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El mundo se caracteriza por tener en su día a día problemas, es una normalidad.

En la mayoría de ocasiones, las personas suelen ser consumidas por estos


problemas ya que no poseen en o quién apoyarse, y careciendo de una filosofía o
conjunto de pensamientos que le permitan saber cómo plantar cara a dichos
problemas. Es por ello que a día hoy se hace necesaria una respuesta los
problemas que hoy enfrenta la población como pobreza, ansiedad, depresión, etc,
los cuales poseen un denominador común: hacer sufrir a las personas. Es aquí
donde entra el papel de la religión, y en nuestro caso, del cristianismo. El
cristianismo posee innumerable de respuestas para muchos problemas que se
presentan a día hoy. Además, existe un compromiso por parte de los cristianos en
ayudar a su prójimo, y es por ello que las respuestas a los distintos problemas deben
ser proporcionadas.

Hay varias respuestas cristianas para enfrentar el problema del mal y el sufrimiento.
Algunos cristianos creen que es inútil tratar de entender por qué existen el mal y el
sufrimiento, ya que la voluntad de Dios está más allá del entendimiento humano.
Otros adoptan un enfoque teórico para abordar el problema y tratan de darle sentido
usando la razón. Algunos cristianos creen que la presencia del mal es una
oportunidad para responder de manera práctica y compasiva. La respuesta bíblica
sugiere que la gente no puede entender por qué Dios permite que existan el mal y
el sufrimiento. El sufrimiento es parte de la existencia humana y permite a los
cristianos demostrar su compromiso con Dios.

La respuesta bíblica utiliza el Libro de Job, que se encuentra en el Antiguo


Testamento. Job era un devoto y un hombre sin pecado que llevó una buena vida.
Satán convenció a Dios de que la única razón de esto era que Job tenía una vida
placentera, sugiriendo que esto facilitó que Job fuera fiel a Dios. Dios decidió ver si
este era el caso y permitió que Satanás probara a Job. Satanás hizo esto de varias
maneras, por ejemplo, matando a los hijos e hijas de Job y enfermando a Job.
Aunque Job comenzó a cuestionar la bondad de Dios, defendió a Dios ante sus
amigos, y cuando Dios escuchó esto, bendijo a Job.
Además, los salmos muestran que el sufrimiento está destinado a ser parte de la
vida y que la alegría y el sufrimiento no pueden existir el uno sin el otro. También
muestran que el sufrimiento puede acercar a los cristianos a Dios. La respuesta
teórica argumenta que el mal y el sufrimiento no son culpa de Dios. El mal moral es
causado por el mal uso que los humanos hacen del libre albedrío que Dios les ha
dado. Además, el mal y el sufrimiento en esta vida son parte del plan a largo plazo
de Dios, y las personas que sufren serán recompensadas con el paraíso eterno.
Esto se conoce como el valle de la respuesta creadora del alma. El mundo existe
como un lugar para que los humanos desarrollen su alma al ser probados.

La respuesta práctica es mostrar compasión por las personas que están sufriendo,
ofrecerles ayuda y confiar en que Dios dará una respuesta al problema. Un ejemplo
de esto es oraciones de intercesión, que son oraciones pidiendo la ayuda de Dios
para las personas necesitadas.

Jesús también enseñó que el mal es algo que se puede combatir, por ejemplo,
alimentando al hambriento y curando al enfermo. Por lo tanto, los cristianos pueden
seguir el ejemplo de Jesús trabajando duro para enfrentar el mal y el sufrimiento.
Por ejemplo, pueden hacer esto estableciendo bancos de comida, donar dinero a
obras de caridad y convertirse en médicos y enfermeros.

En otro aspecto, la pandemia de COVID-19 presenta desafíos importantes en


formas profundas y aún en evolución, con un alto número de muertes e impactos
económicos y sociales extremos en todo el mundo. También plantea preguntas
sobre cómo las instituciones religiosas, las creencias, los líderes y las prácticas
están contribuyendo, de manera positiva o menos positiva, a la actual crisis y
respuesta al coronavirus. Los actores religiosos tienen un papel importante que
desempeñar, particularmente al abordar los desafíos centrados en reuniones
religiosas seguras y adaptaciones de rituales, generar confianza, promover una
comunicación y defensa efectivas, e identificar y responder a las necesidades de
las comunidades. También están involucrados de manera crítica en la lucha contra
el discurso de odio y la desinformación y en el abordaje de varios conflictos, desde
domésticos hasta geopolíticos, asociados con la crisis.

Es muy importante llevarles una respuesta a la personas en situación de pandemia,


puesto que muchos se han replanteados temas como la existencia de Dios,
influencia de este en el mundo terrenal, la trascendencia, en qué medida estamos
sujetos al destino y en qué medida poseemos libre albedrío, entre otros. Asimismo,
muchas comunidades han buscado a la religión para encontrar una guía para
superar los estragos que ha hecho la cuarentena, como la insuficiente de insumos
médicos, la ruina económica, la pérdida de familiares, entre otros. Es en estos
momentos donde es más que necesaria dar respuesta a las incógnitas que se
presentan, ya que pueden suponer un antes y un después en la vida del prójimo,
ser la salida a un problema que agobia y carcome. El superar los problemas con
ayuda de la religión se traduce en un fortalecimiento de su fe y en la creencia de un
mundo espiritual que, en ocasiones, no puede ser entendido, pero que allí está.

Por ende, podemos concluir que el llevar una respuesta religiosa a los problemas
de la sociedad es de vital importancia, puesto que en muchas ocasiones además
de proporcionales propósito a las personas y a sus situaciones, acerca a la sociedad
a Dios, a sus enseñanzas, además de resolver el problema. Muchos conflictos, ya
sean familiares o entre países podrían ser resueltos fácilmente si las personas se
apegaran a la palabra de Dios, evitándose la violencia y hasta el derramamiento de
sangre. Es por ello que los clérigos que dirigen cristianismo tienen el deber de
proporcionar respuestas a las problemáticas que presenta el prójimo. El darles
respuestas al prójimo se traduce en amarlos, ya que se les ayuda alivianar o eliminar
su sufrimiento, vivir una vida digna y feliz, y crecer como personas.

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