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Prácticas de oficio.

Investigación y reflexión en Ciencias Sociales, n° 6, agosto de 2010

La Dinámica del Conflicto Escolar en


Escuelas de Barrios Populares
Urbanos a la Luz de la Noción de
Autoridad∗
Gabriel D. Noel
Doctor en Cs. Sociales (UNGS-IDES). IDAES/UNSAM – CONICET gdnoel@gmail.com
Mail: gdnoel@gmail.com

Introducción: Violencia,
Escuela y Contexto Social
Las imágenes de la escuela argentina exclusivamente en función de la dinámica
como lugar violento se han multiplicado de escolar. Expresado en términos morales, este
manera considerable en los últimos años. principio se traduciría por “la escuela es
Esta tendencia ha tenido, si no su origen, al exclusivamente responsable por todo lo que
menos una marcada aceleración desde “La ocurre en su interior”.
Masacre de Carmen de Patagones”, episodio Apenas hace falta decir que este
en el cual, el 28 de Septiembre de 2004, un principio rara vez es enunciado
alumno de una escuela de esa localidad del explícitamente, al punto que muchos de
sur de la provincia de Buenos Aires disparó quienes a él adhieren por vía de implicatura
un arma de fuego sobre sus compañeros, lo recusarían si se requiriera una adhesión
matando a tres de ellos e hiriendo a otros explícita al mismo. Aún así proliferan los
cinco. A partir de ese momento, en una “análisis” de la “violencia escolar” que en él
sucesión más o menos rápida pero se apoyan al ignorar las numerosas y
relativamente constante, comienzan a variadas circunstancias que rodean, permean
acumularse en los medios las noticias que y afectan al escenario escolar. Asimismo, este
hacen referencia a la escuela como lugar supuesto nos permite explicar en buena
peligroso y violento y a crecer medida la intensidad de la perplejidad y la
correlativamente la preocupación de la indignación moral que suelen acompañar a la
opinión pública. condena de los “hechos de violencia” que
A la hora de producir un diagnóstico tienen lugar al interior de la institución
de esta clase de fenómenos, las explicaciones escolar: hemos encontrado una y otra vez
suelen recurrir a uno de dos extremos que muchos de nuestros informantes que
simplificadores. Por un lado, tenemos a asumen de forma no problemática que la
quienes adjudican una responsabilidad sociedad argentina contemporánea es más
prácticamente unilateral a la escuela y sus conflictiva que la de hace una o dos décadas,
agentes por todo lo que ocurre en ella reaccionan escandalizados cuando esta
(episodios de violencia incluidos) ya sea por conflictividad se manifiesta en escenario
acción o por omisión. Esta interpretación escolar, como si la escuela debiera estar
puede denominarse la metáfora de la preservada de una conflictividad que – a esta
escuela opaca, en la medida en que parece altura de las circunstancias – suele asumirse
suponer que todo lo que ocurre al interior de sin problemas como un dato cuando predica
la escuela debería ser interpretado del resto de la sociedad.


El siguiente texto es resultado de la investigación realizada para mi tesis de doctorado, que fuera dirigida por Daniel
Publicación
Míguez y co-dirigida por Gabriel Kessler ydel
quePosgrado
lleva por en Ciencias
título Socialesentre
Los Conflictos UNGS-IDES
Agentes y Destinatarios del Sistema
Escolar en Escuelas Públicas de Barrios Populares Urbanos. La tesis fue defendida el 28 de Agosto de 2007 y ha sido
posteriormente publicada por UNSAM Edita (Noel, 2009).
Sección Resultados de Tesis

Como reacción defensiva ante estas Violencia en las Escuelas, 2008, 2009, 2010)
imputaciones suele aparecer la segunda de nos permiten afirmar inequívocamente que
las simplificaciones: un relato simétrico al que este no es ese el caso: el nivel de conflicto o
podemos referirnos como metáfora de la de violencia al interior de un establecimiento
escuela transparente. Según esta no guarda más que una relación muy
interpretación, la “violencia escolar” no sería indirecta con el de su entorno, y hay una
más que la irrupción, en escenario escolar, de numerosa serie de factores específicamente
violencias externas y extrañas a la institucionales que son más importantes a la
escuela, imputables a determinados actores hora de explicar al menos algunas de las
individuales o colectivos conflictivos en sí formas de violencia que encontramos al
mismo – “los inadaptados”, “los jóvenes de interior de los establecimientos1.
ahora”, “los pobres”, “los villeros”, “los A la luz de estos hallazgos debemos
excluidos”, “los marginales”, “la sociedad”, admitir que la escuela no es ni absolutamente
según el mayor o menor grado de corrección opaca ni transparente por completo en lo que
política del enunciador. Según esta lectura, si hace a las causas, la génesis y el desarrollo
la sociedad argentina se ha vuelto más de la violencia. No cabe duda de que la
violenta – se argumenta – cabe esperar que escuela no es impermeable a su exterior, y
la escuela acompañe este incremento de que las condiciones en las cuales el
violencia al mismo tiempo y en el mismo dispositivo escolar se despliega hoy no son
sentido. las mismas que hace dos o tres décadas. Sin
Si bien esta explicación puede embargo, cabe a la escuela – esto es a los
funcionar como una corrección bienvenida a establecimientos concretos – un importante
la metáfora de la escuela opaca (teniendo papel potencial, no sólo en lo que hace a las
además, como tiene, una mayor afinidad con posibilidades de intervención para reducir,
cierto sentido común sociológico), el tomarla modificar o impedir episodios de violencia
literalmente nos enfrentaría a una conclusión (Observatorio Argentino de Violencia en las
de tono marcadamente pesimista: si la Escuelas, 2009:31ss) – sino también – y
escuela en tanto institución no tiene mayor especialmente – en su multiplicación o
predicamento respecto de la violencia que agravación (generalmente por omisión).
ocurre en su interior, en la medida en que La escuela, entonces, no es ni opaca ni
esta le es externa, y reviste causas transparente: funciona más bien como un
igualmente externas, no tiene sentido prisma – si queremos perseverar en la
intentar intervenir sobre ella en el espacio metáfora óptica – que refracta, según su
específico de la institución. Por tanto, hasta propia geometría, las influencias que recibe
tanto no se solucionen las causas y fuentes de afuera. Siendo así, a la hora de analizar
de la violencia social – hasta tanto no los “hechos de violencia” que se despliegan al
acabemos con la pobreza, la marginalidad, el interior de los establecimientos escolares
desempleo, la exclusión, etc. – poco podrá debemos preguntarnos de qué manera la
hacerse en relación con la violencia que se escuela da forma, influencia, inhibe o
despliega en escenarios específicamente amplifica la violencia que recibe de su afuera.
escolares. Indudablemente la respuesta a esta pregunta
Como quiera que sea, más allá de sus
consecuencias a nivel de la práctica, hay que 1
A título meramente ilustrativo, podemos citar los
señalar además que si esta hipótesis de la enumerados por Welsh (1999) como parte de sus
escuela transparente fuera cierta, deberíamos resultados de investigación: la inconsistencia, falta de
encontrar que los niveles de violencia de una claridad o arbitrariedad en las reglas o en su aplicación;
escuela deberían estar en relación con los que las operaciones ambiguas o indirectas ante la inconducta
(por ejemplo, utilizar las calificaciones como sanción ante
se registran en su entorno inmediato (esto la inconducta); el desacuerdo entre los agentes del
es, en la localidad o incluso en el barrio en el sistema escolar (esto es, docentes o directivos) en
que la escuela está ubicada o del cual cuanto a la existencia, el contenido o la aplicación de las
provienen sus alumnos). Sin embargo, tanto normas; la falta de respuestas a la inconducta
persistente; la irrelevancia de las normas desde el punto
las investigaciones a nivel internacional de vista de los alumnos; la existencia de relaciones
(Welsh, 1999, Benbenishty y Astor, 2005) persistentemente conflictivas entre docentes y directivos;
como los datos de los que disponemos para el una dirección inactiva o ausente y los bajos recursos y el
caso argentino (Observatorio Argentino de tamaño (en particular una alta tasa de alumnos por
docente).

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habrá de ser compleja y dependerá en gran recurrentemente por las mismas


medida de la clase de violencia de la que se circunstancias y discurran habitualmente por
trate – algunas formas de violencia son más carriles similares – y esto en las tres escuelas
permeables a la influencia institucional que en las que se ha repartido nuestro trabajo de
otras, algunas son más dependientes de camp – rara vez, por no decir prácticamente
influencias externas que otras (Benbenishty y nunca los mismos se zanjen definitivamente y
Astor, 2005): en todo caso es una pregunta con un acuerdo relativamente firme por parte
empírica que sólo puede contestarse con de los contendientes. Lo que se observa más
evidencia concreta. bien es un estado de negociación continua
Sin embargo, existe un aspecto que que aún cuando pueda experimentar pausas
hemos tenido ocasión de trabajar en detalle o “treguas” temporales, nunca se detiene. Las
en nuestra propia investigación de campo2, y resoluciones, allí donde existen, sólo son
que creemos merece una consideración interrupciones parciales y puede apostarse
especial en lo que hace a la regulación de la con relativa seguridad que un conflicto entre
violencia por parte de las escuelas, en la determinados actores que haya surgido una
medida en que su impacto parece ser notable vez volverá a suscitarse, y en términos
a la hora de exacerbar o inhibir los episodios prácticamente idénticos.
de violencia. Este aspecto tiene que ver con A la hora de intentar abordar esta
lo que habitualmente se denomina “crisis de pregunta, debemos volvernos hacia la
la autoridad escolar” dinámica de estos conflictos, esto es, que
configuraciones asume su desarrollo, cómo es
La Dinámica del Conflicto que se detienen y vuelven a recomenzar.
Ahora bien: si uno sigue con cuidado el
Escolar desarrollo de los conflictos cotidianos en los
escenarios escolares, lo que observará es que
Sin duda alguna, uno de los – al menos allí donde los desacuerdos son lo
fenómenos que más llaman la atención del suficientemente profundos – los mismos se
observador de la cotidianeidad escolar – detienen temporalmente – se interrumpen –
ciertamente capturó la mía – es el hecho de básicamente por tres razones: o bien uno de
que más allá de que buena parte de los los contendientes cede ante una agresión o
conflictos entre agentes y destinatarios del la amenaza explícita y verosímil de un
sistema escolar3 sean suscitados perjuicio por parte del otro

“… y ahí me dijo: vos seguí


2
Nuestra investigación se extendió a lo largo de dos jodiendo que vas a terminar en el zanjón
años y tuvo como escenario dos localidades de la del fondo. Y el tipo es jodido, ¿viste? Hijo y
Provincia de Buenos Aires. La primera, una ciudad nieto de chorros… ¿qué iba a hacer?”
intermedia de unos 120.000 habitantes, relativamente (Marisel, Docente de la Escuela B)
próspera y la segunda una villa del Conurbano
Bonaerense. En el primer caso trabajamos en dos
escuelas – a las que denominaremos Escuela A y “… un día la chabona se sacó, y me
Escuela B – cuya población provenía de uno de los dijo que iba a llamar al patrullero. Ojo…
barrios señalados como más “problemático” por los
habitantes de la ciudad, durante nueve meses y en el
segundo trabajamos en una escuela – la Escuela C – maestranza, etc.). Por “destinatarios” deberá entenderse
situada en el borde de la villa y que recibía su población aquellos actores a los que la escuela se dirige como su
de la misma durante un año. Nuestro trabajo de campo “población-objetivo”, tanto directamente (los alumnos)
implicó una presencia prácticamente cotidiana y como indirectamente (los adultos a cargo de los mismos
prolongada en los espacios escolares que hizo posible la y que los representan ante la institución escolar y sus
observación sostenida que la aproximación etnográfica agentes). Sobre esto último cabe señalar que, si bien a
requiere. Para mayores detalles véase Noel (2009). los fines de evitar engorrosas enumeraciones y
3
Denominamos “agentes del sistema escolar” a aquellos salvedades, nos referiremos habitualmente a “los padres”
actores adultos que desempeñan en la escuela alguna o “las madres” – ya que son por lo general quienes
función profesional especificada explícitamente por ella, y cumplen este rol – en las escuelas en las que hemos
que los obliga a tener una presencia cotidiana o cuasi- trabajado, este papel puede ser desempeñado por otros
cotidiana en la misma. La categoría incluye, por tanto a adultos, como abuelos y abuelas, tías o tíos, hermanas y
docentes, preceptores, directivos, miembros de los hermanos mayores o incluso vecinos o allegados
gabinetes psicopedagógicos y auxiliares (de cocina, diversos.

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eso te lo dicen todos, pero la mina estaba


sacada, y cuando se saca hace cualquiera… Quisiéramos hacer notar – volveremos sobre
así que yo por las dudas me quedé en el este punto en breve – que ninguno de estos
molde” (Entrevista a Pablo, Alumno de
casos de interrupción de conflicto implica
la Escuela C)
consentimiento, esto es, el ponerle fin de
mutuo acuerdo, o sobre bases admitidas por
O bien se cede ante el temor a la agresión –
ambos contendientes: en el último de los
esto es, la percepción de una posibilidad
casos este consentimiento es mera
cierta de un perjuicio por parte del otro:
simulación y en los dos primeros no puede
hablarse propiamente de consentimiento, sino
“Yo no me voy a arriesgar a que
por una pelotudez así me rayen el auto o más bien de coacción; aquel de los actores
me tajeen las gomas” (Silvia, Docente de que cede lo hace en virtud de que percibe
la Escuela A) que el otro recurrirá o podría recurrir a un
medio efectivo de causarle un perjuicio que
“Con algunos sabés que podés éste no está dispuesto a admitir.
joder… con otros no. Yo por ejemplo a la Claro está que hablar de “coacción”
mina del año pasado la volvía loca… se re- requiere de precisión adicional. Siendo que
sacaba la mina, pero estaba todo bien, no
como resultado de las divergentes
pasaba nada… de última me mandaba a
experiencias de socialización de clase, los
Dirección… y la sanata de siempre. Pero
este año con Mario no jodo… porque vos diversos tipos de actores al interior de la
viste… ¿lo conocés a Mario? El tipo es institución escolar no tienen a su disposición
grosso y además laburó en Institutos [de la misma clase de recursos a la hora de
menores] y todo eso… entonces si el tipo intentar someter a coacción a sus
se saca, no sabés qué va a hacer… contrincantes, puede esperarse que los
entonces trato de quedarme piola” medios a los que unos y otros echarán mano
(Entrevista a Martín, Alumno de la serán cualquier cosa menos idénticos. Así,
Escuela B)
como lo muestran nuestros ejemplos, lo más
habitual entre los alumnos de sectores
Estas vías que involucran temor a una populares y sus allegados, suele ser la
agresión actual o virtual resultan amenaza de recurrir – o incluso el recurso
particularmente frecuentes en el caso de los efectivo – a la agresión física, ya sea dirigida
agentes del sistema escolar que, convencidos a la persona (“le voy a hacer cagar” o “la voy
de la peligrosidad de los actores provenientes a cagar a palos”) o a sus propiedades (“le voy
de sectores populares – ya sea por una a prender fuego la casa” o “le voy a rayar el
experiencia de enfrentamientos previos con auto”)5 o, alternativamente puede aparecer la
padres y alumnos que han recurrido al uso de amenaza de una denuncia ante ‘autoridades
la fuerza o a la destrucción de propiedad o superiores’, ya se trate de aquellas
adquirida por vía de las numerosas específicamente vinculadas al sistema
“narrativas del miedo” (Reguillo, 2006,
Caldeira, 2007) que circulan en los escenarios
escolares – se muestran habitualmente señalar que estos factores intervienen allí donde los
conflictos se extienden en el tiempo sin agotarse.
temerosos a ser víctima de agresiones y de 5
Como hemos señalado en otras ocasiones (Míguez y
destrucción de objetos y por tanto optan por Noel, 2006, Noel, 2006), esta asimetría entre los
ceder a las demandas de padres y alumnos. recursos disponibles, resultante a su vez de la
La última opción consiste en simular divergencia en las experiencias de socialización – en
particular las referidas al irregular impacto del proceso
temporalmente acatamiento o de civilización (Tenti Fanfani, 1999, Elias, 2000) – es la
consentimiento, estrategia que es responsable de buena parte de la atribución de
particularmente utilizada por los alumnos omnipresente violencia que los agentes del sistema
respecto de sus docentes y directivos, en la escolar imputan sobre sus destinatarios de barrios
populares. Tal como hemos argumentado, creemos que
medida en que es percibida como un “mal resulta heurísticamente más fecundo utilizar la etiqueta
menor” y un precio a pagar para que “los de violencia para todas las formas de coacción unilateral
dejen en paz”4. y resistida – sea que recurran o no la fuerza física – en
lugar de reservarlas para aquellas que satisfacen los
criterios de un enunciador “civilizado”, lo cual no hace
4
Como veremos en breve, esto no implica, ni mucho más que reproducir en el nivel analítico el discurso nativo
menos, que ningún conflicto se resuelva o que todo y, más específicamente, los prejuicios de clase respecto
consentimiento sea simulado. Simplemente queremos de los usos autorizados del cuerpo.

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educativo – la Dirección, la Inspección o el funcionamiento los chicos y sus padres suelen


Consejo Escolar – e incluso ante el tribunal de estar directa o indirectamente familiarizados8.
la ‘opinión pública’ por vía de los medios, en Ahora bien, a la hora de analizar el
particular los informativos de radio y los peso relativo de estas distintas formas en que
noticieros de televisión – en especial los del los conflictos entre agentes y destinatarios
mediodía6. Cabe destacar que estos últimos del sistema escolar son interrumpidos, lo que
suelen dar espacio e incluso acudir a las se observa es que la primera situación – esto
instalaciones de la escuela ante denuncias es, aquella en la que se produce una
puntuales de padres o alumnos, agresión o aún la amenaza explícita de la
especialmente cuando corresponden a temas misma – es mucho menos frecuente que la
de la agenda mediática en curso – como ser segunda, esto es, la percepción de una
la “violencia escolar”, la “discriminación” o el posibilidad implícita a la vez que verosímil por
“abuso”7. parte de una u otra de las partes en conflicto.
Los agentes del sistema escolar, por En efecto: en la medida en que se encuentran
su parte, al encontrarse poco inclinados – en abiertos al aprendizaje, los distintos actores
virtud de sus propias disposiciones de clase – que comparten la cotidianeidad de la escuela
o efectivamente impedidos – por las van acumulando, como parte de su proceso
sanciones administrativas e incluso penales – de socialización intraescolar, una suerte de
del recurso efectivo a la fuerza, suelen corpus jurisprudencial más o menos
esgrimir más frecuentemente herramientas compartido sobre sus “otros”, que utilizan
institucionales que suponen la delegación rutinariamente para estimar sus posibilidades
efectiva de este uso de la fuerza a terceras concretas de éxito en una disputa
partes: la policía, los juzgados de menores o determinada. Así, la percepción de las propias
cualesquiera otras dependencias del sistema posibilidades de éxito – o de su ausencia – en
judicial-penal – “llamar a la policía”, “hacer una contienda con un actor determinado tiene
intervenir al juzgado” – instituciones con cuyo por efecto visible que en determinadas
ocasiones un actor pueda ceder a las
6 demandas de sus contrincantes sin que se
La proliferación de este recurso a los medios masivos
de comunicación ha sido mencionada por Néstor García produzca una agresión efectiva9. Asimismo,
Canclini, quien la señala como correlativa de la
percepción de una pérdida de eficacia de las vías
8
estatales y para-estatales de demanda ciudadana: Cabe señalar no obstante que existen casos,
“Desilusionados de las burocracias estatales, partidarias ciertamente no habituales pero tampoco del todo
y sindicales, los públicos acuden a la radio y a la excepcionales en los que los agentes del sistema escolar,
televisión para lograr lo que las instituciones ciudadanas cediendo a la frustración o a la exasperación, recurren al
no proporcionan: servicios, justicias, reparaciones o uso de la fuerza física o a la amenaza de hacer uso de la
simple atención. No se puede afirmar que los medios misma. Tal comportamiento será objeto casi
masivos con teléfono abierto, o que reciben a sus inevitablemente de una denuncia por parte de los
receptores en los estudios, sean más eficaces que los allegados del alumno agredido ante las autoridades
organismos públicos, pero fascinan porque escuchan y la superiores ya mencionadas, con consecuencias casi
gente siente que no hay que ‘atenerse a dilaciones, siempre graves y deletéreas para el docente involucrado.
plazos, procedimientos formales que difieren o trasladan Como lo expresara una de nuestras informantes: “Igual
las necesidades” (1995.:23). así te digo que las maestras se cansan y les pegan un
7
Los actores que hacen uso habitual de este recurso cachetazo. ¡Y después se comen cada juicio! Pero [no les
demuestran gran habilidad a la hora de formular sus importa] les pegan igual”.
9
demandas de modo tal que quepan en las categorías Correlativamente, según nuestra experiencia, esas
principales de esta agenda, con lo cual suelen obtener en agresiones efectivas que los medios suelen presentar con
un gran número de casos la atención de los medios una el nombre de “violencia escolar” se producen allí donde
vez convocados. Así, durante nuestra presencia en las un actor determinado conoce insuficientemente o evalúa
tres escuelas registramos numerosas intervenciones en incorrectamente la capacidad o los recursos de coacción
diversos medios: al menos cuatro apariciones en de su contrincante, esto es, hasta dónde está dispuesto a
programas de radio y dos en artículos de uno de los llegar éste. En estos casos puntuales y en gran medida
diarios de mayor circulación de la ciudad para la Escuela excepcionales, los conflictos suelen asumir una forma
A – y esto dejando de lado las repercusiones del incendio que puede describirse con el término escalada,
reconstruido en el capítulo precedente – dos apariciones configuración que implica que ante un desacuerdo o
radiales para el caso de la Escuela B y tres apariciones conflicto cualquiera entre actores que no ceden a las
televisivas en canales masivos, tanto de aire – Canal 13 demandas de sus contrincantes sobre las bases de la
– como de cable – TN y Crónica TV – en respuesta a percepción virtual de una amenaza, el conflicto escalará
convocatorias de la Escuela C. en intensidad hasta alcanzar una suerte de “estallido” o

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estos corpora se prestan a innumerables de los conflictos y suelen volcar las más de
manipulaciones tácticas, de modo tal de las veces los resultados de los mismos en su
permitir a determinados actores – y esto es favor. Si a esto se agrega que la simulación
particularmente cierto de los alumnos – elegir persuasiva del consentimiento constituye un
cuidadosamente a sus contendientes, recurso habitual de la panoplia de los
buscando suscitar o desplazar sus conflictos alumnos – en particular de los de los cursos
hacia antagonistas que se sabe habrán de superiores – se entenderá que incluso en
ceder a sus demandas sin necesidad de aquellos casos en que los docentes creen
recurrir a la ultima ratio de la imposición haber obtenido una “victoria” lo que han
unilateral de la voluntad por vía de la logrado es habitualmente un simple
coacción. diferimiento del conflicto.
La manipulación táctica de este corpus Haciendo a un lado la cuestión de la
tiene otra consecuencia importante respecto simulación del consentimiento – en cierto
de la evolución y resolución de los conflictos sentido más transparente en cuanto a sus
entre agentes y destinatarios del sistema consecuencias en el diferimiento de las
escolar que merece ser destacada: por más controversias – podemos afirmar que las
que el consenso existente en buena parte de modalidades de interrupción de los conflictos
la literatura sobre la escuela nos incline a que recurren al ejercicio de algún modo de
suponer que los dados estarían cargados en coacción explícita o implícita por parte del
favor de los primeros – sobre la base del “vencedor” en la contienda resultan siempre
“diferencial de poder” que la institución sumamente frágil y precaria. Abusando de la
escolar pauta por diseño entre unos y otros – afirmación de Tayllerand de que “uno puede
de modo tal que los segundos serían siempre hacer cualquier cosa con las bayonetas,
los “perdedores” en estos enfrentamientos, la excepto sentarse sobre ellas” podemos
situación efectiva nunca es tan sencilla. De afirmar que estas modalidades no aseguran
hecho, los resultados de un enfrentamiento más que victorias pírricas a sus vencedores,
concreto dependerán siempre de las en la medida en que los resultados rara vez
configuraciones concretas y siempre variables pueden inscribirse o consolidarse de manera
de argumentos y tácticas, apoyos y alianzas persistente. En ausencia de consenso sobre el
que los antagonistas logren reclutar en su resultado de una disputa, la imposición
favor en un conflicto concreto, así como de la circunstancial de un actor determinado no
vulnerabilidad de los actores específicos en expresa más que una retirada situacional,
conflicto a los argumentos coactivos o táctica y a regañadientes de su contendiente,
coercitivos de sus antagonistas y del lo cual está lejos de implicar que el dilema
conocimiento disponible sobre estas que la suscitara se haya resuelto
vulnerabilidades. Aún cuando difícilmente satisfactoriamente para ambas partes: en la
podamos presentar pruebas empíricas medida en que quien se retira lo hace bajo
convincentes de ello, cabe afirmar que la presión y no porque crea que el problema se
situación suele ser más bien la contraria: los haya resuelto, este habrá de reaparecer en
destinatarios del sistema escolar – y cuanto las circunstancias lo hagan posible.
particularmente los alumnos – suelen Puesto de manera algo más rigurosa:
mostrarse mucho más hábiles en la gestión esa inestabilidad permanente que
adjudicamos a la dinámica de la conflictividad
resolución súbita, que habrá de implicar el recurso escolar tendría en su base la virtual ausencia
efectivo a alguna clase de coerción física y simbólica de recursos que permitirían zanjar eventuales
que consigue finalmente doblegar la voluntad del conflictos de manera consensuada o, más
oponente. Vista con más detenimiento, esta escalada se específicamente, de criterios que harían
resuelve en una serie alternada de intentos recíprocos y
sucesivos de cada una de las partes en conflicto por posible definir condiciones en la cual uno de
imponer su voluntad sobre la otra, utilizando grados los actores podría tener, en caso de un
siempre crecientes de coacción, hasta que una de ellas impasse, la última palabra. En la medida en
obtiene la sumisión de la otra mediante el recurso a que tanto el proceso educativo en general
alguna maniobra de coacción perentoria y decisiva, de
naturaleza física o simbólica. Obviamente, en la medida como la institución escolar en particular están
en que esta medida de coacción se muestre decisiva, basadas sobre una asimetría fundamental
será incorporada a la “base de conocimiento” de aquel
sobre el cual ha sido ejercida, con lo cual no es probable
que el uso efectivo de la agresión se repita.

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entre agentes y destinatarios del mismo10 o más precisamente su ejercicio por parte de
supuestamente inscripta en la lógica terceros – una vez más, el ejemplo típico es
institucional y cuya legitimidad se supone, el de los padres respecto de los docentes o su
por tanto, debería ser compartida por unos y recíproco – y que ante la ausencia efectiva
por otros, el sujeto de esta imputación de antes mencionada imputan
ausencia – si se nos perdona el oxímoron – es “irresponsabilidad” a estos actores, es decir,
la autoridad, entendida, como veremos en los acusan de no querer o no saber hacer
breve, como la suma de dominación y valer su autoridad. Sea como sea, lo que
consentimiento. subyace a ambos casos es una suerte de
Lo interesante del caso es que si bien acuerdo generalizado respecto de que una
– salvas las excepciones – los diversos autoridad que debería ejercerse no lo hace, o
actores que el escenario escolar pone en lo hace de manera insuficiente.
contacto no parecen percatarse cabalmente Sin embargo, difícilmente podamos
de los detalles de esta dinámica que involucra comprender los fundamentos y la validez
interrupción del conflicto sin resolución, sí empírica de estas imputaciones
expresan indirectamente su preocupación por omnipresentes en los escenarios escolares,
la falta de consentimiento que está en su sin responder primero algunas preguntas
raíz. En efecto: toda vez que tuvimos ocasión acerca de la naturaleza de la autoridad así
de oírlos hablar o incluso de interrogarlos como de las condiciones que hacen posible su
acerca de las razones a las que adjudicaban ejercicio y la percepción de su legitimidad.
esta condición perenne y obsesivamente
recurrente de la conflictividad escolar, casi La Noción de Autoridad
todos ellos – particularmente los agentes del
sistema escolar y algunos vecinos que
tentativamente podríamos ubicar como parte “Como todo estudioso sabe”, fue Max
de una clase media en vías de descenso – Weber el primero en construir una definición
señalaban precisamente que su causa debía analítica de autoridad que hace hincapié en la
hallarse en la ausencia o la pérdida de relación entre la dominación y su
autoridad. legitimidad, esto es, el consentimiento a
La autoridad aparece, en efecto, la misma (Weber, 1996: 30, 170ss). Así, la
mencionada constantemente en relación con existencia de la autoridad supone para él la
la escuela y sus conflictos. Notablemente, las “probabilidad de encontrar obediencia dentro
modalidades más habituales en las que la de un grupo determinado” y, por
misma aparece enunciada asumen la forma consiguiente, el consentimiento presunto por
de una queja o una protesta: en el primero parte de los sometidos a ella, sustentado en
de los casos, nos encontramos con actores una creencia en la legitimidad de quienes la
que suponen estar investidos de alguna clase reclaman. Más específicamente:
de autoridad – el ejemplo más típico es el de
un docente respecto de sus alumnos, pero “(…) toda dominación sobre una
también puede aplicarse a un directivo o pluralidad de hombres requiere de modo
funcionario del sistema escolar en relación normal (…) la probabilidad, en la que se
con los docentes, o a un padre o madre en puede confiar, de que se dará una
actividad, dirigida a la ejecución de sus
relación con sus hijos – y que afirman
ordenaciones generales y mandatos
encontrarse incapacitados o imposibilitados
concretos, por parte de un grupo cuya
de ejercerla en forma efectiva dado que obediencia se espera” (Weber, 1996:170)
aquellos que deberían estar sujetos a ella le
niegan consentimiento; en el segundo, A su vez, los motivos que pudieran
encontramos alternativamente una acusación existir para esta obediencia encuentran su
por parte de actores que reclaman autoridad, razón última en el modo en que la creencia
en su legitimidad se construye y sostiene,
10
Por más que esta asimetría sea pertinazmente negada
definiendo así los tres tipos ideales de
en ciertas versiones contemporáneas del “sentido dominación legítima – y por tanto de
común” pedagógico.

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autoridad – que Weber postula: la racional, También Hannah Arendt ha hecho hincapié en
“que descansa en la creencia en la legalidad esta mutua exclusión entre autoridad y uso
de ordenaciones estatuidas y de los derechos de la fuerza:
de mando de los llamados por esas
ordenaciones a ejercer la autoridad”, la “Dado que la autoridad siempre
tradicional, fundada en “la creencia demanda obediencia, frecuentemente se la
cotidiana en la santidad de las tradiciones que confunde con alguna forma de poder o
violencia. Sin embargo, la autoridad
rigieron desde lejanos tiempos y en la
excluye el uso de medios externos de
legitimidad de los señalados por esa tradición
coerción: allí donde se usa la fuerza, la
para ejercer la autoridad” y la carismática, autoridad en sí ha fallado” (Arendt,
sustentada en la “entrega extraordinaria a la 1959:463, traducción mía).
santidad, heroísmo o ejemplaridad de una
persona y a las ordenaciones por ella creadas A la que agrega una interesante nota
o reveladas” (Weber, 1996:172). adicional:
Sin duda la perspectiva weberiana es
lo suficientemente conocida como para que se “La autoridad, por otra parte, es
justifique, aquí y ahora, el no extendernos incompatible con la persuasión, que
demasiado sobre ella11. Sí quisiéramos presupone igualdad y funciona a través de
detenernos algo más sobre otra perspectiva un proceso de acreción. Donde se utilizan
argumentos, la autoridad está suspendida.
en cierto sentido paralela, pero algo menos
Enfrentado al orden igualitario de la
conocida: la de Alexandre Kòjeve (2005),
persuasión encontramos el orden
autor que – en consonancia con lo sostenido autoritario, que es siempre jerárquico. Si
por Weber – define la autoridad como “la hemos de definir la autoridad, deberemos
posibilidad que tiene un agente de actuar hacerlo en contraste tanto con la coerción
sobre los demás (o sobre otro), sin que esos mediante el uso de la fuerza, como con la
otros reaccionen en su contra, siendo persuasión a través de argumentos” (loc.
totalmente capaces de hacerlo” (Kòjeve, cit.)13.
2005:36). Interesantemente, allí donde
Weber se contentaba con definir la autoridad Volviendo al tratamiento analítico que
en relación con la legitimidad, dejando de Kòjeve hace de la autoridad, cabe señalar
lado por omisión la cuestión de la resistencia, que a la hora de construir una tipología de las
de la fuerza, o de la violencia (Lukes, 2005: clases posibles de la misma el autor repite en
111-112), Kòjeve despliega explícitamente principio la pregunta weberiana: ¿cuáles son
sus mutuas relaciones; en particular, la las razones por las cuáles una autoridad,
exclusión mutua de los conceptos de pudiendo ser resistida, no lo es? A esta
“autoridad” y “uso de la fuerza”, pregunta responde con una clasificación
deteniéndose a señalar que, en el mismo cuatripartita que sólo en parte se superpone
momento en que la reacción o la resistencia con la anteriormente mencionada de Weber.
se actualizan, la autoridad desaparece, lo cual Así, existen para él (2005:41-53)
se vuelve particularmente evidente cuando fundamentalmente cuatro tipos puros de
aquel que reclama autoridad se ve obligado a autoridad: la del Padre sobre el Hijo (que
utilizar la fuerza: coincide parcialmente con la caracterización
weberiana de la “autoridad tradicional”) y que
“De manera general, no hay que se corresponde con la teoría escolástica – y
hacer nada para ejercer la autoridad. El
hecho de estar obligado a hacer intervenir
la fuerza (la violencia) prueba que no hay que se siguen del hecho de que la autoridad (como ya
autoridad en juego” (Kòjeve, 2005:38)12. señalara Weber) no sea más que una posibilidad, cuya
actualización (o no) dependerá de circunstancias
variables que tendrán que ver con las posiciones y las
11
Remitimos a las numerosas glosas existentes de la acciones relativas de los diversos actores involucrados.
13
tipología weberiana, entre las cuáles destacamos las de Esta aclaración es sin duda importante porque si la
Sennett (1982:27-29), Ritzer (1993:266-274), Preterossi autoridad, como nos ha enseñado Weber implica ambos
(2002:94-97) y Bendix (2005). atributos – esto es, tanto dominación como
12
Aún cuando a primera vista pudiera parecer consentimiento – debemos prestar atención no
tautológica, esta explicitación de la relación de oposición solamente a aquellas condiciones que socavan este
mutua entre autoridad y resistencia abre la posibilidad de último, sino también a aquellas que suscitan una
percibir y analizar las consecuencias prácticas y tácticas incompatibilidad con el primero.

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más generalmente teológica – de la Como puede verse, existe cierto


autoridad, que pone sus fundamentos en la consenso entre los autores mencionados
prioridad de la causa sobre el efecto y en el respecto de que la autoridad consiste en una
consiguiente carácter transmisible y forma particular de dominación que tiene
hereditario de esta relación; la del Amo sobre como prerrequisito necesario cierto
el Esclavo, que se corresponde con la consentimiento por parte de los dominados18
caracterización hegeliana que coloca en el – y que excluye por tanto, por definición, la
origen de la autoridad una lucha a muerte por resistencia y el uso de la fuerza o la coacción
el reconocimiento (Anerkennen), en la que al en cuanto suponen la existencia de ésta –
Amo “enfrenta la prueba de la Lucha y el consentimiento fundado a su vez en alguna
Riesgo” en un acto específicamente humano, forma de creencia respecto de la legitimidad
mientras que el Esclavo, no llegando a de esta dominación19. Por consiguiente,
dominar su temor “animal”, cede, reconoce la aquellos agentes o destinatarios del sistema
superioridad del vencedor, y se somete14; la escolar que, como hemos visto, enuncian a
del Jefe sobre la Banda, cuya justificación modo de queja o protesta una ausencia
habría sido formulada explícitamente por relativa o absoluta de la autoridad en las
Aristóteles15, basada en la capacidad de relaciones con sus alumnos y allegados saben
previsión a largo plazo del Jefe sobre aquellos de lo que hablan: en la medida en que sus
que, por el contrario, están sometidos a la mandatos o demandas son rutinariamente
tiranía de las necesidades inmediatas y que resistidas, la autoridad se encuentra
como el mismo Kòjeve reconoce, incluye efectivamente ausente.
algunos de los elementos que Weber había Ahora bien: ¿qué implica
recogido bajo la denominación de “autoridad concretamente esta ausencia de la autoridad?
carismática”; y, finalmente, la del Juez, que Si, como hemos visto, el consentimiento a la
puede reconocerse en la teoría platónica de la dominación supuesto por la autoridad implica
autoridad16, y que pone el fundamento de la necesariamente algún criterio de legitimidad
misma en la justicia, la equidad o la
imparcialidad públicamente reconocidas y
Kòjeve contradictorio con la idea de autoridad – y que
consensuadas de quiénes la detentan17. tiene que ver con las disputas en torno del ejercicio, la
prioridad o el monopolio de la autoridad legítima.
Interesantemente esta cuestión de las disputas es uno
14
La interpretación que Kojève hace de la cuestión de los aspectos menos tratados por una bibliografía por
hegeliana de la “dialéctica entre el amo y el esclavo” es demás abundante en torno del poder y – en menor
en muchos sentidos peculiar; para una lectura alternativa medida – de la autoridad.
18
véase Sennett (1982:121ss) Quizás una de las definiciones más sucintas e
15
Sin embargo, la prolija y detallada reconstrucción que iluminadoras de esta concepción de la autoridad sea la
Arendt (1959:481-485) hace de la formulación de Theodor Mommsen: “más que un consejo, menos que
aristotélica de la autoridad – o más bien de su análogo – una orden” (citado en Preterossi, 2002:12).
19
coloca a éste en una afinidad más cercana con el tipo del Aún cuando se siga de suyo tanto de las definiciones
Padre que con el del Jefe. que hemos citado como de nuestras preguntas de
16
cf. también Arendt (1959:473-480) investigación, quisiéramos dejar bien en claro que
17
Sin duda uno de los aspectos más interesantes del consideramos que la autoridad debe predicarse de
tratamiento que Kòjeve hace de la noción de autoridad y una relación y no cómo atributo de una persona: por
sus fundamentos tiene que ver con la forma en que más que – como veremos – determinados atributos
muestra cómo estos modos alternativos de legitimarla personales juegan papeles nada despreciables en la
pueden entrar – y de hecho entran frecuentemente – en construcción de las relaciones de autoridad, esos papeles
conflicto entre sí en situaciones particulares. Kòjeve no están siempre supeditados a la percepción que de los
se contenta con señalar – como también lo había hecho mismos tienen sus destinatarios. La autoridad constituye
Weber antes que él – que sus figuras de autoridad no así una relación social, o más propiamente, una clase
son más que tipos ideales que difícilmente se encuentren de relaciones sociales: aquellas relaciones de dominación
en la realidad en estado puro: muestra además de qué que – como hemos visto – suponen una demanda de
manera la autoridad, que en situaciones concretas consentimiento de una persona respecto de otra. En este
siempre estará distribuida entre distintos actores que sentido, quisiéramos tomar distancia de ciertas posturas
fundarán su legitimidad sobre la base de distintos psicológicas como las de Sennett (1982), que construyen
argumentos, es pasible de devenir objeto de la noción de autoridad a partir de atributos personales de
conflicto entre actores que argumentan el derecho quien se supone la detenta. Sobre la ambigüedad entre
a la exclusividad o la prioridad en su ejercicio Aquí las nociones psicológicas y sociológicas de autoridad,
se abre un campo de indagación paralelo y distinto del de véase también Mendel (1994) y Castorina y Gil Antón
la resistencia – concepto que, como dijimos, es para (1994).

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– en términos de Kojève, esas razones por como la crianza de los hijos y la educación,
las cuales los dominados, pudiendo resistirse, en los cuáles la autoridad en el sentido
no lo hacen – se sigue que la ausencia de la más amplio siempre había sido aceptada
como una necesidad natural (…) el hecho
misma sería sinónima de la imposibilidad de
de que incluso esta autoridad pre-política
construir tales criterios o, correlativamente,
que gobernaba las relaciones entre adultos
de la existencia de mecanismos disponibles y niños, maestros y alumnos, ya no esté
para su impugnación efectiva. A la hora de asegurada implica que todas las metáforas
preguntarnos por el origen y la efectividad de y modelos tradicionales de las relaciones
estos mecanismos debemos tener en cuenta de autoridad han perdido su plausibilidad”
dos dimensiones: en primer lugar, una (Arendt, 1959:462, traducción mía)
dimensión más abstracta o macro,
relacionada con los que se ha dado en llamar Como puede verse, la autora proclama
la “crisis de la autoridad”, crisis en cierto la desaparición efectiva de la autoridad en el
sentido de alcance global y relacionada con mundo moderno y presenta a modo de
las condiciones específicas de la subjetividad evidencia persuasiva de este hecho el que la
moderna; en segundo – montados sobre misma haya sido recusada incluso en aquellos
aquélla – la existencia de maniobras tácticas ámbitos donde debería encontrársela firme y
de nivel micro, que pueden utilizarse para pacíficamente instalada, particularmente los
impugnar demandas concretas y específicas de las relaciones entre adultos y niños en
de autoridad en contextos igualmente general, y el de la escuela en particular:
específicos (en nuestro caso, la escuela de
barrios populares urbanos). Una vez más, a “Existe, por supuesto, una
los fines de evitar la mera yuxtaposición de conexión entre la pérdida de la autoridad
en la vida pública y en la vida política, por
niveles, procuraremos reconstruir esta doble
un lado, y la que se produjo en los campos
dimensión de la impugnación a las demandas
privados de la familia y la escuela, por
de autoridad al igual que los mecanismos que otro. Cuanto más radical es la desconfianza
enlazan una y otra, como requisito necesario de la autoridad en la esfera pública, tanto
de una comprensión cabal de la dinámica del más probable es que la esfera privada no
conflicto en los escenarios escolares. se mantenga intacta. Además, está el
hecho adicional, y muy decisivo, de que
desde tiempos inmemoriales, en nuestra
La Autoridad en Crisis tradición de pensamiento político, nos
acostumbramos a considerar que la
autoridad de los padres sobre los hijos, de
Si bien en los últimos años la cuestión los profesores sobre los alumnos, era el
de la autoridad y su putativa crisis han modelo según el cual debíamos entender la
adquirido preeminencia en forma progresiva, autoridad política (…) La pérdida general
la percepción respecto de la existencia de tal de autoridad, en rigor, no podía tener una
ruptura – tanto en sus formulaciones más expresión más radical que su intrusión en
generales como en las más específicamente la esfera prepolítica, donde la autoridad
escolares – se remonta a varias décadas. Sin parecía estar dictada por la naturaleza
misma y ser independiente de todos los
necesidad de multiplicar los ejemplos más
cambios históricos y de todas las
allá de lo necesario, podemos mencionar un
condiciones políticas” (Arendt, 1954:202-
diagnóstico particularmente saliente, aunque 203)20.
quizás algo extremo:
20
“A los fines de evitar el Asimismo, como veremos oportunamente, Arendt se
malentendido, quizás hubiese sido más ocupa específicamente de las causas y los efectos
prudente preguntarse en el título qué fue – particulares de esta erosión de la autoridad en ámbitos
pedagógicos (entendidos en el sentido más amplio
y no qué es – la autoridad. Porque estoy
posible) e imputa su origen a una serie de supuestos que
persuadida de que si estamos tentados y califica de “mezcla de sensatez e insensatez” y “dañinos”,
habilitados para postular esta pregunta es y que resultan de una extensión falaz del igualitarismo
porque la autoridad se ha desvanecido del moderno y los correlativos derechos políticos de
mundo moderno (…) El síntoma más autonomía y ciudadanía a ámbitos pre-políticos donde
significativo de la crisis, y que indica su estrictamente no deberían aplicarse. Puede encontrarse
profundidad y seriedad es que se ha un argumento en muchos sentidos paralelo, aunque
difundido hacia áreas pre-políticas tales expresado en forma menos taxativa, en Elias (1998:409-
450). Véase también Jacquard et alii (2004:39-41).

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Aún sin llegar a estos extremos, son intergeneracional del capital cultural. Más allá
varios los autores que correlacionan la crisis de sus innumerables glosas posmodernas, la
de la autoridad con la extensión de los primera formulación de esta postura
supuestos fundamentales de la modernidad – probablemente sea la de Margaret Mead
o más específicamente, los involucrados en la (1997), quien ha argumentado que el paso de
socialización del sujeto moderno. Richard una cultura cofigurativa – aquella en la
Sennett, por ejemplo, en una perspectiva cual “el modelo prevaleciente para los
más específicamente psicológica señala – miembros de la sociedad reside en la
luego de reconocer la necesidad de la conducta de sus contemporáneos” (1997:65)
autoridad, particularmente en el caso de los – a una prefigurativa – caracterizada por la
niños – que a la existencia secular de un aceleración de los cambios en la tecnología,
temor a ser privados de la autoridad la la sociedad y la cultura y la emergencia
modernidad le ha agregado “un temor a la correlativa de una brecha generacional
autoridad cuando existe”: (1997:97-107) – provoca una “crisis de fe, en
la cual los hombres, que han perdido su
“Hemos llegado a temer la confianza no sólo en la religión sino también
influencia de la autoridad como amenaza a en la ideología política y en la ciencia22, se
nuestras libertades, en la familia y en la sienten despojados de todo tipo de seguridad.
sociedad en general (…) Los ingredientes
Pienso que esta crisis de fe se puede atribuir,
de este miedo moderno son muchos. En
por lo menos en parte, al hecho de que ahora
parte se trata de un temor a las
autoridades como seductoras. En parte se no hay adultos que sepan más que los
trata de un temor al acto de seducción, de mismos jóvenes acerca de lo que éstos
que la libertad ceda a la autoridad (…)” experimentan” (1997:111-112).
(Sennett, 1982:46) Como puede verse, más allá de los
detalles específicos, los analistas de la crisis
Allí donde Arendt encontraba los efectos de la autoridad suelen estar de acuerdo en
paradójicos y deletéreos de una extrapolación que la modernidad o algunos de sus aspectos
indebida de cierta idea de individuo, y son en cierta manera hostiles al
determinados derechos asociados a esta, establecimiento de relaciones de autoridad. Si
Sennett otorga un lugar preeminente en su esto es cierto en términos generales, lo es
análisis al temor a la dependencia21: aún más en los escenarios de la Argentina
posdictatorial, donde un temor persistente e
“La vergüenza acerca de la indudablemente justificado al autoritarismo
dependencia es el legado que ha dejado la sobrevuela la conciencia moral de actores y
sociedad industrial del siglo XIX a la analistas de la sociedad en general, y de la
nuestra (…) Para combatir esas
institución escolar en particular (Grimson,
ambivalencias acerca de la dependencia,
2002, Pierella, 2006). Sólo así se explica que
esa sensación de ser personalmente
vulnerable cuando se es dependiente, se tanto el diagnóstico de la existencia como la
han desplegado los términos de la preocupación por las consecuencias de esta
negación de la autoridad. Se han crisis de la autoridad no haya de encontrar
convertido en defensas contra la sensación eco en las preocupaciones locales hasta hace
de indefensión” (Sennett, 1982:52-53) relativamente muy poco tiempo23 y que la
cuestión aparezca más bien dibujada en
Finalmente, entre aquellos autores que escorzo, insinuada o elidida que claramente
postulan la existencia de una relación entre enunciada, en un recorrido sinuoso en el cual
modernidad y crisis de la autoridad muchas veces todo ocurre como si el
encontramos a quienes hacen hincapié en los
problemas supuestos por la erosión de los 22
Si bien Mead no menciona específicamente el término
mecanismos otrora exitosos de transmisión “autoridad”, nótese la correspondencia parcial de esta
enumeración con los criterios weberianos de legitimidad.
23
Excepción hecha, claro está, de la proliferación de
21
Para una genealogía del concepto de dependencia y de glosas, comentarios y reinterpretaciones del tratamiento
las calificaciones morales a él asociadas, véase Fraser bourdiano de la autoridad pedagógica (cf. Bourdieu y
(1997). Passeron, 1979, Van Haecht, 1998).

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Sección Resultados de Tesis

enunciador se debatiera entre la doble y estos diagnósticos retoman una o más de las
contradictoria necesidad de utilizar el líneas de análisis adelantadas por los autores
concepto y de evitar el término. Sin embargo, previamente citados. Lo interesante es que
el diagnóstico y el pathos a él asociado más allá de que estos textos provengan de
eventualmente se van haciendo presentes en enunciadores situados en diversas posiciones
la Argentina reciente y – aún con relativa ideológicas, todos ellos parecen coincidir –
lentitud – las discusiones que hacen mención entre ellos y con los autores antes
explícita de la autoridad – o más bien de su mencionados – en que ya la autoridad en
ausencia y de su predicamento – comienzan a general, ya la autoridad propiamente escolar
acumularse en la escena pública. estaría atravesando una suerte de crisis más
Recurriremos una vez más a título o menos prolongada y que, por tanto, habría
ejemplificador a un puñado de textos que plantearse las condiciones de su
periodísticos, aparecidos en el espacio de un reconstrucción en una situación que hace
año: imposible – por no mencionar indeseable – el
recurso a modalidades pretéritas de
“Hay algo definitivo: los docentes construcción autoritaria (y la ambigüedad de
deben volver a ser autorizados como tales. este último término es aquí sin duda
Hay que volver a darles autoridad. Esta apropiada). Esperablemente, estas
crisis de autoridad no nos ocurre sólo a
preocupaciones han encontrado eco también
nosotros; les pasa a los docentes
en la producción académica de los últimos
franceses, alemanes, chinos... y tiene que
ver con una sociedad que valora mucho años, donde también encontramos
más lo joven y la innovación, y a la que le resonancias de diagnósticos como los de
parece que todo lo viejo es conservador y Arendt o Mead:
en la que hay muchas otras agencias de
transmisión cultural, más allá de la “El carácter simétrico o asimétrico
escuela, cuyos saberes han quedado muy de la relación entre niños y adultos resulta
deslegitimados” (Dussel, 2005). una clave de lectura de fenómenos y
procesos de este ciclo histórico (…) [y] da
“¿Qué hacer con los niños? ¿Como cuenta de la dislocación y/o inversión de
actuar frente a un adolescente? ¿Cómo las posiciones de los sujetos en la cadena
poner normas en épocas en que la generacional y del cuestionamiento de sus
disciplina escolar se llama ‘convivencia’? fundamentos, en un período atravesado
¿Cómo prevenir, ayudar, acompañar, por debates referidos a la ‘crisis de
educar o sancionar sin ser tildados de autoridad’ en la familia, en la escuela y en
autócratas dictadores? la sociedad en general (…)” (Carli,
2006:23).
Los adultos de hoy nos hallamos
frente a una encrucijada: si aceptamos las Como quiera que sea, aún cuando en
nuevas reglas de juego light, tememos por nuestro país las menciones a la autoridad
el futuro de los más jóvenes y si
escolar, a su presencia y a su ausencia, así
pretendemos volver a las viejas épocas (a
como a sus modalidades de ejercicio, se
gritar, a pegar, a amenazar, a vigilar y
castigar), agitamos los fantasmas del hayan multiplicado significativamente en el
pasado y damos pena” (Narodowski, último lustro tanto dentro como fuera de las
2006a) escuelas – desde una ausencia cuasi-absoluta
a un cuasi-consenso no exento de
“Una escuela basada en la preocupación – las afirmaciones rara vez
supremacía adulta es a causa de los trascienden lo meramente declarativo o la
muchos conflictos y hasta de violencia glosa de los diagnósticos habituales. Sin
escolar. Pero la disolución de la autoridad
embargo, siendo que – como ya
adulta a favor de la omnipotencia
mencionamos – la escuela y lo que ocurre en
adolescente sólo muestra la falta de
compromiso con la protección y la torno de ella no puede ni debe entenderse
educación. Un discurso presuntamente como simple traducción de su afuera, se
“progre” que encubre la pobreza en la entenderá por qué creemos que la
reflexión y la liviandad en el compromiso” constatación de una crisis generalizada de la
(Narodowski, 2006b) autoridad en el mundo moderno está lejos de
Como puede verse, la mayor parte de ser suficiente como explicación de la crisis

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específicamente escolar de la misma. Aún a estos reclamos son contestados o


riesgo de repetirnos, quisiéramos insistir en impugnados de manera tal de disolver la
que del mismo modo que no tendría sentido autoridad de quien reclama y reemplazarla
afirmar que la crisis moderna de la autoridad por ese conflicto más o menos abierto y
es irrelevante para analizar lo que ocurre con caracterizado por la coacción – explícita o
la autoridad en la escuela, resulta igualmente implícita – y la simulación que hemos
insensato afirmar que ésta se reduce a descripto en los párrafos iniciales del
aquella. Si hay de hecho una crisis de presente texto.
autoridad en la escuela – y veremos en breve Según lo hemos registrado en nuestra
que este parece ser el caso, al menos en las investigación, la mayor parte de las veces
escuelas de barrios populares en las que que un actor en el escenario escolar imparte
hemos trabajado – esta deberá asumir, por una admonición implícitamente respaldada
fuerza, modalidades específicas que por un reclamo de autoridad, la misma será
refractan, para volver a esa metáfora del inmediatamente impugnada según una de
prisma que ya hemos utilizado, las tres modalidades características24. La primera
condiciones que se verifican en su “afuera”. modalidad implica una recusación basada en
Así, aún cuando veamos surgir un la imputación de que la persona que reclama
consenso creciente entre algunos autoridad carece de determinadas
especialistas respecto de la existencia de esa características personales, méritos
“crisis de la autoridad escolar” ya profesionales o atributos esperables o
caracterizada en otras latitudes hace tres o esperados en una persona que ejerce
cuatro décadas, y de la necesidad de autoridad – eg. “ella hace lo mismo”, “no
construir o reconstruir de alguna forma las sabe nada”, “no tiene idea”, “me porto mal y
relaciones de autoridad al interior de la no me hace nada”. Denominamos a esta
escuela, estas afirmaciones se enfrentan forma particular de impugnación,
tanto a una ausencia relativa de precisión impugnación personal, en la medida en
analítica respecto del concepto de autoridad – que recurre a determinadas características
al que suele dárselo por sentado, como si su personales – o a su ausencia – de quien
sentido fuera transparente – a la vez que reclama autoridad.
sobre las formas específicas que tanto la Otra posibilidad consiste en rehusar el
autoridad como su pretendida crisis asumen consentimiento mediante la afirmación de que
en la cotidianeidad específica de las escuelas la persona que reclama autoridad excede la
locales.
24
Como hemos ya sugerido al inicio del texto, apenas
Autoridad, Legitimidad y necesitamos decir que las relaciones de autoridad no se
Tácticas de Impugnación encuentran completamente ausentes de los escenarios
escolares en los que hemos desarrollado nuestro trabajo
de campo. Sin embargo, estas relaciones, cuando se
verifican, son puntuales y excepcionales de manera tal
Volvamos a los modos fundamentales
que, a todos los efectos, la regla parece ser la
en que los que la autoridad es enunciada en impugnación del reclamo y no el consentimiento. Sea
la escuela y en derredor suyo, esto es, esa como fuere, nuestras afirmaciones en el marco de este
retórica de la ausencia supuesta por las capítulo no deberán entenderse como afirmando la
ausencia absoluta de la autoridad en escenarios
quejas y las protestas en torno de la
escolares, sino en el sentido de que una mayoría notable
imposibilidad efectiva de ejercerla. Si de las relaciones de autoridad que los agentes del
analizamos con cuidado las situaciones sistema escolar intentan pautar respecto de sus alumnos
concretas en las cuales emergen estas quejas y allegados son efectivamente impugnadas por estos, de
modo tal que la autoridad está sometida a tensiones
y reclamos en la cotidianeidad escolar,
permanentes que la vuelven efímera y precaria.
obtendremos la pauta no sólo de los criterios Asimismo, si no nos ocupamos del análisis de aquellas
y modalidades según las cuáles diversos situaciones en las que la autoridad efectivamente se
actores se sienten autorizados – valga la establece, es por una cuestión de énfasis que tiene que
ver con el papel que la autoridad – o más bien su
redundancia – a reclamar autoridad, sino
ausencia – juega en nuestro argumento respecto de la
también de los mecanismos según los cuáles dinámica de los conflictos entre agentes y destinatarios
del sistema escolar.

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Sección Resultados de Tesis

jurisdicción, atribuciones y competencias las secciones precedentes. Así, la autoridad


definidas por su posición respecto de la burocrático-racional cae ante la extensión del
persona sobre la que intenta ejercer la supuesto de la personalización de las
autoridad (“¿Quién es usted [ella/él] para relaciones – según el cual una “figura de
decirme eso?”, “¡Usted no es mi maestra!”, autoridad” sólo puede reclamar jurisdicción
“¡Vos no te metas que nadie la llamó!”). sobre sus dependientes directos – y su
Siendo que este recurso hace referencia a la correlato retórico, la impugnación posicional,
posición de la persona que reclama autoridad, así como ante la moralidad ferozmente
lo denominamos la impugnación igualitaria implicada por la acusación de
posicional. autoritarismo. A su vez, esta personalización
Una última opción consiste en negar de las relaciones parece implicar el paso a
consentimiento por razones morales, una autoridad de tipo carismático, que debe
haciendo equivaler automáticamente “ganarse”:
cualquier reclamo la autoridad a alguna forma
de “autoritarismo” y declararlo, por tanto – “Vemos que el modelo de la
en forma implícita o explícita – moralmente autoridad ya no sirve para pensar qué tipo
condenable. Nos referiremos a este recurso de sostén requieren los vínculos de
aprendizaje en la fluidez. Algunos sugieren
con el nombre de la acusación de
pensar la nueva autoridad bajo el régimen
autoritarismo25.
de la confianza. Y me parece interesante.
Aún cuando en la práctica Revisemos un poco las diferencias. La
frecuentemente se alternen, confundan y autoridad se instituye y se transfiere, la
refuercen mutuamente, he aquí, muy confianza no. La autoridad instituida,
estilizadas, las formas habituales en las que estatal, emanaba de un lugar (estaba
los reclamos de autoridad son impugnados adherida al cargo docente), mientras que
por sus destinatarios al interior de las la confianza se genera en el sostén que
instituciones escolares en las que hemos ofrecen los proyectos, en la consistencia de
propuestas. La autoridad es – o era –
trabajado26. Las tres modalidades de
general, institucional, sistemática. La
impugnación configuran una panoplia de
confianza es focal (…) Las figuras
mecanismos sumamente efectivos para institucionales se basaban en la
impugnar los reclamos de autoridad de los transferencia institucional de autoridad.
agentes del sistema. Si bien esto no implica Como cualquier institución estatal, la
necesariamente que la autoridad esté del autoridad responde a un esquema de tres
todo ausente lo cierto es que estos términos: uno que ejerce la autoridad
mecanismos se encuentran disponibles – y sobre otro y la institución que le transfiere
aún más, se saben efectivos a la vez que al primero la autoridad y legitima la
relación entre uno y dos. La confianza es
disponibles – y son utilizados reiteradamente
una regulación contractual entre dos. Y no
para impugnar, las más de las veces con
es instituida sino aleatoria [sic]: puede
éxito, las pretensiones de esta naturaleza. darse y puede perderse por alguna
Asimismo, cada una de las modalidades contingencia (…) El asunto clave en torno a
específicas de impugnación – por separado o la confianza es que debo hacerme fiable
en combinación – puede pensarse como para otro (…)” (Corea y Lewkowicz, 2004
inhibiendo uno o más de los criterios de 76:77).
legitimidad argumentados por los teóricos de
la autoridad a quienes nos hemos referido en Sin embargo, cabe destacar que esta
autoridad carismática parece ser – en el caso
de las escuelas en las que hemos trabajado –
25
Puede encontrarse una reconstrucción analítica y en gran medida autocontradictoria, dado que
empírica detallada de estas modalidades de impugnación
en Noel (2008).
los atributos que los alumnos consideran
26
Si bien en los ejemplos más habituales de estos como fuente de “carisma” – el “ser gamba”,
recursos involucran las relaciones entre docentes y la “buena onda” el “no ser ortiva” el “no
alumnos, estos mecanismos de contestación de la ponerse la gorra” – se contradicen por
autoridad están en principio disponibles para la totalidad
de los actores del escenario escolar – docentes,
definición con cualquier intento de reclamar o
directivos, funcionarios, alumnos y padres – lo cual ejercer autoridad y que, por otra parte, la
implica, en principio, que cualquiera de estos actores autoridad carismática se encuentra abierta a
puede recurrir a estos argumentos en respuesta a un las modalidades de recusación incluidas en la
reclamo de autoridad por parte de un tercero.

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denominada impugnación personal – esto es, Manent y Elias – cuya encarnación específica
la descalificación de un reclamo de autoridad podemos encontrar en la acusación de
por recurso a un vicio o arbitrariedad del autoritarismo – así como la crisis de los
reclamante. Asimismo, cabe señalar que aún procesos de transmisión del capital cultural
suponiendo que se pueda construir una intergeneracional marcados por Mead y sus
autoridad de esta naturaleza, la misma epígonos han jugado su papel en la erosión
siempre será personal y por tanto de la autoridad tradicional de los adultos
intransferible y no pasible de ser inscripta sobre niños y jóvenes, que hubiese podido
institucionalmente – según las modalidades funcionar en sustitución de la autoridad
que Weber (1996:197ss) denominara la específicamente escolar y racional-burocrática
“rutinización del carisma” – ya que esto de los docentes sobre los alumnos.
implicaría su transformación en una autoridad Si quisiéramos plantearlo en términos
sustentada en una legitimidad racional- kòjevianos, bastaría con señalar que con el
burocrática, con las dificultades ya borrado efectivo de la autoridad tradicional en
señaladas27. el escenario escolar cae la posibilidad de
¿Qué sucede por su parte con la fundar relaciones de dominación en las
autoridad tradicional? Como señala Míguez figuras del Padre o del Jefe. Hemos visto
(2002), la misma suele permanecer vigente como la figura del Juez puede ser – y de
en los ámbitos de lo privado-familiar – esto hecho es – rutinariamente recusada por
es, los hijos la reconocen, al menos en teoría, medio de una modalidad de impugnación
a sus padres28 – pero esta legitimidad no es personal: en la medida en que la misma se
ya transferible a la institución escolar. funda sobre cierta idea de impersonalidad, la
También aquí, los procesos de igualación creciente personalización de las relaciones al
entre niños y adultos señalados por Arendt, interior de los espacios institucionales no
puede menos que barrer con ella. Resta la
27
Interesantemente, esta erosión de la autoridad figura del Amo, de la cual aún no hemos
racional-burocrática en la institución escolar y su hablado. Pero si la superioridad del Amo se
putativo reemplazo por una autoridad de tipo
basaba, según Kòjeve, en el hecho de que
carismático, ha sido acompañada por ciertas modalidades
de discurso pedagógico que en buena medida han este puede sobreponerse al temor que es
defendido la conveniencia de una personalización de las causa del sometimiento del esclavo, se verá
relaciones y, por consiguiente, el reemplazo de la rápidamente que allí donde el temor se
autoridad de la función docente por una legitimidad de
encuentra del lado de los agentes del sistema
tipo carismático, ya sea bajo la figura del “maestro
compinche” o del “facilitador” – una vez más, basada en escolar y no de sus destinatarios – sobre la
la lógica igualitarista que busca equiparar la figura del base de ese temor generalizado a la
docente y la del alumno – ya bajo la consigna de la “peligrosidad” de los sectores populares al
“educación personalizada”. Sin embargo, existen también
que ya nos hemos referido – mal podrá
posiciones en el campo pedagógico que se muestran
fuertemente críticas respecto de estos supuestos. Así establecerse una relación de dominación por
argumenta Renaut: “Creo que la cuestión de saber qué parte de estos sobre una legitimidad de esta
tipo de dominación es compatible con la conciencia naturaleza.
democrática, que funciona en la igualdad, es
Siendo así se entenderá, esperamos,
extremadamente delicada y no se puede pretender que
las fórmulas personales, las de la seducción o del por qué no parece existir, salvo en
carisma, permitan contestar, por poco que sea, a este circunstancias sumamente puntuales y en
tipo de pregunta. Todas las formas de dominación cualquier caso excepcionales, criterios de
carismática, incluso las más o menos afables, son formas
legitimidad sobre la base de los cuales pueda
de tiranía. Debe recordarse aquí la fórmula spinoziana:
los peores tiranos son aquellos que saben hacerse amar” construirse una autoridad sostenida: cada
(Jacquard et alii, 2004:78), quien defiende la necesidad uno de ellos, juntos o por separado, puede
de una restauración parcial de una autoridad escolar de ser efectivamente impugnado por medio del
tipo tradicional, así como de la construcción de un
recurso a uno o más de los dispositivos que
vínculo ético que trascienda la dominación en el sentido
weberiano (op. cit.:77:84). hemos enumerado.
28
Esto nos permite tomar cierta distancia de las Claro que esta impugnación rara vez
posiciones que afirman o sugieren que la autoridad se es pacífica: efectivamente, estos mecanismos
habría erosionado por igual en todas las instituciones
de recusación de la autoridad están en la
socializadoras de la modernidad (viz. Corea y Lewkowicz,
2004). base de esa conflictividad perenne que

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describiéramos al comienzo del capítulo, y ser una en la que la coerción – actual o


esto en dos sentidos distinguibles, aunque potencial – desplegada en una serie de
indudablemente relacionados. Por un lado, los conflictos que ponen en juego tácticas
dispositivos de impugnación mismos son diversas y complejas ha reemplazado
muchas veces contestados por aquellos cuya efectivamente la de una dinámica fundada en
autoridad se intenta recusar, lo que relaciones de autoridad consensuadas y, por
desencadena un nuevo conflicto que tanto, legítimas y donde las relaciones de
culminará, una vez más, cuando alguno de dominación no están preestablecidas, sino
los contendientes ceda a la coacción explícita que se negocian una y otra vez, aún cuando
o implícita del otro, o bien cuando se determinados actores, en virtud de la eficacia
produzca una simulación de consentimiento de los recursos que pueden movilizar así
que lo interrumpa momentáneamente. Por como de la extensión de sus conocimientos
otro, la ausencia de relaciones efectivas de sobre sus potenciales contendientes, puedan
autoridad impide recurrir a ésta para resolver obtener una y otra vez resultados favorables
en forma más o menos duradera un conflicto a sus deseos30.
cualquiera, una vez desencadenado. Es por Finalmente, no quisiéramos dar por
esto que creemos posible afirmar que es en la terminadas nuestras reflexiones sobre la
imposibilidad efectiva de establecer cuestión de la autoridad sin evocar lo
relaciones de autoridad donde debemos señalado por Bourdieu respecto de las
buscar la causa específica de que los consecuencias paradójicas del discurso
conflictos escolares asuman esta pedagógico igualitarista sobre los alumnos de
configuración particular que hemos descripto sectores populares:
al inicio del presente texto.
Así, cabe a la autoridad un doble papel “Se puede pensar en ‘democratizar’
en la conflictividad escolar: por un lado, la relación pedagógica. Pero yo tengo una
constituye una causa adicional de conflictos serie de índices que me hacen pensar que
mientras más autoritaria es la relación
allí donde un reclamo sea encontrado con una
pedagógica, más favorable es para los
impugnación y esta impugnación sea a su vez
hijos de las clases dominadas, mientras
resistida; por otro, contribuye a la que una relación democrática, igualitaria,
persistencia generalizada de los conflictos, es favorable a los privilegiados, porque
cualquiera sea su origen, en la medida en que ellos saben como dominar una situación de
no puede interferir para poner fin a la cadena laissez-faire. En ese caso se confunde la
de reiteraciones de los mismos. Lo que democratización, en tanto que igualdad de
podemos encontrar en las escuelas en las que oportunidades de ingreso, con la
hemos trabajado parece ser, en el mejor de democracia en la relación pedagógica”
(1997:168-169).
los casos, un sucedáneo razonable de la
autoridad allí donde los corpora de
conocimiento recíproco de los actores en
conflicto muestren un alto grado de explicitud
y consenso29, valga decir, donde la inmensa
mayoría de los actores sepa razonablemente
bien hasta dónde está dispuesto a llegar un
contrincante determinado en un hipotético 30
Si volvemos a traer a colación el supuesto de
duelo de voluntades, de modo tal que – en un peligrosidad y el correlativo temor que la mayoría de los
escenario reconociblemente hobbesiano agentes del sistema escolar tienen a ser objeto de
(Foucault 2000:33-47) – las confrontaciones violencia por parte de sus alumnos o allegados, se
son reemplazadas por un cálculo previsor que entenderá que aquellos que se muestren
consistentemente dispuestos a hacer uso de la fuerza
las detiene in radice. física tengan ventajas – al menos inmediatas – sobre los
Como quiera que sea, la situación que que no. En este sentido, algunos docentes señalan como
encontramos en las escuelas de barrios una de las consecuencias de la erosión de la autoridad
populares en las que hemos trabajado parece una suerte de discriminación en beneficio del “más
fuerte” o del “violento” – que puede hacer valer su fuerza
– y en perjuicio del “más débil” – esto es, el que solicita
29
Aquí estaría una de las razones por las cuales las la intervención de la autoridad de un docente para su
escuelas con mayor estabilidad en sus planteles parecen protección – dado que al ser ésta ineficiente no consigue
a simple vista menos conflictivas que aquellas en la cual satisfacción, además de verse sometido a castigos
la rotación es alta o muy alta. ulteriores por haber recurrido a ella.

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