por la Conferencia General de la Organización del Trabajo (OIT) en octubre de
1919. Otros convenios fueron ratificados con posterioridad a 194046.

La Ley del Trabajo del 16 de julio de 1936, es el fundamento de la legislación laboral venezolana
durante el resto del siglo XX. El Dr. Rafael Caldera manifiesta en su Derecho del Trabajo que sus
principales fuentes son, además de la Ley del trabajo de 1928 y las disposiciones de Convenios
u Recomendaciones Internacionales, el Código de Trabajo Chileno y la Ley del Trabajo Mexicana
de 1931”47.

43
Caldera, Rafael. Op. Cit. P. 140.
44
Parra A., Fernando. Antecedentes de la ley del Trabajo de 1928. P. 88.
45
Ramírez Mac Gregor, Carlos. La reglamentación del Trabajo en el Campo. P.29.
46
Mata, Celestino. Op. Cit. P. 60.
47
Caldera, Rafael. Op. Cit. P. 148.
4. CONTRATO DE TRABAJO

El Contrato de Trabajo, como hemos visto, venía siendo aplicado de acuerdo a las Ordenanzas
emanadas de las Diputaciones Provinciales dentro del ámbito del derecho civil. Con la
aprobación del Código Civil de 1862, durante la Administración General J.A. Páez, se regula la
materia del Contrato de Trabajo bajo el Titulo XI “Del Contrato de Arrendamiento”, en lo 14

referente al arredramiento de sirventes domésticos y jornaleros48.

El Código Civil establecía que “en el arrendamiento de servicios domésticos (también aplicables
a los jornaleros) una de las partes promete prestar a la otra, mediante un salario, cierto servicio
determinado por un contrato”. También legisla sobre el “arrendamiento de servicios
inmateriales –o sea él en que- predomina la inteligencia sobre la obra de mano”, lo cual aclara
que la legislación está dirigida, a lo que en términos actuales denominamos, obreros como a
empleados. La ley, sin embargo, aclara que sus reglas “deben observarse sin prejuicio de las
especias contenidas en ordenanzas locales”49.

El Contrato de Trabajo, por lo tanto, era un contrato formal y así se puede observar que al
respecto aparecen en la Ordenanza sobre Peones, Sirvientes y Jornaleros que estableció el 23
de noviembre de 1854 la Diputación Provincial de Maracaibo. Según esta normativa, toda
persona que se dedique al “Oficio de Sirviente Doméstico, de agricultores, de peón o de crianza”
debía de registrar sus datos en un libro que llevaría el Juez de Paz del Cantón. Al convertir un
contrato de trabajo con el patrón debe de darle “a su salida una boleta en la que conste que no
es deudor”. Establece también que los contratos personales de servicios puede traspasarse o
cederse a terceras personas, vecinos del lugar y estipula otros aspectos referentes a la
disolución del contrato y a las penas por incumplimiento50.

El Código Civil de 1862 estableció fundamentalmente tres tipos de contratos cuya tipificación
se mantiene en nuestra legislación laboral moderna. En primer lugar, “los contratos sobre una
obra material” que hoy llamamos contratos por obra determinada, En segundo lugar, el
contrato por tiempo determinado y en su Ley III, Art. 2, en garantía de la libertad individual,
que el servicio de criados domésticos o jornaleros no podría estipularse por más de un año, a
menos que constara por escrito, en cuyo caso, era capaz de tener runa duración de hasta tres

48
Parra Aranguren, Gonzalo. La Codificación de Páez. Tomo 1 (Código Civil 1862). P. 332
49
Ibídem. P. 336
50
Pineda Moran, Nury. Acuerdos, ordenanzas y Resoluciones de la Diputación provincial de Maracaibo
(1830-1856). P. 343.
años51. En el Art. 3 quedó establecido el arrendamiento por tiempo indeterminado y quedó
admitido el derecho de relación unilateral en este tiempo de contrato, pero el sirviente tenía
que quedarse el tiempo necesario para que fuera reemplazado52.

Las leyes castigaban con penas corporales el rompimiento del Contrato de Trabajo con relación
a la causal referente al abandono del trabajo por parte del peón o jornalero. En efecto, la Ley 15

del 1 de abril de 1845, sobre procedimientos y penas contra vagos y malentendidos –que deroga
la Nº 280 de 1836 establecía en su Artículo Mº 1, numeral 7 que “Los jornaleros y sirvientes que
hayan engañado a los hacendados o personas con que se comprometieron a servir, faltando por
tres veces a sus compromisos sin causa justa”; se les impondrá´-a (Art. Nº 11) “de uno a tres
meses de trabajo en las obras públicas, e irán después a cumplir con sus compromisos, su lo
pidiese la persona engañada por el procesado”53.

En la ordenanza de Sirvientes, Peones y Jornaleros erogada por la Diputación Provincial de


Maracaibo en 1854, con respecto a esta matera establece que “a los que abandonan sus
obligaciones por alguna parte del día, con veinticuatro horas de arresto y a los que se resistiesen
a trabajar en cualquier día sin motivo justificado y faltando a su contrato, con tres días de
arresto”54. La aplicación de estas leyes se realizaba de acuerdo con los Códigos de Policía que
como el de la Ley del 20 de Mayo de 1854, establecía en su Artículo 5 como ramo que
comprender dentro de su proceder, dentro de la Policía Municipal, la policía rural estaba la de
“los mayordomos, caporales y jornaleros”55.

Con respecto a la aplicación de estas leyes tenemos los testimonios de algunos viajeros. En este
sentido el inglés J.S. Cochrane) en su “Journal” nos relata que a su paso por Cartago (Colombia)
en 1824 mencionó al Alcalde la deserción de un peón a un Coronel –a quien pasó- en las
montañas. “El no le prestó mucha atención a mi protesta, sencillamente diciendo que era muy
común (la fuga de peones); pero si el peón era agarrado, ciertamente sería castigado; sin
embargo no dio la orden para buscarlo. Esta es la natural indolencia de los naturales y estoy
seguro, nunca le dio un segundo pensamiento al asunto”56. Elizabeth Gross, residente alemana

51
Gutiérrez Alfaro, Tito. Concepto General sobre la Condición de Asalariados en el Derecho Venezolano. P.
13.
52
Ibídem
53
Venezuela. Leyes y Decretos de Venezuela (1841-1850). Tomo 2. P. 245
54
Pineda Morán, Nury. Op. Cit. P. 345.
55
Venezuela. Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo III. P. 211.
56
Cochrane, J. S. Journal of Residence and Travels in Colombia during the years 1823 and 1824. P. 129
en Maracaibo en 1888 hace en sus narraciones una experiencia relacionada a esta
problemática: “El otro indio, Pelayo, por el contrario tiene muy mal carácter. El debía
permanecer parado junto a la mesa, durante las comidas, de manera que yo le tuviere siempre
a la vista, pues realmente temía que un día me clavara un cuchillo por la espalda. No quería
obedecer en absoluto. Hace algún tiempo se escapó y, lamentablemente, la policía volvió a
16
traerlo. Ya nos habíamos alegrado de habernos librado de él, pero tuvimos que volver a
admitirlo en la casa ya que este era su hogar. Pero él no quería seguir con nosotros y pidió que
lo dejásemos libre, porque él quería ir donde un zapatero para aprender el oficio. Rodolfo
averiguo si este verdaderamente lo quería aceptar y como su respuesta fue afirmativa, le dimos
la libertad a Pelayo y él se fue… Poco después volvió a escondidas y yo le eché un sermón
diciéndole que jamás volviera a pisar la casa”57.

La señora Gross nos relata otra anécdota referente a otro Contrato de Trabajo, pero con una
inmigrante alemana: “En verdad que con esta muchacha (Sofía) hemos metido la pata. Después
de nuestra llegada nos dijo que no trabajaría más, pero había tenido mala suerte de estar bajo
el mando de una ama de casa alemana. Ella tiene un contrato con nosotros, firmado por ambas
parte, que debe ser respetado. Igual como la señora Muller, ella recibió de parte nuestra un
equipo de ropa completo para el trópico y esto no deberíamos invertirlo en vano”58.

Otra usanza curiosa sucedía con las revoluciones a raíz de las obligaciones laborales que tenían
previamente convenidas muchos peones y jornaleros que se alistaban en las filas
revolucionarias. Este fue el caso del Decreto del 7 de marzo de 1858 en la Presidencia de Julián
Casto, el cual declaraba “libres de sus compromisos pecuniarios por razón de trabajo personal
a los jornaleros y sirvientes que tomaron las armas a favor de la Revolución contra la tiránica
dominación de los Monagas y aceptando (la República) pagar las cantidades de dichos
compromisos59.

Situación semejante ocurrió con el triunfo del General Antonio Guzmán Blanco quien, por
Decreto del 7 de mayo de 1870, constituye al “Gobierno deudor de las cantidades que deban a
los dueños de fincas rurales o urbanas los mayordomos, caporales o jornaleros que hayan
tomado armas a favor de la revolución60.

57
Gross, Elizabeth. Vida Alemana en la lejanía. P. 129.
58
Ibídem. P. 186.
59
Venezuela. Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo III. P. 505.
60
. Leyes y Decretos de Venezuela (1870-73). Tomo 5. P. 49
5. JORNADA DE TRABAJO

La Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias (1540) escrita por el Padre de las Casa
provocó una nueva reglamentación referente al trato de la población indígena americana, que
se conoció como las Nuevas Leyes (1542) que establecieron normas sobre las jornadas de
trabajo, la manutención, la vivienda y otros factores referentes a la relación de los 17

encomenderos con sus encomendados61. Estas normas se anticiparon trescientos años en sus
concepciones teóricas en la materia de las relaciones laborales, que posteriormente se
impusieron en América.

Las leyes de Indicas establecieron con respecto a la jornada de trabajo que “todos los obreros
trabajan ocho horas cada día, cuatro en la mañana y cuatro en la tarde, en las fortificaciones y
fábricas que se hicieran, repartidos a los momentos más convenientes para lograrse al rigor del
sol, más o menos lo que los ingenieros pareciese, de forma que no faltando un punto a lo posible,
también se atienda su salud y conservación”. Se prohibió asó el trabajo continuo, al fijar el
máximo de cuatro horas; en tres y cuatro horas para la pesca de perlas; seis a siete horas para
el trabajo minero y en ocho horas para el trabajo en construcción62.

Estas leyes delegaban en los “Virreyes, Presidentes y Gobernadores que señalen las horas que
se debiere de ocupar cada día, en función de sus pocas fuerzas, débil complexión y costumbres
que se guarden en todas las repúblicas bien administradas, e impongan las penas convenientes
y nuestros fiscales pidan de oficio y a instancias de partes que así se guarde y cumpla”63. Dentro
de este contexto durante el siglo XVII se impuso la jornada “de sol a sol” con diez (10) horas de
trabajo. En las ordenanzas de Sancho de Alguiza y Fray Antonio de Alceaga sobre “El Buen
Tratamiento de los Indios en Venezuela” promulgada en 1605 contemplan la distribución del
trabajo indígena distribuido en tres días a la semana, en las jornadas de “sol a sol”, de los cuales
se excluían los días de precepto religioso, de cumplimiento obligatorio en cada poblado
indígena, ello equivalía a 156 días de trabajo efectivo anual por cada indio reducido64. En las
“Instrucciones sobre Tributo, Salario y Régimen de los Indios de Venezuela” por cédula de 1695,
contempla a su vez que “los indios que se repartieran las labores de campo y cultiven las

61
Arellano Moreno, Antonio. Orígenes de la Economía Venezolana. P. 254.
62
Ibídem. P. 256
63
Ibídem. P. 257
64
Rodríguez Mirabal, Adelina. La Formación del latifundio Ganadero en los Llanos de Apure 1750-1800. P.
148
haciendas, han de trabajar desde la mañana, al salir el sol hasta que se ponga, teniendo el
sestero y descanso dos horas al medio día, desde las once a la una, o desde las doce a las dos”65.

Para fines del siglo XVIII la jornadas de trabajo se mantuvo con trabajo de “sol a sol” y jornada
afectica de nueve horas, la provisión Real de 1791 que tuvo por objeto regular el trabajo
indígena en las haciendas de españoles, establecía que “se les debía emplear en jornadas de 18

trabajo de “sol a sol”, dándoles por la mañana una hora de descanso y al mediodía dos horas de
descanso y comer de las doce a las dos, sin que después de puesto el sol se le pueda obligar a
trabajar”66. El Cabildo de Caracas dada la falta de cumplimiento de horarios en las Obras del Rey
promulgó una ordenanza en 1799 estableciendo que “sirve de regla del orden para los
Carpinteros y Albañiles de la Ciudad” y “por cuanto se está experimentando el abuso
introducido en los jornaleros, así en oficiales de toda clase como en el peonaje, que debiendo de
gobernar las horas de trabajo de “sol a sol”, que se extiende de nacer a ponerse, según la
disposición que se guarden en las Obras del Rey, lo hacen tan diminuto que manifiestamente es
damnificado el dueño de la obra en un tercio o cuarto, por lo que se ordena a dichos jornaleros
deben arreglar las horas de trabajo diario dando principio a él, a las 6:00 de la mañana hasta
las 8:00 de la noche, que lo alzarán yéndose a almorzar de continuarlo a las 9:00, no esperando
a que alcen en la Misa Mayor de la Catedral, por el perjuicio que en ella se sigue con lo más o
menos que se detiene la función, y durará dadas las 12:00 que no alzarán y tendrán descanso
se dos horas porque lo deberán continuar de las 2:00 hasta las 6:00 de la tarde, con la
advertencia que deberán salir de sus casa con anticipación a las horas citadas por estos pronto
al trabajo de ellos, y lo contrario haciendo podrá el Maestro Mayor, personero o dueño hacer la
rebaja ya prevenida67.

A principios del siglo XIX y durante el período colonial, la jornada se mantuvo. El Cabildo
General de Caracas al organizar los trabajos de reconstrucción a raíz del terremoto de 1812,
establece la jornada de trabajo para los Artesanos, maestros, oficiales y Trabajadores de la
Construcción “en nueve (9) horas quedando distribuidas así: Seis a ocho a.m.; nueve a doce
meridiano y dos a seis p.m.”68. El padre Capuchino, Francisco de Caracas, en su informe sobre la
situación de los Indios en 1813 nos explica el uso de la jornadas de Sol s Sol. “(Los Indios) no
tienen más conocimiento ni hacen distinción de las estaciones del año que las de invierno y

65
INCE. Testimonios Sobre la Formación del Trabajo. P. 17
66
Rodríguez Mirabal, Adelina. Op. Cit. P. 148
67
INCE. Op. Cit. P. 86
68
Godio, Julio. El Movimiento Obrero Venezolano 1850-1944. P. 18
verano, el invierno en que llueve y el verano en que cesan las lluvias. Por no usar eso, porque
no tienen ni siguiera conocen lo que es calendario, ni saben regular las oras del día para el
trabajo o descanso de otro modo que por el alto o bajo del sol69.

Con el establecimiento de la República de Venezuela en 1830 continuaron los usos referentes a


la jornada de trabajo de las épocas anteriores. Un contrato de trabajo para negros libres traídos 19

de Curazao o Coro en 1836 establecía un horario de trabajo de doce horas diarias, de 6:00 a.m.
a 6:00 p.m. y el “no trabajar los días festivos70. Dentro de este contexto, la Diputación Provincial
de Carabobo en si ordenanza sobre urbanidad, Aseo y Orden Público expedida en 1847
calificaba de “malentendidos a los dueños de establecimientos permitidos, que aceptaban
sirvientes o esclavos en sus casas, antes de las cinco de la tare, en días de labor, sin licencia de
los patrones71.

La Diputación Provincial de Mérida, en su Código de Policía de 1853 señaló que cuando no se


hubieren pactado horas de trabajo de jornaleros o peones “se guardara la siguiente
distribución: de seis a nueve de la mañana; de diez a las dos de la tarde y de tres a seis de la
misma. Las dos horas intermedias son las de racionar”. También consumirá el tiempo de
transporte dentro de la hornada, si el sitio de trabajo se hallara distante, por lo que se
suspenderá a las cinco72. Dentro del contexto de la ley nacional de Minas promulgada el 13 de
marzo de 1883, la Ordenanza de 1884 con motivo de la inmigración china de las Islas Británicas
en su artículo 7º, se convierte en un antecedente legislativo nacional en la materia cuando
sostiene que “Por ningún motivo podrá obligarse a los inmigrados asiáticos a trabajar más de
diez (10) horas diarias en la superficie y de ocho horas diarias en las galerías subterráneas de
las mismas73. La legislación de minas de 1893, estableció tener en los trabajos de explotación
tres turnos diarios de ocho horas cada uno, y la prohibición de las mujeres y menores de quince
años”74.

Al iniciarse el siglo XX la Jornada de Trabajo siguió la aplicada en el siglo anterior, de sol a sol.
El Código de Policía del Táchira de 1905, establecía que cuando no se pactaran las reglas sobre
la jornada existía la obligación de laborar “durante diez horas en el día, procurando guardarse

69
CARACAS, Padre (Capuchino) Francisco de. Informe de la Situación de los Indios en 1813. P. 74
70
Troconis de Veracoechea, Ermila. El Proceso de la Inmigración en Venezuela
71
Parra A., Fernando. Antecedentes del Derecho del Trabajo en Venezuela… 1830-1928. P. 190
72
Ibídem. P. 191
73
Marín, Alfonzo. Problemas Sociales. P. 10.
74
Parra A., Fernando. Op. Cit. P. 22
en esto, la costumbre de cada lugar”. Criterio semejante privó en los Códigos, en Lara (1918),
Apure (1919) y Mérida (1925), entre otros75. Es la ley de Talleres y Establecimientos Públicos,
promulgada en 1917, considerada como la primera ley laboral de carácter nacional en
Venezuela, aunque contentiva solo de siete artículos, y de escasa divulgación, la que establece
una jornada de ocho horas y media76. Dentro de este contexto, el Acuerdo entre los
20
Trabajadores y la Empresa Gran Ferrocarril de Venezuela, suscrito el 18 de julio de 1919, siendo
el primer contrato colectivo discutido en el país, establecía en su artículo 4º que “A todos los
jornaleros se les fija una hornadas de 8 ½ horas diarias. El exceso de trabajo de les pagará como
sobre tiempo al jornal que devengan. Los día feriados deben pagarse al doble del jornal”77. La
Ley del trabajo de 1928, estableció al respecto, en su Art, 9 que “todas las horas del día y la
noche son hábiles para el trabajo, pero ningún obrero o empleado podrá trabajar más de nueve
horas diarias en la empresa, explotación o establecimiento a que se refiere esta ley. En las minas
no podrá excederse de ocho horas. El trabajo de las mujeres y los niños solo podrá prestarse
entre “las seis de la mañana y las seis de la tarde”78.

La Jornadas de Trabajo para las empresas industriales de ocho horas diarias y cuarenta y ocho
horas semanales, la promulgó el Convenio I, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
el 28 de octubre de 1919 y no fue ratificado por el Congreso nacional de Venezuela sino el 20
de diciembre de 1944 y publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 118 el 4 de enero de
194579.

75
Ibídem p. 191
76
Mata, Celestino. Historia Sindical de Venezuela. P. 31
77
Ibídem. P. 26
78
Ibídem. P. 33
79
Ibídem. P. 45
6. DIAS FERIADOS

En Venezuela desde la época colonial se guardaron fundamentalmente los días domingo y las
fiestas religiosas.

En las Nuevas Leyes de Indias (1542) promulgadas para la defensa de la población indígena a
21
instancia del padre de Las Casas ya establecía en la ley IX que “huelguen y descansen en el
domingo o cada días como ellos quisieran” y en la Ley XXI prohibía que se trabajasen “en días
de fiesta en beneficio de los españoles”80.

En los albores de la Independencia ya existía una conciencia sobre el excesivo número de días
de fiesta que entorpecía las labores de trabajo. El viajero inglés J.S. Cochrane en su paso por
Bogotá en 1824 dice “las habituales diversiones para las señoras eran las tertulias, fiestas,
disfraces y numerosas procesiones de santos y días feriados los cuales tienden, no poco, a dejar
a la gente sin hacer nada y su número alcanza, incluyendo Domingos, a ciento ochenta pero el
Congreso está considerando reducirlos, lo más posible al número de días festivos que se usan
en los países protestantes81. En efecto, la Nueva Granada obtuvo de la autoridad papal un Breve
el 1 de enero de 1834 reduciendo el número de días festivos82.

Gregorio Para XVI recibió del Venerable hermano Ramón Ignacio Méndez, Arzobispo de
Venezuela, el 20 de junio de 1837 un petitorio en que expone “que es tan grande –en Venezuela-
el número de días festivos, que en lugar de esperarse el incremento de la religión católica, han
de temerse graves daños y escándalos si no se disminuyen por la Suprema Autoridad Católica.
DE allí que emanase una Bula de su Santidad donde establece que “podáis disminuir con nuestra
autoridad apostólica, que se guarden en la República de Venezuela con el precepto de asistir al
sacrosanto sacrificio de la misa y de abstenerse de obras serviles, reduciéndose a los siguientes
solamente, a saber: a todos los domingos del año; a las cinco fiestas aniversarias: de la
circuncisión, de la Epifanía, de la Ascensión, Del Santísimo Cuerpo de Cristo y de la Navidad del
Señor; a las cinco fiesta dedicadas a la Santísima siempre Virgen María, a saber: la Purificación,
la Anunciación, la Natividad y la Concepción; y las fiestas de los Apóstoles Pedro y Pablo y a la
conmemoración de Todos los Santos. En el día de fiesta de San José esposo de la Santísima
Virgen maría, cumplido que sea por los fieles el precepto de oír el santo sacrificio de la misa, se

80
Arellano Moreno, Antonio. Orígenes de la Economía Venezolana. P. 257
81
Cochrane, J.S. Journal of a Residence and Travels in Colombia during the years 183 and 1824. P. 44
82
Venezuela. Recopilaciones de Leyes y Decretos de Venezuela. P. 551
les permitirá dedicarse a sus ocupaciones domésticas y trabajos serviles. Las fiestas
consagradas a los Santos patronos de los lugares, villas, ciudades o provincias que se celebren
en dicha República de Venezuela podrán transferirse al Domingo siguiente próximo en el
algunas fiestas mandadas a guardar arriba”. El Decreto del Ejecutivo del 16 de marzo de 1840
dio pase a la Bula de su Santidad sobre la disminución de los días festivos83.
22

En el Diario de Robert Ker Porter, cónsul norteamericano en Caracas, se pueden identificar


referencias sobre los días feriados para 1: Semana Santa; Corpus Cristi; San Juan; Todos los
Santos; Concepción y navidad. Igualmente se identifica la celebración de día de fiesta nacional
el día de la independencia el 19 de abril. También, por la lectura del Diario, se constata que cada
pueblo guarda como día feriado el de su santo patrón, Porter menciona en Maiquetía la fiesta
de San Sebastián el domingo 24 de enero de 184184.

El Decreto del 16 de abril de 1834 estableció como “grandes días nacionales” el 19 de abril y el
5 de julio, a estos agregó el Natalicio del Libertador el día 28 de octubre según la Ley del 14 de
marzo de 184985.

Hubo otros días que fueron declarados días nacionales pero posteriormente fueron derogados.
Este fue el caso del 24 de enero (1848), establecido como Fiesta nacional en 1849 –fecha de la
toma del Congreso por partidarios de Monagas- suspendido en la reforma del decreto de
185886. Se declaró el 27 de abril (1870) como fiesta nacional por el “triunfo definitivo de la
mayoría liberal” según el decreto del 6 de junio de 1870, el cual a su vez fue derogado con
posterioridad87.

En cuanto a la forma de aplicación de los días festivos tuco inherencia las Diputaciones
provinciales. Las de Barquisimeto (1845) y Carabobo (1847), respectivamente establecieron
que los almacenes, tiendas, bodegas y demás ventas públicas cerrarían “los domingos y días de
fiesta entera” a las doce del día, con excepción de las pulperías y de más ventas de comestibles.
La de Barquisimeto, sin embargo, señala que aún las pulperías y ventas de comestibles cerrarán
en el momento de la misa mayor”88.

83
Ibídem.
84
Dupuy, Walter. Robert Ker Porter’s Caracas Diary. P. varias.
85
Venezuela. Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo I. p. 169
86
Venezuela. Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo III. p. 493
87
Venezuela. Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo VI. p. 199
88
Parra A., Fernando. Antecedentes del Derecho del Trabajo en Venezuela. P. 193.
La ley de Talleres y Establecimientos Públicos de 1917, considerada como hemos dicho la
primera ley laboral establecía en este respecto que “los días de fiesta nacional no serían aptos
para el trabajo ni tampoco los días feriados (el primero de enero, jueves y viernes santos)89. La
Ley del Trabajo de 1928 establece la normativa en la forma más precisa: “Son días hábiles para
el trabajo todos los días del año, con excepción de los feriados, Son días feriados para los efectos
23
de esta ley; los domingos y los días de Fiestas nacionales; y los que para la entrada en vigor de
la presente ley hayan sido declarados festivos por los Estados y las Municipalidades dentro de
sus respectivas jurisdicciones territoriales90.

89
Ibídem. P. 25
90
Mata, Celestino. Historia Sindical de Venezuela 1813-1985. P. 33
7. LIBRETAS DE CUENTA

Entre las prácticas que se establecieron en las relaciones laborales durante el siglo XIX estaba
el registro en “Libretas de Cuenta” provistas por el patrono y donde se registraban todos los
pagos y adelantos a los jornaleros. Estos últimos guardaban la libreta y en ella también contaba
la terminación del trabajo que liberaba al jornalero del compromiso de trabajo adquirido, 24

permitiéndoles adquirir nuevos compromisos laborales.

La Ordenanza de Policía Rural de la Diputación provincial de Cumaná preveía el arresto del


Jornalero “que se encuentre en el poblado en días de trabajo sin la papeleta de la persona en
cuya labranza trabaje”. Dentro de este mismo espíritu, la Diputación de Maracaibo, en 1873
promulgó en su Código de Policía que “ningún peón podrá separarse de la hacienda o campo en
que trabaje, ni aún en los días feriados, sin el permiso del dueño”91.

La Diputación provincial del Zulia en Provincial del Zulia estableció en 1844, dentro del mismo
lineamiento, “la obligación de los dueños o mayordomos a entregar a cada sirviente in libretín,
en el cual anotara y rubricara todas las cantidades que le dieren y cada mes lo devengado en los
días de servicio92.

La ordenanza de la Diputación Provincial de Maracaibo en 1854 establece la obligación de tener


una “boleta” que se entrega al final del contrato de trabajo para liberar de obligaciones y se
requiere para iniciar uno nuevo, sin el cual “no podía ninguna persona admitir a su servicio a
aquel sirviente”93. En su artículo 8 dice: “Los dueños o mayordomos entregarán a cada sirviente
o peón un libretín en el cual conste el cargo y data de su cuenta por orden de fecha, y las partidas
asentadas en estos boletines se tendrán por […] no se reclaman contra ellos en los ocho
próximos días de asentados o si no probará lo contrario. Lo sirvientes o peones que en el arreglo
de sus cuentas no presentaren este boletín pasarán por la asentadas en los libros llevados por
los dueños o mayordomos”94.

A raíz de la abolición de la esclavitud el 24 de marzo de 1854 durante el gobierno de José


Gregorio Monagas, se decretó la Ley 1º del Código de Policía, de fecha 20 de mayo del mismo
año, en cuyo artículo Nº 11 se estable que “Nadie necesitará de pasaporte para viajar dentro de

91
Alfonzo Guzmán, Rafael. Nueva Didáctica del Derecho del Trabajo. P. 38.
92
Parra A., Fernando. Antecedentes del Derecho del Trabajo en Venezuela. P. 186.
93
Pineda Morán, Nury. Acuerdos, ordenanzas y Resoluciones de la Diputación Provincial de Maracaibo
(1830-1856). P. 343.
94
Ibídem. P. 345.
Venezuela”95. Aún con este mandato, el uso de la libreta continuó. En la Ordenanza Sexta sobre
Servicio Doméstico y Rural del Estado Mérida de 1855 decía “Todo dueño o encargado de
establecimiento o casa está en el deber de arreglar sus cuentas a los jornaleros semanalmente,
y a los sirvientes por meses; a cuyos efectos se les dará escrita la cuenta de la deuda, y firmada
por el dueño de los servicios, a menos que en la contratación de servicios domésticos se
25
disponga otra cosa96.

95
Venezuela. Recopilaciones de Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo III. P. 211.
96
Alfonzo Guzmán, Rafael. Op. Cit. P. 39.
8. SALARIOS MÍNIMOS.

El Derecho Social Indiano contenido en las Leyes de Burgos, las Nuevas Leyes y Cédulas Reales
dictadas durante el siglo XVI y XVII contenían el concepto del “salario justo” de la cual derivara
posteriormente el principio de “salario mínimo” utilizado en la legislación moderna97.
26
En Recopilación de las Leyes de Indias –Ley II. Título XIII. Libro VI- se ordena a las autoridades
que “luego de haber convenido y tratado con personas prácticas en todo género de trabajos y
oído el parecer de los que más experiencia y noticias tengan de aquellas cosas “el jornal debe
calcularse conforme a la calidad y ocupación, tiempo, carestía y comodidad de la tierra” y se
decidió “que si los indios no se moderasen en el precio de sus jornales, los xxxx las justicias” 98.
En la Ley II, Título XII, Libro VI, reitera estos conceptos cuando dice “que además que se les
pague el jornal que fuera justo por el tiempo que trabajen y más ida y vuelta”99, lo cual incorpora
en el período de las jornadas el tiempo de traslado como hemos visto en otro capítulo. Las
propias Leyes de Indias de 1680 establecieron los salarios para “Pastores, menores de 18 años,
en 2 ½ reales semanales más comida y vestido”100.

La aplicación del concepto del “salario justo” quedaría al arbitrio de las autoridades indianas en
las provincias de ultramar; Virreyes, Gobernadores o Capitanes Generales. En el caso de
Venezuela, a título de ejemplo, ello le correspondió hacer a Don Francisco Berroterán,
Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, quien estableció sus Instrucciones
sobre Tributo, estipendio que se le debía dar por cada día de trabajo, en la ciudad de Caracas
“que es la más pingüe en la Provincia, el que ganasen todos dos reales al día y de comer y lo
mismo en las haciendas de la costa, así de la jurisdicción como en la de Valencia, Nirgua,
Barquisimeto y sus valles…; y que en la jurisdicción de San Sebastián han de ganarse solo los
mismos dos reales en unas partes, en otras con la comida, en algunas real y medio y en otras un
real y de comer, expresando en cada ministerio la ocupación que ha de ejercitar el indio101.

El Prior del Real Consulado, Don Vicente Linares en su Exposición sobre la población sin trabajo
y mendigos, escrita en Caracas en 1801, realiza una excelente ejemplificación de la aplicación
de los principios del “salario justo” al caso concreto que le planteaba la realidad provincial. El

97
Arellano Moreno, Antonio. Orígenes de la Economía Venezolana. P. 300
98
Hernández Tovar, Vicente. Curso de Derecho del Trabajo. P. 75.
99
Ídem.
100
Alfonzo Guzmán, Rafael. Nueva Dialéctica del derecho del Trabajo. P. 32.
101
INCE. Testimonio sobre la Formación del Trabajo. P. 15.
Prior Linares propone “que con muy pocas reglas que se establezcan podrían extenderse los
propietarios de las labores con estos, para que no resultaren perjudicados ni los unos ni los
otros; y como tanto para el fundamento de esta regulación consiste en lo justo del cálculo en
que se repunte el costo de la manutención diaria, variando esta a proporción de la alteración de
los precios en la carne, maíz y papelón a cuya virtud unas veces puede mantenerse la peonada
27
con solo el costo de un real por cabeza, y en otras excede a dos reales; puede fijarse para todos
tiempos la reputación de uno y medio reales al día por la manutención de cada individuo”102.

Durante el siglo XIX y XX las Diputaciones provinciales, en algunas excepcionales condiciones,


se ahogaron el derecho de establecer salarios mínimos para defender el ingreso de los
jornaleros ante graves crisis económicas. Tal fue el caso de la Diputación provincial de
Carabobo quien en 1847 estableció que “el equivalente de un jornal serán tres reales en toda la
provincia”. Esta medida tomada probablemente para proteger los salarios de los jornaleros al
comienzo de la más grave crisis económica del siglo, al comienzo del gobierno del General José
Gregorio Monagas, no parece haber sido usual, como lo confirma el Dr. Fernando Parra
Aranguren quien señala que en sus investigaciones histórico-laborales “no encontró ninguna
otra regulación de este tenor en las ordenanzas o leyes revisadas”103. Con respecto a las
intervenciones de las Diputaciones en la fijación de los salarios mínimos encontramos ya
entrado el siglo XX, cuando la Diputación de Portuguesa en 1930 establece que el contrato de
arrendamiento de servicios debía constar en forma clara que “el salario o jornal que iba a
devengar el obrero no sería menor de dos bolívares diarios con alimentación y cuatro sin
ella”104 a raíz de la más grave crisis económica mundial que afecto al país a partir de 1929 y
perduraría en sus efectos hasta 1936.

Comenzando el siglo XX encontramos una nueva circunstancia que llevaría a la aplicación de


salarios mínimos. El aumento de la conciencia de clase de los trabajadores desde finales del
siglo XIX llevó eventualmente a la organización de los trabajadores y de la lucha por conquistar
sus derechos. Tal fue el caso del Acuerdo de los Trabajadores con el Gran Ferrocarril de
Venezuela firmado en 1919, donde establecía un salario mínimo de Bs. 0.40 para los sueldos y

102
Brito Figueroa, Federico. La estructura Económica de Venezuela Colonial. P. 432-435
103
Parra A., Fernando. Antecedentes del Derecho del Trabajo en Venezuela. P. 186.
104
Ídem.
jornales de los empleados105 siendo este el primer caso en el país de establecimiento de salarios
mínimos por vía contractual.

La Ley del trabajo promulgada el 23 de julio de 1928, no estableció ninguna disposición sobre
la fijación de salarios mínimos, por el contrario, en su artículo 37º establecía que “los sueldos y
salarios serán fijados libremente entre los dueños y patronos y los empleados u obreros”106. 28

Solamente daba a los Presidentes de Estados la potestad de fijar sueldos y salarios “cuando
dichas cuestiones le fueran sometidas voluntariamente en cada caso por los dueños o patrones
y los empleados u obreros y que dichas cuestiones hayan producido o puedan producir cierre
o paralizaciones de una o varias industrias”107. La Ley también estableció las indemnizaciones
que debían pagar los patrones por accidentes y enfermedades profesionales, en términos de
salarios que se calcularían de acuerdo “al tipo de salario que hubiese tenido la víctima derecho
al día en que ocurra el accidente o enfermedad profesional”. Nelson Lara argumenta que en la
práctica el cálculo de indemnizaciones “el salario nunca se consideró menor de dos bolívares
aún tratándose de obrero que percibían un salario menor”108.

La Organización Internacional el Trabajo (OIT) promulgó el “Convenio Relativo al


Establecimiento de Métodos para Fijación de Salarios Mínimos” en 1928 con la finalidad de
establecer y mantener dichos salarios para trabajadores y empleados en las industrias en las
que no existe ningún régimen eficaz para la fijación de salarios, por medio de contratos
colectivos u otros sistemas, y en las que los salarios sean excepcionalmente bajos. Dicho
convenio fue ratificado por Venezuela el 20 de noviembre de 1944109.

Como pudimos observar, en Venezuela hasta 1936, período de nuestro estudio, no se aplicaron
salarios mínimos, sino en contadísimas excepciones, en forma localizada. Posteriormente, fuera
de la consecución de salarios mínimos en las contrataciones colectivas, no fue sino hasta el 31
de mayo de 1974 cuando el Presidente de la República, basándose en la restricción de las
garantías económicas estableció en Bs. 15 el salario mínimo diario para los trabajadores en
general, a nivel nacional110.

105
Godio, Julio. El Movimiento Obrero Venezolano (1850-1944). P. 46.
106
Mata, Celestino. Historia Sindical de Venezuela 1813-1985. P. 39.
107
Ibídem. P. 40.
108
Lara, Nelson. La Formación de los Primeros Núcleos Sindicales en el Estado Aragua. P. 22.
109
Mara, Celestino. Op. Cit. P. 72.
110
Alfonzo, Guzmán, Rafael. Op. Cit. P. 112.
9. MANUTENCIÓN

Las condiciones de trabajo en el campo, desde los tiempos de la colonia, requirieron como
compensación a los jornaleros, además de la remuneración diaria por la tarea ejecutada, el
suministro de una o varias comidas que se llamaban “manutención”.
29
Las Nuevas Leyes de Indias aplicada a partir de 1542 u surgidas a instancia del Padre De Las
Casas establecía q “los trabajadores de las labranzas darles, ñame, ají, abastos y en los días de
fiesta, domingos y pascua, sus ollas de carne guisada”. A los trabajadores mineros “darles pan,
ají y una libra de carne diaria”111.

La Cédula sobre “Tributo, Salario y Régimen de Los Indios” de 1695 establecía para las ciudades
del Tocuyo, Trujillo, Coro, Carora y Guanare los niveles salariales y el costo de manutención. En
efecto, establecía que “los indios menos activos en el trabajo, han de ganar por sus jornales real
y medio por cada día que trabajen, y se les diera de comer a real; y si no real y medio, como va
dicho”112. O sea se establecía al final del siglo XVII el costo de manutención en medio real por
día.

Para finales del siglo XVIII e inicios del XIX el Prior del Real Consultado D. Vicente Linares en su
informe sobre la “población sin trabajo y mendigos en Caracas en 1801”, entra en un detallado
análisis sobre la fijación de salarios justos y la manutención de los jornaleros. Consideraba D.J.
Linares que el cálculo del costo de la manutención diaria era la base para la asignación de los
salarios. La manutención a su vez variaba de acuerdo a la alteración de los precios de la carne,
maíz y papelón, de forma que a veces se podía mantener la peonada a costos de un real por
cabeza y otras veces excede a los dos reales. El costo de la manutención la calculaba entonces
en uno y medio reales al día, como caso promedio de los anteriormente citados. Más adelante,
sostiene que “el propietario le cuesta mucho la manutención”, se da por bien servido si ajusta
por un real al día las tres comidas del peón a destajo”113.

El Padre Capuchino Francisco de Caracas en su “Informe Sobre la Situación de los Indios en


1813” nos hace una descripción de sus hábitos alimenticios que eran la base de la manutención.
“Los manjares (indígenas) por excelencia son carne de ganado vacuno o animales de caería de
montes, pescado y pan de maíz, cazabe, que es un pan que hacen con raíz de yuca y plátano y

111
Arellano Moreno, Antonio. Orígenes de la Economía Venezolana. P. 255.
112
INCE. Testimonios sobe la Formación para el Trabajo (1539-1978). P. 29.
113
Brito Figueroa, Federico. La estructura Económica de Venezuela Colonial. P. 434.
cuando les falta uno u otro, toda especie de peje, aunque sea caimán, porque son muy inclinados
a la pesca de raíces de guarapo y otra especies de hacer pan”114.

El Libertador, en sus Decretos sobre Sueldos y Vestuarios correspondientes a la Tropa, en su


Cuartel de Valencia en 1813, estimaba el valor de una “ración” en tres cuartos de real. Y cuando
“por escasez de carne, o del pan, no recibiere alguno de los renglones se le e abonará por el 30

primero medio real y por el segundo cuarto de real”115. El viajero inglés C.S. Coderane en su
viaje por Colombia en 1824 comentaba que “las raciones de los soldados eran fijadas por Ley
en una libra de carne, una lira de pan, cuatro onzas de arroz por hombre por día”116.

En el Departamento Miranda del Estado Mérida, más entrado el siglo, en 1873, el salario de los
peones era de dos reales más manutención, Dice la fuente “Comen de todo lo que hay en el lugar
pero en especial les gusta la carne, pescado, queso, siendo especialmente decididos por lo que
llaman cerrero, que es el cacao o café sin dulce. En el Departamento Campo Elías nos confirman
que “sus comidas diarias son tres”117.

La Situación de la manutención para las primeras décadas del siglo XX está magníficamente
reconstruida en la historia oral de La Hacienda Venezolana realizada por la investigadora
Josefina Ríos de Hernández. En la región de los Andes, “donde era más frecuente, se consideraba
una obligación del hacendado suministrar varias comidas al trabajador, fuese este peón o
jornalero fijo o temporal”118. En Rubio, Estado Táchira, conjuntamente con la remuneración le
daban la “alimentación”, la cual estaba conformada por tres comidas (antes eran cuatro),
consistentes en un desayuno entre 51” y 6 de la mañana, el cual podría ser de caldo, plátano,
yuca y cuando daban “puntal” que llama “onces” entonces era un plato de yuca con un pedazo
de carne asada. Se almorzaba de 9 ½ a 10. Puntalaba de 1 a 2 de la tarde y comían a las 6 de la
tarde119. En Tovar, Estado Mérida “le daban desayuno, almuerzo y cena abundante porque lo
que se come en Los Andes es plátano, en vez del maíz, en vez de la arepa”120. En el Macizo
oriental encontramos una situación similar, aún cuando el número de comidas y su calidad y
cantidad en general eran menores y hay referencias en la disminución del costo de

114
Caracas, Padre Francisco. Informe sobre la Situación de los Indios en 1813. P. 301.
115
Carrillo Batalla, T.E. Legislación Económica y Fiscal e Simón Bolívar. Tomo I. p. 22.
116
Cochrane, J.S. Journal of Residence and Travels in Colombia during years 1823 and 1824. P.281.
117
Vila, M.A. Una geografía Humano-Económica de Venezuela de 1873. P. 76.
118
Ríos de Hernández, Josefina. La Hacienda Venezolana. P. 51-52.
119
Ibídem. P. 207.
120
Ibídem. P. 208.
remuneración, la cual se expresa en la diferencia entre el trabajador “mantenido” con una
remuneración menor al no mantenido.

En Monagas, por ejemplo, el régimen de alimentación lo llamaba “mantenido” y le daban tres


comidas. Por la mañana le daban pedazos de cazabe con un pedazo de carne, también pescado
salado, carne y frijol, a veces caraotas, a veces vituallas121. Por el contrario, en la Región Central, 31

con frecuencia la manutención del trabajador no era parte del contrato de trabajo, solo lo
encontraba agregado a la remuneración en las haciendas de cacao del Estado Miranda, pero con
alimentos menos abundantes que en los caos anteriores122.

121
Ibídem. P. 209.
122
Ibídem. P. 210.
10. FICHAS

Las Nuevas Leyes de Indias (1542) ya contemplaban las obligaciones de “que los indios sean
pagados en monedas corrientes”. Establecían taxativamente que no debe pagarse “en vino,
chicha, miel ni yerba” […] “nuestra voluntad es que la satisfacción sea en dinero”.
Complementaba lo anterior diciendo que “para el pago debía preferirse el día sábado en la 32

tarde”123.

Estas regulaciones en buena parte no podrían cumplirse por la escasez crónica d circulante que
afecto a las Provincias Americanas, materia cuyas razones y consecuencias analiza con detalle
el historiador Antonio Arellano Moreno quien concluye que la escasez de circulante “se acentuó
mucho más al declinar el siglo XVIII y al empezar el siguiente”124.

La escasez de numerario fue la principal razón para que prosperara el pago con fichas y el pago
en especie. Sobre esta última modalidad de pago hay muchos ejemplos. Durante el siglo XVI en
Barinas anuncian “como pago anual, los indios y muchachos, una camiseta y un sombrero y las
hembras una manta y un chumbe”125. En 1783, el indio Pablo Guarache acuso al corregidor Droz
y al cura José Arango ante el Visitador “el pagar a los indios con 2 o 3 varas de coleta o lienzo
por 20 días de trabajo”126.

A principios del siglo XIX, la escasez de numerario continuaba y por ende el pago en fichas. El
Capitán Guevara y Vasconcelos dispuso el 12 de junio de 1802 extinguir las monedas llamadas
señas. Andrés Lavel de Goda señalaba que “llamaban seña una piececita cuadrada de hierro con
la letra inicial del nombre del pulpero, moneda de cambio en su pulpería, valor de un huevo,
cuarta parte de medio real, cuya seña daban a quien había comprado en la pulpería con medio
de plata huevo de alguna cosa, o un cuartillo de otra, o tres huevos de tres diversas cosas”127. La
seña recibió múltiples nombres: maravedí, calderilla, sencillo, ñere-ñere, blanca, perra, ochavo,
cuartillo, chipi-chipi, Gue (por huevo), etc.”128.

El investigador Georgias Garigas en su estudio de las dichas concluyo que en cuento a su


denominación más corriente de la del “real” que la encontró en el 60% de la muestra. El resto

123
Arellano Moreno, Antonio. Orígenes de la Economía Venezolana. P. 257.
124
Ibídem. P. 209.
125
Tosta, Virgilio. Economía y Poblamiento de Barinas. P. 58.
126
Arellano Moreno, Antonio. Op. Cit. P. 251.
127
Pinto, Manuel. La Seña. P. 14.
128
Ibídem p. 9.
lo constituyen múltiplos y submúltiplos de real. En cuanto a las denominaciones de pesos
venezolanos, franceses, céntimos y centavos son muy restringidos, así como el uso del
bolívar129. En cuanto a su distribución geográfica, su mayor uso fue en la Zona Central, en orden
del cual encontramos los Estados Aragua, Distrito Federal, Carabobo, Miranda y luego el resto
de los estados donde se puso en práctica130. Usualmente tenían el nombre de quien los emite:
33
“Luis Vicentelli-Caripe”, “Hacienda Santa Cecilia-Dos Caminos”, “Concesión Jesurun”, “Ramón
González Espinoza-San Sebastián”, “almacén de quincallería y armas-Heyden y C. Valencia”,
“Pedro Sevatz-Calle El Comercio, Barquisimeto”, etc. Y por el reverso la denominación de 1 real,
½ real, 1/8 real131. Morfológicamente las fechas tenían la forma redonda, pero existieron
octogonales, rectangulares, cuadradas, etc.132.

El uso de las fichas fue extenso y solo en 1915 el legislador de Miranda establece en su Código
de Policía que “queda terminantemente prohibido a los dueños de haciendas, hatos,
mayordomos, caporales, el empleo de fichas, papeleas, bonos, etc. Para el pago de los salarios
de sus empleados, jornaleros o peones, debiendo hacerlo siempre en moneda legal”. Este
criterio fue incorporado posteriormente por otras Diputaciones como Lara 1918; Distrito
Federal 1926 y Portuguesa 1930133. La ley del Trabajo de 1928 establecía que “los salarios se
pagaban precisamente en dinero” y “queda terminantemente prohibido pagar a los
trabajadores en fichas o monedas que no sean de curso legal”134.

El Profesor Carlos Ramírez Mac Gregor sentenciaba que “en la época que dejamos atrás (1940=,
los trabajadores del campo vivían como parias. El pago en fichas como medio para fomentar
deudas irreversibles (deudas “caucheras”) y encarcelar de este modo el peonaje dentro de los
linderos del fundo era el azote de un gran porcentaje de nuestros campesinos135.

129
Garriga, Georgias. Fichas, Señas y Ñapas de Venezuela. P. 31.
130
Ibídem. P. 40.
131
Ibídem. P. 63.
132
Ibídem. P. 45.
133
Parra A., Fernando. Antecedentes del Derecho del Trabajo en Venezuela (1830-1928). P. 189.
134
Mata, Celestino. Historia Sindical de Venezuela 1813-1985. P. 40.
135
Ramírez Mac Gregor, Carlos. La Reglamentación del Trabajo en el Campo. P. 30.
11. TRABAJO DE MENORES

Durante el Período Colonial existió un régimen especial respecto a los menores. Los indígenas
estaban sujetos al régimen de tributos, llamándose tributarios. Los menores entre 14 y 18 años
estaban exentos. La recopilación de las Leyes de Indias contemplaba en 1681 el que “los indios
que quisieran poner a sus hijos en oficios, mientras no fuera de edad de tributar, o a sus hijas a 34

ser enseñadas en otro oficio, lo puedan hacer donde y como quieran y que nadie se lo impida136.

Don Francisco Berroterán, gobernador y Capitán General de la Provincia estableció según


Instrucción de 1691 un patrón o matrícula en cada pueblo identificado “los mozos que han
cumplido 18 años y […] aquellos que pasaron los 14 años apuntando la edad de estos para que
se reconozca estar próximo a tributar137. El tributario entero paga a partir de los 18 años hasta
los sesenta inclusive138.

En el Régimen para el Oficio de Albañilería, en Caracas en 1805, se estipulaba la edad para


comenzar a aprender el oficio entre los 12 y 13 años, pasando seis años en el aprendizaje139.
Amén de la protección legal, la práctica fue diferente. El viajero inglés C.S. Cochrane manifestaba
en Chocó, República de Colombia en 1824 que menores de ocho y nueva años de edad iban “con
pequeñas sillas en sus espaldas, en las cuales cargaban una arroba (25 libras) de sal, al
principio, incrementándose el peso en proporción al crecimiento e su edad en la medida que
maduraran y tuvieran más experiencia140.

La Conferencias General de la Organización Internacionales para el Trabajo (OIT) en 1919


aprobó el Convenio donde fija la edad mínima de admisión de niños para trabajos industriales.
En él establecieron que “los niños menores de 14 años no podrán ser empleados en empresas
industriales (minería, manufactura, construcción, transporte, etc.) públicas o privadas, o en sus
dependencias, con excepción de aquellas en que únicamente estén empleados los miembros de
una misma familia”. Igualmente, con excepción “los niños mayores de 12 años podrán ser
admitidos al trabajo si han terminado su instrucción primaria”141. Dicho convenio fue ratificado
por Venezuela en 1944.

136
INCE. Testimonios sobre la Formación para el Trabajo (1539-1970). P. 16.
137
Ibídem. P. 19.
138
Ibídem. P. 21
139
Ibídem. P. 94.
140
Cochrane, J.S. Journal of Residence and Travel in Colombia during years 1823 and 1824. P. 401.
141
Mata, Celestino. Historia Sindical de Venezuela 1813-1985. P. 56.
La Ley del Trabajo de 1928, en su art. 12 establece que “se prohíbe de manera absoluta el
trabajo en las empresas, explotaciones y establecimientos industriales y mineros, de los niños
de uno u otro sexo, menores de catorce años de edad. Los demás menores de veintiún años
serán hábiles para el trabajo142.

35

142
Ibídem. P. 34.
12. SALARIOS-JORNALEROS

Durante el siglo XIX existió perfectamente diferenciada la condición del asalariado que
devengaba un salario diario del empleado que devengaba un sueldo mensual. Según los usos y
costumbres provenientes de la época colonial, los salarios se tasaban en “reales diarios” y los
sueldos en “pesos mensuales” o “pesos anuales” en los presupuestos de la Administración 36

Pública. A los trabajadores del campo se les denominaba “peones”, “jornaleros”, “labores”, etc.
Los salarios diarios se pagaban en “reales de plata” o sus fracciones de ½ real, ¼ de real, 1/8 de
real que eran monedas denominadas “cobres”, así como las fichas, como se explica en el capítulo
correspondiente.

Entre los asalariados podemos distinguir dos grupos, de acuerdo a sus niveles de remuneración,
el grupo de los jornaleros no calificados y el nivel de los trabajadores calificados y artesanos,

Peones o Jornaleros

Este conjunto de trabajadores constituía la gran mayoría de la masa laboral, fundamentalmente


de características rurales, así como trabajadores no-calificados de los medios urbanos. Para
este conjunto de trabajadores no-calificados hemos elaborado un tabulador de salarios de cinco
escalas, aplicables para el siglo XIX,

Nivel I. Salarios menores a un Real.

Este nivel salarial constituyó fundamentalmente una excepción, para trabajadores marginales,
menores, mujeres, o en zonas geográficas i situaciones económicas deprimidas, Es sintomático,
que la Real Provisión de 1791, aplicada “al pago del jornal de una tanda”, aplicando a los
indígenas, ningún salario era menor a un real. Estos niveles salariales los encontramos en la
década de los años 1920 en Táchira y Trujillo, aplicado a niños y mujeres. Así como el salario
mínimo para jornaleros del Gran Ferrocarril de Venezuela en 1919, nos da una idea del nivel de
estabilidad salarial que predominó hasta esa época.

Nivel II. Salario de un real al día.

La remuneración de un real al día equivalía fundamentalmente al pago por una tarea. En la Real
Provisión de 1791 con este pago se remuneraba “el trabajo de campo-desmonte de hierba con
machete, así como el tiempo de traslado “días de ida y vuelta”. Podemos considerar este nivel
salarial como “el salario mínimo” durante el siglo XIX. Equivalía al salario de un “soldado raso”
en 1813. Usualmente vivía aparejado con el “mantenimiento” diario. En el contrato de
trabajadores negros traídos de Curazao a Coro en 1836 se estipulaba como remuneración diaria
“el pago de una y media tarea o tres reales macuquinos”, con casa y comida, horario de seis a
seis, respetando días festivos. Aquí podemos observar la equivalencia que se le daba a una
“tarea” con un “real”.
37

Nivel III. Salarios de Real y medio al día.

En las Provisiones de 1791 este nivel salarial equivalía a trabajo con hachas o palas, o sea un
nivel de esfuerzo o destrezas. Superior al anterior. El Barón A. Humboldt, en su apreciación de
los niveles salariales en Aragua, alrededor de 1800, lo establece entre 4 y 5 pesos al mes, o sea
hasta real y medio diario para los jornaleros, a principios del siglo XIX. Este nivel salarial lo
encontramos aún bastante extendido en las primeras cuatro décadas del siglo XX a nivel
campesino.

Nivel IV. Salarios de Dos Reales al Día.

Según la provisión de 1791, son para trabajo de mayor esfuerzo, como “Trabajo dentro del
Agua”. Para el conjunto del siglo XIX pensamos que este fue el nivel salarial más común para
peones y jornaleros efectuando las labores de producción. En 1812 en Caracas, es el salario
pagado a mujeres indígenas en la recolección de café en las zonas bajas del Valle. En 1836 es el
nivel salarial ofrecido por el cónsul venezolano en Nantes-Francia para obreros inmigrantes, lo
cual era considerado insuficiente para atraer obreros europeos. En 1860 en Nirgua era la
remuneración de los peones en haciendas. En 1875 era el salario en Mérida y Campo Elías, como
lo fue en los Andes hasta las décadas de 1920.

Nivel V. Salarios de Tres Reales al Día.

Esta remuneración que equivalía a 10 pesos mensuales, se le asigna en la Provisión de 1791,


para trabajos muy fuertes como “aserrar madera”, y “cargas pesadas”. Fue un nivel salarial
menos frecuente para obreros no-calificados y lo encontramos en trabajos fuertes como: Peón
de albañilería, negros Libres (Curazao), Trabajadores en Trapiche, Trabajadores de la Caña. En
casos excepcionales, trabajadores cobras hasta 4 reales al día.

Obreros Calificados.
Los artesanos, como trabajadores especializados, estaban sujetos a un contrato formal de
aprendizaje, que seguía los lineamientos de los gremios del Medioevo europeo. Existía el nivel
del aprendiz, el oficia y el maestro, siendo los títulos conferidos por el Municipio.

Desde el punto de vista salarial, la Ordenanza sobre el Oficio de Albañilería y el e Carpintería,


establecido en Carcas en 1799 resume las tarifas que rigieron para buena parte del siglo XIX; a 38

saber: maestros, ocho reales diarios; Oficiales, seis reales diarios y Segundo Oficial, cinco reales
de plata; Operarios, cuatro reales; aprendices, no se establecía y peones, tres reales al día.
13. SUELDOS-EMPLEADOS

Analizar los niveles de remuneración del sector de los empleados en Venezuela durante el siglo
XIX tiene un mayor nivel de complejidad, cuando se le compara con el análisis del sector de los
jornaleros que es más homogéneo y sencillo. Como habíamos dicho, ya desde la Colonia, las
remuneraciones de los empleados se planteaban en términos de “pesos mensuales” y aún 39

cuando durante el siglo XIX se utilizó su denominación en Venezolanos y en Bolívares, así como
en otras monedas, con menos frecuencia. Aquí utilizaremos la denominación en “pesos
mensuales” por ser la más frecuente, en cuanto a su uso.

De análisis de la información sobre sueldos de empleados con que disponemos para el siglo XIX,
hemos realizado una clasificación de las actividades en conjuntos homogéneos de profesiones
para conocer los varios niveles remunerativos existentes en la sociedad.

Servicios Personales.

Constituyeron una categoría de trabajadores formadas por personas provenientes del estrato
de los jornaleros que por sus cualidades personales entraron a trabajar como empleados en las
actividades como servicios domésticos, sirvientes personales, personal de confianza,
caballerizo, cocheros, cocinero. Sus remuneraciones oscilaban entre 10 y 25 pesos al mes. En
los estratos más bajos de los empleados domésticos, la remuneración era algo superior al de los
peones y jornaleros, como lo es el caso de “cuidador de bestias” con 4 pesos-mes o “una
sirvienta negra para cocinar” con 5 pesos.

Autoridades Menores.

Es un estrato compuesto de autoridades militares y policiales de menor jerarquía a nivel


provincial. Lo formaban soldados, tambores, cabos, caporales y sargentos, asó como comisarios
de policía. Los niveles remuneracionales estaban entre los 10 y 20 pesos al mes.

Capataces.

Dirigían las actividades de los peones del campo y de las faenas marítimas, así como las obras
públicas, Su remuneración estaba acorde con la cuantía del personal dirigido. Encontramos
“manipulantes de un tren de pesca de ocho personas” con remuneración de 10 pesos al mes.
Los patrones de bote auxiliar con 17 pesos. Sobre ellos un “Caporal del tren de pesca con 20
pesos al mes”. Igualmente Caporales de Obras Públicas, con cerca de 20 pesos al mes.
Eclesiásticos. Comprendía a las personas empleadas al servicio de la iglesia. Sus
remuneraciones dependían del nivel jerárquico desde Presbítero (13 pesos), Capellán (20
pesos), Sacerdote (40 pesos).

Educadores.
40
Formaban desde los maestros de escuelas primarias hasta los catedráticos y sus
remuneraciones oscilan el salario de un preceptor de Escuela (20 pesos), Profesores de
Escuelas de Artes y oficios (38 pesos) a Director de la Escuela (200 pesos), monto excepcional.

Artesanos.

Constituyen un conjunto amplio de actividades que se trabajan por cuenta propia, y en algunos
casos como empleados con remuneraciones mensuales. De acuerdo con la información
disponible sus remuneraciones oscilan entre 20 pesos hasta 80 pesos. Encontramos cargos de
pintores, barberos, maestros y oficiales carpinteros y albañiles, aparejadores, etc.

Empleados Administrativos.

Está formado por el conjunto de empleados administrativos de las oficinas públicas y privadas.
Sus remuneraciones oscilaban entre 25 y 75 pesos mensuales. Encontramos ayudantes de
Bibliotecónomo, Revisor de Bancos, Examinador de Cuentas, Copista, Organizador de
Expedientes, Secretario de Banco.

Profesiones Liberales.

Aparentemente no había adquirido la sofisticación que tiene en la actualidad. Sus niveles de


remuneraciones estaban entre los 30 y 60 pesos al mes. Encontramos veterinarios, médicos,
cirujanos. Agrimensores, estadísticos, contadores, intérpretes, taquígrafos.

Ejecutivos Altos.

Son profesionales que encontramos en cargos ejecutivos de empresas públicas y privadas.


Teniendo conocimientos contables, administrativos o técnicos reciben remuneraciones
apreciables por tener cargos de dirección administrativa. Encontramos en este grupo: oficiales
de Número, Contadores, Oficial Estadística, Secretarios. Tenedores de Libros, Tesoreros,
Liquidadores.

Directivos.
Este es el personal de dirección de las empresas privadas y públicas con niveles de
remuneración superiores a los 100 pesos mensuales. Encontramos a presidentes d Bancos,
Jefes de Sección, cónsules, dentro de los militares Teniente-Coronel, Jefes de Batallón.

Personalidades.
41
Encontramos en este grupo individuos cuya remuneración superaba los 250 pesos mensuales
y era la élite dirigente del país. Encontramos al Administrador de Aduanas, los Embajadores
Ingleses y Norteamericanos, Coroneles Generales, Ministros, Gobernadores, Vice-Presidente y
Presidente de la República, cuya remuneración era de 1.000 pesos al mes.
42

ANEXO Nº 1
TABULACION DE SALARIOS-JORNALEROS
(DESDE MENOS DE UN REAL AL DÍA HASTA DIEZ REALES DIARIOS)

SIGLO XIX, CON DATOS ANTERIORES Y POSTERIORES


1. SALARIOS MENORES A UN REAL

PUBL. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA

INDIOS-PASTORES-
120 300 VENEZUELA 1.520 MENORES S/ INFORME 2.50 REAL-SEMANAL 0.25

122 1106 CUMANA 1.680 INDIOS ENCOMENDADOS S/ INFORME 0.50 REAL 0.50

34 26 CARACAS 1.919 JORNALEROS-GIV* S/ INFORME 0.40 BOLIVARES 0.80

RECOGEDOR DE CAFÉ -
6 321 RUBIO 1.920-29 MUJER C/ MANUTENCIÓN 0.25 BOLIVARES 0.50

RECOGEDOR DE CAFÉ -
6 321 RUBIO 1.920-29 MUJER C/ MANUTENCIÓN 0.375 BOLIVARES 0.75

TRABAJADORES DE CAFÉ -
6 321 ISNOTU 1.920-29 NIÑO C/ MANUTENCIÓN 0.25 BOLIVARES 0.50

* GRAN FERROCARIL
2. SALARIOS: 1 REAL DIARIO 44

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


122 TOCUYO (+) INDIOS ENCOMENDADOS: C/COMIDA REAL 1,00
1124 1.696 CACAO, CAÑA, TRIGO. 1,00

9 VENEZUELA DESMONTE HIERBA CON S/INF REAL 1,00


147 1.791 MACHETE 1,00
9 147 VENEZUELA 1.791 IDA Y VUELTA S/INF 1,00 REAL 1,00
1 21 VALENCIA 1.813 SOLDADO REPUBLICANO C/RACIÓN 1,00 REAL 1,00

124 COL-GUAYABAL PEONES CARGADORES (2 S/INF DÓLAR 1,00


415 1.824 LEGUAS) 1,00

126 ARAGUA RECOGEDORES CAFÉ- S/INF REAL 1,00


397 1.854 NIÑOS 1,00
23 75 TACHIRA 1.890 JORNALEROS C/MANUTENCIÓN 0,50 CENTIMOS 1,00
34 26 CARACAS 1.919 JORNALEROS - GIFV S/INF 0,50 BOLIVAR 1,00
6 322 TACHIRA 1.920 TRAB. DE CAFÉ - JOVEN C/MANUTENCIÓN 8,00 COBRES 1,00
23 75 TRUJILLO 1.921 NIÑOS C/MANUTENCIÓN 0,50 BOLIVAR 1,00
3. SALARIOS: 1,50 REALES DIARIOS 45

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


122 1.124 S. SEBASTIAN (+) 1.695 INDIOS JORNALEROS C/COMIDA 1,50 REAL 1,5
CON HACHA: TUMBAR
9 147 VENEZUWELA 1.791 ARBOLES S/INF 1,50 REAL 1,5
INDIOS JORNALEROS:
122 125 TOCUYO (*) 1.695 CACAO, CAÑA, TRIGO S/COMIDA 1,50 REAL 1,5
C/PALAS APERTURA
9 147 VEN4EZUELA 1.791 ASEQUIAS S/INF 1,50 REAL 1,5
1 21 VALENCIA 1.813 CABO SEGUNDO C/RACION 1,25 REAL 1,3
1 21 VALENCIA 1.813 CABO PRIMERO C/RACION 4,50 REAL 2,5
10
DÓLAR
124 418 COL - NOVITA 1.824 MENSAJERO- CANOA S/INF 7.5 DIAS - 1,3
23 75 MERIDA 1.875 PEONES C/MANUTENCIÓN 15,00 CENTIMOS 1,5
28 21 VENEZUELA 1.877 PEONES C/MANUTENCIÓN 0,70 BOLIVAR 1,4
23 75 TACHIRA 1.890 PEONES C/MANUTENCIÓN 1,50 REAL 1,5
21 124 TRUJILLO 1.945 PEONES C/ALMUERZO 0,75 BOLIVAR 1,3
1920- RECOGEDORES O
6 321 RUBIO 29 LIMPIADOR DE CAFÉ C/MANUTENCIÓN 0,75 BOLIVAR 1,5
20 64 CARORA 1.937 PEONES C/COMIDA 0,75 BOLIVAR 1,5
21 124 TRUJILLO 1.945 PEONES C/ALMUERZO 0,75 BOLIVAR 1,5
1920-
6 321 ISNOTU 29 TRAB. DEL CAFÉ NIÑOS C/MANUTENCIÓN 0,75 BOLIVAR 1,5
4. SALARIOS: 2 REALES 46

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


122 1.124 CARACAS (+) 1.595 INDIOS JORNALEROS C/COMIDA 2,80 REAL 2,0
122 1.124 S. SEBASTIAN (+) 1.596 INDIOS JORNALEROS S/COMIDA 2,80 REAL 2,0
9 147 VENEZUELA 1.791 TRABAJO DENTRO DEL A. S/INF 2,80 REAL 2,0
122 1.145 CARACAS (+) 1.812 INDIGENAS JOVENES EM C/PROVISIONES 2,80 REAL 2,0
124 415 COL-GUAYABA 1.824 PEONES-CARGADORES/25 - 2,80 DOLLARS 2,0
1 21 VALENCIA 1.813 SARGENTO SEGUNDO C/RACION 2,80 REAL 2,0
21 124 CARACAS (+) 1.836 CAMPESINOS EMIGRANTES C/HERRAMIENTAS 2,80 REAL 2,0
21 124 NIRGUA 1.859 TRABAJADORES EM HACI S/INFORME 2,80 REAL 2,0
9 75 MERIDA 1.875 PEONES C/MANUTENCIÓN 2,80 REAL 2,0
124 381 BEGA DE SAPIA C. 1.824 PEONES EN MINAS S/INF 2,80 REAL 2,0
124 429 TAMBO-COL 1.824 PEONES CARGADORES S/INF. 2,80 REAL 2,0
CAMPO ELIAS -
23 75 MERIDA 1.875 PEONES C/MANUTENCIÓN 0,20 CENTIMOS 2,0
126 397 ARAGUA 1.864 MUJERES RECOGEDORAS S/INF 2,80 REAL 2,0
31 21 CARACAS (+) 1.877 OBRAS PÚBLICAS - MUCHA S/INF 0,40 V/D 2,0
6 321 RUBIO 1920-29 RECOGEDOR O LIMPIADO C/MANUTENCIÓN 1,80 BOLIVARES 2,0
23 75 TRUJILLO 1.921 JORNALERO C/MANUTENCIÓN 1,80 BOLIVARES 2,0
6 322 S. CRISTOBAL 1.929 TRABAJADOR CAFÉ C/MANUTENCIÓN 15,00 COBRES 2,0
6 323 TURGUA 1920-29 TRABAJADOR CAFE -JOVE SIN COMIDA 1,80 BOLIVARES 2,0
47

5. SALARIOS: 2,50 REALES DIARIOS


PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA
1 21 VALENCIA 1.813 SARGENTO PRIMERO C/RACIÓN 2,50 REAL 2,50
21 124 MERIDA 1.845 PEONES S/INFORMAC 2,50 REAL 2,50
23 75 RUBIO 1.910 JORNALEROS C/COMIDA 1,25 BOLIVAR 2,50
23 75 TRUJILLO 1.921 MUJERES S/MANUTENCIÓN 1,25 BOLIVAR 2,50
6. SALARIOS: 3 REALES DIARIOS 48

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


21 122 CARACAS 1.745 MANO OBRA LIBRE S/INFORMAC 3,00 REAL 3,0
9 147 VENEZUELA 1.791 ASERRAR MADERA S/INFORMAC 3,00 REAL 3,0

9 TRANSPORTE EN HOMBRO
147 VENEZUELA 1.791 Y CARGA PESADA S/INFORMAC 3,00 REAL 3,0
123 88 CARACAS 1.799 PEÓN ALBAÑILERIA S/INFORMAC 3,00 REAL 3,0
1.801 C/MANUTENCIÓ
27
434 CARACAS (+) PEONES-CAFÉ N 3,00 REAL 3,0
NEGROS LIBRES DE
25
74 CORO 1.836 CURACAO -- 3,00 REAL 3,0
1.847
-
186 CARABOBO (+) JORNAL MINIMO S/INFORMAC 3,00 REAL 3,0
TABAJADORES DEL
126
396 ARAGUA 1.864 TRAPICHE S/INFORMAC 3,00 REAL 3,0
1.877 PEONES- OBRAS PÚBLICAS
31
21 CARACAS (+) (MAX) S/INFORMAC 0,70 V/D 3,0
23 75 RUBIO 1.910 JORNALEROS C/COMIDA 1,50 BOLÍVAR 3,0
1.920- TRABAJADORES DE LA C/MANUTENCIÓ
6
321 TRUJILLO 29 CAÑA N 1,50 BOLÍVAR 3,0
C/MANUTENCIÓ
6
322 TACARAGUITA 1.920 RECOLECTOR DE CACAO N 1,50 BOLÍVAR 3,0
7. SALARIOS: 4 REALES DIARIOS 49

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


123 87 CARACAS CARPINTERO / CERRADOR
1.799 DE BRACERA S/INFORMAC 4,00 REAL 4,0
123 88 CARACAS 1.799 ALBAÑIL/ MEDIA CUCHARA S/INFORMAC 4,00 REAL 4,0

14 52 LA GUAIRA CARGADORES -L.G./


1.826 CARACAS (LA TRINIDAD) S/INFORMAC 4,50 DOLLARS 4,0

126 397 ARAGUA TRABAJOS LIBRES. CAÑA


1.852 AZUCAR S/INFORMAC 0,50 PESOS 4,0
126 397 ARAGUA 1.864 TRAB. TRAPICHE S/INFORMAC 4,00 REAL 4,0
6 321 RUBIO 1.920-29 ARRIERO S/INFORMAC 2,00 BOLIVAR 4,0
S/MANUTENCIO
23 75 TRUJILLO
1.921 JORNALERO N 2,00 BOLIVAR 4,0
6 322 TURGUA 1.920-29 CORTADOR CAÑA S/INFORMAC 2,25 BOLIVAR 4,0
C/ALIMENTACIO
114 186 PORTUGUESA
1.930 OBRERO N 2,00 BOLIVAR 4,0
8. SALARIOS: 5 REALES DIARIOS 50

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


CARPINTERIA SEGUNDO
123 85 CARACAS 1.799 OFICIAL S/INFORMAC 5,00 REAL 5,0
123 85 CARACAS 1.799 ALBAÑIL "EL CUCHARA" S/INFORMAC 5,00 REAL 5,0
21 124 MERIDA 1.845 ALBAÑILES S/INFORMAC 5,00 REAL 5,0
ARTESANOS - OFICIALES
31 21 CARACAS 1.877 3ER ORDEN S/INFORMAC 1,00 V/D 5,0
1.,920- C/MANUTENCIÓ
6 321 TRUJILLO 29 PARRILLERO DE TRAPICHE N 1,50 BOLIVAR 5,0
OBREROS DEL CAMPO
21 124 VENEZUELA 1.937 (PROM.) S/INFORMAC 2,38 BOLIVAR 5,0
9. SALARIOS: 6 REALES DIARIOS 51

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


123 85 CARACAS 1.799 OFICIAL DE CARPINTERÍA S/INFORMAC 6,00 REAL 6,0
123 87 CARACAS 1.799 OFICIAL DE CARPINTERÍA S/INFORMAC 6,00 REAL 6,0
124 420 CHOCO-COL 1.824 NEGROS LIBRES EN MINAS S/INFORMAC 6,00 REAL 6,0
OBRERO EN OBRAS
21 124 VENEZUELA
1.873 PÚBLICAS S/INFORMAC 6,00 REAL 6,0

31 21 CARACAS ARTESANOS - OFICIALES DE C/MANUTENCIÓ


1.877 2DO ORDEN N 1,20 V/D 6,0
CAPORALES OBRAS
31 21 CARACAS
1.877 PÚBLICAS S/INFORMAC 1,20 V/D 6,0
TRABAJADORES S/MANUTENCIÓ
21 125 ZULIA
1.913 PETROLEROS N 3,00 BOLIVAR 6,0
C/MANUTENCIÓ
6 321 TRUJILLO
1.920-29 FUNDIDOR EN TRAPICHE N 3,00 BOLIVAR 6,0
20 86 CARORA 1.920-30 ENCARGADO - CAPORAL S/INFORMAC 3,00 BOLIVAR 6,0

6 321 RUBIO TRABAJADOR NOCTURNO C/MANUTENCIÓ


1.920-31 CAFÉ N 3,00 BOLIVAR 6,0
6 322 TURGUA 1.920-32 TRABAJADOR CAFÉ S/COMIDA 3,00 BOLIVAR 6,0
6 322 EL CLAVO 1.920-33 TRABAJADOR CACAO S/INFORMAC 3,00 BOLIVAR 6,0
21 124 VENEZUELA 1.937 OBRERO PECUARIO (PROM) S/INFORMAC 2,90 BOLIVAR 6,0
10. SALARIOS: 8 REALES DIARIOS 52

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


MAESTRO MAYOR -
123 85 CARACAS 1.799 CARPINTERO S/INFORMAC 8,00 REAL 8,0
123 87 CARACAS 1.799 MAESTRO ALBAÑIL S/INFORMAC 8,00 REAL 8,0
24 26 CARACAS 1.813 OFICIALES S/INFORMAC 8,00 REAL 8,0
OBREROS INMIGRANTES - C/MANUTENCIÓ
33 60 GENOVA 1.843 OFERTA N 1,00 FRANCO 8,0
21 124 MERIDA 1.845 MAESTRO S/INFORMAC 1,00 PESO 8,0
OBREROS - OBRAS
21 124 VENEZUELA 1.873 PÚBLICAS S/INFORMAC 8,00 REAL 8,0
ARTESANOS OFICIALES DE
31 21 CARACAS 1.877 1ER ORDEN S/INFORMAC 1,50 V/D 8,0
TRABAJADORES
21 125 ZULIA 1.913 PETROLEROS S/INFORMAC 4,00 BOLIVAR 8,0
S/
114 186 PORTUGUESA 1.930 OBRERO ALIMENTACION 4,00 BOLIVAR 8,0
11. SALARIOS: 10 REALES DIARIOS 53

PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN MANUTENCIÓN REM. MONEDA REAL-DIA


24 26 CARACAS 1.813 MAESTROS (REGULACIÓN) 1,00 REAL 10,0
APAREJADORES,
31 21 CARACAS 1.877 ARTESANOS (S. MAX.) 2,00 V/D 10,0
TRABAJADORES
21 125 ZULIA 1.913 PETROLEROS S/INFORMAC 5,00 BOLIVAR 10,0
1.921
23 75 TACHIRA (+) JORNALES HACIENDA S/INFORMAC 5,00 BOLIVAR 10,0
20 65 CARORA 1.937 ENCARGADO S/INFORMAC 5,00 BOLIVAR 10,0
ANEXO Nº 2
TABULADOR DE SUELDOS
ANEXO Nº 2
TABULADOR DE SUELDOS
P/M
PUB. PAG. LUGAR AÑO OCUPACIÓN
REAL HACIENDA-OFICIAL 55
36 165 BARINAS 1789 ESCRIBIENTE 300 P/A
REAL HACIENDA-
36 165 BARINAS 1789 ADMINISTRADOR 500 P/A
36 165 BARINAS 1789 REAL HACIENDA-INTERVENTOR 400 P/A 1,33
36 165 BARINAS 1789 ESCOLTA-CABO PRINCIPAL 20 P/M 1,66
36 165 BARINAS 1789 SOLDADOR 5 VEN/M 4
DIRECTOR-TELEGRAFO
17 539 CARACAS 1878 NACIONAL 240 V/M 5
17 539 CARACAS 1878 JEFE ESTACION CENTRAL-TELEG 160 V/M 8
17 539 LA VICTORIA 1878 JEFE ESTACION TELEGRAFO 120 V/M 8
PRIMEROS OPERARIOS
17 539 VENEZUELA 1878 TELEGRAFO 100 V/M 10
SEGUNDOS OPERARIOS
17 539 VENEZUELA 1878 TELEGRAFO 80 V/M 10
17 539 CARACAS 1878 CAJERO CENTRAL-TELEGRAFO 100 V/M 10
INSPECTOR DE LINEAS
17 539 CARACAS 1878 TELEGRAFOS 60 V/M 10
17 539 VENEZUELA 1878 GUARDAS DEL TELEGRAFO 60 V/M 10
ENCARGADOS DE DESPACHO-
17 539 VENEZUELA 1878 TELEGRAFO 32 V/M 10
17 539 VENEZUELA 1878 GUARDAS - TELEGRAFO 40 V/M 10
17 539 VENEZUELA 1878 REPARTIDORES - TELEGRAFO 28 V/M 10
214 421 MARACAIBO 1843 PRACTICO MAYOR DE LA BARRA 600 P/A 10
214 421 MARACAIBO 1843 PRACTICOS DE LA BARRA 480 P/A 10
214 421 MARACAIBO 1843 PRACTICAS DEL TABLAZO 324 P/A 11
214 421 MARACAIBO 1843 EL PATRON DEL XXXXXX 336 P/A 11
214 421 MARACAIBO 1843 PATRON DEL BOTE AUXILIAR 204 P/A 12
214 421 MARACAIBO 1843 MARINEROS DE LA XXXXXX 180 P/A 12
210 113 CARACAS 1835 AGRIMENSOR GENERAL 2000 P/A 12
210 113 CARACAS 1835 AGRIMENSOR AUXILIAR 1800 P/A 13
210 131 BARQUISIMETO 1836 PRESBITERO 150 P/A 13
125 47 MERIDA 1671 PARDA LIBRE - CRIAS NIÑO 16 P/A 15
INDIGENAS-SERVICIO
125 51 MERIDA 1670 DOMESTICO 20 P/A 15
NIÑO: LIMPIA PAJA
124 374 COL -IBAGE 1824 P/SOMBRERO 1 XXX/M 15
124 400 VENEZUELA 1824 GENERAL EN JEFE 500 $/M 15
124 400 VENEZUELA 1824 GENERAL DE DIVISION 400 $/M 17
124 400 VENEZUELA 1824 GENERAL DE BRIGADA 300 $/M 17
124 400 VENEZUELA 1824 CORONEL 200 $/M 18
124 400 VENEZUELA 1824 TENIENTE CORONEL 150 $/M 18
124 400 VENEZUELA 1824 JEFE DE BATALLON 100 $/M 18
124 400 VENEZUELA 1824 CAPITAN 60 $/M 18
124 400 VENEZUELA 1824 TENIENTE CORONEL 40 $/M 19
56
124 400 VENEZUELA 1824 SUB-TENIENTE 30 $/M 20
124 400 VENEZUELA 1824 CIRUJANO 50 $/M 20
124 400 VENEZUELA 1824 SACERDOTE 40 $/M 20
124 400 VENEZUELA 1824 PRIMER SARGENTO 18 $/M 20
124 400 VENEZUELA 1824 SEGUNDO SARGENTO 15 $/M 20
124 400 VENEZUELA 1824 PRIMER CAPORAL 12 $/M 20
124 400 VENEZUELA 1824 SEGUNDO CAPORAL 11 $/M 25
124 400 VENEZUELA 1824 TAMBOR 11 $/M 25
124 400 VENEZUELA 1824 SOLDADO 10 $/M 25
MAESTRO DE ESC. PRIMERAS
109 197 CARACAS 1791 LETRAS 100 P/A 25
215 212 CARACAS 1850 BIB. NAC. -BIBLIOTECARIO 50 P/M 25
215 212 CARACAS 1850 BIB. NAC. -AYUDANTE BIB. 25 P/M 25
123 271 CARACAS 1893 ESC. ARTES Y OFICIOS-DIRECTOR 800 Bs./M 26
ESC. ARTES Y OFICIOS-SUB
123 271 CARACAS 1893 DIRECTOR 400 Bs./M 27
ESC. ARTES Y OFICIOS -
123 271 CARACAS 1893 PROFESORES 150 Bs./M 27
ESC. ARTES Y OFICIOS-MAESTRO
123 271 CARACAS 1893 TALLER 300 Bs./M 28
ESC. ARTES Y OFICIOS -
123 271 CARACAS 1893 ADMINISTADOR 800 Bs./M 30
ESC. ARTES Y OFICIOS -
123 271 CARACAS 1893 ECONOMO 200 Bs./M 30
ESC. ARTES Y OFICIOS -
123 271 CARACAS 1893 MAQUINISTA 400 Bs./M 30
ESC. ARTES Y OFICIOS -
123 271 CARACAS 1893 FOGONERO 120 B/M 30
123 271 CARACAS 1893 ESC. ARTES Y OFICIOS - PORTERO 120 Bs./M 30
CARACAS 1860 PRESIDENTE 12000 P/A 30
CARACAS 1860 V. PRESIDENTE 4000 P/A 30
CARACAS 1860 MINISTRO 4800 P/A 30
CARACAS 1860 MINISTRO JUEZ 2800 P/A 32
CARACAS 1860 ADMINISTRADOR -PN 3600 P/A 33
CARACAS 1860 CONTADORES -PN 2800 P/A 33
CARACAS 1860 TESOREROS-PN 2000 P/A 35
CARACAS 1860 CONSEJEROS-PN 2400 P/A 35
CARACAS 1860 SECRETARIOS-PN 3600 P/A 37
CARACAS 1860 JEFE DE SECCIÓN-PN 1800 P/A 38
CARACAS 1860 TAQUIGRAFO-PN 1125 P/A 38
CARACAS 1860 OFICIAL DE NUMERO-PN 1000 P/A 40
CARACAS 1860 MEDICOS-PN 384 P/A 40
CARACAS 1860 PORTERO-PN 600 P/A 40
CARACAS 1860 ECONOMO-PN 300 P/A 40
57
CARACAS 1860 COCINERO-PN 144 P/A 40
CARACAS 1870 TENEDOR DE LIBROS-PN 1920 P/A 40
CARACAS 1870 INTERVENTOR-PN 2400 P/A 40
28 185 CUMANA 1888 MAYORDOMO-XXXXXX 200 Bs./M 40
28 185 CUMANA 1888 CAPORAL-XXXXXX 80 B/M 42
28 185 CUMANA 1888 MANIPULANTES-XXXXXX 40 B/M 42
28 185 CUMANA 1888 RANCHERO-XXXXXX 60 B/M 50
28 185 CUMANA 1888 MUJER DE CASA O RANCHERIA 20 B/M 50
28 185 CUMANA 1888 MOLIENDERAS-XXXXXX 15 Bs./M 50
28 185 CUMANA 1888 HOMBRES-XXXXXX 26 Bs./M 50
28 185 CUMANA 1888 HOMBRES-XXXXXX 17 Bs./M 50
28 185 CUMANA 1888 HOMBRES-XXXXXX 10 Bs./M 50
115 811 CARACAS 1889 JEFE CIVIL DE CARACAS 200 B/M 50
115 811 CARACAS 1888 CARTEROS URBANOS 120 B/M 50
13 28 CARACAS 1836 EV. CHARGE DE AFFAIRS 4500 DOLLAR/YEAR 55
13 155 CARACAS 1839 UK. CHARGE DE AFFAIRS 1500 LBS/AÑO 60
13 166 LA GUAIRA 1839 CONSUL INGLES 1000 DOLLAR/AÑO 60
3 CARACAS 1883 SECRETARIO-BANCO 240 Bs./M 60
3 CARACAS 1883 CONTADOR-BANCO 320 Bs./M 60
3 CARACAS 1883 PRESIDENTE-BANCO 400 Bs./M 60
30 VENEZUELA 1875 ADMINISTRADOR ADUANAS 3200 V/A 60
30 VENEZUELA 1875 INTERVENTOR ADUANAS 1920 V/A 70
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-GUARDA ALMACEN 1200 V/A 75
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-CAJERO 1440 V/A 75
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-TENEDOR DE LIBROS 1440 V/A 75
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-INTERPRETE 576 V/A 80
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-COPISTA DE CUENTA 576 V/A 80
ADUANA-ORGANIZADOR DE
30 VENEZUELA 1875 EXPED. 576 V/A 80
ADUANA-OFICIAL DE
30 VENEZUELA 1875 ESTAIDSTICA 800 V/A 83
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-PORTERO 320 V/A 84
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-PATRON DE FABRICA 384 V/A 94
30 VENEZUELA 1875 ADUANA-BOGAS 288 V/A 100
18 MARACAIBO 1862 GOBERNADOR-MARACAIBO 3000 P/A 100
18 MARACAIBO 1862 SECRETARIO-XXXXXX 1440 P/A 100
18 MARACAIBO 1862 JEFE DE SECCIÓN 840 P/A 100
CATEDRATICO ACADEMICO
18 MARACAIBO 1862 ARTESANO 480 P/A 100
18 MARACAIBO 1862 COMANDANTE POLICIA 660 P/A 100
18 MARACAIBO 1862 CABO POLICIA 240 P/A 112
18 MARACAIBO 1862 COMISARIO POLICIA 216 P/A 120
18 MARACAIBO 1862 SERENOS DE POLICIA 216 P/A 120 58

18 MARACAIBO 1862 ALCALDE CARCEL 600 P/A 125


18 MARACAIBO 1862 CAPELLAN CARCEL 240 P/A 125
EXAMINADOR DE CUENTAS
18 MARACAIBO 1862 MINIS. 600 P/A 125
11 278 MARACAIBO 1838 ALCALDE CARCEL DE LA CAPITAL 30 P/M 150
11 319 SINAMAICA 1847 JUEZ DE PAZ-RANCHERIO INDIO 25 P/M 150
H.L. BOULTON-PERSONAL DE
15 CARACAS 1871 CONFIANZA 25 P/M 150
15 CARACAS 1873 H.L. BOULTON-COCHERO 26,6 P/M 150
15 CARACAS 1875 H.L. BOULTON-VETERINARIO 36,5 P/M 150
H.L. BOULTON-COCHERO
15 CARACAS 1870 (FRANK) 15 P/M 150
H.L. BOULTON-COCHERO
15 CARACAS 1870 (MATIAS) 12 P/M 160
15 CARACAS 1871 H.L. BOULTON-PINTOR 20 P/M 167
15 CARACAS 1871 H.L. BOULTON-COCHERO 10 P/M 200
15 CARACAS 1871 H.L. BOULTON-CABALLERIZO 10 P/M 200
15 CARACAS 1873 H.L. BOULTON-BARBERO 20 P/M 200
H.L. BOULTON-CUIDADOR DE
15 CARACAS 1873 BESTIAS 4 P/M 200
15 CARACAS 1875 H.L. BOULTON-SIRVIENTA 10 P/M 200
15 CARACAS 1877 H.L. BOULTON-COBRADOR 10 P/M 200
15 CARACAS 1883 H.L. BOULTON-MARINERO 10 P/M 200
14 55 LA GUAIRA 1826 JOVEN FRANCES-2DO SIRVIENTE 8 $/MES 200
SIRVIENTA NEGRA-PARA
14 55 CARACAS 1826 COCINAR 6 $/MES 200
PRECEPTOR ESCUELA EL
7 58 TRUJILLO 1884 PROGRESO 76,5 Bs./MES 200
4 64 CARACAS 1895 TRANVIA-COCHERO FIJO 35 P/M 200
4 64 CARACAS 1895 TRANVIA-COCHERO REEMPLAZO 30 P/M 233
4 64 CARACAS 1895 TRANVIA-COLECTOR FIJO 18 P/M 233
TRANVIA-COLECTOR
4 64 CARACAS 1895 REEMPLAZO 13 P/M 250
POLICIA-INSPECTOR XXXXX
5 VENEZUELA 1854 PRINCIPAL 40 P/M 300
POLICIA-COMISARIO MAYORES
5 VENEZUELA 1854 DE XXXXX 25 P/M 300
POLICIA-COMISARIOS "LOS
5 VENEZUELA 1854 RESTANTES" 10 P/M 300
3 CARACAS 1883 BANCO-REVISOR 150 Bs./MES 300
3 CARACAS 1883 BANCO-RECAUDADOR 40 Bs./MES 333
3 CARACAS 1883 BANCO-CONATADOR-CAJERO 320 Bs./MES 333
123 286 CARACAS 1893 ESCUELA GRANJA-DIRECTOR 800 Bs./MES 400
ESCUELA GRANJA-VIGILANTE
123 286 CARACAS 1893 REPETIDOR 400 Bs./MES 400
123 286 CARACAS 1893 ESCUELA GRANJA-PREPARADOR 120 Bs./MES 500 59

123 286 CARACAS 1893 ESCUELA GRANJA-PEON 120 Bs./MES 500


UNIVERSIDAD-CATEDRATICO DE
123 200 CARACAS 1893 BOTANICA 500 P/A 775
1000

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