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AUTOESTIMA: Es el valor o estima que sentimos por nosotros mismos y también

el valor o estima que pensamos que los demás tienen por nosotros.
AUTOCONFIANZA: Implica sentirte seguro de ti mismo y de tu talento, no de una
forma arrogante. Esta seguridad no significa sentirse superior a los demás. Se
trata de saber, internamente y con serenidad, que eres una persona capaz.

¿CÓMO PODEMOS MEJORAR NUESTRA AUTOESTIMA Y NUESTRA


AUTOCONFIANZA CON LA AYUDA DE DIOS? ROMANOS 12; 13

I) PRIMERAMENTE RECONOCIENDO QUE NUESTRA VIDA NO ES UN


ACCIDENTE NI FUE UN ERROR (SALMO 119:73)
Este precioso versículo nos dice que nosotros fuimos hechos y formados por las
manos de nuestro Dios, y tenemos que reconocer que Dios no hace nada ni por
accidente ni por error, Dios obra según su amor, su propósito y su voluntad.
Que maravilloso es saber que aun antes de nacer ya estábamos en el
pensamiento y bajo el cuidado de los ojos de nuestro Dios (Salmo 139:16)

II) TENEMOS QUE RECONOCER QUE NUESTRA VIDA TIENE UN PROPÓSITO


Y TIENE VALOR (SALMO 138:8)
Satanás siempre trata de hacernos creer que nuestra vida no tiene un sentido, y
por eso lleva a miles de personas a los vicios, y al suicidio, pues usando las
palabras hirientes y las actitudes de menosprecio de las personas nos hace sentir
que somos “Un cero a la izquierda” es decir personas sin valor con vidas sin
sentido.
Los hijos de Dios tenemos que confiar que, aunque las cosas en nuestra vida no
vayan como quisiéramos, aun las situaciones que nos parecen malas o
incomprensibles el Señor harán que todas ellas sirvan para nuestro bien
(Romanos 8:28)
Nosotros somos valiosos para Dios, somos de gran estima ante los ojos de
nuestro Dios (Isaías 43:4-5)
Nuestra vida es tan valiosa que nuestro Dios nos ha amado con amor eterno
(Jeremías 31:3)

III) TENEMOS QUE TOMAR LA DECISIÓN DE ALEJARNOS DE LAS


PERSONAS QUE NOS DESTRUYEN INTERNAMENTE (PROVERBIOS 13:20)
Hay una frase que dice algo muy real: ¿Como pretendes volar si no te alejas de
los que te cortan las alas?
Muchas veces nuestra autoconfianza y nuestra autoestima está muy dañada
porque siempre estamos con personas que nos menosprecian, que se burlan de
nosotros, que no nos valoran, y neciamente seguimos con ellos.

LAS COSAS TIENEN VALOR POR LO SIGUIENTE:


Por el precio que se paga por ellas.
Cuando alguien paga un alto precio por algo, entonces lo cuida por el valor que
tiene para él.
Nosotros fuimos comprados por precio. Jesús derramó su sangre por nosotros, el
más alto precio que alguien pudiese pagar. (1 Co:6-20, 1 Co 7:23, 1P 1:18-19).

Por su marca (o su sello)


En un automóvil no es lo mismo una marca desconocida que un Mercedes Benz.
Dice la Biblia que nosotros hemos sido sellados por el Espíritu Santo.
(Efesios 1:13, 4:13,- 2 Corintios 1:22)

Por su autor o fabricante.


Nosotros fuimos creados por la propia mano de Dios, y EL mismo puso aliento en
nosotros. (Salmos 100:3, 119:73)

Por su exclusividad
Un producto vale mucho más cuando es único o exclusivo.
Cada uno de nosotros es exclusiva creación de Dios, no existen dos personas
iguales, todos somos diferentes y exclusivos, tenemos huella digital propia,
tenemos exclusivo iris en nuestros ojos, tenemos un ADN único. EL nos hizo, y no
nosotros a nosotros mismos. EL nos formó con sus propias manos. Salmos 100

Por su contenido
Si comparamos 2 envoltorios de regalo, uno grande y uno chico, el primero es
bonito y el segundo no tanto… ¿cuál vale más? Depende de su contenido, porque
el grande y bonito puede contener un osito de peluche, pero el envoltorio chico
puede contener un anillo de oro y diamantes.
De la misma forma, nosotros no valemos por nuestra apariencia, sino por lo que
hay dentro, la Biblia dice que hay un tesoro en vajillas de barro, la Biblia dice que
somos Templo de Espíritu Santo. (2 Corintios 4:7, Romanos 9:20-21)

LA AUTOCONFIANZA ES CONTAGIOSA; ¿Cuántos matadores de gigantes


había en el ejército de Saúl? ¡Ninguno! Cuando Goliat desafió a los escuadrones
del ejército de Dios, ellos temblaron de miedo (lee 1 Samuel 17:8-11). Sin
embargo, David, quien vino a traer comida a sus hermanos, evaluó la situación,
salió en fe, y mató al gigante. Después de que él se convirtiera en rey, ¿cuántos
matadores de gigantes surgieron en Israel? ¡Muchos! Escucha:
«Después… Sibecai… mató a Sipai, de los descendientes de los gigantes; y
fueron humillados. Y hubo otra guerra contra los filisteos; y Elhanán… mató a
Lahmi, hermano de Goliat, el geteo, cuya lanza tenía una asta tan grande como un
rodillo de telar. Volvió a haber guerra en Gat, donde había un hombre de gran
estatura, el cual tenía seis dedos en los pies y las manos, veinticuatro en total; y
era descendiente de los gigantes. Este hombre desafió a Israel, pero lo mató
Jonatán hijo de Simea, hermano de David. Éstos eran descendientes de los
gigantes de Gat, los cuáles cayeron a manos de David y de sus siervos» (1
Crónicas 20:4-8).
Ahora bien, ¿por qué crees que no había matadores de gigantes en el ejército de
Saúl? ¡Porque él mismo no lo era! No obstante, bajo el mando de David hubo
numerosos, ¡porque él sí lo era! Este acontecimiento ilustra el principio que se
repite en todas partes de la Biblia.
«Se precisa de uno para que se levante otro». Cuando desarrolles seguridad en ti
mismo, aquéllos que te rodeen -amigos, familiares, socios, etc.- también
aumentarán sus niveles de autoconfianza.

 Dios nos dice que somos su especial tesoro (Éxodo 19:5-6).


 Somos la niña de sus ojos (Deuteronomio 32:10, Salmos 17:8).

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