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DIÓCESIS DE CUAUTITLÁN A. R.

Visita de las
Reliquias de
san Pascual
Bailón
HACIA EL
VIII Congreso eucarístico
Nacional

SUBSIDIO
PARA LA VISITA DE LAS RELIQUIAS
A LAS COMUNIDADES PARROQUIALES
VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
VIII CEN HACIA EL VIII CEN

VIII CEN

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
VIII CEN HACIA EL VIII CEN

DIÓCESIS DE CUAUTITLÁN A. R.
Sor Juana Inés de la Cruz, 208,
Col. Centro, Cuautitlán,
Edo. de Méx. C.P. 54800

S. E. R. Mons. Efraín Mendoza Cruz


III Obispo de Cuautitlán

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Cuautitlán Centro
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Nombre: Diócesis de Cuautitlán A.R.
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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
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PROPUESTA DE ACTIVIDADES

CONTENIDO Pág.
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Introducción 5

Catequesis preparatoria 6

Biografía de san Pacual Bailón 10

Preparación de la visita 12

Oficio de Lectura 14

Hora Santa 20

Esquema de la Celebración Eucarística 28

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INTRODUCCIÓN

“Las reliquias en la Iglesia han recibido siempre una especial veneración y atención porque
el cuerpo de los Beatos y de los Santos, destinado a la resurrección, ha sido en la tierra el
templo vivo del Espíritu Santo y el instrumento de su santidad, reconocida por la Sede
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Apostólica mediante la beatificación y la canonización. Las reliquias de los Beatos y de los


Santos no pueden ser expuestas a la veneración de los fieles sin el correspondiente certificado
de la autoridad eclesiástica que garantice su autenticidad”1.

El Concilio Vaticano II recuerda que "de acuerdo con la tradición, la Iglesia rinde culto a los
santos y venera sus imágenes y sus reliquias auténticas". La expresión "reliquias de los
Santos" indica ante todo el cuerpo - o partes notables del mismo - de aquellos que, viviendo
ya en la patria celestial, fueron en esta tierra, por la santidad heroica de su vida, miembros
insignes del Cuerpo místico de Cristo y templos vivos del Espíritu Santo (cfr. 1 Cor 3,16;
6,19; 2 Cor 6,16). En segundo lugar, objetos que pertenecieron a los Santos: utensilios,
vestidos, manuscritos y objetos que han estado en contacto con sus cuerpos o con sus
sepulcros, como estampas, telas de lino, y también imágenes veneradas2.

La Congregación para la causa de los Santos pide que las reliquias se custodien en específicas
urnas selladas y colocadas en lugares que garanticen su seguridad, respeten su carácter
sagrado y favorezcan el culto, honradas con espíritu religioso, evitando cualquier forma de
superstición y de comercialización.

Las reliquias de un Beato o de un Santo pueden ser llevadas en peregrinación a lugares


diversos dentro de los confines de la misma diócesis. En este caso, el Obispo competente
designará a un Costodio- Portador que acompañará las reliquias a los diversos lugares3.

Las diversas formas de devoción popular a las reliquias de los Santos, como el beso de las
reliquias, adorno con luces y flores, bendición impartida con las mismas, sacarlas en
procesión, sin excluir la costumbre de llevarlas a los enfermos para confortarles y dar más
valor a sus súplicas para obtener la curación, se deben realizar con gran dignidad y por un
auténtico impulso de fe. En cualquier caso, se evitará exponer las reliquias de los Santos
sobre la mesa del altar: ésta se reserva al Cuerpo y Sangre del Rey de los mártires4.

1
Congregación para la causa de los Santos, Instrucción sobre las Reliquias en la Iglesia: Autenticidad y
conservación, 8 de diciembre de 2017, disponible en
https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/csaints/documents/rc_con_csaints_doc_20171208_istr
uzione-reliquie_sp.html . Consultado el 18 de junio de 2023.
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2
cfr. Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Directorio sobre la piedad popular
y la liturgia. Principios y orientaciones. Ciudad del Vaticano, 2022, n. 236.
3
cfr. ídem.
4
cfr. Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, op. cit. nn. 235-237.

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CATEQUESIS PREPARATORIA5

“Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré”


Mc 5, 28.
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INTRODUCCIÓN
El Catecismo de la Iglesia Católica trata el tema de las reliquias en el
número 1674, en el apartado de la religiosidad popular, especificando que
la veneración de las reliquias es una forma de expresión del sentido religioso del pueblo
cristiano, que enriquece la vida sacramental de la Iglesia y que prolonga la vida litúrgica de
la Iglesia, pero no la sustituyen. Conviene, por tanto, que estos ejercicios de veneración de
las reliquias conduzcan al pueblo a la Sagrada Liturgia, ya que ella está muy por encima de
cualquier acto de devoción (cfr. SC 13).

La costumbre cristiana de venerar reliquias tiene a sus espaldas siglos de historia. Con estos
objetos muchos bautizados recuerdan a hombres y mujeres de todos los tiempos que han
testimoniado, de modo especial, su amor a Cristo y su fidelidad a la fe. En ocasiones, sin
embargo, se han producido desviaciones, engaños o excesos que falsean el sentido correcto
que tienen las reliquias según la Iglesia.

Para prepararnos con mayor devoción y recogimiento, con espíritu abierto y ánimo alegre,
profundizaremos en el sentido correcto de la veneración de las reliquias de los santos, así
como su carácter sagrado, el modo de veneración y su eficacia en nuestras vidas.

¿QUÉ ES UNA RELIQUIA?


Es una parte del cuerpo o de la vestimenta de un santo que se venera como
objeto de culto. Las reliquias pueden ser de tres grados:

• 1er grado: un fragmento del cuerpo.


• 2do grado: un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida
(rosario, Biblia, cruz, etc.). También objetos asociados con el sufrimiento de un
mártir.
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Se recomienda que esta catequesis sea impartida por el párroco en su comunidad o por su delegado con
algunos días de anticipación a fin de preparar espiritualmente a los fieles para la visita y recepción de las
reliquias en su parroquia, cuasi parroquia o rectoría.

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• 3er grado: cualquier objeto que ha sido acercado o tocado a una reliquia de primer
grado o a la tumba de un santo.

UN POCO DE HISTORIA
VIII CEN

Ya en los primeros siglos de la era cristiana fueron redactados


testimonios que muestran el respeto hacia restos mortales u objetos de
diverso tipo, especialmente de mártires. Cuando el obispo de Esmirna,
san Policarpo, sufrió el martirio (siglo II), algunos cristianos recogieron sus huesos y, según
un documento de la época, los consideraron más valiosos que el oro o que las piedras
preciosas (cf. Martirio de Policarpo, 18).

En otros lugares, y mientras duraban las persecuciones, los cristianos veneraban las tumbas
de los mártires, celebraban su memoria, y trataban con respeto sus restos mortales, como
auténticas “reliquias” (vestigios, recuerdos) del heroísmo de quienes dieron la propia vida
por mantener su fe en Jesucristo salvador.

La veneración de las reliquias en tantos lugares mostraba la existencia de una fe profunda en


los bautizados, pero no estuvo exenta de excesos o abusos. Pronto se difundieron ideas
equivocadas sobre el carácter milagroso de ciertas reliquias. Entonces tuvo que intervenir la
autoridad de la Iglesia para regular el tema de su uso, adquisición y veneración.
A nivel doctrinal, hubo entre Santos Padres quienes denunciaron la existencia de abusos, y
defendieron la necesidad de un uso correcto de estos objetos para la veneración de los fieles.

Por ejemplo, san Jerónimo afirmaba claramente que no adoramos las reliquias de los mártires,
sino que a través de ellas adoramos a Aquel (Dios) por quien fueron mártires (cf. “Ad
Riparium”, I, P.L., XXII, 907). San Agustín, por su parte, en diversos momentos de su obra
“La ciudad de Dios”, presenta más bien los aspectos positivos de la veneración de las
reliquias, al describir el uso que los cristianos hacían de ellas y los beneficios obtenidos de
Dios gracias a las oraciones en las que se pedía la intercesión de los santos.

Sin embargo, con la expansión del cristianismo en toda Europa, la difusión de las reliquias
aumentó y, con ello, los fraudes, engaños y tráfico de las mismas. Así, el Magisterio de la
Iglesia constantemente trató este tema en varios documentos:

• Podemos recordar un importante texto del Concilio II de Nicea (del año 787), en el
que, al hablar sobre las imágenes sagradas y otros objetos de culto, se condenó la
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postura de quienes despreciaban tradiciones de la Iglesia y rechazaban “alguna de las


cosas consagradas a la Iglesia: el Evangelio, o la figura de la cruz, o la pintura de una
imagen, o una santa reliquia de un mártir” (cf. Denzinger-Hünermann n. 603).

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• En el contexto de las cruzadas, intervino el Concilio IV de Letrán (1215) que publicó


un texto severo contra ciertos abusos respecto del uso de reliquias. En el canon 62 de
este Concilio leemos: establecemos por el presente decreto que las reliquias antiguas
no sean más expuestas fuera del relicario ni mostradas para ser vendidas. En cuanto
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a las nuevamente encontradas, nadie ose venerarlas públicamente, si no hubieren sido


antes aprobadas por autoridad del Romano Pontífice (cfr. Denzinger-Hünermann n.
818).
• Tras la reforma protestante, el Concilio de Trento señaló en la sesión XXV en el año
1563, lo siguiente: “Manda el santo Concilio a todos los Obispos, y demás personas
que tienen el cargo y obligación de enseñar, que instruyan con exactitud a los fieles
ante todas cosas, sobre la intercesión e invocación de los santos, honor de las
reliquias, y uso legítimo de las imágenes, según la costumbre de la Iglesia Católica y
Apostólica, recibida desde los tiempos primitivos de la religión cristiana, y según el
consentimiento de los santos Padres, y los decretos de los sagrados concilios”.
• Dando un gran salto, el Concilio Vaticano II recogió la doctrina católica sobre las
reliquias en la Constitución sobre la liturgia “Sacrosanctum Concilium”: “De acuerdo
con la tradición, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imágenes y sus
reliquias auténticas. Las fiestas de los santos proclaman las maravillas de Cristo en
sus servidores y proponen ejemplos oportunos a la imitación de los fieles” (SC n.
111).

INDICACIONES CANÓNICAS SOBRE LAS


RELIQUIAS
El actual Código de Derecho Canónico establece en los cánones 1186-
1190 las indicaciones canónicas sobre el culto de los santos, de las
imágenes sagradas y de las reliquias. Así, nos indica con claridad:

• c. 1186: Con el fin de promover la santificación del pueblo de Dios, la Iglesia


recomienda a la peculiar y filial veneración de los fieles la Bienaventurada siempre
Virgen María, Madre de Dios, a quien Cristo constituyó Madre de todos los hombres;
asimismo promueve el culto verdadero y auténtico de los demás Santos, con cuyo
ejemplo se edifican los fieles y con cuya intercesión son protegidos.
• c. 1188: Debe conservarse firmemente el uso de exponer a la veneración de los fieles
imágenes sagradas en las iglesias; pero ha de hacerse en número moderado y
guardando el orden debido, para que no provoquen extrañeza en el pueblo cristiano
ni den lugar a una devoción desviada.
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• c. 1190: Está terminantemente prohibido vender reliquias sagradas.

Finalmente, conviene recordar lo que los obispos latinoamericanos nos dijeron en el


Documento de Puebla:

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«La religiosidad del pueblo, en su núcleo, es un acervo de valores que responde con
sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. La sapiencia popular
católica tiene una capacidad de síntesis vital; así lleva conjunta y creadoramente lo divino
y lo humano; Cristo y María, espíritu y cuerpo; comunión e institución; persona y
comunidad; fe y patria, inteligencia y afecto. Esa sabiduría es un humanismo cristiano que
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afirma radicalmente la dignidad de toda persona como hijo de Dios, establece una
fraternidad fundamental, enseña a encontrar la naturaleza y a comprender el trabajo y
proporciona las razones para la alegría y el humor, aun en medio de una vida muy dura.
Esa sabiduría es también para el pueblo un principio de discernimiento, un instinto
evangélico por el que capta espontáneamente cuándo se sirve en la Iglesia al Evangelio y
cuándo se lo vacía y asfixia con otros intereses (III Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, Puebla. la Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina,
448; cf EN 48).

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BIOGRAFÍA
DE SAN PASCUAL BAILÓN
"Hay que tener para Dios el corazón de un niño;
para el prójimo, el corazón de una madre;
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para uno mismo, el corazón de un juez”.

Pascual nació en una familia pobre en Aragón, España, y desde temprana edad fue enviado
a pastorear sus rebaños. Para él, que tanto amaba a Jesús, era la condición ideal: podía aislarse
a menudo, meditar y orar.

También aprende a leer, como persona autodidacta, practicando la lectura con los libros de
oración. A los 18 años intentó entrar en el convento franciscano de Santa María de Loreto de
los franciscanos reformados - llamado Alcantarinos por la obra de San Pedro de Alcántara,
pero fue rechazado quizás por su juventud. Un hombre rico para quien trabaja le ofrece
también adoptarlo y hacerlo su heredero, pero no lo acepta: será franciscano, está convencido
de ello. Y de hecho lo intentó de nuevo en 1564 y se convirtió en novicio.

El humilde portero en viaje a París


Pascual se destacó inmediatamente en el convento: tenía una
inteligencia brillante, una fe inquebrantable y una increíble dedicación
a la oración y a la adoración del Santísimo Sacramento. Pero
permanecerá como hermano laico toda su vida, en contra de los consejos de sus superiores,
porque se sentía indigno del ministerio del sacerdocio, de tocar a Jesús Eucaristía con sus
propias manos. También rechazó cualquier tarea importante, llevando a cabo las tareas más
humildes, especialmente la del conserje, tanto en el convento de Jatíva como en el de
Valencia. Pero hay una tarea que no puede rechazar, la que le fue confiada en 1576 por el
ministro provincial: llevar documentos importantes al Padre General que reside en París.

El "Serafín de la Eucaristía"
El viaje a París es largo y peligroso: Pascual corre el riesgo de ser
asesinado por los calvinistas. A menudo es golpeado, burlado e
insultado. En Orleans casi lo matan a pedradas por haber entretenido
una acalorada disputa sobre la Eucaristía con sus oponentes. La Eucaristía está tan en el
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centro de la vida y de la espiritualidad de Pascual, que cuando regresa de París escribe una
colección de frases para demostrar la presencia real de Jesús en el Pan y el Vino y para

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argumentar sobre el poder divino transmitido al Papa. Este folleto llegó a Roma en manos
del Papa y le valió el apodo de "Serafín de la Eucaristía".

Pentecostés y los dones del Espíritu


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Hay una curiosa coincidencia en la vida de Pascual: nació el 16 de


mayo de 1540, el día de Pentecostés, y murió, agobiado y probado por
el ayuno continuo y la privación física, el 17 de mayo de 1592, fiesta
de Pentecostés.

Entre otras cosas, su nombre, Pascual, lo debe precisamente a eso: la solemnidad de


Pentecostés, de hecho, también se llama en español "Pascua rosada" o "Pascua de
Pentecostés". Junto a pobreza material que buscaba y que le acompañaría a lo largo de su
vida, será muy rico de los dones del Espíritu Santo, especialmente del don de sabiduría.
Aunque apenas sabe leer y escribir, son muchas las personalidades que acuden a él en busca
de consejo y entre los franciscanos se le considera como un grande teólogo, así como un
punto de referencia para los fieles. Sin embargo, como se ha dicho, nunca será sacerdote y
nunca disfrutará de la alegría de dar Jesús Eucaristía a los fieles. Una de las muchas
privaciones que decide infligirse a sí mismo porque no se considera lo suficientemente digno.

Muerte y adoración
Probado por las mortificaciones de su cuerpo, Pascual murió en 1592
en el convento de Villa Real, después de haber comulgado. Durante su
funeral se dice que en el momento de la elevación abrió los ojos para
adorar por última vez a Jesús. Fue canonizado por Alejandro VIII casi un siglo más tarde,
mientras que en 1897 León XIII lo proclamó santo patrón de las Obras y Congresos
Eucarísticos.

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PREPARACIÓN DE LA VISITA
Conviene preparar algunos elementos para la visita de las Reliquias de san Pascual Bailón, a
fin de preveer la organización, la preparación del lugar, el ambiente y la disposición de los
fieles para este evento.
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• Equipo de traslado

Los señores presbíteros decanos entregarán, uno a otro, de acuerdo a la calendarización


prevista, las reliquias, para poder hacer la debida visita a las parroquias que comprenden
el decanato. Los miembros del Instituto para el Diaconado Permanente en la Diócesis de
Cuautitlán serán los encargados del traslado y la visita de las reliquias en las distintas
comunidades parroquiales.

• Equipo de recepción

Cada parroquia, en coordinación con el párroco, designará un equipo de recepción de las


reliquias, quienes dispondrán lo necesario para este efecto. Además, estarán en
coordinación con el equipo de traslado para determinar las fechas, horarios y lugar de la
visita.

• Convocatoria.

Será el párroco quien convoque a los fieles para participar en la Visita y quien los instruya
con la catequesis conveniente a su edad y situación.

• Espacio físico para la Visita de las Reliquias.

1. El lugar de encuentro y recepción de las reliquias (capilla, oratorio, etc.)


2. En caso de realizarse una breve procesión, determinar el mapa del recorrido y el
servicio litúrgico propio.
3. El lugar donde se colocarán las reliquias. No debe ser el altar, sino otro lugar cerca
del presbiterio, que pueda ser fácilmente visible por la asamblea, digna y sobriamente
adornado.
4. El lugar para la Celebración Eucarística o bien el rezo del Oficio de Lectura o la
Hora Santa (Todos estos subsidios se ofrecen en el presente material).
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Además se recomienda disponer los lugares con una ambientación adecuada, que
destaque la figura de Santa María de Guadalupe y san Juan Diego, así como algunos
signos propios de la realidad de los hermanos migrantes. Es recomendable colocar lonas

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que destaquen el logo del Congreso, el lema, el Documento Base y la cita bíblica que
orienta todo el trabajo.

• Subsidios.
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Se recomienda distribuir en la comunidad los subsidios sobre la catequesis preparatoria


a la visita, el Oficio de Lectura, la biografía del santo y el esquema de la Celebración
Eucarística.

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OFICIO DE LECTURA
SAN PASCUAL BAILÓN
Religioso
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Nació en Torrehermosa (Zaragoza) en 1540. Abandonó de joven su oficio de pastor para ingresar en
la Orden de los Hermanos Menores. Sobresalió por su devoción a la Virgen y su amor a la Eucaristía.
Lleno de carismas celestiales, aprovechó a otros con sus consejos y también con algunos escritos, en
los que resumió su experiencia espiritual. Murió en Villarreal de los Infantes (Castellón) en 1592. Lo
canonizó Alejandro VIII en 1690, y León XIII lo nombró patrono de las asociaciones y congresos
eucarísticos en 1897.

INVOCACIÓN podamos con tu Cuerpo


alimentarnos;
V. Dios mío, ven en mi auxilio. de tu piedad, del Padre y del
R. Señor, date prisa en socorrerme. Espíritu,
Gloria. Aleluya. por tu siervo Pascual lo suplicamos.
Amén.
HIMNO
SALMODIA
Con devoción gozosa celebremos
a Pascual los Menores recordando Ant. 1. Porque brilló por su
su piedad a la santa Eucaristía, humildad, el Señor lo vistió de honor
en cuyo amor vivió siempre y majestad.
inflamado.
Salmo 20, 2-8. 14
Deseaba este pan, lo vio en los
cielos Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
mientras, niño, cuidaba los rebaños, ¡y cuánto goza con tu victoria!
en su misterio se abismaba, ardía Le has concedido el deseo de su
como lámpara fiel del santuario. corazón,
no le has negado lo que pedían sus
A quienes lo negaban rebatía: labios.
«Recibo a Cristo en este pan
sagrado». Te adelantaste a bendecirlo con el
No dio la espada un mártir, mas él éxito,
tuvo y has puesto en su cabeza una
su voluntad ya pronta al holocausto. corona de oro fino.
VIII CEN

Te pidió vida, y se la has


Pan de la vida eterna, Jesucristo, concedido,
años que se prolongan sin término.

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ni el necio se da cuenta.
Tu victoria ha engrandecido su
fama, Aunque germinen como hierba los
lo has vestido de honor y majestad. malvados
Le concedes bendiciones y florezcan los malhechores,
VIII CEN

incesantes, serán destruidos para siempre.


lo colmas de gozo en tu presencia: Tú, en cambio, Señor,
porque el rey confía en el Señor eres excelso por los siglos.
y con la gracia del Altísimo no
fracasará. Ant. 2. Tus acciones, Señor, son mi
alegría, y mi júbilo las obras de tus
Levántate, Señor, con tu fuerza, manos.
y al son de instrumentos
cantaremos tu poder. Ant. 3. Instruido por el Señor enseñó
a los sabios la ciencia divina.
Ant. 1. Porque brilló por su
humildad, el Señor lo vistió de honor II
y majestad.
Porque tus enemigos, Señor,
Ant. 2. Tus acciones, Señor, son mi perecerán,
alegría, y mi júbilo las obras de tus los malhechores serán dispersados;
manos. pero a mí me das la fuerza de un
búfalo
I y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis
Es bueno dar gracias al Señor enemigos,
y tocar para tu nombre, oh mis oídos escucharán su derrota.
Altísimo,
proclamar por la mañana tu El justo crecerá como una palmera
misericordia se alzará como un cedro del Líbano:
y de noche tu fidelidad, plantado en la casa del Señor,
con arpas de diez cuerdas y laúdes crecerá en los atrios de nuestro
sobre arpegios de cítaras. Dios;

Tus acciones, Señor, son mi alegría, en la vejez seguirá dando fruto


y mi júbilo, las obras de tus manos. y estará lozano y frondoso,
¡Qué magníficas son tus obras, para proclamar que el Señor es
Señor,
VIII CEN

justo,
qué profundos tus designios! que en mi Roca no existe la maldad.
El ignorante no los entiende

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
Ant. 3. Instruido por el Señor enseñó V. El Señor condujo al justo por
a los sabios la ciencia divina. sendas llanas.
R. Le mostró el reino de Dios.
PRIMERA LECTURA
VIII CEN

De la Primera Carta el apóstol san Pablo a los Corintios

10, 14-17; 11, 17-26


Cada vez que coméis este pan, anunciáis la muerte del Señor

Así pues, queridos hermanos, huid de la idolatría. Os hablo como a personas


sensatas; juzgad vosotros lo que digo.

El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión de la Sangre de


Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión del Cuerpo de Cristo? Porque
el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos
comemos del mismo pan.

Al prescribiros esto, no puedo alabaros, porque vuestras reuniones causan más


daño que provecho. En primer lugar, he oído que cuando se reúne vuestra
asamblea hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo; realmente, tiene que
haber escisiones entre vosotros para se vea quiénes resisten la prueba.

Así, cuando os reunís en comunidad, es no es comer la Cena del Señor, pues


cada uno se adelanta a comer su propia cena, y mientras uno pasa hambre el
otro está borracho. ¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis en tan poco
a la Iglesia de Dios que humilláis a los que no tienen? ¿Qué queréis que os diga?
¿Que os alabe? En esto no os alabo.

Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os
he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomo
pan y, pronunciando al Acción de Gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo,
que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía». Lo mismo hizo con
el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza en mi
Sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memora mía». Por eso, cada vez
que coméis de este pan y beban del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta
que él vuelva.
VIII CEN

RESPONSORIO. Jn 6, 48.49.50.51.51

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
R. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y
murieron. * Este es el pan que baja del cielo para que el hombre coma de él y
no muera.

V. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá
VIII CEN

para siempre.

R. Este es el pan que baja del cielo para que el hombre coma de él y no muera.

SEGUNDA LECTURA

Del Breve Providentíssimus del papa León trece, por el que proclamó a San
Pascual patrono especial de las asociaciones y congresos eucarísticos:

(28 de noviembre de 1897: AOM, XVI, 1897, pp. 207-208)


La Eucaristía, vínculo de paz y de unidad

Para animar a los católicos a profesar valientemente su fe y a practicar las


virtudes cristianas, ningún medio es más eficaz que el que consiste en alimentar
y aumentar la piedad del pueblo hacia aquella admirable prenda de amor, lazo
de paz y de unidad, que es el sacramento de la Eucaristía.

Pascual Bailón ocupa el primer lugar entre aquellos cuya devoción a este
sublime misterio de la fe se manifestó, al parecer, con más vívido fervor.

Dotado por naturaleza de muy delicada afición a las cosas celestiales, después
de haber pasado santamente la juventud en la guarda de su rebaño, abrazó una
vida más severa en la Orden de los Hermanos Menores de la estricta
observancia, y por sus meditaciones sobre el convite eucarístico, mereció tener
grandes conocimientos sobre este sacramento, hasta el punto de que este
hombre, carente de formación y de aptitudes literarias, fue capaz de responder
a preguntas sobre las cuestiones más difíciles de la fe y hasta de escribir libros
piadosos. Pública y abiertamente profesó la verdad de la eucaristía entre los
herejes, y por ello tuvo que pasar por graves pruebas. Émulo del mártir Tarsicio,
fue varias veces amenazado de muerte.

Creemos, pues, que las asociaciones eucarísticas no pueden ser confiadas a


VIII CEN

mejor patronazgo. Llenos de confianza, hacemos votos para que el ejemplo de


este santo produzca, en el pueblo cristiano, el aumento de aquellos que dirigen

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
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cada día su celo, sus intenciones y su amor a Cristo Salvador, principio el más
alto y el más augusto de toda salvación.

RESPONSORIO. Cf. Jn 6, 51-52


VIII CEN

R. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. * El que coma de
este pan vivirá para siempre.

V. El santo varón Pascual, pobre y sencillo, muerto para este mundo, vive
glorioso en el cielo.

R. El que coma de este pan vivirá para siempre.

Después del segundo responsorio, se dice el himno Señor, Dios eterno.

Señor, Dios eterno, alegres te con júbilo te adora y canta tu


cantamos, grandeza:
a ti nuestra alabanza,
a ti, Padre del cielo, te aclama la Padre, infinitamente santo,
creación. Hijo eterno, unigénito de Dios,
Santo Espíritu de amor y de
Postrados ante ti, los ángeles te consuelo.
adoran
y cantan sin cesar: Oh Cristo, tú eres el Rey de la
gloria,
Santo, santo, santo es el Señor, tú el Hijo y Palabra del Padre,
Dios del universo: tú el Rey de toda la creación.
llenos estánel cielo y la tierra de tu
gloria.
Tú,para salvar al hombre,
A ti, Señor, te alaba el coro celestial tomaste la condiciónde esclavo
de los apóstoles, en el seno de una virgen.
la multitud de los profetas te
enaltece, Tú destruiste la muerte
y el ejército glorioso de los mártires y abriste a los creyentes las puertas
te aclama. de la gloria.
VIII CEN

A ti la Iglesia santa, Tú vives ahora,


por todos los confines extendida,

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
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inmortal y glorioso, en el reino del Díatras díate bendecimos
Padre. y alabaremos tu nombre por
siempre jamás.
Tú vendrás algún día,
como juez universal. Dígnate, Señor,
VIII CEN

guardarnos del pecado en este día


Muéstrate, pues, amigo y defensor (noche).
de los hombres que salvaste.
Ten piedad de nosotros, Señor,
Y recíbelos por siempre allá en tu ten piedad de nosotros.
reino,
con tus santos elegidos. Que tu misericordia, Señor, venga
sobre nosotros,
Salva a tu pueblo, Señor, como lo esperamos de ti.
y bendice a tu heredad.
A ti, Señor, me acojo,
Sé su pastor, no quede yo nunca defraudado.
y guíalos por siempre. Amén.

Oremos.

O
h Dios, nuestro bien y nuestra gloria, que otorgaste a san Pascual Bailón
un amor extraordinario a los misterios del Cuerpo y de la Sangre de tu
Hijo, concédenos la gracia de alcanzar las divinas riquezas que él
alcanzó en este sagrado banquete que preparas a tus hijos. Por nuestro Señor
Jesucristo.

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

Terminado el Oficio de Lectura, puede comenzar la veneración de las reliquias.


VIII CEN

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

HORA SANTA
Para pedir fervor Eucarístico
VIII CEN

I. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

El cantor o el pueblo entonará un canto Eucarístico. Mientras tanto el ministro hace genuflexión sencilla,
doblando una rodilla, al sacar el Santísimo del sagrario, y lleva al Santísimo al altar o al manifestador. La
Asamblea se pone de rodillas.

De pie, el ministro, pone incienso en el incensario y se arrodilla para incensar el Santísimo.

CANTO - Venimos a Adorar Y el corazón alzamos


Nos llenamos de alegría
El Rey del universo Y venimos a adorar
Y Señor de la creación
Se viene a hacer presente Nos ponemos de rodillas
En medio de nosotros Y el corazón alzamos
Nos llenamos de alegría
El Santo Sacramento Y venimos a adorar
Jesús Eucaristía
Rodeado de sus ángeles A Cristo, Cristo, Cristo
Ya está presente aquí Gracias por estar aquí
Qué alegría
Nos ponemos de rodillas El poder estar contigo

(Todo 2 veces)

II. ADORACIÓN TRINITARIA

+ En los Cielos y en la tierra sea para siempre alabado.


R. El corazón amoroso de Jesús, Sacramentado.

-Amamos al Señor sacramentado:

Nadie puede dar lo que no tiene.

Para comenzar Señor, te pedimos nos ayudes a limpiar nuestro corazón de los malos
VIII CEN

sentimientos , de nuestros pecados y debilidades. Ayúdanos a sanar nuestros corazones de


aquellas acciones que las personas que amamos nos han dejado. Permítenos ser a imagen de
San Pascual Bailón, tenerte como el centro de nuestras vidas, amarte y defenderte hasta con

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
nuestras propias vidas y ser humildes. Queremos entregarte un corazón limpio para que tu
entres a morar en él, en la intimidad de tu presencia.

Padre nuestro, que estas en el cielo …


Dios te salve María…
Gloria al Padre …
VIII CEN

CANTO - Recibe mi corazón


Recibe mi corazón,
En la intimidad Jesús mi buen pastor
de tu presencia Recibe mi oración,
Te rindo hoy mi ser te entrego hoy
y mi corazón (2) mi corazón. (2)
No hay lugar mejor, (Todo 2 veces)
que ha tus pies Señor
En ti encuentro paz, En la intimidad de tu presencia.
encuentro amor. (2)

+ En los Cielos y en la tierra sea para siempre alabado.


R. El corazón amoroso de Jesús, Sacramentado.

-Creemos en el Señor sacramentado:

Señor creemos pero aumenta nuestra fe. En momentos nuestra fe se debilita por las
dificultades y problemas de la vida, por las preocupaciones e incertidubres en nuestra
sociedad, permitenos como san Pascual Bailón, tener una vida de oración, fortaleciendonos
con la eucaristía. Que nuestra fe en ti sea inquebrantable, no solamente creer en ti, también
creerte a ti, en todo lo que dejaste como legado, que tu espíritu santo aumente nuestra fe nos
permita verte y demostrar tu presencia real en el Pan y en el vino, que tu espíritu santo nos
permita reconocerte como nuestro Rey, nuestro Señor, nuestro Redentor, que nos ayude a
sanar, a pedir perdón y también a perdonar. San Pascual nació en un día de Pentecostés, un
día en el que recordamos la venida del Espíritu Santo. Te pedimos que el espiritu santo se
derrame nuevamente en nosotros y encienda en nosotros el fuego de tu amor .

Padre nuestro, que estas en el cielo …


Dios te salve María…
Gloria al Padre …

CANTO - Recibe mi corazón Ven sopla sobre mi


suave brisa de los cielos. (2)
VIII CEN

Sopla sobre mi
dulce huésped del alma. Quiero descansar en tu presencia
quiero abandonarme en ti.

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
en tu amor. (2)
Derrámate Espíritu en mi
cura todas mis heridas (Todo 2 veces)
consuélame y sumérgeme
VIII CEN

+ En los Cielos y en la tierra sea para siempre alabado.


R. El corazón amoroso de Jesús, Sacramentado.

-Adoramos al Señor sacramentado:

¿Qué haría Jesús?

Esta pregunta nos podría ayudar a que en nuestra vida pudieramos resolver la mayoría de las
adversidades, nos ayuda a tener una guía, hacer a Jesús el centro de nuestras vidas no sólo es
ir a la iglesia y decirle “Señor Señor”, porque bien dice la palabra.

“No todo el que me diga, Señor Señor entrará al reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi padre...”

Hacer a Jesús el centro de nuestras vidas es pensar en cada instante y momento en Él, es
seguir su ejemplo y dar testimonio del Amor que derrama en nuestras vidas. San Pascual lo
tenía conciente en su espiritualidad, durante su vida, incluso hasta en su muerte, en donde en
el moemnto de su funeral, en el momento de la elevación, abrió los ojos para adorar por
última vez a nuestro Señor Sacramentado, esto me recuerda a unas palabras de San Pablo:

“Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si
vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos ya
muramos, somos del Señor” (Romanos 14, 7- 8).

En vida o muerte adorar a nuestro Señor.

Padre nuestro, que estas en el cielo …


Dios te salve María…
Gloria al Padre …

Te entrego
CANTO- Te entrego todo lo que soy todo lo que tengo
todo lo que quiero y todo lo que sueño
Haz lo que quieras conmigo a ti Señor Jesús.(2)
haz lo que quieras de mi
hoy yo te ofrezco mi vida (Todo 2 veces)
hoy yo me rindo ante ti. (2)
VIII CEN

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

III. LA PALABRA DE DIOS

Llegó el momento en el que escucharémos tambien al Señor, por que nuestra adoración es
una oración y la oración es un diálogo, no un monólogo, llegó el momento de escuchar a
VIII CEN

nuestro Señor a traves de su Palabra, y en este clima de preparación para nuestro VIII
Congreso Eucarístico Nacional, escucharemos el Evangelio según San Lucas 24,13-32, que
habla de los discípulos de Emaús y en el cual cual esta basado nuestro Congreso.

Del Evangelio según San Lucas


24, 13-35

Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios
de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras
ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos
estaban retenidos para que no le conocieran. Él les dijo: «¿De qué discutís entre vosotros
mientras vais andando?» Ellos se pararon con aire entristecido.

Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no
sabe las cosas que estos días han pasado en ella?» Él les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron:
«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios
y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte
y le crucificaron. Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con
todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. El caso es que algunas mujeres
de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar
su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que
él vivía. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres
habían dicho, pero a él no le vieron».

Él les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas!
¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?» Y, empezando por
Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las
Escrituras. Al acercarse al pueblo a donde iban, Él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos
le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado». Y
entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron

los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba
ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos
explicaba las Escrituras?»

Palabra del Señor


VIII CEN

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
IV. REFLEXIÓN

-En este pasaje Bíblico, la lectura nos muestra a dos discípulos, uno llamado Cleofás, pero
del otro no mencionan su nombre, posiblemente el autor redactó esta parte para que a ese
otro discípulo le pongamos nuestro nombre, ya que tú y yo tambien vamos de camino en esta
vida y hay momentos en el que el Señor se nos presenta, pero nuestra seguera espíritual,
VIII CEN

nuestros pecados, nuestras debilidades, nuestros deseos, no nos permite reconocerlo.

Vamos afligidos a lo largo de la vida por lo que ya pasó y no vivimos el aquí y el ahora; fue
lo que les pasó a estos discípulos: estaban afligidos por lo que le había pasado a Jesús el
Nazareno, y por pensar en lo que pasó no disfrutaron el caminar con Él que ahí estaba con
ellos, mientras caminaban. Llega el momento en el que Jesús le comenzó a explicar las
escrituras y poco a poco se les fue discipando la seguera hasta reconocerlo en la fracción del
Pan, y la reconocen:

“¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino
y nos explicaba las Escrituras?”

Eso pasa cuando le ponemos atención a nuestro Señor, a sus enseñanzas, a su ejemplo, poco
a poco nos va infundiendo en nuestro ser el fuego de su Amor, renueva nuestra alma y nuestro
ser.

¡Qué distinto es el inicio de este pasaje con el final!: al inicio desanimados y sin Jesús, al
final alegres, contentos y felices, llenos nuevamente del fuego de su Amor y seguros de que
Jesús esta con ellos, con nosotros. Pero no olvidemos que para llegar de un principio
desanimado a un final lleno de jubilo, hay un camio, el camino de Emaús.

Señor, puede faltarnos todo, incluso hasta la vida, pero que nunca nos falte el deseo de amarte
hasta el final.

CANTO - Hasta la locura Como los que se han enamorado


Yo te canto mi amado, hasta el final
Me puede faltar todo en la vida
Me puede faltar hasta la vida Hasta la locura te amo Señor
Pero nunca quiero que me falte Ya no quedan dudas en mi corazón
El deseo de amarte, hasta el final De que te amo
De que te amo Señor
Hasta la locura te amo Señor
Ya no quedan dudas en mi corazón Hasta la locura te amo Señor
De que te amo Ya no quedan dudas en mi corazón De
De que te amo, Señor que te amo
VIII CEN

De que te amo Señor


Quiero amarte hasta el extremo
Sin reservas darme por entero (Todo 2 veces)

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

V. PRECES

Señor, te pedimos por las intenciones de nuestra iglesia y de las nececidades que hay en los
corazones de cada uno de nuestros hermanos.
VIII CEN

Te pedimos por la santa Iglesia, para que Dios le conceda ser siempre la esposa fiel de
Jesucristo. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos Señor

Por la paz de todo el mundo, para que cesen las ambiciones, desaparezcan las injusticias y
enemistades y brote por todas partes el amor y la paz. Roguemos al Señor
R. Te rogamos Señor

Por las Familias, para que el, Espíritu. Santo los llene con su gracia y haga de su hogar un
signo vivo del amor de Jesucristo a su Iglesia. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos Señor

Por las familias que sufren a causa de las enfermedades, por las que no tienen el pan necesario
o viven lejos de sus hogares, para que el Señor sea su auxilio y su ayuda. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos Señor

Por los miembros de nuestras familias que han muerto en la esperanza de la resurrección,
para que Cristo los acoja en su reino y los revista de gloria y de inmortalidad. Roguemos al
Señor.
R. Te rogamos Señor

Por nuestro Obispo, para que a imagen del buen Pastor, siga guiando a su rebaño con amor y
cercanía. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos Señor

Por nuestro VIII Congreso Eucarístico Nacional, para que todo salga de acuerdo a tu voluntad
y podamos renovarnos en nuestra Fe, Esperanza y Caridad, reconociendo tu presencia real
en el Pan y el Vino. Roguemos al Señor.

R. Te rogamos Señor

(Los fieles pueden decir algunas intenciones en voz alta, a fin de que toda la iglesia participe)

E scucha, Padre nuestra oración y concede a tu iglesia, que confían en ti, conseguir los
dones de tu gracia, conservar el amor en la unidad, no mires nuestro pecado o nuestra
VIII CEN

debilidad, antes bien mira la fe que hay en nuestros corazones, encomendamos


nuestras oraciones e intenciones a tu divina misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

Llegamos a la parte final de nuestra Adoración Eucarística, y como símbolo de unidad,


adoremos al Señor con este canto. Podrías decir “yo no se cantar, yo no se hablar o no estoy
acostumbrado y por eso no levanto la voz”. Pero que este canto nos permita tambien adorar
al Señor con nuestras extremidades, aqueyas que nos dio para hacer el bien y trabajar, hoy
VIII CEN

nos servirán para adorarlo, extiende tus manos y que en ellas vaya tu ofrenda, tus oraciones,
todas tus nececidades, metas y sueños, que a ejemplo de san Pascual Bailón le entreguemos
al Señor todo nuestro ser. Amén

Amén
CANTO- Digno de Alabar
Digno de alabar, señor
Levanto mis manos Gloria y majestad
Cierro mis ojos Sean a ti
Para proclamar tu nombre Rey de la creación
Dios de poder Por siempre
Amén
Levanto mis manos
Cierro mis ojos (Todo 2 veces)
Para proclamar tu nombre
Dios de poder

Digno de alabar, señor


Gloria y majestad
Sean a ti
Rey de la creación
Por siempre

VI. BENDICIÓN Y RESERVA

CANTO- Bendito
2. Por amor del hombre moriste en una
Bendito, bendito, bendito sea Dios, cruz,
los ángeles cantan y alaban a Dios. y al cáliz desciendes por nuestra salud
los ángeles cantan y alaban a Dios. y al cáliz desciendes por nuestra salud.
1. Yo creo Jesús mío que estas en el altar, 3. Jesús Rey del Cielo que esta en el altar,
oculto en la ostia te vengo a adorar su Cuerpo, su sangre nos da sin cesar
oculto en la ostia te vengo a adorar. su Cuerpo, su sangre nos da sin cesar.

O h Dios, que en este sacramento admirable


nos dejaste el memorial de tu pasión,
VIII CEN

te pedimos nos concedas


venerar de tal modo los sagrados misterios
de tu Cuerpo y de tu Sangre,

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
que experimentemos constantemente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.
VIII CEN

ALABANZAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO


Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la gran Madre de Dios María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendita sea María, Madre de la Iglesia.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su Castísimo Esposo.

Canto- Tomado de la mano


Tomado de la mano con Jesús yo voy
Tomado de la mano con Jesús yo voy Lo sigo como oveja que encontró al
Lo sigo como oveja que encontró al pastor
pastor Tomado de la mano con Jesús yo voy
Tomado de la mano con Jesús yo voy A donde él va. (2)
A donde él va. (2)
Si Jesús me dice Amigo
Si Jesús me dice Amigo Deja todo y ven conmigo
Deja todo y ven conmigo Donde todo es mas hermoso y mas feliz.
Donde todo es mas hermoso y mas feliz
(2)
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HACIA EL VIII CEN

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

RITOS INICIALES
VIII CEN

Monición.
Nos hemos reunido para acoger, como comunidad parroquial, las reliquias de san Pascual Bailón.
Que su santidad de vida y su amor a la Eucaristía nos alienten a amar a Jesús Eucaristía y a dejar
que nuestra vida se trasforme cada vez más en el misterio que celebramos.

Nos ponemos de pie y recibamos la procesión. Participemos todos con el Canto de Entrada.

Reunido el pueblo, el Presbítero con los ministros va al altar. Mientras se entona el canto de
entrada.

CANTO DE ENTRADA
Cuando llega al altar, el Presbítero con los ministros hace la debida reverencia, besa el altar y lo
inciensa. Después se dirige con los ministros a la sede.

Terminado el canto de entrada, el Presbítero y los fieles de pie se santiguan, mientras el


Presidente dice:

X En el nombre del Padre,


y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
El pueblo responde: Amén
El Presidente dice:

L a gracia y la paz de Dios,


nuestro Padre,
y de Jesucristo, el Señor,
esté con todos ustedes.

El pueblo responde: Y con tu Espíritu


VIII CEN

El Presidente:

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

Para la gloria de Dios, esta comunidad parroquial recibe con alegría las
reliquias de san Pascual Bailón, un santo profundamente eucarístico.
Rumbo al VIII Congreso Eucarístico Nacional ponemos nuestras vidas
bajo su intercesión, a fin de crecer en el amor al misterio del Pan Partido
y del Cáliz de Salvación.
VIII CEN

ACTO PENITENCIAL
El Presidente:
Jesucristo, el justo, intercede por nosotros y nos reconcilia con el Padre.
Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento, para acercarnos a la
mesa del Señor.
Se hace una pausa de silencio, a continuación, el Presidente dice:
Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor ten
piedad.

El pueblo responde: Señor, ten piedad

Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.

El pueblo responde: Cristo, ten piedad

Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros:
Señor ten piedad.

El pueblo responde: Señor, ten piedad

El Presidente concluye con la siguiente plegaria:

D ios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone


nuestros pecados, y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
VIII CEN

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

ORACIÓN COLECTA
El Presidente, con las manos juntas dice:
Oremos.
VIII CEN

Y todos, junto con el Presidente, oran en silencio durante unos momentos. Después con las
manos extendidas dice la oración colecta.

O
h Dios, que otorgaste a san Pascual Bailón
un amor extraordinario
a los misterios del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo;
concédenos la gracia de alcanzar las divinas riquezas
que él alcanzó en este sagrado banquete
que preparas a tus hijos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Al final de la oración el pueblo aclama: Amén.

Monitor: Pueden tomar asiento.

LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Lector:
Del primer libro de los Reyes
19, 4- 9a. 11-15a.
En aquellos días, Elías continuó por el desierto, una jornada de camino
y, al final, se sentó bajo una retama y se deseó la muerte: “¡Basta, Señor!
¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!”. Se echó bajo la
retama y se durmió. De pronto un ángel le tocó y le dijo: “¡Levántate,
come!”.

Miró Elías y vio a su cabecer un pan cocido sobre piedras y un jarro de


agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió
a tocar y le dijo: “¡Levántate, come!, que el camino es superior a tus
fuerzas”.
VIII CEN

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

Elías se levantó, comió y bebió, y, con la fuerza de aquel alimento,


caminó cuarente días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de
Dios. Allí se metió en una cueva donde pasó la noche.

Palabra de Dios.
VIII CEN

Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 14

R. El justo habitará en tu monte santo, Señor.


El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua.
R. El justo habitará en tu monte santo, Señor.
El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor.
R. El justo habitará en tu monte santo, Señor.
El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.

R. El justo habitará en tu monte santo, Señor.


VIII CEN

Monitor: La asamblea se pone de pie y nos unimos al canto del Aleluya

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO


El coro y la asamblea cantan la aclamación antes del Evangelio. Mientras tanto, el Presidente
pone incienso al incensario. El diácono, inclinado ante el Presidente, pide la bendición, diciendo
en voz baja:
VIII CEN

Padre, dame tu bendición.


El Presidente en voz baja dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios,
para que anuncies dignamente su Evangelio,
en el nombre del Padre y del Hijo, X
y del Espíritu Santo.
El diácono responde: Amén.
Después el diácono va al ambón llevando el Evangeliario, acompañado por los ministros que
llevan el incienso y los cirios.

R. Aleluya, aleluya.
Monitor:

Estén alerta, porque no saben a qué hora va venir el Hijo del Hombre.

El coro y la asamblea vuelven a entonar el Aleluya.

R. Aleluya.

EVANGELIO
Ya en el ambón, el diácono dice:
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Diácono:

X Del Santo Evangelio según San Lucas:


12, 35-40.
VIII CEN

Y mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho, el pueblo
aclama:

32
VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

Gloria a ti, Señor.


El diácono inciensa el libro de los Evangelios.
Luego proclama el Evangelio.

E n aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan ceñida la


VIII CEN

túnica y sus lámparas encendidas. Sean como quienes esperan que


su patrón regrese de la boda para abrirle apenas llegue y golpee a la
puerta.
Felices los sirvientes a los que el patrón encuentre velando su llegada.
Yo les aseguro que él mismo se pondrá el delantal, los hará sentar a la
mesa y los servirá uno por uno.

Y si es la medianoche, o la madrugada cuando llega y los encuentra así,


¡felices esos sirvientes! Si el dueño de la casa supiera a qué hora vendrá
el ladrón, ustedes entienden que se mantendría despierto y no le dejaría
romper el muro. Estén también ustedes preparados, porque el Hijo del
Hombre llegará a la hora que menos esperan”.
Acabado el evangelio el diácono dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
Gloria a ti, Señor Jesús.

El diácono lleva el evangeliario al Presidente y éste lo besa, luego dice en secreto:


Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

El coro y la asamblea vuelven a entonar el Aleluya.

Aleluya, Aleluya, Aleluya.

Monitor: Pueden tomar asiento.


HOMILÍA
VIII CEN

Se omite el CREDO. El Presidente invita a los fieles a orar, diciendo:

33
VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

A ti, Cristo Jesús, que te has quedado con nosotros como pan y
como pobre, como medicina y como viático, te alabamos y
pedimos:
VIII CEN

A cada petición, el pueblo responde: ¡Quédate con nosotros!

A continuación, el diácono, u otro ministro, propone las siguientes intenciones:

Para que la Iglesia viva de tu pan, tu presencia y tu palabra.

¡Quédate con nosotros!

Para que sus pastores sean pobres y evangelicen a los pobres.

¡Quédate con nosotros!

Para que nuestro mundo, violento y dividido, progrese en justicia y en


paz.

¡Quédate con nosotros!

Para que reconozcamos la dignidad y los derechos de cuantos sufren


marginación o persecución.

¡Quédate con nosotros!

Para que la comunión de tu Cuerpo nos haga verdaderos testigos de tu


amor.

¡Quédate con nosotros!

Para que Fracción del Pan nos capacite para compartir nuestros bienes.
VIII CEN

¡Quédate con nosotros!

34
VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
El Presidente concluye la plegaria con una de la siguiente oración:

ORACIÓN POR EL VIII CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL

Señor Jesús,
VIII CEN

que estás en medio de nosotros,


presente y vivo en el Sacramento del altar,
con gozo y gratitud nos disponemos a celebrar
el VIII Congreso nacional de fe, de amor y de Eucaristía,
abierto a todos los fieles de nuestra patria
para adorarte y reafirmarnos en nuestro camino de Evangelio.

Como los discípulos de Emaús te pedimos:


“Quédate con nosotros, porque atardece”,
y reaviva nuestra fe;
contigo todo será distinto:
en nuestras personas, en nuestros hogares, en nuestra sociedad.
Queremos caminar con san Juan Diego,
hijo de nuestra tierra, guía de nuestros pasos,
que vivió junto a la Virgen y junto al Sagrario,
atendiendo a las necesidades de sus hermanos.

Bendice a nuestro país,


para que formemos juntos
una familia de hermanos en paz y prosperidad.

Concluye el Sacerdote:
Te lo pedimos por intercesión de quien se ha manifestado como madre
Santa María de Guadalupe.
Amén.

Todos: Amén.

Monitor: Pueden tomar asiento.


VIII CEN

Pongamos en el altar, junto a las ofrendas de pan y vino, nuestras alegrías y penas,
preocupaciones y esperanzas, para que unidas al sacrificio de Cristo sean transformadas en
ofrenda agradable al Padre.

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


El Presidente, con las manos extendidas dice:
VIII CEN

cepta Señor,
A estos dones que te presentamos
en la conmemoración de san Pacual,
y concédenos que,
desprendidos de los bienes de este mundo,
hallemos en ti la única riqueza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén

PREFACIO I DE LOS SANTOS

V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.


V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.

E n verdad es justo darte gracias,


es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Porque eres glorificado


en la asamblea de los santos,
y, al coronar sus méritos,
coronas tu propios dones.

Porque mediante el testimonio admirable de tus santos


fecundas sin cesar a tu Iglesia
VIII CEN

con vitalidad siempre nueva,


y nos das así pruebas evidentes de tu amor.

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

Su insigne ejemplo nos anima,


y a su permanente intercesión nos confiamos
para que se cumplan tus designios de salvación.

Por eso, Señor,


VIII CEN

nosotros, llenos de alegría,


te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:
Santo, Santo, Santo…

PLEGARIA EUCARÍSTICA III


El Presidente, con las manos extendidas dice:

S
anto eres, en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que, por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
das vida y santificas todo,
y congregas a tu pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor
un sacrificio sin mancha
desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Por eso, Padre, te suplicamos


que santifiques por el mismo Espíritu
estos dones que hemos separado para ti,
de manera que sean Cuerpo y † Sangre de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
que nos mandó celebrar estos misterios.

Porque Él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
tomó pan,
VIII CEN

y dando gracias te bendijo,


lo partió
y lo dio a sus discípulos, diciendo:

37
VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

“Tomen y coman todos de él,


porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por ustedes”.
VIII CEN

Del mismo modo, acabada la cena,


tomó el cáliz, dando gracias te bendijo,
y lo pasó a sus discípulos, diciendo:

"Tomen y beban todos de él,


porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna
que será derramada por ustedes
y por muchos para el perdón de los pecados.
Hagan esto en conmemoración mía".

Éste es el Sacramento de nuestra fe.


Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven,
Señor Jesús.

CC. Así, pues, Padre,


al celebrar ahora el memorial
de la pasión salvadora de tu Hijo,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
el sacrificio vivo y santo.

Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia,


y reconoce en ella la Víctima
por cuya inmolación
quisiste devolvernos tu amistad,
para que, fortalecidos
VIII CEN

con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo


y llenos de tu Espíritu Santo,

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

formemos en Cristo
un solo cuerpo y un solo espíritu.

C1 Que Él nos transforme en ofrenda permanente,


para que gocemos de tu heredad
VIII CEN

junto con tus elegidos:


con María, la Virgen Madre de Dios,
su esposo San José, los apóstoles y los mártires,
San Pacual Bailón,
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin
y todos los santos,
por cuya intercesión
confiamos obtener siempre tu ayuda.

T
C2 e pedimos, Padre,
que esta víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el Papa Francisco,
a nuestro Obispo Efaín
al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.

A tiende los deseos y suplicas de esta familia


que has congregado en tu presencia.
Reúne en torno a ti, Padre misericordioso,
a todos tus hijos dispersos por el mundo.
+A nuestros hermanos difuntos
y a cuantos murieron en tu amistad
recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos
VIII CEN

de la plenitud eterna de tu gloria,


Junta las manos.

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

por Cristo, Señor nuestro,


por quien concedes al mundo todos los bienes. +

El Presidente toma la patena y el cáliz, los levanta y dice:

P or Cristo, con Él y en Él,


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a ti, Dios Padre omnipotente,


en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama: Amén.

Rito de la comunión
Una vez que ha bajado el cáliz y la patena, el Presidente, con las manos juntas, dice:
Llenos de alegría por ser hijos de Dios,
Digamos confiadamente
La oración que Cristo nos enseñó:
Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:

P adre nuestro, que estás en el cielo…


El Presidente, con las manos extendidas, prosigue él solo:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Junta las manos.

El pueblo concluye la oración aclamando:


Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.

Después el Presidente, con las manos extendidas, dice en voz alta:


Señor Jesucristo,
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que dijiste a tus apóstoles:


“La paz les dejo, mi paz les doy”,

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN

no tengas en cuenta nuestros pecados,


sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
VIII CEN

Junta las manos.


Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.
El Presidente, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade:
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.

El diácono añade:
En Cristo, nuestro hermano, dense fraternalmente la paz.

Y todos, según la costumbre del lugar, se dan la paz. El Presidente da la paz al diácono o a los
ministros. Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena, y deja caer una parte del
mismo en el cáliz diciendo en secreto:

El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros
alimento de vida eterna.

Mientras tanto se canta o se dice:

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,


ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.

A continuación, el Presidente, con las manos juntas, dice en secreto:

Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre,


no sea para mí un motivo de juicio y condenación,
sino que, por tu piedad,
me aproveche para defensa de alma y cuerpo
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y como remedio saludable.

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
HACIA EL VIII CEN
El Presidente hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre
la patena, lo muestra al pueblo, diciendo:

Éste es el Cordero de Dios, Jesucristo luz de las naciones, que se nos dá


como alimento de vida eterna.
Dichosos, ya desde ahora, los invitados a la mesa de su Reino.
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Y, juntamente con el pueblo, añade:

Señor, no soy digno


de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
El Presidente dice en secreto:

El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna.


La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna.

Monitor: Ha llegado el momento culmen, pues recibirán el Cuerpo y la Sangre de Jesús, nuestro
amigo. Hagámoslo con respeto y un corazón ardiente que busca encontrarse con Dios.

Nos unimos al canto de comunión.

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN


El Presidente: Oremos.

E ste sacramento de tu amor


encienda en nosotros el fuego de la caridad,
que abrasó el alma de san Pascual,
para que nos unamos íntimamente a Cristo
y le reconozcamos presente en los hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
La asamblea responde:
Amén.
BENDICIÓN FINAL
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El Presidente extiende las manos hacia el pueblo y dice:

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
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El Señor esté con ustedes.

Pueblo: Y con tu espíritu.


Inclinen la cabeza para recibir la bendición.
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La bendición de Dios, Todopoderoso,


Padre X, Hijo X, y Espíritu X Santo.
descienda sobre ustedes
y permanezca para siempre.
Pueblo: Amén.
DESPEDIDA
Diácono:
Vayamos a vivir lo que aquí hemos celebrado.
Pueblo: Demos gracias a Dios.
El coro entona el

CANTO DE SALIDA.

VIII CEN

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VISITA DE LAS RELIQUIAS DE SAN PASCUAL BAILÓN
VIII CEN HACIA EL VIII CEN

Lámpara viva, fuego llameante,


arde, se eleva, ama, ruega, expía,
horas y horas ante el que es su centro:
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la Eucaristía.

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