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- Romanos 15, 4: Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra
enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y por la consolación de las
Escrituras, tengamos esperanza.
2 Timoteo 3, 14-17:
14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has
aprendido;
15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.
- Ser obedientes, porque seguimos lo que dios nos quiere decir; creativos, porque
con la ayuda del Espíritu llevamos a acciones lo que Dios quiere de nosotros.
- Finalidad de la LD: Encontrarnos con Jesús, quien transforma nuestra vida.
Recomendaciones, 1:
i. Tiempo determinado, no es un relleno.
ii. Lugar adecuado, sin distraernos.
iii. Orden, los pasos, litúrgicos.
PASOS:
1. Invocación al Espíritu Santo. No hay que ser experto para leer y entender la Biblia,
pero sí hay que pedir el Espíritu y estudiar.
San Efrén. “Antes de la lectura, ora y suplica a Dios que se te revele”.
San Gregorio Magno: “El mismo Espíritu que ha tocado el alma del profeta, toca el
ánimo del
lector…".
Recomendaciones, 2:
iv. Constancia, que la Palabra no se caiga de la mano.
v. Leer con todo el ser, oídos, memoria, inteligencia, corazón.
vi. Leer con una actitud de fe, para la edificación de la persona.
Trabajo en grupos.
6. Actio, ¿A qué acción me lleva este texto? Aplica la enseñanza (punto 3) de Dios a
tu vida por medio de una acción concreta.
- Santiago 1, 22-25
- San Ambrosio: “La Lectio Divina nos lleva a la práctica de las buenas obras,
porque, así como la meditación de la Palabra tiene por fin memorizarla, de tal forma
que nos acordemos de las palabras meditadas, así la meditación de la ley, de la
Palabra de Dios, nos impulsa y nos lleva a actuar”.