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El texto analiza la deixis exofórica presente. Contiene elementos deícticos personales como los pronombres de primera persona que refieren al autor. Incluye deícticos espaciales que oponen España y el extranjero. Y presenta marcadores temporales que sitúan los hechos en el pasado, presente y futuro desde la perspectiva del momento del discurso. El autor critica la situación actual de la cultura en España.
El texto analiza la deixis exofórica presente. Contiene elementos deícticos personales como los pronombres de primera persona que refieren al autor. Incluye deícticos espaciales que oponen España y el extranjero. Y presenta marcadores temporales que sitúan los hechos en el pasado, presente y futuro desde la perspectiva del momento del discurso. El autor critica la situación actual de la cultura en España.
El texto analiza la deixis exofórica presente. Contiene elementos deícticos personales como los pronombres de primera persona que refieren al autor. Incluye deícticos espaciales que oponen España y el extranjero. Y presenta marcadores temporales que sitúan los hechos en el pasado, presente y futuro desde la perspectiva del momento del discurso. El autor critica la situación actual de la cultura en España.
Últimamente, ha habido dos pequeños revuelos relacionados con los escritores.
Uno tiene que ver con el pasado: la carencia de un programa por parte del Ministerio de Cultura para conmemorar el cuarto centenario de la muerte de Cervantes. El otro, con el presente (y me temo que también con el futuro): las inspecciones de la Seguridad Social, con multas de hasta 120.000 euros, a escritores que se han jubilado de otras profesiones, pero que siguen publicando sus libros. Ninguno de los dos asuntos me resulta sorprendente. Aquí no hay residencias de artistas, centros de creación ni becas. Y ningún gobernante se ha preocupado nunca por aclarar la compleja y delicada situación fiscal y administrativa de escritores y demás gentes de mal vivir. Si menosprecian a Cervantes, ¿cómo no a nosotros? Muchos creadores hemos sido incluso víctimas, con todas las letras, de un gobierno decidido a silenciarnos. Nada les ha importado a esos ministros que tanto se han llenado la boca con “la marca España” que cada vez que un escritor de aquí es leído en un país extranjero, o que un músico, o cineasta, o artista de cualquier condición es aplaudido ahí fuera, esté colaborando –y de qué manera– en crear la imagen de nuestra nación. Que supongamos una importante contribución al PIB y, también, a una estadística más valiosa: la de la belleza, la libertad, la felicidad incluso. ¿Existe acaso un país rico que no tenga una rica cultura? Que alguien se lo explique a los políticos, por favor. Que sepan que, ahora mismo, el arte y el pensamiento son en España especies en peligro de extinción. Y que si el nuevo gobierno, sea el que sea, no lo arregla, esto se acaba.
Solución
La deixis exofórica se refiere a los vínculos que se establecen entre los
elementos del texto y las referencias al espacio, tiempo y personas del contexto de la enunciación. Es en este contexto donde los elementos del texto adquieren su significado. Se distinguen tres tipos de deixis exofórica: personal, espacial y temporal.
Los elementos deícticos personales aluden directamente a las personas del
discurso, es decir, al emisor y al receptor, así como a las relaciones que se pueden crear entre ellos a través del propio enunciado. En este artículo el emisor se manifiesta no solo a través de la primera persona ya sea por medio del pronombre («me», línea 7), ya por morfema verbal («temo», línea 4); sino también por medio de la primera persona del plural con valor exclusivo, como es el caso del pronombre “a nosotros”, los verbos “hemos sido”, “supongamos” y el pronombre enclítico de CD “silenciarnos”. También podríamos considerar como marca de plural inclusivo (la autora involucra al lector) el posesivo «nuestra» (línea 16). La deixis espacial aparece expresada a través de la oposición entre los adverbios demostrativos «aquí» (líneas 10 y 14) y «ahí» (línea 15). Esta oposición pone de manifiesto la situación de menoscabo que sufre la cultura en España con respecto al resto de países europeos. El adjetivo «extranjero» y el adverbio «fuera» también funcionan como deícticos espaciales que refuerzan esta idea.
Por lo que respecta a la deixis temporal, observamos diferentes marcas que
sitúan los acontecimientos en el eje temporal desde el presente de la enunciación, es decir, desde el momento de la elaboración del texto. La referencia a los momentos anteriores aparecen expresados en el adverbio “últimamente” o el sustantivo “el pasado”. La contemporaneidad con el presente de la enunciación se manifiesta a través del grupo adverbial “ahora mismo”, y del sustantivo “el presente”, mientras que el sustantivo “el futuro” apunta a la posterioridad. Por otra parte, con el adverbio “nunca” expresa la prolongación en el tiempo de los hechos denunciados por la autora.
Las relaciones temporales que se establecen en el texto a través de los tiempos
verbales del texto también son mecanismos deícticos. Así el presente “creo”, “me resulta”, “se acaban” predomina porque la autora está criticando la situación actual de la cultura en España. El pretérito perfecto compuesto “hemos sido”, “ha importado” da cuenta de la continuidad de un problema que se arrastra desde el pasado y que en el presente no se ha solucionado.