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El poder de la palabra
Mi guel Cumpos Ram os

Der~~ hú$ Rc~erv ad'-"~ de la pr


e:;cnte edición
D. R"' © mayo 2001

ISBN: 970- 92 54 1- 2- X
Prin1era edición : M ay o 20
01
Segunda edici ón : Abril 20
02
. .
Nmg un a pa ne de es ta publicación, • - d ·1 bierta puede
incluido el dis eno e a cu
se r reproducido. alm ac en ad . gun
or 01n ,
. a o tra ns mi tida de ma ne ra l P
a guna , . ,
, u·co de gradac1on 0 de
l ' .
. di o, ya se a e ec tnc o, qu , .
me um co , meca, mc .
o, op ,
fo tocopia, sin pe rmiso prev
io y po r esc rito del editor.
Hay que reivindicar el valor de la palabra, poderosa herramien-
ta que puede cambiar nuestro mundo aun en esta época desaté-
lites y ordenadores. WILLIAM GOLDIN

Una palabra hiere más profundamente que una espada. ROBERT


BURTON

Las personas tienen sobre las bestias la ventaja de las palabras;


pero las bestias son preferibles a las personas cuando las pala-
bras carecen de buen sentido. MÁXIMA ORIENTAL

Que la palabra no se adelante al pensamiento. PITACO DE


MITILENE

Una sola palabra basta para destruir la dicha de los hombres.


GOETHE

Por tus palabras habrás de ser justificado, y por tus palabras


serás condenado.JESUCRISTO

Cada uno habla como quien es; por las palabras se conoce la
intención. PROVERBIO CASTELLANO

Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento.


VOLTAIRE

Las revoluciones empiezan por la palabra y concluyen por la


espada. MARAT
,,, - -

Indice
Presentació n / 7
1. Una palabra lo cambi a tocio: relación «inapropi ada» / 9
2. La humilde coma: un a orden de Villa/ 1 1
3. Política y dipl01nacia / 15
4. Independencia e idioma / 19
5. Medios de comunicación e idioma / 23
6. Disparates qu_e ganan fuerza (I) / 27
7. Disparates -que ganan fuerza (11) / 3 1
8. Disparates que ganan fuerza (111) / 35
9. Vialidad, término mal aplicado / 39
10. Bastante, suficiente y demasiado / 43
11. Boletines de prensa / 4 7
12. Idioma, exclusivida d del hombre/ 51
13. Hay de cartas a cartas/ 55
14. Elogio de la lluvia/ 59
15. Personajes dignos de novela/ 63
16. El idioma en la campaña electoral/ 67
17. Los documento s oficiales / 71
18. Cuestión de números/ 75
19. ¿Una oficina para vigilar el idioma?/ 79
20. Por el idioma, libres/ 83
21. Políticos lingüísticam ente ignorantes / 87
22. Cinco minutos de noticias / 93
23. La intemet, herramient a mal usada / 97
24. Cuatro disparates comunes / 101
25 . Retruécano s políticos / 105
26. El caso de los latinismos / 109
27 . El idioma y los presidentes de la república / 11 3
28 . Educación e idioma / 117
29 . Pigmalión: hablar, escribir y verse bien/ 12 1
30. Corrección y prestigio linguísticos / 125
Presentación

El escri tor colom biano Gabr iel Garc ía Márq uez, durante su
polém ica inter venc ión en aquel coloq uio sobre-la lengu a
españ ola que se realiz ó en la ciuda d de Zaca tecas , dio un
curioso pero efect ivo ejem plo del pode r de la palabra. El
prem io Nobe l leyó un texto titula do "Bot ella al mar para el
dios de las palab ras", parte del cual decíá: "A mis doce años
de edad estuv e a punto de ser atrop ellad o por una bicicleta.
Un señor cura que pasab a me salvó con un grito: ¡Cuidado!
El ciclis ta cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo:
¿ Ya vio lo que es el pode r de ·za palab ra? "
En alusi ón a ese mism o ejem plo de "Gab o", el es-
critor mexi cano Euse bio Ruva lcaba escribió que hubiera sido
much o más efica z que "¡Cu idad o!", nues tro popu lar
"¡Aguas!".
Y por su parte Nikito Nipo ngo (Raúl Prieto), el crea-
dor de la colum na perio dístic a "Perl as japon esas" , en la cual
anali za dispa rates idiom ático s, al come ntar ese mism o texto
del escri tor colom biano ratificó el pode r de la palab ra, pero
fue más allá al decir que hubie ra sido aún más sencillo que
ese señor cura simp leme nte le gritar a "¡Ey !".

7
Cad a pala bra , no cab e dud a, tien e una carga de
· , y 1~azo nan1 ient o . Por ello la pal
C1110 Cll111 · abr a es nuestro pr·
1n,
cipa1recurso con1 unic ativ o . Con _el la exp resa mos
sentimien,
tos y hacemo s p_o esia, per o tam bién con ella refle~io
narnosy
acn
b
eran ,os las idea s que nos han hec ho evo luci ona r corn
tqQ
especie.
De aqu í su eno nne pod er. Per o tam bién de aquí
la
eno nne in1 por tanc ia de do1neñarla par a hac erla el
instrumento
111 ás vali oso de cua ntos nos per mit en com uni cam os con
nues-
tros sen1ejan tes .
Dos cos as resu ltan imp resc ind ible s par a consegu
ir
tal pro pós ito: una es com pre nde rla y ace ptar su
potencial, y
la otra, ace rcam os a ella par a con oce rla y, conocié
ndola, em-
plearla en nue stro pro vec ho.
La pre sen te reco pila ción de artí culo s, en su mayo-
ría pub lica dos en la rev ista pob lan a PO D ER, pero
corregi-
dos y aum enta dos par a este libr o, pre tend e exp
one r la im-
por tanc ia de la pala bra , a la vez que mo stra r algu
nos ejem-
plos con cret os del mal uso que por des cuid o o
ignoranc ia
sole mos hac er de ella .

El autor

8
1. Una pala bra lo cam b,ia todo::
rela ción <<inapropiada>>

Debo al maes tro Osea r Walk er Corn ejo (q.e.p .d.),


cuan do tuve la suert e de ser su alum no en el Cole gio
de Letra s de la enton ces sólo Univ ersid ad Autóno-
ma de Pueb la, allá por 1976 , algun as de las m ejore s
recom enda cione s acerc a de la impo rtanc ia en el ma-
nejo certe ro del idiom a.

Ciert a vez come ntó, duran te algun a de sus


amen as clase s, que en Estad os Unid os los polít icos
se rode an de equip os de cons ejero s o cons ultor es
espec ialist as en lingü ística . ¿La razón ? Así cuida n y
elige n con preci sión las palab ras con las cuale s ela-
bora n sus mens ajes, para que, como bien lo señal ó
el filóso fo chino Conf ucio, lo que digan sea lo que
quier en decir y de tal suert e se prev enga n de malo s
enten didos . Porq ue no hay nada peor, tras algun a de-
clara ción a la prens a, que un polít ico o funci onari o
tenga que aclar ar: "Yo nunc a dije eso" o, peor aún,
9
Miguel Campos Ramos

"Yo no quise decir eso"·

Es indicativo de esta táctica el modo en que


el expresidente estadounid~ns~ ~il!iam Clinton sa.
lió librado de la acusación Jud1c1al mterpuesta con.
tra él por la hoy tristemente célebre Mónica Lewinski.
Recordemos: la exbecaria de la Casa Blanca lo acu-
só de haber tenido relaciones sexuales con ella. La
salida que los abogados de Clinton hallaron, tras me-
ses de incertidumbre, fue brillante sin duda, bien ur-
dida por sus equipos de conocedores del idioma: pro-
bar que efectivamente había estado con la exbecaria,
pero que no había tenido "relaciones sexuales" con
ella, sino "relaciones inapropiadas".

Con tal expresión, después fes tinada, los abo-


gados tuvieron elementos jurídicos suficientes para
que el entonces presidente quedara exonerado. Y es
que si el diccionario define una relación sexual como
el contacto de los órganos sexuales, entonces lo que
hubo entre Clinton y la Lewinski no lo fue. Lo que
hubo, como hábilmente lo confesó Clinton durante
6~,coi.nparecencia
ante los tribunales, fue una "rela-
cion inapropiada". Como de esta conducta no fue
acusado" , no
· te nia
' por que, ser castigado. Se le acusa-
ba de relaciones sexuales", pero éstas no pudieron
ser demostradas.

10
2. La humilde coma:
una orden de Villa
(aparecido originalmente en la revista MOMENTO, en 1989)

Existe una anécdota (muy probablemente apócrifa,


como tantas que se tejen en tomo a las grandes per-
sonas) referida al general Francisco Villa, en la cual
se pone de manifiesto la importancia que tienen el
conocimiento y uso apropiados del idioma.

La anécdota en cuestión refiere que, tras ga-


, nar una dificil batalla en una ciudad, Villa apresó,
entre otros, a un oficial federal de alto rango. Sólo le
dio al prisionero dos alternativas: arrepentirse y con-
secuentemente aliarse con sus tropas rebeldes, o morir
fusilado. Naturalmente (el honor ante todo), aquel ofi-
cial se negó a aliarse con los enemigos de «su gobier-
no». Así pues, decidió morir. Su muerte se programó
para la madrugada del día siguiente. Sin embargo, Villa
tenía que salir esa misma tarde a otra ciudad, por lo que
no estaría presente durante la ejecución.
11
A4iguel Campos Ramos

Fue el caso que el Centauro de l Norte llegó a


su nuevo destino, y hasta allá lo alcanzó la novia del
oficial condenado. De hinojos, hecha un mar de Han ..
to .. la 1nuchacha le rogó que perdonara a su novio
quien era su prometido. '

De Villa se cuentan muchas cosas: que así.


con10 n1ataba in1punemente a inocentes (recuérdese
la película «El compadre Mendoza»), perdonaba a
sanguinarios asesinos que incluso le causaban mu-
chas bajas. Y aquélla no fue la excepción: perdonó
al oficial. Así que mandó llamar al telegrafista para
enviar la contraorden.

Después de darle los datos personales del


afortunado prisionero, Villa le dictó el siguiente men-
saje: «Perdón, imposible matarlo.» El telegrafista, por
escuchar mal, o por ignorancia (sin duda por esto últi-
mo), cambió de posición la coma que indicaba la pau-
sa, de suerte que el mensaje quedó del siguiente modo:
«Perdón imposible, matarlo.» Como se ve, en el prime-
ro se entiende que lo perdonaba, que era imposible ma-
tarlo. Mientras que en el segundo se entiende todo lo
contrario.

La contraorden pues llegó a la otra ciudad Y


fue obedecida, como que provenía del general Villa.
Más aún: parecía un «recordatorio», una «recomen-

12
El poder de la palabra

dación especial» contra el condenado. Y ocurrió lo


que tenía que ocurrir: no sólo lo ejecutaron, sino ade-
lantaron la hora de su muerte, pensando que con ello
complacían al Centauro del Norte.

La moraleja es sencilla: el idioma es un arma


de doble filo; cuidado con él.

13
3. Política y diplomacia

En términos estrictamente lingüísticos "política" se


deriva de las raíces griegas "polis" -ciud ad- e "ike"
-partícula equivalente a "ciencia" o "arte".

De "política" se deriva "político-a", térmi-


no que incorpora el sufijo "ico", que significa "lo
relativo a", con doble carácter gramatical: de adjeti-
vo, como en "acto político" o "actividad política", y
de sustantivo, como en "fulano es político" o "zuta-
na es política".

Otras acepciones de "político" son ''cortés"


y "frío". La primera tiene que ver más con las rela-
ciones humanas y se convierte en un adorno del buen
político, porque lo acerca más al humanismo y al
arte. La segunda, en cambio, se atribuye a aquellos
políticos duros, más cercanos a actitudes de prepo . .
tencia y a los elementos de la ciencia, pues todo lo
15
Jlig ucl C-..1111 pns Rtnnos

quieren reso h·er ª.ba~e de números . Por eso la paití-


cula grie ga ~"ike·· s1grufica a la Yez "rute~' y Hciencia'~
-
,Otra pala bra deri vad a de "po lític a'' es, por
supuesto . '"po litiq uerí a'\ en1paren tada más bien con
aquello de "gri llo'' o "gri lla" , deri vad as ambas del
nombre del anin1alito que en las noc hes hace ese rui-
do peculiar por el frot ami ento de sus pata s, el "cri-
cri'·~que el célebre don Francisco Gab ilon do Soler
supo captar tan bien. Se le llam a "gri llo" precisa-
mente a quien se la pasa rumorando, haci end o ruido,
sin mucha sustanci ~ es deci r, un ''politiquero", refe-
rido •este térm ino a algu ien que se dice "pol ítico "
pero que en el fond o no lo es.

Una pala bra más que está vinc ulad a con "po-
litic
. ~,
a'"', si bien no en términos form ales es "diploma-
'
eta , por_ aquello de que no muc hos polí tico s son
buen os diplo máti cos.

" Di.plom acia " se deri va de "d. l


.
cumento o fiic1a1que acredita algun'.e 1p orna ,, do-
• , , · .
. . ,
ciert o, su ra1z es el latin "dtp lo" onoc 1nue nto . Por
,, . . .
· · , que s1gn
. -o , esto porq ue tales docu men tos ori .1fica "do-
blad
se entr egab an prec isam ente dobl ado ~!n~Imente
· ,, .· . _ ... s. La
cia requiere, aparte de una gran sens ·b·i·d1pl oma -
.
sene d. e cono.c1m . .. .
1entos que colo can al t téI .idad
. ·'
una
enci ma de "pol ítica ", igua l que al "dip lomnna't••n~, Por
. - leo so-
16
-
El pode r de la palab ra

bre el "pol ítico ". A Chur chil se le atribuye la expre-


sión "los políticos pien san en el presente, los diplo-
máti cos en el futuro". Por eso la esencia de la "di-
plomacia" no sólo es resol ver los problemas del pre-
sente, sino semb rar las base s para que dichos pro-
blemas no exist an en el futuro.

17
4. l11dependencia e idioma

Sie1npre que llegainos a septiembre es sano reflexio~


nar acerca de nuestra efectiva independencia. En tal
sentido, sin duda el idioma es un buen parámetro
para medir la relación dependencia-independencia
de una nación.

Sabido es que los idiomas de los pueblos con-


quistados caen, si no en el olvido, por lo menos en el
aislamiento, mientras los de los conquistadores se
imponen a los vencidos.

El latín, por ejemplo, no fue en sus inicios un


idioma importante, pero el desarrollo de los roma-
nos y las conquistas que efectuaron lo fortalecieron
Y difundieron por toda Europa, donde al mezclarse
con los idiomas de las distintas provincias dio origen
a las modernas lenguas romances (español, francés,
portugués ... ). Pero con el tiempo, conforme dichas
19
pt\l\" inda~
A/(1~11<·/ ( ',1111¡,os N11111 os

li t\:t'lll1 e~lhrn nd(: ll HU vez i mp< '.rlw ~c!a CC(1


7
nótn k'a v rulluruL. tor1nk~c1cro 11 Kll H pr
op 10HJdHHna8,
nicntra~ r-l lnHn Hpuro al Ncr u~iulo ya t'u1 ica
11

1 \
rncnté
po r int dl 'dt 1n ks ( 16nsc m o1\ jCN ) fu
e ol vi d{ind or-,c y
co n el tic1npo con~idern do lengua
1T1l 1<J r ta .

Conocidn es la histo ria de l portu gué8 y et


cs-
pulloL idiomas que bajo la égid a de las
co nq uí~taf,¡ y
los descubrimiento s terrestres poco a po
co se impu-
sie ro n po r el mu nd o, so bre todo
el am eri cano , en
tanto lo s id io ma s de los pueblos autócto
no s fueron,
rel eg ad os, y co n el tien1po incluso de
spreciado s, pese
a qu e ofici aln1ente se in sis ta en re sa
lta r su valor.

Ac tu alm en te su ce de alg o sim ila r en


la rel a-
ció n exist en te en tre nu es tro pa ís y
pa íse s ex tra nje -
ro s, pa rti cu la rm en te Es ta do
s U ni do s d e
Norteamérica. Es ob via la en or me inf
lue nc ia qu e ejer-
ce el inglés so br e nu es tra len gu a.
El he ch o de qu e
ab un de n frases co mo "T ac os Pe pe 's"
, "b a- ba y" (e n
ve z de "Tacos de Pe pe " o "a di os ito ",
res pe cti va me n-
te), o qu e los no mb re s de ma rc as au
to mo tri ce s se an
ex tra nj er as : "C he vy ", "C ab rio
", "S ub ur ba n" ,
"Thunder-bird"', etc ., ha bl a po r sí so
lo. ¿A lg un a ve z
ten dr em os ve híc ulo s pr od uc id os en
M éx ico qu e se
lla me n "A zte ca ", "T eo tih ua ca n" , "T
ru en o" ? Si es to
se lle ga a dar, es tar em os ha bl an do
de fo rta lez a ec o-
nó mi ca y po r tan to de ind ep en de nc
ia. No an tes . Po r
20
5. 1\!f edios de con1unicación e idio ma

Cuando los directivos de la empresa Televisión Azteca


de Puebla me invitaron a colaborar con una columna
sen1anal en to1no al idio1na, dentro del noticiario "He-
chos para despertar", no lo pensé mucho. No sólo por
el atractivo de la televisión, sino fundamentalmente por
tener la opo1tunidad de con1partir con miles de perso-
nas un interés común: nuestra lengua.

Dicha sección se transmitiría todos los viernes


a las 8: 15 horas, con una duración aproximada de 5 a 8
minutos. Di inicio formal a la misma el viernes 19 de
noviembre de 1999, y en sólo 8 emisiones se convirtió,
a juzgar por un promedio de ciento cincuenta llamadas
del público en cada programa, así como de con1enta-
rios de televidentes, en un segmento que gustó y mos-
tró el interés en algo tan básico como es el idioma, y
por tanto en la necesidad de con1unicarnos n1ejor.

Ahora que están en marcha el siglo 21 y el ter-

-
23
Aftg11 ,,¡ ( tllJ1JJOS Nmnos
1

c,'l' niilenio ík In cni ( 'risti n~H, lodoRdcb~rfatmoH1


incluir cntrl' nucs lms prop bsllos los de cuidar y Po;.11~
,' , In fi) 1111 n dl' ex prcs un10Hy de usar ese prí vil ..,
. . Jf . , J' Cí,Jc,
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\.l\}rn,,
t •;
lll. n11 111 .
'

tocfa riqueza ,wt11rnl_que rosccmcm, nun ca valora.


l

tnos en s11 justa n1cd1da.

y es que da pena y vergüenza escuchar a lo..


cutores emp leando sólo unas cien palabras de las má,
de 150 111¡¡ que tiene el español; a comunicadores dj..
ciendo "salir fuera", o, peor, "fueras"; a políticos insis-
tir en "la ciudadanía" (ver próximo capítulo), en vez de
"la sociedad, la población, la gente"; a periodistas abu-
sando de los gerundios; a maestros ¡de redacción! es-
cribiendo "examen" con tilde, es decir, "exámen", mien-
tras se afanan en enseñar de memoria reglas ortográfi-
cas a sus alumnos; a abogados pronunciando orondos
"cónyugue", en lugar de "cónyuge"; a estudiantes uni-
versitarios reduciendo su vocabulario al que aprenden
en la televisión ... En fin, a casi todo mundo haciendo
caso omiso de las nonnas más elementales en el em-
pleo del idioma, creyendo que no es una cuestión vital.

, No deja de resultar contradictorio que en esta


e~oca en que se multiplican y se modernizan los me-
dios ?e comunicación, ésta, la comunicación, se vaya
detenorando más, al grado de que vivimos confundi·
do_s con tanto men~aje que nos llega y por tanto hemos
caido en una especie de desinformación lamenta ble.
24
El poder de la palahra

Por todo ello, ojalá que incluya mos todos entre


nuestro s buenos propós itos los sigu ientes: acercam os
111ás al idio1na, consult ar más seguido el diccionario,
leer n1ás, crear en los medios de co1nunicación seccio-
nes y colwnn as acerca del idioma, convers ar más con
personas cultas, etcétera.

Enhora buena por los m edios de comuni ca-


ción, ya sea prensa , radio o televisi ón, que se pre-
ocupan del asunto y crean espacio s sobre este tema
que sin duda es de interés público y común.

25
6. Disparates que ganan fuerza (1)

El siglo pasado fue un siglo de cambios. Al


gunos
drásticos. El idioma no escapó a ello.

En efecto, varias palabras, gracias a usua-


rios del español ignorantes pero con poder pa
ra di-
vulgar sus disparates, sobre todo comunicad
ores y
políticos, sufrieron y siguen sufriendo giros
de 180
grados en su significado.

Ciudadanía es una muestra de ello. La lóg


i-
ca gramatical indica muy claramente que se tra
ta de
una cualidad, la "cualidad de ser ciudadano
", esto
es, de haber nacido en un país o haberse nacio
nali-
zado en él; también, de haber cumplido la ma
yoría
de edad. Se dice, por ejemplo: "Fulano ya obtuv
o su
ciudadanía", y está muy bien dicho. Pero el uso
in-
debido quizás acabe dándole carta de naturali
dad al
significado de "conjunto de ciudadanos", verdad
era
27
r
Alig ue/ Ca,npos Ra,nos

tontería , pues con decir "ciudadanos", "poblac; ,


"sociedad", "gente", etc., habría b~stado , y qu;i~·,
iía esta palabra para su empleo estrictamente lega l,.

Lo gra~e es que incluso los legisladores la


inanejan así, y s1 ellos, que se supone son los ''ciuda~
danos" especialistas en la creación Y análisis de las
leyes, no la conigen durante sus intervenciones en el
Congreso, o en sus declaraciones a los medios de
comunicación, qué les espera a los "ciudadanos"
comunes.

Otros casos notables son problemática, te-


mática, dinámica, me cán ica y ópt ica , que
etimológicamente significan "ciencias", por el sufijo
"ica", derivado del griego "ike". Curiosamente, que
se sepa, no h~y "ciencia de los problemas", ni de
"]os temas". Aunque bueno sería. Tan fácil que es
decir simplemente "el conjunto o la suma de proble-
mas", o, más fácil, "los problemas", o "el temario".
Por lo que respecta a las otras palabras, de ciencias
de las fuerzas, el movimiento y la visión, están pa-
sando respectivamente a "comportamiento de algo",
"m ~ani~mo" y "punto de vista"; tan sencillo que
hubiera sido emp lear estas expresiones y deja r aqu é-
JJas en santa paz con su significado de" . . ,,
· ciencias .
Pero Ja Jjsta que el -sigl .
o nos d . , sigu
; eJo e. ¿Qué
El poder de la palabra

tal desapercibido, que e1nplean hasta 1a saciedad


con10 "inadvertido"? "Me pasó desapercibido", di-
cen, seguran1ente sin saber que están empleando un
obvio galicisn10, pues en francés "inapen;u" (se pro-
nuncia más o menos "inapersú") sí quiere decir "in-
advertido". En buen español "desapercibido" quiere
decir "desarmado", "no preparado".

No puede faltar sofisticada, como dicen, so-


bre todo los publicistas, de una mujer muy atractiva:
;'Es muy sofisticada", sin saber que "sofisticada" sig-
nifica "falsa", pues proviene de "sofisma", una ex-
presión que se usa para hacer pasar algo como una
verdad lógica. Vaya calificativo errado para una be-
Ua mujer.

Pero la lista sigue. Parafraseando al cine de


~pisodios, no se pierda el siguiente capítulo.

29
7. Disparates que ganan fuerza (11)

La lista de disparates parece interminable. Dos son


las causas fundamentales de su existencia: la propia
evolución del idioma, pero ante todo la ignorancia
en su manejo, responsable de que vayan adquirien-
do aceptación. He aquí una segunda tanda:

El maratón, en vez de la maratón. "Mara-


tón" se deriva del nombre de la legendaria región
griega donde el ejército ateniense derrotó a los per-
sas allá por el año 490 antes de Cristo. Tras el triun-
fo, el soldado Filípedes emprendió una larga carrera
hasta Atenas para llevar el parte feliz, y lo consiguió
pero, apenas concluyó su informe, cayó muerto. Al
haberse tratado de "una carrera", de género femeni-
no, lo lógico es que se denomine "la maratón" a la
competencia de poco más de 42 kilómetros que re-
cuerda dicha proeza. Es decir, "la carrera maratón",
que al abreviarse suprimiendo "carrera", debe de que-
31
kfiguel Campos Ramos

dar con-ectamente "la maraton .f "


1
Es algo parecido al fenóme~o que está ocu,
rriendo con la internet, pues su origen es e] in 11
"inter'' - que s1gn1 ica ent ro ,,- , y " net g es
. .fi "d . ,,
- ''red''
sustantivo femenino.
,
Álgido por agitado. Esta e~ otra palabra
que la ignorancia, sob~e todo de ~m~nes se dedi-
can a la política -inclu idos los per1od1stas- , ha ido
afianzando en el ánimo de los hablan tes. Son co .
munes reportes noticiosos donde se dice que hubo
en el Congreso del Estad o un "álgid o debate", 0
"en los momentos más álgidos de la discusión" ...
Siendo estrictos, se trata de un error monumental
digno de tal recinto. Y es que "álgid o" significa
"frío". Su origen latino "algid us" así lo prueba.
¿A qué obedece entonces tamaño dislate? Sin duda
a una mala interpretación. En medic ina se le llama
"periodo álgido" al momento en que un enfermo
grave está cursando por un period o de frío extre-
mo, el cual obviamente es altamente critico, tenso
Ydificil para cualquier médico. Vale decir que ahí
ese "momento álgido" es el más acalorado para
cualquier equipo de médicos responsable de un
paciente. Pero trasladar sin más esta forma propia
de la jerga médica al español común es franca-
'
mente un disparate. En el caso de usos como e1
32
a
.El pode r de la palabra

referido para las sesio nes cam arale s. debe n de pre-


ferirse térm inos com o "aca lorad o, tens o, dificir~'t
etc., sin duda más expl ícito s. Si no.. et ''mo men to
más álgid o~~está refrr iénd ose al "má s frío'~~ aque l
en eJ cual los dipu tado s suel en dom ,itar por el
aburrimiento.

JJ

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