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ESTUDIO BIBLICO SOBRE EL DIEZMO

Dios estableció tres formas en las cuales el hombre pueda demostrar su agradecimiento a Él:
1. Ofrendas, es algo voluntario y nosotros establecemos lo que deseamos dar.
2. Primicias, es dar lo primero de algo que hayamos recibido.-
3. Diezmos, es dar la decima parte de lo nuestras entradas.-

En Génesis 4:3-5 encontramos el primer acto de ofrenda o diezmo en el que los primeros seres
humanos ofrecieron a Dios de manera voluntaria, significando que desde el inicio del mundo el
hombre, agradecido desde lo más intimo de su corazón ha tenido la intención de agradecer a Dios
en ofrendar, diezmar o darle primicias.-

EL DIEZMO ANTE DE LA LEY:

Mucho antes de que viniera la Ley y sin que Dios lo exigiera, los patriarcas Abraham y Jacob
decidieron diezmar y lo establecieron en su vida como una ley para ello mismo.-

Melquisedec bendice a Abraham Gén 14:17-20


17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a
recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.
18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;
19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;
20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

Dios se aparece a Jacob en Bet-el Gén 28:19-22


19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.
20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan
para comer y vestido para vestir,
21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré
para ti.

EL DIEZMO ESTABLECIDO COMO LEY EN EL ANTIGUO TESTAMENTO:

Cosas consagradas a Dios Levítico: 27: 30-34


30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa
dedicada a Jehová.
31 Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello.
32 Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová.
33 No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán
cosas sagradas; no podrán ser rescatados.
34 Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.

Sostenimiento de sacerdotes y levitas Números 18:21, 24, 25-28


21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por
cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.
24 Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en
ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.
25 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
26 Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de
ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los
diezmos.
27 Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y como producto del lagar.
28 Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de
Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón.

La ley del diezmo Deuteronomio 12:11


11 Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que
yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras
manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová.

Deuteronomio 14:22-29
22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.
23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu
grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer
a Jehová tu Dios todos los días.
24 Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios
hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere,
25 entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere;
26 y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que
tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia.
27 Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.
28 Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus
ciudades.
29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere
en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus
manos hicieren.

Primicias y diezmos Deuteronomio 26:1-19


1 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la
habites,
2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que Jehová tu Dios te da, y las
pondrás en una canasta, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre. (A)
3 Y te presentarás al sacerdote que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a Jehová tu Dios, que he
entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría.
4 Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar de Jehová tu Dios.
5 Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual
descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y
numerosa;
6 y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
7 Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro
trabajo y nuestra opresión;
8 y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con
milagros;
9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
10 Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante
de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
11 Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y el
extranjero que está en medio de ti.
12 Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también
al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán. (B)
13 Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al
extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus
mandamientos, ni me he olvidado de ellos.
14 No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los
muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.
15 Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado,
como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
16 Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con
todo tu corazón y con toda tu alma.
17 Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus
estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.
18 Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, (C) como te lo ha prometido,
para que guardes todos sus mandamientos;
19 a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo
santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.

Malaquías 10:6-11
8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En
vuestros diezmos y ofrendas.
9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los
ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde.
11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el
campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

EL DIEZMO EN EL NUEVO TESTAMENTO:

En los cuatro evangelios no encontramos ninguna enseñanza de Jesus en contra del diezmo, por
ejemplo en dos citas bíblicas únicamente menciona la palabra diezmo pero en ninguna Jesus
contradice esta práctica, sino mas bien la corrobora, cuando dice esto era necesario hacer sin
dejar de hacer aquello. En la ofrenda de la Viuda (marcos 12:42) apoyo la decisión de ella al
darlo todo aun en su condición de pobreza y quedar sin el sustento de su vida, porque lo que
ofrendamos o diezmos lo hacemos para Dios, aunque lo reciben hombres mortales como establece en
Hebreos 7:8 hablando en términos presentes.

Mateo 23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino,
y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar
de hacer aquello.

Los derechos de un apóstol 1Corintios 9:2 -15


1 ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el
Señor?
2 Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros
en el Señor.
3 Contra los que me acusan, esta es mi defensa:
4 ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber?
5 ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los
hermanos del Señor, y Cefas?
6 ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar?
7 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto?
¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
8 ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley?
9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios
cuidado de los bueyes,
10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que
ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.
11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?
12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?
Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al
evangelio de Cristo.
13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que
sirven al altar, del altar participan?
14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo;
porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria.

La ofrenda para los santos 1Corintios 16:14,


1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de
Galacia.
2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo,
para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
3 Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro
donativo a Jerusalén.
4 Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.

2Corintios 9:6-8
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará.
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador
alegre.
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas
las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

El sacerdocio de Melquisedec Hebreos 7:2-10


1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía
de la derrota de los reyes, y le bendijo,
2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo;(A) cuyo nombre significa primeramente Rey de
justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al
Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del
pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos
de Abraham.
6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que
tenía las promesas.
7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.
8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da
testimonio de que vive.
9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;
10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.

Proverbios 3:9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos;
10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.

Gálatas 6:6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.

1Timoteo 5:17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los
que trabajan en predicar y enseñar.
18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.

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