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Radioterapia y Dosimetría
❖ Periodo de semidesintegración
(T1/2): el periodo de
semidesintegración de un
radioisótopo es el tiempo necesario
para que una muestra del mismo
reduzca su actividad a la mitad.
2. Cobalto-60: isótopo con una energía media de 1,25 MeV. Clínicamente probado para tratamientos
de braquiterapia de HDR. Debido a su larga vida media, la fuente puede ser utilizada hasta por 5 años, lo
que significa que durante la vida útil recomendada de una sola fuente de Co-60, habría que realizar
aproximadamente 20 intercambios de fuente de Ir-192. Lo que hace que sea particularmente atractivo
para las clínicas con alto volumen de tratamientos. Además, el Co-60 es el isótopo de elección de los
países con una logística más exigente. Ha demostrado ser una buena opción para el tratamiento
ginecológico, rectal, de próstata, de mama, esófago, piel, y otras partes del cuerpo.
Fuentes de Ir-192
3. Cesio-137 (Cs-137) : es un isótopo de alta energía, emite radiación gamma de energía 0.662 Mev. y beta (esta queda
retenida por la funda de acero que contiene la fuente) pero con una baja actividad específica (no es posible obtener
fuentes pequeñas con una alta actividad. La actividad específica es sólo una centésima parte de la del 192 Ir, por lo que se
usa en tratamientos de baja tasa de dosis como en implantes de braquiterapia intracavitaria o de braquiterapia
intersticial.
Debido a que tiene un periodo de semidesintegración de 30 años, el mismo conjunto de fuentes se puede utilizar durante
un periodo relativamente extenso, sin necesidad de reemplazarlas por fuentes nuevas (hay que reemplazarlas cada 10-15
años). Sin embargo el 192 Ir presenta el inconveniente de su corto período de semidesintegración, de 74 días, esto significa
que, normalmente, hay que reemplazar las fuentes cada tres o cuatro meses con el fin de mantener tiempos de
irradiación aceptables.
Las fuentes tienen formas esféricas o cilíndricas siendo esto función de la casa suministradora.
Su alta energía hace que sean necesarias habitaciones blindadas, especialmente habilitadas, donde aislar al paciente
durante el tratamiento. Se utiliza generalmente con equipos de carga diferida, de manera que si se ha de entrar en la
habitación durante el tratamiento, exista un mecanismo para interrumpir temporalmente el mismo, para luego, una vez
que el personal que ha atendido al paciente salga de la sala, continuar con el tratamiento.
5. Paladio-103 (Pd-103)
Es un isótopo de baja energía y corto periodo de semidesintegración (17 días), por lo que
resulta adecuado en implantes permanentes, p. ej., como alternativa al I-125 en implantes
permanentes de próstata.
6. Oro-198 (Au-198)
El Au-198 tiene un periodo de semidesintegración muy corto (2,7 días) por lo que se usa
exclusivamente para implantes permanentes. Desplazado por otros isótopos como el I-125 o el
Pd-103, con energías menores, y que ofrecen por tanto menos problemas de protección
radiológica y que tienen periodos de semidesintegración más largos que permiten una
programación del tratamiento más flexible.
Rutenio-106 (Ru-106)
El Ru-106 es un emisor beta y se utiliza fundamentalmente en placas oftálmicas para el
tratamiento del melanoma uveal y otros tumores del ojo (retinoblastoma).
Se trata de aplicadores semiesféricos que se fijan en el paciente en contacto con la zona del
ojo que haya que tratar mediante una pequeña cirugía, para ser retirados cuando finaliza el
tratamiento, que puede durar un par de días.
Este tipo de braquiterapia está indicado para melanomas uveales de tamaño pequeño a
mediano como alternativa a la enucleación (extirpación del ojo). En los aplicadores más
comunes, las fuentes de rutenio se distribuyen en una fina película encapsulada entre dos
hojas de plata. La hoja posterior, con un espesor de 0,9 mm, da rigidez al aplicador y
absorbe hasta el 95% de la radiación beta emitida. En la cara interna, la hoja de plata que
sella la fuente de rutenio tiene un espesor de 0,1 mm. Los aplicadores están disponibles en
diferentes tamaños, formas y actividades y debido al largo periodo de semidesintegración
del rutenio (375, 59 días) un mismo aplicador se puede reutilizar durante un periodo de 1
año. Se utilizan también placas oftálmicas con semillas de I-125 en este tipo de
braquiterapia de contacto para tumores uveales más profundos.
0,1 mm
0,9 mm
• Todo el proceso de adquisición y recepción del material radiactivo sigue siempre los mismos
pasos:
• Se empieza solicitando las fuentes requeridas para la intervención. De ello se encarga el
trabajador autorizado para tal cometido. Estas fuentes serán suministradas por proveedores
autorizados y llegarán al servicio de oncología radioterápica en contenedores diseñados
expresamente para ello y claramente identificados (isótopo, actividad, etc.), junto con los
certificados de las mismas y la documentación asociada. Todo ello de acuerdo con la normativa
internacional para el transporte de material radiactivo.
• Una vez en el hospital se debe cumplir el reglamento estipulado dentro del centro para la
recepción y almacenamiento del mismo y que vendrá recogido en el Manual de Protección
Radiológica. Normalmente incluye trámites y diligencias como:
➢ Verificación de que el material radiactivo recibido corresponde con el solicitado y que tanto el
isotopo como la actividad recibida están autorizados en la instalación. Cada instalación radiactiva
tiene autorización para unos determinados isótopos y una determinada actividad de los mismos.
Es importante vigilar que no se sobrepase inadvertidamente la actividad autorizada en el centro
para un determinado isótopo.
➢ Comprobación de las características del bulto: se comprobará visualmente las condiciones del bulto, su
etiquetado y su integridad, realizándose una medida de los niveles de radiación en contacto y a un metro del
mismo. Especial atención hay que prestar a la integridad física del bulto, manchas de humedad, cortes
anormales en el embalaje, abolladuras, etc. En caso de que los controles realizados sobre ese bulto den lugar
a sospechas en cuanto a la integridad del contenido se deberá notificar al SPR (Servicio de Protección
Radiológica del centro)
➢ Comprobación de que el material radiactivo recibido viene acompañado con toda su documentación, en
particular con su certificado de calibración. Y que el número de serie o cualquier otro número de referencia
de las fuentes recibidas coinciden con el de su certificado.
➢ Se anotará en el Diario de operación, los siguientes datos: detalles referentes a la fecha de recepción, el
isótopo y su presentación, su actividad, fecha de calibración, el proveedor y las incidencias que hayan podido
ocurrir en la recepción. La entrada en el Diario de Operación tiene que ir firmada por un supervisor de turno
de la instalación.
➢ El material radiactivo adquirido tras su recepción se
almacena…
.
(mSv: unidad científica de medición para la dosis de radiación del cuerpo entero)
El 99,8 % de los trabajadores expuestos a radiaciones Al realizar la calibración y determinar la actividad de la fuente en términos de
intensidad de kerma en aire, se minimizan los errores en el tratamiento adecuado que se
ionizantes en nuestro país se mantiene en dosis de brinda a las pacientes, garantizando el desempeño del personal ocupacionalmente
exposición iguales o inferiores a 20 mSv/año, valor límite del expuesto y elevando la calidad de vida en las pacientes.
promedio de cinco años consecutivos.
4. Procedimientos operativos en la manipulación de las fuentes radiactivas.
4.2.
➢En los tratamientos de braquiterapia de baja tasa, en los que se implantan fuentes al paciente, existe el riesgo de pérdida o mala
colocación de la fuente, por lo que será necesario un detector portátil para la localización de las mismas. En esta fase el personal que
manipula la fuente debe estar provisto de sus correspondientes dosímetros. Durante el implante, no debe salir material de la
habitación sin someterlo al escrutinio de un detector de radiación que nos permita asegurarnos de que no hay ninguna fuente
extraviada entre el material que sale de la habitación. Al finalizar la intervención se debe realizar un barrido con el detector de
radiación de los distintos aplicadores y agujas empleados con el mismo fin y comprobaremos que el número de fuentes implantadas
coincide con el número de fuentes que se han utilizado. Por último, cuando se retire el implante, se realizará un barrido con el detector
de radiación sobre el paciente para asegurarse de que se han retirado todas las fuentes.
➢En los tratamientos de alta tasa que se realizan en una sala de tratamiento especialmente blindada para ello, debe existir un
detector en el interior que informe continuamente al personal que se encuentra en la sala de control de los niveles de radiación
presentes en el sala de tratamiento, haciendo evidente si la fuente está realizando el tratamiento o en su posición de almacenamiento.
Este detector debe tener una alarma audible, que se dispare en caso de que alguien intente acceder a la sala mientras se está
realizando el tratamiento. Además, deben actuar enclavamientos de seguridad que interrumpan el tratamiento si esto sucede y retiren
automáticamente la fuente a su contenedor.
➢ En los tratamientos de braquiterapia se utilizan fuentes selladas de manera que se minimiza el
riesgo de contaminación radiactiva. Sin embargo, si la cápsula que encierra el material
radiactivo pierde su integridad, podría producirse una contaminación de material radiactivo. Por
ello, si alguna fuente parece dañada, se tiene que descartar y avisar inmediatamente al
responsable de protección radiológica del centro. Además de las inspecciones visuales, es
obligatorio un control anual de la hermeticidad de las fuentes mediante frotis (frotis cuidadoso
de la superficie de la fuente con un material absorbente y en la determinación posterior de la
actividad del material radiactivo recogido en el frotis)
Los niveles de radiación existentes en distintas fases deben registrarse periódicamente en los
documentos de control de la instalación para verificar que estos se mantienen constantes y no
se han deteriorado los blindajes biológicos ni los procedimientos de trabajo.
Si se observara que con los mismos procedimientos y mismas actividades los niveles de
radiación han ido en aumento, habría que evaluar las causas y tratar de poner remedio, para
recuperar los niveles óptimos que se habían conseguido.
6. Gestión de los residuos radiactivos
Por definición, las fuentes radiactivas empleadas en una instalación de braquiterapia, cuando
alcanzan el final de su vida útil, se convierten en residuos que deben ser eliminados en condiciones
seguras. Los residuos siguen siendo material radiactivo, por lo que siguen en aplicación todas las
medidas encaminadas a minimizar la dosis que pueda recibir cualquier trabajador o usuario de la
instalación por exposición a estos residuos. Del mismo modo están sometidos a un estricto control.
En el caso de las fuentes de alta actividad utilizadas en braquiterapia HDR, el procedimiento normal
de gestión implica su retirada por la propia entidad que la suministró, una vez que llegan al final de
su vida útil y no resultan aptas para su uso clínico.
En el caso de la fuentes usadas en braquiterapia LDR, la tendencia actual es también la misma,
establecer un contrato de retirada con la propia empresa que suministra las fuentes. En caso de no
llevarse a cabo la retirada por la empresa suministradora, se deberá concertar la retirada de las
fuentes con una empresa autorizada, normalmente Enresa, que es la empresa pública encargada
de la gestión de los residuos radiactivos en España.
https://www.youtube.com/watch?v=hJ5tO1sZclA
https://www.youtube.com/watch?v=e3xFZfwVaKU
6. Gestión de los residuos radiactivos
El centro de almacenamiento de residuos radiactivos sólidos de Sierra Albarrana (El
Cabril) está situado en la provincia de Córdoba, en las estribaciones de Sierra
Albarrana, sistema montañoso de Sierra Morena dentro del término municipal de
Hornachuelos (un municipio de menos de 5.000 habitantes) El Cabril es una
instalación nuclear que dispone de autorización de explotación otorgada por Orden
del Ministerio de Economía de 5 de octubre de 2001, que le capacita para el
almacenamiento de residuos radiactivos de baja y media actividad. Por resolución de
la Dirección General de Política Energética y Minas, de 21 de julio de 2008, se autoriza
la modificación de diseño de la instalación al objeto de incorporar unas celdas de
almacenamiento diseñadas específicamente para almacenar residuos radiactivos de
muy baja actividad, al tiempo que se establecen nuevos límites y condiciones sobre
seguridad nuclear y protección radiológica asociados a la autorización de explotación.
En la instalación se llevan a cabo operaciones de recepción, tratamiento,
acondicionamiento y almacenamiento definitivo en celdas de los residuos de baja y
media actividad generados por las instalaciones nucleares y radiactivas de toda
España. Los residuos son incorporados en matriz de hormigón en bidones,
generalmente de 220 litros de capacidad, que se disponen en el interior de un
contenedor, también de hormigón, en el que son, a su vez, inmovilizados con
hormigón. Los contenedores se sitúan en 28 celdas de almacenamiento, distribuidas
en dos plataformas. Una vez completada la capacidad de estas celdas, se recubrirán
con una serie de capas de tierra y arcilla, con objeto de conseguir su aislamiento de la
biosfera y su integración paisajística.
Se calcula que tiene una capacidad para albergar los residuos producidos en el país
hasta cerca de 2030.