Está en la página 1de 3

NUEVO TESTAMENTO.

Jesucristo es el Ser más grandioso que jamás ha nacido sobre esta tierra, nuestro
ejemplo perfecto. Él es el Señor de señores, el Creador, nuestro Salvador y vino a la
tierra para que pudiéramos vivir con Dios otra vez.

ANUNCIACIÓN Y VISITACIÓN

Cuando llegó la hora establecida por Dios, el ángel Gabriel se presentó ante la
Virgen María para darle la alegre noticia: Serás la madre del Salvador “He aquí la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Habiendo sabido por el ángel
Gabriel que su prima Isabel estaba esperando un hijo, pronto María se puso en
camino para visitarla y prestarle toda la ayuda necesaria, cuando Isabel recibió el
saludo de María, quedó llena del Espíritu Santo y exclamó “Bendita tú entre todas
las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús”.

NACIMIENTO Y PRESENTACIÓN

Jesús nació de la virgen María en Belén de Judea el 25 de diciembre del año 1 a.


C., seis días antes del cambio de era. Ese nacimiento humilde, pobre entre los
pobres, cumplió las esperanzas y sueños de todos nosotros…Vivir con Dios en el
paraíso otra vez (adoración de los magos representantes del mundo pagano que se
acercaron a Dios para adorarlo). Según la Ley de Moises, el primer hijo que nacía,
tenía que ser entregado a Dios y rescatado con el ofrecimiento de 2 tórtolas o
pichones. Así recordaban lo que pasó cuando el pueblo de Israel estaba en Egipto:
murieron todos los primogénitos de ese lugar, en tanto que los primogénitos de
Israel quedaron a salvo. Aún cuando era jovencito, Jesús enseñaba la palabra de
Dios. Cuando tenía 12 años, enseñó en el templo y todos los que le oyeron se
maravillaron de su conocimiento.

JESÚS RECIBE EL BAUTISMO

Cuando Jesús comenzó su ministerio, ayunó en el desierto 40 días, fue tentado por
el diablo y lo resistió; fue bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista, aunque
Jesús no tiene pecado alguno, fue bautizado por inmersión para enseñarnos
obediencia a Dios. Cuando Jesús recibió el bautismo, bajó sobre Él el Espíritu Santo
en forma de paloma. Después del bautismo de Jesús, Dios declaró, “Este es mi Hijo
Amado, en quien me complazco". Él es el Hijo de Dios, con conocimiento y poder
infinitos, y sin embargo también era mortal y susceptible al hambre y al dolor.
Jesucristo experimentó totalmente los desafíos y las penas de esta vida. Por eso, Él
nos conoce a cada uno de nosotros y nos entiende perfectamente.

AMOR A TODOS - BIENAVENTURANZAS

Jesús fue el maestro más grande que jamás haya vivido. Frecuentemente usó
parábolas (situaciones cotidianas que todos podían entender para comunicar
verdades espirituales importantes) para enseñar lecciones importantes que todavía
podemos aplicar a nuestros días. Sus enseñanzas estaban muy por delante de su
tiempo. Él nos enseñó a amar a nuestros enemigos. Nos enseñó a perdonar. Nos
enseñó a ver a las personas más allá de su raza, edad, género o nacionalidad. Nos
enseñó a amar a Dios y a nuestro prójimo. Pero más importante, nos mostró amor
en todo lo que hizo. Jesús enseñó que debemos perdonar. Aun estando en la cruz,
Jesús perdonó a la gente que lo crucificó.

BIENAVENTURANZAS

● Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los


cielos” (Mateo 5:3)
● Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra (Mateo 5:4)
● Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados» (Mt 5, 5).
● Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán
saciados (Mt 5, 6).
● Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia
(Mt 5, 7).
● Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mt 5, 8).
● Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados
hijos de Dios» (Mt 5, 9).

● Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es


el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, os
persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa"
(Mt 5, 10-11).

Jesús sanó al enfermo, caminó sobre el agua, levantó a los muertos, calmó la
tempestad y convirtió el agua en vino. Esos milagros cumplieron profecías antiguas
y confirmaron Su divinidad. También mostraron la compasión infinita que tiene Jesús
por nosotros. Gracias a este conocimiento, podemos saber que Él es nuestro Dios y
que tiene poder sobre cada una de Sus creaciones. De esta manera, podemos tener
fe en que Él podrá llevar a cabo milagros en nuestras vida hoy en día.

LA IGLESIA.

Jesús fundó la Iglesia, que es el nuevo pueblo de Dios, para que la salvación llegara
a todo el mundo. Todos pueden pertenecer al Nuevo Pueblo de Dios, sin importar la
raza, la cultura, la clase social o el color de la piel. Entre todos sus discípulos Jesús
escogió a Doce, los preparó y los envió como sus representantes, dándoles el poder
para desempeñar las siguientes tareas; Anunciar el Evangelio (Mc 16, 15),”Id por
todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creación” Celebrar el Culto
(Lc 22, 19-20), actualmente la repetición de la Cena del Señor, se llama Institución
de la Eucaristía, es la acción memorial o de recordación que tiene lugar en la
Eucaristía durante la Santa Misa en recuerdo de las palabras de Jesús en la Última
Cena: ”Haced esto en memoria mía” y Guiar al Nuevo Pueblo de Dios (Mt 18, 18)
“Yo os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo
que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo”.

JESÚS MUERE Y RESUCITA POR NOSOTROS.

La noche antes de que lo mataran, Jesús se retiró al Jardín de Getsemaní para orar.
Ahí, sintió la carga de cada pecado y dolor del género humano y sufrió por cada
persona que jamás haya vivido. Después, Jesús fue traicionado, arrestado, burlado,
golpeado y crucificado. Todo esto Él lo permitió para cumplir con la voluntad de
Dios. “Yo pongo mi vida”, dijo el Señor, “para volverla a tomar". Nadie me la quita,
sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para
volverla a tomar”. (Juan 10: 17-18) Aun cuando Jesús estaba siendo crucificado por
su propia gente, Él le suplicó a Dios que tuviera misericordia de ellos. Tres días
después de Su muerte, Jesús se levantó de la tumba y apareció a Sus amigos y
seguidores. Gracias a que Jesús vivió otra vez, todos nosotros podremos ser
resucitados algún día. Literalmente, Él rompió las cadenas de la muerte y se levantó
de la tumba esa primera mañana de Pascua. A causa de Su sacrificio y
resurrección, podemos superar nuestros desafíos diarios con fe en nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. Podemos saber que no hay causas perdidas, que no hay
finales y que ninguno de nosotros está más allá de su infinito poder para amar y
salvar.

En síntesis
Es el don de la libertad de nuestros pecados que Jesús hizo posible al asumir el
castigo por nuestros pecados en la cruz. Mediante este don, 1 Juan 1:9 promete que
"Si confesamos nuestros pecados, el que es fiel y justo nos los perdonará y nos
limpiará de toda maldad".

También podría gustarte