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En el año 2010, el Gobierno Regional de Áncash convocó al “Proceso de

Selección N.” PSI 02-2010-OEI-GRA”, con el objetivo de realizar la obra


denominada “Rehabilitación, Mejoramiento y Construcción de la carretera
Callejón de Huaylas-Chacas – San Luis.

Terminado este proceso, el 22 de diciembre de 2010 se suscribió el contrato


entre el Gobierno Regional de Ancash, representado por el gerente regional
de Infraestructura, ingeniero Germán Martínez Cisneros con el Consorcio Vial
Carhuaz-San Luis, representado por Ricardo Antonio Paredes Reyes para la
ejecución de la obra, siendo el plazo fijado de 960 días calendarios y su valor
era 404 millones 826 mil 001. 09 soles (incluido IGV). El 29 de diciembre el
Gobierno Regional de Ancash suscribió el contrato de supervisión de esta
obra con el Consorcio Huaylas, el cual quedó a cargo, siendo el valor de su
servicio de 19 millones 649 mil 999.97 soles.

Cabe mencionar que el consorcio Vial Carhuaz-San Luis estaba conformado


por la Constructora Norberto Odebrecht S.A. Sucursal Perú y la empresa
Odebrecht Perú lngeniería y Construcción S.A.C. Por otro lado, el Consorcio
Huaylas estaba formado por la empresa MOTLIMA Consultores S.A. y la
empresa Consultores del Oriente S.R. LTDA.

Los hechos penalmente relevantes son 4 y están relacionados con la


ejecución de la obra. El primero de fecha 4 de enero de 2011, sobre la
tramitación y otorgamiento de un adelanto de materiales e insumos por la
suma de 155 millones 032 mil 296.59 soles a favor del Consorcio Vial
Carhuaz - San Luis. Dicho otorgamiento se dio: i) a pesar de no haber
iniciado el plazo contractual, ii) que el monto excedía al máximo permitido por
ley, y que iii) se incluían materiales no previstos en el expediente técnico.

En el caso particular de César Álvarez, se tiene que, el 27 de diciembre de


2010, dio por concluida la designación del ingeniero Claudio Cumpa
Macalupú, en el cargo de Gerente Regional de infraestructura, quien
previamente había devuelto la solicitud de adelanto de materiales. Cabe
mencionar que las cartas en las que se solicitaba el adelanto fueron enviadas
el 15 de diciembre de 2010, mientras que el contrato de ejecución de obra fue
suscrito el 22 de diciembre de ese año. De igual manera, se presentó la
solicitud de adelanto para materiales el 23 de diciembre de 2010, es decir, al
día siguiente de la suscripción del contrato de ejecución de obra, pese a que
en ese momento “no se contaba con terreno, expediente técnico ni con
designación del supervisor de obra, lo cual acontece posteriormente”.
Asimismo, la sentencia señala que el pedido debía ser evaluado por un
inspector o supervisor de obra. Para lo cual, César Álvarez, cesó al ingeniero
Moisés Ángeles Obregón en el cargo de subgerente de la Subgerencia de
Supervisión y Liquidación de Obra (SGSLO), reemplazándolo por Lorenzo De
la Cruz Sánchez, ingeniero mecánico electricista. Este último emitió su
pronunciamiento a favor del adelanto el mismo día de su designación. Cabe
mencionar que, en ese momento, De la Cruz se encontraba de licencia y no
contaba con el perfil técnico necesario para el puesto. De la Cruz señalaría
que fue presionado por otros funcionarios para emitir el pronunciamiento.

El segundo hecho, respecto al trámite y aprobación de las ampliaciones de


plazo para la ejecución de la abrazo, que alcanzó los 83 días. Aquello se
sustentaba por la supuesta afectación de trabajos que aún no estaban
programados o que estaban adelantados. Lo anterior conllevó al
reconocimiento de gastos generales y al desembolso de un monto mayor a
los cinco millones de soles.

El tercer hecho se refiere a la aprobación de prestaciones adicionales de


obra, a pesar de que estas no contaban con el sustento técnico debido y que
además no eran indispensables. De esta manera se aprobaron quince
prestaciones adicionales, cinco de los cuales fueron cuestionadas por la
Contraloría General de la República. En el caso de César Álvarez, se tiene
que emitió resoluciones regionales aprobando los presupuestos adicionales,
lo cual significó un egreso ascendente a 11 millones 587 mil 549.58 soles a
favor de la Constructora Odebrecht Sucursal Perú.

El cuarto hecho está referido a la aprobación del pago por trabajos no


realizados a la Constructora Norberto Odebrecht Sucursal Perú en la
instalación y colocación de planchas de policarbonato en el túnel Punta
Olímpica. Instalación que no fue ejecutada pero que implicó un desembolso
895 mil 237.20 soles. En este punto, César Álvarez aprobó el presupuesto a
través de resoluciones ejecutivas regionales.

Para la imputación del delito de colusión en el caso de César Álvarez, se


tomaron en cuenta las declaraciones de dos colaboradores eficaces y un
testigo en reserva, sumado a otros medios probatorios como testigos,
documentos y peritos.
Es así que, la información aportada por uno de los colaboradores eficaces
permitió conocer ciertos hechos adicionales. Se tiene así que, conforme a lo
dicho por el colaborador eficaz 2-2017, el señor Dirsse Paul Valverde Varas
fue el intermediario entre Álvarez y la empresa, de manera que, con
Valverde, acordaron las irregularidades anteriormente mencionadas,
utilizando las herramientas previstas por la legislación nacional como las
ampliaciones y prestaciones adicionales. Cabe mencionar que Valverde tenía
cercanía con el Gobierno Regional de Áncash, lo cual se reflejó en que tuvo
el cargo de Subgerente de Supervisión y Liquidación de Obras y que Álvarez
apareció como testigo en la celebración de su matrimonio civil.

Asimismo, la sentencia señala que Valverde contactaba a funcionarios de la


empresa Odebrecht ofreciéndose a apoyar a la empresa para que logre la
buena pro de la obra, a cambio de un beneficio económico. De esta manera,
la sentencia llega a la conclusión de que César Álvarez concertó ilícitamente
con la empresa Odebrecht, siendo Dirsse Valverde Varas el enlace entre
ambas partes. Como consecuencia del acuerdo la empresa Odebrecht
desembolso 2 millones 399 mil 877.60 soles a una cuenta off shore en el
Banco Standard Chartered Hong Kong Sociedad Limitada.

La sentencia señala que el perjuicio patrimonial ascendió a un monto de S/


27 110 922.44 y se determinó que el daño extrapatrimonial fue de S/ 22 889
077.56. Sumando un total de cincuenta millones de soles. La sentencia fijó un
total de diez millones de soles por reparación civil, de la cual César Álvarez
responderá solidariamente por el 80% del total.

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