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En primer lugar, se abordará el período del teatro colonial, que abarca desde el
siglo XVI hasta principios del siglo XIX. Durante esta etapa, el teatro fue utilizado
como una herramienta para difundir la cultura peninsular y promover la ideología
de la metrópolis colonial en el territorio conquistado. Por otro lado, se analizarán
los orígenes del teatro en Caracas, la capital de Venezuela. Desde sus humildes
comienzos en la plaza de Bolívar y sus alrededores en 1567, hasta mediados del
siglo pasado, se examinarán los primeros escenarios teatrales, las
representaciones y la participación de la comunidad en estas actividades
culturales.
El período del teatro colonial abarca desde el siglo XVI hasta principios del siglo
XIX y se caracteriza por ser un medio utilizado por los españoles para difundir la
cultura peninsular y promover la ideología de la metrópolis colonial en el territorio
conquistado.
El principio general de estas normas era asegurarse de que las obras de teatro
fueran revisadas previamente para que sirvieran como buen ejemplo y no
contuvieran elementos contrarios a la fe y las buenas costumbres. También se
prohibieron las danzas de mulatas, negras e indias en las procesiones y se
limitaron las representaciones de comedias con fines benéficos en San Felipe.
Hasta bien entrado el siglo XIX, las festividades cívicas, el disfrute público de los
ciudadanos y la participación colectiva en la reafirmación de los valores y
creencias españolas continuaron siendo importantes en Venezuela. Por lo tanto, la
práctica teatral introducida en el siglo XVI tuvo una influencia estética e ideológica
significativa en la formación del imaginario teatral durante los primeros años de la
era republicana y se extendió a lo largo del siglo XIX.
En conclusión, el teatro colonial en Venezuela fue una práctica teatral que tuvo
lugar desde el siglo XVI hasta principios del siglo XIX. Su objetivo principal era
difundir la cultura peninsular y promover la ideología de la metrópolis colonial en el
territorio venezolano. A lo largo de sus distintas etapas, el teatro colonial
experimentó cambios estéticos y sociales, y se convirtió en una forma de
entretenimiento popular y extendido en el país.
El autor enfatiza la naturaleza humilde y rústica de estos teatros al aire libre, con
techos de lienzo, en consonancia con la modesta arquitectura de la ciudad en ese
entonces. Se destaca la participación de los habitantes de la colonia, quienes
colaboraban en la construcción y funcionamiento de estos teatros, aportando
tablas, bastidores y candilejas.
Por último, se menciona un auto sacramental titulado "Auto a Nuestra Señora del
Rosario" como ejemplo de las representaciones teatrales que se llevaban a cabo
en Caracas. Este hace referencia a un auto sacramental titulado "Auto a Nuestra
Señora del Rosario", el cual está precedido por una loa a la Virgen. En esta obra,
se representa un diálogo entre Venus, Juno y Palas, quienes se arrepienten de
sus pasadas acciones y elogian a la Virgen María.
Es importante destacar que el teatro colonial y los orígenes del teatro en Caracas
sentaron las bases para el desarrollo posterior del teatro en Venezuela. La
teatralidad de las representaciones y su significado social, artístico e ideológico
prevalecían sobre el texto dramático en sí. Estas manifestaciones teatrales
también influyeron en la formación del imaginario teatral durante los primeros años
de la era republicana.
Conclusión
Por otro lado, los orígenes del teatro en Caracas revelan una naturaleza humilde y
rústica, con teatros al aire libre y la participación activa de la comunidad en su
construcción y funcionamiento. A medida que se establecieron licencias para
representar comedias y se mejoraron las condiciones de los teatros en la plaza de
Bolívar, el teatro se convirtió en una parte integral de la vida cultural de la ciudad.
Estas manifestaciones teatrales, tanto en el ámbito colonial como en los inicios del
teatro en Caracas, reflejaron la influencia y la dependencia de la cultura española
y de la autoridad colonial. El teatro se convirtió en una forma de reafirmar la
pertenencia a la Corona española y las creencias impuestas por los
conquistadores.