DP 301-350

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Capítulo 301
"No puedo enseñároslo".
"¡Enséñanoslo! Muéstranos!"
Kono Lint se quería morir, mordiéndose la lengua al oír los gritos de la gente que tenía delante.
'¡Me he metido en un lío estúpido!'
El presentador, que no sabía nada, pensó que era algo asombroso porque se trataba de un
superpoder y pidió una demostración, mientras que el público estaba emocionado por ver el poder
de teletransporte de un miembro de la Clase Real.
Si de repente se teletransportara sólo en ropa interior en esta situación, el peor escenario sería que el
lugar se convirtiera en un caos, y en el mejor de los casos, se convertiría en el hazmerreír de todos.
Hay un gran defecto en su habilidad. Es por eso que no puede mostrarlo.
Tenía que decir eso. Ya era vergonzoso estar así delante de la gente, y no quería hacer nada más
humillante.
La gente podría querer ver un espectáculo de teletransportación hábil y llamativo, pero lo que en
realidad verían es a un pervertido vestido sólo con ropa interior teletransportándose aquí y allá, ¡lo
que sin duda sería una escena peligrosa!
Así es.
Tenía que decirlo.
"¡Muéstranos! Muéstranos!"
Kono Lint oyó los gritos dirigidos a él, y vio las miradas centradas en él.
Aunque estaba de pie en este estado embarazoso, vio sus miradas.
Eran miradas de admiración.
Una mirada que Kono Lint nunca había recibido.
Los celos sutiles, la envidia y la admiración de la gente sólo porque era miembro de la Clase Real.
El chico nunca lo había experimentado.
En la Clase Real, su habilidad fue considerada durante mucho tiempo como pobre.
-¡Oye! ¡Eso es asombroso!

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-Pronto serás capaz de teletransportar tu ropa también, ¿verdad?
-Felicitaciones, Lint...
Cuando por fin pudo teletransportar su ropa interior con él, sus compañeros superpoderosos lo
celebraron con él.
Su habilidad era lamentable, pero al menos se había vuelto un poco menos lamentable, lo suficiente
como para recibir apoyo y elogios.
Ni siquiera podía soñar con hacer grandes cosas como Reinhardt, que seguía cosechando éxitos con
sus poderes.
Despertando sus poderes mientras luchaba contra un superior.
Volviendo de las Tierras Oscuras después de causar una gran conmoción.
Despertar su habilidad de Fortalecimiento de Maná tras un combate.
Ganar el torneo de primer año.
Ese tipo de cosas.
Él no era de los que hacían cosas que dejaran a todos boquiabiertos y sorprendidos.
Pero ahora, la gente lo estaba observando.
Sólo por ser un miembro de la Clase Real, sólo por ser un individuo con superpoderes.
Incluso había gente susurrando que era guapo.
Por primera vez en su vida, estaba llamando la atención. Si les decía que no podía usar sus poderes
porque le quitarían la ropa, ¿qué pasaría?
Así que hay un inútil como ese en la Clase Real, ¿eh?
¿Cambiarían sus miradas por eso?
Era doloroso sólo imaginar sus miradas emocionadas volviéndose frías.
Una habilidad inútil.
No, es una habilidad increíble, pero es prácticamente inútil debido a un defecto significativo.
¿Cuánto tiempo debo vivir así?
Esperando a ver qué puedo teletransportar junto con mi ropa interior, satisfecho con un progreso tan
minúsculo. ¿Cuándo podré ser útil?
Los oídos de Kono Lint se sienten distantes de los gritos de la gente. La voz del anfitrión suena
como un eco lejano.
En medio de innumerables miradas, Kono Lint se siente completamente solo.
No quiere ser como Reinhardt.
Ese imprudente sólo se mete en situaciones peligrosas.
Él no quiere vivir así, ni cree que pueda.
No quiere buscar el peligro como ese tipo de cara tan molesta, pero aún así...
Tal vez un poco.
Igual que el mundo es extrañamente indulgente con él.
¿No podría ser un poco indulgente conmigo también?
¿Cuánto tiempo tengo que vivir esta vida, presentándome como un Sobrenatural con una habilidad
inútil, incapaz de mostrársela a nadie?
Al menos, aprendió una cosa de Reinhardt.
A veces, la imprudencia puede traer resultados.
La imprudencia no siempre lleva al fracaso.
Para mí también.
Debe haber algo preparado para mí por el mundo.
Y sé que no lo comprenderé a menos que lo intente.
Si un fruto crece en un árbol, nunca será mío a menos que me arriesgue a subir al árbol.
"¡Enséñanoslo!"
Kono Lint recupera el sentido de la realidad tras un corto pero largo periodo de contemplación.
El chico se ha decidido.
Sus compañeros, que antes se burlaban de él, ahora palidecen. Deben de haber leído algo en su
expresión decidida.
"¡No, no lo hagas!"
Especialmente Liana de Grantz, que era la que más había disfrutado, sacude la cabeza y grita. No es
una persona intrínsecamente malvada, pero quiere impedirle que cruce un punto de no retorno.
"No."
Pero Lint ya no puede oír a nadie más.
He decidido hacerlo.
Aunque fracase, llega un momento en que debo seguir adelante.
"¡Muéstranos, senior!"
No es por la chica mona de secundaria de la primera fila que chilla.
"Bueno, si demostrarlo es difícil, puedes enseñarnos otra cosa..."
Tampoco es por el molesto anfitrión.
"¡Muéstranos!"
No es por las innumerables miradas envidiosas.
"¡No lo hagas!"
No es por nadie más.
Es por sí mismo.
Está harto de este estancamiento.
Así que, aunque no puede vivir como Reinhardt, decide seguir el camino que ese tipo ha seguido
hasta ahora.
Hay situaciones en las que no puede echarse atrás, y ésta es una de ellas.
Kono Lint se empujó a sí mismo hasta el límite para avanzar a la siguiente etapa. Si fracasaba, se
sentiría totalmente humillado. Pero si lo conseguía, ya no tendría que vivir como un don nadie. No
había situación más extrema que ésta. Tenía que hacerlo, así que lo haría.
"Os voy a enseñar algo", anunció.
La multitud rugió de emoción cuando Kono Lint, vestido con un traje de una sola pieza, enfocó sus
ojos. Planeaba teletransportarse con su ropa, dominando por fin su habilidad y adentrándose en el
camino de un verdadero Sobrenatural. Su destino era el lado derecho del escenario.
Usar su habilidad era fácil; el problema era que no podía superar la penalización. Aún no sabía
cómo, pero resolvió despertar el verdadero potencial del teletransporte en esta situación extrema.
Con las manos juntas, Kono Lint lanzó un potente grito. En un instante, el silencio llenó el
auditorio. Se había teletransportado con éxito.
El público se quedó boquiabierto, al igual que el anfitrión. Incluso sus compañeros de la Clase Real
se quedaron atónitos ante la inesperada escena. No eran sus expresiones al descubrir el efecto
secundario previsto; era asombro ante algo completamente imprevisto.
Kono Lint también tenía los ojos muy abiertos. Definitivamente se había teletransportado con éxito,
pero su cuerpo permanecía en su posición original. Sólo se había movido su ropa.
Kono Lint había teletransportado toda su ropa, excepto su ropa interior, al lado derecho del
escenario. Se quedó allí de pie, desconcertado, al igual que sus compañeros.
La habilidad de Kono Lint había evolucionado. Lo que acababa de ocurrir era milagroso. Los que le
conocían comprendieron que su habilidad había sufrido una transformación casi milagrosa,
superando la mera mejora.
"¿El teletransporte es... así?", balbuceó.
"Bueno, no, no lo es...", dijo el anfitrión, igual de confuso. Pero todos los demás no tuvieron más
remedio que creer que la capacidad de teletransporte de Kono Lint era originalmente así.
En lugar de teletransportarse a sí mismo, había teletransportado la ropa que llevaba. Kono Lint
había logrado un milagroso desarrollo en sus habilidades.
Pero al final, seguía siendo el mismo resultado: estaba casi desnudo excepto por su ropa interior. La
multitud enloqueció.
------
"¡Ese fue el concursante número uno, Kono Lint!" exclamó el presentador mientras Kono Lint huía
hacia los bastidores, dejando atrás al confuso público y a los estudiantes. El caos tardó algún tiempo
en calmarse.
"¿Qué... qué acabo de ver?" Murmuró Liana de Grantz, estupefacta. Su reacción se debió en parte a
la repentina exhibición de ropa interior de Kono Lint, pero también a que había utilizado una
habilidad completamente distinta a la anterior.
Heinrich, Cayer y Erich estaban igualmente desconcertados. Era comprensible que la gente que no
conocía a Lint se sintiera sorprendida y aturdida. Después de todo, teletransportarse no significaba
necesariamente que la persona tuviera que moverse.
Sin embargo, los que conocían a Kono Lint se asombraron al ver que había conseguido transportar
un objeto, en lugar de limitarse a mover su propio cuerpo como siempre había hecho antes.
Aunque el resultado final fue una escena cómica con su ropa siendo transportada, la habilidad en sí
había evolucionado hasta el punto de que podía considerarse algo más que un desarrollo
significativo.
La gente que desconocía la verdad se escandalizó e hizo expresiones incrédulas, mientras que
algunos individuos peculiares encontraron simpático al aturdido y huidizo Kono Lint.
Pero los cuatro que sabían la verdad no pudieron hablar durante un rato, con la boca abierta.
------
"¡A continuación, presentemos al concursante número dos!"
El presentador intentó continuar con el concurso para aliviar el caos.
Los cuatro estaban inicialmente presentes sólo para ver la cómica situación de Kono Lint, pero
ahora que había terminado, no había necesidad de que se quedaran.
Por supuesto, aún quedaba el proceso de votación para determinar el ganador después de que se
presentaran todos los concursantes. Sin embargo, eso era algo en lo que podían participar o no.
Aunque había habido un resultado impactante, su tarea principal había terminado, así que no había
razón para quedarse.
Sin embargo, los cuatro de la Clase Real y los demás no podían irse fácilmente.
"¿Qué has preparado para tu tiempo de apelación?"
"Les mostraré un baile".
Las payasadas de los concursantes eran divertidas, y la gente no podía dejar de mirar. Tanto los que
se vieron obligados a participar como los que parecían haberse ofrecido voluntarios
proporcionaron algunas vistas entretenidas.
"Eh, ¿qué es eso? ¿Qué es eso?"
"¡Ah! ¡Ah! Es gracioso, oye, ¿por qué me has pegado?"
El shock por el incidente de Kono Lint fue momentáneo, y Liana de Grantz se rió mientras golpeaba
a Erich sentado a su lado.
"No, ¡¿no deberías afeitarte el vello de las piernas antes de subir?! ¡Ah!"
Liana se rió mientras golpeaba a la persona que estaba a su lado.
"Esto es una locura... Ah, me duele el estómago".
Hubo varios actos, como bailar, cantar y, de repente, realizar artes marciales.
Cuando un licenciado en música travestido que se veía bastante bien vestido de mujer completó un
sonoro solo de barítono, todos se quedaron boquiabiertos y aplaudieron.
Mientras continuaba el concurso de travestismo, Liana pareció recordar algo de repente y aplaudió.
"¡Eso es!"
"Qué, qué pasa... ¿Vas a pegarme otra vez?"
Erich, que parecía haber sido entrenado mientras tanto, se estremeció cuando los ojos de Liana se
iluminaron con un pensamiento.
"¡Eso es! ¡Eso es! ¿Sabes qué?"
-¡Clap clap clap!
Por supuesto, ella realmente le golpeó de nuevo.
"Ah, por qué sigues pegándome..."
Liana golpeó el hombro de Erich unas cuantas veces y luego habló mientras miraba al desesperado
trío.
"Antes había un chico extraño en la sala de espera".
"¿Un chico extraño?"
Preguntó Erich, y la expresión de Cayer se volvió extraña.
"Si hay alguien en ese grupo que no parezca extraño, eso sería aún más raro, ¿no?"
Era cierto.
En una sala de espera llena de gente entusiasmada con el travestismo, alguien que no tuviera un
aspecto extraño sería aún más extraño. En un lugar lleno de gente extraña, los normales son las
rarezas.
"¡No, quiero decir que había una increíblemente guapa!"
Liana luchó por un momento antes de elegir una expresión áspera.
"...?"
"...?"
"...?"
Naturalmente, dado el contexto, debía tratarse de un varón. Liana recordó al extraño que había
olvidado debido al susto anterior y ladeó la cabeza.
"Creo que era el número 40".
Liana parecía querer quedarse hasta entonces, sólo por curiosidad, y los demás compañeros también
sintieron curiosidad ya que Liana hablaba tanto de él.
¿Cómo de linda podía ser?
Era simple curiosidad.
¿Qué harían si un chico vestido de chica resultara ser guapa?

Los tres no entendían por qué seguían allí sentados, pero no se levantaron de sus asientos.
"Ahora, presentando al participante número 24, ¡Richard Howlman!"
"..."
"..."
"..."
Todos quisieron taparse los ojos al ver a un hombre musculoso de dos metros de altura vestido de
gala, y el presentador también parecía agotado.
"... Quiero irme".
Liana lo había visto antes, pero hizo una mueca como si le estuvieran quemando los ojos.
"Uh, hmm, er... um... ah... sí..."
Era ciertamente insoportable ver a un hombre tan musculoso con un vestido, sonrojándose y
jugueteando con el dobladillo del vestido, cruzando las piernas.
Tras una agónica conversación entre el anfitrión roto y el avergonzado tanque humano travestido, el
anfitrión decidió que era imposible seguir adelante y pasó directamente a la parte de la apelación.
"¿Qué has preparado para tu apelación?"
"Sentadillas.".
Todos observaron con expresiones inexpresivas cómo el tanque humano, vestido con un vestido,
realizaba de repente pesadas sentadillas.
Era tan difícil de ver en muchos sentidos que mucha gente empezó a marcharse durante esa parte.
Entre la locura y las risas, el concurso de travestismo llegó a su participante final.
"Ahora, hemos llegado al último participante del tan esperado 8º concurso de travestismo. Un
último participante que sin duda os sorprenderá de muchas maneras. No podemos revelar su nombre
real ya que ha solicitado el anonimato. ¡Participante número 40! Salga, por favor".
No sólo el desconocido participante 40 era anónimo. Bastantes participantes habían mantenido en

secreto su clase y su nombre, así que no era tan inusual.
Liana ya lo había visto una vez, y los otros tres tontos sentían curiosidad por saber qué aspecto
tendrían basándose en las palabras de Liana.
Y entonces, el participante final.
El misterioso participante número 40 subió lentamente al escenario.

"Wow..."
Cuando el 40º participante caminó por debajo del punto culminante, la reacción del público no fue
más que admiración estupefacta.
"¿Qué... qué es eso?"
"No puede ser..."
"¿Qué... es esto?"
Las reacciones de los estudiantes de la Clase Real no fueron muy diferentes. Incluso Liana, que ya
lo había visto una vez, se limitaba a mirar sin comprender al número 40 con expresión estupefacta.
El pelo plateado, que reflejaba las luces y brillaba intensamente, era obviamente una peluca, pero
las hebras estaban tan llenas de vida que parecían pelo de verdad.
Ojos dorados, encantadores y delicados labios sonrosados, una mandíbula y unos rasgos faciales
hermosos, y un cuello blanco, limpio y esbelto.
Hombros delicados y, aunque oculta por el vestido, una cintura perfecta.
Además de todo eso, una sonrisa cálida y amable.
Así, todo el mundo no podía evitar tener la misma pregunta en la cabeza.
¿Es realmente un hombre?
Es mentira.
"Eh, perdona que te pregunte, pero... ¿de verdad participas en el concurso de travestismo?"
"Sí."
En respuesta, una sutil voz andrógina.
Más que vítores o admiración, todo el mundo se quedó simplemente boquiabierto. Era una
sensación de incredulidad, como "¿Es esto siquiera posible?"
"Solicitaste mantener tu identidad en secreto. ¿Hay alguna razón para ello?"
Hubo una ligera grieta en la expresión impenetrable, pero el número 40 se recuperó rápidamente.
"...Bueno, todo el mundo tiene secretos".
"Ya veo... ¿Te vistes así a menudo?"
"..."
El número 40 miró fijamente al anfitrión durante un momento, respondiendo a la provocativa

pregunta.
Todos percibieron brevemente la verdadera expresión del número 40, pero nadie pudo verla bien. El
número 40 recuperó rápidamente la sonrisa y respondió con una mueca.
"No, en absoluto".
"Entonces, ¿es tu primera vez?"
"Sí."
Parecía estar bien, pero la gente le observaba.
Su expresión parecía tranquila y serena, pero el número 40 agarraba con fuerza el dobladillo de su
vestido.
Estaba claro que estaba muy nervioso. Su cara se iba enrojeciendo poco a poco, y era evidente que
estaba muy avergonzado por la situación.
Capítulo 302
"Entonces, ¿hay alguna razón en particular por la que decidiste participar en el concurso de
travestismo?"
"El dinero".
"Ah, el dinero del premio. Claro, eso tiene sentido".
El presentador siguió haciendo preguntas incómodas. El concursante número 40 se las arregló

bastante bien al principio, pero a medida que las preguntas persistían, su agarre del vestido se
tensaba.
A medida que se intensificaban su bochorno y su vergüenza, la lucha de Número 40 se hacía más

evidente, y las expresiones del público se volvían gradualmente más preocupadas.
De hecho, su comportamiento no era muy diferente del que el tanque humano Número 24 había
mostrado antes. No, era exactamente igual.
Pero mientras que la gente había sido repelida por las acciones del Número 24, se encontraron
perdiendo la cabeza ante el idéntico comportamiento del Número 40.
¿Es porque es lindo que de alguna manera está bien?
Pensamientos similares comenzaron a extenderse entre la multitud.
"¿Qué piensas hacer con el dinero del premio si ganas? ¿Quizás comprar otro vestido...?"
"..."
Por supuesto, el presentador no detuvo su malicioso interrogatorio. La torpe sonrisa del concursante
número 40 fue suficiente para despertar la simpatía del público.
"¡Deja de meterte con él!"
"¡Sí! Déjale en paz!"
"¡Haz preguntas normales!"
Al final, el público empezó a criticar al presentador por incomodar al Número 40. La gente, sin
saberlo, se había apegado emocionalmente a Número 40.
"Oh vaya, parece que fui demasiado lejos. Pido disculpas".
"No, está bien."
El anfitrión empezó a preguntar sobre la vida cotidiana y las aficiones. Cuando las preguntas
maliciosas desaparecieron, el concursante de pelo plateado las contestó con calma.
Aunque era la misma sesión de preguntas y respuestas que antes, la gente empezó a darse cuenta de
que no querían que esta ronda final terminara demasiado pronto.
"...No creo que deba seguir viendo esto".
Erich murmuró sin entender.
Empezaban a sentir que se adentraban en territorio peligroso.
"...Cierto."
"..."
Los otros estudiantes varones no se sentían muy diferentes.
Liana normalmente enviaría una mirada desdeñosa, pero esta vez no pudo.
"¿Por qué me siento celosa mirando a un chico?"
Liana también murmuraba sin comprender.
"Bueno, pasemos a mostrar tus talentos..."
"¡Hagámoslo más tarde!"
"¡Lo estás haciendo demasiado pronto!"
El público incluso intentó detener el avance del presentador.
Todo lo que el Número 40 podía hacer era reírse torpemente de las acciones del público, pero sólo
parecía avivar las llamas.
"Bueno, parece que el concursante Número 40 está teniendo una influencia significativa en las
preferencias de mucha gente".
"Yo... lo siento..."
"Oh, no hace falta que te disculpes. Pero no podemos retrasarlo más. Todavía tenemos votaciones, y
el concurso tiene que terminar pronto. Así que, ¿qué talento has preparado?"
Al final, el presentador no concedió más tiempo al Número 40.
"Voy a cantar".
No era nada nuevo, ya que muchos otros habían hecho lo mismo. Por supuesto, no había ningún
acompañamiento preparado, así que todos cantaban a capella o llevaban sus propios instrumentos.
Cantar una canción era un talento común, pero los ojos de todos se iluminaron ante la noticia de que
el Participante 40, que parecía tener muchos rasgos y secretos sobresalientes, cantaría.
"¿Qué canción cantarás?"
"Es una composición original".
"Oh, ¿una composición original? ¿Estudias música?"
Ante la pregunta inquisitiva, el Participante 40 mostró una sutil sonrisa.
"¿Quién sabe?"
Y así, el Participante 40 cantó durante el tiempo de apelación.
Todos quedaron sorprendidos por la canción cantada con voz suave.
Era una melodía extraña con una letra sobre una mujer escardando un campo de judías, algo que no
habían oído ni visto en su vida.
El participante presentó la canción como "Chilgapsan".
Era extraña e inusual, pero era un estilo chocante que nunca había existido en el panorama cultural
del Templo.
(*Chilgapsan es una desgarradora canción sobre una madre pobre de Chilgapsan que casa a su hija
pequeña. La canción se hizo tan popular que se construyó un monumento dedicado a ella.
La letra de Chilgapsan:
Querida mujer que trabajas en el campo frijol
Tu ropa está empapada con tus lágrimas
¿Por qué estás tan triste?
¿Por qué siembras lágrimas en vez de judías?
El día que me casé, dejando sola a mi madre
Podía oír el llanto de los pájaros
En el pico de la montaña Chilgak
Tus lágrimas quemaron mi joven y débil corazón
Podía oír el llanto de los pájaros
En el pico de la montaña Chilgak
Tus lágrimas quemaron mi joven y débil corazón

El sonido de los pájaros llorando
en el pico de la montaña Chilgak
quemó mi joven y débil corazón
Chilgapsan fue lanzada originalmente por Yoon Heesang en 1979, y luego se convirtió en un éxito
cuando Joo Byungsun lanzó un remake de la canción en 1989).
------
Tras la presentación de todos los participantes, llegó el momento de la votación.
Los cuarenta participantes subieron al escenario una vez más.
Desde el Participante 1, Kono Lint, que mostró un inesperado espectáculo de ropa interior con una
impactante evolución de habilidad oculta tras él, hasta el misterioso Participante 40 que parecía
poder ir directa a Miss Temple, todos subieron al escenario.
Los resultados fueron evidentes sin mirar.
Todos tenían la mirada perdida en el Participante 40.
Mientras lo hacían, el pobre Participante 40, cuya cara se puso roja y que temblaba con una sonrisa
forzada, parecía estar a punto de volverse loco de vergüenza.
Naturalmente, la canción que cantaba era estrafalaria, pero ¿acaso esta situación no tenía un
modificador mágico añadido?
Cuatridimensional.
Así, incluso cuando el Participante 40 hacía algo extraño, se entendía como una especie de encanto.
"Realmente... No debe haber querido salir".
Todo el mundo no tenía más remedio que estar de acuerdo en que el Participante 40 estaba
realmente luchando para soportar esta situación, independientemente de si le convenía o no.
La razón por la que llegaron hasta aquí a un lugar al que no querían ir.
"Pero... ¿cuánto dinero necesita realmente...?"
Dinero.
La gente no tenía más remedio que adivinar que el Participante 40 realmente necesitaba el dinero
del premio. Empezaron a especular entre ellos.
"No sé quién es, pero debe ser muy guapo. ¿No debería ir a Mister Temple?"
"Tal vez él vaya a Mister Temple también."
"Oh, cierto."
Si ganaba tanto el concurso de travestismo como Mister Temple, el dinero del premio se duplicaría.
Los corazones de todos los espectadores que vinieron a ver el concurso se unieron.
Los hombres sentían curiosidad por el aspecto real del chico.
Las mujeres tenían curiosidad por saber lo guapo que era realmente.
Si venía al concurso de travestismo porque necesitaba dinero, naturalmente también iría a Mister
Temple.
Acudiendo al concurso de Mister Temple, podrían averiguar la identidad de esa persona.
Mientras todos murmuraban, los estudiantes de la clase real miraban alternativamente a Kono Lint y
al Participante número 40.
Aunque la inesperada exhibición de ropa interior del Participante número 1 parecía haberse
olvidado, Kono Lint estaba lleno de vergüenza y asombro.
La situación hizo que Kono Lint sintiera una mezcla de vergüenza y felicidad. No dejaba de enviar
miradas a sus amigos como diciendo: "¡Lo he conseguido!", pero no pudo evitar mirar más a
menudo al concursante 40.
"Oye, por cierto".
"¿Qué?"
Erich de Lafaeri dio un codazo al lado de Cayer.
"¿Soy yo o esa persona no deja de mirarme?"
Evidentemente, Erich se refería al concursante 40.
"...¿En serio? Creía que me miraba a mí".
"¿No era yo?"
Ante las palabras de Heinrich y Cayer, Liana frunció el ceño.
"¿De qué estáis hablando, idiotas? Es un hombre, ¿verdad? Si está mirando a alguien, es a mí, no a
vosotros".
Los cuatro sentados en el público creían que el concursante 40 seguía mirándoles.
"A mí, ¿verdad?"

"Soy yo".
"Definitivamente yo".
"No, obviamente yo. En serio, ¿de qué estáis hablando?"
Los cuatro empezaron a discutir sobre un tema sin sentido.
En realidad, todos tenían razón.
El concursante 40 de vez en cuando hacía contacto visual con cada uno de los cuatro, desviando
rápidamente la mirada cada vez. No era de extrañar que tales pensamientos se arremolinaran en la
mente de los chicos.
‘Pero aún así, es un hombre...’
‘No, aún así...’
‘No, definitivamente no.’
‘¿Y si...?’
‘¿Podría ser una mujer?’
Sus mentes estaban llenas de pensamientos extraños, cada vez más confusos.
Por supuesto, el concursante 40 no estaba pensando nada de eso y sólo estaba siendo cauteloso.
"Hmm..."
Esta vez, Liana estaba mirando a otro lugar que no era el concursante 40.
"¿Por qué?"
"No, esa persona de allí".
Liana señaló un lugar determinado a Erich y susurró.
"¿No parece esa persona un poco espeluznante?"
Alguien vestido con una bata negra estaba de pie al fondo del auditorio, mirando fijamente al
concursante 40. Por supuesto, había bastantes miembros del público que llevaban túnicas con
capucha para ocultar su identidad, al igual que el concursante 40.
Sin embargo, la túnica negra excesivamente oscura desprendía una sensación inquietante con sólo
mirarla.
"...Tienes razón".
Erich también se estremeció un poco.

Mientras reflexionaban, comenzó la votación.
El concursante 40, que se había vestido de mujer debido a su desesperada necesidad de dinero.
Ya tenía asegurados muchos votos, pero cuando la gente se enteró de que necesitaba el dinero,
empezó a recibir también votos de simpatía.
Todo el mundo sabía que el concursante 40 ganaría sin duda, y así fue.
Fue una victoria casi unánime, sin que nadie pusiera objeciones.
------
Fue un momento infernal.
"¿Cómo te sientes por haber ganado?"
"Ah, estoy... muy agradecido. Gracias".
Sin embargo, este era el pináculo del infierno.
Llevando la corona de vencedor y sosteniendo el trofeo, forzó una sonrisa, esperando que este
tortuoso momento terminara pronto.
[Evento Completado - Concurso de Travestismo]
[Has conseguido 4.000 puntos de logro].
[Tu Poder Mágico ha aumentado en 5.]
[Tu Resistencia Antimagia ha aumentado.]
Al final, tras aguantar un tiempo ridículo, obtuvo las recompensas deseadas.
Y el dinero del premio - veinte monedas de oro.
Veinte millones de won.
En realidad, es una suma bastante grande.
Pero me preguntaba si valía la pena cambiar este dinero por mi dignidad, que ya había desaparecido
y podría seguir haciéndolo.
Mi poder mágico original era de 14.2.
Ahora, mi poder mágico es de 19,2.
Si aumenta sólo 0,8 más, ganaré un talento llamado "Dominio del Poder Mágico".
Sí.
No tardará mucho.
Hice todo esto para eso'.
La corona y el trofeo del ganador, junto con el discurso de victoria, los aplausos y vítores del
público.
"¡Oh senior! ¡Tómame!"
"Ya que eres más guapa que yo, ¡llámame hermana!"
Los arrebatos de las chicas de secundaria.
"¡Hermano! ¡Tómame!
"Hermano, yo..."
Los arrebatos de los chicos de secundaria.
"¡Seamos amigos secretos!"
Los estudiantes de secundaria no eran diferentes.
Me sentía mareado.
Quería vomitar.
Sin embargo, hice todo lo posible por mantener una expresión sonriente. Parecía que ninguno de los
demás, como Bertus, me había pillado.
Entonces, el anfitrión, que le había atormentado con aquellas molestas preguntas, me miró con una
sonrisa socarrona.
"Entonces, como celebración de tu victoria, ¿puedes hacer un bis de la canción que acabas de
cantar?"
"..."
Ante la petición de cantar una vez más para celebrar mi victoria, acabé canturreando de nuevo
"Chilgapsan".
Aunque no sabía nada de lo demás, fue bastante gracioso ver las expresiones de desconcierto de los
que no sabían cómo reaccionar ante esta situación.
¿Comprenden la pena del pico de Chilgapsan?
De todos modos, el concurso de travestismo había terminado.

Ahora, sólo tengo que deshacerme del trofeo de forma segura y convertirme en Reinhardt.
Ah.
¿Debería matarlos a todos e irme al infierno?

Capítulo 303
Gané.
Conseguí lo que quería y todo salió según lo planeado, pero sentí como si me robaran el alma.
Y me di cuenta de que centrarme únicamente en el concurso de travestismo en sí era un error.
De todos modos, tenía que abandonar el recinto, pero obviamente no había tropas para escoltarme.
Debería haber pensado en la posibilidad de que hubiera lunáticos al acecho, intentando atraparme al
salir.
Pero sólo pensé en ganar, no en planificar de antemano una ruta segura.
Un número considerable de los miembros del público que se marchaban esperaban una oportunidad
para acercarse a mí.
Al ver la multitud reunida fuera de la sala principal, no pude evitar intuir sus intenciones.
"..."
Parece que me he convertido en una celebridad.
Pero lo que me diferencia de una celebridad es que soy la ganadora de un concurso de travestismo.
Hombres y mujeres por igual sienten curiosidad por mi identidad, pululan como locos.
¿Lo sabrías si te dijera que soy Reinhardt? No lo sabrías. ¿Por qué sientes curiosidad por algo que
no sabrías aunque te lo dijera?
Si salgo así, me atraparán.
Si esa gente se acerca a mi zona de seguridad, no puedo garantizar que no vaya a dar un puñetazo.
Los demás participantes del concurso de travestismo, al verme atascado en la salida, se marcharon
con sonrisas incómodas.
Por supuesto, no había motivo para que la gente se reuniera a su alrededor.
¿Qué debo hacer?
La salida parece ser la única salida.
¿Debería entrar por una ventana?
"Eh... si no te vas..."
"?"
Mientras dudaba cerca de la puerta, alguien me habló, aparentemente incapaz de pasar de largo.
Cuando me di la vuelta, era Kono Lint. Se había cambiado de ropa, ya no llevaba vestido, pero su
maquillaje le daba un aspecto bastante gracioso.
Por supuesto, he venido aquí con esta ropa, así que no tengo nada más con lo que cambiarme.
Podría dejarle pasar e irme.
"Ah, lo siento."
Cuando me hice a un lado, intentó pasar corriendo, parecía nervioso.
Me tiene miedo de una forma distinta a cuando soy Reinhardt.
Kono Lint, no vi lo que tramaba, pero sé que algo pasó.
Consiguió teletransportar cosas aparte de a sí mismo.
En la obra original, la última forma de la habilidad de Kono Lint era teletransportarse a sí mismo,
incluida la ropa. No sé qué pasó, pero adquirió la capacidad de mover otros objetos.
No sé si esto es una mejora o no, pero es un hecho que las habilidades de Kono Lint se han
desarrollado exponencialmente en comparación con la obra original.
La mejora de las habilidades de Kono Lint es incluso más increíble que mi aumento de 5 puntos en
el poder mágico.
Kono Lint no deja de mirarme mientras intenta marcharse por la salida.
Mejora de habilidad.
Teletransportar cosas que no sean él mismo.
"Espera, un momento".
Instintivamente agarro el brazo de Kono Lint.
"¿Sí?"
La cara de Kono Lint se puso roja mientras le agarraba, sus labios temblaban.
Una mezcla de confusión e incertidumbre en su rostro.
¡Esa no es la cuestión, idiota!
Hay gente rodeando el exterior.
"¿Podrías por favor teletransportarme fuera?"

Kono Lint es el único que puede rescatarme ahora mismo.
------
Por supuesto, se sobresaltó.
Kono Lint siguió y siguió explicando que su habilidad no era originalmente así, podría haber
efectos secundarios, e incluso podría acabar desnudo. Por supuesto, eso es posible.
Algo así podría pasar.
¡No! ¡Está bien!
¡Usaré mis puntos de logro!
He acumulado la friolera de 14.000 puntos del torneo y del concurso de travestismo. Combinados
con mis puntos existentes, tengo 18.000.
¡Puedo permitirme gastar tanto!
"Aunque haya efectos secundarios, correré el riesgo. Así que por favor hazlo."
"Pero, podrías verme en un estado peligroso..."
Incluso después de insistir, Kono Lint seguía dudando.
"No pasa nada. No te culparé. Asumiré la responsabilidad".
Me miró como si no pudiera entender por qué pensaba que ser arrojado desnudo lejos era mejor que
ser atrapada por la gente de fuera.
¡No es así!
¡Tendrás éxito!
Ninguno de los dos confía en ti, pero yo confío en mis puntos de logro, ¿vale?
Después de una larga lucha, Kono Lint finalmente asintió vacilante.
"De acuerdo... lo intentaré".
Hoy era la primera vez que Kono Lint conseguía teletransportar un objeto. Ahora, tiene que
conseguir teletransportar a una persona.
Por supuesto, existe la posibilidad de que sólo teletransporte mi ropa.
Por eso usaré mis puntos de logro.
Kono Lint me teletransporto con éxito fuera del recinto, a un lugar apartado. Mi ropa también
vendrá conmigo.
[Se requieren 100 puntos de logro para activar este evento.]
100 puntos.
Sorprendentemente, era más barato de lo que pensaba. Esperaba que costara alrededor de 500
puntos. ¿La habilidad de este tipo ya se ha desarrollado tanto?
[Has usado 100 puntos de logro.]
"Por favor, dame la mano..."
"Ah, claro."
Agarré la mano temblorosa que me tendía Kono Lint.
Pequeña...
No seas tan tímido, ¿vale? Miré fijamente la cara sonrojada de Kono Lint mientras se concentraba.
"Por favor, no me culpes demasiado si no funciona bien".
"Saldrá bien".
"..."
Hizo una pausa en su concentración y me miró.
"¿Confías en mí?"
No.
¿Qué quieres que haga?
¡Envíame de una vez!
"Por supuesto".
No tuve más remedio que decir eso mientras sonreía, ocultando mis verdaderos sentimientos.
-¡Pop!
Entonces, en un instante, el escenario frente a mí cambió, y sentí como si todo se oscureciera.
"Gasp."
No pude evitar un grito de sorpresa, ya que era la primera vez que experimentaba este tipo de
teletransporte.
En un abrir y cerrar de ojos, fui teletransportado desde las afueras de la sala a un espacio abierto en
el exterior, lejos de la multitud.
Kono Lint no estaba conmigo, sólo yo fui teletransportado.
El efecto de mis puntos de logro era seguro.
Por suerte, aún estaba completamente vestido. Sólo tenía que cambiarme de ropa y volver a mi
estado original ahora que había escapado a salvo de la vista de la gente...
Al mismo tiempo pensaba que.
-Thunk
"...?"
Vi algo cayendo del aire.
¿Qué es esto?
Recogí el objeto caído del suelo y lo examiné bajo la tenue luz cercana.
"...Oh no."
En cuanto lo vi, me di cuenta de que había utilizado mal la habilidad de retirada.
La ropa que Kono Lint llevaba puesta hacía unos momentos se había caído.
Kono Lint me teletransportó con éxito a una zona remota fuera del auditorio, llevándose su propia
ropa.
Ese chico.
No sólo mi ropa, sino que también envió su propia ropa.
No me extraña que el precio fuera tan barato.
¿Podría ser que haya surgido una nueva penalización para que Kono Lint envíe su propia ropa?
¿Sigues siendo tan incompetente?
¿Debería devolver esto?
No, ¿no debería venir aquí en su lugar?
Ahora que la situación se ha puesto así, debería venir a buscar su ropa, ¿no?
Pero esta es una calle muy transitada.
Sería demasiado difícil para Kono Lint aparecer aquí vistiendo sólo ropa interior.
La gente pensará que sólo soy una chica con un vestido.
¿Debería devolver esto?
"..."
Entonces, ¿qué sentido tiene haber escapado?
Siento que debería quitármelo.
Pero realmente no puedo hacer eso.
"Maldita sea..."
Al final, no tuve más remedio que volver hacia el auditorio, todavía con el vestido puesto.
------
Afortunadamente, no tuve que acercarme a la gente reunida en el auditorio.
Un poco más lejos de ellos, había caras conocidas sentadas en un banco.
Heinrich, Erich, Cayer y Liana de Grantz estaban cerca, posiblemente esperando a que Kono Lint
saliera pronto.
Acercarse a ellos también es peligroso.
Pero odiaba que me pillaran esos tipos llamándome "hermano" o "hermana mayor" más que la
propia muerte.
"¿Por qué no sale?"
"¿Se está cambiando de ropa?"
Todos refunfuñaban porque Kono Lint no salía rápidamente, y me acerqué a ellos. Por suerte, la
iluminación no era demasiado brillante, así que la gente no podía verme fácilmente.
"Um, disculpe..."
"...¿Eh?"
Todos parecían sorprendidos cuando el ganador del concurso de travestismo apareció de repente
sujetando ropa.
"Eres más guapa que yo. ¿Qué te pasa? ¿Necesitas algo?"
Liana me miró y preguntó con una sonrisa.
¡Eres realmente una mujer malvada!

Todos los demás chicos estaban congelados, así que Liana era la única con la que podía hablar.
"Ustedes son estudiantes de la Clase Real, ¿verdad?"
"Sí, pero ¿por qué?"
No fue un problema para mí reconocerlos ya que llevaban uniformes de la Clase Real.
"Esta es, um, la ropa de Kono Lint..."
"...?"
Las expresiones de todos se volvieron extrañas ante mis palabras.
"Bueno, le pedí que me teletransportara fuera... pero también envió su propia ropa... así que podría
estar en problemas... Pero volver es un poco...."
"Ah, entiendo."
Liana levantó la mano para impedir que siguiera hablando y me arrebató la ropa de Kono Lint de las
manos.
Eres muy lista cuando se trata de situaciones como ésta.
Hacía un momento que la consideraba una mujer malvada, pero mi valoración de ella cambió al
instante. Liana me miró, sonriendo, y me miró de arriba abajo.
"Si te van este tipo de cosas, ven a la finca Grantz".
"...¿Perdón?"
"Si mencionas mi nombre, Liana de Grantz, te dejarán entrar. Podrás probarte todo tipo de ropa
masculina y femenina a tu antojo".
Se rió mientras decía esto, claramente burlándose de mí.
Eres realmente malvada...
En fin, después de devolver la ropa de Kono Lint a esta gente, huí de la escena como si escapara.
Ya he tenido suficiente de esta situación embarazosa.
Por favor, volvamos a la normalidad ahora.
------
Las situaciones humillantes no tienen fin.
Por supuesto, no sería fácil superar esto. De ninguna manera esta situación, que tiene como objetivo
avergonzarme, me dejaría salir del apuro fácilmente.
Mientras intentaba irme lo más rápido posible, alguien que me reconoció me persiguió.
"Um, no soy una persona extraña."
"..."
"Sólo me preguntaba lo desesperado por el dinero que debes estar para participar en un concurso así
a pesar de tus dificultades. Hm."
Un hombre de mediana edad con la cabeza calva me agarró y comenzó su discurso. Parecía ser uno
de los miembros del público y hablaba de que no era una persona extraña, de que tenía un negocio
respetable y de que sus hijos pronto serían admitidos en el templo.
"Así que, si lo estás pasando mal, puedo patrocinarte personalmente".
¿Qué es esto?
No sé por qué se ha llegado a esta situación.
En realidad, puede que este hombre quiera ayudarme porque piensa que estoy en una situación
difícil.
Pero, su mirada es extraña, ¿no?
¿Sabe que su mirada es muy extraña en este momento, señor?
Sentí que se me ponía la piel de gallina por todo el cuerpo.
"Por supuesto, lo digo para evitar malentendidos, pero no espero nada a cambio. Simplemente, si
hay algo difícil sobre tu vida en el templo, podríamos tener varias conversaciones. A eso me
refiero".
Puede que diga eso, pero sus ojos son muy raros, ¿sabe?
Está claro que no es un estudiante o miembro del personal del templo. ¿Debería decirle que no
balbucee como un disco rayado?
Pero, por desgracia, el festival significa que hay gente por todas partes en el templo. Por supuesto,
la seguridad es estricta.
Si me pillan en una pelea en un lugar inapropiado y me lleva la seguridad, sería aún más humillante.
Eso revelaría naturalmente que soy Reinhardt.
Esta es la última prueba.
Si no puedo soportarlo y doy un puñetazo, se extendería por todo el barrio el rumor de que
Reinhardt, de la clase real, ganó el concurso de travestismo y se enzarzó en una pelea con un
charlatán de mediana edad antes de ser arrastrado por la seguridad.
Sería un verdadero motivo de suicidio.
Tengo que soportarlo.
Una vez no pude soportarlo y me encontré con Bertus.
Si no puedo soportarlo esta vez, se acabó de verdad.
"Ah, entiendo lo que dices, pero está bien."
"Bueno, deberías aceptar la oferta de ayuda de un adulto. Busquemos un lugar tranquilo para
hablar".
"Estoy bien. Tengo suficiente dinero del premio y no es tan difícil".
"No lo veas como algo extraño. Sólo intento ayudarte porque parece que tienes dificultades. ¿Te
parezco una persona rara?"
"No es que piense que eres raro, es que estoy muy bien".
"Bueno entonces, al menos tengamos una charla."
Ah, por favor, aléjate de mí, asqueroso molesto.
Me estoy irritando. Le he dicho claramente que estoy bien, pero no parece entenderlo.
Definitivamente no me dejará ir.
"Busquemos un lugar tranquilo para tomar una taza de té y hablar..."
Justo cuando iba a decir algo duro, alguien se acercó.
"Ey, ¿qué está pasando aquí?"
"!"
Una voz profunda y resonante provenía de alguien que se acercaba.
Me giré y vi un tanque humano.
Aunque ya no llevaba vestido, era el tanque humano, Richard Howlman.
No estaba solo; estaba con un grupo de personas que parecían sus compañeros de clase.
El hombre de mediana edad se congeló frente al tanque humano aún más intimidante.
"¿Qué ocurre?"
"Ah, tengo algo que discutir con este estudiante..."

"Este estudiante no parece tener nada que discutir con usted".
Richard Howlman me miró mientras decía esto.
Maldita sea.
Es un alivio que hayas aparecido, aunque me siento raro.
¡Aléjalo!
Comprendiera o no mi mirada desesperada, el tanque humano de dos metros de altura miró

fijamente al hombre de mediana edad.
"¿Parece que no tienes nada que decir? ¿Eh?"
"¡Pero, no soy una persona rara!"
"Agarrar a un estudiante de aspecto débil en mitad de la noche y hacer que se sienta incómodo, eso
es lo que te hace raro. ¿Qué más es raro? ¡Piérdete antes de que te entregue a los guardias del
templo!"
Estudiante de aspecto débil, ¿eh?
Tú eres el que fue golpeado por ese estudiante de aspecto débil en el torneo, idiota.
Y definitivamente estabas a punto de decir 'una estudiante'...
"Uh, um... Parece que hubo un malentendido. Lo siento."
Finalmente, el hombre de mediana edad se retiró con el rabo entre las piernas.
"Wow, eso fue genial, Richard."
"Eso fue increíble."
"Ah, ¡¿podéis callaros?!"
Un montón de tipos molestos detrás de mí estaban silbando.
Agradezco que haya alejado al hombre, pero parece que he atraído a un grupo aún más molesto.
"Um, ¿estás bien?"
Richard me miró y tosió torpemente.
Siento que estoy a punto de rendirme.
Me estoy volviendo loco...

No, ya estoy loco.
"Ah... Gracias."
Los compañeros de clase o de último curso de Richard estaban silbando, haciendo que me subiera la
tensión. Deben haber venido a ver la reacción de Richard.
No estoy seguro de por qué este chico participó en el concurso de travestismo, pero en fin.
Con la cara sonrojada, Richard habla sin mirarme directamente.
"Podría dar lugar a malentendidos, así que... Es mejor que vuelvas rápido".
"Sí, debería..."
"Oye, ¿la estás dejando ir?"
"¡Pídele que coma con nosotros!"
"¡Ah, basta!"
Richard gritó a la gente detrás de él.
Este tipo, al menos actúa caballerosamente. Pensaba que sólo era un imbécil arrogante.
Pero ahora que lo pienso, fui yo quien empezó el conflicto durante el torneo, no él.
Yo soy la verdadera basura aquí. Richard me mira con expresión preocupada.
"Por favor, date prisa en volver antes de que esto se ponga más incómodo..."
"Ah... Sí. Gracias."
Al final, pude deshacerme del molesto hombre de mediana edad con la inesperada ayuda de Richard
Howlman.
Capítulo 304
"No, mis Poderes Sobrenaturales se han vuelto más fuertes, ¿pero ahora tengo que teletransportar
mi ropa conmigo? ¿Por qué la vida siempre tiene que ser tan retorcida?"
"No lo sé. ¿Cómo voy a saberlo?"
Mientras Liana se reía, sujetándose el estómago, el rostro de Kono Lint se volvía cada vez más
sombrío. Por suerte, el participante número 40, a quien había teletransportado, le devolvió la ropa,
lo que permitió a Kono Lint vestirse y volver a la calle.
A Kono Lint no le importaba ganar; sólo quería que el tiempo pasara rápido. Ahora, lo único que
quería era volver al dormitorio, recomponerse y descansar.
Había sido una experiencia terrible, pero por fin había terminado.
¿O sólo eran malos recuerdos?
La persona que, increíblemente, le dijo que creía en él y le sonrió alegremente.
Esa confianza le llevó finalmente a utilizar con éxito su nueva habilidad, aunque hubiera una
penalización de por medio.
¿Quién podía ser?
No tenía muchas ganas de hacer nada, pero estaría bien saber al menos eso.
Quizá al menos pudieran ser amigos.
La mano que sostuvo brevemente la de la chica, no, la del chico para teletransportarlos era
sorprendentemente suave.
Tenía las uñas destrozadas por la tensión de la sala de espera, pero la mano que había sostenido era
increíblemente suave.
Mientras más pensamientos extraños inundaban la mente de Kono Lint, sacudió la cabeza con
brusquedad, tratando de librarse de aquellos pensamientos.
"¿Qué le pasa?"
Liana retrocedió unos pasos, pensando que Kono Lint se estaba volviendo loco.
"Eh, ¿no es él?"
Cayer señaló, como si descubriera algo, y allí había un individuo de pelo plateado con un vestido de
aro que parecía una chica pero no lo era.
Sólo se veía su espalda, pero no cabía duda de que se trataba del participante número 40 con ese
atuendo en el día de hoy. Erich asintió con la cabeza.
"Así es".
"Parece que algo está pasando".
Heinrich arrugó la frente, observando la escena.
El participante número 40, considerablemente más bajo que el gigante de más de dos metros de
altura, estaba de pie frente a él. Un grupo de gente de evidente mal carácter les rodeaba, riéndose a
carcajadas.
...
...
Estaban demasiado lejos para oír la conversación.
Sin embargo, estaba claro que el gigante y su pandilla se burlaban o amenazaban al 40º participante.
Todos se dieron cuenta de que el gigante también había participado en el concurso de travestismo.
Su enorme cuerpo vestido había sido bastante chocante, lo que lo hizo memorable.
Liana sonrió con satisfacción.
"¿Eh, así que un montón de hombres están molestando a un pobre chico guapo?"
Aunque la formulación era extraña, haciendo que todo el mundo hiciera una mueca, era cierto desde
la distancia.
No estaba claro lo que estaba pasando, pero la situación era definitivamente difícil.
"Supongo que tendré que salvarlo".
Justo cuando Liana estaba a punto de intervenir para rescatar al claramente atribulado, lastimero y
bonito muchacho...
"Eh... ¿qué?"
La gente que había estado rodeando al chico de pelo plateado se separó, y el lindo chico inclinó la
cabeza ante el hombretón antes de seguir su camino de repente.
Nadie sabía lo que había pasado, pero parecía como si le estuvieran dejando ir pacíficamente. El
hecho de que incluso hiciera un gesto de gratitud hizo que pareciera que habían hecho algo bueno
por él.
"Qué decepción", dijo Liana, algo decepcionada de que no hubiera pasado nada. Observó cómo se
alejaba el corpulento estudiante, sin perder de vista al participante número 40.
"De todos modos, realmente tiene fama, ese tipo", dijo Liana, riéndose de la situación.
"Pero tengo mucha curiosidad por saber cuál es su especialidad y en qué clase está..."
Mientras Liana hablaba, cerró la boca. La persona que parecía estar acosando al participante
número 40 en realidad lo dejó ir como si se tratara de un malentendido. Pero Liana agitó la mano,
mirando algo ligeramente detrás de él.
"Eh, mira eso".
"¿Dónde?"
"Allí. ¿No es esa la persona que vimos antes en el lugar de la competición?"
Liana señaló a alguien vestido con una túnica negra, que seguía en silencio detrás del participante
número 40.
"Eso parece..."
Erich también había sospechado de la figura vestida de negro, así que comprendió de qué hablaba
Liana.
Efectivamente, la misteriosa figura de túnica negra seguía justo detrás del participante número 40.
Las expresiones de todos se volvieron serias al oír las palabras de Liana.
"¿No es realmente peligroso?"
El asaltante no identificado estaba siguiendo al participante número 40. Liana, así como los demás
estudiantes de la Clase Real, pensaron que algo le pasaría.
"Sigámosles".
"¿No es peligroso?"
Cayer parecía un poco asustado, preocupado por involucrarse en algo innecesario.
"¿Es ahora el momento de preocuparse por eso?"
Sorprendentemente, no fue Liana quien dijo eso, sino Kono Lint.
------
Alguien le estaba siguiendo.
Y esta vez, estaba seguro de que no era un simple pervertido como el hombre de mediana edad de
antes.
En el lugar de la competición, todo el mundo le había mirado fijamente, pero él recordaba

claramente a la figura vestida de negro que le había estado mirando intensamente desde atrás.
Se había sentido incómodo, pero como había muchos otros como él, no le prestó mucha atención.
Pero ahora, esa misma persona le estaba siguiendo.
¿Qué quería de él?
Necesitaba deshacerse del vestido y quitarse el maquillaje, pero esa extraña persona seguía
siguiéndole.
No estaba acortando la distancia rápidamente, pero sin duda estaba reduciendo la distancia. Aunque
el acosador no podría hacerle daño en la calle principal, ¡sólo quería llegar rápido a casa!
Intentó mezclarse entre la multitud de la calle principal para librarse de su perseguidor, pero el
acosador vestido de negro continuó siguiéndole desde cierta distancia.
Podría haber avisado a los guardias de que le seguía una persona extraña, pero no quería meterse en
más problemas.
¿Por qué tengo que lidiar con esto? Pensaba mientras entraba en el callejón.
Me libraré de él y volveré al exterior del templo. Luego volveré al dormitorio como Reinhardt.
Con eso en mente, doblé la siguiente esquina del callejón.
"!"
"...."
La misteriosa figura vestida con una túnica negra que me había estado siguiendo estaba ahora justo
delante de mí.
Este tipo es peligroso.
Antes de darme cuenta, ya estaba lanzando un puñetazo.
-¡Whoosh!
Pero mi puño cortó el aire, y la figura de la túnica esquivó fácilmente mi puñetazo recto con sólo un
ligero movimiento de su cabeza.
Sus movimientos eran cualquier cosa menos ordinarios. Incluso después de mi repentino ataque, la
figura no tomó represalias.
"...Sólo pretendía entrar en contacto ya que tu asunto parecía haber terminado. No tenía intención de
atacarte, Reinhardt".
"!"
Al oír esas palabras, sentí que mi cerebro se congelaba.

Él me conocía.
Nadie más se había fijado en mí.
"¿Quién eres?"
A pesar de mi tono hostil, mi oponente mantuvo la calma.
"Deberías haber sabido que la Orden se pondría en contacto contigo pronto".
La Orden Negra.
Dijeron que se pondrían en contacto pronto.
De todos los tiempos.
De todos los tiempos, tenía que ser hoy.
Mi cabeza se sentía como si hubiera sido golpeada con un martillo.
No, no...
¿Por qué hoy?
¿Por qué hoy?
Ni Ellen, ni Bertus, ni siquiera Harriet, ni ninguno de mis compañeros de dormitorio lo sabía.
Pero por extraño que parezca.
Había revelado el hecho de que me estaba travestiendo a un mago, que aún no era ni enemigo ni
aliado y con el que tenía que discutir asuntos importantes.
"¿Cuándo... lo viste? O, ¿cómo lo supiste en primer lugar...?"
"Vi la lista de participantes. Participante número 40, Reinhardt".
Maldita sea, lo vieron. ¿Cómo sabían que estaba en el concurso de travestismo?
Aunque fueran de la Orden Negra y no fuera un documento confidencial, ¿podrían hurgar en la lista
y enterarse?
El mago de la Orden Negra me miró fijamente desde el interior de su túnica negra.
"Entonces, el caso es que... Tenía mis propias razones para..."
¡Tengo una historia detrás de esto!
No puedo explicarlo bien, ¡pero hay una historia!

"No me interesan tus preferencias personales."
Sin embargo, en lugar de respetar mi preferencia, el mago desestimó mis palabras como si no
tuviera interés en tales asuntos.
¡No es así! Había pensado que el acosador era alguien que quería hacerme algo extraño, pero en
realidad no tenía ningún interés en mi aspecto.
Intentaba justificar mi situación, pero no les importaba en absoluto.
Aun así, pensé que mi credibilidad se vería algo mermada por el hecho de que yo, un individuo
poderoso que comanda a un Lord Vampiro, estuviera vestido así.
"Lo importante para nosotros no es lo bien que se te da travestirte, sino lo valiosa que es para
nosotros la información que posees".
Ignorando el hecho de que estoy vestido así...
Es extrañamente hiriente...
Ni siquiera Ellen es tan indiferente.
¿Es la Orden Negra un grupo de gente indiferente en última instancia, o es sólo ésta...?
No sabría decir si se habían infiltrado fácilmente en el templo debido al festival o si no era gran
cosa infiltrarse en el templo en general.
A pesar de mi vergüenza y sensación de crisis, el miembro de la Orden Negra sólo dijo lo que tenía
que decir.
"Dijiste que necesitabas los conocimientos de la Orden y que podías proporcionarnos información
sobre Cantus Magna. ¿Es correcto?"
"...Así es."
Hablar así era increíblemente embarazoso, pero como no parecía importarles, me sentí el raro.
"¿Qué conocimientos necesitas?"
El trato con la Orden Negra.
Comenzó en este extraño momento.
¿Realmente no están relacionados con el incidente de la Puerta? No lo se. Pero tengo que encontrar
una forma de alguna manera.
No hay tiempo para bromas o vergüenzas.
"Necesito saber cómo abrir una puerta dimensional

a otro mundo."
"..."
El miembro no respondió a mi pregunta. Ni siquiera preguntaron por qué tenía curiosidad. Se

limitaron a mirarme en silencio.
"¿Sabes cómo?"
"Te pregunté qué conocimientos necesitabas, no que fuera a responderte. Si aportas información
valiosa de tu parte, compartiremos conocimientos de igual valor".
"¿Así que admites que tienes conocimientos que vale la pena compartir a cambio de eso?"
No necesito saber el método específico.
El mero hecho de que la Orden Negra pudiera decirme cómo abrir la puerta ya es una prueba para
mí. Si les doy información sobre Cantus Magna, me dirán cómo abrir una puerta dimensional a otro
mundo. En el momento en que digan eso, la Orden Negra se convierte en un grupo capaz de causar
el incidente de las Puertas.
No tengo curiosidad por el método.
Sólo necesito saber si lo sabes o no.
"No puedo responder a eso."
Pero la Orden Negra no fue tan complaciente.
"Entonces el trato es demasiado injusto. Incluso si te doy información sobre Cantus Magna, puede
que no seas capaz de darme la información que quiero, ¿verdad? ¿Por qué debería hacer un trato
así?"
No hay razón para hacer un trato en el que una de las partes sufra una pérdida. Mi objetivo es
confirmar lo que cada uno de nosotros sostiene.
"¿Estás seguro de la información sobre Cantus Magna?"
"¿Y bien?"
"¿Aún no está lista la información?"
La expresión del miembro cambió ligeramente. Parecían un poco enfadados.
"Es similar a no ser capaz de decirme si su conocimiento está listo o no".
"..."
¿Podría llamarse a esto una batalla de nervios? Ninguno de los dos mostró hostilidad o agresión
hacia el otro.
"Discutiremos este asunto más a fondo y nos pondremos en contacto contigo de nuevo".
Así que este asunto tampoco puede ser decidido por esta persona aquí.
"..."
"Para entonces, espero que tengas lista la información sobre Cantus Magna".
"¿Y si no está lista?"
"No creo que seas de los que juegan con nosotros."
Al final, sólo supimos lo que cada uno quería durante este contacto, y en realidad no se intercambió
nada. Sin embargo, la Orden Negra tampoco negó saberlo. Parecía que había un rayo de esperanza
para resolver el incidente de la Puerta. Mi corazón latía como loco.
Resolver esto no resolvería todos los problemas, y habría otros asuntos a los que enfrentarse. Pero
sería superar el mayor obstáculo. La Orden Negra no parecía sentir curiosidad por mis intenciones;
sólo parecían dispuestos a comerciar si ambas partes estaban preparadas.
"En el momento oportuno, volveré contigo..."
¡Fzzt! ¡Bang!
"..."
Justo cuando la conversación estaba a punto de terminar, un repentino destello de luz parpadeó en el
aire y chocó contra el borde de la mejilla derecha del agente. Sin embargo, fue bloqueado al instante
por un hechizo defensivo que apareció.
¿Qué está pasando?
"¡Chico lindo! ¡Por aquí!"
Mirando hacia atrás, vi a Liana de Grantz, Kono Lint y un grupo de individuos de clase real
observándome. ¿Por qué han venido hasta aquí? Pero viendo sus expresiones desesperadas, tuve la
sensación de saber lo que estaban pensando.
En fin, ¿chico lindo? ¿Por qué sigues llamándome así?
Gritó Liana con el rostro pálido.
"¡Date prisa!"
Me gritó Liana con urgencia. El agente pareció comprender la situación y me hizo un sutil gesto con
la cabeza.
¿Es una señal para que me vaya?

Parecía tranquilo, pero también bastante perspicaz.
"¡Sí!"
Mientras huía apresuradamente hacia Liana, ella me agarró de la mano y miró fijamente al agente
de la bata negra.
"¡Eh, tú! ¿Eres un mago?"
"..."
"No sé cuál es tu plan, pero ¿qué clase de travesura estás tramando dentro del templo? Piérdete
ahora mismo!"
¡Fzzt! ¡Fzzt!
Chispas parpadearon cerca del pelo de Liana. Era como si fuera a lanzarle un rayo si intentaba
alguna travesura.
No, no lo hagas...
Aunque seas tú, no está bien pelearse con un agente de la Orden Negra.
Afortunadamente,
"Hmm, esto es desafortunado."
El agente de la Orden Negra de repente fingió ser un secuestrador y comenzó a retroceder.
"Entonces, volvamos a vernos la próxima vez, chico lindo."
"..."
Eso...
¿Acaba de burlarse de mí?
Tanto si era una actuación como si se estaba burlando de mí, el agente retrocedió y desapareció.
Liana, al ver desvanecerse la bata negra, me miró con expresión preocupada y preguntó,
"¿Estás bien? No te habrás hecho daño, ¿verdad?"
"Ah, um... S-sí... No ha pasado nada..."
No...
No tenías que venir...
"¡Uf, por eso te dije que volvieras dentro! ¿Qué estabas haciendo? Incluso si estabas tratando de
evitarlo, ¿qué harías en un callejón como este? ¿Eres idiota? ¿Dónde vives? Te llevaré a casa".
"Ah... No, está... está bien."
Con el malentendido de Liana, el increíblemente largo día finalmente llegó a su fin.

Capítulo 305
Al final, costó bastante disuadir a Liana, que insistía en llevarme a casa. Afortunadamente, después
de que los demás se pasaran un rato convenciéndola, Liana por fin me dejó marchar con expresión
reacia.
Se habló de si debía informar a los guardias, pero tuve que esquivar el tema, sudando la gota gorda,
diciendo que no era para tanto.
Sólo después de haberme limpiado todo el maquillaje y cambiado de ropa fuera del templo regresé
al dormitorio.
Dejé el vestido en el sótano de Eleris.
Era un vestido caro, así que pensé que era mejor reciclarlo que tirarlo.
Por supuesto, tiré el trofeo.
Hay una expresión en las artes marciales.
Esencia del Origen.
En esencia, es un concepto similar a la energía vital fundamental de los humanos: una especie de
batería de emergencia que, cuando se usa, puede llevar a la muerte.
Me sentí tan agotado que fue como si hubiera utilizado tal cosa.
Habiendo vagado por ahí todo el día, probablemente no me vieron en el dormitorio. Por supuesto,
yo no era el único que había estado vagando.
Naturalmente, regresé bastante tarde, y pude ver a los demás que hoy habían tenido apariencias
totalmente diferentes.
"Oye, ¿qué estuviste haciendo todo el día?"
Por ejemplo, Liana de Grantz, que había dicho con confianza que su hermana la llevaría.
"Estuve dando vueltas por el festival".
"¿Solo?"
"A veces uno quiere estar solo".
Innecesariamente, la fuerza surgió en mis hombros.
Podrían intentar encontrar una conexión entre el yo que acababan de ver y la yo de ahora.
Sinceramente, pensaría que era natural que no me reconocieran al mirarse en el espejo.
En realidad, no podrían reconocerme en absoluto.
Pero enfrentarme a ellos como Reinhardt ahora hacía que mi corazón se acelerara de inquietud.
‘¿Eh?’
‘No, podría ser...’
‘Oh, dios...’
‘Eras tú, ¿verdad?’
Intenté actuar con normalidad, pero un sudor frío me recorrió la espalda, preocupada por si decían
algo así.
Liana se rió y me pasó el brazo por el hombro.
"¿No viste el concurso de travestismo?"
"...¿Por qué iba a ir allí?"
En realidad...
Fui...
No sólo asistí, sino que también participé e incluso fui el ganador...
Fue aún más sorprendente que no me reconocieran en absoluto...
"Oh, te perdiste un buen espectáculo. Deberías haber visto a esa persona".
Liana se rió y entró en su habitación.
Me crucé con los tres, no, cuatro hermanos inútiles, pero no hubo reacción por su parte.
Sin embargo...
"...?"
"...¿Qué?"
"¿Eh? No, nada."
Kono Lint tuvo una reacción un tanto extraña.
Pero al final, ni siquiera él parecía haberse dado cuenta.
Era natural.
Había vuelto como Reinhardt, no sólo sin el maquillaje, sino también con mi altura, forma corporal
y estructura facial originales restauradas.
Sería más raro que me reconocieran.
Así debe de ser, ¿no?
------
Afueras del sur del Imperio.
Un número considerable de personas se había reunido en los terrenos de un monasterio abandonado

que ocupaba una gran extensión. Era imposible identificar a la gente sólo por su atuendo, pero en el
centro del lugar donde ardía la hoguera, había alguien sentado en una vieja silla de madera.
El hombre sentado en la silla
El antiguo Comandante de los Caballeros del Templo Sagrado, Riverrier Lanze, contemplaba a la
estudiante vestida con la túnica del templo que tenía delante.
Se llamaba Lydia Schmitt.
Finalista del Torneo Sin Restricciones y alumna de sexto año de la Clase Real del Templo.
"No parece una buena idea".
"...Creo que vale la pena intentarlo. Bolton accedió a tomar las medidas necesarias si la situación se
desarrolla según lo previsto."
"¿Eleion Bolton?"
"Sí."
"Bueno, él no tendría ninguna razón para no dar la bienvenida al regreso de Olivia."
La expresión de Lydia Schmitt era resuelta, como si hubiera tomado una decisión.
"Pero si las cosas no salen como esperas, procederemos con el plan original, Lydia".
"Sí, Comandante".
A pesar de que el actual Comandante de los Caballeros Sagrados era Eleion Bolton, la estudiante se
dirigió a Riverrier Lanze como "Comandante".
Todos los presentes llamaron sin vacilar al antiguo comandante, Riverrier Lanze, por ese título.
Lydia Schmitt, una vez cumplida su misión, se dio la vuelta para marcharse, pero entonces se
encaró de nuevo con el comandante.
"Comandante".
"...¿Hay algo más que quiera decir?".
Incapaz de ocultar su pesar, Lydia miró hacia un punto en algún lugar dentro del monasterio.
"¿Tiene que ser... esa niña? Esa niña, también, es en última instancia... una creyente leal bajo el
cuidado de Dios..."
"Basta."
Riverrier Lanze la interrumpió, aparentemente poco dispuesto a escuchar más.
"No ignoro que Reinhardt es más adecuado para este papel".
La mención de Reinhardt provocó un destello de extraña emoción en los ojos de la estudiante. Un

odio retorcido y la ira se arremolinaron en ellos.
"Pero Reinhardt es un estudiante de la Clase Real del Templo como tú, e incluso compañero de
clase de los Príncipes Herederos. Sabes que no es alguien a quien podamos tocar descuidadamente".
"..."
"Por supuesto, si las circunstancias lo exigen, puede que tengamos que involucrarlo, pero por ahora,
este es el mejor curso de acción. Además, no hemos decidido sacrificar a esa niña con seguridad.
Dependiendo de la situación, puede que nadie salga herido".
"...Sí, Comandante".
Lydia Schmitt abandonó el monasterio abandonado tras terminar sus palabras.
El hombre que estaba junto a Riverrier Lanze habló con cautela.
"¿Crees que las cosas irán como espera esa niña?"
"En absoluto".
Riverrier Lanze sacudió la cabeza con expresión severa.
"Su idea es audaz, pero... las cosas no saldrán como ella espera".
"¿Es así?"
"Estoy intranquilo. Sé que tiene talento, pero..."
Riverrier Lanze chasqueó la lengua mientras miraba hacia donde había desaparecido la estudiante.
"Sólo puedo esperar que no haga ninguna tontería".
"Le pido disculpas. Pensé que podría sernos de ayuda, así que la traje al Monasterio de los Sin
Nombre".
El hombre que había traído a Lydia Schmitt al Monasterio de los Sin Nombre inclinó la cabeza ante
Riverrier Lanze.
Sin embargo, lo que había sucedido, había sucedido.
La utilidad de Lydia Schmitt no se limitaba a esta única ocasión. Pronto se graduaría en el Templo,
y estaba previsto su alistamiento en los Caballeros Templarios.
"A partir de ahora, se más selectivo al elegir a quién traer."
"Sí, Comandante."
Le gustara o no, Lydia Schmitt era un activo valioso para el grupo.
"¿Cómo está Adriana?"
"... Ella está manteniendo un perfil bajo."
"Ya veo."
Riverrier Lanze asintió y dio instrucciones al hombre que tenía a su lado.
"Por ahora, mantén un ojo en la situación. Supervisa el plan de Lydia Schmitt mientras se
desarrolla, y si las cosas no salen como esperas, envía una carta a Olivia. Si mencionamos que
tenemos a Adriana, lo entenderá".
Con Adriana en su poder, atraer a Olivia fuera del templo sería una tarea fácil.
El verdadero desafío vendría después.
Riverrier Lanze miraba fijamente las llamas parpadeantes.
Solo Olivia Lanze podía restaurar el honor del antiguo comandante caído de los Caballeros
Sagrados.
Ese sería su punto de partida.
A partir de ahí, Riverrier Lanze se proponía escribir la historia de la tierra sagrada que duraría mil
años.
------
Sentada en una dura cama de madera, Adriana contemplaba la pálida luz de la luna que se filtraba
por un pequeño agujero.
En su habitación no había nada más que la cama de madera, y dos caballeros montaban guardia
fuera.
"..."
Adriana hundió la cara entre las rodillas.
El monasterio sin nombre.
Guiada hasta aquí por Riverrier Lanze, Adriana vivía bajo la atenta mirada de los caballeros del
monasterio.
Al principio había pensado que Riverrier Lanze buscaba vengarse de ella.
Sin embargo, su valor no provenía de eso.
'Dentro de unos días, Olivia vendrá aquí'.
Sólo tienes que explicarle la situación y convencerla de que cambie de opinión.
Eso era todo lo que Riverrier Lanze había dicho.
¿A qué situación se refería y de qué esperaba exactamente que convenciera a Olivia?
Hablaba de convencer a la infiel Olivia de que recuperara la fe, pero Adriana no entendía por qué
tenía que hacer eso.
Lo único que sabía era una cosa.
Ella no era más que un cebo para atraer a Olivia.
Riverrier Lanze quería hacer cambiar de opinión a Olivia. Aunque no lo consiguiera, pretendía
recuperar su autoridad y honor haciéndola retractarse de su declaración como hija real.
Adriana no era más que un cebo para ese propósito.
Ella se había negado.
Olivia había tomado su propia decisión y no entendía por qué tenía que revocarla por la fuerza.
Desde entonces, Adriana había estado prisionera así.
El monasterio sin nombre.
Sabía que pretendían crear una nueva división entre la humanidad tras el fin de la Guerra de los
Demonios.
Una vez se sintió decepcionada por los que tenían fe. Creía que la culpa era de los creyentes, no de
los dioses.
Pero aún así,
Si los fieles estaban haciendo tanto mal, ¿no deberían los dioses advertir a sus seguidores?
Olivia pronto llegaría a este lugar. Sabiendo que estaba secuestrada, Olivia no tendría más remedio
que venir.
Así era ella.
Aunque estaba desesperada por ser rehén, Adriana no podía hacer nada.
En el templo del norte se estaba celebrando un festival.
Mientras tanto, en una ruina al sur, Adriana estaba agazapada, resentida en silencio contra los
dioses.
------
Jueves, hora del desayuno.
Kono Lint estaba desayunando. Se había corrido la voz por toda la clase A de que Kono Lint había
participado en un concurso de travestismo.
Sin embargo, el único que se sintió sorprendido por la noticia fue Cliffman.
"¿Te encuentras bien hoy, Harriet? ¿Cómo está tu estado?"
"Genial, estoy bien".
Ellen no mostró ningún interés, y Adelia y Harriet estaban ocupadas discutiendo algo entre ellas.
Kono Lint esperaba que Reinhardt, que tampoco había asistido al acto, hiciera al menos algún
comentario, pero lo único que dijo fue: "Eh... ¿por qué has ido a semejante cosa?"
Fue sorprendente.
Kono Lint había esperado que se escandalizara o se indignara, o que lo criticara.
Por eso Kono Lint no pudo evitar ser consciente de la reacción de Reinhardt. Aunque Reinhardt no
era de los que provocaban primero, podía ser rencoroso.
Kono Lint tuvo una extraña sensación cuando se encontró con Reinhardt la noche anterior.
Era difícil de describir con palabras, pero era algo peculiar.
Una sensación sutil que era difícil de captar, pero que parecía familiar, pero que no podía entenderse
del todo.
Una sensación tan sutil.
Aunque era el período del festival, la escena de la mañana no era muy diferente.
Con la excepción de Bertus, que parecía ocupado con sus propios asuntos, todo el mundo estaba en
sus asientos habituales.
Una hora típica de desayuno.
Kono Lint observó con cautela las reacciones de Reinhardt. Observar significaba mirarle.
Mirarle significaba observar atentamente a Reinhardt.
Y Kono Lint vio la mano de Reinhardt, que comía junto a Ellen no muy lejos.
Aquella mano.
Las uñas.
Su forma.
Parecían mordidas y desgarradas.
"...!"
Al ver aquellas uñas, Kono Lint sintió una sensación electrizante en todo su cuerpo, una intuición
casi como una revelación.
El inquietante número 40.
El número 40 que se mordía las uñas.
El número 40 que preguntó si podía teletransportarse.
El número 40 que obedientemente ofrecía su mano cuando se le pedía.
Las uñas estropeadas.
Las uñas mordidas y desgarradas.
"Ah."
"?"
"?"
Kono Lint murmuró involuntariamente y se encontró con las miradas interrogantes de Erich y
Cayer.
No podía ser.
Esa persona de ayer, la figura angelical de pelo plateado.
Era difícil de describir, pero esa persona.
Sólo porque las uñas mordidas de Reinhardt se parecían.

Era el número 40 de pelo plateado y ojos dorados.
Los ojos de Reinhardt eran azules.
Sin embargo, eso se podía cambiar poniéndose lentillas.
"Ah."
"...¿Qué pasa?"
"¿Por qué actúas así?"
Kono Lint sabía que sus pensamientos eran totalmente inverosímiles.
"¿No participas hoy en el torneo sin restricciones?"
"Sí."
"...¿Estarás bien?"
"Como sea, me las arreglaré de alguna manera. Pero, ¿no participas tú también? Ganaste el torneo
de primer año".
"No, decidí no hacerlo. Suerte la tuya".
"¡¿Qué?! ¿Crees que perderías contra mí?"
"Je, ¿de dónde sacas la idea de que ganarás?"
"¡Tú, espera y verás!"
Sus voces son sorprendentemente diferentes.
Comparada con la voz suave y cálida de la persona misteriosa de ayer, la voz de Reinhardt suena
innecesariamente áspera, ¿no?
Es natural que la gente tenga diferencias cualitativas.
El gentil y amable número 40 y Reinhardt tienen una diferencia tan grande como la que existe entre
un ángel y un demonio.
Kono Lint intentó reprimir la desagradable imaginación que brotó en su cabeza.
Pero aun así.
¿No hay algunas similitudes? Si a esa cara le pones una peluca plateada, ojos dorados, una estatura
algo más baja y una figura esbelta, entonces...
¿No es así?
"Ah."
"Eh, ¿qué te pasa?"
"¿Te encuentras mal?"
Al final, Kono Lint dejó escapar tres suspiros seguidos, atrayendo la atención de sus amigos que
habían estado comiendo tranquilamente cerca.
Capítulo 306
Como el miércoles marcaba el final de mi participación personal en el festival, no me quedaba nada

en lo que participar directamente.
Como Liana estaba ocupada ayudando a Cliffman y Ellen con los preparativos del concurso, no
había lugar para que yo interviniera.
Hoy es jueves, y se está celebrando el evento principal del Torneo sin restricciones. Mañana viernes
se celebrará el concurso de Miss y Mister Temple y la ronda final del Torneo Sin Restricciones.
Aunque me había asegurado mi plaza en la prueba principal del Torneo sin restricciones al ganar el
Torneo de novatos, decidí no participar.
No estaría mal ganar algo de experiencia, pero mi condición se deterioraba más de lo esperado al
usar el Fortalecimiento Mágico, y no quería correr el riesgo de lesionarme.
A duras penas había superado el Torneo de Novatos, al que había entrado con una actitud
despreocupada, y ahora, con la Orden Negra y el Consejo de Vampiros, no sabía cuándo tendría que
entrar en combate de verdad. No podía esforzarme más en el torneo.
Así que ahora, no me queda nada en lo que participar.
Ese ridículo concurso de travestismo también ha llegado a su fin. Por supuesto, la Orden Negra
ahora piensa que tengo un gusto bizarro.
Harriet estaba en el Grupo C del evento principal del Torneo Sin Restricciones.
Los participantes tenían que llegar pronto al estadio para prepararse, así que Harriet no tuvo más
remedio que marcharse temprano.
Antes de marcharse, mantuve una breve conversación con ella.
"No sé muy bien qué decir, pero... ¿irán bien las cosas?"
Me daba pena decir esto, pero no entendía cómo Harriet había conseguido superar los preliminares
y pasar a la prueba principal.
"No te preocupes, yo me encargo".
Respondió Harriet, aparentemente molesta por mi preocupación.
Llevaba preguntándole varias cosas desde por la mañana debido a mi ansiedad, pero ella no parecía
especialmente segura, ni tampoco ansiosa.
"¿Y los pendientes?"

Sorprendentemente, Harriet ni siquiera llevaba los pendientes imbuidos de magia calmante.
Ante mi pregunta, Harriet suspiró.
"Los artefactos están prohibidos, ¿sabes?"
¿Ah, sí?
Ahora que lo pienso, tiene sentido.
Por supuesto, ya soy un usuario habitual de artefactos, usando el anillo de Sarkegaar, pero no había
comprobado si los artefactos estaban permitidos o no.
Eso significaba que Harriet tendría que luchar sin ningún objeto que la ayudara a controlar su
temperamento.
"De todos modos, no te presiones. Si sientes que no puedes hacerlo, abandona. Ten cuidado de no
hacerte daño, porque nunca se sabe. Ten en cuenta que la mayoría de los participantes del evento
principal podrán usar el Fortalecimiento del Cuerpo Mágico..."
"¡Eh! ¡Mi madre no me regaña tanto!"
Al final, Harriet me espetó. Luego, me miró con una sonrisa triste.
"¿Tan ansioso te pongo?"
¿Tan evidente era?
"Ah... no. No es que..."
"No, lo entiendo. No se puede evitar. Y para ser sincera, no me siento demasiado mal porque estés
así".
Harriet suspiró.
"Sé que te preocupas por mí. Gracias".
Podría haberse tomado mi regaño como una señal de que no confiaba en ella y me sentía dolida,
pero Harriet parecía optar por verlo de forma positiva.
"Aún así, estoy tratando de cambiar".
‘Quiero hacerme más fuerte.’
Eso incluye la fuerza física, pero yo pensaba que se trataba más de la mentalidad de cada uno.
Ellen pensaba que estaba mentalmente preparada pero no físicamente.
Harriet pensaba que no estaba preparada en ninguno de los dos aspectos.

Al final, tras numerosos acontecimientos e incidentes, tanto Ellen como Harriet cambiaron
significativamente. No fue un acontecimiento concreto, sino la acumulación de muchas
experiencias lo que sembró en ambas el deseo de hacerse más fuertes.
"Esta vez te lo demostraré", declaró Harriet con seguridad. Últimamente siempre parecía seria y
grave por diversos asuntos, pero parecía que hacía tiempo que no la veía sonreír de verdad.
"¿Puedo esperarlo?"
"No importa lo que esperes..."
Harriet sonrió.
"Será incluso mejor".
Dejándome con esas palabras, Harriet se puso en marcha.
Era difícil de creer, pero tenía la firme convicción de que no había falsedad en las palabras de
Harriet cuando dijo que me mostraría algo más allá de mis expectativas.
------
Entre las personas que conocía, había dos que habían avanzado hasta el Torneo Sin Restricciones.
Una era Harriet de Saint-Owan, que acababa de partir hacia el estadio.
La otra era, por supuesto, Olivia Lanze.
La razón por la que Ellen mencionó que podía ganar Miss Temple e incluso el Torneo Sin
Restricciones no era para provocar, sino porque ambas estaban participando realmente.
Después de la partida de Harriet, estaba en la puerta principal del dormitorio.
"Hmm, ¿me estabas esperando?"
"Bueno, sí."
"No me lo esperaba. Sorprendente".
Olivia salió del dormitorio, entrecerró los ojos y sonrió al verme.
"Por cierto, senior, no puedes usar el poder sagrado, ¿verdad?"
Sabía que Olivia confiaba en sus habilidades. Pero no sabía hasta qué punto.
Sin embargo, la mayor ventaja de Olivia era su poder sagrado.
Por supuesto, dado que había renunciado a su fe, Olivia no debería usar el poder sagrado,
independientemente de si podía o no. Ante mis palabras, Olivia sonrió.
"Cierto, no puedo arriesgarme a que me envíen a un juicio religioso".
"¿Irían tan lejos?"
"El uso no autorizado del poder sagrado está obviamente prohibido".
¿Podría confiar en ganar el torneo sin siquiera usar su poder sagrado, que era su fuerte? Por
supuesto, sólo con pasar a la ronda principal, sus habilidades ya estaban demostradas.
Ante mi pregunta, Olivia ladeó la cabeza y mostró una sutil sonrisa.
"¿Hmm? ¿Estás preocupado por mí?"
"Bueno, estoy seguro de que lo harás bien".
"Tsk."
Olivia sacó la lengua como si estuviera decepcionada.
A pesar de no poder usar su habilidad más importante, seguía confiando en sí misma. Me

preguntaba cuán hábil era Olivia.
Y había una cosa más por la que sentía curiosidad.
"Tengo una pregunta".
"¿Cuál es?"
"El año pasado no participaste en Miss Temple, ¿verdad? Ni en el torneo."
"El año pasado, no tuve tiempo ya que estaba ocupada con el trabajo voluntario, ¿verdad?"
"Y también dijiste que antes no te interesaba".
"Ah, sí, es verdad".
Olivia no era el tipo de persona que presumía. Antes de todo esto, siempre fue humilde, considerada
con los demás, e incluso se tomó voluntariamente un año sabático para prestar apoyo durante la
Guerra Mundial Demoníaca.
En cualquier caso, Olivia Lanze no era de las que presumían de sus logros. Nunca participó en el
concurso de Miss Temple ni en torneos por el estilo.
"¿Quieres saber por qué de repente he decidido participar en todo esto?"
"Sí, tengo curiosidad."
Aunque debía de oír constantemente sugerencias de la gente a su alrededor para que participara en
Miss Temple o en los torneos, me preguntaba por qué de repente había decidido participar en todos
ellos.
"Bueno... en realidad no es nada especial..."
Ante mi pregunta, la cara de Olivia se puso roja mientras se rascaba la mejilla con el dedo.
La razón por la que Olivia Lanze, que no tenía ningún interés en presumir de su belleza ni de su
poder, de repente se interesaba por ambas cosas me pareció bastante embarazosa. Con expresión
tímida, Olivia habló con cautela.
"Es... por el dinero..."
"¿Dinero?"
"Sí... Dinero."
¿Dinero? Olivia, que parecía aún más indiferente al dinero que a presumir, ¿decía que participaba
por dinero? Ella se rió torpemente con un ja-ja-ja.
Era algo...
Una expresión tonta e inocente.
Sentí como si estuviera viendo a la verdadera Olivia Lanze por primera vez en mucho tiempo.
Me recordaba a cuando nos conocimos. Incluso ante la inesperada petición de un estudiante de

primer año maleducado, Olivia accedió de buen grado y entabló conversación con sinceridad.
"En realidad, me desheredaron, ¿sabes? Aunque en realidad no fue culpa mía".
"Ah... cierto".
"Así que... ahora estoy arruinada..."
Ah.
Así que era eso.
Cuando era la hija del comandante de los Caballeros Templarios, debía vivir sin preocuparse por el
dinero.
Sin embargo, ahora que Riverrier Lanze había sido destituido de su cargo de comandante de los
Caballeros Sagrados y Olivia había sido repudiada, podría haber logrado escapar de varios
problemas de una forma u otra, pero aún se enfrentaba a un extraño problema.
En pocas palabras, no tenía ninguna fuente de ingresos.
Por eso participó en Miss Temple y en el torneo, que ofrecían una cantidad considerable de dinero
en premios.
Al fin y al cabo, todo se reducía a dinero.
El rostro de Olivia enrojeció al parecer avergonzada de decirlo.
Sin embargo, era bastante intrigante.
"Miss Temple proporciona una asignación mensual para mantener la dignidad."
Los estudiantes de la Clase Real reciben una asignación mensual con el pretexto de mantener su
dignidad.
Cuatro monedas de oro al mes.
Puede que no sea una gran cantidad para algunos, pero sigue siendo significativa.
Olivia no parecía interesada en lujos en absoluto. No llevaba joyas ni accesorios, y no parecía tener
aficiones caras.
¿No le bastaría con la asignación del templo?
Olivia se mordió ligeramente el labio.
"Sé que suena tonto y un poco a presumir, por eso no quería decirlo, pero..."
Olivia suspiró profundamente, mirándome con resignación.
"Llevo apadrinando personalmente un orfanato desde hace tiempo. Aunque haya renunciado a mi
fe, no significa que haya renunciado a esos niños. Mi padre solía darme bastante dinero de bolsillo,
así que no había problema, pero después de todo lo que ha pasado, no me atrevía a reducir la
cantidad del apadrinamiento. Esos sitios también tienen problemas económicos..."
"..."
"Así que ahora me he quedado sin dinero y estoy llegando a mis límites en varios aspectos. Por
eso..."
Podía entender por qué Olivia dudaba en hablar de ello.
Ella sabía que no podía evitar ser vista como una tonta por sus acciones.
No era un lugar que hubiera mantenido con el dinero que ella misma ganaba desde el principio.
Pero incluso en su difícil situación financiera actual, no podía reducir o detener el patrocinio. Por
eso necesitaba el dinero de los premios de los torneos y de Miss Temple, que de otro modo no le
habrían interesado.
Al fin y al cabo, no se trataba de pelearse con Ellen ni nada parecido, sino de dinero.
Los labios de Olivia temblaron, como si estuviera inventando una excusa.

"Bueno, no estoy tan desesperada..."
"¿Qué quieres decir con tan desesperada?"
"No soy como las que utilizan el dinero que reciben por unirse a un equipo como Shanafel como
fondos de patrocinio".
Una vez le había preguntado a Olivia por qué no podía vivir por sí misma.
¿Creía que me enfadaría si me contara la verdadera razón por la que necesitaba dinero?
"En realidad, lo consideré, pero después de hablar contigo la última vez, pensé que era ir demasiado
lejos... Creo que no está bien. Pero esto está bien, ¿no?"
Independientemente de cómo se utilice el dinero del premio, en última instancia pertenece a la

persona que lo ha ganado.
Los lugares que patrocina Olivia probablemente no son económicamente acomodados. No sé a

cuánto asciende su patrocinio, pero si esa cantidad disminuye, se verán inevitablemente afectados.
Al ver que no decía nada, Olivia sonrió débilmente.
"Supongo que es una tontería después de todo..."
Murmuró Olivia con expresión desinflada.
"Sí creo que es una tontería".
"..."
Ayudar a los demás sin poder cuidar de uno mismo es una tontería, ¿no?
Una vez lo pensé, y hasta cierto punto, todavía lo pienso.
"¿Pero eso lo convierte en algo malo?"
No hay razón para que alguien que no vive así menosprecie a alguien que sí lo hace.
Igual que yo vivo a mi manera.
Hay gente como Olivia que vive a su manera.
No lo sé y no puedo juzgar lo correcto o incorrecto de ello.
Al oír mis palabras, Olivia me miró con ojos muy abiertos y sorprendidos.
No es algo malo.
Nunca he dicho que sea algo bueno.

"Gracias, Reinhardt".
Pero Olivia sonrió alegremente, como si hubiera recibido algún tipo de estímulo. Cada vez que veía
la expresión genuina de Olivia, no la pretenciosa de siempre, sentía que me asfixiaba.
Olivia sonrió con picardía mientras me acariciaba suavemente la cabeza y luego me guiñó un ojo.
"Seguro que gano".
"No he dicho exactamente que debas ganar".
"¡No seas tan puntilloso! He captado la idea general".
Olivia salió corriendo rápidamente y desapareció en el dormitorio.
... Siempre estaba llena de energía, no importaba cuando la viera.
Por cierto, Olivia no participó en el torneo de quinto año.
Si el premio en metálico era su objetivo, también podría haber participado en ese torneo.
¿Pensó que no sería justo porque su oponente sería de quinto? Después de todo, técnicamente ha
cursado un año más. Ella no sería capaz de entrar en el torneo de sexto año.
Así que parecía que sólo participaba en el torneo sin restricciones.
Mientras veía a Olivia desaparecer en la distancia, me sentí aún más en conflicto.
Miss Temple y el torneo sin restricciones.
Olivia era la gran favorita para ganar ambos.
Y Harriet y Ellen, que participaban en esos eventos, eran relativamente más débiles.
Por lo tanto, dejando a un lado los sentimientos personales, estaba mentalmente a favor de Ellen y
Harriet. Sus combates eran tan obviamente unilaterales.
Sin embargo, Olivia estaba participando en ambos eventos no sólo por su interés, sino también
debido a un grave problema propio.
No sabía a quién apoyar.
Pero la situación financiera del orfanato era el problema.
Era algo que no podía entender.
No podía ser cierto...
"Ah, disculpa."
Después de que Olivia se fuera, estaba a punto de volver al dormitorio cuando alguien me llamó.
Era una senior que no conocía.
"¿Sí?"
"¿Eres Reinhardt?"
"Sí, pero..."
Era una alumna de clase alta de aspecto amable. Me llamó, pero no me miraba a mí, sino a lo lejos.
Más concretamente, miraba en la dirección en la que Olivia había desaparecido.
"¿De qué hablaste con Olivia?"
"Bueno, no fue nada especial".
¿Quién es esta persona?
"¿Es así?"
El estudiante de último curso que tenía delante empezó a mirarme fijamente.
No sentí ninguna hostilidad de su mirada.
¿Cómo decirlo?
Sentí una sensación extraña, como si me recorrieran escalofríos por la espalda. Su sonrisa no
parecía genuina.
"Entonces, ¿quién eres?"
"Oh, no me he presentado".
La alumna extendió la mano.
"Soy Schmidt. Lydia Schmidt. Sexto curso".
"Ah, ya veo."
Estreché su mano extendida.
Su apariencia era amable, pero tan pronto como tomé su mano, lo sentí.
No era una persona corriente.
Por alguna razón, me sentí incómodo y miré fijamente a la alumna.
"¿Qué asuntos tienes conmigo?"

"Ah, no, Reinhardt. No tengo nada que ver contigo".
El misterioso alumno me mostró una sutil sonrisa.
"Todavía no".
¿Qué está pasando?
Dejando atrás esas palabras extrañamente escalofriantes, la misteriosa alumna se alejó lentamente
de mí.
Capítulo 307
Al final no pude averiguar nada sobre la persona, aparte de su nombre.
Lydia Schmitt.
Era de las que infravaloran a los demás. Estaba claro que era diferente de Bertus o Charlotte, pero
no podía explicar con precisión qué los diferenciaba.
El torneo sin restricciones iba a comenzar.
Harriet estaba en el Grupo C del torneo principal.
Olivia también estaba en el Grupo C.
Como de todos modos iban a proceder con los partidos de los 32 primeros, parecía necesario llegar
temprano para ver los partidos de Harriet.
Harriet era la única de primer año en la Clase Real, por lo que podría haber algunos que no se
molestaran en ver los partidos de la Clase B, pero sorprendentemente, todos acudieron al estadio.
Aunque no estuvieran especialmente unidos a Harriet, parecían curiosos por el hecho de que una
estudiante de primer año, sobre todo de magia, participara en el Torneo sin restricciones. Y, después
de todo, era su compañera de clase, así que parecían querer animarla.
Era fascinante que compartieran un sentimiento de camaradería como compañeros de clase, aunque
hubiera una jerarquía entre las clases A y B.
Excepto Ellen y Cliffman, que participarían mañana en los concursos, y Bertus, que no estaba en el
dormitorio, todos los de primer año se dirigían al estadio.
"Huuu..."
"..."
"Haah..."
"..."
"Ah..."
¡Fizzle!
"¡Hey! ¿Por qué sigues suspirando tan siniestramente?"
Como yo seguía soltando profundos suspiros mientras caminaba, Liana, con las sienes palpitantes,
me gritó. Todos nos miraron por eso, pero no me importó.
"¿No estás preocupada? Nuestra chica está a punto de enfrentarse a formidables mayores".
¡Eso es! ¡Nuestra chica ha entrado en la guarida del tigre!
En la sala de espera ni siquiera habría otros de primer año. ¿Qué pasaría si algún pez gordo se
peleara con Harriet y le dijera: "Eh, guapa novata, ¿qué haces aquí? Este no es un lugar para que las
niñas se luzcan', ¿podría soportarlo?
En serio, ¿y si hay alguien como yo, que empieza una pelea de la nada?
"¿Es Harriet una niña?"
"¿No lo es?"
"..."
"..."
Ah.
Éramos compañeros de clase, después de todo.
Aún así.
No pude evitar preocuparme. No importaba cuánto me asegurara que estaría bien...
"Haah..."
Dejé escapar otro suspiro. Liana me miró con el ceño fruncido, suspirando una y otra vez sin una
buena razón.
"¿Vas a seguir maldiciéndola con mala suerte?"
"...¿Maldecir?"
Ante la mención de "maldecir", el distraído Dettomorian, que nos había estado siguiendo, se asomó.
"Bueno, no exactamente una maldición, pero tal vez un simple hechizo para atraer buena energía..."
"Detto. Si eso funciona... ¿no se consideraría hacer trampa...?"
"Es así..."
"Si, no hagamos eso."
"De acuerdo..."
Charlotte detuvo a Dettomorian de hacer lo que fuera que estaba planeando.

A juzgar por la expresión de Charlotte, el problema no era hacer trampas, sino la posibilidad de
efectos secundarios si Dettomorian hacía algo.
"No te preocupes, Reinhardt".
Al ver mi continua ansiedad, Ellen habló en voz baja desde mi lado.
"Harriet lo hará bien".
"¿En qué te basas?"
"Sólo un presentimiento".
Ellen no sonreía ni fruncía el ceño.
Sólo lucía su expresión habitual, un poco llana y regordeta.
"Creo que le irá bien".
Creo.
Por alguna razón, aquella expresión me resultaba familiar.
El duque de Saint Owan había dicho que su hija poseía el mayor talento mágico de la historia de la
humanidad, y que fácilmente podría lograr cosas que asombrarían al mundo. Eso había dicho.
Y sin embargo, aquí estaba yo, suspirando pesadamente ante la idea de que participara en un torneo
lleno de seniors.
Aunque no debería haber dudado de que haría algo asombroso, algo digno de presumir.
Me pregunto si así se sintió el duque de Saint Owan cuando se enteró de los proyectos del club de
investigación mágica.
Cuando alguien es importante para ti, todo lo que hace te parece inadecuado, y acabas descartando
como imposibles cosas que debería poder hacer por culpa de tus preocupaciones.
Harriet se siente inadecuada.
¿Pero es porque la valoro mucho?
¿Es porque quiero evitar que le hagan daño?
No soy su padre.
Sin embargo, pensar en ella de esa manera sería, en última instancia, una falta de respeto a Harriet.
Aún así... nuestra idiota...
¿Y si sufre una derrota aplastante en su primer partido?

¿Cómo puedo no preocuparme?
No es fácil cambiar mi mentalidad.
A estas alturas, es una enfermedad.
"Está bien, Reinhardt. Lo hará bien".
Esta vez, no fue Ellen sino Louis Ancton quien pronunció esas palabras.
Naturalmente, los miembros del club de investigación mágica también estaban presentes para ver el
partido de Harriet, y la senior Redina no era una excepción.
Ninguno de ellos parecía demasiado preocupado, lo cual era extraño.
"¡Ey, Reinhardt! Deja de preocuparte por cosas inútiles y prepárate para la sorpresa".
Redina se tapó la boca y soltó una risita.
¿Tenían algún tipo de arma secreta?
Parecía que los miembros del club de investigación mágica se habían puesto manos a la obra para
preparar algo para el torneo de Harriet.
------
En los torneos por grados, el menos interesante era naturalmente el de primer año, ya que su nivel
de habilidad era el más bajo.
En cambio, el torneo de sexto año era el más interesante. Sin embargo, a medida que los alumnos
avanzaban de curso, se daban muchos casos en los que los juniors eran más fuertes que los seniors.
Por eso existe el torneo sin restricciones.
Desde el enfrentamiento entre los ganadores de los torneos por cursos hasta el torneo sin
restricciones, en el que podían competir alumnos de cualquier curso, se convirtió en el punto
culminante del festival.
Aunque muchos ganadores del torneo de sexto año pasaron al torneo Sin restricciones y ganaron,
también hubo muchos que no lo hicieron.
Por eso era sin duda el mayor evento del festival.
Pronto.
Sería el escenario para determinar a los más fuertes del Templo.
Por supuesto, esto estaba limitado a los participantes.

-¡Wowwwwwwww!
Las expectativas y los vítores de la multitud eran incomparables a los del torneo de primer año.
La gente entraba en tropel, llenando todos los asientos.
"Ugh, es tan ruidoso".
La voz de Liana vino de detrás de mí.
Un número considerable de asientos de clase real estaban ocupados.
Habría otros participantes de clase real además de Olivia Lanze y Harriet. Aunque los vítores eran
tan fuertes que los demás no podían distinguir las voces, yo podía diferenciar el murmullo de la
gente mejorando y enfocando mi oído.
‘¿Quién ganará?’
‘¿Quizá Lydia?’
‘No, he oído que Olivia también participa.’
‘Ah... ¿En serio? Pero, nunca la he visto luchar. ¿No es su especialidad el poder divino?’
‘Su especialidad es esa, pero... he oído que también es increíblemente buena en combate cuerpo a
cuerpo.’
‘¿Ah, sí? ¿Quién dijo eso?’
‘¿Hmm? Yo también lo escuché de alguien... ¿Quién fue?’
La mayoría de los murmullos de la gente a nuestro alrededor eran sobre Olivia. También había
estudiantes de quinto año que vinieron a ver el partido de Olivia, entre ellos la presidenta del
consejo estudiantil de la Clase Real, Ceres Van Owen y miembros del club religioso Grace. Debido
a la multitud, sólo intercambiamos miradas.
"..."
Desde que Saviolin Turner reconoció que Olivia era la más fuerte de la próxima generación, su
nivel de habilidad se podía adivinar sin verla.
Charlotte estaba sentada a mi derecha.
A su derecha estaba Saviolin Turner, la maestra supervisora y guardaespaldas de Charlotte.
Olivia no paraba de decir que era buena luchando.
Y también decía que odiaba la violencia.
Sé que ambas cosas son ciertas. Por eso la mayoría de la audiencia de la clase real hablaba de las
habilidades de Olivia.
Pero lo importante es que casi nadie ha visto a Olivia en acción.
Hay muchos rumores sobre lo increíble que es, pero como no tiene una personalidad llamativa,
parece que nadie la ha visto realmente en acción.
Había mucha gente que decía que era genial y asombrosa, pero nadie decía haberla visto en persona.
"¿Es esa persona, Olivia, realmente tan asombrosa, Lady Turner?"
Sentada a mi lado, Charlotte susurró a Saviolin Turner.
A Charlotte parecían molestarle los murmullos que oía en los alrededores.
"Debería llamarme maestra ahora, Su Alteza".
¿Por qué esta persona es tan sensible acerca de su título?
"...Si ese es el caso, ¿no deberías tratarme como a una estudiante del templo en primer lugar?"
"...No puedo hacer eso. ¿Cómo podría cometer semejante falta de respeto?"
"Vaya, ¿Así que tratas de irrespetuoso a todo el que me llama Charlotte y me trata de igual a igual?"
"No es eso. El Templo tiene sus propias reglas, así que debo seguirlas..."
'No, si lo digo así, ya que soy la maestra supervisora, debería llamarla Charlotte de acuerdo a las
reglas, ¿verdad?'
'Auto contradictorio, ¿eh?'
'Cometí un error en mis palabras'.
'¿Qué debo hacer?'
¿Por qué siento que puedo leer sus pensamientos sin siquiera mirarla a la cara? ¿Es una ilusión?
'Cambiemos de tema.'
"Um. Olivia Lanze es una excelente estudiante. Destaca especialmente entre la clase real de gran
talento del templo de la que se espera un futuro prometedor."
"Ahh. ¿Hasta qué punto?"
"Hmm".
Saviolin Turner se cruzó de brazos y observó la arena, que aún no había comenzado la competición.
"Si hay estudiantes incluso ligeramente por debajo del nivel de Olivia, me sorprendería bastante".
"Hmm, Lady Turner... Quiero decir, Maestra, ¿cómo sabes de Olivia Lanze?"
"Principalmente de mi junior, Ephinhauser. Que yo sepa, Olivia Lanze no ha tomado ningún curso
de combate cuerpo a cuerpo desde su tercer año."
Comprendí por qué la mayoría de los alumnos hablaban de las increíbles habilidades de Olivia, pero
en realidad nunca las habían visto. No había razón para que demostrara sus habilidades en clase.
"¿Por qué no?"
"Dijo que no quería aprender más técnicas para herir a la gente".
"...Interesante."
"Ephinhauser me dijo que Olivia ya estaba en un nivel en el que no necesitaba aprender más en ese
momento."
"...Ah."
Charlotte parecía estupefacta.
"¿Así que en el momento en que dijo que no quería aprender más, ya había aprendido lo suficiente
como para no tener nada más que aprender?"
"...En cierto modo, sí".
¡No quiero aprender más técnicas para hacer daño a la gente! (No queda nada por aprender)
Es todo un personaje.
De todas formas, después de eso, Olivia no había hecho ningún curso práctico ni había participado
en competiciones.
"Por supuesto, tampoco he visto sus habilidades de primera mano".
Incluso Saviolin Turner sólo había oído todo de Ephinhauser.
"Entonces, ¿son sólo rumores?"
En eso, Saviolin Turner sacudió la cabeza.
"Hmm, no hay posibilidad de que sea sólo un rumor sin fundamento".
"¿Por qué no?"
"Sí. ¿No sabes que Olivia Lanze fue a la línea de apoyo de retaguardia durante la Guerra del
Demonio?"
"He oído que lo hizo. Para tratar a los soldados heridos y apoyo médico..."
"Su Alteza."
Saviolin Turner miró a Charlotte.
Ella no había participado en la Guerra Mundial Demonio. Más bien, ella no podía.
Pero ella debe haber conocido los detalles de la guerra.
"Durante ese tiempo, cuando cada mano era preciosa, ¿crees que una poderosa fuerza divina como
Olivia Lanze sólo habría hecho eso?"
"...De ninguna manera, ¿fue enviada al frente de batalla?"
"Por supuesto, de acuerdo con sus deseos, no fue desplegada en primera línea. Sin embargo, en la
retaguardia ocurren todo tipo de cosas. Por ejemplo, incursiones repentinas del ejército del Rey
Demonio".
Era lo mismo para mí y para todos en el templo.
Habíamos sido demasiado ingenuos.
Era una guerra, pero todos pensaban que Olivia, que había ido a la retaguardia de apoyo, se había
limitado a atender a la gente y a cuidar de los heridos.
Justo como su apodo, la Santa Doncella de Eredian.
Todos supusieron que había regresado tras realizar tareas sagradas como un ángel de curación.
"No entraré en detalles, ya que no es algo agradable de oír".
Saviolin Turner habló mientras contemplaba la arena, donde el primer combate estaba a punto de
comenzar.
"Olivia Lanze se enfrentó a numerosas situaciones peligrosas en lugares inseguros y regresó con
vida".
"..."
Olivia no era una delicada flor criada en un invernadero.
Había vivido una guerra de verdad y había sobrevivido.
Quizá por eso llegó a odiar aún más la violencia.
No debe haber sido un recuerdo agradable para Olivia. Por eso dijo que había ido a prestar servicio
y nada más.
"En esa región, a Olivia Lanze no la llamaban santa, sino dios de la muerte".
En el campo de batalla donde Olivia fue a salvar a la gente, mató a innumerables soldados del
ejército del Rey Demonio.
Por eso, incluso sus aliados la temían y la llamaban el dios de la muerte.
Había pensado que a Olivia no le gustaría especialmente el apodo de Doncella Sagrada de Eredian.
De hecho, tenía otro apodo que sin duda le desagradaría aún más.
Capítulo 308
El Torneo Sin Restricción estaba a un nivel diferente en comparación con el torneo de primer año
que había experimentado.
No sólo había un número significativo de participantes de la Clase Real o de la antigua Clase Orbis,
sino que incluso los de las clases generales poseían habilidades que no podían despreciarse.
En primer lugar, todos los participantes de combate cuerpo a cuerpo que llegaron a la final habían
despertado su Fortalecimiento del Cuerpo Mágico.
Aunque había mucha gente que no podía despertar su Fortalecimiento del Cuerpo Mágico hasta que
se graduaban, eso significaba que todavía había algunos que lo habían conseguido.
Era una competición para determinar quién era la persona más fuerte del templo, así que tener
Fortalecimiento del Cuerpo Mágico era un requisito básico.
También podía darse el caso de que se organizaran los emparejamientos para evitar que aquellos
con habilidades cercanas a las de los candidatos ganadores fueran eliminados en las preliminares.
Mientras observaba el partido del Grupo A, vi a la misteriosa estudiante de último curso que me
había hablado antes delante del dormitorio.
"¡Clase Real 6º año, Lydia Schmitt!"
Ella también participaba en el torneo.
Parecía que era una de las candidatas ganadoras mencionadas antes de que saliera el nombre de
Olivia.
¿Era consciente de su competencia? Si Olivia no participaba, su victoria estaría casi garantizada,

pero la repentina participación de Olivia hacía que ganar fuera más difícil. ¿Era resentimiento?
Olivia debería haber sido alumna de 6º curso, tras haberse tomado un año sabático.
Eso significaba que Olivia y Lydia Schmitt habían pasado mucho tiempo juntas en el templo.
Pero el extraño comportamiento de Olivia sólo comenzó recientemente. No podía imaginarla

teniendo una mala relación con nadie.
Clase Real 6º año, B-2 Lydia Schmitt.
Independientemente de lo que estuviera pensando, lo importante era su tremenda habilidad.
Lo había sentido cuando nos dimos la mano, pero verlo con mis propios ojos era aún más
extraordinario.
"...Increíble."
"Desde luego".
Después de ver el combate principal de Lydia Schmitt, Ellen y yo no pudimos evitar decirlo.
Una paladín. Ella era un monstruo que podía usar simultáneamente el poder divino y el
Fortalecimiento Mágico del Cuerpo.
Los competidores en los combates que siguieron a su limpia victoria también tenían habilidades
asombrosas, tanto si ganaban como si perdían.
Aunque yo gané el campeonato de primer año, estaba claro que no podía hacerles sombra. No es
que estuviera demasiado orgulloso de mi victoria, pero al ver las habilidades de los mayores me di
cuenta de lo mucho que me quedaba por hacer.
No estaba seguro de Ellen, pero a mí aún me quedaba mucho camino por recorrer.
El público también estaba entusiasmado, viendo a los alumnos intercambiar feroces golpes con su
activo de Fortalecimiento del Cuerpo Mágico.
Charlotte parecía poco interesada en este tipo de cosas, pero estaba concentrada mientras escuchaba
el comentario de Saviolin Turner a su lado.
Escucharlo desde la distancia era bastante útil.
Ella predecía quién ganaría o decía cosas como: "viendo sus acciones en esta situación, parece que
el resultado ya está claro". Casi todas las palabras de Saviolin Turner resultaron ser correctas.
Por supuesto, también estaban los que no tenían ningún interés.
"Adelia, despiértame cuando llegue el turno de Harriet".
"¿Eh? Oh... Sí."
Liana apoyó la cabeza en el muslo de Adelia, que estaba sentada a su lado.
El orden era yo, Ellen, Liana y Adelia. Entonces, Liana recostó su cabeza en el regazo de Adelia
mientras colocaba sus piernas sobre las de Ellen.
Ellen parecía indiferente, pero yo no podía mantener la calma.
"¿Quieres montar una escena llevando falda?"
"Llevo pantalones cortos debajo, así que no importa".
Liana, todavía tumbada, trató de alcanzar el dobladillo de su falda como si no importara.
¿Qué demonios estaba tratando de hacer?

-¡Golpe!
"¡Ay!"
"..."
Cuando Liana intentó hacerlo, la antes tranquila Ellen abofeteó el muslo de Liana con un sonido de
bofetada.
"Quédate quieta."
"Eh, vale..."
Ellen miró fijamente a Liana, y Liana asintió con la cabeza con expresión nerviosa mientras se
tumbaba.
Ellen parecía preocupada de que Liana pudiera causar problemas, así que sujetó firmemente la falda
de Liana.
-¡Boom! ¡Crash!
Mientras tanto, dos estudiantes luchaban ferozmente entre sí.
No era difícil de seguir con mis ojos, pero la lucha entre estos monstruos parecía incierta incluso si
yo mismo estuviera allí.
Ahora, Harriet tiene que enfrentarse a estos oponentes.
¿Cómo va a manejarlos cuando incluso yo me siento inseguro?
Nuestra querida y densa amiga...
Puedes hacerlo, ¿verdad?
¡Me siento tan ansioso que estoy perdiendo la cabeza!
-Tap tap tap tap
"Deja de sacudir la pierna".
Ellen finalmente tuvo que decirme algo.
No podía evitar sentirme ansioso.
-Suspiro...
En algún lugar se oyó un suspiro notablemente parecido al mío.
De repente me concentré en el sonido del suspiro, no por ninguna razón en particular.

Se sentía increíblemente similar al mío y algo...
Familiar.
-Cariño, para, por favor.
-¿No estás tú también preocupada?
-Nuestra hija se las arreglará muy bien.
El Duque y la Duquesa de Saint-Owan estaban sentados uno al lado del otro.
Teniendo en cuenta que era época de festivales, no era raro que el duque y la duquesa de Saint-
Owan visitaran el templo. Además, como Harriet participaba en el Torneo Sin Restricciones, era
normal que vinieran a verla.
Nuestros asientos no estaban muy cerca, así que no parecía que el duque de Saint-Owan me hubiera
reconocido.
Sin embargo, parecía que el duque y yo compartíamos los mismos pensamientos.
Dado mi estado, era natural que la gente a mi alrededor encontrara mi comportamiento mentalmente
agotador.
Pero... ¿debía ir a saludarles?
El último malentendido parecía haberse resuelto.
Sería extraño no saludar a los padres de mi amiga cuando claramente los he visto, ¿verdad?
Pero desviarme de mi camino para saludarles también me parece raro.
¿Qué hago?
Lo pensaré cuando esto termine.
En cualquier caso, tener un compañero que comparte la misma ansiedad me hace sentir algo mejor.
------
Ronda Principal del Torneo Sin Restricciones, Grupo C, Tercer Partido.
Este era el primer partido de Harriet.
-¡La única participante entre los de primer año, y la única especializada en magia en este torneo!
Clase Real 1er año, estudiante A-4, ¡Harriet de Saint-Owan!
Harriet, que no llevaba el uniforme escolar, sino un traje de manga larga con el que parecía más
fácil moverse, se quedó quieta.
Estudiante de primer curso, y especialización en magia.
Incluso los que no la conocían bien ya comprendían que estaba en desventaja.
Naturalmente, no sólo los alumnos de primer año de la Clase Real, sino también Liana, que había
estado tumbada, se sentaron y observaron la arena.
Su oponente era Aisa Shelkin, de cuarto año de la clase Elnore.
Aunque no sabía quién era, como todos los concursantes de la ronda principal del torneo Sin
Restricciones, podía usar Fortalecimiento Corporal Mágico.
Se presentó como una estudiante de clase normal, pero había muchas posibilidades de que se
hubiera transferido de la clase Orbis.
Su arma era una espada.
Como estudiante de magia, Harriet no tenía armas.
El Torneo Sin Restricciones comienza con una ronda de 36 al mejor de cinco.
La tensión era visible en el rostro de Harriet. Sería la primera vez que luchaba contra alguien
delante de tanta gente.
¿Fallaría al lanzar sus hechizos?
Con la breve introducción del locutor, comenzó el primer set.
¿Qué nos mostraría Harriet? Potencié mi vista y mi oído para comprender mejor la situación.
Aisa Shelkin miraba a Harriet en silencio.
"No sé cómo una estudiante de magia, sobre todo de primer año, ha llegado a la ronda principal..."
La estudiante de cuarto año habló en voz baja, con su espada apuntando a Harriet.
"Tu suerte se acaba ahora, junior".
Harriet no respondió.
La clave para dominar a un comandante mágico era una victoria rápida y decisiva.
No darles la oportunidad de atacar. El cuerpo de Aisa Shelkin emitió un débil resplandor azul.
Fortalecimiento del Cuerpo Mágico.
-¡Thud!
Al mismo tiempo, hizo una carga de una fracción de segundo. Como el viento, la figura de Aisa
Shelkin se acercó a Harriet.
En respuesta a la carga, Harriet extendió la mano.
-¡Crash!
La embestida de Aisa Shelkin fue bloqueada por una barrera azul que se extendió desde la mano de
Harriet.
Se suponía que era un hechizo de protección. Tal vez ella lo había pre-lanzado.
Pero los hechizos protectores no podían durar eternamente.
Aisa Shelkin parecía saberlo mientras golpeaba repetidamente la barrera de Harriet.
-¡Bang! ¡Crash! ¡Clang!
Fuertes golpes que llevaban el poder del Fortalecimiento del Cuerpo Mágico. La defensa por sí sola
no sería suficiente.
La luz azul del hechizo de protección ya se estaba desvaneciendo, aparentemente alcanzando su

límite.
Todos observábamos la escena en silencio. Incluso Saviolin Turner parecía retener el juicio mientras
observaba la situación.
-¡Crash!
El hechizo de protección desapareció con el golpe de Aisa Shelkin, y aprovechando la oportunidad,

volvió a arremeter con su espada.
¿Aún no estaba listo el siguiente hechizo de protección?
En ese momento, cuando parecía que permitiría un ataque.
-¡Whoosh!
La figura de Harriet desapareció.
"!"
En un instante, Aisa Shelkin perdió de vista a su objetivo y blandió su espada contra el aire vacío.
Ella no podía verlo, pero el público sí.
En el lado opuesto de la arena, estaba Harriet de Saint-Owan.
Magia de teletransporte espacial de corto alcance, Blink.
"Los Magos de Batalla deben dominar esa magia al menos."

En cuanto Saviolin Turner terminó su breve comentario, la mirada de Aisa Shelkin se desvió hacia
Harriet, que había puesto cierta distancia entre ellas.
Sin embargo.
-¡Zap!
Un destello azul de la mano derecha de Harriet golpeó el cuerpo de Aisa Shelkin.
-¡Argh!
Gracias a su defensa de Fortalecimiento del Cuerpo Mágico o a su suficiente entrenamiento

antimágico, Aisa Shelkin hizo una mueca de dolor, pero no cayó.
Sin embargo, no pudo escapar fácilmente del impacto del rayo.
En ese breve momento.
-¡Roar!
Una bola de fuego carmesí ardió por encima del hombro derecho de Harriet. Una Bola de Fuego fue
disparada hacia Aisa Shelkin tan pronto como fue lanzada.
-¡Boom!
Incluso antes de que la explosión de la Bola de Fuego amainara, fui testigo de un espectáculo
increíble.
Tan pronto como la Bola de Fuego golpeó, otra Bola de Fuego ya se estaba formando en el lado
izquierdo de Harriet y fue disparada.
-¡Bang!
Otra bola de fuego fue disparada hacia Aisa Shelkin, que una vez más se vio envuelta en una
explosión y un rugido.
Extraño.
Saviolin Turner también entrecerraba los ojos ante el espectáculo.
"Su velocidad de lanzamiento... Es muy rápida".
La gente estaba sintiendo la excepcionalmente rápida velocidad de lanzamiento mágico de Harriet.
Como para no dar a su oponente ninguna oportunidad de escapar, Harriet golpeó a Aisa Shelkin con
tres Bolas de Fuego consecutivas.
¿Era ya su límite?
Tras el impacto de la tercera bola de fuego, Aisa Shelkin fue recuperada con la luz de un Artefacto
de Recuperación.
"¡El primer set! ¡Gana la novata Harriet de Saint-Owan!"
¿Qué demonios acababa de pasar?
¿Qué demonios había hecho y cómo lo había hecho?
Harriet me encontró entre los numerosos espectadores y me miró fijamente.
Como si supusiera que yo podía oírla con naturalidad. Me dijo,
"¿No te lo dije?"
No sabía lo que había hecho ni cómo lo había hecho.
Pero podía decir que este talento anormal estaba empezando a causar algunos acontecimientos
anormales.
"¡Woah!"
El público, embriagado por el poder destructivo y el brillo de la magia, rugió con vítores.
No sabía lo que había hecho, pero si podía hacer tanto, estaba claro que yo ya no era rival para
Harriet.
Sonreí a Harriet.
Un ratón se había preocupado por el gato.
Pero no era una sensación tan mala.
-¿No te lo había dicho? Le iría bien sola.
-Bueno, sabía que esto pasaría, por supuesto.
"..."
Durante ese tiempo, el Gran Duque Saint-Owan ya había cambiado su postura.

Capítulo 309
El resultado fue un 3-0, una victoria completa para Harriet.
Su oponente, Aisa Shelkin, tenía una expresión de desconcierto.
Había sido completamente derrotada por una maga.
No podía ser de otra manera.
La debilidad de la magia era el lanzamiento. Pero ante la anormalmente rápida velocidad de

lanzamiento de Harriet, Aisa Shelkin sólo podía ser siempre un poco más lenta.
Por supuesto, Harriet no poseía la habilidad Sin Casteo, pero su velocidad de casteo
extremadamente rápida le permitía jugar con los combatientes cuerpo a cuerpo como si fuera un
mero juego.
El talento de Redina era inconcebible.
Con una cantidad suficiente de maná, como Harriet, una mayor velocidad de lanzamiento por sí sola
podría abrumar a los comandantes de combate sin ninguna estrategia. Si se eliminara por completo
el lanzamiento, no habría tiempo para recuperar el aliento antes de ser apaleados.
Los espectadores se limitaban a vitorear, pero los que habían estado observando sólo podían estar
perplejos.
Las capacidades de Harriet ya eran bastante extrañas.
Lo mismo ocurría con Saviolin Turner, que había estado observando cada combate y haciendo
diversos comentarios.
"La magia requiere lanzamiento".
"Cierto. Es de sentido común".
Ante la respuesta de Charlotte, Saviolin Turner negó con la cabeza. Ella también parecía encontrar
la situación un tanto peculiar.
"Sin embargo, los magos de batalla de alto nivel pueden usar la magia casi instantáneamente, sin el
proceso computacional del lanzamiento".
"Sí, eso también debe ser cierto".
"Parece que Harriet de Saint-Owan está demostrando una velocidad de lanzamiento al nivel de un
mago de batalla experto".
La expresión de Saviolin Turner reveló pensamientos de casi certeza de que "tal cosa no podría ser
posible".
Desde la perspectiva de Saviolin Turner, un mago de batalla experto no era alguien de un nivel
casual, sino alguien que se había perfeccionado a fondo en situaciones de combate reales.
Una velocidad de lanzamiento al nivel de un mago de batalla con al menos 10 años de experiencia.
¿Sería posible?
"Entre los innumerables magos, sólo los magos de batalla se centran en los lanzamientos múltiples
o en los lanzamientos en cadena. No hay ninguna razón real para que otros tipos de magos tengan
velocidades de lanzamiento rápidas. En su lugar, buscan la precisión... Pero, ¿qué razón podría
haber para dedicar tiempo a esa técnica...?"
La velocidad de casteo era impresionante, pero en última instancia, se limitaba a los magos de
batalla. Los magos que hacían del combate su profesión eran despreciados por los demás magos.
El lanzamiento rápido era una habilidad que sólo necesitaban los magos que luchaban para ganarse
la vida.
A Saviolin Turner le resultaba difícil entender por qué la joven del ducado de Saint-Owan dominaba
una habilidad reservada a los magos de combate.
Harriet deseaba poseer poder real. Por eso dedicó su tiempo a aprender una habilidad que tenía poca
relación con su noble cuna.
Por supuesto, ni Saviolin Turner ni yo podíamos entender del todo cómo era posible algo así con
sólo dedicarle tiempo.
¿Qué demonios había ocurrido en la Sociedad de Investigación Mágica?
Adelia mostró una sonrisa preocupada al encontrarse con mi mirada.
"Harriet de Saint-Owan parece bastante prometedora".
Al final, parecía que Harriet había adquirido considerables habilidades de combate, al contrario de
lo que yo esperaba.
Ellen había dicho que Harriet lo haría bien.
No estaba seguro de si ella sabía que resultaría así, pero Ellen no parecía particularmente
sorprendida.
------
Mientras se disputaban los partidos de la ronda de 32, acabé dándome cuenta de que Harriet había
desarrollado unas habilidades formidables, contrariamente a lo que me preocupaba. Era innegable
que Harriet había adquirido la habilidad necesaria para conseguir la victoria en la ronda preliminar
del Torneo sin restricciones y asegurarse un puesto en la competición principal.
A medida que se desarrollaban los partidos de la ronda de 32 del Grupo C, por fin llegó el momento
que todo el mundo había estado esperando.
Clase Real, 5º año, Olivia Lanze.
Desde el principio, Olivia era muy conocida, y había gente que la reconoció y vitoreó. La reacción
de la Clase Real también era intensa.
El locutor hizo una presentación detallada de Olivia. Aunque hubo algunos comentarios
embarazosos, Olivia se quedó quieta con una leve sonrisa en la cara.
Sin embargo, había un problema.
Había abandonado su fe.
Pero aún podía usar su poder divino, y a un nivel extraordinariamente potente.
Sin embargo, si ella fuera a utilizar su poder divino en este torneo después de renunciar a su fe, que
plantearía un problema.
Para evitar cualquier reacción, tendría que luchar sin usar su poder divino.
Su oponente era un estudiante de 5º curso.
Aunque fue presentado como un miembro de una clase general, parecía ser de la clase Orbis. Olivia
parecía conocer a su oponente, y como la Clase Real y la Clase Orbis tenían bastantes conexiones,
no era demasiado extraño que se conocieran.
Olivia no miró en mi dirección.
Todos sentían curiosidad por conocer el alcance de las habilidades de Olivia, y era la primera vez
que Saviolin Turner vería sus habilidades en persona.
"¡Ahora, comenzaremos el partido final del Grupo C!"
Con la declaración del comienzo.
Tenía curiosidad por ver cómo se desenvolvería Olivia Lanze sin usar su poder divino.
Su oponente estaba armado con una lanza.
Olivia no tenía armas.
El cuerpo de su oponente estaba envuelto en mana azul.
Olivia miró a su oponente con una expresión sonriente.
"Lo siento por el público".
Las palabras de Olivia llegaron a mis oídos.

"Mi partido puede ser un poco, aburrido".
"Ooooh"
El cuerpo de Olivia estaba envuelto en mana que parecía arder azul.
Había adivinado que Olivia podía usar el Fortalecimiento del Cuerpo Mágico. Sin usar ni una pizca
de poder divino, la desarmada Olivia se movió.
No, sólo podía decir que se movía; ni siquiera podía seguir sus movimientos con la mirada.
-¡Zzuzz!
-¡Kuh...ack!
Al momento siguiente, Olivia ya había asestado un puñetazo en el abdomen de su oponente.
La enorme fuerza detrás de ese golpe envió a su oponente volando por los aires, mucho más allá de
los límites de la arena.
Incluso con el Fortalecimiento del Cuerpo Mágico, el poder destructivo de sus puños desnudos era
increíble.
"Ah, ¿me he pasado?"
El primer set terminó en un abrir y cerrar de ojos.
Una poderosa contendiente al campeonato.
No, a ese nivel, podría ser la única aspirante a la victoria.
Ellen y yo nos quedamos mirando sin comprender a Olivia, que había mandado a volar a su
oponente, mejorada con el mismo poder mágico que ella.
Tenía que luchar sin poder divino.
Incluso en ese estado, parecía que no había nadie que pudiera enfrentarse a Olivia.
El apodo dado a tal persona era la Doncella Sagrada de Eredian.
¿No deberían haberla llamado la más fuerte del Templo?
------
Una vez concluidos todos los combates de la ronda de 32.
Se hizo un breve descanso, y los encuentros de la ronda de 16 estaban a punto de comenzar.
Al igual que en el torneo de primer año, los ganadores de cada grupo se enfrentarían a las
semifinales y finales al día siguiente.
Así pues, si Harriet gana este partido y el siguiente, podrá disputar la final.
Sin embargo, el objetivo de Harriet no es la final.
En la sala de espera para los concursantes.
Harriet se sentó tranquilamente en el sofá. Quería ir a una habitación y ordenar sus pensamientos a
solas, pero pensó que sería mejor analizar a sus posibles oponentes de antemano.
"Harriet, ¿verdad? Eres increíble. Nos veremos en el próximo partido, así que estoy deseando que
llegue".
"Ah... Sí."
Había algunas personas nerviosas, pero la mujer mayor que se enfrentaría a ella en el próximo
partido parecía alegre. Una casi graduada de la clase real, era conocida como su poder sobrenatural
en lugar de su combate cuerpo a cuerpo.
Su habilidad sobrenatural era el viento.
Dominaba fácilmente a sus oponentes haciéndoles volar con la presión del aire y haciéndoles perder
al abandonar el ring.
Harriet estaba pensando en cómo lidiar con esto.
"¿Quieres un poco de esto? Está delicioso".
"Ah, no... Estoy bien."
La chica se sentó a su lado y murmuró varias cosas.
"¿Pero qué debo hacer si mi viento es bloqueado por tu protección? En realidad no sé luchar tan
bien".
Parecía que ya había aceptado su derrota. Ella confiaba en crear un ring-out con su viento, pero su
oponente, Harriet, sabía cómo usar la protección.
La chica, que estaba en su cuarto año, de alguna manera se sentía un poco linda, parecía aceptar que
su rival era un mal partido para ella.
Podría revelar habilidades ocultas después de fingir ser tan vulnerable, pero Harriet pensó que era
poco probable que sus compañeros de la clase real lo hicieran.
A simple vista, parecía que no le importaba mucho ganar. Aunque a Harriet le resultaba molesta la
charla constante, en realidad no le disgustaba.
"No pareces... muy nerviosa".

"¿Nerviosa? Hmm, no hay razón para estarlo".
Se rió entre dientes mientras mordisqueaba un macaron y daba un sorbo a su té.
"De todos modos, Olivia va a ganar el Grupo C".
Parecía que había renunciado a ganar desde que Olivia participaba. Al ver su reacción, Harriet
pensó que podía ser posible.
Lo que había pasado no se vió claramente.
La mayoría de los participantes eran capaces de utilizar el Fortalecimiento Corporal Mágico, pero
Olivia era excepcional entre ellos.
------
Su poder principal, el poder divino, ni siquiera había sido utilizado, y ya era así de fuerte. Todos
parecían haberse rendido a mitad de camino después de presenciar la abrumadora presencia de
Olivia.
¿Qué habría hecho yo en su lugar?
Pensó Harriet, pero no se le ocurrió ninguna respuesta clara.
Olivia Lanze.
Ella se inscribió en el Torneo Sin Restricciones para desafiar a Olivia Lanze. Harriet acababa de
presenciar las habilidades de Olivia y no creía que pudiera ganar.
Sin embargo, Harriet quería al menos enfrentarse a ella.
Podría enfrentarse a Olivia si llegaba al último partido del Grupo C, los cuartos de final. No creía
que pudiera ganar, pero al menos quería enfrentarse a ella en un partido.
No sabía por qué.
Olivia Lanze era seguramente más fuerte que Ellen.
Harriet nunca había albergado sentimientos de rivalidad.
Pero en algún momento, esos sentimientos surgieron.
El deseo de ser más fuerte se transformó naturalmente en el deseo de no perder.
Harriet charlaba con los demás participantes mientras observaba a Olivia Lanze acercarse desde la
distancia. Parecía a gusto, sonriendo y conversando con los demás competidores, que ahora eran sus
rivales, como si fueran viejos conocidos debido a su larga estancia en el templo.
Ellen había dicho que Olivia no le caía bien.

A Harriet tampoco le caía bien.
Cuando Olivia se acercó, sus miradas se cruzaron.
"¿Hola?"
"...Hola."
"Ah, ¿tú también una de las amigas de Reinhardt? Encantada de conocerte".
Olivia sonrió cálidamente.
La frase "una de las amigas".
Como suponiendo que yo solo era eso, una de muchas.
A Harriet le pareció exasperante.
Harriet había visto a menudo a Olivia buscar pelea con Ellen sin motivo. Sabía de dónde le venía el
impulso de instigar aquellos conflictos.
A Olivia no le gustaba Ellen.
A Ellen tampoco le gustaba Olivia.
"Eres realmente impresionante. Ya tan fuerte en tu primer año. ¿No te enfrentarás hoy conmigo en
la final del Grupo C?"
Sin embargo, a Olivia no parecía disgustarle Harriet.
Su expresión y tono amables, una actitud que no mostraba la más mínima hostilidad.
Sus elogios eran descarados.
"¿Te encuentras bien? ¿Debería lanzarte un hechizo curativo?"
Consideración innecesaria.
Harriet sabía que su oponente no estaba en guardia contra ella en absoluto.
Era como si no necesitara revelar ninguna hostilidad ante alguien del nivel de Harriet.
No era siquiera ser ignorada, sino sentirse aún más menospreciada.
"Hagámoslo lo mejor que podamos".
No me gustas.
Pero yo no te caigo mal.

A Harriet le disgustaba la situación por la diferencia de sentimientos entre ellos.
"Tú tampoco me gustas".
"...¿Eh?"
Y así, Harriet echó bruscamente un jarro de agua fría sobre el ambiente cálido y amistoso. Olivia se
quedó mirando a Harriet un momento y luego se rascó la mejilla.
"Oh... ¿En serio?"
Como si leyera algo en la expresión de Harriet, Olivia esbozó una sutil sonrisa.
Era la misma expresión que Olivia ponía a veces cuando miraba a Ellen. Una sutil mueca de
desprecio se mezclaba con esa sonrisa.
"¿Y qué?"
Harriet miró en silencio a Olivia.
Ellen estaba molesta y enfadada por recibir un odio infundado.
Sin embargo, ella no sabría la pena de no poder recibir ni siquiera ese tipo de odio.
Ella no sabría lo triste que era ser considerada indigna de no gustar y que alguien le mostrara buena
voluntad.
Entonces.
Haré que te caiga mal.
Haré que no puedas ignorarme.
"Simplemente, no me gustas".
"¿En serio? Qué pena".
En respuesta a las palabras de Harriet, Olivia mostró una brillante sonrisa.
"No estoy realmente interesada en ti".
"..."
Las palabras, "en ti". implicaban que, aunque no supiera nada de los demás, no tenía gran interés en
alguien como Harriet.
Como era de esperar, esa persona la estaba ignorando deliberadamente.
Ella podría no ser capaz de ganar.

Pero conseguiría que no la siguieran ignorando.
Harriet apretó los dientes mientras observaba la figura en retirada de Olivia.
------
Harriet logró un crecimiento notable.
Consiguió pasar fácilmente a la final del Grupo C y a los ocho primeros puestos.
Su oponente de la ronda de 16 fue una chica con un poder sobrenatural de viento de la clase real de
cuarto año, a la que derrotó sin esfuerzo. Tras bloquear el viento y apuntarle con cinco proyectiles
de fuego, la rival se rindió. Parecía que no había necesidad de continuar.
Fue la alumna de último curso quien le dijo que la buscara si ocurría algo durante el incidente de
Mayerton. Aunque Harriet nunca se había acercado a ella, recordaba su cara.
Al final, parecía que sólo se trataba de una oponente mal emparejada. Contra el tipo de combate
cuerpo a cuerpo, ella podía simplemente deshacerse de sus oponentes con el viento, pero contra un
mago, se había encontrado con la horma de su zapato.
Y así, la final del Grupo C.
Como era de esperar, Olivia derrotó sin esfuerzo a su oponente de octavos de final y avanzó a la
final del Grupo C.
Harriet de Saint Owan.
Olivia Lanze.
La ganadora entre las dos avanzaría entre las cuatro mejores y tendría la oportunidad de competir
por el campeonato mañana.
Aunque consiguió terminar dos partidos correctamente, la duquesa de Saint Owan acabó
preocupada.
Tap tap tap tap
"...Deja de temblar ya".
El regaño de Ellen.
-Haa......"
-Cariño, ¿por qué estás así otra vez?"
-Su oponente es demasiado formidable..."
El Duque también recibió regaños de su esposa.

Por mucho que Harriet hubiera crecido notablemente, Olivia Lanze no era en absoluto una oponente
para Harriet por el momento.
La única esperanza era que Olivia Lanze no usara su poder divino.
Esa exigua ventaja era la única posibilidad de que Harriet se asegurara la victoria.
Independientemente de su grado, todos en la Clase Real contuvieron la respiración.
Harriet, una estudiante de magia de primer año que estaba obteniendo buenos resultados en el
Torneo Sin Restricciones.
Olivia Lanze, que por derecho ostentaba el título de la más fuerte del Templo.
Las dos estaban frente a frente en la arena.

Capítulo 310
Harriet se encontró cara a cara con Olivia Lanze, que lucía una leve sonrisa en el rostro. En
contraste con la expresión endurecida de Harriet, el rostro de su oponente rebosaba compostura.
A Harriet no le gustó su actitud arrogante.
¿Fui así una vez?
Hubo un tiempo en que todo en el mundo parecía insignificante y risible comparado con ella
misma.
Desde que nació, todo estaba decidido, y no podía entender por qué los demás luchaban tan
desesperadamente.
Tuvo un periodo en el que simplemente se burlaba de los demás sin intentar comprenderlos. No
podía decir que había abandonado por completo su yo del pasado, pero era consciente de que
necesitaba cambiar.
Su oponente era arrogante.
Por supuesto, como el apodo de "Santa de Eredian" implicaba, Olivia era conocida como una
persona desinteresada. Sin embargo, por alguna razón, actuaba como si fuera una persona terrible
cuando se trataba de asuntos relacionados con Reinhardt.
Provocaba abiertamente a Ellen.
Y la ignoraba a ella intencionadamente.
Siempre ponía esa expresión.
Con una sutil sonrisa, ocultaba sus verdaderos sentimientos y sólo intentaba provocar a los demás.
Harriet sabía que sus posibilidades de ganar eran escasas. Había visto luchar a este monstruo.
Pero esa máscara.
La máscara horriblemente gruesa y repulsiva que se volvía más siniestra.
Ya fuera por ira, resentimiento o frustración.
Ella revelaría esa máscara al menos una vez.
No la dejaría seguir ignorándola con ese tipo de expresión para siempre.
-Ahora, ¡comienza el último partido del Grupo C de la Ronda de 8!

Olivia Lanze miró a Harriet en silencio.
"No me gusta alargar las cosas. Acabaré con esto rápidamente".
El cuerpo de Olivia se cubrió de maná azul.
El denso maná la envolvía.
No le gustaba alargar las cosas.
Harriet no podía creer lo que Olivia había dicho.
"¿No es extraño que lo diga alguien que se aferra a Reinhardt con tanta insistencia?"
"Ah, ¿eso?"
Con una sonrisa, Olivia no se precipitó hacia ella, sino que caminó despacio.
"Me aferro a él porque me gusta lo suficiente como para hacer algo que realmente me disgusta".
"..."
"¿Puedes decir tú lo mismo?"
Con una sonrisa deslumbrante, Olivia siguió acercándose a Harriet.
Una persona que es honesta con sus sentimientos.
Una persona que puede ser honesta.
Una persona que está dispuesta a seguir adelante aunque sus sentimientos hieran a los demás.
Alguien que acepta que ganar algo significa perder otra cosa, y que está dispuesta a hacerse daño a
sí misma y a Ellen para tener a Reinhardt.
De repente, Harriet sintió envidia de Olivia.
Sin embargo, se le pasó tan rápido como había surgido. Su adversaria no hacía más que provocarla.
En el mismo momento en que Harriet intentaba dejar de pensar en las palabras de su oponente para
mantener la compostura,
Olivia dio un ligero pisotón en el suelo.
-¡Tat!
El sonido fue suave.
-¡Swish!
Pero su velocidad era cualquier cosa menos ligera.
-¡Ching!
Cuando la protección se activó ante los ojos de Harriet, el puño de Olivia atravesó la barrera azul.
-¡Crash!
"!"
Cuando la protección se derrumbó en un instante, el puño de Olivia se precipitó hacia la cara de

Harriet.
¡Zas!
Justo antes de que el ataque estuviera a punto de caer, Harriet utilizó Parpadeo para crear distancia
por los pelos. Olivia se dio la vuelta y sonrió a Harriet, que sudaba frío.
"Eres rápida".
Lanzar Parpadeo en cuanto se rompió la protección fue impresionante.
Sin embargo, a diferencia de la pausada Olivia, Harriet no podía permitirse el lujo de jugar con ella.
¡Zas!
Un rayo alcanzó el cuerpo de Olivia.
Era la estrategia que Harriet había utilizado en el primer combate. Crear distancia con Parpadeo y
luego lanzar múltiples hechizos ofensivos para eliminar el Fortalecimiento del Cuerpo Mágico del
oponente.
Esta sencilla estrategia había pillado desprevenidos a muchos rivales en los combates preliminares.
Si temía el combate cuerpo a cuerpo, sólo tenía que evitarlo.
Una vez lanzado el hechizo relámpago, el impacto era casi instantáneo. Evadirlo era casi imposible.
Por supuesto, una persona normal quedaría inconsciente o moriría por el rayo, pero un oponente con
Fortalecimiento del Cuerpo Mágico era diferente.
Usar una poderosa bola de fuego para incapacitar al oponente sería lo ideal.
Hasta ahora, había funcionado sin fallos.
Sin embargo, como si el rayo no fuera nada, Olivia volvió a cargar implacablemente contra Harriet.
Ni siquiera se inmutó.
Naturalmente, Harriet lo había previsto hasta cierto punto.
¡Bum!
Cuando Harriet agitó la mano, el suelo se levantó y se formó un muro de piedra.
La barrera mágica fue fácilmente penetrada.
Así que creó una barrera física en su lugar.
Sin una estrategia, su oponente confió en su abrumadora destreza física.
"¿Crees que puedes detenerme con esto?"
¡Crash!
Rompiendo el muro de piedra con sus propias manos, Olivia cargó contra Harriet.
"No intento detenerte".
Harriet ya había lanzado otro hechizo durante ese breve instante.
Sabía que no podría detener a Olivia con un muro.
La fuerza de su oponente era abrumadora.
Si no podía ganar con la fuerza, encontraría otra forma.
El propósito del muro era desaparecer de la línea de visión de Olivia.
El hechizo que usó fue Alucinación, causando ilusiones para hacer su presencia indetectable.
La magia era ilimitada.
Confundiría la percepción de su oponente y la haría perder al salirse de los límites.
En este momento, su oponente no debería ser capaz de percibirla. Había desaparecido después de
que Olivia atravesara el muro.
Pero entonces...
Mientras Harriet lanzaba el hechizo, lo sintió.
¿Resistencia?
El hechizo dirigido a Olivia fue desviado.
¿Cómo?
Alucinación era un hechizo mental de nivel medio-alto.
No debería haberlo resistido tan fácilmente.

Harriet no tuvo más remedio que ver cómo el puño de Olivia volaba hacia ella.
------
Olivia ganó el primer set tras una breve batalla.
Tras ser llamada de nuevo al campo de batalla, Harriet se quedó mirando la cara sonriente de Olivia.
La magia de tipo ilusión que era de rango superior a Ilusión no tuvo un efecto reducido; no tuvo
ningún efecto en absoluto.
"Tengo una idea bastante buena de lo que intentabas hacer".
Como si fuera a revelar un secreto, Olivia puso las manos en las caderas y le habló a Harriet.
"Casi toda la magia mental no funciona conmigo. Qué adorable, junior".
En cuanto oyó esas palabras, Harriet sintió como si se le hubiera congelado el cerebro.
No era bien sabido que Olivia Lanze tuviera un nivel de inmunidad a la magia mental.
Era natural que Harriet no lo supiera.
Pero al no saberlo, todos los planes que Harriet había preparado se habían desvanecido por
completo.
Había pensado que la magia mental sería la solución ya que no podía competir físicamente, pero no
tuvo ningún efecto sobre su oponente.
No podía ser un farol. Harriet había sentido que la magia que había lanzado no tenía ninguna
influencia.
Había previsto cierta resistencia, pero nunca esperó que fuera completamente ineficaz.
"¿Por qué tienes una expresión tan incrédula? El mundo es así, ¿no? Todo el mundo tiene algo con
lo que nace. Este lugar reúne a gente que nació con algo así".
El Templo.
La Clase Real de ese lugar era un punto de reunión para tales individuos.
"Al igual que tú eres una persona increíble a tu manera, yo no puedo evitar ser una persona increíble
a mi manera, ¿verdad?"
El segundo set estaba a punto de comenzar.
"Si eso es todo lo que has preparado, deberías abandonar".
La sonrisa de Olivia no se borró.

"Antes de que acabes en un estado más patético".
En una situación ya de por sí desventajosa, había descubierto en el primer set que su arma secreta
era ineficaz.
Era desesperante.
Inmunidad mágica. Ella pensaba que sólo la chica llamada Scarlett de la Clase B poseía tal talento,
pero había otra persona con un talento similar.
Habiendo perdido su única esperanza, la mente de Harriet era un caos.
"¡No te rindas! ¡Tú puedes, Idiota!"
Entonces, un grito atravesó su mente caótica.
Desde un lado de los asientos del público.
Se oyó una voz familiar.
Supo quién era sin mirar.
Sólo había una persona en el mundo que la llamaría así.
"¡No tengas miedo!"
Esa persona gritaba hacia ella. No eran palabras de ánimo para ganar, ni para animarse.
Era sólo un mensaje para que no tuviera miedo. Eso en sí mismo no era realmente un estímulo en
absoluto.
Sin embargo.
"Tsk."
Al ver la expresión de Olivia Lanze ligeramente distorsionada por el mismo grito, Harriet pudo
darse cuenta.
Reinhardt había dicho que, en tiempos así, la gente apoyaría naturalmente al bando más débil.
Lo había dicho con un poco de pena, ya que era una afirmación que confirmaba su propia derrota.
Sin embargo.
Al fin y al cabo, en el mundo todo son resultados.
Reinhardt la animaba.
No tengas miedo y ve a por todas.

Reinhardt animaba a Harriet de Saint Owan, no a Olivia Lanze.
"¿Esto es lo que se siente al sentirse ganador incluso cuando pierdes?"
"..."
Al ver la expresión endurecida de Olivia, Harriet sonrió.
La sonrisa desapareció de la cara de Olivia. Atrás habían quedado las burlas juguetonas y los
comentarios sarcásticos.
Aunque la confusión de Harriet fue sofocada por el grito de Reinhardt, el resultado podría haber
sido aún peor para Harriet.
"Esto es muy triste".
Olivia Lanze estaba enfadada ahora.
Con Harriet.
Con Reinhardt.
"Estoy enfadada. Terminemos esto rápido".
La declaración para el comienzo del segundo set ya se había hecho.
Olivia cargó de nuevo.
Esta vez, Harriet no lanzó Protección. Una serie de líneas azules de maná se formaron en su mano,
emitiendo una tenue luz azul.
"¡Ja!"
-¡Crash!
"!"
En un instante, la arena se agrietó y se desmoronó.
"¡Ugh!"
Mientras la desequilibrada Olivia Lanze se tambaleaba, Harriet extendió las manos.
El hechizo que acababa de lanzar era Onda de Choque.
Había destruido el terreno.
No era en absoluto un hechizo de bajo nivel.
Y ahora, otro hechizo de alto nivel se desplegó.

Un set.
No había vuelta atrás. Ella haría lo que fuera necesario para reclamar este set.
Harriet extendió sus manos hacia el cielo.
Una enorme llama, incomparable a una bola de fuego.
"¡Toma esto!"
Golpe de Llama se lanzó hacia la tambaleante Olivia Lanze.
-¡Kaboom!
Una enorme explosión de fuego envolvió a Olivia Lanze.
Las líneas azules de maná de la mano y el brazo de Harriet brillaron con intensidad.
------
El público había enmudecido ante la repentina destrucción de la arena y el posterior y abrumador

Golpe de Llama.
"Esto es imposible".
Saviolin Turner, que había estado observando la situación, habló brevemente.
"Por muy genio que sea Harriet de Saint-Owan, lanzar hechizos de destrucción de esa magnitud y
tan rápido es imposible".
"¿Estás sugiriendo que hace trampa?"
"Bueno... pero desde luego no parece una forma convencional de usar la magia. Sólo con mirar las
marcas que aparecieron de repente en el cuerpo de la estudiante..."
Como había señalado Saviolin Turner, habían aparecido símbolos azules en la mano de Harriet.
Ahora habían desaparecido.
Había lanzado hechizos de destrucción a gran escala en rápida sucesión, prácticamente sin retardo.
Ellen, Reinhardt e incluso Liana se quedaron estupefactos ante el espectáculo.
"¿Será... Harriet..."
Agarré el hombro de Ellen y se lo sacudí.
"¿Ella... usa algún tipo de tatuaje?"
"...?"
-¡Creo que Harriet usó un tatuaje o algo así!
-¡Bueno, no hay nada que ella no pueda hacer!
-¡Puede hacerlo! ¡Puede hacerlo! ¡Pero aún así!
"¿Es eso realmente lo importante ahora?"
"¡Pero, pero!"
El regaño de Liana me dio ganas de llorar. Definitivamente había gente aquí que sabía lo que estaba
pasando.
"¡Louis! ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué le habéis hecho a nuestra Idiota de la Sociedad de
Investigación Mágica?"
Ante mi grito, que se acercaba a un alarido, Louis se dio la vuelta desde el asiento delantero.
Nunca esperé este tipo de reacción.
"Ah, no... ¿Por qué estás tan alterado?"
Louis dejó escapar un profundo suspiro, como si quisiera calmarse.
"Es una aplicación de magia de pergamino".
"...¿De qué estás hablando?"
Louis explicó mientras miraba a Harriet, que estaba de pie a un lado de la arena derrumbada.
"Harriet está, bueno, está escribiendo y usando pergaminos mágicos en tiempo real".
Esto es...
¿Qué clase de cosa bizarra es esta?
------
-¿Qué demonios le han hecho a nuestra Idiota del Club de Investigación Mágica?
No sólo Reinhardt, sino también el Duque y la Duquesa estaban confusos.
Ni siquiera pudieron prestar atención a Reinhardt, que maldecía a su hija a un lado.
"Nuestra niña... ¿Qué es eso?"
"Bueno... No estoy muy seguro".
El duque, versado en magia, ni siquiera podía entender qué clase de cosa extraña se había hecho su
hija en el cuerpo.
Nadie había visto u oído hablar de algo así antes. Por supuesto, el duque no estaba tan sorprendido
como Reinhardt.
Era mago antes que noble. Por lo tanto, vivía su vida de acuerdo con la forma de pensar de los
magos.
"Parece que nuestra hija ya ha causado un incidente sorprendente en el mundo".
El resultado de esta lucha no es importante.
El duque de San Owan tenía la intuición de que su hija había desarrollado una nueva línea de magia
que nunca antes había existido.
------
Casteo.
Es el principio y el fin de la magia.
Sin embargo, en última instancia, el casteo requiere tiempo, por lo que no importa lo rápido que
llegue a ser, no puede reducirse a cero. La magia es un poder grande y conveniente, pero cuando se
utiliza para el combate, hay un defecto fatal en la forma de tiempo de casteo.
Si se le da el tiempo suficiente, la magia puede destruir cualquier cosa.
Así, los magos de batalla con habilidades extraordinarias a menudo mueren en vano porque el
tiempo de preparación para el lanzamiento es muy apremiante.
El lanzamiento es un proceso natural. Es imposible siquiera pensar en eliminarlo.
No es diferente de un sinsentido que da con la respuesta sin la fórmula.
Sin embargo, Harriet conocía el ejemplo de su superior.
Clase real, segundo año, número A-1, Redina.
Su talento es Sin Casteo.
Se llama poder sobrenatural, pero Harriet había visto con sus propios ojos que era posible.
Magia que se manifiesta simultáneamente con el pensamiento.
Si eso es posible, no hay nada imposible para ella.
Pero no había forma de obtener ese poder Sobrenatural.
Harriet, como muchos magos de batalla antes que ella, buscó reducir drásticamente el tiempo de
lanzamiento.
Por supuesto, ella no adquirió poderes Sobrenaturales.
Simplemente encontró una solución en otra parte.
En el Club de Investigación Mágica, Harriet se devanaba los sesos con los demás.
Fue Louis, no Harriet, quien encontró la respuesta. Louis Ancton, que entendía la magia pero no
podía usarla él mismo.
Por eso su forma de pensar es diferente a la de los magos ordinarios.
‘La magia de pergamino se puede activar al instante, ¿verdad?’
‘Eso es correcto.’
‘Los pergaminos son esencialmente círculos mágicos dibujados en papel imbuidos con mana,
¿verdad?’
‘Sí.’
‘Pero el cuerpo humano ya contiene maná, ¿no?’
‘Sí, ¿y?’
‘¿Y si tratamos el cuerpo humano como un pergamino, y dibujamos círculos mágicos en él para
activar hechizos?’
‘...?’
‘¿Eh?’
La sugerencia de Louis Ancton fue recibida con reacciones incrédulas por parte de todos.
Pero la idea en sí no era del todo errónea.
Un pergamino se crea fundamentalmente dibujando un círculo mágico sobre un medio imbuido de

maná.
Medio imbuido de maná - Papel
Círculo mágico - Fórmula
Si el medio es el cuerpo humano, y la fórmula se dibuja directamente sobre él, entonces es un

entendimiento altamente intuitivo que la magia se activaría. Sin embargo, esta extraña proposición
era algo que ni siquiera Harriet, que tenía un profundo conocimiento de la magia, podía
comprender.
‘Dettomorian decía que los guerreros de su tribu tenían pinturas de guerra, tatuajes dibujados por
chamanes, que les otorgaban poderes extraordinarios’.
‘Sé que el chamanismo es la raíz de la magia, pero... ¿Estás diciendo que esas pinturas de guerra
son círculos mágicos en sus cuerpos para aprovechar el poder, aunque no sé lo que son?’
‘Sí, he oído que funciona de verdad. Si la pintura de guerra utiliza el maná dentro del cuerpo de una
persona, entonces, en última instancia, de lo que estoy hablando no es muy diferente, ¿verdad?’
Louis se limitó a lanzar la idea. Para reducir el tiempo de lanzamiento, propuso utilizar el cuerpo
humano como un pergamino, de modo que funcionara como un pergamino en sí.
Era una idea radical. Adelia ladeó la cabeza ante las palabras de Louis.
‘Pero si suponemos que funciona, y podemos inscribir un hechizo Bola de Fuego y activarlo, ¿esa
persona sólo podría usar Bola de Fuego? ¿Cómo usarían también otros hechizos?’
‘Estarían cubiertos de tatuajes...’
Las expresiones de todos se volvieron sombrías, pues estaba claro que no sería una visión
agradable.
Aunque funcionara, era un hecho que uno tendría que estar cubierto de tatuajes para inscribir
numerosos hechizos en su cuerpo.
‘Además, ni siquiera podemos aprender magia de pergaminos’.
Fue Christina quien habló. La magia relacionada con los pergaminos era alto secreto, y ni siquiera
el templo podía enseñarla. Así que, funcionara o no, seguía siendo un tipo de magia que no podían
aprender por el momento.
‘No.’
Sin embargo, Harriet negó con la cabeza.
‘No tenemos que inscribir círculos mágicos; podemos inscribir 'lenguaje'’.
Lenguaje.
Todos volvieron a quedarse perplejos ante esta inesperada sugerencia.
‘Inscribiendo lenguaje, podemos crear un sistema mágico que permita derivar innumerables
hechizos con sólo combinar las secuencias de caracteres necesarias’.
Al decir esto, todos no pudieron evitar comprender de qué estaba hablando Harriet.
Un antiguo sistema mágico, más antiguo que el chamanismo pero no tanto, que era el verdadero
origen de la magia.
‘Sólo necesitamos tallar runas’.
Con runas, es posible implementar toda la magia que existe en el mundo.

Capítulo 311
Mi cuerpo se convierte en un pergamino mágico
En lugar de gestionar por mi cuenta el complejo flujo de poder mágico cada vez que lanzo un
hechizo, simplemente invoco las runas grabadas en mi cuerpo y les inyecto poder mágico. El
hechizo se activa entonces.
Mi carne es como papel y los caracteres forman un círculo mágico.
No es al nivel de no castear, pero casi.
Un sistema mágico inédito que injerta magia rúnica y magia de pergamino en el cuerpo humano.
Louis Ancton, el que concibió inicialmente la idea, insistió en que no funcionaría.
La magia ha evolucionado, y el uso de las runas es demasiado primitivo.
Desechar el sistema desarrollado y volver al método primitivo de aplicar la magia moderna con el
lenguaje antiguo es demasiado ineficaz.
Primero, la magia moderna debe ser reinterpretada y revertida a las runas. Naturalmente, se requería
un profundo conocimiento de las runas.
Harriet podía hacerlo.
La prestigiosa familia Saint Owan hacía hincapié en la importancia de las runas desde una edad
muy temprana, por lo que Harriet las había estudiado durante toda su vida. Aunque no llegaba al
nivel de una erudita dedicada a las runas, sus conocimientos eran profundos.
Pero, además, tenía que memorizar una enorme cantidad de fórmulas rúnicas para activarlas y
reorganizarlas según fuera necesario.
Harriet también podía hacerlo.
Memorizar era demasiado fácil para ella.
Como resultado, el cuerpo de Harriet, en lugar de su mente, realizaba ahora la mayor parte del
trabajo real necesario tras los cálculos mágicos. Todo lo que necesitaba era memorizar las
innumerables combinaciones de runas mágicas.
Su cuerpo era un pergamino mágico infinito, mientras el poder mágico lo permitiera.
Por eso Harriet, sin la habilidad sobrenatural de Sin Casteo, obtuvo un poder que rivalizaba con el
de Redina.
-Krrrrrr
Aún no había terminado. Harriet extendió la mano hacia el espeso humo que se elevaba de la arena
derrumbada.
Líneas mágicas azules formaron runas en su brazo derecho mientras se grababan en su piel. Cuanto
más extendida era la magia, más grandes eran las líneas mágicas que cubrían su cuerpo.
Ahora, todo el brazo derecho de Harriet brillaba con runas.
-Krrrrrrng
Magia reestructurada en runas y activada.
Golpe de trueno.
No un simple rayo, sino un golpe de trueno desde el cielo para acabar con ella. El cielo, antes
despejado, se oscureció de repente, haciendo que la gente empezara a murmurar.
-¡Rayo!
Un único rayo cayó sobre la arena.
-¡Kwrrrrrrng!
Inmediatamente después, un trueno ensordecedor sacudió la arena, mientras el rayo expandía el

aire.
Por un momento, se hizo el silencio en el lugar del impacto.
"..."
"Ha..."
Poco después, Harriet mostró una sonrisa mientras miraba a Olivia, que emergía de entre los
escombros.
Aunque la victoria aún no estaba decidida, estaba segura de haber asestado un golpe con éxito.
Olivia Lanze, maltrecha y magullada, emergió de entre los escombros de la arena derrumbada.
"Esto... realmente me cabrea..."
Aunque Harriet había golpeado con éxito a Olivia, lo cierto era que Olivia Lanze seguía siendo un
monstruo.
Con su cuerpo desnudo, Olivia resistió tanto el Golpe de Llama como el Golpe de Trueno. Golpe de
Llama era un hechizo de destrucción a gran escala, y Golpe de Trueno era un poderoso hechizo
ofensivo, aunque de corto alcance, diseñado para objetivos individuales.
Pero Olivia logró resistir ambos.

El público no pudo evitar asombrarse ante el hecho de que, incluso en un combate de clase Sin
restricciones, hubiera una persona capaz de lanzar hechizos de destrucción de tan alto nivel y otra
capaz de resistirlos con su propio cuerpo.
La sonrisa en los labios de Olivia desapareció.
Era como si se hubiera acabado el recreo.
Una vez más, empezaron a formarse líneas de poder mágico en los dos brazos de Harriet, que
estaban ocultos bajo sus mangas.
La arena se había derrumbado, y el área más allá de ella ya no tenía ningún significado.
Harriet perdería si permitía un solo ataque, y Olivia perdería si su aparentemente impenetrable

barrera de Fortalecimiento del Cuerpo Mágico desaparecía.
El estado actual de la arena favorecía a Harriet.
El terreno irregular dificultaba los movimientos de Olivia, que tenía que acortar distancias.
Sin embargo, Olivia no se vio afectada por tales normas mundanas.
Saltando como si volara, Olivia se acercó a Harriet sin vacilar un solo paso.
Por supuesto, Harriet, que había grabado magia directamente en su propio cuerpo para utilizarla -
una hazaña sin precedentes-, tampoco era una persona corriente.
Harriet lanzó un hechizo en el punto exacto en el que Olivia estaba a punto de aterrizar.
Era un simple hechizo de telequinesis.
-¡Thump!
Con un sonido sordo, la roca en la que se suponía que Olivia iba a aterrizar salió disparada de
repente hacia la derecha.
"!"
Fue como si su punto de apoyo hubiera desaparecido de repente.
-¡Thunk!
"¡Uf!"
Olivia tropezó y cayó de bruces.
Caer de bruces en medio de una intensa batalla era una situación potencialmente fatal.
Sin embargo, la caída de Olivia fue tan cómica e inesperada que creó una escena humorística.
"...Heh."
En lugar de lanzar un hechizo ofensivo, Harriet se rió al ver a Olivia.
"Vaya... de verdad..."
Mientras Olivia se ponía en pie tambaleándose, miró a Harriet, que lucía una sonrisa burlona.
No podía ni imaginarse que se reirían así de ella.
Por una niña como ella.
Por una simple maga.
"De verdad".
"Qué molesta".
"¿Molesta...?"
Un fuego oscuro se encendió en el corazón de Olivia.
Con los músculos del cuello y la frente tensos, Olivia apretó los dientes y se acercó a Harriet con
calma una vez más. Esta vez, no caería en el mismo truco. El ataque anterior había sido inesperado.
Ser precavida bastaría para evitar una hazaña tan pequeña.
En cuestión de instantes, Olivia acortó la distancia y se abalanzó sobre Harriet, que desapareció
utilizando un hechizo de teletransporte de corto alcance.
Sin embargo, en el momento en que Harriet completó su teletransporte, se encontró cara a cara con
una enorme roca.
Era demasiado tarde.
Ni siquiera tuvo tiempo de lanzar un hechizo.
-¡Swish!
No fue la rapidez de reflejos de Harriet lo que le permitió esquivar la roca voladora, sino que la
trayectoria de la roca simplemente no la alcanzó.
La velocidad de la roca era tan grande que, de haber golpeado a una persona normal, podría haberle
destrozado el cráneo y matado.
"No le ha dado", dijo Olivia, con un tono de decepción.
Sabiendo que Harriet utilizaría el teletransporte de corto alcance para escapar cuando se acercara,
Olivia había apuntado la roca en el momento en que Harriet se teletransportó.
Afortunadamente, la distancia era demasiado grande para que diera en el blanco.
Harriet sintió un escalofrío.
Su oponente estaba encontrando poco a poco formas de contrarrestar sus repetidos patrones de
ataque, explotando debilidades y evadiéndose.
En el momento en que se teletransportó, en el breve lapso de tiempo de su llegada, Olivia pudo

apuntarle con una roca.
La próxima vez, no fallaría.
Este era el final.
La energía mágica que le quedaba no era mucha. Ya había usado muchos hechizos poderosos.
"Parece que te estás quedando sin energía mágica, ¿eh?"
Olivia también estaba al tanto de la condición de Harriet.
-¡Thud!
Mientras Olivia avanzaba, Harriet optó por utilizar el terreno en lugar de la magia ofensiva.
Levantó los escombros de la arena con telequinesis y los lanzó.
-¡Bang! ¡Crash!
Olivia hizo añicos los escombros, que eran tan sólidos como la roca, mientras seguía avanzando.
Ellen al menos había usado la espada divina Lamento para romper muros y atravesar puertas.
Pero Olivia Lanze lo estaba haciendo con sus propias manos. Había un límite a la cantidad de
escombros de arena que podía lanzar a la Olivia que se acercaba.
Sin embargo, parecía que Harriet no tenía otra opción que seguir lanzando escombros. Olivia
atravesó los escombros y siguió avanzando.
Como resultado, una espesa nube de polvo fue inevitable.
Olivia alcanzó a Harriet, que una vez más escapó con un parpadeo, y apretó los dientes.
"Qué molesta".
Olivia, al ver su visión oscurecida por el polvo, adivinó que ésa era la intención de Harriet.
En este estado, no podía determinar en qué dirección se había movido su oponente. Los
espectadores tampoco podían entender bien lo que estaba pasando debido al polvo.
"Huff..."
De repente, la energía mágica azul que rodeaba a Olivia explotó.
-¡Kaboom!
Igual que cuando Saviollin Turner luchó contra la poseída por la oscuridad Charlotte.
La onda expansiva mágica voló el polvo disperso en un instante.
Olivia barrió el polvo como si despejara la niebla y observó a Harriet, que había reaparecido en el
lado opuesto.
Ahora, la arena había desaparecido por completo, reducida a un caótico desorden.
"¿No te queda nada que lanzar?"
Desde la perspectiva de Olivia, Harriet parecía demasiado agotada para teletransportarse, por lo que
recurrió a ataques débiles lanzando grandes escombros con telequinesis.
Sin embargo, Olivia había destruido todos los escombros del tamaño de una roca.
Todo lo que quedaba eran pequeñas rocas.
La era del teletransporte de corto alcance y de los trucos superficiales como levantar nubes de polvo
para escapar había terminado.
En este punto, ella había tratado con el pequeño mago durante demasiado tiempo.
"No tienes que lanzar más".
Sin embargo, Harriet sonreía.
"Ya lo he lanzado todo".
"... ¿Qué?"
¿Tirarlo todo? ¿Qué exactamente?
Fue entonces cuando Olivia se dio cuenta de las piedras incrustadas en el suelo a su alrededor, a
pesar de la onda expansiva mágica que había lanzado.
Estas piedras deberían haber sido voladas por la onda expansiva, pero permanecieron en su lugar.
Olivia miró a su alrededor.
Entre los fragmentos y trozos de piedra esparcidos, no pudo

distinguir gran cosa.
Sin embargo, había una extraña regularidad en las formas de los fragmentos.
"Estoy casi sin magia, pero es algo que se puede hacer sin usar mi magia".
Harriet había lanzado los fragmentos.
Y había ordenado secretamente los fragmentos esparcidos para que Olivia no se diera cuenta.
El método de usar maná natural.
Reinhardt le había dicho que lo descubriera, pero Harriet seguía sin poder hacerlo.
Sin embargo, ¿no había un método para utilizar el maná natural desde el principio?
En forma de círculos mágicos.
Los círculos mágicos se utilizan para diversos fines, pero los círculos mágicos a gran escala están
diseñados originalmente para extraer y utilizar el maná natural.
En poco tiempo, Harriet había logrado la increíble hazaña de establecer un círculo mágico en el
estadio.
Uuuung
"¡Esto no puede ser...!"
Olivia sólo pudo observar estupefacta cómo el círculo mágico, ahora establecido sobre una vasta
zona, empezaba a reaccionar.
"He ganado".
Con la sonrisa de Harriet, el círculo mágico que había establecido emitió una luz azul y adoptó su
forma definitiva.
La magia se activó.
Inferno.
Una magia de destrucción de fuego de nivel superior a Golpe de Llama.
Estaba tan extendida que no había forma de evitarla.
Olivia también lo sabía.
Esto era un desastre.
Mientras observaba cómo las llamas carmesí empezaban a parpadear a sus pies, Olivia gritó con una
mueca.
"¡Túuuuu...! Sólo espera!"

"¡La gente que dice 'sólo espera' es la que menos miedo da!"
La conversación al final de su meticulosa y feroz batalla fue excesivamente infantil.
¡Kwarrrrr!
El infierno carmesí envolvió a Olivia y se elevó hacia el cielo.
Olivia no pudo soportar esta magia.
¡Harriet de Saint Owan se lleva el segundo set!
El público miraba sin comprender las espeluznantes columnas de llamas, que se retorcían como
lenguas de serpiente, alcanzando el cielo.
------
Harriet no estaba familiarizada con los combates en sí, pero sabía bien lo que era importante en
ellos.
Ocultar la información en la medida de lo posible.
Harriet había escondido bien su baza. Había ocultado al máximo sus habilidades, lo que le había
permitido atacar por sorpresa. Mientras hacía creer a Olivia que lanzar fragmentos era la única
estrategia ofensiva que le quedaba, ocultó su verdadera intención de establecer un círculo mágico a
gran escala en el suelo.
Sin embargo, al final, fue un golpe de suerte.
Olivia había subestimado a Harriet, y Harriet había hecho un buen uso del engaño.
Allí, por supuesto, Olivia no había utilizado su poder divino hasta el final. Si hubiera usado su
poder divino, podría haber sobrevivido al ataque final de Harriet.
Al final, Olivia había subestimado a su oponente y se había enfrentado a la derrota con numerosas
limitaciones.
Independientemente del resultado, el combate había sido el más espectacular del torneo hasta el
momento, y la emoción del público estaba en su punto álgido.
El marcador de sets era de 1:1.
Olivia no se descuidaría más.
Harriet y Olivia fueron convocadas de nuevo al estadio restaurado mediante magia de restauración.
Olivia miró a Harriet como si fuera a devorarla en un instante.
Ya no se descuidaría, ni subestimaría a su oponente, ni se dejaría engañar con trucos.

Al ver a Olivia, que estaba esperando a que empezara el combate, Harriet levantó la mano de
repente.
"Renuncio".
Era natural que el rostro de Olivia palideciera ante aquellas palabras.
"¡Tú, tú! No lo hagas. No renuncies".
"Estoy demasiado cansada para continuar."
Carecer de poder mágico no era excusa.
En el caso de Reinhardt, no podía recuperarse de la condición adversa causada por el

Fortalecimiento del Cuerpo Mágico, pero el agotamiento por magia ordinario podía ser resuelto por
un mago de reserva usando un hechizo de reabastecimiento de maná llamado Sifón de Maná.
Una inesperada declaración de abandono.
-Uh... Bueno, debido a la renuncia de Harriet de Saint Owan, Olivia Lanze es declarada ganadora
del Grupo C en el torneo principal...
Por supuesto, no podían obligar a un jugador a luchar si no quería.
"¡No renuncies! ¡Tú! ¡He dicho que no!"
Por mucho que Olivia gritara y suplicara, Harriet no tenía intención de seguir luchando.
Harriet no podía vencer a Olivia.
"¡Bien, sólo un set más, sólo uno más! Si ganas el siguiente set, ¡admitiré que has ganado! Entonces
me rendiré".
"¿Por qué debería? No quiero hacerlo. Ni siquiera sabes pelear como es debido".
"¡Ahhhhhh!"
El objetivo de Harriet nunca fue derrotar a Olivia, sino hacerla cabrear de verdad.
Harriet lo había conseguido.

Capítulo 312
La ronda principal del Grupo C había llegado a su fin.
Por lo tanto, ni Olivia, que había pasado a las semifinales del torneo de mañana, ni Harriet, que
había perdido, tenían nada que hacer en la sede del torneo.
"Tú, tú eres realmente una mala persona, lo sabes, ¿verdad?"
"Sólo seguía tus pasos".
"¡Eso, eso es...! ¡Aún así! ¡Tú también eres mala!"
La cara de Olivia enrojeció mientras seguía a Harriet a regañadientes. Olivia no había ganado, sino
que le habían impuesto la victoria.
Por eso, aunque había ganado, se sentía como si hubiera perdido. No, más bien había perdido
porque había ganado.
Harriet habló mirando a Olivia, que lloriqueaba a su lado.
"Cállate. El partido ha terminado, no me molestes y sigue tu camino".
"...¡Tú! Me vengaré, ¡solo espera!"
Olivia, a pesar de ser la ganadora, se excusó como una perdedora y salió corriendo del recinto del
torneo como si escapara.
Harriet miró la figura en retirada de Olivia y se echó a reír.
Aun así, pensó que Olivia tenía algo de autocontrol.
Aunque parecía furiosa de pies a cabeza, durante el partido había cargado contra Harriet como si
quisiera matarla, pero ahora que el partido había terminado, no le había puesto un dedo encima.
Cuando alguien está tan enfadado, podría perder la compostura e intentar hacerse daño a sí mismo o
a los demás.
En cambio, ella parecía incapaz de soportar su propia ira y optó por huir.
Parecía una persona que al menos conocía sus límites y los respetaba, pero su comportamiento no lo
reflejaba del todo.
Una persona tan extraña...
Harriet seguía sin comprender si Olivia Lanze era buena o mala persona.
Por supuesto, fuera buena o mala, estaba claro que no le caía bien.
Cuando salieron del estadio principal, se había reunido una multitud de alumnos de primer curso de
la Clase Real.
Reinhardt gritó.
"¡Maldita sea! ¡Lo lograste, Harriet!"
A pesar de haber perdido.
Todos tenían expresiones como si ella misma hubiera ganado.
"¡Siempre creí en ti!"
"...Tú eras el que menos creía en mí."
"Uh, bueno. ¡Ejem! ¡Ejem!"
Ante el grito excitado de Reinhardt, no sólo Ellen sino todos los demás alumnos se le quedaron
mirando también.
Harriet sabía que Reinhardt había estado ansioso e inquieto.
Todos se reunieron en torno a Harriet, elogiándola por su excelente actuación y levantándole el

ánimo.
Incluso sin el uso del Poder Divino por parte de Olivia, arrebatarle un set a Olivia, que la había
estado menospreciando, era una hazaña increíble.
Por supuesto, no sólo los alumnos acudieron a saludar a Harriet.
"¡Mi bebé!"
"Uh, um, mamá..."
La duquesa Saint-Owan abrazó a Harriet con fuerza. Harriet sabía que sus padres estaban entre el
público y que vendrían a verla, así que no se inmutó demasiado.
Sin embargo, que la llamaran "bebé" delante de todo el mundo hizo que la cara de Harriet se pusiera
roja.
"Lo has hecho muy bien, mi niña. ¿Te duele algo?"
"Ah, por favor, no me llames niña ni bebé..."
Debido a la llegada de los padres de Harriet, los alumnos retrocedieron sigilosamente y observaron
la escena.
Si supieran que en casa la trataban así, la situación se volvería aún más insoportable.
También el duque Saint Owan observaba con una sonrisa orgullosa, pues su hija había crecido
notablemente, y estaba claro que no sabía qué hacer consigo mismo por orgullo.
Durante un rato, la duquesa de Saint Owan se ocupó de Harriet, comprobando que no tuviera
heridas y elogiando su actuación. Abrazó a Harriet y luego miró a alguien.
"Ah... ¿Reinhardt?"
"...¡Ah, sí! Hacía mucho tiempo que no nos veíamos".
Todos se sorprendieron de que la Duquesa conociera a Reinhardt.
¿Hacía mucho tiempo que no se veían?
¿Cuándo y en qué circunstancias tuvo Reinhardt la oportunidad de conocer directamente a la madre

de Harriet?
El rostro de Reinhardt se puso pálido y rígido.
"Si he oído bien... la persona a la que llamabas 'Idiota' es nuestro hija..."
En ese momento, el rostro ya pálido de Reinhardt se volvió casi verde.
La Duquesa de San Owan miró a Reinhardt con una sonrisa suave y tierna.
"¿Es eso cierto?"
"Uh, eso... eso es... um..."
"Sí, es verdad".
La respuesta no vino de Harriet ni de Reinhardt, sino de Ellen.
Reinhardt miró a Ellen, helado.
Estás intentando que me maten, ¿verdad?
A pesar de su mirada, Ellen fingió no darse cuenta y evitó el tema.
Por alguna razón, la expresión de Ellen parecía bastante contrariada.
La sonrisa de la duquesa se hizo más profunda, pero era una sonrisa espeluznante, como si en ella se
escondieran miles de espadas.
"Reinhardt, ¿te importaría charlar un momento conmigo?"
"Bueno, el caso es que... hay una historia detrás..."
-Click
Antes de que se dieran cuenta, el duque Saint Owan, que había estado observando la situación con
una sonrisa satisfecha, se adelantó y puso una mano en el hombro de Reinhardt.
"Debe de ser toda una historia para ti no tener más remedio que llamar a mi hija "Idiota"".
La expresión del duque Saint Owan se endureció amenazadoramente.
"En efecto, debe ser toda una historia".
Tenía que ser una historia increíble, transmitió el Duque Saint Owan con sólo sus ojos.
"Por favor, perdóneme".
Reinhardt finalmente cedió.
------
No lo mataron a golpes.
Pero cuando la duquesa me dijo que no sabía que su hija tuviera un apodo tan bonito mientras me
acariciaba el hombro, me pareció más escalofriante que tener un cuchillo en la garganta.
Harriet no sabía qué hacer.
Defenderme o no defenderme la haría quedar mal.
Sí.
Era ahora cuando pagaba retroactivamente el precio de haberse burlado de la hija de un duque y una
princesa de un reino llamándola "Idiota".
El duque Saint Owan no me amenazó con matarme si volvía a llamar así a su hija.
Se limitó a mirarme con frialdad.
Su silencio era aún más aterrador.
"Siéntate".
"Ah, sí."
Pero...
¿Qué estoy haciendo aquí?
En un restaurante dentro del Templo.
Estaba sentado con la familia Saint Owan. Naturalmente, el Duque Saint Owan intercambió saludos
con Charlotte y Saviolin Turner, a quienes conocía, y luego trajo a su hija a comer aquí.
Y entonces...
De alguna manera, acabé viniendo también.
No tenía intención de seguirlos.
Tampoco me pidieron que viniera.
Fue sólo que Madam Saint Owan naturalmente me arrastró con ellos. Ni siquiera mencionó ir a
comer, simplemente nos guió mientras sugería que tuviéramos una charla lenta por el camino, y
naturalmente llegamos al restaurante.
¿Qué es esto?
¿Qué clase de situación es ésta?
Harriet parecía igual de desconcertada.
¿Por qué está sentado aquí este? No, ¿por qué lo ha traído mamá?
Esa era la expresión de su cara.
Como por arte de magia, llegó el menú y Harriet y yo jugueteamos distraídamente con nuestros
tenedores y cuchillos.
No digamos nada, no mostremos ninguna curiosidad innecesaria.
Si decimos una palabra mal, podría ser realmente irreversible.
¿De qué se trata?
Conocí a los padres de Harriet a solas en Arnaria, y ahora sentarnos aquí juntos.
Incluso si Harriet y yo teníamos para ellos una promesa de casarnos, ¿no es esta secuencia al revés?
"Entonces, ¿cómo te las arreglaste para hacerlo?"
"Sí, tengo curiosidad por los detalles".
Afortunadamente, ni Madame Saint Owan ni el Duque parecían tener tiempo para prestarme
atención, y yo sentía lo mismo.
Harriet se enfrentó a Olivia. Sus habilidades allí desplegadas superaron con creces mis expectativas.
"Ajá... No le he puesto nombre, pero quizá debería llamarlo una aplicación de la magia de
pergamino al cuerpo humano..."
Harriet se subió la manga derecha. No se veía ninguna marca parecida a un tatuaje.

Sin embargo, cuando Harriet se concentró, unas líneas mágicas azules aparecieron en su brazo y
empezaron a formar caracteres.
El duque Saint Owan miró la compleja cadena de caracteres y asintió con la cabeza como si lo
entendiera.
"Runas, ya veo".
"Sí".
"¿Estás diciendo que has aplicado ingeniería inversa a la magia moderna para convertirla en
lenguaje rúnico?"
"Sí."
El Duque San Owan era probablemente el único que realmente entendía lo difícil que era. Por eso
se quedó con la mirada perdida mientras su hija respondía con calma.
Aunque era su hija, parecía genuinamente sorprendido por la hazaña imposible que había logrado.
Harriet esbozó una sutil sonrisa.
"No lo hice sola. Los miembros del Club de Investigación Mágica me ayudaron mucho. La idea
también surgió de otra persona".
"¿El Club de Investigación Mágica...?"
Harriet miró en mi dirección.
"Sí, el que él fundó".
Ante ese comentario, las miradas de Madam Saint Owan y del duque se fijaron en mí.
Declaré que su hija haría algo sorprendente con el Club de Investigación Mágica.
No fue como yo quería, pero Harriet ya había logrado algo increíble. Lo había hecho gracias a la
colaboración con los miembros del Club de Investigación Mágica.
Al final, tuve razón.
El Duque Saint Owan y Harriet discutieron durante un rato sobre la magia recién desarrollada.
En su mayor parte, no pude entender nada. Sin embargo, sentí que tenía una idea porque había oído
una explicación similar de Louis.
Había convertido su propio cuerpo en un círculo mágico vivo y en movimiento.
En realidad, no estaba claro cómo usar la magia de esta manera y convertir el propio cuerpo en un
círculo mágico en funcionamiento podía reducir significativamente la velocidad de lanzamiento.
"Hija, este debe ser un linaje mágico que sólo tú puedes usar en este mundo. Los magos ordinarios
tardarían mucho más tiempo en memorizar todos los contenidos de la magia moderna traducidos en
runas y recuperarlos cuando fuera necesario, en comparación con el método de lanzamiento
tradicional. Este método puede eliminar las etapas de manipulación mágica durante el proceso de
fundición, pero el proceso de cálculo lleva aún más tiempo."
"...Sí, supongo".
Al fin y al cabo, era un método que dependía de la inteligencia rápida de cada uno. Para los magos
ordinarios, este método sería más bien una desventaja.
Extiende la fórmula y se salta los pasos reales de manipulación mágica.
Para Harriet, era una forma de usar la magia casi instantáneamente, pero para otros magos, era un
esfuerzo inútil.
De todos modos, aunque la llamaran genio, ver a Harriet lograr algo sólo posible para un verdadero
genio...
De alguna manera, se sentía satisfactorio.
Si tuviera que enfrentarse a Ellen, estaba segura de que podría ganar.
¿Por qué esta situación, en la que estaba seguro de que perdería en una pelea, me hacía sentir tan
bien?
"¿Por qué tú y mamá y papá tienen la misma expresión? Es, es desagradable..."
Al parecer, Harriet se dio cuenta de que tanto el duque Saint Owan como yo habíamos tenido
expresiones parecidas y su rostro se agrió.
Madam Saint Owan, el Duque y yo.
Parecía que los tres sentíamos algo parecido en ese momento.
------
"¿Qué tal? ¿No puedes respirar o algo?"
"Estoy bien."
"...Yo tengo que aguantar la respiración para llevar algo así, ¿pero tú ni siquiera tienes ese
problema? Honestamente, ¿no es esto injusto hasta cierto punto?"
Liana vistió a Ellen con un vestido de gala y le sacó la lengua, asombrada por el comportamiento
relajado de Ellen a pesar de llevar un vestido ajustado.
Sólo faltaba un día para el concurso de Miss Temple, un evento principal del festival junto con las
finales del Torneo Sin Restricciones.
Así que Ellen y Liana estaban haciendo juntas la última comprobación. Como resultado, Liana se
movía afanosamente entre la habitación de Ellen y la de Cliffman, sintiéndose abrumada.
Así que Liana fue la persona más ocupada durante este festival.
El torneo de Reinhardt había terminado, y el Torneo sin restricciones de Harriet también.
Ahora, las únicas tareas que quedaban para los alumnos de primer año de la Clase Real eran Ellen y
Cliff. Mientras Liana tocaba la mejilla de Ellen, miró a Ellen de pie frente al espejo.
"Afloja tu expresión. ¿Te molesta algo?"
"No, la verdad es que no".
Ellen miró su reflejo en el espejo.
No parecía muy diferente de lo habitual, pero tal vez parecía infeliz. Ellen intentó forzar una
sonrisa, pero no funcionó bien.
Una sonrisa natural siempre le había resultado difícil. Así que cuando forzaba una sonrisa, parecía
extraña. No era exactamente una expresión fea, pero tampoco parecía una cara sonriente.
Pero ahora le costaba aún más sonreír que de costumbre.
Hoy, la imagen de Reinhardt seguía parpadeando en su mente.
'Haah...'
'Haa...'
'¿Y si nuestra idiota... pierde? ¿Qué? No, quiero decir, ¿y si ella sufre una derrota aplastante?'
'¿Te parece que está nerviosa?'
Le vi incapaz de estarse quieto, lleno de ansiedad y suspirando pesadamente.
'Vaya. ¿Qué le pasa? No, en serio, ¿qué es eso?'
'¿Qué le pasa? ¿Qué ha pasado?'
'¡Mira! Nuestra idiota lo hizo, ¿no?'
'¡Siempre creí en ella!'
Observando a Harriet, que era lo bastante fuerte como para no tener que preocuparse, Reinhardt
parecía exultante, como si pudiera saltar de alegría. Era como si se preocupara por Harriet y la
apoyara.
Ellen también se sorprendió. Aunque había renunciado, Harriet había conseguido asestar un golpe a
Olivia.
Si yo hubiera estado en su lugar, ¿lo habría hecho tan bien como Harriet?
Probablemente no, pensó Ellen.
Si yo hubiera estado en su lugar...
¿Se habría preocupado Reinhardt por mí como hoy?
¿Me habría animado como hoy?
Puede que se hubiera preocupado, pero Ellen pensó que no hasta el punto de estar inquieto como
hoy.
Reinhardt era un poco sobreprotector con Harriet. Normalmente la trataba con rudeza, pero se
preocupaba por ella en momentos como éste.
Como ella misma era buena en todo, él no se habría preocupado tanto.
Habría creído en su capacidad para salir adelante, aunque perdiera.
Se preocupaba más por Harriet y le prestaba más atención porque era sobreprotector. Al ver a
Reinhardt así, Ellen no pudo evitar reconocer el incómodo sentimiento que ya se había instalado en
su corazón.
Celos.
Estaba celosa de Harriet.
Por eso, los sucesos de hoy la dejaron con la mayor de las incógnitas y con la sensación de una
piedra alojada en su corazón, de la que no podía desprenderse.
'¡Cuánto tiempo!'
Reinhardt parecía conocer a los padres de Harriet. Tanto el duque como la duquesa le conocían.
Teniendo en cuenta que Harriet no parecía sorprendida por ello, probablemente ya lo sabía.
¿Por qué?
No sólo cómo, sino por qué.
¿Por qué había visto Reinhardt a los padres de Harriet?
¿Los había conocido con Harriet? ¿Por qué se conocieron y por qué Reinhardt nunca se lo había
dicho?
Bueno, no hay ninguna razón en particular para que Reinhardt se lo contara.
Pero aun así.

Aunque se daba cuenta de que había muchas cosas que no sabía de Reinhardt.
No quería estar a oscuras.
No quería enterarse así.
Claro que no era la única que tenía preguntas.
"Es bastante sorprendente que el duque y la duquesa conozcan a Reinhardt."
Mientras Liana ajustaba la ropa de Ellen y combinaba varios accesorios, hizo el comentario de
pasada.
Todos se habían quedado de piedra al ver cómo el duque agarraba a Reinhardt y se lo llevaba a
rastras delante del estadio.
"Es posible que se encontraran por casualidad".
"¿Es así?"
La razón por la que sentía más curiosidad era ella misma, y así lo dijo Ellen.
En algún momento, empezó a mentir. Fingiendo no tener curiosidad cuando sí la tenía, actuando
como si no pasara nada cuando no era así.
A Ellen no le gustaba cómo estaba cambiando poco a poco. Empezó a mentir y a ocultar sus
emociones.
"Pero si va a comer con ellos, ¿es Reinhardt muy amigo de la familia del duque?"
"..."
Ante las palabras de Liana, Ellen apretó los dientes.
Si no hacía eso, su cara en el espejo parecía que se retorcería de forma extraña.
Era difícil sonreír.
Pero era posible que Ellen no mostrara ninguna expresión.
"Creo que es suficiente. Iré a ver a Cliffman. Probablemente no sepa vestirse solo, así que le
costará".
"De acuerdo."
Después de que Liana saliera de su habitación, Ellen relajó la mandíbula.
Ellen se miró en el espejo.

Se vio a sí misma con un vestido elegante, los hombros al descubierto, adornado con accesorios
llamativos como collares, pendientes y pulseras.
No estaba nada mal.
Aunque ella misma lo pensaba, Liana no dejaba de repetir que sería extraño que Ellen no se
convirtiera en Miss Temple a este nivel.
Decidió desechar todos los pensamientos inútiles, los celos, los sentimientos de inferioridad y las
dudas.
Porque no le servían para nada.
A Ellen no le importaba nada más.
Viéndose así vestida, se preguntaba qué diría Reinhardt, qué expresión pondría.
Sólo sentía curiosidad por eso.
Su aspecto era un poco sorprendente incluso para ella misma, pero creía que Reinhardt también se
sorprendería.
Después de eso, tenía miedo y esperanzas de lo que pudiera decir.
En su habitación, sin Liana, Ellen intentó forzar una sonrisa mientras se miraba al espejo.
Seguía sin funcionar bien, pero el hecho de que lo intentara era posible.
Sólo eso ya le hacía sentir que algún día sería capaz de sonreír.
Ellen siguió practicando su sonrisa frente al espejo.
------
"......"
Olivia Lanze estaba tumbada en la cama de su habitación.
Olivia había ganado hoy el Grupo C de la prueba principal, pero todos habían visto una escena
bastante fea.
Olivia Lanze, una estudiante de 5º curso, número A-0.
Salvo en algunos casos, Olivia seguía siendo amable y gentil con todo el mundo. No había
cambiado mucho desde antes.
Sin embargo, sabiendo que Olivia podría estar un poco sensible hoy, sus compañeros de clase, que
eran más jóvenes en edad pero como hermanos, no vinieron a felicitarla.
Así que ahora Olivia estaba sola.

Tumbada, miraba sin comprender el techo de su dormitorio.
Suponiendo que hubiera usado su poder divino, podría haber soportado el último ataque mágico.
No, ni siquiera habría llegado tan lejos.
La magia divina no se limita sólo a la curación y la protección.
Además.
Olivia levantó su mano y vio el humo negro hirviendo de ella.
El poder divino corrompido.
Olivia también podía usarlo.
Si sólo Tiamata hubiera estado allí.
Ser humillada por semejante mocosa.
Había ganado, pero había perdido.
Al declarar su derrota, no pudo olvidar la expresión en la cara de esa descarada.
Sabía exactamente que su victoria se completaría con la derrota.
Al final, ganó, pero fue una derrota, o mejor dicho, una desventaja.
Tuvo que ceder un set y fue derrotada.
Por lo tanto, fue una derrota completa.
Aunque ganara el torneo, el hecho de haber perdido contra Harriet no cambiaría nada.
No tenía sentido pensar en ello. Los "qué habría pasado si hubiera hecho esto" o "qué habría pasado
si hubiera hecho aquello" carecían de sentido.
Perdí contra Harriet de Saint-Owan.
Sólo quedaba ese hecho.
Aunque sentía que había perdido la motivación, no podía rendirse sin más.
Al fin y al cabo, regañar a esos chicos o derrotarlos no era su objetivo original.
Necesitaba dinero.
Dinero.
Si ganaba el torneo y era elegida Miss Temple, recibiría un premio en metálico.
Ese era su objetivo original, después de todo. Centrarse sólo en eso. Los oponentes en las
semifinales y finales del torneo no serían fáciles tampoco.
Y también tenía que prepararse para Miss Temple.
Olivia se levantó de la cama con un gemido y abrió el armario.
Habiendo vendido todo menos lo esencial, no había nada en el armario excepto su uniforme escolar
y la ropa de diario.
"Si al menos tuviera el vestido que llevé al acto de los patrocinadores..."
Había vendido sus pertenencias para ayudar a la gente. Había vendido todos los vestidos y
accesorios que su padre adoptivo le había comprado para que los luciera en diversos actos.
No había razón para ir tan lejos.
Pero no encontraba ninguna razón para no hacerlo.
Creía que sus verdaderas necesidades no podían satisfacerse con cosas materiales.
Por eso Olivia lo hacía.
"Ja... ja..."
Entonces, Olivia se quedó mirando su armario, que no contenía más que su uniforme escolar y su
ropa de salir, y se rió débilmente.
------
El duque y la duquesa de Saint-Owan no se marcharon hasta que terminaron de cenar aquella

noche. El duque era un hombre ocupado, por lo que parecía obvio que hubiera sacado tiempo para
asistir al partido del torneo de Harriet.
"¿Qué?"
Después de despedirse del duque y la duquesa, Harriet soltó.
"...¿Qué de qué? No he dicho nada".
"¡Ahora es el momento de decir algo! ¿Qué vas a decir? ¿Qué vas a decir? ¡Dímelo ahora!"
Desde que el Duque y la Duquesa estaban cerca, Harriet se había estado conteniendo, pero ahora
pensó que era el momento de soltarlo. Su cara se puso roja mientras jadeaba.
"Eh, esto.. Mamá burla de mí llamándome así..."
Mientras hablaba, le temblaban los labios. ¿Acaso creía que iba a buscar pelea, diciendo algo como:
"Eres un bebé"?
"¿Qué hay que burlarse? Eres un bebé, después de todo".
"¡Ves, me estás tomando el pelo!"
Hacía tiempo que no reaccionaba tan bruscamente.
¿Cómo no iba a burlarme de ella cuando estaba así? No pude evitar seguir hablando.
"Prueba a decir 'goo goo ga ga'. Apuesto a que lo harías muy bien".
"¡No lo haré! No lo haré. Tampoco lo hago en casa".
La cara de Harriet se puso roja y balbuceó. Sí, probablemente no lo haría. Yo lo sabía. Pero era
demasiado susceptible a la provocación y la manipulación, a eso me refería.
Sin embargo, frustrarse por esas cosas ya la convertía en una niña.
Se había vuelto más fuerte, pero su mentalidad seguía siendo la misma, lo cual era divertido.
"¿Intenta hacerlo entonces?"
"¡De ninguna manera! ¿Por qué iba a hacerlo a esta edad?"
...¿Por qué?
¿Por qué es tan adorable una chica de diecisiete años hablando de su edad como si fuese adulta?
¡Es como hablar como un bebé!
Dejé de burlarme de ella porque podría empezar a lanzarme hechizos mágicos si seguía
provocándome. Después de todo, era necesario controlar la intensidad de tales situaciones.
En el camino de regreso al dormitorio de la Clase Real.
La gente seguía bullendo. La multitud crecería hasta el viernes.
Las finales del Grupo C del Torneo Sin Restricciones de hoy habían sido todo un tema de discusión.
Por lo que vi, fue una pelea de una dimensión diferente en comparación con los otros partidos.
Una estudiante de primer año disparando hechizos mágicos a una velocidad cercana al instante.
Una estudiante de quinto año cargando como un tanque mientras recibía todos los hechizos con su
cuerpo.
Independientemente de todo lo demás, fue realmente increíble.
"Pero... ¿no es extraño?"

Mientras Harriet caminaba en silencio, murmuró.
"¿Qué es extraño?"
"Que mamá me llame así. ¿No te parece extraño...?"
¿Qué?
¿Seguía pensando en eso? Harriet parecía genuinamente avergonzada por ello. Bueno, podría ser un
problema de dolor de cabeza para ella.
Los Duques de Saint-Owan seguían tratando a Harriet como a una niña.
Sin embargo, esa era una cuestión que no se podía evitar.
Al ver la vergüenza de Harriet, sonreí con satisfacción.
"¿Por qué es extraño que un padre quiera a su hija?"
"..."
El Duque, que parecía estoico y severo, no podía ocultar el amor que sentía por su hija.
La Duquesa, que parecía incapaz de separarse de Harriet ni siquiera por un momento, seguía
abrazándola.
A Harriet pareció no gustarle esa escena, pero yo disfruté viéndola.
Por supuesto, la pregunta sigue siendo por qué tuve que ver aquel espectáculo de principio a fin.
"La mayoría de los niños que crecen en un ambiente así tienden a malcriarse, ¿sabes?"
"¡Tú, qué estás tratando de decir!"
"No estás realmente mimada, ¿verdad?"
Parecía haber crecido en un entorno problemático en muchos sentidos, pero ¿acaso es un crimen
que los padres quieran a sus hijos? Y Harriet no era así ahora, al menos no en esta versión.
"Tu elección de palabras es bonita, pero ¿por qué siempre lo expresas así? ¿Mimada? No he oído tal
cosa en mi vida".
Naturalmente, Harriet estaba furiosa por mis palabras.
Es divertido decir que no hay ningún problema, ya que tus padres son buenas personas y te has
criado bien de esa manera.
A este paso, puede que tenga una enfermedad que me impida hablar con franqueza y amabilidad,
¿verdad?
¿Pero cómo puedo parar cuando la veo ponerse roja y furiosa?
Discutiendo así, regresamos al dormitorio de la Clase Real.
Era invierno.
Y era de noche.
Así que hacía frío.
"Hace frío."
"Es invierno, idiota. Claro que hace frío".
"¿Tengo que oírte llamarme idiota sólo porque he dicho que hace frío?"
"Aunque los demás no lo sepan, no deberías ser tú quien me diga eso, ¡y menos después de haberme
tomado el pelo tantas veces con tonterías!"
Harriet empezó a discutir de nuevo. Esta vez sí empezó ella.
El tiempo de hoy parecía especialmente frío. Era pleno invierno, de noche, e íbamos ligeras de ropa.
Tanto Harriet como yo teníamos el aliento blanco.
A este paso, ¿cuánto más frío haría?
Por supuesto, éste no era el frío extremo de las regiones polares, y el tiempo no sería tan severo.
Ahora que lo pienso, la magia es divina, ¿no?
No hace falta tener frío sólo porque hace frío, ¿verdad?
Le di un ligero golpecito a Harriet, que caminaba tranquilamente a mi lado.
"Oye, hace frío".
"...¿Qué?"
"Hace frío".
"¿Qué quieres que haga al respecto?"
"¿Por qué no hacer algo?"
Harriet me miró fijamente, claramente molesta.
Durante nuestra estancia en la isla deshabitada, Harriet había invocado una esfera generadora de
calor y la había colocado en las tiendas de los niños.
Independientemente de la raza o la tribu, la magia es lo mejor. Cuando le pedí a Harriet que hiciera
algo, sacó los labios y cerró los ojos lentamente.
Parecía que iba a volver a invocar la esfera generadora de calor de la isla deshabitada.
"..."
De repente, Harriet me agarró la mano.
Ni siquiera podía mirarme, con la cabeza gacha.
No.
Esto no.
Cuando desperté por primera vez mi Fortalecimiento Corporal Mágico y tenía un dolor
insoportable, le pedí que me durmiera, pero en lugar de usar un hechizo para dormir,
inesperadamente cantó una canción de cuna.
Cuando me di cuenta del malentendido, sentí que podía haberme muerto de vergüenza.
¿Estaba malinterpretando mi petición de magia otra vez?
"No, oye... esto no, pero magia..."
"Lo sé.
Sus palabras me pararon en seco.
"Yo... no soy tan estúpida..."
Su voz temblaba, como si fuera a quebrarse en cualquier momento.
Me cogió de la mano aunque sabía que le estaba pidiendo magia.
Con la cabeza gacha, Harriet me cogió de la mano y me guió.
No me agarró con demasiada fuerza. No podía agarrarla con más fuerza ni soltarla. Seguí en
silencio a Harriet, que iba delante con mi mano entre las suyas.
"¿Cómo te ha ido el día hoy?"
Preguntó Harriet.
"Ha sido el mejor".
Respondí con sinceridad, sin ninguna pretensión.
"..."
"..."
No intercambiamos más palabras después de eso.
En silencio, nos limitamos a caminar.
El dormitorio estaba bastante lejos, requería un viaje en tranvía.
Sin embargo, Harriet pasó la parada del tranvía y siguió caminando.
Como si quisiera caminar para siempre.
Como si esperara que el lugar al que teníamos que volver no apareciera nunca.
Capítulo 313
Una no podía pasarse todo el día vistiéndose y maquillándose para el concurso de Miss Temple.
Después de quitarse el vestido y desmaquillarse, Ellen terminó de ducharse.
Liana la hizo practicar no sólo el vestido y el maquillaje, sino también sus expresiones faciales. Una
preparación minuciosa era esencial.
A pesar de no haber hecho gran cosa, Ellen se sentía extremadamente agotada, tanto física como
mentalmente, debido a su desconocimiento de las tareas.
Sin embargo, eso no significaba que le disgustara.
Era como descubrir una faceta completamente distinta de sí misma que desconocía. Sólo hoy se
había mirado en el espejo docenas de veces, preguntándose si sería realmente ella.
Después de secarse el pelo, Ellen se tumbó obedientemente en la cama.
El concurso de Miss Temple empezaría mañana.
-Growl
Ellen arrugó la frente ante el sonido que provenía de su estómago.
Normalmente sería la hora de tomar un tentempié nocturno con Reinhardt. Ellen recordó la severa
advertencia de Liana.
"No comas nada esta noche".
"...¿Por qué?"
"Sé que no engordas fácilmente, pero si comes algo y mañana se te hincha la cara, ¿qué harás?"
"...No estoy segura."
"De todos modos, simplemente no comas. Puedes soportarlo sólo por un día".
No era tan difícil abstenerse de comer un bocadillo por la noche. Ciertamente podía soportarlo por
un día.
Pero las rutinas eran poderosas.
-Growl
"..."
Su cuerpo enviaba señales a la hora en que normalmente comía, pero ahora no tenía permitido
comer.
Además, cuando alguien te dice que no hagas algo, el deseo sólo se hace más fuerte.
Antes se había ido a la cama sin comer nada, pero hoy, al saber que no podía comer, tenía aún más
hambre.
A Ellen se le daba bien el autocontrol. No engordaba con facilidad debido a su rutina de ejercicios y
a su constitución, y en el dormitorio de la Clase Real siempre había abundantes provisiones de
comida. Además, Reinhardt, que hacía todo lo que ella le pedía, llevaba bastante tiempo con ella.
Ellen se dio cuenta de que pocas veces se había resistido a comer últimamente.
Aun así, mañana tenía que mostrar una mejor versión de sí misma. No podía dejarse vencer por el
hambre.
Intentó obligarse a dormir, pero el sueño no llegaba fácilmente.
Preguntándose si sería por la luz de la luna que entraba por la ventana, Ellen refunfuñó mientras se
levantaba para cerrar las cortinas.
Y entonces...
Al correr las cortinas, Ellen vislumbró la calle fuera del dormitorio.
En la oscuridad, bajo la luz de la luna,
vio dos caras conocidas.
Reinhardt y Harriet de Saint-Owan.
Caminaban cogidos de la mano.
"..."
Ellen observó en silencio la escena desde su habitación.
Con la cabeza inclinada, como avergonzada, Harriet caminaba junto a Reinhardt, que la cogía
suavemente de la mano.
Ellen, congelada en su sitio, siguió observando la escena.
Cogidos de la mano.
¿Qué tenía de especial aquel gesto?
Se había cogido de la mano infinidad de veces y se había abrazado otras tantas.
Siempre lo había hecho con Reinhardt. Al fin y al cabo, eran amigos.

Por lo tanto, debería considerarse como algo que hacen los amigos.
Debería entender que está dentro del ámbito de su relación.
Pero aun así.
Ellen no podía apartar los ojos de sus manos entrelazadas.
¿Se lo habían quitado ya?
No.
Siempre había sido así, hacía mucho tiempo.
La creencia de que había partes que sólo ella podía tocar era una completa ilusión.
En realidad, ya había pasado mucho tiempo.
¿Había pasado?
¿Por qué?
Al fin y al cabo.
Tomarse de la mano era algo que podía hacerse.
Ella también le había cogido la mano innumerables veces.
¿Había pensado que tocar a Reinhardt era su privilegio exclusivo? Por eso, al ver a Harriet
cogiéndole la mano...
¿Por qué su corazón se sentía tan...
¿Frágil, como si se fuera a romper?
‘De verdad crees... que eso es mezquino...’
Las palabras que Harriet había pronunciado una vez resonaron en la mente de Ellen.
Naturalmente, Ellen se dio cuenta de que Harriet siempre se había sentido así.
En lugares que ella desconocía. Con historias y recuerdos que ella desconocía. Observando desde
lejos cómo creaban una relación en la que ella no podía entrometerse.
Todo lo que podía hacer era mirar y no hacer nada en esta situación.
Así era como se sentía.
Sentirse traicionada, abrumada, enfadada, apenada y agraviada.

¿Harriet había expresado este sentimiento sólo con la palabra "mezquino"?
No parecía un sentimiento que pudiera expresarse sólo con esa palabra.
Ellen miró a los dos que regresaban al dormitorio.
Quizá ya era demasiado tarde.
Harriet estaba haciendo lo que tenía que hacer. No había necesidad ni razón para odiarla. Si quería
odiar esa visión, Ellen debería haber sido la que recibiera el odio de Harriet hacía tiempo.
Harriet sólo intentaba hacerlo lo mejor posible a su manera; no había necesidad de odiarla por eso.
Ellen trató de convencerse a sí misma.
Así que tenía que hacer lo que tenía que hacer.
Mañana tenía que mostrar su mejor cara. Después de verla, Reinhardt podría cambiar un poco de
actitud.
Intercambiando historias, puede que cambie un poco.
Con eso bastará.
Hoy es hoy y mañana será mañana.
Con los ojos fuertemente cerrados, Ellen hizo todo lo posible por borrar de su mente la persistente
imagen de los dos.
------
Aquella noche.
Blandí mi espada en la sala de entrenamiento.
Ni Cliffman ni Ellen estaban allí. Así que, después de mucho tiempo, golpeé el maniquí de
prácticas. Podría haber pedido consejo a Saviolin Turner, pero ya era tarde, y esa dama se
entusiasmaba en secreto cuando enseñaba, así que supuse que no podría dormir a tiempo.
Así que blandí mi espada de práctica contra el muñeco.
-¡Crack!
"Maldita sea."
La espada de práctica se rompió.
Había blandido la espada hasta el punto del olvido. No es como si estuviera tan profundamente
inmerso en la esgrima.
¿Qué podría ser?
Había perdido la noción del tiempo.
Ya había pasado mi hora habitual de acostarme. Si hubiera recibido lecciones de Saviolin Turner,
habría terminado antes.
Tenía todo el cuerpo empapado en sudor.
Recogí los restos de la espada de práctica rota y los tiré a la basura, luego abrí la ventana de la sala
de entrenamiento.
Una brisa fría me rozó las mejillas y la ropa empapada de sudor.
Ahora mismo.
Debo de sentirme agitado.
¿Qué debo hacer?
Por más vueltas que le daba, no lo conseguía.
Ya había pasado mi hora de acostarme y no creía que pudiera blandir una espada de práctica en este
estado sin romper otra. Decidí asearme e irme a dormir.
Consideré hacer algo para pasar el rato, pero sin Ellen cerca, no estaba de humor para hacer nada yo
solo.
"Oh."
Mientras caminaba por el pasillo, tropecé con alguien. La persona que estaba frente a mí ladeó la
cabeza.
El que estaba frente a mí no era otro que Bertus.
¿No debería estar ocupado dirigiendo el tren mágico? ¿Qué le traía al dormitorio a estas horas?
"¿Por qué sigues despierto a estas horas?"
Bertus dijo lo que estaba a punto de preguntarle.
"Estaba en la sala de entrenamiento".
"...Entrenando incluso durante el festival. Impresionante."
Bertus sonrió satisfecho.
"¿Y tú?"
"Ah... Tenía trabajo que hacer, y ahora voy a descansar".

¿Había terminado el trabajo de gestión del tren mágico para el festival?
Sus ojeras eran prominentes, ya fuera por haber estado despierto toda la noche o por haber tenido
demasiado trabajo. No tenía por qué alabarme por entrenar durante el festival; ¿no estaba trabajando
aún más duro de lo normal?
"Ah, he oído que has ganado el torneo. Enhorabuena".
"Eh... Sí."
Bertus me dio una palmadita en el hombro y se dirigió hacia su habitación. Parecía haber luchado
bastante estos últimos días, ya que su agotamiento era visible en su rostro habitualmente estoico.
Y justo cuando parecía que estaba a punto de entrar en su habitación, de repente miró hacia mí
como si recordara algo.
"Ah... Espera un momento".
"Eh... ¿Por qué?"
Un sudor frío me recorrió todo el cuerpo.
Los demás habían pasado sin peligro.
Pero él no.
Todavía no me había visto desde que me vestí de chica.
Bertus entrecerró los ojos y me miró fijamente.
¿Cómo?
¿Podría reconocerme? Sinceramente, sólo nos vimos brevemente, así que fue más bien una mirada
fugaz, ¿no?
"Hmm..."
Bertus me miró con el ceño fruncido y luego negó con la cabeza.
"No, creo que sólo estoy cansado".
Bertus me dedicó una sonrisa escalofriante y se fue a su habitación.
------
De vuelta en su dormitorio, Bertus arrastró su cuerpo pesado y encharcado para lavarse y se tumbó
en su cama.
Gestionando el funcionamiento del tren mágico durante el festival.

No le parecía un asunto trivial. El tren mágico era el medio de transporte más importante del
Camino Real, con muchos pasajeros incluso en días normales. Además, durante este periodo,
acudían pasajeros de todo el continente.
Por lo tanto.
Hay gente que no ha visto ni oído hablar del tren mágico en toda su vida.
Algunos niños lloran, pensando que es un monstruo, mientras que incluso los adultos entran en
pánico y huyen confundidos.
Estos son nobles.
Incluso en las remotas zonas rurales del continente existe una jerarquía social.
Decidir viajar a la capital para ver el Festival del Templo significa que tienen dinero suficiente para
pagar las tasas de las puertas warp.
Por eso, la mayoría de las veces, la gente de alto rango de sus regiones acude a la capital.
Son muchos los que se quejan de la falta de un compartimento sólo para nobles en el tren mágico.
Discuten sobre cómo pueden utilizar el mismo medio de transporte que los plebeyos.
Aunque es irrisorio que esta gente se pelee por el rango, Bertus tenía que manejar bien este trabajo.
Había estado bajo una enorme cantidad de estrés tratando de resolver todos los incidentes y
accidentes sin problemas y sin problemas.
Así que, sintiendo que necesitaba dormir bien por una vez, había vuelto al dormitorio.
Bertus tenía la cabeza a punto de estallar.
Sin embargo, al ver a Reinhardt, algo le vino de repente a la cabeza.
No había tenido tiempo de pensar en ello mientras estaba inundado de trabajo, pero recordó a la
chica de pelo plateado con la que se había cruzado la última vez.
En cuanto vio a Reinhardt, le vino a la mente la imagen de la chica de pelo plateado.
No podía olvidarla.
Después de haber cometido el impensable error de escupirle té en la cara cuando se conocieron,

Bertus no la olvidaría en toda su vida.
'Se parece a él. Sin duda'.
Se preguntó si lo estaba imaginando debido al cansancio, pero pensándolo bien, sí se parecían.
Por supuesto, tendría que verlos uno al lado del otro para estar seguro.
Pero era cierto que la chica de pelo plateado y Reinhardt se parecían mucho.
Sin embargo, el hilo de pensamiento de Bertus dio un giro peculiar.
En primer lugar.
Bertus estaba tan ocupado que no conocía los detalles del festival. Como mucho, sólo sabía que
Reinhardt había ganado el torneo de primer año.
Por lo tanto, no sabía quién era la chica de pelo plateado, ni que había participado en el concurso de
travestismo del Templo.
Así, para Bertus, la chica de pelo plateado no era más que una chica de pelo plateado.
Dos personas completamente diferentes.
Pero se parecían.
Incluso compartían una lengua afilada similar.
Cuando él le preguntó por su pelo plateado, ella dijo que era teñido.
Además, Reinhardt venía de la calle.
'¿Tiene Reinhardt una hermana menor o una hermana mayor?'
Hay casos en los que los hermanos están separados, así que es muy posible que Reinhardt tenga
parientes consanguíneos de los que no sabe nada.
Sólo tenía que preguntárselo a Reinhardt.
Si tenía una hermana menor o mayor.
Por supuesto, Reinhardt daría una respuesta afirmativa o negativa, pero también sentiría curiosidad
por saber por qué Bertus le hacía semejante pregunta.
'Bueno, podría ser una coincidencia'.
La gente puede parecerse por casualidad.
Si mencionaba por descuido que había conocido a alguien que podría ser su hermana o su hermano
mayor, Reinhardt se sentiría sin duda decepcionado si resultaba no ser cierto.
'¿Debería investigar por separado...?'
No hace falta que se esfuerce en contárselo a Reinhardt.
Si resulta ser cierto, Bertus podría ayudar a Reinhardt a encontrar a su pariente perdido.
Si no, sería simplemente cuestión de devolverle el pañuelo que no había podido darle entonces.
Pensando que se trataba de un asunto trivial, Bertus se fue quedando dormido.

Capítulo 314
Viernes.
Hoy es el Concurso de Miss Temple y las finales del Torneo Sin Restricciones.
Olivia Lanze, que debe participar en ambos eventos, estará muy ocupada. Los alumnos de primer
año de la Clase Real no parecen especialmente interesados en el Torneo Sin Restricciones, que
comienza a partir de las semifinales, ya que ninguno de sus compañeros compite.
Ellen, Liana y Cliffman parecen estar ocupados preparándose para el concurso.
Sin embargo, cuando Ellen se cruza conmigo por la mañana, me mira en silencio.
"Hoy..."
Sé lo que quiere decir.
"¿Vas a ir?"
"...Sí".
Ellen ha visto todos mis partidos del torneo. Incluso si no lo hubiera hecho, no hay razón para no
asistir al concurso de Miss Temple hoy.
Tengo que convertir a Cliffman en Mister Temple, aunque tenga que usar algún tipo de truco, y
todavía no sé qué hacer con Miss Temple.
No hay razón para que no vaya al concurso. Ellen duda un momento y luego me mira con expresión
decidida.
"...Asegúrate de venir".
"De acuerdo, prepárate bien".
"De acuerdo".
Después del concurso, me pregunto si tendrá algo que decir.
Esa es la impresión que me da su expresión.
Ellen deja esas palabras y se va con Liana a prepararse.
Los otros chicos parecen estar disfrutando del festival por su cuenta, pero yo he decidido moverme
solo durante el día.
Sin que nadie me acompañe.

Voy a ver las finales del Torneo Sin Restricciones, que ya no interesan a mis compañeros. Por
supuesto, puede haber algunos que miren, pero aún así planeo ir solo.
Tengo mucho que disculparme con Olivia. Ella siempre me cuida y hace cualquier cosa por mí, pero
yo siempre la trato mal. Ayer, incluso apoyé abiertamente a Harriet.
Ser bueno en todo no significa tener fuerza de voluntad en todas las situaciones.
No sé si habrá otros que vayan a ver las finales por separado, pero tengo la intención de ir a las
finales del Torneo Sin Restricciones sin unirme a nadie.
Los partidos empiezan desde las semifinales, pero al final sólo hay tres partidos. Así que, aunque
vea hasta las finales, el tiempo empleado no sería demasiado largo.
-¡Woahhhhhhh!
Los vítores de la multitud eran enormes.
El hecho de que Harriet perdiera no cambiaba nada.
Sin embargo, que el resultado coincidiera con mis expectativas no significa que el proceso fuera
similar.
Al igual que mi torneo tuvo varios giros y sorpresas, el Torneo Sin Restricciones también tuvo
algunas sorpresas.
Hasta ahora, Olivia sólo ha perdido un set, y fue el que se llevó Harriet.
Mientras espero a que empiece el partido, oigo que alguien me llama por detrás.
"Reinhardt, ¿tú también has venido a ver la final?"
"Ah, Charlotte."
Es Charlotte.
Aunque pensaba verlo solo, esta zona de asientos estaba reservada a alumnos, así que no podía
evitar encontrarme con alguien si venía.
De todos modos, me pregunto si Charlotte tiene alguna razón para ver las finales.
La razón estaba justo detrás de ella.
"¿La maestra también vino?"
"Sí."
Parece que Charlotte no está aquí por sí misma, sino porque Saviolin Turner quería ver la final.
Charlotte no puede dejar su lado, y la maestra debe haber querido ver las finales.
Charlotte no era tonta, así que había interpretado el estado de ánimo de Turner y decidió ir a ver las
finales.
"Si ibas a ir, deberías haberlo dicho. ¿Por qué has venido solo?"
"Ah, sólo porque sí".
"¿En serio?"
Había pensado que sería mejor verlo solo en lugar de traer a alguien, pero no tenía intención de
cambiar de asiento ni nada ahora que me habían encontrado.
Naturalmente, Charlotte y Saviolin Turner se sentaron a mi lado.
Charlotte miró a su alrededor y se cruzó de brazos.
"Hmm".
"¿Qué?"
"Oh, nada..."
Esta zona era para los asientos VIP de la Clase Real.
Eso significaba que también había otros asientos VIP.
Charlotte acababa de mirar los asientos reservados para invitados distinguidos.
"El Conde Bolton está aquí."
"¿Bolton?"
Cuando ladeé la cabeza, Saviolin Turner me miró.
"¿No intercambiaste saludos con él en la última fiesta de patrocinio?"
"¿En la fiesta de patrocinio?"
Había olvidado los nombres de las personas a las que había saludado en la fiesta. ¿Bolton? ¿Quién
era?
Hmm.
'Su memoria no es muy buena, ¿verdad?'
Pude sentir la mirada de Saviolin Turner pasar con tales pensamientos, pero sólo por un momento.
"Es Sir Eleion Bolton, el actual comandante de los Caballeros Sagrados".

"Ah."
Así es.
Era un nombre familiar. Eleion Bolton, el nuevo comandante de los Caballeros Sagrados que
asumió el cargo tras la destitución de Riverrier Lanze.
No sabía mucho de él, y no me interesaba, así que lo había olvidado por completo.
Charlotte esbozó una sutil sonrisa.
"No le vi ayer, así que me preguntaba si vendría. Supongo que está aquí para la final".
"...¿Quizá porque no quiere ver ganar a Olivia?"
"Bueno... No sé qué estará pensando el Conde Bolton, pero probablemente será un espectáculo
desagradable".
¿Cómo se sentiría el actual comandante de los Caballeros Sagrados, un prominente candidato a ser
el próximo líder religioso, al ver a un talento que abandonó su fe ganar el torneo sin usar el poder
divino?
Estaba claro que no se sentiría bien. Al recordar su nombre, también reconocí su rostro.
A diferencia de Riverrier Lanze, tenía un aspecto severo e inflexible. No vestía armadura de

caballero, sino traje formal, y a su alrededor había quienes parecían sus allegados, también
probablemente Caballeros Sagrados, observando en silencio la arena.
Saviolin Turner, que había estado escuchando en silencio nuestra conversación, ladeó la cabeza.
"En lugar de preocuparse por Olivia, podría estar apoyando a alguien más".
"¿Alguien más?"
"¿No conoces a los otros cuatro concursantes?"
"No recuerdo a nadie más que a Olivia de último año".
Charlotte se rió con desdén, como si no se molestara en recordar cosas que no tuvieran que ver con
ella.
"Entre los cuatro primeros, hay una estudiante cuyo ingreso en los Santos Caballeros está
confirmado después de la graduación".
"Ah... ¿en serio?"
"Podría estar esperando que esa estudiante derrote a Olivia".
Era inevitable que Olivia hubiera renunciado a su fe.

Por lo tanto, tendría sentido que el futuro miembro de los Caballeros Sagrados deseara una victoria
contra Olivia, que no usaba el poder divino.
Ciertamente, entre los concursantes del torneo sin restricciones, había bastantes que parecían aspirar
a convertirse en Caballeros Sagrados. La mayoría de ellos poseían habilidades que no podían ser
ignoradas.
Clase Real 6º grado A-3, Jordan Windsor.
Clase Real 6º grado B-2, Lydia Schmitt.
Lydia Schmitt.
La persona que tenía curiosidad sobre lo que Olivia y yo habíamos estado discutiendo.
Parecía una buena persona, pero yo había sentido algo peculiar en ella.
Ella era un talento increíble que utilizaba tanto el Poder Divino como el Fortalecimiento del Cuerpo
Mágico.
En fin.
Desde que Olivia había sido retenida durante un año, Lydia Schmitt y Olivia habían pasado mucho
tiempo juntas en el Templo.
¿Se había agriado su relación cuando Olivia abandonó su fe?
Si Lydia Schmitt se uniera a la Orden de los Caballeros Sagrados, podría sentir celos de Olivia.
Las habrían comparado en muchos aspectos. Lydia Schmitt tenía un talento increíble, pero en última
instancia, no había superado a Olivia.
La habría visto si hubiera pertenecido al Club Religioso Grace, pero mi primer encuentro con ella
había sido una breve conversación frente al dormitorio la última vez.
Si alguien siempre ha estado por encima de uno mismo, debía de ser una experiencia dolorosa no
poder alcanzarlo.
Mientras intercambiábamos varias historias, el anunciador comenzó a adelantar la competición.
-Estudiante de 5º grado de la clase Real, Olivia Lanze, ¡que sólo ha tenido una derrota de un set
hasta ahora!
Con los vítores de la multitud, Olivia fue teletransportada al estadio.
Aunque ayer había sufrido un pequeño accidente, Olivia había recuperado su sonrisa relajada.
Sin embargo, lo que había cambiado era que Olivia, que hasta ahora había luchado con los puños
desnudos, esta vez empuñaba una espada.
¿Acaso pensaba que era necesario luchar en serio a partir de las semifinales? ¿O pensaba que podría
perder un set inesperadamente si era tan descuidada como ayer?
Además de Olivia Lance, los cuatro primeros concursantes eran dos estudiantes de 6º curso de la
clase Real y un estudiante de 5º curso de la clase Orbis.
Los estudiantes de clase Real estaban todos en su último año de la división de grado del templo.
La oponente de Olivia Lanze entre los cuatro primeros era una alumna de 5º de la clase Orbis,
Melanie Benier.
Debía de ser amargo que la clase Orbis desapareciera justo antes de la graduación.
La clase Orbis había sido cuna de fuerzas revolucionarias, y la mayoría de los alumnos y profesores
implicados se habían retirado o habían renunciado a la enseñanza.
Los que se quedaron, o bien no habían sido juzgados, o bien habían decidido quedarse en el templo
después de ser juzgados.
Las fuerzas revolucionarias.
Me hacía palpitar la cabeza cada vez que pensaba en ello.
Independientemente de mis preocupaciones, el primer partido de los cuatro primeros comenzó

pronto.
El proceso no fue muy importante.
3:0
Fue una victoria completa para Olivia Lanze.
------
¿Harriet había tenido alguna oportunidad contra Olivia porque usaba magia? ¿O era porque Olivia,
blandiendo una espada, era aún más fuerte?
El oponente parecía dar lucha, pero no era rival para Olivia.
Sobre todo, la oponente parecía algo molesto, pero su expresión no era la de estar absorto en la
derrota, sino como si supiera que el resultado sería así.
El siguiente partido de las semifinales.
Clase Real 6º Año A-3, Jordan Windsor.
Clase Real 6º Año B-2, Lydia Schmitt.
Naturalmente, los que habían pasado a semifinales poseían una habilidad incuestionable. Había
visto los combates previos de Lydia Schmitt y Jordan Windsor.
Lydia Schmitt era partidaria de los potenciadores dobles, mientras que Jordan Windsor era
excepcionalmente hábil, incluso sin la capacidad de usar el poder divino.
Por supuesto, ambos eran oponentes formidables a los que yo ni siquiera podía desafiar con mi
nivel actual. Incluso si Harriet se hubiera enfrentado a ellos, no habría sido capaz de asegurarse la
victoria.
No sólo Olivia era un monstruo, también lo eran los demás alumnos de la Clase Real.
Los individuos con más talento habían perfeccionado sus habilidades durante seis años. Aunque
había un monstruo excepcional como Olivia, eran monstruos por derecho propio.
El talento no se escapa así como así.
Francamente, aunque Erich pareciera un desperdicio ahora mismo, no significaba que siguiera
siéndolo seis años después. Parecía estar esforzándose últimamente, así que había una posibilidad
de que despertara el Fortalecimiento de Cuerpo Mágico después de tres años. Y tres años después,
podría convertirse en un monstruo capaz de competir en el Torneo Sin Restricciones.
Olivia Lanze estaba originalmente en el mismo grado que los estudiantes de 6º año. Excluyendo a
los de 5º año que participaron en la Guerra del Mundo Demoníaco, habría pasado todo su tiempo en
el Templo con ellos.
Por lo tanto, era probablemente más cercana a los estudiantes de 6º año.
Enfrentarse a sus compañeros de la Clase Real en la final del Torneo de Clase Libre sería una
experiencia fascinante y agradable.
Si no hubiera ocurrido el incidente de las Puertas, tal vez Ellen y yo nos habríamos enfrentado en la
final del Torneo Sin Restricciones cuando avanzáramos de curso.
...Pero probablemente perdería.
Aunque llegara a la final, me imagino perdiendo contra Ellen...
Sinceramente, no parecía que fuera a sentarme tan mal.
El segundo partido de las semifinales resultó ser bastante emocionante, contrariamente a mis
expectativas.
"Buena suerte, Lydia."
"A ti también".
Ambos sonrieron e intercambiaron saludos, demostrando que su relación no era tan mala. A pesar
de estar en clases diferentes, parecían llevarse bien, quizá debido al largo tiempo que habían pasado
juntos.
Sin embargo, eso fue sólo por un momento.

Sus expresiones se endurecieron.
El ambiente amistoso desapareció como si nunca hubiera existido, y comenzó su batalla de

exploración.
Melanie Benier, la chica de 5º curso de la clase Orbis que acababa de ser derrotada por Olivia por 3-
0, era sin duda mucho más hábil que yo.
Y estos dos eran de 6º año.
Esta sería la última vez que se enfrentaran en un escenario como este torneo.
Independientemente de su relación habitual, este tipo especial de campo de batalla sería la última
vez que probaran la fuerza del otro.
Por lo tanto, no tenían más remedio que ser serios.
-¡Uuung!
El poder mágico azul envolvió el cuerpo de Jordan Windsor. No tenía la sensación explosiva y
ardiente como la de Ellen.
Era todo lo contrario.
Se centraba en el control y la estabilidad.
El poder comprimido y refinado no tenía ninguna operación mágica innecesaria; era como una hoja
finamente afilada.
No es que la balanza fuera débil.
La técnica implicaba el uso de un Fortalecimiento del Cuerpo Mágico extremadamente eficiente,

aplicando la cantidad justa de fuerza donde era necesaria. Quizá el método del que más deberíamos
aprender Ellen y yo es el similar al Fortalecimiento del Cuerpo Mágico de Jordan Windsor.
El caso de Lydia Schmidt era un poco diferente.
De repente clavó su espada en el suelo de la arena.
-¡Thud!
La espada de metal perforo el suelo de piedra, y desde el suelo, lineas blancas como hilos
comenzaron a arrastrarse y envolver la espada.
La luz blanca que envolvió la espada pronto comenzó a enrollarse alrededor de Lydia misma.
Pero eso no era todo.
No sólo el cuerpo de Lydia estaba rodeado por la luz blanca, sino que el poder mágico azul también
fluía simultáneamente.
Fortaleciendo el cuerpo con el poder divino y apoyándolo con el Fortalecimiento del Cuerpo
Mágico.
Un método de añadir fuerza a la fuerza.
Aunque yo, capaz de Autosugestionarme, no debería ser quien dijera esto, esa doble potenciación
parece injusta. Saviolin Turner habla en voz baja mientras observa el espectáculo.
"El poder divino del Dios de la Guerra Als..."
Habiendo visto ya el combate de Lydia Schmidt, sabía que usaba el poder divino de Als.
"No hay nada importante sobre el poder divino de Als..."
"Sí."
Es algo de lo que también soy consciente.
El Dios de la Guerra Als.
"Un poder divino que centra toda su energía en el ataque, incapaz de usar el poder de la curación..."
Aunque el poder de la protección divina no se limita a la curación, la mayoría de los poderes

divinos pueden usar la curación hasta cierto punto.
Sin embargo, los sacerdotes del Dios de la Guerra Als no pueden usar el poder de la curación.
Un poder especializado sólo en la destrucción y la ruptura.
Un poder centrado en la matanza y la masacre.
Ese es el poder divino del Dios de la Guerra.
Habiendo absorbido suficiente poder divino de la tierra, Lydia Schmidt saca su espada, ahora
envuelta en luz blanca, y mira fijamente a su oponente con luz azul y blanca envolviendo su cuerpo.
-Allá vamos.
-Sí.
No sólo son superhumanos, sino que, entre los superhumanos, son de los más hábiles.
Los dos monstruos, que podrían llamarse la esencia de la Clase Real, chocan.
-¡Bang!
Aunque sólo fue el choque de espadas, pude ver la onda expansiva distorsionando el aire con mis
propios ojos.
Como el nivel de la confrontación era alto, estaba claro que las armas proporcionadas eran
poderosas armas de grado artefacto que podían soportar cualquier batalla ordinaria.
Por lo tanto, la verdadera batalla de los superhumanos había comenzado.
------
En el segundo partido de los cuartos de final, Lydia Schmidtt de la Clase B salió victoriosa. El
resultado fue 3:1.
Jordan Windsor destacó en Fortalecimiento del Cuerpo Mágico, pero Lydia Schmidtt fue capaz de
utilizar el poder divino de Als.
Esa fue la mayor diferencia.
El poder divino centrado en la destrucción era tan intenso que me producía escalofríos. Jordan
Windsor fue derrotado por Lydia Schmidtt, que contó con la ayuda de este poder divino.
No es raro que la clase B supere a la clase A cuando se trata de alumnos de cursos superiores.
Sin embargo, verlo con mis propios ojos fue una experiencia diferente.
Pude ver a Jordan Windsor rechinando los dientes en señal de derrota.
Independientemente de su relación habitual, en última instancia, la diferencia decisiva que condujo

a la derrota procedía de su entrenamiento a lo largo de su estancia en el templo.
Aceptar la derrota es difícil para cualquiera.
No empaticé especialmente con ninguno de los dos. Olivia era la única por la que podía sentirme así
hoy.
Por supuesto, a diferencia de mí, el público no tenía a nadie con quien identificarse, así que parecían
bastante satisfechos con el espectáculo ofrecido.
¿Pero es esta realmente una situación en la que Olivia puede ganar?
Olivia no puede usar el poder divino, mientras que Lydia Schmitt puede usar toda su fuerza.
¿Cuál es exactamente la relación entre Lydia Schmitt y Olivia?
Si Lydia Schmitt hubiera estado celosa de Olivia durante todo el tiempo que pasaron en el templo,
querría derrotarla con todo lo que tiene.
Tras una breve pausa, la final estaba a punto de comenzar.
Al final, fue un partido entre antiguas compañeras de clase.
Olivia Lanze, antigua A-1.

Y Lydia Schmitt, B-3.
El partido final fue un poco diferente de lo que esperaba.
La sonrisa normalmente relajada de Olivia había desaparecido, su expresión se había endurecido,

mientras que Lydia Schmitt sonreía.
"Olivia."
"...Sí."
El ambiente entre las dos era tenso.
Antes del partido, la mirada y la sonrisa de Lydia Schmitt parecían diferentes cuando hablaba con
Jordan Windsor.
Lydia Schmitt.
Había algo parecido a la locura en sus ojos.
"Tu poder divino se siente más fuerte que antes".
"..."
"Vuelve al abrazo de los dioses, Olivia. Naciste para ello. Fuiste hecha para vivir en ningún otro
lugar que en el abrazo de los dioses."
"Lydia, yo..."
"Vuelve, Olivia."
No eran celos o sentimientos de inferioridad lo que había anticipado.
Lydia Schmit sentía algo completamente diferente por Olivia.
"Te lo he dicho. Lo he dejado todo. Lo he dicho una y otra vez..."
"No, Olivia. Tu poder divino, tu talento, tu carácter... todo ello. Eres la única persona realmente
capaz de unir las Cinco Grandes Santas Religiones. Eres la única que puede poner fin a esta larga
historia de fe y guiarnos hacia la próxima era".
Lydia Schmitt sonrió mientras se dirigía a Olivia.
Olivia ejercía el poder divino de Towan, mientras que Lydia Schmitt ejercía el de Als.
Aunque ambas formaban parte de las Cinco Grandes Religiones Sagradas, sus creencias eran
diferentes.
A pesar de ello, Lydia Schmitt intentaba que Olivia volviera a su fe. Olivia parecía preocupada.
"Vuelve, Olivia".
"Lo siento, Lydia. No tengo intención de volver".
Fue entonces cuando me di cuenta de que no conocía los detalles de la estancia de Olivia en el
templo.
Al igual que Riverrier Lanze no quería perder el talento de Olivia,
Mucha gente debió sentir pena por ella, incluyendo compañeros que habían sido tocados por Olivia.
Después de renunciar a su fe, ella debe haber continuado escuchando tales cosas. No sólo de figuras
religiosas, sino también de los numerosos compañeros de clase a los que había estado unida hasta
entonces.
Cuando habían mantenido su fe, se habían llevado bien. Pero en cuanto Olivia renunció a su fe,
intentaron persuadirla sin descanso para que cambiara de opinión de ese modo.
Olivia debía de estar agotada por todo aquello.
Al final, contrariamente a lo que esperaba, Lydia Schmitt no sentía celos de Olivia Lanze,
sino que era, de hecho, una de sus fervientes admiradoras.
"¿De qué están hablando?"
Mientras Saviolin Turner y yo estábamos concentrados en las dos que estaban lejos, Charlotte le
preguntó a Saviolin Turner.
"...Está intentando convencer a Olivia de que recupere la fe".
"Ah..."
Charlotte suspiró.
"Debe ser agotador también para esa senior".
"..."
Una fatiga cercana a la desesperación era evidente en Olivia.
Debía saber que se enfrentaría a situaciones así el resto de su vida.
Olivia había soportado más de lo que pensaba.
"Sólo hay una respuesta, Lydia. No tengo intención de volver al abrazo de los dioses".
Al escuchar las palabras de Olivia, Lydia cerró los ojos por un momento.
"Ya veo... Entonces prepárate".

"...¿Prepararme?"
"Sí. Prepárate".
Lydia Schmitt volvió a clavar su espada en el suelo de la arena.
"Prepárate para soportar la tristeza."
"¡Clang!"
Lydia Schmitt no parecía una persona maliciosa. Incluso me había dado una sonrisa gentil cuando
me habló brevemente. Debo haberme sentido erróneamente incómodo cerca de ella.
Sin embargo, cuando hablaba con Olivia, Lydia Schmitt era una persona completamente diferente.
La risa había desaparecido de su rostro y en su expresión podía leerse un sentimiento diferente al de

las semifinales.
Locura y obsesión.
"Todo lo que ocurra a partir de ahora es la voluntad de los dioses, destinada a guiarte a ti, que has
perdido el rumbo, de vuelta al camino correcto".
"¡Whooosh!"
El poder divino surgió del suelo de la arena, envolviendo a Lydia Schmitt.

Capítulo 315
Poder Divino y Fortalecimiento del Cuerpo Mágico
¿Qué pasará ahora? Incluso si Lydia Schmitt derrota a Olivia, no hay razón para que Olivia recupere
su fe, pensando que no es nada sin el poder divino.
¡Krrrrr!
Mientras Olivia activaba el Fortalecimiento de su Cuerpo Mágico, la final del Torneo Sin
Restricciones comenzaba.
"Tengo el presentimiento... de que algo anda mal."
"En efecto."
Saviolin Turner y yo no pudimos evitar una sensación de presentimiento tras escuchar su

conversación.
Lydia Schmitt está tramando algo.
¡Kwakang!
Contrariamente a nuestra ominosa premonición, era difícil discernir quién tenía la sartén por el
mango entre las dos.
Una cosa estaba clara: Lydia Schmitt era una luchadora increíblemente hábil.
Sin embargo, Olivia Lanze, que luchaba contra ella únicamente con Fortalecimiento Mágico, no se
quedaba atrás. Esto significaba que si Olivia utilizaba también su poder divino, tendría una ventaja
abrumadora.
Por mucho que el poder de Als se centrara en la ofensiva, era inevitable que el poder de Towan la
reforzara. Sería fácil para Olivia asegurarse la victoria contra Lydia Schmitt si usara eso también.
¿Qué demonios está tratando de hacer Lydia Schmitt? ¿Está tratando de forzar a Olivia a usar su
poder divino?
Olivia dijo que si tal cosa ocurriera, sería sometida a un juicio religioso.
Por eso no usó su poder divino ni siquiera cuando se enfrentaba a una derrota ajustada contra
Harriet.
"Por casualidad... ¿qué pasaría si Olivia, que ha renunciado oficialmente a su fe, usara su poder
divino?"
Aunque tenía algunos conocimientos al respecto, no estaba completamente seguro, así que
pregunté.
"...No acabará en una buena situación".
Charlotte respondió en tono pesimista.
"...Aquellos que usan un poder divino no autorizado son tratados como brujos".
Complementó Saviolin Turner.
Sacerdotes o Caballeros Sagrados.
Independientemente de recibir bendiciones o lo que sea, hay una especie de certificación para el
poder divino. Aunque los estudiantes de este tipo, que son como aprendices, se consideran
excepciones.
Debe ser para monopolizar el poder divino.
Olivia no era alguien que curaba en secreto a la gente en alguna remota aldea rural; era una persona
que había sido llamada la Santa de Eredian.
Cuando se renuncia a la fe, el poder divino debería desaparecer, ya que se origina en la creencia en
lo divino.
Sin embargo, el poder divino de Olivia no sólo no desapareció, sino que se hizo aún más fuerte.
Sólo que ella no debe usarlo. El poder divino no utilizado dentro del abrazo de lo divino sería
considerado herejía.
"Si tal cosa sucediera, Olivia no sería tratada como una bruja. Sin embargo, sería sometida a un
juicio religioso".
Si Olivia usara su poder divino, estaría usando un poder divino no autorizado en un lugar público.
Eso crearía una amplia oportunidad para enredarla con interrogatorios por herejía o juicios
religiosos como excusa.
Lydia Schmitt debe estar tratando de obligar a Olivia a usar su poder divino.
¿Pero cómo?
Olivia no usó su poder divino ni siquiera en el momento en que fue derrotada por Harriet.
En el torneo, Olivia lo considera un poder que no posee y lucha en consecuencia.
Si pierde, pierde. No hay necesidad de usar el poder divino a la fuerza.
-¡Boom! ¡Crash!
Con el poderoso golpe de Lydia Schmitt, una fuerte sacudida reverberó por toda la arena, y Olivia
logró bloquearla con una sola espada.
Olivia no sólo resistió el devastador poder divino sólo con su Fortalecimiento Corporal Mágico,
sino que incluso logró contraatacar.
No estaba seguro de nada más, pero ¿era realmente una batalla entre humanos?
Eso es lo que parecía.
"Asombrosas. Ambas".
El monstruo más fuerte del mundo los elogió desde mi lado.
Era una lucha así de intensa.
Lydia Schmitt empleó todo lo que pudo en la batalla.
Olivia Lanze sólo usó Fortalecimiento del Cuerpo Mágico.
Si no fuera por Olivia, ¿Lydia Schmitt no estaría en el lugar de Olivia?
Así de impresionantes eran las habilidades de Lydia. Sin embargo, ella no envidiaba a Olivia; en
cambio, quería devolver a Olivia a donde legítimamente pertenecía.
No eran celos, sino obsesión.
Al final, ambos eran agotadores.
-¡Rumble!
Una luz blanca salió de la espada de Lydia, condensada con poder divino, y se clavó en el suelo.
-¡Boom!
Fue tan intenso, que me hizo preguntarme si eso era realmente poder divino. El destructivo poder
divino exhibía una fuerza incluso mayor que la magia.
La arena, reforzada tras la batalla de Harriet, estaba siendo visiblemente destrozada en tiempo real.
Y pensar que era una Caballera Sagrada.
De hecho, el término berserker parecía encajar mejor.
Sin embargo, Olivia, que se enfrentaba a ella, era igual de increíble.
Paraba o esquivaba los peligrosos y poderosos ataques, y contraatacaba con precisión, impidiendo
que Lydia recuperara el impulso.
Lydia tomó la delantera en el rendimiento general.
Sin embargo, Olivia presionó a Lydia con ataques y contraataques más precisos y rápidos.
Por tanto, el resultado del partido podía predecirse hasta cierto punto.
Lydia lo estaba haciendo bien, pero Olivia ganaría.
Ella no estaba subestimando a su oponente como en la batalla con Harriet.
Olivia estaba haciendo todo lo posible sin usar el poder divino y sin bajar la guardia.
La baza oculta de Lydia Schmitt.
Si planeaba obligar a Olivia a usar el poder divino, ¿cuál podría ser esa estrategia?
Olivia atacó a Lydia con brusquedad y precisión.
-¡Boom! ¡Crash! ¡Bang!
Como si quisiera acabar con ella de un solo golpe, los implacables ataques de Olivia no le dieron a
Lydia oportunidad de recuperar el aliento.
Un golpe tras otro.
Olivia, que atacaba constantemente tanto el poder divino como las defensas de Fortalecimiento del
Cuerpo Mágico de la oponente, finalmente creó una abertura.
Este era el final.
Sintiendo su victoria, Olivia empujó su espada hacia el pecho de Lydia Schmitt.
En el momento en que parecía que Olivia tomaría el primer set.
-¡Rumble!
Pude ver claramente la explosiva energía roja surgiendo del cuerpo de Lydia Schmitt.
"¡Eso es...!"
Saviolin Turner se quedó mirando con los ojos muy abiertos la escena que tenía delante, y Olivia
retrocedió tambaleándose, conmocionada.
"¡Lydia! ¿Qué estás haciendo?"
"Olivia... Tienes que ganar, ¿verdad? Necesitas el dinero. Por eso te uniste al torneo, ¿no? ¿Para
ayudar a los niños?"
Lydia, envuelta en una siniestra aura roja, reveló una sonrisa escalofriante.
"Derrótame con todas tus fuerzas. Da todo lo que tengas".
Estaba claro que Lydia Schmitt, envuelta en una ominosa luz roja, no se encontraba en un estado
ordinario. Saviolin Turner murmuró como si supiera de qué se trataba el aura roja.
"Berserk… ¿Por qué? ¿Cómo puede un simple estudiante poseer tal poder...?"
"¿Qué es eso?"
"Es un poder raramente utilizado por los sumos sacerdotes de Ares".
Berserk.
Aunque no conocían los detalles, la propia palabra les daba una idea de lo que significaba. Olivia
gritó, su rostro se puso pálido.
"¡Lydia! ¡Detente ahora mismo!"
"Ese poder... Consume la vida de uno".
Era un método extremo usado por los caballeros de Als cuando quemaban sus propias vidas para
sacar su fuerza.
Los caballeros de Als no eran sólo similares a los berserkers; eran berserkers ellos mismos.
Lydia Schmitt estaba utilizando ese poder en la final del torneo.
Lydia sabía la razón por la que Olivia tenía que ganar. Sabía que Olivia no se había apuntado por sí
misma, sino porque necesitaba el dinero del premio.
Por eso Lydia realizó un acto tan temerario, quemando su propia vida para aumentar su poder, para
que Olivia no pudiera derrotarla sin darlo todo.
¿Lydia iba tan lejos sólo para hacer que Olivia usara su poder divino?
¡Bang! ¡Crash! ¡Clang!
Lydia Schmitt, envuelta en el aura roja, empujaba implacablemente a Olivia hacia atrás.
Charlotte miró a Saviolin Turner con expresión preocupada.
"¿No deberíamos parar esto?"
"Sí, pero Berserk es una habilidad extremadamente rara entre los poderes utilizados por los
sacerdotes de Als. Incluso dentro de la Iglesia de Als, sólo unos pocos saben cómo usarlo. Olivia
parece saberlo, pero si los organizadores entienden la situación ahora mismo, no estoy segura..."
Para el ojo inexperto, parecía como si Lydia Schmitt, que había estado al borde de la derrota, de
repente desatara su poder. No sabrían que el aura roja estaba consumiendo su vida.
El ambiente en torno al Caballero Sagrado Comandante Eleion Bolton se había vuelto tenso.
Eleion Bolton observaba la arena con expresión seria, mientras los caballeros que le acompañaban
intercambiaban miradas confusas.
Incluso algunos de los caballeros de alto rango que acompañaban al Santo Caballero Comandante
no sabían qué estaba haciendo Lydia Schmitt.
Con los dientes apretados, Olivia resistió la poderosa embestida de los ataques de Lydia Schmitt.
El combate debía detenerse de inmediato.
Pero si los organizadores no entendían la situación, el partido continuaría como estaba.
Olivia estaba siendo empujada hacia atrás por Lydia Schmitt, que estaba sacando todo su poder. Lo
mejor sería someterla de una sola vez, pero eso requeriría el uso del poder divino.
Esa no era una opción a considerar.
Podría resistir sin usar el poder divino, pero en ese caso, Lydia Schmitt moriría en el acto una vez
agotada toda su fuerza vital.
Por lo tanto, sólo había una manera de detener a Lydia Schmitt, que estaba atacando quemando su
fuerza vital.
Detener el partido.
O.
Olivia renunciar a la contienda.
Esas eran las dos únicas opciones.
"Lady Turner, detenga el partido inmediatamente. Asumiré toda la responsabilidad".
"Sí, Su Alteza".
Charlotte habló con una expresión seria, y en el momento Saviolin Turner asintió con la cabeza.
"Renuncio..."
Olivia, con expresión perdida, declaró su derrota.
------
Olivia se sentó en la sala de espera de los competidores, cubriéndose la cara con ambas manos,
temblando.
Había renunciado.
'Quiero ser como mi hermana cuando sea mayor.'
'¿Tu sueño es demasiado pequeño? Deberías aspirar a ser mucho más grande que tu hermana'.
'Pero mi hermana es la persona más guapa, amable e increíble que conozco'.
'Eh, no me halagues demasiado'.
Ella se rindió.
'Gracias, Olivia'.
'No hay de qué. Es mi deber'.
'Pero ahora, con las circunstancias... ...espero que no te esfuerces demasiado'.
'Señora directora, todavía estoy bien. Creo que puedo ganar mucho dinero en el Festival del Templo
esta vez.'
'¿Premios en metálico?'
'Sí, el torneo y otras competiciones... Um, ¡de todos modos hay de esas cosas!'
Había renunciado.
No tenía elección.
No hay un segundo premio en el Torneo del Templo.
La mayoría del público estaba desconcertado.
La tan esperada final había terminado de forma demasiado anticlimática.
Muy pocos conocían los detalles. Era necesario debatir si las acciones de Lydia Schmitt justificaban
la descalificación.
Así que, de momento, el torneo tenía que concluir, aunque fuera con tibieza.
Olivia ni siquiera podía soportar ver la ceremonia de entrega de premios.
No se trataba sólo del dinero del premio.
Era doloroso no ganar, pero más que eso, Olivia sentía que la cabeza le iba a estallar.
Sentía que se estaba volviendo loca.
No entendía por qué se hacía esto a sí misma.
¿Cuánto tiempo había estado sentada allí aturdida?
"Olivia."
Lydia Schmitt caminaba hacia Olivia.

-¡Thud!
Tiró el deslumbrante trofeo, el símbolo de haber ganado el Torneo Sin Restricciones. Como si no le
interesara en absoluto.
Lydia se acercó a Olivia.
"¿Por qué te has rendido?"
"..."
"Necesitabas el dinero, ¿verdad?"
No había ni rastro de felicidad en la expresión de Lydia Schmitt por haber ganado.
Todo lo que quería a cambio de elegir quemar su propia vida era que Olivia usara su poder divino
en público.
Por eso, estaba dispuesta a arriesgar su vida para que era fuera llevada a un juicio religioso y
obligada a recorrer de nuevo el camino de una sacerdotisa. Como si fuera natural arriesgar su vida.
Si hubiera utilizado su poder divino, Olivia podría haber sometido a Lydia Schmitt, que había
activado su modo berserk.
Pero Olivia no lo hizo.
Si hubiera seguido luchando, Lydia Schmitt habría encontrado la muerte.
Olivia se vio obligada a tomar una decisión.
Tuvo que elegir entre una vida de pobreza, incapaz de alimentar a los niños hambrientos, o vivir a
regañadientes como religiosa. Eligió uno de esos caminos.
Tuvo que elegir, y Olivia eligió.
"Esta no es la Olivia que conozco".
Lydia no sintió la más mínima alegría por su victoria. En cambio, estaba enojada, mirando fijamente
a Olivia.
"La Olivia que conozco me habría sometido en un instante, se habría llevado el dinero del premio y
habría ayudado a la gente. Debería haberlo hecho, sin duda".
En la mente de Lydia Schmitt, Olivia no era alguien que se rendiría en una situación así. Había
participado en el concurso para ayudar a la gente con el dinero del premio, así que debería haber
utilizado su poder divino sin pensar en sí misma.
Todo el mundo esperaba que actuara así.

Y Lydia Schmitt estaba enfadada porque no lo había hecho.
Olivia, con el rostro pálido, temblaba.
"Sí, soy egoísta. Voy a vivir de forma egoísta a partir de ahora. Así es como voy a vivir. Esta soy yo.
Esto es lo que soy ahora... Así que, déjame en paz".
"No, Olivia. No. No debería ser así. Deberías haber usado tu poder divino hace un momento".
Lydia Schmitt negó rotundamente con la cabeza.
Luego, se arrodilló frente a Olivia, mirando a la aterrorizada muchacha.
Sus ojos oscuros como abismos miraban fijamente a Olivia.
"Olivia, puedes volver a ser una buena persona. Mírame, arriesgué mi vida, sin preocuparme por
mí, sólo para ayudarte. No siempre fui así. Admiraba cómo siempre ayudabas a la gente, Olivia, así
que intenté convertirme en alguien así también. Por eso actué así. Así que ahora, déjame ayudarte,
Olivia. Si esto continúa, sólo sufrirás más. Vendrán más penurias. Ocurrirán cosas más crueles. No,
esta situación, en la que te estás alejando de lo divino, ya es insoportablemente cruel para ti. No es
por nada que hice esto. Era la única manera de no hacer daño a nadie".
Olivia ni siquiera podía oír bien el rápido discurso de Lydia Schmitt.
Para empezar, no quería escuchar.
Lydia Schmitt pensaba que la persona que ella admiraba se estaba desmoronando.
Por eso creía que había llegado el momento de que ayudara a Olivia.
"Nunca te pedí que hicieras eso... Por favor..."
"No. No, Olivia. Te daré el dinero de mi premio. No quiero que te conviertas en una mala persona.
Puedes ayudar a los niños. Pero prométeme una cosa. Prométeme que volverás al abrazo divino. No
es demasiado tarde. No es demasiado tarde".
Ninguna palabra llegaría a oídos de quien no escuchara. Olivia ya no podía soportar mirar a Lydia
Schmitt a los ojos, así que cerró los suyos con fuerza.
Al final, Olivia rompió a llorar.
"Por favor, no me hagas esto... Por favor... Déjame en paz... te lo ruego. ¿Por qué yo? Por qué tengo
que ser yo... Por favor... Sólo déjame en paz... No creo estar equivocada. No creo que esté haciendo
algo mal..."
"¡No!"
Gritó Lydia, como si no pudiera dejar pasar esa afirmación en particular.
"¡Olivia! ¡No debes decir esas cosas! ¡Fuiste elegida por los dioses! Una persona perfecta como tú,
que nació con las bendiciones de las cinco grandes deidades, ¡no puede renegar de los dioses! Sí, sí,
así es. Estás atravesando un período de vagabundeo. Oh, los dioses te están dando esta prueba para
hacerte aún más perfecta. Oh sí, todo esto es parte de la voluntad de los dioses para llevarte a una
mayor gloria. Entonces, pensemos en ello lentamente. Empezando por volver al templo. No, de
hablar de su gracia con otros, empezando despacio..."
"Maldición, hablas mucho."
Ante la repentina voz procedente del pasillo, tanto Lydia como la llorosa Olivia giraron la cabeza.
"¿Por qué sigues intentando convertir a alguien que no está interesada? Ni siquiera los predicadores
callejeros se aferran así".
El que se acercaba con pasos bruscos no era otro que Reinhardt. Reinhardt se acercó y tiró por la
fuerza de la mano de la llorosa Olivia para ponerla en pie.
"Si dicen tonterías, ¿por qué no les das una bofetada en vez de escuchar semejantes tonterías?"
"..."
"Esto no es asunto tuyo, Reinhardt".
Lydia Schmitt le dijo a Reinhardt con expresión severa.
"¿De qué tonterías estás hablando?"
Reinhardt tiró de la temblorosa Olivia hacia atrás, como si quisiera esconderla.
"Para empezar, nunca te correspondió entrometerte entre nosotros".
"...¿Qué?"
"Deberías meterte en tus asuntos".
Reinhardt agarró a Olivia de la mano y empezó a arrastrarla.
"¡Eh, adónde vas! ¡No puedes llevarte a Olivia! No debes hacer esto!"
Ante el grito de Lydia, Reinhardt le lanzó una mirada gélida.
"Déjala. Deja de balbucear tonterías".
"..."
Olivia, con la cabeza gacha, fue llevada de la mano de Reinhardt. Lydia vio con los dientes
apretados cómo se llevaban a Olivia, sin poder resistirse.
Reinhardt.
Ese nombre, como una espina en la garganta.

Olivia, que antes era delicada y amable, se había vuelto inflexible en su terquedad.
Pero era infinitamente generosa con esa única persona.
La santa pura, que debía mantener su pureza, se comportaba como si lo amara.
No, Olivia sólo había cambiado así desde que se unió a Reinhardt.
Él era la causa de todo.
Si desapareciera, el problema estaría resuelto.
Todo el mundo se centraba en lo equivocado.
"No hay que tocarle", dicen.
Y, sin embargo, están tratando de sacrificar a otra niña lamentable.
'Parásito, basura. Una criatura demoníaca'.
A los ojos de Lydia Schmitt, Reinhardt no era más que el responsable de llevar por el mal camino a
la otrora justa Olivia.
Debe desaparecer.
Sólo sin él podrá Olivia volver a su ser original.
Volver al camino correcto.
Lydia, apretando los dientes, miró en silencio el pasillo por el que había desaparecido Olivia.
'Así es... Eres tú...'
Podía hacer cualquier cosa por Olivia.
'Sería mejor que murieras. Si mueres tú en lugar de Adriana, Olivia estará bien... Todo lo que
necesitamos es que te vayas... ¿Por qué una niña abrazada por los dioses debe ser sacrificada por
alguien como tú? No, no puede ser. Deberías ser tú. Un solo incrédulo como tú es todo lo que se
necesita para resolver el problema'.
Los ojos de Lydia Schmitt se abrieron de rabia.

Capítulo 316
El líder de los Caballeros Sagrados, Eleion Bolton, abandonó el estadio con sus seguidores.
"Entonces, dijeron que podrían hacerla usar su poder divino, ¿pero eso es todo lo que tenían en
mente?"
"... Creo que esperaban que Olivia no renunciara".
Dijo brevemente una Caballero Sagrado en entrenamiento.
Lydia Schmitt.
Aunque no estaba al nivel de Olivia, era una muy esperada y poderosa aspirante a Caballero
Sagrado. Estaba más que preparada para el combate real.
Eleion no creía realmente sus palabras.
Sólo sentía curiosidad por lo que ella había dicho, que había una manera de que Olivia recuperara
su fe.
Lo único que vio fue la determinación de Olivia de presenciar la muerte de su amiga frente a ella o
renunciar en lugar de usar su poder divino.
¿Por qué pensaba que ese método funcionaría?
No, más que pensar que ese método funcionaría, parecía que no tenía más remedio que intentarlo.
En cualquier caso, Lydia Schmitt resultó ser más extremista de lo que Eleion Bolton había pensado.
Independientemente de su talento, Eleion sabía que los extremistas eran peligrosos.
En los ojos de Lydia Schmitt, vio una loca obsesión por Olivia.
"Lydia Schmitt no parece que vaya a rendirse fácilmente..."
"...Yo también lo creo."
Desde que el plan de Lydia Schmitt no funcionó, estaba claro que causaría más problemas. Un
seguidor susurró cautelosamente al oído del líder de los Caballeros Sagrados.
"¿Qué opinas de la posibilidad de que Lydia Schmitt esté relacionada con la Orden Monástica Sin
Nombre?"
"Los extremistas son presa fácil, pero dudo que quieran a alguien tan extremista..."
Los dos intercambiaron una conversación desconocida mientras se alejaban del estadio.
Si Olivia hubiera usado su poder divino, como líder de los Caballeros Sagrados, Eleion habría
tenido sus deberes. Sin embargo, eso no ocurrió.
Por lo tanto, los Caballeros Sagrados ya no tenían nada que hacer en el templo.
------
"...Sé que no estás bien, pero ¿cómo te sientes?"
"...No, gracias."
Quería encontrar un lugar tranquilo, pero dada la situación, no había ninguno. Así que acabaron en
una cafetería con relativamente poca gente, y me senté frente a Olivia.
Su estado mental parecía gravemente afectado.
Charlotte y Saviolin Turner sabían que iba a ver cómo estaba Olivia, así que me pidieron que
hablara con ella.
Si hubiera esperado un poco más, Charlotte habría detenido la pelea y ella sólo habría tenido que
aguantar un rato.
Pero Olivia no podía saberlo. Si seguía luchando, la exhausta Lydia Schmitt habría muerto, y
utilizar el poder divino la habría llevado a un juicio religioso.
Así que Olivia no tuvo más remedio que rendirse.
La expresión de Lydia Schmitt también fue todo un espectáculo.
Parecía no haberse imaginado nunca que Olivia iba a renunciar, y su rostro se había quedado sin
color.
Debía de creer que Olivia usaría su poder divino y la sometería.
Al final, el premio fue para Lydia Schmitt. Sin embargo, parecía que ella no valoraba en absoluto la
victoria.
Olivia estaba sentada con expresión sombría, sin tocar siquiera el té que tenía delante, con la cabeza
gacha.
"¿Esto pasa a menudo?"
"...Sí."
"No sólo con esa persona... ¿también con otras?"
"Varía, pero..."
A Olivia le parecía triste que me hubiera enterado de los numerosos problemas a los que se
enfrentaba desde que abandonó su fe.
La siempre alegre Olivia, que discutía conmigo o con Ellen, parecía un poco loca pero siempre
parecía animada.
Olivia no se llevaba bien con sus amigos.
Las constantes visitas y molestas intrusiones no eran sólo porque quisiera verme.
Ella huía de gente como ellos.
Mientras otros insistían sutilmente en animarla a recuperar la fe, el caso de Lydia Schmitt parecía
especialmente grave.
Rozaba la locura.
Olivia nunca debió imaginar que viviría algo así, de ahí su conmoción.
¿Qué debería decirle para consolarla?
¿Qué sería útil para Olivia en este momento?
Nunca he tenido fe, ni he experimentado los problemas que surgen al abandonarla, así que no podía
entender cómo debía sentirse Olivia.
Ella era alguien que tenía las expectativas del mundo entero.
Sin embargo, la abandonó por decisión propia, y la gente creyó que era un error.
¿Podría ser una situación en la que ella no cree que esté viviendo una vida equivocada, pero todos a
su alrededor dicen que sí?
Sentí como si estuviera viendo la verdadera cara de Olivia, que siempre sonreía de forma alegre y
amable.
Tenía la cabeza inclinada, así que no podía ver su expresión.
Sin embargo, había sido atormentada por quienes la rodeaban. Que Olivia pudiera enfadarse y
discutir con Ellen no significaba que pudiera hacer lo mismo con los demás. Algunas palabras y
acciones podían ser posibles para una persona pero imposibles para otra.
Así que Olivia sonrió torpe y dolorosamente mientras esquivaba y rechazaba las persuasiones de los
que la rodeaban, desgastándola poco a poco.
"No sé..."
"..."
"¿Por qué me hacen esto? Realmente no lo entiendo".

Había vivido con demasiadas expectativas y había escapado de su padre, que tenía la mayor de esas
expectativas, pero la presión seguía viniendo de los que la rodeaban.
"No creo que sea una persona tan extraordinaria..."
Parecía incapaz de aceptar por qué la gente se fijaba tanto en ella.
Pensándolo racionalmente, tenía que haber una razón para la fijación, aunque no fuera tan extrema
como la de Lydia Schmitt.
Teniendo en cuenta todo, incluso lo que se ocultaba, Olivia también era la propietaria de Tiamata,
aunque fuera una propiedad conjunta.
Si eso se supiera, su vida sería aún más difícil, no más fácil.
Al final, Olivia se inscribió en el torneo por el premio en metálico, pero no pudo ganar por culpa de
Lydia Schmitt.
"De hecho, me pregunto si algo era diferente entonces".
Con la cabeza gacha, Olivia rió débilmente.
"Había una imagen de mí que la gente quería. Nadie... ni uno solo de ellos se preocupaba por saber
quién era realmente o qué pensaba. Si no satisfacía sus expectativas o deseos, se sentirían
decepcionados conmigo. "¿Es así como debería actuar la hija del Capitán de los Caballeros
Sagrados? ¿No deberías hacer esto?" Yo sólo era una muñeca, que existía únicamente para cumplir
las expectativas de los demás."
Así era la vida de Olivia.
Una vida en la que había demasiadas exigencias, prohibiciones y expectativas.
Incluso si intentaba actuar libremente por un momento, sería considerado indulgencia y un descenso
a la corrupción.
"Ahora, quiero entender lo que es realmente mi vida. Lo que significa vivir, lo que realmente deseo.
Tener una vida en la que pueda sentir curiosidad por estas cosas y desearlas. Pero la gente sigue
queriendo algo de mí. Creen que he caído en la corrupción y que necesito que me lleven de nuevo
por el buen camino. Creen que, como hasta ahora he estado ayudando a los demás, ya es hora de
que reciba ayuda cuando vaya por el mal camino. Pero yo no pienso así. No creo que vaya por mal
camino. La gente intenta darme una ayuda que no quiero, y ni siquiera se dan cuenta de que no es
ayuda en absoluto".
Para quienes creen que vivir abrazados a lo divino es el bien absoluto, su visión del mundo es
intrínsecamente diferente. Por eso algunas conversaciones con ellos no conectan.
‘Esto es definitivamente correcto. Así que, en última instancia, esto será bueno para ti. Por eso todo
lo que digo debe ser fundamentalmente bueno’.
¿Cómo puede funcionar una conversación con alguien que la inicia afirmando así su absoluta
corrección y tus errores? Los únicos que pueden comunicarse con ellos son los que comparten su
misma visión del mundo.
Olivia consiguió liberarse de eso, pero la gente sigue intentando obligarla a volver, creyendo que
será feliz cuando regrese.
Lydia Schmitt es un ejemplo extremo de ello.
No es que Olivia esté simplemente disgustada por haber perdido el premio del campeonato, o que
los acontecimientos de hoy hayan sido tan impactantes como para que se encuentre en este estado.
Está tan angustiada porque sabe que esto no es el final.
Está aún más angustiada porque no sabe qué pasará en el futuro.
Quiero hacer algo para ayudarla.
Pero no puedo expulsar a todos los compañeros de Olivia, ni puedo amenazar a cada uno de ellos
diciéndoles que les romperé la cabeza si siguen molestándola.
"Reinhardt."
"Sí."
Normalmente era un poco gruñón, pero esta vez suavicé mi actitud.
Pensé que ponerme rígido ahora sólo la perjudicaría más.
Olivia me miró con dificultad, con la cabeza levantada.
Tenía los ojos enrojecidos e hinchados.
Parecía que iba a echarse a llorar en cualquier momento.
"Sé que está mal preguntar esto en un momento así, pero..."
"¿Qué pasa? Sólo dilo."
"¿Me das un abrazo?"
"..."
Su expresión estaba a punto de romper a llorar.
La expresión de su cara era la de alguien que cree que no tiene a nadie a su lado, esperando que
aunque sólo sea una persona esté ahí para ellos.
No se debía a ninguna otra emoción.
Parecía que sólo quería que la consolaran.

"No, no es nada. Lo siento, de verdad. De verdad. Soy terrible..."
Mientras dudaba, Olivia intentó forzar una sonrisa con labios temblorosos.
"No pasa nada."
Al final, me moví para sentarme al lado de Olivia y cautelosamente abracé su hombro.
Olivia enterró la cara en mi hombro.
Su hombro temblaba. Poco a poco, lentamente, como si respirara por primera vez desde que nació.
Olivia lloró, muy suavemente.
"Gracias... Reinhardt".
Me sentí tonto por preguntarme qué palabras usar para consolarla.
Volví a darme cuenta de que el consuelo no es algo que sólo pueda darse con palabras.
------
Después de llorar un rato, Olivia huyó del café como si saliera corriendo.
"...Estoy tan avergonzada".
Parecía avergonzada por haber sollozado tanto delante de todos.
"Creo que ya deberías estar bastante avergonzada con los ojos así de hinchados".
"¡¿En serio?!"
El rostro de Olivia palideció ante mis palabras y se tocó frenéticamente la cara. No es que se notara
mucho sin un espejo.
"¡¿Qué debo hacer?! Hoy tengo que ir al concurso de Miss Temple, ¿y si se me hinchan los ojos?"
"No es tan grave. Apenas se nota, así que no te preocupes".
"¡Pero hasta la más mínima diferencia puede cambiar el resultado! No he conseguido ganar el
torneo, ¡así que tengo que ganar a Miss Temple! ¡¿Qué debo hacer, Reinhardt?! Si no puedo ganar,
entonces realmente..."
El rostro de Olivia amenazaba con deshacerse en lágrimas de nuevo, pero pareció contenerse,
preocupada por si llorar más le hinchaba aún más los ojos.
Parecía sentirse un poco mejor. Parecía que volvía a ser la de siempre.
Al fin y al cabo, lo pasado, pasado está.

El torneo había terminado y Olivia no tenía más remedio que apuntar al Miss Temple.
Ahora, era imposible saber quién debía desear que Olivia se convirtiera en Miss Temple. Parecía tan
ansiosa por sus ojos hinchados, que se tocaba la cara y murmuraba con voz desesperada.
"Haa... Ni siquiera tengo un vestido, y menos para salir así..."
"¿Por qué no tienes vestido? Tienes el del último evento para recaudar fondos".
Ante mis palabras, Olivia sonrió torpemente.
"Bueno... En realidad ese lo vendí..."
No necesité preguntar por qué lo había vendido. Olivia pareció pensar que me molestaría, y le
entraron sudores fríos.
Había estado vendiendo sus propios bienes para ayudar a los demás. Era difícil saber qué decir a
eso.
"¿No puedes... tomar uno prestado?"
"... Pedir prestado uno todavía cuesta bastante."
Parecía que tendría que ir con su uniforme escolar. Tal vez se vería poco preparada, confiando sólo
en su apariencia, lo que la haría parecer desafortunada.
Me imaginé a Olivia de pie, sola entre la gente lujosamente vestida, con su uniforme escolar y sin
maquillaje.
No podía estar seguro del aspecto real de la imagen, pero, de algún modo, parecía bastante
miserable.
Aunque hubiera ganado el torneo sin restricciones, había perdido en la final.
Un vestido.
¿Un vestido?
"..."
"... ¿Estás enfadado?"
"...No, no es eso."
Un vestido.
No, no puede ser.
Pero nuestras formas corporales parecen similares. Yo soy más alto, pero el tamaño se había
reducido en el momento.
No quería desperdiciarlo, así que se lo di a Eleris para que lo vendiera ....
Probablemente aún no lo ha vendido....
Pero aún así, puede que haya alguien que lo recuerde con claridad.
¿No habría un diseño similar de todos modos?
Esto es realmente peligroso....
¿No es mejor darle dinero para que se compre un vestido nuevo?
Pero, sinceramente, no es una suma pequeña, y no queda mucho tiempo. En lugar de ir a una
boutique y buscar una talla y un diseño adecuados, ¿no es mejor que se ponga eso?
Sé que no hace falta llegar tan lejos.
Olivia parecía ahora tan indefensa.
Sentí tanta lástima por ella que quise hacer algo.
"...Ve al dormitorio y espera un poco."
"¿Eh?"
"Sólo ve y espera si yo te lo digo."
"Ah, vale..."
Si me pregunta dónde conseguí el vestido, no tengo respuesta.
Bueno, ¡qué pasa si se descubre!
¡Sólo perderé un poco de prestigio!
¡Esta vez le debo mucho, de verdad!
¿Qué puede hacer si se entera? ¿Me matará?
Sin saber nada, salí del templo, dejando a Olivia, que estaba confusa por mis palabras.
------
"Esa persona abandonó la final del torneo".
"...¿Abandonó?"
"Sí, no sé por qué, ¿pero abandonó?"

Mientras Ellen se preparaba para el concurso de Miss Temple, ladeó la cabeza ante lo que dijo
Liana.
Ellen había pensado que Olivia ganaría de alguna manera, pero la inesperada noticia la sorprendió.
Aunque no se conocían los detalles, el público parecía bastante enfadado porque la final del torneo
había terminado de una forma inaceptable.
Abandono.
Alguien que parecía seguro que iba a ganar abandonó.
Aunque podía adivinar que debía de haber una razón para ello, Ellen sintió curiosidad por saber
cuál podría ser.
Reinhardt podría haber ido a ver la final, ¿sabría él la razón?
"Ah, ahí está. Esa persona".
Liana señaló por la ventana y Ellen pudo ver a Olivia fuera, en el primer piso.
Olivia estaba sola.
De algún modo, Ellen se sintió aliviada por ese hecho.
A primera vista, la expresión de Olivia no parecía buena. Aunque no podía saber por qué Olivia
había renunciado, sus ojos estaban rojos e hinchados.
"¿Fue mala suerte...?
Había llorado.
Y luego volvió sola.
Ellen había pensado que Reinhardt estaría con ella, pero no era el caso.
"Mira hacia aquí."
"Ah... De acuerdo".
Liana giró la cabeza de Ellen y empezó a tocar varias cosas.
Aunque ella no podía saber lo que había sucedido en el torneo, esa persona pronto participaría en el
concurso de Miss Temple.
Tampoco aspiraba al título de Miss Temple.
Ellen se decidió firmemente.

Hoy quería mostrar su mejor cara. Había practicado bastante la sonrisa frente al espejo. No le salía
bien, pero lo intentaba con insistencia.
Pensaba presentarse ante Reinhardt con un aspecto distinto al de antes.
Cuando terminara el concurso, independientemente del resultado, pasarían algún tiempo juntos,
aunque sólo fuera un rato. Habían estado demasiado ocupados durante el festival para pasar tiempo
juntos. Hoy Reinhardt tendría tiempo para ella.
Ellen no podía saber qué expresión tendría Reinhardt, ni qué expresión debería poner ella misma.
Por hoy, Ellen decidió olvidarse de todo lo demás y pensar sólo en sus propios sentimientos.
Harriet, Olivia y cualquier otra persona.
Por hoy, decidió no pensar en nadie más que en Reinhardt.

Capítulo 317
El concurso de Miss y Mister Temple estaba programado para comenzar a las 7 PM. La hora actual
era 4 PM.
No quedaba mucho tiempo. La talla podría no encajar perfectamente, pero pensé que debería ser lo
suficientemente cerca a ojo. Ese vestido no era algo en lo que la talla importara mucho de todos
modos.
Me preocupaba que Eleris ya lo hubiera vendido. Pero sólo habían pasado dos días, así que aún no
debería haberse revendido.
Como las concursantes tenían que reunirse antes, Olivia tendría que llegar al lugar del concurso un
poco antes. Así que tenía que darle el vestido antes.
Si alguien señalaba que el vestido era el que llevaba el ganador del concurso de travestismo...
...No estaba seguro de qué haría.
¡No lo sé! ¡Saldrá bien de alguna manera!
¡Podría ser un poco embarazoso!
¡Nadie ha muerto nunca de vergüenza!
Sin tiempo que perder, me apresuré hacia la calle comercial Aligar, donde estaba la tienda de Eleris.
"...Esto me está volviendo loco".
El medio de transporte más rápido del imperio era el tren mágico.
Durante el Festival del Templo, el imperio estaba abarrotado de un número excesivo de personas.
Así, la estación del tren mágico estaba abarrotada de gente esperando para embarcar. Incluso
después de enviar tres trenes llenos, seguía sin poder subir.
No debería llegar tarde.
Sin embargo, el tren mágico debía ser más rápido que caminar o correr, así que esperé ansiosamente
el tren y subí a él.
No estaba seguro de por qué tenía que montar en un tren abarrotado después de venir a este mundo,
pero por fin conseguí llegar a la calle comercial Aligar.
Ahora sólo tenía que ir a la habitación del sótano de Eleris, coger el vestido y marcharme.
Sin embargo.
No tenía ojos en la nuca.
Pero ahora había desarrollado algo parecido a una intuición que jugaba un papel similar.
Una sensación de inquietud.
Una sensación de malestar me seguía por detrás. Una sensación desagradable, pegajosa y siniestra,
como si algo se aferrara a mi espalda.
Lo supe instintivamente.
Me estaban siguiendo.
"...Si vas a seguirme, ¿no deberías al menos esconderte?"
Con su uniforme escolar y sin siquiera intentar esconderse, Lydia Schmitt me observaba
atentamente en medio de la bulliciosa calle comercial Aligar.
"..."
Me pareció una persona de mal gusto, pero seguirme tan abiertamente. Lydia Schmitt se acercó a mí
con una sutil sonrisa en los labios.
"Reinhardt, tengo que pedirte un favor".
"¿Qué favor?"
"Aléjate de Olivia. Por favor".
Los ojos de Lydia Schmitt eran tan escalofriantes que me erizaban la piel con solo mirarlos.
¿Había estado Olivia observando a esta lunática con esos ojos, suplicando sin vacilar todo este
tiempo?
Incluso experimentarlo sólo un poco era horripilante, por no hablar de que ocurriera a su alrededor
continuamente.
Era un milagro que Olivia hubiera logrado mantener su cordura intacta.
"Todo es culpa tuya. Olivia es así, está corrompida, se ha alejado del abrazo de los dioses, todo por
tu culpa. Todo lo que necesitamos es que te vayas. Si te mantienes alejado, Olivia puede volver a ser
la de antes. ¿No lo crees?"
"...Senior, creo que te equivocas. Olivia ya había decidido abandonar su fe antes de conocerme. No
tiene nada que ver conmigo".
El orden estaba mezclado. Olivia ya estaba en ese estado antes de conocerme. Así que es absurdo
decir que es por mi culpa.
Lydia Schmitt me miró con ojos como si estuviera embelesada por algo.
"No, es por tu culpa. Olivia podría haberse salvado. Podría haber cambiado de opinión entonces.
Todo se torció después de conocerte".
No hay forma de que mis palabras lleguen a ella, ya que ha sacado sus conclusiones. ¿La crueldad
de los Caballeros Sagrados hacia Olivia no era siquiera una consideración?
No, en este caso, probablemente diría que era necesario para llevarla por el buen camino.
No hay forma de que pueda lidiar con todo lo que ella dice y hace basándome en su conclusión pre-
dibujada.
A esta persona no la convencerán mis palabras.
"Por favor, Reinhardt. Aléjate de Olivia. Te lo suplico. Si no estuvieras aquí. Si no estuvieras aquí,
Olivia podría volver al buen camino. Incluso me arrodillaré, haré lo que me pidas. Sólo deja ir a
Olivia. Por favor. Antes de que ocurra algo más trágico. Deja ir a Olivia. Antes de que ocurra algo
irreversible".
Su actitud de que podía hacer cualquier cosa por Olivia, aunque yo le cayera mal, me resultaba
desconocida. Esta era una persona que incluso intentó suicidarse por el bien de Olivia.
¿Por qué va tan lejos?
Me encuentro pensando como Olivia.
Así como Olivia no podía entender por qué tenía que pasar por esto, yo tampoco.
"Déjame hacer una petición también. Déjala en paz. Incluso si esa persona es un genio único, debe
haber otros con fe y habilidades similares. ¿Por qué insistes en pegarte a Olivia, a quien claramente
no le gusta? A ti tampoco te faltan habilidades ni fe, pero no sé qué esperas de Olivia. ¿Por qué no
lo haces tú misma?"
"¡No! ¡Olivia lo es! ¡Olivia es única! ¡Sólo Olivia es digna! ¡Olivia nació con ese destino!"
Gritó Lydia Schmitt, y los transeúntes empezaron a fijarse en nuestra pelea.
Como si percibieran que algo no iba bien.
"Sólo Olivia puede unir nuestras cinco grandes religiones y convertirse en la Santa Emperadora del
Imperio Milenario que pronto se establecerá. Es su destino".
"...¿Qué?"
Mi mente pareció congelarse ante el repentino sinsentido.
¿Imperio Milenario?
¿Qué clase de tontería es esta?

"Olivia nació con ese destino. Sólo Olivia es digna. Su apariencia, talento, habilidad y carácter la
hacen idónea para este papel. Tú eres quien la está arruinando".
Todo lo que podía leer en los ojos de Lydia Schmitt era un abismo negro como el carbón.
Era una creyente en lo divino, pero en sus ojos sólo se veía oscuridad.
Parecía que Lydia Schmitt deseaba algo más que el restablecimiento de la fe de Olivia.
Parecía desear algo más grandioso, convertirse en la dueña de un gran destino.
Pero había una palabra que parecía atascarse en mi garganta.
El Imperio Milenario.
¿Qué demonios significaba eso?
Si Lydia Schmitt era simplemente una loca, sería cuestión de ocuparse sólo de ella.
Pero había algo que no debía descartarse fácilmente.
"¿Qué es ese Imperio del Milenio del que hablas?"
La expresión de Lydia Schmitt se endureció una vez más ante mi contrapregunta.
"...No hay necesidad de que alguien como tú lo sepa".
Parecía como si hubiera cometido un lapsus y tratara de ocultarlo.
No era una tontería.
Había algo allí, un sentimiento tan intenso que la llevó a decir algo que no debía. Si sólo hubiera
sido un comentario pasajero, no habría necesidad de enredar.
Se podían hacer algunas deducciones.
Mientras que podía haber quien animara a Olivia a recuperar la fe por sus deseos personales, las
intenciones de Lydia Schmitt parecían otras.
Parecía que Lydia Schmitt hablaba de la independencia de las Cinco Grandes Religiones Sagradas.
Aunque ya eran fuerzas independientes, parecía como si ella pretendiera establecer una nación
completamente nueva.
No se podía descartar la posibilidad de que esto no fuera más que un delirio de Lydia Schmitt. Pero
si había un grupo con tales pensamientos, la situación se complicaría.
Habría que pensar en otra fuerza revolucionaria.
En ese caso, no se trataría simplemente de deshacerse de una sola loca.

Naturalmente, mi ira creció.
En última instancia, estaban forzando sus pensamientos en Olivia, ¿no?
¿Por qué tenían que ser tan insistentes?
Además, la expresión de su cara demostraba que ni siquiera pensaba que sus acciones no fueran
razonables. La actitud de ni siquiera considerar lo correcto o incorrecto de lo que estaba haciendo o
lo que quería, porque debía ser lo correcto, era extremadamente repulsiva.
Un clérigo corrupto es repugnante, pero,
Un fanático es repugnante y desagradable a la vez.
Había muchas cosas que quería decir.
Numerosas palabras duras bullían en mi mente, pero no podía pronunciarlas.
Observé en silencio a Lydia Schmitt.
Me había seguido abiertamente por la calle.
La veía apretar y aflojar las manos con nerviosismo.
Era alguien que arriesgaría su vida para traer de vuelta a Olivia.
Eso significaba que podría ser alguien que mataría para traer de vuelta a Olivia.
No había necesidad de llegar a tales extremos.
Una mezcla de rabia, odio, resentimiento y una mirada desagradable y obsesiva me lo dijeron todo.
Un acontecimiento irreversible.
Podría ocurrir una tragedia, como ella había dicho.
¿No era eso lo único que decía?
Esta mujer intentaba matarme.
Teniendo en cuenta su mención del Imperio del Milenio, parecía tener algún tipo de sentido de la
misión.
Independientemente de lo que otros pudieran pensar, ella trataría de matarme porque creía que era
justicia. No era difícil de predecir, habiendo sido testigo de su locura una vez.
Por eso intenté persuadirla pidiéndole que se alejara de mí.
Ahora que he sido rechazado, es muy probable que la elección de Lydia Schmitt sea matarme.
No quiero luchar en la calle, pero si mi oponente empieza a usar la fuerza, yo también tendré que
usarla.
Hay una alta probabilidad de que si lucho contra esta persona, moriré.
Hasta ahora, he tenido suerte muchas veces, pero no hay garantías de que mi suerte se mantenga
esta vez.
¿Cambiaría su reacción si supiera que soy el dueño de Tiamata?
No habría ningún objeto tan eficaz como Tiamata para una fanática como ella.
Sin embargo, no puedo confiar sólo en Tiamata.
Si se entera de que soy el Campeona de Towan, podría intentar persuadir a Olivia conmigo o
hacerme pasar por otra molesta prueba.
Lydia Schmitt es demasiado peligrosa.
Y es muy probable que ella conozca un hecho aún más peligroso.
Primero, tengo que averiguar cuál es.
"Parece que tenemos mucho que discutir, tú y yo."
"Si no te alejas de Olivia, no tengo nada más que decirte..."
"¿Qué tal si vamos a un lugar tranquilo y hablamos?"
"!"
Ante mis palabras, la expresión de Lydia Schmitt se endurece.
No es porque esté nerviosa, sino porque mis palabras son completamente inesperadas.
Ella había estado tratando de matarme, hubiera o no gente mirando, y ahora su presa de repente
sugiere ir a algún lugar apartado para hablar.
Debe estar preparada para matarme y ser llevada a prisión para ser juzgada por asesinato.
Sin embargo, si me mata en secreto y esconde mi cuerpo, no la pillarán.
Sería el crimen perfecto, haciéndome desaparecer, una espina clavada en su costado.
"...Me parece bien".
Lydia Schmitt sonríe de forma escalofriante, como si estuviera soñando con un crimen perfecto.
Me recorren escalofríos, pero no tengo elección.

"Pero antes tengo que ocuparme de unos asuntos. Arreglemos eso primero. No llevará mucho
tiempo. Puedes venir si quieres".
"Bien."
Pronto se dará cuenta de que debería haberme atacado ahora si quería matarme.
Su codicia por un crimen perfecto lo arruinará todo.
Era bastante fascinante verme a mí mismo participando tranquilamente en tales pensamientos y

conversaciones, poniendo mi vida en juego.
El negocio que tenía en mente había cambiado ligeramente respecto a lo que había planeado en un
principio.
Sin embargo, no hay una gran diferencia. El objetivo final sigue siendo encontrar a Eleris.
Pensando que su presa está cayendo voluntariamente en una trampa, Lydia Schmitt parecía bastante
satisfecha.
------
Como era de día, Eleris debía de estar en su tienda.
Ya habíamos llegado al distrito comercial de Aligar, así que el viaje con Lydia Schmitt no fue largo.
Lydia Schmitt no preguntó adónde íbamos ni qué me traía entre manos. Debe de estar pensando en
cómo tratarme en un lugar tranquilo una vez terminado mi recado.
La cazadora no tenía ni idea de que se había convertido en la presa.
Sí, ¿cómo podía imaginarlo?
Dado que Lydia Schmitt es la ganadora del torneo sin restricciones, debe estar segura de poder
someterme, y yo también lo sé.
Haga lo que haga, aunque consiga escapar sin que se dé cuenta, ella estará segura de atraparme.
-Thud
"Ah".
Eleris, como siempre, estaba detrás del mostrador cuando entré, visiblemente sorprendida. Luego,
se sorprendió una vez más al ver a una desconocida estudiante del templo detrás de mí.
Eleris debía de estar perpleja por la situación, pero ahora mismo, las cosas no pintaban bien.
Hablo en la tienda como si hubiera entrado por una razón.

De hecho, tenía una razón.
"No preguntes nada, solo lanza un poco de magia canceladora de ruido a nuestro alrededor."
"Sí."
Aunque Eleris no entendía la situación, inmediatamente siguió mis instrucciones. Lydia Schmitt
pareció percibir la extraña atmósfera y frunció ligeramente el ceño.
Por supuesto, ella no podía haber predicho esto.
No podía esperar que yo entrara en una tienda cualquiera y le diera órdenes al dueño.
"Y si tienes algún hechizo de atar o inutilizar, intenta usarlo con esta persona. Usa algo fuerte. Esta
no es una situación normal".
"Sí."
"¡Tú!"
Eleris seguía sin entender la situación, pero siguió mis instrucciones con precisión.
Cuando la cara de Lydia Schmitt mostró signos de estar alarmada, intentó actuar, pero Eleris fue
más rápida.
-¡Clang! ¡Clank!
"¡Ugh!"
Con una velocidad de lanzamiento alarmantemente rápida, cadenas negras como el azabache
aparecieron de repente de la nada y ataron las extremidades de Lydia Schmitt.
-¡Clack! ¡Clatter!
Sus brazos se elevaron en el aire, y sus piernas fueron atadas al suelo. A pesar de ejercer su poder
divino y luchar, las cadenas invocadas por Eleris sólo traquetearon ligeramente y no se movieron.
"¡Tú, mocoso! ¿Qué, qué significa esto?"
Era natural que Lydia Schmitt se sorprendiera, ya que nadie podría haber predicho que de repente se
encontraría en este estado.
-¡Thud!
A continuación, Eleris cerró completamente la puerta de la tienda para asegurarse de que nadie
pudiera presenciar esta escena. Eleris no me cuestionó mientras hacía lo que le decían.
"¡Tú, tú... no puedes retenerme así! ¡Quién es esa persona y qué quiere de mí!"
Lydia Schmitt no podía entender la situación, pero al igual que ella no tenía intención de
entenderme, yo tampoco tenía intención de hacerle entender la situación.
"¡Suéltame! Suéltame ahora!"
Como ella había dicho sólo lo que quería decirme, yo diría sólo lo que quería decirle.
-Swish
"¿Sabes lo que es esto?"
"Tia... ¿Tiamata? Eso, eso es... ¿Cómo tienes...?"
"Puede ser difícil de creer, pero yo soy el dueño de Tiamata. La gente del mundo me llama el
Campeón de Towan... algo así".
La persona que había intentado matarme se encontró de repente atrapada y vio cómo se invocaba a
Tiamata.
Debía de ser una situación increíble. Sin embargo, Lydia no podía pensar que el Tiamata que tenía
en la mano era falso. Por mucho tiempo que el objeto hubiera estado oculto al mundo, ella no podía
dejar de reconocer la naturaleza divina que emanaba de su apariencia y del propio artefacto.
Antes de tomar una decisión extrema, Lydia Schmitt intentó persuadirme de que me distanciara de
Olivia.
Entonces, le doy una oportunidad.
"A partir de ahora, tienes que responder a mis preguntas con cuidado".
"No se tolerarán evasivas, miradas raras o soltar tonterías..."
Golpeé la mejilla de Lydia Schmitt con el lado plano de la hoja de Tiamata.
"El poder divino que tanto adoras podría partirte la cabeza en dos".
Con los ojos muy abiertos, Lydia Schmitt sólo pudo mirarme fijamente.
Capítulo 318
Ser un fanático es inherentemente extraño.
Pueden parecer impotentes ante los dioses, pero poseen algo llamado libre albedrío.
Lydia Schmitt intentó matarme. En realidad no lo dijo, pero las circunstancias eran tan claras que no
había necesidad de confirmarlo verbalmente.
Lydia Schmitt, que me siguió obedientemente con tal intención, acabó descubriendo que la persona
a la que intentó matar era, en realidad, el Campeón de Towan.
Lydia Schmitt, que creía que su devoción a los dioses no tenía rival, no tuvo más remedio que
admitir que había intentado matar al Campeón de Towan sin reconocerlo.
Los fanáticos nunca dudan de los dioses.
Normalmente, tampoco dudan de sí mismos.
Parecen creer en los dioses, pero en última instancia, creen en su propia fe en los dioses.
Debido a su lealtad a los dioses, creen que no pueden equivocarse.
Sin embargo, la verdad se desarrolló de forma diferente a su creencia.
La persona a la que intentó matar había sido elegida por los dioses.
En el momento en que Lydia Schmitt lo reconoció, tuvo que admitir que estaba equivocada.
Pero los fanáticos no pueden hacerlo. Si pudieran, no habrían caído en el abismo del fanatismo en
primer lugar.
Así pues.
Lydia Schmitt no podía admitir que sus acciones intencionadas eran el mayor pecado contra los
dioses.
Ella tuvo que crear una lógica de que no estaba equivocada sin negar o dudar de los dioses.
"¡Debería pertenecer a Olivia! ¡Ese... ese objeto no debería estar en tus manos!"
Naturalmente, Lydia Schmitt me tachó de ladrón del objeto sagrado.
Parecía que ella había creado la lógica de que el Tiamata, un objeto sagrado de Towan, debía
pertenecer a Olivia ya que Olivia había servido a Tu'an.
"Sí, pertenece a Olivia".

"¿Qué?"
"Es una posesión compartida. No puedo enseñártela ahora, pero esta Tiamata es tanto mía como de
Olivia. Nuestras almas están unidas simultáneamente, supongo. Oh, puede que no te guste oír esto...
¿pero qué puedo hacer? En pocas palabras..."
Sonreí y susurré al oído de Lydia Schmitt.
"Olivia y yo estamos, en esencia, unidos por el alma".
"¡Tú! ¡Gusano asqueroso y despreciable! ¡Cómo te atreves a decir palabras tan impuras a la
representante de Tu'an!"
¿Representante de Tu'an?
¿De la Santa Emperatriz del Imperio del Milenio a la representante de Tu'an ahora?
¿Qué demonios piensa esta loca de Olivia?
Parecía que no podía aceptar el hecho de que la diosa de la pureza hubiera formado un vínculo de
alma con alguien como yo.
"¡Demonio! ¡Devuélveme la Tiamata! ¡No es algo para que lo tengas tú! La Tiamata es un objeto
sagrado transmitido de generación en generación a los sacerdotes y caballeros santos de Tu'an, ¡no
para incrédulos como tú!"
"¿Es el aislamiento acústico realmente eficaz?"
"Sí, lo es.
Me pareció fascinante.
En mi fuero interno, había pensado que si se lo enseñaba a Tiamata, se postraría y pediría disculpas.
No esperaba una reacción así, pero ver cómo se intensificaba su odio hacia mí al ver a Tiamata era
intrigante a su manera.
Lydia Schmitt no era una fiel sierva de los dioses.
Sólo era una de esas personas que interpretaban y aceptaban a los dioses a su manera.
Entonces, ¿no estaba soltando semejantes tonterías porque no quería admitir que estaba
equivocada?
Si yo fuera una persona indigna, ¿por qué Tu'an me había permitido convertirme en el maestro de
Tiamata?
Entonces tendría que admitir que Tu'an era imperfecto.

Ahora, Lydia estaba diciendo esencialmente que Tu'an cometió un error porque no quería admitir
que estaba equivocada.
El fanatismo no era diferente de la autosugestión.
Todos los humanos necesitaban la lógica para protegerse.
Por lo tanto, ¿Lydia Schmitt no reconoció en última instancia su propia creencia al decidir matarme,
en lugar de los dioses?
El fanatismo no era fe y piedad firmes, sino una mera creencia enloquecida.
El fanatismo no podía ser fiel.
No tenía intención de discutir con Lydia Schmitt, que experimentaba una disonancia cognitiva, qué
eran la fe y los dioses.
Lydia Schmitt me dio una oportunidad.
De separarme de Olivia.
Como me negué, Lydia Schmitt intentó matarme.
También le di una oportunidad.
Le dije que yo era el campeón de Tu'an, al que ella intentaba matar. ¿Seguiría haciéndolo?
Lydia Schmitt insistía en que yo había utilizado algún truco turbio para arrebatar a Tiamata, ni
siquiera creía que Olivia y yo compartiéramos la propiedad, y se volvería aún más loca si lo
descubriera.
Creía que mi mera existencia perjudicaba la pureza de Olivia.
"¡No sé qué sucio truco usaste para robar a Tiamata, que debería haber sido de Olivia, pero te espera
el castigo divino!"
Ahora estaba totalmente convencida de ello. Continuamente creaba argumentos y lógica para
protegerse.
"¡Haré que te arrepientas! No sé qué clase de conspiración tenías con esa malvada hechicero..."
-¡Smack!
"¡Ay!"
Golpeé la cabeza parlanchina de Lydia Schmitt con el lado plano de la espada de Tiamata.
"Silencio. A partir de ahora, contesta a las preguntas".
"..."
"¿Qué es este Imperio del Milenio?"
"..."
"Contesta. ¿Quieres probar el poder divino?"
"¡No hables de poder divino con tu boca blasfema!"
"...La comunicación no funciona."
Miré hacia Eleris.
"Lo siento, Eleris."
"Sí."
No había necesidad de ocultar nada delante de alguien que iba a morir de todos modos.
"¿No puedes hacer que escuche mejor? O al menos, ella tiene mucha energía, pero es demasiado."
"..."
Eleris me miró en silencio y luego caminó lentamente hacia mí. Sin decir palabra, se puso a mi lado
y apretó suavemente su cara contra la de la atada Lydia Schmitt.
"¿Debo revelarlo todo?"
Sé de lo que habla.
"Ah."
Eleris pareció respirar hondo, cerró los ojos y volvió a abrirlos.
"!"
Sus ojos revelaron iris carmesí y pupilas negras rasgadas. Ante esta sobrecogedora visión, los labios
de Lydia Schmitt temblaron de asombro.
"Vam... Vam... Vamp... ¿Vampiro...? C-cómo... ¿Cómo... ¿Cómo...?"
Lydia miraba a un lado y a otro entre Eleris y yo. Debía ser difícil para ella creer que yo, que tenía a
Tiamata, estuviera controlando a un vampiro como mi sirviente.
Así es.
De hecho, mucho de lo que dijo Lydia Schmitt era erróneo, pero mucho también era correcto.
No, más bien, se quedó corta.

Me llamó criatura demoníaca.
No soy sólo un demonio, sino el más poderoso Rey Demonio.
Sólo puedo ser una existencia aún más malvada que lo que Lydia Schmitt imaginó o definió.
Lydia me había subestimado.
A medida que las cosas seguían sobrepasando los límites de su imaginación, Lydia Schmitt estaba a
punto de perder la cabeza.
Eleris, que había revelado su verdadera forma, acercó su rostro lo más posible al de Lydia Schmitt,
mirándola fijamente a los ojos.
"Soy un Lord Vampiro. Me llamo Eleris, la soberana del la Casa Martes entre las siete noches".
"Ahh... Ah... Aahh..."
Lydia Schmitt ya estaba inmersa en el miedo mientras los acontecimientos sobrepasaban su

comprensión.
"Aunque no digas nada, con un solo sorbo de tu sangre, puedo hacerte mi esclava y aprenderlo todo.
No importa cuán fuerte sea tu voluntad, la resistencia será inútil".
"Ahh... Uh... Uuhh... Uu... U..."
"¿Quieres vivir como una humana revelando los secretos que eventualmente serán descubiertos? ¿O
prefieres pasar el resto de tu vida como vampiresa debido a los secretos que ocultas?"
Con los ojos muy abiertos, Eleris susurró estas palabras como si las forzara en los ojos de Lydia
Schmitt.
"Haz tu elección".
Los secretos no tienen sentido frente a mí.
Eleris fuerza esta comprensión en la mente de Lydia Schmitt.
------
"Tú... Tú eres... ¿Qué demonios... eres?"
"Tenías razón. No soy un gusano, sino algo parecido a un demonio".
"Eso es... Eso es... Eso es imposible... ¿Cómo puede alguien como tú... estar en el templo...?"
"Eres graciosa. Me llamaste demonio, pero ahora que realmente soy un ser parecido a un demonio,
¿dices que es imposible? Entonces, ¿me llamaste demonio, aún sabiendo que no lo era?"
"..."
Ella podría haber gritado que yo era un demonio, pero probablemente no pensó que realmente sería
algo similar.
Ya que mi mero sirviente, un Lord Vampiro, la había sometido tan fácilmente, debe pensar que soy
un ser aún más increíble.
Aunque mi existencia es efectivamente así, en verdad, no había necesidad de decirle el hecho

privado de que Eleris es mucho más fuerte que yo.
"Te preguntaré por segunda vez, ¿qué es este Imperio del Milenio? Si no respondes, podrías acabar
convirtiéndote en vampiresa".
Al escuchar mis palabras, el color se drenó de la cara de Lydia Schmitt, dejándola cenicienta y
pálida.
"¿Crees que podrás suicidarte si te conviertes en vampiro? Tu vida y tu muerte estarían

determinadas por la voluntad de tu amo. Si quieres intentar algo como convertirte en clérigo
vampiro, sigue provocándome".
No estaba seguro del proceso real de convertirse en esclavo o esclava, pero me tiré un farol
basándome en lo que pensaba.
Lydia Schmitt ya estaba abrumada por el miedo, así que creería cualquier cosa que yo dijera como
verdad, independientemente de su exactitud.
Hacía un momento había intentado engañarme, pero ahora era ella la engañada.
Era mucho más fuerte que un caballero santo en activo, pero había sido sometida con tanta
facilidad, y eso no era más que el poder de una simple sirvienta.
Una sierva mía.
Poseedor de Tiamata, un ser de origen desconocido que se refería a sí mismo como algo parecido a
un demonio.
A partir de ese momento, no se trataba de un engaño, sino de una ilusión.
Ella empezaría a pensar en mí como algo más allá de su imaginación más salvaje.
Guardar un secreto era imposible.
Lydia estaba temblando, tal vez pensando en sí misma como un vampiro.
Puede que se imaginara a sí misma destruyendo tal existencia, pero nunca se había planteado
convertirse en uno.
No tenía sentido suicidarse como vampiro. Sus pensamientos serían dominados de todos modos.
Caer de un futuro prometedor como caballero sagrado de Als a un ser que se alimentaba de sangre
humana y acechaba en las sombras de la noche.
¿Podría haber un insulto mayor en toda su vida? El mero pensamiento era aterrador y vergonzoso, y
Lydia temblaba como si la estuvieran azotando.
A veces, los secretos son increíblemente débiles.
Si te das cuenta de que ocultarlos carece de sentido en última instancia, no tienes más remedio que
revelarlos con demasiada facilidad.
Ni siquiera los secretos por los que merece la pena morir para protegerlos están exentos.
"E-El... Imperio del Milenio... es un plan... perseguido por... el 'Monasterio sin nombre'..."
Lydia Schmitt había empezado a dirigirse a mí con extrema reverencia.
------
El Monasterio Sin Nombre.
Había aparecido otro concepto desconocido. El rostro de Lydia Schmitt mostraba una mezcla de
miseria, desdicha y miedo al hablar de él.
"¿Qué es este Monasterio sin Nombre?"
"Es una... comunidad religiosa... compuesta por miembros de varias sectas y organizaciones dentro
de las Cinco Grandes Religiones..."
"¿Así que el propósito de este Monasterio Sin Nombre es unificar el poder de las Cinco Grandes
Religiones y establecer un estado religioso? ¿Y están planeando nombrar a Olivia Lanze como la
primera Santa Emperatriz?"
"Si tuviera que resumir... sí..."
Parecía tener muchas objeciones, pero el miedo le impedía hablar sin cuidado.
Tanto Eleris como yo no pudimos evitar ponernos serios.
"Entonces, al final, ¿no son diferentes de los republicanos, sólo que con diferentes motivos?"
"Eso parece..."
El grupo extremista conocido como el Monasterio Sin Nombre dentro de las Cinco Grandes
Religiones había estado buscando establecer un estado independiente separado del imperio.
Teniendo en cuenta el título de "Emperador Sagrado", se podía suponer que pretendían construir un
sistema similar al del imperio.
"¿Sabes cuán grande es su fuerza?"

"..."
Chasqueé la lengua mientras observaba a Lydia, que vacilaba al hablar y negaba con la cabeza.
"No intentes colar mentiras. Si creo que mientes, te convertiré en vampiro y lo comprobaré de
nuevo".
"¡No, no! Yo, ¡absolutamente! No mezclaré ninguna mentira".
Lydia, que parecía temer convertirse en vampiro más que a la propia muerte, negó enérgicamente
con la cabeza mientras seguía atada.
"Su poder actual no es grande, pero la escala sigue... creciendo. Dentro de poco, se espera que...
tengan una fuerza comparable a una de las cinco grandes religiones."
"...Maldición."
"Esto es serio."
Afortunadamente, su fuerza parecía pequeña por ahora, pero su velocidad de expansión debe ser
tremenda.
Pronto, tendrían una fuerza comparable a la de una sola religión.
Además, no se formaron dentro de una sola religión, sino dentro de los Caballeros Sagrados y las
facciones internas de las cinco religiones principales. El hecho de que los radicales, excluyendo a
los moderados, estuvieran reunidos significaba que ya eran un grupo capaz de ejercer influencia en
la totalidad de las cinco Religiones Santas.
La situación era más grave de lo que había pensado.
Fuerzas religiosas siguiendo a las fuerzas revolucionarias.
"Esto me está volviendo loco..."
Me agarré la cabeza con frustración, y Eleris dejó escapar un profundo suspiro como si el suelo se
estuviera derrumbando.
El imperio estaba en crisis.
Si las fuerzas revolucionarias y este asunto estallaban simultáneamente, el imperio se desgarraría en

el caos.
Lydia parecía no entender la situación.
Por ahora, parecía estar segura de que Eleris y yo éramos seres malignos, pero parecíamos estar
muy angustiados por la crisis que se cernía sobre el imperio.
Estaría más sorprendida si supiera la verdad.

El Rey Demonio y su subordinada se revolcaban preocupados por el colapso del imperio.
Pero era cierto que era una locura que no esperábamos.
"Por cierto, ¿cuánto hace que se creó este monasterio sin nombre?"
Comprendí que se trataba de una organización religiosa secreta, pero necesitaba saber si habían
ampliado su poder recientemente o si existían desde hacía mucho tiempo, como las fuerzas
revolucionarias. Si se trataba de una fuerza ya existente, ¿por qué habían crecido de forma tan
explosiva recientemente?
"...No hace mucho que se crearon".
"¿De verdad? Pero, ¿por qué se les une tanta gente?"
"... Debido a la persecución religiosa."
¿A qué venía esto?
Ante mi pregunta, Lydia Schmitt apretó los dientes y bajó la mirada.
"Muchos creyentes piensan que la caída del antiguo líder de los Caballeros Sagrados, Riverrier
Lanze, se debió a que el imperio inició una persecución religiosa para mantener a raya a los
Caballeros Sagrados."
"Ah."
Con sólo escuchar eso, pude imaginármelo a grandes rasgos.
Desde la perspectiva de la gente de la comunidad religiosa que no conocía la realidad, la caída del
héroe de guerra Riverrier Lanze podía verse así.
No.
"...Por casualidad, ¿es Riverrier Lanze el que creó el monasterio sin nombre?"
"..."
El silencio de Lydia Schmitt, como si no pudiera decir nada.
"Parece ser cierto".
Eso ya era una respuesta.
"No es que haya muchos creyentes que lo piensen de verdad, debe ser porque Riverrier Lanze
difundió esos rumores. Debe estar diciendo que sucedió así, sin relación con lo que realmente hizo,
debido a la presión política."
"¡No! ¡El líder fue objeto de una injusta calumnia...!"

"¡Cállate! Eres una estudiante del Templo, deberías conocer la situación. ¿De qué calumnia estás
hablando?"
"Era un acto inevitable para despertar a Olivia, que está vacilando en su fe, al camino correcto..."
"Ah, maldita sea. ¿No te dije que te callaras?"
"..."
Desde el principio, Riverrier Lanze había creído que todo lo que le hizo a Olivia estaba justificado.
No quería seguir discutiendo este asunto con Lydia Schmitt.
Después de su caída en desgracia, estaba haciendo algo en alguna parte, pero terminó formando una
sociedad secreta y causando travesuras.
Eso significa que este evento se debe en última instancia a la supervivencia de Olivia Lanze, un
punto de inflexión en la historia.
Sí.
Al final, este lío es mi lío.
Maldita sea.
Olivia y Charlotte, ambas.
¿Los individuos cuya existencia corresponde a puntos de inflexión en la historia siempre vuelven a
pasar por crisis como ésta?
Si Riverrier Lanze hubiera permanecido en su posición como jefe de los Caballeros Sagrados, nada
de esto habría sucedido. Eso significa que Riverrier Lanze realmente tenía la ambición de separar
las Cinco Grandes Religiones Sagradas del Imperio y establecer un Imperio Sagrado. Pero no pudo
haberlo impulsado con demasiada rapidez, por lo que no debió estar relacionado con la historia
principal.
Sin embargo, tras su caída del poder, optó por formar una sociedad secreta.
Riverrier Lanze habría alegado que su caída se debió a la supresión política de la religión, y lo
utilizó para incitar el resentimiento entre las figuras religiosas.
Reunió a gente con la lógica de crear un país sólo para los religiosos, y formó la sociedad secreta
llamada el Monasterio Sin Nombre.
Riverrier Lanze, que explotó hábilmente la mentalidad de víctima de la opresión, está aumentando
de forma alarmante el número de miembros de la sociedad secreta.
Sus propios logros como héroe de la Guerra Demoníaca deben haberle respaldado.
A este ritmo, se creará una fuerza masiva equivalente a una sola religión de las Cinco Grandes
Religiones Santas, y esos bastardos podrán apoderarse y sacudir las raíces de las Cinco Grandes
Religiones Santas.
Riverrier Lanze planea convertir a Olivia en la Santa Emperatriz.
Él mismo querría sentarse en el trono, pero eso sería irrisorio.
Si creara un Imperio Sagrado y se autoproclamara su primer Emperador Sagrado, se pondría en

duda su sinceridad.
Sin embargo, si creara una tierra para los dioses y sentara en el continente a una princesa con
talento, carácter y habilidad poco comunes, al menos crearía cierta legitimidad.
Además, la única oportunidad de redención de Riverrier Lanze pasa por el testimonio de Olivia.
Si ella dice que no fue tratada injustamente por Riverrier Lanze, todas las sospechas en torno a él se
convertirían en una conspiración del Imperio, independientemente de la verdad.
De hecho, habiendo visto sus habilidades de primera mano, la mera existencia de Olivia se siente
como la legitimidad misma.
Él mismo quiere sentarse en el trono, pero no puede revelar su codicia, así que pretende convertir a
Olivia en la Santa Emperatriz.
La razón de la obsesión de Riverrier Lanze por Olivia debe ser que es un ser capaz tanto de cumplir
su destino como de ganar la lotería de la autoestima.
"Qué maldito bastardo".
Al escupir esas palabras, Lydia Schmitt parecía aún más aterrorizada.
Esto no se puede dejar así.
Riverrier Lanze, y por supuesto, el Monasterio Sin Nombre son semillas de un gran caos.
Tengo que barrerlos a todos. Si no ahora, mientras su influencia no sea tan fuerte, será imposible
lidiar con ellos más adelante.
¿Pero cómo? Si los acuso falsamente de tramar una rebelión y obligo a la familia real a actuar, se
producirá una verdadera persecución religiosa, que nunca existió.
En ese caso, incluso los que eran moderados se convertirán sin duda en extremistas.
La implicación de la familia real y de las fuerzas gubernamentales en este asunto ya desencadenará

por sí misma un conflicto masivo.
Por ahora, necesito organizar mis pensamientos. Tengo que pensar cómo y de qué manera
infiltrarme.
"Muy bien, última pregunta. ¿Fue la Orden Sin Nombre quien te ordenó intentar matarme?"
Lydia Schmitt realmente quería matarme. Pero puede que ella quisiera matarme y recibiera órdenes
para hacerlo.
Ante mis palabras, Lydia Schmitt sacudió violentamente la cabeza.
"No, no fue... Esto... Esto fue decisión mía..."
"¿Estás segura? ¿Mientes porque tienes miedo de que me meta con esos bastardos?"
"¡No! ¡No! ¡Era originalmente un plan diferente! Fue mi propia decisión!"
¿Cuánto odiaba Lydia Schmitt convertirse en vampiro?
"¿En serio? Entonces, ¿cuál era el otro plan?"
"..."
Lydia Schmitt vaciló, como si le costara hablar.
Sin embargo, sabiendo lo que podría decir finalmente, abrió la boca a regañadientes.
"Tienen a Adriana... La estudiante de segundo año del Templo... El Monasterio se la ha llevado..."
"¿Qué?"
Un nombre completamente inesperado hizo que mi cabeza se quedara en blanco.
¿Por qué Adriana?
¿Por qué se menciona aquí a Adriana?
La imagen de Adriana pasó por mi mente. El último recuerdo de cuando caminamos juntos cerca
del monasterio de Tu'an se agolpó en mi cabeza.
¿Qué planeaban hacerle a Adriana?
No, ¿qué han hecho?
"Cuéntamelo todo".
Si tenía algo parecido a un hilo de razón...
Se rompió.
------
Olivia estaba en su dormitorio.
Aunque se acercaba la hora de inicio del Concurso de Miss Temple y debería haber ido al lugar con
antelación para prepararse, Olivia estaba esperando en su habitación, siguiendo la breve petición de
Reinhardt de que esperara.
No sabía qué pretendía hacer, pero parecía tener un plan.
Aun así, si se hacía demasiado tarde, tendría que marcharse pronto. Olivia no sabía qué se proponía
Reinhardt, pero si no había novedades en los próximos treinta minutos, pensaba dirigirse al local.
Toc toc
Después de esperar un rato, Olivia se levantó de un salto cuando oyó que llamaban a la puerta.
"Reinhardt, ¿qué es...?"
"...?"
Sin embargo, la persona que llamaba a la puerta de Olivia no era Reinhardt, sino una sirvienta del
dormitorio.
"Ah, lo siento."
La criada sonrió cálidamente mientras le entregaba algo a Olivia.
"No sé a quién espera, pero esto es una carta para usted, señorita Olivia".
"Ah... Gracias."
Olivia cogió la carta de la criada y cerró la puerta.
La carta no tenía nombre de remitente, sólo una dirección. ¿Quién podría haber enviado una carta
así?
Olivia abrió el sobre.
Dentro sólo había dos líneas de texto.
[Hija mía, ¿recuerdas el nombre de Adriana?]
[Ella está conmigo ahora.]
"!"
La única persona que la llamaba "hija" era Riverrier Lanze.
No sabía por qué, ni cómo había ocurrido, pero ahora tenía a Adriana con él.
Reinhardt, Adriana y Ibia, de la clase B del primer curso.
Los tres habían desempeñado un papel crucial para salvarla. El rumor se había extendido y todo el
mundo lo sabía.
Pronto, significaría que ellas tres habían sido decisivas en la caída de Riverrier Lanze.
Reinhardt y Evia eran estudiantes del Templo. Por lo tanto, era peligroso entrometerse con ellos.
Por eso, a Riverrier Lanze le resultó relativamente fácil atacar a Adriana.
Ya fuera por venganza o por cualquier otro motivo, Riverrier Lanze tenía a Adriana consigo.
El nombre del remitente no estaba escrito en la carta, sólo la dirección desde la que se enviaba.
Debía de ser una invitación para acudir a aquel lugar.
Utilizando a Adriana como cebo, su padre adoptivo la estaba convocando.
No sabía qué quería decirle ni qué pretendía hacerle a Adriana.
Lo único que sabía era que la niña que la había salvado estaba ahora en peligro por esa misma
razón.
Como poseída, Olivia se levantó de su asiento y abrió de golpe la puerta de su dormitorio.
"¿Por qué...? ¿Por qué demonios...?"
¿Qué podía querer de ella?
¿Por qué iba a llegar tan lejos?
Rechinando los dientes de rabia, Olivia corrió por el pasillo de los dormitorios.
El concurso de Miss Temple ya se había borrado por completo de su mente.

Capítulo 319
A Adriana se la llevó el Monasterio Sin Nombre.
Concretamente, Riverrier Lanze.
En primer lugar, Riverrier Lanze aspiraba al premio gordo al tener a Olivia Lanze como defensora
y, en segundo lugar, pretendía convertir a Olivia Lanze en una mascota que representara sus propios
deseos.
En un principio, Riverrier Lanze pretendía convertir a Olivia en la próxima comandante de la Orden

de los Caballeros Sagrados. Era probable que el plan para el Sacro Imperio también estuviera ya
trazado.
Debido a una variable imprevista llamada destitución, Riverrier Lanze había adoptado la estrategia
de crear una organización religiosa secreta.
El destronamiento de Riverrier Lanze había provocado una reacción violenta en los círculos
religiosos, por lo que seguía teniendo una influencia cada vez mayor.
La salida de Adriana del templo tuvo, de hecho, un efecto adverso en su seguridad.
Riverrier Lanze intentaría atraer a Olivia.
Y Olivia no tendría más remedio que aceptar el trato que implicaba la vida de Adriana.
No había opción de renunciar, como en el último partido contra Lydia Schmitt.
Mientras Adriana fuera rehén, Olivia se convertiría en la marioneta de Riverrier Lanze.
El sol se había puesto y ya era de noche.
Vi a Lydia Schmitt, atada y con la cabeza colgando dentro de la tienda de Eleris.
Hoy, Lydia Schmitt había utilizado repentinamente un peligroso poder llamado Berserk en el
partido final.
Y había intentado continuamente persuadir a Olivia para que volviera al abrazo de lo divino. Sin
embargo, al final, Olivia había perdido.
Incluso a mí me pareció un plan torpe.
Además, Lydia Schmitt había advertido repetidamente a Olivia de que ocurriría algo más trágico si
las cosas seguían como estaban.
Me parecieron las tonterías de una loca.

Había estado advirtiendo continuamente que Adriana saldría lastimada si Olivia no regresaba
obedientemente.
Como dice el refrán: "El brazo se dobla hacia dentro".
Lydia Schmitt había utilizado un método tan desesperado para persuadir a Olivia porque no quería
que Adriana, compañera de las Cinco Grandes Religiones Santas, saliera herida.
Y que también había intentado matarme a mí.
Yo no era miembro de las Cinco Grandes Religiones Santas, y debía de ser considerado el cerebro
de la corrupción de Olivia.
Ella había juzgado que sería mejor para mí morir que Adriana.
Por eso había ocurrido hoy este extraño incidente.
Adriana estaba en peligro tal y como estaban las cosas.
Tenía que actuar lo antes posible.
"Riverrier Lanze, ¿dónde está?"
"..."
Las fuerzas revolucionarias ya estaban algo retrasadas, pero la orden del monasterio sin nombre
creada tras el destronamiento de Riverrier Lanze aún no era muy grande.
Si no se aplastaba en este momento, ocurriría algo incontrolable.
Lydia Schmitt creía que era una existencia extremadamente peligrosa y malvada, cuyo alcance no
podía comprender.
Ella podría pensar que Riverrier Lanze sería asesinado por mí, por lo que no podía decir nada.
Pero si no hablaba, había una forma de obligarla a abrir la boca.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Lydia Schmitt.
"Por favor... Por favor..."
Incapaz de decir las palabras pidiendo ser liberada o que no podía hablar, empezó a sollozar.
"Sólo... por favor, mátame..."
Ella anhelaba la muerte en su lugar. Sabiendo que no la mataríamos sin más, creyó que la mejor
opción para ella en este momento era que le concediéramos la misericordia de la muerte.
"Por favor, por favor... muerte, una muerte limpia... por favor..."
En el momento en que revelara la ubicación de Riverrier Lanze, sería un grave acto de traición, algo
que no podría soportar.
Pero convertirse en vampiro también era insoportable para ella.
Por eso Lydia Schmitt nos suplicó la muerte a los dos seres malvados. Frente a Lydia Schmitt, que
estaba atada y suplicando la muerte, me agaché.
"¿Por qué lloras?"
Llevé mi mano a la mejilla de la llorosa Lydia Schmitt y enjugué suavemente sus lágrimas.
"¿Por qué es esto una traición? No lo entiendo".
"Soy el Campeón de Tu'an, así que todas mis acciones deben representar la voluntad de Tu'an más
que cualquier otra cosa. En lugar de Riverrier Lanze, que fue expulsado de la posición de
Comandante de los Caballeros Sagrados y creó una facción dentro de las Cinco Grandes Religiones
Sagradas por lujuria de poder, ¿no deberían mis acciones alinearse con la voluntad de Dios?"
"Hu, hu-hu... ugh..."
Ante mi argumento, los sollozos de Lydia Schmitt se hicieron aún más intensos.
"Dios es omnipotente".
"Aunque sea un ser malvado a tus ojos, si fuera alguien que no debiera controlar a Tiamata,
entonces no podría haberme convertido en su amo. Tanto si tengo un final miserable como si
aparece un héroe mayor para arrebatarme a Tiamata, todo eso formaría parte del plan de Tu'an hasta
que ocurriera, ¿no es así? ¿No es así?"
"Dios es omnipotente".
"Exactamente. Por lo tanto, no importa lo que me suceda, como parte del plan de un ser
omnipotente, mis acciones deberían alinearse más con la voluntad de Dios que las de alguien como
Riverrier Lanze. ¿No es así?"
"Por lo tanto, si mi voluntad es la voluntad de Dios, entonces lo que Tu'an quiere está sucediendo
ahora mismo".
"El Monasterio Sin Nombre es una herejía."
"Por lo tanto, debe desaparecer."
"Ahora, senior, no llores. No hay necesidad de llorar."
"Senior, estás siguiendo la ciegamente obediente voluntad de Dios."
"Senior, ahora mismo, no estás cooperando con algún ser malvado y misterioso, sino con el
Campeón de Tu'an. ¿Cómo puede ser esto una traición?"
Sujetando la cara de Lydia Schmitt con ambas manos, le sonreí. La desesperación estaba grabada en
sus ojos.
"Senior, ahora puedes seguir el camino correcto. Sólo te has desviado de él durante un tiempo. Así
que esto no es traición".
Mis palabras eran negadas internamente, pero el deseo de creerlas era demasiado evidente.
¿Por qué demonios es esto traición?
No es sólo algo que estoy diciendo; genuinamente lo creo.
"Arrepiéntete".
Arrepiéntete.
Vuelve al camino correcto ahora.
¿Por qué es un acto de deslealtad escapar de las garras del falso profeta Riverrier Lanze y unirse al
Campeón de Tu'an?
La aparente contradicción de que un campeón de la Diosa de la Pureza controlara a un vampiro, su

misma antítesis, ya no importaba demasiado.
Una vez que uno acepta que todo es por voluntad divina, se vuelve más fácil.
Si todo esto forma parte del plan ideado por los dioses.
Si uno acepta eso.
Entonces convertirse en vampiro no está fuera de discusión.
De hecho, podría considerarse incluso más glorioso.
"Yo... realmente... es... es realmente así..."
Lydia Schmitt me mira con ojos llorosos, desesperada por una respuesta.
Esto no es persuasión.
Se ha derrumbado.
"Confía en mí, senior".
Sustituye su antiguo fanatismo por uno nuevo.
"Confiar en mí no es diferente de servir a los dioses".
El miedo vuelve loca a la gente.

Y la locura no es diferente para alguien que ya se ha vuelto loco.
Si Lydia Schmitt se somete a mí, fabricará cualquier lógica para justificarme.
Cada sospecha y duda que posea. Todo ello será apartado bajo la creencia de que todo se debe a que
soy el campeón de los dioses, y todo forma parte de su divina voluntad.
"Todo esto... es realmente parte del plan de los dioses..."
Sí.
Soy un dios más poderoso que las Cinco Grandes Deidades.
Así que confiar en mí no es diferente de servir a los dioses.
Acaricié suavemente la cabeza de Lydia Schmitt, que sollozaba y se arrodillaba ante mí.
Apreté los dientes.
Esperaba un día sin problemas.
Al menos por hoy.
Pero ahora tengo que ir a un sitio.
Frente a la llorosa Lydia Schmitt, giro la cabeza y miro a Eleris.
"Llama a Sarkegaar y a Loyar".
Esto no es algo que pueda manejar solo.
Aunque pudiera, no es algo que deba hacer solo.
No es sólo un asunto del monasterio sin nombre.
Los signos de división se extienden en todas direcciones.
El imperio no debe desmoronarse.
"Iremos todos juntos."
"Sí."
Este incidente debe ocurrir bajo el nombre de Valier, no Reinhardt.
El enemigo de la humanidad debe aparecer de nuevo.
------
Sala de espera de las participantes del concurso Miss Temple.

Ellen recibía la última revisión vestida con su toga.
"Estás estupenda".
"...Me siento aliviada."
El concurso de Miss Temple estaba cada vez más cerca. El concurso se celebró en un lugar mucho
más grande y en una escala diferente en comparación con el concurso de travestismo.
Aunque no era el estadio principal donde tenían lugar las finales del torneo, el concurso se
celebraba en una enorme sala de conciertos.
Liana había estado observando el lado de Cliffman hasta ahora, pero se acercó a Ellen.
"Pero no veo a la senior por ninguna parte".
Liana ladeó la cabeza mientras arreglaba el maquillaje de Ellen.
"...Ya vendrá".
O ya había llegado y no la había visto, o llegaba tarde. Tenía que ser una cosa o la otra. Ellen estaba
más preocupada por otra cosa.
Reinhardt había salido de la residencia por la mañana y no se le había visto en todo el día.
Cuando se marchó, no sólo la mayoría de los miembros de la clase A, sino también los de la clase B
la despidieron. Casi todos venían a ver el concurso.
Pero Reinhardt no estaba allí.
"..."
"¿Qué ha estado haciendo Reinhardt todo el día? No le he visto en absoluto".
Tefunfuñó Liana.
"Bueno, él se lo pierde si no puede verte".
Liana había ayudado con entusiasmo a Ellen a maquillarse, diciendo que perderse de ver el hermoso
aspecto de Ellen sería una pérdida en sí misma.
Ellen apretó el dobladillo de su vestido.
Es imposible que no venga.
Lo sabía, pero aun así, una extraña inquietud le hacía cosquillas en el corazón.
Tiene que venir.

Incluso le dije que se asegurara de que viniera.
Es imposible que no venga.
Para calmar su ansioso corazón, Ellen respiró hondo varias veces.
------
Todos estaban reunidos.
Eleris, Sarkegaar, e incluso Loyar.
Nos movimos a través del teletransporte masivo de Eleris.
Nos pusimos la ropa informal que habíamos dejado en casa de Eleris.
-¡Flash!
El lugar era la zona exterior de la parte sur de la Capital Real, un lugar bastante al sur de la ciudad.
El lugar al que llegamos era una pequeña aldea.
Se trataba más bien de unos pocos hogares que vivían de la agricultura en la zona exterior, con
menos de veinte hogares en total.
No era más que uno de los muchos barrios ordinarios de la zona suburbana.
Nos teletransportamos a una ladera en la zona exterior, que conducía a la encrucijada de ese barrio.
"Te... teletransporte masivo..."
Lydia Schmitt tembló después de experimentar el teletransporte masivo.
"...¿Estarás bien?"
Ante la pregunta de Loyar, asentí con expresión severa.
Todavía no había explicado la situación en detalle. Sólo mencioné que se avecinaba una gran batalla
y que los necesitábamos.
Aunque se enteraran más tarde, Sarkegaar podría no entender por qué arriesgo todo para evitar la
chispa de la división del imperio, pero decidí confiar en Sarkegaar.
Por encima de todo, Sarkegaar es más necesario ahora mismo.
Lydia Schmitt no sabía que Loyar y Sarkegaar aún existían, por lo que temblaba de miedo. Ella
pensaría en ellos como entidades aterradoras, similares a Eleris.
De todos modos, nuestro objetivo no es esa aldea.

"Más allá de esa colina... hay un monasterio abandonado. Allí..."
"Ahí es donde está la base temporal de la Orden del Monasterio Sin Nombre, ¿verdad?"
"Sí."
Aunque son una comunidad religiosa interna, en última instancia, no pueden celebrar reuniones
públicas. Así que por ahora, sus reuniones regulares se llevarán a cabo en tales afueras hasta que
hayan formado suficiente poder.
Podrían tener reuniones oficiales una vez que crezcan en escala o empiecen a destacar en el mundo
religioso, pero aún no han llegado a ese punto.
Se trata de matar a un monstruo creciente antes de que se vuelva inmanejable.
Lydia Schmitt finalmente se había sometido, temiendo lo que sucedería si se negaban a obedecerme.
Convertirse en vampiro o no.
¿Consideraría esto también la voluntad de Dios?
Yo poseía a Tiamata, que servía a Lydia Schmitt de excelente herramienta para racionalizar sus
actos.
La eliminación de Lydia Schmitt tendría que esperar hasta que se resolvieran los asuntos relativos al
Monasterio de los Sin Nombre y a Riverrier Lanze.
"¿Adriana está cautiva en el monasterio?"
"Sí, así es. No recuerdo el lugar exacto, pero sin duda está allí".
Adriana era el cebo para atraer a Olivia.
Lydia Schmitt había intentado atacarme, creyendo que sería mejor para mí -un incrédulo y principal
culpable de la caída de Olivia- morir antes que engañar a Olivia con la vida de Adriana en juego.
Era poco probable que todos los miembros de la Orden Sin Nombre estuvieran en el monasterio
abandonado, pero las figuras clave residirían allí.
Riverrier Lanze.
Tenía que matar a Riverrier Lanze, el núcleo de todo este lío, como fuera.
Si eso resolvería todo era incierto. Pero una cosa permanecía constante: era algo que tenía que hacer
ahora mismo.
"¿Cuál es su fuerza?"
"Hay alrededor de veinte caballeros de alto rango en la residencia..."

"¿Y sus habilidades?"
"Todos ellos participaron en la Guerra de los Demonios... Son los ayudantes más cercanos del
líder... Ah, no. Riverrier Lanze... Renunciaron con él cuando dejó de ser el líder..."
Si eran los ayudantes más cercanos de Riverrier Lanze, serían los veteranos de los veteranos que
habían vivido juntos la Guerra de los Demonios.
También habría otras fuerzas, pero veinte caballeros de alto rango que habían estado en las buenas y
en las malas, más Riverrier Lanze...
Eleris era una poderosa maga, pero también un vampiro. Sin duda sería un reto luchar contra los
caballeros.
Nuestro plan era no entrar en un choque frontal.
"Muy bien, el plan no es demasiado complicado".
Primero, teníamos que sacar a Adriana de allí.
"Sarkegaar, infíltrate y localiza a Adriana. Si puedes sacarla a escondidas, hazlo".
Sarkegaar usaría primero sus habilidades de infiltración para determinar el paradero de Adriana.
"Vuelve si no puedes sacarla. Si no puedes sacarla, puedes disfrazarte de Riverrier Lanze más tarde
y extraerla".
Lydia Schmitt probablemente no entendía lo que estaba diciendo, pero no había tiempo para
explicárselo.
"Si conseguimos sacar a Adriana, Eleris utilizará magia destructiva a gran escala para aniquilar el
monasterio. Sería estupendo si pudiéramos matarlos a todos a la vez, pero quizá no sea posible. A
partir de ahí, será una batalla".
Asegurar a Adriana era la máxima prioridad.
El resto sería una masacre.
Eleris apretó los puños.
No pronunció palabras como "no puedo hacerlo", y no era el momento de hacerlo.
Era evidente que dejar estar la situación conduciría a mayores sacrificios.
Eleris tuvo que estar de acuerdo en que había que actuar ya.
"Y, tengo que mostrarles".
"¿Mostrarles qué...?"
Era crucial mostrar de quién eran estas acciones.
Los acontecimientos de hoy no podían mantenerse en secreto.
Afortunadamente, esta zona estaba en las afueras del Dominio Imperial. Incluso si ocurriera un
disturbio, la familia real no podría responder inmediatamente. Debido a que Lydia Schmitt estaba
presente, me abstuve de hacer declaraciones directas.
"Mostremos nuestra existencia con certeza".
Restos del Clan Demonio.
Su existencia se revela.
Las fuerzas revolucionarias, el descontento de las Cinco Grandes Religiones. La aparición de un

enemigo común repara temporalmente la grieta dentro del imperio.
Sarkegaar aún parecía despistado.
"¿Por qué demonios..."
"Espera."
Cuando Sarkegaar empezó a expresar sus dudas, Loyar levantó de repente la mano para impedirle
hablar.
Loyar señaló colina abajo.
"Viene alguien".
Había un camino que llevaba al pueblo.
"¡Olivia...!"
Los ojos de Lydia Schmitt se abrieron de par en par, y yo me quedé igual de sorprendido.
Viene Olivia.
Deben de haberla atraído hasta aquí utilizando a Adriana. Olivia, con una expresión desesperada en
el rostro, corría a una velocidad aterradora, dirigiéndose a alguna parte.
Olivia también se involucra.
No hay más tiempo que perder.
"Sarkegaar, no sólo a Adriana, sino también a esa persona. Entra ahora mismo".
"...Sí, entendido."
Sarkegaar se transformó en un gorrión y cruzó el cielo nocturno.

Mi corazón se aceleró como loco.
Adriana y Olivia.
Ninguna de las dos debería participar en esta batalla.

Capítulo 320
"¿Dónde demonios está?"
Con los brazos cruzados, Liana de Grantz frunció el ceño y murmuró.
El concurso de Miss y Mister Temple ya había comenzado.
Los estudiantes de la Clase Real que vinieron a ver el concurso estaban todos sentados en los
asientos adyacentes, observando el evento.
"Exacto..."
En respuesta al tono irritado de Liana, Harriet susurró en voz baja.
Todas las concursantes eran excepcionales en apariencia, y si bien les faltaba un poco en ese
aspecto, cada una tenía al menos una habilidad individual sobresaliente.
El número de concursante de Ellen era el 9.
Con la concursante número 7 terminando su turno, pronto sería el turno de Ellen.
Kono Lint y otros compañeros estaban presentes, excepto Reinhardt.
¿Qué estaría haciendo?
Los sentimientos de Harriet eran complicados.
No sabía qué se traía Reinhardt entre manos, pero pensaba que sin duda vendría, y sin embargo no
lo hizo.
Según Liana, Olivia de 5º curso tampoco se había presentado en la sala de espera por alguna razón.
¿Qué estarían haciendo?
Era un lugar al que tenían que asistir, así que ¿por qué no venían?
Harriet pensó que era a la vez un alivio y una pena que Reinhardt no hubiera aparecido.
Harriet sabía que su esperanza de que Reinhardt no viniera era cobarde, pero también tenía miedo
de ver qué aspecto tendría Ellen hoy.
A todos los demás también les parecía extraño que Reinhardt no apareciera por ninguna parte.
Harriet, ansiosa e inquieta, observaba la situación sin saber por qué estaba tan intranquila.
La concursante número 7, que había completado con éxito su baile durante el tiempo de apelación,
aunque un poco nerviosa, salió del escenario y llegó el turno de la concursante número 8.
A medida que pasaba el turno de esa persona, Harriet se ponía cada vez más ansiosa.
Y entonces, la concursante número 9.
-Ahora tenemos una participante de la Clase Real. Como todos saben, los números de la Clase Real
indican su rango de habilidad. Esta participante es de la Clase Real 1er año Clase A, un
impresionante número 2. ¡Es Ellen!
Mientras los aplausos resonaban, Ellen subió al escenario.
"..."
Harriet lo sabía, por supuesto.
Ellen siempre había llevado uniforme escolar o ropa de entrenamiento, pero era muy consciente de
que Ellen tenía un aspecto extraordinario.
Sin embargo, al ver a Ellen completamente vestida, Harriet no pudo evitar quedarse boquiabierta.
Parecía que Liana había estado buscando el color que mejor le sentaba a Ellen.
Ellen llevaba ahora un vestido blanco puro. Llevaba el pelo recogido y adornado con una cinta. Con
unos tacones blancos a juego, Ellen parecía destacar excesivamente en comparación con las demás
concursantes, incluso a los ojos de Harriet.
Liana parecía satisfecha con el aspecto de Ellen, y no sólo sus compañeros, sino también el público
que no conocía a Ellen, la miraban atónitos.
Había practicado la sonrisa sin descanso, y ahora, lucía una sonrisa bastante convincente que era
poco menos que perfecta.
De eso no cabía duda.
Podía enfrentarse a Olivia.
Eso pensaba Harriet.
Pero no importaba lo que pensaran los demás, Ellen simplemente se quedó allí, sonriendo al
público.
Como si estuviera buscando algo.
Y mientras Ellen buscaba, sus ojos se encontraron con los de Harriet, aunque no era a quien
buscaba.
Para ser más exactos, sus ojos se encontraron con los de Harriet antes de escudriñar los alrededores,
como si buscara a alguien que no aparecía por ninguna parte.
Finalmente, volvió a mirar a Harriet.
Era una mirada interrogante.
Como preguntando si no había encontrado algo o a alguien.
A pesar de no ser la persona en cuestión, Harriet sintió un nudo en el corazón.
Ellen parecía preguntar a Harriet con los ojos.
¿No ha venido Reinhardt?
Harriet no sabía cómo responder a aquella mirada. Se encontró en un aprieto, incapaz de reír o
llorar.
Debió de poner una expresión bastante peculiar.
Ellen desvió la mirada.
Como si la incomodidad de Harriet ya hubiera dado la respuesta.
"Señorita Ellen, ¿hay alguna razón especial por la que haya decidido participar en Miss Temple?".
"Ah..."
Ellen abrió los labios.
Debía de tener algo que decir.
Harriet vio a Ellen, con la cabeza gacha, temblando en silencio.
"¿Había alguien especial a quien querías mostrar tu aspecto hoy?"
"..."
A la pregunta de la maestra de ceremonias, Ellen no dio respuesta.
Era una pregunta que golpeaba justo en el corazón de Ellen en esta situación.
Tenía que decir algo, pero ¿qué? Al ver que Ellen intentaba desesperadamente encontrar las
palabras adecuadas, Harriet apretó los dientes.
Hacía unos momentos, Harriet se había sentido aliviada de que Reinhardt no hubiera venido.
Sin embargo, al ver a Ellen en un estado tan lamentable, en la mente de Harriet sólo había un
pensamiento.
Ellen parecía a punto de quebrarse.
Harriet no deseaba eso, por encima de todo.

¿Dónde estás...?
Inconscientemente, Harriet apretó los puños.
¿Qué haces?
A Harriet le molestaba que Reinhardt no viniera.
------
Sarkegaar vigilaba la situación desde las afueras del monasterio abandonado. El monasterio, en
desuso desde hacía mucho tiempo, era grandioso en escala, pero su abandono lo había dejado con
una atmósfera siniestra.
Sarkegaar aún no había comprendido del todo la situación.
Se había apresurado a seguirle ante la mención de una tarea que requería cierto esfuerzo, pero aún
no comprendía del todo cómo se estaban desarrollando las cosas.
Sólo sabía que había gente que rescatar y enemigos que eliminar.
No sabía por qué tenía que ser así, pero era cuestión de revelar su existencia en serio.
Como siempre, su objetivo era la infiltración.
Esta vez, se trataba de una misión de rescate, no de secuestro.
Transformado en gorrión, Sarkegaar sobrevoló fácilmente los muros del monasterio y se dirigió
hacia el interior.
La seguridad no era estricta, pero había algunos soldados apostados aquí y allá para vigilar.
Entre ellos, sólo unos veinte eran considerados de élite y suponían una amenaza real.
El rey había ordenado el rescate de dos mujeres.
Una mujer atrapada en el monasterio.
Y la mujer que acababa de entrar corriendo en el monasterio.
En el monasterio había más gente armada y capaz de usar el poder divino.
Sarkegaar pertenecía a la raza de los demonios.
Como tal, no se mezclaba bien con el poder divino, no tanto como la no muerta Eleris, al menos.
Por eso no le resultaba demasiado agradable infiltrarse en un lugar donde acechaban paladines de
alto rango.
Sin embargo, no dudó en cumplir la orden.

Sarkegaar entró en el monasterio y voló con cuidado, examinando los alrededores.
"¿Dónde está Adriana?"
Sin necesidad de una búsqueda tan meticulosa, Sarkegaar pudo oír la voz angustiada procedente del
patio.
Era la mujer que acababa de llegar al monasterio.
"Eso se responderá después de que des la tuya".
"Ya sabes qué respuesta vendrá".
"Entonces deberías saber qué ocurrirá después".
"¿Qué quieres?"
Sarkegaar se acercó a la escena de la conversación.
Un patio dentro del monasterio.
Un hombre de mediana edad estaba sentado en una vieja silla, centrado alrededor de una hoguera,
con unos cuantos paladines acompañándole. Frente a él había una joven rubia vestida con las
túnicas del Templo.
Sarkegaar sabía que el hombre de mediana edad era Riverrier Lanze.
"Regresa a Tu'an. Retráctate de todos los testimonios que has hecho, y declara públicamente tu
arrepentimiento".
"..."
"La Sagrada Orden de Odai se separará del Imperio, establecerá un Sacro Imperio independiente, y
tú serás su primera Emperatriz Sagrada".
"Qué tontería... Eso es absurdo..."
Olivia miró fijamente a Riverrier Lanze.
Santa Emperatriz.
Independencia.
Olivia sintió que se le cortaba la respiración con sólo oír esas palabras.
"¿Y si me niego?"
"Entonces comenzarán a desencadenarse desafortunados acontecimientos".

"¿Estás diciendo que matarás a Adriana? ¿A una joven que aún no se ha convertido en monja?"
"Llamémoslo un sacrificio inevitable. Dios lo entenderá".
Mientras Riverrier Lanze utilizaba el nombre de Dios como escudo para sus maldades, la expresión
de Olivia mostraba un desprecio y una repugnancia flagrantes.
"¿Es esta tu forma de actuar, padre? ¿Estás tan enfadado y resentido por haber perdido el poder que
estás dispuesto a abandonar la humanidad y la fe?"
"Es una elección necesaria para contrarrestar la amenaza que se cierne sobre la Sagrada Orden de
Odai. Además, sabes que nadie saldrá herido si prometes volver".
"No volveré".
"¿No te importará aunque le pase algo a la niña que te salvó?"
"..."
La desesperación y el resentimiento brillaron en el rostro de Olivia.
Riverrier Lanze creía en la visión de convertir a Olivia en la Santa Emperatriz, pero en realidad,
buscaba restaurar su honor y recuperar el poder haciendo que ella se retractara de sus palabras.
"¿Por qué yo? ¿Por qué tengo que ser yo? Padre, si quieres algo, hazlo. Realmente no entiendo por
qué tienes que involucrarme en todo esto. No sé por qué me amenazas así, arriesgando también la
vida de otras personas..."
"Como siempre digo, es porque no hay nadie más adecuado que tú".
"Por favor, no intentes justificarlo así..."
Las lágrimas de Olivia finalmente se derramaron en su dolor.
"Es sólo porque quieres poder, ¿no? Quieres utilizarme para satisfacer tus propios deseos. Por eso
creaste este extraño grupo. Quieres que me retracte de lo que dije para restaurar tu honor, y
recuperar tu poder..."
"Olivia, no espero que entiendas mis intenciones. Pero las personas tienen roles y destinos que les
son dados, y yo vivo para eso".
Riverrier Lanze tenía una actitud que parecía completamente inflexible.
"Hasta ahora, mi papel era llevar a las fuerzas de la Guerra Demoníaca a la victoria, y ahora es
proteger a los Caballeros Sagrados de las Cinco Religiones Sagradas de las garras del imperio".
Frente a la sollozante Olivia, Riverrier Lanze no mostró ni el más mínimo atisbo de emoción
personal.
"Y tú eres mi sucesora. Yo lo decidí y te eduqué en consecuencia. Si no sucede así, haré que
suceda".
"Pero... ¿por qué...?"
"¿Crees que el asunto terminará sólo con Adriana si te niegas?"
"!"
Los ojos de Olivia se abrieron de par en par.
"¿Crees que Reinhardt quedará intacto?"
"¿Qué... qué... estás diciendo...?"
En cuanto se mencionó el nombre de Reinhardt, Sarkegaar, que había estado observando la

situación, miró en silencio a Riverrier Lanze.
Sarkegaar comprendió, aunque no del todo, que había que eliminar a Riverrier Lanze.
Era una amenaza para la familia Valier. Sarkegaar vio claramente cómo se contorsionaba la
expresión de Olivia en cuanto se mencionó el nombre de Reinhardt.
Aquella mujer era sin duda una aliada de Reinhardt. Sarkegaar también adquirió tal certeza.
"Si Adriana no es suficiente, simplemente encontraré a otra persona valiosa para ti. Olivia, te he
llamado para demostrarte que esto no tiene fin".
"..."
"Ríndete, Olivia. No te aferres a mí llorando después de que un pequeño dolor se convierta en uno
mayor".
Los ojos de Olivia parecieron morir al oír esas palabras.
Adriana era sólo el principio.
Si no se rendía, Riverrier Lanze haría lo que hiciera falta para destruir todo lo que Olivia apreciaba,
uno por uno.
Como las amenazas y la tortura contra Olivia en persona no servirían de nada, Riverrier Lanze
buscó una forma de hacerla rendirse desde fuera.
Porque sabía que ella podía soportar su propio dolor, pero no el de sus seres queridos.
Porque sabía que Olivia, acostumbrada al sacrificio, preferiría sacrificarse antes que ver a sus seres
queridos heridos.
Cuando Lydia Schmitt intentó autodestruirse usando Berserk, parecía como si hubiera renunciado a
la victoria y hubiera hecho un sacrificio llamado "renuncia".
Riverrier Lanze sabía cómo manipular a Olivia.
"Eres... un demonio..."
Dijo Olivia en tono desesperado. Los caballeros que la rodeaban se estremecieron ante sus palabras,
pero Riverrier Lanze levantó la mano para impedir que hablaran precipitadamente.
"Si no puedo escapar... entonces esto debe ser lo correcto".
El cuerpo de Olivia comenzó a arder con explosiva luz sagrada y maná azul.
Habiendo fortalecido su cuerpo tanto con el poder divino como con el fortalecimiento del cuerpo
mágico, Olivia miró fijamente a Riverrier Lanze.
"Tanto si muero yo como si mueres tú, todo acabará".
Ante esta coacción desesperada, Olivia prefirió resistirse antes que aceptarla o someterse a ella.
Porque si ella moría, nadie más sería sacrificado.
Pero antes de eso, intentaría matar a Riverrier Lanze, el cerebro de esta terrible situación. Sin
embargo, Riverrier Lanze mantuvo la calma frente a Olivia, que reveló su hostilidad.
"¿Crees que no sabía que tomarías semejante decisión?"
Ante el gesto de Riverrier Lanze, aparecieron dos caballeros desde algún lugar del pasillo.
"...!"
"En el momento en que intentes alguna tontería, serás testigo de la muerte de Adriana".
"Senior..."
Los caballeros arrastraban hacia el exterior a una Adriana de aspecto miserable. Olivia miró a
Riverrier Lanze con los ojos muy abiertos.
"¡Tú... vil...!"
"Aunque intentes algo aquí, solo encontrarás un final miserable, y antes tendrás que ver morir a
Adriana".
Por la culpabilidad en la cara de Adriana, parecía que sabía que estaba siendo utilizada como cebo
para algún propósito.
Al final, Olivia no pudo alcanzarla. Si Olivia intentaba algo, la espada apuntando al cuello de
Adriana haría su trabajo.
"En primer lugar, no entiendo por qué crees que esto es tan malo. Es el primer paso para proteger a
los creyentes. Se trata de salvar a mucha gente. Si cambias un poco tu corazón, podrás salvar a
innumerables personas".
Olivia no pudo responder a las palabras de Riverrier Lanze.
No lo hizo.
El orador creía tan sinceramente en sus palabras que ningún argumento le serviría. No dudaba de sí
mismo porque creía que el camino que estaba tomando era el de la verdadera justicia.
Olivia conocía bien a Riverrier Lanze.
Así era él.
Siempre exigiendo algo, pero sin convencerse nunca.
"Senior... ¡no te preocupes por mí!"
"Adriana..."
La cautiva Adriana le gritó a Olivia con expresión de culpa.
Más allá de su decepción por todo, la expresión de Adriana estaba llena de desilusión.
Decepcionada de que aquello por lo que se había esforzado no fuera más que esto, había perdido
hasta la motivación de vivir.
"Senior... Estoy bien. Estoy bien. Haz lo que quieras..."
"¡Adriana! No digas nada. Yo... Yo..."
Olivia no pudo terminar la frase.
¿Qué debía hacer para salvar a Adriana?
Para salvarla, debe enfrentarse a ellos.
Ella debe perseguir algo que ni siquiera quiere, sea del Sacro Imperio o no.
Riverrier Lanze puede volver a ser el capitán de los Caballeros Sagrados, pero ella debe mentir y
decir que todas las cosas crueles que le hizo eran falsas.
Adriana es sólo el principio.
Olivia ordenó con calma sus pensamientos.
‘Por ahora, escúchalos.’
‘Después de escuchar y asegurarme de que Adriana es liberada sana y salva...’
‘Moriré.’
¡Si muero, nadie podrá atormentarme para que cambie de opinión, y él tampoco podrá atormentar a
nadie más.’
Su muerte será la venganza definitiva contra Riverrier Lanze. Los que quieran utilizarla serán los
que menos deseen su muerte.
Con eso en mente, Olivia decidió aceptar su propuesta por ahora.
Justo entonces,
-¡Whoosh!
"¡Ugh!"
-¡Thud!
"¡Argh!"
De repente, algo inesperado sucedió.
Los cuellos de los dos caballeros que sujetaban a Adriana fueron abruptamente seccionados.
En medio del repentino chorro de sangre, no solo Olivia, sino también Riverrier Lanze se quedaron
con la boca abierta.
Desde la oscuridad, una figura sombría atrapó el cuerpo de Adriana mientras los cadáveres sin
cabeza se agitaban.
"Humanos..."
Murmuró la figura oscura, semejante a una sombra materializada, con sus fauces rojas abiertas en la
oscuridad.
"Qué malvados son".
La siniestra forma, más malvada que nada en el mundo, sonrió al hablar de la maldad humana.
-¡Swish!
"!"
Cuando la figura negra extendió la mano, las sombras envolvieron todo el cuerpo de Olivia.
"¡¿Qué...?!"
"¿Un demonio...?"
La figura, con alas como una membrana de sangre tejida de sombras, se elevó hacia el cielo.
-¡Whoosh!
"¡Hehehehahahaha!"
Con una carcajada que rasgó el cielo nocturno, el monstruo que arrebató a Adriana se desvaneció en
los cielos en un instante. Atrapada en la trampa del monstruo demasiado repentinamente como para
resistirse, Olivia colgaba indefensa en el cielo nocturno.
-¿Qué está pasando? ¡Suéltame!
Era un grito frágil y lindo que no encajaba en el ambiente grave y ominoso.
"¡¿Qué es eso?!"
"¡Parece un demonio!"
"¡¿Cómo puede haber un demonio cerca de la Capital...?!"
Riverrier Lanze maldijo al monstruo demoníaco no identificado que había secuestrado de repente a
Olivia y Adriana, pero nadie conocía su verdadera identidad.
Pero su desconcierto no duró mucho.
Se desencadenó una situación aún más desconcertante.
-¡Rumm!
El cielo nocturno se cubrió de nubes oscuras y los relámpagos parpadearon en la penumbra

acumulada.
-¡Flash!
En un abrir y cerrar de ojos, empezaron a caer rayos del cielo.
Harriet de Saint-Owan había convocado una tormenta eléctrica en su batalla contra Olivia Lanze.
Tal tormenta apareció de nuevo y entonces llovieron no uno, sino docenas de rayos.
¡Rumble!
"¡Ugh!"
"¡Es magia!"
Los caballeros alcanzados por el rayo activaron sus poderes divinos para protegerse, pero los que no
pudieron reaccionar a tiempo quedaron carbonizados al instante y se redujeron a cenizas.
El nivel más alto de la magia de destrucción, Tormenta, había sido lanzado.
"¡Es un ataque de la raza demoníaca!"
Los caballeros evaluaron rápidamente la situación y gritaron, pero las cosas no pintaban bien.
La Tormenta Eléctrica no era el final.
Chisporroteo
Un sonido extraño y deformante resonó varias veces alrededor del monasterio, como si el propio
espacio se estuviera distorsionando. Entonces, enormes ondas de choque estallaron desde el norte,
sur, este y oeste del monasterio.
¡Bum! ¡Bum! ¡Bum! ¡Boom!
Cuatro explosiones consecutivas.
Las explosiones fueron lanzadas cuatro veces seguidas, causando que el ya devastado monasterio
colapsara y se desmoronara.
Caballeros, sacerdotes y paladines que eran incapaces de usar sus poderes con suficiente fuerza ya
habían sido destrozados en pedazos.
Fue una masacre.
Los caballeros empezaron a vivir un infierno debido a la repentina embestida de un mago de alto
rango.
En el cielo llovían relámpagos y el monasterio volaba por los aires debido a las explosiones.
Y entonces,
-Estruendo
El suelo tembló violentamente mientras las llamas empezaban a brotar de la superficie.
Del cielo, una lluvia de relámpagos.
Del suelo, surgió una tormenta de llamas.
Una tormenta de fuego comenzó a barrer la tierra, como si fuera a engullir todo a su paso.
"Esto es..."
Riverrier Lanze observó cómo la tormenta de relámpagos y las llamas del suelo engullían a los
caballeros.
Frente al cuartel general de los Caballeros Sagrados, había estallado una repentina tormenta de
llamas.
Había aparecido un dragón y un licántropo no identificado había causado estragos.
Riverrier Lanze no había estado a cargo de la escolta de súcubos en ese momento, pero había oído
los informes y estaba al tanto.
Esto se parecía a aquella vez.
Un ataque de una raza demoníaca no identificada.
En medio de las llamas, alguien apareció, atravesando el fuego y los relámpagos.
La magia pareció evitar a ese alguien por sí sola, dejando a ese alguien completamente inafectado
en medio del caos.
Un demonio con aspecto de lobo y melena plateada, un licántropo, estaba allí.
Y a su lado.
Con el pelo que parecía en llamas y un par de cuernos curvados que sobresalían de sus sienes,
parecía humano pero era algo totalmente distinto.
¡Roar!
En medio de este paisaje infernal, aparecieron un licántropo y un demonio no identificado.
El demonio estaba de pie dentro del muro de llamas, portando una espada blanca nacarada con una
hoja que parecía brillar.
"Riverrier Lanze".
La situación era una cadena continua de asombro incomprensible.
Con los ojos abiertos de par en par por la conmoción, Riverrier Lanze gritó, incluso mientras era
golpeado por el calor y los rayos.
"¡¿Quién eres tú?!"
"¿Yo?"
El chico demonio se acerca, arrastrando su espada por el suelo.
"Me llamo Valier".
"Soy el enemigo del mundo de los demonios".
"Y el heredero legítimo de las Tierras Oscuras".
El chico apunta con su espada, de hoja blanca nacarada, a Riverrier Lanze.
Al reconocer lo que era la espada, los ojos de Riverrier Lanze se abrieron de golpe.
"¿C-c...cómo...?"
"Escoria".
Del uno al diez.
Riverrier Lanze no entendía nada de esta situación.
"Es hora del castigo divino."
Pero aunque no pudiera entenderlo, la situación se estaba desarrollando.
El Rey Demonio que blandía la espada sagrada estaba intentando matarle.

Capítulo 321
Los humanos debían comprender que la Guerra de los Demonios no había terminado del todo.
Eleris comprendió lo que eso significaba, y Loyar no lo cuestionó. Sarkegaar parecía no saber por
qué tenía que ser así, pero no dijo nada.
Lydia Schmitt no sería desplegada en batalla. Cabía la posibilidad de que se dedicara a actividades
infructuosas, así que quedó bajo la supervisión de Eleris.
La situación se desarrolló.
Tras confirmar que Sarkegaar se llevaba a Olivia y Adriana, comenzó el plan.
Una vez que las dejaran en un lugar seguro, se preguntarían por qué los demonios las habían
rescatado, pero antes escaparían.
La misteriosa masacre ocurrida hoy sería denunciada como obra de los demonios.
A Sarkegaar le habían dicho que volara por ahí en su forma demoníaca, pues era necesario que
hubiera testigos para que los rumores se extendieran.
Por supuesto, los presentes en la escena no podían ser testigos.
Porque todos morirían.
En el monasterio completamente devastado por la magia de Eleris, todos los sobrevivientes fueron
asesinados por estos infernales hechizos destructivos.
Estos hechizos destructivos no nos dañaron ni a mí ni a Loyar. El hecho de que una magia
destructiva a tan gran escala no pudiera dañar a los aliados ya era una prueba de que Eleris era una
maga increíble.
Sólo Loyar y yo estábamos libres dentro del calor que convertía la carne en carbón.
Los supervivientes ni siquiera dejaron cadáveres, y los que seguían vivos tuvieron que luchar en las
condiciones extremas de las tormentas eléctricas y de fuego.
Durante el incidente de los demonios prisioneros, Eleris había provocado una tormenta de fuego,
pero no tenía intención de matar a nadie.
Pero esta vez, la magia fue lanzada para aniquilar a todos los enemigos.
Los caballeros sagrados lucharon por protegerse con magia divina en medio del calor extremo.
Pero los caballeros restantes, incluyendo a Riverrier Lanze, eran caballeros sagrados de élite.
- ¡Roooooar!
Loyar, transformada en licántropo, luchó para matar a sus oponentes esta vez.
- ¡Bang! ¡Crash! ¡Ka-boom!
No se limitó a empujar a los caballeros santos hacia atrás con sus garras infundidas mágicamente;
los lanzó, los estrelló contra el suelo, los agarró con ambas manos y los destrozó.
- ¡Crack!
- ¡Aaaaaaaaargh!
Loyar arrancó de un mordisco la cabeza de un caballero sagrado y tiró del cuerpo hacia abajo
mientras levantaba la boca hacia arriba.
- ¡Crujido!
- Guh......urgh......
Masticó bruscamente la cabeza decapitada del caballero sagrado.
La sangre manó de la boca de la bestia plateada, y un frenesí rojo parpadeó en sus ojos.
Loyar.
Lo sabía, pero estaba claro que la verdadera naturaleza de Loyar era escalofriante.
Pero mientras fuera fuerte, eso bastaba.
No era luna llena, pero estaba cerca.
Tanto Eleris como Loyar estarían en su mejor momento.
"Huff!"
- ¡Crash!
Retrocedí unos pasos mientras esquivaba la gran espada de Riverrier Lanze.
Entre los caballeros sagrados de élite, él era el núcleo de este incidente y un enemigo al que había
que matar.
Riverrier Lanze.
Me enfrentaba a él.
"¿Cómo puede el Rey Demonio blandir Tiamata?"
"Porque es la voluntad de los dioses".

Enfrentarme a él no fue una sabia elección para empezar.
Sin embargo, estaba frente a Riverrier Lanze. Mis palabras sobre la voluntad de los dioses torcieron
la expresión de Riverrier Lanze.
"¿Cómo se atreve un demonio como tú a hablar de lo divino?"
"Tú, en cambio, ¿niegas el poder divino?"
"¡Silencio, joven Rey Demonio! No sé cómo la has encontrado, ¡pero no toleraré más insultos a los
dioses!"
Riverrier Lanze cargó contra mí, blandiendo una gran espada.
El ex comandante de los Caballeros Sagrados, un veterano entre los veteranos.
"¡Heugh!"
-¡Kwang!
Aunque fortaleciera mi cuerpo con el Fortalecimiento Corporal Mágico, me sería imposible luchar
contra un guerrero tan experimentado.
Después de chocar las espadas una sola vez, rodé hacia atrás, sintiendo como si todo mi cuerpo
fuera a desmoronarse por el impacto.
"Qué patético, ¿de verdad eres el Rey Demonio?"
Riverrier Lanze se concentró principalmente en defenderse.
Sin embargo, estaba abrumadoramente superado.
Naturalmente.
Aún así, me enfrenté a Riverrier Lanze.
Tenía que enfrentarme a él.
Tenía que enfrentarme al que secuestró a Adriana, al que no podía dejar de lado su obsesión por
Olivia y al que cometía actos tan despreciables.
Podía recurrir a mi verdadera ira.
-Uuwoong
"Si esto no es el poder de los dioses, ¿entonces qué es?"
Es porque puedo recurrir al verdadero poder de Tiamata.

"Usar... el poder divino... ¿cómo podría un demonio...?"
Vi claramente la conmoción y el disgusto en los ojos de Riverrier Lanze.
-¡Flash!
La luz divina explotó y envolvió mi cuerpo.
La mejora física a través del poder divino siguió a mi Fortalecimiento del Cuerpo Mágico. El poder
de Olivia Lanze me llenó.
-¡Kwakang!
Se creó una feroz onda de choque cuando la gran espada y Tiamata chocaron.
La luz blanca que habitaba en la espada de Riverrier Lanze. Aunque no era un Maestro de Espadas,
no se diferenciaba mucho de uno. Con mi nivel actual, sería derrotado.
Sin embargo, Riverrier Lanze no podía concentrarse únicamente en nuestra batalla.
Estaba luchando dentro de un horno que podía convertir restos de hierro en hierro fundido.
Y yo tenía Fortalecimiento del Cuerpo Mágico, autosugestión y el poder divino de Tiamata.
Encima de eso, magia de palabras.
"¡Muere!"
-¡Zzaaang!
"¡Kuh!"
Riverrier Lanze, que retrocedió ante mi golpe de espada, parecía incrédulo.
Aunque me consideraba un mero novato a pesar de ser el sucesor del Rey Demonio, no podía
entender su propia retirada.
Yo sentía lo mismo.
Mi nivel de magia de palabras era demasiado débil para extraer un poder significativo.
"No hables más de los dioses, joven Rey Demonio".
Una fría furia llenó los ojos de Riverrier Lanze.
Puede que no entendiera la situación, pero parecía que poco a poco se estaba centrando únicamente
en esta lucha. El poder divino de Riverrier Lanze era abrumador.
"Bien, seas lo que seas. Debo matarte antes de que te conviertas en una semilla del mal aún más
peligrosa."
-¡Kuruung!
La luz blanca dentro del cuerpo de Riverrier Lanze estalla explosivamente.
El poder divino de Tu'an es más potente contra los seres impuros; en otras palabras, tiene el poder
del exorcismo.
Pero yo no soy un demonio. Por lo tanto, no me afecta el poder exorcizador que reside en el poder
sagrado de Tu'an.
-¡Crack!
"¡Urgh!"
Sin embargo, lo mismo se aplica a mí.
Tanto la producción de mi Fortalecimiento del Cuerpo Mágico como la producción del poder divino
que ejerzo a través de Tiamata se ven eclipsadas por Riverrier Lanze.
De no haber sido por esta situación, no habría sido capaz de cruzar espadas con Riverrier Lanze ni
siquiera un par de veces. Riverrier Lanze se acerca a mí como un gigante.
"Podrías haber pasado tranquilamente el resto de tu vida atrapado en los estrechos muros de las
Tierras Oscuras. Pero persigues la gloria del pasado, acelerando tu desaparición".
Riverrier Lanze me mira como si fuera un niño indefenso.
Hay magos y licántropos poderosos, pero parece que ya se ha dado cuenta de que el poder que
poseo no es tan fuerte.
Esta es una batalla de generales.
Sin embargo, Riverrier Lanze es el paladín más fuerte entre sus fuerzas, y aunque soy general, soy
más débil que mis subordinados.
Por lo tanto, mi participación en la batalla de generales es una mera formalidad.
Aunque puedo recurrir al poder de Tiamata, poco a poco voy retrocediendo.
Riverrier Lanze golpea con expresión severa, golpe tras golpe.
"Sí, no necesito una organización como ésta. Has aparecido en el momento oportuno. Si te mato, la
causa de la próxima Guerra Demoníaca, y recupero la Reliquia Sagrada de Tu'an, no necesitaré un
trabajo tan insignificante."
-¡Clang!
"¡Kuh!"
Con un solo choque de nuestras espadas, no tuve más remedio que salir despedido hacia atrás, casi
rodando por el suelo.
Pude leer una sensación de éxtasis en la severa expresión y mirada de Riverrier Lanze.
"¿Es ésta la revelación de Tu'an que se me ha concedido?"
Él interpreta la situación, en la que el Rey Demonio empuña la espada sagrada, a su manera.
Independientemente de la causa, cree que está en posición de reclamar tanto el honor de matar al
próximo Rey Demonio como de recuperar la Reliquia Sagrada de Tu'an.
Parece que piensa que mi aparición con la espada sagrada de Tu'an es como si un cerdo cargado de
dinero entrara en su casa.
Ahora que he aparecido, ¿cree que Olivia ya no es necesaria?
¿Cree que Tu'an le ha traído tanto la Reliquia Sagrada como el cuello del joven Rey Demonio?
-¡Thunk!
"!"
No pude repeler la espada negra fuertemente penetrante con la mía.
Era inevitable que Riverrier Lanze se equivocara. Después de todo, no estoy en una situación en la
que pueda enfrentarme a él ahora.
-¡Clang!
"¡Ugh!"
Era difícil incluso parar su espada, así que hubo varios momentos en los que no pude evitar quedar
expuesto. Aunque el Fortalecimiento del Cuerpo Mágico y la protección evitaron que la espada
hiriera directamente mi cuerpo, todavía podía sentir el fuerte impacto.
Me costó recuperar el sentido, como si me hubieran golpeado con un martillo en un punto vital.
Los feroces ataques de Riverrier Lanze continuaron varias veces más, y mantener el fortalecimiento
de mi cuerpo mágico era cada vez más difícil.
Mi oponente era incomparablemente fuerte.
Eso era un hecho inmutable.
¡Bang! ¡Bang! ¡Choca!
"¡Ugh!"
No ignoraba que se trataba de un esfuerzo inútil. Incluso si se enfrentara a Loyar, que en ese
momento estaba masacrando a los Caballeros Sagrados, no tenía ni idea de cuál sería el resultado.
Sin embargo, no estaba luchando solo.
¡Crash! ¡Flash!
"¡Guh!"
En un instante, cuatro rayos consecutivos de Tormenta de Truenos golpearon el cuerpo de Riverrier

Lanze, haciendo que entrecerrara los ojos y retrocediera unos pasos.
No estaba solo. Eleris había estado ganándome tiempo lanzando magia destructiva a gran escala,
impidiendo que Riverrier Lanze me asestara un golpe decisivo.
Sin embargo, el rayo que debería haber reducido a cenizas a una persona normal sólo consiguió
ralentizar los pasos de Riverrier Lanze.
¡Crash! ¡Rugido!
"Puede que no seas gran cosa, ¡pero parece que tienes algunos subordinados útiles!"
No sentí especialmente la necesidad de refutar esa afirmación.
Riverrier Lanze, que se acercaba a mí con paso firme, ya no parecía humano a mis ojos.
¿Era éste el verdadero poder de los Caballeros Sagrados?
¿Realmente podía llamar humana a esa cosa? Más bien, ¿no parecía más monstruosa que yo, el Rey
Demonio?
Por ahora.
Debe estar sucediendo.
Incluso si volviera ahora, sería demasiado tarde.
Blandiendo la rugiente Tiamata, atajé la gran espada descendente de Riverrier Lanze desde abajo,
empujándola hacia arriba.
"¡Piérdete!"
¡Swoosh!
Con un ruido estrepitoso, el pecho de Riverrier Lanze se hinchó y le clavé Tiamata.
¡Flash!
¡Boom!
En cuanto aterrizó mi estocada, sentí un fuerte contragolpe y Riverrier Lanze y yo salimos

despedidos en direcciones opuestas.
"¿Qué eres?"
La expresión de Riverrier Lanze se endureció. Era como si sintiera que estaba usando un poder
extraordinario.
"Soy el Rey Demonio".
Tiamata gimió.
Estaba reaccionando a mi ira.
Mi ira no era por otra razón.
"Por tu culpa..."
Apunté a Tiamata hacia él.
"No pude ir a ver el concurso de Miss Temple".
"...¿Qué?"
No era cuestión de necesitar talento.
No estaba enfadado por perderme eso.
Ella dijo que necesitaba un voto.
Fui incapaz de proporcionar ese voto.
Me había preocupado sobre a quién elegir si iba al concurso.
Pero la necesidad de preocuparme por eso había desaparecido.
Riverrier Lanze no entendía de qué estaba hablando.
¡Rumble!
En medio de la ardiente tormenta de truenos, pensé en ello.
¿Qué estaría pensando Ellen ahora?
Sin mí allí, ¿estaría resentida conmigo?
Ella me había pedido que viniera pasara lo que pasara.
Aunque no era de las que decían eso, lo había dicho.
Palabras como "no tenía elección" no tenían sentido.

Nada podía resolverse con la excusa de "no tuve elección". Eso sólo se acumularía en resentimiento
y tristeza.
Pero no pude evitar venir aquí.
Al fin y al cabo, no podía abandonar a su suerte a quienes estaban en peligro por mi culpa.
Una vez más había creado una situación inevitable, causando dolor a alguien.
La vil malicia era exasperante.
Hacia el que creó esta situación.
"¡Muere!"
Estaba furioso.
Y así, la furia estaba justificada.
¡Uuuuuung!
"No puedo entender lo que estás diciendo. Pero no hay necesidad de seguir conversando contigo".
¡Kkurrung!
Con una poderosa zancada, se acercó a mí paso a paso, y blandió su espada, envuelta en poder
divino.
Era peligroso.
Con una fuerte sensación de fatalidad inminente, salté a un lado.
¡Kwadududuk!
Conseguí esquivarlo, pero el suelo donde golpeó la espada de Riverrier Lanze quedó surcado como
si hubiera sido devorado por una bestia gigante.
Él era un escudo que no se rompía, y podía desatar torrentes de poderosa fuerza física.
Riverrier Lanze era, en definitiva, una figura formidable en su campo.
Si no fuera por el apoyo de la magia, el simple hecho de cruzar espadas con él me habría convertido
en un charco de sangre.
"¿Sólo sabes huir?"
"Sí, si dilato el tiempo, incluso tu vitalidad de zombi llegará a su fin".
"¡Cómo te atreves a comparar a un ser tan vil y repulsivo con este poder divino!"
Tratarle como a un no-muerto era el mayor insulto para un paladín que servía al divino Tu'an.
¡Kwooooooooooo!
El grito de guerra de Loyar resonó desde la distancia, atravesando la cacofonía.
Una vez más, el Riverrier Lanze, envuelto en llamas, cargó contra mí.
Volvió a apuntarme con su espada, envuelta en un torrente de poder divino.
"¡Ugh!"
Riverrier Lanze era un paladín.
Luchaba con una defensa abrumadora como arma, apenas prestaba atención a su propia defensa y se
centraba en asestar un duro golpe de una sola vez.
Ciertamente podía hacer eso. No sería más que un cosquilleo para él si pudiera demostrar tales
habilidades en medio de una magia destructiva de tan alto nivel.
El ataque de Riverrier Lanze se acercó una vez más. La distancia entre él y yo era de unos veinte
pasos. Parado en su sitio, apuntó su espada hacia mí y concentró el poder divino en ella.
No se acercaba. Era como si no lo necesitara.
A veinte pasos de distancia,
balanceó su espada hacia mí.
Si no la esquivaba, moriría.
¡Whooong!
Mientras mi visión se volvía blanca, el torrente de poder divino, que poseía fuerza física, cubrió el
lugar donde había estado hace un momento.
"¡Kuh!"
Lo había esquivado, pero demasiado tarde. Parte de mi hombro izquierdo fue literalmente
arrancado, y un intenso y ardiente dolor recorrió la herida.
El efusivo poder divino de Tiamata estaba sellando la herida, pero casi la mitad de mi hombro había
desaparecido.
Podía soportar el dolor, pero no podía usar el brazo izquierdo.
Esto era una locura.
Esto había superado con creces el reino de la esgrima.

Al igual que Saviolin Turner añadía un aura a su espada y utilizaba una onda de choque mágica,
Riverrier Lanze podía golpear desde cualquier distancia más allá del alcance de su espada, como un
desquiciado lanzador de poder divino.
En el pináculo de sus habilidades, los espadachines podían realizar actos extraños indistinguibles de
la magia. Lo peor era que mi oponente actual era uno de esos espadachines.
"¿Se ha roto tu espíritu, Rey Demonio?"
El poder de Riverrier Lanze era incomparable al mío. Eleris hizo todo lo que pudo para apoyarme
desde la distancia con su magia, pero las defensas de Riverrier Lanze seguían siendo formidables.
Loyar estaba siendo atacada por cinco o más caballeros sagrados, así que no tenía oportunidad de
preocuparse por mí.
Sentí un muro.
Era una sensación diferente de la pared que sentí al enfrentarme a Ellen.
No era una sensación inalcanzable, sino que el muro de la muerte parecía acercarse gradualmente.
¿Qué debería haber hecho?
¿Debería haber esperado a que Adriana muriera, o a que Olivia cayera ante aquel hombre?
¿Debería haberme quedado de brazos cruzados mientras la fragmentación del imperio se acercaba
cada vez más?
Sabía que plantarme ante un enemigo al que nunca podría igualar era una temeridad.
¿Debía limitarme a ver morir a alguien y ser sacrificado?
Sabía que no todo el mundo podía ser feliz.
Pero entenderlo y aceptarlo son cosas distintas, así que me planté ante Riverrier Lanze en mi
verdadera forma.
Creía que era lo único que podía hacer.
El dolor de mi hombro fue remitiendo poco a poco, pero Riverrier Lanze volvió a colocarse la
espada sobre el hombro y empezó a imbuirla de poder divino.
A mi nivel, no podía bloquear esa energía divina.
No sabía si podría evitar un ataque que me alcanzaría con sólo atravesar una amplia zona.
Había sobrevivido a que me golpearan en el hombro, pero si eso me alcanzaba la cabeza, el corazón
o me seccionaba el cuerpo...
moriría.
Y eso no era todo.
Loyar no podía con todos los caballeros sagrados.
"¡Capitán! ¡Me uniré a ti!"
Uno de los caballeros sagrados que había escapado de la embestida de Loyar corría hacia Riverrier
Lanze.
Lanze miró al caballero que se acercaba rápidamente y gritó,
"¡Atadle un momento! ¡Vamos, Rondel!"
"¡Sí!"
Si me enfrentaba a Riverrier Lanze y a más oponentes, sería realmente el fin. Si ese caballero
sagrado pudiera retenerme sólo un momento, no sería capaz de bloquear el golpe de Riverrier
Lanze.
En el momento en que el caballero sagrado, que había empezado a unirse desde la distancia, pasó
rozando a Riverrier Lanze y cargó hacia mí...
"¡Puhak!"
"¡Ugh...ugh!"
Observé horrorizado cómo las oscuras y afiladas uñas del caballero atravesaban la espalda de
Riverrier Lanze y le salían por el pecho.
El caballero sagrado gritó.
"¡Su Alteza! Este ha llegado!"
No era un caballero sagrado; era Sarkegaar.

Capítulo 322
Sarkegaar se unió al campo de batalla, transformándose en la apariencia de uno de los Caballeros

Sagrados. Fingió unir fuerzas con Riverrier Lanze y lo apuñaló por la espalda.
El golpe le atravesó el corazón.
Fue una herida mortal.
Sin embargo, fui testigo de un espectáculo aún más horrible que siguió.
"¡Gah... Huff!"
-¡Crack!
Riverrier Lanze, comprendiendo la situación, repelió a Sarkegaar con su poder divino. Sarkegaar,
que estaba en desventaja contra el poder divino en comparación conmigo, fue arrojado lejos,
jadeando mientras se reincorporaba lentamente.
Riverrier Lanze se aferraba a su propio corazón, del que brotaba sangre carmesí.
-Woosh
La herida empezó a cicatrizar.
Tanto si su corazón destrozado se había regenerado como si no, Riverrier Lanze estaba volviendo a
la vida, aunque la sangre le resbalaba por las comisuras de los labios.
"Menuda locura.. ¿Eres siquiera humano?"
"Su Majestad, ¿de qué está hablando?" Gritó Sarkegaar.
Riverrier Lanze se limpió la sangre de la boca con una expresión tan fría como el acero.
"Esto es lo que significa ser humano".
Tras reparar su corazón roto y prepararse de nuevo para la batalla, Riverrier Lanze me miró y habló.
"Dios acepta mi fe y hace posible lo imposible. Esto es algo que sólo los humanos pueden hacer. Es
posible porque Dios ama a los humanos".
Riverrier Lanze parecía pensar que el poder divino era un privilegio exclusivo de los humanos.
"Por lo tanto, es mi misión y mi deber recuperar el artefacto sagrado de una existencia impía como
tú lo antes posible. Y es la forma de devolver el amor de Dios".
El fanatismo de Riverrier Lanze difería del de Lydia.

El fanatismo de Lydia Schmitt era intenso, pero el de Riverrier Lanze era una locura refinada.
Un frío fanatismo carente de excitación, impaciencia o ira, cuidadosamente cincelado y forjado.

Riverrier Lanze miró a Sarkegaar, que había sido arrastrado por el torrente de poder divino y ahora
volvía a disfrazarse de Caballero Sagrado.
"Una existencia que viste la piel de otro ser, qué despreciable esbirro eres".
"..."
Esperaba que Riverrier Lanze fuera extraordinariamente fuerte.
Pero nunca imaginé que lo sería hasta este punto. Se recuperó incluso después de que le atravesaran
el corazón. A menos que le cortaran la cabeza, parecía ser una criatura imposible de matar.
Ahora, incluso dudaba de que fuera posible agotar su resistencia en medio de los relámpagos.
A este paso, ¿deberían Loyar e incluso Sarkegaar unir sus fuerzas a las mías? ¿Es la única opción
viable?
El espanto de los Caballeros Sagrados.
Lo experimenté de la peor manera posible.
Mejoran sus cuerpos, se protegen con poder divino, disparan poder divino de sus espadas e incluso
se recuperan de heridas casi mortales.
Si eso no es un zombi, ¿entonces qué es?
No todos los Caballeros Sagrados eran así, pero Riverrier Lanze era el pináculo de los que reunían
todas las condiciones mencionadas.
Riverrier Lanze comenzó a atacarnos a Sarkegaar y a mí una vez más.
-¡Boom! ¡Crash! ¡Bang!
"¡Kruut!"
El monstruo que teníamos delante no era otro que el Riverrier Lanze.
Como si no supiéramos qué hacer ante el ataque explosivo de la bestia desbocada, sólo nos
centramos en esquivar sus feroces embestidas.
¡Tchak!
El ataque de Sarkegaar era capaz de penetrar sus defensas, pero Riverrier Lanze no permitiría
ningún ataque sorpresa.
El arma negra parecida a una cuchilla que Sarkegaar creó transformando parte de su cuerpo sí podía
penetrar las defensas de Riverrier Lanze.
Sin embargo, aunque el ataque tuviera éxito por casualidad, nada cambiaría.
¡Uuuung!
No permitiría en absoluto una herida mortal, e incluso si resultaba herido, se recuperaría en poco
tiempo.
Ni siquiera podíamos empezar a comprender los límites del poder divino de esta criatura.
Nuestra única posibilidad de victoria residía en una guerra de desgaste, pero era incierto si podría o
no sobrevivir a los ataques de Riverrier Lanze hasta entonces.
"¡Su Alteza! Usted también debe considerar la retirada!"
El grito de Sarkegaar me llegó al oído.
Sí.
Podía poner fin a este caos y retirarme. Era consciente de que había llegado el momento de
considerar esa opción.
Había logrado rescatar a Olivia y Adriana, y lo había hecho en nombre de Valier.
Pero como resultado, Adriana y Olivia volverían a estar en peligro.
Al final, sin duda habría quien sospechara que los demonios habían salvado a Adriana y Olivia.
Aunque las dos fueran inocentes, los malentendidos y las sospechas de la gente podrían llevar a
desenlaces aún peores.
O tal vez Riverrier Lanze haría la vista gorda ante este hecho e intentaría manipular a Olivia una
vez más.
Si no podía matar a Riverrier Lanze aquí y ahora, las acciones de hoy serían peores que no hacer
nada en absoluto.
"No, o muere este bastardo o muero yo hoy. Uno de los dos tiene que morir".
Entonces, no me echaré atrás.
"¿Crees que tienes una oportunidad? Rey Demonio."
Riverrier Lanze me miró con ojos cautelosos.
"Sí. No moriré aquí. Te mataré y sobreviviré".
"¿En qué te basas para estar tan seguro?"
Riverrier Lanze tenía fe, y yo también.

"Sólo porque sí. Así es como debe ser en este mundo".
Un milagro que siempre ocurre por mi bien ocurrirá de nuevo esta vez.
Por supuesto.
¿Autosugestión?
¿Sugestión?
No lo sé.
Pero esto es sólo la verdad, más allá de la creencia o la incredulidad.
Mi segunda vida es un castigo.
No hay forma de que mi castigo termine muriendo aquí a manos de Riverrier Lanze.
Hay más.
Un castigo mayor me espera.
Hay más que tengo que soportar.
Hay más pena y dolor que tengo que experimentar.
Si muero así, si no ocurre un milagro.
Estaré decepcionado de que mi castigo no haya sido más que esto.
"Hay demasiadas cosas preparadas para mí antes de morir".
No me matarán antes de que lo pruebe todo.
Aunque pueda derrumbarme, ser pisoteado, enloquecer o morir en medio de todo.
Aunque pueda alcanzar la felicidad abriéndome paso a través de todo,
aún no estoy en ese lugar.
"Aunque los Cinco Grandes Dioses desciendan sobre este lugar para matarme, no moriré. Riverrier
Lanze".
Esto no es fe ni una insinuación, sino simplemente un hecho. Con ese nivel de convicción, en los
ojos de Riverrier Lanze brilló una luz diferente a la de antes.
"Has cruzado la línea de la blasfemia, Rey Demonio".
Desprecio.
El fanatismo se enfrenta a otro fanatismo y siente desprecio. Ahora, siente lo mismo hacia mí que
yo hacia él.
No moriré hasta que el escenario preparado esté completamente listo.
Me aseguraré de que Olivia ya no se vea obligada a sufrir.
No dejaré que Olivia, encadenada por el yugo de una santa, vuelva a una vida en la que ni siquiera
pueda preguntarse quién es en realidad.
Por Adriana, y también por Olivia.
Les mostraré lo que significa salvarse de verdad del pozo de los dioses, la fe y las creencias.
Aunque todos los lugares donde viven los humanos, todos los reinos donde existen los humanos,
pueden ser tugurios por sus propias razones, les haré comprender que los tugurios no son lo único
que existe.
Les daré a ambas el don de la libertad.
Les dejaré vivir una vida de contemplación y elección, no adaptándose y sometiéndose a lo que se
les impone, sino eligiendo al final de sus propias luchas.
Adriana, Olivia.
He decidido darles verdadera libertad en todos los sentidos de la palabra.
"Lo haré."
"Te."
"Mataré."
Hago un juramento más escalofriante que cualquiera de los que he hecho hasta ahora.
Riverrier Lanze aprieta su espada ante mis palabras.
No dice nada de que sea imposible.
Parecía sentir que algo había cambiado en mi comportamiento.
Que vuelva a suceder.
Milagro.
Ven a mí.
¿No tengo todavía muchas cosas que quiero?

Porque tengo muchas cosas que pasar.
¿No es por eso que me envías arriba, para bajarme?
Todavía no he subido del todo.
Un milagro que me permita acabar con la vida de Riverrier Lanze, un enemigo al que nunca podré
enfrentarme en mi nivel actual.
Lo deseo.
Me preparo para el milagro.
Furia.
Quemar el combustible llamado rabia para generar el resultado llamado milagro.
Debo estar furioso.
Mi voluntad siempre me ha respaldado cada vez que tengo que sobrepasar mis límites reales.
Riverrier Lanze me desprecia. Como si ya no quisiera ni hablarme, se prepara para otro ataque.
"¡Muere, Rey Demonio!"
-¡Karddruk!
Con un golpe de la espada de Riverrier Lanze, una onda de choque explosiva distorsionó el suelo.
Evité por poco un golpe directo, pero tuve que rodar varias veces por el suelo. Sarkegaar estaba
lanzando un hechizo, pero sólo dejó pequeños arañazos; el muro de hierro llamado Riverrier Lanze
era sólido.
Un muro de hierro que se derrumba y se reconstruye.
Una luz azul y blanca comienza a concentrarse en su espada.
Una explosiva liberación de magia y poder divino. Como Saviolin Turner demostró, no sólo los
magos pueden lanzar ataques de área. Estaba a punto de derribarme de un golpe y abandonar esta
zona.
Prepara un golpe poderoso.
Tiamata puede ser la fuente de mi poder sagrado, pero no puedo recurrir a él desde mi interior.
Sólo puedo aprovechar el poder de Tiamata bajo condiciones específicas.
Riverrier Lanze, el Caballero Sagrado de Tu'an.
Tiamata, la reliquia sagrada de Tu'an.

Al final, ambos usamos el mismo tipo de poder, y yo estoy en desventaja.
En pocas palabras, es una batalla de fuerzas iguales. Por lo tanto, mientras usemos el mismo tipo de
poder, perderé inevitablemente en una batalla de salida.
Ya sea un sacerdote caído o un fanático enloquecido, el tiempo y la experiencia que ha acumulado

no pueden ser falsos.
"Desaparece con la luz".
Sí, eso es lo que diría un héroe de guerra que regresó victorioso de la Gran Guerra Demoníaca.
Debo superar el tiempo genuino que él ha acumulado.
Es un loco que no morirá a menos que sea un golpe fatal que le corte el cuello.
Entonces, al final, debo confiar en mi propio poder.
Ira.
Y.
Fe (autosugestión) y palabras (magia de palabras).
Y el destino que me será dado.
Como aún no ha llegado, no moriré.
El milagro que puede matar a este monstruo.
Sé lo que es.
Enfrentándome a él mientras se prepara para un poderoso ataque, agarro a Tiamata con ambas
manos.
Es imposible infundir poder mientras lo sostengo, pero.
Hablo.
Con determinación y rabia.
"Tiamata".
Mientras asesta un poderoso golpe, y la tormenta de poder divino con fuerza física intenta tragarme.
Ordeno a Tiamata, liberando el hirviente poder divino en todas direcciones.
"Conviértete en una espada demoníaca".
-¡Krrrrrng!
"!"
La luz blanca que hervía de Tiamata se convirtió en oscuridad que incinera la luz.
Naturalmente, para matar al monstruo que se regenera infinitamente con el poder de Tu'an.
Es obvio que...
Se necesita el poder del extremo opuesto.
-¡Krrrrrrng!
No se acaba sólo con la incineración. En medio de las olas de luz que caen sobre mí, penetro en las
olas, envuelto en la oscuridad.
"¡Tú...! ¡¿Qué le has hecho a Tiamata?!"
Cargo hacia el grito atónito de Riverrier Lanze.
Mi plan era correcto.
No podía derrotar a Riverrier Lanze con el mismo poder. Así que invoqué el poder del extremo
opuesto y penetré a través de él.
Con este poder opuesto, puedo atravesar su férrea defensa y cortarle la respiración.
Tengo una sola oportunidad.
De cortarle la respiración antes de que se dé cuenta de la situación.
Mientras atravieso la luz.
Envuelto en una oscuridad que la luz no puede penetrar, alcanzo al instante a Riverrier Lanze, que
está en estado de shock.
En sólo un momento, la vida y la muerte se tuercen, y la historia se invierte. Lo sé.
La línea entre la vida y la muerte es en última instancia una cuestión de momentos.
‘Reescribir.’
Y entonces.
‘Revestido de poder oscuro, le grito una orden a Riverrier Lanze, quien mueve su gran espada e
intenta apuñalarme en respuesta. Él me hace caso.’
[Usas 1.000 puntos de logro.]
Y lo que le grito con la Magia de Palabras es...

"¡Alto!"
"¡Kuh! ¡Esto... esto es...!"
Un paso.
Una pulgada.
La vida y la muerte pueden ser determinadas por diferencias tan pequeñas.
Atado por mi hechizo, los movimientos de Riverrier Lanze fueron momentáneamente restringidos.
¡Whoosh!
"Guh... ¡Ugh!"
Conseguí clavar la espada demoníaca Tiamata en su corazón.
------
Había transformado a Tiamata en una espada demoníaca.
Ese era el milagro que había deseado.
Usando el poder de mi magia de palabras, conseguí detener los movimientos de Riverrier Lanze en
el momento crucial.
Como resultado, Riverrier Lanze recibió un golpe fatal.
Esta vez sí que fue una herida mortal.
"Ku, Kuh... ¡Kuh!"
Se aferró a la espada demoníaca Tiamata incrustada en su corazón, pero sólo pudo escupir sangre.
Los Caballeros Sagrados ya se estaban debilitando a medida que pasaba el tiempo. Habiendo
alcanzado sus límites, empezaron a huir al ver a Riverrier Lanze de rodillas con el corazón
atravesado.
Debieron pensar que era mejor sobrevivir e informar de esta situación que prolongar una batalla
perdida.
"Kuh... Kuh... Kuh..."
"Eres persistente, ¿eh?"
Incluso después de que su corazón fuera penetrado por la espada demoníaca, Riverrier Lanze no
murió fácilmente.
Por los remolinos de luces blancas que rodeaban su cuerpo, estaba claro que se aferraba a la vida
usando su poder divino.
A pesar de haber sido golpeado directamente con el poder de mi palabra mágica, aún podía usar su
poder innato, aunque débilmente.
No había previsto que sería un oponente tan monstruoso.
"Có...mo... Tia... Tiamata... Cómo..."
Sin embargo, debía de haber llegado a su límite, ya que luchaba por combatir el poder corrosivo de
la energía demoníaca que recorría su cuerpo.
Aunque nacido de la misma existencia, este poder oscuro era demasiado grande.
Riverrier Lanze podría haber sobrevivido al ataque de Sarkegaar, pero no pudo resistir el poder
corruptor que fluía a través de la espada demoníaca Tiamata.
Se aferraba a la vida con su último aliento desesperado.
Me limité a mirar a Riverrier Lanze, que había caído de rodillas, intentando quitarse la espada
demoníaca del corazón, pero incapaz de mover ni la punta de un dedo.
Mientras observaba los últimos momentos de Riverrier Lanze, Loyar, en forma de Lycan, se acercó
a mí.
"Majestad, perseguiré a los Caballeros Sagrados que huyen".
"Bien. Ve con Sarkegaar".
Sarkegaar también se sorprendió al verme transformar la espada divina en una espada demoníaca y
luchar, pero no olvidó lo que había que hacer ahora mismo.
"No dejes que escape ni uno solo. Nadie debe saber que empuñé Tiamata".
"Sí."
"Sí, Majestad."
Para ser precisos, Olivia no debería haber visto al Rey Demonio blandiendo la espada divina.
Sarkegaar debió llevarla muy lejos. Era poco probable que Olivia viera lo que pasó aquí.
"Tú... ¿Quién eres...?"
Riverrier Lanze murmuró a través de la sangre que se derramaba de su boca.
"El Rey Demonio".
"¿Por qué... No... ¿Por qué nos atacaste...? Tú... ¿Por qué salvaste a Olivia...?"
Enfrentándose a la muerte, Riverrier Lanze parecía finalmente tener dudas.
Se preguntaba por qué el autoproclamado Rey Demonio había salvado a Olivia y Adriana. ¿Cuál era
la historia detrás de la señorita Temple?
Habló con voz moribunda.
"Cooperemos... Señor Demonio..."
"¿Qué has dicho?"
Riverrier Lanze susurró con su voz moribunda.
"Tú... deseas la reconstrucción del mundo demoníaco... ¿no es así? Si es así... la división del
imperio... te sería útil... Si cooperamos... un objetivo común... sería una oferta irresistible... para ti
también..."
Era imposible no asombrarse ante sus palabras.
"Deberías haberlo dicho antes".
Discutir un compromiso tan humillante sólo ante la muerte.
"Es como si rogaras por tu vida."
"Me... necesitarás... también..."
Si hubiera dicho esto estando en su sano juicio, podría haber parecido fanatismo, como si fuera a
traicionar a la humanidad por el bien del Sacro Imperio.
Pero ahora, con su vida pendiendo de un hilo, las palabras de Riverrier Lanze no eran más que una
lucha desesperada.
Lo había dejado todo al descubierto ante una muerte inminente.
"En primer lugar, no es puro rogar por tu vida al enemigo cuando estás al borde de la muerte".
"No se trata de no elegir los medios para el fin, pero el hecho de que los medios cambien
dependiendo de la situación demuestra que tus intenciones tampoco son puras".
"Riverrier Lanze, estás descalificado para servir a Tu'an de demasiadas maneras".
Ante mis palabras, Riverrier Lanze me miró con ojos moribundos.
"¿De verdad... crees que eres el campeón Tu'an...?"
"¿Piensas lo contrario?"
Riverrier Lanze se esforzó por mirarme.

Me miró fijamente a los ojos.
"¿Es... así...?"
Como si intentara encontrar algo que había perdido en mis ojos.
"Sí... el campeón de Tu'an era originalmente... una existencia que castigaba a los humanos".
Campeón de Tu'an.
Originalmente eran cazadores de humanos, no demonios ni muertos vivientes.
Se habían encargado de dar caza a magos oscuros corruptos y herejes durante generaciones, y mi
predecesor, el último campeón de Tu'an, había muerto en una batalla contra herejes.
El campeón de Tu'an era originalmente aquel que mataba humanos, no demonios ni muertos
vivientes.
"Puede que no sea... tan extraño... que el Rey Demonio sea el campeón de Tu'an... después de
todo..."
Me miró.
Sólo ante la muerte aceptó que yo fuera el campeón de Tu'an.
¿Aceptó todo debido a su propia derrota? ¿Pensó que su derrota era la voluntad de Tu'an?
‘Dios tiene razón.’
‘Por lo tanto, me enfrento a la muerte porque Dios me ha abandonado.’
‘Por lo tanto, estoy equivocado.’
Su fanatismo se mantuvo firme incluso ante la muerte.
Incluso Tiamata, transformado en una espada demoníaca, parecía no tener más remedio que
aceptarlo ante la muerte.
Si Tu'an estuviera realmente de su lado, no habría sido derrotado.
Al final, tuvo que admitir que yo sólo podía ser el campeón de Tu'an, por encima de todas sus
dudas.
Extraje el Tiamata incrustado en su corazón y apunté con él a la garganta del arrodillado Riverrier
Lanze.
Él habló.
"Yo creía... que era puro".

Parecía una excusa, pero no lo era.
El campeón de Tu'an, empuñando Tiamata, había venido a matar a un paladín que servía a la Diosa
de la Pureza.
Por lo tanto, se creía puro, dejando atrás una última excusa.
Podría haber sido realmente puro.
Podría haber creído que la justicia que seguía era el camino correcto.
Por eso dejó su excusa como último testamento.
¡Cuchillada!
Con un golpe descendente de Tiamata, corté la vida de Riverrier Lanze por completo.
La vida de un sacerdote corrupto fue tomada por una reliquia corrupta.
Al final, Riverrier Lanze cayó dos veces ante la misma persona.
Me quedé en blanco en el monasterio quemado y en ruinas.
Era un lugar donde el mundo había temblado y se había desatado el caos.
Pero ahora, sólo las cenizas del incendio, el humo ascendente y la pálida luz de la luna de invierno
brillaban sobre el mundo.
Ignorando el cadáver sin cabeza del antiguo Comandante de los Caballeros Sagrados y la cabeza
rodante, miré al cielo sin comprender.
Al final, no pude ir a donde tenía que ir.
¿Qué debía decir?
Que no pude estar allí debido a otra situación inevitable.
¿Qué diría Ellen?
No, ¿tengo siquiera derecho a decir tal cosa?
Planeé y logré la increíble hazaña de aniquilar a la organización religiosa secreta y al antiguo

Comandante de los Caballeros Sagrados para evitar la división del imperio.
Reflexioné sobre qué excusa debía darle a Ellen.
Esta situación debería haber sido absurda, pero no lo parecía en absoluto.
"..."
Bajo el cielo de la noche invernal, un mensaje apareció ante mis ojos.
[Logro especial desbloqueado - Momento decisivo de la historia]
[Se ha confirmado la muerte de un personaje importante que debería haber existido en la línea del
mundo original (Riverrier Lanze)].
Un punto de inflexión en la historia causado por la muerte de alguien.
Esta fue la primera vez.
[Como recompensa por el logro especial, has adquirido el rasgo "Apóstol"].
Rasgo: Apóstol
Descripción: Te has convertido en el verdadero maestro de Tiamata.
Era sencillo.
Pero sentía que sabía lo que significaba.
Dueño de Tiamata como espada divina y dueño de Tiamata como espada demoníaca.
Por primera vez en la historia, me convertí en el verdadero campeón de Tu'an, capaz de blandir
ambas.
------
En lo profundo de la noche.
El ambiente aún febril del recinto del concurso de Miss y Mister Temple se llenó de atronadores
vítores.
El largo concurso había llegado a su fin, y sólo quedaba el anuncio de los ganadores.
El polen chispeante se esparcía por el techo de la sala.
Olivia Lanze, que había sido una firme aspirante a la victoria, no participó.
Se desconocía el motivo de su ausencia.
"¡La Miss Temple de este año es una estudiante de primer año de la Clase Real! ¡Felicidades a
Ellen!"
Sin embargo, Ellen triunfó sobre la feroz competencia y fue gloriosamente coronada Miss Temple
de este año.
En medio de los aplausos y vítores de la multitud, una corona y un ramo fueron presentados a Ellen,
que llevaba un vestido blanco.
Los compañeros de la Clase Real también aplaudían y felicitaban a Ellen.
Sin embargo, la expresión de Ellen estaba congelada mientras sostenía la gloriosa corona y el ramo
que significaban su victoria. Se quedó con la mirada perdida.
Ellen, que sólo necesitaba un voto, recibió un gran número de votos.
Excluyendo ese único voto, recibió la mayoría de los votos.
A pesar de haber sido elegida por numerosas personas,
Ellen no podía deshacerse de la sensación de que el mundo la había abandonado.

Capítulo 323
"Senior, qué demonios... ¿Qué está pasando?"
"Yo tampoco lo sé. Lo importante es que no podemos meternos en ese lío".
Olivia y Adriana se abrían paso por el bosque. Olivia iba en cabeza, agarrada fuertemente de la
mano de Adriana por si se separaban.
La situación ya era grave, pero cuando una inesperada criatura demoníaca secuestró a Adriana, se
volvió aún más crítica.
Cuando ese demonio capturó también a Olivia, su corazón se hundió.
Mientras las secuestraban, suspendidas en el aire, Olivia dudó en usar su poder divino. No sabía lo
que podría ocurrirle a ella misma, pero temía que Adriana pudiera caer.
Y entonces.
Cuando el demonio las abandonó sin contemplaciones en un bosque lejano y se marchó sin más, no
pudieron evitar quedarse atónitas.
Habían esperado algún tipo de prueba traicionera o una amenaza contra sus vidas.
Sin embargo, el demonio soltó a Adriana y Olivia sin decir palabra y se alejó volando hacia algún
lugar con el batir de sus enormes alas negras.
Olivia había estado devanándose los sesos sobre cómo enfrentarse a aquel demonio nunca visto,
pero ni siquiera había tenido la oportunidad de luchar.
Había pensado en desenvainar a Tiamata, pero ese momento nunca llegó.
Cuando una tormenta eléctrica llegó desde lejos, con sus relámpagos y su tormenta de fuego
carmesí, supieron que el caos había estallado de verdad.
Aunque Olivia deseaba desesperadamente investigar lo que estaba ocurriendo, no se dirigió en esa
dirección únicamente por Adriana.
La situación no estaba clara, pero garantizar la seguridad de Adriana era la prioridad.
Por eso Olivia se alejaba diligentemente de la escena.
Adriana también encontraba incomprensible la situación.
"Escucha bien, Adriana".
"Sí, Senior".
"Sea lo que sea lo que nos ha pasado, no debes contárselo a nadie".
"Sí".
Adriana entendió por qué Olivia decía esto.
"No sabemos qué es, pero si alguien se entera, seguro que no acabará bien".
"...Sí."
Dadas las circunstancias, aunque se tratara de una zona remota del imperio, pronto sería inevitable
una investigación a gran escala sobre el caos que allí se había desatado.
Lo que es peor, el demonio les había rescatado por razones que no podían entender. Si esto salía a la
luz, podrían no ser bien tratadas o, peor aún, podrían ser acusadas de connivencia con el demonio.
Además, sólo la muerte de todos los caballeros de aquel lugar aseguraría la validez de su silencio.
Olivia no sabía lo que estaba pasando.
Sin embargo.
Tenían que salir de aquel lugar.
Olivia siguió corriendo, agarrando con fuerza la mano de Adriana.
------
Había sido todo un alboroto, así que era de suponer que habría caos, y era seguro que se enviarían
fuerzas para investigar.
"¿Te has ocupado de todo?"
"Sí."
Por eso nos reagrupamos en un lugar alejado del monasterio abandonado.
Yo, Sarkegaar, Loyar, Eleris. Y la temblorosa Lydia Schmitt. Lydia Schmitt no había comprendido
del todo la situación.
Sin embargo, había visto a los demonios volando por el cielo nocturno, al Señor Vampiro desatando
magia destructiva a gran escala, e incluso a la bestia plateada Loyar.
Había sido testigo de cómo los cuatro masacrábamos a los Caballeros Sagrados de élite del
Riverrier Lanze, incluido el propio Lanze.
Habría sido una batalla imposible si hubieran estado en sus mejores condiciones y totalmente
preparados.
Originalmente, yo no habría sido rival para el Riverrier Lanze. No debería haber luchado en un
lugar donde se desplegaba la magia más destructiva, capaz de convertir a una persona en cenizas en
un instante. Pero perdió la vida debido a una variable inesperada, la espada demoníaca Tiamata.
Estrictamente hablando, esto fue un golpe de suerte creado por el poder demoníaco de Tiamata, no
un tremendo aumento de mi fuerza.
Sin embargo, el hecho es que luché contra Riverrier Lanze y lo maté.
Loyar y Sarkegaar se encargaron de todos los Caballeros Sagrados que huían.
"Tú... ¿Quién... Quién eres...?"
En esta inexplicable situación, Lydia Schmitt sólo podía vernos a mis subordinados y a mí como los
insondables gobernantes del mundo demoníaco.
Por lo tanto, era el momento de decidir el destino de la aterrorizada Lydia Schmitt.
La información que necesitaba era el paradero de Riverrier Lanze, que había obtenido y resuelto el
incidente.
Ahora, Lydia Schmitt ya no era útil. Miré fijamente a la aterrorizada Lydia Schmitt.
Los otros tres no se habían dirigido a mí como "alteza", así que Lydia Schmitt aún no conocía mi
verdadera identidad.
Sin embargo, debía de tener alguna idea, ya que yo controlaba demonios.
El Rey Demonio resurgido.
No podía simplemente dejar ir a Lydia Schmitt.
Ella sabía demasiado que no debía.
Matarla o convertirla en vampiro.
Tenía que elegir una de las dos opciones.
"Su Alteza"
Eleris me llamó en voz baja.
"¿Puedo hacerme cargo de esta niña?"
"¿Quieres asumir la responsabilidad?"
A Eleris no le gusta matar.
Pero hoy, Eleris había desatado repetidamente magia destructiva a gran escala a mi orden.
Aunque Loyar había matado a las élites, los que no tenían poder para protegerse habían sido
masacrados por Eleris.
Su expresión no era muy buena por eso.
No había discutido mis órdenes y las había cumplido obedientemente.
Pero no podía evitar sentirse atormentada.
Parecía que quería evitar más muertes si era posible.
"Asumiré la responsabilidad y la haré inofensiva para nosotros."
"!"
La que jadeó ante sus palabras fue Lydia.
"P-por favor... Por favor... Por favor. Mátame... Mátame, por favor..."
Lydia se desplomó de rodillas, sollozando y haciéndose un ovillo. Eleris la miró con expresión
sombría.
"Eso no significa que vaya a transformarla".
"Entonces... ¿qué exactamente?"
"Tendremos que averiguarlo sobre la marcha".
Parecía que Eleris estaba tratando de encontrar una solución mejor que en la que tuviera que matar a
Lydia o convertirla en vampiro.
"De acuerdo. Confío en ti".
"Gracias, Su Alteza".
Eleris levantó por la fuerza a la temblorosa Lydia. Ni Loyar ni Sarkegaar tenían nada que decirle a
Eleris.
Si fuera Eleris, ella encontraría una manera de no matar a Lydia.
Al menos sería mejor que dejárselo a Loyar y Sarkegaar.
Por encima de todo, Lydia Schmitt era una poderosa caballero de élite que permanecía aquí. Si
podía convertirse en una aliada bajo su control, no estaría mal.
------
Volvimos al camino principal a través del teletransporte masivo de Eleris.
Eleris estaba sujetando a Lydia Schmitt. Lydia tenía la cara pálida por el miedo a lo que pudiera
pasarle, pero no se atrevía a resistirse.
Los fanáticos habían desaparecido y sólo quedaba una persona temblando de miedo a ser convertida
en vampiro.
¿Qué planeaba hacer Eleris con Lydia?
No estaba seguro, pero parecía que Eleris siempre tenía un modo. Se comprobaría más tarde cómo
se manejaba este asunto.
Dejando a las dos en la habitación del sótano de Eleris, Loyar, Sarkegaar y yo salimos a la calle.
"Alteza, ¿por qué es necesario para nosotros que el Imperio sepa de nuestra existencia?"
Sarkegaar sacó por fin la pregunta que había estado reteniendo.
"Creo que la sensación de crisis unirá a la humanidad, y esa unidad no será nada buena para
nosotros".
Una pregunta válida.
"Yo también lo creo", dijo Loyar, que había permanecido en silencio.
Aunque hacían lo que les decían, no podían evitar tener dudas. Habían mencionado a Tiamata al
compartir noticias recientes, pero no lo cuestionaron.
"Tengo un plan. Te lo explicaré pronto, así que espera, por favor".
"..."
"..."
"Ahora mismo estoy un poco ocupado".
Sarkegaar cerró la boca como si entendiera, y pareció que a Loyar dejó de importarle.
Si lo pensaba bien, tendría una excusa. Podría convencerlos de alguna manera, pero ahora no había
tiempo para dedicarse a esas cosas.
"Vámonos".
El único pensamiento era regresar rápidamente al templo.
------
La hora se acercaba ya a la medianoche.
Todos los eventos oficiales del festival habían terminado el viernes.
La ganadora del concurso de Miss Templo fue Ellen.

Desafortunadamente, el ganador del concurso Mister Temple no fue Clifman. Sin embargo, Clifman
había recibido muchos votos de las alumnas de último curso, embriagadas por su torpe encanto en
el escenario, y consiguió quedar en tercer lugar.
Incluso hubo un desfile encabezado por los Miss y Mister Temple después del concurso.
Ellen no sabía nada de esas cosas, pero estaba bien de cualquier manera.
Durante el acto principal y el desfile, Reinhardt no apareció.
Con la ayuda de Liana, Ellen se cambió de ropa.
"Algo habrá pasado".
"..."
Liana lo soltó sin vacilar. No era tan estúpida como para no entender lo que quería decir. Ellen
también entendió sus palabras.
Por alguna razón, muchos de sus compañeros que la felicitaban la miraban con lástima.
Ellen sabía por qué la miraban así.
Harriet la abrazó sin decir palabra. Harriet parecía realmente triste, y eso hizo que Ellen se sintiera
aún más desgraciada.
En un día en el que debería estar recibiendo felicitaciones de todo el mundo, Ellen no podía
recordar ni una sola palabra de lo que había oído o dicho.
Sentía como si su alma hubiera abandonado momentáneamente su cuerpo y hubiera regresado.
¿Qué ha pasado hoy?
¿Qué he hecho?
Parecía un sueño fugaz.
Un sueño.
Fútil y vacío.
Todos los momentos por los que había trabajado carecían de sentido.
Cuando Liana se marchó, Ellen se quitó el maquillaje, se duchó y se sentó en la cama.
Los vítores y aplausos de innumerables personas resonaban como reverberaciones lejanas.
Quería derrotar a alguien.

Había un voto que quería recibir.
Pero ninguno de los dos estaba allí.
"..."
¿Estaban juntos?
Ellen se sentía miserable sólo de pensarlo.
Recibió los vítores y elogios de todos, pero por alguna razón, se sentía como si hubiera fracasado en
todo.
Ellen miró el trofeo, prueba de su victoria en Miss Temple, en su habitación.
En realidad no lo necesitaba.
No estaba mal recibirlo y, desde luego, era una prueba del reconocimiento de alguien.
Ellen se quedó mirando el trofeo un rato y luego abrió la puerta.
Le apetecía cambiar de aires.
Abrió la puerta.
Sólo quería dar un paseo.
Quería dar un paseo, no había otra razón. Echó un vistazo casual al pasillo y al vestíbulo.
Comprobando si alguien había vuelto o si había alguien cerca.
Pensando que sólo quería un cambio de ritmo.
Ellen escaneó en silencio el dormitorio de la Clase A y se dirigió al exterior.
Iba vestida con ropa ligera de entrenamiento. No parecía haber cambiado mucho, pero a Ellen le
fascinaba su reflejo en la ventana.
La ropa parecía increíblemente importante.
Ellen se dio cuenta de ello al verse vestida con ropa de entrenamiento en la ventana.
La diferencia entre su yo anterior y su yo actual era considerable.
Incluso cuando llevaba un vestido llamativo y mucho maquillaje, se había sentido miserable.
Ahora que había vuelto a su apariencia original, se veía aún más miserable que antes.
Quería mostrarse a él.

Se preguntó qué expresión pondría él al verla así.
Sentía curiosidad.
Había estado pensando qué decir en ese estado.
Reprimiendo esos pensamientos, Ellen se dirigió fuera del dormitorio.
¿No iba a volver hoy?
¿Había ocurrido algo grave?
A pesar de intentar no pensar en ello, los pensamientos no dejaban de asaltar a Ellen, que se sentía
confusa.
Ella le había pedido que viniera, pero él no lo hizo. Tenía que haber una razón.
¿Podría ser que, como siempre, se hubiera encontrado en otra situación peligrosa? Si era así, en
lugar de sentirse dolida por su ausencia, debería estar preocupada.
Quizá debería ir a buscarle.
Sintiendo que su imaginación se descontrola, Ellen se dirige hacia la entrada del dormitorio.
Y entonces, lo ve.
Una figura familiar por detrás.
Sentada en los escalones de la entrada del dormitorio se veía una espalda familiar. El uniforme de la
Academia Temple no se veía por ninguna parte, sustituido por ropa informal. Sin embargo, la parte
posterior de la cabeza era inconfundible.
"..."
Por un momento, las innumerables confusiones, preguntas y sentimientos de dolor que surgieron en
su mente se calmaron.
Ellen se acerca en silencio.
"¿Qué estás haciendo?"
"¡Oh, ah!"
Sobresaltado por su voz, Reinhardt casi rueda hacia delante al levantarse.
"Eh... Bueno..."
Hace frío.
Reinhardt, con la cara enrojecida por llevar sentado quién sabe cuánto tiempo, la mira con
expresión desconcertada.
Tiene rojas las yemas de los dedos, la cara y la punta de la nariz.
¿Por qué está ahí sentado, en la escalera del dormitorio, sin entrar?
Ellen ladea la cabeza y mira a Reinhardt.
"¿No tienes frío?"
"Bueno... Verás..."
"..."
Aunque haga frío, ¿es posible que no haya podido entrar?
Podría haber entrado, pero tal vez no pudo.
Debía de haber algo que necesitaba decir, pero parecía que ninguna palabra sería suficiente.
En esta noche tan fría, Reinhardt había vuelto hacía un rato, pero no se atrevía a entrar en el
dormitorio.
No sabía qué decir si se encontraba con ella. Tanto si estaba en el vestíbulo como en otro lugar, no
podía saber si se encontraría con ella.
Así que permaneció fuera del dormitorio, incapaz de decidir si entrar o no, simplemente sentado allí
sin rumbo.
Ellen mira al tembloroso Reinhardt.
Está claro que no tiembla de frío, sino por otra razón.
Parece tan tonto.
"Eh... ¿Un poco?"
"Me apetece dar un paseo".
Ante las palabras de Ellen, Reinhardt sacude la cabeza enérgicamente.
"No, no tengo de frío. Esto no es nada".
Ellen se ríe ante la respuesta de Reinhardt.
"Vamos."
Como si se lo llevaran.
Ellen toma la delantera y Reinhardt la sigue.

Capítulo 324
Los culpables permanecen en silencio.
Y así, Reinhardt no dijo nada, limitándose a observar la situación.
Ellen también caminaba sin hablar.
De este modo mantenían una distancia razonable, Ellen caminaba un poco por delante y Reinhardt
por detrás.
El festival duraría hasta el fin de semana. Aunque era de noche, la calle principal seguía llena de
luces brillantes. Caminaron cuesta arriba, cerca de la zona de la clase real, y contemplaron la vista
nocturna mientras avanzaban.
Caminaron durante un buen rato.
Aunque no corrían juntos, ambos recorrían esta ruta en sus carreras matutinas diarias. Por
consiguiente, estaban familiarizados con el lugar, incluso de noche, y sabían adónde conducía cada
camino.
Bajaron por un camino que ambos conocían bien.
En un banco en lo alto de una colina con una hermosa vista, Ellen se sentó primero. Reinhardt se
sentó con cuidado a su lado.
"No te he dicho que te sientes".
"Ah, yo..."
Al oír las palabras de Ellen, Reinhardt se sobresaltó y se levantó tan rápido como se había sentado.
Ellen se echó a reír al ver al nervioso Reinhardt.
"¿Qué importa si te he dicho que te sientes o no?"
"Bueno... eh... eso es..."
"Siéntate".
Tenía un aspecto increíblemente serio mientras observaba cada uno de sus movimientos. Era como
si hubiera cometido una grave ofensa.
Ellen contemplaba la vista nocturna del templo mientras Reinhardt se sentaba vacilante a su lado.
¿De verdad había hecho Reinhardt algo tan terrible?

¿Por qué era un error?
Ellen no podía explicar con precisión el motivo.
Sin embargo, sentía como si el mundo entero la hubiera abandonado. Era triste y desgarrador.
En realidad, no era así.
El mundo entero la había elegido y sólo una persona la había abandonado.
¿Por qué tenía la sensación de que todo el mundo la había abandonado?
Probablemente porque Reinhardt era todo su mundo.
Ellen miró los pétalos que caían ante sus ojos.
No.
No eran pétalos.
"Nieve..."
"...Sí."
Había empezado a nevar sin que se dieran cuenta.
Los copos de nieve, como pétalos de flores blancas, caían suavemente del cielo.
No era una situación particularmente cálida y amistosa.
Sin saber qué decirse, y temiendo que una sola palabra equivocada pudiera herir a ambas partes.
Reinhardt no sabía cómo explicar su situación.
Ellen no sabía cómo describir su dolor.
Ambos temían que un leve error de comunicación se convirtiera en un conflicto mayor. Así que
guardaron silencio.
Al final.
¿Quién eres?
¿Qué eres?
¿Qué somos exactamente?
Cuando se pronuncien esas palabras, saben que sólo podrán herirse mutuamente.
Así que no hablaron.

En una noche nevada de invierno.
Ellen y Reinhardt se sientan en un banco, en silencio, dejando que la nieve caiga sobre ellos.
El frío del día impide que la nieve del suelo se derrita.
En cuanto tocaba el suelo, la nieve era arrastrada por el viento.
De este modo, derivaba hacia una esquina, amontonándose.
Esa es la naturaleza de la nieve.
"..."
"..."
¿Qué somos, en realidad?
¿Cómo hemos llegado a esto?
¿Dónde se torció todo?
Ellen intentó hacer memoria, pero no pudo precisar el momento exacto en que todo empezó a
cambiar.
¿Fue durante su primera clase de esgrima, cuando Reinhardt quedó inconsciente al ser golpeado por
su espada de práctica?
¿O cuando el inconsciente Reinhardt se despertó y la invitó a comer una comida extraña que nunca
había visto?
¿Fue cuando Reinhardt empezó a entrometerse en sus hábitos nocturnos de picoteo?
¿O la primera vez que cocinó para ella?
¿O tal vez cuando ella no pudo soportar sus constantes intromisiones y empezó a enseñarle a
cambio a manejar la espada?
¿O tal vez después de su angustioso viaje a las Tierras Oscuras?
Al repasar su historia, Ellen se dio cuenta de que no había un único punto de partida. Se habían
acumulado innumerables momentos y se habían convertido en una bola de nieve.
La nieve se acumula.
La nieve acumulada se puede quitar con una pala.
Pero el tiempo que ha pasado no se puede quitar.

Por eso los momentos marcados con el nombre de Reinhardt se han acumulado en el espacio que
ella llama su corazón.
Se acumularon.
Hasta que el corazón de Ellen se llenó de momentos marcados con el nombre de Reinhardt.
Ahora deseaba odiarle.
Pero le resultaba difícil hacerlo.
Aunque llenara los espacios que quedaban en su corazón con resentimiento y amargura hacia
Reinhardt, ya había demasiado espacio lleno.
Quería odiarle, pero no podía.
Y era extraño.
Ella lo sabía.
Aunque Reinhardt no podía decirlo, sentía un profundo remordimiento.
Sus manos y su cara enrojecieron hasta hincharse, perdiendo el tiempo fuera sin rumbo.
Debía de sentir pena por haberla angustiado de nuevo, por no poder explicarle nada.
Ellen era la que se sentía herida.
Pero, por alguna razón, le parecía que Reinhardt sufría más.
Parecía atormentado por su incapacidad de disculparse siquiera.
Ellen no podía evitar preguntarse qué le causaba tanto dolor a Reinhardt. Pero, como siempre,
Reinhardt no quiso decírselo.
"No tenías por qué venir a verme".
"...¿Qué?"
Ellen dijo eso.
"En realidad no tenías que venir a verme".
Ellen repitió sus palabras en voz baja. No se debían nada.
"Así que... no lo sientas demasiado..."
No había ninguna necesidad de que Reinhardt se sintiera obligado, ninguna necesidad de que
sintiera tanta culpa por no cumplir con esa obligación, y ninguna razón para que Ellen se sintiera
herida.
Reinhardt se quedó mirando a Ellen en silencio.
No es que estuviera imperturbable.
Miró a Ellen, que fingió no inmutarse.
-Wham
"Ah."
De repente, Reinhardt abrazó a Ellen.
"Sólo... enfádate..."
"..."
"Da más miedo... y más pena... cuando te lo aguantas..."
"..."
Aunque su mente le decía que no había razón para enfadarse, su corazón no podía evitar sentirse
herido y molesto.
¿Podríamos estar tan unidos como para enfadarnos y sentirnos heridos por cosas así?
Ellen no estaba segura.
Sin embargo, Reinhardt la abrazaba.
Eso sólo la hizo sentir más frío.
Llevaba tanto tiempo fuera que tenía el cuerpo y las manos helados. Estar abrazada así sólo hacía
que Ellen sintiera más frío.
Sin embargo, a pesar de los escalofríos, Reinhardt siguió abrazándola.
Ella no sabía qué había pasado, pero él parecía muy arrepentido.
Como si sufriera aún más.
Si había sido tan grave, debía de ser algo que realmente no había podido evitar.
Ellen se convenció de ello.
La gente no siempre entiende lo que se puede entender.
Entienden lo que quieren entender.
Ellen quería entender a Reinhardt ahora mismo. Así que en el fondo aceptó que debía de haber una
razón importante.
Al verle sufrir tanto, se convenció de que debía de haber algo importante.
Dentro del frío abrazo de Reinhardt, Ellen apretó los dientes.
Su camisa se humedeció lentamente.
"Estoy... herida..."
"Lo siento."
"Yo... trabajé... duro... Preparé... tanto".
Mientras Ellen temblaba ligeramente y ahogaba sus palabras mientras lloraba, Reinhardt la abrazó
con fuerza.
"Aunque... busqué... por todas partes... No estabas. Te... pedí... que... estuvieras... allí..."
"Lo siento..."
Incluso mientras lloraba, Ellen pensó:
Debería ser Reinhardt quien necesitara consuelo, no yo.
Sin embargo, no pudo contener las lágrimas.
Las lágrimas son así, después de todo.
------
Era una noche profunda y oscura.
Después de llorar largo rato, Ellen se separó del abrazo de Reinhardt.
Y se quedó con la mirada perdida a lo lejos.
"..."
Reinhardt no dijo qué había pasado, y Ellen no preguntó.
Por supuesto, Reinhardt estaba inquieto.
Después de llorar un rato, Ellen se detuvo de repente y se quedó con la mirada perdida en el paisaje
nocturno. Se preguntaba si su corazón no se había calmado del todo, o qué debía hacer.
En realidad, era todo lo contrario.
Ellen apretó los dientes.

No por otra cosa, sino por vergüenza.
Una vez que sus emociones se calmaron, se dio cuenta de lo que había hecho.
Se había quedado tan destrozada porque su amigo no había acudido al concurso de belleza, como si
se acabara el mundo. Ahora, por fin se daba cuenta de lo que había hecho.
Quizá no hubiera podido venir.
Ahora que se sentía mejor, era a Ellen a quien le resultaba difícil soportar la situación.
Por eso Ellen no pudo decir nada y se quedó mirando la vista nocturna con expresión rígida.
¿Por qué se había sentido tan vacía y perdida por algo tan trivial? Ahora no lo entendía.
Reinhardt no estaba allí.
Por eso se sentía como si el mundo la hubiera abandonado.
Ahora, Reinhardt estaba a su lado.
Sólo ese hecho ya la reconfortaba.
Ellen fulminó a Reinhardt con la mirada.
Ahora que se sentía mejor, no podía evitar ser un poco rencorosa.
"Eh... ¿Por qué? ¿Hay algo... que quieras decir?"
Reinhardt, que seguía inclinándose profundamente, tartamudeó como si fuera a hacer cualquier cosa
que ella le pidiera.
"Necesito que estés a mi lado".
Ver de nuevo su rostro bastó para disolver el rencor que había surgido en su interior. Ellen se
levantó del banco.
Estaba nevando.
Teniendo en cuenta el cuerpo helado de Reinhardt, no podía quedarse más tiempo fuera.
"No pasa nada, puedo aguantar hasta aquí".
Mientras caminaban de nuevo, Ellen examinó a Reinhardt.
"Has estado fuera todo este tiempo".
Ya había estado esperando fuera, cauteloso para no hacerse notar, y debía de tener aún más frío
mientras caminaban.
Reinhardt parecía estar bien, simplemente caminando.
"Puedes entrar si tienes frío".
Ellen dijo eso, preocupada de que pudiera resfriarse.
"...Sólo quiero estar aquí contigo así".
"Ah."
Al oír sus palabras, Ellen sintió que el corazón le daba un vuelco.
Parecía algo tan normal.
Probablemente había dicho algo similar antes.
Sin embargo, ahora, ella no podía dejar de leer en cada palabra y pensamiento.
Ellen se preguntó si se estaba volviendo loca.
Hacía unos momentos se había sentido tan sola y desdichada, como abandonada por el mundo.
Pero ahora tenía una sensación extraña, como si el mundo entero fuera suyo.
¿Es posible que el humor de una persona fluctúe tanto en un instante?
¿Podría una persona sentirse como su mundo entero?
Cuando esa persona sonríe, me siento bien.
Cuando le gusto, me siento bien.
¿Está bien que todas mis emociones provengan de una sola persona? ¿Está bien que el dueño de mi
vida sea alguien que no soy yo?
Los dos caminaron por las calles nevadas de la noche.
Cuando se acercaban a una cuesta abajo, Reinhardt miró a Ellen y le dijo,
"Ten cuidado. Puedes resbalar".
-¡Thud!
"????"
Mientras observaba a Reinhardt, que había caído de espaldas en la pendiente mientras le advertía de
que no resbalara, Ellen intentó ayudarle a levantarse.
-¡Resbala!
"!"
-¡Thump!
En el proceso, ella también resbaló, aterrizando de lleno sobre su trasero.
"...¿Qué estamos haciendo, tú y yo?"
"Efectivamente..."
Los dos se levantaron y se limpiaron el culo.
Manteniendo una distancia adecuada, caminaron por las calles nevadas de la noche.
Desde la base de la colina, podían oír el bullicio de la gente en medio de la brillante vista nocturna
de la calle principal.
Incluso de noche, las tiendas abiertas las 24 horas vendían comida. Ellen miraba alternativamente la
lejana vista nocturna y a Reinhardt.
"...¿Quieres ir?"
Con las mejillas sonrojadas, Ellen asintió en silencio.
"...Sí."
Dijo Ellen.
No era que quisiera ir específicamente en ese momento, sino que quería ir precisamente porque era
ese momento.
Una noche con la primera nevada.
Porque estaban juntos.
"Si quieres ir, entonces deberíamos".
Se acercaba el final del festival.
No la última, pero cerca de la última noche
Sin embargo, fue ahora cuando Ellen sintió como si el festival acabara de empezar.
Sólo en este último momento, cuando por fin pudo estar a solas con Reinhardt, Ellen sintió de
verdad el festival.
------
Aunque ya había pasado la medianoche, la calle principal seguía repleta de gente.
No estaba permitido beber en el recinto del templo, pero como era época de festivales, las calles
estaban llenas de lugares de interés y entretenimiento para disfrutar hasta bien entrada la noche.
Por supuesto.
-Om nom nom
Para Ellen, se limitó principalmente a comer.
"Esto está delicioso."
"Uh, sí."
Con expresión regordeta, Ellen le dio una brocheta de pastel de arroz a Reinhardt, que se lo comió
en silencio.
La emoción parecida a la ira, pero no del todo, ya se había calmado. Sin embargo, Reinhardt seguía
considerándose un pecador y siguió a Ellen sin decir nada.
No era precisamente un ambiente cálido.
Los dos deambularon por las calles, contemplando diversos lugares de interés, viendo espectáculos
callejeros y comiendo comida de los vendedores ambulantes.
Naturalmente, Ellen estaba un poco especial hoy.
"¿No es ella, esa persona?"
"¿Eh? Eso parece".
Reinhardt no pudo evitar oír los murmullos de la gente que les rodeaba.
Cuando un grupo de hombres y mujeres se acercó cautelosamente y les bloqueó el paso, Reinhardt
frunció el ceño.
"¿Qué queréis, bloquearle el paso a alguien...?"
"¡¿No es usted Miss Temple?!"
Sorprendido por la repentina pregunta, Reinhardt se quedó inmóvil, mientras Ellen asentía con
calma.
"Sí."
"¿Qué?"
"Eh, no me extraña... Incluso con ropa informal, ¡pareces brillar!"

Mirando a Ellen, que lo admitía con calma, y a la ruidosa multitud, Reinhardt se sintió estupefacto.
"Tú... ¿Ganaste?"
Reinhardt murmuró incrédulo, y los labios de Ellen empezaron a curvarse, al ver su reacción de
asombro.
"...¿Estaría mal que lo hiciera?"
"No, no. Es sólo que..."
Molesta, Ellen se adelantó, dejando atrás a Reinhardt.
------
Una taza caliente de té con limón bastó para apaciguar a la enfurruñada Ellen.
"Bueno, no creí que no llegaras a la final, pero no dijiste nada, así que pensé que no lo habías
conseguido".
"Lo conseguí".
Los dos se sentaron en un banco, tomando un té de limón caliente. Ellen no sólo había estado en el
lugar del concurso, sino también en el propio desfile, así que había bastante gente en la calle con
ojos agudos que la reconocían incluso con ropa informal.
Aunque nadie se acercó a hablar directamente, muchos susurraron al pasar.
-¿No es esa la Miss Temple?
-Supongo que sí.
-¿Y el tipo que está a su lado? ¿Su novio?
-...Maldición."
-...¿Cuál es el problema de sentir lástima por ella?
-Vamos, ella es Miss Temple e incluso de Clase Real.
-¿En serio?
A medida que pasaban, todo el mundo decía una o dos palabras sobre Ellen, y por extensión,
Reinhardt no pudo evitar oír una o dos palabras también.
La boca de Ellen se crispó por un motivo totalmente distinto.
"Qué molestia".
Parecía que le molestaba que la gente la reconociera. A Ellen no le importaban esas cosas.
Pensaba que sólo le molestaba que la reconocieran, nada más.
La Miss Temple de este año, que lucía un vestido blanco impoluto mientras recibía los vítores y
aplausos de innumerables personas, deambulaba ahora de noche por las calles invernales vestida
con un chándal negro. Mostraba descaradamente cuánto le disgustaba que la reconocieran.
Ellen fulminó a Reinhardt con la mirada.
"Todo es por tu culpa".
"Eh... lo siento..."
Reinhardt parecía impotente bajo su mirada, como si sólo hubiera causado efectos secundarios sin
cumplir sus deseos.
Sintiéndose molestos porque la gente los reconocía y cuchicheaba sobre ellos, y porque de vez en
cuando se les acercaban, Ellen y Reinhardt abandonaron la calle principal.
Como era de noche, había mucha menos gente una vez que salieron de la calle principal.
Como estaba nevando, un poco de nieve se amontonó sobre sus cabezas y hombros.
"Miss Temple... Felicidades por tu victoria."
"...No significa nada."
"¿Es así?"
Ellen, que había participado en el concurso por un motivo distinto, no tenía muchas ganas de oír
felicitaciones, especialmente de él.
Mientras caminaban en silencio, la nieve se acumulaba en sus hombros y cabezas.
"Quédate quieta un momento".
"...?"
Reinhardt, que llevaba un rato caminando, detuvo a Ellen y le quitó la nieve de los hombros y la
cabeza.
Justo cuando estaba a punto de alejarse de nuevo, Ellen miró hacia el hombro de Reinhardt.
También allí se había acumulado la nieve.
Reinhardt le quitó la nieve de encima sin pensar en quitarse él mismo la nieve de los hombros y la
cabeza.
Parecía que no había pensado en ello.

Podía ver la nieve amontonada en la cabeza y los hombros de Ellen, pero no consideró que
naturalmente también habría nieve en sus propios hombros.
Entonces, Ellen miró a Reinhardt, que no pudo quitársela de encima.
"...¿Por qué?"
"..."
Esta vez, Ellen se quitó ella misma la nieve de los hombros y la cabeza de Reinhardt.
Luego, Ellen habló en voz baja.
"Eres tonto".
"... ¿En serio?"
Reinhardt, desconcertado por su repentino comentario, igualó su paso mientras ella se adelantaba.
Reinhardt era un tipo extraño.
"Eres extraño".
"...Eso lo oigo mucho".
Ellen caminó en silencio.
"Pensé que eras extraño desde el principio, y sigo pensando que eres extraño ahora".
"¿Ah, sí?"
Ellen exhaló un suspiro blanco y tomó un sorbo de su té de limón.
Tal vez porque lo había estado reteniendo durante un rato, estaba un poco frío.
"Pero la extrañeza que sentí la primera vez que pensé que eras extraño, y la extrañeza que siento
ahora cuando pienso que eres extraño... Parecen tan diferentes".
"..."
Reinhardt, que se peleaba con cualquiera, era extraño.
Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo y ella iba conociendo más a Reinhardt, ahora era una
persona mucho más extraña, pero en un sentido diferente al de antes.
"Ojalá no fueras una persona tan extraña. A veces pienso eso, pero..."
Ellen suspiró mientras miraba a Reinhardt.
"Si no fueras tan raro, esto no habría pasado".

Murmuró Ellen como si hablara consigo misma. Apartó la mirada de Reinhardt y volvió a mirar
hacia delante.
"¿Querías venir hoy?"
"Por supuesto, yo..."
"No seas impreciso".
Ellen dejó de caminar y giró a Reinhardt para que la mirara.
Y le miró fijamente.
La mirada de Ellen parecía pedir una respuesta clara.
Su relación siempre había estado llena de palabras ambiguas.
Siempre habían pasado de puntillas sobre la verdad, temerosos de que algo se rompiera si se
aclaraba. Reinhardt y Ellen tenían una extraña relación: ni algo ni nada.
Intentaban aclarar algo, pero cuando Reinhardt no pudo venir, volvió a ser vaga.
Aun así, ella quería estar segura.
Mirando fijamente a los ojos de Reinhardt, Ellen parecía instarle a que no evitara responder.
Le preguntó directamente.
"¿Querías verme hoy?"
"..."
No quiso preguntarle por qué no había podido venir.
No le preguntó qué había pasado.
Ella no mencionaría más la tristeza y la pena.
Ellen exigió una respuesta clara.
"Sí".
Reinhardt asintió.
Pero Ellen no pensaba detenerse ahí.
"¿Cuánto?"
Ante aquella pregunta, Reinhardt miró fijamente a Ellen.

Tras muchas vacilaciones, Reinhardt pareció finalmente ceder.
Abrió la boca como si confesara.
"...Creo que me arrepentiré el resto de mi vida. No haber podido venir hoy".
"..."
Toda la vida.
Arrepentirse.
Arrepentirse no es una palabra agradable, pero la combinación de las dos palabras tenía una
resonancia algo reconfortante.
Toda una vida.
Eres alguien que puede tener un impacto en toda mi vida.
Era como si hubiera oído tales palabras.
"¿Quieres verlo?"
"Sí."
Al ver la respuesta inmediata de Reinhardt, Ellen no pudo evitar soltar una carcajada.
Su expresión era tan tonta.
Realmente quería venir.
No pudo venir porque no tuvo elección.
Sin necesidad de innumerables excusas y razones.
La respuesta que soltó rápidamente, y esa expresión tonta.
Esa expresión borró por completo el último resentimiento que le quedaba a Ellen.
------
Los dos volvieron al dormitorio.
"Es raro."
-¿Cómo de raro es?
"No puedo ponérmelo yo sola".

-Ah... ya veo.
En su habitación, Ellen intentó ponerse el vestido que se había puesto hoy pero acabó hecha un
completo desastre.
No podía apretar el corsé por sí misma, así que el vestido parecía como si se lo hubieran puesto y
abandonado apresuradamente.
Había dicho que se lo enseñaría, pero en el camino de vuelta, Ellen se dio cuenta de que algo iba
mal.
Era un vestido que Liana le había ayudado a ponerse. Así que, en el camino de vuelta, Ellen se dio
cuenta de que ni siquiera podía ponerse bien el vestido.
A pesar de pensar que de alguna manera podría arreglárselas, una vez de vuelta en el dormitorio, se
esforzó y se dio cuenta de que era imposible ponerse el vestido que se había puesto hoy en su
habitación.
No fue Reinhardt quien se dejó llevar por el ambiente, sino Ellen.
Todas sus preocupaciones por no ir maquillada y por llevar el cabello suelto eran inútiles.
Era un vestido que no podía ponerse sola.
Y como estaba amaneciendo, no podía despertar a Liana, que estaría durmiendo.
Al mirarse en el espejo, se vio hecha un lío, con el vestido apenas drapeado sobre el cuerpo.
No podía mostrárselo.
"..."
Al final, su último intento había resultado así.
No podía enseñárselo.
Ellen estaba irrazonablemente enfadada.
Enojada, pisoteó el suelo.
-¡Thud! ¡Thud-thud!
-¿Por qué, por qué haces eso?
"No, no es nada".
Ellen, llena de irritación, intentó quitarse el vestido que se había puesto apresuradamente.
Por supuesto, un vestido no sólo es difícil de poner, sino también de quitar.

-¡Snap!
Al final, Ellen tropezó y se cayó.
"..."
Capítulo 325
Ellen volvió a ponerse su ropa de entrenamiento.
Ellen estaba muy enfadada.
La situación en sí era lo suficientemente exasperante como para hacerla estallar de enfado.
Peor aún, no podía mostrar lo que quería, mientras que Reinhardt parecía encontrar divertida toda la
situación, lo que la enfadaba aún más.
Le había prometido que le enseñaría cómo le quedaba el vestido, pero al darse cuenta de que no
podía ponérselo ella sola, su diversión le resultaba exasperante.
Sin embargo, Ellen estaba algo desconcertada.
En lugar de preguntar por qué, Reinhardt se limitó a asentir cuando ella le dijo que no podía
ponérselo sola.
Era como si él mismo lo hubiera experimentado.
Claro que eso no podía ser posible.
De todos modos, parecía que Reinhardt comprendía que ella no podía evitar mostrarle cómo le
quedaba el vestido.
Los dos estaban ahora en el comedor.
Ambos habían estado muy ocupados durante el festival, y hacía tiempo que no cenaban juntos por
la noche.
"¿Qué quieres comer?"
Así pues, Reinhardt llevó a Ellen al comedor, sugiriendo que comieran algo.
"Estofado de ternera".
Molesta, Ellen pidió un plato que llevaba mucho tiempo y era molesto.
"De acuerdo".
Sin embargo, Reinhardt asintió obedientemente, como si hoy fuera a hacer cualquier cosa por ella.
Ellen se sorprendió, ya que esperaba que se quejara.
Observó en silencio a Reinhardt mientras entraba en la cocina y empezaba a preparar algo.
Quería enseñárselo, pero al final no pudo.

¿Tan importante era eso?
Cortar, cortar, cortar
Mientras veía a Reinhardt empezar a cortar, Ellen sonrió. Seguía observando a Reinhardt mientras
cocinaba.
Haaaaaah
No mucho después, Ellen giró la cabeza al oír el sonido procedente del pasillo.
"¿Ellen?"
Harriet, con aspecto muy agotado, se encontró con la mirada de Ellen mientras caminaba por el
pasillo. Debía de estar trabajando hasta tarde en la sala de investigación mágica.
Acercándose lentamente a la mesa del comedor donde Ellen estaba sentada, Harriet dijo:
"¿Qué haces levantada tan tarde...?"
Intentó continuar la frase, pero abrió los ojos al ver la cocina.
"¿Reinhardt?"
La sorpresa fue sólo momentánea.
Ellen pudo ver las venas saliendo de los ojos de Harriet.
"¡Ey!"
"¿Qué?"
Harriet se dirigió rápidamente a la cocina y gritó con su voz clara.
"¡Tú! ¿Dónde has estado hoy?"
"Uh... Um, ¿por qué de repente?"
"¡Has estado dando vueltas sin decir nada! ¿Por qué no viniste al concurso?"
"Uh... Ah, bueno. Eso... Había una razón."
"¿Qué? ¡Date prisa y dímelo!"
"Hubo... una situación..."
"¿Qué situación? ¡Idiota!"
"¡Ah, ah! ¡Espera! ¿Por qué me pegas? Estoy sosteniendo un cuchillo, ¿sabes? Tengo un cuchillo en
la mano... ¡Ack!"
"¡Tú! ¡Malo! ¡Chico! ¡Ah!"
Ellen vio cómo la cara de Harriet se volvía de un rojo intenso mientras golpeaba la espalda de
Reinhardt. Ellen se quedó mirando sin comprender la escena.
Debería ser ella la que estuviera enfadada.
En cambio, la cara de Harriet se puso roja de ira.
"¿En serio estás haciendo esto sólo con golpes? Últimamente no paras de pegarme, ¿no? ¿Quieres
que te muestre mi fuerza? ¿Eh?"
"Eh... ¿no deberías estar agradecido de que sólo sean golpes? ¿Qué tal magia? ¿Quieres que lo
intente con eso?"
"No, no... no me refería a eso..."
"¡Entonces, tómatelo con calma! No es que duela cuando te golpeo!"
"¡Pero dolerá si sigues pegándome!"
Harriet estaba muy enfadada.
Harriet debería haber deseado que Reinhardt no viniera. Eso pensaba Ellen, pero Harriet estaba
seriamente furiosa y seguía aporreando a Reinhardt sin descanso.
Era extraño.
Ellen creía entender, hasta cierto punto, por qué Harriet estaba tan enfadada.
Por mucho que Harriet apreciara a Reinhardt, debía de estar preocupada por las heridas que había
recibido hoy.
Por eso Harriet no felicitó a Ellen por haberse convertido en Miss Temple, sino que la consoló con
un abrazo.
Ellen apenas podía enfadarse.
Harriet se enfadaba en nombre de Ellen.
Era divertido verlo.
Y Ellen estaba agradecida.
Y arrepentida.
Lo sentía mucho.
Ellen se rió.
Mientras reía.
No sabía por qué se le saltaban las lágrimas, pero...
Ellen se rió y se secó las lágrimas en silencio.
------
Los tres se reunieron alrededor de una olla de estofado de ternera que se había terminado sin que se
dieran cuenta. Harriet se les había unido de alguna manera, pero a Ellen no le pareció incómodo.
"Está nevando afuera".
Mencionó Harriet mientras miraba por la ventana del restaurante. Tanto Ellen como Reinhardt
acababan de llegar de la nieve, pero Harriet parecía haber estado encerrada en el laboratorio
mágico.
"¿Queréis comer en la terraza?"
Harriet parecía imaginarse comiendo un estofado caliente mientras contemplaba el paisaje nevado.
Harriet de Saint-Owan valoraba un poco el romanticismo.
"Hagámoslo".
Como no veían nada malo en ello, salieron a la terraza del comedor y colocaron la olla de estofado
sobre la mesa.
La brisa nocturna era fresca, pero no demasiado. Los tres se sentaron en una mesa de la terraza,
cada uno con un cuenco de estofado y comiendo un poco cada vez.
No era una ventisca, sino una ligera nevada.
Llevaba un buen rato cayendo y se había acumulado una cantidad considerable.
"Me recuerda a cuando hicimos muñecos de nieve".
Dijo Harriet, sonriendo en voz baja como si recordara aquella época.
"No era un muñeco de nieve, era un gigante de nieve".
"Es lo mismo".
Ellen hizo un muñeco de nieve de tamaño humano, mientras que Harriet hizo un enorme gigante de
nieve.
En ese momento, entraron de nuevo en la fortaleza de Epiax y descubrieron que era un lugar
embrujado por fantasmas. Como si de repente recordara algo, la expresión de Harriet cambió y miró
a un lado y a otro entre Reinhardt y Ellen.
"¿Pero sabéis qué es lo gracioso?"
"¿No? No lo sé".
"¿Quieres rebatirme directamente? Eres muy pesado".
"¿Por qué estás tan malhumorada últimamente? Es como si tuvieras una enfermedad o algo así".
Ante la burla de Reinhardt, la cara de Harriet se puso roja.
"¿De verdad tienes que poner de los nervios a alguien al menos una vez al día? ¿Por qué eres así?"
"Técnicamente hablando, sólo eres tú. Sólo te hago esto a ti".
"¡No uses ese tipo de lenguaje en este contexto! Es muy molesto".
A Harriet le temblaron los labios. Observar la expresión de Reinhardt mientras seguía

atormentándola era suficiente para que a uno le hirviera la sangre. Aunque sus burlas no iban
dirigidas a Ellen, a veces apretaba los puños involuntariamente.
"¿Qué te hace tanta gracia?"
"¡No lo sé! Me has enfadado tanto que se me ha olvidado".
Harriet resopló y se llevó una cucharada de estofado a la boca.
"!!!"
Por supuesto, no había dejado que el guiso tan caliente se enfriara lo suficiente y acabó con los ojos
muy abiertos, incapaz de escupirlo, agitando los brazos y dando pisotones.
"¡Escúpelo! ¿Qué haces?"
"!!"
Reinhardt la miró con desdén, y Harriet, quizá incapaz de escupir la comida debido a su noble
dignidad, forcejeó un rato antes de tragársela finalmente.
"Tengo la boca toda quemada..."
Harriet abrió mucho la boca, parecía exhausta.
"Prueba a comer algo frío".
"¿Qué pasa? ¿No vas a por agua... oye, qué intentas hacer...?"
"Algo frío".
La cara de Harriet palideció al ver cómo Reinhardt recogía un puñado de nieve de la barandilla de la
terraza.
"No estarás... no, no puede ser... no puede ser...".
Harriet sabía que algo así era posible.
Podía calcular mentalmente qué locura estaba a punto de hacer Reinhardt.
Pero aun así, no podía creer que fuera a llegar tan lejos con ella.
Por un momento no reaccionó.
Y Reinhardt era, sin duda, el loco que realmente lo haría.
-¡Smack!
"¡Kyah!"
Una bola de nieve golpeó a Harriet de lleno en la boca, haciéndola gritar de asombro.
"¿Te sientes mejor?"
"Tú, justo, justo ahora... ¿qué... qué me has hecho?"
Cuando sucede algo inimaginable, a veces la ira no puede expresarse inmediatamente, y ésta era
una de esas veces.
Por supuesto, fue sólo por un momento.
Con manos temblorosas, Harriet se limpió la nieve de los labios y, con la cara enrojecida, buscó a
Reinhardt.
"¡Te voy a matar!"
-¡Whack!
"¡Uf!"
-¡Thud!
Una línea mágica azul apareció en el antebrazo de Harriet, y Reinhardt, alcanzado por la onda
expansiva, salió despedido de la terraza y se estrelló contra el suelo.
------
"¡Debes de estar loco!"
"No, si está caliente, debes enfriarlo. ¿No?"

Reinhardt, que había sido arrojado de la terraza y había vuelto a subir agarrándose a la barandilla,
volvió a sentarse.
Harriet, todavía furiosa, quitó la nieve de la ropa de Reinhardt.
"De todos modos, si está caliente, escúpelo. ¿Por qué te obligas a comerlo?"
"No me crié en la calle como alguno de los presentes; aprendí a vivir con dignidad, ¿sabes?"
"¿En serio? ¿Ese comportamiento indigno que acabas de tener, diciendo '¡Ugh! Ugh!' ¿también
cuenta como digno?"
"Qu... Que... ¿Qué quieres decir? ¡Cuándo he hecho yo eso!"
Cuando Reinhardt imitó exageradamente el gesto que Harriet acababa de hacer, torciendo el cuerpo,
ella pareció enfadarse aún más y empezó a refunfuñar de nuevo durante un rato.
Siempre que estaban juntos, discutían por cosas triviales durante bastante tiempo. Aunque las
conversaciones que seguían carecían de sustancia, a menudo perdían la noción del tiempo.
Al final, tras un rato de idas y venidas, ambos parecieron cansarse y empezaron a comerse el
estofado en silencio.
"Es precioso..."
Harriet murmuró distraídamente mientras contemplaba el paisaje nevado.
"Gracias."
"No me refería a ti... Hmph, no me dejaré engañar. No caeré en la trampa, ¿sabes?"
Aunque actuaba como si hubiera creado inmunidad, Harriet seguía reaccionando instantáneamente a
cualquier comentario casual que le hicieran.
La noche del festival.
No fue especialmente bulliciosa.
Al final, los tres se reunieron en una noche tranquila y nevada para comer estofado de ternera.
Se trataba de un acontecimiento ordinario, no de un día especial.
Sin embargo, Ellen era muy consciente de que estos momentos no durarían para siempre. Llegaría
un día en que ya no podrían pasar más tiempo así.
Y cuando llegara ese momento, recordarían estos instantes.
Pensarían que cada día que habían pasado juntos había sido especial.
Ellen lo supuso vagamente.

Quizá esto fuera suficiente.
Como habían estado haciendo hasta ahora, podían seguir así.
¿No sería suficiente con seguir viviendo así?
Sin ser codiciosos, sin desear más. Ellen se encontró bastante satisfecha con esto.
No había necesidad de acercarse más.
Tal vez bastaba con no distanciarse.
"Oye, trae un poco de agua."
"A mí... ¿Me lo estás pidiendo ahora?"
"¿A quién si no a ti?"
"¡No me des órdenes!"
"Madre mía, ¿no puedes ir a buscar agua mientras comes?"
"¡Uf, está bien! ¡Yo la traeré!"
La única persona que se atrevería a tratar así a una princesa era Reinhardt. Ver la reacción de Harriet
ante él era bastante entrañable incluso para Ellen.
Una princesa.
Mientras ese pensamiento cruzaba su mente, Ellen recordó una pregunta que había olvidado.
"Por cierto, tengo curiosidad por algo".
Ellen ladeó la cabeza.
"¿De qué tienes curiosidad?"
Harriet, que había estado trayendo agua, miró fijamente a Ellen al oír su pregunta.
"¿De qué conocían tus padres a Reinhardt?"
"Ah."
"Ah... Eso... Eso es..."
Su torpe respuesta hizo que Ellen volviera a ladear la cabeza.
------
Tras escuchar las circunstancias detalladas de Reinhardt, Ellen asintió.
"Ah... ¿Esa senior?"
"Sí."
Ellen estaba al corriente del repentino abandono de Adriana, pero no conocía los detalles.
Por supuesto, Reinhardt no le había explicado del todo la situación; solo mencionó que tenía
asuntos pendientes en el Ducado de Saint Owan debido a cierto incidente y que se había
familiarizado con su familia en el Palacio Blanco al pasar por allí para resolver el asunto de la
puerta warp a su regreso.
Al mencionar el nombre de Adriana, la expresión de Reinhardt se ensombreció ligeramente, pero

Ellen supuso que se debía a su preocupación.
Harriet se dirigió a Ellen con una mirada de desconcierto, como si le estuviera haciendo una
confidencia.
"¿No es realmente extraño? Aunque sea de la clase real como yo, no tiene sentido. ¿Ir a nuestro
palacio, llamar a la puerta y pedir acceso prioritario a la puerta warp?"
"...Tienes razón."
Arnaria no era un lugar que uno pudiera visitar tan fácilmente como la casa de una amiga, e incluso
si fuera la casa de una amiga, sería descortés visitarla a esas horas.
Pero él había visitado no sólo la casa de una amiga, sino el palacio de toda una nación de esa
manera.
"No, sin decir nada, me había escaqueado... Pensé que me matarías..."
Reinhardt se defendió en voz baja.
A Ellen le sorprendió aún más que el duque hubiera abierto la puerta y despertado a toda la familia,
a pesar de semejante intrusión.
Se había preguntado qué ocurría, pero para Ellen fue bastante inesperado que el asunto de Adriana
estuviera implicado.
Pensando en ello, Ellen adivinó aproximadamente cuándo había visitado Reinhardt el ducado de
Saint Owan.
Sin embargo, no dejaba de ser sorprendente que hubiera viajado tanto en un solo día.
A Ellen le parecieron misteriosas las acciones de Reinhardt. Con la pregunta olvidada resuelta, los
tres intentaron reanudar la ingesta de su estofado.
"Um... allí..."
Pero Harriet descubrió algo en el paisaje fuera de la terraza y lo señaló.
El dormitorio de primer año estaba en el primer piso.
Y como era una terraza, la vista exterior era mucho más clara.
En la dirección que señaló Harriet, Ellen pudo ver a la persona cuyo paradero se desconocía hoy.
"¿Esa senior no es..."
Y la situación se volvió aún más extraña.
La alumna de segundo curso que acababan de mencionar estaba con ella.
Adriana.
Olivia caminaba hacia el dormitorio de la clase real con Adriana.
Reinhardt se levantó rápidamente y las miró.
En los ojos de Reinhardt parpadeaban extrañas emociones, pero Ellen no podía distinguirlas.
Inevitablemente, Olivia y Adriana establecieron contacto visual con las tres que las observaban
desde la terraza.
"Ah, Reinhardt..."
Olivia Lanze.
"Junior..."
Adriana.
"Lo siento, ahora estoy un poco ocupada. Hablemos más tarde".
Antes de que Reinhardt pudiera decir nada, Olivia condujo apresuradamente a Adriana hacia la
entrada de los dormitorios.
Harriet y Ellen ladeaban la cabeza mientras las observaban, y Reinhardt volvió a sentarse.
El torneo terminó con un abandono.
No pudo participar en el concurso de Miss Temple.
Y entonces, de repente, volvió al Temple en la profunda noche con Adriana, que había abandonado
la escuela.
"...Me pregunto qué le habrá pasado hoy a esa senior."
"...Efectivamente".
Reinhardt bebió un sorbo de agua.
"...Tendré que preguntar más tarde".
Reinhardt dijo esto, pero lo único que hizo fue beber otro sorbo de agua.
Ellen miró a Reinhardt.
Era Reinhardt quien había ido hasta el Ducado de Saint Owan al enterarse de la noticia del
abandono de Adriana.
Era imposible que alguien como Reinhardt se quedara obedientemente sentado cuando dijo que
hablaría de ello más tarde.
Reinhardt no era esa clase de persona.
Ellen miró a Reinhardt, que miraba en silencio en la dirección por donde se habían ido Adriana y
Olivia.
Reinhardt sabía algo.
No es que intentara averiguarlo deliberadamente, sino porque conocía a Reinhardt demasiado bien.
Ellen se dio cuenta naturalmente.

Capítulo 326
Al día siguiente.
Había un gran alboroto en la Capital Imperial.
Los rumores sobre la batalla que tuvo lugar en las afueras de la parte sur de la Capital Imperial la
noche anterior se habían extendido rápidamente.
Se decía que una forma de vida monstruosa, que se creía que era un demonio, había volado por el
cielo nocturno, y que se había lanzado magia destructiva a gran escala, lo suficientemente poderosa
como para influir en el clima.
"¡Han aparecido los demonios!"
Naturalmente, tales rumores no pudieron evitar llegar rápidamente al Templo.
Observé en silencio a Kono Lint relatando emocionado los chismes que había recogido en las calles.
"¿Demonio? ¿Un demonio, de repente?"
"Al parecer, ayer aparecieron demonios en la zona sur de la Capital Imperial, y hubo un gran
revuelo".
"¿Qué pasó?"
"No escuché los detalles. Sólo que habían aparecido demonios..."
Como había sucedido ayer por la noche, los detalles de la situación aún no eran ampliamente
conocidos. Era natural que los niños se sorprendieran por la repentina noticia de demonios durante
el festival.
Era la hora del desayuno, y Ellen me miró con expresión seria y severa.
"¿Podrían ser los mismos demonios de entonces?"
"...Tal vez".
"¿Cuál es su plan esta vez?"
"No lo sé..."
Ellen, Harriet y Liana, así como todos sus compañeros, estaban desconcertados por la inesperada
noticia de los demonios.
Era imposible que sospecharan de mí.

Aunque no le hubiera dicho a nadie sobre mi paradero ayer, sería un salto excesivo pensar que yo
estaba involucrado en el ataque.
Para empezar, no tiene sentido que alguien sospeche que su amigo puede ser un demonio.
Como mucho, Ellen podría sospechar de la posibilidad de estar implicado en un crimen a través de
la Banda Rotatoria.
A veces, algo es tan increíble que la sospecha no puede arraigar.
Estaba claro que Charlotte y Bertus volverían a estar ocupados, y sólo había una conclusión.
Se declararía el estado de emergencia en la Capital Imperial, y el festival no podría continuar.
------
Como esperaba, Charlotte estaba ausente, y Saviolin Turner, que había estado actuando como
supervisora temporal, también había desaparecido del dormitorio, presumiblemente regresando al
Palacio Imperial.
Era inevitable desde que los caballeros sagrados de élite fueron masacrados cerca de la Capital
Imperial.
Si el ataque hubiera tenido lugar dentro de la Capital Imperial en lugar de la parte sur, la pérdida de
vidas habría sido tremenda.
En un momento en que la población ya era alta, si incluso un solo hechizo destructivo de alto nivel
utilizado por demonios de alto rango hubiera sido lanzado dentro de la Capital Imperial, decenas de
miles habrían perecido fácilmente.
Y así, el festival había terminado.
Ahora, era el momento de volver a casa.
En el último piso del dormitorio, en la sala vacía del club.
Yo estaba sentado allí con Olivia y Adriana.
Anoche, Adriana se había quedado en la habitación de Olivia. Habría sido imposible en

circunstancias normales, pero parecía que había podido colarse en el templo durante el festival.
"¿Te lo has pasado bien, mi junior...?"
"Sí, bueno, yo..."
Adriana había puesto la excusa de que sólo estaba de visita, pero su tez pálida y su expresión hacían
imposible ocultar que algo pasaba.
Olivia no era muy diferente.

Utilizaron a Adriana como cebo para atraer a Olivia.
Debió de ser todo un shock. Su desconfianza hacia los fieles ya había ido en aumento, y trató de
borrar tales preocupaciones mediante una vida monástica. Sin embargo, incluso allí, experimentó
más decepciones.
El estado mental de Adriana no podía ser normal.
Tanto Olivia como Adriana fueron salvadas por mí, pero ellas no lo saben.
No quería presumir, ni podía hacerlo.
La expresión de Olivia era una mezcla de melancolía y culpabilidad. Seguramente pensaba que
estaba enfadada con ella desde ayer.
Olivia miró a Adriana.
Como buscando un acuerdo, Adriana asintió levemente. Pude verlo.
"¿Te has enterado del ataque de los demonios?"
"No estoy seguro de los detalles, pero sí".
Olivia confió en mí.
"Estábamos en el lugar... cuando atacaron los demonios".
Olivia parecía querer contármelo todo, en lugar de poner excusas.
------
Escuchar la historia de boca de Olivia, que yo ya conocía, fue incómodo. Fingir sorpresa era más
difícil de lo que pensaba.
Por supuesto, la historia que escuché de su boca no fue muy larga.
La jefa del monasterio de Artowan, donde había estado Adriana, era miembro de un grupo religioso
secreto llamado Monasterio Sin Nombre, y la entregó a Riverrier Lanze.
En cierto sentido, la jefa del monasterio también fue engañada. No habría esperado que Adriana
fuera utilizada como cebo.
Temerosa de que decir algo en el lugar de los hechos la pusiera en peligro tanto a ella como a la jefa
del monasterio, Adriana no tuvo más remedio que ser llevada en silencio.
Como era de esperar, el exlíder de los Caballeros Sagrados atrajo a Olivia y ésta se dirigió al lugar
de los hechos en cuanto recibió la carta.
Allí, se encaró contra Riverrier Lanze cuando, de repente, aparecieron los demonios.
"Lo extraño es que... esos demonios... nos salvaron".
La confusión se reflejaba en los rostros de Olivia y Adriana.
Cuando Olivia fue capturada por un demonio aterrador y extraño, pensó en la batalla después de
que Adriana estuviera a salvo.
Pero, extrañamente, aquel demonio las dejó lejos del monasterio en ruinas y simplemente se
marchó.
Olivia y Adriana no tuvieron más remedio que huir despavoridas tras presenciar un ataque mágico a
gran escala contra el monasterio.
"No puedo entenderlo".
Tanto Adriana como Olivia asintieron ante mis palabras.
Fingir sorpresa e ignorancia era difícil, aunque sabía la verdad. Sin embargo, la gravedad de la
situación hacía fácil tomársela en serio.
Fue un alivio que me lo dijeran. Ahora podía discutir las alternativas con ellos.
"Creo que es mejor no contárselo a nadie".
"...Pensamos lo mismo."
"No sabemos por qué los demonios actuaron así, pero si ese hecho se llega a saber, podríamos ser
acusadas de conspirar con los demonios... En ese caso, necesitamos encargarnos primero de los
Caballeros Sagrados sobrevivientes..."
No hubo sobrevivientes. Puede que hubiera gente que viera a los demonios volando en la distancia,
pero mis órdenes fueron estrictas de no dejar ni una sola persona con vida entre los atrapados en la
batalla, e incluso los caballeros que huían fueron tratados en consecuencia.
Los rumores que se extendían por la capital imperial no provenían de los que habían presenciado la
batalla de primera mano, sino de relatos de personas que habían visto volar a los demonios y los
ataques mágicos a gran escala desde lejos.
La participación de los caballeros en la batalla aún no se había hecho pública.
"No estoy seguro de eso".
Era natural que Olivia y Adriana dijeran esto, ya que ellas tampoco conocían los detalles exactos de
la batalla.
"Aun así, consideremos la situación bajo el supuesto de que los caballeros fueron aniquilados en el
acto".
Sin embargo, ciertamente no hay testigos de la batalla. Miré a Adriana.

"¿Crees que otros podrían saber que vosotras dos estabais allí?"
Si los miembros anónimos del monasterio de otras regiones supieran que Adriana y Olivia habían
estado allí ayer, causaría problemas.
Todos habían muerto en la emboscada demoníaca, así que si la gente preguntaba cómo habían
sobrevivido ellas dos, no habría excusa que ofrecer.
"No estoy segura..."
Olivia habló con los labios fruncidos.
"No sé los demás... pero la abad... sabe que estuve con los miembros del monasterio sin nombre..."
Dijo Adriana con expresión sombría.
La misma persona que la había entregado a Riverrier Lanze.
Aunque ahora no lo sabía, en cuanto se enterara de la destrucción del monasterio sin nombre a
manos de los demonios, inevitablemente albergaría dudas sobre la supervivencia de Adriana.
Sin duda, tendría que enfrentarse a la pregunta de cómo había regresado con vida cuando todos los
demás habían perecido.
"...Senior, no debes volver al monasterio".
"...Supongo."
La insondable situación de estar bajo la protección de los demonios era una calamidad en sí misma,
independientemente del cuerpo de investigación que se enterara.
Por lo tanto, si Adriana había optado por guardar silencio, no debía regresar al monasterio.
Sería mejor que se supiera que había muerto en el acto.
Era de agradecer que las comunicaciones y los medios de comunicación no estuvieran bien
desarrollados en este mundo.
Las noticias de la capital imperial tardarían mucho tiempo en llegar al Monasterio de Artowan, en el
Ducado de Saint-Thuan. Las noticias tardarían aún más en llegar a las ciudades locales del Ducado
de Saint-Thuan.
Como no era posible compartir información en tiempo real, no era necesario que Adriana se
ocultara, pero bastaría con que viviera tranquilamente en algún lugar alejado de la mirada y la
influencia públicas.
"Quedarte en el Templo no será bueno para ti, así que vayamos a otro sitio por ahora. Encontraré un
lugar para que vivas".
La sede de la Banda Rotatoria.

Bajo la protección de Loyar por el momento, tendría que considerar los arreglos de vivienda de
Adriana.
"¿Tú, junior?"
"...¿Qué?"
Ambas ignoraban que yo pertenecía a una organización llamada Banda Rotatoria.
"Es un fastidio explicarlo, así que cree en mí".
"... Gracias, junior."
Aunque no había cometido ningún delito, pertenecía a una organización cercana a él, y no había
necesidad de alardear de ello. Por lo tanto, ninguna de ellas conocía mis antecedentes.
Ahora que lo pienso, sólo Harriet, Ellen, el príncipe y la princesa conocen mi relación con la Banda
Rotatoria.
Y tal vez esos tres hermanos patéticos que una vez se habían burlado de mí como un mendigo.
"Pongámonos en marcha".
Retener a Adriana en el Templo durante demasiado tiempo no era una buena idea.
Inmediatamente las conduje a las dos fuera del Templo.
------
El ambiente en la capital imperial era tenso.
La gente iba de un lado para otro.
"Los demonios han aparecido..."
"Deberíamos darnos prisa en volver."
"La cola para la puerta es increíblemente larga. Es un desastre."
"¿Los demonios atacarán la Capital Imperial también?"
"Es posible.
Los rumores de la aparición de demonios al sur de la Capital Imperial ya se habían extendido por
todas partes.
Como era época de festivales, los trenes mágicos, que ya estaban abarrotados, estaban aún más
llenos, por lo que ni siquiera era una opción viable para el transporte.
"Tendremos que caminar".
"De acuerdo."
"Esa es la única opción."
El caos no tenía precedentes.
No se trataba sólo de la multitud de personas deambulando para ver diversas partes de la Capital
Imperial durante el festival.
Con un movimiento masivo para salir de la Capital Imperial lo más rápido posible, hubo disturbios
cerca de las grandes puertas warp, así como el tren mágico.
"¡Por favor, entren en la cola de forma ordenada! ¡No daremos prioridades!"
Muchos más soldados de lo habitual controlaban las colas de las puertas, y lo mismo ocurría con las
puertas warp medianas y pequeñas.
-Salgamos de la Capital Imperial y volvamos cuando las cosas se calmen.
-Sí.
Parecía que había bastantes personas que querían alejarse de la Capital Imperial.
Parecía que tenían la intención de volver a la Capital Imperial cuando el caos se calmara y utilizar
las grandes puertas warp para viajar de vuelta a sus ciudades de origen.
Todos los turistas de la Capital Imperial entraron en pánico debido al incidente de ayer.
Me entraron sudores fríos.
Me asustaba el hecho de que mis acciones tuvieran un impacto tan profundo en tanta gente.
Había matado a Riverrier Lanze.
Seguía creyendo que era necesario, pero sentía como si cada uno de mis movimientos pudiera,
literalmente, poner el mundo patas arriba.
Los demonios.
Y el Rey Demonio.
Realmente sentí la magnitud de su influencia en este mundo humano.
La Gran Guerra Demoníaca había terminado.
Después de eso, la gente debería haber olvidado gradualmente al Rey Demonio y a los demonios.
-¿Ha regresado el Rey Demonio?

-¡No digas cosas tan desafortunadas, tonto!
-¡El Rey Demonio se está vengando! ¡Después de todo no murió! ¡Artorius no pudo matar al Rey
Demonio!
-No puede ser... no puede ser verdad...
Sin embargo, debido a mis acciones de ayer, la gente estaba haciendo sus propias suposiciones y
convirtiéndolas en hechos.
El Rey Demonio no había muerto.
O, el próximo Rey Demonio se estaba vengando.
De no ser así, los demonios restantes continuarían sumiendo al continente en el caos.
Numerosos rumores falsos crecieron y se multiplicaron a medida que cobraban vida propia.
El miedo paraliza la racionalidad de la gente.
Si los demonios hubieran organizado realmente este ataque por venganza, deberían haber tenido
como objetivo la Ciudad Imperial o el Palacio Imperial, no el monasterio abandonado de la región
sur del Camino Real.
Sin embargo, nadie habla de esto.
-Si el Rey Demonio ha resucitado de verdad... ¿quién lo matará?
La preocupación se centraba en quién tendría que matar al nuevo Rey Demonio en lugar de alguien.
Adriana y Olivia me siguen en silencio. Habiendo sido salvadas por los demonios, deben ser las que
sienten más confusión en esta situación.
------
Tardamos bastante en viajar a pie.
La gente tardaría más de un día o dos en escapar de la atestada Capital Imperial como una marea
que retrocede.
Como la gente acudía en masa a los lados donde se encontraban las puertas warp, los otros lugares
estaban relativamente tranquilos.
"Pero... ¿por qué los demonios... atacaron a los Caballeros Sagrados?"
"Yo... no lo sé".
Ante la pregunta de Adriana, Olivia sacudió la cabeza con expresión severa.

No saben por qué los salvaron los demonios, ni cuál era su propósito. Es un suceso demasiado
extraño como para siquiera adivinarlo.
Yo, que voy delante, no podía revelar que en realidad soy el hijo del Rey Demonio y que había
utilizado a mis subordinados para atacar a los Monasterio Sin Nombre en lugar de a los Caballeros
Sagrados para salvarlos.
"Los demonios atacaron a los Caballeros Sagrados la última vez, también."
"Si... lo hicieron."
"¿Guardaban algún rencor...?"
Puede que Adriana no lo sepa, pero Olivia conoce la verdad sobre el ataque anterior.
La corrupción y degeneración de los Caballeros Sagrados, incluidos los prisioneros demoníacos.
Sabe que los demonios atacaron para rescatar a los prisioneros. No se trata de venganza contra el
Monasterio Sin Nombre, sino contra Riverrier Lanze, el antiguo líder de los Caballeros Sagrados.
No hay necesidad de ir tan lejos. Riverrier Lanze, el antiguo líder de los Caballeros Sagrados, es un
héroe de guerra de la Gran Guerra Demoníaca y, como tal, es enemigo de los demonios.
Ahora está débil y ha perdido su poder. Por lo tanto, atacarle ahora que ha perdido su poder e
influencia podría considerarse bastante razonable.
"Venganza... tal vez".
El razonamiento de Olivia es lógico a su manera.
Ella entiende que el incidente de ayer fue un ataque para matar a Riverrier Lanze, no al Monasterio
Sin Nombre.
En realidad, es completamente diferente.
Sin embargo, si Olivia interpreta las intenciones de los demonios de esa manera, es bueno para mí.
Por supuesto, incluso con ese pensamiento, rescatar a Adriana y Olivia sigue siendo un acto extraño.
Olivia murmura como si se hubiera dado cuenta de algo.
"Esto puede ser una exageración, pero..."
"¿Qué es?"
Olivia nos mira a Adriana y a mí mientras habla.
"Si los demonios... atacaron ayer a los Caballeros Sagrados por venganza... ¿podrían habernos
dejado en paz porque... somos forasteras?"
"...¿Eh?"
Adriana ladea la cabeza ante las palabras de Olivia.
"No, no es eso. El lugar en sí estaba en unas condiciones difíciles para que hubiera forasteras... La
única razón por la que se desvivieron por salvarnos... debió ser para evitar que otros objetivos que
no fueran los previstos salieran heridos..."
Olivia hace una suposición diferente. Que el ataque fue primero, y el rescate después.
No habría razón para atacar a los Caballeros Sagrados si el propósito era dañar a los humanos. Por
lo tanto, atacar a los Caballeros Sagrados debe haber sido la intención original.
Sin embargo, al descubrir forasteros allí y no querer involucrarlos inadvertidamente, llega a la

conclusión de que fueron rescatados por esa razón.
"¿A los demonios... realmente les importan esas cosas?"
Adriana parecía no entender las palabras de Olivia, ya que todos los humanos deberían ser
enemigos de los demonios.
Su actitud era casi como si dijera que los demonios eran amables.
Es de sentido común que los demonios odian incondicionalmente a los humanos e intentan
matarlos. Naturalmente, Adriana no pudo evitar albergar tales pensamientos.
Pero los demonios las salvaron.
"Tal vez... es un poco extraño".
"...Yo tampoco lo sé".
Ni Adriana ni Olivia.
Parecía difícil para ellas superar los prejuicios tan arraigados.
Por supuesto, rescatarlas a las dos era la prioridad, así que fuera cual fuera el razonamiento de
Olivia, sería erróneo.
Por lo tanto, ver a Olivia fruncir el ceño y preguntarse por qué había ocurrido algo así ayer sólo hizo
que me pareciera divertido.
Capítulo 327
La sede de la Banda Rotatoria se encontraba en la parte sur de la Capital Imperial.
Era un lugar relativamente tranquilo, ya que estaba situado en una zona poco poblada con una gran
extensión de terreno. Aunque no era el lugar perfecto para esconderse, si uno estaba decidido, podía
vivir aquí sin llamar la atención de los forasteros.
"¿Puedes cuidar a alguien por mí?"
"Es mi senior. Se llama Adriana".
"Ah, hola..."
Adriana saludó a Loyar con una leve inclinación de cabeza.
No se había criado en la capital imperial ni procedía de un entorno aristocrático. Durante su estancia

en el templo se había comportado con modestia, por lo que no tendría por qué saber de alguien
como Loyar, que se había ganado el apodo de perro salvaje.
Lo mismo ocurría con Olivia, que nunca había visto a Loyar.
Aunque no era una organización completamente secreta, sólo los que estaban involucrados conocían
los manejos de un lugar así.
Ambas no tuvieron más remedio que ver por primera vez a Loyar, la jefa algo desaliñada y de pelo
blanco de la Banda Rotatoria.
Loyar, aunque parecía humana, desprendía un aura de salvajismo incluso cuando se quedaba quieta.
Por eso Olivia y Adriana se quedaron un poco sorprendidas cuando vieron a aquella persona, que no
se parecía a nadie que hubieran conocido antes.
Su sorpresa no hizo más que aumentar cuando se dieron cuenta de que tenía como jefe a alguien
como ella.
De hecho, Loyar es uno de las principales instigadoras responsables de la actual agitación en la

Capital Imperial.
El cerebro detrás del ataque a los Caballeros Sagrados: El Rey Demonio Valier.
Su cómplice: Loyar de los Licántropos.
Naturalmente, las dos no la reconocerían. Era Sarkegaar quien las había rescatado, así que Loyar
también las conocía por primera vez.
"Puede que necesite quedarse aquí un tiempo debido a algunas circunstancias. ¿Te parece bien?"
"...Bueno, no es que sea imposible".
Loyar escaneó rápidamente a Adriana de pies a cabeza, y ella se estremeció como si le hubiera
alcanzado la electricidad ante su mirada.
"No tenemos ninguna habitación vacía, pero podemos hacer una. Sin embargo, aquí sólo hay
hombres".
Los miembros de la banda habían retomado recientemente sus aspectos decentes debido a la mejora
de las circunstancias. A pesar de las mejoras, Loyar era la única que aún parecía una mendiga.
Aun así, este lugar estaba lleno de gente ruda que había experimentado las vicisitudes de la vida, y
Loyar parecía estar nuevamente preocupada por ello.
"No te preocupes. Es más que capaz de cuidar de sí misma".
"Supongo. Si la han entrenado en el templo, puede parecer delicada, pero seguro que sabe dar un
puñetazo".
Loyar no preguntó por los detalles de su situación. Debía de saber que estaban implicados en el
incidente de ayer. Miré a Adriana.
Como había dicho Loyar, ahora que la había traído aquí, veía que este lugar podría ser difícil de
soportar para Adriana.
En realidad, no conocía la disposición de cada uno de los miembros de la organización.
"Si este lugar es demasiado incómodo, puedo intentar buscarte otro sitio".
"No, está bien... Gracias, Reinhardt".
Al parecer, incapaz de imponerse más, Adriana asintió con la cabeza en lugar de preguntar por la
naturaleza de aquel lugar.
Parecía que Loyar comprendía perfectamente el significado de que Adriana necesitara quedarse aquí
tranquilamente.
"Hmm... dónde debería conseguir una habitación..."
Loyar pareció reflexionar un momento. Tenía una expresión en el rostro que decía que le resultaba
una tarea molesta.
Mencionó que no había habitaciones vacías, pero que se podía hacer una, lo que parecía implicar
desalojar a alguien que ya estaba instalado.
¿No era una situación bastante incómoda?
Tras un breve momento de contemplación, Loyar hizo un gesto a Adriana para que la siguiera y
abrió la puerta que había detrás de su despacho.
"Utiliza esta habitación".
"...?"
"?"
Loyar acababa de ofrecer despreocupadamente su propia habitación, que era inequívocamente suya.
No sólo Olivia y Adriana, sino incluso yo no pude evitar sorprenderme por esta repentina decisión.
"Um... Yo... No sé cómo llamarte... pero... ¿no es esta tu habitación...?"
"...¿Hermana mayor?"
"Ah, ¿eso es... grosero? Entonces cómo debería..."
Ante la mención de "hermana mayor", los ojos de Loyar se abrieron de par en par. Agarró a Adriana
de la mano y tiró de ella hacia la habitación.
"No, debes usar esta habitación".
"...¿Sí?"
"Si necesitas algo, dímelo. Te lo prepararé enseguida".
Tras decir esto, Loyar puso sus manos sobre los hombros de Adriana.
"Además, a partir de ahora, sigue llamándome 'hermana mayor'".
A Loyar parecía gustarle bastante que Adriana la llamara 'hermana mayor' en su primer encuentro,
teniendo en cuenta que siempre había sido llamada 'tía' por Ellen.
"Ah... Sí, hermana mayor".
"Je."
Parecía como si la inexistente cola de Loyar se agitara vigorosamente de un lado a otro.
Claramente, su entrenamiento había ido mal después de ser constantemente llamada 'tía' por Ellen.
------
Aunque Ellen había seguido siendo golpeada por Loyar, acabó cediendo a que la llamaran 'tía'.
Me preocupaba dejar a Adriana sola en un lugar tan estricto, pero por ahora era la mejor opción.
Adriana era alguien que no podía exponerse al mundo exterior por el momento.
En el camino de vuelta después de confiar a Adriana a la sede de la banda, Olivia se quedó con la
mirada perdida en el cielo y murmuró,
"¿En qué se está convirtiendo este mundo...?"
"No pensé que todo iría bien una vez asesinado el Rey Demonio".
"..."
"Pero, pensé que las muertes sin sentido de innumerables personas arrastradas al campo de batalla
terminarían..."
Habiendo sido testigo directo de los horrores de la guerra, Olivia sabía mejor que nadie lo
aterradora que era.
Olivia no sabía nada de las fuerzas revolucionarias.
Sin embargo, era consciente de que el conflicto entre las Cinco Grandes Religiones y el Imperio se
estaba intensificando, avivando las llamas de la guerra.
"Me pregunto si no habría humanos matándose entre sí si el Rey Demonio no hubiera muerto".
Parecía que Olivia deseaba que al menos algunos de los rumores sobre el Rey Demonio fueran
ciertos.
Un enemigo externo siempre detenía las luchas internas. Olivia pareció reconocer a regañadientes la
necesidad del Rey Demonio hasta cierto punto.
"No vayas por ahí diciéndole a la gente que he dicho esto. Es extraño que lo diga".
Olivia me miró y sonrió.
"¿De qué serviría que haga algo así?"
Adriana sólo sería confiada temporalmente a la Banda Rotatoria, y pronto habría que encontrar otro
arreglo. Después de todo, la capital imperial no era del todo segura.
Tal vez un lugar lejano.
Algún lugar como el Archipiélago Edina, donde residía Airi, sería un alivio.
Incluso si la enviaba allí, ¿cómo explicaría mi conexión con esa lejana nación isleña? Ya parecía
bastante difícil aceptar lo que había pasado hoy.
"Por cierto, Reinhardt, ¿qué era exactamente ese lugar de hoy?"
Olivia también parecía tener la misma duda y me preguntó por la banda Rotatoria.
"Es como una ciudad natal para los que vienen de la calle".
Le expliqué brevemente la banda Rotatoria y cómo había llegado a él desde mi época en la

organización de mendigos.
"Ya veo... Eso es bueno".
Al oír que los mendigos que antes vivían bajo el puente ahora vivían en edificios decentes y se
ganaban el sustento, Olivia sonrió alegremente.
Aunque la jefa, Loyar, seguía pareciendo una mendiga.
"Creía que estabas metido en algún tipo de organización criminal, Reinhardt".
Aunque en el pasado había estado involucrado en ese tipo de organizaciones, y no estaba totalmente
desvinculado del Gremio de Ladrones, no corregí la suposición de Olivia.
Después de todo, ahora estaba haciendo negocios oficialmente a través de la colaboración con el
Gremio de Comerciantes, y si nos fijáramos en mis antecedentes, estaban relacionados con la
familia real.
"Haah..."
Olivia suspiró, aparentemente agobiada por sus preocupaciones.
Con los problemas de Adriana y los suyos propios, debía de tener muchas cosas en la cabeza. Con
Riverrier Lanze muerto, probablemente ya no había más intrigantes que quisieran convertir a Olivia
Lanze en Santa Emperatriz, pero nunca se podía estar demasiado seguro. Teniendo en cuenta,
además, el problema con los demonios, las cosas iban a complicarse.
Además, Olivia no ganó el torneo ni fue elegida Miss Temple.
Necesitada de dinero, Olivia se había enredado en varios asuntos, y acabó perdiéndose todo lo que
quería.
De una forma u otra, no había experimentado más que penurias durante este festival. Debía de estar
muy estresada por otros motivos, pero en última instancia, el problema del dinero también
atormentaba a Olivia.
Yo no podía resolver todos los problemas de Olivia.
Sin embargo, quería proporcionarle al menos algo de apoyo.
"Ya sabes, esa cosa."
"¿Qué cosa?"
"El orfanato que patrocina tu padre."
"Ah..."
"¿Eso está en la Capital Imperial?"

"Ah... Sí, así es."
"Vayamos allí algún día."
Al oír mi sugerencia, los ojos de Olivia se abrieron de par en par, sorprendida.
"¡No, no, Reinhardt! No tienes por qué hacer eso. Es mi problema... No hace falta que gastes dinero
en ello..."
"¿Quién ha dicho que gaste dinero?"
"...¿Qué?"
Parecía pensar que yo iba a cubrir la cuota de patrocinio que ella no podía pagar. Por supuesto, es
natural que ella piense eso.
Pero por desgracia, yo no tenía ninguna intención de gastar dinero.
"No voy a donar. Sólo quiero visitar".
"¿Oh? Ah... De acuerdo."
Dudando, Olivia abrió el camino.
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Olivia apadrinó personalmente varios orfanatos.
En primer lugar, no se trataba de un solo lugar.
Olivia había estado patrocinando instituciones con la asignación que recibía de Riverrier Lanze,
pero a medida que su situación financiera se complicaba, le resultaba casi imposible seguir
aportando los fondos.
Eso significaba que Olivia sólo apoyaba a las instituciones que se encontraban en apuros
económicos. No patrocinaba todos los lugares, incluidos los que tenían suficientes recursos.
Lugares que luchaban por funcionar sin la ayuda financiera de Olivia.
"¿Hay dos lugares más además de éste?"
"Sí".
Estaba de pie frente al edificio de un orfanato situado en una zona tranquila de las afueras orientales
de la Capital Imperial.
El edificio no estaba en ruinas, pero era viejo y las instalaciones parecían bastante anticuadas.
Sin embargo, el lugar en sí era bastante grande, con niños jugando en un patio central rodeado por
tres edificios.
No había ninguna valla alrededor del orfanato, así que los niños podían ver cómo nos acercábamos.
"¿Oh? ¡Es la hermana mayor!"
"¡Hermana está aquí!"
"¡Hermana Olivia!"
"Ah... hola, niños."
Parecía que Olivia los visitaba con frecuencia, ya que los niños acudían a ella.
"¡Hermana, mi pierna ya está mejor!"
"Ah, Billy, me alegra oír eso."
Olivia atendía a cada niño mientras le contaban con entusiasmo diversas cosas.
Parecía alguien que sabía querer a los niños.
"¡Hermana! ¡Ese niño se ha vuelto a pelear con Will! ¡Regáñale!"
"¿En serio? Tú, ¿no te dije que no pelearas con tus amigos?"
"¡Pero él empezó! ¡Me llamó huérfano sin mamá! ¡Y él tampoco tiene una!"
"¡Yo sí tengo una, tonto! Mi mamá está ocupada y no puede venir a visitarme".
"¡Ja! ¡Yo sé dónde está la tumba de tu mamá!"
"¡Idiota!"
"¡Tú! ¿No te dije que no dijeras cosas duras?"
Pero la conversación de los niños parecía estar llena de palabras que se apuñalaban en el corazón...
Cierto.
Los niños tienden a ser sorprendentemente duros...
En medio de las discusiones de los niños, el lado desconocido de Olivia se reveló mientras los
regañaba, los detenía y los consolaba.
Había pensado que podría ser así, pero aún así era intrigante verla en persona.
La atención de los niños hacia Olivia duró poco.
Empezaron a centrarse en mí.

"¿Quién es este tipo?"
"¿Es tu novio, hermana?"
"¿Eh? No, no... Es mi junior. Un junior cercano".
La cara de Olivia se puso roja mientras negaba vehementemente con la cabeza.
Su reacción fue completamente diferente a la habitual. Pensé que simplemente diría: "¡Por supuesto,
es mi novio!" mientras se reía, pero en lugar de eso, estaba visiblemente avergonzada.
¿Por qué su personalidad es diferente aquí?
"Hermana, te debe gustar este hermano, ¿eh? Tienes la cara roja".
"¿Eh? ¿Eh? No, no. No es eso. Estás intentando tomarme el pelo, ¿eh?"
Mientras Olivia tartamudeaba, las chicas reían encantadas, mientras los chicos empezaban a
mirarme fríamente.
Me di cuenta por sus miradas.
‘¿Quién demonios eres tú?’
Aunque no conocía las palabras exactas, sus miradas tenían significados similares.
"¿Qué eres, un hermano mayor?"
"¿También vas al Templo?"
"¿Eres bueno luchando?"
Me encontré en una situación difícil entre las miradas hostiles de los chicos jóvenes.
Incluso mis compañeros de clase ya eran como niños para mí, por no hablar de estos aún más
jóvenes.
Aunque Olivia no lo supiera, ni me gustaban los niños ni sabía cómo manejarlos.
Los niños eran seres muy alejados de mí.
Mientras permanecía allí de pie, rígido, sin decir nada, los niños empezaron a cuchichear entre
ellos.
"Debe ser bueno peleando".
"Da miedo".
"No, he oído que los chicos con ese aspecto en realidad son malos luchando".
Fue abrumador.
No había venido aquí para ver niños.
¿Serían sólo chicos?
Las chicas también cuchicheaban.
"Ese tipo es totalmente mi tipo."
"¿Quieres que te coma viva? Parece un matón. Esos tipos usan a las chicas y luego las tiran,
¿verdad? Un hombre debería tener mucho dinero. El dinero es lo mejor".
"Puede que tenga mucho dinero, nunca se sabe."
"No, es pobre por naturaleza. Mírale la cara".
"¿Así que te casarías con un hombre gordo, calvo y viejo con tal de que tenga dinero?"
"En realidad, eso es mejor. Morirá rápido, ¿no? Entonces todo el dinero sería mío".
"...¿En serio?"
"Entonces lo único que tengo que hacer es liarme con un tío guapo como él, tonta."
"...¿Te casarías otra vez?"
"¿Por qué no casarme tres veces?"
Estos niños con ademanes particularmente maduros estaban teniendo conversaciones que ni siquiera
mis compañeros de clase tendrían.
¿Qué les pasa a estos niños?
"Pero ese chico es realmente mi tipo..."
"Pero es el hombre de la Hermana, ¿no?"
"Pero ella dijo que no."
"Haa, idiota. Por supuesto, es mentira."
¿Qué demonios?
¿Qué ven y aprenden los niños para volverse tan retorcidos a tan temprana edad?
No he venido aquí a jugar. Intenté ignorar sus susurros en la medida de lo posible mientras
observaba el aspecto de los niños.
Ropas raídas.
Aunque no estaba hecha jirones, se notaba que no estaban en un entorno con mucha ropa de
recambio.
Los niños estaban todos delgados en general.
Su estado nutricional parecía deficiente.
En definitiva, parecía un orfanato en malas condiciones.
Si el dinero del apadrinamiento disminuyera aunque fuera un poco, tendría un impacto significativo,
así que entendí por qué Olivia intentó mantener el apadrinamiento después de ver esta situación.
"Vaya, Olivia. Cuánto tiempo".
"Ah, sí, profesora".
Una mujer de mediana edad con un vestido blanco salió al patio, aparentemente preguntándose
quién había llegado con los niños pululando alrededor.
Tenía un aspecto bondadoso. Saludó a Olivia y luego, naturalmente, dirigió su mirada hacia mí.
"Ah, Reinhardt. Deja que te presente. Esta es la señora Bell, la directora del orfanato Cuna del Sol".
"Hola, ¿eres amigo de Olivia...?"
"Sí, me llamo Reinhardt".
Me tendió la mano y se la estreché. Su mano era suave.
Por supuesto, no iba a dirigir el lugar sola, había varios adultos más por allí.
El director del orfanato Cuna del Sol.
Ni me gustaban los niños ni sabía cómo tratar con ellos. No sabía cómo relacionarme con ellos ni
qué hacer. Estaría agradecido si pudiera evitar hacerles llorar.
No vine aquí para ver a los niños.
Tampoco he venido a aportar dinero para el apadrinamiento.
Miré a Olivia y hablé.
"Senior, ¿podrías llevar a los niños allí un rato?"
"...¿Eh?"
"Tengo algo que discutir con el director".
Olivia, un poco desconcertada, se llevó a los niños a otra zona. Como el flautista de Hamelín, los
niños, chicos y chicas por igual, seguían a Olivia dondequiera que fuera.
La directora se presentó como Bell.
"Ah, Reinhardt. ¿Tienes algo que hablar conmigo?"
"Sí. Primero, busquemos un lugar tranquilo".
Como no era una conversación para mantener en un lugar público, seguí a la directora Bell hasta su
despacho.
Era un lugar donde nadie podría escuchar.
"¿De qué quieres hablar, Reinhardt?"
Delante de Bell, que tenía una sonrisa amable en la cara, sonreí con suficiencia.
"Explícate".
"...¿Perdón?"
"¿Por qué agujero estáis vertiendo los fondos de ayuda para que los niños estén en este estado?"
Después de la Gran Guerra Demoníaca, la familia real comenzó inmediatamente a proporcionar el

máximo apoyo a los proyectos de orfanatos para los huérfanos de guerra.
"Los niños deberían recibir fondos suficientes para no tener que preocuparse por la comida, ¿por
qué viven así?"
¿Falta de fondos de apoyo?
Sabía que era imposible que algo así ocurriera en un orfanato de la capital imperial, precisamente.
Capítulo 328
No se puede distinguir entre la bondad y la maldad de una persona basándose únicamente en su

apariencia. A primera vista, la persona que tienes delante puede parecer que no haría daño ni a una
hormiga, pero en realidad podría ser un espíritu maligno que chupa la sangre de los niños.
La expresión de la profesora Bell parecía realmente turbada.
"Yo, yo no sé de qué estás hablando. ¿Por qué de repente sacas un tema así...?"
Naturalmente, ella lo negaría.
"No conozco la estructura del programa de apoyo al orfanato, ni sé la ruta y el método a través del
cual se proporcionan los fondos. Es imposible que lo sepa. Ni siquiera soy un funcionario implicado
en ello".
Dejé escapar un profundo suspiro.
Tras la victoria en la Gran Guerra Demoníaca, el gobierno comenzó inmediatamente a apoyar a la

multitud de huérfanos que habían surgido.
De hecho, cuando llegué por primera vez a la Capital Imperial, me planteé seriamente si debía
ingresar en un orfanato. Sabía con certeza que el apoyo comenzaría en esa zona.
También se decía que los huérfanos de guerra con talento podrían entrar en el Templo para recibir
educación gratuita, aunque no fueran de la Clase Real.
Por lo tanto, no tiene sentido que haya niños huérfanos en la Capital Imperial que carezcan de
dinero, ropa y comida.
De alguna manera, están siendo privados de estas necesidades.
Es cierto que las cosas que legítimamente deberían ir a los niños se están filtrando en algún lugar en
el medio.
Todos los lugares que patrocina Olivia sufren este tipo de filtraciones, y los lugares que realmente
necesitan ayuda no la reciben.
Cuando escuché esta historia de Olivia, no dije nada sobre su apadrinamiento en sí, pero ya me
había dado cuenta de que podría estar ocurriendo algo así.
Ahora que lo pensaba, decidí pasar a la acción.
Mirando a la profesora Bell, que tenía expresión de injusticia, me crucé de brazos.
No sé cómo funciona el programa del orfanato.

Esta persona podría ser inocente.
"Profesora, ¿sabía que gané el campeonato de primer año en este Torneo del Templo?"
"¿Qué tiene que ver eso con...?"
"Los ganadores del Torneo del Templo tienen la oportunidad de conocer a Su Majestad el
Emperador."
"!"
Al ver que la cara de la Profesora Bell palidecía, sonreí con picardía.
"¿Qué crees que pasaría si le dijera a Su Majestad el Emperador que el orfanato parece estar
malversando los fondos de ayuda y redirigiéndolos a otra parte?"
"¿De qué estás hablando? ¿Crees que estaríamos a salvo si dijeras tal cosa?"
"Si sois inocentes, estaríais a salvo".
"¿Qué estás diciendo, estudiante? Yo nunca... Tengo absolutamente..."
La cara de la Profesora Bell se puso pálida y empezó a temblar. El Emperador podría emitir una
orden al escuchar esta historia, o podría no hacerlo.
Sin embargo, sólo el hecho de que lo mencionara era suficiente para asustar a esta persona.
Una persona inocente podría ser acusada de un crimen que no cometió. Entonces, una persona
culpable sería sin duda expuesta.
¿Podría esta persona ser realmente inocente?
Sólo con ver su expresión, que parecía como si fuera a asfixiarse en cualquier momento, supe que
había estado jugando con la comida de los niños.
"Por, por favor, perdóname sólo una vez. So, sólo una vez... Esto no volverá a ocurrir..."
-¡Whack!
"¡Argh!"
Me sacudí a la directora, que se aferró a mi dobladillo.
"¿Por qué tengo que ser yo quien decida si vives o mueres?"
Miré a la temblorosa mujer de mediana edad con un rostro aparentemente amable que yacía en el
suelo.
¿A cuántas personas había engañado aquella fachada?

No tenía ni idea de lo que había hecho con el dinero que debería haber ido a parar a los niños.
Todo el dinero que Olivia había recaudado vendiendo sus objetos personales debía de haber sido
robado de esta manera, y si había recibido dinero de premios y lo había donado al orfanato, también
debía de haber sido malversado.
"Es la ley imperial la que decide eso, no yo".
Fuera de la ventana, los niños y Olivia jugaban, riendo a carcajadas.
Yo estaba en el despacho de la directora, viendo a la director adel orfanato arrodillada ante mí.
No creía que Olivia necesitara enterarse de esto.
No quería que Olivia descubriera que lo que había estado haciendo todo este tiempo en realidad
estuvo beneficiando a la persona equivocada.
Ella ya estaba luchando mucho.
No quería agobiarla más con un asunto así.
----
Después de ver jugar brevemente a Olivia y a los niños, salimos del orfanato.
Los niños se entristecieron al vernos marchar, y la directora no se atrevió a acercarse a mí.
"¿De qué hablaron?"
"Oh, sólo algunas discusiones sobre cuándo empezaría la política de apoyo y cosas así".
"Hmm, ¿en serio? Espero que empiece pronto".
Ya se había puesto en marcha hacía tiempo. La directora había estado engañando a Olivia y a los
demás patrocinadores afirmando que habían sido omitidos de la lista de beneficiarios.
Decidí que no era necesario informarla de este hecho. Ni siquiera sabía cuánta desesperación
sentiría si se enteraba. La sensación de traición sería inmensa.
No hace falta saber todas las verdades.
Hay veces que es mejor no saber una verdad que sólo te hará daño, y a Olivia ya le habían hecho
demasiado daño.
Aunque no la castigue yo, al menos puedo denunciarla. No sé qué castigo recibirá cada uno, pero
pienso investigar también los otros orfanatos que patrocina Olivia.
Si el deseo de Olivia es que los niños estén bien alimentados y vestidos, pronto será así.
"Reinhardt, sabes, los niños lo estaban pasando realmente mal."

"...No me gustan los niños."
"Huh, no sabía que tuvieras esa debilidad."
"¿Por qué no gustarte algo es una debilidad?"
"Es una debilidad. Normalmente, habrías gritado '¡fuera!' o algo así y los habrías ahuyentado, pero
no podías hacer nada".
No había forma de que no se diera cuenta, ya que estaba tartamudeando en lugar de ahuyentarlos
con mis habituales palabras duras.
"Será mejor que te portes bien con nuestro hijo, ¿vale?"
"¿Qué? ¿De qué estás hablando?"
Olivia, riendo a carcajadas, parecía estar de mucho mejor humor.
Ya era suficiente.
------
"Toma, come".
-Flinch
"...?"
"Es para que coman los humanos".
"Yo, eso ya lo sé..."
Lydia Schmitt aceptó con cautela el pan y la leche que le ofrecía la vampiresa y los dejó a su lado.
Aunque el vampiro le había dado de comer, Lydia no se atrevía a tocarlo.
Lydia Schmitt se acurrucó y tiritó en un rincón del semisótano.
El vampiro se había marchado tranquilamente y había vuelto de alguna parte.
Podría haber intentado escapar, pero el miedo a que el vampiro no la dejara huir tan fácilmente le
impidió siquiera intentarlo.
'Bueno, al menos no es una niña tonta. Es un alivio'.
El vampiro, que había comprado el pan y la leche, incluso acarició con cuidado la cabeza de Lydia
como reconociendo que no había intentado escapar.
Todo asustaba a Lydia, pero lo que más la aterrorizaba era que era pleno día.
"¿Cómo puede un vampiro... durante el día...?"
Era sabido que los vampiros sólo se movían de noche.
Ayer, se había disfrazado de comerciante corriente, y la batalla había tenido lugar de noche.
Pero ahora, el vampiro estaba vagando con confianza durante la clara luz del día.
Incluso había salido a comprar pan y leche.
El vampiro sonrió, observando a la asombrada Lydia.
"En este mundo no existe lo absoluto, ¿verdad?"
Era una sonrisa involuntariamente amable. Parecía como si la vampiresa de mirada espeluznante y
duras palabras del día anterior, que había utilizado una serie de enormes hechizos destructivos
nunca vistos, hubiera desaparecido.
Ante ella se encontraba una maga capaz de masacrar a decenas de miles de personas con un simple
gesto.
Reinhardt, que comandaba a una hechicera de tal calibre como subordinada.
El Rey Demonio.
Lydia sabía ahora que Reinhardt era un ser así.
No sabía por qué el Rey Demonio era el amo de Tiamata.
Lo único que podía esperar ahora era que la mataran sin convertirla en vampiro.
¿Qué quería hacer este vampiro con ella?
Lydia no lo sabía. Lo único que podía hacer era rezar a los dioses por una muerte pacífica.
El vampiro la observó atentamente.
"Hmm... ¿tienes frío?"
"..."
"Es invierno, así que hace frío... y no hay calefacción..."
La vampiresa tocó el suelo y ladeó la cabeza.
¡Snap!
Una fuente de calor fue invocada, y el calor comenzó a circular por la fría habitación.
"¿Cómo está? ¿Está caliente?"
"..."
Lydia sólo pudo encogerse aún más.
¿Qué querían de ella? Ella no sabía nada. Lo único que podía hacer era temblar de miedo, incapaz
de comprender lo que el terrorífico vampiro quería hacer de ella.
El vampiro suspiró profundamente y miró a Lydia.
"No tengas tanto miedo. Si necesitas algo, dímelo".
"..."
Como diciendo que no tuviera miedo, el vampiro se sentó a su lado y apoyó los hombros
temblorosos de Lydia.
"Entiendo que estés asustada dada la situación, pero no tienes por qué estar tan aterrorizada".
"..."
"No te haré daño, así que no tienes por qué preocuparte".
Cuanto más amable era el vampiro con Lydia, más se intensificaba su miedo.
"¿Qué quieres... de mí...?"
Una vez vencido el miedo, Lydia se armó de valor y preguntó. El vampiro ladeó la cabeza ante su
pregunta.
"¿Nada?"
"Entonces... ¿por qué... me mantienes así?"
"Porque no quieres formar parte de nuestra familia o parentesco, y nuestro rey aún no confía en ti".
Lydia Schmidt miró a Eleris con un rostro lleno de desesperación.
"¿No puedes... matarme... y ya?"
Ahora que Lydia conocía la identidad de Reinhardt, ni siquiera podía inventar un argumento en su
defensa.
Ella, que temía convertirse en vampiro, había traicionado a sus camaradas de la Sagrada Orden.
Independientemente de si el Rey Demonio era un apóstol de Tu'an, sus propios pecados eran
profundos.
Por eso Lydia, ahogada en culpa, ahora sólo deseaba una muerte limpia.
"Eso no me gustaría, así que no puedo".
¿Estaba destinada a estar atrapada en este oscuro subterráneo para siempre? ¿A permanecer así
hasta que aceptara convertirse en vampiro, incapaz de morir?
¿Se había convertido en un ser humano criado por un vampiro?
Al ver la expresión de Lydia, Eleris pareció comprender algo y bajó la cabeza.
"No puedes volver al templo, pero al menos puedes salir. Por supuesto, vayas donde vayas, debes
estar conmigo".
"...?"
"Algunas personas podrían reconocerte, así que alteraré un poco tu apariencia. Si quieres ir a algún
sitio o comer algo, sólo tienes que decirlo. Si quieres cambiar de aires, podemos teletransportarnos a
lugares lejanos. No te preocupes por la distancia".
Lydia Schmidt pensó que este vampiro era extraño.
"Puedes visitar a tu familia, si la tienes. Por supuesto, tendré que vigilar desde cerca. Eso lo
entenderás, ¿verdad?"
"N-no... no tengo... ninguna familia..."
"Ah, ya veo. Lo siento."
"N-no... está... bien..."
¿Era este realmente su destino?
Lydia sintió como si hubiera cometido un gran error.
El vampiro ante ella.
Y Reinhardt.
Lydia no entendía en absoluto lo que estaba pasando.
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En el céntrico Palacio Imperial Tetra del Imperio Erediano.
Tras terminar una reunión urgente con los ministros, el Emperador se sentó en su estudio con el
Príncipe Heredero y la Princesa ante él.
Bertus y Charlotte no participaron en sus habituales juegos mentales.
Sabían que no era una situación ordinaria.

Ahora no era el momento de ir en contra del estado de ánimo del Emperador.
"Anoche, Riverrier Lanze fue encontrado muerto junto con varios Caballeros Sagrados de élite en
un monasterio abandonado en las afueras de la región imperial del sur".
El Emperador Nelliod de Gardias relató los hechos con calma.
"Se cree que ha sido obra de la raza demoníaca".
"¿Está relacionado con... el incidente que ocurrió antes?"
Ante la pregunta de Bertus, el Emperador asintió.
Era imposible decirlo con certeza, pero la situación sugería que no podía haber otra explicación.
La Gran Guerra Demoníaca había terminado, pero aún sobrevivían poderosos demonios. Eran lo
suficientemente formidables como para lanzar un ataque a gran escala contra la Capital Imperial.
La última vez, no hubo bajas, pero esta vez, sí.
Riverrier Lanze, el antiguo comandante de los Caballeros Sagrados y uno de los héroes de la Gran
Guerra Demoníaca, había muerto.
Pero el Emperador, la Emperatriz y el Príncipe mostraban expresiones extrañas en sus rostros.
"... ¿Están los Dioses ayudando a nuestro Imperio?"
Ante las palabras del Emperador, tanto Charlotte como Bertus temblaron pero sólo pudieron asentir.
La aparición de demonios de alto rango en la Capital Imperial era una calamidad, pero los tres
sabían que, a la larga, esta situación era una bendición disfrazada.
"Entre los que murieron en ese lugar, ¿se encontraban no sólo Riverrier Lanze, sino también los
líderes religiosos sin nombre del Monasterio Sin Nombre?"
"No puedo decir con certeza la composición exacta, pero ese parece ser el caso".
El Emperador asintió de nuevo en respuesta a la pregunta de Charlotte.
La familia real ya había comprendido la existencia del Monasterio Sin Nombre, una organización
religiosa secreta formada por Riverrier Lanze.
Sin embargo, la situación era delicada, ya que no se sabía cuándo iba a estallar el mundo religioso,
y no podían tomar medidas contra la Orden.
El asesinato era difícil. El propio Riverrier Lanze era un luchador excepcional, y los líderes de la
Orden Sin Nombre eran veteranos curtidos en batalla.
Incluso si lograban asesinarlos, sería obvio que la familia real estaba detrás de ello.
Así pues, la familia imperial había estado reflexionando sobre cómo hacer frente a las crecientes
semillas de división sin recurrir a ninguna acción.
Y entonces, en una sola noche, fueron aniquilados.
Además, numerosos civiles habían visto demonios voladores en los alrededores. No se podía
sospechar que la familia real estuviera detrás de ello, ni se les podía acusar de serlo.
Aunque la aparición de las fuerzas demoníacas supervivientes fue un desastre, el Imperio había
salido ganando sin mover un dedo.
"¿Entendéis por qué los demonios atacaron a Riverrier Lanze en lugar de a los Caballeros
Sagrados?"
"Aparte de rencores personales contra Riverrier Lanze... no estoy seguro."
Bertus sólo podía hacer tal inferencia.
"Más importante, creo que es crucial determinar si los demonios sabían del Monasterio Sin Nombre
y los atacaron".
"Si lo sabían, deberían haberlos dejado en paz para debilitar al Imperio..."
"Exactamente."
Si los demonios conocían el propósito del Monasterio sin Nombre, les convendría dejarlos en paz
para debilitar al Imperio. Por lo tanto, no podían saberlo, y esa conclusión era razonable.
No había forma de que pudieran suponer que los demonios trataban de proteger al Imperio, así que
ni siquiera el corazón del Imperio podía comprender la verdadera naturaleza de la situación.
Así pues, se quedaron a oscuras.
El antiguo problema había desaparecido, pero había sido sustituido por otro.
Poderosos demonios aún sobrevivían y podían atacar la Capital Imperial en cualquier momento.
Era imposible saber si el Rey Demonio había resucitado de verdad o si había un sucesor al trono.
Sin embargo, todos en el Imperio se habían dado cuenta de que la Gran Guerra Demoníaca aún no
había terminado.
Sabían que esto tendría un efecto positivo en el Imperio por el momento.
------
Después de atender al Emperador, en un pasillo a un lado del Palacio Central, Tetra.
Bertus y Charlotte caminaban por el pasillo, preparándose para abandonar el Palacio Central.
"¿Qué piensas, hermana?"
"...¿Sobre qué?"
"La posibilidad de que ese niño que buscas esté involucrado en esto".
"No quiero oír esas tonterías".
A pesar de decir eso, la mente de Charlotte también estaba agitada.
"¿Y si ese niño resulta ser el hijo del Rey Demonio o algo así..."
"Cállate."
Charlotte miró a Bertus con expresión adusta.
"¿Qué intentas decir? Yo soy la que ha acabado viviendo gracias al hijo del Rey Demonio. Así que
toda esta situación es por mi culpa. ¿Quieres decir algo así? ¿Que debería haber muerto en tus
manos? ¿Quieres decir algo así?"
Ante las palabras hostiles de Charlotte, Bertus sonrió y bajó la cabeza.
"No. Sólo quería decir que sería un gran alivio que así fuera. Casi cometo un error fatal, ¿no?"
La competición no tiene sentido sin el Imperio.
Al ver su expresión llena de maldad, Charlotte sintió que iba a vomitar.
Alguien tenía que escuchar esta conversación. Pero no había nadie para escucharla.
Incluso si alguien la oyera, nada cambiaría.
Las palabras de Bertus, deseando que el niño fuera más bien el hijo del Rey Demonio o algo
similar, eran comprensibles.
Charlotte sabía lo que estaba pensando.
Aunque quedaran restos de los demonios, no podrían derribar el Imperio. La Tierra Oscura había
sido efectivamente destruida, y el Castillo del Rey Demonio había sido capturado.
Los demonios restantes no podían hacer más que una guerra de guerrillas.
Por lo tanto, si surgía un punto de reunión para los demonios supervivientes que causara una
perturbación, el Imperio podría enfrentarse al caos, pero no se dividiría.
Bertus esperaba la existencia del sucesor del Rey Demonio desde esa perspectiva.
Charlotte también lo sabía.

Esta situación, aunque incomprensible, era en última instancia buena para el Imperio.
¿Podría ese niño estar realmente emparentado con el Rey Demonio?
A pesar de esa posibilidad, el niño no parecía tener habilidades y era sumamente ordinario.
Sin embargo, Charlotte sabía que no podía negar por completo esa posibilidad.
Capítulo 329
En la Capital Imperial se tomaron medidas inmediatas.
Aunque el festival en sí había terminado, el Templo, que debía permanecer abierto hasta el final del
fin de semana, comenzó a controlar el número de visitantes de inmediato, y se aplicaron medidas
inmediatas en toda la Capital Imperial.
Como los militares controlaban todas las puertas de la Capital Imperial, se hicieron esfuerzos por
restablecer el orden.
Por supuesto, dado que todos estos acontecimientos estaban teniendo lugar fuera del Templo, me
pareció como si el festival del Templo hubiera terminado un poco antes de lo previsto.
"Está tranquilo."
"Sí, lo está."
Ellen y yo estábamos paseando por el Templo ahora pacífico una vez más.
Aunque había sido elegida Miss Temple, Ellen seguía siendo sólo Ellen.
Nada había cambiado significativamente, y parecía que ella no le daba mucha importancia. En todo
caso, le resultaba molesto.
El festival había terminado.
Dado que el torneo había terminado, tendría una audiencia con el emperador, pero dadas las
circunstancias, tal vez no hubiera oportunidad para ello.
La cuestión de la malversación de los fondos de ayuda al orfanato se resolvería más tarde.
Aunque no pudo ver el concurso, Ellen se convirtió en Miss Temple, y Cliffman dijo que había
entrado en la clasificación.
No estoy seguro de si se resolvió su problema de autoestima y mareo.
Parecía que Liana le regañaba por no ser capaz de ganar como Ellen.
¿Podría ser que, en lugar de recuperarse del mareo, sólo ganara a una matona pendiente de él?
También estaba el asunto de Lydia Schmitt.
Lydia Schmitt había desaparecido. Independientemente de su inminente graduación, Lydia Schmitt

seguía siendo una estudiante del Templo y una ganadora de torneos sin restricciones.
El asunto de su desaparición pronto saldría a la luz.

Eleris, que la retenía, tomaría medidas, pero Lydia Schmitt era miembro del Monasterio de los Sin
Nombre. Sin duda, sería una testigo clave en este caso.
Por ahora, sólo podía esperar que Eleris la mantuviera bien oculta.
Entonces,
"Llegaron las vacaciones."
"Sí."
Las vacaciones de invierno habían comenzado.
Aunque la familia real estaría en agitación, yo había completado mi tarea de matar a Riverrier
Lanze.
"¿Qué vas a hacer durante este descanso?"
Ellen me miró y preguntó.
"Bueno, no tengo ningún sitio al que ir, así que supongo que me quedaré en el Templo".
Hay mucho que hacer.
Negociaciones con el Consejo de Vampiros.
Restablecer contacto con la Orden Negra.
Reunir información sobre Cantus Magna.
Decidir el paradero de Adriana.
Contactar y actuar contra las fuerzas revolucionarias.
Aunque no es mi responsabilidad, también está el trabajo de la Sociedad de Investigación Mágica.
Más bien sentía que había estado posponiendo las cosas que no podía hacer durante el semestre para
después de las vacaciones, así que, aunque no pudiera decírselo, ahora estaba más ocupado que
nunca.
Ellen caminó silenciosamente a mi lado.
"Yo volveré a casa".
"...¿A casa?"
"Sí, a casa".
Naturalmente, los padres de Ellen estaban vivos y bien. No había podido ir a casa en todo el año, así
que parecía que quería volver durante estas vacaciones de invierno.
No había establecido los detalles de los antecedentes familiares de Ellen o asuntos por el estilo.
Ellen no era ni noble ni plebeya.
El héroe Ragan Artorius era un aventurero que creció en una familia ordinaria en un pueblo
ordinario.
Y así, Ellen, la hermana menor, era también una chica criada en una familia ordinaria en un pueblo
ordinario.
Ellen ya era una chica de pocas palabras, pero nunca hablaba de su pueblo natal. Por supuesto, no es
que no quisiera hablar de ello, sino que no veía ningún motivo para hacerlo.
Para empezar, yo tampoco se lo pregunté nunca.
Si empezaba a preguntarle, ella me haría preguntas a su vez, y entonces yo no tendría nada que
decir. Así que, intencionadamente, no se lo pregunté.
De todos modos, si vuelve a casa, estará con su familia después de mucho tiempo. ¿Piensa quedarse
allí todas las vacaciones?
"...¿Cuándo volverás?"
"No lo sé.
Parecía que no tenía pensamientos o planes más allá de volver y pasar tiempo con su familia.
¿Tiene la intención de volver cuando comience el nuevo año escolar después de las vacaciones?
Eso sería dentro de unos meses, ¿no?
Incluso si vuelve en marzo, serán dos meses sin ella en el templo.
"...¿Por qué?"
No sé cuál era mi expresión, pero Ellen ladeó la cabeza mientras me miraba.
"¿Desearías que volviera antes?"
¡No, no es eso!
¡¿Por qué preguntas eso de repente?!
¿Tienes idea de cómo me hace sentir?
¿Crees que te echaré de menos si no te veo durante mucho tiempo?
Me mira con una mirada tan penetrante.

Tú...
Tú realmente...
"...Sí."
Al final, lo dije con una sensación de estar enfermo y moribundo.
No.
Me preocuparía si no te viera por mucho tiempo.
Aunque te quedes en casa, nunca sabes lo que le puede pasar a una persona.
¿No es verdad?
No es porque pueda echarte de menos sin ti aquí.
No será... probablemente.
Ellen pareció reflexionar un momento antes de inclinar de nuevo la cabeza.
"Entonces, ¿quieres venir conmigo?"
"...¿Qué?"
"A mi casa. ¿Quieres venir conmigo?"
Una vez más, me quedé sin habla ante su repentina pregunta.
¿Me está pidiendo que vaya con ella porque cree que me echará de menos cuando no esté?
¿Qué quiere decir con eso?
Ahora, ni siquiera sé qué está pasando entre ella y yo...
Aunque le dije que no tenía nada que hacer, no tuve palabras para su invitación a ir con ella.
No tenía derecho a decir por qué iría allí, teniendo en cuenta que yo también había entrado en
Arnaria sin Harriet.
"Si no quieres, está bien".
Ellen siguió caminando tranquilamente. No parecía enfadada ni nada por el estilo...
No está enfadada, ¿verdad? Sus labios suelen hacer pucheros cuando está enfadada, pero ahora no
parece así.
Pero aún así.

Conocer a los padres de Ellen...
Los padres del Héroe Ragan Artorius.
Eso despertó mi curiosidad.
Simplemente presenté a los personajes como un héroe y la hermana menor del héroe, sin necesidad
de explicar cómo eran sus padres.
¿Quiénes podrían ser sus padres para que sus dos hijos resultaran ser monstruos?
No, dejando eso de lado, yo sólo...
Siento curiosidad por el entorno en el que creció Ellen.
Sin embargo, tenía mucho que hacer durante estas vacaciones.
No podía permitirme estar ausente.
"...Lo siento."
"¿Por qué lo sientes?"
No hay razón para disculparse por no ir con ella.
Parecía que a Ellen le parecía bien y se encogió de hombros.
------
Adriana había estado desconcertada estos últimos días.
Por supuesto, era muy diferente del desconcierto que experimentó mientras estuvo cautiva del
Monasterio Sin Nombre.
"Oye, ¿necesitas algo?"
"No... estoy bien, hermana mayor."
Después de que Reinhardt se hubiera marchado, la misteriosa líder de la organización parecía

rondarla constantemente cada vez que tenía un momento libre.
"Je. Si necesitas algo, dímelo. Siempre estoy aquí".
En la última planta del edificio, se tumbó en el sofá de un lugar que podría llamarse su despacho,
sin hacer nada. Adriana pasaba todo el día en la habitación detrás de ella.
"Pero si me das una habitación... ¿dónde duermes, hermana? La última vez dormiste en el suelo..."
"¿Yo? A mí esas cosas no me importan".

Apenas usaba su habitación, sólo se quedaba cerca de la oficina.
Ayer mismo, Adriana se sobresaltó cuando fue al baño en mitad de la noche.
Vio a la jefa, que le había dado una habitación, tirada en el suelo de la oficina, profundamente
dormida.
Darle una habitación y dormir en el suelo.
Sorprendida, Adriana le dijo que no durmiera en un sitio así, pero la jefa se limitó a rascarse la
barriga y a decir: "Yo siempre duermo así", antes de volver a tumbarse.
No parecía mala persona.
Adriana se sentía extraña cada vez que Loyar, una persona de un tipo que nunca había visto antes,
revoloteaba a su alrededor.
‘¿Qué haces?’
‘¿No te aburres?’
‘¿Quieres dar un paseo?’
‘¿No quieres comer algo?’
‘¿Estás a gusto aquí?’
Siempre que intentaba meditar en su habitación, Loyar daba vueltas a su alrededor y entablaba
conversación.
A Adriana no le resultaba molesto.
Más bien, el constante dar vueltas y la curiosidad de Loyar le recordaban a un cachorro.
Sabiendo que era de mala educación pensar así, Adriana no podía evitar imaginarse a un perro
grande dando vueltas a su alrededor. El comportamiento de Loyar era extrañamente entrañable, y
Adriana se sentía extraña cada vez que veía a esta desaliñada jefa.
¿Qué clase de persona es...?
Adriana no sabía qué clase de lugar era esta, ni por qué la jefa tenía el aspecto más desaliñado de
todos.
Mientras que los demás llevaban ropa decente y se mantenían limpios,
Loyar siempre iba desaliñada, con el pelo suelto en todas direcciones, como un perro que hubiera
estado bajo la lluvia y no se hubiera bañado.
Adriana había vivido en un monasterio.

Su vida se centraba en el autocultivo, el cuidado personal era una obviedad y era extremadamente
estricta con la limpieza y el orden de su entorno.
Habiendo vivido la pulcra vida de una monja, Adriana se dio cuenta por primera vez de que tenía
una extraña compulsión cuando se trataba de Loyar.
Independientemente de quién fuera Loyar,
y lo aterradora que pudiera ser,
era insoportable ver a alguien viviendo en ese estado.
"Um... Hermana mayor."
"¿Eh? ¿Qué? ¿Qué pasa?"
Cuando Loyar se acercó rápidamente, Adriana dio un paso atrás, ligeramente sobresaltada.
"Um... ¿Qué tal si nos damos un baño...?"
"¿Un baño? ¿Por qué?"
"Bueno... queda bonito cuando está limpio... y... no huele raro... ¿no crees? ¡Oh, no! ¡No quiero
decir que huelas raro! Es que... pensé que no sería bueno para tu salud..."
Loyar ladeó la cabeza y se olisqueó el brazo.
"¿Huele? Es sólo mi olor corporal".
"No, no puede ser tu olor corporal... Um, um."
Afirmar que no había olor era mentira.
Pero Adriana no se atrevía a decir que olía a perro mojado, así que apretó los labios.
El momento de duda de Adriana sobre qué decir no duró mucho.
"Entonces me lavaré, ¿vale?"
Con eso, Loyar se apresuró a irse a alguna parte.
"..."
Cuando Adriana vio reaparecer a la mujer de pelo blanco, con el pelo mojado chorreando agua, se
quedó mirando a Loyar.
"Me he lavado. ¿Todavía huele?"
Era evidente que sólo se había salpicado agua.

Peor aún, seguía llevando la misma ropa empapada. Y, sin embargo, decía que se había lavado, así
que no debería pasar nada.
Adriana sintió como si algo importante en su interior se hubiera hecho añicos.
Creía entender, hasta cierto punto, por qué Reinhardt a veces se lanzaba sin pensar como un loco.
Así que esto era lo que sentía.
¡Una bofetada!
"¿Ay?"
"Sígueme".
Adriana empezó a arrastrar a una desconcertada Loyar.
------
¡Splash!
"¡A mí, no me gusta este olor!"
"¡Qué quieres que haga si no te gusta el olor a jabón!"
"¡Eek! ¡No me lo apliques! ¡Es resbaladizo!"
"¡Quédate quieta un momento!"
Todos los miembros de la Banda alzaron el cuello ante los sonidos procedentes de la ducha.
"¿Qué está pasando?"
"Es la señorita que trajo Reinhardt hace unos días".
"¿Qué pasa con ella?"
"Parece que está intentando lavar a la jefa".
"¿A la jefa?"
"¡Ven aquí!"
"¡No! ¡He dicho que no! Me voy.
"¡¿A dónde vas, así desnuda?! ¡Vuelve aquí rápido!"
¡Thud!
Todos los miembros de la Banda que pasaban por el pasillo se quedaron boquiabiertos.
Alguien estaba intentando lavar a la fuerza a su jefa, que era tan testaruda como un perro salvaje.
Por lo que parecía, era la jefa el que estaba siendo atrapada, no Adriana.
Su jefa odiaba cualquier cosa molesta, y lavarse o cambiarse de ropa también le resultaba muy
molesto.
Decía que se había lavado después de echarse agua en la cara.
"¡Basta ya! ¡He dicho que pares!"
"¿Vienes o no?"
Y ahora, esta misteriosa dama del templo estaba lavando a Loyar a la fuerza. Loyar hizo ruidos
como un perro al que atrapan, tratando de evitarlo, pero al final, fue capturada y obligada a ser
lavada, gimiendo todo el tiempo.
"Parece que el Templo realmente es algo".
"Tienes razón. La jefa no puede hacer nada".
Todos comentaban lo asombroso que debía ser el Templo, cada uno añadiendo su propio comentario
al pasar.
Lavar a un perro grande enloquecido era una tarea agotadora. Naturalmente, el que lavaba acababa
empapado.
Adriana estaba empapada, desde el pelo hasta la ropa. Por supuesto, la persona lavada, Loyar, se
había puesto ropa nueva, y su pelo mojado estaba siendo secado diligentemente con una toalla por
Adriana.
"¿Ves? Se siente mucho mejor cuando estás limpia".
"...¿Ah, sí?"
Loyar miró su reflejo en el espejo con expresión hosca.
Después de secarse bien el pelo revuelto, Adriana empezó a peinar cuidadosamente a Loyar con un
cepillo.
Loyar no sabía otra cosa, pero la sensación del cepillo arañando suavemente su cuero cabelludo y su
pelo le resultaba agradable, así que cerró los ojos y se abandonó al tacto de Adriana.
El enmarañado y desaliñado pelo blanco renació bajo las manos de Adriana.
Por supuesto, como no se había cuidado en absoluto, no estaba sedoso y brillante como la seda fina,
pero ya no sobresalía en todas direcciones como un perro salvaje despeinado.
"A partir de ahora, por favor, lávate con regularidad".

"Eh... no sé".
Loyar se dio unos golpecitos en la cabeza.
"Péiname un poco más".
"..."
Al final, Adriana la peinó durante un buen rato.
Al ver por primera vez a Loyar con aspecto humano, los miembros del club se quedaron
boquiabiertos.
"Realmente parece una persona".
"Ni que lo digas".
"¡¿De qué estáis hablando?!"
Todos estuvieron de acuerdo en que, efectivamente, parecía una persona, y asintieron con la cabeza
en blanco.
------
Los turistas a lo largo de la Capital Imperial fueron evacuados rápidamente bajo control. La
sensación de crisis aún persistía en el aire, pero la atmósfera caótica se fue calmando poco a poco.
La familia imperial no tuvo más remedio que hacer un anuncio para evitar que los rumores
indiscriminados se extendieran entre la gente.
Unos demonios aparecieron en la región sur de la Capital y masacraron al antiguo Comandante de

los Caballeros Sagrados, Riverrier Lanze, y a otros creyentes de las Cinco Grandes Iglesias, que
estaban celebrando una reunión en un monasterio abandonado cercano.
La identidad de los demonios atacantes no estaba clara, y la familia imperial estaba investigando el
incidente con todos sus esfuerzos.
Aunque se trataba de una situación de emergencia, la gente no debía dejarse confundir por rumores
infundados relacionados con el Rey Demonio.
En resumen, el anuncio de la familia Imperial fue así.
No había ninguna mentira en el contenido. No había razón para mezclar falsedades.
En una situación en la que podría estallar una rebelión a gran escala si se enfrentaban a las fuerzas
de las Cinco Grandes Iglesias, los demonios les habían quitado hierro al asunto.
La animosidad de las Cinco Grandes Iglesias hacia el Imperio se redirigiría ahora hacia los
demonios.
En ese momento, estaba sentado tranquilamente en el tenue canal subterráneo.
Con una pequeña hoguera encendida.
-Splash
Alguien apareció en la distancia, acompañado por el sonido de unos pasos.
La figura que se reveló era el Conde Argon Ponteus.
Sarkegaar.
"¿Todo bien?"
"Sí, Alteza".
"Siéntate."
"Sí."
Sarkegaar se sentó frente a mí.
No pasó mucho tiempo antes de Eleris se reveló de la nada.
"¿Dónde está Lydia?"
"Está en mi habitación. No te preocupes, no se escapará".
Eleris también se sentó en silencio junto a la hoguera.
Había convocado a todos mis subordinados al lugar que solía ser base de la Banda Rotatoria, ya que
teníamos que discutir el reciente incidente y algunos otros asuntos.
Una vez que Loyar llegara, podríamos empezar la conversación.
Después de esperar un rato, alguien apareció con el sonido de unos pasos.
"...?"
"?"
"¿Qué pasa?"
Al ver a la persona que se reveló, los tres no pudimos evitar ladear la cabeza confundidos.
"...?"
Con todos nosotros mostrando expresiones desconcertadas, la persona que había llegado también
ladeó la cabeza.
"¿Loyar...?"
"No lo parece".
El pelo blanco no era tan común.
En efecto, era Loyar, pero era tan diferente de lo habitual que los tres no pudimos evitar
sorprendernos.
Normalmente, Loyar parecía una mendiga, por lo que la gente tendía a mantener las distancias
cuando se acercaba. Pero ahora, el atuendo y el pelo de Loyar parecían perfectos.
No.
¿Loyar siempre tuvo este aspecto?
Sorprendentemente, parecía bastante decente, ¿no?
"¿Te has lavado?"
En respuesta a la pregunta de Eleris, Loyar asintió con la cabeza.
"¿Hay algún problema con eso?"
"¿Pero por qué?"
Sarkegaar y Eleris se asombraron sólo porque Loyar se había lavado y cambiado de ropa.
Loyar.
¿Qué clase de vida has estado viviendo?
¿Y por qué te has lavado?
Es absurdo que alguien se sorprenda por algo tan simple como lavarse.
Loyar se desplomó.
"Me lavó la niña que me confió Su Alteza".
"...¿Adriana?"
"Sí."
La sensación de oír a alguien admitir con confianza que había sido lavado por otra persona era
bastante extraña.
¿Es realmente un perro o algo así?

Capítulo 330
¿Habían intimado Adriana y Loyar lo suficiente como para que ella le diera un baño?
A Loyar parecía gustarle Adriana.
"Tienes buen aspecto. Deberías mantener este aspecto más a menudo. No soportaba el olor
constante a perro mojado".
Con una sonrisa, Eleris dijo eso, haciendo que Loyar la fulminara con la mirada.
"Me bañe o no..."
"Antes de volver, compra insecticida y rocíalo sobre esa niña. Le habrás contagiado las pulgas y
piojos que viven en tu cuerpo".
"¿En serio? ¿Por qué me tratas así? No tengo pulgas ni piojos".
"Si no los tienes, eso es aún más extraño. ¿Eras tan asquerosa que ni siquiera las pulgas o los piojos
pueden sobrevivir en ti?"
"¡Cállate!"
Sorprendentemente, Eleris tiene tendencia a burlarse de Loyar. La respuesta de Loyar fue bastante
divertida.
Es algo parecido a cuando yo me burlo juguetonamente de Harriet.
De todos modos, Loyar, la bestia de pelo blanco que se había transformado de perro mojado a
humana, se unió a nosotros.
"Muy bien, la última vez las cosas eran urgentes, así que no pude explicarlo todo bien. Hoy os he
hecho venir porque tenemos algunas cosas que resolver".
La última vez, les hice realizar sus tareas sin explicarles los detalles ni las intenciones. No pudimos
hablar mucho después, ya que teníamos que volver al Templo.
Lo más importante era Sarkegaar.
Puede que Eleris y Loyar no lo supieran, pero tenía que asegurarme de que Sarkegaar comprendiera
la situación.
"La última vez, es cierto que quería salvar a Olivia. Y es cierto que también quería salvar a
Adriana".
Los tres guardaron silencio ante mis palabras.

"Olivia comparte Tiamata conmigo, y desempeña un papel importante en la impresión de la magia

divina en Tiamata. Es una existencia insustituible. Por supuesto, no diré que las utilizo sólo para
eso. Tanto Adriana como Olivia son importantes para mí".
"Su Alteza... Tienes demasiado afecto por... No, no importa".
Sarkegaar parecía preocupado, intentando decir algo pero al final cerró la boca. Parecía haberse
rendido, dándose cuenta de que no podría persuadirme en este asunto.
"Ahora mismo, lo que más curiosidad te despierta es por qué dejamos que los humanos supieran de
nuestra existencia, ¿verdad?"
"Sí, Alteza. Si los humanos saben que hay un nuevo Rey Demonio, se unirán e intentarán
encontrarnos por cualquier medio".
Los remanentes de los demonios se revelan para evitar la fragmentación del imperio.
Sería bueno para el imperio, pero para Sarkegaar, que sueña con reconstruir el mundo demoníaco,
sería el peor de los males.
Sin embargo, siempre se pueden crear razones.
"Sarkegaar, ¿quieres oír algo interesante?"
"¿Qué es?"
"Justo antes de que Riverrier Lanze muriera, se ofreció a unir fuerzas conmigo."
"!"
Ante mis palabras, tanto Eleris como Sarkegaar parecieron horrorizados.
"Dijo que si sus fuerzas causaban el caos en el imperio, sería bueno para nosotros. Que unir fuerzas
sería mejor".
"¿El Comandante de los Caballeros Sagrados... dijo eso?"
"Los humanos son seres así".
Bajé la voz.
"Por su propio beneficio, están más que dispuestos a unirse con los no humanos y matar a sus
congéneres".
La maldad y el egoísmo humanos
Hablo de ello.
"Entonces... ¿Todo lo que teníamos que hacer era unir nuestras manos...?"
"Te lo dije. Riverrier Lanze quería dos cosas que yo no podía conceder. Así que no había forma de
negociar con Riverrier Lanze".
No pretendo ocultar que Adriana y Olivia son preciosas para mí.
"Ahora mismo, nuestro poder aún es débil. Si los humanos se dividen ahora y el imperio consigue
arreglar la situación, para cuando se produzca la verdadera división dentro del imperio, puede que
todo esté ya resuelto."
"..."
"Ahora no es el momento adecuado. Sería mejor golpear uno a uno cuando tengamos una base
sólida y todo esté preparado. Ya sea una revolución o el establecimiento de un Sacro Imperio".
Mis palabras cambian lentamente la expresión de Sarkegaar.
Es una expresión que pasa de la sospecha y la duda a la búsqueda de una respuesta.
"El Sacro Imperio no es un asunto que vaya a desaparecer sólo porque Riverrier Lanze haya muerto.
Están surgiendo facciones independientes dentro de las Cinco Grandes Religiones. Podrían
encontrar otro punto focal además de Riverrier Lanze".
"Y esas facciones se unirán a nosotros si es necesario".
"¿Las fuerzas revolucionarias? No son diferentes. El imperio es un monstruo enorme. El monstruo

al que deben enfrentarse los revolucionarios es grande y poderoso. ¿Ellos? Por supuesto, si piensan
que el poder del nuevo mundo demoníaco puede hacer temblar al imperio, seguramente se unirán a
nosotros."
"Por supuesto, si fueran los días en que el anterior Rey Demonio prosperaba, nunca unirían sus
manos con nosotros. Sólo quieren utilizarnos".
"En otras palabras, sólo podemos unir nuestras manos ahora que ambos somos débiles, para
enfrentarnos al monstruo llamado imperio".
"Entonces, revelarnos ahora no es para unir a la humanidad."
"Es para informar a las fuerzas anti-imperiales de nuestra existencia".
"Entonces, nos acercamos a ellos uno por uno e intercambiamos el valor de uso de cada uno.
También podemos discutir en detalle el momento y la oportunidad de destrozar el imperio."
"Ya sea una revolución, el establecimiento del Sacro Imperio o la reconstrucción del mundo de los
demonios, ¿no sería mejor para cada parte alcanzar sus objetivos si ocurren simultáneamente, en
lugar de secuencialmente? No tendrían motivos para rechazar una propuesta así".
"En otras palabras, este es el punto de partida para crear una alianza antiimperial".
El objetivo principal es informar a la humanidad de que el mundo de los demonios sigue

prosperando, y así detener su división.
Sin embargo, dependiendo de cómo se presente, nos hemos revelado para unirnos a las fuerzas anti-
imperiales y utilizarlas.
Una alianza anti-imperial.
Todo depende de cómo se articule.
Ante mis palabras, Eleris me mira con expresión perpleja.
Incluso Eleris, que conoce mis verdaderas intenciones, está asombrada. Podría pensar que todo lo
que digo sobre el futuro es mentira, y que mi verdadero objetivo podría ser éste.
Incluso Eleris, a quien le he revelado todo, está sorprendida.
"La sabiduría de Su Alteza... ¡Estoy asombrado...!"
Sarkegaar no tenía nada más que decir.
Sus dudas habían sido resueltas.
Tenían que estarlo.
Aunque todo dependiera de cómo lo explicara, si realmente tenía la intención de hacerlo, podía
hacerlo. Si derrocar el imperio era la prioridad, las fuerzas revolucionarias se unirían a nosotros.
Por supuesto, tras la caída del imperio, intentarían acabar con nosotros, pero era natural unir fuerzas
con un futuro enemigo por necesidad.
Primero, derrocaríamos a nuestro enemigo más inminente y significativo, y después, derribaríamos

a los más pequeños que se habían aliado con nosotros.
Si realmente queríamos, podíamos hacerlo realidad.
"Nuestro contacto con las fuerzas revolucionarias será bajo el nombre de Tierras Oscuras."
"Entiendo, Su Alteza..."
Sarkegaar parecía asombrado, como si no hubiera podido imaginar que mi plan fuera tan grandioso.
Pero en verdad, todo era mentira.
Los asuntos de las fuerzas revolucionarias y del Sacro Imperio.
Durante mis contactos con las fuerzas centrales y el intercambio de información, lo que decía no era
sobre la revolución o el colapso del imperio, sino más bien que "aún no era el momento".
Sólo necesitaba ganar tiempo hasta que ocurriera el incidente de las Puertas.
Alrededor de un año a partir de ahora.

Si podía mantenerlos contenidos durante ese tiempo, mi objetivo estaría cumplido. Todo lo demás
podría posponerse.
Ya sentía que la cabeza me iba a estallar sólo por el incidente de las Puertas, y ni siquiera podía
pensar en cómo mis acciones de ahora llevarían a otros acontecimientos más adelante si la situación
no se había resuelto adecuadamente.
Más o menos había terminado de explicar mis intenciones. Lo más importante era que Sarkegaar
estuviera convencido, y parecía estarlo.
Sarkegaar, rebosante de entusiasmo, se marchó rápidamente a buscar la forma de ponerse en

contacto con las fuerzas revolucionarias lo antes posible.
A pesar de su aspecto, es minucioso en su trabajo, así que no me preocupa.
"¿Tienes algo que decir?"
"Si Su Alteza lo dice, entonces así debe ser".
Loyar seguía allí sentada, boquiabierta, incluso después de escuchar toda la historia. Parecía como
si su mente se hubiera extraviado en alguna parte.
De todos modos, la conversación había terminado.
"¿Cómo está Adriana? ¿Le va bien? A juzgar por el hecho de que te bañó, parece que le va incluso
mejor de lo que esperaba".
Teniendo en cuenta que Loyar estaba hablando de ser bañada por alguien mucho más joven que
ella, tenía muchos problemas.
"Es como un ángel comparada con esa mocosa odiosa. Es tranquila, amable y siempre quiere
ayudar, lo que sinceramente es bastante molesto."
Aunque dijera eso, no podía evitar sonreír cada vez que mencionaba a Adriana.
Derrotada por una niña pequeña.
¿No es demasiado fácil?
Bueno... los perros son así en primer lugar...
Mirándolo bien, la personalidad de Ellen era más parecida a la de un gato. No expresaba sus
emociones con facilidad y parecía desinteresada hasta que de repente se acercaba y se sentaba en el
regazo de uno.
Quizá Ellen y Loyar nunca fueron realmente compatibles.
Había estado pensando en mandar a Adriana a otra parte.

Pero al ver a Loyar así en tan solo unos días, empecé a preguntarme si a Adriana le iba realmente
bien.
Por supuesto, esa era sólo la opinión de Loyar, y los pensamientos de Adriana podían diferir, así que
decidió visitarla más tarde.
De algún modo, los pasos de Loyar se sintieron más ligeros al salir de la cloaca, y miré a Eleris por
última vez.
"¿Cómo está la situación con Lydia?"
"Um, ella me tiene bastante miedo, para ser honesta. Pero supongo que no hay nada que hacer. Si
Su Alteza confía en mí con esto... creo que pronto habrá buenos resultados".
En un principio, Lydia Schmitt iba a ser asesinada, pero Eleris había pedido perdonarle la vida, así
que confiaba en que manejaría bien la situación.
------
Martes.
El caos de antes parecía haberse calmado un poco. La mayoría de los que querían irse se habían
marchado, y aunque la investigación continuaba, parecía estar estancada.
No había ningún rastro real que encontrar, ni había forma de rastrear a nadie.
En ese momento, me encontraba en el despacho de la presidenta del consejo estudiantil.
La presidenta y el vicepresidente del consejo estudiantil, personas a las que ya había conocido
durante el asunto del presupuesto del club.
Presidenta del Consejo Estudiantil de Temple, la estudiante de quinto año Rain Calli.
Vicepresidente, el estudiante de cuarto año Herman von Logarius.
El Festival del Templo había terminado y se respiraba una sensación de alivio, pero los dos parecían
aún bastante agotados.
"A partir de ahora, a todos se les concederá una audiencia con Su Majestad, el Emperador".
Los ganadores del torneo tenían derecho a una audiencia con el Emperador. Había pensado que el
incidente podría haber causado la cancelación del evento de la audiencia con el emperador, pero
parecía que no era el caso.
Hubo un total de seis ganadores, de torneos de primer a sexto año.
Y una ganadora del torneo sin restricciones.
Y hubo un hecho inusual.

Esta vez, tanto el Mister Temple como la Miss Temple tendrían también una audiencia con el
Emperador.
Por lo tanto, no sólo estaba presente para escuchar sobre el proceso y las precauciones para la
audiencia con el Emperador evento, pero Ellen también estaba allí.
No sabía quién era el Mister Temple. Era un chico guapo de una clase ordinaria, bastante
desafortunado en ese sentido. Era un estudiante de cuarto año, aparentemente.
No me importaba.
Mientras explicaba varias precauciones, la presidenta del Consejo Estudiantil, Rain Calli, parecía
tener algo en mente.
Yo sabía lo que era, aunque ella no lo dijera.
Siete ganadores del torneo.
Miss Temple y Mister Temple.
Deberían haber sido nueve en total, pero sólo había ocho personas aquí.
La ganadora del torneo sin restricciones, Lydia Schmitt, había desaparecido.
La desaparición de Lydia Schmitt.
Eso también se había convertido en un problema importante.
La familia real podría asumir que Lydia Schmitt era una afiliada del Monasterio Sin Nombre y que
había sido asesinada en el incidente anterior.
Sin embargo, una desaparición seguía siendo una desaparición.
Los conocedores del Monasterio de los Sin Nombre sabrían que la búsqueda de Lydia Schmitt
estaba entrelazada con la situación actual.
Si había personas que nos habían visto a Lydia Schmitt y a mí en el distrito comercial de Aligar y
recordaban aquel encuentro, el problema se complicaría.
Yo también me había arriesgado para salvar a Adriana y Olivia.
Si eso se convertía en un problema, podía liberar a Lydia Schmitt y obligarla a cometer perjurio.
La decisión de Eleris de no matar a Lydia Schmitt podría beneficiarme de alguna manera al final.
De camino al encuentro con el Emperador
Sin embargo, no había ni una sola persona que debería haber estado allí.
Bajo la guía de la Guardia Imperial, partimos del Templo.

Por lo general, sólo a los ganadores del torneo se les concedía el honor de conocer al Emperador.
La razón de la inusual convocatoria de la Miss Temple y el Mister Temple esta vez era bastante
obvia.
"...Tengo hambre."
Ellen, que permanecía a mi lado y refunfuñaba con expresión aburrida, había sido elegida como
Miss Temple.
Ella es la hermana menor de Ragan Artorius y compañera de clase de Bertus y Charlotte.
Aquellos que sientan curiosidad por saber qué clase de persona es Ellen la encontrarán bastante
anodina.
Además, el Emperador sabe que he mejorado la condición de Charlotte.
Saviolin Turner había dicho una vez que el Emperador me llamaría algún día.
Era bastante inesperado que me reuniera con el Emperador con el pretexto de ser el ganador de un
torneo, incluso junto a Ellen.
El medio de transporte de camino al encuentro con el Emperador fue algo diferente de lo habitual,
ya que nos acompañó la Guardia Imperial.
En lugar de un tren mágico, pudimos viajar directamente a la puerta de entrada de la Ciudad

Imperial a través de la puerta warp situada más allá de la salida del Templo.
Ellen parecía no estar impresionada por toda la situación.
Llevaba la misma expresión aburrida de siempre, como si la llamada del Emperador no le

entusiasmara.
Para ser honesto, estaba un poco nervioso, pero ver el comportamiento indiferente de Ellen era
bastante divertido.
...Espera.
Ahora que lo pienso, ¿no debería ser yo el más temeroso de esta situación?
Con ese pensamiento, me pregunté si en realidad yo era más indiferente que Ellen.
Mientras entretenía estos pensamientos innecesarios, entramos en la Ciudad Imperial.
Al igual que la última vez, subimos al tranvía preparado y comenzamos nuestro viaje hacia el
palacio central.
Probablemente todos estaban experimentando el tranvía dentro del Palacio Imperial por primera
vez, y todos parecían asombrados.
"Hay un tranvía".
Ellen también parecía ligeramente intrigada.
"Es enorme, así que es necesario".
En cambio, yo seguía sin impresionarme. Sin el tranvía, sería bastante incómodo viajar dentro del
Palacio Imperial.
"¿Has estado aquí antes?"
La pregunta de Ellen me hizo sentir como si me estuviera ahogando.
"No."
Aquí estaban los Guardias Imperiales y estudiantes desconocidos.
Nadie debería saber que yo había estado en el Palacio de Primavera de la Ciudad Imperial en misión
oficial.
Bertus no debería saber que jugué un papel importante en salvar la vida de Charlotte.
Ellen se limitó a asentir a mi respuesta y miró por la ventana.
El Palacio de Invierno y el Palacio de Primavera se veían a lo lejos. Me pregunté si Charlotte y

Bertus estarían allí.
Del tranvía que paraba en Tetra, el Palacio Central, bajamos todos y caminamos en formación.
La puerta principal del Palacio Central estaba abierta de par en par. Todos parecían abrumados por
el aspecto solemne y majestuoso del Palacio Tetra, que no era especialmente extravagante. Al
volver a verlo, era un palacio que se sentía majestuoso por su sencillez.
Al atravesar el vestíbulo central del palacio y entrar en la sala de audiencias, había personas que
parecían ser nobles o funcionarios de alto rango alineados a los lados. Al final de la sala de
audiencias, en el centro, había alguien sentado en el trono imperial, situado sobre un total de cinco
escalones.
Se trataba de un hombre de mediana edad adornado con una corona y un cetro dorados, y envuelto
en un manto rojo.
Se trataba del emperador Nelliod de Gardias.

Capítulo 331
La ceremonia de ingreso no fue tan complicada.
Los funcionarios nos aplaudieron como gesto de bienvenida, y nos arrodillamos ante el emperador,
escuchando su discurso.
No sabría decir si fue preparado o improvisado, pero al final todo fue superficial.
Dijo que estaba encantado de ver los talentos excepcionales que cultivaba el Templo, una institución
que preparaba el futuro del imperio, y que esperaba que siguiéramos esforzándonos y liderando el
imperio. Para mí, no eran más que palabras vacías.
Era similar a los sermones moralizantes del director.
El emperador nos hizo levantarnos y nos estrechó la mano a cada uno, animándonos a seguir con el
buen trabajo. Naturalmente, presencié algunas escenas interesantes.
"Esfuérzate".
"¡Ah, Majestad! ¡Este es el honor de toda una vida!"
"Hmm, hmm."
Algunos de ellos estaban al borde de las lágrimas.
No, esa reacción fue en realidad la mayoría, y era de esperar.
"Esfuérzate".
"¡Grabaré este honor y gloria en mi alma y serviré al imperio por el resto de mi vida!"
"Bien."
Incluso había un tipo que parecía haber preparado sus líneas.
De todos modos, todos se retorcían de gloria. Sus reacciones eran más bien ordinarias.
"Esfuérzate."
"Sí".
Ellen asintió con la cabeza una vez como si respondiera a un profesor mientras le daba la mano al
emperador.
"Esfuérzate".
"Gracias".
Me había planteado intentar expresar mi gratitud de la forma más gloriosa posible, pero como en
realidad no lo consideraba un honor, me limité a dar una breve respuesta.
Ellen y yo tuvimos las reacciones más insólitas.
El emperador no señaló la ausencia de Lydia Schmitt en este acto, tal vez había sido informado de
antemano.
Después estaba previsto un banquete con el emperador.
Trasladados a la sala de banquetes, los estudiantes del Templo y el emperador se sentaron juntos en
una larga mesa y compartieron una comida.
Empezaron con los aperitivos, igual que en la comida que tuve en palacio la primavera pasada, y
fueron llegando los platos uno a uno.
Om nom
"?"
Los aperitivos siempre son así, pero Ellen se lo llevó a la boca, masticó y luego miró fijamente el
plato vacío.
‘¿Pero qué...?’
‘¿Por qué sólo hay esto?’
Tenía esa pinta.
Ellen tenía poca paciencia cuando se trataba de comida, y los platos largos requerían demasiada
espera. Prefería pedir varios platos, comérselos todos y luego pedir más.
Se comía rápidamente cada plato a medida que llegaba y luego se quedaba sentada hasta que
servían el siguiente.
Ahora que lo pienso, antes había murmurado que tenía hambre.
Naturalmente, el emperador observaba el comportamiento de los estudiantes mientras comía.
El emperador susurró unas palabras a la señora que le servía la comida.
...Después de eso, la ración de Ellen se triplicó.
Parecía que les había dado instrucciones discretamente después de ver su apetito. No lo dijo
abiertamente, quizá para evitar avergonzarla.
Om nom nom
Ahora que su ración era más sustanciosa, Ellen por fin podía ir a su ritmo y comer en sincronía con
los demás.
Por supuesto, Ellen no cuestionó el repentino aumento de comida.
Se limitó a comer.
"¿Qué?"
Mientras la miraba fijamente, Ellen ladeó la cabeza.
"Quiero decir, a veces... eres un poco..."
"¿Qué?"
"No importa."
Es alguien de quien estar orgulloso, de verdad.
Su fuerte apetito la hace merecedora de la consideración del Emperador.
¡Sé que no debería estar avergonzado, pero lo estoy!
Todos los demás estaban tensos y apenas comían delante del Emperador, mientras Ellen devoraba
su comida y yo la regañaba abiertamente. Todos nos miraban como si fuéramos un espectáculo
extraño.
No, yo soy el más extraño aquí, ¿verdad?
------
Después del banquete, recorrimos brevemente el palacio central, Tetra.
Aunque no visitamos el dormitorio del Emperador, vimos la sala de entrenamiento, la sala de espera
de los guardias y la galería, dando una vuelta completa alrededor del palacio. Pensé que la audiencia
y el banquete serían el final, pero el Emperador parecía haber destinado una cantidad considerable
de tiempo a este acto oficial.
Todos estaban tensos, listos para tartamudear si el Emperador les dirigía la palabra. Sin embargo, el
Emperador no nos dirigió la palabra ni a Ellen ni a mí.
Pronto supimos por qué.
Cuando todos los actos terminaron y los estudiantes, acompañados por los guardias, estaban a punto
de marcharse,
"Vosotros dos, venid aquí".
Saviolin Turner, vestida con el uniforme de Shanafel, nos llamó a Ellen y a mí.
"¿Te acuerdas de mí?"
"Sí, la jefa del escuadrón Shanafel".
Aunque no habían interactuado mucho, Ellen había visto la cara de Saviolin Turner cuando fue
nombrada supervisora de los dormitorios de primer año, así que se acordaba de ella.
"Bien. Su Majestad, el Emperador, os ha convocado a los dos por separado. Seguidme".
Los otros estudiantes se fueron, y Ellen y yo seguimos a Saviolin Turner hacia un destino
desconocido.
-Knock knock
"Majestad, he traído a los dos".
-Que entren.
"Sí."
Saviolin Turner nos miró a Ellen y a mí.
"Confío en que ustedes dos se comporten".
"Sí."
Ellen asiente.
Parecía preocupada por mí, conociendo mi verdadera naturaleza, pero no tanto por Ellen.
Como si fuera a perder la cabeza delante del Emperador.
Cuando Saviolin Turner abrió la puerta, me llamó la atención el alto techo y las paredes llenas de
libros.
Y frente a una mesa de madera cerca de la ventana, el Emperador sentado en una silla, a contraluz.
El despacho del Emperador, o tal vez una biblioteca.
Parecía ese tipo de lugar.
En un sillón cercano, estaban colocados el manto, el cetro y la corona que llevaba puestos.
Probablemente no los llevaría cuando no asistiera a actos oficiales, ya que eran incómodos.
Aunque estaba confeccionado con materiales nobles, su indumentaria no era ostentosa.
Nelliod de Gardias, sin la capa, el cetro y la corona, daba la impresión de ser un erudito.
Gulp
"Acercáos. No hace falta que os arrodilléis".
Siguiendo su orden, Ellen y yo nos acercamos unos pasos al Emperador.
El Emperador nos miró.
"¿Cuánto sabéis el uno del otro?"
Fue una pregunta inesperada, pero sabía a dónde quería llegar.
Ellen ocultaba que era la hermana menor de Artorius.
Yo también ocultaba que era el señor de Tiamata.
Su Majestad debe estar preguntando si nos conocemos. Si no, debe ser para proteger nuestro
secreto.
"Aunque hay mucho que no sabemos, nos conocemos lo suficiente", habló Ellen antes de que yo
pudiera decir nada.
Aunque hay mucho que no sabemos, nos conocemos lo suficiente.
Sus palabras parecieron calar hondo en mi corazón.
"Eso facilita las cosas. Bien".
El Emperador nos miró en silencio.
"Como Emperador del Imperio, es un honor conocer al Campeón de Tu'an y a la Apóstol de

Mensis".
Ante sus palabras, no pudimos evitar sentirnos desconcertados. El Emperador se levantó y miró en
silencio por la ventana.
"Los dioses no eligen Campeones sin sentido".
No sabíamos si creía en los Cinco Grandes Dioses.
Sin embargo, no podía negar la existencia de los dioses, así que debía estar hablando de la propia
providencia divina.
"Los campeones siempre han tenido su papel, y mientras haya situaciones en el mundo que los
requieran, los artefactos y los campeones existirán".
"..."
"..."
"Ellen Artorius."
"Sí."
"La Alsbringer está en posesión del Imperio."
La espada del Dios de la Guerra Als, Alsbringer era un recuerdo del hermano mayor de Ellen.
"Me lo imaginaba."
Como si no fuera sorprendente, Ellen simplemente asintió.
"Si la Alsbringer elige un Campeón, habrá propietarios de tres de los cinco artefactos divinos del
mundo".
Tres artefactos han aparecido en el mundo. Dos ya han elegido a sus Campeones, y la localización
de Alsbringer es segura.
"Durante la Gran Guerra Demoníaca, sólo había dos artefactos en el mundo: Alsbringer blandido
por Ragan Artorius y Lamento. Pero sólo Alsbringer se utilizó realmente".
El Emperador siguió mirando por la ventana.
"Ahora que la Gran Guerra Demoníaca ha terminado, ha aparecido un artefacto adicional. ¿Qué
creéis que implica eso?"
"¿Significa que se avecinan acontecimientos más peligrosos?"
"...Tal vez."
Ellen respondió a las palabras del Emperador.
Los dioses no dejan que los artefactos vaguen por el mundo sin cuidado.
Incluso en la Gran Guerra Demoníaca, la mayor crisis de la humanidad, sólo aparecieron dos
artefactos. Ahora, hay uno más.
El Emperador pareció interpretar esto como un mal presagio para el destino de la humanidad.
Pero eso es un malentendido.
Los Cinco Grandes Dioses no son sólo dioses para los humanos. Parecía claro que ni siquiera el
Emperador podía liberarse de tales prejuicios.
El Emperador se volvió para mirarnos a Ellen y a mí.
"Debéis estar al tanto de los recientes rumores que perturban la capital Imperial".
"Sí, Su Majestad."
"Sí."
"Alrededor de veinte Caballeros Sagrados de élite, incluyendo al antiguo Caballero Sagrado

Comandante Riverrier Lanze, fueron asesinados por un grupo no identificado de demonios. Todos
ellos eran héroes de guerra que habían actuado admirablemente durante la Gran Guerra
Demoníaca."
Aunque esto ya era de dominio público, escuchar la historia de boca del Emperador resultaba
novedoso.
Especialmente desde la perspectiva del cerebro detrás del incidente.
"Aunque esto podría ser simplemente obra de restos de la raza demoníaca, la familia real ha tenido
en cuenta el peor de los escenarios".
"..."
"Podría ser que el Rey Demonio no esté muerto, o que haya un sucesor".
Ellen parecía tensa y tragó saliva al oír esas palabras.
El Rey Demonio.
Para Ellen, ese nombre estaba inextricablemente ligado a su destino.
Siendo la hermana menor del héroe y habiendo nacido con un talento aún mayor que el de Ragan
Artorius, Ellen siempre había sido consciente de las expectativas puestas en ella para convertirse en
héroe.
"Todos poseéis reliquias sagradas y sois talentos muy valiosos. Pero aún sois jóvenes".
Aunque tenían las cualidades para convertirse en héroes, aún eran meros retoños, aún no estaban
preparados.
"Pero cuando llegue el momento, ¿estaréis preparados para enfrentaros al Rey Demonio en batalla?"
La pregunta del emperador fue recibida con silencio tanto por Ellen como por mí.
No podíamos decir que no.
Sin embargo, Ellen había dicho que no quería vivir una vida en la que tuviera que salvar al mundo
con su propia vida.
Había decidido no tomar la misma decisión que su hermano.
Al mismo tiempo, había arriesgado su vida para evitar que murieran inocentes en las Tierras
Oscuras.
Ellen había cambiado desde el comienzo del semestre.
"Si el Rey Demonio desea la aniquilación de la humanidad, si su objetivo es destruir todo lo que
amo......"
Ellen habló con calma.
"Sí, lucharé contra el Rey Demonio".
A diferencia de la historia original, Ellen había creado muchas cosas preciosas en su vida.
Había arriesgado su vida por el mundo incluso cuando no tenía nada, pero ahora el significado era
diferente.
Si el objetivo del Rey Demonio era destruir todo en la humanidad, ella mataría al Rey Demonio.
Eso fue lo que dijo Ellen.
El emperador entonces me miró.
"Yo pienso lo mismo".
No se trataba de matar al Rey Demonio.
Yo estaba preparado para luchar con ese propósito, y ya estaba luchando. El emperador, al final, nos
dio un firme asentimiento a Ellen y a mí, que dimos razones diferentes pero la misma respuesta.
"Gracias".
Las palabras de gratitud que salieron de los labios del emperador fueron en cierto modo
sorprendentes.
"A partir de ahora, el imperio promete brindaros la máxima protección y cooperación".
Para el emperador, éramos armas para derrotar al Rey Demonio. Por lo tanto, prometió no sólo la
protección como estudiantes del Templo, sino también la cooperación ilimitada del imperio hasta
que nos hiciéramos más fuertes.
Sin saber que el sujeto de su cooperación era el mismo Rey Demonio que buscaban
desesperadamente.
"Y, Reinhardt."
"Sí, Majestad".
Los ojos del emperador revelaron una emoción ligeramente diferente esta vez.
Era una mirada más emotiva que antes al hablar del futuro del imperio y de la humanidad.
"Gracias por salvar a mi hija".
Un sentimiento que podría llamarse amor paternal.
"...?"
Naturalmente, Ellen ladeó la cabeza, sin entender a qué se refería.
------
Después de intercambiar esas palabras con el emperador, Ellen y yo salimos del palacio imperial
guiados por los guardias imperiales.
El emperador se dirigió primero a Ellen y luego a mí.
‘Dentro de poco, puede que tengas que hacer algo por Charlotte’.
‘...¿Es así?’
‘Aún no estoy seguro de qué es, pero ¿puedes hacerlo?’
La respuesta estaba predeterminada.
‘Sí.’
‘...Gracias, Reinhardt.’
Había una resonancia profunda e inesperada en la genuina gratitud del emperador.
Algo que hacer por Charlotte.
Lo que era, no lo sabía.
Pero si era por Charlotte, había que hacerlo.
Por supuesto, eso era sólo un inciso; la verdadera petición del emperador era otra.
En esta situación, en la que el Rey Demonio podría haberse reencarnado, el emperador decidió que
mi seguridad y la de Ellen Artorious, ambos poseedoras de reliquias, debía ser de la máxima
importancia en el imperio.
A cambio de comprometer nuestras vidas en la lucha contra el Rey Demonio más adelante, íbamos
a recibir un apoyo casi ilimitado del imperio.
Ellen y yo tomamos cada uno un objeto en nuestra posesión.
Era el mismo escudo real que habíamos recibido brevemente de Charlotte.
El emperador nos explicó personalmente que con él no éramos simples estudiantes de la clase Real
del Templo, sino que poseíamos una autoridad que superaba incluso a la de la mayoría de los nobles
de alto rango.
Podíamos recibir un trato casi equivalente al de la realeza en cualquier lugar y, en casos graves,
incluso tomar prestadas fuerzas militares.
En pocas palabras,
A partir de ahora, no sólo nuestro uso de la Puerta Warp era gratuito, sino que también teníamos un
pase libre.
Por supuesto, ni Ellen ni yo sentimos esta realidad inmediatamente.
"Explica lo que pasó".
Al quedarse sola, Ellen me preguntó directamente.
No tuve más remedio que explicarle toda la situación.
Desde el incidente en el Palacio de Primavera, el alboroto de Charlotte, hasta la lucha que tuvimos
en el Palacio de Primavera con Saviolin Turner.
Al oír las fechas, Ellen pareció recordar los días que yo no había vuelto al Templo y se dio cuenta
de cuándo había sucedido.
"Dijiste que nunca habías estado en el Palacio Imperial".
"...Lo siento."
"Has vuelto a mentir".
Aunque hoy había dicho que nunca había estado en el palacio imperial, se reveló que sí, e incluso
salvé a Charlotte mientras hablaba con el emperador.
"Es que... es algo que nadie debería oír..."
"...?"
"No es que no debas oírlo... Es que, bueno, también implicaba otros".
Ellen asintió a regañadientes.
"Cierto, no es tu problema, sino el de Charlotte. Debe haber sido difícil decírmelo porque... es el
secreto de la familia real".
Ellen levantó la cabeza como convencida. Era un asunto que no podía discutir arbitrariamente con
nadie. Ellen parecía estar meditando algo.
Dudó en decir algo y luego levantó la cabeza sobresaltada.
"¿Puedo enfadarme?"
"...¿Qué?"
"Parece algo por lo que no debería enfadarme, pero estoy enfadada".

"Bueno, eso son... tus sentimientos..."
Es extraño que pida permiso para estar enfadada.
"Entonces, estoy molesta."
Mientras Ellen decía esto, sus labios empezaron a hacer un leve mohín.
"Ah... lo siento..."
"Siempre dices lo siento."
Refunfuñando, Ellen pateó una piedra perdida que rodaba por ahí.
"Quiero oír algo más".
Ellen no especificó qué era ese algo más. Justo cuando pensaba que estaba cambiando de tema, giró
la cabeza.
Miró fijamente la entrada principal del palacio imperial, Emperatos, detrás de nosotros. Luego sacó
con cuidado el escudo real que había recibido del emperador.
"Dice que ahora nos tratan casi como a la realeza, ¿verdad?"
"No somos realeza de verdad, pero... sí, dijo eso".
"Entonces, ¿podemos entrar ahí?"
Ellen ladeó la cabeza.
"Bueno... No debería ser imposible, ¿verdad?"
La afirmación sobre ser tratados casi como realeza no era algo que el emperador diría
descuidadamente.
El emperador nos consideraba armas para luchar contra el Rey Demonio en el futuro. Como
campeones que comprometieron sus vidas en la lucha contra el Rey Demonio, decidió
proporcionarnos la máxima protección y trato hasta que nos hiciéramos fuertes.
Ellen tenía la mirada perdida en la entrada del palacio imperial.
No estaba seguro de por qué sentía curiosidad.
"Volvamos".
Ellen comenzó a alejarse a zancadas.
No hacia el Templo.
"¿Quieres usar esa Puerta Warp?"

"Sí, se nos permite, ¿verdad?"
Ellen se dirigía hacia la Puerta Warp.
Parecía que yo no era el único que pensaba en esto como una especie de entrada de paso alto de la
Puerta Warp.
Si lo pensamos bien, el beneficio más frecuente que obtendríamos al ser tratados casi como
miembros de la realeza sería el acceso prioritario a las Puertas Warp.
Puede parecer insignificante, pero para mí, se sentía como un enorme privilegio.
No.
Incluso Charlotte, que es realeza real, viaja usando el tren mágico en la capital imperial.
¿No es un poco molesto para nosotros usar la Puerta Warp tan casualmente?
Por supuesto, incluso con ese pensamiento en mente, seguí a Ellen, que se dirigía a grandes
zancadas hacia la Puerta Warp.
Si podemos usarla, debemos usarla, así son las cosas.
Su espalda tranquilizadora transmitía esa actitud.

Capítulo 332
‘Ya que debéis matar al Rey Demonio, ganaremos todo el tiempo que podamos para que os hagáis
más fuertes, mientras os proporcionamos el máximo apoyo que el imperio pueda ofrecer’, dijo el
Emperador.
Era divertido, pero no podían hacer nada al respecto. No podían decir exactamente: "Bueno, en
realidad ese es nuestro plan".
La audiencia con el Emperador había terminado, y las vacaciones habían comenzado. Pronto se
acercaba el último día del año.
El día del cambio de año, se celebró una pequeña fiesta en el dormitorio de la clase A, a la que
asistieron personas afines.
Yo preparé la comida, y todos, excepto Bertus, se habían reunido. Hoy, incluso el trío notoriamente
despistado y Clifman se unieron a la diversión en la cafetería.
Yo cocinaba, y Ellen ayudaba a mi lado.
"Ah, no... Reinhardt, ¿tú... tú hiciste todo esto?"
"¿Qué tiene de imposible?"
Como era la primera vez que el despistado trío probaba mi cocina, sus ojos se abrieron de par en
par, sorprendidos. Cliffman, que de vez en cuando había probado a hurtadillas mi comida, no
parecía especialmente sorprendido.
Fue un día lleno de comida y diversión.
Por supuesto, la verdadera alborotadora, Liana de Grantz, que había superado nuestras expectativas
más descabelladas, se lanzó a una expedición para traer alcohol de la mansión del duque.
"¡Sírvelo!"
"¡Bebed!"
Naturalmente, nadie más bebió ni un sorbo, pero Liana y yo bebimos mucho y nos emborrachamos
bastante antes de ser sometidos por Ellen y Harriet, respectivamente.
Por suerte, al ser sometidos antes de tiempo, no hubo incidentes desafortunados con los profesores
supervisores que nos descubrieron.
------
Había amanecido el nuevo año.

Como Sarkegaar estaba en contacto con las fuerzas revolucionarias, y Eleris podía pedir ayuda al
Consejo Vampírico en cualquier momento, decidimos quedarnos en la ciudad imperial.
Yo quería acompañar a Ellen a su ciudad natal, pero las circunstancias no lo permitieron.
Era una lástima.
"Puedes ir sola".
"¿Quién no lo sabe?"
Caminé junto a Ellen, que arrastraba una gran maleta.
No sabía cuándo regresaría Ellen de su ciudad natal, pero estaría fuera al menos unas semanas.
Hacía tiempo que habíamos dejado atrás el Templo, y lo único que tenía que hacer Ellen era entrar
por la enorme puerta warp que había frente a ella.
Además, como podía usar el escudo real para obtener un pase gratuito, no había necesidad de
esperar.
Estaría bien poder atravesar la puerta rápidamente.
Pero de alguna manera...
Sentí una punzada de tristeza.
Se iría justo después de que empezaran las vacaciones.
El pueblo natal de Ellen era una aldea rural tan remota que ni siquiera aparecía en los mapas.
Ellen me miró mientras arrastraba su baúl, con la verja visible a lo lejos.
"Me voy".
"Ajá".
Ellen ladeó la cabeza, notando mi intensa mirada.
"¿Debería... quedarme?"
"¿Ah?"
"Si me dices que no vaya, no iré".
Esto es una locura.
¿Por qué me lanza semejante bola curva?
"No, deberías ir. Tus padres deben estar preocupados porque hace mucho que no te ven".
Los padres de Ellen sin duda estarían preocupados por el bienestar de su hija. Tengo mucho que
hacer, y podría estar lejos de la ciudad imperial durante varios días, así que no tendría sentido que
egoístamente le pidiera a Ellen que se quedara.
Era porque ella había llegado hasta aquí conmigo. Ellen se quedó un rato mirando la puerta y luego
a mí.
De repente, señaló una cafetería a lo lejos.
"¿Me voy un poco más tarde?"
Dijo que no había prisa, que podía matar el tiempo e irse.
"De acuerdo."
Ante mi cortante respuesta, Ellen sonrió.
Al final, pasamos casi seis horas en el café, tomando bebidas y pasando el tiempo antes de que ella
finalmente se marchara.
No es que compartiéramos ninguna historia especialmente emocionante. Nos quedamos allí

sentados, con la mirada perdida en los transeúntes y pidiendo de vez en cuando un postre para picar.
"..."
"..."
Me sentía como un soldado de permiso que se resiste a volver al servicio y separarse de su novia.
Por supuesto, los papeles estaban invertidos. Ellen era la que se iba y yo era el que me quedaba.
Incapaz de tomar una decisión, Ellen ladeó la cabeza a medida que el tiempo se volvía más
ambiguo.
"¿Debería irme mañana?"
Me tragué las palabras que casi me salían de acuerdo.
"...No, estoy seguro de que volveremos a hacer esto mañana, y acabarás yéndote pasado mañana.
Vete ya".
"..."
Ellen hizo un leve mohín.
"No quiero que sea así, sólo digo que acabará siendo así".
"Sé lo que quieres decir".
Seguimos perdiendo el tiempo hasta que por fin Ellen se plantó delante de la verja.
"Volveré pronto."
"De acuerdo, cuídate."
No sabía de qué tenía que cuidarse, pero lo dije de todos modos.
"Tú también, ten cuidado. Con todo".
Ellen asintió y caminó hacia la enorme puerta warp.
Con un sentimiento de pesar, la observé hasta que desapareció por la puerta.
Antes de entrar, Ellen me devolvió la mirada, me saludó con la mano y desapareció.
No sé cómo decirlo.
Ellen y yo...
Somos terriblemente pegajosos...
No es que sea algo malo...
------
"¿Es seguro probar esto?"
"Aún no han terminado las pruebas de seguridad. ¿Qué harás si algo sale mal?"
"¿Me mataría?"
"Sí, podría."
"Oh... de verdad..."
Me llevé a los labios el frasco que contenía una poción azul no identificada y luego lo dejé en el
suelo.
La mansión del Club de Investigación Mágica.
Estaba aquí para comprobar el progreso del Moonshine y los cartuchos de poder.
Me sentía como si fuera una especie de supervisor, pero mi papel real no era muy diferente,
teniendo en cuenta que era el presidente de la Sociedad de Investigación Mágica.
Christina, estudiante de alquimia, dijo que había captado algo el concepto, así que intenté probarlo,
pero me advirtió de que podía ser letal, así que lo dejé por ahora.
"Entonces, ¿cuándo crees que estará completo?"

"Um, no puedo estar segura. Sinceramente, creo que es un milagro que hayamos llegado hasta
aquí..."
Christina creía que era increíble haber llegado tan lejos. Y tenía razón. La Sociedad de Investigación
Mágica se había creado hacía menos de seis meses.
Era cierto que, incluso en la obra original, era algo que se creó con bastante rapidez. Por lo tanto,
estoy seguro de que se completará antes de que terminen estas vacaciones.
"Es increíble... Sé que es gracioso decir esto, pero ... se siente como el destino. O algo así".
Se ordenó la creación de un objeto aparentemente imposible. Sin embargo, mientras trabajaba en él,
Christina parecía tener una sensación de destino al descubrir cómo podía hacerse.
"Entonces es algo bueno".
"Sí."
No puedo ir tan lejos como para discutir el hecho de que conozco el futuro.
Christina no es el problema.
El problema está en otra parte.
"Reinhardt..."
"...¿Qué?"
"¿Te gustaría probar esto...?"
Anna de Gerna.
Era una de las protagonistas de los experimentos de alquimia con Christina, y ella era el problema.
Anna me presentó una sustancia fluorescente rosa no identificada con expresión sombría.
"¿Qué... ¿Qué es esto?"
"Es bueno para tu cuerpo..."
"Oh, no. Yo... Estoy lo suficientemente sano, así que no necesito estar mejor.... Lo siento."
¡Es tan aterradora!
Cada vez que vengo aquí, ella sutilmente trata de darme algo, ¡pero sus intenciones nunca parecen
puras!
No puedo meterme con ella como con Liana. Aunque parece tener algo de buena voluntad hacia mí,
no tengo ni idea de qué tipo de cosas podría hacer si esta buena voluntad se convierte en malicia.
"¡Anna! Deja de tratar de alimentar a Reinhardt con cosas raras".

Afortunadamente, Christina detuvo a Anna, y Anna volvió a poner el frasco de medicina en sus
brazos con expresión hosca.
"Tsk..."
Qué miedo...
Cada vez que vengo aquí, me propongo firmemente no comer nada accidentalmente.
------
Lo siguiente era, por supuesto, el cartucho de energía. El propósito de la Sociedad de Investigación

Mágica se centraba principalmente en el Moonshine y los cartuchos de energía.
-Uuung
En el sótano de la mansión, diseñado para soportar los mayores golpes, Harriet se concentraba
intensamente con los ojos cerrados, sosteniendo un artefacto hecho de cristal azul.
-¡Uuuung!
El artefacto azul vibró, emitiendo luz y pulsaciones.
Adelia, yo y la pequeña senior, Rudina, la observábamos, conteniendo la respiración.
La vibración del artefacto iluminado de azul se intensificó gradualmente.
-¡Kukkak!
-¡Kyak!
Al final, el cartucho de energía explotó y se rompió en pedazos. Harriet no resultó herida gracias al
campo de protección que había desplegado, pero si hubiera explotado sin protección, habría sido
una explosión aterradora, suficiente para volar un brazo.
"...Ha vuelto a explotar".
Adelia suspiró como si el suelo se estuviera derrumbando.
"¿Explota a menudo?"
"Casi siempre".
¿No es demasiado peligroso el proceso? Aunque la explosión fue defendida por la protección,
Harriet, con el pelo asomando, salió de la habitación segura.
"¿Por qué lo haces tan peligrosamente?"
"...Si no es así, ¿de qué otra forma debería hacerse?"

En respuesta a mi reproche, Harriet se llevó la mano a la cintura y me retó como diciendo: "Si hay
otra forma, enséñamela".
"Bueno, no puedo discutir eso... Pero aun así, estamos preocupados".
"Sé que estáis preocupados, pero no hay otra manera".
En el Club de Investigación Mágica, Harriet tiene la habilidad más sobresaliente para manejar el
poder mágico. Por lo tanto, sólo Harriet puede intentar utilizar el poder mágico inestable dentro del
cartucho como el poder mágico dentro de su cuerpo.
Si una persona inexperta fracasa, no estaría claro si el fallo se debe a su falta de control del poder
mágico o a un defecto del propio cartucho.
Por eso Harriet siempre ha estado a cargo de los experimentos con cartuchos de poder.
Recientemente, aunque han conseguido almacenar poder mágico en el cartucho, parece haber un
problema con su utilización.
Cada vez que un cartucho explota, también lo hace su presupuesto.
"¿Cuál podría ser el problema?"
"Sentí que el poder mágico del artefacto resonaba con mi cuerpo físico, pero aún es débil. Cuando
intento lanzar magia, parece que los circuitos no lo soportan".
"¿Es una cuestión de durabilidad?"
"No parece ser sólo eso".
"Revisemos de nuevo el diseño del circuito."
Los tres estudiantes de magia murmuraron incomprensiblemente. Sin embargo, parecía que habían
hecho algunos progresos y entrado en la etapa intermedia.
Luz de luna y cartuchos de energía.
De una forma u otra, parece que deberían estar terminados para el año que viene.
Sinceramente, aunque no estén terminados para el año que viene, no importa mucho.
Ambos serán útiles incluso después del Incidente de las Puertas. Si se completan antes del
incidente, aumentarán enormemente su poder.
Harriet ha logrado reducir drásticamente el tiempo de casteo de magia. Así que, todo lo que
necesitan es poder mágico.
Una vez completado el cartucho de poder, desatará un tremendo poder.

Y el que motivó a Harriet a despertar su nueva forma de usar la magia,
"Creo que deberíamos usar un tipo abierto."
"¿Tú crees?"
"¡Pruébalo, y si no funciona, entonces detente!"
Fue Redina.
Harriet imitó el talento de Redina.
Con el talento Sin Casteo de Redina, deberían ser capaces de demostrar plenamente el verdadero
poder del cartucho de energía.
Las cosas van bien, pero la amargura acaba por aflorar.
El pensamiento de que todo su trabajo aquí, acurrucados juntos, en última instancia conduce a la
guerra es ineludible.
Estos jóvenes pronto serán lanzados a una lucha a matar o morir, y algunos pueden morir.
No querían negar que esto era necesario, pero sabiendo que al final todos saldrían heridos, no
podían sentirse del todo felices.
El trío, que había estado murmurando durante un rato, parecía haber fijado una dirección por el
momento, ya que Adelia decidió diseñar el cartucho de energía de acuerdo con el nuevo plano.
"Ey."
"¿Qué?"
"Voy a salir del Templo un rato, ¿tienes tiempo?"
Harriet parecía tener algún asunto que atender.
"Es hora de empezar a investigar la magia dimensional".
La función original de Harriet era investigar la magia dimensional.
Con el torneo terminado y las vacaciones encima, parecía que por fin había llegado el momento de
centrarse en la investigación de la magia dimensional.
"¿Por qué debo ir?"
"¡Sólo ven conmigo, tonto!"
Harriet parecía insistir en que la siguiera sin rechistar, y así lo hice.
------
Harriet y yo salimos de la mansión de la Sociedad de Investigación Mágica. Harriet llevaba consigo

una pequeña mochila, aunque no tenía ni idea de lo que contenía.
"Me pregunto si Ellen habrá vuelto sana y salva".
"Seguro que sí".
Todo el mundo sabía que Ellen había regresado a su ciudad natal.
"Tengo curiosidad por saber cómo es la ciudad natal de Ellen. ¿Tú no?"
"Es sólo un pueblo rural, ¿qué tiene de curioso?"
"Bueno, también es la ciudad natal de Ragan Artorius..."
Ah.
Ahora que lo pienso, la ciudad natal de Ellen fue también el lugar de nacimiento de Ragan Artorius.
Por lo tanto, ella está pensando en ello como visitar el lugar de nacimiento del héroe.
Pero el público en general no sabe de qué pueblo era Ragan Artorius. Si lo supieran, ya no sería un
simple pueblo rural.
Dejando a un lado la discusión sobre si el sacrificio de Ragan Artorius fue necesario o no, parecía
que Harriet personalmente admiraba y respetaba al héroe. ¿Quién no lo haría?
"¿Debería preguntar si podemos visitarlo alguna vez?"
"...Eso depende de ti, pero recuerda que es un pueblo rural".
"¿Qué hay de malo en eso? Creo que sería un lugar tranquilo y encantador, como sacado de un
cuento de hadas".
"¿Crees que abriendo un grifo allí tendrías agua corriente?"
"...Ah."
No des por sentado que las condiciones de vida serán las mismas que en la capital de cualquier parte
del continente. Harriet pareció un poco sorprendida por mi comentario.
"Considérate afortunada si no te desmayas al usar un retrete tradicional".
"¿Tradicional...? ¿Qué es eso?"
Harriet ladeó la cabeza como si nunca hubiera oído esa palabra.
Bueno, no hay razón para que tengas diseños de retretes en la cabeza.

"Nunca pensé que sería yo quien te explicara lo de los retretes. Escucha, cabeza hueca".
"¿Qué, qué? ¡Si es algo asqueroso, no lo digas!"
"En lugares sin sistemas de alcantarillado adecuados, cavan un gran agujero en el suelo y entierran
un enorme contenedor. Luego construyen un retrete encima, y ahí es donde hacen sus
necesidades..."
"¡Basta, he dicho!"
"Por supuesto, los residuos no van por las tuberías del alcantarillado; simplemente se acumulan en
el contenedor. Cada vez que entras, puedes ver los rastros de vida amontonados tan densamente..."
"¡He dicho que basta! Tengo ganas de vomitar".
"Eso no es todo; cuando el contenedor está lleno, lo sacan cubo a cubo. Luego, lo mezclan con paja
y lo dejan fermentar..."
-¡Golpe!
"¡Basta!"
Al final, me dieron una bofetada. Harriet tenía una imaginación muy viva.
Parecía que lo que me había oído se le había quedado grabado en la mente y no podía evitar
imaginárselo.
"Pero... eso no puede ser... ¿No olería?"
"Claro que sí.
"¿Entonces cómo... cómo lo usa la gente?"
"Simplemente lo soportan".
"Uh, ugh... ugh..."
La cara de Harriet cayó. Podría haber visto cosas peores en la isla desierta, pero eso aún la dejaría
traumatizada.
Se desmayaría en cuanto entrara en un baño tradicional, definitivamente.
"Que sea un lugar como salido de un cuento de hadas no significa que vivamos como si
estuviéramos en uno".
"¡Eres realmente horrible, sabes!"
Harriet me refunfuñó por haber roto innecesariamente la ilusión mientras se adelantaba.
"No creías que hubiera un sitio así, ¿eh?"

"¡No!"
"¿Aún quieres ir con Ellen?"
"¡Cállate!"
Al final, la cara de Harriet se arrugó y me suplicó que me callara.
------
Harriet y yo llegamos cerca de la enorme puerta warp, a la entrada del Templo. El ambiente de la
calle principal seguía siendo tenso, pero el alboroto se había calmado, así que no había tanta gente
como antes, salvo por la cola que había en la puerta warp.
"Magia dimensional..."
Había utilizado la loca excusa de "querer ir a otro mundo", pero parecía haber estado investigando
seriamente sobre magia dimensional, tal y como le había pedido, aunque de forma esporádica.
Por supuesto, estaba ocupada con otras cosas, así que era difícil conseguir resultados significativos.
"¿Recuerdas cuando te dije que la magia dimensional se utiliza en varios campos mágicos, aunque
sólo sea un poco?"
"Sí."
"¿Conoces la diferencia entre magia dimensional y magia espacial?"
"¿Cómo voy a saberlo?"
Sólo sabía que existía la magia, pero no entendía sus principios. Aunque Harriet me lo explicara,
dudaba que pudiera entenderlo.
Harriet y yo fuimos a un espacio abierto y tranquilo fuera del templo.
Era un lugar donde la puerta warp del templo se veía a lo lejos.
"Todavía no puedo usar Teletransporte, pero me has visto usar Parpadeo, ¿verdad?"
"Correcto."
"Mira esto".
Harriet pareció concentrarse y pronto apareció a unos tres pasos a la derecha de donde había estado.
"Esto es Parpadeo".
"Sí, ya veo."
Parecía que había elegido un lugar con poca gente, para que no se alarmaran cuando usara la magia.
"El concepto es que mi cuerpo se mueve. La Teletransportación no es muy diferente. Es el concepto

de intercambiar las coordenadas espaciales donde está mi cuerpo con el lugar de destino... No
entiendes eso, ¿verdad?"
"No, en absoluto".
Al ver que mis ojos perdían la concentración mientras escuchaba la explicación, Harriet suspiró
como si se hubiera desinflado.
"De todos modos, el Teletransporte y el Parpadeo son magias que tienen que ver con el espacio".
"¿Espacio y dimensión no son conceptos similares?"
"Son parecidos, pero un poco diferentes. En magia, la dimensión es un concepto superior".
Harriet señaló la lejana puerta warp.
"El sistema de las puertas warp no es magia que trata con el espacio, sino magia que trata con las
dimensiones".
"¿Cuál es la diferencia, concretamente?"
"Eh... ¿Cómo te lo explico? Hay muchos tipos de magia relacionados con portales y puertas, pero
en última instancia, conectan un espacio con otro".
Harriet separó las manos derecha e izquierda.
"Imagina que mis manos izquierda y derecha representan cada una un portal del mismo sistema.
Entonces, hay una magia que conecta estos dos espacios separados unidireccionalmente o
bidireccionalmente como si estuvieran unidos. Eso es una Puerta".
"Bueno... supongo que sí".
No es que no haya usado una puerta warp antes. Una puerta warp crea una Puerta dimensional que
funciona como si dos espacios distantes estuvieran conectados.
"¿Entiendes la diferencia entre que mi cuerpo se mueva y crear una puerta dimensional que conecte
espacios?"
"Entonces, conectar espacios es una magia de nivel superior, ¿es eso?"
"No estoy segura de si 'nivel superior' es la expresión correcta, pero la premisa básica es
completamente diferente. La magia de viaje espacial requiere un cálculo preciso de las coordenadas
espaciales y las coordenadas del objetivo, mientras que la magia de Puerta consiste en crear un
portal que conecte dos espacios separados."
Aunque viajar a través de espacios distantes puede ser lo mismo para las puertas warp y el
teletransporte, los conceptos básicos son completamente diferentes.
"Por supuesto, no es del todo incorrecto llamar a la magia de viaje espacial un tipo de magia
dimensional. Sin embargo, la magia de Puertas es un campo que interfiere más delicadamente con
las dimensiones".
Se dice que el concepto de magia dimensional en si es escaso. Eso es porque se utiliza en cierta
medida en la mayoría de los sistemas mágicos.
"En realidad, el método de ir a otro mundo por el que tienes curiosidad no es tan difícil".
"¿En serio?"
¿Es fácil? ¿De qué se trata?
"Si tienes un poder mágico infinito y una localización precisa, es posible".
"Entonces, ¿estás diciendo que no es posible?"
"Si conocemos la localización exacta de otro mundo, podemos abrir una puerta dimensional hacia él
con infinito poder mágico. Por supuesto, no funcionará con una puerta dimensional normal".
"Entonces, ¿estás diciendo que no es posible?"
"Sí."
Harriet dio una respuesta clara. El método en sí es simple.
Es sólo que el poder mágico infinito no existe, y no podemos saber la ubicación de otro mundo, así
que incluso si lo sabemos, no podemos hacerlo.
Sin embargo, el poder mágico infinito no es una condición esencial de los dos.
Siempre y cuando el poder mágico infinito no sea necesario para conectar el otro mundo con una
puerta dimensional. De todos modos, las puertas warp están conectadas a otros mundos, y eso
significa que no es necesario cumplir la condición de poder mágico infinito.
Aparte de mi pequeña epifanía, Harriet estaba mirando la puerta warp en la distancia.
"Pero mientras estudiaba por separado, descubrí algo sobre las puertas warp".
"¿Oh?"
"Es una magia mucho más avanzada de lo que pensaba, y hay muchos secretos. Apenas hay
información pública, y la Asociación Mágica y la Familia Real la gestionan estrictamente."
"Bueno, era de esperar, ¿no?"
"Por supuesto que lo es. No cualquiera puede crear una puerta warp".
Las puertas warp deben de ser una infraestructura crucial para la humanidad, así que el
mantenimiento sería minucioso, y mantener la tecnología en secreto sería importante. Harriet miró
la puerta warp e inclinó la cabeza.
"Tenía curiosidad".
"¿Sobre qué?"
"¿Podría alguien crear una puerta warp privada? Si pudiera, ¿sería posible conectarla a esa puerta?
Si alguien pudiera interferir con las puertas dimensionales del propio sistema de la puerta warp...
¿no sería un gran problema?"
Harriet no había previsto el incidente de las puertas.
Sin embargo, parecía que había tomado cierta conciencia de los peligros inherentes a las propias
puertas warp.
Capítulo 333
Para utilizar una analogía moderna, parecía como si Harriet estuviera considerando la posibilidad de
que alguien pirateara el servidor de las puertas Warp.
No sería imposible. Si alguien conociera el diseño de las puertas warp, podría crear una puerta warp
privada que funcionara de forma idéntica a las existentes.
Además, todas las puertas warp están interconectadas.
Supongamos que alguien pudiera crear una puerta warp conectada a otro mundo.
De ser así, con una sola puerta, cualquiera que la atravesara podría dispersarse por todo el
continente.
También existe la posibilidad de que ni siquiera tuvieran que crear una.
Si una sola puerta warp se convirtiera en una puerta conectada a otro mundo...
Todas las puertas warp del continente podrían verter monstruos de ese otro mundo.
Era como caminar sobre hielo delgado.
El método de abrir una puerta dimensional conectada a otro mundo.
El método de hackear el sistema de puertas warp.
Sabiendo sólo estas dos cosas, el continente estaría preparado para afrontar una crisis en cualquier
momento.
"Así que al final, creo que entenderé la magia dimensional un poco mejor si entiendo más el sistema
de las puertas warp, pero como sabes, es contenido clasificado, así que no puedo conocerlo... Es un
poco abrumador intentarlo por mi cuenta".
Harriet suspiró profundamente. Había información, pero era alto secreto del imperio, así que era
inaccesible. El estatus de Harriet era muy alto, pero lo que ella quería era un secreto especial de la
familia real y del mundo mágico.
"...Bueno, creo que puedo ayudarte con eso".
"¿Puedes?"
Saqué el escudo real de mi bolsillo.
"¿Qué es esto? ¿Por qué lo tienes...?"
"Lo recibí hace unos días".

El escudo real.
Me permitía recibir toda la cooperación del imperio y ser tratado como la realeza allá donde fuera.
Harriet estaba sorprendida y desconcertada de que yo llevara el escudo real.
"¿No debería ser suficiente para ayudar?"
Puede que no funcione, pero vale la pena intentarlo.
No podía pedir el sistema de las puertas warp en sí, pero quizá pudieran compartir conocimientos
sobre magia dimensional.
La cara de Harriet, que se había quedado sin color, se iluminó momentáneamente.
"¿En serio? ¿Funcionará de verdad?"
"Eso aún no lo sé".
"¡Venga, probémoslo rápido!"
Harriet era una maga.
Estaba más emocionada que yo ante la perspectiva de adquirir nuevos conocimientos.
------
Era incierto si la familia real proporcionaría información sobre las puertas warp, que era el máximo
secreto del imperio, pero siempre había una ventana abierta para mí.
Al parecer, Bertus se quedará en el Palacio de Invierno durante el descanso, ya que tenía asuntos
que atender, mientras que Charlotte había regresado al dormitorio de la Clase Real.
Como su salud podía deteriorarse en cualquier momento, quería estar lo más cerca posible de mí,
que podía ocuparme de su estado.
Naturalmente, para hacer frente a cualquier emergencia, Saviolin Turner también regresó a su
puesto de supervisora de los dormitorios de la Clase Real.
Y así, naturalmente, la persona a la que Harriet y yo fuimos a ver no fue Bertus, sino Charlotte.
"¿Investigación de magia dimensional?"
"Sí, Harriet quiere estudiarla por razones puramente académicas. El Imperio tiene muchos
conocimientos al respecto, ¿no?"
Por supuesto, no le mencioné ninguna tontería sobre el otro mundo a Charlotte.
"Hmm, ¿los materiales del templo no son suficientes?"

Charlotte no es maga. Por eso parecía no entender por qué necesitábamos la cooperación de la
familia real en este asunto.
Le expliqué varias cosas en nombre de la indecisa Harriet.
Sin duda, habría mucho material de investigación sobre magia dimensional en la familia real y en la
Asociación de Magia, que desarrollaron el sistema de las puertas warp. Sin embargo, no podíamos
acceder a esa información porque se consideraba altamente confidencial.
"Si es confidencial, entonces debe haber una razón para ello. No puedo decidir fácilmente sobre
tales asuntos, pero creo que puedo solicitar algo de cooperación del Departamento Real de Magia."
"¡¿En serio?!"
Harriet estaba tan contenta que casi salta en el acto.
Incluso para la princesa del conocido Ducado mágico de Saint Owan, acceder a los materiales de
investigación confidenciales de la familia real habría sido un sueño.
Charlotte escribió rápidamente un documento en el salón y se lo entregó a Harriet.
"Hablaré por ti. Lleva esto al Departamento Real de Magia mañana, no hoy".
"Gra-gracias... Gracias, Su Alteza... ¡Ah, no, Charlotte!"
"Huh. No es para tanto."
Charlotte me miró y me dedicó una sutil sonrisa, como si estuviera haciendo este favor por mí.
"Reinhardt, ven a verme más tarde".
"Claro".
Charlotte dijo eso, como si tuviera algo que decirme.
Harriet, que había obtenido el permiso con demasiada facilidad, pareció nerviosa durante todo el
camino de vuelta al dormitorio de la clase A. Con la mirada perdida en el permiso, lo dobló
cuidadosamente y lo guardó, y luego me miró con expresión desconcertada.
"Pero, ahora que lo pienso, ¿por qué eres tan amigo de la princesa... Quiero decir, de Charlotte".
Parecía que Harriet acababa de empezar a pensar en esta cuestión. No había ninguna razón para que
Charlotte y yo, que estábamos en clases diferentes, estuviéramos unidos. Es más, incluso habíamos
planeado tener una conversación por separado.
¿Pero no es demasiado tarde para preguntar eso ahora?
"Porque soy guapo".
"...¿Qué se supone que debo responder a eso?"

La expresión de Harriet se volvió genuinamente disgustada.
Vaya.
Está mostrando su verdadera cara.
Harriet me miró fijamente, instándome a que dejara de bromear y le contara la verdadera razón.
"Oye, ¿por qué nos hicimos amigos tú y yo?"
"¿Eh?"
Ante mi contrapregunta, Harriet frunció el ceño, aparentemente contemplando el pasado.
Numerosos recuerdos pasaron como una linterna giratoria.
Todo empezó cuando me enfrenté a una compañera loca que acosaba a la gente y me echó la
bronca.
Después de eso, su apodo pasó a ser "Loca", corriendo de un lado a otro salvajemente y finalmente
rompiendo a llorar.
Los recuerdos que siguieron.
"Eso es... cierto..."
La tez de Harriet empezó a palidecer.
"Yo... amiga de... alguien como tú... ¿Cómo diablos sucedió eso?"
Le parecía absurdo pensar que ella, que tenía un orgullo imponente, un origen noble y un talento
sobresaliente, se hubiera hecho amiga de alguien que era un niño de la calle y la ridiculizaba por su
estupidez.
"Hay gente en el mundo que disfruta siendo atormentada, quizás tú seas una de ellas".
"¡No! ¡Lo odio! Lo odio, ¡tonto!"
Ante mi comentario, la cara de Harriet se puso roja.
"En serio, ¿cómo ha ocurrido? ¿Cómo... cómo acabé...?"
"Bueno, como tú has dicho, 'cómo pasó', ¿no?"
"¿Qué?"
Para ser honesto, nunca tuve la intención de hacerme amigo de Harriet. Fue sólo una de esas cosas
que pasaron.
Tomarle el pelo la hacía parecer linda, y cuando lloraba, me daba pena y la trataba bien.
No siempre todo sale según lo planeado, y entre esos imprevistos, también los hay buenos.
"No es diferente con Charlotte".
Al igual que me hice amigo tuyo, mi amistad con Charlotte también surgió por casualidad.
Cuando oculté mi identidad como Valier y me uní a una clase diferente, no tenía forma de hacerme
amigo de Charlotte. Todo empezó cuando ella se acercó a mí para buscar a Valier.
"...¿Es así?"
Harriet murmuró vacuamente.
Y un rato después.
-¡Whack! ¡Whack!
"¡Ah, lo sabía, estoy tan furiosa! ¡Tú! ¿Por qué me has hecho esto? ¡A mí, por qué!"
"¡Ay, últimamente no paras de pegarme!"
La cara de Harriet enrojeció mientras golpeaba mi hombro.
No dolía nada, pero era bastante lamentable.
------
Harriet continuaría su investigación sobre la magia dimensional con el apoyo del Departamento
Real de Magia. No estoy seguro de lo que descubrirá en el proceso, pero dado que es de las que
aprenden diez cosas si aprenden una en términos de magia, existe la posibilidad de que encuentre
algo útil.
Sólo la conversación de hoy nos ha dado algunas pistas.
El incidente de las Puertas podría ser una pista peligrosa, ya que podría ser muy fácil de activar si
conocemos el método.
Después de algún tiempo, me dirigí al dormitorio de la clase B, ya que Charlotte había mencionado
que quería hablar.
"¿Estás aquí?"
"Sí."
Charlotte me estaba esperando en el salón del dormitorio.
No había nadie más en el salón, y me pregunté qué estarían tramando. La trama original había dado
un giro importante.
Saviolin Turner se había convertido en residente permanente, y Ludwig había abierto los ojos al
deseo de hacerse más fuerte.
Por lo tanto, Ludwig normalmente tendría que irse de viaje durante estas vacaciones de invierno,
pero parecía que había decidido pasar estas vacaciones de invierno entrenando con Saviolin Turner.
A fin de cuentas, esto era mejor que la trama original. Charlotte me sirvió un poco de té negro y,
aunque todavía no conocía el sabor del té, le di un sorbo.
Charlotte saboreó el té negro mientras miraba la luz del sol invernal por la ventana del salón.
"Dicen que conociste a Su Majestad. Con Ellen".
"Sí, lo conocí".
"¿Y también recibiste el escudo real?"
"Sí, así es.
Charlotte dejó su taza de té y puso suavemente su mano sobre la mía, que sostenía mi propia taza.
"..."
Había una emoción especial en los ojos de Charlotte.
Era un atisbo de tristeza. Charlotte debía de saber muy bien lo que significaba para Ellen y para mí
recibir el emblema real.
‘Os concedemos privilegios ilimitados, pero a cambio, arriesgáis vuestras vidas en la batalla contra
el Rey Demonio.’
Esa era la implicación, y era algo que Ellen, Charlotte y yo entendíamos.
"He estado pensando que ‘él’ podría estar detrás de todo esto."
"¿En serio?"
Charlotte ya sabía que Valier no era una persona ordinaria.
Pero a pesar de saberlo, no dudó de él y cortó todo contacto para evitar más sospechas.
Si Valier estaba realmente detrás de todo, Charlotte, que conocía el paradero de Eleris, podría haber
intentado capturar a Eleris cuando hubiera querido. Por supuesto, no sería fácil.
Charlotte miraba en silencio por la ventana.
Continuó cogiéndome de la mano sin moverse.
"Si realmente es el heredero superviviente del Rey Demonio, ¿qué debo hacer?"
"..."
Charlotte me miró.
Se le llenaron los ojos de lágrimas.
"Realmente odio la idea de que tengas que arriesgar tu vida luchando contra él".
El dolor de Charlotte tenía sus raíces en un lugar que yo no había previsto.
Tanto Valier como yo éramos muy valiosos para ella.
Como dueño de Tiamata, había sido elegido junto con Ellen para luchar contra el Rey Demonio.
Charlotte, que no quería que Valier saliera herido, aún había mantenido en secreto el paradero de
Eleris. Podía haberla atacado en cualquier momento si sospechaba que era la autora intelectual, pero
no lo había hecho.
Pero ahora, la situación había cambiado.
Desde que había sido elegido como el elegido para enfrentarse al Rey Demonio, crecía el temor
ante la posibilidad de que muriera en el proceso de luchar por mi vida contra el Rey Demonio.
Valier y yo.
Pensó que se encontraba en una encrucijada, teniendo que elegir entre nosotros dos.
Su triste dilema era razonable, ya que no podía saber que éramos la misma persona.
Ella creía que debía encontrar a Valier por mi bien. Al menos para determinar si estaba realmente
implicado o no.
Pero Charlotte dudaba, temerosa de enterarse de una verdad irreversible.
Eleris debía abandonar la capital imperial o buscar refugio en otro lugar.
Al menos, eso era seguro.
Confiaba en Charlotte, pero su fe en Valier vacilaba.
Por mi culpa, el mismo ser.
"Le diré a la maga que huya lejos".
"¿Eh?"
"Entonces todo irá bien".
Charlotte parecía aturdida, como si hubiera oído algo inesperado.

"No creo que el heredero del Rey Demonio, con el Mundo Demonio en ruinas a sus espaldas, pueda
acumular rápidamente el poder suficiente para amenazar al imperio".
"Incluso si consigue reunir a unos cuantos demonios fuertes, ¿qué podrían conseguir?"
"Como elegido para luchar contra el Rey Demonio si se convierten en una amenaza, tengo derecho
a tomar esta decisión".
"Y aún no sabemos con certeza si ese niño está realmente involucrado en este asunto, así que no te
sientas demasiado culpable".
Es todo mentira.
Tengo que decir mentiras tan descaradas delante de Charlotte, sin cambiar mi expresión.
Finjo que me estoy sacrificando, aunque no sea así.
Charlotte me mira sin comprender.
Mis palabras le dicen que correré el riesgo en el futuro, así que no hay necesidad de perseguir al
niño ahora mismo.
Al final, al oír mis palabras, Charlotte se echa a llorar delante de mí.
"Lo siento, Reinhardt..."
Charlotte parecía profundamente apenada por no poder tomar una decisión fácilmente, aunque sabía
cuál era la mejor opción para mí en esta situación imposible.
Pero lo que Charlotte sentía...
Mi sentimiento de culpa era decenas de veces mayor, y me pesaba en el corazón.
"Ahora... Me... olvidaré completamente de... ese niño..."
Charlotte dijo que este sería el último acto de bondad y misericordia para Valier. A partir de ahora,
siempre estaría al lado de Reinhardt.
Me lo dijo a mí, a Valier y a Reinhardt.
------
No había pensado en este problema.
Aunque Charlotte era consciente del comportamiento sospechoso de Valier, no esperaba que
indagara en él.
Pero no preví la situación en la que su confianza en Valier vacilaría debido a su preocupación por
mí, sobre todo después de que el Emperador nos concediera el escudo real a Ellen y a mí.
Ahora que las fuerzas demoníacas se han revelado, Charlotte no tenía más remedio que asegurarse
del paradero de Valier por mi bien.
Por eso fui a ver a Eleris de inmediato.
"Necesitamos... mover nuestro escondite..."
"Debemos tener cuidado al contactar ahora. A partir de ahora, vamos a comunicarnos

principalmente a través de la Banda Rotatoria. Habrá retrasos en la comunicación, pero no es el
momento de preocuparse por eso."
"Sí, Su Alteza. Entiendo lo que quiere decir".
En la habitación del sótano de Eleris,
Eleris entendió perfectamente por qué tenía que mover su escondite debido al cambio de
circunstancias después de conocer al Emperador y el estado emocional de Charlotte.
Normalmente, eso habría sido el final, pero estos días, había otra persona de la que preocuparse en
el escondite de Eleris.
"Sería triste mantener a esta niña encerrada aquí, así que sería bueno mudarnos a un lugar donde
pueda vivir más libremente".
-Piku
"¿De qué tienes miedo si yo no he dicho nada?"
Es Lydia Schmitt.
Lydia tiembla ante mi mirada como si estuviera en ascuas.
De algún modo, es la única estudiante del templo que sabe que soy el sucesor del Rey Demonio.
Eleris, siendo quien es, probablemente no abusó de ella ni la maltrató, pero Lydia parecía pálida y
desanimada.
"Tsk, al menos pudimos salvar a Olivia gracias a tus inútiles acciones..."
Supongo que esto es lo que se llama recoger lo que se siembra.
Si Lydia Schmitt no hubiera actuado, habría tenido que ver cómo Olivia tomaba una decisión
drástica o caía en manos de Riverrier Lanze. O ni siquiera habría sabido que Adriana había muerto.
Lydia estaba sentada en el suelo, temblando mientras observaba cada uno de mis movimientos.
Sus ojos parecían suplicar la muerte.
No siento nada por Lydia Schmitt, pero no puedo dejarla ir.

Hay un límite para dejarse llevar por un reconocimiento mezquino, sobre todo porque Lydia
Schmitt sabe demasiado que no debería.
"Entonces, ¿qué planeas hacer?"
"En primer lugar, creo que iré al Consejo. Allí... la niña no podrá escapar, así que podrá vivir más
libremente. Además, pronto se convocará una reunión".
El Consejo de Vampiros.
Un lugar conocido por los humanos como la fortaleza de Epiax.
Parecía que Eleris pretendía llevar allí a Lydia Schmitt por un tiempo. No tardaría mucho en
arreglar la tienda.
"¿Se ha fijado la fecha?"
"Debería ser pronto. Una vez que se determine el horario exacto, se lo comunicaré a la Banda, y si
estás allí a la hora acordada, iré a escoltarte."
"De acuerdo, entendido".
Lydia probablemente no entendía la conversación que estaba teniendo lugar. Me agaché frente a la
aterrorizada Lydia Schmitt.
"Senior."
"S-sí..."
Los ojos de Lydia Schmitt cayeron rápidamente.
Su fervorosa fe se desmoronaba fácilmente ante la mera mención del vampirismo.
Incluso si ella quería creer en mí porque yo era un apóstol de Dios, se hizo imposible una vez que
supo que yo era el Rey Demonio.
Lydia Schmitt no tuvo más remedio que derrumbarse.
"Eleris no es tan mala..."
"..."
"Puedes vivir más cómodamente".
-Pat, pat
Le di una palmadita en el hombro a Lydia Schmitt y me levanté.
Sólo pensaba dejarla al cuidado de Eleris.

Si se viene abajo, se viene abajo; si se adapta y se acostumbra, ya está.
"Me voy".
"Cuídese, Alteza".
Eleris abandonaría de la Capital.
Sentí que la situación estaba dando un giro gradual y genuino.
De hecho, más que dar un giro en serio, sentía que se estaba volviendo irreversible.
Tales pensamientos seguían presionando mi mente.

Capítulo 334
Eleris se movió rápidamente. Sospechando que podría comenzar la persecución de Charlotte de

Gardias, Eleris entró en acción.
"Va a hacer frío. Hay que abrigarse bien".
Como ya se dirigían a la región polar en invierno, Eleris se aseguró de vestir a Lydia Schmitt con un
grueso abrigo y ropa de invierno.
Aparte de eso, Eleris sólo empacó los artículos más esenciales.
Para Eleris no había ningún sentimiento especial en abandonar la Capital. Después de todo, era un
lugar al que podía regresar en cualquier momento.
Sin embargo, el hecho de saber que su regreso al Consejo Vampírico marcaba el comienzo de un
cambio significativo pesaba mucho en su corazón.
Algo estaba a punto de comenzar.
Un camino que, o bien protegería al mundo, o bien conduciría a su destrucción.
Esperando que las palabras de Valier fueran ciertas, Eleris lanzó Teletransporte Masivo.
-Whoosh
El lugar era conocido como la fortaleza de Epiaux entre los humanos, pero su propósito original era
servir como lugar de reunión para las familias nobles de vampiros.
Eleris llegó a la fortaleza cubierta de nieve con Lydia Schmitt.
"...¿Dónde está esto?"
"¿Has estado aquí antes? He oído que la última vez que Su Alteza lo visitó fue durante su misión de
grupo del Templo".
"No, esta es mi primera vez... aquí."
"Probablemente no habrá nadie más aquí... pero por si acaso, no te alejes mucho de mí".
Temblando, Lydia siguió a Eleris mientras ésta la guiaba. Eleris abrió la puerta lateral de la fría y
desolada fortaleza y entró.
-Uhh... sollozo... sollozo...
"¡¿Quién... quién está ahí?!"

Lydia se alarmó por los sonidos de sollozos que resonaban por todo el lugar.
"Espíritus de bajo rango", respondió Eleris.
Aunque no eran más que apariciones de bajo rango, resultaban irritantes. El rostro de Lydia Schmitt
palideció al ver a los fantasmas atravesar las paredes a su antojo.
¿Qué clase de lugar es éste?
Lo ideal sería que sólo pensara en erradicar a seres tan impuros, pero el miedo profundamente
arraigado en su interior la hacía sentirse débil.
El sonido de los tranquilos pasos de Eleris resonó en el frío y sombrío pasillo.
"A partir de ahora, no te vigilaré de cerca. Ni siquiera sabes dónde estás, y no hay viviendas
humanas en cientos de kilómetros a la redonda. Si intentas escapar, iré a por ti, pero no para
castigarte, sino porque temo que mueras".
Ante las palabras de Eleris, Lydia Schmitt se limitó a asentir inexpresivamente.
"No te preocupes, yo me ocuparé de tu comida, ropa y refugio".
Sólo un mago capaz de usar magia de teletransporte podría llegar a este entorno. Si Eleris dejaba a
Lydia aquí y se marchaba, inevitablemente se marchitaría y moriría.
"Pero si te suicidas porque no te vigilo, te convertiré en vampiro por despecho".
Eleris se volvió para mirar a Lydia mientras hablaban.
"¿Lo entiendes?"
"...Sí."
"Cuando considere que estás a salvo, y con el permiso de Su Majestad, te liberaré. No puedo decir
cuándo será, pero no será para siempre".
Ante esas palabras, un pequeño rayo de esperanza pareció encenderse en el corazón de Lydia.
El vampiro que tenía ante ella no era la criatura malvada que había imaginado.
Aunque su existencia pudiera ser perversa, su disposición no lo era.
Al final, Lydia Schmitt se rinde ante la tierna y triste sonrisa que le dirige Eleris.
Por lo tanto, Lydia Schmitt se aferra a la esperanza.
A la esperanza.
Sin saber que siempre es la precursora de una mayor desesperación.

-Paso, paso
Entonces, Eleris se detiene al oír unos pasos que resuenan desde lejos.
"Parece que tenemos visita".
Aparte de los espíritus inferiores, hay alguien más en el Epiax.
Eleris se detiene en el pasillo del castillo, mirando en la oscuridad para ver a alguien que se acerca.
Mira a Lydia y se lleva el dedo índice a los labios.
"No digas nada. Ni siquiera mires".
Haciendo caso a las palabras aparentemente cautelosas, Lydia asiente y baja la cabeza.
La figura no tarda en emerger de la oscuridad del pasillo.
Cabello blanco, ojos negros. Un hombre mayor, vestido con un traje negro y portando un antiguo
bastón de madera.
"Ha pasado tiempo, Eleris".
"...Sí, Antirianus".
A pesar de que el anciano parecía mayor a primera vista, a Lydia le resultó extraño ver cómo se
dirigía con respeto a la aparentemente joven Eleris.
"Oí que se iba a celebrar una reunión, así que vine un poco antes y me he quedado aquí... Y has
traído a alguien curioso contigo".
El hombre llamado Antirianus mira a Lydia, que permanece temblorosa detrás de Eleris.
"Y luego, ¿piensas traer a otro aún más curioso?"
"No uses el término 'curioso'. Es mi señor".
Ante esas palabras, una sonrisa jugueteó en las comisuras de los labios de Antirianus.
"Mi señor... mi señor, dices..."
"..."
Con él incapaz de reprimir la risa, la expresión de Eleris se endurece.
"¿Sabe el joven Rey Demonio quién eres?"
"No lo sabe. Y tampoco lo sabrá en el futuro".
"Oh, en ese caso, todos en el Consejo debemos ser cautelosos".

Lydia Schmitt no podía entender la conversación.
"Todos empezarán a reunirse pronto. Una vez lo hagan, comenzará la reunión convocada por el
Señor de los Martes".
Dejando tras de sí una ambigua sonrisa, el anciano llamado Antirianus se alejó lentamente de ellos.
Eleris mira a Lydia.
"Lydia".
"..."
"Ya puedes hablar".
"Ah, sí..."
Temerosa de que hablar le causara problemas al mandarla callar, Lydia sólo abre la boca tras las
palabras de Eleris.
"No creo que nadie te haga daño, pero es mejor no conversar con seres que no sean yo".
Eleris se dirige a Lydia: "Recuerda que eres la única humana aquí".
Le advirtió Eleris con severidad.
------
Al suroeste de Kernstadt, el Segundo Imperio, cerca de la frontera en la frontera.
Pocas personas sabían de la existencia de tal aldea.
Una aldea rural, Rezaira.
El pueblo natal de Ragan Artorious y Ellen.
Después de mucho tiempo, Ellen había regresado a su pueblo natal, Rezaira. Los aldeanos le dieron
una calurosa bienvenida, y Ellen, originaria del campo, se sintió a gusto con el pelo recogido
casualmente como antes.
Se puso al día con sus viejos amigos y les habló del imperio.
Todo lo que no fascinaba a Ellen era una serie de maravillas para los niños de Rezaira, como los
trenes mágicos.
El pueblo celebró una fiesta para festejar el regreso de Ellen durante su descanso. Generosas
raciones de carne y pan llenaron la mesa del banquete.
Tras el banquete, sorprendentemente abundante para tratarse de una aldea rural, Ellen salió a dar un
paseo nocturno con sus padres por primera vez en mucho tiempo.
Por la noche, en la ladera norte de Rezaira, Ellen se sentó entre su madre y su padre.
Ellen compartió varias historias.
Las experiencias vividas en el templo, las historias de sus muchos nuevos amigos.
Sus padres estaban encantados de que Ellen pareciera llevar una vida pura y feliz.
Sin embargo, a medida que contaba estas historias aparentemente insignificantes, el corazón de
Ellen se iba encogiendo.
Aunque la conversación comenzaba con historias alegres, inevitablemente sólo quedaban las
historias pesadas.
Había cosas de las que no quería hablar, pero tenía que hacerlo.
Ellen había vuelto a casa para descansar.
Aunque había vuelto para descansar, Ellen tenía algo que decir a sus padres.
Algo que necesitaba decir.
La luna llena brillaba en el cielo nocturno de invierno.
Después de sentarse en silencio durante un rato, Ellen habló en voz baja.
"Parece que el Rey Demonio no está muerto o que ha aparecido uno nuevo".
"..."
"..."
Ante sus palabras, las expresiones de ambos padres de Ellen se endurecieron. Al igual que Ellen
había perdido a su hermano a manos del Rey Demonio, ellos también habían perdido a su hijo.
El nombre del Rey Demonio no era para tomarlo a la ligera.
"Me reuní con Su Majestad el Emperador hace un rato".
Los padres de Ellen escucharon en silencio su historia.
"Me preguntó si podría luchar contra el Rey Demonio... Escuché esas palabras".
La madre de Ellen le cogió suavemente la mano. Su padre le rodeó el hombro con el brazo.
"Sigo sin entender a mi hermano".
"Pero, si el Rey Demonio es quien quiere que desaparezcan las cosas que amo, si el Rey Demonio
es una entidad así".
"Dije que lucharía contra el Rey Demonio".
Ellen miró a sus padres.
"Lo siento".
Habían perdido a su hijo en la lucha contra el Rey Demonio y ahora, podrían tener que perder a su
hija en la próxima batalla. Ellen no quería causar tanto dolor a sus padres.
Pero Ellen también lo sabía.
Si sólo Ragan Artorius pudo enfrentarse al Rey Demonio, entonces ella sería la única que podría
enfrentarse al próximo Rey Demonio.
Pero no estaba sola.
Tenía gente que lucharía con ella. Por eso Ellen pudo tomar esa resolución.
Si el mundo iba a obligarla a derrotar al Rey Demonio, no tendría más remedio que aceptar su
destino. Pidió disculpas a sus padres, que estaban de pie frente a su hija.
Su hija, que había decidido arriesgar su vida en una batalla a una edad tan temprana.
La madre y el padre de Ellen intercambiaron miradas.
"Ellen, ¿podemos hablar solos un momento?"
"Sí."
"Espera un momento".
Como si tuvieran algo que discutir entre ellos, la madre y el padre de Ellen la dejaron allí sentada y
se marcharon a alguna parte.
Ellen miró al cielo en silencio.
No sabía de qué habían hablado su madre y su padre cuando su hermano estaba fuera ocupándose
de diversos asuntos.
Había veces en que volvía en mitad de la noche, le acariciaba suavemente la cabeza dormida junto a
la cama y se marchaba de nuevo.
Su hermano siempre compartía los asuntos importantes con sus padres, y ella nunca formaba parte
de esas conversaciones.
Ellen no sabía qué pensaban sus padres de las decisiones y acciones de su hermano.
Lo único que recordaba era haber recibido una bofetada de su padre, habitualmente amable, cuando
había hablado mal de los últimos momentos de su hermano.
Era un día lluvioso.
Su madre y su padre debían de tener el corazón más roto.
Ellen aún se odiaba por aquella vez.
Ahora, el tiempo había pasado y sus padres se enfrentaban a una hija que había tomado la misma
decisión que su hijo.
Ellen no podía imaginar cómo debían de sentirse.
¿Se opondrían sus padres?
Habiendo perdido ya a un hijo así, no querrían que su hija se viera envuelta en una situación tan
peligrosa, ¿verdad?
¿Qué debía hacer entonces?
Si ella no luchaba, Reinhardt tendría que hacerlo solo. Por supuesto, Reinhardt no estaría solo, pero
en una situación en la que necesitaban a alguien con un artefacto sagrado, si ella se echaba atrás...
Si el mundo quería un segundo héroe y Ellen no estaba allí...
Reinhardt se vería obligado a convertirse en ese segundo héroe.
Evitar una batalla contra una entidad poderosa y desconocida pondría a Reinhardt en un peligro aún
mayor.
Por eso Ellen no podía elegir evitar el combate.
Al cabo de un rato regresaron sus padres.
Su madre cogió la mano de Ellen.
"Hija mía".
Ellen se encontró con los ojos apenados de su madre.
"¿No puedes cambiar de opinión?"
"......"
Por supuesto, no tenían más remedio que oponerse a tal decisión. Ya habían perdido a un hijo en
una situación similar, y la idea de que su hija hiciera lo mismo sería devastadora.
Ellen bajó la mirada.
"......Lo siento, mamá. Papá".
No podía no luchar.
Sobre todo porque no estaba sola.
Si ella no daba un paso al frente, Reinhardt tendría que enfrentarse solo al Rey Demonio.
Por eso Ellen se sintió aún más culpable ante la súplica de sus afligidos padres. Ni su madre ni su
padre hablaron durante un rato.
Ellen no intentó persuadir ni suplicar durante mucho tiempo.
Cuando su hija hablaba hasta ese punto, era como si supieran que no podían cambiar su terquedad.
Los padres no pueden evitar conocer bien a sus hijos.
"Entonces ven a un sitio con tu madre y tu padre un momento".
"¿Adónde?"
"Lo sabrás cuando lleguemos".
Su madre cogió a Ellen de la mano, la ayudó a levantarse y le indicó el camino.
Como estaban familiarizados con el senderismo, tanto la madre como el padre de Ellen encontraron
el camino con facilidad, incluso en mitad de la noche.
El lugar al que llegó la familia de Ellen era un valle cercano al pueblo de Rezaira.
También era un lugar familiar para Ellen, pues siempre que jugaba en el agua de aquí de niña.
Su madre se acercó lentamente a la enorme cascada helada del valle y tocó suavemente la pared
helada.
"...?"
Ellen no pudo evitar quedarse atónita ante la escena que se desarrollaba ante sus ojos.
Como si el espacio mismo se hubiera distorsionado, de repente, el centro de la cascada helada se

abrió de par en par.
No es que el hielo se hubiera hecho añicos, sino que parecía como si el propio espacio hubiera sido
invadido y se hubiera abierto una brecha.
"¿Qué...? ¿Qué es esto?"
Ellen, viendo este espectáculo por primera vez en su vida, no encontraba las palabras para decirlo.
Sin embargo, su madre y su padre sostuvieron tranquilamente la mano de Ellen y se adentraron en
el interior de la cascada.
Era Ellen quien había vivido aquí toda su vida.

Pero era la primera vez que veía este espacio tras la cascada ocasional del valle.
Había visto la cascada bloqueada varias veces.
Pero había una cueva detrás de ella.
"Ellen, síguenos por ahora."
Su madre la guió, y mientras su padre manipulaba algo cercano, una tenue luz comenzó a
arremolinarse alrededor de la cueva.
En la pálida luz azul, Ellen, incapaz de comprender la situación, entró lentamente en la cueva,
siguiendo a sus padres.
"Tu hermano no tenía intención de ir a la aventura desde el principio".
"¿Qué... quieres decir?"
"Originalmente dejó la aldea para encontrar 'cierto objeto'. Como Ragan tenía tanto talento, el
consejo de la aldea lo decidió".
Ellen ignoraba esto por completo.
Ella pensaba que Ragan Artorius era sólo un espíritu libre al que le gustaban las aventuras, pero no
era así en absoluto.
¿Qué clase de lugar era Rezaira?
Ellen se dio cuenta de que no sabía nada del lugar donde había pasado toda su vida.
"Así que conoció a mucha gente, experimentó muchas cosas e hizo muchos amigos. Con el tiempo,
llegó a pensar que los asuntos del mundo eran más importantes que los de la aldea... Eso es lo que
pasó."
"¿Qué es... qué es? Nuestra aldea... ¿qué es?"
"Más tarde."
Su madre cogió la mano de Ellen.
"Te lo contaré más tarde, hija mía."
Fueron las palabras de su madre.
"Una de las cosas que Ragan se propuso encontrar fue el mismo Lamento que tú posees, Ellen."
Fueron las palabras de su padre.
Pronto, la cueva comenzó a tomar una estructura similar a la de un edificio.

En el pasillo de paredes bien pulidas, numerosos pasadizos y corredores aparecieron ante los ojos de
Ellen, siguiendo la pálida luz.
Ellen no podía ver lo que había en aquel lugar. Como si hubiera un destino predeterminado, sus
padres la guiaron a través de la cueva dentro de la cascada hacia un lugar específico.
-¡Pop!
Cuando la luz iluminó la cavidad, Ellen pudo ver algo en medio del espacio vacío.
Allí, una capa que emitía una luz ardiente como las llamas parpadeaba como si fuera el propio
fuego.
"Esto... esto es..."
Los ojos de Ellen se abrieron de par en par como si estuvieran a punto de desgarrarse al verlo.
"Este es uno de los dos objetos que Ragan se propuso encontrar, junto con tu Lamento".
La Capa del Dios Sol.
La Reliquia Sagrada de Shal'am.
Lapelt.
Estaba justo delante de los ojos de Ellen.
Su madre, sosteniendo el Manto del Dios Sol, se acercó lentamente y lo colocó cuidadosamente
sobre los hombros de Ellen.
"Que las bendiciones de la luna y el sol te acompañen".
Con estas palabras, su madre besó suavemente la frente de Ellen.

Capítulo 335
Una semana de vacaciones.
Harriet había estado visitando el Departamento Real de Magia casi a diario para estudiar la magia
dimensional. No asistía a las reuniones de investigación mágica con demasiada frecuencia, ya que
su presencia probablemente sólo sería un estorbo.
Eleris había abandonado la Capital.
Según me confirmaron en la Banda, dentro de una semana se celebraría una conferencia en el

Consejo de Vampiros. Eleris regresaría a tiempo para ella, por lo que asistir a la Banda Rotatoria
alrededor de esa fecha le aseguraría la oportunidad de participar en el Consejo Vampírico.
Las cinco familias de vampiros.
Asegurar su cooperación sería tan bueno como ganar un ejército de un millón de hombres.
Si sería posible obtener su poder a través de la amenaza o la persuasión seguía siendo incierto.
No había forma de saber cómo persuadir o intimidar a los que se habían negado a cooperar durante
la Guerra de los Demonios.
La Orden Negra volvería a ponerse en contacto, y había que hacer preparativos para obtener
información sobre Cantus Magna para negociar con ellos.
Si el Consejo Vampiro no podía proporcionar dicha información, no se sabía si sería necesario

recurrir a tácticas descabelladas como atraer a Cantus Magna utilizando magia tabú.
Además, se había conseguido cierta comprensión del incidente de las puertas gracias a la
información sobre las propias puertas warp.
El broche que le dio Charlotte ya era una pista.
Activar el artefacto en forma de broche y atravesar cualquier puerta warp de la capital conduciría a
la puerta warp subterránea del Palacio de la Primavera.
El proceso exacto seguía siendo desconocido.
Lo importante era que ya existía una tecnología mágica capaz de interferir en el sistema de las
puertas warp.
Por supuesto, se trataba de un artefacto autorizado.
El punto clave era obtener información sobre la existencia de tecnología mágica que pudiera
interferir con las puertas warp, independientemente de cómo estuviera configurada la ruta.
La existencia del artefacto que Charlotte me proporcionó ya había sugerido una posibilidad.
Así pues.
En otras palabras, había empezado oficialmente a sumergirme en el problema de salvar el mundo.
Sentía que la cabeza me iba a estallar, no me quedaba tiempo para pensar, mi vida pendía de un hilo
dependiendo del resultado, y siempre existía la posibilidad de que se revelara mi verdadera
identidad.
Por supuesto, en medio de todo esto, había innumerables asuntos triviales que atender.
¡Clang! ¡Clatter!
"Uf."
"No está nada mal."
Después de intercambiar una ronda de esgrima con Olivia, colgué la espada de práctica en su
perchero, sintiendo un cosquilleo en la palma de la mano.
Sin Ellen, no había nadie con quien practicar esgrima. Por eso estaba practicando esgrima con
Olivia en la sala de entrenamiento.
Podría haber practicado con Cliffman, pero al fin y al cabo, aún no había despertado su
Fortalecimiento del Cuerpo Mágico, así que no era un oponente adecuado para que yo lo diera todo.
Por supuesto, podría haber acudido a Saviolin Turner, que con gusto me enseñaría esgrima, pero
decidí que era mejor que ella se centrara en enseñar a Ludwig.
Así que estaba practicando esgrima con Olivia.
Olivia, que había estado blandiendo la espada de práctica, se la colgó despreocupadamente del
hombro.
Había llegado a apreciar de verdad las habilidades de Olivia tras el reciente torneo. Hasta entonces,
nunca había hablado de enseñarme esgrima.
Por supuesto, como se lo pedí, accedió a venir al campo de entrenamiento.
La habilidad de Olivia es sin duda increíble.
Ni el rendimiento y la estabilidad de su Fortalecimiento del Cuerpo Mágico ni su habilidad con la

espada pueden compararse con la mía.
Incluso con mis mejores esfuerzos en intuición, autosugestión y Fortalecimiento del Cuerpo
Mágico, no podía seguirle el ritmo en absoluto.
No pude evitar sentir la realidad de que la razón por la que fui capaz de matar a Riverrier Lanze se
debió a una combinación de puntos de logro, magia de palabras y suerte situacional.
"¿Lo intentamos de nuevo?"
"Hagámoslo".
Sujetando su espada, Olivia me mira con expresión tranquila.
Yo también saco mi espada de práctica y empiezo a mejorarla con magia.
-¡Clang! ¡Golpe seco!
En un instante, Olivia se precipita hacia mí y empuja bruscamente mi espada de práctica a un lado.
"¡Punto débil!"
-¡Whoosh!
"!"
Al apartar mi espada, mi pecho queda al descubierto. Olivia me abraza el cuello y me besa la

mejilla.
"Ah, de verdad. ¿Puedes dejar de hacer esto, por favor?"
"Entonces intenta ser más fuerte que yo."
Todo iría bien si no fuera por su ocasional comportamiento extraño.
------
Después de luchar durante bastante tiempo, finalmente me desplomé sobre el suelo del campo de
entrenamiento, completamente agotado.
Es cierto que mi resistencia ha mejorado significativamente en comparación con antes, pero batirme
en duelo mientras uso el Fortalecimiento del Cuerpo Mágico produce una mayor sensación de
fatiga.
Una sensación de agotamiento diferente a la simple pérdida de fuerza.
Por suerte, apenas he notado daños en mi circuito mágico al usar sólo el Fortalecimiento del Cuerpo
Mágico. Mi poder mágico puro ha aumentado, y ya tengo dos talentos en control y respuesta
mágica.
Sería extraño que no me adaptara rápidamente.
"Eres bastante débil, Reinhardt".
"...Eres tú la que es fuerte, senior."
"En eso tienes razón."

Mientras estaba tumbada en el suelo del campo de entrenamiento, Olivia, que estaba sentada a mi
lado, me pellizcó juguetonamente la mejilla.
"Ha vuelto a su ciudad natal, ¿eh?"
"Sí.
"Tsk, sabía que eras demasiado amable conmigo".
No tenía palabras para refutar su afirmación de que había acudido a mí porque Ellen no estaba.
"Debes sentir pena, viendo que no puedes decir nada".
Olivia lo dijo, pero no parecía furiosa ni dispuesta a discutir.
Le debo mucho a Olivia.
Aun así.
Ninguna de las dos sabe que corrí tremendos riesgos para salvar a Olivia y a Adriana. No quiero que
lo sepan.
Pero no consigo ser un caballero como es debido. Quiero olvidarlo con calma, pero no puedo.
No soporto el hecho de no poder bromear al respecto. No pienso decir nada, ¡pero es que no soporto
esta situación!
Me arriesgué mucho más allá de que me pillaran en un concurso de travestismo por su bien. Si se
siente herida por mí, ¡así son las cosas!
"Reinhardt."
"...Sí."
"¿Lo has hiciste tú?"
"...¿Perdón?"
¿De qué está hablando?
¿Ha descubierto algo?
¿Cuál podría ser la pista? Olivia no tiene pruebas ni pistas para descubrir que yo soy el Rey
Demonio.
Al ver mi expresión, como si mi mente se hubiera detenido, Olivia esboza una sonrisa triste.
"El orfanato que apadrinaba... El director y los profesores... Se los llevaron a todos".
"...Ah."
Es como si un ladrón se quejara de que se le ha entumecido el pie.
Aunque estábamos hablando de algo completamente diferente, la conversación dio un giro

inesperado.
Sí, eso fue obra mía.
No podía decírselo al Emperador, pero cuando le dije a Charlotte que todo estaba resuelto con
respecto a la fuga de Eleris, también le pedí que me ayudara con los asuntos relacionados con el
orfanato.
Ya estaba al tanto de los orfanatos que Olivia patrocinaba personalmente. Parecía extraño que
estuvieran pasando apuros económicos a pesar de recibir apoyo.
Fue hace sólo unos días, pero parecía que Charlotte había tomado medidas inmediatas. Parecía que
Olivia también se había dado cuenta.
Olivia me miró con expresión triste.
"¿Tú... hiciste esto?"
"Sí."
"..."
Deseaba que Olivia no lo supiera, pero al final, era un asunto del que no podía evitar enterarse.
"En el Imperio, ya hay programas de apoyo para los huérfanos de guerra. Así que no tenía sentido
que hubiera orfanatos con problemas económicos".
Olivia no parecía feliz. Era imposible que estuviera contenta.
Los niños podrían vivir una vida más próspera bajo una gestión más estricta, pero Olivia se sentía
traicionada por la gente en la que confiaba.
Olivia se hundió en el suelo de la sala de prácticas.
"No pensé que harían eso. Nunca dudé de ellos ni un segundo. Pensé que no había forma de que
alguien... interceptara el dinero destinado a los niños".
Su confianza en la humanidad.
Su confianza en la bondad de la gente.
Olivia tenía tanto afecto humano. Después de estar decepcionada con la religión y la fe, ¿lo estaba
ahora con la humanidad?
Olivia guardó silencio un rato antes de hablar.

"El funeral empieza hoy".
"¿El funeral...?"
"Sí, de mi padrastro".
Riverrier Lanze.
Su muerte es un acontecimiento importante no sólo para la comunidad religiosa, sino para todo el
Imperio.
No importa lo mucho que había caído en desgracia, él era un héroe de guerra. Incluso pereció
luchando contra la raza demoníaca.
Así que, independientemente de las circunstancias reales y de los diversos problemas relacionados
con su muerte, a primera vista, es un acontecimiento trágico para el público. Por eso se está
celebrando un funeral para llorar la muerte de Riverrier Lanze, ahora que el caos ha sido sofocado.
"Reinhardt, ¿puedes venir conmigo a un sitio un rato?"
No me atrevía a rechazar la petición de Olivia.
------
Dentro del Templo no se notaba, pero era evidente que el funeral de Riverrier Lanze se estaba
celebrando a escala nacional. En las casas de las calles colgaban banderas negras en señal de luto, y
la gente vendía flores como tributo.
Se decía que el cortejo fúnebre se dirigía desde el monasterio abandonado, donde se recuperó el
cadáver, hasta la sede de la Orden de los Caballeros Sagrados.
Desde el extremo sur de la Capital Imperial, el camino hacia la Orden de los Caballeros Sagrados
estaba controlado por los guardias mientras el cortejo fúnebre entraba en la ciudad.
-Qué hacer con esto...
-Esos malditos demonios...
Un número significativo de las personas que se habían reunido para ver el cortejo fúnebre eran
creyentes de las Cinco Grandes Religiones, e incluso los que no lo eran eran civiles que lloraban la
muerte de un héroe de guerra.
El odio hacia los demonios y el miedo al Rey Demonio invadían a la gente.
No importaba por qué Riverrier Lanze había estado allí aquel día, en aquel lugar.
La gente creía que Riverrier Lanze había caído en una feroz batalla contra los restos de los
demonios, y al final, esa era la verdad.
Simplemente, no conocían toda la historia.
Nadie conocía el verdadero rostro de Riverrier Lanze, que había intentado recuperar el poder
amenazando a su hija adoptiva y, en última instancia, trató de aliarse con el Rey Demonio mientras
su vida pendía de un hilo en un intento de dividir el imperio.
Olivia debió de sentirse desconcertada ante esta situación.
Gracias al ataque de los demonios, estaba a salvo en esta situación.
Le costaba aceptar que Riverrier Lanze, que la había amenazado con la vida de Adriana, se hubiera
convertido en un héroe en la muerte.
Desde la encrucijada del sur, apareció el gran cortejo fúnebre.
Iba escoltado por caballeros y sacerdotes.
Tras el carruaje que conducían, decenas de ataúdes espléndidamente decorados contenían a

Riverrier Lanze, caballeros y creyentes anónimos de la orden monástica.
El cuello de Riverrier Lanze había sido cortado. No sabía cómo habían conseguido recuperar los
cuerpos despedazados, aplastados y quemados por la magia de Loyar.
No estaba seguro de las opiniones de toda la Orden de los Caballeros Sagrados, pero pude ver a
Eleion Bolton encabezando la procesión en un caballo blanco al frente.
Tanto el imperio como Eleion Bolton debían de estar encantados con esta situación.
No obstante, fingieron pesar por los ciudadanos ignorantes y encabezaron solemnemente el cortejo
fúnebre.
Al aparecer el cortejo fúnebre, la gente rompió a llorar como si hubiera ocurrido algo
increíblemente triste.
Las lágrimas empezaron a extenderse como una infección, comenzando con unos pocos llantos, que
se sentían bastante extraños.
Esta gente no conocía a Riverrier Lanze.
No entendía por qué estaban tan tristes por su muerte, o incluso derramaban lágrimas. No sabía si se
debía a su fe o a otra cosa.
Sin embargo, no tenía derecho a dudar de sus lágrimas.
Después de todo, yo era la persona más inhumana aquí.
Tanto si los que había matado merecían morir como si no, yo era un loco que había venido a ver el
funeral de las personas que había matado.
Había bastantes personas que no lloraban entre los visitantes de luto que se habían convertido
rápidamente en un mar de lágrimas.
Sin embargo, los que no lloraban parecían estar llenos de un aire incómodo.
Estaban inquietos, como si no llorar les hubiera convertido en pecadores.
Las lágrimas eran como un manantial oculto.
A menos que uno tuviera un entrenamiento especial, era imposible llorar sólo con desearlo. Las
lágrimas brotaban por sí solas, no eran algo que pudiera invocarse a voluntad.
Mientras el cortejo fúnebre se acercaba poco a poco, Olivia observaba con calma.
"Reinhardt."
"¿Sí?"
"¿Por qué todo esto me resulta tan repulsivo? ¿Soy demasiado malvada?"
Susurró Olivia mientras observaba cómo se acercaba el ataúd que contenía el cadáver de su
padrastro.
Todo esto no era más que un espectáculo.
La gente no sabía lo que tenía que saber. Sólo lo hacían porque convertir a Riverrier Lanze en un
héroe en la muerte daba una bonita imagen.
A Olivia probablemente no le gustaba Riverrier Lanze, pero debía de desagradarle igualmente la

situación en la que se estaba explotando su muerte.
Sintió asco de todo esto.
"Creo que es posible", dije.
Olivia negó con la cabeza ante mis palabras.
A medida que el cortejo fúnebre se acercaba poco a poco, adentrándose por las principales calles de
la región imperial del sur, los alrededores se volvían aún más ruidosos con los gritos de la gente.
Siguiendo la guía de Eleion Bolton, se dirigían hacia el cuartel general de los Caballeros Sagrados.
La gente se había congregado para ver la larga procesión, arrojando flores y derramando lágrimas.
Nosotros observábamos el espectáculo.
-Mira, allí...
-¿Es esa la Santa?
-¿Si es la Santa...?
-¡Es la hija del Comandante!
Habíamos estado observando durante demasiado tiempo.
Olivia era una figura reconocible.
Por eso había mucha gente que podía reconocerla.
Cuando alguien en el mar de lágrimas señaló a Olivia, las miradas de la gente se volvieron
instantáneamente hacia ella.
La Santa de Eredian.
Aunque fue la protagonista de la caída en desgracia de Riverrier Lanze, a la gente ya no le

interesaba.
El anterior Comandante de los Caballeros Sagrados y un héroe de guerra que había muerto
honorablemente luchando contra demonios.
La presencia de su hija en este evento era lo que importaba.
-¡Oh, Santa!
"..."
La expresión de Olivia se endureció, y la multitud a nuestro alrededor se arremolinó rápidamente

hacia ella y hacia mí.
-¡Oh, Santa! ¿Qué podemos hacer? ¿Qué podemos hacer?
-¡Debes vengarnos contra esos sucios y despreciables demonios!
-¡Siguiendo los pasos de tu padre, tú también debes tomar la iniciativa en la derrota de los
demonios, Santa!
-¡Oh, Santa! ¡Tenemos demasiado miedo de vivir!
-¡Santa!
-¡Santa, debes salvarnos!
-¡Cómo podemos hacer frente a esta situación sin el héroe!
En un instante, el área circundante se volvió caótica.
Como si Olivia fuera una especie de dios, innumerables personas cayeron de rodillas frente a ella,
lamentándose.
No podían ver la razón por la que Riverrier Lanze había caído en desgracia o por la que Olivia
había renunciado a su fe.
El Rey Demonio había regresado.
Pero ahora no había héroe.
Alguien tenía que enfrentarse al Rey Demonio.
Alguien que no fuera yo: alguien grande, valiente, virtuoso y poderoso.
Alguien que derrotara al Rey Demonio en mi lugar.
La gente lo deseaba.
-¡Debes derrotar al Rey Demonio, Santa!
-¡No hay nadie más que tú, Santa!
-¡Oh! ¡Santa! ¡Por favor, sálvanos!
No conocían la verdadera fuerza de Olivia.
Sólo sabían vagamente que poseía una poderosa fuerza divina y que era una persona tan virtuosa
como para ser llamada Santa.
Innumerables personas la trataban como si fuera una especie de reina.
Le suplicaban de rodillas que muriera en su nombre.
Numerosas personas le suplicaban que se sacrificara por ellos.
Vi cómo la atención desaparecía de los ojos de Olivia.
Olivia estaba atormentada por una presión abrumadora.
Sufría entre la multitud de personas que la instaban a recuperar la fe.
Vio el comportamiento detestable de quienes controlaban egoístamente la vida de los demás en su

propio beneficio y el espectáculo de cómo se alababa la muerte de esas personas.
Los fondos exprimidos y preparados hasta entonces fueron interceptados por los encargados de los
orfanatos.
Más allá de los problemas de la fe y la religión,
Ahora, en lugares completamente ajenos a la fe y la religión, veía a personas que exigían con
denuedo que muriera en su lugar mientras lloraban.
Era testigo de personas que utilizaban sus lágrimas como escudo e intentaban empujar a alguien a la
muerte con indiferencia desde detrás de ese escudo.
Parecía como si algo importante dentro de Olivia se hubiera roto.
"¿Por qué yo?"
Una voz fría y sin emoción brotó de Olivia.
"¿Por qué tengo que hacer esto?"
Olivia estaba rota.

Capítulo 336
"¿Por qué debo morir por ellos?"
Olivia empujó más allá de los atónitos espectadores, abandonando la escena mientras se quedaban
congelados en respuesta a sus palabras.
"Repugnante".
Con una expresión endurecida, Olivia dijo esto.
"Los seres humanos son tan repugnantes".
La última pizca de amor de Olivia por la humanidad pareció romperse al murmurar esas palabras,
tapándose la boca.
Tras haberse topado numerosas veces con la fealdad de la naturaleza humana, parecía que Olivia
había perdido por fin cualquier resto de simpatía por los de su propia especie.
"No seas tan dura. Esa gente no conoce nada mejor".
"..."
Olivia chasqueó la lengua.
"Claro, supongo que si lo supieran, sería diferente".
Olivia me miró.
"Probablemente habrían afirmado que, como los demonios me salvaron, debo de ser sucia e impura,
y deberían atarme a la hoguera y quemarme".
Los ojos de Olivia cambiaron.
Los ojos que siempre parecían algo apenados parecían revelar ahora un oscuro abismo, que
recordaba a la mirada de Lydia Schmitt.
La maldad y la repulsión de los humanos habían acabado por quebrar a Olivia.
No encontraba palabras para rebatirla.
No podía refutar la afirmación de Olivia de que los humanos, ignorantes o conocedores, eran
repugnantes en sus acciones.
"¿El Rey Demonio? Sí, no sé por qué los demonios me salvaron. Pero si el verdadero objetivo del
Rey Demonio es recrear el reino de los demonios y matar a todos los humanos..."
Olivia agarró mi mano con fuerza.
"Lucharé para proteger a las pocas personas que quiero. Nunca lucharé por criaturas como ellos".
Olivia me abrazó.
Igual que había hecho Ellen.
Olivia también se había decidido a luchar.
Sin embargo, sus razones subyacentes habían cambiado drásticamente en comparación con la Olivia
que conocíamos.
No podía ser de otra manera.
------
Olivia era la personificación de una persona de carácter fuerte con un exterior amable. Era amable y
amistosa con muchos, pero firme en sus convicciones.
Pero incluso una persona así puede quebrarse cuando se la lleva al límite.
Se estaba cansando de rechazar y apartar suavemente a las innumerables personas que se aferraban
a ella.
Los últimos acontecimientos habían llevado a Olivia al borde del colapso emocional.
Al descubrir que el orfanato que había estado patrocinando estaba malversando fondos y matando
de hambre a los niños, Olivia sintió una sensación de traición.
Y al final, se enfrentó a personas que utilizaron sus lágrimas como arma y le exigieron que se
convirtiera en una víctima sacrificial.
Al darse cuenta de que no tenía motivos para vivir por unos seres tan despreciables, Olivia se
transformó.
Si tenía que luchar contra el Rey Demonio, lo haría, pero no por el bien de la humanidad, como
declaró Olivia.
Parecía que si comprendía este sentimiento, podría unir fuerzas con el próximo Rey Demonio para
provocar la destrucción de la humanidad.
Sin embargo, no quería explotar el estado quebrantado de Olivia. No quería cargar a una persona
tan lamentable, que ya había sufrido bastante, con un extraño sentido del deber.
Al fin y al cabo, tampoco deseaba la destrucción de la humanidad.
Por supuesto, Olivia no había cambiado mucho en comparación con su yo habitual.
"Piérdete. No seas pesada".

"¿Qu-qué? Um, senior, ¿qué estás...?"
"¿No te dije que te perdieras? ¿Cuántas veces tengo que decirte que no voy? ¿Eres idiota?"
"¿Qué... qué... qué eres... um, senior...?"
"Si no eres idiota, ¿por qué me haces repetirlo? Oye, mírame a los ojos. Mírame directamente a los
ojos".
"Um, senior, me estás asustando. ¿Por qué de repente...?"
Después de eso, vi a Olivia chasquear duramente a la gente unas cuantas veces.
No era sólo Lady Lydia Schmitt quien exigía su regreso al mundo religioso.
Tal vez hasta ahora, Olivia había mostrado reticencia y rechazo a esas exigencias, pero parecía
haber superado eso y empezó a responder con más fiereza.
En cierto modo, me pareció un alivio.
"¡Ah, Reinhardt! ¿Quieres que comamos juntos?"
Pero cuando regañó así a su junior, y luego inmediatamente sonrió radiante al verme.
Corriendo hacia mí, sonriendo y cogiéndome del brazo...
De alguna manera...
Sentí que se había vuelto aún más loca que antes...
Yo estaba... un poco asustado.
------
Olivia había cambiado.
Pero los cambios superficiales parecían ser positivos.
La gente seguía aferrándose a ella porque parecía demasiado amable, y no podían dejarla ir, incluso
cuando no se sentían forzados.
Por decirlo amablemente, parecía una persona despreocupada.
Cuando Olivia empezó a actuar de forma más hostil, la gente parecía tener demasiado miedo como
para hablar con ella de forma casual.
Olivia no perdería ante nadie en términos de fuerza. Si alguien intentaba usar la fuerza contra ella,
acabaría siendo derrotado.
Así que pensé que sería bueno para Olivia ser fuerte por su propio bien.
Durante esas vacaciones, un día.
"¿Estás lista?"
"Sí."
En el bosque del sur, donde estaba la sede de la Banda Rotatoria, me encontré con Eleris.
"Ahora te explicaré el Concilio. Debes recordarlo bien".
Mi reunión con el Consejo de Vampiros.
Para ello, Eleris comenzó a informarme de las precauciones que debía tomar, del uno al diez.
El futuro cambiaría significativamente dependiendo de los resultados de la reunión de hoy.
Por lo tanto, no había lugar para errores.
------
-¡Fwoosh!
La fortaleza de Epiax, a la que regresé mediante teletransporte, se había vuelto aún más siniestra
que antes.
La feroz ventisca que rodeaba la fortaleza creaba una atmósfera aún más espeluznante, quizá debido
a los seres que había en su interior.
"¿Dónde está Lydia?"
"Le dije que no saliera de su habitación mientras se celebraba la reunión".
"Bien."
Maldita sea.
Esa tipa no me caía especialmente bien, pero como Eleris se estaba ocupando de ella, no podía
evitar preocuparme. Ahora está muerta de miedo, y hemos llegado hasta aquí, así que no hay lugar
para tonterías, a pesar de las circunstancias.
-Swish
Volví a la forma de Valier usando el anillo de Sarkegaar.
Este fue mi segundo acto bajo el nombre de Valier, no Reinhardt.
Asistir al Consejo de los Vampiros.

Una reunión de los señores de las cinco familias vampíricas.
Era el mismo lugar donde jugamos a la mafia durante la última misión del grupo del templo.
Resultaba inquietante y divertido pensar que ahora el lugar estaba lleno de los llamados Señores de
los Vampiros, que podrían poner patas arriba todo el continente con sólo aparecer.
Al abrir la puerta de la sala de reuniones, vi que cuatro personas ya estaban sentadas en la mesa
redonda.
No pertenecían al Reino Demoníaco, así que no mostraron ningún respeto especial hacia mí.
Algunos me miraban con interés, otros con desinterés, otros parecían despreciarme y otros eran
ilegibles.
"Encantado de conoceros. Me llamo Valier".
Teniendo en cuenta mi edad y que no pertenecían al Reino Demoníaco, decidí dirigirme a ellos con
un tono respetuoso, aunque no excesivamente educado.
En cuanto me senté, una risa fría llenó la sala de conferencias.
"Así que ha llegado el señor de lo inexistente".
Lo inexistente.
Debía de ser una referencia a las desaparecidas Tierras Oscuras. No me molesté en responder a la
provocación.
La vampiresa que se burlaba de mí era una mujer de rostro pálido y seductores labios rojos.
Incluso dejando a un lado su belleza, había algo distintivo en ella.
No me sorprendió especialmente, ya que había oído hablar de ella a Eleris.
"Encantado de conocerte. Soy la Señora del Clan del Jueves de las Siete Noches, Luruien".
Orejas largas.
Sólo podía haber una explicación.
Ella era una elfa.
Una elfa extinta, ahora viviendo como vampiro.
Estaba claro que los Señores Vampiro eran seres antiguos, incluso cuando simplemente se hablaba
con el primer Señor Vampiro.
No sólo era una elfa, sino que la presencia a su lado era aún más sorprendente.
"Encantado de conocerte, joven Rey Demonio".

Una voz profunda surgió de la figura sentada a su lado.
"Soy el señor del Clan del Viernes de las Siete Noches, Gallarush".
Con un cuerpo macizo y una piel sólida como la roca, ojos rojos y dientes en forma de colmillo que
sobresalían de su labio inferior, era un vampiro orco.
Ya sólo oír hablar de él resultaba extraño, pero el aura opresiva que desprendía no era ninguna
broma.
Se decía que todos los Señores de los Vampiros eran magos excepcionales, pero éste parecía que
debería blandir un hacha de piedra.
A continuación, me miraba un vampiro con una mirada llena de curiosidad.
"¡Hola Archidemonio! Soy la señora de la Noche del Clan del Miércoles, ¡Lucinil! ¡Encantada de
conocerte! Hablaré informalmente ya que soy mayor. ¿De acuerdo?"
"...Uh, claro."
Por alguna razón, esta vampiresa estaba muy nerviosa.
Parecía una chica joven, y su comportamiento era realmente infantil.
'Aunque todos tienen sus peculiaridades, no son seres salvajes. Dada su larga vida, son bastante
educados. Podrías considerar a la señora de la Noche de los Miércoles... inofensiva'.
Apareció como una joven vampiresa, pero....
Ella no era humana para empezar.
Definitivamente.
Escuché que era un Homúnculo.
Nunca imaginé que un Homúnculo pudiera convertirse en vampiro. Era un misterio quién creó tal
Homúnculo, y cómo se convirtió en vampiro también era desconocido.
Lucinil debe de ser el ser más peculiar entre los Señores Vampiro aquí presentes. Lucinil me miró
con un rostro lleno de curiosidad.
Y finalmente.
"Es un honor conocer a tan distinguido ser".
El anciano caballero se quitó la fedora y me hizo una profunda reverencia.
"Soy Antirianus, el señor de la Noche del Sábado de las Siete Noches".

Me miró fijamente con una sonrisa inescrutable.
Me dijeron que era humano.
Antirianus parecía el más ordinario de los presentes, a excepción de Eleris, y sin embargo, parecía
el menos ordinario.
De hecho, Eleris me advirtió que tuviera cuidado con Antirianus. Dijo que sus intenciones eran
difíciles de discernir.
Eleris del Martes
Lucinil del Miércoles.
Luruien del Jueves.
Gallarush del Viernes
Y Antirianus del Sábado.
Cinco de las Siete Noches estaban presentes en el Consejo Vampírico.
"Ahora, procedamos con la reunión del consejo a la que asistirá el Archidemonio".
Antirianus declaró abierta la reunión en un tono tenue.

Capítulo 337
Los cinco jefes del Clan Vampiro me miraron.
"No tiene sentido andarse con rodeos. Necesito vuestra ayuda".
Por supuesto, debían esperar que dijera esto.
¿Qué otra cosa podía decir el último sucesor de una nación caída cuando buscaba el apoyo de las
fuerzas de las tierras fronterizas?
Luruien abrió la boca, imperturbable.
"Supongo que sabes que nosotros, el Consejo Vampiro, no participamos en la Guerra del Mundo
Demoníaco".
"Soy consciente".
Los labios de Luruien se curvaron en una mueca.
"Incluso cuando el antiguo Archidemonio y Rey Demonio, Valier -el ser más poderoso del mundo-
estaba vivo, el Consejo Vampiro no participó en la Guerra Mundial Demoníaca. No cooperamos ni
siquiera cuando el Reino Demoníaco era fuerte, así que ¿por qué íbamos a unir nuestras manos
ahora que ha caído?"
En otras palabras, estaba diciendo que había incluso menos razones para que ayudaran ahora que
cuando sus propios hogares aún estaban intactos.
Luruien miró al príncipe de un reino inexistente con una sonrisa burlona.
Gallarush también me miró con calma.
"En primer lugar, el Consejo Vampírico nunca le debió nada a las Tierras Oscuras. Nuestra
existencia y la suya nunca fueron necesarias ni interfirieron entre sí, y ni siquiera el extraño poder
de los Archidemonios pudo someternos. Por eso los sucesivos Reyes Demonio nos dejaron en paz, y
nunca interferimos en los asuntos de las Tierras Oscuras. No era una regla escrita, sino una no
escrita que duró hasta que la Señora de los Martes juró lealtad a las Tierras Oscuras".
Gallarush no se burló de mí como Luruien, pero no vio ninguna razón para cooperar.
La siguiente en hablar fue la pequeña vampira, Lucinil, aunque no era una niña.
"Archidemonio, ¿qué piensas hacer después de reconstruir el Reino Demoníaco?"
Lucinil hizo inocentemente una pregunta más fundamental.
"¿Quieres matar a todos los humanos? No puedes hacer eso. Puede que la sangre humana no sea lo
único que necesitamos, pero no hay nada como ella. No quiero sobrevivir a base de sangre
insípida".
"No tengo intención de matar a todos los humanos, ni creo que eso sea posible".
"¿En serio? ¿Así que te refieres a matar a la mitad de ellos?"
¿Por qué estaba tan obsesionada con matar?
"Dudo que tenga tiempo suficiente en mi vida para restaurar siquiera una fracción del antiguo poder
de las Tierras Oscuras, y mucho menos para matar a la mitad de los humanos".
"Hmm, eso tiene sentido. Ya que todo ha colapsado completamente... Incluso si un Archidemonio
vive más que los mortales ordinarios, te llevaría mucho tiempo alcanzar el nivel de las anteriores
Tierras Oscuras... Hmm..."
Lucinil dijo esto y luego comenzó a inclinar la cabeza, aparentemente sumida en sus pensamientos.
Por último, el Señor del Sábado Antirianus me miró con una suave sonrisa.
"Es contradictorio, ¿verdad, Su Grandeza? Afirmas no soñar con la guerra y, sin embargo, requieres
poder".
"La reconstrucción no sería posible sin el poder para protegerse".
"La Guerra del Mundo Demoníaco no comenzó para destruirnos unos a otros, sino para
defendernos. Por supuesto, los humanos fueron los que comenzaron la invasión".
Parecía como si estuviera sugiriendo que el poder para la autodefensa era sólo una excusa.
"Una vez que los humanos sean testigos de la reagrupación de las tribus de las Tierras Oscuras, las
pisotearán. Entonces deberemos soportar el derramamiento de sangre para proteger a las aún débiles
fuerzas de las Tierras Oscuras". El razonamiento y la razón para hacerlo... Realmente no lo puedo
comprender".
Luruien pareció estar de acuerdo, asintiendo con la cabeza, al igual que Gallarush.
Lucinil parecía perdida en sus pensamientos, sin prestar atención a la conversación en curso.
"Por mucho que lo piense, no ganamos absolutamente nada cooperando con el Archidemonio.
Incluso si deseamos algo, el Archidemonio simplemente no puede proporcionárnoslo".
El argumento de Luruien era válido. Aunque su burla era despectiva, algunas cosas eran
simplemente inevitables.
El Consejo Vampírico no tenía ninguna razón para cooperar conmigo, y no tenían nada que ganar de
mí. Si una alianza se formaba únicamente para recibir ayuda, no había ninguna razón real para
hacerlo.
Yo no tenía nada que dar, y ellos no tenían nada que ganar.

"Cambiando de tema. ¿Puedo hablar de algo?"
Ante mis palabras, Antirianus sonrió amablemente y asintió.
"Para los inmortales, lo que queda es el tiempo. Habla".
"Parece que, con el fin de la reciente Guerra Demoníaca, las Cinco Grandes Religiones buscan
ahora su independencia".
Ante mis palabras, Luruien, por supuesto, pareció perplejo, al igual que los demás.
"¿A qué viene eso?"
"Los humanos se habían unido para la Guerra Demoníaca, pero con su final, varios grupos militares
y de intereses empezaron a albergar pensamientos diferentes sin disolverse. El principal ejemplo es
la Orden de los Caballeros Sagrados, que planea establecer una nación independiente para las Cinco
Grandes Religiones."
Formación de una nación independiente para las Cinco Grandes Religiones.
Las expresiones de Luruien y Gallarush se endurecieron ante esas palabras. El poder divino era una
fuerza opuesta a los vampiros. Parecía que no podían evitar sentirse tensos ante la perspectiva de
una nación fundada por los religiosos.
"El otro día maté a Riverrier Lanze, el antiguo Comandante de los Caballeros Sagrados y figura
central de la facción independentista. Lo hice con Eleris aquí".
La amenaza había existido pero se desvaneció.
Ante mis palabras, Luruien ladeó la cabeza.
"Ya que he eliminado la amenaza de la facción de antemano, si estás agradecido, coopera... ¿Es eso
lo que estás diciendo?"
Luruien me preguntó si quería decir que me lo debían por eliminar a un enemigo al que acabarían
temiendo. Negué con la cabeza.
"En absoluto. Si dijera eso, ¿no te limpiarías la boca y seguirías adelante?"
"Sí, desde luego".
Luruien entrecerró los ojos mientras me miraba fijamente.
"Sin embargo, antes de que Riverrier Lanze muriera, dijo algo. Que estaba dispuesto a cooperar
conmigo. Argumentó que si de verdad quería que el Imperio se debilitara, debería haberle dejado en
paz".
"Ya veo. Eso es lo que yo también tenía curiosidad. Si hubieras dejado en paz a la facción anti-
imperial, habría sido ventajoso para ti".
A fin de cuentas, depende de cómo conectes los puntos.
Aunque afirmaba no tener ningún interés en reconstruir el mundo demoníaco, al final buscó la
cooperación del Consejo Vampírico con el pretexto de reconstruirlo, como si al final todo acabara
encajando.
La razón para matar a Riverrier Lanze también tenía en última instancia su propio propósito.
"Si lo dejaba solo, la nación independiente de las Cinco Grandes Religiones caería obviamente en
manos de Riverrier Lanze. ¿Por qué dejaría que eso sucediera?"
"...?"
"¿No es mejor que lo tome yo?"
Ante mis palabras, todos lucieron expresiones de desconcierto, excepto Eleris.
Eleris se quedó boquiabierta, como si entendiera lo que estaba diciendo.
"...¿Estás diciendo que quieres absorber el poder de las Cinco Grandes Religiones? ¿Qué tontería es
ésa?"
En respuesta a la pregunta de cómo el Rey Demonio podía tener una idea tan extraña y si era
siquiera posible, levanté la mano sobre la mesa.
-Swoosh
"Soy el Campeón de Tu'an".
Y al ver algo en mi mano, los ya pálidos rostros de los vampiros se volvieron aún más blancos.
"¡Ah, ahhhhhh! ¡¿Qué, qué es eso?!"
-¡Bam!
Lucinil saltó de su asiento y cayó hacia atrás.
------
Tiamata es como un botón del pánico para los no muertos.
Eleris se sobresaltó cuando la vio por primera vez, e incluso ahora no podía mirarla bien.
Lucinil había caído de espaldas, Luruien retrocedió sobresaltado y Gallarush frunció el ceño con
fiereza.
"Ho, así que tú eres el Campeón de Tu'an".
Antirianus, por su parte, parecía intrigado mientras miraba el Tiamata en mi mano.

Por el bien de los Señores Vampiros, que podrían sufrir un infarto, decidí anular la invocación de
Tiamata.
"No pretendía amenazaros. Pero, ¿entendéis lo que digo ahora?"
Habiendo visto lo que menos querían ver, todos parecían estar sin aliento.
"¡Creía que se me iba a caer el corazón, mocoso!"
Lucinil, furiosa, dio un respingo en su sitio, gritando a pleno pulmón.
"Te pido disculpas. Pero si no os la enseñbaa, ¿cómo iba a demostrarlo?"
"¡Al menos deberías habernos avisado de que tenías algo parecido a Tiamata! ¡Uf! Estoy tan
enfadada!"
Lucinil incluso le mostró a Luruien la piel de gallina de su brazo.
"Tsk, eso no es posible, Lucinil".
Al verla así, Luruien chasqueó la lengua y palmeó la cabeza de Lucinil.
"¡Te digo que se me ha puesto la piel de gallina! De verdad!"
En fin.
Todos, excepto Antirianus, parecían estar en alerta máxima debido a la aparición de Tiamata.
Incluso Eleris parecía tener problemas para respirar.
"Parece ser especialmente peligroso para los no muertos como nosotros. Ahora entiendo lo que
dices. Como Campeón de Tu'an, ¿estás diciendo que puedes convertirte en el maestro del poder de
las Cinco Grandes Religiones?"
"No creo que sea imposible".
Aunque Riverrier Lanze quería nombrar a Olivia, no creía que fuera imposible para mí unir el poder
de las Cinco Grandes Religiones bajo el nombre de Reinhardt y convertirme en su maestro.
"Muy bien, gran ser. Entonces, tanto si los controlas entre bastidores, como si te conviertes en su
verdadero maestro o forjas una alianza con ellos, ¿qué buscas del Consejo?"
Ahora llegamos al punto principal.
Con los brazos cruzados, les miré fijamente a la cara.
"Si me convierto en representante de las Cinco Grandes Religiones o algo parecido, acabaré con
todos vosotros si no cooperáis".
Ante esas palabras, incluso la expresión de Antirianus se puso rígida.

"¿No es una buena imagen?"
"El Campeón de Tu'an, la Diosa de la Pureza, une las fuerzas de las Cinco Grandes Religiones para
crear un nuevo poder que extermine a las fuerzas vampíricas, y se convierte en su líder".
"El objetivo es la erradicación de los no-muertos. El primer objetivo son las familias de los Señores
Vampiro".
"Si una gran fuerza de Caballeros Sagrados de la Orden Sagrada comienza a demoler tus fuerzas
una por una, ¿podréis manejarlo?"
Es una amenaza hecha no como Rey Demonio sino como Campeón de Tu'an.
"¿Nos estás amenazando, joven Rey Demonio?"
Gallarush me miró con ojos llenos de ira.
"Como todos decís, no tengo nada que ofreceros. Así que, para empezar, tenéis razón cuando decís
que no podemos hacer un trato".
"No tengo nada que dar, pero necesito tu ayuda. ¿Qué otra cosa puedo hacer?"
"Es una amenaza."
"Lo siento. ¿Crees que estoy feliz de hacerle esto a unos ancianos? Cuando han arrancado los
pilares de mi casa, tengo que hacer todo lo que pueda".
-Swoosh
Invocando a Tiamata una vez más, la coloqué sobre la mesa.
"Por favor, ayudadme. Si no, os mataré a todos".
Finalmente, la sonrisa desapareció de los labios de Luruien, que había estado burlándose de mí todo
el tiempo.
"Vaya, eres un mocoso tan audaz que casi impresiona".
Lucinil dejó escapar una risa sarcástica, como si no pudiera creérselo.

Capítulo 338
El ambiente, que ya era frío, se enfrió aún más ante la declaración bomba de que, si no cooperaban,
me uniría a las Cinco Grandes Religiones y empezaría a cazar Señores Vampiro con rencor.
Lucinil me miró con incredulidad, cruzada de brazos.
"¿Crees que puedes sobrevivir aquí hablando así? ¿No valoras tu vida? ¿Crees que no podemos
arrancarte la cabeza sólo porque tienes a Tiamata?"
"Eleris se las arreglará de alguna manera. Se las ha arreglado para manejar todo lo que ha surgido
hasta ahora".
"¡¿Qu-qué?!"
La más turbada por mis palabras fue la propia Eleris.
Parecía que no había previsto en absoluto que yo llegara tan lejos.
"...¿No crees que estás siendo demasiado imprudente con tu vida?"
"¿No debería al menos intentarlo? Depende de ti intentar matarme, pero deberías estar preparada
para lo que ocurra después si de algún modo consigo escapar."
Aunque mis palabras eran feroces, no tenía intención de luchar, así que anulé la invocación de
Tiamata.
Sé que provocar su orgullo no es lo mejor.
Pero al final, no tenía más cartas que jugar que las amenazas.
No tenía nada que ofrecerles y ellos no tenían ninguna razón para cooperar conmigo.
En pocas palabras, si podía conseguir que me ayudaran tirando mi orgullo por la borda y suplicando
en el suelo, lo haría.
Pero ni siquiera haciendo eso conseguiría su cooperación.
Así que esto es lo mejor que puedo hacer.
"Técnicamente, las Cinco Grandes Religiones tienen mayor poder y escala, por lo que sería más
ventajoso para mí unirme a ellas. Sin embargo, vine primero al Consejo porque pensé que sería
educado visitar primero a mis vecinos más cercanos. Y si me convirtiera en el campeón
enmascarado del Tu'an y en la mascota de las Cinco Grandes Religiones, inevitablemente no tendría
más remedio que romper mis lazos con vosotros".
Al mencionar descaradamente que les había visitado primero a pesar de tener un socio mayor, me
sentí como una basura incluso para mí mismo.
Gallarush no podía ocultar su disgusto, y Luruien tampoco.
Los dos parecían haber desarrollado ya hostilidad hacia mí por haber hecho comentarios tan
descarados. Lucinil parecía estar igual.
"Cooperemos".
Sin embargo.
Inesperadamente, Antirianus expresó su voluntad de cooperar.
Todos quedaron desconcertados.
"...¿Eh? ¿Qué? ¿Qué has dicho?"
Pero el más nervioso era yo.
¿Por qué?
"¿Por qué te sorprendes? Pediste cooperación, y cooperaré. Oh, gran ser".
Antirianus me miró con una sonrisa misteriosa en el rostro. Lucinil lanzó una mirada nerviosa al
viejo sacerdote.
"Antirianus, ¿qué clase de sucio plan estás tramando?"
"Es que... ¿no es interesante? ¿Una de las reliquias sagradas de las Cinco Grandes Religiones, y no
una cualquiera, sino la mismísima Tiamata, cayendo en manos de un Archidemonio?"
El viejo sacerdote me sonrió.
"¿No puedes sentir la malicia de los dioses?"
Por primera vez en la historia, un demonio se había convertido en el amo de Tiamata, incluso un
Archidemonio.
"Aunque este Rey Demonio lo pierda todo en vano, o logre todos sus sueños, ocurrirán cosas
interesantes. ¿Cómo podría no seguirlo?"
Los ojos de Antirianus estaban llenos de profunda malicia.
La desgracia de los demás, su felicidad, tristeza y alegría.
Tanta malicia, querer aliviar el aburrimiento eterno presenciando estas cosas.
"¿Estás loco? Antirianus."
Ante las palabras de Gallarush, Antirianus sólo pudo sonreír.

Me pareció entender por qué Eleris me había advertido que tuviera cuidado con Antirianus. Era el
único Señor Vampiro que había accedido a cooperar conmigo, pero, extrañamente, me sentía como
aturdido.
Era una suerte haberle oído decir que cooperaría, pero no había previsto que se desenvolvería en un
contexto tan extraño.
"Si alguien que ha vivido durante tanto tiempo sigue cuerdo, ¿no sería eso un problema mayor?"
Las palabras de Antirianus, dando a entender que cada decisión que tomaba estaba destinada a ser
tan insensata como las decisiones de un loco después de vivir durante una cantidad de tiempo
inimaginable, fueron sorprendentemente persuasivas.
"Así que, como señor del Sábado y gobernante del clan, Antirianus, cooperaré con el Rey Demonio.
Seguramente ocurrirán cosas más interesantes que durante la Gran Guerra Demoníaca, ¿verdad? Así
que considerad cualquier daño hecho al Rey Demonio como un daño hecho a mí".
"Realmente no sé lo que está pensando, ¿verdad? ¿Verdad, Luruien?"
"...¿Es por un día o dos?"
Parecía que no era la primera vez que Antirianus hacía tales payasadas. Después de decidirse a
cooperar, Antirianus golpeó la mesa con su dedo índice.
"De todos modos, como inmortales, tenemos tiempo de sobra. No hay necesidad de decidirlo todo
aquí y ahora. Así que, ¿no estaría bien tomarnos unos días y discutir las cosas poco a poco?"
Antirianus me miró fijamente mientras hablaba.
Pude percibir su intención de tomarnos un breve descanso, enfriar nuestras cabezas y tener algunas
conversaciones por separado.
Era bueno para mí.
No hay nada más aterrador que la bondad inexplicable.
El derramamiento de esa bondad inexplicable hizo que me sintiera aún más como si me estuviera
estrangulando.
Sentí una extraña sensación de presión.
"¡Tú! Pequeño mocoso Archidemonio. Vamos a charlar".
Lucinil me hizo un gesto como si fuera una buena oportunidad. Eleris me asintió, como diciendo
que estaba bien.
Parecía que la persona más amable de este lugar había terminado por desagradarme más.
------
Debido a la mediación de Antirianus, la reunión del consejo se detuvo temporalmente.

Independientemente de sus intenciones, el hecho de que hubiera decidido cooperar había causado
un efecto dominó, cambiando el ambiente.
Al salir de la sala de reuniones, Lucinil me indicó que la siguiera y me guió en silencio.
La Vampiresa Homúnculo de pelo plateado y ojos rojos.
La Señora de los Miércoles.
Eleris había dicho que Lucinil era la menos dañina entre ellos, pero sólo con ver su aspecto exterior,
estaba claro que parecía la más alterada.
"¿Dónde aprendiste cosas tan terribles? ¿Te lo enseñó el Rey Demonio?"
Había sido un comentario descarado, pero como no tenía ningún pensamiento real sobre el anterior
Rey Demonio, no me sentí enfadado.
"¿Cómo puede uno cambiar su naturaleza?"
Lucinil tomó la delantera y se detuvo frente a una ventana que mostraba la ventisca que azotaba el
exterior. Se volvió para mirarme.
"No sacarás nada bueno de eso".
Lucinil me miró en silencio durante un momento.
"A Antirianus y a mí no nos importa haber aceptado cooperar con vosotros, pero Luruien y
Gallarush se enfadarán mucho".
"Supongo. ¿Pero realmente importa? Esto es lo único que puedo hacer después de todo".
"Podríamos morir incluso antes de reconstruir el Reino Demoníaco".
La idea de amenazar a los Señores Vampiro y que te mataran por ello era absurda. Sin embargo, la
advertencia de Lucinil me hizo sentir más seguro de que las palabras de Eleris no estaban muy lejos.
"Me interesaba el sucesor de Valier, pero te recordaré como un bicho raro arrogante, cabeza dura y
demasiado confiado".
Debido a mis muchos defectos, Lucinil parecía tener una percepción muy negativa de mí.
"Ten en cuenta que accedí a cooperar contigo no porque seas guapo, sino porque tengo una deuda
personal con Eleris".
Aun así, Lucinil parecía haber decidido colaborar conmigo.
Una deuda con Eleris.

No me molesté en preguntarle de qué se trataba. No parecía que fuera a decírmelo de todos modos.
Lucinil me fulminó con la mirada, mordiéndose el labio con irritación.
"Uf, Eleris debía saber que acabaría así".
No sabía qué deuda tenía, pero Eleris me había dejado entrar en el Consejo Vampírico porque sabía
que Lucinil aceptaría cooperar a regañadientes debido a esa deuda. Sus palabras acerca de que yo
era inofensivo probablemente tenían un contexto similar.
Los Señores del Miércoles y del Sábado.
Ambos prometieron cooperar conmigo por sus propias razones. Lucinil se cruzó de brazos y ladeó
la cabeza.
"De todos modos, ya has conseguido la cooperación de tres de las cinco familias, ¿verdad? ¿No es
suficiente? ¿Por qué no dejas de armar jaleo y vuelves?"
Parecía pensar que mi continua asistencia al Consejo sólo serviría para agraviar a Luruien y
Gallarush sin reportarles ningún beneficio.
"¿No debería intentar persuadirlos a todos ya que he llegado hasta aquí?"
"Pensé que lo harías. Eres un desvergonzado".
Lucinil chasqueó la lengua y suspiró.
"Sígueme".
Como diciendo que no había más que discutir aquí, Lucinil me arrastró lejos.
Saliendo del edificio del palacio, Lucinil caminó a través de la profunda nieve.
-Whoosh
Naturalmente, al caminar por la nieve amontonada con su pequeño cuerpo, se le hundieron los pies
y no podía andar bien.
"Ugh."
-¡Bam!
Con un movimiento de la mano de Lucinil, una onda expansiva explotó, enviando la nieve
acumulada volando en todas direcciones.
"El Consejo realmente eligió el lugar equivocado para esto. ¿Por qué construyeron el palacio donde
nieva todo el año? No tiene ningún sentido".
"...¿Tal vez el palacio no estaba aquí cuando el Consejo eligió este lugar?"
"Este lugar se construyó hace mucho tiempo, cuando existían los Señores Domingo y Lunes. Nadie
sabe exactamente cuándo fue eso. Por supuesto, ha habido muchas renovaciones desde entonces. Al
principio era bastante primitivo".
Lucinil refunfuñó, como si la ubicación del Consejo no tuviera nada que ver con ella. Ella abrió
camino a través de la tormenta de nieve, y yo la seguí.
"No sé si es la expresión adecuada, pero me gustaría saber el orden de antigüedad. ¿Puede

decírmelo?"
"¿Antigüedad? Ah, ¿te refieres a nuestras edades?"
"Sí".
Lucinil extendió despreocupadamente los dedos como si no fuera ningún secreto.
"Como puedes ver, Luruien es la mayor. Luego viene Gallarush, seguido de Eleris, luego yo, y por
último Antirianus".
Lucinil y yo salimos del palacio principal y llegamos a una zona que podría llamarse palacio
secundario.
"Uf, incluso los espíritus de bajo rango siguen aferrándose a este lugar. ¿Por qué este territorio es
tan malo?"
-Heeheehee...
Como enloquecida por los lamentos de los fantasmas de alrededor, Lucinil dio una palmada,
haciendo que los espíritus se desvanecieran en el aire.
Es bastante extraño oír a un vampiro quejarse de su territorio.
"Aunque no sean moscas diurnas, siguen volviendo cuando se las ahuyenta".
En una zona parecida a una sala de recepción del palacio secundario, Lucinil se sentó en un viejo
sofá, y yo me senté frente a ella.
"Suponiendo que no sepa lo que trama Antirianus, te gustaría persuadir también a Luruien y
Gallarush, ¿verdad?"
"Si es posible".
"Escucha, pequeño Archidemonio. Todos hemos vivido durante tanto tiempo que es difícil medirlo.
Lo entiendes, ¿verdad?"
"¿Supongo que sí?"
"Entonces, ¿cómo nos convertimos todos en vampiros?"
Es imposible nacer vampiro.

Cada uno de ellos tuvo una vida antes de convertirse en vampiro. Luruien habría sido una elfa,
Gallarush un orco, y Lucinil un homúnculo.
"¿No es diferente para cada uno de ustedes?"
"No puede ser tan diferente".
Apoyando la barbilla en el reposabrazos del sofá, Lucinil me miró.
"Es porque no queríamos morir".
Los cinco grandes Señores Vampiro.
La razón por la que se convirtieron en vampiros fue simplemente porque no querían morir.
No es que esperara una gran razón, pero el hecho de que todo se redujera a esto me pareció algo
extraño.
"Antirianus dijo que se debatió entre convertirse en un lich o en un vampiro y eligió convertirse en
vampiro. Pensó que vivir como los huesos sería más inconveniente que no poder ver el sol. Pero
como Señor Vampiro, puede ver el sol, aunque es doloroso. Así que es bastante afortunado. De
todos modos, todos se convirtieron en vampiros porque no querían morir".
No.
Esa razón, a su manera, se sentía un poco espeluznante.
"Yo solía ser un Homúnculo. Un Homúnculo es una forma de vida mágica inestable. Yo era
excepcionalmente estable, pero no podía conocer mi tiempo de vida específico, y la perspectiva de
enfrentarme a la muerte algún día era demasiado aterradora. Así que, para evitar la muerte, probé
varios métodos, y el último que elegí fue convertirme en vampiro. Igualmente, fue porque no quería
morir".
Lucinil me miró.
Luego, pareció estar a punto de decir algo, pero en lugar de eso cerró la boca.
"De todos modos, las razones específicas pueden variar, pero en última instancia, todos nos
convertimos en vampiros porque no queríamos morir".
Lucinil no explicó las circunstancias de Luruien, Gallarush y Eleris, pero dijo que todos se
convirtieron en vampiros como refugio ante su miedo a la muerte.
"Por lo tanto, su amenaza es en cierto modo el enfoque más eficaz para nosotros. Después de todo,
nuestro mayor miedo es la muerte".
La única manera de llegar a los inmortales, que han tenido casi todo lo que podrían desear en el
largo curso del tiempo, es amenazarlos con sus vidas. Al fin y al cabo, temen a la muerte.
"Pero eso sólo es posible hasta cierto punto. Hemos vivido de verdad durante mucho, mucho
tiempo. No fuimos los únicos señores durante generaciones; los señores han cambiado varias veces.
¿Cómo crees que ha ocurrido?"
"No lo sé."
"Es imposible que vampiros como nosotros fueran cazados o asesinados".
Leí algo en los ojos de Lucinil.
"¿Suicidio?"
"Sí."
Aburrimiento.
"La mayoría de las veces, la sustitución de los señores de las cinco familias ocurrió en esos casos.
Bueno, hay otros casos, pero no es necesario que los conozcas".
Es imposible que vampiros poderosos escondidos lejos del mundo sean asesinados. Ni siquiera
exponen su existencia al mundo.
Así que no hay forma de que los señores sean reemplazados excepto renunciando ellos mismos a la
vida.
"Entonces, ¿eso significa que al final no le temen a la muerte?"
Aunque convertirse en vampiro se debía al miedo a perder la vida, si un Lord Vampiro acaba
cansándose de vivir tanto tiempo, amenazar su vida no dará ningún resultado, ¿verdad?
"No, es todo lo contrario".
Lucinil esbozó una sutil sonrisa.
"A pesar de vivir durante tanto tiempo, a pesar de que la vida se canse hasta la extenuación... "
La tristeza llenó los ojos del vampiro.
"Aún tienen una razón para vivir".
Así que, volviendo al punto, los señores actuales deben ser seres que aún tienen al menos una razón
para vivir.
El hecho de que no hayan renunciado a la vida ya es una prueba de ello.
Lucinil me estaba dando información.

Capítulo 339
Una vida excesivamente larga trae inevitablemente el aburrimiento, y por esa razón, los cansados
Señores Vampiro dieron la espalda al mundo.
Lucinil aconsejó que debía haber al menos una razón para que los cinco señores gobernantes, que
aún se aferraban a esta vida indudablemente fastidiosa, siguieran viviendo.
Así, sus vidas seguían siendo preciosas para ellos.
"Por supuesto, aunque trataras de matarnos, sólo sería una molestia menor, pero si eso fuera
realmente posible, Luruien y Gallarush podrían cooperar. Después de todo, tu vida no es más que un
breve momento para nosotros, y ayudándote durante ese tiempo, evitamos asuntos problemáticos y
saldamos una deuda con las Tierras Oscuras, lo cual no es tan mal negocio."
El Reino Demoníaco y el Consejo tienen una relación en la que se vigilan estrechamente, pero el
Consejo podría ayudar a reconstruir las Tierras Oscuras a cambio de saldar su deuda.
Además, yo, el Rey Demonio poseo a Tiamata, así que puedo molestarlos cuando me plazca. De
hecho, tres de los señores gobernantes ya han prometido cooperar conmigo.
Luruien y Gallarush se han convertido en una facción minoritaria. Lucinil frunce el ceño mientras
me mira.
"Así que, como he decidido cooperar contigo, la situación debería favorecerte de forma natural. No
digas tonterías como antes. ¿Entendido?"
"No soy de los que actúan sin razón, así que no te preocupes".
"No, eres de los que actúan sin razón. Lo llevas escrito en la cara".
...¿Cómo lo supo?
¿Es porque los rastros de mis palabras y acciones hasta ahora permanecen visibles en la cara de
Eleris? ¿Y es apropiado que un vampiro de Homunculus hable de fisonomía?
De todos modos, parecía que Lucinil iba a estar de mi lado desde el principio, gracias a Eleris, y
Antirianus también ha decidido unirse a mi bando.
En cuanto a los demás Señores Vampiro... francamente, aún no sé mucho sobre ellos.
"¿Cómo demonios Eleris eligió a alguien como tú como su maestro... Haa."
¿Por qué es tan amable?
Aunque refunfuñe, me lo explica todo e incluso me da consejos. No sólo es inofensiva, sino

también simpática.
Me desconcierte o no su excesiva amabilidad, a Lucinil ya no parece importarle, pues se recuesta en

el sofá con los brazos cruzados.
Dice que los otros Señores Vampiro tienen razones para seguir viviendo.
Eso significa que Lucinil ha confesado indirectamente que ella también tiene al menos una razón
para vivir.
"No sé si puedo preguntar esto".
"Si estás dudando, es de buena educación no preguntar, Archidemonio".
"¿Cuál es tu razón para vivir, Lucinil?"
"¿Vas a preguntar de todos modos? Realmente no tienes tacto".
Lucinil frunce el ceño y me fulmina con la mirada.
"¿Por qué? Si te lo digo, ¿podrás ayudarme de alguna manera?"
"¿No puedo al menos compartir tu carga?"
"Hablas con elocuencia. Realmente lo haces".
Con los brazos aún cruzados, Lucinil contempla en silencio el alto techo de la cámara. Lucinil
murmura entonces, como si no fuera un gran secreto.
"Quiero un alma".
Ante esas vagas palabras, sentí como si me cortaran la respiración.
En esa sola frase, percibí la inconmensurable pena de vivir como Homúnculo durante una eternidad,
y la necesidad de seguir viviendo como vampiro.
Quiero un alma.
¿Qué puede significar eso?
No quiero ser humano, ni ninguna otra cosa; sólo quiero un alma.
No sé si sólo las especies inteligentes poseen alma, o si algunas formas de vida las tienen y otras no.
Una cosa es cierta.
Un ser creado como un Homúnculo no tendría alma.
Lucinil quiere lo que le falta dentro de sí misma. Volvió la cabeza hacia mí y sonrió.
"¿Es patético? ¿Un ser de este nivel sólo sueña con tener eso?"
"...No, en realidad no...".
Creo que es una cuestión desesperada a su manera. Por supuesto, no puedo empatizar del todo.
Ella quiere un alma.
Lucinil nunca explicó por qué la quería.
"Es sólo algo así. No es que no pueda vivir o morir por ello".
Su actitud al decir eso era indiferente. Hablaba como si fuera un mero deseo, sin grandes ansias ni
deseos.
Sin embargo.
Lucinil debe haber vivido un tiempo inconmensurablemente largo sólo con ese deseo.
------
Mientras Valier conversaba con Lucinil en el Palacio de las Estrellas, Eleris hablaba con Antirianus.
"Antirianus."
"Sí, Eleris."
"¿Cuál es tu plan?"
Ante eso, el viejo sabio sonrió, aparentemente sin palabras.
"No tengo nada que decir si me preguntas mi plan cuando simplemente me he ofrecido a ayudar
porque el Rey Demonio lo necesita. Jeje".
"En la conferencia de la Gran Guerra Demoníaca, declaraste sin vacilar que no tenías intención de
cooperar. Pero ahora, estás dispuesto a cooperar, lo que naturalmente levanta sospechas, ¿no?"
Era natural que Luruien y Gallarush reaccionaran como lo hicieron.
Por eso era extraño que Antirianus decidiera ayudar sin dudarlo.
"Bueno..."
El viejo sabio aún mostraba una suave y benévola sonrisa.
"La Gran Guerra Demoníaca no fue interesante, pero este bando parece divertido".
"...¿Divertido?"
"Sí, divertido".
Antirianus, que había estado sonriendo todo el tiempo, abrió los ojos con cautela.
Los ojos rojos del vampiro miraron a Eleris.
"Para soportar un tiempo tan terriblemente largo, ¿no necesitamos este tipo de entretenimiento de
vez en cuando?"
"¿Entretenimiento... dices?"
Aunque había aceptado cooperar, Antirianus estaba enfocando esto como una forma de matar el
tiempo. Y eso fue lo que disgustó a Eleris.
"Deberías... elegir tus palabras... con más cuidado... Antirianus".
"Ah, mis disculpas, Eleris. No tenía intención de menospreciarte o faltarte al respeto... ¿Pero por
qué enfadarte tanto? Tanto si coopero sinceramente como si lo considero un entretenimiento y
coopero."
-Tap tap
El viejo sabio dio unos golpecitos en el suelo del castillo con el extremo de su bastón y sonrió.
"¿No es cierto que me ofrezco a ayudar?"
El viejo sabio dejó atrás aquellas palabras y pasó rozando a Eleris. Eleris contempló en silencio la
figura en retirada de Antirianus.
Conseguir la ayuda del Consejo sería tan bueno como hacerse con un ejército de diez mil hombres,
pero...
¿Sería realmente correcto aliarse con aquel siniestro vampiro?
Eleris no podía estar segura.
------
Había tiempo hasta que el Consejo llegara a una conclusión, así que debía permanecer en la
fortaleza de Epiax al menos unos días.
"Hola, Archidemonio".
"...¿Qué?"
Justo cuando pensaba que había perdido el interés, apareció de repente ante mí, caminando por el
pasillo, y empezó a seguirme.
"¿No estás agradecido de que te ayude?"
"...Lo estoy, pero ¿por qué?"

Lucinil me miró fijamente.
"Tengo un poco de curiosidad por el sabor de la sangre de Archidemonio. ¿Puedo probar un poco?"
"¡Qué, qué estás diciendo!"
Estaba al borde de un ataque debido a su repentino comentario.
¿Es algo que se puede decir tan a la ligera, como pedir un vaso de agua?
"No, no te convertiré en vampiro. Sólo quiero probar. Sólo un poquito. Tengo mucha curiosidad. De
verdad. ¿No puedes hacer eso por mí?"
"¡De ninguna manera! ¿De qué estás hablando?"
"¡Sólo un poco! En serio, ¡sólo un poco! ¿Eh? Sólo tengo curiosidad. ¿Quién dijo que te devoraría?"
Aterradora.
Pero antes de eso, si realmente tratara de convertirme en vampiro, ¿pasaría de verdad?
¿No es demasiado aterradora?
Sólo entonces sentí realmente que estaba cara a cara con algunos de los vampiros de más alto rango.
No me voy a meter en problemas, ¿verdad?
Parece amable, pero ¿lo es de verdad? No me morderá el cuello de repente y me dirá: "¡Ahora eres
mi esclavo!", ¿verdad?
Pero, por otro lado...
Parece una niña.
Si me muerde, todo eso de que sólo me sacará un poco de sangre parece que encajaría en el cuadro.
De repente, me imaginé a mí mismo siendo mordido en el cuello por Gallarush.
¿No es eso no sólo chupar, sino ser devorado...?
¿Cometí un error al venir aquí?
"¡Ah! ¿Eres realmente un Archidemonio, actuando así tan mezquinamente?"
"¡Deja de decir cosas tan absurdas!"
Corrí por el pasillo de la fortaleza, y Lucinil me siguió molesto con su teletransporte de corto
alcance.
"¡Eh! ¡Dámela! Dámela!"

Se aferraba a mi cintura, haciendo ruidos extraños.
Al final...
Fui a buscar a Eleris con Lucinil colgando de mi cintura.
"Lucinil..."
Eleris miró a la pequeña vampiresa con expresión fría, sabiendo que quería mi sangre.
"¡Qué puedo hacer si tengo mucha curiosidad!"
Lucinil hizo un berrinche, argumentando que no había ninguna posibilidad de que probara la sangre
de Archidemonio.
"Alteza... En vez de chupar la sangre directamente, si recoges la sangre en un recipiente y ella bebe
de él... Puedo permitirle que la pruebe, pero... no es buena idea si daña tu cuerpo".
Ah.
Había un método así, después de todo. Al oírlo, Lucinil me miró con expresión de sorpresa.
"¡Oh, eso debería funcionar! Eh, perfecto".
"¿Qué, quieres que haga qué ahora?"
Eleris pensó un enfoque ligeramente distinto al que yo había experimentado en ficción hasta ahora.
Al final, discutimos durante bastante tiempo, y al final, fui yo quien cedió.
Si no lo hacía, tenía la sensación de que Lucinil intentaría clavarme los dientes en el cuello mientras
dormía.
Para ser sincero, tenía miedo, así que me rendí.
"No sé por qué tengo que hacer esto, pero ya que me ayudas, lo haré".
"Mm-hmm."
Al final, corté mi propia carne y me desangré en un cuenco que había traído Lucinil. Eleris miraba
ansiosa, como si le preocupara que algo pudiera salir mal.
Lo extraño era que, a estas alturas, este nivel de dolor no me resultaba particularmente molesto.
"Ah, eso es... la herida es... ¡Uh! Es... ¡demasiado profunda!"
Yo estaba bien, pero Eleris no podía evitar estar inquieta.
Dejé caer unas gotas de mi sangre, y Lucinil lamió el cuenco hasta dejarlo limpio antes de mirarme.
Su expresión era algo amarga.
"Metálico".
Fue su único comentario sobre el sabor.
No entendía por qué me enfadaba el comentario de que mi sangre sabía mal.
Era molesto sin motivo.
------
Eleris me ayudó a detener la hemorragia de la herida de mi brazo. El poder divino de Tiamata no

podía usarse en situaciones ordinarias.
Lucinil, refunfuñando que el sabor de la sangre de Archidemonio era metálico, se marchó como si
su tarea hubiera terminado.
No teníamos más remedio que comer, ya que estaríamos aquí varios días.
Y yo no era el único que necesitaba comida.
Lydia Schmitt también estaba aquí.
Compartimos una comida con Lydia Schmitt utilizando los alimentos en conserva que Eleris había
traído. Lydia se quedó helada al verme pero, al oír que estábamos aquí para comer, se calló y comió
mientras miraba a su alrededor.
"Han pasado muchas cosas desde entonces, ¿eh?"
Me pregunté si Lydia había elegido este lugar o no, pero su habitación era bastante espaciosa.
El sonido crepitante de la chimenea llenaba la habitación, y el calor circulaba alrededor. Había

objetos que antes no estaban allí, como una cama, un sofá y un escritorio.
Eleris parecía intentar proporcionar todos los objetos necesarios para alguien que iba a vivir aislado.
Y es que el entorno era muy extremo.
Por el tamaño de la habitación y las condiciones de vida, uno podría creer que se trataba de una
residencia real.
De hecho, era un palacio.
"Una vez que el consejo concluya, podrás moverte libremente. Soporta las molestias por ahora."
"...Sí."
Mientras miraba a Eleris, Lydia mordisqueaba tranquilamente un trozo de pan.

Capítulo 340
La noche en la fortaleza de Epiaux era dura.
La implacable tormenta de nieve no daba señales de detenerse. Sin embargo, Epiaux estaba
peculiarmente bien aislado, lo que impedía la entrada de corrientes de aire.
Por supuesto, eso no significaba que el calor circulara dentro del castillo, lo que hacía que las
noches en Epiaux fueran aún más frías y escalofriantes.
Sin embargo, a los verdaderos amos de este lugar no les afectaba tal frío.
Noche en Epiaux.
La Elfa Vampiresa Luruien y el Vampiro Orco Gallarush estaban sentados frente a frente en la sala
de conferencias.
"Es probable que Lucinil coopere, ¿verdad?"
"Sí, se ha estado sintiendo culpable por no participar en la Gran Guerra Demoníaca junto a Eleris".
"Hmm. Aceptaré eso sobre Lucinil, pero..."
Luruien entrecerró los ojos mientras miraba hacia el pasillo.
"Simplemente no puedo entender lo que Antirianus está pensando".
Las largas orejas de Luruien se inclinaron. El Consejo Vampírico no se reunía a menudo, pero
existía desde hacía mucho tiempo.
Aunque no se veían con frecuencia, no podían evitar observarse unos a otros desde hacía mucho
tiempo, excepto Antirianus, que había ascendido hacía relativamente poco a la posición de Señor de
los Vampiros.
Por ello, Gallarush sabía que las orejas caídas de Luruien eran una reacción a la preocupación o a
estar taciturna.
"Es un enigma. Las circunstancias de su ascensión como Lord también son cuestionables".
Ante las palabras de Gallarush, las orejas de Luruien se levantaron.
"...Así que has estado pensando lo mismo".
"¿No sospechabas tú también?"
"Bueno, he oído que Antirianus ha estado involucrado en varias acciones inescrutables, pero no
puedo estar seguro..."
La respuesta de Luruien pareció vacilante, a lo que Gallarush asintió.
"Ya veo. Pero estoy seguro".
Los ojos rojos de Gallarush miraron fijamente a Luruien.
"Está claro que mató a la anterior Señora del Sábado".
"...¿Por qué haría eso?"
"Si Maximilia hubiera elegido la muerte como afirma Antirianus y Antirianus fuera su sucesor,
entonces habría sido después de que ella creara la Piedra Filosofal. Pero eso nunca ocurrió".
"...Correcto."
Una razón para vivir.
El objetivo de la anterior Señora del Sábado era crear la legendaria Piedra Filosofal, el pináculo de
la alquimia. Para lograrlo, se convirtió en vampiro y en la Señora del Sábado.
Tras esforzarse durante tanto tiempo y morir repentinamente sin completar su misión, apareció
Antirianus, que afirmó ser su sucesor. En medio de estas sospechosas circunstancias, Gallarush
dudó de Antirianus desde el principio.
Maximilia no eligió la muerte; fue asesinada por Antirianus.
Ante las palabras de Gallarush, Luruien ladeó la cabeza.
"¿Pero es siquiera posible que un miembro de la familia mate a su Señora? Eso debería ser
imposible".
"Antirianus era un mago antes de convertirse en vampiro".
"...Cierto."
"Puede haber encontrado una manera. Un método para evitar ser controlado".
Gallarush, luchando por cruzar sus musculosos brazos, murmura en voz baja.
"Antirianus se hizo vampiro y se convirtió en el señor del Sábado en sólo 20 años. Eso es
sospechoso, ¿no?"
"...En efecto, lo es".
Veinte años es mucho tiempo, pero para ellos es como un abrir y cerrar de ojos. A sus ojos, parece
como si Antirianus se hubiera convertido en el señor del Sábado tan pronto como se unió a ellos.
Hay sospechas de que Antirianus había matado al anterior señor y ocupado su lugar.
Al fin y al cabo, es asunto de otra familia, así que no hay razón para que interfieran. Incluso si lo
hicieran, es un asunto interno de la familia.
Sin embargo, independientemente de los hechos, ambos están de acuerdo en que Antirianus es
peligroso y sus intenciones no están claras.
Por eso Eleris se muestra cautelosa con Antirianus, que ofrece de buen grado su cooperación.
"Pero cooperar con el Rey Demonio esta vez..."
Murmura Gallarush con expresión seria.
La expresión seria de un orco es muy diferente a la de un humano.
Desde la perspectiva de un humano, parece como si estuviera contemplando a quién masticar y

matar.
"¿Quién sabe si planea matar al Rey Demonio y convertirse en el nuevo Rey Demonio cuando las
Tierras Oscuras sean restauradas?"
"...Oh, vamos. No es un Archidemonio".
Luruien sacude ligeramente la cabeza, como diciendo que eso es un pensamiento demasiado simple.
Gallarush murmura hacia Luruien.
"Hay muchas maneras. Innumerables".
Ante esas palabras, las orejas de Luruien tiemblan como si se estremeciera. Poseer a un
Archidemonio significa poseer el reino de los demonios. Independientemente de si Antirianus tiene
una razón para hacerlo, habría maneras si se lo propusiera.
Los magos, como raza, encuentran formas incluso cuando no las hay. Gallarush, con los brazos
cruzados, parece haber tomado una decisión cuando sus ojos se abren de par en par.
"Cooperaré. Aunque sólo sea para vigilar a Antirianus".
"...¡¿Qué?!"
Los ojos de Luruien se abren de par en par ante la repentina decisión.
"No puedo quedarme mirando sus sospechosas acciones por más tiempo".
"...No sabía que te desagradara tanto Antirianus".
"Luruien, tú me desagradas más. ¿Por qué sigues olvidando lo que ya sabías y me obligas a
explicártelo?"
Olvido.
Ante eso, Luruien se ríe.

"Así es como puedo soportar el tiempo".
Cada 200 años, Luruien borra todos los recuerdos excepto los más necesarios.
Así es como puede seguir existiendo sin volverse loca, a pesar de ser la más anciana viva entre
todos los Señores Vampiro.
Por eso, Gallarush no puede evitar enfadarse cada vez que tiene que explicar algo a Luruien, que ha
olvidado acontecimientos pasados.
No es una actitud de no necesitar mencionar cosas antiguas. Ella pregunta activamente sobre lo que
ocurrió en el pasado, molesta. Es como si le divirtiera mucho oír hablar de lo que ella misma hizo
en el pasado, sin tener conocimiento de ello.
Gallarush está harto de eso.
"¿Sabes por qué Maximilia intentó crear la Piedra Filosofal?"
"Podría ser... Ah, claro. ¿Fue Lucinil?"
"Sí".
Gallarush responde en voz baja.
"Era para darle un alma a Lucinil".
La Piedra Filosofal, de la que se dice que es capaz de provocar cualquier milagro.
Es el destino final de la alquimia, y aunque todo el mundo sabe que en realidad no existe, es un
objeto con el que los alquimistas sueñan al menos una vez. La anterior Señora del Sábado,
Maximilia, la persiguió.
Por eso Gallarush no podía creer que Antirianus, que apareció de repente, afirmara que la anterior
señora del Sábado se había quitado la vida.
Si Antirianus había matado a Maximilia.
"Hmm".
Las orejas de Luruien se levantaron, y mostró una sutil sonrisa.
"Entonces, ¿te preocupa Lucinil, no el Rey Demonio o el mundo demoníaco?"
Ante su sutil risa, Gallarush frunció el ceño como si no mereciera la pena enfadarse por sus
palabras.
"Tuve algo parecido a una amistad con Maximilia".
Aunque su rostro era lo suficientemente feroz como para aterrorizar a seis duros guerreros, la
expresión de Luruien era como la de alguien que se burla de un niño.
"Eso es todo".
Recalcó Gallarush, como para evitar cualquier malentendido. Luruien miró a Gallarush con
expresión centelleante, como si sus palabras le hicieran gracia.
"¿Y yo qué?"
"Nuestra relación es simplemente molesta".
"Qué decepcionante..."
Las orejas de Luruien bajaron, cabizbajas.
------
Siguiendo el consejo de Lucinil, no balbuceé ninguna tontería ni dije nada provocativo a Gallarush
y Luruien, ya que la situación marchaba favorablemente.
Ya consideraba un gran éxito haber conseguido la cooperación de dos Señores Vampiro. No tenía
intención de atacarles si al final se negaban a cooperar.
"Cooperaremos".
Sin embargo, a la mañana siguiente, cuando Gallarush dijo que cooperaría, no pude evitar
sorprenderme.
¿Qué había pasado?
¿Había cambiado de opinión de la noche a la mañana?
¿Por qué razón?
Pero aquel vampiro orco de aspecto feroz no parecía haberse sometido a una amenaza de asesinato,
ni parecía haber desarrollado de repente ninguna buena voluntad hacia mí.
Es la misma sensación que cuando Antirianus se ofreció a ayudar. ¿Por qué tengo la sensación de
estar recibiendo una ganga?
"¡Trabajar juntos es definitivamente más divertido!"
Lucinil saltó excitado y se aferró al musculoso brazo de Gallarush.
Parecía una cigarra aferrada al enorme brazo de aquel gigante.
"No me molestes".
-¡Whack!
"¡Ay!"
Por supuesto, cuando Gallarush balanceó el brazo, Lucinil salió patéticamente despedido.
"¡Ay, eso duele, monstruo!"
"Te lo dije, no me gusta cuando la gente se aferra a mí. Y no me llames monstruo".
Se quejó Lucinil, pero Gallarush parecía estar acostumbrado y la ignoró por completo.
Este es el sentimiento.
Entre los ancianos Señores Vampiro, la que tiene aspecto infantil actúa como una niña de verdad,
los demás vampiros ancianos observan sus payasadas como si estuvieran viendo las travesuras de su
nieta, y sólo Gallarush encuentra esta situación totalmente repugnante.
Ya está.
¿Podría ser que esto fuera sólo una reunión de vampiros ancianos que habían pasado su mejor
momento?
El Consejo de Vampiros...
Tal vez no era una ocasión tan formal después de todo.
Se sentía tan extraño, como ver un extraño juego de rol, que era casi doloroso.
Entre los ancianos reunidos, ¿había alguno que sufriera demencia severa y se comportara como un
bebé?
Por supuesto, Eleris podría no saberlo, pero una vez que regresaran a su propio territorio,
probablemente sería un señor vampiro con subordinados, así que no viviría solo.
"De todos modos, voy a cooperar plenamente contigo también."
"Entonces... naturalmente, sólo queda uno".
Siguiendo las palabras de Antirianus, la mirada de todos se dirigió naturalmente a la última persona
que quedaba.
La vampiresa elfa, Luruien.
"...¿Cómo me convertí en la minoría en sólo un día?"
Incluso cuando se reía de la idea de la llegada del rey de lo inexistente, Luruien era la única que no
estaba de mi lado en esta reunión.
Sin importar las circunstancias específicas, Luruien se había convertido en un pato solitario en esta
situación.
"Ah, no... Si digo que voy a cooperar aquí, me sentiré arrastrada por la atmósfera y actuaré sin
pensar..."
Luruien suspiró profundamente, arrugando la frente como si estuviera molesta, y dio un pisotón.
"Uf... Bueno, Gallarush dijo ayer que se pondría de tu lado, y me lo pensé. Lo hice, pero..."
Luruien se encogió de hombros.
"Deberías saber que sólo ayudaré hasta cierto punto. No te juraré lealtad ni nada por el estilo. Si
exiges una relación militar-deidad o algo así, te resultará pesado".
Era cooperación suelta, no lealtad.
Pero teniendo en cuenta quién era el aliado, con eso bastaba. Antirianus me miró con una sonrisa de
satisfacción.
"Ahora tienes el poder de las cinco casas vampíricas. Oh, gran ser".
Fui yo quien pidió ayuda, y logré mi objetivo.
Sin embargo, no pude evitar sentir que la situación se desarrollaba como Antirianus quería.
Aun así, fue un éxito.
Conseguí formar una alianza con los cinco señores vampiros del Consejo Vampírico, con las manos
desnudas.
------
No esperaba que el resultado fuera tan bueno. Pensé que sería un gran éxito si lograba confirmar la
cooperación de sólo uno o dos, pero al final, logré que todos los Señores Vampiro cooperaran.
Lo importante es que, aunque su cooperación es buena, no debo ser demasiado optimista al

respecto. Debo aceptar el hecho de que no están totalmente de mi lado.
No se trata de una relación militar-deidad, sino de cooperación.
Entre ellos, Antirianus, que me llamaba gran ser y era el más sumiso, me parecía el más incómodo.
Por supuesto, no sólo gané el poder de los Señores Vampiro.
También gané la influencia que tenían.
Antirianus me explicó sobre las familias de cada casa.
El Consejo era sólo un lugar de reunión, no donde vivían.
Luruien tenía una fortaleza en una gran región de bosques de coníferas llamada Rainwood, situada
en el noroeste del continente.
Gallarush había establecido su base en una región desértica llamada Gelkorgis, en el sur del
continente.
Antirianus había mencionado que había elegido como base un pueblo de la provincia de Alphanera,
uno de los estados vasallos del imperio.
Estos tres tenían sus propias facciones, cerca o lejos del mundo humano.
"Creo que hasta cierto punto lo esperabas, pero estoy sola".
Eleris dijo que era la única en su facción de los martes. No era de extrañar, ya que Eleris nunca
había mencionado su facción a pesar de ser la Señora del Clan Martes.
"Lo mismo digo".
Lucinil tampoco tenía facción. Uno podría haber anticipado esto, ya que su apariencia sugería que
no sería capaz de liderar un grupo.
Poderosos Señores Vampiro, y sus facciones también.
Sentí como si hubiera ganado un ejército con sólo unas pocas palabras.
El hecho de haberme involucrado cada vez más en asuntos peligrosos y de haber logrado cierto
éxito en ellos me produjo escalofríos.
Ahora sí que podía hacer la guerra.
El peso de ese pensamiento me dificultaba la respiración. Pero no podía dudar. De algún modo,
había decidido detener la catástrofe de la Puerta.
"Estrictamente hablando, no os busqué por vuestra fuerza, sino por vuestros conocimientos".
Como preguntando qué era eso, todos me miraron fijamente.
¿Podría ser esta la llave?
Si era la llave correcta, me liberaría de todos los problemas que me habían atormentado hasta
entonces.
Esperando que todo empezara aquí.
"Primero, ¿sabéis cómo abrir una puerta dimensional a otro mundo?"
Pregunté a los poderosos Señores Vampiro y magos si conocían el secreto que podría liberarme de
mi terrible destino.
"En segundo lugar, si no lo sabéis, ¿conocéis a algún experto mágico que pudiera saberlo, y su
paradero? Tal vez alguien como un miembro de la Orden Negra o Cantus Magna".
Ante eso, todos mostraron expresiones incrédulas, lo cual era de esperar.
"¿Una puerta dimensional a otro mundo?"
Luruien ladeó la cabeza.
"¿Por qué sientes curiosidad por eso?"
Gallarush mostró la expresión de desconcierto que pondría un orco.
"...Nunca en mi vida había oído una idea tan absurda".
Lucinil parecía haber renunciado a comprender.
"Otro mundo..."
Antirianus mostraba una expresión intrigada.
El quid de la cuestión era por qué quería saber de algo así.
No creerían que era para salvar el mundo, y en un principio había buscado su cooperación con el
propósito de reconstruir el reino de los demonios.
"Las Tierras Oscuras ha perdido gran parte de su poder. Hemos sufrido pérdidas casi irreversibles.
Incluso con su cooperación, sería difícil derribar el imperio".
Por endeble que sonara, no tuve más remedio que decirlo.
"Por eso quiero unir fuerzas con seres de otros mundos".
Parecía una afirmación descabellada, como si quisiera convocar a un ejército de otro mundo ya que
en la realidad había muy pocos que me apoyaran.
Era inevitable que mis palabras provocaran aún más expresiones de desconcierto en ellos.
----
Hubo una conmoción.
Protestaron porque lo que yo decía no tenía sentido, que la existencia de otro mundo era incierta en
el mejor de los casos y que, aunque existiera, no había razón para que me ayudaran.
En particular, Luruien y Gallarush estaban visiblemente alarmados, tras haber sospechado que yo
era extraño, pero ahora seguros de que estaba loco.
Su reacción fue que yo era tan absurdo, que incluso llegaba a dar miedo.
Lucinil se me quedó mirando, con los ojos muy abiertos.
‘Este chico debe estar verdaderamente loco.’

Esa parecía ser la conclusión a la que había llegado.
Antirianus, por su parte, encontró mis palabras tan inesperadas que no pudo evitar soltar una risita.
Su risa era bastante espeluznante.
"Bueno, si no funciona, no funciona. No pasa nada por intentarlo, ¿no? Además, nadie tiene otra
solución, ¿verdad?"
No hay nada de malo en intentarlo.
El asunto estaba sólo a ese nivel, así que ¿por qué no discutirlo? Aunque no era un tema para sacar a
la ligera, al final, era la única excusa que tenía.
Así que respondieron a mi primera pregunta, lo supieran o no.
A juzgar por las expresiones de Luruien, Gallarush y Lucinil, parecía que ninguno de ellos se había
planteado tal cosa.
Antirianus no era diferente.
El Consejo Vampírico no sabía nada de cómo viajar a otro mundo.
"De acuerdo, si no lo sabéis, está bien. ¿Qué hay de la siguiente pregunta?"
Información sobre un mago que pudiera saber esas cosas.
Sus reacciones volvieron a ser tibias. No importa cuánto tiempo habían vivido, estos inmortales
vivían un poco hastiados.
Por lo tanto, no se podía esperar que fueran sensibles a la información del mundo.
Sin embargo.
"En cuanto a Cantus Magna, una vez trabajé con ellos".
Antirianus mencionó esto de repente.
"¡¿En serio?!"
"Sí, Lucinil".
Quen saltó sorprendido no fui yo, sino Lucinil.
Por lo que parecía, los demás Señores Vampiro presentes también estaban desconcertados,
incapaces de ocultar su asombro.
"Aunque fue antes de convertirme en vampiro....."

Antirianus resultó ser la clave para llegar a Cantus Magna.

Capítulo 341
Antirianus había estado activo alguna vez dentro de Cantus Magna, aunque no sabía mucho de
ellos.
Lucinil, más nerviosa que yo, se levantó de repente y preguntó con urgencia: "¿Está... está bien? No
es un lugar del que se pueda salir fácilmente, ¿verdad?"
"Por supuesto, no es tan sencillo, Lucinil".
Más allá del brillo de sus ojos, el cuerpo de Antirianus parecía balancearse como si estuviera a
punto de caer hacia Lucinil.
"Entonces, ¿cómo saliste?"
"Exigieron el precio de mi vida por intentar escapar de sus garras".
Antirianus extendió los brazos para demostrarlo.
Habían intentado matarlo para impedir su huida, pero ahora estaba vivo.
Estaba claro que quería saber qué había pasado. Antirianus había sido miembro de Cantus Magna,
había escapado y había luchado en el proceso.
Incluso antes de convertirse en vampiro, ya era bastante formidable. Lucinil se quedó boquiabierto.
"Antirianus, ¿por qué te uniste a Cantus Magna en primer lugar?"
Eleris, que había estado observando la situación, le preguntó de repente.
"Bueno... Quería convertirme en un ser inmortal".
Señaló su propio cuerpo.
El cuerpo de un Señor Vampiro.
"No esta inmortalidad a medias, sino la verdadera vida eterna".
¿Así que consideraba que incluso el cuerpo de un vampiro, que había vencido al sol, era sólo medio
inmortal?
Según lo que había oído Lucinil, Antirianus se había debatido entre convertirse en un lich o en un
vampiro y al final optó por lo segundo, ya que parecía menos inconveniente.
El hecho de que apareciera como un anciano indicaba que no había logrado encontrar un método
completo para la inmortalidad mientras aún era humano, y por eso se convirtió en vampiro.
"Realmente no tengo derecho a decir esto, pero parece que Antirianus puede discutir
despreocupadamente cosas tan desagradables".
Ante las palabras de Lucinil, Antirianus estalló en carcajadas.
"Jaja, ¿no es toda existencia algo desagradable? Especialmente para nosotros".
Ninguno de los otros Señores Vampiro objetó sus palabras. Luruien miró a Antirianus con interés.
"Entonces, ¿encontraste un método para la inmortalidad?"
"No lo sé."
Las expresiones de todos volvieron a extrañarse ante sus palabras.
¿Cómo que no lo sabe?
"Cantus Magna recoge hechizos prohibidos, pero no para su propio uso. Ni siquiera examinan lo
que poseen, así que olvidan la magia que tienen con el paso de las generaciones. Intenté estudiar sus
artes secretas cuando tuve la oportunidad, pero me descubrieron a mitad de camino, y fue entonces
cuando rompí mis lazos con Cantus Magna".
Había entrado en la orden mágica para buscar la inmortalidad, pero al final fue descubierto y
obligado a combatir antes de escapar.
Resultaba desconcertante que se describiera a sí mismo como un ejemplo de mago malvado.
Pero tal vez fuera apropiado para el pasado de un Señor de los Vampiros.
Antirianus, que había buscado un método perfecto para la inmortalidad sólo para fracasar y elegir
entre convertirse en un lich o en un vampiro, al final eligió lo segundo.
Tenía una sensación un tanto fea, pero como se decía tan claramente, no lo parecía tanto.
"¿Por qué coleccionan los hechizos prohibidos entonces? ¿Si no los van a usar y se van a olvidar de
lo que tienen?"
Preguntó Lucinil.
"¿Podría ser... como los rumores que circulan por ahí, que están sellando magia peligrosa para
proteger el mundo... es eso cierto?"
Preguntó Luruien.
¿Cuál es el propósito de los Cazadores de Hechizos Prohibidos, Cantus Magna?
Yo tampoco lo sabía, así que tenía curiosidad por oír lo que diría Antirianus. Los fanáticos de la
magia tenían sus propios propósitos, sin ser particularmente buenos ni malos.
"No, absolutamente no, Luruien. Jaja... Definitivamente no tienen intenciones tan nobles".
Antirianus se rió como si hubiera oído algo divertido, y Luruien parecía irritada, con las orejas
levantadas y mirando a Antirianus.
"Entonces, ¿cuál es su objetivo?"
Ante la pregunta de Gallarush, Antirianus enjugó su risa y habló en voz baja.
"Es para completar Akasha".
"...¿Akasha?"
Incluso los Señores Vampiro parecían desconcertados, como si nunca antes hubieran oído hablar de
ello.
Si es Akasha, creo que lo sé.
Los Registros Akáshicos, o algo así. Claro que no estoy seguro de que coincida exactamente con el
concepto que recuerdo.
"No estoy seguro de si debería llamarse artefacto... pero claro, tampoco sé qué aspecto tiene. Sin
embargo, Akasha es un artefacto para contener magia. El objetivo de Cantus Magna es completar un
objeto tan peculiar. Aunque es imposible saber cuánto hay que llenarlo".
"Así que, para ser precisos, no están cazando hechizos prohibidos, sino metiendo magia en él para
llenar su capacidad. Como ya han metido hechizos completos, necesitan añadir otros nuevos, así
que no tienen más remedio que buscar hechizos prohibidos. Por supuesto, están desarrollando
nuevos hechizos por su cuenta, pero los hechizos prohibidos tienen rituales complejos y estructuras
enrevesadas, así que la capacidad de la propia magia es bastante considerable, ¿no? Por eso están
tan obsesionados con los hechizos prohibidos".
Un artefacto de identidad desconocida llamado Akasha. Por lo que he oído, se presume que es un
objeto diseñado para contener magia.
El objetivo de Cantus Magna es completarlo. Sentí escalofríos sólo de oír hablar de ello.
"¿Qué pasará cuando Akasha esté completa?"
Ante mi pregunta, Antirianus negó con la cabeza.
"No lo sé. Tal vez el líder de Cantus Magna o sus miembros de alto rango lo sepan".
¿Qué ocurrirá cuando Akasha esté completa? ¿Será una amenaza para el mundo?
¿Es demasiado arriesgado decir que la finalización de Akasha causará el Incidente de las Puertas?
¿Qué podría pasar si se completara un poderoso artefacto de propósito e identidad desconocidos?
"Entonces, asumamos que es posible, independientemente de si realmente lo es. Si uno pudiera

acceder a los numerosos hechizos y conocimientos prohibidos recogidos en el Akasha de Cantus
Magna hasta ahora, también podría haber un hechizo para abrir una puerta dimensional a otro
mundo. Por supuesto, no es seguro. Lo que sí es seguro es que contiene la mayor parte de la magia
que ha existido en el mundo".
Llevan mucho tiempo recopilando conocimientos prohibidos, así que si uno pudiera acceder al
Akasha, podría aprender a abrir una puerta dimensional.
"Por supuesto, ha pasado mucho tiempo desde que estuve en Cantus Magna, y el tiempo ha pasado,
así que deben haber almacenado aún más magia en el Akasha que cuando yo estuve allí. Puede que
incluso ya hayan completado el Akasha".
La posibilidad ciertamente existe.
Realmente no necesito un hechizo para abrir una puerta dimensional a otro mundo. Si tal cosa
realmente existe, mi objetivo es eliminarlo.
Cantus Magna no sólo colecciona hechizos prohibidos, sino también sus propios hechizos mágicos.
Así, no sólo tendrían acceso a los hechizos públicos, sino que también llevarían a cabo sus propias
investigaciones sobre la magia.
Si realmente existe un hechizo capaz de abrir un camino a otro mundo, estaría en el Akasha.
Aunque realmente no necesito el hechizo, si está en el Akasha, me pregunto cómo se desarrollaría el

Incidente de las Puertas.
Sin embargo, puedo sentir claramente que me estoy acercando, paso a paso, a la verdad sobre el
incidente de las puertas, que ha permanecido oscuro hasta ahora.
No sé qué ocurrirá cuando se complete el Akasha.
Pero ahora tengo que averiguarlo.
Porque la finalización del Akasha podría ser el vínculo con el incidente de la puerta.
"Quiero saber cómo contactar con Cantus Magna."
Antirianus.
Sospechoso y de aspecto peligroso, pero en última instancia, él era la clave.
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"¿No es demasiado arriesgado? No sé qué es el Akasha, pero parecen extremadamente peligrosos.

Da la sensación de que estás intentando conocer a gente muy peligrosa por algo que quizá ni
siquiera merezca la pena".
Lucinil lo desaprobó enérgicamente, como si fuera una idea terrible, pero Antirianus negó con la
cabeza.
"Dejando a un lado si es posible o no, ¿tener el Akasha no haría insignificante el método para llegar
a otro mundo? El Akasha en sí sería una fuente de tremendo poder".
"Bueno, supongo... que tienes razón..."
Al final, el método para llegar a otro mundo dejó de tener importancia. Después de todo, fui yo
quien mencionó otro mundo en el contexto de la búsqueda de poder. A partir de ahora, puedo decir
simplemente que quiero el Akasha en nombre de la necesidad de poder.
"Además, ¿no crees que vale la pena el riesgo, Lucinil?"
"...¿Eh?"
"Al igual que el Akasha podría contener el verdadero método de inmortalidad que no he podido
encontrar, también podría contener la clave para que obtengas un alma".
Ante estas palabras, Lucinil miró fijamente a Antirianus, aparentemente aturdida.
Lucinil había mencionado, por razones desconocidas, que deseaba un alma.
No sé qué magia hay en Akasha, pero por ahora es un recipiente de posibilidades.
Así como lo que yo deseo podría estar allí, también lo que Lucinil quiere podría encontrarse en
Akasha.
"Antirianus, si lo sabías desde el principio, ¿por qué no nos lo has dicho hasta ahora?"
Ante la suave pregunta de Gallarush, Antirianus entrecerró los ojos.
"Si hubiera sido tan fácil, no habría renunciado a la inmortalidad y me habría convertido en
vampiro. Incluso ahora, no tengo muchas ganas de enfrentarme a Cantus Magna".
Antirianus me miró.
"Por supuesto, en una situación en la que nuestras intenciones estén unidas como ésta, las cosas
podrían ser diferentes".
Puede que no tengamos que enfrentarnos a ellos directamente si tenemos que luchar.
Podríamos enfrentar a Cantus Magna y a la Orden Negra. Por supuesto, no importa cómo termine
esa lucha, tendré que asegurar el Akasha de alguna manera.
"Yo... Yo... te ayudaré".
Lucinil se levantó como embelesado y me habló.
Ganar un alma es el deseo de Lucinil.
"Por eso no mencioné el Akasha, Gallarush".
Ante las palabras de Antirianus, Gallarush se cruzó de brazos.

"Ocultaste deliberadamente la información después de darnos una pista. No puedo creerlo".
Antirianus no mencionó a Akasha, sabiendo que Lucinil captaría la pista.
Sin embargo, Antirianus mencionó intencionadamente que la magia para la inmortalidad podría
estar contenida en Akasha.
Estaba claro que Antirianus también quería el Akasha.
Pero no quería correr el riesgo, así que ¿intentaba que Lucinil asumiera el riesgo en su lugar?
Si nos dejaran solos, Lucinil, Eleris y yo asumiríamos los riesgos y sacrificios para acercarnos a
Cantus Magna por nuestra cuenta.
Estoy agradecido por la información, pero al fin y al cabo es un tipo astuto.
"Entonces, ¿sabes dónde está Cantus Magna?"
"Lo sé, pero claro, ya deben haber cambiado de ubicación. Ha pasado mucho tiempo".
Antirianus tampoco conoce el paradero actual de Cantus Magna.
"Por lo tanto, a menos que haya un premio tentador, encontrarlos es casi imposible".
En el fondo, las palabras de Antirianus no diferían de lo que le había dicho antes a Eleris. Atraerlos
con magia tabú.
Para encontrar a los cazadores de premios, debe haber un premio. Es mejor que ellos vengan a
buscarnos a que nosotros los busquemos a ellos.
"Muy bien. Pensemos en ese asunto más tarde, ya que aún no hay prisa".
Por ahora, al menos.

Capítulo 342
El día después de la reunión del consejo.
Una vez disuelta la conferencia, Eleris y yo nos quedamos de pie, uno al lado del otro, en un pasillo
alejado donde el sonido del viento aullante resonaba desde el exterior.
Me apoyé en la pared del pasillo, mientras Eleris miraba al frente con expresión severa.
"¿Es ésta... la decisión correcta?"
"Sólo podemos esperar que sí".
"Alteza, he vivido mucho tiempo, pero nunca he oído hablar de un artefacto llamado Akasha. Tengo
miedo... si existe, su existencia es aterradora, y si no existe, temo cuáles puedan ser las verdaderas
intenciones de Antirianus".
Comprendía el miedo de Eleris.
Yo sentía el mismo miedo, después de todo.
La ansiedad de que algo peor que el incidente de las Puertas pudiera ocurrir era palpable.
¿No sería mejor afrontar el incidente predeterminado de las Puertas sin hacer nada en absoluto?
Involucrarse con el misterioso artefacto antiguo llamado Akasha podría acarrear consecuencias
totalmente imprevistas.
El futuro es desconocido.
Era obvio, pero nunca antes había sentido este tipo de miedo.
"...Me disculpo por mis palabras irreflexivas".
Mientras permanecía en silencio, Eleris agarró suavemente mi mano.
Su fría temperatura corporal se transfirió a mi mano.
"Su Alteza, que debería tener más miedo que nadie, y sin embargo aquí estoy, expresando mi propio
miedo..."
"..."
¿Se había transmitido mi miedo sin que yo dijera una palabra?
Eleris parecía estar convencida de que yo no tenía intenciones siniestras de destruir el mundo.
Puede que las cosas no salgan a la perfección, pero tenemos que creer en nuestros actos.
Si no íbamos a hacer nada, nunca deberíamos haber empezado nada.
"Todo saldrá bien".
Hablé, recurriendo a la magia de las palabras, pero mi voz resonó vacía por el pasillo.
------
Después de que la conferencia volviera a reunirse, le hice algunas preguntas más a Antirianus.
Le pregunté cómo había entrado en contacto con Cantus Magna.
Al final, su enfoque no fue muy diferente del mío. Antirianus había incursionado en innumerables
artes oscuras y hechizos prohibidos en su búsqueda de la inmortalidad.
"Originalmente era para convocar a los cazadores de hechizos prohibidos, pero si podía obtener la
inmortalidad en el proceso, no habría sido un mal resultado".
Había individuos dentro de mi conocimiento que habían cometido actos atroces en busca de la
inmortalidad.
Por eso mis sentimientos hacia Antirianus eran bastante peculiares.
Era como ver a un villano de un cuento de héroes que había buscado la inmortalidad y logrado su
sueño sin ser derrotado por el héroe.
No conocía el alcance de las maldades cometidas por los Señores Vampiro aquí presentes, pero
Antirianus era realmente la encarnación de un hechicero malvado.
Era como si estuviera viendo al emperador Qin Shi Huang, que alcanzó su sueño de inmortalidad,
unos cientos de años después.
Esta miserable criatura...
¿Realmente podemos dejarlo en paz...?
"Así que vinieron los cazadores de hechizos prohibidos, y les pedí unirme a sus filas. A cambio de
todos los hechizos prohibidos que poseía, me permitieron convertirme en uno de ellos."
"¿Es Cantus Magna conocido por aceptar fácilmente nuevos miembros?"
"No exactamente. Me aceptaron porque poseía una extensa colección de conocimientos prohibidos,
y tendrían que arriesgarse a derramar sangre para robármelos. Probablemente pensaban deshacerse
de mí poco después".
Antirianus no se molestó en inventar excusas poco convincentes sobre la traición a Cantus Magna,
ya que lo habrían eliminado de todos modos.
Parecía que a Antirianus no le importaban mucho las racionalizaciones.
Antirianus y Cantus Magna habían cooperado temporalmente por necesidad mutua, y al final,
Antirianus había salido perdiendo, ya que les había dado su colección de conocimientos prohibidos
sin obtener acceso al Akasha.
Por supuesto, Cantus Magna también había sufrido pérdidas, ya que no habían conseguido eliminar
a Antirianus y sus secretos habían quedado al descubierto.
"Por lo tanto, te digo que contactar con Cantus Magna podría ser sorprendentemente fácil si posees
tus propias visiones únicas y conocimientos prohibidos".
El Consejo de Vampiros no era muy diferente de una sociedad secreta. La Orden Negra sabía de la
existencia de los Señores Vampiro, pero quizá no conociera a las cinco familias vampíricas.
En última instancia, el conocimiento prohibido y la magia exclusiva de ellos no habrían sido

adquiridos aún por Cantus Magna.
Por lo tanto, si la existencia del Consejo llegara a ser conocida por Cantus Magna, o si los Señores
Vampiro se revelaran, el contacto sería fácil, en la forma de que ellos se acercaran a nosotros.
"Parece un asunto que requiere una cuidadosa consideración".
Las palabras de Gallarush resonaron en mí, y estuve de acuerdo.
"No me gusta".
Luruien parecía reacia a asumir ese nivel de riesgo.
Para ser sincero, yo también estaba de acuerdo.
"Exponernos no parece un enfoque inteligente".
"Entonces, ¿qué propones?"
Ante la pregunta de Antirianus, me crucé de brazos.
"La última vez, hicimos contacto con la Orden Negra. Maté a uno de sus miembros".
Todos, excepto Eleris, se quedaron comprensiblemente sorprendidos por esta afirmación.
"Pero sólo era un miembro de bajo nivel. No fue para tanto. Lo importante es que les dije que podía
darles información sobre Cantus Magna".
Es muy probable que la Orden Negra desconozca a los Akasha.
La Orden Negra no ignoraría por completo cómo contactar con Cantus Magna. Sin embargo, como
son rivales, querrían evaluarse mutuamente antes de entrar en una guerra total. Querrían luchar en
las condiciones más favorables, ya sea mediante un ataque sorpresa o de otro modo, y por eso
necesitan información.
La reticencia de la Orden Negra a arriesgarse a un enfrentamiento directo con Cantus Magna debe
tener una razón importante.
¿Puede esta información provocar un conflicto entre la Orden Negra y Cantus Magna? ¿Y es lo
correcto?
"Primero, intentemos negociar con la Orden Negra y veamos qué postura adoptan. Podemos tomar
una decisión más tarde, ya que no hay necesidad de correr riesgos innecesarios".
Todos asintieron con la cabeza.
Si pudiéramos obtener información precisa de la Orden Negra, entonces Cantus Magna podría no
ser relevante en absoluto. Sin embargo, era cierto que había algo inquietante en Akasha.
No obstante, habíamos conseguido preparar información sobre Cantus Magna antes de que la Orden
Negra se pusiera en contacto.
Habíamos conseguido la cooperación del Consejo Vampírico, y obtenido información sobre Cantus
Magna.
Por ahora, no nos quedaba nada que hacer con el Consejo hasta que se resolviera el asunto de la
Orden Negra.
"Por el momento, eso concluye mis asuntos aquí."
Su poder no era necesario por el momento.
Sólo podía esperar que no se produjera una situación semejante.
Mientras miraba las siete estatuas, de repente me sentí incómodo.
Si éstas eran las estatuas de los señores, debería haber estatuas de elfos y orcos, las de Gallarush y
Luruien.
Sin embargo, no había estatuas con orejas largas ni que se parecieran a orcos.
Por supuesto, las estatuas de Lucinil y Antirianus estaban intactas.
"Después de ser atrapados por los ojos humanos, las cambiaron", dijo una voz detrás de mí.
Al girarme, vi a Luruien allí de pie.
"Decidieron no revelar qué tipo de lugar era éste a los humanos, así que si había estatuas de orcos o
elfos de aspecto sospechoso, podría considerarse un lugar ilegal", explicó.
Efectivamente, la estatua de la posición del jueves tenía las orejas más cortas, pero seguía
pareciéndose a Luruien.
Por supuesto, la estatua que debía representar a Gallarush el viernes tenía la forma de una persona
corriente.
Luruien estaba de pie en el centro del Panteón, mirando en cierta dirección.
"He oído que entre todos los Señores Vampiro, yo soy la más vieja".
"... ¿Lo has oído?"
¿Por qué hablaría como si hubiera oído hablar de sí misma a otra persona? Al notar mi confusión,
Luruien sonrió irónicamente.
"Verás, borro mi memoria cada 200 años".
"Ah."
Quizá ésa era una forma de soportar la inmortalidad.
En ese caso, Luruien, la existencia más antigua, tendría la menor cantidad de recuerdos del pasado.
¿Había elegido Luruien borrar sus recuerdos en lugar de abrazar la muerte?
"Debía de querer olvidar, tenía que hacerlo, así que probablemente por eso..."
Luruien estaba de pie en el centro del Panteón con los brazos cruzados, mirando en alguna
dirección.
"Tengo tanta curiosidad por saber qué sabía antes de borrarme la memoria".
Sus ojos tenían un leve sentimiento nostálgico.
"Por qué los elfos fueron exterminados por alguna razón".
"¿Qué pasó con Domingo y Lunes? ¿Qué eran en primer lugar?"
"Debía saberlo todo".
"¿Por qué tuve que borrar esos recuerdos?"
"O, ¿realmente borré mis recuerdos?"
Luruien me miró.
No era sólo curiosidad, sino un anhelo que era casi como deseo.
Ella había borrado sus propios recuerdos, pero no entendía por qué había tenido que hacerlo, y
parecía como si Luruien añorara los recuerdos perdidos.
Ella debía saberlo todo. Pero sentía curiosidad por saber la razón por la que había tenido que
borrarlos.
Luruien se quedó quieta, observando la estatua de Domingo y Lunes.
Aparte de Antirianus, los Señores Vampiro eran todos seres complicados, más allá del bien y del
mal.
"¿Tienes un deseo como la Señora del Miércoles?"
"¿Como Lucinil?"
¿Tenía Luruien algo así, como Lucinil había deseado un alma?
"Tal vez... recuperar mis verdaderos recuerdos. Todos los recuerdos que he olvidado hasta ahora".
Luruien dijo eso y sacudió la cabeza.
"Pero si los encuentro todos, seguramente me volveré loca".
Ella quería recuperar sus recuerdos, pero no tenía la confianza para soportarlos.
"Así es. No tengo ningún deseo en particular, pero no quiero enfrentarme a la muerte. Sólo la
pospongo así. Sólo me quedan recuerdos muy importantes, incluyendo el hecho de que soy una
Señora Vampiro y que lidero el Clan del Jueves".
Excluyendo los recuerdos de magia, poder y conocimiento, había borrado todos los recuerdos
inútiles y seguía acumulando tiempo.
"Vivir..."
Como comprimiéndose. Luruien pareció meditar sus últimas palabras y luego ladeó la cabeza. Tal
vez pensó que la palabra "vivir" no encajaba con los no muertos.
"Más bien, parece más exacto decir que estoy muriendo lentamente".
Posponer la muerte indefinidamente en el futuro y morir lentamente.
Cuando ya no pueden soportar el tiempo inmortal, eligen la muerte.
Entonces, dijo Luruien, no es vivir, sino morir lentamente.
Parecía lo mismo que vivir, pero ¿cuál es la diferencia?
Vivir y morir lentamente.
Los resultados eran los mismos, pero los matices eran dolorosamente diferentes.
"Después de que todos tus planes estén terminados y reconstruyas de verdad las Tierras Oscuras,
¿qué planeas hacer?"
Me preguntó Luruien.
Un profundo vacío emanaba de este antiguo ser. Vivía, pero se podía sentir la conciencia de vivir
una vida sin sentido y sin razón.
Si me convierto en el Rey Demonio, ¿qué vendrá después, y después, y después?
¿Es eso lo que preguntas?
Desafortunadamente, no tengo intención de convertirme en el Rey Demonio. Por lo tanto, esa

pregunta no tiene sentido.
Nunca he pensado en ello.
"Haré algo."
"...?"
"Así es. Haré algo. No hacer nada en absoluto."
Incluso si llegara a eso, no haría nada, así que eso es todo lo que podía decir.
Ante mis palabras, Luruien estalló en carcajadas.
"Ja, ja... ¡Ja, ja! Ya veo. Sí".
No sabía qué tenían de gracioso mis palabras, pero las orejas de Luruien se levantaron mientras se
reía.
"Eso está bien. Quizá sea mejor pensar así".
No sabría decir qué resonancia tuvo mi respuesta casual en Luruien.
Sin embargo, Luruien dijo que hacía mucho tiempo que no se reía así, y luego desapareció por el
pasillo en silencio.
El vacío no es para los que han renunciado a pensar.
Es porque uno piensa demasiado y luego vuelve a pensar cuando cae en el vacío.
Habiéndose dado cuenta de eso, los pasos de Luruien parecían bastante ligeros.
------
Al día siguiente.
Aunque no tenía asuntos inmediatos con los otros Señores Vampiro, ellos accedieron a cooperar.
Aunque Akasha en sí es una gran fuente de poder, dijeron que investigarían cómo abrir la puerta
dimensional al otro mundo que yo había mencionado.
"Es un tema que nunca había considerado. Despierta mi interés".

Fueron las palabras de Antirianus.
Independientemente de si era posible colapsar el imperio mediante la cooperación con otro mundo,
parecía que la idea de explorar la existencia del otro mundo le atraía.
Eran grandes personas con nada más que tiempo libre. Siendo además magos, parecía que su interés
estaba simplemente despertado.
"Si el Rey Demonio necesita nuestra ayuda, el Consejo volverá a reunirse".
Esas fueron las palabras de Luruien.
Normalmente, el Consejo no se reunía a menos que hubiera una razón especial. Sin embargo, ya
que el Consejo Vampiro había decidido establecer una conexión conmigo, parecían comprometidos
a cumplir con sus responsabilidades como aliados.
Aunque no podían proporcionar mucha ayuda, todos cooperaron conmigo por sus propias razones.
Observé en silencio cómo empezaban a abandonar la fortaleza de Epiaux uno a uno a través del
teletransporte.
Eleris había abandonado la capital imperial por el momento. No habría razón para que regresara a la
capital hasta que encontrara un nuevo escondite o disfraz.
Por lo tanto, parecía que permanecería en el Consejo como enlace por el momento.
Pensé que podríamos reunirnos en cualquier momento mediante teletransporte, pero a medida que la
distancia se hacía más grande, me sentía algo triste.
Después de todo, era agradable tenerla al alcance de la mano.
En el gran salón de la fortaleza de Epiaux, Eleris inclinó la cabeza hacia mí.
"Por favor, cuídese, Su Alteza".
"?"
¿De qué está hablando?
"¿No me enviarás tú?"
"Ah."
Eleris ladeó la cabeza al decir eso.
"Parece que Lucinil aún no te lo ha dicho".
Me pregunté de qué hablaba, y antes de darme cuenta, Lucinil estaba a mi lado.

"Archidemonio, te vienes conmigo".
"...¿Por qué?"
"Tengo que quedarme aquí un tiempo, así que si necesitas magia, Lucinil te ayudará".
Ah.
Ya veo.
Lucinil no tiene ningún clan bajo su control y está sola. Así que es más libre que los otros Señores
Vampiro.
Además, estaba la supervisión de Lydia y debido a la misión como enlace del Consejo, Eleris había
decidido quedarse aquí por un tiempo.
Así que, por ahora, no tendré el apoyo de Eleris.
Eso significaba que, a partir de ahora, si necesitaba ir a algún sitio usando el teletransporte o
necesitaba magia poderosa, Lucinil estaría allí para ayudarme.
"Lucinil es mucho más versátil que yo, así que puede servirte mejor".
¿Qué clase de deuda tenía la Señora del Miércoles para que ella me ayude así? Incluso Eleris
parecía confiar bastante en Lucinil, al menos más que en los otros Señores Vampiro.
"¿Servir, Eleris? Eso hace que suene como si yo fuera inferior a este tipo".
"Ah, lo siento Lucinil. Corrijámoslo a proteger".
"Tsk."
"Proteger, ¿eh? Eso hace que suene como si necesitara una niñera o algo así".
"...¿No es así?"
"Tsk."
No pude evitar admitirlo.
Aunque en realidad no era una niñera, tener un archimago a mi lado era bastante conveniente. En
lugar de Eleris, la archimaga que estaría ocupada con otras tareas durante un tiempo, tenía a otro
archimago a mi lado.
Aunque Lucinil parecía una niña tonta por fuera, en realidad era una Vampiresa Homúnculo que
sólo pretendía ser una niña pequeña.
"Prepárate. Nos iremos pronto".
Lucinil me hizo una señal mientras terminaba de lanzar.

"Por favor, cuídese, Su Alteza".
Eleris me miró preocupada.
"Tú también, ten cuidado".
De algún modo.
Me sentí raro y extraño, ¡como despidiéndome de mis padres!
Pronto, Lucinil activó el Teletransporte Masivo.

Capítulo 343
-¡Ráfaga!
Con un estallido de luz, Lucinil y yo volvimos a las afueras de la Capital Imperial.
Antes de darme cuenta, Lucinil se había transformado de un vampiro con ojos de serpiente a una
joven de pelo plateado y ojos azules.
Yo también había adoptado mi forma Reinhardt en lugar de ser Valier.
"Hmm, ¿así que este es tu disfraz?"
"Sí".
Lucinil me miró de arriba abajo en mi forma Reinhardt y se cruzó de brazos.
"Te pareces bastante a tu verdadero yo".
"¿Qué quieres decir?"
"No importa."
No había nadie a nuestro alrededor.
"Hace tiempo que no voy a la Ciudad Imperial".
Lucinil contempló el extenso paisaje de la ciudad en la distancia.
"¿Tienes dónde quedarte?"
"Hmm... Debería encontrar a un hombre llamado Conde Argon Ponteus. Eleris dijo que me ayudaría
de alguna manera".
Parecía que Lucinil se había encomendado a Sarkegaar. Sarkegaar era un hombre competente, así
que creía que se encargaría de todo.
Perdida en sus pensamientos, Lucinil mantuvo los brazos cruzados.
"Mencionaste que también estás en contacto con la Orden Negra, ¿verdad?"
"...Sí".
"No sé cómo te las has arreglado hasta ahora, pero las cosas están a punto de ponerse muy
peligrosas. Así que intenta mantenerte dentro de un rango en el que pueda ayudarte".
A medida que me involucraba más profundamente con los Caballeros Sagrados y la Orden Negra,
estaba destinado a enfrentarme a situaciones peligrosas con más frecuencia. Parecía que Lucinil
pretendía proporcionarme protección cercana.
Y tenía razón.
Tenía que admitir que Lucinil tenía razón.
"...Necesito ir al Templo."
"...¿Al templo?"
Sabía que no era el momento adecuado para mencionarlo.
Comparado con nuestras conversaciones anteriores, esto era algo que no debería haber dicho.
¡Pero realmente necesito ir a la escuela! Ahora son las vacaciones de invierno, ¡pero incluso el
Consejo de Vampiros había alineado su horario con las vacaciones!
¡El templo es mi prioridad!
Estrictamente hablando, ¡ese lugar es el más importante! ¡En muchos sentidos!
"Oh, tú... tú estabas infiltrado allí, ¿verdad?"
Lucinil ladeó la cabeza, al parecer había oído algo de Eleris.
Infiltrado... ¿no es cierto?
¿Verdad?
"Olvídalo. Ahora no es el momento para eso."
Lucinil afirmó lo obvio como si yo hubiera perdido la cabeza queriendo jugar en el agua durante un
tifón.
Era un poco desconcertante ser sermoneada por alguien que parecía una niña, aunque en realidad no
lo fuera.
"No, debo estar en el Templo. Tengo tantas cosas atadas allí..."
"...¿Hablas en serio?"
"Sí."
Lucinil me miró y luego se mordió el labio inferior con el dedo índice.
Parecía como si estuviera conteniendo desesperadamente un torrente de maldiciones.
"¡No hay tiempo para eso!"

Sinceramente, que me quedara en el Templo no era una idea absurda.
Le expliqué entonces lo importante que era entablar relaciones con gente influyente del Templo con
el pretexto de reconstruir el Reino Demoníaco. Además, mis compañeros se convertirían en los
sucesores del imperio, y yo le había hablado de la influencia que tenía sobre ellos.
"...Ahora que lo oigo, tienes razón".
Lucinil asintió como si tuviera sentido cuando mencioné que me había infiltrado en el templo para
forjar conexiones con las figuras influyentes del imperio.
"Aunque es bastante arriesgado... No interferiré tanto".
Lucinil se cruzó de brazos y me miró.
"Si mueres absurdamente, no me hará daño. Sólo ten cuidado por el bien de Eleris".
Parecía que Lucinil no tenía intención de meterse conmigo más de lo necesario.
Si hubiera indagado un poco más, tal vez se habría dado cuenta de que yo llevaba una vida en el
Templo con un propósito ligeramente distinto.
Habría sido complicado de explicar si ese fuera el caso, pero afortunadamente, no fue así.
"Por ahora, seguiré el consejo de Eleris y buscaré al Conde Argon Ponteus".
Eso significaba que podría contactar con él a través de la Banda Rotatoria, y cuando se necesitara a
Lucinil, podría enviar un mensaje a Sarkegaar. O bien, cuando Sarkegaar me visitara regularmente,
podría pedirle que llamara a Lucinil.
Me separé de Lucinil por ahora.
Otra archimaga. Lucinil, la Señora de los Miércoles.
Eleris había dicho que Lucinil era más versátil que ella, pero yo seguía sin entender qué significaba
eso.
Después de que Lucinil entrara en la Capital, yo también comencé mi viaje por ella.
Harriet investigaba la magia dimensional a través de los archivos mágicos del Palacio Imperial. Sin
embargo, sería difícil esperar resultados significativos en tan sólo unos días.
El progreso vino de mi parte.
Para sólo haber estadi unos pocos días fuera de la Capital Imperial, los resultados fueron bastante
significativos.
------
"Su Majestad, parece que nuestra investigación no ha encontrado ninguna evidencia rastreable."
"Ya veo."
Bertus estaba leyendo los informes escritos en su oficina en el Palacio de Invierno.
Las investigaciones reales y de los Caballeros Sagrados sobre la reciente muerte de Riverrier Lanze
habían terminado. El funeral ya había tenido lugar, pero seguían investigando a los demonios que
les habían atacado.
Era seguro que habían atacado seres no humanos.
Aunque la mayoría de los cuerpos habían sido volados y carbonizados, había algunos cadáveres
despedazados.
Parecía que habían muerto mientras huían tras la derrota.
Bertus estaba mirando las fotos grabadas mágicamente de la escena después de la batalla.
No había fotos de la batalla en sí, pero había múltiples relatos de testigos que habían visto algo con
forma de demonio volando en el cielo nocturno.
¿Por qué hicieron eso?
Bertus se quedó pensativo.
Había razones más que suficientes para que los demonios atacaran a los Caballeros Sagrados.
Además, los demonios que atacaron esta vez se creía que eran los mismos que habían atacado a los
Caballeros Sagrados antes.
Anteriormente, un poderoso mago, un licántropo y un dragón habían aparecido. Por supuesto, no se

creía que fuera un dragón real, pero aún no sabían qué tipo de demonio era.
Durante el último ataque, habían activado una puerta warp, llevando a los prisioneros demonio en
su huida.
Sin embargo, no hubo bajas en ese momento.
Con este ataque, quedó claro.
Durante el ataque anterior, no lucharon contra los Caballeros Sagrados porque no pudieran, sino
porque eligieron no hacerlo.
Pronto, fue evidente que los demonios en ese momento no tenían intención de matar.
Sin embargo, este ataque desbordaba malicia. No sólo fueron asesinados todos los Caballeros
Sagrados, sino también Riverrier Lanze.
En ese momento, el escape de los prisioneros había sido su prioridad, por lo que no lucharon.
Bertus sintió que sus pensamientos se enredaban cada vez más.
No era sólo sospechoso, había demasiadas cosas extrañas.
Era comprensible que se hubiera utilizado magia de destrucción a gran escala, pero había múltiples
relatos de testigos de que algo con forma de demonio vagaba por el cielo nocturno.
"¿Por qué?
Parecía como si estuvieran anunciando que se trataba de un ataque de la raza demoníaca.
Habría sido mejor disfrazarlo como un conflicto humano, pero el demonio voló por el cielo
nocturno, haciendo alarde de su presencia.
¿Sabían realmente los demonios lo de la orden religiosa sin nombre?
¿No sabían nada del estado actual del continente?
Si así fuera, los demonios deberían haber disfrazado esto como un conflicto humano en lugar de
hacer alarde de su presencia.
Aunque hay testimonios reales de demonios, hay quien sospecha que la familia real o la facción
proimperialista asesinaron a la orden religiosa sin nombre y a su líder, Riverrier Lanze,
disfrazándolo de obra de demonios.
Si no hubiera habido testimonios de demonios, este incidente habría sido un poderoso

acontecimiento que habría desencadenado una explosión de resentimiento por parte de los
Caballeros Sagrados y las cinco religiones principales.
Sabiendo eso, no deberían haber atacado de tal manera.
Si uno estuviera en la posición de liderar a los remanentes del reino demoníaco, nunca lo habrían
hecho de esta manera.
'No puede ser que sean estúpidos'.
Esta era la acción más tonta que los demonios podrían haber tomado.
Esto sólo ayudaría al imperio.
Uno no debe cometer el error de pensar que los remanentes podrían ser tan tontos. Puede haber sido
emocional, pero sucedió que todo cayó en su lugar para el imperio.
¿Realmente pretendían ayudar al imperio? ¿Por qué?
No había razón para ello, pero parecía que los demonios atacaron a la orden religiosa sin nombre
para ayudar al imperio y revelaron intencionadamente su presencia.
¿Por qué tenían que hacer eso?

¿Por qué los demonios hicieron esto, arriesgándose para hacer algo que sólo beneficiaría al
imperio?
Ver esto como un error de los demonios era demasiado optimista.
Los demonios habían ayudado al imperio.
Aunque la situación era tal, Bertus estaba cada vez más confundido porque no podía entender por
qué tenían que hacerlo.
No podía comprender sus intenciones en absoluto.
Mientras Bertus fruncía el ceño e intentaba de alguna manera desplegar sus pensamientos a solas,
"Su Alteza... Sobre el asunto que ordenó la última vez..."
El subordinado que informaba se inmiscuyó cautelosamente en las preocupaciones del príncipe.
Bertus, que estaba sumido en profundos pensamientos, arrugó aún más la frente.
"¿Antes? ¿De qué estás hablando?"
"Bueno... Nos pediste que investigáramos a la chica de pelo plateado..."
"Ah... Eso."
Debido al enorme incidente, Bertus había olvidado por completo ese asunto.
Al revivir el recuerdo de la gran grosería que había cometido, arrojándole té en la cara, el rostro de
Bertus se enrojeció ligeramente.
"Um, sí. ¿Has averiguado algo?"
La chica del pelo plateado de origen desconocido.
Se parecía vagamente a Reinhardt, por lo que se le ocurrió fugazmente que podrían ser hermanos
separados en la infancia.
Hubo un tiempo en que se había encontrado con una chica de pelo plateado que tenía un parecido
asombroso con Reinhardt, un compañero de clase, y se preguntó si podría ser un miembro de la
familia.
Habiendo olvidado el incidente, Bertus sintió una renovada nostalgia.
Técnicamente, esto es acoso.
El imperio pertenece al emperador, y el primer príncipe es uno de los más poderosos aspirantes al
trono imperial.
Así que, si el príncipe acosara abiertamente a alguien, causaría un tremendo revuelo.

"Primero, busqué en la información de registro personal de los ciudadanos imperiales..."
"¿Y?"
Si el primer príncipe lo decidía, podía poner patas arriba todo el imperio, o al menos la capital
imperial.
"No había información personal que coincidiera con los criterios que mencionaste".
No es que tuvieran un retrato detallado, así que sería difícil para Bertus esperar una coincidencia
con la información de identidad que recordaba.
Cabello plateado, ojos dorados y un rostro hermoso.
La información era escasa.
Así que, aunque la persona fuera una ciudadana imperial, habría sido difícil encontrar a alguien que
encajara con los criterios.
"Así que, por ahora, investigué a Reinhardt, de quien dijiste que era tu compañero de clase. Intenté
empezar por encontrar su información de registro personal..."
"Esa habría sido la posibilidad más probable".
Reinhardt venía de la calle, pero tenía información personal.
Si empezaban por su lugar de origen e iban subiendo, habrían podido averiguarlo. Sin embargo, su
subordinado se rascó la cabeza como si tuviera problemas.
"Pero el registro personal inicial de Reinhardt se hizo a principios del año pasado. No pude
encontrar ninguna información anterior a eso, por mucho que busqué".
"...¿Eh?"
Ante esas palabras, Bertus ladeó la cabeza.
"Tales casos no son infrecuentes. Algunas personas de origen humilde viven sin registrar su
identidad... Como has dicho, algunos mendigos callejeros de toda la vida no tienen ningún tipo de
información personal. Mencionaste que Reinhardt venía de la calle, así que..."
Los datos personales de Reinhardt se registraron por primera vez el año pasado. Eso significa que
antes vivía como una persona de identidad desconocida.
No es raro.
Desde luego, no es tan extraño.
Sin embargo, Bertus sospechó una vez que Reinhardt podría ser un sucesor criado por una
organización criminal.
Reinhardt lo negó, y aunque Bertus no creyó sus palabras, no llevó a cabo ninguna otra
investigación.
Su subordinado dijo que rastrear el lugar de nacimiento de Reinhardt era prácticamente imposible,
ya que había vivido como una persona de identidad desconocida durante bastante tiempo.
Con el paso del tiempo, Bertus comprendió que algunos de los malentendidos que tenía sobre
Reinhardt no eran ciertos.
La Banda Rotatoria al que pertenecía Reinhardt no era más que una organización de mendigos.
Reinhardt no era más que un mendigo. Fue enviado por la Banda Rotatoria al templo.
Su registro personal se hizo a principios del año pasado.
Nada más registrar su identidad entró en el templo y se inscribió en la Clase Real.
Por lo tanto, debía de significar que había obtenido una identidad para entrar en el templo.
Bertus pensó que Reinhardt podía carecer de refinamiento, pero tenía discernimiento.
Sabía bastante para alguien que venía de la calle, pero era posible desarrollar el discernimiento a
base de recoger monedas en la Banda desde la infancia.
Sin embargo, de repente Bertus sintió curiosidad.
¿Era Reinhardt realmente de la calle?
¿Dónde nació y cómo creció?
"Tendré que preguntarle, supongo".
De dónde venía.
Si tenía hermanos.
Podría preguntarlo cuando tuviera tiempo de pasarse por el Templo.
Dejando de lado el asunto de Reinhardt por el momento, Bertus comenzó a reflexionar sobre el
grupo de demonios una vez más.
Aún sentía que la cabeza le iba a estallar.
------
Habían pasado varios días desde su regreso del Concilio de Vampiros.
Nada había cambiado significativamente. La Sociedad de Investigación Mágica estaba, por

supuesto, ocupada, y Harriet también.
Así que pasé los días ocupada entrenando con Olivia y esperando el regreso de Ellen, como de
costumbre.
Pero entonces.
"¿De dónde eres?"
Cuando Bertus, que había regresado del palacio, de repente preguntó eso de la nada, sentí como si
mi corazón se hubiera hundido.
"Um... de la calle."
"¿Qué parte de la calle?"
¿Qué pasa?
¿Se ha descubierto algo?
Mi corazón latía como loco.
Pero desesperadamente mantuve una fachada de calma a través de la autosugestión.
"Bueno, no estoy exactamente seguro. Me abandonaron cuando era muy joven. ¿Cómo podría una
rata callejera como yo recordar algo así?"
"...Ya veo."
Había pensado en cómo había crecido todo este tiempo.
Pero si Bertus había descubierto algo y conocía mi verdadera identidad, tendría que abandonar el
Templo.
¿Pero por qué tan de repente?
Si supiera la verdad, no estaría tan tranquilo preguntándome, ¿verdad?
No era más que una actitud despreocupada preguntando algo trivial. Bertus se cruzó de brazos y me
miró como contemplando algo.
"¿Por qué preguntas eso de repente?"
Al final, pregunté. Bertus pareció dudar un momento antes de dejar escapar un profundo suspiro.
"...Es un poco incómodo decir esto, pero... bueno, está bien".
Bertus me puso la mano en el hombro y habló en voz baja.
"¿Tienes hermanos?"
Ah.
¿Podría ser?
¿Era eso?
"No, ninguno. Al menos, no en mi memoria... Creo..."
"Vi a una chica que se parecía mucho a ti durante el último festival. Así que pensé que podría ser tu
hermana e intenté encontrarla, pero es difícil encontrar a alguien a quien sólo conoces por la cara."
"Oh, ya veo..."
Me siento mareado.
Siento que voy a vomitar.
"Entonces, si supiera de dónde eres, podría buscarla, así que comprobé tu identidad, pero ¿tu primer
registro de identidad fue el año pasado?"
Ante esas palabras, la piel de gallina recorrió todo mi cuerpo.
No podía creer que mi encuentro con Bertus mientras estaba disfrazado de mujer hubiera dado lugar
a una investigación sobre mis antecedentes.
Bertus seguía sin enterarse de nada, y no parecía sospechar del hecho de que yo hubiera registrado
mi identidad por primera vez el año pasado, sin antecedentes.
Peligroso.
Sería verdaderamente peligroso si indagaba más.
"Entonces... es un poco incómodo decir esto, pero tus padres te abandonaron, y entonces... Si
tuvieras un hermano nacido después de eso, puede que ni siquiera supieras de ellos, ¿verdad? Así
que no quiero hacerlo si tú no quieres, pero si quieres, estoy pensando en investigarlo
personalmente..."
No puedo permitirlo.
Podría enterarse.
Tengo que detenerlo.
Lo que empezó como un favor podría llevarle a descubrir mi verdadera identidad.
Esto no es una broma; mi vida está realmente en peligro.
No hay otra opción.
Casi como un reflejo.

"Era yo."
No tuve más remedio que decir la verdad.
"... ¿Eh? ¿Qué?"
Bertus parecía incapaz de comprender lo que acababa de oír.
"Esa chica era yo, he dicho".
Me resultó curiosa la expresión que debía tener en la cara.
"¿Qué...? ¿Eh? ¿Qué has dicho?"
Bertus empezó a dudar de sus propios oídos.
Había escapado de la muerte, pero...
Me quería morir.
Capítulo 344
La terraza donde solía intercambiar historias con Bertus de vez en cuando.
Allí, Bertus temblaba mientras servía té y, del mismo modo, sus manos temblaban tanto que el té
rebosaba mientras lo bebía.
Yo agaché la cabeza, incapaz siquiera de mirar a Bertus.
Me quería morir.
Y Bertus debía de querer matarme.
"¿Por qué... hiciste eso?"
Bertus preguntó en voz baja.
"...Por dinero."
"...¿Dinero? ¿Qué tiene eso que ver con el travestismo?"
"Bueno, había... un concurso de travestismo..."
"¿Un concurso de travestismo? ¿Quieres decir en el festival?"
"...Sí."
"¿No ha mejorado tu situación financiera últimamente?"
"No es que tener más sea algo malo..."
En voz baja, con la cabeza gacha, expliqué por qué me había travestido.
Este debe ser el castigo que me ha caído, ¿verdad?
¿No es éste el clímax?
Es difícil imaginar una situación más difícil en mi vida, ¿verdad? Habiendo sido castigado lo
suficiente, puedo creer que sólo la felicidad me espera a partir de ahora, ¿verdad?
Bertus apenas dio un sorbo a su té y luego dejó la taza con mano temblorosa.
"¿Qué, exactamente... qué... es esto?"
Bertus parecía incapaz de entender qué decir algo.
Era Bertus con la máscara quitada, pero no en el sentido habitual, sino quitada de otra manera.
"Ugh. Esto... esto... ah..."
"..."
Parecía que el recuerdo de Bertus de verme en mi estado travestido volvía a la memoria.
Yo, haciendo esgrima con los caballeros.
Yo, temblando con mis manos.
Yo, soltando tonterías sobre la adicción al alcohol.
Todos esos momentos.
Todas esas imágenes.
Todo era yo.
"..."
"..."
En medio de sentimientos encontrados de culpa y autodesprecio,
"Maldita sea... Joder."
Terminé escuchando en silencio las palabrotas apenas audibles de Bertus como si fuera un pecador.
"...Lo siento."
"¡De qué coño te disculpas, cabrón! ¡Cuando dices que lo sientes! ¡Qué...! ¡No es como! ¡Uh! ¡No!
¡No es así! Yo solo... ¡Uh! ¡Tú, joder! ¡Uh! ¡Solo, solo tenía buenas intenciones! ¡Uh! Estás, estás
loco!"
"¡¿Qué?!"
Bertus finalmente explotó.
Y yo acabé siendo maldecido aún más por mi disculpa innecesaria.
------
La mirada de Bertus hacia mí había cambiado.
A la de un loco que haría cualquier cosa por dinero.
Afortunadamente, Bertus no parecía guardarme rencor ni pensaba difundir ningún rumor.
Sintiendo como si su alma se contaminara con sólo mencionar o pensar en el incidente, Bertus entró
tambaleándose en su habitación con expresión hueca.
Había considerado la posibilidad de que mi participación en el concurso de travestismo saliera a la

luz de algún modo, pero nunca imaginé que acabaría confesándolo yo mismo.
"..."
Me sentí como en el infierno, pero mi corazón se hundió aún más.
El incidente en el que casualmente me encontré con Bertus había dado un giro extraño y estaba
dando lugar a una investigación a mis espaldas.
Cuando la gente empieza a escarbar en mis antecedentes, mi ciudad natal y los intrincados detalles
de mi pasado, es inevitable que haya agujeros en las excusas que he preparado, por muy bien
pensadas que estén.
Aunque lo maneje con pericia, el hecho de que aparecí de la nada el año pasado no se puede
cambiar. Y eso no es difícil de discernir una vez que alguien empieza a investigar como es debido.
Era una situación en la que Bertus podría haber descubierto mi verdadera identidad desde un ángulo
inesperado.
Afortunadamente, confesar mi participación en el concurso de travestismo despistó

psicológicamente a Bertus. Con su orgullo herido, no quiso ahondar más en el asunto.
La misión del concurso de travestismo...
Por muy impresionantes que fueran las recompensas, podría haberme expuesto fácilmente a una
situación imprevista.
Había emprendido a sabiendas el arriesgado asunto de Riverrier Lanze.
Sin embargo, la situación verdaderamente peligrosa se derivaba del concurso de travestismo.
Si Bertus hubiera indagado más sin preguntarme directamente, la situación podría haberse vuelto
verdaderamente peligrosa.
Pero.
¿Por qué, en una situación tan peligrosa para la vida, el sentimiento de vergüenza y de querer morir
era aún más fuerte?
Durante un rato, no pude hacer otra cosa que quedarme sentado, incapaz de moverme.
------
Había habido un incidente que nos dejó mentalmente destrozados tanto a Bertus como a mí, pero
Bertus, con lo ocupado que estaba, rara vez aparecía por el dormitorio de la Clase Real.
Yo también estaba perdiendo la noción de los numerosos acontecimientos que se habían puesto en
marcha.
Ellen aún no había regresado. Al final, tuve que seguir con mi propia rutina.
La preocupación y la ansiedad no podían resolver nada.
Incluso tenía un combate de esgrima con Olivia, pero últimamente mi atención se centraba en la
utilización del poder mágico en sí.
Ugh.
Solo en la arena de práctica.
[Tu nivel de Poder Mágico ha alcanzado 20 (A-).]
[Las condiciones especiales se han logrado.]
[Los talentos 'Control Mágico' y 'Sensibilidad Mágica' evolucionan.]
[Has adquirido el 'Talento - Dominio Mágico'.]
A través del espejo de la arena de práctica, pude ver mi cuerpo envuelto por un refinado poder
mágico.
Por fin había conseguido el Dominio Mágico, uno de los talentos de Ellen.
Habían estado a punto de descubrir mi verdadera identidad en el concurso de travestismo y había

sufrido una gran vergüenza.
Pero me había acercado mucho a la Maestría Mágica.
Cuando adquirí por primera vez los talentos Sensibilidad Mágica y Control Mágico, sinceramente
no pude captar su esencia. Sin embargo, como resultado, pude obtener Fortalecimiento del Cuerpo
Mágico, y estaba claro que la ayuda de esos dos talentos era significativa.
Ahora, podía usar el Fortalecimiento del Cuerpo Mágico sin autosugestión, e incluso había obtenido
el talento superior de Dominio Mágico.
Mi Rango Mágico era ahora A-, que era bastante alto.
¡Rumm!
Al sentir la oleada de poder mágico por todo mi cuerpo, me volví capaz de un tipo diferente de
Fortalecimiento del Cuerpo Mágico.
La manipulación del poder mágico se había vuelto más sofisticada y detallada, y su rendimiento
también había aumentado.
Obtener el Dominio Mágico no era el final.

A medida que me acostumbrara, el talento de Dominio Mágico me haría aún más fuerte.
No sería correcto decir que estoy en la misma línea de salida que Ellen. Esa tipa sigue siendo mejor
que yo y se hará más fuerte a un ritmo más rápido que yo.
Gracias a numerosas trampas, ahora puedo andar un poco más rápido.
Pero no debo conformarme con este nivel.
En el momento en que me vuelva complaciente será el fin. Aún me queda mucho camino por
recorrer.
Sin embargo, con sólo un talento llamado dominio mágico, mi comprensión y utilización del
Fortalecimiento del Cuerpo Mágico han aumentado significativamente.
Me estoy volviendo más fuerte anormalmente rápido.
Bajo el nombre de la Clase Real, tales aspectos anormales son aceptados como normales, pero me
pregunto cuánto tiempo puede durar esto.
Después de terminar mi entrenamiento en la arena de práctica, regresé al dormitorio, me duché y me

cambié de ropa.
-¡Chirp!
-¡Tap tap!
Un gorrión golpea mi ventana con su pico.
Cuando abrí la ventana, el gorrión entró volando en la habitación y, en cuanto chocó contra la
cortina, tomó forma humana.
"Estoy aquí para servirte".
"Ah".
Era Sarkegaar, que siempre tomaba forma de criada al entrar en el dormitorio.
------
Yo estaba sentado en una silla, y Sarkegaar permanecía inmóvil en el centro de la habitación con las
manos juntas.
"La Señora de los Miércoles ha venido a buscarme".
"Ya me lo imaginaba. ¿Cómo es?"
"Estaba un poco nervioso, ya que no había recibido ninguna información, pero he escuchado la
situación y me he ocupado de ella por ahora".
Teniendo en cuenta la edad de Lucinil, la expresión "ocuparse de ello" parecía un poco fuera de
lugar. En realidad, se parecía más a 'cuidar de un niño'.
"No quedó expuesta, ¿verdad?"
"No, vino sola en secreto a altas horas de la noche".
Sarkegaar también estaba en una situación sigilosa. Así que Lucinil debió tener cuidado de no
exponerse al exterior.
Le expliqué brevemente a Sarkegaar lo sucedido en el Consejo de Vampiros.
"Es un logro mayor de lo que pueda imaginar".
"Sí, sinceramente, no pensé que acabaría así".
Sarkegaar parecía satisfecho con el resultado, que resultó mucho mejor de lo esperado.
"Pero debe tener cuidado. No sé mucho sobre los Señores Vampiro, pero por lo que he oído,
Antirianus parece peligroso."
"Cierto. Sin embargo, no puedo elegir con quién unirme".
En esta situación, no es el momento de ser quisquilloso con los aliados. Si una persona sospechosa
está dispuesta a ponerse de mi lado, tengo que unirme a ella.
"Y Cantus Magna y Akasha... Creo que son excesivamente peligrosos".
"Eso es cierto. Pero hay una alta posibilidad de que lo que quiero esté allí. Seguro que es una fuerza
muy poderosa en sí misma".
"Sería ideal provocar un conflicto entre la Orden Negra y Cantus Magna y aprovechar el caos. Sin
embargo, es preocupante que no sepamos qué es Akasha".
¿Es realmente correcto provocar a Cantus Magna sin saber qué es Akasha?
Sarkegaar parecía pensar que mi deseo de poder era suficiente para codiciar Akasha,
independientemente de si era posible o no.
"Las cosas empiezan a encajar, Alteza".
Sarkegaar mostró una sonrisa siniestra. Había conseguido el poder del Consejo Vampírico, y la
Señora del Miércoles se había unido a las filas para cooperar.
De los restos de los demonios, ahora se estaba completando algo digno de llamarse una fuerza, y
Sarkegaar estaba realmente encantado.
Sin embargo.
Por favor, no sonrías tan malignamente con esa cara.
¡Se siente como una disonancia cognitiva cuando sonríes así con una cara que parece tan inocente!
Por supuesto, la misión aún no había terminado.
"¿Cómo va el contacto con las fuerzas revolucionarias?"
"Lo estoy investigando con cautela, ya que actuar precipitadamente puede causar errores. He podido
averiguar una lista de los que definitivamente han estado implicados, aunque no toda la plana
mayor."
Sarkegaar mostró una lista de varias personas.
Aparecían nombres, entre ellos el de Oscar de Gardias.
La mayoría eran burócratas de origen plebeyo, e incluso había algunos nobles entre ellos.
"Especialmente, hay muchos hijos ilegítimos abandonados por familias nobles".
"Ya veo."
Los hijos ilegítimos de familias nobles suelen entrar en el Templo con identidades ocultas. También
podrían haberse inscrito en la Clase Orbis.
Niños que tienen sangre noble pero fueron abandonados.
Su resentimiento podría transformarse en un deseo de revolución. La mayoría de los nombres

habrían sido verificados minuciosamente por Sarkegaar, por lo que los participantes estaban
seguros.
Sin embargo, al final, los peces pequeños no eran necesarios.
Lo que necesitaba eran los factores esenciales. Ponerme en contacto con ellos y establecer una
estructura de cooperación con las fuerzas demoníacas era mi tarea.
Y de la lista que me proporcionó Sarkegaar, encontré un nombre que reconocí, aunque no me

resultara especialmente familiar.
Señalé el nombre.
"Este caballero, aunque no forma parte de las altas esferas, es sin duda una figura importante".
"En efecto".
Owen de Gatmora.
Allí estaba escrito el nombre del maestro del gremio de mercaderes.

El maestro del gremio de mercaderes había proporcionado una cantidad sustancial de fondos de
investigación al club de investigación mágica. Me pagó como soborno por connivencia con la
familia real.
Desde entonces no había habido peticiones ni conexiones particulares con el gremio de mercaderes,
pero ahora estaban ganando dinero. Todos los bienes para el negocio de la tienda del tren mágico
eran proporcionados por el gremio de mercaderes. Y no tenía problemas particulares con ellos.
La investigación de Sarkegaar confirmó que el maestro del gremio de mercaderes estaba

involucrado en las fuerzas revolucionarias.
"Así que el que me metió dinero por connivencia con la familia real está apoyando en secreto a las
fuerzas revolucionarias..."
No podía decir si simplemente quería dinero o si realmente soñaba con la revolución.
Tanto si este tipo formaba parte de los escalafones superiores como si no, era importante porque
podía conducir a los escalafones superiores.
"De acuerdo. Ponte en contacto con Owen de Gatmora, y si es necesario, acércate a él en nombre de
las Tierras Oscuras. Además, ten en cuenta que podría reunirme con él personalmente dependiendo
de la situación. Considera eso también".
Sarkegaar mostraba una expresión cautelosa.
"Su Alteza, por favor, tenga en cuenta que podrían negarse a cooperar con nosotros por miedo al
nombre del Reino Demoníaco".
"Hmm, eso no sería lo ideal".
Las palabras de Sarkegaar llevaban una pizca de escepticismo sobre la perspectiva potencialmente
negativa.
"Una vez que hayan sido capturados por nosotros, deben saber que ocurrirán cosas terribles en el
momento en que los expongamos al Imperio. Desde el momento en que se encuentre su rastro, no
tendrán más opción que unirse a nosotros o enfrentarse a la muerte".
Las fuerzas revolucionarias deben elegir. No tienen más remedio que darse cuenta de que si no se
unen a nosotros, podemos acabar con ellos de otras maneras. Ni siquiera tenemos que hacerlo
nosotros.
Todo lo que tenemos que hacer es entregar la lista asegurada al Imperio.
Aunque podrían negarlo.
El Imperio es extremadamente sensible debido a la lucha de poder con los Caballeros Sagrados. Si
perciben a las fuerzas revolucionarias como una amenaza adicional, harán todo lo posible por
aniquilarlas.
Por lo tanto, no podrán ignorarnos.

A Sarkegaar se le encomienda la tarea de establecer contacto con las fuerzas revolucionarias.
"Si es necesario, busca la ayuda de Lucinil. Es más probable que requieras magia en tu situación".
"Entendido, Alteza".
Las tareas de Sarkegaar cuentan con el apoyo de Lucinil, que estará con él por el momento.
Las cosas avanzan paso a paso.
Mientras las tareas se desarrollan una a una bajo el nombre de Valier,
poco a poco me iré distanciando de la identidad de Reinhardt.
Observé en silencio la figura de Sarkegaar, que se alejaba volando como un gorrión.

Capítulo 345
El día que me pillaron vestido de mujer, di importantes directrices sobre la formación de una alianza
con las fuerzas antiimperiales.
A veces me preguntaba en qué clase de persona me estaba convirtiendo.
La diferencia entre lo que debía hacer como Reinhardt y lo que debía hacer como Valier parecía
estar haciéndose demasiado grande.
Mientras tanto, también desperté un talento superior llamado dominio de la magia.
Y ahora, tenía la sensación de crisis de que el efecto mariposa de mis acciones hasta el momento
podría abrumarme en cualquier momento.
Después de experimentar la improbable situación de que mi participación en el concurso de

travestismo llevara a Berthus a investigarme, sentí que caminaba sobre hielo delgado.
¿Y cuándo volvería Ellen?
Aquella noche.
Sentía el cuerpo pesado como si pesara mil kilos debido a la larga sesión de entrenamiento, pero no
podía dormir bien, quizá porque tenía demasiadas cosas en la cabeza.
Después de dar vueltas en la cama durante unas horas y apenas conciliar el sueño, ¿cuánto tiempo
había pasado?
"Rein... Reinhardt..."
"¡Uh, uh-ah!"
Me desperté sobresaltado al sentir el tacto desesperado que me agarraba la mano.
Al incorporarme en la cama, vi a Charlotte, que estaba casi tumbada, agarrándome el brazo con
fuerza.
"¿Cha... ¿Charlotte?"
"Rein... Reinhardt..."
La mitad de la cara de Charlotte estaba cubierta de oscuridad y me miraba con lágrimas en los ojos.
El miedo y la conmoción despejaron mi mente más rápido que la sorpresa.
Creía que todo había terminado.

¿Aún no había terminado del todo?
"Yo, por favor... por favor haz algo... por favor..."
"Vale. Lo tengo".
Sin saber qué hacer, instintivamente abracé a la temblorosa Charlotte.
"Tranquila. Está... todo está bien..."
"Uh, uh-huh..."
Con lágrimas cayendo por su cara, Charlotte temblaba en mis brazos.
Pensé que todo había terminado, pero ¿no era así?
Con mi mente somnolienta concentrada, susurré desesperadamente como si recitara una oración.
"Todo irá bien".
El poder de Charlotte no había desaparecido.
"No pasará nada".
¿Tendría que vivir Charlotte con este dolor para siempre si su poder no desaparecía?
Susurré palabras tranquilizadoras, acariciando la espalda de Charlotte una y otra vez.
La maldición.
Fuera o no por el poder de la maldición, los temblores de Charlotte disminuyeron y la oscuridad que
parecía envolver su cuerpo se alejó poco a poco.
¿Era realmente una reacción a la maldición?
Tanto Charlotte como Saviolin Turner lo entendieron así.
Pero yo no podía decir si estaba reaccionando a mi dominación demoníaca, a la maldición o a algo

totalmente distinto.
Sin embargo.
"Huuk... huk... ugh..."
Parecía seguro que yo era el único que podía mejorar la condición de Charlotte.
Cuando su temblor disminuyó y recuperó su aspecto habitual, por fin pude contemplarla.
Estaba en camisola y descalza.

Su cuerpo estaba empapado en sudor frío, lo que la hacía incómoda a la vista.
Charlotte no se atrevía a abandonar mi abrazo.
"..."
"..."
Parecía que, a medida que su estado mejoraba, no podía evitar pensar en lo que se había convertido
y temblar.
Con cuidado, bajé la manta y la cubrí sobre los hombros de Charlotte.
"¿Te encuentras un poco mejor?"
"Uh, uh-huh..."
En la oscuridad, Charlotte asintió, envolviéndose en la manta que le había tendido como si fuera
una capa. La ayudé suavemente a levantarse del suelo y la senté con cuidado en la cama.
Mi puerta estaba cerrada. Al comprobar la cerradura, vi que estaba cerrada con llave.
¿Cómo había entrado?
"¿Qué ha pasado?"
"...Esta vez no perdí el conocimiento. Pero de repente, pasó esto".
Antes, su cuerpo era tomado mientras estaba inconsciente o dormida.
Pero esta vez, la sombra comenzó a invadir su cuerpo mientras aún estaba despierta.
"Tenía que ir a verte, pero si salía al pasillo... no sabía quién podría verme..."
Charlotte temblaba, aparentemente asustada de lo que había hecho.
Anteriormente, había demostrado la capacidad de ser completamente consumida por las sombras.
Parecía que había utilizado el poder de moverse a través de las sombras o la oscuridad para viajar
directamente de su habitación a la mía.
"No quiero esto... No quiero ser capaz de hacer esto..."
A pesar de que Charlotte podía venir a verme sin ser detectada por nadie gracias a este poder, el
mero hecho de que fuera posible le parecía terriblemente aterrador.
Su miedo parecía impedirle hacer juicios sensatos.
"Quédate conmigo... Quédate conmigo, Reinhardt..."

"De acuerdo. Me quedaré contigo".
Mientras Charlotte se aferraba a mi cintura, me miró en la oscuridad.
Sus ojos grandes y aterrorizados estaban llenos de lágrimas.
Parecía peligroso.
Charlotte, en su estado inestable, parecía estar a punto de derrumbarse una vez más, ahora que creía
que volvía a estar a salvo.
"Quédate conmigo... Sigue quedándote..."
Mientras los labios de Charlotte comenzaban a separarse ligeramente.
"No pasa nada."
Tiré de la cabeza de Charlotte hacia mi pecho.
"No tienes que estar tan asustada, está bien."
"..."
No pude evitarlo, parecía que algo irreversible estaba a punto de suceder.
"No pasará nada. Estoy seguro".
Charlotte permaneció quieta, acurrucada en mis brazos, durante mucho tiempo.
------
Cuando se le pasó el miedo, Charlotte se durmió como si se hubiera desmayado.
Como había hecho antes en el Palacio de Primavera, me quedé vigilando junto a la cama de
Charlotte.
¿Cuánto tiempo hacía que Charlotte no se dormía?
-¡Toc, toc, toc!
Los golpes repentinos y urgentes en la puerta hicieron que mi cuerpo se tensara, pero sólo por un
momento.
"Reinhardt, soy yo".
Al oír la voz procedente del otro lado de la puerta, mi tensión se alivió.
Era Saviolin Turner.
Me levanté con cuidado y abrí la puerta, revelando a una Saviolin Turner pálida.
-Gasp
"Reinhardt, por casualidad, Su Alteza está aquí... Ya veo".
Al ver a Charlotte tumbada en la cama a través de la rendija de la puerta, soltó un suspiro de alivio.
Enderezó la postura y entró en mi habitación, posando suavemente la mano en la frente de la

dormida Charlotte.
"Vine a ver cómo estaba cuando desapareció de repente..."
Saviolin Turner había estado en el templo para vigilar a Charlotte.
Aunque no compartían dormitorio, Turner comprobaba periódicamente que Charlotte dormía bien.
Pero cuando Charlotte desapareció de repente, vino a buscarme, preocupada. Charlotte estaba
sumida en un profundo sueño.
"Parece que su conciencia no fue consumida esta vez. Pero su poder se desató de repente, y parece
haber viajado a través de las sombras hasta mi habitación".
"Ya veo..."
Su conciencia no fue consumida, pero su poder estaba actuando por su cuenta.
Tanto Turner como yo teníamos claro que el estado de Charlotte no había mejorado del todo.
Turner miró a la dormida Charlotte con expresión preocupada.
"Es como un golpe de suerte que de alguna manera puedas calmarla..."
Parecía pensar que mi mera existencia era una gran fortuna para Charlotte.
"Pero suprimir su poder con este método imperfecto... No es más que un parche".
Cuánto tiempo puedo mantener a Charlotte estable es incierto.
Turner parecía pensar que necesitábamos encontrar una solución más fundamental, y yo estaba de
acuerdo.
¿Pero dónde podría encontrarse tal cosa?
La búsqueda de un maestro del sello es cosa del pasado.
Al final, mis pensamientos se dirigieron hacia ese lado.
Akasha.
Aunque odiaba tratarla como una herramienta omnipotente capaz de realizar cualquier cosa, mis
pensamientos no podían evitar sentirse atraídos por ella ahora.
¿Habría alguna forma de sellar allí el poder de Charlotte?
Turner secó suavemente el sudor frío de la frente de Charlotte con un pañuelo y habló en voz baja.
"Reinhardt".
"Sí."
"...Está claro que su poder está relacionado con el Rey Demonio. Lo sabes, ¿verdad?"
"...Sí."
Lo sabía mejor que nadie.
"¿Es un salto pensar que puede haber pistas para resolver su situación en el castillo del Rey
Demonio?"
En el tono sombrío de Turner se mezclaba su pena por no poder ayudar a la sufrida princesa.
Pero el castillo del Rey Demonio.
Aunque no es un lugar que anhele, fue donde todo comenzó.
Todavía no sé lo que hay allí.
"...No estoy seguro. ¿No trajimos ya todo lo de valor del castillo del Rey Demonio?"
"Es cierto. Pero el castillo del Rey Demonio ha sido un lugar muy importante a lo largo de la
historia de las Tierras Oscuras, que es tan larga como la de la humanidad. Puede que aún no lo
hayamos descubierto todo".
Todavía había cosas en el castillo del Rey Demonio que no habían sido descubiertas. Se sacaron
tesoros y numerosos objetos, pero aún podía haber cosas ocultas, y todavía se estaban investigando.
Al oír sus palabras, se me ocurrió que la caída del castillo del Rey Demonio y entenderlo
completamente eran asuntos diferentes.
Me limito a suprimir el poder de Charlotte con una fuerza trascendente llamada Magia de Palabras.
Ni siquiera estoy seguro de si es realmente el poder de esta magia.
Estoy de acuerdo con ella en que se necesita una solución más fundamental.
¿Podría haber alguna pista sobre el castillo del Rey Demonio?
"¿Planeas ir al castillo del Rey Demonio?"
"...No hay necesidad de que vaya personalmente, ya que numeroso personal ya ha sido desplegado
para la búsqueda."
No hay necesidad de que ella vaya directamente. No le falta gente a quien confiar esta tarea.
"Su Majestad sugirió... que tal vez quiera visitar ella misma el castillo del Rey Demonio. Es
ciertamente peligroso. Ambos nos hemos opuesto debido al peligro. Tanto yo como Su Majestad".
Me mira mientras coloca su mano en la frente de Charlotte.
Charlotte sabía que su estado no se había recuperado del todo. Así que pensó que podría haber una
solución en el castillo del Rey Demonio y quiso ir allí.
Turner debió oponerse todo el tiempo, pensando que podría ser peligroso.
Pero hoy, el poder de Charlotte tuvo otro brote. Con voz sombría, Turner, inclinado ante el rostro
dormido de Charlotte, me habla.
"Reinhardt, ¿puedo pedirte un difícil favor?"
Yo ya sabía lo que iba a decir sin oírlo.
"Vayamos juntos".
"...."
Si ocurriera algo relacionado con el poder de Charlotte, yo sería el único que podría manejarlo, así
que era obvio que me estaba pidiendo que la acompañara al castillo del Rey Demonio.
Sin siquiera oír lo que me pedía, mi respuesta la hizo temblar, cogiendo la mano dormida de
Charlotte.
"Gracias... Reinhardt".
Creo que es algo que debe hacerse.
Tal vez esto era lo que el emperador dijo que debía hacer por Charlotte.
------
Al día siguiente.
Con la ayuda de Turner, una rejuvenecida Charlotte vuelve a su habitación, se asea y nos volvemos
a encontrar.
"¿Al castillo del Rey Demonio...? ¿Tú también vienes?"
"Sí".
Charlotte parecía arrepentida, como si Turner ya se lo hubiera explicado todo.
"...Podría ser peligroso".

"¿Qué tan peligroso podría ser el castillo del Rey Demonio después de la muerte del Rey
Demonio?"
Incluso diciendo esto, no me siento culpable en absoluto.
Para mí, el Rey Demonio es como un desconocido.
Necesitaremos el permiso del emperador, pero deberíamos poder ir al castillo del Rey Demonio.
Puede que Charlotte no lo sepa, pero una vez escapamos juntos del castillo del Rey Demonio, y
ahora volvemos juntos.
Esto me produce una extraña sensación de emoción.
Charlotte me mira con una expresión complicada. De perder el sentido y aferrarse a mí llorando
ayer, a oír que la acompañaría al castillo del Rey Demonio.
Una mezcla de vergüenza, gratitud y culpa en la expresión de Charlotte era indescriptible.
"Gracias. De verdad".
Añadió Charlotte con la cara sonrojada.
Dijiste que siempre recibías de mí.
Pero seguiré dándote lo que pueda.
----
No partíamos inmediatamente hacia el castillo del Rey Demonio. Como Saviolin Turner había ido a
pedir permiso al Emperador, era de esperar que se necesitara algo de tiempo. Teníamos al menos
unos días antes de nuestra partida.
Me ocupé de lo que tenía que hacer.
Salí del templo y me dirigí a la Banda Rotatoria.
"¿Estás a gusto aquí?"
"Sí, todos son muy amables".
Ante mi pregunta, Adriana respondió con una sonrisa brillante.
Por alguna razón, Loyar se había convertido en como un perro de compañía para Adriana, y los
demás miembros del club parecían ocuparse de varias cosas de forma natural, viendo lo mucho que
le gustaba Loyar a Adriana.
No dejaba de preocuparme, pero era una suerte que los demás miembros del club vieran a Adriana
con buenos ojos, gracias a la fácil aceptación de Loyar.
Adriana, al tener una personalidad diligente, parecía ayudar en diversas tareas en torno a la sede del
club.
Así que no era ninguna ilusión que el estado de todos hubiera mejorado en comparación con antes.
Ya que estábamos aquí, Adriana y yo dimos un paseo juntas por los alrededores de la Banda
Rotatoria.
Me preguntaba cómo se sentiría Adriana.
Se había visto perjudicada por varios acontecimientos y ahora vivía escondida.
"¿Cómo está Olivia?"
Sin embargo, Adriana parecía más preocupada por Olivia que por ella misma.
"Bueno... Su personalidad ha cambiado un poco, pero en definitiva, parece que lo lleva bien."
"Eso es un alivio..."
Adriana tenía un sueño para su futuro, pero renunció a él. Intentó volver a su vida original, pero
incluso eso le fue arrebatado.
Adriana debe sentirse vaga y vacía.
No sabría qué hacer a continuación.
Como Olivia, que se desilusionó no sólo de la religión, sino también de la humanidad.
¿Adriana estaba pasando por las mismas etapas que Olivia?
"Los que me enseñaron a querer me amenazaron, y los que me enseñaron a odiar toda la vida me
salvaron".
Todo lo que creía en su vida se sentiría completamente invalidado. Puede que viviera tranquila aquí,
pero no había duda de que esos pensamientos atormentaban a Adriana.
En realidad, si hubiera vuelto al Templo o vuelto al monasterio, la habrían convocado de inmediato

para investigar lo ocurrido.
Y el mero hecho de haber sido rescatada por demonios habría sido fatal.
Ella no lo sabía, pero estaba siendo protegida por los demonios.
Por mí y por Loyar.
"Ya no sé por qué debo vivir".
Adriana levantó la vista hacia el cielo azul del invierno y sonrió con tristeza.
Obligada a conocer una verdad que no quería saber, Adriana había perdido el rumbo.
------
Aunque soy el príncipe del Mundo Demoníaco y el heredero de las Tierras Oscuras, no sé qué hay
dentro del castillo del Rey Demoníaco.
Sin embargo, no tengo intención de ir allí sin saber nada.
Aunque yo no lo sepa, habrá quien lo sepa.
Tras un breve paseo con Adriana, llamé a Loyar al exterior.
"¿Cuánto tiempo ha pasado desde que terminaron los asuntos del Consejo, y adónde va esta vez?"
"Bueno..."
"Estoy pensando en volver al Castillo del Rey Demonio".
"¿Al Castillo del Rey Demonio...? ¿Lo dice en serio?"
Ante la mención del Castillo del Rey Demonio, la expresión de Loyar se tornó en sorpresa.
"Como sabes, perdí la memoria, así que no tengo ni idea de lo que hay en el Castillo del Rey
Demonio. ¿Por casualidad sabes si hay una cámara oculta? Un lugar que los humanos no hayan
podido descubrir".
Ante mis palabras, Loyar ladeó la cabeza.
"...¿Cómo voy a saberlo?"
"¿No estuviste antes en el Castillo del Rey Demonio? Dijiste que solía atormentarte".
"... "
Ante mis palabras, Loyar me miró con expresión estupefacta. ¿Podría haber desarrollado algo
parecido al trastorno de estrés postraumático?
"Alteza, yo no era noble ni miembro de la realeza de las Tierras Oscuras por aquel entonces, así que
es imposible que lo sepa. No estoy segura de que tal cosa exista".
"...Ya veo."
Le pregunté a Loyar algo que debería haber sabido, pero perdí la memoria. Por supuesto, no había
forma de que Loyar lo supiera.
"Entonces, ¿supongo que Eleris y Sarkegaar tampoco lo sabrán?"
"¿No es eso altamente improbable?"

Es información que probablemente sólo la realeza sabría.
Podría intentar buscarla a ciegas, pero no hay necesidad de hacerlo.
La realeza de las Tierras Oscuras, excluyéndome a mí que perdí mis recuerdos.
Debe haber al menos uno.
"¿Sabrá Airi algo?"
"¿No es altamente improbable?"
Volvió a decir lo mismo.
¿No quieres tratar conmigo?
Aunque es inconveniente ir hasta el Archipiélago Edina para preguntar, es importante obtener

información precisa. Sería mejor que dar pasos innecesarios.
Ha pasado algún tiempo desde mi primer encuentro con Airi, así que debería averiguar cómo le va.
Sin embargo, no hay conexión con el Archipiélago Edina a través de las Puertas Warp.
Por lo tanto, a menos que vaya con un mago que pueda usar magia de teletransporte, tendré que
viajar en barco, lo que me llevaría mucho tiempo.
Pero con la ayuda de Lucinil, puedo hacer un viaje rápido y no tener que dejar mi lugar vacío
durante días.
Volver al Castillo del Rey Demonio.
Y las cosas que aún podrían permanecer allí.
Me pregunto si Airi sabe algo de ellas.

Capítulo 346
Para dirigirme al Archipiélago Edina, necesitaba a Lucinil.
No era un asunto urgente, pero tampoco había necesidad de retrasarlo. Así pues, encargué una carta
para el conde Argon Ponteus a la Banda Rotatoria.
Aunque llevaba el Anillo de Sarkegaar, no tenía intención de visitar directamente la casa del conde
Argon Ponteus, ya que debía ser cauto con mis movimientos.
Salí de la sede de la Banda Rotatoria y me dirigí al punto de contacto preestablecido.
Como mi mensaje tardaría algún tiempo en llegar a su destino, esperé hasta bien entrada la noche.
El punto de encuentro estaba en la parte baja del río Irene, un poco apartado de la carretera
principal.
Era un lugar muy apartado.
Si había tiempo de sobra, esperar así sería posible. Sin embargo, si tenía prisa, este método sería
difícil.
Aunque por ahora no tenía más remedio que quedarse en la mansión del conde Argon Ponteus,
pensé que debía hacer los preparativos para contactar con Lucinil de forma más conveniente.
¿Cuánto tiempo estuve matando el tiempo junto al río en la oscuridad?
Swoosh
Como si una tenue niebla se reuniera desde el vacío, pronto tomó la forma de una chica de cabello
plateado.
Thud
"¿Hola, Archidemonio?", dijo mientras aterrizaba suavemente en el suelo y me miraba.
"¿Qué ha sido eso de hace un momento? ¿Es como teletransportarse?"
"¿Eh? Oh... ¿esto?"
Lucinil demostró brevemente la habilidad de volverse borrosa y convertirse en niebla, para luego
materializarse de nuevo.
"Es una habilidad vampírica. No es teletransporte. Pero puedo moverme con rapidez".
La habilidad de transformarse en niebla. Eleris nunca me había mostrado tal habilidad antes. ¿Era
un poder único del Clan Miércoles?
¿Tenía cada clan sus propias habilidades únicas?
Mientras me preguntaba eso por mi cuenta, Lucinil se llevó la mano a la cintura.
"En fin, ¿me necesitabas?"
"Sí, necesito que me acompañes a un sitio inmediatamente".
"¿Adónde?"
"Es un lugar llamado Archipiélago Edina, al sur del Imperio. ¿Lo conoces?"
Ante mi pregunta, Lucinil se cruzó de brazos como si no pudiera creérselo.
"¿Qué crees que he estado haciendo todos estos años? Suelo conocer información relacionada con
la geografía. Aunque a veces hay casos en los que desaparece un país que conocía".
¿Había sido mi pregunta demasiado superficial para alguien que había vivido tantos años? Lucinil
ladeó la cabeza mientras me miraba.
"¿Qué quieres hacer en esa nación insular del sur?"
"Tengo que encontrarme con alguien allí".
Me limité a decirle eso a Lucinil, sabiendo que, aunque le explicara más, no lo entendería.
Sin embargo, Lucinil parecía tener una actitud que no le importaba lo que yo hiciera. No era ni
oposición ni acuerdo.
Lucinil miró a su alrededor.
"Muy bien. No parece haber nadie por aquí, así que ¿nos vamos ya? La distancia es bastante larga,
así que tendré que lanzar el hechizo varias veces seguidas".
"Sí, vamos".
Lucinil concentró su mente y comenzó a lanzar Teletransporte Masivo.
Tanto Lucinil como Eleris.
Sus personalidades eran muy diferentes, pero ambas eran igual de fiables.
------
Situado en el punto más meridional del imperio, el Archipiélago Edina estaba tan alejado del
continente que quedaba fuera del alcance incluso de las grandes puertas factoriales. Por ello,
normalmente había que viajar hasta allí en barco.
Había puertas factoriales instaladas en las propias islas para viajar entre ellas, pero no estaban
conectadas con el continente.
-¡Pop!
Lucinil lanzó varios hechizos de teletransporte consecutivos.
Pude llegar a la ciudad portuaria de Rajak, en el archipiélago de Edina, donde antes había visitado
la villa de la familia Grantz.
En cuanto llegamos a las afueras de Rajak, a Lucinil le brillaron los ojos.
"¡Vaya! ¿Aquí está nevando?".
El archipiélago de Edina no era una región tropical, por lo que aquí también era invierno, y los
alrededores estaban cubiertos de abundante nieve. Lucinil disfrutaba pisando la crujiente nieve.
"...Ya habías visto nevar en el Consejo".
¿No se había quejado entonces de que la nieve era fastidiosa?
"Archidemonio, ¿es lo mismo la nieve que sopla en los lugares ventosos que esta suave nevada en
una tranquila y acogedora ciudad portuaria?"
"¿Cuál es la diferencia, realmente?"
"Ah, ver a alguien mucho más joven que yo actuar como una anciana que lo ha visto todo es
bastante refrescante".
Era realmente extraño que la sensibilidad de Lucinil no hubiera muerto a pesar de vivir tanto
tiempo. De todos modos, estábamos en las afueras de Rajak, mirando la ciudad portuaria cubierta de
nieve.
"En fin, ¿con quién nos vamos a encontrar?"
"¿Una amiga? ¿Una colega? Alguien que regenta una taberna".
Sinceramente, apenas recordaba nada de Airi, aparte de su pelo rosa. Tuve la oportunidad de
visitarla la última vez, pero no lo hice. Al oír mis palabras, Lucinil ladeó la cabeza.
"¿Una taberna? ¿Qué demonios tiene que ver tu gran sueño de reconstruir las Tierras Oscuras con
que tu colega regente una taberna en un pueblo remoto del extremo sur del continente?"
"Decidí considerarlo como el primer paso para hacerme con el control de las finanzas del imperio,
pero los detalles son un poco complicados y vagos, por lo que resulta difícil de explicar."
"...¿En serio? Supongo que es lo que es".
"Bien."
Lucinil miró sin comprender los copos de nieve que caían, como diciendo: "Si tú lo dices".
Esta chica, ayuda en todo pero es bastante descuidado. Es como si dijera: "Me da igual, haz lo que
quieras".
Al menos Eleris tenía curiosidad por mis intenciones.
‘Hazlo a tu manera. Te ayudaré, pero si mueres o algo, no es mi culpa.’
¿Debo describirlo así?
¿Es esto lo que significa ser versátil?
"De todos modos, no me llames Archidemonio en ningún sitio a partir de ahora. Prefiero no atraer
ninguna atención extraña".
Aunque sabía que aquí no habría nadie que pudiera reconocerme, había cambiado mi cara por otra
completamente distinta, no como Reinhardt.
"Entendido, Reinhardt."
"Bien."
No me parecía a Reinhardt ahora, pero siguió llamándome Reinhardt. No era un nombre

especialmente raro, así que parecía razonable.
----
Habiendo entrado en Rajak, preguntamos por la taberna de Airi. Ni siquiera sabíamos el nombre del
establecimiento; simplemente preguntamos si había cerca una taberna con muchas chicas.
Pensamos que podríamos encontrarla fácilmente puesto que ya era bastante famosa, casi causando
una ruina familiar en toda la ciudad la última vez que estuve aquí.
"...?"
Sin embargo, un transeúnte frunció el ceño al escuchar su pregunta.
"¿De qué estás hablando?"
"...¿Perdón?"
"Esa taberna cerró hace bastante tiempo".
Dicho esto, el transeúnte se alejó enérgicamente.
¿Había cerrado?
Habían estado demasiado ocupados con los asuntos de la Capital Imperial como para estar al tanto
de las últimas noticias del Archipiélago Edina.
¿Qué le había ocurrido a Airi mientras tanto?
"¿No parece una situación extraña?"
"...¿Verdad?"
Lucinil y Reinhardt intercambiaron miradas, pero como ambos no sabían nada, mirarse fijamente no
les proporcionaría ninguna respuesta.
Siguieron caminando y pararon a los transeúntes para hacerles más preguntas. La mayoría de las
respuestas fueron que conocían la taberna, pero que había cerrado, así que no tenía sentido ir.
"Ah, ¿esa taberna? Qué pena. Solía ir bastante a menudo..."
La persona con la que hablaban parecía un borracho, achispado por el alcohol. El intoxicado se
relamió los labios.
"¿El personal de la taberna... esa gente está a salvo?"
Ante su pregunta, el hombre frunció el ceño.
"¿A salvo? ¿Estás preguntando si están a salvo? Ja, ja. Jajaja..."
Se rió como si hubieran hecho una pregunta ridícula y pasó de largo.
¿Les había pasado algo a Airi y a las súcubos?
¿Las habían descubierto y castigado severamente o incluso matado?
Parecía que les iba bien en los negocios, pero sabían de muchos casos en los que las familias habían
quedado arruinadas.
¿Se había convertido esto en un problema que provocara una protesta pública?
En sus mentes se arremolinaban posibilidades tan terribles.
Pararon al siguiente transeúnte y le preguntaron.
Esta vez, era una mujer de mediana edad.
"He oído que había una taberna famosa en Rajak con muchas chicas, pero parece que ha cerrado.
¿Sabes qué ha pasado?"
"...¿Por qué lo preguntas?"
La mujer frunció el ceño al ver que un desconocido iba directo al grano.
"Sólo quiero asegurarme de que no han resultado heridas ni nada..."
"¿Heridas? No son de las que se hacen daño".

"...¿Perdón?"
"¡Esas malditas! No vale la pena preocuparse por ellas. ¡Hubiera sido mejor que murieran! ¡Ptui!"
La mujer de mediana edad escupió como asqueada y se alejó.
¿Qué estaba pasando?
¿Qué había pasado?
La respuesta vino de la siguiente persona con la que hablaron.
"Ah, ¿te refieres a esas mujeres?"
Esta persona no parecía especialmente interesada en el alcohol ni lamentaba el cierre de la taberna.
Al parecer la tabernera había cerrado hacía tiempo y se había dedicado a prestar dinero.
¿Qué demonios era esto?
El anciano con el que había estado hablando señaló en cierta dirección de Rajak.
Allí se alzaba un edificio de piedra bastante grande y prominente.
"Parece que no atienden a gente como nosotros con calderilla, sino que se centran en conceder
préstamos a comerciantes y nobles que dirigen principalmente flotas comerciales. A juzgar por el
hecho de que han cerrado su negocio original, les debe ir bastante bien".
No es que el negocio hubiera fracasado.
Más bien, había ido tan bien que ya no había necesidad de llevar la taberna. Al pasar un transeúnte,
Lucinil me agarró de la manga con expresión inexpresiva.
"¿Es esto de lo que hablabas antes... la autorización imperial o algo así?"
"Bueno... eso parece".
"¿Por qué demonios tampoco esperabas esto?"
La sugerencia de solicitar la autorización imperial había sido hecha a la ligera, pero ¿había cerrado
ya la taberna y se había pasado a un sistema de préstamo de dinero?
¿Cuánto dinero había ganado?
Lucinil y yo nos dirigimos hacia el edificio que había señalado el transeúnte.
------
La taberna de Airi había prosperado en plena noche. Por eso, los clientes habituales parecían
decepcionados al verla transformada en un negocio de préstamo de dinero.
Crédito prendario, deuda, préstamo de dinero.
Parecía llamarse así, pero el edificio de piedra al que llegamos Lucinil y yo parecía más una
institución financiera que otra cosa.
¿Qué diferencia hay entre un negocio de empeños a gran escala y una institución financiera?
Esperábamos ver una taberna bulliciosa a medianoche, pero ¿cuándo demonios se había construido
este edificio?
[Capital Ángel]
El nombre de la empresa estaba incluso grabado en la entrada del imponente edificio.
"No sé mucho de finanzas, pero la combinación de ángeles y préstamo de dinero no parece encajar
bien".
"...Yo también lo creo".
Murmuró Lucinil con incredulidad.
A pesar de lo avanzado de la hora, unas luces brillantes resplandecían en el interior del edificio.
Y parecía haber una conmoción cerca de la entrada.
Una joven con traje negro y un hombre de mediana edad con una barriga prominente estaban
enzarzados en una disputa.
No era Airi, pero parecía seguro que una de las súcubos que había rescatado estaba involucrada.
"Oye, déjalo pasar esta vez. Te he dicho varias veces que mi dinero está atado, ¿verdad?"
"Capitán, ¿cuántas veces se lo he dicho? Debe respetar la fecha de vencimiento del pago de
intereses. Llevamos nuestro negocio con finanzas ajustadas, y ha habido numerosas ocasiones en las
que nos hemos arruinado porque no se han cumplido las fechas de vencimiento. Te he advertido
repetidamente de que te ciñas a las fechas de vencimiento acordadas y de las penalizaciones por no
cumplirlas, ¿no?"
"Sí, lo sé. Claro que lo sé. Pero, ¿sabía yo que las cosas acabarían así? Dame una semana, una
semana, y te pagaré el triple de los intereses que debo. En serio, ¿quién iba a saber que mis canales
financieros se bloquearían de repente? Esto nunca había pasado antes, ¿sabes?"
"Capitán, entiendo que tenemos una relación, y me gustaría ayudarle, pero este no es un asunto que
pueda decidir en mi propia nave. Debo seguir unas directrices estrictas. La cantidad de interés no es
la cuestión aquí. Una vez, permitimos una prórroga de un plazo, y causó un gran trastorno en
nuestra liquidez financiera, arruinando un gran negocio. Lo siento mucho, Capitán".
"Yuria... Por favor, te lo ruego. ¿Crees que yo, el capitán de una nave comercial de clase Lenos, me
preocuparía por una cantidad tan pequeña de intereses? Nunca en mi vida me había preocupado
tanto por el dinero. Por favor, sólo esta vez, por el bien de nuestra amistad. ¿Qué dices? ¿Qué me
dices? ¿Crees que me enfrentaría a la bancarrota por una cantidad así? Si puedes ayudarme sólo esta
vez, prometo devolverte el favor".
La escena que se desarrollaba hizo que me doliera la cabeza.
¿Qué demonios estaba pasando?
Ante la insistencia del hombre de mediana edad, Yuria, la súcubo que había sido llamada, dejó
escapar un suspiro cansado.
"Bien. Nuestra relación se remonta a más de un día o dos, Capitán. Pero debe entender que esta es
la última vez que puedo ayudarle así. Si se vuelve a incumplir el plazo, no será sólo problema suyo,
también me jugaré el pellejo. ¿Comprendes? Debes valorarme tanto como yo te valoro a ti".
"¡Por supuesto! ¡¿Cuándo he roto una promesa contigo, eh?! ¡Excepto esta vez, por supuesto!
¡Jaja!"
"De acuerdo, te daré una prórroga de una semana, pero debes estar preparado la próxima vez.
Después de eso, ni siquiera yo podré ayudarte".
"¡Genial! En una semana, ¡te devolveré no sólo los intereses, sino también el capital!"
El hombre de mediana edad, tranquilizado por la promesa de una prórroga, soltó una sonora
carcajada y se marchó.
Tras marcharse, la empleada de la capital, presumiblemente la súcubo llamada Yuria, dirigió su

atención hacia nosotros, que permanecíamos inexpresivos cerca de la entrada.
"¿Sois visitantes?"
"Por así decirlo...".
Ante mis palabras, Yuria se rascó la mejilla como si sintiera pena por nosotros.
"Les pido disculpas. Angel Capital sólo presta servicios financieros a un selecto grupo de clientes
VIP. No aceptamos nuevos clientes a menos que tengan una referencia de un miembro existente."
Era una operación de usura.
Sin embargo, no era del tipo que se dirige a los ciudadanos comunes.
Cómo acabaron aquí desde el bar no estaba claro, pero la escala de la operación sugería que tenía
mucho éxito.
Ahora mismo, no soy ni la persona que era como Valier ni como Reinhardt. Así que no me
reconocerían.
"Dile a la jefa que 'el último miembro que queda de la familia' ha venido. Lo entenderá."
"...!"
Había muchas formas de convocar a Airi.
Aunque no éramos parientes de sangre, éramos la última familia que quedaba.
La realeza de las Tierras Oscuras.
Airi entendería que aparte de ella, yo era el único miembro de la familia.
"...Les informaré. Por favor, síganme."
Y si Yuria era una Súcubo, no tendría más remedio que entender.

Capítulo 347
Al oír sólo mis palabras, Yuria pareció darse cuenta de quién era yo.
Fue la mención de ser la única familia que quedaba lo que me delató.
Me condujeron al edificio de la Capital junto con Lucinil y pronto pude presenciar varias escenas
que se desarrollaban en su interior.
Incluso a esas horas, los empleados conversaban en sus despachos, aparentemente realizando
consultas. Algunos individuos no parecían ser súcubos.
Al entrar en una zona restringida, inaccesible al personal no autorizado, observamos vistas no

visibles desde el exterior.
Una empleada súcubo estaba informando a un grupo de individuos armados sobre diversas
precauciones.
"Tened cuidado de no causar problemas. Por supuesto, todos deben saber que nuestro trabajo
implica la recuperación legal. Tengamos en cuenta los límites".
"¡Entendido!"
"¡Entendido!"
"¡Entendido!"
¿Son cobradores de deudas? La empleada súcubo, que parecía estar al mando, se cruzó de brazos y
asintió.
"Podéis hacer daño a la gente, pero recordad que cualquier daño a los bienes embargados cuenta
como pérdida. Si rompéis algo valioso mientras intentáis intimidar, como hicisteis la última vez,
seréis responsable de la indemnización."
"¡Sí!"
"¡Entendido!"
"¡Entendido!"
"Por supuesto, debéis saber que si la recaudación no se resuelve dentro del plazo, habrá
consecuencias..."
¿Podría ser?
¿Los cobradores también son esclavos?

Mi cabeza empezó a dar vueltas, escuchando los tonos melosos que pronunciaban palabras
maliciosas.
Airi.
¿Tenía talento para esto? Como escritor que se limitaba a escribir palabras en mi habitación, ¡no
podía ni empezar a adivinar cómo había llegado tan lejos!
Yuria nos condujo por una escalera, ascendiendo al cuarto piso donde nos esperaba una habitación
etiquetada como "Oficina del Presidente".
¡Ding!
Yuria tocó el timbre para anunciar nuestra presencia y abrió la puerta con cautela.
"Oh, estoy ocupada".
Una voz ligeramente más aguda, aunque familiar, resonó desde el otro lado de la puerta.
"Señora Presidenta, ha llegado un invitado extremadamente importante".
"Creí haberte dicho que aún no me reuniría con ningún noble o miembro de la realeza. Diles que se
vayan".
¿De qué demonios estaba hablando?
"Es el único miembro de la familia que queda... han venido a verte."
"¿Familia? ¿Qué quieres decir...? ¡No, no puede ser!"
Antes de que pudiera terminar la frase, se oyeron pasos frenéticos y la puerta se abrió de golpe.
Sin necesidad de esconderme, volví a mi forma original con el anillo Sarkegaar.
Volvía a ser Valier.
Allí estaba la reina súcubo de pelo rosa, Airi.
"Ah."
Al verme volver a la forma de Valier, Airi me miró un momento antes de abrazarme el cuello con
fuerza.
¡Zas!
"¡Valier...!"
"Ey... ¿Has estado bien?"
Aunque tenía una idea de lo mucho que Airi se preocupaba por mí, aún me resultaba algo
desconocida.
Abrumada por la alegría, Airi me abrazó con fuerza durante un rato, sin querer soltarme.
------
Con el nombre de Capital Ángel, esta oficina parecía más alineada con los demonios que con los
ángeles, y parecía estar involucrada en el negocio de la usura.
Al salir de la oficina, Lucinil y Airi se sentaron en una mesa para invitados.
Pronto, la secretaria trajo té negro.
"Ah, yo no tomaré. No hace falta que me sirvas".
Mientras Airi intentaba servir té en la taza de Lucinil, ésta cubrió la taza con la mano y negó con la
cabeza.
"......?"
"Esta persona es......."
"Si conoces a Eleris, entonces debes conocer el término Señor de los Vampiros. Soy Lucinil, la
señora de la Casa del Miércoles".
"¿Señor de los Vampiros......?"
Al oír la presentación de Lucinil, Airi asintió distraídamente con la cabeza. Aunque no entendía
muy bien el significado, parecía que Airi estaba bastante sorprendida de tener la ayuda de otro
Señor Vampiro.
"......De algún modo, acabé recibiendo su ayuda".
Ahora que lo pensaba, no sabía qué posiciones ocupaban Sarkegaar, Loyar y Eleris dentro del
ejército demoníaco.
Lo único que sabía era que se habían infiltrado en el imperio como parte de una misión de
infiltración.
Me di cuenta de que mis conocimientos sobre el mundo demoníaco eran muy escasos, y tampoco
sabía mucho sobre mis propios subordinados. Airi se quedó mirando a Lucinil durante un rato antes
de inclinar ligeramente la cabeza.
"No parece que hayas hecho una alianza con Valier. Me llamo Airi".
Airi se presentó brevemente y luego me miró.
"Debes de tener muchas preguntas, Valier".
"......De hecho. ¿Qué pasa con todo esto?"

No podía entender cómo se estaba llevando a cabo el negocio, a qué escala o qué métodos se
estaban utilizando.
"Es porque hay límites a lo que se puede conseguir mediante el simple comercio para controlar el
mundo financiero".
Era una afirmación obvia.
Sin embargo, perseguir ese objetivo no habría sido una tarea fácil.
Airi ambicionaba apoderarse de las finanzas del imperio y provocar una crisis económica. Por
supuesto, sólo le dije que lo hiciera porque creía que necesitaba un propósito para vivir, y no tenía
ninguna expectativa en particular.
Pero Airi perseguía seriamente ese objetivo, y parecía que había conseguido mucho más de lo que
yo había previsto.
"Al principio no sabía nada, así que pedí muchos consejos a los huéspedes".
Empezó con una taberna. Y una taberna, naturalmente, atraía a la gente.
Al principio, había muchos problemas debido a los clientes problemáticos, pero Airi y las súcubos
no tenían ningún problema para tratar con los alborotadores borrachos.
A medida que corrió la voz y numerosas personas empezaron a frecuentar el establecimiento, Airi
creó un sistema VIP.
Era un servicio de azafatas para quienes compraban bebidas extremadamente caras.
Airi conversaba con ellos, aumentando gradualmente su comprensión del capital.
Cómo ganar dinero. Cómo gestionar el dinero. Y cómo lo habían conseguido.
Los había que heredaban su riqueza, los había que nacían en ella, pero otros incontables habían
empezado sin nada y habían alcanzado el éxito.
"Consideré los bienes inmuebles y la inversión, pero determiné que no había nada mejor para
aumentar rápidamente la escala del capital en un periodo corto. Por eso empecé esto".
"......¿Es algo que se puede conseguir fácilmente con sólo intentarlo?"
"Las conexiones con quienes tienen dinero son más importantes que el dinero en sí".
Aunque Airi ganaba dinero regentando una taberna, estableció conexiones aún más importantes.
Pedía prestado cuando lo necesitaba y recibía inversiones cuando era necesario.
Todo parecía demasiado fácil para Airi.
"Por supuesto, lo hago por el dinero, pero la razón principal es que puedo utilizar el dinero como
herramienta para embaucar a la gente".
Airi dio un sorbo a su té.
Al dejar la taza, Airi mostró una leve sonrisa.
"Si los atas con deudas, puedes convertir a cualquiera en esclavo, independientemente de su estatus
social".
No importaba si la persona era un noble, un miembro de la realeza o un rico comerciante.
El dinero y la deuda eran poder en sí mismos. Si atas a alguien con una enorme deuda, eres su
dueño. Todo lo que tiene pasa a ser tuyo, y se convierte en un esclavo, arrastrándose a tus pies.
La reina súcubo sin cuernos realizó un acto extraño, esclavizando a otros no a través del encanto,
sino con el dinero como arma.
Aunque el préstamo de dinero en sí tiene una imagen negativa, Airi llevaba a cabo su negocio en un
contexto ligeramente diferente.
No lo hacía para ganar dinero.
Ella prestaba dinero para atrapar a la gente.
Para convertir a la gente en sus esclavos.
"Entonces... ¿qué pasa ahora?"
"Ya no dirijo la taberna, pero todavía estoy en el negocio de préstamo de dinero, apuntando a mis
clientes VIP de entonces. Sabes que Rajak es una ciudad portuaria, y este puerto está repleto de
barcos que van y vuelven del continente, ¿verdad? Así que los capitanes y las flotas mercantes
cargan las mercancías comerciales más valiosas en sus barcos y se dirigen al continente para
maximizar sus beneficios. Lo mismo ocurre a su regreso. Los mercaderes venden esas mercancías y
obtienen unos beneficios que pueden multiplicar por cuatro o por cinco, o incluso por decenas, su
inversión."
"Ya veo."
"Para hacer esto, por supuesto, no pueden confiar sólo en su propio dinero. Asumen enormes deudas
para cargar mercancías comerciales caras o recibir inversiones. Se comprometen a pagar un cierto
porcentaje de sus futuros beneficios".
Probablemente recibía acciones de las flotas mercantes a cambio de sus inversiones. Ella era muy
consciente de tales asuntos.
"La gente es codiciosa. Después de hacer una fortuna con un comercio, no intentan hacer negocios
de forma segura sin deudas, utilizando sólo sus propios barcos. En cuanto ven beneficios, se
endeudan aún más o reciben más inversiones para ampliar su flota y contratar a más tripulantes y
capitanes. Sin fin. El proceso se repite una y otra vez. Nadie es una excepción".
Airi debía de haber sido testigo del comportamiento de esa gente. Había probado sus insaciables
deseos a través de las historias de capitanes que regresaban de largos viajes.
Según los capitanes y los dueños de las flotas, los que se dedican a la usura prestan dinero a los
avariciosos dueños de las flotas a tipos de interés exorbitantes. Si no devuelven la deuda, los
prestamistas embargan los barcos y su carga. Es una estructura rentable siempre que la flota no se
encuentre con una tormenta y desaparezca por completo.
Airi no sólo se había reunido con capitanes.
Muchos personajes influyentes de la zona la visitaron, y ella escuchó innumerables historias.
Capitanes que se embarcaban en largos viajes para comerciar.
Propietarios de flotas que empleaban a estos capitanes para operar flotas comerciales.
Prestamistas que les prestaban dinero.
Ella había comprendido la jerarquía de los buscadores de dinero mientras regentaba una taberna.
Sin embargo, el caso de Airi parecía tener un significado ligeramente distinto cuando se trataba de
la usura.
Los convertía en esclavos.
Ésa era la resonancia que tenía la palabra.
"Así que les presto dinero, y si no pueden cumplir el plazo de pago de intereses, les subo el tipo de
interés o les cobro comisiones adicionales, o si eso no funciona, tomo una participación en su flota
o en sus bienes comerciales".
Era evidente que Airi estaba haciendo una fortuna.
"Pero a este ritmo, llevaría demasiado tiempo. Así que estoy usando un método diferente".
Lo que Airi soñaba era hacerse con el control del poder financiero del imperio. Hasta ahora había
tenido un éxito increíble, pero aún no era suficiente.
"Saboteo deliberadamente las finanzas de capitanes, dueños de flotas, mercaderes y comerciantes

que piden dinero prestado a la capital. Les hago pedir prestado hasta su límite, y luego me aseguro
de que no les sobren fondos cuando llega el momento de pagar los intereses."
"...¡¿Qué?!"
"En pocas palabras, les obligo a la quiebra. Amontonando impago sobre impago. Los declaro
insolventes, reduciendo su crédito a cero. Entonces, puedo ejecutar el embargo".
No pude evitar sentirme sorprendido por la inesperada revelación.
Si controlas el flujo de fondos en el mercado, puedes causar tantos problemas con sólo cerrar
momentáneamente cualquier vía financiera.
"Si hago quebrar simultáneamente tres grandes flotas comerciales, los usureros, mercaderes y flotas
locales del archipiélago de Edina implicados con ellas se hundirán también. Es una reacción en
cadena de quiebras".
Cuando las grandes flotas comerciales quiebran y comienzan los embargos, no sólo los usureros que
debían cobrarles dinero, sino también las flotas locales programadas para transportar el cargamento
entrante pierden sus mercancías, y quienes están enredados con ellas también caen en la ruina.
Una reacción en cadena de quiebras entre subcontratistas tras el colapso de una gran empresa.
"Con las grandes flotas arruinadas, los mercaderes ya no pueden comprar ni vender mercancías
comerciales".
"Los capitanes pierden sus barcos".
"Los miembros de la tripulación pierden sus trabajos".
"Los marineros sin trabajo no pueden permitirse el lujo de beber."
"Y entonces las tabernas no pueden vender alcohol y quiebran."
"Como fichas de dominó, se derrumban una tras otra."
"La economía se paralizará".
Con expresión tranquila, Airi apuró hasta la última gota del té rojo de su taza.
Entonces, ¿el objetivo no era realmente tener esclavos o lo que fuera?
¿Hacer caer la economía nacional? ¿Por qué demonios?
"¿Quieres provocar una crisis económica en lugar de ganar dinero? ¿Por qué?"
Ante mi incrédula pregunta, Airi sonrió.
"El objetivo es eliminar el cártel comercial del Archipiélago Edina".
"...¿Qué?"
De nuevo, dijo algo inesperado.
"¿Cuánto dinero crees que necesitaría para controlar el flujo de dinero del mercado? Por mucho
dinero que tenga, no es suficiente".
Airi miró por la ventana del despacho.
"Todo esto es posible porque el Banco Real de Edina nos apoya".

Un usurero con crédito ilimitado.
"No es que el Archipiélago Edina no tenga una puerta warp supergrande que conecte con el
continente, sino que no pueden construir una aunque quieran. Si simplemente instalaran una puerta
warp supergrande en la isla deshabitada que hay en medio de la ruta, el problema de la distancia
quedaría resuelto, ¿no?"
"...No puedes estar hablando en serio."
"Sí, no pueden construirla debido a la obstrucción organizada por el cártel comercial".
No era que el Archipiélago Edina no pudiera instalar una puerta warp de gran tamaño.
Era porque un gran grupo lucrativo, que vivía del comercio marítimo, se oponía a su instalación.
Y todas esas conversaciones sobre la familia real.
Airi mantenía una alianza secreta con la familia real del Archipiélago Edina.
"Si la economía entra en crisis debido a la quiebra de las grandes flotas comerciales, el Archipiélago
Edina no tendrá más remedio que instalar una puerta warp de gran tamaño para la mejora general de
su situación económica. Entonces cooperarán con el imperio para impulsar la construcción de la
puerta warp."
"...Vaya."
Era asombroso y sorprendente.
La había enviado a un lugar sin una puerta factorial de gran tamaño, pero ahora intentaba crear una
con sus propias manos.
Me dejó sin palabras.
"A cambio, obtendré el noventa por ciento de las apuestas en la operación de la puerta warp
supergrande".
No el dominio de las grandes flotas, sino su colapso.
Y después de eso, monopolizar los derechos comerciales entre el Archipiélago Edina y el

continente.
Ése era el panorama que Airi estaba pintando.
------
"...¿Cómo voy a aceptar que me enviaras a un lugar de difícil acceso para el imperio, sólo para
construir un puente?"
Ante mi queja, Airi esbozó una sonrisa amarga.

"En el imperio caminas sobre hielo delgado, y no quiero creer que aquí estoy a salvo sin ningún
riesgo mientras tú me resuelves todo".
Airi creía que ella también podía hacer algo e intentaba contribuir de cualquier forma posible.
Incluso me dijo que la vendiera como esclava a los humanos para conseguir capital.
Al final, Airi tenía contactos no sólo por su cuenta, sino también con la familia real del Archipiélago
Edina.
De lo contrario, habría sido imposible lanzar un proyecto de esta envergadura.
"De todos modos, el Archipiélago Edina depende demasiado del comercio marítimo. Si se
construyera una gigantesca puerta warp que conectara el continente y el archipiélago, los costes
sociales derivados de las operaciones de la flota disminuirían, y la situación económica sería mucho
mejor que ahora. Así que la familia real lleva mucho tiempo queriendo construir una puerta warp
gigante".
"¿Estás diciendo que los implicados en el comercio marítimo lo han estado bloqueando?"
"Sí."
Los comerciantes marítimos son una presencia indispensable en el Archipiélago Edina.
"Cada vez que comienzan las discusiones sobre la construcción de puertas warp, los cárteles del
comercio marítimo amenazan con atacar en masa y paralizar la economía nacional. Han cumplido
estas amenazas más de una vez, haciendo que la economía se tambalee. Lleva tiempo construir una
puerta warp gigante, y les preocupa cómo le iría al archipiélago sin comercio marítimo mientras
tanto".
Los cárteles del comercio marítimo han sido el salvavidas de los habitantes del Archipiélago Edina,
amenazándoles continuamente. Aunque su utilidad real había disminuido, habían conseguido
mantener su control sobre los dirigentes del archipiélago mediante huelgas y amenazas.
"Por eso la familia real quiere erradicar por completo los cárteles del comercio marítimo. Por
supuesto, habrá derramamiento de sangre y caos, pero han determinado que es mejor construir la
puerta warp gigante y colapsar los cárteles por completo. Y bueno, si fracaso, la familia real
reducirá sus pérdidas".
Si la verdadera intención de Airi de colapsar todo el cártel de comercio marítimo se hace evidente, y
ella se convierte en un objetivo, la familia real puede simplemente retirarse.
"Es demasiado arriesgado."
"En efecto."
"Incluso si todo sale como dices, hay una clara posibilidad de que la familia real del reino de Edina
te apuñale por la espalda más adelante".
Si las cosas salen mal, pueden cortar por lo sano, e incluso si las cosas salen según el plan de Airi, la
familia real podría traicionarla.
Ella está asumiendo enormes riesgos.
"No, Valier, eso no sucederá."
Sin embargo, Airi parecía segura de que no la traicionarían.
"¿Por qué?"
"Sabes por qué, ¿verdad?"
Airi mostró una sutil sonrisa.
"Ser amadas es demasiado fácil para nosotras".
Los dueños de la flota que ella pretende derrocar.
Alguien de la familia real colaborando secretamente con ella.
Todos la querían, y ella sabía que no la abandonarían con esa mirada.
La Reina de los Súcubos.
Incluso sin sus cuernos, la confianza de Airi parecía inquebrantable.
"Puede que ya haya gente que piense que mis acciones son sospechosas, incluso que me he pasado
de la raya. Por eso no hago negocios con civiles que no me conocen bien".
Afirmó que sólo era un juego con los que ya se habían enamorado de ella.
Airi le dijo a Valier que no se preocupara en absoluto por ese aspecto.

Capítulo 348
Aunque Airi, una súcubo, carecía del característico poder del encanto, no lo necesitaba, ya que
sedujo con éxito a lugareños influyentes mientras regentaba una taberna.
Airi dijo que lo importante fue esa etapa, y ahora que estaban avanzando, no habría ninguna
dificultad especial.
Se trataba de engañar y explotar a aquellos cuyos corazones ya se habían ganado.
¿Cómo iban a manejar la malicia que recibirían de la gente cuando todo esto terminara? ¿Había ya
un plan para eso?
Al igual que yo corría riesgos por mi cuenta, Airi también estaba dispuesta a correrlos aunque yo no
quisiera.
"Espera un poco más, Valier".
Airi me sonrió.
"El día en que te dedique el Archipiélago Edina no está lejos".
Aspiraba a engullir todo el Archipiélago Edina, más allá de monopolizar los derechos comerciales.
Cuando conocí a las prisioneras súcubos, todo lo que quería era que vivieran en paz.
Cuando hablé de hacerme con el control del poder financiero del imperio, pensé que estaba bien
tener un sueño así siempre que diera un propósito a la vida.
Sin embargo, al ver las acciones de Airi, no pude evitar pensar que lograr ese objetivo estaba lejos
de ser imposible.
"Estoy de acuerdo contigo. Pero abstengámonos de asumir tareas demasiado peligrosas".
"De acuerdo. Gracias por preocuparte por mí".
Puede que al principio fuéramos hostiles el uno con el otro, pero desde que la salvé, Airi había
cambiado su actitud hacia mí. No sabía qué clase de pasado tenía con Airi, así que no le di mucha
importancia.
En el proceso de comprobar cómo le iba a Airi en el Archipiélago Edina, me enteré de algunas cosas
inesperadas.
Si Airi tenía éxito en el Archipiélago Edina, con el tiempo, este lado también tendría su utilidad. No
podía saber exactamente cuál sería ese uso por el momento.
"De todos modos, vine aquí porque tengo curiosidad de algo".

Finalmente, pude llegar al punto principal.
"¿Curiosidad por qué?"
"Pronto volveré al Castillo del Rey Demonio y quiero saber qué hay allí".
"...¿El Castillo del Rey Demonio?"
"Sí."
"Todavía está ocupado por el ejército imperial. Incluso si te disfrazas de humano..."
"No habrá problema ya que voy con el permiso de la familia real."
"Ah, ya veo. Pero qué quieres preguntarme... Ah, cierto, perdiste la memoria..."
Airi parecía haber adivinado más o menos lo que quería encontrar cuando volviera allí.
"Hay una zona restringida en el Castillo del Rey Demonio a la que sólo podía entrar la familia real.
Pero los humanos deben haberla registrado a fondo. Dudo que quede algo útil..."
Quería ir al Castillo del Rey Demonio con la vaga esperanza de que Charlotte y Saviolin Turner
pudieran saber algo.
Sin embargo, aunque quedara algo en el Castillo del Rey Demonio, quería entenderlo, tuviera o no
algo que ver con salvar a Charlotte.
En el Castillo del Rey Demonio seguiría habiendo gente con fines de excavación o investigación,
así que no sería un lugar que pudiera visitar en cualquier momento, aunque adoptara la apariencia
de Reinhardt.
La oportunidad es ahora.
Según Airi, existe una zona restringida a la que sólo puede acceder la realeza.
Sin embargo, ¿no estaba protegida por una barrera física? Si ya ha sido saqueada, no quedaría nada
que ganar allí. Airi frunció el ceño, sumida en sus pensamientos.
"No estoy segura, pero debe de haber un lugar en el castillo del Rey Demonio en el que sólo él
pudiera entrar. Naturalmente, estaría sellado para impedir la entrada de cualquier otra persona... Es
muy posible que los humanos aún no lo hayan encontrado".
Airi no estaba segura, pero creía que ese lugar podía existir.
"¿Cómo sabes de ese lugar?"
"...De vez en cuando, el anterior Rey Demonio te llevaba a algún lugar dentro del castillo del Rey
Demonio".
Airi no tenía más remedio que saber sobre los recuerdos que yo, como Valier, no poseía, y sobre lo
que había ocurrido en el castillo del Rey Demonio.
"No sé dónde está exactamente, y aunque se lo pregunté a mi madre, nunca me respondió como si
fuera un secreto. Sin embargo, ella parecía saber algo".
"Entonces hay un espacio secreto de ese tipo, ¿eh?"
"Probablemente. Aunque no sé exactamente dónde está".
El lugar al que el anterior Rey Demonio llevaba de vez en cuando a Valier.
La madre de Airi, que había sido una de los Cuatro Reyes Celestiales, sabía algo pero no se lo dijo a
Airi.
Cabía la posibilidad de que los humanos ya hubieran encontrado el lugar, pero también cabía la
posibilidad de que no lo hubieran hecho.
La cámara secreta dentro del castillo del Rey Demonio a la que el anterior Rey Demonio llevaba a
su hijo de vez en cuando.
Algo debe haber allí.
Debo averiguar qué es.
------
Mi breve reencuentro con Airi llegó a su fin.
"¿Podrías irte en unos días?"
Airi me observó, aparentemente reacia, mientras yo insistía en marcharme de inmediato.
"Lo siento, pero no tengo tiempo".
"...Entiendo".
Airi bajó los ojos con cautela.
Al principio, Valier había sido un mocoso inútil y arrogante que confiaba en el poder de su padre, y
Airi, la hija de la reina súcubo, había sido la encargada de disciplinarlo.
Ahora que el mundo de los demonios había sido destruido, éramos los últimos miembros de la
familia real de un reino en ruinas.
Airi se acercó a mí y me cogió suavemente las dos manos.
"Por favor, mantente a salvo, Valier".
Cuando la miré, sentí una extraña sensación que me inquietó.

¿Era porque la raza de la reina súcubo era inherentemente fácil de amar?
No.
No era eso.
Aunque yo no era Valier, sentía una extraña sensación como si Valier reaccionara ante ella.
Valier había sido atormentado por Airi, pero de alguna manera, instintivamente lo sabía.
Una extraña certeza de que a Valier le había gustado Airi.
La extraña sensación que sentía con sólo mirar a Airi a los ojos me convencía de ello.
En la historia original, Airi se habría convertido en una esclava del imperio, y Valier habría muerto
vagando por el páramo.
Por supuesto, yo no soy Valier.
Tampoco estoy cautivado por la raza de los súcubos.
Así que...
"Tampoco te presiones demasiado."
"Sí."
Me limité a ser cordial, por la camaradería que había entre nosotros y nada más.
------
Parecía que no había pasado tiempo desde que había ido al Archipiélago Edina, y el viaje de vuelta
fue igual de rápido.
Lucinil se había ofrecido a acompañarme al Castillo del Rey Demonio y vigilar desde la distancia,
pero yo había declinado la oferta.
Los alrededores del Castillo del Rey Demonio ya estaban fuertemente controlados por las fuerzas
humanas, y yo ya tenía a Saviolin Turner como compañera. Cabía la posibilidad de que un
encuentro inesperado entre ella y Lucinil provocara complicaciones.
Así pues, Lucinil decidió que sería mejor quedarse en la Capital Imperial y ayudar en la misión de
Sarkegaar.
Había un espacio secreto dentro del Castillo del Rey Demonio.
Sin embargo, ni Airi ni yo sabíamos dónde se encontraba.
Y si encontrábamos el lugar, tendríamos que entrar en él sin ser vistos por los demás... pero no
teníamos ningún plan concreto sobre cómo hacerlo.
Afortunadamente, el estado de Charlotte no empeoró antes de que partiéramos hacia el Castillo del
Rey Demonio.
En el dormitorio de la Clase Real, Saviolin Turner me llamó disimuladamente.
Era de noche. Fuera del dormitorio de la Clase Real, me paré frente a Saviolin Turner en el espacio
tenuemente iluminado.
"Su Majestad ha concedido su permiso. Partimos en dos días".
"De acuerdo."
Mientras respondía con calma, Saviolin Turner de repente me agarró del hombro.
Me miró a los ojos con expresión seria.
"Reinhardt, te pedí que me acompañaras por egoísmo, pero parece que no comprendes del todo los
riesgos que implica este asunto".
"...¿Riesgos?"
"Sí. Su Alteza, la Princesa, es muy negativa a que me acompañes".
Charlotte me había dado las gracias, pero también me había dicho que era peligroso y que no tenía
por qué ir.
¿Llevaba días preocupada?
¿Todavía había amenazas desconocidas en el Castillo del Rey Demonio?
¿Creía Charlotte que yo estaba siendo demasiado imprudente, por eso era negativa a que la
acompañara?
"Si el Castillo del Rey Demonio es peligroso..."
"No, esa no es la cuestión".
Como si la hubiera malinterpretado, negó con la cabeza.
"No me interesa la política y probablemente no debería, pero estoy en una posición en la que puedo
evitar involucrarme en asuntos políticos. Esto no es autoelogio, sino un simple hecho".
La caballera más fuerte del continente.
Sólo su influencia y autoridad le permitían vivir libre de la política si así lo deseaba.
Pero parecía que no era mi caso.

Era consciente de ello.
Los débiles que viven en medio de la política no pueden permanecer neutrales. Eso sólo es posible
después de asegurarse el poder o la influencia.
Cuando mencionó la política en lugar del peligro físico, creí entender lo que Saviolin Turner
intentaba decir.
"¿Estás hablando de... Bertus?"
"Sí."
Bertus y Charlotte.
Me había olvidado un poco de la cuestión entre ellos dos. Charlotte me apreciaba mucho, y había
pasado bastante tiempo desde que Bertus había hecho algún movimiento en mi contra.
"En el Castillo del Rey Demonio, hay innumerables personas. Y el hecho de que la Princesa y yo
nos dirigimos allí directamente no es algo que podamos ocultar. Así que, si vienes con nosotros, esa
verdad será revelada eventualmente."
"..."
Si voy al antiguo Reino Demoníaco con Charlotte, Bertus eventualmente se enterará.
Él sabrá que estoy firmemente del lado de Charlotte.
"Ya has recibido el escudo real. Pronto, Su Alteza el Príncipe Heredero sabrá que eres el amo de
Tiamata."
Y además de eso, está el asunto de ser el Campeón de Tu'an.
A Bertus no se le escapa que Ellen y yo hemos recibido juntos el emblema real.
La importancia de mi posición en el país ha aumentado innegablemente, y está claro que estoy con
Charlotte.
Eso significa que, simplemente por ir al reino del Rey Demonio, inevitablemente convertiré a
Bertus en un enemigo definitivo.
Saviolin Turner no ignora la política, aunque prefiere no involucrarse en asuntos políticos.
Así que parecía que me estaba advirtiendo, pensando que yo no conocía el verdadero peligro de este
asunto.
"Esta es la última vez, Reinhardt. Sé que es extraño que diga esto después de hacer la petición. Si
consideras que la situación es demasiado peligrosa, no tienes por qué venir. Su Alteza también lo
desea".
Charlotte parecía no querer ponerme en peligro por más tiempo.

Si voy al reino del Rey Demonio con Charlotte, eventualmente convertiré a Bertus en mi enemigo.
Pero, ¿qué cambiaría si me quedo quieto?
Mi identidad como Campeón de Tu'an será inevitablemente revelada de todos modos.
No sólo tengo que curar a Charlotte, sino también averiguar lo que queda en el Castillo del Rey
Demonio.
Y sé que las preocupaciones de Saviolin Turner y Charlotte no son más que infundadas.
El escudo real que me dieron.
Eso por sí mismo habla por todo.
"No creo que Bertus sea tan tonto como para descuidar al Campeón de Tu'an."
"......"
¿Un trato a la altura de la realeza?
No, es incluso más que eso.
En este momento, Ellen y yo somos más importantes para la humanidad que el Primer Príncipe y la
Princesa, o incluso que el propio Emperador.
En tal situación, si alguien intenta matarme o causar daño sólo porque estoy del lado de Charlotte,
se enfrentará a la ira del furioso Emperador.
Ellen y yo somos imprescindibles en la lucha contra el Rey Demonio, hasta ese momento, debemos
recibir la máxima importancia en el continente.
Puede que Ragan Artorius no haya utilizado ninguna ventaja política, pero yo no haré lo mismo.
Bertus no podrá tocarme.
Mientras mi verdadera identidad no sea expuesta, él absolutamente no podrá tocarme.
"Por lo tanto, iré."
Sin embargo, una vez que Bertus se convierta en mi enemigo, ¿puede mi identidad permanecer
oculta?
No puedo saberlo.
"......De acuerdo, transmitiré esto a Su Alteza."
Sé que mi destino predeterminado se acerca, y no puedo ocultar mi verdadera identidad para

siempre.
------
Campeón de Tu'an.
Eso me protegería en cualquier situación y clima político.
Había expuesto los restos del poder del mundo demoníaco, aumentando la sensación de crisis de la
humanidad, y me había asegurado una justificación política para protegerme convirtiéndome en el
campeón de Tu'an.
Era un acto bastante perverso establecer mi posición jugando a ser el salvador en la crisis que había
orquestado, pero esa era la realidad.
Al final, las palabras de Eleris de que Tiamata sería más útil políticamente resultaron ser ciertas.
El día que decidimos partir hacia el reino del Rey Demonio.
"Realmente está bien. No estaré fuera mucho tiempo, no tienes que estar allí también..."
Charlotte tenía una expresión sombría. Siempre estaba agradecida, pero también se sentía culpable
por recibir sólo mi ayuda y no poder dar nada a cambio.
Aunque mi posición política era segura, esta tarea implicaba asumir un gran riesgo.
Por eso, el día de la partida, su deseo de que no me fuera era evidente.
"Pensar que estoy escuchando tales palabras de quien vino a mí llorando, vestida en pijama, y se
aferró a mí cuando estalló la crisis. No es muy convincente".
"¡¿Q-qué?!"
Sorprendida por mis repentinas palabras, Charlotte enrojeció. Saviolin Turner, que había terminado
de prepararse para partir, también tenía una expresión desconcertada.
"Si quieres llorar y pedirme ayuda cada vez que te ocurra, tú misma. Opino que es mejor cortar todo
de raíz".
"¡¿Por qué lo dices así?!"
La cara de Charlotte se puso roja y azul mientras empezaba a golpearme al azar.
"Sí, enfádate así en su lugar".
"...¿Qué?"
Mirando a Charlotte, que tenía una expresión compungida, me sentí aún más atormentado.
"Me hace sentir más a gusto".

Charlotte me miró sin comprender durante un momento, con los labios temblorosos, y finalmente
soltó un gemido.
"...Eres realmente otra cosa. Haces que la gente se sienta agradecida y desagradecida al mismo
tiempo. Eres tan extraño".
Charlotte se adelantó, murmurando, y Saviolin Turner suspiró mientras me observaba.
"Sinceramente me parece extraño que me haya acostumbrado a tus payasadas".
Normalmente, habría intervenido cuando las cosas se descontrolaban, pero se había acostumbrado
tanto a mi comportamiento que ahora sólo se sentía desconcertada.
Parecía que a Saviolin Turner también le resultaba extraño haberse acostumbrado a mis burlas.
Capítulo 349
De alguna manera, había viajado a las Tierras Oscuras durante las vacaciones de verano, y ahora,
durante las vacaciones de invierno, me dirigía allí una vez más.
Por supuesto, esta vez, mi compañera no era Ellen, la próxima Héroe, sino la Princesa y la mejor
espadachina del continente.
El lugar al que Ellen y yo nos aventuramos era simplemente las afueras de las Tierras Oscuras.
El castillo del Rey Demonio, nuestro destino actual, estaba situado en lo profundo de las Tierras
Oscuras. Las fuerzas aliadas habían avanzado en una formación de avance de un solo punto,
capturando con éxito el castillo. Sin embargo, no se habían explorado los alrededores.
Aunque los aventureros habían liderado un proyecto pionero de exploración de las Tierras Oscuras,
aún no habían explorado mucho de tal vasta zona.
Nuestro grupo estaba formado por sólo tres personas: yo, Saviolin Turner y Charlotte. No había
necesidad de escoltas o asistentes adicionales, ya que desplegar una gran fuerza sólo causaría
conmoción innecesaria.
"Tendremos que pasar por bastantes puertas warp, Su Alteza".
"Sí."
Las fuerzas aliadas habían construido puertas warp a intervalos regulares durante su avance para
asegurar los suministros. Naturalmente, durante la guerra, estas puertas warp habrían sido objetivos
principales para el ejército del Rey Demonio.
Planeamos viajar a través de las grandes puertas factoriales para llegar a la base de avanzada
egipcia, y luego seguir la ruta de las fuerzas aliadas directamente al castillo del Rey Demonio.
Aunque se tardó algún tiempo en activar las puertas inactivas, no hubo mucho tiempo de viaje real,
ya que se había instalado una puerta warp justo delante del castillo después de la guerra.
Charlotte tenía una expresión tensa.
El castillo del Rey Demonio debía de parecerle el mismísimo infierno.
Volvía a un lugar que no quería volver a ver, sólo porque podía haber una pequeña posibilidad de
encontrar una pista para resolver su situación.
Sin duda, las emociones de Charlotte eran complicadas en aquel momento, y yo compartía sus
sentimientos.
------
En ese momento, el castillo del Rey Demonio estaba ocupado por las fuerzas del Imperio. Aunque
habían saqueado a fondo el castillo, aún no se había completado la búsqueda e investigación de todo
el lugar.
Nuestro grupo había viajado rápidamente a través de las puertas warp, pasando por la base de
avanzada, y había conseguido llegar al castillo del Rey Demonio a una velocidad asombrosa.
"..."
"..."
Tanto Charlotte como yo nos quedamos sin habla al contemplar la desoladora vista del castillo.
La enorme fortaleza gris se alzaba bajo el claro cielo azul del invierno.
Las secuelas de la guerra aún podían verse alrededor del castillo del Rey Demonio.
Rastros de poderosa magia y armamento de asedio marcaban los muros del castillo.
"Así que este es... el castillo del Rey Demonio".
Saviolin Turner, que no había participado en la gran guerra contra los demonios, veía el castillo por
primera vez. No sabría decir qué emociones sentía al contemplar los restos de la gran victoria de la
humanidad.
Independientemente de que Bertus se enterara, no teníamos intención de anunciar nuestra llegada.

Si aparecían figuras influyentes en la guarnición, sin duda causaría una molesta conmoción.
Por lo tanto, al llegar al castillo, los tres nos pusimos nuestras túnicas para ocultar nuestras
identidades.
"Su Alteza, soy el Conde Alfredo, actualmente sirviendo como comandante en jefe de la guarnición
del Castillo del Rey Demonio".
Parecía que sólo este comandante, que había sido informado de nuestra llegada con antelación,
había salido a saludarnos solo, para no causar ningún alboroto innecesario. La preocupación de
Charlotte y Saviolin Turner era palpable.
"Ah, ya veo. Encantada de conocerle, Conde Alfred".
Bertus probablemente sería consciente de que el poder de Charlotte está relacionado con el Rey
Demonio.
Por lo tanto, la visita de Charlotte a la guarnición del Castillo del Rey Demonio es bajo el pretexto
de una inspección. Me susurró esta explicación.
Aunque no siempre activa, la presencia de una puerta warp aquí aseguraba que los suministros de la
guarnición estuvieran en excelentes condiciones. En lugar de tiendas, se habían construido edificios
adecuados alrededor del Castillo del Rey Demonio, y los soldados parecían más centrados en el
reconocimiento y la investigación que en el combate.
Guiados por el comandante Alfred, nos dirigimos al centro de mando de la guarnición.
Nuestra visita no era del todo secreta, pero tampoco era pública. Sólo unos pocos elegidos, incluido
el comandante, sabían que veníamos hoy.
El Conde Alfred parecía considerarme un mero asistente.
Tras una breve comida con el comandante, nos acompañó a la sala de mapas del centro de mando.
El propósito ostensible de Charlotte era comprobar la investigación del Castillo del Rey Demonio.
En el centro de la sala de mapas había una mesa con una maqueta de la arquitectura del castillo, y
las paredes estaban cubiertas de dibujos que parecían apuntar al Castillo del Rey Demonio.
"El Castillo del Rey Demonio es increíblemente vasto, ya que una vez fue la morada del Rey
Demonio. Por lo tanto, nuestra exploración aún no está completa".
"¿Es tan extenso?"
"Sí."
El modelo arquitectónico incluía una representación detallada de los muros derruidos del castillo.
En realidad, el Castillo del Rey Demonio era inmenso en escala.
Al igual que el Palacio Imperial de Emperatos era enorme, también lo era el Castillo del Rey
Demonio.
Mientras que el Palacio Imperial tenía un palacio en cada dirección cardinal, el Castillo del Rey
Demonio presentaba un enorme palacio central rodeado de innumerables edificios auxiliares de
tamaño considerable.
"Todavía hay zonas en las que las trampas están activas, así que estamos procediendo con cautela
para evitar bajas hasta que tengamos un conocimiento exhaustivo..."
Las palabras de Charlotte parecían una crítica a su avance, y el comandante masculló incómodo.
"Creo que es correcto proceder con cautela ya que no hay prisa. No pretendía criticar, comandante".
"Gracias, Su Alteza."
El Castillo del Rey Demonio era tan vasto que la investigación aún no estaba completa.
La razón era que todavía había zonas con trampas activas.
Aunque había un modelo del exterior del castillo, aún quedaban zonas sin explorar en el mapa de
objetivos.
Sin embargo, el comandante comenzó a explicar, señalando el mapa de objetivos y el modelo

tridimensional.
El edificio auxiliar, tan grande como un palacio, era un cuartel.
Era bastante extraño que yo, el príncipe del Reino de los Demonios, aprendiera algo nuevo de él un
comandante de guarnición.
"Es de suponer que un ejército permanente estaba estacionado en el cuartel. Sin embargo, por
grande que fuera, no podría albergar a todos los numerosos demonios y monstruos que lucharon
contra nosotros durante la Gran Guerra Demoníaca. Por lo tanto, suponemos que deben haber
reclutado demonios que residen en otras regiones."
"En efecto."
En la época de la Gran Guerra Demoníaca, el castillo del Rey Demonio albergaba una fuerza militar
muy superior a su capacidad.
El comandante añadió que no habría habido tantos soldados en el castillo en tiempos de paz.
"En el primer piso del Palacio del Rey Demonio, hay instalaciones para vivir, incluyendo un
comedor y una sala de banquetes. Y en el centro del palacio, ¿ve este patio?"
"Sí."
El centro del Palacio del Rey Demonio estaba muy abierto, con un vasto espacio abierto.
Había pilares y estatuas destruidas.
Cada pedazo de escombros destrozados estaba intrincadamente representado.
A pesar de que era sólo un modelo, uno podía sentir que una extraordinaria batalla había tenido
lugar aquí en una escala masiva.
"¿Podría ser esto...?"
Charlotte miró al comandante, que asintió.
"Sí."
El enorme patio del Palacio del Rey Demonio.
"Aquí es donde Ragan Artorius luchó contra el Rey Demonio".
En el corazón del Reino Demoníaco, había tenido lugar la batalla decisiva entre el héroe y el Rey
Demonio.
Aunque no habíamos presenciado la batalla, Charlotte y yo habíamos oído el ruido estremecedor.
Charlotte se estremeció ligeramente y yo tragué saliva en silencio.

Los restos del Rey Demonio.
Vagamente, Charlotte pensó que si pudiera tocarlos, podría obtener algún conocimiento o resolver
su situación actual.
"Necesito visitar este lugar".
Por lo tanto, era natural que Charlotte dijera eso.
------
El castillo del Rey Demonio era tan vasto que cada uno de nosotros montó a caballo para
desplazarse.
Yo había aprendido equitación en el templo, así que podía montar sin problemas.
Como el castillo era una zona de investigación, no había gente viviendo dentro a menos que
tuvieran una misión especial.
Por lo tanto, había una gran aldea alrededor del castillo, llamada la guarnición.
No estaba claro si originalmente había habido una aldea para demonios como el castillo del Rey
Demonio en las cercanías. Si la hubo, todo rastro de ella habría desaparecido debido a la guerra.
"¿Qué áreas están confirmadas como seguras hasta ahora?"
Ante la pregunta de Charlotte, el comandante respondió.
"Todos los edificios auxiliares han sido asegurados, y hemos confirmado que no hay trampas en
funcionamiento en el nivel del suelo del castillo del Rey Demonio. Sin embargo, el subsuelo sigue
siendo peligroso, así que por favor absténganse de aventurarse allí. Mientras no se adentre
demasiado bajo tierra, no debería haber mayores problemas".
Esto significaba que no había nada que descubrir en la planta baja del castillo del Rey Demonio.
¿Tendría que ir bajo tierra para aprender lo que necesitara saber? Charlotte, que cabalgaba junto al
comandante, hizo otra pregunta.
"¿Han caído muchos soldados víctimas de las trampas?"
"No sólo soldados. Los guardabosques experimentados, los caballeros e incluso los magos a
menudo también caen presa. Es una suerte que sólo acaben heridos, pero a algunas víctimas de
trampas mentales se les rompe la mente. Por eso somos especialmente cautelosos cuando
exploramos zonas subterráneas."
"Hmm... Ya veo."
No se trataba de trampas en alguna mazmorra remota, sino en el mismísimo castillo del Rey
Demonio.
Charlotte no pudo evitar tragar saliva ante la idea de morir o quedar permanentemente incapacitada
por activar una por descuido.
Incluso sin tener en cuenta el problema de Bertus, el castillo del Rey Demonio no era un lugar
especialmente seguro.
El comandante había advertido en repetidas ocasiones que las zonas subterráneas no estaban
debidamente aseguradas y debían evitarse.
Tanto Charlotte, como yo y Saviolin Turner, probablemente pensaban lo mismo. Si había alguna
pista, estaría en la zona subterránea.
Pronto llegamos a la entrada del grandioso y majestuoso palacio del Rey Demonio.
La chica que se creía una lamentable rehén secuestrada por el Rey Demonio era, de hecho, una
princesa. Y había sentido inmediatamente la inminente fatalidad de su propia muerte al ser
rescatada.
Yo había regresado con Dyrus, adquirido un pergamino teletransportador y galopado con todas sus
fuerzas para escapar de las garras de los caballeros de los Caballeros del Duque Salerian.
Sin mí, Charlotte habría muerto.
Me pregunto qué estará pensando Charlotte ahora.
¿Estará pensando en el terror, el dolor y los terribles momentos que soportó?
"..."
Pero la expresión fugaz en la cara de Charlotte parecía llena de tristeza. No parecía que estuviera
pensando en su ira y dolor.
Sé lo que está pensando sin tener que preguntar.
Está pensando en Valier.
Él la había salvado, pero desapareció de repente y, tras mantener una breve correspondencia
epistolar, ella misma cortó el contacto.
Ahora ella sólo podía reflexionar sobre su verdadera identidad en medio de su angustia.
Y aquí estoy yo, Valier, al lado de Charlotte como Reinhardt.
"Entremos".
Charlotte, que se había apeado de su caballo, habló con valentía.
------
El camino que conducía al patio interior del palacio del Rey Demonio no era especialmente
complicado. Sólo que el palacio era tan enorme que había que atravesar largos y anchos pasillos y
varias salas.
Todavía quedaban señales de batalla dentro del castillo.
"Por supuesto... Su Alteza lo sabe mejor que nadie... Después de la muerte del Rey Demonio, todos
los demonios se rindieron."
"Sí."
Mientras caminábamos, el comandante señaló los signos de la batalla en los grandes salones dentro
del palacio.
"Así que los rastros dentro del palacio pertenecen en su mayoría al grupo del héroe".
"Ah, ya veo."
Los demonios del castillo del Rey Demonio no se habían rendido hasta la muerte de su líder.
Y después de la rendición, todas las batallas habían cesado, por lo que no había habido combates
entre el ejército del Rey Demonio y las fuerzas aliadas dentro del palacio.
Los muebles y estatuas rotos, los muros derrumbados y otros vestigios eran el resultado del
enfrentamiento entre las fuerzas del Rey Demonio y el grupo del héroe dentro del palacio.
El comandante nos explicó varias cosas mientras caminábamos por el palacio.
Su tono transmitía orgullo.
La gran victoria de la humanidad.
Y el castillo del Rey Demonio era como un museo que conmemoraba esa victoria.
Eso parecía, y esa afirmación no estaba muy lejos de la verdad.
De pie frente a la pared derrumbada de una enorme sala que probablemente sirvió una vez como
comedor, el comandante habló. Allí mismo hizo un momento de silencio.
Una sola flor blanca yacía donde había presentado sus respetos.
"Aquí se encontró el cuerpo de Ragdina Olfi".
El lugar donde se descubrieron los restos de uno de los miembros del grupo del héroe.
Tras la muerte del Rey Demonio, habrían recuperado todos los cadáveres, por lo que los cuerpos de
los miembros del grupo del héroe se habrían encontrado esparcidos por todo el castillo.
Los lugares en los que habían sido encontrados también habrían sido registrados.
"Y por allí, el cuerpo de Archirion, uno de los Cuatro Reyes Celestiales, fue encontrado junto con el
suyo".
Ragdina Olfi.
La que había asumido la posición de guardabosques en el grupo.
Nunca había oído hablar de Archirion, ya que yo no había creado a los Cuatro Reyes Celestiales.
Lo que había establecido era el hecho de que a medida que el grupo de héroes derrotaba a cada uno
de los Cuatro Reyes Celestiales, uno de ellos moría en el proceso.
Y al final, sólo quedaba Ragan Artorius para enfrentarse al Rey Demonio.
Que murieran uno a uno al derrotar a cada uno de los Cuatro Reyes Celestiales era un cliché en sí
mismo, pero nunca había pensado en ello.
Tal vez hubiera un trasfondo en el hecho de que los Cuatro Reyes Celestiales se enfrentaran uno a
uno al grupo de héroes.
Ahora era imposible saberlo.
Saviolin Turner y Charlotte siguieron al comandante, inclinando silenciosamente la cabeza en señal

de tributo, al igual que yo.
No podía llamarse exactamente una visita guiada, pero el comandante nos condujo como si fuera su
deber.
Esta vez no se trataba de una sala, sino de un enorme pasillo. Allí también yacía una flor blanca que
parecía recién colocada.
Parecía que alguien traía flores aquí todos los días.
Los pilares del pasillo se habían derrumbado, y en algún lugar entre los pilares caídos, el
comandante presentó sus respetos una vez más.
"Aquí se encontró el cuerpo de Muller, el mago del grupo de héroes".
"Con el cuerpo de una de los Cuatro Reyes Celestiales, la Reina Súcubo".
Reina Súcubo.
La madre de Airi.
Era un nombre que había oído antes, así que tenía un peso nada despreciable.
El comandante habló en voz baja mientras miraba las huellas del derrumbe.
"La reina súcubo Reina fue un problema muy serio. En las noches en que ejercía su influencia,
decenas de miles de soldados tenían demasiado miedo como para dormirse debido a sus poderes de
pesadilla, y los que no podían resistir el sueño a menudo no volvían a despertarse."
Insistió varias veces en que el verdadero terror de la Reina Súcubo residía en el hecho de que su
poder eran las pesadillas.
Aunque su poder no fuera capaz de penetrar en las mentes de aquellos con una fuerte resistencia
mental o entrenamiento antimágico, innumerables soldados sin dicha resistencia se convirtieron en
víctimas involuntarias de sus pesadillas.
"De hecho, excluyendo a Larken Simonstite, la Reina Súcubo y las de su clase probablemente
hayan matado al mayor número de soldados de la coalición".
Al oír el nombre de Larken Simonstite, Saviolin Turner pareció estremecerse ligeramente.
El comandante habló y se adelantó una vez más.
"Basándome en las circunstancias, creo que el problema podría haber sido la excesiva amplificación
del poder mágico para salvar a nuestros compañeros del poderoso encantamiento de la Reina
Súcubo..."
El Comandante Alfred visitó uno a uno los lugares donde habían sido descubiertos los cuerpos de
los compañeros del héroe.
Su objetivo original era visitar el lugar donde Ragan Artorius y el Rey Demonio Valier habían
luchado, pero Charlotte no tenía ningún comentario particular al respecto.
Puesto que los héroes le habían salvado la vida, sintió que era su deber confirmar los detalles.
Tras pasar por el lugar donde había muerto el sacerdote Shaden, el comandante suspiró
pesadamente cuando llegaron al lugar donde había perecido el espadachín demoníaco Sezaria,
presumiblemente uno de los dos últimos en pie junto a Ragan Artorius.
"Aquí se encontraron los cuerpos del demonio, Larken Simonstite, y del espadachín demoníaco
Sezaria. Se presume que la batalla entre Ragan Artorius y el Rey Demonio tuvo lugar
inmediatamente después".
Larken Simonstite.
Me enteré de que tanto Airi como yo habíamos aprendido esgrima con él. Yo era un vago, mientras
que Airi era una estudiante de honor.
Por supuesto, no sé mucho sobre él.
"......"
Sin embargo, Saviolin Turner miraba solemnemente la escena donde sin duda había tenido lugar
una intensa batalla, su expresión se endureció.
"Quería matar a ese hombre con mis propias manos".
Los dedos de Saviolin Turner temblaron ligeramente.

Ni Charlotte ni el comandante dijeron nada, como si ya lo supieran.
Era obvio que yo era el único que no sabía por qué Saviolin Turner decía esas cosas.
Al notar mi confusión, me miró y me ofreció una sonrisa agridulce.
"Era mi profesor".
"...¡¿Qué?!"
No pude evitar sobresaltarme ante tan inesperada revelación. Charlotte y el comandante se me

quedaron mirando, sorprendidos por mi asombro.
"¿Quieres decir... que aprendiste esgrima de un demonio?"
"...?"
"¿Hmm?"
Murmuró Saviolin Turner, cruzándose de brazos.
"Parece que no lo sabías. Bueno... Larken Simonstite era humano".
¿Era humano y estaba entre los cuatro mejores generales demoníacos?
Espera, ¿no es un gran problema no saber esto? Afortunadamente, mi humilde formación me

permitió dejarlo pasar.
Me quedé boquiabierto.
"Un traidor del imperio que merecía ser despedazado".
Una rabia silenciosa ardía en los ojos de Saviolin Turner.
Ahora que lo pienso.
'Sí, el príncipe y la princesa aprendieron esgrima del primer general demonio, Sir Larken
Simonstite.'
El título "Sir".
Pensándolo bien, le quedaba bien a un caballero, ¿no?

Capítulo 350
Saviolin Turner habló brevemente de Larken Simonstite.
Larken Simonstite había sido el líder del escuadrón de Shanafel cuando Saviolin Turner, ya bastante
mayor, era aún una recién llegada.
Al igual que Saviolin Turner ahora, él también había ostentado el título de espadachín más fuerte
del continente. Larken Simonstite enseñó muchas cosas a Saviolin Turner para prepararla como la
próxima líder del escuadrón de Shanafel.
Tras un riguroso entrenamiento tan exigente que incluso la tremenda genio tuvo que destrozar y
reconstruir todo lo que había aprendido en el Templo, acabó convirtiéndose en la capitana del
primer escuadrón de caballeros de los Shanafel.
En la época en que Saviolin Turner era una recién llegada, Larken Simonstite ya era un anciano que
había superado los ochenta años. Aunque el proceso de envejecimiento se veía ralentizado por el
entrenamiento y la manipulación del poder mágico, al igual que Saviolin Turner, hacía tiempo que
había superado la edad de jubilación.
Así, cultivó a la siguiente generación y, cuando las habilidades de Saviolin Turner progresaron,
cedió el liderazgo del escuadrón Shanafel a otro y se retiró.
No fue un hecho extraño. Todo el mundo creía que llevaría una vida tranquila tras su jubilación.
A medida que se intensificaba la sensación de crisis por la Guerra del Mundo Demoníaco, el
imperio necesitaba fuerza, y buscaron también la mano de este Gran Maestro retirado.
Sin embargo.
Inesperadamente, Larken Simonstite se había convertido en uno de los Cuatro Reyes Celestiales del
Ejército Demoníaco, ostentando el pesado título de primer Rey Celestial.
Uno de los Reyes Celestiales era un humano. Es más, incluso fue mentor de Saviolin Turner.
En la obra original, ni siquiera se mencionaba mucho al Rey Demonio muerto, así que no había
motivo para mencionar a los Reyes Celestiales. No había motivo para hablar de los Reyes
Celestiales durante su estancia en este mundo, aunque el Rey Demonio era mencionado
ocasionalmente.
Por lo tanto, era una situación bastante extraña en la que todos los demás lo sabían casi todo, pero
yo no.
"¿Por qué se convirtió en uno de los Cuatro Reyes Celestiales...?"
"No lo sé".
Saviolin Turner negó con la cabeza.
"Puede que nunca lo sepamos".
Ella era un personaje que se sentía culpable por no haber participado en la Guerra Mundial de los
Demonios. Sin embargo, había una historia oculta que desconocía.
¿Por qué Larken Simonstite traicionó a la humanidad y se unió al bando de los demonios?
¿Lo sabrán Sarkegaar, Loyar o Eleris?
Nunca había hecho preguntas relacionadas con los Reyes Celestiales porque en un principio no
sentía curiosidad, pero ahora que lo había oído, sentía curiosidad por las historias de los Reyes
Celestiales que ya no existían en este mundo.
Aun así, teniendo en cuenta que había recibido el primer puesto de Rey Celestial e incluso había
enseñado a Airi a manejar la espada, parecía que lo habían tratado bien y que vivía cómodamente en
las Tierras Oscuras.
Saviolin Turner tenía muchas preguntas para el traidor de Larken, pero en última instancia no podía
dirigirse a Darkland con el pretexto de proteger a la familia real.
Así que era inevitable que llegar al castillo del Rey Demonio ahora que todo había terminado fuera
agridulce.
Seguimos caminando y finalmente llegamos a nuestro destino.
El centro del castillo del Rey Demonio.
Una plaza desolada y en ruinas.
Incluso después de que la batalla hubiera terminado, debió llover y nevar, pero los rastros de la
batalla no desaparecían fácilmente, ya que el lugar había sido testigo de una lucha tan abrumadora.
"Aquí es donde la humanidad logró su victoria final".
El lugar de la batalla entre el Rey Demonio y el héroe.
Todos los pilares y estatuas habían sido destruidos, y el suelo estaba profundamente ahuecado.
A pesar de la vasta extensión de la zona, se podían encontrar rastros de la intensa batalla por todas
partes, y los muros del palacio del Rey Demonio cercano habían sido arrancados o mostraban
signos de derrumbe.
"... Es difícil creer que esta escena fuera el resultado de una batalla entre sólo dos seres".
Incluso Saviolin Turner, que actualmente era considerada el ser más fuerte del mundo, parecía estar
desconcertada.
"No importa cuántas veces lo vea, no puedo ni imaginar lo poderoso que era el Rey Demonio... y lo
mismo ocurre con la fuerza de Artorius, que se enfrentó a él".
Caminamos hacia el centro del campo de batalla.
"Pensar que Ragan Artorius era... así de poderoso".
Saviolin Turner parecía conmocionada por una razón diferente.
Por muy grande que fuera Ragan Artorius, aún no había cumplido los treinta años.
Había matado a un Gran Maestro retirado y derrotado al Rey Demonio, todo ello con un fuerte
grupo de compañeros. Saviolin Turner parecía empezar a preguntarse si eso era siquiera posible.
"Los restos del Rey Demonio no pudieron ser encontrados debido a la intensidad de la batalla, pero
Artorius fue descubierto aquí, con su espada Alsbringer clavada en el suelo, con aspecto de estar
simplemente durmiendo..."
No presencié el combate, ni lo describí, pero sé la verdad.
No fue la fuerza de Ragan Artorius la que derrotó al Rey Demonio, al menos no solo eso.
Fue el poder de Alsbringer.
Nadie excepto yo conoce el verdadero propósito de Alsbringer.
El dios de la guerra, Als.
Alsbringer.
Es, literalmente, una espada que puede invocar al dios de la guerra.
Desde el principio, fue Ragan Artorius, que se había convertido en la encarnación de Als, quien
luchó contra el Rey Demonio.
El precio fue su vida.
Artorius había matado al Rey Demonio a costa de su propia vida.
Ludwig se convertiría en el dueño de Alsebringer.
En el desarrollo original de la historia, Ludwig acabó utilizando el verdadero poder de Alsbringer.
Así que...
Como gran escritor de tragedias, acabé cometiendo la locura de matar al protagonista de una novela
que empezó como una historia de la vida cotidiana.
------
Charlotte decidió que era suficiente y envió al comandante de vuelta.

A partir de ahora, empezarían a desarrollarse historias que no debía oír. Se nos permitió deambular
por los niveles superiores, pero él advirtió severamente que nunca vayamos al sótano antes de
marcharse.
Había soldados en el palacio del Rey Demonio, pero no muchos. Si estaban por allí, probablemente
se concentrarían en registrar el sótano.
El comandante nos había contado muchas cosas, pero no habíamos venido a recorrer el punto de
inflexión en la historia de la humanidad, sino a encontrar una pista para mejorar el estado de
Charlotte.
"Su Alteza, ¿siente algo?"
"... Nada en absoluto."
El lugar donde el Rey Demonio había muerto.
Charlotte llegó aquí, pero parecía como si no pudiera sentir nada.
Después de todo, era sólo un lugar al que habían llegado sin pensarlo mucho. No quedaban restos
del cadáver del Rey Demonio, y si existía el alma del Rey Demonio, era demasiado incierto esperar
que aún perdurara aquí.
Más que nada, había pasado demasiado tiempo. El lugar había sido una vez el escenario de una gran
batalla, pero no quedaban más que las huellas de aquel conflicto.
"Supongo que no nos queda más remedio que esperar que haya algo bajo tierra".
"Pero... parece bastante peligroso, más de lo que esperábamos".
"Haa, tienes razón."
No eran sólo las trampas que se activaban al pisarlas; había incluso hechizos que atacaban la mente.
"Empecemos por explorar la superficie. Puede que también haya algo arriba".
No había nada que ganar en el lugar de la batalla final.
Sin embargo, el palacio del Rey Demonio era enorme.
Afirmando que había muchas zonas que explorar aunque no fuera el subsuelo, Charlotte tomó la
iniciativa.
------
Mis recuerdos del castillo del Rey Demonio no eran muy claros.
La situación había sido tan urgente y, tras conocer a Charlotte, el tiempo había pasado volando
como una tormenta. No había espacio en mi corazón para nada más; era como si corriera sobre hielo
fino, temiendo constantemente que un paso en falso la llevara a la muerte.
Mi estado de estrés psicológico extremo sin duda tenía mucho que ver.
"Deberíamos haber traído a Dyrus con nosotros", murmuró Saviolin Turner.
"Hmm... Tampoco creo que sea un lugar de gratos recuerdos para Sir Dyrus, así que no vi la
necesidad de traerlo".
"Tienes razón."
Al igual que yo, los recuerdos de Charlotte sobre el castillo del Rey Demonio eran probablemente
borrosos. Después de todo, ella había pasado la mayor parte de su tiempo encarcelada.
Para Charlotte, el castillo del Rey Demonio no tenía más que recuerdos terribles, incomparables a
los de Dyrus o los míos. Experiencias horribles, y finalmente, el despertar de sus extraños poderes
que mataron a todos en la prisión.
El shock del canibalismo.
La desesperación, el miedo y la repulsión que vino con ella.
Al final, Charlotte había matado no sólo a su madre, sino a todos los que estaban presos con ella.
Era imposible saber si Charlotte estaba pensando en su trauma pasado. Simplemente caminaba en
silencio por los pasillos del palacio del Rey Demonio.
A mí también me pareció una experiencia nueva.
No me perseguía nadie, ni mi vida corría peligro.
Aunque no estaba completamente a gusto, me permití el lujo de observar el castillo del Rey
Demonio.
Los techos de los pasillos eran altos, y los pasadizos eran espaciosos en general.
Había visto varios palacios antes.
Desde el Palacio de Primavera hasta el Palacio Central Tetra, el Palacio Blanco Arnaria, e incluso la
Fortaleza Epiaux.
Sin embargo, el castillo del Rey Demonio tenía techos y pasillos excesivamente grandes y
espaciosos.
"La escala es verdaderamente inmensa. Me pregunto si realmente había necesidad de que fuera tan
vasto..."
Murmuró Saviolin Turner, que parecía compartir mis pensamientos.
"No es para que los humanos lo recorran".

El que respondió no fui yo, el Príncipe Demonio, sino Charlotte.
"Ah."
Debería haberlo sabido, pero oírlo de Charlotte me hizo sentir increíblemente tonto.
No era consciente, ¡ya que en realidad no soy un príncipe demonio!
Era razonable que las estructuras estuvieran construidas a mayor escala, ya que probablemente
había algunos demonios más grandes o más masivos de lo normal.
Me preguntaba si los espacios eran lo bastante grandes como para que incluso los ogros pudieran
moverse con libertad.
Por supuesto, no todas las habitaciones eran lo bastante grandes como para que aquellos enormes
seres pudieran atravesarlas con facilidad.
Por todos los pasillos había restos de estatuas destruidas. Los trozos rotos habían sido retirados,
pero por el tamaño de las tallas de las paredes, se podía adivinar que antes había habido estatuas
considerablemente grandes.
Charlotte se detuvo frente a ellas.
"¿Qué son estas..."
"¿Qué pasa?"
"...Acabo de recordar algo que me dijo Dyrus".
Charlotte miró la estatua destrozada.
"Dyrus y... eh... um..."
Charlotte intentó decir "ese niño", pero dudó y cerró la boca al notar mi expresión.
Tal vez le daba pena volver a mencionar a Valier después de haber prometido olvidarse de él.
Me pregunté por qué tenía que ser tan considerada con mis sentimientos.
"Ejem. En fin, entró en el palacio del Rey Demonio y consiguió un pergamino de teletransporte para
rescatarme. Pero cuando intentó salir del palacio, fue emboscado por caballeros de la Familia del
Ducado Salerian para silenciarme."
"...Ya veo."
Parecía que era la primera vez que Charlotte le contaba a Lady Saviolin Turner los sucesos
ocurridos en el castillo del Rey Demonio.
"Por aquel entonces, las gárgolas se activaron de repente y atacaron a los caballeros. Así fue como
consiguió escapar sano y salvo..."
El recuerdo era vívido en mi mente.
Los caballeros de Salerian habían tenido la intención de matarnos, y yo había pensado en las
gárgolas en ese momento.
Típicamente, en tales situaciones.
Las estatuas así se movían.
Fue un sentimiento así.
Como si respondieran a mis pensamientos, las gárgolas se activaron y atacaron a los caballeros,
matando a algunos en el acto.
"Así que por eso todas las estatuas fueron destruidas".
Charlotte pareció concluir que después del incidente, todas las estatuas fueron destruidas, y estos
eran los restos.
"..."
Lady Saviolin Turner bajó la mirada en silencio.
Había jurado mantener la neutralidad política.
Sin embargo, el hecho de haber estado a punto de morir a manos de los esbirros de Bertus, después
de soportar diversas penurias en el castillo del Rey Demonio, debió de despertar intensas emociones
en su interior.
Por supuesto, no era la primera vez que oía hablar de ello, y probablemente ya lo sabía.
Pero al oírlo directamente de Charlotte mientras repasaba la escena, parecía que su expresión se
torcía mientras intentaba reprimir sus emociones.
Desde el principio, su neutralidad fue cuestionable.
Aunque fuera por la supervivencia de la Primera Princesa, el acto de intentar salvar la vida de
Charlotte no podía considerarse neutral.
Lady Saviolin podría distanciarse de los problemas de Charlotte una vez que su seguridad estuviera
garantizada, pero ese momento aún no había llegado.
Su neutralidad ya había flaqueado, y estaba claro que los atroces actos intentados por Bertus
sacudieron aún más su determinación.
Tanto sus experiencias en el castillo del Rey Demonio como el hecho de que no pudiera escapar de
las secuelas de aquellos sucesos, la obligaron a volver a los terribles recuerdos dentro del castillo.
Parecía que el corazón de Saviolin Turner se inclinaba hacia Charlotte, aunque sólo fuera por
simpatía hacia su desafortunada situación.
Turner luchaba con el conflicto entre su creencia en mantener la neutralidad y sus crecientes
sentimientos por Charlotte.
"Está bien, Lady Turner".
Dijo Charlotte en voz baja mientras se adelantaba.
"Si nuestras situaciones fueran al revés, habría hecho lo mismo que Bertus intentó hacerme a mí".
"..."
Charlotte pronunció esas palabras con calma.
"Sabía lo que me pasaría desde el principio, después de todo".
Al final, todos eran iguales.
Bertus no era intrínsecamente malo; era sólo que sus acciones estaban a la altura de las
circunstancias.
"Entonces, no hay necesidad de compadecerme tanto."
"......Pido disculpas, Su Alteza."
Mientras Charlotte hablaba, caminaba lentamente por el pasillo.
Ni defendió a Bertus ni se rebajó.
Sus palabras eran simplemente para aliviar la carga psicológica que Saviolin Turner estaba
sintiendo.

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"No puedo enseñároslo".

'¡Me he metido en un lío estúpido!'

Hay un gran defecto en su habilidad. Es por eso que no puede mostrarlo.

Tenía que decirlo.

Aunque estaba de pie en este estado embarazoso, vio sus miradas.

Eran miradas de admiración.

Una mirada que Kono Lint nunca había recibido.

El chico nunca lo había experimentado.

-¡Oye! ¡Eso es asombroso!

-Pronto serás capaz de teletransportar tu ropa también, ¿verdad?

Despertando sus poderes mientras luchaba contra un superior.

Volviendo de las Tierras Oscuras después de causar una gran conmoción.

Despertar su habilidad de Fortalecimiento de Maná tras un combate.

Ganar el torneo de primer año.

Ese tipo de cosas.

Pero ahora, la gente lo estaba observando.

Incluso había gente susurrando que era guapo.

Así que hay un inútil como ese en la Clase Real, ¿eh?

¿Cambiarían sus miradas por eso?

Era doloroso sólo imaginar sus miradas emocionadas volviéndose frías.

Una habilidad inútil.

¿Cuánto tiempo debo vivir así?

En medio de innumerables miradas, Kono Lint se siente completamente solo.

No quiere ser como Reinhardt.

Ese imprudente sólo se mete en situaciones peligrosas.

Él no quiere vivir así, ni cree que pueda.

Tal vez un poco.

Igual que el mundo es extrañamente indulgente con él.

¿No podría ser un poco indulgente conmigo también?

Al menos, aprendió una cosa de Reinhardt.

A veces, la imprudencia puede traer resultados.

La imprudencia no siempre lleva al fracaso.

Debe haber algo preparado para mí por el mundo.

Y sé que no lo comprenderé a menos que lo intente.

Pero Lint ya no puede oír a nadie más.

Aunque fracase, llega un momento en que debo seguir adelante.

No es por la chica mona de secundaria de la primera fila que chilla.

"Bueno, si demostrarlo es difícil, puedes enseñarnos otra cosa..."

Tampoco es por el molesto anfitrión.

No es por las innumerables miradas envidiosas.

No es por nadie más.

Está harto de este estancamiento.

"Os voy a enseñar algo", anunció.

"¿El teletransporte es... así?", balbuceó.

"¡A continuación, presentemos al concursante número dos!"

El presentador intentó continuar con el concurso para aliviar el caos.

"¿Qué has preparado para tu tiempo de apelación?"

"Les mostraré un baile".

"Eh, ¿qué es eso? ¿Qué es eso?"

"¡Ah! ¡Ah! Es gracioso, oye, ¿por qué me has pegado?"

Liana se rió mientras golpeaba a la persona que estaba a su lado.

"Esto es una locura... Ah, me duele el estómago".

"Qué, qué pasa... ¿Vas a pegarme otra vez?"

iluminaron con un pensamiento.

"¡Eso es! ¡Eso es! ¿Sabes qué?"

-¡Clap clap clap!

Por supuesto, ella realmente le golpeó de nuevo.

"Ah, por qué sigues pegándome..."

"Antes había un chico extraño en la sala de espera".

"¿Un chico extraño?"

Preguntó Erich, y la expresión de Cayer se volvió extraña.

"¡No, quiero decir que había una increíblemente guapa!"