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Comer con compasión

o Toma unos minutos para tomar consciencia del acto que vas a
realizar
o Dirígete al comedor y siéntate cómodamente
o Concédete unos minutos para conectar con tu cuerpo, tus
sensaciones, con el momento presente
o Observa la comida que tienes en el plato, su forma, brillo, color…
o Si la comida se puede sostener con la mano (frutas, galletas o
cualquier tipo de comida) sostenla suavemente, aprecia su textura.
Obsérvala como si nunca antes la hubieras visto
o Llévala a tu nariz. Reconoce su olor. Acércala a tus labios. ¿Qué se
siente? Date cuanta de su temperatura y de otras cualidades de las
que puedas hacerte consciente
o Sitúala en tu boca, mantenla en tu lengua. Espera un momento
antes de empezar a masticarla. Permite que tu boca reaccione. Sé
consciente de todas tus sensaciones.
o Cuando empieces a masticar, observa qué sucede. Hazlo lenta y
conscientemente. Advierte el sabor y las sensaciones producidas al
masticar. Disfruta del hecho de masticar y tragar.
o Detente en este punto, cierra los ojos si te apetece y decide
enviarte compasión hacia ti mismo. Puedes repetir en silencio frases
como: Ojalá me ame y cuide mi cuerpo, Ojalá me alimente y me
nutra.
o Repite este proceso durante la comida. Lo importante no es el
ritmo sino la consciencia del acto, del momento presente.
o Si aparecen sensaciones, pensamientos o emociones, obsérvalos sin
juzgar y suavemente vuelve a centrar la atención en el momento
presente.

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