Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
23
Seminario Conciliar de Nuestra Señora de Ocotlán Tlaxcala 2 de marzo del 2023
Radio Huamantla 106.9 FM, Programa siguiendo a Jesús, Radio Lucerna
Ministerio
Jesús sanó a los enfermos, le dio la vista a los ciegos y aun revivió a los muertos. Lo
más asombroso es que Él hizo que todos estos milagros fueran posibles. Aunque sus obras
fueron consideradas por los sacerdotes judíos como un comportamiento blasfemo, Jesús
constantemente le recordó a la gente que sus obras estaban alineadas con la voluntad de
Dios para “que el Padre sea glorificado en el Hijo” (Juan 14:13).
Jesús enseñó que debemos perdonar. Aun estando en la cruz, Jesús perdonó a la
gente que lo crucificó.
Enseñanzas divinas
Jesús fue el maestro más grande que jamás haya vivido. Frecuentemente usó
parábolas, o historias, para enseñar lecciones importantes que todavía podemos aplicar a
nuestros días.
Sus enseñanzas estaban muy por delante de su tiempo. Él nos enseñó a amar a
nuestros enemigos. Nos enseñó a perdonar. Nos enseñó a ver a las personas más allá de su
raza, edad, género o nacionalidad. Nos enseñó a amar a Dios y a nuestro prójimo. Pero más
importante, nos mostró amor en todo lo que hizo.
La noche antes de que lo mataran, Jesús se retiró al Jardín de Getsemaní para orar.
Ahí, sintió la carga de cada pecado y dolor del género humano y sufrió por cada persona
que jamás haya vivido. Después, Jesús fue traicionado, arrestado, burlado, golpeado y
crucificado. Todo esto Él lo permitió para cumplir con la voluntad de Dios. “Yo pongo mi
vida”, dijo el Señor, “para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí
mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar”. (Juan 10: 17-18)
Aun cuando Jesús estaba siendo crucificado por su propia gente, Él le suplicó a Dios que
tuviera misericordia de ellos.