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FAMILIA BORJA

ALBERTO
Misioneros Intercesores
Base Misionera Venpronto

ECLESIASTÉS 12:13-14
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El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos;
porque esto es el todo del hombre. 14Porque Dios traerá toda obra a juicio,
juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

A los santos y amados en Cristo:

“Vanidad de vanidades, todo es vanidad en este mundo” (Eclesiastés


1:2). Esta frase engloba la esencia que expone el Libro de Eclesiastés, el cual
podría ser complicado y hasta confuso de leer si no tenemos la perspectiva
correcta: La de la vida eterna. Pues es precisamente esta perspectiva la que nos
hace entender porque Salomón, un hombre con tanta sabiduría, riquezas, poder
y talentos se extravió y cometió tantos errores en su vida. Y es que Salomón no
disfruto de su vida y todos sus “privilegios” por no tener la perspectiva correcta
de fijar su mirada en el día de la resurrección.

El libro de Eclesiastés es la exposición de la vida de Salomón. El Rey hijo


de David nos expone cuan vacía y vana fue su vida al no entender el fin real del
hombre. Asimismo, además de exponernos cuan efímera es la vida de una
persona que no conoce a Cristo, el libro de Eclesiastés nos habla de cómo un
creyente también podría desviarse y perderse en la vanidad de este mundo a
pesar de “conocer de Dios y su palabra”, pues este es precisamente el caso de
Salomón.

Vemos esto reflejado cuando Salomón menciona que (parafraseando) “no


hay nada mejor que comer y beber” o “no hay diferencia entre el necio y el sabio
porque el fin de ambos es morir” (Eclesiastés 2:12.17, 24). Que gran diferencia
con Pablo en 1 Corintios 15, quien no dice que por causa de la Resurrección vale
la pena dar la vida por Cristo, guardarnos en santidad y no desperdiciarla en
comida, bebida y en los afanes.

Por supuesto que hay una gran diferencia en vivir como necio o como
sabio (Efesios 5:15-20). Y hoy más que nunca debemos mirar cómo andamos y
reflexionar en nuestros caminos. Al comenzar este año, es menester exhortarnos
unos a otros a proseguir en obediencia a Dios, en la meditación de su palabra, la
santidad, las buenas obras y en el amor a la verdad (Hebreos 3:13, 10:24-39).

Mientras más nos acercamos a la venida de nuestro Señor Jesucristo la


maldad en el mundo aumenta, se legaliza, se normaliza y se aprueba
culturalmente. El mundo cada vez más le llama malo a lo bueno y a lo bueno
llama malo (Romanos 1:18-32, Isaías 5:20-23). El gran problema es que
muchos cristianos sin entendimiento, al no tener en cuenta la resurrección y la
vida eterna, se están perdiendo en los placeres que tienen apariencia de

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permitidos como el entretenimiento, el consumismo, la prosperidad, la glotonería,
la embriaguez, y aun en el pecado de este mundo, nublando así sus ojos y no
permitiéndoles distinguir entre o bueno y lo malo, o lo santo y lo profano.

Es mi oración que este año podamos mantenernos despiertos y


conectados al Espíritu Santo para aborrecer el pecado en nuestras vidas y amar
su verdad más que nuestra vida

Parece que Salomón al final de su vida logro entender que un día


rendiremos cuentas a Dios. Los dos últimos capítulos de Eclesiastés incluso da
consejos a los joven, incitándoles a temer a Dios sabiendo que un día rediremos
cuentas a Él (Eclesiastés 11 -12)

Que este año podamos temer a Dios y guardar sus mandamientos, es mi


oración para mi vida, mi familia y ustedes mis hermanos y amigos.

El Señor les bendiga


Hasta que Cristo vuelva

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Peticiones de Oración:

1. Gracia para mirar el rostro del Señor en el lugar secreto (Sal. 27:4).
2. Que nuestro corazón se mantenga encendido por el Señor al meditar en
su palabra (Lc. 24:32).
3. Que Dios nos de gracia como padres para dirigir y mostrar a Cristo a
nuestros hijos (Lc. 1:17).
4. Que Dios supla para la escuela de nuestros hijos.

Para apoyo financiero:


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