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Las artimañas de Eliminalia para

limpiar la imagen de políticos,


empresarios y criminales
Una filtración de documentos internos de la empresa Eliminalia revela que
políticos, empresarios, contratistas de Pemex y criminales le pagaron decenas de
miles de dólares para desaparecer noticias publicadas en Internet que dañan su
imagen.

Nacional

Por Mathieu Tourliere


viernes, 17 de febrero de 2023

Una filtración de documentos internos de la empresa Eliminalia revela que políticos,


empresarios, contratistas de Pemex y criminales le pagaron decenas de miles de
dólares para desaparecer noticias publicadas en Internet que dañan su imagen; para
hacerlo, la compañía recurre a prácticas poco éticas e ilegales como el uso de fake
mes, granjas de votos, amenazas y presiones a medios y proveedores de servicios.

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Políticos de primer nivel, empresarios influyentes,


contratistas de Pemex, integrantes de grupos criminales, prestanombres de gobernadores
corruptos y estafadores han pagado desde cientos hasta decenas de miles de dólares a la
empresa española Eliminalia para desaparecer notas en Internet que dañan su imagen.

“We erase your past” o “borramos tu pasado”. Para cumplir con su eslogan pegajoso,
Eliminalia ataca los contenidos que molestan a sus clientes con una batería de armas
digitales, que incluyen presiones contra proveedores de servicios, el uso de fake news,
sitios apócrifos y granjas de bots, todo protegido por estrictas cláusulas de
confidencialidad.

El líder sindical y exsenador de Morena, Pedro Haces Barba, el exgobernador de


Coahuila, Humberto Moreira Valdés, el titular del DIF en el sexenio de Enrique Peña
Nieto y oficial mayor de la Procuraduría General de la República (PGR) en la gestión de
Marisela Morales Ibáñez, Antonio de Jesús Naime Libien, así como una empresa
involucrada en los sobornos de Odebrecht aparecen en los cerca de 50 mil documentos
internos de Eliminalia consultados por Proceso y otros 29 medios internacionales en el
marco de la investigación internacional Story Killers, coordinada por Forbidden
Stories.

La base de datos incluye cerca de 28 mil vínculos que dirigen hacia publicaciones que la
empresa trató de desaparecer para sus clientes.

Los clientes de Eliminalia México


Entre los más de dos mil clientes de Eliminalia en el mundo, –varios de ellos vinculados
con organizaciones criminales o condenados por delitos graves– aparecen más de 100
personas y empresas de México, que en conjunto pagaron al menos 857 mil 752 euros
para borrar notas incómodas, o al menos manipular los algoritmos de buscadores de
internet para esconderlas.

Los clientes mexicanos de Eliminalia incluyen contratistas de los exgobernadores Javier


Duarte de Ochoa, en Veracruz, y Francisco Javier Cabeza de Vaca, en Tamaulipas, así
como personajes polémicos como el joven empresario Joaquín Leal Jiménez, vinculado
con esquemas de tráfico de petróleo con Venezuela y sancionado en 2019 por el
Departamento del Tesoro de Estados Unidos, o Maclovio Esteban Yáñez Mondragón,
otrora ejecutivo de Pemex y ahora contratista de la petrolera con su empresa Sepec
Oilfield Services.

Además de los personajes públicos, aparecen varios estafadores como José Luis Zubiate
Nava, cuya empresa Grupo Marzuz ha sido señalada en múltiples espacios por
presuntos fraudes a sus clientes, o el defraudador Juan Miguel Aguirre Rodríguez,
detenido en Argentina en 2014, así como una vasta gama de empresarios que buscaron
la eliminación de notas sobre evasión de impuestos, daños ecológicos o clausuras
administrativas.

También figuran presuntos delincuentes como Ángel Rodolfo Sarmiento Ahumada,


detenido en 2015 por la extinta PGR, que lo acusó de ser un operador financiero de los
Beltrán Leyva, o Francisco Javier Morlet Pérez, un hombre capturado en 2009 junto con
dos empleados de Pemex, acusado de trabajar para Los Zetas.

Banqueros del PRI, narcotraficantes y proxenetas


Más allá de México, Eliminalia ha tenido clientes de dudosa reputación, como Higini
Cierco y Ramón Cierco, los exdueños de la polémica Banca Privada d’Andorra (BPA),
que delincuentes y políticos del PRI, incluyendo personajes del primer círculo del
expresidente Enrique Peña Nieto, utilizaron para esconder cientos de millones de
dólares.

También están el narcotraficante español José Mestre Fernández, el blanqueador de


dinero ruso Malchas Tetruashvili o el proxeneta Antonio Herrero Lázaro.

Es una “forma sofisticada de censura”: Artículo 19


Los archivos internos de Eliminalia muestran cómo la empresa ha hecho un negocio
lucrativo del mal llamado “derecho al olvido”, un concepto en apariencia legítimo que
“se ha ido tergiversando y se ha ido instrumentalizando de tal manera que personajes de
la vida pública, tanto empresarios como políticos posiblemente involucrados en actos de
corrupción, de violaciones a derechos humanos o en delitos de alto impacto, han
aprovechado herramientas a través de despachos para borrar información y tratar de
lavar su reputación”, sostiene Leopoldo Maldonado, director general de Artículo 19 en
México.

“Es una forma sofisticada de censura; sofisticada y costosa, que se está


vendiendo a lo largo y ancho del mundo”, agrega.

Compañías como Eliminalia han utilizado las fallas en la Ley de Derechos de Autor de
la Era Digital de Estados Unidos (DMCA) o sus equivalentes de otros países, aprobadas
a finales de los años 90 para luchar contra las plataformas de intercambio de contenidos
pirateados.

Su estrategia resulta relativamente sencilla: copian la nota que quieren borrar, la


reproducen en otro sitio de Internet y le ponen una fecha anterior a la original.
Posteriormente se comunican con el proveedor de servicios y denuncian que la nota
original es un plagio y que infringe los derechos de autor, por lo que piden su remoción.

“Aprovechan que los servicios de hosting de buena parte de las páginas


de Internet en México, entre ellas los medios digitales, están en Estados
Unidos, y utilizan estos artilugios para remover contenido de interés
público generando un efecto sensor brutal; la información desaparece del
ecosistema digital y resulta prácticamente imposible combatirlo, porque
implica litigar en Estados Unidos y esto es muy costoso”, dice
Maldonado.

Al descubierto, los métodos de Eliminalia


Para obligar a los medios o sitios a retirar notas, Eliminalia cuenta con una caja de
herramientas cuyo costo varía según su complejidad. Los miles de documentos
obtenidos en el marco de esta investigación permiten observar su modus operandi.

La más sencilla consiste en comunicarse con los medios para pedirles que eliminen la
nota, a veces con un amago de presentar una demanda. En varias ocasiones, Eliminalia
se ha comunicado con Proceso para pedir que retire notas periodísticas, apelando entre
otros a la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares
de México.
Entre los casos que Eliminalia trató de gestionar con Proceso en nombre de sus clientes
destacaban el de Eduardo Fernández García, el extitular de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV) cuyo ahijado, Mauricio Sánchez Carmona, hizo las
gestiones con la empresa Eliminalia para quitar notas sobre su detención en 2003, en el
marco de la persecución que lanzó el gobierno de Vicente Fox en su contra, pues lo
acusaba de entregar al PRI información sobre las cuentas bancarias de la organización
Amigos de Fox.

“Los servicios se contrataron para eliminar información que aparecía de


carácter negativo y falsa; la información eliminada era falsa o
tendenciosa para afectarlo negativamente. Las noticias al momento de ser
eliminadas tenían 10 años o más de antigüedad y ya habían sido probadas
falsas, de lo cual se le envió evidencia a Eliminalia”, justificó Sánchez en
respuesta a un cuestionario de Proceso.

Este semanario también recibió mensajes de Eliminalia para quitar contenidos sobre el
notario público Miguel Ángel Colorado Cessa, cercano al exgobernador veracruzano
Fidel Herrera Beltrán y hermano de Francisco Colorado Cessa, empresario condenado
en Estados Unidos por lavar dinero de Los Zetas en Veracruz, y sobre las hermanas
Diana María y Silvia Romina Sánchez Carlón, identificadas por el gobierno de Estados
Unidos como integrantes de redes de lavado de dinero de Los Cuinis, una rama del
Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Este semanario siempre se ha negado a atender las peticiones de Eliminalia, que dio
entonces un paso más adelante y puso en marcha su otra estrategia, que consistió en
solicitar a los proveedores de servidores que eliminen los contenidos alegando supuestas
infracciones a la ya mencionada DMCA.

En el caso de Colorado Cessa, Eliminalia llenó un formulario de DMCA con Google


para indicarle que una nota de Proceso sobre “Pancho” Colorado era un plagio de una
nota publicada anteriormente en un sitio llamado “noticias-politica.com” por un tal
Roberto Enríquez. “El contenido es obra propia. Ha sido copiado sin nuestra
autorización”, aseveró la empresa en el formulario para pedir su remoción. El sitio ya no
está en línea.
Ese fue también el caso del medio campechano Página 66, al que el proveedor de
servicios Digital Ocean obligó a borrar una investigación realizada por el periodista
Daniel Sánchez Barrientos, titulada “Malos antecedentes de la empresa que contrató
‘Alito’ para videovigilancia”. En él, el periodista evidenciaba irregularidades en el
otorgamiento de contratos a la empresa Altavista, propiedad de Ricardo Alberto
Orrantia Cantú.
A pesar de contar con el apoyo de la organización Artículo 19, Página 66 tuvo que
retirar la nota en enero 2020, después de un acoso de un año y medio que culminó con
la decisión de Digital Ocean de suspender el sitio hasta que se quitara la nota.

Los documentos internos de Eliminalia muestran que Orrantia Cantú se puso en


contacto con Eliminalia a través de un intermediario, Humberto Herrera Rincón
Gallardo, para desaparecer la nota. Y no solamente la de Página 66: también quería
eliminar una nota de Milenio, otra en Oro Negro, una columna en El Economista y otra
en El Financiero, así como una lista de notificaciones judiciales de su esposa en las
plataformas BuhoLegal y poderjudicialvirtual. Todo ello, por más de 12 mil euros.

La estrategia, idéntica a la que Eliminalia empleó contra Proceso y cientos de otros


sitios, tuvo éxito con Página 66: Gallardo llenó un formulario para reclamar que la
investigación era un plagio de un texto publicado anteriormente por él mismo, en un
sitio apócrifo llamado “informaciondura.com”.

Humberto Herrera Rincón Gallardo también hizo gestiones con Eliminalia para ayudar
al despacho de abogados Ruiz Durán, S.C., y a su socio fundador, Diego Ruiz Durán,
para eliminar notas que los vinculan con Humberto Castillejos Cervantes, el consejero
jurídico de Peña Nieto acusado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de
encabezar una red de extorsión durante el sexenio pasado.

A pesar de que su nombre aparece asociado con varios clientes de Eliminalia, Herrera
niega haber trabajado con la empresa española y sostiene que “cualquier señalamiento
contrario es categóricamente falso”.

Consultado en el marco de esta investigación, el empresario asevera que la gestión de


Eliminalia contra Página 66 en su nombre “fue completamente indebida y sin mi
conocimiento ni consentimiento”, y exhibe un correo electrónico de Eliminalia que
plantea que él “no tiene relación alguna con esta oficina”.
Burlan a Google
Otras veces, Eliminalia burla el algoritmo de Google mediante blacklinking, un método
que consiste en inundar foros con mensajes que contienen vínculos hacia sitios
apócrifos. A través de granjas de bots, la empresa genera un flujo de visitas a estos sitios
para hacer creer a Google que están muy consultados, por lo que los coloca hacia arriba
en su motor de búsqueda.

En el caso de Francisco Javier Lazo Rodríguez, amigo y contratista del exgobernador


tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca, la empresa creó un falso sitio
llamado “hora-en-ecuador.com”. En él aparece una nota donde un tal Francisco Javier
Lazo Rodríguez habla de fruta fresca. Si uno busca el nombre del contratista en el
buscador de Google, aparecen varias notas de sitios falsos sembradas para desaparecer
otros contenidos que lo vinculan con el crimen organizado en Tamaulipas,
especialmente sus negocios con el yerno del narcotraficante Osiel Cárdenas Guillén,
capo del Cártel del Golfo.

La práctica de crear sitios falsos, aunque onerosa, ha sido relativamente común en


Eliminalia: la organización sueca Qurium ha identificado 622 portales apócrifos que la
empresa española utilizó para limpiar reputaciones, en los cuales colocó por lo menos
tres mil 350 falsos artículos, relativos a 48 personas y empresas de Argentina, Brasil,
Colombia, Ecuador, República Dominicana, Italia, Israel, México, Sudáfrica, España,
Suiza, el Reino Unido y Venezuela.

Alianza extraña
Eliminalia nació de una sociedad extraña entre el joven empresario barcelonés Diego
Giménez Sánchez –quien cambió su nombre a Didac Sánchez Giménez– y José María
Hill Prados, un pedocriminal que abusó sexualmente de él en el 2005, cuando Giménez
tenían 12 años y se encontraba en un orfanato.

Hill Prados, quien cambió su nombre a Diego, fue condenado a ocho años de cárcel;
cuando salió, se asoció con su víctima para crear empresas dedicadas, entre otros, a
limpiar imágenes y reputaciones en Internet. Entre ellas, las empresas Eliminalia y
Jurisdalia.

Eliminalia, que reportó cerca de 2 millones de euros de ingresos en 2020, forma parte de
un tinglado de compañías de reputación digital, encabezadas por una sociedad holding
registrada en Miami, llamada Maidan Group; entre ellas figuran World Reputation,
World Intelligence, World Delete, Legalia, Reputation Up o Communication Media
Group Limited.

Sánchez e Hill encabezan una red de más de 90 empresas en nueve jurisdicciones,


especializadas en la venta de vientres subrogados y en la tercerización de gestación. Una
de ellas, Subrogalia, fue condenada en 2017 a entregar una indemnización de 88 mil
euros a clientes que habían pagado para que mujeres gestantes en México portaran sus
embriones, en lo que resultó una estafa; se encuentra bajo investigación por tráfico de
menores de edad.

En México, la oficina de Eliminalia despacha desde un departamento del condominio


residencial ubicado en la colonia Interlomas del municipio mexiquense de
Huixquilucan. Su jefa de ventas es Alejandra Ornelas Dade, una agente de relaciones
públicas que fue también clienta de Eliminalia. Proceso y OCCRP acudieron al edificio,
pero el guardia no les permitió ingresar a la torre de departamentos.
En febrero de 2022, el medio Rest of the World ya había revelado que la empresa
Construcciones Industriales Tapia (Citapia) había utilizado Eliminalia para desaparecer
un reportaje que la exhibía como dueña de un terreno al que llegaba un ducto de
combustible robado a Pemex. La empresa, envuelta en el escándalo de corrupción de
Odebrecht, buscó a Eliminalia para retirar notas que la vinculaban con robo de
combustible y el caso Odebrecht.

A pesar de su pasado turbio, la Secretaría de Energía, dirigida por Rocío Nahle, entregó
contratos a Constructora Tapia para participar en la construcción de la Refinería de Dos
Bocas.

Y no fue la única clienta de Eliminalia que se volvió contratista de la llamada Cuarta


Transformación tras su limpieza de imagen. Grupo Altavista, que contrató a la empresa
para acosar a Página 66, recibió contratos de Pemex; lo mismo hizo Seguritech, del
empresario Ariel Picker Schatz, para quien Eliminalia trató de eliminar notas sobre
licitaciones en el sexenio de Peña Nieto.

El mejor cliente de Eliminalia en México


Un cliente mexicano destaca particularmente en los archivos de Eliminalia, no solo por
su nombre sino por el monto que gastó para limpiar su imagen en Internet: se trata de
Pedro Haces Barba, el líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y
Empleados de México (CATEM), que disputa a la Confederación de Trabajadores de
México (CTM) el reparto de contratos colectivos, y cofundador del partido político
Fuerza Por México.

Militante del PRI hasta 2018 y cercano al senador Ricardo Monreal Ávila, Haces entró
en el movimiento de la Cuarta Transformación, encabezado por el presidente Andrés
Manuel López Obrador, de la mano del expresidente del PAN, German Martínez
Cázares, pues fue su suplente en el Senado. Asumió el cargo de senador de Morena
cuando López Obrador nombró a Martínez al frente del Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS).

Haces tiene antecedentes que ha pretendido borrar con Eliminalia. De acuerdo con los
documentos internos de la empresa, el líder sindical ha gastado al menos 110 mil euros,
es decir, más de 2 millones de pesos, para que Eliminalia retire notas periodísticas que
reportaban expresiones misóginas –cuando declaró que las mujeres “deberían vestir
menos provocativas” porque después “no se aguantan”–, y para borrar trabajos
periodísticos sobre polémicos contratos que celebró con los gobiernos priistas de Javier
Duarte de Ochoa, en Veracruz, o de Roberto Borge Angulo en Quintana Roo.
Para cumplir con los deseos de su cliente, Eliminalia desplegó toda la batería de
métodos que tiene a su alcance para limpiar la imagen de Haces; trató incluso de retirar
–sin éxito– una serie de notas del sitio de Internet Aristegui Noticias escribiendo
directamente a la plataforma de alojamiento Cloudfare, desde una cuenta de correo
electrónico llamada abuse@legal-abuse.eu.

En su trámite, la empresa alegó una presunta violación a las leyes mexicanas y le


planteó: “No es nuestra intención eliminar por completo el sitio de Internet, estaremos
satisfechos con la remoción completa o la modificación del nombre de nuestro
representado”. “De manera alternativa, aceptaremos que desindexe la URL de los
motores de búsqueda, conservando el artículo, o simplemente remover el artículo
mencionado”, agregó.

Eliminalia ha utilizado este mismo correo como fachada para tratar de eliminar decenas
de notas en varios países mediante la misma estrategia de presión hacia las plataformas
de alojamiento de sitios de Internet.

Lo hizo, por ejemplo, para los empresarios de casinos Marco Antonio Ayala Anzaldúa,
Antonio Ochoa Garza y Valdemar Ibarra Cavazos, dueños de la empresa
Comercializadora de Entretenimiento de Chihuahua, quienes contrataron a Eliminalia
para borrar o desindexar notas sobre casinos ilegales, y para retirar notas sobre el
asesinato del abogado Eliseo Martínez Elizondo –también vinculado con la empresa–,
que ocurrió en abril de 2013.

La empresa española utilizó una cuenta similar –attention@legal-abuse.eu– para tratar


de borrar un contenido del semanario sinaloense Ríodoce en el cual se mencionaba al
empresario Juan José Arellano Hernández, director de Grupo Ahre. En 2017, el
empresario y su hermano, Erick Ernesto Arellano Hernández, contrataron a la empresa
para borrar decenas de notas de diversos medios sobre ellos y Grupo Ahre, algunas de
ellas derivadas de un reportaje del semanario Riodoce, titulada “La ‘reputación’ del
empresario”.

Y ése no sería el único ataque del empresario contra el semanario de referencia en


Sinaloa: en 2021, Quinto Elemento Lab y Ríodoce publicaron un reportaje donde
revelaban detalles de una investigación de la UIF contra los hermanos Arellano
Hernández y Grupo Ahre. Éstos, en reacción, demandaron a los medios por daño moral,
hasta que en septiembre pasado terminaron el proceso judicial a petición del gobernador
Rubén Rocha Moya.

De acuerdo con los archivos internos de Eliminalia, el segundo mayor cliente mexicano
de la empresa fue Humberto Moreira Valdés. En este caso, el trato fue indirecto: la
empresa Unipolares y Espectaculares del Norte, de la que es accionista principal, pagó
más de 65 mil dólares a la empresa española en 2014 para borrar de Internet decenas de
notas negativas sobre la vida de Moreira en Barcelona, sobre el asesinato de su hijo o
sobre diversos señalamientos de corrupción.

En respuesta a un cuestionario, Francisco Espinoza, cuyo contacto apareció en la base


de datos de Eliminalia, aseveró que la empresa española “ofreció” a Unipolares y
Espectaculares del Norte sus servicios para desindexar notas periodísticas “basadas en
rumores y calumnias” que “dañaban su imagen y crecimiento como empresa”.

El hombre justificó la contratación de Eliminalia para borrar notas sobre Moreira, pues
aseveró que desde 2011 “no ocupa una posición en algún cargo público” y que “su
gestión ha sido una de las más investigadas por autoridades estatales, nacionales e
internacionales”, las cuales “han demostrado su inocencia de todos los cargos por los
que se le ha acusado”; y agregó: “Le pregunto, ¿no tiene derecho una persona a la
tranquilidad toda vez que se ha demostrado su inocencia?”
“Contraté a la empresa, era muy cara”: Jesús Naime
Libien
Antonio de Jesús Naime Libien, quien fue oficial mayor de la PGR a finales del sexenio
de Felipe Calderón Hinojosa y titular del DIF en la administración de Peña Nieto,
también recurrió a Eliminalia para eliminar varias notas que derivaron de un texto
publicado en Reforma, según un presunto despilfarro de 600 millones de pesos en la
adquisición de 101 aeronaves en la PGR durante su gestión.

En respuesta a un cuestionario de Proceso, Naime sostiene que este caso fue


investigado por el Órgano Interno de Control (OIC) de la PGR, el cual descartó las
irregularidades; sostiene que Reforma publicó una carta explicativa sobre el hecho en
mayo de 2013. Posteriormente, dice, se comunicó con Google para retirar la nota que
dio origen a la nota, pero no tuvo éxito, por lo que se puso en contacto con Eliminalia.
“Vía Internet contraté a la empresa, era muy cara. Y aun así sigue apareciendo la nota”,
recuerda.

Otros políticos figuran entre los clientes de Eliminalia: Gioliu Sabbia, el excónsul
honorario de Italia en Playa del Carmen: pagó 16 mil 500 euros a la empresa para
limpiar la imagen de Juan Carlos Pereyra Escudero, diputado local independiente en
Quintana Roo, y especialmente unas notas que lo identificaban como un defraudador;
Indira Kempis Martínez, senadora por Movimiento Ciudadano (MC), contrató a
Eliminalia para desaparecer dos columnas del portal de Monterrey, regiando.com.

Entre los clientes mexicanos de Eliminalia destacan varios prestanombres del


exgobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa, quienes buscaron formas de borrar
su vínculo con el priista, quien cumple una pena de nueve años de cárcel por lavado de
dinero y delincuencia organizada. Entre ellos destacan David Alejandro Osorio Aguirre,
María Elena Barquín del Puerto y Jaime Antonio Porres Fernández Cavada, quienes
gastaron miles de dólares para borrar contenidos sobre Duarte o sobre su relación con
él.

También aparecen el empresario Salvador Oñate Barrón, quien contrató a Eliminalia


para retirar notas que acusaban a su empresa, Grupo Soni, de huachicoleo, o el abogado
Enrique Adolfo Gutiérrez Falcón, quien trató de borrar notas derivadas de una
investigación de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) que lo señalaban
como parte de la delincuencia organizada.

Entre los clientes mexicanos destacan también un feminicida y un pederasta que


contrataron a Eliminalia para borrar su pasado. El empresario potosino Félix Estuardo
Bocard González buscó eliminar notas sobre el asesinato atroz que perpetró contra
Tania Lucero de la Garza Cárdenas en junio del 2000, en un crimen muy comentado en
aquella época, por el cual fue condenado a apenas ocho años de cárcel porque era menor
de edad.

Leister Arturo Moreno Rodríguez, un exprofesor de natación, contrató a Eliminalia para


quitar una nota de La Jornada de Oriente que reportaba su condena, en 2007, a 25 años
de cárcel por violar a una niña de 12 años.

Según Leopoldo Maldonado, los despachos como Eliminalia representan una “amenaza
para la libertad de expresión y para la democracia misma”, porque impiden a la
ciudadanía ejercer su “derecho a saber” en qué están involucrados los gobernantes y los
empresarios con los que están coludidos. “Eso evidentemente socava el fundamento
democrático, y por eso es que hay que poner un alto a la actuación de este tipo de
despachos”.
Postura de Google México
Sobre el spam/contenido de baja calidad, un vocero de Google declaró lo siguiente:

“Si bien hay malos actores que intentan manipular las clasificaciones de los motores de
búsqueda, Google diseña sus sistemas para clasificar la información de alta calidad en la
parte superior de los resultados de búsqueda y para combatir el spam y el
comportamiento malicioso. Cualquiera que busque los nombres de estas personas en
Google encontrará claramente información confiable sobre sus actividades pasadas en
los primeros resultados, si dicha información está disponible en la web abierta.
Hacemos todo lo posible para proteger nuestros resultados de búsqueda de la
manipulación, y hemos combatido con éxito tácticas de spam bien conocidas como el
spam de enlaces durante años”.

Sobre el proceso de eliminación legal, el vocero de Google dijo:

“Luchamos activamente contra los intentos fraudulentos de eliminación mediante el uso


de una combinación de revisión automatizada y humana para detectar señales de abuso.
Brindamos una amplia transparencia sobre estas eliminaciones para responsabilizar a los
solicitantes, y los sitios pueden presentar contra notificaciones para que las volvamos a
revisar si creen que el contenido se eliminó de nuestros resultados por error. También
consideramos la importancia del contenido que se solicita que se elimine, y tomamos
especial cuidado en los casos apropiados para evitar limitar erróneamente el acceso a la
información”.

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