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(1875-1914)
Bibliografía básica:
¿Por qué no los chinos, los japoneses, los otomanos de Oriente Medio o los asiáticos del sur?
Paul Kennedy, Auge y caída de las grandes potencias, Plaza y Janés, Barcelona, 1989.
Philip T. Hoffman, ¿Por qué Europa conquistó el mundo?, Crítica, Barcelona, 2016.
Sistema de dominación política y militar en el cual una potencia, denominada metrópoli, ejerce un control formal y
directo sobre otros territorios, llamados colonias.
Los territorios coloniales están sujetos a un régimen de dependencia política, económica y militar. No gozan de ningún
tipo de soberanía.
Imperialismo.
Sistema mediante el cual una potencia extiende su dominio sobre otros territorios por medio de la fuerza militar, o a
través de su influencia económica, cultural o/y política.
Los territorios integrados bajo la influencia de un imperio disponen de cierta autonomía de gestión aunque bajo
supervisión de la autoridad extranjera dominante.
Sistema de protectorado, por el que se respeta al gobierno local que organiza la vida interior del territorio; sin embargo
debe seguir las directrices marcadas por la metrópoli.
«El desarrollo tecnológico dependía de materias primas que por razones climáticas o por los azares de la geología se encontraban exclusiva o muy
abundantemente en lugares remotos (…). El crecimiento del consumo de masas en los países metropolitanos significó la rápida expansión del mercado de
productos alimenticios» (p. 63). «Estos acontecimientos no cambiaron la forma y las características de los países industrializados (…) pero transformaron el
resto del mundo, en la media en que lo convirtieron en un complejo de territorios coloniales y semicoloniales que progresivamente se convirtieron en
productores especializados de uno o dos productos básicos para exportarlos al mercado mundial, de cuya fortuna dependían por completo» (p. 64).
Eric J. Hobsbawm, La era del imperio (1875-1914), 1989
«La pretensión de explicar “el nuevo imperialismo” desde una óptica no económica es tan poco realista como el intento de explicar la aparición de los
partidos obreros sin tener en cuenta para nada los factores económicos» (p. 69).
Eric J. Hobsbawm, La era del imperio (1875-1914), 1989
inversión» (p. 47). «[Invertir allí] donde había Otros 9.500.000 (100%) Distribución regional de las inversiones exteriores 1851 1881 1914
Total
abundantes materias primas que explotar y donde francesas (%) (%) (%)
Regiones prestatarias Italia, España y Portugal 60 39 14
la mano de obra podía ser empleada a unos precio Europa 2.500.000 (27%) Europa Central 12 18 8
salariales sustancialmente más bajos que los que Norteamérica 2.300.000 (24%) Europa Oriental 24 7 28
Europa Noroccidental 4 7 8
regían en la metrópoli» (p. 46). Latinoamérica 1.800.000 (19%)
Próximo Oriente 20 11
Asia 1.500.000 (16%)
Colonias 4 9
David K. Fieldhouse, Economía e Imperio. 1977 África 830.000 (9%)
Hemisferio Occidental 5 16
Oceanía 500.000 (5%) Otros 6
Total 9.430.000 (100%) Total (millones de libras) 98 688 1.900
FUENTE: Kenwood y Lougheed (1991), pp.54-55 FUENTE: Kenwood y Lougheed (1991), p. 57
La apremiante necesidad de encontrar nuevos «El factor fundamental de la situación económica general era el hecho de que una
mercados y nuevas fuentes de materias primas serie de economías desarrolladas experimentaban de forma simultánea la misma
necesidad de encontrar nuevos mercados (…). El imperialismo era consecuencia
DISTRIBUCIÓN DEL COMERCIO MUNDIAL natural de una economía internacional basada en la rivalidad de varias economías
1876-1913 industriales competidoras» (p. 67).
1876-1880 (%) 1913 (%)
Eric J. Hobsbawm, La era del imperio (1875-1914), 1989
X M X+M X M X+M
Europa 64,2 69,6 66,9 58,9 65,1 62,0
Norteamérica 11,1 7,4 9,5 14,8 11,5 13,2
Latinoamérica 6,2 4,6 5,4 8,3 7,0 7,6 COMPOSICIÓN DEL COMERCIO MUNDIAL (%)
Asia 12,4 13,4 12,9 11,8 10,4 11,1
África 2,2 1,5 1,9 3,7 3,6 3,7 1876-1880 1913
Oceanía 3,3 3,5 3,4 2,5 2,4 2,4 Exportaciones Importaciones Exportaciones Importaciones
Fuente: Kenwood y Lougheed (1991), p. 142 Productos primarios
Gran Bretaña e Irlanda 3,1 29,7 6,2 19,0
Reparto del comercio internacional Europa Noroccidental 22,6 39,3 25,2 43,1
Comercio entre Resto de Europa 20,2 11,2 14,7 12,3
países no (1913)
europeos: 15%
EE.UU. y Canadá 16,1 7,2 17,3 11,3
Resto del mundo 38,0 12,6 36,6 14,3
Productos manufacturados
Transacciones
intraeuropeas: Gran Bretaña e Irlanda 37,8 9,1 25,3 8,2
40% Europa Noroccidental 47,1 18,1 47,9 24,4
Exportaciones
europeas: 25%
Resto de Europa 9,2 13,3 8,3 15,4
EE.UU. y Canadá 4,4 7,7 10,6 12,1
Resto del mundo 1,5 51,8 7,9 39,9
Importaciones Fuente: Kenwood y Lougheed (1991), p. 152
europeas; 20%
Patriotismo y nacionalismo
Darwinismo social
Motivaciones científicas
David K. Fieldhouse, Economía e imperio. La expansión de Europa, 1830-1914, Siglo XXI, Madrid, 1977.
«El imperialismo fue una respuesta de Europa a las cambiantes circunstancias de la periferia» (p. 521). «A principios de la década de 1880
existía un número importante de zonas de tensión o crisis en las que estaban implicadas un número sin precedentes de potencias
europeas (…), que hallaron conveniente o necesario resolver [por medio] de la división territorial y la posesión más o menos oficial» (p. 525).
«Europa se vio arrastrada hacia el imperialismo por la fuerza magnética de la periferia» (p. 525).
«La formación de los imperios se produjo en tan gran escala en las dos últimas décadas del siglo XIX, más que en cualquier época
anterior, (…) porque fue en ese periodo y en esos lugares (África, Asia y Pacífico) donde las relaciones entre los representantes de las
economías avanzadas de Europa y los de otras sociedades menos desarrolladas se hicieron fundamentalmente inestables» (p. 540).
EL REPARTO DE AFRICA 1914
La ocupación europea antes de 1884
Acuerdos:
o Libre navegación por los ríos Congo y Níger.
o Libertad de comercio en el centro del continente africano formado por la cuenca del Congo.
o Reconocimiento de que el Congo pasase a ser un dominio personal del Rey Leopoldo II de Bélgica.
o Principio de ocupación efectiva. Para que un estado europeo pudiera reclamar derechos de soberanía sobre un territorio africano
debería acreditar su posesión administrativa mediante un tratado con la población local o estableciendo una ocupación militar
permanente. Esto impulsó una auténtica carrera colonial desde las zonas costeras al interior del continente con el fin de controlar el
mayor número de territorios.
Conflictos entre colonizadores y resistencias locales
Disputas y tensiones entre los países colonizadores («Eje sin solución de continuidad»)
o Falta de reconocimiento francés de la ocupación de Egipto y el canal de Suez por los británicos (1882).
o Gran Bretaña y Francia: Crisis de Fachoda (1896-1898). Ocupación británica de Sudán y reconocimiento de su influencia en Egipto.
o Gran Bretaña y Portugal: Ultimátum de 1890. Los británicos dominaron las demarcaciones coloniales de Zambia y Rhodesia.
o Guerra contra los “Boers” (1898-1902). Creación bajo dominio británico de la Unión de Sudáfrica.
China. Rebelión de los Bóxers. Alianza de las Ocho Naciones. China queda
como Estado independiente, aunque económicamente en manos de los
grandes imperios («Política de las puertas abiertas»).
Escalada armamentista.
La política de bloques.
Entente Cordiale (1904). Tratado por el que Gran Bretaña y Francia pusieron fin a sus rivalidades coloniales y dispusieron el reparto de las colonias en
África dejando de lado a Alemania.
Triple Entente (1907). Pacto conformado por la alianza franco-rusa (1892), la Entente Cordiale franco británica (1904) y el acuerdo
ruso-británico de 1907. Francia se comprometió a entrar en guerra contra el Imperio alemán si atacaba al Imperio ruso. Gran Bretaña
se comprometió a prestar apoyo diplomático. Más tarde se incorpora Italia tras la ocupación de Libia, que le enfrentó al Impero turco
y a Austria. Finalmente lo hacen Rumanía y Grecia.
La Triple Alianza (1882). Alianza formada entre Alemania, Italia y el Imperio austro-húngaro. El principal objetivo diplomático era aislar política y
militarmente a Francia. Acordaron apoyarse mutuamente en caso de ser atacados por Francia o por Rusia.
La crisis producidas en Marruecos (1905 y
1911) y los Balcanes (1912 y 1913) acabaron
consolidando el enfrentamiento de ambos
bloques.