En un pequeño pueblo de la Patagonia, vivía una niña llamada María.

María era una

niña curiosa e inteligente, y le encantaba aprender cosas nuevas.

Un día, María estaba jugando en el bosque cuando vio algo extraño. Era una pequeña
criatura, con piel verde y ojos grandes y negros. La criatura estaba sentada en un
tronco de árbol, mirándola con curiosidad.

María se acercó a la criatura con cuidado. La criatura no se movió, solo siguió

mirándola.

**María se arrodilló frente a la criatura y le habló. "¿Quién eres?" preguntó.

La criatura no respondió, pero siguió mirándola con esos grandes ojos negros.

María se sintió un poco intimidada, pero también emocionada. Nunca había visto nada
igual.

María se quedó allí, mirando a la criatura, durante un largo rato. La criatura no

se movió, solo siguió mirándola.

Finalmente, María se levantó y se alejó. La criatura la siguió con la mirada hasta

que se perdió de vista.

María nunca olvidó a la pequeña criatura verde. Se preguntaba quién era y de dónde
venía.

María creció y se convirtió en una mujer. Se casó y tuvo hijos. Pero nunca dejó de
pensar en la pequeña criatura verde.

Un día, María estaba visitando a su abuela cuando le contó la historia de la

criatura verde. La abuela de María escuchó atentamente la historia. Cuando María
terminó de hablar, la abuela le dijo: "Yo creo que esa criatura era un alienígena".

**María se sorprendió. "¿Un alienígena?" preguntó. "¿Pero eso es posible?"

La abuela de María sonrió. "El universo es un lugar muy grande", dijo. "Hay muchas
cosas que no entendemos".

María pensó en lo que le había dicho su abuela. Tal vez la criatura verde era un
alienígena. Tal vez era de otro planeta, de otro sistema solar, de otra galaxia.

María nunca supo la verdad sobre la criatura verde. Pero nunca dejó de creer que
era real.

María murió a los 90 años, rodeada de sus seres queridos. Pero la historia de la
criatura verde nunca se olvidó.

La historia se transmitió de generación en generación, y todavía se cuenta hoy en

día.

¿Quién sabe? Tal vez algún día, alguien encuentre la respuesta a la pregunta de
María: ¿Quién era la pequeña criatura verde?