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También conocidas como figuras literarias, las figuras retóricas son giros o
recursos estilísticos, es decir, mecanismos del lenguaje que sirven para ilustrar,
embellecer o enriquecer estilísticamente el discurso.
Tanto en el lenguaje hablado como el escrito, tanto en el poético como el informal,
este tipo de recursos permiten al individuo expresar más con menos, alterando la
configuración tradicional o acostumbrada de lo dicho. Algunos ejemplos de figuras
retóricas son:
Ironía: Se busca transmitir lo contrario de lo que enuncia. Por ejemplo: ¡Qué gran
noticia saber que me han reprobado en el examen!
Apócope: Se pierde uno o más sonidos al final de la palabra. Por ejemplo: Soy
capaz de distinguir tu auto en cualquier avenida. En este caso se usa el término
“auto” en lugar de “automóvil”.
Pleonasmo: Se repite una misma idea para dar mayor fuerza. Por ejemplo:
Buscaremos buscando a alguien que nos ayude.
Polipote: Se repite la misma palabra dentro de un verso o frase, pero
cambiando sus morfemas (como de género, número o verbal). Por ejemplo: Por
entregarte esta noche la entrega deseada fuimos entregados a la nada.
Paralipsis: Se omite algo del texto, pero se llama la atención al lector sobre lo
omitido. Por ejemplo: Haré un esfuerzo para no hacer alusión acerca de la tristeza
que me invade.
Paráfrasis: Se usan palabras propias para explicar una idea ya expresada. Por
ejemplo: La paráfrasis de la siguiente frase de Winston Churchill: “Un optimista ve
una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda
oportunidad», podría ser: Para Winston Churchill, ex ministro del Reino Unido, una
persona optimista, es decir, aquella que juzga las cosas desde sus aspectos más
positivos, verá oportunidades aún en las situaciones desfavorables, mientras que,
una persona pesimista, es decir, aquella que juzga las cosas desde sus aspectos
más negativos, verá algo desfavorable aún en las oportunidades.
Epífrasis: Se añade a una idea principal una serie de ideas secundarias que la
complementan. Por ejemplo: Me quedaré pensando en el pasado, lo vivido y lo
olvidado, lo dicho y lo no dicho.
Paradoja: Se plantea una idea aparentemente sin lógica, pero que tiene un
sentido. Por ejemplo: Era más pobre cuando más tenía.