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Análisis entre el Padre, Hijo y Espíritu

Santo
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Análisis entre el Padre, Hijo y Espíritu Santo


Se dice que un análisis es una apreciación que determina, revela y examina los distintos
aspectos que conforman un texto, sea sagrado o secular, teniendo en cuenta la ideología de
los escritores y el área que lo rodean. Hoy haré un análisis entre el Padre, Hijo y Espíritu
Santo.

Por otra parte se entiende que un análisis es el resultado de una realidad enérgica de la
interpretación que proporciona los contextos y los demás elementos que conlleva al medio
de una ideología con sus principios constituyentes.
Un análisis literario teológico detalla aquellas expresiones que pertenecen a la literatura
teológica, en las cuales nos permiten conocer las realidades de las cosas predichas, quien a
su vez se realiza por sucesos visibles.

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La palabra “literaria” nos lleva a reflexionar las realidades anunciadas como verdades que
muchas veces son reemplazadas por sustancias físicas. Por ejemplo:

Analicemos un texto literario escrito en la escatología predicha por Isaías profeta, la cual se
encuentra consignada en el Canon Judaizante como una prenda de mucho valor. “Porque
un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su
nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. Isaías 9:6.

Resultado del Análisis

1. Según la interpretación que le dio los evangelios a este escrito literario, se cumplió
en el nacimiento del Señor Jesucristo.
2. Según, San Mateo, el Espíritu Santo fue el que engendró al bebe de Isaías 9:6.
Analicemos, “Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en
sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo
que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”. San Mateo 1:20.
3. Cuando el Espíritu Santo engendró en María, al bebe de Isaías 9:6, El Espíritu Santo
recibió el título de “padre”, porque “padre es el que engendra”. Entonces el
Espíritu Santo tiene dos títulos: Espíritu Santo y Padre, no son dos seres, sino uno.
Observe, no se le conoce nombre sino títulos.
4. El profeta Isaías en su profecía literaria, anuncia que un bebé nacería y traería en sus
hombros el principado y su nombre significaría: “Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. Isaías 9:6. Es decir, que este ser naciente
sería hijo y al mismo tiempo padre eterno, y a su vez, las demás propiedades que
declara el profeta.
5. Al nacer el niño que habló el profeta Isaías 9:6. El Ángel le puso por Nombre
“Jesús” San Mateo 1:21. “Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús,
porque El salvará a su pueblo de sus pecados”.
6. Si al nacer este niño, le ponen por Nombre “Jesús” quiere decir, que dentro de este
nombre reposan las cualidades de: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz.
7. Si el niño de quien habló el profeta Isaías 9:6, El ángel le puso por nombre “Jesús”;
ese mismo niño es el padre eterno y a su vez el mismo Espíritu Santo; entonces el
padre eterno se llama “Jesús” eso lo declaró el Señor cuando dijo: “Yo he venido en
nombre de mi padre”. San Juan 5:43.
8. Cuando pensamos es esto entendemos el Nombre que encierra San Mateo 29:19.
“Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Aquí se desprenden varias alternativas:

a. La orden es bautizándolos en el Nombre; esta orden expresa un nombre, es decir,


un elemento; no son los, sino el.
b. Padre y Espíritu santo, no son dos seres, sino uno; eso quiere decir que Padre y
Espíritu, son títulos en un ser pero falta el Nombre.
c. Según el profeta Isaías 9:6 Este niño naciente sería hijo y al mismo tiempo sería
Padre eterno. al momento de nacer el ángel procedente del trono de Dios le trajo el
nombre Jesús
d. Jesucristo en su manifestación física en carne es hijo porque nació, en su esencia
interna, es Dios el Padre eterno y a su vez es el Espíritu Santo habitando en su
cuerpo naciente llamado hijo, a quien el ángel le puso el nombre Jesús, el cual hace
énfasis en San Mateo 28:19. Cuando dice: Bautízalos en el Nombre.

Pedro en el día de pentecostés fue lleno del Espíritu Santo, el cual habló por boca de este
discípulo, y mandó que se utilizara en el Bautismo el Nombre, del cual el ángel le puso
“Jesucristo”, ya que ese es el Nombre representativo del ser que habló la profecía de Isaías
9:6.

Recordemos un poco de gramática

 PADRE no es nombre propio, sino un título de alguien que engendra.


 HIJO tampoco es nombre propio, sino un título de alguien que ha sido engendrado.
 ESPÍRITU SANTO no es nombre propio de Dios, sino un título con quien se ha
identificado por pertenecer al mundo de los Pneuma. San Juan 4:24.

Recordemos el mensaje expuesto por Pedro en la casa de Cornelio. “De éste dan
testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre”. Hechos 10:43.

San Juan escribiéndoles a los hermanos que vivían en el Asia menor en el año 90, les
recuerda: “Os escribo a vosotros, hijos, porque vuestros pecados os han sido
perdonados por su nombre”. 1. Juan 2:12.

Estimado lector, en este tema hago un análisis teológico y te invito a que lo analice antes de
tomar una decisión; el que se bautice en el Nombre de Jesucristo recibe todas las
propiedades de Dios en Cristo Jesús.

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