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El ejercicio de la Uva pasa

El ejercicio consiste en tomar una pasa (o, si no te gustan las pasas puedes escoger otra fruta
como, por ejemplo, una mandarina) de la siguiente manera:

 Pon la pasa en la palma de tu mano, obsérvala unos momentos. Mírala con un sentido
de curiosidad y asombro, como si ésta fuera la primera vez que has visto una pasa (de
hecho, es probable que esta sea la primera vez que miras realmente una pasa o la fruta
que hayas escogido). Siente su textura en la mano y fíjate en el amplio abanico de
colores y tonalidades, en cómo incide la luz en sus pliegues.
 Hazte consciente de cualquier pensamiento que pase por la cabeza, de cualquier idea
que pueda asaltarte sobre pasas o de comida en general.
 A continuación la hueles durante un ratito.
 Después, acércatela a los labios, siendo consiente del lento movimiento de la mano al
acercar el alimento a la boca y de cómo salivas al anticiparse tu mente y tu cuerpo a la
acción de comer.
 Pon la uva pasa en los labios, pásala por ellos, casi sin rozarlos, ¿cómo notas su piel en
los labios?
 Luego pon la uva dentro de la boca, siéntela en la lengua. Después mastica muy
despacio, experimentando realmente el acto de masticar una sola uva pasa, su sabor
real.
 Posteriormente, cuando te sientas preparado para ingerirla, presta atención al
proceso, experimenta con plena conciencia el impulso de tragar, intenta sentir como
pasa por la garganta y recorre el camino hacía el estómago.

La realidad es que, cuando empiezas a prestar atención de esta forma, tu relación con las
cosas cambia. Puedes empezar a ver un orden y una vinculación entre las cosas que antes no
eran visibles. Y hasta puedes pensar en su origen con una actitud de agradecimiento.

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