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Los representantes del pueblo, electos mediante voto popular, al ocupar espacios de poder

en el estado, pueden perder la perspectiva del cumplimiento de los intereses del pueblo al
que representan. Esto ocurre cuando priman sus intereses personales, hay debilidad en los
principios ideológicos o son tentados por privilegios. Esta situación ha sido común en
Latinoamérica y se ha expresado en múltiples hechos de corrupción y traición al pueblo, con
lo que se han provocado graves crisis económicas, sociales y políticas que han conducido
al desgobierno y a derrocamientos.

La corrupción es una de las peores faltas porque implica el abusivo de los recursos del
Estado para fines particulares, lo que detiene el desarrollo de los pueblos y los mantiene la
pobreza y el atraso. Cuando el pueblo elige sus mandatarios, les entrega la potestad de
ocupar espacios de poder en el estado, para atender las necesidades de la gente y
garantizar sus derechos. La corrupción es la traición a este propósito, y se refleja también
en el uso de los recursos del Estado para beneficio personal, Familiar o corporativo.

Promover e impulsar el control de las entidades del sector público o privado que realicen
acciones de interés público y que lo hagan con responsabilidad, transparencia y equidad.
Fomentar e incentivar la participación ciudadana. Proteger y promover el ejercicio de
derechos. Prevenir y combatir la corrupción.

Los actos de rendición de cuentas y control social fortalecen la democracia y garantizan la


gobernabilidad del país. Antonio canou sostiene que la importancia de esa gobernabilidad
radica en que se haga rutina del pensamiento político: la tradición de la justicia y de la
legitimidad del ordenamiento político-social, la tradición de respeto a los derechos humanos
y la obligación de proveer el bienestar general, en suma, la tradición del "buen gobierno" .

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