Introducción:

Los años pasan muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos pasamos de niños a jóvenes y de
jóvenes a adultos, nos damos cuenta que somos cada vez mayores, es por ello que es
importante tener una constante comunión con Dios en cada etapa de nuestra vida y así
evitar que el tiempo nos saque ventaja. Bien, en este sentido de manera especial para los
jóvenes de edad y de espíritu, les traigo las siguientes porciones de la Palabra de Dios que
agrupe de tal forma que enfaticemos en 3 aspectos que considero importante se
recalquen en la juventud de hoy día:

Grupo 1: Deja que el poder de tu Juventud explote a favor de Cristo.

Lamentaciones 3:27

Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. / NTV: Y es bueno que todos
se sometan desde temprana edad al yugo de su disciplina

Eclesiastés 12:1

Y acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos y
que lleguen los años de los que tú dirás: 'No encuentro placer en ellos' / NTV: No dejes
que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas
joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable»

En estos “tiempos críticos, difíciles de manejar”, los jóvenes se enfrentan a fuertes

presiones. (2 Timoteo 3:1.) Se ven bombardeados diariamente de propaganda que los
incita a la inmoralidad, a fumar y a otros tipos de conducta destructiva. ¿Qué quería decir
Jeremías? Que aprender a soportar las pruebas cuando somos jóvenes nos ayuda a
prepararnos para los desafíos de la edad adulta. Aunque desagradables, las adversidades
son inevitables para los cristianos, sean jóvenes o adultos. (2 Timoteo 3:12.) Pero el
beneficio de la fidelidad sobrepasa el alivio temporal que pudiéramos obtener.
Acepta el reto de vivir según los principios bíblicos. Al hacerlo, disfrutarás de la mejor
manera de vivir en el presente y de una esperanza segura para el futuro. La Biblia asegura
que “el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre”. (1 Juan 2:17.)

Conocer al Salvador en nuestra juventud es un privilegio del cual debemos estar

agradecidos, ¡Llevar el yugo del Evangelio es un honor inmerecido! y que éste llegue a
temprana edad para salvarnos implicará el poder vivir más tiempo para servir al Amado
redentor y para disfrutar de Él. no hay tesoro más grande que el de llegar a la presencia
del Señor y que Él te diga: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu Señor.” Mateo 25:23.  Por qué cambiar placeres
momentáneos que finalmente destruyen el alma por el pleno gozo y satisfacción en Dios…
Todo es efímero fuera de Él, no te conformes con menos. Toma su yugo ahora que eres
joven; estudia, prepárate, predica, sirve, comprométete, ora, sé santo; esto es agradable
delante de Dios, esto permanece y no se apolilla.
no desperdiciemos el tiempo de vida que Dios nos regala, buscar hacer la voluntad de Dios
es lo sabio, poner los ojos en lo eterno es lo seguro.

Grupo 2: Se buen ejemplo y agrada a Dios con tu manera de vivir

1 Timoteo 4:12 
12 
No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los
creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza.

2 Timoteo 2:22

Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la
fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un
corazón puro.

Todos tenemos las pasiones y somos susceptibles a ellas, y mientras tengamos estos
cuerpos terrenales, nunca podremos estar a salvos de ellas, En la actualidad, el mundo es
cada vez más persistente con su corriente interminable de tentaciones pecaminosas. ¿Qué
se supone que debemos hacer? ¡Debemos huir! huir significa escapar, alejarse de algo,
significa “escapar de un peligro”, “buscar seguridad por medio de la huida”
La primera razón  por la que debes huir es porque los deseos juveniles son pecado y lo
primero que destruyen es la pureza de tu corazón, de esta forma ofendes la santidad de
Dios. Dios es santo, y como es santo Él se indigna por el pecado. Pablo nos dijo además
que no solamente huyeramos de algo, sino también que siguiéramos hacia algo.

Seguir significa buscar, descubrir o ir en pos de algo.

Por una parte, debemos huir de algo terrible: las pasiones juveniles; por otra parte,
debemos seguir algo maravilloso: Cristo como nuestra justicia, fe y paz verdadera. Mientras
huimos, también seguimos a Cristo en calidad de estas virtudes para nuestro vivir.
Grupo 3: Se humilde, honra y obedece a tus padres

1 Pedro 5:5

De igual manera vosotros, jóvenes, vivid sumisos a los ancianos. Revestíos todos
mutuamente de humildad, como servidores unos de los otros; porque Dios se enfrenta a
los soberbios, pero da su gracia a los humildes.

Deuteronomio 5:16

Honra a tu padre y a tu madre tal como el SEÑOR tu Dios te lo ordenó. Entonces tendrás
una vida larga y plena en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.

Efesios 6: 1-3

Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, [a]pues esto es lo
correcto. 2 «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene
una promesa: 3 si honras a tu padre y a tu madre, «te irá bien y tendrás una larga vida en la
tierra

Es un mandamiento de Dios el honrar a nuestros padres con todo lo que ese honor pueda
incluir. El mandamiento de honrar a nuestros padres es el primer mandamiento con
promesa y en verdad qué promesa: ¡Vivir mucho en la tierra y que te vaya bien! ¡La
mayoría de la gente no querría nada mas que esto!¡No es incondicional! Es condicional y
será otorgada a aquellos que honren a sus padres

Salmos 119:9-10

¿Cómo un joven podrá tener una conducta pura? Guardando tu palabra. Yo te busco de
todo corazón, no dejes que me aparte de tus mandamientos;
Aspectos Oración jovenes:

1. Que tengan un verdadero encuentro con Dios y les sea revelado el evangelio del
Reino.
2. Que el Señor vuelva el corazón de los padres a los hijos y el de los hijos a los padres:
 Que sean libres del resentimiento, y enojo reprimido contra sus padres, cualquiera
que sea la causa que los ha llevado a no honrarlos y rebelarse contra la autoridad,
no sólo de sus padres, sino contra toda autoridad.
3. Que sean discipulados por sus padres, además, por pastores, maestros y mentores
que los amen como a hijos, que los capaciten y envíen a cumplir con el llamado de
Dios para sus vidas.
4. Que sean derribadas las fortalezas y argumentos que les impiden amar, conocer y
rendirse al señorío de Jesucristo.
5. Que con diligencia se presenten ante Dios aprobados, que no tengan nada de qué
avergonzarse, que usen bien la palabra de verdad y eviten las palabrerías vanas y
profanas. (2 Timoteo 2:15)
6. Que con la ayuda del Espíritu Santo puedan ver con claridad sus habilidades
especiales y los muchos talentos escondidos dados por Dios. Que el Espíritu Santo
les ayude a entender y desarrollar Sus dones y que no teman en pedir Su ayuda.
7. Que los dones y frutos del Espíritu Santo sean evidentes en su vida para ayudar a
otros.
8. Que sean bendecidos con la unción de Dios para glorificarle con su destino y
propósito especial y específico.
10. Que sean guardadas sus mentes de toda enseñanza, doctrina y filosofía que los
aparte del conocimiento de Dios, impartida por cualquier medio, ya sea de maestros,
contenidos educativos, o los medios de comunicación e internet.
11. Que se propongan en su corazón no contaminarse con el mundo, como lo hicieron
Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
12. Que Dios los proteja, para que no caigan en el mal. (2 Samuel 22:33; Isaías
30:21; Isaías 35:8; Isaías 42:16; Jeremías 32:39)
13. Que los jóvenes sean dirigidos a buenas compañías y buenas amistades, y
protegidos de las malas compañías. (Proverbios 1:10-15; Salmos 71:4-6)
14. Que sean librados del mal y fortalecidos con poder para vencer toda tentación en el
área sexual, y que puedan preservarse en pureza y santidad para Dios y para el
matrimonio; así como quien ha de ser su compañero/a. (1Corintios 6:18-20). Que
alcancen la hermosa bendición y unión espiritual diseñada por Dios de la relación
sexual reservada exclusivamente para un hombre y una mujer dentro del matrimonio
(Hebreos 13:4; 1 Corintios 7:1-9; Proverbios 5:15; Romanos 1:27; Gálatas 5:19-21; 1
Timoteo 4:1-3).
17. Que formen familias conforme al diseño de Dios, que se fundamentan bajo los
principios del Reino.
18. Que sean trabajadores competentes en el campo de labor para el cual Dios les ha
ordenado.