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LOS MAYAS
ESQUEMA
1. Utopía y realidad (N. Grube: 11-12-35-115-116-118) (Apuntes 2 vº-11)
2. Extensión y áreas geográficas (N. Grube: 21-22-24-26-66) (Apuntes 8)
3. Cronología de la cultura Maya (N. Grube: 14-51-149-159-169) (Apuntes: I
4. Fuentes (N. Grube: 131
a. Jeroglíficos (N. Grube-111-115-116-118-119-121-122-124-125-126-
127-206
b. Códices (N. Grube 116-128-129-342) (Apuntes 3 vº-4-4 vº)
c. Manuscritos de época colonial (N. Grube: 263-264-286-288-315-342-
360-368-369) (Apuntes 3-3 vº-4-4 vº)
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Fue el gran mayista Sylvanus Morley, el que en 1915 acuñó este termino.
5
cultura maya, estos autores defendieron que estas violentas representaciones hacían
referencia a combates mitológicos entre los dioses.
Como tampoco se explicaba bien como había nacido una cultura tan sofisticada
en un medio selvático tan aparentemente adverso y habida cuenta de que, durante
muchos años no se encontraron (por las dificultades claramente comprensibles que tiene
la arqueología en un medio como el de la selva tropical) los antecedentes culturales de
los mayas, se pensó que las grandes ciudades de la selva habían nacido de una manera
rápida por gentes venidas de otros lugares. Es lo que durante mucho tiempo se conoció
como la “teoría tibetana”2. Según ella, lo mismo que en el Tibet, las ciudades se
formaron alrededor de los monasterios, en la selva, se habrían fundado las ciudades
alrededor de las enseñanzas de unos sabios sacerdotes, emigrados de no se sabe que
otros lugares y que habrían llegado allí en busca de soledad para sus meditaciones.
Hoy han cambiado radicalmente las cosas. El progresivo desciframiento de los
jeroglíficos mayas (tarea aun no concluida y que aun se encuentra a mitad de camino
de alcanzar el éxito total) constituye una de las grandes aventuras intelectuales de
nuestra época.
Así pues a comienzos del siglo XXI un nuevo interés de se viene a sumar a los
anteriores del romanticismo y la belleza estéticas de los monumentos Mayas: el
dinamismo de una investigación que está haciendo constantemente nuevos
descubrimientos en el desciframientos de los jeroglíficos y, en no pocas ocasiones, de
nuevos centros arqueológicos completos en medio de la selva. Al deslumbramiento
romántico se une ahora la recompensa que para los científicos tiene una cultura cuyas
investigaciones pueden deparar sorpresas y descubrimientos constantes.
Pero el desarrollo científico está, y eso quizá lo lamenten algunos, quitando
poesía a la historia Maya. Hoy sabemos que los mayas no eran pacíficas teocracias,
como pretendían Morley y Thompson, sino un conjunto de ciudades estados, rivales y
muy agresivas3.
También hoy se han encontrados los rasgos de la evolución cultural del área
selvática en la que los mayas alcanzaron su esplendor. Las “tierras bajas” mayas tiene
2
Disselhoff, H.D.: Las grandes civilizaciones de la América Antigua. Barcelona 1967 (primer a edición
en Munich en 1953), pág. 117.
3
Schele, Linda y mary Ellen Miller: The blood of kings. Dynasty and Ritual in Maya art. Fort Worth,
1986, pág. 3 “The Maya these were no peaceful theocracies, as claimed by Morley and Thompson, but
rival and very aggressive city-states”
7
4
Cada rey construía unos magníficos templos en torno a la ciudad capital de Angkor. A la muerte de
cada rey, estros se identificaban con los dioses bramánicos y pasaban a vivir en el monte Meru,
morada de los dioses hindúes. Los templos construidos denominados templos-montañas, ya que en el
interior representaban simbólicamente la montaña de los dioses. También se colocaba en el centro el
“lingam” real, [supongo que una estela que lo simbolizaba] que ejercía como eje del universo. Los
templos eran verdaderos cosmogramas y estaban rodeados por grandes estanques y canales que tenían
multiples funciones: ritual, de defensa, de irrigación, de depositos de agua potable etc.
5
Voz derivada del nahuatl Quauhtimala-tlan que es una traducción de la palabra maya Kiché que
significa “muchos árboles”.
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7
En el libro dirigido por Nikolai Grube, por ejemplo, éste mismo autor da para el Preclásico Medio las
fechas 900-300 a.C y para el Preclásico Tardío del 300 a.C al 250 d.C (pág. 14). Pues bien, uno de los
coautores del libro, Richard Hansen, da para esos mismo periodos las fechas del 1000 al 350 a.C y del
350 a.C. al 150 d.C. (pág. 51) ¡¡Y es el mismo libro!!.
8
El Preclásico Temprano se define por la aparición de la primeras aldeas agrícolas. Hasta el momento se
han descubierto las de Cuello (Belice) (1200 a.C.) y en Nakbé (Norte de Guatemala) (1000 a.C).
9
A partir del 400 a.C., en la frontera entre el Preclásico Medio y el Tardío, se han localizado en Nakbé
(600-400 a.C.) y en Cuello (200-300 a.C) las primeras estructuras piramidales y las primeras estelas de
las Tierras Bajas, es decir, aparecen los primeros centros ceremoniales con arquitectura monumental.
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Las fuentes para el conocimientos de los Mayas son de diverso tipo. Las más
importantes por su número y por que, cuando se descifren totalmente van a darnos una
copiosísima información son las inscripciones jeroglíficas sobre piedra, cerámica o
sobre códices. Seguidamente tenemos las tradiciones indígenas que redactadas después
de la conquista, en idioma maya, pero con grafía o caracteres latinos, recogen creencias
y hechos de los periodos anteriores a la conquista. Los libros realizados por religiosos
españoles durante la época inmediatamente anterior a la conquista y, aun los estudios
antropológicos actuales que tratan de buscar ciertos elementos prehispánicos que se
mantiene en la cultura actual.
sílabas se representan con varios signos diferentes. Los signos silábicos eran (junto con
las fechas) los que se conocían desde más antiguo, debido a los trabajos del padre Landa
en el siglo XVI.
Si ya hemos visto que un mismo fonema (sonido) se puede representar con
distintos signos. También hay ideogramas (conceptos) que se representan con
distintos jeroglíficos. Así la palabra rey, se representa mediante una cabeza humana
con una diadema o mediante una cabeza de buitre.
Lo contrario también es posible y se dan muchos casos de jeroglíficos que
significan varias cosas al mismo tiempo, muy diferentes para nosotros, pero que para
los mayas estaban relacionadas. Hay casos que parecen lógicos: una cabeza de mujer
significa tanto mujer, como madre. Más raro es que “Chan” signifique tanto cielo como
serpiente y que “Yax”, signifique tanto verde, como primero. Y es que los mayas
representaban el cielo mediante una serpiente bicéfala, y consideraban que el color del
centro fundacional o primitivo del universo era el verde.
Algunas palabras se representan tanto con fonemas, como con ideogramas.
Es el caso de la palabra Ahaw, es decir rey, que a demás de con sus jeroglíficos, que
antes hemos explicado, se escribe con los fonemas a-ha-wa. Y también admite formas
mixtas, mezclando, por ejemplo una cabeza de buitre y los fonemas a-ha-wa.
que el segundo signo (el común a ambos) debía corresponder al sonido “tz” o “tzu”. La
hipótesis se vio confirmada ya que en maya actual perro se dice “tzul”. Esto sirvió,
además, para leer el segundo jeroglífico (el otro diferente) de la palabra perro, que sería
“ul”.
La mayor parte de los jeroglíficos mayas que se nos han conservado están
esculpidos en piedra tanto en las estelas, como en los grandes paneles que decoraban los
palacios o los templos. Algunos de esos paneles contienen tantos jeroglíficos que llegan
a servir de denominación para los edificios. Ese es el famoso “Templo de las
Inscripciones” de la ciudad de Palenque. Con todo, el jeroglífico maya de mayor
extensión se encuentra en la famosa “Escalera Jeroglífica” de la ciudad maya de Copán
en Honduras.
La Escalera jeroglífica pertenece al templo 26 de Copán. Sus 55 escalones y
2.200 bloques jeroglíficos constituyen una impresionante historia dinástica de la ciudad
de Copán, incorporando, a los largo de los peldaños, seis esculturas de soberanos de la
ciudad. Su constructor fue el soberano 15 de Copán16, que se hizo representar en una
estela erigida a los pies de la escalera y que lleva la fecha del 756 d.C., que es cuando se
supone que concluyeron las obras del templo.
b) códices mayas
Los mayas también escribían en códices realizados en papel de amate (un tipo de
higuera). El papel se recubría con cal y se pintaba con unos pinceles muy finos,
doblándose posteriormente en forma de acordeón. Las tapas solían ser de piel de jaguar
y el conjunto se guardaba en una caja de madera. Los tinteros eran conchas cortadas por
la mitad, para aprovechar los distintos sectores del interior de la concha para poner tinta
de diversos colores.
Solo se han conservado cuatro códices mayas. Tres de ellos fueron enviados a
comienzos de la conquista como regalos exóticos a la corte de los Austrias y hoy se
conservan en Madrid, Dresde y Paris. El cuarto lo encontraron en 1965 unos
saqueadores de ruinas mayas en una cueva de México y se denomina “códice Grolier”,
porque fue expuesto por primera vez en 1971 en la galería de arte Grolier de Nueva
York.
16
A contar desde el mítico fundador Yax Kuk Mo (Verde/primero Quetzal Papagayo) de origen
teotihuacano. Todos los reyes están vestidos al estilo teotihuacano y en el santuario de la cúspide hay un
texto con jeroglíficos de Teotihuacan t”traducido” al maya (Grube págs. 111 y 206).
15
El códice de Madrid es el más extenso con sus 112 páginas y trata de rituales
para conseguir buena caza; temas de agricultura y sobre el dios de la lluvia y su
influencia en el año agrícola. El de Dresde tiene 74 páginas y tiene un contenido
exclusivamente religioso y ritual con abundantes referencias a cálculos astronómicos y
calendáricos, incluyendo predicciones de eclipses solares y lunares y referencias a los
ciclos del planeta Venus. El de París tiene 22 páginas y se dedica a las predicciones para
la culminación de los periodos de 20 años o katunes. El Grolier tiene tan solo 11
páginas y contiene un calendario de Venus.
La conservación de los códices mayas, o mejor dicho, la perdida de ejemplares
de estos libros, es uno de los asuntos a los que siempre se hace referencia cuando se
quiere hablar de la brutalidad y oscurantismo de la colonización española. El 12 de julio
de 1561 se dio la paradójica circunstancia que fray Diego de Landa, el pionero de las
investigaciones sobre los mayas, quemó en la gran plaza del convento franciscano de
Mani 27 códices mayas17.
Landa, nombrado en 1561, provincial de la orden en Yucatán, había sido uno de
los franciscanos que más se había señalado en la defensa de los indígenas frente a los
abusos de los conquistadores y encomenderos, llevándole esta actitud a duros
enfrentamientos con Diego Quijada, el alcalde mayor de la ciudad de Mérida (Yucatán).
Sin embargo, se sintió frustrado en sus esfuerzos, cuando un hermano lego descubrió
que los indios a los que se creía firmemente convertidos, seguían realizando rituales a
sus antiguos dioses en algunas cuevas en las que aparecieron ídolos empapados en
sangre de venado. Landa montó en cólera y se lanzó a una caza de idolatrías, que
terminó en un auto de fe en el que hizo pasear a algunos indígenas trasquilados y con
corozas y sambenitos, terminando el acto con la quema de los libros. Fue tanta la
humillación de los indígenas inculpados, que algunos se suicidaron. Los enemigos de
Landa aprovecharon para acusarlo ante el rey, que lo hizo llamar a Madrid y lo sometió
a una investigación. En 1563 y mientras estuvo esperando la sentencia, el fraile redactó
su magna obra Relación de las cosas de Yucatán, quizá como parte de su defensa y
mostrar el cariño y el conocimiento que tenía de la cultura indígena. Finalmente, fue
absuelto y nombrado primer obispo de Yucatán. Su libro permaneció inédito en los
anaqueles del Consejo de Indias, pasando luego a la Academia de Historia. Fue editado
por primera vez, aunque parcialmente, en Paris en 1864.
17
El dato sobre el número de códices quemado lo da Miguel Rivera en el estudio introductorio a la
edición de la Relación de las cosas de Yucatán de Diego de Landa (ver pág. 23)
16
18
Grube, Nikolai, pág. 128.
19
También se escribe Popol Wuj
20
El texto original escrito en lengua Kiché en el siglo XVI no se ha encontrado.
17
sobre la muerte. Todo ello se extrae del relato mítico de las andanzas del personaje
conocido como Hunahpu21 (cerbatana) y sus hijos, los Heroes Gemelos. Las aventuras
de todos estos seres divinos dieron origen a la creación de la luna, el sol, el maíz, y con
la pasta del maíz, se creó al hombre.
Se ha podido comprobar que los mitos del Popol Wuh ya estaban vigentes en el
periodo clásico debido a que las aventuras de los héroes gemelos descritas en sus
páginas, son un tema recurrente en la decoración iconográfica de las cerámicas y
de los templos de aquel periodo. Así pues, hoy no cabe duda de que la mitología del
Popol Wuh reproduce las creencias del periodo clásico, que, de esta manera, han
podido llegar hasta nosotros.
Los libros del Chilam Balam, que se traduce por “el emisario del jaguar” o por
“el sacerdote del jaguar”, toman ese nombre de un personaje que, al parecer, poco antes
de la llegada de los españoles predijo el advenimiento de una nueva religión. Se habla
de ellos en plural porque hay muchas versiones (una decena) según la localidad en que
fueron compilados y guardados. El más famosos de todos es el Chilam Balam de la
localidad de Chumayel; tiene 107 páginas y fue recopilado en su forma actual a fines
del siglo XVIII por Juan José Hoil22.
Están formados por una colección de textos compilados en los siglos XVII y
XVIII por escritores locales, redactados en el dialecto maya de la península de Yucatán.
Su contenido es una miscelánea de tradiciones anteriores y posteriores a la
conquista. Incluyen textos históricos anteriores a la llegada de los españoles y de la
propia conquista, más sucesos locales que afectaban a la comunidad en la que se
escribió el libro; también hay textos sobre medicina; literatura, astronomía y
calendarios, más un número muy abundante de predicciones y adivinaciones referidas
a los periodos de 20 años o katunes.
5. El periodo Preclásico
Durante muchos años no hubo pruebas de que las Tierras Bajas estuviesen
pobladas durante el Preclásico. Se suponía que las raíces de la cultura Maya se
encontraban completamente alejadas de las selvas tropicales. Sin embargo, las
excavaciones realizadas a partir de los años 60 y 70 del siglo XX por Norman
Hammond en Cuello (Belice) y por un equipo de arqueólogos de la Universidad de
Pensilvania en Tikal (Guatemala), han demostrado la antigüedad de los asentamientos
21
También se escribe Junajpú
22
Grube pág. 342.
18
permanentes que se remontan al segundo milenio antes de Cristo. Con todo el Periodo
preclásico aun hoy sigue teniendo más interrogantes que respuestas, a pesar de que en el
se gestó la grandeza de la civilización Maya.
23
Fiedel, pág. 318.
24
Esto quizá sea el origen de la creencia maya de que el origen del Universo estuvo en la colocación por
los dioses de tres piedras de un hogar colocadas en el centro del mundo.
19
pirámides (una de ellas de 18m. De altura25) y estelas con dos personajes (¿soberanos o
deidades?) mirándose uno al otro.26
c) El Preclásico Tardío (300 a.C. al 300 d.C.). Los grandes centros ceremoniales de
Nakbé y El Mirador.
Unas de las novedades más recientes en el estudio de la cultura Maya es la
constatación que el Preclásico Tardío constituye una de las cimas culturales de los
Mayas que, en bastantes aspectos, poco tiene que envidiar a la del Periodo Clásico.
Esta idea se ha consolidado tras la excavación de los grandes centros
ceremoniales de Nakbé y El Mirador (150 a.C.-150 d.C.) 27. Situados en lo que ha
venido en denominarse “Cuenca del Mirador”. Esta cuenca no es fluvial, sino lacustre,
formada por un buen número de pantanos y lagos situados en lo más intrincado de la
selva del Petén, en el norte de Guatemala, muy cerca de la frontera con México (Estado
de Campeche). Pero también por la constatación de que, debajo de los edificios de
algunas de las mas importantes ciudades del Periodo Clásico en ciudades como
Tikal y Uaxactum (situadas al sur de la cuenca del Mirador, en el centro de la selva del
Peten) también había construcciones que podían datarse en el Preclásico Tardío.
Igualmente, se han descubierto otro gran asentamiento preclásico en Cerros (100 a.C.
al 50 d.C.) en la costa norte de Belice, en el cual, además de plataformas y pirámides, se
han encontrado canales y una presa de 1.200 metros de larga28.
Las excavaciones en la cuenca de El Mirador están todavía en marcha y su
culminación tardará todavía muchos años. Los trabajos están sometidos a grandes
dificultades por la densidad que tiene en esta zona el bosque tropical. Por todo ello,
habrá que esperar los resultados definitivos que permitan perfilar y determinar
claramente los caracteres del Posclásico Tardío Maya.
Con todo lo descubierto algunos autores definen ya el Preclásico tardío Maya
como “La era de la Monumentalidad”29 . Y es que en El Mirador se ha encontrado
25
Grube, pág. 55. Fiedel habla de una pirámide de 45 m. En Nackbé (pág. 318), pero según lo que pude
ver en Grube, esta altura se alcanzó en las construcciones del Preclásico Tardío (Grube, pág. 52)
26
Fiedel, pág. 318.
27
Las fechas concretas de Nakbé no las he encontrado, simplemente se dice quea partir del 400 a.C. se
inició la construcción de un centro ceremonial en piedra y que las dos grandes acrópolis son del
Preclásico Tardío.
28
Fiedel, 320.
29
Richar D. Haansen (en N. Grube, pág. 59)
21
30
Coe, pág. 114.
22
compuestos por una construcción alargada que tiene delante dos más pequeñas situadas
en los ángulos de los solsticios solares.
Es evidente que este tipo de arquitectura descomunal tiene que sustentarse
sobre una sociedad con fortísimas diferencias jerárquicas. Esta arquitectura
monumental es, sin duda la expresión del poder alcanzado por la élite 31. Sin embargo
y aunque sobre la sociedad del posclásico sabemos muy poco, los arqueólogos
sospechan que todavía no se había consolidado el tipo de poder personalizado o
monárquico típico del periodo clásico. El hecho de que los edificios se adornen con
mascarones de dioses y no de soberanos, es un indicativo de que el poder debía estar
compartido entre un grupo de clanes dominantes.
Realmente, en el preclásico solo faltan con claridad, dos elementos que
serán característicos del Periodo Clásico. El primero es al que acabamos de referirnos
de la inexistencia de representaciones individualizadas del poder en forma de estelas
con gobernantes. El segundo, es la aparición de un sistema de escritura jeroglífica
bien desarrollada que suelen reflejan cómputos calendáricos de la llamada
“cuenta larga” maya, que medía los días transcurridos desde una remota fecha de más
de 3000 años antes de Cristo. Hay, en efecto, alguna muestra de estelas con jeroglíficos
(pero sin referencias a la “cuenta larga”), como la Estela 2 de El Mirador 32, pero se trata
de ejemplos muy escasos y jeroglíficos muy rudimentarios. Curiosamente, durante el
Preclásico Medio y Tardío, en las Tierras Altas y en la costa del Pacífico, han
aparecido tanto estelas representando a jerarcas, como estelas con las cifras más
antiguas del computo calendárico de la “cuenta larga”. Hay que reconocer que en
cuestión de calendarios y escritura, las Tierras Altas Mayas estaban más avanzadas y
esto, según se sabe hoy, se debía a que estas regiones habían recibido una mayor y más
temprana influencia de la gran cultura Olmeca.
c) Las bases del desarrollo Maya: la influencia olmeca y los sistemas de agricultura
intensiva.
La pregunta es inevitable: ¿Cuáles son los fundamentos económicos y culturales
en los que se apoyó esta expansión del Preclásico, que luego tendría su continuidad y
alcanzaría su máximo desarrollo, al menos a nivel de creatividad intelectual y estética
31
En Tikal se han descubierto en esta época las primeras sepulturas elitistas. (Grube, pág. 62)
32
Grube, pág. 63)
23
Un elemento es sin embargo muy curiosos, esta influencia Olmeca no les llegó
por la vía directa de los contactos entre las selvas de Tabasco y la del Petén, sino a
través de las tierras Altas y la Costa del Pacífico de Guatemala, que eran unas
regiones que a los Olmecas les resultaban mucho más interesantes económicamente. En
estas regiones, como hemos dicho antes, se han encontrado antes que en las Tierras
Bajas, representaciones de gobernantes individuales y jeroglíficos y cómputos
calendáricos de la “cuenta larga”, que son un rastro evidente de la influencia olmeca.
Las culturas Olmeca y Maya son vecinas cercanas. Entre los primeros
asentamientos Mayas del valle del Usumacinta y La Venta hay unos 100 kilómetros y
entre Tikal y La venta hay en línea recta unos 230 kilómetros. Sin embargo los Olmecas
no se acercaron al área Maya por el camino más cercano, sino por la ruta del
mayor interés económico. En este sentido los ricos cultivos de cacao de la costa del
Pacífico y los minerales de las Tierras altas, parece que centraron su atención.
En la costa del Pacífico Guatemalteco se han encontrado remedos de las
grandes cabezas de piedra olmecas fechadas entre los años 600 y 100 a.C y por toda
esa zona y por las Tierras Altas de Guatemala se extendió llamada de Izapa (400 a.C. al
33
Grube pág. 56. La estela está fechada entre el 500 y el 200 a. C.
24
100 d.C.)34 con clarísima influencia Olmeca. Dicha cultura crea un peculiar un estilo de
grabados sobre estelas que es “claramente transicional entre el Olmeca y el Maya”35
Además en este estilo aparecen las primeras estelas con representación individualizada
del poder, mediante el grabado de dignatarios ricamente ataviados con tocados de clara
influencia Olmeca y que luego desarrollaran los mayas. En Kamilmaljuyú (400 a.C-
200 d.C.), en las Tierras Altas, cerca de la actual capital de Guatemala, se ha encontrado
una de los sistemas escriturarios más desarrollado y más antiguo de América y, además,
algunas estelas, como la famosa estela 11, con un jerarca ataviado con tocados que
recuerdan claramente a los olmecas36.
Es precisamente en esta región de las Tierras Altas influida por la cultura
Olmeca donde se encontrarán, varios siglos antes que en las Tierras Bajas, el que es el
elemento cultural más destacado de la civilización Maya: las estelas con escritura
jeroglífica y la llamada “cuenta larga” para medir el tiempo. Así es en Chiapa de
Corzo (en las Tierras Altas de Chiapas, México) donde se ha encontrado la fecha
calendárica más antigua y que se ha datado en el 36 a.C., cuando la fecha más antigua
de la “cuenta larga” en el clásico es la estela 29 de Tikal, fechada en el 292 d.C., es
decir, más de tres siglos después.37
En resumidas cuentas, hoy parece que la influencia Olmeca, que tan decisiva ha
sido para la cultura Maya entró seguramente a la selva desde el altiplano 38. ¿Entraría
también por esa vía la técnica para convertir los pantanales en vergeles?
**
Es curioso que las ricas tierras productoras de cacao de la costa del Pacífico y los
fértiles valles de los altiplanos de las Tierras Altas no fuesen capaces de competir con la
agricultura de unas tierras pantanosas y llenas de todo tipo de alimañas. Cuando los
34
Izapa es una localidad mexicana situada muy cerca de la frontera de Guatemala en la vertiente
montañosa que da al Pacífico.
35
Fiedel, pág. 319.
36
Comparar la Estela 11 de Kaminaljuyú con la estela 19 de La Venta.. Atención en el libro de Coe dice
estela II de Kaminaljuyú ( pág 114) y en el de Grube, habla de Estela 11 (págs. 92-93)...yo diré 11.
37
Fiedel pág. 319. En Fields, Virginia y Dorie Reents-Budet. Los mayas señores de la creación. Orígenes
de la realeza sagrada. P. 39 se habla de que las fechas de cuenta larga más temprana están en la región de
la costa pacífica de Guatemala y cita la estela 5 de Takalik Abaj que tiene una fecha que se considera o se
afirma con certeza] ser del 126 aC.
38
Aunque la teoría Tibetana de la llegada a la selva de sabios sacerdotes procedentes de otras regiones no
se considera aceptable, hay que reconocer que si se acepta la influencia cultural Olmeca que, en cualquier
caso, llegó a las Tierras Bajas desde el exterior, posiblemente desde el altiplano guatemalteco.
25
39
Recordemos que en todos los climas tropicales, existen solo dos estaciones, una seca y otra húmeda o
monzónica.
26
40
Los pasos dados en la historia hacia la agricultura intensiva suelen recorrer los siguientes estadios: 1)
tala y quema 2) abonado 3) control del agua
41
Seguro que lo desarrollaron para emplearlo en la guerra del Viet Nan
27
arquitectónico de una sociedad por simple aumento de alimentos y bienes, sino que
además favorece la jeraquización y el reforzamiento de la autoridad en la
organización del grupo social.
La milpa es un procedimiento que requiere mucho espacio y supone un trabajo
pesado, pero también tiene ventajas: la duración de las labores se ve limitada a los
periodos previos a la estación de lluvia y luego a la recogida de la cosecha y, sobre todo,
se basa en una tecnología sencilla y antigua, que está al alcance de cualquier grupo
familiar.
Por el contrario la agricultura intensiva requiere mucho menos espacio, pero
reclama una dedicación laboral continuada y no simplemente estacional, pues para
conseguir varias cosechas al año, es preciso que los campos estén siempre húmedos, sin
dejar esto, como en la milpa, al albur de los caprichos de la naturaleza. Además la
agricultura intensiva, con la fabricación de canales, campos elevados, jardines urbanos y
terrazas, requiere una gran cantidad de mano de obra y una organización eficiente que
regule la construcción de toda la red de obras necesarias, Es decir necesita una autoridad
reguladora. Así que excedentes abundantes, más necesidad de autoridad = una sociedad
donde cada vez hay más diferencias de riquezas entre los que mandan y entre los que
obedecen.
Pero todo no van a ser ventajas. La agricultura intensiva es un sistema más
productivo, pero también más frágil y sensible a cualquier alteración tanto
ecológica como político-social. Necesita más agua, más gente, más orden. Si falla
alguno de esos factores, el sistema se hunde. De esta manera, unos pequeños cambios
ecológicos, en forma de disminución de la cantidad de lluvia caída, a los que la milpa se
adapta bien, pueden tener efectos devastadores para la agricultura intensiva. Al mismo
tiempo, tensiones políticas que afecte a la capacidad de toma de decisiones de los
gobernantes o crisis demográficas, pueden resultar fatales para el sistema agrícola
intensivo.
Por ello tras las llamadas “crisis” del Posclásico y del Clásico, las explotaciones
de agricultura intensiva quedaron cubiertas por la selva y tuvieron que ser descubiertas
por rádares especiales desde la estratosfera, mientras que los campesinos individuales de
las tierras Altas y Bajas, pudieron sin ningún esfuerzo seguir cultivando sus milpas con
la única ayuda de sus parientes...y aun lo siguen haciendo. Hoy en día muchos
campesinos mayas siguen utilizando el viejo sistema de tala y quema, mientras que ya
no se usan los terrenos elevados de los pantanos, pues para su explotación era preciso
28
***
6) El periodo Clásico (300 al 900 d.C.)
Hoy en día se explica el periodo de mayor brillantez de la cultura Maya no como
un proceso de casi generación espontánea, sino como una prolongación e
intesificación del periodo anterior.
Pero ¿qué paso con el periodo anterior? Pues sin saber porqué el corazón del
preclásico Maya, la cuenca de El Mirador, que había producido unos formidables
centros ceremoniales fue abandonada por la práctica totalidad de la población y los
formidables monumentos de Nakbé y El Mirador fueron tragados por la selva y no
presentaron signos de ocupación a partir del 250 d.C. y así siguieron hasta por lo menos
el 550 d.C., para a partir de esa fecha ocupartse la zona con poblados pequeños
diseminados entre las ruinas de los centros del Preclásico.
Sin embargo algunos centros, situados al sur del Mirador en el corazón del
Peten, como Tikal o Uaxactum, que durante el Preclásico habían constituido lugares de
segunda importancia resistieron el tipo de crisis, fuera esta la que fuese (político-militar,
social o ecológica) y se convertirían, sobre todo Tikal, en la ciudad Maya más
importante del Clásico y posiblemente la de mayor extensión y población de toda la
civilización Maya.
A la hora de indicar las características que distinguen a este periodo podemos
hablar en primer lugar de una diferencia cuantitativa, pues si en el Preclásico los
grandes centros ceremoniales se circunscribían (al menos esto pensamos hasta ahora) a
regiones limitadas del centro y el norte de la selva del Petén y algunos lugares de la
costa de Belice, el Periodo Clásico ve extenderse la aparición de grandes centros
ceremoniales a los largo del conjunto de las tierras bajas meridionales, incluyendo la
totalidad de los valles del Usumacinta y del Montagua, y aun más allá de los límites de
la selva tropical con centros como Uxmal, situados en las colinas del Puuc, zona de
transición con las secas tierras bajas septentrionales.
Pero las diferencias cualitativas también son muy importantes y en ese sentido el
periodo Clásico se caracteriza por:
29
42
Así por ejemplo la estela más antigua de Tikal , la 29, con la fecha 292 d.C y la última, la estela 11, con
fecha 869, marca, para algunos los límites temporales del Clásico.
30
43
Quizá una traducción algo más libre podría ser: Hijo del Rayo Celestial. Sobre el significado de
nombres antiguos recordar: Tut Ank Amón (la imagen viva de Amón); Aderraman (el siervo del
Misericordioso) Adelkrim (el siervo del generoso) Almansur billah (El vencedor por Dios), además de
Isidoro; Serapio; Teodoro o Mariano.
32
44
He propuesto la fecha del 450 d.C. como fin del proceso de invasión militar teotihuacana, pero no de su
influencia. A partir de mediados del siglo V, los monarcas impuestos por los teotihuacanos tratan de
asimilar las costumbres mayas y por lo tanto institucionalizar la influencia teotihuacana.
45
Algunos interpretan que uno de estos guerreros representa a su padre Primer Cocodrilo.
33
como guerreros teotihuacanos46. En la cima del santuario existe además un breve texto
escrito en jeroglíficos teotihuacanos y traducidos al maya.
Pero la prueba más evidente y descriptiva de la influencia teotihuacana en la
implantación de nuevas dinastías se encuentra en el llamado altar Q. El altar constituye
una de las proclamaciones de poder dinástico más importantes de la cultura maya. En él
están representados 16 soberanos. El último es el que mandó erigirlo en el año 776 d.C.
y aparece sentado recibiendo el poder del fundador de la dinastía, denominando Yax
Kuk Mo (Primer/Verde Quetal Papagayo), que reinó del 426 al 437 d.C., es decir en
las fechas en la que la presión teotihuacana es más evidente.
Hoy no cabe duda que Yax Kuk Mo, el fundador (el primero=yax) es un
personaje teotihuacano. En principio siempre se le representa con las anteojeras del dios
mexicano de la lluvia Tlaloc, pero además unas recientes excavaciones han aportado
datos irrefutables a este respecto. El templo XVI de Copán es, como otros muchos
edificios de este tipo en el área maya, una auténtica “muñeca rusa” y esconde siete
templos uno dentro de otro. Los arqueólogos han podio llegar hasta el más antiguos.
Este posee una estructura de talud y tablero y sus pinturas son típicamente
teotihuacanas. Alberga una tumba que se considera la de Yax Kuk Mo. El esqueleto da
detalles de que el individuo sufría una fractura en el brazo tal y Yax Kuk Mo es
representado en el altar Q con una placa en el mismo brazo. Además del análisis
químico de sus restos parece desprenderse que el personaje no se crió en el valle de
Copán47 y era, en efecto un “extranjero”.
Una interesante pieza de cerámica encontrada en la acrópolis de Copán y
fechada a mediados del siglo V d.C. resulta otra prueba más de la influencia
teotihuacana, y quizá sea otro retrato simbólico del fundador Yax Kuk Mo. Se trata de
una pieza trípode con tapadera típica de Teotinhuacán, que tiene pintado un templo de
estilo teotihuacano, de cuyo “santa santorun” sale un personaje que anteojeras y pico de
ave, que ha sido considerada otra representación del fundador de una disnastía
teotihuacana de la que en el siglo VIII, los reyes de Copan se seguían considerando
sucesores.
Esto último significa que además de haber sido una potencia conquistadora,
Teotihuacán fue para los mayas “Tollan”, “el lugar de las cañas”, una ciudad entre real
46
La escalera fue erigida a mediados del siglo VIII (755 d.C.) por el soberano XV de Copán, que se hizo
esculpir en una estela colocada a los pies de la escalera recién terminada (756 d.C.)
47
No se como se puede saber esto.
34
y mítica; un enclave místico y un ideal político y religioso, que constituyó una fuente
lejana de prestigio y autoridad. Ahora bien, Teotihuacán no realizó una conquista al
estilo de la Roma clásica, sino que se contentó con imponer sus objetivo principal de
salvaguardar las rutas comerciales y asegurarse los recursos esenciales como la
obsidiana, y para ello se contentaba con imponer gobernantes que terminaban
asimilando y utilizando las instituciones y tradiciones locales.
No obstante, Miguel Rivera Dorado comenta que no deja de resultar curioso que
la legitimidad dinástica de los reyes mayas se haga llegar hasta los teotihuacanos,
cuando en Teotihuacan no hay representaciones individualizadas del poder. Tal vez
nuevos descubrimientos en Teotihuacan cambien esa concepción . Concretamente se
refiere a las excavaciones recientes ( Hathaway y Cowgill, 1988) en la Ciudadela y la
Pirámide de Quetzalcoatl de Teotihuacan , donde acaba de encontrarse una tumba, al
parecer real, que tal vez comiencen a cambiar nuestra idea sobre la forma de gobierno
Teotihuacano48.
49
A mediados del siglo siguiente (750 d.C.) la población de Teotihuacán era sólo una mínima parte de lo
que fue en otros tiempos (Grube, pág. 103)
50
El número se ha venido incrementando en los últimos descubrimientos, de tal manera que Michael Coe,
solo hace referencia a unas 22 ciudades durante el periodo Clásico ( pág. 127). El dato de Grube en pág.
149.
36
VII, Calakmul dominaba una amplia zona de las tierras mayas, pero su circulo de
influencia no se extendería mmás allá de un radio de unos 200 kilómetros a su
alrededor53. Con todo Tikal no fue destruida completamente, sino envuelta en una red de
vínculos familiares con los vencedores, lo que propicio que algunos miembros de la
familia real de Tikal mantuvieran la resistencia y la rebeldía desde la ciudad de Dos
Pilas (a unos 100 kms. Al sur de Tikal)
Esta resistencia tuvo sus frutos y la subida al trono de Hasaw Chan Kawil
(Portaestandarte del Rayo Celestial54) en el año 682 supondrá la esperada revancha.
Calakmul será derrotada el año 69555 y Tikal inicial su periodo de gran esplendor que
durará desde finales del siglo VII y a todo lo largo de todo el siglo VIII, para entrar en
decadencia a mediados del siglo IX, coincidiendo con la decadencia general de las
Tierras Bajas.
Hasaw Chan Kawil se consideraba el soberano nº 26 de una larga dinastía de
reyes. Según lo que se ha podido saber por los estudios epigráficos de las estelas de
Tikal, el fundador de la dinastía llamado Yax Xok (Primer Tiburón)56, vivió en la
segunda mitad del siglo I d.C. Desde entonces una larga lista de soberanos había reinado
en Tikal. Uno de los más destacados fue el soberano 14, Gran Garra de Jaguar (360-
378 d.C.). Fue un gran constructor que intervino en la ampliación del primer gran
complejo constructivo de Tikal, el llamado “Mundo Perdido” e inició el gran palacio
real de Tikal, normalmente denominado como “Acrópolis Central”. Su éxito estuvo
quizá apoyado en las relaciones comerciales que mantuvo con Teotihuacán57, pero a la
larga esto debió causar su fin, ya que los Teotihuacanos pasaron de querer comerciar a
querer dominar la ciudad e impusieron un nuevo soberano, tal y como ya hemos
53
Esa era la distancia (200 kms.) que la separaba de Palenque, ciudad aliada de Tikal que fue conquistada
en dos ocasiones. De Calakmul a Caracol (Belice), que era una de sus principales aliadas había unos 160
Kms. En dirección SE.
54
Véase: Harrison, Peter D.: The Lords of Tikal. Rullers of an Ancient Maya City. London, 1999. La
trascripción al inglés de Hasaw Chan kawil es Heavenly Standard Bearer o Portaestandarte Celestial (pág.
126).
55
El rey es representado en el dintel del templo I, que le sirve de tumba, sentado en el trono que había
arrebatado al rey de Calakmul (Grube, pág. 169)
56
Peter Harrison se atreve a defender que la palabra inglesa para tibur´n “shark” dereiva “probableemtne”
del término maya Xok...yo no lo creo (pág. 66)
57
No olvidemos que la pirámide central del complejo del “Mundo Perdido” está construido con el sistema
de talud y tablero.
38
contado que se describe en la estela 31 de Tikal, mandada erigir por Cielo Tormentoso,
el soberano 16 de Tikal.
Hasaw Chan Kawil (682-734) y su hijo y sucesor Yikin Chan Kawil (Cielo
Nocturno58) (734-746)59, es decir los soberanos 26 y 27, fueron los más grandes
constructores de la ciudad de Tikal y son los que hasta hace poco se denominaban
“soberanos A y B”, ya que no se podían leer sus nombres. Especialmente el segundo de
ellos, que mando enterrar a su padre bajo el Templo I en donde se muestra a Hasaw en
un impresionante dintel de madera tallada. A Yikin se le considera también el
constructor del más alto de los templos de Tikal, el impresionante templo IV de 65
metros de altura.
La preponderancia de Tikal se mantuvo con los soberanos 28 y 29 hasta el año
de 794. Sin embargo, Tikal tuvo problemas para mantener su hegemonía desde
comienzos del siglo IX y para mediados de siglo ya la había perdido. Los últimos
soberanos de Tikal que hacen los números 30, 31, 32 y 33, son ya reyezuelos locales
que no encargan ningún gran templo y tan solo unas pocas estelas, la última de las
cuales está fechada en el 869 d.C.
Sin embargo, todavía le quedaba al periodo Clásico un momento de gloria 60. Este
se dio ya muy al norte, lejos de la selva del Petén, en donde la decadencia de los grandes
centros era imparable. Este último esplendor se dio en la frontera geográfico-climática
que separaba la selva virgen de la llanura subtropical de las Tierras Bajas
septentrionales. El centro de este canto del cisne del periodo Clásico se centró en la
ciudad de Uxmal en el estado de Yucatán (México).
Uxmal fue la capital de una región que en maya se denomina Puuc (que
significa “colina arbolada”) una región de colinas que rodea un fértil valle que en la
época colonial se llamó Valle de Santa Elena. Allí, entre los años 890 y 915 d.C., el
soberano Chan Chaak (Lluvia Celestial)61 construyó algunos de los edificios más
bellos del arte maya, como el llamado Palacio del Gobernador o el Cuadrángulo de las
58
El nombre es difícil de traducir. Yikin significa oscuridad o ausencia de luz (kin es, sin embargo, sol o
dia). Por tanto las traducciones que se han ofrecido de su nombre son variadas: Oscuridad del Cielo
Nocturno o Rayo del Cielo Nocturno, pero la más aceptada es la de Cielo Nocturno, o en inglés Night
Sky. Ver Harrison, pág. 148.
59
Estas fechas hay que tomarlas siempre con precaución. En Grube pág. 167 y 168, se da el año de 734
para la muerte de Hasaw, pero en la pág. 227 se dice que la muerte fue “probablemente en el año 732
d.C.”
60
Para algunos autores existiría un Clásico Terminal entre el 800 y el 900 o 950.
39
Monjas. Uxmal se convirtió en la capital de un estado regional que dominó todo el Puuc
usando la fuerza militar y una buena red de calzadas que la unían con otros centros
subordinados. Parece que Uxmal mantuvo también relaciones con Chichen Itzá, donde
se habían asentado los itzes, un grupo de origen o de cultura centromexicana, que había
invadido el área maya aprovechándose de la decadencia de la ciudades del Clásico. Los
itzaes, sin embargo terminarían por provocar la caída de Uxmal y con ella del último
centro del Clásico. Para el 950 Uxmal era un centro subordinado a Chichén Itzá y con
esta caída terminaba el periodo que algunos llaman Clásico Terminal (800 al 900 o 950
d.C.)
61
Es una de las posibles traducciones. Pues “chan” significa tanto cielo como serpiente. Por otra parte
Chaak es el dios de la lluvia, pero creo que también se traduce por jaguar. Así Gran Garra de Jaguar se
dice Chak Tok Ichak. Pero jaguar también se dice Balam. Por otra parte la identificación de la lluvia con
el jaguar es muy antigua y apoya esta relación de los términos de lluvia y de jaguar.
40
Entonces...¿Ciudad o centro ceremonial? Creo que hay que ser flexible a la hora
de colocar etiquetas a las cosas, pues los limites de las categorías y los conceptos son
siempre muy difusos. Es verdad que la densidad de los centros mayas no es tan alta
como la que había en la Roma de los césares o en la misma Teotihuacan, pero también
es verdad que alrededor de sus templos y palacios se agruparon a veces varias
decenas de miles de individuos. Quizá en ellos no se prestaron servicios mercantiles o
artesanales, pero es indudable que estos centros proporcionaban servicios de carácter
religiosos, tales como profecías, consejos, adivinaciones, interpretaciones de la
realidad, y en general irradiaban modas y consignas de diversas.
En este sentido y ya que los principales especialistas actuales de los mayas
siguen empleando el término ciudad para referirse a los principales centros de población
mayas, podíamos admitir el término y considerar que estamos ante un tipo de ciudad
de habitar disperso, dotadas de unas amplísimas periferias y unos centros que
prestaban unas funciones que eran fundamentalmente de carácter político religioso.
Es por lo que Miguel Rivera Dorado, en un estudio publicado en el 2001 sobre la
ciudad maya, la define como un escenario sagrado62. Esa es al parecer la clave para
comprender lo que era una ciudad mayas y vamos a seguir esa pista para desentrañar
los secretos del urbanismo de las ciudades mayas; para comprender la disposición y
las funciones de sus edificios y sus espacios vacíos.
En el caso de las ciudades mayas, el actor es el rey. La obra que va a interpretar
cuenta como los dioses crearon el mundo y tras ello, como sus caprichos y sus deseos
son trasmitidos a través de seres privilegiados que saben entrar en comunicación con el
más allá e interpretar sus designios. Estos privilegiados no son otros que los monarcas,
que son hombres pero que cuando mueren se convierten en dioses y una vez convertidos
en antepasados divinizados, siguen comunicando a sus descendientes los secretos del
62
Rivera Dorado, Manuel: La ciudad Maya. Un escenario sagrado. Publicaciones de la Universidad
Complutense.Madrid, 2001
41
cosmos. Los espectadores son los campesinos que son llamados a la ciudad-escenario.
Así pues las ciudades mayas son, fundamentalmente, ciudades regias y rituales y
constituyen una escenificación premeditada de la monarquía despótica maya y de
las doctrinas religiosas que la sustentan.
Tomemos esta imagen de la ciudad como escenario sagrado y desarrollémosla.
Un escenario es un lugar donde unos actores ayudándose de un decorado, interpretan
una obra para unos espectadores.
¿Dónde situar el teatro?
Para que la gente vaya a ver la representación, el teatro debe estar en un buen
sitio, no en medio de un desierto. La ciudad maya tiene que tener una posición bien
elegida desde el punto de vista material. Tiene que tener agua abundante y para el caso
del Clásico, tiene que estar cerca de pantanales que se usan como huertas de alta
productividad. Además tiene que estar en un lugar bien comunicado y además, si es
posible en una altura o una colina que sea fácil de defender.
Pero eso no es todo, como la obra representada es un auto sacramental, el
lugar elegido debe reunir también alguna connotación mágica. Recordemos que los
autos sacramentales, y en especial el teatro europeo moderno nació en las catedrales y
en los pórticos de las iglesias (En España, la obra de teatro más antigua es el Misterio de
Elche, que se representa en una iglesia).
Para los mayas, el lugar donde vivían el mayor número de dioses y donde más
sucesos extraordinarios y mágicos ocurrían era en el inframundo, en el interior de la
tierra, y al interior de la tierra se llegaba por las grutas y cavernas, que en el territorio
maya son muy abundantes. Los arqueólogos están encontrando que muchos templos y
palacios están colocados sobre grutas naturales y que la elección de su emplazamiento
venía determinado por la presencia de determinadas colinas, cuevas o ríos sagrados.
Tanto la geografía fisica como la mítica era tenida en cuenta a la hora de elegir el
escenario y el paisaje se ve también con ojos religiosos.
Esto no solo es propio de los mayas, sino, por lo menos de toda Mesoamérica,
pues, por ejemplo, entre los aztecas, el jeroglífico que indicaba ciudad era A-tepetl
(Montaña con agua). El trinomio montaña-cueva-agua es fundamental a la hora de
elegir una ciudad. Un lugar que ofrece ventajas defensivas y de abastecimiento de
líquido vital, pero que también es una montaña, un lugar sagrado en donde se
encuentran las entradas al inframundo donde viven los dioses. En el área maya no hay
grandes montañas, pero si colinas y, sobre todos muchas grutas.
42
las cavernas, que son las entradas al inframundo, el que en el interior de las grutas suela
haber lagos y ríos subterráneos, confirma esa creencia de que a través de ellas se
atraviesan las aguas que separan a los vivos de los muertos 63. Para la mentalidad
occidental, montaña (lo alto) y cueva (lo hondo) pueden ser términos contrapuestos,
para los mayas, era la misma cosa: las montañas están huecas, contienen y encierran
cuevas, lugares donde viven los numerosos dioses del inframundo, y en particular, los
antepasados divinizados de los antiguos reyes, con los que sus descendientes vivos
quieren entrar en contacto.
Estos templos-montañas-cuevas, normalmente no se construyen aislados sino en
grupos de tres, recordando a las tres piedras que los dioses pusieron en el centro del
universo. Los especialistas cuando hablan del urbanismo mayas se refieren a que estos
hacían una arquitectura triádica. Teniendo en cuenta esta circunstancia es posible
entender algo mejor la aparentemente confusa distribución de los conjuntos de edificios
dentro de las ciudades mayas, que muchas veces están colocados en disposiciones
triangulares.
Los conjuntos de tres templos-montañas-cuevas, están colocados delante de amplias
plazas y de nuevo la lengua maya nos informa que plaza y mar se dicen en maya con la
misma palabra naab. Para reforzar esta idea, en muchas plazas de ciudades mayas y en
las zonas inferiores de las pirámides, se suelen encontrar decoraciones de conchas,
cocodrilos y otros animales marinos. Así pues la pirámide sobre la plaza
representaría a la montaña sagrada cobre el océano originario.
Los reyes mayas subían a la pirámide y se colocaban como en un gigantesco
podio donde podían presentarse con toda majestad por encima de los demás mortales
que esperaban en la plaza. Una vez allí entraban en la cueva sagrada del santa santorum
de la pirámide a conectar con sus divinos antepasados que habitaban en el inframundo.
Tras reaparecer, de su viaje al más allá, la pirámide servía de gigantesca tribuna desde
la cual comunicar al pueblo las decisiones de los dioses. De alguna manera la pirámide
era también un diagrama simbólico de la desigualdad social.
Era cualquier cosa, menos un edificio utilitario desde el punto de vista de la
habitabilidad, existiendo una enorme desproporción entre el espacio bajo techado y
la masa arquitectónica. La única utilidad practica podía ser la defensiva, pues como se
63
Cueva se dice en maya “casa de piedra” y los santa santorum reproducían cañas en piedra. Grube pág.
298.
44
demostró durante la conquista de México, los aztecas emplearon sus pirámides como
fortalezas que se oponían al avance español que pretendía conquistar Tenochtitlán.
Pero si para los vivos existía poco espacio, cada vez hay más datos que
demuestran que muchas pirámides mayas fueron construidas expresamente para servir,
también, de tumbas reales. Entra dentro de la lógica el considerar que si los monarcas
reinantes subían a hablar con sus antecesores muertos y divinizados, los restos de estos
estuvieran colocados en el interior de estas simbólicas montañas-cuevas. En esto los
reyes no actuaban de manera distinta a sus súbditos, pues los mayas solían enterrar a sus
difuntos en los patios interiores de los conjuntos de viviendas y aun se construían
algunas cabañas encima de enterramientos. En la cultura maya no había nada impuro
en convivir con los muertos, como no lo hubo en las ciudades europeas hasta muy bien
entrado el siglo XIX, en donde, como es bien sabido, los enterramientos más deseables
estaban en los templos que ocupaban los espacios centrales de cada ciudad.
Hay que apuntar también que las ciudades mayas, además de los santa santorum
de las pirámides, poseían otras entradas al inframundo. Estas era, aunque pueda
sorprendernos los juegos de pelota. Como de las característica mitico-religiosas de estos
edificios vamos a hablar más adelante, no vamos a desarrollar aquí el asunto, pero
adelantemos que según la tradición maya, el sol y la luna pudieron nacer, porque en
unos disputados partidos de pelota que se jugaron en el inframundo, los llamados
“heroes gemelos” pudieron derrotar a los dioses infernales.
El carácter mítico del urbanismo mayas no solo se puede detectar en los tríos de
pirámides sobre amplias plazas o en los juegos de pelota. Existe una variante de espacio
urbano que también reproducía el universo. Me refiero a las plazas cuadradas o
rectangulares que poseen un edificio en cada uno de sus lados (Complejo Q de
pirámides gemelas de Tikal), que a veces, llegan a cerrar completamente las plazas
(Cuadrángulo de las monjas de Uxmal). En este caso lo que se representa son los cuatro
rumbos del universo, simplificado normalmente entre los mayas mediante una cruz de
brazos iguales. También es frecuente que se coloquen dos pirámides en el eje E-O
representando el recorrido del sol, mientras que en el eje norte sur se colocan edificios
que representa al cielo y al inframundo, este último reconocible por tener tantas puertas
como pisos se suponía que tenían las regiones infernales; es decir, nueve64.
Pero en un buen teatro no debe faltar tampoco los camerinos de los actores, en
este caso se trataba de una residencia permanente para los actores protagonistas. Me
64
Es el caso de la plaza de las pirámides gemelas de Tikal (Grube, pág. 229)
45
refiero a los grandes palacios mayas. Es junto con el templo-tumba, el otro edificio
que no puede faltar en una ciudad, mayas, que desde este punto de vista podría
resumirse como un conjunto de templo-tumba-palacio.
Los palacios mayas se denominan como “palacios de cámara”. Son los edificios
de mayor horizontalidad de la ciudad (aunque también se suelen presentar elevados
sobre basamentos y podios) formados por cuartos bastante estrechos situados en torno a
patios amplios. Normalmente son edificios muy complejos que han tardado en
construirse muchos siglos y en los que los diferentes monarcas fueron adosando y
superponiendo unas estancias a otras y, a veces, añadiendo un segundo piso o una torre
de observación. En esto no son muy diferentes a los palacios medievales europeos, uno
de cuyos ejemplos más antiguo y claro ejemplo de este tipo de construcción por etapas,
son los propios Reales Alcázares de Sevilla, que por algo se llaman, así, en plural.
Hoy tenemos certeza de que estos edificios eran residencias reales, no solo por
las pinturas de la cerámica, sino porque en uno de los más importantes, como el de Tikal
(normalmente conocido como la Acrópolis Central), se encontró enterrado en una de sus
salas un incensario con una inscripción que indicaba que pertenecía a la residencia
( “yotot”)del rey Gran Garra de Jaguar.
Los palacios mayas tenían una funciones que, para algunos investigadores eran
semejantes a la de los palacios sumerios: además de las habitaciones para la familia real
sus colaboradores y sus criados, tenía grandes almacenes donde se guardaban los
tributos de objetos preciosos destinados al culto y a mostrar la riqueza de los señores
(algo así encontró Cortés en los palacios de Moctezuma). Es posible también que en el
mismo palacio viviesen los escribas, los pintores de cerámica y los tallistas y escultores
de jeroglíficos, tarea altamente especializada y fundamental en la política de propaganda
de sus hazañas que realizaban estos monarcas.
Refiriéndonos a los aspectos materiales, hay que decir que la arquitectura de las
ciudades mayas, trata de reproducir en piedra el sistema de la arquitectura popular. Los
edificios monumentales reproducen en piedra la arquitectura popular. Así el santa
santorun de los templos no son más que cabañas en piedra, algunas de las cueles siguen
manteniendo parte de sus vigas de madera 65. Y algo así ocurre con las palacios, en los
que grandes cabañas de piedra están colocadas en torno a patios, lo mismo que las
chozas de planta oval (“de ábside”) de los campesinos se colocan alrededor de patios.
65
Ver Grube, pág. 224 y Harrison pág. 14.
46
Es seguro que el interior de los palacios estaba ricamente decorado y pintado, pero esta
decoración se ha perdido casi por completo, ya que estaba realizada en estuco (una
mezcla de yeso blanco, con agua y cola, y en algunos casos, polvo de mármol).
67
Concretamente la situa en una horquilla de entre 20.000 y 125.000 habitantes, pero más cerca de los
20.000 (Coe, pág. 127). Fiedel la situa entre 20.000 y 80.000 (pág. 315) y en le libro de Gurbe se dice que
pudo llegar a tener entre 70.000 y 80.000 habitantes (pág. 201). María Longhena en México antiguo, dice
que tuvo unos 40.000 habitantes “de población urbana” y 500.000 de “población rural”. M Rivera dice
que la población máxima estimada fue de 90.000 (pág. 326).
48
descubrieron allí una tumba, la 116, que resultó ser del entonces denominado “soberano
A”, es decir Hasaw Chan Kawil70.
Yikin Chan Kawil es además el autor del templo más grande y más alto de Tikal,
aunque no está situado en el conjunto de la gran plaza, sino al oeste de esta. Es el
impresionante Templo IV que alcanza los 65 metros de altura y fue construido en el
año 745 para conmemora la victoria sobre la ciudad e Naranjo y en su dintel de madera,
muestra Yikin sobre el trono arrebatado a la ciudad enemiga 71. Este templo es junto con
la pirámide de Cholula y la del Sol de Teotihuacan uno de los tres más colosales
realizados en Mesoamérica72. Se calcula que para su construcción fueron necesarios
228.000 metros cúbicos de relleno73.
La Acrópolis Central es, en reliada un gran palacio que ocupa una hectárea y
media y está formado por un autentico laberinto de patios rodeados de edificaciones
(unas 45 en total)que se adosan unas a otras. Un incensario hallado en el edificio tiene
una inscripción que indica que este objeto pertenecia a la residencia del rey Gran Garra
de Jaguar (360-378), que se supone que amplió considerablemente el edificio, pero que
este tiene su origen en le Preclásico tardío, tal vez en el 350 a. C. Los sucesivos reyes de
Tikal lo habrían ampliado en varias ocasiones74.
Pero además de la Gran Plaza Central, Tikal tiene otros muchos conjuntos de
edificios. La mayoría tienen el mismo esquema de estar compuestos por grandes plazas
accesibles al público y alrededor de las cuales se levantan pirámides. A lo largo de la
vida de la ciudad se abandonaron ciertas plazas u se construyeron otras.
Una de las más antiguas es el conjunto llamado del Mundo Perdido, que consta
de 38 edificios que ocupan unas seis hectáreas y está situado al SO de la Gran Plaza..
La pirámide que se alza en el centro del conjunto, se la suele denominar la Gran
Pirámide, tiene 30 metros de altura y fue construida en el Clásico Temprano; por
entonces era el edificio más alto de Tikal. Parece que fue ampliada por Gran Garra de
Jaguar (360-378), pero era anterior. Su construcción con cuerpos adornados por taludes
y tableros muestra la influencia teotihuacana en esa época. El conjunto del Mundo
70
Harrison, Peter, págs. 143.
71
Grube págs. 183 y 226.
72
Es un dato que da M. Rivera (pág. 323). Quizá habría que añadir la pirámide El Tigre de El
Mirador...cuando se termine de excavar.
73
La pirámide de El Tigre en El Mirador necesitó más de 428.000 metros cúbicos. Grube y 5 millones de
horas de trabajo (pág. 62).
74
Grube pág. 159.
50
Perdido también se empleó como cementerio regio de los gobernantes (se han
encontrado seis tumbas) de la dinastía que perdió el poder hacia el año 378 con la
invasión de Teotihuacan.
Al NE de la Gran Plaza está el llamado Complejo Q o de las pirámides gemelas,
construido a fines del siglo VIII para conmemorar el fin de un katún o ciclo de 20 años
y es un pequeño cosmograma, con las dos pirámides situadas en el eje E-O indicando
los puntos de salida del Sol, mientras que en el eje perpendicular se colocaba al N la
estela conmemorativa del fin del katún y al sur un edificio con 9 puertas que
representaba al inframundo.
Ningún rey de Tikal planificó un urbanismo geométrico específico y perfecto,
pero aprovechando construcciones anteriores, realizaban edificaciones que se orientaban
según los vértices de un triángulo. Los mayas siempre prefirieron trazados y
alineamientos triangulares que incluían edificios preexistentes, y con ellas se supone
que podían referirse o enlazarse simbólicamente con las obras de otros antepasados
directos.
La última delas edificaciones monumentales de Tikal es el Templo III, de 55
metros de altura, fechado en el 810. El Templo III se encuentra al Oeste de la Gran
Plaza, entre esta y el templo IV, formando así una de las alineaciones más formidable de
la ciudad de Tikal.
75
Ver Grube pág. 120. Miguel Rivera dice que Baak era el nombre del reino cuya capital era Palenque,
pero el nombre de la ciudad era Lacam Ha que se traduce por Agua grande (pág. 48)
51
Guillermo Dupaix, que realizó los primeros dibujos, aunque su fama no comenzó hasta
que la redescubrieron los viajeros románticos del siglo XIX.
Aunque debió estar poblada desde el Preclásico medio, su apogeo no llegó hasta
el Clásico Tardío. En esa fecha, Palenque fue aliada de Tikal contra Calakmul, y
después de la derrota de esta ciudad, a fines del siglo VII y comienzos del VIII. el área
de influencia de Palenque debió alcanzar todo el valle del Usumacinta hasta el Golfo de
México.
Este momento de esplendor coincidió con el reinado del monarca Hanab Pakal
(Escudo de Flores) también llamado simplemente Pacal o Pacal el grando, pues hay
otros reyes de su dinastía que tuvieron el mismo nombres. Pacal reinó entre el 615-683
y tras el ocupó el trono su hijo Chan Balam (Serpiente jaguar o Jaguar Celestial) que
reinó entre el 683 y el 702. A estos dos monarcas se le deben la mayoría de las
edificaciones que hoy pueden admirarse.
Las edificaciones de Palenque no son tan grandes y espectaculares como las de
Tikal, pero tienen una gran armonía estilística y una gran elegancia. Su belleza se ve
reforzada por el hecho de que las colinas cubiertas de selva tropical en las que se apoyan
hacen destacar las construcciones como si tuvieran un gran telón de fondo del color
verde profundo de la capa vegetal. En el pasado esa impresión debió ser aun mayor,
pues es seguro que los edificios estarían pintados en colores fuertes, posiblemente rojos
en el que resaltarían las efigies pintadas en ocres y verdes.
Otro elemento que también hace muy apreciados estos monumentos es la
profusa decoración con relieves de estuco figurativos (de gran valor artístico e histórico)
que posen las fachadas, los frisos y cubiertas de los templos. Dichas cubiertas
reproducen el modelo de cabañas de piedra. Su cubierta es de forma abuhardillada o de
doble crujía y se caracterizan por tener unas altas cresterías o peinetas, que debieron
estar recubiertas también de esculturas de estuco, hoy perdidas76.
El arroyo Otolum, que cruza la ciudad en diagonal separa los dos grupos de
construcciones más importantes al NO está el conjunto más impresionante formado por
el Palacio y el templo de las Inscripciones, colocados en los márgenes de una gran plaza
de ceremonias. Es un perfecto ejemplo del conjunto Templo-Tumba-Palacio, que
forman el esquema de las ciudades Mayas. Y eso es así porque el Templo de las
76
Como en la actualidad presentan una gran cantidad de huecos, se pensó que podían haber estado así y
ser usadas como una especie de instrumento musical de viento...hoy se piensa mas bien que los huecos
eran en realidad hornacinas para colocar figuras y decoraciones en estuco.
52
77
Pacal murio el 28 de agosto de 683 (Grube 311)
54
principales ciudades estaban unidas por una red de calzadas. Se estima que por entonces
Uxmal debió tener unos 25.000 habitantes78.
La arquitectura de Uxmal tiene un gran secreto constructivo. Este consistió en
aligerar el peso de las bóvedas con el uso de una argamasa formada por mampostería o
rocalla unida con mortero de cal. Lo mismo se hacía con el interior de las paredes y
muros. La piedra se usaba únicamente como revestimiento exterior en forma de losas
finas que pesaban poco y se podían labrar delicadamente. También se empleaba como
decoración de las fachadas el ladrillo formando dibujos geométricos). Este
procedimiento es mucho más barato y permite construir interiores significativamente
más amplios, lo que permite explicar el gran auge de la construcción que se vivió en
esta ciudad.
La ciudad, que no presenta una planificación predeterminada, posee en su centro
un gran edificio destaca sobre todos los demás. Se trata del llamado Palacio del
Gobernador, que para muchos es el monumento más bello de la arquitectura Maya.
Pero también es uno de los que más esfuerzos costó construirlo. Edificado por Chan
Chaak, entre los años 906 y 909, se encuentra construido sobre una plataforma de
dimensiones colosales. Su base mide 187 por 153 metros y alcanza unos 15 metros de
altura. Para su relleno fueron necesarios más de 300.000 metros cúbicos de materiales,
un volumen comparable al del templo IV de Tikal 79. Sin embago y frente a esta enorme
masa de su base, el edificio que sostiene es uno de los más elegantes y aparentemente
ligeros que diseñaron los mayas. Tiene un total de 100 metros de largo, 12 de ancho y 9
de altura. El edificio esta compuesto de tres partes una central con siete vanos
adinatelados, separada de dos laterales (cada una con dos vanos adintelados) mediante
sendos falsos arcos mayas. En el interior del cuerpo central hay una decena de
aposentos y cinco más pequeños en cada uno de los cuerpos laterales.
Uno de los secretos de la belleza del edificio quizá este en lo equilibrado de sus
contrastes: Ya hemos hablado de la pesadez de la plataforma con la propia ligereza y
horizontalidad del edificio, pero además éste combina la solidez de los dinteles con la
ligereza de los arcos mayas y la sobria decoración de la zona inferior, con el
barroquismo del friso de la cubierta. La decoración del friso la forman unas 20.000
78
Rivera pág. 328.
79
Rivera pág. 330. Templo IV de Tikal: 228.000 m3 (Rivera 326). Pirámide El Tigre de El Mirador:
428.000 (Grube pág. 62)
55
piedras talladas y en centro aparece una representación del soberano sentado en su trono
y rodeado por dos serpientes celestiales.
El palacio esta colocado frente a una amplia plaza a la que se desciende por unas
amplias escalinatas, en el centro de dicha plaza existe un trono de piedra formado por el
cuerpo de jaguares unidos. El edificio era sin duda un importante centro de poder y de
una de sus fachadas parte una calzada de 18 kilómetros hacia la ciudad de Kabah.
El segundo edifico en importancia de Uxmal es el llamado Cuadrángulo de las
Monjas o El Convento.
Su forma similar a los claustro conventuales europeos, formado por cuatro
edificios que cierran un gran patio, llevó al historiador y cronista español Diego López
de Cogolludo a confundirlo con un monasterio y de ahí el inapropiado nombre con que
se ha mantenido hasta nuestros días.
Aunque en realidad no sabemos cual fue exactamente su función, parece que
puede tratarse de una residencia palaciega con un amplio patio ceremonial en el interior.
El edificio estaba construido además de tal manera que sus proporciones y su
decoración lo convertían en una réplica en piedra del universo mítico maya. El patio
mide 65 metros de largo por 45 de ancho y mientras que los cuerpos del E. y el O. están
al mismo nivel, el cuerpo del N. Están más elevado y el del S. Más hundido. Eso se ha
interpretado como los edificios del E. y el O. Representan el nivel terrestre o “mundo
del centro”, marcado por los puntos de salida y puesta del Sol. El N. Representa la
“Casa del Cielo” o nivel celeste y el Sur, el que está a menos altura, sería el inframundo.
De esta manera el conjunto resulta un cosmograma pétreo. Los arqueólogos suponen
que el centro del patio estaba ocupado por una gran columna que representaba al árbol
del centro del mundo, con el que los reyes mayas se sentían identificados
simbólicamente. De tal manera que se han encontrado estelas en las que el monarca es
representado como si fuera el soporte del cielo. Un trono en una de las gradas que bajan
al patio interior, sería el lugar desde el que el soberano presenciaría las ceremonias y tal
vez, algún tipo de sacrificio.
El cuadrángulo de las Monjas goza de todos los avances de la aquitectura Puuc
con interiores de rocalla y mortero con fachadas recubiertas de losas de fina piedra. El
edificio se adorna también con una combinación de vanos adintelados y con otros en
forma de falsa bóveda maya. La decoración de los frisos es muy barroca y en cada
edificio tiene que ver con la parte del universo al que representa. En las de los lados E.
Y O. Hay representaciones de la creación del mundo y escenas de sacrificios y
56
renacimientos. Es por esto por lo que se supone que en la plaza fuera un lugar donde
realmente se realizaban sacrificios sangrientos. La guerra y la violencia están muy
presentes en la decoración de los edificios de Uxmal y en otros lugares se han
encontrado frescos con imágenes de capturas y sacrificios de prisioneros, lo que muestra
que el Clásico Terminal fue un periodo convulso y lleno de movimientos de población y
guerras. Otra decoración característica de este edificio son los mosaicos de piedra en
forma de estera, que son un símbolo del poder real y que son una prueba más del
carácter de sede del poder real que debió tener este edificio.
La pirámide más interesante de Uxmal es la llamda Pirámide del Adivino o
Pirámide del Mago. El nombre responde a una vieja leyenda local que cuenta el
desafío que un enano dotado de poderes mágicos hizo a un rey. El mago triunfó sobre el
rey y una de sus obras fue construirse una casa en el cielo que luego se convirtió en la
pirámide que hoy vemos.
El edificio, que fue finalizado en la fase final de la actividad constructora de
Uxmal, tiene una base elíptica de 85 por 50 metros, lo cual representa una excepción en
la arquitectura Maya y alcanza un total de 35 metros. Consta de dos cuerpos y resulta
evidente que fueron construidos en diversas etapas. El primer cuerpo presenta un templo
en el lado Oeste al que se accede por una escalinata. Al segundo cuerpo, orientado al
Este, se sube por otras escalera más alta que la anterior y de peldaños sumamente
empinados.
***
b) Sociedad
b-1) Los “Kuhul Ahaw”
Quizá el elemento más significativo y distintivo del Periodo Clásico Maya es la
aparición de la monarquía hereditaria. Si en el Preclásico, las manifestaciones, que
podíamos llamar artísticas, tenían como temática la representación de seres cósmicos y
máscaras de dioses, en el Clásico la escritura y el arte tienen como tema principal y casi
exclusivo, la representación de personajes históricos individuales. Paneles jeroglíficos,
estelas, bajorrelieves en el interior de templos y palacio, todo ello tiene una misión:
reafirmar la posición de igualdad entre reyes y dioses y confirmar la función de los
monarcas como centro del cosmos y de mediadores entre los dioses y los hombres.
57
El termino que se le da al monarca entre los mayas: Kuhul Ahaw, es decir, señor
Sagrado Señor, es suficientemente significativo.
Los Kuhul Ahaws Eran unos verdaderos autócratas que vivían en palacios de
piedra rodeados de una numerosa corte. Por sus aparatosas vestimentas, por sus
suntuosas residencias, por su lujosa forma de vida, se diferenciaban notablemente de la
gente corriente que vestían ponchos de algodón, vivían en chozas y cultivaban maíz.
Los monarcas habían logrado todos estos privilegios gracias a sus dos principales
ocupaciones: ser intermediarios entre lo divino y lo humano y ser jefes guerreros. Estos,
pues, serán los tres aspectos que vamos a tratar para intentar acercarnos a estos
personajes. Así los veremos como unos poderosos cortesanos; como intermediarios
de los dioses y como jefes militares.
hemos encontrado sus tumbas, sus ajuares y máscaras funerarias. Y en fin, de todos,
tenemos el canto de sus hazañas y conquistas esculpidas en piedra y escritas en miles de
jeroglíficos.
Como curiosidad y muestra de la importancia de la palabra escrita y de las
paradojas de la historia, de los gobernantes de Teotihuacan, esa gran metrópoli
muchísimo más poderosa que cualquiera de los reinos mayas, no sabemos y nunca
sabremos tanto83. Tenemos que conformarnos con verlos en grupo y tener de ellos solo
rasgos impersonales y colectivos. Por contraste, de los monarcas mayas, en realidad
unos simples reyezuelos locales si los comparamos con los teotihuacanos, tal vez
lleguemos incluso, como están pretendiendo los arqueólogos, a profundizar en algunos
de sus sentimientos y en su forma de ver el mundo.
Uno de los aspecto de las vida de estos monarcas que conocemos mejor es el
esplendor de su vida cortesana. Un esplendor cuyos lujos no solo tenían el propósito
de hacer la vida más cómoda a los monarcas. Los reyes mayas, como todos los
autócratas que en el mundo han sido (tal vez con excepción de algunos califas
musulmanes), tenían que hacer visible y escenificar su poder, para que su autoridad
fuere reconocida sin necesidad de recurrir a la fuerza. Tenían que tratarse como
dioses, para que sus súbditos los reconociesen como reyes; para que los reconociesen
como legítimos sucesores del fundador de la dinastía y para que todos comprobasen que
los dioses estaban de su parte. Así, el boato cortesanos era una parte más de la
escenificación del poder, como también lo eran las ceremonias de entronización de un
nuevo monarca o el enterramiento de su antecesor.
*
De la escenificación de la vida y la muerte en las cortes mayas tenemos una
gran cantidad de fuentes en forma de imágenes pintadas o esculpidas, textos jeroglíficos
y sensacionales descubrimientos arqueológicos. Así contamos con paneles grabados en
piedra de templos y palacios, algunos de los cuales se han conservado en madera, como
los de los templos I y IV de Tikal, que muestran el esplendor de sus dos grandes
monarcas Hasaw y Yikin Chan Kawil. Por supuesto que hay que tener en cuenta las
tumbas riquísimas tumbas halladas como las de Pakal o Hasaw, pero hay quizá una
fuente mucho más modesta (pero no menos hermosa) que por su abundancia y por
83
Aquí cabe la anécdota que se cuenta de Alejandro Magno, que dijo solo envidiar a Aquiles, porque tuvo
a Homero para contar sus proezas.
59
combinar la imagen gráfica con los textos, es particularmente útil. Me refiero a las
magníficas vasijas cilíndricas pintadas de los mayas.
Los temas dibujados son fundamentalmente de carácter religioso e histórico,
relacionado con las actividades de los grupos dirigentes; tales como escenas de sumisión
de prisioneros, embajadas o entregas de tributos y, por supuesto, abundantísimas
escenas de corte. Como en esos casos de cine dentro del cine, en las propias vasijas
están pintadas las escenas cortesanas, donde los invitados a banquetes beben en este tipo
de recipiente.
Las cerámicas pintadas además de una fuente eran en si misma una prueba
del esplendor de las cortes mayas, pues eran verdaderas obras de arte, cuyo uso
estaba limitado a servir como piezas de vajilla de lujo entre los grupos dirigentes,
de “servicio de mesa” de la alta sociedad. Esto es tanto más cierto, cuanto que
prácticamente todas están llenas de jeroglíficos, un complicado sistema escriturario, que
solo estaría al alcance de los grupos poderosos que eran los únicos que sabían leerlos.
Las vasijas cilíndricas (las hay también con otras formas) eran empleadas para consumir
preparados de cacao. Este alimento típicamente americano, se mezclaba con agua y se
bebía con abundante espuma, pero también se mezclaba con maíz y se sazonaba con
chile y al parecer, nunca con azúcar, como se ha convertido en costumbre tras la
conquista europea.
Pero, además, y hoy estamos ciertos de que eran objetos tan apreciados, que se
intercambiaban como regalos de estado para robustecer vínculos y alianzas. Lo sabemos
porque se han encontrado piezas que por la composición química de sus materiales y
por el tipo de sus jeroglíficos, procedían de lugares distantes de donde fueron
encontradas.
*
Con toda esa suma de fuentes, tanto arqueológicas, como jeroglíficas estamos en
condiciones para hacer una buena pintura de la vida en las cortes de los reyes mayas.
Debido al carácter perecedero de los materiales y más en el clima de las Tierras
Bajas, no se nos han conservado ejemplos de mobiliario, aunque este debió ser escaso:
taburetes, bolsas y redes para guardar objetos pequeños y poco más. No podia ser de
otra manera si nos atenemos a las dimensiones de los cuartos techados de los palacios
que solían ser de unos 20 o 30 metros cuadrados [el típico salón de un piso medio]. La
pieza principal del mobiliario eran bancos de mampostería pegados a la pared 84, sobre el
84
Grube, pág. 224.
60
que se disponían cojines o esteras (estas últimas se convirtieron en uno de los símbolos
de la realeza85) y servían de asiento y de cama. Había cortinas, pues aparecen dibujadas
en muchas cerámicas y puertas ligeras para cerrar los vanos. Los reyes parecen
dibujados sentados, a la manera oriental. En los bancos de mampostería o en, lo que
parecen entarimados de madera.
La pregunta es: ¿si no tenían grandes estanterías, sillones o espejos de pared?
¿En que consistía el lujo para los mayas? Este se cifraba en la calidad de los tejidos; en
los trajes de ceremonia llenos de plumas y pieles de animales de la selva; en disfrutar
del frescor de los abanicos o del sonido de pequeñas orquestas de instrumentos de
viento y percusión; en la abundancia de comida que se aprecia distribuía en cestas, pero
también en la posesión de pequeños objetos de gran valor: códices sagrados; espejos de
obsidiana; en hermosas jarras policromadas para beber cacao y, sobre todo en las joyas
de concha y de jade, que era el material más apreciado y valioso para los mayas, que,
recordemos, no usaban ningún tipo de metales, ni aun los considerados preciosos como
el oro o la plata.
El jade de color verde, tiene el color del maíz y de las plantas en crecimiento.
Objetos de este material se depositaban tanto en la consagración como en la destrucción
ritual de los edificios y ya fueron encontradas “perlas” de jade en los edificios del
posclásico que Hammond excavó en Cuello con fechas de entre el 900 y el 600 a.C. Se
han encontrado hermosos vasos de mosaico de jade, pero este material, servía, sobre
todo para construir los adornos más valiosos y que eran la mejor expresión del rango
social. Así en las tumbas reales se han hallado orejeras, pectorales, adornos para el
cinturón y collares de gruesas perlas de jade y finalmente, máscaras mortuorias, que
servían de rostro para la eternidad.
Pero no hay corte sin cortesanos. En las pinturas de Bonampak al rey se le
representa mientras es asistido por dos chambelanes que le ayudan a ponerse los
brazales y a completar los adornos de un traje que combina las pieles de jaguar con un
impresionante tocado de plumas verdes86. En esas mismas pinturas, se puede observar la
existencia de verdaderas orquestas con instrumentos de percusión, tales como maracas o
tambores, largas trompetas y caracolas.
85
Grube, 326.
86
Grube, pág. 238.
61
Los vasos cilíndricos los muestran sentados en cuclillas sobre sus estrados,
recibiendo presentes de sus vasallos87 o dando audiencia a comerciantes o tributarios,
que les traen cortinajes y bolsas con plumas y semillas de cacao, en presencia de
escribas o traductores, mientras un relajado cortesano se fuma alegremente un cigarro88.
Con todo una de las imágenes más representativas de ese esplendor cortesano la
sacamos de una vasija fechada en el Clásico tardío y que representa al reyezuelo de la
ciudad Maya de Motul de San José89. En ella se observa al monarca sentado en el trono
y reclinado sobre un gran cojín que está sostenido por un sirviente. Las larguísimas uñas
de los dedos de las manos y su corpulencia, dan a entender que no tenía que desempeñar
ningún trabajo físico (como no fuera el de espantarse las moscas con una especie de
abanico) y que gozaba de una existencia privilegiada. A la derecha, un funcionario, no
menos corpulento que el monarca, observa lo que parece un códice mientras sostiene
otro abanico. Un enano le muestra un espejo de obsidiana, mientras otro prueba la
comida, ante la mirada de un jorobado. Toda la sala esta llena de jarras que parecen
desprender espumante cacao y en ella resuena la música de una orquesta de trompetas
de arcilla y un tritón, tocadas por unos músicos que se esconden detrás de una cortina.
Los enanos y jorobados, quizá sean algo más que simples bufones. Ya los
olmecas sentían una especial predilección por niños y enanos a los que consideraban
ayudantes del dios de la lluvia y a los que representaron frecuentemente en esculturas.
Estos y otros seres deformes se podían considerar como seres sobrenaturales bajo
apariencia humana. Servían de distracción a los reyes, pero también eran criados y
cortesanos con puestos de responsabilidad...como los enanos del mito servían al dios de
la lluvia. Esta tradición mesoamericana llegó hasta los aztecas, y los españoles pudieron
ver como enanos, jorobados y albinos, se cuidaban del bienestar personal de su
soberano y le servían de ayudantes privados.
Los símbolos del poder real eran abundantes entre los mayas. Uno de los más
curiosos es un trenzado de esteras estilizado que, colocado sobre los edificios, los
permite reconocer como residencias reales. En muchos casos al soberano se le designa
como “el señor de la estera”90. Se han encontrado también abundantes tronos o asientos
especiales, son especialmente interesante unas especie de palanquines de madera con el
87
Grube, pág. 251,
88
Grube, pág. 157.
89
Grube págs. 150 y 278.
90
Grube págs. 326-327
62
que, al parecer, eran llevados a la batalla y que solían también llevar grabadas imágenes
de algún dios protector. Una vez derrotado el enemigo, la captura del palanquín del rey
vencido era un motivo de orgullo para el vencedor. Así Yikin Chan Kawil, se hizo
representar en el dintel del templo IV de Tikal, sentado en el trono o litera portátil del
vencido rey de Naranjo91.
En las manos, los reyes llevaban una especie de cetro con la imagen del dios
Kawil, un extraño ser con pie de serpiente y penacho de humo o antorcha en la frente,
símbolo del rayo, y divinidad protectora de las monarquías. Sentado en el trono-trofeo
del derrotado rey de Calakmul y portando el cetro de Kawil, se hizo representar Hasaw
Chan Kawil, en el dintel de madera del templo I de Tikal92.
En la cabeza los reyes también llevaban una especie de corona. En realidad era
una diadema con una especie de flor con 3 pétalos . También acabó siendo un símbolo
de los reyes la extraña máscara del dios Hunal, que termina en tres picos, en forma algo
parecida al gorro de un bufón medieval93.
Sin embargo es en un varios grabados del palacio de Palenque donde se ha
encontrado el ejemplo más detallado y especial de corona real. Esta parece como se
traspasaba de padres a hijos. Tenía el aspecto de una tiara hecha posiblemente con
placas de jade, adornada con plumas de quetzal, y con la máscara tricúspide del dios
Hunal. Parece que los mismos símbolos del poder eran tratados como seres vivientes y
en el palacio de palenque se ha encontrado una inscripción que indica que uno de los
cuartos fue construido expresamente para albergar a la corona real. De igual manera
parece que estando el rey prisionero de los enemigos, la legitimidad era mantenida por
la propia tiara que era custodiada en el palacio hasta que se le entregaba al rey cuando
volviera del cautiverio o al nuevo monarca94.
El poder se trasmitía de padres a hijos. Los hijos de los reyes eran denominados
“chok” que literalmente significa “niño”. Algo muy parecido a lo que ocurre en España,
donde se llama “infantes” a los hijos de los reyes. El heredero es denominado “bah
Chok” o “primer niño”. Se elegía el heredero por linaje paterno y, normalmente, el
mayor. El heredero debía someterse a varias ceremonias de iniciación, la primera a los
cinco años, que incluían siempre autosacrificios sangrientos en el que el príncipe debía
91
Grube, pág. 183.
92
Grube, pág. 168. Ver también otro ejemplo de rey con el cetro de Kawil en pág. 97.
93
[Tal vez tenga esto relación con las tres volutas que significaban el poder de Teotihuacan]
94
Grube pág. 97.
63
traspasarse el pene con una espina de raya. Muerto el antiguo rey el nuevo era
proclamado en unas impresionantes ceremonias de entronización que duraban varios
días y que terminaban con la trasmisión de los objetos simbólicos que denotaban el
poder del rey. En los textos jeroglíficos se encuentran frases hechas que denotaban la
entronización del nuevo monarca: “se sentó en el trono real”; “tomo el cetro del dios
Kawil” “se ciñó el tocado real”. También se producía entonces un cambio de nombre,
que debía escoger el nuevo monarca y que normalmente hacía referencia a los dioses y
sus actividades o a animales sagrados considerados manifestaciones de los dioses. Un
mismo nombre se solía repetir abundantemente en una dinastía.
Las mujeres de las familias reales no heredaban los tronos, y tenían, en general
un papel subordinado típico de cualquier sociedad patriarcal. Ahora bien desempeñaron
un papel importante en la política de alianzas por matrimonios 95 y en muchos casos
jugaron un importante papel político como regentes de algunos de sus hijos. Se trata de
casos excepcionales y siempre que la sucesión masculina plantea algún tipo de
problemas. Es el caso de la madre de Pakal, que aseguró el poder durante la minoría de
edad de su hijo, que ascendió al trono con 12 años.
Las reinas son en muchos casos representadas junto con sus esposos, sobre todo
cuando ella pertenecía a un ciudad o dinastía más poderosa que la de su esposo.
También se muestra la importancia de la mujer en su capacidad para trasmitir una
posición social prestigiosa. Por ello los gobernantes se identifican con sus ascendientes
tanto masculinos como femeninos y muchos reyes se hacen representar con sus padres,
en una simbólica trasmisión del poder96. La importancia de algunas reinas fue tan
grande que llegaron a recibir el honor de que se les hiciesen monumentos individuales.
Qizá el caso más conocido es el de la reina Xook de Yaxchilán, viuda del rey Escudo
Jaguar, que en un conocidísimo grabado y tras una extracción ritual de sangre, invoca a
su difunto esposo transformado en dios protector de la ciudad.
Estudios recientes como el de Peter Harrison (1999) o Niclai Grube 2001,
incluso se atreven a dar su apoyo a románticas historias en las que las relaciones entre
los soberanos y alguna de sus esposas se convierten en auténticas historias de amor. En
Tikal, muy cerca del colosal templo IV se encuentra una estructura llmada “Grupo N”
con varias estelas. La Estela 16, fechada en el 711, es un retrato oficial de Hasaw en
95
La poligamia de los monarcas mayas, favorecía este tipo de política mediante alianzas matrimoniales.
96
Es el caso del panel jeroglífico del palacio de Palenque en el que Kan Balam recibe los signos de
autoridad de su padre y de su madre.
64
97
Grube 228; harrison 138-139.
98
Grube, pág. 243.
99
Grube, pág. 166.
100
[El heredero, por cierto, lleva las anteojeras de Tlaloc, lo cual no es extraño en el siglo VI, cuando la
influencia de Teotihuacan debía estar en su apogeo].
65
levantar dichos tapones, aparecieron unos agujeros que se habían utilizado para pasar
cuerdas con los que levantarlas. Una vez removidas las losas aparecían los iniciaos de
una escalera totalmente rellenada con piedras y escombros. Tres años le llevó a Ruz
desescombrar las 300 toneladas de cascotes y piedras que llenaban el hueco de la
escalera. Esta estaba construida en dos tramos, estaba cubierta por una sucesión de
bóvedas falsas mayas y a todo lo largo de la pared, quedaban restos de un tubo de
arcilla, empotrado en una acanaladura. Se trataba de un “psicoducto” o “canal del
alma”, que permitiría al difunto comunicarse con sus descendientes que lo
invocarían desde lo alto del templo.
La cripta estaba situada exactamente en el centro de la pirámide, a unos 26
metros de profundidad desde el arranque de las escaleras. Es decir, prácticamente a la
altura del nivel de la plaza de ceremonias, con la parte inferior de su estructura
ligeramente por debajo de dicho nivel. Es decir, que al difunto se le había colocado a
propósito a medio camino entre el inframundo del interior de la tierra y el nivel celestial
representado por la pirámide o montaña sagrada que tenía encima.
La cripta era una obra maestra de ingeniería, pues soportaba con sus falsas
bóvedas mayas, las 50.000 toneladas que pesaba la pirámide. Una pesada puerta
triangular de piedra cerraba un espacio de 10 metros de largo, 4 de ancho y 7 de alto.
Su superficie estaba prácticamente cubierta por un enorme sarcófago de piedra de 4x2
metros (en realidad 3,79 por 2,20 metros). La tapa era un solo bloque de piedra que
pesaba 5,5 toneladas. El recipiente del cuerpo era otro bloque monolítico que pesaba 15
toneladas. El tamaño de las piezas y la estrechez de la puerta y escalera, indica que el
sarcófago y la cripta fueron colocados con anterioridad a la pirámide que fue construida
ex profeso a modo de gigantesco envoltorio.
La entrada de Alberto Ruz en la cámara sepulcral de Pakal se produjo el 13 de
junio de 1952, una ocasión memorable para la arqueología prehispánica y solo
comparable, salvando las distancias, a aquel 28 de noviembre de 1922 en el que Howard
Carter descubriese “las cosas maravillosas” de la tumba de Tut Ank Amon103.
A la entrada de la cámara estaban los cuerpo de cinco personas de ambos sexos
que habían sido sacrificados ritualmente. No había oro, pero si preciosas joyas de jade
verde, el oro de los mayas, y sobre todo unas impresionantes esculturas, verdaderas
piezas maestras del arte maya y universal. Destaquemos dos máscaras de mosaico de
103
Para no ser etnocentristas, no debemos dejar de nombrar otro descubrimiento, tanto o más
impresionante: la tumba del primer emperador chino Chin Si Huangdi y su ejercito de terracota.
67
jade. Una de ellas estaba depositada sobre el cadáver, constaba de más de 200 piezas.
Supone una verdadera “cara para la eternidad” que entre los labios mantenía un amuleto
protector en forma de “t”. La otra máscara de jade verde es más pequeña, apenas 10 cm.
Construida también con elementos yuxtapuestos, muestra los rasgos de un anciano,
posiblemente el mismo Pakal, que murió con 91 años. De esta obra maestra se
desprende una tremenda sensación de majestad y autoridad.
Debajo del sarcófago los arqueólogos encontraron dos cabezas de estuco de 29 y
24 centímetros que se suponen son dos retratos de Pakal. En la primera se le representa
como un joven casi adolescente y en la segunda, como un hombre joven en la plenitud
de su fuerza.
La tapa del sarcófago llena de jeroglíficos nos han permitido saber muchos
detalles de la vida y de la muerte de este personaje: Nació en el 603; subió al trono en el
615; en el 635 nació su heredero Chan Balam y en el 675, dieron comienzo las obras de
su sepuntura. La muerte de Pakal tuvo lugar el 28 de agosto del año 683, después de
más de 80 años de reinado.
Pero la pieza más conocida de la tumba de Pakal, y una de las más famosas del
arte maya, es el grabado que adorna la parte superior de la tapa sepulcral. Aunque ha
querido ser interpretada como una prueba de conexiones extraterrestre, es en realidad un
cosmograma, un “imago mundi” una visión del universo maya en la que el rey es
tragado por el monstruo de la tierra, pero, como el díos del maíz, renace y se transforma
en el árbol que sostiene los cielos. Así el rey es el “axis mundi” el eje del mundo que lo
sostiene todo y comunica los diversos planos de la realidad y a los hombres con los
dioses.
hacer que el Sol saliese cada mañana, que la lluvia cayese en el momento y en las justas
proporciones, conocían, porque sabían como comunicarse con los dioses, cuando
convenía iniciar la siembra o comenzar una batalla.
La pregunta es: ¿este poder ideológico tuvo inicialmente unas bases
materiales bien en forma de un poder militar o económico? El asunto no está claro,
aunque lo vamos a discutir en el siguiente apartado que muestra a los soberanos mayas
como jefes guerreros, pero lo cierto es que, una vez que los demás miembros de la
sociedad de los mayas aceptaron el papel de intermediarios divinos de sus gobernantes,
estos consolidaron y refrendaron su posición de privilegio.
De esta manera, la religión entre los mayas, como entre la mayoría de las
culturas, se convertía en un instrumento valido tanto para mantener la cohesión de
la sociedad como para salvaguardar las relaciones asimétricas. La religión no solo
servía para regular las relacione de los hombres con lo sobrenatural, sino también
para regular el acceso de los hombres a los cargos y con ellos al dominio de la
tierra y de su riqueza.
En resumen, aunque las causas y los mecanismos profundos que llevaron a los
reyes a hacerse aceptar como intermediarios entre hombres y dioses sean discutibles, lo
que si sabemos es la justificación que ellos ofrecían y los rituales con que
escenificaban su sagrada misión, que era uno de sus principales cometidos en la
sociedad.
*
La conexión con los dioses, en realidad precisaba, en realidad de una
cadena de intermediarios. Una cadena con, al menos dos grandes eslabones. El rey
era el eslabón terrestre. El celeste estaba constituido por los antepasados de los
monarcas, que habían sido reyes antes que ellos, pero que una vez muerto habían
pasado a convertirse en dioses. ¡Que mejor intermediario que un padre, un abuelo, o
el fundador de la dinastía para acceder a los secretos, los designios o los caprichos
de los demás dioses!
Son muchas las imágenes que el arte maya nos ha dejado de antepasados
deificados. Así tenemos las numerosas estatuas de Copán en las que el fundador de la
dinastía Yax Kuk Mo es representado como el Sol: Kinich Yax Kuk Mo (Primer quetzal
Papagayo con el rostro del Sol)104. También puede citarse la imagen del sarcófago de
104
Grube pág. 270.
69
Pakal, en el que es representado con los atributos del dios del maíz. Esto se venía
haciendo, además, desde hacía muchos siglos, pues en la cueva de Lotún (Yucatán,
México) se encuentra la representación de un soberano ya fallecido con los atributos de
Chaak, dios de la lluvia, y que se supone fechada entre el 300 a.C y el 100 d.C105.
La frontera entre los dioses y los miembros difuntos de las familias reales son
muy difusas o inexistentes. Y si uno considera que sus ancestros son dioses, ¿por qué no
llegar a creer que todos los componentes del panteón son como ancestros lejanos a los
que se podía invocar para hablar con ellos?
Invocar a los antepasados deificados, esa era la principal liturgia de la
religión maya en la que el rey es el principal oficiante. El rey mostrará tanto más su
sagrado poder, cuando demuestre que tiene un mayor poder mágico para conectar con el
más allá.
¿Donde se realizaría esta comunicación con los antepasados? En primer lugar en
los santuarios que coronaban las pirámides. Estos edificios servían, como sabemos, de
ejes simbólicos que conectaban los tres planos de la realidad: cielo-tierra-inframundo.
Pero este papel de intermediarios sagrados también tenía un coste y los reyes
pagaban sus privilegios con durísimas sesiones de autosacrificio. Los monarcas se
sometían a largas sesiones de penitencias que incluían aislamiento, ayunos, y sangrías
La efusión de sangre real era fundamental. Los monarcas se pinchaban con
agudas espinas de manta raya o se hacían cortes con afiladas cuchillas de obsidiana en
los lóbulos de las orejas o en el pene o en otras partes del cuerpo. Como decía Diego de
Landa: “se atravesaban lo superfluo del miembro vergonzoso, dejándoselo como las
orejas”106. Las reinas se pasaban cuerdas con espinas por la lengua 107. La sangre vertida
se recogía en tiras de papel de maguey y se quemaba junto con copal, para que se
elevara y sirviese de alimento a los dioses.
Pero el rey debía comunicarse con los dioses y para ello tenía que entrar en un
trance o éxtasis místico. Para ello, a la debilidad que le producían las sangrías y ayunos
se sumaba, tal vez, la danza continuada y la música monocorde y, sobre todo el
105
Grube pág. 305.
106
Grube, pág. 265.
107
Grube, pág. 154. Dintel 24 de Yaxchilán. La reina Kabal Xook se pasa por la lengua una cuerda con
espinas en presencia de su esposo Itzamnáh Balam (Escudo Jaguar II) que la alumbra con una antorcha.
Clásico Tardío hacía el 726 d. C. British Museum 1.10 metros por 0,80 metros y 0,10 de grosor.
70
este dios del rayo y la serpiente celestial están directamente relacionados 112. Quizá
se trate de la misma divinidad que adquiere formas diferentes. Se ha interpretado como
protector de los monarcas, que suelen llevarlo en la mano a modo de cetro. Pero
también se le considera un símbolo de la continuidad dinástica divinizada y,
posiblemente, tiene que ver o representa el renacimiento de deidades y ancestros.
Esta idea de renacimiento quizá tenga que ver con el hecho de que, a veces, el
dios kawil se representa como un niño en brazos de los monarcas. Convertirse en
niño es renacer. Se puede elucubrar que a los dioses se les alimenta con la propia sangre
del monarca; se les amamanta con sangre y se les hace renacer convertidos en niños.
Así, además, se establecería una relación de parentesco simbólico entre el rey y el dios
renacido. Con esto los mayas continúan una vieja tradición iconográfica que se
hunde en los remotos tiempos de los olmecas, pero que en realidad seguimos sin
entender completamente.
Pero el rey, además de entrar en contacto con los dioses en el interior de los
estrechos santuarios de los templos o incluso en los laberintos subterráneos que se están
empezando a encontrar en algunos palacios, también muestra su conexión con los dioses
en rituales públicos que incluyen danzas y juegos. Estos rituales se celebraban con
motivo de diversas festividades religiosas, pero eran especialmente brillantes al termino
de algunos ciclos temporales, como por ejemplo los periodos de 20 años o katunes.
Ocasión esta propicia para grandes rituales, además de para el levantamientos de estelas
y edificios conmemorativos.
Las celebres pinturas de Bonampak nos muestran hacia el año 790 al soberano
Yajaw Chan Mwan (Servidor del Halcón Celestial) celebrando un complejo ritual que
incluía el sacrificio de prisioneros, pero también una compleja danza. En las pinturas
vemos a los integrantes de la orquesta con grandes tambores de madera y piel, maracas,
trompetas, caracolas e instrumentos de percusión que pueden ser conchas de tortuga
rascadas con palos. En otra escena el señor se viste con unos ropajes y plumajes dignos
de un dios para comenzar la danza. Se aprecian también personajes disfrazados con
caretas de animales o dioses que danzan al son de instrumento de viento. Finalmente, un
gran panel de la cámara tercera 113 muestra que las escenas de baile iban también
acompañadas por sangrías y autosacrificios: En las escaleras de una acrópolis o
pirámide, el rey rodeado de nobles, danzan revestidos con enormes tocados de dioses.
112
El rayo surge de los cielos. Grube, pág. 268-269.
113
Grube, págs. 242-243.
72
Al monarca se le reconoce con el tocado del dios Sol. A la cintura llevan como dos
grandes alas “alas de danzantes” y paños ensangrentados, muestra que se han
sacrificado perforándose el pene. Las alas están extendidas, para dar a entender que,
como los derviches, giran sobre si mismos hasta entrar en trance.
Otro de los rituales en los que el monarca solía participar era en los relacionados
con el juego de pelota. Aunque más adelante trataremos extensamente sobre el
significado ritual de este juego, digamos ahora que los contendientes representaban la
lucha que enfrentó a héroes divinos del mundo exterior con otros del inframundo, lo
cual dio origen al nacimiento del Sol, de la Luna y del maíz. En ese mito, uno de los
héroes moría engañado por los malvados dioses del inframundo, pero renacía convertido
en el dios del maíz. En las escenificaciones de la mitología maya, las andanzas del dios
del maíz era, sin duda, un papel de verdadero protagonista, y los reyes mayas solían
adjudicarse su interpretación.
Entre los muchos papeles divinos que los reyes representaban, el del dios del
maíz era el más brillante y cargado de simbolismo. El ciclo de la planta, que incluía la
desaparición de la semilla en el interior de la tierra para dar lugar seguidamente a su
renacimiento en forma de vigorosa espiga, era presentado como una metáfora de la vida
cíclica de la monarquía. La muerte del viejo rey era como la siembra de la semilla y el
heredero representaba el nacimiento de los nuevos brotes de maíz, pero al mismo
tiempo significaba una reencarnación de su antecesor, con lo que se entraba en un
círculo infinito de vida-muerte-reencarnación. Era en el fondo una parábola, una imagen
accesible y comprensible para todos, desde los sencillos campesinos a la nobleza. A lo
largo de su vida, el rey podía representar los diversos momentos del mito y aparecer
vestido como uno de los jugadores-héroes; transmutado en joven dios naciente y,
cuando llegaba el final de su existencia, aparecer representado, como lo fue Pakal en la
tapa de su sarcófago, en la semilla que al ser enterrada permite su reencarnación y el
mantenimiento de la vida.
No es difícil comprender que los monarcas mayas de tanto querer presentarse
como descendientes de los dioses, terminaran por considerarse a ellos mismos como
verdaderos dioses. Ya hemos comentado que el título de Kuhul Ahaw, es decir “sagrado
señor” se extendió a partir del año 400 a casi todos los gobernantes de las ciudades
mayas, aun de las de mediano y pequeño rango. Tenemos bastantes pruebas
arqueológicas de esta progresiva divinización de los monarcas. Así por ejemplo, la
iconografía quería representar la entronización de un nuevo rey, utilizaba los mismos
73
modelos que empleaba para mostrar la entronización por los dioses del dios supremo
Itzamnáh, de tal manera que los personajes históricos se apropiaban de la función de
dioses114 . Otra representación no menos significativa es la que lleva a mostrar al rey en
algunas estelas con los atributos del árbol sagrado que sostenía la bóveda celeste. Eso es
lo que quiso mostrar el soberano 13 de Copán, cuando en el año 731 se hizo
representar en la Estela B115 con el ropaje que lo identificaba con el árbol-cruz del
centro del universo (Wakah Chan). Su penacho eran las plumas del ave sagrada que
representaba al supremo dios celeste Itzamnáh y su falda con cinturón del que cuelgan
hojas y flores es la del dios del maíz. En suma el rey se representa a si mismo como el
“axis mundi”; el centro del universo que trasciende desde el plano terrestre al celeste y
es el soporte de todo.
114
Grube , pág. 282-283. Entronización del rey de Palenque Ankal Mo Naab el año 721.
115
Grube pág. 292-293.
116
Schele, Linda y Mary Ellen Miller: The blood of Kings. Dynasty and Ritual in Maya Art. Fort Worth,
1986, pág. 3. “The Maya these were no peaceful theocracies, as claimed by Morley and Thomson, but
rival and very aggressive city-states”.
74
“De acuerdo con este modelo, ciertas áreas de las tierras bajas, particularmente
los sistemas ribereños del Usumacinta y Belice, tuvieron un potencial agrícola
mayor que otras áreas. La población de estas áreas favorables crece más
rápidamente, hasta el punto de que la tierra se vuelve escasa y los conflictos se
desatan entre las comunidades. La necesidad de líderes militares y de
individuos autoritarios...lleva a la emergencia de una élite. La densidad de la
población ya era alta en las Tierras Bajas, así que los vencidos en la guerra entre
aldeanos no pueden emigrar; tenían que quedarse en sus casas y pagar tributo a
los jefes vencedores, cuyo poder su así aumentando”118 .
117
Parece que son teorías de finales de los años 70. Sanders, William: Environmental heterogenity and
evolution of lowland Maya civilization. Y Webster, David: Warfare and the evolution of Maya
civilization. Ambos trabajos en: R.E. W. Adams (edit): The origins of Maya civilization. Albuquerque,
1977, págs. 287-289 y 335-371 respectivamente.
118
Fiedel, pág. 317.
75
como decoración de muchos de sus edificios y estelas las victorias de su rey Chan
Chaak.
¿Qué tipo de guerra practicaban los mayas? Los mayistas de la primera mitad del
siglo XX consideraron que las escenas de violencia del arte maya representaban
agresiones menores y ritualizadas capturas de prisioneros. Hoy se sabe que eran
auténticas guerras y verdaderas batallas que se producían dentro de un ambiente de
intrigas y lucha por el poder en donde los cambios de alianzas y las traiciones eran
moneda corriente.
Claro que quizá los conflictos militares entre los mayas no puedan calificarse
tampoco de “guerra total”. Entre los mayas no hubo una violencia desenfrenada, sino tal
vez una violencia calculada. Lo que de verdad querían los soberanos mayas era
convertir en tributarios a los vencidos y así adquirir mayores cotas de riqueza y poder.
Las escenas de recepción de tributos ante soberanos sentados en sus tronos, son uno de
los motivos más frecuentes en las vasijas pintadas mayas. Es posible, por tanto, que
existiese un cierto “código de honor” en las guerras que impedía la aniquilación total de
los vencidos y la destrucción sistemática de las ciudades rivales, pues si se sembraba de
sal la ciudad, ¿quién iba a proporcionar los tributos? Es posible que la ruptura, por las
razones que fuesen, de este código, fue una de las causas de la caída de los mayas a
partir del siglo X.
Uno de los procedimientos que empleaban los vencedores para consolidar su
dominio era raptar a los hijos de los reyes vencidos. Estos príncipes eran tenidos como
rehenes en la corte del vencedor, donde se les educaba según las costumbres locales de
tal manera que, más adelante pudieran ser colocados en el trono de la ciudad vencida y
pudieran actuar como un peón en la estrategia de la potencia hegemónica.
A favor de la existencia de una violencia calculada y limitada también habla la
inexistencia de murallas en las ciudades mayas. Se han argumentado muchas cosas: que
las ciudades estaban defendidas por muros de madera que hoy se han perdido. También
puede ser que las altas pirámides cumpliesen también el papel de verdaderas fortalezas.
Finalmente la aparición de algo que parece ser trabajo de fortificación en Tikal ha hecho
surgir otra tercera hipótesis. Se trata de un terraplén antecedido de un foso de 4,5
metros, que se extiende por una longitud de 9,5 kilómetros. Parece a todas luces un
parapeto defensivo, pero este no protege los principales edificios civiles o religiosos,
sino una amplia zona de pantanales. Se ha propuesto la hipótesis que el ataque y la
defensa de las cosechas sería una de las estrategias claves en la guerra entre los mayas.
77
123
Grube págs. 240-241.
80
Otra fuente que nos enseña los niveles de la sociedad mayas son las magníficas
esculturillas funerarias de la isla de Jaina, pero desgraciadamente, su información es
fundamentalmente etnográfica y descriptiva y no nos permite profundizar en los valores
que ordenaban la sociedad124.
Jaina Fue un centro ceremonial perteneciente a un señor que dominaba la
cercana región costera, pero sobre todo es importante por ser la más conocida necrópolis
mayas. Allí entre el año 500 y el 1000 d.C. se enterraron más de 20.000 personas. Los
difuntos, enterrados en fosas o urnas funerarias, estaban envueltos en sudarios teñidos
de rojo, acompañados de alimentos, utensilios como piedras de moler, puntas de lanza,
cuchillos joyas...y sobre todo de figuras de barro cocido y policromado, que suponemos
eran acompañantes de ultratumba. Las figuras de Jaina tienen una extraordinaria
vitalidad, sobre todo las del Clásico Tardío que constaban de un núcleo macizo, con la
cabeza, las extremidades y los adornos hechos a mano. Ellas nos muestran que la
sociedad se componía de gente poderosa, reconocible por sus ricos trajes y complicados
peinados y tocados. Vemos algunas ricas damas, individuos que juegan a la pelota o
parecen echar discursos, pero también nos muestra el lado oscuro de una sociedad con
prostitutas, borrachos, ancianos y seres deformes. Una cosa es muy significativa de la
información que nos proporcionan las figurillas de Jaina. Los personajes con más ricos
atavíos son siempre guerreros125.
En efecto, hoy se piensa que la sociedad maya estaba dirigida por un linaje
dominante, cuyo jefe era el monarca sagrado y de carácter divino. Los linajes
relacionados por parentesco con el dominante constituían la nobleza. La
responsabilidad principal de esta nobleza era fundamentalmente militar y en segundo
lugar de carácter administrativo y comercial.
Se piensa también que a medida avanzaba el Periodo Clásico, parece que la
importancia de estos linajes nobles fue más y más decisiva. Cuando en Palenque
durante el siglo VIII un descendiente de Pakal fue apresado por el rey de la vecina
ciudad de Toniná, un grupo de nobles fue el que guardó la corona de las placas de jade
símbolo del poder y, habida cuenta que el rey prisionero no va a volver, decidieron
nombrar a uno nuevo que recibirá la corona de sus manos, y no de las de sus padres126.
124
Jaina, isla de 1 km cuadrado a 60 metros de la costa occidental de Yucatán a cuarenta kilómetros al N.
De la ciudad de Campeche.
125
Grube, 308-309.
126
Grube, pág. 97.
81
de algo parecido a un mercado libre no tenían sentido. Los campesinos realizarían sus
intercambio por trueque en sus pequeñas comunidades y los nobles y reyes se
intercambiarían los objetos de lujo y rituales en forma de regalos, tributos o pagos de
servicios prestados128.
Curiosamente tampoco abundan las imágenes de los que podamos
considerar sea una casta sacerdotal. En algunas imágenes cerámicas aparecen
personajes disfrazados de dioses o animales, que tal vez sean chamanes. Pero nada
semejante a lo que fueron las legiones de sacerdotes que tuvieron los aztecas ha
quedado reflejado en las fuentes pictóricas, escultóricas o epigráficas mayas. Tal vez el
papel de intermediario directo con los dioses, restringía al rey, a su esposa y parientes
más cercanos las funciones religiosas, sin que se hubiese institucionalizado un grupo
sacerdotal más amplio.
Por debajo de estos clanes nobles se extendía el extenso grupo del campesinado.
Las diferencias de este grupo con la nobleza eran abismales. Vivían en chozas y
practicaban una agricultura comunal y de subsistencia cuya base seguía siendo el
cultivo de milpas por el procedimiento de la tala y la quema del bosque. En efecto,
existe la teoría de que la agricultura intensiva, que no podía funcionar sin una
férrea autoridad directriz, también estaba controlada por la nobleza. Los nobles
recibían el tributo en especie y en trabajo de sus súbditos y este último se empleaba
fundamentalmente como mano de obra en los grandes pantanales destinados a producir
varias cosechas al año.
Así que se perfilaban dos mundo bien diferentes:
El de una nobleza que explotaba unos terrenos ricos, que eran siempre los
mismos y que posiblemente estuvieran siendo ya considerados como de propiedad
privada; que vive en palacios de piedra, pensados para durar; palacios situados en
ciudades sagradas e inamovibles. Frente a ella aparece un campesinado que sigue un
sistema itinerante de cultivos, que viven en cabañas o chozas de materiales perecederos,
situados en emplazamientos sin ningún significado ritual situados medio del bosque
tropical. Un mundo de permanencias y de dominio frente a otro de movilidad y
explotación. Dos mentalidades que en un determinado momento podían chocar
violentamente.
El escaso desarrollo tecnológico de los mayas (que por ejemplo no, llegaron a
manejar ningún metal) sería otra prueba del abismo existente entre los dominadores y
128
Rivera pág. 29
83
Pero ¿acaso no existían sectores intermedios que rompiese esta dualidad social?
En las cerámicas y en los textos aparecen figuras de escribas, de traductores y desde
luego, muchas de las esculturas o pinturas fueron hechas por verdaderos artistas. Podían
constituir el núcleo de grupos intermedios de la sociedad.
Las imágenes de escribas son muy abundantes en la iconografía Maya. Se los
representa dibujados en algunos grandes platos, escribiendo con finos pinceles sobre los
códices129. En otros casos, incluso, se les puede ver en una especie de lección impartida
por viejos maestro a varios jóvenes discípulos. El grupo de inclina sobre los códices,
mientras los viejos escribas guardan algunos de sus pinceles ensartándolos en las bandas
de su tocado130. Pero la mayoría de las escenas los representan sentados a los pies de los
reyes, tomando nota de los asuntos que tienen lugar en la corte 131. En otras ocasiones,
como en el famoso “vaso de la liebre”, el escriba es representado por un animal, un
liebre en este caso132, en otras por un mono, que se suponen eran seres míticos o
protectores de los escribas. Lo interesante es que en todas estas representaciones los
escribas aparecen siempre rodeando al rey y vestidos con tocados muy complejos y con
orejeras valiosas, lo que parece indicar su pertenencia a la aristocracia.
Algo similar debería ocurrir con los “artistas” que decoraban las vasijas
cilíndricas y aun con los directores de las obras escultóricas. Hoy se piensa que ambos
pertenecían también a miembros de la aristocracia e incluso de la realeza. En algunos
paneles jeroglíficos se está empezando a encontrar que los directores de estos grandes
trabajos de propaganda real, se los denomina con términos que vienen a significar algo
como “gran infante” (Chak Chok), es decir un príncipe de sangre real. En principio hay
que tener en cuenta que las vasijas mayas no solo estaban pintadas, sino también
decoradas con jeroglíficos. El sistema escriturario maya era muy complejo, ya lo hemos
129
Grube pág. 125.
130
Grube, 135.
131
Grube págs. 150 y 157.
132
Grube 427.
84
dicho, y solo los muy instruidos e iniciados eran capaces de dominarlo. Lo mismo
ocurría con alguno de los temas mitológicos y cosmogónicos que aparecen dibujados en
ellas. Una prueba de la importancia social de estos “artistas” está en el hecho de que
muchas de las obras aparecen firmadas. Frases como “esta es la escritura de....” se están
encontrando y ahora lo arqueólogos tratan de establecer escuelas de escritores.. Nadie
que no perteneciese a un grupo privilegiado se atrevería a dejar su nombre escrito en
unas piezas que constituían verdaderos objetos suntuarios y se empleaban como regalos
de estados entre los diversos reyes.
Es evidente que también existirían artesanos de menor nivel. En las afueras de
Tikal se han encontrado algunos centros que pudieran considerarse artesanales
famniliares, pero que no tienen la abundancia ni la organización de los de Teotihuacán.
También en los palacios reales vivirían artesanos, en condición de criados semilibres o
incluso esclavos del señor133.
c) El arte Maya
El arte maya es una actividad realizada para cantar las glorias de los
monarcas y de los dioses, que a veces era la misma cosa. Su combinación de técnica
y sensibilidad lo convierten, en una fuente inigualable para la historia y en un
disfrute estético.
Los mayas dominaron todas las artes y fueron maestros en arquitectura, en
escultura, cerámica y pintura.
En la escultura utilizaron la piedra caliza, que es blanda y fácil de trabajar con
escoplos de pedernal e instrumentos de piedras duras, como la obsidiana. En algunas
ciudades como Copán, la piedra fue la toba volcánica, que es especialmente buena para
esculpir debido a su blandura. Las paredes de muchos edificios estaban decoradas con
esculturas de estuco (una mezcla de yeso blanco, con agua y cola, y en algunos casos,
polvo de mármol). Para pequeñas esculturas empleaban el jade, que cortaban con
cuerdas impregnadas en obsidiana rayada.
De esta manera los mayas realizaron paneles en bajo y alto relieve; estelas, que
muchas veces eran verdaderas esculturas en bulto redondo y máscaras hechas con
mosaicos de jade.
133
Rivera pág. 30 y 149.
85
Pero quizá una de las cimas de su arte escultórico se encuentre en los millares de
esculturas de barro cocido y policromado que se encontraron en las 20.000 tumbas de la
necrópolis de Jaina134. Estaban hechas con un núcleo macizo y fabricado con moldes,
pero en las mejores, la cabeza, los brazos y los adornos estaban realizados a mano.
Presentan una variedad de tipos tan impresionantes que son una muestra de la sociedad
mayas y no tan solo a nivel personal, sino de sus trajes, joyas o muebles. Su vitalidad es
altísima, y expresan con enorme realismo el movimiento o los diversos estados de
ánimos.
Los mayas hicieron en escultura otra cosa que no encontramos en todo el arte
mesoamericano: intentar perpetuar los rasgos de las personas, llegando a confeccionar
auténticos retratos de personajes históricos. Se supone que las tapas de los vasos de
mosaico de jade que se encontraron en las tumbas reales de Tikal representan retratos de
los monarcas y sus esposas. Sin embargo es en la tumba de Pakal, en la que hemos
encontrado varios retratos de estuco del gran rey y que, además, nos muestran su
aspecto a través de los años. Pero no solo los reyes recibieron ese honor, en las
proximidades de Palenque se han encontrado rostros esculpido en estuco, que son
verdaderas obras muestras de la retratística de todos los tiempos135.
La cerámica es otra de las cumbres del arte mayas. Aunque los vasos cilíndricos
pintados son las piezas más conocidas, también fabricaron platos, ollas con tapadera etc.
Pero el elemento más característico de la cerámica maya es la de usarse como un
soporte para realizar pinturas que, a la par que ser fuentes históricas de primera mano
(tanto por sus dibujos como por sus textos jeroglíficos), resultan obras maestras del
dibujo, la composición y el colorido.
La cerámica maya estaba realizada con una técnica que se denomina de
“englobe”. Antes de cocerla los alfareros sometían a sus piezas a una inmersión en
arcilla líquida. Así una vez cocida, la pieza se hacía impermeable y capaz de ser
utilizada como recipiente de líquidos, pero además presentaba una superficie muy lisa
ideal para ser pintada.
Los temas que aparecen pintados sobre las cerámicas son muy variados. Entre
ellos destacan los de carácter histórico tales como entrega de tributos, sumisión de
prisioneros o escenas palaciegas. Pero los más abundantes tienen que ver con temas
134
Isla de la costa occidental de Yucatán, situada a 60 metros de la costa y a unos 40 kms. Al norte de la
ciudad de Campeche.
135
Grube, pág. 13.
86
***
136
León Portilla, M.: Tiempo y realidad en el pensamiento maya.
88
nombres137. Podíamos decir que había dos grandes grupos, aquellos que tenían
relación con las fuerzas y los elementos de la naturaleza y por otra parte la
religión, digamos oficial, de los ancestros reales divinizados.
Entre los del primer grupo podemos decir que los mayas consideraban dioses a
elementos de la naturaleza como la tierra, el fuego, la muerte; astros como el Sol, la
Luna o el planeta Venus; fenómenos meteorológicos, como la lluvia y el relámpago;
accidentes del terreno como las montañas; animales como el jaguar, el quetzal o el
papagayo; y plantas como el maíz. Se trataba, en el fondo de una naturaleza deificada
en sus diversos componentes.
Además existía un dios creador, Itzamnah, una especie de señor de todos los
dioses, que se representaba como un anciano rey sentado en su trono y presidiendo la
asamblea de todos los dioses, pero también como el dios del cielo o de la bóveda
celeste, representado por un gran pájaro que se posaba en cima del árbol que sostenía el
mundo.
Un dios de enorme importancia era el Sol, llamado “Kinich Ahaw” (El señor
Sol), que era el dios de la guerra y de los sacrificios. También Venus era un dios
relacionado con la guerra. Muy importante también era el dios de la muerte,
representado por un esqueleto humano, un dios considerado poco espabilado y al que se
le podía engañar con rituales y magias.
Por otro lado estaban los antepasados de los monarcas que podían adoptar la
apariencia de cualquiera de estos dioses. Un dios especialmente vinculado a las
dinastías reales era el dios del rayo Kawil, que los reyes portan como un cetro y algunas
reinas llevan en los brazos como si fuera un niño.
Hay que reconocer que muchas de las relaciones entre los dioses y los
hombres y las de los propios dioses entre si, no las entendemos bien. Los dioses se
funden unos en otros dando lugar a nuevas divinidades que comparten los atributos de
ambos, como si la personalidad de uno penetrase en la de otro. Otras veces, dioses muy
similares parecen ser facetas distintas de una sola divinidad.
A veces estas relaciones parecen bastante obvias. Así por ejemplo, el dios de la
Lluvia “Chaak” y el dios del rayo “Kawil” tienen una representación iconográfica muy
parecida, y Kawil solo se distingue de Chaak porque en la cabeza lleva una antorcha
ardiendo. Las relaciones entre el rayo y la lluvia son evidentes, y a veces se les
representa a ambos saliendo de la cabeza de una serpiente, que para los mayas era el
137
Grube pág. 263.
89
símbolo del cielo. Otra relación sencilla, porque tanto el rayo como la lluvia proceden
del cielo. Al dios de la lluvia se le representa, también, llevando al dios del rayo como si
fuera un hacha, y esto es porque sabemos que se creía que el dios de la lluvia empleaba
los rayos para abrir las montañas en cuyo interior se encontraba el agua.
Pero otras veces no entendemos nada. Así por ejemplo, muchos dioses se
relacionan con los números, que para los mayas tenían también un significado divino
como elementos que servían para contar los espacios de tiempo. Así el dios del viento es
también el del nº 3; el dios del Sol diurno es también el dios del nº 4 y el del Sol
nocturno es el dios del nº 7.
Tampoco entendemos porque unos dioses luchan y se matan entre si. En este
sentido, entre los Mayas volvemos a encontrar el viejo mito olmeca de los niños jaguar
y vemos como el dios de la lluvia realiza sacrificios de estos niños jaguar 138. Los
mayas, como los olmecas, sacrificaban de vez en cuando niños al dios de la lluvia, como
prueban los restos óseos infantiles encontrados en algunas cuevas. Coe reproduce en su
libro la conocida escena en la que el dios de la lluvia y el de la muerte bailan por el
triunfo sobre el niño jaguar dios del inframundo...[¿sería una lucha entre el dios de la
lluvia y algún guardián infernal del agua, que según la mitología maya se guardaba en el
interior de la tierra?]139
Es como si a un extraterrestre o, incluso a un chino desconocedor de nuestra
religión, quisiéramos que entendiese porque el Escorial tiene forma de parrilla: porque
conmemora la batalla de San Quintín, que se dio el día de San Lorenzo, santo que según
la tradición fue quemado en una parrilla....Y que decir si ese mismo tipo de gente
tuvieran que explicarse escenas de la natividad; a santa teresita del niño Jesús; o a los
cuadros de venerables frailes amamantados por imágenes de la virgen como existen en
el convento de Santo Domingo de Lima.
Los sacrificios humanos entre los mayas no parece que adquiriesen la frecuencia
y la importancia que adquirirían bajo los aztecas. Ahora bien a los dioses si se les
ofrecía con frecuencia la propia sangre producida en los antosacrificios. También
objetos preciosos tales como conchas de Spondylus, haces de plumas, o bolas de copal,
algunas con forma de corazón, para engañar al no demasiado ingeniosos dios de la
muerte, que así creía haberse llevado un corazón verdadero.
138
Grube, pág. 277.
139
Coe, pág. 140.
90
140
Grube, pág. 282, 286 y 288.
91
decir en el extremo de la copa del gran árbol Wakah Chan, se encuentra un gran ave,
que representa a Itzamnáh, el dios creador.
Junto al árbol que sostenía el cielo existía una cueva que daba entrada al mundo
inferior. Este estaba compuesto también por niveles, en este caso eran 9 los pisos del
inframundo, mundo interior o Xibalbá.
Así pues tenemos un universo con tres planos: inframundo, terrestre y celeste.
Pero si en el pensamiento cristiano es el cielo el lugar donde residen las divinidades y
los santos y por decirlo de una manera vulgar, es el lugar más importante del Universo,
entre los Mayas, el inframundo era el lugar más concurrido y visitado por los dioses,
incluidos los celestiales, como el mismo Sol, que todas las noches lo recorría de Oeste a
Este. Miguel Rivera expresa muy bien esta idea:
“El inframundo era el lugar privilegiado del cosmos donde se encerraban los secretos de
la vida y de la muerte. Allí estaban, temporal o permanentemente, los antepasados que
daban derecho y legitimidad a los monarcas y también la mayoría de los dioses, que
eran residentes fijos o pasaban largas temporadas, la comunicación con el inframundo
fue el principal de los objetivos perseguidos con los ritos públicos o privados: visiones
de la gran serpiente, derramamientos de sangre, enemas, sesiones con los espejos
mágicos, recorridos por los laberintos, juegos de pelota, sacrificios humanos, etc. Ya
ella se dirigieron con frecuencia los esfuerzos litúrgicos de los reyes y de sus
esposas”141.
A ese inframundo, a ese país subterráneo, que el Popol Wuh llama el Xibalbá, se
tenía acceso a través de las grutas, las cuevas y los oscuros cenotes. Pero la tierra no era,
como no lo era para la mayoría de los mesoamericanos, un ser inerte, sino un ser vivo.
Penetrar en el interior de la tierra era hacerlo en las entrañas de un monstruo que flotaba
en el agua, y por lo tanto, antes o después, al adentrarse en su interior había que
atravesar una frontera acuática. El inframundo era también un mundo subacuático. A
esto es evidente que contribuía no solo la presencia de los océanos que rodeaban el área
Maya tanto por el norte como por el sur, sino también la constatación que el subsuelo de
su país estaba lleno de lagos y cauces fluviales interiores.
Realmente la importancia de las cuevas ya estaba presente en la cultura olmeca,
y en los relieves de las grutas de Chalcanzingo en Morelos, ya se muestra con claridad
141
Rivera, págs. 59 y 59.
92
que el dios del agua reside en el interior de las montañas y que las nueves ascienden por
las cimas para traer la lluvia. Sin embargo, no ha sido hasta las dos últimas décadas del
siglo XX, cuando los arqueólogos no se haban percatado de que excavar las
innumerables grutas de la región era una autentica mina de información.
Así por ejemplo la ciudad de Dos Pilas (Guatemala en la selva sur del Peten)
está construida sobre una serie de cavernas unidas por túneles. En el interior de dichas
cuevas se han encontrado objetos y ofrendas del periodo posclásico, cuando los grandes
monumentos de piedra que hoy vemos en el exterior no se habían levantado aun. Parece
pues evidente que, de un modo totalmente premeditado, la ciudad se colocó en el
periodo Clásico encima de unos lugares considerados sagrados desde hacía mucho
tiempo.
El edificio más importante y más alto de Dos Pilas es la llamada Pirámide del
Duende, la cual está situada sobre una elevación natural convertida en plataforma. Justo
debajo hay una gran cueva de 1,5 kjilómetros de longitud con un gran lago natural. A la
cueva se accede por detrás de la plataforma y en época maya, parece que el nombre de
la ciudad fue “Agua Solar” o “Agua Caliente”.
También en Dos Pilas, el palacio más importante, o Palacio de los Murciélagos,
se encuentra encima de la llamada Cueva de los Murciélagos. Dicha cueva está formada
por un río subterráneo de más de 10 kilómetros. En época de lluvias, el agua brota con
fuerza por una salida bajo el palacio, anunciando el comienzo de la estación de la
fertilidad. El soberano, colocado sobre la fuente, se podía presentar como dominador de
esta fuerza vital indispensable de la naturaleza.
Tanta era la importancia de las cuevas, y tan frecuente era el ritual de la bajada
de los reyes al mundo inferior, que cada vez se descubren más subterráneos artificiales y
laberintos construidos bajo los palacios, como es el caso del aparecido bajo el edificio
19 de Yaxchilán y otro parecido hallado en Oxkintok 142. Eso quiere decir que, cuando
no había grutas naturales, los reyes las construían para poder realizar dichos rituales.
También se han encontrado abundantes “grafitis” en el interior de las cuevas, algunos de
los cuales recuerdan la peregrinación de príncipes y altos dignatarios, a veces
acompañados por enanos, seres considerados como portadores de poderes mágicos143.
142
Grube, pág. 302.
143
Grube, pág. 306. Pintura con carbón vegetal en la cueva Nah Tunich en Peten. Clásico Tardío.
93
Esta costumbre de construir edificios sobre las cuevas no se reduce a los grandes
monumentos de piedra. También muchas cabañas de campesinos se encuentran situadas
cobre cuevas-aljibes, en la que se arrojaban ofrendas al díos de la lluvia.
Hay que reconocer que el culto a las grutas y a las corrientes subterráneas no es, ni
muchos menos, una característica exclusiva de la cultura Maya. En Europa, los celtas
realizaban cultos a las grutas y a las fuentes e incluso en nuestra cultura cristiana han
quedado fuertes reminiscencias de estos cultos. Covadonga en España; Lourdes en
Francia o Fatima (¿Coba de Iria?) son claros ejemplos de lugares sagrados donde se
aparece la virgen y donde existen manantiales de agua salutífera, de la que es el más
claro ejemplo la famosa agua de Lourdes, a cuya bebida se le atribuye más de un
milagro y que todos los años concierta una espectacular procesión de enfermos e
impedidos.
Pero si en Europa de hoy esperamos milagros y curaciones de las divinidades de las
grutas. Los mayas del clásico se veían en la obligación de propiciar a unas divinidades,
que como también era común en Mesoamérica, tenían un cambiante humor y lo mismo
podían enviar dones que castigos. En Mesoamérica el mal y el bien no son magnitudes
contrapuestas, sino dos facetas de una misma realidad vital. De las grutas podía salir la
beneficiosa lluvia, pero también las inundaciones, los terremotos y las enfermedades.
Se suponía que las enfermedades las producían los aires maléficos que salían del
interior de la tierra (lo cual era también una creencia en Europa hasta bien entrado el
siglo XIX). Los chamanes usaban cristales de roca para “empapar” el mal de los
enfermos y devolverlos a las cuevas, para que el mal volviese a su sitio. En algunas
cavernas del área Maya se han encontrado centenares de estos cristales empleados para
“chupar” las enfermedades.
Las cuevas eran un lugar de magia, blanca, pero a veces también negra y allí acudían los
chamanes para lanzar sus maleficios y conjuros. Esta importancia mágica de las
cavernas es algo que pervive hasta hoy en las comunidades indígenas mayas. En el mes
de mayo, poco antes de que comience la estación de lluvias, aldeas enteras se trasladan
a las cueva a pedirle a Chaak, dios de la lluvia y “señor de la tierra”, abundantes
cosechas. Si hay sequía, será en las grutas donde se intente aplacar la ira del dios.
A este lugar subterráneo, al Xibalbá, iban los muertos. A fundirse con una naturaleza, de
la que el hombre no era una parte autárquica, sino un elemento más. No se debe decir,
tampoco, que al inframundo iba el alma de los muertos, porque para los mayas no
existía esa concepto platónico de una personalidad divisible en una parte material y otra
94
invisible, incorpórea e intangible. Los difuntos podían adquirir formas concretas al ser
invocados. Los mayas creían que esas formas podían ser la de unos seres o espíritus
protectores, llamados Way, que normalmente tenían forma de animales reales o
míticos. Estos seres eras una especie de dobles que las personas tenían en el mundo
sobrenatural. El día del nacimiento de terminaba el correspondiente Way que le
correspondía. Estos elementos recuerdan a los ángeles “de la guarda” o la costumbre de
ponerle al recién nacido el nombre del santo cuya festividad se celebraba el día de su
nacimiento.
Tras la muerte, el difunto iniciaba el camino hacia ese mundo subterráneo y acuático
que era el Xibalbá. El Popol Wuh cuenta que se descendía a través de barrancos y
empinadas cuestas, debiendo atravesar ríos purulentos. En el interior existían toda clase
de cosas extraordinarias, jardines encantados, canchas de juegos de pelota, y sobre todo
una serie de dioses y espíritus perversos que buscaban dañar a los humanos y a los que
se podía vencer si se dominaba con perfección las artes mágicas. La idea de que los
enanos y otros seres deformes eran seres dotados de poderes especiales está relacionada
con la creencia de que, de alguna forma, estaban emparentados con los extraños seres
del inframundo144.
En resumen, la magia, lo extravagante, lo extraordinario, dominaban en el Xibalbá. La
salida del inframundo también estaba cerrada por agua, era el río de la vida, que cerraba
el extremo opuesto del río purulento de la entrada.
Existía una idea de resurrección entre los mayas. Volver a la vida no era una posibilidad
al alcance de todos. Al parecer, solo los reyes apoyados por sus conocimientos de la
magia y por el auxilio de sus antepasados divinos podían lograrlo. Cuando lo hacían,
según vemos en la lápida de Pakal, lo conseguían al transformarse en el árbol de la vida.
Los mayas creían que el hombre había sido hecho de maíz, y por ello el curso de la vida
humana era equiparado al nacimiento y la muerte de una planta. En una interesante
cerámica conocida como El Trípode de Berlín145, se puede ver el entierro de un
personaje y como va a reunirse con otros difuntos representados como árboles
antropomorfos, con la cabeza y las manos sobre la tierra y el cuerpo y las piernas como
el tronco y las ramas. El 14 de enero del 2002, en un documental sobre las costumbres
de los indígenas guatemaltecos, se aprecia que se mantiene la costumbre de plantar un
144
Grube, pág. 306.
145
Clásico temprano (300-600 d. C.). Arcilla grabada, 12,9 cm de altura, 17,3 cm. De diámetro. Grube
pág. 312.
95
árbol sobre la tumba del difunto. Se piensa que el árbol aspira el espíritu del difunto y
de alguna manera lo devuelve a la vida...es, desde luego una idea cargada de poesía y
una buena forma de resucitar.
d-3) La religión y las creencias. Mitos sobre los orígenes y el juego de pelota.
El Popol Wuh cuenta que una vez que los dioses colocaron las tres piedras y el
árbol del centro del mundo, los cielos se separaron de la tierra y del inframundo, pero
todavía hacia falta una cosa más: que la bóveda celeste comenzase a girar y con ello
pudiese comenzar el tiempo y la historia, en suma la vida de los hombres. De realizar
esta tares se encargaron un héroes que son los protagonistas principales de ese relato
maya. Y para llevar a cabo su fundamental misión tuvieron que enfrentarse a los señores
del inframundo en un juego a vida y muerte, el famosos “juego de pelota” que constituía
a la vez un entretenimiento y uno de las ceremonias rituales más conocidas y extendidas
del área mayas y de toda Mesoamérica.
Como sabemos, el Popol Wuh es un relato recogido en un manuscrito redactado
durante la época colonial146 basándose en tradiciones orales. Pero hoy sabemos que esas
tradiciones se remontaban al periodo Clásico y aun antes. Al menos, el juego de pelota,
que iba asociado al mito, era ya practicado por los olmecas desde el siglo V a.C. La
aparición en vasijas pintadas y en grabados en piedra de representaciones de las mismas
aventuras que se cuentan por escrito en el Popol Wuh no dejan la menor duda de que
con este mito estamos ante unas creencias totalmente vigentes en los momentos de
máximo esplendor de la cultura Maya.
El mito reflejado en el Popol Wuh es conocido también como el Mito de los
Héroes Gemeos o el Mito de Hun Hunahpu. El relato es el siguiente:
Hun Hunahpu, que significa Uno Cerbatana era un consumado jugador de
pelota y poseedor de uno de los equipos más hermosos para practicar el juego. Según
vemos en la iconografía los jugadores necesitaban un complicado equipo para
protegerse de los impactos de las pesadas pelotas de caucho. Pues bien, los señores del
inframundo estaban molestos por el ruido que Hun Hunahpu hacia jugando y envidiosos
de su flamante equipo de jugador. Por eso lo invitaron a jugar con ellos en el
inframundo.
146
El manuscrito original del siglo XVI no se ha encontrado y la versión más antigua de la que
disponemos es una traducción hecha por el fraile español Francisco Ximénez en Chichicastenango a fines
del siglo XVII o principios del siglo XVIII.
96
El viaje que hace Hun Hunahpu es un ejemplo del que debían pasar los hombres
al morir: tiene que descender por empinadas escaleras y barrancos que cruzan grandes
torrentes y desfiladeros. Hun Hunahpu llega por fin al inframundo, pero la invitación
era una trampa. Como el partido era al día siguiente lo llevan a “la casa de las tinieblas”
y le dan unas antorchas, pero les exigen que se las devuelvan al día siguiente. Como las
antorchas se consumen, los señores del inframundo lo matan cortándole la cabeza, que
después dejan colgada de un árbol frutal. Al comer fruta de aquel árbol se acerca la hija
de uno de los señores del inframundo y al llegar la cabeza le habla y le escupe,
quedando mágicamente preñada de gemelos con aquella saliva. La muchacha, para
ocultar su deshonor huye del inframundo y da a luz a los dos héroes gemelos, hijos de
Hun Hunahpu.
Los gemelos se convierten en grandes cazadores y en una de sus cacerías, un
ratón les cuenta la historia de su padre y en donde los señores del inframundo tenían
escondido el equipo de jugador de Hun Hunahpu. Los gemelos se convierten también en
expertos jugadores y de nuevo los señores del inframundo, molestos y envidiosos los
invitan a jugar con ellos. Bajan al inframundo con el deseo de vengar a su padre. Los
señores de las tinieblas les ponen también diversas pruebas, pero los gemelos son
expertos en magia y las van salvando. Así por ejemplo la prueba que no superó su padre
la solventan con ingenio. En vez de encender la antorcha, ponen una luciérnaga en la
punta y así pueden ver y entregar la antorcha intacta al día siguiente. Son sometidos a
nuevas pruebas, que de nuevo nos indican cual era el destino de los humanos en sus
viajes de ultratumba: la casa del frío, la del calor, las de los cuchillos o la de los
murciélagos. Son muchas pruebas, y al final fallan en una. Los murciélagos le cortan la
cabeza a los hermanos y sus cuerpos son arrojados al agua. Pero los hermanos
consiguen reunir sus huesos y resucitar.
Entonces se disfrazan de mendigos dispuestos a engañar a los señores del
inframundo con su potente magia. Uno de los hermanos mata al otro en presencia de los
señores y lo hace resucitar. Los señores quieren probar y se dejan matar, pero los
inteligentes hermanos no los resucitan. Entonces los gemelos pueden robar la cabeza de
su padre. La entierran cuidadosamente y Hun Hunahpu resucita convertido en el dios
del maíz147. Los gemelos, a su vez, se convierten en el Sol y la Luna. Ya están todos los
condicionantes para que el hombre pueda vivir. Los dioses lo fabricarán de pasta de
147
Ver la imagen de este hecho en un plato de cerámica del Clásico Tardío. Grube, pág. 286.
97
148
Eliade, Mircea y Joan P. Couliano: Diccionario de las religiones. Barcelona, 1997, págs.49, 50 y 292.
149
Los llamados “yugos”, piezas de piedra que recuerdan a esa parte del atalaje de los animales de carga,
se suponen que eran exvotos de jugadores, e incluso moldes para que los grabados de la piedra quedaran
impresos en bandas de cuero.
98
también protecciones en las muñecas, en ese caso no porque se pudiese golpear con
ellas, sino para no herirse cuando se tiraban al suelo a devolver una pelota.
Las reglas que, insisto, no nos son conocidas, quizá variasen de unos lugares a
otros. Así por ejemplo, en algunos campos, existen dos aros en cada uno de los taludes,
mientras que en otros casos dichos aros no existen. Se suponen que el equipo que,
además de devolver la pelota la conseguía hacer pasar por el aro, ganaría el partido.
Los campos de pelota son unas construcciones siempre presentes en las ciudades
mayas. Algunos de ellos son de proporciones realmente espectaculares. La cancha más
grande para el juego de pelota no es del periodo Clásico, sino del Posclásico. Se
encuentra en Chichén Itzá. Mide 138 metros de largo por 40 de ancho y sus taludes
alcanzan lo 8 metros de altura. El carácter ritual del edificio se comprueba con la
existencia de tres templos construidos sobre las gradas.
Mucho se ha discutido si el juego de pelota implicaba el sacrificio de alguno de
los contendientes. Muchos elementos hacen pensar que si. En principio, el ritual
recordaba la muerte de los dioses y es posible que esas muertes míticas se reprodujeran
con seres humanos. Algunos grabados encontrados en las canchas reflejan escenas de
sacrificios. Es especialmente importante el de Chichén Iztzá en el que puede apreciarse
a jugadores con el tronco chorreando sangre y calaveras envueltas en bolas de látex.
También en un grabado de Yaxchilan, el rey, revestido como jugador triunfante, ve caer
una enorme bola que tiene grabada en su interior el cuerpo de un prisionero maniatado.
Las escenas de reyes presentados como jugadores vencedores son muy
frecuentes. Lo que hace pensar que, dentro de la liturgia que trataba de identificar a los
reyes con los dioses, a los monarcas les gustase hacerse pasar por uno de los míticos
héroes que vencieron a las divinidades de la oscuridad y trajeron luz y comida al pueblo.
Los reyes, como hicieron los gemelos, podían luchar con su magia contra las asechanzas
de los señores del inframundo y mostrarse como vencedores de la muerte.
Ahora bien, además de todo esto, el juego tenía también un componente lúdico.
Hernán Cortés trajo jugadores de pelota mexicanos que hicieron las delicias de los
sevillanos realizando malabarismos en el Arenal. El dibujante alemán Christoph
Weiditz nos ha dejado unas magníficas pruebas gráficas de ello. Algunos cronistas, nos
cuentan también que el juego de pelota era motivo de apuestas entre los espectadores e
incluso existía la costumbre de que cuando algún jugador conseguía meter la pelota por
uno de los aros, la gente situada en las gradas de ese lado debía entregarle sus capas150.
150
López de Gómara
99
Antes de que los héroes gemelos venciesen a los dioses del inframundo,
permitiendo el nacimiento del Sol, la vida del hombre no era posible. Para los mayas al
principio no fue las confusión o el caos, sino la quietud, que era igual a la nada . Por
151
El Génesis dice: “Al principio creó Dios el cielo y la tierra. Pero la tierra era informe y vacía y las
tinieblas cubrían la superficie del abismo...” Es decir más que quietud, lo que había era confusión: era el
caos.
100
En principio, los mayas, como otros muchos pueblos, consideraban que los
astros reconocibles en el firmamento (Sol, Luna, Venus y diferentes constelaciones
estelares) y cuyo paso por el firmamento forman una especie de reloj universal, eran
auténticos dioses. Cuando los mayas estudiaban los astros y confeccionaban
calendarios no estaban haciendo metafísica o astronomía; no estaban haciendo
ciencia, sino estudiando a los dioses. Cuando observaban un eclipse, no interpretaban
que una masa esférica se interponía entre otra, sino que una gran serpiente engullía el
Sol. Así el Códice de Drede se refiere a los eclipses con el termino “Chibal Kin”,
literalmente “tragarse el Sol”152
Pero no solo los astros eran dioses. Los distintos periodos de tiempo que esos
152
Grube, pág. 144.
101
astros marcaban con sus apariciones y desapariciones, también una entidad propia y
divina. Así por ejemplo el periodo de tiempo que llamamos día era para los mayas un
dios y en su lengua se decía Kin, que también significa Sol. De igual forma, todos los
periodos de tiempo más significativos tales como lo que para nosotros pueden ser el
mes, el siglo o el milenio, eran considerados dioses. Es algo difícil de entender en
nuestra mentalidad, pero piénsese como se han mitificado en la literatura o en el arte las
estaciones. Véase la primavera de Boticelli o téngase en cuenta el “espíritu de la
Navidad”, que parece que es algo que cobra vida...al menos para el Corte Inglés.
Pero no solo los astros y los periodos de tiempos eran dioses. Los números no
eran magnitudes abstractas, sino vivas. Las cifras eran otro tipo de dioses que mantenían
relaciones diversas con el dios del periodo de tiempo al que acompañaban y contribuían
a modificar su carácter. Los dioses-números eran los cargadores de los periodos de
tiempo. Era como si nosotros al pensar en un fecha cualquiera, por ejemplo 31 del XII
de 1999, considerásemos que el dios del 31 transporta la divina carga del dios del día; el
dios del 12 transporta la divina carga del dios del mes; el dios del 9 transporta la carga
del año, de la década y del siglo; y el dios del 1 transporta el milenio. Al día siguiente, 1
del I de 2000, los dioses de los números se pasaban la carga de tiempo unos a otros. El
dios del 31 le pasaba la carga del día al dios del 1; el del 12 le pasaba también la carga
del mes al 1; el dios del 9 le pasaba la carga de años, décadas y siglos al dios del 0 y el
dios del 1 se descargaba de su carga del milenio y se la pasaba al del 2.
Una prueba de hasta que punto los mayas estaban obsesionados por el cómputo
del tiempo está en el hecho de que determinaba las fechas a través de, por lo menos,
tres sistemas simultáneos.
154
En el Diccionario Enciclopédico Espasa y en la voz “calendario”, encuentro que la sincronización
entre ambos calendarios se debe al mayista de Mérida (Yuc.) Juan Martínez Hernández al encontrar en el
libro del Chilam Balan que la fecha de 1539 correspondía a la Maya 11.16.0.0.0. Hechas las cuentas a mi
me sale el año 3115.
155
Michel Coe indica exactamente la fecha del 13/VIII/3114 a.C. ( pág. 118). En el libro de Grube, que
está escrito por varios autores, en la pág 138 se da la fecha del 8/IX/3113 a.C. “del calendario juliano” y
en la pág. 281 se indica que la fecha era 28/IX/3113. Tal vez la diferencia sea por el cambio del
calendario juliano al gregoriano en 1582 (se saltaron 10 días del mes de octubre). O tal vez por que los
libros del Chilam Balam, que tienen muchas versiones, dan fechas ligeramente distintas.
103
15 Kin (15x1) 15
Total 1.243.615
1.243.615/365,26156=3.404,74 . Eso significa que habían pasado 3.404 años (más las tres
cuartas parte de un año más, es decir 3 trimestres) desde la fecha inicial maya del 28 de
septiembre del 3113 antes de Cristo.
Para saber la fecha cristiana hay que restar a la primera fecha la segunda. Pero
con la siguiente advertencia:
Traducido a cifras con dos decimales para poder hacer la resta, el 28 de
septiembre del 3113 a.C. es lo mismo que el 3112,25 a.C. ya que, en realidad ha pasado
las tres cuartas partes del año acercándonos hacia la era cristiana. Así que la resta sería
3404,74-3112,25= 292,49. Es decir a mediados del 292 d.C. Esa es precisamente la
fecha más antigua de las encontradas en Tikal que se encontraba grabada en la Estela
29157
La “cuenta larga” incluía también la creencia que la era en la que vivían iba a
durar 13 baktunes, lo que significa aproximadamente 5.200 años y exactamente
13x144.000=1.872.000 días que dividido por 365,26 da 5125,11 y menos 3112,25
corresponde a finales del 2012, en donde los mayas creían que se destruiría su mundo,
para reconstruirse después y dar lugar a una nueva era. Se trata de una creencia que
recuerda al milenarismo cristiano por la cual los europeos vivieron aterrados esperando
la llegada del primer milenio del nacimiento de Cristo.
156
El año solar medio tiene 365 días y 6 horas 13 minutos y 59 segundos, lo que supone, en realidad,
365,26 días
157
Harrison, Peter: Lords of Tikal. Rulers of an ancient Maya City. London 1999, pág. 66.
104
había el día Jaguar, lagarto, serpiente, zorro, mono y también el día temblor, hechicera,
nube de tormenta, rey, muerte, casa, escalera...etc. La combinación de los 20 días con
los 13 números, daba un total de 260 días hasta que se volviese a producir una misma
combinación de nombre de día y numero y, por lo tanto, volviese a comenzar el ciclo.
Pero ¿Por qué hacer todo esto? ¿para que tanta complicación de tener en marcha
tres calendarios al mismo tiempo158?
Ya dijimos que los calendarios, la astronomía, las matemáticas no escondían
ninguna curiosidad pura o científica, eran tan solo un instrumento para conocer el
orden cósmico; para averiguar las reglas que regían los ciclos de esos astros-dioses
que marcaban el tiempo y poder determinar las influencias que ejercerían sobre el
presente o el futuro de los seres humanos.
Dicho en pocas palabras, los mayas empleaban la astronomía y los
calendarios para hacer astrología. Lo que de verdad le importaba a los mayas es
determinar que combinación de omnipotentes seres sobrenatural dominaría una
fecha determinada con sus atributos positivos o negativos y así poder preparar las
ceremonias que pretendían influir en las fuerzas sobrenaturales.
Así por ejemplo a los mayas les podía interesar saber cual eran las influencias
astrales de la fecha en que había nacido un heredero y, si eran negativas, anticiparse a la
acción de las fuerzas sobrenaturales con ritos mágicos o prepararse para afrontar los
acontecimientos. Igualmente querían calcular cuando debían comenzar una guerra o
158
En realidad eran más, pues también contaban por ciclos lunares de 29 a 30 días y en ciclos de 819 días,
resultado de multiplicar algunos números mágicos 7x9x13=819. Grube, pág. 139.
105
gente que lee y cree en los horóscopos y nuestro propio calendario contiene restos de
creencias en influencias astrales sobre los periodos de tiempo: lunes, día de la Luna;
martes de Marte; miércoles de Mercurio; jueves de Júpiter, viernes de Venus y
domingo, día del señor (o del sol en inglés: sun day).
Y también realizamos combinaciones mágicas y con desfases que dan a
combinaciones que no se prevén con facilidad. Así combinamos los 30 días de un mes
con los siete días de la semana y nos parece de mala fortuna cuando un día 13 se
combina con un martes o un viernes.
-----
Claro que los mayas, en su afán por medir el tiempo y predecir el futuro se
convirtieron en magníficos astrónomos y excelentes matemáticos. Matemáticas y
astronomía son instrumentos imprescindibles para quienes deseen fijar algo tan fugaz
como el paso del tiempo.
Las observaciones las hicieron sin telescopios ni lentes. Lo que si construyeron
fue algunos edificios alineaos (tal y como se hace con el ojo y la mira de la escopeta
para apuntar al blanco, que en este caso era un cuerpo celeste) para marcar posiciones
en el horizonte. Así ocurre en el llamado Edificio E de Uaxactum (Clásico temprano) 159,
en donde delante de una pequeña pirámide se alineaban tres edificios que coincidían con
la posición del sol en los equinoccios y en cada uno de los solsticios. En el edificio
llamado de El Caracol de Chichén Itzá, las posiciones se determinaban gracias a
alineaciones logradas con diagonales trazadas aprovechando las esquinas de la parte
interior y exterior de los gruesos ventanales abiertos en los muros.
Los astros son los relojes universales y así los mayas calcularon la duración del
año solar con enorme perfección. Lo mismo hicieron con el ciclo de rotación de algunos
planetas como Venus. Calcularon los periodos del año en que el planeta se ve por las
tardes, por las mañanas o permanece oculto. El ciclo completo de rotación del planeta
tarda 584 días, que comprende los 236 días que se ve como estrella matutina, los 250
que aparece como estrella vespertina y los dos periodos de sombra que, en total duran
98 días.
El ciclo de Venus estaba además relacionado, no sabemos muy bien como, con
las fechas que se consideraban propicias para entablar las batallas. Venus no era una
159
Grube, págs. 132 y 133.
107
hermosa diosa que navega desnuda en una concha, sino una especie de guía de los
guerreros que amparados o iluminados por sus rayos, se lanzan a un ataque en los
momentos en los que el atardecer o el amanecer adormece a los enemigos.
Para medir cualquier cosa hacen falta números y como los mayas contaban por
centenares de miles de días, empleaban una base vigesimal. Sus números del 1 al 19
más el cero, podían representarse mediante la combinación de barras, que valían cinco
unidades y puntos que valían una unidad. El cero se representaba por una especie de
almendra o elipse. Pero también cada uno de estos números tenía su propio jeroglífico,
representando la imagen del dios-número.
Cuanto más amplia es la base numérica que se emplea, menos dígitos es
necesario para expresar una cifra. En el sistema binario que emplean los ordenadores,
solo hay dos dígitos 1 y 0 reconocibles en los máquinas por el paso o la interrupción de
una corriente eléctrica. así las cifras son larguísimas, lo que en el caso de la informática
moderna no tiene demasiada importancia habida cuenta a la velocidad a la que se
mueven los electrones.
Pero para construir un sistema decimal o binario moderno hacen falta dos
conceptos matemáticos fundamentales que no llegaron a Europa hasta que los árabes no
los trajeron en la Edad Media desde la India. Me refiero al valor posicional de las cifras
y a la existencia del cero como elemento de completación de una serie. Con ambos
elementos pudieron expresar números enormes sin necesidad de llenar los códices con
cientos de signos y además realizar operaciones matemáticas con mayor facilidad.
Pensemos el trabajo que le costaba a un romano escribir un número como 1.243.615
(los días de la cuenta larga del 292 d.C.) Nuestro sistema de origen árabe hemos
necesitado 7 dígitos. Pero un romano necesitaría 12 letras:
I (con dos rayas encima) CCXLIII (con una raya encima) DCXV
Los mayas necesitaban únicamente cinco dígitos de su particular sistema
vigesimal: 8 (baktún) 12(katún) 14 (tun) 8 (Winal) 15 (kin).
habitantes o habían sido abandonados por completo. Únicamente en las orillas del lago
Petén, en el centro de la selva que lleva su nombre, se pueden apreciar algunas
concentraciones humanas durante el Posclásico, pero sin llegar a formar nada parecido a
las ciudades de antaño. A estas se las fue tragando poco a poco la selva, de tal manera
que, cuando llegaron los conquistadores españoles, no tuvieron noticias de ellas, como
le paso a Hernán Cortés cuando atravesó la zona en dirección a la conquista de las
Hibueras (¿Honduras?).
Fue, lo hemos dicho, un proceso imparable pero paulatino y que los arqueólogos
datan a través de la desaparición de la costumbre de erigir estelas con memorativas de
los triunfos de los monarcas datados por el sistema de la cuenta larga.
En Copán, el llamado Altar L es una prueba del abandono de la ciudad. Estos
bloques de piedra cuadrangulares con la representación del monarca reinante recibiendo
el poder de su antecesor. Pues bien en una cara del monumento leemos que el último rey
de Copán, que aparece retratado frente a su antecesor, se entronizó el año 822. El resto
del monumento está sin terminar y únicamente están abocetadas las líneas de las figuras
y los jeroglíficos. La ciudad se abandonó antes de que el último de sus reyes tuviese
tiempo de terminar su monumento...después no hay más fechas en Copan.
En algunas ciudades las últimas estelas fechada son anteriores: la de Palenque es
del 799 y la de Yaxchilán el del 808. La última de Tikal, que para algunos supone la
finalización oficial del Clásico es la Estela 11 y está fechada en el 869. La ultima de
Uaxactún es del 889. Con todo, algunas ciudades resistieron un poco más, pero en todas
las ciudades del Clásico, no hemos encontrado fechas posteriores al año 909. Está es por
ejemplo la última estela fechada en Toniná, al Sur de Palenque, o en Seibal al sur del
Petén o en Uxmal, en la frontera con las Tierras Bajas Septentrionales160.
La gran pregunta es ¿Qué pasó? Y la respuesta sigue siendo, como dice Nikolai
Grube que “aun no hay una explicación definitiva”161 o como indica Michael Coe, al
plantearse esta interrogante: “nadie lo sabe” y añade que ninguna de las hipótesis que
se barajan tiene la aceptación del conjunto de los investigadores162.
160
Grube, pág. 169. La fecha de Uxmal la saco de Coe, pág. 128 y se trata de una fecha pintada en la
piedra que remataba uno de sus edificios. Coe dice también que hacia el año 900 “cesó virtualmente el
uso del cómputo largo de los mayas” pág. 124.
161
Grube, pág. 170.
162
Coe, págs. 124-127.
109
163
Grube pág. 348.
164
Fiedel, Pág. 330
165
Fiedel, pág. 330.
166
Grube, pág. 171.
110
bosque, las lluvias tropicales y el fuerte calor del Sol descompusieron el suelo que
perdió rápidamente fertilidad.
Es posible también que, simplemente, la excesiva desforestación, tuviera una
incidencia negativa sobre el régimen de lluvias y provocases fuertes sequías. Esa
desforestación no estaría causada solo por la necesidad de encontrar nuevas tierras de
cultivo, sino también por el uso que de la madera hacía la creciente población. Hay que
tener en cuenta que las inmensas pirámides mayas necesitaban argamasa para unir sus
sillares y esta argamasa tenía un componente fundamental que era la cal. A su vez la cal
no podía obtenerse sino calentando la piedra caliza, lo cual precisaba una enorme
cantidad de energía que solo la leña podía proporcionar.
Todo esto tenía necesariamente que influir sobre la agricultura intensiva
Maya. Un sistema que, como ya dijimos, era muy productivo pero también muy frágil,
ya que necesitaba más agua que el sistema de milpa, pero también más mano de obra y
más orden para hacerla trabajar...pero en por ese camino entraríamos en conexión con la
otra gran hipótesis: la existencia de una revuelta contra el orden político establecido,
que hizo que la gente abandonase unos trabajos cuyos principales beneficiarios eran los
aristócratas.
167
Coe, pág. 124.
168
Eso ocurrio en Tikal (grube Pág. 184 ) y en Uxmal (Grube pág. 336)
111
“divorcio ideológico paulatino”169 entre unos reyes que vivían en ciudades permanentes,
en palacios de piedra, donde llevaban una cómoda existencia sentados entre
almohadones y unos campesinos obligados a tributar en especie y como mano de obra
de la agricultura intensiva, mientras vivían en cabañas de paja y seguían practicando
para alimentarse la tradicional agricultura de la roza.
Pero para otros autores las tensiones también pudieron desatarse entre los
monarcas y las aristocracias locales. Los frescos de Bonampak relatan en imágenes la
importancia de los representantes de los clanes. La aprobación que parece tienen que dar
los 14 personajes pintados con grandes capas blancas al nuevo heredero, es, al parecer,
de gran importancia. Como hemos comentado, el tratamiento pictórico que los artistas
dieron a las figuras de estos altos dignatarios fue más cuidadoso aun que el otorgado a
los miembros de la familia real, lo que da idea de la importancia que estaban
adquiriendo en la sociedad170.
Finalmente, la sociedad Maya presentaba una rivalidad creciente entre el más de
medio centenar de ciudades estados que se repartían un territorio relativamente reducido
de algo más de 100.000 kilómetros cuadrados (un poco más que la extensión de
Andalucía 80.000 km2). Para Fiedel, la pugna entre las ciudades fue inevitable tras el
derrumbe de Teotihuacan. El vacío dejado por la gran metrópolis hizo crecer a las
ciudades mayas, pero estas iniciaron también una lucha sin cuartel por el control de las
rutas comerciales, que provocaron mortales enfrentamientos171.
Otros autores matizan esta idea indicando que la vía sin retorno hacia la
autodestrucción se produjo al romperse el equilibrio existente entre las dos grandes
superpotencias del área Maya que fueron Calakmul y Tikal. Cuando Hasaw Chan Kawil
se impuso a Calakmul en una decisiva victoria del año 695 172, Tikal se convirtió en la
única superpotencia, pero no fue capaz de recomponer el equilibrio e impedir la
atomización del poder. Un número cada vez más grande de reyezuelos se lanzaron unos
contra otros, sin respetar lo que había sido una norma no escrita: vencer sin aniquilar al
enemigo.
Los pequeños estados estaban en lucha entre si y en su interior, los nobles se
enfrentaban a unos monarcas cada vez más insignificantes. En este sentido, las pinturas
169
Rivera pág. 20.
170
Grube, pág. 236.
171
Fiedel pág. 331.
172
Grube pág. 169.
112
de Bonampak, que muestran al rey Yahaw Chan Muwan, librando feroces batallas o
realizando danzas y sacrificios, siempre ante la atenta miradas de los jefes de los clanes
aristocráticos, lo que nos indican es que los mayas se lanzaban unos contra otros,
mientras que sus monarcas a base de autosacrificios querían dar orden y restaurar el
equilibrio de un edificio que se derrumba.
Ahora bien, puestos a especular, hay que considerar que ambas teorías, la de la
crisis ecológica y la de la revuelta sociopolítica no son mutuamente excluyentes, sino
que, antes al contrario, son perfectamente compatibles y aun se puede decir que pueden
ser considerados como fenómenos de autoalimentación: el uno favorece al otro y al
revés. De esta manera podíamos decir que en el abandono de las ciudades mayas del
periodo Clásico, confluyen 4 factores:
9) El Posclásico
En toda Mesoamérica el Posclásico es un periodo caracterizado por las
invasiones procedentes de fuera del área y por los movimientos de población internos,
propiciados todos por la caída de Teotihuacán.
En el centro de México el periodo se abre con la invasión de tribus seminómadas
procedentes de la frontera norte de Mesoamérica: los llamados Toltecas-Chichimecas,
que inicialmente pusieron su capital en Tula (Hidalgo). Los recién llegados imponen un
nuevo tipo de sociedad a cuya cabeza se encuentra un consejo tribal formado por los
jefes de los principales clanes y una nueva arquitectura, con edificios antes nunca vistos:
grandes salas sostenidas por columnas; techos de templos sostenidos por atlantes;
elementos decorativos en los que prima las representaciones violentas relacionadas con
los sacrificios humanos, tales como muros de claveras o animales feroces devorando
corazones; algunas piezas escultóricas de personajes (llamados Chacmoles) recostados
sobre la espalda y que sobre el vientre mantienen una bandeja para recibir el corazón del
sacrificado y, finalmente, la representación abundantísimas del dios Quetalcoatl, que es
adoptado por este pueblo como una de sus divinidades más importantes.
Pues bien, Chichén Itzá, la capital de los invasores, se nos muestra
arqueológicamente como una ciudad mestiza tolteco-maya. Su arquitectura es una
muestra muy clara de eclepticismo entre modelos del arte Puuc y de Tula. Los
Chacmoles, los atlantes, llos muros de calaveras, las representaciones de Quetzalcoatl,
173
Grube, pág. 171.
174
Según “las leyendas históricas mayas” un hombre llamado Kukulcán, es decir “serpiente emplumada”
o “Quetzalcoatl”, conquistó Yucatán en el año 987. Fiedel, pág. 334, Coe pág. 134.
114
llamado aquí Kukulcán y grandes salas con columnas, típicas de Tula, se mezclan con
edificios decorados con el barroco estilo Maya-Puuc, en el que se aprecian los
mascarones del dios Chaak. (como en el edificio llamado la Iglesia 175) y pirámides con
las clásicas escaleras mayas, como se puede apreciar en el templo denominado El
Castillo.
¿Qué tipo de invasión se produjo?. Las fuentes coloniales que se basan en la
tradición oral del Posclásico (Chilam Balam; Popol Wuh, Relación de las Cosas de
Yucatán de Diego de Landa) son muy claras y hablan de una invasión de “extranjeros”,
pero unos extranjeros de los que se dice que hablan mal el maya...pero lo hablan.
¿Quienes eran, entonces, esta gentes?
Hoy sabemos que, además de los toltecas-chichimecas, hubo otros pueblos que
contribuyeron notablemente para constituir el entramado cultural del Posclásico en el
centro de México: me refiero a grupos de cultura Maya y de lengua Chontal ocupaban
las tierras pantanosas de Tabasco y el sur de Campeche, una región, hasta entonces
marginal del área Maya y que se conoce como el Putún. Estos Mayas del Putún
formaban un entramado de tribus, que son conocidas como los Nonoalcas (también se
habla de Toltecas-Nonoalcas) y como su capital estaba en Xicallanco, en una localidad
situada entre la desembocadura del Grijalva (Tabasco) y la laguna del Carmen
(Campeche), son conocidos también como Xicallancas. Los Itzaes eran una tribu de este
complejo de Nonoalcas o Xicallancas.
Pues bien, el reciente descubrimiento de lugares arqueológicos del centro de
México como Cacaxtla o la existencia de otros conocidos desde antiguo como
Xochicalco, demuestra la fluente influencia de pueblos de cultura Maya en esa región.
Es influencia se debe a grupos de comerciantes-guerreros procedentes del Putún y que
pertenecían al complejo tribal de los Nonoalcas. También sabemos que estos grupos
llegaron incluso hasta Tula, donde se mezclaron con los tolecas-chichimecas, es decir
los invasores norteños. Sin embargo la constante entrada de chichimecas, terminó
empujando a muchos grupos mayas de nuevo hacia sus regiones de origen.
La existencia del mito de Quetzalcoatl, que cuenta como este héroe-dios, fue
expulsado de Tula por Tezcatlipoca (una de las divinidades principales de los
chichimecas) en dirección a Yucatán, no es más que un recuerdo mítico de dicha
expulsión.
175
Grube pág. 345
115
Se supone que los Itzaes fue uno de estos grupos que, después de haber vivido
en el centro de México y haber absorbido muchos elementos culturales toltecas,
regresaron al Putún, primero, y aprovechando la crisis de los centros clásicos de las
Tierras Bajas, penetraron hacia mediados del siglo X en el norte del Yucatán y, a partir
del año 1000, construyeron un imperio que dominó todas las Tierras Bajas
Septentrionales.
Con todo, hay algunos investigadores que en vez de considerar la posibilidad de
una invasión de todo un pueblo, piensan más bien en la llegada de un pequeño grupo de
guerreros que se impone a las élites locales. Incluso, hablan de una simple influencia
cultural del centro de México, iniciada por medio de contactos comerciales y apuntalada
por medio de matrimonios, que es aprovechada por algunos linajes autóctonos para
imponer un nuevo sistema de ideas religiosas y políticas y desterrar las antiguas
monarquías hereditarias. Esa es, por ejemplo, la tesis de Marilyn Masson y Frauke
Sachse176.
Estas últimas teorías se basan en estudios filológicos, sobre la influencia de
términos del nahuatl adoptados por el Maya en el posclásico177. Según estos
investigadores, son apenas 80 las palabras procedentes de la lengua de México Central
las que se incluyeron en el maya. Son, en su opinión, demasiado pocas, para haberse
tratado de una emigración masiva. Estas palabras, además son fundamentalmente
términos que tienen que ver con la política, la religión y la guerra y [en menor medida]
hacen referencia a alimentos, animales y utensilios del hogar. Esto reforzaría, quizá la
idea de la llegada de un pequeño grupo de guerreros que se instala en una zona de
distinta cultura y densamente poblada.
Estaríamos hablando quizá de algo semejante a la influencia lingüística de los
pueblos germánicos que invadieron el imperio romano. Estos imponen, por ejemplo el
termino germánico de guerra, guerre, güerra, war; en vez del latino bellum.
Pues bien, ya supusiera la invasión de los Itzaes la llegada de todo un pueblo, de
un grupo militar o de una simple influencia cultural, lo cierto es que para el área Maya
el segundo milenio se inició con un nuevo cambio cultural.
La primera capital de los Itzaes fue Chichén Itzá, que era, como acabamos de
decir un centro fundado a finales del Clásico y de cultura Maya-Puuc, que debió ser
conquistado por los Itzaes hacia el año 980. Chichén Itzá dominó las Tierras Bajas
176
Grube, págs. 341 y siguientes y 357 y siguientes.
177
Lo que me parece difícil determinar es cuando se adoptaron estos términos.
116
septentrionales entre el año 1000 y el 1200. En esa última fecha, el poder paso a una
ciudad vecina, situado al oeste denominada Mayapán. Esta última ciudad poseía un
recinto amurallado de 6 km2 y dominó el Yucatán entre 1200 y el 1441. En esa última
fecha la ciudad fue destruida por una rebelión interna. Desde mediados del siglo XV,
hasta la llegada de los españoles, el mundo maya sufrió un proceso de “balcanización”,
en el que el norte y las zonas costeras de la península de Yucatán estaba dividido en 16
pequeños estados, de los cuales, el más importante estaba situado en el Putún, con
capital en Xicallanco. Una región admirada por los aztecas, debido al intenso comercio
que sus grandes canoas hacían desde Honduras a Veracruz. En 1502, Colón durante su
cuarto viaje, apresó una de estas grandes canoas comerciales, con lo que se produjo el
primer encuentro entre las culturas maya y europea.
**
El cambio de época no solo es perceptible a través de la arquitectura o dicho de
otro modo, los cambios arquitectónicos no son más que un reflejo de que la sociedad del
posclásico había cambiado mucho con respecto a la del periodo anterior.
Sea quienes fueren los Itzaes, lo cierto es que formaban un grupo cosmopolita,
revisionista, agresivo, rígidamente organizado y firmemente orientado hacia el exterior.
Los Itzaes no anulan lo anterior, sino que lo integran, aunque acentuando el
eclepticismo en el arte, la apertura de relaciones con el exterior y terminando con el
sistema político basado en las monarquías sagradas del clásico.
En relación con este último asunto, ya a fines del periodo Clásico, los monarcas
se habían visto obligados a compartir el poder, dentro de ciertos límites, con los jefes de
los clanes aristocráticos. Pero ahora los Itzaes introducen otro tipo de gobierno que es
de tipo colegiado. Ahora serán los consejos tribales formados por los dirigentes de cada
linajes los que decidirán los asuntos de la comunidad.
Ese carácter consultivo del nuevo gobierno y sus planteamientos más igualitarios
a la hora de enfrentarse a la actividad política, tiene un reflejo importante en la
arquitectura. Así, tanto en Chichén, como en Mayapán (como también los había en
Tula) se van a construir amplias salas y pórticos con columnas, algunas tan grandes que
hacen que uno de los templos principales de Chichén se denomine el templo de los
guerreros o “de las mil columnas”. Estas edificaciones se usaban para lugares de
reunión de jóvenes guerreros y edificios para reuniones y consejos de los representantes
de los clanes dominantes.
117
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