Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por
ADOLFO QUISPE ARROYO
Ayacucho - Perú
2022
2
Recopilación Dr. ADOLFO QUISPE ARROYO /UNSCH
A medida que hemos tratado sobre diferentes modelos humanos filosóficos, surge una
interrogante necesaria por la propia inercia de la naturaleza de la obra. La interrogante
es ¿Quién es el hombre? ¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo? ¿Qué hago en el
mundo? ¿Qué hace el hombre? ¿Cuál es su origen y cuál es su destino? ¿El destino
del hombre está lejos de la tierra?, ¿Cuáles son las respuestas filosóficas, bíblicas y
empíricas a estas inquietudes? Éstas y otras interrogantes surgen, cuando nos
referimos a nuestro propio ser. Evidentemente no podemos satisfacer a todos, pero
tomaremos las respuestas de interés filosófico.
¿QUÉ ES EL HOMBRE?
“¿Qué es el hombre dentro de la naturaleza? Nada con respecto al infinito. Todo con
respecto a la nada. Un intermedio entre la nada y el todo”: Blas Pascal
“El hombre: un milímetro por encima del mono cuando no, un centímetro por debajo del
cerdo”: Pío Baroja
“El hombre es lobo para el hombre”: Plauto y después Hobbes.
“El hombre es un funámbulo que baila sobre un precipicio”: Honorato de Balzac
“El hombre es un animal depravado y corrupto”: J.J Rousseau
“El hombre es un animal enfermo. La tierra tiene piel. Y esa piel tiene enfermedades.
Una de estas enfermedades se llama, por ejemplo, hombre”: F. Nietzche
“Nací un día en que Dios estaba enfermo”: César Vallejo
“Vosotros habéis hecho el camino desde el gusano hasta el hombre y todavía hay en
vosotros mucho de gusano. Una vez fuisteis monos. El hombre es, después de todo, un
supermono; el hombre futuro será un superhombre y lo que llegue a ser por sí mismo;
no es asunto ya de la naturaleza; él mismo debe ser su propio cultivador
relampagueante, que emerja de su seno oscuro”: F. Nietzche
“Si hubiera dioses ¿Cómo podría yo consentir no ser Dios?; Por lo tanto, no existen
dioses. El superhombre es el relámpago que brota de la nube oscura que es el hombre,
llamado a asesinar a Dios para ser libre”: F. Nietzche
“Prefiero ser un mono evolucionado que un Adán degenerado”: J. Huxley
3
Recopilación Dr. ADOLFO QUISPE ARROYO /UNSCH
“El hombre es producto accidental que por alguna desgracia fue arrojado a este mundo
para morir”. Martín Heidegger
“El hombre es un ser natural y social, producto de una larga evolución, gracias al
trabajo”: Marx- Engels
RESPUESTA BÍBLICA
“El hombre es criatura de Dios, hijo de Dios, hecho a imagen y semejanza de Dios”:
Biblia
Las Sagradas Escrituras no responden a la pregunta: ¿Qué es el hombre?, en
forma filosófica o científica, sino que es la revelación de Dios, para manifestar al
hombre su amor y su gracia salvadora. Al mismo tiempo le dice que Dios es su creador
y sustentador. El hombre es imagen y semejanza de Dios.
La Biblia tiene varios textos que manifiestan la preocupación del hombre respecto a su
identidad y naturaleza. Entre otros se mencionan:
4.1. Salmos 8:4: «Digo: ¿qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del
hombre para que lo visites?».
4.2. Salmos 144:3,4: «Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, o hijo de
hombre para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como
la sombra que pasa».
4.3. Job 7:17,18: «¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas y para que pongas
sobre él tu corazón, y lo visites todas las mañanas, y todos los momentos lo pruebes?».
4.4. Éxodo 3:11: «Entonces Moisés respondió a Dios: ¿quién soy yo para que vaya a
Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?».
4.5. Samuel 7:18: «Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor
Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí?».
La Biblia considera al mismo tiempo las dos posiciones de los teólogos que son:
la visión que Dios tiene del hombre y la revelación que Dios hace de sí mismo. Lo
fundamental es que Dios se relaciona con el hombre en su condición de Creador,
Sustentador y Redentor.
Es indudable la riqueza imaginativa en la Biblia, no obstante, es fuente básica
para entender a una buena parte de la humanidad. Después de leer referencias
bíblicas acerca del hombre, nos lleva inexorablemente a formularnos más interrogantes
que respuestas. Entre ellas tenemos a Moisés en éxodo, cuando reclama a Dios con un
¿Quién soy yo? Dios le diría, Tú eres el hombre, aun así no hay precisión en la
respuesta, como sucede cuándo preguntan por Dios. Así cuando el hombre, interroga:
¿Quién eres? Dios responderá con un: “Yo soy el que soy”, nos invita, con esta
respuesta, a no indagar más; pero en la respuesta apocalíptica Dios se autodefine
claramente con un: “Yo soy el alfa y la omega, el principio y final de todas las cosas”.
Bueno, también nos dirán que no podemos preguntar por Dios, porque: “Dios es verbo
y no sustantivo”. No queremos alejarnos de nuestro propósito, así que formulamos,
nuestras interrogantes: ¿Por qué Dios prefiere autodefinirse y no definir concretamente
4
Recopilación Dr. ADOLFO QUISPE ARROYO /UNSCH
al hombre? ¿De verdad un padre sacrificaría un hijo perfecto por otros pecaminosos?
Esto en referencia al gran sacrificio de Jesús; no obstante que ya había eliminado a
todas las especies en el diluvio, claro, a excepción de Noé y su barca milagrosa.
Aunque Dios lloró se arrepintió ya todo estaría destruido, para después sacrificar a su
propio hijo. Suponemos que algo o alguien falta en la historia. ¿Usted crearía todo por
amor, y luego destruiría? Bueno, seguramente nuestra lógica mundana es incapaz de
entender las revelaciones bíblicas, pero consideramos necesarias las interrogantes, en
nuestra condición de humanos; por lo tanto, pecaminosos.
Nos referiremos a los dos criterios fundamentales sobre la naturaleza del hombre:
Según este criterio, el destino del hombre consiste en trascender o superar su vida
terrenal imperfecta orientándose a un mundo perfecto, sobrenatural, transempírico o
metafísico. Tiende a concebir al hombre como producto de una creación divina.
Ejemplo de esta concepción del hombre la encontramos en doctrinas idealistas como el
platonismo; en doctrinas religiosas como el cristianismo, judaísmo, islamismo etc. para
los cuales la naturaleza busca su perfección y complemento en una vida ultraterrena,
pues el hombre es una criatura de Dios, que ha sido rescatada de una falta original por
el mismísimo hijo de Dios.
Criterio inmanentista
Dentro de las teorías filosóficas que se han desarrollado sobre el hombre, podemos
mencionar las siguientes:
Esta teoría define al hombre como un animal racional: género próximo, animal;
diferencias específicas, racional. Lo que distingue de los otros animales es su
racionalidad, esto es, la capacidad de comprender, de abstraer o de retener nociones
universales llamadas conceptos, como la idea de hombre, de ciencia, de moral etc.
En Grecia, en el s.V a. d. e. se inicia la especulación sobre el hombre desde un
triple punto de vista: como cuerpo (soma) es objeto de estudio tanto por la medicina
griega como por los filósofos (El tratado De anima de Aristóteles parte de sus escritos
sobre la naturaleza); como ciudadano es estudiado política y moralmente, entre los
5
Recopilación Dr. ADOLFO QUISPE ARROYO /UNSCH
El positivismo
Según esta teoría no hay diferencia esencial entre el ser humano y el animal, sólo
encontramos entre ambos, diferencias de grado. El hombre tiene formas más
complejas y desarrolladas que el animal.
Comte sostiene que, en el desarrollo de la mente individual, se compendia el
desarrollo intelectual de la especie humana. Elabora su famosa “ley de los tres
estados”, según la cual el desarrollo de la cultura humana ha sufrido tres fases o
estados sucesivos: el teológico, el metafísico y finalmente, el positivo o científico. En
esta tercera fase, la mente humana llega a la conclusión de que nunca podrá llegar a
saber nada con certeza acerca de la naturaleza esencial de los fenómenos y que
deberá contentarse con descubrir y describir el modo en que éstos se relacionan entre
sí.
Así es como el hombre (o un hombre) empieza a descubrir la ciencia. La ciencia
por excelencia es la ciencia del hombre, a la que Comte llamó Sociología.
El pragmatismo
La filosofía pragmática es una de las filosofías más discutidas. Su tesis central radica
en la acción y en la utilidad; la verdad según el pragmatismo, consiste en la utilidad.
La veracidad, por ejemplo, de las ideas o de una conducta ética determinada,
consiste en el buen éxito que puedan tener. Así el criterio de verdad es el éxito práctico
tenido en el mundo.
Según el pragmatismo, el valor de las ideas deriva de su sentido práctico. Todo
pensamiento es un instrumento para resolver problemas inmediatos. Las ideas no
6
Recopilación Dr. ADOLFO QUISPE ARROYO /UNSCH
tienen valor alguno, a no ser que se conviertan en acción que transforma y reconstruye
de algún modo, directa o indirectamente, el cosmos. Son como un aguijón para la
acción.
El hombre es, según el pragmatismo, el homo faber (El hombre que fabrica).
Los hombres están constituidos más para actuar que para teorizar.
La acción total del hombre es asunto de la ética, pues el término moral no
apunta sólo a una especial comarca o porción de la vida; toda la actividad del hombre
es moral. La moral es todo el ser humano puesto en acción y en presente. Tanto el
positivismo como el pragmatismo recurren al naturalismo, para explicar la idea del
hombre.
El marxismo
7
Recopilación Dr. ADOLFO QUISPE ARROYO /UNSCH
El existencialismo
El hombre es un producto casual, accidental que por alguna desgracia fue arrojado a
este mundo para morir. Por esa razón, el hombre, busca trascender para existir, ya que
su temporalidad lo angustia, lo deprime.
Todos los hombres vivimos, pero pocos logramos la existencia; para tal fin es
necesario la trascendencia individualizada, que podemos elegir o no elegir, ya que: “El
hombre es tan libre que es esclavo de su propia libertad”, como afirmara J. P. Sartre.
Al percatarnos de nuestra temporalidad, nos angustiamos, pero finalmente
aceptamos y buscamos la trascendencia para esperar la muerte que es nuestra única
realidad; porque somos seres para la muerte. Por esta razón, la muerte nos pertenece,
mientras a los animales no los pertenece.
Al margen de los planteamientos específicos de las corrientes nos cabe aclarar
que en el tratado filosófico del hombre en sus diversos aspectos existen fuertes
polémicas dependiendo de la corriente filosófica que cada autor representa, además de
interrogantes sin respuestas contundentes, así por ejemplo Scheler (1981) se interroga
sobre nuestra naturaleza y diferencia con el animal en el ámbito evolutivo y esencial.
¿Existe más que una mera diferencia de grado entre el hombre y el animal? ¿Existe
una diferencia esencial? ¿O es que hay en el hombre algo completamente distinto de
los grados esenciales tratados hasta aquí y superior a ellos, algo que convenga
específicamente a él sólo, algo que la inteligencia y la elección no agotan y ni siquiera
tocan?
Aquí es donde los caminos se separan más netamente. Los unos quieren reservar la
inteligencia y la elección al hombre y negarlas al animal. Afirman, pues, sin duda, una
diferencia esencial; pero lo afirman donde, a mi juicio, no existe. Los otros, en especial
todos los evolucionistas de las escuelas de Darwin y de Lamarck, niegan, con Darwin,
Schwalbe y también W. Kohler, que haya una última diferencia entre el hombre y el
animal, porque el animal posee ya inteligencia (p.53).
Debemos resaltar que Max Scheler y su obra El puesto del hombre en el cosmos
(1928) es un clásico dentro de la antropología filosófica. Así mismo se reconoce la
trascendencia de otro autor, Martin Buber y su obra ¿Qué es el hombre? (1938), donde
analiza con minuciosidad las referencias antropológicas y filosóficas que dieran los
filósofos en la historia de la filosofía. Cabe aclarar que los años considerados de los
clásicos son de la producción y no de edición que normalmente se consideran en la
bibliografía. Además, es de consulta básica para todo aquél que se inmiscuya en la
antropología filosófica la obra Marx y su concepto del hombre (1961) de Erich Fromm,
donde analiza el concepto de hombre desde la óptica marxista, principalmente de la
obra del joven Marx: Manuscritos económicos y filosóficos (1844).
Finalmente, Manrique (1994) nos trae a la reminiscencia, siguiendo a García
Morente, que la antropología filosófica es la disciplina que se ocupa del hombre
considerando los logros de la antropología como ciencia y los rangos especulativos de
la filosofía.