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EL MATRIMONIO

Cuestiones previas
Consideraciones
Textos Bíblicos
Rito de la Celebración
Evaluación
CUESTIONES PREVIAS
Queremos casarnos por la Iglesia,
¿con quién debemos hablar?

Con el Párroco de la Parroquia


donde residís o de la Parroquia
donde pretendéis casaros.
Él os indicará los requisitos
y los pasos a seguir.
Conviene ponerse en contacto
unos seis meses antes de la Boda.
CUESTIONES PREVIAS
¿Qué debemos considerar antes de decidir que
queremos recibir el Sacramento del Matrimonio?

Que verdaderamente queréis celebrar el matrimonio


en la Iglesia como un paso,
dentro de vuestro caminar,
en el compromiso como cristianos,
y no porque queda más bonito
o por no dar un disgusto a los padres.
El Matrimonio en la Iglesia
es un compromiso de Amor
donde ponéis como principal testigo a Dios,
queriendo que vuestro amor sea como el suyo,
para siempre y total.
CUESTIONES PREVIAS
¿Quiénes pueden ser nuestros testigos?
¿Cuál es su función en este Sacramento?

Hay dos tipos de testigos:


a.- Los que testifican vuestra libertad y voluntad
a la hora de contraer matrimonio en la elaboración
del expediente matrimonial.
Estos son dos amigos que tengáis hace años
y no pueden ser familiares vuestros.
b.- Los que testifican que os habéis casado
porque han participado en la ceremonia de la boda.
Estos pueden ser cualquiera de los que están
presentes en la celebración del sacramento.
CUESTIONES PREVIAS
¿Tenemos que prepararnos para recibir el
Sacramento del Matrimonio?

Sí. Hay que hacer un cursillo prematrimonial


que consiste en una serie de charlas-diálogos
donde se explica:
las condiciones necesarias para contraer
matrimonio en la Iglesia,
cómo vivir la fe en la familia,
el sentido del Matrimonio como Sacramento,
y otros temas relacionados
con la relación de pareja
y su vivencia en la fe de la Iglesia.
CUESTIONES PREVIAS
¿Tenemos que prepararnos para recibir el
Sacramento del Matrimonio?

Los cursillos pueden ser :


- de fin de semana (intensivos) - o entre semana.
Estos cursillos se pueden hacer en cualquier Parroquia,
siempre que lo acrediten con un certificado correspondiente
que incorporaréis al expediente matrimonial.
En Úbeda ponerse en contacto
con el Sr. Arcipreste: 953750637
los Cursillos se celebrarán:
Febrero (15-16);Marzo (14-15); Abril (17-24);
Mayo (9-10); Junio (6-7)
Torreperogil: Marzo (7-8); Sabiote: en Mayo
CONSIDERACIONES SOBRE
EL MATRIMONIO
EXTRAIDAS DEL Youcat

[ nº ] hacen referencia
al Catecismo de la Iglesia
260. ¿Por qué ha hecho Dios al hombre y a la
mujer el uno para el otro?

Dios ha hecho al hombre y a la mujer


el uno para el otro para que
"ya no sean dos, sino una sola carne"
(Mt 19,6).
De esta forma deben vivir el amor,
ser fecundos
y así convertirse en signo
del mismo Dios,
que no es otra cosa
que amor desbordante.
[1601- 1605]
261. ¿Cómo se lleva a cabo el Sacramento del
Matrimonio?

El SACRAMENTO del Matrimonio


se lleva a cabo mediante una promesa
hecha ante Dios y ante la Iglesia,
que es aceptada y sellada por Dios
y se consuma
por la unión corporal de los esposos.
Dado que es Dios mismo quien anuda
el vínculo del matrimonio sacramental,
este vínculo los une
“hasta que la muerte los separe”.
[1625-­1631]
El sacramento del Matrimonio
se lo confieren el hombre y la mujer recíprocamente.
El sacerdote invoca la BENDICIÓN de Dios
sobre la pareja y es únicamente el testigo cualificado
de que el matrimonio se celebra
en las condiciones adecuadas
y de que la promesa se da completa y en público.
El matrimonio sólo tiene lugar cuando hay
un consentimiento matrimonial, es decir,
cuando el hombre y la mujer, libremente
y sin temor o coacción, quieren el matrimonio
y cuando no están impedidos para contraerlo.
262. ¿Qué se requiere necesariamente para poder
casarse por la Iglesia?

Para que haya matrimonio sacramental


se requieren necesariamente tres elementos:
a) el consentimiento expresado en libertad,
b) la aceptación de una unión exclusiva
y para toda la vida
c) y la apertura a los hijos.

Pero lo más profundo en un matrimonio cristiano


es la conciencia de la pareja
de ser una imagen viva
del amor entre Cristo y su Iglesia.
[1644-­1654, 1664]
263. ¿Por qué es indisoluble el matrimonio?

El matrimonio es indisoluble por tres razones.


1ª Porque corresponde a la esencia del amor
el entregarse mutuamente sin reservas;
2ª Porque es una imagen de la fidelidad
incondicional de Dios a su creación;
3ª Es también indisoluble, finalmente,
porque representa
la entrega de Cristo a su Iglesia, que llegó
hasta dar la vida.
[1605, 1612-­1617, 1661]
En un tiempo en el que en muchos sitios se rompen
50% de los matrimonios,
cada uno que perdura es un gran signo,
en definitiva un signo de Dios.
En esta tierra en la que tantas cosas son relativas,
los hombres deben creer en Dios, el único absoluto.
Por eso todo lo que no es relativo es tan importante:
alguien que dice absolutamente la verdad o es absolutamente fiel.
La fidelidad absoluta en el matrimonio no es tanto
(una manifestación de la voluntad y determinación humana
sino fruto de la presencia del amor de Dios en la pareja,
y Él siempre es fiel.
Casarse por la Iglesia quiere decir confiar más en
la ayuda de Dios que en la propia capacidad de amar.
64. ¿Qué es lo que amenaza a los
matrimonios?

Lo que amenaza
realmente al matrimonio
es el pecado;

Lo que lo renueva es el perdón;

Lo que lo fortalece
es la oración y la confianza en Dios.
[1606-­1608]
El conflicto entre hombres y mujeres, que precisamente en los
matrimonios llega en ocasiones al odio recíproco, no es una señal
de la incompatibilidad de los sexos;
tampoco hay una disposición genética a la infidelidad;
una limitación psíquica especial
ante compromisos para toda la vida.
Ciertamente muchos matrimonios están en peligro
por la falta de una cultura del diálogo o la falta de respeto.
A ello se añaden problemas económicos y sociales.
El papel decisivo lo tiene la realidad del pecado:
celos, despotismo, riñas, concupiscencia, infidelidad
y otras fuerzas destructoras.
Por ello el perdón y la reconciliación
forman parte esencial de todo matrimonio.
266 ¿Cómo se celebra la boda por la Iglesia?

Una boda debe celebrarse ordinariamente de modo público.


Los contrayentes son preguntados
por su deseo de contraer matrimonio.
El Sacerdote o el Diácono bendice los anillos.
Los contrayentes intercambian los anillos
y se prometen mutuamente
"fidelidad en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
hasta que la muerte nos separe",
diciéndose el uno al otro de modo solemne:
"Yo prometo amarte, respetarte y honrarte
todos los días de mi vida".
El Celebrante confirma el enlace y otorga la bendición.
[1621­1624, 1663]
269. ¿Pueden separarse cónyuges que están
peleados?
La Iglesia tiene un gran respeto ante la capacidad
que tiene una persona para mantener una promesa
y para comprometerse en fidelidad para toda la vida.
Ella le toma la palabra.
Cualquier matrimonio puede correr peligro
a causa de alguna crisis.
El diálogo, la oración (en común), a veces también la
ayuda especializada, pueden ayudar a salir de la crisis.
Y en especial, el recuerdo de que
en todo matrimonio sacramental
hay un tercero en la unión, Cristo,
puede encender de nuevo la esperanza.
Pero a quien su matrimonio se ha vuelto insoportable,
o a quien está expuesto a violencia psíquica o física,
le está permitido separarse.

Aunque en estos casos se ha roto la convivencia, el


matrimonio sigue siendo válido.
[1629,1649]
Ciertamente también hay casos en los que la crisis
de un matrimonio se debe atribuir en último término
a que uno de los cónyuges o ambos no eran capaces
de contraer matrimonio en el momento del enlace
no aportaban una voluntad plena de contraerlo.

En estos casos se puede instruir un proceso


de nulidad ante los tribunales eclesiásticos,
y se puede declarar nulo o inválido.
270. ¿Qué actitud tiene la Iglesia con
los divorciados casados de nuevo?

Siguiendo el ejemplo de Cristo, los acoge con amor.


Pero quien, después de un matrimonio canónico se
divorcia y, en vida del cónyuge,
establece una nueva unión, se coloca ciertamente en
contradicción con la clara exigencia de Jesús
respecto a la indisolubilidad del matrimonio.
Esta exigencia no puede ser suprimida por la Iglesia.
La ruptura de la fidelidad está en contradicción
con la Eucaristía, en la que la Iglesia celebra
precisamente la irrevocabilidad del amor de Dios.
Por eso no puede acceder a la sagrada comunión
quien vive en esta situación. [1665, 2384]
Lejos de tratar por igual todos los casos concretos,
el papa Benedicto XVI
habla de una "situación dolorosa"
y exhorta a los pastores a "discernir bien
las diversas situaciones,
para ayudar espiritualmente
de modo adecuado a los fieles implicados"
(Sacramentum Caritatis, 29).
271 ¿Qué quiere decir que la familia es una
"iglesia doméstica"?
Lo que la Iglesia es en lo grande,
es la familia en lo pequeño:
una imagen del amor de Dios
en la comunión de las personas.

Todo matrimonio se perfecciona


en la apertura a otros,
a los niños que son don de Dios,
en la acogida mutua,
en la hospitalidad,
en la disponibilidad para otros.
[1655-­1657]
Nada en la Iglesia primitiva fascinaba más
a los hombres en el "nuevo camino"
de los cristianos, que las "iglesias domésticas".
Con frecuencia alguien
"creyó en el Señor con toda su familia”.
En un mundo no creyente surgían islotes de fe vivida,
lugares de oración, de compartir, de hospitalidad.
Las grandes ciudades de la antiguedad,
quedaron pronto inundadas de iglesias domésticas
como si fueran puntos de luz.
También hoy en día las familias cristianas
están llamadas a ser el gran fermento
de renovación de nuestra sociedad.
Textos Bíblicos
Génesis 1, 26- 31

Al principio,
cuando Dios creó todas las cosas,
dijo:
«Hagamos al hombre a nuestra
imagen, según nuestra semejanza.

Y Dios creó al hombre a su imagen;


lo creó a imagen de Dios,
los creó varón y mujer.

Y los bendijo, diciéndoles:


«Creced, multiplícaos,
Llenad la tierra y sometedla”.

Dios miró todo lo que había hecho,


y vio que era muy bueno.
Génesis 2, 18-24

El Señor Dios dijo:


«No conviene que el hombre esté solo.
Voy a hacerle una ayuda adecuada».
Entonces el Señor Dios hizo caer
sobre el hombre un profundo sueño,
y cuando éste se durmió, tomó una de
sus costillas. Luego, con la costilla
el Señor Dios formó una mujer
y se la presentó al hombre.
El hombre exclamó:
«¡Ésta sí que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Se llamará Mujer,
porque ha sido sacada del hombre».
Por eso el hombre deja a su padre y a su
madre y se une a su mujer,
y los dos llegan a ser una sola carne.
Cantar de los Cantares 2, 8 s

Habla mi amado, y me dice:


«¡Levántate, amada mía,
y ven, hermosa mía!
Paloma mía, que anidas
en las grietas de las rocas,
en lugares escarpados,
muéstrame tu rostro,
déjame oír tu voz;
porque tu voz es suave
y es hermoso tu semblante».

¡Mi amado es para mí,


y yo soy para mi amado!
Porque el Amor
es fuerte como el fuego.
Las aguas torrenciales
no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo.
Libro de Tobías 8, 4b-8

La noche de la boda, Tobías dijo a Sara


su mujer somos un pueblo sagrado y
no podemos unirnos como los que no
tienen fe y juntos se pusieron a orar.
Él comenzó así:
«¡Bendito seas, Dios de nuestros padres,
y bendito sea tu Nombre
por todos los siglos de los siglos!
Yo ahora tomo por esposa a esta
hermana mía,
no para satisfacer una pasión
desordenada,
sino para constituir un verdadero
matrimonio.
¡Ten misericordia de nosotros,
y concédenos llegar juntos y felices
hasta nuestra vejez!»
Ambos dijeron: «¡Amén, amén!»
Salmo 127, 1- 5

Dichosos los que aman al Señor!

¡Feliz el que ama al Señor


y sigue sus caminos!

Comerás del fruto de tu trabajo,


serás feliz y todo te irá bien. R.

Tu esposa será como


una vid fecunda
en el seno de tu hogar;
tus hijos,
como retoños de olivo
alrededor de tu mesa. R.
1ª Corintios 12, 31
Hermanos: Y ahora os voy a mostrar
un camino mejor.
Aunque yo hablara todas las lenguas de
los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor, soy como una
campana que resuena o un platillo que
aturde.
Aunque tuviera el don de la profecía
y conociera toda la ciencia,
aunque tuviera toda la fe,
una fe capaz de trasladar montañas,
si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todo a los pobres y
entregara mi cuerpo a las llamas,
si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial;
el amor no es envidioso.
El amor disculpa sin límites,
espera sin límites,
aguanta sin límites.
Evangelio san Juan 2, 1-11
Se celebraron unas bodas en Caná de
Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Y como faltaba vino, la madre dijo a Jesús
: «No tienen vino.»
Jesús le respondió: «Mujer,
¿qué tenemos que ver nosotros?
Mi hora no ha llegado todavía».
Pero su madre dijo a los sirvientes:
«Haced lo que Él os diga».
Jesús dijo a los sirvientes:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta el borde.
Jesús dijo: «Sacad ahora, y llevadlo al
encargado del banquete». Así lo hicieron.
El encargado probó el agua cambiada en
vino, llamó al esposo y le dijo:
«Siempre se sirve primero el buen vino.
Tú, en cambio, has guardado el mejor vino
hasta este momento».
Éste fue el primer milagro de Jesús.
RITO DEL MATRIMONIO
ESCRUTINIO Y COMPROMISO
Sacerdote: N. y N., ¿venís a contraer Matrimonio
sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?
Los novios: Sí, venimos libremente.
Sacerdote: ¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente,
siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio Cristiano, durante toda la vida?
Los novios: Sí, estamos decididos.
Sacerdote: ¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos,
y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?
Los novios: Sí, estamos dispuestos.
El sacerdote: Así, pues, ya que queréis contraer santo Matrimonio,
unid vuestras manos y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Fórmula 1ª El novio dice: Yo, N., te recibo a ti, N., como esposa y me entrego a ti,
y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad,
y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.
La novia dice: Yo, N., te recibo a ti, N., como esposo y me entrego a ti, y prometo
serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad,
y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Sacerdote: El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro


que habéis manifestado ante la Iglesia,y os otorgue su copiosa bendición.
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
BENDICIÓN Y ENTREGA DE LOS ANILLOS
Sacerdote: El Señor bendiga estos anillos que vais a entregaros
uno al otro en señal de fidelidad y amor.
Los novios: Amén.
El esposo: N., recibe esta alianza
en señal de mi amor y fidelidad a ti.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
La esposa: N., recibe esta alianza
en señal de mi amor y fidelidad a ti.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

BENDICIÓN Y ENTREGA DE LAS ARRAS


Sacerdote: Bendice , Señor, estas arras, que N. y N. se entregan,
y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes.
El esposo: N., recibe estas arras
como prenda de la bendición de Dios
y signo de los bienes que vamos a compartir.
La esposa: N., recibe estas arras
como prenda de la bendición de Dios
y signo de los bienes que vamos a compartir.
Después todos se ponen en pie y tienen lugar las peticiones,

(SI HAY EUCARISTÍA : Plegaria Eucarística y Comunión)


PADRE NUESTRO
y
BENDICIÓN SOLEMNE:
Sacerdote:
Oh Dios, que con tu poder creaste todo de la nada,
Y, desde el comienzo de la creación,
Hiciste al hombre a tu imagen
Y le diste la ayuda inseparable de la mujer,
De modo que ya no fuesen dos, sino una sola carne,
Enseñándonos que nunca será lícito separar
Lo que quisiste fuera una sola cosa.
Oh Dios, que consagraste la alianza matrimonial
con un gran Misterio
y has querido prefigurar en el Matrimonio
la unión de Cristo con la Iglesia.

Oh Dios, que unes la mujer al varón


Y otorgas a esta unión
Establecida desde el principio, la única Bendición
Que no fue abolida ni por la pena del pecado original,
Ni por el castigo del diluvio.
Mira con bondad a estos hijos tuyos,
Que, unidos en Matrimonio,
Piden ser fortalecidos con tu bendición:
Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo,
Para que tu amor, derramado en sus corazones,
Los haga permanecer fieles en la alianza conyugal.
Abunde en tu hija N., el don del amor y de la paz,
E imite los ejemplos de las santas mujeres,
Cuyas alabanzas proclama la Escritura.
Confíe en ella el corazón de su esposo,
Teniéndola por copartícipe y coheredera
De una misma gracia y una misma vida,
La respete y ame siempre
Como Cristo ama a su Iglesia.

Y ahora, Señor te pedimos también


Que estos hijos tuyos:
Permanezcan en la fe y amen tus preceptos;
Que, unidos en Matrimonio,
Sean ejemplo por la integridad de sus costumbres;
Y fortalecidos con el poder del Evangelio,
Manifiesten a todos el testimonio de Cristo;

Que su unión sea fecunda,


Sean padres de probada virtud,
Vean ambos los hijos de sus hijos
Y, después de una feliz ancianidad,
Lleguen a la vida de los bienaventurados en el reino celestial.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén
parroquiasanjuanbautistaubeda.es
efm
V/F
AUTO EVALUACIÓN
1 En la Iglesia, quien casa es el sacerdote
2 Un católico puede casarse con un no creyente
3 Los padrinos de la Boda tienen que estar confirmados
4 Se puede celebrar el matrimonio aunque no haya Eucaristía
5 El amor se acaba con el tiempo
6 Negarse a tener hijos invalida el Matrimonio.
7 El amor matrimonial se consigue con la sola voluntad
8 El éxito del matrimonio es cuestión de suerte
9 El cristiano ha de perdonar siempre
1 El amor exige hacer siempre lo que el otro quiere
0
1 En el matrimonio lo importante es el amor,
1 no que sea hombre y mujer
1 Si uno de los dos es estéril no puede casarse
2
1 Rota la convivencia, deja de existir el vínculo
3
1 La libertad y la exclusividad son esenciales en el Matrimonio
4
1 En Caná, María dijo: ”haced lo que Él os diga”
5

CONTESTAR ANTES DE PASAR


AUTO EVALUACIÓN (V-F)
1 En la Iglesia, quien casa es el sacerdote F
2 Un católico puede casarse con un no creyente V
3 Los padrinos de la Boda tienen que estar confirmados F
4 Se puede celebrar el matrimonio aunque no haya Eucaristía V
5 El amor se acaba con el tiempo F
6 Negarse a tener hijos invalida el Matrimonio. V
7 El amor matrimonial se consigue con la sola voluntad F
8 El éxito del matrimonio es cuestión de suerte F
9 El cristiano ha de perdonar siempre V
1 El amor exige hacer siempre lo que el otro quiere F
0
1 En el matrimonio lo importante es el amor, F
1 no que sea hombre y mujer
1 Si uno de los dos es estéril no puede casarse F
2
1 Rota la convivencia, deja de existir el vínculo F
3
1 La libertad y la exclusividad son esenciales en el Matrimonio V
4
1 En Caná, María dijo: ”haced lo que Él os diga” V
5

NOTA: DIALOGAR LAS DUDAS

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