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El objetivo son los pasos que vamos cumpliendo para alcanzar la meta. Son
concretos, realistas, medibles y pueden ser a corto, mediano o largo plazo.
El éxito, sin embargo, es externo, depende de la forma como nos ven los
demás, no nos pertenece. Es la mirada de los otros sobre nuestros logros. El
hecho de que no nos pertenezca lo hace efímero, por lo tanto, podemos ser
vistos como personas exitosas por algo que ni siquiera nos propusimos, y
como no exitosos aunque hayamos logrado algo que realmente deseamos.
Día a día es necesario realizar
distintas acciones tendientes a
facilitar el alcance de la meta.
Para comenzar este recorrido es necesario que esperes una luna en Aries.
Ten en cuenta que tu meta puede ser lograr tu mejor versión, no solo un
proyecto laboral, económico o sentimental.
Hoja de ruta
1. Planificación
Optimizar el tiempo
Optimizar la energía
Evitar la mayor cantidad de obstáculos
Limitar las distracciones
Proyectar el tiempo
Generar rutinas
Autocompromiso
Verificar
Reconocer dónde estás parado y evaluar tu avance
Instancia lunar: cuando la Luna se encuentra en Aries.
2. Recursos
Una vez que tienes claro a dónde te diriges es necesario que hagas un
reconocimiento para saber con qué recursos cuentas para ejecutar tu
plan. Este es un trabajo espinoso, ya que tienes que analizarte con
objetividad y a veces ser muy crítico contigo mismo. Mírate al espejo y
analiza con qué recursos materiales e intelectuales cuentas.
Una vez que tienes claro a dónde te diriges y con qué recursos cuentas,
es momento de negociar, vender y promocionar tu proyecto, tu idea o
comunicar tus necesidades.
Debes hacerte cargo y aceptar que, sea cual sea la realidad, has sido tú
el responsable de llegar hasta aquí. Si estás parado sobre un logro: tú
has hecho esto, si estas parado sobre un fracaso: tú has hecho esto.
Este es tu camino, son tus objetivos y tus metas, disfruta del recorrido y
recuerda que hasta las caídas más fuertes dejan enseñanzas.