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Exposiciones:
1999 Palais de Glace, Buenos Aires. Exposición “100 Años de Pintura Argentina”, octubre,
n°32
2007 Zurbarán Córdoba. Exposición “Paisajes de Nuestra Tierra”, agosto
Reproducida en:
Libro “La Rioja, su patrimonio artístico”, de Ramón Gutiérrez, Graciela María Viñuales e
Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires, 1998, página 185
Libro “Nuestra Argentina”, de Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires,
1999, página 162
Revista “El Federal”, Buenos Aires, 10 de mayo de 2007, página 76/77
Antecedentes:
Exposiciones:
Reproducida en:
Libro “La Rioja, su patrimonio artístico”, de Ramón Gutiérrez, Graciela María Viñuales e
Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires, 1998, página 183
Libro “Nuestra Argentina”, de Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires,
1999, página 170
Revista “El Federal”, Buenos Aires, 10 de mayo de 2007, página 77
Antecedentes:
Exposiciones:
Reproducida en:
Antecedentes:
Nacido en Buenos Aires en 1888, desde muy joven se sintió absolutamente identificado con
el paisaje montañés y se radicó en Potrerillos, un paraje solitario de la cordillera
mendocina. Un verano mientras descansaba allí, llegó a sus manos “Mis montañas” el
magnífico libro de Joaquín Víctor González, el gran escritor, político y educador riojano.
Para Anganuzzi esa lectura fue la revelación que marcó su destino. Sintió que ese lugar,
que el poeta describía con tan bellas imágenes era el sitio que había soñado para vivir y
para pintar. Y se radicó en Chilecito, La Rioja, con su familia. Allí vivió y trabajó durante
once años y realizó su obra más significativa. Como los impresionistas fue un pintor de aire
libre, le gustaba colocar su caballete frente al paisaje, por eso se armó un taller-móvil con el
que recorrió los pueblos riojanos junto a su esposa y su hija.
Las cumbres de Famatina, los huertos de higueras y nogales, los aromos y algarrobos, se
hacen forma y color en sus cuadros, con ricos empastes y su paleta de violetas y azules.
Pero además fue un gran pintor de figuras: jornaleros, los peones con sus burros cargando
toneles de vino, los changos, mineros, y la devoción del pueblo riojano en las procesiones a
la Virgen de las Mercedes. Falleció en Buenos Aires el 25 de marzo de 1975.