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¿Es el arte una creación autónoma o una

creación del hombre?

Hemos intentado definir el arte por siglos, hemos intentado darle a un significado a cada
pequeña cosa que observan nuestros ojos, y aún más forzosamente a lo que no ven, he ahí
que todavía busquemos darle un significado y forma a Dios, cuando muchos juran no verle ni
creerle, es justo así como la presencia de un ser divino conviviendo invisible sobre nosotros
que el arte parece escapársenos entre los dedos, en forma de cuadro, en forma de letras, en
forma de viento, cada vez se nos dificulta más definir qué es el arte, y como dueños de todo
que queremos ser, omnipotentes del mundo y de todos sus secretos, es todavía más
enrevesado cuestionarse quién creó el arte, a quién le pertenece el arte.

Actualmente, los diccionarios nos caracterizan al arte como las creaciones o recreaciones de
imágenes vistas, imaginadas o inventadas por el hombre, teniendo en cuenta eso, podríamos
apoyarnos en los primeros avistamientos de pintura que guarda la historia, las piedras
impregnadas con trazos tan antiguos que parecen irreales, las estructuras tan perfectas y
consistentes que lucen como hechas por dioses, y la simetría en el rostro de cada persona.

Una vez leí que el arte no tiene que ser bonito, que el arte debe hacerte sentir algo; lo curioso
es que no se referían a una obra con esa frase, ni a una melodía, se referían a una persona,
pero entonces ¿no es la creación del ser humano algo difuso? Algo que se remonta a
milenios, a fe y a pequeñas micro células, entonces, sería la persona una creación de nadie
aun siendo arte. Tal vez, no necesitamos de plasmar algo para considerarlo arte, tal vez este
es otro tema que se nos escapa de las manos, porque todavía no encontramos al dueño de la
luna, ni de los atardeceres, ni al dueño de los momentos perfectos; todavía no encontramos al
dueño de una mujer o de un hombre, porque todavía no encontramos al dueño de los paisajes
ni al dueño de las historias. Tal vez el arte es la materia y no necesita de ser ilustrada para ser
proclamada, tal vez el arte no tiene dueño.

Dentro del hombre nace ese fuerte deseo de comprender todo lo que no se ha comprendido
antes, y luego de saberle entonces nace el deseo de poseerle, pero no fue así con el arte,
creo que yo que el arte es su propia musa, no puede ser definido por nadie, no pudo ser
creado por nadie, es su propio comienzo y su propio final. Por más que sigamos indagando en
el pasado para encontrar el comienzo de la creación y para identificar al creador, siempre
habrá más allá de lo que podamos ver, más allá de lo que podamos saber. Porque el arte es
emoción, es belleza peculiar, es divinidad, y no he escuchado de un mundano que logre crear
lo divino y lo eterno, porque tal vez el arte no es algo que pueda ser del hombre, tal vez está
ante nosotros una divinidad que muta de forma y de sentido pero que jamás logra contenerse
o entenderse en su totalidad.

En conclusión, hay quienes pueden creerse dueños de todo, recreando lo que ya existe y
jactándose de haber plasmado una realidad, y hay quienes pueden comprender que hay
cosas más allá de nosotros de las que no podemos ser dueños, porque no conocemos su
comienzo ni su final, solo saber que fueron autónomas de su vida y de su creación.

Desgracias llegarán el día que alguien se declare el dueño del sol y de sus amaneceres, o del
viento y sus escalofríos, pero mientras tanto, el arte no es de nadie, el arte se creó solo, el
arte no tiene dueño.

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