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BLOQUE VII:

INCULTURACIÓN EN LA ORACIÓN Y LITURGIA

Objetivo: Vivenciar y expresar en la oración y liturgia los ritos amazónicos


comunitarios, para que a la luz de los documentos que la Iglesia nos ofrece, los
comprendamos, los valoremos y descubramos su urgencia y necesidad en el momento
actual de la vida de la Iglesia.

1. INCULTURACIÓN

UN POCO DE HISTORIA…

Perú se caracteriza por albergar una de las mayores riquezas etnoculturales


del continente americano y del mundo. En el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI, 1993 y 2009) se concluye que un tercio de la población
peruana es indígena, y, en concreto, la Amazonía es la región que posee la
mayor diversidad de grupos indígenas del país, culturalmente diferenciados
con su propia lengua, música, arquitectura, manifestaciones etnográficas,
tradiciones milenarias, mitología, y conocimientos médicos naturales, entre
otros. Los Pueblos Indígenas vivieron siempre en estrecho contacto con la
naturaleza, y en armonía con ella. Sus conocimientos básicos nacían de su
entorno natural, y en especial del bosque. Era la prolongación de su vida, su
raíz y fundamento. No hay más que revisar su vida productiva y todo lo que les
rodea: vivienda, artesanía, vestido, medicina. La educación se daba
preferentemente para el manejo de los recursos del bosque, y en segundo
lugar, de los ecosistemas acuáticos. El arte, la música y la poesía se
desprendían del bosque. Los instrumentos musicales reproducían los sonidos
del bosque; las letras de sus canciones, el viento, la vida cotidiana y su relación
con la naturaleza. Sin embargo, los Pueblos Indígenas amazónicos empezaron
a sufrir, y aún siguen sufriendo, el impacto de la colonización, de la
construcción de carreteras, de los grandes y pequeños extractores de recursos
naturales y de los culturizadores que pensaban (y algunos todavía piensan)
que para ser reconocidos como ciudadanos deben adoptar los modelos de la
cultura occidental.
Pueblos indígenas de la Amazonia peruana / Pedro Mayor, José Álvarez, Joaquín García y Richard. E. Bodmer, Pedro Mayor Aoaricio.

ILUMINACIÓN

La Iglesia, al mismo tiempo que anuncia una y otra vez el kerygma, necesita crecer en
la Amazonia. Para ello siempre reconfigura su propia identidad en escucha y diálogo
con las personas, realidades e historias de su territorio. De esa forma podrá
desarrollarse cada vez más un necesario proceso de inculturación, que no desprecia
nada de lo bueno que ya existe en las culturas amazónicas, sino que lo recoge y lo
lleva a la plenitud a la luz del Evangelio. Tampoco desprecia la riqueza de sabiduría
cristiana transmitida durante siglos, como si se pretendiera ignorar la historia donde
Dios ha obrado de múltiples maneras, porque la Iglesia tiene un rostro pluriforme «no
sólo desde una perspectiva espacial [...] sino también desde su realidad temporal». Se
trata de la auténtica Tradición de la Iglesia, que no es un depósito estático ni una
pieza de museo, sino la raíz de un árbol que crece. Es la Tradición milenaria que
testimonia la acción divina en su Pueblo y «tiene la misión de mantener vivo el fuego
más que conservar sus cenizas» (Exhortación Apostólica: QA 66).

Para lograr una renovada inculturación del Evangelio en la Amazonia, la Iglesia


necesita escuchar su sabiduría ancestral, volver a dar voz a los mayores, reconocer los
valores presentes en el estilo de vida de las comunidades originarias, recuperar a
tiempo las ricas narraciones de los pueblos. En la Amazonia ya hemos recibido riquezas
que vienen de las culturas precolombinas, «como la apertura a la acción de Dios, el
sentido de la gratitud por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana
y la valoración de la familia, el sentido de solidaridad y la corresponsabilidad en el
trabajo común, la importancia de lo cultual, la creencia en una vida más allá de la
terrenal, y tantos otros valores». (Exhortación Apostólica: QA 70).

En este contexto, los pueblos indígenas amazónicos expresan la auténtica calidad de


vida como un “buen vivir” que implica una armonía personal, familiar, comunitaria y
cósmica, y que se expresa en su modo comunitario de pensar la existencia, en la
capacidad de encontrar gozo y plenitud en medio de una vida austera y sencilla, así
como en el cuidado responsable de la naturaleza que preserva los recursos para las
siguientes generaciones. Los pueblos aborígenes podrían ayudarnos a percibir lo que
es una feliz sobriedad y en este sentido «tienen mucho que enseñarnos». Ellos saben
ser felices con poco, disfrutan los pequeños dones de Dios sin acumular tantas cosas,
no destruyen sin necesidad, cuidan los ecosistemas y reconocen que la tierra, al mismo
tiempo que se ofrece para sostener su vida, como una fuente generosa, tiene un
sentido materno que despierta respetuosa ternura. Todo eso debe ser valorado y
recogido en la evangelización (Exhortación Apostólica: QA 71).

Tratemos ahora de acercarnos a nuestro tema respondiendo en grupos


pequeños lo que a continuación se pide para que luego se comparta en el
grupo.

1. ¿Qué entiendes por inculturación de la liturgia?

2. ¿Se han realizado celebraciones litúrgicas en tu comunidad teniendo en cuenta e


incorporando algunos elementos de la cultura local, tales como, la lengua, textos, ritos
y símbolos propios? ¿Puedes compartir alguna experiencia?

3. ¿En qué momentos has descubierto la presencia de tu Creador en las celebraciones


litúrgicas de tu comunidad?

2. MISTAGOGÍA EN LA SELVA PARA EL ENCUENTRO CON EL


CREADOR.

Dialogamos:
 ¿Sabes qué es la Mistagogía?
 ¿A qué se aplica?
 ¿Cómo aplicar la Mistagogía en nuestros pueblos?

Trabajo en grupo:
 Organizar en cada equipo cómo vivenciar la Mistagogía en los ritos de sus
pueblos.
 Presentación y explicación de la Mistagogía en los ritos: dramatización, dibujo,
canto, símbolos, danza.

Para iluminar un poco…

Mistagogía

Este término en su etimología procede del griego «μυσταγωγια» (mystagōgia);


formado por «μυστης» (mystēs) iniciador «αγωγος» (agōgós) que quiere decir el que
impulsa.

En la Iglesia primitiva destacaban dos acciones eclesiales en la formación: la


“catequesis” y la “Mistagogía”. La “catequesis” es la enseñanza autorizada
dirigida a los catecúmenos (los que se preparan para el bautismo). La
“Mistagogía” es la iniciación de los recién bautizados (neófitos) en los misterios
del cristianismo.

La función del “mistagogo” es la de introducir a los bautizados en los misterios


sagrados. Antes habían oído sobre estos. Pero, ahora, una vez bautizados,
pasan a participar de ellos. Se trata sobre todo de la Eucaristía y los signos
sacramentales de la Iglesia.

1. La Mistagogía en la liturgia se entiende como: el proceso a través del cual


elementos peculiares de una cultura local son integrados en los textos, ritos,
símbolos e instituciones asumidos por una Iglesia local para su culto.
Resultado de la inculturación litúrgica es que textos, símbolos, gestos y fiestas
litúrgicas evocan algo de la historia, de las tradiciones, de los modelos
culturales y del genio artístico del pueblo, es entonces cuando la asamblea
litúrgica reconoce la liturgia como propia.
2. El objetivo de la Mistagogía en la liturgia es crear una forma de culto
adecuado a la cultura de la población local; elaborar una liturgia para la Iglesia
local. Así se enriquece la fe y la cultura. Algunos términos correlativos e
implicados con el término de inculturación se pueden mencionar: cultura,
aculturación, transculturación, adaptación, acomodación, contextualización,
indemnización, creatividad. De estos términos hay algunos que tienen una
relación con la liturgia: acomodación que consiste en la pura aplicación de las
diversas modalidades celebrativas que prevén los libros litúrgicos según las
necesidades de la comunidad; adaptación, consiste en un encuentro entre dos
culturas, buscando una comunicación de mutuo respeto y tolerancia;
inculturación y creatividad, la cual describe la capacidad o exigencia de la
liturgia para adecuarse a las personas que celebran, con sus instancias
concretas. Existe creatividad cuando se sabe introducir mistagógicamente a los
creyentes en el misterio celebrado.

Se realiza la siguiente dinámica “Recorriendo el camino hacia Jesús


desde nuestras costumbres" (ANEXO 1)
Se reparte una huella de un pie a cada participante, donde escribirá el nombre
de una fiesta o celebración más importante de su comunidad (lo menos que se
puedan repetir). El que dirige irá pidiendo a cada uno que coloque la huella y
los demás aportarán cómo enriquecer esta celebración y así hasta llegar a
Jesús.

SENTIDO DE LA DINÁMICA:

IMAGEN DE JESÚS: Jesús cabeza de la Iglesia, que nos muestra a Dios


Creador.

CAMINO: La ruta de nuestro caminar en la tierra que a través de las


costumbres de nuestros pueblos llegamos a Dios

HUELLAS: Los pasos que cada pueblo da para encontrarse con su Creador.

FIESTAS O CELEBRACIONES: Actos litúrgicos que con gestos y palabras nos


acercan a Dios y nos da a conocer el amor inmenso que Él nos tiene.

LITURGIA INCULTURADA

Esta reforma implicaba dos aspectos: la restauración de la liturgia


romana según su forma clásica, y la adaptación de la liturgia a las culturas y
tradiciones de los pueblos.
La restauración de la reforma clásica implicaba devolverle a la liturgia las
características propias de la celebrada en Roma antes de haber asimilado
elementos de las liturgias franco-germánicas hacia el siglo VIII, a saber:
simplicidad, sobriedad, brevedad, practicidad, claridad, características propias
del genio romano.
La opción de la SC, desde su inicio, fue la de armonizarla con una orientación
pastoral (SC 33-36), así como con normas para la adaptación cultural de la
liturgia (SC 37-40).
La adaptación de la liturgia al genio propio de cada cultura es la otra dimensión
necesaria para llevar a cabo la reforma litúrgica.

a) Primera etapa, señala el paso del latín a las lenguas vivas (1965-1966), que
tuvo un espacio mayor de aquel previsto en la SC 36, con una fidelidad mayor
al espíritu que a la letra del documento conciliar.

b) Segunda etapa, la revisión de los libros litúrgicos y la progresiva publicación


de los nuevos, con la relativa traducción iniciada en 1968.

c) Tercera etapa, la más delicada y compleja, iniciada tímidamente y no


finalizada de la adaptación de los ritos, confiada a las conferencias episcopales
bajo la guía de los organismos centrales de la Santa Sede (cfr. VQA 16).

Es en esta tercera etapa de la reforma litúrgica, de la adaptación, donde se


ubica la temática de la inculturación de la liturgia.
3. ORACIÓN Y TRASCENDENCIA DEL HOMBRE AMAZÓNICO

 EX 33,11…MC 6, 30-32

Después de lo leído y escuchado:


¿Cuál es el lugar de tu encuentro con Dios?
¿En qué momentos te diriges a Él?
Recuerda un momento de tu vida donde hayas experimentado la presencia de
Dios.

ILUMINACIÓN:

De igual modo, la relación con Jesucristo, Dios y hombre verdadero, liberador y


redentor, no es enemiga de esta cosmovisión marcadamente cósmica que los
caracteriza, porque Él también es el Resucitado que penetra todas las cosas. Para la
experiencia cristiana, «todas las criaturas del universo material encuentran su
verdadero sentido en el Verbo encarnado, porque el Hijo de Dios ha incorporado en su
persona parte del universo material, donde ha introducido un germen de
transformación definitiva». Él está gloriosa y misteriosamente presente en el río, en los
árboles, en los peces, en el viento, como el Señor que reina en la creación sin perder
sus heridas transfiguradas, y en la Eucaristía asume los elementos del mundo dando a
cada uno el sentido del don pascual (QA, 74).

Al mismo tiempo, la inculturación del Evangelio en la Amazonia debe integrar mejor lo


social con lo espiritual, de manera que los más pobres no necesiten ir a buscar fuera
de la Iglesia una espiritualidad que responda a los anhelos de su dimensión
trascendente. Por lo tanto, no se trata de una religiosidad alienante e individualista que
acalle los reclamos sociales por una vida más digna, pero tampoco se trata de mutilar
la dimensión trascendente y espiritual como si al ser humano le bastara el desarrollo
material. Esto nos convoca no sólo a combinar las dos cosas, sino a conectarlas
íntimamente. Así brillará la verdadera hermosura del Evangelio, que es plenamente
humanizadora, que dignifica íntegramente a las personas y a los pueblos, que colma el
corazón y la vida entera. (QA, 76)

CELEBREMOS:

LECTIO DIVINA:
 MC 6, 30-32
 Se lee la Palabra de Dios
 Palabra o frase que más te llamó la atención
 ¿A qué me invita?
 ¿A qué me comprometo?
 Oración final (Espontáneo).

ANEXO 1

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