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CRITERIO E S P I R I T I S T A .
TE
j
RITERIO ESPIRITISTA,
. R E V I S T A M E N S U A L
^ ÓRGANO OFICIAL
F U N D A D O R : A L V E R I C O P E R Ó N .
T O M O I.
(Noviembre de 1868 é. Diciembre do 1869.)
MADRID
E S T A B L E C I M I E N T O T I P O G R Á F I C O D E T. F O R T A N E T
OA.I,LK ÜF, LA M B E R T A D , NÚM. 29
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TE
EL CRITERIO ESPIRITISTA.
R E V I S T A Q U I N C E N A L D E E S P I R I T I S M O .
Hé aquí el noble impulso que nos lan- lia soberana y absoluta se compara.
za á la discusión. Esa misma naturaleza aclama omni-
¿Preguntáis qué creemos? potente á DIOS en todas sus manifesta-
Os lo diremos con júbilo. ciones esplendorosas. Todo en ella de-
Creemos en un Dios omnipotente, muestra la voluntad sabia y poderosa
justo y misericordioso, ¡ladre amorosí- que la vivifica. ¿ Sería posible que la ra-
simo , que ama infinitamente á sus cria- zón, ese atributo divino de que dotó á
turas, como bijas que son de su volun- la más perfeeta de sus criaturas, se re-
tad, y á las cuales tiene reservado mi belase , y poseída de satánico orgullo,
destino glorioso. intentase destruir la creencia de su
Creemos que, dotadas éstas del libre CEEADOR?
albedrío necesario para el cumplimien- No es posible.
to de su misión, siguen el camino de Podia creer la humanidad, que tan-
progresivo desarrollo y perfectibilidad tos errores ha creído, que más allá de
con la ¡premura ó lentitud á que sus la tumba muere hasta la esperanza; pe-
merecimientos les hacen acreedoras; ro DIOS , en su infinita misericordia, no
porque este Dios tan bueno y tan jus- ha consentido que el hombre pierda la
to, premiando á quien no lo hubiese me- más consoladora de las virtudes.
recido , ó dejando de imponer una repa- El espiritismo, vestido con el senci-
radora expiación al culpable, no sería llo manto de la caridad, rasga el velo
el DIOS omnipotente que todos venera- que cubre los ojos de la fé, y demues-
mos. tra que nuestra aspiración no es una
Al justo, al que sigue el sendero es- vana esperanza.
cabroso de la virtud, el premio de la Aquellos que, como LABRA, han vi-
inefable dicha de la bienaventuranza, sitado su corazón, y como aquel célebre
al malvado el incesante remordimiento escritor, se espantan de ver en él el
de sus culpas y el apartamiento de las triste epitafio de «AQUÍ TACE LA ESPE-.
regiones donde sólo el bien se practica, RANZA», acerqúense con piadoso anhelo
hasta que el bálsamo del arrepentimien- y crean, porque no hay mayor tor-
to toque su corazón. mento que el que el escéptico sufre.
Creemos que la fe y la razón son dos Sí : por más que el orgullo ciegue al
cariñosísimas hermanas, en prueba de incrédulo cuando, recogido éste en el
lo cual, retamos á que se nos pruebe fondo de su conciencia, la interroga,
que ha habido un solo hombre de los ésta le contesta que es el ser más des-
que han descollado en la humanidad graciado. Entonces quisiera, no sólo no
que haya sido impío. Desde GALILEO ser, sino no haber sido, y en la angus-
hasta FLAMMAEION, ni un solo sabio tiosa situación en que su imaginación le
ha renegado de la fé. coloca, mira con pena profunda al cre-
La ciencia, no sólo no quiere, sino yente, y exclama:
que no puede ser imjíía. A medida que ¡ Dichoso el que cree ; ése, por fin
el hombre se abisma en el estudio de espera!
la naturaleza, más claramente percibe ¿ Es el espiritismo, por ventura, un
un j)rincipio absoluto, eterno, infinito, descubrimiento del presente siglo ? Tan
jierfecto, fuente y origen de todo lo necio fuera asegurarlo como suponer á
existente, superior á la razón humana,, NEWTON inventor de la ley de la gravi-
limitada y pequeña cuando con aque-. tación.
EL CRITERIO ESPIRITISTA.
invocaciones ha hecho siempre la hu- Si por ésto entienden que nos procla-
manidad , y el espiritismo hoy, en nom- mamos apóstoles, confesamos sin rubor
bre de DIOS , les dice : que aciertan; pero si creen que á des-
Si. Testigos son los que os precedieron truir ó á reemplazar venimos, se en-
de vuestra vida^ co7isuelo^ tormento^ ale- gañan.
gría ó remordimiento de vuestra existen- Venimos sólo á redimir; no á sacar
ciacon sus goces o sus penas ^ sentidas ovejas del redil, sino á llevar á él las
por vuestro corazón. descarriadas.
Si. Dios premia y castiga en la otra La fé con fé se aumenta, con fé se en-
vida á cada cual según sus obras, y los seña la fé, con fé se llega á triunfar; el
que os ofendieron, abierto tienen el campo divino MAESTRO decía que la fé podia
para pediros perdón, asi como aquellos trasladar las montañas.
á quienes ofendisteis, para pediros repa- Donde hay ciencia es preciso fundar
ración. La vida es varia, infinita en toda modestia, y la fé debe ser la modestia
la creación; está dentro del espacio, y den- de la ciencia.
tro de él están las muertes y las vidas de ¿ Nos preguntáis qué venimos á en-
los seres constituyendo su eterna vida. Vi- señar ?
vos y muertos formáis un solo linaje hu- Tan sólo una cosa : lo que creemos.
mano, en comunicación constante, que Venimos á depurarnos y á depurar.
D I O S permite por el bien y para el bien. Venimos por el camino del estudio, y
Hé aquí lo que dice el espiritismo, hé no aspiramos á imponernos á nada ni á
aquí lo que esta doctrina profesa, pro- nadie.
clama y sustenta, no contra, sino apo- N O haremos del CRITERIO ESPIRITIS-
yándose en la teología. TA un campo cerrado y de privilegio,
Pruebas tiene infinitas de ello en los donde sólo los adeptos tengan entrada.
libros santos. Francas tiene las columnas de nuestra
Producto son de la inspiración estos revista el que de buena fé desee discu-
mismos, en comprobación del espiri- tir, y dispuestos estamos siempre á
tismo. aceptar hasta con júbilo razonada con-
E n toda edad ha habido profetas y troversia ; pero nunca nos haremos cóm-
milagros. plices de indignas personalidades.
E n el SIGLO XIX sólo hay MÉDIUMS No contestaremos más que á razo-
y manifestaciones espiritistas. nes, y al contestarlas con otras que á
A los que dicen que los milagros no nosotros nos parezcan de más peso, es-
son posibles hoy, les contestaremos que peramos no perder de vista nuestra
el espiritismo prueba que los milagros obligación de hacerlo con la humildad
son de todos tiempos; pero los milagros de quien en poco tiene su propio juicio,
han sido siempre negados por los con- y en mucho el de los demás.
temporáneos. Sea el CRITERIO ESPIRITISTA el cam-
Que si los hombres no son ya dignos po en que peleemos, el público el juez,
de hacerlos, á todo suple la gracia de nuestros impugnadores los fiscales que
Dios. nos acusen.
Que el mérito sólo está en la virtud, Discutamos, y si en vez de despertar
y que si Dios se pagase de la antigüe- en los, corazones el recuerdo de los que
dad de los linajes, hubiera elegido mo- fueron, ofreciéndonos, como lo hace-
narcas para apóstoles, y no pescadores. mos , en holocausto á la implacable crí-
EL CRITERIO ESPIRITISTA.
tica humana, ésta nos calificase de po- Y a en esa h o r a sólo indicará q u e pasó el dia
bres visionarios, diriamos con la fé del de los M u e r t o s , la pálida luz que e n t r e amarillas
gran filósofo, al hincar la rodilla en siempre-vivas oscilará en el cementerio.
M á s t a r d e , cuando ya l a calma y el silencio
tierra:
h a y a extendido su m a n t o sobre l a t i e r r a , no r e -
¡ E PÜR SI MOUVE ! sonará sino el suspiro de la brisa e n t r e los fúne-
ALVERICO PERÓN. bres árboles, ó el perdido canto de ave n o c t u r n a
posada en la blanca t a p i a del cementerio.
L o s vivos e s t a r á n e n t r e g a d o s al sueño y al r e -
poso.
CENTRO ESPIRITISTA DE SEVILLA. L o s m u e r t o s t a m b i é n descansan bajo el peso
de l a t i e r r a que los cubre y do las losas en que
están g r a b a d o s sus n o m b r e s .
COMUNICACIÓN DE EXTRA-TUMBA POR EL ESPÍRITU DE
LAMHENNAIS, DICTADA EN SESIÓN DE OCTUBRE 1 4
DE 1 8 6 7 .
IIL.
MÉDIUM DON P. S.
Si en esas h o r a s avanzadas de la noche a t r a -
vesáis en espíritu el espacio que os separa del ce-
EL DIA D E LOS MUERTOS. m e n t e r i o , y os detenéis en él, seréis m u d o s espec-
t a d o r e s de escenas e x t r a o r d i n a r i a s .
I.
L a m a t e r i a , que estuvo u n tiempo a n i m a d a y
¡HerDaanos m í o s ! se acerca el dia de los hoy yace bajo la t i e r r a , desaparecerá p o r instan-
muertos. tes á impulsos de la inteligencia, siempre activa,
Se acerca ese d i a , en que los vivos esclavos re- que la llama á r e g e n e r a r s e .
cordarán á los muertos libres. N i las envolturas que la siijetan, ni la t i e r r a
Se acerca eso d i a , en que los que gimen en es- que l a c u b r e , n i las pesadas losas que cierran los
trecho recinto se l a m e n t a r á n de que los seres li- s e p u l c r o s , y en los cuales parece que debieron
bres ocupen l a extensión del universo. conservarse indefinidamente los desj^ojos que les
Se acerca eso d i a , en que los que j'acen en la fueron confiados, son b a s t a n t e s á que éstos se
lobreguez suspiraran por los que existen en la e n c u e n t r e n en el estado en que allí fueron d e p o -
luz; en que los que están sumergidos en el error sitados.
compadezcan á los que están iluminados p o r la E l soplo misterioso de vida, q u e se l l a m a i n t e -
verdad.
ligencia , h a p e n e t r a d o en las sombrías regiones
So acerca ese dia, en que, por u n a perturbación de l a m u e r t e , vedadas á h u m a n o s ojos, y sti con-
m o n s t r u o s a del entendimiento h u m a n o , el que está t a c t o h a estremecido los cadáveres.
oprimido p o r la m a t e r i a , el que anda á tientas y L a descomposición h a arrojado fuera del s e -
penosamente en círculo m e z q u i n o , el que no h a pulcro, en su fuerza espansiva y poderosa, a q u e -
conocido m á s voz que la del dolor, ni otros s o n i - l l a p a r t e m á s litil de los cadáveres. V e d l a en á t o -
dos que los sollozos ó las horribles carcajadas de mos encendidos de diversos colores b r o t a r de los
la l o c u r a , el que está luchando con las convul- sepulcros y e x t e n d e r s e jjor la p e s a d a atmósfera
siones de u n a agonía d e s e s p e r a d a , compadecerá del cementerio en desordenada legión.
y llorará á los espíritus libres. P e n e t r a d en la t i e r r a , y ved cómo los cadáve-
res van q u e d a n d o desnudos de la m a t e r i a que c u -
II. brió sus h u e s o s .
V e d los esqueletos, cuya a r m a z ó n se desune
Sobre las y e r t a s y e m p a ñ a d a s losas que indi- l e n t a m e n t e , y se separan aquellas p a r t e s sujetas
can la estancia de míseros despojos se verá en u n t i e m p o por los lazos de la vida.
breve agitarse confusa m u c h e d u m b r e . ' V e d los huesos diseminados, cómo van p e r -
E l sanee melancólico inclinará sus r a m a s h a s t a diendo su d u r e z a .
l a t i e r r a al h a l a g o de l a b r i s a de la t a r d o ; el cre- V e d cómo va disminuyendo su voliímen.
púsculo e x t e n d e r á su v e l o , y la noche sucederá, V e d cómo q u e d a únicamente el ligero vestigio
bañando con su sombra la m a n s i ó n de los m u e r - de su forma.
tos. V e d cómo esa m i s m a forma v a t a m b i é n d e s -
A l bullicio del dia s e g u i r á l a calma de l a n o - apareciendo.
clie. V e d cómo n o q u e d a y a sino el leve polvo, q u e
EL CRITERIO ESPIRITISTA.
ritistas depende de la naturaleza de los espíritus y duración de la existencia corporal, una sola de es-
de su grado de perfección. tas existencias es insuficiente para la purificación
Los inferiores son más ó menos ignorantes ; su completa de los espíritus ; por eso lo repiten miéu-
horizonte moral está limitado, su perspicacia res- tras les es necesario para llegar á la perfección.
tringida. No tienen más que una idea falsa é in- XIX. En el intervalo de sus existencias coi-pora-
completa de todo; están todavía bajo el dominio de les, los espíritus están en el estado errante. La erra-
las preocupaciones terrestres, que toman algunas cidad no es muestra de inferioridad en los espíri-
veces por verdades; por eso son incapaces de resol- tus; es su estado normal fuera de la existencia cor-
ver ciertas cuestiones. No basta para conocer la ver- poral , no siendo para ellos esta existencia más que
dad dirigirse á un espíritu; es preciso saber á qué un estado transitorio y pasajero. H a y espíritus er-
espíritu se dirige uno, porque los espíritus inferio- rantes en todos los grados de la escala espiritista.
res pueden inducirnos á error, voluntaria ó involun- XX. El número de existencias corporales de cada
tariamente, sobre cosas que no comprenden ellos espíritu no es absoluto. El espíritu se purifica más
mismos. ó menos, según su voluntad. Depende de él el abra-
XIV. La experiencia y el hábito de conversar con zar el número y la duración de sus pruebas.
los espíritus enseñan á conocer la elevación de los XXI. El espíritu que ha pasado por todas las
que se comunican. Se les distingue generalmente existencias necesarias para su purificación, no tie-
por su lenguaje. El de los espíritus superiores es ne que sufrir más ; es ESPtRlTU PURO, y goza de una
siempre digno, elevado, impregnado de bien-que- felicidad completa en la vida eterna.
rencia , exento de contradicciones, y no respira m á s
X X I I . Durante cada existencia corporal, el espí-
que preceptos de la más sana moral.
ritu adquiere nuevos conocimientos y mi aumento
Todo pensamiento evidentemente falso, toda de experiencia que le hace progresar. Cada existen-
máxima contraria á la sana m o r a l , todo consejo ri- cia es para él una ocasión de prueba en la v í a del
dículo, toda expresión grosera, trivial ó simplemen- progreso, y es para él como los dias en la vida del
te frivola ; en fin, toda señal de malquerencia, son hombre, que puede ó no aprovechar la experiencia
signos incontestables de inferioridad en un es- que cada dia le dá.
píritu.
X X I I I . Lo que el espíritu adquiere en ciencia y
XV. Los buenos espíritus se comunican más ó moralidad en cada existencia corporal, no lo pier-
menos voluntariamente por tal ó cual médium, se- de nunca. Una existencia puede ser para él más ó
gún su simpatía ó su afinidad con su propio espíritu.' menos aprovechable , según su voluntad; si no le
Lo que constituye la cualidad de un médium no es produce más que poco ó ningún fruto, por su ne-
la facilidad con que obtiene las comunicaciones, gligencia prolonga la duración de sus pruebas y se
sino su aptitud para no recibir más que las de los estaciona, pero no retrocede.
buenos, y no ser el juguete de espíritus ligeros y
XXIV. Entre las diferentes especies orgánicas de
mentirosos.
la creación , Dios ha elegido al hombre para la en-
X V I . Los espíritus se manifiestan palpablemen- camación de los espíritus ; por eso se distingue de
t e á la vista en las apariciones que tienen lugar, ya otras especies, por la intuición que tiene de la di-
cuando dormimos, ya estando despiertos. Las apa- vinidad y de la vida ñitura, la conciencia del bien
riciones han tenido casi siempre lugar espontánea- y del mal, la aptitud para comprender las cosas
mente , y el hombre no os dueño de las circunstan- fuera del mundo corporal, y la elevación de su in-
cias en que se verifican. L a aptitud para ver los
teligencia no se limita al interés de consen'acion y
espíritus constituye la variedad de médiums vi-
á la satisfacción de las. necesidades materiales. Las
dentes.
diferentes ' existencias corporales del espíritu se
XVII. Los espíritus aparecen con su peri-espíri- cumplen también en el hombre, y no on ninguna
tu ó envoltura ssbrematerial. L a sustancia de esta especie de seres vivientes. El a l m a , sea cualquiera
envoltura, invisible á nuestros ojos en su estado el grado en que esté, es y será uu alma humana.
normal, puede sufrir modificaciones, que la hacen
perceptible en ciertos casos. LOS MUNDOS.
Los espíritus aparecen á nuestros ojos en forma XXV. Los espíritus nos enseñan, y la razón nos
humana ú otra cualquiera á su v o l u n t a d ; pero ge- dicta que la tierra no es el solo mundo luabitado.
neralmente bajo la que tenían en v i d a , menos las Los globos innumerables que circulan en el univer-
imperfecciones físicas inherentes á la materia, á so están 23ohlados de seres organizados para el medio
menos que no lo quieran hacer así para hacer r e - de que deben vivir.
conocer la identidad. XXVI. Los diferentes mundos no tienen el mis-
mo g r a d o , bajo el punto de vista intelectual y mo-
PROGRESIÓN DE LOS ESPÍRITUS. ral de sus habitantes. Están poblados de seres más
ó menos buenos ó malos, más ó menos avanzados ó
X V I I I . Los espíritus se purifican é ilustran pa- atrasados, según lo que han progresado.
sando por las pruebas de la vida corporal. X X V I I . El estado físico de los habitantes de cada
No siendo más que un instante, en comparación esfera está en relación con el grado de su adelan-
de la duración indefinida de la vida espiritista, la tamiento moral. Cuanto más elevados son los espi-
14 EL CRITEEIO ESPIRITISTA.
ritus que los animan, tanto menos sujetos están á espíritu como el sueño que acaba al dia siguiente ;
la materia; cuanto más avanzados son los mundos, es la señal de un despertar inmediato.
tanto más intelectual es la existencia; cuanto más XXXIX. El hombre no puedo, ni haber adquiri-
atrasados, más material. do todo lo que sabe, ni adquirir todo lo que debe
XXVIII. En los mundos superiores no so cono- saber en una existencia. De aquí se sigue que ésta
ce más que el bien. No hay en ellos egoísmo, ni no puede ser ni la primera ni la última. Si fuera la
orgullo, ni falsedad, ni envidia, ni locas ambicio- primera, estaría en el último peldaño de la escala
nes. No hay ninguna de las pasiones brutales que moral; si fuese la última, supondría la perfección.
degradan al hombre. XL. A cada nueva existencia temporal, el espí-
XXIX. En la jerarquía de los mundos, la tierra ritu toma su punto de partida desde el grado en que
no ocupa ni el primero ni el último lugar; pero está habia quedado. Estas diferentes existencias son
más cerca del último que del primero. El estado otras tantas etapas de la vida espiritista, en cada
moral de la sociedad sería la prueba de ello, aun- una de las cuales deja sus imperfecciones, basta que
que no lo hubiesen revelado los espíritus. Hay llega el termino á que aspira :
mundos cuyos habitantes están más dominados por La vida eterna.
las pasiones animales que sobre la tierra, otros que XLI. La preexistencia del alma, y el principio de
son idénticos, y otros, en fin, que son superiores un progreso anteiior, es lo único que puede justifi-
moral y físicamente. car las disposiciones naturales y las ideas innatas
que ayudan la adquisición de las ideas nuevas, co-
DEL IIOMURE. mo en el curso de la vida las que se adquieren cada
dia sirven de base á las que se van adquiriendo al
XXX. Dios ha dado al hombre un alma inteli- dia siguiente. En esto se encien'a la única explica-
gente , capaz de conocerle y de comprender el bien ción posible de las aptitudes intelectuales y mora-
y el mal. les; de las inclinaciones intuitivas, buenas ó malas,
XXXI. Nuestra alma es uno de los espíritus crea- que son independientes de toda educación y de to-
dos fuera de la materia inerte, y que se une á nues- da idea adquirida. La diversidad de aptitudes inna-
tro cuerpo por la voluntad de Dios. Este espíritu t a s , inletectuales y morales, es un lieclio que no so
preesixte á la formación del cuerpo á qiie se une en puede poner en duda si no se admite la anteriori-
el momento de nacer; al morir entra en el muudo dad del progreso ; y si se cree que el alma nace al
de los e.spírítts, de donde habia salido, y cumple mismo tiempo que el cuerpo, es preciso admitir que
durante la vida del hombre una de las fases de su Dios ha oreado seres favorecidos, y á quienes releva
existencia. del trabajo reservado á otros, lo cual seria lo mis-
XXXII. H a y en el hombre tres cosas: alma 6 mo que negar la justicia de Dios.
espíritu inoaniado, euei-po ó envoltura material pe- X L I I . Siendo los órganos los instrumentos de la
recedera , y peri-espíritu 6 envoltura sobrematerial manifestación del pensamiento, su mayor ó menor
imperecedera, que une el cuerpo y el espíritu. perfeccionamiento influye necesariamente sobre
XXXIII. La vida del cuerpo se mantiene por la estas manifestaciones; pero hacer depender de estos
armonía de los órganos; cesa cuando deja ésta de mismos órganos la diversidad de las aptitudes y de
existir. La vida del espíritu es eterna. las tendencias, es quitar al hombre su libre albe-
XXXIV. La nmertc no ocasiona más que la des- drío, es relevarle de toda responsabilidad en sus ac-
trucción de la envoltura corporal. El espíritu, des- tos. Esta doctrina sería altamente inmoral y sub-
pojado de esta envoltura, conserva su envoltura so- vertiría el orden social. El estado de los órganos
brematerial. hace las manifestaciones más ó menos fáciles; pero
XXXV. Los espíritus inoarnados constituyen la esto no quita al espíritu las cualidades inherentes
especie humana; despojados de su envoltura corpo- á su naturaleza. El artista eminente que no tiene á
ral , constituyen el mundo de los espíritus. su disposición más que un mal instrumento, ejecuta
XXXVI. El alma, que tenía su individualidad an- menos bien, pero esto no disminuye en nada su ta-
tes de unirse con el cuerpo, la conserva después de lento.
la muerte con el recuerdo de su pasado. X L I Í I . Si se admiten órganos cerebrales especia-
les para cada facultad, el desenvolvimiento de estos
órganos es el resultado del ejercicio de la facultad
FACULTADES DEL BOMBEE.
inherente al espíritu; es un efecto, pero no una causa.
XXXVII. Siendo el hombre un espíritu incarna-
do, su pasado y su porvenir no son más que les del EMANCIPACIÓN DEL ALMA.
espíritu que ha venido á habitar su cuerpo. Llevará
al nacer, y por intuición, las cualidades y los cono- XLIV. El alma no está tan identificada con el
cimientos adquiridos anteriormente por el espíritu cuerpo, que no pueda en ciertos momentos recobrar
que se ha animado en él. una parte de su libertad aun en el curso do la vida.
XXXVIII. La existencia del espíritu como hom- Durante el sueño y el reposo del sueño, el alma so
bre no es, por decirlo así, más que uu dia en su vi- desprende en parto de sus lazos corporales, recobra
da como espíritu. La muerte del cuerpo es para el algunas de sus facultades de espíritu, y entra di-
E L CRITERIO ESPIRITISTA. 15
rectamente en comunicación con los otros espiritua. verifican todas sobre la tierra ni en el mismo mun-
Generalmente toma en sus comunicaciones conse- do. Es posible que un individuo haya vivido en este
jos saludables, de que conserva, al despertar, algu- globo y que vuelva á é l , como es posible que esté
nas veces una noción clara y distinta; otras, una en él por la primera vez y que no vuelva más. Es
simple intuición. Por eso el hombre pei-verso en- posible que haya venido á la tierra de un mundo
cuentra casi siempre en sus suefios la desaproba- igual, como puede dejar éste por otro semejante ó
ción de los crímenes que ha cometido ó de los que superior. Depende de él el hacer en esta vida lo que
medita : de aquí viene el proverbio de consultar con necesita para asegurarse una posición mas feliz de
la almohada. la que tenía en la tierra.
XLV. La emancipación del alma puede tener lu- L I I . Los espíritus superiores se encarnan algu-
gar durante el despertar, es decir, no estando dor- nas veces en los mundos inferiores para cumplir
nñdo, y se manifiesta por el fenómeno designado una misión de progreso y conducir á los hombres
bajo el nombre de segunda vista. Tiene igualmente por la vía del bien. Los sufrimientos que padecen
lugar en el sonambulismo, ya sea natural, ya mag- voluntariamente en estas misiones, los elevan á los
nético. El éxtasis es un estado de emancipación del ojos de Dios y en la jerarquía de los espíritus.
alma más completo que el del sueño y del sonam- L l l l . El alma desprendida de la materia ve su
bulismo. pasado, y todas sus existencias anteriores se refle-
XLVI. Las facultades sonambúlicas son las del jan en su memoria ; así es que, como ve todas sus
alma más ó menos desprendida do la materia. El acciones buenas ó malas, ve la dicha de los justos,
olvido que sigue generalmente al despertar, de las y sufre por verse privada de ella.
cosas percibidas en el estado sonambúlico se ex- (Se concluirá.')
pUca por la influencia de la materia y por la au-
sencia en el cuei-po de órganos propios para conser-
var 6 trasmitir ciertas percepciones del espíritu.
La misma causa produce el olvido del pasado del
espíritu durante el estado de encamación, que es Hemos recibido, y nos apresuramos
lo que los antiguos explicaban por la alegoría del
LETEO.
á poner en conocimiento de nuestros
lectores, la siguiente carta.
DESTINO DEL HOMBRE.
EL CRITERIO ESPIRITISTA.
R E V I S T A Q U I N C E N A L D E E S P I R I T I S M O .
cer feliz.
Un espiritista da poco dando su vi- II.
da; es preciso estampar un nombre en DIOS.
v i a , ó mejor los espíritus escogen misiones de • U n a cantidad de fluido é í a disposición del es
adelantamiento g e n e r a l , que lian de servirles de p í r i t u p a r a p o d e r modificar, p o r el uso de leyes
mérito p a r a con D i o s . desconocidas al h o m b r e , la m a t e r i a y su modo
H a y ademas misiones recíprocas, de modo que de ser m o m e n t á n e a m e n t e .
el mal de unos sea bien de o t r o s , ó vice versa; es U n m u n d o á disposición del e s p í r i t u ; u n mun
decir, que el deínérito de uno a t r a s a d o sea m é do en que se realiza él solo i n d e p e n d i e n t e m e n t e
rito de uno más'adelantado , y asi sucesivamente. de los demás.
. H a y misiones enlazadas p a r a el b i e n ; en fin,
la variedad de misiones varía como los seres á
XL
ellas sometidas.
X. ESrACIO, TIEMPO Y ETERNIDAD.
MUERTE.
E l h o m b r e y D i o s s o n ; pero cada uno es á su
L a m u e r t e es la transformación de l a m a t e r i a , manera.
y es ademas el acto en el que u n espíritu conclu E l h o m b r e es u n ser extenso y m a t e r i a l ; nece
ye u n a m i s i ó n . p a r a empezar á llenar la s u b s i sita u n sitio donde realizarse.
guiente. Espacio.
L a m u e r t e es la descomposición de las p a r t e s . E l h o m b r e tiene u n a cantidad do vida que g a s
de que consta el cuerpo. P o r esta descomposición t a r p a r a realizarse.
él espíritu sale de él y va á a n i m a r otro nuevo Tiempo.
c u e r p o , en el mismo p l a n e t a ó bien á otro p l a D i o s se realiza t a m b i é n en su ser y en su p r o
n e t a superior. pia esencia.
t a m u e r t e es necesaria á l a m a t e r i a , como la Eternidad.
vida al espíritu. E l espacio y el tienípo son el medio de reali
L a m u e r t e , como estado de inmovilidad, de zación del h o m b r e .
i n e r c i a , n o tiene r e a l i d a d ; n o e x i s t e . L a e t e r n i d a d es el t i e m p o , y el infinito el e s
L a m u e r t o es simplemente u n acto necesario pacio de D i o s .
p a r a la ley del pi'ogreso'; és ü n cambio de cir N i el espacio ni el tiempo son m a t e r i a l e s ; am
cunstancias eu el liombre. bos son como ideas i n v e n t a d a s por el h o m b r e p a r a
E s preciso que el liombre pase de u n a á o t r a darse realidad fuera de D i o s .
faz de su existencia. P a r a eso m u e r e y nace des L a eternidad es l a conformidad del ser con su
pués. esencia. E l ser es siendo, y como siempre es, es
P o r medio de la m u e r t e , el e s p í r i t u que p a s a eterno.
de u n cuerpo á otro deja á la m a t e r i a o t r a vez L a s ideas de espacio y t i e m p o son las ideas de
i n e r t e , y ademas el meta-espíritu deja en el c u e r relación entre D i o s y el h o m b r e ; son las q u e lo
po p a r t e de l a g r o s e r í a de su m a t e r i a ; deja las s e p a r a n de é l , y s o n , sin e m b a r g o , fuera de él y
partículas rnás materiales ; l a ínuerte es, p u e s , la d e n t r o del h o m b r e , p o r q u e n i n g u n a realidad t i e
síntesis de su vida, y el acto en que el meta-espí nen sino en éste.
ritu verifica su evolución de uno á otro g r a d o do Son p u r a m e n t e ideales y subjetivas, y son, sin
pureza. e m b a r g o , u n i v e r s a l e s , p o r q u e toflos los h o m b r e s
i i a m u e r t e varía en los sucesivos p l a n e t a s . Des son, siendo en t i e m p o y espacio.
de ser, coino en l a t i e r r a , u n a separación absolu P e r o esas ideas son m e r a s invenciones do l a
t a del m u n d o sensible , á ser en otro n a t u r a l , que relación del ser con su exterior, c o r r e s p o n d e n &
en n a d a influye en la vida de los d e m á s , es u n l a extensión del h o m b r e y á su c o n t i n u a d a s u c e
cambio de habitación ó de modo de existencia. sión de actos.
E l qiie m u e r e es m á s ligero d e s p u é s ; en eso está P o r q u e el p e n s a m i e n t o de D i o s es eterno ó
la diferencia. , . i n t e n s o , y el del h o m b r e es múltiple y e x t e n s o .
H a y u n m o m e n t o en que él espíritu pierde su L a m a t e r i a necesita espacio; la vida t i e m p o ;
cuerpo m a t e r i a l ; e n t ó n c e s y a no p u e d e morir, por pero n i el espacio es sino el l u g a r q u e p u e d e ocu
que no lo n e c e s i t a , p o r q u e su m e t a - e s p í r i t u ó p a r la m a t e r i a , n i el t i e m p o sino la c a n t i d a d de
cuerpo i n m o r t a l h a realizado todas las evolucio vida realizada en relación con la p o r realizar.
nes de su c a r r e r a y h a llegado á ser p u r a y sim D i o s no necesita n a d a de e s o , p o r q u e es en
p l e m e n t e aquello p a r a que D i o s le creó. U n m e todo t i e m p o y l u g a r .
dio de relación entre el espíritu libre y la m a t e D I O S llena todo lo que no llena la m a t e r i a y
ria libre. I todo lo que ella l l e n a .
24 EL CEITERIO ESPIRITISTA,
de V . cuando dice más adelante que «Dios es yo estaré conforme en ello, si por infinita entien-
perfecto desde que se manifiesta creador.» Luego, de V. que llena todo el espacio, que es infinito
podrá contestarse, no era perfecto antes do liabor á no dudarlo. Tendríamos que convenir, por con-
creado; luego la creación fué quien lo perfeccio- siguiente, en que no hay vacío, y ésta es l a creen-
nó. Pero yo entiendo que Dios h a sido y será siem- cia general.
pre perfecto, lo mismo antes que después de crear; Cuando bajo ese aspecto estemos acordes, no
pareciéndome tan erróneo que la creación le die- lo estaremos ciertamente s i , al decir V . que la
se la perfección de que él careciera, como lo se- creación es infinita, supone que Dios continúa
ría que u n artefacto perfeccionase á el artífice, oreando y no acabará de crear nunca; yo debo t a l
cuando es el artífice quien perfecciona el a r t e - vez atribuir á V. esta opinión, infiriéndola de aque-
facto. lla frase de que Dios creador «no puede perder
N o ; la creación no perfeccionó, no pudo per- ese carácter sin atrasar. 3> P e r o todavía estaremos
feccionar, ni en u n ápice, á la Divinidad, desde menos conformes si V. opina que Dios crea los
db ceterno perfecta. Lo que Dios hizo por medio espíritus en estado de ignorancia y malestar, cuan-
de la creación (de la de los espíritus, á la cual do no de estupidez y degradación, reservándoles
me refiero ahora), fué rodearse ó acompañarse de la bienaventuranza eterna para cuando la hayan
sores inteligentes a quienes trasmitir y manifes- ganado á fuerza de sufrir y de hacer el bien.
t a r sus perfecciones, para que estos seres en in- E n estas dos cuestiones tendrá V . la gran ven-
finito mímero gozaran por siempre de la misma taja de que son muchos y muy autorizados los
felicidad divina; lo que hizo la creación, en una que así opinan; pero cabalmente porque ambas
palabra, fué reproducir y multiplicar infinitamen- cosas, y en particular la segunda, repugnan á
te esta felicidad de que Dios y solo Dios gozaba mi r a z ó n , y porque si hay error en ellas, debe-
antes. ¡ Cuánto no debemos bendecirle porque, mos oponernos con todas nuestras fuerzas á que
siendo todo amor, no quiso (no podia, si es per- el error cunda y desacredite nuestra escuela; poír
mitido decirlo) tener concentrado en sí solo tan- eso y porque en la hipótesis contraria deseara
to amor, prefiriendo esparcirlo y diseminarlo hasta que se nos ilustrase á los muchísimos espíritus
lo infinito en otros seres que fueran tan felices y encarnados y desencarnados que opinan como yo,
amorosos como é l ! Bien podia hacerlo con su om- me lanzo á t r a t a r de ambas cuestiones por el or-
nipotencia y s.ibidurla, sin que por eso perdiera den en que las he colocado, si bien pasando de
él nada en sus perfecciones, como nada pierde la ligero sobre la primera que nunca puede tener la
luz (y aquí la preciosa idea de V.) porque de ella importancia y trascendencia que la segunda.
se enciendan otras. Advertiré ante todo q u e , en mi sentir, es t a n
Pienso, por lo d e m á s , que siendo Dios omni- omnímodo é ilimitado el poder de D i o s , que en
sciente y estando siempre á su vista todo el por- abstracto no puede negarse la facultad de formar
venir, tenía presente la creación antes de formar- una creación y otra y o t r a s , á cual más grandio-
la, y gozaba con ella lo mismo cpie goza después. sas , y aun de anonadar en todo ó en parte las que
P e r o los espíritus no podían gozar entonces, al tuviese ya formadas, p a r a sustituirlas hasta lo
menos como individuos, y cabalmente ]is\,m que infinito. Entiéndase bien que en ese poder supre-
gozaran como tales se les hizo partícipes de la mo no reconozco límites, por más que el mal le
divina felicidad al crearlos ó emitirlos. Lo que sea imposible, porque sería una imperfección,
antes estaba en la mente del Altísimo se con- como V . dice muy bien. P o r consiguiente, admi-
virtió en un hecho por medio de la creación, efec- to hasta cierto punto la posibilidad de que Dios
to únicamente de su soberana voluntad. No fué esté y hubiera de estar siempre c r e a n d o , pero
él quien ganó en eso, sino sus criaturas espiri- tengo por errónea esa opinión, y por más segura
tuales. la c o n t r a r i a , fundada en razones que paso ya á
enunciar.
Mucho celebro que persona t a n autorizada como
V . opine lo mismo que yo en cuanto á que la crea- Sea la primera que algún designio tuvo Dios,
ción será siempre, pero no ha sido siempre, ó lo algún fin se propuso al crear; luego si El es omni-
que es i g u a l , que la creación tuvo principio. L u e - potente é infinitamente sabio, no necesitaba más
go si tuvo principio y no ha de tener fin, podré que querer que su fin y designio se cumpliesen,
muy bien llamarla inmortal según el tecnicismo para verlos cumplidos de una v e z , en un sólo
que yo me he propuesto, pero no eterna como momento, sin esperar tiempo alguno para cum-
Dios; porque si lo fuese, ¿quién sería el autor de plirlos. Ni aun tenia que pronunciar el fíat, sino
ella? sólo querer, poi'que su sola vohmtad es omnímo-
También dice V . que la creación es infinita y da é irresistible.
EL CEITERIO ESPIRITISTA. 27
A d e m a s que si Dios estuviera siempre crean- de siglos son menos que u n solo i n s t a n t e en n u e s -
do, sin h a b e r de acabar n u n c a , p o r fuerza e s t a - t r a vida t e r r e s t r e , comprenderemos que la for-
rla siempre su obra sin conchdr y siempre i n - mación de cometas ú otros astros puede equiva-
completa. P e r o j u z g a r esto de la g r a n obra do ler á la de las nubes en el globo t e r r á q u e o , sin
Dios, francamente lo digo, m e parece impropio m á s diferencia que m i e n t r a s éstas se t r a n s f o r m a n
de É l . y desvanecen m u y p r o n t a m e n t e , aquéllos p a r e -
H a s t a impropia t a m b i é n m e parece la h i p ó t e - cen destinados á subsistir siempre con su m i s m a
sis de que l a c r e a c i ó n , u n a vez f o r m a d a , conclu- f o r m a , ó t a l vez con o t r a . P e r o así como fuera
yese t o d a alguna v e z , aun cuando h u b i e r a n ó no delirio suponer que p o r q u e viene u n a nube so-
de sustituirla o t r a s . É s o p r o b a r i a que Dios era bre n u e s t r o h o r i z o n t e , Dios la h a creado ex-pro-
caprichoso, imprevisor, ó i m p o t e n t e p a r a a c e r t a r feso, y por lo t a n t o no deja nunca de crear, así
en sus d e s i g n i o s ; t o d o lo cual r a y a r l a en blasfe- parece inaceptable igual consecuencia sacada del
mia. E s t o no obsta p a r a que la m a t e r i a cambie, hecho de que se nos presente u n nuevo astro,
m u d e y se t r a n s f o r m e indefinidamente , p o r q u e que sin duda se h a formado del éter y de fluidos
así cumple al destino que le dio el Creador; m a s m á s ó menos luminosos, como las nubes so for-
no p o r t a n t e la m a t e r i a dejará de existir siempre, m a n t a n sólo de m a t e r i a t e r r e n a .
s i e m p r e , como el e s p í r i t u , aunque, eri íni juicio, A l g o , y aun algos, p u d i e r a decir á V . de cómo
h a y a de refinarse y acrisolarse lo que tiene de se hacen esos nuevos astros, y p a r a qué fin; por-
i m p u r o , p a r a que h a s t a ella recobre la perfec- que , g r a c i a s á D i o s , lo sabemos yo y los de mi
ción con q u e la supongo formada p o r el Creador. círculo e s p i r i t i s t a ; m a s p a r a n o salir de la cues-
D e Dios no puede salir n a d a impuro n i i m p e r - tión que nos o c u p a , b a s t a r á indicar que los n u e -
fecto. L a s imperfecciones y el m a l que nos r o - vos a s t r o s se forman p o r turbillones de espíritus
rean son causados p o r n o s o t r o s , como después de luz que al i n t e n t o so asocian con licencia s u -
v e r e m o s , cuando no sea que estén en n u e s t r o ojo, perior y bajo ciertas r e g l a s que se los ijrescribon.
como V . i n g e n i o s a m e n t e lo j u z g a . P o r q u e en l a vida espiritual no andan los seres
P o r líltimo, los que seguimos l a opinión q u e como m o r o sin señor, cual respecto de los e s p í -
yo sostengo, damos u n a idea m á s g r a n d e de D i o s , r i t u s d e g r a d a d o s , ó que e s p í a n , p u d i e r a inferir-
de su inmenso poder y s a b i d u r í a , creyendo que se de algunos libros espiritistas, p o r o t r a p a r t o
todo lo hizo de u n a vez, en u n solo i n s t a n t e si m u y d i g n o s de n u e s t r o respeto y g r a t i t u d . N o ,
se q u i e r e , que los que, asombrados quizás de l a en las regiones espirituales hay encargados de
g r a n d e z a de su o b r a , piensan que está y e s t a r á g o b e r n a r como aquí en la t i e r r a , sólo que los es-
siempre trabajando en ella, l Y esto p a r a n o con- p í r i t u s de luz se g o b i e r n a n ú n i c a m e n t e p o r amor
cluirla n u n c a , p u e s que h a y a de ser e t e r n a ^ y caridad. L u e g o si estos e s p í r i t u s , condensando
formación!! ¿ Cómo avendrá V . ese d i c t a m e n con el é t e r y los g r a n d e s fluidos que d o m i n a n , son
aquel aserto veracísimo, e s t a m p a d o en la p á g . 8 . ' los que forman a s t r o s n u e v o s ; y si, a u n q u e ellos
del n ú m . 1 5 , 2.° de ese periódico, de que « D i o s no los f o r m a s e n , n a d a h a b r í a en t a l formación
m á s que u n a modificación de la m a t e r i a etérea,
se manifiesta siempre de ima m a n e r a completa'!)!
de seguro que t a l fenómeno n u n c a p o d r á p r o b a r
V e a m o s ahora los a r g u m e n t o s que aducen
que D i o s está creando i n c e s a n t e m e n t e .
n u e s t r o s adversarios. E n p r i m e r l u g a r , como
prueba de que la creación continvia i n c e s a n t e - É s que si no continúa creando, se m e dirá,
i n e n t e , nos citan el h e c h o i n n e g a b l e dé que pierde el carácter de creador y a t r a s a . E s t o lo
m á s ó m e n o s frecuentemente vemos nuevos a s - da V . á entender m u y c l a r a m e n t e , como no a ñ a -
t r o s , qiie a n t e s n u n c a se h a b í a n v i s t o , lo cual da t a l vez que Dios sin crear estarla ocioso ^
deínuéstra que h a n sido creados después que los p e r d e r í a su a c t i v i d a d , qiie es su vida. P e r o no
otros. 'Convengo desde l u e g o en t o d o esto; pero h a y a miedo de que algo de eso suceda. E n p r i -
es menester coiivenir 'también en que los astros, m e r l u g a r , á Dios se le l l a m a creador p o r q u e es
uii cometa p o r ejemplo, no son e s p í r i t u s , sino el a u t o r de la c r e a c i ó n , puesto que solo É l h a
m a t e r i a etérea m á s ó menos l u m i n o s a , pero podido serlo. Y ¡qué! ¿dejará de t e n e r ese carácter
siempre m a t e r i a , y l a m a t e r i a ya sabemos q u e p o r q u e y a no quiera crear m á s , pues que lo crea-
está destinada á t r a n s f o r m a r s e y modificarse r a todo de u n a v e z , poblando el infinito, como
indefinidamente. P u e s b i e n ; s a q u e m o s p o r u n n o s o t r o s afirmamos ? E s o fuera lo m i s m o que de-
m o m e n t o n u e s t r a imaginación del p e q u e ñ o m u n - cir que u n m a e s t r o con título deja de t e n e r ó m e -
do que h a b i t a m o s ; t r a s p o r t é m o s l a á los i n m e n - recer ese t í t u l o cuando cese en la e n s e ñ a n z a , y
sos m u n d o s que nos rodean en el infinito, y t e - del mismo modo ¡jodria sostenerse que mi g r a n
niendo presente la eternidad, eii la cual millones p i n t o r no lo es desde que deje de p i n t a r por ca-
28 EL CRITERIO ESPIRITISTA.
que ho cometido en sus existencias anteriores, pue- tiene los pensamientos que le son propios, indepen-
de saber siempre de qué género de faltan ha ado- dientes de los que le sugieren, y son más ó menos
lecido ó se ha hecho culpable, y cuál era su carác- buenos, según que su propio espíritu esté más ó
1;er dominante. Le basta estudiarse, y puede juz- menos purificado.
gar de lo que ha sido, no por lo que es, sino por sus LXXI. Teniendo siempre el espiritu el libro al-
tjendenpias. bedrío antes y después de su incarnacion, el hom-
LXIY. Las vicisitud,es de la vida corporal son á bre es libro de ceder ó resistir á las sugestiones do
la vez una expiación por las faltas pasadas y prue- los espíritus, según su voluntad, aunque tiene
bas para el poi-venir. Nos purifican y nos elevan s i . siempre la responsabilidad de sus actos.
las sufrimos con resignación y sin murmurar. La L X X I I . Los espíritus se unen en favor de sus
naturaleza de las vicisitudes y de las pruebas que simpatías. Las simpatías de los espíritus se fundan
sufrimos pueden también iluminarnos acerca de lo en la semejanza de sus pensamientos y sentimien-
que hemos sido y lo que hemos hecho, como aqui t o s , en razón del grado de su elevación. Los buenos
abajo juzgamos de los actos de un culpable por el simpatizan con los buenos, y los malos con los
castigo que le impone la ley. Asi, éste será ca,?ti- malos.
gado en su orgullo por la humillación de una exis- L X X I I I . La simpatía de los espíritus es indivi-
tencia subalterna; aquél, malo, rico y avaro, por la dual por los que están incarnados y por los que no
miseria; quien haya sido duro con los demás, por lo están; de aqui resulta que el hombre atrae hacia
las durezas que sufrirá; el tirano, por la esclavitud; sí los espíritus según sus tendencias, cualquiera quo
el hijo, por la ingratitud de sus hijos ; el perezoso, sea, y a forme un todo cplectivo, ya sea solo, como
por un trabajo forzado. una sociedad, una ciudad ó un pueblo. Hay socie-
LXV. En una nueva existencia corporal, el espí- dades, villas y hasta pueblos que están asistidos pm'
ritu puede decaer de lo que era como posición so- espíritus más ó menos buenos y elevados, según el
cial , poro no como espiritu. Puede quedar estacio- carácter y las pasiones que dominan en él.
nario, pero no retrograda jamas ; es decir, que de rico LXXIV. Los espíritus imperfectos se alejan de
y poderoso puede convertirse en sirviente y mise- los que los desechan, y resulta que el perfecciona-
rable, si tales son las pruebas que debe sufrir; pero, miento moral de los individuos, como el do todos
cualquiera q u e s e a suposición, lo que ha adquiri- los colectivos, tiende á separar los malos espíritus
do nunca lo pierde, y esto explica las ideas que eu y atraer los buenos, que ejecutan y ocasionan el
algunos individuos nos parecen eu desacuerdo con sentimiento del bien.
l a posición en que viven y la educación que han LXXV. El egoismo que domina íi las hombres es
recibido. H a y en todo ser como un reflejo de lo que una señal de su inferioridad como espíritus ; por
ha sido, de grandeza ó de miseria. eso atraen á la tierra más malos (lue, buenos.
Pero los buenos vienen también á ayudar el pro-
greso, sea que obren como espíritus, sea que se en-
I N F L U E N C I A DE LOS E S P Í E I T t J S .
carnen en hombres de g e n i o , que de tiempo en
tiempo hacen dar uu paso á la humanidad. Cuauto
más se escucho la voz de los buenos espíritus, más
LXVI. La misión de los buenos espíritus es con- se mejorará la especie huniana. Dia llegará en quo
tribuir al adelantamiento de los espíritus imperfec- los buenos sean más que los m a l o s , y entonces em-
t o s ; cuando éstos están errantes, los inducen al ar- pezará en la tierra el reinado del b i e n , como tiene
repentimiento y les inspiran el deseo de progresar. lugar en otros mundos más aldelantados.
Cuando están incarnados, los sostienen on las prue- LXXVI. Los espíritus incarnados so apegan
bas de la vida y vienen á ser sus guias, genios tu- igualmente ó se repelen, según sus simpatías ó sus
telares, ángeles custodios de los que toman biijo su antipatías como espíritus. Los malos ejercen algu-
protección. na vez su malquerencia sobre ciertos individuos^
LXVIL Cada hpi^bre tiene su genio familiar ó sea para inducirlos al m a l , sea para hacerles sufrir
espíritu protector, que es siempre b u e n o , que vela tribulaciones, y de quien llegan á ser los malos ge-
por él desde su nacimiento hasta su muerte, y le nios incarnados, como los buenos pueden ser sus
sigue aun durante su vida errante. protectores.
I'XYIII. Los malos espíritus se adhieren á los
que están incarnados para distraerlos de la via del EL BIEN Y EL MAL.
b i e n ; el hombro tiene siempre un buen y un mal
espíritu; el que no es escuchado cede la plaza al
otro. LXXVII. El espiritu se purifica en la vida corpo-
LXIX. Los pensamientos sugeildos por los espí- ral y prepara su dicha futura por la práctico del
ritus están en relación con el grado de su elevación. bien ¡ haciendo ol m a l , continúa en su inferioridad.
Los buenos pensamientos son sugeridos por los L X X V I I I . El bien se encierra en Ips mandamien-
buenos espíritus, y los malos por los espíritus infe- tos de Jesucristo , que está resumido ep la m.-íj^ima
riores. do J e s ú s : AMAR Á Dios mVim TOp.AS LAS f QSAS , Y AL
LXX. Siendo pl hpmferp ijn espiritu incarnado, PRÓJIMO COMO Á NOSOTROS MigijijO^ ¡ Ó ,efl 9,^|-f)s térmí-
32 EL CRITERIO ESPIRITISTA.
nos: NO QUIEBAS PAEA OTRO LO QUE NO QUIERAS La necesidad del bien y las funestas consecuen-
PARA TÍ. cias del m a l ;
E l mal es contrario á esta l e y ; las principales La utilidad de la oración.
causas del mal son el egoísmo, eV orgullo y la sen- Besuelve una multitud de problemas, que encuen-
sualidad ; de estos vicios se derivan los demás. tran la única exiilicacion que puede darse, en la
LXXIX. El amor del prójimo abraza á la huma- existencia de un mundo invisible, compuesto de
nidad entera; todos los hombres son henuauos, co- seres que se han despojado de su envoltura mate-
mo hijos de Dios, y se deben mutuo apoyo, sin dis- rial, que nos rodean y ejercen una influencia ince-
tiiician de pueblos, de sectas, de castas ni de creen- sante sobre el mundo visible.
cias. Es origen de consuelos :
LXXX. A los ojos de Dios es agradable todo Por la certeza que nos da del porvenir que nos
sentimiento sincero que lleva al hombre hacia él; espera;
no reprueba mas que las creencias incompatibles Por la prueba material de la existencia de los que
con la práctica del bien y el amor al prójimo. hemos amado sobre la tierra, la certeza de su pre-
LXXXI. Sea quien quiera el que haga el bien, es sencia entro nosotros, la de volverlos a encontrar
recompensado ; sea quien quiera el que hace m a l , en el mundo de los espíritus, y de la posibilidad de
es castigado ; pero Dios, en su bondad, deja siem- hablar c t n ellos y de recibir consejos saludables;
pre al culpable la hora del arrepentimiento y de la Por el valor que nos da contra la adversidad;
expiación. Da á cada uno los medios de rehabilitar- Por la elevación que imprime á los pensamien-
se, y el que no lo hace prolonga sus sufrimientos. tos, dando una justa idea del valor de las cosas y
de los bienes de este mundo.
LA ORACIÓN. Contribuye á la dicha del hombre sobre la tierra:
Calmando las causas de su desesperación;
LXXXIL Nos fortificamos en la justicia y en la Enseñando al hombre a contentarse con lo que
práctica del bien por la oración. t i e n e , á hacerle considerar las riquezas, los honores
La oración es un acto invocatorio. Se puedo ro- y el poder como pruebas que se deben temer más
g a r á Dios, á los espíritus buenos y al protector ó que envidiar;
ángel de la g u a r d a ; se puede rogar por sí mismo, Poniendo un freno a las malas pasiones, origen
por otro 6 por los espíritus que tienen necesidad do de la mayor parte de las aflicciones;
asistencia. Inspirándole por su prójimo sentimientos de ca-
Toda oración hecha á Dios es oída por los buenos ridad y fraternidad sinceros.
espíritus, que ejecutan su voluntad. El resultado de estos principios, una vez propa-
L X X X I I L Los espíritus recomiendan la oración gados en el corazón del hombre , será :
como un medio de perfeccionamiento por sí mis- Hacerlos mejores y más indulgentes con sus se-
ino, y como un alivio para los espíritus que sufren. mejantes ;
Los espíritus imperfectos nos piden oraciones; para Destruir poco á poco el egoísmo, por la solidari-
ellos nuestra conmiseración es un lenitivo para BUS dad que establece entre ellos ;
sufrimientos, y les excita al deseo do elevarse. Excitar una noble emulación por el bien;
LXXXIV. Los espíritus nos dicen, y la razón nos Poner un freno á las ambiciones desordenadas;
coiiünna, que la oración del corazón es la sola efi- Neutralizar los males inseparables á la eferves-
caz. Para Dios y para los buenos espíritus, el pen- cencia de las pasiones brutales;
samiento es todo, las palabras nada. Favorecer el desenvolvimiento intelectual y mo-
LXXXV. La oración sola no liasta más que para ral , no sólo en vista del bienestar presente, sino del
asegurar la dicha del hombre; nos identifica con los porvenir á que está unido;
buenos espíritus y llama á su asistencia; pero la Y por todas estas causas, contribuir al mejora-
oración sin los actos es estéril. Dios no quiere sólo miento progresivo de la humanidad.
que so le p i d a , sino que se utilice la vida. Ésta es la doctrina expuesta por M . ALLAM-KAB-
DEC en sn opúsculo ¿ Qu^est que c'est Vcsiñritisme í
CONSEOUENCLA.S MORALES DEL ESPIRITISMO. Según el autor, lo ha hecho bajo la inspiración
de los espíritus con quienes se comunica, á los cua-
Por el razonamiento, el estudio práctico y la o b - les deja la responsabilidad, como so la deja al
servación de los hechos, el espiritismo confirma y SR. KARDEC en algunos puntos con que no está con-
prueba las bases fundamentales de la religión cris- forme, y para discutir los cuales tendria que escri-
tiana , á saber : bir un libro, su afectísimo S. S., Q. B . S. M . ,
L a existencia de un Dios único, todopoderoso, tJn Esplrilísta.
creador de todas las cosas, saberano, justo y bueno;
Madrid, 5 de Junio de 18G1.
La existencia del alma, y la respousabilidod que
contrae por todos sus actos ;
E l estado feliz ó desgraciado del hombre después
de la muerto, según el uso que haga de sus facul-
ÍMPEENTA Y E S T E R J 3 0 Í I P I A D E M. R I V A D E S E V E A ,
tades dui'ante la v i d a ; Dú(iue de Osuna, núm, 3.
EL CRITERIO ESPIRITISTA.
R E V I S T A Q U I N C E N A L D E E S P I R I T I S M O .
¿ D ó n d e busca el hombre á D i o s ?
. XIV.
E n t o d a la creación.
L u e g o toda la creación no es sino u n kaleidos- ESPÍBITUS PUBOS.
kopos, donde el destino forma al liombre con v a -
rios cristales, imágenes distintas de los mismos Henos ya en el g r a n p u n t o del espiritismo. ¿Qué
objetos. Cada liombre tiene su tubo y sus crista- como son los espíritus puros ?
les. D I O S los combina de modo que forma con E s p í r i t u s puros son las almas de los hombres
ellos todas las figuras posibles, h a s t a que de los que por su trabajo h a n alcanzado la p u r e z a y go-
varios colores resulta uno s o l o , combinación de zan en la presencia de D i o s de la bienaventu-
todos. ranza.
E s a es la vida h u m a n a . E s el estado perfecto inamisible y completo,
A h o r a b i e n : todo hombre tiene tres faculta- en que el e s p í r i t u , alcanzado el bien universal,
des que desarrollar. se ocupa de su realización.
Tiene que aprender á ser, aprender á obrar y E l espíritu p u r o t i e n e , sin e m b a r g o , p e r i - e s -
aprender á amar. píritu, que es la b a r r e r a eterna opuesta por D i o s
P a r a que sea, es preciso que aprenda y sepa entre la criatura y el Creador, el tiempo y el
que e s ; es decir, que vea el mal en sí y en los espacio; pero puros, es decir eterno en el espíri-
demás p a r a percibir e n t r e todos su personalidad. t u puro.
P a r a que sepa obrar, es preciso que t e n g a su E l espíritu puro goza en l a presencia de D i o s
tipo y su r e g l a , ó que perfeccione su moral. la inagotable dicha que produce el amor divino.
P a r a que aprenda á amar, es preciso que sea E l espíritu p u r o , sin e m b a r g o , no es u n ser
feliz como h o m b r e ; p a r a eso es bueno ya de a n - estancado ü ocupado perpetuamente en la con-
temano. templación.
H a y , p u e s , t r e s g r a d o s , que son propiamente E s u n sér en estado eterno de progreso como
de formación, de división y de separación. pensamiento é inteligencia.
I . Purificación del sér. E l espíritu puro realiza el bien adelantando su
I I . Purificación de la moral del sér. naturaleza por medio del amor de D i o s .
I I I . Purificación del amor del sér. L a posesión del amor divino produce la p u r e -
H a y , p u e s , t r e s clases de planetas. za sin l í m i t e s , con la diferencia á la p u r e z a de
1." P l a n e t a s de purificación material. M e r c u - D i o s , que l a pjireza de D i o s es absoluta, y la h u -
rio, M a r t e , Tierra ( 1 ) . m a n a sin limites é infinita, donde la carencia de
2.* P l a n e t a s en purificación moral. N e p t u n o , límites no es sino u n a idea de realización.
Urano, Venus. E l espíritu puro se ocupa en perfeccionar su
3.* P l a n e t a s en p u r e z a h u m a n a . S a t u r n o y J ú - naturaleza por medio de la contemplación de las
piter. verdades eternas.
Después que el sér sea hombre pui-o, h a do E l espíritu puro h a b i t a en los astros y goza do
p r o g r e s a r aún. P a r a llegar á ser ángel tiene que la visión beatífica, porque D i o s está en todo tiem-
recorrer los g r a d o s de pureza del meta-espíritu, po y lugar, y el espíritu puro puede ir á todo t i e m .
s e m i - p u r e z a , empíreo ó cielo de fuego. P u r e z a ; p o y lugar.
Asteroides. P r o g r e s o eterno. Bienaventuranza, E n ese estado, el espíritu puro se compone de
posesión del bien absoluto en estudio en todas u n a esencia incorpórea incohercible, i m p o n d e r a -
BUS f o r m a s , con la razón depurada ya é infinita. ble, ligera, tenue, fluídica y de un espíritu de esen-
E l espíritu p u r o y en posesión de D i o s goza cia h u m a n a , pero de naturaleza divina, que se
e t e r n a m e n t e , pero adquiriendo más cada vez; ocupa en el bien absoluto.
queriendo más cada vez en el estudio infinito, L a inteligencia del espíritu p u r o , ó ángel, es
que puede resumirse en esta f ó r m u l a : Purifica- también sin límites ni m e d i d a , ó sea á medida de
ción del amor del sér i D i o s . las verdades en que ocupa su sér.
E s t a d o final. E l espíritu, p u e s , se ocupa ademas en el a d e -
lanto moral de los planetas por medio de la i n s -
piración del bien.
Todo espíritu p u r o es l a realización de u n h o m -
bre en u n á n g e l , que adquiere en su carrera p r o -
(1) Al d e c i r e s t e ó e l o t r o p l a n e t a , n o s e h a b l a s ó l o
piedades eternas á costa de sus adelantos t e m -
de él, Bino d e t o d o s los de s o grupo 6 loB correspondien-
tes á ese grado de progreso.
p o r a l e s , que deja en los mundos que recorre.
EL 0 B I T E R I O ESPIfilíISTl. 35
XV. XVII.
C01.TO. EL CATOLICISMO Y E L E S P I R I T I S M O .
explicar sus misterios explicables, á dar á la fe hemos tenido miedo, ya bajo u n o s , ya bajo otros
católica el fundamento de la revelación de u l t r a - n o m b r e s , y ¿qué eran p a r a nosotros los espí-
t u m b a , p a r a purificar al hombre y elevarle más ritus?
h a s t a llegar á D i o s , su último fin. Simplemente lo que son : las almas de los
¿ E n qué se funda el catolicismo ó la infalibi- muertos.
lidad de su iglesia, sino en la asistencia ó comu- Todos hemos tenido h o r r o r á los m u e r t o s . ¿Es
nicación con el E s P Í n i T u SANTO? por su fealdad?
¿ H a y cosa más conforme con el espiritismo? N o : era porque eran duendes , ó trasgos , ó
¿Puede el catolicismo destruirle sin destruir su aparecidos, ó cosa por el estilo.
fundamento y su base? E l espiritismo es u n a creencia de todos los
E l espiritismo, que es una explicación de la tiempos y l u g a r e s , y que nada n i nadie h a p o d i -
parte sólida del catolicismo, y aun viene, como él, do desarraigar.
por revelación, debe fundirse con él p a r a marchar Lo único que h a n hecho las religiones con r e s -
j u n t o s en el perfeccionamiento del h o m b r e , su pecto á los e s p í r i t u s , h a sido prohibir su evoca-
obra común. ción.
¿ A qué prohibir lo que no existe?
Muchas personas han sido quemadas por co-
XVIIL municarse con los espíritus : l u e g o , si no los h a -
bia, ¿cómo debían ni podían comunicarse? ¿Cómo
E S P I R I T I S M O D E L PASADO. es posible que se los castigase? ¿ E r a que se los
castigaba por ir más allá de donde debían, ó p o r -
N o h a de creerse tampoco q u e , porque el e s - que infringían el precepto que lo vedaba?
piritismo nazca a h o r a , no tiene su antiguo abo- ¡ D u r o castigo si era a s i !
No j u z g u e m o s de intenciones : sentemos h e -
lengo. E l espiritismo h a seguido la escala espi-
chos , y ésos prueban la antigeüdad de la creen-
t i s t a , h a muerto mil veces.
cia espiritista ó de los aparecidos.
Tiene su h i s t o r i a , que es t a n a n t i g u a como el
mundo.
E n el paraíso t e r r e n a l ya habla l a B I B L I A de
SATANÁS como de u n espíritu hablando p o r u n a XIX.
serpiente.
E S P I R I T I S M O D E L PORVENIR.
ABRAHAM t u v o apariciones como ISAHAO y J A -
COB , de modo cjue el origen del espiritismo se
pierde en la noche d e los t i e m p o s . Todas las grandes ideas tienen una misión,
SAÚL evocó á SAMUEL y h a b l ó con él después ¿Cuál es la misión del espiritismo?
de haber éste m u e r t o . L a misión del espiritismo es hacer al hombre
E n la antigüedad existían los oráculos plticos adelantar muchos pasos en su carrera; es t r a e r á
de B E L F O S y las sibilas romanas. él lo que él habia de ir á b u s c a r ; es demostrarle
SÓCRATES, el p a d r e de l a filosofía, daba á é s t a la realidad de su destino futuro, y la felicidad de
u n origen divino, suponiéndola inspirada p o r u n ese destino; es mostrarle ese destino final de su
espíritu superior. carrera como u n p u n t o á que h a de llegar infali-
SÓCRATES e s , p u e s , el p a t r i a r c a del espiritis- blemente , y que de él pende acelerar ó r e t a r d a r
el m o m e n t o .
mo racional.
E s demostrar la misericordia y el amor de
L a doctrina de PITAOORAS no es sino el espi-
D I O S á la c r i a t u r a ; es despojar su lecho de
ritismo del mundo griego.
m u e r t e de las horribles imágenes de la íncerti-
L o s m a g o s , llamados astrólogos en la edad
dumbre.
m e d i a , son sólo u n a representación del espiritis-
Cuando la idea espiritista h a y a alcanzado su
mo en aquellos tiempos atrasados y semi-bár-
perfección, los hombres serán hermanos y se re-
baros.
1 Qué m á s i unirán p a r a adorar á D i o s en sus corazones.
L a Divina Comedia del D A N T E coloca el p u r g a - Entonces la caridad será el más dulce de los
torio en el sistema planetario nuestro. p l a c e r e s , la fe el m á s hermoso de los sentimien-
E l espiritismo es quizá la idea m á s a r r a i g a d a tos, l a esperanza u n a cosa cierta, y no u n a creen-
y que más h a dado que h a c e r en el mundo. cia vaga y sin realidad positiva.
E s una creencia intuitiva y universal. E l h o m b r e , espiritista del porvenir, realizará
Todos hemos creído e a los e s p í r i t u s ; todos los
EL CRITERIO ESPIRITISTA. 37
su presente como u n acto preciso, p a r a quo p u e - estar la razón y el buen sentido, que son los ú n i -
da venir su futuro n a t u r a l m e n t e . cos jueces á que apelo en esta m a t e r i a , como en
Tendríl la vida como lo que e s , como su viaje todas. N a d a de pasión, nada de preocupaciones de
por m u n d o s , á los que h a b r á venido á aprender. ciencia ó de escuela; busquemos de buena fe la
E l espiritu entonces en la tierra estará en- verdad, y sólo l a v e r d a d , que es el modo do en-
lazado con lazos t a n d u l c e s , que á l a m u e r t e se contrarla. Precisamente en ese sentido está e s -
desatarán, no se cortarán violentamente. crito ; busca y h a l l a r á s .
Entonces el hombre recordará sus existencias Abordando y a dicha 2." c u e s t i ó n , recuerdo que
con el dulce recuerdo del bien p e r d i d o : como se al leer por primera vez que los espíritus tenían
recuerda u n pasado trabajo on un presente feliz; infancia, pues empezaban su vida individual en
pero consecuencia de los trabajos ¡jasados. estado de ignorancia y de t o r p e z a , p o r no decir
D e este modo s u recuerdo del paso por l a tier- de estupidez; cuando m e enteré de q u e , como
ra será g r a t o , porque no le recordará dolores, sino era consiguiente, tenían q u e i r purificándose y
virtudes. probándose p o r sucesivos sufrimientos, y g r a n -
dísimos por algún tiempo, anexos necesariamen-
OONOLUSION. t e á tm estado semejante; cuando observé que só-
lo en fuerza de repetidas pruebas de ese género
LA FÓRMULA del E S P I R I T I S M O es s i m p l e m e n t e podían llegar á la perfección, á la completa p u -
la explicación m á s sucinta posible de una d o c t r i - reza y felicidad; cuando noté que á vueltas de
na filosófica: todo esto n o se n e g a b a ser el espíritu u n a p a r t e ,
E l espiritismo. ó bien u n a emanación directa é inmediata del
¿ Qué debe todo hombre buscar en una doctrina mismo D i o s , destinada á ser feliz gozando de l a
filosófica? magnífica creación en que este P a d r e celestial lo
U n modo d e vivir y u n modo de morir. colocó ; cuando llegué á tener conocimiento de
¿Cuáles deben ser los d e todo espiritista? esa d o c t r i n a , m u y opuesta p o r cierto á l a que á
Vivir r e s i g n a d o : morir tranquilo. mi y á otros nos habían enseñado superiores i n -
Desi)idiéndoso de u u m u n d o , al q u e , y a como teligencias , no pude menos de abismarme por ol
h o m b r e , y a como e s p í r i t u , h a de volver atraído pronto en dudas y mortificantes reflexiones. N a -
por el amor de sus hermanos. die me h a satisfecho después esas dudas, mien-
Llegando á mirar con t a n cristiana r e s i g n a - t r a s que meditando y aun discutiendo sobre ellas,
ción el solemne momento de su obligado t r á n s i t o , me afirmaba cada vez más en m i creencia y en
que sólo una idea pueda ocurrirle en aquel i n s - la d e mis condiscípulos de espiritismo.
tante supremo. L a de espirar diciendo :
¿ E s t a m o s obcecados cuando creemos que t o -
SÉ QUE VOY Á MORIR PARA NACER MÁS CERCA
dos l o s espíritus, todos sin excepción, fueroni
DE MI D i o s .
emanados de Dios puros, perfectos y felices, tan-
F I N D E LA FÓRMULA.
to como era posible que lo fuesen p a r a no confun-,
dirse con la m i s m a Divinidad? P u e s si d e s g r a -
ciadamente estamos e n u n error creyendo esto,
"queremos y pedimos con encarecimiento i n u e s -
tros hermanos que nos saquen de él por caridad,,
pero que nos s a q u e n , no con argumentos de a u -
toridad , que si algo valieran, los tenemos i g u a -
les cuando menos á los más superiores del mun-
do, sino con razones que convenzan y desvirtúen
CARTA DE IMPUGNACIÓN. las que nosotros aducimos. V e a m o s ahora cuáles
son estas razones. .
L a 1.° se desprende de lo mismo q u e V . t a n
{Conchision.) elegantemente h a sentado, á saber : que Dios es
la l u z , y nuestro espíritu (supongo que así lo
Recomiendo este consejo que acabo de p e r m i - cree V . ) o t r a s luces encendidas de ella. P e r o esa
tirme , al entrar on la segunda de l a s cuestiones g r a n luz divina e s p u r í s i m a , o m n i p o t e n t e , a m o -
propuestas, porque en ella lucharán necesaria- rosa é inteligente sobre t o d a ponderación. P u e s
mente juicios preconcebidos y sellados con a u t o - ¿cómo es que las otras luces, y precisamente a l
ridades muy respetables de espíritus t e r r e s t r e s y ser encendidas, ni son p u r a s , n i reúnen apenas
no t e r r e s t r e s . M a s por cima de unos y otros deben las demás cualidades de l a Divinidad ? E n h o r a -
EL CRITERIO ESPIRITISTA.
buena que la criatura se diferencie en algo del contrasentido de que la suma pureza y la supre-
Creador, como no puede menos de diferenciarse; ma inteligencia haya emanado de sí misma la
pero que la diferencia se lleve hasta el punto de impureza y la ignorancia. Resulta ademas que la
que mientras el uno es infinitamente poderoso, suma bondad y el todopoderoso amor no quiso
inteligente, bueno y amoroso, la o t r a , y al des- ó no pudo (no sé cuál de las dos hipótesis es más
prenderse de É l , sea casi todo lo contrario, eso absurda), ó ni pudo ni quiso hacer á sus propios
no se concibe fácilmente. hijos, al crearlos, tan felices y perfectos como
Menos se concibe todavía que u n Dios todo la Omnipotencia divina podia hacerlos desde lue-
amor y bondad sin límites hiciera tan imperfectos go sin menoscabo de su soberanía. Resulta en fin
é infelices á sus propios hijos, a sus propias esen- que ese Dios omnipotente y justo, todo amor i n -
cias, y esencias inteligentes, cuando pudo sin dis- tensísimo, se h a complacido en empezar c a s t i -
gando cruelmente á todos los espíritus que ema-
p u t a crearlos y emanarlas en estado de cuanta fe-
naba de si (y en infinito número), cuando ellos
licidad y perfección fueran compatibles con la so-
eran inocentes, pues que en nada le hablan podi-
beranía divina. El amor más grande é intenso que
do ofender ni faltar. A la verdad que con eso
en el mundo se conozca, no puede igualar, ni con
nos parece Dios pintado al revés de lo que es.
mucho, al de Dios para con sus criaturas; y sin
embargo, el más desalmado bandolero que tuvie- Los colores de este infeliz cuadro subirán de
r a efi su mano hacer felices eu un solo momento punto si la teoría que ahora combatimos viene
á todos sus hijos, se apresuraría á darles desdo enlazada con la otra que antes refutamos; esto
luego la felicidad, sin aguardar á que ellos la es, si suponemos que Dios h a de estar eternamen-
g a n a r a n con penas y f a t i g a s , si él podia ahor- te creando (por siempre jamas, sin fin en una p a -
rarles este trabajo. P u e s bien; que Dios tuvo p o - labra) espíritus y más espíritus, ignorantes, tor-
der para eso, y que ademas debió por fuerza que- pes, ímperfectísimos é infelices, aunque luego
rerlo en su infinita bondad, parece que no admi- con el tiempo vayan todos llegando á la perfec-
t e d u d a , como no la admito que Dios sé mostra- ción. Pero he dicho m a l ; esta perfección no la
r a cicatero, falto de toda generosidad y munifi- podrían alcanzar todos mientras la creación no
cencia , siendo asi que á las suyas ninguna iguala, cesara siquiera por el tiempo necesario p a r a que
regateando á sus propios hijos lo que ah-initio los últimos creados la alcanzasen. Todos los d e -
pudo darles sin más que quererlo. mas, menos éstos, habrían sido ya felices, mien-
tras los nuevos, por decirlo a s i , no podrían serlo
Habría ademas en eso una iniquidad patente,
todavía sino hasta más adelante; lo cual ofrece,
t a n patente como la del padre que hiciera su-
entre otros inconvenientes, los que siguen :
frir á un hijo suyo acabado de nacer, ó que jamas
le hubiese ofendido. P o r q u e el hecho es que en 1.° Que los seres que hubieran alcanzado per-
la teoría que refutamos, un espíritu, desde el fecta felicidad cien mil siglos a n t e s , por ejem-
instante mismo en que tiene ser individual, vie- plo ; que los que al cabo de este tiempo se fue-
ne destinado á sufrir mucho y durante mucho sen creando, llevarían de ventaja y privilegio
t i e m p o ; el hecho es que eso sucede por efecto esos mismos cien mil siglos de bienaventuranza
preciso de la torpeza é ignorancia del espíritu, sobre los otros nuevos hermanos suyos, y á la
las cuales tampoco son obra s u y a , sino del Croa-' v e r d a d , no podemos creer que Dios trate tan
dor ( ¡ y esto se cree tan b u e n a m e n t e ! ) ; el hecho desigualmente á sus propíos hijos, y mucho m e -
nos durante siglos infinitos.
e s , en fin, que el pobre espíritu sufre una p e n a
aflictiva sin haber cometido ni podido cometer 2° Que ratnca j a m a s habrá creación espiritual
ninguna falta. No hay que dudarlo : el hacer su- perfecta y completa, puesto que siempre se esta-
frir á otro sér, aun á nuestros propios hijos si se rán creando espíritus en estado de torpeza ó i g -
quiero, cuando nos h a n faltado á sabiendas, s e norancia, aunque otros hayan salido de tal esta-
concibe; pero no se concibe siim en un monstruo do. I Incompleta é imperfecta s i e m p r e , siempre
de crueldad, que aflija y atormente ni á una b e s - (ya lo hemos dicho á otro propósito), la gran
t i a , cuánto menos á u n sér racional i n o c e n t e , y obra de Dios, que es la creación de los espíritus!
más si es su hijo, ü n padre cualquiera aquí en la P o r q u e la de la materia no la consideramos más
qtie como secundaria á la otra, i Qué arquitecto
tierra no permitiría semejante atrocidad, ni aun-
ése que nunca acaba su edificio i
que le aseguraran que así iba el hijo á ser feliz,
• 3." Que j a m a s h a b r á felicidad completa para
toda vez que él pudiera evitarlo de cualquier
ningún espíritu, quedando así defraudado el
modo, i Y D i o s , con todo su poder, no lo podria
gran fin de la creación, que es, y no puede dejar
evitar!
de ser, llenar el infinito espacio de criaturas e a -
Resulta pues. e n primer t é n m n o el palmario
EL CRITERIO ESPIRITISTA. 39
teramente felices. N o hay duda : si los espíritus despreciar, n i mucho menos. Sólo han llegado á
somos todos h e r m a n o s ; si cnanto más adelanta- nuestra noticia a l g u n o s , de que paso á hacerme
dos en nnestra carrera, más sensibles somos á cargo.
las desgracias de los d e m á s , porque la caridad •Consiste el primero en que es regla general y
ha crecido en proporción de aquel adelanto, es constantemente observada en toda la creación,
evidente que los espíritus quo hubiesen llegado que los seres empiecen imperfectos y eu g e r -
ó acercádose al colmo de la felicidad, sentirían m e n , p a r a luego desarrollarse, m a d u r a r y p e r -
6n gran manera las desventuras por que otros feccionarse con el t i e m p o ; de lo cual se infiere
iban sucesivamente atravesando hasta purificar- que también los espíritus han debido ser emana-
se laminen; y como esa sucesiva infelicidad no dos torpes é imperfectos h a s t a que ellos mismos,
habia de concluir nunca respecto de a l g u n o s , y pues son inteligentes, y D i o s les ayuda siempre,
aun do muchos , es claro que nunca serian e n t e - como sabemos, adquieran su desarrollo y el de
ramente felices n i aun los espíritus ya bien p u - su inteligencia, elevándose gradualmente al CST
rificados. tado de pureza y felicidad por medio de vidas
4 . ° P e r o es que n i aun D i o s mismo sería j a - en que van probándose sucesivamente. V e a m o s ,
mas completamente feliz en esa hipótesis, t e - ante todo, lo que tiene de exacto este argumento.
niendo siempre delante de sí u n g r a n número de No lo e s , por cierto, eu cuanto á que la m a -
hijos suyos degradados ó desgraciados, y no por teria creada principie toda por g é r m e n e s ; si
culpa de ellos, sino por, voluntad ó capricho de bien parece ser ésa una regla g e n e r a l , no os a b -
líl, y sólo de É l , pues que É l solo los habría co- soluta ni aun aquí en la tierra, donde no deja de
locado en t a n lamentable situación. I Qué necio tener sus excepciones. A mi modo de ver, ni el
sería D i o s habiéndose robado á si mismo, y p a r a s o l , n i las estrellas fijas, n i los p l a n e t a s , n i la
siempre, su inconcebible felicidad! P a r a eso me- infinidad de astros p a r a nosotros desconocidos
j o r le estuviera no haberse metido á creador. t o d a v í a , cuanto menos el éter que los i n u n d a ;
P o r lo demás, si nuestros contendores dijesen nada de e s o , q u e es m a t e r i a sin d u d a , dobe h a -
q u e , a p a r t e do los espíritus torpes é i g n o r a n t e s , ber empezado en germen. Mas no necesitamos
creó D i o s otros purísimos y do n a t u r a l e z a a n g é - Hogar t a n alto; quedémonos aquí on la tierra, y
lica, p a r a que le acompañaran y sirviesen d i g n a - veamos si es creíble, por ejemplo, que el a i r e ,
mente, pues también debemos suponer este desig- la atmósfera que nos rodea en una circunferen-
nio en la creación e s p i r i t u a l , les contestaré que cia de doce á catorce leguas de a l t u r a , nada me-
entonces h a b r í a , por lo menos , dos creaciones nos , empezase en g e r m e n , como el t r i g o , el ca^
espirituales, u n a perfecta y otra no. Mas ¿no bailo, el d i a m a n t e , etc. Claro está que no. L u e -
sería eso u n puro capricho, indigno de la Divi- g o no es e x a c t o , ó por lo menos no es absoluto,
nidad, que sin duda tuvo poder p a r a que fuesen el principio que se invoca, n i aun aplicado á l a
igualmente perfectas ambas creaciones, ó bien materia.
para que en u n a sola, do naturaleza angélica, se Mas, dado que lo fuese, ¿ t r a t a m o s ahora de lav
refundie.sen las dos ? Y el capricho tendría t a m - creación material ó de la espiritual? P o r q u e s i '
bién no poco de injusto, por la sencilla razón de es l a última de l a q u e t r a t a m o s , necesariamente
que entre los hijos del P a d r e celestial, pues t a n convendremos en q u e , atendida la diferente
hijos suyos eran los ángeles como los demás es- esencia de la materia y del e s p i r i t u , el diverso
píritus, los unos nacerían (permítaseme esta p a - destino providencial de estos dos productos de
labra) felices , y los otros n o , sin causa ni razón la creación, no h a de ser aplicable al uno lo
que justificara semejante diferencia. E n verdad que lo sea al o t r o ; antes bien parece evidentísi-
que sentirla yo dirigir á espiritistas puros este mo que so rigen ambos por principios, cuando
a r g u m e n t o , el cual debiera reservarse p a r a los no c o n t r a r i o s , diversos. E l e s p i r i t u , quo es el
sectarios de aquellas religiones que afirman la agente u n i v e r s a l , no puede organizarse n i em-
existencia de á n g e l e s , al mismo tiempo que nos pezar del mismo modo que la m a t e r i a , destina-
suponen á los hombres creados impuros. ¿ Cómo da á que aquél ejerza en ella y p o r medio de ella
se justificaría en Dios una diferencia t a n capri- casi todas sus facultades. P a r a el ejercicio de;
chosa, por no decir también i n i c u a ? estas facultades es menester que la materia esté'
No queremos amontonar más reflexiones, bas- sujeta á crecimientos, mudanzas y t r a n s f o r m a -
tando las expuestas p a r a demostrar que es de ciones ; mientras que el espíritu no necesita de^
todo p u n t o insostenible la teoría que venimos nada de eso p a r a funcionar y disponer do la ma-^'
refutando. E s t a t e o r í a , sin embargo, llama en teria. É l , por consiguiente, h a debido, ó cuan-
BU apoyo ciertos argumentos q u e no debemos do menos h a podido, empezar ya c o m p l e t a m e n t e
40 EL CRITERIO ESPIRITISTA.
formado y perfecto, aun cuando fuese exacto (y no incidir en los absurdos ofensivos á la Divi-
hemos visto no serlo) que toda la materia empe- nidad que se deducen de ella. Toda vez que sal-
zara de otro modo. vase estos absurdos, deberíamos aceptar cual-
El segundo argumento que se nos opone está re- quiera otra explicación, por poco satisfactoria que
ducido á decir que el espíritu no sabría gozar ni pareciese; sí cabe decirlo, deberíamos inventar-
apreciar la felicidad, si antes no hubiese experi- la, á la manera q u e , según cierta sentencia céle-
mentado la desgracia; por manera que'empieza b r e , habría que inventar á Dios aunque fuese
su vida padeciendo, para que según vaya ade- cierto que no existe.
lantando comprenda y aprecie lo que gana y lo que Veamos ahora si en efecto hay otra teoría me-;
tiene que practicar para hacerse enteramente fe- jor que la refutada victoriosamente á nuestro p a -
liz. Según e s o , contesto y o : D i o s debió de ser recer. P u e s gracias á Dios, la tenemos y (aunque
muy desgraciado antes de llegar al sumo grado esto para mí no es todo) dictada y sostenida {no-
de felicidad que le concedemos, y no podemos ta hene) por multitud de inteligencias muy supe-
menos de concederle; porque de lo contrario hoi riores á las que habitan en la tierra. Voy, pues,
comprendería ni apreciaría esa felicidad, faltán- á presentar esa teoría, de la que no soy inven-
dole el contraste de la anterior desdicha. ¿ No se tor por lo mismo que acabo de decir, y p a r a que^
ve cuánto tiene esto de absurdo ? mejor se comprenda, empezaré sentando algimos
supuestos.
P e r o á D I O S , se me replicará, no hay que com-
pararlo con sus criaturas, ni á éstas con el que Primero. E l objeto principal de la creación fué
está t a n por cima de todas las cosas. Y ¡qué! ¿será el espíritu, así como el objeto accesorio fué la ma-
tal la diferencia, que los espíritus no pudieran n i teria, toda vez que ésta está destinada á servir al
acercársele en bienestar sino después de haber primero, mientras el espíritu lo está á servirse,
probado h a s t a el extremo del mal y de los sufri-i disfrutar y disponer de ella; en lo cual pienso no
mientes? Yo no sólo no veo esa necesidad, no: se me ponga dificultad alguna. . i - r í ' s i - i ••' -í--
sólo considero que á Dios debía serle fácil evitar- Segundo. Tampoco pienso la h a y a en q u e ' e l
la por infinitos medios, que están al alcance de su espíritu fué creado para su bien, p a r a ser feliz
omnipotencia, sino que teniendo en cuenta este con toda la felicidad é inteligencia que el inmen-
atributo suyo, y el del amor intensísimo que le so poder de Dios podia d a r l e , ya se la diese al
reconocemos, estoy firmemente persuadido de que emanarlo de s í , pues éste es el g r a n caballo de
así como él es y h a podido ser siempre feliz sin b a t a l l a , ora le impusieran la precisión de ganar-
haber participado antes de n i n g u n a desventura, la con el tiempo. No cabe, á la verdad, otro fin
así pudo y debió trasmitir desde luego su misma mejor en la creación, atendido siquiera el amor
bienaventuranza á todos sus h i j o s , dándoles i n - y bondad suma del Creador.
teligencia y aptitud bastante para gozarla sin ncr Tercero. Damos por innegable ademas que
cesidad de someterlos previamente á grandes todo espíritu, como emanación de D i o s , hancn de
martirios. Si Dios tuvo poder pasa eso (¿ y quién lumine, luz encendida de otra l u z , participa de
lo d u d a r á ? ) ¿cómo n e g a r á su infinita bondad los mismos mismísimos atributos de la Divinidad,
é intensísimo amor que así procediese? ¿ N o se y está destinado, ya lo hemos dicho, á poseer y
advierte, de lo contrario, que él sería el único au- ejercer todos esos atributos h a s t a el mayor p u n -
t o r y causante espontáneo del mal ? to de perfección compatible con la soberanía di-1
Tercero y líltimo argumento. P u e s ello es que vina. Si Dios es omniísotente, omnisciente ó in-:
el mal existe en la t i e r r a , y mucho mayor t o d a - finitamente bueno, el espíritu tiene por fuerza
vía, sin comparación, fuera de nuestro globo; ello que serlo ó llegarlo á ser, en cuanto quede á sal-
es que si hay tantos desdichados que sufren h a s - vo aquella soberanía. Si Dios es feliz é infinita-
t a de u n modo indecible, D i o s lo h a querido así mente amoroso, el.espíritu lo será casi á su n i -
para que empecemos nuestra carrera de sufri- vel , y lo que es m á s , nada impide el igualar la
mientos antes de llegar á la de una bienandanza criatura al Creador en estas dos cualidades, toda
e t e r n a , pues asi podremos decir u n dia que esta vez que por ellas nunca puede menoscabarse l a
bienandanza la tenemos más que ganada p o r divina supremacía. Si D i o s , en fin, es libérrimo,
nuestros propios merecimientos. P e r o ya hemos el espíritu tiene que ser también libre y no p u e -
visto que á priori y a posteriori es insostenible de dejar de serlo nunca j a m a s , pues que enton-
t a l teoría; por manera que aunque no cupiese en ces se convertiría en un autómata, indigno de
lo posible otra explicación que é s t a de nuestros merecer y adelantar, cuando el adelanto, el p r o -
sufrimientos y de los de nuestros hermanos, que greso sin fin de su inteligencia y felicidad parece,
están expiando, sería menester rechazarla p a r a ser la bendita ley que presidió á su creación.
EL CRITERIO ESPIRITISTA; 41
nito en innumerables é inmensas regiones, á cual cedencia de todos los espíritus que encarnan, h a -
más magníficas y variadas, llenas de maravillas, yan encarnado ó t e n g a n que encarnar en la tier-
de armonías y fragancias tales, que ni las más s u - ra. Fuimos nosotros los rebeldes en número de
blimes y exquisitas de la tierra se les pueden muchos millones de millones de legiones que
comparar. Y en esas regiones colocó y distribu- poblaban el grandioso astro en subversión; de
yó el Creador á los espíritus emanados de su p r o - modo que si hubiera demonios, lo seriamos n o s -
pio s e r , dotándolos desde luego de g r a n poder, otros y nuestros compañeros de desgracia y r e -
inteligencia y l i b e r t a d , é igualándolos en amor beldía. H é a q u í , en fin, la única cau.sa, nosotros
y felicidad á su divino P a d r e . Xo ha habido, ni mismos, de nuestros sufrimientos y expiaciones ;
hay, ni habrá otra creación de e s p í r i t u s , porque no hay o t r a , y p a r a que mejor se comprenda lo
también debe advertirse que fueron infinitos los expuesto, haré las siguientes advertencias ó acla-
c r e a d o s ; infinitos los espíritus en número y en raciones :
sus aspiraciones, como fué infinita en extensión 1.^ Que cada uno de los espíritus rebeldes está
y magnificencia la materia, como lo era y lo es en envuelto en u n cuerpo m a t e r i a l , aunque adecua-
todo el Creador. do al astro ó región que h a b i t a , y formado del
L a obra de D i o s salió pues completa y perfec- éter y fluidos del mismo astro. L l a m a m o s aroma-
t a de sus m a n o s , y así lo estuvo por espacio de Íes á esos cuerpos (y otros los llaman perispíri-
lo que llamamos muchos siglos, d u r a n t e ios cua- t u s ) cuando no pertenecen á nuestro g l o b o ; lla-
les ningún ser creado turbó la gran felicidad y m a m o s t e r r e s t r e s , ó m a t e r i a , á los cuerpos que
armonía que todos ellos disfrutaban. P o r q u e nin- en la t i e r r a tenemos.
g u n o hubo que abusara de su libre albedrío, como 2 . ' Cuando el espíritu ha concluido su perma-
podían hacerlo , según hemos demostrado. P e r o nencia en el astro ó l u g a r á que se le destina,
por esto mismo, y porque t a n inconcebible bien- pasa á otro de ascenso ó de descenso, según el
aventuranza podia ensoberbecer á quienes ilimi- bien ó el mal que usando de su libre albedrío h a y a
tadamente la g o z a b a n , hubo e s p í r i t u s , en una h e c h o ; pero el descenso en esos tránsitos es m e -
r e g i ó n , que formaron y aun t r a t a r o n de ejecutar nos común á los seres que están en purificación
el proyecto de emanciparse de Dios y hacerse que á los que todavía están en expiación. A s í os
creadores como E l . Cuando llegó á su colmo la como so suceden las encarnaciones de espíritus
obstinación de estos e s p í r i t u s , fué destruido s u en unas y otras regiones, por supuesto con m a -
astro ó r e g i ó n , y de sus restos y fluidos, como yores ó menores i n t e r v a l o s , respecto de cada i n -
si dijéramos de sus r u i n a s , dispuso Dios formar dividuo ; así es como hay espíritu que se h a en-
nuestro sistema p l a n e t a r i o , desde el Sol inclusi- carnado tres ó más veces en la tierra on el discur-
ve , h a s t a la tierra y otros lugares de sufrimien- so de siglos, después de haber estado encarnado
tos , donde los espíritus r e b e l d e s , á quienes su on otros lugares ó vagando en los espacios.
amor y misericordia no (piiso confundir, expiaran 3.° Los que concluyen su purificación en el sol,
la gravísima falta cometida. donde ya se goza m u c h í s i m o , y que es u n apara-
Señálesele entonces á cada uno el lugar que to dispuesto p a r a que llegue h a s t a nosotros la
merecía con arreglo al respectivo grado de cri- luz de D i o s , aunque muy atenuada, pasan suce-
m i n a l i d a d , pues mientras los jefes y sus princi- sivamente A otras innumerables regiones más al-
pales cómplices (en número de 78.000) fueron t a s y de verdadera felicidad, colocadas en línea
colocados y encarnaron en una región inmediata de ascenso hacia el foco divino é infinito, adon-
á la tierra y extremadamente horrorosa, de don- de tenemos que volver t o d o s , t o d o s , por la mise-
de muy pocos son los que saldrán mientras los ricordia divina.
demás no nos salvemos (y nada más j u s t o ) , otros 4.° E s t e regreso á la sujircma bienaventuran-
encarnaron on regiones de g r a n sufrimiento, pero z a , como si dijéramos al paraíso perdido, no lo
menor que aquella o t r a , como lo es también la haremos ii\div¡dualmonte los que fuimos rebeldes,
t i e r r a en su superficie y en su c e n t r o , que por sino que lo haremos todos j u n t o s , pues q u e j u n -
cierto está hueco y h a b i t a d o ; otros quedaron v a - tos nos rebelamos. P a r a ello habremos de a y u -
gando por los espacios; y o t r o s , los menos ó dar, aunque ya en una región altísima do g r a n
apenas culpables, los que más bien que expiación luz y felicidad situada m á s allá del sol, á que
sólo merecían purificarse, poblaron el Sol y los nuestros compañeros de desgracia hayan acabado
demás astros de nuestro sistema planetario, qiie, de expiar y purificarse, y de ascenso en ascenso
como es sabido , están todos habitados p o r espí- lleguen á reunírsenos en esa m i s m a región, que,
r i t u s en número considerable. con ser de t a n t a l u z , dista todavía muchísimo
H é a h i , salvas cortísimas excepciones, l a p r o ^ foco de la divinidad, í
EL CEITERIO ESPIRITISTA. 43
diciendo que D i o s nos crea torpes é ignorantes ría un autómata, y perderla su g r a n dignidad de
p a r a probarnos ( ¡ p a r a probarnos él, que n o nece- u n ser l i b r e , si le faltíise la posibilidad de hacer
sita de p r u e b a s , porque todo lo s a b e ! ) , y luego el mal. Luego D i o s contaba con esta posibilidad
p r e g u n t a d al hombre abrumado de desgracias y al crear los e s p í r i t u s , y lo que es m á s , como todo
conducido por ellas al borde de la desesperación, lo prevé ó tiene p r e s e n t e , no sólo supo de a n t e -
si no reconvendrá, y con razón sobrada, al Crea- mano que la posibilidad habia de convertirse en
dor, como al único causante espontáneo de esas h e c h o , sino que h a s t a conocía también de a n t e -
desgracias , por el hecho de no haber dado desde mano quiénes eran los que habían de faltar. P o r
el principio á su criatura inteligencia bastante eso los colocó á todos en u n a sola región, si bien
p a r a evitarlas. A u n cuando supongamos, como dejándoles al principio, como á los demás, liber-
se nos dice t a m b i é n , que esas pruebas las elige tad omnímoda para t r a n s i t a r , morar y gozar en
el espiritu antes de e n c a m a r en la tierra ( ¡ y que las otras innumerables regiones del espacio. Los
las elige aun hallándose en estado de g r a n t o r - colocó allí, sabiendo que llegarían á descender por
peza y e x p i a c i ó n ! ) , contestará á su vez el h o m - algún tiempo en fuerza del libre albedrío, ó m á s
bre desdichado que su propia y deliberada elec- bien del abuso de este don precioso. P e r o en p r i -
ción en la otra vida no debia perjudicarle en la mer lugar sabía Dios que el descenso iba á ser
presente, puesto que la hizo en un estado de aba- t a n t r a n s i t o r i o , como que ni siquiera ha de du-
timiento y de i g n o r a n c i a , que tampoco le son im- rar ol tiempo que esos mismos espíritus fueron
putables á é l , sino á quien asi le c r e ó , pudiendo felices antes de la subversión, cuanto menos el
haberle criado en mejores condiciones. No dirá tiempo eterno que, después de purificarlos de su
eso, por c i e r t o , ninguno de mi escuela. L o que m a n c h a , iban á tener de felicidad. Ellos, por con-
decimos es que si padecemos, es porque lo hemos siguiente , aunque únicos causantes de su mal,
merecido, y esto nos hace resignarnos en medio saldrían perfectamente librados, como que este
de las mayores desventuras. m a l sólo les afectaría u n m o m e n t o , porque m e -
P o r lo d e m á s , debe tenerse muy presente que nos que u n momento son nuestros siglos de e x -
si la expiación y los males consiguientes á ella piación comparados con la eternidad. D i o s , pues,
existen y son un hecho i n n e g a b l e , son excep- no habría sido t a n bueno p a r a con ellos dejando
cionales en la creación, que fuera de ese hecho, de crearlos como lo fué creándolos. D i o s , en fin,
tiene que ser perfecta como obra de la suprema no podia tampoco ser reconvenido por el mal tran-
sabiduría. E l atribuir el m a l al Creador es, cuan- sitorio de los e s p í r i t u s , cuando estos solos eran
do menos, a b s u r d o ; el atribuirlo á la criatura, ó los causantes.
á faltas cometidas p o r ella, no lo e s , ni puede E n segundo lugar, p o r g r a n d e que nos p a r e z -
serlo, cuando sabemos que la criatura está d o t a - ca el número de los espíritus que se rebelaron, ó
da de libre albedrío, y por consiguiente de la fa- inmenso nuestro sistema planetario, en que t a n t o s
cultad de faltar y a t r a e r s e el sufrimiento en vez todavía están expiando y purificándose, ni ellos^
de la dicha. E s a es precisamente la principal d i - componen más que una p a r t e mínima é insignifi-
ferencia entre el Creador y el ser creado, como cante de todos los espíritus creados, pues éstos
antes lo demostramos. Afortunadamente la obra ftieron innumer.ables, ni nuestro sistema p l a n e -
de la c r i a t u r a , si consiste en el m a l , no puede tario os más que u n átomo comparado con el in-
t e n e r el alcance ni l a duración que l a obra del finito , con la inmensidad del espacio. P o r u n p e -
Creador, que es siempre el bien; y de ahi, e n t r e • queño t r a s t o r n o m o m e n t á n e o , imperceptible casi
otras r a z o n e s , que no puede haber pena eterna, tanto en el infinito como en la eternidad y h a s t a
siendo sólo eterna la felicidad del espíritu, p r i n - en el número de los seres culpables comparados
cipal designio de Dios en la creación. con los inocentes, ¿habia de coartar D i o s en lo
P u e s dado este designio, se me dirá, y dada más mínimo el jilan grandioso de l a creación?
la omnipotencia é infinita sabiduría del Creador, N i ¿en qué se perjudicaba con eso, ni perjudica--
¿cómo suponemos que creara los seres que sabia ba á los espíritus inocentes, si él y ellos conside-'
que iban á ocasionar el mal? ¿por qué no dejó ran un bien nuestras expiaciones, como lo son
dé emanarlos de si, p a r a ahorrarles, a h o r r a r á los en v e r d a d , ademas que no pasa de un i n s t a n t e
demás y ahorrarse á sí mismo los inconvenien- p a r a ellos en su vida eterna lo que nosotros lla-
t e s necesarios p a r a haber de restituirlos á su p r i - mamos siglos do siglos?
mitiva p u r e z a ? Dejamos provenidas estas obje- A u n q u e fuesen menos convincentes estas r e -
ciones , m a s no, por t a n t o , omitiremos desatarlas flexiones , aunque se creyese, á pesar de ellas, que
en este l u g a r . suponemos imperfecta la creación, nunca lo s e -
' Recuérdese ante todo que el espíritu p u r o se- ría t a n j o , ni con m u c h o , como nos la p r e s e n t a
EL CRITERIO ESPIRITISTA. 45
la teoría contraria. L o más que podria objetarse beldía , p e r p e t r a d a eu uso, esto es en abuso, de
á nuestra d o c t r i n a , era que una p a r t e , pero p e - nuestro libre albedrío.
queñísima, de toda la creación, lo mismo de e s - Y a hemos notado, por lo demás, otras ventajas
píritus que de m a t e r i a s , se descompuso al cabo que en el orden moral lleva la creencia que s u s -
de muchos siglos, aunque se descompuso por u n tentamos, no siendo entre aquellas la menor esa
solo momento en la e t e r n i d a d , pues que pasado solidaridad con que estamos ligados los que fui-
este momento h a de volver al equilibrio y ar- mos rebeldes. N o sólo tenemos cada uno de n o s -
monía universal. P o r el c o n t r a r i o , según n u e s - otros u n ínteres manifiesto en que todos n u e s -
tros contendores, la imperfección la trajo consi- tros compañeros do desgracia adelanten en el ca-
go fatalmente t o d a la creación desde su origen, mino del b i e n , p a r a que volviendo cuanto antes
t o d a , t o d a , lo mismo la creación de los espiritus á la armonía, dejen de perturbar la felicidad
que la de la m a t e r i a ; con la circunstancia a g r a - que en este camino vayamos obteniendo, sino_
vantísima de que esa imperfección no ha de aca- que tenemos un doble ínteres en su adelanto, sa-
har nunca en lo creado y por crear, puesto que biendo que esta felicidad nuestra habrá de ser
siempre, s i e m p r e , h a de haber seres torpes, i g - incompleta mientra, todos, sin excepción de uno
norantes y desdichados, aunque otros no lo sean solo, no hayamos llegado a l a altísima región,
ya. E t e r n a , en u n a palabra, esta imperfección, y desde la cual, y no antes , iremos j u n t o s i g u a l á n -
comprendiendo sucesivamente á todos los seres, donos al infinito número de hermanos nuestros
mientras, según nosotros, la imperfección (si la puros y felicísimos. ¡ Cuánto no lo desean estos
hubiese) seria t r a n s i t o r i a , por no decir momen- bienaventurados, y cuánto no nos valen también
t á n e a , y sin comprender más que una p a r t e i m - sus ruegos y oraciones 1 P e r o inútilmente lo h u -
perceptible , ó mínima si se q u i e r e , de la crea- bieran de rogar p a r a los espíritus que se fueran
ción. ¿ Cuál de las dos teorías será m á s acep- creando imperfectos; porque Dios les contesta-
table? ría que éstos tienen que seguir la misma marcha
que los d e m á s , pues que t a n hijos suyos son los
P e r m í t a s e m e á este propósito una compara-
unos como los o t r o s , sin que hubiese remedio,
ción. Séanse dos relojeros famosos, que en el
por tanto, p a r a que el m a l y la imperfección
discurso de 2 0 años fabrican i m millón de r e l o -
existieran en el infinito por siempre j a m a s .
j e s ; pero el un fabricante los concluye todos, de-
jándolos entorpecidos de tal modo, que cada uno Y no es esto todo. Mientras los secuaces de
necesita una hora de ejercicio, observación ó nuestras creencias tienen por su propio interés
prueba, p a r a que quede en perfecto estado de tantos estímulos jjara procurar de todas maneras
movimiento; mientras que el otro relojero los la extinción del mal entre sus hermanos , no así
concluye todos en este perfecto estado, de modo nuestros adversarios, que sólo cuidarán de esto
que todos quedan andando exactamente desde el en cuanto lo crean bastante p a r a su progreso in-
primer momento, excepto t a n sólo uno ó dos relo- dividual ; porque pueden decir que en salván-
j e s , que á la h o r a después de fabricados se des- dose cada uno, los demás se vayan salvando co-
componen, pero que por sí mismos, y si acaso mo p u e d a n , pues que de todas suertes no está
con algún toque del fabricante, vuelven á C[uedar en su mano evitar, por haberlo D i o s así dispues-
enteramente perfectos pasada esa misma hora. to, que haya siempre en el m u n d o hermanos su-
¿ Quien negaría que el primer fabricante era, sin yos infelicísimos. ¡ Y esto se cree t a n buenamen-
disputa, menos hábil que el segundo, puesto que t e ! P e r o es que no se habrá meditado b a s t a n t e
todos los relojes salían imperfectos de sus manos, sobre punto de t a n t a importancia.
n d é n t r a s todos salían perfectos de las del otro, P u e s sírvase V . meditarlo, y fácilmente con-
y aun el uno ó dos que se desarreglaron, entre vendrá, mediante lo expuesto, eu que a Dios no
t a n t o s , volvían á equilibrarse en muy poco t i e m - debe quedarle nada por crear, pues todo, m a t e -
po ? Y eso que prescindimos de que el segundo ria y e s p í r i t u , lo creó de u n a vez, y lo creó p e r -
relojero fabricase en u n momento todos los r e - fecto ; convendrá al propio tiempo en que es sólo
lojes, m i e n t r a s el otro los fuese fabricando en excepcional la imperfección que j u z g a m o s nos
mucho más tiempo y sin querer ni poder en este rodea, pues que no afecta más que á una p a r t e
tiempo enmendar su sistema de fabricación. P u e s casi imperceptible del infinito y por u n tiempo
he ahí el Creador, tal cual lo representan n u e s - casi nulo en la e t e r n i d a d ; convendrá al menos en
t r o s adversarios, en el relojero número uno, y el que mis creencias, cuando no estén apoyadas en
Creador representado por nosotros, en el reloje- razones irrefutables, como lo supongo (no con-
ro número d o s , bajo lahíjjótesis no concedida de tando entre éstas cierta tradición religiosa, de
que fuese cierta é imputable á D i o s nuestra r e - que h e prescindido), llevan grandes ventajas, p o r
46 EL CRITERIO ESPIRITISTA.
si mismas y por sus consecuencias, á las que me Ademas es creencia universal que Dios está
h a n movido muy principalmente á entablar esta en todas p a r t e s , y yo asi lo pienso. P u e s si está
cuestión. Si me equivoco, vuelvo á pedir que se en todas partes , ó sea en todo l u g a r , y si todo
me demuestre el error, para en tal caso recono- lugar, parte ó paraje está dentro del espacio,
cerlo. por fuerza estará Dios también en el espacio. Y
lo estará aunque se suponga que ademas de e s -
Sobre otras opiniones de V., en que ya por lo
tar e n l o d o el espacio, está fuera del espacio, que
dicho supondrá no estoy conforme, podria t a m -
ya ho dicho que es infinito. Siempre vendremos
bién abusar de la atención que espero me dis-
á parar en que habría por lo monos más verdad
pensará; pero me desentiendo de ellas para con-
y más exactitud diciendo que Dios está en el e s -
t r a e r m e , aunque ligeramente, á un punto que
pacio, que no en decir que está fuera de él.
indiqué en el ingreso de este escrito, ó sea la
, proposición, repetida en ese periódico, de que el E n cuanto al tiempo, citaré también la creen-
espíritu se halla fuera del tiempo y del espacio; cia universal, y la mia, de que Dios es eterno,
lo cual se enuncia como vm. principio de todas las porque existió siempre y no concluirá nunca.
filosofías espiritualistas. Luego h a existido y ha de seguir existiendo en
P o r el pronto advertiré que esto último no es el tiempo, aunque en el máximum del tiempo,
exacto. Filosofía espiritualista como la que m á s que es la eternidad, aunque p a r a él sólo haya
tiempo presente, como ya hemos dicho. No se
estamos aprendiendo y discutiendo muchos con-
excluyen, pues, llamarle infinito y eterno, y al
discípulos míos desde hace más de nueve años que
mismo tiempo decir lo contrario del aserto que
venimos estudiándola diariamente (nótese esto
combatimos.
bien) por medio de la revelación, y nunca hemos
oído nada que apoye semejante aserto. Digo más, Mas contrayéndonos á los espíritus creados ó
y es que, ó mucho me equivoco, ó eso no lo po- emanados , pues á ellos parece que alude más di-
demos aceptar, y menos como un principio de rectamente el susodicho aserto, no encuentro en
verdad principio más fácil de impugnar por su
nuestra ciencia espiritista. Veamos por q u é , pero
manifiesta inexactitud. E l mismo que lo estam-
advirtiendo que son mías , de mi propia cosecha
pa' con t a n t o énfasis y á vueltas de mucha ele-
individual, las razones que voy á exponer.
gancia, lo desmiente en seguida, y eso que lo
Empecemos por definir las palabras tiempo y
hace al fingir quo su espíritu está desligado de
espacio. El 1.° consiste en la sucesión de instan-
la materia terrestre. L o desmiento, repito, con
tes ó momentos. Paréoeme esto m á s conciso y estas palabras : Cada sc'r tiene su tiempo propio;
claro que lo que dice el autor del artículo á quo y luego más abajo con estas otras : Me hallo en
me refiero, de que el tiempo es <t el movimiento todas partes. Luego aun el espíritu desmateriali-
engendrado por la sucesión.» Como q u i e r a , el zado tiene su tiempo y tiene su espacio, aunque
máximum posible del tiempo es la eternidad, este espacio sea el m á x i m u m , ó ol de todas par-
puesto que en ella n o se encuentra el primer tes.
instante n i el último. Luego el tiempo en abs-
P o r supuesto yo no creo que el espíritu indi-
tracto es eterno y no puedo dejar de serlo.—El
vidualizado pueda estarlo sin un cuerpo terrestre
espacio eonsiste en el lugar ó extensión donde
ó etéreo, más ó menos s u t i l , que lo contenga.
están las cosas; y como ese espacio en abstrac-
Do otro modo volaría á su centro, que es Dios, y
t o no puede tener tampoco fin, porque es m a t e -
perdería su individualidad. P o r consiguiente n a -
rialmente imposible que lo t e n g a , de ahí que lo
da hay más imposible y absurdo para mí que el
llamo infinito : infinito en extensión, como el
que el espíritu croado se halle fuera del tiempo
tiempo lo es en duración. E n esto se parecen
y del espacio.
a m b o s , como también en que, á mi ver, sou eter-
A d m í t a s e , no o b s t a n t e , la hipótesis de quo
nos.
nuestros espíritus , cuando han salido de la tier-
D e todas suertes, el decir que una c o s a , espi-
ra por lo que llamamos muerte y por lo que m á s
ritu ó m a t e r i a , se halla fuera del tiempo y del
propiamente dobe llamarse ol tránsito á la otra
espacia, me parece equivalente á igualar esa cosa
vida, ya no están envueltos en ningún cuerpo, á
con l a n a d a , que es la que no está en n i n g u n a
pesar de que la revelación nos demuestra lo
p a r t e , n i ha existido n i existirá nunca. A l afir-
contrario. A u n a s i , esperamos se nos conceda
mar, pues, eso de Dios , que es espíritu, el espí-
cuando menos que oso espíritu, con cuerpo ó sin
ritu por excelencia, se le viene á confundir en la
é l , va atravesando sucesivamente lugares y r o -
n a d a , cuando É l es el todo. Digo lo mismo, por
giones de más ó menos sufrimiento, de más ó
igual r a z ó n , del espíritu individualizado, en
menos goces, según corresponda á sus vidas an-
cuanto éste puede compararse con su foco divisor.
EL CRITEBIO ESPIRITISTA. 47
EL ESPIRITISTA.
R E V I S T A Q U I N C E N A L DE: E S P I R I T I S M O .
—LO CONFUNDES CON LA SOMBRA DEL Y PARA QUE NO CUNDAS NO TE DEJARÉ HA-
ÁNGEL DE LA LUZ. BLAR. Y O TE ASEGURO QUE TE MATARÉ.
—¿CON QUE, NO HAY DEMONIO? — Y A TE HE DICHO QUE LO HAS HECHO
—DEMONIO NO; DEMONIOS SÍ. VARIAS VECES, Y NADA HAS CONSEGUIDO.
—¿CÓMO ES ESO? —PUES ¿CÓMO SI TE HE MUERTO ME
—PORQUE DEMONIO ES EL HOMBRE MALO SALES AHORA AL PASO ?
DESENCARNADO, COMO EL ÁNGEL ES HOM- —PORQUE SOY COMO EL FÉNIX. ¡ ¡ \ RE-
BRE QUE FUÉ, Y EL HOMBRE ÁNGEL QUE NAZCO DE MIS CENIZAS!!!
SERÁ.
ALVEEICO PERÓN.
—SEA LO QUE DICES, PERO NO QUIERO
QUE EL PELIGRO DE NO SABER INTERPRETAR
LA VERDAD PRODUZCA ERROR EN QUIEN LA
BUSQUE.
—¡ POBRE HERMANO MIÓ! LA VERDAD
NUNCA LA ADQUIERE EL HOMBRE. SU VER-
DAD RELATIVA NO PUEDE CONFUNDIRLA CON A LOS ESPIRITISTAS.
EL ERROR NUNCA; Y SI TU ENTENDIMIENTO
NO PUEDE ALCANZARLA, ERROR SERÍA PARA
TÍ LA MÁS PATENTE VERDAD.
—EA, SE ACABÓ; NO ES COSA DE QUE EL NUESTRO MUY QUERIDO HERMANO, DON
HERMANO MENOR VENGA Á PREDICAR AL GABRIEL USERA Y JIMÉNEZ, UNO DE LOS
MAYOR. TÚ TE EQUIVOCAS, Y NO NECESITO ESPIRITISTAS QUE MÁS ESFUERZOS HAN HE-
TU AYUDA. TE DESTRUIRÉ CHO POR LA CAUSA DEL ESPIRITISMO, NOS DI-
— ¿ L O VES? NO ERES LA PALABRA DE RIGE UNA CARTA, POR LA QUE VENIMOS EN
DIOS, BLASFEMAS; YO QUIERO AYUDARTE, CONOCIMIENTO DE LA NECESIDAD EN QUE ES-
CURARTE, Y TÚ ME QUIERES DESTRUIR. TÁN LOS QUE DE TODO CORAZÓN NO QUIEREN
—¿ Y TÚ NO ME DESTRUYES ? ([lie LA IMPACIENCIA DAILE NUESTROS ES-
—SERÁ SIN QUERER. CLARO QUE SI NO FUERZOS, DE MODERAR EL CELO EXCESIVO DE
TE CURAS, TE MORIRÁS. ALGUNOS DE NUESTROS HERMANOS.
—'PERO SI YO NO ESTOY EN PELIGRO. EL SIGUIENTE ARTÍCULO, QUE HACEMOS
—MÁS GRAVE DEL QUE TE FIGURAS. NUESTRO EN TODAS SUS PARTES, OBTIENE
—PUES MU-A: SI YO HE DE MORIR, MUE- NUESTRA MÁS CUMPLIDA APROBACIÓN.
RE TVI ANTES, Ó ESPERA QUE YO MUERA. ALVERICO PERÓN.
MIENTRAS YO VIVA, TVI NO HAS DE HABLAR
UNA PALABRA. E S P É R E S E UN POCO MÁS.
—NO SERÁ LA PRIMERA VEZ QUE AHO-
GUES MI VOZ; PERO ALGÚN DIA ME OIRÁN. Deseando q u e la verdad i m p e r e , t o m o l a p l u -
m a p a r a suplicar á todos la calma necesaria p a r a
¿VES QUE YO ME IMPONGA? DÉJAME
no sufrir equivocación: á los u n o s suspendiendo
HABLAR, Y REBATE MIS ARGUMENTOS. todo juicio sobre el espiritismo b a s t a que cuenten
—NO QUIERO, PORQUE FASCINAN, AUNQUE con d a t o s exactos p a r a formarlo; á los o t r o s no
SON FALSOS. pasando el límite de lo conveniente, y de lo acep-
—¿PRUÉBAME QUE LO SON? t a d o y reconocido p o r la DOCTRINA.
E s t a n vasta y de t a n altísima i m p o r t a n c i a la
•—NO QUIERO.
C I E N C I A E S P I R I T I S T A , que más que en ninguna
—¿ ES QUE NO PUEDES ? otra, es en ella preciso u n conocimiento especial
—¿ QUE NO PUEDO ? ¿ Y QUE NECESIDAD y profundo p a r a comprender su verdad y trascen-
TENGO DE DISCUTH* ? SÉ QUE ERES EL ERROR, dencia.
52 EL CRITERIO ESPIRITISTA.
¿De qué naturaleza era esta inteligencia? É s t a abrumaron con sarcasmos y burlas. O t r o s , no
era la cuestión. El primer pensamiento que ocur- pudiendo negar los h e c h o s , y bajo el dominio de
rió, fué que podia ser un reflejo de la inteligen- ciertas i d e a s , atribuyeron estos fenómenos á la
cia del médium ó de los a s i s t e n t e s ; pero la e x - influencia exclusiva del D I A B L O , y por este m e -
periencia demostró muy pronto la imposibilidad, dio procuraron espantar á los tímidos. P e r o hoy
porque se obtenían respuestas completamente el miedo al Diablo h a i)erdido mucho p r e s t i g i o ;
extrañas al pensamiento y á los conocimientos se ha hablado t a n t o de é l , se le h a pintado de
de las personas p r e s e n t e s , y más a ú n , en contra- t a n t a s m a n e r a s , que nos hemos familiarizado
dicción con sus i d e a s , su voluntad y su deseo; con la idea, y muchos h a n dicho que era preciso
esto no podia ser obra sino de u n ser invisible. aprovechar la ocasión p a r a ver lo que era r e a l -
E l medio de asegurarse de si esto era verdad mente. D e aqui h a resultado q u e , aparte de un
era muy sencillo; se t r a t a b a de entrar en con- número reducido de mujeres t i m o r a t a s , el anun-
versación con este ser, lo que se hacia por medio cio de la aparición del verdadero Diablo tenía
de u n número de golpes convencionales, que que- mucho de incitante p a r a los que sólo lo habiau
rían decir sí ó no, ó designando las letras del visto pintado ó en el t e a t r o ; era un estímulo de
alfabeto, y de este modo se obtuvieron respues- g r a n poder p a r a muchas g e n t e s ; de modo que
t a s á las diferentes p r e g u n t a s que se les dirigie- los que h a n querido con esta invención oponer
ron. E s t e nuevo fenómeno recibió u n nombre u n muro á las nuevas i d e a s , h a n errado el medio,
nuevo : el de mesas parlantes. Todos los seres que y han sido, contra su voluntad por supuesto,
se comunicaban de este modo, cuando se les i n - activos propagandistas del fenómeno, tanto más
terrogó acerca de su n a t u r a l e z a , declararon que eficaces, cuanto más fuerte han g r i t a d o . Otros
eran espíritus pertenecientes al mundo invisible. críticos tampoco h a n alcanzado más éxito, p o r -
Los mismos efectos se estaban produciendo si- que á hechos concretos, á razonamientos c a t e -
multáneamente en g r a n número de localidades góricos, no han podido oponer m á s que r o t u n -
por medio de personas diferentes, y siendo seve- das negaciones. Lóase cuanto han publicado; en
ramente observados por hombres muy graves ó todo ello se echa de ver h a s t a la evidencia la
i l u s t r a d o s , que no era posible fueran j u g u e t e de ignorancia casi absoluta del asunto y la inobser-
u n a ilusión. vancia profunda de los h e c h o s ; en n i n g u n a p a r t e
D e América el fenómeno pasó á F r a n c i a y ál u n a demostración perentoria de su imposibilidad;
resto de E u r o p a , en donde d u r a n t e algunos años toda su argumentación se reduce á esto : a Yo no
fueron de moda las mesas giratorias y parlantes, creo, luego no es cierto; todos los que creen son
y se convirtieron en entretenimiento de las t e r - locos; sólo nosotros tenemos el privilegio de la
t u l i a s ; cttando se cansaron del entretenimiento, sana razón y buen sentido.» E l número de adep-
se las arrinconó p a r a ocuparse de una nueva dis- tos hechos por la crítica bufona es incalculable,
tracción. porque eu todos ellos sólo se encuentran opinio-
E l fenómeno no t a r d ó en presentarse bajo uu nes personales, vacias de pruebas contrarias.
nuevo aspecto, que le hizo salir del dominio de Prosigamos.
l a simple curiosidad. L o s reducidos límites de L a s comunicaciones por golpes de las mesas
este opúsculo n o nos permiten p r e s e n t a r l e , se- eran lentas é incompletas; se vio que adoptando
guirle en todas sus fases; p a s e m o s , p u e s , sin u n lápiz á i m objeto m ó v i l , c e s t a , plancheta ú
mas transición á lo quo ofrece de más caracte- otro objeto, y poniéndose los dedos encima, t r a -
rístico, y que fijó la atención de personas g r a v e s . zaba el lápiz caracteres. M á s adelante se vio que
D i g a m o s precisamente y de paso que la reali- ostos objetos no eran m á s que accesorios, que
dad del fenómeno encontró numerosos contradic- no eran de absoluta necesidad, y la experiencia
t o r e s ; los u n o s , sin tener en cuenta el desinte- demostró que el espiritu que obrando sobre u n
rés y la respetabilidad de los experimentadores, cuerpo inerte podia dirigirlo á su v o l u n t a d , p o -
no vieron m á s que una s u p e r c h e r í a , un hábil dia ejecutar lo mismo sobre u n brazo ó una m a -
escamoteo. Los que no admiten nada fuera de la n o p a r a conducir el lápiz. Entonces se supo que
m a t e r i a ; que no creen más que en el m u n d o v i - habia médiums escritores, es decir, personas que
sible; los que j u z g a n que todo nraere con el escribían involuntariamente bajo el impulso de
cuerpo, en una p a l a b r a ; los materialistas; los que los espíritus, de los q u e se encontraron, sin qvie-
se califican á sí propios de g e n t e despreocupada, rer, siendo intérpretes. Desde aquel momento
relegaron la existencia de los espíritus invisibles las comunicaciones no tuvieron l í m i t e s , y el
á la categoría de absurdos fabulosos; motejaron cambio de pensamientos pudo hacerse con t a n t a
de locos á los que tomaban l a cosa en serio, y les rapidez y extensión como entre seros h u m a n o s
EL CRITEEIO ESPIRITISTA. 55
tados según las ideas supersticiosas de l a i g n o - hechos y por la m á s severa lógica el espiritismo
rancia , y no se dedujeron de ellos todas las con- disipa la ansiedad de la duda y vuelve la fe al
secuencias. E n efecto, el espiritismo se funda en que la habia perdido revelando la existencia del
la existencia de los e s p í r i t u s , p e r o no siendo los mundo invisible que nos r o d e a , y en medio del
espíritus más que las almas de los h o m b r e s , d e s - cual vi-vimos sin apercibirnos de ello; nos da á
de que h a y h o m b r e s h a y e s p í r i t u s ; el espiritis- conocer, con el ejemplo de los que h a n vivido, las
nio no los h a inventado ni descubierto. condiciones de n u e s t r a dicha y n u e s t r a desgracia
' Si las almas ó los espíritus p u e d e n ' manifes- f u t u r a , y nos explica la causa de n u e s t r o s sufri-
tarse á los vivos, es que esto está en la n a t u r a l e - ndientos en esta t i e r r a , indicándonos los medios
za y b a debido hacerse de m u c h o s tiempos a t r á s ; de m i n o r a r l o s . S u propagación producirá el efec-
asi en todos tiempos y por todas partos se en- to inevitable de d e s t r u i r las doctrinas m a t e r i a -
cuentra la prueba de estas manifestaciones, que listas , que no p o d r á n n e g a r la evidencia. C o n -
abundan especialmente en las relaciones bíblicas. vencido el h o m b r e do la g r a n d e z a é i m p o r t a n c i a
L o que es m o d e r n o es la exiilicacion lógica de los de su existencia f u t u r a , que es e t e r n a , l a c o m -
h e c h o s , el conocimiento más completo de la n a - p a r a con la i n c c r t u m b r e do la vida t e r r e s t r e que
turaleza de los e s p í r i t u s , su papel y su modo de es t a n c o r t a , y se eleva con el p e n s a m i e n t o p o r
ser, la revelación de n u e s t r o estado futuro'; en fin, encima de las mezquinas consideraciones h u m a -
su construcción y su aplicación p a r a l a felicidad n a s . Conociendo la causa y el objeto de sus m i s e -
presente y futura del h o m b r e . rias, las soporta con paciencia y resignación, p o r -
Los a n t i g u o s conocían el principio; los moderi-' que sabe que son el medio de llegau á u n estado
nos conocen los detallos. E n la a n t i g ü e d a d , e l mejor. E l ejemplo de los q u e vienen de u l t r a t u m -
estudio de estos fenómenos era el privilegio de b a á describirnos sus alegrías ó sus p a d e c i m i e n -
ciertas c a s t a s , que no los revelaban m á s que á t o s , p r o b a n d o l a realidad de la vida f u t u r a , p r u e -
los iniciados en sus m i s t e r i o s ; en la edad media, ban al propio tiempo que la justicia de Dios no
los que los ejercitaban eran tachados de brujos deja n i n g ú n vicio sin castigo n i n i n g u n a v i r t u d
y q u e m a d o s ; poro h o y p a r a nadie h a y misterios, sin recompensa, y alejando ol m a l , da u n objeto á
y no se q u e m a á n a d i e ; todo p a s a on pleno dia y la i)ráctica del b i e n , p o r q u e no so t r a t a de v a g a s
todo el m u n d o está en disposición de practicar y teorías, sino de hechos que se desarrollan á n u e s -
dilucidar p o r sí m i s m o , p o r q u e los médiums ña t r a vista. A ñ a d a m o s , en fin, que las comunicacio-
e n c u e n t r a n en t o d a s p a r t e s , y cada uno p u e d e nes con los seres a m a d o s á quienes hemos, p e r d i -
serlo más ó m e n o s , pero t o d o s pueden serlo. do nos p r o d u c e n u n dulce consuelo, no sólo p r o -
L a m i s m a doctrina que enseñan los espíritus, bándonos que e x i s t e n , sino quo están menos s e -
hoy no tiene n a d a de n u e v o ; se encuentran f r a g - p a r a d o s de nosotros que lo estarían viviendo si
m e n t o s de ella eu la m a y o r p a r t e de las filosofías se hallasen en país e x t r a n j e r o .
de la India, del E g i p t o y do la Grecia, y por com- E n r e s u m e n , el espiritismo dulcifica la a m a r -
pleto eii la doctrina de C r i s t o . ¿Qué v i e n e , pues, g u r a de las penas de la vida h u m a n a , calma las
á ser ol oí^piritismo ? Viene á confirmar con n u e - desesperaciones y agitaciones del a l m a , disipa lag
vos t e s t i m o n i o s , á d e m o s t r a r por medio de h e - i n c e r t i d u m b r e s y los t e m o r e s del porvenir, y q u i -
c h o s , verdades menospreciadas ó mal c o m p r e n - t a del peusamionto la idea de abreviar la vida por
didas, restableciendo en su verdadero sentido l a s medio del s u i c i d i o : en eso consiste la felicidad
que h a n sido mal interi)retadas ó alteradas vó-' que exijcrimcntan los que lo conocen á fondo; en
luntariamente. eso consiste el secreto de su r á p i d a p r o p a g a c i ó n .
E l espiritismo no enseña nada n u e v o , os cier- Bajo el p u n t o de vista religioso, el espiristimo
no; poro ¿ n o es n a d a p r o b a r de muí m a n e r a pa- tiene p o r base las verdades fundamentales de t o -
tente, irrecusable, la existencia del a l m a , su s u - das las religiones : D i o s , el a l m a , la i n m o r t a l i -
pervivencia al cuerpo, su i n m o r t a l i d a d , las p e n a s dad , las penas y las recompensas f u t u r a s ; pero
y recompensas futuras ? i Qué do g e n t e s no c r e e n es independiente de todo culto particular. D e -
en estas cosas con u n v a g ó temor,- con cierta i n - m o s t r a n d o estas verdades por medio de p r u e b a s
certidumbrc , y dicen cu su fuero i n t e r n ó : Siesta i r r e c u s a b l e s , vuelve á t r a e r á los incrédulos á las
fuese mentira ! ¡ C u á n t o s no h a n llegado á ser i n - ideas r e l i g i o s a s , y da fuerza á los que vacilan;
crédulos p o r q u e se les h a presentado el porvenir pero no se ocupa do d o g m a s especiales. Su o b -
l>ajo im aspecto q u é su r á ¿ ó h ' h b podía a d m i t i r y j e t o es p r o b a r que existo el a l m a ; , q u e ésta sufre,
t e n í a qtie rechazar ! ¡ E s poco conseguir en u n in- después de la m u e r t e del cuerpo, las consecuen-
crédulo el poder d e c i r : Ahora estoy sajuro! Es cias do lo q u e h a hecho d u r a n t e l a vida cori)oral;
''anto como p a r a el ciego es el ver la luz, Cou que üin la p r á c t i c a del bien y de la caridad evan-
58 EL CBITEEIO ESPIRITISTA.
g á l i c a , el h o m b r e no puede a s e g u r a r su dicha en
e s t e m u n d o ni en el o t r o . A h o r a , como esto es de nESÚMEN DE LA ENSESANZA DE LOS ESPÍRITUS,
todas las religiones, deja á cada uno en libertad
d e a d o r a r á D i o s s e g ú n su conciencia. Como 1." D I O S es la inteligencia s u p r e m a , causa p r i -
creencia, es i g u a l m e n t e de todas las religiones, m o r d i a l de todas las cosas.
lo mismo que es de todos los p u e b l o s , p u e s t o E s eterno, único, i n m a t e r i a l , i n m u t a b l e , t o d o -
que donde q u i e r a que hay h o m b r e s , hay almas ó poderoso, soberanamente j u s t o y bueno. D e b e ser
e s p í r i t u s ; q u e las manifestaciones de los espíri- infinito en t o d a s sus perfecciones, iJorque si se le
t u s son de todos t i e m p o s , ' y q u e la relación de supusiera imperfecto en uno sólo de sus a t r i b u -
sus manifestaciones se encuentra en todas las t o s , n o sería D i o s .
religiones sin excepción. Se p u e d e ser católico, 2.* D i o s h a creado la m a t e r i a que constituye
g r i e g o ó r o m a n o , p r o t e s t a n t e , j u d í o ó musulmán^ los m u n d o s , y h a creado también seres i n t e l i -
y creer en la manifestación de los e s p í r i t u s , y g e n t e s c£ue nos llamamos espíritus, encargados
sor, por c o n s i g u i e n t e , e s p i r i t i s t a ; l a p r u e b a es de a d m i n i s t r a r los m u n d o s m a t e r i a l e s , según las
que tiene p a r t i d a r i o s en todas las sectas. Como leyes inmutables de la creación, y que son perfec-
m o r a l , es esencialmente c r i s t i a n a , p o r q u e lo que tibles p o r su n a t u r a l e z a . A l perfeccionarse se van
enseña no es m á s q u e el desenvolvimiento y la acercando á la D i v i n i d a d .
explicación de l a de J e s u c r i s t o , l a m á s p u r a de 3.° E l e s p í r i t u p r o p i a m e n t e dicho es el p r i n -
t o d a s , y cuya superioridad es reconocida p o r t o - cipio i n t e l i g e n t e ; su n a t u r a l e z a í n t i m a nos es
dos ; l u e g o su m o r a l lo es de todas las r e l i g i o - desconocida; p a r a nosotros es i n m a t e r i a l , p o r q u e
n e s . E l espiritismo es independiente de t o d a for- n o tiene analogía de n i n g u n a especie con lo que
m a de culto, y como no prescribe n i n g u n a , no llamamos m a t e r i a .
c o n s t i t u y e u n a religión especial, n i recomienda 4 . ° L o s espíritus son seres i n d i v i d u a l e s ; t i e -
á nadie que a b a n d o n e la suya. A los q u e p r e - n e n u n a e n v o l t u r a etérea i m p o n d e r a b l e , l l a m a d a
g u n t a n si h a c e n bien en s e g u i r e s t a ó la o t r a peri-espíritu, como u n cuerpo fluídico, tipo de la
p r á c t i c a , si crees en ello, hazlo; Dios no ve más forma h u m a n a . P u e b l a n los espacios que r e c o r -
qtie la intención, y no el hecho. r e n con la velocidad del r e l á m p a g o , y c o n s t i t u -
E l espiritismo, es cierto, combate ciertas creen- y e n el m u n d o invisible.
c i a s , t a l e s como l a e t e r n i d a d de las p e n a s , el 5." N o s son desconocidos el origen y modo do
fuego m a t e r i a l del infierno, la personalidad del c r e a r s e los e s p í r i t u s ; sabemos t a n sólo q u e se
diablo, e t c . ; p e r o ¿ e s ó n o cierto que estas creen- crean sencillos é ignorantes, es decir, sin ciencia
cias, i m p u e s t a s en absoluto en todos t i e m p o s , sólo y sin conocimiento del bien y del m a l , pero con
h a n producido incrédulos? Si el espiritismo, dan- i g u a l a p t i t u d p a r a t o d o ; p o r q u e D i o s , en su j u s -
do á esos d o g m a s y á a l g u n o s otros u n a i n t e r - ticia, no podia l i b e r t a r á unos del trabajo que
pretación r a c i o n a l , vuelve á la fe á los que i b a n i m p u s i e r a á otros p a r a llegar á la perfección. A l
d e s e r t a n d o de ella, ¿no h a c e im verdadero s e r - principio se h a l l a n en u n a especie de infancia,
vicio á la r e l i g i ó n ? P o r eso decía u n venerable sin voluntad propia y sin conciencia p l e n a de su
sacerdote : « E l espiritismo hace creer en algo, y existencia.
vale m á s creer en algo q u e n o creer en n a d a . » 6.° E l libre albedrío se desenvuelve en los e s -
E n u n r e s u m e n t a n somero no puede i n t e n - p í r i t u s al propio tiempo que las i d e a s ; D i o s les
t a r s e dar solución á todas las cuestiones que s u s - d i c e : a Todos podéis a s p i r a r á la felicidad s u -
cita t a n g r a v e a s u n t o ; el espiritismo, como t o - p r e m a cuando h a y á i s adquirido los conocimien-
das las ciencias, no p u e d e adquirirse m á s q u e t o s que os f a l t a n , y cumplido la t a r e a q u e os h e
p o r medio del estudio, y r e m i t i m o s á aquellos do i m p u e s t o ; llegaréis á darle cima siguiendo las
n u e s t r o s lectores que deseen profundizar, á las leyes que he g r a b a d o en v u e s t r a conciencia.))
obras q u e hemos publicado sobre l a m a t e r i a ; allj Como consecuencia del libre albedrío, u n o s t o -
e n c o n t r a r á n todos los desenvolvimientos n e c e s a - m a n el camino m á s c o r t o , que es el del b i e n ; los
r i o s , y r e s p u e s t a á cuantas objeciones p u e d a n otros el m á s l a r g o , q u e es el del m a l .
hacer. 7 . ° D I O S n o h a creado el m a l ; h a establecido
P a r a formar u n a idea del conjunto de la doc- leyes , y estas leyes son siempre buenas , p o r q u e
t r i n a enseñada p o r los e s p í r i t u s , damos á c o n t i - es s o b e r a n a m e n t e b u e n o ; el que las observa fiel-
nuación u n r e s u m e n . m e n t e es c o m p l e t a m e n t e feliz; pero los espíritus,
como t i e n e n libre albedrío, no las h a n observado
s i e m p r e , y el m a l h a r e s u l t a d o p a r a ellos p o r
efect;o 4p su desobediencia. Se puede decir que
EL CRITERIO ESPIRITISTA. 59
el bien es todo cuanto es conforme con l a ley de 15. E n el intervalo de sus existencias corpo
D I O S , y el mal es todo lo contrario á esta m i s rales el espíritu está en estado errante. L a e r r a -
ma ley. cidad no tiene duración d e t e r m i n a d a ; en ese e s
8.° P a r a concurrir como agentes de l a p o t e n tado el espíritu es feliz ó desgraciado, según el
cia divina á la obra de los mundos ' m a t e r i a l e s , buen ó m a l uso que h a hecho de su última e x i s
las espíritus se revisten temporalmente de un tencia; estudia las causas que h a n apresurado ó
cuerpo material. P o r el trabajo que exige su retardado su adelantamiento, toma las resolu
existencia corporal perfeccionan su inteligencia, ciones q u e procurará poner en p l a n t a en su p r ó
y adquieren, observando la ley de D i o s , los mé xima encamación, y elige él mismo las p r u e
ritos que deben conducirlos á la suprema feli bas que cree m á s adecuadas p a r a obtener su a d e
cidad. l a n t a m i e n t o ; pero algunas veces se equivoca y
9.° L a incarnacion no le h a sido impuesta al es s u c u m b e , n o llevando á cabo h o m b r e las r e s o
píritu en su principio como c a s t i g o ; es necesaria luciones que tomó como espíritu./
á su desenvolvimiento y al cumplimiento de la 1 6 . E l espíritu culpable es castigado por me
obra de D i o s ; todos deben sufrirla, tomen la dio de sufrimientos morales en el mundo espiri
vía del bien ó del m a l ; sólo que los que siguen t i s t a , y por penas físicas en la vida corporal.
el camino del bien avanzan r á p i d a m e n t e , l l e Sus aflicciones son la consecuencia de sus fal
g a n más p r o n t o al objeto y llegan eu condicio t a s , es decir, de su infracción a l a ley de D i o s ;
nes menos penosas. de modo que son á la vez la expiación del pasa
1 0 . Los espíritus incarnados constituyen la do y la prueba p a r a el p o r v e n i r ; así puede acon
humanidad. P a r a que le secunden en el cumi)li- tecer que el orgulloso pueda tener u n a existen
miento de su misión. D i o s les h a hado como a u cia de humillación, el tirano una de servidum
xiliares los animales que les están sometidos , y bre , el mal rico u n a de miseria.
cuya inteligencia y carácter de ésta es propor
1 7 . H a y mundos apropiados á los diferentes
cionada á sus necesidades.
grados de adelantamiento de los e s p í r i t u s , y en
1 1 . E l perfeccionamiento del espíritu es el los cuales l a existencia corporal se encuentra en
fruto de su propio trabajo, y no pudiendo en condiciones muy diferentes. Cuanto menos avan
una sola existencia corporal adquirir todas las zado es el espíritu, t a n t o más pesado es el cuer
cualidades morales é intelectuales que deben po m a t e r i a l ; á medida que se purifica pasa á
conducirle al fin, llega por una sucesión do exis mundos superiores m o r a l y físicamente. L a tier
tencias , cada u n a de las cuales le hace dar al ra no es ni el último ni el p r i m e r o , pero es uno
gunos pasos eu l a via del progreso. de los más atrasados.
1 2 . A cada existencia corporal el espíritu 1 8 . Los espíritus culpables se encarnan en
debe cumplir una misión proporcionada á su
mundos menos a v a n z a d o s , donde expían sus
desenvolvimiento; cuanto m á s áspera y trabajo
faltas p o r las tribulaciones de la vida material.
sa e s , tanto más mérito encierra el cumplirla.
E s t o s mundos son verdaderos p u r g a t o r i o s ,
Cada existencia es u n a prueba que le acerca más
pero de los que depende de ellos salir trabajan
al objeto.
do en su adelantamiento moral. L a tierra es uno
E l número de existencias es indeterminado; de esos m u n d o s .
depende de la voluntad del e s p í r i t u , abreviarlas 1 9 . D I O S , siendo soberanamente j u s t o y b u e
trabajando activamente en su perfeccionamiento no, no condena á sus criaturas á castigos p e r p e
nioral, así como depende de la voluntad de u n tuos por faltas temporales : les ofrece en todo
obrero q u e debe hacer u n t r a b a j o , emplear m e tiempo medios de progresar y reparar el mal
nos días de los que debía emplear en hacerle. que h a y a n podido hacer. D i o s p e r d o n a , p e r o
1 3 . Cuando se h a empleado mal u n a e x i s t e n exige arrepentimiento y reparación volviendo al
cia no aprovecha al espíritu, que debe e m p r e n b i e n , de modo que la duración del castigo sea
derla nuevamente en condiciones más ó menos proporcionada á la persistencia del espíritu en
penosas, en razón de su negligencia ó mala vo el m a l ; por consiguiente, será eterno p a r a el
l u n t a d , asi como en las dias de n u e s t r a vida es q u e e t e r n a m e n t e p e r s i s t a en la senda del m a l ;
t á en nuestra m a n o hacer u n a cosa en el d i a , ó pero desde el momento en cpie un destello de
dejarla para el dia siguiente. arrepentimiento e n t r e en su corazón. D i o s e x
1 4 . L a vida espiritista es la vida n o r m a l del tiende sobre él su misericordia. L a eternidad de
espíritu, es la vida e t e r n a ; la vida corporal es las penas debe también entenderse en sentido
transitoria y pasajera, no es más que un instan relativo, y no en sentido absoluto.
t e en la eternidad, 20- Los espíritus al e n c a r n a r s e , aportan á su
60 EL CRITERIO ESPIRITISTA.
nueva existencia cuanto habían adquirido en sus ser recompensado con relación á sus obras , y é s -
existencias precedentes. É s t a es la razón por la tos ni tienen derecho á la perfecta dicha de los
que los hombres instintivamente demuestran ap- á n g e l e s , ni á ser privados de ella. P e r o diciendo
titudes especiales en sus instintos buenos ó m a - quo en otra existencia podrán cumplir lo que no
los , que parecen innatos en ellos. h a n podido hacer en la que t a n poco h a durado,
Los malos instintos naturales son los restos no hay objeción que hacer ni hay excepciones.
de las imperfecciones del e s p í r i t u , y del cual 2 5 . P o r igual r a z ó n , ¿cual sería la suerte
no se ha despojado e n t e r a m e n t e ; son también de los imbéciles ó idiotas ? Si no tienen con-
los indicios de las faltas que h a cometido, y el ciencia del bien ni del mal que hacen, eviden-
verdadero pecado original. E n cada existencia t e es que no tienen n i n g u n a responsabiladad
debe p u r g a r s e de algunas impurezas. por sus actos. ¿ Sería lógico suponer que D i o s ,
2 1 . E l ohñdo de las existencias anteriores os que es la suma bondad y la suma j u s t i c i a , habia
un beneficio do D i o s , que en su bondad ha q u e - creado almas estúpidas p a r a hacerlas sufrir una
rido a h o r r a r al h o m b r e recuerdos las m á s de las existencia miserable y sin ulterior compensación?
veces penosos. A cada nueva existencia el h o m - P e r o admitamos, por el contrario, que el alma del
bro es lo que él mismo se ha hecho, es p a r a él idiota es un espíritu que se ve (obligado) casti-
un nuevo p u n t o de p a r t i d a , conoce sus defectos gado á habitar u n cuerpo q u e es incapaz de m a -
actuales, sabe que sus defectos son la consecuen- nifestar lo que p i e n s a , porque se encuentra com-
cia de los quo tenía; le basta con saber el mal primido por ligaduras especiales, y nada h a b r á
que ha podido hacer, y esto le basta p a r a corre- m á s conforme con la justicia de D i o s .
girse. Si antes tenía dichos defectos, que ya no 26. Habiéndose despojado el espíritu poco á
t i e n e , no puede preocuparse de ellos; bastante poco, en sus encarnaciones sucesivas, de sus i m -
tiene con ocuparse de sus imperfecciones p r e - perfecciones, y habiéndose perfeccionado por el
sentes. trabajo, llega al t é n n i n o de sus existencias cor-
22. Si el alma no vivía y a , es que fué creada porales , y entonces pertenece al orden de los
antes que el cuerjio: en tal supuesto, no ha p o - espíritus pitras ó ángeles y goza de la dicha de
dido t e n e r n i n g u n a relación con las que la han ver á D I O S y de U n a felicidad eterna.
precedido. De esto se deduce la objeción do co- 27. E s t a n d o los h o m b r e s en la tierra por via
mo siendo D i o s soberanamente j u s t o y bueno, h» de expiación. D i o s no los ha entregado á si m i s -
podido hacerla responsable de la falta del p a d r e mos sin guías. A n t e todo, tiene sus espíritus p r o -
del género h u m a n o , encadenándole á un pecado tectores ó ángeles custodios que velan por ellos y
original que no h a cometido. Diciendo, por el se esfuerzan por conducirlos por la buena senda,
contrario, que al venir á la vida t r a e el g e r m e n y ademas espíritus en misión en la t i e r r a , ó sea
de las imperfecciones de sus existencias anterio- espíritus superiores, encarnados de tiempo en
res; q u e sufre en la existencia actual las conse- tiempo entre los m o r t a l e s , p a r a esclarecer la ru-
cuencias do sus faltas pasadas, se da una lógica t a con sus trabajos y hacer avanzar á la h u m a -
explicación ¡il pecado original, que todos tienen nidad. A u n q u e D i o s h a grabado su ley en la con-
que aceptar, puesto q u e el alma t a n sólo es r e s - ciencia de cada uno, ademas h a creído convenien-
ponsable de sus propias obras. • te formularla do u n a m a n e r a explícita; envió á
2 3 . L a diversidad de aptitudes innatas, m o - Moisés primero, pero las leyes de Moisés sólo
rales é intelectuales, demuestra que el alma ha eran adecuadas á los hombres de su t i e m p o ; nó
vivido; porque si hubiese sido creada al mismo les habló más que de la vida t e r r e s t r e , de sus
tiempo que el cuerpo a c t u a l , no podria sor que, penas y de las recompensas temporales. J e s u c r i s -
conocida la bondad de D i o s , hubiese dado á unos to vino on seguida á completar la ley de Moisés,
mayores facultades que á l o s otros. ¿ P o r qué h a - pero con una doctrina m á s elevada; la iiluralidad
bia do haber salvajes y hombres civilizados, bue- de e x i s t e n c i a s , la vida e s p i r i t i s t a , las ponas y las
nos y malos, tontos y de talento? Diciendo que recompensas morales. Moisés imponía á la h u -
unos h a n vivido m á s que o t r o s , todo se cxiJica manidad por medio del miedo; Jesucristo p r e d i -
naturalmente. caba el amor y la caridad cristiana.
. 24. Si la vida actual fuese ilnica y debiera 28. E l espiritismo es la tercera manifestación
decidir por sí del porvenir del alma por toda u n a palpable de la potencia y bondad de D i o s : p r u e -
eternidad, ¿cuál sería la suerte de los párvulos ba el porvenir p o r medio de hechos patentes y
que mueren en la infancia ? N o habiendo hecho dice en términos claros y explícitos lo que J e s u -
ni bien ni m a l , n o merecen pena ni recompensa. cristo decía en p a r á b o l a s ; explica las verdades
Según la palabra de Jesucristo, cada uno debe desconocidas ó torcidamente i n t e r p r e t a d a s , revé-
EL CRITERIO ESPIRITISTA. 61
la la existencia del mundo invisible en los espí- p u r g a t o r i o , esos mundos serán su infierno, .pero
ritus , é inicia al hombre en los misterios de la infierno en que no está desterrada la esperanza.
vida futura; viene á combatir el materialismo, 34. Mientras que la generación presente va á
que es u n acto de rebeldía contra el poder de desaparecer rápidamente, una nueva generación
D i o s ; viene á establecer entre los hombres el se eleva, cuyas creencias se fundan en el espiri-
reinado de la caridad y de la solidaridad, iniciado tismo cristiano. Asistimos á una g r a n transición
por J e s u c r i s t o ; podria decirse que Moisés cavó, que se opera, preludio de la renovación moral de
Jesucristo sembró y el espiritismo viene á reco- que el espiritismo marca la llegada.
ger la cosecha.
CONCLUSIÓN.
29. E l espiritismo no es una luz n u e v a , pero
es u n a luz más v i v a , porque surge de todos los Terminaremos este trabajo con algunas m á x i -
puntos del globo por la voz de los que h a n vivi- mas que se desprenden de lo enseñado por los e s -
do. Haciendo evidente lo que es oscuro , conclu- píritus.
ye con las interpretaciones erróneas y quiere di- I . E l objeto esencial del espiritismo es el m e -
rigir á los hombres hacia u n a misma creencia, joramiento de la humanidad. No h a y , pues, que
porque no hay más que u n D i o s , y sus leyes son buscar en él sino lo que puedo contribuir al p r o -
las mismas para todos , marcando así la era de los greso moral é intelectual.
tiempos predichos por .Jesucristo y los profetas.
I I . E l verdadero espiritista no es el que cree
39. Los males que afligen á los hombres en la en las manifestaciones, sino el que aprovecha la
tierra tienen por origen el orgullo, el egoísmo y enseñauza dada por lo.s espíritus. D e nada sirve
todas las malas pasiones. P o r el contacto de sus creer, si la creencia no nos hace dar u n paso ade-
vicios los hombres se hacen recíprocamente d e s - lante eu la via del progreso y n o le h a c e mejor
graciados y se castigan unos á otros. Que la ca- p a r a con su prójimo.
n d a d y la humildad reemplacen al egoísmo y
I I I . E l egoismo, el o r g u l l o , la vanidad, la
al orgullo, y entonces no procurarán dañarse;
ambición, la concupiscencia, el odio, la envidia,
todos respetarán m u t u a m e n t e los derechos de los
los celos, la maledicencia, son para el alma y e r -
domas, y reinará entre todos la concordia y la
bas venenosas, de que es preciso cada dia a r r a n -
justicia.
car una h o j a , y cuyo contraveneno es la caridad
32. Pero ¿cómo destruir el egoismo y el or- y la humildad.
gullo, que parecen innatos en el corazón del hom-
I V . L a permanencia en el espiritismo n o apro-
b r e ? E l egoismo y el orgullo dominan el cora-
vecha sino á aquel de quien puede decirse vale
zón del hombre, p o r q u e los hombres son espíri- más hoy que ayer.
t u s que desde u n principio h a n seguido la senda
V . L a importancia que el hombre dé á los bie-
del m a l , y que h a n sido desterrados á la tierra
nes temporales está en razón inversa de su fe en
en castigo de sus vicios; ése es su pecado origi-
la vida e s p i r i t u a l ; la duda del porvenir le lleva á
nal, de que muchos no se han purificado. P o r m e -
buscar goces en este m u n d o , y á satisfacer sus
dio del espiritismo Dios quiere hacer su último pasiones aun á despecho de su prójimo.
llamamiento á la práctica de l a ley enseñada por
V I . L a s aflicciones en la t i e r r a son remedios
J e s u c r i s t o , la ley de amor y de caridad.
del alma; la salvan p a r a el porvenir, como una
3 3 . Habiendo llegado el tiempo marcado por operación quirúrgica dolorosa salva la vida de
DIOS p a r a que la t i e r r a sea u n a mansión do d i - un enfermo y le da la salud. P o r eso dijo J e s u -
cha y de p a z , no quiere que los malos espiritus cristo : Bienaventurados los afligidos, porque ellos
encarnados continúen siendo la causa de p e r t u r - serán consolados.
hacion p a r a los b u e n o s ; por eso deben desapare- , V I L E n vuestras aflicciones mirad al que está
cer. I r á n á expiar su empedernimiento en m u n - debajo, y no al que está encima; comparaos con
dos menos adelantados, en que triibajarán de nue- los que sufren aun más que vosotros.
vo para su perfeccionamiento en una serie de exis- V I I I . L a desesperación es n a t u r a l en el que
tencias mucho más desgraciadas y penosas aún croe que todo concluye con la vida del cuerpo; es
que en l a t i e r r a . un contrasentido en el que tiene fe en el porvenir.
F o r m a r á n en esos mundos u n a nueva raza más I X . E l h o m b r e suele ser artífice de su d e s g r a -
i l u s t r a d a , y cuyo encargo será hacer progresar cia aquí bajo; que mire al origen de sus infortu-
los seres atrasados que los habitan, con ayuda de nios, y verá que la mayor p a r t e de ellos son el
los conocimientos adquiridos. No saldrán para un resultado de su imprevisión, de su orgullo, de su-
m u n d o mejor sino cuando hayan obtenido la p u - avidez, y por consiguiente, de su infracción á las
rificación completa. Si la tierra era para ellos u u leyes de D i o s .
62 EL CRITERIO ESPIRITISTA.
y á la buena intención, y sus felicidades eternas para aclarar un hecho histórico ó encontrar una
sin aburrimientos y sin bostezos. fórmula quimérica ó una salsa perdida, y ellos,
El espiritismo trae un mapa nuevo y una d e s - sin más que mandar un recado al Cid ó á Ber-
cripción muy entretenida; las Imiris s o n más es- nardo del Carpió, á Borcelius ó á Apicio, y dor-
pirituales , los presidios menos pesados; se anda mitar un rato con un lápiz entre los dedos, ten-
menos y se viaja m á s ; se pasa el tiempo en una gan resuelta la cuestión y aclarada la dificultad
serie de exploraciones astronómicas, y se mudan en una cuartilla de papel y en el corriente idio-
los espíritus de uno á otro planeta, purificándo- ma de Castilla.
se con estas mudanzas de casa, como la harina Se cuenta, no sé c o n qué fundamento, qiu'
al pasar de i m o á otro cedazo. E n t r e tanto, no le Richelieu hizo degollar seoretanieute á un qni-
pueden faltar a u n o ni sociedad, ni buena conver- mico que vino á venderle ol secreto de hacer
sación , porque los espacios están poblados del dúctil y maleable el vidrio, por creer que este
infinito, y no con la monotonía de los justos ó de adelanto hubiera hecho una revolución on el
los reprobos , sino con toda la variedad que p u e - m u n d o ; y no nos extraña que el vicario eclesiás-
de encontrarse en un baile de la Grande Ópera; tico hiciera lo propio con el primer número de
espíritus superiores, espíritus buenos, espíritus E L CiuTEKio E s m i i T i s T A , porque más distan-
instruidos, espíritus bondadosos, neutros, de fal- cia que entre la talla del referido vicario y la
del cardenal-ministro hay, sin duda a l g u n a , en-
sa instrucción, ligeros, superficiales, impuros;
tre la facultad de retorcer una copa de Cham-
cuanto se pueda desear para organizarse un cír-
pagne como un chanclo de g o m a , y la de comu-
culo de amigos, en el que no falten unos que n o s
nicarse, sin franqueo previo, con todos los hués-
instruyan, otros que nos ayuden y nos compren-
pedes del otro mundo, á elegir.
dan , otros que nos entretengan y uos diviertan.
El panorama está bastante bien, y el que no es- Afortunadamente los tiempos del cardenal y
tuviera ya surtido de ima geografía sobrenatural los del vicario han p a s a d o , y ojalá que los se-
de las que hasta ahora han servido de texto á los gundos estén tan definitivamente pasados co-
mo los del primero, y que el degollar revistas
filósofos y teólogos; el que no tuviera fe en una
siga siendo t a n imposible como degollar quími-
revelación positiva, podia tomar ésta sin gran
cos. Hoy todos pueden escribir periódicos con la
inconveniente y sin que nadie pudiera decirl^
misma libertad y seguridad con quo podrían en-
una palabra más alta que otra. f
roscar copas; pero todavía hay muchas gentes
Pero lo grave del caso es que los espiritistas
q u e , si bien se han convencido de que esto últi-
son de los que no so contentan con las decora-
mo seria perfectamente inofensivo, aquello es
ciones de ultra tumba; son de los que hacen vol-
muy peligroso; se ríen de Richelieu, pero dan la
ver de por allá á amigos y á acreedores, á la
razón al vicario.
mujer querida y á la suegra, y esto nos tendrá
siempre enfrente. P o r eso no creemos inútil E L C I U T E H I O E S P I -
R I T I S T A , y le damos la bienvenida en el campo
No podemos consentir que la revista espiri-
tista se organice p a r a su uso particular una re- de la prensa, aun cuando nos separa de él un
dacción modelo, y con Sócrates, P l a t ó n , D e s - abismo. Rompe completamente con el modo de
cartes y Maquiavelo para el fondo; Quevedo ser y de pensar de la mayoría. E s , por consi-
para los sueltos; Cervantes, Sterne li otro cual- guiente , la fórmula más radical y más completa
quiera para la sección literaria y la critica; V o l - de la discusión l i b r e ; exige cu todos el ejercicio
taire para la gacetilla y la sección amona, hagan más activo de la tolerancia.
m í a competencia desleal é irresistible á cuantos Si sus modestos redactores nos ofrecen, con
tenemos periódicos de esto mundo, sin correspon- la firma de Sócrates ó de L a m e n n a i s , artículos
sales ni colaboradores más allá de los antipodas. tan bien pensados y tan bien escritos c o m o el de
La Biblia y el de El dia de Difuntos, que han
No es tolerable quo mientras nosotros aguar-
aparecido en el primer número de la revista, los
damos pacientemente las noticias que perezosa-
que no acabamos de convencernos de quo puedan
mente nos trae la Agencia líavas, ellos, sin
existir periodistas de ^dtra tumba, tal vez nos
más que evocar el espíritu do algún correo de
equivocaremos de persona al aplaudirlos, pero
g a b i n e t e , estén al tanto de lo que pasa en t o -
n o s basta saber que no nos equivacamos al leer-
das partes y sepan al dedillo lo que se conspira
los c o n gusto.
en P a r í s , lo que se prepara en New-York y lo
que se trama en P e k í n y San Petersburgo.
No es j u s t o que los demás tengamos que q u e - IMPRENTA V E S T E R E O T I P I A D E M. R I V A D E N E Y R A ,
marnos las cejas y pasarnos los días y las noches Duque de Osuna, núm, 3,