De Fiores - María Síntesis de Valores

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E N T A

rioLogía, aparte de La ingente


e en La consideración de María
como un «fragmento» y a La vez
e refleja la globalidad de la fe,
palabra, de las culturas que se
ismo: mediterránea antigua,

cada una de eLLas como una


rogresivamente el tiempo (con
las catedrales y los santuarios),
s formas de espiritualidad) y
d, el arte, las órdenes religiosas

efactos de los lectores una

~
proximaciones que explican una
ble continuidad en la referencia
e María.
historia de la mariología no
en las reflexiones teológicas,
eblo cristiano, sino también su 236
909
~JI~
Stefana de Fiares

UCA· Biblioteca Teología

María,
valores
A mis hermanos Domenico, Tito y Giuseppe,
siempre atentos a mis estudios mariológicos,
y en memoria de mi querida hermana Giuseppina.

Título original: Maria síntesí di valori


Traducido por Constantino Ruiz~Garrido

Distrib1fcipn:~~ANP¡\BL9~ Divisi6n c:;omercial


Resina, 1. 280H Madrid i ' ¡.

Tel. 917 987 375 ~ Fax 915052050


E~mail: ventas@sanpablo.es
ISBN: 978~84~285~3718~6
Depósito legal: M. 10.800~2011 i
Impreso en Artes Gráficas Gar.Yi.18970 Humanes (Madrid)
• o ' ,..,
·L.• . a'pe. rspectivá onginal de eS,tare.lectura hi.stÓriCo~teolÓgicad.el. os
.·estudiosmarianos es el enfoque cultural, resumido magistral~
mente en la.·afirmación de que.María ha venido. constituyendo
duraritelosdos milenios pasados no: sólo una nota omamentalde la
fecatólica¡sinotambién,y principalmente, un sistema de válores, que
merece constituir el centro deja verdad cristiana: y que se revela como
sumamente constructivo en el ámbito.ec1e~ialyculturaL La bienavem
turada Virgen'«reúne en sí. y refleja las exigencias más radicales de la fe»
(LO 65), por 10 cual se puede considetaraMaría como «la encrucijada
de la fe católica» 1. Tal afirmación es válida para todas las épocas, como
demuestran estas páginas .. María constituye un símbolo que sintetiza las
enseñanzas de 'laantropología cristiana.
La obra se halla estructurada con arreglo. a dos categorías: cultura y
modelos. El aspecto cultural expone principalmente el desarrollo diacró..
nicode la mariología y analiza los diversos contenidos históricos en los
cuales se va desarrollando la piedad y la reflexión mariana; En cambio,
los modelos especifican los múltiples enfoques que se han hecho de. la
figura de María en; él transcurso de los diversos períodos históricos y en
determinadas zonas. culturales de la Iglesia. Por tanto, la obra consta
de cuattopartes,.dedicadas respectivamente ajos cuatro períodos de la
historia de la mariología durante los dos milenios pasados,en el trans~
curso de los. cuales florecieron, por lomenosj.una treintena de modelos
significativos. ..

1 L. SCHEFFCZYK, Maria, crocevia della fede cattólica, Pregassona 2002.


En la primera partef-N(xrta~~n.l ~iG;fllt}b¡4c.mpa~terránea (siglos INI) , se 11 ;Lagu~ttª'Y:t11t~1Jll¡ª\Pª~~e;,~Mf1,ríq)~nj~19gtl,lt1$:!i.q)pgsml)d?~;( 1989:hasta
especifican siete model~s:' nítti~8,~póé~ifc;~l1a'rrati~o, analógico~simnólico, el;CO;m~~lfz() g~h t~Fe:~fi{;m!~epi9),¡ªmt ªpm;fªJ¡lslo f~;l:t1IPequefjq.s~gmep.to
conciliar (theotokos), experimental~tipológico, poético, cultuaJ...iconográfico. te 11lpQra:Jüse; PJ;~§~p.t¿ª" ni::?' 9.PS!ª.:t:lte,.Qe:a):iTh f~rtrl~lltos;yperspect¿ivas. En
Este período nínlico~patrístico, fundamental para el cristianismo, sitúa a efecto; les; Rªm4gHQo<!¡l1b e1¡l., 1;l1)q: ~l1l~utR:<Z<i>r.rH) Ja,posIfi0deIl)a,. carac~
María dentro del designio histórico~salvífico de Dios, efectuando la primera teFizacl¡:t/pof. unp~1¡lsa,mi~l1t~dgbily;v91untariamente .refractario a las
inculturación de la fe y proporcionándonos la imagen auténtica y normativa referencia,s NigoJ;osas, ..<:jJ ~s.tudi9~ohre Ma,Jí~; lleglJ.~a ser ;yspecia,1m~nte
de la Santísima Virgen. sugerente y a estar nie1} articulado, redescubriendo .en la Virget'l una
La segunda parte, María en la cultura medieval (604~ 1492), presenta «maes;~ade. valoré§>?}~IJ:medi()clela;noche d~.losvalore§. El autor hace
la progre~iva corrqúísta\'poLpartede ¡la Virgen de N azaret, deltiemjjo distifwiónentre,once modelps: e1desªITollodentro ele .la. histodage.la
(corr laentrada1en·laditurgia).; 1del.espacio (con las catedrales y 16s s.alvación (María como Ifiü;rphistoria d~, lflsalva,c\ón), q¿iClPulchrittl~iYl;is
santuariós),delcorazórédéloslseres humanus;(con lasroraciones,y las (la bellezadelnomnre de María) , nartatiyo:,narrad9r (María .comauDa,
fOrITÍaside; dedicación)'y de Jas institucidrres, (c0mo las universidades,; las
1 mujerqe.la. que se pueden decir ml1chasco§as), il1 terdiscipl.inar (Ma~
artes,las;ordenes:religiosas y las cofradías) •. María aparece como un valor ría en la perspectiva de glonalidad).,espiritu::iL(Maríaí muj~r mística),
antropólógreosupremo, .en elémH «se áúna ¡cuanta norrdadhay,en la kenótico (María, madre de la denilidad), personalístico (María como
criatura»(Dante)¡ ~según ielprincipid dé la totalidaddel.contenen En el mujer que estanlece relaciones), mistagógico (María como educadora),
enf0que medieval sedan· cuattomodelos: el éarolingio, .eLmoriástreo,el eéuménico. (María como misterio que no. divide) , promocional (María
escolásticoYfel de: la tatdíaEdad:media; como mediadora) y.proléptico (María y el futuro del mundo).
.··.;11)a tercer~parte;Maríaen lácultura nioderna (1492~.1989),comprende Al final de esta extensa visión glonal hay, entre otras, dos aporta~
cmco:sig10s de viva y múltiple originalidad culturaL María llega a ser ilus~ ciones importantes que tratan de ponerse de relieve en esta mariología
trada por unos ocho modelos -el renácentista,el protestanteJuterano¡ original.
el lnarroco¡eLddiluminismo, crítreo, ;elde .la restauración romáhtrea, el Sonre todo en la historia de la Iglesia, María es una presencia cons~
modelo de larenavación,el de la re<¡:uperacióny eldeJair:lculturaeión~, tante junto a Jesús en la relación madre~hijo, concretada -desde un
queretlejánla ¡extraordinaria trayectoria evolutiva efectuada poda teo~ punto de vista salvífico- por la relación redentor~redimida. Tal referen~
logíay la,piedadmariaRas, marcada poteLsiglo. XX y¡por.el' gran giro cul~ da mariana permanente se extiende como una espiral por la cultura
tural. TámDiérren estearcodetiempo¡ se 'confirma lá;tesis del recíproco
1
con una extraordinaria vitalidad de acentos dentro de los cántextos
condicioRarriíento yi de la mutua influenciaientteJN1aría ylacultura. En teológicos más diversos: en la reflexión teológica, en la predicación, en
efecto; errla culturanarroca lar~laciórrcori la ,Virgen. se) contempla naja la piedad del puenlo cristiano. La consecuencia es la particular riqueza
el signo. de:ladilataciórr podmpulsoi delafantásía,creadora: (sigh XVII), y variedad no sólo en la condición epistemológica de la mariología, sino
mientras iqueen el. iluminismoJO. haceiaJaJuzcdelarazóninoderadota tamDién en sus contenidos.
(siglo XVIII) ,. en elromanticismo;¡ déntrq deJa perspectiva del sentimiento Una segunda aportación importantísima, de carácter teológico~
de devoción (siglo XIX) y, finalmente, durante el neohumanismo,.bhace cultural, es la influencia en el campo social que el fervor mariano ha
en la perspectiva de la linertad (siglo XX). Se trata, evidentemente, de suscitado a lo largo de la historia, no sólo haciendo que se desarrolle
aspectos complementar:iosque Pll§geI1,.ºqe}{is~iren recíproca armonía. el arte en sus formas más diversas y más noDIes, sino tamnién -princi~
palméhtbi )negáhdcf;:aNc0f::f~óh zcler lósh0tn15res inflamádos ide"c'aridad
Y

y .solídaridaa.;'é[ue:han "véilido"sils'Gitanao'yJ~fOfuóvü~ndbeiínl:ilés ,'de


ciudadesdélmtindo'iriíCiativáse mstihicionesde acogida:, de edilcación
yde asistéhcia bajo'elsigno' podetoso'yéficazde 'la. coiIipasióíi mariana'.
Hoy día nos hallamos más quenunden condiCiohes dezobservary
apréciarlazimpottanciade esta benefiCiosa «red de protección mariana>5,
inspiradora de energías benéficas en el campo social.
Por tanto; es necesario expresar nuestro prófundoagradecimiento
haciataIlemihente Atitor, aquieIi:no le falta nila competencianila
audaciá¡Eriefecto;él há lógradbrealizar'co:í:l iiuiegableéxito una tarea ACO E. SCHWARTZ, Acta Conciliorum Oecumehicorum, Berlín 1914ss.
de :altoni'vel científicó, btreciéÍldóIlós un euadroespléndido,· en el qúe BTB Biblical Theology Bulletin, South Orange (USA) 1971ss.
ptedomin~lá liiiydondeínclUsd las sofubrasdemuestran ser saludables Civ.Catt La Civilta Cattolica, Roma 1850ss.
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1977.
:'Mafi2ii~<siStetna(devd16res»
, iVl'! 'L.' .• ¡ ':" .
'.lefrJas· fases. culturales. dedos milenios

8.Uq. hecho el que,a pes~r.delqs m,lfilefC)sosliprosy artículos


dedicados.a
',<."'
María-de.
. , " . ' , :". /
Nazaret,
, - '.; - .' -;'
:~:':
con
. -:
una,media
; '_. - <>;.
~
de 1.273
z · títulos
_~ i ,- -
" '._ ? _ i _

.anuales!, carecemos4~ una historia delamari()logía.

1.Res~fladehistorias dé .Ia mariplogía

Existen estudi()s monogr~ficos sobre diversos períodos de la mariología 2,


perofl.(). disl?pnemos de una visÍ()n global acerca de la reflexiórt de los
cristianos sobre la Madre de Jesús. Y no son de utilidad con este fin las
historias de la. teología,
, -
,-
ni siquiera. lasmás recientes,
-
que a menudo no
" ."

reservanunespacioadécüaClo para María, y a menudo la ignoran por


c~mpleto\
1 Cf G: M, BESUTII, Bibliogmfia mariana [1948-1989], 8 vols., Roma 1950-1993; E. M. To-
NIOto, Bibliografiamariarta IX; 1990-1993, Rorria 1998. Estos nueve volúmenes catalogan unos
57.300 artículos y libros de mariología segúnla perspectiva dé diversos temas.
2 Para encohtrar es~udios rriariológicossobre diversos períodos de Ja:
historia, aderná~ ele la
citada Bibliografia mariana, se pueden consultar;H; DuMANOIR (ed.) , Etudes sur la sainte Vierg~,
8 vols., París 1949-1971; G. M. ROSCHINI, Dizionario dimariologia, Roma 1961; M: O'CARROL,
Theotokos;A Theological Encyclopedia of the BlessedVirgiirMary, Wilmihgton 1982; S. De
FlORES-S. MEO (eds.), Nuevo diccionario de Mariología, Madrid 2001\R. BAuNÍER-L SCHEFFCZl'K
(eds.), Marienlexikon, 6 ·vols., Ratisbona 1988-1995. Amplio material sobre el culto mariano
s~ encuenttatambiéh en las actas de los congresosmariológico-marianos, organizados por la
POhtificia Academia Mariana Internationalis:
3 Cf el artículo, que sigue siendo furidamental;deM> J: CONGAR, Théoldgie, en DrC 5 (1946)
342-502; Cf además: E. VU.ANOVA, Historia de lateología cristiana, 3 vols., Barcelona 1987, 1989,
1992; Storia della teologia: 1. E. DAÍ. COVOLO (ecL) , Dalleorifiinia Bernardo di Chidravalle, Bolonia
Los tratados mario19gtGO~ ,.gE:Q.yr,~l~sjgJf~ yJ$:i~ten hasta el momento s.mbargo, . falta in~:lCl? liS{~~l~1jj.~.nts.; !~l ~ª.tpí~Hl~ Q~~~~igh~~'iZJ~~sul.t.~
:~ ~ ': ~~. /" r~: ;. ;, Yf, 5; ,~ n ,: :_
excesivélmentt:!. brevecuant.oJ. Stob:Ii:~Ss:gR~ 7§~bE~:Jft§!;~~sgt~tb~~~§ ma,
!:

actual son incompletos\S' ¿~teceri aé'unpl;!u{ré[uhiento científico actua,


lizado. La laguna gu~dó;,e~;p~t~e~()hIlq4a,;po}::algQ.nos textos de reco, dológicos. efectu,aq.os durante Jos diversos siglos,· en.el artículo titulado
nocido valor. Adern:á~ 'd~ l~ hi~tori~ :deY~~Íto a'M~~í; -por el protestante MariQlQgié.
W Delius4, :qtiien,IJio obstante?skdetiehéleh ,elpITiljralzdel concilio EtCE¡n~ro;QeiGllltura.mariana «Madre della Chie¡;a» ,ha dedicado
Vaticano II y no siempre utiliza la bibliografía católica, se encuentra cll a,tro . t9l\n()Sl~scritos,; E!Ilr ~Qlabora,Gi<5npqr l. varios. <;tu, tOfE¡S, bajq:Ja. di,
también la historia, de carácter más divulgador y a veces despreocupa, r¡:cciót;l cleE, 1;L.Toniolo~ aestu,diar l()s ~ti?erarj mariani dei due rn~ller,mi
do, de Hilda Graef5; disponemos del excelente trabajo de G. So11, Storia (.«~tinewrto~ ma,J;iaIlqs.delos i dgs: nlÍlenio~»), cOIl el fin clt exponer de
dei dogmi mariani6, pero, a pesar de todo, esta obra no aborda los demás manera .d~aC:l"óIlica y progresiy;a~llugarsingularí~irp.oeil!lminéldor qllE!
aspectos de la mariología y del culto mariano. la\iirgen1y[adrede Rios ha ocupadoeIlla Iglesia aloJ<;trgqdelossi~
El artículo tv1arie, del Dictionnaire de spiritualité ascétiq~e et mystique, gloslO; pero nogueda dentro de los fines de esta,inidativaeltra4aruJ~a
trLiéiO:~go ft.H~i~preso~~~ite tÚdctcidoal italiano?, describe la h{s'
¿yI historia .completa de.la mariolqgía:
i:ori~'d~'lidbTdd6h)ilii~{~tí,Fbajo¡ ~r~specto dt?fá" éspítítilalidad. En~el La oportuna cqlecci(?n de los}esti mariani, rdelprirr;LOrnillemúo (cuago
Nuovo dizi011dtididl;Mdr{dló~a;¡ él irtSignI;espééi~li~ta:; en temas mariános tqmos) y dels~cQndo millermi,(J{están previstqsochot0tIlos), ofr~ceqbr?§
Théodore Koehler presenta el artículo sintético Storia della mariología y fragmentos de gran interés. teológico y cultural, aunque por .motiv:os
"' ." ',' " , ' •• ' ~','. "',, _. '. ., J ' , f",," .' _ : e,"" - - ',j _'_ -. ' - " -~.'

(<<Historia de la ma;i9logl~»)8,peros~ ;obra en s~is v~lúm~nes sobre el de espacio se ofrece sólo ,una selecciónll " Unavez.completapa, ~es~a <¡>bra,
-. ..wu •. v tema fue repf6li~'¿iCia~ifticlae~i:ilo; ls~t~ll~Ó dero~ ~;pecidlistas serámuy valiosa para. un cqn()cimiento dt;Maxía,segúI11a visióIl que se
(Pallanza 1969,1974). En cuanto al Marienlexikon, en seis tuvo de ~11adu,rante Josvariqs períodos de. ¡a his.toria del cristianismo,
v u,UU........" " , heriros récoii8¿e'i ¡queinos ;6fiie~é' 'un i ext~ris()má terial prE¡cisamen~e porgue·lqs.diversos tomos dedican uIlaa,mplia iIltroduS~
pabl¡ufi(FniÁ~ória d~ lainari~logra,-res~náIÍdoa mudiísmoS aút6rés; dón ala presencia de.María durante las distintas fases históricas..
Por inici~tiva de laPontificia Facolta TeologícaMarianum, yen\:olabo,
1995; 2. G:O¿dnPINh (ed:) , Da piétro1\beltircÍó ~ Roberto Bellá1'nlirrO; Bólb'ni~ 1996; j. R;;F!SI- ración con fa edi~orialCitta NUQva, se programóenelaño 2001,bajo la
CHELLA (ed,),J)aY¡tusPichlera HeJ1ri dé Lubac, Bqlonia 1996; 13,. .QSC:Ul.~TI,La teología cristiana
nelsuo sviluppÓ stóricó, 1. Primó millennio; ri: Secando millen~io, CiÚiseIlo Balsamo 1996-1997; G. dirección ge.Ilera1'9~ Ignazio Calabuig (t'2005), una extensaStoria della
LAPONT, Storia teologica della Chiesa. Itinerario e forme della teología, Cinisello Balsamo i 199.7: mariología,proyect:~daeil tres tomos, quecontará.conla colaboradón
4 W. DELIUS, Geschichte der Marienverehrung, Múnich-Basilea 1963. Aunque estudia a los
autores désdeel puntó de vista del ~ac~tdociQ) de la Virgen, siguesiéndo unaobta fundamental de yario~espeCialistas.
para la historia de la máriología la excélentetesis dé R. LAURENTIN,' Maria Ecclesia Sai;er,dotium,
Essai sur le développement d'une idée religieuse¡París 1952.,_
En esperade esta obra de grandes vuelos, pensamos ofrecer un estu,
5 H.GRAEF, Maria. Eiite Geschichte der Lehre undYerehrtmg, Friburgo de Brisgovia 1964. dio .má.s.breve.queofrezca un panorama sistell1áticodel grCl.nconjunto
(Haytraducdón española:: María:. la mariologia y e/Guito, rn4riay¡o a. través de. la historia, .Bar~
celona 1968): de esditos.gue llí.figuradéla Virgen Madre h,rsuscitado durantt: los
60.-$0[L, Storia dei dogmi:marial¡li; :Roma 1981(la ediciónoriginalalemaha lleva el. títuló sigloscris tianos;
de Mariologie; Friburgo 1978):, . .
7 P. .GRELQT;D. FERNÁNDEZ<T. KQEHlER-S.DEFI(jRES~G.I'Hu:-I~S, .Maria e.il sUo norne.. Itinerario
storico-teologico; Roma 1985. Se pílblicó,con.artículo,M4fie:enelPSAM Jo.. [1977l 409.A73, 9 J. STbHR,M~riologie; en MarLex 4.(1992)·320~323:, . .. ".. ' ,
redactado por los mismos autores (la última partéise.debe))•. R, Laurentin,sustituido:después E.M. TQNIOLoi(ecl.), La VergineMadre nella Chiesadelleorigiy¡i, Roma 1996; LaVergine
10
pór G. Philips), .el. artícul6esreeditacloenpark Como 1ibto:·M4rie, París 1980, traducido, por Madre dal secolo VlaJsecon40 mille~nio, Roma 1998; La Ma4reclel Signore dal Medioevo al Rinas-.
tanto,. al italiano con:eLrítulo expresadq'<l:nteriQmlerite. 'ir': cimento, Romª1998;La,Vergine Maria dal Rinascirne.ntoa oggi, Rqma 1999,
8 T KOEHLER, Historia.dedif:Maricilogia,éh NDM834-856. 11 CfTMPM;TMSM. '. .
idrttrddUédót1- J19

2. Marfatomo'¡ «pUnto :de'referenda»/


i .
tanda . conveneidos ciegue ·no'es"posiblecúm'prenderla.figurade ··María
de las épocas 'culturales margetrClelacmlturaen.:laqueella,está inserta. ·Sería tantocomodete~
nernoserr eLfragrnento sÍIrcontextúálizarlo en el todo. Por! tanto, nuestra
Describir la historia de la mariología desde los orígenes del cristianismo lectura de:lahistoria será de tipo cultural, en la convicción de que no se
Rilst:afinalizadoel segundo milenio, sigue siendo, después de todo, un puede comprender el constituirse yeLsucederse de las interpretaciones
«próyectoambicioso», porque pretende <~dominar lairunensidad de una de María sin integrarlas énlas fases de la cultura.'
extensa duración» 12 •. Pero está daro que no partimos de cero,porque Esta perspectiva nos' conduce a contemplar il la· Madre de. Jesús no
disponemos de muchos estudios sobre lósdiversosperíodos, estudios que solamente en el dogma o en el culto de. la Iglesia, en un contexto clara'-
sólci espefanque setos 'valorei Almismo·tü~mpo, 'es· evidente que, sobre mente histórico~salvífico,. sino también a remontarnos más en lá dinámica
todo 'erréste¿aInpo,«l1ádie es capaz de' escrilJiruIllibroverdaderamente .cultural de las diversas épocas como elemento significativo,. aunque se
exhausHvo sobteMaHa>~13: halle todavía poco estudiado. por los historiadores. Y, aSÍíMaría aparece
En cuanto a la met6d.ología, somos cÓl1scientes de que no podemos en cada una de esas épocas como una figura indispensable que conquista
r@petir 'déppasaQ();que'geb.eralrrrellte sernueveen el progresivamente tiempo,. espacio, personas e instituciones;'yse convierte,· aun
cámí:)()'est~ti'étalnerit(~}nlattológ:iCO" oseektiende; a 10 sumo, al áínbito con las variaciones propias de cada universosinibólico,; en una persona re~
fi'ri,,,,,U,,cl¡',, preterehferrientefal 'ctiterio diacrónico, es presentativa,fragmento y a la vez síntesis en la cual serefleja el todo de la fe,
délfenórnellótriartdlógic614 • de la Iglesia, de la sociedad, en una palabra: de cada una de las culturas.
'ii~"""')"Ju'és 'déeididameriteculturaV:Después de Anticipando todo el estudio, podemos ubservar cómo la Madre de
1'11\,,,1'1"1,1"\'':' dividir la historia de la mariología Dios desarrolla está tarea de presencia, percibida de manera más o me~
ques'e varrsuéediendol~,seguimós es~ nos intensa, en los grandes períodos. culturales, integrándose en ellos
hasta constituir un modelo ejemplar de los mismos, más aún, un sistema
eri::.f:Iistoire. dúo-ristianisrne, ,tom.o XN: L'\namnésis, Pans 2000,.7;. de valores,· recibiendo una. variedad de. interpretaciones y, al mismo
.' Nfadre: Regina. I voltidi Maria nell'unitiersocristiano, Roma 1995, XIII.
t'i , , .. ' '. a: esteptopósito, un estudioso'laico: ;<EI nuev.o clima histonográficó perIÍli- tiempo,. ayudando a conquistar nuevas metas.
tír~ [... l,¡;,eempreIlder copotro espíritu la historia de lateologíamari0lógica que en ~ste siglo
ha, tenidó uncultivadór agudo y siempre presente en René Laurentin, quien caracteriza, no
obstárite;elfinál de. uná fase de historiografía mariológica, al estar. vinculado con la Nouvelle
Théólogie, que es una experienciá que no puede proseguirse, en vez de abrirse} >':ln~ r:u<;V¡¡ fase:
Esta n~cesita como cualquier dimensión científica, instrumentos de base e hlpotesls mnovado- 2.1. Los Padres: la Theotokos¡ garantía del misterio
ras>~ (C. LEO~ARJ)I, Presentazione¡.en G· M. :!)IASTRf).¡:L4poesia rnariologica dell'umanes imo latino. y tipo de./a Iglesia
Repertorio eincipitario, Spoleto 1994, XIII. .. . ' ........ , .'. .... ., .... .
,i 15 He'intént:ido hacer sobré todo unalectÚra cultural del culto mariano en los congresos
mariológicos ,de Malta (1983). Y. de ,Kev"laer (1987): S. DE FlORES, Il¡culto mariano nel contesto
cuturí:tle dell'Eúropa ríéi secoli XVII-XVIII», en De cultumaTian() saeculiS XVII-XVrrr.Acta con-
Insertos .en la extensa cultura mediterránea antigua, que atribuye. gene~
gressus mariologici~mariani intérnationalis in Republica Melitensi anno 1983· celebrati; . n, Roma ralmente a la mujer un papel subalterno, algunos Padres, como Justino y
1987 1-58' Il culto di Maria nel contesto culturale dell'Europa occidentale nei secoli XIX-XX, en
De c~ltu ~riano saeculis XIX-XX. Acta congresus mariologici-mariani internationalis in sa,nctuario principalmente Ireneo, perciben en cambio la persona de María no sólo
mariano Kevelaer in Germania mino 1987 célebrati l¡ Romaé 1991, 9-72:Luego, en diversos
intentos,hé estructurado lahistóriade la máriologíá segun los paradigmas culturales: Il dis- Sintesi storico-salvífica, Bolonia 1992, contiene un capítulo sobre La figura di Maria attraJerso i
corso mariologico nella sioria della teologia, eri E. PERETIO (ed.) ,La mariología nell'organizzazione secoli, organizado según diferentes modelos o paradigmas (107<187); la misma perspectiva está
delle discipline teologiche.Collocazioneet metodo. Atti dell'8 Q simposio intemazionale mariologico desarrollada en mi extenso estudio: Maria in der Geschichtevon Theologieund Fr8mmigkeit, en
(Roma, 2-4 ottobre 1990), Roma 1992,33-88; mi tratado mariológico: Maria Madre di Gesu. W BEINERT-H. PETRI (eds.), Handbuch der Marienkunde; l, Ratisbona.19962; 99-266.
eh,su .tarea,e:XtepdofiaLQ.e;Madlie;;Yirgeriy·;sí1ir~»también.como¿Núeva la ícl;iah.en c6.entJát;l1l Ma¡¡ía;s.us~ElQS'JPostur§ls>funclamentales: adhesión
Eva'que.entraen elpÍoceso,de«recap)'i:tulacióru> .positiva efLC:ristodeJ6s totáIa' Qtist0: madümtela;fey,generación:de.C:ristoen'el· mundo. Am~
elementosdeílabaídade'lahumanidad ·primigenia;t·Marfa' es; la:.persona pliando el hori:zpnte, Andrés de C:reta denomina a María: icono, expre~
responsable y «éausade salvación» paratodb' el género humano:' egregiamente,;del<arquetipodivino??:t.
Aun negando fiirnemente aMaría las .prerrogativas divinas, los Padres Así'que<:ene1 fperíodo.patrístico.Manadesarrolla el papel de fU:nda~
le reconcen el título deTheotokos, viendo en ella elfundamento de toda nlentodeLcristianismo; .piedra~dé. toquedela ortodoxia cristológica en
laeconoInÍa salvífitay la síntesis ortodoxa del misterio de la encamación: UntH~mpoanc1ado en la cultura helenística, que por constitución es
HadaeLaño250;Hegemoniorefierelas palabras de Arquelao, que res~ hostiL a;laellcamaoiónde Jadivinidad, C:ontemporáneamente . María
pondiend6 aun. maniqueo muestracómo'sinhVirgenquedaa luz a Je~ entra en lo íntimo de 1a:realidad eclesiaUcomo«tipo.de la. Iglesia», re~
SÚs,¡Cfle' todo eL sistemq' de, las verdades vitales del cristianismo, y concluye presentación viva del pueblo de Dios en sus· connotaciones esenciales
dioiendo:;.f~oda.nuestraesperanZa esta anclada en el parto de .María» 16. desposoriowirgina1.y de maternidad fecunda, determinando así la
Agu~:tímaGepta¡estalín~á~de pensamiento y deduce que «si la madre fuera identidad teológica de la Iglesia;
fioticia;. set¡ía.tam~iénfi0ticia lá.came.y.ficticia·también la muerte, .ficticias Precisamente durante este período, la iconografía se apropia de la fi~
las. hericla~scleda¡pasi0nvfictidasJascicatrices de la resurrección» 17,'. gura de María, particularmente en los mosaicos de Santa María la Mayor
VI:eQ'Orl.o Nacianceno (432A39) y; de Ravena (siglóVI},manteniéndola anclada, por una parte,
Otf;!.~~~,~llíi!l;d:e{de~¡~lal~i'he('td;)~bs¡¡la ;m/::dra·<::te toque de la ortodoxia: «Si en los misterios de C:ristOj y, por otra parte, revistiéndolaalamanera de
en«"",,, Madre de Dios, se aparta de la una emperatriz,iniciandoasí, más allá de las motivaciones teológicas, cier~
ta.}J~Q1~ilcf~}¡eL~illllihomtlíadirigida¡ alaasambleac6nciliar, salu;' toprocesode alejamiento que distancia a María dela vida de los fieles.
«Cierro Ele·.la·orto¡:loxia»19..
.ii~~~·.·lit'~~¡Jilt!rJ:o.c:to'patrís¡ticoconcluYe .en· Oriente con: Juan' Damasceno
; quien afirma que «el solo nombre de Theotokos 2.2. La Edad media.: María, «sistema devalares»
contiene todo el misterio de. la economía>~.2°; y explica esta afirmación
en el sentído de que el título mariano difinido en el concilio de Éfeso A propósito de la presencia de MaríaenJa. vida cultural de ·la Edad
(431) es una garantía del recto sentido del misterio del Verbo encama-- media, C:laudio Leonardi observa:
do, quees'verdaélero hombteyverdatleró Dios.
Es significativa también para el fin que nospr()ponémosla:identifica~ «Lamáriología es unadisdpl1nadesconocida académicamente ,
ción patrística de María con la Iglesia, las cuales son -ambas- madres y prácticadatansólo en alguna que otra universidad pontificia. Y; no
vírgenes;'Ambrosiocl1egainduso'a:llámar a' Máría«tipo de la: Ig1esia»21, obstante, la mariología indica y representa un punto dinámico de la
cultura medieval, de sus fortnas espirituales (piénsese en la variedad
.16 HEGEMONlb, Atta Archélai, 50-60;TMPM,1¡ 271. de los cultos). Asíquees unhecho queel In~dieyalista se dedica con
Comrhento al vangelo di Giovanni, 8, 6-7; TMPM, 3, 340.
hartá frecuencia al estudio de textospoéticos, d~q-elatoshag¡ográfico$
17 AGUSTÍN,
18GREGORIoNAClANCENo, Lettera 101;, A Cledonio;TMPM, 3,312 .
.. 19, CIRILODE ALEJANDRÍA, Omeliá Ntenutaad:Efesocontro Nestorib; TMPM, 1, 490.
20JUAN DAMASCENQ,Esposizione della fede ortodossa, 3, 12; TMPM;. 2, 489.
21 AMBROSIO, Espósizionedel'vángelosecondo Luca,2,.7; TMPM, 3; 179,
+,ydetr.atados teológicósquetienen~,como ;tem:i la virgen María,igno~ 'N1áfíáés:t<!Ú&sáaSefri:yra'<<:rnilagtdsa»:dé·la·que;haBlan l~slia:giogra;
randoel problema para llegar a la. comprensión dejos nlÍsm6s»2,3. fías'y'lag.íléyéndas(miracuÚ:t),glbfibsai'poderosa·ymiser"icbtdiosa, ·pero
no pbYesbmerios eoncretaYcercáriaacl.laIlto se piensa comúnmente.
En la misma longitud de onda, los tres editoresdeJavC)luminosa obra En este sentido se puede hablar de un «superplus de hl.lmanidad»,que
Marie. Le culte de la Vierge dans la société médiévale(1996), descubren en la Edad media reconoce a la Virgen Madre:
la Virgen un «sistema de valores», es decir, un «referente colectivo», «la
cima de una jerarquía civil y religiosa» y «la síntesis de todas las demás «El interés:por'la sustaIl.cia físlcadeMaría, por su vientre, 'por sus
figuras>x que unifica y revela. conjuntamente a la sociedad cristiana me~ senos, inducía a una intensa identificación, y en ningún caso a senti~
dievaF4.· Se trata de comprender las interacciones entre el ideal religioso mientos de culpabilidad o a sensacionesembarazosas,Para la.sreligio~
y la vida secular que transforman la figura de Matía, rica en atributos y sasdela Edad media no se trataba de un setsuperiore inasequible,
funciones, eri:unespacio.en elCluelos hombresylasmujeres se pregun~ sino de una mujer que habíapadeciclodoloresy peligros,compartidos
tan.acerca de sí mismos: las descripciones de la Virgen se traducen en por sus hijas y hermanas: el embara:zo,el parto, la pobreza, laexólu~
«autodescripciones.delhombre medieval» 25 . sión, la desdicha del destierro, lá pérdida de su hijo.;LairitervenCión
;En efectorén.la;Edad media se halla documentada y patente la refe~ de María eraconcteta.: se manifestaba en la vida ¿otidiana,sin exchür
rencia~k;Madaen· eL culto, +en la ic<.:mografül,en las expresiones popu~ la vida sexual (de las mujeres yde los varones»>27;
Seasiste+ala lenta formacióndél personaje mariano
UU,¡).1U\JQ;JL\;;UUJI,¡,,·\J,";;; la. «cristianda.d»:emerge ·laVirgen.como«figura y, sin embargo, existe conjuntamente en María un registro vertical
inciiv:jlCluali:~ada»~ convertida'en Notre . Dame o Madonna [«Nuestra Se,.. que acentúa su santidad y los dones recibidos de Dios. Se abre camino
, la pattona -con el manto protector-. de innumerables lugares de el principio medieval de la omnicontinencia,'según el cual se reconoce· a
culto y «lamás insigne referencia de las devociones personales y de las María la plenitud de la gracia y de los carismas atribuidos a las demás
identificaciones comunifarias».EIl elsigló.XrIId'patrocinio de Máría criaturas 28 . A Matilde (t 1280) se le atribuye el origen del título Tefe~
reagrupa a las categorías sociales, en particular a las órdenes mendican~ ridoa María,' a quien se denomina «miCrocosmos, por el cual Dios se
tes.y alas cofradías dedicadas a ella: preocup6 más que por la creación del urlÍverso»29. Todo bto cOIlduce a
«La realeza, la ciudad, la.universidad, la corporación de los oficios, por de poder dé los ricos, pero también apoyaba la prótesta de lbs pobres. Los ritos hacían visibles
eLsendero de la protección mariana ~a menudo invocada, siempre en imágenes.y palabras situaciones de la vida social» (K.SCHREINÉR, O.C., XIII),
27 K. SCHREINER, ib, 178.
reconocida~.se hallan incorporadas a este cuadro de conjunto»26. 28 Cf ALBERTO MAGNO (i71ter opera), Mariale super míssUs est, en Opera, Piirís 1898, t.37,
29 ~evelationes, 1. 3, .c. 32. La eXI¡resión será repetid~ en los siglos suceshTOS por Tomás de
Villanueva (t 1555) que aplica a María el título de <;microcosmos de la Iglesia» en un contexto
23. C. LEONARDI, Presentazione, .en C .•. M.. PIASTRA, . La poesia mariologica dell.'umanesimo de paralelismo entre creaciónyredención: «Así como en la creación del mundo toda criatura se
latino, XL·· . . . hallaba contenida en el hombre, que, por tanto, es un microcosmos? así también, en la refOrma
240;' RUPALfo(seudónimo), La Viérge comme «systemede valeurs», éfiD. IOGNA .. PRAT .. E. d~l mundo, toda la perfección de ·la Iglesia y de los sani:ós se hallaba cóntenida en la Virgen y,
R ALAZZO~ D. Russo, Marie. Le culte de la Vierge dans la société médiévale, París 1996,5.. 12, por tanto, se la puede llamar microcosmos de la Iglesia» (In festo Nativit.B.M.V:, 3; n .. 8). El
. 25K.ScHREINER, O.c., xv. " , dominico Paciuchelli especificará este título en otra dirección, llamando a María «compendio
26 G. RupALIO (seudónimó), o.c., 12. En la misma línea piensa también Schreiner acerca de la y microcosmos de ambas Iglesias, la militante y la triunfante» (A. PACIUCHELLI, Excitationes
Edad media: «El culto de María consolidaba los vínculos sociales; proporcionaba a los grupos, a dormitantis animae [... ] ad laudandam, diligendam atque colendam Sanctissimam Deiparam ~rginem
las ciudades y a las regiones un sentimiento de pertenencia común, justificaba las pretensiones Mariam [... ], Venetiis 1659, Exc. 7, 29. . ,
alt:¡j ars~d:ezla ~91jlt~I?ci9l}. I??t~stiºa;~g~iGQn~t!lll,I?l~bª;a:.~M<iríª(y .(1 :h~sIgle,
.-, ~ '~ .J
··tá·;¡MaHte¡·deqésiís~:Jrltlt1dfad@f~/ G<bl!ltt~;ilaS¡Ll:ietejÍás;l.seitohvierte
. en. ul}aul}!Ga.1lll,agel},y.
Sla . / .. ' ...... 'M" /.. .. 'C' t' ·1'1 1" 30
ª.::g~pªr:.a¡ .. ªnfl,,«.~l}t;:t;ei;ns ..QY, .(l! g ~s\a>?;;i IdeIílaS?a'jp¡fPtii(Ge:lisíg10~X\iI;;;efY él sííITlDol'0 dé ·;Híi'CdIitráftefótIíla
(o
S~I??sa, ad~mlÍSj d~ la MalÍa t~rrel}a;a.la ASllpta;glorifiºa.c1ª,·a quien ~.tt RefórMa'~éaféHdd)faünqÚ'elai3i¿¡eá~de .Marta; Gomopallaílium tlelalgle,
dedican l?s.lll,aravillosas catedrales d~ l11~pqca,. siEtiretorte 2los' siglOS? ttisfiátioS3,l.:E:nJeteGtOt entontramós' ihsertaen el
breviatioiyf:éh :ertnisaVdeFíoM!(1'5é8)lliaritigúaantífona: Tú sola has
destruido todas las herejías. Mientras que hasta el siglo Xv, los autores,
23:.Épocamoderna: María, ,símbolo cjel'catolicismo comenzando por Ambrosio Autperto (t 784) y por Pascasio Radberto
(Siglo IX)32, afirman que el triunfo de Maríaseproduce;:mediante su
COl}llléppca modernR:se·produce tmacesuraenreladón con el mu,ndo :maternidad virginal (la'prava haeresis es la negación de la virginidad
II).ediev<:tl,jCJ.ue .seve. arrqlladoen bll~na parte por los fenómel}os ·cul, María), vemos que desde comienzos' del siglóXVel elogio adquiere
tut(lles. d~Ja modemida(:L CQmo síp.tesis. de los valores medievales, la undaráctet netaménteinmatulístico:'con. su inmáculada. concepción,
figjJJ;a.d§ Maríahab¡:íaqlledadR §uperadapor la nu.eva culturaque viene a
María:üIie' la Iglesia y destruye las herejías33 •
asus~ituif; {llayigen,te hasta; el}tonces. Y, en cambio, el h,uIílanismo del Es Junhechó que María,. enélartecontemFotánéo, aparece vestida
r~n(l(;iII).iento,qeLbarrocoj del illlminismo, del ;romanticisII).o yel hu, sucesivametitecónlas vestiduras del renacimiento, de lacultúra del siglo
manismoexistencialista.¡no se cansan de insertar a María en eL propio XVII,del rococó y del neoclasicismo. Estainculturaeióri. no es aceptada
universo cultural, expresándola según nuevos parámetros. de buena' gana; panados.' El· severo ,asceta y fogoso refol1l1'ador Savonaro~
la no deja de alzar su voz para estigmatizara los pintoresgu6se atreven
!:Heprdenrar' a' Maria, la pobre habitante dé: Nazaret, comorrea y noble,
2.~:1.. ElhumíJ,'flisfno y el. renacimiento. más aún, vestida como las amantes o incluso como las prostitutas.

Sitúan al hombreen el centro del mundo y vuelven a proponer el ideal


clásico 'y;Pllgano, .así cOII).O, taII).bién el protestantismq. con . el principio 31;S€ pued€J:l aducir écimó €j€rriplo$ ias ciudiid€s de5Const¿rí.tinopl~ para' d Ori€nt€y la d€
Sk;na para el Occid~nt€. María, «anna, escLfdo y baluart€?> ayuda a la ciudad iu:p€rial €n los
del «solus~Jsolus [)eus, solus.Christus, soltIgratia, sola Scriptura ... ) situa, m:omehtos ínás críticos, €n los ataqu€s d€ '10$ phsas, áv~tos; tusos, hasta tal punto que~l€mp€­
rían en crisis y supondrían una eliminación irreversible del sistema de los radOJ:i,\ndrÓllicoComn€no.(1183,11$5) mandó acuñar una mon€da.en.la qu€póruna cara: la
Theotokos ti€nd€ su mano hacia él; y por la otra €xti€nde sus brazos prot€ctor€s sobre los muros
v?19~es medi~vales)yson ello eliminarían alos.media;dores celestiales d€ Constantinopla. Por su part€, Si€naproclama qú€ NÍiesi:ra Señora €s su pattoha(ha¿ia el año
1250) y l€ atribuy€ la famosa victoria sobr€ Flor€ncia (1260) y acog€ triunfalm€nt€ a la Maj€stad
junto a Cristo, en primer lugar a Matía, la poderosa intercesora de la encargada a Duccio d€ Bonins€gna (1311). Las d€ITotas sufridas por ambas ciudad€s mu€v€n a los
piedad popular Ycle todos los demás es.tratos sociales. habil'anié$;.a €spiritualizáT las p€ticiónés dirigidisa la Virgen. CfK\SCHREINER,O.C:, 172-176.
32El:respqnsorio (más largo~ y laan~ífona CtinFtas ha;ereses sola interem~~ s~ ~p.cu.€ntran €n
Sin embárgo,laReina del cielo sigueestal}do áún elemasíadoligada Antip1úiríalédivini officiieX tompendió(hacia daño 880), p€ro su sustáncia apareC€ ya un siglo
a la expetiencia;cl~fe;para.clesaparecerdel horizonte, aunque convir~ ant€s €n un s€nnón atribuido a Alcuino, P€ro qU€ más probabl€m€nt€ s€a d€ Ambrosio Autp€r-
to, Semw denativitate Virgin~Mariaej PE 101, 1300>1308, y €II la famosaEp~tola de assumptione
tiélldose énQbjétodeunapj:ofllndamarier.a nueva ele pensar; y de una R V. Mariae d€ Paséasio Radb€í:to, qU€ha ll€gado.anosottosbajo el nombr€d€J€rónimo,PL
30, 122,142: CrA. EMMEN,«CunctaS haereses.solainterem~ti».Usus et sensushiáusericomiiR
hueva incultutación. M. Virgin~in' liturgia,theologia et documendS pontificiis, '€J;l. Maria .et Ecclesia. Acta congressus
mariologici-mariani in civitate Lóurdes. anno1958celébrati, Roma€ 1961, 93; 152:
33 1. VJí.SQUEZ ]ANEIRO, El encomio mariano· «cunetas haereses solainterem~ti». Origen de· su
30 BERNARDO DE CLARAVÁL, f¡()ffiilíapara el domi~godespuésde la Asunciónj PL 183, 432A sentido inmacul~ta, €n Antonianum 66 (1991) 497~53L
dínfrotlu<1cién;- "1:.7.

«Vosotros. vest~ yademái§.¡:):la Vitg€iªjMllríaala4har'lera.d~¡"uestras sirrquesea;alabadasu. Madre,. sipre~


cortesanas y le dais los perfiles de vlle~trás.am~nte~ XlQsjó,veIiesNan ·i¡y¡,·)oÍ$:emefil:e para ;queja exaltemosc0ll.isuniasalabanzasélha decretado
diciendo luego a esta mujer oa.aqllella... He; ahí aja Virgen María..~ 'GIÜé; fecihaIí,lGs todos; los. bienes"de. su virgíneas y piadosísimas manos?
¿Creéis "osotrosque la Virgen María iría pirttada como voSotros la ·pirt,.. ;Élconsideracomo.su gloria suprema .el· que ella reciba abundantes
táis? Yo os aseguro que ella iba vestídacomo unapobrealdeana»?\

oibasta;éon veneraryalábara la Madre de Dios, sino. que además


23.L.La cultura barroca. . ellahayquehacede donacióntotaUlesímismo mediante una consa~
e irrevocable, que asume voluntariamente el modelo de
Coincide cont el siglo XVII europeo, se apr:ópia en grado máximo de la esclavitud: un fenómeno que vatecorriendo la Europa barroca. de un
fígurade María, aplícándole~aellaJapalabra clave amplificatio ó dilata-:- .Ixltrelmo al otro~ .
ción. Es una época de ferv0r.maríano,de.efervescenciacolectiva.y de ¿Qué decir de la persona de la Virgen? María escohtemplada por
exploraciÓn.delasfronteras.deJoposible, que no teme parangones. En autores del siglo XVII como situada en una posición trascendente,
efecto,; abundan ·los.libresmarianos.(tan sólo Marraciescribe 115de que no podría elevarse más, a no ser que llegara a ser igual a Dios36 :
dlos).,$ flol'ecenlás CClUgregacienesmari:::mas.y las Cofradías (la primera en dignidad y en gracia a todas las. demás criaturas, es una
de,tQdas¡Ja'delllG>sariG»f,.J:;ts, uni"ersidades<européas yel pueblo compi~ protagonista de la salvación, es la exaltación de la persona humana y
tenendefen~erla Inmaculada· Congepción, las naciones se consagran
aMaría .(FranciaenJ638,.PQrtugalen:1644iAustria eh 1647:, Polonia
en 1656 .. \), aparece.lacostumbre..de<.coronar. sus imágenes, cunde el «Contemplando, pues, esta obra, i oh. Trinidad Santa!, y encontran~
fervor de las peregrinaciones a los santuarios marianos. La pregresiva do .en ella a la Virgen en sociedad contigo, la contemplo; y venero
conquista de tiempo y espacio, por parte de María, va acompañada por después de ti; y la contemplo y venero.comola persona más elevada,
el estudio sistemáttco·de su persona y. de· su misión:. aparece .en 1602 .más santa y más digna de tu grandeza y amor que pueda haber [..• J.
enraleEtU/J' por obra dePláddü Nigido, erprimer tratadCiorgárilcode La has hecho como unmundo y un paraíso aparte,mundo de gran~
Mari010gía. No sólo se fomentaelculto niariano, sino que además.se dezay.paraíso de delicias para el nuevo, hombre que "debe llegar al
consicleracOD1o. necesario para la salvación.

«Nádie segl~ríe ele cel~brarabios si pasa en silencio. las alab~nzas


35 A. PACIl)CHELLl, Excitationes dormitantis animae[ ... ] ad /audandam atque diligendam Sane-
de. la Mádre de Dios.Ep efe<;l:o,¿tómopuede elHijo apreh~:r ,las tlisimam Deiparam Vágiríem lVfariam [... ], Ad lectorem: .
¡. 3~ «Oaltitudo et éelsitudoMatris! Analtiusprogredi potuit?Non potl.lit, rusi [)eus fieret»
:4 CE L.,PASTOR,Storia dei Papi, m, Roma 1912,. r37. Por cuanto conocemos dela historia (lb, 82). Sin embargo, De Convelt añade: «Maior tamen dignitas Virgini accessit per titulum
del arte, tan$ólo eLrefinado pintor de la corte ]eanFouquet (t hacia el año 1480) se atrevió a Matris spiritualis, quam per titulum camalis» (M. E DE CONVELT, Theatrum excellentiarum Sane-
representar aMaría que muestra el seno.a semejanza de AgnesSorel, amante de Carlos VII. De tissimae Deiparae ex consociatione excellentiarumsuiFilii¡Amberes 1655,83).
manerá parecida se dice que Caravaggio se inspiraba para sus Vírgenes en modelos y prostitutas. 37p' DEBERuLLE, Élévation aDieu, en Oeuvrcicomplités deDe Bérulle, París 1856, e, 524. Cf
Quienes -como M. Bucer,. O; Karrer,J.Huizingay el mismo K. Schreiner- se inclinan a ver en Dupuy, Le culte des grandeurs et de la compassiondeMarie établi par Pierre de Bérulle;en De
las Vírgenes renacentistas.un ídolo provocativo o un libertinaje blasfemo, caen evidentemente cultu mariano saeculis XVII.-XVIII. Acta congressus inariologiá-mariani intemationalis inRepublica
en una interpretación excesiva y malévola: Melitensianno 1983 celebrati, Il, Romae 1987, 81-92.
María esun~<icentro»ly:un'«GOllZI-pendio>k;de;h;¡sdohes.de.Qios;;(Bihet, c.at:óHaq,:peroz.que,noicaps:;Imirrip:;Icto eu"los.teó10gos o· mari6logos¡\G¡ue
D'Agreda,. Cohtenson;:Q'Augentan); . um~<miciocosmos>~ 'dela'!gracia sigueá.yendópór:;SUpEO~i6/h:arriino, sih diálogorcon la nueva cultura. Y
(Los Ríos),c;hasta talpuntdqueconstituye un:ordensupen:iminente y no causan impacto tampoc6~risU::;PtIeblo,que contfnua\con susdévo;
superior. a .cua:lquierotro,. por cuanto pertenece al orden hipostá.tico oi6hes.\LejosdeesQ"tresjesuitas, del norte, deL sur y del centro de Italia,
(Suárez, Novati, D'Agreda, Contenson). proponen que elrnes de mayo se dedique a la celebracion.enhonorde
La inculturación de María en la cultura barroca alcanza una libertad María; un/mes que es/muy adecuado para una sociedad'agríc6Ia.Esta
exageradade:lenguaje, como háce NiccoloRicardi (alias Padre Mostro) cledicación del mes de mayo a María se difundirá por Europa y por otras
pretendiendo queMaría :es«unDioscreado;( un finito infinito;unaom; partes deFmund04?;
nipotente debilidad... , un' 1;)ios claudicante, parcial; un 1;)ios exiliado de ,Tendrán en cuenta, en mayor .0 menor grado; la cultura de' la Ilus,,-
sí·mi~mo;;. Dios creaturiZado o'cnatura deifieada;.;>;38; A·estos. abusos. de tracióny el' ambiente popular. san Luis María; GrigniondeMontfott
lenguaje responde con concienzuda precisión T. Campanella en Censure (t ,:1716) .ysan Alfonso María,de Ligorio· (178 7hque puoponeJ:1una~de,~
soprall,li1:Jradel Padre Mostro'??;.;~·; vociónardiente a María" pero ortodoxa. AsíJolhicell ensusTdpéctivas
(,bras;· TrattatQ dellccveradevQzione.a Maria,. publicada'póstumamenteen
1843, y Le Glorie di MarUc(Venecii174'l). Estas óbras sedifundirán\con
gran éxito.

entrar en un desierto' o, al menos, en un am~


31¡)~en¡:~ílSé]llticoí donde el racionalismo ejerce una función moderadora, 2.3.4. EL sigloXLX
t'í!ism.ngieJl1Ldo l!as·!expresionesdeculto. aJa Virgen. Quien lea al.gran
erudito Ltidovico Antonio 'Muratori·(t1750) se dará cuenta! en. seguida Da comienzo a la era mariana ' de. losnuevo& tiempos;no sólo pordas
déque\élnoxponeen tela de juichsu devQción'aMaría, homadacomo apariciones dela Virgen, que comienzan en.1830, sino también por la
Madre de Dios y «gran espejo de . todas las virtudes»~ pero al rilÍsmo clefinición del dogma deJaJnmaculada Concepción.( 1854kpor eL cual
tiempo¡ha~e.notarque él·no §e'inclina aaceptar·sin crítica; algunas se declara que la figura de Maríaquéda sustraída «pbr.smgulat privilegio»
expresiones:marianasque estaban en auge en su tiempo; Rechaia el a la suerte común, y aparece entonces como símbolo del mundo nuevo
«voto decidido» en favor de la Inmaculada, y el hecho de que.algunos redillZl-ido por Cristo. A;l::tVirgense la reconoce. CQw:Q\sínt~~i.~, cuando
se llamen «esclavos de la Madre de Dios»; es contrario a las procesiones se afirma CllIe la. Madfe deDios «reúfie eb.sf todo el ctistiani§mo~y lo
con estatuas. de los santos; pone en g~ardia contra un c~lto supersti; repara, lo salva contra las altefadonesdelerrof»; es «símBolod~la fe» y,
cioio o no cHsÍ:océntdco,.y propone·uha devpcióIl'«reglafÚent:ada». al misfuo tiempo, «~én.tinel~que al}l.tnC:ial~;h~fejía, ·[... r¿np~lü:idiumde
SotrObservacibnes justifiéables'yquetiendefia la púrificacióhdel culto la totalidad de la.teligión»41; Se advierte acercade lafiecesidad
-- -
dé hablar
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-'-, ' , ¡' i '

, ,' .', .', • ' . ,> ~ •

38 RIC~ARDI, rdgidriamentisopra leletanie di nostraSignora;Génova1626,56 y 32];


N. Dei
CAMPANEtLA,' Censure s6prd iUibrodel Padre Mostra: «Rdgionamentisopra le litanie 'di Nos-
391: 40 A. DIONISI, Ilmese di;Maria,ossia ilmésedimaggio;consacratoa.Maria, con eseidzidi van
tra Signota, edición a cargo deA TERMINELLI, Roma 1998. Cf ATERMINELLI, LaVergineMaria, fion di virtupraposti ai: van devoti diLei; Verona 1 n5;.E; LALOMIA, Il Mese diinaggio,Palermo
Madre diDioinel pensieradi T. Campanella, Pontificia Facolta Tedlogica Mananum, Roma 1982 1758; P.. MUZZARELLI, Il mese di.rriaggio"Romá1785i<';
(tesis reproducida a multicopista). 41 J.-J. A. NICOLAS, La Vierge Mane et le plan divin [...], [premien~ partie],.París 1856",33;37-38.
de.Maríade.manera;sist:emática·y científica,ryiapal'~cetl ~lgunas . graí:ides
síntesismariológicas, comolás de E.J. Oswald,J;,:}.A.Nicolas, Luclovico
da CastelplaniO';.M. J.Scheebeny J.Korber42 ;
'La personalidad de la.Virgen aparece en los. escritos del siglo XIX
como cooperadora de la salvación y como madre espiritual de. la hu-:
mariidad. (O. Ventura) , pero su condición no la hace ser. una mujerd~ ,U""U~J'l.'u....aJLL, aSÍwtO'do,.las imágenespopularesyoleográfic:as deja Vir~
tantas, porque «María, aunque es verdadera mujer, no es una mujeror~ Mientras abundan los libros apologéticos que defienden el culto a
dinaria y común, sino una mujer privilegiada, milagrosa~~43. Más que un contra los ataques de los protestantes, J:. E; Newman. (t .1890)
ejemplo que se debe imitar, María aparece sobre todo como la bienhe~ presentá un discurso dialogal y constructivo en el campo ecuménico
chora deJamuje.r, habiéndola liberadO' del pecado en el orden religioso, la conocida Leuer to the Rev; E¡ .Pusey, de 1865. Asimismo, .se;pasa
delmenosprecio.en el ordennioral, . de la esclavitud en el orden jurídico la· devoción mariana a las obras de caridad y de promoción social,
a;. .J;¡A~~Nicolas).De M~lIíano se pasa; al impulso .concreto en favor de especialmente gracias al Beato Bartolo Longo (t1926)', quien,.supéraur
la promoción. de. la mujer; :a:quiense le niega el predicar y el intervenir do las. teorías de LombrosO', cree en la. rehábilitación de loshij()s de.los
en Javida'política44; A pesar .de>t:odO',.se puede afirmar que la Virgen encarcelados y crea para ellos instituciones educativas enPompeya; ,
llena por sí misma el universo católico del siglo XIX, comenzando por el
corazón que ante ella se explaya en sentimientos, llegando incluso a un
«piadosO' desahogo de· amOI>~ 45. Pero el tiempo, el espacio y las institu~
ciones dedican a María un gran puesto: aumentan. las peregrinaciones .a
los santuarios, especialmente a Lourdes; se aprueban nuevas festividades Siglo innominable por haber sido el más sanguinario de la historia, pero a
litúrgioas;'se intensifican losmesesmarianos·(mayoy octubre); se . multi~ lavez el período delos mayores descubrimientos en.todosloscamposde
plican las oraciones privadas; se construyen templos y capillas en honor la tecnología, profesa una cultura abigarrada que inCluye las corrientes del
de .María;sJi.rgeri muchas congregaciones religiosas femeninas y. mas~ existencialismo, delestructuralismo, de la globalización, del pensamiento
culip.asdediCadasaMaría, principalmente. bajo el título de la Inmacu complejo; Después de un primer examen, parece que en este siglo. el culto
~omprendido el cultO' marian0-" haya «perdido toda relevancia política y
'. 4i H.J.ÓswALD,Dogmatische Mariologie: das ist: Systernatische Darstell~ng séimmtlicher die
allerseligste ]unifraul:ietreffenden Lehrstücke, Paderbórn'r850; J:-J. A. NICOLAS, Li Viergé Marie socia!», por lo cual experimentó para muchos una crisis incluso. la figura
et le plan qivin.Nol1vellesétudes sur le christianisme, tvols., París 1~56; LUDOVICO DACASTELPLA~
NIO, Maria Ííel cdrisiglió dell'Etemo ovvero la Vergine predestináta alla miSsióne medesima con Gesu de María. Porconsiguiente,.senota una ausencia de María en lasmani~
Cristo, Nápoles1872-1873, 4 vals. con un: total de 1.887 páginas; M, J. SCHEEBEN, Mariólogie,en festaciones·artísticas y en la dinámica de . la vida.social,.ya s.ea en.general
Handl:iuch der katholischen Dogmatik, III, Friburgo de Brisgovia 1873, 455-630; J. KÓRBER, Maria
ir11 Systerh.der Heilsokonomie, aufthomistischér Í3aSis dárgest~llt, Rarisbotía 18$3. O bien dentro de las diversas categorías; Y,. rio óbstánte, si se profundiza en
43. Q. YENruRA,üpifania del Signore ovvero spiegazione del.mistero della vocazione dei. Gentili
alkl ¡~de, R~ma 1898, 79. . . . .. . . . cuestión, no se puede negar que María constituya un «poderosocorrec~
44 Véanse: Atti del Primo congresso mariano naziónale tenuto a Livomo nei giomi 18, 19,20 e tivo», «un dique contra.un sistema construido por los hombres, centrado
21 agosto 1897,49-50 y 114-120.
45 .«ÍOh mi bien,. oh mi gloria, oh dulcísima sede de todos los placeres de mi alma, y que no
valores como el poder, e! dinero, la raciopalidad»46.
hacemás,quealiviar mis llantos, oh querida compañera.demi amor y de mi dolor, ahora que
te amo es cuando yo vivo de veras! ¡Oh María! ¡Oh María!» (E AMORETIl, A Maria Madre di
Dió. Pió sfogo d'amore, Roma 1886, 78). 46 K. SCHREINER, O.C., 179.
~;'A.hotabierr;¿nó11Dásta este ctitetÍ6i hegativo,'que,;no-tlega' nasta::las
f
:quelréjleja1ala6tu.abi:E)n:;sa'I~ffiéa~dbDi@s :eÍl';elmunuor ele: una p€rsoria
raíces de la cultura actual. Será preciso redescubrir nuevos nexos·eitlte~ )Clúe¡reúri.e;i€.uarrtó)$ei1qal1á~dis;p)érso .enf lateologfa~N oes .posible
raGelonesquehaceh que la figura de María :seásignifícanva yiptoductiva I3dl1l:emplana'Maríaydesinteresarsede·.la~salvaciómf'
pata1 míesttotiémpo; Romano Guardini había interpretado .ya; sllvida; lH,oYldíaseipiensa e:Íl,Maríaoomoien.lm paradigmane'cesario. pata la
prlneipalmentesuJe,sirviéndose de las categorías iexistencialistasde sal~ de Nalores: iMaría:aparece; como «discípula»,. «maestra» y
td,'riesgó,caráGtertrágico~Posteriormente, se ·contempla con simpatía ~S(l1tesis viviente de valores»:
a la Virgen deL Magnífic:at como auna mujer liberadora, que responde a
míos ldé;manera;~ill.lminada y responsable: ~<Estrellamatutina,educa para la. "comunión ecleSial" j
Más recientemente,' se hacereferenQiaaMaría como modelo an.tro~ Estrella.deAbrahán;educa para ·la "lógica dé la fe"j
poIQgieo;deuna/personaque~dedde responsablemente;. pero que está ·Est~el1ade }acob, educa pata la "ciudadaníaplanetaria"j
doristituiaa tambiétbpor la itelacionalidad17;.Si teólogos del calibre de ···Estrella de Moisés, educa para la ~'identidad del éxodo" »49.
Rr.:G((ardihi,K~ .R'ilhn.et,L.:BouYery'H:Küster han presentado aMaría
G~mo· ebtíipo¡'cl.e¡:fa .personaHdid'cdstiana· querespondé responsablemente Siempre en.ieLáinbito del.catolicismo, Leo Scheffczyk presenta a
a la:pt0wu:esta: :salvífica!de'mías; ¡ hoy~día ise:hace,notar la exigencia de María como «expónentede laJe católica»,'pero que.poneen guardia
ala: persona constituida por la relacionalidad. En pe!igrocledejarse desviar «podas propiedades especiales y por
experimentaren sí misma, en la encama~ 10$ rasgos individuales, concretos y únicos dela figura 'mariana»; y para
la Trinidad y, por tanto, María secónvierteen iCono úno se afinque. únicamente~<enJascualidades universales,ideales y
personas divinas que han actuado en ella. Su vida fue .t\temporales»:
l1ná:l1tó".lexistencia, fundamentada en la .apertura al Otro y a losottos,
reunklos;en·tÍna maternidad universal. :Maríapermanece como un cami~ «Su figura, es contemplada únicamente como signo y como ejemplo
no paratecupetar erilavida aLmiosrrrino y Uno, y para.contribúir:aque para realizar un ser humano más auténtico ante la presencia de Dios
la Iglesia y también la sociedad lleguen a ser «iconos' de .la Trinidad>>-,es en e! múndo.> María se. comprende como una persona ejemplar de!
decir, •. pata que lleguen a ser una comunidad en·la.que se" hálle ¡vigente ser humano en la.. presencia de mios, hasta el punto de verse. en· ella
el mákifl1orespeto" hacia la persona en medi0 i de la máxima búsqueda actitudes y comportarilientos esenciales· para e! individuo creyente. La
dehllunidad4E•• mariología se convierte así enuna.doctrina de la existencia cristiana,
"¡Marú\. nO'viehea sustituir al misterio cristiano,. pero es ·unÍGono de la recepción de la gracia y de la redención de todo serhúmano>;5o .•
maravilloso.del mismo,Q).l1e_«reúne' en sLy refleja las exigencias más
nadicalesde'laJe» .(LG 65~.· Renunciar a ella o amortiguar su presencia \Otro tipo de investigación de los valores encarnados por María nos
es'privarse deuJ;lfragmentG '.queáepróduee' eL todo, de· una·microhistoriá ofrece ehrista Mulack, protestante y feminista, quien nos advierte
una lectura machista y superficial de los símbolos y de los dogmas
47 Cf Maria modello rekt0orkie: ~~ Ji>.' FI¿REs,Trini~ rkbté~od{ ¿iti Esperienza trinitaria in
.1aClHClH'J" •. En ellos la:s'ili.ujeres cristianasfedescubren:

eommunione eón Maria, Cinisello Balsamo 2001,197-200. ;/


48 Cf el programa: Vivere perieoretieamente nel mondo d'oggi, en S. DE FlORES, T1jlfitá'mistero 49 lb, 68, 71, 73 y 77.
di vita, 267-291. \,/:,f 50 L. SCHEFFCZYK, Maria, eroeevia della Jede eattolica, Pregassona (Lugano) 2002, 43.
. «No sólo lGS valores cristianos 'de' losofíge:nes; sirrotambiéni.el 'pasado
mmún y las ··propias raíces religiosas,'que>profundizari ·mucho más
allá del cristianismo ypermitén que lasrriujeresaccedan'amodelos
de ideas religiosas ajenas ala difamación y ala demonización que el .~iEscúcham~,N'ue~traSeñora!.~~ ~irrvocaliterariamente Grazia Livi-.

sexo femenino tuvo que experimentar durante rodala epoca de la el cofre dé tu'p~rfeccióI).j interrumpe.aqúel rostro tuyo astral.
tradición cristiana»51. . ,Desciende... Tú;no~res de marfil. Eres sensible, tienes senos y axilas,
.ij.',~~';¡ll"'''' venas y. arnigas .. ;>>,55 ...

Muy lejos de despreciar los dogmas marianos, es precisoteconocer


en ellos «una antiquísima siI;nbologíaJemenina, cUYO' rechazo no ten~ Lunarise Jamentáxdequé«una.desmesurada y fastidiosa insistencia
drá sobre las mujeres sino efeétos -autodestructivos», es decir, que son alabanzas ha ido alejando progresivamente a. María de una' esfera
verdades divinas válidas <en tiemposprimordiales,autorrevelaciones ~U~Jl~\U.a nuestrareconGcible»,! y desearía conducir de nuevo a María a

del aspecto femenino de la divinidad. El creciente número de las apa~ ~recon6cible y humana "normalidad", asu realidad efectiva, sin que

ricionesmarianas,a hiños representa «una reacción del inconsciente neces,lte ninguna otracdsámás»56;Por este camino es fácilhomolo~
colectiyo ~ante la 'unilateralmasculinizaciónde lo divino» 52 ., La Virgen ~\ María mn cualquier otra· mujer. de su tiempo, con todas las debi~

wiveen:laindeperrdeh~ia~>.y,.en un mundo dominado por la obsesión morales típicas de sus contemporáneas e incluso con muchos
tnaqh;isr!l.deLpod!,:wella'se.éonvierte . em«la representante de .los. valores sl.como asegura Kurt Marti; un pastor suizo poeta, que muestra a
decir/«déLamor, ¡deja libettady de la justicia». Y, por perpleja «cuando fue! ella, varias veces madre! alabada como
es· «el místico y eterno silencio, la gracia divina, el seno
materno del que todo. procede». Imagen del comportamientomatemo María se. convierte para muchos en una respuesta significativa a. las
y protector, JaMadre de Jesús puede .serexpulsada dejas iglesias en del mundo .contelllPoráne058. Reflexionando sobre nuestro
nombre de una «barbarie racionalista», «perollo puede ser expulsada dominado poda tecnología y cerrado a las estructuras de tra-:-
de las almas de todos los seres.humanos sensibles a'las mutilaciones de , el sociólogo G. De Rita observa agudamente:
la fe cristiana»~ María y los santos son «predicadores reales de la gracia
divina, modelos de virtud cristiana, siervos e instrumentos a través de i,,;«.;:'Olm()S más.·que nada una sociedad que quiere recuperar el valor
los cuales. Dios bendicé a su pueblo» (E.W> Hengstenberg) 53. En la la acogida, probablemente porque siente que la vida puede ser
práctica; María llega a ser «el símbolo de lavivenciafemenina»,de la dura, si no se tienen relaciones con los demás; si nos
belleza, de la vida, de la disponibilidad: «La mujer lleva en brazos a la en la soledad; si no nos ponemos .aprueba en medio
humanidad; Este mensaje.se ha conservado hasta el día de hoy en la de la competición agresiva e invasora; si no se acepta aLotro ya lo
Madre de Dios»5\
G. LM,Sono tua figlia anch'io j en M.W., Maria ieri e oggi, Cinisello Balsamo 1997 7,197 .
.~óL. LUNAR!, Maria di Nazareth, Milán 1986, 228 y 256.
51 C. MULAcK, Maria vergine e ribelle: la dea. nascosta delcristianesimo, Como 1996, 15 (o,
57 K. MARTI, UndMaria, en Abendland, Gedichte, Darmstadt-Neuwied 1980,41-44.
según el original alemán: Maria. Die geheime Gottin im CliiiSientum, Stuttgart 1985).' .
52 lb, 21 Y25. Para. ur:tra.ta~iento más amplio. cf S. DE FIORES, Significato di Maria per ¡[ nOstro tempo,
53 lb, 91,103, 131 Y135. fide! et fidelrum. Collected Essays to Honor Théodore Kohler on his 8Ü'h biríhday, Dayton
54 lb, 153 Y157.
1985,795-807. .
,im.preVisto;si. nb,hayuhII: palabra, ('ab6geqora:';~~'. y; M,arÍa esen¡gran Ép0tEa~qJj05m0(jérnarl\lIarfár;tipo'
parte el emblema de la capacidad deacoger¡lá;impreYisible,da 'que ranfJropeMrgitO'relaclbn:aJ ..
es totalmente otro»59.

N adie eS símbolo. de acogida en mayor grado que María, precisatnen~


tep0fque nadie acogió como ella al Hijo de Dios en el corazóny.eÍl el • if.ál;:{tllosofía; ér1;;decadenciá' qué se expresa en el «pensa~
cuerpo. Al contrario de los fariseos y de los rabinos, hostiles a Jesús, '(GA1attimo); irit.apazdé las grandes síntesis del pasado y
María es, toda ella, acogida; en su pobreza radical, María se abre a Dios ffat[ecúal:ioí),plrb~;ectos delfutur6.Pbr tantO, se contenta con la sabidu~
y.se deja invadirp0f la presencia divina. Ellasedirige.iC..desarmada..:,. al quüülviveal dfay! c.edede buena' gana a la pietas tierna y
Altísimo;. a Aquel que aparececomoextrañd y como el enteramente ~fíme:fo:hiiÍlia:n061.
Otroialhorizonte mUIldano,y María se conVierte en ejemplo de acogida ám.bho d~é'ste muridopdsmbdenio es iriútil buscar testimonios
delo que es .distintoanosotrds,en ejemplo de.hospitalidad no local; ttílatión:é:oniMáiía, lilMadié de Jesús. Elposmoderno,enla medida
siIlopersona:l; porque acoge .enSí mismaaLDiosque viene. coincidecoÍi el poscristiahó,se desinteresa de élla o;alo sunio,
\1..a maternidad de María, eSiunreflejü de5lapaterhidad de Dios,quien despacio que sé Íllerecé'como hecho cultural de gran relieve.
ab¡aetemoengendraal VerboiEp:¡ María, Dios se. expresa en' femenino, •embaigo,hl. teférencia·a: María dista mucho de estar ausente, pre~
según Jos ,rasgos. de una madre. que engendra y acoge. tiernamente .al Hijo porqué en ella se encUentra una· respuesta significativa a ·las
.cc~mrertldtO en niño. Eniestesentido;María es verdaderamente .del rrtundóconteniporáneo; En efecto; María; por una parte,
ü'.·,·,,,1·~·A materno de Dios», la tierna expresión de la misericordia del a las aspiradonesdelvatón y delámujet,y, por otraparte,ofrece
padre.PaveI ;Evdokimovhace notar como 'el desprecio que el ateísmo terapia para los infortunios evidentes del mundo actuaL
siente hacia la Virgen~ Madre y hacia la(mujer se deriva del hecho de que denominador común de la concepción antropológica posmoderna
elh:rs son.1as custodias de los ,valorestnoraleshmnanizadores, capaces de qué es la mediocridad como nota característica. Se aborrecen
desquiciar las estructuras. materialistas: tandes proyectos, sedescorifíadé las utopía.s, la géritese contenta
""vU'vU"I-'V'''~~ el oficio dé hombre y ton élvuelo de la perdiz. El gran
«Ahora, si el Cristo es quien salva al mundo, la Theotokos es quien moral, que aparece en primer plano en la vida polítiCa, queda
·10 !protegee introduce en su "falta de humanismo" la atención que ""y.,,,u.v por el pensamiento débil mediante la propuesta del engaño
"sehace ,sensible a .1agracia... La ternura materna que está asociada medido e hipóctitamentecaniuflado. Al hómbrede;la tec~
al.culto de la Theotokosinfunde en el humanismo cristiano una nota : dém.asiado satisfecho por lo. terrestre 'y engañado por ·la lógica
absolutamente particular dedulzura.¡.»6o; eh decadenciá,¿qué leofrétie·laMaría de la Biblia?
'OdirenlOS respondetehsegúida:' María ofrece al honibre su verdadera
¡'nipre:nS1Lon según el plan de Dios. Mejor: enMaríaserevelaalhom~

59
0. BE RITN, Toma Id Madorma sull'onda di<Na~pensiero»ien Corriere della sera (11 de O. VATTIMO-P. A. ROVATTI, Il pensiero debole, Milán 1983; M. MARcoLLA, La debolezza del
enerodel987 ). debole, en Studi cattolici, dic. de 1985; 748;'751; A. RmI,Le sfide del pensiero debole, en
60 P. EVDOKIMOV, La donna e Id salvezza del mondo, Milán 1980, 155-156. di teologia 27 (1986) 1-14.
3B "Mariª,¡~JntesisdelJa.lores

bre el proyecto pretendidop.or J. )• . io.s. ~Jlra1(lt~;lgJlis.p~f:iª;gelª ~saJ\zac:ión. ;·.···.Descendiendo·¿a ;la;é.ttltura ·deriuestto,tiempo,detérminádapor el


En María, situada al final delAntigu()~Testámento,;C:{)Í'l.y~rgensaminos J«socieoaden;movimiento») por e! dernimbamiento de
de Dios, que a su vez se concentran en Cristo para irradiarse desde ;porelhethoideque.vayaconsolidando el pensamiento
allí sobre la Iglesia .. Si todo. el Antiguo Testamen~o. se reSUl;ne como. un .Gárcía¡.Paredesipuntualizá cúál.es la función (pOí decirlo así)
acontecimiento dialogal . (C. Westermann), en el cual, a. la .acdón y a la ,e~faP(~utl.ca,de;María,quepemaneceríaintacta én medio del 'cambio
palabra de Dios debe responder 1apalabra y la acción del hombre, María
representa la cumbre temporal y .axio1ógica de este encuentro con miras
a la encamación del Hijo de Dios. En María quedó abolida la.infidelidad 's;.;'~(J..;i't:llLl.l;); .ut:
laso.ciedad vertiginosa en que vivimos, la figura de María
del pueblo de dura cerviz, porque ella recibió el corazón nuevo,. don del .esurielementode.estabilidad, de identidad social e histórica. Todo
Espíritu, que descendió con poder sobre enq.(Lc~,35). ParaLucasy para cambia, pero ella sigue estando allí, como testimonio de la historia,
Juan, María en~ama principalmen~e larespuestgde Israel a la alianza: centro. emocional, como consoladora,como perspectiva fu~
laanunc,i:acióny el episgdio de Ganá muestran a, María, que responde tura.De .este modo, María se . convierte en un .elemento de. orden
C911 fe .madllr.aa la, proPll~spade p¡ios, proclamanposllfe monoteísta dentro del desorden, en un principio creador en medio del caos, en
ell.el Úzn,iqo Señor: «{\quí,está laesdava.de\ Señor, hágase en mí según .unhorizonte en medio de la desorientación. María continúa siendo
tu.pa\a,Q~a>~(Lq 1;38):.;Ma~ía.eslagranterapiaparaeLhombre del pen.; un símbolo que se mantiene firme entre los cambios de época y de
$ªtnt~"l~Qli~~jl,;qLl~nq;qu.i~J;earriesgarla vida por 19 palabra deDios,y .. ;.. paradigma» 63•.
'.' .. . .. . . ~[)ios con cmentagqtas.María es testimonio del
eme pide togo, .ella responde. dándoselo todo por Situados .ensintotiía con el pensamiento débil, debemos afirmar que
pertenece. al misterio de la encamación, que Pablo y Juan inter~
la. época .posmoderna,. apenas iniciada, se vive una «noche de 1:>f'etan como misterio dekénosis. En su sabiduría infinita y paradójica,
valores~>; en la que los principios inmortales, m,ientras se consolidan, al escoger a la pobre muchacha de Nazaret, y noa lashijas.de los
experimentan mentís demostrados .podos hechos, mediante situaqiones ","'un", y principalmente de Israel, echa por tierra los. miopes e injustos
o.~pisodios .de violencia, terrorismo, injusticias sociales. La condición i!#fb~~,","~U .humanos, mostrando su predilección divina por. los pobres
humana no soporta tal noche: los marginados de la sociedad. EL Magníficat, >que representa la
.Pl'ot()mar:¡'Olclgia de la Iglesia, aplica a María el· esquema pascual de la
«En un tiempo que.sesitúadentro de un horizonte existencial cada .·~"""Uuuc;."_,,-,,CL- exaltación: «Se ha fijado en la humilde condición desues~
vez más exhausto y afligido, caracterizado por un pensamientode~ Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque
bilísimoy por la. caída de muchas certidumbres éticas y de mllchos todopoderoso ha hecho conmigo cosas grandes» (Lc 1,48~49).Indu~
valores, se siente con urgencia la necesidad de. recuperar el discurso ,Dlt:Illt:Ul'e, .este es el camino de Dios, descrito ya por el Antiguo Tes~
sobre los valores fuertes absolutos yetemos»62~ . ;talnel1t:O y por el judaísmo tardío: aquel que se humilla convirtiéndose
!i>1"\'c,p'n7{'\ obediente de Dios, será exaltado en forma de ser arrebatado a

62 M. G. MASCIARELLI, Mária maestra.di nuovi valóri, en AA.W., Maria regno di speranza per
R. GARCÍA PAREDES, Mariología in cammino: prospettive mariologíche all'inizio del
il terzo millennio, Roma 2001, 11. en Mar 63(2001) 284. .
la cercan.íil' de: Bios:o 'd~asub:Ci0rf abCi¿lor'Ma1'Ía,rf'ragmél1to de historia .el.m1il:1jldb.j¡Jp~~Q ,€J:úé .e~pl;Jl1éutral~2iadoi por .elespl~ncJPr. de la
i

humana: sencilla yhtimilde,pattíCipedela· kén0~is ideCristü 'en\lápo; ,~u,qie,'rta¡:to;r!~l;$ol~¡~ely~#gciartiernp()s!;tr~gÍGospara la Iglesia y


brezay en el serviCio, es atrebJatí1dayasuhtaalCielo;: ehtronigadajuntb lJ:l1u,ndp,.Q.tlrap:teJos<:uales· nOles,lí~itQbajar.laguardia,. pero la
al Hijo,yse la hace digna de reCibir laverieraCiónaelós pueblos. .E:stá.td,~crt.t~l~á.alfavor ddcqrazÓRinmaculado. de María y de
El !hmndo,la Iglesia;el hombre: todos 'ganarán por el encuénttoCÓri di\edentor,
María, icono de la compasión divina y paradigma de la acogida del otro;
sobrepasando así todo prejuiCio y condiCionamiento.
Superada la interpretaCión ilustraCionista de la historia,' que escomo
una· marcha triunfal de la razón que dispersa .las tinieblas clel error y
conduce a láfeliCidad universal,se,contempla,elmundo de forma más de este re<;:orrido 9. .10 .largo de la historia, .que mues.tra. <;:ómo
realista,como«un ,gran.escetlariode lucha. de todos contra todos,;taly agélD, de María fotina parte. de las épocaS:, culturales y, al mismo
como expresD.unó.deJosgrandesfilósofos ,deL pasado» .Quan Pablo I1). esufl.elementode c:;onfirrnación odepu,esta enmQvimientodel
Es la:intJtpretaCiónbíbHta:de 'Hnhisto~ia(:omo, dfama, higar de lucha tan sólo una ihterpretación supranaturalist9.. más bien ingenua
continmúentme las fue·úzas deL bieny,Jás del mal. Desde el Génesis hasta suponer quelafigmade laVirgen, elaboradaporJosteólogos.alo
eLF..]Jocalipsís,lal:iistoriaesiuh drama.' con tres personajes: pórunlado, de los &iglos, esté dictada simplemente por la sola fe.
la tnujery él niño; por el otro lado, la serpiente o dragón; lSerála his,
altibajo, donde triunfan alternativamente el bien y el
11lEÜ?',!NlDi1buederseréasí,puesDios'proyectóun plan de salvaCión, que
constiituye, la trama secreta ,de la historia. El: Padre deCidióbendeCirnos
en Cristo; haCiéndonoshijosfsuyos(Ef 1,4,5} Y en la .«BenditaentreJas I'\"'''U''~" delas diversas formas. que la imagen de María adopta du~
mujeres>~. nos ;ofreCió una señal de que la bendiCión: triunfará sobre; la los divers<i)ssiglos disuade de tal vis,ión,porque ese análisis prueba
maldiCión (RMl1). •tal imagen llega a estar siernpre inculturada, es d~cir, determinada
PreCisamente en este punto se insertan las apariCiones de Fátima, culturas que. van sucediéndose. F..sí. que 11.0 es de e~trañar. que
con la última parte del secreto revelada enelaño.2000,ique ayudan a la y~zqlle laJe ylaexperiencia.religiosa, influya en la fi,
a.contemplar en el mismo; sentido el desarrollo de la historia durante de María,a,centuando. algunos aspec~osv~rdaderos oañadkndo
elsiglo XX: los regímenes' totalitarios;representadosporel más vasto y . ott:Osaspectos debidos. a la devoción y. alguna que otra veza la
tenaz -elde>la UriiónSoviética+j originan persecuCiones y martirio .a
la Iglesiaj peto corisagrados ' al corazón inmaculado de María c.onocen enfóquecllltural délla figura y del culto de María. nos llega por
unaconversión. La consagraCión está preparada por la reflexión deJuan ,ck la. exhortaciónapostÓlica..délPablo VLMarü;discultus, que va
Pablo U después del atentado del 13 de mayo de 1981, y está iluminada .u¡;,un.,LLuev con respecto a cada época las concepciones antropológi,

por la tercera parte del secreto de Fátima, en la cual el Papa se,recono, los esquem~& interpretativos, e invita a distinguir oportunarnente,
ce a sí mismo en el hombre vestido de blanco que cae bajo los golpes 10scontenidQsdela fe y las expresione~culturales delos.mismos,
disparados contra él.' Mientras' tanto permanece la visÍón del ángel que L""'LVLL'-" qtieestán sujetas a cambios:
· «Lalglesia;cuartdQconsidera 'la'latigahi~tori3:'de'lapiedad mariana; verOSírñ]b:Uéntee1'.pdfadigfua'~ón;;laicúltúraénsentidóan~
se alegra al comprobar la cotltihuidad· def:h~0hh cultural; 'pero '110 se 'quedó clefiniélapórJ1'ylotén 1871 65. Con mayor
vincula a losesquemastepresentativos delasdivetsás épotastultuta~ °
qüe hablar;dé'rhacTbpar'adigmas, modos orgánicos
les· ni· a las particulares concepciones antropológicas·· que cOhstituyen <vivir y de pensar, ;introducidos 'por lósgirosdelas épocas históricas
su base, y comprende cómo algunas expresiones de culto,perfecta~ de'tetminan .Url ba.mbiodé<tultura o que puntualizan sus fases
mente válidas en sí mismas, están menos adaptadas a las personas nascendi;madúradólÍj decadencia).' En su interior se sitúan los
que pertenecen a épocas y civilizaciones distintas» (Me 36) . rhesoparddiP;n1aso subculturas que permanecen dentro de la
geneialy Tosrhicroparadigmas· o tipos epistemológicos que se
Por tanto, llegamos a María a través de círculos concéntricos: el círculo .'ií'''''''H',ClU en el interior de las diversas culturas o de ·las fases culturales

más amplio constituido por la cultura,esdecir, por el modo orgánico de modos distintos de proceder en cuanto a la metodología y a los
viVir de los divetisossiglósen cuestión; "'¡por él círculo· específico de la
teologíay del'cúltd,quese'vahdeterrninando poco a poco en la conciencia historia cultural de la mariología procurará describir en suses~
eclesial, y finalmenfééporelZcíttulomariolOgico.Así que discerniremos el ms fundamentales y en sus variables las cuatro constelaciones
fragtnentoMaríaó, mejor,sbsparadigmás o'módelos, dentro del conjunto de la cultura en Occidente:
teológico y. cultural'dé'la:s·épodás históricas qúeiremós examinando:
práctica; la trayectoria rnariológica debe ser la predominante (no Culturdrriediterránea antigua (s. 1 - 604 muerte de Gregorio Magno).
historia de las ideas sobre María, sino que~ Cultura medieval (siglo VIl- 1492 descubrimiento de América).
<tU.11J1Il<:tIJ.<:t· paraqueabat:'quediversasfofrnasde su «preSencia»). Cultura moderna (1492 - 1989 caída del muro de Berlín).
Sin embargo, .esta trayectoria presupone la dimensión eclesial~teológica Cultura posmbderna (1989 - comienzo del tercer milenio).
(su conte:xtb imnediato) y el horizonte histórico;. cultural (su contexto
general)... Más· cól1cretamente,en) cada época mariológica·· habría· que célebre definición de cultura, ofrecida por E. B. Tylor, es la sigl,liente: «Aquel conjunto
que incll,lye conocimiento, creencias, arte, ley,moral, costumbre ycualquier otra capa-
efectuar un triple paso: múndocúltúral~Iglesia~María .. Estos tres términos d hábito adquirido por el hombre como mÍerribro de una sociedád;> (Primitiveculture. Re-

deberíaníntetpretarse en todo lo que entrañan, sin reduccionismos, y into.the deve/opment of mytology, philosophy, religion, .art and custom, Londres. 1871, 1).
'posfura semejante es adoptada por R. Küng én su valiosa y a veces discutida obra:
en sus mutuas relaciones einfluencias,sinaislamientos. quiere aplicar la teoría de los paradigmas a la historia y al presente de las religiones
es aconsejable la distinción entre microparadigmas: cambios de paradigma en algunas
El enfoque cultural· exige que se valore sistemáticalllentéunins~ como, por ejempló,el paso de la: celebración del sábado (o del sábado y del domingo)
trumentointroducidóen el·mllfldociéntífico por T:hómasS. Kuhn, es celebración del domingo; mesoparadigmas: cambios de paradigmas en ámbitos parciales,
or ejemplo, el paso de una cristología apocalíptica (Cristo final del tiempo) a una cristo-
decir, el paradigma, definido por él como «una constelación general primitiva (Cristo centro del tiempo); y macroparadigmas; cambio de paradigma en
en la Iglesia, en la sociedad general, como el paso del jl,ldeocristianismo al cristianismo
de convicciones; valores,; modos de proceder, quesóncompartidos (R. KÜNo, Cristianesimo, Milán 1997,119-120; edic. original alemana 1994; trad. esp.:
por los miembros de una determinada comunidad»64; .Esta definición ",.,,,,,,,,,rlUJ; esencia e historia, Madrid 1997). Como puede observarse, el criterio en que se
H. Küng parece ser espacial y de contenido, según el cual el macroparadigma tiene que ver
ámbito general; el mesoparadigma, con un ámbito parcial, y el microparadigma con una
\;U<:"UU.ll. A nosotros, que hemos identificado el macroparadigma con la cultura eh sentido
. 64CfT. S.KuHN, La Struttura delle rivoluzioni scientifiche, Turín 1969. Porel contrario, la nos parece que es más consecuente reservar el término de mesoparadigma para
tragedia griega.empleá eltérri:lirio paradeigma én el sentido particular de ejemplo. «Considerando subculturas que se sitúan bajo la sombrilla de la cultura general, mientras que el mi-
tu ejemplo (paradeigma), ¡oh desventurado Edipo!, ya nada que toql,le a mortal considero yo está determinado en primer lugar por el tipo de enfoque metodológico o de género
feliz» (SÓFOCLES, Edipo rey, 1193). . con el cual se abordáuh detemíinado argumento, en nuestro caso la figura de María.
En su, <inte¡:i.or,dis~ingúir.eJ):lOs:lC?s div~rspsspafªdigITlas" («micropará;' na \h istol"i~;1~da;rnarioüfJgfa'"
digmas») producidos,por.lltía'cultllradªda¡.qll~.llamareITlos«moddos»; en sentidoamplioii([
«estereotipos»" «formas».;.,aunqu~podx~n resu.rgir.qajodivetsos ;aSpec:
tos en otros períodos o segm~ntos, culturales.
,Ensíntesis¡ averiguaremos los contextos cul~urales o las condiciones
generales que influyen en. el culto y en la teología cristiana en, su di",
mensión mariana y que se expresan en los paradigmas particulares qu~ Virgen Ma.ría»68;es decir, tomo tratado autónomo,
el razonamiento aC,erca de María y la actitud espiritual hacia. ella van sistemático; .Eh thlcaso, la historia de la mariología debería
asumiendo a través de los siglos. en.elsiglcn:x.VIl, y cualquierdatac:ión anterior debetíaconsi:..
como una extrapolación ilegítima.
orientación cultural que hemos adoptado nos impulsa a entender
3.2. Una histQriaJW;.pe(s/Jf2€tiva, logía en sentido amplio, que incluye no sólo los tratados sistemá~
; sinc;rÓr}icay.diac(cfJ./1ica y escolásticos, sino también cualquier otro tratamiento o intuición
tivos, es decir, de valor o de carencia de valor, con respecto a
Sin contemplar con R de Saussure una dualidad radical e incompatible Por tanto, no nos contentaremos con reservar la mariología a las
diaC:t;01¡l,ía .Y sincrqnía,J1na {vez reconocida la precedencia que de los especialistas, sino que nos propondremos ampliar su senti~
p~0cediITliel;ltodes.ctiptivo~sincrónico, consideramos que es ¡.i fin de que abarque todo el fenómeno mariano que, como torrente
ne1ces:an.o reservar ul:lsegundQl1l0niento pa.ra eL procedimiento genético~ recorre todas las épocas del cristianismo y afecta a todas
dic¡cr6nicq~En efecto, una cosa es ~lejede las sucesiones con .respecto categorías sociales del pueblo de Dios. Con Klaus Schreiner debemos
a los valores relacionados con el pasado (retrospectiva) y con el futuro constancia de que María «dejó en la historia de la religión y de la
(perspectiva), y otra cosa es el eje de la simultaneidad que se oC:upade los de Occidente vestigios imborrables»69.
y~101;eSen sí y en relación con elsistema" (contemporaneidadj67, Dentro de tal perspectiva, nuestro interés se extiende a aquella his~
Por tanto; al 'trazar la historia de la mariología, maniféstaremos'las cotale que se ofrece en la Nouvelle histoire 7o , en el sentido de que en
formas que esta adopta en relación. con los' diversos. sistemas culturales ,v •.v",.,~ convergen no sólo tratados sistemáticos, ideas y profundi~

ylasdifererit:es fase teQlógicas,y re,cordaremoslos canibiosque el razo~ conceptuales, sino también acontecimientos y personas, teólo~
namiento va adoptando por iÍlfluencia:de diversos factores. Papas y pueblo, culto y devoción, arte e iconografía... Pero todo este
nto no vamos a considerarlo en forma detallada y completa, sino

• NIGIDO, Summae sacrae mariologiae pars prima, Panhormi 1602, q. 1, a. 1. De manera


no intendemos la «teología» en sentido rígido como «una síntesis sistemática de las
cristianas» (M.- J. CONGAR, Théologíe, en DTC 346), sino más bien como «interpre-
OnS(;len1Ce, refleja, de la fe revelada, con un estatuto propio y con un método propio
11lUil~aLIVll positivo-especulativo» (C. ROCCHEITA, La teología e la sua storia, en C.
FISICHELLA-G. Pozzo, La teología tra rivelazione e storia, Bolonia 1985, 26).
K. SCHREINER, Vergíne, Madre, Regína, XI.
67 CfRDE SAUSSURE, Corso de linguistica generale, Bari1968, 99-118. J.
Cn LE GOFF-R. CHARTER- REVEL (eds.), La nouvelle histoire, París 1978.
46- Nftirílf,isfmfesisde valores

a través de la selecciónque~Hewos>efectuado'cdeparadigmascúlturá.les
y que sigue siendo nuestra opción de fondo.;
Primera parte
Por consiguiente, no restringiremos la investigación.mariológica a
las exposiciones sistemáticas de teología desde la escolástica en adelan~
te, confundiendo un «paradigma» del teóloguizar con la totalidad de
la teología, sinO que comenzaremos con el Nuevo Testamento,cuyas
teologías características y. complementarias son atribuible s al modelo
kerigmáticohistórico;salvífico existente dentro dela cultura medite;
rráneaantigua, y proseguiremos con las culturas medieval; moderna y
posmoderna. ría en la cultura mediterránea
(Siglo I .. 604)
decivilizaciQnesydeconflictos, lln lugar de eIlcujeNro
U .... "IClU.U
..

>un~ histori~ de pueblos que se combatiero,tl y que lllego .se


uno~con otros de, uI1a .manera que quizá no hayasllcedido
otrazonadenuestroplaneta~

ambiente es la patria de la cultura mediterránea antigua (macro~


que como únparaguas cubre mllchas Otras suqcultura.s que
trgi:ert,ctOjen su territorio (mesoparadigmas) y que·se·expresan en
enfoques de la realida.d (mi~roparádigmas).

el Corán de los Ilmsulmanes: Más aún, se inst:aura entre

J::,r,escnrc)r CorradoAlvaro subrayac0Ílgrari acierto «launiyersa~


cosmopolitismo de las civiliza.ciortestnediterráneas·se halla en
50 - María, sfntesisdevalores María enlazculttira:mediterráneá ~ 51

contraste con otras civilizaciones exclusivistas»l. La razón profunda de ~M'8.r1a,:m'l1jer·meQiterránea··'


esta vocación universalística viene dada por el impulso vital y unificador
que nace en ellas con anterioridad al predominio de los conceptos:
'Jttilttlra m,ediltel:tá¡rleá ilifluye enlaconcepc.ióridE4áfigura de María,
eh aquel ámbito y qtie'escontémpladapor h.ol1lbres·deaquel
«El Mediterráneo es instinto, intuición; antes de que hablen en él
. Pero en realidad, apesardeslÍs continuas inculturaciones,
motivos de vida, 10 impulsan las razones ideales e instintivas. La in~
sigue estando anéladaen su tierra y en su cultura: es una «mujer
tuición de las razas mediterráneas ha sido el motor del mundo»2.
literráne,l>: \cualida.d qué 'le, dácarácter histórico y la 'humaniza,
lasteritativasde idealizarla. Lucas describe a María corno
La cultura mediterránea es objeto de estudio y de confrontación. Bas~
,fiél a lasjxescripc.iones de la ley mosaica y convertida
ta pensar en los ensayos de antropólogos americanos como Gilmore, Ma~
gracia en una auténtica Hija de Sión, plenamente dócil a Dios y
liriá y Stevens3 , para quienes la palabra dave de la culturamediterrám~a
del mesías prometido. Los Hechos de Pablo, un apócrifo del
es eFszstemaparental,Ia funci6n'p:i:iiíl:á.rla del grupo para el control del
I, la llama mujer de GalileaS, a semejanza de las palabras con que
indlviddC); La pefsona rfosee'unval~i' rió' absoluto, sino proporcional al
en el día de la ascensión, se dirigieron a los apóstoles, lla~
juicioJde la';gentedotadáide aut6tidad yptestigio. Siguen siendo valores
«varones de Galilea» (He 1,11):
ftlnda.l1lentálesel hbnl;)r,lahádición, Ta'tierra:El primero se corivierte
en honor/vergüenza, atribuidosresp~2tívaiíl:ente alvarólly a la mujer,
fin de los tiempos, Dios envió para nosotros al Espíritu de peder
y origina la rígida división sexual: el espacio público queda reservado lacame, es decir, en María, la galilea, según la palabra profética:
para el varón, yel espacio privado, para la mujer. Lo que contribuye a
llevado por ella como fruto de su cuerpo, hasta que lo dio a luz
la salvaguardia del honor es sancionadopositfvamehte; sin embargo,
a Jesucristo,· nuestro salvador, en Belén de Judea»6•
cuanto favorece la vergüenza es castigado con severidad.
1 C.ALvARo,Gliultimi discendenti della,cavalleria: en Scritti dispersi 1921-1956, Milán 1995, elapolegeta Arístides (siglo Il) es quien acentúa que Jesús
282. Al;arbéontempla en el Mediterráneo uría vbcación que será reconocida en el futuro:
«Cuando las naciones y los pueblos que se asoman a este mar, se percaten ¡nejbr de que fonnan la carne de una virgen judía y se revisti6 de esa carne; y el Hijo
p~rte d~ u~¡nismo sistema natural, de una sola tradición ,de historia y de cultura, aun siendo habitó en la hija del hombre» 7. Epifanio Mónaco (siglo IX)
de diferentes razas y religiones, comeruará un nuevo período de la historia de Europa, renacerá
un nuevo universalismo, y el Mediterráneo volverá a ser el corazón del mundo. Es el terreno inélus0 a tra.zar el retrato de María, más o menos según el tipo
fértil de cinco mil años de historia común que fusionó sus razas; es la única zona de Europa
capaz de fonnar un gran agregado de pueblos afines, constituidos ~ara u~irse en una vi~a civil
libre [... l. El Mediterráneo, al retomar a su unidad,Jibre entre naClOnes hbres, puede dlctar su
paz y, en el mundo actual que se reagrupa'en álianzas de razas o de sistem~s, es capaz de fonnar
una civilización unida más que por la afinidad de las razas, por la comumdad de culturas y de
intereses» (C. ALVARO, Pensieri per oggi, en Scritti dispersi 1921-1956,583). GÓMEZ-AcEBO (ed.), María, mujámediterránea, Bilbao 1999; B. ].MALINA, María:
2 Ib,.484.' , i "

madre mediterránea, en EphMar 45 (1995) 69-91: en una perspectiva evidente uni-


3 D. n GILMORE, Anthropolo~ of the Mediterrane,an are,a, en, «Annual Review of Anthro-
autor afinna que «no se conoce absolutamente nada sobre María, excepto que fue
polbgy» 11 (1982) I75~205; Honor and Shame and the Unity of the Mediterranean, Washington y madre mediterránea» (p. 89).
nc. 1987 ;B: ].MALINA., The New Testament World:}nsights from Cultural Anthropolo~, Atlanta es recogido a nivel de divulgación por Nouveaux Cahiers marials 69 (febrero de
1981; Christian Origins and Cultural Anthropology, Atlanta 1986; M. STEVENS, Pate:nity a~ ,Ma- a Marie Galiléenne.
U,"UIH.a.,V
temity inthe Mediterrariean: Foundation for Patriarchy, en BTB 20 (1990) 47-53. Cf tamblen la di Paolo e Tecla 8,21-31; en L. MORALDI; Apecrifi del Nuovo Testamento, II: Atti degli
obra (con bibliografía) de, S. MOSCATI, La civilriL mediterranea dalle origini della storia all'avvento Casale Monferrato 1994, 203.
dell'ellenismo, Milán 1980. 'CfVONA, rApo logia di Aristide, Roma 1950, 78.
«Tenía la tez del color del trig@;'~gsc:ªbénºs;,erarr':"r1:lbiol?¡;lo~,ojos '~H"''''''''Y,~OLY''Ái:<:Iue il~Jpen;riirie.:tntegrallSe·eJ'l¡)eI::.cQnj uhtosocial>~ l~ •• Es
del color de la. avellana dorada; las cejas eránnegras; lanariz ;¡TIln(irr,:l111~p el poder económico, que permite la supervivencia del
.perfilada; la.srmmos,los, dedos y .la ca.ra,erarr deg~flerosas., i!lel·o.llO;mE~h<=),s;importá¡;ite. es «la obligadónde. mantener el.honor
siones; toda ella era gracia y belleza,,sin soberbia, con sencillez, Jaconside.raciqn yeLprestigio a los ojos de terceras
mujer trabajadora y sumamente humilde~ .. »8. '. En: particular" la.; mujerdehe.· mOstrar· discreción y. modera-
su sexualida.d, un bien .que honra respectivamente al
. " "'\1"""j-"" (Y<>1"..

En particular, hay dos datos de la cultura mediterránea que alJnarido;


para la comprensión de la figura de María: la concepción de una :!lmPtt~ncie.j:;,ólno.estaconcepcióílconstituye la base del drama de
entregada a la '\icla interna del clan familiar" y la presencia de el relato de Mateo: él no quiere exponer a María a la vergüenza
des femeninas en el pante6n:religioso. ",",U."u,-",< de gd:lllterio, y decide abandonarla en. secreto (Mt 1,20).

establece un paralelismoentre/María·ySusana, liberadas ambas


"'U·~'.~.' diviriade.lafalsa sQspeGhadep'aberpecado c,ontrala
1.2·1. MaríaenelsisteJ1'){[ parenta~ mediterráneo
én las bodas de Caná, el hecho de que María se preÜ.cupe
No es difícil ver en María la realización del «sistema parental» impe- iar la Jalta devine «encajaperfe<::tamenteenla visiónde.lo
raIlte, e.J;l: ~u, ti~11:lP(), ~on toda la red: de protección de la muje,ry con el ,pariente ·debe hacer en favor de. los suyos~>, afin.de evitare!
s.e,ptidodeLhofl.or¡ gue, la. caract~riza~También María participa en la de nO haber sabido calcular bien lo necesario para un banque~
subordiÍlaciónaLyarQny;es.d:efinida en relación con el maridoi,~<esposa
de José>~ (Mtl,18,.20.24),o con el hijo, «Madre de Jesús» o «s1:ll:lladre » éUU,HU.V sentido ,del honor de la.familia impulsa.a.María aacom~
(Mt12,46; 13,55; Me3,31; Lc 8,20; Jn 2,1.3.5.12; 6,42; 19,25). En con- ¡a 8uclanque' pretende inducir a .Jesús a· que, se .comporte. con
diciém ele tal. María §ehalla confinada al hogar, donde debe ocuparse de ,..v~,,,,.~_..~ ..• , una vez que élse haJanzado, a cumplir sumisión: aun
la co¡nida, ,del yestidpyde la educación; slJ,svirtudesesp.ecíficasson la que «el interés familiar se halla por ,delante de las pretensiones
docilidad, de Jaque clac ejemplo en Sll respl:lesta al ángel (Le 1,38), y el Q~ ,María«debe comprender que Jesús actúa desde el vértice de
respeto ala jerarquía familiar, deL que da muestra cuando, en.el.templo,
dice al Hijo: «No yo y tu padre, sino tu padre y yO»9. La forma.. ideal
de su comunicación es el silencio o, al menos, el hablar «en voz baja»,
como afirmaría Atanasio 10•
En el mundo mediterráneo, la fqmilia «no es sólo el lugar donde se
n~ce,sino la referencia que acompaña al individuo a lo largo de su vida

• 8 EPIFANIO MÓNACO, Discorsi su/la vita de/la santissimá Madre diDio; 6; TMPM¡ 2) 786.
9 AGUSTÍN, Sermón 51, 18; PL 38,342.
10 ATANASIO, Carta a las vírgenes; CSCO 187; 80.
1 ~2.1., ,Maríay 'lasdivinidades;femeninas d:élpurtteónmediterránéb l11~,et:ltUlt:1tYart;i'í:+hn-'·""ri·ll1:f¡banqllet1e:teHgiosb.'{== fercülum).,
¡ar~~t1t;¡losáút1otes tecitábáfi)text0sdelante:de laLestat'uá- deh
Persiste, de todas maneras, un despreciogeneraHzado hacia él'sexo re'su:s:CI.eVotlls secofit!abanilasipró~titutas¡ perolos ritbséran
menino, no sólo porque se mantiene que las mujeres no saben ,",r.,nrrKI obligaban,am.uchasmatronasa abandonarlos 18. Aun
sus propios sentimientos, 'sino también porque las' funciones U.", UL'-'HJ,F.H•• delá:elesttuccióndesutemplo.enelañó 421, él culto deCéleste
de las mujeres están vinculadas a la materia. Si Citilode Alej "sóldehtndos' paganos, sino/también, 'secretamente, entre
atribuye a María, al pie de la cruz, él llanto y los lamentos 15 , Mani ¡ml"¡;¡:-',I".rt'~tHn"í()~l~.El cultoauna:Reinadél ciélo es mencionado

que ] esús haya sido «engendrado de carne y de sangre y de ] etemíás, quietfatestfguaquéen las ciudades de'] udá y en
otra inmundicia mujeril»16. 'de] erusalén la.s/mujeres -lé ofrecían inCÍenso"tortas y ,liba~
A pesar de esta: inferioridadcdelamujer; la cultura mediterránea; 7,18; 44,16;25'): En Egiptoéra'más popular todavía la diosa
vinculada' a la agricultura, se dio cuenta, de -,la necesidad de dirigirse -a Osiris y madre del dios Horus, -cuyo culto es reconocidó
divinidadesfemeninaspata'c6nseguirla.fertilidad de la tierra y lafecun; por GalíglÍla(37~41 d;C)20, En. Asia Mehor, Isises suplantada
didad en las familias. El panteón mediterráneo contemplaba n.umerosas ,la Gran' Madre, cuyos devotos transmitían, en. medio de
diosas: Astarté, IsisiMinerva, Cibéles, Juno, Celeste ... El impacto dél o en iun, estado de· trante,losoráculós dé la diosa V llegabah
cristianismo,enf ei'cjuettlingúnser femenino entra en la divinidadíha;. castrarse parahaéersesemejantes a ella.
bría'cteadoun vacío, sino hubiera aplicado ala MadredeJ esús títulos, relacionestexisteneritre eltultopagano dé estas diosas y el
funciones e imágines que élpaganisl:n6.reservaba para las diosas; No ristiánoen honotde la Madre de}esús?StephenBehko ve dos
fue una transferencia ni una repetición, porque María es una criatura y plausibles: la primera se refiere a la mujer vestida del sol en
las diferencias con las diosas paganas están subrayadas por los -Padres. ''v",''''CULfJ''L·''''· la segunda concierne al movimiento montanista, en el

Sin embargo -'segúnh tesisCle S. Benko-lamariologíano representa tenían espedalimportancia;


un retraso; sino uti'ptogreso por cuanto'conserva y mejora las mejores de la mujer descrita en el capítulo 12 del Apocalipsis, hemos
y nobles -ideas, elaboradas por él paganismo, ,llegando a una más clara uha. interpretadónex:egética que se basa únicamente
compreIlsióndél aspecto femenino enDios yde la función d~ la mujer ,'. ',U~,L5U'V Testa.mento, porque en esa interpretación es evidente la

en la historia de la salvación17 . de la astrología, «la religión por excelencia delmundomedi~


Las diosas más importantes en él área en que vivían ,los cristianos 'en aqueltieinpo»21 y de las diosas paganas' como la Reina del
de los primeros siglos eran Céleste, rsis y Cibéles: las tres dejaron una cómo Isis. El mito del cielo y de la tierra, primeramente unidos y
señal en rélación con la nueva figura de mujer, María, introducida por él por el dios Cronos, está presente en la mujer apocalíptica
cristianismo. La diosa Céleste o Reina dél ciélo tenía un famoso templo
en Cartago y era muy popillar. También Agustín habla de ella, quien De civitate Dei, 2, 4 y 26.
de ello en Marsella el clérigo SALVIANO, De gubernatione Dei, 8, 2.
honor se celebran dos fiestas: las Isíacas, que represent:abimel asesinato de Osiris, el
onslDlacio de Isis buscando el cuerpo de su marido, su hallazgo y el retomo del mismo
15CIRlLO DE ALEJANDRÍA, Comentario sobre]uan, 12; TMPM,l, 269. medio del gozo de todos los participantes; y el Navigium Isidis, que conmemoraba
16 Carta de Mani a Marcelomaniqueo, en EPIFANIO, Panarion 66,6; TMPM, 1,269. , de Isis hasta llegar a Fénicia, y consistía en una gran procesión én honor de
17 S. BENKO, The Virgin Goddess. Studies in the Pagan and Christian Roots ofMariology, Nueva
York-Colonia 1993, 3-4. , The World ofRome, Clevelknd-Nueva York 1960, 153.
~la Virgen María/(i~éntifiGa~fI:'PQr ¡priIlilera¡vez:¡por Em.l,l11enlo.enel siglQ
VI)-,.:. quien, aldaraJuzaJesúsi/:t:estfl:bk~e la l;lnidaJl que .~f~~'J.~~~
dialmente en.tre e~ cielo::ylat}erra.Aligual queJsis"Vestida.de l.J~L.a.LL"'lJ'. ",,,,,.,,,,~ r,'" a ilaJdet~rihitia¡a.tfartit del período delosMacabeos
y con estrellas resplandecientes .en tomo a su cabeza y con la luna llen;:¡. ~l.~hdriiontéapoaalíptíctt/es· decir, la espera del ~ fin
del
a sus pies, la mujer del Apoql.lipsis, con su referencia al soLya lalumii haya de. proddcirse la reveladón deJos misterios divinos
significa el matrimonio sagrado (:= hieros gámos) que aconteció en ella.. } llegada del mesías, .que haráirrupción desde 10 alto, y que
~ En cuanto al montanismo,. movimiento fundado hacia los años 156~ prevüimentepoHn.edia de visiones, sueños yprofe~
157 por Montfl:no,antiguo.sacerdQte~ de Cibeles, poseemos un testimonio ."~_A".'"Ai('tvaesplles cristiano no se volcaba sobre la memoria
de Epifanio,quienafirmaque Montano exalt(j.b,¡Jo femenino, no sólc¡ 'sobre~sUsfptOblemas cosmológicos, sino sobre el futuro; del
admitiendo mujeres al sacerdocio y al episcopado, sino tambiénvene::; lasal'vación definitiva22~ ~
rahdoaEva(quiZá por. elpawklísmo entre Eva y María) y a lasmujere~ ult1.ú"ajudía.ejerce un. papel importante<en la presentación
pr()fetisas,ynegahdoinclu~() a llamar divina (Divam) aMaría. El mismo por parte de los hagiógrafos del NuevoTestamento"Ellos~,
Epifaniphabla ele la~Coliridiana§¡¡1I].ujeres árabes que,comQ sacetdoti~ aCristoiparaque sejcrea en él, hablan tambiéride María
sas,pfreCÍ:ln a Manauna:torta( :;=kollyris) como aun:l diosa, yporesté presente .enlosmisterioscristianos desde la encarnación
motivo Epifanio las reqhazacomo,heterodoxas .. También·las,Madonas enltecost:es¡ La Madrede}esúsaparece como la Hijade.Sión
negrasencontrarí?h una explicación en l(j.s diosas que representaban a alMesíassegúnJapromesahecha a los. padres. Mateo ve en
laMadr~/tÍf:~rtaoen el mito· de Perséfonej arrebatada al Had.es. ~eOClón virginal de Jesús, .sucedida por obra del Espíritu Santo
de varón, el 'Cumplimiento de la profecía de Isaías:
quelaVirgen concebirá y daráaluz un hijo que será llamado
2. Mesoparadigmasro"subculturas mediterráneas (Is 7; 14) i que significa Diosconmosotros. Su espiritualidad
los Pobres deYavé .• Enun ambiente de. frontera,> en la· «Galilea
Más .allá, de sus. estructur:lsspciológicas, el horizonte mediterráneo §e tiles>~ (Mt 4;151, expuesta ala idolatría, María de Nazaret se
llallaentreveradoalrnenos por tres mesoparqdigmaso ~ubculturas. qu~ el monoteísmo puro expresado porla confesión deJe de Israel,
supsi~tirán juritas O se. entrecruzarán, aunque ,una de ella~ logrará la en el Shemá:~~Escucha, Israel: el Señor.es nuestro Dios, eLSe~
supremací:l_ EsosmesQparadigmasse encontrarán,con eL cristiaIlismOi uno solo». (Dt6,4);.En efecto, Lucas presentaa María como una
el. fenómeno más notable, que terminará por .seraceptado por toda la practicante que acude al templo para su purificación después
ecumene.mediterránea. y cada año se dirige a }erusalénparala fiesta de la Pascua (Lc
A 1) .. La leyde Moisés, que María seguirá observando en cierta

2.l, Lacultura)iJd(a sa gente de Palestina no leinteresabá'eritollces, Cómo interesaba en cámbio a mu-


en Grecia, la física, la ciel;lciade 10denómeJ:l0s~elestes y terrestres, ~ni tampoco
la: ciencia de los primerospnncipios de todÓslos entes. A ellós lesinh!résaba el
La. consteladi6n judía, en la,cual se insertarál:i judeo~cristiana, aparece sólo en el sentido de futuro (lo que sedesarrolládesde «abajo» a partirdelhombre
sino en el sentido de advenimiento: es decir, lo que proviene, irrumpe desde lo
caracterizada por la fe en el único Dios de los padres, pqr la aceptaci6n partir de Dios» (H. KüNG, Cristiánesimo; Miláid997, 1'8), '.
medida incluso.enielperíodq·pospentecostal,.iahigual··qJIe lo/hacíá'la clel·EsJDíl:itU». ;(l;Cot .12,3) ;:COmO J9/hará la Iglesia •primitiva:
!I,\i#\i#IL\;JU;

primera comunidad cristiana· (He 2,46:«fre~;yentaban.H:templo»;. He es el\Señbr»;'Flp2;11){~PeroMaríarioiencuenttadifitultad


5,12 :)?Todos los. creyentes se reunían;eneLpórtico de' Salomón» )f6rjó !*YILl\.l.11UCll en la observancia de. la ley mosaica, ateniéndose a las

en sentido profundamente religiosG su personalidad. María se pr6clam<1 UIJI';lULll:::~ y.frecuentandQ e~ templo. María sigue siendo una mujer
«sierva delSeñor»(Lc 1,38 y 48), yJe alaba con todo súser (Lc 1,46:::
47). El Magníficat es un canto que hace suyo el «nosotros» comunitario
(<<como había hablado a nuestros padres»: Lc 1,55) del pueblo de la
alianza, que Dios constituye para ser fiel a sus propias/promesas (Lc
1,55). En particular, María vibra de admiración ante las maravillas que
el Poderoso realiza en ella (Lc 1,49), yseasimila eLtémor de Dios, que al ámbito mediterráneo la cJIltura desarrollada en la península
consiste en el reconocimiento de la trascendente santidad de D.ios , con laJlegadadeMahoma, seis siglos después de la era cristiana.
unida a su misericordia (Lc1,50). se leteconoceelmérito de haber convertido a las poblaciones
La. piedad judía enseña a orar con los salmos y.ameditar en silencio: para que dieran. culto al único Dios, Alláh.. Ni se puede poner
dos modalidades de la oración que se encuentran en María(cfLc 1,46~ la afinidad del Corán con una cristología, no ciertamente cal~
55; 2;19.51). Los salmos transforman en oración la historia del pueblo pero sí judeo~cristiana, que sitúa en el centro la designación
de.Dios,i YNibrandegozo yde dolor; .culminando en el abandono místico
en Dios. En la escuela de los salmos, María parte.del acontecimiento realidad, las comunidades judeo~cristianas, después de la caída
cehtralde su vida, es decir, de la experiencia de su maternidad virginal iHli'Cll'¡;;U, siguieron existiendo al oriente del Jordán hasta llegar a

y mesiánica, para alabar al Señor y gozarse en él; no expresa ninguna y ellas fueron las que transmitieron a Mahoma las tradiciones
súplica, sino que celebra al Dios de los.pobres que difunde sobre ellos cristianas, «su conciencia de Dios, su escatología anunciadora
su misericordia. En el Magníficat (Lc 1,46;.55) hallamos el eco de varios deljuicio, sus costumbres y sus leyendas»24, su .veneración de
salmos (89,11. «brazo poderoso de Dios»; 98,T«se acordó de su amOf»; de María, pero sin laéristología de las dos. naturalezas.
103, 17 «la gracia del Señor [... ] permanece eternamente sobre .quienes de Jesús ocupa un puesto de honor en el Corán, el cual la
le temen»;'107¡9 «al hambriento lo colmó de bienes»; 111,9 «santo [... ] 70 veces y le dedica 70 versículos, además de la.sura 19 con el
es su nombre»). Si el judío ora con el midrash haggádico, una. especie del anuncio hecho a Maryam por parte de GabrieL En la Virgen
de. exégesis espiritual que investiga' el sentido oculto dé la Biblia para la sabiduría y la omnipotencia de Dios, que la convierte en
iluminar los. acontecimientos personales. y comunitarios, vemos que de fe, entendida coránicamente como sumisión absoluta a
María escudriña constantemente, el texto escriturístico para averiguar de Dios y don incondicionado de sí mismo a él:
cuál es la acción de Dios en la historia: como silenciosa exegeta, María
confronta en su corazón los. acontecimientos con la palabra de Dios, a proPQne también como ejemplo para los creyentes ... a María,
finde comprender y realizar l~ Pálabradiviria (Le 2,19.51). de Imran, que conservó su virginidad y erila que infundimos de
En pentecostés, María se encuentra entre «todos».·aquellos que
Muhamrnad undJesus, Viená-Friburgode Brisgovia 1978, 565-566.
acogen al Espíritu y hablan en lenguas (He 2,1. 7) . Ella proclama «bajo Geschichte Jer ersten Christenheit; Gütersloh 1926, 367.
··h*estto;iEspfritu~.';fuvptpor;autél1ti(ra:slastp,Uabras·'y•.EsttLtú::ra;
'. ·Señory:fueunadela$;hüíj~:ré$aev.oias>>'~;(Su.·
" ..', ,
rat66;t2~i

Mahoma, que dependía de fuentes juQeo'-cristianasotatlibÍí~n~ap(


crifas, defiende a Maryam de la atroz calumnia contra su
la presenta como un signo: « ••• hicimos de ella y de su hijo un signo
todo el mundo» (Sura 21,91). Los dogmas marianos pueden
cierto consenso en el Corán, exceptuada la máternidad divina,qúe
supone la divinidad de Cristo, la cual es negada explícitamente. Dada arQ'O:t)roleeso: de desarrollo Isis había. llegado .a ser la. Magna
aétituQ sustancialmente positiva de los otígenes, latradicióntecHol;lC::Lj' había;práporcionadoa la humanidad ·la civilización y la éul~
mística musulmana seinteresópot;María; completando los datos. omsideradacomolapersona a la que se debía el arte de la
vielay convirtiéndola en el ideal de la auténtica fey unión conDios~. el descubrimiento de la escritura,era la señora de hna~
musulmanes acuden a los santuarios marianos para manifestar la 'la.fundad01'adel derecho y del ordenamietitoestatal, ·la .pro~
devoción con oraciones, votos, ofrendas y costumbres' folklóricas 25 . los perseguidosylaliberadora de toda clase demales»27.

·delaconcépciónmosófico~religiosa, en la cual conflu~


2.3. La cultura helenística "~"'''U.~~u· estoica,. pitagórica y neoplatónica; se. encuentra la
la sotéría,'es decir, de lasalvációí:r eterna prometida' a una
Eh::ontexto mediterráneoposbíblico.ene1 que surge elinteréspor respuesta ala pregunta existencial acerca de la propia suerte
ría en el ámbito. de la vida cristiana y della teología eselhelenismo; ¡allá. En el rito de iniciación como sacerdote de Attisse pro~
movimiento cultural de extensas proporciones. que comienzaicon Ale nedbueri ánimo, porque al dios le agrada la salvación! Así
jandro Magno (t·323 a.c.} y se prolonga durante toda laépbca a nosotros, después de los afanes, se nos hará partícipes
romana hasta llegar a los umbialesdela era bizantina26 • '.rt~.. ¿,~,,, 28., La salvación abarca· «toelo lo ;que una persona puede

El helenismo transmite a. través de la lengua griega común .salvacióridetodbsJos peligros de la vida (por ejemplo, de los
algunos elementos ideológicos yprácticos calificativos. .mar) , ·la prote-cción contra las enfermedades y los fracasos,
todoJasalvación del alma, es decir, la inmortalidad»29.
del dualismo cuerpo; espíritu, el camino dela redención se
2; Cf G. ANAWATI, Mand nell'Islám, enSa¿rall¿th-ma'18 (1973); 26T283; G.GHARIB, MiísulJ
mediante la ascética liberadora del cuerpo y de sus pasiones, y
manes, en NDM, 1453-1463; V. BERTOGLI, Le mariologie musulmane, en Laurentianum 20 (1979) .Ul\..·ULaUL~ la búsqueda de la soledad y del sosiego (ideal.estoico
274~ 311; S. ~D AL WAHID PALLAVICINI, Corrispondenze mariane nellá tradizione islámica: elementi
per itn:dialogo, enMarianell'ebraism.a.e nell'Eláffi oggi; Roma-BoloIlia 1987, 119~139. e.rémosis,. esychía). El ideal ascético desemboca en la gaosis
26 Sobre.d helenismo, término acuñado Ror J.G; DROYSEN, Geschichte. des Hellenismus, 3
vols., HaÍnIJurgo1836:1843, dC: SCHNEÍDER, K~ltúrgeschiéht~des Hellenismus, 2 vols., Múnich
1967 .. 1969; T. CAMELOT, Hellénisme, en DSAM 7 (1969) 145-164; H. H. SCHMITI-E. VOGT Le origini, en H: JiomN (ed.) , Storia dellá Chiesa, 1, Milán 1972, .113;
(eds.), Kleine; Worterbuchdes Hellenismus, Wiésbadén 1970;P. WENDLAND, La culturae!lenistico- MATERNO, De errore profanarum religionum, 22:(69 en laediciónde K. Ziegler).
romana nei suoi rapporti congiudaismo ecristiánesimo,..BresciaI986. Il cristianesimo primitivo nel quadro delle religioni aniiche, Milán 1964; 156.
o conocimiento de los secretos dela salva~ion$}finaltnei1.teén la
de Dios. El mito gnóstico narra el destino del hombre, una chispa
caída trágicamente a la prisión del cuerpo, y luegoredimida:. y \.-V.l1uu\.-J.ua ·atistotélica.. del hilemorfismQ,s~gúne!cual Dios. es el
al cielo por el enviado de Dios30 , Queda por aclarar que la "U"~q..l1""J'U. oladelplatonistno, que concede unlugarprivilegiado
gnosticismo,. constituido por .este descenso~ascenso de la chispa porendtna del' ctierpo, o, finalmente, la del maniqueísmo,
pasará con necesarios cambios de contenido a la teología cristiana. alátnateria como lugar del mal, todas ellas son alérgicas
El descubrimiento durante los años 1945 a 1948 de.trece códices :naéic)!i;de Dios·; .Esta.ehcaníación representa <un auténtico
lengua copta en Nag Hammadi en Egipto, que contienen 51 para ·la· cúltlü:llmed.i.fetráhéaí Por lo cual los Padres se pre ~
gnósticos, en su mayoría cristianos, ha ofrecido nuevos elementos defender la fecristológica contra las desviaciones hetero~
de la gnosis,que accedió a la tentación de atribuira]esús un cuerpo H"'¡'''''P'':'''', debidas.frecuentementea una excesiva influencia del
aparente y de hacer que ese cuerpo fuera sustituido por el de. UUUVl1
elloJortnulan las' puntualiZacionesdogmáticas. de los
Cireneo durante la crucifixión31 • De este modo se incurre en el peligro concilios ecuménicos,desde el concilio Ide Nicea(en
de. disolver .la redención,· reduciéndola a procesos cósmicos simbólicos; . al concilio JI de Nicea (en el año 787).
Es comprensible cómo reaccionaron 10s.Padres en su lucha.contra de lainculturación dela palabra de Dios en la cultura ju..,
la gnosis, no sólo por el dualismo cristológico de esta y por su mitologi~ la fe se incultura ene! horizonte mediterráneo helenístico
zadón dehedentor, sino también por elpeligro que representaban los ¡~",.'U"'"V, llegando a un cambio de .paradigma que toma deL hele~
elementos sincretistas y por la tendencia de .la gnosis a' transformar el "Vl',","')J~'JU e instrumentos (como hipóstasis, substancia,esencia,
cristianismo en una religión elitista. En cambio, se inspiraron en el gnos"" , pero sin traicionar por ello a los contenidos esencia:les del
ticismo ho sólo en cuanto aLitinerario espiritual «descenso~ascenso», eotestamentari033 •
sino también viéndose impulsados por éla considerar mejor la situación' por un lado, muestran una tenaz fidelidad a la Biblia,
de lamujeren la Iglesia (los gnósticos alternaban la equiparadón de la hace que su teología sea «económica» o histórico~salvífica,
mujer para.el culto divino con la demonización dela mismay con la se confrontan conla cultura helenística, lacual,aunque
condena del matrimonio). Tal vez. se debió a un impulsorecibido del por diversas aportaciones filosóficas, converge en cuanto a
gnosticismo (aunqlleno únicamente a él) el hecho deque «Ireneohay~ problema de la salvación religiosa. La teología delosPadres, en
completado la. tipología paulina Cristo~Adáncon la tipología María~ la diversidad de las. escuelas y. de los géneros literarios adop ~
Eva»32. Pero lo cierto es quelosPadres corroboraron Ja fe en el único reducirse al paradigma gnóstico~sapiencial, que sé inspira
Dios, que no tolera junto así a ningún otro dios¡yasea Mitra o elem~ o modelo de saber totalizador, proyectado hacia la suprema
peradora Isis. perfecci6n ysalvación del hoinbre34•
. .
--C-:-:-'30~IbT',:-1-'-62-:-.-C~f-'-i-r-.lONAS, Lo gnosticismo, Turín1973; R.M: GRANT, Gn()sticismo e cristianesimo de tá1perspectivagnó$tico~sapiendal, los Padres' organizan
primitivo, Bolonia 1976; K~ RUDOLPH, La Gnosi. Natura estoria di una religibne tardoantica; Brescia ',." ..,.m',.,,.... y la evangelización del mundo greco~romanOí. pero
2000; C. COLPE, Gnosis II (Gnostizismus), en Reallexikon mr Antike und Christentum 11 (1981)
538-659. ¡CHRlSTOPH MARKSCHIES, La Gnosis, Barcelona 2002 (adición del traductor) l.
31 Cfla traducción inglesa de todos los manuscritosenJ.M~ ROBlNSON (ed.), The NagHam-
especialistas plantean el problema de lahelenización: dé la fe en los concilios a
madi Library in English, Leiden 1977. .
C:::alCedonia (425), tema sobreelque volveremos así.! tiempo.
32 H. KÜNG, O.c., 153.
ACAGGlNI,.Teologia, enNDT 1607-1620.
Marfaenlei'Culturaméditerránea - 65

también insertan a María, llegáfidb;l:bllarn.atla::~<¿acisaA1e':sarvación;> . judeo-'cristiana, concentrada en las comunIdades cristümas


«Virgen salvadora»35, por la contribuci6hqueella hlzoen la enCalml:lCl()I ¡~}il¡LlellSes, se. expresa en el género narrativo, taIlto en el evangéli~
delVerbü y'por la acogida efectuada por. Marí1r;en la fe,repárando en el apócrifo, sin descuidar el género poético~doxológico y
daños originados por Eva. Examinaremos su referencia a María en los dos capítulos
modelo bíblico histórico~salvífico (capítulo primero) y modelo
apócrifo (capítulo segundo).
3. Microparadigmas o tipos de enfoqué de laftgura helenística, que se extiende por toda la cuenca del Medi~
de María én la cultura mediterránea influye en varios enfoques: analógico/simbólico que recurre
CLli'H1UMaría~ Eva (capítulo tercero), filosófico~mistérico con~
En el· ámbito de la cultura mediterránea abundan diferent~s LLL~JU.'-'" en la Theotokos (capítulo cuarto), experimental~tipológico que
de enfocar la realidad: género histórico, poético, épico, . la virginidad de María (capítulo quinto), poético que expresa
Estos modos sonadoptadospoiJos escritores cristianos, loscuales¡ religioso ante el misterio (capítulo sexto) y el cultual!
embargo, no se contentan con repetir, sino que se sienten realizado en la liturgia y en las imágenes (capítulo sépti~
a crear nuevos géneros literarios, comoJos evangeliós, los. apócrifos, la
homilía~ .•; en tos cuales no dejan de insertar a la Madre de Jesús;
De este modo nos encontramos ante un amplio abanico de
deJa figllradeMaría, que se entreveran con las diversas subculturas
de laepocaj la cual es la más importante en Jahistoria.de la Iglesia, no
sólo porque abarca el Nuevo Testamento, es decir,. la reflexión -asistida
por' el· Espíritu.,..:. sobre verdades y. que, por tanto,· fue· nomativa. para
las épocas sucesivas, sino también por eL período patrístico, que posee
particularjmportancia, :por cuanto es el que se halla:máspróximo ala
revelación· cristiana y .se. encuentra, además, ilustrado por 'grandesdoc~
tores. y pastores36.
En la época bíblico. patrística, lasalusiónes a María> se ,dirigen en internacionales celebrados en Portugal (1967) yen Croacia (1971), De
varias :direcciones3'z: riani, 6 vals., Roma 1970; De cu/tu mariano saeculis VI-XI, 5 vals., Roma 1972.
los siguientes estudios: G. ]OUASSARD, Marie a travers la patrístique. Matemité
sainteté, enMARlA, 1, París 1949,69-157; R SPEDALIERI, Maria nella Scrittura e
35 lRENEO, Adversus haereses IlI, .16, 7; PL 7, 926A; LEóN MAGNO, Homilía 29; TMPM, 3, 493. della Chiesa, 1, Mesina 1961; Il, Roma 1975; J. A. DE ALDAMA, Virgo Mater. Estu-
~6 Cf CONGREGAZIONEÍ'ER L'EDÚCAZIONE CATTOÜCA, Lo studiod~i Padiídellá Chíesa hella for- jJatrística, Granada 1963; María en la patrística de los siglos I y II, Madrid 1970; T.
~z:one. scu:erdota le! 10.11.1989. Sobre la importaIlcia, delQs Padres de la Iglesiái, por ser testigos nei primi secoli, Vercelli 1971; Maria nei secoli VII-XII, Vercelli 1972; G. SÓLL-E.
pn,:~egJ.ados de la tradición, competentes exegetas de la Escritura, apartadores de gran. riqueza Maria, en DPAC, II, 2104-21¡7; E. PERETTO, Mariología patrística, en A.
espmtual; cultural y apdstóliéa, véase: M. MARrTANO, La Vergine Mariaé i Padridella·Chiesa, , Complementi interdisciplinari di patrología, Roma 1989, 697-756; D. FERNÁN-
artículo editorial, en Theotokos 9 (2001) 9-17. mariana dei Padri della Chiesa, en P. ORELOT-D. FERNÁNDEZ-T. KOEHLER-S. DE
~7 En cuanto a María en los Padres, Cf la colección de textos: S. ÁLVAREZ CAMPOS, Corpus Maria eil suo nome. Itinerario storico-teologico, Roma 1985,39-71; E. TONIOLO,
marzanum patrísticumi 7:vols. (el. vohimenIVes doblé), .Burgos1970-1985; D.CASAGMNDE, . en NDM, 1514-1554; S. FELICI (ed.), La mariología nella catechesi dei Padri
Enchiridion rharianum biblico-patrísticum, Roma .19.74;0.. GHí\RIB-E.~ TONIOLO-L GAMBÉRO-O. DI Roma 1989; La mariología nella catechesi dei Padri (eta postnicena) , Roma 1991;
NOLA, Testi mariani del primo millennio, 4 vols".Rénna:,1988H991,. Cflás actas de los Congresos Maria nel pensiero dei Padri della Chiesa, Cinisello Balsamo 1991.
;bíblicü hlstórico, salvífico
1

realistas, debemos reconocer queno1 nos es posible un en;


con la palabra de Dios en estado «quinlicaíriente puro».
efecto, por un lado, la palabra de Dios sehalla expresada en
de las culturas semítica y helenística ... , y, por otro ·lad(),
estamos cletenllinados por nuestra cultura y pre~comprensiónl.
~;;..~ .. ,,~ de esta condición antropológica, llemosde ampliar
horizontes mediante uriesfuérzo de investigación de los datos
en los que seinserta la'profunda experiencia determinada en
yen el greco~romano por la figura. de Jesús.
Testamento nos sitúa ante Cristo, plenitud de la revela~
narrador, narrado a su vez por las coírilmidades de los
las cuales, relatando, evocan y a.nuncian el acontecimiento
Esas· comunidades se· expresan según los módulos judíos
de los padres, pero lÍo desdeñan lo~ módulos de la cultura. del

mri,enéllticas modernas han hech() vercon claridad [... lla imposibilidad de in-
texto sin partir de una «precomprensión» de una clase o de otra» (PONTIFICIA
BIBLICA, tinterpretazione,dellaBibbia nella Chiesa, 15.4.1993, Ciudad del Vaticano
68 ~ Maria, síntesis .de.va.lores

1';sasííe1~~rigma o primer anuncio de Jesús se expresa en los Ul"''--Ul''U


htmnicolpoéticd,jrepr~sentaddpórel¡Magnífi~~t;jy¡ l31género sim~
deP~d~o (H~ i:r4~39; 3,12~26; 4,9:12; 5,29~32;1º,}4A6),~ aaG~Dt(iaO porjelApoealipsis. j ' " '

en la historia de las intervenciones de Dios en favor del pueblo judío


que culminan enel misterio pascual de Cristo.'A'su vez,enlós
sos kerigllláticos'de Pablo (He 14,15~17; 17,22~31), el pUllt()de
con el auditorio pagano está,constituidopor la referencia a las,i
politeísta y a sus expectativas religiosas. lta(límmase halla,pteseIite'de diversas maneras en los escritores del
En esta primera fase no se nombra jamás a María, aunque' su ,...,1',,,,,',,,,,, tamentoqueseÍnteresarLpor la figura de Mana: esporádica~
cia,se halla implícita en la única mención del origen davídico de PabloTen M~rcos¡ más ampliamente en Mateo, Lucas y Juan,
«De la descendencia [de David], Dios, según sus promesas, ha ::;U::;CIU:iL1L ,formaongiIia,Lpero que utiliza módulos de la meditación judía
para Israel un Salvador, Jesús» (He 13,23). La razón de este elgénero biográfico; utilizado en eLambientehelenístico3•
sobre la Madre de Jesús es comprensible: se integra en el más a.ll1Ul,L'-- recordar que los hagiógrafos hacen sentir ,evident¿mente ,el
silencio acerca del arco entero del hecho histórico de Cristo (que apocalíptico y de, la pG>lémicaailtijudía, presente sobre
',U""'U'-'LV

objeto de atenta consideración por parte de los evangelistas), porque Pablo yeil Marcos; a un enfoque másiriteresad~ren.eLdesarróllo
cgntro de;interés d~ lo~ apóstoles es el anuncio del misterio pascual. deJavida'cristiána en comunidades procedentes del mundo
i' Laprofundiza~i~r ~n,el jJJ.isterio de Cristo se transl~üt~ ' .. , , y no ya del mundo judío;,
inédito gé,neroJit~r~~o:,ele'IJangelio, que no es simple historia, si~Qi
bié,nnarración histórico~salvífica,fundalllentada ,enl.ma exper~~l).~ia
feyqu~ ~ien~ la finaliqp.c\ ,de reforzar la fe de las ,comunid~des "~.,'
Posee~os aquíull «t~r¿ertipo de~i~tor~a», juntQa l~hfstorifl-,natural
a la historia humana: 'la historia sobrenatural de la revelación en Ía '~\/~,l'--dlll1~'HL'Ci el primero en .hablar.de. Ma:ría es Pablo, quien la
Dios se encuent~~~on ~l iho~br~~. T~mbién elllo§ ev~ngelios, ~Qmo
,,' ,,"',' : ,-; - ;'" r -"" - -'''' " , ,--' en la·teología de1plan salvífico de Dios (Gál 4,4). Pablo tiene
l

los demás escritos neotestamentarios,se entrelazan y se van "U'_'--U.L'-'LLU'-


un grupo de cristianos judaizantes, que se infiltraron en las co~
las culturas semítka y helenística, que determinaráIl en parte de GalaCia enseñando la valídez de la ley de Moisés. Pablo
tación de l~ figpra de)a1y1adre de JeS,ús.1y1ftrÍa es sit~~daen)~ su. propIo. evang~lio, esdecir, la salvací611mediante la fe
de l~ s~lvación, dentro d~ unitinerario q~eJ;arte delayidap6blica .. Hay que escoger entre Cristo y la: ley,"porquesi la salvación
C;is~o o i~cluso .de.s~ inf::¡ncia,y ~ue quhnina con el jJJ.ist~riQl1íls
, , , " , " ' , ',', ",' ,,' _.,:; '" ' ,', " '.' -,'J la ley; entonces «CriSto I1iuri6inútilment~»«(JáI2,2.1}. En se~
cuya luz ilumina tQqo su;camino.terren(). oritex,t6 polémico, Paplo introduce el fragmentó de altó interés
. Cada autor del NuevoTestamento, moviéndose desde ;,
su .' "" en' el que' se hace mención, .«tangencialmente y en forma
teología y desde su propia cultura, ofrece un icono particular de ,de Maríaj.1a«mujer>~dequiennaci6Je~lÍs:·
fundamentalmente
,'; ! ,\', , . " "
en clave narrativa, pero sin descuidar el recurso
; . , . -,' , '~,

reCllperacié>n del género biográfico presente. en los' evangelios,·e[ A. AMATO, Gesu


z ce G. FESSARD, rhistoire etses.troisniveauxd'historicité, en Scierlces ecclésiastiques 'cristología, Bolonia 19995,.75-82.
(1966) 3,349.
Gd14,4: una mariología in getme, en TheotQkosl(1993)2; 8.
. «Cuaridallegó .la plenitud de, los.tieInpo~i·Di0s···envió. a "su ahmargen:de'la0pihiotr):iesGlavittid;recléncióh; úag'ilidad.;
Hijo, nacido de mujer, nacido bajoehégimen de la ley, ",u:,·~u.",. Surgen :interrogantes:; ¿Cómo puede un .esdavode la
nos de la sujeción a la ley y hacer que recibiéramos la condición 'cuahtosesperan serlibetádosde efla? Y,lcómopuedé un
hijos adoptivos de Dios» (Gá14,4). lóssetes humarros,conferir la dignidad de

El texto se halla estructurado según el esquema del envío. El suj


de la frase es el Padre, que determina la plenitud del tiempo, es decir,
tiempo propicia para la. salvación después del período de sujeción y
maduración (Gá14,1,2), y decide el envío de su Hijo. Este, que IJ'-\;.\;.A'-".L
para poder ser. enviad05, viene en el tiempo según dos· modalidades
nnalidades íntimamente conexas y contrapuestas:. nace en condición
fragilidad (nacido demujer)6 y de esdavitud· (nacido bajo el. régimen de
ley )en orden a libertad de la esdavitud (para liberamos de la sujeción
ley) ypararecibiF el don hecho posible por el Espíritu (Gá14,6), el don
lafiliación.divina· (para que: recibiéramos la condición de hijosddopJivos). entramos en contacto con un. género .·literario inédito y
talcontexto, María es la mujer que hace que el Hijo de Dios se . él: .elevangelio, que se presenta como anuncio histórico,
en la historia en una condición de abajamient07, pero ella está uU·IJU.\.-Q.'U, carácter narrativo. Marcos debe combatir,. no. a losjudeo~
conjuntamente en la plenitud del tiempo y en el.diseño sinó:almundo judío que todavía no es cristiano y que es hos,
co de la transfot11lación de los hombres en hijos de Dios. "RU I5'-L.LV,porque está enraizado en el prejuicio de que basta con
Pablo recurre en este pasaje al género paradójico, al que es muy a la descendencia de Abrahán para conseguir la salvación.
cionado (ICor 1,2L-31; 2Cor5,21; 8,9; Rom8,3A),situando l,rf'l,f'~:::l aquíel capítulo 3(Mc3,20,1l.JL.J5), que contiene.una
realidades que se' hallan encontraste·. (paradojá, del griego para dóxa de los parientes de Jesús y una vez habla.expresamente
.; La imagen de Jesús que brota de ese capítulo es la de un
5 H. KÜNG, siguiendo las huellasde1exegeta Bas van Iersel (Hijo de Dios en el NuevQ
'.... '-.u~,,", que «con sus manifestaciones desviadoras trata no sólo
tamento, en Concilium, 18 [1982] 349-369), niega que en este' pasaje setrate del
Hijo pre-existente, y lo interpreta sobre el fóndo deja misión de los. profetas: así como ,"'I'<:Ir<,p a sí mismo, sinotambiéna su familia». En efecto, Jesús
los. ~andó a ellos, así también manda. al Hijo (H. KÜNG, Cristianesirno , Milán 1997 102).
en general los exegetás admiten, con J. A Fltzmyer, que «Pabló presupone la preexil,terlcia doble trasgresión con respecto a la familia mediterránea:
Cristo, aunque no aluda a ella», por cuanto «habla de la relación entre elHijo y el
modo que trasciende toda soteriología funcional» O. A FITZMYER, Teologia Pct0lina, en .
commentario biblico, Brescia 1973,1879). En este seritido se expresará espeéialrríente Juan en Gál 4,4 cf AVANHOYE,.La Meré du Filsde Dieuselon Ga 4,4, en Mar
el prólogo y la misIna es también la interpre~ación. de los Padres:. cf L. GAMBERO, Galati. ,J;-N. ALETIl, Unélecturé de Ga 4,4-6: Marieet la plénitude des temps,. en Mar
nell'esegesi ílei Padri della. ChÜ7sa, en Theotokos 1(1993) 2,27-49. l¡A. M: BUSCEM!, Liberta e«huiothesia».Stúdioesegetico de GaI4,1-7, en.Liber
6 Nacido de mujer (Gá14,4) equivale a engendtadopor mujer (tres veces en Job 14,1; 15, 93-136.
25,4; dos veces en Mt 11,11; Lc 7,28), expresión que indica la situación de pequeñez, ¡lVlJ,\NlC;ARI)!: Il cammino di Gesu nel Vangelodi Marco:.schema narrativo e tema cris-
fragilidad. En nuestro caso, indica el abajamiento del Hijo de Dios, que en otros casos Biblica 96, Roma 1981¡ La Madre di Gesu nel vangelo secondo Marco, en
describe como. vaciarse a sí mismo o kénosis(Flp 2;7)iY empobrecimiento (2Cor 8,9);. 000) 691-707.;R. BROWN-K. P. DONFRIED-J. A FITMYER-J. REUMAN (eds.), Maria
7 Agustín llama a María «madre de la debilidad», uilá debilidad que, el Verbo «asumió Asís 1985, 63-86 [trad. esp.: María en el Nuevo Testamento, Salamanca
favor nuestro» (Comentario al evangelio de]uan 8;9;TMPM, 3, 341). (ed.), Marco e il suo vangelo, Cinisello Balsamo1997.
nosól(';) ;sealejaJ de la cas:3:'yicre¡ lás¡6b1igaoi@ne~;qJle;;está; irhplica;; ¡como;eLrrre'sías; ·«.irícQmp:Rehdido»
que rademás crea úna, llueva vinculación~.Goti ungyfamilia. eS1JIrlltuaU' I:¡J~j~;mtteJg01'ía;.;<íle, persónas(esGribasi¡[aüseos,' múchedurn,bres,
ampLiada 1Q• '. exelgidosi losi¡:iarientes: En'. tal~ontextoteoI6gico, el
Generalmente se observa en' este,relato:unaestructúra.:.de, p@sibiónde:privilégioalafe¡ de: l~Fmadre de Jesús resulta~
tación: \construcción, al. estilo sandwich),: 'según la cmil el, . "V~.L~"''''.LLte\1porqué;p6dtíaánsinuar la ilusión de que bastaban
inicia. un relato,; 10 interrumpe con otro episodio y luego lo reanuda sangre para'eritrar. en;éi reino'de Dios.
; 11
nuevo,,; ;l\iJcaD::OS presenta alas familiares de Jesús en clave negati~
,:A~~B. Las dos partes tienen como tema;dos formas distintas de. «fuera,,>: deL círculo.de' los discípulos; y por tanto pertenecen
prensión de Jesús. En primer lugar «los suyos» .(los familiar,es de]esús la.incredulidaci(cfMc'ó,6).Juanconfirmará'esta'.postura
sentido amplio), quienes, estando preocupados por el COlmplorltaIlment~ '~~nisiquiéra sus hermanos creían en éh>(J n '7 ;5) .. Pero
de Jesús, que estaba de tal modo entregado a su misión que U.'-,''-ULU.U./J' no.' se:trara..de ausehcia.de fe, sino de fe imperfecta; En
incluso el toma.r alimento (eh este sentido hay que ehtender locle mismo. evangelista, después del signo de Can:~, sitúa dentro
fuera de sí»), acuden para refrenarlo. Expr'esan:inéemp:rehsión:, comunidad creyente en Jesús a «su madre, los hermanos y
su postura, no obstante, es diferente de la postura hostil adoptada » (Jn 2,12). Más exactamente, Juan presenta a la Madre
los . escribas;' que; mantieIlenque.] eSÚSies un· endemoniado yqúe como la que precede a los discípulos en la fe en él (Jn2,5) yIa
condenados por él. María podría encontrarse entre esosJarhiliares; a depositar la confianza en él (Jn 2,5), mientras que Lucas
Marcosnb,lanombraexpresamente. ue María es alabada por su fe ejemplar (Lc 1,45) ..
C.' La tercera parte recoge el discurso sobre los familiares de la ,polémica' antijudía; las comunidades cristianas primitivas
pero·, esta vez dé, forma más'. específica: madre, hermanos~y sobre el misterio de Cristo y profundizan en él llegando a
Aquí el tema es la, nueva familia de Jesús, constifuidano poriVÍllc:ul()s enreladón con el origen terreno, de Jesús (Evangelios de
sangre, sino por la ádhesióna lá voluntad .de Dios. Aunque:el uUi5LLL'-HI.u de Mateo y de Lucas) y con su origen divino .(Juan). En .este
es más teológico que polémico12, revela unaacentuabón,dela""L.:,~a.LL'-La un interés particular por María, contemplada en positivo
de Jesús. c:on¡respectoal dan familiar. Enéfecto,.la teología U.'-LYL<AL

10. efE: vÁNIER:S~L, Undisiáeritede gran ~lld;ezJesUs deMdi20~35¡en;C6nciliiÍí:nJ4(1


281;29,Q... :;,.,
1l
,. , '. ".' : ,".' ,·,é·. i:(':;,',',,:,.,c ,,,j.,., .... '.,,
A YOONPMYONóen la tesis doctoral défendida en láPóntlficia UIü'Vérsidad '-"~'5V'''H'O
y el relato midrásico:-:haggádico
Jesus and his Mother aeeording to Mk 3,20-21.31-35, Roma 1994,y en el artículo I-'Ul)U'-¡~UV .nacimiento de Jesús
el mismo título en Mar 57 (1995) 513-643, sostiene que aquí no se puedé
de incrustaciórí, porque los .temasy las intehciones son. distiritóS¡'yho'exist(~i
verbos.delas dos partes; TJna postura intermedia es la,de.,RMaggioni'iqueacépta la Vllll_UlQ:LlUJ conellaconistno de Marcos,eLevangelió de Mateo ates~
entré los dos episodios, pero también'las diferencias. «que'.parecefrsugeru .que.'no se trata de
misma histotia, interrumpida y luego reanudada, sino más bien de doshistóriascorieétadas» <OY\JLU\-LU'H importante en la visiónde1 papeL d~. María 13 •. En

MAOGlONI, Lettura sineroniea di Me 3,20-2 1.31 ~35;.epar:,'en, Theotokos 2' [1944]301).


IPr(~ClClmlna;e1 paradigma.judeo~cristiano no só!o;con su horizonte
12 Algunos .autores. piensan que él fragmentüdéNfarco:ftehdría un: tono. polémico
lá familia de Jesús, la cual habtía asumido unipostura ;privilegiadá eh la Iglésía de J
una' «especie de califáto» (E .. Schweizer) contra él. cuaVélieva!i:gélisfa. protestaprésentansj.o
episodio de la incredulidad de los familiares. ;;.,~."
escatológico;.sino tambiénconel.emplee G1eLr~~lato.m!larctszC:O--:¡'1a~[,![áau::c .~Uj'l,1;nLU" quei antieipan,yprep::rtarr¡elpapelde.M?ríaylapbsidón
que .parte'deL acontecimientby se. remontata"llaEs~ritura; de) oSé"c:quees.engendrado;pero,que no engendra· a. .Cristo..
en los dos primeros capítulos, denominados; Evangelios de la infancia; KtI'afiam,ente.¡.Mateo,0ahG.ladoptofuridamente en la tradición judía,
representan un testimonio teológico maduro acerca de la LU".HLJLUau..y
en la genealogía a las matriarcas.ograndes madres deJsrael
la misión de Jesús; con las que se,halláíntimamente unida la madre. Rebeca,hía, RaqueL.. ), sino ~ cuatro mujeres menos conocidas:
Mateo no se contenta con hablar de Jesús desde el bautismo Rajab, Rut y la mujer de Urías (Betsabé). En términos rigurosos,
la ascensión, como hace Marcos, sino que indaga el origen de Jesús: debía hablar únicamente de María, de la cual procedenecesa-
nacimiento de Jesucristo fue así» (Mt ·1,18) . Talllacimiento .implica. la generación de Cristo; Si ha'recurrido a esas cuatro mujeres,
presencia de María, la virgen-madre, una presencia queno es tenían derecho a ser mencionadas en las genealogías (de hecho,
sino que ha sido anunciada previamente por los profetas: María entra . de..Lucaslas omite), lo hizo pot rriotivosprecisos, aunque
el misterioso plan de Dios para la salvación del pueblo y se halla muestren divergencias al indicarlos.
l
en la genealogía de Cristo. yenel.esquema pr6mesa~cumplimiento. los antiguosOerónimo) se trata de mujeres pecadoras 5, que
un ejemplo del pecado .del,pueblo, de ese. pecado. del que
a salvar (Mt 1,21). Para Lutero son mujeres extranjeras 16
13.1; .Matíden la genealogía de Cristo por tanto; anuncian anticipadamente al mesías 'salvador de los
La exégesis más reciente·(L.Sabourin,R. E. Brown,R. Fabris,
Mientras que lasodedadcontemporánea no suele prestar a'tencióna JA? Michaud; .. ) deja a un lado estas dos explicaciones, porque
antepasados (se contenta con conOCer al padre y a la madre) : vinculación alguna con la quinta mujer, María, a la que nada
a considerar como pecadora o como extranjera.
«En una sociedad .tribal en la que el individuo tenía. valor por 111\,U1aVJ.VH existente con ellas consiste esencialmente en la.ma-
miembro de una familia, la genealogía se. convertía,como. indicada por h.partícuhek (de [la cual]), que se realizó en
dice;. en· el "documento de identidad" .que permitía que el' iltl¡¡tanclas particulares:
fuera reconocido y quedara inserto orgánicamente en la vida
grupo» 14. ellas engendraron de manera irregular, en virtud de· una unión
un matrimonio contraído al margen de las vías ordinarias. Al
Mateo recurre a la genealogía de Jesús para mostrar.láidehtidad como a través de una fractura .(ruptura)enlagenealogía, pre-
Jesús «hijo deDavid, hijo de Abrahán» . (Mt l,l).Sihembatgo, no otra excepción muy diferente, la de María» 17.
trata de una simple partida de nacimiento, porque la genealogía muestra
la Biblia.presenta a Tamar ya Rut cOIp.o incestuosas, a Rajab como prostituta
la actuación de Dios en la historia, actuación que, através de ,,"ClJ.11111"'''
como adúltera. Sin embargo, la tradiciónjudía las exculpa de todo pecado, porque
imprevisibles, llega a su finalidad salvífica. En efecto, en la cadena intervienen en la realización del plan de Dibsen favor de Israel.
Rajab era cananea y Rut era moabita. De Tamar y de Betsabé no tenemos
mónica de 14+14+ 14 engendrados. yengeridradores; saltana la vistá directas, pero la primera es considerada aramea por el Libro de los Jubileos, mien-
segunda está desposada con un hitita, pero esto no autoriza a considerarla como de
14 M. ORSATII, Gesu Cristo, figlio di Davide, di Abrawo ... di Maria. Una.nota mariologica n~lla: estirpe.
cristologia de Mt 1,1-17, en Theotokos 3 (1995) 15..
.LáMadre :de. Jesússé{cqnvierte;en[«signq~eí;{cono ¡.de 'W.v'.uu.. 'LCl· U'-'U( ,,","1U'~;,,"':..,jy'\""''''- f€Xptesa: la, misiótude';} osé¡ de.:acoger,·a. María<v de
imprevisible de Dias. en la· historia de ;la'salvación:¡anteIellasurge lé$tlS..tlaciénd()1.0.hijo¡deJDavidl?~;
asombro ·por.los .'adarables . ei incomprensibles .camines ··de;Dias;¡ ;Mateo:ve .etFIacóficepci6:b:;viq~inah de' jesús, acaecida
r'l11""#(Y'

caminos que nada lagra obstruir»~8. Santa ysininterveficiónde varón; elcumplimierr"


l:Iffite(:':l{l1¡ de Isaías¡;«Miad,; la virgen encinta da a luz uh hijai a

ponqrá~LnarribredeEmanueh?:(Is 1,14), .que significa Dios


1.3.2. La.Virgen~Madre en ebtnisterio de.la salvación Es una lecturacnstiana que ante el hecha de la cancepción
]esúsremiteaun. textabíblicoque les rabinasna canside:..
Matea desciende a. la .explicación de la manera insólita en que , sip. pensar siquiera en unajaven que diera a luzper~
Jesús, y lo hacenarranda la expeiienciatancretavividapcnJasé y virgen. Matea interpreta el fragmenta veterotestamentaria
María. ~.r'''~1''''tico de la virginidad real dehMadre deLMesías,
El pasaje deMt 1,18~25,estácanstituidapar'cinca partes (en suceso que habíaidatransmitiéndase dentra de la comu~
de quiasma:A~ B~C~Bl~A l). Resalta primeramente. la . situación' De este 'mada, Matea da: un mentís a hs .hahlaqurías
de José ante el embaraza de . María: «Jasé, su espasa, que era justa y ilegitimidad de Jesús, unas habladurías que circularán entre las
quería repudiarla,.decidió·separarse de ella en secreto». (1,19). ¿\._'"111\1' na creían en Cristo y que se expresaron en la antigua leyenda
habrá.queexplicar la decisión de Jasé? Si Jasé hubierq. sida justa fabri lignarii(sigla Il).
arreglaa.una justicia jurídica, habría debida denunciar a.María,
jurídicamente era. su mujer y que era saspechasa de haber cometida
adulteria, según las.rigurasas dispasicianes dela ley {Dt.22,20 .. 21: ucas yla~ persona de María
de.hpidación). Desde el punta .de vista jurídico, na tiene sentida la los relatos de la infancia
de abandanarla.en secreta. En cambia, .la justicia de ]aséconsiste
el temor reverencial ante el misteria que se ha obrado en María. Jasé ' ....... ~.;A~ plena de María se ladebemas aLucas y a Juan, que hacen
decide alejarse de María y, par tanta, na recanacer alniña cama hija entre directamente en escena en las misteriasde la infancia y
suya, a. menas que reciba un·llamamientaexplícita de.parte. de Dias~ Eso pública deCrista; revelándanassu·misión y su espiritualidad.
es precisamente lo que le sucede eh sueñas,.can la·aparición del ángel, es elteólaga¡ de la historiá de lasalvación, en la cual él distin~
cuyaspalábras .significan literalmente: ,períadas:' el tiempade Israel; el tiempo de Crista yehiempa de
(cfLc 16,16). Lucas se prapane. transmitir un evangelio defi~
«Jasé, hija de David, na tengas ningún repara en recibir en tu casa ta de ulteriores investigacianes históricas que abarcan inclusa
a María,)tu mujer, pues (gar) el hijo. quehacontebido viene del Es~ y las sucesOs de la vida de Jesús desde la cantepciónhasta
píritu Santa. Dará a luz un hija, y lepollcIr4s~lnalrlbrecIe Jesús ... » ,;/.UI,.ll1'-,ct. En talcantexta emerge lafigurade:laMadre de Jes6s,

(Mt 1,20,21). virginal y en su resPlfe~~~de fe ejemplar.

18 S. DE FlORES, Maria madre di Gesu. Sintesi storico-salvifica, Bolonia 20025, 68;69. X. LÉoN-DUFoUR, LAnnunció a Giuseppe, enStrul( sul Vangelo, Roma 1967, 85-108.
A esta visión .' positiva:>contribuyen, diV:er~os Jfá.ctores .de
teológico:..culttiraL En primer lugar,ladecadehéiade::lci '-A''-''-\~LaLL
catológica·transforma la reláción con Jesús, convirtiéndola
historia en el centro del tiempo y suscita el interés por el reino de
en el mundo y por los valores mesiánicos, entre los cuales se '-H'-U'COHU
la figura: de María llena de gracia y sobre quien se proyecta la
del Espíritu. Además, la exigencia de una profundización ''''''''ri''''' nacimiento maravilloso. A semejanza de otros anuncios
impulsa a indagar no sólo el acontecimiento central de 'la muerte y ~16; Jue 13,2~23; Le 1,5~25).jelailUnci0delángel aMaría
resurrección de Cristo·y.de la vida pública, sino que .también inco .elementos: aparición, turbación, mensaje, objeción,
a saber cuáles son sus orígenes, vinculados a la madre. Finalmente, estructura,. adnquenosiemprecontiene todos loselemen~
mentalidad helenística, más abierta ala mujer, y la atenuación de la el mérito de poner de manifiesto el significado .cristblógico
lémica contra 'los judíos hacen que las personas se hallen más hecho;aMaría; Su contenido centrales indudablemente
para percibir cuál es la función de la Virgen de Nazaret20• tode todo elev'angelio, que es anunciado en dos' tiempos:
te como mesías davídieo que reinará para siempre (Le 1,31 ~
como Hijo de Dios engendrado virginalmente en el seno de
1.4.1. El anuncio del ángel a María (Le 1,26~38) obra deL Espíritu (Le 1,35;37) .. Mientras que en los at:lte~
Dios vence la esterilidad delamujer,en María sucede
Para comprender el relato de la anunciación es necesario comt:'anlfl~ completamente nuevo: la concepción virginal por obra del
con el anuncio hecho a Zacarías y que la precede inmedia
(Le 1,5~25). Ambos relatos septésentan inmediatamente después mt)ar.go, a pesar de este contenido central, el esquema de anun~
prólogo helenístico al estilo de Polibio, en plena atmósfera judía :"...:.,~.uu'-uto maravilloso no contiene todos los elementos del
materiales ciertamente paleocristianos. Mediante el paralelismo María21 • En particular falta en.élla respuesta del destinatario,
crisis), Lucas se propone poner de manifiesto la superioridad de Y'''' ,."' ..,~' aparece acentuada.
concebido por madre virgen.(1,27.35) e Hijo del Altísimo (1,32),
Juan; concebido de madre estéril (1 ,7.24) y profeta del Altísimo (1; 7 de'voeación. En realidad, desde el punto de vista estructu~
Resalta también en cuanto a la joven madre de]esus, objeto del fa mayores correspondencias entre el anuncio a María
¡iU\.'U'-HLl,au

de Dios (1,28), que. cree en el mensaje del ángel (1,38) y es alabada hecho a Gedeón Que 6,11~24), en el que se trata de una
favor del pueblo de Dios: saludo, turbación, primer mensaje,
• 20 J7'arael progrysivo descubrimiento de María en la catequesis primiriva bajo la influencia dé
segundo mensaje, signo, asentÍlniento. Aunque contiene un
factores cultui:ales, Cf R. LACK, Lesfondements théologiques d'unecatéchesernariale; en Catéchese
30 ~enero de 1968) 35-52;R. SILÍC; Maria in kerigmáte commU11itatis primitivae,en Maria in sacra . este esquema de vocación pone de relieve la:per~
Scnptura, IY, Roma1967, ?-48¡ M.MALO, Maria inambitu catefhesis apostolicae, ib, 49-56; A..
GEORGE, Decouverte de Mane dáns le Nouveau Testament, en Cáhiers marials 73 (1970) 131-172;
H. FREHEN, De cultus rnariani fundamentis apud hagiographos Novi Testamenti synopticos, en De U"O'~UUJLl1en el anuncio hecho aMaría algunos elementos apocalípticos que
Primordi~ cultus r:zariani U, R?ma 1970, 35-48; S. DE FlORES, Come presentare Maria oggi nella del niño que va a nacer: irrupción desde 16 altO, títulos mesiánicos; .. Cf 1.
catechesl, en Manapresenza vIVa nel popolo di Dio, Roma 1981; 382-410. aMarie (Luc 1,26-38). Une apocalypse aJA:( origines de l'évangile,Pans 1981.
sOhalidaddeMaría,dlamad~.a d¡lrJsu cé>nsentimien~o§y. 8Jap9rtar la
maternal pata el nacirhk~nto;deLHijo .de. Dtosien.lacC?udición HU.luan,
Mqría entra eh.el diálogo entre Dios y la hurriáhidad6fre'dendo
i

respuesta de fe ejemplár.
Pero precisamente este consentimiento explícito en el relato .de
no figura sino implícitamente en el anuncio hecho a Gedeón.
abierto el camino para otro esquema en el que la respuesta del "",'H ..,,,
tariose halle expresada. claramente.
~tnodela'do'segúnel pasajeveterotestamentario del traslado
e} Esquema de alianza. El relato se desarrolla según el modelo Baaláhasta Jerusalén i (2Sam 6,2~ 16): ·los dos episodios
riode la alianza cone:ertada entre Dios e Israel en el tnonte Sinaí enlategiónde Judáydurante tres meses; en ambos seob~
19,3~8; Le 1,26..38).·En ambas escenas se encuentran. tres elementos: '"",",l"''''VLL'-'U de gozo, temor religioso y.bendición impartida a la~

discurso del mediador, la respuesta del pueblo en términos de UIJ'CAU'CU\a, eon este procedimiento literario Lucas trató d~ sugerir que
y de servicio, eLregreso del mediadora la presencia de Dios •. En entonces el arca de la nueva alianza es María, en quien está
cular, en la· respuesta. de María:.«Aquí está la esclava del Señor, el Dios vivo.
en mí según tu palabra» (Le 1,38), se advierte el eco de la fórmula doxológica de Isabel, que, en el Espíritu, efectúa un dis~
que.el:puebló daba suasenttmiento a la alianza; «Serviremos al acerca de María y de lo que ha sucedido en María, le atri~
Qos24,24) y «Haremos todoJo que eLSeñor haqicho»(Éx 19,8)22. títulos importantes en cuanto a la. historia de la·salvaciÓn:
En conclusión, los tres esquemas propuestos se combinan entre tú entre las mujeres» (Le 1,42) es un hebraísmo que. expresa
cada uno de ellos dice algo verdadero, pero no. lo dice todo. El an vo:bendita tú en.grado rriáximo.lsabelreconoceen María
a María aparece elaborado como Mischform, forma mixta: la berakhah que. desciende de Dios hasta el ser humano y
Dios le comunica la vida, los medios pata mantenerla (•.. ) y la
«Una síntesis original de dos géneros. literarios (anuncio de para propagarla»25. La bendición de María no debe separarse
miento maravilloso, anuncio de vocación), pero situando a la .L'V"'-'LVLLde. las demás. mujeres, porque ..el Antiguo Testamento
el acento principalmente. en la vocación de María, mediante la cual la bendición, por ejemplo, de Yael Que 5,24) y deJuditQdt
. ella es invitadáaparticipar en la realización del plan deja salvación no puede separarse tampoco de la bendición del Hijo: «yben. .
querido por Dios»23. de tu vientre» (Le 1,42), porque «María eS' bendecida a causa

'. nCfA, SERRA, DimenSioni ecclesiali della figuradilvfariaJlell:ex~gesi( bibli!;a.odiema, en E c'era


la Madre di G~su ... (Gv 2,1). Saggl die esegesi bibliéb;rrlariéna(1978-1988), Cemusco-Rom~ DE SAINT PIERRE RAKOTONANDRATONIARNO, Trinité racontée, Dissertation de
1989,337.' ". ·.C i ........••••...• dogma tique, Pontificia Universidad Gregoriana, Roma 1998"1999; véase,
Z3 I. DE lA POTIERIE, Maria nel mistero dell'alleanza, Génova 1992. Con acentuación diversa, análisis narratológicocontenidoenlas contribuciones al semiriariocelebrado
otro exegeta afirma: «El relato de Le 1,26-38 contiene la proclamación de un mensaje cristoló- en: la Porúificia Uriiversidad Gregoriana en el año.zOOl.
gico, encuadrado en un esquema de anuncio o devocación,'obien útilizaelemeútos de varios R. GARCÍA PAREDESi Mariología,. Madrid 1995, 93. ..
géneros literarios» (B. PRETE, Ilgenere.letterario di Lc;1,26-38; en Ricerchestorico-bibliche4 «Beata colei che hacreduto!» (LcJ,45J:.fesclarriazior¡e diElisabetta chiave dilettura
[1992].2,80). ..~ en Mar 50 (1988) 162. Los textos paralelos de la bendición de Abrahán «<Bendito
«Lá madre de mi >Señon> {Ucl\:iJ.3);' '~sta>:exptesión¡ádquiere;urr ··¡¡¡""IA·I", .; «gloria\clek¡phe1Jlo;de)Israel»,.sinotainbién.la~<lui· de .las
pascual, por el· hecho de que •«el Señ6q}ho·es isenoilla.rn.ente el ;como había;profetizadoJ~afas,"(42;6; 49;6)
sinó Jesusresucitado en suestadoglorioso,ensu'«condición LLL,_•.u"LLL''é' de Siineórl,'traclucidb::l:lgllnasveces sirifidelidad al texto
regia», soteriológico~divina» (B. Forte). Probablemente Isabel '-HICL'-l.L' por su parte una. espada (rompháia) para el alma de
"'nl1nr'l':l

la fórmula en sentido mesiánico, mientras que Lucas, en su dentrodelcon.texto deJesus como «sígno de contradicción»
le confiere un colorido pascual. antilegómenon). Laoposid6n(antiloghia) que se alzará contra
«Tú que has creído» (Lc 1,45). La primera bienaventuranza del a crucificarlb, repercutirá en s~ madre" sobre cuya
de Lucas' proclama la felicidad y la salvación que corresponden a el dolor como unágran espada. En adelante el futuro del
por cuanto ella es «la creyente» por excelencia (e pistéusasa). Con arreglo será únicamente el futuro glorioso del reino sin fin, sino que
estilo de los macarismos, se añade la motivaCión:· <<porque (óti) se . se perfila denso de oposiciones y contrastes. María se halla
las cosas que. te ha dicho el Señor» (Lc 1,45). Asíque Isabelinterpreta la a Jesús como la que ha de participar íntimamente en su trágica
puesta. de María alállgeL(Lc 1;38) como un. acto de fe, con el cual la .
se abre alas promesas de Dios y perllliteque'estas lleguen a cumplirse.

, Jesús es encontrado en el templojuCtitud reflexiva·


L4.3; El segundo anuncio hecho a Maríci (Lc2,25.35).. de María(Lc 2,41~52)

Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José se' . pone fin al evangelio de la infancia y constituye la cumbre
aJ erusalén para el ritó de la presentación del primogénito aL Señor ~~L'~,..,"~ de los primeros dos capítulos de Lucas, porque revela
13,2.11s). Es la ocasión pa.ra que María reciba urrsegundo.anuncio """UO.u de Jesús como Hijo del Padre. Es un relato catequético,
respecto a Jesús ya su· propialllisión, esta veznó departe de un narrativa, que pone de relieve la filiación divina de Jesús y
sino de Simeón, un laico anciano, buen conocedor de Isaíasy que anticipadamente el misterio pascual.
daba la. llegada del mesías consolador. narración aparece estructurada entres partes:.lasubida a Jerusa~
Después de haber tomadoial niño errsus brazos~;gestohabitual elevado), la palabra de reve1áción pronunciada por Jesús (su
l6s .rabinos 27 , Simeón pronunciadosbendícionessegüidas por. un loghion).y la actitud de estupor/reflexión de María, la bajada .(Lc
y por un oráculo. Sus palabras constituyen unaauténtlcarevelación katebe) a Nazaret para vivir en la obediencia a los padres, después
deja «atónitos».aMaría y aJosé (Lc 2;33). El hilllnoNunc:: dimittis dejara entrever cuál era su propia misión.
2,29~32) amplía el mesianismo dándole proporciones universales:. J

Abrán... y bendito el Dios Altísimo»,Gén 14,190 20), o de Judit .«<I3éndita tú entre todaslas las traducciones sitúan arfinal del óráCulo de Simeón las palabras dirigidas a
res y bendito el Señor Dios», Jdt 13,18) muestrahquelabendiGióllprocedeen modO:iSCE~nd(~nte el texto griego las sitúa detrás del«signo de contradicción», dando ,aenten-
Dios, que es bendecido después, es más importante:Y'esdaraíide la bendición de la criatura. V¡aULa"'ü' junto a Jesús y se halla incluida en.la suerte qué .él vaa correr: «El es [... ]
M. MASINI, Il saluto di Elisabetta a Maria (Le 1,41)"eh,Maf50. (1988); 15 V 153. ·COIltra,Q1CC:lOn -y a ti misma. una espada te traspasará el alma- para que se revelen los
27 Acerca de este uso entre Josrabinos¡CfA SIMÓNMUÑóz,El Mesíds y./a hija de de muchos corazones» (Le 2,34-35). CfA. VALENTINI,'l1 secando annuncio a Maria
Madrid 1994; 69.' , en Mar 50 (1988) 205-307.
4 - Maria, sfntesis de valores Modelo blblico histórico-salvlfico - 85

a) Subida a Jerusalén. Aunque el sujeto del fragmento son los padres, el En ta perspectiva, la pérdida y el encuentro de Jesús en el templo
protagonista de la escena es Jesús, que, una vez llegado a la edad de doce '"' IIp r cen como un simple episodio, y mucho menos como un capri-
años, los acompaña para cumplir la ley que obligaba a la peregrinación hn literario, sino como «un acto cargado de significado tipológic03 ! .
anual a la ciudad santa con ocasión de la Pascua. Jesús es quien toma la Lu~ cciones y las palabras de Jesús son una profecía de su futuro de
iniciativa de quedarse en Jerusalén sin que lo supieran sus padres (v. 43). jlil. ión y de resurrección.
Esto origina una búsqueda de tres días sin resultado, una experiencia de
profunda angustia, como subrayarán las palabras de la madre: «Tu padre y ) Descenso a Nazaret. Después de la revelación, Jesús desciende a
yo te hemos buscado angustiados» (v. 4B). Esta angustia tiene un paralelo Nuzaret y reanuda la vida oculta, permaneciendo sometido a María y a
en el sufrimiento angustiado que experimenta el rico epulón entre las lla- J,,!'\' y creciendo «en sabiduría, en estatura y en gracia» (Lc 2,52). Lu-
mas del más allá (el mismo verbo odunáamai, ser atormentado: Le 16,24). i!. hace notar un detalle relativo a la actitud espiritual de María: «Su

lIIildre guardaba todas estas cosas en su corazón» (Lc 2,51)32. Siguiendo


b) Palabra de revelación. Jesús permanece en el templo entre los doc- 1" Ir yectoria del pueblo de Israel, al que Moisés había prescrito que no
tores, no como discípulo (R. E. Brown), sino como maestro de sabiduría: ,Ividaran cuanto habían vivid033 , María custodia (dieterei = reflexionaba
no se sienta a sus pies, sino en medio de ellos, suscitando el asombro ""'lltamente), con el ejercicio de la memoria, en el corazón, es decir, en el
de todos (v. 47) y luego la profunda extrañeza de sus padres (v. 4B). La IIII{ 1 o interior y central de su persona, las palabras y los acontecimientos
respuesta de Jesús: «¿No sabíais que yo debo estar en la casa 29 de mi ("'l/lata) relativos a Cristo. El mismo estribillo se encuentra después de
Padre? » es enigmática y ni siquiera María la comprende. Jesús toma 111 vi ita de los pastores a Belén, con la adición del modo con que María
como punto de partida las palabras «tu padre y yo» para precisar su 1)1) ervaba cuanto se decía acerca del niño: «meditando» (symbállousa

propia identidad como hijo de otro padre que no e J é, es decir, del r uniendo, confrontando), comparando los diversos elementos de una
único Padre cuya morada es el templo. Y a partir de ntonces María y It uación para interpretarla. Es la actitud del sabio, que medita sobre las
José debían saberlo. Lo que ellos no podían comprend r era el anuncio liS ñanzas de la ley a fin de conocer a fondo cuál es la lógica de Dios y
velado del misterio pascuapo, que se halla pre ent' n el vocabulario Ir poner así en práctica lo que enseña su palabra (cf Si 50,27-29).
del relato: subida a Jerusalén (Lc 2,41-42; 1B,31), fie ·La de la Pascua (Lc
2,41; 22,B), tres días (Lc 2,46; 24,7), ¿por qué buscar! (L 2,49; 24,5), es
necesario (Lc 2,49; 24,26), incomprensión (Le 2,50; 24,25).

29 Este sentido local corresponde a la expresión griellll anal cm Itlll, que no tiene jamás un
sentido activo (como ~atender a los asuntos del Paur .). A { 1'1 11 11 R. LAURENllN, ]ésus au
temple. Mystere de Pilques et [oi de Marie en Luc 1-2, Parí 19M, 47-7 . Otro autores, entre los
cuales se halla J. Dupont, aun manteniendo que es funullIn nllll 1 ,.," Ido local, piensan que
la fórmula es intencionadamente ambigua y está abiertll 11 un 11I1.ln lUih , mplio, es decir, a la 11 R. LAURENTIN, ¡Qué enseña sobre María el hallazgo de Jesús en el templo? (Le 2,41 -54), en
implicación de Jesús en los designios del Padre. Cf A. V NI, lA 1Wt'~1 «me di Gesu dodicenne , A PARICIO R ODRlGUEZ (ed.) , María del evangelio. Las primeras generaciones cristianas hablan de
al temPio (Le 2,41-52), en Estudios bíblicos 50 (1992) 2 .1 . MclTla, Madrid 1994, 220.
30 ~y no sin motivo [el niño] es encontrado en l i d r" d Ire días [... ]. Yesto Il En relación con este versículo, cf el conocido estudio de A. SERRA, Sapienza e contempla-
mostraría que, tres días después de su pasión d trtu (¡ I 1, r lidIado se presentaría a Mllle di Maria secondo Luca 2,1 9.51B, Roma 1982.
nuestra fe sentado en su trono celestial.... CA /di, cId ('l.Iangelio según Lucas 1) « .. . Presta atención, y no te olvides de lo que has visto con tus ojos; recuérdalo mientras
2,63: TMPM, 3, 190). Vi I1 • (Dt 4,9) .
86 - María, slntesis de valores Modelo blblico hist6rico-salvlfico - 87

1.5. Juan y la identidad teológica 01 (Ap 12). Ahora bien, si María forma parte de la Iglesia
de la Madre de Jesús nil a, que la acoge como a su madre, siguiendo la trayectoria del discí,
,1,) 11m do, vemos que María se halla también incluida en el «nosotros»
Corresponde a los escritos del «círculo joánico» o de la comunidad ecle~ wrg ' nte de tal Iglesia34 .
sial que se desarrolló en tomo a Éfeso bajo la inspiración del apóstol Juan l· n d pasajes que se refieren al Verbo encamado en nuestra huma,
(cuarto evangelio, tres cartas de Juan y el Apocalipsis) el presentar una 1, 1, la inclusión de María es particularmente significativa, porque
síntesis teológica sobre María, a quien no se designa nunca por este nom~ nf 'r mayor espesor a la experiencia joánica de la encamación.
bre, sino por Madre de Jesús Gn 2,1.5.12; 19,25,26). Esto significa que, H primer texto se encuentra al final del Prólogo: «y aquel que es la
en el ámbito de la Iglesia joánica, María tiene relieve por su vinculación IlIbr se hizo carne y habitó entre nosotros, y nosotros vimos su gloria
con Jesús y, por tanto, con los discípulos: es «la madre» Gn 2,5; 19,26). , . l. su plenitud [... ] todos nosotros hemos recibido, y gracia sobre
Juan escribe su evangelio hacia el año 100, cuando ya el concilio de H la» Gn 1,14.16) . En el nosotros del himno cantado por la asamblea
Yamnia, en las cercanía de Jafa, dominado por los fariseos, había adoptado tlll 'ica joánica está comprendida la Madre de Jesús, primer testigo de
la decisión de expulsar de la sinagoga a los cristianos, considerándolos I n amación, que en Caná precede a los discípulos en cuanto a la fe y

herejes. Por tanto, la comunidad joánica se concentra en Jesús, que com, 111 xperiencia de la gloria manifestada por el Hijo Gn 2,11). «La expre,
pleta la promesa hecha a los padres proporcionando el maná del éxodo ,. 11 "vimos su gloria" Gn 1,14) adquiere en sentido pleno si, en medio
(la eucaristía) y derramando el Espíritu sobre toda carne: Jesús sustituye I I njunto coral de la Iglesia que la anuncia, se halla comprendida la
desde entonces a la Torá, porque él es «el Camino, la Verdad y la Vida» 1" s ' ncia de María»35. Más todavía, la inclusión de la Madre de Jesús
Gn 14,6). Jesús es preexistente por ser el Logos del Padre (prólogo); más I lica al «todos nosotros» que recibimos de la plenitud de él «gracia
aún, se identifica con Dios: «... no sólo violaba el sábado, sino que tam, IIhr gracia», es decir, la abundancia de su benevolencia. También aquí
bién llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios» Gn 5,18). Milr(a precede a la comunidad, porque a ella en la anunciación se la sa,
En el prólogo joánico encontramos el acontecimiento que es im, IlIda como «objeto del favor de Dios», es decir, «inundada de gracia, de
posible de comprender por la cultura helenística, en particular por la 1\ volencia» (U. Vanni). Este saludo tiene una intención cristológica,
neoplatónica: la encamación del Verbo. De más fácil c mprensión es la Irque se efectúa con miras a Cristo, que es en quien se encuentra la
concepción virginal que está vinculada con tal ac nt imiento, y que • racia y la verdad» Gn 1,14), a la que podrán llegarse ilimitadamente
Juan no pudo haber desatendido, como veremo . P r tas premisas, el IlIs fieles.
título de Madre de Jesús asume una densidad t I )gi innegable. 1 segundo texto pertenece a la Carta primera de Juan y se refiere
la experiencia concreta y espiritual de Cristo por la comunidad li,
tI'lrgica: «Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que
1.5.1. La Madre de Jesús y la experiencia cri tológje.:a Il'mos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han to,
de la Iglesia joánica ado nuestras manos [... ], lo que hemos visto y oído os lo anunciamos

Juan, en su evangelio, habla dos veces xplf ¡tllm nt '1 l4 Sobre este enfoque cf U. V ANNI, Maria e l'incamazione nell'esperienza della cruesa giovannea,
n Theotokos 3 (1995) 303 -326) .
pero en forma implícita se refiere a ella n 1 Pn',log }l lb, 307.
8 - Maria, slntesis de valores Modelo blblico hist6rico-salvlfico - 89

también a vosotros» (1J n 1,1-4). Se trata de dos experiencias diversas: Hit ri ... ) afirman que la dicción original es la del singular, atestigua-
una tangible, determinada por el encuentro directo con Jesús, y una por [adres de los siglos U-IlI en toda el área mediterránea: Ireneo
experiencia espiritual mediante la contemplación. En ambas se halla 111 11 a) , rígenes y Tertuliano (África del Norte), Justino (Roma),
implicada conjuntamente María, en consonancia con el testimonio de IllIl io, arta de los Apóstoles (Siria y Palestina). Más aún, Tertuliano
Lucas, que la presenta en contacto físico con el Hijo, cuando «lo envol- ,¡huy a los valentinianos el haber cambiado el singular por el plural,
vió en pañales y lo reclinó en un pesebre» (Lc 2,7), y en la meditación lit d mantener que ellos eran «la simiente arcana de los elegidos y
de las palabras y acontecimientos relativos a Jesús, que ella conserva .rituales»3? .
en el corazón (Lc 2,19.51). Antes que los discípulos y juntamente con 1.:1 rítica interna sería favorable al singular, porque la triple negación
ellos, María da testimonio del realismo de la encamación, en contra de " . ju tifica en relación con los creyentes. ¿A qué se debería tanta
cualquier forma de docetismo. Además: L t 'ncia en excluir de su generación espiritual cualquier analogía
n la generación carnal, corriendo el peligro de negar la mismísima
«La benevolencia divina de la que es objeto, la capacidad para escu- JI ración natural? En cambio, «la triple negación es lógica en el caso
char las palabras de Jesús, la fe en la que ella sobresalió, permitieron ~ ri to; opondría un «nacimiento físico sobrenatural a un nacimiento
a María contemplar con particular intensidad la "gloria" de Jesús ,din rio»38.
e irradiarla en el ámbito eclesial en el que ella vivió. María es una I r tanto, el texto original sería el siguiente:
experta en Jesús»36.
..A todos los que lo reciben les da el ser hijos de Dios; él, que no na-
i ni de sangre ni de carne, ni por deseo de hombre, sino de Dios»
1.5.2. La Virginidad de María en el prólogo de Juan n 1,12-13).

Sería verdaderamente extraño el que Juan, que venía d pués de Mateo bn cuanto a Cristo, engendrado por Dios sin intervención de varón,
y Lucas, que transmiten la concepción virginal de J' ú ', no se refiriese lliln precisaría tres cosas: el nacimiento de Jesús no originó efusión de
a ella con una sola palabra en su evangelio. En r , liJad, varios espe- IIn re en la madre (cfLev 12,4-7), la cual, por tanto, no tuvo un parto
cialistas vislumbran en el versículo 13 del pr logo, I 'íd en singular, Irdinario; la concepción de Jesús no se produjo por iniciativa del varón
un precioso testimonio de la virginidad de MarCa 'n la concepción y lila mujer, ni por deseo de unión carnaP9. En la práctica, Juan, aun
alumbramiento del Hijo de Dios. 1\ nombrar a María, afirmaría la virginidad de la misma tanto en la
Desde el punto de vista de la crítica textu 1, no hay nsenso entre IIncepción como en el parto de Jesús.
los autores. Generalmente traducen con 1plural, hlls~ nd se en la to-
talidad de los códices griegos (compr ndidu 1 J 111 iro Bodmer P 66
y 75 de los siglos II y m, procedentes d J¡ d ' Al jandría. Otros
autores (M.-E. Boismard, J. Gal t, P. Hu ¡ h ,J. M Hugh, 1. de la
J7 TERTULIANO, De carne Christi 19,1-2; CCl 2, 907.
)8 B. EscAFFRE LADET, ¡Concepción virginal de Jesús en el evangelio de]uan? Un 1,12-13: 1,45
36 lb, 311. 6,42; 7,41-42; 8,41, en A. APA RICIO R ODRÍGUEZ (ed.), a.c., 347.
39 CfI. DE LA P OTrERIE, Maria m I mis tero dell'alleam:a, Génova 1988, 130-137.
o-Maria, srntesls de valores Modelo brbllco hlst6rico-salvlfico - 91

1.5.3. La mención narrativa


I t n idnrificación de María con el pueblo, representado en el Antiguo
de la Madre de Jesús en Caná
I . lamento bajo una imagen femenina, Jesús se dirige a María llamán,
d,[ con el título -nada usual- de «mujer».
Desde el punto de vista narrativo, el episodio de las bodas de Caná se La vinculación con el episodio de la cruz On 19,25-27) viene dada
divide en tres partes:
por el empleo de algunas palabras clave: Madre de Jesús, mujer, hora.
I i\ dinámica narrativa ofrece expresiones enigmáticas que es necesario
a) Exposición (2,1,2). Se trata de un desposorio en Caná de Galilea. Allí lllluprender. La frase de Jesús: «¿A ti ya mí qué, mujer?» On 2,4), pare-
se reúnen dos grupos: la madre de Jesús y los parientes, Jesús y los 1 'ría recalcar la expresión, conocida en el Antiguo y en el Nuevo Tes-
discípulos.
,,,mento, que indica una sorpresa y una divergencia de opiniones (por
b) Complicación (2,3,8). El vino se acaba. La madre habla de ello al Hijo lj 'mplo, Jue 11,12; 1Re 17,18). La teoría que ve en estas palabras una
y dice entonces a los sirvientes que se pongan a disposición de Jesús. di tancia y separación entre Jesús y María, queda desautorizada por el
Este ordena a los sirvientes que llenen de agua las tinajas y que sirvan h ho de que el Hijo interviene según la petición de la madre, y de que,
de su contenido en la mesa.
ti • pués del episodio, los dos bajan juntos a Cafarnaún. El resultado es
c) Solución y sumario final (2,9,12). El agua es convertida en vino y IU Jesús da su consentimiento a la madre, después de haber consultado
recibe las alabanzas del maestresala. El resultado final e la fe de los l m el Padre 40, y de que María actúa con segura confianza en el Hijo,
discípulos y la formación de la primera comunidad d r yen tes, que ir c.Iicando a los sirvientes a que hagan lo que Jesús les diga.
bajan a Cafarnaún: forman parte del grupo la madr d Jesús, los Sin embargo, el paso de un nivel a otro nivel más alto, según el pro-
parientes y los discípulos.
1 o joánico de la «ironía divina»41, se halla inserto en la frase de Jesús:
. Mi hora todavía no ha llegado» On 2,4). La hora hacia la cual está
El relato de Can á hace referencia a dos poI , I llllO I 1 pasado y el pe yectado Jesús, y hacia la cual él se refiere al dirigirse a la madre, no
otro del futuro. Sin ellos no es posible compr nu r I pa oj . Esos dos 1 la hora del milagro (como podía pretender María), sino la hora de la
polos son el Sinaí y la cruz.
flasión-glorificación (en Juan, otras ocho veces la hora es la de la pasión-
Una serie de paralelismos sitúa a Caná n r I Ión n el monte r torno al Padre). En Caná, Jesús orienta ·a María hacia el Calvario,
Sión, donde se concertó la alianza de Dio on I u hit) I r mediación tI nde le será revelada su misión.
de Moisés: tercer día, mediador, don de la alianta, pu. tel (Éx 19,11,25;
24,3,7). Lo que sucedió en el Sinaí se e6 tú
personajes y nuevas modalidades: la (un i
peñada ahora por la madre de Jesús, qui n
vientes; en lugar de Yavé se encuentra J
expresada en forma de imagen por I 10 María desempefia la función de hacer que madure la conciencia mesiánica del Hijo, que
n un primer momento no creía que hubiese llegado la hora de su propia manifest~ción. Luego,
alianza se sitúa en los labios de la m ur ul ver que la invitación de la madre coinci<#a con la voluntad del Padre (com? Jesus hace habl-
, ) Invitación a que
la respuesta sea repetida por los irvi lualmente), él procede a realizar el primer «signo" que provoca la fe de los dLSdpulos. .
IOINIIIUI')fa la primera 41 Ejemplos de "ironía divina,. son el paso del agua natural al agua viva en la conversacló,n
en profesar la alianza con Dios en I on la Samaritana Un 4,10-13), yel paso del templo material al templo del cuerpo de Jesus
lO, su nviado. Por On 2,21).
92 - Marta, síntesis de valores
Modelo bíblico hist6rico-salvífico - 93

1.5.4. María al Pie de la cruz On 19,25~27) 1 texto no nos informa sobre la respuesta de María después de la de~
, I'\ración de Jesús, pero subraya el comportamiento del discípulo amado:
En la gran escena del Gólgota tienen un lugar señalado las palabras del .. [ esde aquel momento el discípulo se la llevó con él» Gn 19,27). Esta úl~
Crucificado a la madre y al discípulo amado. No se trata sólo de un gesto lima expresión (eis ta ídia = entre las cosas propias) no significa sólo la casa
de piedad filial, porque «se inserta en un contexto Gn 19,17~37) en el (L grange) o sólo la intimidad (de la Potterie), sino más bien el propio
que todo nos habla de la realización del plan de salvación anunciado II mbiente característico, es decir, la comunidad, la Iglesia (Vanni44 ). Tal
por la Escritura»42. Juan, el evangelista teólogo por excelencia, no se ilmbiente está constituido, a su vez, por los dones o valores transmitidos
contenta con referir hechos materiales, sino que presenta su significado I r Jesús: la gracia, la palabra, el Espíritu, la eucaristía Gn 1,16; 12,48;
teológico y espiritual, según se ve por la exégesis del pasaje. 7, 9; 6,32~58). Entre estos valores propios de la comunión con Jesús se
La narración relativa a María al pie de la cruz se halla estructurada halla el don de la madre, que el discípulo amado acoge y entrega a la
según el esquema de revelación descubierto por M. De Goedr43• Este es~ , munidad.
quema aparece cuatro veces en Juan y comporta tres elementos: A ve a By
dice: He aquí BI, es decir, B con una cualidad escondida pero verdadera.
Así como Jesús es verdaderamente el cordero de Dios según la reve~ 2. M odelo poético-doxológico del «Magníficat»
lación del Bautista Gn 1,29.36) y Natanael es un hombre sin doblez Gn
1,4 7), así también María es verdaderamente la madre del discípulo ama~ A la alabanza expresada por Isabel, María responde con el cántico del
do según las palabras reveladoras pronunciadas por Cristo Gn 19,25~26). Magníficat45 . María pronunció el cántico, siguiendo la trayectoria de
El ser madre del discípulo amado es la identidad de María en la historia tras mujeres del Antiguo Testamento (tal es la opinión de R. Lau~
de la salvación. No se especifica en qué consiste e a maternidad de rentin46), o, al menos, este cántico, aunque esté elaborado por una
María, pero, para que sea verdadera, tiene que consi tir en una comuni~ omunidad cristiana primitiva o por el mismo Lucas47 , responde a la
cación de vida: esa comunicación se comprende en el e ntexto joánico
por el hecho de nacer de nuevo del agua y del E p(ritu Gn 3,3~ 7).
44 . Pero, ¿dónde encontrar lo que es . propio~ del disdpulo a quien Jesús ama? -Su casa.
Implica un descenso de nivel, que parece que el texto rechaza. "SU intimidad •. c~rre pehgro
Por esta razón Jesús llama «mujer» a su madre, h indo referencia a de efectuar un desplazamiento de lo externo a lo interno. Emerge entonces un Significado que
parece aj ustarse al contexto: ca {dia indicaría lo que es propio del disdpul?, entendido en ~ I
Eva, la mujer primordial y madre de los vivientes, o te mbién a la Hija de habitual sentido espacial y temporal: se trataría de su ambiente característlco, de su comuni-
Sión virgen y madre (2Re 19,21; Is 37,22; Lam 2,13; nI ,5), personifica~ dad, podremos decir: de su iglesia. (U. V ANNI , Maria e l'incamazione nell'esperienza della chiesa
giovannea, en Theotokos 3 [1995)321). .
ción del pueblo de Dios. Más que los apóstole , a qui n aplica direc~ 45 La cuestión crítica de la atribución del cántico a María o a Isabel, que había apasIOnado
a los especialistas a comienzos del siglo XX, se resolvió en favor d~ Marí.a sobre la. base de
tamente la comparación, María es la mujer que da a luz, la mujer que pasa criterios externos e internos. En realidad, la mayoría de los manuscntos griegos y laM os más
del dolor al gozo de la maternidad en relación con I Crist resucitado Gn antiguos atribuyen el cántico a María. Desde el punto de vi.sta del contenido, r~s ultan evidentes
tres referencias a María: el versículo 48 . todas las generacIOnes me llamarán blenallenturada ~ se
16,21~23), pero también en relación con sus di fpulos amados. atribuye mejor a María como continuación de la aclamación de Isa~el «j bienallentu~ada la que
ha creEdo!. (1,45); la calificación de . sierva » (1,4) recuerda la definiCión en que Mana se llama
a sí misma «sierva. (1 ,38); .el Poderoso» encaja con la afirmación del ángel: «para DIOS no hay
42 J.-P. MICHAUD, O.C., 67. nada imposible» (1 ,37) . Cf A. VALENTINI, La controversia circa l'attribuzione del Magnificat, en Mar
45 (1983) 55-93; S. FARRls, The Hymns of Luke's li\fancy narratilles. Their origin, meaning and
43M. DE GoEDT, Un shéma de révélation dans le quatrieme ~, n Nl'W tament Studies ignificance , Sheffield 1985.
8 (:962) 142-150; La mere de lésus en Jean 19,25-27, en Kecharitnnllnt!. Mc'úmges René Laurentin 46 R. L AURENllN, Magnificat. Action de grilce de Marie, París 1991 , 131 -147.
Pans 1990, 207-2 16. ,
47 La mayoría de los especialistas mantienen que el Magníficat y el Benedictus -son salmos
Modelo blblico histórico-salvlfico - 95
94 - Maria, slntesis de valores

espiritualidad de la Madre de Jesús: «contiene sustancialmente los pen~ 1 1\ 'o el escenario sociopolítico y religioso de su tiempo. María acepta
samientos de María»48. 1.1 situación y la vive según la espiritualidad de los pobres de Yavé: se

En efecto, el cántico, compuesto de frases de los salmos (Sal 89, 11; ti lama «sierva del Señor» y expresa así las actitudes de fe, disponibi~

34,11; 98,3; 103,11; 126,3) y del cántico de Ana (lSam 2,1.7), revela h 1IJ, alabanza de Dios, esperanza en el cumplimiento de las promesas
las actitudes espirituales de las personas piadosas y de los «pobres del Ilvil y silencio meditativo (Lc 1,38; 1,46~55; 1,45; 2,19.51).
Señor»: gozo por la acción de Dios en la historia, donde él revela su Vi ne luego el momento ascensional, en el que la Virgen de Nazaret
rostro misericordioso, poderoso, santo y fiel; solidaridad con el pueblo onvierte en una persona digna de la alabanza de todas las generacio-
(pasa del yo inicial al nosotros final), esperanza en el cumplimiento de I humanas, y es exaltada a la gloria. La divisoria que marca el paso de
las promesas hechas a Abrahán. 111 humillación a la gloria está constituida por el «cambio de situación»:
En cualquier caso, el Magníficat contiene un gran valor eclesial por I Ir la intervención de Dios, que realiza «cosas grandes» en María. La
cuanto constituye «la interpretación pneumática» 49 de los aconteci~ pr sión recuerda la liberación de Israel, que queda libre de la esclavi~
mientos sucedidos a María (anunciación y visitación) y, por tanto, es 111 I de Egipto (Éxodo) o de la de Babilonia o el socorro ofrecido al pobre
«la más antigua teología mariana»50 en forma doxológica. uprimido. Para María, las «cosas grandes» son la maternidad creyente Y
En realidad, el cántico aplica al caso de María el esquema histórico ~ iI lioal, de la que hablaron el ángel e Isabel.
salvífico de la humillación~exaltación, según el cual Dios exalta a los ios exalta luego a María al final de su vida terrena, según la suerte
humildes: d"l justo veterotestamentario que es llevado cerca de Dios (Sab 4,10) y
1\ nalogía con el caso de Cristo (Flp 2,6-11), mediante la asunción al

«Se ha fijado en la humilde condición de su esclava. Desde ahora me II ,la entronización en el reino y la glorificación del cuerpo. Por este
llamarán dichosa todas las generaciones, porque 1 t dopoderoso ha 111 or se refuerza un movimiento de alabanza y bendición que, junta~
hecho conmigo cosas grandes» (Le 1,48~49). 111 nte con Dios, implica también a María, como Madre y como creyente

(1. 1,42.45)51.
Según tal esquema se distinguen dos fases en la xi t ncia de María:
la fase de la humillación y la de la exaltación, a iad - ambas- a las
grandes cosas realizadas por Dios. . Modelo simbólico del Apocalipsis:
La primera fase es el momento kenótic, d ir, 1 esta tus social la mujer vestida del sol
bajo y humilde de mujer de Nazaret, pobre, d prc jada y sin considera~
bn el núcleo del último libro del Nuevo Testamento (Ap 12,1~18) se
¡ úa el «gran signo» representado por la mujer vestida del sol (objeto
existentes ya con anterioridad, que Lucas insertó, con opurtunl r tuqu ,en su relato» (A.
VALENTINI, 1cantici in Le 1-2, en Ricerche storico-bibll h .. 11 Wll l, 85). d la solicitud amorosa de Dios), con la luna bajo sus pies (porque la
48 R. SCHNACKENBURG, Il «Magnificat», la sua spiritualitd ~I SUlIIt'ulugia, en La vita cristiana.
Esegesi in progresso e in mutamento, Milán 1977, 225 .•No ti n nllJu d xlrnño el que una mu-
mujer está más allá del calendario lunar del tiempo mudable), y con una
chacha judía, profundamente enraizada en las idea r 11,,10 J 11 PU( hlo, exprese su acción rona de doce estrellas sobre su cabezá:' (símbolo de los patriarcas o/y
de gracias con palabras tomadas de la Escritura» (ib, 217).
49 "Los himnos de Le 1-2 tienen la función d expll lit 11II 11111 II~ IIIIC ote cuanto sucede»
51 Para un estudio sistemático de la mariología sobre la base del esquema humiLlación-exal-
(H. SCHÜRMANN, Il vangelo di Luca, 1, Brescia 1983, 171 · 17l).
so R. SCHNACKENBURG, O.c., 225. I ión, Cf S. DE FlORES, Maria Madre di Gesu. Sintesi storico-salvifica, Bolonia 1998\ 212-233.
'10 • Marfa, srnt sis d valores
Modelo blblico hist6rico·salvlfico • 97

de los ap6stoles)52. ¿Quién es esta mujer glorificada, pero que sufre los
dolores del parto? 11 'Iuido real o tipol6gico, sino María. Tal será la conclusión explícita
Los exegetas están de acuerdo en reconocer en la mujer al pueblo
t ' Jti tino e Ireneo, basándose en la armonía del plan de Dios en la
de Dios, anunciado previamente en el Antiguo Testamento (Is 13,8; "rda y en la redención.
66,7; Os 13,13), que en medio de sufrimientos da a luz al hombre nuevo S puede sacar la conclusión de que «María entra por derecho en
Un 16,19.22). Se trata de la comunidad apost6lica, que tiene su pro, 1" l'Sf¡ ra del símbolo representado por la mujer», la cual engendra al
longación en la comunidad cristiana, más exactamente, en la joánica: M'sla y por la gracia queda sustraída a la garra del mal:
se hallan dedicadas al parto, que ha llegado a ser dramático por el en,
frentamiento con el dragón, símbolo del mal. Fruto del parto es Cristo . Las metáforas cósmicas no están de más para mostrar que la nueva
resucitado, cuya resurrección es interpretada como nacimiento (cf Jn r ación quedó inaugurada en ella [en María]. Dentro de la perspec,
16,21,22). tiva que se abre de tal modo, María aparece como el arquetipo de ~a
Iglesia inmaculada (Ef 5,27), que participa ya desde ahora en la glona
Aun manteniendo esta dimensión eclesial, los exegetas vislumbran
ti 1Cristo resucitado»54.
en la mujer del Apocalipsis los rasgos de la Madre de Jesús. Una triple
característica vincula a ambas figuras: tanto la una como la otra son
llamadas mujer (Ap 12,1.6.13,17; Jn 2,4; 19,26), ambas tienen otros hijos
además de Jesús (Ap 12,17; Jn 19,26), su maternidad está asociada con
Relieves a modo de conclusión
los dolores de la cruz (Ap 12,2; Jn 19,26). La mujer del Apocalipsis está
representada según la tipología mariana. Por lo demás, María participó I 1Nuevo Testamento podemos extraer la consecuencia de que Ma,
I n pertenece al anuncio de Cristo y es digna de alabanza en la Iglesia,
activamente en el desarrollo del misterio pascual, hasta el punto de
personificar al pueblo de Dios, extendiendo su maternidad al discípulo I ()rque, al estar inserta en la historia de la salvación, ella desarrolla fiel,
amado. IIInte el plan de Dios y manifiesta su lógica paradójica. Por otro lado,
Otro paralelismo hace pensar en María: el que existe entre Ap 12 y ti Nuevo Testamento enseña cómo los diferentes ángulos teológicO~ y
Gén 3,15, en el cual encontramos a la mujer, a la serpiente, al linaje y a In diversos impulsos culturales pueden condicionar la figura de M~r~a:
los dolores del parto. Todo el capítulo 12 del Apocalip is «es un comen, d jándala en el anonimato (Pablo), confundiéndola con el clan famllmr
tario, un midrás cristiano, de Gén 3,15»53. Si la serpiente es Satanás y la ir rédulo (Marcos), guardando un completo silencio a propósito de ella
estirpe o semilla de la mujer es Cristo, entonces la mujer no puede ser, ( artas apostólicas), descubriendo finalmente su función y su persona,
lioad a la luz cristológica y eclesial (Mateo, Lucas y Juan).
52 Algunos espec~alistas proponen la hipótesis de una interprelación cultural-mediterránea En conclusión, según el Nuevo Testamento, María no es una simple
de la mUjer apocal~ptJ.ca, ~ecir,
es en el COntexto religioso-pagano y astrológico, según el cual esa
~uJer sería el reflejO de la dIOsa pagana Reina del cielo. No e trataría del fmbolo de la iglesia, hgura que aparece en el plan salvífica, sino que constituye un «tema
SinO de u~a. ~uJer concreta, María, considerada luego com una di ) a por el montanismo y I lógico», digno de particular atención. La Virgen aparece como seno
por .la~ cohndlanas. Ta.l es la op~nión de S. BENKO, The Vi~ ocldess. tudies in the Pagan and
C~TlSna.n Roots oi Marzology, Leiden-Nueva York-Colonia 1993, 294. necesario recordar el 1endito de Cristo, mujer de fe unida a los m~terios del Hijo en el res~e,
pnnclplo de que la se~ejanza no es de~endencia, y que las priml'rns im rpretaciones de Ap 12
(por eJe~pl~, las de Hlpóhto y MetodlO) son eclesiológicas, mit ntrlls que hay que aguardar a
Ecumemo (siglo VI) para la referencia a María.
1 hacia su trascendencia, hija de Sión que reúne en el templo de Cnsto
53 J.-P. MICHAUD, a.c., 70.
54 P. GRELOT, Sacra Scrittura, en P. GRELOT- D. FERNÁNDEZ-T. KOEHLER-S. DE FlORES-O. f'HIUPS,
Maria eil suo nome. Itinerario storico-teologico, Roma 1985, 33.
98 - Maria, srntesls de valores

a los di~persos hijos de Dios. Estas diversas dimensiones de su figura son


descu~Lertas en contexto operativo de tipo kerigmático, catequético y
Capítulo 11
teológ~co. Tal profundización en la figura de María se expresa median~
te vanos enfoques, principalmente a través de los modelos narrativo
histórico~salvífico, poético~doxol6gico, simbólico. ' Modelo apócrifo~narrativo
María Virgen y Madre,
J)rotagonista de salvación y bendita por los siglos

E
n los apócrifos', un conjunto de escritos antiguos (siglos II a
VII), numerosos y diversificados, se efectúa un paso «del género
evangélico -que es anuncio- al género literario hagiográfico,
¡ue esconde detrás de la trama ciertas consideraciones teológico,
010géticas»2. Durante mucho tiempo fueron considerados como
nstrucciones fantásticas, carentes de teología Oerónimo las juzgaba
xtravagancias»3), pero hoy día se reconoce a los apócrifos una cons,
t nte influencia en la liturgia y en el arte4, así como un específico valor
t ológico y mariológic05•
I Apókryphos (= sustraído a los ojos, secreto), palabra derivada de la cultura gnóstica o
de las religiones paganas, indicaba aquellos libros que requerían una iniciación. En ambiente
ristiano, con el término "apócrifos,. se pretende designar la "literatura protocristiana pseu-
doepigráfica o no canónica,. (A. M. G'LA, La Vergine Madre negli antichi seritti apocrifi, en E. M.
ONIOLO [ed.], La Vergine Madre nella Chiesa deUe origini, Roma 1996, 180).
2 E. PERETIO, Apócrifos, en NDM, 219.
J JERÓNIMO, Adliersus Helliidium 19¡ PL 23, 213AB (<<deliramenta apocryphorum,.. En el año
405 Inocencia I condena el Protoeliangelio de Santiago (Epist. ad Exuperium «Consu/enti tibi,. 7:
PL 20, 501¡ OH 213, que es nuevamente proscrito, juntamente con muchos apócrifos, por el
Deeretum Gelasianum (OH 354). Este decreto sería en realidad obra de un autor de la primera
mitad del siglo VI¡ cf E. VON DoBSCHÜTZ, Das Deeretum Gelasianum de libris recipiendis im Kritis-
chen Text herausgegeben und untersueht, Leipzig 1912.
4 "Sans les apocryphes, la moitié au moins des oeuvres d'art du Moyen Áge deviendraient
pour nous lettre close,. (E. MALE, IArt religieux en France atL XII' sieele, París 19488, 267). Lo
mismo se aplica ya a algunas pinturas de las catacumbas y a algunas escenas de los mosaicos de
Santa María la Mayor en Roma, realizadas en tiempo de Sixto III (432-440).
5 "Desde el punto de vista doctrinal, los apócrifos son mucho más ricos de lo que se supone
100 - Marta, sfntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - 101

El género literario adoptado por los apócrifos es el narrativo, que se Los Apócrifos de la Natividad
diferencia, no obstante, de los relatos evangélicos por algunas notas pro-
pias: abundancia de elementos fantásticos y prodigiosos, gusto popular 1·1 ap crifo más famoso y antiguo es el denominado Protoevangelio de
por detalles que a menudo no tienen significación alguna para la historia I mtiago 10, más exactamente, la Natividad de María según el incipit, El

de la salvación, protagonismo de personajes como María6• t ~lIita E. de Strycker ll ofreció en el año 1961 una impresionante in-
En nuestro caso, los apócrifos no se limitan a completar (no son sim- t stigación crítico-filológica y referida a la segunda mitad del siglo n,
ples ampliaciones 7) los datos evangélicos sobre María según una tenden- H r a de la composición de la obra, la cual se produjo con toda vero-
cia popular que se repetirá a lo largo de los siglos8 , sino que se preocupan Imilitud en Egipto.
también de cuestiones y de ideas teológicas: defender la virginidad de 1 texto es conocido quizá por Justino (t hacia el año 165), que en-
María contra las habladurías difundidas entre los judíos y los paganos, Ilntraría en él el detalle particular de la gruta en que nació Jesús, y con
proclamar la santidad de la Virgen Madre y su alabanza universal en la pi babilidad es conocido por Clemente (t 215), que refiere la noticia de
Iglesia, afirmar el contacto de María con el mundo como sanadora y 1I1 madrona que comprobó el nacimiento virginal. La primera mención
taumaturga ... Los apócrifos son una «transcripción mitificada»9 de temas [lícita se debe a Orígenes l2 (t hacia el año 254), seguido por escrito-
teológicos sentidos por los fieles. ft . del siglo IV como Gregorio de Nisa, Epifanio, Pseudo-Eustaquio y
Los apócrifos marianos se dividen en dos ciclos distintos, que se M todio de Olimpo 13.
refieren al comienzo y al final de la vida de María: los apócrifos de la En cuanto al contenido, es difícil distinguir entre lo fantástico y la
natividad y los de la dormición. r 'olidad histórica l4 • Sin embargo, lo cierto es que el apócrifo traduce a
" l'mas concretas algunas ideas y convicciones teológicas. La Natividad
ti \ María confirma los episodios narrados por los evangelios de Mateo
ordinariamente. Manifiestan cómo, por influencia del Espíritu aOlo, la Iglesia fue adquiriendo de Lucas (anunciación, visitación, nacimiento de Jesús, visita de los
conciencia progresivamente de la total glorificación de Marra ~ (. TI IENET, Marie dans les
apocryphes, en MARIA, VI, 146). En este campo y en otros e tor 's lo ' ,pócrifos «proceden de m gos) y las prerrogativas de la Virgen (madre del Hijo del Altísimo, la
una piedad sencilla y sincera y son, en este aspecto, una expr si6n ti lllntas del sensus fidelium-
(R. LAURENTIN, Mythe et dogme dans les apocryphes, en De primoT(/ij cu/tus rnariani, IV, Roma
1970, 25). 10 Descubierto en Oriente en el año 1535 y publicado en el año 1552 por el humanista
6 Refiriéndose al Protoevangelio de Santiago, E. Norelli al 'nlÍn d ll1(xlo laro el protagonismo , nncés G. de Postel (Protoevangelium, sive de natalibus Iesu Christi et ipsius rnatris Virginis
de la Virgen; habla de «aparente predominio de Marra _ y punnlll)¡zn: . A r que el interés sigue Mariae, sermo historicus divi Iacobi minoris, Basilea 1552), la Natividad de MarCa fue objeto de
siendo cristológico; la figura de María se halla omnipr ente, I 'm lo 4u interesa no es su per- . LUdio por muchos autores. C. TISCHENDORF, Evangelia apocrypha, Leipzig 1853, fija sobre
sona, sino su virginidad. Como personaje, María es ca i lempr pa Iv l ... ). A María se le quita 1" base de 17 manuscritos una lectura que se impondrá durante un siglo. En 1906 y 1912 E.
literalmente el uso de la palabra: tan sólo un episodio 1 d VII Iv', y d manera intensa». Pero I i telli publica el texto fragmentario de un papiro del siglo IV. M. Testuz aporta una contribu-
después reconoce que el mismo género literario con de .td VIII 111111 p r naje de María ~ (E. ,1 n decisiva de crítica textual con la publicación de un papiro del siglo IIl: Papyrus Bodmer V:
NOREu..I, Maria nella letteratura apocrifa dei primi tTe ccull, n T/¡fIlWko.1 (2001) 204-206). Nativité de Marie, Cologny-Ginebra 1958.
7 Hoy día se halla refutada la tesis de la amplill Ión hllllldll t'l\ una fuente común a los 11 E. DE STRYCKER, La forme la plus ancienne du Protévangile de Jacques, Bruselas 1961.
evangelios y a los apócrifos, consistente, por ejemplo, '1\ un t wpilld6n de testimonia. Cf ib, 12 Orígenes habla del bíblou lak6bou a propósito de los hermanos de Jesús, considerados
195-201. \ mo hijos de un matrimonio anterior, en Comm. in Evang. Matth. 10,17; PG 13,876-
8 El esquema narrativo adoptado por los ap6<:rlllll pllr I ,1''111: Ir sobr María, reaparecerá 877.
en el transcurso de los siglos bajo el género d las Vili. d.s Mili" 11 '11 d l'~quema cronológico de 13 Cf F. GORI, GIi apocrifi e i Padri, en A. QUACQUARELLI (ed.), Complementi interdiscipliraari
algunos tratados de mariología. El género ap6crifu·nu "VII "' 1Il1ft- 1,\ más todavía en obras di patrologia, 233-235. r
famosas, pero controvertidas, como la de MARI (J llU I I I rnhlk ti dudad de Dios, 3 vols., 11Según un especialista, «todos los géneros literarios de las fuentes mariológicas de la
Madrid 1670; y la de MARIA VALTORTA, II poc'tlaa ,lel/'U, /)io, III vols., Isola del Liri 1975. 1 lesia primitiva tienen un núcleo histórico, aunque hennoseado y teologizado» (E. T ESTA,
9 A. DI NOLA, Introduzione, en Vangeli ap¡lC. nfl. Nd/wu4 /11/",. kl, Pnrma 1977,8. MarCa de Nazaret, en NDM 1251-1272, la cita en 1252.
102 - Maria, srntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - 103

cual concibe por obra del Espíritu Santo y responde con plena disponi- Hnalmente, la Natividad de María documenta el desarrollo entre los
bilidad a la palabra del ángel) 15. 1, I del culto hacia la Madre de Jesús. Las acentuaciones de la alaban-
No obstante, la obra va más allá de los datos evangélicos, presentan- I y d la bendición de María no se pueden explicar sino dentro de una
do cuidadosamente la virginidad de María antes, durante y después del mil veneración a María: «Se hablará de tu prole en el mundo entero»
parto. Al contrario de la calumnia recogida por Celso, que a fines del ( I 1); los sacerdotes invocan para María «una bendición suprema,-mayor

siglo 11 tacha de invención la concepción virginal de Jesús l6 , la Natividad 111 ninguna otra bendición» (6,2); de manera semejante, en el templo
de María sitúa a la Virgen en un ambiente sagrado: consagrada a Dios I .. cerdote la bendice: «El Señor Dios ha engrandecido tu nombre por
antes del nacimiento, la niña, a la edad de tres años, pasa del «santuario IClda las generaciones» (7,2; 12,1).
de su habitación» (6,3) al «templo del Señor», donde permanece «como Hay que hacer notar que el apócrifo se halla en el origen de tres fes ti-
una paloma» hasta la edad de 12 años (8,1-2). Después, le corresponde v d des litúrgicas: la Concepción de María (8 de diciembre), su Natividad
al anciano José el «recibir en custodia a la virgen del Señor» (9,1-3). (H e septiembre) y su Presentación en el templo (21 de noviembre).
Esta virginidad permanece cuando María concibe a Jesús y lo da a
luz. En efecto, ella se pregunta: «¿Concebiré yo por obra del Señor Dios
vivo (y habré de dar a luz luego) como cualquier muj r parturienta?» Los Apócrifos de la Dormición
(11,2). El ángel le asegura: «No será así» (11,3). La c ncepción virginal
se halla atestiguada por María: «Pura soy y no c n z o varón» (13,3). Mi ntras que el Protoevangelio de Santiago se preocupa de los orígenes de
Tanto ella como José superan la prueba de las agua ame r as y son reco- M ría, la Dormición o Transitus reconstruye los últimos momentos de su
nocidos como inocentes (16,1-3). El parto virginal h lla atestiguado Ida. Se trata de un ciclo complejo que comprende 67 textos del relato
por la comadrona Salomé, cuya mano temeraria qu d brasada por el d la Dormición, que se pueden dividir en tres grupoSl7:
fuego y fue curada a continuación (20,1-4).
Como salvaguardia de la virginidad de María ~ hulla la edad avan- TiPo A, griego y siríaco: sitúa el tránsito en Belén y sostiene que el
zada de José, que es viudo (<<Tengo hijos y y vi jo, ,2). La Natividad 1U rpo de María fue trasladado al paraíso terrestre.
de María ofrece indirectamente la solución a r 11 I . 1 hermanos de Tipo B, capto: presenta a María en su morada de Jerusalén mientras sufre
Jesús» (Mc 6,2-3), al mencionar dos hij Jo 111 liguen a Belén \I profundas inquietudes; su cuerpo es sustraído a la corrupción y enterrado
y son testigos del alumbramiento virgin 1 U J lí (17.1 -2; 18,1). I jo el árbol de la vida o es trasladado al paraíso y de allí al cielo.
15 El libro que se está analizando insinúa también In 11 I n vlr 111111 d María por santa Tipo C, griego y latín: describe a María en Jerusalén; logra reunir alrede-
Ana, según el anuncio hecho por el ángel a Joaqu{n, qu h t 11m.!\! ¡JI desierto: «He aquí d r de su lecho a todos los apóstoles y es asunta en alma y cuerpo al cielo.
que tu mujer ha concebido en su seno~ (4,2). En t Ir 111 Ol\t ndría en germen la
idea de la inmaculada concepción. Pero los autore d lit l. 1111\ r¡ r tación del pasaje: El Transitus Mariae, transmitido por el Codex Vaticanus graecus 1982,
mientras que para G. M. Roschini, el pasaje aArm 1 " vhlo(tn 1 e implícitamente
inmaculada de Maria por santa Ana, vernos que L. M. ( "' h 'n t mantienen que ff. 181-189v., no es una recensión interpolada, sino «la source meme de
la concepción se produjo normalmente, antes d qll Jc , r 11111,1 fll desierto. Cf G. M. ute une tradition»18.
ROSCHlNl, 1 fondamenti dogmatici del culto mariarul neI. U(Ik~ ,nIlO> , en De primordiis
cuItus mariani rv, Roma 1970, 259-260; L. M. PER~ ./tl PmlOvangelo di Giacomo, I
Roma 1955; É. COlHENET, a.c., 91-92. 11 Cf D. BALOI-A. MOSCONI, IAssunzione di Maria ss. negli apocrifi, Roma 1948. 73-125.
16 Celso sostenía que Jesús había sido fruto d I I 11111 un oldado llamado 18 A. WENOER, IAssomption de la T. S. Vierge dans la tradition byzantine du VI' au X, siecle,
Pantera (Discurso verdadero, en ORÍGENES, Contra 11, nO-721). París 1955, 65. Otros autores suponen la existencia de dos arquetipos, cf E. T OUR6N DEL PIE,
104 - Maria, sfntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - 105

Algunos argumentos hablan en favor de la antigüedad del Transitus, .1. Género testamentario
que procedería de fines del siglo II o de comienzos del siglo III: su teo~
logía es judeocristiana y desconoce la problemática nicena (Cristo es 1) '~pués de los estudios de J. Munck y de otros autores21, sabemos que el
presentado como ángel o querubín, la Iglesia como plantación de Dios, '11 r literario del Testamento implica tres elementos: convocatoria de
María ora al modo judío ... ); la mayoría de los símbolos -palma, ángel, 1II fnmUiares, exhortación a realizar obras buenas, anuncio del futuro de

nombre, vestido, nube, lámpara, templo- son comunes al Apocalipsis de 111 omunidad. Estos tres datos estilísticos se encuentran en el Transitus:
Juan; además, el hecho de que el apócrifo realce el pasaje de Jn 19,25~ M,lr dice a la sirvienta: «Ve a llamarme a los parientes y a los conoci-
27, hace pensar que su autor pertenece quizá a alguno de los círculos de Il~; diles que es María quien los llama (n. 13); cuando estos llegaron,
la tradición joánica atestiguados en el siglo II; los rabinos de Palestina Milr{ dijo: «Padres y hermanos, ayudémonos en el caso con obras bue-

entablan polémica contra las afirmaciones del Transitus acerca de la 11 IS y con fe en el Dios vivo» (n. 13); finalmente, María entrega a Juan

muerte prematura de María, de su virginidad y de su santidad, títulos 1111 «libro en el que se halla el misterio» (n. 20) relativo al futuro.

que se le aplican a ella 19 . El Transitus:

«No es un tratado de mariología, sino que pudiera definirse como ,2. Género apocalíptico
un enfoque bíblico popular de los grandes temas de la mariología. Su
autor, acostumbrado al género midrásico, hace una relectura de la I I Transitus contiene de manera más o menos reducida los elementos
Biblia buscando en ella "testimonios" que anuncien a María: ella es .1,1 apocalipsis: narración de diversas visiones (nn. 4-8, 15, 22, 33, 38,
virgen voluntaria, la hija de Sión, la paloma, la esposa del Cantar, la \), comenzando por la del Gran Ángel, el cual realiza la función¿de
viña, la hermana, la madre de los doce ramos»20. "l Idiador explicando el simbolismo de la palma (nn. 2-3); el viaje celestial
I lá confinado al final del libro, cuando los apóstoles suben a la nube
I

Para comprender los contenidos del Transitus indispensable leerlo , (m el cuerpo de María y lo depositan bajo el árbol de la vida (nn. 47-
directamente, porque ningún análisis puede u tituir a la transmisión ); el tema del misterio se halla explícito en el libro entregado a Juan
propia del relato. Para captar su teología narrativa, rá útil recordar (n. 20); la escatología individual y colectiva está claramente afirmada con
algunos géneros literarios empleados por su ut r. h) ' ímbolos del vestido, del reposo y del encuentro con Cristo esposo y
triunfador sobre la muerte (nn. 11,24-25.27.31).

Ideas y creencias escatológicas en los apócrifos asuncimlhúLl, l'lI . I~ 'vi t \ e pafiola de teología» 54
(1994) 125-179. Cf también: E. TESTA, [origine I! /11 11'1/14/,/1/1 ti,· /11 . l)ormitio Mariae», en «Au-
gustinianum» 23 (1983) 249-262; J. GRlBOM NT, 1 '/,/U.I tUI' 1,'11 "tlll. itllS» marial et l'encratisme,
ZI J. MUNCK, Discours d'adieu dans le Nouveau Testament et dans la littérature rabbinique, en
ib,237-247 .
19 Para estas argumentaciones Cf el e tlItllu fUlldull\l"lItlll .1" /o. MANN , Le récit de la Dor-
"\I4.X sources de la tradition chrétienne. Mélanges offerts a M. Mauric! Gogue!, Neuchatel- París
minon de Marie (Vatican grec 1982). Contri/mlltln ti /' IIIJ ti \ fIIj~1II 's de l'exégese chrétienne, I¡ 50, 155-170; E. Cortés, Los discursos de adiós de Gén 49 a]n 13- 17, Barcelona 1976; A.
Jerusalén 1989, 201-204. II ULTGARD, Leschatologie des Testaments des douze Patriarches, n. Composition de l'ouvrage. Textes
zorb,174. I'! traductions, Uppsala 1982,53-91.
106 - Maria, srntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - l07

2.3. Género midrásico 1I llamo una consonancia de base entre los apócrifos de la infancia
,Iglln s escritos poéticos del siglo 11 acerca de la virginidad de María
Este método de interpretación de la Escritura en función de la situación I ' ulto hacia ella. Los Oráculos Sibilinos afirman:
actual es adoptado por el Transitus. El apócrifo no sólo utiliza pasajes del
Antiguo y del Nuevo Testamento (Gén 28,17; Sal 114,1; 132,1; Is 57,15; En el seno de la madre engendrado para la vida,
Mt 27,63; Jn 1,29; 6,21; 20,21, 1Tim 6,16; ICor 16,22)22, sino que ade~ lIt anzó forma humana y se mostró un párvulo

más adopta algunas formas literarias. Entre ellas se distinguen el anuncio n parto virgíneo. ¡Gran prodigio para los seres humanos! »23.
hecho a María acerca de su próxima muerte (nn. 2-8), la descripción de
la muerte del justo (nn. 33-36), la bendición como forma de oración (nn. 1 manera semejante, las Odas de Salomón 19 dicen que María «llegó
10-12,29), la controversia con los pontífic s judíos (nn.38A4). , .. lar embarazada, engendró un hijo, pero no sintió dolor/ .. , Ella no
A través de estos procedimientos es más fácil penetrar en los con~ qlll comadrona, porque la vida se la dio»24. En la obra gnóstica egipcia
tenidos del apócrifo, que no sólo afirma la asunción de María al cielo !'"ti Sophia (siglo 11), Jesús dice a su madre:
con su cuerpo y con su alma, sino también la influencia universal de
María sobre los cristianos con su ejemplo y su poder, como proclama «iMagnífico! En verdad, en verdad te digo: Tú serás proclamada
Pedro: bienaventurada desde un extremo al otro de la tierra, porque la
prenda del misterio ha penetrado en ti y por medio de esa prenda
«La luz de su candil ha llenado el mundo y no se extinguirá hasta el , rán salvados todos los seres de la tierra y los del cielo y esa prenda
fin del siglo, a fin de que cuantos lo desean reciban de ella valentía y s el principio y el fin» 25•
vosotros tengáis el reposo bendito» (n. 31).
El ejemplo más evidente lo proporciona la intuición de los apócrifos
, rca de la virginidad perpetua de María. La Ascensión de Isaías refie-
3. Los Apócrifos en forma poética r cómo el parto de María se produjo instantáneamente, sin dolores y
I ayuda de comadrona 26 • Las mismas características son atribuidas
Los apócrifos, ya sean los expresados en forma narre tiva, o bien los lit legre acontecimiento por las Odas de Salomón y por los Oráculos

que tienen carácter poético (como los Oráculo Sibilin y las Odas de Sibilinos. Principalmente el Protoevangelio de Santiago -como hemos
Salomón), atestiguan cómo María va creciendo n im rtancia en los Indicado- reconoce en María a la Virgen perpetua. Nacida por gracia
ambientes populares, en los que una fe viva y una pi dad sincera se divina de progenitores ancianos y conservada pura en el templo del
distancian de opiniones heterodoxas y, todos juntos, intuyen aquellas S ñor desde la edad de tres años, María fue confiada en custodia al
verdades marianas que la gran Iglesia hará propia, '1\ un segundo mo- anciano José. Durante el embarazo y ante el pontífice, María declara:
mento. En este sentido, los apócrifos anticip n por Ca intuitiva los datos
lJ Oráculos Sibilinos ; TMPM, 1, 142,
a los que la teología llegará por vía racional. H lb, 144.
25 lb, 146. . dio ' lo 1 II 204
26 El texto se encuentra en J. A. de ALDAMA, María en la patrística e s slg s y , -
108 - Maria, síntesis de valores

«j Soy pura y no conozco varón!» y supera luego la prueba de las aguas


amargas. Posteriormente, da a luz en la cueva sin ayuda de comadrona Capítulo 111
la cual acude en un segundo momento para comprobar la virginidad
de María 27 •
foque analógico,simbólico
11 aralelismo María--Eva

s Padres reflexionan sobre el plan de la salvación, en el cual


tá situada la Madre de Jesús, y hablan de ella recurriendo a la
scritura, que generalmente permanece como su única fuente.
I f¡ rencias a los apócrifos son esporádicas; tan sólo con Gregorio

N s e prepara el camino para el uso y el abuso de los apócrifos. Las


tll' ¡ nes marianas de los Padres brotan de los comentarios de la Bi,
" omo sucede en la homilética l , o también tales reflexiones se hallan
lit t jidas de citas bíblicas 2• En todo caso, el recurso a la Escritura se
3
11 ti ne como el argumento decisivo en las controversias •

Sin. embargo, los Padres recurren a la filosofía de carácter platónico,


b ual ven el instrumento más adecuado para expresar las realidades
lid uales del cristianismo. En conexión con la cultura helenística,
I adres se refieren al misterio de la salvación, y en él descubren a
r a, no por vía de silogismo, sino por el camino de la analogía y de la
I( ntación entre los diversos elementos de la economía divina. El
I )minio del pensamiento simbólico sobre el pensamiento racional de,

I ( (, por ejemplo, Expositio in Lucam (Ambrosio, Cirilo de Alejandría), in Iohannem (Cirilo


I¡'jnndría), in Cantica (Gregorio de Nisa) ...
ce Adllersus Helllidium, de Jerónimo.
I A (argumenta Cirilo en la Carta II a Nestorio, a propósito del titulo de Theotokos; TMPM,
27 Cf el Protoellangelio de Santiago; TMPM, 1,865- 77.
1\ 475.
110 - Maria, sfntesls de valores
Enfoque analógico-simbólico - 111

muestra ser fecundo, porque «el primer trabajo propiamente mario lógico en tiga únicamente en el caso de la mujer. «Eterna menor de edad,
es el paralelo Eva-María, al que se recurre a partir del siglo 11»4. 11 u niñez está sometida a la plena jurisdicción del padre, y luego a la
~l p~otagonismo
de María, junto al Hijo redentor, se comprende Il ~ u marido»; la mujer se va convirtiendo progresivamente «casi en
mejor SI se contempla cuál era la situación de la mujer en la cuenca del 1111:\ reclusa», porque le está prohibido salir sin velo, pasear o conversar
Mediterráneo, particularmente en las culturas semítica y grecorromana 11 I vía pública; «tiene cerrada la escuela, tanto para aprender como
y, partiendo de ahí, en los Padres que vivieron en aquel contexto. D~ lar' enseñar»6. Según el derecho religioso judío, la mujer no puede ser
la confrontación brotará la consonancia o la dependencia de la Nueva t l' tigo ni juez en el tribunal del rabinato.
Eva, :,artiendo de las mujeres contemporáneas de ella o también se in embargo, la mujer posee idéntica dignidad que el hombre, con
llegara a conocer su presumible originalidad. qll i n es imagen de Dios. El matrimonio no es considerado únicamente
111110 lugar de procreación, porque la mujer es ayuda del varón, y el

III r recíproco se reafirma hasta culminar en la celebración poética de


1. La mujer en los primeros siglos del cristianismo 'IU es objeto en el Cantar de los Cantares. A ambos progenitores se
I debe el mismo respeto y honor (Éx 20,12; 21,15) . A la mujer se le
Al abordar este argumento, debemos evitar el estereotipo constituido ni a el sacerdocio, pero se le reconocen el carisma de la profecía, como
por la recopilación de los pasajes misóginos, amontonados sin tener en 1I ede con Myriam, hermana de Moisés y de Aarón, y la iniciativa para
cuenta la dificultad para encontrar un cuadro válido de referencia de la I 'alizar actos heroicos para la salvación del pueblo, que llegan a verse
situació~ de la mujer en la cultura mediterránea antigua y que no haga I ' tentes en las historias de Ester y de Judir? La madre participa en la
c~so omISO de los elementos positivos que haya en su favor. La condi- ó\ ción de atribuir nombre a los hijos, porque «de las 50 imposiciones de
CIón de opresión posee una validez global, pero no debe «degenerar en 1\ mbres bíblicos, la mitad aproximadamente se realizan por iniciativa
una forma de apriori mítico»5. Un breve recorrido p r el horizonte del I las mujeres»8.
mundo antiguo nos informará acerca de la condición d la mujer en sus Como miembros que son del pueblo de la alianza, las mujeres están
aspectos de inferioridad y en las prerrogativas qu 1 reconocían. obligadas a observar los preceptos morales, los relativos a los alimentos
y los preceptos cultuales de la ley mosaica, pero no están obligadas a
las peregrinaciones ni a la oración colectiva. A la mujer le corresponde
1.1. ~a mu¡er en el ambiente semita ncender las luces sabáticas y las de la cena pascual. En la vida litúrgi-
a, la mujer no tiene parte activa, pero ocupa un puesto detrás de unas
En la familia patriarcal judía, cada vez más monogñmi a a partir del siglo celosías en la sinagoga9• Con los textos misóginos que ven en la mujer
VI a.c., el elemento principal es el padre, al que 'stñn metidos la mu- «el origen del pecado» (Si 25,24), alternan los textos que alaban a la
jer y los hijos. Una grave injusticia contra la muj r s mete por el uso
6 M. A DINOLFI, Mujer, en P. R OSSANO-G. RAVASI-A GIRLANDA (eds.) , Nuevo diccionario de
del repudio, al que sólo el marido pued r' urrir; a I más, el adulterio teología bíblica, San Pablo, Madrid 20012, 1282.
7 Cf L. AYNARO, La Bible au féminin. De l'ancienne tradition d un christianisme hellénisé, París
4 A M ÜLLER Lapo . . la '. , 1990, 145-150.
5 M' 2AP' SIZlOTIe e c?DPe:aZlOTle di MaTUl rwll 1111 t 'mili, n MS, III/2. 8 P. N AVÉ L EVINSON, Donna 1. Ebraico, en L. ASCllJITO (ed.), Islam, cristianesimo, ebraismo a
. Dalle darme nel g¡udaismo a Maria: anlllICU 1m" 11111( /", III l1largin ad
PELLA, confronto , Casale Monferrato 2002, 241.
opera, en «Quadem i monfortani» 6 (1988-1989) 136, e una recente
9 A. OEPKE, Gyné, en G LNT, II, 706-710.
Enfoque analógico-simbólico - 113
J 12 - Maria, slntesis de valores

mujer, especialmente en su condición de madre y de administradora d La mujer en el mundo griego


la casa (Prov 31,10-31).
El llamamiento de una mujer, María, a efectuar una tarea de decisiva 1 gri gos transmiten a la posteridad figuras inmortales de mujeres
influencia en la realización de la salvación, contrarresta las injustas con~ '" ¡\villosas por sus dotes físicas y espirituales: la bella Elena, la fiel
cepciones del mundo antiguo. Como madre judía, María, juntamente 11 ' 1 pe, la emprendedora Artemisa, la poetisa Safo, Corina, maestra

con José, impone el nombre a Jesús, según lo indicado por el ángel (Le 1 (ndaro ... En relación con la poligamia oriental, la condición de la
1,31; Mt 1,21). María es fiel a los preceptos de la ley y participa todos uJ fes inquívocamente mejor.
los años, aunque no esté obligada a ello, en la peregrinación a Jerusalén Sin embargo, la mujer griega «tenía que soportar el concubinato
por la Pascua (Lc 2,41). Vive la espiritualidad de su pueblo mediante la I nía que adaptarse al hecho de que solamente a las hetairas se les

práctica de las virtudes, en primer lugar de la virtud de la fe (Lc 1,45). rmitía acceder a la formación intelectual»lO. Hesíodo, en el poema
María es consciente de su condición pobre y humilde, porque no goza I " trabajos y los días, refiere el mito de Pandora, la cual, al no resistir
de ningún prestigio o de poder de orden social, político y religioso: re- u uriosidad, retiró la tapa de la vasija que contenía todos los males
conoce que Dios «ha contemplado la humildad de su sierva» (Lc 1,48). I rmitió que estos se difundieran por el mundo. La tragedia ática
Por su vocación recibida de Dios, María queda fuera de la tradicional Iln idera a la mujer como un ser inferior; la comedia lanza contra ella

condición de inferioridad de la mujer en el plano religioso: la condición 111 ctivas venenosas: la mujer es infiel, pendenciera, «el monstruo más

humilde ha sido colmada de gracia (Le 1,28), el menosprecio se ha con- 1I I >z que existe en la tierra». Por eso, la mujer no tiene derecho a la cul-

vertido en alabanza (Lc 1,48); la pasividad es ahora el impulso activo de I lira: «Quien enseña a una mujer no hace más que aumentar el veneno

efectos salvíficos. Con María nace la personalidad cristiana, caracteri- dl una terrible serpiente». La mujer es considerada incapaz de realizar
zada por su profunda vida interior y su libre deci i n, y juntamente por una tarea de responsabilidad: «La casa en la que la mujer tenga la ca-
sus relaciones con Dios y con la humanidad. S r a í el preludio de I il idad de decidir, va irreparablemente a la ruina». El ser despreciadas
la igualdad fundamental que será proclamada p r 1 ristianismo: «No y oprimidas es el destino de las mujeres, especialmente de aquellas que
hay ni judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay h mbre ni mujer, JlO tienen la protección de un varón 11 •
pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesú » ( h I ,28). Cristo libera El don estimado de las mujeres es el silencio suyo y acerca de ella
a la mujer del peso de la maldición que gr vil, ha bre su sexo, y la mi ma: como dice Sófocles, «a las mujeres adorno les da el silencio»l2.
equipara al varón en la común condición de amb) u r hijos de Dios. , egún Pericles, en Atenas era grande «la gloria de la mujer de cuya
Ya todos, varones y mujeres, a pesar de la div 'rsitlau d los ministerios Irtud se hablaba poquísimo para alabarla o para injuriarla entre los
y de la variedad de las funciones, se les pío una onlribución activa a h mbres»13. El reino de la mujer sigue siendo la casa, pero con subor-
la evangelización y a la elevación de la humanidad. dinación al varón, como reivindica Telémaco en su confrontación con
\11 madre Penélope:

10 K. W EBER, Donna 1I. Cristiano, en L. AsCIUTIO (ed.), O.C., 244.


11 A. Gyné, en GLNT, 1I, 696-697.
OEPKE,
12 SÓFOCLES, Ayax, n. 293.
IJ T ucfDlDES, Historia de la Guerra del Peloponeso, n, n. 46.
114 - Maria, sfntesis de valores Enfoque analógico-simbólico - 115

«Tú vete a tus salas de nuevo y atiende a tus propias labores, al telar r ci nes» 15. Y en realidad el retrato de la mujer, como puede
y a la rueca, y ordena, asimismo, a tus siervas aplicarse al trabajo; el I p r los epitafios de las tumbas l6 , está caracterizado por la actividad
hablar les compete a los hombres y entre todos a mí, porque tengo el '11 nr ña y por las virtudes acordes con ella: tejer lana, ser casta, piadosa,
poder en la casa» 14, , ni t, umisa ... Además, la mujer quedaba excluida del sistema de los tria
"olllina: praenomen o nombre personal, cognomen o nombre de familia y
La figura de María de Nazaret participa de esta condición de la mujer; "1/111 'n por el que era llamada la gens. Y se la llamaba con el nombre de
al no tener acceso a los centros del saber y del poder. Los apócrifos la des~ I I 'ns, pero en femenino, por ejemplo, Tulia. Llamarla con un nombre
criben tejiendo el velo del templo o yendo a la fuente a coger agua. y, sin equivaldría a poseerla.
embargo, su personalidad es innovadora, porque está llamada a decidir en
la casa de la gran familia humana, «asumida por el diálogo con Dios, por te mo escribió Moses Finley, los romanos, al no referirse a las mu,
su consentimiento activo y responsable, no para la solución de un proble, res con un nombre propio, querían transmitir un mensaje: que la
ma contingente, sino para aquella «obra de siglos» (san Pedro Crisólogo), mujer no era y no debía ser un individuo, sino tan sólo una fracción
como fue llamada justamente la encamación del Verbo» (MC 37). I a iva y anónima de un grupo familiar. Una fracción pasiva y anóni,
ma que, siendo su destino el de ser esposa (de un marido no escogido
r ella) y el de ser madre (de hijos sobre los que no tendría ningún
1.3. Evolución de la mu;er en el mundo romano p der), no existía razón para individualizarla y conocerla como un
er humano singular, específico e irrepetible» 17.
En Roma se observa una evolución acerca de la condición de la mujer.
En la edad arcaica predomina el silencio impuesto a las mujeres, siendo e admite que, partiendo de tal falta de autonomía, las mujeres ro'
los varones los que organizan la vida de la ciudad. El símbolo de las 11\ nas hayan alcanzado, en la época de Augusto, cierta emancipación.
mujeres es la diosa Tácita Muta, una ninfa denominada Lala (del verbo diferencia de las mujeres atenienses, las romanas se liberaron de la
!aleo = hablar) que abusó de la palabra reveland a u hermana Yutuma 11\ titución de la tutela, y podían heredar por vía de sucesión y por tes'
que Júpiter la amaba, y realizando así vana t ntativa por seducir al t ¡lmento, y podían, por tanto, administrar los patrimonios personales e
dios, el cual la castigó arrancándole la lengua. m diosa del silencio, 111 luso los familiares. En cierto sentido, las mujeres recuperaron el uso
era celebrada cada año con ritos propiciatorio n aminados a conseguir d la palabra y recurrieron a la acción colectiva:
que se cerrara la boca a las maledicencias. Un '(m 1 ulterior del deber
de las mujeres de no hablar es Angerona, dio 'a titular de Roma. Se la
15 E. CANTARELLA, Prusato prossimo. Dorme romane da Tacita a Sulpicia~ Milán 2003, 48. De
representa amordazada o con el dedo br la bo ,mientras invita a
te estudio he tomado otras informaciones sobre la condición de las mUJeres.en Ro~a.
no revelar el nombre secreto de Roma. 16 En una inscripción que aparece sobre una tumba del siglo 11 a.C., la dLfunta. dLce: «Fo-
I tero, no tengo mucho que decirte. Esta es una t.umba no he~osa de una mUjer que fue
Con tales símbolos, la sociedad romana nr ka quería dar a h rmosa ... Amó con todo su corazón al marido. DIO a luz dos hLJos: a uno 10 deja so?re la
entender que las mujeres «deben e ti har y n intervenir en las uperficie de la tierra, al otro 10 sepultó. Amable en el hablar, honesta en el com~rta.m~ento,
ustodió la casa, hiló la lana. No tengo nada más que decir. Vete, pues» (Corpus ITLsrnptlOT\um
latinarum, Berlín 1863,1,2, 15364). .
11 E. CANTARELlA, Prusato prossimo, 52. Cf M. FINLEY, The Sllent Women of Rome, en Aspects
14 H OMERO, Odisea, 1, 355. (jf Antiquity. Discooeries and Controoersies, Londres 1968, 131 ss.
116 - MaTÚl, sfntesis de valores Enfoque analógico-simbólico - 117

«En efecto, la acción de las axitiosae fue ciertamente ordenada pre~ 11) I plaga de los adulterios se hallaba tan difundida, que impulsó a
viamente y bien organizada. Las mujeres, para defender sus propios 11 'u 't a promulgar la lex Iulia de adulteriis, que trataba de extirpar las
intereses, invadían las calles, el Foro y el Senado, acudiendo a Roma, la i nes extramatrimoniales de la mujer, mediante la conminación
en caso necesario, desde las ciudades vecinas, y reclamando a grande 1,Ih y a su cómplice de la relegatio in insulam. Sin embargo, tal ley no
gritos los derechos que pretendían ser suyos» lB.
hn síntesis, las mujeres romanas habían conseguido algunas metas
Hay constancia incluso de mujeres abogadas, como Mesia Sentina te, 1, ,articipación en la vida civil y no sufrían opresión por parte de los
Afrania y Hortensia, e incluso una poetisa, Sulpicia, que canta su amor Ir mes. Sin embargo, el poder seguía estando netamente en manos de
hacia Cerinto. Pero la reacción masculina no se hace esperar: el edicto 1., h mbres.
de un pretor prohíbe a las mujeres postulare pro aliis J9 , como había hecho En relación con las mujeres romanas, no vemos que María de Nazaret
Afranía, y una prohibición ulterior las excluye del ejercicio de cualquier t 11 llevado alhajas, siendo hija de familia pobre, pero ciertamente par#
oficio civil o públic02o • La misma Sulpicia tiene que confesar: «... No 111 1, ,como las demás mujeres, en la misión de ser madre y educadora.
puedo decidir lo que quiero»21; es una capacidad que corresponde a su 1" , rincipal diferencia consiste en el hecho de que María aparece no
tutor. Iln como una «persona que escucha», sino también como «interlocuto#
Es verdad que las mujeres consiguen en el año 192 a.C. la abolición 11 n el diálogo con Dios. Mientras que Sulpicia tiene que reconocer:
de la lex Oppia, que les prohibía llevar consigo más de media onza de ." No puedo decidir lo que quiero», María expresa libremente su con#
oro, y que en el año 42 a.e. logran obtener que los patrimonios feme# lnümiento con un acto de decisión y de disponibilidad. De este modo
ninos no estén sujetos a impuestos. Así que las mujeres pueden mostrar mo dirá Ireneo- María se convierte en la «abogada de Eva» y de
sus joyas y gozar del privilegio de no pagar impuestos. Más aún, a las h) I el género humano, superando el dictado de la prohibición romana
mujeres se les reconoce no sólo la función materna biológica de repro~ d, postulare pro aliis.
ducción y alimentación, sino también la función d educadoras de los
hijos en la vida pública22 • Esta tarea suponía qu la muchachas podían
asistir a la escuela hasta la edad del matrimoni , que entonces se con# 1.4. La mu;er según los Padres de la Iglesia
traía en época muy temprana.
En cuanto a la moral sexual, había espo a fi 1 al marido, aun en l In grave prejuicio condena a los Padres de la Iglesia a ajustarse a mode#
el caso de que la esposa fuese cedida a otro var n p r parte del marido. In de misoginia, a la hora de hablar de la mujer. Pero hay que reconocer
que los Padres describen la condición femenina de su tiempo según
18 E. CANTAREUA, Passato prossimo, 144. i\tegorías contrastantes e incluso opuestas.
19 Dig., 3,1,1,5 (Ulpiano) . Algunos textos, a los que se recurre de buena gana, presentan a la
lO Dig., 50,17,2 (Ulpiano).
21 Entre las obras de TíBULO, Carmen lIl, 14. mujer en dimensión negativa, interpretando el relato de la caída de la
22 «El verdadero, típico papel materno, en Roma, fiI l 411 • ~ d arrollaba entre la madre
y los hijos adolescentes y adultos: y era el papel de on~ j tU 1111'111 al, ti mentora, de custodia-
primera pareja humana en condiciones desfavorables para Eva, y atri#
dora de los valores cívicos, del ejemplo que impulsaha 11 la Iflrm 1'1 n de la parte mejor de si I uyéndole a ella, en cuanto mujer, la mayor culpabilidad. El texto más
mismo. Las madres romanas, para decirlo con otras pulahrn , nyll I h, n al padre en su función
de educador~ (E. CANTARELLA, Passato prossimo, 136· 1l7) . tlmoso es debido a Tertuliano, que se refiere al pecado de Eva:
118 - Maria, sfntesis de valores Enfoque analógico-simbólico - 119

«Tú eres la puerta del diablo; tú quebrantaste la prohibición del .. 1 m separarte sin profundo dolor de aquella a quien has asocia~
Árbol; tú eres la primera que abandonó la ley divina; [... ] tú qu h . tu vida, no como sierva ocasional, sino como hermana, como
convenciste tan fácilmente al hombre, que es la imagen de Dios. a? Hermana por la creación y por los orígenes. Vosotros estáis
Tu salario es la muerte, que supuso la muerte misma para el hijo d 1< lrmados, ambos, del mismo barro, de la misma arcilla. Esposa por el
Dios»23. v nulo conyugal y por el código del matrimonio. ¿Qué nudo quieres
H mper, tú que estás atado por la ley y por la naturaleza?»26.

La demonización de la mujer no corresponde al proyecto original d


Dios, quien creó a la pareja humana «a su propia imagen y semejanza_ Ju' n Crisóstomo elogia a la familia hasta el punto de llamarla una
y se pronuncia a favor de ella: «Dios vio todo lo que había hecho, 1, ia en pequeño», y llega a presentar la doble belleza del cuerpo y
he aquí que todo estaba bien» (Gén 1,27.31). Los Padres no pueden I 1 . píritu de Sara, esposa de Abrahán, como «modelo de las mujeres
menos de aceptar la paridad entre los sexos 24 y de protestar, como Id
hace Gregorio Nacianceno, contra la legislación que discrimina a la Finalmente, la mujer iguala al varón, si no en la palabra y en la au~
mujer: ti 111 lad, sí al menos en el canto, colaborando eficazmente en la liturgia
,1 ial, como hace notar Ambrosio:
«La esposa que deshonra el lecho nupcial sufre las dos sanciones de
la ley. En cambio, el hombre engaña impunemente a su mujer. Yo no 1 apóstol ordena que las mujeres guarden silencio en la iglesia.
acepto esa legislación, aborrezco esa costumbre. Los hombres redac.. ro también ellas cantan el salmo, y lo hacen bien; el salmo suena
taron nuestro código; por tanto, las mujeres quedan desfavorecida dulcemente a los oídos de toda edad y es adecuado para ambos sexos
en él. Pero la voluntad de Dios es diferente»25. l ...]. Las mismas jóvenes esposas salmodian sin detrimento del pudor
matronal; las jovencitas lo hacen sin sentir vergüenza alguna: con so~
La moral cristiana inserta en la sociedad el reconocimiento de la l ria gravedad y con la suavidad de la voz flexible hacen que resuene
dignidad inalienable de la mujer, principalmente después de la elabo- 1 himno de Dios»28.
ración del concepto de persona, y de la lucha ontra el concubinato,
el incesto, el abandono de los recién nacid , 1 dulterio. Asterio de as mujeres sobresalen particularmente en dos situaciones vitales,
Amasea (siglo VI) arremeterá contra lo «m r ad r s del matrimonio» 'ún el parecer total de los Padres: en el martirio y en la virginidad.
que cambian «las mujeres como si se tratara I manteles» y con el mis .. 1., mujeres cristianas, que siguen siendo frágiles y débiles, afrontan con
mo sentimiento de injusticia suscriben 1 a ta J r pudio: 111 ntía los suplicios más refinados y principalmente, después de las
r ecuciones, el testimonio adquiere el semblante de la virginidad.

13 TERruLIANO, Sobre el vestuario de las mujeres, 1, l .


24. El mismo autor lo reconoce: ~Tanto I uno (limo I otro ti nen paridad en la iglesia
de DIOS, pandad en el banquete de Dio , paridlld '1\ In pfll~ ha , p rsecuciones consueloa 16 ASTERIO DE AMASEA, Hornilla 5 sobre Mateo 19,3.
[,,:l. ~risto se regocija de esta vista y d e la IIrmonÍl, fll 'Ilvfa su paz~ (TER~LIANO, A 11 ~ ". No hace falta arremeter contra la belleza, porque también ella es obra de Dios; la
rm mUJer, VII, 7-8). La misma doctrina se 'n unIr, 11m J mpl , en AGUSTÍN Del bien del u a real de todos los males es la voluntad perversa~ OUAN CRISÓSTOMO, Hornilla sobre el
TTUltrimonio 1, 1. ' (/f'nesis 32, 5).
25 GREGORIO NACIANCENO, DisCUT os 37, Ó. 18 AMBROSIO, Enarrationes in psalmos, 1.
120 - Maria, slntesis de valores Enfoque analógico-simbólico - 121

2. El paralelismo Eva-María t mas la Virgen María concibió fe y alegría cuando el ángel Gabriel
'j

I \ dio la buena noticia [... ], Por medio de él [es decir, Cristo] Dios
La situación de la mujer durante el período patrístico nos ayuda a d struye la serpiente [.. ,] y libra de la muerte [... ]»30,
comprender lo novedoso de la intuición de los Padres acerca de María,
a quien consideran como la nueva Eva. Con este descubrimiento se su~ Justino, aunque subraya la figura de Cristo, extrañamente no la pone
peran los parámetros que impedían que la mujer fuera protagonista de la 'n relación con Adán31 , sino que se preocupa de analizar el paralelismo
historia mediante una influencia consciente y determinante. María dista 11\ itético entre María y Eva bajo tres aspectos: la condición de virgi~

totalmente de ser «una fracción pasiva y anónima de un grupo familiar»; lI¡dad que las caracteriza, el procedimiento causal que induce a Eva a
es una mujer que colabora con Cristo en la redención de la humanidad, , nnsentir en lo que le dice la serpiente, y a María a acoger el mensaje
reparando los daños originados por la progenitora Eva. ti ·1ángel, y finalmentre las consecuencias de desobediencia y muerte
'" Eva, y de la obediencia y la generación del mismo Cristo, liberador
d la muerte, en María32 .
2.1, La intuición de Justino (t hacia el año 165)

Es el primer autor 29 en percibir, en el Diálogo con Trifón, el paralelismo ,2, Los desarrollos en Ireneo (t 202)
antitético entre María y Eva a partir de la encarnación redentora,
Justino, al hablar del Hijo preexistente del Padr , afirma la presencia Ir neo, obispo de Lyon, reanuda el paralelismo entre Eva y María, y
indispensable de María en el plan divino de la alva i n, basándose en el I hace todavía con mayor vigor teológico. En su obra Adversus haere~
PrinciPio general de la correspondencia entre el p ad y u aniquilación: \ s, parte del plan de la salvación, en el que encuentra una admirable
Cristo «se hizo hombre de la Virgen, a fin d qu \ p r l mismo camino tlfmonía por cuanto «en el Padre no hay nada de incoherente»33. Esta
que tuvo principio la desobediencia de la rpi nt , por ese también herencia supone dos principios fundamentales: la «recapitulación»
fuera destruida». Por tanto, Justino especifi , la unción de María a (anakephaláiosis) y la «recirculación» (anakúk/.esis) que se aplican prin~
partir de Eva: ipalmente a Cristo «que recapituló en sí todas las cosas»34, pero que se
nplican también a María35 .
«Eva, cuando aún era virgen e incorrupta, hal ¡ ndo concebido la
palabra que le dijo la serpiente, di a luz la d~ M lb Ji ncia y la muer~ 30 JUSTlNO, Diálogo con Tri[6n Jud fo, 100,4-6; TMPM, 1, 137.
3\ «Sorprende la ausencia de cualquier indicación sobre el paralelismo paulino, Adán-
risto (Rom 5,14; ICor 15,22.26). Probablemente Justino se sintió estimulado a formular el
29 La Cana a Diogneto, atribu ida por Dom Andril' 1'11 I ( lI"dl,UO y que, por tanto, data paralelismo entre Eva y María por especulaciones de la comunidad judeocristiana~ (E. PERElTO,
aproximadamente del año 125, contiene un pasaje n I q" h,lhlll ti' una virgen en el con- Mariologia patristica, 710, nota 57. El Protoevangelio de Santiago se refiere a la «historia de Adán»
texto de Eva. En este caso, «Cuadrato y no Ju rlno " fn'll"fil ,·1 pllrlll'r le timonio acerca de la y a Eva seducida por la serpiente, pero no hace referencia alguna a María.
doctrina de la nueva Eva». Sin embargo, esta hipó!I',1 1111 hu 1"11' .. 1" Imponerse entre los espe- J2 Cf A. DE ALDAMA, Maria en la patrística, 270-271.
cialistas, quienes mantienen que el texto acerca dI' In viril """ "!I,n're a María, sino a Eva, 3J lRENEO, Adve"TSUS haereses, m, 16, 7; PO 7, 926A; Cf también: m, 21, 9-10.
y que la Cana a Diogneto no puede atribuir e a 11 d 111, Irq" 11 Ilmpo ición debe situarse 34 lb, m, 16,6; Cf también, m, 21, 9-10; IV, 40, 3; V, 1, 2; Epideixis 32.
hacia el año 200. Cf]. A. DE ALDAMA, Maria ¡.'tI /¿¡ pat li4u flc k, 1jl~11 1'Y I1, Madrid 1970, 264- 35 Acerca de la aplicación de estos dos principios, los intérpretes no están de acuerdo. E,
268. Según E. COTI-lENET, el Protoevangelio de San~¡t t"'" 11 qu I lonoce ya el paralelismo Peretto sostiene que «la obra de María, que se halla en los antípodas de la obra de Eva, es
entre Eva y María» (Marie dans les apocryphe.\, 97); ..o 11 t 1111 ,,1 h' Iti ' refiere directamente definida "recirculación" [...); la obra de Cristo es " recapitulación" [... )" (E. PERETTO, o.c., 712).
a José, a quien se compara con Eva, seducida por 1I r I (1 ,1, 1MPM, 1, 871). En cambio, A. O rbe sostiene que la recapitulación es más amplia e incluye a la recirculación,
Enfoque analógico-simbólico - 12
122 - Maria, sfntesis de valores
111 1\ r indicar la eficacia salvífica universal de su obediencia. Tal
Sobre la base de esta correspondencia antitética entre caída y H In n afecta sólo a las personas que vendrán después de María,
paración (cf Rom 5,12,19; ICor 15,22,45), Ireneo -a diferencia , \11 P ee valor retroactivo que llega hasta la misma Eva. En efecto,
Justino- subraya la función de Cristo «segundo Adán», que 11.\ 1 ató el «nudo» primordial, convirtiéndose en «la abogada de
al primer Adán y produce «frutos de vida para los hombres que en 1 , n Eva», es decir, en aquella que no sólo intercede por Eva, sino
tiempo estaban muertos»36. De manera semejante, Ireneo acentúa l h ce cargo de su defensa. En efecto, realizando lo contrario de lo
causalidad salvífica de María, en antítesis con Eva, como exigencia hn fa hecho Eva, vemos que María destruye la obra, ofreciendo así
la recapitulación:
ti tidoyer eficaz»38 en favor de Eva.
I ) textos de Ireneo, justamente famosos, realizan una tarea funda,
«Paralelamente [consequenter] se halla también obediente la Itnl n el desarrollo de la doctrina mariana. En realidad, Ireneo pone
María, cuando dice: "He aquí a tu sierva, Señor [... ]". En manifiesto la función soteriológica de María en el contexto del plan
Eva desobedeció, y fue desobediente mientras era aún virgen [
Por tanto, así como Eva, al desobedecer, se convierte en causa
muerte para sí misma y para todo el género humano, así también I r cuya función, la prestación de María no fue considerada ya
María, que, aun teniendo el esposo que le había sido asignado era \11 icamente como la función estructural de un "laboratorio" para la
t~d~vía virgen, obedeciendo se convierte en causa de salvación ~ara I r paración del cuerpo del Redentor, sino también como la contri,
Sl m1sma y para todo el género humano [... ]. Y de este modo el nudo
lución plenamente meritoria de su personalidad [... ]»39.
de la desobediencia de Eva encontró solución gracias a la obediencia
de ~aría. Lo que Eva había legado por su incredulidad, María lo El paralelismo entre Eva y María será recogido, con diferentes va'
desh1Zo por medio de su fe»37. 111\\ s, por otros Padres, como Efrén, Epifanio, Anfiloquio de Iconio,
4o
I nimo, Agustín, Proclo, Sedulio, Pedro Crisólogo ... , no tendrá
En este pasaje, Ireneo contempla las dos escena bíblicas de la caída II1 ida en los antiguos concilios ecuménicos, pero será valorado por el
(Gén 3,1,20) y de la anunciación (Lc 1,26,3 ), m diante las cuales I 1I1gisterio pontificio reciente y finalmente I?or el concilio Vaticano II
él pone de relieve las semejO anzas y las diter n l' e comportamiento
(\ 56).
entre Eva y María: las dos son vírgenes y e tán adas, y sus corres,
p~ndientes actos tienen influencia social br 1 n ro humano, pero
m1entras que Eva con su desobediencia e c< alisa d muerte», María es
«causa de salvación». Esta expresión, r t rida" Ti t por la Escritura
(Heb 5,9) y también por Ireneo (Epideixi 53-54), transferida ahora
18 M. JOURJON. Aux origines de la priere d'intercession de Marie, en EtMar 23 (1966) 42.
y ambas se aplican tanto a Cristo como a María: «Ut I'tun Uklllll, I n es la "recapitulación" )9 G. SOLL, Storia dei dogmi mariani, Roma 1981, 71 .
~arece ser su natura~ sec~ela [... ). Y porque en Mar{ r l "hui, I:v ,puede la Virgen Marí~ 40 EFRÉN, Himnos sobre la Iglesia, 37, 5-7¡ Diatesseron, 2, 2¡ EPIFANIO, Panarion, 78, 18-19¡
esatar con su obedIencIa la desobediencia de la vlr 11 l· 11. ( RBE La . !ación de NFILOQUIO DE lCONIO, Sobre la nallidad, 4¡ JERÓNIMO, Tratado sobre el salmo 96, 1; AousTlN, La
la Vir M ría S 1 [U d . , «rec¡rcu »
111 ha espiritual, 22, 24¡ TMPM, 3, 313; PROCLO, Homilía, 4, 2; SEDULlO, Carmen 4, 265-269;
en an reneo 1\ 1I. Haer.", lll, 22, 4, 7/ 1, n S H IltI [ed.) La mariolo'
h
g~ ~ lla
catee eSI del Padn reta prenicena} Roma 19 9 ll'lÁ , g ¡ a ne 1'1 ORO CRlSÓLOGO, Sermo 99, 5¡ Cf L. CIONELLl, Maria nUOlla Ella nella patrística greca (sec. IIN) ,
1 " \no
36 RENEO, Adllersus haereses, m, 21, 1O¡ 22, l¡ 1MI'M I Itll)
( 1966.
37 lb, m, 22, 4¡ TMPM, 1, 171. ' ,
Capítulo IV

'Iría Theotokos
tlturación helenística de la madre de Jesús

La maternidad en el área mediterránea

kili señalado la alta estima de que gozaba la familia, y en el marco


I ., a la maternidad, a lo largo y ancho del mundo mediterráneo, en
11 o ' distintos ámbitos, sin embargo, esta común estima adquiere rasgos
. lIliares .

.1. La exaltación de la maternidad

l'lllre los semitas y en Israel, la familia, y dentro de ella la maternidad,


un alabadas y están rodeadas de respeto. El carácter central del matri-
monio influye en la vida de cualquier mujer hasta tal punto que, desde
la infancia, esta es orientada hacia las tareas familiares y doméstica l.
unque sometida al marido, «su dignidad se halla asegurada casi exclu-
Iv mente por la maternidad, sobre todo si nacen hijos varones»2; no

I Cf J. ) EREMIAS, Jerusalén en tiempos de Jesús. Estudio económico y social del mundo del Nuevo
Ic'!lamento, Madrid 1977, 371-387; M. AoINOLFI, La donna e il matrimonio nel giudaismo ai temPi
,11 risto, en Rivista Biblica 20 (1972) 379-389; L. Rosso UBlGU, La donna nel giudaismo antico,
,'11 Parole di Vita 30 (1985) 352-355.
1 G. MAZZucco, La donna e il cristianesimo nei primi tre secoli , en Theo tokos 9 (2000) 40.
J2 - Marúl. slntesls de valor s Maria Theotokos - 127

en vano, para Flavio Josefo la procreación es la finalidad del matrimo- r virgen. Una vez aceptada la propuesta de ser madre por obra
nio). Por eso, bendecir con una descendencia numerosa es una de t. píritu, María cumple con las naturales funciones maternas de
promesas de Dios (Gén 22,17; 26,4) Y «la herencia que el Señor da !\lar, proteger Y educar al hijo. Directamente por Isabel (Lc 1,42-
los hijos, el fruto del vientre es su recompensa» (Sal 127,3). ,11 indirectamente por la mujer anónima (Lc 11,27), María es «ben-
de haber depositado en el corazón de la mujer el deseo imperioso de , y declarada «bienaventurada» por su celo materno (generación,
madre -oigamos el clamor de Raquel: «¡Dame hijos; si no, me muero! (1 y 1 ctancia) hacia Jesús, fruto de su seno. Sobre tales funciones se

(Gén 30,1)-, Dios no puede menos de triunfar sobre la esterilidad, Y'uán algunos Padres.
sucede con las matriarcas Sara, Rebeca, Raquel y, por último, Isabel.
La Reina Madre goza de una función y de un honor particulares (lRe
2,19), especialmente dentro del marco del mesianismo regio (cfIs 7,14, I culto a la diosa madre
Miq 5,2). Jerusalén volverá a reunir a los hijos dispersos y será madr
de todos los pueblos (Sal 87,5). La tradición monoteísta judía rechaza I 10 ue para los judíos no existe ninguna diosa madre, vemos que
cualquier intento de proyectar sobre Dios los rasgos de una divinidad 11\ '1 pone en guardia contra el culto a la Reina del cielo Oer 7,18;
femenina o materna. Pero Yavé se reviste de connotaciones maternas ,16.25). En el mundo helenístico, los panteones mitológicos de las
cuando se quiere expresar su ternura hacia el pueblo: como una madre, '"la religiones acogen varias divinidades femeninas, que atraen la
Dios siente amor visceral hacia sus hijos, los consuela y no puede olvi- I I :\ma de los fieles. En particular, en toda la cuenca del Mediterrá-
darlos (Is 49,15; 66,13). rinde culto a la Gran Madre o Gran Diosa6 , que adopta diversos
La sociedad romana, en vísperas de la era cristiana, se preocupa de s: Astarté para los palestinos, Istar para los babilonios, Cibeles
corroborar la esencia tradicional del matrimoni, ue es «la comunión iI 1 frigios, Isis para los egipcios, Diana para los efesios, Deméter
del vivir juntos y del dar vida -juntos- a 1 hij »4. Para incentivar 1'.'1 éfone para los griegos, Magna Mater para los romanos ... Según
la procreación, Augusto, entre el 18 a.C. y 1 .., dicta leyes que Id ncia una extensa documentación (mitos, epopeyas, himnos, pIe-
imponen a todos, incluso a los viudos y a 1 div r i dos, la obligación I , textos jurídicos, hallazgos arqueológicos), parece innegable la
de casarse, concede premios a las familia n pr)} numerosa e impone minencia de las diosas sobre los dioses: «La simbología religiosa de
sanciones a quienes no engendran. Las muj r' qu dan a luz tres hijos f menino aparece como más fundamental y universal que la de lo
son exoneradas de la tutela habitual. B tus hi riadores vuelven a , ulino»7.
proponer «los modelos tradicionales d la muj 'r, d di ada por completo '( do el contexto mediterráneo dispone los ánimos para acoger la
al marido, a los hijos y al hogar»5. \Ir femenina de María, no la atribuirá el carácter de deidad, pero sí
En tal contexto, la posición de María, qu r v stirá de algunas de las funciones salvíficas características de las
sulta anómala, si no inadmisible, porqu ¡ha" {nI) racorriente. María 111. n : maternidad con respecto a Dios y a los fieles (como Istar, que
consiente en aceptar la maternid d m si ni 11 s(lltl u ondición de con-
ft AA.W., Le Grandi Madri, Milán 1989; E qIANGLOFF, La «~rande dées~e.» dans le proche-
J FIAVIO JoSEFa, Contra Apión, n, 199. "'1/ et dans l'Ancien Testament: une esquisse, en Etudes Théologlques et Rehgteuses 74 (1999)
4 M USONIO R UFO, Diatribe XIII (XlIla) .
111).
5 C. MAZZucco, La donna e il cristian • "l1li lit' tlfi"" I I~', 17. 1 . GIANGLOFF, a.c., 3.
12 - Maria, srntesis de valores Marra Theotokos- 129

es llamada «dispensadora de la vida», e Isis, «gran madre universal»), IIMaría sea la madre de Cristo, hombre, Dios, es doctrina uná,
majestad (Isis sostiene las estrellas), virginidad (la Anat ugarítica es d • III d 1 s Padres del siglo II: Ignacio, Justino e Ireneo 11 . Después, el
nominada «virgen», en el sentido de eternamente joven), inclinación IlIlin Theotokos va ganando terreno, y comenzando por Egipto poco
protectora (Istar es llamada «mi torre») ... Incluso el título de Theotokm t, I ué se difunde por toda la zona mediterránea (Palestina, Siria, Me,
conoce un uso pagano, porque una inscripción del siglo II de Sidita, en '1') mia, Arabia, Asia Menor). Existen por lo menos 70 textos que
Licia, aplica este título a la Tierra, madre de los dioses (Theotokos Ghe) lit' del concilio de Éfeso recogen el término 12 •
El título equivalente de Meter Theou -más difundido, sobre todo en N turalmente, los Padres de los siglos mN no se contentan con afir,
Egipto- es atribuido a Isis, madre del dios Horus8• Ambos títulos serán ,It que María es Theotokos, sino que sustentan tal afirmación en unos
ulteriormente aplicados a María. 1,lid s cimientos teológicos, los cuales sólo en parte tendrán cabida en
t'l ti ctrina que emanará de Éfeso. Frente a las tendencias gnósticas,
ti' tistas y maniqueas, que consideraban vanos la materia y el cuerpo,
2. María «Theotokos» en los Padres de la Iglesia ,lnte el rechazo categórico de la cultura platónica dominante a aceptar
1111 ios que se hace hombre en el seno de una mujer 13 , los Padres acen,
El término Theotokos es desconocido por el Nuevo Testamento, pero IlInn la verdad de la encarnación, enumerando las funciones biológicas
su contenido se halla implícito en el título de «Madre de Jesús» (cf Mt d mpeñadas por María hacia el hijo, pero sin menoscabar un ápice su
2,11.21; 13,55; Le 2,48.51; Jn 2,1.5; 6,42; 19,25,26) que corresponde a vir inidad:
María, y en el reconocimiento de Jesús como Hij de Dios y Dios mis#
mo. Son equivalentes a Theotokos las expresione evangélicas «la Madre
de mi Señor» (Lc 1,43) y la profetizada virgen madr de Emanuel, «que I Ir genes en los Comentarios a la Carta a los romanos podría constituir una apología del uso
significa Dios con nosotros» (Mt 1,23). ,,1 nano de Theotokos, utilizado hasta entonces en contexto pagano, y por tanto una defensa
di' María contra toda asimilación a Isis o a alguna otra diosa pagana: M. STAROW1EYSKI, a.c.,
Theotokos se atribuye por vez primera a María n el siglo m, en el '10-241.
11 Cf J. A. DE ALDAMA, Maria en la patrística de los siglos 1 y n, 248-263.
ámbito egipcio, donde lo hallamos en el ub tuum praesidium y en Orí# 12 Encontramos ciertamente el término Theotokos en unos 70 textos anteriores al concilio de
genes9• En las obras de este aparece cinco v ,1 t rmino, pero cuatro 1 so y, concretamente, en los siguientes autores: Alejandro (t 328) y Atanasio de Alejandría (t
173), Arrio (t 336), Eustaquio de Antioquía (t h. 337), Eusebio de Cesarea (t h. 340), Asterio
de ellas se consideran dudosas, si bien S rat \ lástico (t d. 450) ,1 ofista (t h. 341), Hegemonio (mediados del siglo IV) , Tito de Bostra (t h. 378), Basilio
(t 379), Gregorio Nacianceno (t d. 390), Gregorio de Nisa (t 392) , Cirilo de Jerusalén (t h.
nos refiere: «También Orígenes, en el prim r Iibr d los Comentarios , 6), Apolinar (t 390), Diodoro de Tarso (t 394), DIdimo elgego (t 398), Epifanio (t 403) ,
sobre la Carta ~ los romanos, al exponer por qu motiv se llama a María . veriano de Gabala (t d. 408), Teófilo de Alejandría (t 402), Atico (t 425), Teodoro de Mop-
u stia (t 428), Nilo de Ancira. Para conocer los textos de estos autores CfM. STAROWlEYSKl, Le
la Madre de Dios, abordó la cuestión muy t nsam nte» 10. litre Theotokos allant le concile d'Éphese, 237-238. Añádase que, según el testimonio de Eusebio,
I1 mismo Constantino habría utilizado el término Theotokos en su discurso en el concilio de
Nicea (\t1ta Constantini m, 43; GCS, 1, 95) . En realidad, el emperador Juliano (t 363) da el
8 Cf G. GlAMBERARDIN1, TI culto mariano in Egitlo 1, J ru 11 " 11175, 111 -122, donde el autor Iguiente testimonio en su polémica contra los cristianos: «Sin embargo, vosotros no cesáis de
estudia el título de Theotoko~ en las literaturas griega, (OPI.I y JI'''' ,110 "; M. STAROW1EYSKl, Le titre llamar a María Madre de Dios ~ QUUANO EMPERADOR, Contra los galileos, texto referido por Cirilo
~heotokos allant le concile d'Ephese, en Studia Patrislkll 111 (1 'l/N) 16.242; en el ámbito divulga- J Alejandría, Contra Iulianum, PG 76, 901; TMPM, 1,265). Cftodos los fragmentos que han
tivo: l. DE LA POTIERlE, «Theotokos»: un termine l)(lJIcllllll, rll M"dll' I R 'gina 49 (1995) 6.7 . llegado hasta nosotros del discurso Contra los galileos en GIULIANO IMPERATORE, La rinascita degli
. 9 ~or ejemplo, en Fragmenta in Le: GCS, 49, 244. 1 , ti Ihno"l!) del siglo III (Arístides, dei, Génova 1988, 293-358.
Hlp6hto y las Pseudoclementinas) están interpolad\l , 1111 IIlr qllt III dudosos los del siglo IV IJ En la disputa con Arquelao, el maniqueo exclama: «¡Jamás confesaré yo que el Señor
de Pedro y de Pierio de Alejandría, y el de 1, lit \lrlllu 1111'1 I .t,. 1111 1\¡ I ~ ili . nuestro Jesucristo salió a través de las partes genitales de una mujerl ,. (HEGEMONIO, Acta Ar-
10 SÓCRATES, Historia eclesiástica 7,32; P ) 67, HI 1\, 1MI'M, 1, 51 . El extenso estudio de helai 54; TMPM, 1,270) .
130 - Maria, srntesis de valores Marra Theotokos- 131

«El seno de la Virgen se dilata y, no obstante, permanece la barrer uedaría reducido a la nada»21. En efecto, al igual que para
del pudor; se llena el útero de la madre ... ; mama a los pechos aqu 1"1Il r el mundo está suspendido de la cadena de oro de Júpiter, así
que sustenta los astros»14. 111\ ¡ n la secuencia de las verdades religiosas y morales del cristianis-
"d p nden de que Cristo haya nacido de María22 • Sin ella, este no
«En efecto, en cuanto a la condición del cuerpo, [Cristo] estuvo en Ihr ido verdadero hombre-Dios y, por tanto, tampoco mediador de
t

útero, nació, fue amamantado, fue colocado en el pesebre; pero, por 23


\ 11 i n • Gregorio Nacianceno, anticipándose a Éfeso y a Calcedonia,
encima de la condición, la Virgen concibió, la Virgen engendró, para irve del título de Theotokos como de un criterio de ortodoxia»24 en
que tú creyeras que era Dios aquel que renovaba a la naturaleza y qu lunpo cristológico, y afirma rotundamente: «Si alguien no cree que
era hombre que, según la naturaleza, nacía del ser humano» IS. IlIt. María es Madre de Dios, se está apartando de la divinidad»2s.

Hnalmente, siguiendo la trayectoria de los evangelios, los Padres


La cooperación de María en el constituirse de Cristo, negada por ' 1\ I n a relativizar la importancia de la maternidad biológica de María,
los docetas, que reducían a María a simple canal, está asegurada por la 11 más que esta sea fundamental, y a realzar, en cambio, la fe mariana
afirmación de que «el Salvador fue hecho de mujer, no por medio de 11 risto. Crisóstomo afirma que el parto «no la habría beneficiado
mujer»16, y de que la madre fue «el taller» en que él se hizo hombre en 11 n da [a María] si ella no hubiera sido virtuosa y fiel [a la voluntad
medio de nosotros, «no en simple apariencia, sino en realidad», asu- 111 adre] »26. Agustín corrobora la primacía de la maternidad según el
miendo un cuerpo para inmolarlo en favor de nosotros 17. p ritu con respecto a la maternidad según la carne:
En sintonía con el conjunto de la cultura mediterránea, los Padres
encomian a María por ser la madre de Jesús, lo cual constituye para • anta María cumplió la voluntad del Padre y lo hizo plenamente; y
ella «un honor insigne ... , una gloria muy grand » 18, «una conspicua preste motivo vale más para María el haber sido discípula de Cristo
grandeza» 19, «una excelsa gloria» 20. Esta prerr g tiva mariana no es lue el haber sido madre de CristO»27.
considerada en sí misma, sino en cuanto fundam nt , de principio a fin,
de la economía salvífica, hasta el punto de qu in lla, «el cristianismo
I 1 AroUNAR, De fide et incamatione 5; TMPM, 1, 143. En este sentido, la Iglesia, de no
h.1 r conocido que Cristo se había encamado en la Virgen, no habría podido conocer jamás
14 QUODVULIDEUS, El símbolo a los catecúmenos 4, 4; TMPM, 1, 47.1. I 111 ria de la divinidad de Cristo que procede del Padre (CROMACIO DE AQUILEA, Semwnes 11,
15 AMBROSIO, De Incamationis Dominicae sacramenlO S4; 11., I ,8 2 B. , I MPM, 3, 227).
16 DiDIMO DE ALEjANDRlA, Comentario de los Salmos, 1010 20, I i MPM, 1,367. Recordando 11 . En efecto, así como toda la Ley y los Profetas se compendian en dos palabras, así también
el texto de OáI4,4, Juan Crisóstomo precisa: .El Ap(lllll d' " l· mujer" para tapar la boca a ....1 nuestra esperanza está anclada en el parto de María- (HEGEMONIO, Acta Archelai 50-60;
quienes afirman que Cristo pasó por el seno mat mo 01110 11 Hav . d un canal" (Comentario 1 MPM, 1,271).
de Mateo 4, 3i TMPM, 1, 419) . IJ . Si la madre fuese ficticia, sería también ficticia la muerte, ficticias las heridas de la
11 EPIFANIO, Ancoratus 40,75.77; TMPM, 1, l7 .17/i-17Q,38 - 90. La designación del l' Ión, ficticias las cicatrices de la resurrección» (AouSTlN, Comentario del evangelio de Juan 8,
seno de María como . taller» (ergascerion) de la III ni 1:"'111 1\ II ntra también en BASILIO 7; TMPM, 3, 340).
Homilía sobre la generación santa de Cristo, 2.3; TMPM, 1, l%, y ~l t veces en PROCLO (CPM 24 E. i'ERETro, Mariologia patristica, 730. «A Oregorio Nacianceno se le reconoce el mérito de
nn. 2999, 3007, 3038, 3041). Cf A. DE NICOLA, MtUlfl Iltl'fll(l4Tl1tioni sulla matemitil divina h I r convertido el término Theotokos en la piedra de toque de la ortodoxia, mucho antes del
di Maria nei Padri greci postniceni, en S, FELl< I ( J,), 1 "",rl"U'I/UIIl ¡la catechesi dei Padri (era I\ncilio de Éfeso» (O. SÓLL, Aspetti catechetici della mariologia dei Cappadoci, en S. FEUCI (ed.),
postnicena), Roma 1991, 175-176. , • mario logia nella catechesi dei Padri [etil postnicenaJ, 17) .
18 EPIFANIO, Ancoratus 78, 20; TMPM, 1, J lS OREGORlO NACIANCENO, Carta 101 (a Cledonio); TMPM, 3, 312.
19 SEDULIO, Carmen Pascual; TMPM, J, 4lb, 26 JUAN CRlSÓSTOMO, Comentario de Juan 21, 3; TMPM, 1,418.
zo PEDRO CRlSÓLOGO, Serm6n 142, 5i TMPM, 1, '6 21 AouSTIN, Discurso 72 A, 7; TMPM, 3, 362.
1 2 - Maria, srntesls de valores Marra Theotokos- 133

3. La «Theotokos» en el concilio de Éfeso (431) IIVU lve en su enfrentamiento a varias Iglesias, en particular a la antio-
111 n ya la alejandrina, representadas entonces por Nestorio y Cirilo,
La historia del concilio de Éfeso, que actualmente es objeto de estudi '1"' ctivamente.
y revisión 28 , no agota la ingente riqueza de la reflexión teológica d Nestorio insiste en la realidad humana de Cristo y se inclina a con-
los Padres acerca de la madre del Verbo encamado; sin embargo, e I I r r la unión de esa realidad con la naturaleza divina según el modo
reconocimiento de María Theotokos salvaguarda la recta fe acerca d \Il' «inhabitación» o unión moral, es decir, como una unión de tipo ex-

misterio de la encamación y representa una importante etapa histórica !lill co o de yuxtaposición32 . Consecuentemente, a Nestorio le resulta
en el desarrollo de la teología y el culto marianos 29 . di il concebir la comunicación de los atributos de la humanidad y de
En el origen del mencionado concilio encontramos una dispu 111 divinidad, y por este motivo opone reservas expresas al empleo del
cristológica sobre la comunicación de los atributos (communicatio idio· I rmino Theotokos 33 • En la carta que envía al papa Celestino en el año
matum) entre las dos naturalezas de Cristo y, consecuentemente, «una , el patriarca expone sus objeciones a considerar a María madre del
áspera controversia doctrinal centrada en la legitimidad de llamar 11 I i .Lagos:
la santa Virgen Theotokos, madre de Dios»30. A partir del 428, cuando
Nestorio de Antioquía se convierte en patriarca de Constantinopla, «Nada menos que se han atrevido a equiparar en cierto sentido
el término Theotokos deviene en un «escándalo ecuménico» -según la la Virgen y Madre de Cristo con Dios, como si fuese divina. En
expresión de Ciril031 - porque la polémica a propósito de la expresión fecto, no temen designarla como Madre de Dios (Theotokos) [... ].
Pero, si alguien utiliza esta expresión Madre de Dios a causa de la
28 Sobre el concilio de Éfeso, además de las historias de la Iglesia y de los dogmas, Cf T.
CAMEWT, Éphese, París 1962; L. 1. SCIPIONI, Nestorio e il Concilio di Efeso. Storia dogma critica, humanidad nacida y vinculada con el Dios-Lagos, pero no a causa
Milán 1974; H. J. Voor, Das gespaltene Konzil von Ephesus und der Glaube en den einen Christus, de la parturienta, entonces nosotros decimos que esa palabra no
en Trierer Theologische Zeitschrift 90 (1981) 89-105; A. GRlLLMEIER, Gesu Cristo nella fede della
Chiesa, H/l, Brescia 1982, 823-881; A. DE HALLEUX, La premiere session du conde d'Éphese (22 e ajusta, no, a aquella que ha engendrado -porque una verdadera
juin 431), en Ephemerides Theologicae Lovanienses 69 (1993) 48-87; ID., Nestorius. Histoire
et doctrine, en Irenikon 66 (1993) 38-51 y 165-178. Desde una óptica mariológica, Cf D. FER-
madre debe ser de la misma substancia que el engendrado por ella-;
NÁNDEZ, El Concilio de Éfeso y la maternidad divina de María, en EphMar 31 (1981) 349-364; in embargo, la palabra puede ser tolerada si se tiene presente que
S. MEO, La matemita salvifica di Maria: sviluppo e preeisazioni dottrinali nei eoneili eeumenici, en
AA.W., 1l Salvatore e la Vergine-Madre, Roma-Bolonia 1981, 189-203; G. Sóu., Storia dei dogmi esta expresión es utilizada sólo a causa del templo nacido de ella e
mariani, Roma 1981, 152-170; W. GESSEL, Ephesus, en Marl..ex, vol. II, 367-370; B. STUDER, 11 inseparable del Dios-Lagos, pero no porque ella misma sea la Madre
Concilio di Efeso (431) nella luce della dottrina mariana di CiriUo di Alessandria, en S. FEUCI (ed.),
La mariologia nella eatechesi dei Padri [eta posmicenaJ, 49-67; ID., La recetione del Concilo di Efeso del Dios-Lagos»34.
del 431, en Augustinianum 31 (1990) 427-442.
29 Según B. Studer, «existen [... ) serias razones para pon r n duda este dato historiográfi. .L,lum oeeumenicum des Nestorius in kirchlich-dogmatiseher und theologiegeschichtlicher Sicht, en
co, recogido como "dogma" por tantos manuales y estudios arqu 1 gicos. ¿No se confundirá S holastik 36 (1961) 321-356.
quizá con excesiva ligereza el propter quod con el post quod, 1 cr n logía con la causalidad 32 Nestorio recurre a las imágenes del templo y del vestido para describir la unión de las na-
histórica? ~ . Studer se muestra escéptico -ante la pretendida influencia inmediata y decisiva Imalezas humana y divina en la encarnación, ofreciendo a Cirilo la posibilidad de interpretar
del concilio de Éfeso sobre los desarrollos de la mariología y d la veneración de María ~ (B. .. ,1 unión como una unión moral. Sin embargo, el patriarca de Constantinopla utiliza también
STUDER, O.c., 50 y 67. A nuestro parecer, este esceptici m s deb < 1 hecho de que el autor 1\ Imagen de la zarza ardiente y propone una unión «por medio de las esencias", y no sólo una
parece minimizar el carácter mariano del concilio, que en ambio re ulta innegable: los Padres lIlOjunción «a través del amor y de la vecindad" (Líber Heraclidis, 277).
conciliares se pronuncian expresamente en favor del título Theowkos, aunque sea en un con· 33 «... Hablando en otro lugar contra los paganos, los cuales nos acusaban de predicar que la
texto primordialmente cristológico, y esto constituye un h ho r levante para la mariología ubstancia divina fue creada recientemente en la Virgen, hemos dicho: No fue la Virgen María
y para el culto mariano. 1.1 que parió a la divinidad, ¡oh ilustrísimos! , sino que ella parió un hombre, que es el instrumen-
30 B. STUDER, O.c., 52. 11) inseparable de la divinidad~ (NESTORlO, Tragedia e historia; TMPM, 1,550).
31 CIRlW DE ALEJANDIÚA, Epist. 2 ad Nestorium, ACO, 1, l/l. 24. (A. GRlLLMEIR, Das Sean- 34 F. LooFS, Nestoriana, Halle 1905, 165-168.
134 - MarCa, sfntesis de valores Marra Theotokos- l35

Al principio Nestorio niega a María el título de Theotokos; en todo IIntr versia. El emperador de Oriente, Teodosio II, de acuerdo con su
caso, lo tolera; después, según van evolucionando su pensamiento y su (11 a de Occidente, Valentiniano m, convoca el concilio en Éfeso para
praxis pastoral, llega a aceptarlo, pero siempre unido al título de Anthro- 1dí de Pentecostés del año 431 (7 de junio).
potokos 35 , con lo que compromete gravemente la unidad de la persona irilo, al llegar a Éfeso con unos 200 obispos, decide celebrar el con·
de Cristo. En el Liber Heraclidis, obra ya tardía, Nestorio retorna a su Ili el 22 de junio del año 431, contra el parecer del comisario imperial,
originales reticencias acerca del título Theotokos y endurece su postura ( .andidiano, y de 68 obispos de varias provincias. El patriarca alejandri.
«Así que María, por naturaleza, es únicamente Madre del hombre. Ma.. nI ni siquiera aguarda la llegada de los legados pontificios y del patriarca
dre de Dios lo es únicamente por manifestación»36. Juan de Antioquía con los obispos sirios, y las sesiones conciliares, por
Cirilo mantiene ante todo la existencia del único Cristo, Verbo d ItI\t ,se celebran en ausencia de Nestorio y de sus valedores. En descaro
Dios encarnado, según ha sido transmitido por la Escritura, en quien la e e Cirilo y de su apresurada inauguración del concilio puede aducirse
naturaleza humana y la divina se hallan intrínsecamente unidas, por lo 11) avanzado de la fecha, el borrascoso clima desatado por las disputas, y

cual son legítimos la comunicación de los atributos y el uso patrístico la nfermedad y muerte de algunos padres conciliares.
del término Theotokos aplicado a María37 . Frente a las reticencias de El concilio arranca con la lectura del símbolo de Nicea. Se lee,
Nestorio, Cirilo reacciona escribiendo cartas -tres de ellas dirigidas por tanto, y se aprueba solemnemente por parte de todos los padres
al propio Nestorio- y enviando a Roma al diácono Posidonio con una (1 nciliares la carta segunda de Cirilo a Nestorio (denominada Epístola

antología de la doctrina nestoriana, al tiempo que convoca en el 430 ¡/ogmática) , considerada un documento que se ajustaba a la fe nicena.
un sínodo en Alejandría, en el cual condena la doctrina del patriarca Es necesario poner de relieve que la carta posee «un valor principal.
de Constantinopla. Lo mismo había sucedido en el sínodo romano del 11\ nte cristológico [... ] y soteriológico»39. Está centrada en la-unión de
mismo año, convocado por el papa Celestino, el cual por carta del 10 de In dos naturalezas, humana y divina, en la única persona del Verbo, lo
agosto del 430 confía a Cirilo la misión de eje ut r la sentencia contra que permite la comunicación de los atributos:
Nestorio, quien en un plazo de diez días deb r tractarse de sus falsas
predicaciones so pena de ser depuesto de u d J • «... Confesamos con fe que el Verbo, habiendo unido a sí según la
Nestorio, por su parte, escribe primerament 1Papa, y al no recibir hipóstasis una carne animada por el alma 'racional, en modo inefable
respuesta de este (tal respuesta se demorará hasta 1 año 430), se dirige y comprensible, se hizo hombre y fue declarado hijo del hombre, no
al emperador para que convoque un concili uménico que dirima la por pura voluntad o beneplácito, ni por adopción de un propósito;
y decimos que son diversas las naturalezas, aunque están conjuntas
35 He aquí algunas afirmaciones de Nestorio: . Si onsicl( n"l\ll~ más diligentemente la cues· en una verdadera unidad, pero que por ambas es uno solo el Cristo,
tión, la Virgen santa no debe ser llamada Theotokos, ino .hrUIrl!III«¡ .. (Carta a Cirilo; TMPM.
1, 547)¡ . No me opongo al término Theotokos, con tal 411 110 S I proferido en el sentido fu· el Hijo»40.
nesto de Apolinar o de Arria con confusión de las du I\"Iuml ZIl . in embargo, no dudo de
que la voz Theotokos debe dejar el puesto al término .hrislflllll<(/\, 1 ual fue pronunciado por
los ángeles y se halla referido en los evangelios .. (Carta (1 (: k' lUlO /klpa; TMPM, 1, 548) ¡ "Por
eso, también ahora proclamo abiertamente y en voz Irll (... 1 \lU In Virgen santa es Theotokos
y Anthropotokos ~ (Sermo de inhumanatione¡ ib, 552) . • 39 JUAN PABLO n, Carta . A Concilio Constantinopolitano I~ all'episcopato della Chiesa catto·
36 NESTORIO, Liber Heraclidis; TMPM, 1, 545. li a per il 1600' anniversario del Concilio di Constantinopoli e per il 1500' anniversario del Concilio
37 CfCarta 1I a Nestorio; TMPM, 1,475. di Efeso (25-3-1981)¡ EY, 7/1171ss.
38 Cf E. S CHWARTl (ed.), Collectio veronensis, 1, 6, 21 .27. 40 CIRILO DE ALEJANDRÍA, Carta 1I a Nestorio¡ TMPM, 1,474.
6 - Maria, srntesis de valores Marra Theotokos- 137

Sin embargo, la relevancia mariológica del concilio es innegable, y n acerca de la persona de Cristo y de la dignidad de María, y el pueblo
sea porque la magna asamblea encuentra su origen próximo en la dis. I r sa festivamente -según atestigua Cirilo- su gozo por todo ello:
puta sobre la Theotokos, ya porque «el título y la doctrina sobre la Theo ..
tokos, aunque carezcan del ropaje formal de una definición, conservan «Nos acompañaron en medio de alborozos hasta nuestras residencias.
sustancialmente, a pesar de todo, el valor de una definición» 41. La Carta ra de noche. La alegría era general y toda la ciudad se iluminój
dogmática de Cirilo, aun siendo de índole cristológica, contiene tres pa las mujeres caminaban con incensarios delante de nosotros. Con~
sajes relativos a María. Los dos primeros tienen por tema al Verbo, qu tra aquellos que afrentaban su nombre, el Señor ha mostrado su
«fue engendrado según la carne por una mujerj pero esto no significa mnipotencia» 43.
que su naturaleza divina haya tenido comienzo en la santa Virgen», ni
debe pensar que por ella haya sido engendrado un hombre «y que luego Esta expresión de regocijo no puede hacemos obviar los tristes casos
descendiera sobre él el Verbo». El tercer pasaje es una consecuencia dé d las destituciones de obispos que se sucedieron: de Nestorio (por parte
esta fe cristo16gica transmitida por los Padres: d los aproximadamente 200 obispos que se reunieron en tomo a Cirilo,
ti día 22 de junio), de Cirilo y de Memnón de Éfeso (por parte de 50
«Esto afirma por doquier la fe ortodoxa, esto lo encontramos en los lIt i pos, encabezados por Juan de Antioquía, el día 26 de junio), de Juan

santos Padres. Por lo cual ellos no dudan en llamar a la santa Virgen d Antioquía y de 30 obispos (por parte de los legados pontificios en el
Madre de Dios, no ciertamente porque la naturaleza del Verbo o su l ncilio, el día 17 de julio), de Cirilo, Nestorio y Menn6n (por parte de

divinidad haya tenido el origen de su ser p r la santa Virgen, sino JII n, legado del emperador Teodosio 11, durante los primeros días de
porque nació de ella el santo cuerpo dotad ,\ osto). El concilio se clausuró tristemente por decreto del emperador,
que el Verbo está unido sustancialmente»42. quien invita a los desunidos obispos a que regresen a sus respectivas
s des. Éfeso tuvo un doble epílogo: la «fórmula de unión», del año 433,
Se pasa luego a considerar la carta de Ne t ri , la que se condena; lue sella el entendimiento entre Cirilo y Juan de Antioquía44 , y «el
se destituye, finalmente, al patriarca «de tod di lni d eclesial». El em~ h ros o definición» del concilio de Calcedonia (451), donde se inserta la
perador lo destina a un monasterio de Antioqu(aj lu o, a Petraj de ahí, mención de «María Virgen y Madre de Dios según la humanidad»45.
al Gran Oasis del desierto libio, y finalment a p. n. olis, donde morirá Acerca de la acusación de ceder al helenismo que pesa sobre Calce~
hacia el 450. ti nia (concilio posterior a Éfeso), hay que precisar con A. Grillmeier
La historia del concilio de Éfeso es la r mi 11 d I triunfo de la ortodo~ 43 CIRILO DE ALEJANDIÚA, Epistola 24; PO, 77, 137.
44 Según A. de Halleux, Nestorio «habría podido firmar esta confesión de fe sin reticencias»,
I r cuanto es necesario reconocer «su profunda ortodoxia, sin que por ello se cierren los ojos a
la debilidades de su explicación teológica de la unidad de Cristo> (La premiere sessión du conci1e
d'Éphese, 86). El examen de los escritos de Nestorio conduce a exculparlo de la acusación de he-
r jfa, porque admite no sólo el titulo de Theotokos ("lo hemos utilizado a menudo> -escribe en
na a un discípulo eunuco; TMPM, 1, 549)-, sino también la unión hipostática. Sin embargo,
u teología antioquena le impulsa a oponerse a la afirmación ortodoxa «Dios nació de María»
(In memoria della santa beata Maria contro Proclo; TMPM, 1, 554).
45 Cf Concilio de Calcedonia, TMPM, 1, 526. Este concilio defiende la labo,r de los padres
efesios y anatematiza a quienquiera que «recrimine al santo Concilio primero de Efeso por haber
depuesto a Nestorio sin juicio ni indagación. (Anatema 14, ACO, IV, 1).
138 - Maria, slntesls de valores Maria Theotokos- 139

que este concilio «aparece como algo muy distinto de una tentativa fecto, la doctrina de la Theotokos descalifica cualquier forma de
helenización de la fe» porque, a pesar de servirse de términos ruC'SOlrlCC. fa monofisita o nestoriana, pues ambas rompen el equilibrio
«demuestra que los utiliza en sentido diverso, procediendo así en 1, nense entre las dos naturalezas de Cristo anulando, bien la na-
traste, más bien, con la tendencia especulativa del tiempo»46. 11 tl'za humana (monofisismo), bien la naturaleza divina (nestorianis-
de haber recordado la aversión del pensamiento griego a la idea de 1'). n retorno a las cristologías condenadas por los concilios tendría
encarnación, la Comisión Teológica Internacional hace notar que: 1111 ¡ n consecuencias de alcance para la mariología. El monofisismo
11.\ que fuera necesaria María para llenar el vacío dejado por la pérdi-

«La definición de Calcedonia trasciende radicalmente all-'\:. •.•"a.u d humanidad de Cristo, absorbida en la única naturaleza y persona
to griego. En efecto, tal definición hace que coexistan dos puntos I -Inu (desviación doctrinal no siempre evitada en el transcurso de los
vista que la filosofía griega había considerado siempre como .rr,~r,,"''' IlIs) y, por otra parte, María sería fácilmente mitificada o deificada,
ciliables: la trascendencia divina, que es el alma misma del 11 Llanto su maternidad tendría como término directo una naturaleza

de los platónicos, y la inmanencia divina, que es el espíritu de 1111\. na reducida o anulada. El nestorianismo - juzgado hoy día «en un

filosofía estoica»47. tllI! 'xto más amplio y, por consiguiente, de manera más ecuánime»50-

du trina igualmente vidriosa, porque al negar o atenuar la unidad de


Después de Éfeso, el título de Theotokos «no será ya puesto p 'r ona de Cristo se expone a reducirlo a mero hombre o a homologar
te en duda»48, sino que se convertirá en el paradigma o patrón de la IIHlternidad de María con una maternidad humana ordinaria.
todoxia acerca del Verbo encarnado, como sintetiza Juan Damasceno jetivamente, Éfeso no pudo profundizar exhaustivamente en la
IIIt ica de la Theotokos y en sus diversas dimensiones. Ilustró la pre-
«J usta y verdaderamente llamamos Madre de Dios a Santa María. I ,~'utiva mariana «en una dimensión objetiva y ontológica, aunque

efecto, este nombre constituye todo el misterio de la economía» 49. finalidad soteriológica constituye su fondo», y se ciñó al momento
t n ial de la generación y del parto, sin ocuparse del «total desarrollo

la maternidad, que se determina con la constante relación existencial


46 M. BoRDONI, Cristologia, en Nuovo dizionario di teologia, Roma 1977, 241. H. Küng
111 r madre e hijo a lo largo de todo el arco de la vida humana»51. Co-
que ya «con el concilio de Nicea la helenización del mensaje cristiano alcanzó una
cumbre incluso oficial., por su servidumbre de «conceptos, representaciones y nderá al Vaticano II encuadrar la maternidad divina en el marco
pensamiento [... ] totalmente extraños al judío Jesús de Nazaret>; sin embargo, este autor
que el concilio «permaneció indudablemente fiel al mensaje del Nuevo Testamento y no I I rico-salvífico, presentándola como don, misión, dignidad (LG 53 y
lenizó por completo> (H. KÜNG, Cristianesimo, Milán 1997, 189). Hay que admitir que el ) I momento soteriológico que se prolongará en la unión de la Madre
de Theotokos es profundamente fiel a los datos evangélicos acerca de la verdadera ~t.. rT\it1,~""
de María con respecto a Jesús, Hijo de Dios. Se trata, por tanto, de una afortunada 111 el Hijo desde la concepción hasta el misterio pascual (LG 56-59),
ción del cristianismo o de una lograda inculturación, en virtud del paso del paradigma
centrado enteramente en la teología económica y en la per ona del Padre, para quien se
I\do tal maternidad una acogida de fe y no una instrumentalidad
por lo común (pero no siempre) el título de Dios (Cf al re pecto el esclarecedor 11 ¡va (LG 56), y siendo finalmente este el tipo de maternidad al que se
K. RAHNER, Theos nel Nuovo Testamento, en Saggi teologici, R ma 1965,467-585), al
helenístico, más interesado por la metafísica y por la teología inmanente. Los lenguajes no Ilnforma la Iglesia (LG 63-64).
intercambiables, pero son respetados dentro de su re pecciva ultura o de sus paradigmas.
47 CoMISIÓN TEÓLOGlCA INTERNACIONAL, Alcune questioni riguardami la cristologia, en
131 (1980) IV; 259-278. R. LACHENSCHMID, Cristologia e soteriologia, en M.w', Bilancio deUa teologia del XX secolo
48 G. SOLL, Storia dei dogmi mariani, o.c., 169. 11, R ma 1972, 102.
49 JUAN DAMASCENO, Exposición de la fe ortodoxa 3, J 2: TMPM, 2, 488-489. 11 S. MEO, o.c., 201.
Capítulo VI

foque experimental . . tipológico


(tría, siempre virgen

La virginidad en el mundo antiguo

1\ ntigüedad grecorromana y en la semítica no es desconocida la


IlIid d, pero es un valor considerado privativo de personas particu~

1'1\ 1 Roma antigua se encuentran las vestales, elegidas en su tierna


1\1 i por el pontífice máximo y consagradas a la castidad primera~

1I durante cinco años y luego por un período de treinta. La infide~


1 a u destino llevaba consigo el terrible castigo de ser enterradas
" omo les sucedió en el año 114 a.e. a Emilia, Licinia y Marcia.
,lI1te los primeros siglos, algunas corrientes filosófico~religiosas, como
~ IIl1gorismo y el estoicismo, contribuyen al auge de un ascetismo prac~
o en nombre del dominio de sí. Pero aun en estos casos se trata de
minoritarios que no llegan a la masa del pueblo. Además,
l lrata de una vocación, como en el caso de las vírgenes cristianas,

I d un destino impuesto.

1'1 1 ámbito de la mitología se recurre con profusión al mito del ma~


mio sagrado, es decir, de la unión entre un dios y una mujer, para
I ar la grandeza del origen de un héroe. Así lo vemos expresado,
'jemplo, en el mito de Leda, fecundada por Júpiter mediante una
142 - Maria, síntesis de valores Enfoque elt.,erimental-tipoI6glco - 143

lluvia de oro. A estos y otros relatos se referirán Justino y Orígenes, A 1 s docetas les recuerda la constitución dual de Cristo e insiste en
cuidándose muy bien de mostrar, respecto de ellos, la originalidad de la ti plena humanidad, que procede de María:
concepción virginal de Cristo y lo razonable de esta.
A pesar de la elevada estima en que los judíos tenían a la fecundidad, «Un solo médico hay, sin embargo, que es carnal al par que espiritual,
algunos movimientos ascéticos conducen al rechaz;o del matrimonio. La ngendrado y no engendrado, en la carne hecho Dios, hijo de María
Biblia nos informa sobre la decisión de Jeremías de permanecer célibe, y hijo de Dios, primero pasible y luego impasible, Jesucristo, nuestro
en vísperas del Nuevo Testamento encontramos al rabí Simeón ben Az~ eñor»4.
zai, que renuncia al matrimonio para dedicarse enteramente al estudio
de la Torá l • De manera semejante, los terapeutas, los esenios y la misma Otro pasaje, donde se presentan los distintos artículos de un símbolo
comunidad de Qumrán, que desapareció probablemente en el año 68 d fe, acentúa la realidad de la carne de Cristo repitiendo cinco veces el
d.C., reconocen el valor de la continencia y del celibato. Filón señala udverbio «verdaderamente» (alethOs) :
que, mientras que las sacerdotisas griegas eran obligadas a observar la
continencia, las vírgenes terapeutas de Alejandría elegían libremente «Jesucristo, que desciende del linaje de David y es hijo de María;
la castidad y tenían acceso a la instrucción religiosa 2• Con todo, la gran que nació verdaderamente y comió y bebió; fue verdaderamente
tradición judía se pronuncia en favor de la maternidad y el matrimonio, perseguido bajo Poncio Pilato, fue verdaderamente crucificado y
que cumplen las promesas de fecundidad aseguradas por Yavé a Abrahán murió [... ]. El cual, además, resucitó verdaderamente de entre los
y sus descendientes. muertos ... »5.

En otro texto antidocético, Ignacio, con un atrevido oxímoron (yux-


2. La virginidad de María en los siglos 11-111 taposición de palabras de sentido opuesto), llega a hablar de un «Dios
concebido» en el vientre de una mujer, audacia impresionante para el
Ignacio de Antioquía habla de María en un contexto cristológico, no espiritualismo platónic06 •
de manera genérica y abstracta, sino teniendo presentes dos clases de Contra los infundios de los judíos, Ignacio, en un texto de notable
falsos maestros: los docetas, que rebajan la realidad de la encarnación, densidad teológica, afirma claramente la virginidad de María, no en sí
y algunos representantes del judaísmo, que niegan la divinidad y la misma considerada, sino en función de Cristo y del misterio de Dios:
concepción virginal de Cristo. Ignacio combat a los unos y a los otros,
refiriéndose al plan salvífico divino y afirmand que «Cristo fue llevado «Puesto que nuestro Dios Jesucristo fue llevado en el seno por María
por María en su seno conforme a la economía [dispensación] de Dios según la economía de Dios, "del linaje de David" (Rom 1,3), por obra
(kat'oikonomía tou Theou) »3 .
4 lb, 7; TMPM, 1, 121. . María garantiza la realidad histórica y concreta de la carne de
C risto contra toda posible negación docética, y en este sentido para Ignacio Él es en primer
lugar de María y luego de Dios» (F. BERGAMELLl, Caratteristiche e originalica della confessione di
I La motivación de Ben A zzai se halla expresada asr: . MI 111m3 stá enamorada de la Torá. fede ¡nariana di Ignazio di Antiochia, en S. FELlCI (ed .), La ¡nariologia nella catechesi del Padri [eca
Otr~s pensarán en contribuir a que el mundo sobreviva» rn,lmud babilónico, Yebamot 63b) . prenicena] , 68.
FILÓN OE A LEJANORÍA, Quod omnis 75 ; De vita cOIILCm/l!al/va 32-3 . s IGNACIO, Carta a los tra/ianos 9; TMPM, 1, 123.
3 IGNACIO, Carta a los efesios 18,2; TMPM, 1, 122. 6 lo, Carta a los efesios 18,2; TMPM, 1, 122.
144 - Maria, srntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 145

empero del Espíritu Santo [... ]. y quedó oculta al príncipe de este J11 tino, por su parte, aporta un notable testimonio acerca de la
mundo la virginidad de María (e parthenía Marias) y el parto de ella VIrginidad de María, defendiéndola y explicándosela a los judíos ya los
(kai e toketós autes), del mismo modo que la muerte del Señor: tres I h'IS fas, remisos a aceptarla. El apologista cristiano concede un lugar
misterios sonoros que se cumplieron en el silencio de Dios» 7• privilegiado a la profecía de Is 7,14, para mostrar que tal profecía se
limpIe en la concepción virginal de Jesús, pero al mismo tiempo recha,
Para comprender debidamente este famoso texto no sirve de nada el I te interpretación mitológica de dicha concepCión:

referirse a un mito pagano (Schlier), ni al ambiente gnóstico (Orbe) o


judeocristiano (Daniélou), porque tales semejanzas son superficiales8• «Escuchad ahora cómo a su vez fue literalmente profetizado por Isaías
Es más esclarecedor relacionarlo con ICor 2,7,8, pasaje donde se habla que Cristo había de ser concebido por una virgen. Sus palabras son
del misterio de Cristo, ocultado al Príncipe de este mundo. Ignacio tas: "Mirad: la virgen encinta da a luz un hijo, a quien ella pondrá
desarrolla el pensamiento de Pablo, haciendo que se comprenda que 1nombre de Emanuel" (Is 7,14). Porque lo que los hombres pudie,
el diablo no entendió el misterio de la muerte de Jesús precisamente r n tener por increíble e imposible de suceder, eso mismo indicó Dios
porque se le habían escapado los misterios de su concepción y nacil . nticipadamente por medio del Espíritu profético, para que cuando
miento. 'ucediera no se le negara la fe, sino que, justamente por haber sido
La expresión «virginidad de María», acuñada probablemente por predicho, fuera creído. Y vamos ahora a poner en claro las palabras
Ignacio, no indica una prerrogativa que subsista en sí misma (el ser virl le la profecía, no sea que, por no entenderla, se nos objete lo mismo
ginal), sino que expresa la acción del concebir virginalmente a Cristo, que nosotros decimos contra los poetas cuando nos hablan de Zeus
porque esta comprensión la exige el contexto histórico, salvífica y criSI lue, por satisfacer su pasión libidinosa, se unió con diversas mujeres.
tológic09• En cuanto al parto de María, este no puede quedar resuelto en Así pues, lo de que "una virgen concebirá" significa que la concepl
la idea de la concepción virginal, porque Ignacio habla de tres misterios. ión sería sin comercio carnal, pues de darse este ya no sería virgen;
No se dice expresamente que ese parto sea virginal, pero su condición ino que fue la virtud de Dios la que vino sobre la virgen y la cubrió
de tal se sostiene implícitamente, por cuanto se trata de un acontecil de su sombra y, permaneciendo virgen, hizo que concibiera»LO.
miento misterioso.
Justino no desdeña señalar vínculos entre los mitos paganos y la
1 lb, 19,1; TMPM, 1, 122. ,1( epción virginal, al menos para no considerar esta una novedad
s Recientemente se ha afirmado que la concepción virginal se halla «construida según las
categorías lógicas y los conocimientos de la época, y también s igui~ndo las huellas de muchos
hsurda:
nacimientos virginales de dioses y de héroes, que se narraban comúnmente en muchos pueblos
vecinos de Israel» (M. C. )ACOBELU, Onesta verso Maria. Considerazioni sui testi mariani del primo
millennio, Brescia 1996, 101). Pero esta postura no atiende al hecho de que la concepción vir- «Cuando nosotros decimos también que el Verbo, que es el primogé,
ginal se halla atestiguada por los evangelios y no fue una construcción de los Padres, ni atiende nito de Dios, nació sin comercio camal, [... ] nada nuevo presenta,
tampoco a las diferencias esenciales enue tal concepción y los mitos paganos de nacimientos
maravillosos, en los que se hallaba siempre presente el sexo. mos, si se atiende a los que vosotros llamáis hijos de Zeus»11 •
9 E BERGAMELLI, Caratteristiche e originalita, 73-75. El mismo autor confirma su interpreta-
ción afirmando que Ignacio ~ recurre aquí al uso de la sinécdoque, es decir, a aquella conocida
figura retórica en la cual el todo (= "la virginidad de María") sirve para indicar la parte (= "la
concepción virginal")>> (E BERGAMELLI, La verginita di Maria nelle lettere di Ignazio di Antiochia, 10 ) USTINO, 1 Apología, 31-33; TMPM, 1, 128.
A~ Thanrnlr.-.c o r7Ml1 i?l\ 11 lb, 21,1; TMPM,l, 126.
146 - MarCa, srntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 147

Sin embargo, Justino rechaza que la concepción virginal Ir ne recoge el tema ignaciano del parto de María como un texto
de los mitos paganos, y sobre todo rechaza la forma teogámica que IlIIlpl jo, donde se habla también de la regeneración de los hombres y
mitos implican. Además, el Espíritu Santo, «viniendo sobre la 11 la catarsis o purificación de la madre de Jesús:
y cubriéndola con su sombra, hizo que ella concibiera, no lU';Ul,ClllILII
un comercio sexual, sino mediante el poder»12. Las categorías « 1Verbo se habría hecho carne, y el Hijo de Dios, hijo del hombre
para expresar la concepción virginal son para Justino el «signo» y (puro que, de modo puro, habría abierto aquel puro seno que regene-
«misterio»13, ya no el mito. ra a los hombres en Dios: seno que él mismo hizo puro) ... »15.
Ireneo, al igual que Ignacio, muestra un gran equilibrio a la hora d
sopesar en María la condición de madre y la de virgen, sin que el fiel d Más allá de la doble interpretación, favorable o contraria al parto
la balanza se venza hacia ninguno de los platillos. Ireneo tiene frente a vlr inaP6, queda ratificado que Ireneo sitúa el parto de María en una
sí a los gnósticos, especialmente a los marcionitas y los valentinianos, llna de pureza y misterio, que la subsiguiente reflexión patrística se
que niegan la encamación pero se inclinan a aceptar la virginidad de I ncargará de precisar:
María, pues ello corroboraría el carácter inmaterial del cuerpo de Jesús.
Ireneo, al tiempo que afirma la realidad de la encamación del Logos, no «A propósito de su nacimiento, el mismo profeta dice en otro lugar:
cede un ápice en lo relativo a la concepción virginal. En efecto, está ''Antes de que aquella que se encontraba en el trabajo del parto diera
convencido de que, si Jesús hubiera nacido de simiente humana como a luz, y antes de que llegaran los dolores, ella parió y dio a luz a un
los demás hombres, no podría considerársele sino como hombre, en cuyo varón" (ls 66,7), proclamando así el carácter inesperado y paradójico
caso quedaría inhabilitado para ser instrumento de salvación. Ahora del nacimiento a partir de la Virgen»17.
bien, como se deduce de Is 7,14:
Los testimonios de otros autores del siglo III se orientan en este mis-
«El Señor mismo nos dio el signo de nuestra salvación, el Emanuel mo sentido de la maternidad virginal de María. Constituye una excep-
nacido de la Virgen, porque era el Señor mismo quien salvaba a ción Tertuliano (t 220/230), vigoroso defensor de la realidad humana
quienes no podían salvarse por sí mismos [oo.]. Los ebionitas afirman de Jesús contra los gnósticos, quien afirma que, aunque María fue virgen
que Jesús fue engendrado por José, destruyendo, en cuanto de ellos al concebir a Jesús, no lo fue al darle a luz:
depende, una economía tan grande de Dios y haciendo que sean
vanos los testimonios de los profetas, testimonios que fueron obrados «Reconozcamos, pues, como signo de contradicción la concepción y
por Dios»14. el parto de la Virgen María [... ]. En efecto, ella parió, porque parió
desde su carne, y no parió porque no parió mediante el semen del
12 Justino, «sobre la base de la teoría del "plagio", afirma la anterioridad y la superioridad de
Moisés y de los profetas sobre los escritores y filósofos pagano " ha ta tal punto que «el mito 15lb, IV, 33,11; TMPM, 1, 173. . .
de Dánae es una "imitación de la serpiente engañosa" (Diálogo con Trif6n 69,1), es decir, del 16Algunos autores (H. Koch, J. Galot, G. Soll) se basan en la expresión latm~ ap~ 1lU1-
diablo en las comparaciones con la profeda de Is 7,14 según la Septuaginta. (M. MARlTANO, vam para afirmar un parto natural. Otros (D. Unger, W. Delius, J. A. de Aldama) , mSlsnendo en
La Vergine Madre negli seritti di Giustino Martire. Miti pagani e mistero cristiano, en S. FELlCI (ed.), purus, pure, puram, mantienen que el parto fue virginal e interpretan lo de a~ IlUlva~ ~omo
La Tnariologia nella catechesi dei Padri [eta: prenicena], 94-95. indicación bíblica del nacimiento del primogénito. Cf J. A. DE ALoAMA, Marta en la patTIStlCa de
\3 JUSTINO, Diálogo con Trifón 43,3; 84,1; TMPM, 1, 130 y 135-136. los siglos 1 y n, Madrid 1970, 216-224.
14 IRENEO, Contra las herejías m, 20,3; 21,1; TMPM, 1, 165. 17 IRENEO, Demostración de la predicación apostólica 54; TMPM, 1, 179.
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varón, y es virgen en cuanto respecta al varón, no es virgen en rela- I Il (ccto, hay animales hembras que no se unen con los machos (así
ción con el parto» 18. IIflrman de los buitres los que escribieron acerca de los animales) [... ]
l)u tiene, pues, de inverosímil el que Dios, queriendo enviar al gé,
Es digna de tenerse en cuenta la postura de Orígenes lit r ) humano un maestro divino, lo haya hecho no del modo ordinario

quien afinna la virginidad perpetua de María y, con idéntico énfasis, s 1.. , lino que esa persona viniera a la luz de una manera distinta?».
parto natura11 9:
r enes rechaza, en cambio, la comparación del nacimiento de Jesús
«Los que afirman tal cosa quieren salvaguardar el honor de María 11 los mitos griegos de Danae o de Menalipo, «icomo recurso de un

una virginidad hasta el fin, para que aquel cuerpo, que fue C;U::; ~l\JIU. yas ,no de un historiadorl »21. Así pues, a quien crea que el nacimien,
para que prestara servicio al Verbo [... ] no haya conocido unión con 1 ,1 J sús se debiera «no ya a la Virgen María y al Espíritu Santo, sino

varón después que el Espíritu Santo descendiera sobre ella y la cu' JII y a María, a esa persona le faltaría también lo indispensable para
briera la Virtud de lo alto. Y yo creo razonable que la primicia de l r la fe »22.
pureza casta de los varones sea Jesús, y de las mujeres lo sea María:
en efecto, no sería piadoso atribuir a otra sino a ella la primicia de la
virginidad» 20. M onografías marianas sobre la virginidad
de María Ca finales del siglo IV)
Orígenes desarrolla una vigorosa apología de la concepción virginal
de Jesús, principalmente para oponerse al filósofo pagano Celso, por.. ués de los testimonios concluyentes, basados en la Escritura, de los
tavoz de los infundios que corrían entre los judí acerca de un origen 11 Ires de los siglos II,I1I acerca de la concepción virginal de Cristo por
adulterino de Jesús. En Contra Celso, Orígenes r conoce que «quienes 1I ji del Espíritu Santo, se va imponiendo progresivamente la costumbre

no admitían el maravilloso nacimiento de Jesús, inventaran algún bulo», mencionar a María añadiéndole la aposición «la Virgen», como había
pero subraya que esas personas no tuvier n la cautela de eliminar que ( ho Justino, o «la santa Virgen», siguiendo a Hipólito23 • Epifanio se
«la Virgen no hubiera concebido por obra d J ». Orígenes saca de la
zoología de su tiempo un argumento en fav r d 1nacimiento virginal de
Jesús: «lCuándo se atrevió jamás alguien a pronunciar el nombre de santa
María sin añadir inmediatamente, si le preguntaban, el título de Vir,
18 TERnJUANO, La carne di Cristo 23,2; TMPM, J, 74. U E. AL COVOLO, Riferimenti ma-
riologici in Tertulliano. Lo «SUltus quaestionis», en S. FIIII 1 (tod.), La mariologia nella catechesi dei
Padri reta prenicena], 121-132. 11 ID, Contra Celso 1,32-37; TMPM, 1,200-204.
19 «En cuanto a la Madre del Señor, la matri z (u IIhl rea 11 1momento mismo del naci- ¡¡ ID, ComenUlrio de Juan 22,16; TMPM, 1,210-2 11
miento, porque, antes del nacimiento de risto, nO Ollllllffi .1lt • ningún varón había tocado IJ María es llamada ya «santa Virgen,. en la CarUI de los apóstoles (siglo Il), de origen judeo-
su santo cuerpo digno de toda veneración. (ORIOl NI ,Hlltlllll" obre Lucas XlV, 8; TMPM, 11 Llano, que constituye uno de los primeros testimonios de la atribución a María de «ePitheUl
1,220). wntia» (G. seu, Storia dei dogmi mariani, 58). Encontramos la misma expresión en Hipólito
20 ORlCENES, ComenUlrio de Mateo 10,17; TMPM, 1, 210. En uanto a quienes han sos tero· It h. 235) y en autores del siglo IV como Eusebio de Cesarea, Crisóstomo, Epifanio, Severiano,
do que ella contrajo el matrimonio después d I nu, no 11 Iwn pru bas para demostrar su tesis; N,· lOrio, Cirilo, Agust(n .. . Hallamos el epíteto «toda santa" en ORlCENES, Horn. in Luc. 6; PG,
en efecto, los hijos que eran atribuido a Jm , 1111 hllhlllll IIIIt Ido ue
María, y no existe ningún 11, 1816; en TITO DE BoSTRA (t h . 378), CommenUlrii in Lucam (CMP, n, n . 829), y en la Vida
texto de la Escritura que lo afirme. (lo., HOfrnUa JI"'"
I U4:IU VII, 4; TMPM, 1,214). Maria atribuida a san Máximo Confesor (TMPM, 2, 196).
150 - María, sfntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 151

gen? [... ]. De esta manera, santa María recibió el nombre de Virgen' I lr 1fulgor del rayo ~so se pensaba entonces-, y la comparación
I

nombre que no se cambiará jamás»24. propi da para designar la concepción de Jesús, que tuvo lugar en el
d 1 Virgen por obra del Espíritu. El autor tiene mucho interés en
La afirmación de la virginidad de María en sus diversas fases ""Ir 1 parto virginal, ilustrado de nuevo con el símil de la concha:
abriéndose camino en medio de impugnaciones y a la vez en un
te favorable a la elección de la vida virginal. Es de destacar que, en . 1 I ( tra no se corrompe ni cuando concibe ni cuando da a luz; en
espacio de veinte años (380AOO), aparecen las primeras f' t , da a luz sin dolor una piedra perfecta. También la Virgen
marianas con carácter doctrinal, centradas en la virginidad de María 2s , ibió sin corrupción y engendró sin dolor»28.

I t J . del ánimo del autor está menoscabar el papel de María, c sa


3.1. «La perla» hll ían los docetas al considerarla un mero «canal». En tal ca
, xplicaría la permanencia del Verbo en el seno materno, y M rf.
Este tratado sobre el parto virginal, atribuido por Assemani a san 111:1 llegaría a ser «inútil»: «sería una nodriza, no una madre».
(t 373), fue compuesto más verosímilmente por un autor sirio de fine 1\ r tra parte, el autor rehúsa la idea de que el Verbo infligiese le i n
del siglo IV26. El autor, en vez de responder con sus propias palabras 1111[\ al cuerpo de la Virgen; más bien lo que hacía era conservarla

los herejes, prefiere dejar que hable la margarita (margarítes), es decir, 'r e incorrupta». Por eso, el tratado De margarita apunta en d
perla producida por la concha. El lenguaje no es todavía preciso, '\ 1 nes. Por una parte, afirma que «la Virgen, a la manera de una
se comprende cuál es su intención fundamental: 11\ I , dio a luz naturalmente» y, por tanto, su matriz quedó «abierta».
I () ra, insiste en afirmar que «era conveniente que María perma-
«La concha, aunque no vale ni un óbolo, produce una piedra más \ j • virgen en el parto» y que, en consecuencia, ella «no perdió el
preciosa que muchos talentos de oro; así también María engendró a 11. 1 virginal ni sintió dolor. La solución se encuentra en la apertura y
la divinidad, con la que ninguna naturaleza puede compararse»27. .111 titución (por intervención divina) del seno de la Virgen, en ana-
1,1 on la concha, que se abre para expulsar a la perla y acto seguido
La imagen de la concha es muy expresiva acerca de la concepción I Iv a cerrarse. O vemos también que el autor insiste en el parto por

que se produce cuando ella encierra un cuerpo extraño, transformado en 1,,1 'l ión, sin ruptura, idea a la que alude el texto cuando atribuye a
24 EPIFANIO, Panarion 78,6; TMPM, 1,394-395.
It 1, la capacidad de «ampliar y reducir las dimensiones propias de la
2S Además de las monografías relativas a la virginidad de María, el Panarion de Epifanio
contiene la carta Adversus Collyridianos, del mismo autor, que razona sobre el culto que debe
ttibutarse a María. La obra que contiene el tratado más extenso sobre María durante los prime-
ros siglos parece ser el Adversus Nestorianos, de Leoncio de Jerusalén (siglo VI). Extenso espacio
se reserva también a María en la obra Adversus Nestorii blasphemias, de Cirilo de Alejandría (t
444), y en De Trinitate et incarnatione, de FlLOXENU DE MABBUG (t h. 523).
26 No parece necesario alejarse del ambiente sirio, porque la comparación de la perla
encuentra ya en Efrén (TMPM, 4, 102 y 105).
27 ANÓNIMO, De margarita sive adversus haereticos: CMp, n, 90. Cito de esta fuente (CMP,
n, 97-111), que es más completa que la TMPM, 4, 114-120, la cual ofrece también grandea '" Mp, n, 100.
extractos. "1 Mp, n, 103-104.
152 - Maria, síntesis de valores
Enfoque experimental-tipológico - 153

3.2. «Carta a los árabes», de Epifanio r 'um nto principal sigue siendo la consagración obrada en la Virgen
Illr 1«admirable misterio de la encarnación»33.
Epifanio de Salamina (t 403) compone entre los años 374 y 375 el
narion (Botiquín), con el cual se propone sanar con adecuados
a cuantos han sido mordidos por las serpientes venenosas o, lo que es . . «Contra Elvidio», de Jerónimo
mismo, por las 80 herejías que el autor enumera en la obra, de ahí
esta se denomine también Contra las herejías. JI¡ rtr chado con su extensa preparación exegética, Jerónimo aborda este
Epifanio, además de combatir a las coliridianas3o, la e h In en el año 383, durante su segunda estancia en Roma, a petición
también contra los antidicomarianitas o adversarios de María, q 1,· 1 cristianos, desorientados por un panfleto del laico arriano Elvidio.
«imbuidos de odio hacia la Virgen y queriendo oscurecer su gloria [oo.] t niéndose a las exactas palabras de la Escritura, Jerónimo interpreta
se atreven a declarar que la Santa Virgen María, después del 11 'us justos términos los pasajes en que Elvidio veía una impugnación
to de Cristo, haya tenido relaciones con el varón». A tales person Il' 1 virginidad de María.
Epifanio les dirige su Carta a los árabes (h. 370), donde se ocupa d Y, así, la frase «no la conoció hasta que dio a luz a su hijo» (Mt 1,25)
la virginidad perpetua de María3l . En esa epístola, Epifanio afirma 1\11 'ignifica que José «conociera» a María después del parto, porque
de acuerdo con la tradición, que María «permaneció perpetuament 111 1 cución hasta que «se emplea también a menudo para indicar un
incorrupta» y arremete contra la insensata demencia de quienes lo Ilt'mpo indefinido» (cfIs 46,4; Mt 28,20). Tampoco la expresión «dio a
niegan:
1" su primogénito» (Lc 2,7) implica que María haya tenido después
111 hijos, como se deduce de los preceptos mosaicos, que entienden
«¿Cómo se atreven a atacar a la Virgen incorrupta, que mereció llegar 1"lr primogénito el hijo primero en nacer, aunque carezca de hermanos
a ser la morada del Hijo de Dios y que fue elegida, entre millares d (Núm 18,15-17).
personas en Israel, para ser como un vaso y una morada considerada n cuanto a «los hermanos del Señor», Jerónimo recuerda que «en
digna del prodigio único que es el parto divino?»3z. 111 divinas Escrituras se emplea la palabra "hermano" con cuatro signifi-
i elos diferentes: hermano en cuanto a la naturaleza humana, hermano
Para defender la virginidad perpetua de María, Epifanio recurre a 1\ cuanto a la raza, hermano en el sentido de pariente y hermano en
interpretaciones peculiares: los «hermanos de Jesús» son hijos de un ntido cariñoso». Por exclusión, Jerónimo llega a entender «el término
matrimonio anterior de José; la expresión «primogénito» dado a luz por ti, hermano en el sentido de pariente». En efecto, el Evangelio entiende
María ha de entenderse no en el sentido de que la Virgen alumbrase más I r hermanos y hermanas de Jesús a un gran grupo, a una muchedum-
hijos, sino de que Cristo tenía otros hermanos adoptivos; en la leona que hr ; por lo cual Jerónimo tiene motivos sólidos para apostrofar así a
pare una sola vez encontramos un símbolo del parto de María. Pero el I.Ividio:

~ Cf la doctrina de Epifanio contra las c?liridianas en el fonnulario cultual-experimental.


Cf C. ~GGI~ La «Lettera agli Arabl», di Epifanio, pioniere de/In teologia mariana, en S. FEua
II Para el texto de la carta de Epifanio, CfCMp, l, 167-200. Epifanio definiría el error de los
(ed.), La manolog¡a nelln catechesi dei Padri [eea postnicena], 89-107.
32 ¡:;PI" AIJ ln P,.,n,.,nrm 7R f. . TMPM 1 ,OC; Ill1liuicomarianitas como blasfemia contra la Trinidad «económica" y «lapidación a las espaldas
Señor" (c. RlGGl, O.c., 99) .
154 - Maria, sfntesis de valores Enfoque e)(perimental-tipológico - 155

«Tú has contaminado el santuario del Espíritu Santo, del que s al uien no confiesa correctamente y según la verdad, siguiendo
pretendes que haya salido una cuádriga de hermanos o un TY\ru" ...........· n ñanzas de los santos Padres, que María es la santa, siempre
de hermanas». I ~ n e inmaculada Madre de Dios, por haber concebido, bajo la

11 ¡ n del Espíritu Santo, en los últimos tiempos y sin semen viril,

Finalmente, Jerónimo se distancia de la «hipótesis propuesta , 11 m do especialísimo pero real, al mismo Dios Verbo, el cual fue
muchos con una temeridad que no tenía nada de piadosa» acerca de ,, 1 ndrado por el Padre antes de todos los siglos; que lo engendró
diversas mujeres de José: ,1, m do incorruptible, conservando intacta su virginidad, incluso
h !'t l ués del parto, sea condenado»36.
«Afirmo que también José permaneció virgen gracias a María, a
de que un hijo virgen naciera de un matrimonio virginal»34. ( ( \In se aprecia en los discursos de Martín I en el concilio, el canon
, r ) va dirigido contra Teodoro de Farán, que interpretaba el parto
En el año 383 Jerónimo retoma el asunto, esta vez en contra de in, 1 a la manera docetista. El papa subraya la maternidad real de la
viniano, un ex monje que combatía el ideal de la virginidad y negab ''''IlWkos y a la vez el carácter prodigioso de su parto, que anula las leyes
el parto virginal de María. Jerónimo compara el seno de María con el turaleza y «no disuelve en lo más mínimo la integridad virginal».
«huerto cerrado» (Cant 4,12) y con el «sepulcro del Salvador», dond ncilio de Letrán no es formalmente ecuménico. Sin embargo
«no se había enterrado jamás a nadie, ni antes ni después de él»35. se desprende del estudio de M. Hurley37_, con la recepción uni~
I ,1 de los cánones definidos, por expresa petición epistolar del papa

bispos de Oriente y de Occidente, dicho concilio se convierte de


3.4. María, siempre virgen n ecuménico. Por tanto, se mantiene que la virginidad perpetua
en el concilio de Letrán (649) María es verdad de fe definida cuando menos en virtud de la autori~
,1I ntificia.
El movimiento, muy difundido, en favor de la virginidad perpetua
de María no dejó de recibir el reconocimiento oficial de la Iglesia. El
concilio de Calcedonia (451) hizo suya la fórmula «nacido de María la . María, modelo de las vírgenes
Virgen», que en el contexto del Tomo de León a Flaviano, aclamado por
los Padres, implica «la virginidad incluso después del parto». El concilio I n ura de María, tal como se halla descrita por los evangelios, es una
de Constantinopla 11 (535) declara explícitamente que el Verbo «se única, ante todo por haber experimentado en sí «los gozos de la
!Ir
encamó de la santa gloriosa Madre de Dios y siempre virgen María». 111 rnidad no desligados del honor de la virginidad»38. Pero, en cuanto
Convocado por Martín I contra los mono teletas, el concilio de Letrán I I ura única, parecería quedar sustraída de la imitación por parte de las
del año 649 declara en el canon tercero, inspirado en las enseñanzas del
papa Hormisdas y de Agustín: ,~ oncUio de Letrán (649), Canon 3; TMPM, 3, 641.
" M. H URLEY, Bom incorruptibly: che third Canon oi che Lateran Council (a.d. 649) , en The
t Vlhrop Joumal 2 (1961) 217-223). Cf también J. A. OE AwAMA, El canon tercero del concilio
34 JERÓNIMO, Sobre la virginidad perpetua de María. ontra Elvidio, 122; TMPM, 3, 252-275. .,,·"tnense de 649, en MAR, 24 (1962) 65-93.
35 lo, Contra Joviniano 1,31; TMPM, 3, 275. , EOULlO, Carmen pascual, 2, 63-69; TMPM, 3, 425.
156 - Maria, srntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 157

mujeres cristianas. y, sin embargo, los Padre uperan esta aporía ""u-nl'u", i que se imparte con ayuda del Cantar de los cantares
un proceso de espiritualización en virtud del cual los seres humanos autizados perciban su desposorio con Cristo y su vocación
bes sean semejantes a María39 , y proponiendo a las vírgenes cristiana 11,11 I pendientemente de cuál sea su estado de vida. Con mayor

ideal de una castidad acompañada por una maternidad espiritual40 • , h·, vírgenes anticipan los últimos tiempos mediante la respuesta
IlIldll, omo precisa Jerónimo en la carta que escribió a Eustoquio,
I I nula:
4.1. Originalidad de la elección cristiana
mi nza entonces a ser acá abajo cuanto serás allá arriba. Enton-
El fenómeno de las vírgenes cristianas y, paralelamente, el de los 'It ntirás la voz de tu Esposo: "Ponme como un sello en tu corazón,

que se retiran al desierto de la Tebaida a vivir el celibato, es interpretado 1 un ello en tu brazo". Fortalecida a la vez por tus actos y por tus

diversas maneras. No faltan historiadores, como R. Minnerath, que I ,\lui ntos, exclamarás: "Las grandes aguas no pueden extinguir

de explicar el fenómeno derivándolo del ámbito de las «escuelas más I ¡lIl1m, ni los torrentes inundarlo"»43.
rígidas y formalistas del pietismo judío y de la ascética griega». En re~IU.a.
no se puede negar que, ya durante los primeros siglos cristianos, au(u"'....
grupos de montanistas, marcionitas, maniqueos ... , todos convencidos María, iniciadora y modelo de virginidad
fensores de la visión dualista del mundo, que condena el cuerpo y el
monio, mira con serio recelo la sexualidad y exalta la continencia. 111 IS de hacer referencia a Cristo, la espiritualidad que se desarrolla
La gran Iglesia se distanció de estas doctrinas de corte ¡:'H''''''''.<_ \tilO las vírgenes se inspira en la figura de María, presentada como

pero quizá experimentó por contagio cierta influencia de ellas, 1m y modelo. En este ámbito sobresalen dos padres: Atanasio y
«permanecerá fuerte la tentación de celebrar la virginidad, 11. i ,autores de sendas monografías sobre la virginidad.

del matrimonio su renuncia"41 . Aun así, la originalidad de la io de Alejandría (t 373), en su atribulada existencia, dividida
cristiana es indudable, como puntualiza Juan Crisóstomo: l I destierro y los cuidados pastorales de su Iglesia, manifestó siem-

IIIUI abierta simpatía hacia la vida monástica y virginal. Defensor


«Para Pablo, la virgen no es la que no conoce el matrimonio, ido de la virginidad perpetua de María, de este dato dogmático
la que hace del Señor el objeto de su solicitud [... ]. Cristo
demuestra que la caridad es superior a la virginidad»42.
Iría perseveró siempre en su virginidad, como mujer que había
al Señor y que por este motivo era ejemplo para todos
39 Gregorio de Nisa, dirigiéndose a un auditorio masculino, afirma: «Como en el caso
María, madre de Dios, [... ] as! también en toda alma que supera la vida camal a través .1. Así que la vida de María, Madre de Dios, sea para todos como
virginidad, el poder de la muerte se disipa y se disuelve» (De virginitate XlV, 1; PG, 46, 324).
10 ~ Proponte como modelo a la bienaventurada María, cuya pureza fue tal que mereció
a imagen bien delineada, con arreglo a la cual cada mujer debe
la Madre del Señor [... ]. También tú puedes ser Madre del Señor,. OERÓNIMO, Carta 22, JII ar su propia virginidad [... ]. La Escritura, que es nuestra maestra,
TMPM, 3,278). CfE. GIANNAREW, Maria come «exempluTTl» per la teologia femrninile nei seco
en S. FEUCI (ed.) , La mariologia nella catechesi dei Padri [eta postnicena} , 233-246.
41 ANNE-MARIE PELLETIER, Il cristianesimo e le donne. Venti secoli di storia, Milán 2001,60.
42 J UAN CRlSÓSTOMO, Cartas a Olimpia VIII.
158 - Maria, srntesis de valores

y la vida de María Madre de Dios or, t¡u conoce bien a toda la creación, no vio nada semejante a
y norma de vida celestial» 44. 11 a. B r eso la eligió como madre. Así que, si una muchacha quiere
lile la 11 men virgen, debe asemejarse aMaría» 47.
María es ejemplo en particular para las vírgenes, que siguen
mismo tenor de vida, de tal manera que un día el Señor las otI:ecen Id, mos que esta descripción fue repetida y perfeccionada por
al Padre diciendo: «¡Todas estas fueron y son como María, l' ¡()48 Y Ambrosio, que de modo providencial vieron en ella un
mía!»45. lo p dagógicamente necesario para la asunción existencial del
En un esfuerzo de inculturación, Atanasio y, después de él, r ti la virginidad. Pero ello se hizo a expensas de incurrir en una
presentan una imagen de María hecha a la medida de las vírgenes, r t ción sesgada y de recurrir a cierta manipulación de la vida
curriendo en su retrato en anacronismos o en afirmaciones sin li a de María, aunque tal cosa se hizo con miras a conseguir un
bíblico, si bien hay que reconocer que ellos no inventaron esta Up'VllJ"'1III
mariana, presente ya en el obispo Alejandro: "1 rtación de Ambrosio de Milán (t 397) a las reflexiones sobre
I

Ir nSo se contiene principalmente en sus obras Las vírgenes (377)


«Yo escuché de labios de nuestro padre Alejandro: " ... Tenéis ¡'lucaci6n de la virgen (392). El autor presenta a María como «tipo
un tipo de vida de María que es ejemplo y aspecto externo de la /¡ I ,[ sia» en cuanto a la maternidad y a la virginidad, porque está
celestial"» 46. ) da pero es virgen», como la Iglesia, «la cual está desposada pero
. indo inmaculada; siendo virgen nos concibió y siendo virgen
Pero la más cumplida apología de María en cuanto modelo para
vírgenes es un documento anónimo publicado en 1929 entre las I ( . HMSE, Die koptischen Que/len zum Kanzilllon Nicaea, en Studien zur Geschichte und
111 d· Altertums 10 (1929) 50ss. Me he basado en la traducción italiana de L. GAMBERO,
coptas del concilio de Nicea. Este documento se derivaría a su vez ",1 pensiero dei paari de/la Chiesa, Cinisello Balsamo 1991, 104-105.
escritos apócrifos que no han llegado hasta nosotros, y describe en " lIr la descripción del perfil espiritual y paradigmático de María en Atanasio, CfTMPM,
Hl l81.
siguientes términos la conducta de María: te propósito, dos autores toman partido, el uno a favor y el otro en contra de esta
1'1 n de María, que, cuando menos, contrasta en parte con los datos bíblicos. El primer
" ti 'ode a valorar a los Padres, reteniendo la interpretación de los mismos, que no es falsa,
«Ella no perdió la virginidad cuando trajo al mundo al Salvador 111) algo exagerada: «A pesar de los manifiestos anacronismos, no se debe hablar en se-
I falsificación o de engaño [... ). Naturalmente, con este espejo de virginidad, cualquier
antes al contrario, este la preservó intacta como un precioso tesoro 1 de la imagen lucana de María resultaba un poco forzada, pero se habfa alcanzado la
María no vio jamás el rostro de un extraño y por este motivo se . 1"10'"'''''' ético-religiosa [... ),. (G. SOLL, Storia dei dogmi mariani, 143) . El segundo autor no se
justificar una inculturación que no siempre es fiel a la imagen evangélica de la Virgen:
confusa cuando escuchó la voz del ángel Gabriel [... ]. María se senta~ se va en busca de modelos personales para imitarlos, existe siempre el peligro de que
ba siempre con la cara vuelta hacia el oriente, porque estaba r\r~.nriln modelos sean manipulados de conformidad con ideales prefabricados. Este peligro se ha
id también en el caso de María, cuya imagen auténtica, trazada con lmeas sobrias pero
constantemente. Sus hermanos querían verla y hablarle; pero ella 1IIfI1,"lllIes por los evangelios, fue a veces retocada por grupos religiosos que buscaban en María
I nnn.rmación y una sublimación de sus propios objetivos ascéticos,. (L. GAMBERO, Maria ne/
quiso recibirlos [... ]. María dormía, pero sólo lo que era necesario. El dei paari della Chiesa, Cinisello Balsamo 1991, 105).
f C. CORSATO, La Expositio ellangelii secundum Lucam di sant'Ambrogio. E17Tleneutica,
,j¡,gia, fonti, Roma 1993; R. SPATARO, Uterum mysterii. La figura de Maria in Ambrosius, Ex-
«ATANASIO, Sobre la lIirginidad, TMPM, 1,279 y 282. , 'lIangelii secundum Lucam. Uber secundus, en Salesianum 55 (1993) 41-656; G. BoNNEY,
45 lb, 282. di sant'Ambrogio in relazione a/le figure femminili deU'Expositio ellangelii secundum Lucam»,
4ó lb, 282. ,ti ianum 57 (1995) 123-130.
160 - Maria, slntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 161

nos dio a luz sin un lamento»51. Ahora bien, Ambro io se complace mhr i, al contemplar el ejemplo de la Virgen, se siente impulsado
presentar a María como modelo de la condición virginal:

«Séanos, pues, propuesta la virginidad, como en una efigie, en la S 'a, pues, alabada María, que exaltó la bandera de la sagrada
de María, en quien, como en un espejo, resplandece la belleza de '11 ginidad y enalteció hasta Cristo el estandarte de una perfecta
castidad y su ejemplar virtud»52. 1 11. idad»55.

Inspirándose en anteriores escritos, Ambrosio traza un retrato <>cr,;";,,,,,, m r sio pasa luego a refutar a quienes «se atrevieron a negar que
de María que en parte se aleja de los evangelios, y en parte amolda 11" IM ría] se haya mantenido siempre virgen», resolviendo las dificul~
datos evangélicos a las exigencias de la vida de las vírgenes del siglo 1,. , I ducidas de la Escritura, a considerar a María virgen perpetua,
11111) había hecho ya Jerónimo. En cuanto al parto virginal, Ambrosio

«María era virgen no sólo de cuerpo, sino también de mente, y nti ne la teoría del uterus clausus basándose en Ez 44,1~3, y nos re~
falseó jamás, con dobles intenciones, la sinceridad de sus afectos. It . d nuevo a la carta colectiva dirigida al papa Siricio, en la cual se
milde de corazón, reflexiva, prudente, no locuaz, amante del "'''LUUI_ lIma en la defensa de la virginidad perpetua de María, en contra de
divino, no depositaba su esperanza en las inestables riquezas sino
la oración de los pobres [... ]. No se decidía a salir de casa, a no
para dirigirse al templo e incluso entonces lo hacía en compañía
sus padres o de sus parientes»54. «La virginidad de santa María
en contra de quienes la niegan»,
51 AMBROSIO, Exposición del evangelio de Lucas, 2,7; PL, 15, 1635-1636. CfM. S. DUCCI,
della tipologia mariana in sam'Ambrogio e suo rapporto con lo sviluppo storico e dottrinale, de IIdefonso de Toledo (t 667)
1971, f. XL-257 (tesis fotocopiada. Un extracto de ella se publicó en Bogotá 1971); S. rlJl,l,J\UIU'
FLÓREZ, Maria, modelo de la Iglesia en san Ambrosio, en EstMar 39 (1974) 55-77-
52 AMBROSIO, Las vírgenes 2,6; TMPM, 3, 163. ti\ bra constituye la más extensa monografía mariana del primer
53 De manera semejante se observa en Ambrosio un ci rt abor estoico en el modo en q
describe la actitud de María al pie de la Cruz: "Leo que Mar(a e taba presente, no que estulvielra, II1 nio cristiano. Su género literario es difícil de clasificar: no es un
llorando~ (AMBROSIO, De obitu Valentiniani consolatio, 39; EL, 73, 248). La corriente 11,\ do científico», no es una «homilía» ni un «sermón», sino más bien
cristiana, que reaparece de vez en cuando a lo larg d lo igl ,sobrenaturaliza la figura 57
María insertándola en la órbita histórico-salvífica, pero n 11 la asemeja al filósofo estoico, que 111,\ «reflexión personal» para destinatarios individuales . Se trata de
permanece inconmovible mientras el mundo se derrumb , .impavidum ferient ruinae» (HORA~ 1\11 reflexión sui generis: es, ciertamente, apologética, porque Ildefon~
Odas m, 3,8). Ambrosio presenta a María al pie de la ru: on arreglo a esta actitud, sin llantos¡
con entereza de ánimo: "Mientras los apóstole hu(an, Muria, c n una actitud que no U",.u~.. 1, dirige contra tres adversarios de la virginidad de María, a saber,
para nada de la Madre de Cristo, permanecía imp vidu I pi d la cruz y contemplaba con
piadosos las llagas del Hijo, porque ella aguardaba, no I¡I mu rt d su prenda querida, sino la viniano, Elvidio y un judío indeterminado, a quienes no escatima
vación del mundo» (AMBROSIO, Exposición del Eoon¡¡elú) ~l/UI\ Lucas, n. 132; TMPM, 3, 192).
el obispo de Milán no pretenda negar a Maria la 1 grlmil' d la -mujer fuerte», sino más bien 1 ID, La educaci6n de las vírgenes 34; TMPM, 3, 168.
lágrimas que expresaran un dolor demasiad hum no. Mi ntr, que Santiago de Sarug habla AMBROSIO, Carta 42 (a Siricio) 5; TMPM, 3,197-198. Ambrosio participa en el concilio
«cuántos gemidos y cuántas lágrimas de dolor d mIRlAn lI\ u nj »(Sermo de transitu Dei l Il'TI1LTU"ft ( I1pua (392), que condena a Bonoso, quien negaba la virginidad perpetua de María. Cf G:
Mariae, en Oriens Christianus 5 (1965) 92), v mI qut' 1m R()mano el Cantor el Hijo CruICillC:a<a • I ROO-F. RUOTOLO-S. TANZAREUA (eds.), XVI centenario del concilio de Capua 392-1992. Atn
recuerda con sus palabras a la Madre: cA ti no I orr roml' I llanto; tú, que has sido I, rmvegno internazionale di studi mariologici, Capua-Roma 1993.
la llena de gracia, no oscurezcas ese título con 111101 nlo- (Ilimno 5; SC, 128, 166). 1 J. M. KÓSTER, Ildefons von Toledo als Theologe der Marienverehrung, en De cultu mariano
54 AMBROSIO, Las vírgenes 2,6; TMPM, ~, \(¡\ 1M. 11. l/lis VI- XI , m, 198-1-99.
162 - Mana, slntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 163

improperios. Pero su reflexión es también una plegaria: dirige sen \" In m ternidad de María «más maravillosa que todos los milagros,
oraciones a Dios, a jesús y a María, con un ritmo obsesivo inasequible lr, cualquier otra obra, más augusta que cualquier otro prodigio»
desaliento. A Ildefonso le agrada la paradoja y, así, amalgama a"I-}~\..LV.; 1, 14) t Ildefonso ruega al ángel Gabriel que le haga partícipe de su
heterogéneos y antagónicos: 1111 ¡mi nto «acerca de la Madre de mi Señor» (11,14).

111 la súplica final a la Virgen, al Espíritu y a jesús (12,1~4), se


«Y he aquí: tú eres bienaventurada entre las mujeres, íntegra ta la espiritualidad mariano~trinitaria del autor, expresada en
las que han parido, señora entre las siervas, reina entre las de alabanza, invocación y servicio, pero asoma también su
nas» (1,3). ión relacional de la persona de María:

El autor está convencido de que María forma parte esencial del .. 1'1) efecto, queda referido al Señor lo que se refiere a su sierva; re~
de Dios, y oponerse a ella conduce a la gehena (4,4). Hace referenc' dllJ'tda en su hijo lo que se atribuye a la madre; [... ] constituye una
constante a la Biblia, a fin de asentar sobre cimiento sólido las ala:banz¡., .Ioria del rey el honor que se tributa a la reina» (12,7).
a María y, sobre todo, para fundamentar en la Escritura su serie de ar"
gumentos en favor de la virginidad perpetua de la Madre de jesús.
valedor mariano no transige un ápice con sus adversarios; de lo "''-'',n_,~ '
rio, injuriaría a Dios, autor del «prodigio inestimable, incomprensible,
inefable» de la maternidad virginal:

«No permitiré jamás que hieras su virginidad, al referirte al parto del


Hijo que nace de ella; y menos aún permitiré que prives a la Virgen
de su oficio de madre ni que niegues a la madre la plenitud de su
gloria virginal. Si sientes confusión en cuanto a una sola de estas
prerrogativas, eso quiere decir que tú mismo te hallas enteramente
confuso»58.

En su defensa, Ildefonso aduce las profecías bíblicas que se han


cumplido en jesucristo y conmemora los beneficios que han recibido
los hombres «por medio de esta Virgen» (4,2). Luego se dedica «a hacer
que el ánimo ávido penetre en la intimidad de este misterio» (10,2),
señalando que la gloria incorruptible de la virginidad es superior a la
dignidad de los ángeles, la cual es susceptible de disminución (10,4).

58 I LDEFONSO DE TOLEDO, Ubm sobre la virginidad perpetua de María contra tres negadores, I,
4; TMPM, 3, 650.
Capítulo VI
g

delo poético
stupor religioso ante el misterio de la \1rgen Madre

ara ensalzar la figura de María se recurrió al himno, con resul,


tados diferentes en tres áreas culturales: la siríaca, la latina y la
griega.

. Área si ríaca

1m, que era provincia del Imperio romano, se vio sometida, al me,
n parte, por los persas. La Iglesia siríaca, aun siendo vecina de
'riega, muestra una gran vitalidad, alimentada por una profunda
111 I ¡ración bíblica y por la tradición judeocristiana. En tal contexto
111 ' n poetas al servicio de la liturgia entre los que se distinguen Efrén

h Nisibi (306,373) y Santiago de Sarug (h. 451,521).


frén, cuya inmensa producción poética Sozomeno calcula en más
1, res millones de versos, siente una gran admiración ante al misterio
1, I Madre de Jesús, sobre todo por su condición de madre del Hijo de
1)1) y virgen al mismo tiempo:

«Reaviva, ¡oh cítara mía!, tus sonidos en alabanza de María Virgen;


leva tu voz y sumérgete en el acontecimiento prodigioso de esta
Virgen,
166 - María, slntesis de valores Modelo poético - 167

hija de David, que parió la vida para el mund 1 11 ·C cto, tú eres el Hijo de Dios y el Hijo del hombre,
Quien ama, la admira, pero quien investiga se avergüenza y calla, Illij de José, el Hijo de David y el Hijo de María»3.
porque no se indaga sobre la Madre que parió con sus senos v'
nales, Imitar a Efrén en elegancia de estilo e inspiración poética, Santiago
siendo sublime su explicación. Snrug expresa sus intuiciones sobre la Virgen en valiosas homilías
No atenten los investigadores contra su Hijo»!. V ~ r ' . Asombrado ante su «belleza inenarrable», fruto de la gracia
Dios la ha colmado, él canta a María, «castillo de santidad y de
Efrén considera improcedente abordar el misterio con
racionales y prefiere captar el misterio a través de los símbolos:
IJ mor me mueve y me hace hablar de María, que es bella,
«María es el jardín sobre el cual el Padre envió la lluvia de la y In ltura de las palabras sobre ella es mayor que yo, y, lcómo haré?
ción [... ]. ( 1, maré abiertamente que yo no fui ni soy adecuado para ella,
Ella es el templo puro en el que moró Dios, el Gigante de los siglos y n amor me dedicaré a narrar el misterio de María, que es excelsa.
María es la vid que brotó de la raíz bendita de David [...]. S61 el amor no decae cuando habla, porque
Ella es la vaquilla amable que sobresale entre el rebaño del ... .,. . . . rH..... t'. amable su excelencia y da riquezas a quien lo escucha.
Abrahán [...]»2. • n maravilla hablo de María, mientras yo soy temeroso,
porque la hija de los terrenos llegó a medida suma»4.
Efrén ofrece una honda interpretación llena de lirismo de los
timientos de María ante su hijo, que es también su Dios. Se trata Madre de la vida», «puerto de misterios y nave nueva llena de ri-
«arrullos» de amor, que en absoluto tienen un tono almibarado; It Z s», la Virgen es el honor de todas las mujeres, y su contraste con
bien en ellos alienta una gran densidad teológica: \ nducta de Eva da mayor realce a su comportamiento sabio ante el
1I r 1:
«Mi boca vacila: ¿cómo te llamaré, oh Hijo del Dios vivo?
Si me atrevira a llamarte hijo de José, me echaría a temblar, _Por ella se hizo que las mujeres no se enrojecieran,
porque tú no eres simiente suya. y e desvaneció de las naciones la ignominia de todas las mujeres»5.
Por otra parte, no me atrevo a rehusar su nombre,
porque él fue quien se desposó conmigo.
Tú eres el Hijo del Dios único.
¿Podré quizá llamarte hijo de muchos?
Mil nombres no bastarían
para hablar de ti claramente.
I EF~, Himnos sobre la Natividad; TMPM, 4, 99.
4 ANllAGO DE SARUG, Homilía sobre la bienaventurada Virgen Madre de Dios María; TMPM,
I EF~, Himno en memoria de la Madre de Dios, 1; TMPM, 4, 88. , 147.
2 lb, 89 y 91. 1 lb, 155.
168 - Maria, sfntesis de valores Modelo poético - 169

2. Área latina «¡Oh noble Virgen, que has llegado al final de tus dolores!, ¿no sien~
t s crecer en ti la incorrupta gloria del pudor, a causa de tu admirable
Es característica común de los poetas latinos cristianos, desde J p rto? ¡Oh cuántas cosas gozosas encierra tu seno virginal, del que
hasta Sedulio, la referencia poética a María, siempre sobre un procede una nueva era y un áureo esplendor! Aquel gemido llegó
cristológico, sobre todo en la celebración de la Natividad. mo el comienzo de un mundo primaveral. En efecto, entonces el
Comienza el español Juvenco, hacia el año 330, con Libros de mundo renació y desechó el impuro letargo ... »10.
evangelios una paráfrasis poética en la que dibuja a María sobria y
cada, pero a la vez coprotagonista junto a Jesús en los misterios en A Prudencio le debemos los primeros atisbos de una relación esponsal
está presente 6• Viene luego Hilario de Poitiers (t 367) con el Himno lItre María y el Espíritu Santo, descrita con una delicadeza máxima, no
Cristo, que celebra el seno preñado de santa prole, y el Himno de la nta de vigor expresivo, y con un estricto respeto de la virginidad:
tividad, que menciona el «parto de la Virgen»7. Después encontramos
obra del más egregio de los poetas cristianos latinos, Aurelio «El poder divino, con su soplo genuino, hizo que fueran fecundas
(348~d. 405)8, quien describe a María como la mujer del .......r' ..r..'''''.,,~ las castas entrañas de una jovencita que no había conocido aún el
que aplasta la cabeza de la serpiente: álamo nupcial. La desconocida novedad de semejante nacimiento
induce a pensar que el Cristo, nacido en estas condiciones, es Dios:
«Aquel antiguo odio, aquel mortal conflicto entre la serpiente una virgen no desposada se desposa con el Espíritu sin experimentar
el hombre, ha terminado ya, porque aquella víbora cae al 1 vicio del amor. Su virginidad queda bien sellada: dentro está em~
destrozada bajo el pie de la mujer. En efecto, la Virgen, que barazada, pero' exteriormente sigue estando intacta. María es a la vez
llevar en sí misma a Dios sobre la tierra, destruye todos los floreciente y pudorosa en su fecundidad. Ya es madre; sin embargo,
mientos, mientras la serpiente, después de haber retirado todos igue siendo virgen, madre que no ha conocido varón»ll.
anillos, vomita lentamente el veneno, confundiendo su color con
verde de la hierba ... »9. e Sedulio, otro poeta cristiano del siglo V, tenemos el célebre Saludo
., María, a la que exalta como protagonista de la salvación, mujer única
Con ornatos retóricos, el poeta saluda a la Virgen Madre, V in parangón. Este saludo constituirá el introito de la misa sabatina de
esta da a luz a «nuestra salvación», de modo admirable pero con
dolores de rigor, y está viendo en el nacimiento de Jesús el despuntar
una primavera para el mundo: ~ Salve,¡oh Madre santa! Tú, que has engendrado al Rey que go~
bierna el cielo y la tierra por los siglos, aquel cuya divinidad y cuyo
dominio lo abarcan todo en un espacio eterno y perduran sin fin.
6 Textos marianos de Juvenco en TMPM, 3, 90-94. Tú posees en tu seno bienaventurado los gozos de la maternidad,
: HIlARlO DE Po mERS, H~mno 1, 5-8 e Himno sobre Cristo, 11 -13; TMPM, 3, 137.
Cf 1. RODRlGUEZ, ~aTlOlogfa en Prudencio, en EstMar 5 (1946) 347-358; ENRIQUE no desligados del honor de la virginidad. Ni antes ni después de ti,
SAGRADO C ORAZÓN, Aure/¡o Prudencio y el culto mariano en la España primitiva en De
cultus mariani, V, 145-178. ' 10 lb, 11, 53-64; TMPM, 3,2 14.
9 PRUDENCIO, Cathemerinon, 3,136-155 ; TMPM, 3, 214. 11 PRUDENCIO, Apotheosis , 464-580; TMPM, 3, 216. El pasaje está citado poda Me, 26.
170 - Maria, sfntesis de valores Modelo poético - 171

ninguna otra mujer apareció semejante ti. Tú, mujer única y sin ",v, nid con el arcángel Gabriel, dirijámonos también nosotros a la Vir-
comparación, agradaste al Cristo»l2. ~ n y expresémosle el saludo como a Madre y nodriza de nuestra vida:
1\ es prerrogativa exclusiva del comandante el saludar a la Reina, sino

Expresiones semejantes, que destilan un admirado asombro ante el qu también los humildes pueden verla, hablar con ella, Madre de Dios,
prodigio de la concepción y del nacimiento virginal de Cristo, encon.. 1 quien todas las generaciones proclaman bienaventurada, Y decirle:
tramos en las composiciones poéticas de Paulino de Nola (t 431) y
Venancio Fortunado (t h. 600). Este último, basándose en el salmo 86, "¡Ave, pura! ¡Ave, Virgen elegida por Dios!
identifica a la Madre Sión con María: ¡Ave, oh piadosa! ¡Ave, amable y bella!
¡Ave, llena de gracia! ¡Ave, intacta!
«¡Madre Sión!, dirá un hombre; ¡Ave, incontaminada!, ¡Ave, Madre desconocedora de nupcias!
y aquel hombre nació en ella [... ]. ¡Ave, Virgen y esposa!"»14.
y añade: el Altísimo mismo
es quien la ha creado. A semejanza de Efrén, vemos que Romano presenta a María «entre-
Esta madre Sión nda a cantar a aquel a quien ella había traído al mundo», en un arrullo
fue la Virgen María» \3. ntido y de intenso aliento teológico:

«T Ú eres mi fruto, tu eres mi vida. Por ti supe que soy lo que soy; tú
3. Área griega eres mi Dios. Contemplando el sello inviolado de mi virginidad, yo
puedo proclamar que tú eres el Verbo inmutable que ha llegado a
La himnología griega manifiesta una gran vitalidad que se prolonga encarnarse [... ].
durante varios siglos, participando en ella célebres poetas, cuyas obras No traiciono la gracia que he experimentado, ¡oh Maestro! No
no cesan de abastecer a la liturgia bizantina. ignoraré la dignidad que se me ha concedido al darte a luz, por la
Romano el Cantor (t h. 560) alcanza cumbres líricas sublimes cuan.. cual llego a ser la Reina del mundo»15. '
do celebra con su canto el misterio del nacimiento virginaL, y cuando
describe el diálogo dramático entre la Madre y el Hijo crucificado. El himno más conocido de Romano canta a una María aplastada de
En el himno sobre la Anunciación, Romano introduce los denomina.. dolor, al pie de la Cruz; es la corderita que ve cómo arrastran a la muer-
dos chairetismos o invitaciones al gozo inspirados en el Ave de Gabriel, te al corderito brotado de sus entrañas. El diálogo entre madre e hijo,
así como también el estribillo del Akathistos: «¡Ave, Virgen y esposa!» . profundamente humano, es rico en referencias salvíficas:
El discurso poético fluye sin afectación e invita a pequeños y grandes a
saludar a la Virgen: «Yo pensaba que jamás te vería reducido a este estado, Hijo, ni ha-
bría creído jamás que los impíos llegaran a tanta ferocidad, que se

12 SEDULlO, Carmen Pascual, 2. 63-69; TMPM, 3, 425. 11 R OMANO EL C ANTOR, Himno 1 sobre la Anunciación, 1; TMPM, 1, 697.
13 V. F ORTUNATO,En loor de Santa Maria (23-26); PL, 88, 276. 15 ID, Himno II para la Navidad, 1-2; TMPM, 1,709.
Modelo poético - 173
) 72 - Maria, slntesis de valores

atrevieran a poner injustamente sobre ti su mano. Aun ahora u .< oradores brillantes como peces son mudos para ti, Madre de
pequeños siguen exclamándote: "iTú eres bendito!". Y el camin I i ; son completamente incapaces de decir el modo en que tú eres
sigue estando lleno de palmas [... j. ¿Cuál es entonces el motivo d Virgen y Madre. Pero nosotros, que admiramos el misterio, cantamos
tanto mal? iYo quiero saber, iay de mí!, por qué mi luz se extingue, 'on fe:
por qué se clava a una cruz a mi Hijo, mi Dios!
... ¿Por qué lloras, oh Madre? ¿Por qué pierdes la cordura como las ''Ave, sagrario de eterna Sabiduría.
otras mujeres? ¿Por qué no iba yo a sufrir? ¿Por qué no iba a encontrar Ave, tesoro de su Providencia.
la muerte? Pero entonces, ¿cómo iba a rescatar a Adán? [... ] Exclama, Ave, tú que revelas que los doctos son ignorantes.
más bien, esto: "Por su voluntad sufre mi Hijo y mi Dios"». Ave, tú que a los oradores impones silencio.
Ave, para ti son tontos los sutiles doctores.
Ante el temor de María de que Jesús emerja del sepulcro y sin más Ave, por ti quedan desacreditados los autores de mitos.
preámbulo ascienda al cielo, el Hijo asegura a la Madre que la primera Ave, tú que deshaces las argucias de todos los sofistas.
aparición del resucitado será para ella (un tema muy querido de la pie~ Ave, tú que llenas las redes de los pescadores.
dad oriental) : Ave, tú que nos levantas de una profunda ignorancia.
Ave, tú que eres faro de ciencia para todos.
«iÁnimo, Madre! Tú serás la primera en verme a la salida del sepul~ Ave, tú eres barca de quien quiere salvarse.
cro [... j. Y entonces, Madre, tu podrás contemplarme como antaño, Ave, tú eres puerto para quien flota en la vida.
Eva viva, y exclamarás con gozo: "iHa salvado a mis abuelos, mi Hijo iAve, Virgen y esposa!"»l?
y mi Dios!"»l6.
ejando a un lado a otros célebres poetas, como Juan Damasceno
Pero la joya más preciosa de toda la producción himnográfica bizanti~ (1 749) y Teófanes Grapto (t 845), mencionaremos al siciliano Giuseppe
na es el himno Akathistos, acróstico alfabético de 24 estrofas, compuesto Illnografo (t 886), cuya obra poética se hizo un hueco en los libros litúrgi-
l () griegos. Con extraordinaria sensibilidad, el poeta canta los gozos y los
por un autor anónimo entre los siglos V-VI y celebrado comunitariamente
desde el siglo VIII, en tiempo del patriarca Germán de Constantinopla. d llores de María, «esposa de Dios», desde la generación del Hijo divino
Las 12 primeras estrofas tienen carácter narrativo y celebran los misterios ha ta su congoja en la pasión ante los sufrimientos del fruto de su vientre:
de la infancia; las otras doce cantan temas dogmáticos, como el misterio
de la encamación y la dignidad de la Theotokos. Las 24 estrofas termi~ «La boca de un orador no podrá narrar, ioh esposa de Dios!, el ine-
nan con el aleluya y luego con una serie de chairetismos, en los que el narrable prodigio de tu parto: en efecto, tú engendraste al Inaprensi-
himnógrafo ensarta un rosario de epítetos y símbolos dedicados a María, ble, y llevaste en tus brazos a aquel que con sus brazos domina todas
inspirándose frecuentemente en la Biblia o en lo cotidiano, como puede las cosas» 18.
comprobarse por la siguiente estrofa, centrada en el parto virginal:
17 Akamistos XVII; TMPM, 1,959. Sobre este himno, CfE. M. TONIOLO, «Akathistos». Saggi
,11 critica e di teologia, Roma 2000.
16 ID, Maria al pie de la cruz, 2,4,12; TMPM, 1,723 y 725. 18 JOSÉ EL HIMNÓGRAFO, Canon penitencial del lunes, Oda V; TMPM, 2, 702.
174 - Mana, srntesis de valores

«La Purísima, al contemplar tu crucifixión, exclamaba: "Hijo, ¿


Capítulo VII
qué es visible este inusitado espectáculo? Tú, que curaste las d "
lencias de los enfermos, lcómo te sometiste a la inusitada pasiónl
¿Qué te han hecho los enemigos, ¡oh Bienhechor!, a cambio de
beneficios?"» 19. delo cultual, iconográfico
tría en el culto cristiano y en la iconografía
Giuseppe entona himnos en honor de María con ocasión de
festividades, incluso de las festividades menudas vinculadas a
tradición local, como la Deposición de las vestiduras o del cinto,
Presentación de María en el Templo y la Dormición de la Virgen:

«Tu sepulcro, ¡oh toda inmaculada!, da testimonio de su entierro y


luego de tu asunción corporal a los cielos.
... El sepulcro santo permaneció vacío sin tu cuerpo, pero llen Culto e iconografía de las diosas madres
de tu gracia: hizo que brotaran para nosotros ríos de curaciones y en el Med iterráneo
mantiene los torrentes, ¡oh Madre de Dios santísima!
Tu cuerpo fue sacado del sepulcro, pero tu bendición permanec ulto a las diosas madres alcanzó una gran difusión en la cuenca del
I diterráneo en el curso de los tres primeros siglos de la era cristiana,
en medio de nosotros, ¡oh Virgen casta que das luz a los ciegos y
111\\ atestiguan numerosos ejemplares de monedas acuñadas que se
dispensas en abundancia tu compasión! »2o.
11, nban colgadas al cuello como amuletos, monedas en que Isis está
lit ada en un trono y da de mamar a su niño 1• El emperador cristiano
IIIl tan tino llegó a erigir en Constantinopla dos templos, uno en honor
In diosa Fortuna y otro dedicado a la Madre de los dioses, protectora
, Ir ciudad 2 .
1...1 culto de la diosa sobrevivió hasta el año 560, cuando de su templo
.1 I isla de Filé se hizo salir a la última sacerdotisa y se reformó inte-
IIU mente para dar cabida a dos iglesias J •

n la zona de Autun, en la Borgoña francesa, se impugnan dos pro-


si nes en honor de Berecintia, madre de todos los dioses. La primera

1 f G. GlAMBERARDlNI, Il culto mariano in Egitto 1, Jerusalén 1975, 111-122; 252-265.


I fA. CAMERON,The Theotokos in Sixth-Century Constantinople: A City Finds ies S)'TTIbol, en
lIlal of Theological Studies 29 (1978) 79-108; V. LIMBERIS, Divine Heiress . The Vi~n Mary
kl lhe creation of Christian Constantinople, Nueva York-Londres 1994.
19
20
ID, Canon stavrosimos del miércoles ' Oda VI·, TMPM" 2 704
.
1 • R DONADONI, File, en E. A. ARsLAN (ed.), Iside. Il mito, il mistero, la magia (catálogo de
ID, Canon prefestivo de la Dormición, Odas V y VII; TMPM, 2, 717. I l1luestra realizada en Milán en el año 1997), Milán 1997,42-43.
176 - Maria, srntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 177

vez en tomo al 167, cuando Sinforiano se ni ga a p rticipar en ella y la base de estas analogías nominales, iconográficas y cultuales,
adorar al ídolo, y por esta causa es martirizado; la segunda, a l rr medios intelectuales y en el área protestante se halla muy
del obispo Simplicio (t 418), quien al encontrar la carroza con la ""LQL .... mliJ la especie de que María es la heredera de las grandes diosas
de la diosa y ver al pueblo que imploraba la fertilidad de los '-U""JA.'_ l. antigüedad, es decir, que vino a llenar el vacío dejado por Isis o
hace la señal de la cruz y consigue que el ídolo se precipite al sue Il II'O. Para Christa Mulack, María es sin ningún género de duda un
de donde los fieles no logran levantarlo. El corolario de la escena es 111\ ) de Isis, hasta el punto de que llegó a convertirse en la «diosa

conversión de los presentes y su bautism04• 1\ del cristianismo, y cita en auxilio de su tesis a J. Campbell, K.
Sorprende a los especialistas el hecho de que se asignen a Isis, I 11 r, J. Leipoldt y W Weber, que son del mismo parecer".
va, Deméter... títulos como reina, dolorosa, virgen y madre de Dios, Ir especialistas niegan que el culto a María haya podido proceder
minaciones que más adelante irá asumiendo como propias María5 • l·, nder del de Isis o de la Gran Madre mediterránea. Y lo hacen
A las diosas madres se les edifican templos suntuosos en di 1I I e en los Padres y en su virulenta denuncia de la impiedad de
localidades que se convierten en metas de peregrinación. A esas 1\11 terios paganos, y esgrimiendo el principio de que «la semejanza
los devotos les dirigen oraciones y súplicas y les manifiestan su l p r fuerza dependencia»12. El resultado del estudio realizado por
en los pinakia (tablas conmemorativas) y en los exvotos anatómico Borgeaud nos dice que «no se trata de la idea de una herencia
El esquema tripartito de invocación, aretología (lista de las virtudes) y (, sino, por el contrario, de una contraposición y de un debate
súplica6 de la célebre oración dirigida a Isis por Apuleyo reaparece Il dos figuras enteramente diferentes»l3.

la «santa oración» que Dante Alighieri pone en boca de san Bernardo. I i\ historia ofrece una solución a este conflicto, distinguiendo diacró-
«Virgen, Madre, hija de tu Hijo ... »7. IIn nte dos fases diferentes.
En cuanto a la iconografía, numerosos hallazgos arqueológicos n I n un primer momento, durante los cinco primeros siglos cristianos,
ofrecen monumentales estatuas de diosas u otras de dimensiones má I ¡I Gregorio Magno, la actitud de los cristianos hacia lo pagano era
modestas que documentan la universalidad alcanzada por su culto. Las • pulsa, por cuanto consideraban impuros o diabólicos los templos y
diosas responden a diversas tipologías. Conoció gran difusión la de Isis I del paganismo, de modo que es inverosímil la sustitución inmediata

dando de mamar a Horus, y la Perséfone de piel oscura, que luego re .. un culto por el otro. La medida de esta repulsa la da el hecho de que
crearán, respectivamente, las representaciones de María lactans 8 y de I hgipto la sustitución del culto pagano por el culto cristiano acarreó
las Madonas negras 9• d • trucción de todos los templos de la antigua religión. Tal fue el pro-
4 Cf H. LEClERCQ, Symphorien, saine, en Dictionnaire d'archéologie chrétienne et de liturgie 15
I r del emperador Teodosio, quien abolió el paganismo y convirtió los
(1953) 1812-1817; GREGORlO DE TOURS, Uber de gloria confessorum 77; PL, 71, 884.
5 Cf G. RAGOZZlNO, Titoli mariani suggeriti da cuui precristiani?, en Asprenas 26 (1979) 275-295.
6 ApUlEYO, Metamorphosis 11, 2. f F. HEILER, Storia de/le religioni n, Florencia 1976, 121-122. Cf también M. P. CARROl,
7 Cf E. AUERBACH, La preghiera di Danee alla Vergine (Par. XXXllI) ed antecedenti elogi, en Studi ( .alt of the Virgin Mary. Psychological Origins, Princeton 1986, 100-112; AA.W., Le Grandi
su Dante, Milán 1974, 263-292. 1, Milán 1989; S. BENKO, The Virgin Goddess. Studies in the Pagan and Christian Roots of
8 Cf M. FAVA, Maria lactans: origini e sviluppi di un'iconografia tra antichiul e Medioevo, en , Nueva York-Colonia 1993.
W DALL'AGLIo-E. VIDAU (eds.), La Madre di Dio per una cultura di pace. Atti del 10> colloquio MULACK, Maria vergine e ribelle: la dea nascosta del cristianesima, Como 1996, 112 (ori-
internazionale di mariología, Santuario di Santa Maria della Steccata, Parma 19-21 aprile 2001, "lemán, Maria. Die geheime Gottin im Christentum, Stuttgart 1985).
Roma 2001,111-155. I f J. DANIÉLOu, Le culte marial et le paganisme, en MARIA, l, 159-181; G. S6lL, Storia dei
9 CfK. SCHREINER, Vergine, Madre, Regina. 1 valti di Maria nell'universo cristiano, Roma 1995, mariani, 120-122: E CUMONT, Le religioni orientali nel paganesimo romano, Bari 1917, 19.
133-152. 11 P. BoRGEAUD, La Mere des dieux. De Cybele a la Vierge Marie, París 1996, 9-10.
178 - MarCa, slntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 179

templos de los dioses en «iglesias y hospitales para los peregrinos», trategia pastoral de Gregorio es respetuosa para con la entraña
pués de haberlos destruido. El patriarca Teófilo de Alejandría "lid del sentir humano -al que, incluso en lo religioso, le gusta
ras de tierra el santuario de Canope para construir sobre el terreno el l 'Ir la novedad en la continuidad-, y no rehúye acomodar, con la
nasterio de la Penitencia. Rufino, que vivió en Egipto durante la ~Anrlln,'" 1 la prudencia, el mensaje evangélico a los distintos entornos cultu-

mitad del siglo IV, da el sigiente testimonio: «Los edificios públicos y d nde se proclama.
templos de la antigua superstición son ahora viviendas de los m<)llles •• " hlO es aplicable sin duda al culto de María, fenómeno cristiano
También en Roma, Gelasio 1 condena en el 495 la fiesta de los .... 1-,....... 1,) a la proclamación del Evangelio, pero que responde también a
les, que se había transformado en ocasión para la obscenidad, y <:;Jl.l.l<:;lIiYl 111 linación del hombre hacia la polaridad religiosa femenina, como
esta condena a todos los usos paganos, a los que tacha de costumbres lIi taba en la zona del Mediterráneo el culto a la diosa madre. No
diablo l5 • Esta aversión hacia lo pagano y sus recintos sacros avala '111 e, si cabe hablar de «transposición» de títulos e iconografía de
tra postura de que, al menos durante algunos siglos, no es verosímil '1 María, esta será puramente formal, pero el contenido de uno y otro
transición inmediata del templo pagano al santuario mariano l6 • 11,) y los valores respectivos a ellos vinculados son sustancialmente
La actitud cambia con Gregorio Magno, que en julio del año 1 'n.tes. En efecto, Clemente de Alejandría (t h. 215) condena a
ofrece a Agustín, misionero en Inglaterra, algunos consejos de ,1 usa de su inmoralidad y de las orgías que organizaban sus segui-
sagacidad pastoral que abogan por una prudente inculturación de la '1 18, Orígenes (t h. 215) niega que ni aun por comparación pueda
cristiana: 111101 garse la generación virginal de Jesús «con los mitos griegos»19.
"n. 1testimonio de Sócrates Escolástico (t d. 450), el gran maestro
«Hágase agua bendita, rocíese con ella en los templos, 1111 rino, «en el libro primero de los Comentarios sobre la Carta de
altares, deposítense las reliquias, porque si los templos están ,/" a los romanos, al exponer por qué se afirma que [María] es Madre
construidos, es necesario que pasen de estar dedicados al culto I i (Theotokos) , abordó la cuestión muy extensamente»20.
los demonios a la adoración del Dios verdadero. De esta manera, M, tarde, el alejandrino Isidoro de Pelusio (t h, 435) ilustra la
gente, al ver que no se destruyen sus propios templos, abandonará 1 ncia moral entre la madre de los dioses, que concibió «en medio
su corazón el error y llegará a conocer y a adorar al verdadero 1, libido y de los amores más nefandos», y la Madre de Dios, que
con mayor familiaridad en los lugares habituales»17. ndró «de manera absolutamente única» y sin mancha. Isidoro no
11 ue insistir en que María, siendo mujer, no puede ser una diosa .
21
14 RUFlNO, Historia monachorum 5; PL 21, 408. Cf G. GIAMBERARDINI, Il culto mariano in
l, Jerusalén 1975, 256-257. 1 ( nciencia de que María es una criatura, condición implícita en la

15 Cf G. POMAIllis, Gélase Ier: lettre contre les Lupercales et dix-huit messes du <nr rnmIPtlt.1it
ición que ella se da a sí misma de «sierva del Señor» (Lc 1,38), se
léonien, SC 65, París 1959.
16 . Desde un punto de vista histórico no se ha demostrado todavía la directa en el título de «hermana», atribuido a María por Atanasio22 •
de los santuarios dedicados a María de los lugares y edificios consagrados antenc)mente
divinidades paganas. No consta, además, que en los primeros siglos del cristianismo los
sagrados paganos fueran transformados en iglesias cristianas dedicadas a la Virgen sin solución l. LEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protreptico, 4, 50, 3; 2, 13; PG, 8, 141.173.
continuUlad» (G. BESUTTI, Santuarios, en NDM, 1818) . lO RIGENES, Contra Celso, 1,37 Y6, 73; TMPM, 1,204 Y206.
17 GREGORlO MAGNO, Epistolae, en Monumenta Germaniae Historica n, 331. La carta del 18
RATES, Historia eclesiástica, 7,32; TMPM, 1,519.
julio del año 601, dirigida al abad francés Melito para que se refiera a Agustín, sigue otreclerLCJi I I IDORO DE PELUSIO, Epistola 1,54 y Epistola 3,176; TMPM, 1,463 y 465.
una motivación humana: «A la gente ruda no se le puede quitar de repente de su mente I . En efecto, María es nuestra hermana, porque todos somos descendientes de Adán»
pasado, y se la lleva a lo alto no con saltos sino subiendo un peldaño después de otro» (ib). "''''''f\~IV DE ALEJANDRÍA, Carta a Epicteto, 7; TMPM, 1,277).
180 - MarCa, sfntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 181

Es lícito concluir que existe «una independencia histórica y ,1. Testimonios epigráficos e iconográficos
ral de la devoción cristiana a María» 23 , siempre que no se interprete
manera rígida. En el proceso de inculturación de la fe, es usual que I Cl testimonios más antiguos que se conocen de la veneración a la Ma,
se revista de ritos y módulos fundamentalmente iguales a los paganos Ir de Jesús son las inscripciones de Nazaret, descubiertas durante las
la forma, aunque los contenidos de los mismos sean transmutados 'avaciones realizadas durante los años 1955,1956 bajo la dirección
la novedad evangélica. 1, I rqueólogo franciscano B. Bagatti. Se trata de dos inscripciones
11 gas de notable importancia, por cuanto se remontan a los siglos
11m y forman parte de la domus ecclesia judeocristiana que se levantó
2. Origen y desarrollo del culto a María n 1lugar donde la tradición ubicaba la anunciación. La primera, KE
MAPIA (chaire María), recoge el saludo del ángel añadiendo el nombre
En el contexto que acaba de indicarse, no faltan testimonios It· María, lo que en aquel lugar de culto cobra el significado de una
tivos de la veneración a la Madre de Dios durante el período cación. La segunda inscripción se encuentra incompleta, pero es
en diversas zonas del mundo cristiano 24 • Tales testimonios muestran 1111 rpretada como el testimonio de una devota peregrina que asegura
continuidad de la alabanza a María predicha por el Magníficat (Lc 1, hilb r realizado un gesto de hómenaje a María o a su icono:
y presupuesta por Nilo de Ancira (t 432) cuando afirma:
« [POSTRA] DABAJO EL LUGAR SANTO DE M [ARiA] ESCRIBÍ ALLÍ ENSEGUIDA
«María es proclamada bienaventurada en todas las naciones y en [LOS NOMBRES] ADORNÉ EL SIMULACRO DE ELLA (o también: ORDENÉ BIEN
das las lenguas [... ]; en el mundo entero se la llama biena LO QUE A ELLA CONVIENE) »26.
y es alabada con cánticos»25 .
Es interesante la referencia al simulacro, es decir, a una imagen pinta,
Distingamos tres áreas: iconográfica, popular, litúrgica, cada una con la esculpida de la Virgen, cuyo uso va difundiéndose por el Mediterrá,
características propias, pero todas ellas expresivas del paulatino <>''-,_'-'''" n . No en vano Epifanio menciona la reacción negativa de los fieles o
de la Madre de Jesús al culto cristiano, culto combatido I los obispos ante la doctrina iconoclasta, lo que apunta a que el culto
por los Padres cuando incurre en excesos. ,1 s iconos gozaba de gran predicamento entre los cristianos 27 .

26 CfG. BAGATn, Gli scavi di Nazaret l, Jerusalén 1967,146-152; E. TESTA, Cultus marianus
111 textibusnazarethanis primorum saeculorum, en De primordiis cultus mariani, V. 21-34.
21 Hacia los años 394-395, Epifanio arrancó de su lugar de exhibición una representación
IIllrada encontrada en una iglesia de Anablata (territorio sirio-palestinense), provocando las
I,rotestas de los fieles. Él «ruega luego encarecidamente a la propia comunidad eclesial que no
2J ]. DANI~LOU, a.c., 180. 1"loque imágenes de mártires o de santos en las iglesias o en los cementerios, sino que grabe
24 Cf los testimonios cultuales preniceno rec gid y c mentados por 1. CALABUIG, Uturgia, l. imagen de Dios en sus propios corazones. De notable interés histórico es la constatación
en NDM, 1132-1154. ,t. que él se ve obligado a enviar una carta al emperador Teodosio l: se lamenta de lo inútiles
25 NILO DE ANCIRA, Cartas 2, 180; TMPM, 1,448. También Antípatro de Bostra (t d. 457), '1" • son sus propios esfuerzos por frenar el culto tributado a las imágenes sacradas y señala
comentando el Magrúficat, se pregunta: .En efe ro, ¿qué generación, a partir de aquella, no '1" la gente su burla de él, estando apoyada incluso por los obispos locales ... » (L. GAMBERO,
proclama que la bienaventurada María [... ] e portadora ti Di s según el Espíritu?~ (ANT!PATRO ""nmagine teologica di Maria, en E. M. TONIOLO [ed.]. La Vergine Madre dal secolo VI al secando
DE BoSRA, Homilía sobre la Madre de Dios 20; TMPM, J, 260). trllllennio, 380).
182 - Maria, srntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 183

La confirmación nos la proporcionan las esculturas y pinturas Primeras plegarias populares a María
rianas que han llegado hasta nosotros. Son reseñables los frescos de
catacumbas de Priscila, en Roma, porque insertan a María en la ¡1m o papiro 470 de la John Rylands Library, de Manchester, en-
de la salvación, considerándola su cumplimiento: la Virgen ClUI'ClULClLI,~a"1IIII IIl1tr do en Egipto, adquirido en 1917 y publicado en 1938, ofrece un
do y un profeta (siglos U-UI), la anunciación (siglo UI) y la 11m nio importante. Contiene el texto griego de la breve plegaria Sub
de los Magos (siglo UI), orientada dinámicamente hacia el grupo de 111ft praesidium, utilizada en las liturgias bizantina, copta, ambrosiana y
Madre con el Niño, donde la cabeza descubierta de María puede IIlIana; sin embargo, se desconocía su antigüedad. Basándose en con-
a su integridad virginal. Esta última escena se repite en 1, nl iones paleográficas, el papirólogo Lobel ubica el papiro 470 en
de algunos sarcófagos que se remontan a la primera mitad del siglo 11 I P ca no posterior al siglo III -fecha confirmada por un importante
tal es el caso de los dos que se conservan en el Museo Pio "lul de G. Giamberardini-, criterio al que se adhieren la mayoría de
(Ciudad del Vaticano) y el que se halla en Boville Ernica, donde l' p cialistas30. El mismo Giamberardini propone la siguiente recons-
se representa meditando acerca del misterio del Hijo. m i n del texto del papiro:
A partir del siglo IV, la figura de la orante, utilizada
para los difuntos y reservada luego a los mártires, se incorpora al .. B jo tu misericordia,
iconográfico vinculado a María, testigo de la epifanía histórica del JI refugiamos, o Madre de Dios (Theotokos).
de Dios e intercesora ante él. Y, así, encontramos una María N deseches nuestras súplicas en medio de la necesidad,
secundada por Pedro y Pablo, en el cristal de una patena in líbranos del peligro:
en un antiguo cementerio de Roma, y otra con su Hijo delante de I Ú, que eres la única casta, la única bendita»31.
sobre el fondo de un arcosolio del Cementerio Mayor de Roma.
En cuanto a las iglesias dedicadas a María, había cuatro en I s a plegaria presenta los tres elementos estructurales de la oración:
con anterioridad al concilio de Éfeso, y el patriarca Teófilo (385-41 la invocaci6n a la Theotokos; b) La aretología, que se concentra en
asegura que existía un icono milagroso de la Virgen que era objeto III1Ibanza de la castidad y la bendición exclusivas de María, pero
gran devoción 28 • De la misma época es la Ascensión/glorificación, obra ni i n de la maternidad divina e, implícitamente, de la intercesión
All-Moallakah (Alejandría), en la que ap r ce señalada como ricordiosa, y c) La súplica o petición, que se refiere a la liberación
«una figura femenina en sus tres cuarta part s, con la cabeza .... u'v".. ,' .. UI\ peligro indudablemente grave 32 • La breve fórmula, que tiene
con el manto, los ojos alzados hacia la vi i n t fánica, y los brazos ujeto a un «nosotros» comunitario, se presenta como un tropario
tados y extendidos en la postura de qui n da te timonio e intercede»
I • GIAMBERARDINI, Il "Sub tuum praesidium» e il titolo di "Theotokos», nella tradizione egi-
En cuanto a las Madonas negra, r fi re que san Eusebio Mar 31 (1969) 324-362; A. M. TRIA<XA, «Sub tuum praesidium»: nella ,,/ex orandi» una
, '11

consigo de Palestina, en el 363, tr" tatua marianas de madera presenza della ,,/ex credendi». La «teotocologia» precede la "mariologia»?, en S. FELlCI (ed.),
'"tlri logia nella catechesi dei Padri [etd prenicenaJ, Roma 1989, 183 .. 205 (con bibliografía) .
cura, una de las cuales fue colocada n 1 ntuario fundado por él Itllducción litúrgica oficial es: «Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No
la oración de tus hijos necesitados. Líbranos de todo peligro, oh siempre Virgen gloriosa
Oropa. ta o. (Adición del traductor)).
11 }. CANTARELLA Il "Sub tuum praesidium», 330.
28 Cf G. GlAMBERARDINl, Il culto mariano in EglllO, 97·1 7. " f otra estructura tripartita en R. lACOANGEU, «Sub tuum praesUlium». La piu antica preghie-
29 M. G. MUZI, La prima iconografUJ markllul, ('11 ' -. M. NI LO (ed.), a.c. ""niana; filologia e ¡ede, en S. FELlcl (ed.) , a.c., 207 .. 240.
184 - Maria, slntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 185

o una antífona, tal como sucederá en todas la liturgias. El context i indagamos en las razones del paulatino establecimiento del cul~
histórico en el que nació esta plegaria parece ser el Egipto del siglo III. ID mariano en la Iglesia, averiguamos que su elemento constitutivo
donde las comunidades cristianas sufrieron el rigor de las persecucio I rimordial es la percepción de la «realidad numinosa» de María35 .
de los emperadores romanos, de Septimio Severo a Constancio Cloro )Ir cisamente, percibir a María como persona viva y glorificada es una
Aproximadamente un siglo más tarde, la María intercesora ante Cris (' periencia que aparece en el Protoevangelio de Santiago, que presenta a
se halla representada en la Ascensión/glorificación de In Virgen como protagonista dotada de santidad y bendecida por «todas
obra cuyo origen si sitúa en la zona de Alejandría, como ya hemclI la generaciones de la tierra»36. En los apócrifos de la Dormición, cuyo
referido. IlÚ leo se remontaría a los siglos U-III y que poseen un sustrato teológico
Gregorio Nacianceno (t 390) confirma la costumbre de invocar llldeocristiano, María aparece imbuida de sacralidad, la cual alcanza su
María refiriendo cómo la joven Justina, injuriada por Cipriano y 1I teosis con su tránsito al paraíso, donde Miguel y los ángeles «de~
martirizada en tiempo de Diocleciano, hacia fines del siglo III, HU,V""' ... p ) itaron el cuerpo de María al pie del árbol de la vida»37. Más tarde,
«suplicante a la Virgen María para que la ayudase, porque también 1\ pirándose en los apócrifos asuncionistas, Teotecno de livia (siglos
era virgen y se encontraba en peligro»33. El mismo Nacianceno, uu<cu,.. VI-VU) celebra a María por su labor intercesora:
te el período en que fue obispo de Constantinopla (379~381) -coima
atestigua el historiador Sozomeno (t d. 450)-, podía celebrar el «Cuando se hallaba en la tierra, María velaba por todos; era como
únicamente en una casa particular, porque todas las iglesias esta una providencia universal para todos sus súbditos. Asunta al cielo,
cerradas, por iniciativa de los arrianos. Tal casa se transformó pronto constituye para el género humano una fortaleza inexpugnable, inter-
un santuario, merced a las curaciones que María efectuaba en ella cediendo por nosotos ante su Hijo y Dios»38.
ser invocada por los enfermos y necesitados, y se convertirá en la .
de Santa Anastasia: El sentido de la presencia activa de María glorificada entre los
les se refuerza por los relatos de sus apariciones. Un siglo antes de
«Poco a poco esta iglesia se fue distinguiendo de las demás de la L\ apariciones que se recuerdan en la iglesia de Santa Anastasia, en
dad, e incluso todavía se distingue no sólo por su elegancia y por ( nstantinopla, la Madre de Jesús se aparece al joven obispo Gregorio
grandeza, sino también por los continuos y manifiestos beneficios Inumaturgo (t h. 270), que mientras pasaba la noche en vela abismado
se derivan de las apariciones visibles. En efecto, el poder divino, n los problemas de la fe, y más en concreto en el misterio trinitario,
manifestarse aquí no sólo cuando la gente está despierta sino "(U,HU" " '&¡ ti ne la visión del apóstol Juan y luego «de otra figura frente a él, que al
durante el sueño, viene con frecuencia en socorro de los que
atribulados o por enfermedades o por imprevistas desgracias. Se 35 ~No existe culto sin que exista el reconocimiento, a rravés de una identificación precisa,
que [el poder divino que hace su aparición] es la santa Virgen M 1, I Orro, entendido como una persona diferente de nosotros, en una esfera sobrenatural y do-
I"da de poder" (A. MAGLI, Contributo a uno studio psicologico, religioso e antropologico sul/'origine
Madre de Dios. En efecto, se afirma que ella suele aparecerse»34. drl culto mariano, en De primordiis cultus mariani IV, 411).
36 Protoevangelio de Santiago 7 y 12; TMPM, 1, 869 y 871. Expresiones en este sentido y
111 elaboradas todavía se encuentran en el escrito gnóstico del siglo n, Pistis sophia; TMPM,
1,146- 147.
33 GREGORlO NACIANCENO, Discursos 24, 11; TMPM, 1,310-311. 37 Tránsito romano (Codex varicanus graecus 1982) 48; TMPM, 1, 903.
34 SOZOMENO, Historia eclesiástica 7,5; TMPM, 1,522. J8 TEOTECNO DE LlVIA, Homilía sobre la asunción de la santa Madre de Dios 36; TMPM, 2, 87.
186 - Maria, slntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 187

principio se aparecía poco, y tenía el aspecto de una mujer mucho m IIllIpU stos por Efrén42, habrá que esperar al siglo N para hallar una men-
hermosa de lo que es la condición humana normal». Era la Madre d 1 1m d María en los misterios del nacimiento y de la infancia de Cristo.
Señor, que exhortaba a Juan «para que explicase al joven el misterio d L' Navidad, fiesta que se celebra en Roma desde al menos el 366,
la verdadera fe» 39. ti unde a fines del siglo IV en Occidente y en los patriarcados orien-
Illl . imultáneamente se perfila el Adviento, o período preparatorio,
" 1que la memoria de la Virgen Madre tiende a transformarse en una
2.3. La entrada de María en la liturgia t tividad de Santa María43. Dan testimonio de ello las homilías sobre el
IIldmiento del Señor de algunos Padres de los siglos IV-V como Basilio,
Desde el punto de vista litúrgico, la primera referencia a María se realu. " g rio de Nisa, Anfiloquio de Iconio, Teodoto de Ancira y Proclo de
en el marco de la memoria del misterio pascual, como atestigua es 111\ tantinopla 44, homilías donde se proclama y difunde el misterio del
homilía pascual de Melitón de Sardes (hacia el año 170), que procla~ I In ntoso parto de la Virgen.
a modo de confesión cristológica: A las homilías se añaden los himnos de Efrén el Sirio (t 373) sobre
I n cimiento de Jesús, en los que, al contemplarse el misterio de Dios
«Él es quien se encamó en una Virgen, 1\1 no hombre, aparece la persona de María como parte constitutiva
quien fue suspendido del leño, ndisociable de la economía salvífica45 . Ambrosio de Milán (t 397),
quien fue sepultado en la tierra, d más de componer sendos himnos para la Navidad y la Epifanía que
quien resucitó de entre los muertos, 11 1 tan con acusado naturalismo la concepción y el parto de María,
quien fue elevado a las alturas de los cielos. pi ra o comunica a su Iglesia algunos prefacios transmitidos por el
Él es el cordero mudo, 11 ramentario bergomense, en los que se celebra gozosamente a la «Madre
él es el cordero degollado, virgen [... ] que fue la única entre las mujeres que mereció llevar en sus
él es quien nació de María, la cordera pura ... »40. ji , t s entrañas al Señor del mundo»46.

La primera referencia a María en el credo bautismal aparece en 41 EFRÉN, Himnos sobre la resurrección, 1, 1-10; TMPM, 4, 112-113.
Tradición apostólica, escrita por Hipólito hacia el año 225. A la 41 Cf M. JUGlE, La premiere rete mariale en Orient et en Occident. !Allent primiti[, en Echos
1'1 rient 26 (1927) 129-152; E. CATIANEO, La piu antica [esta della Madonna e la chiesa di Santa
pregunta le sigue la triple confesión de fe en las distintas personas Mmla al Circo, en Ambrosius 28 (1952) 123-129; D. M. MONTAONA, La liturgia mariana primi-
1, n Mar 24 (1962) 84-128; M. M. FEO/co, La domenica mariana prenatalizia. Note storiche,
la Trinidad y la triple inmersión. En el credo se hace mención de J
u, ologia attuale, Rovigo 1979; A. M. TRlACCA, Una solennitd anche per la lIerginitd di Maria? La
como «nacido por medio del Espíritu Santo de la Virgen María»41 . I )mninica VI Adllentus» nel nuovo messale ambrosiano, en A. BoDEM-A. M. KOTHOASSER (eds.) ,
"II'ologie und Leben. Festgabe für Georg SoUzum 70 Geburtstag, Roma 1983, 243-280; C. MAO-
En cuanto a la incorporación de María a la celebración 11< INI, Annunciazione, Storia, eucologia, teologia liturgica, Roma 1991 ; La Vergine Maria nel primitillO

durante el año litúrgico, además de la referencia de Melitón de lo lo del Natale, en E. M. TON/OLO (ed.), o.c., 87-125 .
+1 BASIUO, Homilía sobre la generación santa de Cristo; TMPM, 1, 296-300; GREGaRIO DE N/SA,
en el misterio pascual, al que se añaden los himnos sobre la L\_"UU<:O\..'l.lU.I'1 " el nacimiento del Señor; TMPM, 1, 317 -321; ANFlLOQU/O DE lcoN/o, Homilía sobre el natalicio
1gran Dios y Salllador Jesucristo; TMPM, 1, 332-335; TEOOOTO DE ANClRA, Homilía sobre el
"imiento del Señor; TMPM, 1, 498-514; PROCLO DE CoNSTANTINOPLA, Homilía sobre la Madre de
39 GREGORIO DE N/SA, Vida de san Gregario Taumaturgo; TMPM, 1,330. p"" , sobre la encarnación, sobre el nacimiento del Señor; TMPM, 1, 559-570 y 572-576.
40 MELITÓN DE SARDES, Homilía sobre la Pascua; TMPM, 1, 150-151. 41 EFRÉN, Carmina Soghita. Himnos sobre la Natillidad de nuestro Señor; TMPM, 4, 88-106.
41 H/PóUTO DE ROMA, La tradizione apostolica, Roma 1972, 111-11 2. 46 Sacramentario bergomense; TMPM, 3, 969.
18 - Markl, srntesis de valores Mod lo cultual-iconográfico - 189

El comentario homilético sobre pa aj de lo evangelios de la 11 rm ísima es la obra de Sergio 1 (687,701), palermitano de familia
cia, leídos en estas celebraciones, que arranca con menciones 1I1li quena, que promueve en la liturgia romana la devoción a la Cruz
de la Madre de Jesús, va concediendo poco a poco más y ,1 festividades marianas, que conmemoran los sucesos de la vida de
a esta. La alabanza y la invocación de la Virgen brotan de los Mm( . Este papa dispone que cuatro veces al año se celebre una pro'
lucanos «alégrate» (Lc 1,28), «bendita» (Lc 1,42) y II 'ii n desde la antigua curia de Roma hasta la basílica de la Madre de
(Lc 1,45.48), que en las celebraciones litúrgicas se transforman sin I I ,sobre el Esquilino. Estas cuatro procesiones habrán de celebrarse
ficultad en oración. Es lo que sucede en el caso de la homilía sobre I Ir 8 de septiembre o Natividad de María; el 25 de marzo, fiesta de la
Anunciación atribuida a Gregario de Nisa, en la se que invita a los nunciación; el2 de febrero, día de la Presentación o del encuentro con
a actualizar el saludo del ángel: I ñor en el Templo, y el 15 de agosto, memoria de la Asunción50.
rofundizando en la Escritura, los Padres prenicenos, desde Ignacio
«¡Vamos, pues, oh queridísimos, aportemos también nosotros !Insta Orígenes, contemplan a María a la luz de la salvación, subrayan
tro tributo, según nuestras posibilidades, uniéndonos a la voz 11 maternidad virginal y encomian su fe caracterizándola como la nueva
ángel y exclamando: ''Alégrate, oh llena de gracia, el Señor l· n. Con ello se logra que vaya madurando entre los fieles una actitud
contigo!"»47. dI agrado respeto y de alabanza hacia la Madre de Jesús, a despecho de

111 fún pasaje evangélico desmerecedor de su figura:


Los chairetismos o repeticiones del «alégrate» angélico hallarán
entre los autores de homilías y los poetas 48 . Adopta esta técnica «Ningún hombre había tocado su santo cuerpo [de la Madre del
célebre himno litúrgico Akáthistos (literalmente, «no sentado»), eñor], digno de toda veneración [... ]. Por tanto, si María fue decla,
dísima expresión del culto a María en la Iglesia griega antigua. Aquí rada bendecida por el Espíritu Santo, ¿de qué modo habría podido el
se trata ya de la figura retórica de invocación sin pretender dirigirse eñor renegar de ella?»51.
una persona viva, sino de una invocación real a María glorificada, tal
como invitaba a hacer Severiano de Gabala. El reconocimiento de la santidad de María es otro fruto de la re,
Además de las diversas oraciones de contenido mariano en los 11 xión de los Padres, comenzando por Orígenes (t 254), que al parecer
mentarios gelasiano, veronés y adriánico, adquiere relieve la fórmula '11 el primero en llamarla «totalmente santa» (panagía) , título que será
canon romano: «Communicantes et memoriam venerantes imprimis I tido por otros, entre ellos san Agustín, quien la llama «santa», «san,
sae semper virginis Mariae, genitricis Dei et omini nos tri Iesu Christi»,
compendia los datos marianos adquirid in rta la mt!mIJn:a'r're~¡enlCla
10 Cf E. CATTANEO, II culto cristiano in Occidente. Note storiche, Ro ma 1978, 158-160. Antes
de María en el memorial del Señor y n la omunión de los santos49• 1111 ergio, vemos que Gregorio Magno, con ocasi6n de una epidemia de peste inguinal estable-
r I ara tres días seguidos una litania septiformis, que tenía su punto de partida en siete basílicas y
dirigía a Santa María la Mayor (ad sanctae genetricis Domini ecclesiam) para implorar al severo
H PSEUDO-GREGaRIO DE NISA, Hornilla sobre la AnuluuKi6n; TMPM, 1, 79l. 1111 z que suspendiera la sentencia de condena. En una de estas procesio nes fue visto sobre el
48 Cf D. M. MONTAGNA, La lode aUa Thellwkm nI'/ [ ' ti ¡¡red dei secoli N -VII en Mar 1I io adriano un ángel que envainaba la espada en señal de que terminaba el azote, como así
(1962) 480-488. ' II~ di6 efectivamente. lb, 127-128.
49 Cf S. MEO, La formula mariana «gloriosu ''fIIllC!r VII'IIr/ Maria, Genetrix Dei et Domini !I ORiGENES, HomiUa sobre Lucas, 14,7-8 y 7,4; TMPM, 1,220 y 214.
Iesu Christi» nel canone romano e prcsso due P(JIIIe{I4'/ ,Id VI \' ola, en De primordiis cultus 11 AGuSTIN, La santa virginidad, 2,5,5; TMPM, 3, 317; La naturaleza y la gracia; TMPM, 3,
n, 439-458. , 7; Discurso 3,369. El término griego panagía (toda santa) está empleado por Eusebio de Ce-
190 - MarCa, sfntesls de valores Modelo cultual -iconográfico - 191

El problema de la ausencia de tod pe ado n la Madre de nalmente soy del parecer de que eso sucedió en la Virgen no
había sido planteado ya por Pelagio (t h. 427) 53 y, después de él, 1'1Ir un breve período de tiempo, sino por siempre. La Virgen, ahora
mayor claridad todavía por Juliano de Eclano (t 454). Este, en la (I un entonces y perpetuamente, está cubierta como por una sombra
lémica acerca de la gracia había acusado a Agustín en estos por 1 poder del Altísimo y por el Espíritu, que descendió sobre ella
«Tú abandonas a María en poder del demonio a consecuencia de pura que pudiese permanecer "llena de gracia". En este tema se cen,
nacimiento»54. La respuesta de Agustín a ambos se desarrolla según I m nuestro pensamiento: todo lo que había en María estaba lleno de
líneas paralelas. Por un lado, el obispo de Hipona considera a María 1, gracia por medio del Espíritu y por el poder del Altísimo»57.
excepción al dominio universal del pecado sobre los hombres, UUJLllUII
del que no se sustraen ni siquiera los santos: oto de Ancira, en Galacia (t a. 446), admite la necesidad de
I purificación o «transformación de la Virgen en la santidad» (tema
«Excluyamos, pues, a la santa Virgen María, con respecto a la Ii, atarsis, común a Gregorio Nacianceno ya otros Padres) para que
por el honor del Señor, no quiero que se hable en modo alguno 111 u pudiera unirse al fuego del Espíritu en orden a la encamación del
pecado»55. ,h :
Por otra parte, no puede renunciar al principio de la redención .. . Cuánto más y de manera superior ardió la Virgen por la irrupción
aportada por Cristo. Por eso, pronuncia una frase enigmática con la 1'1Fuego divino y fue purificada de las cosas terrenas [... ]. La divina
pretende armonizar la universalidad del pecado y la inocencia de María: Virgen Madre fue ungida enteramente con la santidad del Espíritu,
lue descendió sobre ella; y, por tanto, así acogió al viviente Dios
«En cuanto a María, no la entregamos en absoluto al poder 'VI rbo dentro de su tálamo virginal y perfumado [... ]. ¡Oh paloma
diablo a consecuencia de haber nacido; todo lo contrario, llanca e inocente! ¡Oh santo tabernáculo de nuestra esperanza, en
mantenemos que esa consecuencia queda anulada por la gracia I cual reside toda santidad y magnificencia! »58.
renacer»56.
1 r su parte, Severo de Antioquía (t 538) defiende la íntima unión
Una célebre homilía atribuida a san Atanasio, pero datada entre María con Dios, unión que es la cumbre de las anteriores alianzas
siglos VII,VIII, si bien su núcleo se remonta al siglo IV, afirma la vinas, y la llama «montaña espiritual del Sinaí, que no está cubierta
perenne y santificante del Espíritu con María: ,r tiniehlas, sino que resplandece a causa del Sol de justicia». Continúa
(:
sarea, Tito de Bostra, Gregorio de Nisa, Proclo de Constantinopla, Teodoto de Ancira,
de Seleucia, Romano el C antor y algunos otros autores post~riores al siglo VI. Cf el índice
S. Á LVAREZ CAMPOS, Corpus marianum patristicum, pars VIII: Indices, Burgos 1985, 97 . «Estoy deslumbrado por las bellezas y por las visiones simbólicas que
53 Según Agustín, Pelagio sostenía que la Madre del Señor «es reconocida lt:l:t:>alJlalll'CUIII . e hallan en el interior del Santo de los Santos [... ]. El ornamento
como persona sin pecado por nuestro sentido religioso,. (AGusTÍN, La naturaleza y la
36,42; TMPM, 3, 327) . xterior de la Madre de Dios es desbordante y rivaliza, como quien
54 AGuSTlN, Obra incompleta contra Juliano 4,22; TMPM, 3, 332.
55 ID, La naturaleza y la gracia 35,42; TMPM, 3, 327.
'7 PSEUDO-ATANASIO, Homilía sobre la anunciación de la Madre de Dios; TMPM, 1, 774-775 .
56 ID, Obra incompleta contra Juliano 4,22; TMPM, 3, 332.
TEODOTO DE ANCIRA, Homilía N sobre la santa Madre de Dios y Simeón; TMPM, 1, 505.
2 - MaM, sfntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 19

dice, con la riqueza interior [... ]. Ella es el punto de llegada d mí! ',»67_, sino a señalar que ella fue «también educada»
reconciliaciones de Dios con los hombres ... »59. l' II Hijo, del mismo modo que lo fueron otros oyentes, por cuanto la

1111 1 za de María no residía en su maternidad, sino en su fe 68 •

Es verdad que algunos Padres orientales admiten en María (1pl'prll1'1 I artir del siglo IV se va desarrollando el culto mariano, que cristali,
humanos o imperfecciones60 • Orígenes interpreta la espada que I 1\ n titudes de veneración (Epifanio), admiración (Efrén), confianza

sará el corazón de María como una duda de esta acerca de la "n"lT""_ ''v 'riano) o imitación (Atanasio, Ambrosio, Agustín)69.
del Hijo crucificado, opinión que será seguida por otros Padres 61 .
no parece que el alejandrino quisiera con ello admitir que María
capaz de pecar, dada su convicción acerca de la santidad de la Desviaciones del culto mariano
de Jesús. Más bien, el escándalo de María, es decir, la «espada de denunciadas por los Padres
lidad», debe interpretarse «no en términos de apistía, lo cual
a un pecado verdadero y propio, sino en términos de krísis, "ruptura 11 ti mpo de los Padres, la teología cumple unas veces una tarea de
la armonía interior" de María»62. 111 undización en la verdad de María, y otras ejerce una función crítica
Otros Padres atribuyen a María defectos, según se desprende 111 ,deradora, como muestra la actitud de Epifanio (t 402) con respecto

ciertas estampas evangélicas. Ireneo (siglo II) encuentra en María, 1 'u tto mariano
ocasión de las bodas de Caná, una «prisa inoportuna»63 j Severo de ,. te obispo de Salamina (Chipre) encuentra en Arabia, a mediados del
tioquía (t h. 538) y Simeón Metafraste (siglo X) juzgan que actuó 1,1 ) IY, dos desviaciones, una más perniciosa que la otra. Por un lado, los
«ostentación»64 o «afán de gloria»65. Juan Crisóstomo (t 407) On 'hoy,"'' ' 111 Iiaicomarianitas, «adversarios de María», no reconocen la virginidad de
que la Madre de Jesús compartía los «sentimientos» de los parientes t iI Y «difunden ideas insolentes» en su afán polémico. Por otro lado, los
este y que se presentó ante él «haciendo alarde de ello en las fIliridianos, que generalmente son mujeres árabes, dispensaban honores
ciones [de este] con el pueblo»66. Pero la óptica de estos Padres no
a mostrar que María cometiera pecado -No quería reprender a su LVH" ..W¡;;. h/ ID, Horn. in Iohannem 21,1: PO, 59,131.
.Todo esto, para el obispo de Constantinopla, no equivale a la afirmación dogmática
l. l. imperfecta santidad de María; al contrario, precisamente esta santidad en devenir, cuya
59 SEVERO DE ANnOQuÍA, Hornilla LXVII sobre Marfa santa Madre de Dios y siempre u IIda termina con el ser la gracia misma de la maternidad divina, sitúa a María como modelo
TMPM, 1,650. 11111 () de virtud para cualquier creyente» (R. CALI, o.c., 178-179). Recogiendo las frases de
60 Sobre este tema, Cf C. 1. GoNZÁLEZ, Mariologia. Maria madre e discepola, Casale Mnlntpr""ftt 111,111 risóstomo en sentido estricto (pero sacadas de su contexto), Tomás de Aquino no vacila
1988, 153-157; R. CArJ, 1 testi antimariologici neU'escgcsi dei Padri da Nicea a Calcedonia. Per " tigmatizarlas como un error que está en contradicción con la santidad de María: "En las
mariologia in prospettiva ecclesiale, Caltanissetta 1999. I .llIbras citadas, san Juan Crisóstomo exageró (excessit). A menos que no se entienda que el
6\ ORlGENES, Horn. in Luc. 17: PO, 13, 1845. f AMllR SIASTER, Quaestiones Veteris et I limiento de vanagloria, recogido por el Señor, no se encontraba en ella, sino en la opinión
Testamenti 75,2: CSEL, 50,131; CIRILO DE ALEJANI RfA, InJo. evo 12: PO, 74, 661. 111 de ella podían hacerse los demás» (STh m, q. 27, a. 4, ad 3).
62 R. CALl, O.C., 25. b9 Cf J. OALOT, Déviation du culte marial et saine tradition. Saint Épiphane et les colUridiens, en
63 lRENEO, Contra las herejlas m, 16,6-7; TMPM, 1, 162: L siguen EFRÉN, Diatessaron 5,1 " Immordiis cu/tus mariani m, 201-301; H. M. OUINOON, Une dimension objective du culte marial
7; TMPM, 4, 85; SEVERlANO DE GABALA, IlomiUa .IO!n-1! el anto mártir Acacio; TMPM, 1,430; .1'1' saint Ephrem: l'admiration, en De primordiis cultus mariani m, 213-228; A. OUA, Il culto a/la
JUVENCO, Evangeliorum libri, 2, 127-138; TMPM, ~,94; AUDENCIO DE BRESCIA, Hornillas, 9; M,/(lre di Dio in Saveriano di Oabala, en De primordiis cultus mariani III, 229-242; M. BRETAGNA,
TMPM, 3, 238; SEVERO DE ANTIOQuiA, HOf)ulúl 46; TMPM, 1, 654; SIMEÓN METAFRASTE, Vida , I,'menta cultus mariani apud sanctum Ambrosium Mediolenensem, en De primordiis cultus mariani
de Marfa; TMPM, 2, 998. 111, 1-15; E. lAMIRANDE, En quel sens peut-on parler de dévotion mariale chez saint Augustin?, en De
64 SEVERO DE ANnOQUÍA, Hornilla 46; TMPM, 1, ClS4. ",,,nordiis cu/tus mariani m, 17-35; D. BERTETTO, De cultu imitationis B. M. V apud patres latinos,
65 SIMEóN METAFRASTE, Vida de Marfa; TMPM, Z, 99 , " De primordiis cultus mariani m, 97-117; E. DAL COVOLO, Maria «modello di vita», en E. M.
66 JUAN CRISÓSTOMO, Horn. in Maul\. 27, ~ y 44, 1: 1 " 7, 47 y 464s. InNIOLO (ed.), o.c., 161-179.
194 - Maria, sfntesis de valores Modelo cultual-Iconográfico - 1 5

casi divinos a Moisés y a Jefté y ofrecían tambi n María, en un día «María era el templo de Dios, no el Dios del templo, y por
terminado, una koUyra!koUyris o torta de pan a modo de ofrenda adorarse únicamente a Aquel que actuaba en el templo»73.
Probablemente, Epifanio ve en los primeros una reducción de María a 111m nte, Juan Damasceno se siente obligado a precisar: «Veneramos
mujer cualquiera, al quedar privada de la maternidad virginal, y en hl~ n a la santa Theotokos, no como a Dios, sino como a Madre de
otros, «una especie de contaminación del incipiente culto mariano 1 s ún la carne»74.
las religiones de la diosa, madre o de la diosa, virgen, es decir, de Isis, I'nr 1 demás, la propensión a divinizar a María o a reconocerle el
Cibeles y de Astarté, sublimaciones de la sexualidad y de la feminidad» l" I cio ministerial se encontraba ya presente en los valentinianos y

Epifanio reacciona vigorosamente, haciendo notar que: cristianos heterodoxos, y resurgirá periódicamente a lo largo de
. Pero esta desviación será siempre asunto de minorías, desau,
«Son semejantes los daños que se derivan tanto de la una como de por la gran Iglesia.
otra de estas herejías; los unos desprecian a la Virgen santa; los
la honran más allá de lo permitido»71 .
Los iconos marianos y el «hóros»
Combatiendo tanto el minimalismo como el maximalismo, ~..,~~,..... del concilio de Nicea 11 (787)
se mantiene en el justo medio de la tradición. A los anc.u ... ..LJ'1l 1'1l

les recuerda que María es «la Virgen santa», título que jamás se meXllltLI It a reticencia a orar ante una estatua, a la usanza pagana, caracteriza
cará, de modo que es necesario honrarla. A las coliridianas les hace 1., ristianos del siglo n, a tenor del testimonio que nos brindan Celso
que María es criatura, por lo cual no es lícito adorarla: .l Hio, quienes echan en cara a los fieles de la emergente religión que

1 t ngan «ni altares, ni simulacros, ni templos»75 . A pesar de estas tem,

«En efecto, María no es Dios, ni recibió del cielo un cuerpo, lila reservas y de las reticencias posteriores de Eusebio de Cesarea (t
que fue concebida por un varón y por una mujer [... ]. Así que i40) y Epifanio (t h. 403)16, las iglesias se engalanan con imágenes,
aunque aparezca como vaso honorable, es para siempre una l l. I icos e incluso esculturas de María, además de las que representan a

yen nada se diferencia de la naturaleza común de la mujer [... ]. rh. y a los santos. Baste pensar en las frescos de las catacumbas (siglos
tanto, hónrese a María, mientras que hay que adorar al Padre, al VI) o en los ciclos de mosaicos de Santa María la Mayor, en Roma
y al Espíritu Santo. Nadie se permita adorar a María»72. n A39), y de Ravena (siglos VNI), o en los iconos de las numerosas
I( ias de Constantinopla dedicadas a María (siglos IVNn).
En la misma línea de equilibrio en cuanto al respeto a la bn tiempos del emperador León Isáurico, la corriente crítica se hace
dencia de Dios se sitúa Ambrosio cuando puntualiza en ~c mónica y desatará el movimiento iconoclasta, que perturbará a

11 AMBROSIO, El Espíritu Santo, III; TMPM, 3, 194.


70 C. fuGOI, ~ .J..ettera agli Arabi» di Epifanio, pioniere della teología mariana, en S. 14 JUAN DAMASCENO, Sobre los sagrados iconos 3, 41 ; PO, 94, 1352.
(ed.) , La manolog¡a nella catechesi dei Padri reta postnicenal, Roma 1991, 94. 11 f ORlOENES, Contra Celso 8, 17 ; PO, 11 , 1539; en cuanto a Cecilia, Cf MINUCIO FÉLIX,
71 EPIFANIO, Panarion 79, 1; TMPM, 1, 402. Itlvius 10,1-2; CSEL, 2, 14.
72 lb, 78, 24; 79: 5 y 7; !MPM, 401.403.404. Esta es la postura oficial de la Iglesia ca[,OllCIl.. 16 Sobre Epifanio, cf todo 10 que se ha dicho anteriormente. Con él está de acuerdo Eusebio
l~ cual, en el conclUo Vaticano lI, mantiene que la veneración de María, «aunque del 11 ( llanto a considerar paganizante el uso y la veneración de imágenes sagradas. (EUSEBIO, Carta
smgular, es esenCIalmente diferente del culto de adora i6n" (LO 66). ( 'I/nstanza; PO, 20, 1545-1549) .
196 - Marld, slntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 1 7

la Iglesia durante más de un iglo y e r 1 ~. m I áurico trata de que Germano (t 733), patriarca de Constanti~
de incontables iconos preciosos y de la persecución contra ,,1,, ' d blegue a su política iconoclasta, así como los papas Gregorio II
iconófilos, principalmente monjes 77 • La lucha contra las imágenes l ti g rio IIIj pero el primero prefiere el destierro, mientras que ambos
mienza en el año 726 con la destrucción del icono de Cristo que 1111 l es rechazan con firmeza esa política, con la consecuencia de que,

del pórtico de bronce del palacio imperial, y termina con la «fiesta de ",lIlir del 733 o del 750, Grecia, Iliria, Calabria y Sicilia quedan enaje~
ortodoxia» en el 843. mi" de la jurisdicción de Roma y adheridas al patriarcado de Constan~
Sobre las causas de que la iconoclastia fuera ganando fuerza 11111 1<• En el año 754 Coprónimo convoca un concilio en Hieria, el cual,

existe acuerdo entre los especialistas, pero no se pueden subestimar 11 ,HI encia de los representantes de los demás patriarcados, condena el

contactos con «la teología polémica [hacia las imágenes divinas] .lIt las imágenes y enseña que Cristo es una persona anicónica.
judaísmo y del islam, principalmente en las provincias orientales 1 )r la parte opuesta, el principal defensor de los iconos es el monje
imperio»78, que acentuaron el sentido de la trascendencia de Dios, de 1111 amasceno (t 749), quien con tres discursos apologéticos rebate
que se siguió la prohibición de representarlo. Los iconoclastas Irgumentos de los iconoclastas, poniendo de manifiesto la vincula~
en apoyo de su posición principalmente a la cristología y plantean 111\ de los iconos con la economía de la salvación. Quien rechaza el

dilema doctrinal sin solución aparente: 1" está rechazando también la encarnación, la cual hace que el Ver~
I 'a visible y, por tanto, representable. María aparece también en la
«Si se pretende representar pictóricamente la sola humanidad f~ II a de las imágenes como la garantizadora de la recta doctrina sobre
Cristo, entonces se divide a Cristo, como hacen los nestorianos. 1 ,'11 amación, como explicará más tarde Teodoro Estudita (t 826)81 .

se pretende representar las dos naturalezas, entonces se las I ra volver a la recta doctrina y a la paz en el imperio, la emperatriz
como hacen los eutiquianos»79. t nte Irene escribe al papa para comunicarle la decisión de convocar en

~ , por segunda vez, un concilio ecuménico, en esta ocasión para el año


Con Cristo, también María se halla implicada en la controversia, 7d2 • Acuden a la magna asamblea unos 350 obispos, los representantes del
vez que está íntimamente ligada al misterio de la encarnación. El hijo '1\ ( Y de los demás patriarcas y, por vez primera, un número considerable
sucesor de León Isáurico (t 740), el emperador Constantino Coprónim 1, monjes. Los padres conciliares no se limitan a aceptar la carta del papa
llegará en el 741 a prohibir la invocación de la Theotokos, yen el 766, á Iriano, sino que también asumen la declaración de concordia redactada
amenazar de muerte a cuantos recurran a la intercesión de María80 • lI" Tarasio, patriarca de Constantinopla y presidente del concilio, docu-

, 'ntos ambos favorables a que se tributara culto a las imágenes.


17 En esta ocasión se produce un trasplante de parte del monacato griego al mediodía de
Italia, dando origen al florecimiento de monasterios italogriegos. 1 horas o definición del concilio de Nicea 11 puntualiza algunos ele-
78 V. PHIDAS, Les causes de l'icoTloclasme, en G. DISTANTI (ed.) , La legittimitit delle icone. Oriente
e Occidente riaffermano insieme la fede cristiana, Bari 19 ,74. Es necesario recordar que, en su ntos de la tradición de la Iglesia:
furia iconoclasta, León Isáurico estuvo precedido por lo ataques a las imágenes por parte de
Omar ben Abd-el-Arif (707 -720) y por el califa Yazid 1I, que en el año 721 ordenó la destruc- "' TEOOORO EsruDlTA, Antirrheticus 2,3; TMPM, 2, 657.
ción de los iconos en las iglesias y en las ca as de lo cri tiano . Por eso, los contemporáneos 82 Para toda la historia de la iconoclastia y el concilio de Nicea 1I, Cf G. DUMEIGE, Nicée 1I,

acusan a León de haber asimilado los sentimientos de los musulmanes. Cf S. V ARNALDlS, La r'II1 1078; A. AMATO, Gesu il Signore. Saggio di cristología, Bolonia 19995. 341-367; Il significato
difesa de/le icone al Concilio Niceno, II, en G. DISTANTe ( d .), o.c. , 106. ./ogico delle icone aUa luce del Concilio di Nicea II (787), en M. M. PEDlCO-o. CARBONARO (eds.),
79 MANSI, XIII, 258-260. Teodoro el Estudita re pond :« la hipóstasis del Verbo encamado l., Madre di Dio, un Portieo sull'awenire del mondo. Fede ecclesiale- iconografia-Pietit popolare, Atti
y no su esencia [o naturaleza] la que está repr sentadn en I icono de Cristo» (PG 99, 405). fL./ 5Q Colloquio Intemazionale di Mariología, Roma 18-20 novembre 1999, Roma 2001, 21-52; K.
80 CfG. GHARlB, Le icone mariane. Storia e culw, Rom, 1987,48-49. IIATl, Storia dei concilioLa Chiesa nei sllOi punti focali, Bolonía 1999, 82-89.
198 - MarÚl, sfntesis de valores

a) sobre todo, hay que deplorar que los iconoclastas hayan «puesto en
el mismo plano las imágenes de Dios y de sus santos y las estatuas d
Conclusión
los ídolos diabólicos»; Impacto de la figura de María
b) luego declara la legitimidad de los iconos:
en la cultura semítica y helenística
«... Nosotros definimos con toda meticulosidad y diligencia que, a
semejanza de la preciosa y vivifican te cruz, las venerandas y santas
imágenes [... ] deben ser expuestas en las santas iglesias de Dios, en
las casas y en las calles, ya sean las imágenes del Señor y Dios y Sal.
vador nuestro Jesucristo, o las de la inmaculada Señora nuestra, la
Santa Madre de Dios, las de los ángeles dignos de honor, las de todos
los santos y los hombres piadosos»; 1 período bíblico~patrístico es fundamental para el cristianismo,
porque enmarca a María dentro del designio histórico,salvífico
c) El concilio determina, finalmente, la función vicaria de los iconos: de Dios y transmite la imagen escriturística revelada y normativa
dl María. No se trata de una figura prefabricada; se va construyendo
«En efecto, cuanto más vistos son continuamente en la imágenes, adualmente, escrutando los libros canónicos reconocidos como inspi~
tanto más los que los ven son inducidos al recuerdo y al deseo de los rad s por la gran Iglesia, entre ellos, en primer plano, los evangelios, que
originales y a tributarles el respeto y veneración de honor, pero no la pr sentan a María en perspectiva cristológica, partiendo del respectivo
verdadera adoración que, según nuestra fe, corresponde únicamente " torno cultural de cada uno de ellos. Resulta de ahí una personalidad
a la naturaleza divina [... ]. En efecto, el honor que se concede a la uvas varias facetas se van perfilando con el tiempo, hasta alcanzar una
imagen va dirigido al prototipo, y quien se postra ante la imagen se 111 ta de madurez con Lucas y con Juan. La Madre de Jesús aparece en su
postra en realidad ante la persona que se encuentra representada en p rfil característico de madre biológica del Mesías, pero al mismo tiempo
ella»83. nmo mujer de fe, valiente recitadora del Magníficat de la liberación y de
tI tiempos nuevos; Hija de Sión, en su espiritualidad veterotestamenta~
A pesar de las decisiones conciliares, con el emperador Miguel el Ar, rin y, a la vez, primera cristiana, que precede a los demás fieles en cuanto
menio y sus sucesores (813~842) resurge la iconoclastia. Teodora resta- 11 la plena disponibilidad hacia Cristo, mediador de la nueva Alianza. La
blece, en el sínodo del año 843, el culto a las imágenes. Desde entonces IIttima de las identidades teológicas descubierta de las que concurren
se celebra todos los años «el domingo de la ortodoxia», y la iconografía n. María es la de madre de los discípulos amados. La alabanza a María
mariana, con su rica tipología, adquiere un gran desarrollo. n la Iglesia queda asegurada por la profecía según la cual «todas las
, neraciones» la «proclamarán bienaventurada» (Lc 1,48).
¿Cómo es acogida esta figura por el mundo mediterráneo, que es a
h vez semítico y helenístico? ¿Resulta María un cuerpo extraño, impo~
, ! , . . ~
200 - Maria. slntesls de valor s Conclusión - 201

terapéutico que purga los element n iv d qu 1 mundo y 111 J' ú es verdadero Dios y verdadero hombre, porque la naturaleza
sus aspiraciones inconscientes? 1111 111 Y la naturaleza divina se hallan indisolublemente unidas en la
Nuestro estudio anticipa ya respuestas a estos interrogantes. De 11 \ 11 persona del Verbo. Para expresar este misterio, los Padres y luego
lectura se ha podido inferir que la figura de la Madre de Jesús fue III nCllios recurren a un título mariano nuevo no atestiguado en la
da de manera universal, en el contexto del anuncio del Evangelio, IllIa, sino tomado del ambiente egipcio: Theotokos, título que llegó a
parte tanto del mundo semítico como del helenístico, al menos por Imprescindible para neutralizar la falsa interpretación cristológica de
porción de esos mundos que se convirtió a Cristo Salvador. Más "t río.
dentro del cristianismo echa a andar un proceso teológico de tra conquista de la labor patrística de profundización mariana tenía
dización en la idea de la presencia insoslayable de María en la 1" ver con la situación cultural de la mujer, a la que se consideraba
de la salvación. Los teólogos que acometen esta tarea son a 111 n r de edad» y a quien se mantenía recluida en el hogar y condena-
pastores de la Iglesia, de modo que tales ideas acaban por recibir 11' ,,1 ostracismo en la vida política y sociaL María, en cuanto nueva Eva
canónica en los concilios ecuménicos. A los Padres les corresponde Virgen perpetua, rescataba a lo femenino de la inane pasividad en que
mérito de haber localizado y enriquecido todos los elementos ,," .... u .....a .... , I taba, convirtiéndose en personaje decisivo y «causa de salvación»

de la doctrina mariana»l. l. neo), e iniciando a la vez un género de vida que sería seguido por
Ante la variedad de modelos expresivos y de esquemas represen .IIlm rosas vírgenes cristianas. Este protagonismo otorgado a María en la
tativos con que los escritores del período enfocaron el misterio de I I n mía de la salvación fue recusado por los ebionitas y los gnósticos, y

Madre de Dios, cuya figura fue objeto de reflexiones teológicas, relat 11 articular por los antidicomarianitas, que querían rebajar la densidad
apócrifos, poesías inspiradas, iconos venerados y, en definitiva, cult ti ni gica de la Madre de Jesús negando su virginidad.
generalizado, resultaría reduccionista buscar la sola raíz de todo ella n cambio, la semilla del culto a María encontró terreno abonado en
en la fe desnuda. Tales modelos y esquemas son también el efecto de la I difundido culto de las diosas madres. Fue normal que, de ese culto,
inculturación de María en el mundo mediterráneo. I de María tomara, aunque a menudo de manera inconsciente, títulos
En esta operación, delicada y de envergadura, la predicación sobre 1"moríficos, expresiones cultuales y modelos iconográficos. Era inevi-
María tropezó con dificultades que humanamente eran insuperables. •. 1l1e que este movimiento de devoción intensa incurriese en heréticas
En particular, hubo de bregar con la aversión mediterránea a aceptar dI' 'mesuras, expresadas algunas veces por las coliridianas y, antes que
el misterio fundamental del cristianismo: la encamación del Verbo. A .\l s, por otras corrientes que pretendían asimilar a María a las diosas
los maniqueos y a los neoplatónicos, pero también a la tradición judía dl: 1panteón pagano. Fue necesaria la intervención de los Padres, como
y luego a la musulmana, les repugnaba que la palabra de Dios se con- 1', ¡fanio, para evitar las desviaciones maximalistas, mediante el recurso
taminara con la materia y naciese del seno de una mujer. Pero, para los 11 I figura evangélica de María, poniendo de relieve su fe y su condición
cristianos, la verdad de la encamación era incuestionable, en cuanto ti criatura.
«caro cardo salutis »2, y María es la garantía de esta y de su virtualidad María entró así en el patrimonio de la Iglesia antigua: en la teología,
redentora. Más exactamente, como Virgen y Madre, María garantiza I mo fundamento de toda la economía salvífica y síntesis ortodoxa del

misterio de la encamación; en el culto litúrgico, con sus fiestas e iconos;


I G. SOLLo Maria. en OPAC, n, 2110.
2 Expresión de TERTULIANO, De resurrectione camis. 8i PL. 2, 806. I n la oración popular y en la poesía; en los concilios, que dieron carác-
202 - María, sfntesis de valores

ter oficial a las connotaciones de su figura, y en la vida de los fieles.


efecto, la Virgen Madre personifica a la Iglesia como su «tipo»; más Segunda parte
representa el modelo ideal de la antropología cristiana, como
expresado egregiamente del arquetipo divino» (Andrés de Creta).
Ahora bien, estas no son sino las primeras trazas del retrato que
la humanidad de la figura de María. El proceso de inculturación sólo
dado sus primeros pasos, y nos reservará sorpresas y novedades
los períodos culturales posteriores.

María en la cultura medieval


(604~1492)
1 período histórico cultural que sigue a la época mediterránea
antigua se ha definido como medievo (Edad media) o edad
intermedia entre la antigüedad y el Renacimiento. Abarca
1I r )ximadamente un milenio (desde el año 476, fecha de la caída del
hlll rio romano de Occidente, hasta 1492, año del descubrimiento de
In. rica; o bien desde la muerte de Gregorio Magno, en el 604, hasta la
I~l rma protestante), y se subdivide en dos etapas: la alta Edad media
( Igl s Y,X) y la baja Edad media (siglos XI,XY). Más que delimitar
1111 período cronológico preciso (nosotros nos atenemos a las fechas
e, 4, 1492), nos interesa el paradigma de la época, el cual, no obstante,
lit ronca con el anterior y se expresa de igual modo en mesoparadigmas

uperadas las concepciones que hacían del medievo una época oscu,
cmtista y de transición (a los ojos de los humanistas), una era papista de
1'° tasía de la verdadera fe o de esterilidad teológica y eclesial (a juicio de
k,s reformadores y de la historiografía protestante), o por el contrario un
Il mpo de cristianismo ideal al que era preciso regresar (Romanticismo
ti siglo XIX), hoy día se mantiene que:

«La idea del medievo como de una civilización completa en sí mis,


ma, no entendida ya como un hiato entre la civilización antigua y
la moderna, sino con su propia coherencia y su propio significado,
206 - MarCa, srntesis de valores Marra en la cultura medieval - 207

es una de las adquisiciones más fecunda d la historiografía Ila época patrística lleva la impronta del modelo gnóstico-sapien-
siglo XIX» 1• I l (mc ntrado en la búsqueda de la salvación, esta salvación también

'!I'S nta el valor más estimado en el medievo, lo que se expresa en

Como civilización completa en sí misma, a la que no hay que 1i 'mpo en la institución de los monasterios. En ellos se observan

nigrar ni aureolar, el medievo tiene su particular macroparadigma, viiI ntemente las reglas de san Benito (t h. 547), san Columbano
características nuevas que lo diferencian del helenismo imperante ti 15) Y san Basilio (t 379), que rigen la vida comunitaria de los nu-
ta entonces, aunque los contenidos de la fe cristiana permanecen centros monásticos ítalo-griegos. Los monasterios constituyen
esencia idénticos y las aportaciones de los Padres continúan siendo t'millero de vida espiritual, un nido de cultura, un islote de libertad
referencia doctrinal. 111( respecto de los obispos, sino también en relación con el Estado.

rl) adentro, la vida monástica está galvanizada hacia el más allá

"' 1 h rizonte omnipresente. Por esta razón en el medievo madura

1. Notas de la cultura medieval . piritualidad en la que el tema más destacado es la «devoción al


111»1, espíritu del que participan todos los estratos sociales:
Para comprender la cultura medieval es indispensable conocer sus
cipales dimensiones o claves hermenéuticas. ~ ualquier concepción del mundo de la que quedara excluido lo
'1 re natural resultaba profundamente extraña al espíritu de aquella

I ca; Ymás concretamente su visión del destinos del hombre y del


1 .1. Verticalidad lIniverso se inscribía casi unánimemente en el diseño trazado por la
I logía y por la escatología cristiana» 4•

Aunque es consciente de la consistencia del mundo y del cosmos, el


medievo dirige su mirada hacia lo alto, morada del misterio. Esto se 1-11 los monasterios masculinos y en los femeninos, florece el segui-
ma en la catedral gótica, por el impresionante movimiento ascensional 1, nt de Cristo entendido en sentido místico, es decir, como experien-
que supera el equilibrio del arco de medio punto con el empleo del l. ti la presencia de Dios y de comunión con Él hasta la unión, según
ojival (o arco apuntado peraltado). p labras bíblicas «el que se une al Señor es un solo espíritu con Él»
El saber medieval culmina en la Summa theologica de Tomás de Aquí.. ICor 6,17).
no (t 1274), donde toda realidad es considerada por definición a la luz . La religiosidad medieval no es concebible sin la mística»5, cuyo
de Dios. En este sentido, «el medievo se presenta con una gran unidad ult ¡vo arraiga en toda Europa, encarnándose en personalidades que
interna. Una señal notable de esta unidad está constituida por la con; es recrean por escrito cuanto sucede en el secreto de su alma o
cordia entre la fe y la ciencia... »2, verificada mediante la recepción de la u la impreso en su cuerpo en virtud del encuentro con el Dios tras-
filosofía de Aristóteles, que se armoniza con la revelación cristiana.
I J. LECLERCQ, Cultura umanistica e desiderio di Dio, Florencia 1983,63.
1 R. MORoHEN, Il Medioevo nella storiografia del/'etd moderna, en AA.W, NUOIIe questioni di 4 M. BWCH, La societd feudale, Turín 1953, 143 (trad. esp., La sociedad feudal, Akal, Madrid
storia medioevale, Milán 1969, 36. 7).
2 J. LoRTZ, Storia del~ Chiesa nello sviluppo delle sue idee, Alba 19502, 192 (trad. esp., Historia , H. KÜNO, Cristianesimo, Milán 1997, 451. Sin embargo, el autor contempla con recelo la
de la IgleSia en la perspectwa del pensamiento, Cristiandad, Madrid 1929). f 1I a y no la considera paradigmática ni siquiera del cristianismo medieval.
208 - MarÚl, sintesis de valores Maria en la cultura medieval - 209

cendente pero misericordioso: Hildegarda de Bingcn (t 1179), Joaqu( Ii '10 a entre los pueblos que se hallan bajo su dominio (frisones, sajones,
de Fiare (t 1202), Francisco (t 1226) y Clara de Asís (t 1253), Matild 1.lv ... ), a los que conmina, incluso por la fuerza, a convertirse al cris-
de Magdeburgo (t ca. 1295), Margarita de Cortona (t 1297), Ángela II.II'! mo. Interviene en las cuestiones eclesiásticas (en el año 794, en el
Foligno (t 1309), el Maestro Eckhart (t 1327), Juan Taulero (t 1361) 111 ) 1 de Fráncfurt, había rechazado la doctrina sobre las imágenes, y en
Enrique Suso (t 1366), Brígida de Suecia (t 1373), Catalina de Sie I ti , en Aquisgrán, exige al papa la aceptación del Filioque). Introduce
(t 1380), Jan Ruysbroeck (t 1381), Juliana de Norwich (t d. 1416), co 1II liturgia romana en sus territorios e impulsa lo que se conocerá como el
su Nube del no saber ... I nacimiento carolingio» mediante la creación de escuelas, bibliotecas y

Las representaciones que aparecen en las iglesias no se centran I >mento de las transcripciones de códices, en un empeño por recuperar
como sucedía en las catacumbas, en la adoración de los Magos o en 1\ gado de la antigüedad clásica. Este es el tiempo en que Europa empie-
otras escenas evangélicas, sino que se proyectan hacia la dimensión 11 1 fraguarse y a cristalizar como «una entidad espiritual, y no ya como
ultra terrena. En el arco del ábside de las catedrales de Montreal, Pisa 111 m ro concepto geográfico. Su vínculo unificador está constituido por
y Cefalú domina la majestuosa figura del Cristo Pantochrator, Señor de 1II cristiana, tal como había sido fijada por el Papado»7•
la historia, y en la banda inferior aparece representada una María en Vinculada al Imperio se halla la institución del feudalismo y su es-
actitud orante. En otros lugares, como en Santa María del Trastévere, .dn de dependencias jerárquicas, que va desde el señor local (vasallo
encontramos la combinación plástica del Dominus y de la Domina, en dl 1 infanzón) hasta al infanzón, y así sucesivamente hasta llegar al rey.
los mosaicos de Santa María la Mayor de Jacopo Torriti (1291-1296), H aballero/guerrero recibe las tierras de su soberano (beneficium), a lo
que sitúa a la Madre en el mismo trono del Hijo, otorgando una «casi lllal él responde con la commendatio sui, en correspondencia de la cual
paridad» de la Señora con el Señor6 • h ibirá protección.
in embargo, el hecho de que en Italia surgieran los municipios, cuya
ncia es el autogobierno, subvierte el sistema feudal y propicia la apa-
1.2. Jerarquización I i n del individuo, sujeto, artífice y protagonista de la vida social. Se

1,1 rva que:


Una vez extinguido el Imperio romano occidental con la destitución
del último emperador, Rómulo Augústulo, siendo todavía un niño, por «En Italia y fuera de ella, los individuos particulares recuperan la
el general germánico Odoacro (476), y tras un período de fragmenta- conciencia de no ser ya súbditos, sino ciudadanos, es decir, de ser
ción política caracterizado por reinos de extensión territorial limitada, miembros de una comunidad política, libre y autónoma, y de tener
como el de Teodorico, con sede en Ravena (485-526), se llega a una derecho a participar en su gobierno»8.
cierta unificación política de Occidente con la instauración del Imperio
romano-germánico de Carlomagno (800-814). Coronado por León III en y el obispo Otón de Freising (t 1158) fija en el amor a la libertad el
la Navidad del 800, Carlomagno se muestra como un soberano de gran 'lrigen del poder de las distintas ciudades: «Aman tanto la libertad, que
voluntad y, a semejanza de los emperadores bizantinos, fomenta la unidad
7 W ULLMANN, Kurze Geschichte des Papsttums in Mittelalter, 1978, 100.
6 T. IArte sacra in Icalia. Dmmaginazione religiosa dal paleocristiano al postmodemo,
VEROON, s G. F ASOLI, Le autonomie cittadine nel Medioevo, en AA.W., Nuove questioni di storia me-
Milán 2001, 74-75. ,Iwevale, Milán 1969, 171.
210 - Maria, slntesis de valores Maria en la cultura medieval- 211

escapando del descomedido poder, son gob rnadas por la voluntad 1'11 S Y P r su dama, pero vinculado al mismo tiempo por el juramento
los consejeros más que por la de los comandantes»9. lid ·lidad a su señor feudaL

1 .3. Amor cortés María en el Oriente cristiano

Al amparo de este florecer de la subjetividad se desarrolla la nt conoce su edad de oro mariana en el siglo VIII con Germán de
como pathos hacia las miserias humanas y el amour courtois entre el 11 t~ ntinopla (t 733), Andrés de Creta (t 740) y Juan Damasceno
rón y la mujer. El fenómeno del amor cortés que surgió en el siglo XI h jl ia el año 750), que presentan a la Theotokos como el comienzo de
Provenza y fue difundido en Europa por los troubadours, los I\/h........ ,,~,.., 1111 va creación, la cumbre de Israel, la cooperadora en la salvación
y los poetas del dulce estilo nuevo, exalta el amor hacia la mujer 12
y la intercesora universal presente siempre en la Iglesia •
valor absoluto, desligándolo de la procreación10 • Las características te período hallamos la primera tentativa de articular un tratado
amor cortés son descritas en los siguientes términos: ,,'m tico de la teología l3 con la Fuente del conocimiento (Peghé gn6seos) ,
IU 'ln Damasceno, obra dividida en tres partes: «Dialéctica», «Historia
a) «Ante todo, se lo consideraba imposible entre la mujer y el LIS herejías» y «La fe ortodoxa» . El tratado comienza a ocuparse de
habida cuenta que el matrimonio feudal era un acuerdo entre 1I 1 :.l n la segunda parte, cuando se exponen y combaten las herejías
nitores. N torio y Eutiques, y le reserva un espacio más amplio en el libro III,
b) «En él la mujer tenía una posición de superioridad en las • k rtodoxa, en el que se trata del misterio de la encarnación. Damas-
con el amante ... El amor había quedado, como quien dice, 111) realza el consentimiento de la Virgen santa y la obra catártica y
zado: el amante servía a su dama con la humildad con que el 11 1 rmante del Espíritu:
servía a su señor... y tenía también que hacer de todo, siempre
el fin de ser digno de ella, cultivando todas las virtudes ,-,aIJ a •• ~ . A í que, después del consentimiento de la Virgen santa, el Espíritu
cas». anto vino sobre ella, según la palabra del Señor, anunciada por el
c) «Era algo esencialmente artificial, précieux, que nacía más de la ¡ [ el, purificándola y dándole la capacidad para recibir a la divinidad
za que del corazón, con reglas rígidas, convencionalismos d 1Verbo juntamente con la capacidad generadora»14.
un verdadero y propio equipo de reglas normativas»11.

En este retablo de antropología medieval no podemos omitir al


1/ f los estudios sobre estos autores y sobre el período en De cultu mariano saeculis VI-XI.
llero, «sin tacha y sin temor», dispuesto a acometer grandes hazañas II I De principiis, de O rígenes, considerado «el primer manual de dogmática», «no es una
1,1 xposición dogmática de la doctrina de la Iglesia, sino que utiliza en gran parte las espe-
1" I nes de la filosofía platónica» (B. ALTANER, Patrología, Casale Monferrato 1977 7, 204-205
9 OrÓN DE FREISING,Gesta Friderici, en Monumenta Gemumiae Historica, 20, 396.
,,,1. p., Patrología, Espasa Calpe, Madrid]) . La obra, compuesta hacia los años 225-23~, ~stá
¡.lIJa en cuatro libros: Dios y los ángeles; Creación del mundo y el hombre caúlo y redimido;
10 Sobre el amor cortés, Cf la obra clásica de D. DE R OUGEMONT, !Amare e l'Occidente, ",.1 y apocatástasis; Escritura e interpretaciones, y en ella encontramos sólo dos exiguas refe-
1977 (trad. esp., El amar y Occidente, Kairós, Madrid 199)5).
11 E. PoWER, Donne del Medioevo, Milán 1995, 20-22.
l.
". 111 a María.
JUAN D AMASCENO, Exposición de /a fe ortodoxa, m, 1; TMPM, 2, 486.
212 - María, slntesis de valores Maria en la cultura medieval - 213

Por tanto, una vez especificada la fun i n en radora del Espíritu, .\ m , justa y verdaderamente llamamos Madre de Dios a la Vir,
precisa con rigurosa terminología que el Verbo vino a habitar en el "1\ anta. En efecto, este nombre constituye todo el misterio de la

de la Virgen «sin semen humano y sin experimentar limitaciones»: U1 mía (totum incamationis [tes oikonomías] mysterium astruit) >> 17.

«Se encamó, pues, asumiendo de María la primicia del ~,"'U..,'U"'_ njunto de las homilías marianas de los siglos IV y V es en ver,
nuestro, carne animada por alma racional y espiritual, de tal IlInponente 18• En el coro de los Padres se distinguen algunas voces
que la hipóstasis de la carne fue la misma hipóstasis del Dios, 1 " 11> r flexiones sobre la Virgen son de una especial madurez, y que

la primera hipóstasis simple del Verbo divino llegó a ser 111 In sutiles puntualizaciones de la razón enriquecen el dato de fe

es decir, compuesta por dos naturalezas perfectas, la divinidad y 1111 mitido.


humanidad ... »15. I.st tradición continúa durante los siglos siguientes con Focio (t ca.
I 1) Y Jorge de Nicomedia (t 860), quienes mantienen que María es,
Sin embargo, la obra alcanza su apogeo mariano en el capítulo 1 ', ) limpia de toda culpa y cooperó en la salvación humana. Simeón el
«La santa Virgen es Theotokos, contra los nestorianos», donde se 11 'v Teólogo (t 1022) coincide con los postulados del monacato de

el sentido genuino de dicho título: I ¡dente cuando afirma que no basta la ciencia teológica, y que esta
11 ir unida al conocimiento espiritual. También él admite que María
«Confesamos que la santa Virgen es Madre de Dios 111 dre de los fieles, no en el sentido de que ella los engendre en su

yen el sentido estricto de la palabra: en efecto, así como es '''>'~r1'l, r1 ....... tllllición de tales, tarea exclusiva de Cristo, sino en el sentido de que
Dios aquel que nació de María, así también es verdadera Madre I ristianos, a través de ella, «comunican con la carne inmaculada del
Dios aquella que engendró al verdadero Dios encamado. En 11 0 , puesto que la carne de Cristo es la carne de la Theotokos »19.
decimos que Dios fue engendrado por ella, no en el sentido de El siglo XIV conoce grandes figuras de teólogos «sistemáticos». Gre,
la divinidad del Verbo haya tenido comienzo, en 10 relativo a la 11 ¡ ) Palamas (t 1359) sitúa a María a caballo entre la naturaleza creada

tencia, por ella; sino en el sentido del mismo Dios,Verbo, nacido la increada, para que ejerza una doble función: «Hallándose entre Dios
Padre fuera del tiempo y antes de los siglos, sin principio, eterno I hombre (o, mejor, en posición intermedia), María hizo de Dios el
el Padre y con el Espíritu, en los últimos tiempos, para nuestra sal I Jo del hombre, y de los hombres hizo hijos de Dios2o . N icolas Cabasilas
ción, habitó en el seno de María, se encamó de ella sin O~''''L~I.·;.l'''l."... ~,... (1 a. 1391) contempla en la Virgen «una tierra nueva» que «no heredó
cambio, y nació. Por tanto, la Virgen santa no engendró a un I iejo fermento, sino que fue una nueva levadura, según las palabras
hombre, sino al Dios verdadero»16. ablo (ICor 5,7), y el principio de una nueva estirpe»21.

Juan Damasceno concluye con la afirmación lapidaria, de gran


sidad teológica, de que el título de Theotokos implica la unicidad de 11lb, m, 12; 488-489.
18R. CARO, La hamilética griega en el siglo V, 3 vols., Dayton (Ohio) 1971 -1973.
persona de Cristo, es decir, que este es Dios y hombre: 19 A. WENGER, La maternité spirituelle de Marie dans la théologie byzantine du IX' au XV, en
1M r 17 (1960) 7.
15 lb, m, 7; 487. 10 OREGORIO PALAMAS, Ham. in D017Tlitionem; PO, 151 , 465 AB.
16 lb, m, 12; 487-488. 11 N. CABASILAS, Ham. in D017Tlitionem, 4, en M. JUOIE, Patrologia Orienwlis 19 (1925) 3, 498.
214 - Maria, srntesis de valores Marra en la cultura medieval - 215

3. María en el medievo occidental , n tuar en favor de todos sus hijos, para conseguirles el bienestar
I rr no y más todavía su eterna salvación, obteniendo para ello de
Occidente, igual que hiciera Oriente, sabe que la figura de María 1)1 las ayudas y las gracias que ellos necesitan»22.
conquistando poco a poco toda la cultura medieval hasta con
en un «referente» y un «sistema de valores» (véase la in I nte este período intensamente mariano se suceden cuatro mo-
\Ir

Hay numerosos documentos sobre María en los extensos ámbitos I,)s microparadigmas: el carolingio, el monástico, el escolástico y el
culto litúrgico y de la devoción popular, en el arte y particularmente de la baja Edad media. Cada uno de ellos iluminará la figura de
la iconografía, en las asociaciones de laicos, en las órdenes religiosa en Madre con su peculiar luz, luz que en parte será nueva y en
incluso en las instituciones políticas. «Nuestra Señora» acoge bajo eberá de las fuentes de la tradición.
manto protector a cuantos reconocen -cualquiera que sea su ,,..,...Ao
OV¡........

social- su misericordia y poder y se confían a su patrocinio. En tomo


María florecen las leyendas milagrosas, que transmiten la fe en su
intervención en los asuntos humanos, y su figura es fuente incesante
oraciones y objeto de entregada confianza.
También la reflexión de los maestros medievales se detiene a
templar la vida terrena de María, poniendo de manifiesto sus
ejemplares, principalmente las monásticas, como la humildad, el .,11<;11'-_
o la reserva, y contemplan a la vez sus dolores y su cooperación en
misterio de la redención. El debate teológico se suscita no sólo en
a la maternidad divina de María, cuestionada por esporádicos
de adopcionismo, y a su parto virginal, que hay que explicar e .
tar, sino también en tomo al comienzo y las postrimerías de su
sagrada terrena (inmaculada concepción y asunción). La \..Ull1Ull\..1\.JlI
gloriosa de María y su presencia eficaz en la Iglesia quedan fuera de
duda:

«Se hallaba muy difundida la certidumbre de que la Virgen


había colaborado con el Salvador durante su vida terrena; pero ade
más existía la certidumbre de que ahora, en la visión de Dios,
tenía las mejores posibilidades de continuar su función en favor
los seres humanos. A María se la identificaba así con la nueva Eva,
verdadera madre de los vivientes, una madre de magnificencia
llena de solicitud, de bondad y de misericordia, dispuesta Sl'emnre 12 L. GAMBERO, Introduzione, en TMSM, 3, 20.
Capítu lo VIII

Modelo carolingio
María, figura vertebradora en el sistema cristiano

ntes aún que en los monasterios y en las universidades, la

A teología occidental halla un ambiente propicio en la corte de


Carlomagno. El monarca, en su visita a Italia en el año 781,
l ncuentra al benedictino irlandés Alcuino de York (t 804), hombre de

I yudo ingenio y extensa cultura, se lo lleva consigo y le confía la reforma


litúrgica, el fomento de la teología y la organización de las escuelas. Es
II preludio del renacimiento carolingio, en el 9ue la referencia a María no
l ocasional, sino armónica y significativa, hasta el punto de constituir
I
un modelo particular: el modelo carolingio.
Tal paradigma, según el fundamental estudio de L. Scheffczyck', es
~ n esencia un «puente» entre la patrística y la escolástica. En realidad,
I( carolingios se mantienen fieles en lo sustancial a la tradición de los
I dres, puntualizando el alcance de algunos títulos marianos, como
María Theotokos, Virgen, nueva Eva, santa e intercesora ... , pero cam~
bian al presentarla como figura individual, materna y glorificada, que

1 L. ScHEFFCZYK, Das Mariengeheimnis in Fri:immigkeit und Lehre der Karolinerzeit, Leipzig 1959.
¡'.ste estudio, que sigue siendo fundamental, debe completarse con otros trabajos que lo rectifi-
( nn en parte, entre ellos: H. BARRÉ, Les homéliaires carolingiens de l'école d'Auxerre. Authenticité-
IIltle1ltaire-tableux comparatifs-initia. Ciudad del Vaticano 1962; I. SCARAVELLI, Per una mariologia
'IIrolingia. Autori, opere e linee di ricerca, en C. M. PIASTRA (ed.) , Gli studi di mariologia medievale.
Ili!ancio storiografico, Florencia 2001, 65-85; D . I OGNA-PRAT-É. PALAZZo-D. Russo, Marie. Le
,telte de la Vierge dans la société médiévale, París 1996.
218

desta<ia~obr~t9d?~I6~ santos. No se trata, Ptles, de una pura ret)etlcté María.deCompiegne.Elpropió. monarca expone sus intenciones
Además de persegui;la herejía y de atender las necesidades del el acta de fundaci6n(5de mayodeL8.77). Siguiendo .el ejemplo de
encontramos acentos propios y desarrollos inéditos e innovadores predecesor~s;y en particular el deCarlomagno, que hizo construir

preparan la explosi6n mariana de los siglos venideros. Aquisgrán. una capilla dedicada a María, Carlos el Calvo expresa el
Sin embargo, hoy día se reconoce que el·Il.lódelo mariaho' gesto:
añade una. nota fundamental de nueva. <;:llño: se opone al.~,tJIU.HlcUHJ.!=,J
de María en los recintos del dogma y de la piedad: «La Virgen, «... En honor de la gloriosa Madre de Dios y perpetua siempre virgen
entre 10 de acá abajo y lo del más allá, se encuentra en el coraz6n 'María, hemos edificado desde sus cimientos un monasterio, al que
asuntos humanos>}, revelando una vertiente política y cultural hemos· concedido el título realy con la ayuda del Señor lo hemos
figura de María que no puede desatenderse so pena de no dotado de muchos dones y hemos decretado que en él cien clérigos
ni a ella ni a la sociedad en que arraiga su culto. La Virgen regia es imploren sin cesar la misericordia del Señor para el estado de. la
figura organizadora en el sistema cristiano de representaci6n»3, un santa Iglesia de Dios, para nuestros progenitores y antepasados, para
gar fecundo de interrogaci6n sobre las sociedades pasadas» y «el nosotros, para nuestra c6nyugey nuestra prole y para la.estabilidad
geoínétric:ódonde los hombres en c:omunidádse interrogan acerca. . de todo el reino ... »5.
mismós»4.
La referencia aMaría va adueñándoseprogresivaínente de 16s D. Iogna~Prat hace notar que la,fundaci6n del monasterio real de
pos, los espacios, las personas y las instituCiones deh María de Compiegne «es un asunto geneal6gico que concierne a
liturgIa y las 'devociones, la teología y las artes, las peregrinaCiones el linaje: en la cumbre, a los progenitores y a losantepasadosj en
dinastía reinante. Precisamente, ila lxesertc.Ía de Marla en la vida de valle, a los descendientes. de Carlos»; La: figura. gloriosa de María no
monartascatolingios nos ofrecerá laclávefúridamental para ,'" LUOlUa.
estimula la reflexi6n sobre la genealogía, sino que además se erige
s610 ene! ámbito espiritual, sinO taínBié'n énlbs espacios centrales de cierto modo en la «garante del orden del mundo»: al dedicarle el
sociedad. .....~ ..,~_ terio, el monarca le confía «el estado de la santa Iglesia de Dios»
la «estabilidad de. todo el reino» 6•
Esta interpretaci6n queda confirmada por el poema de. Juan Scot
1. MarIa y la perpetuidad';déta diriastía carolingia Aulae siderae,' compuesto para la fundaci6n del monasterio, en el que el
explica que la cúpula es símbolo de la b6veda celestial y remite a
Essorprertdente el hecho de queelmohan::~ Carlós el Calvo (823~8 Virgen Asunta; «protectora y sostén» de Carlos el Calvo:
haya unido su propia imagen a la'c1.elaVifgen:Sú piedad hacia
se expresa de manera monumental, con la fundaci6n del monasterio «Gran Madre de Dios, felidsima santa María,
te alaban los cielos, te honra con votos el mundo.
Sé cercana protectora, defensa y lugar elevado para Carlos,
2 D. IOGNA-mT, Le culte de la Vrerge sous.lefegrle de'CMrles le Chauve, en D.
PALAZZo-D. Russo, a.c., 66. .
3 lb, 94. 5 Reeueil de ehartes de. Charles II le.Chauveroi de France, Diplome 425,II, 451-454.
4 G. RUPALIO (seudónimo), La Vierge comrhe «systemé de:valeurs»., lb, 6.
6 D. IOGNA~PRAT, a.c., 68.
.... que te .construye,un edifici0adlin;Í1la,~1'efnell~~'e.spléndid0; ·/[anMar;/re.,ae;DiQ'S'y¡eITest;Jrgir··
adomadoconvariedaddé'colhmnas m~l:1¡il:l:6reas¡.L·, Odel·a.dopclonis¡j;}€)Y
elevadamansiónrealizada·seg"Ñ.n·lanomiade.lcien»7.;···
primi~ra é6ntroversia que los carolingios deben afrontar la propicia el
La «norma del cien», que se concreta en el servicio de '-L'-.LL.'-'L"-'" neo~adópcionismo;dé los obispos españoles Elipando de Toledo y Félix
simboliza la perfección del templo, pero se halla también a,,"-J\:-L(1Uot., Utgel (siglo VIII) , qtiienesmantién.en que Jes6s no es consustancial
la idea de la perfección virginaL Este simbolismo del cien '-U1UU"" I'·I-I"ii.,.o..,.', sinohijb adoptivo (Deus nuncúpativus). Por tanto, a María. no

perfecta deriva de la parábola dé la semilla evangélica (Mt .LJ.U~·"'''J.r.¡'1.\ la'puede llamar Madre de Dios, porque ha con.cebidoun hombre
rinde el ciento por uno, mientras que el treinta es élnúmero que, eh un segundo momenl0,' habría sido ad6ptaclb<potDios como
de.los;casados, y el sesenta; de los que guardan continencia. hijo; Refiriéhdoseal Magtdficat, donde María serééonoéetb1nbsierva
del Señor, Félix sé pregunta retóricamente:,«¿ Ql.léPuedenaéérdeuna
esclava, sino un siervo?».
2. la figura de María emerge Carlomagno tiene ¡noticia de la dehomihada) «herejía felidana» a
en el espacio teológic:o través de un esctito que Elipando y sus seguidores lé dirigen "a él y a lbs
obispos trancos. El adopcionismo provoca la respuesta de varios te6logos
El tiempo de reactivación tras eL período de restablecimiento que y la convocatoria del sínodoide, Fráncfurt (794), que rechazó taldbc~
a las.invasiones de Italia. por 10spueblosgermánk0sy tras.1as. trina. En la raíz delsínodbse hklla el I.,ibrito sacrosílabó contra'Elipando,
construcciones teológicas parece .excluir del ámbito clelos u .....'Ha" escrito por Paulino, obispo de Aquileya, donde se níantieHeque está por
o.del imperio·carolingio las discusiones. ydisputas propias' de la !Jalea""1 entero fuera. de lugar ,jsegúh los divina docurnenta-, afirmar que María
yla escolástka. sea madre de un hijo adoptivo de Dios. La verdad de María madre de
Dios garantiza la verdad de que JesÚses hijo de Dios desde el momento
incubación;,encontramos algunos vivos .debates.de índole ·UV'¡='UlaUL\i.i de su concepción. Tales elfundamentOdela. gloria de laVirgen.y de su
respaldados a menudo por Carlomagno o: por Carlos el Calvo; eficaz intercesión, con la cual también Oarlomagno puede cOntar:
gusta rodearse de intelectuales; Estos; corno ;Pablo Diácono o
cle.Auxerre, dedican sus obras al soherahef, y el soberano, a su vez,' «La omnipotente y santa Trinidad circunde con sugr'aCiáal católico y
mueve a interesarse por las. cues~ioires(marianas, como 0cUrre clementísimo y siempre ínclito señor rey Carlos, por la intercesión de
sínodo de Fráncfurt,convocádocontra: el adopcionismo,. o la obra la bienaventurada ygloriosay siémpre virgen Madre de Di.os, María,
Pascasio Radberto acerca de la asunción de. la Virgen. mediante la cual hemos merecido recibir al autor de lavida»8;,

Mientras Paulino, con todos los católicos, reconoce a María como


«verdadera Madre de Dios» y, por tanto, lq confirma en suc:ondiCión

7 El textoseh¡¡lla en'M HERRÉN, Eriugends'«Aulaesiderde"ithe Codex aureus and the 8 PAU'uNO DE AQUILEYA, Libellus sácTOsyllabuscontra Elipandum, enM011umenta Germaniae
Church of Sto Mary at Compiegne, en Studi Medievali 28 (1987) 593-608, vv. 82-87. Historica, Cone. 2, 141.
«gloriosa» .-'-hasta talpuntó:qjJ,e:\<i:$~::t}P'é~sPFq!li'Y.~:~e:.j.~0nviel'té en~ell tanta magnitqclq1ie fueda~t1Jii~adJglla ele re:cibir..ensf a la divinidad
cipio motor del pensamiento marianodeJª~épÓfa~>?-:-{·all~ll"'lll",{~L'-'Lj del Hijo. Eriefecto, así como la lana recibe la sangre de la·.concha
manifestaba poéticamente «los dulces. besos» que la bienaventurada para convertirse en pÚl'Pura por la misma lana, la única que es dig;
dre daba en la boca. a Je:sús, «ve:rdp.dero Dios y verdadero HU'llU).lO{'~{, na de larríajestad imperial, deTaque nadie más puede vestirse con
La obstinación del adopcionismo originó el que se C01[)V()Cara.í~lt~ excepciórrdequierrestádotado de augusta dignidad; así también, al
cilio de Aquisgrán (799), en el que se encuentran frente a descender el Espíritu Santo sobre la bienaventurada Virgen, el poder
voluntad de Carlomagno, el obispo Félix .de Urgel y Alcuino, .del Altísimo ·la cubrió con su sombra para que' se convirtiera en la
de Jos. teólogos de la corte. Este último e:xpresó su pensamiento .• hma que había llegado a serpul'Púrea por la divinidad, dignísima de
obras, que compuso con.mucho.tiempode diferencia. En el ser vestida únicamente por el eterno Emperador»13.
haeresim Felicis, elautor recurre no sólo ala Biblia, sino también al
cilio de Éfeso, que había combatido en Nestorio una especie de De esta manera, «la profúndizaci6nen el concepto de la Dei genetrix
cionismo y defendido la verdad, que puede resumirse en las la atención sobre la santidad individual de la'Virgen» ysóbre
palabras: ~<El mismo único Señor nuestro Jesucristo nació por el «como portadora de· toda virtud y Como universalpáradigma
Santo' de María virgen» 11. Alcuino se remite constanternente a· U1)3 , ideas que desarrollarán en homilías contemporáneas Ambrosio
saje,clásico de Agustín donde este afirma el desposorio entre el Pablo Diácono y Pascasio Radberto. La Virgen es, espeé:Íal;
y la carne humana en el útero .deJa Virgen, tálamo del que paradigma de conducta para la vida monástica (faáa est regula
único Hijo de Dios yel misIQ.o.;Hijo.delhombre», como el C;"'LJU"'U{~ ml'\'nn,-hr'''''J<m 15, pórquesu virginidad no fue un Suceso biológicónatural,

saledelaalcoba nupciaF2. de una elección voluntaria:


En la ot:ra obra, que versa sobre.laTrinidad, Alcuino corro
doctrina. católica acerca. de la Pl'e~xi~tenciadel Hijo de Dios, «Antes que todos, ella hizcívoto de conservar sin ma.ncha su vir;
hace hombre. en el seno de la Virgen,. pero insiste en las prendas ginidad, según respondió al ángel que le anunciaba la concepción
rituales, que' adornan .a María, en virtud de .las cuales se· hace· del Señor: "¿Cómo sucederá esto?, porque yo no conozco varón", es .
engendrarlo en su carne. ElautofJecuJ;fe para esto al. símil de la decir, porquehe decididon~ conocerlo»16 ..
blanca que sé tiñe de pÚl'Pura, comparación que hallamos ya en
el Joven (td. 451): Pero, más que sobre 1a virginidad de María antes' de la concepción
en la concepción de JeslÍs,'en la época carolingia se desarróUauna
«[María] fue lana purísima¡c~lebteporlavirginidad y sin LVI.llu,aL
ta teolÓgica de alto nivel sobre el parto virginal.
ción con todas las vírgenésqueYe:xisten bajo el cielo, yerataly:

9 L. SCHEFFEClYK, Das MariengeheimriiS iri Fr8mmigkeitund Lehre der Karolingerzeit,


1959,99, ..' . '. . .' .... " . ..... .... . 13 ALCUINO DE YORK, De fide sanctae et individuae Trinitatis III, 14; PL, 101,46-47.
10 PAULINODE AQUILEYA, Cárrnen 10, en n NORBÉRG (ed.), roeuvrepolítique de
14 L SCARAVELLI, o,c" 71.,
d'Aquilée, Estocolmo 1979, 145. . 15 PSEUDO-ALCUINO, Sermo de nativitate beatae Virginis Mariae; PL 101, 7l.
llALCUINO DE YORK; Liber contráhaeresimFelicis;LXX, Ciudad del Vaticano 1980, 96.
16 AIMONE DE AUXERRE, Homilia V in solemnitate perpetuáe virginis Mariae; PL, 107, 765D-
12 lb, XII, 60.
'Q;.2;,·;ftidébátesQbfte' la vFtgtiiiéI:&atfléiWAaría;! Probablemente 'latesis ortodoxa, ;éle:Rfft:tarnri0, ~con'susexpresiónes
en;elpafio . '. vU1Cl01ClUlV realistas, es malinterpretada por algunos monjes, que llegan
rm.araue,l'Vlana Virge11,parió a]esússegún la ley natural, lo mismo
El sigloIXeonoceidos . escntos en defensa del'part0 Virgmat las demásl mujeres; YL}lle' permaneció intacta en el parto únicamen~
la cuestión desdé perspectivas diversas. Frente a unaopiniórt¡ porquenohabía.fcQnGebiclo por la unión con el varón.. Contra ellos
eriAlemania; segúnlacual el nacimiento de Cristo se habría . """"''''.Cl·o1\"RadbertO (t8,65) escribe De partu Virginis 20;donde combate la
no desde el seno, sino desde la; oreja como una especie de luz, ;¡~"u.u,~ que el nacimiento de Cristo fuera hOlllologable 8,1 de cualquier
peraurem)17,' eL monje RatramnodeCqrbie .(th; 875), adopta humano. Esa idea repugna a los «corazoneS. de los fieles», quienes
tura favorable al. parto. virginal, pero por vía natural:, aceptan) que sobre .María pesase. la .maldidól.lde.Eva yseniega:n a
!W", •. l""U\ó.Jl.Cll.· a,Jesús 'como unhijQ de la ira. Así pues, para, Radberto· es

«¿Qué significa: virgen ene! parto, .siIloque.la quedaa luz es afirmar que «la bienaventurada Virgen llena d~. graclaJj.o, sintió
gen? [.•. ] <¿\.sÍ cqmo unamujer,nocla aluzsino;através del m experiment6la corrupción del Seno>~ "porquesJlpaitonofuéun
tambié1;l uIlniñQnqséll~ si noesa ~ravésde la puerta del UL\_"~'" común, sino, inefable: Cristo, asÍcomo fue concebido,·asítalllbién
del seno cerrado»,
1)~~r.aInIlP. no .pretende¡etrotraer?e,aJa .teoría .de ()rí~ep;es ac(~rcC\: El profurtdo tratado de Radberto no se halla eh contrádicci6ncon
!aap~riRq vulvae;. sllúmco pr?pósito ;es pri:va~ de fund::np:eIl~o a la, de Ratramno, de, similar empaque teológi<:.:o, sino que, desde ópticas
ció;" mítico~pagana,cl~llIl nacirqientodt;.Gristo de ll1 cabeza o;del tintas, maestro y discípulo coinciden en afirmar el parto virginal, la
(c~mo Mine~a o Buda, ~jeIIlplos a~p.fidps;12orél)y no 4e1ser;to integridad del seno materno. Es, pues, injusto establecer
Por lo demás, él profesa la fe en la perpetua virginidad de María y oposición entre ambos. Durante el medievQ, la virgimdad en el par~
que elparto.vir~inéll seproduj(? 50n el~ePecerradoya la ve;z no se explicaba atribuyendo a Jesús la sutileza del cuerpo resucitado,
interptetánclola como un milagro de la omnipotencia divina 21 , La
«Ahora~bi~n, si él [Jes6~].esel prilllpgérlito,estoguieredecir vozqueclisiente deestaexplicaciónés la de Durando (t1334),
abrió ciei~amente elsen~,n,~·par~iorUperlo.cuando est~b;:t
.quien no es filosóficamente admisible, ni siquiera por intervención
sino para abrir a través de él I~ s~lida pa~a su nacimiellt(),como'
la compenetración de los cuerpos.PoHanto,élpropohela teoría
dsamente en EzequieL EIlef~ft~\.;:tllIlqlle estenpspresent(ila
de una «dilatación de.lasvías naturales sin interrupción y sin
cerracla, sin embargo, afi~aq~e ~l¡'~fil~aqi~rta p~r el Señor de
La teoría de Durando, de la que los contemporáneos hicieron
no pO~~1-le, a causa, d~ suen~~~4i,;~~hClY~Il abierto los ba
omiso, se expone en De margarita y será combatida por Medina,
umbral, sino porque, au¡{~~tand~a~ícerrados,la puerta se abrió
el príncipe» 19.

17 La conceptio per aurem es conocida en la antigüedad, y a través del


Proclo y de Agustín. se transmite a.laexége~isí" á':la liturgia. y al arte medieval. Cf J.
Excursus: Die Einpfagnis durch das Ohr, en Würzburger Jahrbücherfür
1 (1946) 390-399.' . ,,; ¿.' , 20 PASCASIO RADBERTO, De partu Virginis: PL, 120, 1365~1386. CO. M. CANAL, La virginidad
'18 RAfRAMNo,De eo quod ChristusflX;Virgirl.e.iuitus est;TMPM,·3,.822. María según Ratramno y Radberto, monjes de Corbie,en Mar 30.(1968) 53-160.
19 lb, 823. 21 Cf STh III, q. 28, a. 2. .
2.'3 , dnrnactJladaG.0ncefi}cioffJ~ Transit1fS;ies¡preciso ateherseªlos:dat6s delaEscritura, que calla
nec:to;;v arIa liturgia; que no especifica nada;sobre el particular:
Es. mérito de: Agustín;: . a pesar de 'supostuta;uÍr tanto·. ~HJL¡;;Ula
respecto, haber planteado correctaménte.lacuestión.de la innriaé,u .«Asípues, ilafiesta·de la Asunción dice únicamente que María fue
concepción de María, encuadrándola en 105 datoS que. se IJV~'~~l.1.·a',,~ .asunta al cielo, comolaliturgi:a 10 celebra desde hace tiempo:enese
del pecado original y,sobre todo; de la soteriología. A Para decirlo con otras palabras: la Iglesia celebra hoy el recuerdo
ces, la prerrogativa.mariana sólo podrá presentarse como un del traslado de la Madre del Señor, como celebra el día de la muerte
redención obrada por Cristo; de. todos lossantos» (c. 23).
La cuestión es recogida por Beda el Venerable (t·735),.quien
la semillapara que brote la doctrina de la Inmaculada «con la La réplica al Pseudo, Jerónimo la formula el Pseudo,Agustín, que es,
tación de 'laSantificacióh del' Bautista eh el seno de su madre J."aLLJ<CL···
antes de la segunda mitad del siglo XII eL Tratado. sobre la asunción
1,41) como liberación a peccatis omnibus,ycon aducir, por tanto, B.Y María 25 • El autor, aunque estaba de acuerdo con Autpertoy
ª"\..(l".·LV·· acerca del silencio de la Escritura sobre el tránsito de María,
tiori el argumen.toen favor de María»22. Luego, en eliámbito 11l~)lla.;::H;l\
Pascasio Radberto, en De partu Virginis (844,846), subraya la ~\..JL\..UJ,a\..l coincidía con ellos en quejos apócrifos no merecían .credibilidad,
de la Nativ1dadde María para deducir no sólo su santrncación en: ~~con la razón lo que. es acorde con la verdad» í verificando un

materno, sino también su exención «detódopecadooriginah 23 . ,u 'Le,,' , de explicitaciónde la Escritura a partir de lo que.es verdadero.y
10 que es conocido.
El Pseudo,Agustín desarrolla así una serie de' argumentospantnegar
2.4. Asunción de María María experimentara la corrupción de la tumba: la condena a .la
no Se aplica a «la carne de Cristo, que.fue tomada de la car,
Aunque la festividad ·fueestablecidll en Roma hacia el 650 de María»; la omnipotencia de Cristo exige que no haya dejado asu
nombre de Dormicióno Pausatio, yapnncipios del 800 con e! prisionera de la muerte;·si.Cristo·conservó íntegra la virginidad· de.
Asunción,: lacélebre.carta Cogitisme, .de Pascasio Radberto ( ¿por qué no iba a preservarla. de la corrúpción? .. 26.Desbloqueaasí
el pseudónimode JerÓnlrho).,confirhIá la. pdstufade. Ambrosio
i
situación doctrinal de punto muerto que se había creado con la tesis
acerca dela migración de María al ciel('),quénose ocupa de la que se presentaba aureolada por la autoridad de Jerónimo.
de sil cuerpo24. Pedro Damián (t lOn}asevera que.es propio de uria actitud piadosa
.El escrito.se reda.ctaa propósitoc:leuna conSulta de las monjas de creer en la asunción de María, y el Mariale, del Pseudo,Alberto (de
sons, que dudan acerca de si María fue asunta con el cuerpo o sin del siglo XIII), enumerará 12'motivos para probar que la Madre dé
Radberto les responde previniéndolas contra la idea de aceptar los datos fueasunta en cuerpo y alma por sobre los coros angélicos. Godofre'
de Auxerre (t d. 1188), secretario de Bernardo, se distancia de este
pasa a profesar la fe en la inmaculadác9n.cepciónyenlaasunción de
22 G. SOLL, Maria, en DPAC, n, 2110; El autor cita Hom, 13; PL, 94; Hom.II, 19;
122,325. .••.
23 PASCASIO. RADBERTO, DepaTtuVirginis;PL; IZO, 1372A: 25 PSEUDO-AGuSTÍN, Tratado sobre la asunción de laB:.v. María; TMPM, 3, 827-838.
24 PSEUDO-JERÓNIMO, Homilía sobre la asunción de la B. V. María; TMPM, 3,.788-914. 26 lb, 830-837.
María e;ll. euerpaY·almá.Be,di,strin~!1easLcle ~ompuso los formulariospara,c:1da\<día'pe lasewan,a exento
«el único ;teólogo, que.eoireetaintrín,secm:men,te»;las cfosi pn~rr,og:lt¡Í:'\l:a yIos añadió al sacramentaria de Adriano, enviado por el Papa
cuando se formula la siguiente pregunta:. «De aquella a quien se aiP~tición,deeste último: Santísima Trinidad (domingo)',
de rrianeraverdaderísima como tódabella,¿por qué no .se iba lospe(i4dlo~ Ehmes) j;J'4rapedir; 14s ayudas .de los ángeles (martes ) ¡ . La
también que había, sioo. asunta toda ella?»2,8 .. (nliércoles)j.La caridad (jueves),. Santa Cruz (viemes),
McxTIcx' (sábado)~ A partir de aquel momentoí.la consagración. del
a Mmia «se consolidó firmemente [... ]dando.origen auna tradi-
3. María y la conquista del tiempo litúrgico q.ll~¡nO .eonocerá di;;continuidades o atenuaciones»29 j tanto es así,
y devocional yg.]3emardode Constan,za (t·ll 00) hará eonstar:

Aunque los carolmgios fueron'inexplicablementesobrios en sus «Casi..entodas partes, en. el viernes de cada ¡sem;ana se,dtc,e 1:1 Illisa
taciom~s de piedad mariana, de un examen atento del período H_""U'_U de la Cruz y ;en el sábado.la misa de Santa· Mar{a, no porque talc:Q;;a
aumento de exptesiones'devocionales en diversos. niveles: los eC1lt1C:I01;~(
culto' soh dedicados a la Virgen, se realizan
sussantuarlos, se componen oraciones marianas, y la nueva L'-'-/H'-'l"oL':'" iLosmotivos para la introducción de Santq María ensábadonofios
reserva un espacia a la Madre de Dios. De estas manifestaciones ofrece .Akuino, sino, otros autores, como Pedro J)amián, quien se
halla ausente la cultura imperial de Carlomagno y sus sucesores . ~ .~,.,;... .,. etimología de «sábado» .para referirse alVerbog:p,carnadoque
.;fieL a la praxis ,romana, .Alcuino torna de ella las cuatro kI;SOI_CUL"a en la madre:

marianas que pasarán. a los calendarios. litúrgicos del territorio


gálica: la,AÍlunciación, la Purificación, la Asunción y, la Natividad.c «El sábado: sigpific:adesc.anso--:-desde elm0li1ento en que se lee que
festividades serán un semillero de homilías marianas contemporáneas. DiosdescarisÓ en ,aquel día [cfGén 2,31-:yes dedicada muy opor-
benedietinoirlandés llegará. también a ser famoso por. haber in t¡u:p,aIlletlte a.la Virgen. María. .En efecto, la Sabiduría se edificóu,na
la misa Notivá de «SailtaMaría en sábado». casa [Prov 9,11. y en. ella para la humanidad aSllllta. [por el. Verbo]
descansó comq.en un lecho castísimo .. A quienesJe tributan este
justo homenaje, selesconcedeciertamente la ayuda de una defensa
3.1. Lajmisade Santa María en sábado segura»3l.

De Alcüino provieneJa aceptación oficial de la tradición de UC;I"'L'-,aL.~


sábado a María; una costumbre cons.alidada ya en. los monasterios.

27Cf E Gl\STALDELLI, Una mariolo!!ja d'a,vanguardia nel secolo XII. ImT(l{lc0lata cCJncezione
assunzione corpórea di Maria secondo GoffredO di Auxerre, én Studi su san Bérrúi'rdo é Goffredo S.Rosso, Il«sabatoinarianó».in Occídente,.enE. M.T0NIOLO (ed.), La Vergíríe Madre dal
Auxerre, Tavamuzze 2001, 425. VI al secondo míllennio, Roma 1998,172.
28 GODOFREDODE AUXERRE, De vocázione sponsale in Cantico Canticorum, línea 120, !-,UL'l1'-élUl
30BERNOLDO.DE CONSTANZA, Micrologus de écclesiastícis'observatianibus, LX; PL, 151, 1020.
por E GASTALDELLI, Studi su san Bernardo e Goffredo diAuxerre, 452. 31 PEDRO DAMIÁN, Opusculum33,4; De bonosuffrágiorum,IV; PL~ 145,56588.
Mayor impbrtancialaún poseeJá homilía sobre .la.:asunción,que ha
J;!... ~:;au.v.· hasta. nosotrosbajolel.seudónimo.de Agustín, pero tras de la

Mümttas queta:shomilíasde:BedaelVeherable'Et't35)32 queh~xy)~n·día;se:vishiinbra la.pluma. de Autperto, basándose incluso


el ámbito dé la exégesis del texto bíblico yOfrecenuri cOínerftal10 f 10scódicescaSinensesy cluniacenses.' Propohiendo.en primer lugar
laanundadón y del Magníficat, las de Pablo Diácono Vatnetntlo"l3f raz.ónde .la festividad, a saber, queMaría :«fue asunta y elevada por
799) acentúan el carácter único de María, «llena de los carismas endmade losángeles¡.aunque no sepamos si lo fue con el cuerpo o sin
grada» y elevada por el Hijo a los delos, donde «aquella que' cuérpo» , eL autor vatenumerando las alabanzas de María. Confiesa
ciónal mundo entero, que ala sazón langüidecüi, ahora,consu esta es· «dignísima de toda alabanza» y queningunopbdrá alabarla
piedad, intercede pot todos ante suhijóy Seño!»3), Aúnqueno:se u_",,,<,,ute (tema común a Pablo Diácono):
María ascendió al delo con cuerpo o sin él, es obra del Señor el
que«unaftágilmujer;utipequeño gusa¡{o quecredó ene! fango «En efecto, iella llev6 en .su seno inmaculado a aquel Diosqüe el
mundo», haya sido elevada'«pot encima de los delos», se haya "A,nn,'rlct universo entero no es capaz de.contener! iEllaeslá.única que mere~
«en Madre de familia en toda la casa del Señor» y «sea: llamada· dó ser llamada madre y esposa; ella repar6los daños provocados por
Comienza con Pablo Diácono el proceso de ubicar a María entre la primera madre; ella dio la redención al hombre, que a la sazón se
la Iglesia, porque «su verdadero Hijo es médiadorentre Diosylós hallaba perdido! »38.
bres, y ella; en cámbio;es mediadora entre elHijo y loshombres·»34.
Mayotinterés despiertart~ dos homilías para las festividades . Autperto. desarrolla .los títulos patrísticos de :madre; virgen.y nueva
Purificadón y de la Asundón35, pronundadas por Ambrosio Eva;perodeclam que María. es madre delos seres humanos,áunque no
(t 784), de origen franco y abad de San Vicente del Voltumo detalla en qué sentido:
to, erda Campahia)36; En la priinerahoiñilía, Autpetto llama a
«vitgenyma:dreen relaciÓb. con Cristo», reoogiendo los datos «iTodo lo que diga de ti será siempre inferior a la alabanza que tu dig~
tradición; peto ·va más allá .todavía intfochiciéhdo el tema ~de la nidad merece! iSi yo te llamara cielo;. túétesmás.. elévada que elcielo;
nidad espiritual: María ofrecea Dios, «conaJeétO materno»;' Si te llamara madre de los pueblos, tú eres sllperioraeso.Site.Uamara
Hijo,Sinot:ámbién a aquellos' aquiéhes la::grada divina' asodaconét exterioridad de Dios, tú eres digna de ello! iSi habitualmente te llama~
efectó,Matíaes~<mádre delos elegidós»y «madte clelos creyen ra Señora de los ángeles, tú demuestras serlo de todas las cosas! »39.
quiero decir, es hermano de los creyent~s, entonces, ¿por qué aquella que engendró a Cristo no
32 BEDA EL VENERABLE, PL 94, 9-22 y 79-83. iba a ser ,madre de los créyentes?»(AMBROSIO AUTPERTO,Homilía sobre laPurificacÍÓ1'l.desanta
33 PABLO DIÁCONO V ARNEFRIDO, Homilía 1 sobre la asunción de la bienaventurada Virgen Maria; TMPM,;3, 736). Sobre la maternidad espiritual de María en Ruperto y en general en el
TMPM, 3, 751. medievo, dA. PIOLANTI, «CreJ.eniítlmmÍlter». Un notevole testo di Arríbrogio Autperto, en Euntes
34 ID, Homilía '2 sobre la asunción de la bienaventúrada Virgen Maria; TMPM, 3, 752-753 y Docete 6 (1953) 4:9~52; H.BARRÉ, Lamaternité spirituelle de.Marie dans la penséemédiévale, en
35 E BUCK, Ambrose Autpert, the First Mariologist in the Western Church, en De cultu ErMar 16 (1959) 87-118; T. KOEHLER, La maternité spirit~lle de Marie, moyen age occidental
saeculis VI-XI, III, 277-318, atribuye a Ambrosio Autperto otras dos homilías: De n,.,,,,,,rntwtll (1250-1550), en EtMar 17(1960) 19-57; Les origines d'untherite dévoti011nef la maternité spiri-
dominica y De Nativitate (296-297), pero otros.autores no están de acuerdo con él. tuelle de Marie dans la piété occidentale entre750-1100. Étude historiqueetculturelle, en De. cultu
36 Cf}. WINANDY, Ambroise Atitpért,rildineetÍthéológieri,París1953;RWEBER, Les mariano salculis VI-XI, IV,346~379.·· . .
d'Ambroise Autpert, en Revue Bénédictine86 (1976)3211327:.>. 38 AMBROSIO AUTPERTO, Homilía en la fiesta de la Asunción de la bienaventurada Virgen Maria,
37 «La Virgen eleva al rangod¿ hijos a aquellos aquienes la gracia divina une íntimálneií 4; TMPM,3, 722.
con Cristo. iMaría;enÍladre de los elegidós¡:pon¡U:eehgendr6al hermano de ellos! Si 39 lb, 723.
··:LAutpertb);iGOns'diétI.te·· ~¿brñOf !eac0nju!1t~€de; la 'cult;ura un hechoque,apartifdel siglo IX, se ;generaliza la costumbre de
medieval,-de'~ue"~<eh:rñundoes l:lnaLcar<~eH,)~(1elltraS·'qQe'Ett·c~telo::e~ ''''",.~''',L. a ManaHos; édifidos ,de culto"espédalmenté en suadvocadón
verdadera moiaua» ,zrtluestra.unvivo s·,en1IidiOtlteUac:onalC::1ó:nglüEillC)(;l asuRtaJ' al cielo: No sólo las catedrales; comolas de Aquisgrán, Reims,
de ·la·Virgen.; a quien dirige. repetidas veces'ehepítetode «glclr1o,sa»,:/~¿ Soissons,.Vetdún; .. , sino también las iglesias de los monasterios son
[;;.] eh el reino telestialeressuperior a todos lbs coros de; j¡"t¡¡¡'.U\.-ClU".,. invariablemente·, a María; Las constitudones antiguas de los

tú sigues al Cordero adoIldequieraque; va» .Por.eso¡ en un éOíé1tE~XtIOJ Maria disponen que·cüalquieúglesiade lá.orden.religiosay el
oradón, en el que domina,el tú anafórico, Autpertodirige,a LHClH'::t<UJ mayoresténconsagrados «en honor de nuestra Señora», costumbre
súplica que llegó a ser famosa en.elmedievo: había sido adoptada ya por losdsterdenses.
Surgen durante el siglo IX los santuarios de Einsiedelny Altotting,
ti",,''''L''''',-''' respectivamente con la ,devodón profesada por Meinrad:y por
de Salzburgo.

nino. Todos experimentan sensiblemente twalivio y


2. La nueva Jcon ogra fía ma[jana
Aunque sea exagerado llamar a Autperto «el primermariólogo
Iglesia ocddental»(R Buck) , es lo dertoque será siempre un L'-"LLO:O'V pesar de la desconfianza'de .10s carolingios hacia las imágenes, la
nuevo sentir que, en sintonía con la cultura medieval; traslada dedicadón de iglesias a Maria conduce a representar a la Virgen, «prin~
mundo religiosohadaJa Virgen gloriosa,queentr6enla: h,,,n'l'<TI"'t'!; cipalmente como la deuteragonista. en las representaciones de la, vida
ranza de Dios. de Jesús» 41. El tipo preferido sigue siendo;el de María sumida en oración,
un tipo antiguo y prestigioso, pero -como puede verse por las dos p1a~
cas de marfil (respectivamente, de los años 800 :(900) conservadas en
4. Maria en losespados arquitectónicos y enSaint~Gall-:- inserto en la dinámica de la ascensión. María,
<VL\..lLH''-L

y·en la iconografía·· que extiende sus manos en oración mientras los apóstoles dirigen la mi~
rada hada 10 alto, es desde entonces «un personaje de síntesis», que se
4.1. La dedicación de iglesias'éLMarta. tificacon la Jglesia orante ,en la peregrinadónde esta hacia Cristo.
espejo por exéelencfa en que se contempla la Iglesia, se convierte
Romá ha.bía dado ~l ejemp1o¿on l~basilicadeS~taMariala un «polo de referenda para comprender y articular eLejerddo del
trüiclá pQf'e1 papa Liberi().(352:;3§6rlf'f~l'lg~l:ld~Lpor Sixto IU LUU.L~,""L.U poder real» 42.
mente después del concüiod~Éfesb(43 2A3 7) ¡ydedicaúdó l~~go En las representadones pictóricas que se hacen en la abadía de San
teón.a santa. Mariaad marty~~;pOJ¡~bl'adeBonJacioIV(610). J . Vicente del Volturno, el abad Epifanio (824~842) dispone que. la Virgen
(705~707)' dedica a Mana l.m()ral:otió:~rí·la ba'sí1ts:a d~SanPedro.
41 LSCARAVELLl, O.C., 78.
42 D.Russo,. Les représentations mariales .dans l'art d'Occident .. Essai sur.la. formationd'une
40 lb, 728. tradition iconographique, en n IOGNA-PRAT-É. PALAZzo-D. Russo, O~c., 214.
Modelocarolillgio - 235

sea~rejJfesentad~ con. rostr0;;yi'a2Htuaesai~tmta5"~n .las escenas compromete a prestar devoción, y la otra, protección. El modelo se
cas delaianunciadófi,. el hacimiento 5de Jésús;y.:Jii¡.Qruz~rMuY'-vj"lv~'luc !W1J,,-vutrará también en Santa María en Domnica, donde será Pascual 1
la gran Majestad asuntatepresentada;enlabóveda,érílaqueaV1<1H<1' 17 ~824) el que se postre ante María en el trono -que sostiene a un
ataviada con vestiduras' reales, luce joyas preCiosas y se halla IlCIlLdJct¡ en ademán de bendecir- como si fuera un segundo hijo de la
un altísimo tronoisumamente'adornadd, con la mano dereoha del cielo. Parece que aquíse plasma en imágenes la reivindicación
da en ademán de. dirigir la palabra».. Esta imagen representa de la supremacía espiritual y temporal, que confía, por tanto, en
semántica de todo el ciclo» 43, Y armoniza con el programa. de protección de la Virgen: «Una dinámica pontificia que en muchos
de la devoción a la asunción de María¡ misterio celebrado por "~~.~"r,~ adquiere la forma de verdadera política»46. Esta misma línea
homilías contemporáneas41 . un marfil carolingio de Aquisgrán (aproximadamente 795~805),
La dedicación de iglesias trae consigo un desarrollo de la icolrio~ra representa a la Virgo militans, una María en la que se concitan la
de Nuestra Señora en el trono con el Niño, en cuyo origen se '-HI..;U"'HI:lQ terrena de su vida, cuyo símbolo es la rueca que porta, como en la
adoración de los Magos, representación predilecta de las ca apócrifa, y la fase celeste, porque está sentada en un trono
en la que la dignidad de María deriva del hecho de estar asociada al bll;;'.... VJ.au.v como el de las emperatrices en las monedas, sin el Niño, asien~

menaje que el Hijo recibe de la gente: Después, el modelo pasa al como cetro la cruz del Estado.
de Santa María la Antigua, en el que una María coronada ~~c''''a,~ El tipo de Nuestra Señora sentada en el trono o en majestad, con el
su regazo alNiño y lo presenta al espectador: están asociados los más antiguos santuarios marianos47 , se impondrá
los siglos sucesivos. Especialmente sugerentes son los iconos pin~
«La actitud de María es verdaderamente la de una reina por Coppo de Marcovaldo para las iglesias de los Siervos de Siena
sa; su vestido suntubso reproduce la moda imperial de la corté 1261) y de Orvieto (1268), o los de Cimabue para Bolonia (1287), así
]ustiniano;su corona,elstemma, esta coronamuralis;a derecha los de muchos otros pintores durante los siglos XIV-XV48.
izquierda los arcángeles Gabriel y Miguel se inclinan respel:uo saruet 1

ante la Reina de los cielos y ofrecen al Niño las insignias del


imperial sobre.un borde>desu capa, la corona y el cetro»45.

La imagen de ]uanVIl con aureola cuadrada, propia de las ""''''''''~'nV,


que todavía viven; no sólo en el m0saico dé la Virgen orante en
Pedro,. sino también en el· ábside de Santa María la Antigua, se
te en expresión de una espeCie de contrato por el que una de las

43 [>SCARAVELLI, o.C., 79.


44 CfPABLO DIÁCONO, Homilías 1 y 2 sobre la asunción de la B. V. María; TMPM, 3, 747 46 lb, 207.
AMBROSIO AUTPERTO, Homilía en la festividad de la Asunción de la bienaventurada Virgen 47 M. SENSI, 1 santuari mariani, en C .M. PIASTRA (ed.), o.c., 234.
4; TMPM, 3, 720-729; PSEUDO-JERÓNIMO, Homilía sobre la asunción de la B. V. María; 48 Cf P. M. BRANCHESI, rOrdine dei Servi di Santa Maria e il culto mariano (secoli XIII-XV), en
788-814; PSEUDO-AGusTÍN, Tratado sobrelaasunéión de la E.V. María; TMPM, 3, 827-838 M. PIASTRA (ed.) , Olí studi di mariología medievale, 113-158. El autor señala para aquel período
45 D. R. Russo, o.é., 201. 1 pinturas en las iglesias de los Siervos de María (146-157).
\ mediadora misericordiosa entre Cristo

abrá que espetar a 1946 para que elbetrediétíno JeanLedercq1


acuñe Iaexpresión«teologfa. monástiéa.», que se impondrá
entre los especfalistas para referirséala: teolOgía engendra.da

ticipa enparte el enfoque racional y sistemátiébde la escolástíca,


10 demássustancialmentechferente dé aqtH~1. En efecto, la teología
aéehtúala iÍlaccesiblesantídaddé la palabra de Dios, a la
no se puede llegar por ningúnmétodológiéo,enlá certeza deque
Evangeliorio puede analizarse cieritíficainente, niredi.Ícirseauna
especulativa: «La ~eología es sabiduría, y no ciencia»2.
U\,A_LVLL

Así pues, la finalidad de la teología no es la investigación curiosa,


la admiración arite los misterios divinos 3 én un contexto de: ora-
y edifiéación espiritual. Como diée Juan de Fécamp(tl078), la
< " ' /

1 J. LECLERcQ,Pierre le Vénérable, Saint-Wandrille L946, 366. Para la:bibliografía y la discÍl-


sobre la teología monástica, cf C. LEONARDI,C'eUná teologia nel Medioevo?,en.Medioevo
La culturadell'Europa cristiana, Florencia.2004, 443-.465.;
2 E. SIMON,.Escolastica, en K:RAHNER; Sacramentum mundi.II, Barcelona 1972, 676.
3 «Quasi admirans, non quasi scrutaru» (BERNARDO DE CLARAVAL, Sermo 62, 4; PL, 183; 1078).
238 -María, síntesisdevalorés

t~p:logía"e~'«alabáriza de Dios» 4, porque -añade san Bernardo- a Además, es normal que.eltrú.1naoat0: e:ícp~esesu:~diálog0con::;la Vir~
«se" le busca d~ manera más digna se le encuentra más fácilmente de una manera propia y peculiar. Y esa manera es la de la alabanza
la oración que con la disput~:/~El principio y el fin de la in laora,cióp:, que del ámbito litúrgico}se extiendeaespacios.mundanQs.
es la vivencia de las realidades divinas, como atE¡stiguasan. LJ\O.LHdll\ unaJeología:11J,arianaorante, que se expresa en las homilías y
cuyo lema, más que credo uf intelligam, era credo ut experiar6• los ,himnos litúrgic:os, así como en las oraciones privadas o perso~
Se comprende entonces porqué la referencia monástica a María.
cede más importancia a la sabiduría que a la ciencia. En efecto, la . Sinembárgo; aunque recluidos en el recinto del monasterio, los es~
cristiana consiste en «vivir según la sabiduría», por lo cuallds mcmJ(~S~SI están impregnados de la manera de ser de la cultura feudal, que
los verdaderos filósofos; pero -como repite Odón de Canterbury rce su insoslayable influencia sobre su percepción de la persona de
1200), siguiendo a un autor desconocido- el prototipo de los sobre las formas de culto de los devotos y la espiritualidad ma~
después de Cristo, es María, a quien se llama «christianorum El feudalismo, con su esquema piramidal,en el que se engarza una
de dependencias que va desde los hidalgos y los vasallos hasta
«Cierto sabio, mientras desea alabar a María de manera muy rey y.el emperador,. influye en laconcepciónj típicamente. medieval,
vorosa admirando su nombre, exclama: "María es la filosofía de María .comomediadora entre Cristo y la:lglesia.Ladevociónadopta
cgstianos". ¿Quésignmca esto? La filosofía es. el estudio o el ULL'H'-",",~ el tipo' de contrato bilateraL:.a.1a.traditio o confiada entrega
.la sabiduría. A María se l~llama la filosofía de ~s cristianos, por lo los frailes le corresponde el patrocinium o protección de la Virgen,
todoqquel que CJ.ui~ra encontrar la. sabiduría debe dirigir a María que despide un aroma inequívocamente feudaL Inspirándose
su Fmor y su estuq.io. Ahora bien, la verdadera sabiduría es el rito al qllesesometía el hombre libre cuando no tenía éxito en
denominado fuerza y sabiduría de Dios. Él es en selltido negocios, el beato Marino, hermano de san Pedro Damián (t 1049),
y propio la sabiduría de los cristianos, porque el cristiano no pone unácuerda al cuello y se ofrece a María en calidad de siervo
busc:ar. otra sabiduría al margen de él. :El que desee¡collseguir . Antes que él, san Odilón (t 1049), abad de Cluny, se había
sabiduría, dirija
..
su ...•..
propio estudio
'"
a María..,....porque
.'.
en María
. .....
'. '. i(Jrt:eC:ldO para siempre a María a título deesclávo'l.
trará a Cristo todo el que quiera eJ?-contrarle. En efec:to, por Se entrevén así las cuatro direcciones en que se encauzará el modelo
deN}:.aría se yaa Cristo; de la. misma,;lllanera que mediante la ',U\JUCJ.0LJL'-'V en relación con la Madre de Jesús: teología orante,incultu~
se llega alhijo, así también medial1tela madre de la misericordia feudal, disputa sobre el comienzo de la vida de María yprotago~
. . . . .\..·LVU

llega a la misericordia nlÍsma».7 ~. . .. . . . .... . . salvífico de María en los miracula .

.' 4 J. LECLERCQ;Uri rnmtredela vie spifituel1id~XIe siecléJéande Fééamp/Parfs 1946,77.


7: BliRNARDO~E C~vAl:,.De c~iderátian.e 5,~32:; PL,182,808. .
1 es.laafirmaclon de J..
al
1926,11:' '.
SCHUCK, DasBohehed des hl. Bemhard van Clairvaux
' '. ,
70DÓN DE CANTERBURY, Senno in Assumptione Beatae Mariae Virginis, ms. Reginensis qúé es la . sabiduría de los cristianos y, más aún, de todos los hombres, sirviendo a
102:2,. f87 <88, .citó por J. LECLERCQ, Maria chnstiariorumphilosophia, en Mélanges de humanidad de Cristo y contemplando su divinidad» (f. 95<96).
Religleuses 3 (1956) 105. Eltext?de Odóncontinúa: «María fue llamada por cierto . 8 El hecho lo narra PEDRO DAMIÁN, Opuse. 13.ad Desiderium abbatem cassinensem, 4; PL,
filosofía de los cristianos, lo cual significa que ella.esel estudio.de la sabiduría, no. sólo 145, 565<567.
cuanto se.ha dicho anteriorinente7. porque los. cristianos deben meditar acerca de María 9 Cf la fórmula de G. BAVAUD, La dévotWn desaint Odilona laVierge Marie, en De cultu
encontrar la verdadera sabiduría;sinotambiéhporqué ella harríeditado siempre acerca de mariano saeculis VI<XI, m, Roma 1972, 571~582.
,~{kQh;,Mirg~n\.Madrede .QiQsJv{ana! j.nosotros'jq}le ~e1ebramos
hoy tu
verd,adera Asunción a la morada celestial, aunque seamos .indignos
Las' bracioneslitúrgicasconsetvadas etilos sáctahlentarios t~:t:e};!(¿¡rt~ y pecadores,tedirigirrlOs nuestra oración y te pedimos que también
romano, veronense, lJergomense, gelasiano...),están dirigidas inosotrQs,me.r.ezcamossere1evados gozosos; allá a donde tú has sido
menté a Dios y, cuando se 'réfieren a fiestas en las qúe se otimetr C' asunta corúg1oriamedianteun extraordinario, prodigio» 13.
a la Madre de Jesús, presentan una motivación mariana. Un
erttre'muchos 'otros, nos 10.proporciona.1a colecta de la
Anunciación:

«Dios'omhipotente y eterno, que mediante eL anuncio del concepciones .antropo1ógicas. del medievo· sepuedenrastrear"'mejor
.bienaventurada.siempre Virgen María, dispusiste hoy que tu. en los formularios litúrgicos, en las oraciones personales o cbm'uni~
eterno juntamente contigo, por.obra del Espíritu Santo, fuera dirigidas a María en prosa y en verso, que florecen en el ámbito
bido según la carne para la salvación del mundo, ayúdanos . Algunas de ellas han alcanzado notoria celebridad, como
,a nosotros que somos tu1pueb1o, para que, conseguida la paz, Maria,succurre miseris, qllese remonta quizá al siglo VII y fue
mossunacimientoconánimomás libre de culpa»10. "''''',v.....~~.porAmbrosioAutpertoy Alano de Farfa , oSingularis meritis,
aunque atribuida ·a EfrénJue compuesta en el siglo VIIP5.
Junto'a..este tipo predominante; el Antifonario romano contiene' En.latomposición, de oraciones a ,María .sobresalen Anselmo de
serie de breves antífonas dirigidas directamente a María~ (t 1086) y Anselmo de Canterbury(tl109), ambos obispos y
. El primero componecinco.oraciones marianas para uso de la
«Eresbi~Ilaventuradai oh María, que creíste:,se cumplirán en ¡,vu-U.'-c,a Matilde de Canossa (;1: .1155); cuya dirección espiritual le había

cosas que te fueron dichas depar~e del Señor, aleluya. confiada por Gregorio VIL Sobre el trasfondo de .los «pecados más
Te glorificamos, oh Madre de,pios, porque, de tinació ,~L'-'L;~9 rn"'rn~",~ que la arena del mar» ,la figura de María resplandece como
Salva atod()s los que te, glorifican. de «grandeza inefable» y «éxaltadapor encima de la gloria de
iVirgeIlsanta e inmaculada 1 No sé cómo cantar tus .CUClUClLU>
los mortales y de la dignidad angélica» j lo que no es óbice para que
porque a¡\quela quienlos ~ie10s; nQ plleden contener, tú Jo muestre clemente y misericordiosa, potque,es, una «gran madre», que
en tu seno» 11. el Ca1vario~adoptó como hijos» a todos los creyentes. Anselmo
inclina a contemplar en Jesús al «juez resuelto», ,mientras que María
En el Sacramentario mozárabe, muy rico desde el punto de vista de rpf'\Tlf'np conclemencia¡ «como contrapeso a Su severidad» 16. Aloran~

valoración de la Theotokos 12 , las oraciones a María son más ~",~'-LL"a",


elaboradas, pero ~iempr~ se hq,llanv'inSllladas alas fiestas litúrgicas: 13 Sacramentario mozárabe; TMPM,3', 955.
14Cflas obras clásicas G. M. DREVES-C. BLUME-H. M. BANNISTER, Analecta hymniGa Medii
. 55 vols., Leipzig 1886-1915; J. LECLERCQ, Fragmenta mariana, en Ephemerides Liturgicae
10 Sacramentario bergomense; TMPM; 3, 97 L' (1985) 292-305; H. BARRÉ, Prieres anciennes de l'Occident a la Mere du Sauveur, París 1963
11 Antifonario romano; TMPM, 3, 914 y 916. " '. 15 La primera oración está referida anteriormente entre las homilías carolingias; para el texto
12 Cf la oración interpretadapQt J. PlNELtl p'oNs,Figlia diSion,coruacreraial Signore la Alano de Farfa y para la segunda, cfTMPM, 3, 56,
titudine dei popoli, en La Madonna 31 (1983) 516,149;L62. 16 ANSELMO DE LUCCA, Preghiere, en TMSM, 3, 56.
te RoJe QJ.üedamásqJ.lecoílfiarsetóta:lthenfe, 'conaféC"to H:""'1:'\.A1"'> «María, tú ·lagranMaría, túlamás grande de las bjena:v;enturadas
la intercesión de María~ Marías, tú la excelsa entre las mujeres [... ].Mi corazón quiere amarte,
bócadeseaardíenteímmtealabarte, .mLmenteanhela venerarte,
«Por eso, ¡oh gloriosísima señora!,busco refugio en tu HLCUL",,-U.U' mi5ilma; a"spira adiriginIlea; ti en oración, para que todo 10 que soy
y singular piedad.ypongoentus manos santísimas mi alma y se.Q0nfíea tu pí;otecciÓn.
po. Cuando comparo tu total pureza y sencillez con mi ; [.. ,.;]J Qhsalade la propiciación universal; causa de la reconcilia~
sumamente nefanda, no siento valor para levantar mis ojos a ¿c,ión general, vaso y templo de la vida yde Ja salvación de todos!,
puesto que el Hijo de DioStt~escogiócomo madre,pará . xestrinjo;demasiado tus méritos, cuando en mí, vil hombrecillo, enu~
desde ti, por mediación tuya, el perdón a los pecadores, para mero tus beneficios, dé los que un amante puro se gozay, gozándose,
misericordia de nuestras iniquidades y para oponer ala los reivindica para sí.
del Padre el amor de la madre, vengo a ti no sin esperanza» 17. [... lEl cielo, los astros, latierra, los ríos,los día~, la noche ytódas
las cosas que están sujetas al poder y a la utilidad humana, se alegran
A petición de un monje, Anselrilode Aosta compone tres JJlt::¡;aJ~lC de haber. perdido su dignidad, porque, gracias a ti, i oh. señora! ,.han
María,cadauna detas cuales constituye un progreso espiritual sido resucitadas de algún modo y dotadas de:tma graciair1,(:~fable.
a la anterior. La'primera oración parte del entumecimiento \..uU"C'U..ICJ21 [... ] ¡Oh bendita confianza, oh refugio seguro! La Madre de Dios
el pecado; la segunda pasa aL tormento del miedo y, lá tercera es nuestra madre. La Madre de aquelque es el único en quien espe~
predominio del amor; La meditación sobre el misterio de la Virgen ramos yel único al que tememos, es .madre nuestra. Repito: la madre
duce sobre todo a la confesión del propio mal; para que sea curado de aquel que es el único que salvayel único que condena, es madre
la misericordia de María; luego, a encontrarün lugar de refugio nuestra.
dulce hijoyladülce madre»¡yfinalfilente ameditar sobre los ... Por tanto, ¡oh Hijo bueno!, por el amor conque amas a tu
que Dios ha obrado en María, c0mprendíendo en qué.inmensa madre, concédeme que yo la ame de veras, como tú la amas verda~
el pecador es 'amado por Dios.E1ritmopoéti<:.o de las tres nrc.rtrw'\p",: deramente y quieres que sea amada. ¡Oh madre buena!, te pido, por
admira.ble, y su fluir. incansable de rifilas y asonancias suscita en el el a1)1orcQnque amas a tu· Hijo, :concédeme:amarlo yerdaderamente,
del creyente. una disposición introspectiva Qrdenada a la salvación; como tú verdaderamente 10 amas y quieres que sea amado» 18.
último, su profusa enumeración: de títulos •dedicad0s aMaría
la relación de esta con la humanidad:y con el inismo cosm0s.La
de los descubrimientos anselmiarrosestárepresentada por la
espiritual delaVirgen,s0brelaque:Anselmoretoma complacido
una consoladora revelación. Síguesede ahíeldepositar la confianza
María:

18 ANSELMO DE CANTERBURY, A santa Mana, per impetrare il suo amore e quello di Cristo, en
TMSM, 3, 88-9J:Paraprofundizar, consúlteseL~TALLA~BoURDILLON, Marie dans la théologie de
Ailselme. Étude des trois "Orationes ad sanetam Mariam» ,.tesis qe licenciatura defendida en
17 lb, 58. Pontificia Universidad Gregoriana, Roma 2000 (edición f0tócopiada).
..

Md(;felod~;lw,feOlilygf~l;0mQrtá:sti€ia· - ~4.5

:si'escríto:s:mlariio)l()jglOQs·.tlenelBl sllwrigenren lásfestiVidades· de la Vir::.


én:ros.teklosfévarigélicos.en 10s· que se .habla: de Mana» 23 ; Bastará
El iflstrumentOliteta.rio en el que se éxpresa laéultura hÜ~(nev~ü"a tenerencuehta laproducci<fmde'antífonas vde himnos marianos
del siglo XI 'en'relacióíicon María esihdudablemente CI'/·VIIL/ULlr.' te ese período, y principalmente las homilías de Guerrico d'Igni
este término se aúnan formas diferentes en cuaritoa º,élClél'();~vCínn¡¡:e H57).odeAmadeód~Lausana· (tl159)24, entre.otros autores.
que van desde la antología de milagros y las composiciones 'POIeucc.as¡ Partiendo de, nuesfro· interés por la inculturación, nosdeteridremos
ta los sermones, los formularios litúrgicos e inclusolostratadós obrasde.Bernardo de Claraval(t 1153), que ejercieron gran
cos,gérierosdispares pero con el designio común dealabaia. iUC:llL-.Ld y ofrecen un ejemplo de lenguaje típicamente medieval. La

Hay que recordar, al menos, el doble Mariale atribuido a sa.n t\.JUlUL-'L-IUll mariana de san Bernardo no es muy abundante (la confor~

Magno (t 1280), una de cuyas partes se halla reivindicada por tan sóloJ9homilíasyotros pasajes dispersos en sus 'obras), pero su
deSanLorenzo (td. 1245)2°. En el; otro21, el anónimo autor la hace brillar con luz propia: .
mediante el método escolástico (videtur quod nan,sedcontra;
soludo 'obiectorúm)una.s 230 cuestiones,· mientras comenta. el "'"'TH1''' «Las páginas marianas de. Bernardo podrían parecer. escasas sise
la anunciación (hastallegatal versículo «nonerit impossibile U,U'4U,··.L' comparan con la cantidad ingente de sus escritos; sin.embargo, en
omneverbum»). El autor se demora en tuestionessutiles: el sexo esas páginas trasluce toda la genialidad y la sabiduría teológica del
gel Gabriel, su edad,su vestidura, el colór de su piel... Pero¡más gran Doctor, su estilo apasionado y fascinante, su capacidad para
estas sutilezas, la. idea fundamental de la obra albertina es el f.)lU.IL-l,.'W encarnarla referencia a María en la. cultura delpropiotiempo~ y su
la omnicóntinencia, según el cual én María hallan su plenitud celo apasionado por difundir la devoción a la Madre de Dios en el
dones concedidos a las demás criaturas. En efecto, María «no es .. pueblo cristiano» 25 .
tantas'criáturas, sino unacriatúra queestásobrétodas éllas»22.
Sobre. todo la «devoción al cielo»íque hace. florecer «la imagen de
gloria mariana en el centro de los pórticos de lasgrandes.abadías de
2. Hom iI éti ca litúrgicai ncu Iturada en el feudalism , impulsa a Bernardo a contemplar á Mana. en. la asunción
madre, reina y mediadora27 .. Él, desde luego, no olvida la vida
La piedad y la teología marianas de Tos primeros tiempos de la .de la Virgen, a cuya anunciación dedica. cuatro célebres ho~
media se desarrollan en el marco de la liturgia, porque «la n-o",nAr, . ,rtioniite mostrar la ejempla.ridaddeMana, especialmente para

19 Cf A. PEDROSA, El Mariale de Saint-Evroul, en EphMar 11 (1961) 5-63. 23 J. LECLERCQ; Dévotion et théologie mariale dáns le monachisme bénédictin, en MARIA n, 550.
20 Cf [Mariale sive] De laudibus B. M. Virginis libri duodecim, en Opera omnia beati 24 Cf fragmentos de los discursos o de las homilías de Guerrico d'Igni y de Amadeo de Lau-
Magni, París 1898, t. 36. en TMSM, 3,272-279 y 288-296 ...
21 CfB. KOROSAC, Mariologia s. Alberti Magni eiusque coaequalium, Roma 1954, quien 25 L. GAMBERo,Bemardo di Chiaravalle,eriTMSM, 3,206.
tiene que el autor del De laudibus no fue Alberto Magno, sino otro de época postetior a 26 C .. CANNELLI;. Le immagihi della glorificaziorie della Vergine nella cultura monastica .delXII
Tomás (p. 639). A. FRIESS, Die unter dem Namen des Albertus Schriften, Münster 1954, Alcuni esempi iconografici, en Mar 54 (1992) 85;
composición de la obra a fines del. sigloXIIL . . 27 CE- E. lABLClYNSKI, Maria nella gloria; Assunzióríe e mediazione di grazia in san Bernardo, en
22 ALBERTO MAGNO (inter opera), Mariale:siveCCXXX.quaéstiones super Evangeliúm Mar 54 (1992) 143~1 n.
est,en Opera omnia, t;J7, q. 80, París.1898: Para;unav;aloracióndela obra; consúltese R. 28 Cflas cuattohomilías de Bemardo Supermissus est; en.TMSM, 4, 207-260. El éxito.extraor~
RENTIN, Maria, Ecclesia Sacerdotium, 184.' dinatio de tales textos se explica con dos palabras: «su bellezá,>. <I::fJ;LECLERCQ, Saint Bemardet la
los monjes; Su admiraciómno, sQlb¡s~FrnanifiestaátItb na bré:v.e];)legaria¡de:Betrtardo;¡queJ].Ledereq consideraba·.típica,
maternidad divina' ele l<idoncella de Nazaret;!sino· ~o.LJlUJJ."'LLa"'_LLL.,' eklengúajejurídicóy:¡feudaVen que está formu1a.da32,

«¿Quién podría valorar aquellas perlasUQuiénes


nes de contar las estrellas que ..componen la diadema .L'-CJl.L . U.~¡¡¡",·
Sobrepasa. a la capacidad del hombre el explicar la'LL~'_UL(;U~~ nuestra,
<:lUV¡::;a.u.a.

composición de esa corona»29 ... ' reconcílianos con tu Hijo,


.recomiéndanos a tu Hijo,
Contra el tópico de considerara Bernardo un repetidor dda represéntanos ante tuHijo»33.
tradicional, debemos reconocer en él aLiniciadorde lamctncm8~m:~é
ad Christum. Siguiendo el orden piramidal jerárquico peculiar María es Domina, es decir; laque ejerce dominio y poder; es capaz de
1l0S tiempos, Bernardo se separa de los Padres, que identifidm ","'-'U'-LLlUlL, de restablecer la paz entre las partes en litigio, como hizo de
con·.la·Iglesia,para si'tuarlaen una. posición intermedia, eminente en la anunciación, cuando todo el universo, expectante,
la Iglesia y subordinada;a Cristo: taba pendiente de su respuesta31.
El término mediadora significa que María «es el camino por el que
«Así comoeLvellón se encuentra entte el rodoy secadal,y el' Salvador» y, ¡portanto,'también¡ nosotros debemos «ascender
jer entre el soLy la. luna, así María ha sido situada entre medio de María hacia Aquel que por medio de ella descendió hasta
Iglesia» 30. ~""''''''''''C''' En el cielo, María se interpone entre·nosotrosyCristo,pues
otro modo la majestad de este abrumaría alser humano. Bernardo,
Consigue así que la Iglesia; postrada a sus pies como la luna considera a Jesús mediador único, recurre a motivaciones psi,
la mujer apocalíptica; «le suplique devotamente que sea su . LU'"ULa., VL'-'F."_UV para justificar la necesidad de la. mediación de María ante

anteel·soLde.justicia»31. una m'ediatio apud .que no dejará desuscitar·perplejidad¡ en las


,"V1ULLLH'UCU-l'-'" de la reforma luterana:
en
dév-otion trtJdiévale env¿rslMarre; Revue d'AscetiqueetMystiqué 10. (1954)·368 y,
te, C. LEOt'lARD1, Lodialla vergine Madre di san Bernardp, i'n Medioevo latino, 467-505,.
29 BERNARDO DE CLARAVAL, Oinelia sull'Assunzione, en SeTÍ'iloni per le feste de/la
«No hay duda de que el hombre Cristo Jesús es un mediador fiel y su'
Milán 1990, 262. mamenté válido entre Dios y lbshofubies (lTim 2,5), per() los hombres
30 lb, Oinelia nella,doinenica fra l'ottava dell'Assunzione, 5, en Oli seritti milriani¡
248; se habrían estremeCido ante su divina majestad. [;;.] .·Por esta razón, la
31 lb, 15, 260. P§lra la modificación de la perspectiva en relación éon .tSernardo¡,
LAURENTIN, Marie 1. Etude doetrina1e, en Cathólicisme 8, 543. Como señala Y. 32 J. LECLERCQ, La donn:z ele donne in san Bernardo, Milán 1985, 79-89.
para Bernardo «una cosa diferente.dé la realización suprema, el punto emergente 33PL 183, 43C.
misterio de la Iglesia», según afirmaban los Padres, para quienes María no era «un 34 «No te retrases más, ¡oh Virgen!, en dar tu respuesta. ¡Oh Señora!, pronuncia rápida-
gracia:antetior a la Iglesia y superior a la Iglesia». Bernardo. «individualiza a María y, eÍl! mente aquella palabra que la tietra, los infiernóse incluso el deló aguardan. También el Rey
sentido, la separa. María es para el el acueducto entre las fuentes y el lago o la y Señor de todos, que se ha enamorado de tu belleza [cf Sal 44,12], no aguarda ahora sinó tu
Mediatrixad Mediatorem (Y..C::ONGAR,: reeelésiol.ogie de saintBérnard;en ID.,; Égliseet asentimiento, del' cual él hace que dependa la salvación dd mundo» ;(BERNARDO; In lode' de/la
Regards historiques, París 2002; 13 7): Vergine Madre, sermone quarto, 8; TMSM, 3, 244).
"' ""misma .mujer benclitael'ltlerla~:tp.uj~t¡~sfn~¡pat~ceIástiperflua~ JJjé:rrr::ltd.o· caHfioa;aIMaría;de¡ali)oglidapbfque'eltéfro:iho «abogado»
••precisamente.para .ellaull:tniestQ;en;es~ª'r.~cohQiliaciófl¡Es ;en ehlenguaje mcidíevaLa 'quierLsehac~cargo'deladefensa de
un mediador ante el gran Mediador, ymadie'mejor que María . 'dicFlo'defensor,'Eltérmino, aplicado a María, sig,
útil con este fin [... ]. En ella no hay nada que sea duro o ~~~'"~~~V ueella. puedeihacer~ecargoj. .en cuanto madre del Juez y madre
i

misericordi'a,¡~én:tp.6dosuplicante y eficaz, de los asuntos relativos


El lugar clásico donde Bernardo expone su salva·ción»38. k María se le pide que nos re ~presente, es decir,
función mediadora de María es la homilía sobre el acueducto, nos hagá;presentes'ante su Hijo y que nos ofrezca aéL ,
célebre aunque no esté tomado de la Biblia. Bernardo recurre .Según;Berriardo;María repara 16 que Eva había malogrado enla
expresar, sobre una base bíblica, la voluntad divina que .quiso de la salvación;' Aun estando' condicionadopor1la antropología
gracia a María para ella y para nosotros (Le 1,28.30) ¡ En efecto; su tiempo, que'considerabaalamujerel «sexodébil»,Bernardo;no.se
deposita en.María «la plenitud de todo bien»; el Verbo ~~'J~"_L<'-',~ ,."' ....u~c".u ni con misoginia niconpesimismoantrdpológico. Reconoce

tierra'«por el.conducto;de.la.Virgen»;.el.Espíritu Santo igualdad entre el varón y la mujer,porque ambos; son imágenes de
ella. «su ungüento precioso con tan superabundante plenitud, y ve en la mujer el símbolo de la libertad, de la sabiduría, del alma
que se. desborde abundantísimamentepor todas.partes». Hay que de la Iglesia39.
buena nota de esta disposición divina:

. «Así que veneramos aMaría desde lo más profundo delcorazón,. Debate acerca de la santidad primordial de María
nuestros más tie.rnos afectos y deseos, porque así lo ,quiere aquel
estableció. que nosotros lo. recibamos todo por conducto .de general, la teología monástica se contenta con transmitir !adoctrina
. Esta es, insisto, su voluntad, pero para nuestrobien»36. de los Padres; Tal hace san Bernardo.cuaridoproclamalas
!UOUV.LV¡;;L'-'Q·

adquiridas por la Virgen, en un estilo homiléticobrillante


Nuestro bien consiste, para Bernardo¡.envencerel temor al
recurriendoa. Cristo, mediador y hermano, y el temOr al mismo
que pese a su encarnación no dejadeiser Dios de majestad
amparados en María:
3B¡D, Sermone2 perl'avvento,5;PL, 183,43]3. .. •. , i . .•... .•• i
39 Es cuanto demuestra J. Leclercq, en la obra di:adaanteriormente: contra el tópico de
«Esta, hijitos míos, es la escalera por la que debemos subir considerar a Bernardo un misógino.
los pec?-d.ores: ~n,María he depositado toda mi cQnfianzay 40 BERNARDO, Epist. 174; EL, 182,.333-336. Cf M.-B. DARY,Saint Bernilrdetl'Imrnaculée
Conception: la questionliturgique, en Revue Mabillon(nueva serie) 13.(2002) 219-236. Ber-
razonable de mi esperanza [... ]. Busquemos la gracia, y pidámosla nardo recrimina a «la famosa y noble» Iglesia de Lyon por haber introducido la celebración de
intercesión de María ... >;37. una nueva fiesta «quamritus EcclesÍáenescit, nonprobat ratio,noncornmen:data antiquatraditio»
(EPistola 174 ad canonicos lugdunenses de.conceptione si'lnctae M~riae,en SanetiBemardi operavn,
Roma 1974, 388). Y prosigue censurando la fiesta como '«novedad presuntuosa,. madre de la
35 BERNARDO DE CLARAVAL, Omelia nella domenica fra l'ottava dell'Assunzione, 5, en temeridad, hermana de la superstición, hija de la ligereza». Analiza.ndo la carta 174, M. LAMY,
mariani, 1-2;243-244. . .. .' en rIminaculée Conception: étapes et enjeux d'une controverse au Moyen-áge (XII~-XVsiecles),
36 ID, Nella nativita della beata VergineMaria, «l'acquedotto», 7; TSMS3, 252.
enumera los argumentos refutados por Betnáid6, quien, aun admitiendo' que María fue «ante
37 lb, 7-8; 252. . .'.
sancta quam nata», se siente obligado a admitir la'fnancha delpécado original en ella a causa
~ .&ta,es tambIén lacactitu,d; d~¡;R1:Ip.e'l'tQ.aM:geut2 la niadrecIglesia¡c [...;¡l.tallí·¡se:predicailá;vetda'ctenr· feenlaencarna:;..
génuin6repteséntante de la teológía'llÍonástica, de él~de(Cristo}~>~;ALpie:dedai9ruz¡.Ma:ria se convierte enmadre
en menm medida que Bernatdo) gtan:influencia .IIl::lTl(JlC)glCa¡t~ m,,·<::tt·~ en sentido pmpio, pmqueallí, con:
transcurso de los siglos hasta nuestros tiempos41.Repite: L"'''.i,'-I'L'''f. H ¡:1

bíblico~patrísticas afitmandóque María es la Virgen Madre «Dolores comomujet.que está de parto (Sal 67), la bienaventurada
nueva Eva¡ laqueconcibi6«in menteet inutero». Rupertono Vitgen, dio á luz en la pasión de su unigénito la salvación de todos
inmaculada concepción, y no Jo hacepotque él incluye a.'J\.Ila:r'La}1('i nosotms,y clatamente es madtede todos .nosotms»45.
masa pecadota; de la que, no se destaca. hasta Ja anunciación,
es purificada. El autot, como la· Escrituta,guatda sileneiosobú~ Hay tefetencias dispetsas a María en los ttatados teológico~espid~
mentos .postteros de la vida de Maria. Sobtesale a la hma de de Rugo y de Ricíltdo de San VíctOI, o. en el ttatado ·De operibus
patalelismo entte María y la Iglesia., poniendo de manifiesto la Sancti"deRupetto de:Deutz46 ,y.ottasveces su figuráse hace
tipológica que existe' entte¡,¡.mbas; hueco en ciettos epist()lados, como en la Carta teológica de Pedm el
'verler2lDle (t; 1156), donde; sobteponiéndose.a la autoddaddeI Pseudo"
«Maria, esposa de Dios Padte, eta la patte óptima de la etónimo, se afitma la asunción. de laVitgen, peto se le niegan la visión
sia [la Sinagoga] pata convettitse en modelo {exemplar} de la """o.\.".L'-'" en vida, la omnisciencia y la presencia deJos carismas de los

Iglesia, esposa del Hijo de Dios, Hijo suYO»42. y se tecuetda que la; piedad y la devócióna.la Vitgen «no
deben sobtepujat la teglade lafe»47.
María, según Rupetto, no puede set contemplada . El benedictino Eadmew (tca. 1134), discípulo de san: Anselmo;
dada sliidentificación con la Iglesia, la cual encuentra en ella su en su Tratado. sobre la concepción de labienventurada Virgen María esta:~
sión... Y, así, enAp 12 la mujet que va .a dar a luz,y que resume blece un conttaste. entte .«la p.utasencillez y la humilde devoción» de
petsóha'a tódo el pueblo, es María,pm'medio de la eual'el pobtes, los cualescelebtan la fiesta de la Concepción de la Madre
luz al Salvadm43 . Si enesta'petspectiva Rupettosintoniza con de Dios, yla«ciencia supedOIydisquisiciónexperta» de losricosecle~
veniosque, cllando acentúa la;1llátemidadespidtual de .Maria, siásticos o secuIates, que' eliminan la. fiesta dectetando que catece.de
a alineatse con Bematdo, que sitúa a la Vitgen entte Cdsto y la fundamento»48 . .Eadmew opta sin .más pOI la gente sencilla,. pmque
En el comentado al evangelio de Juan teapatece la identificación Dios, en su ptedilección por los. humildes, es con ellos con. quienes se
Maria y la Iglesia,pmque «donde está Ja' Madiede Jesús, es decir, comunica, y no con los sobetbios, y «movido pOI el afecto de la piedad
y de la sinceta devoción hacia la Madtede Dios», se pwnunciaenfavOI
del ~cto conyugal de los progenitóres;considerado peéaminoso: «Certe peccatum quornodo
fuit, ubi libido nondefuit» (p. 391); Celebrar la concepción de María sería «honrar el
introducir una falsa santidad» (p. 392). 44 Coínm. in Johan:; PL,169, 285.
,41 Por ejemplo,.]osÉ DE LA ZERDA, e~ Maria effigies revelatioque Trinitatis et attributorum 45 Ib,PL 169,' 790. Sobre el pensamiento de Rupertode Deutz,. cf M. PEINADOR, La mario-
Almería 1640, cita· 75 veces a. Ruperto.Más:Ímportante esla cita .de Pablo VI, con logía de Ruperto de Deutz, en EphMar 17 (1967) 121-148; ID.; María y la Iglesia en la historia de
lá clausura de·lasesión tercerá deL concilio Vaticano II,deuna frase que en parteiesde la salvación. según RupertO de.Deutz, en.Ib, 18 (1968) 337-381; ID.; Lamatemidadmesiánicade
y en parte. de Gerhoch de .Reichesberg: María es. «portio rrídxirna, portio optima, portio María en elAT según·Ruperto deDeutz; en Mar34(1970) 521<570.
portio ele'ctissiiná». 46 PL 167, 1576-1579.
42 RUPERTO,De operibu:s Spiritus Saneti, 1, 8; PL i 167, 1577D. 47 PEDRO EL VENERABLE, EPist. nI; PL 189;283;304;
43 ID., Gornrrt.inApoc. XII; PL, 169,10398s. . 48 EADMERO,.Tráctatus de conceptioneb: MariaeVirginis, 1-2; PL;: 159, 301-302.
de:la.conc¿pci6ri de:Miria4ibie'cli=Ltog.o.7pétaclo, rec:un:terldc'.at.:el ,d~t~1TIline;aaY.exdusió11'dejlasteorfas·0puestas¡ por;.errólleas '0, lo
de la castaña.quesale sih·daño;algup.Gtdetsu VCL(,\.-a.La.eS¡:lln:CJSa::~2~ pe0r;'por;he:r:ética~;U'alescteoríaseran contempladasp0r Esco,-
como. posibles;. pero, probablemente, al· reconsiderarlas después de
«¿Acaso [Dios] no podía conferir a un cuerpo humano [ escudriñado la cuestión, les daría menor crédito. A pesar de que
permaneciera libre de Jodo pinchazo de espinas~a ID;()teftcls·.; ámbitos tse infravat0rá sl.lajJoftación51 ; ¿<el mérito de Duns
sido concebido enmedio.deJos,pinchazos del pecado? LJ"La.'''-Jla. es ihdiscutible»52, porque no sólo disoció la cuestión teológica de
podía y quería hacerlo; silo quiso, entonces.lo hizo ¡ljc;orlQl·ClClnalmllentbs culturales' acerca de la generación,poniendo' a
voluit; si igitur voluit, fecit)>> 49. ·pelrsona,.COlffiO sujeto de culpa o de santidad, sino. que además elaboró
V.a.LH\.-JeLL\.- el c:oncepto·de redención preservativajy fue su valedor
.,Eadmeroelabora además eLargumento de conveniencia, r¡,.,,,,,,,,,,
en la unión de María con el Hijo encúantomadre,enlaa.uHvLHC¡¡'l
tente. entre la condición glorificada de la Virgen y sus eO<Zlon no es una excepción en la redención de Cristo,: sino un.caso
mundo'-lácual, ciertamentejnoes menos perfecta que la de perfecta y más .éficazacciónsalvíficadel único mediador. En cuanto
les~i y por último en la finalidad salvífica de aquella, que ese! "LLU.v mediador;
L\.-"......

propiciatorio de todo. el mundo»., .


Aun asumiendo' elconceptb anselmiano de redención n."Tu'"n «Cristo.Lrazona Escoto-ejerció.el grado más perfecto posible .de
Eadmero no llega a la concepción de redención preservativa: Esta mediación en relación con una persona parala cual era mediador.
será presentada por algunos te610gosdel siglo XIII, según.el L\.-"LUll~ Ahora bien, en favor de ninguna otra persona ejerció un grado más
de Buenaventura. y de Olivi,loscuales, no obstante,Jarechazan, excelente. que para María [.•. ] •. Pero esto no habría. sucedido si no
tras que será aceptada, arropada de una plétora de arg:Ulllenlm(;lOl hubiera merecido el preservarla del pecado original» 53.
poreHranciscano]uanDuns Escoto.(t 1308), Este.presenta su
inmaculistac:oricircunspección, para no ser acusado de·herejía; La intervención de Escoto fue decisiva para el desarrollo de la doctri-
Oxford mant;iene. que la concepción inmaculada de María es na de la inmaculada concepción, que.apartirde.entoncesserádefelldida
vemosque'en París se contenta ton considerarla posible. Es más; especfalmente por los franciscanos y se convertirá progresivamente en
textosllegaa.postularla comoverdadera50¡·perono la estima una doctrina común entre los teólogos. Como se ha indicado ya, las uhiver-
" ,; , ' , \

..,. 49ID, TraetatUs'd~~oricéptionesanetáe Mariae, PI.:,·159;305. 51 CfG. ROSCHINI, Duns Seoto e l'Immacolata, Roma 1955. Este autor minimiza la aportación
.50 El primer texto dice: ~<Est etiam [in eaelo J'beatissima .Mater Dei, quae numquamfuit' , de Escoto; le responde en particular C .. BAué,Joh. DunsSeotus'et historia Immaculatae Coiteep-
tualiter ratione peeeati actualis, nee originaliter ratione peeeati originalis; fuisset tamen nisi fuisset tionis, Roma 1955; ID., Il realecontributo de Ü: Seoto nella questione dell'Im~~olata Coneezione,
vata» (In Sent.lib 3, disto 18). Tenemos aquí una confesión de fe en la inmaculada en Antonfáimm 29 (1954)4 75~496; Ioannes DJns Seotus et história Irrírí1acuÍátae Ciinceptionis, en
porque el adverbio forte, colocado por algunos códices entré neeyoriginaliter; sé considera Antonianum 30(1955) 349A88~Para con,ocer la crónica de esta polémica, (;fR.LAuRENTINen
una interpolación tardía (Longpré). Usegundó te~toapareceen algunos códices de esta La VieSpirituelle, suplemento, 48 (1955) 467-470, Yen Lá vié Spirituelle 101 (1959) 67-69.
«Maiusbenefieium est et maior gratia simpliáter eónse'rvare istum in innoeentia quam au",,,,,:,,,. La cuesrión se halla recogida con perspicacia por MARIELLE LAMY, rJmmaeulée Coneeption: étapes
remittere:alii peeeata sua postquain eeeidié·cib ipsa innácentia; et ideo rrúlius beneficiu~ et.gratia et enjeux d'une eontroverse au Moyen-age (XII'-XV siecles) , 367-378.
Deus beatae Virgini et angelis sdrictiS,confirriumdo eosin innoeentia perpetua, nepossent npr("nrp nw 52G. Seu, Storia dei dogmi mariani;Roma 1981,292.
si remitteret eis peeeata [, .. J. Plus incomparabiliter dedit Dominus beatae Virgini conservando imUlt'I'hJtifl 53 DuNS EsCOTO, Ordinatio 3, d: 3, 'l. 1. CfR.ZAVALLONI-E,.MARlANI (eds.); La dottrina
quam Magdalenae dimittendo septem peeeata» (Ordinario, ·lib 4 al final). Cf M; LAMY, L!TI'¡Tm!CUU mariologiea di Giovanni Duns Seoto, Roma 1987 (artículos y textos): Cftambién el textohüino
Conception: étapes et enjeuxd'une éOTitroverse i:lu Mayen-age(XII'-XV siecles), París 2000, 375~3 de la Lectura in librum tertium SententiárilTlÍ, en Doetoris subtilis etrriariani B.
sldades aceptaromla~inmaguladaeoncépcliQn.:y:,~sígt:Iiendo el, Rab10niácono~;(;¡-.i ea. ,B70),;¡Fue :eLl'datoLniariano más ,difundido
La Sarbona (1496); se comprometi€tombajo ,juramento .Ui"''"''~-.~'''' la .Edad media y conmovió los corazones, para que tuvieran
enlaVirgel;LpodetGsay·miserico'rdiosá, mejor ddo que habría
haGer10 eLmáspersu'ilsívode ,1GS seTIn:ones marianos. Refiere que
4. Protagonismosalvífico de María en los «m tal Teófilo,yitárío.del obispoí' quienpofhumildad había rechazado
demayorJuste'y honores/sdepriva de toda su anterior dignidad.
Los miraculason un género literario consistente en « se;;debatedesesperado, se tropieza con un mago judío que; le
de hechos maravillosos (apariciones, conversiones, gracias ( >mrenlce.paraquesuscribaun pacto con d diablo, a fin de recuperar
índole) atribuidos a la intervención de.María y .capaces ~,", .• ,-,.'~ .honor. y sus bienes. Teófilo, después. de invocar a Satanás,firma d
la confianza en ella»54. rr.Orr<::lT.óv. en vitimd dd que vende su alma y reniega de Cristo y de su
El primero en consignar por escrito tales rdatosparecequ~ Rehabilitado en su dignidad de vicario¡ todos· le honran y temen.
GregoriodeTours (t.594); quien en De gloria marty.rum o. Teófilo, arrepentido, es presa ddhorior. al percatarse deque.en
milagros nos transmite ocho sucesosniilagrososconsiderados d dd diablo obra d quirógrafo, la prueba de su pecado. Entonces
de la producción miraculfstica ulterior. Esos rdatos,.por le aparece María, que le reprende su comportamiento, ala que él
que se conozca en Occidente la leyenda bizantina de un ¡¡;.",~_~.~,uu eonuna oracióriUénade confianza dirigida a la Virgen, .«me':o
judío salvado de las llamas por;elmaphorion o manto de la HOr1ror,> entre.Diosy.dhombre»;:
trataba ddhijó de un cristalero que, junto con los demás
cristianos, había recibido la comunión eucarística. El padre, al «Tú, oh Madre. de Dios, haz que Satanás haga' que sea ilegible el
dd hecho, arroja aL chico aunhomo.encendido.Acuden los testamentoqúé;.he firmado de mi puño y letra y que constituye la
y rescatan dd horno al muchacho, que sale ileso del trance. ru.<n.<c,," prueba de mi'gravepecado.Tal garantía en manos de élmeinfunde
tarle por qué las llamas no lo habían consumido, d joven terrores de muerte. Como has comprendido bien,. te conjuro para que
le sustraigas ese pacto; [me dirijo a tLpórqúesé]que.puedes hacerlo.
«La mujer que está sentada en un trono. en la basílica donde yo En efecto, Aqud antequienJas fuerzas enern'igasse ven obligadas a
de la mesaelpan¡y que tiene en su regazo a un niño·peq ceder, te ha concedido este poder. Muestra tu poderío, ioh esperanza
cubriócon sumanto,paraque d fuego no medevorase»55. mía!, imi defensa y' escudo! Desplfega tu fUerza y muéstrate como
. . valerosa protectora. ¿Meperdeté?¿Me salvaré? [no lo sé]; lo cierto
La: Legenda Theophili, escrita en griego en el siglo. VII por es que, de todos modos, seré considetadotu protegido»56.
Eutiqu.iano, 2::itri¡:¡.rcade Constantinopla -::testigO ocular.dd
parecetsucedido en Adana, Cilícia,has:ia d538",-, es traducida La Virgen, después dé/asegurarle qúe hablará al Hijo, desaparece. Al
de t:res días, vue1ve a visitarle, arranca de las manos de Satanás d
54 J. LECLERCQ, Dévotion et théologiemariale Mm lemonachismebénédictin, 555
miTaculis sanctae Dei Genitticis Mariae,prologus, en H.. BARRÉ, Prieres anciennes de 56 PABWDIÁcONO, Miraculum Sanctae Mariae de Theophilo poenitente; TMPM,3, 816-818.
la MereduSauveur, París. 1963, 126). Cf G. GEENEN, «Legenda Theophili». Speculum histotico-doctrinale de mediatione Matris Dei in Alto
55 GREGORlO DE TOURS, Libri déi miracoli 1, 9; TMPM,3, 605. Cf PL, 71, 713-724. Medio Aevo (saec. VII-XII), enDecultumarianosaeculisVlcXI,N,3Bc346.
qhih~gntfoy~elo.iestituye;asJdevotG~CqueJofqliemá/eir"Cl'Li'>""',,,,oVO.! En la misma:época'~se;0bservá]a h(mesidadde~escdbir'enprosa; los
presencia,de10bispo Yfdetodo' el puebloS;' r, 'ITW'" W·lllIfI'" q11edé,estefinodqacceden .adossermonarios61, o también 'se los
'Beda el Venerable,' (t;,7J5J refiere' que utúdérigo roinano¡ ,lJo~,ee¡rG poesía¡~comp hacen Gautierde; Coinci (1177:. 1236),' Gonzalo de
de grandes riquezas/fue obligad0;p6r 'susc,parientes a, casarse <tOfl, J:)erc:eo." (12lh1264) yAlfonso X.el'Sabio (1221~ 1284), que narran, respec~
niujer también niuyrica. Después de la boda,eldérigo se'retliá tivamenfé 47,15'y375milagros6,2; Los relatos de milagros llegan a hacerse
recitar la hora nona en una iglesi~a dedicada a María,.,según solía célebres e influyen profundamente en los cristianos de aquella época.
Allí se le aparece la misma Virgen, quien revestida de esplendor Estos relatoseontienenindudablemente «un encanto dulce ype~
crimina: «Tu, que me' has servido hasta, ahora;¿ por qué me 'Iletrante;funa ingenuidad, una ternura y'una sencillez de corazón que
desposándotecoh otra?iNome dejes por;l:tna,mujerinortal,; cuya conmueven al tiempo que invitan a sonreír», pero a la vez transmiten
es breve! ». Después de regresar adonde los suyos, confía su mujer <,historias que suscitan la rebelión contra la piedad más razonada y a la
de los, parientes, para dirigirse luego a ver al papa Zéfiro~quien le contra la filosofía de los tiempos modernos», (G Paris).Además de
que se haga monje de aquella iglesia para servir aDios ya la Virgen, estos laudables ,aspectos, observamos que en las narraciones se proyectan
«le había librado de los lazos del diablo>~57; también las sombras de la épocaeuando en ellos aflora el antijudaísmo
Influyó mucho en eHomento de ladevocióhaMaría, O la misoginia, 'pero son espejodeunperíoao deJe sólida y firme,enel
cordia, unrelatodifundido'en tiempos de Odón" abad de Cluny ,\,JL¡::~LV,'"'''', que el milagro es algo cotidiano que¡ florece. por doquiera, y la figura de
Un ladrón joven, que se había convertido e ingresado en, el la Virgen se manifiesta deeontinuocomo generosa bienhechora de sus
que una mujer maravillosa se acerca a su lecho y le habla con ....UJLUlA;;" devotos y «presencia maternal y piadosa, 'llená de autoridad, o más aún,
«¿Me conoces? [; .. ]; Soy laMadred~ la miseri¿ordia»~ Aleabo de como diligentísima abogada de sus fieles anteelOmnipotente»63. Losmi~
días, el joven muere a la hora que"laVirgen;había predich058. lagros tiendem«a intensificar el amor a María en las mentes de los fieles y
,Los;relat6s latinos recogidos en losmiracubson de procedencia a zarandear el corazón de 10sindolentes»64. María no sólo se inclina sobre
monástica como extramonástica: desde el siglo VI al sigloXV se el lecho de un enfermo y le ofrece su regazo, sino que además protege a un
tan 1.7 83relatos59; Se multiplican en el siglo XIII; al calor del L'-'U,UUJ,.... " . monje contra los. ataques del demonio en sus sucesivastransfonnaciones
de la «niarialización» de las leyendás tradicionales: en animales; feroces, .o/ hace que' florezca una rosa fresca en la' boca. del
cadáver· de un clérigo, lujurioso pero. sinceramente' devoto de María, o
«Durante el siglo XIIhedesqtau!lyerdadero entusiasmo por cura a una mujer que, desesperada porque se han descubierto los' tres hijos
ala Virgen y,se le, at;ribuyetl!4ngra,):l mímero de milagros que en habidos de la relación con su padrino,'ingiere arañas venenosas.
antiguas historias se referíq.n,ª[)io~Qaalgúnsanto»6o. El· milagro. mariano. brota de un· fondo. religioso. en el. que el hombre
57 BEDA EL VENERABLE, Homilía sobre la santa Virgen María; TMPM, 3, 715-716. se siente frágil e inerme en medio de un mundo cruel en elquereina la
58JUA,N DESALERNO, Yitasancfi0dt>niS,9~10;TMP.M.,,?,,84L. CfO, ,M. ROSCHINI,
il primo sviluppo del títolo e del culto de/la <;Máter~iseric:oidíae» (sec.X-XI), en Decultu
saeculís VI-XI, IV, 473-'486:' . , 61 Juntamente conlosmiraciLld, 'se incluyentámbién en los sermories los exempla; relatos
59 Cf A PONCELET, Index miraculorum Beatae Maríae Virgínís quae saeculís VI-XV latine ¡nás breves cuyafi!).alidad,es ilustrar una, yerdad feli~osa o mor~l (ib, 71-73). ., .. 5 •• "
cripta sunt, en Analecta Bollandiana 21 (1902)241;360. 62 Cfla extensa übraOÁuTrÉR DE COINCy-OONZALO DE BERCEO-ALFONSO X EL SABIÓ; Miraeoli
, 60. P. V.BÉTÉRbus, tes collectionsde miraclesdeláNierge'en Gallo et Ibéro-roman auXIII, de/la Vergíne. Testí volgari medievali, Turín 1999.
Etude comparée;, Themes et structures, Daytorl' (Qhio,. EE.UU.) '1983-1984, 69. Esta tesis 63 lb, Prólogo de C. Segre, XIII.
tuve un extenso (733 páginas) y orlginaltratado sobre\ los miracula. 64 Líber de miraculis Sanctae Dei Oenitricís Maríae, «prologus», 126.
violenciq, y donde además eLdic:iblQmerGdeasinde.scansobuscando terreno, y deJoshombres,quesoll!buenos.o.malos en igual medida. i

en quehaterpresa;Elreeurso >él/Nlaríáylaexperiencia:de' su ¡aquíJa.intervenciÓndeJaVirgen trata de resdiblecer la bondad


quilizanal pecadory afianzan en;éLlaesperanza.y, por LClllLV... ~l VI:/LHIt11 orfentarsinreservas hacia eFmundol.lltraterreno66 •
acerca de su propio futuro. Desarraigado de este co:nte:xt()s()d<)ri,eli~(iós a recensión de. 719 relatos conduce. a. PaulaBétérous a descubrir,
milagrG no se comprende. ComQconcluye con sagacidadPaula allá de las variaciones en las peripecias y en los actores, las mismas
U"-'l.Vll'CC> o papeles fundamentales desarrollados en ellos por Nuestra
«Quizá en grado mayor que ninguna otra fomia literaria' de . En orden decreciente, tales papeles quedan identificados así:
po, el milagro mariano transmitió la ideología y las
época, el sistema de valores de una sociedad» 65. Reparador, un papel en el que María cambia la condición de la
persona caída y.larestablece en la salud o en la santidad;
En realidad, los miracula suponen la existencia: de una sociedad ordenador, donde la. Virgen toma la iniciativa de hacer un llama,
ca, deun.mundo concebido como un todo orgánico sobre la báse miento al pecador,dnstruyéndole enlo que debe realizar;
den preestablecido por Dios. Sin embargo, el hombre puede [raJ[ls~r;(;) retribuidor, en el sentido. de que Nuestra Señora interviene apro.-
ese orden abusando de su libertad;entbnces se impone la 'rd"o'l"'<To''''''.i bando la buena .conducta o recriminando un comportamiento
de la Virgen para restablecer el· Ol·den vulnerado.· Los miracula perverso;
además, una paganizanteconcepción antropomórfica de la,r11v'lnlf1 protector, por el queJa Virgen extiende su manto sobre el pecador
por.cuanto atribuyen a María y . al mismo Dios sentimientos de para aislarlo del peligro e impedir que el mal se abata sobre él;
índole, como el afán de venganza ode castigo¡ en el caso de que intercesor, un papel ejercido por María aHnterponerseen favor del
incumplan las promesas que se les hicieron. Se narra, por, "1,-.ULIJL\.J',.. "l pecador, cuando este es· condenado por la justicia humana o por
una pareja estéril implora a la Virgen la gracia de tener un hijoy la divina;
te ofrecer la cantidad de cera queequivalga.al peso del niño cuando auxiliador, por elque Nuestra Señora socorre a un devoto acosado
alcance el año de vida. Como no se cumple la promesa, el HU.LV.alO""'Ji por un antagonista, representado por las fuerzas naturales que s~
y. tan sólo cuando el voto se' cumple, eLniño resucita. La misma' desencadenan sobre él:o también por las insidias del diabl0 68 •
celestial, doncle María reina· como .soberana, '. está concebida ",,", UL.L'.j

ceremoniaL del feudalismo. En forma. análoga a cuanto se efectúa Desde el punto de vista de la narración, .los miracula se pueden cata,
el señor y los vasallos; se concierta un pacto entre Nuestra ~e]Eí.ol'a logar según el esquema ternario característico del género narrativo: si,
el·caballeroque·lesirve.según.lasreglasdel amor cortés: 'ella IJnJLU~' tuación inicial de tensión, peripecias que desarrollan el relato, situación
protección a cambio de ciertos ejercicios de devoción: recitar final de solúción. María. interviene¡según esta dinámica, mostrando su
efectuar genuflexiones ante las estatuas de María, prestar servicio propia identidad y misión:
mesa ellhonor de la Virgen ... Einalmente,Jos miracula se organizan
gú~ una concepción dic(¡fórnicadel'mul:Í9D,:p()laridad entre lo "-'C:llC:;'U, 66 lb, 89-95.
67 Por función se entiende «la acción de un determinado personaje desde el punto de vista de
su significado en el desarrollo de la trama» (Y. Propp), es decir, en orden a sus consecuencias.
65 P. V. BÉTÉROUS, O.c., 89. 68 Cfla explicación de estos papeles en P. V. BÉTÉROUS, a,c., 133-229.
«LaVirg~nes; presentada;com<h
.. quese f desarrollen las decision§s;QI~~Grllstd,¡slliHijo;' __ .''' __ .
de ejercer enfavorde,los seres,hurnfanosdiversosoficiós:

materiales,:consoladora ala.hora de la·muerte... ;:)uceCle.lillCmSQ.¡':


veces...,. que ella adopta otras apariencias. para ayudara un
el caso del "Caballera que vende sumujer al diablo").
combate a los adversarios de la religión y es abogada contra el

En particular;. aunque el término «mediadora».se encuentra


mente tan sólo en la leyenda de Teófilo, la mediación de María. .
constantemente entbs miracula.Máría está situada entré Cristo y
tras '"-Como· dice san Bemardo-, y nos alienta y ayuda '-H''-'U'''Hn.. HL'~"L.'
aún, «María invade todo y adopta a veces. decisiones que t"lprl"pn
más bien a Dios». Pero «nos hallamos aún lejos del culto de la El apogeo de la cultura medieval
sola, desligada del mundo yde su Hijo [: .. ].Laépocasigue.:a''''H''Lv;o en el siglo XIIP
cristológica»; En realidad, Coinci,.Berceoy.Alfonso el Sabio
mentan.la necesidad de aportar un correctivo a lo que, después El siglo XIII «representa uha de las grandescesur.ás históricas: en la
lectura superficial; podría pasar. por mariolatría» 70.; historia de la econOhlíaj en la histotiade ladvilización y también en la
En síntesis, los milagros de Nuestra Señora se explican como historia de la Iglesfa».1.
literaria en un contexto dehumanización delaJe, porque: < La hueva coyuntura se manifiestael1 el vivo deseó de libertad, con

el consiguiente .alejamierito del espíritu feudal, para cbnstituirlOs:mu-


«En la medida en que. se va tributando·más cilIto a Cristo que a nicipibs libres, en los que florecen el arte; los oficios¡ el-a:sociacionismo
se va sintiendo cada vez más interés por la mujer que hizo posibly "l'I,t'ti{"r~ti'lny las cofradías. Por su parte, las nuevas órdenes mertdic:ántes,
encamación. El acentodepositadoerrh importancia de Cristo. inspiradas eh la pobreza, se niegaria enc1a.ústrarseen mohasteriosricos
como corolario ullaintensificación delsculto mariano».n .• y apartados para situarse en medio de la gente, en particular en las
ciudades.
Hay que añadir la experiencia'personal.ddaacción benéfica También la antropología medieval, aun permaneciendo en su entraña
en la vida de los fieles, para que pueda explicarse la aparición y la Hnpregnada de cristi~llísmb, evoluciona ehselltido positivoyatenúae1
ración de las leyendas y de los milagros marianos en la Edad media. pesimismo de su visión del hombre, que se había acentuado en la alta
Edad media: .
69 lb, 249;
7°lb,.485, 1 E. VlLANOVA, Storia della teologia cristiana, Roma 1991, 483 (original: Historia de la teología
71 lb, 558. cristiana, Herder, Barcelona 1987,1992).
<~ba irp.age~;optÍInistadelh6tnJife;'quees,réflejo de laitnageh desa:rlrollo,de'laciiidad··dílatá,losA:í.orizcmtes •. vitales -'del 'hombre,
:.'. , ,'""" ,,' '" "" "

que es c~p~zde continuar erilatiériala creaci6nyde etmercadó.2. . .espaciode esparcimierttorquerposibtlita la ¡ampliación


a imponerse a partir de los siglos XlI y XTII»2. círculo familiar- y la universidad;. que' surge:Gomoinstitución libre
tanto. del poder eclesiástico como del poder cÍvil,y le
Sin embargo, el nombre medieval, a pesat cÍe la exaltación' . la oportunidad de instruirse; En la cumbre de los sabereSTeinala
albedrío, sigue~stando envuelto en una lucha que lo ·ua,~\..-1\eH'" ",Vl'u;<,.a, que alcarizasuapogeo en el siglo XlII con maestros de diversas

encuentra situado en medio de una encarnizada batalla ,-,aL"I-"a.. ¡eIl<leUlCla.s, entre los que descuella santo Tomás de Aquino. El hecho
ángeles y demonios, cuyos escuadrones se disputan su alma. .teología es la aceptación de la filosofía' aristo,
medieval se siente homo viator, concibe la vida como por parte de Guillermo de Auxerre (tJ231), maestro parisiense.
cia la eternidad, lo que se expresa en la peregrinación terrena teología pasa de la concepción sapiencial de la fe a la scientia fidei;
grandes metas religiosas: Jerusalén, Roma, Santiago de '-''-''''L'JV'' decir, a secunsaber cierto, principalmente especulativo; que deduce
No obstante, dada la dureza de la existencia, las faenas \..<VJLH'-""" conocimientos de los principios. que la fe ·leoftece. El espíritu
cotidianas lo absorben casi por completo, y la mujer «es un Ii:l\"-'Jla"u',-v. aun admitiendo que antes de entregarse a especulaciones

vÍCtima de una gran fecundidad, que antes de llegar a los cuarenta:·' que prestar oído ajos misterios de laJe,. desdibujará la perspectiva
de edad, es obligada a vivirla mitad de su exis,tencia con un, salvífica, que tiende a desaparecer en favor de la conceptua.;
tras otro»4. El varón cumple los papeles socialesde.caballero,. como sucederá en la escolástica decadente. El intelecto se consi,
der, campesino, artista, intelectual... En lo que concierne a la: generalmentecomoJaJacultad máselevadi, y la ciencia.cotno la
a pesarde que el movimiento delamor cortés ensalzó. su nctividadperfecta, cuyo ejercicio procura la felicidad' del hombre.
conyi¡;:ción de su inferioridad,. asentada ya por elDecreto de El.método dialéctico de los escolásticos, basado en la lógica aris,
«Pertenece al orden natural de la humanidad el que.las.mujeres totélica,.origina nuevos géneros literarios: las sententiae, la quaestio,la
servicio, de los varones ... », se refuerza mediante la doctrina ULL,'~V",... disputatio y lassummae. El procedimiento' escolástico ha de ajustarse a
de la proc.reaciÓn, que condenaa la madre ala pasividad. y, así¡ férreos y anquilosados trámites, fijadosestereotipadamente: utrum
de Aquino concluirá que al padre hay que amarlo más que a la (planteamiento de la cuestión) ,videtur. quod (respuesta contraria mo,
porque~les el principio activo de la generación (princiPium per tivada), sed contra (recurso a datos de autoridad), respondeo (solución
agentis), n;lÍentras que la madre es, más bien, el principio pasivo y . U ...,LVLLUL" ad primum (respuesta alas objeciones) ...
,

cial (princiPium per modum patientis et materiae)5,

2 J. LE GOFF, ruorno medievale, en ruorno medievale, Roma~Bari 2000 14,5 (trad.


hombremedieval,Ali::mza, Madrid 1993). María en la teologíél.de Tomás de Aquino
30.. CRACCO, Lagrande.stagumedei santuari mariani: XIV-XVIIsecolo, en Mar 45
129. Este autór, conJ.Van Herwaarden, entrevé en la Edad media incluso un ordo
más aún, avanzando en sU hipótesis, ve la existencia de una dóble Iglesia: una in'stitllcio:n. La. teología escolástica. está encuadrada en el doble movimiento: exitus,
otra que es «una Iglesia de profetas, más aún, de "peregrinos" que se hallaban en '-.Vll"'LdllLCI
miento». Esta segunda Iglesia es «la Iglesia de María», porque sitúa en el centro yen lit
reditus. Dios, primer. principio , sale hacia el mundo y hacia el hombn~, y
«la frágil figura de María Virgen y Madre, rodeada por la masa de hijos devotos» (lb, 107-
4 J. LE GOFF, a.c., 25. Milán 2002, 73; C. THoMAssET, La natura della donna, en C. KLAPISCH-ZUBER, Storia delle donne
58Th H/II, q. 26, a. 10. Cf A-M. PELLETIER, Il cristianesirriaele donne, Ventisecoli di in Occidente. Il Medioevo, Roma-Bari 19995, 56-87.
Moá,eJdesGó.lásti€bt'raCiona{ - 265

estdspotstlparteretofuatF'aI;Bios;{fin;úlHti0¡J~irjel pr6ceS0 de; cuando esta puede..redundar.en menoscabó del honórdebído


de Cristo •al rnundo,. eSi deór;déla; hllrn,anización:del Vetbó;~ •;1'0.1' .lo;demás;el dominicoréchaza'el principio medieval de
espacio para la presencia deJa madre";' . fWl'l'nl,("rl1'lt-l"flO'YI,r-1J, ~firmandoquen{)es preciso situar en María «toda
Ya'enlaobra de Pedro Lombard6(t 1160) Ubri quattuorco',,,,t-o'ntin de. perteccióil»9, .sino que res preciso 'concederle el uso de los
queseráadoptada.como.manual escolástico.de· teología; el úniCamente «en (manto convenga a su condición»10.
caé,aM'aría lOquestionb santificación, generación deL Hijo, aH'ClH\_~g\ ; < r n r ' l , r l de la.inmaculada concepción, Tomás de Aquino pasa por tres

mádre de Dios, culto.,., mientras que el libro IV les añade otras . en un pasaje de su obra de juventud Comentario a los cuatmlibros
tionesrelativas al matrimemipdeMaría y de'1osé. 'Los COln:elt1ta.ri Sentencias .(hacia el año 1254) se muestra favorable a la doctrina 11;
los maestros de teología, 'comprendido santcrTomás, someten el laSunia teológica (1267,..1273 )es claramente maculista 12; finalmen::-
PedroJwmbardo dilatan el espacio teológico dedicado a María; .EI en el opúsculo Sobre el saludo. del. ángel, que contiene la predicación
de dichos comentarios llega aser tal,.que el texto original, efectuada por éLen Nápoles en 1273, reanudaría su postura
un recuadro de la página, queda como engullido por aquellos;' pro Immaculáta., Pero ni en las Sentencias ni en este opúsculo las
deráa su vez en los grandes comentarios dela.Suma de teología atirmLaClOIles son. unívocas 13•
Tomás' de' Aquino. Esta inserta las. once cuestiones relativas a J.HCJ.UOl'·' Además de dependerde.los concilios, Tomás de Aquino es tributario
la XXVILalaXXXCn)'en la tertiapars, donde trata de. algunos Padres para su doctriná sobre María: recoge y cita algunas
Verbol precisamente. «acerca de: lo que respecta a su entrada en el tlistinciones y" precisiones de Juan Damasceno; Ambrosio,Agustín;
dó». La exposición se hálla ampliada con respecto a las Sentencias, Jerónimo, .Cirilo, .Crisóstomo... Sin embargo, no las acepta a ciegas y sé
las cuestiones se subdividen en 22amculos directamente marianos. distancia, por ejemplo, de este. último cuando atribuye jactanda ,a la Vir~
Además de la síntesis de la doctrinatiariana de santo durante. la vida pública de Jesús, afirmando que «en esas, palabras,
lectura directa de la Suma hace que se perciba el equilibrio LrlS()st<)ITlO exageró»14.

gicoy: teológicodeLDocitorAngélico. En efecto, desde elart. Ide'


8 STh III, q. 27, a. 3.
2 7. (acerca de la santificación; de María. antes del micimiento), n ....r.,r'a" 9 STh III, q. 27, a. 3, ad 2,
10 STh 1Il, q. 27, a. 6, ad 3.
a una confrontación ¡directa con la. Bibliai de la que; constata· que, 11 «Et talis fuit puritas beatae Virginis, quae a peccato originali et actuali immunis fuit» (TOMÁS
brela cuestión «nada ha· sido. transmitido por. la. Escritura DE AQUINO, Commentarium in quattuor libros Sententiarum, 1. 1, disr. 44, q. 1, arto 3, ad 3, Parma
1856,355).
Pasa luego a una deducciónatravésdela.razón;regresa de nuevo . 12 STh III, q. 27, a. 2: «Et sic, quocumque modo ante animationem beata Virgo sanctificata

fuisset, nurnquam incurrisset maculam originalis culpae: et ita non indiguisset redemptione et salute
Escritura y, por fin, concluye definitivamente con lo de «se cree quae est per Christum ... ». Hay que hacer notar que aquí Tomás de Aquino no logra armonizar
nalmente». Aunque no escatima elogios a la Madre de Dios _n"....'" la exención del pecado original con la universalidad de Cristo redentor.
13 Cf P. ORLANDO, San Tommaso d'Aquino dottore mariano, Nápoles 1995, 29-44. El autor
Tomás le.recolloce~<ciefta dignidad infinita~>7~,.no vacilaetllirnitar hace constar que la lectura de! Comentario sobre el Ave María, que excluye el pecado original,
«sigue siendo la más exacta» (p. 39), pero en el mismo opúsculo continúa habiendo otras dos
afirmaciones contrarias (<<de isto [peccato originali] fuit mundata in utero», «Beata Virgo in originali
.,ii Cf la voz· Maria Déiparaen (J. B;PERAZZO, ThorTlisticúseéelesiastes, Me est, S. est concepta, sed non nata») (ib). También el pasaje de In Sent., q, 7, a. 1, S. 2, es contrario a la
Aquina~ Er;.elesiaedo.etQrisse/ectiqrurn sac,o~moralium sententiarumprqnptUfLrium, Venecia 1 inmaculada concepción por el mismo motivo aducido en la Suma, es decir, la preeminencia de
62-8Í;G:RdsCHINI; La mariólogicÍ disari ToÍrimaso, Roma 1950; G. DI AORESTI, Introduzióne Cristo mediador, E A. MARCUCCI, Orazione per l'immacolata concezione di Maria seinpre Vergine,
mariologicÍ di s. TommaSo, en Summa teologica XXV: la vida de Cristo (III, qq. 27-45), rloren,~ü Ascoli 1760; reseña seis manuscritos del opúsculo sobre e! Saludo angélico que contieneniel texto
1970, 14~35. «necoriginali» (p. 45,n. 35).
7 STh I, q. 25, a. 6, ad 4. 14 STh 1II, q. 27, a. 5, ad 3.
)El, espíritddehtiemposedejaisentitpriRcipallI,lente enla v1\.ll-Inl'-,
quesed~de la cOricepciónvirgina1«pot:!as purísim.assangres
gen», y. en la primacía que se otorgaal.sexomasculirroi
15
del femeRino . Por eso, Cristo «asume la naturaleza humana.
sexo masculino; pero, para que no se despreciara al sexoternelGlitltQ odéloaeloloñode la Edad media
conveniente que él se encarnase de una mujer». De esta Lu<un_La.."
la Raturaleza humana queda ennoblecida 16.
milagrosa; entre la espiritualidad y la· crítica
La doctrina mariaRa de la Summa no es completa, toda ""..... r¡,...,

desarrolla los datos bíblicos relativos a la Virgen, ni la


modos en que se relaciona con el mundo. La Virgen .
en el misterio de la encarnación, por cuarito«la participaciórr
entrada de Cristo en el mundo es la perspectiva: según lacua:l se
figura de María»17. De todos modos; la imagen de María que n ..,."f-"·rI;
reflexiones de santo. Tomás es en esencia la imagen bíblico~'-vJ.'-'H.aL' la cultura de la baja Edad media
algun6sacentos particulares: santa María es .la Madre de Dios,
virgen, llena de gracia desde el seno materno, pero no está ULLLLUJLJv.) otoño medievales, una estación compleja donde conviven aspectos
pecado original; por su asunción. al cielo con el cuerpo, debé ser leClrOlSOS y violentos (<<por doquier, fuera de la esfera del arte,. reina la
da con culto de hiperdulía. A diferencia de la teología monástica; , como sintetiza Huizinga) con otros luminosos e ingenuos:
Tomás no habla de Jamaternidad virginal de María; no obstante,
que «se deseaba el consentimiento de la Virgen en ,.A'. . ,.A,"A'Li'~2.VL'JJ «La vida era tan cruda y taf\ variopinta, que se podían soportar juntos
toda la naturaleza humana»18. el olor de la sangre derramada y el aromade las rosas. La población
oscila entre angustias inferp.ales y diversiones más. infantiles, entre
crueldad atroz y ternura sollozante, como un gigante con cabeza de
niño; vive entre los extremos, entrela total renuncia a todos los go-
zos mundanos y un apego loco a los bienes y a los placeres, entre el
odio siniestro ylabondad más alegre»l.

En apoyo de estas afirmaciones se recurre alas ejecuciones capita-


les, que proliferan en este período, y a la caza de brujas desatada por el

158Th III, q. 31, a. 4 y 5.


168Th III, q.31,a. 4, ad L 1 J. HUIZINGA, rautunno del Medioevo, Roma 1992 (ed. orig., 1919), 45 (trad. esp:,EI otoño

17 D: MONGIL~Oí Marianel trattato sui misteri della vita di Gesu Cristo. Tommaso d' .
de la Edad media, Alianza, Madrid 2001). 8eñaleIllos que la visión del autor, .a veces pesimista
«Summae Theologtae» qq. 27-34, en C. M. PIASTRA (ed.), Olí studi di mariologia medievale y nostálgica, no es compartida por la historiografía reciente. Véase; por ejemplo, E CARDINI,
18 8Th III, q. 30, a. 1, ad 4. ' Conosci il nome della rosa? Un saggio sul mito del «Medioevobuio»; en ID. (ed;) , Processi alla Chiesa.
Mistificazione e apologia, Casale Monférrato 1994, 221~228;
208 -María¡ síntesis

tia,fado :<;qnil'aJasupersticióndiabólita;Malleus máleficarum 3J:l.l1lrea1í(lad~;la unidadh'eligiosa, medie:\Calquéqadañacla por eL cisma


brujas), de los dominicos E. Kramer yG. Spencer.(1486). Hay Sccidente ¡ <,que ve laexistencia.~simdltáneade .dos .papas, ,uno en
dir la experiencia de la peste negr;~~spec'i~i;ent~i~ de los yel otro eniAViñón, mientrasque.Wycliffy;Hus anticilmncon sus
1348, .q~e ,constituirá el origen no sólo de penitendas y ataquesdei1utero contra la autoridad pontificia. Son muchos
públic~s,~ino también de que «pülularán mariofaníaJque piensan; que la Iglesia entera se encuentra en estado de pecado
a s<1Iltuariosque se levantaban, generalmente, prope, UUI:.tU,C,'VLLUL;~1 sU reforma in capite etin membris.
las cercanías del espacio sacralizado por la presencia· de También la síntesis tomista se ve atacada: por la via moderna del
quias» y, al mismo tiempo, originaban una «vinculación entre la lilUI,11lCUl"JL11V deOccam (t 1349).. Yla disgregación continúa con la

Nuestra Señora de la Misericordia, la Virgen que, bajo su manto, de la teología respecto dela exégesis, la:espititualidad y la
protege a todos los fieles»2. que se constituyen en disciplinas autónomas; Los ataques contra
La cercanía y la humanización de María se expresa en un. escolástica proceden también de otrosfrerttes. El cardenal Nicolás
modelo icónico que, partiendo de Italia, se difunde por toda Cusa (t 1464)., con su obra De doctaignorantia,niega que la lógica
pueda llegar al conocimiento del Dios infinitos. En los Países
«Nuestra Señora, representada de tres cuartos, \está Geert Groote (t 1384) funda la devono moderna, que encuentra su
tierra sobre un cojín e inclina cariñosamente su cabeza ,",~~.~.A.~ más conocida: enLa imitación de Cristó.c,Esta obra, detractora
Hijo qUe estámatnando y qúevuelve su mibldaháciá: el ~",.r.""",", la escolástica y sus disquisiciones, que no ayudan a la Vida espiritual,
representar a: la Reina del cielo sentada en la tiúby no N"~'''~,'rf ,,',,~,~~,= ehetiro del mundo y una perfecta ascética espirituaL
"solemnemente en un: sillón precioso; significa.ba eXaltar la LLU<LLL,'L'
Mientras tanto, la religiosidad del pueblo, descrita por Huizinga como
de la Virgen, virtud recordada a menudo en las m~;CrLDC:1OtleS ~COlmt)leltaI111eIlte exteriorizada con una fe muyvigorosajqueprovocaba
aparecen al pie de ,tales imágenes [: .. ]. El primerejetnplo con temores y éxtasis, pero que no imponía a los incultos exigencias
'es ulla tabla del afio 1346, firniadapor Bartolomeoda ~CllllU'¡:;l1, lLu,al\.-",,6, presenta aspectos que hacen pensar en una degenera~

á.bundaen referenCias al arte aViñ()Ilense del gran pintor de Durante este período proliferaneritreel pueblolaétedulídad eri.
[Simone M::ittini], en el guese define a María en la milagros, la devoción a las reliquias y las 'prácticas supersticiosas:
NUestra Señóra de la humildad»3.
«Las señales de la· siempre indulgente gracia divina. iban en conti~
El otoño de la Edad media, en partiCular el siglo XlV, apar~ce' nuo aumento; junto. a los sacramentos.floredan en todas partes las
el tiempo en que «se disocian todos los elementos que los clásicos bendiciones; de las reliquias se pasaba a los amuletos; la fuerza de la
dievaleshabíantrataao de ensamblar»4. oración se estilizaba .en los rosarios; la galería. multiforme de santos
iba adquiriendo cada vez mayor colorido y vivacidad» 7,
2 M. SENSI, Isantuari mariani, en C. M. PIASTRA (ed.), Gli studi di mariologia me(l¡ev,ate ..
lancio storiografico, 236.
3 M.FAVA, . Maria lactáns: origini e· sviluppi. diuri'icoiwgrafiatraantichita e Medioevo, . 5 N. de Cusa dedica su reflexión a María en De docta ignorantia, L 3, c. 5: «Quomodo Chris-

DALL'AGLIO~E. VIDAU (eds.), La Madre di Dioper una cultura di pace. Actas dellOQ tus conceptusper Spiritum Sanctum natÍlsest ex Maria Virgine».
internacional.de mariología, Parma, del 19 al21de abril de200l, Roma 2001, 138-139. 6 J. HUIZINGA, rautunno del Medioevo, 203.

4 E. BRÉHIER, La philosoPie au moyenáge, París 1937:; 435. 7Ib,178.


'];"10

Sin embargo,setegistra!un .,. ,'...' "';N,""~~' Existíalat~m,dencia'a asociar €on'cualquieraspecto de la


campo de h instrucción y de'la dediéaciónprofesional:encasa.o Neneración~aelacMadredeDios uri:,cultoes¡Jedal. Había misas espe~
escuelas públicas las muchachas podían aprender todo lo que ciales,aboli8.as lúegQ por la Iglesia" dediéadas a la piedad de María, a
tiempo se podía' saber. «De gran relieve era tambien la sussietedolores,atodaslas fiestas marianas, a sus hermanas María
las mujeres en el campo de la medicina yde la ginecología»8 Jacobi y María Salomé .. ;» 10.
tal actividad no dejara de encontrardifiéultades--', pero también
elaboración de la lana y de la seda, en el arte de la pintura y én'el ' María se va convirtiendo progresivamente en el objeto primario de
escultura... A pesar de la institución jurídiéa de la tutela,que oración,; sinfenunciara su condición de modelo al que contemplar
la inferioridad de las mujeres, vemos que; a partir del siglo XIII, se imitar. Esto es perceptible en obras de escritores que .se sitúan en una
hablar con G. Duby de un «modelo cristiano de matrimonio» , manifiestamente espiritual, como Raimundo Jordán. (t h.
matrimonio "de porvida", indisoluble, y monógamo, es decir, que 1), con las Contemplaciones .sobre la bienaventurada Virgen ,María 11 j
en el vínculo recíproco entre los esposos, el denominado Brigida de Suecia (t 1373), cuyas célebres Revelaciones contienen
muchas referencias a Mana y algunos.datos extrabíblicos12-;-siguiendocon
la estela de otras místicas alemanas, como Matilde y Gertrudis~, y Je~
2. María en el otoño de la Edad media tmUtrlO Savonarola(t 1497), con su devoto Comentario delAvemaría 13 •

Característica es también la producción de Tomás de Kempis


A esta decadencia y fragmentación no escapan la figura de María 1471). Frente al triste espectáculo ofrecido por la' cristiandad de
culto, aunque no dejen de ejercer una influenciabierihechora en tiempo; enviciada, .languideciente por el formalismo, y' la aridez
de las tristes vicisitudes de la vida. las sutilezas escolásticas, se busca una vía de salvación en pequeñas
'cc~mllm,dades religiosas, en lasque hombres y mujeres se dedican a vivir
intensa espiritualidad cristiana, orando en común y enprivado,
2.1. Objeto de contemplación y de oración y encuadernando libros. La: forma de vida de esas per~
que será conocida como «devoción moderna», insiste. en la vida
Durante el otoño de la Edad media se observa una gran curiosidad n~T''''1"1,''''''' en la imitación de Cristo, la humildad, el silencio, la pobreza,' la
los detalles relativos a la vida de María, y se observa ala vez un aUJlHC;U! eucarística. Sin embargo, «lo que l6s distingue es el cárácter
cuantitativo,de expresionescultualesmarianas: <""",,LL'-J,HV y popular de su piedad»'\,

«[ Gerson] profundiza en~odos los detalles relativos al matrimonio 10lb, 180 y 178.
José con María, su vida en común, su continencia, y cómo llega 11R. JORDAN, Contemplatiories de· beata Maria Virgine, en J.-J. BOURAssÉ, Summa aurea de
beatissimae Mariae Virginis IV, París 1861, 851-1094;
conocer el embarazo de ella. 12 BRÍGIDA, Revelationes, Lübeck 1492. Cf E VERNET, Brigitte de Suede (sainte), en DSAM,
,1943-1958; K: E. B0RRESEN, Le madri della Chiesa, Nápoles 1993, 165-185. {«La teología de
la mariología»).
8 C. OPlTZ, La vita quotidiana delle donne nel taidóMedioevo (1250-1500),enC. l',LA.Ylo;(ij 13 Cfla traducción italiana enTMSM, 4, 666-677.
ZUBER, Storia delle donne in Occidente. Il Medioevo, Roma-Bari 19995 369. 14 E VANDENBROUCKE, La spiritualita del Medioevo. Nuovi ambieríti e nuovi problemi (sec. XII-XVI),
9 lb, 337. ' 1969,339.
En. este.eHma. tp.adurarla G:él~bre Imitaci6hf.de GristD,·que Os. exhortó; Ljohhij0§ míos!;; ..dsG:0njurojLfiohqueridísimoSc1: i:sed
3J)OOedidones~en ;951enguás;¡Atribllída;Ia .Tormísde ;l5..emDls~j¡ '.,/1nlit<ldc,res cle;mÍ? Mijo Yde NuesiraMadre; Awrdaosde mí, que 'real~
obra,. que postula derto·indiVidualisma.y u'na .",1UCl1l,cnQPuedodlVidarínede'vosotros~ Yo soy la que tiene piedad de
bien aG:ósmko, se reservaa.María un espado muy exiguo:tarr losdesdkhados. y la que defiende a todos los fieles.
breves pasajes reG:uerdan a la «gloriosa Virgen MatÍa»wmb . .•. No temas: pensaré en ti,. iohhijito! Estoy yo; está miMijo Jesús,
Verbo enG:arnado y ejemplo de la disposidón de ánimo wn que se hermano, que vive G:onstantemerltea la.dereG:ha delPadre,que es
redbir a Jesús (lih IY,G:apsdI y XVII). En otras obras en que' la' ..... :fiel mediador y G:onstante interG:esor por tus peG:ados. Tú debes. tep.er
deTomás de Kempis 'es menos dudosa, el mismo autor llena esta absoluta esperanza en él, porque él es el autor de la vida; él es quien
tratando abundantemente de María y dirigiéndose a ella, en
verso, wn oradonesse:ixillasy elevadas auntiempo 16.
La Jigur:;tde María, tal wmosemanifiesta en los eSG:ritos. de
de Kempis, abarG:a los dos grandes períodos enque se divide su Ob¡etode predicación y veneración
el período terrehoy el.período G:elestiaL La Virgen es «lIUUeJ[l:SQlrnt~r:
venerable»,está glorifiG:ada .«por endmade todos.losG:oros de los de las predkadones populares de san Bernardino de Siena
les yddossantos» y es laMadre miserkordiosa que, 1444) sonel,YratadosobrelabienaventuradaVirgen, wleG:dónde 11
se indina. y G:on freG:uenda.socorre en lasdifídles neG:esidades .U"LVL.L"" paraIas fiestas marianas que. no guardan un orden sistemátko,

Iglesia». Sobre todo, María es .lasbbresaliente en virtudes: «Es las denominadas Predicaciones vulgares, las G:uales, pronurrdadasen su
seguirla-wnduye Tomás de Kempis.,,- por elc;nuino de la UU.'ULLLUU'-', en 1427, G:ontienen interesantes y simbólkas. wl1sideradones
pobreza,.lapadenda y la perfeG:dón en todo»~ 18. También san Antonino de Florenda (t 1459)" además de

El autor ptoponeúna· devodón mariana,qlle remite en última 0\JHlI.1VU'-L 46 sermones marianos, nos legó la Summa de sagrada teología,

tanda a Cristo ya la Trinidad, wnsistente en una referenda "ro·..,d'.-. ...... b" la que proG:ede«distinguiendoy siguiendo el modo de la predkadón»
la bendita Madre de Jesús. ,Tal referenda se detalla en un itinerario dedka 44 G:apítulos a María en el G:ontexto del.don de la piedad~ Va
Tomás nos invita a reG:orrer: .reG:ordar, G:ontemplar,· imitar, orar la vida (o las fiestas) de la Virgen, desde la wnG:epdón hasta
dm cántkos . .siendo neG:esario aprender a «elevarse a Dios asundón, pero a modo de pinG:eladas sobre el trasfondo de una re,
aMaría consagradas' alabanzas», más ·10 es. seguir las huellas de ~",,"LVH más o menos ,extensa sqbre las gradas,Jos dones, 10sG:arismas,
de Jesús, a hque la propia Virgen nos exhorta: bendidones )i10s frutos del Espíritu conG:edidos a María 19 •
De igual manera, Bernardino de BU:stio (t G:a .. 15IJ), imp;ime, en el
1493un Mariale de sermones sobre la:sfiestas mariariasque ejer,
15 Lo documenta, además del testimonio de sus contemporáneos, el Códice bruxellense
el texto completo del libro, transcrito, corregido y firmado· de la siguiente manera: «'CllllllldL
y completado en el año del Señor 1441.por la mano de Tomás de Kempis en Agnétenberg
deZolle».,· • .. 17 TOMÁS DEXEMPIS, Imitación. de María, 94-95,
.. 16 Cf la edición crírica a cargo de :M. O.. POHL:. Thomae Hemerken a Kempis, Opera 18 El Tratado sobre la bienaventurada Virgen se recoge en S: BERNARDINI SENENSIS, OperaOmnia
7 vols., Friburgo 191 0-1921. Amplio florilegio de textos marianos en la tesis. doctoral de VI, Florencia 1959, 65-180;Prediche volgari su¡ Campo di Siena, 1427, edición de.C. Del Como,
VOLLMANN, Mariología di Tommaso da Kempis, Roma 1976 (con bibliografía), y en la put1llcanÓI 2vols., Milán 1989. .
incluida con el núm. 1.en la colección «Diamanti di spiritualita» , TOMÁS DE KEMPIS, hn;fwYinnt> 19 ANTONINO (arzobispo de Florenda),SummaesaCrae Theologíae. juiis pontificii et caesarei,

di Maria, Roma 1982. pars Iv, Venecia 15712, 288v~392v.·


Modelodek0toño'dé,laEdad media -275

cerá·.gran influencia~sdbre:lbs; predicadores 'pOsteribres20 ; J~ Besde luego; no se ,puedee1'igir'q.. Bernatdino el sentido crítico' de
enaltece la obracomG «un.ttat<Ído deimariología'extensoy tetrmc)s postéri0res; al suYO.;'y, así, i~rfrai1e acepta con credulidad los
parecer que contrasta con el de R .. Laurentin,quelaiconsidera .que suministran los apócrifos acerca de la infancia de María e in-
copilación en la cual el fondo tradicional aflora en medio . de laasunci6n,yse deja guiar. por el sentido común, por la poesía
de opiniones exageradas e inconsecuerttes»21. N uestrapropia ; el·teatro {Jopúlarpara' sentenciar que «la encontrarás baftada de
del incunable nos ha transmitido una sincera voluntad de; . En 6Ysermones del Mariale atribuye a María las virtudes
Virgen por parte del autor y, a la vez, una gran seriedad teC)1oJ2'ro~ y cardinales, los dones del Espíritu, las bienaventuranzas, ·los
ejemplo, para probar la inmaculada concepción,. el trslnCISCaI1JJ. espirituales y. diversos carismas. Dedica luego toda 'la parte X a las
un principio de Aristóteles, según el cual una verdad se escrituristicas, es decir, a los símbolos aplicados a la Virgen.
«argumentando por la parte afirmativa y la negativa. Pues bien, ~U"UL''''LL.''-' se atiene al principio establecido por el maestro de Escoto:
niega,' se basa en la objeción: Si la Virgen no contrajo el pecado es preciso errar; es mejor errar por abundancia en las. alabanzas a la
Cristo no habría sido su redentor»'. Bernardino, recurriendo al María que por la escasez en las mismas».
Sutil, responde: Suscita espedalinterés Juan Gerson (t 1429),cancillerdeParís,
escritos sobre Maria reflejan el ambiente universitario, pero sin
«Cristo .ftíeredentor de la bienaventurada Virgen el' popular; con el cual se. mantenía· en estrecho contaCto~
.~mediante.unagracia preventiva, porque, si n01a hubiera f.JL'_",-,,,·,v·, él conocemos.laexistencia'de estatuillas de oro de la Virgen que,
María habría caído en el pecado [... ]. En cambio, para los demás L'-'U.U.V,''-'por la pa.rte frontal; dejaban ver en su interior a ·la Trinidad .
humanos, Cristo fue redentor mediante una gracia que .desaprueba su. uso no por razones estéticas, si bien se trataba de
caída. Por tantO, la redención de 'la bienaventurada Virgen taciones toscas y carentes del menor gusto, sino porque repre-
.petfectaque cualquier otra redención, porque es mejor U~Jl~HU' a la Trinidad como fruto del vientre de María debía considerarse
preservar a alguien de una herida que recurrir al remedio herejía 24 • Asimismo, Gerson cree peligrosa la devoción ignorante,
que la persona haya sidoherida»22. para experimentar el gozo de María en Dios termina por extasiarse
te ellas de un modo abusivo y espurio, como si de genuinas visiones
se tratase 25 •
20 Bernardino de Bustio, Marialedeexcel1entiisReginaecoeli, Milán 1493. He CO]Llsultaclo' En el ámbito universitario, Gerson preconiza una reforma para evi-
incunable, bien conseryado y restaurado, pero carente de portada. La frase final del
páginas no están numeradas, ofrece la siguiente noticia: «Impressum Mediolani per que los teólogos expongan «doctrinas inútiles sin fruto ni solidez,
Leonardum [ ... ] AnnoDomini MCCCCLXXXXIIh. las doctrinas necesarias para la salvación». Frente a la
21E WAGEMANs,Bernardin de Bustis,en DSAM 1, 1515; R: LAURENTIN, La Vergine,
Marilogia post-conciliare, Roma 1983 5, 123. . maximalista que exalta a María de manera unilateral, él ex-
b\,.LllU\,.H'-'.La.

22 BERNARDINO DE BUSTIO, Mariale de excellentiis' Reginae coeli, pars 1, sermo primus.


sermón segundo, el autor se detiene en una sola razón, «fortissima e inexpugnabile»,
«veintitrés verdades» o reglas moderadoras en relación con cuanto
basa en la elección de María como Madre de Dios. En efecto, el bienaventurado Tomás .<"'U.LLWCU los teólogos acerca de la acogida de la humanidad de Jesús. Mu-
en la Suma (UI, q.27,.ad 4) que «Dios elige cualquier cosa de modo que prepare y'Ul.~fJU'H¡;d
medios pára que resulten idóneos para aquello para lo que han sido elegidos». Pero
habría sido una idónea Madre de Dios de haber sido, siquiera por un minuto, a causa del 23 lb, pars IX, sermo primus.
esdavadel diablo: «Por lo cual el diablo podría recrirIíinar a Cristo diciendo: "Tu 24 G. GERSON, Opera omnia, m, Amberes 1706, 947.
primeramente sierva mía antes que Madre tuya"» (pars I, sermo secundus). 25 ID, Tractatus II super Magnificat, en Opera omnia, rv; 248.
chasde 'ellasise .refieren: iMaría:;t que;;e,xperimerú:ó;en,sln@da¡
.,> Lª~f-C9lictusiQp-e~f¡"
cOIlsoladones», porque no fue.<~iÍidyiloagreste u (le/'I2JH;:ar::fU1Sen{
(verda:dJX)., Tampoco hayqu~afirmarque Bdsto,>ál. nl"'p"-",,,u,~,, Y·S~s·/p·tint~~d~r~lieve
madre del pecado original, la pusiera en pié de.igualdad',~ _VL,LOL¡;:,.v

Enefetto, María precisó de la redención (verdid'X:I). "-'LLO~'..(,.,LL


podido conferir muchas gracias' «tanto a. su propia
suqueridísima madre, de manera puramente gratuita;· Pero,
élnolas confirió» (verdad XV). Porejemplo,no~lé coIlcedió.
nacimiento el uso perfecto de la razón (verdad XX)., ni con
dad un conocimiento esclarecido de su vidáy del.Hijo (verdád,
Larazónde que Cristo actuase así sigue siendo un misterio
1examen detallado del período medieval 1).OS ha deparado un cua~
(verdad XXIII) .
dro que muestra la progresiva conquista por parte de la Virgen
Tal era la' situación, del cristianismo y' de. la devoción
de Nazaret del tiempo (con el ingreso en la liturgia), ,del espado
vísperas de la, reforma luterana .• El limitarse. a hablar de la UC;\odUC;l
las catedr.ales y,los sant~arios).y del corazón de los seres humanos
y desdicha de este período se considera hoy día un enfoque
En realidad, junto a ,exageraciones doctrinales,a,devociones las oraciones y las formas de entrega) y de.hsinsti~uciones (como
dinastía carolingia, las universidades,lasartes, las Órdenes religiosas,
y a supersticiones; ·no. faltan' místicos. y grupos, de laicos rl"1'"ur'1"""r;"
cofradías). María aparece cQmo un «valor» supremo; más aún, como
tampoco, teólogos prudentes como Gerson,· en quienes la aevOclé)n2;
«sistema de valores» 1, por cuanto la concepción vertical propia de la
rianavaacompañada por la práctica auténtica del cristiánismoy.
que acentúa los dones por ella recibidos de Dios, la convierte en
exigencias de la totalidad del plan sa.lvífico.
«microcQsmos» (Matilde) hasta un extremotalqueenla Virgen «se
úna / todo k:> que de bondadoso hay en la ,criatura» (Dante),. según el
de la omnicontinencia.. María condensa .el ideal ultra terreno de
UU_LIJ,LL,

, cristiandad medieval, y,constituye a la vez un ~<re¡er~nte colectivo» de


cuando la desgracia se abate sobrela comunidad (por ejemplo,
caso de guerra, peste o herejía), o para inspirarse en las virtudes que
adornan. como guía de vida,princip(j.lmente .en el árnpito monástico.
En este sentido, podemos constatar que la Edad medianos ofrece en
un: ejemplo logrado de inculturación, porque la Madre de Jesús
no interesa. sólo al dogma y al culto" sino también al universo real y sim~
bólico del dominio secular, incluidas la sociedad y la política, las artes,
'," , , ,"',

1 G. RUPALIO (seudónimo), La vierge comme «systeme de valeurs», en D. IOGNA-PRAT-É.


PALAZZo-D. Russo, Marie. Le curte de la Vierge darts la société. médiévale, París 1996, 5-12.
Lascónclusionesy sus puntos de relieve - 279

las costumbres y layisla.Sin~AlP~r~q,je,s~ap.Psopia~ión de la prevalecerá la teJ:ldenpia a.hacer que Ma:ría.se aproxime a Cristo,
.María no permane~eestáfi¿a~n:er ~uf~Q:d~lpe¡{oao ~VJl~""dC;~ el punto de compartir con él todas las funciones características de
efecto, el examen. diaerónicor).qsnarevelaél:ólá ev;olúcióri UC;.bC;J'U\C . Pero la deificación, en sentido propio, de la Virgen no será posible
de la figura de la Virgen, que desde el asombro experimentado el momento en que Tomás de Aquino, con una expresión concisa
teología monástica, tras pasar por la especulación de la escolástica: concluyente, sentenciará para siempre: «La Madre de Dios es pura
un sesgo más miraculístico en la teología de la Edad media LrJ"lHrJ" c••

Con respecto a los Padres, el medievo no se limita a L'-IJ'-l.H


que acentúa el proceso de humanización de María y, al propio
el de su exaltación. Con una nueva sensibilidad religiosa, la llllLd\.li::l;<J
dieval se solaza en la actitud maternal de la Virgen hacia el Niño.
al igual que en sus dolores en la pasión, y al mismo tiempo
la personacle María en su actual condición glOrificada:Marí~
vierte en la Asutlta a la gloria, a quien estan dedicadas las
y en Nuestra Señora, que con su maternidad y realeza ampara y
Impresiona el hecho degue, mientrasque el período patrístico
y exige testimoniosa.ceréa delaníaternidad espiritual de María y
inmaculáda concepción, el medievo proclama con san Anselmo
cubritnientoexistencial: «Maria es madre· nuestra», y explica con
que la santidad original· de María armoniza con la redención
dbrada por Cristo.
Más problematic a se revela la tendencia de Bernardo· de
de la perspectiva de los Padres en lo que respecta a los
María con la Iglesia. La patrística situaba a aquella en paridad
esta, hasta el punto de comprenderlas a ambas en una· única
como vírgenes y madres. El santo de Claraval, por el cont'rario,
María «entre Cristoy la Iglesül» , comomediad()ra ante el LVHCU~dUV
Esta· postura provocará la te acción protestante y, en réplica a
esfuerzo teológico por explicar cómo esafunci6n mediadora no se
en contradiCción con la mediaci6núnica de CrIsto. Desde luego,
distanciamiento de la·inculturación medieval del cristiimistrio
consigo una revisión profunda de esta postura: Tanto más que en lo

2 BERNARDO DE CLARAVAL, Homilía para el domingo después de la Asunción, PL, 183, 3 STh IlI, q. 25, a. 5 sed contra.
Tercera parte

María en la cultura moderna


(1492 .. 1989)
a época moderna comienza con el descubrimiento de América
(1492) y termina con el giro de la posmodernidad, un giro que
época y que implica el desplome de las ideologí~s, simboliZa~
do en la caída del muro de Berlín (1989). La modernidad no sólo amplía
horiZontes· del hombr~ rnedievalisino que. inaugura una cultura de
de nueva impronta <:ornpreIldida sintéticarnenteen los términos de
moderno y inodemidadl,~culturaques~vaclesarrollando.en el curso de
medio milenio, En la·rnQdernidad qlleda compr~ndida también la era
contemporánea, que no es sino uha fase de aquella.
También para lafigma de María se inaugura una época, enla'que será
moldeada con arreglo a los paradigrnasde.esta,.los cuales añadirán a la
semblanza deja Madreid~ Jesús aspectos estimables que la revivificarán,
pero postergando otros no menos importantes ..

la modern ¡.dad

Acerca de esta nueva, larga ydivásificada época cultural, es necesario


establecer al menos los rasgos fundamentales que se han mantenido

1 Desdé el punto de vista etimológico e histórico, se concreta afirmando que moderno


«nace cuando elimperioromano se disgregá, en el siglo V, y que dicho término se deriva de
modo, es deCir, "ahora, en este momento"; refiriéndose aLhoy, a la actualidad. El término de
modernidad «aparece únicamente a mediados del siglo XIX, y es lanzado por Baudela:ire» O. LE
GOFF, fEuropa medievale e il mondo moderno, Bari 1994, 45.A6). '
durante este transcurso histórico, sin los cuales aparecería como Creador, . d .,hombre moderno.encuentra en sLmismoJamédida.lde
y abstracta. las cosas, itlfluidos los. valores éticos: él es d artífice absoluto de

1"111"T",~",.cfl","'·laEdad·.mediano significa solución de continuidad


1.1. Notas distintivas elcristianismo:..Espreciso recordar.que la noción de persona como
ualidadsustancial¡ quer hace que el.horilbre. sobresalga sobre
Dando por sentado que la modernidad «no es un concepto, sino las cosas, llegó a su madurez gracias al filósofo cristiano Severino
signación interpretativa, siempre en busca de su propio sentido», una hacia los años 512~513, y además hay que tener en cuenta que
figuración compleja y en movimiento de aspectos de una humanistas que exaltan la dignidad dd hombre son cristianos
podemos ver su identidad en un conjunto claramente definido: vencidos, como Pico della Mirandola o Erasmo de Rotterdam. En
sentido, elrechazo de la idea. cristiana está ausentealprincipiqde
(W Pannenberg), y no faltan' especialistas, como K L5with,i que
1.1.1. Protagonismo del sujetó en la moderhidadJa secularización de la escatología,transforrnada
la idea de progresü6•
Eh primer lugar,' sé' acepta generalmente la definición de H. Así pues; el. hombre, ¡al constituirse en el centro del mundo,. «por
que .expresa la' configuración de la modernidad )mediartte ·la trágico malentendido» (H.' de.Lubac),llegaráconSartie a desplazar
de la Selbstbehaupturtg,' es decir, de la autoaji:rtfútcióndd'hombre, Dios, al que considera. rival que coarta su voluntad, ü -'como piensa
rompiendo con el quietIsmo medieval,; se aplica a'explorar el a crear unDias a su pr()pia imagen y semejanza. Abandonar
de posibilidades que le ofrece la realidad qúe lo circunda3 ; Dios resulta en la disolución del hombre.
El, problema dela·autonomía () autosuficiencia y,--,-,.HtJ.ClLJlUOlU'
hombre implicaúna ruptura de la: tfadicióh,a:unque'.no sea: """'IIH1I

absolutajsíno unicamente:de pefspectiva,eimplicaalmismo 1.2. Confianza en la razón


una «coacción fascinadora: la búsqueda del nOvum»4• «La
sión de los medievales y de los antiguos es diferente de la dd nuevos horizontes; del· universo revelados por' el descubrimiento de
moderno»5, porque mientras que d hombre medieval se ~Vl.1"H..lC;1, y por la denciaastronómica convencen al hombre del poder de la
La llegada de la .racionalidadcientífica .instaura un nuevo paradigma
aleja de la ciencia: deductiva de Aristóteles para .procederinductiva~
2 G. G~~ST, Moden;¡ité, en Encyc::kJpédie phikJsophiqtte universelle, 1I, .París 1990, 1655.
3 H. BLíJMENBERG, Lix légittimita 'dell'eta moderna,' Genova 1992, 144. . a través de hipótesis y experimentos. Más aún, toda; la .realidad se
4 C. OoroLO,.Larelazione tra:teokJgia. e post~modemita: problemi e prospettive, en A n"A''''~T al juicio de la razón, incluida la revelación cristiana, que Kant trata
76 (2001) 660. El mismo autor trata exhaustivamente esta problemática en La
mentale davanti alle sfide del «pensiero debole» di G Vattimo, Roma 1999. Según M. reducir ajustándola a la medida del. conocimiento naturaF.
esencia de los tiempos modemoses el hombre que se. libera de los vínculos del ~A.,.j;A"A
constituirse en. sujeto (sub-iect.um,. «lo que se hall;;rcomo fundamento .de todo») y
propia libertad. efE RrCOEUR; Heidegger e la questione,del soggetto, en JI conflitto delle K, LÓWITH, Significatoe. finedella ..storio. l· presupposti teokJgici della filosofia della storio,
zioni, Milán 1995, 239-250, 1991, 39, 105-106.
5 E. VILANOVA, Storio dell teokJgia. cristiana, III, Roma 1995,19. 71. KANT, La religione entro i limiti della seínpliceragione"Milán 200L
286 ~

Como consecuencia de la centralidad del hombre y deja \...\.:Il.LUOll!l

la razón, va madurando en el hombre:modernólautopía del


la luz de la razón disipará las. tinieblas de la ignorancia y la ~U~}C.Le'l:1
y será la.llave que abrirá las puertas a un mundo porJin feliz.
Modernidad renacentista

1.1.4. Democracia
lmanLslI10 se consolida durante los siglos XVyXVI,.y con estacon~
La preeminencia de la tazón conduce, principalmente con U ~'",<J'\...L'-'U arranca. una fase en.la que se pasa delteocentrismomedieval
(t 1645), a proponer como. evidentes los derechos sociales del ntroplOCt~ntnslmol que se basa en las capacidades. del hombre y que
no. Se pasa dd derecho divino de las monarquías absolutas, espléndidos frutos en eLcarripodel arte e impulsa un dinámico
entre otros por Bossuet (t 1704), a la afirmación de la.soberanía en la vida individual y social. Se ,observa:
y,por tanto, de la democracia como forma innata del gobierno'
naciones. Sobre esta base se desarrollará la doctrina .de los Una primavera particularmente feliz, porque se logra que coexistan
manos, que culminará con los principios inmortales de liberté, milagrosamente (y, desde luego, no por.muchotiempo)el:reco~
égalité, proclamados por la Revolución francesa en la Declaración de la dignidad del.hombre,la sed de saber, la curiosidad
LV\....11111.\...U'"V

derechos del hombre y del ciudadano (1789). nuevos intereses culturales, eL amor a la gloria, elcultoala be",
lleza, la fe en el progreso, el acuerdo entre la sabiduría antigua y el
evangelio cristiano, la confianza en los designios de la providencia
1.2. Parábola evolutiva ¡y muchos otros aspectos de la realidad social y del comportamiento·
que por lo general no llegan a mezclarse» 11.
UL'-UV""",,UC<H,

La cuestiórrdel inciPit de lamodernidad,·que . algunos "v.aV'LV¡:;"V",.c..

den a anticipar, situándolo en 10ssiglosXVn~XVln, y que


filósofos. sostienen.que comenzó con Descartes8, no puede pn~SClr Neuzeit, en la Theologische.Realenz:yklopadie, XXIV.,(1994) 392All,distingtle
en la modernidad: el período dera' hisÍ:ória piimitiva(del siglo XVI al XVIII), el
del humanismo renacentista, en el que se encuentran las conn.ot:a< historia más nueva (1789-1918) yel.dela historia novísima (de 1918 a nuestros días).
nesesenciales de laculttiia moderna. De manera que la 11L'-''-1\...LUL'-1<'<\
por nuestra parte, hemos llegado a la c?nclusió.n de que hay que ampliar el arco. his-
de la modernidad para que abarque asimismo el siglo XX, englobando en ella a la época
,mporánea a título de fase. Así, el comienzo y el fin deh mode11}idad .estaríanrepresen:
reSj)eCltlVam.le:.nre, por el Humanismo/Renadmiento y por el año 1989,. fecha de la f-aída
8 Fue Hegel el primero en vilt en Descartes el inaugurado! de lafilosófía moderna. Berlín y que marca el comienzo de lo ·posmoderno., También se debe integraren la
FONT, Storia teologica della Chiesa, Cinisello Balsamo 1997, 116-172, en cambio, entiende
elperí?do barroco.> ..... " '. '. ,'. .." , .' " •
modernidad hunde sus raíces en la Edad media, mientras que para J. B. ME1Z, A SABETIA, Interpretazioni «teologiche;; della rnodémita. Percorsi e figure, Pontifida Univer-
cristiano, Turín 1965,·123-140, santo Tomás de Aquino 'es eL artífice de la revolución Lateranense, Roma 2002, 27, que, recoge: el, artículo, editorial La, fede cristiana nell'epoca
céntiica. Sin embargo, lo cierto es que estos autores destacan más los aspectos de . en CivCatt 143 (1992) IV; 329-342~
de la modernidad en relación con el pasado; que.los:puntosde ruptura. 'll P. BREZZI, La civilta del Medioevo ekropeo,IY, Roma: 1978;403:
rEste iforceféc5enfnd0'y;iej0¡ydl<i!lilÚ~Voi;:ht¡::adiciohal ydo
é '_' YSOl1(leZ dehEstf:lQlb.1EllgolDierno <pasa:ahoratalas:manos' defseñor
evidencia'en.ciettasa€titudes~pedag6gicas 'contrapuestas, como palaG.iotno@syauhcastilhamenazador, sirio. una mansi6n de
revela en lapolémica eiltré3l h:llmanista{~ólucdóSalutati(t nOt110~)at)elLeZ3~almy'O, alrededor tgravitala vidaturbana.
recomienda a los jóvenes lalectuta de las obras dásicas,u·''''''Fi'''''
Giovanni Dominici (t 1419), que considera conveniente que en
de los jóvenes se ponga únicamente la Biblia. El debate se
la coexistencia y armonía de las dos fuentes deinspiracióndeH
humanista. punto dewista de la dinámiCa: cultural, el movimiento de Lut@fQy
El cardenal alemán Nicolás de Cusa había disipado ya HLUl\...HCl( .reformadores "parece constituir una cesura respecto defhumanismo
confianzas;·hacia la naturaleza sensible de los .seres numalnOIS;;:';~f pue~paralaantropología luterana Dios hes todo; mientras que
puesto;;de. manifiestolalibertp.d delh6mbre,' quelo>hace l{}1tlbn~~ sin. .elallxilio dela gracia; ,no· es t nadaf En efecto, Lutero entabla
Dios»;-«semejanteaL Creador y casi otroDio~». Con esto ,con: Erasmo, quien. afirmaba el libre .arbitrio. como facultad
1.)VLL-HLLVCl

instaurar una pax fidei que; superando el fanatismo y las guerras voluntad humana que puede colaborar con la_gracia (synerghein). El
volviera a congregar en armonía atados los creyentes de las ULVVL"" :;¡rll11aClor lo niega con diversos argumentos en De servo arbitrio (1525)12.
ligiones. Después de él, un laico florentino, Giannozzo Manetti (t doctrina luterana desemboca en el ocasionalismo, que priva al hombre
c0Íl:sUiobra. Sobre la dignidad y~laexcelenciadel hombre, ,",r",,,,,,,,", dignidad. de' causa,' reduciéndolo a ser mero· receptáculo de laácción
como«uh ciert0Dios mortal»; y admira la belleza del cuerpo ode Satanás, según el célebre parangón luterano:
yelpoder de su espíritu, pero no para convertirloeri un
se rebela contra Dios\porque,elhombre este tiempo sigue ..""a.·LL" ~(La voluntad humana ha sido puesta en el medio como una bestia
andado' en la .revelación cristiana: ,.;. , de carga. Si es Dios quien cabalga en ella, entonces la bestia quiere y
;Vittorino da'Feltre;(t 1446) ya habíafomehtado la \...VLL\...VLUL<'''''-' a donde Dios quiere [... ]. Pero si es Satanás quien cabalga en ella,
el humanismo y el cristianism0' en el campo educativo: annOUl;mo entonces la bestia quiere y vaa donde Satanás. quiere»l~;
mundo antiguo y el cristianismo .exhortando.. a contemplar en
el contrapeso a las fábulas paganas, y lo ilustraba con la imagen Lutero recupera un humanismo de calidad,. no sólo por el arté
buena pareja que formaban un viejo buey (Cicerón) y un novillo :aplicóaJa iraducdónde laBiblia~ sino más bien en laconcepdón
pido; Ueróriimo) , que 'sec:ompl~nIe~t~hanpaia hacer qué los cristiano bajo el régimen de la gracia, que lo convierte en hombre
ib~nabriendo resuItaran«hohdo~~>y ';;rectos». . con la libertad de los hijos de Dios, que no están sujetos a la domi~
,ELarl:~ r~na<:elltistp. á.lca1fZ.a una~cotas de lirislllo yhumallidad
das ehláEda:dmedia. Merced al estúdiode laahatoUlíay al U'-"'-UULL.LU

to flamenco de la pintura aLóleo,tlore_2eun,arte figurativo de gran Un cristiano: es un sefío~ lib~e por encima de todas las cosas, y no
ciónque se plasmará
';' ';. ,"<. ."'
en obras
':.,~
tan increíblescomosublirnes
': ::.. : ,.. ;' .
;.',;j',,;' .
"~¡ ~".:'..: ..
.. Lnsplfam
':,,~
a
sometido nadie.Uncristianu·es ~unsiervo V;olúntario eh cua.1~
enlá &pocadásica, se levantan en.lasiplazas monumentos ecuestres
consagran como histórico; ,a, un persoIl¿r~Y,. a Jri vez, son expresión
I¡ Para toda la problemática; efE DE MrCHELIS PwrACUDA, Tra Erasmo e Lutero, Roma 200l.
1, MARTÍN LUTERO, De servo arbitiio;WA; 18,635.
que en el yo autopensantese halla.elfunclamentófilósónco de: la
del hombre.
nidad regia queposee,espatrón.de cualquier Barroco .na es ajeno a·la modernidad; como se. evidencia en.la apo~
tiene poder sobre Dios. Porque Dios hace lo que él pide y .de.su superioridad respecta del pasado, a que se entrega el
olivetanoLancellottien rHoggidiovero il rrwndo non peggiore néPiu
Lutero llega a admitir que Dios actúay gobierl1a .«por medio delpassato (Venecia 1675). Pero, más allá de esta defensa del
criaturas», y que es voluntad divina que estas no se hallen «O(:lOsas .la prima.cíadel sujeto se manifiesta en el tipo antropológico propuesto
decir, desprovistas de. responsabilidad; por eso recurre al . " LLL~,Lll<>"': Gracian: el héroe,· que aborrece la mediocridad y se consagra a em~
de los ángeles yde los hombres. Así quede las obras que se grandiosas. La teología escolástica, aunque situada en las márgenes
«por mandato. u orden del Señor¡se dice con entera pT()píedlld;q@ la éórrienteprincipal de la modernidad, afronta con Francisco de Vito~
obras de Dios», a quierihay que. adorar en silenciÓ y y Francisco Suárez los nuevos problemas planteados por las conquistas
actividad no es contraria a la omnipotencia divina;; porque. por lVU,lC1l'''''i.por la guerra y por el derecho internacional. Al mismo tiempo,
de la vocación no hacemos. sino cumplir,en'último ténnino; la los llamamientos del humanismo para que se regrese á las fuetites,
de Dios: textos originales y.auna utilización dellatínclásico .. Eri 10ste6logos
llDlCC)S y jesuitas también se percibe una convergencia indeliberada

«Dios ciertamente lo hace' todo, pero también nosotros' los temas del humamsmó, de la que es expresión la disputa teoantro~
hacerlo que corresponde a nuestra vocación [•.. ] .. Enefecto, deJauxiliis¡ es. decir, de la relación. existente entre la presciencia
dato de Dios que tú desarrolles tu tarea, y él quiere obrar por y la libertad humana, que no deben menoscabarse mutuamente.
de ti (per te vult operari)>> 16. En el campo filosófico, si con Descartes. el hombre se convierte en
principio y en el sujeto de la filosofía. moderna, con Campanella' se
cualquier rivalidad posible entre Dios y el hombre: «El hombre
1.2.3. Modernidad barroca a Dios con la sabiduría y la acción adquiere el sabor de Dios y no
destruido» 17.
La cultura moderna no se interrumpe. durante .los siglos XVI y A pesar de que la mujer permanece en un estado de sujeción y de
cuando el pensamiento individualistá.y racionalista de.Descartes .terlOTllOaICl, se abren también para ella nuevos horizontes. La influencia
ITIP'nlr,,,, en la vida social y política es señalada ya. por Fénelon en 1687,

1UD, Liberta del cristiano, Turín 1993, 25.44. réducation desfilles, pero son las mujeres.mismas las que asumen una
15 ID, Genesisvorlesungen, WA, 43, 69-71.
16 lb, 82. No es consecuente admitir que, en el nominalismo y en Lutero, <<la
social. concertando matrimonios, escribiendo memorias, abriendo
previsible del Dios personal anuló necesariamente la legitimidad de la aut()-re,anzaClcm culturales yJegando a la historia figuras memorables 'en el. campo
y de la auto-exploraciqn», como pretendería H. Blumenberg. Cf H. A. OBERMAN,
viamoderna, Lasvolta delld Riformái lósfondo filósofico, en G¡BESCHIN; E CAMBI-L. la mística. Representativa del momento es la veneciana' Elena Cornaro
(eds.), Lutero e .i.linguaggi dell'Occidente. ¡\tti del~onvegnp tenuta a Trentodal29 a131
~"'-"JI-'L·.u, la primera mujer en adquirir el doctorada en filosofía en Padua.
2000, Bresciá 2002,25-515. Es necesario distinguir en Lutera la definición del ho~bre
intramundana, que implica la razón pera situada «bajo el poder del demonio», y la aenrucllon
hombre justificado gratuitamente por lafe·en Cristo, que lo hace libre. CfK.-H. ZUR
rantropológia di Martin Lutero alla luce dell'escatologia, ib,J.29;148. 17 T. CAMPANELLA, Metafisica, 1, 276.
Mod'emiddd.en!el;yuiévohumanismo i
, ",

La Ilustración (o,. comootroádámaman,elIluminismo) ·.~A·nr~'.c"'· lo" XX,:; más;'que ientronizarunaJacultad.' humana en particular,
cumbre de la modernidad con la primada de la ou .......... .ertlo$fsiglos .anteriores, con la exaltación dieciochesca de
';.<Jl""

avanza deforma crítica e impone una' conducta moderada; 'laidkímonónica del sentimiento, se interesa por la líbertad
que se deSvanezcan las tinieblas del error y de la .VllJlUUC' ........ hnperíQdo.deguerras y regímenes. totalitarios. Asisti~

un período histórico concreto, la Ilustración.es «una' al ocaso del sistema y al advenimiento del sujeto, que a despecho
que penetra en. los espíritus sobrepasando fronteras.de .."r'.,.' ....·ri'"", la· desesperanza y de' la angustia que lo habitan se afirma como per~
los impulsa; no ya a la búsqueda' de la pura. verdad,' sino 'a que vive según lo que ha decidido sen «En la autenticidad y
favor de la verdad contra todas las ·fuerzas de opresión.y de .de ladedsión, ynoyaerdas nortnas éticas, está la moralidad
se. oponen al espíritu de las Luces»18, eto»19. Lamodemidad es>«la era del sujeto» (M. Heidegger), por
·La Ilustracióri, que encuentra su prototipo enVoltaire yen los el ser humano se arroga las prerrogativas divinas~;Sien el teol?én~
pedistas Diderot. yD'Alembert, desembocará ! eh la! medievo el hombre se .hallaba en el centro del cosmos;aunqueJbajo
(1789), que derribará al Ancien régime, se postrará.antela diosa de Dios, ahora eL hombre se convierte en el centrodelurnverso,
e impondrá los. universales principios ilustradosTecurriendo sin el punto de disociar~ede Dios; Para que el hombrevivRi Dios ha
la violencia·yaltertor.Conrespecto alaEdadniedia se produce 1110rirj·decreta la filosofía, que ve a Dios y aL hombre como. rivales: si
flexión en toda regla, inadvertida. al. principio: se pasa de la tra:scend¡~n( existe, yo no soy ya libre .oA~ Sartre).
la inmanencia, de la contemplación a la intervenció!:l:.8.ctivaen la . 1triunfo de la· razón sistemática con el idealismo de Hegel,lesu~
del régimen de cristiandad a la Europa laicista, la cual, aunque nó el.existencialismo, la filosofía emblema del tiempo, que reflexiona
Dios,'prescinde de él en la vida social en hombre de la el trágico destino a que la libertad condena al hombre, al que pese
se invita a pasar de una existencia trivial a la existencia auténtica
no pone disfraces a lainevitabilidaddela muérte. La razón es ata~
1.2.5. Modernidad en los sistemas idealistas por los maestros de la sospecha' (Freud, Marx, Nietzsche), .según los
no sonlasideasJas que dirigen el curso! de la historia. Par~Sig~
E!:l:. algtmos de sus aspectos (como' el romanticismo), el siglo XIX Freud, el mundo subterrám!odeHnconsciente, donde pugnan los
presentarse como una contrapartida de. la Ilustración, porque rw"n~,..., devidayde.muérte, es la fuerza determinante de la conducta
oscuraluzdelas profundidades.a.la claridad cristalina de la razón, . seres humanos; KarLMarx sitúa como el motórde lá'historia a la
eh otros aspectos· aparecéicomo representante' de. la; LU\JU.'~LLJLLU(l.U, .••"c ,,,,. . .JUL.LU y sus dinamismos, desembocando en la utopía comunista qúe
la elaboración de im.ponentessistemasfilosóficos, como el L\..L'-'UU.OUJ.V. introdujo e!:l:.la; Rusia zarista. Friedrich·Nietzscheproclama que
Hegel, que se hace intérprete de toda la realidad y de todo lo co~:nOE ha m.uerto» y lanza elideal del superhombre, que luego asimilarán
ble en el ámbito histórico y metafísico.

18 E. VILANOVA, O.C., 82.


. Con el progreso de 10sestudiós antropológicosy lingüístic08
1
l.:.y'ehculto mariano; em laépoca:modéma: 10sTImdelos· iena~
'.lclMlll;;;,/I.l", •.

una nueva corriente: el estructuralismo, para el que las HLl.'l.a.". luterano-:protestahtev barroco, ilustracionistáy slstemátlco y
sociales. y culturales sórl.só10.apatentes;y· superficiales; la
fondo permanece intacta, hasta el punto. de que L<:11lUJ'CL ..",.... · ...UL •....-...

por el existencialismo, queda sepultada bajo el pesoae:losCOnC11€


mientos de la mente colectiva. Por esta razón, Michel
declarar que «el hombre ha muerto».
Por tanto, el hombre contemporáneo es eLser que de la figura de María en las diversas fases culturales de
dela razón y da benéficos pasos de gigante en el campo de ;smlom~ITll(1:3.Qesunhechocomprobable por las' expresiones que poco
Disfrutadelátelemática, dilata infinitamente los límites irá adquiriendo durante los siglos XV~XVIIL En armonía con el
del espacio; al mismo tiempo es sabedor de los impulsos .de
1 la conciencia de la libertad y dignidad inhetentes.;alhom.:
muerte que se albergan enla.extensazona de sombra de su LH",VLL'''''' la Virgen .Madre -a la que Dante presentaba como la nobleza de la
te. No contempla ya 1ahistoriacomo campo de choque ~LL'CL~l L""~ rur,'1IP~rn humana-'-.esun símbolo muy adecuado para encamar el ideal
1

pueblos, 'sino como· trasfondo de sus elecciones libresjpor "-VJ.L\..U\OLV'U hombre como artífice en el plan divino.
que' se hallen. por la estructura, elecciones .que, si bien por un:
encaminan hacia. elprogreso, por otro 10 hacen hacia la rlP,orr'!1rr',n,
los seres humanos y de su hábitat; Se considera a sí mismo cellltr'0 La imagen humanisia,de María
mundo y llega a suplantar a Dios,descubriendofinalmente que
contendientes están muertos: a la muerte de Dios le sigue la mlleFt:e humanismo trasplanta a María a su propio universo cultural; y, así,
hombre. 'e.1"A·n'7l"\ el Magnífico la canta como ideaL de belleza:.

El balance del siglo XX termina con un balance negativo


dos guerras mundiales y, principalmente, por el imperio del horror «i Qué grande es tu belleza,.
instauraron.los regímenes totalitarioseonstituidospor Stalin y oh Virgen María!».
ler, que'exterminan salvajemente a millones de personas en su
ideológica. El rostro más amable del siglo 10 ofrece,la ciencia, La Virgen de N azaret .pasa. de su humilde condición humana a ser
descubrimiento de la energía atómica, la exploración de la· Luna Ipr'esent,rda llena de nobleza· (Mantovanoo Sannaza.ro) ; es más reina
yel desarrollo de la informática, que propiciaJa era .·global. '-''-,'-'L'-'''' sierva, pero.siempre madre tierna. El protagonismo de María alcan~
Jllcanza cotas nunca vistas de. bienestar y desarrollo,' pero .cumbres' elevadísimas en la' poesía latina, que. le atribuye, como en
con fenómenos ambiguos o malignos, como la protesta juvenil antiguedad a Isis,. pOder sobre ·las fuerzas deja naturaleza. y sobre el
1968), el.terrorismo; los secuestros, la difusión deladrogay de la unto de los seres humanos:
de la muerte, y el retroceso en el ámbito privado;
De este panorama en movimiento emergen los principales «Tú aplacas las olas, los vientos, las nubes;
tipos (mesoparadigmas) en los que se van inculturando tú aseguras la salud, tú que eres fuente de paz,
296

. ,,;¡túíeres;{urrbierl. comúrrjttmer:e~¿glóniazde:snuestra:estiipei[ ·él eiel6Ho tiene.élla .entre.sus~brazds}erda.personadel.pequeño


,~' "

· Ellá Imeae alejarlásmubes. delfciel6sombrío,'" i>/:::;iuresulta:.~<clítí€11 deCidir si enlasrepresentaci()nes sagradas de ·la


puede inundar de ríos los. áridos meses, esmásimportante.Nuestra Seí'iora¡oét Hijo», alguna vez aparece
puede ablandar con las lluvias las· tierras endurecidas, .. término un libro «para recordar que nos hallamos ante la Sede
hacer que vuelvan a su cauce los ríos desbordados [... ] ..
Si ella protege, los graneros se llellatáhdeJJÓse<::há's,I
los rebaños nos proporcionarán partos gemelos»20.
. Nuestra Señora en el Barroco
.Expresiones. inimitables·de la inculturación rerlacentlsl:as:on¡la1,7l1
genes de N uestraSeñora/durantéJos siglos XV:y XVI aCLIICLn.UÓ:>,. proceso de apropiación de María por parte de la.clase dirigente y aris~
las.hellezasde la época son.:puestas al servicio de. la belleza Ó:>ULlJ..\.-n.uU!l iniciado en Constantinopla con la representación de la Virgen
de la Madre de Dios, a pesar de las protestas de Savonarola Basilissa.(emperatriz) y continuado en la época carolingia c.on la
alejamiento .deJa c.ondición.de pobreza'de la Virgen de N"'''''''''''''''·';' llvindicación de la nobleza dinástica de la Madre de Jesús,. alcánza sú
que destacar que: culminante en el siglo XVII, durante el.cuales. un lugar común
ala nobleza de María, proceso. que comienza con eLcofifeo de
«Los pintores florentinos veían florecer, entre las fiestas ..--ro,....." ... mariología, Plácido Nigido!3;
carnavalescas y agitadas} lás:1Jellezasde.Alejandta tleBatdi yde . No es más que un aspecto de la dmpliaciónbarroca, que se aplica es-
jandra Mazzinghi, de Ludovica Tornabuoni y de Marietta :ULJU1\JÓ:>dlll1,;;HI.CO a María, en tomo á la cúaLaumentan nosóloelestúdio

:escogían, sin sombra: aeesq:úpulo, para elrostrode la.IJ· COHJl"UJ":C ll::l1LUlOvU •• "UIU también el culto.yla espiritualidad mariana: La persona

ópalo de la frente, lámorbidezdeloslabios, la claridad de las María es .exaltada en su fase celestial, representándola. rodeada de
y coronada de gloria, y también en su fase terrena, en la cual
momento: conocidas y desconocidas, que. hall llegado hasta de Salazat. subraya su participación activa en la obra redentora
con el solo nombre de la Madre de Dios»21. Hijo.
Además, María conquistaJas imprentas, que editan gran cantidad
Fuente jnspiradora. de las ;numet0sas Madonas deGiovanni libros que versan sobre ella (Marracci por sí solo compondrá 115
considérado. porR: Longhi. elpadre-déYRenacimientoveneciano, ). A María se consagran santuarios -adonde acuden los peregrinos
cambio la mujer Ginebra. En ellas María surge «como·símbolodecla estampas votivas y exvotos anatómicos, elocuentes testimonios de
dadera naturaleza de la mujer¡:pletiamente reveladapoF LU.LllOL'-'-J.Lw'-'a, fe en la intervención efidtz de la Madre de Jesús en las situaciones
función: de la.carne yfunción.,del espíritiI, fundidas launaa:la aputcr-, y aun algunas naciones europeas; mientras que los países de
Siempre contemplada con ojos nuevos, Nuestra Señora «es Slemr)u UH'vU'_U Latina hacen de ella icono en suJucha por la independencia.

mujer y madre, y no tiene necesidad\algunade levantar los ojos al


22C. FERRARI, Donne e Madonne. Le sacrematemita di Giovanni Bellini, Milán 2000, 32.
20 G. B. MANTOvANo, De rusticorumreligione, égloga VIII. 23N. NIGIDUS, Summae sacrae mariologiae.pars prima,Parihormi 1602, dedica a lanobilitas Ma-
21 M. OLNA, La 'krgine nell'umailesirflo, Tievisüi 1931, 9; las quaestiones VI-X (Plácido Nigido )Jllblicala obra con el nombre del hermano Nicolás).
··.Siguiehdo,el·.canilÍrio?debhumanisrtt0,'.el1iBattocoClirige· ~<La: irrdisheta.devocióride>algunó haCia María. podría caer también
gana a Maríalos apelativos de &iVina birícluso tdeDiosa,! . eh eLexceso;Jconda consecuerrcia,ae debilitar. fa.superior y necesaria
Riccardi, Padre Mastro,. hábla de 'María como de· un~<Dips devoGiólfu quenosotrosdebemÓs 'tributar al divino Salvador nuestro
cO» odeun «infinito finito», excesos retóricos que suscitarárrJa esús[ ..•]. iEsmuy justo que veneremos a la· Madre de Dios, pero
inmediata de Tomás Campanella24 • esa veneración'latnen~ceirrcomparablemente mucho. más el divino

2.3. María a la luz de la razón La imagen de Maria merece todas las alabanzas que la Iglesia católica
reconoce. María es «la beatísima Virgen, Madre de nuestro Señor
La cultura racionalista, como no. podía menos de ocurrir,hace esucristo», y constituye a la vez el «gran espejo de todas las virtudes» 26 •
la producción mariológicay el culto de Maria; y lo hace. en nomtlre'Uí Muratori.siente también. la necesidad de precisar el exacto alcance
razón moderadora, que prefiere tirar pOLel camino del medio, la función de María, de manera que se tengá en cuenta la doctrina
las deficiencias.y, sobre todo, losexcesos~ La acerada crítica de 'N¡''-''''~U acerca del único Mediador, la cual, asu parecer, excluye la me"
deja intacta. ninguna parcela de la realidad,. por santa y di ación de María en la comunicación de la gracia27 •
sea, a fin de que desaparezcan reliquias y tradiciones ~"¡'~~¡'~U~U.J,'
que nos atengamos tan sólo a los datos históricamente ~VJLLLL,a"
. También la figura de María; y más aún su culto, es.pasada por el. 2.4. María en .el siglo XIX, el sigloromántico
de Ja crítica histórica y sustraída, a la vez, a los excesos Selltlluentclfl
Ilustrativo. de esta tendencia es el opúsculo Manita salutaria,de El catolicismo del XIX se debate entre la fidelidad al Ancien régime y
feld(1673),'quepresenta a una María.preocupada por las des la apertura a los movimientos de libertad y emancipación sociaL Al
devociones de que es objeto, que desbordan los cauces en que mismo tiempo, recibirá el influjo del Romanticismo, y su énfasis en el
mantenerse.para.no rivalizar con eL culto debidoa.Diosy al único sentimiento, que. aveces adquirirá un registro lánguido .. El movimiento
diador, Jesucristo. romántico, empero, no abjura de la razón, de lo que dan fe los grandes
De manera semejante; el libro, de Muratori &ella regolata . Sistemas· filosóficos, característicos. de este tiempo .. La definición del
de'cristiani, que el autor publica enVenecia, en 1748; bajo el ""'''.L'-'L. dogma de la.Inmaculada Concepción (1854), además de resolver una
modeLamindoPritanfo,. expone cónro.se debe rendir recto culto a
25 LAMINDO PRITANIO (Murat6ri), Della regolatd divozione de' cristiani, Venecia 1748, 288-289.
Virgen; según los cánones iluministasde la moderación.y el. eq 26 lb, 280-281: «Favorecida con' dones sobrenaturales en vida, elevada: al cielo· con inefables
Muratori admite>que se hadé tributar aMaría «un honor superior honores, llena, no obstante, de aquella mis~rico,rdia que ella fom~nt9 en la tierra, nosotros la
consideramos como ayuda de loscristümos, refugió de los pecádóres»: . .
que se tributa a otros santos»,. pero afirma que es preciso detestar 27. «Oficio de· María es orar a Dios por nosotros( interceder por nosotros y no dar ya órdenes

exceso y abuso. en cuanto a las opiniones y al culto»:


1..
·l· Debemos veneraría como abogada nuestra, sin que se nos h~ga creer que a ella le corres-
ponde el perdonarnos los pecados, el salvarnos [; .. l. Lo cual no impide que no se, pueda llamar
también a María, por analogía, mediadora, porque ella, al orar por nosotros, nos obtiene gracias
del Altísimo, y en este mismo sentido, es decir, con una mediación diferente de la de Cristo,
podemos llamar mediadores a todos los demás santos, pero teniendo bien sabido que ni María
. 24 Cf T. CAMPANELLA, Censure sopm illibro de Padré. Mostro: «Ragionamenti sopra le litanie ni los bienaventurados siervos de Dios impetran gracia alguna, si no es por medio del único y
NostraSignora», edición de A. Terminelli,. Roma1998. . propio mediador que es Cristo Jesús» (ib,284).
dis:puta.secular;dentrO<.dela\.iIglesi~,í;~nGaj&biencolhlc:1'}"'.Ul.tUl·c:1';lll!.!';?~
voluciqnaria·de1prtvil"egia;¡<l1omo.HemuestraIa•.entusiasta}acogida
proclamación en el mundo católico. Sin embargo, esta;tenlG1eIl:Cl.a.:~( '~. que s~debat~entte el bien y en el mal, anhelante de líber,
rificante» tiehe el efecto perverso de distanciar la.figuracle.la yvíctirha::;¡di los totalitarismos; presenta imágenes muy heterogéneas
de la condiciónfemeninacomún,y noayudatampocoa'las la Madre de JesÚs: Si el Oriente ortodoxo sigue experimentando ~n
en la conquista de sus propios derechos. Sin embargo, .LlJI·I"llCI,i-1 éi1
'hrpreséncia de la Theotokos, tal como fue definida por los siete
mujeres y las sana prodigiosamente, como sucede en Lourdes, ,I!!ríme:ros' concíliosecuméúicos, Occidente trata de humanizar a María
las apariciones de María (1858) son consideradas uria C01:ltU'ffiCllOílfni pinta de ella un retrato existencialista y antropológico (Guardini, Rah-
la definición pontificia; ) que la presenta como una mujer de fe, inmersa ~n un proceso de
La actividád de María se desarrolla principalmente ,en el 11laduración psíquica y religiosa.
espiritual de la colaboración con el sacrificio de Cristo Salvador,; Mientras tanto, el progreso de las ciencias antropológicas, así como el
llega a adoptar .actitudes estoicas .e incluso crueles, al. no movimiento feminista, conducen a contemplar.a María con ojos núevdS
hora de.inmolar a su Hijo por la salvación del resto de su UC:"~C;¡lU.C:l.ll y desacralizadorés; Y, así, fuera del ámbito creyentehayquíen ve a NueS~.
(Ventura, Clary). tra Señora como una construcción cultural machista que proyecta sobre
y, a pesar de todo, la valoración del sentimiento romántico y el María sus propios deseos sexuales insatisfechos (1. Magli), o la expresión
del jansenismo tiñen de afectuosidad las expresiones devotas hacia, arquetípica del inconsciente colectivo (M. Kassel), o finalmente ven en
Virgen, a quien se busca en las peregrinaciones y se celebra en ella la continuación de la Gran Madre mediterránea (C. Mulack). El
fiestas litúrgicas, y la cual, con la llegada de mayo, es pasto del arte, vinculado' desde hada mucho tiempo a la figura de María, ahora
en las. numerosas iglesias, capillas y hornacinas construidas en su se desinteresa de ella, quizá por el desdén de la sociedad contemporánea
donde se la representa con estampas del gusto popular muy ULO'~Ul.l~Li). hacia la ternura materna, o porque imputa a María sospechas y condi,
de la iconografía clásica italiana. donamientos.
En cuanto al diálogointercristiano, la figura de María"lejos de También dentro de la Iglesia católica se experimenta la crisis de la
para tenderpuentes,esj:notivode discordia, que a menudo de!!en.era mariología en. el período. marcado por el· concilio Vaticano' n (1964~
en violenta polémica. Excepción ejemplar en este ámbito .es el LUJl UL.ua 1974), una crisis determinada por un cambio de cultura que toma
J H. Newman(tJ890), que dialoga con los anglicanos sin afán anticuada y carente de significado la figura de María transmitida por la
mico, presentando indivisa la doctrina patrística de María como n época postridentina. El momentáneo vado doctrinal se colma median,
Eva;. El más hermoso.capítulocatóft~odelsiglo XIX, sin embargo, te un doble proceso de recuperación: se hace resaltar la María sencilla
representado por la.s actividades' ~cll1ca1:ivas,caritativas y dé p[()mOC:lOIl y entrañable de la religiosidad popular, sin perjuicio de que al propio
sodal emprendidas en nombre de María por destacadas persclnalldad1es," tiempo se' profundice en sus inefables relaciones con la. persona divina
comosanJ uan Boséoy el beato Bartolomé Longo. del Espíritu Santo (Mühlen), mientras que por su parte VonBalthasar,
en su magno empeño de elaborar una estética teológica, ve eh ella el
esplendor de la Iglesia. Al mismo tiempo se renueva la imagen de Maria,
para conciliada con los dictados del Vaticano n, deseoso de insertar a
María .en la cultura moderna - 303

la Virgen en el diálogo.ecurriénico, Fiilálinénre,¡S~ com¡:l.ten.(f,e) de mayo, que se .difunde irrefrenablemente. Además, el pueblo con~
mariología debe salir ddas generalidades y enc~~arseen las "'.U.LULCL<
emprendiendo sus tradicionales peregrinaciones a los santuarios
los diversos continentes, La cuestión feministaredescubrea M~ltíac¡€® o sedeja impresionar en el siglo XIX por el fenómeno de las
l~l¡;¡I:(Cl.l"" de Nuestra Señora que mueven los ojos», que en un contexto
mujer profética y liberadora yrostromaternál deDios(L3 .l.J\cJU,/:'.V).l,..

discípula .de Cristo (Beinert, Militello, Masciar~lli),pero:su ""'.,,....~ fenómeno interPretado en un orden sociológico de lograr mayor seguridad
ción conla.cultura. africana hace que Maríáaparezcacomo una óptica espiritual como exigencia de reparación.
que vertebra la comunidad transmitiendo los.valores de la Tras esta perspectiva global, pasemos a analizar por separado cada
de los paradigmas en cuestión, basándonos en textos y argumen~

3. A modo de síntesis

Hemos presentado.la figura. de· María como en una secuencia de


gramas determinados por los principales y sucesivos estereotipos
ella. La analogía que implica semej anza en la diferencia' se presta a
terpretarJa continuidad de un rasgo esenciaL de la Virgen,
en la sucesión' en que se van produciendoJos diverS0s.modelosen
una de las fases culturales de la modernidad (renacentista, Ju
protestante, barroca, ilustracionista, romántica y humanista).
La base. común de .la modernidad .acerca de María es. la afirmación
su personalidad propia, .de su relativa autonomía o .coherencia'
de su dignidad y de su presencia activa en la comunidad. TodQ .esto
implícito en los paradigmas en cuestión.. Ladiferencia estriba.enla
tencia que se hace en la calidad yen eL mayor o menOr grado. Así; el
nacimiento canta y representa la bellezadelaVirgeu; el pflDte~st~mtisIil€
subraya las. grandes cosas obradas por Diosensu pobre sierva; el bal:TOI:;e:
exalta. aiMaría, resaltando su activo protagonismo en el orden
y místico, que la Ilustración,por su parte, xelativizao subordina al
único Mediador, Cristo; el siglo XIX celebra la. singularidad
de María y la. colma de cariñoso afecto, y eLXX trata. de recuperar
dimensión humana e históricamente;compro;metida de María. .
]untoatodasJasvariaciones del mundo deJas elites se encuentra
fe popular, enta. que hacen escasa rnella.las modas culturales, pero que
se adapta a los ritmos de las éstacionesdelaño con la celebración
latel1Cl.céhtisla
,Nuestra Señora y «dearum maxima»

finales del siglo Xv, edad dela decadenciadeJaesC0lástic:arne~


dieval, ;<se experimetlta lanecesida,d·cle renovar, de en,contrar
nuevas para la vida y para el pensamiento»!, Desputlta
.-.LVI.UH""
'"~ - " , • ' ' ' < , ~ <

ba de un mundo nuevo: el q.elHumanismo y el Renacimiento, que


la recuperación de la antigüedad clásica.

RecuperaciÓn delo~ clásicos


y de la dignidad del hombre
,)," , , ' . ' ,

ciertos aspectos decadentes .en el campo de la espiritualidad, en


que pullllan.vanas devoc:iones que.olvidanlaesencia de la fe, yen el
la teología se enrecIa· en discusiones ·abstractas y estériles, muchos
impulsados por una voluntad de reforma, de~ean.vivamente
l"LI.ClU'JO,

voluntad de reform¡¡. integral: el hombre debe adherirse a los dict~dos


Espíritu.
Este programa, renovador tiene su más cabal expresiém en Erasmo de
(t 13 74), típico repr~sentante del humarlÍsmo cristiano:.
'!.VLL\..L'UClI.U

1 M.- J. CONGAR, Théologie,en DTC, 15, 411.


306 - Marfa, sfntesis

5<Esraesp~cie; ~(filosofía, situada más verdaderamente en los despreocupado del 'mundo~'Es'tafteoría:deürt hredievcx an.tihumanista
que ~n'lo~ sil~gi~~os, es más vida que discusión, más ' .... c'n11"·~1"'1r\n(
~~'"" ~, "'.~ "~'/~.'_~'_ " .••..•• , •. ~ "_''''''~h~''"~'''"''·· ____~~_' ~~"._ ~ ".
un renacimiento pagano no resiste a la realidad· histórica, en la que
erudición, más transformación que razón. Tan sólo a unos .e:minentes humanistas cristianos; como. Nicolás deCusa, Pío n,
les ha concedido el ser doctos,pero aninguposeleha COl1S.enp<;:tQ.;< Ficino, Bessarioney Erasmo, quienes supieron hermanar los
ser cristiano, a ninguno se ha consentido duo s'e~ piadoso, y le cone! Evangelio.
audazmente: .a ninguno se k ha consentido el no' ser. t~ólógo»2 La novedad del humanismo, como el mismo término expresa, es
al hombre en el centro del universo, la rebelión del hombre, la
En el origen remoto del movimiento encontramos la figura de ~UljLa'-jLUU y el descubrimiento del hombre.» 4. Enrealidad, el hombre se
cesco Petrarca (t 1374) con su amor a la antigüedad romana y en el objeto central de las artes, de la educación,de lafilo,
redescubrimiento de los clásicos latinos y griegos, de los que yde la moral. Se busca una humanidad más libre y armonIosa, y
exaltación de la excelencia y la dignidad del hombre. Mientras 1'Y'I1,"'n~'<:l a hablarse de los derechos humanos. El universo cultural del
Edad media y el mismo Petrarca escriben Sobre la miseria del XV es antropocéntrico, lo que no conlleva que sea necesariamente
Sobre el desprecio del mundo, vemos que ya Gianozzo Manetti (t o irreligioso. Por el contrario, ese universo está abierto a menudo a
compone Sobre la dignidad y la excelencia del hombre (1452), a y siente deseos de una renovación espiritual, aunque aveces esta
sigue Picto dellaMirandola. (f 1494) con Discurso sobre la degenera en la política sin escrúpulos de Maquiavelo.
hombre. Sin embatgo; unos y otros se hallan de actH:~rdo en la El arte expresa a su vez el antropocentrismo renacentista. Desde el
lidad del hombre en el universo,comomicrocosmos y reflejo de de los ábsides bizantinos y medievales Cristo y la Virgen descien~
A estos ensayos les siguen otros' en favor de la dignidad de la a la tierra y su fisonomía seremoza.para ajustarse a los cánones de
Galeazzo Flavio Capra publica Acerca de la excelencia y dignidad belleza clásica: la figura de Jesús, en Miguel Ángel, se convierte en la
mujeres (1525); Cristofano Bronzini, Acerca de la dignidad y un hombre fornido, mientras que María, en Leonardo o en Rafael,
las mujeres (1522,1532), y Ludovico DOrrlenichi, La nobleza delcts el aire de una elegante dama renacentista. Esta iconografía es
jeres (1549). ~LVULa.LLLjL'-LLte característica dejos pintores florentinos del siglo XV;'
Petrarca postula también la superioridad de Platón sobre .IW1\_U'_C> no es de extrañar que confieran a sus imágenes de. la Virgen los

y MarsilioFiCino da aluz Instituciones plat6nicas(1456), donde de una dama aristocrática que sostiene en brazos al niño peto
platonismóy cristianismo, -filosofía y religión, añadiendo algún guarda muy bien de amamantarlo, dada la . costumbre.delas mujeres
diente místico y hasta mágico. La audiencialograda por Ficin6 en de confiar los hijos a las nodrizas.
ropa16convierte eh «únodelos maestfosde la condencia.
El humanisInorenacentistafueiríterpretado por la
romántica, representada por J. Burckhardt en su obra Kultur der
sance (La cultura del Renacimiehwehltctlid[1860]), comotuptura
antropología medieval, de la que' restilt~ba un hombre absorto en

2 ERASMO DE ROTIERDAM, Opera VI, *4r.


3 E. VlLANOVA, Historia de la teología cristiaríd,UIBarcelona 1989,90. 4 N. BERDIAEV, El sentido de la historia, Madrid 1979 (ed.orig., 1923), 126.
2;, ··Maríaen·la:iculturalhumanista' X'd"',.,.,,,m. aesp.1fésalgun9s;[sarit0s~;que eXtiéndeh~su;pode1:. p0récampos
diversós, ..partioularinente·la.:VirgenMadre;deBibs;.a; la cual el pueblo
Tenrehdoen. éuetita •que los h:umartisfass"e ;atriBJ.lyemn:pbderéasi superior al.desu Hijo.; .'.
. jCuáhtb~ de:ellós;[cristia.nos1vana encender velas a la Virgen,
y en las lenguas vernáculas, veamos cómo se reflejó su ¡madre de DioSi inclus9 en pleno día, cuando no sirven de nada, y
la manera de presentarla. Algunos se limitatonaaplicar' a los' que pocos son,.encambio;los que se esfuerzan· por imitar la castidad
bíblicos marianos las reglas filológicas, o pasar el culto a ·de, vida de María, su.. modestia, su amor a las cosas de Dios! y,. sin
tamiz de la crítica,yotros, en su afán inculturador,estuvieron embargo, este·es.elverdaderoculto que agrada a los moradores del
transformar a Maríaen una diosa de la antigüedad clásica. Pero
de la Madre de Jesús se aplica sobre todo como ideal de la -..LF,LLU.LU!"
serhumanG. Erasmoironiza no sólo a propósito de las velas encehdidas.a plena luz
día, sino también sobre los títu10s.estrella del mar o puertodesalvacián,
María no tuvo nada que ver con el mar9• Aun reconociendo
2.1. Erasmo yla.puriticacióndel culto mariano «el culto de la sahtísimaVirgenconsiste prihcipalínénte en cuatro
alabanza, honor, invocación; imitadón»', Erasmo tiende aredu~
El príncipe de los humanistas es Erasmo ele Rotterdam (t· 1536) todo a la imitación¡ sin la ouallo clemás esestérillO •. A pesar de su
exige la vuelta a los textos bíblicos originales yel estudio de la UVlzaClon de la persona de María y de la impugnaCión de alguno de
parala interpretación de la Escritura ..:.:.aplicóestos postulados al títulos, la Virgen, en Erasmo, aparece en·toda su dignidad de Madre
mariano, donde tradujo 10 de gratiosa por gratiaplena, pn~teltldllenCtc Dios y de modelo de vida evangélica.'
excluir todo mérito de'María en relación con la gracia de la malter1U<:
divinas.
Hay quienes consideran' a Erasíno como un enemigo del .2. La poesía latina y la inculturaciónhumanista
María6, porque critica la devoción popular y se opone a ciertas de María
ciones poco pondetadasdelos escritores devotos. Él mismo se
de esta acusación afirmando que ataca únicamente las '-AU","'_L composiciones poéticas latinas de los humanistas nos presentan unos
desviaciones de la devoción mariana, no la devoción en sí. Por himnos dedicados a la Madre de Jesús, un extenso material con el
se opone' al devoto que venera a María con cánticos y a la vez podemos representarnos. su mundo clllturall1 ; Tales poesías giran en
Cristo con una vida de pecado. No admite que la Virgen haya
ya de la visión beatífica en la vida terrena, o que Cristo deba 8 ID, Elogio de la locura, XL,93j XLVII, L05.
9 ID, Naufragium, en Opera omnia, I, 713.
obedeciéndola aún ahora que está en el ciel0 7: 10 ID,VirginisMariae apud Lauretum cultae liturgía,en Opera omnia, V; 1326. Para las obras y
pen.sarrriento de Erasmo; Cf J. M.ALONSO, Erasmi corpus mariologicum, 2 vols., Dayton (Ohio)
19-271 y 275-541.
5 ERASMO, Novum Testamentum, en Opera omnia, VI, 223-226. G. M., PIASTRA, La poesia mariologica dell'umanesimo latino. Repertorio e incipitario, Espoleto
6 C. DILLENSCHNEIDER, La mariología de saint Alphonse de Liguori, I, Friburgo de Suiza 1931, XLJ262. Esta obra, frutode·una larga bUsqueda de la autora 'en láS'bibliotecaseuropeas,
7 ERASMO, Novum Testamentum, en Operadmnia, VI, 239. un «precioso instrumento básico» (c. Leonardi) para elestudio de María durante el
buenaparteen::torno~a.la\vida:d.eMaríá1?ailaque . presta:nespeciál' i'r1E~]Kto,lédarás;stiavés.1ííésos
los' composit0res, poéticos'fuenores;y ta,mbíéri10s.másxextensos: .rr'T\"''''''''· bracitpsi al<Zl.mUOlfulstrlO,~,
(Mantovano), Parthenia ·,(de·MarianÍs),:Ghristiast(Vida),
De, Partu Virginis (Sannazaro), josephina .(Gerson),Mdrias
tocon (Corella).,P, Ateniéndose al Evangelio, pero'reno.lt1.en(10S,e,i ,iefubargcI, estas estampas humanizaclótas. dé la Virgen excederi: a
a los apócrifos, estos poemas describen los acontecimientos la
dejo 'admisible, como cuando se presenta lanzandoinveotivirs
la Virgen, desde el llanto de Ana, madre estéril que suplica LU ""LU'-'LU los homicidas del Hijoó,;congestosdépesar. extremode:cu.ño
maternidad,.·hasta la asunción, Prefieren concentrarse «eh aO:5elprSJ arrancándose los cabellos, rasgándose las
vestidUFas;o:golpe'án~
el parto y principalmente el llanto de la Virgen: episodios que pecho ,ton los pUñOS , 15

común una vibración de sincera humanidad13 , Sannazaro pone··en. El protagonismo de la Virgen, tanto en sus vicisitudes terrenasi:comoen
de' María, que está aguardando el parto; una «oración que se \..WC-Hl:Cl"''' condición celestial; brota de la contemplación desumatemidadvirgi1}á:l
las más bellas partes líricas derpoema»: su intercesión, Y,así, Zacarías Ferreri (t 1524).llega areferirse'a>Maríá
la expresión pagana de <<dearum maxima»16, Perolóspoetas insisten
«i Padre del cielo, quecQnsólo un ademán riges la inmaculada concepción como una gracia preservadora y preventiva,
elaire,tambiénlas estrellas, la tierra yel mad, ilustran con símbolos de diversa índole;, Se pone tambiénderelieveJ la
¿es este el tiempo en que, tu Hijito sobrepasa U""'Ulf'''''' maternal e intercesora de María, porque la madre piadbsa: acoge
la estlmcia serena sin mi;uicha. alguna" invocaciones, mitiga Jaira del Padre y dirige -en unpoerna de
y en que la tierra luego me festeja, r.eonalrao di Piero Dati (t 1472)--,.:una ferviente oracióh.al Hijo: '.
y con tierna flor llena de colorido los campos?
[",] Así que en el seno todavía, sin ser aún capaz «iMíramé,Hijo! iPor la leche
de dar pasos firmes, sino buscando a tientas, y los pechos de que tú mamaste,
iclaro Hijito!, los coriocido s pechos, socorrea'los tuyos; ayuda
con tierno~ abrazos y halagos a la Iglesia queestá.cayendo
te acogeré con mucho cuidado y arte; y al pueblo redimido! »17,
entonces tú, a tu vez, a tuquetidamadre,
14 J. SANNAZARO, DepartuYirginis, 161y163.. . . .:c!,
período que estamos' examinando. Encontranlüs en esta obrad repertorio de poemas 15 «Laniata eomas laniataque pallam / peetora eontundens pugnis» (Gesueide, vv. 394-395).
María, clasificádos según lalista alfabética de los autores; sobre los cuales se ofrece un 16 Z. FERRERI, «Jambicuin media.nocte»;v.3;.en Hymni novi eeelesiastici, RomalS25;"
y orientador informe biográfico, e indicando elincipitario (los incipit) de los poemas 17 «Aspice llle, Fili! Per lac perque ubera que tu / suxisti, [... ] succurre tuis, succurr:e. c.~:
las fuentes donde se encuentran. / Ecclesia~ populoque redempto» (LEONARD! DI PIERO DATI; N1colal V pontifieis intu'rcas
12 G. B. MANTovANo, Parthenices primae libritres,éu'Operapoetiea,I-U, París 1513; en Giomale Storico della Letteratura Italiana 16 [1980] 67). Esta función se halla
MARlANI, Pathenias libri VII in Divae Mariae histormm, Nápoles 1524; M. G. VIDA, el origen de la primera representación de María en e! Juicio universal de Migue! ÁngeL(cf
libre VI, Roma 1824; P. ROSSET, Christus,. París 1549; J.SANNAZARO, De partu Virginis. JI diseños preparativos conservados en el Museo Bonnar'deBayona, en la casa Buonarrbti y
Vergine, volgarizzamenio di G. G. de' Ferrari(1588)afrortte,Roma2001; J. VERSON, Imphh'TlI1 los Uffizi), pero luego el artista cambió de actitud, refugiándose en el modelo de la Venus
mine eroieo deeantata, en Opera, U-lIl, París 1606, 81-126; C. DELFINO, Matris Virginis Las dos perspectivas de la Virgen que es capaz de apaciguar la ira de su Hijo HOh,
libri.III, Venecia 1537;D. DI,G. DA CORELLA, Theotáeon;, , libriN, en Nuova raceolta di aplacar a tu Hijito!»), pero que se niega a hacerlo «<No quiero rogar... / porque tenéis
scientifici e filologiei XVII, Venecia 1768, 19"51; XIX,Venecia 1770, 71-468. oídos al mundo / este es e! día del juicio yno lo teméis»)., las recoge FEO BELCARI,
13 C.M, PIASTRA, o.c., 42; :tbbr'eserltaz.ione del Di del Giudizio.
Modelo.renacentista - 313

En el poema mariano,compuesto ..pot,;;Eneas,Sil"Yio3.t'H:901(1)1:1 era por aquel entonces de uso obligado, pero no siempre obtenía
después de su elevación alsolioppntif'id@lJ:rUgualque¡ed·rI.n¡",.....c."". """"~~,~'-'" felices, si es que no pasaba de ser un ejercicio puramente
gías y centones, se deplora fa. ,vidadisipadaYLse impetra.u,.L.La'.~""L".", . Alguna que otra vez el colorido neopagano de ciertos textos
virtuosa. NQ faltan oraciones de acciónde gracias y gestos LLELl\J.H' tan flagrante que los hace incompatibles con su uso litúrgico, del que
de uno mismo: ..«Me dedico por entero a ti como siervo para,1;IeIupl descartados los Hymni novi ecclesiastici, de Zacarías Ferrari (1525),
ni falta la descripción de templos o santuarios,de ""'-'U\c'O;ULV'.lYJ.O.UCl llama a la Trinidad «triforme numen Olimpi, y a María, <1elix dea,
milagros obrados mereeda su intercesión; candidissima». El recurso a la mitología podría constituir:
La poesía mariana humanista encuadrada en el período
Renacimiento, dirigido todo él hacia la belleza y la armonía segup:el «No sólo la consecuencia lógica del canon de la imitación, ni el expe-
delo, de los. clásicos~ antiguos, recurre con profusión a la.HLJ.\..\cIL\cI5JLU diente estético para conferir variedad a la composición poética, sino
alguna que otra excepción. (Erasmo, Muys, PiccolominL;;). El un medio para sustituir dignamente, es decir, con algo consagrado por
Bautista Spagnoli, el Marítova1;lo, presenta a María entregada; el clasicismo, el elemento demoníaco de la hagiografía medieval»24.
no sólo de la Biblia, sino también de la. historia gn~cClrr()man:a;
mitología; y; aun siendo consciente del misterio que se ha. V/JLCl'-<'> Sin embargo, el mundo clásico pagano, acogido por los humanis-
ella, no tiene miedo a las miradas. indiscretas, porqué ,-como con devoción literaria, aunque no religiosa, puede ser un terreno
el ejemplo de MuzioScevola, Clelia,AttilioRegolo;.;~ la virtud 'VLJLUUV para que florezca el núcleo del mensaje cristiano, por 10 que
se estremece de tener que pasar iIlerme,entre ,filas hostilesy la pena asumir los riesgos de esta inculturación «pagana» del
acampados»20. Vida establece un parangón entre él dolor de
el experimentado por ciertas figuras de la antigüedad, y afirma En cuanto al valor de los frutos poéticos de esta inculturación, pocos
de aquella es más atroz que el que sinti6Andrómacatras la./JLLLlL'-,a tazos aprovechables hallaremos en un conjunto caracterizado por el
Astianacte o que el de Ceres tras el rapto de Proserpina2L leS()fdlen y la afectación. Uno de ellos es De Partu Virginis, de Sannazaro,
¿Se tratará de una concesión al paganismo triunfanteicomo insuperado de armonía entre elevación de fondo y sencillez de
ba Erasmo? Por un lado, no puede cuestionarse la:sinceridad de
cristiana y de la devoción mariana de los humanistas; Por. otro
indudable «el revival clásico de aquel período, la mezcla
poesía y elocuencia pagana con temas cnstianos»22.
También el cult~mariano busca refugio en.el·,,".L·C">J.\CL"l.LLV'HJ.LJ..I':;L

18 KS. PICCOLOMINI, Carmen ad lauderñ Perpetúde Virginis Mariae,en ID., Carmina,


del Vaticano 1994, 19~20.
19 «Me tibi.totum dico servientem / tempus in omne»' (Viperano)
zo.Parthenice, l, 1, vv. 63L655 y 690_691:
21 M. O.VIDA, Christiados libU VI, IlI, vV. 647_730:.. Z3 lb, 20.
22 S. PRANDI, Introducción a J. SANNAZARO, De partuVirginis, 15; 24 C. M. PIASTRA, O.C., 84.
crCapftülo XIII

J91tit~rátio~cptótestánte
·,·enla·« theologia crucis»

;{ 'C.....
. .. ontrar.iam.ente ajo qUesue.len. pe.nsa,t.JOS mismos pro.tes,
« .'. . ,. .tantes, María ocupa un puesto relativamente importante
en el· pensamiento yen la teología: de los reformadores
siglo XVI. No sólo. para Martín Lutero sino también para Zuin,
y Calvino [... ]. En la teología de estas personas, María conserva
puesto discreto y secundario, ·precisamente como la figura que
~1c'Jl'!::lpI'eSí~m:a en la Escritura» 1.

En suma, no es cierto 'que los reformadores se desinteresaran de. la fi,


de María; sí se ocuparon de ella, sólo que encajándola. en su propio
teológico, inspirado enla theologiá crucis.

reconoce la excelencia de lasocledad deloshombres,como de.,.


su escrito'A la rwbleza de la nación alemana (1520),.yal paso. que
que el hombre es impotente abandonado a sus solas fuerzas,
",...,L·ULLJ.Cl

HAMMANN,Il punto di vista della Riforrna circa l'Irrimacolata Concezione. Criteri per una
riCOrriprensione della,tradizione cattolica, en S. DE FloRES-E: VIDAU (eds.), Maria santa e
segno dell'amore salvifico di Dio Trinitit. Prospettive ecumeniche, Atti del 2º colloquio
na7,rona.Ledi mariologia¡ Ascoli Piceno 5-7 ottobre 1998, Roma 2000, 106.
316 - .Maria, cln'r<>C,ICZ 111"'·\.f,IIt'll'llIe Modelo:lluterar1~¡;ptotesfal'lté·-

y;qu( ess~ly~c;lP%~J;l:rc:amente por.la fe, no por las obras, postula 'lH:áy.ll.lgarpara; Maiía:enéestartheoldgiwcrucis?;. i'

cerdo~i~ u~i~er~llld~~los fi~!e~,~y~~p:.l~.5)~ra Sobre la liberta~ del Sería vanahpietensióndelhallarcen esta teología;éasistemátiea'Pror
(que data de fines de 1520) describe al hombre como un señor l!taturaleza¡ ¡un tratado.mari!m.6i d.professd. Peroenaa.óbrll'deLl:.l.t~:roJil:a,:
dispone de todas,1as .cosas. y no. está sOlIl,etido.a nadi~, lSlc1eraCllOTIleSaCerca de María. quegtrar.danplel1.a.~¿dh~renoía
se hace voluntariarAénte siervodtétod~s ~lilaguard~i su' actitud: teolÓgica: '"Hende¡ por un ,ládo, a desmerecer. 'la persori!a
Al condenar la razón humaIla .como<~prostituJa» ;.Ll:iterp 'COlIl,tfa la Virgeri. ya no reconocerlepartiCipaciónalgun~:l:ienla óhrasalv:ífica
dependencia de santo Tomás respecto de Aristóteles, y la de la Cristo; en virtud de 10cuaLlapriva del título de.mediadob;I.';,fEJ·.Ma~
sagrada en relación con la filosofía. Por eso, en Disputa contra la und 'ausgelegt.(1521) «constituye de por sí Yirepiesétita
gía escolástica (1517), el reformador se distancia de Aristóteles y ejemplo entre los que más· prueban. aquella teología at;da,{citÍzr.~¡ .¡Ji
aplicación de la forma silogística a las cosas divinas: «No llega uno a la contraria species. bajo la cual Dios esconde el~spléfldC:>fi~de
teólogo si no se las arregla sin Aristóteles» (prop. 44). En la propia magnificencia»5. El. cántico proclama la paradójieailógipafcl:d
de Heidelberg (1518) Lutero sienta las bases de su theologia crucis, Dios, que recurre a la «nulidad» de María para realizar grana.es(GQ)sas{~
trapuesta' a la theologia gloriae 2;. El mismo reformadorexplíca ·s.u efectúa una especie de «aceifa» in incognito a través de la histdria'para
miento cuando especifica que «las cosas invisibles de Dios son derribara los poderosos y exaltara los humildes.
la divinidad, lasabidtiría, la, justicia, la bondad.;; Las Por otro lado, Lutero concede un extraordinario valor ala dignidad
y visibles de Dios' se oponen a las invisibles, eS· decir, la ·HU'U1<:UU.u.u'U¡ María en.cuantoMadrede Dios y modelo de vida cristiana,; pero
debilidad, .la necedad»3~ . ""'<"IJ<" de forma subordinada a Cristo. Ya de joven;'invitaba;a'con--

Con el fin dealcallzarunauténticoconocimiento de templar la humanidad de Cristo, «que se encuentraeneLseno,a.eJa


sustituye la razón por la revelación, y las abstracciones,. por el. \/""rhrl't< 1'11adre»6, mostrando así cómo la línea encarnacionista ve en Matía:un
carnado y crucificado. Estamos en los antípodas de la escolástica, Iligno del acercamiento de Diosa!. hombre.
vez que el reformador. niega la posibilidad de llegar a Dios Por lo demás, Lutero mantuvo y defendió durante toda su vida la doc~
hrealidad de las criaturas (per ea quaefactasunt) y cifra en ,,-"-,~<u.,-" tl'ina tradicional de la Iglesia acerca' de la Madre de Jesús 7: la,virginidad
en Cristo encarnado y.crucificado los signos' de la revelación URUH,\l la plenitud' de graciae,incluso,la inmunidad que la p:reseryó
suministrada por Dios al hombre4.
" 5 G. GHERARDINI~Theologia crúcis.¿reditd di Luteronell'evoluzioneteo1ogica della R¡f~;,
Con Lutero, la base epistemológica de la teología cambia Roma 1978, 358. En espafíbl puede versé El Magníficat traducido y comentado, en' M. túiEitd,
edición deT. .EGIDO, Sala,manca 2001 Z, 176~204.
6 Serm. 1514-1520;WA, 4,649. ' ..
«sub contraria specie», es decir, de modo inverso al de la lógica 7 Sobre Maríá entuteroi cfW. TAPPOlET~A EBNETERiDas MarienlobderReformatorert;Marlin
Johannes Calvin, Huldrych Zwingli, HeinrichBullinger, Tubinga 1962;R.SCHI~ELPFE~IC;?
Paradójicamente, Dios se revela no «decara>~, sino «de; ~0I-'ClL\.'ClO''''1 Geschichte der Marienverehrung im deutschert Prótestantismús, Padei:bom1952; E. STAKEMEIÉR;
decir,en la kénosis del pesebre y en la.necedaü de la Cruz; Beata Maria. Virgineeiusque. cultu iuxta Refºrrnatore,s" en· De, mariologia et oecumenism9,. j:\oma
1, 423-477; W. DELlus, Geschichte der Marienverehrung, Munich~Basilea 1963, 195.-234;
,-,re""""-NJli",' La Madonnd in Lutero/Roma 1967; Luteró-Maria,Prócocontro?, Pisa1985¡H.
Luthers Stellung zur Marienverehrung, Gotinga 1968; H. GORSKI, Die Niedrigkeit seiner
2 «Non ille Theologus dicitur, qui "invisibilia' Dei per eaquae factasunt, intellecta conspicit", Darstellung und theologische Analyse der Mariologie Martin Luthers als Beitrag zum gegenwar-
qui.visibiliaet posteriora Deiper passionem eicrucerrrconSpecta intelligii» ('XIA, 1;.354).. rigen lutherisch / réimisch-katholischen Gesprach. Fráncfurt 1983; E COURTII, Die Gestalt Mdriens in
.3WA, 1, 361~362. . der frühen reformatorischen Theologie, en De cultu marianO saeculo XVI. Acta congressus mariolOgici~
4 «In Christo crucifixo est vera theologiaetcognitiO Dei» .('XIA,' 1, 362). intemationalis Caesaraugustae anno 1979 celebrad, m, Roma 1985, 133-160. '
del pecado original, un8xuestiól1l"éntónces;contrbYertida:~<María .en. especialdedafe;lahumilClad;y la pureza. EL padrede·la
stellamaris, .porque;entretodo eL mar, deJa humanidad, ella es )rITta;:aótmte también en. cierto sentidoJamateniidad espíritualll y.la
gota .que permaneciÓpurae·inta.cta»8·,En.·lbtocante ..a LU'U>-UL"'""",
.~~~·¡A';· de ;LaVirgeri,auhqueniega la'pinticipacióh de María en la; obra
Concepción, las intetpn~tacionesacerca deL pensamiento de .LlL~"'JA de.Cristo,: y lohace . en ildmbrede.laradical incapacidad humana
diversas: para Heiler y Schimmelpfennig,en elteformador contribuir en grado alguno a la aéciónde Dios12 • Lutero niega la 'asun-
hallan ya esbozos del dogma de 1854;. para Galot, aquel de Maríaporque no encuentra vestigio sobre ella en la Escritura.
propugnar la doctrina de la Inmaculada hacia el año .1527, para cuanto aJapiedadmariaml,Lutero da muestras de profesarla
aMaría otra.vez como sometida al pecado; para Algermissen y las alabanzas ala Virgen,; dispersas en sus escritos, yen él recurso a
ni, Lutero jamás repudia la concepción inmaculista, aunque con tntercesión deMaría~ .Es' más, mantiene que ..«no se puede' alabar lo
algunas lagunas y ciertas contradicciones. G. Hammann LU'ULl.L"'L.L"'.\ ilO~¡':U1ILC a la criatura María» 13,. sobre todo por las «grandes cosas>~ que
hay que interpretar .a Lutero. teniendo en cuenta la biología de la. Señor obró en ella:
la antropología propia del reformador.' Entohcesse repara .en que: ...
«Las "Gasas grandes" no son.másque el lla.bet sido.eUála,Madre de
«La Inmaculada Concepción es Gamprendida de dos m~m~~ra:s{ Dios; con esto le han sido otorgados tantos y tales bienes, que nadie
un lado está la concepción puramente biológica del ser. enla capaz de abarcarlos. [ ... ]. Y de esta suerte ha encerrado en una
y porel otroladose halla la concepción del ser que recibe.el. sola palabra. todo su honor, porque quien la llama Madre de Dios no
esta fase de;laconcepción sigue a la simple concepción LL"L~L'-'~. puede decirle nada más grande, aunque contase con tantas lenguas
Según Lutero, la primera se actúa en María sin la gracia; en como hojas y hierbas hay en la tierra, estrellas en el firmamento y
la segunda es "inmaculada" y.confiere ala concepción de arenas en el mar. Es preciso pensar.muy de.corazÓn en qué consiste
carácter particular y absolutamente único»9. eso de ser Madre de Dios»14.

Así pues, Lutero eS.fiela su doctrina de la justificación por .Es necesario señalar que, posteriormente, el reformador, al combatir
según la cual el hombrees «a.1avez (simul) pecador y justo». 'Ti desviaciones de la piedad mariana popular,. cenSuró con firmeza
María está «mar?ada por el pecado original (primera concepción) invocación y plegaria dirigida aMaría 15, Y mandó que se
vez es "inmaculacla"por la gracia operante enla segunda conoep,::lOfl
11 «Aunque él sólo [Cristolestuvo en su seno, María es verdaderamente madre de él y de.to<
de manera que participa de la común condición humana, marcada,' nosotros [...]; donde está él, allí estamos también nosotrós; lo qúeél tiene, débepertenecernos
el pecado; pero sin mérito alguno por su parte, y mercecl a la sola a nosotros; por eso, su madre es también la nuestra»· (Sennón para laN avidad del año
WA, 29; 655). «Nosotros somos hijos de Maríá» (Sennón del 26-12-1523; WA¡ 11,224).
fue'pres~I'vada dé cometer IliJ;lgtm(). «Queremos considerarla como a quienwra por nosotros, lo mismo que hacen los demás
afinna Lutero en un sennón del 8 de septiembre de 1522. El padre de la Refonna
Lutero insiste principalmente en la ejemplaridad de María, y María pueda ser nuestra Fürbitterin (suplicante en nuestro favor), pero no nuestra
me~udo «Mar"Ía lehret, dQcet», es decir, María es maestra de las (abogada) y menos aún ejercer de Mittlerin (mediadora).
LUTERO, Tischreden .(25 de marzo de 1953); trad. esp., Charlas de sobremésa, en Obras,
20012,425ss).
;~WA, 1,107. 14 El Magníficat comentado y traducido, ib, 191.
9G.HAMMANN, a.c., 113. 15 Según Lutero, al dirigirnos directamente a María queremos hacer de ella algo más que
10 lb, 112-114: Fürbitterin, con lo que no la alabamos, sino que la despreciamos. Más aún -añade Lutero-,
Modeltl1jl:ltet:ánól!p.to.testa:nt~ -

eliminaran:; la:simágepeS. <i-lu.:e,lHü.:rejpresentaean¡16::.'..?- e~nllID:l!'Q'G)Jisj Már.íálse·convierte }así::en:¡figur~eJemplaF -de: fe'ty·dé.p'ertenenda: a


pf()p6hiend~a· .Mana;c®mo.,mórlelD5;cGmserv6algunas éxpresi0fl de rexácta;.intérpretaOión:áela ;te®logíá 'de la: .cruz.
de. patente.ortentadón; cristoló§i2a<;tAnulll-dadón" ~.j::'U1~ític::á(;í61tiI:~,,~ Pormedio:dedvlaría la pobreza. Y'dl servido se conviertén en' signo de
las. que quiso que .se predicara, y.reprobó·laNiolehOia. L'-"'LL"-I\H':1" bendidón y no ya de maldidón~E.n María. y por. medio de María,.ima;
discípulos, acerca de la'cual escribió en 1525: gen de la sierva homada por Dios, el significado de pobreza, manifes~
tada en elportalde BeléJtiI:, adquiere una' connotadón .positiva»2Q•
«Estos.iconodastasme dejan también.a mí un crudfijo
de María :[;;.], .para que yo 'pueda llevarlos y guardarlos. ¿i-¡;"UUIJ;::lJlV ve en María un tipo antropológico cuya grandeza se caracte~
condición de que no los convierta en objeto de ClU'UL'C'''L'ULL,.''l.H\CJ. por el servicio de Dios y de los pobres. María pone de manifiesto «la
,me limite a tenerlos como simple recuerdo>~17. diaconal de la Iglesia» y la reconduce ininterrumpidamente «a
ipropiafunción"que' es ,la labor 'social ycaritativa»2~ .,Poreso,Zuinglio
de plano' el reproche de que su predieación.reduzca 'elh0nor de
2. ·ZuingHo (t 153l1) y Calvino (t 1564) de Dios, .conserva las ,fiestas .dedicadas aMaría fundam~ilta~
en la Escritura; yexhorta:;«Siquieieshonrardemaneraespedala
. imita su pureza, su inocencia, 'su sólidafe»22.
Calvino, en cambio, se muestra más severo acercaidel culto a María y,
pecto 18 •
Son rigurosos en cuanto a proscribidas orllCíoneSml3.ri::l1;r::J.:~ OBten:iendo que dicho culto es. siempre latría, 'suprime las.fiestas marianas
culto de. las imágenes yi cualquier mediación dé la Virgen ~ C;"IJC;\..LdUU<;¡;! que. su culto debe rechazarse23 • En compensación, en los co~
Calvino) . Sin embargo; convienen en .admitida maternidad Ulc1l1\'};:) sobre· el evangelio de Lucas, el reformador francés insiste en la

María y su santidad. que debe tributarse a Dios por lasberidi6ibI\esconcedidasaMaría,


Zuinglio reconoce en la Virgen «una eterna pura sierva» 19 y, del Hijo de Dios y mujer creyente24 . Adentrándose en la psicología
tanto, una figura .emblemática de la Iglesia. sierva, como hace la Virgen, propone'a María como modelo de custodia de la palabra de
agudamente 0;, Hamami: y como vía de acceso a Cristo, María es. tesorera de ,toda gracia:"

«Porque custodiól:idoctrinaque hoy nos abre el reino de ,los cielos


nadie la'maldice más'que¿«aqueL queja bendice con muchos rosarios y tiene siempre [... ]: ella la custodió como un depósito y luego, por mediQ de ella,
labios;elAvemana».(WA;10IlI; 407 -449):
¿16 Lutero acepta las imágenes como medió evocador o pedagógico,. pero «las
cuanto .posible' cibje'to desuperstidóny~adoración». En la polémica, llega.a:afirmár que
presentar a la: Virgen en eLacto de amamantar a Jesús i«espredicar al diabhen vez de G.HAMMANN, Dall'abbcissamenta alla corona di gloria, en G. CONTI-G, D'ONORIo-DE MEO
a Cristó; el cual es el úniéo que está en condiciones de dar sin recibir» (Sommerpostille,. , Maria, serva deL Signare incoronata di gloria. Atti.dell' 1Jº calloquiointerriazionale di mariolo~
WA, 101l; 2,434). Santuario Madre di Dio incoronata; Faggiá9~Hnovémbre200L, Roma.2002;74.
17 M~ LUTERO, WA, 18,70. ,2l G. HAMMANN, O.C., 109~
.18.Cf E; CAMPI¡ Via antiqua, umanesimo erifórma.Zwingli e laVergine. Maria, Turírí 1 .2.2 U ZUINGLIO, Siímtliche Werke·l,. 426.
ALGERMISSEN, Calvin, Johann, en MarLex I, 640-642; J. PINTARD, Au sujet ducultedes 23 CALVINO, Institutionschrétiennes 1;l,cap; 12, en.opera omnia, Braunschweig1865,.142~
de la Vierge, Calvine est-il fidele disciple de Saint Augustin? ,en De cultu mariano saeculo XVI, Existe umí excelente traducción española, Institución de. la religión ciistiana, 2 vols., RijsWijk
321-338. (N. del T.). .
19 U. ZUINGUO,Siímtliche Werke, 6,466. 24 ID, Adnotationes in evangelium, Lucae 1,42-45.
>nQ)~otros/la hemos.:ré~ibid9{'!f;,hoN¡eslamos¡ edificaaoS'en labo:r pa~tor,aLenla.~Iglesia;defBqsileaÍ:apart~idé;cc:mtiht:l:a.rsten€lO.Jlri
pues, .elhqn.oriqB.eIDiosle·hizqj1:heiabídeEjl.lémQdo\cleb t~stigó¡declefer.encia JJ;aciala lv1adre d~\ Dio~~8,. . .
te:n;tplar a María, a fin deque" ~or·mediaci.óri de"''-iu.Cl,''''GLLu'J,9 ....\.-\JLUJLLLF.G\\·u.\J hém0s' €le; distiriguirehtre.él.P\:dQ~0;Católic,9;? cl(:mcl~
cidos anuestto Señor lesucristo»25~i la'dodrinaJY:eLcultodedv1aríaisegúnlasmodl1lidadés.cómentes,~rí
tlem¡::IO yla fase protestante, enlacllalacepta también las~exig~ncias
k7
,

principios de la Refor.ma respecto de la Madre de Jesús. Podemos


"" ........üv, .. que.el «cultomariaIi.o»,·.expresión utilizada'porél'eJ;HeI~e:r'

De.laudando'inMaria Deo, es una {ar.ma de piedad queelp~e;~t~a.clºr


como tal por todos las cteyentes: .'Basilea nunca re¡:hidió,aunque fuefa'mudandoderegist~()~'~!loJ,t~r~()
los.varios períodos de su corta y atormentada existencia.. (r·l~d; ir

«Aprendamos. a dar a la Virgen María la autoridad que le en:1521 publica el ser.mónDe laudando in Maria¡Deo,t~co"
de lo contrario .no podremos estar. asegurados de no:amo se haUaen pleno proceso de distanciamiento delá;'dóc,ttina.
. NodebemQs contemplar sus méritos, como ella misma nos romana yde adhesióna.1astesis luteranas. No oculta.,sluiP:cli.,..
diciendo que Dios .vio en ella toda su pobreza, y por la sola . hacia Lutero, no sólo en cartas privadas, sino también en el «Pa,
Dios la eligió. A nosotros nos basta saber que Dios quiso .' Quodnon sit onerosa christianis confessio ,(1521), obraémlaA::ual
ella [... ]. y, asÍ. sabemos que debemos acogerla como. maestra la doctrinade «Lutero, nuestro teólogo», acerca deJaconfesi,ón¡
las enseñanzas que nos llegan de su testimonio»26. gran asombro de los círculos luteranos, Ecolampadio ingresa,emél
vento brigidiano de Altomünster, en Baviera (1520), donde.cQmpo--
tres ser.mones marianos: uno sobre el primer versículo delMagnificat,
3~Juan Ecolampadio(t 1531) sobre eLNunc dimittis , y un.tercero tii:ulado De laudandv in Maria
redactado en alemán, traducido por él mismo al latín, y publicado
Ecolampadi027 .es, una figura sobresaliente de la Reforma, por abril de 1521.
preparación humanística, patrística, teológica y mística, y por la En este ser.món, Ecolampadio comienza cón. una meditación,teol?gi~
ración de qué dio ejemplo en un período agitado por la polémica y espiritual sobre ·la condición del hombre,quien, atna haber 'alc:an-:-
suIto. Asimismo sonde destacar su vida espiritual, ,sus escritos aún el estado escatológico, encuentra dificultad para aIabar'a.Diqs
25 ID, Opera~nia, 46,309.
las criaturas. A duras penas'el ser humano logra vencer suceg:ueray
26 ID, Adnotationes in evangelium Lucae 1,26-30. algo del esplendor divino que irradia de lo que Dios ha creadQ.
27 Juan Heussgen, a quien sus condiscípulos llamarán «Ecolampadio» (de oikos,
y lampás¡ «lámpara»); nació en Weirisberg (Suecia). en 1482.. Estudió derecho en otro lado, el justo no.puedemenos de reconocer en las criaturasa.su
teología en Heidelberg y en Tubinga.·Fue alumno del humanista Reuchling en lng()lstlld y de tributar a este el honor que se merece. El eje que vertebra
profundo conocedor de! griego y de! hebreo. Colaboró con Erasmo en la renovada
latina del Nuevo Testamento (1515-1516). Fue ordenado sacerdóte y trasladado
1518. Pasó paulatinamente de la influencia de Erasmo a la .de Lutero;por sus conltactq 28 Cf S. DEFroREs,Il sennone. «De laudandá in Maria Deo» di Giovanni Ecolampadio, riforma-
Melanchton;'Después de. un período de ,estancia· en Ebemburgcomo capellán,.en di Basilea (1482-1531), en De cultu marianO saeculo XVI,. III, 177-200.
residencia en Basilea, dondt;predica la reforma hastaeL24 de noviembre de 1531, 29 En un escrito sobre las palabras de Jesús en la Cruz (Friburgo 1512), Ecolampadioatribuyé
muerte. Cf E. STÁHELIN, Briefe und Akten zum Leben Oekolampads 1, Leipzig 1927, María el título de Tonantipara, es decir, de Madre de Dios, ya que a Dios lo denomina, a la
1934, XIII/897j Das theologische LebenswerkJohannes Oekolampads,.Leipzig 1939, AAJlIVJ'-C humanista, «e! Tonante» (como a Júpiter).
{Portia; enóárrrátri<6'ndebVerl!JG;;e11;Nlatíh,; y'p0il~s04@fie~;d~ l(}(qu,é
l~ ;hizof;pattícipet/eFi;m~;<did~i~bll1;r<darfte,y:<::1e;hÍ0c:l.0 ;getfect(jlflvíattª
étlG.umbrada'pór :tcólampadio'en;larQ.úspide;dera';JetatquÍátdéi1:Jrs
: por encima de las criaturas, de los hombres, de 10ssantos':'yJtM
los seres: . ángeles, en la medida en que con'todos ellos comparte María'atri~
tos •
. «Nuestra condición no es. despreciable: senos llama y sOlÍlÓS'e Mienttas'queiLtrtero difumíhalaidefitidaddeMaría;dasvhasta;ha~
vahÍente elmicrócosmos; .toda la creación,uniónde;todos. desapa.recer,· potcuanto no ai ella,si11osólha; IDi~$debk 'gloriarse,
celestes y terrestres, espirituales y materiales·~ Añade. que;i que Ecolampadio admite la· posibil1dad·detiñ8.' relacióJil directa
participar en 10. que son todas esas realidades,. poseemos ,err¡ la Virgen de admiración, amor e invocación, con tal de que todo
primaCÍa sobre todas ellas. Sobre' el hombre se .ha derrama<doi se. oriente ~n último término a láiálahanzadebios.;·..· ~.
de JaJiheralidad divina: .aquello que.enlas dem~s,criáturas Fiel a su €oncepciónteocéntrica; EcolamPádio c6ficluyeqüe\l.fiaala~
.tradispersoacá y allá, lo.encontrarás reunido en el hc,mlbn:~>>:s\:;¡ tributada a María que concibíetaestacomofifi y nó¿omómediG
inadmisible:
Ala hora de tratar. de María, Ecolampadio· toma como' .
principio,. que el reformador enuncia de la siguiente m~lrre:ra¡ :j~~l «Asípues, aunque por los dOlieSde naturaleza ydegtáciáqueJv1.á~
donde. Dios' senos revela másmanifiestamente,allí es.donde ría poseé, se diga de ella que es ysea enrealidadmuy·superior<a.l0
reconocerlo y honrarlo más devotamente»31. Ahora bien; C;ll.LV.JLa~~ que hemos referido, sin embargo si nuestramelite'se detiene~etLla
prinCipio de participación yel de .omnicontinencia operan alabanza dirigida a María, cometeremos culpa. Porque lo que se debe
máximo, desuertegueen ella y por. ella hallaremos el mejor glorificar es el nombre del Señor»33.
alabar" aDios:
En esta afirmación se encuentra el núcleo de todo el sermón del
«¿y cómo no iba adeberseialabar a Dios en .aquella en retorrna(jor. el resto es un desarrollo o una consecuencia. Puesto que
manera más generosa que en cüálquiet. otro lugarse Len"
·H«::tUJLU'-. ..,
es lícito detenerse en la alabanza de María, sino que hay que seguir
dones divinos y están reunidos· aquellos; atributos que se C;ll'l-U~~llU y tributar alabanza a Dios, Ecolampadio, en concordancia con
. dispersos enotras partes?[~¡.] Enefecto;.asícomoerrel UV.U1IJt<:
principio, critica algunos abusos cometidos en el ámbito del culto
•.<encuentran reunidasJas~característicaspropias de todas las ser muy devotos de María pero sin producir frutos de salva~
asr:tambiénella ha sido hecha partícipe de.· todas. las ..."'<' ....."N"~1 ción; desviar diabólicamente hacia María algunos títulos reservados a
humanas» 3t. Dios y a Cristo (como «vida, dulzura, esperanza... »); recitar el Rosario,
el que se saluda diez veces a María y una sola vez al Señor; tener
tniedoaeditigirs~a CtistG .. ~.

33 lb, 43.
··GOIl üIltQIlQ··,positi:vo;.JEe.0:1afripad.io,\seleafiFma·.eri,su·.
pers()nal· acerG:¡t ·cléMatíaYide;Sl;l. ¡üulto;.qíie:{alieIlt~ Jina c
alahanza,estinia y amor. háciaMaJ;ía, petoc:.üuladebida
te.océntrica:

que es quien concede todos los dones»34~.

Ecolampadio puede concluir con una doxología dirigida a L/L'..J"': .4'


«preparÓ para su Hijo una madre tan santa; y a liosotrosnos
una. abogada. tan propicia en toda circ.unstancia»35.
Más allá de estas exigencias de la Reforma acerca dela UF,UL.<LS;
Cultura barroca
veneración de Maria, es necesario observar que la postura caJ:acterlS
del protestantismo, que se desarrollará también durante los siglo XVII europeocoincide con .1a época del B;:lffOCO, término que
sivos en eLárea anglicana36, s.erá la de la kénosis luterana, J;llJ"d.tta,"'i una cultura en la que triunfa la irregularidad, lo excéntrico,Jq
siglo XXen un ensayo de S. Benk037 . Fursi, lo extravagante, lo teatraL Bnefecto, el término .«barroco» .remi~
a una figl;lradel silogismo escolástico, que Juego cobrará la acepción
de razonamiento capcioso y extravagante, o también alude a una perla
esfericidad imperfecta (en portugués, barroco) 1.El barroco es un <dn~
menso ríe¡ que irrumpe sobre Europa, .traerá con sus aguas. un suntuoso
caos de joyas y dejnsensatas voll;ltas>~2, poniendo enpie un universo
paralelo que da la impresión de invertir el orden natural de las cosas.
Hoy ciía, d~sde una óptica .más ecuáIlime y.receptiya, el barroco se
considera una cultura legírima y original q~e, distanciándose del clasi~
cismo renacentista y, a la vez, de la austeridad de la Reforma, liberó lo

lSobre el Barroco, cfG. BRIGANTI, Barocco: storia dellaparola e fortuna critica del concetto,
34Ib,49. en Enciclopedia universale dell'arte II, Venecia-Roma 1958, 346-359; C. CALCATERRA, Il problema
35 lb, 57. del barocco, en M.vv., Questioni e correntidi storia letteraria, Milán 1949, 405-501;.1. SERRA,
36 CfS. CwIERTNIAK, La Vierge Marie dans la tradition anglicane, París 1958; M.vv., Barocca(Arte), en Enciclopedia Italiana Treccani, VI, Roma 1930,207-216; B. CROCE, Critica
Place in Christian Dialogue. Occasional Papers of the Ecumenical Society of the Blessed Virgin e trattatiStica del barocco, enM.vv., Storia della letteratura italiana, V: Il Seicento, Milán 1967,
1980, Middlegreen 1982; J. DE SATGÉ, Mary and the Christian Gospel, Londres 19792• 471-518; V. TAPIÉ, f.epocadi Luigi XN, enM.VV:,IProPilei.Grande storiauniversale VII, Milán
37 Cf S. BENKO, A new Principie of Mariology: the Kenotic Motif, en M.vv., Oikonomia. 1968, 313-400; Baroque, en Encyc/opaedia universalis, II, París 1969, 207 -216.
langes O. Cullmann, Hamburgo 1987, 240-272. 2 P. DAUDY, Il secolo XVII, Milán 1968, 21.
t~Pri.wiq.E\:¡~<;¡.;fQ<qzQ d~l vivir'ydel ornal11entar, sentido (G;¡·It: Marino) :afind~stiscitanasbmbro~;«E,kP0einafépicbrtierl.e¡la
d~aIIláti~¿: ;;~ce~M~d"jde la libertaq y de la fantasía fuera.de lo~ de inaravíllat,algo q.tie;nace ,únicamente de: laKcosasstiblimes
en los que el' a~t~yia-~id;~s~h;bí;nanquilosado y v.L.L"La"....(:A."'''~'' Tasso);.
La cultura barroca se fundamenta en,
no es indagar en la naturaleza ("U:;ll'-,Laj lto<:onLclenc:[a delsujetb pensante,ségúnf el principio de Desca:rteseo~
riograJía),. ~ino impresiop.ar2 cOIlmover,: «'pe,rsua~ir\deqtle')9:1&,? ergo.sum. El Bartococrevíertee1 modelo intelectualistaque somete al
real puede convertirse en realidad». En particular, el arte h,,.-r,....{'V a la razón moderadora, reversión imprescindible para que nazca
antropológico del héroe, que se lanza ala conquista del mundo,
«Es el producto de la imaginación y [cuyo] fin principal es el de . el peligro y quiere sobresalir en tod0 6 '-«mejor ser animales
ñar a ejercitar la imaginación. Es importante, porque sin ti' uUiSti"u, ,,, ...."',,,,, que bestias», se decía-; Continuando una tradición del siglo
no hay salvación [... ]. La imaginación es superación del límite: va tras ~<la locura 'de la Cruz» y anhela una entrega sin límites en
imaginación todo es pequeño, está cerrado, parado, es HLI~VJ·.VL'l.(: voto más perfecto», en. «el deseo demartirio»7,' en «la esclavitud !i
la imaginación todo es amplio, está abierto, se halla ~n y en «el acto heroico» que cede el fruto de sus propios méritos
tiene colorido» 4. sufragio en favor de las almas<del Purgatorio. La heroicidad se
i'\;JL1."LU'''-La atributo del santo a partir de 1602, cuando:

.. Erpteddminiodt~la ímagÍltaciónJustifrca el 'hecho .de que fa


c1avedelbarrocoseala·am.plificátio, es decir, la ullátáción; . «El colegio. de los teólogos de Salamanca, en .la. petición dirigida a
éh cualquÍerexptesi6h de l:rvida del siglo' XVII.EIl:a terreh()
J
J
Clemente VIII en favor;de la caIloniz'aciónde Teresade]esús, intro;
cienc:ia;Galileo,\::drreI telescopi6, penetra en el fiimíhrieritd y" duce el concepto de virtudes heroicas. Desde entonces [... ] el santo
lndéfinidaÍheniesus confines; Ehirte busca el golpe deéfecto;la es la hipotiposis de' este concepto, en contra de la mediocridad que
tosidad, las)recreac:iónes ingenidsas;aboriec{:Halínearectayi : era áurea. segunH()racio»8.
en re¿6vecos, salientes,' sinuosidades' que crean ilusiÓn de .
dertiba los muros y amplía las bóvedlis tonun mahejÓaúdaz de la En el apogeo del absolutismo deLu.is XIY,que somete a sus súbditos
peétiva (com.~ hace el jeshita 'Aridreá' Pozzo elllaiglesia de San una pasiva docilidad, el individuo trata de sobresalir buscando'el pri~
en Roma? La'literatura se aleja de los cán.on.es aristotélicos; y la nobleza, ideales sociales por excelencia . La sed de prestigio
verdadera regla es"saBer romperlascreglaséa tiempo ydl' el lUgar revela en el derecho de precedencia, al que sepresta mUcha atención,

3 L. SERRA, Barocca (Arte), en Enciclopedia italiana Treccani, VI, 207. 6 El jesuita'BaltasarGracián presenta este tipo antropológico.enEI héroe (1637). Este tipo
4 G.. C:ARGAN-B.CONTARDI, JArte. italiana, Dal Rinascimento.al Neoclassico, Milán caricaturizado por Cervantes en su célebre Quijote (1605/1615), y censurado por Fénélon,
255~256. .' . ' .' , describe al conquistador como una persona que difunde en el mundo temor; miseria y
5. «AquelcaYácter. de poder y sublimidad que. Miguel Ángel había impreso en las tres CfP. HAzÁRD, Lacrise de la conscience euroPéenne (1680-.1715), Patís 1964,304.
no .admitía .atenúacionés; necesariamente los. artistas debían seguir. el camino generalizado entre los jesuiiasmisioneros; cf,porejemplo, S.DE FIORES;Il beato
hasta llegar a .las consecuencias extremas.» (A. .SPRINGER, Mánuale di storia del!'arte¡ . Costanzo di Bovalirio, Con.17lettere dal Giappone e dalla Cinai Vibo Valentia2000,'46-
19284 [édición preparada por C. RICC!], 232) . .Durante elsiglo XVII la. pintura no se 94-98; 103-105.
un único patrón, sino que se desgrariaéh tres ,corrientes distintas: barroca (con Rubens 8 R. DE MAlO; rideale eroico della santita nella Controriforrna, en c.. Russo (ed.) , Societa, Chiesa
máximo exponente), clásica (Caracci) y realista (Caravaggio), religiosa nel!'Ancien Régime, Nápoles 1976, 286.
támbién~.rrel •. campoI¡eligioso·rcon;.ebtítu10 . de, emínericiá? ... ~.~<~ el cat()lieism0, el Batro¿c,seIéepresa a un doble mvel:pórunlado,
1

no VIII concediÓ' ailos ·card€nalesen;J630. lamístíca qtÍe parte .de las;gtandesfiguras .de la España postriden~
En cuanto a la situación de la mujer, se mahtien€n ·.l.5LJLo.,-".v; de Loyofa, Teresa de JeSú.s6 Juan de la Cruz'--' y entra luego

prejuicios acerca de la inferioridad biológica y pSl.COlO~:]GrIE~mlenJll: Francia paraC:lifundirseporotras regiones eUropeas, propiciando uha
capuchino Zamoro; sostiene, basándose en la doctriria; . «elevacióh espiritual y místiea» (H. Bremond); por. otro lado,
los cuerpos delos varones son más calientes que los de 0tro nivel es el de la religiosidad popular, dominio del sentimiento,
que, por tanto, aquellos son más inteligentes y más idóneos I-'~.~>U elque los fieles se derriten en lágrimas durante los sermones de los
dar,porque la sangre circula mejor por su cerebro, mientrasuu........ <:lU f""' ......'~u.,~v •. '-'u, y eclosionan nuevas devociones como el Rosario, laspe~
mujeres «les corresponde una peor condición» 10. A pesar de todo; , las procesiones ...
siglo XVII dejaron huella un elenco de mujeres místicas y
c?mo Inés de Langeac (t ·1634), María des Vallées (t .1656),
Agresa (t 1665), María de la Encamación (t 1672) ,Verónica María en el universo barroco
(t 172'1)... , pero también hay otras mujeres muy cultas, como la
veneciana Elena ComaroPiscopiay Lucrecia Marinella (t..1.653) del Barroco quizá sea el período en que María más anclada se halla
tora de La Nobilitá· el'Eccelenza delle Donne. ti Díffettiie li la cultura de su tiempo, haciéndose presehté en
múltiples espacios
de gli huomini (Venecia 1600), en el cual muestra con mucha .",v\..• <u,-.u, hasta el punto de hacer de~lla un paradigma del espíritu de este

partiendo de. la misma onomástica femenina,. cómo «el sexo 1""',m"..."", Mediante un doble ffi()vimientode diástole y sístole, María ex~
es más noble y excelente que eLde los varones» 11 • su presencia en la vida del siglo' XVII, absorbiendd el tiempo y los
~spacios y alcanzando a las personas de toda condición, y su· figura ejerce
«Se criban,con rigor filosófico, los test\monios del pasado sobr~, catalizador en que se condensan los valores y quimeras del Barroco.
inferioridad ontológica de las mujeres; se examinan los diversos ....
y, sobre todo, se traza una "contra~historia", una galería de mujeres
celentes, inspirada, desdeluego, en las historias ya recopiladas por.
humanistas>;12. " .
1. María conquista el tiempo, los espacios y las-gentes

, ~'Ha.ce notar rnuy a prOpósito ún historiador: «El hollór y la reputación; dos A los historiadores de la mariología no les ha pasado inadvertidocun he~
maglcas, durante ~ps siglos:x:V1 y XVII, para las elevadas clases de las renovadas
caballerescas y nobles, habían hecho presa también en aquellos que, en cambió, habrían cho: la e:xplosión de libros marianos 13 que s~ registra a lo largq del XVII,
atenerse a la caridad y a la humildad" (E CHABOD, Lo Stato e la vita religiosa a Milano
di Cario V, Turín 1971, 248-249).
10J. M.. ZAMOBO, Deeminentissima Deiparaeperfectione libn tres, Venecia 1639, 246. 13 P. HOFFERi La dévotion a Mane au détlinde xvrIi siec/e. Autour du Jansénisme et des «Avis
llMa:m~llase refier~, a Ibs'ciÍlco nombres dados aja mujer: señora o «dómina»; fémina salútaires de la R V Mane a ses dévots indiscrets», Pa.Íís' 1938, 19-23, hace nótar la abundancia
feto, que~ndlca generaclor:; Eva, que deno.ta la vida; 1sha, que significa «fuego celestial»; de libros marianos a comienzos del siglo XVII y el descenso que se registra hada 1680. Le sigue
que se refiere aL cuerpo dehcadoy a la mansedumbre de espíritu. Y espera venéerasLa «los Laurentin, quien predsa: «Brusca.mente, las publicaCiones que le son· dédicadas [a la Virgen]
nados Tiranos de las mujeres, los cuales ultrajan cada día más insolentemente su dignidad»; se multiplican. El ÍlÚmero de lasobías publicadas cada. año asciende rápidamente hasta llegar
estos ~agm~ntos y para un examen preciso de la obra de Marihella,.cfY. FERRARI SCHIEFER, La El su cenit entre los años 1630 y 1650. Después, la parábola va. descendiendo lentamente" (R.
Questwn. J?ie Frage nach der G/eichheit der Gesch1echter bei Fra7lfois Poullain de laBarre (1647-1 LAURENTIN, La Vergine Maria. Manologia postcontiliare, Rbma19703i 160).:Prbbablerrienté esta
vor ~ Hmtergrund der (früh-)ne~zeitlichen «~relle des fernmes», Lucerna 1998, 108-131. curva diacrónica deba revisarse y perfeédonarsepara elárúbito europeo, basándose en las lista.s
C. MILITELLO, Il volto femmm¡/e della storza,Ca.saleMonferrato 1995; 300. de otros autores y otras obras marianas del período. ,:
la,GtiaLde.~afía·cl:lakHI!~til.1~e,Iltar:i~!~(bIiJ?6lit()YMi:!rracG;i!~scr:ib~PQr t~)i",ua.ua.;~'- Francia,¡pronl1nciada:;ponLuis;~nWéSjde;'lma;notªMct.;den.si:­
115 obras} mar:iari:a~; d~ las ;9\fale,S.)v;~Í1;:ttiJiu~Ve; .se PUmlIQaI·QnL;~Il.m~t ;n'Cl\itleológl.ca;,cp~~sea;smdesigIli<D:¡pó1ítico~.· ELllew·enSU.lpFbpi0.inei:mble;~se
y.1665 :hG: B~sutti.enum~rag8J;qJ.lt0resddsiglo;XYIEqlle
1
""""~bgr.. a. rt~ru:sermclo esmeto '«a laigrandezácae Di0smediante:su;Bij0;'qtie
s.er an~lÍ4ados. en una futura historia .delamariologüi>x15i;' ab,ljá11dc)se'hasta ;nC)S01trO:"ly··á. estle.FilJe'\lp.edllartté'su íMadrét
1

María conqllÍstala prensa, principal medio de eOlllUnlcaci.ón de él"l?N;.Lúegofcon.;,menos·¡g¡:.9-vedad.fórtnal\~.:deGlataúque


y atella se dedican un sinfín de~espacios sagrados, que' vienen a consc:tgI'a(~x¡:)re:sarnente a María «nuestra Pers6rraj~1iuestro;Estado,tmu€stra
los antiguos y se consagran a ella a modo de dique contra el y nuestros Súbditos»19; El acto se entiende como referidoalreyya
protestante ultramontano, El interés pOI' los santuarios en su pasado, presente y futuro: quiere aseguradaindependenda
las peregrinaciones asociadas a ellos se evidencia eneLéxito.dé poder, la paz, deseadcl«é6n fervor», y "':álirique'sin;fuei,l~l¿rraHt3\expre~
del jesuita Gumppenberg, Atlas marianus (1657), que alcanza una una descendencia masculina,. anhelo que Se verá cumplido con
!;l",,,'-JLLl.'-' -

edición con una tirada de 6.000 ejemplares. María entra en la vid~ nadrriientodel delfín Luis XIV,el5' de septienibrede 1638.:,,"
las clases populares, que son .las que visitan con· mayor frecuelk:ia. Por iniciativa del capuclünó Jer6nimo da Fórl120 ; el 27 'de mayo d~
santuarios, y en tomo a ella gravita la vida de múltiples cofradías, 601 se le ciñendós coronas de oro a la imágeri de NuestráSé'ñórá
ellas la deLRosario¡perbsu culto arraiga también entre las futurás al Niño,veherada en la SteccataenPatma2\'cos'tufubre
{4,,'C;UJLLUJ.LLOLLL'-'V

de la sociedad, mediante las congregaciones marianas que tlOlre.oen. ue se difunde profusamente durante los siglos sucesivos. El rito,> que
todos los colegios de la.Compañía de Jesús. Las'universidades ';"'~'''n'' exaltar ladighidad regia de la Madre de Dibs,enderrá tatnbién
siguiendoelejemplode LaSorbona (1496), se habían comprometido" significado sodal,porqueelB ]erónimocoridbiÓesta idea de coro~
juramentoiadefenderla Inmaculada Concepción; ahora, en el año a la Virgen al vetel ostentoso ludr de joyas de las damas de Pal1Íl.a.
las Universidades de Sevilla y de Granada, imitadas por otras '-'U!J~LL~H~U, 1aCleIlLdO que María adoptase el aire de la nobleza femeninapal1Íl.esana,
italianas,··llegan. a pronunciar el'votum sangtt,inis 16 • Finalmente, ·en pretendía inducir a estas a inspirarse eh el ejemplo de la Virgen
J\;;l'VLULHV

minios de la política, los reyes toman la iniciativa, sin intervención de y entregarse al socorro de lbs pobres. Algo después el conde Alejandro
obispos, de consagrar las naciones a María: Francia en 1638, Portugal Pallavicino hará tina donación al cabildo vaticano paia que sub~
1644, Austria en 1647,PGlonia en 1656.... La fÓl"ffiuladela '-VLL"U¡"LU''''L'''! la coronación de las más célebres imágenes de María22 •

14 Cf F. PETR1LLO, Ippblito Marrr;zcciProtagonistádelmovimento mariano del secólo 'XVII, El texto se enéuentra en R. LAURENTIN, Le voeu de Louis XIII- Passé ou avenir de la France.
17
1992. 1988: 350º anniversaire, París 1988, 107-112.
15 O.M: BESUm, Ricerche sulm storia delld mariologiá dal 1800 alVaticaíw II, Roma, 18Ib, 120.
Facolta Teologica Marianum (apuntes), 1984, «La mariologia dal secalo XVI al secolo 19 lb, llO.
2. 10 Cf DONATO A SAN. OIOVANNI IN PERSICETO, La personalita e l'apostolato deL P. Oirolamo Paw
.16 Sigue siendo clásica. al respecto la obra de]. STREICHER, Le voeu .de sang en dí Ca/coli da Forll allaluce didocumenti inediti (1552-1620), en Studi Romagnoli 7 (1956)
l'Imma.culée Conception, 2 vols.; Roma 1959. Tal gesto se difundió enseguida: entre las tlspecialmente42-43. .
religiosas, hs santos, las cofradías y los fieles,)o que desató una. prolongada controversia. 11 Sobre eL acontecimiento de la primera coronación, cfW. DALL'AGLlo- E. VIDAÚ (eds.),
célebre erudito de Módena L. A. Muratori (t 1750) lo considera imprudente, aro",,"""PT Madre di Dio per una cultura di pace. Atti dellO Q colloquio internazionale di mariologia, Parma
culpable einspiraclo por una piedad no ilustrada. En cambio, san Alfonso María de -21 aprile 2001, Roma 2001,13-15. .
(t 1787) lo defendi<5, cuestionando que pudiera opinatsesobre la inmaculada concepción, • 21 CfI. PmONI, De coronationeimaginum B. Mariae Vi.en «Ephemerides liturgicae» 68 (1954)
hizq basándose. en dos: motivos que. garantizan la certeza de esta. doctrina: .el consenso·de . 301-312; C. M. POLO"L. M. CANDIDO-M. M.PEmco, La VergineMaria incoronatai Storia, dottrina,
B,eles y la celebración universal de la fes~tividad de la Inmaclllada, con lo que los arglllmt~ntO devozione, Rovigo 1980; 1. M. CALABUIG, Significatoe valore del nuovo "Ordo coronaruli imagiriem
de Muratori quedarían refutados. . . Mariae Virginis», en Notitiae 17(1981) 268>324;
¡e\Jten.cí8[sa:~1·¡::llal1tearr[le]:lt€fde Spárez¡NigÍdóes~ quienacuña.~Lt~l'iliil1o
de :«mariologfa;> ,.y: el primero .errcomponer. mi tratado .quevers~~í11.~e¡.,;
Ht'(lrYlpn1rp sobre María. Ocultotra$.ehrrombrede~suherri1:anoNiéolás~t!
.'1602$um11Íae.sacrae mariologiae· pars pn1'T)a2t: Alcgnl.ienzo; ge
obra, de259 páginas; Nigido dedaraquequiereencon.trar«nli~:y:()s
2.2. María gana espacio en la teología :.Ht'w'."J" y razones» para alabar aMaría; adoptanddeLrnét()él<'>'es'cblás~iR()¡

uéprocede por cuestiones y artículos. Aun considerándose.asL;n1i~rnb


Por la figura de Maríg ya se interesó la teología medieval,a !«¡:Ien;on:a humilde y desconocida», aborda «primerarhení::es1rí gllía,>~I la;tá¿
de eximios representa11.tes como Pedto .Lombardo y Tomás.de d.'eade elilboraruna «mariología que deberá añadirse ala.diviq.a,'teol()gía>)C.
no~ Pero ahora empi~zg a. ser objeto de una· reflexión más empeño de· Nigido.enpresentar una mariología «distiritay sepa!~da
y sistemática, y a ganar un espacio mása.utónomo dentro det la teología» se justifica por la necesidad de recoger cuanto se hadichó
teológico: María, de encontrar un nuevoargumento.paraglorificara' Dioside
Afinesdelsiglo)(Vl,cOluentandola .Summa theologic4 en el satisfacer la propiapiedadyde confundir a los adversarios. Nigidokonoce
ROmano entre 1584 y 1585, el teólogojesuita FrW1dsco Suárez(1548,.. Suárezy lo cita literalmente sin nombrarlo, pero sedistanciádeélenlo
aclvertiráde la nece~idadde renovar la enseñanza escolástica relativa tIue atañe a la división de la materia de la obra, porque no sigue el criterio
M;aclrede Jesús, ampliando las 11 cuestiones tomistas relativas a cronológico de narrarlos hechos de la vida de María, sino que estructura
(STh, qq.27 ~37) hasta convertirlfls en veintitrés~ El jesuita apoya en SU reflexiórlcon arreglo a las cuatro causas platónico~aristotélicas;
VÍSimas razon~s», de. orden s()bre tod() cristológico, su propuesta de El libro de Nigido fue conocido únicamente por algunos .de sus
trate d~ manera íntegray abundaIlte acerca de 1a bienaventurada. 11r~(en>~~¡ contemporáneos 27 ; el término de «mariología», que él· mismo· acuñó
23 A. DE ROMANIS-I. MIARELLl M¡{RIAí-Jí, Iconágr{¡fie, rnariane, en I.:arte III, Turín 2002;
y 653. 499-567; C. Pozo, La Trinidad y Maria en la obra «De mysteriis vitae Christi» ele Francisco
SUÁREZ, Commentariorum ac disputationum in tertiam partem divi Thomae, tomus
24. E en Archivo Teológico Granadino 63 (2000) 5-16.
cundus, Mysteria vitae Christi; apud Societatem Minimam; Venecia 1605 (ed. orig., J Archivúrri Roríiartum Societatis Iesu (ARSI) contiene vanas cartas del prepósito general
introducción. Cf también De Deipara et Christo ut eius Filio, en Quaestiones in tertiarir dirigidas p, Plácido Nigido o relativas a su persona. Por él sa,bemos que Nigido
divi Thomae authore R. P. Francisco Suárez Societatis Iesu, sacrae theologiae professore obra de mariología éon el nombre de su hermano Nicolás: «El padre Nigidoaguarda, no
crito hallado por mí en el Archivo de la Pontificia Universidad Gregoriana, mss. ¡;¡OSmnl¡e, a componer para imprimir como ya hizo bajo el nombre de su hermano. Respondo: Cree-
534, diferente. del texto impreso).; J. A.DE.ALDAMA, El sentido moderno de la ml11cilnDln que VR habrá puesto remedio según se le escribió, o nosotros aquí le mostraremos la fraternal
SUárez, en Actas del IV centenario del nacimiento de Fracisco Suárez 1548~ 1948,n, 55-73 deuda [¿desconfianza?]»· (Sic. 6 Epist.. Gener: 1604~ 1614,f. 15v, en ARSI). Nigido saldrá de los jesui-
et systeme dans la mariologie du «Docteur eximius», en MARlA II (1952) 975-990; Un por su deseo de seguir una vida contemplativa y a causa de su mala salud,a fines de 1614.
de la primera mariología de Francisco Suárez, en Archivo Teológico Granadino 15 (1 26 N. NIGIDUS, Summae sacraemariologiae pars prima, Panhormi 1602,.159. La segunda parte
337 (transcripción del manuscrito del P.FabiodeFabiis, que resumelas lecciones de la Sacra mariología, a la que alude A. Mongitore, Bíbliothecasicula, Palermo 1708, 86, no ha
impartidas en el Colegio Romano durante los años 1584-1585 y'se conserva en la sido hallada hasta ahora. Nigido publicó otras dos obras marianas: Mariale seuDe devotione erga
Nazionale de Roma);]. M, BOVER,Suarezmáriólogo, en EstEcln (1948)300-337;.G. Virginem Dominamin quattuor opuscula digestum, Panhormi 1623; Iri cantica canticorum expositio
LEoTA, La vergínitc¡ feconda di.Maria. Tre.1rÍbdellidiléttura: teologico (F.Suárez),pastorále verbalis sive grammaticalis, et litteralis de Beata Virgine.Domina cum serrnonibus ejusdem
Belarmino), ascetico (P. Canisio), en M:V\1;(XVI.centenario del Concilio di Capua392 0 1 auctoris in diebus expectationis partus ejusdem Virginis, Roma 1616.
Atti del convegno internazionale di studiríiariálógiéi,Capua19;24maggio1992, L-a¡JUa.-I\.lJlm 27 Nigido es citado, por ejemplo, por 1. MARRACCI,Bibliothecae marianae ... pars secunda, Roma
caléánc:l:o.1o del. de&<te.ología>M~caelfá¡encl~suSQí' y¡será . n",,,ucuu,v
t .¿y} de.lal.!l1maéulada;·concepeióní .cle.Milt'fa:(capsidty,11).~
con un sentido distinto, durante los siglos XIXXX. J:<J:t;La\On.l;V·'.l"'''LN. en..rec0ndeer ,que! «muchas.Nehtajas.1e·'llan;Uegad,oiaLgéhe1'9·
¡\urnar19;Jpor lllediorde.María>},r(cap. '. \1III);peroI tampoco:em.teeurticá
teológicouí «objeto» doctriIlal;·, áunqúeensu ;de~mlént0}haLV2:l:¡UJ3r~~ .JH;¡'I.-li"J" enunciados teológicos para subrayar ladifereneia¡~ntrfhGrist~;;

que. sutratad.o marca el comienzo de una mariología ~ltlleata(IJor. primario»; y María; «mediadorasecuridaria ymtiy~ inferior>}
demasiado. enclaustrada en sí misma28 • Anticipándose aWidenfeld>(l673); Petavio. sugieFe,á ,tod0s'
Alo largo .del siglo XVII, el tratado de mariología devotos dda Virgen santa «que no hagan excesivas.eone~sionesIaJa
ydevóción haciaiellayque, contentándosec0DulM "\[erdáae:t¡a~
reservando una parte del tratado de la encarriación «a·1:a,s:antísi.m~r¡, lidas alabanzas, rechacemlas que son'falsas einv:entadas>~;;sR0r:esta:
dre delVerboencarnado y a su culto». Tal es el proceder U"-,J.J~til.L el autor hace referencia 'a los cánones o «verdades~l0tmuladCi'
Petavio (t 1652), el mayor representante de la teología I-'VC'~LLJI;a.,..: Gerson, «con lostuales pone coto a la exagerada JibentadY ad:Er~J¡¡l(J):liilJ¡
enJos cuatro tomos de los Theologicorum ~ogrnatum(París 164f1.~ predicar las alábanzas de la bienaventurada Virgen»; (eap¡;\''MLm~r4
dedica a la Madre de Dios, además de algunos capítulos del ue n.o condena los artificios retóricos ni las narraciones piadosas;
todo eL libro XIV. del, tratado De Incarnatione.Petavio se siente; avio se propone refrenarlos razonamientos, sofisticados,.~<los)q:uale's
gadoa demorarse en hablar deJa dignidad de la.Madre de proclives.aatribuir aMaría cualquier género de gracias».2~:.+
un doble. motivo: su «amor» hacia María y «la falsa.e impía El dominico Vincent Contenson (t 1674) intenta infundirenlácteot
de los herejes; qué .acusan a los católicos de tributar a María "HVU"'. un intenso espíritu de piedad, y titula su obra en dos volúmenes
exagerados y divinos» (cap. VIII). En sus reflexiones marianas;: • n,?n.r>fn/7 mentís et cordís (1668~1669). Acuña el término «mariología»,

un· esquema tripartitó;santidad e integridad,obraen.la ~""',V~J''-ULCl'''~." el cual titula la disertación VI del libto X (De oecorwmtávit:de;ffifltils
con Dios, e invocación,. honor y veneración. (cap. 1); Petavio "V'.~'-'.L''''''''Á gloriae Redemptoris). A diferencia de Tomás de Aquinó,a'quiéh sigue
la «maternidad» de María «la fuente y el origen» .deJa ClU'UH'....ClL que considera que la Madre cumple una función propedéutica
ciay gloria que lefu,e concedida por Dios y que. lo contiene todo' el conoc~miento del Hijo, vemos que Contenson mantiene que' «lás
VIII). Petavio, como teólogo positivo que es, concede gran valor a sobre María con.stituyen la coronación del tratado, sobre la
Padres, a quienes cita tanto en griego como en latín; pero alparecef ¡¡U"'_CU.LLCl''-~U'H deCristo»3o. La..«marialogía» de Contenson presenta;una;
cualquierad,eellQsantepone «el consenso de toda lalglesia ca cuatripartita,porque considera las «prerrogativas» o «prime>i
y' «el comúÍl. s'étltírdélósfieles»,por ejemplo, acerca dé la rf'Yln'Yn,nr:cp marianos según el orden de «la naturaleza, la gracia, ·lagloria vela
hipostática». Acerca de los datos históricos y de' diversos aspectos
1948,.174 y 305~306,yporkLYRAEus,. Trisdgioriinarianum.;.,Amberes 1648,183 y348. la vida de María, el autoiconfía en las tradiciones, sinexcluirla~
jesuita caerá muy pronto en el olvido. La Summa.aurea de Bourassé (1866) lo ignora. Acerca de las 12 .prerrogativas. de gracia, se muestra a ve~ces
tros días es citado por G.M. ROSCHINI,MariologiaI, Roma 1947, 30y 128,y R. LAURENTIN;
Ecclesia Sacerdotíum, 211..Quien.atraiga la'.atención hácia Nigido será A. SEGOVIA, Nota
autor y él contenido de la.primera «mariología», enJ~studios eclesiásticos 35 (1960) 287-3
28. Durante el siglo XVlh;e 'sucederán '-'-en estrechá:dependencia deSuárez,no dé 29 Vemos que L. THOMASSIN (t 1695), siguiendo aPetavio; dedica dos capítulos desü'obra
otros tratados mariológicos:MdriaDeipara thrOnus.Déi,de Spinelli (1613); De eminentia theologica. a la concepción y al parto virginal de María (t: III: De Incamatione Verbi Dei,
Virginis Mariae, de Novati (1629); De einineritissima.Deiparae. Virginis perfectíone, de caps. III y IV).
(1629); Theologiamariana, de Vega (1653) .. ; . JO V. CONTENSON, Theologia mentís et cordis,.II, LyonJ6872,169i
maximalista.. En.efecto;'sihn:etrerJenmertfáJasireg1as dé \:je~rscm~;a quejreine en todo. elmunqo.catóHéo. eLculto.mariano.»34, y
que Maríaere:c:ía.Yengratiaimt1uso'ctiamdose.:hallab'l nrrnarrac:erc:a de la InniáctÍlada Co.ncepción:
ño., y reco.no.ceque se' leco.llcediewIl to.dos 1o.s; do.nes'y ·IJLJl.v.J:J.C;~·Jl\!J();¡
que se distinguió a 1o.ssantos. neéesario;queenéste tiempo. seaxecono.ddo.y cantado. el mara-
. To.do. esto. es co.nsiderado po.r' €o.ntenson el· «preludio.»' y mo.do.de redención en la Madre de Cristo. po.r parte de to.das
lo.» de la eminentísima dignidad de ·la«matemitas Dei>~¡' porque' .órdenes creligio.saseinduso. por las nacio.nes humanas, tal como.
madre de Jesúses el epíto.mede to.do.po.sib1e. elo.gio;> (cap. 2, cantópro.féticamente: "He aquí que to.das las generacio.nes. me
En efecto., María «entra en el o.rden hipo.stático.», Y'«si na s llamanínbienaventurada" »35.
inmediata yfo.rmalmente, santifica, no. o.bstante,
lícito. decirlo., co.nminato.riamente» (undecima praerogativa). ~'-JHLGlil, :Excediendo. del dictamen deL co.ncilio. de Trento, que se limitaba· a
defiende e ilustta«la íntegra y pura virginidad de la Madre legítimo. el culto. de lo.s santo.s, vario.sescritores .marianos del
pew estudia también las relacio.nes de María co.nla Trinidad y con XVII so.stienen la necesidad deL culto. de María y la impo.sibilidad
humano., subrayando. que «María está en relaciónto.tál· co.n nO'So.l=r, ~llabar a la Virgenco.mo. co.nviene:
Se expo.nen a co.ntinuación lo.s diverso.s acto.s de culto., de lo.s
más impo.rtantes so.n la imitáción'de María y la consagración. a «Nadie se liso.njeedealabar. a Dio.s si guarda silencio en cuanto. a
lavidáentera (cap. 2, spec.2). las alabanzas de la Madre de Dio.s. Enefecto.,lcómo.po.dráapwbar
Hijo. sus pro.piasy abundantes alabanzas,.sin que sea alabada su
Madre, si precisamente para que laexaltemo.s con sumas alabanzas, él
2.3. María ocupa un puesto;de relieve decretó que no.sotro.srecibiéramo.s to.do.slo.s bienes de sus virginales
en el culto cristiano y piado.sísimas mano.s?>Él co.nserva,su pwpia .glo.ria suprema, si ella
. recibe alabanzas en abundancia»36.
Desde co.mienzo.s del siglo. es manifiesto el empeño por fo.mentar el
de María. Guarini se pwpo.ne «infundir e inflamar de nuevo. en Luego., en cuanto a la medida justa de las alabanzas debidas a María,
pecho.s la antiguadevo.ción a'.esta Madre.de Dio.s, una.devo.ción auto.res estáI1 de acuerdo.' en que estas «sobtepasan co.n su grandeza
to.tahnente desvanecida y extinguida»3L. .A,mediado.s de siglo. misma intellgencia angélica», porque la Virgen «trasciende las leyes
co.n mayor ahínco. la preo.cupación por «despertar de. la pereza y
EMMANUELE mGESO MÁRIA, Il regno di Maria \krgine·Madre di Dio. Nuovo Mariale, Nápoles
flo.jedq,d espiritual a quienes duermen, y por estimularlo.sco.n Cl'-J.'-ClIC," «discorsoallettore».
T. CAMPANELLA, Apblo'geticUs in controversiá de Conceptione Beatae Virginis adversus insanos
impulsarlo.svivamente a la devo.ción, a la ho.nra y al amor ferviente rumores, «proemium», en L. FIRPO,Il «De Conceptione Virginis» di'Tommaso Campanella,
Virgen Madre. de Dios»32.No. desfallece tampo.co el deseo. de "<=.L,-nLH 22 (1969) 196. Cf también T.' CAMPANELLA, Apologia 4ell'immacolata concezione,
de A. tangella,.Palermo 2004.
cada vez más a la misma Madre de Dio.s mediante una vida A; PACIUCHELLI, Dormitá71tis animae excitationes, «ad lectorem». Según este autor, del hecho
Dios quisiera que «noSotros lo tuvÍéramos todo por medio de María» y de que «a cada
31G.B: GUARINI, Delia gierarchia overo delsacro regnodi Mária Vergirte ... , Venecia 1600, le dio por madre a su misma Madre»,se sigue que; después deDios, «debemos
32 A P ACIUCHELLI, Dorrnitantis animae excitationes ad laudandam, diligendam, atque sumo amar y venerar» a María. Sin el culto de María, se nos sitúa fuera del orden
SS. Deiparam Virginem Mariam [... ], Venecia 1659, «ad lectorem». por Dios para la salvación; más aún: no se nos puede «distinguir con el egregio
33 J. DAVID, [... ] Pancarpiummarianum... , Amberes 1607, «praefatio». de cristianos» (p. 3).
défodosJ los encomiós»;.¡.Es?más"7prQsigue De~,CQnyelt?;: para
sublime,·conocimiento:üeMaría; es)uecesariorrectirrir
es también «la gloriosísima anunciadora de la verdadera Q.LO.UQ.JLL"'OW

carmelita A. Mastellohi aplica, en cambio,aMaríaehpl'overbio con el proceso de maximización barroca, surgen y se difun,
memente aceptado De dilecta riumquam satis38 ;. urante el siglo XVII diversas formas de «espiritualidad mariana».
Es harto reseñable a este propósito la convergenCia de este fenómeno consiste en no consideraf'Suficientedar
comoSuárez, Novati, Guarini, De Convelt, Lyraeus.:;en '-UULLL'O;¡Z'
un culto intenso si este es ocasional. La referencia a María se
gitimar el uso del término de hiPerdulía aplicado'al culto de . las notas de totalidad, perennidad, organicidad4L•
y en cuanto al empleo del término mismo de adoración. Sin
es pteciso reconocer que todos.estos teólogos se apresuran a
«adoración» de María en el sentido de hiperdulía, reservando
la adoración denominada de latría. En efecto, tales. autores
María no es diosa, y que «la adoración debida a Dios'y la oración de ofrecimiento aMaría dátade 1586,y se recoge
santos no tienen sentido unívoco»39. Libellus sodalítatis, de B Costero Estaoración.se integrará enerrito
La extensión que el culto de María adquirió en eLsiglo a las tongregacionesmarianas, la primera de laSi eualesfue
evidencia en la publicaciórr de. varios librossobte este tema,a por el jesuita'Leunis en el Colegio Romano 0553). Segúnla
tructurados como tratados; También aquí podemos considerar de los directores deJacongregació:n, a la ioblatio ha. de
Plácido. Nigido, que en 1623 publica en Palenno Mariale .)C-14,.u.c- u.",'vv~. agrarse la vida entera del congregado. Se trata, en efecto,de·. una
erga Yirginem Dominam in quattuor.opusculadigestum. Siguen .I:lCcaorl» de María como Madre y Señora (Véron) i de una «donación
cidosen el ámbito de las congregaciones marianas, .como los de: e irrevocable». (Poiré), de !a«entradaen'tinnuevo estado de
Poiré, Barry, Binet, Girard y Crasset40 ; y de un «verdader9 contrato» que convierte a quien lo suscribe en

37 M. P. DECONVELT, Theatrum excellentiarum SS. Deiparae ex consociatione exceUe:ntia:Th


Filii, Amberes 1656, 10. . . ...• . couronne de la Bienheureuse Mere de Dieu ... ; París 163Q; E. BINET,Le grand chef d'oeuvre
.. 38A MASTELLONI, Le due salutazionill, parte 1, Nápoles 16~8, 230. No se conoce el et les souveraines perfections de la .sainte Vierge, París 1634; P. BARRY, LeParadis ouvert a
del aforismo De Maria nurruÍuam satis. Aunque la idea sea patrÍstica y medieval, la par cent dévotions. a la Mere de Dieu,aisées apratiquer, Lyon 1636; A GlRARD, Manuel de
a nosotros á.; través, no de san Bérnardo, sino de san LUIS MA.Rí1\;DE MONTFORT,·· '1r .. ,; ...•. lwé,([ati'(Jn de la BienheureuséVierge, París:1650;]. GRASSET, La véritable.déVotionenvers la
vera devozione a Maria, n. 14 (escrito hacia 1712 y editado en 1843). Se aproxima Vierge établie et défendue,París 1679. Bayqúe recordar además:J.-P. LE CAMUS, Le dévot
de Lutero Creatura Maria rionpotest satis laudari (Tischreden [Charlas de sobremesa], ier~e, Caen1638;J.VINCMT, Decultu Deiparaelibri tres, InsulisJ648; L. ABELLY, La tradi-
CfB. M. KÓSTER, «De Maria numquam satis»: ~r fand, was bedeutet diese Formel?, Cll.LYlUl"" l'Eglise touchant la devotion [.... ]envers la TrescSainte Vierge; París 1652; ]. DE NEERcASSEL,
et fidelium. Collected Essays tOe HonorThéodore Kohler on his 8G'!'birrhday, Dayton(Ohio) de Sanctorum etpraecipue B.. Mariae cultu, Dtrecht 1675; M. REICHENBERGER,Mariani
617-632. En la investigación acerca del autor de la fónnula, ARum se adhiere a la . Praga 1677.; P. SEGNERI,Il divoto di Maria Vergine istruito ne' madi e ne'mezzi che
RobertBerthelot, quien, presentando el libro de]. B.PoZA, Elucidarium Deiparae, a servirla, Bolonia 1677; A BAlLLET, La dévotion a la Viergé et.le culte qui lui est
afinna: «De beatissima Virgine numquam satis digne dixerint Authores,,;»: Cf A. RUM, París 1693.
numquam satis»: un aforisma in cerca di autore.e di significato, en Theotokos 2 (1994) 2, 1 Existe una interesante fonna de espiritualidad propuestapor.eljesuita J; DAVID,[... ] Pan-
A todos les pasó inadvertido, aparte del pasaje .de MasteIloni,. este otro. de Erasmo (t septemplici titulorumserie distinctum,. utin B. Virginisodarem currarríus et Christus
mI1iTl/J.rI.Um
en el cual se habla de.una conmemoración cotidiana «numquam satis laudatae Virginis in nobis, Ambetes 1607, que con&iste en vivir la vida cristiana según el ejemplo de la
(Exologesis, .en Opera omnia, V, 159). de modo que nos convirtamos en «madres de Cristo» y, por así decir; enmadres espiritua-
39 A. MASTELLONI, o,c., 1018. no trataremós aquí de esta modalidad, porque no parece que tuvieramuchá aceptación.
40 E VÉRON, Manuale sodalitatis Beatae Mariae Virginis ... , Coloniae Agrippinae 1614; E es ignorado incluso en las obras de mariología más completas del siglo XX: .
cbnsiderado';~por;stigéh~ncia de. Ee~$sil1s~"'G:I;)ful();la.lienl()Vlréií0Ji{
déhIDautiSfu.Qff¡+Enlestat:r<::í"",.,,,hir1<lom.src)Ce:nttlca,¡Se'S1t;U

esclavitud mariana en Francia es el arcediano H. Boudon (t 1


de Dieu seulou lesaint esclavage de l'admirable Mere de Diéti
2.1.2. Esclavitud mariana. en laque con estilopopülary désde\tin'puhtoHe:vista "'''~J1Ll.~UCl1.;·
m~,serlta tal forma de devoción COnlÓ ;)ul1asantattallsacciótl.í;[¡~;;lc0n
Es unaJormade espiritualidad típica del siglo XVI,que
y recorre toda Europa42 • La primera congregación de
en Alcalá en 1595 por iniciativa de sor Inés de San Pablo, ,",VL.L"'''"IJ'''l. !I"""JU'~L a esta. entrega total a María48 •
tao Las reglas son redactadas por Juan de los Ángeles en 1608,
que Melchor de Cetina escribe el primer libro sobre este
clavitud43 .Seencargande.difundir esta espiritualidad de
de Alvarado(t;1617),S.deRojas (t 1624) Y B.deLos Ríos
essumásfamosopropagador, autor de El esclavo' de. María (1 . u,-,,,la experiencia mariana que había madurado en el ámbitojcar'::
,u;"...

hierarchia mariana (1641): Con él, la. esclavitud mariana llega con la religiosa terciaria Maria Petyt (t 1667) Ycon Micheledi
a la corte de Isabel.' Los tea tinos la difunden en Italia44, y los Agostino (t 1684). Este, en el tratadoDevita mariaeformietmandná
Polonia4s ;Laesclavitud echa.raíces indusoen el territorio Maria propter Mariam (1669), presenta la conveniencia, los furida~
nic046;El teólogo por excelencia de la esclavitud. mariana fue el y el modo de vivir «una vida mariaforme, esdecir,confonne ál
P.de Bérulle (t 1629), quien la asocia ton el voto de ~La\~LLV de María Madre de Dios» (cap. 1). En términos místicos;re;;

42 Cf T. KOEHLER, Servitude (saint esclavage), en DSAM, 15 (1989) 730-745. En ."


antes de superlativos, el citado autor describe la vida mariarraJcOnio
inédito de 1. Marracci descubierto por F. Perrillo, Expostulatio ad Clementem dedimum «vivir en María, nuestra amabilísima Madre [... ],de.modoque se
maximum de abolito mancipatu augustissimae Virginis Deiparae Reginae coelorum et fl(JIlW'UIIl
iterum instdurando, f. 222,; ms. conservado en la Biblioteca Nacional' de Roma; se blezca un fTujo y reflujo suave de amor del alma hacia ella y de. ella
lista de 22 libros sobre la esclavitud mariana, a los que se añaden otros siete que Dios» (cap. 2). Esta «cierta licuefacción amorosa en María» (cap:"
en diversos contextos (en total, sonveintinueve·las. referencias), lista que no es·
porqúe la Biblióíheca mariana publicada en 1648.en doS volúrrtenes(reeditada por presupone «una actual oferta o consagración» (cap. 11) y un dejarse
Roma, en 2005), además de enriquecerlos' datos sóbreotraspersona,s que se declaran
reSeñaotrbs libros sobre. el tema (y, extrañamente,' no incluidos por Matracci en la.
. formar, poseeryanimar por el mism() Espíritu de Matía'>;(~~p;,
confirma el carácter de incompletos que tienen los manuscritos.
43 Sus escritos se hallan traducidos y recogidospot S:.Cecchin en JUAN DE LOS Cf G. MOIOLI, La perdurante presenza dei misteri di Cristo nelpensiero del card .. de Bérulle"
GHOR DE CHINA, Esortazioné alla devozione 'della Vergine Madre di Dio: Al/e origini della La ScuolaCattolica90 (1962) 115-130; A. MOLlEN, Bérulle (cardinal Pierre de), en DSAM,
maria1m~i Ciudad del Vaticano 2003~ 1539-1581; P.COCHOIS, Bérulle et l'école franqaise, Pm;ísI963, 30-43 yi07-110;}ORcIitAr;i
44 CfE ANDREU, 1 teatini e la schavitu mariana, en Regnum Dei 7 (1952) 4-20. cardinal de Bérul/e. Évolutiond'une sPiritualité, París 1965; V;R. VASEY, Mary in the DoCtrine
45 Tres jeSuitas difunden la esclavitlidrrtariaha en Polonia: K. Druzbickt (t 1662), on the mysteries of ChriSt, en MarSt 36(1985) 60-80; RDEVILLE; La scuolafrarícese dt
mentowski (t 1641), con Vincolo di Maria Vergine,'óssiti ilmodo di offrirsialla beata Cinisello Balsamo 1990; B.KIESLER-W.BAIER,Bérulle, Pierrede, en MarLex 1, 46Z';:
qi.¡ale suoservo e schiavo (1632), escrita <originalrrtenteen; polaco, y F. Fenicki (t y. KRUMENACKER, rÉcole franqaise despiritualité. Des mystiques, des fondateurs, des cóuidntS'
Mariae mancipatus (1632),13 obra más famosa.;';;: interpretes, París 1998.
46CfG. RoVIRA, La tradición española en.lasCansagracionesmariales del barroco .48 H.-M. BOUDON, resclavage de l'adinirableMere de Dieu, París 1668;ID., Oeuvres ciJmpletes,
en EstMar 51 (1986) 273-283 ..' vols., París 1856; R. HEURTEVENT, Boudon.(Henry-Marie), en DSAM, 1 (1932) 1887~1893,
14);¡,Esta¡f(i)rma: ide'espiFÍ:t:úalitfa&'>f1tG)IDabl~tnent~a\'causa'del' con Nigicloi,eh:lanobleza. de?laiV'irgem:a:Bérulle.lé €Qtresponde;eStable~
ínístiCe'.Gonquése'átropa~}nojGon6GiÓ(úi:üíjgrari~difusiórr¡'n,,,,,,,,~";'C: cer la. festiviclad¡tle .las~EJrdlJdeZ4S\de.Mdrídj.'y:i.€on:templai efila;Madre:d~
siendo'ejemplo de.dev0ción>profimdáI Y; peí:se'v:eFan1tezllac:iaiNlallÍa't"l Dios ·la:exalrladÓnde1apersona; humana;sitmada:enún orden: aparté~¡

«Contemplánclo,pues¡esta obr~i iorrsantáTrinidad!, .:y encontrándo


2.5. Influencia de la cultura barroca a ·la Virgen: jrintaínente.cdnVoS',la écmtemplóyvenem;eomm)a la
sobre la figura de María persona más elevada;: inás. sahtaymás: digna de vuestra grandeía:y
de vuestro amorqueipueda existir .jamás ....
En sintonía con la palabra clave de la cultura barroca, por un i Oh Virgen santa!, T•• :] VOS sois Madre de Dios~ :y:sdisJa¡únicá~n
amplía el espacio de su presencia.eneluniverso barroco,. y lo
una medida tal que diCha presencia se convierte en elemento
tivo de dicha cultura. Por otro lado, la cultura barroca se apropia Dmánte:el.sigloXVIl se va abriendo.c:;tminoy·.terminapor. triunfár
Virgen y expresa por conducto de ella sus propios valores, U'-'_'-"L'-LO,'-L la:idea de.la superioridadcle la. maternidad. divina sobre. cualquierotia
deseos e ideales. realidad, . incluida lagracia'santificante~ Tan! sólo. los salmanticenses
mantienen que la' gracia es lá «supremadignidad>~,;mientras qúe Suárez,
aun adoptando unaposturainteffiledia entre ambas posiciones contra~
2.5.1. La suma eminencia de María puestas, termina por afirmar que la maternidad divina, .por cuanto inclú~
ye y exige en cierto modo la graciaylosprivilegios, supera ladignidád
El agudo sentido del honor y la búsqueda de la nobleza \..H'''U',HL,lUL·ILG de la filiación adoptiva52 .
correlato en la acentuación de la excelencia de la persona de la Esta. suprema. dighidad se deriva del caráctér único. de. IR. Madre. de
Los títulos de los libros marianos delsiglo XVIL reflejan esta n"'1"'cn", Dios (sólo una mujer tiene tal:cortdición) y de su estrechísima vincula~
tiva: grandeza" eminencia" privilegios, excelencia,majestad, h,.,.",.,.,.,.,nrri-th. ción con ehPadre, que pone a María.en cierta manera enp~e de igualdad
triunfo •.. 50. Si algunos autores insisten, conSuániz, en la dignidad, y con Él. Se tiata:'''-precisaZamora,siguiendo la línea de san Bernardincr:-
de una igualdad no en la naturaleza ni en la generación, porque entre
•49 CfVALENTINO DI SANTA MARIA, Lavita mariana nella vitae nelladottrina del padre María y Dios «se interpone una distancia infinita»53, sino en el término,
S. Agostino; ellRivista d\ vita spirituale18 (1964) 498~518;.«Patidivina». La mística ""'-""""«"" por cuanto las dos generaciones se refieren ala misinapersonadel
Chiesa. Presenttiziol1e delÍ'oPéra di Michelé di Sant'Agos'tino «Vita mariaform~», Roma 1983,
50 Cf D. DE LA VEGA, Prerrogativas y excelencias de la Virgen nuestra Señora, Alcalá 161
NOVATI, DeeminentiaDeiparaeVirginis Mariae;Bolonia 1629; J. M., ZAMORO, De pm;'i'lPÍ'1¡rÍ«;T
Deiparae perfectione lilm tres, Venecia 1629; (J. GIBIEUF, La vii et lesgrandeurs de la 51 P. DE BÉRULLE, Élevation a Dieu, en Oeuvres competes, París 1856; 524; Élevationala.tres
ge MarieMere de Dieu, participéeS des, grámdeurs divines et fondées sur.le mystere de r In'-f1rr'f1tü sainte Trinité, en Oeuvrescompetes; O.G' I 517 .. Cf C. FLACHAIRE, La dévotion a la Vierge.dans la
2 vals., París. 1637; ,P. DE BlVERO, De sacris privilegiis etfestis magnae Filiae etSponsae Dei, littérature catholique du commencemencdu XVII' siecle¡París 1916, 47-48 y 57 e58.
beres 1638; D. DE PRIEZAC;Les privileges de la Mere de Dieu, 3 vals., París 1648-1652; M. 52 Cfal respecto G DILLENSCHNEIDER; La mariologiede saintAlphonse de.Liguori,.I, Friburgo de
CONVELT; Theatrum excellentiarumSS: Deipáraeexiconsoi;iatione excellentiarum sui Filii, Suiza 1931;152-157. Con másdetemiinación,.Bérulleaflrma que la Madre de Dios «en.laemi-
1655; E GUERRA,.Majestas gratúlrum aG .vihutum omnium Deiparae Virginis Mariae, Sevilla nenciade su calidád yenel eXGesode sus gracias, posee una dignidad más grande, más elevada
C. LATIUS, AqUila triumphans seu triumphus marianus... , Panormo 1663; G; E FRIuu; Delle y más unida a Dios. que la que seencuentta en toda la situación y la extensión de la filiación
dezze de/la beata Vergine Madre di Dio¡3 vals., Pádua.1666 .. 1677;L. E D'ARGENTAN, ~rl1'1f,prPrlr" adoptiva» (Discours dél'état et des grandeurs de]ésus, enOeuvres completes; 377).
théologiques et spirituelles sur les grandeursue larres SainteNierge, RuánJ 680. 53 J. M. ZAMORO, O.c., 8..
Hijo~;LaJ:haternidad di.;vitiaipértrene.e~,TPlles;).a lastresrealidadés' Signb~ de[ésta;super,exaltáción.sonJos reparos de¡algunos,autores en
podrían. ser mejoradasóntsiqllieraJ.én;virtud del· poder. diVino;' «lál tir; dos de los .títulos ¡aplicados .a ..María:' hermana y sierva; Contra la
hipostática; la bienaventuianza)eterria,.Ja·Bi~naventtlrada ',,''',11"n01 ~""'''~.''.~ canuelitade ¡llamar ~<hermana» aMaría, ,se alza la protesta
cuanto Madre de OiOS»54. ,-",,"'a•. La. «Esnece'sario,abstenerse de expresiones semejantes, y a
Ante esta situación de María, tan trascendente que;. .".LQUa....' Madre de.DioS.deben invocarla sus carmelitas haciéndolo
se transformaríaenDios, Oe,Conveltexclama:<<ÍOh altitud y . ,~,,,,a~Hte con 'títlilossublimes»59. Y DeConvelt termina. su extensa
de.1aMadreUPodrías haber llegado más alto? No podrías, a no acerca de si procede llamar a María «sierva» afirmando'que,
virtiéndote en Dios». Pero el autor puntualiza, enJavorde la térmihosrigurosos, y basándose en la ley natural y.civil, la Madre
espiritual de María: «Sin embargo, la Virgen alcanzó mayor·Q1gmclaCl Dios, por el hecho mismo de ser Madre, no puede ser sierva, ni se la
ser madre espiritual que por ser madre carnah>55. llamar tal» 60 .
Los autores del siglo XVII están de acuerdo en mantener que la Más equilibrados y realistas, Feu~Ardent, Miguel deSan>Agustín y
de Dios supera endignidady.grada alas demás criaturas. El pnnCllpK)'l admiten sin rodeos. queMaría es. nuestra hetmana, además de
dieval de la omnicontinencia .lbencontramos expresado con estra madre y reina61 ¡. Según N igido, el amor que ennosotrosencien~
en esta afirmación de Paciuchelli: María es «compendio y mll::rOCOl;m(DS María debe brotar de su semejanza con nosotros en el orden «de la
ambas Iglesias, la militante yla triunfante»56. Ala pregunta de ~u.a..\.."'a.. de la gracia y de la gloria»: ,
María?», Van Hoorn responde: «María esaquella.quenb sólo ""1"I.,...1A......~;.
sí las perfecciones de todas las criaturas sublunares y celestiales, «Aunque [la Virgen] sea gloriosa y más excelsa que las estrellas, que
además sobresale mucho por ~ncimade todasellas»57¡ los coros de los ángeles y sea partícipe de la.divihidad,·compañerade
Tras este interés por destacar a la Virgen se cierne el grave IJ~LL¡;:;.,,,, Dios y esté revestida de luz, durante toda la eternidad, sin embargo
hacerla salir desucondiciónde.criaturay de disociarla de su HW,UL<"L~ María es hermana y carne nuestra»62 ..
eclesiaL En estosexceses incurren Bérulle, cuando emplaza 'a '!Vi ana
un «orden aparte» i o Belarmino, quien en la línea de Bernardo la Sobrepasando a los demás, san Francisco de Sales considera que los
en una posición intermedia entre Cristo'y la Iglesia:, «María QL.'Ua\.Lac'¡ y lasperfeccion.es.de María no son un obstáculo para su creatu~
medio entre Cristoyla Iglesia58 . y su condición redimida, sino un medio para enraizarla más en su
,W,,"""~LVH de criatura y.de ser redimido:
54.M. P. DE CONVELT, a.c., 8.
55Ib, 82-83: '. '. y fuego extinguido» (M. P. DÉ CONVELT,Tlleatrum... , 10 y 1019). Lyraeus;:eri fin,
56 A. PACIUCHELLI, a.c., 29. que María queda excluida, en cierto müdo, del número de lascüsas creadas, pür .razón
57 C. VAN HOORN, Tractatus moralis de laudibus et praerogativis Beatae Mariae Virginis la ley materna» (Trisagion marianum, 72).
24 canciones, Gandavi 1660,1-2. 59 J. B. LEZANA; Maná Patrona; Roma 1648, 140~14L
58R BELLARMINO, Canciones; en Opera omnia, Nápüles 1860,282; Estáclarü que 60 Esta cünclusión es incümpatible cün el Evangelio, en el que María se proclama «sierva
autüres n.o separan a Maria de la Iglesia pürque, 'comüafirma el segundü, «lacbieJnaventur Señür» (Lc 1,38); pero De Cünvelt, de la misma manera que explicó en sentido metafórico
sima Virgen María es el miembro principal y eminentísimü de la Iglésia» (R. lJ"L.LfU<MU"V. tulü de siervü atribuido a Cristo, así también vincula el estadü de serviciü de María n.o con
gemitucolumbae, en Opera omnia; VII; Nápüles1861, .331). Pero elpeligrü latente condición presente, sinü con una posibilidad natural de ella, en el casü de que la Trinidad
se agrava en autüres cümü' Mastéllüni, que n.o ve'semejanzaentre Maria y las demás hubierapreservadü cün la gracia (Mi B DE CONVELT, o;c., 1009-1012).
(Serrnoni áscetici,V,'Nápüles 1700, .360ss) , .o cümo De Cünvelt, quien sitúa «espacios 61 Cf E FEU-ARDENTlUS, a.c. 1, París 1604, 392;MICHAEL AS. AUGUSTINOi Institutionum mys-
nitos» entre la saritidad:de María y la del cünjunto de lüs santüs, hasta el puntü dé que el libri quattuor, 1. 1, 31~32: En cuanto a Nigidü, cf la cita siguiente.
de lüs serafines, «comparadü con el amür de la Virgen, n.o es amür inflamadü, sinü qué 62 P. NIGIDUS, MARlALE, L. II, 29.
<'<lea, Virgen :esfla>fuáSipqta !(ttlatúta '(le Dios «No, puedb· GonsideFátse,lar Diosa,ntpttedeserexaltada'.por encima
grad6:maYbrqqe' todo;el:r~stb;idef.ir1:antl(¡}fI'ot ;erhe(zh<E)d(~i Qlrl hiéohdioió:h :de.puraGriátNra,ni puede ser deformada por. falsas
creó;en:ella; mucnas Ihás'perfeccioneSiqtH:! !en=elrest0 de líf§. sináquedebe:sernonrada por debajo dé Dios y del Hijo
ras, Y'que ella es más redimida que el restod~dos seres diglh:ísimosencomios;ilocual piensan todos 'los que loconsiguie ~
habiendo sido :redimida ,no sólo del 'pecado;sinb¿ tállllDl.én áeI:;pí mienttaspt<Jcuraron.mostrar a:María resplandeciendo pero sólo
del pecadoeinduso de la indinación al mismo» 63 .• los. rayos de 8risto» 66;

No queda .más que aceptarla paradoja de María,que einbargo~


no todos se atienen rígidamente a esta regla. Autores
persona grandeza y humildad: ,Paciuchelli' o Miguel: de San Agustín llaman «diosa>>' a María,
maticen que hacen uso deLtérminoen el sentido de que María
·«Pariste virgen,· engendraste a tu padre, nevaste en ti a rtícipede:lanaturaleza divina mediante lagraciá67 . Otros, como
vaba;;vacía y plena¡humilde y sublime, pobre y ala vez rica,. Riccardi; alias Padre Mdstro, avanzando por este vidriosocami~
lo que antes de tino pudo encontrarse en n.inguna mujer»64. caen en la' desmesura de engalanar a María con epítetos paradójicos
en un empeño genuinamente barrotopor suscitar el
En el universo barroco, la figurade.:María, a pesar de su :COifiOlrrel y la maravilla:
femenina, sobresale por encima de todas las criaturas, en razón
estrecha relaoión'con Dios,de su excelsasantidady:dé sus tr8lSCleITIj~ ; «La Virgen se halla. precisamente hasta tal. punto entre. Dios y el
tales funciones. Alelevarse sobre el conjantode la.scriaturas, hombre, como 10. templado lo está entre lo caliente y lo frío, que
aproxima a Dios, pero sin sombra de competenCia con Él, :podríamos decir, si el vocablo no fuera: demasiado profano, que
títulos presuponen siempre una subsidiariedad de los, divinos: «La María es una semidiosa. 80mo un Dios creado, se halla en medio
nificencia de la Virgen queda iluminada principalmente por los .de un finito y de un infinito; es una omnipotente debilidad; [... ] un
que proceden de la divinidad»65 i 'Dios renqueante, mediado; im Dios que ha salido. de sí mismo/y se'
Van Lyere, abordando la cuestión, de si pueden atribuirse a :ha mezdado con la imperfección; [; .. ] Dios creaturizado o criatura
los títulos de Dios, ·distingue·entre: los: títubs:incomunicables
infinito, principio y fin de todo.;'.)ylos comunicables (padre, ULW~""L'
p as t9 r, fundamento ... ), losq:mles a su vez son tales de distintos A tales. abusos responde cbn;atinada preCisión Tomás 8ampanella
predicativd,participativo, acomodaticio, por creíble estima. Por esta 1638):
el autor se reafirma en la conyicdónde queisegúnéLusoc:omún:

66 A. LYRAEUS, o.c., 8.
,,67«En este sentido [acerca de llena de graCia]; María es llamada indudablemente 'Diosa»
63 S. FRANCISO DE SALES, Sermon:proríOríééii Sairít-Jean-irkGrévede Paris le jour de l' PACruCHELLI, o.C., 35; «... María está unida a Dios de modo espeCial e.inefable, y se halla tan
de1'année 1602, ehOeuvres cbmpleteS, II; Párís, 1839, 330. que,' en Cierto sentido, se la puéde llamar "diosa". porque ella parece ser por graCia lo
64 A. PACIUCHELLI, Excitationes,364.'Cfiambién.G.'B. GUÁRINI, o:c.; 3-4. es por naturaleza». (MIGUEL DE SAN AGUSTÍN, Vita inariaforme, 52)'.
65 P. DE CONVELT, o.C:, 1-3. 68 N. RrCCARDI, Dei ragionamenti sopra le letanie di nostra Signora, Génova 1626, 56 y323,
«ELllamarPibs'crenque&nt0w,mediadd Y:;¡éJ.ue;ha;salidod~ . wt:esl:av·EaInlJLeru~~.eo:ntl:a~elHndensodeJas algbanzas;heesivasi, .que
'propio d~buf()nes ydé;colIledianttes ,que· aCllmUlaln:;¡I[O(~atJlQS aoc)m:maC10ifi». f'ara la Vir'gen71 ¡.EnJ656 PaséaLcrincaconfinairo"'
culos e impiedades.;Hacen queJaJe ylareverenciase ue:sarréi'} el;librodel~jesuitaRBarry:El paraíso abierto a Filagia, y su devoción
del corazón de los hombres, comosiseesttuvieradiciendo¡ xcesodiigenua72lFinalmente, Bossúet;en el discurso ante la Corte
B.Virgen no. renquease de una pierna,seríaplenamentte de la Inmaculada de 1669, defiende.la.genuina devoción mariana,
aludiendo a la fábula de Vulcano, a quien los geritiles aell101II1:l) combate las' «falsas devociones», como pedirNentajas temporales
Dios renqueante [... ]. La humanidad de la Virgen no está la conversión, o preocuparse de que no se hayan rezado todas las
lizada por una persona.divina, y,.por tanto, no se la puede fVJ.UCULCLo.JdeLRosario, para después saltarse alegremente cuatro o,cinco
Dios creado según la carne oDios mediado .. En efecto, ¿qúe Y""",~T'ln." del Decálog073 .

de Dios se halla en laVirgen? Ninguna, ano ser los dones


exteriores a Dios. Si hay motivo .para poseer esos dones,
todos los santos son Dioses: En efecto, está escrito: ,2. El protagonismo salvífica de María
dioses e hijos deL Excelso". Por eso María ocupará el primer
toentre los dioses únicamente por ·la· participación en los descollar. de la persona de Maria se manifiesta en, una doble dimen.,.
En cambio, el autor habla de manera esencial en el o.J~J.LUUV . la mística y la salvífica. El aspecto místico subraya la santidad de
que Mahoma recrimina a los cristianos por hacer de la Virgen debida a su plenitud de gracia, plenitud que sobrepasa desde el
diosa .. Tal es también el reproche que hacen lÓs.calvinistas. ¿Y:: n'U1CI1DlO ~comoafirman Suárez y muchos después de éFClasuma de
es lb . que los gentiles quieren de. nosotros, sino que aUUUl:aJ;~J concedidas a los hombres y a los ángeles;
la existencia de. dioses creados, cotnoHércules, Venus,. En el orden de la salvación, la Virgen es «1 a mujer mediante cuya
Rómulo?»69. y sublime consenso Dios realizó la máxima de sus obras:
el Verbo se hiciera carne»75. De manera semejante, María cooperó
Aunque el culto a María es aprobado en lo sustancial por modo único en la redención humana con la compasión y .con la
teólogos católicos, no faltan otras reaccioIies.frente a los excesos a en el sacrificio. de Cristo .. Gomoseñala R. Laurentin, eLjesuita
veces se entrega. En 1628, la Inquisición proscribe imágenes y U""'''_L'''-'--~ UCLLLUV Chirino de Salazar (t 1646) «fue el primero en abordar ex~
nes de los «esclavos de Maria», y sigue repitiendo año tras año esta ''''L'CU''U'''J.U.~ y en su conjunto el problema de la contribución de María
denahasta 1675 (tartaPastoralis .officii, de ClementeX)7°; En laredención»76, En realidad, con la conciencia de innovar-como
el obispo N. Coffeteau reclama, siguiendo a Belarmino y a hicieranSuárezyNigido-'-, Salazar se propone tratar de este tema
Sales, que la Iglesia adopte una postura intermedia entre el exceso y . per excursum, sino en serio». El jesuita aborda la participación de
defecto en lo relativo a la devoción mariana. En 1641 el obispo ,-,,-,u<;:;a.
71 cfe. FLACHAIRE, a.c., 142.
n B. PASCAL, Les Provinciales, París 1966 (ed,orig., 1656), 139.
69. T. CAMPANELLA, Censure sopra illibro del Padre Mostro: «Ragionamenti sopra le 73 J.-B. BOSSUET, Oeuvres completes, n, Bar-le-Duc 1862, 670.
Nostra Signora,Génova 1626;56 y 323. 74 Cf los textos presentados por e. DILLENSCHNEIDER, La mariologie' de Saint Alphonse de
70Para el espíritu de la condena, cf el manuscrito Sancti Officii: De sodalitatibus"seu 1, especialmente 152-195.
tatibus erectis sub nomine de Schiavi deUa Beata Vergineimprobandis,et rejiciendis, Roma, 75 M. P. DE CONVELT, a.c., 1.
Casanatense, ms. 2386; f. 64-83. 76 LAURENTIN, O.C., 243.
Maríaen¡¡a,redención¡pofeUhéch~,dééká,ber ,ofreddoys s'á'lcf;1JMaai
todos';al Hijo,:. él cuablepeiteheCla Qnella:salfupol1 rffi~0npa€~'1
potestad» 77; La voluJitad>deMaría'eri
habiíabastado "-'en· una kipotética mdntervencion deb Fr".,.,.o,",~.
que. Jesús, por, obedienda.a la Madre, huBient aceptado
muerte; La teoría de Salazar promociona a María; por;
noce 'un sácerdocio; (excelente ,y supereminente, aunque sin eLBarrócoJfloreceun.járdínde símbolos aplicados aMaría;R.A;
sacramental) que desde la Cruz se prolonga sobretoda'tele n l"''''t''1'cC\1'' ·""u.vLLL·inaugura,esta línea, . estructurandosu libro sobre el símbolo del
la eucaristía. Frf\1nr.,,: Maria, Madre di Dio, trono di Dio (1613). Como hace notar

La actividad salvífica de María continúa en su condición


El siglo XVII acepta la doctrina de san Bernardo acerca de la
ción universal de las gracias, por cuahto«Cristo entrega a su «María será una palmera, y sus 72 ramas serán lós:72u::apítulos de la
toda gracia que vaya a distribuirse a los demás»78. Se hacen res obra según Roberto di Grotta Minerva. Según Lucas da Monteforti,
milagros,' su "«potestas efficacissima» contra Jos .demonios,su hII1CI<:>! María será una casa, y sus siete columnas' serán las siéte partes del
madre espirituaF9 y de auxiliadora misericordiosa: libro. Ella será el Horizonte eón Rde lo~ Ríos, Océano con Riera,

«Asícómo una piedra. preciosa engastada. enel.anillo se


el movimiento del anillo, así también María, estando fija en El listado de libros con título simbólico continúa con la famosa y
el cielo, es, a pesar de todo; .velótísima para 'obedecer a.la controvertida Mística ciudad de Dios, de María de Ágreda (1670), y
divina y para socorrera~ 10sdesgtaciados»80 u las obras marianas del Sandaeus: Uccelliera marü¡ná (1628), Fiare
tico (1629), Luna mistica (1634), Sale mistico (1636), Mundo mistico
,Más aúri.,a,María se le reconocen un dominio, y una jurisdicción (1639), ;Aquila mistica .(1645), . 'Magnetismo mariano· (1645), Orologío
igual¡·a las qlle;estásujeto.elmismo cielo y,.en cierto modo, el _l~t7rr.· (1648). Es'una .verdadinnegable elcqüelosescritorés marianos
Dios: . del siglo XVII usan con profusión el simbolismo. Citaremos dé nuevo a
Guarini, que aplica a.María 59 símbolos; sobre todo tierra,vara,paloma,
,«Si Dios.es rey del cielo¡también,María.Virgen es reina del luna, soL. Por. medio' del simbolismo se entorna la puerta del misterio de
asícomo.aLreino de Dio~ están sometidas,todasJas cosas,así; María sin profanarlo, superando la gélida perspectiva racionalista,que
biéntodas las cosas están sometidas. a María Virgen· [.;.]. Así transforma ala Madre ,de ]esúsen una, suerte de .teorema y fosiliza su
al servicio del reino de Dios se hallan sometidas todas las cosas imagen. hurtándole toda chispa de· humanidad~·El· símbolo; harto más
elocuente que la idea, alude sin mencionar a una realidad recóndita muy
77 E C. SALAZAR, In Proverbiis;I,c.VIII,París 1619 (ed. orig., 1618) 619 ..
,8 C. B. NOVATI, o.c;,206~207. honda y entrañable para quien lo contempla.
79 efE A. SPINELLI, Maria Deipara thronus Dei... , Nápoles 1613, especialmente los
XX, XXII, XXIV Y XXVIII, que se encuentran en las pp. 231ss, 31Oss, 365ss. 81 G.. RGUARINI;O.C., 24.
80 J. DAVID, Pancarpium marianum, 166. 82 R. LAURENTIN, a.c., 225.
354 - MarÚl¡;SlntesiSfCle: va"u,,,,;, Modelo barroco - 355

pero:acecha.él;pelígro,de.que.el síilibolosécen\detta¡en un tiempo que tendía a la amplificación y a la maximización. Elmisterio


y no remita a ninguna otraré:aIida~rAsí;5eneLaño 16Q,,7, S0h"'~.~~·."~ celebrado es el de la Inmaculada Concepción, símbolo de la singula,
los límites admisibles de la comparación con el parentesco,: el de la Madre cle]esús en el orden ele la gracia y de su triunfo sobre
Leone di San Giovanni llama a María «la suegra .de la cruz» y «la De, ahí se pasa a la consideración de María como triunfadora
de .todos los cristianos»83. Tienden a abusar. dejas CC)mpRraC~lO]ne'~ las herejías86 .
forzar el uso del lenguaje algunos autores del siglo XVII, es]:)eCllallln€ La inculturación que consiguió la figura de la Virgen en el período
cuando adoptan el género de la oratoria. Así sucede cdn el aOIhlm(:~ Iflflroc:o documenta la vitalidad de la presencia de María en la vida y
Riccardi, Padre Mostro, que se propone suscitar el.estuporcon el culto de la Iglesia y que atesora elementos muy valiosos (como el
como la siguiente: relacional de María y su protagonismo colaborador en la historia de
salvación), pero no obliga a asumirla y transferirla a nuestra época.
«i Ah, B. Virgen! Vos con vuestro rostro fascináis, matáis las día los valores de la imaginación y la búsqueda de la grandeza son
rías, y santamente envenenáis los corazones de quien os por el interés por la comunidad democrática y por la tec,
¡gU'CUL'.... V'"

que abre nuevos horizontes a la sociedad. Por tanto, aunque


Campanella lucha contra este uso sedicente de las paradoj recomendar tout court con Y. Congar «la necesidad de liquidar la
«mostrarse maravillado>~ y este endulzadas proposiciones barroca»87, no hay que empecinarse en subrayar la dignidad y
efectistas apenas mitigadas con un «casi» o con un «como quién de María, sino más bien resaltar la funcionalidad de la Virgen
remitiendo a la precisión lógica y dogmática85 . el plano de la salvación, su tipología eclesial y su pragmaticidad an,

3. Conclusión marianos, se impone una profunda revisión de los mismos


UCLL.Luaeu

aun reconociendo su relativa autonomía, haga que se beneficien del


EL Barroc0encontró en María un· modelo que respondía', a su histórico,salvífico y ecuménico realizado por el concilio Vaticano IIi
sensibilidad, hasta el punto de que bastaría con los escritos UL<UL'-JLV,_L'<.' cualquier tentación mariocéntrica y aislacionista.
ua.H':'Cluuev

delsiglo XVILpara reconstrUir íntegramente laculturabattoca. El cristianismo barroco, con su honda y sincera devoción a María,
parte,. dado el;desarrollo adquirido por la iliariologíayppda ""'I'-'ULl.U, expn~saaa en centenares de publicaciones, en innumerables actos de
lidadmarialla, no es posible tratardelácultura barroca haéiendo y en sublimes obras artísticas, sigue interpelando a los fieles
omiso de la perspectiva mariaría. todo tiempo, para que no olviden el profundo significado de María
NuestraSeñora«barroca»,que se expresa en el arte y en los el orden de la salvación.
rios, además. de expresarse en la doctrina yen el culto, es el espej

83 LÉON DE SAINT-]EAN, }ésus Christen sonthr6ne, II, París 1657, 117.


84 N. RrCCARDI, a.c., 220. . ' 86 L V ÁSQUEZ ]ANEIRO, El encomio mariano "Cunetas hereses sola interemisti». Origen de su
85 T. CAMPANELLA, a.c., 30 y 39. El filósofo, con lenguaje realista y crudo, juzga la frase sentido inmaculista, en Antonianum 66 (1991) 497-531.
presión impía y ridícula. En efecto, envenenar no se puede entender jamás en. buen sentido; 87 Y. CONGAR, }ournal d'un théologien (1946-1956), París 2001, 24 (trad. esp., Diario de un

si alguien, buscando los aromas, dijera: "Dulcemente os ensuciáis en mi nariz",} (ib,91). [1946-1956], Trotta, Madrid 2004).
c:~pftuldXV

.::doerca de María y de su culto

Cultura ilustrada
' , ' ~ : ,

pasar del siglo XVII .al siglo XVIII, el panorama cultural cambia por
surge una nueva cultura con valores y modelos diversos de. los

como Bossuet al siglo en que se razona como Voltaire. La fantasía


destronada por la «diosa Razón», el centro cultural se traslada de la
barroca a París, nueva Meca internacional de los filósofos, empieza
fraguarse una estética nueva que s~. alej~ de las. formas barrocas, con~
desmañadas, irracionales, inconvenientes.
,
La Ilustración, preparadaporelracionalismo cartesiano, vieneprQ~
<', ' '-:. "" 'o ' ' " ,,: " , , " ,'" ' , ,", ' 1 ~,' , '

por lc;>s paso& gi&ant~scos dados por la. cieJ:ls:iaen los campos de
mecánica, la química, las ciencias naturales y la física. Los hermano~
"U~F.'-"U'_L acometen los primeros experimentos de vuelo, y James Watt
la fuerza del vapor a la máquina. La convicción general es que
método que aplica la razón a la experiencia es el único verdadero y
de producir el progreso.

1 P. HAzARD, La CTIse de la conscience euroPéenne (1680-1715), París 1964, VII.


358 - Maria,sfntesis.de

b.a Ih,lstradón (en alemán, Aufklarung,


ve¿e~ por «Iluminismo» o «período de las Luces»), que se
toda Europa, es definida com~:
antescoprogreso logradoporla ciencia convence del poderorigi~
raciocinio, en. el cualhayqueconfiarporque permite descubrir
«Aquel rnovimiento espiritual e~ropeo que está caracteriiad~'
,lstUI,1\..a.1H..·,ute la verdad. A la luz de la razón se critica el pasado y'se
plena confianza en la capacidad de la razón para disipar
el futuro. El gusto por la crítica despiadada se ceba en el mundo
10 desconocido y del misterio, que entorpecen y oscurecen el
supersticiones, que cree en las hechicerías y en la influencia. de
humano, y para hacer mejores y felices a los hombres,
astros. Representante paradigmático de este espíritu crítico que no
iluminándolos e instruyéndolos, y que tuvo su máximo
ninguna realidad sino que 10 somete todo, incluida la religión,
durante el siglo XVIll»2.
i:I\..OlllJ\_lV dela racionalidad,es Pierre Bayle, autor del Diccionario his~
y crítico (1697). Ala antigua e infeliz sociedad, la I1ustracióncon~
Exaltando la razón, el movimiento ilustrado crea un clima
la audaz proyección de un mundo libre de laignonincia y,.por
que tiende principalmente:
feliz. La panoplia de valores que subyacen a la razón.iluminista
un tenor cosmopolita de vocación universal: progreso, tolerancia,
«A abatir el principio de autoridad (a no admitir ningun
lLlL1VlJ1U. libertad,. humanidad, justicia...
o valor únicamente porque otros lo hayan aceptado ya), a
l,A)m;CH~m:e de su propia autonomía, la razón se emancipa de la teolo~
al espíritlihumallo de la ignorancia, deJa superstición ydelos
más aún, la razón prescinde de' toda revelación. Aun al cristianismo
juicios, a acostumbrarlo a que exija razones y pruebas' de
sitúa en el banquillo de losacusadosj. es reducido a 10 racional, yse
cosa, y a que dé a las instituciones sociales una impronta de
de su acervo todo cuanto remita al misterio. Y, de esta manera, el
nalidad, echando por tierra las que sean contrarias a la razón y
UL-i.\..l'-'I-'CO'Ul"Hl\'J francés, que se. proclama' ateo, se enzarza· en una lucha
naturaleza» .
cuartel contra la Iglesia y contra toda forma de religiosidad. En gene~
la ilustración propone un deísmo filantrópico, mantenido por las logias
~som(:as, en un intento por unir al mundo en una religión universal.
1.1. Célracteresde la Ilustración
Con Immanuel Kant (t 1804) avanza en el panorama de la historia
proyecto de paz laica que prescinde. de la creencia religiosa yse basa
A pesar de ser un fenómeno complejo ydeha.llarse ramificado
el principio de la razón. En su escrito De.la pazperpetua4 (1795),el
los distintos espacios geográficos, la Ilustración ofrece en todas
de K6nisberg afirma que la paz no es un mero. callar de las armas,
siguiente trasfondo' común.
paréntesis que se abre en medio de la guerra, o un armisticio dictado
el miedo, sino «la. terminación de toda hostilidad». Semejante paz
es utópica, sino históricamente posible, siempre que se conciba como
que inspire el ordenamiento jurídico de cadauna de las naciones y
2 G. CAPONE BRAGA, Illuminismo, en Enciclopedia filosofica, m, Venecia-Roma 1957
) lb, '
41. KANT, Per la pace perpetua, Progetto filosofico, Turín1946 (ed.ong. alemana, 1795).
que informe el derecho internacional. Por tanto, es nedesa.ri0
la paz, nO sólo' eliminando los factores que inducen a lagúerra,
la carreta' de . armamentos; sino procediendo a; crea):j;uqa 'some:Gfal "rr<:>r1'f:\n intecntqensancharel (#rcl}loJde las personas que se in~
naciones (propuesta, ya en .17Upor el abad de Saint~Bierre), por laséldquisicignes dentífi~as¡ La máxima expresión de este
una alianza de paz universaL(feduspacís)i ·.divulgaclor. es la' Encíclopedia, que comienza. a. publicarse en
~. Es necesario pre<::isarque, aunque los programas ilustrados hél~
rH.,,,,u~,v omisod~l pueblo,:blanco de su desprecio,sinembargo <~una
1. L2. Antihistoticismo l¡:¡g conquistas del siglo XVIII no consiste tanto en la realizadón de
. descubrimientos, cuanto en la amplia9iQn del conocimiento
Si hay que depender únicamellte· de la razón,' entonces la voz· y los ya efectuados, dándolos a conoceraunsec~or más, amplio»~;
ridaddel pasadoresultanJperjudiciales, dado que. el pasado es el tro de esta, perspectiva se sitúa la aparición de revistas temáticas
del prejuicio. A la. historia. «no'se la considera como una guía periódicos:. en 1702 aparece en Londres eL primer petióc]i<::o .dia,..,
de'autoridadjel pasado no se contempla comoU1ir,modelo.que¡ f el Daily Courant;· en 1710 sale a la luz en Veneciª eL Qiomale déi

imitarse; sino que hay que evitar»5, porque la tradidón no se· ti d'Italia; en 1721seimprime en FrancialarevistaNouvelles
la razón y, por tanto,' es una· rémora para. el progreso. Síguese a la que seguirán el Mercurede :France yel Journal de
un desprecio hacia los antiguos, considerados niños en co:m()ar:3.(
con los modernos, querepresentan la edad adulta del espíritu
(perrault), pues atesoran no:sólo el patrimonio antiguo, sino LULJlU."'''-''

reciente (F~mtenelré). l,aorientación antihistóricadesemboca en .4. Despotismo patemalista


francesa. del· 3: debrumario,que:suprime la.enseñanza de la historia'"
las escuelas primarias, porque esa historia eS5unmuestrariode absolutismo de Luis XIV le sigue en el siglo XVIII unacqncepción
tudy. servidumbre,. cuando la· Escuela debe ser una forja; de .' U-.<,C<-.<Q"", ternalistadel gobierno: el soberano ilustrado y católico no impone
libres. Ebpasadoesel tiempo del esclavo yelsiervo,mientras propia voluntad, sino que. actúa según el dictamen deja razón y
presente es la edad heroica del ciudadano y los pueblos. libres. al. bien de sus súbditos. Típicos representantes de esté despo~
Excepciónllotable al' antihistoricismoreinante esla 'Ciencia paternalista son el emperador José II, María.Teresa de Austria
de G>B.Vico (tJ744), que recupera el valor de la historiámedian el gran duque Leopoldo de Toscana (que luego será entronizado,a
identificación de 'la verdad correl acontecimiento (verumest' vez, emperador}. Apoyándose en el jurisdiccionalismo, intervienen
se opone aL racionalismo cartesiano, protesta contraJa reducción la disciplina eclesiástica y ejercen un control directo sobre la vida
tectualista a que la Ilustración somete al hombre, reivindica el la Iglesia.
de Ja fantasía ydelacreatividad artística, y.revaloriza las
históricas y populares.;

CAMBRIDGE UNNERSITY PREss,Storia del mondo moderno, VII: Il vecchio regime (1713-1763),
5 E. VILANOVA,Storia dellateologiacrisi:iana, III,Roma 1995, 87. 1968,109.
1.2. Tipo antropológico de/sigloX\llll

El tiPo de hbmbtedelsigloXVIlr noésya elhuÍIlilnista,LH~L\"'UL producCiÓn teológica del siglo XVIII, observamos que
no, ni el héroe, sino el filósofo: docto y filántropoinadié U~LL~n.CJ conotiócietta inculturáción crítica en laque asu culto se réfiere;
grado mayor' que él a la' sociedad, disipando las oscurantista.s enloqueataneasu imagen, que se diría refractaria a la'revisión
del pasado con la luz de la razón. El Dictionnáíre de l'Academi¿
10 presenta corno un erudito que no jura pedantemente por
o por Platóhí amplía el campo de su interés a las materias'-'L'-'LLLLJlLcCJ
lleva una vida tranquila según él ideal de una voluntad 1. Rechazo teológico de la Ilustración
la razón. Sobre todó, es un libertino de espíritu, que juzga acerca y persistencia de la imagen barroca
con entera libertad y hace gala de incredulidad enla
los milagros 7• El exponente máximo de este tipo de hombre es tratados mariológicos impresos en el siglo XVIII suelen ser obras de
(t 1778), que se convierte en el ídolo de Francia: escéptico, , ¡'''AHO~'~i<"> y tienen la finalidad de justificar las prerrogativas de la. Vir~
anticlerical; irreligioso y servil, siente sumo deprecio hacia el' y su culto, basándose en la autoridad de los Padres y de los autores
que para él no es otra cosa que canaille (chusma). Los voluminosos tornos dé Van.Ketwig,.Del Moral, Sedlmayr
La Ilustración no dejó de sensibilizar a la sociedad acerca deh . 8
Trombelli coinciden en el deseo de fomentar una mayor devoción a la
ción injusta que suma la mujer en el ámbito de las costumbres y de Madre de Dios. Participan de esta actitud cerrada y de empobre~
gislación. Las damas aristocráticas o de la alta burguesía siguen ""UJlLL'-'JlLLV de la denominada «tercera escolástiCa» (1650~ 1750), incapaz
do las famosas tertulias, con influencias literarias' o políticas; rnrn'n·.; responder a los desafíos de la filosofía y de las ciencias naturales del
el caso de Madame de Sévigné o Josefina Beauhamais, futura . Con una total falta de sentido histórico~crítico, sus represen~
Napoleón. Sin embargo, el verdadero feminismo aparece hacia aferrados al método escolástico, se enredan en cuestiones sutiles
siglo cón El príncipe filósofo (1789), de Olyrnpe de Gouges, de cuyo el fin de combatir a los jansenistas, que atacan el culto ortodoxo de
dimana el documento Déclaration des droits de la femme, presen la Madre de Dios considerándolo indiscreto, indebido e ilegítimo.
1791 a la Constituyente francesa. Contemporáneamente, el Estos autores contribúyenal desarrollo de las verdades marianas,
feminista se expresa en Inglaterra yen Alemania con dos ' especialmente de 'la ,doctrina de la Inmaculada Concepción, queSedl~
históriéos: Vindication of the' Rights of Women, de Mary declara «piadosa sentencia en estado de próxima definibilidad»,
y Überdie bürgerlicheVerbesserung der Weiber, de Theodor Gottlieb y de la Asuhcióh; cuya formulación dogmática el servita Shguanin(t
Hippel, obras ambas que datan de 1792: 1769) solicita aClémente XIII. Estos autores defienden la coopera:"
8 O. B. VAN KETWIG, Panoplia mariana, Amberesl720; C. DEL MORAL, Fans illimis theologiae
scholasticae mariariae, Madrid 1730; V. SEDLMAYR; Theologia mariana, Múnich 1758;0. C. TROMBELLI,
Mariae SS, vita ac gesta, cultusque illi adhibitus per dissertationes descripta, VI, Bolonia 1761-1765.
9 Es típica a este respecto la postura del fraile menor F. POLANCO, Dialogus physico-theologicus
contra philosophiae novatores, sive thomistas contra' atomistas, IV, Madrid· 1714, quien trata de
7 Cf G. SCHNEIDER, Il libertino. Per una storia sociale della cultura borghese del XVI e demostrar que los principios de la físicamodema ponen en peligro el dogma católico. Cf E;
secolo, Bolonia 1974. VILANOVA, O.c., 76.
ción. de María en la redegq:i@rf\/~ll) Í11élt~miclélcli ~Spiti€t:lClhi i,s.U; J.1:)!~~i~cí pO'neén·labiOsd:l~i María ·-';::r~.cursolj.t~r.éliiO'lcl\scªtiM'e::"t~d;
universal. En cO'nsecuencia, a su mO'dO' de ver el cultO' ~"' ••'-'u.v cO'm.O' la sigu.iente: «Sea mi alabaIlzasericillá y sO'btia;·:rto
veneración, invocación e .imitación tíO'?esuna .silllP!e pn~c::;tllCa. i nOé:xc~siy;;:i,if!.p.h.ip~rbólica~~ i (p:;. 3)." María:. pone .en;g\lardi:q.
rogatO'ria, sino una actitudn,ecesaria para1a,sahración .un. cultó/fqrtnaltsta.; y v<;ldQ,que. seQ~J:ltraelF lasidop.acWti~1s;d~
piedad. mariana es,por tantO', una señal de prede,stinación¡él' ~..~"",.".~'-IV preciosQs, f~;~n.las. imágenés, léljnseripción;eIl;GOfiaGíª~.,hY;
ción de que «cO'ntribuya a enmendar la prO'pia vida» y d~. que; penitencjáy las~riedad delcQmPrO'misO', si1i1;.la. CÚClltod~ slevot
vO'tO' la cO'mplemente cO'n O'tros mediO's necesariO's para la esva.na: «por tantO', ningunO' de vosO'tros esper~ qJ!eyO'bagélV;oIY.et
También lO's teólO'gO's que incluyen un tratadO' sO'bre María infiernO' 'amis devotO's para.que hagan penitencia:.0;¡ql:leilo,siclefi~J:lclª
¡ -~ ,,- - , "'

cO'ntextO' de las asignaturas de su cO'mpetencia .cO'ntinúan . . t-.......,iT"r- el.jui<:io a. causa de. algunas áridas. devO'ciO'ncillas>~. (Íl.sI ) . .:t~·0~sédebe
del siglO' XVII, exaltandO' la dignidad de laMadr~ de DiO'SiSU san cr~dito fácil a «histO'rietas» sO'bre pres\iritasélPa.:rieiQn~s;~ni
sus títulO's, e intentandO' fO'mentar el cultO' marianO'. En un vO'l esclav;O's de María, ni. hipO'stasiar.lO's itítulosrÍ11¡:llliaªos~ili.astª,
dicciO'nariO'de G. B.PerazzO', encO'ntramO'sunextensO' artículo puntO' decreer.que la Virgen de Montserrat y lá ~eMontciigl1::p.Q~e~.n
Maria Deipara, en el cual, aun recurriendO' a santO' TO'más de una. persO'nalidad propia (n. 6)! Hay que evitar tOcloi~){c~~o;~l,l;el
autO'r adO'ptala pO'sturadelsiglO' XVII, nO' descalificada ni rrpllgn: m' aMaría, de modO' que nO'result~ más irttensQ, tie.r:n.ciypiO'l~,)t:ígadQ
en absO'lutO' pO'rel espírituilustraciO'nista lO • el tributadO' a Dios (n. 3),ycuidarsede quelaalabí:lm;í:lvaya m'üda
emulacióll:«Deseo que cuantO's me ,aman me imiteN~; (n.,l)')
LO's Monitaterminan cO'n una breve invO'cación.a NHlría,en lacuélLsu
2.2, Una María seria y amonestadora nt~."J(Hn impetra ·a la Virgen que le O'torgue la graciadecoIl9cer,amary
cO'n tO'dO' el corazón a Dios Padre ya su HijO'desucrisJ().Nos~~hª!}
La teO'lO'gía ilustrada, partiendO'delas vO'ces críticas del siglO' an ~'U"IJ<""''''''V' por tartto, 1O's límites del dO'gma católico; pero eltC)I;losevetQ
(preilustraciO'nismO'), propO'ne una devO'ción regida pO'r la razón.. crítico de. Widehfeld -muy diferente del de .las .O'bras de BóssUetó;d~
Es. obligadO' menciO'nar el O'púsculO' de .16 páginas Avisos ')U~UULtU~t:,)A quienes, además de criticar, fundamentan teolQgiQameÍlte la
la B. V. María a sus devotos indiscretos, publicadO' en Gante en 1673 <>",,-,,,,,,,,, a María.,., sO'n6.cO'mO' una amenazadelamismaexi~teIldél,del
el laicO' católicO' Adam Widenfeld, naturgl de CO'lG:mia 11 • tO' mariano, en 'vez de escucharse cO'mo una advertencia eO'ntrá¡Yrta.
ufl·espíritu ecuménicO' y dO'tado de sensibilidad .!=-rítica, cult1.lalanticuada.
sepropO'ne cO'mbatir el culto de María, sinO' insertarlo ene! E1opúsculO'deWidenfeld desata «una guerra de fO'lletos».: alme:nos
bíblicO' y recO'nducir Sll expresión por cauces máscO'medidO's. En publicarO'n cllarenta12 • CondenadO' pO'rel SantO' Qficioen.1614,
precO'niza un cultO' a MaríaarmO'nizadO' cO'n elamorsumO' a DiO's, con encuentraundefensO'ren el eruditO' francés A. Baillet, que escribe;~ii
cO'nfianza en el únicO' Mediador y cO'n la misericO'rdia hacia lO's 1693Ladévotiona laVierge et lecultequelui est díL PerotampO'co~~ste
CO'ntralas exageraciO'nes de lO'~ mariólO'gO's y de la devO'ción tratadO' se libra de la pO'lémica ni de la censura inquisitO'rial, que en 1694
locO'ndena. donec corrigatur, yen 17.01, sin cO'ndiciO'nes.
10 Maria Deipara, en G. B. PERAZZO, Thomisticus ecclesiastes, hoc estS. Thomae Aquinati,
clesiae doctoris selectiorum sacro~moralium sententiarum promptuarium, Venecia 1701,.62.-81. 12 ConsúlteseeLclásico sobre el temaP. HOFFER,.La dévotion a Marie au dédin de XVII' siede.
11 A. WIDENFELD, Monita salutaria R V Mariae ad cultores suos indiscretos, Gante 1673. Autour du Jansénismeeides «Avis salutaires de la R V Marie a ses dévots indiscrets», París 193.8.
2.3. Dhádevodón comedida y sobria buemr;.porte.l::0saa.bogaqaiante,DibSyr«gran)sespejQ;de todas las
'''''1nl.·'O·c'··

''I'u1U'..l\c<"'Nfayuda);a·losfie1es;a..'akan.zar.lasalváción; así como a~<progré:"


Los ejemplos impresos de inculturaciónilustrada,r como ha eneFeamlnodel Señor»!
dicho, son raros; uno de ellos nos 106ttecé el servitaAlejo M. ~:horabien, «aunque es un deber sumamentelaudable el pro11!-0ver el
quien en la Vita B. Mariae V.dogrnatico~critice conscripta y el honor tributado aMaría», no se deben dar alas a una devoción
1772) procede con «método crítico», cotejando todos los t'p.'v-.rr'I:',;·;;C¡i UU'C-UI_'- y desmesurada. Muratori señala que a María «le correspon~
sus respectivas fuentes y negándose a concedercrédit() a los elpeí'donarÍioslbs pecadós; el salvamos» , y que ella es quien manda
apócrifos. También esta obra suscita una acalorada dispUta 13 • el cielo; todas. las .gracias pasan por su mano. Quien sea su devoto
El espíritu de modefación,genuinamente ilustrado, juhtamen puede. condenarse, 'ni severá·golpeado por una muerte repentina.
el sentido crítico,el'buen gusto, el orden y la precisión, se encama ;I;"ecU<~rda luego el peligro latente ,en el «exceso» en la piedad mariana,

erudito de Módena, Ludovico Antonio Muratori (t ·1750). "'i'H.CrlIlJ expensas de la cual languidece la devoción superior debida a Cristo, y
se afana por expurgar de la religiosidad popular todo residuo ese sentido menciona la transformación mariana delas·fiestas cristo~
o supersticioso; y se aplica a la tarea de enctiadratotra vez la lógicas, la carencia de una bteve oración popular dirigida aCfisto con
mariana en el marco de la teología¡la liturgia y la crítica IlIrreglo al tipo del Avemaría,o la recitación de las letanías lauretanas
causa de esta actitud, Muratori se hallará en el centro de una. IJUl.CllJtL\:: el Santísimo expuesto.
en la que le lloverán los pamphlets, las injurias y lasámenaza.s~ Ya Muratoricombate principalmente la devoción supersticiosa y los
obra De ingeniorum moderatione in religionisnegotio. (París .1714), desórdenes introducidos por los ambientes populares en el culto de
ataca el denominado «voto de sangre» en favor de la Inmaculada María y de tos santos (caps~ XXIII y XXIV): la creencia en que en las
cépción,· práctica vigente desde hacía un siglo aproximadamente, imágenes de Nuestra Señora, efectuadas por san Lucas, habite el espíritu
granarraigo'sobretodo en España y Sicilia. En suconvieción'de de la Madre de Dios; la competencia entre las diversas advocaciones
inmaculada concepciónés«una piadosa creencia», Múratoricritica la Virgen, como' si cada una de ellas tuviera personalidad propia; .la
voto que considera imprudente y casi superstiCioso. devoción del escapulario y la medalla, formularia, hueca y despreocu~
Las ené01ia~as reacciones contra su posturalio~impiden a pada de la disposición interior; el portar en andas a los santos, según la
publicar, bajo el seudónimo de LamindoPritanib, Della regolata costumbre de los siglosbátbaros; la inscripciólien las cofradías de los
de' cristiani (Venecia 1747), donde se propone «dar a conoééren ~iesclavosde la Mad~edeDios»... .
consiste la verdadera y' sólida devoción, distinguiértdolade' En la Reglamentada devoción· se percibe el eco de los Manita. saluta-:
devociones que' sonsuperficiales,yhablando de pasada. acerca 14, pero su tono es más moderado, y su lenguaje, más constructivo.

deVoCiones que tienen aparienciá· o sustancia de'$uperstición». Muratori añacle particular atención a la liturgia, mayor sentido pastoral
En el capítulo XXII, dedicado a la Divozione a Maria Vergine úw:,hci'VriCí! y un uso más amplio de la tradición. Quizá por estos motivos, además
el autor reconoce que debemos tributar a la Madre de Dios «un de por la amistad del autor con Benedicto XlV, la Reglamentada devoción
superior al que se tributa a los demás santos»; en efecto, María,
14 Para el ambiente religioso, CfP. STELLA, Preludi culturali e pastorali deUa «Regolatadivozione
B A. M.PLÁNcH, Vita B. MariaeV. dgmatico,:criticeconscripta, Innsbruck 1772. Cf L. de' cristiani», en L. A. Muratori e la cultura contemporimea. Atti delconvegno intemazionale di studi
FOSTER, Theology and Theologians in the ServifeGeríruÍnic Observance; 1636-.1783, Roma muratoriani, Módena 1972, Florencia 1975, 241~270.
ta~orrient€},cFític'a;1dé;ilps} jansenistas . . y¡dé::M l:I.:ri:ltori,fue:ire;tQtrl;ada
SinÍliH~dl0;é~~~0~. ·1"d>l',H'¡~íriodoJde~Pistd~;,l17:86)~t~r~papadq
eclesioldgíá' deb:J2; Tarithurini;(t· 1827) j; 1"or laflabor;:pastor3.t1,de)
Sci1"ione de Ricci (t 1809) y 1"Gr la política reformista~Id dllqtle
Leo1"oldo. Este 1"resenta como base.dediscusión un.documen.tQ
57 1"untos, en d cual Ptoponereívtridica~ioñes·a:tlt6ri.dIhíst1S;erl~lci~
.aClonc~s con la Santa Sede, orientaciones 1"ara eS1"iritualizat: el Fuh(),
c0ntra las ·.su1"erstidories"1"o1"ulares .ycontra¿l.~ fasN()sid¡lq,~
En esta línea ilustrada se sitúa Leolucll.Rolli (1739d:Tl7), un·ulJu, ¡~LL'J~~'V'LL""LLV litúrgicos .. En. cuanto a la 1"iedad:'ffiaria1ila,.;H~sÍI.l0do
Calabria, casi desconocidoend cam1"0. maria.no, que ~"_' ~U' .LLL<LLLL.• a una devoción «bien reglamentada»:quiere'q;ue.la.Virgen
tableespíritucrítico;einnovador en Novello Progetto, osia honrada únicamente .con títulos de procedericia.bíblica, que;eí:i' las
del buon uso delle Litanie, ed altrepreghiere {1 773 }1? En esta; obra;? dejen de eX1"onerse,imágenes suyas, y que sesu1"rimanlas 1"1'0'<
critica algunos tí~ulosde lasletanías lauretanas, como speculum . conexQ.e1"cióntde la.srogati:\ras y ladd Corpus Domini.·
refugium peccatorum, .stella .matutina, .ianua coeli, y propugna. pesar de la rectitud de; sus)ntenciónes y de ciertas sugerenciasva~
esos títulos a Cristo; denuncia igualmente como un abuso el que anticipan eI.concilioVaticano n, como la partidpaciónactiva
las letanías ante.el Sántísimo expuesto, y tacha de «Q1eV()clon.Cl11.as los fides en la liturgia, d sínodo de Pistoya constituye un fracaso: d
escapulario y el Rosario. scc)paao toScano se 01"0ne a él, Roma lo condenacon.1abulaAucto~
Como afirma L Accattatis, la obra de Leoluca Rolli«no fidei (1794),yd pueblo se opone a las, reformas podas que aboga,
acogida muy favorable», y fue blanco. de. los ataques de no eran fruto de la mad'uraciÓndeJa.conciencia comunitaria.
escritores», como Cordopatri, Crocenti, .Guerrisi, Grano, "-'a.~u.\JL Ya en el a.ño 1787 el1"ueblo exige ttlmultuosamente la reanudación
yprincipalmetíte sanAlfonso, quien tilda de<~extravagante» la las formas exteriores de culto; en· d. año ·1796 se forma un bloque
de lasoradones propugnada por el calabrésl~. constituidopord clero y el.pueblo,:contra los reformado'-
y los jacobinos,. y'que será d detonante de la; insurrección de 1799.
15 Para las disputaS muratorianas, cf Q.E Soo MURATOR.J, Vita delpreposto LwJ.ovico de los .milagros de la¡Virgen .en Arezzo en eLa.ñb 1796, los
Muratori, Venecia 1756, 152-204; X. LE BACHELET, Immaculée Conception, en DTC,
C. DILLENSCHNEIDER, La mariologie de Saint Alphonse, I; 85-86;' G .. CACCIÁTORE, LapoLé:m!Cd' hacen dd grito «iVivaMaría!» la consigna para derribar al
sant'Alfondo e L. A Muratori intomo all'Immacolata Concezione,en. Spicilegiul1l y derrotar a la guamiciónfrancesaen Toscana .. Ensu.protesta
C.SS.R. 3 (1955) 107-124.' .. . . . '.. . ...
16. El libro: deLeoluca Rolli no puede encontrarse ni siquiera en las grandes biblíote.cas, la mis.eria económica y las. ref0rmas religiosas, queman el árbol
la Vaticana, la Nacional de Roma, la Angélica y la Casanatense, y tampoco en la
Comunal de Vibo Valentia (queCse llamó Montdeoné hasta 1928), según me Comunicó la libertad en Arezzo y 1"e¡;petran una matanza entre los patriotas, los
blemente en 1990 don Domenico Fogliaro.Tambié!1 es difícil d¡¡r con la obra del fraile los judíos.y los ja:nsenistas19~ Después de. la restauración, se registra
C~rdoni. EÍ archivo general delosFrailes Menores. (Roma) no la poseí¡¡, según me
en 1991 el P. Alessaridro Galuzzi, general de la orden.
17 L. ACCATIATIS, Biografie degli uomini il/ustri della Calabria, m, Cosenza 1877, "-VL·-"-VJ. Cardoni, citado expresamente por san Alfonso. La obra de Rolli no se encuentra ni
18 San Alfonso María de Ligorio, en 1775, en el apéndice a Las glorias de María, Pagani, en el archivo de los redentoristas, seg6n me aseguró en 1987 el padre Minervino, ni
«Breve respuesta a la extravagante reformaiRténtada por el abad Rolli, contraria Roma, en la biblioteca del Alphonsianum.
debida ala.divina Madre»; Con toda probabilidad,san Alfonso no leyó la obra del 19 Cf G. TURI, <,viva Maria». La reazione alle riforme Leopo/dine (1790-1799), Florencia
cual conocía sólo por referencias, es decir, porlacrítiéa ·que hizo de ella eLfraile XII-398.
Mode!o;(¡rftfcb;;;i!ustráciohistá <~ 371

úhincrementddedas ;IYrMticas;dev:atas;~pruelfade E/' tenámenr:irl€j;/asJri1ágénes de NuestdrSéñora'<'<


pensada a l6s, lhimamiehMs'á la;sGbHddad,y ~<ú+-<'r.? LLUU'l..,UJlV quemuevenVos:ojQs'

feh6meno·se.oeseiü::adenaen los territorios pontificios hacia fines


siglo XVIII, suscitando temores apocalípticos y contritos gestos de
25. E/nacimiento delmesmariano 'Íd1"Q'éli"1n cielos pecados.
F\nconaí el 25 dé junio de 1796, se vio varias veces aNuestra
<dé San Ciriaco abrir y cerrar los ajos y< esbozar una sonrisa. En
remando a contracorriente de la Ilustración, se sitúa la ;'~';~<¡~+';TYrl .ccmtext:o dé la fulgurante campaña de Italia del general Bónapatte,
ral de consagrar el mes de mayo a<María. yo impetuoso avance amenaza los tetritori6sdela Iglesiac0!l' sus
El jesuita A. Dioriisipublicaen 1725 el folleto Ilmesede J\/''-'.,.,,-,<.,,< tU"-"""-'" «convertidos en bárbaros tanto en las costllmbrescomo en la
mese di maggio consacratoa Maria, con esercizide vari fíari di virtu , los gestos de las imágenes marianas son vistos' como' «una se~
ai vari devoti de Leí (la obra conoció 18 ediciones en el curso positiva, amparadora, yasí los interpretan efectivamente los testigos
El Mese di< maggio(1758) deE Lalomia,< que contiene '-'Vl"'''.11:;1C1'-'1'' )re~;en.cu;lles»20. Sigue luego un proceso canónico formal, sobre cuyas
sobre la vida; los privílegios ylasvirtudés de María, alcanzará «poseemos ya ahora una nutrida documentáeión»21. Dé esas actas
sexagésima edición, deduce que la población de Anconapasó del miedo ante el fenómeno
El más Jamoso mes de mayo es sin duda alguna eldel:R M sentimiento de seguridad, porque «la voluntad de "leer" los milagros
publicado en1785 y enviado por el autor atados los obispos de un sentido protector era evidentemente demasiado fuerte». Sin
Con un estilo <sencillo, propone para cada día una breve LU'--UILCl"l'UU.! no faltan predicadores que interpretah el prodigio en sentido
bre una verdad cristiana, un ejemplo práctico para ílustrardicha y apoacalíptico:
un propósito patticular .(ofrecimiento), llnainvocación (jacula
finalmente, una estrofa de un cántico mariano. La devoción a «Previendo castigos y azotes si los pecadores no se convirtieran de'
es presentada en función de la vida cristiana: si esta devoción es todo corazón a Dios. Enuna palabra, con la protección concedida
poaerosa, dulce y tiema, será también util y necesaria para por Nuéstra Señora, los habitantes de Ancónadebían colaborar ac~
y perseverar en la santidad: El meS de máyo termina con la tivamente, cambiando sus costumbres morales y religiosas>~22.
«ofrecimiento del corazón a María» .
El éxito de esta práctica en el mundo católico demuestra su Viene luego lo que RenzoDe Felice llama una «ola ele milagros»23,que
con el sentir populardel~ agro, muy apegado al cielo de las "'-'L.U".LVL<! ,uu,LLu.u.los Estados Pontificios principalmente durante el verano de 1797,
aunque deba lamentarse su falta de relación con la liturgia, con la
bra de Dios y con la sana crítica. 20 M. CATIANEO, Gli occhi di Maria sulla Rivoluzione. «Miracoli» a Roma e nello Stato della
(1796-1787), Roma 1995,41 y 29.
21 lb, 34.
22 lb, 54 yS5. .• ~
23 R. DE FELlCE, Pauraereligiosita popolare nelIo Stato della Chiesa alla fine del XVIII secdIo, en
giacobina, Nápoles 1965, 291-292.
cOll1pr~l').cliGfaiRill1tp,i, ~doDqef~l,¡;2Q;cl~.0j:uliQcle¿t79Q¡ tirí;a 1ifuagén. "Ebéncuentro.delasJ.culturas'barro«ta;'crítica'
en la iglésiade San. Jerónifrib moviólá.sp,~pilªs,.En'l~,0:maiih, y popular; ene San; Luis·María:de.'Montfort.(f 1~16)
eclesiástica reconoce', que desde los años 1796~ 1797 .unas 26' ' y en sani ·Alfonsb:Mar(a,del,igorio(t.118'7)
de la Virgen, dehs c:ualesonce.~ranpequeñas.tallªscle
hanmoyido los,ojos. producción marIana de los siglos XVII yXVIII, solamen~
Entre las «Vírgenes que movían los ojos» -comQs~ expresa libros<han llegado hasta nosotros, a través de 'una larga serie de
en 179924- se ,encuentra la Dolorosa de laiglesiade San u.oo ....."'. LV en muchas· lenguas: el denominado Tratado· de la verdadera
c:á,ngel" en Rovigo,>que a partir dellde m¡lyo:deJ8.95 rn,ueve, a María,' de san Luis María Grignion de Montfort, y Lasgforias
ante un? sqcesión detestigos25 , ycontinuaráhac:iéndolo, si de san Alfonso Matía de Ligorio. Este hecho no se debe úni~
frecuencia decreciente, hasta el año. 1900. Maríalnglese, 1"\r\"t-P1MA1-rn~ a la santidad de sus respectivos autores, ni a lo acendrado de
sor Dolores, l,lnaseglar p~rteneciente a la iOrdenTercera de 'V".•"'c.!'8! expresada en ellos, sino a la feliz síntesis en ellos plasmada de tres
de María, empieza a madurar la idea de dar adecuada turas (barroca, ilustrada, popular) con: lo que sus autoresconsiguie-'
j

digio. ofreciendo; «reparaciones también al. Corazón cloloriclo de· trazar un cuadro muy equilibrado de María y de su culto:
Santísimaporlas ,continuas injurias que también ella recibe».,
aqueLmorn,ento.se difunele en Rovigo e irradia mundialmel)te .
de, la reparación, conlas práctica;; que la caracterizan; 1. E! «Tratado de la verdadera devoción aMaría»,
Situado entre losprodigids análogos de Ancc)lia y de Rovigo, de san Luis de Monitort
mini (1850) viene adornado conciertas características ¡JC:'';'UJ.l<11
participando en las interpretaciones de ofrecer seguridad y de La·perspectiva popular
reparación, este prodigio tiene un perfil propio no reducible a
muy significativas que sean. En el último movimiento de los ojos algunbsestudios recientes sobre Montfort en cuanto
la.IIle,dtanoche del lO de diciembre de 185Q, al escucharse las de culturapopular26 , H. Bremond loincluyóenelpanteóri
,!\C\.UCl\..lV'

deja Salve, Regina «vvelve a nosotros esos tus ojos los genuinos maestros espirituales pues, no limitándose a meter la
ojos de.Maríaseestremecen al escuchar lode su rnisericordja, de la crítica en la mies del culto mariano, se preocupó por elevar~
participación en la misericordia infinita de Dios, de quien procede a las cumbres de la mística y en afincarnos en el más estricto de los
bondad de las criaturas.' Los ademanes mismos de la imagen -con
ojos elevándose al cielo y las manos cruzadas sobre el pecho-
Dios, dador de gracia yde todo bien.. «En su tratado'sobre1a Verdadera devoción a la santa Virgen; la devoción

B. MANDROÚ, Montfort et l'évangélisation du peuple, en Rencontres Montfohaihes,ll


24 Citado por M. CATTANEO, O.c., 198. ) 1-19;L.PÉROUAS, La piété populaire, au travail sur lamérnoire d'un, Saint: GrigniondeMon-
25 G. SICHIROLLO, Esposizione storica e studio critico sul movimento degli occhi dell' enAi::tesdu 9ge Congres national des Sóciétés sávantes, Besangon 1974, t. 1: Piété popu/aire de
che si venera nella chiesa di S. Michele in Rovigo, Padua 1896 (publicada de nuevo en Oél nos jours, París 1976, 259-272; S. DE FlORES, Grignion di Montfort e la spiritualita popolare,
edición con el título de Il.prodigio dell'Addolorata .di Rovigo, Rovigo 1995; M. M. Vita Consacrata 16 (1980) 352-366; M. BOSSARD, Il carisma di Montfort nel suo tempo: media-
rAddolorata di Rovigo. Storia-culto-spiritualitél, Roma 1995). tra cultura colta e cultura popolare, en Quademi Montfortani; 1 (1983) 86-96.
de las élites de'lás fúentes,;bas~u;loei:fuhptecioso€ahi~f;aetiotes;iJ:l7üeba
llnaen la ,otra, 'y, c:oti$títt1Yen,ü:na~predosá obra ...... r"'''''·......" ",,,,,,1,,,",,,, sólo·.corio2eaPoiré,¡Barry, Bb'udoclkoMRíds; citadospdrek(V®
se sabría deeirsi'd tnásberulliahaquepopularo. ;159; 16t) ;o:sino tambiéJja;Spinelli,:D'.Argentan,·@reflierfiCra$~
Bóissleu,·Nicquet,·Bernardino'.de·París,·Camus;:..}~;·Así~qlJ.e~·í:l0'tes
Tanto la cultura barroca como. la cultura crítica¡lacuaLse endTratado~.la;<f;Jerdaderadevoci6n 'aMaría'reC0tfOZCam@s
en laprimerá modificándola, han quedado ClULClLJ~ClLJLLCl\.'Cl':F o menor .medidaxasg0's barrocos:
popular de los. «pobres» y de los «sencillos», a quienes IYlC)llt:t01CU.r( amplificaciónttoncepto clave de·laculturabarroca;'sejexpre~a;:·so;;
su Tratado sobre la .'Verdadera devoción a la santa Virgen (VD .26). en el hecho de contemplar la devociónaMafíacomC5~uri'téma
natario determina el perfil de la obra de Montfort, quien se U.L".LClLL" entidad propia. En efeeto;Montfortriose tontenta'cotf¡nablar¡.dé
la.voluminosaobra de Poiré (VD 28) y también del lenguaje Señora per transennam odemodo'incidental en ottosto:i:ü:extos
contemplativo. de Bérulle, .así como del conjunto de "'''_L''''J'', .sino que le dedica un libro entero, bien estructura:doFY'arti~
por Barry, .yen su accesible Tratado aúna principios teológicos . -al Tratado le seguirá El secreto de Marlá-;En él,'Montfórtúton1a¡
devocionales,profundidad de actitud y devoción .exterior. punto departida la situación de la Iglesia acerca del1a. devoción
Montfort adopta también las claves de la cultura popular, y nos hace notar su difusión y¡ al' mismo tiempo, la exigericia:
do la devoción a María como «un secreto», una «piedra tll()sotal»~ mayor conocimiento de María para que Cristo reine en·e11ril.:ihdo
hace con un designio eminentemente práctico, como una .1~ 13). Luego hace resaltar el designÍo trinitario (VD''l4-,36):Zle1
y eficaz (SM [Secreto de María] 1,20; VD'11, 248; 264; 152~ de Dios, que «quiso comenzar a finalizar sus más grandesobras;pot
tasin demasiada exigencia crítica relatos e historias edificantes del de la Virgen María (VD 15)29, ydeduce de ahí que;envirtud'de
del pueblo (VD 42). Recurre a imágenes y comparaciones prC>PU1S'(¡j ULl'_LVU de María en la historia dela salvación, la devoción mariana

sabiduría popular (VD 78, 82, 147, 1Sl). Montfort cree en el necesaria a los hombres para que alcancen su último fin;> (VD 39).
que no le ofrece un cristianismo depauperado de fácil digestión, na vez asentada esta convicción, Montfort se preotupadesenalar
espiritualidad cristiana orgánica y completa, centrada en la UVHCl',-,'V. la recta devoción a María (VD 105~ 1l0)debe encuadrarse ene!
la vida entera.a Cristo por intermedio de María (VD 120~ 133). unto de la vida cristiana (VD 60~S9Yy hade excluir toda actitud
(VD 92~104).
Montfort, en un proceso de exploración de lo máximo posible (VD
3.1.2. La herencia barroca S), trata de hacerquese abrace la forma ,«mejor y más santificante»

Peto' si .en la, perspectiva popular se funden los .diversos 28 Para un estudio sobre la formación de Montfort en el contexto de su épocá,cf S. DE
tradición mariana (y no sólo Bérulle), es preciso acotar el ltinerqrio spiritua1edisan Luigi MariadiMontfort(l673~1716) nel periodo fino, al sacerdozio
1700), Dayton (Ohio) 1974, 1-300, especialmente el capítulo X, sobre la devoción
cance de tales influencias, comenzando por la barroca. Es verdad 204-222.' . .. . .
de la espiritualidad de Montfort, Cf al menos S. De Fiares (ed.), Dictionnaire de
formación de Montfort se pasÓ principalmente en libros del siglo montfortaine, Ottawa 1994; Montfort, «teologo di classe», en Theotokos 6 (1988) 561-
CORTlNOVIS-S. DE FlORES-E. VIDAU (eds:), Spiritualita trinitaria in comunione con Maria
Montfort. Atti del8º colloquio internazionaledirrtariologia, Roma 11-13 ottobre 2000,
27 H. BREMOND, Histoire littéraire du séntiment religieux en France ... , IX, 272. 2002.
dé ladevociómaMaría,¡ycáellad€cdjcaJa:ma'Y0r,parté .dé .su abism()!impene'trable!>>:i(VD 7?; Cuandoie6ilsidera luego. que María
12Q~273);¡Elautor ideritifica1aperfé<Eta:de'foGi0n~a . 'LU."'U.~.VH\
L' una digna Madre de Dios5~y la adtítudde;Mol!1tfort.setoina.apofáti~
gración'áCriSto,.que consiste «en; efitregatseenteram~ntéána' «¡Aquí calle toda len.gua!» (VD 12). De esta excelencia se deriva lo
Virgen para ser totalmente deJesucristo porníediodeella:~> Maria numquam, satis» ! (máxima que aparece con caracteres tres
A estaconsagracióm la denomina ~<esclavitud de amor» '. mayoresabcomienzo delTratado, IÍi 10) ,en el· sentido dé que es
tal esclavitud le da un giro teocéntrico en comparación con. eCE~Sall1.o.fomentar~<1as alabanzas; el·.respeto, el amor y el servicio» con
sores3Q íprefiriendo dedicidamente la fórmula cristocéntrica a la Virgen (VD 10)31.
de Jesucristo. en María», a la otra fÓffilulamariariade«e~;c1::lVIlH El propósito de elevar a la «Virgen singular y milagrosa» (VD 35)
la santaVirgen~>(VD 244~245}. La originalidad de eLresto deJos santos, ya implícito en d hecho de subrayar: elca~
cuando, superando la·. terminología de ·sus ·cont(~mpOral[le()S, pI~e: único de María (<<Solamente María ... » se repiteeríVD44A5), y
sil propuesta espiritual como «perfecta consagración a se confirma cuandovenioscómo Montfoitllo atribuye a.laVirgen el
medio de las manos de María, es decir, como «perfecta de «hermana» ode :«miembro de la Iglesia» ,queda.atenuado; no
los votos y de las promesas del santo bautismo» (VD120~ 126).·c te, por la circunstancia derecálcar lacreaturidad de la Madre de
Mo.ntfort expone, deforma más brillante que sus pn~dE~ceSOI:es; además de su condición de «sierva delSeñor»~VD 7.2); María 'es
modo de' espiritualidad énsus motivos .(VD 135~ 182), efectos «simple criatura salida de.lasmanos del.Altísimo»(VD 14); no po~
225) yexpresióhes (VD226~265Y. En particular, se ocupa cón nada «de excesivamente grande rii de excesivamenteesplel1.doroso:
de las «prácticas. interiores muysantificantes para aquellos a a ella es ver nuéstra misma naturaleza»(VD .85). Esta amalgama
el Espíritu Santo llama a una.elevada perfección» (VD.257), contrarios empuja a Montfort¡' como a otroscóntémpóráneossuyos;
exhorta a que María sea el horizonte continuo de las propias al género paradójico: .
cómo queda expresado enJa fórmula «por medio de María, con
en María, por María» (VD 258. . 265).
No se conoce el origen del aforismo De Maria numquam satis, que a menudo se cita in-
La búsqueda de la. máxima ·devoción a María no podría ser más "U"'U<O"L<O paraafitmar que Maríaesuittemaque jamásseagbta¡Sobrela[basedel estudio
M. KÓSTER, «pe Maria nU1:nquam satis»: Wer fand, .was. bedeute( diese Formel?, en Mater
cita en todo el tratado de Mofitfort, quien preconiza .una u __."
LVLLL«].
fideliurrí: Cóllected Essays t~ HonorThéodore Kohlér... ,ériMarian Líbrary Studies 17-23
ritualidad completa e intensa donde las haya (VD158~168; 179.. 1 -1991), 617 -63 2, result;:¡ qUe elcontenidq del proverbio,esanriguoporque se remonta a
Padres e indica que no se puede alabar suficientemente .a María, porque es la .Madre de
Enlo.que respecta a la grandeza de María, Montfort no le Inie~tras'qU:e la fórmuld es relativa'inente fedeÍltei y no hay testimonio de élla: antes de
elogios~'«excelente obra. maestra del Altísimo» (VD 5),«mundo.de . Además, se apr()xima a ella paradójicament~ la frase de. Lutero: ,«Creatura Maria.non
. laudar¡;, (Charlas dé sobremesa, 25-3~1533r A. RUM; '<;De Maria nuffiqudm satis»: un
grande y divino, donde hay bellezas y tesoros inefables» (VD 6), «la cerca di autote .edisigtlificato, en The6tokos 2 (1994)i 2, 163~ 167,se adhiere a:lparecer
Berthelot, quien>~l presenta: la obra de J. B. fO~A Elucidari~mDeipar~e, Lyon 1627,
perfecta yla más s.anta entre lassi¡npl~s,criaturas» (VD 157) ... «De beátissima Virgimi numq'uam satis 'digñe) dixáint Authores.:.;, . Podremos a:ñadir que
dones y las virtudes de María, el autor,'llenó de asombro, exclama: se encuentra. de forma semejante eIl A. MASTELtQl-lI,~ duesalutazioni, II,Nápoles
parte 1,. p. 230: «De dilecta numqU{lm satis», y qu~ tiene antecedentes en lfi antigüedad
altura incomprensible! ¡Oh amplitud inefable! ¡Oh grandeza sin En efecto:·«Así, en las exequias dé Efestión; gran amigo del 'mismo Alejandr6/un
elocuentísimo sobre todos reuni6.todos los coloresretóric?s~nestassolas pal¡¡bras: De
numquam satis» (C LABIA, Simboli festiviper le so/emnitáprinclpali diChristo nosiro Signare,
30 Es «la constatación histórica importante», puesta de manifiesto por R. LAURENTIN; Beata Vergine Maria,degli apostoli e d'altri Santi ... ~ Venecia.J698, 65) .. Con anterioridad a
seu/est ma tendresse. René Laurentinprésente L. M.Grignion de Montfort. Le Secret de autores, Erasmo (t 1536) habla de una conmemoración cotidiana «numquamsatis laudatae
vie-son expérience spirituelle-sa théologie-son actualité, París 1984,47. Matris» (Exomologesis, en Opera omnia, V, 1 5 9 ) : ' . ,
..... ;·«El AJtísimo ·descencliÓJa..nosotros ·dé·.!maneraperfecta· {mbo!o:}:)anF e~i(Ptes¡:lr.Ja;realidadde· María~ Enelflhxtddose cuentan
'. '·medio .deJahumildeMama~>.(VD 157)" menos 80Jsímbolos¡c0l1 ;lbS que éhpresenta a Maiía' de m0dü
ycoIléreto, deunamanera estimulante pata la imaginación y rica
«Así debía ser enrique<;:ida,exaltada.y honrada por·et~J.t1:smK María es templo, trono, estrella, árbol, porque. eleva hacia
lla que, durante toda la vida, quiso ser pobre y se abajó Vi N>"",,,,,,,,, (dominante de. ·laverticalidad) .. Es serio, arca, vaso, paraíso terrenal,
incluso en el abismo de la. nada. con sentido de profunda ueesmaare que acoge en la intimidad (dominante de la nutrición).
(VD 25). ·'¡'11'Yn11nA. éanal y puerta, porque es una vía. que conduce a la madurez

del camino). Es; finalmente, aurora, luna; tierra, molde, porque


A. pesar de la condición de inferioridad de la mujer vida renovada (dominante del ciclo). Montfort prefiere los
glosXVIIy XVIII, Montfort insiste enla función activa de de. la nutrición y del camino, mostrando en María a una.madre
orden místico y en el salvífico. María es «el mayor milagro de ¡ogc:dc)ra, no posesiva ni absorbente, .que nos alienta á perseveraren el
de la naturaleza y: de la. gloria» (VD 12). Colmada de la;gracia espirituaP2;
píritu Santo, «fue creciendo de tal manera de día en día y de)
en momento en aquella doble plenitud, que llegó a un grado
inmenso e inconcebible» (VD 44). «Modelo perfecto» de La influencia de la cultura crítica o preilustrada.
46, 260), María es «entre todas .las criaturas la que más se
Jesucristo» (VD 120}. Dócil al Espíritu hasta identificarse en conoce a los censores de la devoción a' María, .y aunque en
medida con éL(VD 258), María es ejemplo y maestra de vida modo se siente continuador de Widenfelden VD 64 y 93,94, se
es un «vaso enteramente espiritual y morada espiritual de las de marcar. distancias respecto de las «mil. falsas razones de ellos
espirituales» (VD 178) y «la formación y la educación de los críticos]» (VD 64) y de su actitud, que «hace un agravio inmenso
santos [... ] quedan reservadas a ella» (VD 35). devoción hacia la santísima Virgen, y con el pretexto, de destruir
Resumiendo páginas. semejantes de Poiré, vemos que ,-,,-,,..,vc, alej an realmente a las almas de esta devoción» (VD 93). Sin
ya la cooperacióüde María.. en las~lvación como «reparadora del admite que «10 que ellos van dicienaoes verdad en cierto sen,
humano, mediadora. de los hombres, exterminadora de los ~UL-Hl.L-¡:'V
,
(VD 94), y por eso. no deja de atender, sus observaciones cuándo
Diosyfie1 compañera de las grandezas ydelos triunfos divinos», entiende justas. Ya había obrado de modo similar siendo seminariSta,
Tal coo¡)eracióncomienza coh e1coIlsentitniento dado ala sus condiscípulos 10 acusaban «de hacer de la Virgen Santa una
alsacrificio'de Cristo. (VD 16. 18), Y prosigue con la generación HHua,,",, o también de apreciar o de amar más a la Madre que al Hijo»

de l()s hijosde Dios YladistribuciónuIliversal de las grac#s(VD Blain). Él-como atestigua su Cahier de notes- modifica el centro
33). La personalidad;delaVirgell Yi a la vez, su protagonismo a interés en sus investigaciones, que pasan de Maríáá Cristo: toma de
colaboración hallan feliz síntesis e~ la, fórmula «[María es]. fin pveu ocho motivos para amar a Jesucristo, extrae de Saint, Jure y de
ambiente misterioso y medio fácil para encontrarnos con Cristo»(VD autores. algunas. notas sobre la vida de Cristo en.loscristüinos y
Al contrario de 10 que ocurre con la cultura racionalista,' que
32 Cf S. DE FlORES, La figura de Maria nel «Trattato della vera devozione», en Miles· Immacu..
por medio de ideas claras y distintas, Moritfort recurre con 19 (1983) 1..3, 50~68. . .' . .
sobreJaoradóninf'Ghrisio ehper\ Christum,' ytránscrÍ:b~ la"()racíé)1).~ em;;[!750" ·Esta~pbra;i se·lia·definido;:e0rn.0,)~zuh¡.i~6aig€x;d~
Agtlstín'a .CriSto; querecogerá.ell VID 16 7" N d.rdm.incia a' :dmfianza».i·YJcom€F.elHibro; de. los . «numlldes»!Ad 11a 6bra e~tá
mariana; . perolaentíendt:; en·davede relacümalidad;. a:los«clevotos» 'eng~neralrademás: de 'alos?prédicaclofeS;.eonla
los cristianos. puesta';«err'elprovecho' del(kplÍeblos>~¡ sPoreso,: tras.expon~rmtia
A partir de.su confrontación con'la cornente¡erftica:'.",~Gono( UU.l1Q.'UQ..Y~I:UQ.U mariana y ae.apunfalarlgcon abu17ldanciade;:ciitas;
menos, a través de Grenier y de Camus-:-¡Montfort se "'-"'''L,,''~'L,.U <.. UL\o'LL"V· la'ilustracon úrr ejemplo.y la remataeon.una;6r~Hlon.:La

de la primaGÍa¡salvÍfica de Cristo, dejos abusos enla es. una especie .de teología narrativa y orante,que gozarád~:'gra!l
del rigor y lapredsióncon que se deben atribuir títulos. aLQ.}J'."""" entré et pueblo .. Acepta. relatos maravillosos·e.im7erosímil~sl
Jesús. Todo esto. se encuentra reflejado en el Tratado;:que,. queescarba.en pos de su .significado .. (':oncedevaloraksensu~
mulo ;del ambientepreilustrado; .carecería de las magnífícas para asentar la verdad de la Inmaculada.Concepción:¡(parté;~Hf
llenas de citas bíblicas, relativas a Cristo' como principio y ~L<C'i!
.LLU.• ",,,,,.<.,,....,1). Responde a las expectativas delos.fieles preséntándci>les'urla:
toda devoción (VID 61-67), Y no contendría la afirmación de laVirgen.viva y activa, la·«hacendosa del Paraíso~> '(parte.l,
cia existente entre IDios y María, la cual, «comparada con tan JI), que interviene. en la vida de los pecadoresipara.:sacarlbs~de(l9:,
majestad, es menos que un átomo, o mejor: no es y conducirlos a los sacramentús y a. las6brasdecariclacl~
porque solamente Éles:Aquelquees» (VD14).El título mismo la relación personal con María, donde se entte tej en 9ración y
tenía probablemente carácter cristo céntrico: «Preparación para prevalece sobrelaimita'ción: «La primacía de exceléncia)~ice]1l17l
de Jes).lcristo» .(VD·227). omenltafllstsl-"-' corresponcle al culto mariano de imitación; Ja'primqcía
IDe la exigerida crítica,. MOIltfort deriva su denuncia contra importancia, desde el punto' dé vista de la salvación, coriéspomhf,al
devotos de María,. en particular contra los. presuntuósos;>a.r1111IpnAi .de invocacion;>34..
crepacon encono. (VID . 97 -11 Q) , 'y precisa con rigor teológiCo et En vano se busca en Las glorias de María una espiritualidadest!'uctu.;
exacto de ciertas aseveraciones, como el poder de María sobreIDio~ comoJa propuesta por los escritores franceses debigloXNH;:.pero
mo (VID;27), la necesidad hipotética de María (VID 39), ola función espécíficade. María es patente . en todas .las págirtas,:.y estaS17l0
mediación de Cristo yde ;Marfa (84-85).; .. otra que señalar al cristiano el itinerario espirituaL que debe rec:0rred
•':Atravésdel triple: impulso cultural, Montfort alumbró una' . ·yel distanciamiento del pecado (parte I, c: 1, § 4; c; II,·§
de Maríaysu culto rica y fecunda, que marcará con su impronta , la: victoria sóbre las. tentaciones(c .. ry,§ 2),lap'érseverarrciaenla
tualidad;y:.lapastora.l·marianas a. partir del·hallazgo del Tratado en (c. n, § '2): Yi finalmente, la entrada en el. cielo (c¡ VIII, §.3)~;
San Alfonso recurre ampliamente a la mariología barroca, utilizando
«innumerables libros que. tratan de· las glorias de María» (introduó
3..2. «Las glorias de María»f de sanA/fonso.M~deL , así como las obras de Paciuchelli, Crasset,.Poiré, Spinelli, Micho~
.SegnerL.Aceptadeplenóelprincipio .deJa amplificación de la
En plena corriente popular se incluye también san Alfonso . de María, fundamentada.en.sltpreeminencia como Madre d~,
UU<A-LLL,U

obra, que se convertirá en la obra' mariana más difundida de


33 C. DILLENSCHNEIDER, La mariologie de saint Alphonse de Liguori, I, 253 y 259.
los'tíempos, Las gl()rias de María, cuyoS'dósvolúmenes se 34 lb, 372. ' . .'. ..
38.2

Dios:2;.<<J:i:staVirgembienay-enturadaes. tan' grandé y:slÍblime,.qúe:


más se la alabá.,tantoJmás. queda: flor' cua.UCU:LC_W
CapítültfXVI
«en ordensuflerior a todas laseriaturas» ¡' por" cU.anro como
Dios pertenece' en cierto modo «al orden hiflostático»
María «es la criatura más grande, la más.ex€dsa,lamás ~.. "~~.L_"
I, c. VIII). Pero san Alfonso tiene predilección flor los aSfleCt0S
que ejercen una influencia directa y actual sobre los fieles;
flroflone «generalmente [... ] hablar de la gran fliedad de mujer privilegúuIay definida como Inmaculada
floderosa intercesión»' (introducciqh); .De. esos. títulos se
cesidad de recurrir a María ydevenerarla (san Alfonso
el término «adoración», ensentidoamfllio) «con todos los atelGtQl
corazón» (flartel, c.V). El simbolismo también se halla'I-lH_" ..... Hl.'--."-
glorias dé María, que llama a esta nave, árbol,.etc., aunque no
característica. más señalada de la obra.
Este «flobre libro mío,' que ha. sido objeto de contradicción»
Cultura del siglo XIX, entre 'la restauraCión, ,
autor~,no flodía eludirJa controversia con la corriente crítica,
el'rornal1tidsrnoyel'liberalismo
da por Muratori y.sus eflígonos, como el abad Rolli. San Alfonso·
flolémica·directacorr ellos y, aun admitiendo que el primero
(Siglo XIX \eurofleo representa unaéflocádécontnístes entrerés~
mucha fliedad y doctrina acerca de la verdadera yde la falsa
y revolución, tradicionalismo y liberalismo, r~manticismo
y es' aflreciadoflor él como «flersóna célebre en toda Eurofla»,
tración; La unidad cultural se halla expresada flor Lortz como
noacefltasu tesis contraria a lacnecesaria y universal mediación de
·enlá. .ausencia b pérdida' del «elementÓcentral católico,
(flarte T,c. V). Sin embargo,· el eSflíritucrítico ejerce. también
tiano, religioso» yen una «a.ctitudautóI1omaY subjetivista»;bajo el
benéfico sobre el salltodeLigorio;. flor cuantoJe obliga a flrecisar
del fiagrÍieritarismo más que de lacohesión>,Í .Sí flenetramosmás
do de los títul~s marianos, a .findé flreservar la fJrimacía de
UU"ULL~LLO_~ enel'esflíritlidelsiglo XIX,flodremos cafltar eh losacon-
Alfonsoflrecisa:«Avnque confesamosque]esucristo es el único
históricos y en h{suéesión de losmo\rimientos ideológicos
de gracia»; María eS «esfleranzanuestra» no indeflendienrede
continuum que actúa como denominador común, flredomina sobre
intercesión de María es necesaria, «no ya flor una necesidad dU"'VLU.La'·1
orientaCiones' y caracteriza' a la época éJúe'estamos examinando:
sino flor una necesidad moral»; se imfletra a María «j sálvanos!»
errLPeno restaúrador.
ella nos conceda la gracia. de la vida etema... (flarteI, e V).
Precisamente flor. esta flresenciade diversas. culturas
glorias de María cuenta con elogiadores entusiastas y detractores
Su mayor mérito es haber sido semilla de confianza, .amor y vida
na coherenté, neutralizando el rigorismo de la éfloca. ' 1 J. LORTZ, Storia della Chiesa considerata in prospettiva di . storia: delle idee, II: Evomodemo,
1980, 14 Y22..
se¡11egaFá'a·laiconderia.@nl-:íaldela libertad de mIlto,
!c'f'\t,. ¡::.crAi.".<ll"n' ..... "'·

~n".CllllJL"'HLV y~deprensa,¡ conláMiYarí vos;' de·Gregorio XVI (1832),


La edad de la restauración se contrapone al Siglo de las yllabu"$'fide.PíoIX(J864) ,
minó en la Revolución francesa (17J89):.~rretrQr,\c;,Qtilfl c,uan:to .aJa'igúaldad.y.la p:rbmociónde las. clases menos [avore,..
su siniestro símbolo, pone .fin aT~s' grandes' esp~rañzas los'intransigentes están convencidos de lb.infundad@de;estos
pacifistas (1793) que animllbarf al~Ihlstra:ti6l1:; 1uegQ,.~HasE:Eír.iSQ; . porque «enetcielo, en la: tierra e.incluso en elinfierno no hay
poleón, que culmina con la.prQclamación del imperio (1804), jamás igualdad de rangos, de gl@riay de penas» (G:Gdmaldi) .
úrinUevo d~spotísmo que destruye los'\lltImos vestigios cÍél .Maistfe, M. Leopardi,G, Ventura ymúchQs. otros «defendían una
ilustrado. Tras la derrota de Bonaparte, el Congreso de Viena organizada de modo estrictamente jerárquico, donde}cada uno
restaura los Estados europeos bajo el signo del «legitimismo» y desde su nacimienta, un puesto y una tarea»4:.. E1 correlato de
la vuelta al statu quo prerrevolucionario, que, sin embargo, no denigraciórrde la igualdad era .la exaltación del privilegio,inmu~
mucho tiempo. típica del Ancien régime, quea¡ksazónse.Jhabíaconvertidben
La cultura de la restauración se nutrió principalmente en el de injústiCia y fuente o causa,de" instintiva .repulsa~«Ubertad
de errores y horrores de la Revolución, a la que se condena UUILua.Ll para todos, privilegios para nadie» (Cavour) ;
ces. «La ReMO!udón -;-a.fu:ma ~Lq§lrdenal.Consalyi- hizo .en
político y en ellllorallo~~e~l cli,lu~q P?bí~ he¿hoie~e···.ue'n':ena,tj
trasformando por completo la faz de la tierta ... »2. Esta
del. pasado abonlin~ de. los i~e.ale~; <:le liberté, fratemité, égalité,. a
considera disolventes socialmente. lt;l.lllJlC:~'drestauradoraencuentra un poderoso aliado y; un verdadero
r) r . .' '." '; , ,!, '. " ,":",

A estos intransig~nt~s~e,opo:nen los,católicos liberales, que , )1!enü:or ene!. ffi(JViÍni'ent0 .que constituye el alma del siglo:·. el Rornan~
pr~nci.eios, de .17ª~, reiyindisan ,l})s de~e<::hos ~~! c:iu~adano y A finales del sigloXVIlI, en Alemania, ya la corriente Sturm und
unasuerd9 ertr~ laJglesiaydmundomoderno.. La prewa . («Tempestad e .Impulso»); reaccionando contra -la Ilustración,
siglo XIX~ .por;el c9ntrario, repetirá incesan,teme;nte. ellem~clel ta el poder creador dela naturalezayelprimitivp «bullircaóticó de
e,~pañQtS?-Fd~ ySalyany:<<<~l,liberalisr11Q esp~cado»(1884), ~llla sentimientos». Los hermanos Schlegel fundan en Jena el Círculo de
~iónd~.que la lib~rta~tes la amiga má..s., {iyl y másquerid~ del •. Románticos:, yen su revista Athenaeum (1798) precisarán el.sigfiifi~
del términQ«romanticismo»5 ..
«I'Qrq4ejabry el.camino a innumerables y casi infinitos:
cualquier p~rtíc~la de 'la 'libertad debe concÍenars~;' la. u'j~" ~~ '-'~'
lb, 307. . ' ,
La palabra ;<romántico»' tienehfialarga y compléjaJiist6iia que" comienza! en un periodo
A. C. Baugh (autor de una nota histórica sobre la literatura inglesa) la resume del
conciencia es una locura, la libertad de prensa es un mal que siguiente: «El adjerivo "rbmántico') aparece poi primera vez en Inglaterra hacia mediados
se deplorará lo suficiente»3. XVII como término empleadopara.indiéar lo fabuloso;.loextravagante, lo fantástico
'rreal [tal como se encuentra;. por ejemplo, en ciertás novelas caballerescas]. FueÍ'escatado
2 E. CONSALVI, Lettera del 6.12.1800. Cf R. COLAPIETRA, La formazione diplomatica di '
ta connotación negativa durante el siglo siguiente, en el cual llegó a emplearse para indi"
XII, Roma 1966, 112. scenas y situaciones agradables del tipo de lasqúe aparecían en la narrativa y en la poesía
.3 Cf G. MARTINA, La Chiesanell' era dell'assolutisrrw;· del liberalismo, del totalitarismo.
[en el sentido indicado anteriormente]. Gradualmente, el término "románticismo'~
ai nostri giomi, Brescia 19742, 504. a indicar el renacer del instinto y de la emoción que el racionalismo del siglo XVIII no
·Eh ethosi;~spirittlaV deL.n()mbré·.romántic0consisteen libertaa ·cristiana. frenIt~• a)c.ualqti~er esda;\7itud reJigiosa»9 :.Ni' se
miento interior,. unJacerado bullir/del ;sentimiento, ;en anrmar'queSchleiermacher haya reaucid0. la.teologíacristiana
anhelo de infinito crepita lln fuego. que n6seextingUe jamás: filosofía .bl?hayaantropologizado;. cQmo pensó K; Barth, porque
amor hacia. la, «sagrada natmaleza» (E H51derlih)raLsentido éL«la posicióncentraFde la: persona de Cristo en el cristianismo es
por la pertenencia al Uno;todo j al culto de la belleza y aLanheló LW.ILHL''',.yes piecisoadmitir la doctrina trinitaria 10.
libertad, el intenso. acento ptiestoen el sentimiento son las. notas; suparte,R. de. Chateaubriand publica Le géniedu christianisme
vas del Romanticismo y 10 contraponen a la Ilustracióny su que' resonó como un aldabonazo en los ambientes religiosos.
intelectualista. En eLsiglo XIX asistimos al advenimiento «del al difundido prejuicio de considerar el culto cristiano como algo
hombre del sentimiento»6. J, por tanto, enemigo de la razón y del arte, el autor.mllestra
Entre las a:plicaciones directas del Romanticismo a la a religión cristiana es, entre todas, «la más poética, la más humana,
cristianismo, hay que señalar las interpretaciones de Friedrich favorable a la libertad, a las artes ya las letras»'~ Con esta y otras
machen(t ·1834) y de.René Chateaubriand. Ct 1840). Chateaubriand reaviva en Francia y en Emopa el. entusiasmo por
El. primero de ellos, ensus Discursos sobre lareligión7 (17 como fuente de belleza y de cohesión social.
trapone, al absolutismo hegeliano de la racionalidad, la 'u'np~Jrtal
del sentimiento como camino. para alcanzar el Absoluto, e insiste
respuesta afectiva del sujeto cuando ha intuido lo Eterno. La L'-'LL<=.LOW Catolicismo/iberal
una experiencia, una interiorización del InfinitO enlo finito:
ideales humanistas' de la.Revolución. francesa están .• expresados
·«Suesencia no es ni el pensamiento ni la acción,. sino la .LLLLL'-JL"1 J.1' os inmortales principios. liberté, fra(emité; égalité, que deben ser .los
el sentimiento. Esa esencia aspira a intuirelUniverso; quiere sobre .los que se asiente la concordia civiL La Iglesia católica se
necer contemplándolo piadosamente en sus manifestaciones y entre eL rechazo de sus principios y la asunción de los mismos.
acciones originales; quiere dejase penetrar y llenar por sus mrne(11 Tras estas' tres palabras; de iesonanciastan cristianas por otrapar~
influencüis con pasividad infantil» 8; algunos católicos vislumbran programas inaceptables, por 16 que se
frontalmente a los tiempos modernos, a los que condenan sin
.• Más precisamente' para Schleiermacher la .esencia' de la l'-'-lUll'-" como imperio de Satanás. En realidad, según laDeclaración

es el «sentimiento de dependencia'de Dios» ( los. derechos del hombrey:del.ciudadano .(1789), Liberté implica la libre
Gott). Esto no significa que, en este caso, el mejor cristiano sea el de religión y eL derecho.inalienable a pensar e imprimir lo que
(como Inaliciosamenteconduyó Hegel)r porque elflutor hace quiera, sin tener que pasar por la censura: «A nadie se le puede mo;
por sus. opiniones, induidas sus opiniones. religiosas .[ ...J; La libre
habíá suprimido nunca por entero». Cf G. REALI:n ANTISERI, Il pensiero occidentale dalle
ad oggi, III: Dalromanticismo ainostrigiomi; Btescia 19867,7: J1U'ULlJ,-.-a'vLuLLde los pensamientos y de las opiniones es unoddos dere;
6 Cf M; Puppo, Romanticismo, en Dizionario criticodella letteratura italiana (Y.
III, Turín1974, 231.
más.valiosos del hombre»;.Fratemité,es·quizáJa palabra menos'sujeta
7 E SCHLEIERMACHER, Über die Religion .. Reden an die Gebildeten unter ihren
Berlín 1799. 9 H. KÜNG, Cristianesimo, Milán 1997, 692,
8 lb, 50. 10 lb, 703 y 705.
a~e4ciív0e0s; yproblafuaquetoClqsllG>s::hómbres dében ama.rsey ~. ,:ComO)la:edatFde~la;aUi:()legii;i.1I!aciórr'¿eL,sabetcientífitoy,:de¡la
comó:miempt0s.dé,;udaIúriiea"fa'inilia,\,pero:estaj aol:1ttlldfcles,emoo( : ¡plerlay;:total~'¿oihGidendia,; entre<verda&yemancipación;,
facilidadén laé masonería.;Égalité,derElgaJos,'derechos<feudales,y .·Como:la edad'déhtietnpo lirieal, caracterizada p0t la "superación':'¡
forma de privilegio,. establece ,lósderechosdél .h0mbre ¡yidel Q sea;:,porunanml¿dadmásnueva;
y opta por la democracia como f0tmadeg0bierno del :PU~IJLU"'''\U'IJ'''J Como la edad:donlinada por la persuasión deL carácter positivo
«Les hombres nacen y viven libres e iguales en cuani:oásuS;de]~eeJI1011 del desarrollo y de la' acrecentada tecnología, entendidos como
El principio de toda soberanía reside esencialmente enla~na.clGlIT~~¡,5t proyectos capaces de previsión total y de total dominio»ll.
'Conla Revoluciónfnlncesa se convierten en principios
la política los valores de la 'Ilustración: Iaracionalidad, la aemC)(1';E: pues, la edad contemporánea gira en tomo al eje de la racionali~
la,nacióri, el progreso¡ Se exalta, ante todo la primada de la L"',",'-'<L.'''"' euyaprimacía queda avalada y justificada podos descubrimientos
herencia del cogito de Descartes, que sitúa aja razón, Gonsus lili~as;:131 tíficos. La razón presenta un doble impulso:
y distintas,~comd fundamento mismo del edificio filosóficG>, ejerce
bacea la Ilustración; que privilegia esta facultad humana por f";í[Cf\II~: «La razón instrumental,. enfocada a la ciencia y a la tecnología",y
como el instrumento indispensable para la búsqueda de la UA1rr"1"If'1
razón esencial o práctica orientada a comprender el destino y la
vez, el tribunal a cuyo veredicto deben someterse todas las
compren'didas las religiosas. La razón es la 'única 'medida de la .
el bien; lo que se sitúa por encima de ella, como la revelación En oposición a la corriente restauradora, vemos queeLcatoliCis~
debe rechazarse como incomprensible. La tazón llega are,res1Clrse; liberal "'-representado de ¡diversas maneras por" Ventura, Rosmini,
atdbutos de una deidad, y la Revolución francesa instaura unc~uI,ml:;,' Montalembert, .Lacordaire~quierecongraciar a la Iglesia
Dame de París el' culto a la «diosa Razón». el' mundo moderno: El periódico francésLAvenir (1830) propone
ConP. Rossi i podernos fijarel«tetrato~roboNdela cultura .Hilcept:aC1Lón de laslibertadésmodernasdeLaño 1789,.la renuncia al
poránea,: en cuanto prolongación actualiiada"de la modernidad régime,la lucha contra el privilegio y la génesis de un nuevo h:u~
con el Renacimiento, en los siguientes seis rasgos: :ltllsmo. Condenada 'por .la Mirari vos; de GregorioXVI. (1832), la idea
rewnciliar ala Iglesia con la civilizadóri.modernáinspira en derta
,«,L Cómo la edad de una razón fuerte que construye '-.l\."'LL'vCL~,L\ la primera encíclica de Leórr XIII (1878);
totálizadoras~ delrmúldo, y que está dominada por la idea allá de estas divisiones ehtreintransigentes y.liberales, hay que
; desarrollohistóriqode1 'pensamiento comb incesante y Drc)Q'rle~ "!n,-"",...,,,,,. que «el capítulo quizá más'signifioativode la historia de la
iluminación; [... ] de la época.posrevolucionariaes el· de la caridad»13.
2. .Como la edaddeLorden'nomológico de la .razón y de una debemos Ocupamos de lavariada prodllcciónmariana del s. XIX;
. 'tura monolítica y .unificadora;
3: ;Como la edad delaapropiaciónyreapropiación delos LULLUU.Ln
11 P. ROSSI, Paragone degli ingegni moderni e postrnoderni, Bolonía 1989, 39.~
tos o como la edad del pensamiento entendido como n G. BAÍJM, La modernidad en superspectivasociológíca, en Condliurri 28 (1992) 929.
LJ C. PENCO, Storia de/la· Chiesa in Italia, 11: Dlíl Concilio di .Trentoai nostri giomi, Milán
fundamento; 303.
pal'acomprender lasinfluencias'qúé eJe:tcíó,t~nlla'(;ultúra'clol1Oibla.hte ;~~dar ;unidád;c:i~mtíacá atlaciencia.aoercadeJaVirgen»,
hemos descritohasta.a.hora;Pasátemosdel··oultd·de0Márfa· sen1tmlcent:: .declara¡que?l}opodrácaminar·por. esteisenderó.sinlabrújula de
de sesgo restaurador, a cierto aperturismo libetaliZante. adres ylos teólogos,. entreJos ·cualessiente particular predilección
la menta.lidad de la gente común, para llegar n.nalmehte;al . \.- Cll.lLLLU'J·\
las obFas de' los santos Anselmo,' Buenaventura yTomás de Aquino;
caridad de inspiración mariana y sus figuras másrepreSehtativas; nonu:ment()s ;impereoederos de un poder filosófico inigualable» a los
seatendtá~aunque, todo sea dicho, no al pie de laletra 16.
lcurso teológico, .quese retrae ahora de los problemas de ·la vida
2. La imagen de María durante el siglo XIX dirigidoa.losseminaristas, tiende a reducir el espacio reservado a
Así prpcede, por ejemplo, el jesuita G. Perrone (t 1816) en·sus
El·intento restauracionistafacilita la reedición de varias Praelectiones theologicae .(conocerá 25ediciones.enhe 1842 Y
nas del pasado; así, continúan imprimiéndose Las glorias de 7), en las que se desarrollan únicamente los. temasdelaintegridad
conocerán centenares de reediciones, y además se desentierra de MariaDeipara, a laque en 1851· complementará con la
rentemente lomejory.lo peor» de los .autores de los siglos dogmática acerca de la Inmaculada. Concepción» . Los manuales
y XVIII, «para aumentarJa cantidad y.elevar la calidad»J4.·.La teología invierten la pauta tomístico-suareziana de tratar de María
antología de escritos marianos de los siglos anteriores es la Sumtna· comienzo de la cristología, y prefieren, con Hurter 17 , ,considerar los
de laudibus Beatissimae Virginis Mariae, publicada por J;- J. Bourassé marianoscomo·urr complemento del. tratado De Verboincamato;
volúmenes (Parfs 1862). esta manera, la exposición mariana termina siendo un apéndice de la
La recuperación del pasado dirige su mirada ala Edad media, tología (comoharán.Minges y Souben18), con el Jiesgo que entraña
que;frente a la filosofía.ilustrada, no cuestiona la belleza y la desvincularla del conjunto del corPus teológico.' ." .
dad de la fe, Eh esta línea se insertan elneotdmismo y la neoe~;collás En los aproximadamente 26 tratados de mariología publicad()s. duran-
cUYQreverdecer será auspiciado por Pío IX (Quipluribus, 1846) el siglo XIX19, prevalece la tendencia a vertebrarlos como un sistema
XUI (Aetemi Patris, 1819). Los grandes mariólogos del siglo XIX,
DA GÁSTELPLANIO, Maria nel consiglio dell'Etemo ovveto.la \krgine predestinata alla missio.ne
Scheebenha.sta Passaglia, pa.sando .por Oswald, De Carolo y J" . . . ,~t-.~ri co.nGesu Cristo.; 1, Nápoles 1872, XXIII. .
HURTER; Theo.lo.giaedogmaticae campendium in usum studio.sóru~ theolo.giae, n, Irmsbruck
se valen del«métodoescolástico>~, y algunos, como Ventura y , cap. 6, «Mario.lo.gia».
presentan su obra en un ma.rco tradicionalista. [8 P. MINGES,CampendiumTheo.lo.giaedogmaticae specialis, n, Ratísbona 1921 2,329-356; J.
No.uvelle théblo.gie dogmatique,París 1905,121-156.
Valga como ejemplo el testimonio de fray Ludovico da J. SCHEILLi Über die .Meinung, Verehrung' und Festfeier von der Empfangniss der seligsten
autor de la más recia síntesis mariológica del siglo XIX: Maria nel. Maria:. Ein theo.lo.gischer.Traktat.;., Landshut 1834;M. B. GLARY, Mariolo.gia, ed o.sio.lo.gia
sermoni, edamelie, panegiriche perMaria Vergine, ed alcuniSdnti, prima e seconda parti, Batí
siglio dell'Etemo ovvero la.Vergine·predestinata alla missione ""'0,'1""""'" (;<Mariologia», 1-90); DOMENICO BÁRBERIDELLA MADRE DI DIO; Mariolo.gia o.ssiaoPUSCo.lo., nel
si procutadichiarare questeduNlomande: Ghi e Maria, e chi sono. isuo.i deVo.ti, ms.Archivo
GesuCristo (Nápoles 1812-1873; +vols., con un total de 1.887 de los Pasionistas (Roma), (trad. franc., fexcellence de Marieet de sa dé'iJo.tio.n; 2 vols.,
1841 );:A DE G,'\ROLO, Theo.toco.lo.gia seu institutio. de V. Dei Genitrice M. scho.lastica
14 R. LAURENTIN, Maria, Ecclesia Sacerdotium.Essai sur le dévelo.ppement d'une idée
N libris cóncinnata. Accedit appendix de mysteriis vitae et praecipuistitulis eiusdem Dei
París 1952, 389. o.pus Jo.sephi Jannini, Nápoles 1845; E MAzzOLA, De Beata Virgine disp¡itatio.nes historico.-
15 Para conocer la lista: de los tratados.mariológicos públicados entre 1800y 1980, cf G;
Turín 1845; H. OSWALD, Do.gmatische Mario.lo.gie,.das ist: Systematische Darstellung
BESUTII,Ricerca sulla storia della mariolo.gia dall'800 al Vaticano. n, Parte n, Roma 1984, die allerseligste Jungfraubetreffenden Lehrstücke,' Paderbom 1850; J.-J.-ANICOLAS,
sistematiche, 3-33 (apuntes). Vierge Marie et le plan divino Nouvelles études philo.sophiques sur le christianisme, 4 vols., París
39t

científido,kxm,hr;Gonsiguieirre.íin~agaoi6n;~oHre~el'pFincipib
fin de;darcohesiónihr obra: "'~r~w<·~"",Y "r""''''''~t:('ii;pn}l1t:o;l)Q]j:anl
.... ""1

UIl título.adecuad020~. Aflorarrde huevo ,litulos' aQuñaHo$ en1el.


por Nigido'y 8oIl'tenson;/perCJsinvínculo'ekpresQJcorr
márioloifa.aparececotieLbeato DomenicoiBarberidella/'''''<lrllc,"" . ,.Mada,prYy¡!~gi?-dai.·.lainmaculacJa·ConcepdÓR
(t 1849), en unitÍ'atadCJ'inéditoescritoentre 1826y183"'l;
el arzobispodeB::i.ri, M. B; Clary, en 1838, y finalmeritecon lll~htalid~d '~~lAnéien régime le era por, completo. ajena la rdea
hlein en 1859, aunque dicho. térrilinonotendrá acogida. '-LL· LV">'
igual~adentre: los ,hombres; aquella era la sociedad del privilegio,
delos. manüales 21 . VolveremosaencontrarlCJ en Oswaldyen legitimidad nadie cu~stionab~. Lafigura,deMaiía.era susceptible
autores del siglo XIX, y en,elsighXX;teDminará porimpoÍlerse '~imboliZar el privilegio. en el orden divino. Los autQres del tiempo,
eneltítulode.20 tratados. . a la literatura barroca o medieval, insisten enlas «grande~
La' añoranza ¡del pasado es compañera del temor. a la de María»23, en su condición excepcional e ~nasequible, así comQ
gona esta poi locoinúrrpróscrita por los mariólogos .. Aurr nalGleltlGE el «~splendor de sus privHegios>~24. En cuanto Madre de Dios -se
tihciórr ,«entre la sustancia dogmática de la doctrina» , que' es taFr:mcisco de Paula-, «¿no es acaso la persona más noble y
y «su forma· y composídón científica»,; que «transcurre como de cuantas haya haBido jamás yde cuah,tas h~yen el Cielo y en
humano, temporal y transitorio»,; Ludovicoda Castelplarrio ierra?»25. Ludovico da
Castelplanoinsisteen reconocer, adelllásdel
,uu,. .~,~~~ corrilín a todas las criaturas racion:;les, lm¿ misión ~ingulary

economía propia tan sólo de Ella»: .


1856;H. DEPODc, Trdctdtu1 th~ologiéus de beata MariaVirgine, Lyoh 18~6;J~B., '
Vierge mere d'apres la théologie, .París1868;J.MMTÍNEz.Y SÁENz, La Maríq
con Dios, los ángeles y los hombres, Madrid 1868;J.-LBoucARuT, '. de sanctlSs;¡ma «La Virgen Maríáes uriaespecialiClad y unasiIlgularidad: constituye
Maw;Neinaúsi [Nhrianífu] í809~ L DAGASTELPLANIO,Márianél r',m "ir>Uf),npl/.' hti>T11fÍ
Vergine pr,edestinata ,lila missionemedesima con, GesuGristo, 2 vols.,¡N~pple;s 18]2; M...
el principio de un órdennllevo y la misión de ella n()fuedada.acml.l~
Mariólogie, en Handbuch der kaílíolischen Dogrruitik, III, Friburgo de Brisgovia quier otro ni será dada jamás a ninguno después de ella»26.
T. DARBYSHIRE, Praelectiones de B. M. v., Maguncia 1874; A. LENZ, Mariologie,
katholische Kirche tradirte uTuJ. ihraufbewarteLehre.von derMútterGóttes,.Praga 18 22 «Nuestro siglo tiene avid~z de novedades; pero np.ha ,caídoef!-l!1 cuenta de que las cosas
The dignity, sanctityaTuJ. intercessory power of the Blessed Virgin Mary,' Motherof God, lo han zadndeado y dejado malparado: De todosinodos, la ciencia religiosa no es objeto
AKURZ, Mariologie, oderLehreder katholischenKircheüber Maria; die de lujo .o de circunstancias; fue" siempr\! y, fue\!nteramenteJo que es, y será ¡;iempre
1881;C. STAMM, Mariologia, seu potiores de s. Deipara quaestiones ex ss. fue. Quod ubique, Quod semper. Lo verdaderamente revelado no cambia, 110 decae, no se
mente proposita¡Paderb0m 1881; J.KORBER;,Maria imSystern der. Hailsokmumiie, por ló· contrario; eS c6sainmutable, Tal es ·la ciencia de María, objeto íntegral de la reve-
Basis dargestellt, Ratisbona 1883; C. <BUCCERONI, Gomrhentariide Beata Virgine ¡Por tanto, no pueden ni deben decirse novedades!» (L. DA CASTELPLANIO, o.C., VI).
18852; A GAYER; Maria. Ihre Stellungim ReicheJesu.Christi:.EinBéitragzur VI'TI'hr'J.rlP 23 Además de la obra de E DE PAULA, GraTuJ.ezze di Maria esposte in XXVI discordi sopra la
mutter, Ratisboria,1886;;A.. SCHÁFER, Die: Gottésmutter inder HeiligenSchri[t, Dl·:D!ISCn"lmeclU. tI1Jtl171rr,np angelica, in XXN sopra la SalveRegina, Nápoles 1829, cfA. B. L DÚQUESNE; Les gran-
Vortriíge; Münster 1887;.A..M.JANNClTIA,;'J'heotocologia catholica seUscientia ...,,'~'-'.''', Marie, ourhéditatióris... ; París 1791; EPOIÍ\É, Les Grandeursde Marie (títulodado.pot la
doctrinamAngelici poctoris Diví ThomaeAquiTÚltis methodo scholastica exposita, N Mere de Blémur) ,París 1681;. G.V CONTENSON; Mariología D séa tratado 'de la grandeza
WORNHART;Maria; die wunderbareMutter Gottes und der Menschen,.;, Innsbiuék-1890; , Lérida 1875;.0. V.CONTENSON-E. C.JOURDAIN, Somme des graTuJ.eursde Marie, ses
JAMAR;. Theologia mariana iuxta probatissimos,auctores .concinnata .ad'norrnam·E &dlmayi ses excellences, son culte, 11 vols., París 1890-1903; M.M. SERAFINI, LegraTuJ.ezze di
sua«Scholastica mariaTÚl», Lovaina 1896;, J. BUJANOVIC, Mariólogija,.Zágreb' 1899. Madre di Cristo e. della Chiesa, contenute nel CanticO dei Gdntici, Panna1892; B. M. LA
20 Junto a las expresiones «De.Beata".(Mazzola, Depoix;Bud:eroni) y«Theologia
Il capolavoro di Dio o vita e grandezze dellaVerÍ;ine Maria, MÓdenaJ893. ..
vemos que De. Carolo y Jannotta lanzan tambiéh en Nápoles el título 24 G. VENTuRA, r.epifanid del Signore ovvero spiegazione del mistero della vocázwné dei Gentili
no sera ya recogido por los manualistas: fede, Roma 1898, 79 y 87.
21 Cfla h. 19; cf ádemás A. J. HAENHLEIN, Mariologia completeits meditationesiSO... ,
25 EDE PAULA, o.c.,J76:
1859. 26 L. DACASTELPLANjO, o.c., XVIII.
Elsiglo!XIXcatólico: eSIéDsiglo!de'lafclennicióndel U\J)::;.ULa! los méritos de Cristo ~J~:sús; §alvadotclel géhe~b~hutn:ano¡está revéla~
culada Concepción (1854);Pío IX, impelido por su clapor Dios. y debe ser por tanto firme y constantemente creída por
personal hacia María27, proclamará la definición dogmática tras todos losfielés~~(bula Ineffabilis Deus) 29f
de gestación. Al principio se piensa en combinarla pnXl;arnlaCLón
na con la condena de íoserrotesmodemos28.Desech~d~li! Los comentaristas interpretan. el sentido de los términos de la defini~
nombra una comisión de teólogos y otra de cardenales (1848) basándoseen.el c::ontexto preparatorio de la bula~ Hacen notar que
a punto la cue~tión, verificar la posibilidad de la definición, y sujeto de la. Inmaculada Concepción no es el alma de María -como en
prOcedimiento más adecuado para elaborarla. A. Rosmihiu" w" .uC;.Ll' CLI' Sollicitudode Alejandro VIl-,-, sino su persona. La definición se acota
la creencia enla inmaculada concepción es «moralmente modo negativo: no se refiere directamente a la santidad de María, ni
d~saconsejad~finirla y propone al papaque consulte el parecer IlSU preservación de la concupiscencia, sino tan'sólo a: su inmunidad del

l~s obis:ros mediante una encícÍica (una especie de «concilio . pecado originat Puesto que aquí se prescinde del «débito» o necesidad
Este es el origen de la Ubi primum(1849) de Pío IX. La consulta de contraer .el pecado, el término «privilegio» no debe entenderse en su
resultado casi plebiscitario en pro de ladefifl.ición dogmátic~(546 sentido estricto de suspensión de.una ley.
pos,'de un tbtal de 603, se pronunciaron a favor), lo qu~ anima él No se afirma tampoco que este privilegio sea único y exclusivo,
a iniciar los preparativos de iabul~ de definició~. Esta . porque. el adjetivo «singular» tiene un sentido más vago. De manera
redacciones,' y al' fina.! se opta por' dar al texto un cariz de dejffiClstr'a< semejante,la bulasupone,pero no afirma, que María haya sidoredimi~
históríco~teológicade un hecho de fe del presente y de la tradiciÓrt da por Cristo; se limita a alegar la dependencia esencial de María con
de la Iglesia docente y discente. Finalmente, el 8 de diciembre dé! respecto a su Hijo. Habrá que esperar a la encíclica Fulgens corona, de
Pío IX pronuncia la fórmula de definición
. . .... dogmática
. . . ' terminando
. . ..
Pío XII (1953), a la que precedió el documento Ad diem illum, de san
una larga y a veces encendid~ controversia teológica: Pío X (1904), para que se precisen estos puntos.acerca del privilegio
«único» de la Inmaculada y de la perfecta redención de María por parte
«, .. Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina de Crist030 que Pío. IX no llegó a definir;
l.ª
·tiené. que beatísima Virgen María fue preservada inmune de La entusiasta acogida de la definición de la Inmaculada Concepción
.mancha de la culpa originalenelprimer instanted~su en las naciones católicas31 muestr.a la sintonía de esa.definición con el
por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente,. en sensus fidelium y con la cultura del tiempo, cimentada en el privilegio.
29 El téxtO de la definición se halla enDH;2803.Para la bula Ineffabilis Deus, cfPii IX

27 CfM. O. MASCIARELU;Pio IXe l'Immacolata, Ciudad del Vaticano 2000·S. M. Pantificis Maximiacta, Roma 1854, I/l,597"619;y' SARDI, La solenne definizione del dogma
Lapieti:t mariana ai tempi diPio IX (1846-1878), en L. CARDI (ed.),PioIX a Odeta (25 dell'ImmacolatoCoricepimentode Maria santissírria. Atti e documenti, Roma 1904;1905;}. ALFARO,
1848-4 settembre 1849), Atti del canvengno distudL, Gaeta 2000, 95-170. La fórmula definitoria de la Inirraculddá Concepéión, en Virgo immaculata. Acta congressus mario-
28 «En un ptimer momento se pensó en pronunciar ala vez la condena de los logiéi marianiRoínae celebrátianno1954, 201-275. . ..
demos y la definición del dogma de la rrlinacúlada Concepción; se pensaba que de esta 30 CfJ.OALOT, Dmmaculée Conception, enH. Du MANOIR (ed.), Maria: Études sur la sainte

se daría mayor realce a la raíz última de la que se derivan los errores modernos,la ne!gac:ión Vierge¡ VII, París 1964, 11-20; D.BERTETTO, La Madonna oggi. Sintesi mariana attuale, Romá
orden sobrenatural, que condudainevitablemente al laicismo al racionalismo ··al Ud.LI.lid."l'l 1975,153-155.
Se ~onsultó a diversas personas, desde Donoso Cortés hasta Veuillot; y Passa~lia 31 «Sin embargo, el acto de la definición no encontró en todadas naCiones una acogida

Oueranger un proyecto de bula que unía la definición de la Inmaculada con la condena igualmente entusiasmada», observa O.. SOLL, Storia dei dogmi mariani, 340-352. En lo que res-
errores modernos. Se renunció pronto al proyecto primirivo, y ambas cuestiones fueron pecta a Alemania> cf S. GRUBER, Mariologie und katholisches Selbstbewusstsein. Ein Beitrag zur
radas ... » (O. MARTINA, a.c., 580). Vorgeschichte des Dogmas van 1854 in Deutschland, Essen 1970, 122-142.
misffioptediCaa.or:teatinase;propon.e;S1.1perar ima v:lsión.dema~
natuFalisia;de.la~Virgen::.
La literatura mariana del sigloXIXpareee.oscilar
desvalorización de la figura de la Virgen: a su afirmado papel .--..."t-.... '-yr «Porque a María, situada al pie de la cruz, se le atribuyen sentimien~
en la obra de la salvación se contrapone'el recelo hacia su La.'~"'La.J.''-J tos y afectos que, aunque son muy naturales y se supone que 'existen
na; lo que redundará en perjuicio dda promoción· social len el corazórtdeunamadre; que ve con sus propios ojos cómo expira
mujer, incluSo en el Código napoleónico, «sigue siendo: un: bajo tomentos atroces su propio hijito, no se ajustan, sin embargo,
de tutela que.sehalla,.no obstante, en busca de su nueva IQE:ntidalQ ministerio sublime. que María desempeñaba en el Calvario como
Frente a los protestantes,.los católicos afirman con Scheeben
no es un «bloque; de arcilla», sino «una persona en re1acióníntima
tualcon CristO»33.. Ludovico da Caste1plania se siente indignado participación de María en .eLsacrificio de Cristoestá)ddcrita
ría protestante que reduce a la Virgen a uninstIumento pasivo, a LlLHILG LL,-,.,,,a.'UL.ute porVentura en su obra Madre di Dio, Madre degliíwmini
de su actitud al pie de la Cruz, y la privaasíde1honor dda '-'al'LlaJ.J.Ua. 1841), «que inicia la moderna literatura mariológicasobreh
El papel protagonista de María en el plan salvífica parece '-'LLL''-'aL ",,~',",LLLL~~~ espiritual»3? La.Corredentorase debate entre dos amores:
lacondici6n común de las mujeres, condición de la que ella amor hacia su Hijo y el amor .hacia los hombres, amores que «luchan
ser partícipe. «María no es una mujercomún», repiten sÍComo los dos gemelos luchaban ene1 seno de Rebeca:collideban~
Ventura, especificando este último: utero parvuli>>;., Triunfa el amor hacia los hombres,. hasta el punto
que María dirige al Padre las siguientes palabras:
«Ahora bien, María, aunque es verdadera mujer, no es una"
ordinaria y común; sino ·una mujer' privilegiada, milagrosa; «Vos lo,condenáis, también yo lo condeno. Sí, muera mi Hijo clavado
desde; luego; por su concepción inmaculada" por. la en la cruZj.permanezca.en ella por suvolúntad vuestro .crucificado
sus gracias, por la santidad de su vida, por lo elevado desu rI,~,~,,"'r hasta que exhale el últimó suspiro, para que Vos seáis satisfecho y obe~
es,indudablemente, 'una· tnujersirtgular,y única entre las' muj decido; y para que los hombres sean salvos: Crucifige, crucifigeeum»38.
Singulariter ;umego (Sal140)>>3~;
Esta interpretaciónestoicai:ypoco.humana de María ante lamuerte
32 Cf C. MlLITEllO, Dmmacolata concezione, nel contesto culturale deU'ottocento, en S. DE , Hijo. se encuentra en ótros autores delsiglo XIX. Porejempl6, el
VIDAlJ. (eds.) , Maria santa e immacolata segno deU'aTTÚ)re salvificodi Dio Triniti!. Attidel.2 Q bispo. de' Bari, Michele Basilió Clary,. que, pone. en labios. de,María
intemazionale di mariologia, Ascoli Piceno, 5-7. ottobre1998, Roma 2000, 51-57 i esp. 55.
,33M.]. SCHEEBEN-C. FECKES"Sposae Madre di Dio, Brescial955, 22-23, lenguaje vecino. de la crueldad, decidida como aparece a inmolara
34 «Pero el ataque de la herejía vulnera la cooperación, materializa a la Virgen
eje.cutivadeldesignio,divino, y destruye lasgtándes armonías dda fe. iInstrumento Hijo por su propia mano:
Virgen!... ¿Acaso no es ella esa Virgen hija delhombre,proyista de un espíritu libre e
[... ]. iEs posible! ¿Como la Cruz? ¿Así que la criatura esencialmente libre y racional es
y manejada por Dios como la naturaleza muerta y material? iAhJiAfuera·eso! Todoellü 36 lb, VII.
mezquindades. Dios creó .las cosas para comunicarles también el honor de la causalidad» 37 E ANDRElJ, Ventura di Raulica, Gioacchino, en Enciclopedia éattolica, XII, Ciudad del Vati-
DACASTELPlANIO, O.c., 1,.60-61. .
1954,1238-1240.
35 G. VENTIJRA, O.c., 79.
38 G. VENTIJRA, Madre di Dio, O.c., 204-205.
/«8i pmfá Redencipn dehtri!lnq0Í'!J>or,lasalvációndeJ¡hDmhre'F l,;\'::1,11.,;1¡:V~,'pe1iO inoeldebsaher, ni el de la vicia polític1144.La; superádón
necesario que mi mano se arme de un Ínstrurnento;·t1,,,,,,,,orn,·,nClt'< esta cerrazón llegó a ser imposihle por la.idea acerca de la mujer
molarlo:yo, yo misma realizaré el Sacrificio, yo misma imperaba en laculrurayqüe.hacíideesta un centro dé la vida en
víctima del pecado»39. bJ"'l.C;U,c:tU., pero un centro interior y secreto, «cuya influencia es tanto

cuanto más indirecta es» (M. de Tocqueville). En este sentido se


La efigie de María que resulta de estos retratos de colorido "",na1nVentura, que ve en la mujer algo así como «una.dohle natura~
la de una mujer de granito, que se mantiene inquehrantahleal yel «vínculo de la sociedaddbméstica»45, y tamhién Nicolas, que
cruz, «más inflexihle que un duro peñasco en medio del mar . . . ~_n·r<' "UlJ01:0a la mujer con el «muelle escondido que hace que se muevan

siempre conteniendo la piedad, frenándola, rechazándola»40• los resortes de la casa»46.


La relación entre el culto de María y la situación de la mujer En conclusión, se puede afirmar que tanto María como 'la mujer
estudiada por ,A. Nieolas, quien dedica a esta cuestión 74 1-'0;:¡L~LCl"; como aprisionadas en los angostos límites en que las constriñe
tomo IVde suohra41.Este autor da por sentado que María es cultura restauradora que, al; no estarahierta a los movimientos
particular.. de.rehahilitación de la mujer,pm,elhechode que se revela inadecuada para descuhrir la carga liheradora de la
fruto, de la mujer y de que la gracia, deJa que María está llena, del Magníficat y fomentar la promoción social de la mujer.
la mujer deLpecado en el mden religioso, del desprecio en el ,.....r1a"'. -tY\rv
de la.servidumbre en el orderr.jurídico;' Se crea así una nueva "LLUW"LUL'1

la mujer cristiana «junto al varón y a menudo sohre el' varón» '-H ,'-'-,'" .3. Transfiguración romántica de María
campos: virginidad, martirio, caridad y apostolado; de lo cual María;
tipo por excelencia42 . Cuando se trata de especificar la naturaleza l~llJllUl.C;U el romanticismo grahará susello sohre las expresiones marianas
emancipación femenina, NicoLas se inclina hacia unaliheración período. Elprimer testimonio nos lo ofrece el segundo Fausto de W.
La mujer estáemancipadá «delegoísIno, deUujo, de la (t 1832), un autor que no.queríaque se le consideraseromán~
la negligencia y de la nulidad en la queyacía.despreciada~>. No ohstante,su ohra:
guardar silencio sohre los derechos civiles de la mujer, el autor ..ac'H-,n
la función eclesial de esta a un apostolado de «carácter privado y «Termina con los coros de los ángeles y de los santos,conlas confe~
so»,porque. «sería desnaturalizara la mujer 'el permitirle predicar» siones de las pecadoras, con la aparición de, Nuestra Señora en una
Con todo, esta postura eS moderada sise la compara con la eXT)re:s~ transfiguración altamente romántica, que no puede encontrarse en
en el Congreso mariano de Livonio (1895), donde se pretende ninguna otra obra del tiempo»47.
la mujer «en el santuario de la familia» dahrirle eL campo de la. «

39 M. B. CLARY, Mariología, ed osiología ossiano sermoni, de' om~lie panegiriche per Maria ; 44 Véanse Atti del primo congresso rnaria~o nazionaletenuto in Livorno neigiomi 18, 19,20 e
et alcuni Santi, 60. 1 agosto 1895, Livomo 1897,49-50 y 114-120. . _. _
40 E DE PAULA, Grandezze di Maria esposte in XXVI discorsi sopra la Salutazione 45 G. VENTURA, La Madre di Dio, O.c., 16-17 ve a la mUjer como partiCIpe del varan y del

XXN sdpra la Salve Regina, Il, 174.


41 A. NICOLAS, d.c., IV; 283-357. 46 A. NICOLAS, O.C., IV; 340.
42 lb, 323-324. 47 R. BENZ, Il movimento rornantico, en 1 Propilei. Grande storia universale Mondadori, VIII: Il
43 lb, 340 y 345. secolo diciannovesimo, Milán 1966, 250.
'a una:Ri~~a,ª,¡J\l.1:᧡~ew.ot~vél~Y',fe§j:~Yi'!'J\rriás f:ip1iliar:Y,.$obf~ todO,
mariaha:51 . En efectO, la presencia de María gana en tiempo y en
I).o;sQlp gOlJ.;l1UéMa$;f1esta,sJitútgicas, misas rriarianas y orapio~
~i¡'¡lL.v,auc:;t'?'·; silla; tql¡J.lbién con laeres:ctónde iglesiasycapillas que se
.La valoración del sentimiento, sin llegar .allosextremos ellª-::lº,que no había sUCedido nunca en ningún otrdsiglo-,
romántica hacia lo infinito, caracteriza casi por entero a .eJ aume~tod~J las peregrinaciones a .santuarios situados en plena
mariana del siglo, si bien en grado. diverso. "u ,",L~.~,",· pataW$ponder, a la/nueva sensibilidad. romántica.

Desde..' el punto de vista teológico, G. Ventura adoptaeLserltlftil hacenesperatlos excesos del sentimiento. El cultO de layirgen
de los fieles como punto de partida y, a la vez, como criterio t()n()s de afectu()sidad,como en Qon Bqsco, puya devocióh ma~
la verdad de <<iluestra condición: de hijos. de María»: da pie.apn. c()lllpromiso. cristiano total sin caer en la cllrsilepa52 ;
otros autore$aspéticos y sobre todo 10soradoresmultipliC:::in..los
~<Esunsentimientocomún,yuna persuasión práctica y símbolos yilO dudan en servirse de unlenguajeamqr9$9 abu~
nosotros los católicos::el que todos somos. verdaderos hijitos Ejemplo típic() de esta afectuosidad,entre19~Ilgenllo y lo .meloso,
ría,yel que la Madre de Dios es también nuestra. madre f; .. ]. el «piadoso desahog() de amor» de E ~moretti53.
bien, un sentimiento tan vivo, tan tierno, tan profundo, tan Sin embargo, la piedad mariana tiende;ªexpresar$een una lllultitud
de los corazones verdaderamente católicos hacia María [... ] no prácticas, quedeselllboc;m ,en el Arsenaldelade~oción . (Atsenale della
ser el efecto de un juicio erróneo, .de una idea exager~da que los 1876) 'J dOllde se recogen las oraciones del catolicismo del
tianos se hayan formado de los títulos de María, de sus ,--u.ctU,.!a\'l'--": XIX. No debe asombrarnOS, pues;qlle se hayan alzadovoces(L
sus privilegios, de su poder ante Dios, ydesu tierna bondad E .. HelIo) para deplorar algunQs; de esos efCcesos. y ofrec:er, .. en
hombres: sino que ese sentimiento es y debe ser el efecto de 'p4<l.'LVll'--'''í ca,minosmarianos alternativos.

especie dé instinto maravilloso, por el cual el pueblo


guiado divinamente en sus universales sentimientos ... »49.

Distanciándose de «ciertos teólogos fríos» y del «culto,en 51 Lagréeexplica este alejamiento de la austera espiritualidad exaltada anteriormente, y la
que cobra ahora una religiosidad sentimental, no ya por la influencia de san Alfonso,
de menteyde razón», de los protestantes, Ventura termina por UC:llllJU la ola de irracionalismo que inundó a la clase religiosa dirigente (M. LAGRÉE, Religione
culto' de María como «una especie deinstinto religioso, un 1TI''"l~Til1TIiipr\ e populismo religioso nel XX secolo, en]. DELUMEAu [ed.], Storía vissuta del popolo cristiano,
1985, 743~.744). Que nosotros sepamos, el fenómeno del Romanticismo tiene un radio de
indeliberado, una necesidad del corazón»50. más amplio; no se limita al. clero, sino que es un clima que impregna todo el siglo., El
ofrece l.uego 'otras explicaciones queexigen.unaverificación crítica, como la transferencia
de la imagen del Dios poderbso,y lo hace convencido de que la salvación. no puede
respecto al siglo anterior: el cristianismo austero de tipo j sino del elemento femenino (.73.7 y 750).
52 Prandi hace notar que «la piedad mariana de Don Bosco es.además filialmente afectuosa.
trata de una afectuosidad distinta de la de san Alfonso, que tan proclive es a la dulzura de
sensibilidad que oscila entre lo ingenuo y lo remilgado.· Es una afectuosidad confiadá, peto
48 W. GOETHE, Fausto, Edaf, Madrid 1999 13 , 123. de tonne irripregnada d~ veneración' respetuosa» (A. PRANDI,Correnti e figure deIla spi-
49 G. VENTURA, La Madre di Dio, o.c., U-UI. cattolica neiséi::oli XIX e XX, en P.BREZZI [ed.], La Chiesa cattolica neIla storía dell'umanita,
50 lb, l1S.Cf también del mismo autor la obra Le deliziedellapieta; Trattato sulculto dé Fossano 1966, 119).
santissima, Nápoles 1860. 53 CfE AMORETIl, A Maria Madre di DiQ: Pio sfogo d'amore, Roma 1886, 78.
2.4. Gultura'deF¡j' resiauraiíón'y·culto.;mariano' los libros de 5toho~PQléinitoiacerca del éulto'marian058 es ingente, Y' en
ladefensad~da.licituddeLculto aMaría se plasma en una disputa
Elresbmraciomsmb del siglbXIX rrilia'hafür el'pasad6; las críticas protestantes o las de los teólogos minimalistas, y con~
res temporisaéti, inCluso enel óiltomariarió. Abrléndbel las burlas de los ateos.
de Paula,en Grandezzedi Maria ( 1903~ 1804), def¡end~la ElseglarA.Nicolas se califica a sí mismo de «apologeta de la santa
la Virgencoritra sus «enemigosdeClaradosíJ: Ocúrtos»; Virgen», yásume las tareas esenciales de esta actividad: ser antiguo en
con la «práctica continua de todos lossiglos»,ycohla al contenido, y nuevo en cuanto al continente, al modo de pre~
","U':HU.V

an:tigüedad»54.Est~' deClaración nOapuritá sóloa<los . . . .,.:" .. ~,-;¡:.n:.-..¡:.-; aquel; su designio, por una parte, es convencer de que, en lugar
los 'católicos del tipo deWidenfeld, sino tatnbiéná los C1Uel.HU';;cr banalizar el cristianismo,.la Virgen constituye .«un. nuevo y luminoso
revolución, quededaráton una «guerra feroz» alcúltode de manifestar a Jesucristo y de glorificar a Dios», y por otro lado
Estavoluntadrestáuracionista se manifiesta en el el autor se propone cimentar el culto a María no sobre las arenas mo~
laspráctica.s devotas del siglo XVIII, en primer términol~ de nebulosas nociones, sino sobre la roca viva de la palabra de
mayo, que a. mediados' delsiglo XIX «se convirtió casienuna
universal entre las familias' cristianas, en las iglesia urb~nasy Los autores marianos del siglo XIX hablan de la Virgen y de su culto
Italia, eh Francia y en Betgiéa;~56. en constante y a menudo violenta confrontación con los protestantes. El
Este feflújoagotala creatividad de expresiohesdelculto '. tono es moderado en SCheeben, cuando afirma que «la específica herejía
lo lleva a úna falta de confrontacióh·conel espíritu de los tlell11n@ protestante acerca de la gracia y de la Iglesia» no aceptada posición
conocido y deplorado Art Saitlt~Súlpicesecomplace en TP1"TP';'Pt)f'<:>C'-il;: eminente de María»60. En cambio, Ludovico da Castelplanio adopta una
oleógrá.fitas yfomentála devoción a la Sagrada Familia tomo actitud abiertamente combativa y deClara que su labor es «polémica»
de una vida rural, idílica, sin conflictos, en' cóntrastecon' una porque "«se hace cargo de la defensa de todo el sistema católico»61.
que se industrializa y se urbaniza»57. En una línea más práctica y apostólica Se sitúa G.~ J. Chaminade
También el carácter marcadamente apologético de la prod (t 1850), que debe hacer frente a la «gran herejía reinante», es decir,
literaria decimonónica se extiende a las obras marianas. El a la indiferencia religiosa val ateísmo. Funda en 1816~18171as dos ra~
mas, femenina y masculina, de la Sociedad de María, en la que intenta
infundir un espíritu mariano' de vocación apostólica. Chaminade está
54R DEPAUIA, Grandezze di Maria, discurso preliminar, 1. convencido de que la devoción a María constituye un remedio eficaz,
5.5«¿Por qué esconder hechos que habríamos creído imposible que sucedieran en
católitas>e italianas? ¿No fueron contaminadas por manos infames las imágenes de la
Madre? ¿No fueron destrozadas, por un: nefando sacrilegio, las imágenes de Ella, co[¡)c¡üja
una piedad ancestral a la vera de nuestros caminos? [... ] Yhubo algo peor todavía: no 58 G. M. CAPODIECI, Sagg{o storico-critico sopra l'antichissimo culto della SS. Vergine, Siracusa
hechos se atentó contra el honor de María, sino qlÍé también con la licencia satírica y a
1803; J; BUSCARLET, Recherches historiques sur l'origine et les progresdu culte que l'on rend Marie
de la prensa se derramó a manos llenas el desprecio sobre Ella, sobre sus dans l'Eglise romaine, Ginebra 1833; A. LATOUCHE, Controverse r... ] sur le culte de Marie, 1849;
menteS con: funestísimos errores» (M. SCHIAFFINO, Opere, IV: Panegirici e discorsi sacri in G. DE LUISE, Iléulto aM. V del Carrnelocombattuio dai Valdesi in'Italia ne11864. Trattato apologe-
Maria V, Sienai 1890, 4). Análogas observaciones se encuentran en una obra traducida tico, Nápoles 1864; .A.CASTAING, Marie et son culte devant la raison du chrétien, París 1866; E G.
cés: M. ORSINI (abad), La Vérgine. Istoria della Madre di Dio e del SUD culto, n, Foligno CONTESSA, Maria e la Bibbia, ossia il culto della ss. Vergine esposto,Turín 1877.
56 p. STELIA, 1 tempi e gli scrittiche preparárono il «mese di maggio» di don Bosco, en 59 A. NICOLAS, La Vierge Marie et le plan divin, 1, París 18828 , XXVIII-XXXII.
20 (1958) 652. 60 M. J. SCHEEBEN-C. FECKES, o.c., 22.

57 M. LAGRÉE, Religicme popolare epópalismo religioso nel-'XX secolo, 748. 61 LDA CASTELPLANIO, o.c., IY,133.
porque¡proporciona.utHen0"V:ªd(ÜmlP1..ds9¡para·elapq~tQYlado;y su '.infantil ¡ingen.llicl.ad foree~,queerr cierto~santuatios,encier:,
la perfección 'evangélij:a;¡ 5lin.embargo,.di:uitormose Jimita . i.mágénes, ;estat:Ú:as¡().réliquiashay-' algo;de divino, algo' así como
datel. culto «prudente y sabio~);naciala.Yirgen, virtudfo fue:t;zaoculta¡que no se encuentra en otras, como los
en el devoto una perseverante actitud de ereíande sus ídolos».
ción de María.Chaminade habla de: eonsagración,pero U'-LJlL"'a~<.c
del año ·1817 la original expresión de .«alianza»/conMaría, lamenta de que Jos altares dedicados a la Virgen y ajos santos se
denota «una elección, un compromiso, una sociedad». Tal . osterítosamenteiluminados, .en contraste con la modestia en que
de las notas características de los marianistas,.quése COlUprOrOJ lfíLUU.... eL altar dé la eucaristía. Deplora la. ola que inunda el país
LA..

ella mediante el voto de estabilidad, a fin de lograr con María nuevas. devociones y de prácticas de piedad excesivas, mientras se
final sobre la serpiente infernaL En el campo de la ¡JHJUCL'-' '.LVL.L¡.U las obligaciones hacia la familia y eldeberdejusticia6J •
'''''-.<LUU.LL

lógica,. a Chaminade debemos.el folleto Conocimiento. de María Una aguda recensión del libro de C. Ferreri Corona. di fíori a Maria
cuyo eje temático es la maternidad espiritual. ... permese di Maggio di un pio giovinetto (TurínJ841), encuentra en
Entre tantos fundadores y fundadoras, para quienes el.culto algunas expresiones criticables: parafrasear «el Avemaría para
gen se transforma en «espiritúalidad»,·hayque mencionar aJ.;,- la 5lanta Misa», llamar a María «fuente de la gracia», insistir en
(t 1875), que exige a los maristas que perseverenen¡ el eilllpeno peregrinaciones a santuarios «más artísticos que espirituales.y pia ..
identificarse con María. De esta manera, el celo apostólico se » y, finalmente, permitirse modificar la poesía Il Nomedi Maria, de
conJa máxima exigencia en cúantoa densidad espiritual, Manzoni. Ampliando el horizonte a otros opúsculos muy difundidos
el mes de mayo, el recensor se siente embargado por. «un· razo-
temor» de que tales escritos transformen el bálsamo confortador
2.5. Crítica contra el sentimiento. y aperturas/ibera. un veneno sutil. En efecto, esos escritos generan «una especie de
en el campo mariano desplazando el centro único.de1a fe, de la esperanza y del
cristiano, yeso poco menos que a cuenta. de María» i y relatan una
Ante esta ola apologética de la oración, expresiva de una I-lL'_UC1U;.llJ 'uu.Hul,-uu.·de hechos; portentosos y milagrosos recogidos al azar, . entre
vidualista, devocional ya.menudo desligada de laJiturgia, no. tOl1"·rI<:>1ri. cuales algunos son. abiertamente imposiblesy repugnantes» 64.
levantarse protestas y formularse juicios duros62 • La cuestión mariana,en su búsqueda de un justó medio entre
Por ejemplo, el obispo Bonomelli (t 19.14), aunque no L~LLLLL'-'LLtO y teología,! entre fe y. cultura, entre reforma'y fidelidad al
sentimiento de la religión, reprueba el sentimentalismo al evangélíco¡seexporta durante eLsigló XIX a Inglaterrar donde
con «una religión sin deberes, un ellpectro dereligión, un árbol de un cariz marcadamente. ecuménico. Genial representante de esta
escasas aunque aromáticas y que no da frutos». Bonolllelli rompe mariológica es J. H. Newman (t 1890), a quien se debe la cono-
lanza en favor de la vida interior del espíritu, que debe' animar la Letterto the Rev, E. Pusey, de 1865, reputada como.«una bellísima
giosidad exterria. Reprueba el «materialismo» del populacho, el

62 Sobre la oscilación entre elaboración culta y recepción popular, efE. FATTORINI¡ Il 63 G. BONOMELLI, Sentimentalismo e formalismo in Religione, Cremona 1902.
mariano tra Ottocento e Novecento. Simboli e devozione. Ipotesi e prospettiva di ricerca, Milán 64 CfP. STELLA, a.c., 661 .. 662.
exposiciónderlamejorteologíán:p.aTiaml,» 65;!Respqndiénd6al \#ª~V1L~U''', que elc:tilh:)'de;Mgiía';fio>se 1djntrapone,aLaIIi0r de Bias, sino
del anglicano, Puséyi·y aSl1s6bjedones';y:: denuncias!ac(~rCadle;lap0: es funcióridirectade este:
mariana delcatolicismo,Newman se remonta opor1turlartíeí:lte;
orígenes, a los padres de la Iglesia, entre quienes es doctrina . ··«Preéisamente aquellas naciones ;y aquellos países que desecharon
la consideración de Maria como Theotokos, segunda Eva y 1l1"Ul~. la devoción a la Madre de Dios, perdieron la fe en la divinidad de
vivientes. Acerca de la devociónmariana,el fiIturo cardenal' }esucristojmientrasque aquellos otros países que se mantuvieron
que esta devoción se ha ido acrecentando ah latgode los. fieles a María, conservaron la ortodoxia» 66.
función de los diversos contextos culturales y de la 1l1Ll..ldl.,lUl
tuaL del momento. El culto a María, fundado objetivamente, En Desarrollo de la doctrina cristiana, (1845); Newman observa que «el
seguros, «no quiero negar que en algunos. lugares. ha caído .en tono de la devoción tributada a la Virgen María-,-"lleno de afecto y de
y se ha. convertido' además en superstición; porque el mismo ardor [..,]"de compasión y de cariño [;..]. c:onmovedory vivo"-es "comple. .
que conduce a la madurez lleva también a la ,decadencia». tamente diferente" del culto rendido, a la Trinidad y a Cristo-:-"lenguaje
contempla con' desconfianza la religión popular, «HIU\:l~l.-L1,Ul\:Olll' inefable, majestuoso, solemne y pacificador"-. El culto hacia Mariano
corrompida», pero no juzga las devociones de l6s santos, porque suplanta, porque no está conectado "con aquello que en la vida religiosa es
hombres viven en un nivel diferente del ,nuestro, y nosotros estrictamente personal y con aquello que es dé importanciaprimordial"»67.
podemos comprender», y .distingue entre! la devoción «sana» Newman concluye que la devoción a María,y a los santos ~<no obstaculiza
bienaventurada Virgen y la «attificiah;admite que algunas frases, en absoluto aquella relación incomunicable y reverente que existe entre
das de SU contexto¡ son inadmisibles, como «la misericordia de la criatura y el Creador» y, optando poda clásica reserva inglesa en lo
infinita .•. Dios está sujeto a lo que ella manda ... las almas e ......F.L~~".' tocante' a las formas de culto hacia la Madre de Dios, expresa su inco . .
engendradas por Dios y por Maria... cuando el Espíritu Santo ~U'"U""~!L midad "ante las manifestaciones «italianizadas». introducidas por Faber.
a María en uJi alma, .acude allí enseguida». Para N ewman, estas Como se puede observar, la apertura liberal del ,siglo XIX no influyó
son como «un mal sueño», pero acepta en cambio el axioma «es en exceso en el culto mariano, .en contraposición con el ascendiente. que'
sible que se salve aquel que se aleja de María», porque; tal alej sobre'él tuvo la culturaromano.:.restauracionista, entonces dominante.. Uno
no es una sim:pleomisión, sino una objetiva falta de respeto o un de los puntos de convergencia entre ambas posiciones antagónicas fue su
de ofensa hacia ella. !Después de haber· señalado que «en la compromiso en favor deta labor caritativa, que constituye uno de los más
cristianase abrieron dos grandes corrientes a lo largo de los hermosos capítulos de la historia cristiana y mariana del siglo XIX,
de ellas centrada en el hijo de María, y la otra centrada en la
Jesús», Newtnan afirma que <<launa no oscurece 'necesariamente 66 Cf J. H. NEWMAN, Lettera al rev. Pusey su Maria e la vida cristiana, trad. Y,ed. a cargo de
G. VELOCCI, Roma 1975.
otra». En efeCto, en la IglesIa católica, «María se ha mostrado no 67ID, Lo sviluppo della dóttrina cristiana, Bolonia 1967, 452. Elaútor aduce dos pruebas para
apoyar su afirmación. El primer ejemplo está constituido por los Ejercicios espirituales de san
rival,isinocomo.ministra de suHijo» .. A tenor de sllreflexión y Ignacio, obra aprobada por varios papas y que; noobstante,«apenas hace referencia a la devo-
experiencia, el genial converso concluye, con los autores espiri ción a María Virgen Madre de Dios». El segundo ejemplo es el examen de «cuarenta folletos
que circulan por Roma». Ahora bien, señala Newman> todas esas obras «apenas mencionan a
María», incluido el folleto de gran difusión Pensez-ybien. Otros libros, como Il devoto diMaria,
de Segneri, reconocen la «función especial» y el «culto especial» que a ella se le tributa, pero
65 T. GORNALL, Newman Oohn-Henry), en DSAM, 11 (1982) 177. «la razón que se da de tal peculiaridad procedé de la dignidad trascendente de su Hijo».
, '

408 - Modelo del siglo XIX¡+'r<!1mántiboBrestáura:dGtrl .; 4OJ9

institutos''feligiosos,,1losicuales ostenta:n;a¡ltrenudo 'un nombre 'iriária:.-


Diremos; Cbma: ejemplQ5qtle; para Don~13oscb' (l1888); «María es la
'benigna: quélalieritar;que,exhQrarll proseguida 'obra educa'tiva» y
i«el Qrige:rrde ¡cualquier otra actividad apostólica suya» 71.
Merece:particulat atención! Bartolomé Longo (t 1926);en cuya vida
Nicolasreconoce que taldevocióncaracteriza«1a patenté el estrechó paret).te'sco existente entre 'la devociónma~
cundidad cristianas», tanto que «la imagen de la Virgen es la yla attividad social en favor de los marginados 72 • Ampliando,el
tintiva de toda Obra cristiana, y las devociones a María son el actividad,; Longo se dirige al pueblo! sobre el que'ejerceuna
de todo celo y caridad». María; desde la entraña del cristianismo,
1
pedagógica mediante opúsculos de gran éxito como La Nove~
en la sbciedad según la triple dirección «de la doctrina, de la d'impetrazionealla SS; VerginedelRosario di Pompei, obra compuesta en
cultO»68. Su incidencia en las obras de caridad y beneficencia 89 que· alcanza en 1974 su 1. 153ª.edición, de laque se ,han impreso
en el curso de los siglos por las órdenes y congregaciones ; millones de ejemplares ,(sin discusión, el campeón de ventas de
enorme': mariología). A cierta distancia le sigue I quindici sabati del santissimo
. (1877), obramás densa quelaanterior y que alcanza en1981 su
«En efecto, el culto de laNirgen contribuye dé tal manera a ediCión (745;000 ejemplares vendidos)., Esta misma obra contiene la
, de esas instituCÍones,que' todo .10 que ellas son y hacen «Supplkaalla Reginadehs. ¡Rosario di Pompei», cuya difusión,
considerado' no como el principio, "sino como el medio vital ravés' de folletos o inCluida en diversas colecciones de, plegarias~ es
existencia de; las mismas y de su actividad» 69. de cifrar (en el año. 1949 había aléanzado1.105 ediciones).
iUJ'-""LUIC:

Bartolomé Longoes hijo de su tiempo en la manera en que presenta


En el" congreso mariano ;deLivorno, al debatirse por qué «el figura de María y da expresión concreta a,1suculto:exaltaciónde la
miento de la caridad vive, se' consolida y se vigoriza UHll.-CllllC::U multiplicación de las devociones en su honor, movimiento enca~
dondenay culto 'a María», 'el profesor Vigo encuentra la respuesta a fomentar el conocimiento de sus privilegios (en particular, el
hecho de que-«la devoción a María derrama en el corazón tal la asunción) y la práctica de su culto ... Longo se sitúa entre aquellos
dedulcesysantas inspiraciones, que son fuerte defensa contra el que se propusieron elaborar una espiritualidad mariana dirigida
y,que abren la fuéntea todo, sentimiento vigoroso y gentil». Es pueblo, a las Clases más desamparadas espiritual y materialmente, a
el congreso consider6indisociables el culto mariano y la caridad, de rescatarlas de su indigencia moral e inmunizarlas contra el veneno
Semeria propuso ofrecer «un banquete a los pobres» sufragado por', la incredulidad. En la obra 1 quindici sabati y en otras plegarias, Longo
1an"'1">'r'l un lenguaje que brota del corazón y se dirige al corazón. Cuando
congresistas 70.
Eriun plano más formativo y de promoción de obras sociales se .comelonía la Novena d'impetrazione, corregida y ultimada el 20 de agosto
muchos sacerdotes ylaicos, varones y mujeres, fundadores y UllUCl'UVJ
71 Cf P. STELLA, Don Bosco nella storia della religiositiJ. cattolica, II: MentalitiJ. religiosa espiritua-
1itiJ.. Zúrich 1969, 153.
68 A. NlCOLAS, LaVierge Marie et le plan divin,rV; a.c., 388.y 394. 72 Cf G. MATIA!, P011lpei, en NDM 1122-1129 (ed. it.); S. DE FlORES, Maria nell'esperienza
691b,437-438. e negli scritti di Bartolo.lángo, en Bartolo Longoe ib suo tempo. Attidel convegno storiéo [... ] 1982,
70 Attidel primo congresso mariano nazioflale tenuto in Livomo¡80~81 y 48. Roma 1983, 135-167.
de 1879;,ino se consideraba; satis,fecho a: menOSl gue.silltiera .:«brotal
~:"{~apftulo:'XVll
sus ojos una comente delágrimás que empapara'las pa;gmLaS.es.e
El pueblo debe vibrar cuando dirige~unaoracióná;
cia viva se percibe poderosa y maternal al mismo tiempo.
la llama «augusta, bendita, buena;. amada coronada,' orrmrp01:en aría en el siglo XX
gracia», y la invoca como «Reina de paz Y: de perdón, Madre. Entre la libertad y el totalitarismo
madre de Jos pecadores, abogada nuestra y.esperanza nuestra;
María dé. Bartolomé Longo es, la que él experimentó en carne
una fuerza salvífica, una protagonista en el plan de Dios, una
operativa en la historia. Ante esta María casitangible, brota
un anhelo de contacto personal CC>:1l ella por intermedio. de la

·.C. '.
Bartolomé Longo propone el rezo del Rosario desde esta DersD'ec1t1'

«¡;. Del mismo modo que dos amigos .que a· menudo ··.on el pa.so de.1 SiglO.'···.··.X.I.X.:., cara...cte..r.izado. ,po.r. el «se.n. . .timie. . nto. »,
al siglo XX se abre una nueva fase cultural, centrada no ya en
tos, tratan de ajustarse el uno alotro incluso en las o'mn.unlOI:e~,
. . una única facultad del hombre, sino el hombre mismo en su
tambiénnosotros¡ conversando fauliliarmente .con Jesucristo>
integriclad, como admi~ist:radoi responsable de ;u lib~~tad. El cambio
la Virgen, .al meditar en los' Misterios del: Rosario,. y al vivir· j
puede resumirse como el tránsito de la objetividad (positivista) a la sub,
una misma. vida con laCorríuniói1,podemos llegar,a ser
jetividad}, de la exaltación del sentimiento (romántico) a la de la libertad
a ellos, en cuanto sea capaz de. eso nuestra bajeza, y'podemos
humana, exaltación esta que conduci~á en último término a la eclosión
der de esos .elevados ejemplares .el hecho de vivir humildes,
de una corriente neohumanista, q~e deberá medirse ccm el nacionalismo
escondidos, pacientes y perfectos»?4.
y el totalitarismo.

1. El siglo innominable

El final del siglo XX, con el que se clausurandos ~ilenios.de cristia"


nismo, condujo a los historiadores y a los especialistas en antropología
cultural a formular juicios sobre la centuria q~e dejabaIl a sus e~paldas.
Para deflnir al sig19 XX se adoptaron perspectivas diversas, conscientes
de que con el nuevo milenio se alumbra una época diferente no s?lo des,
1 La primera ruptura radical con el pasado se produce en la pintura, con el impresionismo,
que, con la complicidad de las leyes ópticas y la .llegada de la fotografía;. implica una revolución
73 Cf E; M. SPREAFICO,. Il servo di Dio Bartola Langa, Il, Pompeya 1944, 308. copernicana en la concepción de la obra de arte, desplazando ,el ~enrro de grav~dad. ~e est~ ~esde
74 B. LONGO, 1 quindici sabati, Pompeya 1981, 20. el objeto que hay que representar al sujeto que se expresa a Si mlSmo en la realizaClon artistlca.
cl~'~lpSmto~ ~~jVgís~a¿r9IlólógiCó,sinó también desde el punto tótrá1itr~rios lbo16neviCi¡uey; nazi,;, Rara Isaian<Berlirr ho hay ,duda: el
crtltu~a!y,' p6f t~rito, ;nt~()r:ol?~icg:~~l si~!o XX esen.tendi"d",o",~"",,; sidO:: e1;¡:)édr~siglp delhhistorla. Los nombres; tristemente
«siglo con muchos rostros», y definido según categorías ¡¡m,osc,s. fdeAúschwitz¡{genocidio.),;Hiroshirila(bombaatómica), Guhg
de orden cronológico, moral, cultural y reliiiosfJ:: purga~ 'soViéticash evbcan hecatombes, yelprimero y .elúlti~
otras tantas insensatas y crlminalesideologías en cuyo nombre se
rlt>t'np!rr<ll'r\n brutales atrocidades, se empleó sistemáticamente el terror

1.1. «Siglo breve» . seextermifió ainnumerables inocentes. Sin ningún género de·duda,
siglo XX ha'sido el más cruento de la historia;;ya que durante él se
Así lo definió K J. Hobsbawm3 por su contraste con el siglo XIX, el dio muerte cuando mehosad5(j)tnillonesde personas; cifra que algunos
extenso», que comenzaba con la Revolución francesa (1789) y se historiadores amplían hasta 187 millones. Poniendo en ambos; platillos
gaba hasta la primera guerra mundial (1915). Pero, aun siendo de la balanza lo ,bueno y lo,malo delacenturÍll; C.¡S. Maier piensá que
siglo resulta ser un «siglo inmenso», (M. Veneziani), porque en él se, lo positivo (avances sanitarlos;l1uevasensibilidad. hacia ·los derechos
dujeronprogresos y retrqcesos ~e enorrneabm~e. Se puede __ '_'~<',,,,,, humanos .•.) superaalonegativo, y concluye: «A fin de cuentas, nome
atrevería yo a decir, que el siglo XX haya sido el peorde:todos 6• Pero la
«Es, másbien, ersiglo"más extenso",porlacantidady la ~CU,L""~'.,.. mayoría de la gente' no. cómparte su indecisión~ porque ni los mejores
o
los hechos acaecidos en él, y que siguen sieil.do objeto
" " • , , • , ~. • . •
U~LUU'U'
• r , ' , ~> J',' , ; , bienes ni las acciones más gloriosas consiguen cubrir el derramamiento
de vaiiadasinvestigaciones
. . '. ...
e inte¡:pretaciones»
""., '"
4.' ; de sangre inocente, que grita a pleno pulmón y proclama con voz ince~
sante y perenne el duro reproche del que se culpa al siglo XX.
El siglo XX
parece un lD;omerito de «sándwi~h;> histÓrico,"
m()mento pó~#ivo está sitml,doe1'ld:e dos negativos: eacid de la ~al,a"l,Ll
(1914~1950), crecirilientóec¿rióri¿od950~1970) y edad de la. CriSIS 1.3.: «Siglo de la decadencia»
descomposición (1970~2000. Hay quien incluye tambiéIl ~tielsigf¿
el año 2001 con el terrible acto terrorista del 11 de septiembre Tal era la definición de O;Spengler tras analizar el sigloXX7., El teó~
Estados Unidos. logo evangélico D;Bonhoeffer (t 1945) había hablado ya del «siglo
de la decadencia»de la humanidad delhombre~ quien: ,se ve reducido
a la condición de siervo de Jas.máquinas, que «serebela contra quien
1'.:t«Sfg/ó inl70m i nable»5
[;:,
, / . la ha creado: isingular réplica deL pecado de :Adán! [¡ .. ]. Al final. del
camino por el cual, senos encaminó con la Revolución francesa se
Así' 'se' suele juzgar M'siglc/ XX}eh Vistad~ 'los; Ínsóli1:6s 'niveles de'
barle que se alcanzaron en él, porobtá partictilartneIite de los
2 G. CICCHESE, Eclissi di umanita? Un bilando del XX secolo, en Nuova humanita 24 6C. s. MAlER, Il ventesimo secolo estatopeggioredeglialtri?Unbilancio storico alld fine del
728. Novecento, en Il Mulina 48 (1999) 1009.
:lE. HOBSBAWM, Ilsecolo breve"Milán.1995.,; 7 O. SPENGLER; Il trambntodell'Occidente: Lineamenti diuna morfología della storia del mondo,

4 G, CICCHESE, Eclissi.di umanitd!' Un bilanciodel XX secolo, 730. Milán 1957 (trad. esp., La decadencia de Occidente. Bosquejo de una morfología de la historia
5 AA.vv., 900:. un secolo innominabile, Idee e riflessioni, Venecia 1998, universal, 4 vols., 19344).
encuerÚrael.nihilísmó» ~r"[)trosiV,:i~r0nen el siglo~:el homicidas yetllbCidak;¡ ahr(j)ift;ebmenzarhosa.ser;eC9cidas~y12; El teólogo
fragio» (H.. Blumenberg) 9, oinclúsÜiéll~¿siglq del 6:1).81 d(Ha rUSWfIa>'>: brasileño denun2iáebsaqueOsistemático de que es víctima la Tierra:
Fukuyama) 10, que quedadausurada ton la democracia Mberal. cada año desaparecen. diez espeeiesde;ser.es'vivos, eL desierto se traga
Forte, los últimos veinte añosdelsiglo:XX ponenJin a 400 millones de toneladasdesuelofértiL(tan sólo durante los últimos
zada por la época moderna, que comporta tres· fases:· treinta años se deforestaron 600.000 km2en la Amazonía brasileña), las
reservas naturales de agua, petróleo y carbón se agotan...
«a) Ilustración; .entendida en sentido kantiano como "salida Todo esto forma parte de la falsa idea de la Tierra comoresérva inerte
brede suminoría de.edad", entendiendo por tal minoría de recursos de los que hay que disfrutar: no se la respeta en su alteridad
"la incapacidad para servirse del propio intelecto sin LU.F.".LU y autonomíacomosuperorganismo Vivo (la Gran Madre de los antiguos,
otra persona"; la Pacha Mama de los indígenas, la Gaia de los cosmólogos modernos).
b) Dialéctica o crisis de la Ilustración, es decir, la denuncia de los Además, las sustancias químicas contaminan los mares y envenenan
de la razón yelcuestionamiento de su carácter "LLLUL.L"'IJU~~V'+4 las tierras, los plaguicidas adulteran los alimentos, los residuos radiacti~
c) Aparición de laposmodemidad, en la cuaL"latotalidad vos permanecen activos por espacio de WO.OOO años, la capa de ozono;
queda sustituida por.elfragmerito, las grandes. síntesis son escudo protector contra los rayos ultravioleta\ se resquebraja, las armas
tuidas por el 'pensaniiento débil',Jas certidumbres son atómicas pueden provocar el invierno nuclear, mientras que el efecto
por un navegar sin brújula hacia lo desconocido"» 11. invernadero' ocasionará un recalentamiento cada vez mayor de la Tierra,
con sus secuelas de sequía y de deshielo de los casquetes' polares.
Cada minuto se destinan 1.800.000 dólares a fabricar armas o, lo que
1.4. «Siglo del ecocidio» o de la antiecología es lo mismo, a producir rhuerte 13 ,
Por tanto, es necesario proceder a una alianza nueva con la Tierra.
Así debemos definir al siglo :XX," si tenemos en cuenta las "'-l.lal'-" .. Nonos equivoquemos: «No habrá un arca de Noé que salveaalgu~
alarma que se hallan a la vista de todos: crece la desertización del nos :y deje perecer a los demás; [) nos salvamos todos o pereceremos
do de resultas de las talas inmoderadas y deLincendio de tos todos» 14.
aumenta la contaminación. de las 'aguas, de la tierra y del aire Estos efectos de una producción tecnológica incesante que conduce
sustancias químicas .y radiactivas', se.consolida el efecto invernadero al progreso salvaje a costa de la propia posibilidad de vivir, provoca
el dióxido de carbono y por otros gases que recalientan.la ansiedad y temor por el futuro. En realidad, varones y mujeresseen~
'Podémos afirmar con.L. Boffque nos encontramos en «la era; cuentran actualmente ante una encrucijada: deben decidir si optan por
la insensatez», porque, «además de haber sido en el pasado ""L.'-'"'''' la vida o si van a rendirse ante los procesos de muerte global en ciernes.
2
Como hace notar lucidamente Juan Pablo II:
8 D. BONHOEFFER, Etiea, Milán 1969 , 86-87 (ed. orig. alemana, 1949; trad. esp.,
Trotta, Madrid 2000).
9 H .. BwMENBERG, Naufragio eon spettatore. Paradigma di una metafora dell'esistenza,
2001.
10 E FUKUYAMA, La fine della storia e l' ultimo uomo, Milán 1996 (ed. orig. estf¡dolllniljen 12 L. BOFF, Vida y muerte sobre el planeta Tierra, en Concilium 35 (1999) 722.
1992). 13 lb, 717-728.
II B. FORTE, Dove va il eristianesimo?, Brescia 2000, 87-97. 14 lb, 724.
EstéiseritlmientG. de;;QeuqahaciadaMrgen ;nevóLal·.papa,·en'elpri~
.y~n el décimo aniversariQdeEátehddo,dellJ.delllayo de 1981,
regresar a.Fátima e incrustar en la corona de la Virgen el proyectil de
intenciones Holllicídas:.
6egúrr.manifiéstaconesta oCaSiÓf).íeI pontífice considera el mensaje
Fátim:aclave hermenéutica necesaria para interpretar. los aconteci~
mientos del siglo XX, .tal como expresa en la siguiente declaración:'

AsípodemosJlamar al·siglo XX .a· efectos mariológicos;; En' «Los acontecimientos que han ido produciéndose durante este de~
sé·aparecea los trespastorcillos,y a fines de Siglo se publica
cenio [... ], particularmente en la Eutbpa¿eritral y en laorieritaL [; .. ],
parte deL secreto de Fátima. Más. allá, dé este. encuadre '~~'J""J'" nos obligan también a pensar de manera particular en Fátima» (15
vemos que, ségún.entiende.]uanI'abloJI, el sentido del siglo demaYGde 1991).;'
ilumina con ellllensajede Fátima. Como· señala el
Rumi, Fátima<moes.un fuego de artificio» sino una «etapa
Juan Pablo ILlleva a cabo dos gestos de fundafuental importancia en
que nos. sitúa ante el libro .del siglo XX pa:t:ahacernos .r"'..m ........."'...'rI
relación con Fátima: laG:Onsagración/dedicación del mundo.' a la Madre
es preciso confrontarnos con el bien y con eCmal, .sin fingir; de Dios;ctareaerr laque compromete a todes los obispos -con referencia
último no existe;
precisa, aunque no explícita, aRusia,segúnJaspeticiones de sorLucía
El papa, a quien laintervericióri proVidencial de María salvó (25 de. marzo de 1984)~, y la .revelación de la tereera parte del Secreto
samente en el atentado del 13 de mayo de 1981, cuando el . f"lll~ ) V p n.•
(13 de mayo de 2000).
ca
Ah Ag le disparó en el abdomen, reflexionó sobre el hecho dei ¿Se cumplió la promesa hecha por María. en la aparición del 13 de
cQsaJe había sucedido «énel,díay enla'hora» en que Nuestra
julio de 1917: «El santo Padre me consagrará Rusia. Esta se convertirá
se. había manifestado en Fátima 64 años· antes .. Por esta razón,. y una pausa de paz se concederá al mundo»?
convalecía de su herida en el Policlínico Gemelli, el Santo
Desde luego; es demasiado pronto para trazar una historia coherente
que una amiga súya,.la dQctmapolaca Wanda Poltawska, le
de Rusia tras los. cambios radicales acontecidos durante el decenio si-
Documentos de Fátima, obra publicada por A.~ M. Martin.
guiente ar~ consagraciÓn¡ pero Juan Pablo II COnSidera que laconversión
A la luz de Fátima, el papa se ve¡dbligado a interpretar esa de Rusia, en 10 sustancial,yase ha obrado, cop:1o declaró a1 direct()rge
que acababa de vivir:.
La Stampa.(Jde marzode1992),a~aíz de un artículo de Mijail.Gorba-
chov publicadO en~l düuio.de TlÍrín:
«Me he convertido en deudm deja Santísima Virgen. L.,J,
dado cuenta de su grande y maternal protección y solicitud,
«No debemos olvidar una cosa importante: no fue sólo una crisis del
demostró ser más fuerte que el proyectil homicida» (7 de
1981). comunismo' ha sido también ~,Uf).a perestroika.
" • " •• , .' , " .' ,~"
Y 'perestroika, entr~.otrlls
'." '. _" . 1 ,'.... • • '

muchas c¿sas, significa también "conVersión". Quiere esto decir que


15 JUAN PABLO n, Atto di affidamento a Maria santissima (8 de octubre de 2000); en la CriSIS y en la rllptura, en l~ conmoción que se produjo y que se
". ;¡~stá pr941.1qiehdo/:ttaY0\lll1el~me1!lto;espiritual; tmcambig; pastorcillo$el.1qdejuliodei.19B;Elpapa:encargó alentoncessecre,
(L.a·Stampa,4de marzoi.de d992)J6. ae;Estad0 vatihano,icardenal A.;Sodano, la tarea. de .publicarlo en
líneasgeneralesjloque monseñorSodano llevóaefectó' con ocasión
la peregrinación delSantoPaare·a·Fátimá. (13. de mayo de 2000):

comunista: «Incluso muchos no creyentes han visto en estos· «L.a visión de Fátima se refiere. principalmente a la lucha de los
mientos algo así como un "milagro"». sistemas ateoscontta la Iglesia y contra los cristianos, y describe el
enorme sufrimiento de los testigosdela fe del último siglo delsegun~
do milenio; Es un interminable Vía Crucis guiado por los papas del
1.6. «Siglo de los mártires» siglo XX,
Según la interpretación de lospastorinhos, interpretacióncori.fir,
El secreto de Fátima nos remite a lo que Andrea. Riccardi ""~.LLVJLHU.La.;< mada también recientemente por Sor Lucía, 'el "Obispo vestido de
siglo de los mártires», es decir, de aquellos 26.685.000 cristianos blanco" que ora por todos los fieles es el Papa. También Él, caminan,
los cálculos de Didier Rance- que, caídos bajo la férula de sl'stemélS;att! do fatigosamente hacia la Cruz.entrelos cadáveres de los martirizados
e inhumanos, «pagaron un alto tributo. desangre por sus. conVlC:ClCme (obispos, sacerdotes; religiosos ,religiosas y numerosos seglares) cae a
fueron discriminadossistemáticamentedurantedécadas»17; Entre tierra como muerto, bajo los golpes de un arma de fuego».
mártires resalta la figura del padre Maximiliano Kolbe, el más .L.en::;LJ''''
conocido del siglo XX, prisionero. en el infierno de Auschwitz, También el cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la
aquella noche de la compasión hizo relampaguear el amor otreclén¡j( Doctrina de la Fe, que puso en conodmientbdeLpúblico el texto de.fa
a ser sacrificado en lugar de un compañero de.cautivida:dconc;"~JV".a: tercera parte del Secreto 18 (26 de junio de 2000), se adhiere ala inter,
hijos~ pretación de Sodano, «reconocida como correcta» por sor L.ucía.
En este sentido es interpretada la profecía apocalíptica contenida
la tercera parte del secreto de Fátimaíconfiaaopor Nuestra

16 En el~ñO' 1978, cO'n O'casiÓn del pasO' pO'r RQ~ade l~ imagen de la Virgen de
2. Cultura del siglo XX
también: yO' estudié las' cuatrO' memO'rias de Lucía y llegué' a las siguientes cO'nclusiO'nes,
cadas en I1 TempO', CO'ntrauna interpretación e~piritllalista del mensaje deFátb:~a,que
abstracción de la histO'ria' y las VicisitudespO'líticas, concluí en dicho trábajO' que' nO" es A lo largo del siglo XX, repleto de infinidad de acontecimientos luctuo,
«reducir tal mensaje a contenidQs únicamente espirituales, pensandO' que.tO'dO'lO'd~másel; sos, avances científicos V. vislumbres de esperabza,. prosiguen emergiendo
gaje accidental, es decir, las preO'cupaciO'nes cO'ncretas pO'r la suerte del mundO', lasl,\:'1\:1\:11'-"
Rusia, las profecías, las señales, el simbO'lismO' ylO's secretO's». Abúndando en lO' diéhO', corrientes filosóficas' y culturales, dando origen a. movimientos de gran
yO' que la palabra «Rusia». se refiere a la «Rusia real», y nO' se utiliza cO'mO' «símbO'1O' del
O' del materialismO', aunque estO's aspectO's fO'rmen parte de su realidad». Acerca de la
influencia en la cultura occidentaL Las corrientes· no se. focalizarán en
«GO'nversión»,hacíatiO'tarque esta exige cuandO' menO's que el Estado rusO' dejede\..v".wa.Lu"J talo cual facultad del ser humano endetrimento~ sino el hombre en sí
religión y de adO'ptar tácticas de revO'luciO'nes y de guerras» (Il TempO', 29 dem¡trzo
Estas dO's profecías se vieron cumplidas cotila Perestroika de GO'rbachO'v y laderO'gación mismo o en la libertad con la que él se identifica, no abstractamente sino
estt¡ períO'dO' de las leyes antirreligiO'sas (1990). .'
17 Introducción de CO'ncilium, en el fascículO' nº 3 del añO' 2000: «La religión en la 18 CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Il messaggio di Fatima, PaO'line, Milán 2000,
del Este durante y después del cO'muriismO'», p. 343. 44-63.' .
en slEcamin0hist6ijc:;0.;y:eultlilfaE:SéobsetWarit . ,- ue'a1JU:O:t~tí:'
rC¡ÜéseraJ dóhqéiiad0;IPor 'SaIl' EíqX\(.l901·)~:seHnSe1:ta(éÍlestas
<.JLU.LLU..LV<.J.,,"I

hombreeX:isteIidab}'~a.slllibett:~d.(e:XiistehGialismo)¡;y.a
,rdeh1teS.i Ue 'rerraI0tlítlI(üÓ'n" détsujetof 8.équieá;nosé'puedeimponer la
(seeularizad6n) /Los.exiibs;déeste ne0,-:humamsmo semlltur'QaIl::ll1u
revelada:; su aquieseenciaa esta.débe ser'fr'uto dei su madurad6n
el hombre ilusorÍamentelibre'.(estn:ieúÍtalismó}Yiemerge .
religioso (persistenda de la piedad popular).
Tras la primera guerra mundial (1914,1918) se va difundiendo por
El balanee del. siglo XX arroja un saldo negativo,'podasdos
Europalacof'riente del existencíalismo.En ebritrápbsid6nal optimismo
mundiales y, prindpa:lmente,.por eHmpe:rio del horror que LLL<.J'La.U.LC<L~
las filosofías esendalistas, esta eorriente eonsidera al hombre eomo
los regímenes. tota1itarios'eonstituidospor Stalin yporHitler,que
ser finito,presa . de;la angustia y elabsuido, «arrojado. aLmund6»
minanbárbaramente a millones deipersonasen su delirio H'.l"-"'LV¡:;L'-"Jó' su eonsentimiento. Elhombre.-"'-segúnHeidegger-' espredsamente
rostro más amable del siglo lo ofreee la denda, eon el
Da,sein, «ser..;ahí»,:es·dedr, se eneuentrasiempre aeudadQ,adeddir; El
de la.energíaat6mka, laexplorad6n de la Luna.(1969)o
!U~R)VJlV alemán; plantea la.pregunta aeereadelsentidodelsei, pero no
de la informátka, que propicia la era globaL Geddenté'akanza·
entiende estécoríloobjetividad,iesenda o simple presenda:' «Lanatu'
signifioativas,· pero ehtrelazadas eon.fen6menos .ambiguos; o LUClUl:::n. raleza," la(es(mcia;deLSer~ahí, consiste en ,'su existenda~>. TaL existendá
eomo eldeseneantode la juventud, el terrorismo, lbsseeuestros,
(de ahí .el. nombre deexistencialismo). no escuna realidad dada por la
si6n de la drogayde la eultura deja muerte: y el retroeeso en el
naturaleza, predeterminada·e'inmodifkable;, sino. que es precisamente
privadG.
un poder' ser; UITei-'sisti'r, un salir afuera.·hada la aútoplasmaci6n;:Como
tal, ·la existenda.es<<ineertidumbre,problemátkidad,·riesgcy, dedsi6n~
impulso hada adelante»: El hombre se haee a' sí mismo tomando libres
2.1hEI hombre, entre/alibertad
dedsionesaloJargo de toda su vida: , ;'
y/os. condicionamientos
'EnismensayoElexistencialismoes. un·humanismo~1946)íJ;~R;Sartre
suseribe'.esta.coneepd6nti-ágkade la libertad.de1 hombre,. á quien se
Durante el siglo XX, y ya eon anterioridad, a eaballo entre dos
eontemplaeomo.demiurgodesui propio futuro: el honibrenoes uná
se produeen ataques radkales eontra los mitos de la Ilustrad6n bajo
esenda' inalterable; sino un ser en proyeeci6n. Sirealmente eIl elhorri~
impulso de un mayor eonodmiento del Rbinbre~;
bte«la existendapreeede a; la esenda,'no será.posible jamás explkarla
En la orilla opuesta al materialismo dentífko, el espiritu
conréferenda; a una naturaleza humana. dada e irrmodifieable;para de;.
europeo. apuntahadael~<muhclo" delespíritu>~ ,protestandoicontra.
eirlb eonotrasi}Jalabrast no existe e1determiniSmo;el hombré.es libre; el
redueci6n positívista. del hombre á la naturaleza: el hombrees 'ínteríé
hombre es libertad» ,·Más bien, «eLh0mbre. está eondenado a. ser! libre»;
ridady libertad,! eondenday reflexión. N( Blondel,. en rAction (
porquefuerade:csfmismo'nohallará ninguna señal que lo oriente. Al
se planteaesfe dilema: «La vida .humana,ltiene o no tiene sentido
triunfo de la raz6n sistemátka eon Hegel, le sueede el existendalismo,
y responde coneentrándose, nO.en la raz6n sino en la aeei6ri,en la qlle señalae1 trágko. destinQ ¡ a ques,u cQndid6n de serlibre deparaal
queda tipifieada ¡la. vida hilimana, H.i Bergson,en Laevoluéión
hombre, a quien se exhorta re~e a ~q40,~ pas¡a.r:ge.una existentiatrivial
(1907), reehaza el determinismo y defiende el earáeter irreduetible de
a una existenda auténtka.Raz6úy·sujetó formahuri binomio insepa,
eondenda ereativa, eonstituida por tUl «i.n:limlso vital». También el
rabIe, porque la raz6n .preeisa de uIl·yo,. YpOfqllelSl priI)lera.dignifiea. al
422 -

segundo:como;p.ersótl'álialú1:z~tÍf: v:iiTe·seglÍn.loqlle·,na.¡.u.""'-'.LU~u\.IJ""''''
la autel}ticidadysinceridadLrte LQ.C\CL'-".L"L\JH,.
se encuent:ra.h moralidaddetsujeto>~}~~'

líPI.ed:ad'LJVLJUL<u:.«tmarealiqadmuy rica y muy vulnerabH~», e invita a


ícaDt~lrstisdimensiones. interiores y sus valores innegables» (nA8).
El protagonismo del homhreestambiénuna cC)fisecuenciadela Mientras tanto; ,él cGincilioVaticanolI (1962-.1965) .inicia unanuevá
rización;: un proceso .histórico deemancipaci6ri que. libra al HU.LUL'.L" la estacióRd¿·lá «primavera conciliar», que/hace reverdecer'a·.la
la tutelareligiosa y lo conduce a adquirir conciencia.dela l-ILVl-ILU (la cual acomete.un proceso de renovación yn!foimadetodas
nomíay dela.del mundo,y.avivir como adulto responsable no instituciones eclesiásticas, desde la liturgia hasta las congregaciones
a tutelas. La secularización es un «desencantafuiento. deLmun'lo>;>;¡íl ~lif!Íos;as) y.sustituye. el anatema por el diálogo.en sus relaciones con las
Weber), mi «eclipse de lo. sagrado» (H;COXi S. Acquaviva), Iglesias (ecmmenismo).y con el mundo.
dan el tono de la sociedad occidental. Corolariosespirituales.de En cuanto a la escena social, a partir de 1968 se desata una ola de
cularizaciónson la eliminación de lo sagrado como cualidad . inclusov;iolenta, contraJas injusticias, que reivindica para los
las cOStls (A.Dreeley);esdecir,se pasa deja dualidadsagrado-rw,,,,rar .la participación en todos los órdenesdelavida social, propone
lo «relacional sagrado» (M.-D.Chenu),esdecir, alarelación o «l'imagination au. pou.voir» y se inspira iritelectualmenteen.El
profunda, aunque silenciosa, del seráLmisteriodel enteramente unidimensional; .de Marcuse. En el año 1968 también se .trunca
que alienta y se oculta en las cosas de maneta difusa y dispersa,. VlOllerltalUe:nte la vida de Martin Luther King, .pastor bautista,lídeLdel
Más .aún, durante los años setenta se. registra, contra las nr,o.ui",iAt'í Ul(l(UalIlarlOJmQIVllnl~~nto de defensa no violenta de los derechos de
de losspciólogbs, un'revivaL genérico delareligión, errespecialde
dad popular. Tras ·la crítica de la religión deK. Barth y D. .LIVLLLL'J'-LH.

después de que ciertos. sbciólogos, como S. AcquaViva,y los. (eC)lOI~m


lasecu.larizáción :firrnaranel acta de defunción de la religión, llL~JIJLLtQ.'
típico el ejemplod~í b~utista HarveyCox, quien después de haber escrito LA ci~ se-
mente. esta se toma una especie de revanchácon (1968 2); que se comriiñ6eIl 1m campe6n dévéritas, se'suínerge en las religiones folcl6ricas
América Larina y comprende que la actitud que debe adoptarse ante ellas no es la crítica ni
En párticularseobsetva 'el arraigo de la religiosidadpopular,i con sus vn],mt,,,1 de extinguirlas, sino abrirse a las fuerzas ancestrales que la animan. Cf H. Cox, La
peregdnacioIles; exvotos, manifestaciones que se intensifican y .se '.Mrl1J71fYtlpdello spirito. Uso e abuso della religione popolare, Brescia 1974, 209-210 passim. El mismo
señala «él giro hacia Oriente» de millares de americanos, «atraídos por movimientos,
vierten en objeto de estudio de antropólogos' de.diversocuñ021 • ,f)!·ií,rtir,o. e ideas derivadas de alguna de las grandes tradiciones de la sabiduría espiritual del
\ lile"",,» (ID., La svolta ad Oriente. Promesse e pericoU del nuovo orientalismo, Brescia 1978 red.
orig. inglesa, 1977]). '
.19 A. SABETTA., Inl:erpretaziOiíi«teologiche»della modemita, Percorsi e fi~re, Por¡titicia ,Uriiv( 23 Cf, por. ejemplo, D. SARTORE,' La religiositi't popolare nella problematica teologico~pastorale

sídad Lateranense, Roma 2002, 27; ... ' . ..••.., , dell'ultimo decenriid,en VitaMonastica 132 (1978).18-46; L SARTOlli .(ed.), Religiositapopolare
20 Cf Coneili~m 9 (1973) 87 ~9b; Movimientos del despertar religioso. ecammino di liberazii:me, Bolonia1978; .\T.Bo;La religiosita popolare,. Asís 1979;· D. PIZZUn-
ZICf A. ROSSI, Le feste,dei;poveri,Bari1971; E DE MARTINO, Sude nu:!gia, Milán GIANNONI, Fede popolare, Casale,Moríferrato 1979;.S; DE FlORES, I,pellegrinaggi ai scmtuári:ánalisi
LANTERNARI, Folklore e dinamica culturale, Nápoles 1976; Concilium 9 (1973) 81-83 La fenomeno e problemi pastorali, en AA.vv., Liturgia e fOtrrte di pieta. Per unrinnovamentodella
tenciade la religi6n;'Q. DE ROSA, Chiesá e religione popolare nel Mezzogiomo; Bári 1978~ " «popolare» , Milán 1979, 120-145.
ce; eSlJ:e(;lalmenteeFl::ceJ ,m~mpocs~~Xl!lLln;,t~eJ~~p e¡.I0J:I11nl(~'QJL~lí:"¡
la muj~r2:\ .
····Másallá: de las:diversas¡ interPthadones~~, ¡la •.t eoJlógÍa~,e~(~XI)re:sa:j~í A primera; vista,Lpodríapatech.que la mariología transcurriera por las
siglo:XXconfirmáiii.do elmodel0mariualistaméoéscolást1eo¡··. . ..,·C'A)~ ... A·
U'''''I,,_''~U. ~'_'''J~_~ • fsin,identificarseconJos fenómenos culturales
sus añejos rriétodos.siJi·elmehor vínculo conelespfrlt;ude los U""LLU.J\'"
del siglo XX, centrados en el hombre y en su libertad, y aun remando a
que .rechaza las cpropuestasde rel10~1aC:1Óllprm1erl1e1flte~sJCleLm()Clt~rnlSJ CQllttcíé6rrieilté de e$tos.
y de la N ouvelle théolagie,:yello mientras el concilio Val:1C8lno ........ ~...~~ ··Abl.lndafrdo~n lodicho,'uo sólo la mariología del Oriente ortodoxo
la teología a-la luz de los, GUatto objetivos qurejustificaton la (d;ndeprev;alece l~Ílnageh~aogmática de María:), siri6. t81I),bi~n 16s tra~
toria. conciliar: autdconciencia y .reforma :de la Igle'sia" .'-ULLU.L"-CL-,..r. tados católicos sobre la materia de la primera mitad del sigl6XX'siguen
ecuméhica; diálogo con'el· mundocontemporáneo~: recorrielldola r~taaelossiglo~ anteriores (la de la imagenrnanuali,stq
Después del Concilio,.·la teologíaeonocerá dos períodos deMaría), experimentaridode manera mínim8:la influenciacle la'sellsi~
en el primero¡aeometerá. una teriovación:a la hiz deL espíritu '-v.LL"":Lr bilidad de la época. Sin embargo, también hay teólogos famosos atentos
y en el siguiente, se embareará:ehun procesa de '«dleSI)la;ml1ll1ent4~>ifí ala óIltura del. tí~p:1pqYasl1ainaJ:rÜsm()y diver~iaád, te910g'6sque
centrodegravedaddeFeristianismo, que. busca nuevos .lugares conftbntanesa cultura con la figur'a de la Virgen, de lo que resúlt:ará
incardinarse;enparticularen América· Latina, dóndeJa +,LL'-"'~U'~ una semblanza renovadayftesca de la Madréde Jesús (comoJa imagen
es tanto forjar un cristianismo conciliable con eltiempode la existencialistci y antropo16gica ~dé' Ma.ría) .
zación, como ene1JPririlerMurido, sino el compromiso en favor .Al c~lordel condlio Vaticano .H, el aparato mariano tradicional se
desheredados,c de·.lainftahúmanidadque se éonsume en la L:LU..,LL\_LL",,,,,
torna ptoblemádeo;iná.s aún, entra.en crisi~ a causa de S\lS esquemas
IahistoriaiY la dénunciadela cohdiciónde opresión·en.que se premodernos; También las ciencias humanas se ocupan de María
los pueblos.. En este sentido, en,Áftica,conelManifiestodeDar~ y ofrecen d~ ella .una interpretación desde sus respectivos puntos
Salam (1·97 6). nace la: teología del Tercer Mund6. Por último;' en la de vista; interpretación que siempra sospechas sob!,e la. inocencia
eclesial emergen nuevas ,protagonistas; !ya. no están sólo los dérigos, y verosimilitud de> la imagen:evangélicade' María. ParC\i salir' de la
que también ahora los seglares .y las mujeres tienen. un: papel :cómo crisis, la mariología recorrerá la Ví~l conciliar de la n~novación,la vía
piradores de la ortopraxis y fOrmulan propuestas, capaces de cornplementaria de lá recuperación)' la vía inédita, de la confrontación
compronlÍs~ en f~~orde.laf:~flstrl!cciÓv. de unas~cied~dmás culturaf,que aportará sustanciosas contribucione~a la revalorización
de María.
Nos oC~I>areinosenlos capítulos siguientes de estas tres vías. Aho~
ra nos detendremos enlos~res modelos que se desárrollandurante la
primera parte del siglo XX, y se detienen eh 10$ umbrales del concilio
Vaticano 11. .... ..... . . .. .
coroup:esxcqjI!¡;'telesteÍ:€9tipdrhanualista/'(enunciaciónde la tesis
Escntura; 18. Tradición
la razón} teológiCa) ,~,p~ro presentan' tambiérr'singularidades que los
,de dlchoestereotipo.Corholos demás manuales escolásti-
lostratados;dem,ariología, además del carácter deductivo 'y de su
27 ].-B. TERRIEN, La mere de Dieu et la Mere des hommes d'apres les Peres et,Ú¡ tl1e()tog¡~;,1I apologétko;y. polemista\ aveces muy acerbo, presentan ~según J.
París 1900-1902; A.~M.LÉPICIER, Tractatus de beatissima VirgineMariaM.li;e
A. CAPPELLAZZI, Maria nel dogmacattolico, Siena 1904;M. MANIO; Le Vágine lVWUJ,le,LVl,:n; a(partirde 1854 una triple nota: sano positivismo, por el cual los
macolat;a,alJu1l1e delZ4 fede, della TfLgione teologica,dellgletteratur((,e dell'arte,f. ,nl:amJlC.QO'S, no contentos con las razones de .conveniencia, recurren
E S: RAMONI, Theologia mariatía, 3 vals., Retaux 1904; R. QUILÉY, l\1arythe
Ratlsboná 1907\r M.SCHÜTZ, Summa mariana. AIIgerneines HandGw;h manerácrítka a la Escritura ya la Tradiciónj búsqueda de la unidad
4 vols:',P~derborn1902-1914; E. CAMPANA, Maria neldogma cattolico, Turín1909;
fl'\"orn'l11rrt del tratádo, vinculandO todas las ,partes con el pfimer. principioj
Tr~ctatUs de beata Virgine Maria ejusquesponso S: Josepho¡ 1912; ].ALBRECHT', Die
Ff!:burgo 1913; C: VAN COMBRUOOllli, Tractatusde bea,ta VirgineMaria Gante1913- estudio histórico del.desarrollo de cada una de lasverdadesi recorriendo
La Vierge Marie, París [914;]. POHii,Mariology. A dogmatic tr~atis~ ~ die Bless~d
Mother of God,Londres, 1914; C. FRIRTIIOFF, Ptáe/ectionesdemariologia s'\J,~¡tpin'f1.ti,cP las diversas etapas y .analizando los factores de tal desarroll0 28 .
R()ma [~~..191.4]; ~. GtJrBERLE~, Die G0ttesrnut~r~ ,Ratisbona 1917; J.11ÜLLER, De Examinando atentamente tales' tratados, observamos en realidad que
~at:e szve~rwlog¡a, !nrísbr:r~k 1918; o. R. VASALL-PHILIPS, The Mother of Christ: or
Vlrg¡tt Mary ¡n Cathohc Tradltwn, Theology and Devotion, Londres 1920; B. elloS'se manifiesta la tendenciá a conceder la primada aja .Escritura,
Lich~ desGlaubens und der Fri5mmigkeit, Paderborn 1922; M. vONNEUKIRCH Kleine
praktis,ché Máriologiii,' Leipzig 1925; A. ]ANSSENS, De heiligelvfú.agd en ME¡"ederGods interpretándóla segun<susentido literaL Campana cit'a la frase deCa~
(el qUlptO:S de): BITTREMIEUX), Amberes-Bruselas~Lovain~ 192(H936; A. TE]¡;;DQR, yetano: «La sólida teología seJundamenta en.laSagrada Escritura»29j
de marwlog¡a, Lenda 1928; G. DE STEFANI, Maria santissimanéll'Antico Testamento nella
nella.vita del~ Chiesa. Esposizionedella dottrina ede/culto, TurírÍ 1935;.R. BERN~i ".,'--~--'--""-'-'c------'

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und ~ns~r He,zl: el1l pastoral-marwlo~cher Versueh, Limburgo 1951; G. MIEGGE, La wrgine 28 Cf]. BOVER, Síntesis orgánieade.la mariología en fúnciónde /a. asociación. de María a la obra
SagglO d~ storw del dogma, TorrePehce 1950; L. LERCHER, De Christo Salvatore, de Ancilla redentora de Jesucristo, en EstEcL 12 (1929) 3.
Salvatons, en Institutiones theologiae dogmaticae in usum scholarum, m, tialrcellona-l!lnsbr 29 CAYETANO, Comment. ad q. XXVII, 3, a. 5.
y,Roschifli.refiere}I~§ ;ID~lqhr:aside~Melcq:orQano: ;«E1:¡primen ;lugar causa;efiGie:nte,.ies~ecir,tDi@s?e1'l:¡eldecreto¡ ae:predest111ación y eÍllaTea,
lógicoJ,€s laautorid~d§de;l~:)Sagrada¿Esbrilmra'üOlJ.EemalaH~fl lizaciófl, clel·mismoLerueltieiRpo~;LasegulIcla parte:t:00llsidéra81.María efl
sí mÍsmaj' es decir, segúflla causa material (privilegios relativos al cuerpo)
y la formal (privilegios relativos al alma). La tercera parte, dedicada al
culto de la VirgeÍI;és.eri:tehclid~p6r RóschiflÍ como cortsecúencia,«ad
precisa que tafl sólo e1.sefltido literal primario y el:'¡Sel);tHJQ~+ ...... ~,-<,.",,,, modum corollari»33.
de fuerza probativa;miefltras que eLsefltidolitetal Siflembargo; ·esta claridad de premisas choca cOflla multiplicidad
sefltido espiritual tieflefl carácter. ilustrativo. Pero él,auflque de respuestasacerca.del primerpriflcipio de la mariología34 y COfl la
que la Escritura y JaTradición «son fuefltes objetivas y cOflSiguielIte diversidad deestructuraciófl de los tratados mariológicos35 ,
ladivifla Revélaciófl»; cOflcede sin. embargo la prioridad al como se despreflde del título de alguflos de ellos36 • Los mafluales autó,
eclesiástico (documefltos y liturgia).; que· «'esfueflte, subjétiva y
33 ID, Mariologia, 9-23. .
tiva», y eflélse eflcuefltra «Ufla cierta sÍfltesís y uflaexplllc8lcíc5n'iFtl
34 Hay intentos por clasificar las posturas acerca del primer principio en G. M. Roschim,
abufldaflte»' que efllas demás fuefltesteológicas 32 • Mariologia, o.e. Podemos resumirlas así: 1. Único princ}pio ~imple: maternida~ divina (I:'ohle:
Gierens Llamera), nueva Eva (Deneffe, Alameda); 2. Uriico principio compuesto: maternidad
El meflcioflado Roschifli, siguiefldo.a BittremieuX',.Bover,. esponsal (Scheeben), maternidad concreta o histórica (Bernardo, Bov~r),mat~~idad sot~rio­
Feckes y Merkélbach;enfoca biefleLproblemadeJa; lógica (Merkelbash) ... ; 3. Dobleprincipio:maternidaddivina y m::t~rnldad espl~tu~UTemen),
Madre de Dios y socia del Mediador (Bittremieux; Keuppens, Alastruey);' 4. Pnnclplo formal-
ciefltíficade la mariología. Partedél presupl.lestG'de;que, da mente único y virtualmente. complejo: madre. universal. (R()scpini): C. DILLE!'lSCHNEIDER, Il primo
gía es parte de la teología y de que, por taflto, debe ser. tratada /)rinciPio delld teologia mariana,RoÍna (1957),33-87 reagrupalas solucio~es.propu~st~s en .to:n?
a las concepciones distológica y eclesiológiéá. L. BOFF, Il volto materno dI D!O. Sagg¡o mterd!Sclph-
todo
,
él resto dé'lateología».
,.
' , . -,', " .
y así como la teolQgíá
'. :
es cieflcia, es
~ \ '- ,
nare sul femminile e le sue forme religiose, Brescia 1981, 17-26, distingue siete posturas acerca del
«principio unitario» o «núcleo organizador de la mariologia», comprendido el histórico-salvífico,
cOflocimieflto~e la verdad dedúcidalógicamente de pero procede orientándose hacia un principio de tipo antrop?lógico, es decir, o~ta por «el feme-
mariología participa de, ta1.defifliciófl. La' rnaq()logía sehasa. en nino» como «manera nuevaconla cual Dios se autocomumca y «se autorreahza>~.
35 M.~M;PHILIPON, en té mérite«de congrt0;,de notre Meredans leChrist, en EStMar 2 (1936)
principios y;efl' defifliti\¡a'fJ1«uriprilllerpriflFípi()>> queefl 236-245, clasifica los. tratados de. mariolc;>gía el). cuatro. órdeJ:le~: artístico, místico, crist()lógico,
de, tal 'coflti~Ileefl gerrrie~las ulteriores .conclusÍ<mes. acerca :de científico; a' ellos Rós¿hini añade el orden cronológico (Mariología, 14-24). . .
36 Lós.principales títulos de los rriánualesde.mariología del'siglo.XX sonldssiguientes: 1:

Roschiflrafirni~.que etpri1ll.erprincipio eS
dáic1ea cefltralde Maria Deipara. En boga durante el siglo XVn,este título reaparece en el siglo XX en las expre-
siones de MaterDei (Lépicier, J. Müller); Mere de Dieú (Terrien), Gottesmutter (Albrecht, Gut-
mariología, qué hace posible su 'coflStruccióJ1 orgáflicá». Efl' . bedet) ,Moeder .Gods.Oat;lss~ns), Theotokos (M. J. Nicolas),. acompañado <llgunas veces. por otros
COfl taL plaflteamien.t~, Roschifli -'-:corno había.heclloyaNigido, epítetos. n. De beatá. Esta ~xpresión, que por lo común se emplea para d~signar el tratadoma-
nual sobre María, se encuentra raras veces en diversos manuales: cuatro veces (van Combrug-
ÍIldepefldiefltémente de él-estructura sl1ma.iiología .según las ghe, Lennerz, Boyer, Alfaro), además de las cinco veces con el superlativo beatissima (Lépicier,
Gragnic, Alastruey, Merkelbach, Rambla). III: Theologia mariana. Después de Ramoni (1904) y
causas, juzgafldo que esta dtvisiófles «la úflica verdaderamente Boccazzi (1944), eltítulo adquiere auge gracias al Court traité de théologiemariale de LAURENTIN
fita»,. r..a primé'd(pahe consided a María segúflIac:3.11s'a fihdl, ·.es (1953) y finalmente gracias al,'oyo MARÍN.con la obra La Virgen María. Teología y espiritualidad
marianas (1968). IV: MaTiologia/marialogia. Acuñados en el siglo XVII por Nigido (1602) y por
segúfl la doble matemidada la que Maríaestád~stiJ1ada, y ,,'-,,:u.~J.J Contenson{1668;1669),10s dos términos conocen vicisitudes alternas, y el primero de ambos
termina por imponerse. La voz «mariología», después de un largo eclipse,.reaparece en el año
1850 con la obra de H. OSWALJ\ Dogmatische Máriologie:Desdé entonces tal voz reaparece por
30 M. CANO, De locistheologicis, 1, c. 3. lo menos cinco veces en el siglo XIX (Lenz, Kurz, Stamm, Corominas, Bujanovic) y termina
por imponerse durante el siglo XX, en el curso del cual al menos 23 tratados, que lo recogen
31 J.~B. TERRlEN¡ La·Mere de Dieu et des hommes, 1'" partie, 1, XIV-XV; C. H.T. JAMAR,
en el título o en el subtítulo (Pohle, Mül1er, von Neukirch, Roschini, Alastruey, Keuppens,
logia mariana, 8; G.-M. ROSCHINI, Mariologia, Roma 1947 2,59,62;
32 G.-M. ROSCHINI, Mariologia, o.c., 32-33.
Merkelbach, Garrigou-Lagrange, Plessis, Pérez, Rosanas, Gordillo,Schmaus, Sánchez-Céspedes,
Marydas, Fuerst, Kraszewski, Gonzales, Melótti, Berrettoi Pikaza; Forte, Casale).
nomos de trianologíasbti: 3bjetoídé,numerosascntíc.as; pri.ncipClllmlehi teología\raéional: esJálsate01ogía»39; los ortodoxos estánconvericidos de
causa de su pétdida de con.tactó;t6rrel conjunto. de> la teólogí,li._, que~elmejoréamirio para<el'conocimiento dehmisterioesia experiencia
Dios en la san't:idadcdt:davida(la theologia es inseparable de la theoria
Corttemplación)~Los6rtodoxospiensart-que el proceso de deducción
3.. 2. La «Theotokos», corona de los dogmas. racionab<í;sel ;niveheológíc.o. más bajo y menos seguro» 40. Esto explíc.a
por.quéelgrai:Lhatadode Panaghiotis Trembelas Dogmática de la Iglesia
Durante los siglos. XIX y XX.se asiste al renacimiento ortodoxaqatólica, publíc.ado.entres volúmenes en griego, en 1959, y en
teología ortodoxa, que resurge con renovada pujanza con los eX1Jorlert frahcés,en 1966:..1968, reserve tan poco espacio a la ratio theologica,
rusos de la segunda· Diáspora y -con los teólogos griegos cOl11te1IllZ'@ hasta el punto de que la obra reviste el carácter de una historia de lbs
neos37 ..
dogmas más que el de un manual orgáníc.o.
La convicción fundamental de la Iglesia ortodoxa está formulada así
por Elisabeth Behr~Sigel:
3.2.1. '. La vía de la experiencia
«Para introducir en el misterio de María, ella deposita su confianza
Acerca de la met()dología adoptada por estos teólogos,' debemos en la pedagogía de la liturgia. A un enfoque conceptual concluyente,
que enelcatripo ortodoxo si observa una resist:encia a. la. Sls1tenlatlZa'yf ella prefiere-una.asimilación y una iniciaciónprogiésivas con la ayuda
racional, tan cara a la escolástíc.a de manual en Occidente. Es un de las imágenes y de.los símbolos de la. poesía litúrgica» 41.
que:
Al atenerse a lo que los Padres determinaron con respecto a María,
<~El Oriente cristiano Iloha buscado uIlsistema para la propia la ortodoxia se muestra reticente al desarrollo mariológicoposterior al
triliamariana, táririca, fijándola eritratádos, como ha símbolo niceno"constantillopolitano y en el concilio de Éfeso, donde se
Occidente [... ].JnclusoeIllos tratados de teología ortodoxa proclamó eL título dé.Theotokos, de significado eminentemente cristoló~
[... ], elpue§to dejado aMaría esrelativamenterestringido,y gico. Puesto que el período patrístico es considerado normativo, aLigual
insertado generalmente en los capítulos que tratan de que la Sagrada Escritura, los ortodoxos no sólo se abstienen de ulteriores
pneumatolOgía () de eclesiología»38. formulaciones dogmáticas, sino que además expresan reservas, algunas
veces con filos polémicos, acerca de la Inmaéulada Concepción y de
La carencia de tratados autón01IlOS sobre María, con poquísimas' la Asunción, dogmas de la exclusiva definición de la Iglesia católica.
c:epciol1es, se explica porel desinterés por sistematizar y porTa H,"'.'-U.u.
Más aún, advierten contra laídea de interpretaren sentido favorable a
a la concepción antigua,esencialmente cristológíc.a,de la Theotokos. estos dogmas las afirmaciones de los Padres y de los teólogos orientales,
llegar a la condenCi de la razÓn, .como. hizo N: Berdiaev, para quien

39 N. BERDIÁEV; Auioconscience, París 1949,99.


37 Cf G. SPlTERIS y TMSM. 40 J. MEYENDORFF, Initiation it la théologie byzantine,París 1975, 17.
41 E. BEHR-SIGEL, Maria, Madre di Dio. Mariología tradizionale e problemi nuovi, en M.W.
38 G. GHARIB, Oriente cristiano, en NDM, 1500.
Ave gioia di tutto il creato. La Madre di Dio e il popolo russbieri e oggi, Turín 1988, 49.
pDrClUe1a:.dDotrim:a;;ortDdDX;·a}SDbr~el:pe§a&O)DrigiÍlaLés:. \.-'ll"'1:."'lL~!=,")¡"·) tU:)gnlátizalbíón:(le.Jlá;clS4J.:fCllÓfl¡id~~;Nlaríai·.de:5prOY1lstcl:c1c~:un'sólidosustento
nerencia de Adán:era laiInuerte¡~m:Qlaoulpar pero algún. teólQgo la Escritutayla "Tradición, e igualmenie.rechazanddlasdoctrinasde la
tino ha dudado·deque.María,~no:fueia .unset mottal»12;i: y de la mediación universal de las gracias, porque alterarían
Podemos oaptarla figura de la T'heotokossegúnel rettaCLmlen1tQ:i:< ¿ebúniCo. Mediádor4J; En sustancia,' María aparece en la neo~
todoxo examinando. en particular. tres. obras: él trátado ~dQgmátic0 ortodoxía.COIrlO Madre de Dios y siempre virgen, ciertamente santa,. pero
Trembelas, que représentael pensamiento común de la 19lesla'C1rtC)€1Q: eh el pecado hereditario,. que implica la muerte.
Ut:l'\...lU.a:

La zarza ardientE;, de,S. Bulgakov,y La Madre de Dios enla . .~,¡;,~.J.~.~.~:. La zarza ardiente, .obra compuesta por Sergei Nicolayevié. Bulgakov
doxa, .de A; Kniazeff (estos dos: últimos. son tratados ·UU'CVLJL'-'U.L'-''' (t 1944) en Praga en 1924 y publicada en ruso en 192744, se propone
María). realizar.unanálisis crítico del dogma católico de la Inmaculada Con~
cepción; En .elcurso de este análisis, el autor expone de manera posh
tiva, a modo de digresión, algunos rasgos deja do.otrina yveneradón
3.2.2. Imagen dogmática de María ortodoxa hacia la Madre. de Dios. Desarrolla con detenimiento y por lo
general con profundidad Jos .cuatro temaseri que se divide el tratado: la
Después de exponer una historia de .la teología, en la cual tiene ~1Usencia delpecado personal en la Madre de Dios, la fuerzadelpecado
bién en consideración a OGcidente, Trembelasestructura la VO'1!11l:aw original en ella, el dogma católico de laJnmaculada Concepción y la
en siete libros:. «Dios trascendente»;·«El soberano.supremo, glorificación de la Madre deDios.Se'ooserva enseguida que.lacuarta
su reino eterno»; «Jesucristo, fundador del reino de Dios .en parte es lámásexhaustiva (pp.l06~179), ya que su extensión equivale
«Incorporación de los hombres al reino de Dios»; «la Iglesia, reino a la de las tresprimeraspartes.juntas(pp.29~105). En esta cuarta'parte,
Dios en la tieITa; «Los sacramentos»; «Escatología, o consumación Bulgakovse detiene a estudiar el culto litúrgico dela Madre de Dios,
reino de Dios»; parcela en la que alcanza uná notable sutilezaiprofundidad. Las fiestas
De las 1.744 densas páginas, de su Dógmáticaa la Theotokos; de la Anunciaciónydela Dormición proyectan unaJuz particularmente
las dedica quince páginas inserta en el libro m,. es decir,en esclarecedora sobre.el misterio marianoiLaAnunciación señala el cum~
plimiento de la maternidad divina; que eleva a María por encima de Jos
postática-,y más en concreto en la obta.soteriológica de. Cristo (cap ... querubines y los serafines; y este hecho sagrado representa el descendi~
«La Madre del Redentof>~ ).Faltaenesas páginas. cualquier miente y la ihhabitación del Espíritu,que deifica.a la naturaleza humana
sistemática o racional; eLautor propone la fe de la.Iglésia a través de en la persona. de la Madre de Dios45~ Puestoqueh que engendra no
antología de' testimonios de los conciliosyde los Padresacércadela puede sino generar algo semejante a símismo, Nestorio se preguntaba
tokos,. de su viiginidad perpetua, de su «impecabilidad relativa>?; .LL.'-LLL"-''-LO cómo María, siendo humana, había podido generar a Dios. La respuesta
se pronunciacóntra las innovaciones de la Iglesia católica romana, se encuentra en el hecho de que, aun excluyendo una unión hipostática
sólo manteniendo' que la Theotokos es «rea de la culpa original y
43 N. P. TREMBELAS, Dogmatique de l'Église ortódoxe catholique, II, Chevetogne 1967,141-143
tral, como todos los seres humanos>~,qino también protestando contra
Y 222-234.
44 S. N. BULGAKov, Le buisson ardent.Aspects de la vénérationorthodoxe de la Mere de Dieu.
Essai d'une interprétation dogmatique, Lausana 1987.
42 J. MEYENDORFF, O.C., 199. 45 ID, Il roveto ardente, Cinisello Balsamo 1998, 107-108.
c0n.Mana~¿LEspírituSant0z~escerklio¡:s0breellaj C0murticándole ">?""Q,,,.V ¡a Sil c0t;ldición.de;ínmuneal :pecado ydedmpécabilidaden el
divina y hadénd0la pneuÍfiatófora:" ¡;.i ¡. .Bulgak0v, ar igual· que para t0da.la
ürt:bdóxa, Hsohhechodeplaritear.la.cuestióri de que Mana, Pu~
«Una hipóstasis humana,. elegida eritret0daS'lás generaciones;· .y uabemáculbdivin0,hayapecadosuscita .«hmwr». Después de
llegad0 a ser transparente aL Espíritu Santo y,aun pelID::m(¡~OH~r re:señadolasdiversasfasesde la vida de María, el autm concluye
humana y creada,. ella [... ] fue t0talmente deificada .. Así, «élevangelionDC0ntiene nada que: induzca a.imaginar que hubiera
pers0nal, era·lamanifestación delEspíritu Sant0»46. clase de c0ntaminación en la Purísima». La única excepción
fa; taFausenciadepecad0 en la Theotokos la hallam0s en eLpról0g0de

La Dmmición presenta a María en dimensión cósmica. vida, es decir, en su C0ncepción y nacimient0, que para Bulgak0v se
c0nsumada; su muerte,' es resucitaday gl0rificada c0rpmalmente; dentwdel pecad0.miginal?2.
sentand0así ya «la resurrección y la gl0ria del mund0» 47. .P0dem0s descubrir tres. raZ0nes tedógicas que explican elpensa~
En la nueva creación vuelven a enC0ntrarse de fmma perfecta" t0de Bulgakov. La primera es demden cristo lógico, .y .pretende
y Eva, el principi0 masculin0y el principi0 femenin0~ Crist0 y salvaguardar la unicidad de la santidaddeCrist0..]esús,el Señm;es.«el
manifiestan la.imagen.plena e.íntegra de la natural~za.humana, úniC0 sinpecad0», y nadie.puedec0mpartir C0nélestaC0ndición, ni
vez revelan al Padremanifestand0 la segunda y tercera h1rIÁ"j-" 'siquiera María; en..ella «el pecad0 .miginal. C0nservabat0da su fuerza,
comprende la veneración de/la .Iglesia. hacia la Madre de Dios: 'c0n sus fatales 'c0nsecuencias». Pmtant0,a Bulgak0v le parece que la
superima 10ssant0s y al0s.ángeles y,habida cuenta desup0sición concepción católica está infici0nada de. burd0 juridicism0, p0rqueanti~
en la Iglesia, <<nada setealiza.enel mund0al margen de .ella» 48. ciparía arbitrariamente para.María.10s mérit0s deCrist053 •
Bulgakov se muestra muy p0lémlc0 cuand0 pasa a 0cupars La segunda razón es mariológica, y se basa en la sucesión de vicisitudes de
d0gmade la Inmaculada, al que él considera pwmulgad0 «de la vida de María, que revelan las C0nsecuencias del pecad0. 0riginal: la en~
apresuradapmun decret0 d0gmátic0~admínistra'tiv0 del Papa»49. fermedad y la muerte. «La Madre. de Di0s falleció de muerte natural», C0m0
el teól0g0 ruS0, tal d0gmaC0nstituye sustancialmehteun enseña la fiesta de la Dmmición, y la muerte cmpmal es la manifestación
pmque es «la e.xpresióri incorrecta de una idea justa: la de la 1'YY11nOrrt "1 'última de la debilidad del cuerp0 y, pm tant0, señal de su pecad0 0riginal.
personal de la MadredeDi0s>~5q. Es precis0.admitir, en cambi0,'que
52 lb, 33. Más tard~, en 1953, Bu1gakov se ratific6 en esta postura: «También Ella tenía el
Purísima «el pecadoioriginal conservatodasufuerza,c0n sus I..-VJL1",,;I..-UOJ peso del pecado original» (S. N. BULGAKov, fAgnello di Dio, Roma 1990, 261).
53 Par:cialmente de acuerdo ~on Bulgakov, pero con mayor espíritu ecuménico) se muestra
cias fatales: laenfermedad.y lamórtalidadcorpmal»51; A. STAWROWSKY, La sainte Vierge Marie. La doctrine de l'Immaéúlée Cónception des Eglises catho-
Aparte de la p0lémica que genera, La zarza ardiente lique et orthodoxe. Étude comparée, en Mar 35· (1973) 36-11LEl autor hace'refen!nciaa·tres
documentos oficiales de la Iglesia orient~l qu~ rechaza:nel ~<Iluevo dpgma definido por Pío IX.
evidente testimoni0de ·la d0ctrina ort0d0xa acerca de la Theotókos" Los teólogósortodoxos están hoy día de acu~rdocon tales do¿umentos, aunque no searrinfa1i-
bIes». Stawrowsky sigue el camino trazado por Bu1gakóv, observaIldo que ciertils expresiones de
la fónnu1a de Pío IX, como «primer instante», «por especial privilegio», «en vista de los méritos
46lb, 139. de Cristo», causan una penosa impresión en10s0rtodoxos.Esas expresiones evocan una Máría
47lb, 119. separada de la estirpe humana e instrumento pasivo en las manos de Dios, La soluc~ón propues-
48 lb, 175. ta por Stawrowsky consiste en la aceptación de la doctrina cat61ica sobre la Inmaculada por
49 lb, 93. parte de los ortodoxos, y en una revisión de la fónnula del año 1854 por parte de los católicos.
50 lb, 83. En efecto, las dificultades no· proceden de la tradiciónTde la doctrina en sí misma, sino de la
51 lb, 36. fónnula, muy defectuosa.
La' tazóhhtás:,~adieal·es)la;:razQTh an~ropológiGa" ...,.I...,':cn 1·A,,1·t:>rll""~'" EtalltptA se, detiene qbn 'c0mplaoeno!a.;ynaa:sifuq.clóncelesrtal de
gákovpara.:solve'ntap la ,,0nb:aüfccioú:que percibe;entreJa, U.U.'J,"-,LL" pero,sin;desligarladelmundorydedmIglesia:En iefeGto, la Virgen
·.HULLCl ••

peéadapersonaty la presencia del pecado V I ,,""".,..., ~,ert€:~m~te,algénéro,h:úmano; :.más: iaún,.«tQda ..la Iglesia cristiana .es la
vislumbra «el vicio radical delaant:t;opol()gíacatólica>~ "'''''I'l'rt de Dios». Miria esyá «eHnun.dog16rificadoen Dios y cerca de
que esta establece entre la natllralezacreada del hombre'y Dios, que poseéa Dios y lo hacenacer»55,
cual se sobreañade ala naturaleza y luego sedisipaconHa Másinteresantetodavíaies el estudio de las relaciones de María con
gen. Para Bulgakov esto es introducir un modo mecánico. y ~rlh1t'~<lr, personas de la Trinidad:.AquíBulgakov subraya en diversas ocasiones
el actuar de Dios. Aduerencia de lo que afirmala antropología:oato, lá ,«diferencia radical» entre el Verbo .encamado y María, por razón de
el hombre es icreado en la gracia. y permanece siempre como LLU.U¡;;""" la naturaleza divina propia, del Hijo, cuya gloria y poder son ilimitados;
Dios. Pero el hombre debe alcanzarla semejanza conDios a mientras que en la' Madre. esa gloriaypoder.sonderivados ..Al'mismo
sus elecciones libres. Aquí interviene el pecado original, que riempo, el autor subraya la «duerencia esencial» entre la' gloria de Mana
fiesta en.la debilidad morbosa de la naturaleza, con sus co:nS~~CUlen y la de los santos,rio sólo porque el cuerpo de María está resucitado y
enfermedad, muerte y pecado personaL es glorioso, sinomás todavía poda relación que mantiene Maríacon.el
El' autor se ve obligado •a' admitir esta· debilidad morbosa en. Verbo y con el Espíritu. María es ~<lamanifestación dela Sabiduría de
debida a su cortdición humana~:Pero así como la gracia de .L/ 1!Ui"l .. 'U Dios, de la Sofla», ya la vez «la persona pneumatofora», una «hipóstasis
tralizó en ,mayor o .mertor medida el mal en, tantas' personas J c.reada, humana, que se convierteenJa morada deLEspíritu, a pesar de
Antiguo Testamento (desde Moisés hasta Juan Bautista), así no ser una encamación del Espíritu».
esa gracia realiza, a través. deja libertad personal de María,un Bulgakov no descuida la antropología. Ve en la criatura María y en
de «impecabilidad personal» que se aproxima a la justicia original. Jesús Dios-hombre «la imagenperfetta del hombre», el cual es, a su
Maria el pecado personal, pero también el pecado original, que es vez, imagen de Dios según el designio divino de la creación. Y puede
del mismo, queda reducido a una pura potencialidads4 • afirmar que «el Dibs::.hombre y la Pneumatóf6ra,: el Hijo y.laMadre,
al mahifestarla reVélaciÓn delPadregra:ciás' á láseguhday la: tercera
hipóstasis, presentan,. así lapl~nJtud .de la imagen de Dios ert el hombre
a, inversamente, la plenitud dé la imagen del hombreen Dios»:
Mientras que lahistoria, que prueba ellento.procesosecular.que con-
r-a:
Eti.la segunda. parte de zarza ardiente, titulada «La glorificatíón aujo a ladefiniciórt dogmática,noperfuite aceptar la idea de Bülgakov
Madre de Dios» (pp~ 106-179); Bulgakav pinta un extenso fresco acerca de que eldogm::t. de la Inmaculada fue apresuradosQ , su critica
abarca. todos los mis~eriós niatianoscelebr,gdospór la liturgia bizan hada elcarácterextríp.séco de la gracia, tom6 40num superad,ditum ala
desde laiNatividadhasta la Dormidón. E.Bulgakovadvierte naturaleza, es compartida por teólogascontetnporárteosquesiguen a
cuho a Maria se va imponiendo .en el corazón del cr~yente.a
que aquel se· eclesializa. 55S. N. BULGAKov, Il rovetó ardenté, 0.qJ16 yÍ26; .
«Esta fórmula -...-admite Kniazeff.,., es ,el résultado de una larga. evolución en Occidente,
56.
54 Este aspecto se encuentra claramente expuesto en la otra obra. En la «Purísima Virgen no sólo en. el plano de la piedad 'sino también en eLde la teología» (A. KNIAZEFF, La Madre di
[...] perdió todo poder el efecto del pecado original>, (S. N. BULGAKOV, rAgnello di Dio, O.e., Dio nella Chiesa ortodossa, Cinisello Balsamo~1993,n5).
H; deImbac57:/Maria.hallmírlejor:acomodo enlahistoriáde '~.Eí~~""·'~ en elm'isterio de la saBidllría!'deYQi0s.y~¿n:sÚ.rej.Iízaci0hen1a"erlcafuá~
particular corre~dón:. cohla~m'ujer~s(:santas, recuperadas¡pof/ "-L·""",.•.",-! rederltoray eh la Iglesia. Se ha hablado al respecto de «mariología
de la Iglesia .católica(n.;489);.ErlLtaLC:ontexto,· Bofián.i¡::.a»,i para:caracteí:'Íza.ri "en. éspeeial!eE pensamiento ;de .Soloviev,
pierde la nota de arbitrariedad que advertía Bulgakov58 ; ElorenskiyyBulgakchT;scH5re;Ma.ría.AuIl€jue;no>sea fácil determinar el
Sobre todo, es predecible, en convergencia con· el Oriente significado de la Sofía, estos teólogos ort()doxós insisten enver en ella el
una formulación en términos positivos de la Inmaculada ~~ ••~._,..,~.•",. proceso histórico, de la humanidad desde la creación hasta la deificación,
trata de aplicar la analogía fidei o nexus mysteriorum·o hierarchia eontenidoetemárheriteen Dios: «Las criaturas,y.sobretodo el Verbo
que obliga al teólogo a situaEcualquierdato particular enn_L,a"-L'VH!""',J cuanto encarnado, Maríaylalglesia son para ellos manifestaciones
totalidad de la fe y con su centro, Jesucristo; que en el Espíritu cOlrrdll1,(;;~ o encarnaciones deJa Sofía»60. El encuentro ontológico de la Sofía con
Padre; Hoy día la teología católica reconoce que hay que superar el cosmos se verifica en primer lugar en María,la ,cual.se convierte no
monismo recriminado en particularpoENiko Nissiotis59, UI;;;~aLL"'LLaLLU", sólo en la Theotokos, sino en «el tipo de la pneumatofanía» (Florenskiy)
cualquier, ámbito teológico la relación con, el· Espíritu Santo., La V, por tanto, tipo y origen de· la humanidad nueva.
culada es uncampo.propicioparaesta labor de recuperación, Siguiendo' a otros pensadores, rusos; Losskyllamaa María:
momento en que esta se contempló principalmente en óptica
(como hizo, porejemplo, Duns Escotoyla misma fÓrmula U"'~HJla «El corazón de la Iglesia, su centro místico,'su perfección ya realizada
año 1854,que mencionan a Cristo. pero no al Espíritu Santo). [... ], la primera hipóstasis, humana en que ha actuado en sí el fin' últi~
mo para el que fue creado el mundo. Así pues, la Iglesia y el universo
entero tienen, hasta ahora, su cumplimiento; su, cumbre personal,
3.2. 4. 14, Madre de Dios en el misterio, de la Sabiduría que abre, el camino de la deificación a toda. criatura»61.

La perspectiva de síntesis de la, teología neo-:ortodoxasobre María. María adquiere enJa teologÍ<lneo~ortodoxa un,rico significado cris~
perspectiva del misterio en sentidopaulino:Ja Theotokos es ""'JLLLC;lHI.,.(LCl,' tológico, eclesiológico,antropológico y cosmológico'; que los autores
57'Hoy día ~e recupeta'el pl~n' di~no de la salvlíciórf, que nódeslindala. grada de fa mencionados así como otros ,no dejan de desarrollar., Pavel Evdokimov,
leza, porque «ser erístico ysercreatural (sobrena,turaleza y p.aturaleza) constituyen una
indivisible» (O. OOZZELINO, Vocazione e destino dell'uomo in Cristo. Saggio de antropologia
por ejemplo, insiste en,el consentimiento de la Virgen y ve, en ella «el
forúlament:a!e [protologia]; LeuÍIiari.1985, 85); " . advenimiento deja Mujer .restituida a su virginidad materna», la «coro~
58 PorJo demás, podemos Fecisar que tal privilegio es más de onlen modal
esen.cial,porque María' no pierde su condición decriatÚra redimida por Cristo (la na de los dogmas», que «proyecta luz sobre elmisteriotrinitarioreflejado
Concepción no es una'excepciórt aja redención), aunque tal redención se haya obrado no en lo humano»62.
liberador,sin? demaner~preservadora(María es privilegiada en cuanto al modo enque
mió). Hoy día la prbtología católica, en sintonía: con la ortodo:ia y, eh cierta. rÍledida,
la evangélica, abre el horizonte armevas perspectivqs.bíblicas acerca delestadode justicia
con los dones de integridad y de inmortalidad; Cn. SANNA, Chiamati per nome. Antropologia
gica, Cinisello Balsamo 1994; L. LADARIA, Antropologia teologica, Casale Monferrato-Roma : '. , e ~

nos referimos en particular a las renovadoras obras de]. MOLTMANN, Dio della creazione, --6°-B-.-S-CHU'--'-L-TZ~E-,La mariologie sophianique russe, en H. Du MANOIR (ed.), Maria. Études sur la
1986; Lo Spirito della vita. Per una pneumetowgia integrale, Brescia 1994. _ sainte Vierge, VI, París 1964, 215.
,5? N.NISSIOTIS, Lapneumatologieecclésiowgiqueau serviw de l'unité de l'Eglise, en 61 V. LóssKY"Lateologia mistica della Chiesad'oriente:Lá visione di Dio, Bolónia 1967,
(1967).323-340,Cflas precisiones formuladas,por'y',CoNGAR, Pneurnqtologie ou «ch·ri.~U:rrTJanLm 185-186.
dam la tradition latine?, en Ephemerides TheologicaeLovanienses 45 (1969) 394-416. 62 P. EVDOKIMOV, rortodossia, Bolonia 1965, 2H-220, '.
a<Dlno.laie:lá:HIs1h. náturiah~~a~gra:.c1ai Q. :nihndo:~:cristianismo.
polos;opuesl:osísoJ;tiletxi>ITooiclósiyoiafutrnados;etrjla;autonomía y con~
Los reflejos del: neo,-:huma:.nismei y'debexistertcia:.ltsm€jJsobft:j la d~~"~"~ propia,s de sus planos correspondientes, pero deben abrirse, no

María:. no 'se hacen espera:.r,correI result!:tdode nUIIla:.niZá:fla: y ::lstaITlte;: a los planos~superiotes;Vcenpart:icularR Dios,. quien constituye
derarIa 'en el dina:.mismo de la;psicologÍácomouna;~mü.je·'lr··,COlicret~l!~ I!!l:sU[)relthO(OrlUe.sto·perda la¡vez eLpuntosuperior que hace posibleJa
¡'¡;V,UCO.'l.lV.Ll ylaconsisterrciáde.lo concreto;' en eftkto, Dins noes>elcon~
vive la:.svicisitudes' huma:.nas,aanque sea' cOhJunaprófunda:.
I;tUJlL-UJ1, enemigo del yo y del mundo, sino el Tú que da significado a
lida:.d; De NuestrR Señora a laque hayqtie venerar, Ma:.ría
en persona de nuestra estirpe} en laque hay que inspirarse ....... ,.n·nl vida y me hace subsistir65 .
una más eleva:.dacalfdadde vida. Más aún; no sólo la Iglesia y Ro Guardininoescribióunavidade María; peto fijódos criterios que
tianos, sino también tbd¿ner humano enCuentran en ella su deben seguirse para' hacerlo en una carta dirigida .aun amigo;f reda€tada
identidad antropológica; Errpa:.rticulat la mujer, superados los en los años 1942~1943'ypublicada:err1955 conehítulodeDie.:Mutter
en boga o los lugares comunes; veen'Marfa a una persona ,.",e· .... ": .... ".
des Heim66 • EnJapresentación descarta. ya, desde, un principio de la
que participaadivamerite en los destinos dela humanidad. figura ·de! Maríad· «superlativo» fácil,' señal ,de· entusiasmoy,a laNez,
de intolerancia, que se introduce 'en la¡ lengua, en el pensamiento'Vc en
el sentimiento cuando se habla>tle María; Guardini seproponeatener~
3.3.1. Un serhumanocoriwnosotros¡ no una «diosa» se rigurosamente a"la. Escritumy, a :lapsit.ología;.reali~ta deL creyénte.
María aparece entonces como'unser.humano ahgualque nosotros, no
Uno de los.primeros pensadores en llevara :cabouna lectura como una «diosa»67. El. sentido histórico~existencial de R. Guardini lo
cial de María es indudablemente Romano Guardini (t ·1968), distancia de la tendencia riledievaLa '«entender la esencia deja Reve~
italiano pero de formación alemana. Su genialidad consiste en que lación.partiendodel concepto de 'Idoctrina"»¡lo cual entraña el riesgo
él se conjúgaronunavivayra:.rásensibilidadha:.cia la verdad de desatender la realidad concreta del personaje y del acontecimiento;
y una aguda mirada para ver la realidad del mundomodemo, de desatender «todo lo que no puede <;:aptarsepor medibde.concéptos
en sus valores poSitivos ,y nega:.tivosyen los problemas más <1L-UL-Jedn universales,· sino que debe ser contemplado, relatado;' esbozado» 68 ..
que lo acasa:.n» 63. Explorando ebcoITcreto humano, Guardini' SituáJ;ldose 'en el plano de lapersoria yi delos .acontecimientos, Guar~
su estudio la «teoría de la oposición polar», según la cual el ser dinrse pregunta:
aparececonstituido'porparejasde principios opuestos y L-VU,COldl...1Vl
afinidad~distinción, novedad~continuidad, unidad~pluralidad, 1l1l.Udl'lC
«¿ Qué .es lo .que debe de haber experimentado María; cUando ,<en
cia~trascendencia ... 64.
Esta teoría, al mismo tiempo que permite a la hora deJa Anunciqción¡lleg6a serMadre de Jesús! [•. ;] .. ¿Qué
dini superar la enfermedad de nuestro siglo, que es la '-'UHalL'- a.uu.:1U,
brinda también la posibilidad de resolver algunos problemas de 65 CfB. MONDIN, 1 grandi teol.ogi del secol.o ventesimo, l, Turín 19722, 99-104.
66 R. GUARDINI, Die Mutter des Herm. Ein Brief und darin ein Entwurf, Wurzbtirg61955.
(trad. ital.,LaMadredel Signore .. Dna lettera. éori abbozzo.di>trattazione;Brescia 1989 [citaré
.63 E ARbusso~G. FERRETI1-A. PERONE PASTORE-U PERoNE;Introduzione alla teol<Jgia siempre esta edición]; trad. esp., La Madre del SeñOr; Cristiandad, Madrid 1968);
poranea, Turín 1972, 228. 67 lb, 71.

64 R. GUARDINI, Der Gesensatz, MagunciaJ925.. 68 lb, 15.


.....•.. significó: paia: elJa.·eldescenaiJ!rlÍento qelEspírith$anto:,; nll""".~· .Gllaidini:.evita esfe:peligrb,pdrql.leaplica;tácitamefite a la
'estrubturó'swreladónr¿0nJés~s:aaájluz'delEspíritu?~¡~>~69" .,,::t,_.v.,. de María iconJesús ·la.«te0ríade 10spcHos épuestos>~,especial~
la pareja afiriídad;distin.Ción:,
L.arespuesta a estay,a otras preguntas, se· ofrece'eniún eS!)02:0i1
traL delll.psicología. religiosa .de María, descrita.con·cuna. terIDltl, «Y; así, en su relación con el Hijo, aun en medio de la familiaridad
existencialist?donde abundan. voces como «drllma»,',~ .... u6.".'uu~":~, íntima,' debió de haber una distancia; un no comprender, que luego
to»y .<~riesgo»: se. manifiesta tambiérien los relatos [evangélicos].. ; Las palabras,
las acciones, las modalidades del comportamiento de Jesús; toda la
«Lo que se exige de. ,María es un paso que vaya: hacia lo .. ~ •....-_.••, manera en que él vivió y existió, llegaron a estar continuamente más
ble, la fe pura.: Bajo la dirección del Espíritujella debe arrLeS¡~a allá de la posibilidad. de alcance por parte de María» 74; ,
s(fr personal.aventurándose a' algo que es· imp()sible· con ..,.~,~~""",,.,
puramente naturales [... ]. La actitud de fe que se exige de '''' ~'T:'1""" Pata Guardini, «lo específico de la actitud de María»' es «la de la fe
terotestamentariaen un sentido supremo: no sólo asentimiént0 ue persevera en lo incomprensible,..ag'uatdando a que llegue de Dios la
doctrina" o. un"sf' pronunciado en relación con una realidad
oel vincularse a una ordenación sagrada, sino e'lC()n()Clrruc~nt:m(le La presentación existenciaLy humana de María no emp()brece su figura,
Dios actúa aquLY5ahora; obediencia aHlamamiento, actuar de puedaparecérsel0así a quien está acostumbrado a dar una prepon--
<l11'n'-111p

midad con él yunproseguiradentrándoseenlo desconocido»70. .af~ranClla a las definiciones abstractas, sino que es un enriquecimient0 real
modifica el mod0 habitual de abordar las reflexiones sobre María.
Guardini percibe y describe el. aspecto., dinámico' de la
cosas en lavida,terrena'deMaría, su progreso «haciaJa .....~ ... _~,
cual ocurre más tarde el acontecimiento·dePentecostés»71: 3..3~2.María, realizacü?n cristiana del ser humano
llegó a Priori a la plenitud,sinqque'esta fue creciendo en ella, de,
especial enJarelación con Su Hijo»7~.Olvidareste periplo Rahner (t 1984), en la breve obra María, Madre del Señor, rechaza
como eracorn:únen la 'especulaciónyJa mística, que desde el que un tratado sobre María sea una cosa autónoma y que subsista en sí
atribuían a la Virgen el conocimiento de la divinidad de Cristo; ¡nismo. De María no ~e puede ha,blllr,sÍl1p clespués de haQer respondido a
ría únicamente ponerse en contradicción con los datos del . preguntas, ¿quién, es, el hombre yqui~Il ese! <.:ris~iarlO perfecto? .Sólo
sino también privar de una parte esencial él. la experiencia de entonces. el tratado lle~ará a ser significatixo cop. r~specto a la humanidad
arriesgarse a caer en el «peligro deta mitologización, que en ya la Iglesia} logrará «importaIlda para nuestra. vida»76.Ahorabi~n, el
relación de María con Jesús a partir de la relación de la diosa ."~'~,_. "~""~"_'. en su naturaleza. íntima,. aparece como;

73lb, 45.
6nb;lL
74lb, 44-45.
70 lb,38. Cf una estupendadescripcióh.de la fe de María en R;GUARDINI, Il Signare,
75 lb, 47.
1964,28-29 (trad.esp;;B Señor, Rialp;Madrid 1965). 76 K. RAHNER, Maria, Madre del Signare. Meditazioni tealogiche, Fossano 1962, 24, 33,35 (ed.
7llb,57.
orig. en alemán, Maria, die Mutter des Herrn; )2'riburgode'Brisgovia 1956). Hay una excelente
72 lb, 44-45.
traducción francesa, Marie mere du Seigneur, Editions de l'Orante, París 1960.
~< Un'espítittDque re,se:t1.N~lmeht~:se",halhal~ :esell.bha; .debüi~:aí;lacins()rrdable!:\h;jluritad de ,:Diosmismo;¡:>¿\)f 'eso: la teología
'(revda.N0rr,de,Dios;,n;,:q~d. ser iquetieneilecesananierité eh deb~;hablalTdeélla~H;a;t€ok)gíá:se cOflv¡iertenecesariameríte erran~

escuchar una posible revelacióndéL:Dios:liHré>}7¡, tropologíay,por tanto, en mariología»80.

. Y;el'cristiano perfecto «errsu fOrnla más plena es; la IJUL·(Lc:l\)\JI:::!:\.tl¡ sigríificago histórico~salvífi:co de María está· determinado'por su
lasalvación,deDiosetemo y trino; que aparece eh] esucristó»; divina; entendida no cOmo un heehopuramente biológico
se ve claramente que: María es el prototipo·delser. humano que biográfico, sino como un acontecimiento espiritual:-corpólTeo y como
la palabra.de:Diosimás aún: decisivo de la historia de la salvación81 . K. Rahner habla repeti~
veces en sus obras del fíat de la Virgen para subrayar la importancia
«Es el cristiano perfecto, el ser humanototalmenfe 'cristiano,; de éste en el curso de todálahfstoria de lanufuahidad. Peró,
está bendecido en la fe del espíritu y en su seno, y, por tanto, que el «sí» de María fue posible y se hizo efectivo por la gracia
cuerpo y con su alma YJcontodas lasfuerzas·de·su ser, ha reC:WIClí de ,Cristo, ese fíat, no sólo coopera en la .salvación del ser humanó;
a€ogido alVetbo eterno del Padre>>:78 i ' iÍno que además 'es uhacto individual de acogida de la redención en sí
misma. María se .convierte, de. hecho¡ en el ejemph más perfecto de la
Eh realidad; para, Rahnet,.un inex0; necesario 'vinculaJa. , en el.prototipo de la' Iglesiarescatada~
teología~antropblogía,",mariología: En.efectó;:Dios no sólo Aunque1a posición dé María en lahistoriade la salvación es esencial,
con nosotros, sino que «en el propio Verbosehiiohombré»d~ única y decisiva, la Madre de Jesús «se halla,· enteramente de .nuestra
indivisible, de;suerte que, '«no púede' haber. una teología sin que. parte», por:qí:Ie," «como simple criatura, .María pertenece como nosotros
también una antropología»79.·Si pensamos luego en el vínculo que aja única familia humana»y, al igual.que.nosotros, fue redimida Y tuvo
a los hombres en una comunidad, con su red de influencias rAr'h'"rhr que «recibirlo todo de la misericordia de Dios»83.
especialmente si se trata de personas' de pa-rticUlár telieveerda María; que revela a la Iglesia cuáLha de ser su.naturaleza; muestra
de la salvación, entonces se verá claramente que no se puede I I ClI. JUl....
también.al hombre su vocación:: ser. imagen, 'de; :Dios y participar deja
ser humario sluhablarcteMaríaV ~iceversa: yida divina abriéhdosea Cristo. en la fe;y err:la donación:

«Cuand6hi'fé'y Hh¿ofogía se;éxpt~san aceicádelsigniRcaaoY «Cuando célebramos. a' María,podemos afirmar.. que .estamos.cele~
Ímportanéia' sálVíficadé[ ser'n:úmano' en'lá' histodade'Díos, btando una manera cristiana decomprehder la existencia del'hombre
que hablartálllblérrd~)Máiíá/ra'Virgen bendita.:. Por el en general; la celebramos como palabra de Dios pronunciada sobre
qiIeJnueStra sal+adónTsehálIá en Jesucristo; vembique también
80 lb, 29-30.
ría, en esta historia de lá salva'<:::i6'n, tiéne una importárlcia U.'-''-'L'''' 81 «Su maternidad divina es obra desufe.(Lc 1,45; Lc2,27s,),ypór tanto no esuhpuro
proceso biológko,. Esta obra de su fe no es sencillamente un. hecho que. pertenezca exclusiva-
77 lo, Uditori della Parola, Turín 1967 (ed. orig. alemana: Horer des Wortes, Munkh
mente a su vida privada, sino que es el acontecimiento .de su maternidad divina' y, portafito,es
cf B. MONDIN, Karl Rahner e la teología antropocentrica, en I grandi teologí del XX secolo; un hecho central en la historia de la salvaCión como tal yensu.cohjunto». ' ; ' ,
82 Cf todo lo que afirma en esta línea K. RAHNER, Te; principe fondaíneniál de la théologíe
1969, '130-131., ..... .
78K.RAHNER; Maria, Madredeí8ignore; o;c;,;37,' mariale, en Recherches de Sciehce Religieuse42. (1954) 481-522,.
83 lb, 38.
79 lb, 27.
""v",',:

446 - MtlÍría;~sír1tesis flettlálQJl!!s

nosotros misrriós;celebr'arrios.el modo ~sublime 'de:'CC)mlPtended liberación'~»,ftlrlclal1lentada,en :~1 Magníficap;; Gon'este'cántic9.prq~


tra existencia;, .. celebramasJ; proclamamosJaidea· «una,catgad~)clillahlita's·e intrbdlljo·eú:lasumamenteprotegida
humano»84. UCO·.HUcULd haéequéprogrese elinododivino

actuar; que elimina el poder y lotnlnsforma .en servicio» 8~ .. Más allá


Queda todavíaespacio.paral.ma inserción orgánica y global· estaconcred6niúcisiva en la historia, hay que reconocer que en
en la antropología. teológica; pero la inspiración ofrecida por luía late asimismo .tmtrasfondo simbólico que hunde sus raíces en
producirá -i-aunque sea con re tras&-: sus frutos. psicología profunda y la antropología culturaL La primera, espe,
la que se inspira en Jung, encuentra en la psique arquetipos
y femeninos (animus/anima)¡ María pertenecería a un mito
3.4. NuestraSeñora, invención de fa cultura símbolo del inconsciente colectivo, cuya funeiónpropiaybenéfica es
que fermenten en la conciencia los valores femeninos, pero que
En la vertiente. antropológica, Ida Magli define a N bloquear las energías del individuo sise transformara en.madre
una corutruccióncultural'que nada comparte con la auténtica (lll11LUÍl)otenlteO'. En cambib,laantropología. cultural tiende a;ver en
N azaret; Esta. última permanecería en el plano de la naturaleza, una.prolongación de la Gran Madre IÍlediterránea~o,muchas.de
tanto, sería incapaz deplantearcuestiones (en efecto, con ellas características asume. En efecto,. María hereda títulos atribuidos
cultura) 85, o .de desprehderse.de .1a cultura judía, de. ahí que J por el paganismo a 1sis, a Minerva o a Deméter, como. «madre de Dios»,
esforzarse paraJiberarla dé los tabúes de la sangre yde las ~virgen», «reina», .«dolorosa» ... , yel culto de María repite el esquema de

nes .. Así pues,. Nuestra Señora no es sino una creación, al par oración antiguajcompuesta por invocación,aretologíay súplica91 ,
«apoyo omnivalente»en que justificar un ideal de feminidad al A esta postura, que ha ido ganando adeptos, se opone e! hecho de
del varón86 • ue no se ha demostrado categóricamente, pese a.las. evidentes analo,
Desde una, óptica feminista, Catherine Halkes piensa,que es g(as, la dependencia genealógicadel.culto a María respecto de.la religio.-
sario seguir ocupándose de María,.para limpiar su imagen «de las pagana (analogía no es genealogía); ni. se puede omitir la diferencia
yecciones que una jerarquía masculina de sacerdotes le han capital, subrayada por los padres de la Iglesia, entre Isis, diosa y piosti,
y para «liberar a las mujeres de las imágenes dominantes de María y María, criatura yvirgen inmaculada; Lo cierto, en cambio, es que
aún las siguenJimitando»87; Con Rosemary Radford Ruether, figura de María se. halla en un proceso de inculturación permanente,
que Halkes anuncia «la posibilidad del nacimiento de una asumiendo rasgos de la cult:uraenqueseencarna,.lo cual puede hacer

84 lb, 30-31. También X. Pikaza se sitúa en una perspectiva antropológica abierta al ·~10~1~ .
trinitario cuando propone a María como «la primera persona de la historia». CfX.. 89 Cf M. KASSEL, María y la psique humana. Reflexiones en la perspectiva de lapsicologíapfo~
madredeJesús. Introducción a la mariología. Salamanca 1989, 339-346. en Concilium19 (1983) 293-304; L. PINKUS. Psicologia, en NDM, J674c1683;Il mito de
85 Para la.autora, María es naturaleza y no cultura; hasta el punto de que no es Approccío simbolico. Materiale per lacomprensione psicodinamica del femminilenell'esperienza
dirigir al ángel la pregunta quomodo fiet .istud!; su obediencia no puede ser sino· «una Roma 1986. . . . . .
sin hacer preguntas .y sin conocimiento, teniendo en cuenta que la ."curiosidad" del 90 C. MULACK, Maria, vergine e ribelle; la deanascostádelcristianesimo;.Como 1996. (ed; orig.
gesto cultural» (1. MAou, Lafemmina dell'uomo, 1985). alemana, Maria. Die geheime Gottingim Christentum,Stuttgart 1985). ..
.86 I. MAGUiLa Madonna, Milán 1987: 91 CrA. AONOLETIO, Maria e la strega, en Le grandi.madri, Milán 1989, 69; S, BENKO, The

87 C. HALKES,·Maria nella mía vita, en E.SCHILLEBEECKX-C. HALKES, Marie ieri, oggi¡ Virgin Goddess. Studies in the Pagan and ·Christian Rootsof Mariology,. Nueva York-Colonia 1993;
Brescia 1995, 96. G. RAOOZZINO, Titoli mariani suggeriti da culti prescristiani!, en Asprenas 26 (1999) 275~295.
yenaapo!:etccaminó;deiun,desarroll0<¡:uantitativo:y>especulittlvo,
tlm~serrtcmdro tirralMá]j~adebprivilegio·~.e1triurrfo,,: regla distribuidora de
I!!.",."'L~U,. peroinimitapleen suirraécésible limboespirituaLSin embargo,
'UL.L/JUCL",-,,,iÍlfIC)V8Idores comienzan a trabajar en la sombra, Cl1es~
y,. a ,la vez, estimulando al pensamiento mariológico, 'que, al
implicado. en el; movimiento global de la teología, asume los rasgos
últimos dos mil años»92. de esta: regreso a las fuentes y apertura al mundo.
Apesar de las exigencias de claridad y de logicidad, la mariología de
manual es en muchos sentidos insatisfactoria· e inadecuada: A muchos
3.5", Nue5traS~ñora,;(;uestionada parece que es demasiado abstracta y alejada de los. problemas.coti~
dianos, preocupada por' cuestiones sutiles y estériles sin vinculación con
Esiunhechoque, durante los siglos XIX-XX; la cultura y la vida real. Se va cavarrdoasí uha fosa entre mariología ypredicación.
el arte se han ido alejando ,progresivamente. del universo Además se le recrimina su cerrazón. en sí misma .(exagerada autonomía),
'tanto; de la figura de María. Eso es debido, ciertamente, al p la adopción de un módulo exclusivamente cristológico; con omisión casi
conce¡)Ciónobjetiva del arte a una interpretación subjetiva del total de las. dimensiones eclesio1ógica y antropológica. Finalmente, .se
en la cuaLr{:~presenta. un valor la intuición lírica del U'-'CU. LULL'-LL>~~:' utiliza la Escritura y los Padres' de modo tenderrciosamenteselectivo,
comunicación de las ,. emociones; Otros factores buscando en ellos. argumentos para probardeterminadas~ tesis,pero
desinterés o incluso el desprecio de algunos. ateos hacia la; . /irl~erf'lXí desarraigándo10s del enunciado bíblico total y la doctrina patrística
dre y.haciala mujer,. desinterés y desprecio que van dirigidos en integraL
instanciahaeia .los valores m0!ales humanizantes y, en p8lrtícular, Según Sesboüé, el Concilio animó a la mariología a que. hiciera au~
la ternura maternalque.ellas.reptesentan y que son eapaces U.~LLLL.LL~~ tocrítica y, por tanto, a.queprocediese auna.reconversión, correlfirrde
su misma base un mundo. prisionero de los esquemas integrarse en el contexto de ·la única' teología. y a adoptar. una >actitud'
; 'Si clentro de la Iglesia católíca la lllariologíadel siglo XX vive relacional: .'
«de [; .. ] rénovaciónencaminadahacia un apogem>94, lohahecho
pensasde un desencuentro =no carente de dolor..,... con varias;COTrH3E «La teología. mariana ha llevado ;a cabo un regreso crítico sobre sí
eclesiaU~s) de renovación95 .En, realidad, muchos mariólogos han misma, antes de atenerse a las orientaciones del Concilio. Fue la
muerte deüna forllla de "mariología triunfalista" y el tránsit0 de la
92 A. GREELEY, I grandi misteri della Jede. Un catechismo essenziale, Querihiana,
1978,13.;' . ' . "mario19gíc(, es decir, (le. u11 sector de la teología. qué habúíll~ga90 a
. 9~P.EVIíoKIMcív;La dáitila e la salvezZIJ. del morulo, Milán 1980, 155-156:
.94 H: M. KOSTER, Mariologianel XX secolo, 136.
ser independiente,· que cohsideraba·a MaTíae~ sí misma,olvidando
95 «A través del encuentro y del desencuentro con los movimientos bíblico, situarla en la historia de la salva~ión, ,;unateologíama~ia.na, que,
pastoral, litúrgico, misi,onero yecuménico¡ el movimiento mariano experimenta un l-ULJ.Lla¡,U
reductivo de la tendencia hada un' desarrollo cuantitativo y unilateral; ya la vez un siguiendo ál Concilio, sitúa a María~nla'Ig:lesia y. en)aec~hl(nDJa
vitalizador que encuadra la: mariología en; el conjunto del dato revelado y ofrece la de lasalvacióh, unateo10gía"integr~da".Se~ijocomo boutade [hu~
dón positiva de nuevas adquisicionei» : (S: DE FlORES, Maria nella teologia contemporánea,
19913,400). morada] durante el Concilio.que ~sto h~bíaeliminado la mi~teriosa
fv'Iarra.enel siglo XX " 451

·.' .falta dect>municaciónque;'situaba¡ a;María eheL~xteri()rA::le perdido consistencia, ejemplaridad y relevanciaparalos cristianos
Oiporencifuade ellffi.Se. púede i de0ir ah0raque~María ,!-,,,, ..;,,,,,,.,,,, n particular para las feministas, las cuales, portartto, se desinteresan
.integrada:elllateologíc:LSeinleditásobre lassugérencias m:StlíE~ ella o la rechazan porque -según ellas- el código moral que encama
procedentes de Pablo VI: María. está en relación;totabc.É)!lt.:risite quedado anticuado.
el Espíritu y con la Iglesia. Es una reconversión En particular, la caída de la cultura del Anden Régime, propia del
de temas,ren relación con aquellos.otros temas XIX, con su mentalidad del privilegio, encuentra dificultades para
mariología postridentina»96. tir la Inmaculada Concepción, dogma definido por Pío IX (1854),
encarama a María en un limbo inaccesible, del todo ajeno a la
,
Las dificultades debidas al.cambiodé culturay deparadigma . . cotidiana de pecado. De la misma manera cae la imagen
expresadas formalmente por la crisis que experimentó la m~mC,lo~rla'::l María que la mariología de manual había transmitido, imagen que
período en tomo al conéilio VaticanoJl(1964~1974),es,decir, aOflre(:e más como un teorema que como una persona concreta, y cae
el denominado .«deceniosinMaría» (w. Beinert). A.pesardé motivo del sistema de distinciones y de subdistinciones, en el cual
tos por sobreponerse a .ella,Ja crisis golpea duramente. a la relación vital con María termina por naufragar.
María tanto en el ámbito académico como en eldelcult097 .. La raíz de la crisis brota, como señala con fina intuición Pablo VI, del
español habla de .«la experiencia desconcertante» deL docente, que . cambio cultural, a saber, de la:
«comenzar. justificando la existencia misma €lela mariología»98.
dente la tendencia a ponerehtry paréntesis y a marginar a «Divergencia existente entre ciertos contenidos [del culto tributado
diálogo ecuménico, en los grandes tratados de cristología y ~~'.~L".'-'L" a la Madre del Señor] ylas concepciones antropológicas actuales y
e incluso en la predicación y en el culto. Algunos exegetas y la realidad psico~sociológica, profundamente modificada, en la cual
por influjo de la desmitologización bultmallniana, se alejan de lá los hombres de nuestro tiempo viven y actúan» (MC 34).
concepción virginal de María, que ha sido transmitida.porlos ~TT<'~"'ri..
y proclamada como dogma por concilios, y la interpretan como El concilio Vaticano II había resuelto egregiamente la «cuestión ma~
logoumenon, es decir, no como un hecho histórico, sino como'una riana», proponiendo en el capítuloVIII de la Lumen gentium una admira~
teológica con ropaje narrativo cuyo fin es presentar a Jesús como síntesis sobre María, «un himno incomparable de alabanza en honor
gratuito deLPadre. En términos más generales', la figura de María de María»99 y «en cierto sentido la "carta magna" de la mariología de
nuestra época»100, cuyo efecto fue el de restablecer el consenso entre los
96 B. SESB()ÜÉ, Lathéologié maridle~pres \ratican II, en (CoMBY(eéJ..),Théolo~e,
piété.mariale. Acte du ColloqueUniversité catholiquedeLyorí,r..3 octobre1996,Lyón diversos inovimientos intraeclesiales. Sin embargo, cabe pensar que el
Para Nagiórkmvski sigue siyndo problemátiéala transición «de una mariologíacor:lcer¡tuallí: de la Gaudium et spes (1965), proyectada enteramente hacia el
con 'su"rrietodología de los pnncipios", a una mariología situada en la historia de ía '.
(S .. ~iNAPIÓKOWSKI,La mariolrgie etses problemes Mns notre siecle, enA:A:.vv., La diálogo con el mundo contemporáneo, no penetró suficientemente en
san Massimiliano M. Kolbe, Roma 1985, 565 ..5 6 6 ) . ' .
;7 LiMariális cultus, desdramatiz:'mdo'la presunta crisis, se limita a hablar de; los temas del capítulo VIII de la Lumen gentium (1964).
nea:de~órientación» (MC introducción), «disgusto», «falta de afecto»¡ «dificultad»
«pei:plejidad>~ (Me58). Tainbién B. Sesboüé prefiere no hablar de «crisis», sirio másbien:
«teconversfón».delamariología.(B. SESBoÜÉ,La.théologie tnariale apre~ Vatican II, en J. 99 PABLO VI, Discurso de clausura de la tercera sesión del concilio Vaticano II (21 de noviembre
[ed.J,Théologie, histoire et piété maria.le, Lyon 1997, 64). de 1964).
98 Cf C. Pozo, María en la rej1exiónteo16gica cáittemporánea, en EboreÍlsia. 9(1996) 135:( 100 JUAN PABLO II, Audiencia general (25 de mayo de 1979).
······C~apítulo,xvlll
~>~\', ~,";

ModelQdela rénOvacióIl
María, histórico--salvífica, icónica y ecuménica

'E··
. stecamino :qued6iñauguradó pote1 concilio VaticanoIl,que
... con su espíritu renovadoillev6 a efeCto una revisión integral
de la vida de la Iglesia, desde la liturgia hasta e1ordenamfento
canónico y1a teología, e hizo una apuesta 'por el ectllilenismobajo la
dirección prudéntede Pab10VI;<qtiien intuyó enseguida la situación: el
caminb<no tenía vuelta atrás.tiirenovación. mario1ógica derivad~ del
Concilio;' sin embargo, ho será inmediata ni tendrá un alcance universal,
y se abrirá caminó con fatigas y dé forirtafragiriéntaria.

María histórico-salvífica

La «teología kerigmática»jdesartdllada pórK.RahneryJ. A. Jungmanri


hacia los años treinta, dio tlngtan impulsó alarecupetación deqa
univers·a1idad delamaridlogía. PuestO que su .ley fundamental Ílo·es la
elaboración 'ofgániéo,raciónal de las verdades" rev¿la:aas, SIDO el anunció
delcisalvación,dicha: teología:exigeqtie~<seiriserteel temamanaÍloen
el cuadro kengmáticNYsegún 1:osmodel6sde~1a: c:itéquesis apostólicáy

1 Cf J. A. JUNGMANN, La predicazione alla luce del vangelo, Roma 1965 (ed;orig.,1936);


K. RAHNER, Teologia e kerigma, Brescia 1958,
454 -Maria, síntesis

;E¡:t:pl,fblicáeiótf d~;Co\trt traité de théologie maria le (París 1953), de María.·y¡enm;:it.ca':lds'hechOs¡de:ésta erlunavÍsióní panoráIllica que
Lallre~tin, es;t;o;hpl~de aire fresco para la mariología. LdUU"'UIL1U batca:desdeéLAIltiguo\IT'esfamentohasta laParusía:.
distancia resueltamen.t:~ de los man~~i~';~n.boga y de s~';ét~d~~ :Ep.;elconeili<bYatican.o<II,\ensús sesionésydetrásdela quinta de las
tivo, interrumpiendo. así la larga n·adición qlJ.~ se ):-einont~4a '. comIsiones, 'se-repteséntan estas. dos tendencias: una de' ellas anclada
Laurentin está convellcidode que, paratiatafde Marí~, l1ai· en las córrientes.eclesiales de renovación. El esquema autónolÍlo, dis;.
al factor tiempo: eribuidoeri élCDoncilioe123denovierribre de 1962, que presenta una
mariología magisterial (el texto y las notas hacellreferencia 117 veces
«Si la palabra "tratado" significara deducción abstracta, fij aJos'papas, 57ala. Biblia y 30 a los Padres), es objeto de las críticas
fórmulas rígidas, entonces se adaptaría muy mal a la UU.dUUdU de 11 obisposttanceses, quienes consideran que 'peca de juridicista,
presente estudio. En efecto, el misterio de María no tiene la racionalista,latinistaYioccidentalista. Para otros, el esquema es demá'::
un teorema, sino la de un destino libre, confiado a las /liado dogmático y apologético, insuficientemente pastoral, con lagunas
algunas veces desconcertantes, del Espíritu. El rasgo, si no más cristológicas, teocéntricas, bíblicas, eclesiológkas y ecuménicas. Así las
.fundo, sí almenos más caraster:(sticodee~te. des,tino,3cle1a cosas, los obispos alemanes, escandinavos y latinoamericanos proponen
.·.qu.e trata. de expresa~lo, parece ser el tiempo: la. ley de 1a UUld"'-llOl! que el esquema: mariano se integre en la constitución sobre lalglesia;
del progreso»2 ..._ 1apropuesta obtiene ventaja en la votación del 29 de octubre de1963,
en la que ademási se invita a los Padres a que respondan a la pregunta:
En coherenciaqm estospostulap()s, LaurentiJ:l s~ niega a «¿Agrada que el esquema acerca de la BienaventuradaVirgen¡madre
María el métod() deduq:iv() , queabanQ9na ~l orden del ti~IllPopara . delaIglesia, se adapte para convertirse en el capítulo VI deLesquema
varse alord~fl:eteITl() de.la predestinación. El autord~scubre.los De Ecclesia?». Los resultados de la votación (votantes, 2.193; mayoría
de tal procedimiento:l.asintenciones divinas nos son desconocidas
,~ , " •.••••••. • e • ~. • . "e . '., • (
exigida, 1097; vqtos favorables,1.Ü4; votos en
contra,1.074; votos
menos que se parta de los datos complejos de la revelación; uu.'-..u"u", nulos, 5) sOri[avorables a laihsefcióll por una· diferencia de17 votos.
lógica de Dios supera a la nuestra; es gratuita, refractaria a la En reladónconla· corriente contraria, '-la diferencia .es de 40 votos:
rigurosa; finalmente, María es unapersonad0tadad~., libertad; no Esta votación e~considerada un giro hist6iicoy~1 origeri de «una, di.~
posible diluirla en una personificación abstracta3 • y, por otra parte, vergencia espiritual»5, porque condujo al Concilio a cambiar lahoja ~e
ClPciól} en favor del factor tiempo~IllplicayeJ:ltajas: laley dela rutay adopt~r una p~stura mari()lQgka c,on,una postura más bíbli~~e
y:del cr~cimien,to es ,esencial par,a ~lserde María,.queexperimen histórica~salVíñcá6 .
proceso de,; Illaquración ~nJa(e.Maríaatraviesa todas las fases del
5 J. RATZINGER, Considerazioni sulla posizionedella mariología e· de/la' devozione mariana
po de .la gracia ... 4, Enfre:ntado, con el plan salvífico cumplido~n nel complessodellafede e della teologia, en J. RATZINGER-H. U vONBALTHAsAR,Maria, Chiesa
y .adiferenciade cuantoshapían aplicado antes el qiterip nasceilte 1981:;19.
6 En el momento de los hechos, la división parecíainsubsanable: «La votación demuestra
para tratar de la Madre g.e lesús,superaeL esquema del relato dela que la asamblea está dividida en dos partes.casi iguales [...]. El Concilio se encuentra: ante un
problema bastante difícil de resolver; .la: Comisión doctrinal se halla en un callejón sin salida».
Para superar el impasse. y llegar a cierta concordia; la presidencia del. Concilio debe recurrir
2 R. LAURENTIN, Court traité de théologie mariale, París 1953, 1L a un procedimiento especial. A comienzos de noviembre dé 1963 crea una subcomisión de
3 lb, 67 -68~ cuatro obispos: los cardenales Santos y. K6nig,·/elmarónii:a.Doumith yThéas, de Lourdes;
4 lb, 69-70. Pero el acuerdo resulta difícil, si no imposible, despliésde haber consultado a 22 conferencias
'jo:.' ¡Eb.nuev0texto~).prepatado,.pGtlmbnse:fi:o];fG.;mhilipsV:len "'"V'.cu.",,, por.; las' córtclusioues.l.:aetipo sisterriátic0.~ q\¡Huleello resultan;iVolviendo
ción con C. Balié{es .s8metido'a.;v0ta:cion;Qurante.¡é![terber Él .contemp1ar· aMáná,~esd;é. 'la,Biblia,el..;Gohcilio sÍtuó¡nifiguraéy su

del ConciliQ, .¿h29.H"eoctubre ue


1964y;;y.1!esulta; ap:to~laGt4J.~ mensa:je;en¡eIteuenó;;concretode;la, histoda:;dela salvación, resca~
condición de introducirnutrierosas enmiendas (votantes; tándola!ctelinaccesiblelimbO.enque la habían confinado las teologías
h559jnon placet, lOjplacetiuxta modum, 621j.votds1nulds;:J), especul~tivas,· Y'devoLviendoalamariólogíalasrelaciones de .conjunto
de las enmiendasirtttoducidas por la Comision ddctrinal; e1 .... UIJU.. ' ' ' ' . ' ' ' con los demás elementos· de la fe, con: gran;pwvecho mutuos.
Beata fue aceptado el 19. de noviembre con 2.096 placet;'f23 "",.,.,,,..,,,'" Con estainyersiónde rumbo, el concilio Vaticano II decreta el
yen la votación final, de 21 de noviembre de 1964,obtuvb 2.15 final de Ja autonomía metodológica de María; y la reintegración de la
yó únicamente 5 non placet, ,La unidad se, restablece. por '-V>.LLVL'-L'J' reflexión especulativa sobre ella ene! ámbito histódco",salvífico:Nó
Beata habla de la figura histórico~salvíficade Mana,.·es decir, esta obstante, el deseado «reingreso!> de la mariologíaenla teología; de
inserta «en.el misterio de Cristo. y de la Iglesia» y en el «divino la cualse había escindido en 1602 con Nigido, no se produjo sino en
de la salvación» (LO 52), entendido en sentido paulina, como una pequeñísima medida. Durante el período pos conciliar (entre 1964
salvífico de DiosreveladoiY realizado ene1 tiempo. De esta y 1989) se cuentan al menos 41 tratados autónomos .de mariología~i
Maria 'queda bajad signo de la historia de lasalvación7•
8 G. GOZZELINI, Maria negliorienta1T\ffiti della teologíaatOOile dal concilio Vaticano II aUa «Marlalis
Según.esteiperfil, el capítulo VIII representa un punto cultus» e al sito seguito, en A.F'EDIÚN¡ (ecl.)¡w Madonnadei templ diffiCili, Ronia1980, 38 y 43;
9 G. PESCE, Compendio di mariologia, Milán 1964; C. FUERST, Mariologia. Adnota,tione,s cui
con 'carácteLcritico~correctivo, a una forma: particulaFde.
usum privatum auditorum, Roma 1964 (manuscrito); Z. KMSZEWSKI, MdriólogUi, París 1964; M.-J.
mariología' que·.puededenominarse «manera 'postride'ntina» y NICOLAS, Théotokos. L..e mystere de Mane, Toumai' 1964; D.BERTETIo;Mdria, madre universale,
Florencia 196.5; M.-J. NICOL~S, Il est né de la ViergeMarie: Marie dam le mystere chrétien, París
caracteriza povlaobsesiónpor acumular privilegios aN uestra ',:,enom:: 1969; Ó. M. ROSCHINI, Maria ss; nellastoriadella salvezza. Trattataéompleto di mariología alla luce
del concilio \hticano II,Isola del Liri 1969; G.GIRONÉS GUILLEM, La humanidad salvada y salvadora.
eJiswpal~s. A petición delcarderial K6nig, monseñorPhilips prepara un nuevo Tratado dogmático de la Madre de Cristo, Valencia 1969; C. AMANTINI, Il mistero di Maria, Nápoles
esquema' (9-10 de noviembre de 1963 ), pero el 18 de noviembre lasubcomisi6n 1971; C.ÜJR1Y; umysterede la Viefge Mere; Théologie mariale, Pans1971; R.l..AURENTIN, Maria
~ismo Philips Y. a,. C;; Bali~8~e; redacten un texto dec(msensoqueob~engael apoy<?, nella storia della salvezza, Turín 1972; C. Pozo, Maria en la. obra de la.saJ<.Jación, Madrid 1974;
dos corrientes. Después del fracaso de una reunión de 10 expertos, celebrada en Santa D. BERTETIO, La Madonna oggi ..Sintesi mariána attua1e, Ro~a .1975; L MÉLOTn, Máriá e lá sua
eW5 dé noviembre de 1963, los' dos teólogos .llevan pronto a feliz términbla labor que missionematerna¡ Turín 19.77;B. ALBRECHT, KleineMarienkunde, 'Mditirigen 1979; L BOFF¡Ilvolto
había. e~cargado. La quinta redacción, elaborada por Philips con las. observ~ciones de materno di Dio, Saggiointerdisciplinare sul femminile e le sue forme religios~, Brescia 1983 (ed. orig.
es presentada a la subcorriisión e12 'de febrero (Cf c. BAUé; El capítulo VIU de ld en po;tugués, 1979); A. MÜLLER, Discorso di fede sulla Madre di Gesu. Un tentátivo de mariolOgia
«L..1Jm.en,gentium»cqrr¡parado cOTÍ; el primer esqttemade l)l Virgen Madre de1A Iglesia,; en . in prospettiva contemporanea, Brescia 1983 (ed. orig. alemana, 1980); R. LAURENTIN, La Vergine
[19661137-138, n.5),y a la Comisión teológica. el 14 de marzó de 1964. Esta aportó Maria. Mariolbgía post-conciliare, Pauline, Roma 1983; M.W., Handbuch der Marienkunde,
mejorasen las sesiones plériarias ceIehradás entre}el 2· Y el 14 dé marzo,' y entre el 1 y Ratisboría 1984; J. .GALOT, Maria la.donna nell'opera della salvezza, Roma 1984; J.~H .. NICOI;AS,
junio del mismo año (Cf G. M. BESUTTI, f.o schema mariano al concilio Vaticano II. Synthese dogmatique. De la Trinité a la Trinité, Friburgo .. París 1985;C. Pozo, Maria en la. Escrititra
zione e note di cronaca, Roma 1966, 100). Las dos últimas redacciones, como' te~tus PTio; y yen la fe de la Iglesia, Madrid 1985; J.-M; CARDA PITARCH, El misterio de María. ComPéndio fácil
emendatus, fueron impresas aparte y enviadas a los padres durante el verano de 1964 con de teología sobre la Virgen,. Madrid 1986; INSTIruTo INTERNACIONAL DE. TEOLOGÍA A DISTANCIA,
título definitivo: DeBéta MariaVirgine Deiparainmysterio Christi et Ecclesiae; .... María, la Madre del Señor, Madrid 1986; E M. JELLY, Madonna Mary in the catholic Tradition,
.7S. DE.FIoRES, Marianel mistero di Cristo e della Chiésa. Comm:entoaZ:capitolom};¡riano Huntirigton 1986; 1. GERARA-M. C. BINGEMER, Maria Madre di Dio e Madre dei.poveri.·Un saggio
concilio Vaticano U, Roma 19843, 202; S. MEO, Concilio Vaticano U, en NDM; 445~46L a partire dalla ddnna edall'AmericaLatina, Asís 1989 (ed. orig. portuguesa, 1987); J. AUER, ]esits
niolo, en 'un.agudo ensayo, pone de manIfiesto en:eltexto mariano conciliar «una n"'r,im,~t­ Christus-Heiland der Welt. Maria-Christi Mittterim Heilsplan Gotte:s,.Ratisbona 1988;D. BERTETIO,
dogmática: la historia salutis»: E. TONIOLo;.{lrinnovamento della rifléssiáne mt1rJ,'nln,riN' Maria la serva del Signare. Trattato di Marialogia, Nápoles 1988; J. EsQUERDA BIFET, Mariologia per
Vaticano.U: impostazione e criteri, en E:PERETO (éd.)c, La.mariologia nell'oiganizzazione una Chiesa missionaria, Roma 1988; RFoRTE, Maria, la donna icona del mistero. Saggiodi mario-
pline teologiche. Colloéazione e metodo;Atti.. delr8ºsimposio internazioriale mariologico, 108; logia simbolico~naTTativa, Cinisello Bálsamo 1988; J.IBÁÑEz-E MENDOZA, L..a Madre del.Redentor,
historia del capítulo VIII, esindispensableKMl TONIOLO, La Beata Vergine Maria nel Madrid 1988;. R. LAURENTIN, Breve mariología, Brescia 1988; 1. c. R: GARCÍA PAREDES, Maria nella
Vaticano.It Cronistoria del capitóloVIU dellá' cos.titúZione dogmatica. «Lumen gentium»e communiti! del regno. Sintesi di mariología, Ciudad del Vaticanó' 1997.(ed. orig. española, 1988); C.
tutte leredazioni, Roma 2004. ' . 1. GONZÁLEZ, María evangelizada y evangelizadora,.Bogotá 1988;A. GONZÁLEZ DORADO, De María
niientrascCrue lbs:quei se;6cl1]i'am: ditvfal]ía' ~nLelJc()ntexto: más \ (~oncrét()y~sumaménte ev;ocador,;yIhutilagl]8.veinente. ala
de·' la cristología, la edlesiologíaü' lapantro~ología~g;són esc:aSlJS.;;! nnmC)m~~la:; ;lai~:o,ªl,;hu~lfi:nra~ desudjm~nsión;edesial, corre el peligro de
manuales tienen dos graves ca.rendas: :poGos·adoptan ,y ........ 's .."rf·,... I
cmeWltl:enUCJlGa . urrcapítulo. matginal e illorgánico, La necesidad de
recomendada poreLConcilio (OY 16), Y ningutioideellDs,: ,que exÍstauniestrecho vínculo entre la Iglesia y María qued6puesta de
halle inserto en una .coleccfónde teoldgíao .em"úadra:do en cU;;UHCIz' manifiestoenel€ohgreso internacional de teología celebrado .en Roma
las disciplinas teológicas,. está vinculado· estructuralmente en 1966, donde O. Semelroth señaló que la presencia de Maríaconio
consecuente con todo elcorpusteológico~ Laúnicaexcepción tipo personal de la Iglesia preservaba a un tiempo de dos desviaciones
presentada por el Curso fundamental sobre la fe,· de K.e Rahner, O0I10e de la doctrina; eclesiológica: la del misticismo (o monofisismo), que iden-
la sección «Cristianismo como Iglesia» se dedican dos páginas y tifica a la Iglesia con el mismo Cristo, y la del naturalismo, que asemeja
los «nuevos» dogmasmárianos. En tal contexto, Rahner seprleo(::ut::>a~b a la Iglesia; con cualquier otra institución,olvidándo que la Iglesia es
mostrar cómo los desarrollos dogmáticos marianos.(Inmaculadá criatura dé Cristo 12 •
cepción y Asutición) no son «una adición a la sustancia última y Mientras que la inmensa mayoría de los cristólogos parecen hacer
delcristianismo», ni contradicen por principio «la sustancia caso omiso del hecho de que Jesús sea hijo de María, M. Bordoni ob-
y ~ropia delafe».<=on una perspectivapositiva, el autor aplica serva que el hecho de que mariología y cristología estén tanimplicadas
recientes definiciones marian~s eL postula,do, establ~cido en .otro resulta en un beneficio mutuo13 • y,lociertoes que un examen atento
de. presetitarcáda proposición particular «en sllcoherencia con el . de las cristologías contemporáneas muestra que «donde se da máxima
originario y unific~ntede la realidad d~ la f6>11. densidad cristológica, allí se da también máxima densidad mariológica,
En el campo eclesiológico,primer- eje <::lela reflexión teológica y viceversa» 14.
conciliar,vemos que,~xtrañamenteí en los tratados de eclesiología Señal de esta orientación bíblica son las páginas que A. Serra dedica
la entrada «Iglesia» de algunos diccionarios se desatiende por ~~""..,'L~.' a Maríaen la: voz Biblia del Nuevo diccionario de Mariologia (lOOP), que
la doctriltapatrística, recogida por el capítulo VIII de la LO, constituye un punto de referencia fundamental y significativo, incon-
María como .«tipo de la Iglesia»;· Esta omisión depaupera el concepto cebible antes del Vaticano IL A esta síntesis le siguieron otros estudios
Iglesia, alquedar está privada de una imagen que la representa de demás autores, sin pretensiones de constituir una unidad, pero, eh todo
caso, de significativo interés en.orden al conocimiento de la palabra de
conquistddora i1 María liberadora. Mariología populár latinoamericana· Sal Terrae Satltander 1 Dios acerca de María~
A. MAR'f!NEZ.SIERRA, Ma~o16gía, B~~gos 1988; U. CASALE, Benedet:afra le don~. Saggio
sulla. manolog¡ae la questlOne femmm¡le;' Leumann .1989; B. GHERARDINI La Madre. María La trayectoria histórico-salvífica del Concilio es seguida por J. Oalot
síntesi stoTIcMeologica, Frigento1989: X. PlKAZA, La Madre de Jesús. In:roducción a la -m,.",.,,,'"'''' en los dos primeros capítulos de su obra Maria, la donnanell' opera della
Salarhanca1989. .
10 A. MÜLLER,La posizíone.ela cooperázione di Maríanell'evento di Cristo; enMS, III/2; salveza (Roma 1984), en los que elautoisitúa'a'J~ Virgen en el hori-
R; LAURENTIN, María prototipo emodel16della Chiesa, enMS, IV/2;390-415: A. AMATO,
il Signore. Saggio dicristologiá, Bolonia 19995 (<<Implicanze rhariológiche» 426-430 'y
E LAMBIASI, Lo Spirito Santo:.misterio e presenza. Per unasintesidi pneumatologiá, 12 O. SEMMELROTH, Quomodomariologiáe cumecclesilogia coniunctio adiuvet utriusque mysterii
(<<NelloSpiritula Chiesa e mariana», 295 c31O).; 1. GEBARA-M.C. LUCCHETTIBINGEMER; interpretationem; en M.w', Actacongressus internationalisde theologia concilii VaticaniII, Romae
eJ).'.!; ELL::CURÍA-];SOBRINO ~eds.),. Mysterium liberationis. Conceptos fundamentales de la teología diebus26 septembris-lº octobris 1966 celebrati;Typis PologlottisVaricanis 1968,266-270.
/:ahberaczon, I, Trotta, Madnd 1990,601-618; A. MÜl.LER-D. SETTER, Mariólogiá, en T. ;'CfINEUDEl< 13 M. BORDON!, revento Christo ed il.ruolo:di'Mafunel farsi del!' evento, en M.W, SviluPPi
(ed.), Nuovocorso di dogmatica II; Brescia 1995,181~218. teologici postconciliari e mariologiá;Roma 197.7;.31>33.
;;.llK. RAHNER, Curso fundamental.sobre lafe, Herder, Madrid 20036.
14 A. AMATO, Jesucristo, en NDM, 983.
zonte,ae laj\liariza¡ iSlip.,'~rnhargo,;¡!aeto¡seguido laimujell"\pirrgulaiy .coricret~rdeí):Ñazaret¡ 'no unaspecio particúlar, sino
perspectiv:ay, cohyrentbcot;i, sllfPropósitd, prefier~ «slelI!tlinl:lDGitilEietB «el. icono' de'· todo; ébiriist~rib, cristiaho>~17 . ,En sus prérrogativas~tomo
rriás,directamerite. doctrinal, y adoRtardnIlledtatamentei,conlo o • virgen,tnadre Y'esposa,Maríarefl,eja lauelacionestrinitarias, perore~
18
diversos. aspectos de la: verdad revelaaa concei:nientea.!María>~!t?; vela tambiériehtnisterio de laJglesia y la auténtica antropología .. Por
También L de la Potterie enfoca slltratado Maríae:rieL misterio eso, hacer que el centro de gravedad de la disertación sobre la Madre
Alianza'con la siguiente observación: dejesús::seanúnlGamentela cristología,la eclesiología ola antropología
resulta restrictivo; ,abolir del todo la autonomía discursiva sobre María,
«Una adquisiónmuy importante de la exégesis modema.es y sumirla por entero en el conjunto del discurso teológico, significa nó
habeLsacado a la luz que el misterio de Maríaconstituyé .en haber comprendido «que.laoautonomía del discurso de fe sobre la Madre
modo la síntesis de toda la revelación anterior sobre el del Sleñor no puede ser sino .relacional», y que precisamente «esta total
Dios, sobre todo lo que Dios, mediante su acción salvífica, relacionalidad [.,.] .nojustifica una manera específica de exponerlo»:
, realizar en favor de ,su.pueblo». Por su carácter de «compendio juntamente argumentativo, narrativo y
simbólico» de la dogmática cristiana, «la mariología puede constituir su
El exegeta contempla en María «una imagen completa de la último capítulo» 19.
ciónconcreta de todo el misterio de la alianza»16 Desde elpunto de vista,metodológico, B. Forte aborda: dos problemas
fundamentales para la ,estructuración del discurso sistemático sobre
María: su autonomía ysu núcleo vertebrador~o, problemas a los que
2. María, icono aportará una solución propia.
Tras. las críticas de los años 1936~ 1938 contra la mariología como
La obra de B. Forte María, la donna,.icona del mistero (1989) «cienciaautónoma»,A.Müller,en 1963, no preveía futuro a una~<ma~
como un ensayo dé mariología simbólico . . narrativo. riologíaseparada»21. Por su paite,M; Slchmaus exponía,las ventajas.y
te, ?tal ensayo intentapot primera vez aplicar la teología narrativa a desventajas que se derivarían de incluir la mariología en los tratados de
mariología, y ofrece una aportación?original por su estructuración. teología (con ello se evitaría el aislamiento temático,pero se resentiría
tratado. mariológico y por ubicar este en el marco de un curso de la unidad interna del discurso sobre María) y, a la inversa, de recumra
gía. La originalidad de la intuición de Forte consisteien ver en M la exposición independiente .(con ello se recuperaría un discurso unita~
río, pero a expensas de desarraigarlo del corpus teológico); su solución
15 J OAL01', Maria; lad()Tlna nell'opera.della salvezza, Roina 1984, 21. propone integrar las referencias a María en los diversos tratados teoló~
161., DE LA POTIERIE, Maria nel mistero dell'alleanza, Génova 1992, 276. A "VllUUlMVUC~
análogas lléga B. Forre después del estudio de lostestiÍncmios del Nuevo Testaiherito
gicos, y en paralelo reservar un. espacio autónomo y orgánico a María
María: «En ella se entrecruzan las líneas maestras del antiguo y del nuevo pacto [... ]'. ~ "" "',. c., .

sobriedad de cuanto María es se adensa la totalidad de la historia de la salvación yde las 17 B. FORTE, o.c., 39.
tiples relaciones que la entrelazan: por eso, podríacompendiarse el mensaje de la Escritura en 18 lb, 153-167.
tornó a 'la Virgen María. diciendo que ella es, el icono de todo el misteric) cristiano [.;.]; María 19 lb, 36.
en la Escritura [.•. ] manifiesta la Escritura en María; la totalidad del designio salvífico debi6s 20 lb, 36-39: '.
se ofrece en el fragmento de la mujer de Nazaiet, elegida por.el Eterno como madre del Hijo 21 «La voie d'une mariologie séparée ne peut guereavóir l'averiir pour elle» (A. MÜLLER,

que vino entre nosotros ... » (B. FORTE, Maria, ·ladonna. icona del mistero. Saggio di marilologia Interrogatiotis et perspectives en mariologie,en AA.vv., Questionsthéologiques aujourd'hui, II, París
simbolico-narrativa, 103). 1963, 156).
en ·elplanesalvífic022.En sintoníaceu. a·C)pCIÓtl·cbnl:.tljlárí~se ;precl¿)I
j
relacib+lalidad~>f(p;;37')' Paradójic.atriente;rro·esJa:autosuficiencia per~
para lamariología~;unTeingresojen: la teologíaj<de; la· dual se. sonaly¡funoionatderMaríaí~sirrosu reladanalidad '.10 que fundamenta
ligado por exigencias deorganicidadparticula.r»,· erivista laespedficiaad:dehaiscurs0 sobre¡ella. No·sé trata sino de la aplicación
emerger «como síntesis de los datos adquiridosenla r'c~m~XH)ngm tle ládoctrina'trinitaiia,:parala cual las. personas divinas se distinguen
preténsiones de organicidad autónoma»23~ porlarelación mutua25.
La postura de Forte es decididamente favorable a ""~"u,.u.u"" Por tanto; al instaurar un discurso sobre María, no existe· el menor
fica de tratar», a la «autonomía del discurso de fe sobrela Madre. peligrode caer en un cristianismo unilateral o de avenirse eOn el. sentir
ñor» (p.J6). Estas expresiones no deben inducir aeITore lTlTRTl,rp
popular. Todo 10: eontrario, .la renuncia .a tal discurso autónomo empo~
como un llamamiento a regresar al tratado mariológico brece ala teología ya la espiritualidaderistianas, porque.exduye una
único que pretenden es reivindicar un «espacio autónomo para postura providencial desde la cualse obtiene una panorámica de todo
los rasgos de uniéone»de María,en la eonvicción de que en el misterio de la salvación, y que ha sido espejo para «innumerables
refleja latetalidad del misterio cristiano: historias de santidad evangélica» (p. 37). Para Forte, una teelogía sin
mariología, al igual que «un cristianismo sin María»;·resultanempobre~
«No el aislamiento de un tratado separado, sino la ddos, porque se les priva de un fragmento. de teología vivaque,siendo
de referencias y relaciones llega, pues, a caracterizar aJá parte del todo, es ahriismo tiempo expresión sintética de este. Como
reflexión de fe sobre María, motivando la relativa autonomía., la María, .también lámariología tiene carácter de síntesis, por razón de la
sistencia y la originalidad que le corresponden» (p. 36). red de interdependencias que laentrelazan con las demás realidades o
aspeetosdel misteriO' total.
Forte justifica el tratar de manera espedal acerca de María lJC1~'C111IU~ En este punto, Ferte deduce unaeonsecuencia, a laque hay que
en un' argumento fundamental: la relacionalidad de María reconoeer las notas de originalidad ycoherenda.El viejo problema
temente, del discurso teológico sobreeUa: CompletandoJa eX1JfeSlÓm. dellugaLque debe ocupar el tratado de mariología en eL contexto de
san Luis María Grignionde Montfort, que Pablo VI ruzosuya: la enseñanza de la teología queda resuelto descartando.las hipótesis de
se encuentra, toda ella, en relación con Dios y eonCristá»21¡ . hacer queesetratade siga a la cristología o a la eclesiología y optando
contempla a la Virgen en relación con la Trinidad, con la Iglesia, por suubieacióncomo coronadón de la totalidad del curso teológico.
ser' humano y con la historia, es decir, ve a María apostadaeir la La argumentación de Forte al respecto es clara y coherente:
cijada de los. diversos caminos'que conducen a profundizaren el
cristiano. Así pues, «la reflexión sobre María se halla «Precisamenteperque remite alosdiversos capítulos de ladogmátiea
relacion con el centroycon la totalidad del misterio de la cristiana, la mariología puede constituiLeficazmenteelúltimo eapítu~
y encuentra su consistencia propia y original exactamente en su lo de la misma, una especie de verbum abbreviatum, de eompendio a
la vez argumentativo, narrativo y. simbólieo, rico de fuerza evoeadora
22 CfM. SCHMAUS, Mariologia, en Sacramentum Mundi, IV (1973) 448-455: y de estímulos práctico~críticos» (p. 36).
23 S. DE FlORES, Mariologia, enND1i 880. '.
. 24 S. LUIS MAF1A GRIGNlON DE MONTFORT, Trattato deUa vera devozione a Maria, n. 225;
DIScurso de clausura de la tercera sesión del concilio Vaticano II, 21 de noviembre de 1964. 25 Cf B. FORTE, Trinita come storia. Saggio sul Dio cristiano, Cinisello Balsamo 1985, 69-88.
.'; ·'.;Lasolución.dé]jort5s,ednspira,en3la.é):Uientadót1Jdeil\'a I!umén no. deja. de declararqu~ ,la maternidad divina: és.~~<el pUB-tQdeiwartida.
que sitúa el tratadb'sdBteiMafÍacomo de. toda prerrogativa y detoda función de la Virgen Madre» (p. 38).
sobre la Iglesia; pero,'considerandO: que María ·~<réúri.e.ens;Ly: Má$,que,llTh{llI).dªmeD-to.J();:iJ.ln prÍlJ:l~rprincipiQ .del cual broten. t()das
exigencias más radicales de la fe~~ (LG 65); el teólogo sabe; ~.u.__ .'U'V
las preiTogat!:yaslna,riafiás, el autor/busca; un· «principio. de. síntesis» (p.
más allá y propone, por tanto, que la mariología sea:el epílógo: 36),yloencuenrra,en«lamujer concreta de Nazaret, el icono de todo
junto de la reflexión teológica, con 10 que confiere dignidad y elmisteriQcristiano» (p.)9)., Forte -con R.Laurentin- se distanc:ia del
a.·la mariología.·En efécto, esta queda sustraídade"la I-'~U~~"~~~~.~ méto.dodeductivoydel uso de laaIlalogía, que condujeron a la hiper~
aparecer como· el apéndice de un tratado teológico,> porque,por' trofialUago16gica,y.trata de conducir de nuevo eldiscurs() sobre María
de su carácter relacional,quelaunéinternamente c0ulósderriás al ámbito de la teología yde la historia de la salvactón. La~ .afittnaciones
de la fe, presenta un carácter de síntesis: resume el todo ~L<LU~_~L"~ programática~ de For:te están dictq,das por los principios de totalidad y
etiel fragmento,. que de esta manera, se torna en . un modo de primacía de la revelación bíblica:
contemplar el todo mismo.
La solución aportada por Forte echa por tierra la postura m(~tO.G10J «En mariología no vale sinola. "analogía del advenimiento", fundada,
gicatomistay adoptada por RSuárez, para la cual el conocimiento en h iniciativa de. Dios, absolutament~·libre Y.gratuita [... ]. Enton~
Madre precede al conocimiento del Hij0 Z6 y es el pórtico de este; ces, e1primetprincipio de;la mariología no es otro que el de toda.la
condensado en la máxima «adJesumper Mariam».' :Al aceptar el teología cristiana: "Deus dixit!" [ ... 1. Elhorizonte de la historia de la
cipiodetotalidad» yJa.«jerarquía. de las verdades» (p. 3 7),Forte; salvadón,la realización. del misterio en el tielIlPo,s()n el marco uni~
partir necesariamente de Cristo y encontrar en él todos los demás ficaclor en e1cual est.á situado .todo lo que María fue yes ante Dios y
de la revelación, .incluida María. Por tanto! el discurso sobre María, para el mundo» (pp. 38>39).
de ser segundo, debe ser último, no en virtud de que la mariología sea,
compendio sustitutivo de toda la teología, sino porque es una Lareferendaa la historia delasalvacióna la hora de hablar de María
donde se condensan los datos máximos de la fe, ,respetando la es una:3.dquisicióll común par:3.10s marió10gos de nuestro tiempo .. Con
laridad y la autonomía de los mismos, perollaciendoque J. Auer, ellos contemplan a María en su «lugar histórico~salvífico», .es
con una luz nueva. Está claro que la solución de Forteí para ser decir, en su sit:uadótlclentro del plan divino»28.
demanda una gran prudencia y equilibrio teológicos y un profundo Dentro del mensaje bíblico. se seleccionan los paradigmas, las pers~
no cimiento de las dimensiones del misterio. pectivaso esquem~s para,comprend~r y organizar'en síntesis los datos
En cuanto. al>núcleovertebrador deja mariología, Forte no se eclesiales acerca de la Mad.re. de Jesús 29 ~
con ninguna de las propuestas formuladas por los manualistas27 ,

26 Basándose en santo Tomás, E Suárez afirina: «Recte igitur ad scientiam de Filio 28 Cf J. AUER, Gesu il Salvatore. Soteriologia-mariologia, Asís 1993, 608.
quendam, per matris cognitionem paraturvia" (E SUÁREZ, Mysu~ria vitae Christi, Venecia 1 29 Por ejemplo,·W.BEINERT elige. como paradigma de la mariologia«María como perfecta
praefatio 1). . , .
discípula>idesu Hijo (Die mariologischen Dogmen urídihre Entfaltung, en W. BEINERt-H. PETRI
27 C. DILLENSCHNEIDER, Il PrinciPio primodella teologia mariana, Roma 1957; K. RAHNER, (eds.), Harídbuch der Marienkunde, Rarisbóna1984 ;258-264). También C. MILITELLO, Mariologia,
princiPe fondamental de théologie mariale, en Recherches de Science Religieuse 42 (1954) Casalé'Monferrato 1991, 93-107, subrayá:lostíttih¡,de María «discípula del Señor» y«hennana
522; L. BOFF, O.c., 17-23. nuestra».
¡ J,uritartísmó;\i:lue; feprirrfetoda.referencia'3rla sexaalidad'yal arquetipo
femeniÍlo; Hoy 'día; la~teolbgíaprotestante ..:,:.dese:rvivamente Gabus-'-
Matían()seháhechoalíhunhuec(),' 'al menós debeiíadesligarsd de esta dobl¿ herencia.científico·:liberal y puritana,
eldiálogoecuménic(), aunqaeenNairúbi(197Srel'Corlsej0 «para 'abrir. nuev:amente< el expediente mariano»/Después de abogar
de las Iglesias propusiera un estudio' «sobre el significad() de;¡,la por una «poética teológica», que conceda espacio a la dialéctiCa de. lo
María en la Iglesia»O Pero el tema: mariano, 'lejos de hallarse uu",,'n. masculino:;.temeninoya una antropología de lo concreto. (en la línea
diálogo intereclesialode ser remitido al futuro, está siendó COlls1<::n deChoan:;.Seng.Song en Third-Bye Theology), Gabus examina las cues~
seriamente por teólogos de diversas Iglesias eh varios e' ncüeril1,osl tiones mariólógicas controvertidas, realizando un notable esfuerzo por
ménicos de' lasque resultan declaraci()nes conjuntas, y ir propiciando una solución.' El· título' de Madre de Dios no .suscitaba
den.btable interés, relativas al dogma yal culto, qué van '-<'-,'".wv'-' .....'-'~ las simpatías. ,de ;Calvino, porque puede inducir a error, pero el pen-
el diálogo. samiento del reformador es' opuesto a Nestorio y entronca con eLde
Se efectúa principalmente una superación de la fijación y una Éfeso: ese título será más aceptable en la medida en que creamos en
ecuméniCa' del expediente sobre María. Al clima ptecondliar de la «corporeidad de la revelación» (WStahlin), y en que Dios se hizo
da interconfesi6halyde atrincheramiento en la p6stufa' propia:' verdaderamente' hombre. Virginidad" Inmaculada, Asunción son· títulos
de la Madre de ]esúslehasucedidó ottode·fratemo diálogo yde que pueden hallar cabidaenlosanquetiposy los símbolos de la pureza,
todelainvéstigadóIl común. En el campo católico se abre '-ClIHU,"' la santidad,. la esponsalidad,no desde lln~perspectiva regresiva, sino
exigencia de «un estudio crítico dé late()logía mariana y de su escatológica, "-amo anticipación del eón nuevo aúnen gestación,.Acer~
más aún, de una «catarsis» de la mariología3°,quenabtá de ca de la cooperación humana en la obra de la salvación, Gabus, comono
de maximalismo, renunciar a la autonomía disciplinar, rédudr« podía ser.menós, rechazala.autoglorificación del hombre y la «paridad»
trofia degenerativa» del devodonism031 , someter a crítica entre.la iniciativa divina y la respuesta humana; sin embargo, ¿porqué
dogmasmarianos32 y evitarlaequiparadónentfe María y Cristo33 no incluir en la teología protestante de la salvación «la respuesta libre
Entré lbs evangélicos,junf() a algunas' resistendas al diálogo del se¡- humano, el sí de. María y de cualquier creyente a la oferta de la
mas también nuevos enfoques de María,· a lá vez más críticos y .•.. gracia divina?». En cuanto a la discordia que suscita lá cuestión de la
profundos. En el Congreso de 'las facultades protestantes de intercesión de María, el teólogo evangélico afirma: «i.;En la medida en
celebrado en Roma en el año 1981, ]éan~PaulGabus llama la que el interlocutor católico . consienta en afirmar ·la única' mediación
sobre el «eclipse del tema mariano' en la teología protestante» a de Cristo, yel interlocutor protestante haga lo mismo con la realidad
tir del siglo XVII. Gabus sugiere dos hipótesis para dar razón de' de una comunión enttelaIglesiavisible y la Iglesia.invisible, llegarán
«eclipse»: el desarrollo del método histórico~crítico, el cual, ClI-'1.1'-OlU.\J a ser posibles un diálogo y una >comprensióri recíproca». Finalmente,
los textos bíblicos, priva de fundamento a la concepdón virginal, y aun impugnando' de raíz cualquier asomo de mariolatría o toda sombra
de mariología autónoma, Gabus comparte plenamente «los criterios de
30 S. C. NAPIÓRKOWSKI, Le mariologue peut-il etre oecuméniste?, en EphMar 22 (1972) 72.
31 B. GHERARbINI, Maria e l'ecumenismo,oenAAYY., Maria mistero di grazia, Roma 1974, ulla .sarla mariqlQgía» propuestos por la Marialis cultus: carácter esen~
32 H. KÜNG;Essere cristiani, 523 (trad. esp;;Ser.cristianoj Trotta; Madrid 2005 3). cialmente cristológico, acento pneumatológico, sentido eclesiológico,
33 A. MÜLLER,Il éultomariano nella teología cattolica e nel dialogo eéumenico,.en Il
documenti 28 (1983) 242-243. relieve concedido al contefl.ldq bíblieQ, armonización de la alabanza de
María con lan:moyaciórí. 'litúrgica{¡:n;e0cupación; e<.fuménicar tafísico'prótesttante¡es? el: nominalisrrio,:ebeual, :alreducir la:arialogía
aJas condiciones,acrtlclal'es der la v:ida;~odal,ielimi:nacrión de LVO,." L'~~ t:mla.ldistinciólIlide :razón;:,sitúa a Dios y al hombre en el rriismoplano
que acechan'en:.el crultomariáno( acción, es decir, en competencia, porque «sila.coopetación entre el
y Dios es del mismo orden, entonces es evidente que la acción
Diosén eLhombredisminuye.la parte que le corresponde. a eSt:e úl,
.w. Borowskyacometi6. un gran esfuerzo cronciliador.:Este· »;y,así, concluyeChavannes, «en.la práctica habría que regresar
acotaba en tres. áreas· el diálogo ecuménico sobre María: el área concepto. tbmístico de participación, para superar la oposición en la
donde no hay desacuerdo, es la de la figura bíblica de María: ftlRJtlera.de concebir la relación del. hombre con Dios»36.
sufriente, sierva, Madre del Señor; el área del pluralismo,; es U~ UV'-ll,· •. El texto de Chavannes.recibió la aquiescencia formal del católico S.
unidad en la diversidad, que comprende también los. dos. ''''''''~;L'
U.LLULL'J" . .
Napiórkowski, en nombre dejos símbolos de fe del primer protestan,
marianos. Estos no poseen ·la·necesariafundamentación.ululll.-':1¡:~+9" (Confessio augustana, Liberconcordiae;.;), que admiten enlascosas
no son rechazables de raíz, así que no menoscaban la unidad; las personas una mediación salvadora, pero «in Christo».También
de la disensión, comprende los títuloscristo16gicos conferidos a. Laurentinsuscribe la posición de Chavannes, reconociendo que «la
el culto hacia ella. Para trabajar juntos, es .:necesaFid que: el área ve de las divergencias y del desconcierto actuales es debida a los
disensión confluya corda del pluralismo hasta que lleguen a upuestos filosóficos» y al recurso a «la filosofía de la participación».
que por último las tFesserefundanen elámbitó del pluralism035 embargo, él no se vincula a la noción de «mediación», que al ser
Además de .otros temas abordados esporádicamente;: los IJ.Li.LL'-LIJO «polivalente, sutil y estar llena de trampas, exige que se la utilice con
objetos de debate entre representantes de diversas confesiones máxima cincunspección». Mientras que el anglicano E. L. Mascall
la mediación y del culto de María, temas peliagudos donde los haya;: declara «en virtual completo acuerdo» con los puntos de vista de
;El tema de la mediación reaparece en 1974 en untexto,base Chavannes, por parte protestante se alzan voces de reserva o de crítica
calvinista H. Chavannessomete a la· discusión. ecuménica..En su· H~~Ul.-,:ll 7. El tema de la mediación sigue abierto a ulteriores investiga,

lisis,Chavannes entiende queja diferenfeinterpretación dada


católicos y por los protestantes aLunus mediatorobedece a los «di En cuanto al puesto de María en el culto cristiano, la aportación
presupuestos metafísicos» de que parten unosy otros.· Para los "-l1'LUiiL-O más valiosa fue ofrecida por el Congreso matiológico internacional de
estos presupuestos están constituidos :por la doctrina de. l~dJlc1~'J¿'c1 (1979), el cual constata que «el uso de la palabra culto, referida
según la cual existe una diferenciaradicalw a.la vez; una CA1"'nA1""'.. a una criatura como María, suscita grandes dificultades psicológicas en
entre Dios y .elrriundo~· En la rriediación ::t1nica de Cristo; .María no pocos cristianos separados». Por esta razón, los 22 signatarios de la
participaren sentido analógico, es decir, de maneta participada, declaración ecuménica de Zaragoza prefieren hablar de «hechos en los
diente del único Mediador y a él orientada; En cambio, el "'. . """.n' cuales se manifiesta la actitud cultual» (n. 5). Acerca de las actitudes

36 H. CHAVANNES, La médiation de Marie et la doctrine de la participation, en EphMar 24


. 34J._P. GABUS, Point devue pr6i~1ia~tsurles~tudes tríariologiqués eila piété mariale, en (1974) 29-38.
(1982) 475-509. .. ' 37 Cf en la mismárevistaJas respuestas de S. .C, NAPIÓRKOWSKI (119-125), H. DÜFEL (127-
. 35 W. BOROWSKY, .Incontro delle confe~sioni in Maria, en AA.W., Maria ancora un 137), R. LAURENTlN (143-145), E. LMAsCALt(369-370), S.BENKO (269-274 Y .W.BOROWSKY
imorrnontábile al!'unione dei cristiana, Turln 1970;35-4.3; (337-346).
-",':- ;.

'41G - Ma#a¡:símtesH;!dt:lfivá.lbíi~s'l

de. alabanza,' imitaciórl,veIleradórl¡e;invocáción de María',


Capítuld·XIX
Gonocesu.inequívoca;legit\imidad/,pero también· senala
orientada en último términoaDios:

«Nosotros reconocemos en común que toda. alabanza. cris


alabanza de Dios y de Cristo. Si alabamos a:lossaIitos,y
a la Virgen María como Madre de Dios, ··esta alabanza. se
cialmente pára laJgloria de Dios, el cual, "glorificando a
corona los propio dones" (Prefacio latino de los santos). Esta
se expresa en la liturgia, en los himnos y en la vida de los
en consonancia con la palabra del Magníficat: "Todas las Q'eIler:ac
me llamarán bienaventurada" . La práctica. de la alabanza

e
de Diosse.ha convertido en una cuestión .de actualidad para!
los eristianos»38. oÍllcidiendo con el refllljo hacia 10 privado y con la recuperación
4,
............ d.eJ. .a. proP.i.a .• ide.ntid.a. 10.s.. teó.l.ogo.s re. s. cata.n. c. iertos .dato.s .i.m-
. . . . portantes de la revelación 1: de la vida de la Iglesia que el con-
n
cilio Vaticano !lo había valorado lo bastante, talescomR la dimensión
pneum~tológica y la piedad popular.

. .

María, persona abierta al Espíritu

La relación entre María y el Espíritu Santo fue uno de los focos de


atención de los teólogos durante elposconcilip. J?or lo menos ocho con-
gresos,' entre 1968 y 1982, adoptaron como tema específico la relación
arcana. entre el Espíritu Santo y María en la historia de la salvación1,

1 Ofrecemos una lista de las actas de dichos congresos o reuniones de estudio: Le Saint-
Esprit et Marie, en EtMar 25-27 (1968-1970: tres sesiones de la Société frans;aise d'études ma-
riales); M.vv., Lo Spirito Santo e MariaSantissima, Ciudad del Vaticano 1973 (recoge las actas
de un congreso del año 1968 organizado por P. van Lierde); Maria, nel dinamismo rin1Íovante dello
Spirito Santo, en La: Madonna 20 (1.972) (actas de la XII Sern:ana.nacional de estudiosinarianos,
Turín); Maria santissima e lo Spirito Santo, Romid976 (a:ctas de la sesión italiana durante el
Congreso mariológico internacional de Roma, 1975); Maria y e! Espíritu Santo, en EstMar 41
(1977); actas de la Sociedad Mariológica Española; algunos énsayos sobre Maria e lo Spirito,
38 Declaración del Congreso mariológico internacional de Zaragoza (1979), cit. por en Credo in Spiritum Sanctum; Attí delCongresso Internazionalede Pneumatologia (Roma 1982),
Maria nelle dichíarazioni ecumeniche deiéongréssimáriologici internazionali, en Studi Ciudad del Vaticano 1983; M.vv., Maria e lo Spirito Santo. Atti de! 4º Simposio Mariologico
5 (1987) 536-539. Internazionale (1982), Roma-Bolonia 1984.
471' -Maríá, síntesis devalo res

siNq9n~arl.cpn t?trfsaportaciones individuales de .... "~J ....\.,LCll.L" ·<~ªb6gad¡:q;au~ilüí.dó~aj;soc0ri0(rneHiadoFa»;,· y\puntu~H.zaqu.e.·esos


m~ri¿logos se dedi¿ar~n primero a «desescombrar» con.elfin nOqúitl:lnniañadennaClá «a' la iCligrudad y ala eficacia de CristO,
a la mariología de la acusaci6;;:~de hab~~d~;~~id~d;N~lE;píritu M(~diad()f»((LG62 );'pero sin¡fomiular parecida acotaciómen 16
y haber hecho que María lo. hubiera sustituido, y luego ~eN respecta al Espíritu Santo? En el plano pastoral, Mühlertuvola
a una labor de construcción para fundarn~nfáf y¿6mplefar ílU.UCi'l-1Ci de formular la hipótesis de que hay que encauzar a los fieles

mariológico como anejo del c:onjunto de la teQlogí~.,


La denominada «objeción ecuménica», formulada por
como N. Nissiotis y por protestantes como G. Ebeling y V. «Es lícito.preguntarse sii'porlaseriseñanzas delVaticano II,no se
líneas generales es considerada fundada por católicos como Y. deberá desviar la piedad marian'a, tan intensa durante los últimos
R. Laurentin y H. Mühlen. Este último reconoció y denunció cien años, hacia una devoción eclesiaLal EspírituSanto»8.
pneumatológico» 4 en la teología católica -que carece de un
específico sobre el Espíritu Santo-, y en la piedad católica -muy Varias voces abrieron camino para una rehabilitación teológica
sa con respecto a María, pero menos interesada por la ,..,,.,,..,.,.,..,,,,,,, y espiritual orientada a restablecer en la vida de la Iglesia el.puesto
Paráclit~. En resumen, lateologíaca:tólica sería. poco iJLL''-UJ.ua~L' primordial del EspírituSanto, y a reconocer la dependencia de María
en excesomadológica5•. Las séfíalesdeestl1' carencia ¡';UC;UJLUCl n~specto de él. Entre estas voces se distingue la de. Pablo VI, quien en la
fueron identificadas en los títulos deFEspíritu Santo atdlJuidós exhortación apostólica Marialiscultus (2~2~ 1974)invifa a daFa la piedad
(«abogada»,«mspiradora», «intercesora>;,; «formadora de Cristo mariana una orientación pneumatológicaqueotorgue el «debido relieve a
tros» ... ); en la teoría de los tres peldanospodos que desciende'la uno de los contenidos esencialesCle la fe: la. person.a y la obra del Espí~
para llegar a nosotros -es decir, el Padre, Cristo y María-; en el ritu Santo»i.(MC2ó). El doéumento' más interesante, desde.este'punto
Ad Iesum per Mariam ... , donde se guarda silencio acerca del de vista, es la carta de Pablo VIalcardenalL. Suenenscon.ocasióndel
etc. El mismo concilio VáticaIlo U, .a pesar de sus preciosas ,.·e.fcé.:éih, XIV Congreso marianointemacional,de 1975. En ella,el papa da la
a las relaciones entre María y el Espíritu6, concede a María los razón a H. Mühlen sillmencionarlo,. cuando conviene con.étén que, al
mencionar los títulos marianos de «abogada, auxiliadora, socorredora,
2 Entre los estudios norelaéionado~ con c¿rigresos se pueden señalar a.M.; mediadora»; es necesario añadir la cláusulapneumatológica de que tales
Il Tuttosanto e la. Tuttasanta. Relazioni traMara ss. e lo Spirito Santo, 2 :Vpls., Roma J
D. BERTETIO,razione prdpriadello Spirito Santo in Mária, enMar 41 (1979) 'tuU'-'t't't: epítetós se eritiendende manera que.«nada sustraigªna la dignidad y.a
Il v()ltb matérí1.o di Dio. Sággio interdisciplináre sul femminile e le sue formereligíose, la eficacia del Espíritu». En cambio, PabloVLnoestá de.acuerdo con la
ID., Ave Maria. Il femminile e lo Spirito Santo, Asís 1982; X. PlKAZA, María y el Espíritu
Estudios Trinitarios 15 (1981) 3-82; ALANGELLA, Maria e lo Spirito nella teología
conciliare, Nápoles1993 .. Espíritu en el misterio de la encarnación, por cuanto «engendró en la tierra al Hijo mismo del
3 Cf esta objeCión en N. A NIS5IOTIS, La pneumatologíe ecclésiologiqueauservice.dé Padre,. ciertamente ·sin. conocer varón,. cubierta con la s0mbra' del Espíritu Santó,; (LO '63); b)
en Istina 12.(1967) 323-340. E1.Espíritu Santo es el autor deJa santidadde.MaríaiPorcuanto la Madre de Dios no sólo. es
4 H. MÜHLEN, Una mystica persona. La. Chiesa come il rríiStero dello Spirito Santo in . «santuario del EspíritU Santoi>.(LG53), sirio que fue «uhacriatura nueva; creada y formada por
cristiani: una persona e moltepersone, Roma 1968, donde. habla del «vacío pn(~urrlat()lóQ:ico el Espíritu Santo»(L0.56hc).En la comunidad cristiana de Jerusaléni«vemos [oo.] queMaría
mariología tradicionaL pedía con sus Oraci0Iles.el don del Espíritu Saht0, que en la AnunciaCión la había cubietto'con
5 Cf A AMATO, Lo.SpiritoSanto e Maria·nella ricercateologíca odierna delle varie su sombra»' (LG59); d) PorsÍl parte; «la Iglesia Católica; enseñada por. el Espíritu Santo,'con
cristiane in Occidente, en AA.vv., Maria e lo Spirito Santo, a.c.;. 1L . afecto depiedad.filialla venera·[a Maríal.como madre amantísima» (LO 53).
6 Consciente de esta necesaria relación entre el Espíritu Santo y María, el concilio 7 H. MÜHLEN, a.c.; 573.
no II no deja de recordar algunos aspectos importantes de la misma: a) María l-VIi"UUUt.lol.- Blb,722;
oportur¡idad-deunalderivacióniaedos·fieles:desde María:". .a~la:"I"1:"L')J.;J
'J
conióH;:Mühlen,fBI¡ Manteal1~Bonaniy,:D;\ BertettoyL.Boff, 'subrayan
Sant6~ cÓmo. apuntabalainipótesis; Ge Mühlenbpórq'ue'et 1J" ..."i--I; que Mafíari0laboraerLla activídaddelEspíritu;loeual es asir vez una
Mobra de .lahmIlanasalvaéión asoció.col1sigoa;Ja.HUUJ:LJ,"':...., cooperación con Cristo en la obra de la salvación; Mühlen insiste en la
Nazaret»: . 'diferencia: éntteMaría.yelEspíritu, que son dos individualidades dis~
tintas y ejercen; una mediación esencialmente diversa: La del Espíritu
«Por eso, debemos mantener que la acción de la.Madre de la es una. mediadóflÍnmediata,. porque une directamente a los fieles con
en beneficio de los redimidos, no sustituye, ni rivaliza con la Cristo;.la de María «no es tan inmediata»"al.carecer esta de naturaleza
omnipotente y universal del Espíritu Sarito, sin0. que divinalO;En cambio, los demás autores resaltan más la unidad que la di~
prepara; no. sólo con Maración deintercesión [.•. ], sino. LalllLJl~lL¡' ferencia, y llegan a hablar de cierta identrncacióndel Espíritu Santo con
la influencia directa del ejemplo, incluido el ejemplo María en cuanto a la actividad o sinergia (Bertetto), aja misión visible
de la máxima docilidad a las inspiraciones del divino Espíritu»9 (Mallteau~Bonamy),a la transparencia:(Bikaza)o ah unidad personal
(hipótésisdeL íBoff). Este último se aventura a presentár la hipótesis
La'carta se detiene en la «contemplación gozosa de las IJUlUI:..):¡;J( teológica, difícil de interpretar,. de una,especie de ~<mnión hipostática>~
operaciones de1Espíritude.Cristosobre la elegida del Espíritu en María (mujer), paralela a laencarnáción del Verboeri
ciendo una lectüra lméumatológica de todos los aOJn1teclffiLentm;de Jesucristo (hombre). Eh este caso, de la sinergia en.el plano del actuar se
vida de' la Virgen María/ pasa a la unidad!personal con el Espíritu en el plano del ser, Jo que mal,:
Ademásdela aportación de los grupos de renovación en el casa con lo estable(Oido,por el Nuevo Testamento, que ,presenta a María
la teología posconciliar acometió la tarea de ahondar ,en la COlmpreFlSi comocriatura.ysierva detSeñ0f. Lapdsturade radical hipostizaciónde
deja funcióridel Espíritu en la historia.de la. salvación, María en el Espíritu expresada por Boff -conduce a que el significado
ticulármente esa función enJa relación cón María, tarea en la simbólico de la figura de, la Virgen absotba.porentero su dimensión
delimitables dos tendencias, que podemos,denominar personal y creatural,de 10 que resultaunaespede de divinización~
eicóniw··personalista, entre las cuales. hoobstante hay puntos de Estos y otros autores entienden la relacióll.entreMáría y el Espíritu
gencia. en términos icónico~personalistas, según la tate a común ,en que están
Basándose erila encarnación deLVerbo,acaecida en el seno inmersos María yel Espíritu en la salvación. Se pasa legítimamente de
ría por obra del Espíritu Santo, y en la obra de regeneración,enla la causalidad eficiente ala causalidad ejemplar, según el principio de que
María es madre ,de la vida .según el Espíritu, algunos -teólogos 10scolaborad0fes llegan a hacerse semejantes: Existe, por tanto, una
relación entre la'imagen: yel origillal, ·.por la cuaLla Madre de Jesús. «ma~
nifiestahistóricamente» o <<visualiza» O «c0rlCreta» la. obra y la persona
~PAÍlLO VI, Cárta aLcard.L.SuenenS con ocasión.delXN Congreso Maríano '71t<''mnr'u
(13-5-1975). En la misrna línea se sitúa.la sigUiente afirmación, efectuada en 1972y mismadelEspíritu.X. Pikaza, al interpretar Lc 1¡35, sobre la venida
nuevamente en 1980:. «En efecto, María no enival ni competidora del Espíritu,
borádora en la creación renovada. ComprendomayormenteeLculto.rnariáno en
deLEspírifuSanto sobre María,.se aleja del esquema de la creaciónes~
pneumatológicai la relación con María constituirá un paso párá el conocimiento del cato lógica (Barret), que ve a María como la tierra caótica e infértil de
Virgen, como criatura captada por el poder de Dios.ytransformada en Madre virginal del
manifestación primera yejemplar del corazón nuevo, del creyente, colaboradora en la
santificación, será inconcebible sin la relación con el Espíritu del Señor» (S. DE FlORES,
dinamismo della Spirito Santo, en ID., María, presenza viva nel popola di Dio, Roma 1980; 10 H. MÜHLEN, a.c., 554.
los comienzos, pero que:sés tórn6:el1ufecunda;por el .t.spirltU.;"yJSeÁz8
tambiéndeLesquemadeláxiilluíliJifaCi6n-sagTClda ·(Laurentih,.
concibe a MaríaeolIlotemplo del Bspíritu,desde :donde
eritre todo el pueNo. Estos esquemas .sop: de:ordenespaciab 1.. a'~l.l1.La.,.... ;;ileOJ0gIca.:M.árianum;legitima:ban la
atribución a María del
to,serevelan inadecuados .para interpretar.eUencuentro título de esposa debEspírituSanto. La primerá de ellas, elaborada poi
Dios; por esta razón, él prefiere el esquemade.latranspanmcia lnés Moreno en eLcontextodélas relaciones de María con el Espíritu
que reconoce en María «la expresión del Espíritu;unmolIlentG Santo,tal'c.omo aparecen en eL célebre Tratado de la verdadera devoción
der.y de la realidad de Dios entre los hombres». Antdque O1P·!T<l'·'." ~·.María,de san Luis Mana Grignion de Montfort14 , recurr~ a la teología
o templo, María es una persona; por eso, su encuentro con el trinitaria clásica,.según la.cuallas operacionesad extra son comunes a
ac@nteceen un contexto deJibertad y amor, de. llamada y las tres personas divinas, y de este. modo fundamenta la aplicación. a
Espíritu no desciende sobre María. hasta que esta pronuncia el María del título de esposa en.relación con eL Padre, elHijo yelEspíritu
lóqueise evidencia que el suceso ha sido fruto de un diálogo. Santo. Ahora bien, .comoJa 'generacióilde la humanidad de· Cristo. es
lugar,'templo o santuario, .María·es icono del Espíritu, que consideraclafunciónpropia del Espíritu Santo, resultaque.María está
hacerse visible en la historia; unida'con éLen;esta obra maravillosamente fecunda, .hasta el· punto
lEs posible superar esta: terminología espacial. elccmOílO~(lCcr;q! de hacer así que no exista.tít1.l1omásadecuadoqueeL de esposa para
ehtrarentina visión personalista y atribuir a María el título de expresar cabalmente . «una idea. de amor, .de unión y de fidelidad,que
deLEspíritu Santo? Con. racionalista. rigor, G.. Philips juzga en 1 desemboque en una fecundidad tan sublime» 15.
querer expresar las :relacionesMaría~Espíritu·Santo L~'_U.LLL~LLU.'.h'lC En la segunda tesis, Franco Rebecchi defiende con mayor vigor aún
esponsalidad es emprender un «camino aparentement~. sin "aJllu,:pa la fundamentación teológica. del título mariano de «esposa del Espíritu» i
título de «esposa del Espíritu Santo» es legítiino~ porque<'<está "WllV.~ que se resintió iporel: hecho ail6maló de que en la L053. «las. relaciones
la alegoría supone precisamente la distinción entre lós dos rr.,n""N¡:".",,;, de María con el Hijo y con el Padre.son.personales.yJamiliares, mientras
trascendencia diviria queda a salvo». Sin embargo, hay que dar quejas relaciones'conel Espíritu Santo no lo son, rsinoque se presenta
cia-"como hizoelConcilicr-al título de «santuario» en ael:r1l1o.erlto sencillamente a María como templo del Espíritu»ltEI.atitor busca.enel
de «esposa>~;.porquela maternidad divina de María.se refiere.cu \".11\.1' magisterio, la; liturgia, ·la mística· yla teología 'la posibilidad. de atribuir
deJa gractay,por.tanto,>a la inhabitación del Espíritu Santo 1}. a María; tambiénenielaéióil con el Espíritu, el título de esposa,cate~
postura se sitúa decisivamente R; Laurentin, quien juzga que goría perteneciente al dominio interpersonal y familiar. En principio, si
poética ynoteológita [~ .. ], inadecuada y ambigua, el título 111aLlaJll\J.:! se piensa que el Espíritu es una persona, «que tiene relación proPia y no
"esposa: del Espíritu Santd~»l~. En favor del título de Máríacomo sólo atribuida con las criaturas» 17, y que existe una vinculación íntima e
posa deLEspfritu Santo>dompe una lanza la Maridlis: cultus,·.reG:ol:da.ll<
PRUDENCIO, Líber Apotheosis, vv. 571-572; CCL, 126, 97.
13
cómo algunos escritores antiguos' <<vieron en la arcana relación 1. MORENO, H Espíritu santo y María.según elTratado de la verdadera devoción a'María de san
14
Luis María Grignon de MontfoTt, Pontificia Facultad Teól6gica Marianum, ROIÍla1995~ 1996; 60
(tesis para el doctorado en teología con especialización en mariología, edición fotocopiada).
11 G. PHILIPS, Le Saint-Esprit et Mane dans l'Église, 29-42. 15 lb, 167;

12 R. LAURENTIN, Esprit-Saint et théologie mariale, 40; Dios mia tenerezza. Esperienza 16. RREBECCHli La gloriosa e sempre Vergine Maria Sposa dello Spirito, 9.

e mariana, attualiti't teologica di san Luigi Maria da Montfort, Roma 1985, 180 Y 199. 17 lb, 10.
inefable entre,María'y,~lParáclito,{en~"","L"''-'v"u )S~~l,p'tle(:iei,ne:gat;\es:t:á
sibilidad, Ciertos 't:eól(:)gos'confemporáneos¡utiliza,n el>l!lllHv.,tl.e::,«tl~1
delPadre»O. Alonso, siguiendo a Bérulle),calguIl,()soptan UXL'r.l,-,a:l A pesai' ,dé las: ;n~gat1va8pfedi(}cionéSde 108 sociólogos,' que habían
pór el de «esposa de Cristo» (M. Scheeben,H:UvonJ?alL'L «"":H.,c;. decretadosümiH~Ít:~a>manos de la . secularización, la' religioSidad, o
Potterie, l.:Calabuig, ,E. Toniolo ...}, y otrósse inclinan ""r"r,"'"r1~'~, piedad¡5opulat'sobi-evive o,más aún; experimenta una renovación a
del Espíritu Santo (O.M. Roschini, J.Galot;A;Arr:tato;',)~,,,,,,uLL,,,,, comienzos,ddos 'años setenta. Es un: fenómeno de masas, que transmite
últimos se encuentra E Rebecchi, qúienmantiene que tal LLL'UL\_~,i:'>',\ valores como la apertura comunitaria, el sentido de la fiesta, y también
que ilumina principalmente ('la arcana relación" entre,la \llrap,~,,,,. llna ferviente relación con María; rica en estímulos para la teología, la
Espíritu»! y que, por otra parte; «no existe entreJos cristianos simbología y la cultura. En efecto, la religión popular se identifica' con
equívoco en cuanto a !ainterpretacióndéeste,títuló»18. María,símbolo secular de pobreza V' ~ufrimientoylíoyconvertido en
,.Duraflteelposconcilio, algún especialista comienza'a int:ett~sa:rse icono de liberación:.
cierto retraso"por.1a espiritualidad como dimensión Tal 'es la experiencia del teólogo bautistaH. Cox, que seinteres6por
teología. Enlo. concerniente a nuestro tema, se comprende '+.U',""J.''''' el, aspecto mariano" del, catolicismo latinoamericano. El mencionado
que yuxtaponer· «espiritualidad. '. cristiana>~y «espiritualidad teólogo se sintió impresionado por dos hechos que él mismo describió en
como. si ambas estuvieran en d mismo. plano. Ala luz del su diario: la misa de' la Asunción"celebrada por el obispo 'Mendes Arceo
mento hay que reconocer la prioridad de ¡a vida en eLL"~JWLLU'\ ,-"a" enla catedraldeCúemavaca, en Méjico, en el año 1971, y la atención
O animada por el Espíritú (Rotn8,2 .. 14),redbido ene! IJa<U.L".>LU'U"V"" prestada aun fresco ,de Santa Fe, que representáaCristo yaNúestra
12:-:13; Ef 4,4), como dinámiCa fuerza interior, yen cuy;o marco Señora de Ouadalupe junto a los héroes nacionales . Elsermón deMen~
situarla diniensión mariana 19•• ,La legitimidad de la «espiritualidad des Arceo se distingue de la mariología oficial en que «es una forma de
na» se deriva delhecho de que enJnl:9,25~27vemosquelac'()mtlIl seducción,unamanipulación, calcúlada,' del espíritti»,porqúemuestra
con Cristo implica la acogida de María, una actitud equivalente «que las religiones de' los oprimidos se han convettido de expresiófl en
joánica, .con todos. los. ricos ingredientes' que. en ella se. conci protesta, y de ptotesta en acción» .. Se trata,:, pues,de un valonecóndito
tación; disponibilidad, donde sí, confianza... Este discurso deJa en la piedad lllariahaqué nO debe desdeñarse a causa del abuso oficial
cobrará tonalidades diversas en el curso de. lQs siglos, hasta 'llel~ara:d;l que de él se hace: «Guantoshichanporlajusticia,porlos pobres, no
PabloIl; ,que laconcibe.comola entrega a la ;Madre; (Redetnptoris puedendisputaracetca de sus devociones. Deben darse cuenta de que
45). la fe de' los pobres no es sólo Opio, sino también clarnor». El fresco de
Santa Fe, que ptesenta a Nuestra Señora de Ouadalupe ton el rostro de
Tonantin, la diosa tolteca de la fecundidad, sugiere a Cox lina«diversa
18 lb, 108. epistemología religiosa»: María nos entreabre la puerta del inc:onsciente
~9 «En. él· campo. de·la espiritualidad; que' hoy suscita vastointerés¡ .lós cultivadores cultural, el fondo osc{¡ro de nuestra psique adormecido bajo nuestra
mariología deberán mostrar la necesidad dé Una inserción arrn.ónica de la Q1ITlenS,lon
en lá única espiritualidad 'cristiana, para que tenga sus raíces en la voluntad de inteligencia excesivamentede~arrol1~da2°,pero no eX~it;lguidb. '
PABLO U, Discurso en la Pontificia Facultad Teológica Marianum 10-12-1988. n. 4) .. Cf
La spiritualitil. mariana della Cmesaallaluce dell'enciclica «Redernptoris MateT», Teresianum,
1988; AA.w', La spiritualiw. mariana: legttimitil., natura, articolazione, Roma 1994. 20 H. COX;.La seduzione dello spirito. Uso e aliusodella religione popolare, In.
En Europa; muchasmoriogtafías an::fli~an;~ las ~fo~a.$lhlá$ ,NuestraSelli0r~Jolclófica ·dijo;:;.césaS'hl1:Í'yacdrt!aclas; ·frut<il. de
de· devoción mariana:' saIiwa:rios, peregrinaci6ries,éántiG(;Js, ¡obserVaciones· 'lD.ers'(males,;¡ek dbispo: .QiHuseplDe:i~góstinO;¡.:.:SI:iF')(j)(:ver
costumbres, leY~ndás y l:uadiciolles,;tefetentes,á3p·nr~(1!3.te1Jnir¡Jfd.~ agu<:lezaJa; valiosísima;experienciarde¡¡fe7 que ;palpita.~en: eUpueblo,
torio~. Aderitrándoseell este· campo;LL0mbardí: entiendealMatíá~<eoIllo.·presenciaviva;.como·presenciamatemal
perspectiva antropológica las connotaciones ·de}«N'tlestr~ 10S!casos.necesarios; comomediadora5singular. yuniversaLl;'orque
dórica>~: mujer ins.erta en una fatnilia, .joven nE~ceslt::lC1~lC1e}apr~~lj .es madre,vehículb decoIDunióh,modelo de:ja¡éxistenciacristia~
modelo, para~superat lo negativo y la ¡muerte" mediadora ante proyecto de lo que debetíamos ser, términofimílde laque nosotros
airado,. hacedora de la elección porlospobres, impugnando a ser>/4.
dominantes 21 • Podríamos puntualizar, con el obispo E Tortora, que la devoción ma~
Uo:aanciana lugareñánapolitanar entrevistada por Á~~"J.".L. popular está vivificada:; sobte;todo,:por:.éLséríddoue sacrahdad:'
Simone, cuenta a través del micrófono la historia de las siete
hermanas, la menos bella de las. cuales fue a parara «A Nuestra Señora se lave como persoriasantísima, dotada de 'po~
«protagonista de;tales alabanzas resulta ser luego. elblanco nr~'TA"''''''' der sobrehumano y de bondad. A ella se contrapone. el devot:o;ensu
los blasfemos .recalcitraIltes· uocasionales»22 .. miseria .espiritual y con la necesidad que él tiene de Jcuración y de
.Eh obispo de Como,Sandm :Maggiolini, reconoce que
«preservar ala piedad popular deLriesgo».deque eri ella se
superstición y.la inagia, pero el citado. obispo se. preocupa de. En una palabra, el que ha asistido a laoraeión'qlleelevan:a.Nuestra
guardiacontraciettos juicios derogatorios «tajalltes».De hecho: los peregrinos en los L400 santuarios·dédioados'a Maria; se
cuenta perfectamente dé que esos peregrinos. tieneuconciencia de
«La: gente iqtuye.muy bien" en general, que· e1;cristiallismo . ante un «Tú viviente», .antehlnapresenCia 'viva, maternal y
pregnado tambiéll por una dimensión de ternura femenina
rigoLmasculino de la organización un poco árida; intuye Quedapendiente·de .elaboración una.«máriología popular» que .va~
que María no reserva parasí.niisma oracionesyorantes, las' intuici0nesdeLpueblosobre Maríaj'Y que 'injertelaauténtica
todoyat0doslosJleva a su Hijo;dntuye muy bien que dela Virgen en. las·culturas· de los diversos·pueblosl es una labor
.10 que .el Papa laCtual denomina :.'mediaciórimat~rtlal" [.. ,]. La . fundamentación bíblico~patristica,de inculturación yde traduéeión
intuye indusQque Nuestra.; Señora .no es sólo términodela salvíficm;Tal mariología deberá tenel\en cuenta un·principio hle~
sin0 un estilo, .un .clima de. ora!=ión .en. el quees;.necesario de gran valor práctico, que en la Iglesia·latinoamericana se
.V'.lVLV¡;;Jl..... V.

.pata decir el "sí" al Señor y seguirle en la crllZ ydespués»23 .

• 21 L M.·LoMB'ÁRnISAnUANI, Il cant~ rél¡giososp~cialmente mariá'nohel contésto

popo/are/en fa Madonha 26 (1978) V2y.2;1- 3 L Cf la inculturaciónde la figura de «Una piecf~d mari.~na puramente tipologica no poseevalorformativo;
zona del Asp~omonte,; en Calabria, según la leyenda de la Sibila, enL M. LOlvlBARDI es urúfilüsión pastoral. No bástadeCir: laVirgenés ejemplo deJideli~
La presenza di CriSto nel/a éuliura pópo/are rrieridianale; en:AA. w.;I Probleini di Olisse ; .' ' < '" ' " , : ;" ,', -, " " : ' "

81 y 160-161.
22 M. L. STRANIERO, Napoli all'ombra di sette Madonne, en Il Giomo 27-12-1979, p. 3.' 24 G.AOOSTINO, Chi e Maria per ilpopolo, éhLáMidonna. 32 .(1984) 66,
23 S. MAOOIOLÍNI, Un rosario diconsensi, en.Messaggero di SanfAntonio, abril de 1988, 25 E TORTORÁ, Per. urú¡,devozior¡e popo/areauteiitica verso la Madre di Dio, Leilmann 1981,28.
d?-d,alapalabra,derfortalezaf~Íleldolob! Eor,esO' debemos .. El tratado sobre Miulía}queda ;illSerto
. Si no>se.cultiva"la:vin(;uláeión¡eL aínorí;~lafectosand;a ..o:a.IJ\.'~"~ dobleLtarea de la estética teológica: la..visióriestétjtade la Revela,-
creMaría,. entoh:c~sla¡ exigencia' de imitación de ,un PI(:>tClíU:iO:C;lS CiÓni .comodesclibrirnlénto deDiosqtiesere;vela(evidencia subjetiva) , y
puro imperativo categórico. Earahacer.quesea:ifeG:imdo. el' la manifestación de la gloria. de Diosenlá .figura (evidenciaobjetivaJ,
de.María, hay que hacerlo. de modo que la vinculaciónmariami Encontraste con la teología racionalista, la estética teológica quiere
tiene la prioridad 'pedagógica) .conduzca a la .áctitudmariana percibir la figura en cuanto tal, sin ceder al reduccionismo de la lógica .
tiene la prioridaCl óntica) »26. .En la «conversión hacia la imagen», resplandece la idea de modo visible
y plausible, y se intuyeeLsignificado de esa imagencomo.si de una obra
arte se tratara. Y,; así, en la figura de la Virgen María se nos muestra
3.,. María, esplendor de. la Iglesia una imagen de inmellSo valor estético. ~<Obra de arte».de Dios, la.esen~
cía de María es como un material maleable a disposición de la acción
En.elamplio'radio. de. acción de una teología empeñadaenlataIea divina, «La vida de .Maríadebe considerarse como el prc>totipo .de lo que
prc>fundizarenla.revelación y de transmitirla sin recelos de. modo' la ars Dei.puede hacer de una materia humana que no/se leopone»29.
de conIa mentalidad actual, aunque.sin plegarse por ello. a las Siguiendo la esteláde Fichte y de. Hegel, vemos que H. U. von
culturales, se sitúa la obra' de Von Balthasar, que concede gran Balthasar subraya la esteticidad de la figura de María incluso en el plano
a la Madre del Señor. En este autor, la mariología se revela como un
trumento muy útil para recorrer un camino ¡teológico aún LH\._A~'LVL
el dela estética teológica; «La imagen de María es inatacable, e incluso para los no creyentes
En su obra, de capital importancia, Herrlichkeit Bine poseeel valor de untesorc> de belleza intangible, aunque no se la
Aesthetik27, VonBalthasar seprc>pone interpretar sistemáticamente comprenda como imagen de la fe, sino únicamente como símbolo
Revelación sirviéndose de una categoría descuidada por la . .L\.AJLV;::'J sublime e interpretado según categorías humanas universales»30.
modema,a saber, lª «belleza», objeto de la estética. Mientras que
interpretaciones. cosmológicas >y antrc>poI6gicas. corren elpeligrc> En la .esfera cristiana, el significado de la figura de María se halla en
menoscabar lafE!vel¡lción, midiéndola.poreLraserc> del cosmos ¡y la revelación de la; Iglesiacristiforme. Indudablemente, la Iglesia es una
hómbre, vemos que ·la estética teológica contempla a Dios en:el realidad compleja, que no puede ser. revelada de modo exhaustivo por
esplendor de su amor trinitario; En la elaboración de su sistema; .el María: la Iglesia enc~entra arquetipos en Eedro, en cuanto asu función
no deja: de referirse explícitamente a María en su función nrr,t-r.·¡'¡n1 jerárquica, perc> también en Rahab, como símbolo de su situación de
eclesial, haciendo que se mida. «la importancia de la.mariología «castd. meretrix». Sin. emlJargo, la particular posiciÓn
" '. ',,, "
de .M~ría «pu~de,
'....
' ) . ' . .
" \

cuandoménos, encaminar hada la respuesta integral, porque es la in-


26J. ALLIENDELuco, Diez tesis sobre pastoral popular, en EQUIPO SELADOC, Religiosidad
Salamánca1976;122. .....' , /
. . ..• 27 H. U. VONBAL1HASAR, Herdichkeit. Eine theologische Aesthetik, 1. Schau der Gestalt;. II.
der Stile; III. 1m Ratimder Metaphysik; ÍII, 2/1, Theológíe-Alter Bund; ÚI, 2/2, Theologie-l'JeUer 28 H .. U. VON BALTIÍASAR, Gloria. Una estetica teologica, I: Lapertezione de laforma, Miláh
Einsiedeln 1961, 1962, 1967, 1969 (trad. esp., Gloria. Una estética teológica. 1. La percepción 1975,527.
forma; II. Estilos eclesiáSticás; IIt Estilos.laicales; rv. Metafísica; Edad antigua; V. Metafísica. 29 lb; 1, 529,

moderna; VI. Antiguo 'Testamento; VIL Nuevo Testamento, Encuentro1 Madrid 1991); 30 lb, 1, 530.
finita;dis'porribilídad dersa.,'abtitud de, fe' [:;iklá.quv<ua.,,_v.'-l
elsentldo ideab(mdral)y..real ~físico)de la·Iglesia>P1.
excluirdela IgleSia 1á imagen deL comptomisó,;.locual
tro hasta el punto de hacerI0 .irreconocible,ént:OnceshaY
María, que revela «su suprema.belleza,la de la Esposa.-Iglesia.
Testamento»;
María humanizada, liberadora, signo
del Di~s cercano y antecesora
interviene necesariamente,en la Iglesia el principio J.H'HLCUL~>"

Por eso es necesario que los cristianos ten.gan ante sus ojos
gen interior de María si quieren conformar una Iglesiá santay
me, capaz de hacer que resplandezca en el mundo la obra de

«En la medida en que la Iglesia es mariana, en esa misma '


aría es •una eHpse entre dos f02dsÓpo16s que es preciso re~
ella es forma pura y es, sin más, legible y comprensible. En la
ladonáry 'annoni.:Zar:larevelación'sobre 'María y la cultura;
en que el hombreJlegaa ser mariano [..• Len esa misma mf~alla:
. pues,coffio'expresóJuan PabloIl, «una fe quénosehace
dimensión cristiana llega a ser legible' en él en manera
cult~ra es' una fe no á.cogida plenamente,' ndpensada: enteram.ente; no
comprensible»33.
vivida fielrnerl1:e» 1. .
tamari6logía, ;corrl:d todá la teología del sÍglo;XX, no pudo evitar
Aunque H. U. von Balthasar dedica mucha atención ,a María
la confrontación con la cultura contemporánea, en particular con el
Teodrammaticayen otras obras34 ,' esJa estética teológica la que
cambio de paradigma en laéoricepciónantropológica del varón y de la
nuevo camino, cuyas etapas no·se han recorrido aú.:tli totalmente,
mujer. DespuésdeloséJJfgques existencialistas adQptados por Guardini y
valoración cabal de María 'en el conjunto del misterio cristian035 " •. ;
Rahner,empieza apeifilBTse uhq.il.lculhidcion.geografi~ade la m.arió16~
3fID, Sponsa Ve:bi,Brescia 1969:153~163y 189-283. gía, pr~ceso que, comenzando por eLárea occideIltal (Europa y América
32Jh,157,;'. .... ..... ,
33 ID Gkni~,I,o.¡;¡., 5~7. Pahlo VIhahló.a losparticipant(!s~nelCongreso del Norte), ha pasado a Latinoamérica ya África. . .
mariaho'intefua¿ión~l(R:o'ina·16:5..:l975) de fa: vía pu1chritUainís, además de lá vía
" i' ' ',' , ,

caminós;para llegar al misterio de .María.·EJ:lsu,sp~labras no· resuepa el. eco de yon


sino más bien una idea madurada quizá por inspiración de la escolástica.
34 H. U. VON BALTHASAR, Teodrammatica, 3 vols., Milán 1980-1983; Il rosario. La
del mondo nella preghiera mariana, Milán 1978; Maria Chiesa nascente (en colaboración
RAtzINGER); Roma 1981; Il culto mariano nella\Chiesa, en W BElNERT (ed¡) ,Jlcultddi "
Teologia-liturgia-pastorale, Roma 1985 2• ,
35 Cf A GOUTHlER, fapproche de Marie selon la "Vía pu1chritudinis et la "Vía veritatis,;¡ 1 JUAN PABL~II,A¡.parteciPánti alCorigre;sonaZionale del Movimento eéclesíale di impegno
EtMar 32-33 (19751976) 70-80; D. M. TUROLDO-S. DE FlORES, Belleza, en NDM, 290-300. culturale (MEIC), 16-1-1982.
486

'lá coinunidad;;1:[11; cl1(ll:a)?atece en lbs Hechós.;dé los apóstoles:i(;l, 14)


como los Padres l}i!trahsinitiero.Íl.
Con todD,L·lafiguráflehYirgen
. . . Madr.··e deDiosmantiene;sinsombra
equív@co.su.posición preeminente, en virtud· de su misión. única .en
historia de.la salvación y de los dones de gracia con que Dioda ha
,; ,

!MI:JJUll,aU\J, que. la convierten en' «tipo de la Iglesia». Pero ella és asiinismo,

título pleno, miembro de' la .Iglesia salvada por. Cristo. La tendencia


rnariológica contemporánea es ver en María «la síntesis de toda la reve-
lación anterior hecha al pueblo de Dios»6, «el icono de todo el misterio
«Aproximar la figura de la Virgen' a los hombres de nuestro cristiano»7, y, ante todo,Ia «mi¿r6hi~toria&~la salvacióh»;por cuanto
iluminando su "imagen histórica" de humilde mujer judía; y «en ella se reúnen y se entrelazan los modos divinos de actuar y, además,
mostrar los valores humanos de María, eternos y universales, de ella see11.éÜ.entrala respuesta ejemplar a las intervenciones de. Dios
nera que las reflexiones sobre ella iluminen las reflexiones sobre enlahistótiade la salvacióh»8.
humano»5. La Virgen de Nazaret recorre un itinerario interior que la psicología
ayuda a diséernir; pero al mismo tiempo María, a la luz dél Magníficat, se
Mediante una au~énticahlCulturaciór),en un tiempo presenta b6mola mujer pr6fética y liberadora qué teéorrelossen'deros
democracia, la mariología supera .la distancip.infinitaqu,e del tiempo y del espació proclamando que Dios repara las injusticias y
la ,María gloriosa;y ,omniperfecta, transmitida. por. un clisé ~UL.~ULgL tiene preferenda por los p()br~s.
pasado, delplleblo de Dios, peregrino en la historia. En la rW'l"t-',r También en el ámbito católico oficial prevalece, a tenor del concilio
desaloja a María de aquella «zona intermedia» entre Cristo.y la Vaticano Il, la condición .creatural de María, cuyo culto se dIferencia
donde Bernardo d y Claravalla hal?ía situado, para que. r.egrese.. al. esencialmente de la a~oración;(LG 66), y su cará2ter de tiPo eclesial, que
la convierte en moéÍelo de la comunidad creyente.
" ,-.
. 'Y
. ,/

. 2CfN:LEMMO;. «Figlia diSion» a partire da Le 1,26-~8. Bilancioexegetico dal1939 En una sociédaden la que todos s~pronuncian en: favor dela'paz,
en Mar 45 (1983) 175-258; I..DE LA POTIERIE, Lafigliadi Sion. Lo sfondo.biblico della pero en laque son desmentidos no sólo por las condiCiones ·de.p6breza,
dopo il Concilio, en Mar 49 (1987) 256-276; K G MORI, Figlia di Sio; e serva del
B.ibbia, nel V~ticailo n, l1elpost:concilio~Bol()fiia 1.988;A. S§RRA, Myriam Figlia di. Sion. La explot~c:ión einjustici[1 en que viven pueblos enteros, sino también por
d¡ N~zaret e ¡l femminile a partire de! giudaismo antico, Milán 1997; P. STEFANI, Maria Figlia
e le rMici ébiaichedi Gesu. Tracee peruna ricerca, en Mar 59 (1997)17-30; J. LooERE (ed.);
una cultura de la muerte, enla que proliferan los actos de violencia, los
filie d'Israel, filie di Sion, París 2003 .. homicidios y el terrorismo, se vive una suerte de orfandad' dé valores
3 M. G. MASCIARELLI, Maria«lacredente»,éri E. M.toNIoLO(ed.), Maria nil
della Chiesa cattolica, Roma 1993; A. SERRA, Maria di Nazaret. Una fede in Carrlml71ln. absolutos y perermes. Tales .valores aparecen c:ondensaclos. en la figura
1993; SocIÉTÉ FRANt;:AISE D'ÉTUDES MARJALES, La foi de Marie Mere du Rédempteur en de María, «discípula», «maestra» y «síntesis viva de valores»,tomo
(1995) 9-124. '
4 T. R OSSANNA, Maria sorella nostra. Il signi[icato del titolo he! magistero di Paolo VI,
1991; M. H. MASCIARELLI, La discepola. Maria di Nazaret beata perché ha creduto Ciudad
Vaticano 2001. CfW. BEINERT, Die mariologischen Dogmen und ihre Entfaltung, en W.
R"n,,,;¡,"r~l 6 LDE LAPOTIERIE, Maria helmisterodell'alleanza, 276.
PETRI (eds.), Handbuch der Marienkunde, 258-264; C. MILITELLO, Mariología. 93-107. 7 B. FORTE, Maria, la donna icona del misterio, Saggio di marilogía simbolico;narrativa; Cinisello
5 CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, La Vergine Maria nellaformazione "''''''''''u<. Balsamo 1989, 103.
e spirituale, 25-3-1988, n. 16. 8 S. DE FlORES, Maria Madre di Gesu. Sirttesistorico-sálvi[ica, Bolonia 1998\ 47 -52.
.' Por ¡Sl:J,j'!i'"arte} el fehl~nishlQ:acucia.aüa.mari01<Dgía;aque .• revisé. no
sólo la concepción de la mujer, .. sinoitatnbién larihlagentradicional
de María14• Si para la teología feminista la «masculinidad» de Jesús
ya supone uri ~<escánclalo» ,Jafigurade María suscita no menores' re ~
~iceliciasconsidetada como un modelo ambiguo y peligroso: símbolo
de .pasividad, represión sexual, .exaltación de la. maternidad. Frente a
esta ambigüedad, las feministas. oscilan. entre el rechazo 'deh figura
de María y surecmperación .dentro de· una perspectiva liberadora~Y;
2. así,. mientras la santidad de María «se, mida por el número de pañales
lavados» o sea proyectada sobre una zona de total.perfección eoinimi~
La}~ntradíldela" w:uji~r en la vida. p~blica,con una participación, tabilidad, la mujer de hoy se siente impulsada a convertirse en «Anti:..
activa y consciente, es considerada por Juan XXIII como unq . Mary»15, distanciándose de. una imagen de María demasiado ooméstica
signos. caracterí~ticos de nuestro tiempo12.• María y.l~s m~jeres o demasiado idealizada.
yinculadaspor .un .nex9 de. ordenhistórico-:cuItur~l, siend~' así En vez de atrincherarse en ,una actitud. de rechazo hacia la Madre
yirgell, .gespué~deCri~tq,.esl\'l figura másr:el~v~nte.delOccid~nte de' Jesús, otras.' feministas prefieren preconizar el descubrimiento; de la
tia,llO; Su .influetlcia (neg~tivao pO&itiva) e1l1a. c~ncepci6n. deJa" . «verdadera» María bíblica, libre de lasincrustacionescultúrales, de los
es innegable, como observa sin tapujos Marina Wamen . disfraces yde las instrumentalizaciones ideológicas 16,
.. .... -,
En el panorama históricointerconfesidnal, Rosemaiy RadfordRue~
«Ya sea que consicletemosa laVirgen María como la imagen ther descubre que, al menos, es posible construir una mariología «alter.,
~lla sublime de'la aspiraci.ón d,e! hombre al biyn y a la pureza, o nativa» a la dominante y que sea potepcialmentecapaz de «romper el
como el más despr~ci.~bte prodticio de l~sup~rst:idó¡{ycle la' molde del patriarcado .femenino» 17 • Según la holandesaC;Halkes, es
rancia, la figura de María representa un tema central en lá historia necesaria una doble .liberación:
lafonc~pd6n defa mujer ¿h Occidente. Es una de las poca.s
.femehinas q~.e álcanzó el~st~dó de mit:o!: .un mito qlle desde a) María exige liberarse de lájmagen que se tiene de ella y de lasl)rO~
casi dosmil.años recorre nuestra cultura, ylo hace profuIlda:iri.en yeccionesconque la ha cargado una jerarquía sacerdotal masculina;
á.menudo imperceptiblemente éomo un' río subierráneo»13
: o" - ~ •
Pero no quiero restarle un profundo sentimiento de' solidaridad o
hermandad .
. .. 9M~? ~ASCIAREL[UNfaria rrlaestra di nuoviválori,en M;Vv.;Maria,~egrÍodi sp'erd~za
zl.~e~zom¡lleruo,11,68,)J,,7~ y;77., .', . . . . , fo
b) También es necesario que liberemd~a las mujeres de unas imágenes
10 G. DERrrA, Toma laMadOnna~U~di Na' pensiero», en nCorriere della Sera (11 de
de 1987). 14 Para la cuestión de la feminidad en relación con. María desde el punto. de vista diacró~
Il S. DE FlORES, Maria Madre di Gesu, 305-360. CfID., Significato di Maria per il nostro nico, remito a mi obra Marianella teología contemporanea, Roma 199P,cap.. XrY, «Maria e la
e~ ~ater fidei et fideliu;n. Collected Essays to Honor Théodore K8hler on his 80th birthday, donna nel mo.vimento culturale conteIllpóraneo», 400-437. .
(OhlO) 1985, 795-B07~L! ' . 15 C. A. DOUGLAS, MaryAnti-Máry, Christmas1973 ..
12 JUAN XXIII, encíclica P~emin terris (11 de abril de 1963). .16 Cf C. ZANON GILMOZZI, Pev.una autenticalibérazione della donna; Roma 1979.
13 M. WARNER, Solafrale.donne. Mito e culto di MariaVergine, Palennci1980,.19. 17 R. R.RUETBER, Cristología e.femminismo,enAA.VY.,La sfidadelfemminismo.alla teología,
Brescia 1980, 134~137.
de.Marí~;· todavía;H0min~ntes¡;ql1eá~satosigan.'Tal~s UUCl):;'¡:;lU;¡:¡ «Lá.prim~ra,.ten!t~ti\(a.btigánicaniente.artfculadá:deencuentro. entre
bén seranalizadas.y désénmascaradas?}18; la matiología::wló'fetndnino»;24:.;seLdebe.a; LBoff, con su :mencionado
ensayo Ilvoltomatemodi Dio. Saggío interdisciplinare sul femminile e le sue
Las, tareas más. urgenú~sen orden auna mariólogía liberada forméreligiose(Brescia,198l): Con rigor. sistemática, ·Boff se pregunta
radora, podremos reseñarlas así: 1) restituir aMaría su' L,'~U,La... U\ acerca del :q.ií.cleovertebradorde lamariología¡ «apartirdelcual todos los
superando:la imagen dé «casi no mujer y casidiosa»19¡2) reIatrvIZ~ acontecitnientos marianos se explican y se comprenden», es decir, acerca
maternidad biológica de María, como haceJesús en la pn~diicaciótl';;~~< de .«la idea~maestra que la divina sabiduría tuvo sobre María». Las siete
hacer resaltar la fe de ella en la palabra de' Dios»20j 3) ver en respuestas ofrecidas porlos mariólogos contemporáneos, que estructuran .
la imagen de la feminidad oel modelo de lamujer,sino sus tratados sobre María, bien a partir de su relación coneristo, bienso~
el modelodetodo.áeyente, de personalidad adulta y bre la base de su vínculo con la Iglesia, o que renuncian a toda reflexión
responde libremente a Dios, el.«símbolo radical de una ·UU.LUCUU' orgánica,son considera.das insuficientes por el teólogo brasileño. Tales
nueva [.;.], la represenfante original y escatológica de la U~.ULULLLUlCLY-' respuestas no exprimen a fondo el significadosalvÍfico de María según el
evitar los temas de la «nueva Eva», de «esposa» yde«ente rel:aCl,om plan de Dios, porque desatienden 10 femenino, o bien pecan de«positi~
que.perpetúan la subordinación (no implicada poid servicio ni vismo histórico»\cuando no se límitana constatar los acontecimientos
diakonía) y que.trasponen«el esquema androcéiltricodesde el relativos a María' sin indagar en su trasfondo teológico.
de la creación. al delaredención; 4}abrirel sacerdocioministeri~l Boffse propone desbloquear la situación haciendo notar que «no es
mujeres, porque las restricciones en este'campo «están basadas indiferenteeLhecho de que María haya sido una mujer».. Esta circuns~
pasado sin utilidad algutia, y lo están precisamente. por tancia, lejdsdé ser irrelevante, se puede convertir en «una categoría
contra la.sangre,·que hacen que una mujer sea "impura" a causa antropológica fmldamental», capaz de oficiar de eje en'totnoal cual
samente de sus funciones .biológicas»22 ~ «sistematizar. todos los hechos de los que la fe .da testimonio ,acerca de
Por, encima de estas prerrogativas feministas radicales, la teología María»25¡ El teólogo justifica esta opción mediante un análisis de orden
sigue desmantelando muchos lugares comunes acerca de la L\..-LUH.llU,:U. filosófico y teológico de lo femenino con eL que revela su estructura
la maternidad y la virginidad de María, y lo hace liberando a la sacramental(lo femenino «habla de Dios, evoca a Dios y apunta hacia
de Matía •de l6s condicionamientos histótico~culturales,· poniendo Dios»). Si lo masculino .está divinizado en Cristo de forma plena y di~
manifiesto la capacidad reveladora de la Virgen en relacióncorrDi0s recta, «¿no podremos esperar que lo femenino se halle en el orden de
con. la mujér 23 .. ser divinizado, como lo fue lo masculino en forma plena y directa?», se
pregunta Boff.
18 Y. HALKES, María y/qs mujeres, en Concilium 19 (1983) 283. . ' .•
En este punto, el teólogo propone una respuesta afirmativa en forma
19 J. O'CONNOR, The liberaiion of the Vilgin Mary, en Ladies Home Journal 75 (1972)
. 20 Esta idea la desarrolla extensamente la autora (C. Halkes) en el artículo citado María
/qsmujeres, Concilium 19 (1983) 283-29L
de «hipótesis teológica» (theologoumenon), sosteniendo que corresponde
21 R:R. RUETHER, New Woman,New Earth, Nueva York 1975, 12.
22 L. M. RUSSEL, Teología femminista, Brescia 1977 89. 1979, 153-187; P. SCHMÍDT, Maria Modell der neuerí Frau, Perspektiveneiner zeitgerniisserí Mario-
23 ' " ,'
Cf A. MANARANCHE, [Esprit et la femme; .París '1974, 140-150' K. RAHNER: Maria Iogie,Kevelaer 1974.
l'immagine c~stiánadella~na, en Dio e rivelazione. Nuovi saggi, VII, R~ma 1981,437-446; J. 24 A. BONAZzI,Implicazioni moralidella mariología di Leonardo Boff, Roma 1983, 5 (tesis
GALoT,Ma~ ~ donnanell opera della salvezza, Roma 1991; M. X. BERTOLA, Maria e le istanze del fotocopiada). .
mondo femmlmle, en M.W., Il ruolo di Maria nell'oggi della Chiesa e delmondo, ROrÍ1a~Bolonia' 25 L. BOFF, Il volto materno di Dio, 17-24.
al Espíritu ,Santo diviÍliiqrJ(!)Jfemeninoáhfi~al detlahist9ria,pe:t;0
de ello un anticipoescatGlógicoen;el'misterhdel1a:NirgenlMaría"
L.asnuevasc0rr.iehtesder la::teología' poscohdliar:ejercen generalmente
«Mantenemos la hipótesis de que la Virgen" VLrl H , ' , unefectod¡;d.rrastte sobr~ 1& tnariología; la cual se ve obligada de esta
de los hombres, realiza enJorma absoluta y escatológica Jo lC:U:lC:lliJ manera a: afrohtar las tendencias culturales de nuestro tiempo. Demo;
porqúeelEspíritu Santo hizo de ella su: templo,:su ",Cllll.U'CllJ-'.L"l lida .la conciencia' occidental, la gente se percata de la existencia de
tabernáculo, y 10,hizo de modo, tan real y verdadero que, otras culturas, en cuyo interior despuntan teologías inéditas, como la
ser consideradavs:omo unida hipostáticamente a la. tercera teología de la liberación o la Black Theology, con un imprevisto modo
de la SS. Trinidad»26¡ de abordar .las· reflexiones sobre María, Al mismo tiempo, también la
mariología se ve implicada 'en el movimiento feminista y en la teología
Tal hipótesis suscita muchas' críticas en ciertos. ámbitos L~AJL\J""J.~ de la feminidad, que apuntan al hecho-que genenilmente había sido
donde. seJa considera carente deJundamento, exagerada y desatendidoporla teología-,.: de que Mana es una mujer, y proponen una
ménica2!, mariologta alternativa.
La mariología; en su relación con lo femeninoycQnla UllllC:.ll"~' La aparición de estas corrientes, que no son sino la.. traducción teo;
pneumatológica, tendrá 'que recorrer todavía un fatigoso Camino lógica de un determinado contexto sociocultural, influye en el modo
armonizar las, exigencias 'históricas y culturales (sin Geder aJa de percibir. y presentar lá figura de la Madre de Jesús por parte· de las
ción de la hybrisJy los datos de la revelación bíblicá(sili comunidades cristianas fuera de Europa.
en viejos clisés que privan de sigrüficadológicoy vital a la; ll~'-'lCl<¡¿ Durante los años 1960~1970 surgeyse desarrolla en América Latina
María y a la persona del Espíritu Santo pamIos hombres y las la «teología de la liberación», cuyos caracteres esenciales' describió G.
de nuestro tiempo). Hayque reconocer a Boff; a pesar de su Ul"',--U~l\d Gutiérrez29 . Esta teología recibe carta de naturaleza en la Conferencia
«hipótesis teológica», el mérito .de haber puesto. de lllcl.llU.J.C:"LU'C:l.JlHlJll:' episcopal latinoamericana de Medellín(1968), la cual tacha de «situa~
de la teología «urusexual»,' añadir en la mariolGgía «.elnúcleo '-ClLClll"ClU' ción de. pecado» y' de «violencia . institucional» la situación históricá
y condicionante» de toda la cuestión femenina,y haber ~VJ.L"L\..l'-L de neo colonialismo y explotacióndelospaíses de AméticaLatina. En
María como· «tema de reflexión antropológica privilegiado» 28; efecto, «allá donde se encuentrarrinjustas desigualdadessodales, polí;
ticas, económicas y culturales, allí existe.un;rechazo deldoI1 de la paz
del Señor, mejor ditho, se está rechazando alSeñor mismo»30.
América Latinaredescübre la figura de' María a partir de su situación
sociopolítica, de la historia de la evangelización del sub continente y de
., 26lb, 93.
su identidad cultural.Pocb a poco la Virgen se va enra.i~ando como ico~
27 Cf]. GALOT, Marie et le vrai visage de Dieu, en Mar 44 (1982) 427-438; X. PlKAZA, i no en su propia cultura, no descle una perspectiva académica ni trivial,
hipostática de ,María con el Espíritu Santo? Aproximación crítica, lb; 439-474; D.
Espíritu Santo y María en la obra de L.Boff, en EphMar 32 (1982) 405-419; A. AMAm,Ló
Santo e Maria neUa ricercateologica odierna dellevarie confessiani cristiane in Occidente, en M. 29 G.GUTIÉRRE?:,Teología de la Liberación. Perspectivas, Salamanca 199415 .(ed. orig., Lima
Maria e lo Spirito Santo, 67-75. 1971);JD., Beber en su proprio pozo. El itinerario espiritual de un pueblo, Lima 1983).
28 A. BONAZZI, a.c., 5 y 32. 30 Documento Paz, en Medellín, la Iglesia nueva, Montevideo 1968, 71.
sino en únadiméúsión> viva.Y;;~aútenticaj ~aunquet:Q:t'I,;i:algún~ 1m impeiátivocategórico¡ :Fituilmente,eru Puebla; 01979) :seyinculah la
necesita verificación. faceta maternal de Maríayslli carácter de;paradigma,eclesiaP2;
. Lateologíqde laliberaciÓn,.que surge comhpruebadel co:mplI:0t
sociopolítico y critica la praxis :eclesial ah luz de<la.palabr:a
recupera aspectos del mensaje bíblico que durante tanto neltrmom:al María, signo del Dios cercano
sido eludidos. Entre ellos·secontará el cántico de la Viigen,con;
carga espiritual y: liberadora: Con.expre~ionesúniversalmente válidas««María, madre y modelo de
la Iglesia»), Puebla elude la abstracción ahistórica, y confiere sentido a
«El MagnífiFat podría expresat muy bien esta espiritualidad tales títulos vinculándolos con el horizonte socioculturallatinoameri~
'. beración. Texto de acción de gracias por los dones del can033 • En el acontecimiento deGuadalupe,eldocumentode.Puebla
humildemente la alegría de saberse amado por él [...].Pero lee una «señal» que: Dios ofrece· eri María al' puebhpara hacer que este
tiempo es uno delostextos de mayorcont~nido liberadofY percibalacercanía divina y para convertirlo así en comunidad. Se trata
del Nuevo Testamento. Esa acción de gracias y esa de una señal maternal; porque nadie más apto que una madre aptapara
estrechamente ligadas a la acción de Dios, que libera a mostrar la ternura de Dios y cumplir una misión fraternaL
dos y humilla.a los poderosos. [.•. ]. El futuro de la: historia
línea.del pobre y del expoliado. La liberación auténtica será «Desde susorígenes--'en su aparición y advocación de Guadalupe-
oprimido mismo, en él el Señor salva la. historia. La '-,"~JU1.LU,::lU\..I.C1L María constituyó el gran signo, de rostro maternal y inisericordioso,
la liberación tendtácomo punto de partidaJa espiritualidad de la. cercanía del Padre y de Cristo,. con quienes ella nos invita a
anawim»31. entrar en comunión. María fue también la vozqueimpulsó ala unión
entre los hombres y los pueblos bajo esta advocación: María consti~
En el campo pastoral, en relación con la arraigada devoción tuy6la gran señal(n. 282)>>34.
en el catolicismopopúlar latinoamericano, se verficaron tms. etapas .
mero se. tratóqe.reforzarelvím:u.lo entre el pueblo y María; H' L'-\U'-.'UL,LO Por su vinculación con Cristo, María se convierte históricamente
elsentido.de su maternidad e intercesión, orientación que atendía en motivo de fidelidad al Señor, «pedagoga .del Evangelio en América
al afecto haciálaMadre que aJa relación de María con la, Latina (n. 290), tanto que cuando la dglesiaLatinoamericana quieré
Después, con lasecularitación, se pasó a una pastoral ~.~_~~"L",_"~U dar unnuevopasode.fidelidad a su Señor»,.debe;alZar«la mirada hacia
carácter tipológico, carente de vínculo afectivo y que seasemej la figuta.~viviente de María».(n. 294). Todo esto se~hallaJundameni:ado

,31 G, .GUTIÉI;RJiZ, Te.ología de la liberación; o.c., 248,. Cf también: A, PAOLI, La radice 32 Sobre las etapas de la mariología en América Latina, cf E SERRANq, La mariologiasecondo
Meditazioni sul v~ngélP di Lúca, Brescia 1972, 196-209; J. MOLTMANN, Illinguaggio della le istanze socio-culturali e pastorali della Chiesa latino-americana, en D. VALENTINI (ed.) , La teologia.
zione,Prediche émeditazioni, Brescia 1973, 122-131. LaCongregadón para: la Doctrina Aspettiinnovatori e loro incidenza sulla. ecclesiologia e sulla mariologia,Roma1989,299-314;
Fe ha exigido que no se haga de la «lectura profética del Magníficat» la dimensión 33 Cf el análi~isdel documento de Puebla en S,. DE FlORES, Maria nella teologia contempora-
y exclusiva» (Instrucciones sobre la teología de la liberación, 6-8-1984), y que no se nea, Romá 19913,386-391 (los textos ae Puebla están tomados de Puebla. La evangelización en
ideologías del Inundo y a la presunta necesidad de la violencia»; encontraste cdn «aquel el presente yen. el futuro de América Latina? BACi Madrid 19852) ¡
al Dios de la misericordia que la Virgen nos enseña» (Instrucción sobre la libertad cristiana 34 Cf A. AMATO, Mariologia in contesto. Un esempio deteologia inculturata dI volto meticcio di
liberación, 22-3-1986, n. 99)., Maria diGuadalupe» (Puebfa n. 446) ,en Mat42 (1980)421-469>
eh lai tar€'a7prirrí8iHüll ;de:Ma13ía, Jlue.:GOusist'e. errv'incular a;lYl()S¡(~.()l mievos:;éánticos,inv.0(fan;ala;4:páredda;cbmo~.fuadre deL.trabajadot~>c;
hombre. y'enerrcamar' :h:Palabraen,la.;historia:' ,; . ~ que]mlibera«de.Jas ;ganras; dedosexplotadores>f. yéorigregaen;uriióIl
fraterna atodos.
«Por medio de María, Dios se hizo carne; entró a formar parte La~identificacionbrasileña,
.
fruto d. e un sincretismo. desviado, de la
.

pueblo; constituyó el ceIltro deta histOria. Ella eselpu];ltó • Mrgen.conlematijá, diosa centralísÍmadel panteónamcano,constituye
del cielo con la tierra. Sin María, el Evangelio se. desencarna, un ,grari problema teológico y pastoraL Esta inculturacióri defectuosa
figura y se transforma en ideología, en un racionalismo·""·'"..,.. .." ... hundiría sus raÍCes en una cristianización.delpaís superficial e:ilusoria
(n.301):.. impuesta autoritariamente •por el Estado, de modo .que .losbrasileños,
en lo profundo de sus creencias,tseguiríansiendo.paganos"Sin embargo,
.• El pueblo. latinoamericano, 'incapaz de aceptar una Iglesia que hoy día,junto.a la tesis' que considera el sincretismo como una degra~
una familia;. «reconoce en lalglesia laJamilia que tiene por dación, empieza a cobrar ímpetu una actitud menos doctrinaria que
Madre de Bios» {n.. 285):Maríaesuna presenciaviva.cuyo J-lUJLJ-lJ.l:e'!j
reconoce en el sincretismo una vía de evangelización: .es preferible-se
siente en el seno de.la Iglesia, nouridogma abstracto e . dice-" un, cristianismo sincrético que un puro· paganismo. La figura de
María podría ejercer sobre Iemanjá de fermento ético ,y espiritual. Pero,
«Se trata de una presencia femenina que crea el ambiente en todo caso, hay que velar para que el.cristianismomantenga su iden~
la voluntad de acogida,elamory el respeto por la vida. Es preseFl tidad no cristomónica(que excluye aL Espíritu Santo y a Máría) , sino
sacramental de los rasgos maternales de Dios; Es una cristocéntrica, que los incluye a ambos3~~
hondamente humana y santa que suscita en los .creyentes Jas
rias de la ternura, del dolor y de la esperan.za» .(n. 291).
5. María, ascendiente africana
Dos siglos después de Guadalupe (1717) surge en BrasiL el culto
Aparecida, cuya pequeña estatua (36 cm) fue atrapada al azar por Es un capítulo incipiente, pero repleto de 'promesas, y que se haplasma~
Alves en su re4depesca: También aquí María. es sentida por el do ya. en escritos circunscritos a. una determinada Iglesia local.
como madre., dato. central en ·la '.cultura, afrobrasileña: «El LLV'ULlJL
En la India, por ejemplo, se observa una situación de «Non~Issue»
la madre ,es, en eL Brasil; uno de los más poderosos tábúes con respecto a.la mariología, que resulta hallarse. ausente de la teología
(L. Camara Cascudü) . En este proceso de apropiación de María dellugar; EIl C:6m.pénsacióri, ladévodón'a María ocupa! un higa:rderri:'
madre' se oculta. eL peligro de una relación de fusión. madre~ hijo;. mer orden entre el pueblo: se honra aMaría con oraciones específicas,
sólo el contacto con la Biblia es capaz de mantener en los límites nove nas ,.ayun6s· yperegrinadOlles: M3#8.
és ihvocadaantes. que pensa~
la ottodóxia, Enefeéto,bíblicameIlte Maríá esmadre creyeIite, . da, y por tanto gozan de mejor acogida los títulosma.riahosfuncionales,
odenta haciaeLHijoOn 2,5) ynos conduce ,por el camino de la . los. que la que .pres~ntan como. interG~~ora .. Elemento típico de la devo~ .
y la frátemidad.Está es ahorala'lectura de las cOIímrlidades \..-\..-L''-''LCH\

de base, para las cuales María es la mujer liberadora del Magnífi~at, 35 Resumo aquí acerca de Brasil algunos aspectos del informe que otteceC. BOFF,'Lufigura
di Maria nella cultura brasiliana, 'en: E, !'EMITO (éd.), I:iriimagine teologica di Maria, oggi: Jede e
compañera del pueblo, la mujer negra «icono de losafrobrasileños·». cultura. Atti dellOº simposio internaziona1e mariologico; Roma 1996, 205-270.
~ :,~';:~:' ,/"<

4~8 .. Nfétffár¡SJl1tElsi~(~e;)valores

cióIlmarianafen la ¡India es;elheohorde;<lue cultural; Áfr~ca1Poseepierta homogeneidadene1'modode concebida


líinitesJdeloristianismo(:V stúdifuhde en.trdhindúes
e
en'cúantoar la'reladónentre· el Ser. supremo ylajerarquía de los
diálogo interreligioso, María es factor de unión36 • vivos ymuertos.(i
Acerca de· María; en África; algunas tesis. doctorales pn~senNldfa Laculturaafricanareserv'3 un puesto privilegiado a hmadre, habida
las. universidades. romanas durante los años 1974.,.1986, que cuentála función de capital importancia. que desempeña en la crianza
C

lasreferenciasia María en Daho'mey (actualmente' Benín}; en, y educación de los hijos. En un contexto de sumisión institucional de. la
en Malawi yen Suazilandia, prestan. particular atenclón a mujer al varón, «mamá» es título de honor y de respeto, por su vínculo
históricos y culturales que constituyen la base de lasexlpre:sícme:sixi con la entraña misma de la vida. Ello explica por qué entre todos los
devoclón mariana típicamente africana37 • títulos aplicados a María por el Nuevo Testamento, el de madre es el
En un plano más general se sitúa el ensayo' de R. Laurentin que habla con más elocuencia al corazón africano; todos los demás son
the. african Theology;que estudia las cuatro formas de una prolongación de éL
friente, agresiva, serena, triunfante) y los valores de la cultura En África, «el honor del hijo es el honor de la madre» (en la lengua
en orden a la comprensión de María38 • Tales presupuestos <>n1-rr.,-.r.I,rfidi; língala zaireña, lokumu ya mwana nde lokumu.ya mama). Por esta razón,
predispondrían al. africano a acoger algunos aspectos del las madres africanas pueden hacer suya la admirada exclamación decla
difícil asimilación para la cultura. europea; aldeana de Lucas: «¡Dichoso el vientre que. te llevó y los pechos que te
EL X Simposio Mariológieo Internacional, organizado po:da amamantaron!» (Le 11,27).
Teológica Marianum (Rorna 1994) ¡. abordó el tema La .. A pesar del reconocido valor de la maternidad, vemos que la virgi~
de María hoy: fe y cultura. Los disertantes, procedentes de nidad -si bien limitada a cierto período vital- no resulta extraña para
ses, dedicaron sus ponencias a cada uno de los cuatro co:nnnen la cultura africana, que a veces la exige en la contrayente, llegando en
cuanto a África -en el análisisdeD.AtalSaAhgan.g,dela caso contrario a declarar nulo el matrimonio, y la fija también como
Teológica de Kinshasa-, la inculturación de la fe cristiana se m requisito para que una mujer alcance la condición de cabeza de clan,
partir de la reacción de la inteligencia y del corazón de los atrrcanos;a pues ello la hace más receptiva a la hora de contactar con el mundo de
los enunciado§ de fe concernientes a María.· Pese a su los antepasados.
Por último, ante los contratiempos, la madre, con su sensibilidad, es
c· 36 D. VELrATH; .La m¿tr'iologia: ilella Chiesadell'lndia, en D. V ALENTINI (ed;) ,La teoLo¡;¡:¡a:¡,': la que más consternación muestra. Esto predispone a los africanos a sen~
377.¡ Para conoFe~ algunos elementos de iflterpreración mariológica en Asia, Cf tirse conmovidos por el desgarro de la Madre de Jesús al pie de la Cruz,
Tlíird-Eye Theology. Theblogy information in Astan setting, Nueva York 1979.
37. J¡.AMoussou, Le cúlte' de .Mariedans la spiritúalité africaine au Dahomey en AfTIque cuando su corazón fue traspasado por la espada del dolor Un 19,25~26;
Oudiah 1974 (extractode yna tesis defendid¡¡enlaPontificia Facultad Teológica.
M. BUKENYÁ BIRlBONWA, The devotion to Maryin Uganda in the light of the doctrine Le 2,35).
of LumenGentium, Roma· 1980 (extracto. de una tesis defendida en la Pontificia En definitiva, el africano es un mundo abierto a la acogida de María
Gregoriana) jp. G BA, Mary. in the Evangelization of Malawi. History and culture for:
Nv1
Project, Roma 1983 (tesisdeféndida enla·Pontificia Universidad Gregoriana); M. M. en la propia vida, y puede convertirse en lugar de gran fertilidad teoló~
The mission of the Servants of Mary in Swaziland from itsorigins (1913) until 1933:
development and manan devotion, Roma 1986 (tesis defendida en la Pontificia UHIlV<:lOl'
gica para una mejor comprensión vital y una más acendrada veneración
Teológica Marianum). de María. El recurso a la Biblia sigue siendo fundamental, no tanto para
38 R. LAURENTIN, Mary and the.african Theology¡ en AA.vv., Mary in Faith andLife
New Age of the Chúrch, Dayton 1983;3-44. evitar que se haga de Miaá lJ;na di9Sg.ter(Áfri.ca no acecha este peli.,.
groj:siendocbmo:es.'lin,c0Íltínente;monGteísta) cuanto para
como figl!fa;centrala:Gristo,úilicomediador"que¡
de la Virgen. María ejeréeunpapel secundario, pero lmportant~~"l1(
don gratuito de Dios. Entre las, mujeres, ella.es
santos, la de mayor. prestigio. Para.lavidapresente,María.es
fe; para la vida futura; contemplación de lagloriaetema que nos
elSeñor39 •

'. . a· cultura mOderna.. es un ejemplo bastante.. interesante de la in~

L
, .'. 'terdependencia entre María.y la cultura. . .
. . . Como habíamos mostrado alo largo de la tercera parte,.la cul~
tura barroca concibe a María bajo el signo de la dilatación, impulsada
por la fantasía creadora (siglo XVII); la Ilustración la amolda a la razón
moderadora (siglo XVIII).; el· Romanticismo acentúa la sentimentalidad
en su devoción (siglo XIX) , y finalmente el neohumanismo hará de ella
emblemadela libertad y responsabilidad humanas (siglo XX) .
En general, no se trata de una sucesión de perspectivas que se sola~
pan unas a otras, sino de una acentuación de un aspecto que coexiste
con los demás. Esta transversalidad y esta coexistencia sincrónica entre
las diversas·, formas adoptadas por.la reflexión mariológica, por. más
que cierto modelo fuera hegemónico en determinada época, desanima
cualquier intento de proceder a un rígido deslinde cronológico entre los
sucesivos estereotipos marianos. Todas las inculturaCiones son homolo~
gables,en el sentido de que cada una. de ellas. a un tiempo enriquece y
depaupera la figura de la Madre de Dios, y adolece de.las limitaciones
que el espíritu de los respectivos tiempos le impone.
Una vez asegurados los datos bíblicos tradicionales sobre la Madre
de Jesús en sus prerrogativas básicas,los contenidos varían, fluctuando
entre una María pasiva o activa, humanao.simbólica, terrenal o celes-
tial, revelada o misteriosa, sierva oseñora¡individual o eclesial... María
39 D. ATAL SA ANGANG, Culture africaine et réflexion théol;gique sur la Vierge Maria,
deJésus, enE.PERÉTTo (ed.)¡I~irhmagine teolog{cádi Maria,oggi, 139-181:' . cambia de rostro, se transforma;mostrand0 aspectos inéditos según va
502- MrMa, síntesis Cfevaleres

acomodándose a las distinfáSiá!}as$geQgr,áfi.ca.8, y épocashis tenidossalvífic(Js¡yli·~x~st~nci~tles;:~l;J~ec;onobinlÍento.de}Ja¡'primacía,


fue fácil a veces evitar~F~eÍigidaela u'~ilateiaridada la hora ajdológi~a2deila llógi:<m·di;vin~lrevelada"shit renuncian a la ¡inteligencia
sentar la figura de María. humana, ordenadora y descubridora del significado de María~tonhn
Pero la referencia María se mantuvo continuamente en. las adecuado equilibrio entre ambas, evitaremos incurrir en el positivismo
etapas o fases de la modernidad. La reflexión sobre María se mariológico; el compromiso de vivir según el Espíritu e identificándose
como un pujante vástago que arraiga y crece en diversos uaULl.,aL""", con María, tipo de la Iglesia y de la nueva criatura, hasta llegar a ad,
bitos vitales. Y es manifiesta, a pesar de las diferencias quirir cierta connaturalidad con la Virgen; una vida «en estrechísima
notable concordancia entre el tiempo de los orígenes de la unión» con nuestros contemporáneos, para «comprender perrectamen,
y la reflexión mariológica del siglo XX. Diríase que, atravesando te su modo de pensar y sentir, que se expresa por medio de la c~ltura»
cesiones de los siglos, el círculo se cierra, y retoma al punto de (OS 62), porque sólode esta manera podrá ofrecerse una mariología
María, que parte, como elemehtó de la historia de la salvación, inculturada.
es Cristo, toma a ser vista como intrínse.camente radicada en '"". L~V.~
L .....
Actualmente, la mariología debe recorrer una doble trayectoria: la
de Cristo y.de la Iglesia, es decir, a.estar inserta en el marco histórico,sa.lvífica y la cultural. La primera implica un adecuado conoci~
salvífico.. , miento de la teología bíblica, que no sólo integre a María en la historia
Sin embargo, .no se trata de una mera repetición de cuantoJá de la salvación, sino que además ayude a percibir la lógica divina (que
dice sobre María, sino de una interpretación de Matíay,en ~~~~~~,.~,. se manifiesta en los acontecimientos salvíficos) como concentrada en
de un enriquecimiento de su figura, porque la Iglesia sintió, María, «microhistoria de la salvación». La segunda exige la asimilación
explicitó algunos contenidos bíblicos, dejando a los teólogos de la cultura actual, con sus problemas epistemológicos, filosóficos y
probar la armonía del desarrollo mariológico. con los orígenes y hermenéuticos. En particular, será preciso averiguar cómo la mariología
entero corpus teológico .. pueda presentarse con ropaje científico en el transformado horizonte
Nuestra época debe. tener encuehta la experiencia de cultural del presente, es decir, en un horizonte que implica «la sistemati,
pasados, sus ámbitos, métodos y, contenidos, y' no comenzar de cidad rigurosa, la estructura comunicativa y [... ] la tensión operativa»l.
Valorados COI), discernimiento, esos elementos presentan, junto a Nunca fue fácil estructurar una reflexión mariológica en armonía con los
caducas, fruto de una inoulturacióh a veces excesiva, muchos tiempos y fiel a la revelación bíblica. Hoy sigue siendo difícil. Pero quizá
sin los cuales Ja reflexiónmariológica quedaría descabalada•. la ventaja del presente consiste en tener ya a nuestras espaldas veinte
La sucesiónhístórica.de los estereotipos Ihariológicos siglos de intensa labor reflexiva acerca de María; esta circunstancia nos
momento actuat impartepreciosa.s lecciones para nO:t;epetir permitirá evitar errores y nos hará vivir el momento de sacar las con,
para estructurar un modehverdaderamenteajustado. a la clusiones de todo un ciclo. Ello puede propiciar una «palingenesia»2 de
bíblica sobre María y a la cultura. de. nuestro tiempo. Esas lCI._\;.-"..!! la mariología, que está llamada a renacer como ciencia de la paradójica
son:.la necesidad de no perder.el contacto con la Biblia, a fin: lógica divina, que se manifiesta en María para encaminar a los hombres
caer en una mariología racionalista y paraescriturística¡ la '--AL!o:'-.J!J

1 C. MOLARl, Razionalitií scientifica e razionalita teologica a confronto, en Rassegna di Teología


de la comunión con: el pueblo, para comprender eLsensus fidei
31 (1990) 42.
de María y ,evitar estériles disquisiciones abstractas carentes.dé 2 Cf S. DE FlORES, Palingenesi della mariologia, en Mar 55 (1990) 201-209.
porlQssenderos,deJáiSabiduría1¡sl1Iperiory,trascendente" ¡b;Ú.lt:1icctit~
de asegurarles .un futuroenJaeQmunidád¡humaila'¡y;eu¡ u,; .•.•au",·,
Cuarta parte
celestiaL

aría en la cultura posmoderna


(1989 .. Comienzos del tercer milenio)
los años ochenta, con la crisis delasgrandesideol()gías (tnar~
freudismo, racionalismo) y la recesión económico~industrial,se
la ttansicióna la postnodémidad1• Con el fin de siglo amanece
nueva 'época y unnuevomilenib,no'sólocróhológicamente,·sino
también desde el punto de vista cultural. Bajo el régimen de la posmo~
dernidad los filó~ofos verifican un cambio innegable:

«Se arr~pintieron' de su pasado y proclamaron a voz en grito "la fin


des grandsrécits", es decir, el desplome de todas las metahistotias,de
todos los eternos mitos -fueran marxistas o liberales- que pretendían
interpretar el entero cursodelos acontecimientos, históricos»2.

1.1 . Coyuntura culturaL


Por tanto) la paráb~la deja modernidad contiene :tres. momentos: comien~
za con la emancipaCión o «salida del hombre de sl.I miuoría. de edad»,
,'<,< . 'c, ;,," .',

1 El término «posIDCídernCí» o «posmodérnidad,> áparete'por vez primera en 197.7, para


designar la superación de laarqúitecttiÍairacionalista.El sentido mismo indica· la tendencia a
la recuperación de valores discuriblés e inch,lsO irracionaleS del pasado. Cf M. FERRARIS, Tracee.
Nichilismo moderno, post-moderno, Milári 1983,,; ¿
2 G. BAUM, La modernidad en su perspectiva sociológica,. en Concilium l8 (1992) 931.
508 .. Maria, síntesis de valorés

que es la incapacidad para servirse del propio intelecto sin la guía 'denunciaesdá JpretetrsiótÍ dbreducir 10r humanGta 10;ra:donal,oqtie
persona; choca con el fracaso y la crisis del imperialismo de la razón] 'se'auFlavíanwe;eQrrduce,ln.defectiblemente 3' laifelicielad¡ ,Se
emerge finalmente una nueva fase alternativa que renuncia a la . que lá;T3zón;sea;por: isí:solaicápaz.de evitar rosálJusos de poder,
de las certidumbres para navegar sin rumbo fijo hacia lo de~;cono(::ídl ,de'gestionar con rectittrdmoral; los' avances científicos,. mientras que
La posmodernidad impugna en cierta medida la cultura lllLIUC.LU¡; surge la necesidad de conceder espacio a la experiencia,a la estética y
augurada por el humanismo y por el Renacimiento, y perteCC:LOftadra a;la religión, .dfmensionésconstitutivasde do humanGnoreducibles a
la Ilustración y el progreso científic04• Al saber audaz de Kant, sola racionalidad. «La razón omnidesmitizante aparece, ella misma,
«pensamiento débil» (G. Vattimo), que se considera incapaz de desmitizada» 6 •
los colosales sistemas del pasado, a los que ve como utópicos LTambiénlaJe en el progreso se tambalea alavistá de lostincalcula~
de futuro. Se contenta con vivir con pietas tierna y femenina lo bIes daños ecológicos derivadosrde la instrumentalizaciónd~ la natura~
humano, sin cuestionar, sino recurriendo má~'bienJalaastuta leza.Elhombre moderno se convierte en víctima de su propio progreso,
popular5 • pagandG por ellG un precio verdaderamente excesivo: la contaminación
La pos¡:noclernidad pone; en cuestiónlos tres pilares sobre los. de la tierra, del aire y del mar, el efecto invernadero y el agujero en la
edificó ,la Illodemidad:., capa de ozono,los arsenales de armas de destrucciónmasiva,ebdesem~
pleo y los problemas del Tercer Mundo .• ;~<lil' actualspciedad:del progre~
so está amenazadapofi la autodestrucdón: lenta minclusorepentina».
3. Se cuestiona el valor destacado y,ürientadordelanación,un valor
que; después ele haberseafirmadó con la, modernidad, entró en crisis
3 Así en el análisis déB. FORTEDove~ailcristWhésimó?;Brescia 2000.'En:uria
compleja se observa: «En el plano cultural el siglo XX nos proporciona, gluuClllLuel.1Le, cuando las dos guerras mundiales originaron masacres redprocasde
de bajo perfil. El derrumbamiento de las "ideologías" (con sus luU'uUCl[)1e~
varias naciones,' tanto. capitalistas. como comunistas. Se ha comprendido
ré'ceháberaflbjado la tensión:. iritelectual y haber dado:paso al
a la aquiescencia o al pas()tisrno o alnihüismo,oincltlso a la'.'l·lipc,cresía" ~_ • ..,.,.".•"u., que es •necesario favorecer amplias. aliánzasy confederaciones en el pla~
grándes dialécticas (desdé lás que fundamentan vfd:a-rnuerte; bien~rilal, ve¡'oa(FalIlO¡"tia
de .16§ ,comportarrlientos ¡:otidi:::ul0s.que encausan libegad: y deber, sJlbje~ividad no cultural, político y económico; y actualmente «se ¡están empleando.
creída y praxis de vida, etc.) ha~ abandonadolo~ .<colores vivos y han dejad~ el muchos' esfuerzos para conseguir una economía .demercadoconcertada
y diversas actitudes: el relativismo sin inquietudes; la frúición dé l6inmediátd Sl·n·n~m·()tcfí
tos; la reducción subjetivista de toda verdad y de todo 10 que es universah> (L. '-'t11AKII~bLL socialmente y reguladaecológicamente»8•
orientamenti per il prossimo decennio, en I1 regno/documenti 15 [2000] 489-498). Más allá de esta coyuntura predominante,la proyección hacia el fu~
4 Véanse J.-E LYOTARD, La condizione postmoderna. Rapporto sul sapere, Milán 1999;
La posmodernidad, Barcelona 1986; P. KOSLOWSKI-R. SPAEMANN-R.Lów, Moderne turo yelrefugio~n elpásadb ejercen fuerza de atrác:ción.I,;a. transición
derne? Zur Signatur des gegenwartigen Zeitalters, Weinheim 1986; J. M:MAIillONEs,
la posmodernidad al cristianismo, Santander 1988; W. WELSCH, Unsere postmoderne del segundo alterce~ milenio' confiere a. las postrimerías del siglo XX
Berlín 2000; J. BALLES;rrROS, Posmodernidad: decr,zdencia o resistencia, Madrid 1989; E. un tinte a.P9calípüco9. 'Mientras semultiplicari.'1?-s a,clyertencias de •los
propósito de lainodemidad ydela pestnddetnidad, en Revistáde espiritualidad 48 (1989)'
L SANNA,fantWPologia, cris,tianq tra ~df?.rnita e postTT\od~rnita, Brescia 2q02 2•..'. .•'
5 V éanse o: V ATIrivlo- A. RovAÍTI, Il pensié'l'ó deIJole, Milán 1983; M. FEIUwUS,
chilismo moderno, post-moderno, Milán 1983; A. RrZZI, Le sfide del pensieron debole, en 6 R KÜNO; Cristianesimo; Milán 19971 738.
diteologia» 27 (1986) 1-14;.M, vv.; La posmodernidad,;Barcelona 1986; J. M .. !v!"",,-,c.Jl"'" 71b,,759.
desafío de la pósmodernidad al cristianisrrw, Santander· 1988; J; BALLESTEROS, Pn<'mnr/"rnirlrt,1·, 8 lb, 760.
9 «El apocalipsis está hoy día de moda:. Elánuncio:deun fin:delmundo,'máso menos
dencia o resistenCia, Madrid 1989;E. OARCÍA, A propósito de la modernidad y de la nmmn,1"rr
en Revista de espiritualidad 48 (1989) 353-388; G; DOTOLO, La teologiafondamentale próximo, pero inevitable, resuena por muchas'parteserinuestra CJlltura [... ] »i (N.' ABBAGNANO;
al/e sfide del «pensieron debole» diO; Vattimo, Roma 1999. fapocalissenon fa paura, en I1 Giomale, d 6de diciembre de 1981).
científié0sy,deJos literat0si;qUle vellli'que la hüinélnidad se . entrel:1,ta';él .«.[LaJ.éxpresióri~¡b(;llqie~una¿necesidad;mol·se'puede'COITsidér:ar:como
pUnt0 :ctuciahen eh que cualquierpasQ ,en Jalsor podtfaiser unairespúesta.e:Xi:háustlivajelaboradatealógicamente,ialprobl~ma·de
prdiferan tamoién las~~seña1esdel cie!0» :tapari,cione~ .""',,,.,<1, ...... .Bios,sino.coma ·l.Inqrespuesta! antropológica.e instinriva·a un deseo
nas o fraudulentas,que invitan a laG:onversión:yrevelan CA""'Ar"",.'"'' ;dehHmanidadyde '~maternidad"porparte de.Dios»14.
e! futuro de! mundo.
En sentido positivo se observan dos movimientos: uno, a favor de
parece que: lo «otro» en una>antropologh de frontera; tanto emla ideología mo~
derna como ene! nihilismo posmoderno, que .contemp1a al hombre no
sólo como artífice de su propio destino, sino principalmente. como ser
;vemos que durante ·los.años ochenta.se manifestó vivamente esencialmente re!acional»15, y e! otro, movimiento que. es un 'proceso
de investigar la manera. de poner" orden" en la mu1LL~'LL....a.""j,vL.L.u'\,j de unidad que no sólo aspira a fundir teología y espiritualidad, sino que
temaseclesia1es y de los centros de orientacióny.discernimieh amplíalos horizontes ecuménicos haciéndolos extensivos a las restantes
religiones,. y emprende una movilización total de las fuerzas democrá~
El neo conservadurismo se vuelve «contra aquellas tendencias ticasen una lucha en favor de la .justieia, la paz y lapreservaciótrdelo
vida de la Iglesia que desatienden: la. idea delatrascendencia cread0 1?
pero omite la dimensión. social del mensaje cristiano y exige a la Laposmodeinidad, pues, nos enfrenta ante Hna sitllaG:i6nparadójicaj
«que regrese a.una forma de religión más autoritaria y que insistaem compleja y ambivalente, .que reúne la realidad y las corrientes múltiples
antiguas virtudes de laboriosidad y dedicación¡enel sacrificio y e incluso opuestas:
ascetismo»12,
Alde.rrumbamientode .las ideologías contribuye el renacer de «La organización de. las sociedades aparece como dirigida o requerida
periencia religiosayde la mística. Burante los años ochenta y nr'\'<7A1""\1"", cada·· vez más por opciones contradictorias: •es la fascinación de la
difundedesde8alifomia por la Europa occidental un movimiento unidad y la' explosión de los conflictos; .el pluralismo de lasliberta:des
tualpor su carácter holístico,yqueseagrupa bajo el n,ombre y ehendirseante la homologaCión; Jareivindioación de la .respon~
New Age, «Nueva Era»13. La Nueva Era, en.último término, no es sabilidad de las personas y la imposibilidadCQmpleta de aprehender
cuáles son los centros de.decisión: Es· difícil negar quepreeisamente
10 E. FROMM, Psic~nalisidella societit cQntemporanea,Milán 1961,343, Cf A GENTILI, .
manca alla fine?Prófezie laiche é religiose allesoglie deLDuemila, Milán 1998. . gran difusi6n e~ nuestro t'Íempd, ab:ayendo l~ at:éIÍciónde'espe~iali~tasyde pastores de almas.
llB.SECONDIN, Nuovicammini delló Spirito, CiniselloBalsamo 1990,63. Véans~: AGRAB,Il New Age e la ricercadellalelidtit; en llregnb/documenri 34 (1989)' 615-
12 G. BAUlf, Críticas,neoconservadoras;a las Iglesias, en Concilium 17; (1981) 65-80. 619; J. VERNETTE, Il New Age. All'alba dell'era del Acquario, Cinisello Balsamo 1992 (edic.orig.
número de Coriciliilrrl ~stá clédicácl¿ a «El neo-conservadurismo: fenómeno social y '. francesa: 1990); B. BASTIAN, Le New Age, París 1991; G. DANNEELS (coord.), Cristo o l'Acquario
Cf también M. MARTI, ¿Qué es el fundamentalismo? Perspectivas teológicas, en Concilium (Carta pastoral para la Navidad de 1990), en Ilregno/documenti36 (1991) 415-424; G. SCHIWY,
(1992) 387-403. Lo spirito dell'Etit nuova. New Age e cristianesimo, Brescia 1991; consultese especialmente:A.N.
13 Sus orígenes se remontan, según opinión general, al libro de la esotérica ALrcBANN' TERRIN,New Age. La religiosita delposmoderrio, Bolonia1993 .. [Informaciones rriuyintéresantes
(1880-1949) El retomo de Cristo, editado en 1948. En los años sesenta se produce atulnd:lCló se encontrarán en la obra: M. KEHL, «Nueva Era» frente al Cristianismo; Herder, Barcelona 1990
de los primeros Growth Centers o centros de desarrollo del potencial humano, como los de (N. deLI).
sadena (California),Princeton (Nueva Jersey) "Findhom (Escocia), que desarrollarán Un 14 A N; TERRIN, New Age; 11 L
preponderante durante los años .sucesivos"A través de la experiencia directa de los 15 B. FORTE, Dove va ilcristianesimo?, 115-117.
y de los medios de difusión (18.000 títulos entre libros y artículos), la «Nueva Era» "rl"",,'rl 16 lb, 52-59.
u;ipontaMs:zelémehtos¡S8C}!)One:rr)E~n·¡ma.fGJ:'lajeHpª-:5dtisDrlO,iJadorill.tl;<i .".~u..,'~~" íNueiexJií10ra,1lt¡ál 'réto .del Iínindo¡boIrl.bardeandó a ¡quien
de¡guetosrylas¡margil}'aciones;üla/ciecieriteid.l.st~l.m:íaiOié!ft,entl ;tle:suf"énilauh pésarJie:¡Ú0do, .~ldÍad}1 IdeseptÍembre nO. sólo se
,,;/riqueza'y:Ja pobmza, !aifu:nGiórr:eada Nez. más poderosa~ded()s -golp:earferpzmentea;.unacivilizaciónlen., loe que.tenía de limitada;
ocultos,. sean reales ;oiNirtuales:';Y;:seJpf(0duceJa! arr:lplllaClóFlClctl quesela·quiso.herir tambiénprofúndamente .en sus valores. de
horizontes: hoy día la dimensión europea determina, en "",",,<_libertadyaníor1Q ;
en negativo; los problemas, las condiciones de ,Vida
factores nacionales 'de la identidad;. Las.diversas libertades
que construir iunpatrimoniodesociabilidad. y 1.2. El ser humano posmoderno

ypoperes;máso menosiocultos»17. Durante el tercer milenio--'Coínoafirma]mm.. PabloH.o.,.lo>Ímperativd es


tratar de «ser» más bien que tratar de «hacer» (Novo millennio ineunte,
Máxima expresión de las amenazas que se .ciernen parata 15). Más que en el plano de la actividad, debemos situamos en el de la
ción de Ilnasociedad pacmcay enprógreso es el terrible atE~ntc3.d.cr;CC~1il persona.
las torres gemelas del Wor14 Trade Center de Nueva York (1'1 de «Aunque no se sabe todavía lo que es el; hombre, se.sabe .a1 menos
bre de 2001), que hizo que el nuevo milenio comenzara· en mElClI(j)j lo que es inhúlllano» (E. Bloch). Entonces es'necesatio llegar a '«fijar»
tinieblasd:¡:s la espina clavada en eLtostado de Ja ,sociedad posmod.(~r o establecer de'lllanera definitiva el concepto dehombte" afiri,de;dis~
y de suslproyectos unifkadores.Aquelacto, condenadó ''''''vpr1"'''f'1 tanciado para siempre deja inhulllanidad.Porestemotivotratamos de
el Papa 18 y por la opinión pública como horrible matanza de +7 prestar atención, no tanto a: la antropología primera, presentada en los
sonas que trabajaban en las torres, y de las que nunca más se supo, tratados de los :rnanuales20 ,sino más bien al tipo antropológko incultu~
un atentado dei carácter Jundamentalista islámkoe iba dirigido rado en nuestro tiempo (antropología segunda);
el gran; Satanásj.que los terroristas identificaban con Estados Dejando ya a nuestras'espaldasel segundo'mileniodelcristianismo,
En la:ídeologíaJanáticay homicida del grupo intolerante a\O"UULLU"U nos pregunHrrelllos: icuál es «ehostrodel hombre en los umbrales del
por Osama Bin-Laclen,vemosqué.Amérka no eS.ya la .patria de 2000»21? 0, más bien, lcuál es elrostro que ha: rh.arcado ya el umbral,
bertad, la .dest:ructóradel itotalidirismo de Hitler; ;la. realizadora del· entergiendoantenosotros más allá de las luces -deformadoras...;.. de las
económico; deL proc~so que iestablecelaigualdadentre; las razas y candilejas?
empre,l(de. elviaje;3.1~lu~a, sipo qu~ es el país ql.leyitlJ~a menos por 19 Cf G.R¡(::rITA,:New York. Undici settemOre.t5Úlri~ di~na guerra, TurínZbol.
op~ldb.cia,la';patri~de los" gordinf1~nesvidados,ab0rtistas,' . 20 Sintetizando lo que se dice en los recientes manuales de antropología teológica, G. Col-
zani encuentra en ellos tres convergencias: a) La acelltuación deta radical unjdadde la persona,
superando no s610 él dualismo griego que valora el cuerpo, sin() también la reducción del hom-
171;. CHIARlNELLI, Gliorientamenti.pe1' ilpmssiirio decennió, enIlRegno/documenti 15. bre alacondencia.¡,b). La iTiSercióndeLhombreenlla historia'de'pecado yderédención de un
489-498¡~~ pueblo, historia que. culmina c;on Cristo salv~~i'lr¡ c) La relación del hombre c()n el ~undQ y la
Is.«Aquel día se perpetró un crimen de temble gravedad: enel.transcurso de unos cultura contempoidneos. Peró sobre este últim:o'punto no aburidan las reflexiones de los autores
miÍlUtosmillares de petsonasinocentes, de diversas procedencias étnicas; fueron ma.sac:rad: de los IIlahuales, los cualesseñalanf no obstante, a Cristo como criterio de.c6mprensión, verdad
horriblemente. Desde entonces la gente de todo el mundo experiínentó con nueva lllL';llOlU' suprema y calificación deffuitiva del hombre. Cf G. COLZAN!, Recenti manuali di antropología
la conciencia de la vulnerabilidad personal y comenzó a contemplar elfuturocon sentido teologica di lingua italiana e tedesca, en Vivens Homo 3 (1992) 391-407. /
entonces desconocido de profundo temor» OUAN PABLOIl, No hay paz sin justicia, no hay justicia 21 Cf A. MAZZONI (ed.), A sua immagine e somiglianza? Il volto dell'uomo alle soglie del 2000:

perdón. Mensaje para la celebración del Día Mundial de la Paz, 1 de enero de 2002, n .. 1): un approccio bioetico, Roma ·1997 •
:.;·Puesbien,los;:últimos.:v;eim:te :años ,del·siglo.;XX;dicel1¡adiós'
rábdla. de; lam0de1"11idaH ilustiada Nfefect'úanla¡ tÍansici01T·ab
posIrioderno o. de.la. glbbalizacióú~i Actualmente (;,o'·no"''''' ... ,,,··n-.o~' otra parte avanza el hombre posmodemoí consumista e hijo del pen.~
exigencia de una antropología'·qu~nosea.ya. unicelulanii lil1ll1elllto débil, que vale 10 que produce y está condenado al tedio vital
tomo a sí misma, .sino que esté abierta a la diversidad y alo ~""""';'¡;'.; al vacío espiritual.
Desde el punto de vista antropológico, el horizonte actual Examinando.losfilósofositalianos;desde Severino hasta·Sgalambro y
cado por dos fronteras insuperables. \!¡:l'ttírllo. nos damos cuenta deqúe ellos respiran una atmósfera domina~
da por el nihilism023 . Este aparece como una hidra de muchas cabezas
yes entendido como:
1.2. L, Epílogos. desastrosos del egocentrismo occidental
«Un alejamiento profundo del ser, de 10 verdadero ..y del bien, .en una
Porunlado se. alzan las ruinas del superhombre del siglo XX, eXllCerb~ palabra: del sentido [... ]. Este tiene más de un rostro, a mi parecer
consecuencia del individualismo medieval y de la filosofía "~,.L"..,L,,,' . -afirma V. Possenti.,... el más' radicales el especulativo, donde caen
El regreso a este tipo de hombre resulta imposible, porque, ~VJ.JJ.'J.;"v, por tierra.el fin (el devenir de la vida no tiene. finalidad alguna), ·la
tima de ideologías inhumanas ya .sea: dederecha.s (fascismo. y unidad>(no existe una estruéturá unitaria y significante del todo), la
o bien dé izquierdas (comunismo),' ese tipo se reveló .como iC11JlUl.L~J.,=!.l serenidad (no existe mundo. alguno verdadero ni verdad firme algu~
de violencias y de barbarie. No sin razón. Emmanuel Lévinas na). Naturalmente, existe también un nihilismo del querer,. del cual
sus agudos dardos contra la plaga principal de la cultura.Qcciden 1·
me parece que deriva su rostro en ellltento. d"
. e matar. a D'lOS,
"de
j

egoísmo, que considera aL otro como un ser diverso, hostil y decretar su muerte y de proceder auna des~creaciónde sí mismos y
que al·fin de cuentás hay que eliminar. del cosmos»24.
Ele:otrelazamiento del saber con laecoI).omía explica la larga
los horrores perpetrados por Occidente· durante el siglo·XX, que Palabras y realidades tremendas que nadie, antes de n.uestro tiempo,
tituyen; el epílogo y el fracaso de su filosofía: colonialismo, l..-aI..JlLaUi:lJ:J se había atrevido a pronunciar o a vivir y que son corroboradas en par~
explotador de pueblos y de la naturaleza, terrorismo,genoddio, . ticularpor Sgalambro, cuya.s tesis' resuenan como. ter~bles. blasfemias
mundiales, holocausto, archipiélago Gulag, bomba atómica .........a . "u.'u.a...". y semeja.rtau~énticas locuras. Este filósofo. habla dé una. «teología'. de
moral de Ellropayla de América del Norte alimenta la inquie~ud: la impiedad»25,taneqúidistarttedel cristianismo cornO del átdsmo.,la
cual ha realizado la tarea de inculcar a los seres humanbs laídea'de la
«En efecto, lacondertda.delhombre europeo no se s.ienteen.
[... ].Después de milenios, la malaconcienciad~Europa y .. germanesimoe latinita, Milán 19'88. Cf M. R CANONICO, rantropowgia nel pensierodi E. Lévinas;
en Aquinas45 (2002) 2, 113-160. . . .. .'. ..
razÓng16riósa., de la ra~óntdúnfantepor su. saoer, 'es t9da'una 23 Cf P. GILBERTíNihilisme et christianisme chez queulues ph¡/osophes ztalzens contemporazns: E.

de conclusiones depués de milenarias luchas políticas Severino, S. Natoli et G Battimo,err NouvelleRévue Théologique.121.(1999) 254-273. Cf tam-
bién la discusión entre teólogós y filósofos italianos en Siudia Patavina 44 (1997).2, 3 -12.8.
también sangrientas»22. 24 Pensare una nuova. cultura. Unafilosofiacontroil nichilismo (entrevista a Y. Possenu) , en

Feeria 9 (2001) n. 20, 11 Y13. .. . . . . . ._


22 E. LÉVINAS, fEuropa tra pensiero greco e Bibbia, en M.vv.,. fidentita culturale europea 25 M. SOALAMBRO, Trattato dell'empieta,Milán19S7; L1;ConsolaZlOne, Milan 1995.
inconsistencia desuexistenda; que se halla minada'poT ebdolol.ly .i.La·antt&p61Qg(áf fa~ttial\pteS:enta.ia6S,!aJpectóS.i teales . que'ihacen. al
f

. IÍluerte.A Dibsse lé imputánálá cáusade la insensatez de tlQ)mbrehri~egtírÓ\yl~uhrcelUla¡;io16abrenll¡la . diversidad. alotto . .Gian~ °


ciego 'caminar} hacia la.nada.'· . tTanco,Morra> habló; del :«cuartdnombre». Despl1és idel·hombre. griego,
El nihilismo' se' aplica también al fenómeno cristianocon i

educado.porJa isabiduría y porel.gusto.de lo bello, viene el·hombre


común a los antedichos filósofos: «El cristianismo es irnLPOSlble»'OiIl1 e::ristiano modelado de manera acorde con el evangelio; Luego, en el
porque su fin está decretado, ya que es incapaz de dar seritidoa siglo XVII, es la vez del hombre ilustrado, creyente en el progreso y en. el
tencia humana o está suplantado por la técnica.ypo1'·la "C;~_UL,:U poder de la raz6u; quedisipará toda superstiCión y daráatodo§lafelici~
(S. Natoli). dad,ElcuartoeseLhombreposmodemó, consumista y del pensamiento
El rostro del sujeto humano -añade el psicólogo U débil; es el hombre económico que vale en la medida en que produce.
el del «hombre sin cualidad», el del hombre de la cantidad, mero No obstante; shste hombreegoísta.nb se convierte y no·selibera de la
trumento en elinteriordelaparato técnico. El hombre está· C;UU~fL'" red inextricable del tener; tendrá ante sí el tedio de vivir. y elvacíoes~
la acción y a la función; perdida la profundidad. de su ser, él pirituaLDigamos mejor: la sociedad no tendrá futuro, porque eltriunfo
exterioridad y superficialidad. Es in-:uividuo, el que nocon~divide del egoísmo desencadenará las fuerzasagresivasynecrófilas delhmribre
otros:dmundoeneLque habita: Y,.sin embargo, segun '-'UfHnu..,,,,,. y la vida asociada. no podrá subsistir:
cristiano está llamado. a una «ampliación psíquica» que Por eso eLhombre. ;(eL «quintohornbre» );.será. el ser; relacional yen
catégoua del misterio ymoviliceelcorazón,es decir; los afectos; camino hacia Dios y 10shermímos.E:h realidad,comocristianosycomo
El vacío o el nihilismogeneraliiado es el caldo ambiental en hombres, es preciso ver la sociedad y la 'Iglesia como iconos de la Trinidad,
se ahoga la identidad personal o,al menos, 'queda reducida a un donde cada persona diVina es por la otta i (lo otro constituye), €OTl; la otra
mínimo» bajoJas coerciones o temores del pasado y del futur0 27 ; (pericó¡;esis) y para .la otra (subsidiaridad) ,y donde existe .la máxima
distinciórreri la máxima unidad29 :
El descubrimiento del otro como constitutivo de la persona;' según
1.1,3., El quinto hombxe
la filosofía del diálogO o el personalismo, conduce no s610alaacepta~
ción del principio democrático yde la. tolerancia, sino también a reco~
Desde el pUIlt~ deyistaantropo19gi<f0" de l:;1s ruina~delsuperhombre.
nocer la diversidad «en cuanto tal, en cu::mtodiversidaddeLniño¡ de
sigloj:(OC, emerge ~finales de siglo untipodehombr~i defro1).terq,
la mujer, pero igualmente de la religión, delaJengua, de la cultura»3o.
alt~rn:gti\Ta no' s91~.a 'laideolo~ía ~()dema,sinotambiénal CHO.U, HU'..U·

.En resumidas cuentas, después del homo oeconomicus;. utilitarista e


posp04em(): )loPRry Ylltre identidad y diferen,cia, artífic y del
destino en comunión con los demás y en perspectiva cristiana, 29 Otros prefieren hablar del tercer hombre, que nace de la cultura de la alteridad: «En la

nistg humanQde.la:;1lianza con Dios en la libertad28; época clásica, principalmente en la griega, la aspiración del sabio y su término abarcante~abía:
sido el ser; en la edad moderna el término anhelado había sido el yo, hasta tal punto que Flchte
terminó por llamar no-yo a todo el resto, derivando así todos los sentidos de la egoidad, incluida
26U (JALlMBERTj Psi¿he etechné. ruomo nell'eta della tecnica, Milán'1999:
la de la naturaleza y la de la histona; en la era futura (el tercer milenio) el término áparcante
27 «LOs nombres viverr ál día; raras vetes miran al pasado. porque temen verse <nh,T"nnClÍr
de todo debérá llegar. a ser el otro y su rostro; bíblicamente el prójimo, y se difundirá en torno
si
por una debilitante 'fnostalgia", y dirigen la. atención hada el futuro,h hacen UHu_aw.""
a él una cultura de paz, y comenzará a cernirse, finalmente, el evangelio»(L MANGINI, Tomino
para saber cómo escapar dejos acontecimientos desastrosos que ahora casi todos d1';ULd'Ud' i volti, Turín1989, 68-69). . .•. .
(C. LASCH, Do minimo, Milán 1996, 7).
30 (J. RUOGIERI, Pe?: una cristológi2¡ relazioiUíled.;aJede in (Jesu Cristo .in una societa multicul-
28 B. FORTE, Dóve va il cristianesimo?, Brescia 2000, 98-13 2.
rurale, enSynaxis 17 (1999) 127. ~ .
indhddualista, yademás<cíeE:~oínl:)};e'¡101ístic6,. influidoporila La forrrraesegclal¡Q:l~l¡s.<:lr.ihun.ianoi,esaaforma·.dialogal,.pórque:elYQ
social, ,nace d. <<.tercer.paradigma»:' ·eL hombre· deh cien, 're:al1:za<lQlr¡¡l tiene eon~iste:rú::i~lenllamedidáen:que.existe>ceneh otro y paraiel.otro¡
Cadauno.lpm~de,decit;enJan.iisma línea que E.Mounier:~<Amo,.lúego
excélenciade lasalianzas.31 .'·Setrata.del emergen detOtro como
~oy».36, .etiél sentidódéque: .
lación a la responsabilidad y, además, como constit:utivo de
La vida se transforma así en pro~existencia;y en ampliación.'"''-Vi::''-'"
hacia la diversidad., «Elamor.esellugar de la revélación dd ser. Y es, además; .el principio
dehet.-en: su modo específico-del sujeto en cuestión: El amor hace
que la persona sea como es»37.

En cuanto ser autónomo, la persoriasituada en el mundo y arite los


otros se siente. abierta a conocerlos y a convivir con ellos; No basta es"
está sustituyendo por un modelo:nuevo«de caráctérholístico, ,,'C'f·6~•.1~ tar codo a codo con los otros: ellos me trascienden y al mismo tiempo
inclusivo, omnirrélacional y espiritual» .queda origen a una "':":Jll\.cldJi1U¡ me interpelan' para que yo los. sienta como presencia. La experiencia
cósmica» y a un «proyecto alternativo de civilización». Tal me hace percibir que mi historia individual se integra continüamente
se hallará «más en sintonía conJaléy fundamental dél universo, q . con «otras historias», hasta hacer que surjan nuevos partnerships y
laomnirrelaciondlidad, la sinergia y .la complementcr:dedad>~33. unidades complejas. Sin embargo, paradójicamente estas unidades
Está. surgiendo una necesidad irreversible de responsabilidad no se constituyen si no es medianteunaactit1.ldde.. acogida del otro,
lectivúque sustituya laglobalización competitiva por la R:ttIDatlZ(lClC actitud que llega a la plena disponibilidad y donación 38 • En efecto, Dios,
cooperativa, la explotación de las personas y de la naturaleza por la al crearel hombre asuimagen,Jo hizo la única criatura que «no pue!~
procidad respetuosa y comunional, la búsqueda dél propio ',.'t-r"·~r
h1A ....
de encontrarseplenarnentea sí rriismosino .en la entrega sincera de sí
él objetivo dd bien común y de la paz. mismo» (GS24).
ELpersonalismo afirma, con M. Buber: «Al prihcipioexistef Tomás de. AquinofundamentaJa posibilidad del den gratuito en el
rélación»34, la.cual, .por tanto, estructura al ser. humano, amor· agápico, que no exige. nada a· cambio porque quiere el. hiendel
relacional pOLorigen y. constitución. La rélación revéla una otro39 • Como observa J. Derrida criticando a M. Mauss,espredso dis;..
originaria; porque «intélectual y materialmente él otro es tinguiLentre el don y el intercambio, porque el don, en cuanto tal, no es
vida para cada .uno denosotros»35. Es decir, él hombre se realiza 36 «El acto de amor es la más sólida certidumbre del hombre, el eogito existencial i~efuta­
ble: Yo amo, por tanto se da el ser, y la vida tiene validez» (E. MOUNIER, Il personalismo Roma
camente como persona en él movimiento de apertura y de don de sí 19899 ,50). '
otro. 37 S. PALUMBlERl, Amo dunque sono. Presupposti antropologici della civiltil dell' amore, Milán
1999,84.
38 Sobre la importancia del «otro» en la constitución de la persona y sobre la nueva cultura
de la «alteridad», véanse: E. LÉVINAS, rhumanisme del'autre homme, París 1973; L. VAN RAN,
31 A CAlLLÉ, 11 terzo paradigma. Antropología filosofiea del dono, Turín 1988, 8~15.
Autrui dans la pensée de Gabriel Mareel, Friburgo de Suiza 1976; A. CAlLLÉ, Il terzo paradigma.
32 Cf J.. MOLTMANN, La resurrección: razón, fuerza y meta de nuestraespera7Ulza, en
Antropología filosofica del dono, Turín 1988; l. MANclNI, Tominoi volti, Turín 1989; P. RrCOEUR, Sé
lium35 (1999) 815-826; .
33 L. BOFF, Vida y muerte sobre el planeta Tierra, en Concilium 35 (1999) 781.795.
eome un altro, Milán 1993 (ed.!or.francesa:1990); G. CrCCHESE, Ipereorsi dell'altro. Antropología
e storia, Roma 1999; Alterita in prospettiva antropologiea,.enEuntes dotete 53 (2000) 137-150.
34 M. BUBER, Ilprincipio dialogieo e altri saggi, Cinisello Balsamo 1993, 72.
39 STh, l, q. 38, a. 2 . ' .
35 G. GUSDORF, Filosofía dellinguaggio, Roma 1970, 52.
jamásun:.iIltercarilBto:3es urrQol}an sim r~cipr00idad,:y; 'Sin "~." I.V~J.LV,',.\
T
¡1,.AJjan(!}éJ,~()irtl~/;1?re~om ihiol rational
movimientq absolutarrrente7iBcircula7:depura¡a¡ber~tliai~D1;i. ,·yadopttióflsdéJtías ::alternativas;
'. Ene!;. Nuevo, Testamentoelr ,vocabulario~del i
relevancia para indicar que el Padre por mediq)d€;Cn'sto.em.el LiBerada.delas atadutas del Ihétodo deductivo, la matiología se aBre á
concede sus dones a los fieles: la gracia, el reino, la gloria... (Rom 5,
" " ' , ~
un nuevo.'estatutoepistemológico, que aparte de adoptar y cultivar la
17;; ICor l,4;Ef.3 ,14;19) .. Jesús llega a lo sumddela donación dé sí vía histórico;salvífica' aBierta por el concilio VaticanoH, exploraasu
su.pasión:sedio a sí mismo (Gál1,4;lTim2,6), dio su vida{Mc vez nuevos caminos alternativos, como la via pulchritudinis, la teología
dio su cuerpo (Mt 26,26). Más aún, élmismoies el don po,r¡:eXC(~lel1C narrativa/narrante y el enfoque interdisciplinar. Al mismo tiempo, en
que Brota del amor del Padre: «Tanto amó Dios al mundo que concomitancia con la exigencia halística del New Agi,se afana con
a su' único Hijo»,. Qrr 3,16)41. Jesús,.a su vez" ofrece. muchos dones ímpetu en recuperar la dimensión espiritual y mística de la teología y de
hombres: la PalaBra Qrr17¡7.14), eLpan de vida QlI'6,3551), la, la mariología; De ahí se derivan cuatro capítulos:
Qn 14,27) ,ilamadreQn 19,26;27). En'particular, Jesús hace Cap. XXI: ·Modelo histórico~salvífico desarrollado: María,mic:rohis;
preciosísimos~ «le ha dado su Espíritu' sin medida» Qn 3,34) y «la toria de la salvación;
eterna:Qn;1O,28) .. Cap. XXH:Mariología segúnla via pulchritudinis: .una Belleza que
lleva por nombre María;
Cap. XXIII: Mariología narrativa/nattante: Maria; una perS011a de la
2~Mariología pos moderna , que hay que narrar;
Cap; XXIV: Mariologfainterdisciplinar:Maríaen perspectiva de
Muy lejos de permanecer fija enlas posiciones adquiridas y co:nUltnl:ad8 globalidad;
por el concilio Vaticano H,la mariólogía.no languidece, y Busca Cap.XXV:.Modelo espiritual: María mujer mística.
cadores en algunas instancias de la posmodernidad. Con esta CUi.LHi,:1\';'ilUi
lIose quiereinsinuar.'una'perfecta yuniversalinculturación de,la
y del culto de Maria en la etapa culturalposmoderna~ Se pretende 2.2. Pensamiento ,débil y «kénosis»
sólo hacer notar qué tamBién esta cultura influye al menos lJa.j''-'L<:ULJ.~'-'LL7 de Cristo yde María
te en las concepciones y ,expresionesmariológiCas, algo que "'V\..L'-'LJL~V'"
anticipar así: No falta una aplicación direetadel pensamiento débil con la valoración
de lakénosis de Cristo; en la que María participa íntimamente. Vemos
que ya Agustín llama a María «madre de la deBilidad», porque engendró
a Dios arraigado en la condición humana. La Virgen de Nazaret aparece
contextualizada en la historia espiritual de su pueblo, pequeño, despre;
ciado y pisoteado por las grandes potencias. Ella forma parte de los «po;
40 CUDEluUDA, Donare il tempo. Lá mónetafatsa, Milán 1996, 40; bres de Yavé», cumBre espiritual de Israel, pero pertenece tamBién a la
41Cf O..BATIAGLIA, Lá teología del dono. Ricerca di teología bíblica sul tema del dono.'dí Dio nel
vangelo e nella 1 Lettera dí Govanní, Asís 1971, especialmente pp. 84-122. humanidad religiosa, como mujer que está a la. escucha del Dios que se
revela, a quien hace ¡d()na~t6:t;l\tQtaHde\sÍ':m,is:m,a; .
· ., ..... ,.
4 A. rn p l¡acro/J;eGlJrnenura
.2 ...
drado alSeñor dell.ltliversQ;}ena~1l:evB.1.1.na2Vidacsm . de los horizontes marianos
en situaci6n de pobreza y de ausencia de cualquierpodeté
Su kénosis suprema se alcanza en el Calvario,cuaridoMaríil\:-A'J"'L.un.VJ En el movimiento ecuménü:o de unificacióri en Cristo, que lleg6 a ser
ta la espada del dolor. Esta perspectivaabreuncapítu1o:inédito: . másurgerite>por las divisiones' existentes a lo largo de la historia entre
XXVI: el Modelo ken6tico:; María madre de la debilidad; las confesiones cristianas, no se reconoce ya a María como un obstáculo,
porqúe las verdades acerca de ella no son separantes, como reconoce el
Grupo de Dombes.Además, María es madre que acoge a los dispersos
2.3. María y la antropología rela.cional hijos de Dios, coopera para unificarlos en el único Espíritu y para pro-
yectarlos hacia el Padre.
El hecho de afirmarse una nuevaconcepci6n de la persona bajo el .' Cap. XXIX: Enfoque ecuménico einterreligioso: María,verdadno
dda rdaciohalidad, impele a.1os rnariólogosa estudiar a María· como separante.
enteramente relacional e icono de la Trinidad,por sú estrecha
con las tres .divinaspersonas. Para realizar una . humanidad. a UL1a~'~L
de Dios Trinidad, donde se dé el máximo respeto de las personas y 2.5. Neoconservadurismoy lacuestíón
máxima unidad, existe. la vía regia de María; poda cual pas6 el Verbo de la mediación mariana·
Dios para llegar a ser Hijo del hombre y ofrecer su cuerpo por la re(:ot!t'1:
ciliaci6ndeJosseres humanos,entresíy con el Padre. Con toda j El movimiento promotor del denominado quinto dogma mariano,que
Máximo el Confesor llama a María «icono espiritual y errllnenterhel:lte' consistiría en definir a María como mediatrix, advocata, coredemptrix,
racional, [... ] grata y sumisa al Padre, al Hijo Y aL Espíritu Sarito»42. tiende a proponer de nuevo estos títulos estudiados por tres comisio-
cualidad particular de María es la de no ser imagen estática que nes en tiempo de Pío XIv evitados por el concilio Vaticano 11. .Pero
que contemplar, sino la de ser madre y hermana que nos precede y la problemática de .la mediación maternal de María vuelve 'a ser de
nos señala los senderos de. la verdadera antropología. Educadora actualidad y suscita un estudio más cuidadoso que, teniendo en cuenta
Cristo Y de la Iglesia, la Virgen del Magníficat es promotora de ~'-"_LVH las posiciones adoptadas por el concilio VáticanoIl y por la encíclica
social y, a la vez, icono de paz. Aquí es preciso tratar de este tema que Redemptoris. Mater de Juan Pablo II (1987),. trata de evitar cualquier
es rico en cOhtenidoshumanos y cristianos: equívoco teológico y de volver a proponer .de modo nuevo y másade;.
· Cap. XXVII: Modelo, personálista: María, tipo relacional e icono de cuado culturalmente la participación de la Virgen en la única mediación
hTrinidad; histórico-salvífica de Cristo.
Cap. XXVIII:· Modelo mistag6gico: María educadora, promotora de Cap. XXX: Enfoque promotor: María mediatrix, advocata, coredemp-
compromiso social e icono .de paz. trix: ¿un quinto dogma?

42 MÁXIMO EL CONFESOR (t662), Vita di Maria, 12; TMPM, 2, 193.


Marfaen laq;lltura posmoderna-

2.6. Proyección hél.cia, el fLlturó.,de/vl1cmdcj interdisciplinar y mística. La vía conciliar delarenovaciónges-:


en un fecundo diálogo ecuménico entre las Iglesias cristianas,
eolllllllLa

La atención hacia el futuro interesa por las implicaciones '-'"\.,u'-'~a~'<,,.\. un. diálogo que se abre también a los judíos, a los musulmanes y a las
pudieran derivarse de las decisiones mortíferás' deJas naciones 0 • religiones mundiales.
movimientos religiosos integristas, pero .tambiér:t pOI' lá ad9Pciónde . La vía de la recuperación se desarrolla creando una antropología perso<
postúra ante el período final de la historia. Se inteFpela aja UWl""",'HéJ>= tica y trinitaria, que encuentra en María un modelo paradigmático.
para que.interprete no sólo la presencia de·laMadrede Jesús en el Ante esta. inmensa cantera y ante la aparición de nuevos plantea<
leodeLaño 2000, que nos remite ál momento crucial dé la '-'U'''ULLLW'''L
mientos se puede hablar legítimamente de una palingénesis mariológica o
43
del Verbo en el seno .deMaría por obra del EspÍ1;ituSanto, sino de un status nascendi de las reflexiones acerca de la Madre del Señor ,
a los últimos tiempos de la Iglesia según las intuiCiones ~_,,,+A", no sólo porque se da la espalda al modelo onto<mariológico iniciado
san Luis. María de Montfort. Además, las apariciones yen por Suárez y Nigido al prevalecer en ellos la razón teológica y la meto<
los secretos de Fátima constituyen post eventum una clave de dología filosófica, sino sobre todo porque ahora se quiere proceder por
hermenéutica de los tiempos actuales y futuros. La figura de un camino más ligado a la historia de la salvación y más adecuado a la
adquiere las connotaciones de una madre muy atenta a la suerte cultura contemporánea.
pudiera correr la hurn:a::hída:dj,y que,portanto,se halla. l-VJLlll-'LVJLllC:'UU María está llamada también, en esta nueva época, a desarrollar en la
como líder mediánica en la lucha final,. y que ádemas·es corn:o una Iglesia la tarea mistagógica44 de hacer que en esta se verifique una más
montaña donde se forma a los cristianos en la escuela del evangelio y íntima inteligencia del trascendente misterio de Dios y en una elevación
los. enseña a ser dóciles al. Espíritu. Se perfila así el capítulo final: de la calidad de la vida evangélica de la Iglesia.
Cap. XXXI: Enfoque. proléptico:. María y el futuro del mundo.

En la práctica, en las postrimerías del siglo XX ya -comienzos


tercer milenio, la rn:ariología esta. caracterizada por, una ,",V.UlC-J.l-U.l-LO

más-madura de sus eleycioneshosólo en 'cuanto a la metodología


también a los contenidos. Pero,enrealidad, la mariología no hace.
que.llevar a cabo los tres caminos pos conciliares de la renovación, de
recuperación y·delaconfrontación cultural, pero con resultados. que,
más,soninéditos e imprevistos.
La exigencia de la renovación y de la inculturaciórr conduce a 1á
elaboración. de un nuevo. «status» epistemológico, en eLcualse
dos polos fundamentales de la rn,ariología: la historia de la slillvacióny
la hermenéutica. En los desarrollos de la historia de la salvación se ob< 43 Cf S. DE FlORES, Palingenesi della mariologia, en Mar 55 (1990) 29 1-209 . .
serva la tendencia a presentar a María como síntesis histórico<salvífica, 44 Cf Y. KOUASSI KAN, La présence mystagoguJue de Marie dans I'Eglise, Roma 1998 (teSIS
para la licenciatura en teología con especialización en mariología; la tesis fue presentada en la
mientras que la hermenéutica se abre a las perspectivas narrativa, Pontificia Facultad Teológica Matianum).
Modelo histórico ~ salvífica
desarrollado
María, micr;onistoria de la salvación

1 abahdonodef método dedúctiv'o,bctsadópredcíminantemente


en la razón, que se había impuesto en la manoi8gía sisternática de
Suárez,Ni.gidohasta el concilio VaticanoIl, es uhábandono que
se realizó durante elposconcilio en coinciclencia con la posm9demidad:
Su desapancióri se halla documentadil también por el h~ch() que observó
B. Sesboüé acercade~que «durartte loS años posconciliates» se registra
«un gránsilen.cio» sobre «el "primer principio" de ia'teológfa.'marianá»l.
Esto significa que los autores de l()s manuales d~mariólogíasepeicatan.
de lairr~soluble aporía que anicla en este primer· principIo y,por tanto;
comprenden qúe no se puede ya cortstruirla mariología basándose en
éF. Así pues, siguiendo elespíritq. del concilio Vaticano. Il, los marió,

lB. SESBOÜÉ; La théologie marialeapres Vatican rI,en J. COMBY (ed.), Théologie, histoire et
piété mariale; Acte du Colloque Vniversité Catholique de Lyon, L30ctobre 1996, Lyon 199:7,.64.
2 En realidad, tal principio, que por definición debía estar claro y ser indiscutido por
todos, se resolvió (o disolVió) en un notable abanico de propuestas sin alcanzar ninguna clase
de consenso. R. Laurentin extrae la conclusión de que es forzoso renunciar «a seguir un plan
deductivo», y de que hay que, contentarse con puntualizar «el orden de la vida de María» desde
el Antiguo Testamento hasta la. Parusía, aunque descubriendo en ese orden sus afinidades y
cierta unidad orgánica (R. LAURENTÍN, La.Vergi11é Maria. Mariologia post-conciliare, RoDia 1983,
162 Y 170-171). Por tanto, se reconoce que se debe abandonar la vía deductiva, recorrida ya
sin éxito por los autores de los.manuales,perosintenunciar por eso a una visión unitaria de la
mariología: En esta línea, W Beinerthace notaipertinenteDiente: «La búsqueda de un "prin~
528 ~María, síntesis de Va.l 6res .

1.ogbs{influgll:r?~11~~fl~evo estatus epistemológico de la disciplina, la. Mq.dr~;dekSeñ0l'j!.eru lO~íte'specti:Vos:ée~text6s.teológic0s. dee.ada 'i.mo


eje 'es la ~sc~~h~\i~ ra.J~alabra de Dios)' gll:<::()nte~p~a. a María de los hagiógrafosi' ;Itst,eJplanteamiento históncQ:-salvífico,quese deriva
contexto histórico~salvífico3. de la teología bíblica y que es común a otrasdisdplin.as teológicas,.co.;.
roieruas a ser reconocido en su importancia fundamental y a secaplicado
a la mariología.
1. Figura histórico-salvífica de María Durante la última década del siglo XX se observa un boom editorial
de tratados' mariológicosautónomos(sehan publicado al menos 20
La opción del concilióVatiéanb II de ubicar II Maria' ~enél títulos) 6, a los que hay que añadir las disertaciones sobre María dentro
Cristo y de la Iglesia», es decir, en el «misterio divino de la de 'otras disciplinas.teólógicas 7• Aun. con vacilaciones,· y. recurriendo
(LO 52), es asumida como normativa por los mariólogos, quienes ocasionalmehtea lametbdología anterior,. elplan.teamiento histórico~
tienen que no se puede hablar de María si no es partiendo de su salvífico es el predominante entrelos. autores. En.ellos, ·10 novum conci~
en el plan salvífico divin04• liar acerca de la metodología y los' contenidos mariológicos es .acogido
Esta situación de María implica, en sintonía -quizá inconsciente- a nivel internacional y llevado a.la perfección mediante una valoración
la cultura posmoderna, un distanciamiento del enfoque hlr)c¡'ynr,,_ ...'1rl.n'Y1" más o menos amplia de la palabra de Dios y de una apertura a la cultura
propio del método dedu,ctivo, o del pensamiento t ..n,'cr<''YlI1'''Yll~n de nuestro tiempo. Sin embargo, es inusual tropezarse con un curso ma~
c~ " ",' +' , / ; , • • • '., : e; ,: ':, "

para adoptar elcJ;it.erio deunprimordiall;lnclaj~ en la.histor~a. Po~ riológicoestructurado según las indicaciones del decreto Optatam totius
los tratados, JJ1ariológicos recientes, abandonando el 16, porqueeá general los diversos autores desatienden., por 10 menos,
d~dllsttv,o pr~pio de la ontoteología, dedican. ~Ila part~ ,",VJL~CW •.H_'<UJJL'-
uno delos cinco puntos. que seenuméranen ese texto.conciliar:
María en la Bibliq., siryiéndose. de las investigacione~ d~< la exégesis
, ", . '... . / .,;'; "',,' ., . 6 X. PÍKAZA, La Madre de Jesús. Introducción a la mar0logía, SalamaIlca 1989; AM.CALERO,
temporáfleél.,que«abri6 nuevas fronteras, a la mariologú¡l, [... ] reforz.ó Maria en el misterio de Cristo y de·/á Iglesia, Maarid 1990; A KNlAZEFF' Lá Madre di Dio nélla
ba~~ escriturís~ca de la mariología. y la~m;iqueciÓnotablementeu\...·"u~.,~ Chiesa ortodossa, Cinisello Balsamo 1993jed. orig:. fr~ncesa, 1990); V. ZocCALI, Ma1ja diNazaret
/á Vergine Madre. Saggio sisteritático di ffiáiio!ógia, Reggio Calabíia 1990; E COUR~, Mariologie,
punto, de vistél. t~mático»5. No se. reCl.Jrre ya ala Biblia para Probélr Gr:iz-Viená~Colonia 1991; Maria, die Mutter des Rerm, Nallendar 1991;M. G. MAsclARELLI
(ed.), Il mistero della. Vergine Madre. Lezioni di teologia mariana, Chieti 1991; C. MILlTELLO, Ma-
pn~establecida§, siR-ppa~a ponerse a la escucha de lafalabra ,(auditus ' riologia, CasrueMoriferrató 199t; S.DÉ FlORES, Maria Madre di GesiL Sintesi storico-salvifica; R.
dei), a fin de q.prt:hellder todo lo que la revelación ha comunicado LAURENTlN, Maria chiave. del.misterocristiano, Cinisello Balsamo 1996 (ed. orig. francesa; 1994);
J. L. BASTERO DE EUZALDE, María, Madre del Redentor, Pamplona 1995;]. C. R.GARCÍA PAREDES,
Mariología; Madrid.1995; W.BEIl'ÍÉRT-KPETRI (eds.), Haridhúch de'rMarienkuride, 2 vols., Ratis-
cirio fundarn:ental"~omo conexión l<Sgica sob~e i~ cual edificar esta disdplina no fructificó bona 1996~ 1997 (reediciÓI). y refundición de la: 1ª ed., de 1984); G. COLZANI, Maria. Mistero di
resultados. En cambio, se revela fructuosa la idea de un paradigma como principio hermené\ grazia e di fede, Cinísello Balsamo 1996; M. PONCE CuÉLLAR, Máría, Madre del Redentor y Mádre
ticonormativo, que permita verlos datos de la tradición bajo un aspecto unitario y ayude de la Iglesia, Barcelona 1996; A ZiGENAUS, Maria in der Heilsgeschichte. Mariologie, Aquisgrán
teologíá y aJa Iglesia,a mantenerse en el conocimiento de la actitud de la Madre de Cristo» 1998· D. FERNÁNDEZ María. en la historia de la salvación. Ensayo de una mariología nar:rativa,
BElNERT;Maria/mariologia, en P. EICHER (ed.)"Encidopedia teologica, Brescia 19902,538-539). M~d;id 1999;-K:-KMENKE; Incdmáto nelslmo della Vergine Maria. Marianellá storiadi Is'raele e
,3 Cf S, DE FIORES,Statuto epistemologico della mariologia, en EphMar 49(1999) 307-33L . ' nella Chiesa? Giniset¡o Balsamo 2002 (ed. orig, alemana, 1999; v;ersión españ<?la ele inminente
4 «La vocación de María [... ] no puede captarse y comprenderse únicamente dentro aparición); E. PlACENTlNI, Niwvo corso sistematicodi mariologia sub luce Imnmaculatae, Frascati
misterio delproyecto de salvación querido por Dios para la historia de la humanidad y el ser 2002; L. SCHEFFCZIK, Maria, crocevia della fede cattolica, Pregassona 2002.
María; .su:persona, en. última instancia, se contempla en la: perspectiva de la tarea que Dios 7 I. GEBARA-M. C. LUCCHETIl BlNGEMER., Máría,en I. EtLAcuRÍA~J. SOBRlNo(eds:);Myste-

ha confiado». O. AUER, Gesu il Salvatore;Soteriologia, mariologia, 565). rium liberationis. Conceptos fundamentales de la teología de la liberación, 601-618; A MÜLtER-D.
5 CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA; La Vergine Maria nella formazione SATILER, Mariologia, en T. Schneider (ed.), Nuovo corso di dogmatica, II, 181-218; E COÍJRTH,
tuale e spirituale, 25-3-.1988, nó 11, Cf en el mismo sentido JUAN PABLO II,Discurso alla Pn"tifirirl Mariologie. Maria, die Mutter des Christus, en W. BElNERT (ed:), Glaubenszugange. Lehrbuch der
Facolta Teologica Marianum, en rOsservatore Romano 12-13 de diciembre de 1988, 4. Katholischen Dogmatik, Barid 2, Paderborn~ Múnich-Viena-Zúrich1995, 299-398.
·.';·!Elf:eólog05G~!.0blzani8(rdespuést.de!poner!de!maninést0! aca:baU()déHat1:ad:iQiómbíblic0~edesiar y de la·cultuta..¿ontemporánea;-
dades que socavanhus.fundamen.tosde la mariologíir, CO:t:lS1C1elra;(~SenCl autor: resuth:een\una<trase,J::i fe de la Iglesia según el movimiento
recurrir; .alcapítulo VlI.Ede l.a! Lumengentium., que J!lropone~com@ .
manera más adecuada de tratar sobre María no.desdeuna npr"l',pr;/,·l,
autónoma, sino a la luz de la palabra de Dios y, por tanto,comOl «María de Nazaretfueelegida desde siempre y preparada~capacitada~
doctrina plenamente inserta en el misterio . ddCristoy de:la consagrada (inmaculada) para ser la madre virginal del Hijo de Dios,
Colzani esta convencido de que la prioridad que 1iortespondea la el nuevo Adán,' el Redentor, el Crucificado y el Resucitado, y a esta
ha de' ser el húcleo para estructurar una reflexión .válida sobre eleccionde Dios María respondió con fe· llena de amor yde cohe~
ylo hace hasta el punto.de descartar eldenóminadoprimert"'\1"'·,.,r', ...., renciahasta el· final (maternidad, virginidad, asunción). Este es el
mariológico, que es necesario «hacer quese.pierda, como misterioque'se celébra y se proclama en los dogmas marianos»13.
estéril que es». Y, sin embargo, el citado autor no se resigna a un
positivismo de los hechos», y no renuncia a alguna clase de Ahora bien, lo arriba expuesto no debe dar pie a hacer .de María una
dad», como contribución al «nuevo estatllS» de la mariología. Su «mujer superprivilegiada»,a la que hay que admirar antes que imitar.
pectiva aparece condensada en el título María. Misterio de gracia y Cuantos acentúan la singularidad de María, situando su persona «en el
donde se encuentra el doble movimiento. que caracterizaalasal reino de los privilegiDs»,laestán alejando de nosotros: Cuanto sucede
es decir; el encuentro de la gracia proveniente de Dios con la en ella es símbolo de la totalidad del proyecto de salvación -«la totali~
que ella provoca en la persona humana; Enefecto,paraColzani, dad en el fragmento»,..,-, con 10 que se afirma la comunión entre nosotros
«se halla comprendida en el ámbito de aquel acontecimiento' eh el y María, la cual «ho es una privilegiada, únaexcepción, sino la máxima
Dios que se comunica y el hombre que acoge la autocomunicación expresión de la benevolencia de Dios Padre hacia el mundo» 14. García
vina lleganas~r una lÍnica y definitiva re8.1iclad en Jesús»9. Así que Paredes mUestra que se asimiló el espíritu del concilio Vaticano, con~
autor asevetaque~<I8.elección de Marí~ se nalla en el designio' .. frontándose decididamente no sólo con los'desarrollos de la teología,
subrayando «la centralidad de la gracia. divina en la persona de sino también con la cultura de nuestro tiempo, incluida la corriente
y,: a la vez, «cóJJ:lo se cumple la grada en la feqlle se 8.bandona a reciente del «pensamiento complejo» (G. Bateson, E. Mortn) •.
La secuehcia gracia~fe vuehre a aparecercúando el autor establece
singular personalidad de María, la llen~de gracia>~l1,personalidad
apareCe como constitúida por el amoretefIloysalvífico de Di9sy 2. María, microhistoriade la salvadón
fe como respuesta de alianza;
De nianerasemejante, J~C~ R. Garcí8. Paredes 12.supera ,el Algunas veces,cleMaría
.
en
.
la historia. ele l~ salvaCión se pasa a la histo~
miento deductivo Característico de los'manuales, y 10'hace ria de la salvaciól). en María 15, Y dentro de la lógica' diviha transmitida

8 G. COLZAN!; Maria. Mistero di grazia e di fede, 336. 13 lb, 292.


9Ib,25. 14 lb, 252-253;
!O lb, 161~ 183. 15 «El que quiera. profundizar. enla' doctrina manana desde el punto de vista' bíblico; no
11 lb, 218-236. podrá hacerlo sino a través de lmaexploraciónniásextensa de la historia deh salvación, Inver-
12 J. c. R. GARCÍA PAREDES, Mariología, XVIA18. samente, el que quiera comprender tada'véz@ás a fondola historia de la salvación, tendrá que
pOLe1mensajebíblico¡se'eligenEosparadigrnas) laS,lO€fSbe€tnmls"Ojesl[it:t .,. teniendo.:en;(werfta:qué esta procede de -una'úÍlica fu~mle:;¡ DioS 19 •
masparacomp rei1der yorg~nizaten síritesislosda.tos eCJleSlale~SJaIG~J ",Íloto.vÍG),que . . estarreductioad ;unuffi'tesulta: .una empresaardua~
de la Madre de Jesús; Esto sucede en la obra del ~scri.tondela ~l--aJmclíé.rl'eJt:l'.el-c:arnLpb bíolício;:comoya sucedíaenla mariologíaapropó~
obra 16 , incluida en el «curso de teología sistemática?> de las LU.1Llt1~ delpri.p:íerprincipio,unmuestrario de interpretaciones que apuntan
Dehoniane 17 , que reserva un espacioimportante'aMaría; aJa una· triple direccióm apofática, temática,' histórico~ salvífica.
templa a la luz de la revelación. Consorprésa, .se descubre. fácilmente .que .las líneas fundamentales
La exposiciónescriturística sobre María ,se halla en.las laBiblia,.delineadas porIos exegetas, convergen puntualmente en la
importa.ntes, dedicadas por los especialistas, .a ,lá ,teología IJH,U\.:;a.:;;¡, de Jesús:
Antiguo y del Nuevo Testamento,los cuales tratan. de u.",,,,,,;uU.y·
principales formas de actuación dé Dios y de vislumbrar un ~~~~" . . . '«María aparece al término de los tiempos deda promesa como la
unitario subyacente ala totalidad de la revelación18 • A pesar de la confluencia de los caminos de Dios y, . a.la vez, como elpurito de
cluyehte advertencia de Kasemann, .quien tacha de. «sueño y partida de sus ramificaciones. Puesto que Dios; aun revelándose,
la aspiración de engranar una teología bíblica unitaria «nacida dé permanece escondido, también la vía/María está envueltaen.el mis,,:
única raíz, ,que se desarrolle, mediante una continuidad sin ....n.~t-".~AC terio:manifiesta y oculta elactuardeDios. Ella pertenece al Antiguo
losexegetas no renuncian a desentrañar la unidad profunda de la Testamento, pero.COIllO . toda la revelación bíblica, "gravita hacia .el
acontedmientoCristo.
COnSiderar necesariamente a la madre del Redentor, que está unic!.a. con víncúlos .lUUL"'V1UlJ. María es la mujer de la alianza, que realiza las profecías de la Hija
con el centro mismo dela historia salvífica» (A. FEUILLET,fheure de la femme et l'heure .de
de Jésus;'en Biblka47 [1966] 572). .... " .• ,
de Siónconmirasa.una unión indisoluble entre el hombre.y Dios.
'.' 16 S:' De FlORES, Maria Madre di Gesu.Sintesis stdrico,sa.lvifica. La obra adoptó int(~nci()p La Virgen está inserta en el proceSo de elección-:sustitución que
damente el método teológico propuesto por el decreto OT 16. Para la inserción del
cdntexto itáliano, CfAAMAto; La Mariologüiitaliananel XX sécolo, en The()tokós 1 va desde la pluralidad hacia la unidad.
35-72;L1.,Mar;iologíastorico~salvifica diStefano De Fiores, en Sale~ianum 1 (1993) 561 Es ejemplo paradigmático· de. la correlación, por .cuanto, siendo
17 En él, lós diversos tratados no dejan de indicar las referenciasrn:~ri~nas que
tema abordado por ellos, por ejemplo; lastelaciones de María cori 'Cristo (cristología) y obj eto de la mirada de Dios, responde con fe y conductareligiosa.
el Espíritu Santo. (pneumatología) ..A.. AIy1ATO, (}esu il Signore. Saggio di . cristología,
1988 «<Implicacíon~s mariológicas», 339-343 y passim); E LÁMiÍlAsI, Lo Spirito Santo: .
Es'la persona:del diálogo con Dios, la mujer delencuentroy de la
e presenza .. Per una sintesi di pneumatologia, Bolonia 1987, (<<En el Espíritu Santo, la Iglesia experiencia del Dios salvante y bendiciente.
mariana», 295-310).
18 R. SCHNACKENBURG, Neutestamentliche Theologie. Der Stand der Forschung, Múnich
El título de "inicrohistoria de la salvación" le corresponde, porque
o. CULLMANN, Cristo e il tempo. La concezionedel tempo edellq storiand cristianesimo . ' en María convergen y se entrelazan los modos de actuar divinos y,
Bolonia 1967; H. CONZELMANN, GrurUliiss deT Theologie des N¿uenTesta;nents, Múni~li
VON RAD, Teología de/Antiguo Testamento, 2 vols., Salamanca 1972; W G. KÜMMEL, La teología además, en ella se encuentra la respuesta ejemplar a las intervencio~
NuovoTestamento: G~u, Pa~Io,Giovanni, Brescia 197.9; J. JEREMIAS, Teología del Nuevo 1",t/1mpnt
I, Sálamánca1974; J; L. McKENZIE, Teología dell'Antico Testamento, Brescía1978;
nes de Dios eIlla historia de lasálvación»20:
,
Teo/.qgía .biblica, Stor;iaeproblerruxtica, Brescia 1979; W EICI-!RODT;Teologia: dell'Antico ", ,; , ;

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Salamanca 1981; H. SEBASS, Il Dio di tutta la Bibbia. Teología biblica per l'orientameitto nuovo statutoepistemologico dellaMariólogía, en Theotokos O (1992) 7-22; recojo el tema, re-
Bresda 1985; H.GESE, Sulla teologiabiblica, Brescia 1989; E. FRANCO (ed;), La teologia elaborándolo, en Maria microstoria della salvezza,en. G, BORToNE.(ed.), Maria nella.Bibbia dalle
Natura e prospettiv"e, Roma 1989; R ..TRAGAN, La teología biblica. Origine, sviluppo, prospettive, prefigurazioni alla realtit; XXN Corso biblico, EAquila 2004,263~289. Aun sin pretender que la
E.VILANOVA, Storia de la teologia cristiana, I,Roma 1991, 27-90. revelación de Dios disuelva su misterio o que láglbriaquede.cautiva de la historia, teólogos
fv\odelohistórico-:salvffico desarrollado - 535

Lateelogía deVNúevoFfestamento conTInua hs.·resultantes L!U'"UU.'-L'-''',aplica aMaría «el cambio total de las su~rtes;> .(éf·lSam. 2,7;
tigua Alianzayacen1!úi nueves esquemas ab 2; 1Pe 12,20; 1s 52,13; Sal113,7; Mt 23,12; Le 1,52; 1Pe 14,11;
que Pablo inserta a María en el plano' paradójico de Dios; 18,14; Jue 4,6; 1Pe 5,5). El téFlnino de la acción de Dios, como de
realidades opuestas (Gál· 4,4),y MateolaJpresenta consiguiente alabanza' de las generaciones humanas, es María. Sin
según el esquema promesa~cumplimientd'(Mt 1,22) ;,Ltkas ",,,"~~~,..,'J, ella no es simplemente objeto, porque entre las grandes cosas
en la Madre del Señora la mujer del acontecimiento dialógico: por Dios en ella hay que considerar -como hace Isabel- el libre
38) y ve en ella la realización del modo. habitual de actuar UL-"~'L~ ,,"Vl")L-'LLLUaL"U\..V de fe que da María (Lc 1,45).
cual mira a María, su sierva pobre, y realiza en ella grandes Conforme al mencionado esquema histórico~salvífico, la primera
1,48-49). Juan incluye luego a la Madre de Jesús en las que caracteriza las cosas vividas por María es el momento kenótico,
alianza y del cumplimientodelas Escrituras, que hacende decir, el estatus social bajo y humilde de mujer de Nazaret, pobre,
de Dios, partícipe de.la hora de Jesús .como mujer y madre' a despreciada y sin consideración en el escenario sociopolítico de su
Jn 19,25~27:. Ap 12,1~18). tiempo. María acepta esta situación y la vive según la espiritualidad de
En la búsqueda de un esquemabíblicoomnicomprensivo de la los pobres de Yavé: ella se proclamará «sierva del Señor» y expresará las
de cosas que sucedieron. en María, la elección recayó en el eSCluem8C~<,( actitudes correspondientes de fe, disponibilidad, alabanza a Dios, espera
dición humilde~exaltación», basándose en el Magníficat, conSlC1elraCll~ del cumplimiento de las promesas divinas y silencio meditativo (Lc 1,38;
R. Schnackenburg como «la más antigua teología mariana»21 ¡ Tal 1,46~55; 1,45; 2,19.51).
pennitearticular todos los sucesos de la vida de María, Sigue el momento ascensional, en el que María adviene a la condi~
momento kenótico delmomentüoperativo~salvífico que incluye dón de persona digna de alabanza por parte de toda la estirpe humana.
tud de alabanza por parte de las. generaciones humanas. Los La divisoria que marca el paso de la condición baja y humilde a la gloria
fundamentales que anuncian a tenor de este esquema el destino.. está constituido por la intervención de Dios en María en el misterio de
María, dicen literalmente: «Porque se ha fijado en la humilde '-'VU'-L.L'- la encamación. Las «grandes cosas» obradas por Dios culminan en la
de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todadas Nt>ínt>,·.,r·rm maternidad creyente y virginal de María, que establece una vinculación
porque el todopoderoso 1m hecho conmigo cosas grandes» (Lc 1,48 de la Virgen con el Hijo en la obra de la salvación.
Como pu~deobservarse, es un esquema teocéntrico: el sujeto Dios continúa obrando prodigios en María, al téFlnino. de su vida
rantees Dios, quien, movido. por un amor misericordioso terrena, mediante la asunción al cielo, la entronización en el Reino y
cOIIlo C. Vagaggini descubren las constantes o leyes de la historia de la salvación, la glorificación del cuerpo. María es ahora con Cristo un espíritu vivifi~
observadas .por Dios con plena libertad, peto que, no obstante; nos perrúiten cOÍllPre:nde
el actuar divino no es caótico ni casual, sinosabio» (c. VAGAGGINI,Storia della "-''''''''-'.'-',
cante. ReCibe como gracia las cuatro dotes de las personas resucitadas
BARBAGLIO-S. DIANICH (eds.), Nuovo diziÓnario di teología, Alba 1977, 1569). Una -incorruptibilidad, esplendor, poder y espiritualidad (ICor 15,42A4)- y
ción sistemática a María de algunas «leyes-guía de la histotia de la salvación» ( !-i;\h"",aom
der Heilsgeschichte») laofrece.H. M: KOSTER, Die Magd des Herm Theologische puede ejercer su función maternal en la regeneración de los hijos de
Überlegungen, Limburgo 1954, 92-115. El autor expone y aplica a María las leyes de la Dios. Desde este momento se refuerza un movimiento de alabanza y
ción, de los .órdenes objetivos, de la representación y de la mediación.· Debo confesar
en el año 1992 (después ¿eh .publicadónde mi tratado Maria Madre di Gesu) pude bendición que -con Dios- tiene también por objeto a María, como
ésta notable obra de Koster,.la: cual, por tanto, no influyó en mi itinerario episternol,éJgi(;o
21 R;.SCHNACKENBURG, Il«Magnificat», lasuaspiritualita e la sua teologia, en La vita
Madre y como creyente (Lc 1,42.45).
Esegesi in progresso e in mutamento, Milán 197.7, 225.
ggía.···según.·la;vít1~pt,ltchritudil1is

:;t rn,ención quede III ~íapulch1itud.ínis hizo;~ablo.V!len el COP~t;~


so mariológico-;:m:;triapü ililternac;.ionalde ~975, s.uscitael il1t~r~s
!, ',' , " , ' " . ," , ~ ',', i ' ',' ' " , '. -" ___ , +; )

de algunos autores por su referencia a la dimensión estética del


cristianismo y, por tanto, de la mariología, dimensión sobre la que ya
disert~ gen~a!rn,enteH.U. iV'0n BaJthas.arz.
Ya al año siguiente, la Socíété franfaíse d'études maríales confió a A.
youthier,la tarea.devazl1r.una semblanza. de M,aría,segúp.la. '!lía;pulsh,rí~
tudínís.ylavía.verítatís3 , lq que lltrVc9 atfilósRfoaAe,scub~. en la. Virgen
.«obra perfecta de, pios, [... ] prod\l;c~yI).a obrap~rfecta>!,. y esjuntam~n~

1 Eh aqu~1l~ocasi6n; ~1 Papaprdnú'nciÓ1as siguientes p~i~bras: «Aest~ respecto Se pu~den


seguir qos (:aIIlÍnús. El camino de la verdad, que. esprincipaln1en~eel de la e~peéulacióIlbíblic()r
histórico-teológica, que se ocupa de la posición exacta de María en el misterio de Cristo y de la
Iglesia: es el camino de las dotes, el camino que vosotros seguís, un camino necesario, desde lue-
go, del cual se beneficia la doctrina mariológica. Pero, además de este, hay otro camino accesible
a todos; incluso a las almas sencillas: es el camino de la belleza; al cual nos conduce, eIlúltimo
término, la doctrina misteriosa; maravillosa. y estupenda que constituye el tema del cQngreso
mariano: María es la criatura «rota pulchra,;;es el «speculúm sine'macula,,; es el ideal supremo
de perfección que en todo tiempo los artistas trataron de reproducir en sus obras; es. «la Mujer
vestidá del so!» (Ap 12,1), .en la cuaLlos rayos purísimos de la belleza humana se encuentran con
los rayos soberanos, pero accesibles, de la belleza sobreIlátura.l" (PABLO VI, Discurso de clausura
del VII congreso mariológico y.de apertura del XN congreso mariano, Roma 16-5-1975).
2 Además de a la tercera parte de la presente obra, remitimos alléctortámbién aLcapítuc
lo XII, «Mana en la estética' teológica' y.en la tf:odramáticade Von Balthasal», de s; DE FIaRES,
Maria nella teologia contemporaneáiRoma 199P; 353~362.
3 A..GOUHIER, fapproehe de. Mixne. selon la "Vid puléhiitudiríis» et la« Via veritatis; en EtMar
22-23 (1975-1976) 70-80.
538 - Mar(a, síntesisdeVéllbres'

te «oJ::,ta Ylü;~istar ?Q.ta·~maestra y productora de una obra lUct<:O"Ll wde;éantenido';:cón laconvicoióride 'que;~<la'mariolQgía es.el cam,
tema'~elve a apar~~~r en el documento del208Q Capítulo general teológigo'especialmente indicado para los desarrollos. eStéticos».
Siervos de M~ri~,Fate q~~lr;;~he vicii~a Ü983j5:q~~;~pr¿p~~e '. .Elautor reconocelánovedad del método sugerido por Pablo VI, por
tir la piedadmaIiana en un e~pacio saI).toy eI)..UIp oc:,asiqn la estética teológica trata .«de evitar la reducción conceptualista
la~ contemplación de labelleza» ele Dios, 'd(~cristo, él~Máría ¡exige.que unoseabtaá la intuición propia del mundosimbóli¿o».Se
considera la via pulchritudisun«s:aminode.emheJlíq;q§c~tis:q,,~.l1) de récuperár «el planteamiento estético» que impregna a la Biblia
que se adhiere a la Palabra, un camino filial» (nn. 66, 67, 71). la .teología.· Santo Tomás piensa que a .la .teología «le' corresponde
El Nuevo diccionario de Mariología (2001 3) estudia el término usar metáforas», porque .«va de 10 sensible a 10 inteligiblersirviendo a 10
en un artículo coescrito por un poeta (Turoldo) y un mariólogo envuelto en imágenes físicas» (STh,I,q.l,a.9).Portanto, hay
Fiores)6. El trabajo toma como punto de partida una descripción que enfocar a María desde la óptica de la'belleza,precisamente porque:
bello como «misterio» y, a la vez, como «perfección, plenitud, " ........ "~1 V ..

y distingue en el plano teórico un triple problema: metodológico, .«L1egaa una proximidad única éon la fuente divina original,. la misma
rente a la investigación en el campo mariano; de contenido, que Belleza personal. Fue destinada a realizada Belleza encarnada, supe~
firial1dad de precisar el' sentido de la belleza de Mana, y Cibernético, randocualquier otra forma de producción de orden artístico que re,
miras (a una cénnunicación artística del mensaje mliriario. sulta posible al hombre. Se. convirtió en Virgen, ,es decir, en "métod0"
cristiano específico: la acogida delEspíritu~ Eh Espíritu alcanza en ella
el "fulgor encamado de la gloria del Padre''. Adquirió una forma de
1. redención absoluta, .singular y totalmente excepcional. Destinataria
de la sangre de Cristo por su estado inmaculado, María es gloria de la
Durante los anos'noventa'sepubltdm en el'átnbito español redención. En medio de la Iglesia, Esposa elegida" María representa
eStudios relativos a la belleza de María, unos de índole "el rostro. sin mancha ni arruga" (Ef 5,27), capaz de. "robarelcora,
°
otrosdenaturaleziÍpastbá118 'mariológica9• El artículo más a"d·a·~', zón del esposo con una sola mirada de sus ojos" (Cant 4,9). Sobre el
realizado con mayor ~~1Jeño es obra del artista y teólogo UVHU.UH,.V¡ mundo de ,los hombres peregrinantes María se alza como una gran
IriberteguiEraso 1o, quien demuestra estar atento a los problemas señal del favor y de lassorpresasqlle Dios destinó a todos» 11.

4Ib;73 ..
5 209º Capítulo General de la Orden de los Siervos de María; Fate quello que vi Ehmtor enumera una serie de expedientes o figuras alas que recurre
sioni e propaste per./á promózione della pietil mariana, Roma 1983. el lenguaje teológico y que, por tanto, deben emplearse en mariología.
,6D. M.. TuROLDO-S. DEFIORES, Belleza, en NDM 290,,300. Véase también D. M.
Laudaria alla Vergine, Via pulchrituiLinis, Bolonia 1980. En primer. lugar, laanalogía,'que supera el mutiSmo yla lócuacidad,
7bBENGOECHEA, La hermosura carpara/de Nuestra Señara encuatra.libras del siglo
M.W, Virgo libei Verbi, Roma 1991,.311~32 7..
fundándose en el. ser participado, sobre.1oiuno y sobre 10 múltiple, sobre
8 ILDEFONSO DE LA INMACULADA, María 1m el "camina de la belleza» en la nueva "V(L1l""'ll7W 10 que es común y 10 que es diverso. Luego el símbolo, .definido como
en EstMar 59(1994) 313~335.
9} MURILLb, El eamina de la bellezaén mariolagía, en EphMar 45 (1995) 193-205. «ciencia de las misteriosas refracciones en virtud de ·las cuales 10 visible
10 M. IRIBERTEGUI ERASO, La belleza de' María. Ensaya .tealOgica «via pulchritw1inis», en
tomista 124 (1997) 1Al: 221-254; 431-446. Extracto: La belleza de María. Ensaya de
estética, Salamanca 1997. 11 lb, 6-7.
revela .10iI1Bsible»1~R;!RégqtiTey)¡.b:como«el ;tra(gnü~tJltO"€l Err,cuahtoa'Jos¡'elémentos;quetransmiten.la.,belleza,.:esto$ se. ha;
todo» '(H.' ?tJ;:'v:ón<Balthasar)i;€qrt elnlícleo·.··· llan vislumbrad0s érr,:laverdmL(deja cuaLlobell6:es el esplendor),' en
laeI1ca.maci6n,' sesobrepasaelzcon¿epto; de belleza c0mó . lo paradójico y en el oxímorori, que presentan atributos racionalmente
sensible de .laídea» (Hegel),. porqué se encarna·elVerboimismo incompatiblesJ o realiclaaes'inexpresables; en; el' tropo o figura' retórica
vidapersoriaLFinalmente, la.teologíase sirve deda'Yl'10'Th+.n'\"l1 que expresa realidades singulares; en la iconografía, que constitúye<~un
forma significativa de lenguaje queprecede.aldecir(C 0.·U.C;'W'~" depósitdde teología visual», y en la liturgia¡como«elemento cultural,
hombre que no utiliza metáforas' [ ... ] hablará sin sentido») ~ . de simbólico, impregnado. deL poder salvífico de Dios».
maneta que. la celebracióll antecede a la definición. Una Después del enfoque metodológico, vienen cinco capítulos relativos
emparentada 'con ·el.simbolismo teológiCo, es lo femenino, que al contenido que se presentan como «ensayo sobre la belleza de María»
abordar con «afinidad natunih la figura de María;: pero es ""'~,~" •.o~ y hacen referencia a las. «afirmaciones teológicas oficiales de la Iglesia:
olvidar que 10 propio de la belleza es el «aumonizar», por tanto inmaculada, maternidad; virginidad; madre de la Iglesia, asunción».i Se
laténsiónmasculino~femenino»(pienso.;que· eL autor no r\""""~1O trata de una belleza cuyo eje es el misterio de laehcarnación y que. es
suprimida reciprocidad entre ervarón y.lamhjer). «digna de ser contemplada, 'transmitida en ··locución y proclamada».o
Portanto;'Iribertegui pasa a puntualizar. tres nociones h, ... rln~h,~"~ transfoumada en figura: «misterio visual, rostro». Iribertegui interpreta
Sin embargo, a la belleza no se la define unívocamente' (con ""o"',.,.i'r.;~ las verdades· o, ·mejor.diého,los acontecimientos marianos.haciendo
laolaridad);sinotomando los térhlinos de laescolástiCa,.segúri notar los elementos propios de la estética, pero .deteniéndoseen proce~
la belleza es «ordenfesplendor, armonía», cualidades inseparables dimientosiracionales o discursivos con fide1idad·a la fóumula hegeliana
verdadero y dé Jo bueno, oÍhspirándose en Hegel, para quienla «encarnación sensible de la idea». Por tanto, en María seda:
es «lamanifestación sensiblede.Iaidea»,0porúltim01 inspirándose.
«La. belleza en elsentido má~estrict9 y propio, .1Cl.b~neza a la que se
el 'ámbito cristiano, que considera.la belleza «la C0nfiguración
llegacon el EspíriW y con la. materia o con lacarne. Es eIJenómeno
de laidea,delmundotrascendenre, del Espíritu». De manera t-'~.~~.'
estético alcanzado en máximo grado y densidad»12.
a.la estéticiFse la;entiende etimológiCamente como «Sl:steJma
percepción deJo sensible>); que corresponde,a «todavetdad hh,6t-inn
toda esencia que' débe apareéer». (Hegel). Y María deviene en 2. la vía itónicadelabelleza .
ma de realismo antropológiCo» porque «su mundo, su persona y H",~ua'
un mundo limpio" de verdad reflectada e interi0rizada, de, orden Una aport:ación esclare¿~ddra'Y'enriquecedora procede de la piIntiIali~
María es. una «belleza que; muestra el misterio de Dios» yla nueva zaciórrefectuadapof Ceftirla Militello en el año 1999tcóhdcasiónde la
«reCtificada,renovadá' por el kairós, instalada en la, «sección áurea concesión del Premio René Laurentin~ Pro AncillaDomilli, al finaliiar
Kyrü)s»'~ Finalmehte,. por formano'se' entiende yala figura externa, el XII Simposio mariológico internacional.
la <<Ídearectora,.código de.unidad, de, orden interno,coprincipio DespuésdecontextJaliiar el terÍla Mariología y «Via pulchritudirds» 13,
ser, una especie de 'modelo causal». María es fouma en el sentid0 de la aui:dra sé tropieza con un pibblema épistem()lógico: «LEsposiblee:on~
posee una «realidad configuradora recibida», es decir, modelada 12 lb, 227.
Jesús y por el Espíritu. 13 C. MILITELLO, Mariologia e «Vía pulchritw1inis», en Mar 61 (1999) 459-487.
dudtsepar una:víapulchrituélinisquese,autoneferendé?». Y ':;lla>",),:;, ·"c6nocihliento¡'lfieá~·iU1ila:·i"correspotld~hcía:de··serltidós·am0f0S0S~',
en látrayect0FÍa de C. Val~Ílziano,queabre unnueyo "-a.llH.H"-'.." ~nadmírabihr:l;ommerciUm;;.Cae por·.tí€n~;tod()peligFo>"ídeológiceJiz
noexiste'ya latprlmácíaidé la idea, 'sino más bien la de lo:vividoen
«La autora mantiene·la·.complementariedad.delos dos, ;camu[l.( acto, la delaacción»lq~
legimitidad de proceder por vía. veritatisyaJa vez par vía
peto sin que la viapulchritudinis quede bajó la norma ddas .LIJ.\J.,1L\;<
'·H Siendó eLiconoioimagen «el elemento Clave» de su propuestaesté1
epistemológicamente fundantes) que son específicas de la vía tica, Militellopuede hablar de «mariología icónica»¡ queimplitainte,
Se trata.de. proceder por vía reduplicativa [,;. ],porvía r"r\n U"" ".J.'t
'1 racción.estétieaglobal cOh María en cuanto icono de una humanidag
«divinizada» y en sus iconos:
Dando por descontada la relación entre los .trascendentales
bonúm/pulchrum, Militello se aleja en douceur de un enfoque au.'\,\f.:.'Ul.. «En efecto, al icono,. a la imagen pintada, se la experimenta, se.lalee
conceptual de 10 bello y ensancha los horizontes .de. este en con los ojos, con el gusto; con el corazón, enJa globalidad-sensonal
conla experiencia gozosa de una presencia: propia de la experiencia estética. El hallarse delante deL icono esexi:
perimentar la "presencia", disfrutar de la capacidad de representación
«•.. Nos limitamos a recordar cómo 10 pulchrum, 10 bello;.ret)re:se del misterio que es propia del icono [... ]. Ahora bien, sólo en elcaso
la trama procedente .de la experiencia humana, el eco gozoso de María, la tensión mistérica de la humanización del divino en su
nuestro tnisma encontramos en el «mundo», percibido este como; venida en lacame y la tensión. mistéricade la theosís,delá diviniz:f~
lagro" en sus dinámicas cosmizantes" antropogenéticas y .teC)tál:Úca~ ción de la criatura, tienen cOmpleta perfecdón»lZ.
Lo "bello" es ciertamente un concepto, una abstracción.
es ,principalmente experiencia / ecó superabundante.' / "'\J.J.l"'l'C;ll~ En cuanto experiencia viva, la belleza está emparentada con la litur~
de presencia: 5'la belleza"; De ello 'se hace theoría en.el gia, de modo que Valenziano puedé hablar de «afinidad complementaria
contemplación» 15. entre la vía pulchritudínís y la vía sacramental», y Militello, especificar:.:

Ahora bien, la experiencia cristiana encuentra en. su centro la «La una y la otra se configuran como un hecho que es acción. Es ac,
gen, «trátese del misterio ad intra de Dios, trátese de su malnil:est:an;e ción estética, es decir; la percepcióh sensible de la belleza, y es acción
extra>~:en efecto, el Hijo es imagen.delPa~re (Heb 1,3) y el hom~re la místlcásacramentah 18.
hesh,o,a}magende Diqs (Gén 1,27); La vía pulchri~udinisf-stá ligada
imagen, ente,ndid;;¡.en su sentido pleno: En. definitiva, Militello afirrnélque una lllariQlogía icónica,c()n(Cebida
de est.a manera, implica «uheVidentecambib de paradigma» ysecon':
~<All~Aonde hay imagen se da también la vía pulchritudínís, la LlHl.aLH vierte concretamente. enljn,«clesafío a la renovación de latealogía>>" .
ca viva de la vía pulchritudinis; es decir, hay una "presencia" real, '.
16 lb, 471.
14 lb, 467. 17 lb, 479.
15 lb, 468. 18 lb, 471.
Se; tFataantet0:dOY«d~· irit:;Fbproye;etar la' eX1De:ri~ncia en.el ULC"'L' L\:J, " Eln.nund0)pdsríf0d~rno1parece redescubrir:la;G.ategoría dedo: bello, lo
decirJafé>;expéne;nda' ligada' a.' la cotporeidad'y'a,lüsseritidos .; cual¡!:err.'gradoflln.ayqt·ique40ver~adero·y;qüe.i10 bueno, no. se presta
capaz 'deexpehm'entar eL«asombro 'qlié btot~Lene1:9.oh mutuo ·aser!mol1opelízado·poFJáddeología»2J; ;
palabra que ve y de una visión que escucha».roduse:tul1Cl¡11h,en1ta;):{t'!
.Lo mismo vale:decir del arte (aunque a menudo el arte se preocupa
de ,lo bello únicamente en sentido tangencial~, para el cual;e;xistehoy
día «una atención sin precedentes .[ ... ]no sólo por parte deJos artistas
sino también. de los mediadores/artísticosyde los que disfrutan del
Espíritu, «la iconización del Verbo cuando este se hace carne>;; arte», con motivodelasJuncionessign~cativas deJas que el arte se ha
desarrolla también el proceso dinámico de .su propia tr"ln"·~,....r·rn,,, encargado.endos. tiempos más recientes»22...
«EL que ella se haga laÍ.magehcreadaque sea perfectamente Como homenaje ala invitación de Pablo VI; yensintonía>conla
a; la divin,a imagen deL Creador» ,es. decir" una. «criatura cultura de nuestro tiempo, la Associazione Mafiologica Interdisciplinare
bella y perfecta»,en la cual se refleja la «esposa preparada Italiana (AMI) aborda. durante los años 2000~ 2004 la via pulchritudinis
mipcias»19,. aplicada a la mariología con un planteamiento muy abierto, dedicando
al tema cuatro tó'ngresos,qtiepfre'ten anundantes sugerencias y.agudas
observaciones sobre esta difícil problemátiCa: ,Por su. cónteriÍdóinterno
3." María, Ilenade valores, «potencial mente» apta se comprende que la novedad de la petición de Pablo VI no consiste
para suscitar el gozo.· estético en que seaña'da un capítulo sobre la belleza de María, como hicieron
tantos autores de manuales de mariología en el pasado ti otros teólogos
Se observa hoy día un. doble revival: e1 de·lo sagrado y el de:lo que llegaron a elaborar una teología de ta:lbélleza (teología del genitivo) 23,
aunque.alisocaire de laposmodernidád, quec<:mfíáala estética la sino que 'consisteenasumirJa via pulchritudinis tomo dimensión de la
cióncumplida en otro tiempo por la· filosofía y porla ciencia. El mariología, dándole.entradaell el statusepisteirrológico de dicha mario~
de lo bello puede ser desatendido y relativizado, pero no negado: 10gía24 .

21 A. LANGELLA, La dimensioneestetica dellamariologia, en ID (ed.) ,. Vía pulchritudinis e rnario~


«En el mundo intelectual de Occidente; al alborear de1tercer Iogia.Atti del2 Q e 3Q convegnodell'Associazione Mariologica Interdisciplinare Italiana (AMI) / Santa
nio, encontramos una nueva tendencia haciaJos. temas Marinella(R orna) 3-4 novembre 2001. Roma 18-21 settembre 2002, Roma 2003; 236-237.
22 G. LARcHER,1eologiae arte nella societi! medíatica. Nuove imrnagini di un anticorapporto, en
ILRegno-attualit1i46 (2001) 419, interpreta las funciones del arte en los siguientes ténninos:
19Jb,485-487. ';'.', .... . ' .. , .. . . . . , .... , ... '.' ," «Harte se revela como lugar vicario para lo que no es totalmente articulable o comprensible(Raus~
).iOEn Italia;porejempló, además de los congrescildé la AMI sobre hivía pulChritudinis, chenberger) .. Las' artes ápatecen como el lugar de la inquietud y. del despertar del deseo de la
desago~aron ~n, f002el t;ncuentro d'7fumini de Compmón y Liber¡¡.ción, sobre "El senLtirnlien, autenticidad en respuesta a la amenaza de pérdida de realidad; el lugar de la articúlación de· la
de las C9sas, la contemplación de la belleza», y en Gapri, Módena y Sassuolo el protesta, de la interrupción y de la resistencia, del deseo de lo totalmente otro para el logro de
sobre la: belleza, asÍcóIÍ10 en Romaev congreso intérriadónall con ocasión del séptimo . la vida [... ] .. Hoy las artes ocupan el lugar de lo metafísico y de lo teólógico y son;. en cuanto Ioci
nario del nacimiento de santa Brígida, sobre el tema «Por un mundo más justo y más alieni, relevantes para la teología» ..
El camino de la belleza». En 2003 es Pro Civitate Cristiana la que celebra un congreso 23 Ejemplo' clásico es el de P. EVDQKIMQV, Lateologia della bellezza. IArte dell'icona; Roma
título «...y vio que era bello» (Asís, 19-21 de septiembre). Entre las revistas que dedican' 2002 7 (ed. orig. francesa, 1970),. donde encuentra un puesto adecúadola Theotokos.Véase
número a la belleza, se destaca Parola, Spirito eVita 44 (2002); las publicaciones sobre el también: B. FQRTE, La porta della Bellezza. Per un' estetica teologica, Brescia 1999,
se multiplican. 24 «Tarea ardua: si la vía pulchritudinis; sinexcluital árte, debe decirla de algún modo, para
AlmislIlo~ tiempoii,nQ:seiquieter~nunci9:na ;U~l",U.LdlV~'\';I ...\~Vl'L.\l(1:{•. '.' Está,'censtataciól1' no.sjgnifica que no puedan captarse, 'apesarde
28
dernidad Y:;€OIllapbsm(j)demidacilqu.e,SlllJer8,n(i()fla.1'et€!re]lci:a~glen€ todo,. elementos ,signifitativos para dialogar con lamodernidad . PrL·
medieval a 10strascendentales,p~rn1ita alc.anzat;una' meramente encontEamos/un, punto' de contado .con la cultura estética
de lo bello en clave actual. Esto significa que,entre los ar\rensos.t actual eneLhechode queeLsujeto entrea;formar parte de la constitu~
teológicqs del presente, es preciso distanciarse:de·uls·¡reOWQ'laS n~% cióndelarte y de 10. bell029 . Tal adquisición conduce a una valoración
thianas; que en su celo por preservár«laidentidadde:lafe no sólo deJmmamiel Kant, sino también de Benedetto Croce, el gran
[.~.] la .especificidad del discurso. teológico», rechazanlas LU,",ULa""L"" representante de la estética idealista, que divulgó en el mundo cultural
la concepción del arte, irreducible a otras formas. del.espíritu, como crea::
cióno intUición lírica. que traduce en imágenes el sentimü::nt030 • Al mismo
ámbito de una teología correlativa que. se concentra.enla tiempo, la subjetividad nos impele a superar o,al menos,' a reinterpretar
discurso cristiano sobre la. realidad existencial, antrolpOlÓ~(lGl, .€:u11ttit la doctrina escolástica sobre. lo bello y sobre los trascendentales,por
experiencial.humaná»25. cuanto es una doctrina de.un marcado sesgo objetivante que no presta
adecuada atención a la parte esencial que tiene el sujeto en la constitu~
ción de la belleza y del arte que la produce.
3.1. La belleza.: intuición lírica, potencialidad Sin embargo, debemos observar que no es el sujeto en sí mismo, ni un
deJas cosas y misterio sentimiento o emoción cualquiera, 10 que constituye 10 bello. Vemos que
ya Alexander üBaumgartenno identifica la estética con la percepción
Para' comprend~t la via 'pulchritudihisen su especificidad, no .UVl-'uH sensible tout court31 ,sinocon el conocimientOSensorialpc'ifecto, es dedr,
hacer caso omiso deL gra.fli problema teórico; tal como es lJ\.-l.\.-UJL"-l'Ch

nuestro tiempo: ¿qué es 10 bello?; ¿qué es.1a belleza? ~xistencia deben concurrir tres elementos, es decir, la integridad, la proporción y la claridad».
[as respuestas se diversifican en un silencio embarazosa26 0. Véanse: G. SALATIELLO,La belle:zza~ il ritorno della metafisica, en A. LANGELLA (ed.),o7 c., 40 y
42; S. BABOLIN, La viii della belleza per una teologia cristiana, ib., 65,67 y 7~. ~rincipa1mente
retorno a la antigua noción de 10 bello como uno de los LLa')\.-'-LLU'~LLl.a. Piersandro Vanzan advierte sobré la necesidad de que se llegue a unentendlmlento «sobre la
noción/categoría de la belleza, 12r,oponie~do de manen! nueva 1~ reflexión s?bre.10strascenden-
de la metafísica27 . tales clásicos (veium; bonum, ífulchrum) y «redescubriendo su intrínseca tn-umdad, porque los
tres confluyen en 10 unum, como ya decían los autores medievales,por analogía ~~nelP~d~e, ~1
poder insertarse en la sinfonía teológica, nos hallamos ante una. estética. Pero esta Hijo y el Espíritu: tres personas pero un solo Dios,>. El citado autor propone tamblen la hlpotesls
una teoría' de 10 bello, 10 cual no puede prescindir de su percepción, es decir, de 10 ''''WHU''' .•' dé la «primacía de 10 bello>, en cuanto es aureola o esplendor de' lo bueno y de 10 verdadero: P.
que la pista indicada parece sér la de una teo10gía.que metodológicamente no V ANZAN, Mariologia esteticae postmodemitil, ~nA.LAN(}ELLA(ed.),o.c., 259-260.. .
de la sensibilidad, sino que, valorándola, enriquezca u1terionnente la tradición secular. 28 G. HÉBE1U, tépreuve du beau, en La Maison-Dieu 233 (2003) 76.
advertencia,finalmente, de que. no se confunda a la "teología de la belleza" con aquella 29 «La subjetividad como. base de la producción, de la valoración y de la fruición estérica.es
(P. VANZAN, La «vía pulchritudinis» nella mariologia recente, en Civ.Catt 154 [2003] III, ahora una conquista que los artistas no llegarán ya a perder, pero que no lo harán tam?oco.10s
25 CfR. GIBELLINI, Passioneper il regna. Percorsi del Novecento teologico, en Prospettive que disfruten de esa fruición y los críticos. La subjetividad prod~ce un bell?, como qUlen dlce,
che per il XXI secolo, Brescia 2003, 5-26. "virtual', enel sentido de que este no se encuentra ya en 10sooJetos (Medlevo) o en las obras
.26 Restaino, en su concienzudo·análisis de 10.bello a 10 largo de la historia de la de arte (Renacimiento), sino en el acuerdo, que puede ser tambiénprecario o no duradero,
occidental, daba la impresión de sorprenderse (y de mostrarse. lleno de curiosidad) por el entre el gusto del artista y el gusto de quien disfruta,del crítico, del que encarga la obra o del
de la temática de la belleza, que los resultados de tal historia nQ contemplan. El no que la adquiere» (E REsTAINO,O.c.;23). . .
a las preguntas fundamentales, porque estaba convencido no sólo del final de 10. 30 B. CROCE, Aesthetica innuce,.Ban1985;.Restaino habló deCrocey de sus contmuadores

también del final de 10 bello. Cf E RESTAINO, La bellezzanella culturacontemporanea, críticos en Swria dell'estetica moderna, Turín 1991,202-238.
LANGELLA (ed.), a.c., 15-37; 31 «Aesthetices finis est perfeétiocognitionis sensitivae;quatalis. Haec autem est pulchritudo» (A.
27 En general, se vuelve a la «definición que Tomás de Aquino da de la belleza, en G. BAUMGARTEN, Aesthetica, 1, Fráncfurt del Oder 1750).
con elc9n.()ciríIient0'que;se<:l1alle~el:reQnsonanciae@tLcierros cuandcún:enoshi'iarla~bausa"o~a;urrprOCeS0pSíquic0.,Poden10s investigar
que déberán'/pre'éi§aT§-e"it~zl\; ;;:ü~;é;7:j ~ t;- el cuándo:~THreseña:r:fdésaeel punto de vista fenoménieo lpscasos y las
fMientras'¡que . la;escblasti.€Et<y:ehmismo: Agustíri~,n~splon:de:n;,GlU coÍ1.dicioÍles en que acontece la experiencia de lo bello.
beUezaesóbjetiva,>lafilosofí~Íllodernapiensa;? partir <Aqubseáqre'un haz de: senderos; unos. ya recorridos y otros por
bell~Hlo es una propiedad de las cosas, sino qUe reside en la recorrer. por losrseres; humanos, en particular en nuestro caso por los
No.obstante, aun admitiendo que el juicio sobrel~;belleza .esta cristianos,Torrmiras; al disfrute estético.
toda'norma, Kant eludeineurrir. en la pura arbitrar¡¿~dady la En este haz nos tropezamos en primer término con la vía icónica,que
ganciadelgusto estableciendo al menos,tres eriterios para' experimenta la presencia de lo "divino en la dimensión humana y la fija
la experiencia de lo bello: e1.desinterés (lnteresselosigkeit),,;porel en et color,' pero debemos tomar en' consideraciófitambién: lostrascen~
goee estétieoprescindede finalidades posesivas o .defruidón V dentales, que pueden recuperarse no como cualidades estáticas del ser,
experiencia de gratuidad;, la universalidad,. porque no se trata sino más/bien como ,valores o virtualidades capaces de alumbrarünaex~
1

individuaL sino de unjuieiogeneralmente eompartidb (en él se periencia estética al entrar en contacto con la percepción del sujeto; •

implíeito el consensus, eontodos o con un grupo), y fa referencia Eslaconclusióna la:que llega RaouLGróss en su tesis sobreMaritaiIl
dividual, al objeto singular32, por lo eualla,sensadón estétiease f'l"'''' ..,.-i (2001),dondeve el arte como «un sitial traslúcido, a tiavésdelcmil
deleonceptoeientífico generaL Por, tanto, lo bello·es lo que agrada se transparentan lostrascendentales~>35. Estosson'interpretados .como
modo.desinteresado, universal eirreducible:al concepto. «relativos» porqué, para realizarse, tienen que «encontrar un sujeto que
'La modernidad, sin embargo,nopreeisa la razónexacrapor los perciba» y,portanto, «nada es bello sin una relación con el hombre»;
acontece la experieneia de lo bello oel sentimiento esrético:«La con el sujeto que lo perciba:
se basta a sí misma; 'es la propia justificaeión»33. Sin embargo,
«La belleza es una expresión, un rostro del ser, aunque esté velada,
viéve Hébert se siente obligada a reCOllOcer.. «el carácter Q"V""""'~"'ri,'~
cubierta y, para hablar ,en términos técni~osrexista en~ote~c~a V no
inc?1Ílprensible, irracional»' de la emoeión estética V llega a
siempre en acto»36.
bello,como eventoymisterio, don y experiencia detrascendenciaj
y íiCt1fClcióride~irtualidad34~Esuha conquista que nbdejaráde Gross llega a afirmar que «es el hombre el que confiere. ala?bra de
efectos beneficiosos en la teología V la mariología:. arte C()riÍü alÍlllmdü; su grado de belleza». Pataél,«la bélleza: rió'es¡un
Sin embargo,nos parect; qu~'el evento .belleza, por inefable que abs~llÍt8 sino algo reiati~b~lhofubié»j máka:afi, «sinels11je¡t()r~ceptor,
en sí mismo, ya que nosábemos,cómóy porquébrotaia experi~ncia la belleza en cuanto tal noexistb>3'( Peró«labellezaescapaal discurso
tétiea,no es un eventO completamente irraeional, toda vez que racionaJ" al puro inteleFtp, porque es percib~da por lQ e11l0c;ior: al»;8.
y,asíjAg~s¡ín perCibe la belleza enla armoníaoullida~ de la~partes
32 B. Croce. insiste en el hecho de que el arte es intuición:, expresión, re¡:lres,ent:ací~
«conocimiento de lo.individuah, y que, como tal,' «esjndependiente tanto de la
dispuestas~()nyenientemente39, o llega 'con su madre a1.éxtasis de ,Ostia
de lo útil y de lo moral» (Estetica comoscienza dell'espressüme e ,linguistica generale, I, VI,
1902). Después, el autor concreta que como fundamentó del arte se halla el serhtimanoen 3;~.¿~O~s, rei:reet labeauté chezJacqu~ Maritain, Friburgo de Suiza 2001;;190.
integridad, comprendida la esfera de la moralidad, por lo éualelartista debe ser consciente 36 lb, 192.
la compleja trama de valores que constituyen la basé del drama humano. YIb,193.
,33 G. HÉBERT, fipreuve du.beau, en La Maison-Dieu233 (2003) .89. 38 Ib; 197. ,:
34 lb, 90. 39 SAN AOUSTÍN,Deverareligione 39,72; NBA, VI/1, 108~09;
centeniplaride]áeternid,aCIJ;,iénaventurada,mieritras;que . 1.':>''''''J.'''''.\:I J. .• Ante ~tQdQ\;1d8,liía ,es111na.persona:concretaquedesan:911auna función
Asís,p6rsu parte; llega á invocar aBios L:::« Ltúeres:la;:u.... a ....,.a. •.,.,""" esencialeri lageneracióndeCristoj«icono delDtosinvisible» ;La Virgen
contemplar cori,afuC)f.asuscfiatÚ:ras;~ Mádrees~. «conditjo.sin~;qua. nónde.h econ0mía' deja encamación:~sin
Se pueden y se deben valorar igualmente comocamposcde ella noháy' artecristiario, .porque María hiio visible aL Dios invisible»
ción del disfrute estético el espacio y el tiempo¡ésdecir;lá (O. Valenziano). María es .parte .constitutiva de laviápulchritudinis,
(gestión del tiempo o espacio sagrado) y la liturgia (rito, canto, «porque. sólo ellá fue. de ayuda a Dios en la epifanía dé su substancia»
iconos ..• ).' De manera seniejante, la literatura .expresa ellirisnio (M. Cabasilas)!
con la poesía, el teatro,.el romance y la prosa, recurriendo al.\:l",nn/~Hc. Al. haber. colaborado en la generación biológica y. en' la formaCión
y a aquellas' figuras retóricas, como la paradojayel oxímoron, religiosa del Verba.entamado. (causalidad eficiente}, María. imprime en
dedeleita¡;estéticamente. él su huella biológica y también espiritual (causalidad ejemplar), convir-'
. Lafinalidad o la entelequia de estos ydeotros medios "'vl....r"'c1uriC/. tiéndose .en «el rostro que niás se asemeja a Cristo» 42; Existe no sólo una
siempre la inisma:. provocar un evento estético, osea, un encuentro comunión de fisonomía por razón del parentesco genético" comunicado
lápersona.o con la comunidad que produzca una 'experiencia de a Cristo por ella sola por ser madre virginal; sino tarribiénimaafinidad
de asombro desinteresados,es decir,.la exclamación: «iQuébello tanto de orden psíquico como en cuanto a santidad, dada la pertenencia
En conclusión, aunque no se.conozcala.causa que haga de ambosalospobres.de Yávé43 . De modo.analógico,·con el debido res.~
automáticamente el. evento de ·la belleza, pueden determinarse peto a la diversidad de nivel, también María es icono del Dios.irivisible,
emblemáticos en los que actúa la experiencia estética y que, por porque es icono. de Cristo e .«iconoqueproduce un1cono»41;
son asumidos y valorados en la mariología. El Nuevo Testamento testimonia bien.3iJas claras que Dios actúa
en María, haciéndola «llena de gracia» ,.madre biológica.y creyente del
Hijo del Altísimo por 'obra del Espíritu Santo (Le 1,26~38). Tales: son las
3.2. María, surnade valores «grandes obras» que el Espíritu de.poder obró en María:y que suscitan
que suscita emoción estética el asombro y laalá.baÍlzaen Isabel, en la campesina aliónima¡yen las
generacionesposterimes;. La belleza obrada por el artíficedivirio en
Aunqll~l8,E:scri~ura gW:lrda silencio acerca de la, belleza de ]esús40 y María. se intuye .como en una obra de arte, es decir, en la forma sensible,
la d~ suM?clre4\ el procedimiento estético s.e ~pÜca no sólo a Cristo, .. porque en. María resplandece. la gloria de. Dios sin .anular su sustancia
tambié,n a María, cle~de diyersas perspectivas: . . histórica ni su corporeidad' femenina..
En ella resplandece la disponibilidad activa, que.pronuncia·el «sí».
40 Jesús es <ielPastor beno, quecfd l~ vida porsdsovéjas»On lÓ, 11), p8rqúe en él«el
descelldiÓ a este mundo en forma <le belleza» (S. Weil), y como tal se manifiesta en la
perfecto de la fe, al par que en su personaseencama.laparadoja'deuna
figuracióIj. sobre elmonte Tabor, donde Pedro exclaIUa: «¡Señor, .qué bien se está aquí!»
17 ,4). Sihembargo, la belléza· del Cristo es sublime y, al mismcí tiémpó, parcid6jica, porque
sometida a un camino kenótico de abajamiento y de humillación, en el cual «el más hermoso 42 D. AUGHIERI, La Divina Commedia, «Paradiso», canto XXXII, 85.
los hombres» (SalA5 [44], 3) llega a ser aquel que no tiene «gracia ni belleza [... ],.éomo uncí 43 Sobre esté tema me permito remitir a mi estudio Maria, «la facda ch'a Cristo.piusi somi-
ante el cual se oculta el rostro» (Is 53,2-3). glia», en ISTlTUTO INTERNAZIONALE DI RECERCA SUL VOLTO DI CIÚSTO (ed.) , Jlvoltodeivolti, Cristo,
41 «Ncí conocimos el rostro de la Virgen María ... No obstante, se puede afirmar, en el ámbito Gorle 1997, 166-182.
de la fe: quizá ella tenía tal aspecto, o tal vez otro aspecto distinto. Pero nadie dirá, ateniéndose 44 A. GOUHIER, rapproche de Marie se/on la «vía pulChritudinis» et la «via veritíltis», .en EtMar
a la fe cristiana: quizá de la Virgen nació Cristo» (SAN AGUSTÍN, De Trinitate, 8; 7): 32-33 (1975-1976), n
criatara ,que fdngendra'alHijo'derDii:Jsen,;Jª 'catp:e, ,.'e;1€i;lnu.,<!:tl.a:91tr~<j~ encueritra,·u~,p~sÍThlcifaes!atr.Qlló¡"eu;la . ;Pieda(hpQPular¡paf~H~h~1Jalj5{ta
queydéviéne:¿tV.madre ·p(!rhÚlIl.eciendo~,virgen~Ello~errciendd dimernsi6a ,afélZtiY~üle:?la~rélación;de·¡los. !Qreye:ntés~¿bn)Matíá¡;qtleKsllsJ
en' el observador, qúe' Se siente en r;m~SelrrCl:t cfe':llQ"O'a IeIBX(Se~le<le/J cita:sentimient0.s~de tefrmra;,dedulzura,. déseienidade:nJos'J:!orlflicto~
lleza para frariquearlos.umbrálesdélosublimet:P0étas;:corh0' de la;e~istencia, resultaconstitutNa de;una: estéHcatn~ri;ma:>~1St3AqllJ
trarca,. Tasso;Manzoni, Carducci, Péguy,Claudel:¡~ se: abre. un campo .inmensoquedocutnentala 'perGepdónpDpula~~de.;l~
ante elacontedmienw de María, lo.'que semaducirá: litE~ral:'talne:L1 Guapa Madrecitá.· LoS textos, apócrifos ~a: mellUdo.conmóvedqres¡fodrño<
genuinas obras maestras. Otro tanto cabe decir de COlnpeSl elTrdnsitus Mariae-,-:, 10s que SQn, espontáneosolds. que estáqsugend(!)s
Bach, Palesthna, Vitoria, Mozart" Gounod, Schubert;:VerdL., por el ,teatrosacro,el ric0 acervo de. leyendas ytrad~ciones,.:)¡;agl.larqah.
subyugados por la. figuta de la Virgen Madre; pusieron LUUC"L" ..U·UJl:·U·L ser analizados y valorados no sólo desde el punto de vista l:llitrdp.d16gf~
ficat o saludaron. a la Madre deLSeñor.con primorosos·dvema1fas.; co (cuand0 no~hah sidG inanipulados también :porunaz;infeij:irétaCíion
'Maríares un fragmento en eL que se refleja eL todo de la fe, en' ide01ógica), •sino. también desde una perspectivareligiosa:yt:eó16g1qa;r
convergeny. reverberan en grado sumo (cfLG 65). Todos los 'mnstelfi0~ Con frecuencia; en el «eyangeliosegún el pueblo» la figura;de;MátílÍsno
la teología;'desde:laptotología hastala escatología, se reflejan se corresponde con la n.gura oficial del catecismbo' de:lapredic.aciafi.f
la cuaHlega a ser un compendio,unasíntesisj un prototipo: """,·r"...,.crr'1 sino que esuhaitnagen inculturada,ehtrañadá' enlavidaxC<:Dtidiana;y
que recorre toda la historia de la mariología4?;Tambiénesta, en la festiva.
ticay viva dé 'toda la, teología suscita un sentimiento deasombrd. La .cmlturamodema0 posmoderna coincide.en apréciatla vía~estética
La tradición.eclesiakon Teodosio patriarca de Alejaridría ,(ti 566) desde dos vertientes distintas: la primera,ennbinbre;delaelaboradipn
rige a Maríá llamándola «bella paloma», y con Máximo el Confesor(t efectuada en la época, principalmente con Baumgarten,Kantj,Croce;
cree que María es «bella de alma ,y de cuerpo, armoniosapodd "'1"""<:>(1"', la segunda, con ocasión de la desconfianza hacia la vía racional y, p6r
su' excelsitud, .lléna de: todas lasfinurasyde todas las,buenas 'a'CClones~~ tanto, cohinotivo·de la valoración,:al menos potencial, dela'estétiéa
. Lamemoria.litúrgica de.Maríaexpresa notas de admiraCión comovíaaltetnativa;' ,
belleza queelDios Trinoy Uno ha realizado en ella: Sus tes:tlVI.da<lespc . P0r un lado, el mariólogoobservaládificultad para elabotar uni;diS~
una intensa sitrtbología y alegradas. por cánticos, activan el curso sobrela belleza de María en una sociedad fasCinada por¡el.oropel
dél placer desinthesadoy del asombro ante María, 'que, natura del poder yde ·la riqueza, entregada al desenfreno c.onsumista.o;;end
engendró asu Creador; La figura litúrgica de· María se convierte en extremo opuesto, azotada por la miseria en el Tercer Mundo.
estampa tornasolada, en la que la Iglesia y el hombre contemplan' Talsíntesisdebétápbnér de m,mifiestolospresupúestospará disfrutar
lógicamente·su origen, su forma de vida y su destino finaL de la belleza~de M~ri:a (corporeidad de María, experien~ia emotiona:lclel
Pablo:VL declara que la ,via pulchritudinises«un ~UJlUULV·CL~,-_~.:a.u.. sujeto •. ;), lOslugares'y tiempos y las. é~P!e?ioriés(1rtístka~cl0n.de S~Pll~.ª,~
experimentar tal belleza ~santuarios,iconos, ritos litúrgicos, pen~gritl.~:
ciones,literatura,filmes ... ), pero solxe iodp tendrá que hallar aqll~llQ$
~5Véase.al.fespectoB. .pORTE, Maria, la donna icona delmistero;Saggio dimariologia
narrátiva, Cinisello B¡ilsámo 1989. . principioshistóri¿Q~salvíficos ql.lesuscitehafr?bo éstétic0. QúizálaBie:
46 MÁXIMo EL CONFESOR, Vida de María; TMPM, 2, 192.
47 PABLOVI, Discurso de clausura del VII congreso mariológico y de apertura del XN
mariano, 16 de máyo de 1975. 48A. LANGELLA, La dimensione estetica della ~riologia; en ID (ed.), o.c., 256-257.
draangul~rde'estaleG~lstrlu~Ci~#estétíca ¡sea"lacpara.d0ja¡q~e,'r·(:->""''''"'/ ,'ladamente;tal;;contrario, es:m~cesaribirecionocersu,íntimaVinculaciÓrí
la:realidadteblógica¡cdetiMá15Íar'Figura,¡páraüigmát1ca ,doride "''''''',: n-'''' .' conelDiostritÍitarib~Gonla'lglesia, coala, humanidad»51; ,
yresplandecediplarittle>Dios <emldcoh.creto hi~;tÓl'k(L·:.€~¡'Jti::l
o ,el epítome;que réIiite al todo, lakénosis' Colmada ~4UBU'" Conocemosla sensibilidad de nuestros' hermanos y hermanas evan~
glória,es decirí de valores salvíficos. Ene! :fondo; todó gélicos o reformad()s, que recomiendan a los católicos no representar
bíblicas «grandes COsas»obradas por el Poderosoeri unamüJéf. jamás a la Virgen a solas, sino siempre con el Niño Jesús; oen función
de la estirpe de Israel. Se trata, en la práctica, de mostraró)mo: de las' personas divinas de la Trinidad yen el contexto de la comunión
es' potencialmente apta para susCitar el sentimiento de. id UCJ.luv<et:!l( de los santos. Sin llegar,a'la condena de toda. representación de María
estético.
en soledad (algunas veces la relacionalidad de la Virgen se sugiere por
Entre los valoresde la Virgen Madre hay dos privilegiados su mirada dirigida hacia 10 alto o por las manos juntas en oración, o por
tituyensu sery su persona, y que elevan hasta lo súblíme la eXI)e!1lero la interioridad de la meditación con ,referencia al libro que ellatiene.en
estética: lalibertad,que;la.sitúa en diálogo;con Dios, frente ala sus manos), tal sensibilidad debe apreciarse, entre otras cosas'porque
historia de la humanidad y en el centro delcosmos,como se halla en sintonía con el dictado de la Marialis cultus, que desea se
menteinterpret6sanBernardoen su primera homilía Super subraye la relación cristológica y trinitaria de la Madre del Señor.
y la relacionalidad, intuida· egregiamente por Bérulle y por El amor por la belleza (filocalia), dentro del camino cristi8:no de «di~
que hace salir a>Maríade su. aislamiento, siempre Ue:sIIlen~ce:Qo,r.t vinización», se aplica a María cuando se hace «de la piedad mariana un
espléndido que sea; y hace de;ellaunaencruCijada de las '4~',U,",'.VH''-<C espacio santo y una ocasión propicia para la contemplación de la belle~
una Ventana abierta ala realidad humana y divina: . za» de Nuestra Señora, y «un lugar propicio para el festivo. encuentro
de todas las expresiones de la creación artística»52. En María se descubre
«María, en cuanto persona, vivió plenamente su "bella" "'-'U~4~
un camino que revela la sabiduría amorosa de la actuación de Dios en
personal con la historia y con Dios, pero viVió también de ""AH,_,", la historia y que suscita así un profundo gozo estético.
. enteramente singular Su "bella" .relacióncon·los demás' VaJ~orles:,.J En los siglos subsiguientes a la. dramática lucha iconoclasta debi,..
'mujeres;; Noex-iste una reflexión sobre la belleza de María o' glo VIII, en el cristianismo ha prevalecido una visión positiva de las ex~
representación estética de, su figura en la que ella sea considerada presiones artísticas en su función catártica, didascálica y mistagógica. Así
pues, la via pulchritudinis«no consiste en un ejercicio intelectual y nO,es
.,t Laiconografí~exp~esóJa libertad dela rnuchac:hita de Nazaret duraritela
9

lo ~IZO,. e?~re otras cosas, mediante el gesto de las marios de :María ante elángeaIJ,n.'sl1irlscla c:Ió:n; un, camino reservado para los espíritus refinados». Es una vía en extremo
us
estan d~ngIdas con~as palmas hacia el exterior, indkan la inicial tuíbición y casi él ' ardua, porque su corolario es·«la victoria en nosotros, conseguidaaÍne~
de la, y~g:n; pero, ~I, P?rel, c?r,ttrario" es~án r~plegadas sobr<,; e.l pecl:o, ento~ces" el{pre~s,!nL>~
consentimIento con~edldo. Vease:~t G. Muz], üconografia dell'annunCiazióhe,en nudo fatigosamente, de la verdad sobre la meritira, dela bondad sobre la
(1996) 2,487. ,«La hbertad de Mana es fruto de la dialéctica totalmente hum
el "no" 1 " " El "d 'd'" '" ",',
'" ..','. para acog~r e SI ~" , rama' ~ 7sta libertad se hálla expresado, por ejemplo,
ana que m.aldad, del amor sobre el odio»,como hizo Mana «cuando con corazón
~~vIrruento del cuerpo -no solo de las manos- de la Virgen en la Anuncia2ián deSimorie
c'

humilde (bonitas) y con palabra verdadera (veritas) acogió la voluntad de


trrt~ ~ncuerpo que ~e retrae, ~rean~o-casi:-.1fn. espacio. vacío, que será llenado por.el
A tl:;mo» (A. ~ANGELLA, La dimensione estetlca della mariología; en ID [ed~J, o.c., 247). '
, . Cf ~ DE BER~LLE, Oeuvres de piété,' CXIX De la grilce chrétienne, en Oeuvres completes, 51A. LANGELLA, La dimensione estetica de/la mariologia, o.c., 246.
umco: MIgne, P~ns 1856, col. 1144; SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT Trattato della 52208Q CAPITOLO GENERALE DELL'ORDINE DEI SERVID! MARÍA, Faté que/lo che vi dira. Reflessioni
devozlone a Mana, n. 247. '
e proposteper la promozione della pieta mariana, Roma 1983; n. 63.
Balthasai).,l se'paSa¡a;:enraizali laverdadén la experiencia (enpartieular
conla!propuesta ieóniea,de Valenziano~Militello) ,eVitando la confUsión
entre.'vía;. racionaly; vía~estétiea: Mientras. que, para la primera corrien;.
te, María es «esplendor de la verdad» que constituye la .Iglesia, para la
segunda¡.María es «imagen» transformada. por la gracia del Espíritu y a
otraspersonas»54.
laque, por tanto,.hay que admirar,· experimentar y celebrar.
La belleza de María llama a la conversión, y en éste s.entido
mundo, como sucedió en el caso de Bulgakov y, mucho antes, .en'el 3. Lamariología debe mantenerse en contacto con la culturacon~
Petrarca, cuyas experienciasmatianas son conocidas.por todos55,.
temporánea,a fin de establecer la especificidad de la viapulchritudinis.
demás, a veces los iconos o.1as denominadas «imágenes .. ~ .....b.~V.AV"..•.•~ Esta no debe ser confundida con una experiencia de orden sensible cual~
María ejercen sobre los fieles un poder taumatúrgico de
quiera, ni entendida como perteneciente al mundo de los afectos y .de
consoh:lción, carisma comunicado sin pausa a·María por el Espíritu.
10s.sentimientos.. Locaracterístieo de la'experiencia estétiea consiste en
un asombro o sentimiento de.placer desinteresado, universal y dirigido
hacia.una realidad concreta. La experiencia de 10 bello resulta un evento
4.. A modo de conclusión
y un misterio, del cual se ignoran el porqué yelcómo, pero se conoce el
cuándo, es decir, algunos casos en los cuales brota la exclamaCión: i qué
L En primer lugar, Jamariología no puede ignorar yalavia
bello es!
señalada por Pablo VI en 1975,. porque constituye un enfoque ilUevo Acerca de María, tal experiencia se encauza. por varios caminos: el
fecundo del mistériodeMaría, distinto de la vía veritatis,hasta
camino ieónieode la presencia espiritual en formas sensibles; el camino
hegemónica, y mucho más provechoso que esta .encuantoa 'Y'Pr'lTW'nrl
de los trascendentales, entendidos como potencialidades o valores ca~
pericorética (A. Langella). La valoración de la dimensión estética,
paces de producir placer estétieo en eL sujeto que disfruta; el camino de
requiere un desarrollo específico, debe conjugarse con los .demás enfo la liturgia¡conJa riqueza de sus símbolos o de la devoción popular con
ques, ya adquiridos, del estatusepistemológieo .de la mariología: ~_~.•~>-••" su sencillez e inventiva; eL camino del goce de las obras de arte ...
narratiV'a/narrante, confrontación interdísciplinar, inculturación, Olluen;,¡
sión espiritual, mística y social...
4. Lamanología estética, a semejanza de la.teologíanarrativa/narran~
te , se artieula en dos vertientes: una, crítica e interpretativa, que. implica
2. En esta labor se observa una evolución: de una concepción
la valoración y la profundización en los testimonios marianos artístieos
colástica que contemplalo,hello como.splendor ven et boni o laque
de la historia del cristianismo, y la otra, operativa e «in actu», recurre a
armonía, perfección y pleIlitud (concepción.a la que permanece frelVoyt
las expresiones estétieas para p~esentar la belleza de María. Ahora es
preciso ocuparse de esta segunda vertiente, que subsume a la primera,
53 lb, n. 66. traduciendo a praxis sistemática el dietado epistemológico. Sobre la hase
54 lb, n. 71.
55 Cf P.. C. BORI, La MiUJw¡na.di San $isto di' Raffaello. Studi sulla cultura russa, Bolonia 1990;
del decreto conciliar OT 16, es hecesariogestar un tratado mariológico
E PETRARCA, Cancionero, CCCLXVI. . . de cuño estétieo, donde la experiencia actual de la belleza de la Virgen,
Mariologfasegún lavlapulchritudinis- 559

las diversas perspectivascdeJ::hBíblia, yde latradicdóILae: 5. En sintonía con la perspectiva platónico, aristotélica de la función
pbsiblesíntesis'Ofgánica;los~lllgares,'·de.laexperiehcia es catártica del arte, la Iglesia de Oriente y la de Occidente insertan el
Virgen (liturgia y piedad popular) ,se sitúen enurtdiál<.bgocon'lal amor por la belleza (filocalia) «en el curso del camino ascético cristiano
contemporánea. "de divinizaci0I1»,conjugando así estética y espiritualidad y entreviendo
'Aplicando al campo mariano las ,perspectivas COJntE~mlJOI'átíe: en aquella «una vía privilegiada para acceder a lo divino, una vía que
especialmente las de Croce (aplicados todos los correctivos a llega a ser posible gracias a la encarnación del Hijo»59. Es un itinerario
unilateralidades suyas56), la belleza de la Virgen no puede \'-Vjll,,~IUC;l,d en el que Dios, que concede la salvación como un don, sigue siendo
un dato meramente objetivo, porque la historia debe ser protagonista y, por consiguiente, la naturaleza humana, «realidad crea,
interpretada líricamente por el arte~ No basta tampoco ~V.LL'-,VLJlLC;J,UIJ da excelentísima, cuando es justificada ah impietate por su Creador es
la verdad; es preciso también que el sentimiento vibre ante la U¡::Ulé:L transformada de una condición deforme a una condición hermosa» 60.
María,y los valores que su figura encarna deben traducirse errloc:mrf: Entró entonces en la cultura occidental la famosa frase de Dostoievski
mente a" imágerres y. eventualmente a, expresiones artísticas. «la belleza salvará al mundo», no sólo en el sentido de que en toda obra
sustrato simbólico del ser humano está implicado en esta maestra alienta una fuerza irresistible y transformante, sino ante todo
intuitiva de la Madre de Jesús, incluida la experiencia del c;U,\.-U'CJ en el sentido de que será precisamente la belleza, purificada y plasmada
ton la presencia de la Virgen en la oración, en particular en la de nuevo por el Espíritu, la que eleve y purifique al mundo. No se trata
yen la vida. sólo de disfrutar de los iconos, tan importantes en la tradición iconodula
Sobre este particular, debemos ensanchar el juicio que distingue monástica, sino de caminar con pureza de corazón por el camino del
61
la teología/mariología orientaL y la occidental. Oriente-como amor, trascendiendo el frío racionalism0 •

G. Gharilr, «para hablar de María, se confía a la penetrante in


del sentimientomás'bien que a las definiciones ,racionales» y se ~ ..._..;.-_ . .
en los iconos y en las liturgias, haciendo una teología sin duda «
pero difícil de conciliar «con las necesidades de una rigurosa lC;~lC;2\;lVl.
teológica»7. Mientras que la teología Occidental ve en María a la
pulchra; para el Oriente cristiano la Theotokos es la presencia
del Espíritu invisible: «En efecto, era necesario que Aquella que
parido al más bello entre los hijos de los hombres, fuese Ella ,misma
una belleza maraviIl0sa»,?8.

56 Cfcap. XII «restetica italiana dopo Croce», en E RESTAINO, Storia dell'estetica mn.ri"rrlfi
O.c., 209-238, con las aportaciones y correctivos de Banfi, DelIa Volpe, Pareyson, Eco y Vattimo,
59 N. V ALENTINI, Bellezza e ascesi. La vía dell'oriente cristiano, en A.LANGELLA (ed.), Vía pul-
especiahnente en la superación dé la postura de Croce qué consuma en el interior del hombré
la esencia del arte (sentimiento y representación) devaluando la expresión (obras de arte)., " chritudinis e mariologia, 111 Y 116; cf también N. V ALENTINI (ed.), Cristianesimo e bellezza. Tra
, 57 G. GHARIB, La bellezza di Maria nella liturgia e nell'icdriografia del/'Oriente cristiano, en A. Oriente e Occidente, Milán 2002.
LANGELLA: (ed.), Vía pulchritudinis.e mariologia, Roma 2003, 137, donde cita a B.PETRA, La Chiesa 60 AGUSTÍN, De Trinitate 15,8,14.
61 208º CAPITOLO GENERALE DEL'ORDINE DEI SERVI DI MARIA, Fate que/lo che vi diTil. Riflessioni
dei Padri, Bolonia 1998, 32-33.
58G. PALAMAS, Homilía LIII,Atenas1961,142. e proposte per la promozione della pieti! marina, Roma 1983.
M'8Tielogíanarrativa/narrante
María, una persona de laque hay que narrar

1. Camino delateologfa narrativa

La posmodernidadse presenta corno «el final de:losgrarrdes relatos»,


hasta, el punto de'que. algunos, afirrnan que hemos entrado en la época
posnarratíva. Sin embargo,. hay que recordar que Lyotard identifica los
grandes;relatos con los grandes sistemas elaborados porla razón, Corno
alternativa a ellos, vuelve a surgir la dimensión narrativa .del hombre;
que.se.aplica a la teologíacomoestruduraconstítutiva del saber.
La fecha del. nacimiento. de la teobgía 'narrativa se sitúa' en el año
1973; cuando aparecieron en Concilium sendos artículos de R, ,Weinrich
y deJ.B. Metz sobre el particular1• ParaWeinrich, la teología narrativa
se opone 'a la teología argumentativa,' porque torna en serio a Jesús na~
rrador/narrado y a la Iglesiacomunidad~narrantemediante,unacadena
de relatos. El anuncio, de la fe perdió su original «inocencia narrativa»
a causa de la logicización resultante de su encuentro con el helenismo.
Se trata de recuper~r el valor heurístico de htnªITación que va más allá
del putO dato histórico' desarrollando tiria teoría de lanarratividad y de
una capacid~cl narrativa por parte de l~ comunidad cris~iana.Porsu
parte? J.B. Metz~fectúa una apo~gíc¡td~lnarrattPxec:isandoqtÍy teología

1 H. WEINRICH, Teología narrativa, en Cohcilium 9 (1973LZI0-.221;]. B. METZ,Breveapo-


logía de la narración, en Concilium9 (1973) Zn~Z38.,
562- María,' síntesis de va.ldres

Íl~~~!íya Q.();~igrl~~qapn~discurso sobre Dios compuesto de relatos, . RefidéndG.lsef(a:.íla:~teC510gíasa:c:.iameni:ql¡,1.i/ Bofí se proponeiilsuflarle


la escucha de la n~J~~iÓn o~~ÍIlal del acontecimi~Ilto)~~Qs la n.ueva vida, desmomificllrlómostrandoJaestructura narrativa deUengua-
misión en modo narrativo del evento pascual como «memoria '-''-.LL'''JlV'' jeevocativo; autoimplicativoyperforrnativo delsacramento¡ Sólo comprénde
(por cuantola merplJria pqssionis es in~tanciade liberac:ióny rlP.'t'.<:lrn.". los sacramentos quien es capaz de descifrar los signos de la vida del hom-
El lenguaje narrativo resulta esencial para una pa~ádÓ$is que ap~la . bre5;Tambiénla vida según el Espídtu está ligada a la teología narrativa,
experiencia del acontecimiento Slllvífico; la única -según H; Zahnrt- capaz de expresar la experiencia cristiana.
Después de estos autores, el estudio interdisciplinar convence de Esta llegaa ser arte crítico que sabe.conjugar cuanto Dios dice de sí y
narratividad no es una moda, porque se fundamenta en la an1tro'pologíla cuanto el hombre experimenta de Dios6; Finalmente, la pastoral, según
encuentra reflejos en las ciencias humanas, en las religiones, en la el parecer de L. Wachinger, debe servirse de la teología narrativa, que es
en las disciplinas teológicas 2 • Paul Ricoeur escudriña el tránsito del el único camino de anuncio de Dios y la forma de condescendencia para
po al relato, que es una «configuración» de nuestra experiencia ternp(xa acompañar concretamente a quien escucha a Dios(.Frenteála aridez
ordenada a su «representación». En definitiva, se va haciendo patente de los sistemas de comunicación de la civilización técnico-científica, H.
Prioridad de lo vivido con re~pecto a lo narrado, tQdayez,querelatar es Halbfas mantiene que es urgente el retomo ala tradición narrativa, que
modo necesario» de nuestra historia y de 11.uestra identidad»3. recurre.al mismo]esús, y una consiguiente rehabilitación del mit08•
Se. comprende por qué la Biblia, constituida por «obras y './CU.CLLJJW La recuperación del relato en teología implica el conocimiento y la
intrínsecamenteJigadas» .(DV 2), adopta a menudo el género LLU_LCL"L adopción de la narratología,unaverdaderáciencia y arte que interpreta
del relato y.esen gran parte un texto narrativo. Jesucristo, la narración no· como una relación o crónica o descripción de un hecho
la revelación,.eselnarradol'/narrado.]esús, que es insuperable verdadero o imaginado, sino como una totalidad estructurada que trata
revela el rostro del Padre en las parábolas. A su vez, él es narrado por.' de hacer que se perciba el significado y la actualidad del acontecimiento
comunidad primitiva, lacual,relatando, recuerda y anuncia el.u,-,,,,uL.,,,, relatado. El especialista franco-lituano Algirdas Julien Greimas descubre
cimiento.de la salvación. ELkérygina es anuncio.narrantede Jesús la existencia de tres niveles del relato:
la experiencia; la catequesis apostólica es predominantemente
losevangelios~on narraciones histórico-salvíficasj las teologías ¡JCLLUllILCL
17), Y la narratia de acontecimientos transmitidos, cO~llnicaci6n de experiencia (Dt 26,5-9
joánica, aunque desarrollen aspectos doctrinales y morales, están con el famoso credo: . «Mi padre. era un .arameo errante. Bajó a Egipto... »), Esta última forma
representa la estructura: básica (Grundstruktur) dellenguqje bíblico en el que se da a conocer un
zadasen hechos yen relatos transmitidos4• acontecimiento. Véanse además: J.-N. ALETII, rapproccio narrativo applicato alla Bibliá: státodella
questione e proposte, en Rivista Biblica 39 (1991) 257-276; rarte di raccontáre Gesu Cristo. La
í Cf J. NÁvoNE, Teologia ndrrativa: una rassegna delle applicazioni, en Rassegna di scrittura narrativa del vangelo di Luca, Brescia 1991; Il racconto come teologia. Studio narrativo del
26(1985)401-423; C.ROCCHEUA, Teologia narrativa. Unanuova figuraditeologia?, en terzo vangelio e del libro degli Atti degli apostoli, Roma 1996; J. L. SEA, Narrativa ed esegesi biblica,
teologiche 2 (1991) 155-157. en Civ. Cátt 142 (1991) III; 2l9.~230 ..
3 Cf P.RrcOúJR, t.1, Temps ~t récit;t. 2: Lacimfiguratión dam le rédt defiCtibn; t. 3: Le 5 L. BOFF, 1 sacramenti della vita, Roma 1979.
raconté, París 1983! 1985. «Nos()tros contamos historias porque finalmente nuestras vidas 6 H. ZAHNRT, ReligiBse Aspekte gegenwiirtiger Welt- und Lebenserphahrung. Reflexionen über
manas tienen necesidad de y merecen ser relatadas."Esta observación adquiere todo su die Notwendigkeit eine:rneuen Erfahrungstheologie, en Zeitschriftfür Theologie únd Kirche 71
cuando evocamos la necesidad de salvar la historia de los vencidós y de lós perdedores. Toda (1974) 94;122. .
historia del sufrimie?to damapidiendo venganza y exige el relato» (ib 1, 115). 7 L. WACHINGER, Erinnemund ErZáhJen;.Reden von Gott aus Erfahrung;Munich 1974.
4 Cf G. WHFINK, Erziihlung alSTheologie: Zursprachlichen Grundstruktur der Evangelirn, 8 H HALBFAS, Erfahrung·und.Sprache;cPliidoyerfür eine narrative Unterrichtskultur, en ID
Srimmen der Zeit 192 (1974) 521-532. El citado autor distingue entre las tres formas f'u.l.''-l.f'''l.''' (ed.), Sprache, Umgang und Erziéhung,StLÍúgart1975, 170-187. Cf también: R. TONELU- L. A.
del lenguaje bíblico: la argumentátió mediante debates, juicios, deducciones (Qo 8,17. . .9,6), GALLO-M. POLUO, Narrare peraiutáre.a vivere:.Narrazione e pastorale giovanile, Leumann 1992
appellatio que implica prohibiciones y mandamientos relativos al comportamiento' (Éx 20,13- (con ficha bibliográfica).
Se ¡]iabla5P()r,tat;tt~r de; ~{téOlogía,t;tarrante»,qtieadopta' la formafun~
damentalidel.rel¡:tto;:el.cuálseconstituye;en.elJenguajeiporexcelencia
deJa:teología\enddrtudidé su eficacia evocadora, provocadora e.implica~
de la significación;
b. Nivel intermedio, donde las instancias profunclassón antrapomc)!
das en una narrativa regulada pore1modeloasequible;
c. Nivel manifestativo de los significados textuales del relato y Hacia una mariología narrativa/narrante
en un modelo lingüístico~estilístico9.
Podrían presentarse. ejemplos narrativos del pasado: apócrifos, leyendas,
exempla, biografías y novelas 15 , pero en ellos no se trata de una teología
relato en la: transformación de una situación inicial en .UL.LCl·'>LLlJ.Cl~,L\..J.LL. narrativa refleja, fruto de un estudio hecho con miras a la narración de
naLYa'Aristóteles, en su Poética, retonocidacomo la primera tecniza~~ la «memoria» de María, una memoria liberadora, es decir, con miras al
deL relato, habla del «cambio total de la desgracia a la felicidad» y granrelato~explicacióndel.actuar de Dioseny con María 16 •
versa 1O,como elemento capaz de. delimitar la longitud de la
La relación de transformación o cambio de situación se revela
base de la transición de la historia ala narración. Síguesede 2.1. Experiencia de María ylenguaienarraiivo
la situacióninicial,.la transformaciónyla situación final son las tres
características del análisis narrativo deh:elato 11 • La gran valedora de la mariología en clave narrativa/narrante es Maria
Después de haber enfocado la teologíanarrativa,;se fue ':1o.711"r,<>.,-., MaddalenaSantoro 17 , quien,siguiendo aPaul Ricoeur, comienza apre~
progresivamente la exigencia de pasar a una teología narrante:. dos
14 «El relato no se presenta como una inform,ación,. sir;Q .como.unacomunicación ínter-
distintas entre sí, ya presentes en una de las definiciones de la pnmE~ra,¡
personal [... ]. La narraCión, cuárido es tal, supone estruci:ura1mente un procéso comuniCativo
que implica un emisor, un. sistema .de signos .lingüísticos, un receptor: capaz de descodificar .el
;<Teología e~perta enelanálisis ge
las narracione~salvíficas y
mensaje transmitido y de dar señales de respuesta, convirtiéndose a su vez en emisor según el
feedbáck propio de toda dinámka comuniéativa» (C. Roc¿iÍErrÁ, a.c.; 173). .
padapor obtener de estas las capacidades narrativas de la .xx
15yéanselas diversas obras Vida de MaTÍ4escritas en el siglo (De la Broise, RoschinL ..)
o también la 'novela o: mejor diCho, el midrash del escritor judío S. ASCH, Marie mere de]ésus,
eclesial» 13: París 1951,532.
16 Es más interesante el enfoque dado por B. FORTE Maria, la donna icona. del mistero. Saggio
1
dimariologia simbolicó-narratÚ;a, Ciriise1l6 Bá1sarilO 1988: El autor entra en la1ógicanarrativa
que valora el plan divino de. salvación y procede a la ya10ración de los. relatos evangélicbs en
9 Cf A. J. GREIMAS, Semantica strutturale, Milán 1969 (edic. original: 1966); A. lVlf\KLHI~~' los que se halla presente María, refiriéndolos íntegramente y comentándolos en clave teo1ógi~a.
rofficina del racconto. Semiotica della narrativa, Milán 1990. a
Sih embargo; nÍ él ni'sus predé¿esorés aplican la rriarlo10gía' los métodos narrato1Ógicos. No
10 ARISTÓTELES, Poética, 51a6, tomamos en consideración la obr¡¡de D .. FERNÁNDEZ, María en la historia de. la salvación. Ensayo
11. Cf M.W., f.analisi del racconto,Milán 1985 5 (1 ª edic. 1969); H. GROSSER, de una. mariología ridrrativa, Madrid 1999, porque el subtítulo no parece ser pertinente, ya que
Manuale/Antología, Milán 1985; G. GENETTE, Nuovo discorso del racconto, Turín 1987 (ed: no corresponde al con:tenido ni a 1asintencibnes ptiniariasde1 autor ni mucho menos a las exi-
francesa: 1983); U. Eco, Lector in fabula, Milán 1993(19942). genciasde la mario10gí~ narrariva/narrante. El autor111ismoex:plicaque el subtítulo fue ~ñadido
12 Véanse lbs intentos por definirla teología narrativa en L SARCEVlé, La teología al firia1, porque él evitó «cuestiones especulativas y complicadas» y se expresó «en un estilo más
come tentativo di un distorso attuále su Dio, Roma 1995,104-115. narrativ() que especulativo» (iJ:" 15).
13 C.MOLARI, Natura e ragioni di una. teologiá narrativa, en B.. Wacker, Teologiá . 17 M. M. SANTORO, Per una mariologiá narrativa. Approfondimenti seguendo P. Ricoeur, en
Brescia 1987, 7. . Theotokos 2 (1994)97,134.' . . .
dsar'lasrelad0ues.clela.narradón;con21a'hiStona"la:verdaq ,y<·L<:t·""a~ nodesvifléhládá''de;¡l~ ;hlsfotia hIela; huÍnanidád,' c0n)todoslosetr0tés
lenguajedel'relato;com'unica¡un:a dimensión intenor, de esta,·es]a:d:IlaterrarpriIllaqhe:Jiayquepresentar;a:;108 bauthad6s,'pata
periencia de encuentro»; por la cual emerge la.p,riO'ridad·de;.v.".v",,,,, que: puedatr;leeri ene<lla:la 'propia histotia y realizataquel mundonuevo
respecto a lo narrado. Esto implica una profunda experienda de (el teihodeDios). alque son proyectados por el «mundo del texto».
en la vida del mariólogo yde la comunidad eclesial ala que Algunas expresiones nuevas que interpretan los relatos de la vida
sin lo cual falta la base para cualquier relato sobre María. Por de María son bellísimas (por ejemplo, «icono de Cristo», «icono de la
prevé que en elfutútoseanlos«espirituales», ésdecir, 10s que humanidadrecondliada:», <<Virgen a: la escucha»}, pero no comunican
rimentadola presenda de la Madre de Jesús en la vida según el todavía una vida, aunque sí conceptos. Son frases sintéticas que no di~
los que desarrollen un discurso interpelante y eficaz sobre ella; , cen todo, pero permiten interpretar y" por esto, exigen la confron:tación
Una mariología narrativa evita dos peligrosas eventualidades .; previa de todo ser humano con los relatos acerca de María, ya que el
hombre es un ser interpretante.
a) Una piedad popular; fundamentada no en los SIgnos dejados; Cuando un lenguaje tiene varios significados, como el de la vida y el
historia de Cristo' o 'María, sino en signos..:ídolos; inv~ntados de la narración, es posible llegar a una comunicáción no equívoca úriica:~
hombres. mente si el emisor puede seleccionarersignificad() que desea transmitir
b) Una mariología desarrollada más sobre la base de conceptos al receptor. Esto se hace ayudando a que sean propios los significados,
referendas a !ávida de Mana, y que, por tanto, no transniite unk los valores y los Illodel()s. En este sentido, cualquier bautizado podría
prensión de fe acerca del actuar mismo de la Madre de Jesús. ser «maestro de fe»en el sentido de que ha recibido y ha hecho suyos
los elementos recibidos por la catequesis, tantas veces narratíva(pero,
.En una comunicadón es metodológicamente incorrecto CULU,"-JL¡JCL"';
a menudo, los fieles no son cOIlscientesde su función determinante;en
conclusiones éticas; los sujetos mismos deben llegar a ellas a el proyecto de Dios).
procesoiriterpretativo que lespetmitecomprenderse a sí mismo.s La estructutadel relato comprende a quien es narrado, a quien
el, texto y, en la confrontadón con los perso~ajes de la narradón,' narra ,(comunidadeclesial¡suvida y su fe) y a. aquel a quien se lenatrá
tar los imperativoscoflteriidos en ella y darse cuenta delavólun (no sólo para dar una información, sino para solicitar una respuesta).
intervenir en la historia: actuando ellos, a su vez, con' el fin de Aquí se inserta la historia de María, que se entrelaza con lahisloria de
cambios en el'mundo. Cristo y de la Iglesia, de Israel y de la humanidad. La Virgen aparece
~
'Por
<
ejémplO;:.:. '.por la estfúctuta
:~" ',~, " " ", -
de los relatos
-:- --- " ,
de la anundación, como «Hija de Sión» (LG 55),'que forma parte del pueblo elegido en
visitadón ... ,sellegaa ca.ptarel significadO' de la vida de Maríay a continuidad con las .demás figuras femeninas salvíficas de ,la Biblia;
lizarlo'en elpropi() tiecipo.ErÍ.él'cáIlticcúeferidopor .tucas (1,46~ «Madre' de CristO>" en la cual se cumplen las promesas de Díoscon
tieIllpode Dios se entrelaza con la historia concreta de M:ana. '. respectO al Mesías; «Mujet creyente>Y que da comiefl.zo a la hiStOria del
evangelista leen el pasado de la historia de Israel partiendo del cristianismo.·
«El tod6poderdsQ,ha
- . '-'
necbp conmigóc9sa,s'grandes»
".-.'- - -~- ~, .' , ,.
'(Lc,1,49),
-
y En conclusión, resulta de fundamental importancia la labor desa~
do de una vivencia en la que los personajes s()n Dios y María, Dios y , rrollada por Ricoeur paraaboidatcon cotrectoenfoque la teología na~
hombres. La narractóndelahistoria de Cristo,cle María, de la' . rrante/narrativa, y, en el interior deella, la manol()gía narrante/narrativa.
Apare~e·.de:manerapart1~u.larfla}prioridaGtde10 ;.<;< v1;ven!::ía:(1o.>~ searealizadQ ~~umplldªmentepara; todos ¡1(')s1 h,ombies,·para quienes:Jas
«narradó.». En.elcampomarial}oiJ~stpifu.plicaiuna interrupciohesl.deL;malu(cdn:Jtespecto.alhieh)hl@:constituyanJsistema;
de la ·Madre. de; Jesllsenla vidadelmariólogoy;'déla ,"-VJ.Utl.l!HU.ClU¡C,' sino que de la crisis hagan. surgir la paz, la justtcia y,todolo;demás; "
a la .queél.pertenece.•,Estámuy:alejado; deuria auténtica .uU.~"""" . Por tanto, la reflexión' personalista indicaqueh narración es revela~
que. se cOntenta conhilvanar un relato perfecto o-e:SQ<:: . eJ .mml'O ción,deisí ya lavezco-implicaciól1.del otro. Por consiguiente,' l~narración
fórmal, pero que carece de. raícesenla ex:perienCia. nO puede entenderse solamente como método para que la transforma~
Como se ve,'. Maria Maddalena Santoto tiene.. el ción suceda; así mediante o a través de la narraci6u, sino también en la
ahonladoporprimera vez la mariología narrativa" ofreCiendo y dentro de lanarraciónj para la relación que llega aiestablecerseentre
tes sugerenCias rnetodológicas, pero alejada de su propósito de· oyente y personajes de la historia;
en vivo una mariología narrante •. Incluso para.«re~decir»María,se ·trata ahorádeencauzarse;por.;,el
camino de lanarración,ent:endída como mediaCión a través de la cual se
llega, al descubrimiento de la.identida&Gte; una persona ;o de' un grupo.
22.,<~María, una persona Se. puede narrarla· historia de Maria uniendo los episodios evangélicos
. de la que hay que narrar» que la ve co~implicada en la vida de los demás y en las instituciones (el
pueblo de Israel y la Iglesia). En el conjunto de los relatos se manifiesta
Es eLtítulode.otro ensayo publicado en el año 2002 poda misma la identidad deMariajentfela«ínisn:lidad» dél tarádef(siernpte igu~lá
ra 18,enel que ream.1da sus reflexiones.y,vuelve a concebir la. U1ClLl'-!J.V) sí misma, reconocible en los diversos episodios) yel «quien» consciente y
parr?-tiva,siguiendoel hilQ de .la .reflexión filosófica deBRicoeur 1g . responsable de toda·nuevaelecci6n,'en.la co~ifu.plicacióncon la historia
el filósofo francés,;M,. M. Sant:ora seexplay;a acerca deja ,,~~N''r.:'''' de los hombres de su tiempo yeon la humanidad entera. Ayudar a descu~
su «identidad» y de su «manifestarse en la narraCión». brida idéntidad'de Maria puede ayudar a toda persona 'a descubrirse a sí
La personaes.el centro/foyer).d.euna actitud, éaracterizada misma y a descubrir el mundo que la rodea, y, en la crisis yen el empeño,
criterios:la.crisis yel empeño.con.quese.responde ala.crisis¡El saber determinar,.como Maria, un modo nuevo·de.relacionarse;'
ctmsiste~en reconocer' el puesto queme es asignado yla j Por. motivos didácticos se pueden tenerpreserttes tres· núcleos' de
de laspreferenCias,en.transformar creativamente lo que es H1l.V"_J..<1 narraciones (los episodios de la infancia de Jesús,; los de su vicla pública y los
enJasituaCión. que siguieronasurriuerte) y determinaren cada uno de ellos un'episodio
. La identidad viene dada por•.la .intimidad.o interioridad, pero central queílumina .la persona de Maria (la anunciación,' las bodas . de
ligada tambiénaJaialteridad:;sinoes.deLotrÓno es de sí Caná, la, presencia de María en 'el cenáculo) .. ,Por ejemplo, en el diálogo
viceversa. Me esfuerzo por descentraríneen el otro, y por. con el ángel, María se manifiesta a sí misma, manifiesta su propia iden~
movimiento más. clifíCilqueme consiente amar también a·los !--H\_HU tidad, la conciencia de su elecCión, peró se implica: con cualquier otro,
(los adversarios de mi empeño). Esto implica un orden en'i~ reciprocidad. María replica: «¿Cómo será. esto,;pues no· tengo
relaciones ?>~ (Lc 1,?4), yan~e la: fespu~~ta misterÍosa del árigel,s<m una
[8 ID,.Maria una persoriada Tlprrare, en EphMat,5] (2002) 117-190. mirada global'a lahistoria:¿e1,pueblo.delsrael y de.la humanidad, 11a~
[9 CfE RICOEUR, La persOria,13rescia 19982 jSé come un altro, Milán 1993jTempo e
vols;, Miláh 1986,1987,1988,<·· . ,i.,.~· '
ria responde: ~<ACJ.uí estálªeBchlVadd Señor» (1,.01,38). No se queda
anclada ;en sumismidad;;,en'sujc(h:ácterLsustancia];u~"u.u"'~L",V;U.J:'¡\:..i.U magisterio.;I?ót5tanr0,:esá:hi~toriase,la~püede:relataúeológicaínénte en
que se abreala:alteridadtl~'L)ibs"quenojnfrava.lora su vlrg1fllQ2l(,1 suidentidád;c@m.d.eta;desde'.eUm0ínentOenqué·~<e1fGontaci:oconJatl~i;¡:;
que la enriquece, con lámatemidad.;' blia condUce a subrayar la situación real vivida por.laNitgendeNazaret
No es ya' tiempo ,de decir queMaría se puede,n.arrat. ~¡;; en, su vicisitud.terr.ena>~22., A partir deJa. eScena de la anunciacióril(Lc
narrar también hoy; porque María hasido,siemprénarrada~ Un 1,26~38) ¡. en la quela Yirgen entra en diálogoconelárige1 d~V~etJ:'Gr¡f'~a
transmitido por la narración puede, ayudar a.las p.ersonas areel1ccmt historia de María de N azaret seintegra'enlahistoria.deJasalvació.fl,'.tma
a sÍ: mismas,.a reencon.trar la propia identidad personal, socialy historia que tiene. una, dimensión eterna. El'«consentimiénto gOZQs€»>
No se imita á.Manía sino. para ser. «persona» en la plenitud UV.l;.'''J:'¡UJ queda María hace resaltar su apertura efectiva al pla11 eterno de,Biós;
do que puede asumir este término para Tos hombres VV,lLL.,-.LLL¡JU>L «Heaqufla. sierva de Dios, hágase. en mí según tupqlabra»(bc,1,i381i
ligados a la propia cultura. En la dialéctica crisis, empeño, María se comprende como.uná síntesis de la historiádivirio:-:-:humanaia
contemporáneo puede discernir un «otden devalores» para ., ....,.H.'!."':!! la luz.del misterio de la encamación.
y dejarse liberar de tantoscolldicionamientos; para BayongLse sirve del postulado. de Karl Rahner sobre Jarid~ntidad
ideritidad y acoger la salvación,para sí y paralosdemás,como intrínseca ·entreJa.«Trinidad. inmanente» y la. «Trinidadeconómic'a»~3
para poner de relieve la compenetración de los tres tiempos de 1a;.salva;.::
ción vinculados, por tanto, a las tres Personas divinas;·Esto conduce.a
23. La figulanarrativa de María de Nazaret considerar, siguiendo·a RSesboüé 24 (y antes aúna B. Forte) , la «'narra'
tividad» de esta Trinidad económica;' María se presenta como ellugat
Otra aportación a la elaboración.de la teología narrativa fue privilegiado de la revelacion. trinitaria y llega a ser,por,este motivo{«la
por la tesis de licenciatura de Kyalwahi Bayongi, La figura de figura narrativa porexcelencia25~
la perspectiva de la teologíanarrativa20 • En eLúltimo.capítulo,el El enfoque de la figura narrativa de María, vistá como Madre de Dios
preocupadesi~uárnos en e1contextode la teología vinculada con en esta historiade.revelación, distinta de la historia natural y humana;
de Nazaret, cuya Jigura emerge partiendo .de tres grupos de es lahi8toria en la cual Dios se encuentra con l6shombres~ Por tanto,
bíblicas: relatos deJaaccwutumance, divina21 ydela profecía, LelaLL'" el encuentro de Dios con Maríaenlatierra, en la anunciación, hará así
Jesús y relatos 'de laIglesia; que María: se encuentre con Dios en el cielo en la asunción. La historia
.La intuición. fun.damentaldeBayongi se basaen.eI pasaje de la de María no debe restringirse únicameQ.tea la. tierra; es una.historia
titución Lumengentium(nl55}, que. sitúa aMaría en la historia dinámica que sigue la .trayectoria de la de! Verbo encamado: comienza
salvación, consignada en las. Escrituras ligadas a la tradición C.\:..iJ.c."LaL'V
22 S. DE FlORES, Maria ne11a. teología contemporanea, Rqma 199 P,41.
2°K.BAYONGI, La ,figure de Marie. dans.1a perspectivede la théologie narrative,
ex
23 k. IWmER, Curso fundam:eritál sóbre lá fe, Herder, Madrid 2003 6•.
24CfB. SESBOÜÉ, De lanarrativité enthéologíe, el} Qregorianum75 (1994);413-422.
(teSis para la licenciatura en teología, presentada en la Pontificia Universidad 25 K. BAYÓNGI, O.c., 68. «María d.~ N~~aret es realmente una figura narrativa,~()rque ella
reproducida. a multicopista) . es la gran autora' de la historia de la; salvación; Ella se convierte en este lugar de revelación'
21 Accoutu7JU!nce en fr~ncés se deriva de accoutumer y significa acostumbrar, hacer
por excelencia de la «Trinidad narrativa» en cuanto «Trinidad económica». Nuestro intento
adopte uría' cOst~mbre, por ejemplo,' habituara los Jóvénes al estudio. Este térrn.ino está articulado en la dinámica de la soteriología narrativa y no en la teología de la historia
mance, dice Bayongi, «es una traducción que hace referencia a las palabras latinas trinitaria. En' esta perspectiva:, descubrimos én. mayor . grado .. la . figura narrativa' de. María
(adaptarse a, habituarse a)e insuetus(acostumbrado, habituado), y a la palabra griega anunciada en los relatos de la adaptación y deja profecía, en los relatos de Jesús én' los de
-atos (uso, costumbré), esthismos, -ou (hábituación, adaptación)" (K.BAYONGI, ib, 70). la Iglesia» (ib, 69-70).
en el! cielo.arftesJd.efhr¡artuh(3iafiori~pr0sigi1el.ell,éts mund0" infal1cia€enJMt~il)~h:U~/¡1r~2)t)h,a.«hi.jáescat0IógicaideSf~rf»r eS·.éh~Giríl:a
catnaciónj···la'pasióÉiy ·la:'iresutrecdóIY.deJ~stlsf,j madre virginal cÍe1 Mesías>ylamorada de Dios, de la Htetaturapwfétida
i

(asunción de Máiía) . (IS·. 7J4;Sof:3, 14¿17:) ;::ehtuentransüactualizaüiónen;;;!árpersóha de


El camino continúa 'precisando,el' tema de la; «U(xoutitrminc:é»i; María de Nazaret.
que Bayongi enlaza con Jrene0 26• En. efecto, dos n0tio1;les' L""''LV/,;L\.,C María 'se revela como propagadora desalvaG,iónel1:.el rrtilagw·de
i

este último deben considerarse para éomprender·bien.este L'-"UU'.L Cahái(Jn:Z,1~12}; en el que MaríayJesús;§onlosac,tores principales,ne
capitulación (anakephalaiosis) en Cristo y la educación progresiva¡
j los jóvenes esposos; Jesús se dirige a suMadrellamándola,«mtl;jer>~,1tln
parté, puede observarse que no hay ninguna oposiciónenfre la . título que se repetirá al pie de la cruz, aunque sea inusual enlaa:ntigüe:::
deaccoutumancey la; de la.recapitulación:.Por atraparte, se deBe' dad greco-semítica y latina para el hijo que se dirige a sumadte.;jestlS
la vinculación ·íntimaentre este tema delaaccoutumance y' expresaasíla, función mesiánica mediante esta distancia 'con .respeCto
de la educación progresiva. Concebida de esta manera, laacc;ou;~urr a la relación familiar precedente de madre-hijo,porcjue la p:erspeetiva
forma ;parte' necesariamente de la ·historia de.la··salvación;· de Jesús va más allá de la maternidad familiar. Es la: perspectiiva'.oe.lá
hación;seda uÍladoble accoutumance; por cuanto esta se halla. relación.enelmisterio de la: salvación, y este térmiriode«mujet»~temite
a acostumbrar, aaccoutumer, al hombre a percibira.Dios, T aja figura de la.«hijade Sión». Lo de «haced todo lo que él os diga>.,: es
habitar en el hombre (Ireneo )~. j el testamento espiritual de María que exhorta a los demásallt~gar¡t:seF
Indis0ciable ¡con el .misterio d~ la;encamaeión;::María ~., r t " ' · I " I .... pueblo de Dios.
desarrolla una función significativa en esta doble accdutumance El relato de Caná remite al relato de la cruz, ante la cual María está
al1oshombres,y de .los hombres ;aDios,porquerealizá'.el· tac:LlIiI.e1 presente. El título de «mujer» evoca la tradición pwfética:ensil piefG
del Mesías, un nacimiento preanunciado por las figuras telnemrra.s. guración de María como «madre de SiÓfl».· Esta mujeres lá. . comunidad
la historia de IsraeL. Estas figuras son dasificadasentú~s . /,'L,CULU.~,";<¡; mesiánica, es signo personificado. En la cruz, Jesús revela una nueva
pOS27:. figuras.pre:-proféticas (Sara; Agaq Rebeca.; Raqúel, Lía, dimensión de la maternidad de María; una dimensión espiritual,y.una
de Moisés y la hija del Faraón) ,figuras de la epoca profética nueva función de la. Madre de Jesús en la economía de lasalvaciónipero
profetisa y la!iijadeSión) y figuras posexílicas Oudit,¡Ester, la HLCUXL\o.' al mismo tiempo indica que la primera tarea deJos discípulos cohsisteen
lós hermanos ínártiresmacaDeos). Más aún, remontándose, al ser. «hijos de.María». María y eldiscípulo.amado .por JesúsrepreseÍltan
la Jamilia humana; se puede aplicar «la recirculatio» aJaielaci<f>u -juntos.,.-.ala Iglesia.
Cristo,.porunlado ya larelación Eva:,.María, porelotro¡ enorclen,f:a
j Estandcrasí las cosas, no se puede prescindir de la figura de Maríael1
caída y a la salvación de la humanidad entera. el nacimiento de la Iglesia .. María,' que esta. sufriendo aLpü~ de la cruz;
María de Nazaret,.ID;q.dfedeJes'tís, estápuesf~dgrelieye enl()s aparece como .el discípulo· ideal y así ella se hace presente en el relato
geliosque contíenetdaidentidadnarrativa'de Jesús; De esta' fundador de la Iglesia, es decir,enJosHechos clelos Apóstoles,encOIIE
María llega as~r una. :<q.tal~ya», másparticularmente.porlos i\..L·aI..L'" pañía delos apóstoles enla.éspera del EspIritu Santo. De este modo,. la
historia de María se prolonga en la de la Iglesia. Como nueva Eva sacada
26 CfP.EVIEUX, ThéologiedeCaccoutumancechezlrenée, en RSR, 4 (1967) 5-54; de la costilla del nuevo Adán, nacida en la: cruz en ·la presencia de María
Cf H. CAZEI..LES" Les figures de Marie dan:; l'AncienrTestament, en EtMar 30-31
que sufre, la Iglesiaha coh()cldót~Írlbíénelmorn.entodél«acostumbrar~
27
1974) 97-107.
sedolówso y :gIQrioso>~;¡Así,~ pues,María;de:;Nazarétse;ptesenta laVirgén;de·Nazáret~.que¡p0dl:'ía:définirse·legít:imamente.comOKüni~rei;¡
da discípula ideaV>~ , narración;de,l'ad:'tistoriá. d€dáSálvación».·:i "

En síntesis,Bayongfaportala;contribuci6iYde Concluía diciendo:que,. después . de' haber . examinádo.1asrdiv:ersas


histórico~salvífica deJa figura de María, basada en el conc~~ptc formas natrativas según la referencia a María, escalonadas;a;i1o largo
«accoutumance», que hace que la Madre de Jesús entre en LCl ..... \.AJU" de lahistória,erá necesario intentar uriaErzahlungzentendida;como
de la encamación y de todaJa revelación como encuehtro «narración post~crítica» de la «memoria» de María, es decir, el relato
y.el hombre. Tampoco en él.aparece la mariología narrante; hermenéutico del actuar de Dios en y con María.
norecurre a un enfoque estructural basado en eL género li . . . . L.~L."V No se excluye el interés de un esquema semejante que prevea expre~
relato. samente una narración sobre María dirigida ale mundo contctmpótáneo.
Con la. tesis de Rakotonandratoniarivo sobre ·la Trinidad Sin embargo, esto ocurre únicamente en la cuarta parte, es decir, en
la narratología, al menos en los tres elementosestruéturales los cuatw últimos capítulos, haciendo que prevalezca:.él exarq.efi de
comienza a ser aplicada a los relatos bíblicos, incluidos los los materiales narrativos del pasado. Comprendí durante· el c.1.lrsÓdel
tarios en los que está.presente María; como la anunciación. seminario que era preciso pasar decididamente.a la maridlogíd.n'fr:.ia'nte,
se:trata de pwceder intentando construir una mariología incluso en ·larecuperación de los contenidos mariológkosnarratlvQs
englobe. los análisis natrativosde los materiales del pasado. del.pasado.
La narraciónvivade la vicisitud global de María dé Nazaret eflsUs
fases principales se ocupará de recuperar. los materiales narrativosqúe
2A. María de Nazaret. se refieren a ella y que se encuentran diseminados por toda la tradiciófl
en. perspectiva narrantelnarrativa eclesial, comenzando por los relatos fundamentales de la Biblia:,En . este
sentido se puede hablar de mariología «narrante!narrativa».
Desde· el año ·1993 tuve la ocasión de ir elaborando. un esbozo rlP:.P"rll1, La narratología nos enséñó que la estructura esenCial de todorélato
maen 17 capítulos, que presenté luego, ya desarrollado, en el sermrlªf es tripartita: comprende la situación inicial, la trama y lasituación final. En
mayor (a partir del año 1996) en la Pontificia Universidad '-'L."F.'-"'-LUU" particular, la trama es la parte más importante; porque explka el paso
con el título: María de Nazaret.Elaboración de una mariología rUl,r'Y'rl1'. de una situación a la otra. Se trata siempre de una trama constituida
En el primitivo esquema me guiaba la idea de narración como porconjúnciones y por separaciones (A. J. Greimas), pero s()bretodo
turatridimensional que incluía el pásado por un cambio de situación,. es dedr, por un «nudo» que determina «la
presente histórico (en la vicisitud terrena de María). y el futuro lanunc:m inversión de los contenidos». y porJa«intriga» en la forma de «giro que
relato de María enla Iglesia). En todas las fases, la atención. se conduce a la felicidad o a la desgracia» y viceversa (Aristóteles), por
rigidoa lasformasnarrauvas(relatoiparábola, leyenda, metáfora, «una relación de transform.ación». (T.. Todorov), por «giros de fortuna,
alegoría, símbolo... ) de la Biblia y de la tradición eclesial COltlC(;~mlenteS tanto para mejor como para peor» (P.Ricoeur), Precisamente por medio
de la trama una historia se convierte en relato.
28 GlJILLAUME 'DESAlNT 'PIERRE RAKOTONANDRATONIARlVO,. Trinité racontée, Dissertation Sobre la base .de estos datos la mariología narrante asumirá laestruc~
lice.nce enthéologiedogmatique, PontificiaUniversitas Gregoriana, Rome, Année <1'-~'""'""L'i'
1998-1999. ... :. tura tripartita del relato. En elihterior de cada una de las tres partes se
tendrán err¡cuertta>las;intlipacion~stle:(lat1arrato10gía;; re(;úrTü~miº, Cap:;;8.1 H(He<dno)}¡Ma:uía'enCana de .Galilea, .(InterpretaCión) Paso
tunamente al cuadro semiótico,ya;ladeterminaciów' de Yavé a Cristo mediador y esposo.
del tiempo Ydd.espacio ..~ 10s.:Cuáles,asuvez;determinan Lci::l\:ti::l,lIltll Cap. 9. (Becho) Mafía escucha la predicación de Jesús, (Interpre~
los capítulos. ..,taciórr). La madre se: convierte en discípula.
Capi.10: (Hecho)' María al pie de la.cruz, (Interpretación) La disd-
pula se convierte en madre de los discípulos.
Cap: 11 • (Hecho) María judeocristiana en el cenáculo, (Interpreta,-
ción) Novedad en la continuidad.
Primera parte: situación inicial
Tercera parte: situación firial:
Cap:!.
geográfico, .político, social y religioso. Cap.lL (Hecho) Dormiciónde ,María, (Interpretación) Paso de la
Cap. l. (Tiempo) Unamujer del pueblo' de Israel. ~U'HU.l'-LLIJ.U:;;~¿~ condición mortal a la gloria:
mujer, ·costumbres. acerca' del matrimonio, Cap. U: (Hecho) La mujer vestida del sol, (Interpretación) Condi~
Cap. 3. (Personajes) María en la historia de su pueblo. .ción:glorificada de María.
;problemática:esposa,virgen;amada por Dios; ..; l-'....r'Nori Cap. 14. (Hecho) Acción taumatúrgica y espiritual de María (espiri~
res y parientes (véanseJos apócrifos). tualidad cristiana, apariciones, santuarios), (Interpretación)
Presencia pneumatológica.de María en el tiempo y en el
Segunditparte: él"ama espacio.
Cap. 15. (Hecho) Inspiración mariana del arte, (InterpretaCión)
Cap. 4. (Hecho) Intervención. determinante. de Dios en María y la inculturación de la fe cristiana.
de María de. Nazaret.(anunciación y concepción ,,'.iTNi'r{',
(Interpretación) Paso~de la humildad a la exaltación
ymagrríficat) . 3. Conclusión
Cap; 5. (Hecho) Naéimiento de Jésúsen Belén y adoración
magos, (Interpretación) Paso del Dios eternó'al Dios1 1. La teología narrativa/narrante recibe ciudadanía teológica durante
~nace en el tiempo, .del. Dios de IsraeL al Dios' de las las postrimerías del siglo XX. En simultaneidad con la caída de las ideo~
nes; logías, la narración reivindica sus derechos en el ámbito de las ciencias
. Cap. 6. (Hecho)Presentaci6n de Jesús.eneltemplo y Huida a humanas y de las disciplinas teológicas, comenzando por la exégesis
to, (Interpretación) La presencia del· dolor en la vida bíblica. Madura entre tanto una doble convicción: la teología debe
fieles. rehacerse ajustándose a la Biblia, donde la experiencia de los aconteci~
Cap,] .. (Hecho).Jesúses,hallado en el templo,(Interpretación) mientos salvíficos da origen al anuncio ya la reflexión profunda sobre
del Dios de los padres a Dios Padre. la palabra de Dios; por consiguiente, es necesario aprender no sólo el
a1'ted~lielat~y§inqtamhI€hel. a,nálisis ~na,lTatol<DgiGodeJa '......,ULL':1>'".> Capítulo/XXIV
..' " "~ ~, ;' ,->' :-'

tradición eclesiaL .

2. Ha sido duro.para'lamariologíaebaeogedas Inl:ellpelaCllOI1leS


teología narrativa/narrante, y.han tenido quedejarse·pasar. .'
Mariología. interdisciplinar
antes de intentar dar un enfoque narratológi.co consciente a la María en perspectiva deglobaUdad
de María (1973~1993). Sin embargo,l()séomierízossori
y permiten vislumbrar la ardúalabor que aguarda a los lHCll1lJlU!J{ 11
sólo para explorar e interpretar los abundantes materiales
marianos diseminados a lo largo del camino .históri.co~ ...
Iglesia, sino también para transformarse en narradores. de María
contexto de los acontecimientossalvífieos anunciados
~enciados. Se prevé una nueva figura de mariólogo: d~ simple ..' primera vista, la perspectiva de la globalidad o del pensa~
el debe convertirse en un.carisllláticoeclesialque viva in .
relación personal con la Madre de Jesús en el contexto deJa vida
el Espíritu y, por tanto, en capacitado para relatar cuanto .él
mentado; Esto no le dispensa de la tarea de llegar a ser un
.

A
. .' ... ' .. miento complejo, donde se inserta el enfoque interdisciplinar,
. parecería estar fuera del pensamiento débil? que «tema tiza la
precaried~d y 10slÚnites delwjetoincluso en el cOIlocer»l y, en esa
medida, rehúye'las grandes síntesis. Y, sin embargo, las dos corrIentes
que ha penetrado en los secretos de la estructura y delsignifi.cado no se excluyen, porque precisamente la fragilidad dela ;azón deman~
relato. Una tarea espiritual y técnica más laboriosa que nunca '. da una visio~ pluriforme de la realidad, enfocar esta desde diversas
al teólogo de los tiempos futuros. • perspectivas. Este «multienfoque» es adoptado también en el campo
mariológi.có.

1. Teoría general de los sistemas


e interdisciplinariedad

El médi.co suizo neoplatónicoParacelso (t 1541). elabora ya la doctrina


de la pansofía, o qmocimiento dela totalidad, panda cual elmicrocos~
mos humano reúne en sí todas las cualidades deÍ universo (macrocos~
2
mos) y constituye su. quintaesencia •

1 M. FARINA, Caro Christi caro Mariae. Una prospettiva, en G. BOF (ed.), Gesu di NaZaret ...

figlio di Adamo,figlio di Dio, Milán 2000, '125.


2 R. MOHR, Pansojía, en P. DlNZELBACHER (ed.), Dicéionario de la mística, Burgos 2000,.797.
Cqn,1'as/~n.liGIo.n.~s;a~ttidwigBertalanffy3, autór·déTeoríd todos sus C:onip0hehtes~?¡.2; Tainbieh~para.Se~ta i cortÍeI1t:e ,Multiforme Xa
los siste~s'('rº~)',r~ii~~a al camf'o del saber el enf()C¡ll~ e r6,1Y\ 1 r<' tealidad es unconjUrito 6rgánico, en el cual un elemento no puede ser
trata de superar la lógica lineal vinculándose al concepto de modificadoisi1):que ello repercuta en todos los demás. ,
y elabora un esquema generaL metOdológico U~"'-'-"", ~"VL'-.,~'­ ..
Esta exigencia de globalidadiesasumidapor la teología, que evita
tido por varias ciencias, propiCiando así la '.
así la parcelación del saber cristiano en diversos tratados autonomos
Por su parte, el filósofo E,dgar Morin pone ~ll cllglrcl}a y, sobretodo, se pone en disposición de percibir la unidad del designio
complejo, partiendo de la convicción de la «imposibilidad, lH~_lU"u salvífica de Dios. en favor d~ la humanidad 10. Aun habiendo abando~
rica, de la omnisciencia» y de los efectos deletéreos de' una lHL,\-l1~5'" nado el método deduCtivo, la teología.nódesatieilde Jaexigencia de
simplificadora que «destruye los conjuntos y las totalidades»5. una exposición lógica y orgánica, de suerte que, en cierto sentido, se
to, el universo es un complexus, un tejido «de constituyentes puede hablar otra vez de sistemall.Ciertamente, .elsistema es un fruto
neos inseparablemente asociados»; más aún: es una paradoja inevitable del, esfuerzo iptelectúal para poner en relación, coordinar y
por dos leyes contrapuestas: la entropía, «principio LL'-LLL<JL
unificarlos diversos datos de la revelaciónhíblica y de las interpreta:-
degradación y de desorden», y la organización viviente, que ciones eclesiales~ Perolaorgailicidadracional no puede pretender que
desarrolIo~>6. Esto significa que «nuestro mundo prevé la a':rml~:mí.a' sea exhaustiva. Por tanto, cada uno puede trabajar «en laconstruq:i6n
como quiera que tal armonía está .ligada a la désarmonía» , ordenadade.un proyect0 teológico en el que todos los elementos parti~
necesidad de pensar por constelaCiones y correlaciones de cuIares respondan a un designio y auna exigencia unitaria, sih pretender
por la interrelación constitútiva del todo. Hemos' de repetir con que esa construcción sea definitiva»12.
«no puedo concebír ~l todo sin concebirlas partes, 'y no puedo Tanto la econotnía,de la salvación, como el pensamiento complejo
las partes siIl concebi~ el todo~;7. El pensamiento c~l1iplejo y el estructuralismoexigen que cada elemento de la vida y del saber
unidad,latotalidad, ladiversidad, la complementariedad, la on~anlZ humano.sesitúe en.el designio salvíficode Dios o en el macrocosmos~
ción, la complejidad8•
Esto previene .contra uh discurso sectorial y unidimensional,. también en
El pensamiento complejo llega a cierta convergencia con el el campo de la mariología. El cuadro globalkerigmático es el telón de
ralismo, que «considera todas las manifestaciones de la vida humana [ fondo, .dond~. se. puede comprend~r la: diviha,revelación y ·la respuesta
expresiones de una estructura inconsciente prerrdlexiva y ~VJL~\...cLL existencial de los. cristianos.Fue:rad~éI, se corre el riesgo de perder,.el
y que en todo fenómeno busca «el sistema de. relaciones que .' : ',"';':,' sentido delas proporciones y de la funciónalidadde lasdistintasdimen.,.
siones; incluida la mariana.
3 Cf L BEKFALANFFY, Teoría generaledei sistemi, Milán 1971;Il sistema uom(); Milán
E. EMERY, La teoriadei sistemi, MiláIl 1980; R. GUBERT, Sistemica, en F. DE MARCHI-A
9 P. VALORl, Strntturalisrrio,etr Dizionario ti~ologÚ::o iriterclisciplinare, III, Turín 1977, 365.
CATTARlNUS (eds.), Nuovo diziOOario di Sociología, CiniselloBalsamo 1987, 1929s. .
10 Cf 11 APPUNT~MENTq CUL"[URALE IN. VIST~ DELXIII CONVEGNOEuCARISTICO NAZIONALE:
4 P. GALLI, La prospettiva olistica in psicología. Teoria Generale dei Sistemi eScuola di Palo
analisi crítica, Milán 1982, 19-78. Prismi de verita. La sapienza ¿ristianadi [rome alla sfida della comp1essita, Roma 1997.
11 CfZ. ALsZEGHY, Sistema in teología?, en Gregorianum 67 (1986) 213-234; W BEINERT, Teo-
5 E. MORIN, Introduzione al pensiero complesso, Milán 1993, 3 y 8.
6Ib,lOy60. logía, en ID (ed.) , Lessico di teología sistematica, Queriniana, Brescia 1990, 685-695; M. BORDONI,
7Ib,64, 72 y 75. La teología sistematica tra ortodossided ortoprassi, enLat~ranum54 (1988) 266~287; M. SECKLER,
8 Cf ID., La méthode: 1: La nature de la nature; II: La vie de la vie; III: La connaissance
Teología,scienza,. Chiesa. Saggi di teología fondarnintale, Brescia 1988.' . ..
12 R. OSCUfATI,.Método sistematicoe pen.siero teologico, en AA.W., Problem¡ e.prospettwe dI
connaissance; París 1977-1986.
teología dogmatiéa, Brescia1983,:32: .
de; 1988~¡,HcrrtieÍldo>!d~~1¡:tacusa~a, tendénciaj·á la Jespeciálizaci0n;:del
saber, :q:ueHmplicadnevitablemente:'«una:parceladóny sectorización»
La exigencia de laconfrontacióninterdisciplinareh teología'''A,id¡-''~i delconocimientb:humano;e1autorseñala ahriismo tiempo~~la¡flece,
por el hecho de que, en nuestro tiempo,. se>corpptende r-.""~',, .. ~~', , sidaddeun estudió bíblico y teológico que mantenga unafconstahte
persona no puede abarcar todo lo que puedasaberse,;Mien:tras conexión ,entre las diversas disciplinas» y se halle siempre atento a las
el pasado el teólogo podía enseñar todas las' materias, teológicas conclusiones de las demás ciencias. Ahora bien, la mariología se sitúa
en ocasiones publicar tratados relativos a todas,las disciplinas como. «punto obligado de convergencia interdisciplinar de ,todo el sa,
gía (por ejemplo, Hervé, Schmaus... ), en la época en tomo al ber teológico» por el hecho de que «no existe ninguna verdad mariana
VaticanolI se comprende queUega a ser necesaria laest)ec:ratizacoiór autónoma», sino que «se trata más bien y siempre de dogmas yverda,
las diversas' disciplinas teológicas. En particular, en' las' des cristianas enJas queMaría está implicada» 16. Abundando sobre el
pontificias se tiende a superar la licenciatura genérica en teología, particular,. se puede aseverar que María es «la mujer icono del misterio»
crear licenciaturas específicas enteologíabíblica, fundamental,' (B. Forte), es. decir, un fragmento que contiene el «tado». de.1a historia
ca, moral, espirituaL. También en. el ámbito de los cursos de C'-'VL\C''',LQ de la salvación. Y, efectivamente, lamariología.se ha ido transmutando
adopta este criterio de especialización, confiando las diversas '~~"F".""~ en un «lugar de convergencia» de los éstudios teológicos donde. se hace
tratadosparticularesa.especialistas en las respectivas materias .. En manifiesta la «ley,de la totalidad» o nexus mysteriotum, segúnJa cual
línea, en 1977, un diccionario teológico se presenta llU,<:;lJl\...ltJllélUi:llHleX cada elemento del plan de Dios está vinculado armónicamente conlos
con la calificación de «interdisciplinar»13., demás .. Por tanto, no hay cristología --:-nieclesiología, ni pneumatología,
Un cambio radical a este respectase observa también en los ni antropología...-.,.sin una referencia a la sierva y madre del SeñorF .
demariologíay en los diccionarIos de espiritualidad. Mientras que En la presentación del programa de la Asociación Mariológica In,
Roschiniescribe por sí mismo no Sólo el manual sino también el ' terdisciplinar Italiana (AMI), creada en 1990,.lM. Calabuig usa con
nariode maÍiología 14 , vemos que en el Nuevo diccionario de insistenciaeladjetivo interdisciplinar, muycaro.al grupo fundador, cuyo
(1985}15 rntervienenespecialista.s,en las diversas materias teológicasyi designio es que su labor se. desarrolle «en contacto con otrasdisciplinas~>,
manas: Biblia, Padres, tradición, liturgia, magisterio,sociología, ' paraJo que invoca una doble razón:
antropología .... Lá mariología comprende así la necesidad de salir
ensimismámiebto,. cOIlfrontándose conilas diversas disciplinas L'-''-''LV~~L\...( «En. primer lugar, puesto que toda la investigación teológica se ,realiZa
y con las ciencias humanas, a tenor de la pauta del diálogo .' con tal criterio, Juan Pablo 1I, que varias ve<zes se mostró.prebcupadb
y abdicando de los modelos del conflicto y de la coexistencia. por salvaguardar la unidad de la enseñanza de la teología, se mostró
La cuestión de .la, interdisciplinqriedad en. mariología es' también atentoa1.valor,dela interdisciplinariedad. En la constitución
ex profdso por Victorino Girardi enel Congreso mariol6gico apostólicaSapientia christiana(15 de abril dé 1979), el pontífice escri,
be: "Las distintas disciplinas teológicas deben enseñarse de tal moa~
<, " ' , ¡ ~ -

:: L. PACOMIO (ed.), Di~ionarioteologí~ointerdisciplinare, 3 vals., Turín 1997;


G: ,M. R?SCHINI,Mana ss. nellastonadella salvezza.Trattato completo di mariología alla 16 Cf Y.]. GIRARDI, La mariología corrw convergenciainterdisciplinar en teología,· en María, icono
del conc!lw VatICano n, Isola del Uri, 1969; Id., Dizionario di mariología, Roma 1961. del misterio. Presencia de Maríapára'el terG'er milenio, Méjico ·1990, 83.
15 S. DE FIaRES-S. MEO (eds.), Nuevo Diccionario de Mariología, Madrid 200P. 17 lb, 83-105.
.qne,porHas,razones itltel!Ila.s)del oo1éto"prorHq ¡de/cadalnriá IOSínisteri0s.·dé;'lá;~SriéafuáCiQri:¡y,delaredenci6n;~cob.nal~élesiologfa, 'qué
en;conexióH,cOIulas.dem:<'is::diseiplinas¡[ i,q~.¡re~fUlt:ei.t)tel1Ql 'leen Márl.aéUtipo7de, la Jgl€sia~'santay:engendradma de,Cristo ~n l()s
.dad·ode toda laoerrseñartza'teólógica;.y .todas das' diseiplirias i·r,,..-nna, fieles; .cou, la antropólogía:cristianaj) que,tiéri~\,én,María el ~t()totiPo:de
haeiaelconoeimiento íntimo:delmist~rio;deeriSto;'¡ lacooperaciónhumana,Gon la,acciónde la gracia,iYTonJa;esqltologfa¡
En segundo lugar, la investigadórrmariológiGa debe teIlermalráe pmque María es. imagen purísima Y primicia deHuturo, deplertitud~deAa
interdiseiplinar, porque mUGhasciencias'-71ar exégesis, . a,il)atrts.t Iglesia2i ;
la liturgia; la iconografía- se ocupanrdel "tema L~'JLV!';L\.,V)lVl¡:U A su vez, la AMI organiza un. congreso (Loreto 1993),eu,elqne;ise
ode las fuentes, .que .se refieren a 'éL Por ·10 demás, la <:;ALl::~H'-'la aborda la interdisciplinariedad desde el punto de vista~spé:cífic6rde""Ia
carácter .interdiseiplinar se halla expresada por varias confrontación de la mariología con la Biblia, con la.liturgia,éc)"óHaiteoi
afirmada por cátedras que gozan de autoridad. Ene! año logíanarrativay coneLsimbolismo22; . •.

Laurentinescribía: "María,. madre de ]esúsies unmC)m~lO natrm Acerca de la estructura y de la ubiCación de la mariologíaene:hc0nB
teología inderdiseiplinar"18, t'Hoy -'afirma] uan Pablo:Il-7!:-1a: texto de las demás disciplinas. teológicas, vemos que ya en W8:S,sI;,'M'¡
o' gía, a la luz del Vaticano 11, se renueva, oestablece fecundos Calabuig rompe Una lanza en favor del «cursounitario»de:lamamoldgíá
interdisciplinares; aborda problemas nuevosi> se. siente en lugar del «curso fraccionado», es decir, «diluido en la enseñanza dé
nuevas tareas"19. Yen la recordada. Carta de la Congregaeión las diversas disciplinas». El citado autor aduce dos argument~s: . unO,
Educaeión Católica se lee:. ",; .. Los.diversos docentes, enfuna . extrínseco, porqué la propuesta .del«curso unitario>?: pareceéürtespondér
y fecunda visión interdisciplinar;, podrán;efectuar en el desarrollo de mejor a las «características de organicidad, sistematicidad, completud,
propia enseñanza eventuales refereneias ala Virgen"7Q»: segúnla. Carta (véanse losnn. 28-29), características todas ellasquela
enseñanza de la mariología deberá poseer» ; el otro argumento. es' intrín::
EL mismo: autor, estudiando la relaeiónentre u·lterd:lsclpJimlrü~d~ld::l seco, porque «la mariología oes .por excelencia la disciplina teológica de
mariología ala luz. de lasreeientes interverieionesdel Magisterio, la "relación con", de la "referencia a"». El autor no oculta;susipreferetl~
cluyeque, puesto .que en María «todo es relativo a Cristo, a la Ll::JL\.-':>.LO cias por el curso unitario, teniendo en cuenta que la mariologíar~húyé
al hombre», es preeiso reconocer en la 'mariología «una.diseiplina el aislamiento, siendo como es una «disciplina de ·convergenci~¿yde
convergencia y de relaeiones». La mariología está vinculada con el
xx'
relaciones»23.
Trinitate¡yaque la Trinidades «el manantial dehser:deMaría yla .
o y eso, que, precisamente durante losaño~noventa delsiglo
última~deTsu' destino»? con la cristología, . porque' María está asoeiada mientras que lbs manuales de teología al uso reservan a Maríaa1?é:rias?~~f

21 ID, rinsegnamento dellamariologíanei documenti e~clesiali: dal ~ecféto Optatam tOÜll


salla
18lv[aricÍ, ~Íl L
PACOMIÓ (éd:) , Dizionarib ieologico interdisciplinar¿, 11/435. .. . lettera drcolare (25.3.1988) della Congregazione per I'Edúcazione ,Cattalrca, en E.~~~ (e;d~),I~
19 JUAJyPABLOU" Discorso allaPántificia Facolm TeologiCaMari4n¡.¡m. (.10 de.' diciembr.e mariología nell'organizzazione delle discipline teologiche.CollocazlOne emetad,o. Att! de1l8-?$¡rn.PoslO
1988), en AAS 81(1989) 774. . ' . ...... . Intemazionale Mariologico (Roma, lA Ottabre 1990), Roma199Z.,.especlalmente la~.pp.204~
20 L M, CALABuIG,Riflessiónésúgliorientdmenti teblogicidéll'Associazione Mdriologica Interdis- 229. Este enfoque relacional e interdisciplinar recibe un extenso desarrollo ~n .eL.artlculo~d~{E:
ciplinare Italiana, en Theotokos O (1992) 25-26. Con anterioridad, el autor había ya señalado: TOURÓN DEL PIE, Colocación y conexión de la mariología en el dmbita de lasd¡sc¡plmas; teológ¡~as;

puesto que la persona de la Virgen es esencialmente dialogal, «análogamente la mariología no situación actual y perspectivas (ib, 284-285) ' . / ;i' j'

22 Cflis diversasponencias:.«lAmdriología oggi: ricerca e insegnamento».2~ C01lvegno :!\MI-


oo' •••••••

es disciplina teológica aislada;. no es un'árbol solitario en medio de la estepa, smo.un árbol del
bosque; crece juntamente con otros árboles y con ellos entrelaza su' ramaje» (L' M. OALABUIGi Loreto 1993, en Theotokos2 (1994) 1,}-287.
artículo editorial: El futuro de la mariología, en Marianum 50 [1988] XVIII-XXI). 23 lb, XIX-XX.
brevetrátádo~4, .el(7;ursoide; teólogíd siSternáticade las bdíiíc)rtf edesial~srref1e:í{ió~¡Sis~~rnátiea',Hturgia¡y~vid'9.d.e·.•laIglesia.:,adaptad9h
ne, de Bolonia;se ,révela'ej~mplar:algunos 'clesusltratados O inculturadÓtl, ,,'" o'!
pneurnatología yeclésiologÍa) ,remitén siwcesar¿a: María, n<:l1rn"'·TW1 COric:e,Íltrq.ndo SU esfuerzo 'en.'el plano bíbltco,.bajo la atentadireccióti
tema específicoabordadopof cada uno de' ellos,ypofi,añadiduta del exegetaAlberto Valentini, la. revista publicóunaserie'de cuad.ernos
recoge un tratado sistemático3sobre la Madre de ]esús,m COJmlnu: monográficos de caráctetinterdisciplinar, que aparecieron semestralmente
de la cristología25 • De este modo, por un lado se supera la TP<,rn,rrf,rf" entre 1993 y 2000, dediCados a particulares pasajes o episodios del Nuevo
dencia a limitar toda referencia mariana a lama,riología, VHHLL'-LL'U.UJ Testamento en los que María está presente, y reservando el último nú~
las' demás disciplinas teológicas 26, y por otto,se integran los mero a María según las Escrituras. Cada uno de esos ternas es examinado
particulares esparcidos por los diversos tratados, con lo que se por una serie de especialistas en las ciencias teológicas y humanas, que
visión orgánica del destino de María según el, plan divino de la ofrecen de esta manera una lectur~ múltiple: exegética, patrística, litúr~
Subrayemos que en esta línea se situaba Nigido, quien mantenía gica, antropológica, psicológicá, sociológica, iconográfica, lectio divina ...
necesario tratar de María en la cristología; y que a la par Por tratarse de la única o, al menos; de la más conspicua plasmación de
útil reservar un tratado autónomo a la biehaventuradaVirgen. mariología interdisciplinar del siglo XX, tal realización debería ser teni~
da en consideración íntegramente. Aquí nos limitaremos a presentar, a
modo de ejemplo, dos números n1onográficosde Theotokos,en los que
3. Realizaciones mariológicas interdisciplinares se examinan de modo interdisdplinarsendos pasajes de Mateo y Lucas.

Dejando auwlado algunas publicaciones debidas a otros ~Ut-'~'-LaLJlq'


en el campobíblic0 27;,'nos detendremos. ewla interesante 3.1., L.a madre de Emmanuel
de la Asociación MariológicaJnterdisciplinar Italiana (AMI),
la revÍstaTheotokos emprendió una labor interdisciplinar de Es el título del primero de los números más arriba mencionados, y hace
envergadura siguiendo. la trayectoria de los cinco puntos del referencia aMt 1, donde se trata de la genealogía de Jesús y.de SU con~
teológico expuesto en elDecreto OT 16: temas bíblicos, LHIQlC:l011.t cepción virginaL
De la lectura exegética se ocupa M .. Orsatti, quien después de señalar
24 Habrá que reseñar aquí, por ejemplo, los dos sobrios tra'tad()ssobre Mana en el' que,en una sociedad tribal, «la genealogía hacía las' veces, como quien
d¡'!l curso.teo~ógk~: 1. 9¡¡:~ARA- M.e. LUCCHETTI BINGEMER, María, en L ELLAcuRÍA~ J. dice, .del "documentO de identidad" que, pennitía que cada individuo
(eds.), MystenuTIl hberatlOms. Conceptos fundamentales de la teología de la liberación, Madrid
601-618; A. MULLER-D. SATILER, Mariología, en T. SCHNEIDER (ed.), Nuovo corso di nn07nnnrn fuera reconocido y quedara inserto en la vida del grupo», pasa aconside~
II, Brescia 1995; 181-218.
25 Se trata del n. 6 del «Corso diteologia sistemátka»: S. DE FlORES Maria Madre di
rara las cinco mujeres que se mencionan: en la genealogía: Tamar, Rajab,
Sintesis storico-salvifica, Bolonia 1992 (1998 4). '
Rut, la esposa de Uríasy, ,finalmente, María. El exegeta, basándose en el
2.6 «Es ~otivo de más profunda reflexióÍl'elhecho de que María, como persona cuya
tenCla rerrute al orden más amplio de la salvación en claveisacramental, vuelva a aparecer mundo judío, descarta de pIanola opinión deJerónimo, quien mantenía
los temas .que se examinan en todos los tratados» (w. BEINERT, Maria/mariología, en P.
(ed.) , Enczclopedia teologica, Brescia 19902, 538). que las cuatro primeras mujeres eran pecadoras" y también lade Lutero,
27 N?s refe~mos.partkularmente ala serie de artículos bíblico-marianos publicados que las consideraba extranjeras. En, realidad, estas mujeres aparecen
Ep~ndes manolo~cae y recogidos luego por A. APARICIO RODRÍGUEZ (ed.), María del f'vl1rIJ7pl.ir1;"
Las pnmeras generacIOnes cristianas hablan de María, Madrid 1994. «como pertenecientes al pueblo israelita, por nacimiento o por adop~
autór :prosigue:;tnastianÜ0>CÓmoel;~<Mateo griego>~«provocó .inY'ohin--
tatiarnenttb urrpro(}eso'de: apasionada, inv;estigadón, ,sobre :la~ persona 'y
impercéptibk tesitura:He;J)SCUfOS aC1onltectmíerltos, U:JCl.:::l ~OLU.4iCl.H'''''''i' sobr~ la a~tuaci6nde María» por parte delos Padres-'-griegos, sirios y la~
que: ellas se dieran cuenta» 28. Esta:explicac.ión;es' e lb'lJL~,ClUl\. )CC~~ll,U,l .•
tinos-, cuya «laboriosa tarea hermenéutica para confirmar la virginidad
María, último eslabónenla cadena genealógicadeCristo J::1:dL~l<::I";.¡::t j
perpetua' de María .seapoyaen gran parte" también ella; sobre los textos
cual «jesús entra a formar parte del pueblo.judío»:+ de, Mt,h18~ 25 >~.A este, respecto; son interesantes. algunas precisiones
exegéticas de los Padres, por ejemplo, acerca de José, ~<hombrejusto»:
«Si era anómala la situación de las cuatro.m.ujeres que entran
'genealogía casi dehurtadillas¡, más anómala todavía es la paSlCllan «En la estima universal que los Padres demuestran hacia José,
Maríajsila Sabiduría divina, que dirige la historia, apenassedej ante poniéndolo algunas veces incluso a María, así como en los co~
entrever en el Antiguo Testamento, ahora con María,''''''':''''''''''' mentarlos del Crisóstomo" el drama interno .de José ante la esposa
del NuevóTestamento, esa Sabiduría manifiesta tódo su "","",,,,'oi "encontrada encinta" y la "justicia" de ]osédemostrada en la opción
misterio»29,
por unasolución,no.según la ley, sino según el espíritu, llegan,aset
paradigma interpretativo de su comportamiento sucesivo ... »31.
La situación de Maríaquéda: expresada por eL v;.
interrumpe el esquema «A ,engendró a B», y se afirma que de ~os Padres entienden, el comportamiento ante el embarazo de María
engendrado Jesús, llamado Cristo: («fue encontrada encinta») no en sentido impersonal, sino como una
reacción exclusivamente de José (más aún -añade Jerónimo- sólo por
«La forma pasiva por la cual María ho.es laengendridora, arroja: parte de él), el cual no se limita a constatar un hecho, sino que, «a través
sobre una presencia que de momento no se comprende [... ]. Tan de un proceso interiory,arigustioso»,¡ invéstigacuál puede:ser elsignifi~
a continuación, hablándosede:lamisteriosa obra del Espíritu cado de ese acontecimiento y cuáles sus causas. Según el Protoevangelio
(cE v,20) ,llegarán á ser inteligibles la forma pasiva, que remite a de Santiago, José se debate entre la. sospecha de que :la Virgen ha sido
intervención divina, y el vuelco que da la estructura de la 1T<;><,,"""~V: mancillada en su ausencia y «el temor de que aquel que hay en su seno
pueda proceder de un ángel». Ellicambio, para Efréri, José acierta a sa~
Ermanno M. Tonioló, por,suparte, realiza ,una, notable ber por intermedio de. María que el fruto de su seno es obra del Espíritu
acerca de la exégesis de los Padres sobre el capítulo primera dé LUC'....' - " "
Santo. y no. puede dudaride ella,cteniendo en cuenta que «jamás había
En su estudio comienza haciehdo,constada decisiva influencia que observado ni porasomónaclaimpúdico en.María»:Las.vacilaciones de
ehexto. ~<nacido del Espíritu Santo», (Mt!, 18.20) sobre Jos símbolos José están expuestas poéticamente por Santiago de Sarug, para quien
fe apostólicos y sobre el éredoniceno~constantinopolitano¡ del38 L es necesaria una revelación divina a fin de que el esposo de María se
persuadadefinitivarnentede'queel frutodeLvientre de su mujer.es obra
28 M. ORsATTI, GesU Cristo, EgUo di Davide; diAbrarnd... di Maria. Una nota ináriblogic~ ,: divina. Para Basilio, el temor de José se deriva del conocimiento del
cristologia diMt ír1~ 17, en Theotokos3 {1995) 1,32. .
29 lb, 33.
30 lb, 35.
31 E. M. TONIOLO, Mt L,18-25:testimonianzepatristiche, en Theotokos 3 (1995) 1,54.
Matidlográ~¡nteltlrsdplinat - 591

. de i la;'G:ollcePd6b.: de; MateorY:;so1:Jre.su. conterlido;' Acehia.del. cómo, no· interesa tanto la


causa delanüsma,:es deC:li'¡:,dequéesa.concepdón'procedía
S~t1t037; ToniglC);concHiye 'qtle:j~ . estrudturadebcapítulbcuantCi>'su ambiente vital, que está constituido,
por 'urllado,i p6r la «experiencia irradiante de .la· Pascua» Yi por otro,
poda«<progresiva impugnación de los judíos; a quienes les resulta muy
«Podemos. afirmar C:¡u~ cuanto los Padres .:-.:iluminadospor
difídlaceptar a Jesús». Con todo, «eL discurso sobre María· adquiere una
yeran' enla. perícopade Me 1,18-'25, sigue siendo de granU'-'L.UCU.LUa
conn.otación.de vivaddad dramática». que no deberá perderse en la
La. exégesis de estos, que en parte.concuerdacon la
exposidóncatequética. Acerca del contenido, del qué, es fáciL captar el
actual, nos impulsa también a una verificadón de nuestros Im~[OH
interpretativos»33. mensaje de que Jesús es verdaderamente el Cristo, cuya madre virginal
es María, dentro de un cuadro radicalmente religioso:

La lectura litúrgica del capítulo primero de Mateo, realizada,por,S .


«Sólo Dios, con el poder de su Espíritu, produjo eLacontedmiento
~ano Rossi, documenta el «variado empleo>~'de la perícopa por
único y decisivo en la cadena de las.infinitas genefadémes;Dios he~
a liturgia romana renovada, ya sea en la lectio continua de
cho hombre; de él,. María «virgen» es signo históricoineludible»35.
ia en las solemnidades de la Anundadón y de San José,· así como;
)tras celebraciones. El eje del anuncio a José es el misterio de la
En el contexto actual, no será raro encontrar quien, «basándose con
ladón, enfocado desde diversos ángulos. Tanto María como su ",,,,,,:,,,,'r.
presión' en ·la.experiencia .del nacer humano; relegue' al· número dé las
on contemplados por ·la liturgia. en perspectiva histórico~
listagógica: leyendas· toda excepción eventual» de sus leyes,·o·también.lorelegue a un
«acentuado clima erótico y, sintiéndose desvinculado, se ría del concepto
mismo de virginidad y de sus significados. antropológicos». Será tarea del
«Por su dimensión cristotípicá yeclesiotípica, María es icono de
catequista el tener en cuenta estos datos para un conveniente esclareci~
historia salutis: situada en. el punto más elevado de la escala de
miento a la luz del Catecismo de.la Iglesia católica, que glosa con amplitud
padres y de los reyes, María compendia las vidsitudes de su I-'U'_1.",>,.
el artículo del Credo acerca de la concepción virginal de Cristo. En esta
y constituye su impulso pascual y escatológico.
tarea será de provecho recurrir a cierta inversión de perspectiva:
En cuanto "vestíbulo" del evangelio, Mt 1 nos muestra a
en el kairós que introduce a Cristo en el mundó. Su fundón '-'-"-'_"-p'''''
. «En vez departir de nuestra experiendahumana de lageneradón
cionalse halla enlacumbredelasgeneraciones;en eLcuadro que
y del parto, para tratar de explicar a toda cosa eLfenómeno· del ~'na~
desarrolla en torno al ministerio singular de José»34.
cimiento virginal" ,debemos más bien .reflexionar nuevamente sobre
nuestra misma experiencia del parto y de la responsabilidad paterna y
Desde el punto de vista catequético, tal como fue propuesto por
materna.a partir del nacimiento de Jesús, concebido por obra deLEs~
re Bissoli, senos pregunta acerca de la forma expresiva del mensaj~
píritu Santo: ¿no desvelará quizá una dimensión nueva en cualquier
nacimiento de un hijo del hombre?»36. .
32 BASILIO, Homilía sobre la santa generación de Cristo, 4; PO 31, 1464.
33 E. M. TONIOLO, Mt 1,18-25: testimonianze patristiche, 86-87.
34 S. Rosso,Mt 1,1-25 nei lezionari attuali del rito romano, en Theotokos 3 (1995) 1, 157. 35 e BISSOLI' Maria in Mt 1: prospettiva catechetica, en Theotokos 3 (1995) 1, 163.
36 J. ~E~ERS, Lettura pastorale del vangelo di Matteo, Bolonia 1983 2, 114.
Apesar:dela: dificultad exegétiGa,tlue iofreceJagenealogía, HLC<~'-C'U pertnite tmedirlac.densiclad ,humana de su interpretación del.perso.naje
Mario. MasiIlipiensaqúe '«nmgúirltexto. ~bíblico Clelbe~(l:011Sl(:1erarS,efl11la.t de Jo.sé:
para el esfuerzo., méBitativo. y o.rante cáracterí§tico. deja' leerio;
que «seesfuerzapo.r penetrar en las profundidades de la palabra !«Se . da quizádnsufi<;::ienterelieve.al fiat de Jo.sé, elho.mbredel
a fin de captar su mensaje y aCo.ger sugerencias suyas dé m(~G1ta(:lo.ll1)lrG co.nsentimiento., impulsado. por aco.ntecimiento.s impensado.s y
o.ración»)}. El examen de la períco.pa procede según lo.s tiempos más grandes que él a aceptarlo. inaceptable para la razón y para el
de la lectio divina: co.razón,' algo. que se hizo. transparente po.r una virginidad co.tidiana
sufrida, pérotambién retribuida po.r la co.nstante presencia del Dio.s
«1. La lectio o. interpretación exegética del texto. bíblico., sitúa niño en su casa de N azaret. Co.nsu co.mpo.rtamiento, Jo.sé repara
el tema fundamental: "En María se manifiesta lo. inesperado po.r sí so.lo. siglo.s de machismo.. En efecto., élno.poseenadadelsen~
Dio.s"¡,po.r cuanto. ella co.nstituye el vértice de la '''irregularidad timiento. de po.sesión pro.pio. del marido., de la titularidad o.rgullo.sa
"infracción" deLesquema,no.rmaLdel árbo.1 genealógico.. del padre y seño.r del hogar, al haber sido. hecho. tan humilde que
2. Lámeditátio o. profundización teo.lógico;espirituru distingue lo. po.día co.nvivir con lo. extrao.rdinario. y tener o.jo.s puro.spara reco.~
perado." de Dio.s para María, de lo. "inesperado." de María para no.cer la grandeza de lo. que le supera y le exige que se sitúe a un
sotro.s, ideas ambas que fueron bienilustradaspo.r san bernclrClIQ);,' lado. [.;;]. Después de haber vivido. las hirientes luchasinterio.res
3. La collatióo. co.mparticiónmo. es previsible, po.rque depende de de un yo que se revela co.ntra su aparente puesta fuera· de juego.,
participantes, pero puede presentarse co.mo..1o. "inesper.ado." cuando. le parece que la maternidad de María nace sin él y, dé algún
Dio.s experimentado. po.r Judit O también por algunos po.etas mo.do., en co.ntra de él, Jo.sé,co.n plena libertad, decideco.labo.rar
,. S. Beckett, G. ,M. Ho.pkins, P. Claudel. co.n Dio.s¡;.»41.
4~· Laoratio ti o.ración puede ser sugerida po.r'lo.s>sa1mos, que "" .. ra .....
de experiencias de ayuda yde liberación por parte de Dio.s, y
expresan en el diálo.goconé1»38. 3.2. El anuncio a María

Además de la representación de los 35 antepasado.s de Cristo. en La lectura exegética de este «pasaje fundamental de la Revelación neo.~
abadía medieval de Santa Maria dí Vezzo.1ano. (Asti)39, .el número testamentaria»' (A. Valentini) fue co.nfiada: a Ermenegildo Manicardi,
no.gráfico. que, se está examinando. presenta una aportación de quien apartándo.se·de la habitual exégesis de trazar un paralelismo. .entre
Amato. acerca deh co.ncepción virginal en clave teo.lógica, y un estu'- lo.s aco.ntecimiento.srelativo.s primeramente a Jl!-an y luego. á Jesús"es~
dio. de GiuliaPao1a Di Nico.laso.bre la maternidad virginal de María en tructura lo.s do.sprimero.scapítulo.s deLucas en tres secuencias basadas
perspectiva antropo.lógica40 . Ofrecemos una cita .de tal estudio., que no.s en lo.s temas, cro.no.lógico.s de transición, co.ncepción, aco.ntecimiento.s
en to.rno. al nacimiento., episodio del encuentro de Jesús. La anunciación
37 M. MASINI, Lectio divina su Mt 1, 1-16,en Theotoko~3 (1995) 1, 173.
38 lb, 174-194.
39 A. FERRERO REOIS, Iconografia medievale della genesi di Cristo, en Theotokos 3 (1995) Theotokos 3 (1995) 1, 89-103; Q; P. DI NICOLA, La rnaternita verginale di Maria. Aspéttiántro-
1,195-200. pologici, en ib, 105-133.
40 A. AMATO, Il concepimento verginale.di.Gesu. Introduzione a una «quaestio disputata» , en 41 lb, 116, 117.
pertenece R;la prrmera~;secuerrcianarrativa¡ ,y; se'.sitúaenheel, vocaciónde.;Marí3!>~'t4 .¡¡POr ;tanto, ll0 n0smaravillará;la dimensión activa
y los tres meses que. María residió en casa delsabel. delarespU(!st~d¿lit Virgen:;;
Manicardi tiene sensibilidad para .encontrar semejanzas y
en el anuncio hecho a María; cuando se lo compara con ~<La gratuidad de la actuación de Dios, expresada principalmente en
Él· hace notar, por ejemplo, quées'lo que la visitación pone el título kecharitomene, atribuido a la persona escogida, no suprime
miento por el saludo del ángel y por elde María: . el significado decisivo de la actitud con que la persona, al responder,
permite que se realice el designio divino» 45 •.
«El encuentro de Gabriel con María y el encuentro de
Isabel tienen ambos como punto de partida tmsaludo que Llena de matices viene después la lectura patrística, dirigida por
que' difunde una fuerza particular» 42. Angelo Gila, que nos sitúa en primerísimo término ante la más antigua
homilía sobre la anunciación~ la que pronunció Orígenes en Cesarea ha;
Por el contrario, la· diversidad más 'evidente entre los' anuncios cia 232;233,que ha llegado hasta nosotros en la versión de Jerónimo. A
ría y a Zacarías viene dada por el motivo de la invitación a no la pregunta acerca de porqué Dios ellgió como madre no una muchacha
soltera, sino una mujer desposada, Orígenes da dos respuestas: 1). por
«La seguridad dada a Zacarías se ofrece, partiendo dé una no someter a la Virgen. a la' sospecha de torpe costumbre; 2) para· que
suya escuchada finalmente por Dios (pasivo teológico) :Ja la economía de la encarnación permaneciera oculta al demonio,como
de la esterilidad de Isabel (1,7); que le es anunciada, está~u'-"'>Lu., había .afirmado ya Ignacio.
con un deseovivísimo de la pareja. En cambio,Ja seguridad Orígenes aparece como el único autor preniceno que se ocupa de
María no recoge ningún aspecto anterior de la vida de la Virgen, comentar el saludo del ángeL Hace notar agudamente que tal saludo
que está basada únicamente en el hecho de que Ella ha ,",LL'_'-'U.~J. no se encuentra en ningún otro lugar de la Escritura: «Este saludo se
gracia ante Dios» 43. reservaba .para María» 46. En las primeras palabras que María dirige al
ángel,Oiígenesve latir una duda o, al menos, un estado de· aporía o
En la trayectoria de esta particular percepción de aspectos '''-'''1'11'-"" dificultad acerca del modo de realización de la maternidad anunciada;
sitúa la comparación entre el hecho de que María encontrara gracia pero en las palabras finales ve cómo se expresa una plena disponibilidad
hecho de David, que «gozaba del favor de Dios y le pidió que le para Dios:
tiera construir una morada al Dios de Jacob» (He 7,46), como "ar'"a,~'"
Esteban. Surge «la hipótesis de que Lucas vea la elección de «"Aquí está la esclava del Señor", dice María, y es como si dijera: Yo
como continuación de la elección que Dios hizo en favor de sOylma hoja en blanco donde el escritor puede escribir.loque quiera.
esto autoriza para ver en el anuncio «una atención también intensa a Haga de mí lo que quiera el Señor del universo» 47.

44 lb, 310 y 318.


42 E. MANICARDI, f.annuncio a Maria. Le 1,26-38 nel contesto de Le1 5-80 en 45 lb, 330.
(1996) 2,308. ' ,
46 ORÍGENES, In Luc. Horn. VI, 7.
43 lb, 309-310.
47 ORÍGENES, In Luc. Fr. 17 (Le 1,38); se 87, 476.
~~Fi!dI.p:gí.a.<.::ipt. ~r~isciBllnar
" . "" "

¡Qila¡ptosigue. exponiendo hs;.homilíassobre'la '~n1.:im.Giácion· cita~<p~wtor:ex~mi~;:t;Qu,idadosamente . tí;es·c~lebracioríe.s:~jemplares;del


la época patrística, desde las de Ambrosio hasta)ascleIsiglo"Y,;coD1Tall( n1istetiode~la·;a,nl,Í:i1€iacióm:la;sQlemhidadde.laiMaélre :de.· Dios; en .el
didas las pseudoepigráficas, e incluso llega hasta las· deL siglo dorhingosextQ.;d~ :Adviento' (rito ambrosiano); .la,soleIhnidád de Santa
conclusiones proponen un;:treconsideración deLcarácteLde las María, el 18 de; diciembre (rito hispánico)¡ y la solemnidad de la Anun~
«que. no sólo están impregnadas de ciacióriddSeñor (rito romano). En estas celebraciones, los fieles no son
y expresadas en una refinada forma retórica>>" sino· que «adémásdb actores. recitando una escena,'sinopersonasímplicadas enla dinámica
terreno propicio para una.profundizacipnmariológica, fueron tarnbit~ de la anunciación y enlarespuesta de María:
principalmente en Orígenes, gozosa ocasión para tributar el culto
Virgen,·Madre de Dios»48. Muy pertinentes son las precisiones «Si por el.escrito de Lucas .se llega a profesar que, históricamente,. el
Verbo de Dios se encamó, por obra del Espíritu Santo, en el senode
«El tema del Verbo de Dios que se.encamaen.María para la Virgen María, vemos que, encambio,eneI acto de la celebración
salvación es el motivo conductor de todas las reflexiones litúrgiéase encuentra· sacramentalmente Cristo que tomó cuerpo~
y de las expresiones cultuales.· Por tanto, las homilías sobre la sangre de laVirgen¡;a findesetincesantementeeL"Dios C0nnoso;
ciación no son "marianas" en sentido estricto, sino que son tros y paranosotros"lse le alaba, se le dan gracias, selecontempla;
que agudamente entrelazan con una exposición cristológica dejándose implicar en Su lógica ofertorial; se dialoga,con la. Virgen
desarrollos marianos. Para decirlo con otras palabras, la pJ.'JLU.UU.L"-'" Madre, alabándola, admirándola, venerándola, invocándola, disfru~
ción cristológica conduce a captar como de reflejo, bajo el ,,,,.,,,.r.""¡ tartdo. de la. comunión .con ella, dejándonos guiar por ella para "vivir
doctrinal y cultual, la dimensión teológica de .aquella que. en;con;para Cristo',»l.
llamada a desempeñar una función única en la encamación» 19 •
Maria Giovanna Muzj llevó a cabo un extenso examen iconográfico
Desde el punto de. vista litúrgico, la página evangélica de la aU'u.U\...LU' de la anunciación. Esta autora comienza observando qu.e la escena es
ción es utilizada desde los tiempos.antigu.os, en Oriente y enVC:ClClerlre; sencilla, porque contempla únicamente a dos personajes, a Gabriel y a
En la. actual liturgia romana;. tiene· un empleo múltiple: cuarto UVJ'HHL!,;'" María, pero al mismo tiempo es una escena. «asimétrica y polarizada»:
de Adviento: (año B), 20 de diciembre, Anunciación del Señor,. el ángeLes una criatura incorpórea, mientras que la Virgen está ligada
culada Concepción, nueve formularios de la Collectio missarum de a la condición humana. EL primero es activo; la. segunda, receptiva.
M. V. En su estudio, Corrado Maggioni hace constar la abundancia Intervienen asimismo otros.personajesinvisibles actuando enJo oculto
profundidad de inspiración de algunos versículos del relato de Lucas, y que,·eh .cas.o necesario, púe den ser.representados: las·personas.de la
seaen.antífouasy responsorios, ya en textoseucológicos ya, HUULL"\.-L Trinidad .• La representációnmás antigua de ·la escena se encuentra en
en otras expresiones, principalmente del Adviento y la Navidad50 • El las c:ataCumbas de Priscila (sigIQUI): «5e contempla en ella un hombre
vestido conuna.túnica:deampliasmangas, el cual se dirige a una mujer
sentada en una sitial». Posteriormente (siglos IV;VI) se manifiestan dos
48A OlLA, Antiche omelie sull'annunciazione, en Theotokos 4 (1996) 2,408.
49lb, 409.
50 C. MATIlONI, Annunciazione e liturgia. Approccio ermerieútico alle liturgie occidentali, en
Theotokos 4 (1996) 2, 411-475. 51 lb, 472-473.
Mariología. interaisciplina.r ~ 599

firones'·icoridgráficos:>uno'popular. des y coordenadas principales de la revelación del Antigl.l() Testamento


fos,. represenba laiVirgen.sentadan!J.ientras'está;;Mlando . y de las divers¡ls t~qlogías del Nuevo Testamento»54.
Santa María la Mayor,.s. 'V).;eLotrolaretJreserttái. de t)'H~\·fE~n,~:t.Ctil La riqueza de las aportaciones da testimonio de la validez del método.
hablar, como virgen fuerte que examina y.disc1.lte'(códitede Por tanto, queda aclarado que la interdisciplinariedad es beneficiosa, por
s; VI). A estos se añade un tercer tipo, téstimoniado.pornla; un lado, para la mariología, porque descubre las virtualidades ocultas en
Paz, de E1~Baghauat,en Egipto (ss;IV~VI),etrel cw.aUa· los textos bíblicos relativos a María, virtualidades que luego asumirán
en actitud orante, mientras una paloma en vuelo se le acerca las distintas disciplinas teológicas y las ciencias humanas. Por otro lado,
que evoca el motivo de la conceptio per aurem. La Edad media el estudio interdisciplinar de los textos bíblico~marianos redunda en be~
carácter regio de María, entronizada en un sitial recubierto neficio de las diversas ramas de la teología, así como de la antropología,
imperial y presentadaenmajéstuosaperspectiva frontal .L'\.U'' -ctl.Hct\ la psicología y la sociología, porque ofrece la posibilidad de explicitar,
XII}; A partir del siglo XI,.ellibro sustituye alhusoen las LHa..UU": desde el respectivo punto de vista de cada ciencia, cuanto se encontraba
Virgen, y desde el siglo XIII aparece en lo alto la figura de latente en la Biblia, que se convierte en banco de pruebas de las adqui~
(Santa María en el Trastévere).La inserción de la anUU'l...Lct"-LU siciones de las respectivas especializaciones. La interdisciplinariedad
edificio eclesial (arco de triunfo, ábside, iconostasio ... ) muestra a María como un prisma de varias facetas que reciben el rayo
María es bisagra entre el mundo divino y su manifestación de la divina revelación y lo refractan, después de haberlo coloreado con
la encarnación52 • la propia experiencia personal.
Siguen a continuación indicaciones útiles para la catequesis y
lectio divina sobre la anunciación53 •

4. Conclusión

Toda la serie monográfica de la revista Theotokos, dedicada a la


ciade Matíaen la Biblia{13 volúmenes), debiera examinarse
mente y servir de fuente de inspiración, pues se tratadela-6nica
mariológica interdisciplinar delposconcilio.Una particular ctL<~U\~LV
reserva en el último fascículo,. que está dedicado a María según las.
turas, donde «se va más allá de lo que es inmediatoy.está LHClHLJ,n... q~'
se trata de captar el alcance real de lá Jigura de María sobre
la Revelación entera», es decir, se pretende leerla «a la luz de las

52 M. G. MUZI, riconografia dell'annunciazione, en <<Theotokos» 4 (1996) 2,477 . . 509.


53 G. MORANTE, Catechesi sull'annunciazione (Lc 1,26 . .38), en Theotokos 4 (1996)
575. 54 A. VALENTINI, Maria secondo la Rivelazione biblica, en Theotokos 8 (2000) 377 y 382.
María, mujermística

obre la importancia de:laexperienciamística pata el fututo del


cristianismo ya había llamado la atención K. Rahner c()n su fa:,
mosa: frase:

«Ea persona piadosa' del mañana o será 1J.h místico, es decir, algúien
que ha "experimentado" algo, 6 dejará de ser piadosa»l.

El diálogo con el Oriente ortodoxo ha hecho que resalte aún más


la dimensión espiritual del cristianismo, en la cual halla acomodo una
profunda experiencia de la Theotokos,en sintonía con laposmodemi,
dad y suéfist~nciamiento de la razón, a~í como su sensibilidad hacia l()s
aspecfósdey()ddnales
, , -" -
yexperienciales~
.,' "" -
~;,. ,>. -
En- tal contexto se comprende
,~,'; -
la
exigencia de superar las categorías de·la razón crítica en la aproximación
a la persona delaMadredé]esiís;

<;LadigI1.id~d personal de esta singul~r criatura exige un pensami~nto


y.un lenguaje trans,lógicoy tr:¡ths~~.T¡:tico,siel1lpre abiert:o a iIituicio",
nes Y: enunciados semejantes a los, que se encuentran en numerosos
"hIInnQS lIlarianos" de laÍgi~sifl;~eOti~ntey deOccidenfe»2 ..
1 KdZAHNER, Pieta in.passato eoggirenNuovi.saggi; II,Roma 1968, 43.
2 J. AUER, Gesu il Salvatore. Soteriologia, mariologia, Asís 1993, 560.
602 - Mar(a, srntesis

"lita apéll'kión~d~ la «espiritualidad mariana»


~ '>", /¿,,/"""' ~~ "" ~;",,',/,;',/ ',,",'c
nO$bh:!).utp.et@sáslti:llisietftpté,.de.la. calidaddeseable!¡Se obsérivR.€0n
sorpresaqueO~iéllte,.despuésdehaberproclamadoJa,·orrinipresenda
Durante el último cuarto del siglo, XX surge un interés por de· María en la¡ liturgia, se, muestra <~en las obras dedicadas ala.: espiri"
téntica espiritualidad mariana, en: eLcoI\te~tofd~:un, , tualidad del Oriente ortodox0 [¡ ..l muysobrio, por no dedr ~al menos
espiritual que mantenga, unifique y ofrez~au~ 5e!~tidoa'ia' aparentemente- pOC0 relevante» s.La misma constatación se. aplica
particular se percibe una inclinación a hetltl.fl11.ar ;teolog(qy también a Ocddente, donde los redentes manuales. de espiritllalidad
dad, porque se comprende que una teología sin espiritualidad -por ejemplo, el manual de Bernard, que ha tenido gran difusión; oel
resultar vacía, mientras que «una espiritualidad sin teología de Ruiz9~dej an mucho que desear en cuanto a la valoraci6rtp.elalpre ~
peligro de ser ciega» 4• senda de María en la vida espiritual. Sin embargo, en elámbito.·té6rico,
La encíclica Redemptoris Mater, de Juan Pablo II (1987)5, LHG.HUL'-c se señalan algtmaspublicadones dedicadas ex professo a la espiritu'alii:lad
de manera relevante la perspectiva de la espiritualidad y trata de mariana.
tar en los cristianos una actitud seria y comprometida hacia María,
realidad, el Papa no se contenta<:;on que los fieles ,conozcan la "", rI{"\~rl'
de fe»;sobre la Virgen Madre de Dios, expuesta con·autorídad 1.1. Aclaraciones teológicas
concilio Vaticano II; y tampoco con que los fieles se limiten a
actos de «devoción» hacia María. El pontífice se preocupa «de la En 1992 la Pontificia Facultad Teológica Marianum organizóuI1Simp0~
de fe. y, portanto,- de la .auténtica" espiritualidad mariang.'\» .(RM sio internacionalsobreLa- espiritualidad mariana: legitimidad,/Mturdleza,
A pesar del impulso dado por la Redemptoris Mater,las articulación. La finalidad es' puntualizar la posidón de los, especialistas
acerca deJa «espiritualidad mariana», expresión presenteen~a,~:48,
pero, concretada como. «dimensiónmáriana de la vida de los disdí¡Q:ulos
de .Crist0» (RM45},'es desarrollada porA. Amato mediante;im;DilJItó~
3 S; DE FlORES, EsPiritualidad contemporánea, en NDE, 617-644; Maria nellateologia grafíainternaci0nal y'con juidoequilibrado. El autor parte.d~Úu,~Ó;d~
poranea, Rom~ Í99P, cap. X: «Presenza di Maria nella spiritualita contemporanea»,
La «núova» spiritualitil, Roma 19962• «espiritualidad mariana» común a varias áreas culturales con.signifiea,
4 B.. FORTE, Ddve va il cristianesimo?, 53. E Suáre~'afirma ya: «La piedad ~ir¡.,la
do similar: en cuanto «idéntica a la espiritualidad eclesial» (H.'.JJ;(V9n
débil y lá verdad sin la piédad es estéril y vacía» (F: S0ÁREz, Comriúintdnorum a¿'distrütc¡tior
in;tertiam partem divi Thpmae, tomus: secundus, Myste:ria vitae' Christi, Lyon ,1592; .Torius Balthasar),., ~<forma fundámentaldeexistencia creyente» (A. Zigeri~u~;):;
argumentum ad lectorem, p. a/3). Antes aún la Escriqlfa advierte que el hablar sobre ',~, _,J,
.:

puede reducirse a un hablar fatuo, a «palabras vacías>; Oob '16,3) . " ' :'!; ~:(
5 Véanse: AA.vv., La spiritualita mariana della Ciesa alla luce dell'enciclica 7La obra .de.E,. M,ToNIOLO¡ Bibliografiamariand, IX, 1990-1993, Roma 1998,:4Z1::!,43,G
Mater» , Roma 1988, 173-195; AA. vv., «Redemptoris Mater»: contenuti e prospettive aottnncaz acumula 100 títulos bajo. elepígrafe SjJiritualita rnarianaecclesiale, pero a menud~se:rratad<?
pastorali. Atti del convegno di studiocol pattocihio del ComitatoCerítrale: pér l'Aiulo artículos o libros de caiáétetdivulgarivó o que' se refieren a aspectos particulares,'coinó'lá
(Roma, 23-25 maggio 1988), Roma 1988. Acerca del aspecto propiamente espiritual, consagración o la entrega a María.
FIORts, -La «Redemptoris Matér» e la spiritualita irutriana, ib; 55-70; L.ÓAMBÉRO; 1.:6. _~D!'Tl:ruaLzu 8 B. PETRA, La «spiritualitil mariana» nella Chiesa d'Oriente: a/cune testimonianze, enE. PE~
mar;iana nella vita delcristianQ.alla luce della. «RedemptorisMater», en Mar 51,(1989) 23 RETIO (ed.) ,La spiritúalitil mariana, .1egittimitil,natura,articolazione, Roma 1994, 220-222, quien
6 La Congregación para la Educación Católica corrobora la finalidad espiritual del cita el manual sistemático La spiritualité de I'Orient chrétien (1978) de T. SPIDLIK y los estudios
mariológico: «El estudio dé la mariología tiende, cOmo a su meta suprema, ala adí~ui1;iciéín de LevGilet, J. Kirchmeyer y. O; Clémerit, entre.otros. '
una sólida espiritualidad mariana, aspecto esencial de la espiritualidad cristiana» \vL'l"':'l"'\.;'",~ 9 C. A. BERNARD, Teología spirituale, Cinisello Balsamo 19975 (cinco páginas sobre María)¡
ZIONE PER L'EDUCAZIONE CATIOLICA,.Ui Vergine Maria nella forrnazione intellettuale e :spz'mUaLe;' R RUIZ, Le vie, de/lo Spirito. Sintesi.di teológia:spiritúale, Bolonia 1999 (ningún párrafo dediCado
25.3.1988, n. 36). a María).
«modalidad» o«lliediéFconnaftital •.parivivirila~au1t:éI1ttl(íai~~sDi .<<<Tres aspe¿t:bsJqela:espi1'i;ttíaHdadde Matfa:isu póbreza\enrespíritli;sU
cristiana>~;(E.Llamas~ Martínez), «coinciaéflcii1l, ",,.,,,,,r'·"·C:C)fllOJ Sl ab'aridoÍ1ü'ai;lll'éré:rédfcle ,la;Palabia/ algunas veces oSGlira,de~JesúS'ié~
de vida,. entré eléspíritu elelhombreiy'el· el diálogO;tlurante.Jás<bodas.de Ganá(Jri2,36)jifirrah:heI1tté¡'lstüalto
plenamente hacia el Señor»' (S ..De Fiores):. grado. de;collOciffilento y de fe en'laPersonadel Hijo,despuéséle:la:
Descartada la falsa concepción de eSlmltu~tlídladicClrhl)etith¡a encarnaci6n. virginal» 14.
tutiva, Amato concreta que:
El artículo de D. Fernández sobre los Padres reconoceqtJ,~~s~i#cil
«La espiritualidad mariana es la misma espiritualidad oír habla~ de espiritualidad mariana, .excepto «en los últimos testiJ;l1oNQ$
tada y vivida en su globalidad de amor,de acción yde entregl:t de·la época patrística,compIldefonso de Tpledo oJuan Damas~~n:¿>l~:
Trinidad. Su característica esencial consiste en la ¡relación Sin emlJargo, sus principios «preparan el,terreno para unave~da~~r~
constante -fundada bíblicamente- que el cristiano eXIJerlffilent:afe espiritualidad mariana
.'. centrada
. ~ .en Cristo~.~ 16.

existencia de fe en relación con María, la madre de Jesús, la Con Jean Corbon, patriarca melquita de Antioquía, entramos direc:""
a ser su maestra, su modelo y su ayuda eficaz [.;.]. Esto no tamente en la liturgia como manantial y testimonio de espiritualidad
necesariamente situar a la Bienaventurada Virgen en el "A.~t''''"''i mariana, en elseptido de que esta espiritualidad e~ «una, moción. del
Jesús y a la Trinidad en la periferia» 10. Espíritu Santo esencial p<ara la espiritualidad cristiana»~ En, realidad,
María, da Única en participaren el Acontecimiento de la plenitud del
El autoreJiuncia luego e ilustra cuatro notas de la "'-"I-'LJLLLl.lCu\lU tiempo» y en la fundamentaL«sinergia misteriosa» con el Espíritu Santo,
mariana»: trinitaria, eclesial, antropológica y praxiológica, y lo está presente en la celebración litúrgica:
la convicción de «que, sison actuadas, conducen a una
«Por eso, la liturgia sacramental, mediante la cual se a~tualiza el
bautismal en la comunión con Dios Trinidad»11.
acontecimiento de la salvación, no empuja a María al pasado de los
En la misma trayectoria se encuentra C.A. Bemard, qUien I-'UJLLULCHJ
recuerdos, sino que la .hacepresente y.activa en el Memorial de la
que «privilegiar un aspecto del misterio no va nunca<en
conjunto» 12; Iglesia hoy»1?

A. Serra· cambia de perspectiva .contemplando en ·la El )~spíritu actúa en la liturgia ele manera an.áloga a como loh.ace en
de Maríá'de N azaret «los pensamientos de .ella, sus. seIltl1mllen1tos,ü; la Virgen María, de tal modo que «la espiritualidad eclesial va apare~
aspiraciones, su educación, en una palabra, su personalidad de cienclo progresivamente como mariana». En ambos casos encontramos
judía. del siglo 1, llamada por Dios a convertirse enMadre del LVU:"Lcl"" la epíclesis derJEspírii:u, la preparación y la respuesta de fe, el morar de
En esteálllbito, el autordes~rr()lla. c()Ilacentos inéditos: Cristo eh el corazón... Asípues, se puede hablar de tipología: mariana
en la celebración litúrgica..
10 AAMATO, Il problerrúi della «spiritualititmarianá>i, en E.PERETTO ·(ed.) o;c. 10-11 Y 27
1l lb, 28., . . ' , 14 lb, 60.
12 C. A BERNARD, Dalla presenza di Maria alla spiritualita mariana,en E: PERE'[1-o, 15 D. FERNÁNDEZ, La madre del misterio. Espiritualidad. mariana en la época patrística, en E.
o.c./53, . PERETTO (ed.) , a.c., 115. .
13A SERRA, Bibbia e spiritualitit rríariaMAlcuni princiPi ed applitazioni, en E. PERETTO 16 lb, 117.

La spiritualitit mariana, 59. 17 J. COREON, La liturgie, source et témoin de spiritualité mariale, en E. PERETTo(ed.), o.c., 170.
"LJnacohtrih:uctélJ;'lenclaYé /antrop'olÓgkfl~es¡<ar.f'l1"t'art"'«<l"''''t'<'i ener"pIano;si~teMátk\b¡~:p0r;cuanto< las diniensionesse)h~llan'IJtesentes
Gastellano,quien s~detiene.ahab1af de; .1aJne~e.sanJa. en Iílodo,*tfktapu.esto~;sino.en el planodeLanálisisdéla.experiencia, del
pskológka y humana en lásantidad <cristiana>~<¡ieG:hazalldo~ caminoespidtualydelas diversas.V'ocacíóríes •..
vías purgativa, <ihirilÍnativa yllnitivai así como la división Acerca dehignificado de lá «éspirituálidadmariana», el autor con"
espiritualidad. La pskología manifiesta una distiilción enlá creta que tal espiritualidad ~<es eminentemente cristocéntnca y eclesia1»,
hijo con la madre, que encuentra una consecuencia en la y concluye ofreciendo de ella la siguiente descripción:
María,madre en el orden de la gracia: desdélafase irífiintil es
pasar a la fase adulta, que no elimina el vector materno, sino' «Si por "espiritualidad' se entiende la docilidad a lasgracias(oca~
en el plano de la confrontációny de la amistad: A pfopósito «
rismas) del Espíritu. Santo (como "vida según el Espíritu":. Gá15,25),
nición de la relación espiritual existente con María, ,-,a"~'-<Hanv la espiritualidadmariaha sería una actitud de fidelidad a 10 que el
una palabra muy significativa que tiene la dobleveritajá;de '-'H'-.VH' Espíritu Santo comuniCa a la· Iglesia en relación con María.
en la liturgia y de traducir la acogida bíblica del disCípulo: La espiritualidad mariana ayuda a la Iglesia a vivir su relación
nupcial con Cristo, como realidad profundamente bíbliCa que cons~
«En definitiva, la palabra ylaactitud teologal que mejor comt)en tituye la base. de la teología 'patrística, de la vida litúrgiCa y de la vida
la espiritualidad mariana es, sin duda alguna, la palabra c()mun evangélica segúnd seguimiento radical de Cristo.
enlarka densidad de sllsignificado bíblico yen él realismo [... ] Los contenidos y datos fundamentales de la espiritualidad
turaldé comunión con Cristo yen el Espíritu Santo» 18. mariana de la Iglésiapodrían resumirse en los puntos siguientes~
1). Sintonía "vital" de los .temas marianos,iorientadahacia un
"afectode.piedad filial" (L053).que comprende el conocimiento; la
1.2.< Exposición sistemática imitación, la relación, .la.súplica,.la .celebración.
2) Relacióh de intimidad con María como "comunión, de vida"
Esquerdá <Bifet hace notar que «la expresión "espiritualidad' (RM 45, notaJ30), viviendo la realidad de. su presenciaen lavida
ha logrado carta de ciudadanía en la Iglesia gracias a la C:ll'l.ll.lll.,d' de toda persona y dé toda comunidad eclesial.
demptoris Mater»19, así que es utilizada en las universidades o 3) Aceptación efectiva de su'~influencia. saludable" (LO 60), aco,
teo16gkasde Roma, yha sido obJetode estudio en elSimposio giéndola "[el discípulo].entresus cosas propias é. introduciéndola en
donal mariológko de 1992. Las aportaciones de Esquerda no se todo despacio de la propia vida interior, es decir, en su yo humano y
en el plano histórko, que el no aborda, y no parecen siquiera cristiano" (cfRM45).
4) Por tantojlareflexiónteológicasobreesta vida mariana deJa Igle,
• 18 J. CASTElLANO, Una existencia renQ'I!ada en Cristo. Aspectos antropólógicosde la
lidad mariana», en E. PEREITO (ed.), o.c., 213. sia debe centrarse. en la al2titud vital ("espiritual", devocional, cultual)
19 J. EsQUERDA BlFET, Spiritualiti! mariana della Chiesa. Esposizione sistematiéa, Roma 1994,
Pero es preciso aclarar que Juan Pablo II, consciente de la problemática existente a este de los temas maria:l]os,quecompterrderilaactitud interrelacionaly la
tuvo buen cuidado de poner entre comillas la expresión «espiritualidad mariana», dependencia efectiva yafeétiva para dejársetransformar en CristO»20~.
quela precediera el adjetivo<<<auténtica»(RM 48). Además, el Papa recurre a una
que tiene en cuenta la única espiritualidad cristiana, cuando habla de la «dimensión
de la vida de los discípulos de Cristo» o «la dimensión mariana de la vida de un discípulo
Cristo» (RM 45). 20 J. EsQUERDA BlFET,O.C., 26~27 ..
MoVréfldQs~;lúe'gbf;a:;j~á~titdeJa{cultura.kG1it~m.p&anea,JMatía es
En 199fiS!;.IqeJ.ifi0retS,'.J:3ul1lic::\t~jbbra· Marta
cohtem.plaaaj~R;réláclótr co11: ~lhombrefG.brho .proYectode li~eftad;,con
j

Es ulIa.DbTa~sque5Hésant9Ha't:+::artículo' ' . .
su con\t:ersté5n'~la¡histotia,t:onsuca:tni.ho had~h,Jma-@utet,
Espiritualidad, que ,data de.J97;9r1"JMetodológiDamente"el ~~LVLJ«'"
'. Una aportadón a la estructuradónsistemáticade la'espiritualidad
e1:«círcúlo hermenéutico~~.para: conferir al tratado un impacto InlmeC1:
mariana es la presentación de María como persona relacional y sínt~sis del
sobre:larealidadJvivida. Por este motivo, traza'ekcontexto?dela"
misterio cristiano. Se presenta, finalmente, la consagración montfortana,
ritualidad de nuestro, tiempo, y en ella descubre la presencia de
como propuestacóribretd de espiritualidad actualizada.
según un diagrama de cuatro fases sucesivas: desarrollo, problema,
Acerca de la inserción de la «espiritualidad mariana» en la única
redescubrimiento:
espiritualidad cristiana22 , se;distinguetltresvías23o soluciones para
Sin duda, bajo la influencia; de' las directrices'
integrar la dimensión 11lari::í.na en: la úniea espiritualidad cristiana. "
otros factores, cambi6..el modo de refeIÍrsea ·Maday de expre:sat
culto tributado a ella. Se pasó. de una devoción más, bien cmmtltatíl
sensible, pocofundada,a una devoción más interior; profunda,
1.2.1. La vía de la instrumentalidad/funcionalidadlrelacionalidad
gélica y madura; La Virgen no es sólo una madre en cuyo.·corazón
refugiamos, sino también un modelo de vida en el camino de la fe ,
Es la vía adoptada por Montfort;cuandohábla. de la perfecta conságráción
respuesta total a Dios, en la disponibilidad y la colaboración én el
á]esucrisfo, que se Jidentificacbn la ddnációndesfmismo~a Mafía, ,como
de la. salvación. .
«perfetta renovación [o.•], de las promesas ;del·santoHmtism.o» .' (Tratado de
Al proceder a una confrontación con la revelación bíblica,nos,
la verdadera devoción a María' (VD],'n.120).Con tal' actitud se llega a la
zamosconunvacío acerca de nuestro tema: cuando se ocupan de la
raíz' misbia de la vida:, cristiana V'se; reconoce' cómó '; única consagradón
eSpiritual, los autores del Nuevo Testamento omiten toda retlC'Tf"nl
fundamental la del bautismo, que implica asumir promesas y'compromisos
Maria. Sin embargo, esta visión negativa es superada por el Hll"llJ.U
bien precisos: renuncia a Satanás, fe~donación a Cristo. Del bautismo nac~ la
Testamento,' que, proporciona el fundamento bíblico de 1apresencia
participación en elofidb SClcérdotaL, profético yregio' del Señor: Se tiataiPor
Maria en la existencia de los cristianos: progresivo reconocimiento
tanto¡de'láúniCa espiritualidad qué 'tOdos los cristianos están:%lmádos;a
Maria en la historia de la salvación,.el perfiLespiritualdela VlfQ:etl'.
vivir.' La relaCión: espiritual coriMaría, unarelacióh directa, íntin1.a'yperrna-
alabahZa quele tributan las generaciones y1a.acogida·por el dIscípulo.
nente, nO queda hipóstasiaday aisláda, sino ordenada haCiála plenitud de la
La tradición cristiana sitqa ante numerosas fOrmas ,históricas de
vida cristiana~Esuna vía;efrcazpara llévar'a stimadllrezla graeiábautisriral;
piritualidadmariana», como referenciaa,María no ocasional, sino
manente y estructural en la textura de la vida cristiana, 22 El tema es recogido por IWEFONDO SOLER DE LA INMACULADA, La espiritualidad maria.na

dunmteel periodo postridentino.S~reseñaián las principales: oblado ' después del Vaticano Ir, en De cultu maTÍan¡) saeculo XX a c:oncilio yatic~no IIusque cut. nostros .dles.
Acta' cangressusmarió16gid-rríarianiincivitáte of¡uberui (Huelva- H!Spa~Ul) .annol ~92. celebran,. III,
las Congregaciones Marianas de los· jesuitas, vida mariafo~e del Carme Ciudad del VaticaIlo ,1998, 111-136: El autor concreta. qV~ las expeneIlc:lasmam,nas prodl!cldas
por tantas almas en la historia delá Iglesia no son «tumores», smb «vitali~ad floreciente y ~.uc­
lo, santa esClavitud hacia la Madre deDios, consagración a Cristo por las tífera de. la vida en. Cristo», y propone ,«que se. estructtlre·un trata~o;al.ltonomo» para fac~htar
manos de Maria, alianza. con Maríayvivir la vida de María; «su profundización y especialización», pero deIIl~d~\que no ~e~lvldesllto~al1~~e~den~Ia de
la espiritualidad cristiana, Y para que pueda~servlr para una mejor contemplaclOn de Cnsto y
para la gloria de la Trinidad (p. 132). ,. " .. '.
21s. DE FIORES, Maria nella vita secando /o Spirito, Casale Monferrato 1998; María en S. De 23 S. DE FlORES, Maria nella vita secOndo /o Spmto, o.c., '149-155.
FIORES-T. GOFFI (eds.), Nuevo diccionario de espiritualidad, Sarí Pablo Madrid 2000 5, 1i51-1l75.
L~'disponiI5Htd~d~R~~~~b~Ia~~i)9l1ítné1tel111al; de.Ma~ía,
To9.o;q{:'!penae~~e;.laJ~IlciÓn prototípicade: la fe de María:; que .induye
sl!s.;eJemplQs eV:angél~9<?§,,~~hd~ál.gg.gQraÍ1te) , " ' y engendra a l(iIglesia;de'suerte que esta; <~serátantomáspropiamente
de educa~ par:aJa;)dq<iili~fadlakgspíritu, .paraiél la,Iglesia, cuanto más inmaculada, cristifonne Y mariana sea»25.
CristO!yparaser dígnosthijosddPadre.: . El padIe; ];Kentenich había contemplado yaenMaría,en 19:34, «un
compendio de todaIadoctrinade la fe», así como «un tompendio de
ascética»¡pues la vida espiritual consiste:

«En encamar la dogmática, en la cual la Virgen santísima ocupa un


Esta, vía c??siste en int~riorizar .el model() Marfa a fin de ::tdglli.rij. lugar importante" es evidente que quien'aspire a,lasantidad, debe
tu~e~ esp1Tlt4ql~s d~tclJgi~no. Esto sucedeq¡.ediante la ' personificar en sr.ffiismo todos los grandes dogmas de la Virgen
o mdzrecta a Ma~a, co~o enseña el concilio Vaticano n, haciendo santísima>~26 .
vea que la relaclOn marrana es constitutiva de la Iglesia fiel a Cristo:

«La Iglesia, meditando sobre ella con amor y contemplándola a 1.2.3. La vía de la: modctlidad/impronta/estilo ~ ,
del V~rbohecho homqre, 'llena de veneración, penetra más
ment~ en el q¡.ist,erio supremo de la enca~a)qión y.se 4'~,~~LJ' LLllJ,\o:a.
Esta vía propone, la referencia a la Theotokoscomo única vivencia
v~z.q¡.as consuEsposo[ ..• ]. La Iglesia, procurando la gloria de posible de espiritualidad cristiana. En ,la existencia cristiana existen
se hace más seq¡.ejantea su excelso' Modélo, progresando 'el'J']'rrtll:r puntos focales desde los cuales se contempla y sevivetodalatrama y
mente en la fe' la es perallzaye:l.ffior
1 "
Y buscando , .
YObed'ecí.en.dEJ estructUfade la salvación; Esto se comprende pensando enIasdiversas
formas de espiritualidad cristiana, las cuales, aun adhiriéndose a la re~
, o,', ,', ,o ' '" ", •

voluntCldde Piasen todo>~ (LQ 65).


velación bíblica en sus diversos elementos, subrayan uno de ellos hasta
o
En esta línea s,e había situado H, U ,von Balth,
, , , ' , 0 0 asar (y, antes ,1
o ,o,' . , ' " ,
convertirlo en lapetspectívá desde la cual sé contempla y se vive todo
H. ~e Luqac ye. Joumet, qlle piensan queja Iglesia es o 'o •
el misterio cristiano, respetándose la jerarquía de los valores. Uno de
marrana) con su «principiomariapo»,adoptadoluegq por Juan estos modos de vivir la vida espiritu.a1 es precisamente «la espiritualidad
o

(MD 27)~I'af\le1.teÓlogosuizo,laIgl~si51 no está constituida ,"".L'.Ll'",,QllJlCO,


mariana»:
por él «priflcipiqpetrjno»de la apos.tolicidad,<sino ta~bién,y de.
prevalente, por el «principio mariano» de la santidad: ' «Recordemos una vez más que el hecho de conceder una posición de
priyilegha .un aspectoclel misi~ii.9,no vanunci·{:'!n.detrimentodel
«La Iglesia está ~onstituida por aquellos que, reunidos , conjunto, y etiparticular que la consideración de Núestra Señora,
por el"sCprotüm(jado P?r Mada [... ], estáIi diSPUéIto.s a
COi~ pr~nytud la voluntad salvífica de Dios con respecto a sí 25 Ib.,SpansaVerbi; Brescia 1969, 175... • '
26 J. KENTENICH, Educación rnarUxnd pdra el hombre de hoy, Buenos Aires<1990, 184 y 132.
yc:on respecto a, todos los hermanos» 24 ... o' Véase L. BONFANTE, A i1flío educativa de Maria: no itinérário da vida crista, segundó Pe. José Ken-
," , '

tenich, Rorna 1993-1994 (tesis reproducida a; multicápista,redactáda pára la obtención del


24 H. U. VON BALTHASAR, Rechenschaft,EinsiedelnJ965,17. diploma en mariología por la Facultad Teológica Marianum).
·.lejos de.disfartciar Jajinira.Qa:Qt'lleel1tro<üiliie0;qtieesGrist~;
siórr}nhíriána(ajcotigf~gaG.ii<bnés·:"religiosás;dl··in0\0imieItt0S ¡é9Iesialesly"'a
menosd~ acentuaÚtahman.erade<i:entFarse~~2?;';';5¡"Ü
las,diV'ersas:~ategGríasIdeill'etsonas(jó:v:enéS¡j:adlllt<Ds;1ant;Ültl0sf;várofies~
muj erés;;¡~,~~; Se:trata€l~ \ést1Ídios:patticulare.s,~alg.uriGs··dé,Jellos.niuy
Las diferent~s' formas' de;~<espiritualidád .manána» . L.L'-F",+LL
logrados., i . .
sotrosreivindicando el. valor de la presencia de ;Maríaen: .éL
En.cámbio,.no podemos dejar pasar: ensilenei()~1l:bs<ensayd'srcfúeis~
espiritual y, además, la tradición. ortodoxar Proponeunesti!Q
sitúan en el área de la espiritualidadyde lámística.;·
con el que vivir desde el interior todo el misterio cristiano.

<~La tradición. oriental. sitúa ·lafigura y 'el: papel de. la


eUnteri0f 0fgánico del misterio y delarustoria deja
trata de una especie de aproximación a la figura de María~.r " " l n A
El. tema clásico de la presenda de María én.la vida se~~riretEspíritu
resto, sea cual sea la realidad del depositum- en el oriente
había :suscitadodosinterpretaciones principales:. presenci'itpsieológj¡:¡;at
que determina una perspectiva determinada, un "estilo"
mediante conocimiento y amor, y presencia operativa,' eh ;ekordeliI;(~y
cualificador. Todo ello deberá ser valorado y comprendido
la grada.Peró tales interpretaciones.no respondían;a:Jos;datos:¡de;1a
cisión, porque no constituye un simple revestimiento de la
vivencia delos. místicos, los cuales, sostenían! que habíán ¡expetiinen~
sino que expresa yconnotala misma esencia»28~
tado,. no los· efectos' de la presencia de.María¡ sino su; 'mismá pei's(j)~a;
Recientemente se há abierto camino la idea de la presencia pneumá~icá
Aunque la. nota mariana caracteriza' en su raíz aJa
o persGnal, por razón de la eondición glorificada de María.:N oSl'efem:"
cristiana, aquí se preconiza una valoración sistemática dé la HU."H.l('''.;'
mos. al conocido ensayo de A. Pizzarelli30, quettató expresamente\de
este tema,
Tal presencia, sin dejar de permanecerell.el ámbitodelinisterio,
2 •. Presencia de María,yexperienciamístka
es iluminada por la analogía fidei, que la homologa con dos datos de la
revelación bíblica: el estadopneumático de, Gristo resucitadG:yeU:l:e los
Unainvestigadón. más minuciosa. conduciría a recoger
cuerpos resucitados.
interesantes; por ejemplo, en el campo de las aplicaciones deJa
• , 29 Cf porejeIIlPlo: CAPITOLO GENERALE DELL'ORDINE,QEISE~VI. mMAruA, Fate,}~llo.d?r::.~iJirit.,
27 C::;.BE~ARD, Dalla Presenzadi Mariaalldspiritualita 11J4riana, en E. PEREno. (ed:) Riflessioni e proposte per la promozione della pieta 11J4riana. Leumánn 1984; ~erV! del Magnif!é:at. Il
53, El autor añad(!. u rt¡[ interpretación suya ~cerca del significado de la presencia clY cantico della Vergine e lavita consacrata, Sotto il Monte 1996; M.vv.',Rznnovamento spmtuale
la vida espiritual:, «Desde elpúÍito dé visfa¿imbóli¿ü; nos damos cúehta' ele queÍa ,'"n"wt6rii;;¡ nella famiglia dei Servi. Atti del convegno ili. Bagni! N.~crra Urrtbya (Py)' L~s~at~)~85; S9NO~GA­
fundame'f!.taJ .de .la, ~guraae; María sé inserta, en la. ÍIIlágen.de la miSma com()lAt,Ijer, ZIONEJ?ER lREúGIÓSIEGLI'IsTIfunSECOLARI, J religiósisul/e ortned¡ Mema, elUdan de.l Vancano
de Cristo y tipo de la cooperación de la húmanidad en la obra redentora de Cristo. Si 1987; A .VAN. LUYN, Mariq. ,nelcC(risma salesia1J:p~ Stw1io sulle Costi~uZÍ011i ~l~ Sóc~til ili S~1!:f:.r~~~
búsqueda de una espiritualidad particular procede de un deseo de unificación, está claro cesco di Sales, Roma 1987; P. GAFFNEY, Maria, en S~ DE FlORES (ed.), D¡ctlOn~U1!re tJ::~p¡rytUf.I¡re,
introducción de la figura de María-mujer permite completarlas figuras masculinas del montfóitaine, Ottawa 1994,848-885;:J. M.lliRNANIÍEz MAR1iNEiiE.x.~burWant!a cordis.E~tUdió~
dél Hijo, en torno alas cuales gravita.todoeLmisteriodda salvación» .(ib, 54). la espiritualidadcordirrwrifLna ele los misionerp~ c.laretia~os, Roma~:Ma,~J:1:~19.? 1!A:\{I?Al';l5\l\1C(~
28CONGREGAZIONE PER LE CHIESE ORIENTALI, Istnízione "Con le solennitih,circal"aPt1lica:zicJ:ríe: progetto divitapeti giovani, Leúmáhri 198?; A ~ARTIN~LL1, Uno ~t~~d¡ V¡ta ¡sp¡rato a Mana,
del/'enciclica «Redemptoris MateT» al/e Chiesé orientaliinrelazione all'anno 11J4riano (7,6.198 Leumann 1987; S .• DE FIÓRES, MariC(voltoglOvane!Conad¡responsab¡/¡w,Leumann·1998,; .'
6 e 5: EV 10/1807 y 1806. JO Sobre la presencia pneumátka ,~~. María,~f el ~studio d.eA,. ~1~2ARELLI, .tapreseJ1:z~ d¡
Maria nella vita de/la Chiesa. SaggiO d'interpreraZioitepn:eu11J4tolog¡cai Cmlsello Balsamo 1990,
"De ;lásapatidorres¡~los clis~ípulos sédeduce'que 5De man~ra,'análQga ,a;10! q ue¡ sucedióQori el Bijoi.esudtado¡ María
Señornoestásomeiidwa.Jasley;es;de la matel;üi!]esus; ~ntra en~el tras~üy;ndeJ(1. córppr.eídacl:biQlÓgica y qúeda desligada.de ,.1osFondicio:-
culo, es'tando cerradas .laspueItas/QnQQ,19) ; aparece ydésaparectti namientos espacialés;y;,temporalestCómó,célula palingenéticay ,reno-::
improviso (Lc 24,15.31); no se le reconoce inmediatamente (Lc vadora,:María, con SU cuerp0, está presente como elemento catalizador
Jn 20,15¡i21,4). Síguese. de'ahíque ]esllsno.escincunscribible;á; del Espíritu para la realízaeión de la nueva comuriidadescato1ógica. En
coordenadas del espado y; ettiempo¡ efecto, aLigual que Cristo, María se convierte eri «espíritu vivificante» y,
Pablo explica la resurrección de Cristo mediante la tipología del por tanto, con capacidad para ejercer la maternidad espiritual expresada
gundo Adán, del Adán celestial, que no está sujeto ya a las llrrl1nlaC)ra~ porelHijo desde 10aIto de la cruz.
leyes de la vida natural, sihó.que es partícipedelá vida UL~~v"~'-'l.UJ~C> LasaplicacionesyJos desarrollos de esta interpretadón pneumática
Espíritu. Su nota distintiva es el poder de comunicar tal vida divina a la espiritualidad cristiana. no dejarán de conferir mayor' solidez a la
recedera,c mientras que el primer Adán, elhombre formado del función ptototípica y maternal de la. Virgen;
ihept6,· con sus capacidades limitadas; para mantener. para siempre la
y para transmitirla a los demás;: «Adán, el prim~r hombre, fue creado
secV1viente;elúltimoAdán, como'espírituqueda vida» (ICor 15,45) 2.2. María en la mística cristiana
Las€ondidones de, los' cuerpos resucitados son ilustradas por .Pa
cuando aborda1acuestión'sobre ~<cómo» resucitarán los muertos (1 El interés que se. siente en nuestro tiempo por la. místic:a.ha hecho que
15,35~49);Aunadmitiendo queconla imagen de la siembra:se UU<::'L'-,"'" sea oportuna y actuaUapublicacióndel.Diccionario de Mística (2002),
cierta continuidad. entre el cuerpo' mortal Y' el €uerporesucitado, en el cual el artículo María; redactado por S.,De Fiüres3 \ aborda algurms
apóstol insiste en ladiversidácl:existerú:eentre ambos mediante cuestiones improrrogables en el campo espirituaL
antítesis, que suponen, no una simple revivificación del cadáver; sino Este; artículo describe sobre· todo el itinerario místico de María según
una ·radica1· transformación: . la Escritura, gracias pllrticulatmenteal evangelista Lucas:

«Se siembra algo' corruptible, y resucita incorruptible. Sé siembra. una «Que .nos revela no sólo la implicación de la Madre en lbS episodios
cosa despreciable, y resucita gloriosa; se siembra una cosa débiLy re~ de la vida del Hijoisinotap1bién ;llgunosaspectos signific:ativos de
sucita con fuerza. Se. siembra un cuerpo animal y resucita un cuerpo .su espiritualidad: Habla deL" alma" y del!'espíritu". de María, es. decir;
espirituah (1 Cor '15,'42~44). de su ser profundóydesu;yo religiosó,que celebra al Señor;y vibra
de gozo en Dios salvador(cf, Ltl;46A 7}».
Ap1iC¡1r'idQ estil doctrina aMaría asllnta,debem~s lecono€erque el
~ue.rP?· de Jvfar~apq~eelascuatro .característica% positivas de las' que El camino espiritualdeJaV\rge~'ge Naza.ret comienza con su f?r,
habla Pablo: incorrupci6n o victoria sobre la muerteysobre la caducidad, mación. en1a pieda.d j udfa.:ffcieHdad.a.la' leydeMoisés,. oraCión sáhnica
glorict p pre~encla yacdÓrisalWicélen la.historia.,poder o capacidad .para de Israel, respuesta. de dispon,ibilidaHalavoéac.igh y profésiott de fe en
- ," , ",' " '< ,,~,; ,

comunicar la vida nueva y para realizar obras maravÚlosas, espiritualidad


31 s. DE FlORES, María, en L BORruELto-KCARUAN¡\-M;R.'DEL GENIO-N. SUFFI(eds.), Dic-
o sóberaníatransformadora propia del Espíritu. cionario de Mística, San Pablo, Madrid 2002, 1H2-1128.'
el :úfifco SeilDr :'(lic1}589;,·li~s·.¿:ihf~te:ríStic:as lcre lDs~P~bres¿de lel t/iVt':;··;(j y <fel ,3,ula,.fegii:\?>,3?;"yJa:.;Secvencia·de;testil\lQ;QIQs;vaprQsigüiendodll-:
todo]o 'aguafdáhf6t):iya:IÍl~n~ede· él. y qíie.se tonÍíaltca1 éhcC5h 'un ránte,ios;siglo~:S.ig1!l.ieÍ1t~s, d~§d~ eFm~dieV:ohastálaépoca.l\lod~rria.y
abafidC5nC5:(Sah;l;Ig~; 4lBj.32iWj.84./1;Z)j ~1,~ie1ít:giot~c0lI!üínita¡rfO;;~~ cQJit~1JlPoránea;: r:
32',11; 34,17.;'142,7)'y la: esperanza en el cUl1iplil1iieI1tC5.ue A los datos híblico,edesiales. se .añadenJasreflexiones dejos teólogos
divifias (SaI9, 18;25,3) recaen deJlenden~María.>; y de los mariólogos, que tratan de profundizar sistemáticamente en los
,El· Magníficat revela la experiencia selítiélapor: M1arí:len.(::tí2lfit,(;): mismÓsdatos. En eI.año 1949, el estudio de L Reypens, Rosa.mystica.
hecho centraFde sü;propiaexistencia; masaúfi,:de';la Marie, et lamystique, puntualiza la postura compartida .generalmente
salvación: la concepción virginal de Jesús; MarÍa:·la¡vÍve ""A·~,,'·'I por aquel entonces y que reconoce elcaráder extraordinario de la vida
realidad obrada pC5r Dioserr ella, siguiendo la. trayectoria' del las ...... r'~¿'<,.; mística de Maria: exclusión de las gracias místicas de' purificación. y de
llasdel éxodo de Egipto,:y ve.én ello ,un efecto de la mirada la noche de los sentidos y del espíritu,; experiencia de Pios que supera
Dios: «Se ha fijado en la humildecondidónde sueschrva [... L el la de los más grandes místicos, ciencia.infusa permanente desde la con~
poderoso ha hecho conmigo cosas grandes» (Lc 1,48A9). Sin C:llJLUd,L~1:;! cepción, intuición transitoria de la esel.lciadivina. Finalmente, María
María deberá ir comprendiendo progresivamente que el Dios de ser summa contemplatrix se conviexte eriilluminatrix conternplativórum,
vive en la comunión trinitaria dé ;amon Ante los acoIltéciI1liéhtos por cuanto desarrolla una.doble tareacontespecto.al camino .místico
respectan ajesús, la Virgen silenciosa y contemplativa va de los ·fieles: los ayuda a reprodudrcadavez.más; en ellos mismos . la
por la influencia uel :Espíritu¡enel secreto ¡de las tres personas di fisonomía de su Hijo, y los hace contemplaren su propia personacomó
sÍplas cualesno¡se ¡expli¿a éLmisterio que se ha; realizado en ella - ~-<'. I~. en un espejo las profundidades de Dios.;
encarrtaclón,y en Cristodort su pasión yresurreccióIl. Algunas de estas tesisJfueronhnpugnadas clarameIite por J. Galot
Pasando a la tradición eclesial; se observa qüe,¡aunqueno en el año 196p6, comenzando por la afirmación de que Maríatenía el
estudü1>s '.' párciales32,sin embargo 'debe realizarse aÚfi', una uso de razón desde el primer instante de su existencia. Se la considera
exhaustiva acerca de las 'experiencias místicas de Maria o enlo'qud una «hipótesis gratuita», porque no respeta la situación infantil de la
respecta a ella. Los datos existentes revelan ser de alto interés, comen, futura Madre de Jesús¡J~l;.cbhcilio Vaticano n,aunqueno .Ífitervino
zandoporOrigenes, qüienpresenta:a Maria mientrasella:avanzas6lícit~. directamente acerca de la vida mística de María y no pretendió dirimir
«sobre '·lascumbres», (deda perfección) y, es «declarada bendita por el las cuestiones debatidasentreJQs; teólogos (LO 54) í .acentúa el status de
Espíritu Santo» 33 ; y porAmbrosio, para el cual ,Maria no 'essólQ<¿unes, fe que la caracteriza en su vida;terrena: «Así también la Bienayenturada
pejo» en el que;«resplandece la belleza de su castidad y uesu ejemplar Virgen avanzó en la peregii,naciém de la fe y mantuvo fielmente la unión
virtud»34, sino que es sobre todü«la morada de loscelesdalesmistenos» con su Hijohas~a la crú:?:~~(L(J>58), Palabras que 'serán desarrolladas por
Juan Pablo 11 enla;~fiGÍdicaRdemptorisMater (1987).
; 3 2 fI éanse:, l¡.JZEYFENS; I?oSt:1y7I1)lstica, 1yfarie eL./d; rríystique;;en H;:QuMANOIR (ed.), {Viaria. La multiplicación,ci!.urantéd período posconciliar, de los .grupos de
Etudes sur lasainteVierge, I, I;adsl949, 745~ 763; C, TRUHLAR.,Das mystiSche Leben der Mutter
Gottes\ en Gregorianum 31 (1950) 5-38;S:M:RAoAZZINIi Maria vita dell'ariima. ltinerariOTirariaii6 Renovación en elEspíritu .ha conducido .a una valoración de los cafis,
al~ ss,. Trinitit,R9Ill;a .19pO; S.~A~LLÁNl Presendade MaTÚl:en; la experiencia nústica. fundamen"
tos teológicos de U:teXperienciti inístiCamarúina, Madrid 1962; A. RoyoMAiúN, Lá Virg~ Maríá:
Teología y espiritualidad marianas, Madrid 1968. 35 ID La educación de la virgen, en TMPM; 3, 172.173. ,
33 ORÍGENES; HOmilíassóbre Lílcas; 7, en TMPM, 1, 213-214.
36 J. GALOT, La sainteté de Marie, en H; DuMANOIR (ed.), Mane, Etudes sur la sainte Vierge,
34 AMBROSIO, Las vírgenes, en TMPM; 3,163.: VI, París 1961; 417 -448.
619

m<fs 'enila' Iglesia:i Tairíl:5ienlúivlaríase 'lií'rec@ndce' nece.sano dirigiLla;miradaliacialaexperiendatuinitgrio:;.mariaria,de·lbs


enPetilteeostés'se~,~nGontrabi;e:tit&) tdddJ; aqueHos~tque 'UCl'JLCU"ClL1V'Gl fielescomo;hc¡rcia unpurito cualificadoIeindispé::l'sable,ba.jo;penade
lenguas. (He 2,4), y por tanto se hallaba implicada en esta forma "'c""i'if''1< incurrir.eruinfecurrdidad y.esteuilidad.
de oración' colectiva,. además' de eStat impl1éstaen:lá piofecí<f Sin adherirse necesariamente a la tesis" de F.. Léthel,. para quien
demuestta1sudárltica de alabania (Lcl,'46:;.65).. «únicamente los santos sonteólogos» 38 -entendiendo por .santos a las
Entre lospufitos adquiridos 'se halla la eXigencia; de 'no personas canonizadas-, elmariólogo debe convencerse de que no está
ría niña una adUlta en miniatura, o deptoyectarlahadala e~'-LU""'Cl'" dispensado del testimonio de santidad, no sólo porque es cristiano, sino
atribuyéndole la ciencia infusa desdee1senomatemo o lavisfón: tambiénpór ser ,carismático eclesial que no es ,capaz de comunicara los
flca ya desde la vida presente. . demás lo que no proceda .de su propia vivencia. Debe. desempeñar la
..Almismo tiémponopodemos'cotitentarnos cOn reconocer la función indispensable de mistagogo, que introduce en los misterios de
tícipación de María en la historia de la:salvación al servicio de Cristo vividos en la liturgia y en la existencia cotidiana en.comurlión
único mediador. No se penetraría en Sll «corazón», en su centro con María.
sonal, donde por el poder del Espíritu se realizó el encuentro de Una vez entrados en la dimensión de la espiritualidad en sus diversas
con Dios en su inefáblemisterio~La,míslica se convierte fases, comprendida la fase mística, vemos que una gran labor aguarda
una clave. hermenéutica indispensable para,uh .conocimiento Íntimo al mariólogo, que debe transformarse en investigador de la experienCia
la Madre dáSeñor. La místicw abte' las puertas a aquel mundo in tematizada algunas veces por comunidades y creyentes particulares a lb
renovado por el Espíritu y santificado por la presencia' del Verbo LL'-'-LL'V largo de todos los siglos y en todas las áreas culturales. Al mismo tiem~
hombre, que hizo vibrar de/goZO' y de asombro a tantos santos y po, el mariólogo debe sistematizar mediante un discurso orgánico, es
contemplativos. decir, relacionado con el todo y con el centro de la fe, debe distinguir los
diversos niveles según la jerarquía de las verdades y de los valores, debe
aclarar y tratar de resolver las problemáticas espirituales, debe realizar
3.: Puntos de reliévecomo conclusión una verdadera inculturación insertando el cristianismo en el modo de
vivir de los pueblos ...
Ciertamente, hoy día se observa la necesidad «de desligar la praxis teolóJ; En este punto se le plantea de nuevo al mariólogo la tarea, expuesta
gica de ciertas arideces académicas, para teavivarlamediante el contacta por Juan Pablo II, de integrar la dimensión mariana en la única espirV
con la experiencia .espiritual, y en particular'con la experiencia' de 10$ tualidad cristiana. Ciertamente, esta tarea va emparejada con la réva~
santos .El recuperar la dimensión de espiritualid~d es imprescindible
37
loración del papel fundamental del Espíritu en la vida cristiana39 •. EsW
para la teología y,por tanto, tambiénpari:t la·mariología. Esto'significa puede aparecer incluso como un falso problema, porque supone una
que no habráqueécribir ya tratados sobre María qllé se limiten a los
habituales datos' dogmáticos o también a la descripción del auténtico 38R LÉTIÍELj Connaítre l'ampu7:,du Christ qui surpasse toute' conna~sance. th~;i;:':á.e;
La
culto mariano, tanto de carácter litúrgico como de carácter popular. Es Saints, Vénasque 1989,3. . ? ; . " : ;;'
39. Cf A. LANGELLA, MaridelóSpiritonella teologia cattolica Pást-conciliare.Esteautor:cleclitá
un capítulo a «La relación entre María y el Espíritu en la vivencia cristiana», (203)223)"éfitel
que no se contenta con situar.a' María:éri relación con.lamoral,·sino que exige «la disponibilid:::t~
37 D. SORRENTINO, Sulla «teologia dei sana» di Léthel, en Asprenas 41 (1994) 400. para dejarse guiar por el Espíritu, como lo hizoélla» (219).' .. '.;
María situada' e1i1.Jpfirrier,plat).GJ;acom@añadá¡ponjuna.
·······Capítulo·:XXVI
tratando embarazosal1lente de encollttarunespic1<Y,en.ek."·"'lLiHUJL\C
laexperienciatnnitariade'lasalvación¡ ,
Es·· necesaria, una, conversión metodológica queinviertalas 1J\;J,i)J.~1\lj~ Mo(.le16kenótico
nesde la tradición reciente. El camino deJa teología y de La'JlHa.H"-J~L<:l
posconciliar40• interpela a que. se reconozca la primacíaaxiologiea
María,madre de 'ladebilidad
prioridadmetodolOgica en la economía deja salvación,que sitúe
merplanoaLPadre que actúa mediante Cristo en el Espíritu, Y sólo
este contexto' abre un discurso ,funcional, aunque personalístico,
laJigura de la Virgen Madre41 ,

. .
urante la última décacladel siglo:XX, desde diversos frentes,

D .....••.. desde el cultural hasta el bíblico ,;~e recu.p era la.... ~ncama~ión
1

como misterio fundamental de Cnsto y enteleqwa de la hIsto-


ria del mund()1. Este realce de la enc~~ación es t;Ibu~~rio del cuarto
evangelio, que expli~itando un dato de la cristología primitiva, presenta
el misterio de' Cristo como una elipse de dos focos, a saber, el misterio
pascual y la encamacíón:

«El ,evangelista Juan, además d~ mantener fijo este eje, constituido


, por el "~hora" de Cristo, desde su exaltacióp gloriosa pasando por
la pasión, la muert~ Y,laresurrección, introdujo el nuevo eje de la
encamación, de la venida del Verbo' de Dios en la visibilidad de la
came»'3.

1 «La encamación, como hecho y como criterio para interpretar, se convierte, incluso más
allá de su.propici significado sobtenaturalenonne;en un elemento cultural de gran relieve. En
efecto, sugiere ccihsideradonéseh1asjcualésseehtrelazan el rigor historiográfico y el conmovido
rememorar religioso, y hacenc¡ue se. ú~f1exionea fondo [;.;]. (A. .RIGOBELLO,· rEtemo. irrompe
40 Cf S. DE FIaRES, Palingenesi de/la mariologia, en Mar 52 (1990) 201-209; Maria microstoria
nel tempo, en rOsservatore Romanó [25 de dicIembre de 1993], 3). «Precisamente sobre este
della salvezza. Verso un nuovo statuto epistemologico.della mariologia, en Theotokos O (1992) 7-22; hecho "paradójico y sobre esta.!'escahdalosa:'verdad nace, crece y se rige toda:lafecristiana en
Nuovi orientamenti della mariologia oggi, en FRATERNITÁ CARMELITANA DI POZZO DI GaITa (eds.), la especificidad de su an\mi::fo; :criStCllógico,ytrinit~rio» (G¡ MARCHESI, Il mistero dell'iÍ1Carnazione
Maria icona dellatenerezzadelPadre.la spiritualiw.mariana nell'esperienza del Carmelo, PiJ.lenno del Verbo. mito o realta storica:e,salvifiCaZ; errCiv.Catt141 [1990] Iv, 434).
1992,23<34:
21. SANNA, Incarnaziorte, en Dizioríario teologícointerdisCiplinare, Il, Turín 1977; 280.
41 Es el método que yo he'ádoptadoen'mi ensayo: Trinitit inisterio di vita. Esperienzatrinitaria
3 G. MARCHESI, Il misterodell'intarnazione'deI Verbo: mito orealta storica e salvífica?, 447. Cf
in comunione con Maria, Cinisello Balsamo 2001.
R. SCHNACKENBIJRG, Cristología del NuovoJestamento, en MS, .v,. 428-429;
r \,E~ge~los1di~~r~}>~¡,~ .' ........,dellnistériode !la 'encárnacíótl, su: etimhlogía,:«eHatierra. deLocaso,de4a,puesta defsoLdel Ser»; .como
~n sujust~'m¿didif~r~. dimensiónkenótica, .presentádapor af¡rma.Heid~ggeriSobre'ella ~entrarehlo§inliestia atenciónt para captar
cristológico prepaulíno (Flp'2,6.:8) qué canl:~~rV~~b;~ri'
las consecüenciasde este hecho en'elcampohlariológÍC:o.
de despojarse de las prerrogativasdivinaspar,aaslllrlir la ~U.J.Ll-U'U.,~
condicíón humana. Es inmerisa 'la bibliografíaded{c~d~)
del mencíonado himno4, y toda~fht,~ullqu~ ~oridifet§l!giás
1. Debilitadónde Dios en eLacontedmiento
interpreta la kénosis como «vaciamiento absoluto o relativo
de laencarnadón
dad de Cristo en el momento de la encarnacíón» (Heriban); es

Desde el punto de vista religioso -'-como observa GianniVattimo,


«El Cristo preexistente se vació de la morphe theou [condicióri
principal exponente del pensamiento de la debilitación-; 1acaída del
y asumió la morphe' doúlou [condición de siervo], renunciando
cientificismo positivista, así como del historicismo hegeliano y marxista,
divinidad o a algunos atributos divinos, como son la gloria, la
que afirmaban haber acabado con la religión, marca'elinicio cleuna
potencia, la omnisciencia, la omnipresencia»5.
", - ,,' ' ,
rehabilitación de la misma; y, así, «hoy no existen razones filosóficas
plausibles para ser ateos 0, al menos,para refutar la teligión»9.
De lainterpretaclón kenótica de la encamación, H, U. von JJQLUJ.Q,
La tesis central de Vattimo es que la ontología . de la debilidad se re~
se remonta ~l~Trinidad, viendo en la generación eterna 'del
vela en la kénosis de Dios, de suerte que el pensamiento!dela debilidad
el Padre en el Espíritu la piimerakénosis que justifica todas las'U'l<::l1lC1;:'
puede considerarse la transcripción delmerrsaje'cristiano en su origina~
creación, la pasión, la: 'muerte) : .«el anihilamiento 'de Dios [en la lidad,más allá de la interpretación dogmática y disciplinar:
nacían]» y, como consecuencía.de ello, la muerte en la cruz ....•.• ~-.~.
posibilidad ontológica en la autorrenuncia eterna de Dios, en su UV.UC1\AVl
«El sentido de esta relación entre filosofía y mensaje cristiano, que
tripersonal» 6•
yo me atrevo a concebirúriÍC:amehteerr términos de seculariza~
En el área occidental, el tema de Í8. kénosis' de Cristo retorna UU.l QlJLU
ción, es decir, en el fondo, en términos de debilitación, o sea, de
la «posmodernidad», que es una cultura que se distancia del~
encamación» 10.
nalidacl .renacentista e ilustrada 7 y,: a .la vez, de. todo «pensU·UU\.-H"~
fúerte», meta.físico e ideológico, para refugiarse en el'«pensamient¿
La encamación aparta de la ontoteología, que presenta aDios como
la debilidad» 8. Esta corriente es propia de Occídente, el cual,' ".
ser subsistente·y omnipotente, y a la vez acerca a Cristo, .definido como
4. Me limito a. citar dos grandestrabajosibienprovistos de bibliografía:. J.HERIBAN, aquel que se vació' de su absolutividad y de su «[orma Dei» (Flp 2,7).
phronein e kenosis.Studibesegeticosu Eil2,1-5.6.22,Roma 1983; N; CAPlZZI, ruso diEil 2, . Ahora da comienzo' una nueva economía, en .la, cual «la. salvación
nella cristologia contemporariea (1965,1993), Roma 1997 .
. 5 N. CAPlZZI, ruso di EiI2,6-H, 55. pasa a través de la interpretación» o, más precisamente, a través de la
6 H.U VGN BALTHAsAR,Mysterium Paschále;en MS, VI, 189.
7 Cf J. E LYGTARD; Ilpostmodemo spiegato. aibambini, Milán 1987; AFRANCHI; üdea
secularización, que entraña la debilitación del ser y de sus estructuras
demitd tra Ottocento e Novecerito: Osservazioni sulla crisiS dell'uomo contemporaneo, en~:)apieIlZ.a'5:l1 fuertes paraanclarse enla paradoja elel \,~rbo encamado. En definitiva,
(2001) 30T.J30; 1. .5ANNA, rantropologiacristiana tra modemitd epostmodemita, Brescia
8 G. VATTIMG, Le avventure della differenza, Milán 1993; Le mezze veritd,Turín 1988;
di credere, Milán 1996; H. VERWEYEN,La teologianetsegnodella ragione debóle, Brescia200l.' 9 G. VATTIMG, Credere di credere, o.c., 18.
10 lb, 27.
«el "earácter;si11i.b0Lí~óiClehj"et¡lGJlle:thttoj"eon;la .trasc(~n(lerlCl:l j
«Esfotzarse;11i.as que naQ<l,-.;1JO'r. <:0m.pr~n~er9.U§~set¡lticlo J~iep:et¡l;ló$
se ,produce en))l'ú:tud· d~~'CliVsia'Q~:¡11i.islIlo,~queLsé.dáenj1a~¡;:t(jtrr:lás3 textos evangélicos para mí, aquí, ahorarf::fa,w·dec:.irlo"\'on .otras pala~
humanoyde.lQ;civ:¡siblé::.eomoespacioJ para su" re(~011lbcimreI:llto).>N?l bras, leer los signos de los tiempos,· sin reserv; alguna que no sea el
En efecto, Jesús se encama en un contexto de kénbsis propia. manda;mientb'delamornese ".sí,,)n9.,se~ularizable, sinogue P!ecisw
revelar y, por tanto, también para liquidar el nexo efitre la "T'·r.I~_,,,, ;m~nteporqJ,le,si quere;m.os,e~ul:l;mandamiento,"formal", casi elim~
lo sagrado», es decit,los:tesiduos de unareligiónnattira.l,.H;~a\;.t4'.d'.Lj.~,4 perativo categórico de que habla Kant; no manda algo determinado
ficio cruento de personas o de animales. Jesúsdís:üelve.aIDíos deuna,v~z parél. tocfas, sino aplicaciones que d~ben"inyentarse" en
(objeto de la reflexión de Girard), y lo hace ya desde la '-u'~alUa'~l\ diálogo con las situaqion~s;~specíficas ala, luz de lo que la Escritura
cuando rehunda a toda: potestad y ostentación de poder para .Cl.."'J.H.J.U sagrada ha "revelad.o'~ »15.
fragilidad humana:

«Láencamaciónj es decir; . el descenso de Dios.' al niveldel.uu'llu-"IQ; 2 .. MarLél yla.persp~ct:iva ~enótica


qüe el Nuevo Testamentodenominakénosis de Dios (cfFlp2,7¡)
interPretada como señal de que el Dios no violento y no Vattimo se distancia de la doctrina y de la moral oficial de la Iglesia,
de la épocaposmetafísicaposee como rasgo suyo dis anclada, .eflelpasado metafísiq()l . hierático y,por aña,didura, supersti~
misma vocación de la .debilitación,dela que habla la m':1s(lti~,m cioso,sie;mprea remolqlle.de la, evolucióll delas cQstumbres. CoIlestas
inspiración heideggeriana»12. pre;misas, el filósofo que «qree creer» (cred~ di credere) y se considera un
«medioqeyente» haceupa.dobley fugaza,lusión a la persona de María
La kénosis o descenso de Dios no sólo revoca los rasgos de N azaret en un contexto polémico y problemático: .
le la divinidad(absoluta,orn.nipotente,trascendente), sino qué
Jositivamente, a la luz deJa palabra de. Jesús, la clave de bóveda de «En última instancia, si el Papa no quiere conceder el sacercf()cioa las
(cristianismo amistoso» .-:-;«no"os llamo ya siervos (:~.) sino amigos».; mujeres, es porque la Biblia llama a Dios padre y no madre, aunque
.5,15)-, para el cual «la relación de amistad que Dios decide.' 1"U1UlaJ se reserva un papel nada se,cundarioen absoluto parata virgen María.
:on el hombre» constituye «el sentido de la encamación de Jesús» y Patemidadcfe Dios, estructura "familiar". de la Trinidad, mateI'flidad
:sencia de la historia de la saLvación» 13, inconciliable con un virginal de María: estos y otros "contenidos" de la revelación cris~
0.0 autoritario, dogmáticoy.disciplinario.Síguesede ahí. que el. tiana, '¿serán, también ellos, objetQde una lecturasecularizante y
supremo criterio de comportamiento es el indicado por san desmitificante?» 16.;
)ilige,et. quod visfad 4, es decir, la caridad creativa y actuaLizada:

11 C. bOtOLO, La 'téologúifondamentale ·diwcinti alle sfide ckl «pensiero debó/e» di G.. Váttimo
llIb,31. '
13 lb, 49.
15 G.·VATTIMO,'Credere di eredere, o.e:, 65:
14 AGUSTÍN, In epistulamJohannis ad Parthos, tracto X, VII, cap. 8. 16!b,77.
z¡!1¡rMaría¡···l11a:eJre~(Íe~tai:debl1i:eJa:eJ s;t suptieblo;pelllmetl0j1a.espreCládoypisoteaclo.pordasg¡;andespotenCías.
ae5Gristg;(:¡fglJs~ín9:F;"i Madá fotn1aparteden0s«p;obtesde,Yavé;~,G.umbteespiritualdelsrael;
G.bmomujeriqu.e;se:hallaaJáescuchadeLDios que/serevelaja quieflella
Elpr(jfestahte S. Behkóh~bía:ptestadd mayOráfen¿ióíf i:iiesfá. i nace ·donaci0ITJtotalde sírriisma; Aun habiendo engendrado al. Señor
tivá,' haeienJo ver 'pteCisam.ehfecfue' elnúdéóvertebráaér"ae del universo, María vive una existencia sin privilegios terrenos, asediada
ldgíáse halrabá~ en el pnncipiókenófico 17 ;< por la pobreza, hu.érfana en su humildad de todo poder e influencia.
PeróyaAgusnIillama a María madre de la: debilidad:de "-"LL""..V. Esta kénosisconocerásuapogeo en . el Calvario, cuando sú corazón sea
~ngeridtó· a lIriDios andado en la conaieióllnuniáná. El eOntextE desgarrado porla espada del dolor.
~staafirmación es una disertación sobre el título de «p:rOJ;!etüt(')resÍi De modo más espedfico, Raniero Cantalamessa aplica a María,~<con
resús», que debe atribuirse a María y a José en virtud de su «fiel las debidas diferencias», elhimnocristológico de lakénosis y deJa· gloria:
nonio», por más que José fuese «esposo y padre en el espíritu y no
::ame». Para ambos poseeválldezla:perspettiva kén6t:ka «Máría,auITsiendo la Madre de Dios,
:ributaria del himno de Flp 2,6~ 7: no consideró un tesoro codiciable
su proximidad a Dios;
«Sill embargo, tantO José,padfeúnicameIlte 'en espíritU, como . sino que se;despoj6a sí misma de toda pretensión,
madre también'segúh la·came;fueron amboslos pfógel.lifOres asumiendo· el nombre .de sierva
humildad .[de Cristo] ·llo de· su graIldeza:;de su debilidad, no de y apareciendo al exterior
vinidad[ ... ].Perohabiéndolo ella engendrado sin la como. cualquier .otra mujer.
él, ciertamente no serían ambos tampoco progenitores de la: "'''''''''''7''' Vivió en la humildad y en el escondimiento,
de siervo, si no fueran cónyuges el uno del otro, aun sin la unión obedeciendo a Dios, hasta llegar a la muerte del Hijo,
la carne» 18, y ala.muerte de cruz;
Por eso Dios la exaltó
Por lódemás, los estudios .bíblicOsY·feológicos·del· sigloXX19 . y le dio elnombre
:ifuado alá VirgendeNazareteri eFcollfexto de la hisforiaespiritu~l que,después;delnombre de Jesús,
está por encima de cualquier otro nombre,
17 s,. BENKR' A new Principie of Mariology:. the Kenotic Motif, enAA W,. Oikpnomia: pará que ante el nombre de María
es o. Cullmann, Hamburgo 1987, 240 .. 272. .'
:: AOUSTÍN,.Las bodas y la concupiscencia, 1, 11 y 12; TMPM, 3, 328. . toda cabeza se.incline:
Cf, por e]emI]lo, A GELIN, Les pauvres de Yavé, París 1953· M. THURlAN Marie mere
:eigneur, figure de I'Eglise, Taizé 1968 [trad. esp.: María, Madre del Señor, figura d~ la Igle~ia, en. el cielo; en la.tiétia yen las profundidades,
:oza]; ORTENSIO DA SPINETOLl, Maria nella Bibbia, Bolonia 19883• «Si María permanece
y toda lengua proclame
n el mundo, si se somete a las condiciones de la vida humana hasta aceptar la muerte
ucede en virtud de su voluntad perfecta, en la cual ella reproduce la kénosis ' que María es la Madre del Señor,
-lijo» (Y. LossKY, La teologia mistica della Chiesa d'Oriente. La visione di Dio, Bolonia 1967 1
;a Iglesia, en cuanto partícipe de la kénosis de Cristo, «está realizada únicamente en María~;. para gloria de Dios Padre. LAmén!»20.
ella, traspasada por la espada, recorre juntamente con el Hijo el camino del descenso a la
e~p.or~l~dad hastaYegar a la cruz» (H. U. VON BALTHASAR, Kenosis nella Chiesa?, en Lo SPirito
IIStltUIZlOne, Brescla 1979,109). 20 R. CANTALAMESSA, Maria uno specchio per la Chii~sa, Milán 1989, 165-166.
. ';J;;Emres'ºtíJ.eníi;Gll,l~cf':tíd~l:~tl¡tªme:Bitepeffi1adada; doble.;tl:iTea ,u.\.-.'.lV'''''' Ma1'Ía;~A&&;i~;::¡;:..:~Am~m~;d&ll'EtemaSh1?ietiZa].le7')¡ rhastaene:arnarse "eh
tamte en lro gen~rad~ri~de,~~is¡~;én1akérlosis de' lakon<did6n
3
su send': L3:debilidliQúiel Hijo·.c1:e.Dios'no¿consisteúnicamente.eJicedei
yique,;;ep sintemía c:¿neLaMijamiento, del Hij o,¡ llejos: de;~fa:te:t;rar'8e;i~ a1as ·súpliGas.de IRMirgen, :sinoen;Ilodesdeñan; «encerrarse en el seno de
preriogativa:,.de ser Madre'éltkBiosjasumeJa me~heste:rQ:;a{(:orldi(ii61 Ma1'Íaeómopri.sionero:y>esclavo de amor y el estar sometido y ser obe~
unahumilde·mujer·judía;de.sutiempo:¡·
diente a ella durante treína años». Cuando reflexiona seriamente sobre
este cqmportamiento deJa Sabiduría encarnada, «el espíritu humano se
; «Indudablemente, el, principio kenótico' se· aplica a María; extraVÍa>; (VD 139). Y el extravío aumenta ante la debilidad :y la locura
. el sentido de que ella contribuye ala encarnación 1"rI,,,t-"M" rlo de la. cruz;; Pero todo se explica por el amor desbórdantedela Sabiduría
. . ..,' ~~~. 4 V '''''''-.

SiS,i.SinO también ene! sentidÓdeuna condición.de.vida llb:reIlffer hacia el hombre (AES 45 y 166) :y por la paradoja paulina .acerca de la
aceptáda enelcohtexto de la espiritualidad de los pobres....."' ......:a.1 «manifestación del Espíritu :y de su poder» precisamente en la «debilidad»
sin embargo, eso sería. deficiente e incompleto,. si no se humana (ICor 2,4).Yes que el Bios:-hombre «hizo alardedelapropia
también a la Madre de ]esúsla cOhsecuenda necesaria de fuetzaal dejarse transportar por esa jovencita:»(VB 18)23.
que es la exaltación»21.

La condición kehótica: de Cristo,' y por extensión la de: 2.2. Ética de la ternura femenina
nás que el preámbulo de la condición glorificada de ambos;.El.z;eoLOQ'¡úm y deJa no violencia
lOn histórico~salvífico del descenso~exaltación, que la Virgen aplica

)ropia vida en el Magníficat (Le 1,47~48), puede traducirse hoy. día Según Vattimo, de la ontología de lo débil se deriva «una ética de la no
narginación~promoción,·.comopasividad;.insercióri. activa en la violencia», es decir, un empeño «en favor de un.mundo en,elque.preva~
rado de valores~plenitudde sigilificado: Dios «ha intervenido lezcan la solidaridad y ehespeto hacia los demás, enyez de la guerra de
nando su insignificancia en el momento de la salvación mesiánica»22r. todos contra todos» 24. La. circularidad que suDraya·ladimensión amorosa
La imagen kenótica de María contrapesa la tendencia: .ada . y ecuménica del cristianismo, en.el que la caridad ocupa el lugar de la
ación de la Virgen, que la privaba de su condición concreta de disciplina, supone como base el acontecimiento de la encarnación como
1serta en la historia del judaísmo, e incuri:íaehcierta '''-L''''>LL'UUCU
weltanscMuungprivada de aquella hipoteca metafísica~natural entu~
L,""<~~L~'!t
.e su figura.
mecida en la viólenciadetdogmático y dela sanción2\ El pensamiento
Sin el menor vínculo con la idea de debilidad de Bios;en 1988 de la debilidad abomina de todo género de violencia:y ensalza la pietas
1Z Maria e la debolezza di Dio (Mariay la debilidad de Dios), que "\.-"/LLLG
tierna y femenina. ... ..
la espiritualidad de sanLuis María Grignion deMontfort,celltnwa: FÍiera. délárnbito delpensánliento dela d~bil~&ld,se desarrolla una
l hecho de que la Sabiduría «fue vencida por las amorosas súplicas>~ exigenciadetem.uray miseri¿or9ia; de 1:olerancia en la diversidad que
. rompa laespir~l dev'iolenciaque sacude álm.undo. La misma. teología
,21 S. DE FlORES, Itinerario di Ma:w dal servizio del Signorealld corona di güiriá, enO.
23 J,·MORINAY, Marie et la faiblessé de Dieu, Essaide présen~du messdge. spirituel du.saint Louis-
ÜN0I<!0-S. D.E MEO (eds.), Mana serva del Signore incoronata di gloriá. Atti del' 11 º Marie Grignion de Montfoít¡ París 1988, especialmente el capltuloIV: Lafazblesse de Dieu,.75-93.
ternavonale dI Mariología, Foggia 9-11 novembre 2001 Roma 2002 125 '--'V'''''1''W
22 E. PERETIO, Sierva, en NDM;185'Z. .' ,. 24 G. VATIlMO, Gredere di credere, o.c.; 37 -38.
25 Véase C. DOTOLO, La teologiafondamentale;412..
lueg0.íos~~t6'rei:ascomp&llClérijqt1e,BiosnIi'tletíe neéesidadcle, lavio~
.1eÍ:lGiap~ta;iilil?Qh¿fsWprO~ia;sob~tanfa:e¡;; elmundo~ ]'e:remíasafitma
momento .en 'que.«Madie¡(¡)dmisericor(¡)ia>5\esmlli . a
qu~~ elSefj.olLfoilié1'íta>¿pl~n~s,de: 'paz y riode desgraCia>? er 29,11) .
tradición/que los fieles repit~ri:;dÍatras ·díaJalrecitarda Salve, a
judit:puedeJé:antat,!<¿ÉlSeñOt és'él Dios qUé ataba co11 las guerras» . dt
profética ocurrencia defuan PabloJde que ~<Dios es padre, pero i16;il)'. Jénícristó'se'halla íntimamente liga.doala paz, hasta eIpunto
todavía madre», en línea .con la palabra hebrea;;raharriin, qu~' deiderttificafse ct5nrella: «Él es; nuestra paz»' (Ef 2,14), esdecir,J esús
temuramaierriay amor viscel1al¡apunta en último término á la. es la paz en persona, después de haber iínpugnadotoda: enemistad y
cordiade María en telación con el Diosmisericordios027 , derribado «el hrufO de separación» (Ef 2,14, 15)entre.judíos y paga1los,
su icono visible: el Verbo hecho hombre:>, entre amas yesdavos, entre varón ymujer(Gá13,27~28); También el
Espíritu;que es comunión deamorr produce en los fieles el fruwde la
«Los títulos que. atribuimos a.laMadre de Dios,nos uU.111QU.\.1\"F paz (Gá15,22). Por consiguiente, la paz forrtlaparte de las C01ln()taGio~
[... ] como aquellaque, [.~.] a través de la participación "''',",V.UU1,,\ nes de la soberanía divina sobre el hombre redimido: «El reino de Dios
al mismo tiempo, incomparable en la misión mesiánica de su no es comida ni bebida; siIiOjusticia;pazy gozo en el EspírituSahto.
ha sido llamada singularmente a acercar los hombres al amor Pues el que en esto sirve aCristo,agiada a DiOs yesestima.dofpof los
había venido a revelar: amorqüehalla su expresión más CO]D.CI;eHis.1 hombres» (Rom 14,1 7 ~ 18).
aquellos que sufren, en los pobres, los prisioneros, los quería ';.·En el ámbito~de;lápaz, condición delcreyerite"derivada de la ptesencia
oprimidos y los pecadores»28. en él del Dios de la paz, se descubre a Maria como icono o reina deésta:

Al mismo tiempo, se; desarrolla el tema de la paz como '-AJ.~"'J,l\ «Entre todos los modelos del ser humano pacificado y pacificador' des~
inaplazable, ante los horrores. que disuaden de la guerra y ante .d. taca la persona de Maria, tipo ideal de la Iglesia, que inicia el camino
neotestamentario que así lo manifiesta .en su revelación riA1-.n1Hno de la paz como criatura nueva sobre la cual se derrama. el EspíritU. del
se halla eIi relación esencial conla paz; prótopentecostés (Lc '1,35).' El conseIitimiento respbnsable de Mana
Al Padre se le define varias veces en eLN uevo Testamento a la propuesta salvífica de Dios representaiunaapertura de fe al Hijo
«el Dios de la paz»{Rom 15,33; 16,20; lCor.14,33; Heb 1J,20}~ del Altísimo; cuyo reino' de paz 110 tendrá fin (Lc 1,33.38). María
comienzo Yavé esunDios.valienteenlaguerra(Éx 15;3); experimenta gozosa la paz inefable de quíensesiente bajo la mirada
benévola de Dios (Lc 1,28A8).Esta paz es dinámica. María ve.ehla.
26 CfR. LAURENTIN, Dio mia tenerezza. Esperienza spirituale e mariana,..attualita +n~¡,,,n~"'H'. entrada del Hijo de Dios e1lla i historia el fermento de liberación que
Luigi Maria da Mpntfort, Rom~ 198? (edic. orig: francesa: 1984); A. LEY!: M. C.
M. TUBOLDO, Dialogó suÍIa tenerezza; Milán 19952 ; J. GALóT, Tenérezza di DiO,' debeponernn alas injusticias y opresiones, a fiIi de que se establez~
MARTIRAl'<Ii.~ civilta della tenerezza, Milán 1997;E,SCALTRITI, Maria,immagine de/la ca finalmente la alianza prometida; por Dios. (Lc 1,51~55).Ademis;
materna di Dio e dello Spirito Santo, Uqine 1998; K. E. TSIROPULOS, Sulla tenerezza, Soto il
1999; c.' ROCCHEITA,· Teologia de/lá' tenerezzil .•. Un i<va1lgel6»' dilriseoprite, Bolonia 2000; el alma de la' Virgen está; traspasa.dapotunagran espada, símbolo
nella tenerezza nuziale. Per ri-innamorarsi ogni giomo, Bolonia 2003.
.27 Cf A. G. BIAQOI-G. FRANCILIA. (eds.) ¡ La. misericordiir di Dio Trinita. nello sguardd di
del dolor que se apodera de su corazón cada vez que Jesús es signo
Atti del6ºColloquio Internazionilledi.Mariologia,.Roma 2002, 287-302;P. DI DOMENICO contradicho porla torpeza y la malicia de 10shombres(Lc 2,34-35).
Maria madre di misericordia. Monstra te esse Matrem, Padua 2003. ~
28 JUAN PABLO II, Dives in misericordia, 9 (30.de noviembre de 1980). María indica el camino de la paz,. cuando di<::e a los criados: "Haced
cloqú,~) é!rÓs¡diga:" Ul!F2;5);;: mQS:tlran~Q,asLel cflrácte:ttrelaeipRal paz»:LEn ·partidili:lar,' 1~;Eicrit\lrain0s'perinih~tca:ptar dbs;aspeé:tos:fúrida;;
,,"¡persona ;CQU; respeoto a,GdstQ,;alfq1¡yc Orh:\'tg:l¡e:rl:;el:eaJml'lQ~'~e•.iPa;, meñtale:Si'de;la¡~pets01i1a;li€la.aae : Matía de l<fazatet,' los~¿uales;' resultan
hombre.! Matía es la 1l1ujeri cuya~m3,temidá~,es ¡aIJlPlü:¡.da; PQt~ rev~liid:ok rdp~di.vámenieporJsabel bajo !elimpulso del Espíritu .y por
para que abarque atodEis; sus Jesus)mísmb desdélo altode;llf.cruz .• Ambasrevelaciones setefieren a
en el discípulo qué se halla al pie ,de laertíz{~María:esi MáI'íaien;cualltoMadredelSeñm, el cual seidentinca conlapaz,yen
madre, que acoge a sus hijQsalamparo 'ele sus muros para y' .HU,LV!,'",' cuanto Madre de ilosdispersoshijos de Dios) y¡ por tanto, en relación
en el templo viviente de;Cristo'On 19,25~27:hMarí'a,que ,es íntima con lapaz31 ;
paz¡ escatológica cOn su. asunción y glorificación., apoya eR el:
a stis hijos queperegrillanllacia la.eterna comunión con Dios;
que ella los precedió .. En el itinerario de María. se aclara el 3. Conclusión
esptritual del cristiano~~29.
Más allá de ciertos contenidos de carácter ideológico y polémico, el
.Teotecn() de Livia (ta mediados del siglo VIl) llega a L'-''''UU.,LCUC)'U..l pensamiento de la debilidad atrae justamente la atención sobre la kénosis
dazmente .una identificación de María con la paz~;: del Verbo en la encamación y, por tanto, la atrae también, aunque de
manera implícita, sobre María como partícipe de la debilidad divina.
«Pero. el profetallamó.también paz'ala Madre de Dios; ",UClLLU.' Más aún, Maria es llamada por Agustín «madre de la debilidad», porque
dijo: "Lajusticia y la paz se besan. ,La verdad germinará de la toma parte en el misterio de la encamación del Hijo de Dios. Y puesto
(Sal 84,11). La paz es María. La justicia es Cristo, y la fidelidad que el mismo Jesús aleja de su propio modo de vivir cualquier expresión
Cristo»30. de poder y de dominio para realizar su mesianismo en la pobreza y no en
la violencia, vemos que también María se sitúa a su mismo nivel como
'Yaséaa .través .de la vía. tipológicl1oejemplar, deducible de L . mujer pobre y sin influencia, que no se aferra a su dignidad de Madre del
queex¡:¡lta la fe de Maríaí.ya mediante su· actividad sinergética en.el Señor ni exige los correspondientes privilegios. El carácter concreto de
bitO. de la cOillunicacióndela vida. según:el Espíritú., la Madre de J esta dimensión terrena no deberá olvidarse jamás, ni menos aún deberá
ejerce URa ihfluenciabenéfica en favor de la auténtica vida descartarse en los tratados de mariología.
Lárelación ehtreMaríay la paz, se. manifiesta por ínter.medio .de Asimismo, la no violencia, la piedad, la misericordia, la ternura ma~
alianza,que-cinc1uyeclapaz, lavíade:la.matemidaddivina de la Virgen ternal, que se derivan de la elección mesiánica de la debilidad, armoni~
relación con Cristo, nuestrápaz, la consiguiente vía de la zan fácilmente con la figura bíblica y eclesial de María y la convierten
de. María .con el Padre, Dios, de la paz, y Con el Espíritu depaz,la vía de en .~mblema de paz y de reconciliación en el mundo posmoderno.
la rnatemidqdespiritual de. María con respecto a los discípulos de Cristo El límite más llamativo (la debilidad) de este pensamiento se encuen~
y,finalmente,la vía deja intercesión, que hace de María la «reina de la ". tra, además, en la despreocupación expresada en la paradoja bíblica: «Mi

29 S. DE FlORES, Vita spirituale, en L. LqRENZETTI (ed,), Dizionario di teologiadellapace, Bo- 31Cf S. DE FlORES, Maria nell'itinerario.sPiritualedel'cristiánooperatote di pace, en W.
lanía 1997, 1025. DALL'AoLIO-E. VIDAU (eds:J, La Madre di' Dio pefurfaculiú:ra di pace. Atti deHOº Colloquio
30TEOTECNO EJI LrVIA, Ornelia sulFassunzidne dellasilnta Madre di Dio; TMPM, 2; 86. Internazionale di Mariología, Parma19-21 aprile 2001, Róma 2001; 188-215.
podecftriunfél'erl'lél~flaqJ'l~~::t7[?'tJ'(:Guando:l.l1e!.sientQ clébil,es'"".U¡:ll.ll..ll:;1
más fuerte>~ (leor" ~2¡~;:,;~0KUa ¡d~biliBad deJ:;;Fis,1!oy::; .... ~P"!-'I-'.~~p.
0discípulos~igue sien4o;uit mtsterio:qtie :ccmtiene:realidades
que «se:cOIlvierteen .elare0pago de ladyrlamisdel Señor» ~2 .tta:ra~::H
conotraspalal:¡ras:ladebilidady latuetzácoexisteny so.n HHdll"..,1I1 Modelo petsonalista
Las eIlcontramosen la encamación, que es ala yez,fuisterib:de
y de gloria (<<!::lemos visto su gloria»: Jn 1,14). Retoman .. . .
María, tiPO: reláCltJHl1,b eitóricyde la7:frihidad
pobre del. Señor, en quien Dios hizo «grandes cosas»
llegar a coronarla de gloria y de inmortalidad.

. . . . i.C. a.". de. s.• ~mb......

D
1¡:1 una filosófica y la ()tra te. OlÓg
r :'. (>S c.orrientes, 0 can
en la consideración de María como tipo antropol?gico rela,
ciona!.
Sobre todo el P?rs,or;al~srnD ensusdiversa~ac~pdones, incluida la de
PaulRicoeur, .atrae la atención sobre el otro CQmo constitutivo de la
", ,'-.' " ',' o" - _:_(_ - ,;. _. - -

persona, la c.ual resultaesenciéllmente relacional. .La r.eferencia aMa,


ría, definida por Bérulle Y: .Grigni911 de. MOf?tfort .COlnp . «es,enciallllente
relaF~vaa Di()s»,no.dej~4e.serrecibida elllllariolo~í,a.
.En segundo
,- -- --
Jugar, la teología
"~ -
pos
-'.
conciliar,- después
- -"' ,-
de. CC)ficentrar
- - '.,
su
interés sobre.1a Iglesi¡:t(ap,os sesenta) y luego sobre CristQ (años setellr
ta).,dirige su atendóI1, durante losañosiochent::l hasta el~ño 2000, a
la .Trinidad, produciendo .«un auténticQ florecimiento de. la. b~bliografía
',' ," " ',,' -,'-" r" ; ,,' ,

trinitaria» 1. Por lo demás, el camino indkado por la Tertio millennio


adveniente, de JUan Rabl() Il,compreIldíalln'añ()cristológico (1997),
un año .
pneumatológico(1998) y un año dedicado al
. .
Padre (1999),

1 G. M. SALVATI, La dottrina trinitaria nellateologia cattolica p'ostconciliare, en A. AMATO (ed.) ,


Trinitit in contesto, Roma 1994, 17. Los tratados sobré la Trinidad se multiplican: B; FORTE, Trimtit
come storia. Saigiosul Dio cristiano, CiniselloBalsamo1985; L MELOITI, Unisow Padre; un solo
~2 A C00~RAI, Forza dei deboli e debolezza dei potenti.La coppia «deboleforte»nel Signore, un solo Spirito. Saigio di teologia trinitaria;Leumatín 1991; E. COURTH, IlmiStero del Dio
paul!!1um», C!~lsello Balsamo 2003,385. El autor comenta exegétiéamente todos los Trinitit, Milán 1993; A STAGLIANO, Il mistérodelDio·vivente. Per una teologia dell'Assoluto. trini~
paulmos relatIvos a la: debilidad y a la.fuerza. tario; Bolonia 1996; G. GRESHAKE, Il Dio uriitritlO:1'eologia trinitaria, Bresda 2000;1,. LADARIA, Il
Dio vivo e vero. Il mistero della Trinitii, Casale MQnferrato 1999,
pataiqés~m~~~av~t'retAáñp jubilar del 2000, en llnapiofundizaci6n direéta(coiréehPadre~1'éb:'vi:v"tr:en,.~omunt6Rfctomel·Hijo'y.endéjarse
mis~eribr tii~it~ri¿~2.' R~~hf;ó' norínalel situar a María en relación
~ A"~~""" ""_4_,,"
ilulllinarpor elEspírilll¡.6,.'Píl<C!.zarecogeestd ~nfoque ~y lo' ;<1esafiollIúmás
tres personas' divinas 3• exterl.sa1:rú~n.te;¡pretis,ancto.¡,quei,«lC!.persoRa·iesl relacién~~;Y:·.~<.et(hombre
puede ,ser únicamente pefsonaen reI:lci<6n 'édri el misteriotrinitá.rio>~;t~
i

deduéiéhdb laicondlisióndeique.<.<María es persona, en rela!2ióll}j,érl su


«aperturaforiginalhaéia 16>.8 demás.seresipersonalesdel éie1@{frin,iclád).
y .de la tierra (los hombres) »7 •.
La referencia a la persona de María como ser en relación fue Por su parte, Bruno, EorteasumeJa relaciona1idad, basándose cenda
i

por Pablo VI en el año 1964, comentando el capítulo mariano manera.de trataLacerca de. María:
constitución Lumen gentium del concilio Vaticano II:
«Así como la Madre del Señor es, toda ella, relativa aL Hijo,toda
«Deseamos ante todo que aparezca claramente esto: que María, proyectada e invitante a; él,; así también la .reflexión sobre María es
va humilde del Señor, está totalmente referida a Dios y a J totalmente .relativa.al centro y a la totalidad del misteriodelasalva"
[dd Deum 'etad Christum··Iesum: .. totam spectare]; 'Único H~,"_~.u",u.v. ción y encuentra su. consistencia propia y original precisamente en
Redentor nuestro»4; la total relacionalidacldeiMaría»8.

Sinembargó,laindibkiónde PabloVrtll~st:atrabajo que sea La relación con el personalismo se presenta explícitamente en un


ch:ida, )res preC1soaguardar veihticincoañosparc:r qll{algunos artículo mío, ;que se propolle iluminar, la persona de 'María en el contexto
reconozcanti frhpo~tancit:ldelarelación al describifla perscm31110Laa deJarelacionalidad9, ETh.efecto, aunque la reflexión filosófica alcanzó una
la: VirgeÍ1~Pteéisa:metite' eh el año '1988: eh¿oritraínoila'primefa cumbre en la definición de. Severino Boecio (hacia. 480,526) : «Persona
ción de la relacioha:lidadde Maríaen dos autores españoles: ~v~,_.~'-u.' est rationalismaturae; individua substantia>~ lO,sim embargoiesa definición
Navarro especifica qlIéla felación pertenece a laidehtidad 1"'\"'rcrór\ no incluye larelatió,como'8ucedeen.cambio en la persona divinál l.
deMaría,mietitras queXavier Pikazacon1:empla cOllloprincipio Con la época conteíriporánea se, éfectúauna,transiciónde Jaiera de
damental de 'la manologíaelhechode queel1a es '<<la' . . ,.,,,',""". . la substancia, en la túalúno,se.cblllprende así mismo sobreJabase de
de; la hlltnarridad»5,porcuantoes la primefaeri entrar en •'-.u~.'-'. los propios orígenes;\a.la,:era, deja; reladón,.en.1acualse descubre que
uno existe únicamente por el conjunto de las propias relaciones. Vemos
z «Los ~ños de. preparacióndelJubile~ se Pl1si~r9.n bajo el§i~o de la Santísima
por Cristo, iti el EspíritJ SantO, a Dios Padré.El mi~ferio' de la Trinidad es~rigen) que ya para el estruéturaliSmói «la categoría fundamental no es ya el ser,
de feysu, ténnin9últjmo, suando finalmente nuestros ojos habrán de cont~mplar etelualneI1
el rostro de Dios. Celebrando la encarnación, mantenemos fija la mirada en el misterio
Trinidad" Ouan Pablo Il, Bula Incamationis mysterium, 3 [29 de noviembre de 1998]). 6 X. PIKAzA, Trinidad;en~ S.DE~ÉIORES~S; M~o (eds.) i o;c. ,.1916-1917 .
3 CiD. CASALE, Maria nella letterá apostolica«Tertio millennio adveniente»; Rijlessione, 7 ID, La madre de JesúS.:iIntroau€ció'na lámariología;Salamanca 1989, 323,353 y386-394.•
e spuntioperdtivi, en Theotokos 4. (1996) 599;614. 8 B. FORTE, Maria, la: donnadcona del.mistero, SaggiO di mdrilogiasimbolico-narrativaCinisello
4 PABLO VI, Discurso en la sesi6n de clausura de la tercera etapa conciliar, eL 21 de Balsamo1989,37. . . .'
de 1964; EV/1;.n; 315*. La éxpr'esión vuelve. a aparecer en la Marialis cultus: «En la 9 S; DE ,FlORES, La pro~esisténzájdi¡,:lVfárjadi Nazareth nelcontesto della. relazÚmalita: en.Ri;

María todo es relativo. a Cristo ytodo depende de él.. (Me 25). cerche teologiche6 (t995)2J3~2272:!1"') S'. • . .
5CfM.. NAVARRO-X.,PIKAZA¡·Persona,enS.. DEFIORES-S. MEO (eds.), Nuevo diccionario. 10 S. BOECIO, De duabusnaturis¡:3;Pb,64;134J;"

Mariología, Madrid lOOP, 1583-1602, esp.laspp; 1584 y 1525-1596, 11 STh, 1, q. 29, a. 3 y 4.


sino¡lájrelación;~:v2;perdíutlajaporúªciónjmp()rúant:e~ªjla' 'p:anslCl€If):3!l 'papetme~i::íd0ry;1sa1vífic0 de Maria en la·.anuncia:CiÓn [.;~] .. Si; la Vir;
nueVia :01iJtología~Clue~m51girawaen;. úornO'al!ydjpérfe~to!eJ:l gen sepres~:nta ,como mujer activa: y responsable, uno de .los rasgos
qué: neh.ecesiúadé10tro }3araserpersoh.a,¡es unaapoTtlaci61ll' ofl;e13Jld sugestivos del perfil espiritual que de ella trazó el evangelista Lucas
elperso1ialisffio TPor la filosofía. del diálogo dei autores €atólicos, , está .constituido, indudablemente, por .su silenciosa meditación (Lc
E~ Mounier,'. G.. Marcel"M¡Nédoncelle, Oi nrt',j-p,~j-'il'n1'",c"r' 2,19; véase también Lc 2,51)>>.14, .
8 depefÍ.sadores judíos,coffioiMi Buber,E. LémnasrH, ... "L'-."".>LL\;LiU,

ellos la estructura básica del ser humano. no es isolipsistá; GOm0 En cuanto a la relacionalidad de Maria,' es necesariocohtextualizar y
conduce a afirmar el cogitoergo sum de Descartes, sino comprender a Grignion de Montfortyal cardo Pierre de Bérulle, cuyas
tura es -por origen y constitución- relacionaL El hombre no afirmaciones representan quizá ununicumen latradición.ecJesiaL
como persona sino en el encuentro con el otro: en el El primero, en su célebre Tratado de la verdadera devoción a Márfa,
apertura y de donde sí alotro. afirma: «María es, toda ella, relativa a Dios, y yola llamaré muyra;
La visión equilibrada que contemplá en la persona un ccunCClOd zonablemente la relación de Dios, que no existe sino con respecto a
miento vivo de dos aspectos Jundamentales í es decir, la su Dios» (VD 225). Elcontexto'del discurso montfortano es cultuaL y se
y la relación o· nexo Gon los Qtros, corresponde a María y se propone mostrar que la alabanza o el honor tributado a María,D.o se
en dimensiones de interioridad y de ielacionalidad,sobreilas detiene en.ella sino que desemboca en la alabanza de Dios .. En efecto,
insertan la solidaridad y la pro;existencia. así se comportó María misma, cuando a la alabanza pronunCiada por
Isabel; ella respondió con el Magníficat. El motivo de esta actitud es. su
«Mariá. aparece en los evangelios. como dotada de identidad relacionalidadconstitutivacon respecto a Dios, porque no existe ningún
. que la convierte en centro de acción, reflexión, decisión .e peligro' de queMaría represente un. obstáculo para la unión con .Dios,
[.;:] .. Es sujeúoactivo en priméta persona: se encamina aand.O:lm cOffio.podrían'pensar los alumbrados 15 •
sos hacia el monte de Judá y hacia el templo de Jerusalén Bérulle, que es la fuente de Montfort, ve en María una pura refe;
2,22:41)0 hacia Cristo .(Lc2,44~45A8; Mc 3,31 y par.); rencia a Dios;. después de haber distinguido tres situaciones en lasque
invitada en Caná;dondet0ma libremeritelainiciativa que puede hallarse.Iarelación. Esta es subsistente en Dios, llega a ser. en el
al ptimersignomanifestativodel HijoOn2,1;.12)L;~.1. La HLCCTct'pl mundo tenuissimae entitatis,es decir, de. ínfimo espesor; y vuelve a con;
cristiana de los •. diversos. siglos sintió" complacencia" en su
i veitirse nuevamente en importante en el mundo de la gracia, donde no
debemos<serotra.cosa que relaCión, De .ahí que;
JUB. MONDIN,.Cultura, marxismO ecristianesimo,Milán.1979, :30~:31. Se habla
p~so de la era de la imprenta, cuando la fe era un conjunto de dogmas, a la era de
mea, que reconoce a la fe como comunión. Se afirma, por tanto,.que «la cono.unicac:ión ~r «La Virgen no era más que una relaCión haCiaelPadre,eterho qlle)a
sentido primer? de establecer rélaciones'- define la esencia de la: pérsona humana» u •. L>='''. hizo madre de suHijo,hacia el Hijo único en cuanto era su Madre.
lacommunicatíon ala communion:, en Lúmen vitae 42 [19871.251~257; esp; p. 151)~
. 13Cf E. MOUNIER, Il personalismo, Roma 1964; Personalismo e cristíanesimoBari
Rivoluzione personalista e comunitaria, Bari 1984; G. MARCEL, tuomo . ' 14S. DE FlORES, a.c.,. 213-227.
HOrno víatór;Turín 1967; M. NÉDONCELLE, Vers une philosophie,del'amouret de. la 15Montfort corrobora su conviccióri; en contra de los «falsos iluminados» (SM 21), de que
1957;. M. BUBER, Il principio díalogíco e altri saggi, CiniselloBalsamo. 1993· É. LÉVINAS María no representa un. obstáculo para, la unión. divina;. precisamente porque ella «fue. hecha
e, infinito. Saggio sull'esteriorita, Milán 1977;A'. HESCHEL, tuomo non e so~, Milán 1970; para Dios» (SM 21). y espiritualmenté está «asÍ'unida a Dios y transformada para él» (VD 164;
1uomo?, Milán 1976. CfVD 75).
Toao~er se} 'Y' ev estado;q.ella~Virg~tf pareceefdndarnehradQi:Y'
~en:' estadisposid6rl;deTel~H.íién}>:lh ii;

Así); pties, eenMaría;.segúrr~érúlle .yM0ut:fOrt, el' serLy. Se puede concluir puntualizando:


coinciden, hasta el punto de que a ella$eJadéfi1:Íeecomo.L''-'La.~'L'-'L.Li,",'
Dios. También la Marialis cultus sitúa así en contexto cultual y «Seha.dichojustamente que "el mayordescubrimientode.nuestro
«la nota trinitaria y cristológica», que es ~<intrínsecary;esetfctah> siglo es quizá el descubrimiento de la persona'~20. De manera iguah
ejercicios: de piedad .hacia la Virgen' María; la: cual posee, a su mente justa Heinrich Koster (t 1993) saludó en la respuesta respofl.?
«indisblublevinculación» y una «referencia esencial» a.Cristo sable de María al ángel "la fecha de nacimiento. de la personalidad
(MC 25). cristiana'm .Es 10 mismo que decir que' en María encontfamos.un
Como puede observarseeri este 'discurso sobre la paradigma antropológico de gran valor: en ella encontramos '-'--segúrl
ser de María, falta cualquier reflexión. sistemática; Pero, por de la expresión de~ Bérulle-'- "la persona más digna .que~ pueda existir
el hecho de haber señalado esta dimensiórresencial dya muy jamás'después de las personasdivinas"»22,
para la mariología.
Precisamente. con. motivo ele' su. relacionalidad fundamental
sus0lidaridadcon el pueblo de Dios, la;Virgen asume la función 2. María,. pers,onarelacional r
colaboradora . de; Dios ene la salvacion, del hombre,' según la UHUL"," ·paradigmadelaantropología trinitaria
perspicazde}ustinoy de Ireneo. Salta a la vista deloscomenUU""lH'"
«alécince sodal» y la «causalidad efectiva» del comportamiento En la posmodemidad,sepasa deja .consideración de las relaciones de
de Eva como de María: ambas quedan desligadas de Junrecinto Maríacorr la Trinidad a la conclusión de que ella constituye un modelo
dual' y privado y actúan en el interior de la historia religiosa del antropológico de altísimo valor;
para la ruina o para:la salvaCiónde1¿s h0mbres 17 .:Enp'articu1ar,
ofrece una «colaboración libre ymeritoria con los designios "\.L"LLl.V"~ L

de Dios» 18, h~sta el punto de queel protestante W. Deliustiene 2.1 ,María, iconQ del misterio. de la Trinidad
conocer en las declaraciones de Ireneo'«el germen dela.doctrina
María mediatrix» 19. En eLmmnentb en que la joven María acepta Como observaba ellelaño 1985 J. Alonso, «María y la Santísima
Trinidad» es un,antigúotemac1ásico23 , pero hay que elaborar ya una
l6p' DE BÉRULLE, Oeuvres de piété, CXIX. De.la gr[¡ce chrétienne, en Oeuvres completes,
uriÚiue, Migne/París 1865 ,col. t144. .. " . . L.···
17 CfJ, A. DE AL])~¡ María en la Patrística de los siglosI y II,Madrid;l970, 281, ....
18 lb, 284. También G.. S611 acentúa el «significado soteriológico» de la figura de 20M. ZUNDEL, Dialogue avec la vérité, París 1964, 163.
según lreneo: «La prestación de María no fue contemplada ya únicamente en.la función 21Citado por C. DltLENSCHNÉ¡ÓER,Lé mystere de Notre Dame et notre dévotion mariale, París
trumental de u?- "laboratorio" parala preparación del cuerpo del Redentor, sino también 1962,86. .
lacontribuci6n plenamente meritoria· de su personalidad, por cuanto, eri representación 22 P. DE BÉRULLE, ÉlévationalaúTies-sáinte Trinité sur le mystere de l'Incarnation; en Oeuvres
humanidad y por su salvación, María siguió el 11amamierito de Dios y. tomó parte en la obra completes, col. 516; S. DE FIOREs,a.c:
satisfacción por el pecado cielos antepasadcis»(G, S611, Storia dei,dogmi mariani, 71). 23 Además de· .referirnos\a los ..autorés de manuales del siglo XX, remitiremos a J. DE LA
19 W. DELIUS, Geschichte der Marienverehrung, Múnich 1963, 63. ZERDA, Maria effigies, revelatioque Trinitatis, et attributorum Dei, Almería 1640.
«matiólogía: trinitfa'ria»'M;¡;t$1:u,realizanIavatias'lvoees,ipero; ino 'en es ;cl~(:.ir¡L1llanantial·cl~amQr :q-q.e{da·;la.-vida,N1atíaes~<icono del Padre~~;
sistemátioa;;alguIlOs'aütbres3~t~€óhuh nuev:oenfoquejloihate~X; maúanqalidachpurai)l eterno>Qepétante. Eti'c:uantoEspÓsa;~o bien domO
en el artículo citado de la' edición;espáñóla del NDM ' arca de laIaliam;aml:lf'cial eQ-tre eLcieloyJ~; tierra, María' es. <ácona' del
introduce aportaciones de<::arácterhistóricwps,icológico, oV'~N;;.Hr.: EspírituS9-nto>}; que es nupcialidaCl eterna, vínculo de caridadinfihita
dogmático, que han llegado a enriquecer el tema. elltreelEadre,y elHijo.yaperturapermanente delmisteriode,Dios en
La reflexiónhistórico-: salvífica de B. ForteseJormaliiá'.en lahistoriadttlos hombres»28.
ciado ensayo Mana, lamujericono del misterio, en el cual se ;.Bajolapeispectiva del misterio de la encamación se' sitúa A . Amato,
ciación a ·la luz del misterio pascuaF7 i conteínplandd también que dedi.ca•.euatro. capítulos de una br~ve obra a la contemplación de
la iniciativa del Padre(Lc. 1,26), un acontecimiento quefse;-r"'Jfi:.5.1';¡'¡'. María en el misterio trinitari029 .
Hijo del Altísimo(Lc 1 ,31~32) Y que es obra del Espíritu Santo :(Lcd.¡3 EL argumento específico: «ELmistério de la :rrinidadyMaría».es
María llega a ser «el santuario yel Jugar de reposo:de la SS¡' n,LJlHUi:1~ tratado PO]; otros 190. especialistas ene!. XX congreso mariológic:o jn~
(Montfort) i pero también «la imagen o icono dé ella. Aquí; Forte ternaciona! (Roma; 15 a24 de. septiembre del año 2000) .•Paranuestra
de la línea de la causalidad eficiente aJa de la causalidad ejemplar finalidad,. reviste particular interés la.«espiritualidad trinitaria encomu. .
ña la fórmula: «María, la mujer icono del Misterio», confiriendo a nión con María» (De Fiares); que presenta .a .la Madre de Jesús €Omo
fórmula un significado preciso: «Mujer» indica el carácter cohcretO., una.chanceL«opartunidad»,] ofrecida a los cristianos para recuperar la
corporeidad histórica de la figura dt~Maríaen suirrepétibilidad,uuLui:1iLLC experiencia de la Trinida& .En efecto, a la.acCiólide.laTrinidad en María,
«icono» implica conCreción v:isible"y-profundidadinvisible,porq , en su senoyen sRcoraión, ella responde con actitudes espirituales que
ella resplandece la elección del Eterno y el libre consentimiento' con:stitQy~hsu personalidad religiosa, no ya errmodo éstático(sin6en
fe depositada ené!»,; «misterio» se refiere ala;gloria,de Dios.óculta; un crecimiento continuo.
los signos de la historia. María está en completa relación con' IJL'",HLI~U\;; Partiendo de los desafíos de nuestro tiempo, que son el neo liberalismo
del misterio, pero, puesto que vivió en su vida terrenáJatripléco:n'9:lciC5it que se despreocupa de la justicia social, la posmodernidad sin puntos
de virgen, madre y esposa, refleja el misterio de las relacio~es de referencia· racionales y la globalización' salvaje,eldirectbr de la. más
Dicho de forma más sencilla, María es «icono de la Trinidad»; En grande biblioteca mariana del mundo (Dayton, Ohio) Johann Roten
Virgen, es decir,receptivi.dad pura, María es «icoIlo del Hijb»,que presentáelamarrelaciottal y oblativo .de la Trinidad comO terapia y
eternidad es puro recibir y dejarse amar por el Padre. En cuanto antídoto. de esas desviaciones culturales. María responde también a las
interpélaciones actuales,. haciéndolo a través. de la realidad expresada
,4 J, M, ALONSO, Trinidad, en NDM, 1892~1903.Este autor había abordado ya la t'(~málti()¡iJ: por sus títulos: como Nueva Eva, María sensibiliza para el valor funda . .
los artíc~los: Hac.ia una mariología trinitaria, en EstMar 10 (1950) 141-191; 12 (1952) 23
Infec;unduiad «ad mtra» y fecundidad «ad extra» del Espíritu Santo, en EphMar 1 (1951) 35 mental delaUda 'y ayuda aadquirir:un,a(::onciencia ecológica re$petu9~a
'T.rmidad-Encamación-Matemidad divina, en EphMar 3 (1953) 86-102; María y la
mdad, enAdmaiora 7 (1955) 7-16. . de lacreación; como Hijáde Sión,irtserta responsablementeenla histo~
25 CfM.W; Mariología fundamental. María en el misterio de Dios Salamanca 1995
da edición ampliada de María y ls santísima Trinidad, 1986). '
ria .dela salvación, Maríafnvita alosseres humanos ague consagren su
26X, I'IKAzArTrinidad,IY. Nuevo Planteamiento del problema, en S.DEFIORES-S. MEO
O.c., 1903-1923.
28 B. FORTE, O.c., 153-161 y 3 6 2 . . . .
27 Véase este. esquema abreviado en B. FORTE, Trinitil come storia. Saggio 'suLDio r'n<t7flnn
~,# ., 29 A. AMATO, Maria e la Trinitil. SPiritualitamariana ed esistenzacristiana, Cinisello Balsamo
2000, 26-105.
la 'alto¡tcuya:\taréa;~consisteenhaGerql.le sea 1-l"",LlJL'''-. Vc·.re~r~ff(}ld
mént~ esirR~dsible;EnJ.(rplrácticcf,\lcl'elnplLes(:tirap()sit)te~'G}uíltj
Marla'esdobIe"\lagéllerdCióndelHijo,de . Dios;por.n~:rr·tP:';1'1~;nlni
A su vez,René Laurentin,aHináldelacc~leIJralcÍ()n de;;Ul1acm~~sayt desproporci6n es :evidente,porque lo semejante OfoctUdE:;¡a'i;!1
donda, atrae la atención sobre elconcepto~la;ve y la unión de dos estados como la maternidadyla V1Igl1Ilr(1/,(l,~i
Trinidad: la relación. Dios no es sino relación;. porque es de mujer (unión humanamente imposible). María,
suprema.Síguesede ahí que la persona no es individualidad; \..u'\..........·a.\. Dios» y «Virgen, Madre», revela al Espíritu como
en sí misma¡sino interpersona que se define en relación. con el el mundo y efectúa realidades paradójicas; Maria se
una perspectiva llena de potencialidad para el futuro. AsíTomo Espíritu porque lo manifiesta en su característica
«es, toda ella, relativa a Dios» (Montfart), así tambiénJos seres' humanamente irrealizables en la historia de ·las"n V<1~1élJl
n0S, la familia, la' Iglesia y la sociedad deben definirse mediante
cióncomunitaria de amor. Se trata aquí de una dimensión rranSI::U1tUl:a
que. interpela a todas las culturas. En particular, los' cristianos 2.1.2. María como testigo delVerbo encarnado,
concebir la teología partiendo del Amor y pasando del deseo al(10r[i~"~ determinante absoluto, significante plenario
Dentro de la perspectiva trinitaria y, a la vez, personalista,se "u.aa.'!
otras cOfltribucionesde. Dé Fiores, comenzando por su ensayo '-'-\.. .....L\..aY-:""',. La acción propia del Verbo (no compartible .con las
aja .«experiencia de DiGS Trinidad en comunión con Marím>31 , divinas) es fundamentalmente la encamación en el seno
cual especifica .las relaciones de María' con la; Trinidad según lo María. Tan.sólo el Verbo se encarnó, padeció,murió yTeí;UGlt0¡"~ies
prium» de las tres personas: aquí a la cumbre de la historia de la salvación, porque el enl::m~n(
alianza entre D\os Y el/ hombre se resuelve en una unión LLL'-~L".\J.L
más iaún;en una identificación entre Dios y el hombre:et:.
hace carne. La Madre, .en cuyo seno se produce esta unión,
efigie del Hijo se. convierte en la revelación de la encamación,
Más allá de todas las deterininaciones.acercade la obra deLEspíritu en . en el hecl:lO.de que ahora Dios y el. h'ombrenoson separables;
historiádeJa salvación, lo derto.esque, en las relaciones con María; el mediaaornato, porque en,élla .orilla humana y la orilla divina
Espíritu se revelaprincipalmentrecomo Dynamis, es decir, como juhtasenlináúnicarealidad~ En este sentido se .comprende el ,-,-.,-'nu"'\.
los. Padres: «Caro cardo salutis. La carne es el gozne de la
30 Véase la obra de R. LAURENTIN, Traité sur la Trinité.Principe, modele et terme de tout amoyr.
Testament spirituel, [París1 2000, que termina con el epílogo dedicado a «Marie dans la Trlnit¿>i . María se .convierte en la garante de la encarnación, en contra de .
(321~349), donde para exponerlos. vínculos trinitarios ,de María, descarta/as falsas pistas (espq::; quier fOrIIYadedocetismo y de maniqueísmo. En cuanto Madre de
sa,unión hipostática) y las caricaturas de la maternidad (estupro divino, madre de~naturalizada,
útero én afliCción) í y predsalas relaciones de María con el'Pádre' como participación en su María proclama que el Verbo se hizo carne, haciéndose eLDios ~~,·"é>,nrY
paternidad, con el Hijo en cuanto es su madre, yeon el Espíritu como templo, signo, icono y el Dios de los hombres, nuestro. hermano; Testigo de la alianza o.des.
transparencia. Sobre todo, «la relación de María con la Trinidad se define mediante el amor,
así como la maternidad se define mediante el amor». posorioentreDios ye! hombre enJa encamación,laMadredeJesús s~'
31 S. DE FIORES, Trinitií misterodi vita. Esperienza trinitaria in comunione con Maria, CiniseIlo
Balsamo 2001. pone alsefviciodetaL alianza esponsal enCaná,al pie deJa cruz yen
Padré. y"pbrla, Madre;Mat'Ía:es,eni todo caso,ic®odd Padre¡que.engendrq
alNerbckerblaeternidad yen ella;:De:ahí.eLpas0haciaJa ternura maternal
del Dios :de Israel,(cHs 49,r5~··Os~·H,r. :8);.que. encuentra unamarufestación
yun.signohumahamentecomprensible.en laNirgendela ternura.
.Atravésrde;otrosacontecimientos, alegres o tristes, principalmente
en el IIlÍsterio:pascuaLdel Hijo, Dios revela a María su rostro misterioso
y.paradójico .. FinMmente, én Pentecostés, María profesa h.fe .de .los
apóstoles, próclamandoque.el Padre ha resucitado a Cristo con eLpoder
del Espíritu; El misterio trinitario, implicado .en el bautismo,quedebe
El encuentro de.María con e! Dios Altísimo que' hace con ell:3.OJsas :e'ran administrarse «en. el nombre del. Padre y del Hijo y del~spíritu Santo»
ies, la conduce al descubrimiento de su rostro. Tal experiencia conoce (Mt28j19), abre aMaría a la relación personal, cada vez másdaray
ioble momento: la fe en el «Dios de los padres» y la fe en el «Dios profunda, con cada una de las personas divinas 32 •
iel Señor nuestro Jesucristo>~. La:primerafasee.stá consignada en
Juestade María (Lc 1,38) yeheLMagnificat (Le 1,46~55}que laCoIIle11t:a:
~n forma de himno. En la concepción virginal de Jesús, Dios m 2.2. María, paradigma antropológico-trinitario
\tiaría su rostro. y los atributos que delinean su fisonomía;; es.el Dios
Khabló a nlilestros padres, a:Abrahán yasu descende11cia» . (Lel Con más. intensa conciencia de la necesidad de elaborar.un tipoantro.-:-
\tiaría reconoce. en el «Altísimo» (Lc 1;3235). «aLSeñor»y.«al pológicocapazde ;ase'gurat. un destino de paz y, por tanto,de un futuro
:Lc 1,46A7h cuyo ,«nombre es santo» (Lcl,47), al «tclaODO(lerOS()>>7;(' para la humanidad33 , se nos pregunta sobre este problema y se compren:'
l,49), yal «IIlÍsericordioso» hacia.las personas piadosas y.hacia '...
"L.U'-L'.\U'I:>" de qué sólo se lo podrá resolver.recurriendo.alafilosofía personalistadel
l,50;54}~ De este «Señor», María se proclama «esclava» (Lcl,38),z lo diálogo, que define a la persona con la categoría del encuentro con el
mplica elcultáde adoración y de obediencia incondicionadas. otro. Se descubre en María una dimensión esencialmente relacional que
En una segunda fase, Maríáréaliza una.progresivaentradi en el . la h::lce IIlod~lo antropológico para el terc:er milenio.
erio dé Dios hasta percibirloexf'lícitamente como Padre de Un estudio sobre Montfort34 subrayaestadiniensión de la Madre de
)ios, a quien :el ángel llama. el :Altísimo, es identificado por. Jesús Jesús, partiendo de laculúuadeJaalteridad, según la cual es esencial
:1· Padre: ~<¿No. sabíais que yo' debo' estar en la 'casa deini 'Padre!»
~,49);..Ya se trate de lasimplefiliació11 del mesías o bien de la HU.a'-l'Va: 32 lb, 176 .. 181.

:onsubstancial; esta palabra deLHijo .constituyepara .Maríaun . 33,.«El proyecto hombre es la gran tarea propuesta para el III milenio cristiario. A nosotros
nos corresponde llevarlo adelante, en la conciencia del impasse [del «callejónsirr salida»] en que
lara reconocer en la meditación (Lc' 2;51). el especial vínculoqueti~é se encuentran las antropologías actuales, y llevándolo por nuevos senderos que conducen al ser
humano». (A LOBATO, Sentieri aperti verso il nuovo. umanesimo,'en Rivista teologica di Lugano 5
. su hijo con Dios Padre. . ". . [2000] 447). El autor indica cinco senderos que. hay que recorrer para enrrar. en el misterio del
No es improbable que Máría se haya sentido cercana al Padre 'y, "n'1"'1A"'~ hombre y realizar el nuevo humanismo. que conduzca hasta el hombre integral, el ser personal,
el ser relacional, el ser cultural, el ser teologal (lb;452;.. 461) .
J modo, se hayá c011siderado como una continuación y manifestación 34 S. DE FIORES, Il tipoantropologico"trinitario proposto da Montfort, en B. CORTlNOVIS-S. DE
FIORES~ E. VIDAU (eds.), SpiritualitiJ., trinitaria. íncoriiuníoné con Maria secóndoMontfo'rt. Attí dell'8º
lble delPadre: en efecto,único. es el Hijo que puede ser llamado tal por. Colloquio internazionale di Mariología, Roma 11-13 óttóbre 2000; Roma 2002, 67 -1 06,
parala·pers~marlaapertura>comunitaria··.tehdienté·a¡ta.'dOltnu.hi()nihtel .¡ELúpoiantrelp:010gieo¡que:Montfoxt,quiere·rea.lizar,en'",:"i'¡:>m:
personal~ en
porque su grandeza<cbnsiste ser. una l1UllonDrntía,reúlCU)1Ut/}.é':.IJ eseLcOrísakrá<1o;:qcle;hiaC¿é ¡donaci6i:i~e¡ lapropH:l'.¡V'. L\.l':> a.c. ""'''Lo:! L~:Jj;i·V.
acogida del otro implica.urraplemÍ'disponiviliili:td;')1 iQlOnileztlfrr'::, que sededicatotalmente a la venidadeheino: ~1.:mlEa0IHm)0pl
Dios, aLerearal hómbrea'su imagen; 'loconvirtióenlaúnfca; \"'J¿1,a""CL¡, propuestadtda ieklavituddeamorhaqiaMaría;dé .la.
que «no puede encontrarse' plenamente así ,mismosinú 'mediaIite\. libros>,,· (AES219}:y que .acentúala.totaliili:td.dela donación.'
don sincero de sí mismo» (GS24)., Tom:isdeAqtiit1o'fundamenta tddoslos bienes ,que la persona posee).y consiste en el \'UL'H.o:.¡,/.:->
sibilidad del dún gratuito de· sí mismo énel amor:agápico, que mente en calidad de esclavo a María y a Jesús por medio
ninguna contrapartidavporque quiere el bien defC)tro36A2úmo nn'''''''''lT'' 32). Durante su madurez, Montfortllega. a presentar
J.Derrida, criticando a M.Mauss37 ,es necesariodistinguir,entre·"' F
.'If.''Yl'i1 cristiana como «perfecta consagración a ]esucristo»o «p~~rt(~ct:á!ir!
el intercambio, porque eL don, en cuanto tal; no es,jamásunu'lterc"lmlDM vación,deJos;V;0tos y promesas del santo bautismo» (VD
es un donar sin reciprocidad y sin retomo, un movimiento ablsollutan:[efíl~, lo cual María.está presente como modalidad perfecta (VD
te no circular de pura apertura38 / un primer término orientado completamente hacia el téI'mrno lilIJla
Jesús llegó ala cumbre de la donación de sí mismo en su pasión: siguesiendo]esucristo (VD 125). Para Montfort, la donación LULuc.,a,:o ..:
entregó así mismo (Gál 1,4; 1Tim 2,6), entregó su vida (Mc 1O,45) símismo debe ser fruto de. una madura reflexión y de un acto libre.:de,
su cuerpo (Mt 26,26). Mása,ún, él mismo es el don,pór excelenciá:, la voluntad. Así que el hombre al qué él se refiere, es la personaiqu~
don que brota del amor del Padre: «Tanto amó Dios al mundo, que dio se consagra, es decir, que. se da totalmente a sí. mismo a Jesús medianté
a su Hijo único» Un 3., 16)39.]esús, a su vez, ofrece muchos dones a,ló§ María para todQ el tiempo y para la eternidad.
hombres: la Palabra Un 17,7.14), el pan devida;(Jn6,35.51hlapaz La perspectiva de los últimos tiempos, propia de Montfort, confiere ,a
14,27),lamadre<(Jn 19,26,27). En particular, él hace dos dones precio~ la donación de sí a, CriStoSabidúría por medio de las manos de María una
sísimos: .«concede sin medida el don del Espíritu» Un 3,34) y da «la vida dimensión esencialmente apostólica. Para Montfort no hay duda alguna
eterna» UnlO,28} .. de que únicamente Dios, puede realizar la transformación del mundo de
reino del pecadoen'feino de Cristo .. Dios intervendrá con el «diluvio de
35 Sobre la importancia del «otro» en la coristitución de la persona y sobre la «nueva cultUra
fuego de amor» por obra del Espíritu (PI [::= Preghiera infuocata] 15,16)
de la alteridad>" cf,porejemplo:LEVAN,RAN,Autrui dans lapensée de GabrielMarcel, Fribur< y con la acción múltiple de María (PI 13, 15, 24,25; VD :49,56), pero
go de Suiza1976; A. CAlLLÉ,Ilterzo paradigma.Antropologia filosoficadel dono, Turín 1988; It
MANCINI;Tórriino i vblti, Turín 1989; P. RíCOEUR, Sé como' un altroi· Milán' 1993;' G. CICCHESE/ I llamará también:a loshbmbres,:especialmente a los «apóstoles de los
percorsi dell'altro. Antropologia e storia, Roma 1999; Alteritit in prospettiva antropologica, en Euntes últimos tiempos~>i (VTI),58) ; a colaborar con él, neutralizando el contra'
docete 53 (2000) 137 -150. .
36 STh, 1, q. 38,.a. 2. programa del diablC):Ehpolopositivo, más articulado, implica una acción
37 Marcel Mauss, examinarido los usos de diversas sociedades anriguas,:descubrió en ellas la
costumbre de practicar donaciones. SineÍnbargo, esos actos aparecenrodavía como intercambios orientada aJarefotina ddlá.Iglesiay a suextensi6n por el mundo.: «Por
«en teoría voluntarios, pero en· realidad hechos e intercambiados obligatoriamente, porque al el ministerio de ellos, renuévese .ehostro de la tierra y sea reformada tu
don debe responder el contra-don üintercambio recíproco. Los donativos no serían única-
inente transferencias sin cargos de un bien efectuados por una persona a otrapersoiul' (A entrega Iglesia» (PI 17).
endonaciónB aC), sino gestos que obligan al otro a la restitución e incluso auna forma de
esclavización (H. Marcusse), actos de'invasióri yde suril manipulación del otro.
f Según Mqntfort~¡e§Maft~~Inetg~ yse explicita el tipo antropológico
38 CfJ. DERRIDA,Donare il terripo; La .maneta falsa, Milán 1996, 40. que la humanidad ~~stá;ll~lIladaarealizar, no sólo porque ella es la cria,
39 Cf o. BATIAÓLIA, La teologia del dono; Ricerca di teología biblica súl tema del dono di Dionel
vangelo e nella 1 Lettera di Giovanni, Asís 1971, esp. pp: 84-122: tura más consagrada a Cnst(j; sino también porque María brillará desde
la'.zbna;delocU1tamient@~pa:ni·QbÍiar:hmaravillasien.cblalDoración:con.·el A la elaboración de un nuevo tipo antropológico, válido
Espíritu Santo' (VQ f9:;;5©):¡'iM¡1rfa'realiza ilafUnción ide.lídenlel@sfieles cer mileni042 , nos impulsan no sólo las lecciones h()rribles del
en losúl timos> tierripos~.; decir:l~ historia de inauditas violencias perpetradas durante
La reladón con la Trinida&implicatambiéwpará:MoIltfort unmre~ sino también la lección desoída de la Trinidad, que propone
lación con María, .una rélációÍFinscritaen el orden de lasalvición,qrií:I una sociedad donde exista la máxima distinción en la llli:l1\.1.LllGl'.l
lleva consigo el cumplimiento de todas las cosas' «por medio de Maríai Jesús es, indudablemente, el arquetipo supremo para
cón María, en María y para María», a fin de «realizlirlas;más perfecta~· porque está constituido por la relacionalidad en el seno de
mente por medio de Jesús, c@n]esús,enJesús y para: Jesús».(VIJ 2575: que se manifiesta en un haz de relaciones con los seres hu.m~lllCjS..;;
265:SM43 . 52). A primera vista, esta fórmula puede parecer exagerada embargo, él es una persona divina encamada (está privado de
y complicada. Leída· según la perspectiva de la antropología: personalista; humana que comprometería la unidad de su ser), y en cuanto;.taJ
la fórmularealizácon respec;:toa María lo que cada uno debe realizar cort
respec;:toa'susemejante: por.rnedio de María indica la necesaria mediación tanto, es capaz de constituir un modelo categorial para las demás 1"I"'~"r.,"",<,
del otro, que caracteriza a todo ser humano; con Maria expresa la necesaria humanas. En ella se manifiestan las características de la persc1na.,e:tl
solidaridad con la comunidad humana, especialmente en relación con los particular la interioridad y la relacionalidad.
pobres y con los oprimidos; en Maria. es señal de la ne.cesariapericóresiso La figura evangélica de María consta precisamente de estas dos e~~
inhabitaciórienelotro¡ que es fruto del amor y'de la comunión trinitaria; racterísticas.fundamentales constitutivas de la persona; la libertad res~
para María significa la necesariapro~existenciay subsidiariedadhacia el otro, ponsable y la relacionalidad con todo el género humano, al que representa
porque «el yo no existe sino en la medida en que existeparadotro40 • en el diálogo con Qios.
A la misma CQnclusión eo~ducela figura del Padre Kolbe, en cuya
viday muerte heroica se manifiesta la persona queise realiza en damor
yen la donación de sí misma: en efecto, él está convencido de que
«solamente el amor se arriesga a hacer a los hombres perfectos» (SK
1205), tanto más si se parte de la Inmaculada, «cumbre del amor de la
creación que toma a Qios (SK131O), «la criatura' totalmente llena de
ese amor» (SK 1318). Para el·Padre Kolbe;eltipd antropológico que
aquí se sobreentiénde es eldel hombre «consagradb y aposto!», por· taIl~
to, esencialmente relacional, que se realiza poniéndose en las manos de
la Inmaculada, a fin de ser una oferta agrádable a Dios.:.:Trinidad y,por
tanto, a fin de ser don para los'hermanos41 ,

40 E. BORONA, Psichiatriae persona, en Studium 91 (1995).678, ..... ,


41 S. DE FlORES, San Massirniliano Kolbe prototipo antrópologico per il terzo millennio, en E. GA.. 42 Maria, paradigma antropologico per il terzo millenio, en PONTIFICIO CONSIOLIO DELLA CUL..
LIONANO (ed.), Massimilianó Kolbe nelsuo tempo e oggi: Approccio interdisciplihare;alla personalitit TURA, CONSIOLIO DI COORDINAMENTO FRA ACCADEMIE PONTIFICIE, Maria «aurora luminosa e guida
e agli scritti.Atti del congresso internazionale (Roma~Seraphicum, 25 .. 27 settembre 2001), Roma sicura» della nuova evangelizzazione. Atti della settima seduta pubblica (29 ottobre 2002), Ciudad
2003, 605;620). . del Vaticano 2002, 34..52.
Modelo mistagógico
María educadora

E
l teólogo Giuseppe Colombo hace constar que,sehaiámortigltlaclo
. o.se ha e~iminado.del ámbito dela te~l~gía la temática educa13iva;
.«mteresandose SIempre muy esporadIcamente:por eLtemaide
la educación» 1; El misrriodiagnóstico puede aplicarse aJa rriariologí~í
donde la tarea· de María en la educación de Cristo y de.loscristianos
aparece raras vecesenprimerplan02, aunque no Jaltarí testimdriios
sobreeLtemaeducativopor parte de María en la doble misión:Jaqü,e
corresponde a. Cristo, desarrollada por ella durante su vidaterréna, y la
que corresponde a los cristianos y que continúa desarrollándose :erila
vida glorificada.

1. María en el proceso educativo de Jesús

A este propósito, la teología contemporánea no es uniforme, sino que


registra ,una aparicióride la rrüslóh educad.ora de Maríá,én relaéi6hcen

1 G. ANOELINI, Leducazione cristiana.Congiuntura storicae rif!essi6neteorica,. en. Te61¿~~'


26 (2001) 65-66.
2. Baste considerar la ausencia dél término. «educación» en los índices de la Bibliografiii;rruii
riana de G. M. Besutti. Véanse: O.M. BESUTTI; Bibliografiii mariana [1948-1989],8 vols:., Rmría
1950-1993; E. M. TONIOLO, Bibliografiiimariana,vol. IX: 1990-1993, Roma 1998. Loseswdiós
sobre «María y la educación» están catalogados bajo los epígrafes de congregaciones .religiosas
(Salesianos ... ) o de espiritualidad.
l~su~r;s~*}.lÍd~],?l';qrl;Pl-«yi~iento que atenúa esta realidad para tuvo u~cesidaa~dé:;1a'éac€i011,educativa;de los pfogenit@ies>~;,Aunqlú~ el
la transición de Maríi ;'una actitud de discípula con respecto al evangelionó'permite .vat0rar;xoinpletamente<~las" modalidades p'e la
cuando este da comienzo a su vida pública..... '~"""""'" ...
acción pedagógica de María, es cierto que:

«A ella le correspondió, juntamente con Jósé, iniciar a Jesús en los


1.1. La transmisión, de madre a hiio; ritos y prescripciones de Moisés, en la oración al Dios de la: alianza
del patrimonio religioso y cultural de Israel mediante el uso de los salmos; en la historia del pueblo .delsrael
centrada en el éxodo de Egipto»5.
Después del concilio Vaticano II, J. Galot, al tratar de la
concreta que «la maternidad no consiste únicamente en un acto La Carta delaPAMI afirma que María es'«verdadera madre.deJesús,
generación», sino que «constituye una relación permanente de npr"r'...... " y que, por tanto, lo educó, juntamente con José, su esposo,en la tradi~
a persona». Síguese de ahí en el Hijo de Dios una relación filial ción.de su pueblo»6.
respecto.a María su madre (relaciónreal,y no de razón como """1-",,,,',
Tomás de ACjuino)3. Derívase de ahí otra conclusión: una
maternidad implica, además del plano biológico, una·«tarea ~~.~~u..... 1.2. Transi.ciónde madrea discípula
que es más importante que la.simplegeneraciónyque hace.que
sea «la que educó a Dios». Galotañade una palabra esclarecedora En la línea del discipulado se sitúan algunos mariólogos 7, que llegan in~
disipa todas las dudas: esdecir,noes preciso seguir a aquellos te()lCíllOS' cluso a mantener, si no como primer principio de la mariología, al menos
que permanecen perplejos «ante esta perspectiva de una . un «paradigma como. principio hermenéutico normativo, que. permita
moral de. María sobre aquel que era Dios;>, porque estoJorma parte ver los datos de la tradición bajo un aspecto unitario» 8•
status de laencarnación4• Cettina Militello, por ejemplo, derucaun breve capítulo de su Mario~
En esta trayectoria se sitúa la catequesis de Juan Pablo Ir; que puut logía a la «Discípula del Señor»,en el.que, partiendo de la Redemptoris
tualiza cómo María, «al igual de lo que sucede con cualquier otra madre, Mater, que llama a María «en cierto sentido, la primera "discípula" de su
hizo también una contribución esencial al crecimiento y desarrollo del Hijo» (RM 20), se pregunta sobre el testimonio del Nuevo Testamento.
hijo». Concreta, iademás, que, en-v:irltid delaencarnacióni«el crecí.:. y no encuentra en él la palabra mathetés, sino al palabra doulé, que con~
miento de Jesús, desde la infancia hasta la edad adulta» (cf Lc 2,40), tiene an:Hoga«actituddeescuchay de adhesión a su Señor»9.

; ..' 3 L~ ~e~~ciór; .de qu~ haya. en Cristo una filiación. r~al. con respecto a Ja madre (STh . III
q. 35, a:5)'se basa en el principio de qúe·«todá reliclon, que se dice de Di()$,eirel orde~;dei 5 JUAN PABLO Educairic~délFigliodi Dib, catequesis del 5 de diciembre
II, de 1996.
tie~po, no pone nada en Dios (que es -él mismo- eterno) según la realidad, sino únicamente 6 PONTIFICIA ACADE11IA MARlANA INT¡;RNATIONALIS, La Madre de! Signare. Memoria, prese~­
segun la razón». J. <Jalot, siguiendo a Escoto y a Suárez; se opone a la doctrina tomista, porque za, speranza.Alcune questioni Cl.ttúalisl,/,lla figura e sulla missione della Vergine Maria, Ciudad del
«ser realmente el hijo de alguien significa tener, en lo que al hijo respecta, una filiación fea!;> Vaticano 2000, n. 14. .
a· GALOT, Maria, la. donria. nell'6pera de/la salvezza, Roma 1983, 102); Por tanto éL descarta las 7. Cf J..BEARSLEY, Mary thePerfécrDisciple; a Paradigm ¡or Mariology, en Theological Studies
dos objeCiones preserú:a:das contra tal aserto (la soberana independenCia ein:nutabilidad de 41 (1980) 461-504; J. L. EsPINEL, María como discípula responsable y fiel en el evangelio deS. Lucas,
Dios, ;supuestamente neutralizadas Lambas-'- por una relación real), ya que con la encarnación en La figura de María. Primer simposio de teología y evangelización, Salamanca 1985, 185-192.
elVerbo aceptó la dependencia de la madre y la novedad que ella implica (ib 102~103). 8 W. BEINERT, Maria/mariología;erl P.EICHER (ed.), Enciclopedia teológica, 538-539.
4!b, 106-107. ' 9 C. MILITELLO, Mariología, Casale Monférrato 1991, 93-100.
Por,'su'parte;rGarcí;:r"Paredesiestúdia,Ul mjl,SITla«~X~)re:siól1!cie).(~mil!m como e,CluqlClG)!;a¡;,Cl¡;::¿eJI;;: L:.~t;)baLl::.;a 'c;:u.U'\"'C:lL.l.VCl
discípula»,concretandoeLestadq tl~lacuesti@n:
delaimateI'nidad:y,e§tá¡exigida,¿adeníás¡ por"ebstatus".de,la'"ep.carn¡lción,

«Hablar de María como de la perfecta seguidora y discípula de


puede resultar extraño para cuantos,segurula:t:radición l."-"JJ.VJ:::l\...¡
es tán acostumbrados a, comprenderla rélación' entre María
basándose como clave en lamatemidad.Se dice tra.dl<:lOnatm,emte;l::n Mientras que en lo que respecta aCristo,Ja tarea.educatiVacle,María
el princiPio fundamental de la mariología es la maternidadaivina, encuentra perplejidades y exige precisiones, no se observan, frenaclq~eti
la cual se condensa y de la cual se deriva todo lo que puede la afinn:aciónde que María es madre educadora de los cristianos .. BnuI\
teológicamente sobre María. Sin embargo, sobre la base de ~':"_u.I.1..lX segundo momento la educación se transforma en mistagogia;,
, exegéticas más recientes acerca de la figura de María en el
Testamento, algunos teólogos proponen como paradigma más
de la mariología el hecho de que María es "discípula perfecta"»lO. 2 ..1. María, educadora de la Iglesia

Después de haber distinguido entre dos fórmasde discipulado (a Sin entrar en las, diversas fases del itinerario espiritual de los cristianos,
lo llamaremos residencial y al otro itinerante 11 ), Oarcía Paredes rf"\'nr1".",t-" el cap. VIII de la Lumen gentium contiene un texto denso donde sepr~r
la posición de María:
cisa que «a la regeneración y formación de los fiel~s ella [María] CQqpera
con amor de madre» (L063)~ Larelación de la maternidad deM~rí~
«AMaría se la ,puede llamar "discíPula"de]esúsenelprimer con el bautismo,yconel desarrollo subsiguiente de lavida divinad~J9s
que hemos indicado. No siguió literalmentea]esús como cristianos es evidente, razón por la cual J. Oalot puede comentan
ni vemos que Jesús se lo hubiera pedido. Másbien, María formaba
parte, del. grupo de los discípulos "domésticos", es decir; de aquellos «Por tanto, lamat~m\d,ad universal de María debe entenders}~;en
que permanecían en sus propias casas y allí esperaban y proclamaban todo su alcanG~: no spl() como un amor materno que pudiera, s~Sllar
él reino de Dios entre los propios vecinos»12. esa maternidad enel-plano de los afectos, sino como unaobE~ ~~~
generación y de educación, que es la obra propia de la madre»13.
Oarcía Paredes prosigue analizando el seguimiento de Jesús por parte
de su madre, comprendida la experiencia pascual. Hacia unadimensiÓp. ~ocial de la edllcaciónorientó Pablo VI
En la práctica, el posconcilio supera lacoIlcepción un poco monofisista proclamadón de}y1:'JJía1'v1l1ter, scclesiae el 21 de ,noviembre de
de ciertas Vidas 'de 'María, que teníaniniedo de hablar de la Madre de' Jesús
13 J. OALOT, 1vfariá," tipo e~¡¡;l~deild Chiesa, enO. B1\RAÚNA (ed.),Li Chiesa del
Florenda1965, 1160.,"'[; ,':' .
!O J. C. R. OARCÍA PAREDES; Maria nella comunita,del regno. Sintesi di Mariologia, Ciudad del 14 PABLO VI Discurso en la s~sióndec/.q.~1fra de la tercera etapa conciliar, el 21 de ',"
Vaticano 1007, 178. .
de 1964; df. EV/1, n. 306*. pá~át(jdd loscomentanos conciliares, cfR. CASASNOVÁS,
11 E~ la ~istinción que hace G. LEONARDI, Quattro componenti principali nell' orditura letteraria
e narratIVa di Luca, en Credere oggi 20 (2000) n.19-20, 52-55. «Madre de la Iglesia» en los textos y en las Actas del Vaticano II, en EphMar 32 (1982)
12 J. C. R. OARCÍA PAREDES, o.c., 184. RIVERA, Bibliografía sobre Maríd, Madre de la Iglesia, lb, 256-271; O.M. BESUTIl, Le
de l'Église» et Vatican Il, en Cahiers'IDa.tials 22 (1987) 214-226.
cuandotrat6desuperar;1a.:diséusi6h¡,c:or(Cil.iaI~,Iílled:faIlte·íul:lalct(),;j¡:¡f€ Juan:B<DsCO;Y,ip0Í"otro/'tratantlea1:51'Írse
sorral,. que preCisara eLsehtido del, l.LL'CLLV'·;·y"H:J." yeélesialesae,10snuevos;tierripOs[
y lo llevara a la aceptaCión pacífica de su contenido por parte ba. vida.; dé Don Bosto¡ :quecomienza¡ c·on':sueu1os'!1
Iglesia. El Papa evita entrar directamente en el UI;..'JQ.L<:C"-,VUI.:-UJ,Q.L". lleharonsu infancia: 17,.sedesarrollóc0llun'vrivo '
desautoriza lasobjedones contra eL t1~ulo,iñ.teipretaIldo Cia maternal,aétiva:y ejemplar;decM
Mater Ecclesiae, y lo hace yendo más allá de las preCisiones por su misión de Madre de la Iglesia 19 , l.H.H10l'"
instituCionales y enfocándolo según la línea de la «funCión lHOlL<:;;l,HQ.l·~! los cristianos. Ante esta figura:activa
la Virgen ejerCita sobre el pueblo cristiano». De este modo, esenCialmente filial, insPirada en la 'lnnílZtcULútcta.!;'\i
conduCido de nuevo al núdeG conCiliar de la maternidad de LVUUL<l:," dinamismo apostólico y educativo. Eneste;coío.t~~X1!,CY;
el orden de la graCia(LG 61 ~62) j«no es nada nuevo para el \cJ"''-'LU\:'' de las Hijas de María Auxiliadora (5 de ag()st<¡jltie
pero tampoco se halla lejos del sentir cristiano oriental, por '-''''''''L«.'<oI''' como «el monumento vivo de la gratitud1
basa en la maternidad divina 15. Madre de Dios, invocada bajo el título deA,¡rucla::<dti~~
Entre los teólogos que estudiaron la Mater Ecclesiae,sigüé Hijas de Maria Auxiliadora deben ser sign<Dr;i(~OfrCJ~;!~tj
guiéndose todavía J. Galot, que hace ver con evidenCia la UU· U'-''''''lV la maternal solicitud de María por el pueblcrde
comunitaria y la promoCión de la unidad insertas en el título:'

«El título de "Madre de la Iglesia" atrae laatenCión:sobre la de Don Boscoyen su famoso y breve tratacL@¿YLstemat/iJ1tev
comunitaria de la maternidad de María [ ..• ]. María es la A nadie le pasa inadvertida la analogía P71ci~tf'ntp:rf>ntre'p'Ta
toda la comunidad cristiana. Su soliCitud maternal se '-''''''l.L'-''LL\:'''''' Dios,. que .preserva del pecado original, a la Inmacula<da:,r:y:
desarrollo del conjunto de la Iglesia, y en funCión de este conj el educador con los jovenes mediante su asidua ;'1:ireEie'IlC:í.a.¡~
afecta a la vida personal de cualquier cristiano [... ]. En su '-VlllUJ.\';L\"'H de la inmaculada concepción de María, Jesús se l l l l Á ' - " LLU

de Madre de 'la Iglesia, María está "destinada' más '-'''~J'-''-LClUU'-J


contribuir a la unidad de la comunidad. Ella;es "madre de la Ull1Ld.al::t:
(c.fsANAouSTÍN, Sermo 192, 2j PL38, 1013)>>16. 17 O. B. LEMOYNE (ed.), Memorie biografiche di dan Oiovanni Bosco, I, San
1898,126.
18 Cf A VAN LUYN, Maria ne! carisma salesiano.Studio sulle Co~;titU:ziOl1i;cLéll
Esta perspectiva hace que la obra educativa quede sustraída al Francescodi Sales, Roma 1987.
19 Una experiencia de dieciocho siglos nos hace ver de manera lumlinó:sIs
que individualista que contempla al fiel en sí mismo, sin insertarlo en ha: conrinuadoen el cielo y coh el mayor éxito la misión de madre deLU·H'''''U.•.• v
los cristianos; qU€ había comenzadó ya én la tierra» '(O.Bosco,
comunidad edesial.En efecto, María ejerce una influenCiamaterna:l invocatd sotto il titulodiMariaAusiliatrice, en «Opéreedite» 20
bre la formaCión, sobre la vida y sobre el desarrollo de la Iglesia misma: se anticipa en unsiglQ a:exponerel título de Mddre de la Iglesia,
VI aI.finalde la tercera ,etapa: del concilio Vaticano II (21 de nmI1errlbre'ue;
En el campo educativo se distingue la obra de los Salesianos, los el título según el'sentido'de la declaración deCristó desde 16 alto dela
cuales, por como madre de sus discípulos amados,
.' un ,l(ido, quieren permanecer fieles a la inspiraCión de
,~.
20 Cf L. .DALCERRÍ; Monumento vivo della gratitudine di Don Bosco a
tiahi,:Roma 19843,.9; M; HA FONoKo, "Monumento vivodirecorWscenza»a
15 Cf S. DE FlORES, Maria nella teologia contemporanea, 172-174. en M. MANELLO (ed.), Madre ed educatrice:Contributi sull'identita mariana
16 J. OALOT, Théologie du titre«Mere de l'Église»; en EphMar 32 (1982) 168-169. de Maria Ausiliatrice, Roma 1988, 76- 77.
.tísirno~media.dor,"ségúh;dembstró ::Dúns i.Escoto21~ .Be sLa'autbra;prosigue ·.explicandolos térfuitiosde
el Sistema preventivo el educa.dor llega ala máxima;rnefadésu .a.","'~'-". bétá constituir üncapítulo'dela mari0logía:Jy<C}ue;consistir~
como pníeba;:Don Basco con; los hechos, No .sabemos: sfelsa.ntó ttaiíar. y. desarrollar. t:odas lasimplicaciones .¿ontehidas ¡'-~l".i~a.iL'-,,'
en esta reladón, pero es verdad objetiva el hecho de que en el LLU''',""U antropolGgicade la figura deiMaría»i; Con·estefiil' es nece~;arI.o1<~
de la iIlmaculada concepdón«se .enderra;la:más elevada réalizadón en urrcontextopedagógico .que contemple la edueación '~~~..~. '.~
Sistema preventivo de :DiOS»22. ceso de personalizacióh», es decir, de «despertar pbderes
Con un matiz. no histórico sino teórico .se presenta el estudio que culminen. en la inteligencia crítica, en la, libertad de'¡
Maria Marchijque aborda directamente el temadeJa'«,DJreSem2:;1 la actitud de comunión de amor». La presencia 'fla.acción
de María Auxiliadora en la labor educativa de las. Hijas de en el proceso educativo. se .modula segúri' las causas .~L<""L~'U".;.\ ~U."'b~
Auxiliadora (E M. A.)>>. La autora subraya el «puesto imleg:alDjle;,;~ ejemplar y. final); expresado en térrninosmás .actuales:
impresdndible»23 de María en la educadón de la humanidad,
que se halla implicado en la maternidad de María con respecto . «María. educa, es decir "personaliza", porque realiza en
sús. ya los cristianos, y propone una hipótesis ,ya que no hay sonalidad lograda no sólo desde el punto de vista
específicos a este respecto: también desde el punto de vista teologal [.. ,]. En efecto, Marí~/coIl
respecto al itinerario. educativo, no sólo;cünstituye el modelo final;
«Ami modo dever, es posible construir una "pedagogíamariana'~ sino también la ifidiCaciónde1 camino y, a la vez, láayuda pararec0':'
sentido estricto, entendida según cánones epistemológicos Clri,o-rttClri rrerlo: nadie como ella~persona humana (y sólo humana) totalmente
y corrientes, como punto 'de convergenda de. un riguroso cristiana.:-..lo. harecorridoenteramente»25.
teológico (mariológico) y de un discurso pedagógico 'L'!".ua.lLLL\~"Lt.'
riguroso: un capítulonuevoj si queremos, de la mariología; es En 1988 Maria Marchi vuelve a publicar su ensayo con la misma tesis
pítulonuevode la teología dela.educadón (disdplina y la misma hipótesis, señal quizá de que su propuesta debeserfomada
pedagógica) titulado: "María en la educación (cristiana)"»24. todavía en considera~iólpy ttaducidaahechos. En .realidad, la; valiosa
obra que. ellaes.cribe,\Ilofecoge su interpelación, sino que concreta la
dimensión marianaideJas E:M.A, desde el punto de vista histórico,
21 Véase el texto de Duns Escoto sobre el «perfectísimo mediador» en lo que respécta a jurídico, teológico y catequétic026,.
Inmaculada, en R. ZAVALLONI-E. MARrANI, La dottrina mariologica di Giovanni Duns Scoto,
1987; 181-182-
En un 1?roy~ctoillte~~isciplinar más amplio a.flora la exigencia,
22 E. V ALENTINI;EImmacolata nella missione educativa disan GiovanniBosco, en AOCA[>EMI1'..¿ no tanto deelab6~~r;~na·.«pedagogía.rnariana» como un capítulo del
tratado de láma.ri~16gí,~~J~~iio~~{bfefi:de··.conferir un ·lÍ.uevo ellfoC}lle
MARrANA SALESIANA, EImmacolata Ausiliatrice, Tutín 1955, 83. EL autor prosigue, extravlendlo
dos citas de Le glorie di Maria: «En efecto,· Dios efectúa con todas sus criaturas y senala(1arrlen1te
con sus santos, eL Sistema Preventivo; con el. conjunto dé las gracias prevenientes, educativo,mistagógitoaltratado sobre María. Por un lado, la. educa,
María SS; InmacUlada realizó su obra maestra¡.anticipando los efectos de Su redención.
estenim rédimenti modus, dice san Agustín [Pseudo], unus redimendo lapsum, alter TPlt,mp'nr1n,nnn ción como ~<proc~s9.d~jp~rsQl1ali:z;:tción»idebe. armonizarse con la figura
lapsum, ne cadat». y, evidentemente, el modo más noble es el segundo, como dice san AntofllnR;
dé Florencia: «Nobilius redimitur cui provicietur ne cadat, qúam ut lapsus erigatur» (ib).
23 M. MARCHli Il ruolo di Maria ilell'azione educativa dell'istituto delle Figlie de Maria P1usilia~ 25 lb, 209 Y212. ~'. ,
tricé, en A. PEbRINI (ed.), La Madoilna dei temPi difficili, 191. 26 M: P. MANELLO (ed.),Maílree,t:;educ:atrice;Contributisull'identita mariana dell'istituto delle
24 lb, 196. Figlie di Maria Ausiliatrice, Roma 1988.
di§dpll.laFI:i~Mana¡ :aderrrá'S'.a:e"átmbnitar,gécem· su inisiQn Ln"""..,Lk~<A' .Yi;iDa7influencia edtr<l:.ativatde'María::sobre·ITesá's· se asegura Ui:1;1>dllU"}~\::)
educ:idO'ra.¡y,¡ por. elO'tro;la¡¡la,'la'rttariologíaidebe;adquirir una; ,""un,-,,,,,,.. en; lá'Humahtdachv;éFdadeFa~de'J esús, que¡su:pO'ne undrecimiento
mistagógica; i desligándose:de >la fO'rmaacadémica íeilusttadaque Z,5Z)yenla:funciónmatemal,que nO' se redute a la generación
ala razón, yencauzándO'sepor el camino delaNida;:enpereriné gica;María, fielen1::r O'bservancia clelos precepto§. mO'saicos y
30
de maduración; Es decir, debe cO'nvertirse.en'itílfle10ariO'mist2(gÓ,gÜ:;O'~~ respeto hacia la Torá, educa: a ]esússegún la tradición judía •
la vida; cO'n tO'das las apO'rtaciO'nes de la: teO'logíayde. edueada en la fe. de lsrael.y en la espiritualidad de la alianza,
manas; llevando de la mano al sujetO' y ayudándO'le enla:aut:otcmrra su vez a Jesús y también, BOmO' madre de lO's discípulO's de
cristiana de cO'O'peración cO'nla .gracia divina, 'siguiendo el 19;25~27), desarrO'lla una tarea educativa pO'rlO' menO's cO'n su:
la ayuda. de laVirgeRMadre. EstO'impO'neuna auténtieacO'nversiórii'c rida:d,ipO'rque «la enseñanza bíblico~judaica establece que una
mariólO'gO' y un enfoquein.éditO' deldiscursO'educative)27. f'ara;;,cteliüí una madre espiritual secO'nvierta en "mO'delO'de vida" para sus
cO'n O'tras palabras: se trata de «enunciar la dimensión mariana En particular,' con su cántico del Magníficat:
educación· de Cristo y deL cristianO', de expresada dimensión ~U'U.'-'Cl~1::~
enHapresentación de,María»28. «La Virgen de Nazaret ilumina y mantiene el caminó de .V~'LU"'--"
j'AlmismO'tiempose'puntualizan algunas adquisiciones, que del SeñO'r y de tO'das las mujeres y IO's varO'nes detórazón
centran . sO'bre tO'dO' en la;hip€ítesis más verosímil de «una dO'ble Ella es maestra de "teO'lO'gía", que revela cO'n su vida y su
cia>;>una especie de educación recíprO'ca;entreMaría y Jesús»: rostro de DiO's salvador de su pueblO';; es maestra de "atitrcfbc,lole!i
evangélica, pues.prodama la libera:ciónde lO'spO'bres,
«Más precisamente, en: nuestro· casO' se<puede supO'ner que privilegiados de la salvación; es'\memO'ria"de la Iglesiai a
haya encaminadO' a Jesús en el desarrO'llO' y maduración de su repitiendO' día tras días las .maravillas obradas pO'r DiO's en
manidad;y para lograr su integración en elámbiente y en la histO'ria.¡.»32.
dellugar.

2.2. María, mistagoga del pueblo de DioS

Precedida pO'r el uso' que hacen de ella algunO's autO'res en el


, ' 2': ;> '.' ¡. c ;;"; ¡.': c: . ;; .';!. '. j; F: .. . '.'. ; ,; ;, ; una palabra antigua de significadO' densO', mistagogia, va
7Cf S. DE FlORES. Maria educatrice di Cristo e del cristw:no nel caril1nino manologico
sécblo,eIi'M¡FARJl\!í\-M,MARCHI (éds;);.Maria neWeducazionedi Gesu Cristo'e rI¡'''.rri<,'irí1'1'~;' progresivamente en la liturgia, en la teO'lO'gía, enh
pedago,gif! interrogt;t alcune for;ttipiblicMeolpgkhe, . Atti ckl s~inario distudio promosso .i14lla la· mariO'logía. Este términQ §ignifica etimO'lógicament~.la
Facoltá di Séienze dell'Educdzibrié (,Auxilium»; Roma '14-15 diCembré 2001; Roma. 2002, 6
, 2~ cA, E$CUDERQ, Maria eilpfoc::e,~sq educativocqme questione teologica;(én M,
MARCHl [eds.], O.C., 57).; ·c··' .

~.AAMATO, Mciiía¡'!á Theotók&'5, disceí;hlá editcatncedi Ciistoe' déiéiisfúini . 30 Cf E. BARTOLINl, Marid di Nazaret' figlia del suopopolo, Madre di Gesu

teologico-sistematica (lb, 164). El autor cita un pasaje de la Vida de María, de san ebraica (lb; .87~ 109), .
Confesor (siglo VII): «El amable y dulce Señor hizo que su bienaventurada Madre C0l111pr<endlíé 31 Cf A. SERRA, Mariae·VeducazionLSuggerimenti della tradizione giovannea
la verdad: le dio a conocer a su verdadero Padre [...]. Así que, a partir de esé moménto, la artículo en; las pp. 111-143). ';
Madre secónvirtió en discípuláde 5udulce Hijo, verdadera Madre de la sabiduría e hija .32 A. VALENTINI, MariadiscepéJla di Gesu ed educatrice del cristiano: Vangeli

sabiduría... » (TMPM, 2, 231-232). prospettiva sinottica (ib,t59). .


los;. inisteribs.(agein=:=: 'cCflnf!uGir, >mysté.s}, ===:.Hniciad0J ;.y :!;::"I.(JI..~a ')laUClC(::tl1 '.' DQsLaños;d~Spllés\ Sergio .GaspatLHedica.ufl. ~0acpH:Ul(yf
de llevar a ;uno de .·la manopar::;t cdnducirlo·á.eomprender, y:\?i suyo;a.la c«.fuFléi6u'mistagógicaa.e.MarÍá»\ieft,el 'C/UlB'lrrl.u:esl:lla
misterios. Theotokost~velael misteri0'dii Cristo,; haéennernoriahdeél
Eltétmino mistagogia·entra oficialmente end972<en:.él.\SI1:au"zTI:U esslgÍlo decertidl1mote para el futuro y h:ke 'aGtl:l::U l~\?etlcam$
tionis· chnstianae adu:ltorum (OXCA) cop. él sentidó .delp'eríodd Con' la tesis para: ;!atiBtención de: la: licleri(:ül't~u;t¡¡l' xen;~,1[e0tc
de cincuenta días dedicadó' a. la experiencia cristiana. de los ~~.~.~..,~.~, especialización: en mariología; defendidaeri
tempusmystagogiae neophitorum(n. 37)33. Así que la mistagogia tad Teológica; Marianum;;y 'ql1ese titulaba La !présenc:::em~s
troduce. en la espiritualidad, profundizándose en su significadoá. Mane dansEÉglise, e¡;mari~ta africano Yao'Kol1l:tssi
dél Antiguo Testamento hasta llegar all.lso que hacen. de él 1I'''··r "'ilT transición de la educación á la mistagogia. Él parte:de L<M'_~..,~.
enJa catequesis34.En él campo mariológicoparecequeél animador de catecumenado en Costa de Marfil y ue'[le.allllit;!
que se hace dél término aparece en el NDMfZOOP), donde jóvenes pero «vestidos 'con ropas de niños»37,esdecir;
tareas y las metas de la mariología se sitúa «la intención cristianos no srificientementenutridos ni sólidosen.la
que propone a María «como eficaz suscitadora de experiencia de sitan no un activismo vacío, sino una consolidaci6n
de fidelidad alos compromisos cristianos»: cristianos mediante un camino mistagógico;¡Hacia~v~,w ...~
la investigación..
«Lejos decletenerseen.unaexposición fría del emlto a María; Principalmente Kouassi traza' una extensa. y nrf~rl~,~
marialogía del futuro deberá alinearse en.unadirección sobre el término mistagogia, que es de origen H~.L~U.~ú
experiencial.Es decir, habrá de convertirse en unaverdader~ encuentra en la Biblia; aunque la' realidad estépresente!enJ
gogia, enseñandocórno María es un camino plausible de 11'ltf,OdJU€(~101 ejemplo, cuando el Deuteronomio hace una nueva L~",ti.U..L""'·V'
a los misterios salvíficos. La que "en cierta manera une en sí y el éxodo pascual en contexto de fiesta comunitaria. La
los más grandes misterios de la fe" (LG 65) llama a los fiéles a Iglesia antigua resulta ser únicamente mistagógica (Federici),
la vida filial, la unión con Cristo, la docilidad al Espíritu. Hay para Ambrosio la mistagogiaes un modo de hacer ~\.."IL"'!"La,
mostrar de modo concreto cómo María realizaelitil1erario (Mazza). Las Catequesis mistagógicas de Cirilo de Jerusalén
de las comunidades y de los cristianos individualmente»35. camino sacramental que engloba el misterio del bautismo; ._. __ ~..,.~
yla celebracióneucarística;'La primera referencia a
en la Homilía pascual de Melitón (siglo U). En nuestro ~._'''.I'''~'
. 33 Cf A.M.::rRIAC~A~A,.PISTOIA (eds:.), Mystagogie: pensée liturgiqued'aujourd'hui.et
ancienne, Roma 1993.
341: FÉDERlCI, La místagdgiaclella Chiesa. Ricerca sPirituale, enE. ANCILLI (ed:), H.'"-6V,S~
direzione.spirituale, Roma-Milán 1985, 163-245. Véase con anterioridad a él: ES. RUIZ,
e mistagogia, en AA.W., Vita cristiana ed esperienza mística, Roma 1982. 277-296. para quienes es'posible establecer la «función
?5S, DE FlORES, Mariblogia/Marialogia, en NDM,1297. Recojo de nuevo la temática e.n (cap. U).
afinnando que María es «una mistagoga que nos introduce en el misterio dé la ..~,Jm,,,,,,-'qi.~'
amor con cada una de las. personas de la Trinidad» . (Maria nella vita secando .10. Spirito,
Monferrato 1998¡ 190). En el año 2000 llego a discernir en la tradición espiritual un 36S, GASPARI,.Celebrare coriMaria l'anno digrazia del Signoré. Místagogia cristolo'gic¿LtJ
mistagogico: María introduce en.el misterio de la Trinidad» y una «vía mistagogica»
Roma 1987,57-68, .... " .. . ". . ' . . . . .'. \ . L
místero di vita. Esperienza trinitaria in comunione con Maria, CiniselloBalsamo 2001, 96-102) 37 JUAN PABLó'II;Hom¡íía a los jóvenes de Costa de Marfil (1 de junio dé 1980):
: :I...tos:capítulos¡ quemás;'Uosdnter.es,án iSQn;;él qapítulb f:A'r",,,,.'-r..:i
i
,
primer principio de la teología· mariana o, al ménos,.~p:•.
trata.de h«presenó1ainistagógiGa';(kMarÍ<~¡~1!ljá¡Iglesia~>?;:es Para la Hija de Sión se ha tratado de una transición no mC10l<Jra,
supt~sericia actuanteen,.eh misteriedé8ristd'ayerw . ha tenido que superar los condicionamientos culturales y
cuarto,. que sitúa a1y1aría alo largo del «itinexarió su pueblo. para acoger .la novedad evangélica lHi:>LULUUI..lU·
ven» en laactuaLsituación. ¡ Resultaquela.virgen,;~~elniejC)r;carnhj María tuvo que ir reinterpretando progresivamente su
de la humanidad» , responde a las necesidades de los j6venes,de:' en el contexto del reino de Dios, dando la precedencia ala
tiempo en·la ·húsqueda de una existencia humana aUltelJIl1Ca, ,ae Hijo y tendiendo a sus vínculos espirituales con él. Y
nificadode la vida en el mundo, de un compromiso cierta concepción del mesianismo en auge en su tiempo,
espiritualidad de comunión~ María se revela como'«g:uía la inaudita experiencia del misterio pascual.
la madurez perfecta en Cristo»; motivo por eL cuaL resulta legídrrr€iJ La teología del siglo XX observó también la C2l.1~Cl,L\'¡'1í:t
atrihuir. aJa Virgen María, en la Iglesia, el título de la antigua mistagogia como introducción al misterio,
.Kouassi es consciente de que la originalidad de su ohra María a una criatura en la que convergen los OIll11CIoall
elhecho de haherahordado por primera vez· de modo orgánico,a.'""LL'~' fe (cf LO 65). De este modo se ha reivindicado la
sea incompletamente,; eL tema de la función mistagógica de María " vivencia cristiana, más allá de un vulgar natUralismo
el punto de vista teológiGo, litúrgico, espiritual y pastoral». Su hallazgos humanos en el campo educativo.
es innegable, perod discurso sigue. estando. abierto, ¡Jll.1:l\.-.l¡Jd.UUC;ll! Una propuesta formulada anticipadamente para el '.
tanto en desear la elaboración de un capítulo sobre Matía
cristiana, sino de augurar que se introduzca en todo el
gico la dimensión educativo~mistagógica, y en la ¡JC'...ld¡~\.:J~~lU.•
espiritual la dimensión mariana.

3. Puntos;derelieve como. conclusión

LaexégesisiY la mariología deLsiglo XX pasan de una reserva en


to a afirmar la función educadoradela madre, ode una
esa Junción ;a una .tarea exteribr-::7actitud' debida a una teología
encamación de tendencia; monofisita~ a la .clara reiviJidicaciónde
influenciaforniativa real impartida a Cristo por María según una
dadera,maternidadenJas relacioIles .conel Hijo. del Altísimo,. 1 c;cUHI.C;UILc;
encamado en la historia y sometido a sus condicionamientos.
Existe, además, un desplazamiento del acento desde la UWLL'-LLLLLlU.LL
educadora de María a la llaniadaque ella recibe para convertirse
discípula de Cristo, apecto transformado por algunos mariólogos casi~ri
EÍl.f<3qtie/~~1l11lé[)i~q~e in:
Maríaj' verdadnoseparante

.'.
j\
<.. finales del segundorn,ilenip, el camino del
'. . en~uentra obstáculos eimpasse, debidos aq.~g.· ~~qs .
.. ' . considerados como ambiguos: la. firma del dO(:Ul111e~ltq.

propuesta, 1)0 pensada a fondo, de las indulgencias,.la


la declaración Dominus Iesus, percibida como endurecimiento.
tiones fundamentales (2000), la estructuración de una nueva
eclesiástica en Rusia por parte del Papa (2002) ... A pesar de
cultades va madurando la convicción de que la comunión
porelba,utismo:y:por la fe en Cristo precede a la diyisión, y no
derecho a considerarnos separados. Se trata de «hacer ~recer la
nión parcial e:x:istente el1tre los cristianos.haciaJacomuniónplenª,
la .verdad y ~n la caridacl» 1
.En cambio, el diálogo ecuménico> sQbre
: ;,> ; ,
María,, " que
;:',' , .',
~"
había C0110C:1C
una larga etapa de recíproca incomprensión y de posturas aD(JlO:f2'etlCa
entre las diversas confesidriescristianas hasta lacelebración del ~'-'~.L~~·.
lio Vaticano n, volvió a r~~Il~d~rse co~un nuevoespíri~u de ~'''_U'-,LLa.
y de diálogo a la luzde1a131Bli~;'h90llánclQseel modo de«apr~Ild~rl()~
670 - María, síntesis de valores

únoscl~;lqs,otrp'Sfy~lq~'~nos con los otroS»2., Podemos afirmar que La:primeraí$osa.qu~Jlama!.la·, ateneiórves "la ldP'lVlplld.'-1\.J1LX¡:;;O)L¡:;
hallamos ahora~~'i~' tércera fase de una evo1ueión histórica, la trayectoria delEvangelischer Erwachsenen Katechismus
«nuestro tiempo está preseneiando esta·transieión del ocu1LdllHc;uLI:J evangélico para adulms»; 1989)-:- de la figura de
"avivarp-iento", del a'iÍvatnit:ntoaJa ," a~qgi~a'\> ~', Perq •. protestantes, considerados durante varios siglos in(iitt~r.e:l!l:t~~S~Q
más optimista; quedaron superádaspor alguriüs sucesos a ella:
cenio del siglo:XX, prineipalmentepme190cutn~ntºtnariano U'-JL''''-'.L~
de Dombes, que constituye «la primera teritativa orgánica d~ «María no es sólo "católica", también es "ev:anJ;~tlpa
una "mariología ecuménica"»4. tes lo olvidan a menudo. y, sin embargo, Maríays
y está más cerca de él que sus discípulos más
humanidad esboza el Nuevo Testamento esta r'p ...·r<ú'"
1. María en el designio de Dios en silencio la distancia que separa aMaría de
y en la comunión de los santos
.,El documento reconoce que, en oposición a la: Ccmtra};réj
La encíclica Ut unum sint,de Juan Pablo II (1995X,_ enumerará; lica, «la negación de., la veneración de María ha .
puntos en losqÍlese puede llegar a un acuerdo entre llásJ.¡;;1<;:;¡ncf,?, característica del cristianismo evangélico»; pero, en~mDrrlOr.e(d
Virgen María, Madre de Dios e iCono de la Iglesia, timonios del Nuevo Testamento y.de la tradición edésial,f
de .
iiltetéede por los aIsdpulos' Cristo y por toda la hllmalliclad;> pueden seguir así» 7; La lectura de 'los evangelios \...VU\.1U\...''''Cl
Preeisamentedurante los últimosdiezaflosder sig16XX 'lln':frB", gen de María, de la que se guárdanreservasdurante
algúmls señáles, más Ó menos sólidas, pero siempre ¡n¡;;UH1\...d.L1 Jesús (Me 3,31 ..35), pewque es alabada con ant:efl()n€1
muestran unantH~vá manera de contemplar -por párte~vangéli¿k2r 1,45) y queiluego se halla presente en medio de la(:onlu17rid~td(l)rJ
Madre de Jesús. (He 1,14) ; A María se la reconocé como «personLhcaCl.on €le ;la·;
porque su fe es un testimonio para 'la comunidad. de lV",.'-L~•.y.\.
Una vez mencionada la manera en que losreformadorés. \..V.l'1""\.1'
1.1. María, los luteranos persisten contra losdósdogmas
por temor de que María quede «desvincl.lladá de
La priÍnera contribución se debe a la labor común de " . humanidad pecadora>~' o .elevada .«por encima .de la COffiltnllG¡lll?f€t
ranos y de católicos alemanes (Catholica Beauftrdgten) y consiste creyentéspara quedar situada junto al Hijo exaltado»?
pequeño volurhert publicado en '1991: Maria di¿Mutter unseres
6Tb,13.
. ..21). WILCKENS, Maria, ,/¡;¡, Madre del Signare, nella visione evangeUca, en M. KIEsSIG (ed.) , 7 lb, 14:
Id Madre d{ nostro Signare.' Un contributo della Chiesa evangelico~luterana iedesca, Milán BIb,19.
3G BRUNI,Intrbduzione (ib, 5). ' 9 lb, 26-28. En la doctrina católica no existe el peligro de extraer a María de la
4.A. M. PERRELLA, I te!1li mariani contr?~ersinel dialogo con il protestantesimo. porque comúnmente se afirma con Suárez que ella pertenece a la estirpe
contributo del GrUppodiDómbes, en Miles lmmatulataé 39 (2003) 1,91. habría debido (cuestión del «débito») caer en el pecado, si el Hijo redentor
s Traducción italiana [citada en las notas 1: M. KIESSIG, Maria, la madre di nostro Signore. vado. En cuanto aJa aslinciÓn,.Maríasigue siendo deudora al Hijo de su condici(')n
contributo della Chiesa evangelico-luterana.tedesca, Milán 1996; ya q~e el Hijo hace que ella se anticipe a la suerte final que aguarda a todos los Clq~lU~".
de ello es que la relación cou)María'esfacultativa.y; fl0 éSiñ.ecesarfa
la';salvaciÓm pbr'partéde .:la'¡teología ..fefuinista¡,;el
sóbiepasar, las' dificultades, §itUámdoseetrla pelrspec1dv,:(\CItel:íl:3.f¡
«Com0 ejemplo de la gracia de Dios que: aotúa; en;e1sér.·u "'"U'.aH' deja; cualforma:partela figura bíblica:deMaría12.PaoI6
María puede iluminar la existencia cristiana, pero no cierta' convetgenciaentre, los' teóldgosprotestantes
la interpretación evangélica, María es ilustración, pero uonorrhá simpledatohistorlcoacerdrde la Madre de Jesús, re(~U¡;;~fcf
la fe»lO. «tipo>>' de:la Iglesia o' delahumanidad,Elluterano
que el heéhodeque ella sea modelo se'entiende '«no
Fruto del diálogo entre luteranos y católicos en los Estados sino ontológico»: María con su fe y su maternidad
desde el añoJ983 al 1990, aparece en el año 1992 el documento profunda de la Iglesia; y el protestantismo debe
junto The One Mediator, theSaints,and Mary, donde se.hacen \.-V.CL.:>LaL. materno, que había quedado marginado durante ULl""'~'¡
LUL5V."L__

ante todo las perspectivas protestante y católica, no sólo en la época


la Reforma sino también en·nuestro tiempo. Toda la tradición eclesial
es reexaminada luego para sopesar los fundamentos bíblicos y las preci~ 1.2. El documento mariano del Grupo de
siones dogmáticas de los antiguos' concilios,prfncipalmente la
de Éfeso (431) y las distinciones entre latria ydulia en el cul to de Estas declaraciones culminan conla.labor del Grupo de ~~'ULkJ""
imágenes en Nicea II (787). Pasando al concilio de Trento, se observ~ nel' disegnodi Dio 'enella comunionedeisanti, .Qiqajon,
cómo en él se legitima la invocación de María y de loss'antos,sinhace~ Fruto de aproximadamente siete años de trabajo entre40'
que esa invocación sea obligatoria,lllientrasque el concilio Vaticano 11 dejos. cuales eran católicos y 20 evangélicos ) ,este aOI~urneI1W.;fel
es apreciado.porla clara afirinación del único mediador (LO 60) Ypor ta el intento' de encuentro. más. notable acerca de María. ~u. ~ u., •.

la inserción del papel de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia; los artículos del Credo se expresa lo que une a las.confesiones
impidiendo así un desarrollo autónomo dela mariología ll . a propósito de María: al confesar a Dios como creador de
Al año .siguiente, la Pontificia Facultad Teológica Marianum (Roma) lidades, se afirma que «María es una de sus criaturas»; al
invita. por primera vez al teólogo valdense Paolo Ricca a inaugurar el el Hijo de Dios se hizo hombre. para nuestra .salvación; se aH"U~(i(j
año académico 1993~1994,señalde que por ambas partes había habido María 'es su madre; al confesar que eL Espíritu Santo santifica a
un cambio positivo. El mencionado teólogo hace notar queen.el pro;; se, rec8nbce que· María pertenece a la comunión deJos santos
testantismo «se registra un despertar del interés por María», derivado de 121). Se abordan luego las diferencias acerca de María para UL.:>"'''-L·'U.

tres hechos: el de volver a llevar el discurso sobre María «al ámbito de qúe forma parte de la.necesaria unanimidad o del legítimo ULULLaL.L':>

la eclesiología y situarlo dentro de los límites de la misma» por parte del y con qué espíritu pueden aceptarse los cuatro puntos pnnCllpaleSJ¡E
concilio Váticano II; la superación del uso antiprotestante de María, muy contencioso doctrinal entre protestantes y católicos (n; 204):

lO lb, 28, 12 P. RlccArMariadiNazareth Tíella riflessione di.i:dcuni teolog¡~ontemporaneidella


11 CfJ. WICKS, The Virgin Mary in Recent Ecurnenical Dialogues; en Gregorianum 81 (2000) en Mar 55 (19?3)474-479. . ;
25-27. 13 G. SÍEGWXI.T,'h.esjóndementsde lafoi,í, Ginebra..París1986; 156;159.
csECoóperaéióh'enlals&lvaGi~il¡)A¡pesafld:es·l(i)s:equívbcbssqU'esiphléde .:Enclamismalíneásq;u:e'el0rÍlPQ;.#e U~;lUlILJt:~i~):;t:;:;u;uaI}.~;lC
suséitaresta,.5 expresi0nies.posi~te;entenClerlafen}§ehtidQlortodoxo sah intemacionales.de.;MariologHf.organizªdosliPQfl
yahda «1a. absoluta prioridad divina>>,,~n; 217) y·élrs<sentido.:propio>>::·ddfla lógica' Interdisciplinarltaliaua; (AMI1¡· t.n'eUas¡;.ldslit:e'~ll
única mediación deCrist:05 (nd,11) .como ~<re~puesta:cqnqu,-;.V~J'~V~HUJL"'..S. cü~ntesai las' Iglesias :ortodoxas y' evangélicasre:a:lfumn
reconoce el donperfecto»(n: 212);sLa: salva.ciómesiumdonr«peto;el de eómprensiónde .la tradición ca1I:ótíca.;Elteg'á.f:Ig:<b&~~
regalo no setáplenamente tal, sino esrecibidm> ;(n. :22Q):,es deCir,~siuG acerca'deJa mediación'már'iana (H.
es .recibidopredsamentecomo la alianza que es «uniláteral por/parte de ción{&.Bei'talot;; Hammann):n
Dios,y que llega a ser bilateral para que sea efectiva» (n;·222).

;2.. La virginidad perpetua de María. Aunque el Nueyo Testamento nore~


suelve la cuestión, lasJglesias de laReforma toman nota de que ortodoxos
y católicos están convencidos de que María «hubo renunciado a cualquier
relación camal para ser únicamente la madre de su Hijo Jesús» (n.231). Vienen ahora los, diálogos o escritos
donde en general. hacen'. uso de la
3. Los dogmas católicos de la inmaculada concepción y de la asunción. diversas eonfesionescristianas 14 • Son interesante$
Exis'tendivergencias, pero .«no aÜmtancontranuestra comunión en una escritos ponteólogos delárearefdrmadar VamCISd3!:t:esetia:r
rríismafe en Cristo» (n.275). Puesto que esos dogmas «llopertenecían En primer<lugar, laobrapublicada'por H1J.",nC;1. ;.uI;;I¡.;¡~í:;t
ala expresión común de la fe en el momento'delaseparación,nopue.i 2000,. un autor que, siguiendo la 'trayecwria U'-1,.'-"'V1Jli:>C;.I
denobJigaralos demás cristianos» (n.296). Los protestantes del grupo las Iglesias y deLconcilio Vaticano II,.es
reconocen que «la interpretación de tales dogmas no implica uadaque túnica rasgada de Cristo; ElalltoLhacemotar \:.v.n'.;\C.VU11:;J1¡
sea,contrarioalmensaje evangélico. En este sentido, ésos;dogmas no «cuestionamiento radical».de los fJLlJLC:i:> Li:lULt:;i:):. lli::l.' l'(¿}UllUlllUCJ':
originan divergencias separadoras» (n.32ó) ... en el ámbito católico.~<el uso exagerado. de
ción y de mediación referidos a María»:. Y
.4... Lainvocación de Maríay.de los santos . Se admite <con respeCto a protestante, se. atenúa' <da alergiaanteJa.sinergia» ,.;tJor·'cuaJ
Maríalaveneración, es decir, eL amor, eL respeto y el honor.(ni 286), en interpretar la cooperación com0 «la respuestmaeJU8.ctec:td.1irá
consonancia; con la invitación expresada en el Magníficat .(n:· 2 79):.;~<Se
ttatadealabara Dios por y con María». (n. 280). A pesar de la oposición [~Véanse;,pot ejemplo: La «TheotOkos» neidialót!:de,éumertiC:o; f'n,Kl'\l1~t"Mt,.,r
163-3~6; Marút en lasJglesias II: e laoTtodoxia, en.Eph11 ar
protestante a.la invocaciónde 5María, es. posible concebida intercesión ll
en las reformadas, en EphMar 44(1994) 365;507¡'MáHaeTl- Iti<"Trrlp<!/,,,' TT1'i.:
«como;parte integrante de Ja comunión de los Santos» y entonces «sigue en EphMar 50(2000) 5-177; G.BRill:II, MariologiaecuménicaNndicazior¡i
ufficiale intemazionale tra la Chiesa cattólica éle ChiéSe Mte dál&RifOrma~ ,
siendo unáoracióncomoy con María» (n.. 287) .Decualquier modo, 650; A. M. CAl.ZOLARO, La Madre di Dio nel dialogo ecumenico: C()1J!,JÍ'T<JPn'",U¡{f/
es necesaria una conversión de actitud y una conversión doctrinal. Sin Immaculatae35 (1999) 391-461; S. C. NAPIÓRKOWSKI, Mariologi~ et npr1JmP1O;<
Vatican lI, en' De cultu mariano saeculo XX. A concilio Vaticano JI usque
embargo, la labor del Grupo de Dombes «ha mostrado que en' María Vaticano 1999,209-231; S.M. PERRELLA,Quanta ~(n09isvia?lVlQ:rza.1VlQare'
dell'unitd perduta. Per una lettura del doCUmento «depombes»; en Mar
nada permite conv~rtirla en els4p.bolo de lo que nos separa» .(n. 336). .. [5 M. LEPL~Y, Le protestantisme etMliTie.· Uriii bel~éélaiféie: GiÍíeHrá .
donpertecto. de Biós» ;efe¿to de hgra¡::iariylJ.oobrffiqliCe .,.t::é::PT'HJ.LVl.1Ul.,.I,;Y:
de las Juerzas deberliumano(pp;'r]!'1;;.12)·~c:;;;'·; / /¡L.ii)··
En el brevecapítulosbbré «N1aiia) entrelospr<:YtesJa:ntes»¡ILJ"'~{L.a.w.
hace. notar los lamentables éfectos,de la,;pdlémica;.que.condujv.,~."""
Reformados aguardar silencio:acérca dela,Madre~ de]esusmientras·
católicos hablaban excesivamente de ella; María,. «hmujerpobre,
objeto paradójico del culto más ferviente y del sílénciomás 'pnlcrE~np~* Lepl::tY consiste en pennanecer únicame:nt(:!eln:~l()s~:t:ést
(p. 13). Se trata ahora de encontrar el justo medio entre la Testamento,. sin añadirles níCluitarles nada...p'~.os,¡¡etr:
y el exceso, partiendo de la «jerarquía de las verdades» o, mejor teología· bíblica contenidaenJa Escritura
partiendo del «triple centralisnio»"dé Cristo; de.Ja·, Escrituta y, fundamentada en ella; Pero entonces el
gracia. Es verdad que existe tina. gran diferencia'efitreLutero y trela Biblia ylatradición,.entre el evangelio Y.. L<U,-",....,

en relación con la Escritura, porque mientras que el primero mantiene el mismo. bajo el impulso del Espíritu .de la: vel:craIX:Q
que todo lo que la Escritura no prohíbe, sigue siendo posible y legítrnr:l:0¡ Acerca de hinmaculadaconcepción, parec,e'l2/tu:!y'f.;e
vem()s que,para el segundo, t()do lo que la Escritura no autoriza en la vertiente deJa negación, y no,la 'COll1t€~mlplail~G
prohibido. Esto explicah mayor apertura de Lutero conrespecto aMa.~ Dombes.,-'- en cierta armonía con el alegre anUnCIO
ría. De todos modos; es·elementalen laenseí'íanza deJa Reforma el qUe. procede de Cristó(pp;31 y37).i
«tavocación yelniiI1isterio únicos. de; María están ordenados a su HijQ El tercer capítulo ,aborda elpunctum
ya nuestra salvación» (p. 20). Esto hace que sea inútil andar buscandq fesional· sobre María: «Las exageraciones . 'Lu'....v'ev<::;L'-''''
Li

en María «consuelos suplementarios» o una «mediación. adyacenté>>:,ia./ observan en tres niveles: a) El de la devoGiónpoprdar;
la de Cristo, hasta' tal. punto que en la liturgia, más que de, «extrema controlada, a menudo.objeto de evangelización,.y UUO.... ULL'"

sobriedad» en relación· con María -como dicen.los de Dombes-'-, hay' de «mariolatría»¡ cuando busca temuraenMaría,o'en
que hablar de «ausencia total» (p.·21kSin embargo; encontramos tes'? o.en santa Juana de Arco, o cuando llega a invooar
timbnios literarios y artísticos de cierto interés que llegan incluso ah sus iglesias; b) El de los dogmas marianos ré(:íel1teme:nt(~jpl
invocación de. María, más en el campo deJa poesía y deJa.músicaque es decir, la inmaculada concepción y laasunción¡
en.eLde h pintura (con la granexcepción.deRembrandt). las' representaciones de los episodios evangélicos.'
Absolutamente original, aunque a primera vista le parezca extraño a las artes plásticas que ofrecen un aspecto<~más. clIj':>hli''7'Um
un católico, es.ebegundo capítulo breve dedicado al.testimonio bíblico de aspecto.mástorturado ].que de un aspecto sul:tm:zarrol¡Su
4~lNtie'vo lesüqnentOy. tituládo«l.as 'prótestas, dé María» .• Frente Entre las Guestiones controvertidas, el autm enUIDleTlI;¿UIt.:(
lds«~logios excesivos» (p.SO), alas numerOsas añadiduras de .títulos; de Maríaeh:la salvación; la virginidad perpetua,lm'lntnaJ¡:r;l
nomb~~s y, letanías: cepción; laiasuncióny la invocación. Las eXigenCiaS
corroboradas.sin.conces'ión alguna, y subsiste la sOS,peltHHiVf
«La humilde María tiene que defenderse. Ella protesta, es la primera inmaculadacoh€epción y 'laasunción pueden hacer "'H:u'.C-'U'J

protestantedelcristi,anisrp.o, ydesdellacé dos mil años pasa el tiempo condición humana y situarla en una zona casi ..
,embatgóF,l:;eplay;gstálininetrl:ente ~()n~encidGJ~:ae;qlleeLdi:ál&golaebe " ¡ ;;i<,End.ª~;h,il)t<biia;;cSed:nsett~3Un.::1nom~mt:o:iJta:Y'0f:ap!,e

continuar., n\c:da¡,';p.of paitelidei;~odo$~:dé;la justiciID~


Por:este motivo, en el tercer capítulo, titulado «PIOpu.e'sta~jmariaIi.as», •. <;\ no.:vÍQlencia;:ydé la: 'ternura maltelnate!:i.si.eri:tJ:1rc~n
el autor manifiesta respeto hacia «la piedad y las formulaciones marianas
deh otra Iglesia» yecha una mirada esenitadora delmistério en 'relación
con:los:iconos venerados en particular por la Iglésiaortodoxa (pi 78) ¡
El autor hace notarla conversión quesei está efeetuando en la Iglesia ,.EI:segtihd6 lioro,(He aquí la
católica, donde laMarialiscultusde Pablo VI vela porque: haya una recta Roma 2002) es del pastor valdense KeUZC1"J)ert;a10J
ordenación del culto mariano, e incluso en las .homilíaspronutrciádas treinta' añosnQsólo.enJa. Fa<::ultad' "\.-">LV,"'L""Cl.l·~1,.a.. .'""
en los Santuarios se tiende. a volver a situar a Maria .«en' supuesto» (pp;
78;7:9). El autofimantiene también como elemento necesario 'del retor"" y se inserta C0mduna lúcida contribución:;
no aL evangelio deta salvación «la, conversión ptotestanteaunanueva posconcilian·ya.Lllamamiento. de Graz; (.L'/CJ" , JI ... <1

comprensión de la persona y de la vida de: Maria», y acentúa el ejemplo y a volver a escribirjuntos.1a historia; La a¡::lorl:aellQU
de María, su . «sí» decisivo y humilde que la fe. cristiana puede y debe reunidos, .con prefacios amistosos del M
pronuriciaú' (p. 82) Esto no significa asignara Maria «un puestGJinter;.
o" la Faculta& Teológica Valdense (E. Genre) . y.:con,un·c:@]
medio y superior» en competencia con elúrnco Mediador, sirio reconocer logo de s; M; Perrella,
es partícularmente .'elWL1eciabJ.éíl
que '«la vocación personaly excepcional de' Maria [;.: ]Jaconvierte para unpunto~ que ha representado durante mtlctro.·tieltntío'~l..tl'lJ
toda 'la Iglesia en una inspiradoray en un modelo»' (p.. 91) .ParaLeplay, el camino .hacia la recuperación de la unllda.d'~~ritre!,er":IRrc
elpuesto .de Maria no es marginal, porque elautorpuede aceptar a Juan el anglicanismd,el catolicismo y la ortodoxia¡ la::
PablolI cuando. sitúa a «la MadredeDiosen.elcentrode la Iglesia que deJesús.· Bertalot concreta inmediatamente :que
se encuentra en camino»: Maria no está por eríómade nosotros, no se María,laique divide, sino .el discurso. sobre ella:, ·"J.'.J.Cl.LLCl.,L'LVO.. 1iJ

encuentra en la cabeza del cortejo, como lo está el buen Pastor, sino que mariología nos divide» (p. 111 ). Por lo demás, no hay H .....~.''''"''
está:enmedio (pp. 94,.95). Más:aún, Mariapertenece a lahúmanidad,l que porqué «los' obstáculos no. están hechós.para mantener;
lapuede considerar más' como hermana que .como señora,:por euantE) ella resignación y la contraposición, sino que constituyen
participó. totaly trágicamente de la condición humana. Y el Magníficat; superar las dificultades» (p. 11 O).
«cántico ecuménico porexcelencia»es,a.la vez; «canto revolucionario El autor: sesi~nte atraído por una cuestión
qúederriba a teólogos y polemistas, promete úna justicia que colme e! temátiea"continuística conternientea'.la.Madrede
abismo..existente entre ricos ypobres,y llamaca todos a superarlas diver~ ecuménico;
gencias confesionales con la mirada puesta en laeausa común. En cuarttoalmétodo;. Bertalotinvita más,que llW..léLct:p.ct::>.é:t:p
Leplayconchiye diciendo que se puede vislumbrar «una hermosa menismo.'espdGidl,.limitado a la· confrontación y a las Cl.\.-LiCl.L:;Cl'' -
clariqad» en el nublado y brumoso cielo delasconfesiones cristianas tempor,dl, que. prefiere volver a caminar juntos por la
acereade.Maria,:prometiéndoseque ese claro no sea momentáneo,sino historia; pouiendoasí de manifiesto, como era previsible;
duradero. Es señal de una situación colosal: no teológicos de las divisiones y formulando de nuevo los
.&80

deJa·.f€;rLliegoRropone:sabiarnente¡con;losanglicanostelt{<proc~derpor
es
etapas»" ;(p¡95),. i decir,.dori decisiones cóm.1:U1es;ygraHuales¡ superando
la cerrazón confesional ;ydeteiminando encambióMs consonancias; En
el campo mariano, Bertalotse'i siente atraído ;porebprQyectodeLpastor
Borowsky, que distingue tres espaciQs de diálogo.eiílazm¡los entre sí: a)
el recinto bíblico, donde se llega a un acuerdo sobre Mana, tal.como está
presentada por el Nuevo Testamento, en cuanto Madre del Señor; con Para no aparec::er como unavozáULVLJ.VUJLU
disponibilidad para el plan. de Dios, mujer queentoná.eLl\ifagníficat.. :; rio,Bertalottiene buen cuidado deválorar las aÍÍ)):m.raJ
b) el. sector del pluralismo, es ;decir, de ·la legítima diversidad de las tra¿ y de teólogos evangélicos;' en: prímer lugar 'de l::38lrtti¡;í)
diciones eclesiales,eri el cHal se sitúan también los' dogmas marianos importante" del sinergismo,. de la L-Vl.al}'JL
recientes; c)eL'campo de la .disensión, que comprende títulos referidos después de haber recordado que el término
a María (mediadora,consola:dora, abogada, Teina, auxíliadora •.. )j«Los 3,9; Col 4,11; 3Jn 8), el autor recuerda que Barth,uuluLv ....
protestantes los mantienen e~cnipulosamente reservados a la Trinidad ración de . María.,peroúIiicamente en el sentido de.
[~ .. h En estos títulos se basan el culto; la veneración y la devoción ma~ sentido María sigue siendo un "modelo", uh"paradigma
nanas» (p:J5};'Se trata de ampliar cada vez más el campo delcdnsenso, cristiano llamado y destinado a creer, obedecer y 'servir»
reduciendo los delpluralismo.y los de la disensión. Sin embargo, el autor cuanto al dogma de la inmaculada concepción, Bertalot
consIdera que no es necesario buscar una unidad tanperfecta j que se trina bastante complicada de Lutero, según la .cual
convierta en uniformidad, porque éso representaría un pecado contra el sacada por Dios del mar de la perdición, «sin gracia .L-U,,"-L;L-UlL-ll
Espíritu Santo '. (Cullmann) ; basta con. buscar «una unidad enla diversi" llena de gracia en elalma» (p. 114), Y recuerda el
dad o, mejor,. a través de la diversidad» (p~ 119). Bertalot llega a adoRtar e incomprendido del pastor valdense Ugo Jahni (t 1
una postura muy original e interesante,cuandopropcme'«hacer ecume., sustancia.del dogma (p.llO). Acerca dela asundóIÍi
nismo con María,Y'lo explica contemplando en la Madre. del Señor. una la postura del Grupo de Dombes, que la considera. como .lltllf:diw
rriaestrade orientaciones vitales, que son. necesarias para que el diálogo cia «no separante» (p. 126). Por lo demás, los dos.H_'~LvuL':-"
logreserfructífero: . marianos no deberían obligar. inmediatamente ajos "<":1"''''''
desde el momento en que tales dogmas no representaban'
.«"HacerecumenismocónMaría"quieré decir aprender de su li, común en eL momento de la separación -como
bertad, que nace ene[encuentroconla Palabra (fiat);quiere decir en relación con la Iglesia ortodoxa a propósito del primadó
servicio ("soy la sierva") j quiere decir traducir y transferir a lo Más libre de obstáculos es el acuerdo sobre otros asr:lec1:osU,C;.lq.)ll~
concreto. de la; propia. vida cualquier'" amén" que salga de' nuestros María aceptados porlos Padres. de la reforma y que ~Ul:1"L1.I.UV
labios;quíere decir conocer. el gozo y expresarlo en alabanza cotidia, el patrimonio de la Iglesia evangélica:
na [... ]: Quiere decir sabercustodiar la palabra de Dios en el propio
corazón» (p. 98). «Es un testimonio del acontecimiento de la encamación;
hizo conocer su gozo con el cántico del Magníficat [... ].
";;"madreidetCristG};; nuestro hetrnano?y,>;pD:t::itanto¡·<es·maulre;t11..les'ttlÍ,
i

decía uutero:;Esmadneqrmaestra,:añadía Ga.1vino'pbfsú parte:; Errd


.rilisterio dhdno :delaNavidad,·María !nosdio,illCristo,) h:tpredic6· o/
obedeció' aSll palabra>}' (pp; 9V92).
tasiÍeuhiofl.es de ASís;;ofgárüzada.s póÍ
1993 Y;ZGOO, Íl.:ilasique se convocarón rélJrei;eÍ'ltaí'll!(~s;~fe
Aunque los protestantes se abstieneridela 'invocacióndirettade.Ma;. religiól1.escóudfin derealizáf una oración
ría,sin embargo. se puede «orar "como" y "con" María»' (p; 98) yalabár constituyen uri'signó de'lóstiernpOi;)de "'-HU" Y~.L~L
a Dios en ella; como' insistió Ecolampadio,.reformador de Basilea,enel recíproca se pasa a la oración y,pot tantÓj'
serm6n De laudando in Maria Deo (152d).Bertalot se siente impresio-' la fraternidad y a la colaboración.
nado ante la implicación de María, por pura gracia, en la historia de la Tatnbiéheri el campo mariano, el diálogo '-"'U.LLL'-'LL~·
salvación:
siol1.éstristianas se amplía para abarcar no sólo
tarnbiérfa.ilatnusulmana, mientras se obs'étva'ya LLU"LU.L'-'L

«Ninguna. criatura humana se ha visto implicada más directamente, los conta.ctosa las religiones mundiales.
con todo su ser, su espíritu, alma y cuerpo, en la acción del Dios
trínitm:iQ» (p. 40).

2.1. María, hi;adeSión


Bertalot penrianecefiel a la inspiración valdense, pero está abierto al
diálogo con las demás confesiones cristianas, porque está convencido de Desde hace algunos decenios se observaunitnpúlsopefr
que el ecumenismo es «irreversible», ya que se encuentra fundamentado tores judíos encaminado a re apropiarse de Jesús yde
en la «imposibilidad ontológica» de la división (K. Barth). Domina en él ret16.Er'lparticular, se observa la dificultad que éXl®érltneut
ungran aliento de fraternidad, que se expresa en la exigencia de pasar emancipado para aceptarla figura de María «Gotno;siétva;
de la coexistencia .a la proexistencia (p. 93), pero en el. ámbito· teológico dócil», mientras que en cuanto «Virgen~madre» y
él se atiene al método de la refo:rma bilateral o del «encuentro global y remitiría a mitos paganos 17 •
paritario», que reclama la, superación del fixismo para efectuar una re;. E!icambiojdurante el últiniódecenio del sigloXX\ •
cíprocaicatarsis a la luz de la palabra de'Dios. Esta actitud se manifiesta i
se' han dcidicádóa investigar las raÍCeS judías de María.; u u,,"V'"
claramente en una significativa frase de Bertalot, que expone los pasos espiritualidád: Se hace notar que el cristianismo de la LB'''''''-L''''''''
que han de darse tanto por parte reformada como por parte católica:

16CfP. LAPlD¡', [)erRábbi van.


Nazdiet, Tréveris 1974; S. BEN-,-,JC,Vru1',
«Seguir eallandosobre la María bíblica podría significar callar 1967\ MutterMi'rjamill jüdischerSicht, Múnich 19.71; interes~nt(!slcis, n""'TO,nl
dicho, los midrash de S. ASCH, Mary, Nueva York 1949 (trad. francesa:
también sobre Gristo, mientras que una excesiva insistenciaenlás 1951) y, más recientemente, de J. SAVERIA HURÉ, Mémoires de Marie .
devociones populares podría ocultar, a su vez, algo dd rostro dd Un extenso examen del tema se encuentra en L. DÍEZ MERINO, La Madre
cristológios:}neotestamentariós de algunos judíos modernos,ien EstMár47.
Señor» (p. 82). 17 A WOHLMN:lN, Pourquoi lesilence del'hébrai'sme d.'aujou,rd'h~i "" .. ,<"",,,;-I"'.'NA
reth? Une femme juive répond, en E. PERETIO (ed.), Mana nell ebrmsmo e
InternazionaléMéiriólogico (1986), Roma 1987,18.
después de I'epiecp$tés,<nQ;l'!Q~r~ce~c9JUo ge! tiPOml l,1Arr9,;'S,ino:Clªr3.IUenté'
de tipo judeo,.cristiano. Seinvestigª~Qbie;~ªf::)]Ia(j:~~l}{ln.~~raiqagéMaría.
eLptoceSO'{fLN,SenaS:esotfbe'ut!i;librosobre M:yriJrfrd-lijcudeSión;;eú¡eLque;
ve en'MarÍaJla manehFde,~{réa1iliídafnuestrós¡vínculos •. con.el:puéb10~de
María es contemplada como «la memoria meditati~adel~ p~ime,
Israel;;elp~eblode la arltigua; ali,nlza" también en nombre ,d€lamadte
ra Iglesia (Lc2,19.51), ¡nadre deseguratradi<;:iónora!; Yide sabiduría
meditaga» lS.Antes aún María; es la «conGentración-,de; todo IS¡-ªel>~, no
de,]esus,>MiryamclerNazaretf»21"Partiendode.lasitúaciónfemenina.enel
judaísmoántigúó, que generalmente relega ala mujer auna si~uaci6nfQle
en el sentido de absorber y cancelara las personªs que la precedieron,
inferioridad pero que,a la vez,presagia.una condición ., .
casi como una verdgd cOn resPecto a la sombra, sino en; el sentido de
representarlas y de llevarlas a su plenitud: timos· tietnpos,el exegeta lee en.lós datos· evangélicos sobre
el reStablecimiento de la «armonía existente en el Edén en~L"""L,.'~L
la.mujer»22. En particular, en Maria se concentran las notasjex~;::él€}]ité~h.;
,«Para, la fe y la reflexión cristiana Miriam de N azaret representa el
preanunciadas en las figuras de las mujeres deIsrael: es ...'
desembocamiento de Israel, en continuidad perfec.ta. ytransfigu:t:ada,
ene! qahal dela nueva yültÍffia alianza. De Mm:ía, hija .históri~a yes,
(anticipada de 'algún modo porlasectajudíade los terapeutas); ua.·'a;:'L\:,"(j.
sin dolor, es bienaventurada por su fe. Algunas analogías son
piritual de Sión y corazón de la Iglesia de los drcunddados,..se puede
entre las madres de Israel y la Madre de Jesús, «último anillo .
decir con plena verdad, sin tema de sustitudones y acaparamientos
cadena de generaciones .que desde Adán a través de Abrahári.
alegóricos e indebidos, que ella fue "la pordón más elegida de aquella
cen a Cristo»2\ En el plano espiritual,Maríaenlaza
antigua sinagoga que Dios Padre tuvo c:omoesposa, y en' ella toda
los «pobres del Señor» del LNntiguo Testamento, quenosóld
alma y persona fiel [... ], el cumplimento pleno de la sinagoga, la hija
JUás selecta de 10spatriarGas".» 19. . la escasez de bienes materiales, sino también en actitud de
«todo recurso de seguridad humana que se halle en cOlrrtradiCGi€ii
la voluntad divina, revelada en aquella Ley [de Moisés] »24
Ligada a la «santa raíz» (Rom 11,18) del judaísmo, Mariafundamen,
el retrato evan.gélico de María contempla la pobreza, pero.lO'JJ.ati.t:
tay atestigua el Perenne judaísmo de Jesús, como recOnoce ún.maestro
judío de. nuestro tiempo: . . cipalmente en sentido espiritual:

«Mujer "pobre" en médiodeun pueblo de "pobres~'


«Hablando históricamente, María, es. a los ojos, de todos el anilló de
vive plenamente entregada a la voluntad de Dios¡ una
unión seguro entre Jesús y e! pueblo judío. Rl Redentor de la fe Gris'
se escucha' en el fiat mariano renovado in(~esanternél:lte:,;E"fl
tiana fue engendrado por una mujer judía UamadaMaría»20. .
dé una comunidad de '~sacerdotes oficiantes" ariteéu:-.c'""",,v
alianza (cfÉx 19,5), también ella se nutre. de la eS~)1n1:uanmlg.
El judaísmo de María, por indiscutible. que Sea, no se toma con la de,
de Israel (Lc 1,46,55)>>25.
bida con.sideradón ni por
' .
parte
.
cristiana ni por parte
' "' .
judía. Para facilitar ,

'21' A SERRA, Myriam Figlia di Sibn. La donnadi Nazaret e il femminile d


18E ROSSI DE GASPERlS, Mdria di Nazaret icona di Israelee della Chiesa Magnano 1997 10 antico, Milán 1997, 9.
~9 .lb, 16. La citase refiere a· GERHOR DI RErCHERSBERG (t 1169), 'De gloria et ho;ore 'Filií
homlms 10, 1; PL 194, 1105.
22 lb, 60.
23 lb, 12I.
20 D. FLUSSER, Il cristianesimo. Una religione ebraica, Cinisello Balsamo 1992; 26. 24!b,125.
25 lb, 152.
.L~'misma~Bellez:Lcelebu<f(d.a. potla.Bibliay aplicada. aLcosmbs; 'a.Eva:y
aIsraek.siemprecolÍlol.«t:onformidad:;a.clhesi0n~<Dbediencia .alapalabra de
Dios, es eLcanon que caractetiza~a lafigtira:deMaría, que<a:cogeeIJnensa¿.
Elevangeliode}uan presenta a María en Caná como
je a~gélico (L01,38).Másaúh, existe,ul1a relacióniíhtiinaentte;eISiliaí,y
(con refen~p.eia implícita a 2Re 5,5), y al pie de la cruz la nre:sen
Mana,porque ambos son«lugar»en.dondesepos6IaShekinah,elrrioraf
madre que engendra a la Iglesia según la: pú~:dicCiórrde,
de. Dios; ambos dan su consentimiento a ila alianza;' ambos son <humildes
cípulos (cfJn 16,21)29. Más allá deestas notas específicas,
y de baja cohdición socia.!;, ambos son símbolo de. universalidad {evocada
delsigloU,Oustino, Ireneb,Orígenes ... ) no vacilan en
también por laestrechá· relación que existe entre .María y Jerusalen)26. '..)
cualquietforma de docetismo sobre María, digna hija
Con el nuevo milenio, la Société Fraru;;aise d'Études Mariales dedicó de la vetdadera ,humanidad de Jesús, mujer~ ·rQ'e~n-lmatlrE~·r(
toda una sesión al estudio de María, hija de Israel, hija de Si6n;abordando
cumplen las promesas ddos: profetas: Esta i:adicalización
eltema bajo el aspecto exegético, histórico y espirituaL Se comienza
a la figura de María· contra interpretaciones mitológicas.
aclarando queJá expresión «hija de Sión» es una expresión. sintáctica
esbsPadresno dicen una sola palabua sobre la l-UJllUUJll"LIJ'"
con,valor de. aposición: «No se trata de que Sión tuviera una .hija, sino .
a la educación social y religiosa del Hij o30.
de que Sión es una hij a»; La expresión designa a lasdudades satelites,
Aunq].le sea a través de meras.sugerencias indicativas,
l~eg~ a los habitantes, finalmente aLconjunto deIsrael en cuanto depo>
flexiona sobre la ife«bíblico;judía»de María como modo
sItano de la palabra del únicoDiQs. En la sucesion de la hisioriade Israel
y enriquecer el descubrimiento ddas raíces judías de
la expresión recibe una dobleconnotaciónnegativaypositiva: indica a
«reducir el peso del denominado proto~cisma que ~a"''''''''-''>
la pobláción corrupta que,después.del destierro, se transforma en una mentealaJglesiay ala Sinagoga». En.realidad,es lllllC¡;~CUJ"¡;<.'
esposa envuelta en Un manto de santidad. Esta hija:de Sión¡ tendrá la
de María es de tipo judío:
tarea de dar a luz al Mesías (Is62,H;Sof3,14~15;,Zac 9,9), más aún, la
tarea de dar a luz a un mundo nuevo, pariendo «una nación en un solo
«.. , La elección que condujo aMaría a pronunciar sufiat
día» (Is 66,8)27.
la
gadopara que tuviéra lugar encamación, presupuesto
María está enraizada de modo inesperado en la historia.. de Israel para cualquier fe en Jesús) estuvO nutrida, según la larraCJOITI'
orientada ,al Mesías, cómo 10 estuvieron las cuatro mujeres mencionadas
lica,porsufe judía. AqueLacto, descrito de tal modo que
enJa'genealogía de Mateo (Tamar, Rajab, Rut y.Betsabé).·Su.situación
en varios versículos la figura de Abrahán (padre de los
eS paradójica, pero ella. es capacitada para engendrara.! Hijo mediante
convirtió en una de las condiciones previas para que
la intervención ,del Espíritu: .'
ruptura en Israel y para que surgiera aquel"signo deC01:ltr:a.cuq
Le 2,34) que divide al pueblo judío a partir de su Ull"Ula
«Mujer libre, responsable, que coopera con todo su ser en la realiza~
cion del:designiodivino sobre. ella, María supo superar sus propios 28 A.~c. AVRIL, Marie dans la généalogie de ]ésus selor: ,Ma,ttieu (i?, 45~.
29 Y.-M. BLANCHARD, Marie, fille d'Israel selon la tradmon Johanmque (lb,
30 R. WrNGUNG, Marie;fille d'Israel (ib, 72-82). . ,
26lb, 201-227. 31. P'STEFANI,Maria figlia di Sione le radió ebraiche d¡ Gesu. Tracce
27 C. P:LLISTRANDI, La fille de Sian chez les prophetes de l'Ancien Testament préfigure-t-ell Marie?
59 (1997) 19.
en]. LONGERE (ed.), Marie, fille d'Israel,'fille de Sion, París 2003, 13-28. "
8e1manera .semejante"d9s;demá~ . pasajesy"angélieos
ría adquieren nueva densidad, si sonJeídos;enFar:u,Jpnía y'
con la Biblia del Antiguo Testament032 •
. Los •cristianos'católicos3,4 ,tiimeriTmuy .
qu~ Matíaes mujer @e fe,sin pecad.o;
profeta; En su ínonoteísmoabsoluto,eHslain¡no;or:eei.e
de Cristo y entabla. polémica contraJa Trinidad. ·. .'-·.AJLU"-"a;..
A pesar de las luchas seculares entre cristianos mayor ardor a los marianitas medievales (no bien .COl:J:@.C
cierto que ;el islam posee un gran respeto hacia Maryam, madre "'-)o.-;J.oo<>\ vinizaban a María35 •. En el Corán es Jesús UUC>U'.~i''1'"''''''.!'''
Oesüs) ... «Ellos .honran~reconoce eLconcilio.:Vaticano .II:,- .a: María, idea de que él y su madre .debanser considerados '.' '.\;;-"""H!'.';,!,
madre virginal, y.a veces incluso. la invocan devotamente» (NA a Alá» (Sura 5,16). Si el islam no reconocea;M
Esta.actitud positiva resalta en el mismoMahoma,queen el CoraQ de Dios, ¿no se sigue de ahí que el honor que le tributa
dedica a Maryam 70 aleyas L=versículos], además. de la sura 19; 17-:-21,; col No. necesariamente. Aunque noUegaa ver. las
que refiere el anuncio del ángeL Gabriel yi que se cuenta entre los pasajes i ha obtado en ella el Altísimo, en particularJa COllcepClon.:
más bellos de todo ;ellibro.Aunqu~.es tributario de fuentes apócrifa§o Verbo de Dios en cuanto a la naturaleza humana;'
judeócristianas, Mahoma defiende a Maryam contra hatroz calurtmia la persona de Maryam puede. ser auténtica;. En '-H"."-t\:I.,;
formulada contra su virginidad y la presenta como un signo: «..• Hicimo§ de .los familiares delos grandes profetas, los musúlmanes
deellay.desu hijo signo para todo el mundo» (Sura21,91). Matyam~s Virgen de N azaret como una de las más .excelerites . LL!-LII·"'''''~V L.

la eXpresión de .las intervenciones excepcionales' del Dios omnipotente,;. existido jamás, juntamente con Asiya hija del faraón¡Cpn
que. hace que ella nazca como enemiga de Satanás, el rechazado; la; mujer de Mahoma, y con Fátima, hija del mismo. La
acoge en el templo, a pesar de ser mujer, y la hace «pura y escogida más cida por Maryam sobre los fieles rn.uslÜínan.esse dehé al .
que todas las mujeres del universo» (Surá.3,42),Ja apoya en el parto, a Jesús se le considera como el mayor profeta o anillo de
defiende su inocencia y reserva para ellá y para Issa una amena .colina de la revelación, que .-segúrt .ellos-. será superado
para que pasen los últimos días. Al mismo tiempo; a Maryam se la pr~~. sellodelosprofetas», mientras que para los cristianos.
sentaen el Corán como modelo de fe,. entendida como sumisión absoluta diador universal y definitivo, porque es verdadero LLVHLLJL.~"
a la soberanía de Dios y como don incondicional de ella misma a Dios: Dios.

«y Dios pone como ejemplo para los creyentes ... también a Maryam, 34 Cf N. GEAGEA,Vénerazione mariana deirnusulmani nel Medioev(), en L
hijade Imram, que conservó su virginida~ y en la que infundimos Virgo liber Verbi. Miscellanea di studi in onore di p. Giuseppe M. Besutti,
HAGEMANN, Mariologische Aspekte im Koran. Forschungsergebnisse seit dem
De cultumariano.saeculis XIX-XX. Acta Congressus Inte.rru1Itl{JTül!~
32 lb, 20-30.
marianóKeve,laer(Germania) anno 1987 celebrati, II,605-635; C. VIDAL ,Vl1'\J'Lrll""
33 Esta veneración se halla expresada poéticamente por im musulmán: «Ave María, / ma- el Corán. C&nfluencia de los apócrifos cristianos con la polémica proselitista del
dre sublime, / "preelegida por Dios / por encima de tódas las mujeres del mundo", 1 te honra no sólo 42 (1992)..2050 309:
el cristia,no, / por ser. madre del santo Mesías, / sino también, 81 igual que yo, / el musulmán, ~5S •. BALI6, Maria/3. Islamico, en Islam, cristianesimo, ebrdismo a confronto,
porque estás en su / Libro y en el mío» (FUAD KABAzI, Mariade, 1985). . 2002,439. '
"Dada laaétihid sustarrctalmente'positivahacia ¡Maryain¡secompren~ enC0ntmar¡'pu:lftoSVcotnunee~~ntel ;ámbito ;de; La. 'UL\:UCAL·,'L'L.L.'
de por qué la.ttaHiciórí.t:e61ógiea;~ÍnísticamusúlÍnanasetH:a,interesado 1afigl1rade: Mafía éstá1Í;3resente'efr estas; tres ¡.:JL "-'IJU;;ULOL \jlV,
por ella, completando los datos de su vida y convirtiéndola en el ideal ser. páftí&ilie¡ge 1á:;mediaeión?de Cristo; M::lrt:3.mlarllUestaJ'S
de la auténtica fe y unión con Dios. En efecto, se 'mantiene que1a santa analogías con la GramMadremediterráneay .\..-VJlL""J.L

familia hubiera permanecido en Egiptoduiante lZañosyquéMatyam espiritual yr et:ic6 no negociable;


escapara de la muerte violenta a manos de los.perseguidoresromanos; ..• Apattir He.1990 la literatura .suele abordar.estoS'!tel'll:
porque se abrió de par en par lá tierra para protegerlahasta'el fin d(~sus tangenCial, pero, a pesar de todo,nueva e
días. desarrollos acerca de María en el Mediterráneo . (U"J.U¡::'.U,'"

No debe asombramos tampoco el que haya musulmanes queacudán rición de' analogías de· María con figuras de las. H_.UF'i''''''''
a los santuarios marianos para manifestar la propia devoción con ora~
ciones, exvotos, ofrendas y costumbres folcl6ricas 36 • •
'Dado este estado de cosas, el diálogo entre cristianos y musulmanes 2.3.1. Relación entrepagartismo y María
podrá avanzar hacia un recíproco entendimiento e incluso hacia un
consenso sobre Cristo y sobre Mahoma, que tendrá la oportunidad de Retoma de vez en cuando, incluso durante la Do:smoaC~nFlll(
abrirse á través, de María.rElla ayudará'·a .profundizar en Ia.misión de tificaciónde:María con alguna diosa adorada por las'Clia,,,¡::,u
ambos en elmistenoso plan de' la salvación, y unirá a,lasconfesiones paganas de.lacuenca del Mediterráneo:
cristianas y a todas las. religiones mundiales en el ejemplo de fe dado por . En el· plano iconográfico resaltan las.
María, que escucha a Dios y le obedece incondicionalmente3? entre Isis queda de mamara Horus y Maria
Perséfoneque reflorece desde el Hades y las difusas lm:3.gene:,mi
Nuestra Señora40 • María sería la «diosa secreta» del ~LL,"LL<;.u.U,'"
23. María y lasreligiones mundiales llena con falsos despojos el vacío dejado por las antiguas U.LV"""",

38 CfT. BAtASURIYA, Mary and human liberation.Thestoryand~he t~t, ,:aJ.tri.lSPUl!g~1


El diálogo entre el cristianismo y las religiones mundiales se halla toda~
H. ,

nía) 1997 2 (1ª edición: 1990). Señalamos de paso; por el debeide oftecer la '
vía en estado incipiente y se perfila como un diálogo difícil a causa deJas Balasuriya, oblato,de María Inmaculada, vio que su libro Mary and human
originó gran sensación, y él fue excomulgado por la Congregación parala
cuestiones implicadas~ Tres grandes problemas aguardán una solución: de enero de 1997); laóial,'llo obstánté,fue revocada (el 15 de enewdé
cómo conciliar la única, necesaria y definitiva mediación de Cristo con confesión de fe con la fórmula .de Pablo VI, RronunciadaRor el mismo
indio, en estrecho contacto con religiosos hindúes, no tiene dificultad
la capacidad salvífica de las religiones, cómo preservar la originalidad la Inmaculada Concepción; peroquérría extender a todos los niños una corí:dícjNt¡
(coexistente con eLpecadogriginal).Al mismo tieIJ1po preteIlqehumanizar ~
del cristianismo en relac;ión con la herencia pagana mediterránea,cómo a costatleatribiIÍrle lbs dolores del'jJaito'y los defectos de laexistéricia .. '
39 Cf M. FAVA, Maria /actans: origini e 5viluppi di un'iconografía tra an~icm.l:c,l'ié
W DALL'AoLIO,E. VIDAU (eds.), La Madre di Dio per una cultura di pace.
36CfG GHARIB, Musulmanes, en NDM, 1453,1463. Internazionale di Mariología, Santuario de Santa Maria del/a Steccata, Parma 1
37En este sentido se expresan, en él XIII Coloquio Internacional de Mariología celebrado Roma 2001,111,155.
en Siracusa en el año 2003 sobre el tema Lacrime nel cuore del/a citta, dos acreditados represen" 40 Cf K. SCHREINER, Vergine. Madre, Regina. I volti di Maria nell'universo
tantes de la Comunidad Religiosa Islámica Italiana: SHAYKH ABD AL,WAHID PALtAVICINI,Il piaríto 1995, 133,15L~
di Maria nel/a tradizione is/amica, y 1. A FERRERO, La figura di Maria nel/a tradizione is/amicd (las C. MULAcK, Maria vergine e ribelle: la dea nascosta del cristianesimo, Como
41
actas se hallan en prensa). 1 . . alemán: Maria. Die geheime Gottingin Chiistentum, Stuttgart.1985), 11L
690

Lateoríadelcbntinuuméentreehtulto ;pagano.y:elculto· pÜlriano.es


. l •.••• • i (,~~La .figlitt:a:·<!le,+Mar:íá¡.exrg<:ldoble. atenci.ón¡¡l) K01:queDCuI)a¡llp31
,reiterada' por.ún ,trotable¡ estudio;.delpFotestante'S, .Benk:o;.lThe.Virgiri .'pár,ficJllar ierilasreligionesi que se derivaclde
Goddess. Studiesin thePagan;ahd Ghristian..Roots; of Maridlogy . . ~1993)¡que 'comp, poi ejemplo, el ¡Judaísmo,. el Islam'0también.· ~.LL",..LFi~L.L.""
identifica a la Virgen con. una diosa del paganismo. vimientos de origen contemporáneo que se. expresari;coIÍi
A conclusiones opuestas llega el especialistc;Lfrancés ·.Philippe?Bor~ un lenguaje cristiano (por ejemplo, los mormones, los tes
geaud; cuya investigación determina' la irtdependencia'dela;«humaní~ Jehová, la Iglesia de la Unificación; 2) Porque. es el e]'E~ml~t0
sima Virgen María» con respecto a las diosas paganas, desmihtiendo.el excelso de una persona de fe y,. por· tanto, sehalla.en COlldiliÍl
mito cultural «tenaz pero infundado» acerca de una herenciadirecta42" de ofrecer elementos válidos para un fundamental díscelmilrhít
Es verdad que existía realmente la tentación de.. atribuir a·María un de la identidad cristiana en medio del pluralismo religioso
status divino, hasta el punto de impulsar a Epifanio de Salamina a arre~ verdad que María expresa la identidad del cristiano y
meter contra la oscura secta de mujeres árabes que ofrecían bollos de la Iglesia,entonces su figura sirve como punto de contacto.c6ní
pan a la Madre de Jesús. Por lo demás ~según VasilikiLimbetisJ... ciertas diversas concepciones religiosas» 45.
metáforas de la Akathistos dependerían, no de la Biblia, sino de la tra~
dición concerniente a la antigua madre de los dioses 43 .
En postura intermedia se sitúa GarcíaParedes, que niega la ideÍl~
tificación de la Virgen con una diosa del paganismo; pero admiteique «Buda, entonces; se. asemeja mucho aMaría en el momento' de
usos y títulos pasaran de Isis. a María,. sacando la conclusión .de que la. anunCiación. Ambos cc..,implicadospor la· gracia precedente=es.'\
esas influencias. hacen «más arhbiguala figura de la Madre deJesús»44. tán dispuestos a escuchar y aceptar la palabra de Dios, yambos;la
Corresponderá a los. Padres el velar para evitar cualquier clase de transmitenalmundo • .En esta extrema cercanía de .las dos personas
idolatría. se manifiesta alrriismo tiempola extrema diversidad de las dos reli".
giones:mientrasenMaríaeIVerbum (Lagos) se encarna y llega. a ser
Jesús,'personaihumana¡ vemos que en Buda el Dharmase;conviérte
2.3.2. María ~n el diálogo interréligioso en "Palabrasagrada'~; El punto común es la naturaleza humana delos
dos mediád.or€scN su extrema pasividad (virginidad) en· el.concebir
MichaelFuss, uno de los primeros en presentar una introducción a. este la Palabraeterna~ La divina veneración de Buda.en la comunidad
tema., piensaqtie láfunciólldé laMadre de Jesús en el diálogocristüino budista . s~. r~fi~re .¡:tsu Irlediaciónsalvífica, nunca a su naturaleza,
conlas diversas religiones se deriva: de.dos hechos: Maríasee~cuentra que se halla·eJ:±tohtraste.conlanaturalezadivina de Cristo; ¿No son
ya defactopresenteenellas,y su figura destaca como modelo de fe para acaso elfili~j~~M~rf~.·i,~~,4i~po~lbilidad de Buda, bajo el aspecto
todas esas religiones. de la illlmin:l9Ü)n,~xFr~sio,l1:.s:~eJa misma condición antropológica,
indispensabl{;p~;~Ja~cci~n·dela gracia divina?» 46. .

42 P. BORGEAUD, La Mere des dieux. De Cybele a la Vierge Marie, París 1996, 9~1O. 45 M. Fuss, Maria; vincolodem';¡;ríit1t'nell}ec.umenismo tra le religiorti e di fr01lteai nuovi rnovimenti,
43 lb, 18U82. en Sette e Religiorii9 (1~93);.U;9yCl!30;::il¡.ol>¡ii'
44 J. C. R. GARCÍA PAREDÉs;Mariologia, Madrid 1995; 185. 46 lb, 131-132.
... Recogiendoimás !.eKtensamenteeltemw. (1Q;95) ¡!Era.ncesco.Gioia;aña~
de otto argumento.orreddop<i>rla teciep.te. tendénciaideJannariología,
que contempla a Máríacomomn· compendio i uila síntesis..vÍva y personal
del·misterio cristiano:

«Es '~la mujer iconodel misterio",í'unaimagen c0mpletadela realiza~


ciónconcretadetodo elmisterio de la alianza"," la "microhistoria de la
salvación"47. Esta perspectiva hace de.María urt verbum ubbreviatum,
una palabra sencilla Yi a la vez,; omnicomprensiva del cristianismo: para vivir la espiritualidad kenótÍCa», es decir, para '-H\:.VJ'L'

un fragmento humilde eh el que se refleja la totalidad de la fe. En el originario de ser. de la humanidad .. Maya, «serio
diálogointerreligioso María puede desempeñarla furrciónde"catecis~ también «el seno eterno de tOdos .los tathagata . . . h',~t'l'i,,, ...,,
A·..

mo viviente"48, que eKpone intuitivamente la autocomprensión de la que ella, cualquier persona debe vaciarse y llegar
Iglesia, más aún, del hombre en camino hacia su plenitud»49. libera del dolor, a fin de ser «emoción de vida» y ret~h(:on
sión activa, es decir, el sufrir por los demás. Esta misma
El método en el diálogo interreligioso -observa E Gioia- obliga a halla en María Theotokos, modelo de kénosis y madre de
partir de Cristo, porque la Iglesia «anuncia y. tiene .la obligación de de Jesús y, por tanto, prototipo de la humanidad que vive
anunciar. sin cesar a Cristo» (NA 2), Y en realidad la teología de las te la agonía (samsara) y la paz (nirvana). Se comprende
religiónes y la cristología están profundizando en una serie deinterpre~ sentido del budista Tokiwa ante María:
tacionesla función. mediadora y universal de Crist050 • EKiste incluso una
precomprensión favorable a la aceptación de Jesús, por ejemplo en el «Cuando tengo la oportunidad de ver las pinturas '-U,""LC"'~'<
hinduismo~ sensible a contemplar en él un avatara, una «encamación das "piedades", me siento profundamente conmovido
plenaria de Dios», un profeta que sufrió yeKpió demanerayicaria, y verdad de la humanidad: la madre de Dios que
uno de los. grandes maestros espirituales de la humanidad;ó también finalmente cae ante la vista del Hijo, que murió
en el budismo, que subraya la elevada moralidad y sabiduría de Cristo e todos los seres. En efecto, en santa María yo veo lo qut:{
igualmente su kénosis 51 • denominan el seno de Buda (tathagata~garbba) [... ]. dq:;~:U1;·:J
pretación, el hecho de que María quede embarazada
• 47 Cf, eh relaci6n con el tema:B.FoRTE, Maria,la dorma icona del mistero. Saggio di rTiariologia
simbolico~narrativa, 153~168; L DE LA POTIERIE¡ Maria nel mistero dell'álleanza; 276;S. DE FroRES, seno al Hijo de Dios y siga siendo virgen, significa que
Maria madre di G~su. Sintesi storico-salvifica, B?lonia 1992, 47 ~52; 199-233; Maria;1Tlicrostoria de- madre del Hijo de Dios. Yo pienso que este punto ....
lla salvezza. Verso un nuovo statuto epistemologiéiJ della manologia, en TheotokbsO ~1992) 7-22.
48.JUAN PNlLO Il, Catechesi tradendae, )3. . ; j . , J.; • • ; J ! .•. ; .. dad real a propósito de los seres humanos. María se
49 E OrolA, Maria madre della Parola, modello di dialogo tra le religioni, Roma 1995, 83.
50 lb, 101. . .. ... . prototipo; María no es sencillamente una mujer, no es
51 OANDHr, The Message of Jesus Christ, Bombay 1963; S. SATPRAKASHANDA, Hinduism and
Christianity. Jesus Christ and his Teaching in the Light ofVedanta, Sto Louis 1975; S. ABHEDANANDA,
OreatSaviours of the World, Calcuta 1977; K~ TAKrZAWA, On the Primaryand SeciJndary Contacts 52 F. OroÍA, O.c., 102.
Between Ood and Man, en Buddhist-Christian Studies 3 (1983) 123-127; S.YAOr-L. SWIDLER,A 53 D. W. MrTCHELL, Kenosi e Nulla-assoluto. Dinamica dellavita
Bridge to Buddhist-Christian Dialogue, Nueva York 1990. cristianesimo, Roma 1993, 282-316.
'unapersoha·especítfea;;sino¡qlle;represehta:;a.1:odos .10s;ser.es,ntltnlP
nos, 'a toda la Humaniqad,;I'oda, la,numanidaapuede
madre; de¡Dios;.esta.es; al menos, miopinióm .ba·misIIla

E:t1f6qll~Pt6mQtdf
qué hace qU(3¡ snrjaincesantemerite denue:v:oieldolor,.·
de dolor, esa misma humanidad puede seda madre del Hijo .de , , / ',' ',-. -' '- ~. -",' - - ,- - -

Esta. es mi:Opinión»54. María«mediatrix,advocata,


En la comparación entre el. cristiimismo y el'budismo, Hdl:H,1;LIUI¡; ¿un quinto dogma?
«proceder.con. grancautela»55, no sólo para. evitar. vaciar de su ",-.a. n,:>,'"
mo al misterio de la encamación del Logos, convirtiéndolo en
presencia cósmfea, y reduciendo así también el carácter concretO: de
matemidadde María, sino además para no hacer de María la dlI1rrerlSlC,¡-¡;.i
femenina de lo divino.

E
n consonancia con la marioldgfa expuestaetl
desarrolla un movimiento promotor de nuevos 1"It:l{l'YrlltIY
año 1913, el cardo Mercier, juntamente con el "'....""""A"
pide al Papa que defina la Mediación miiversal' de /\/I·"ri,.{,
1922 Pío XI concede a.ll1s ;di6ce~i$ de Bélgfeael ófi¿á)
en honor de María mediadora, y establece tres comisiones
eh Bélgica, én Espa.ña yen Roma para que explorenla.
definicionclogmátfea de la medlacioIl: Parece que la.
mostrÓ ciétia perplejidad s6bie lama.nera de conciliar .
María. con el unusMediator1: Por tanto,el.movimiento
cambio,~l moviIliientoasuncionísta desemboca en la. U'-'.tiU'-'
tfea prouundadalx)fPí6 XÍI elI de noviembre dé 1
En el concilio Vatfeano II vuelve a brotar eltema ",_. ',...;,.",

[ q iR; LAURJ¡NTIN' Enmarge de la définitibndu dogme de l'Assomption;¡


Mercier, en La viespirituelle 84 (1951) 518-522; G. M. BESUTTI, La ffie(tzaZ;lqne
gli studididudJJomrníSsioiíi istltuiteda Pio XI, en Mar 47(1985) 37A 1,
artículo editorial de 1. M .. Calabuig sobre el dossier inédito (7 -11), y seguido
de los textos de las Comisiones española y belga (42-174).
2 Pío XII,CortstifuCión apostólica Munificentissimus Deus (l.denovierribr~ ~v"./v~",
54 Testimonio referido, ib, 293. 42 (1950) no. Para la historia del movimiento asuncionista; cf A.G;ArnLLÓ,·.""I1Jn1)J)
55 E GroJA, O.C., 105. e tradizione aproposito dell'assunzione di Maria, Roma 1979, 283-284y 313.
cléM~da(p~rO~~1?t~{:ya)xperimentando una actitud gra.dualmente. definiera;a, MaríMG~trlcY~'«eorretlent:dra;:J.nedüld0nr yial:Jiog'l(il.a.~Ib.
tr~¿ti~a: e~ la fas~'~p;e:parat~:~~,~l}:~~~:~Scl~~~~ll~C¡tl~~~al ver~ad mieIltG,~ºr1ginaCl:@jpór.la':vidente :de !:\rriSt:eI'ciarnil\i'l:alcle';1ia1
definida como dogma; en el texto autónomo del añoJ962se U<HU""'''' y apoyado:porelte®tdgGhMarklMiravalle" produjo
María «Mediadora de todas las gracias>~ ien;.eltexto. deja '.~ U'-'J.U.J.'~L~C!¡¿'.· ¡.t, recogi6aproximadámente cuatro .n'11l1.on.estae,nrm:ls:t'lU<H1:
del año 1964 la mediación de MaNa prét~d~ \tl~ afirfu.~eión 3., JuanPablo.II.
co Mediadofien el texto, definitiyo" la p~lªbra~·. «lJl~cliac:l~ra» ~9; La Congregación para Ei Doctrina de
relevancia, pero es situada junto a otros títulos (LO 62). Además,el Pontificia Academia Mariana Internacional,la;.\.. :uCl'f.u'..."

Concilio sustituye el término de mediación refericlh;Marlá', brar la 'reunión de :una cQmisiónl durante e¡'.v(JIllI~res.o)
«maternidad en la economía de la gracia» (LG 62) o de «influjo ... Czestochowa (12~24 de agosto de 1996), reSD01:ld¡,o:
salvación» o «misión maternal» (LG 60). como son propuestos, resultan ambiguos, porque j.JU'CUI;;;"
En la encíclica Redemptoris Mater, de Juan Pablo II (1987), el térmh modos muy diversos» i' además,. esos: títul()s «nlec(~sít,an-':€Itl
no de mediación reaparece en primer plano en la tercera parte ti UWl\fq " más en ellos' dentro de una· renovadq perspectiva tn.Rl1:fallJ
«Mediación materna», que se explica, con fidelidad al Concilio, no gica y antropológica». Finalmente, lacomisiónm,lRti?rre,l~l
como mediación junto a Cristo, sino como «mediación en Cristo» y distanciarnos' de la opción deL concilio Vaticano
«m~di~ción participaclfl» (RM 38). nir ningún dogma (a.pesarde la. petición 'exlJlü::ít¡LÍ()rnlulJaI
obispos, durante la fase preparatoria, para que se.ldetmlerBl~la
universal de María),.y también por «las UllU.. Ll1LClU,":".'.~;VUl11:U:OJ.·ll
1. Movimiento en Estacl()sYl1ido~ implicada una definición dejos mencionados
en favor cie.lquint()dogma mariano
< " ." \' : ,. '-"',' <'"
En el campo ,teológico se escuchan renonanciasj iqU~
'.,' :
se muestran de acuerdo con la formulación del quinto dO¡;m:l¡;
A fines del ~iglo
~" :¿<:,.: '~J'
i), ' .
:xx se observa
. .
una" corriente
, \,'
que'.'
lleva a cabo
. .:.-
un «retQr~. -','¡ ,_ ,~;:/
en general·siguen la .trayectoria de la prudente respuestti
no a larpariologppreconciliar,recupeJ;ando teflJlinología1?como.mediadp(i comisión de Czestochowa. Principalmente Salvatore
ra y corredeIltoJ;a, que había abandonadq. el concilio Yatic.a,np 1I, y con notar que los' títulos de «corredentora, mediadora, . ClLIV¡':,ClUCl"i,

un movi~ient~
) ;. .i , _ ~
que tiende a. su definición d~glllá.tica»3. Aflo;a ciert~
J , ; - - - - ,_ - __ ,'_, •. ,' • -' - '_' ,\ )
contenidos diversos y, por tanto; no. deben utilizarse imiiÍ(~rent(~'f
preocupación por el sector de los denominados ~<nostálgicQs» de la, vieja
" ,,: ",: ':.,.' ,;: _\:..' . /' _ ,;,r'>, " '(" ~ >. '''1 - ". '" " - ;'; -', 'i -!;~-

mariología, los cuales, traumatizados por las. aperturas del Vaticano 1I,
optan por «regresar a los viejos métod?s» 4. 5M. 1. MlRAVALI.E (ed.), MaryCored:emptrix, Mediatrix,Advocata.
u:wards apapal d:efinition?, SantaBárbara (CalifOrnia) 1995; Mary :nTPnprYlhtr:;'X:.
Durante el último decenio del siglo que acaba de transcurrir, se de~ v;cata. TheologiClil fouhdations II: papá; pneumáiological, ecumenicál,
sarroHó en Estados Unidos el movimiento Vox populi Mariae Mediatrici" 1997. Cf también B. GHERARDINI, La Corredentrice, en Divinitas 40 (1997)
dentrice nel mistero di Cristo e d:ella Chiesa, Roma 1998; N. CASTELLO, Maria
que promovía la ide,a de dirigir peticiones plebisc~táriasal Papa para qu~ Una verita in cammino, en Palestra del Clero 76 (197'7).759;.766; S: M ..Mi'lNELLI;;!id
mariana. Lineamenta, Castelpetroso 1996; ABURToN CALKINs;TowardsAnother
Aresponse to father;AngeloAmato, en Mar.59 (.1997) 159-166; AAVY.; Maria
,3 Cf B: SESBOÜÉ, Peut-on encore parler de Marie?;en Christus 183 (1999) 264-273. Storia e teología, 2vols;' .Frigento ,1998-1999.
4 S. CECCHIN, Maria, un dato fondamentale per il «pensare» cristiano. e francesciino, en Anto" 6 Declaración de la comisiónderCóngtesbde~ezestoch0wa; en l:Usservat,ore,
nianum 74 (1999) 501-526. de junio de 1997), 1 0 . '
··,«Míentmisique •. los •.tft:ulós.de·Merliaaora·.·y·Abogadiumúestrau·.tiria profuhdam~n:~ee.rm~ln:IlisterioHe;esta·c00per;adó1l de~
•gninde yatitoriza'da,·trádieión ..patrística;eclésio10gica.;nmgisteriak.y salvífi¿a .de 1(Jristo»:W .•.seproponetambiéri.o.L" ..L'-'J;L¡;",uJ'v.«.• ~ •
mariológica, no pasa 10. mismo con eLtftulo.de.eorn~dentora;que·a vistel: efe que,. desde Kiqnt,eb hQ111pre '110 ·deIJe~~er.(0)Q.Sl(:t~
causa .desu problematiddadlingüfstica,· cnist010gica,ecu}1lénica.~)y medio,;sln:o.ünicamentecomo.un.fin; y, po.r..
pastoral, no fue nunca mantenido por el magisteriO' de las.j\ertdclic~s~! ción>?'.Uegá:a ser equívo.co.eAnepto'para .exp'resar¡la
de los Romanos Pontífices. Es un título frecuentementequestionado el ámbito católico serecurre.a la categoría de "tJJ."''''_L~'"'.LU''''"
podmtorizados exponentes de la teología, porque no dice illmedia61 en el campo reformado, H, Ottprefierehablar)f'lA'>f";;",n,,,'
y claramente que la relación entre eristoy la Virgen es absolutámen4
te "asimétrica"»7,

Jean Galotrecuerdaque «María no. es mediadora de la gracia que «la doctrina católíca eS.esencialmente
ella reibió personalmente en el pdmer momento de su existencia»,.y cooperación..de María en la obra de
hace· notar, entre otras cosas, que si se atiene uno alsensusfidei, seob"
serva mucho. más . frecuentemente la verdad de la maternidad· espiritual
de María que no su mediacióri8 •. Por su parte, Angelo Amato sostiene
quej«para llegar auna definición ~onarregloa 10 que sucedió con .los
dos últimos dogmas pontificios católicos-,: se necesitarían, por 10 me" títulosnó encue1).tran· apoyos bíblicos directos, mIerltnlS'(lU€~f)e
nos, tres elementos: un difundido movimiento deopiniónj el impulso la «cooperaci6n>~tiene cabida en la actuación dehplan"""""U'1t',
deLmagísteri0pontifieioj la aportación de los teólogos. Ahora bien, el (cf 1(Jor· 3 i9)o. enlatarea de la Iglesia y, por tanto., UC;,'LV,Lc:U
primer elemento se halla todavía demasiado localizado; el segundo «es influencia,del Espíritu; En conclusión j no se apoya Le<.""'U'"''''!''"'''
amplísimo y convincente»jel tercero aparece como insuficiente, sobre toria,' sino quesereniitea un.«renovadoestudio· u .C;""U::;,>~,U
todo en aquella zona eclesial que fomenta las peticiones9., bíblico» 12.
René Laurentin obserVa. que la palabra «mediadora»,aplicadaa VolvieIldo.s.obreIe1.temaen el año 2000, ·la
María,tienestÍ parte de verdad, como atestiguan varios episodios evan.. riana' Internacional dirige una:: carta a los culti aaIJre:s:.ale;~la
gélicos, .pero el uso que se hace de ella «materializa la obra espiritual enJaqueexpon.e,: uJ.1a.ptopuesta en favor de la médiadGn
de nuestra divinización, tal como percibieron tan profundamente los tiendo de la véleráCióridelaIglesia potMaría «rrledladLQr:oc~)
Padresgriegos»jasíque es necesario, el intenso empeño de los teólo~
g<?s~<poffuIldanlentar mejo~' exptesar más rGsb¡meritey penetrar más
10 R. LAURENTIN, Pétitior¡s internationales. Pouru~défjnition.dogrr¡gtiqu.~;d~¡/p;
carédemption, en Mar 58(1996)429,446.
7 S.M.PEltRELtA,Mariaserva del Sign6re e.della redenzione. Tra richieste e approfondimenti¡ 11 Cf R. LAURENTIN¡ Le proble.1n~ de la médiation de Marie dans son dévl~lobl!Jemen
en Miles Immaculatae 34 (1998) 270. son incidence aujourd'hui,erflkrubJ.ddúMarianell'oggi della!8hiesa e del /lf,U/WU;'C>"",/JC
8.·8[J. GALOT, Mária' Corredeiítrice~ Controversie' e problemi dottrinali, en Civ.Catt 145 ca, Roma 1978,.W33; H;OTI;,MáTiá:netmisterodet Verboincarnato.
(1994) III, 213-225; Maria mediatrice o madre universale, eÍlOv.Catt 147 (1996) 1, 232-244; La en Theotokos 3 (1995) 585,594.
ínediazionedi Maria:. natura e limiti, en Civ.Catt 148 (1997). IV,13~25 .. 12 1; M. CALABUIG, RijIessionesyJfd..ridíiescadellá definizione dozrn:atiicacii.«ll1aTifai.c(
9 A. AMATO, Verso un altro dogma mariano?, en Mar 58 (1996) 229-232. mediatrice e avvocata», en Marianum Notizie-News 2 (1998) n. 11,4-5.
Mater, la cafta 'mantiene quei esdndu.dablelquehaY que atll:ibuir>'arMaríª,
una. «cooperacióh•. participada.>~>en:la :«única:!ll1Edíadón.del RedentQt»
(LO 62). No hay' queregresaralenfoque>precoRdliar,:;:ya'superacfo, sirio. Delahistotia de los
·ddgrtias. acercad'clJla'Inmactilad~
que hay queavaniar siguiendo la trayectoriade10onilio¡cómGrhizo}uan la Ásundóhsededuce que, si elm6vimientb de pr'onlO<:;W
Pablo II, ofreciendo una solución que no deberíasusdtardificuHades:'¡ es decir, está sostenido por eLseríSUs fidei, que se tr~[nstotm8
consenstís.fideí:porpatte de toda) la Iglesia; entotlcesiese~l
«Siguiendo la trayectoria.de ella [de laconstituciónLumengentium]¡t irresistible y llegara a laaefinición~ Pero no se alcaru~a:r:~
Juan Pablo Il consideró extensamente la cooperación de la Virgeúen1a intervención de 10s teólogos que' desaten los nUido¡¡.:m~ll
obra trinitaria de la..salvación bajo las categorías de "mediaciónenCris~ muesttenel buen fundamento.teológÍéo de
td' y de "mediación maternal", esdecir"comouna función particular Ahora la· tarea que se perfila para los IL.LJLV'''V''

deJa matemidad. universal de María en el orden de la gracia;. amuchó~ mediación de María es la de. afmonitatlacon
teólogos, este enfoque de la cuestión delamediación de Maríalespa~ es decir, de profundizar erteUa ...:..según la indicación dé.
rece más rica, basada en un buen fundamento bíblico (cfln 19,26~27)\ Czestochowa (12~24deag()sto de 1996)-:«dentro
más ·conforme al sensus fidelium,. menos sujeta. acuestionamientos» 13i, perspectiva trinitaria, eclesiológica yantropblógica»¡'

Otrairitervenciónpromototaes la.del. teólogo del Prelado. doméstico


Georges Cottier en unavideocohferencia promovida por laCongregá;. 2; 1. El amplio contexto de la acción
ción para el Clero (25 de mayo de 2002) , donde, sobre la base delVatir del Dios Uno y Trino
cano Il, elteólogo mantiene «que Maria tiene parte activa enelniisteri6
de la pasión yen la obra de la redención», yque contiriúa intercediendo Si hasta ahora la preocupación de los teólogos POIS(ZC)fic:iWltéS\SI
para que obtengamos Jos dones de lasalvacióni ·de tal modo que se 1a centraba en latnediaci6n'de Cristo, venios;que ahora se t+i:l,t6i·rli
puede llamar no sólo mediadora sino también co~redentora14. también esta mediaé16n dentro de la acción soberana del.L:. /LV"Ú,:L'.

Así que la problemática de la mediación maternal de María. sigue La acusación de cris tomonismo, lanzada por teólogos griego~::¡
estando de actualidad, siempre y cuando. se le dé un nuevo enfoque teología occidental, nos preserva de concentrarnos hasta tal
que tenga en cuenta las posturasadoptadasporel.concilio Vaticano Il Cristo que olvidemos el teocentrismo trinitaTio 15 . '
y por la encíclia·RedemptorisMater de Juan Pablo 11 (1987), con.:eLfiri Indudablemente el cristdcentrismo se 'mantiene , porque '.
de evitar cualquier equívoco teológico yde volver a proponer; de forma tituye el punto de convergencia y deitrádiaci6n,< el núcleo
culturalmente adecuada la participación de la Virgen en la única me~
15 El cristoceÍltrismo es presentado como problemático en el año 1980 por J.
diaciónhistórico;.salvífica de Cristo.
se plantea la gran cuestión de si Dios o el Cristo representa el polo de atraLccíéin .. d
cristiana. Para el autor, la orientacíón;bipolar de la fe tradicional queda rota en
13 PONTIFICIA ACADEMIA MARIANA INTERNATIONALIS, La Madre del Signore. Memoria, presenza, con. Bérulleen favor del cristocentrismo, que triunfaría unilateralmente en
speranza. Alcune questioni attuali sulla figura. e la missione della beata Vergine Maria, Ciudad del la teología de la muerte d~ Dios. Cf J. MILET, Dieu ou le Christ? Les rnn~"f11len(;eS"(1e,
Vaticano 2000, n. 52. duchristocentrisme dansl'Eglise catholiquedu XVII siecle c¡nos jours.
14 G. C01TIER, La mario logia dalconcilio Vaticano II adóggi, en rOsservatore Romano (3-4 París 1980; G. MARCHESI, Dio o Gesu Cristo? Il difficile equilibrio teologico
de junio de 2002),8. Civ.Catt.131 (1980) IV, 452-466;'
c'oordinad'or de. t'od'oehptil1rsalvíft~'o,,~tlffiU1" !2.F$··:H~blc·2A;¡~.TF·c-\iP
• - \. """ ,., p' .F
.1.:tr,:·
"L, .:r.,. :.L. .:!.-, .•],., Qil! 5,/1r7; cf4,i34jili7;4).2 tos¿evangeli'os hablan·d;e.las; «.(')'r:)raS~)oii
Jn 4,42).A la luz del.Nuevo Testament'o,.«todaqaexiste~éíade Jesús (Mtl,2),iique fue';«prQfeta::poderQso;~n0btasiY'eITf]JataOras»;¡~.\L(
está animada p6tlac'ondencia¡dé.s.er .eLrn~diqddr histórkb:"sal~ífic(»~¡ L'os; demás 1ibros¡:ien'part"kularil'os himn'os icrisw1ógiC'os;,
p'orque él pretende i que«pr~dsamente ~n su. inodoimü:mdidonad'o':Y- universalidad de la acción que.se sigue de la gl'orificación
universal. de amar, Di'os se reyeledefinitivamente>n6. el misteri'o pascuaL ,Ni siquieraah'oraque estáertel"""""'''''''''i'''''
Pero Jesús. es incomprensible sin:; la; referencia al Padre:y-aLEspírittl~ unasivacaci'onesíÍiesiánicas: él, c'ontinúa siend'o. el
No se trata, por tanto,de establecer una'opdsición entrecrist'oc:entrismo salvación. Jesús. expulsa losdem'oni'os «con el
y te'ocentrism'o, p'orque' «el te'ocentrismocristiarióC:'onsiste pr'opiamenté 12,28),1'0' cual sighificaque también el Espíritu Sant'o .
en la afirmación del Dios trinitario, que nos escorlO.cido únicamente vidad. divina sobre la Iglesia y sobre las pers'onas co:nCl:et:1S~Jll:
mediante la revelación en Jesucrist'o» 17., Sin embarg'o, a causa delcará~~ «el Espíritu viene. en; ayuda de nuestra flaqueza» (R'om
ter abs'olut'ode Di'os, sigue siendo verdad el queCrist'onQ ag'ota eLpoder Paráclit'o;el consolad'or: está cerca de n'os'otr'osydentro
sálvífic'odel Padre,. que nos.e líga exclusivamente al Hijo. «sacraméntü hacer que l'os frut'os de vida maduren en n'os'otros. "",iHU."~~J'~
universal de salvación». Enefect'o, hay que guardarse de ,c'onsiderarál elaut'or de 1'os icarismas que s'on de utilidad de.lalglesiai .'
Espíritu c'om'o mera. «función». de CriSt'oí privándolo de la «indepe~"" El text'o fundamental que resume la acción de Di'os
dencia hip'ostática y de la plenitud pers'onal de la actividad ec'onómica» paulin'o, según el cual las criaturas c'olab'oran c'on él:
(Y. L'ossky): el Espíritu está 'operand'o desde la creación.
P'or tant'o, es necesari'or~afirmar«el val'or salvífica univerSal del «Un s'olo Di'os, Padre de t'od'os, que está s'obre t'od'os,
ac'ontecimient'o~Crist'o», per'o en el c'ontext() de la acción trinitaria: t'od'os». (Ef4,6) ..

«Se trata de situar YC'ol'ocar el misterio de .1asalvación en Jesucristo. Elsentid'o del text'oqueda bien aclarado por un'o delos
dentro. ,del ámbit'o deLempeño.tripers'onal.deDi'os, Padre, Hij'oyEspí-:: nesGümentaristas, quienJ'o interpreta en elsentid'o de
ritu Sant'o, con respect'o ala huníanidad,.através de t'odalahist'oria elección divina, s'omos mediad'ores para l'os demás en la
de la salvación»18 ¡
eclesial:;

La Biblia p'one de relieve la perenne acción.creadora, liberad'oray «Diapánton, p'or t'od'os, n'o se puede entender sin'o en el
salvífica dé Dios. El.Padteque «hiz'oel ..ciel'o y la tierra» (Sal 124,8; cf 'lmediántéitod'os" y significa'que t'od'os (los cristian'os) s'on
SalJ21,2), intervieneenlahist'oria de Israel c'on.braz'o p'oderoso (Neh instrurrtent'odeLúnic'o Di'os, el cual, queesúnic'o, actúa
6,16; Dt 5,17; Sal136,1O~25),«está trabajand'o hasta este m'oment'o» En Pabloesdertamente.una expresión singular. El ~ _-t' v' •••

cuenttai.yaenunciad'oen .1 Cor 12,4.. 11: Di'os actúa L<~L


i L U " , .....

'16 E M.ANZI, C!esit. C~to: il med~to:e. storico-salvifico definitivo nei vangeli sinottici e nel vangelo l'os miembros dela tomunidad, p'orque est'osreciben y
secondo Gwvanm. Spuntl teologzco-bzbhcz per una cristologia deivangeli, en «La scuola cattoliGa»
127 (1999)694-695; todo el artículo 663-734; fuerzas, ministeri'os» 19.
,17 COMMISSIONE TEOLOGICA INTERNAZIONALE, Teologia-cristologia-antropologia en Giv. Gatt
134 (1983) 1,53. ' . .
18 J. DUPUIS, Il cristianesimo e le religioni. Dallo scontro all'incóntio, Brescia2001, 307. 19 H. SCHLIER, La lettera agli Efesini, Brescia 1973 2, 298.
'Eh cuanto ¡:tIa intertDreta'c;i6ti,te(jlQgica de,la aéi;:;i611. cl~IDi()s
toria yen.lps.sereshuman~s,!diljtin~alIlos.con:Haris!Kessler <~et{Clt1ro en
fundamentalesy..planós r;¿¡.tj~¡r01iaLe'.".; nO..n~aU.CIDleS lQS iU'¡l.oS~::t.lCIS;:OI:rQ)~ demás :eÍlél se reflliz:a'Jáli;k8ldcilóri ;&iTÍna;nie.dliarrt~~'Ka;:a:~~
, Kessleihabnap6didoañaélida
«1. La aeóón creadora de Diosdirec;ta y. sin. inediádiónde C'rll':/t1i"U ofrece uriejemplo;inigualable.desinergiavvvlalJ."'~
2. La aeóón creadora universal y. permanentedeJ Dios (Le 1,26~28)parala com:epción deL Hijo UC·.iPLl:Ji:)!;'P"·
de criaturas: por Dios que es. la callsaprimeraque "",,,,uvU'-;' ya sea como eausasegunda (ofreciendo. u ..;Cl\:;."'lV.l:l1 IJ.J
causas segundas en la;a,utonomíade acción.dé las LLU"UJ.a",,;;,' ya como: eausa instrumental.· (siendo elevada.
3. Laaeóónsalvífiea de Dios mediatizada por. agentes sobrepasa las posibilidades de ella, .por ,'';' .. ,~.•. ~
wnfiarselibremente a él; han sidoeapaeitados para pmducir la obra divinaeri María supera las PU:SIUll1Lli:l!¿jlCi:);;1:1
que supera suspmpiaseapaódades naturales (actúan '-VJ.f1V:.'-GtU intervención de la dynamis del Espíritu
instrumentales) ; instrumento vivo y persónal de la accióndeJDiQs.
4. Laaeeión resueitado.ra Otras veces, cuando María está dotada de¡C:aIls11b.asi;¡O~
humanos»20. nentes, entonces su ae:ción procede de. ella, dotáüa
ejercicio.de los dones recibidos de Dios (causa,,~;;.V".".""""
Evidentemente, aquí no nos interesa la acción inmediata de caso como en el otro, la acción de María es «o'ob'pel:aG;i@tÍli>~
relativa a la creación .ya la resurrección (puntós 1º Y 4º), .sino Lo que aparece claro por eL tratado queofrécé ~eSSH~li
ción divina mediatizada por las personas humanas, actúa por medio de los seres humanos a los que
causas segundas o causas instrumentales (puntos 2º y 3º). De ella hasta tal punto que todos los hombres son lllt:Ul,i:1U\Jl
que, ya en elplano natural, «Dios actúa -de manera m(~dlatlZa(1a~pOlr. través de dones, carismas y ministerios, que ellos deben ej
las criaturas- en todas sus criaturas», respetando la autonomía realización del plan de la salvación y, por .ülntó, d\.-\:uau,",,'"
mismas como causas' segundas. Mejor todavía, Dios actúa ,«a través' en ventaja de los otros. También Jesús es mediador
la mediación de actores humanos que se abren (en la fe) a Dios, Palabra actúa por medio de él en el.Espíritu;
conceden libremente espacio en sí mismos y en su propia acción»: tenderse como situada errun plano de
concret:LBasilio- si es igual el poder del Padre
«Aquíse trata,más.allá de eso, del hecho de que agentes llU.LllGt.llV"·, «similarmente del todo igual la acción (enérgheia) de
·los cuales se confían libremente á Dios, sean elevados guese de ahí que Cristo:
paces (ahora como "causas instrumentales") de la causalidad y fuer~:¡t
originaria de Dios de producir un efecto que sobrepasa las facultades «No es un instrumento,nidesarrollaun servició rl"ltl'l(}A;!';(
de ellos y que, no obstante, es un efeCto de ellos»21. que cumple creativamente (demiurguikos) la voluntad

20 H. KESSLER, La risurrezione di Gesu Cristo. Uno studio biblico, teologico-fondamentale e


sistematico, Brescia 1999, 268-275. 22 lb, 273.
21 lb, 272. 23 BASILÍO, De Spiritu sancto, VIII, r9~SC, 17,316-317.
/kaL;mismai;pr~cisi0nf5:e; áF'lioa;itambieiFaLtEspíritu;:;,quéí. f"fn;'.'1 ~H~i7'll'l
eristían.:a!se;expetimefita;;C0mo;;lapersoná ;más)cet~ana \c (}(}nrro.!
incompatablemeÍlteespiritua·l:n«elc0nfeodelaE:Vida~>c~4,¡i sable.;EEh:¿)Ínbré¡:>üéüe real1Z2lr.~<Obl~aS(mallas~>'.J
La Qohclusión.detodo.esto;es que un,xl1SCllrS())sl:)bl,eJ.R U.L"''''LC1'_L\.;1JLJ;. bllenas»;:~Md5, 16)/:«obras¡ de las tinieblas';;!,
Maria .no inserta en la mediación un.iversál, de;lqs;seré~, mlsdilancte:if¡ Gá15,19) u «obra del Señor» (lCon.l(¡);10)lY
cuales actúa eL Dios Uno y Trino, :es uiFdiscursÜ' 'enre(Ia(lOI~\por<=lm~í' 5,22). La persona cristiana es colaboradora «-f'"_<,>,,
desliga a la Virgendet gran contexto de la histori;rdeh da salvífica. Las obras buenas no deben
que se despliega la acción sabia y misericordiosa deL hombre, sino que hallan' consistenCia y 'sighfíicátcr0
fica del Hijo y la cooperación santificadora deIEspíritÍl.E:p.tal COlLlte.~ vinculadas con laacci6n de Dios: «PerÓ
Maria no es excepción, sino un caso patente de la providencia """"""" la luz, para que apareZcadaraménte qUésiís
de Dios creador;y redentor., Dios» Qn 3,2 i). Refiriéndose' alapostola:d0;;
y: en realidad una adquisición de la teología somos colaboradores de Dios» (lCert 3¡9W
la inserción de las fórmulas de mediación mariana dentro de !lCl;7~('wlt':>:.; «La cuestión todavía abierta -concreta
bíblica;' y, así, ..en.el A~ simposio mariológico internacional • ~ bre la in~tl:ü:mendlidad de la Iglesia, sino
Amato propone,verfeccionar y.completar el axioma Ad.Iesu'm. iristtuméntalicÍad» 26. Mientras ql1eláteor6~f::l L.a'.VLJLL.Cil

riam situándokrenuna formulación más amplia y más eXj)l1<2:1t::lmlen,tj;}; Iglesia uripápermás importante eh
fa. obra .
respetuosa del plan de hsalvación:«AI Padre por Cristo ,en protestanté>tiéne buéh cuidadO ele preservar'
con y como .María» 2\ toda cooperación eclesial en relación é6n la
de. Dios eh Jesucristo:

2.2. La misión de la Iglesia «Las Iglesias salidas de la Reforma tendrán U1U''"'UV


brayar que la obra de la Iglesia y de María se hallan
Puesto.queMaría,es miembtdde.la Iglesia, comunidad creyente n"''-';f¡';''. servicio de la acción salvífica de Dios, qui~n w,"'.,,LHU.,Cl¡,~~:.l~
cada por el Espíritu, su cooperación .en la salvación de la. sola gratia,sola fideo Toda coop~ración ecl~sialy
análoga y depende de la coóperaciónde la Iglesia en la salvación; mariana no pueden sino remiti; a la única obra sal
campo ecuménico existe ahora una convergencia en cuanto a re(:OIlo(¡;er,,'
a la Iglesia como instrumento de Dios para la salvación de los U\.;1HHn,""",' . p~sde:etf'lln~9 d~vista ecuménico, la mediación,,, .
la Iglesia es la encargada por Cristo de anunciar la palabra, celebrar pa~os ,degigf\I?:!e,; 4~j:lndo?-trásla posturaqe, León XIP'.
sacramentos y reunir a los creyentes en eL reino de Dios. Iesum (mediatio ad Christum) o recogiéndola parasituarl¡:h

26·A.BiRMÉiI,;{Ean~he a te uTli1 sPcUwtrafi~era 'Panima» (Le 2,35).


24 lb, IX, 22; SC 17,324-325. Cf A. GANOCZY, Il Creatore trinitario. Teología della Trinitit e Chiesesó1iéaallliRifbrma,enDáérimene~ cuore della citw.. Atti del XlII ' '. '
sinergia, Brescia 2003, 32-44. ' Mariología, Siracusa, 29 settembre-2 áttobre 2003 (en curso de impresión). Cf,
25 A. AMATO, Lo Spirito Santo e Maria nella ricerca teologica odierna, en Maria e IoSpirito Le:salut éTiJésUs~0hTistdanslesdialogues óecuméniques, Pans-Ginebra 1986;
Santo. Atti de14º simposio mariologíco internazionale 1982, Roma-Bolonia 1984,94-95. 27 lb.
Íuiev;oamoito ¡y¡patadarleairiJnuevo;significadQ;:, acc.~diendó'!asf
postma deH:Asmussén;,;adoptaclatpor ehboriéilioVatidmoUJyi;
RedemptorisMdter~de iJuanJPablolk

derna, que convergen en el axioma'


«5i, en lugar de contraponer estas dos afirmac,iones oficial~s
eficacia deja gracia de la Madre de Dios, tratalllosd; '.' : ' «Actúa de. modo que con,sideres a la flUIll9~nl(.la,(;h¡iYa,s!~
. .• sí,. entonces Qbtendremos el concepto deuIlfl Illj~(ll!lcllonl ~()mple:taIll~l)~~~ persona .o. bien enJa persona de cllalqqier.
te dependiente de lo que ella media:. La mediaciótl de María tiempo como fin,alidad, y jamás comosilllple Lr,,_ .....~''1''
de la gracia de Cristo, de laique María misma es m~diadora»28.
' '" . , ,,' ' /';"'" "" . \

Este imperativo moraLindispens!lblepar!l ~~.!':''Yf'


'.... La misma conclusión se deriva .del discurso ec:lesi8lógico. La' fgle§i~ pacífica, excluye que al otro se lo C(msigere com.o " .
debe. conducir a Cristo, pero realiza esta función suya porlagracia cl~ habrá de utilizarse .como si fuera una cosa, para la
Cristo mismo en el ámbito de la planimetría tri~itaria.La Igle~ia (yM~~
ría (lue f()rm~ parte de la Iglesia), necesitaJasalvaci6n, está, salvada,p~r~! trumentalización y manipulación de la persona humana.
a la vez es convertida en salvadora enCristo, porque su tarea consist~ ética yespiritual entra en la concienciflde la "'5':'-<''''':'
en hacer que Cristo nazca e~ los creyentes. María,pefIllaneéiendo pfer~' mantiene que.debemos:
y exclusivamente como persona humana, es imagen de la huma~id~d
salvada y rellovada~

2.3: La mediación mariana


y la!cLJlturacontempoiánea Esto. no sighificaabblirla funcionalidad· de la oeI'Sarta
historia y allogro 'de laflrialidad universal de la vida,
Indudablemente, la mediación afecta a la cuestión axial de las relaciones
el ámbitoreligi~so.Estafuncion~lidadno queda .......,. . .
entre Dios y el hombre, ;Yho puede resolverse sin precisar la postura
Kant, quien maritiene firrneIIlenté que el hombre sigue'
recepdva;pashra o aerivadel hombre bajo laacciórr cieadora, conser~;
aunque un fin intermedio hacia el fin último.
vaddra y salvífica de Díos.
Pero la mediación afecta tam?iéna los seres humanos en su existir y
L<M. CHAJJVE,T, SiiTlbo19 e sacrarnentq:, {j]'lll rilet~uTa sacramentale
29 Cf
vivir juntos, porque se deriva de la aefillición misma.de la persona Como Leurrí~hn 1990.· .'. ' .. ." '... '.
30 L KANT, Fondazionedella metafísica dei costumi, Milán 2003,243-145 ..
28 H. Orr, Maria ríel mistero del Verbo incamato. UTUlprospettiva protestante en Theotokos 31 PABLO VI, Omelia per la sessione conclusiva del concilio Vaticano II(7
3 (1995) 591. ' , '
1965); EV/L n, 463*.
·i.En,es~e.i:púhto·0se'plarltektfljPt:Qh>!thrtadingüfstiG0.:ia:t:ausa.déVeguívocD
qub,as'imilaaL·nombreIá'la!.et:lnareión:Ge {instrumento,f;¿tlO~$erá: c:ohv~~
niente:abandonarehlétlgu<Íj¿'de;hr mediadórt?n . .
·H.Oh consideraeste·H~ngi.iajedemasiaHo·j1.l.:rídicoY'rn.ecán.ico:páia bida, si Íio encu:~ntrauna
expresar la ontología interpersonald¿:la;.historia; de lasalvaGióri;y.pro¿ vidadanteJagracia, eL"dejar.haeer~' ~cle
pone un vocablo guelo sustituya:acompañamiertto:' .una nueva actividaq:la disponibilidad; s.~s.~:QP~IDe
La docilidad al Espíritu .SaI1tollega aIse),:;
«En esta esfera, la mediación aparece más bien como un acompaña, 219)>>.
rniento (Begleitung)'esendal'¿ lo largo deull caminóperserláLI'iasí, el
Crea'dor cOllstituyóy'sifu6a his petsdnaslasunas jurit()'álas otras, en Una solución digna de relieve es la que adopta
el ser de ellas y en su c()munidad, detaHmanéra que cadáuria realice nion de Montfort en el Tratado de la verdadera l.<t:. ...'v'""'v.
el propio camino personal, pero también de manera que, a lo la.rgo reúne tres expresiones que se mantienen y lU'JULU'-',,"U''''''
de eSe' Camino, puedan. acompdfÍ:drsefeCfpr()cameIlte. Tal acom1?dña,
mientdesl.uia especie de donurnsuperadditum, una excedencia o' üri~ «Se considera a María como fin próximo, ambiente
superabluldanciá, perO es precisamente esta su'perabtllldanda fa qfre fácil para encontrarlo» (VD 265).
caracteriza alaesénCiay lanquéza de la VidápersoI1al»i.
Con la antropología moderna, el autor reconoce a
lIabría que evitar la pérdida delt:érmino mediación, que es un tér;: de fin, que la capacita para una acción o causalidad "wr,rli<íi,¡V
mino tan querido por la revelación bíblica y por la· tradiCión éclesiaf: de que María es «el ambiente misterioso» donde se Cll':'-U,,"J
Quizá bastaría con calificar a la mediación con adjetivos como «viva puesto que el Señor está en ella y con ella, María lo revela
y 'persol1aC;, .ciUesustraigan ~r sJer humano de unc()ntextp material y contacto inmediato con éL Finalmente, Montfort subraya
pufameht~jiri.strúmental. Ót~nibién aUllarla~(otros c()nceptos afilles, de. la funcionalidad de María en orden a la realización
como hacen el concilio Vaticano II y Juan PablalI, querecurrena la de misericordia, sin prejuicio de su dignidad personal:
función materna de María y a su maternidad en.el orden de la gracia {LO le gusta repetir como un estribillo que María es un «medio»
j

60,61)0 a la mediaci6n materna (lUvi,.garte III). Porsuparte, elÓrvP? que conduce a Cristo hasta nosotros, o que a nosotros
de D olllb es, 'después dehaber recordado:<la absoluta pri6ridad divina» Cristo (VD 1, 13,22,49,157,217,262).
{n.2f'h}d~ehay que rtrspetar siempre, propone lbs té[minosde sinergiq,
y acogid~:>" ., . o '

3. Conclusión
«Ella coopera en el acontecimiento único y universal de la salvación
[... J. Sti"cooperací6n" no va aenriquecer a Iaacdón de Diosy,'desqe Resueltos los nudos teológicos y culturales de la mediación
abre el camino hacia su dogmatización, si el magisterio de
32 H. Orr, a.c., 591. considera oportuna para la Iglesia y para el mundo. Una '-AJ.¡;;'V'iL'
se' hace· sentir más' ,expli~ita~e~te";~neFdiálogo' ",,,,,"",0..··... ,...,...'0
eventwIHproclamación.d"elql.lirltó ··dogmailiafiaiib sea\~~JrutE)
maduraci6n de todo el pueblo·tristianó,.fibsólo deAascind~¡
dos antÍ.guos, ¡según la costumbre de losprÍttierosisiglós¡ sin.d '-UULUL'-.U

todas las· Iglesias y confesion.es cristianas. En: este:catpino;;que·rlAnA,el0


Enfbqueptoléptico'
desembocaren uncoficilio ecuménico, el iliagistenodelPapa
dente de la caridad universal» (IreÍleo) aportará su sello definitivo.
confirmación de la fe de todos sus hermanos.

a solémnidaddel GranJubileo delañ<y . .... . .

L
. . ... taday celebrada con el máximo ernp¿ñ&pór .'
. alláde los aspectos turísticos y econó:m.iebsqtie
consigo,fue cónsideradopor el Papa: cómo:
mente espifitual:una cita· con el Cristo de lahistÓriá, fiaCldl(')
María, y con el Cristo de la fe,mueIto y resucitádopOi"
la liberación de los hombres del egoísmo, de las
de la muerte; La bula de convocación del]ubileó{29
1998) concreta:

«CóuTa mirada fija en el rnisterio dé la encarnacióti'


la Iglesia se dispofie a traspasar el umbral del
nationis. mystefium, 1).

1. El Jubileo del año 2000, amplia o


;eristocentrico-tri n¡taria a traves dé la p
··deJV\atía··

La «m~r,ri()i1a,. "cleLnacimient() de Cfisto»· (Tertio milIenríió


c(msluc~ a adquirir conciencia de que el tiempo «tiene
fundaIl~entafen el cristianismo» .• En efecto, «Dios, con la
716-

sé;cra(i9,tro.1iI.~\qoe1l.1i::t"histo.riadel ho.mbre. La eternidad ha entrado.


~ll ~l tielIlP~»' (Tertiornillennio adveniente,9). Desde ento.nces el tiempo.
crono.lógico. se ha transfo.rm~d~en ti~~P() d~ salvación. " ...
Teniendo. en cuenta que hay teólQgo.sqüe repro.chan.%alo.s~<fristianos
el haber desterrado. -según ello.s- ala Trihidad, et' Papa,pr~~icl~~cia{
mente, atrae la atención so.brelaspetso.nas<div:liias~del Dios cristianÓ;
dedicando. el trienio. anterio.r al año. 2000 respectivamente al Hijo.
(1997), al Espíritu Santo. (1998) y al Padre (1999). En la preparación del
jubileo. del año. 2000, Juan Pablo. II decide no. dedicar un año. a María,
sino. valo.rar su «presencia trasversal» 1 en lo.s año.s dedicado.s co.nsecu, de la pena de muerte»4.
tivamente a las perso.nas divinas.
La .celebración del Jubileo.· provo.c6 juicio.s :difere,l1.ciado.s, segúnJa
diversa perspectivaoicleolo.gía. Elfilóso.fo. ateo. Lucio.Co.lletti,.co.n mal
disimulado. rencoranticleri<;:al¡juzgaque.el jubileo. es. un fenómeno. - ele ~, ".' ~, ,~

o.ste.ntación vacía deco.nt~nido$2; lo.s pro.tago.nistas Qficiales.del jubileo.,


primeraInel).te Jllan Pablo. II.y luegQel pre$idente deLO;nnité\ centrq.l,
so.l). d~. un ,parecer. diferente, «... helllo.s palpado.. co.n las mano.s ,y vis~
to. con l111estro.s o.jo.s.cllanté) ha sucedido., yo.tros' razo.nallliellto.s so.n
súperfl.uo.s»3).En efecto, nadie puede negar que acudieron: aRo.llla entre
25 y 30 millo.nes de perso.nas (el 30% más que en el añ9:1999), que
incrementaro.n en más de cuatro millo.nes lo.s gasto.s y crearon 70.000
puesto.s detraQajo.. adicio.nales) Pero., ade111.ásdeeste. éxito.cua.ntitativo.,
mo.ns. ;Crescencio Sepe .habla de,lo.sTesultado.ssubrayando. lo.sq.specto.s
realicenlai experien¿ia·del~Dio.s..,con. . nosotros Ve que,
1 Cf 1. M. CALABUIG, La Vergine nel giubileo del lODO. Una presenza «tias~~rsale», en Maria- perdónpórtbdosdosflímites de la: Iglesia en SUCi:iJlUU.1V.·.Uli)
num Notizie-News (1995)/1, 1-4; S. DE FIaRES, La presenza «trasversale» di Maria nella Chiesa
proiettata verso il terzo millennio, en Presenza pastorale 65 (1995) 1-Z, 127-138; U. CASALE, Maria portierratlainterpredición tiiunfalistaque pone de m:an:I11E¡SJ
nella lettera di Giovanni Paolo II «Tenio millennio adveniente». Spunti teologici e proposte operative,
1995 (obra reprodUciq¡¡,a multicppista);AM]RAIUS, Maria: iconaPe,rennedell'agir~ de Ú¡ Chiesa; exterior:y:<zuantit:ativo.f; ELPapa,Elue .el12 .de marzo pn::mtln(H'
en M.W.? «Terti0 millennio adveniente». Lettera apostolica di Giovanni Paolo IL Testo e.cammento mea.culpa ecclesiale,taunque no fuetomprendido por
teologico~pastorale; CiniselloBalsamo 1996, 172-171. " '. .
2 En la entrevista a L. Colleti, efectuada por o. LA ROCCA, É stata solo. un'imrnagi1le, la fede el año jubilar. «fuefumarroüntensamente penitencial» y otr'ebl:(jK~<
e un'altra cosa, en La Repubblica (5 de enero de ZOOl), 8, el filósofo contempiael JÍlbüeo como . sióri próviden.ciaLpara:realizéll' la<,'~ptirifi¿acióri de la UL'-,UL~JUU
«sólo un fenómeno de masas, vacío, artificioso, que durante un año ha paralizado a Roma [... J.
Podo demás, la ~ism~ Iglesi~ rec.onoce que todos sus recursos han c~ído en el vací(): desde la a Diosperd6n'por1éls;lnfidelfdades cometidas». (NMl n,· 6Jw)
abolición: de la deúdápáni los países del Tercer Mundo a todas las demáscosas:Noha sido má~
que un charlar en vacío!> .
• . 3 Cf la eIltrevista qlle M. POLITI realizó a Mons. C. Sepe,Non chiamatele parate, e la Chiesa
cne si riSveglia, en La Repubblicd (5 de enero de,ZOOl); 9 . ' . 4Ib.
Enla.Novo;:millenniolheunte·;eHPapa~reClierdaJosprincipales\ acotite98
mientos del Jubileo: la memoria de los mártires del siglo XXi. (€Jolise0,;7;
de mayo), el Día Mundial de la Juventud (Tor Vergata, 19,20 de agosto),
los encuentros dedicados a los lliños,a los trabajadores, aJasfamiHas,>a
los presos; a los 'minusválidos, a los artistas; a los periodistas?;;, el Con, «¡En su seno el Verbo se hizo carne!
greso. Eucarístico,. el acto de consagración aMaría, la peregrinación a de Cristo no puede ser, por tanto; set)arad:a¡(ijte
Tierra Santa. papel desempeñado por su Santísima HAOlU""",,'·;\
A nosotros nos interesa subrayar los dos priricipiiles acontecimien, niente,43).
tos marianos del Jubileo: el acto de consagración'del8 de bctubre;yla
revelación del secreto de Fátima. Juan Pablo II capta esta vinculaciónexist(~nt:e'i.t~li
referencia a la maternidad de María: la enl:.atEla;(:i0ít~y~
tífice se muestra especialmente sensible alas 1I<11lrtUrao

2~ Encomendarse. a María (8 de odubrede 2000) cado, que fundamentan la acogida de María como
los cristianos, que él denomina claramente
La encarnación es un «misterio supremo» (LO 65) que no se termina a»). Si el ministerio pontificio del Papa velmdlO(le!lel~)S
nunca de examinar. Es un misterio,compendio,y,superación de la antigua actos de encomendarse a María. (el más solemne es·er·
o. primera alianza: Dios se había insertado en un diálogo de hechos y 1984 en respuesta a las demandas de Fátima), vemos
palabras con su pueblo; ahora se identifica con el.hombre; Es un misterio importancia programática el recitado en el pórticO'
de kénosis y de glorid: . el Verbo se despoja de sus prerrogativas. divinas .y Pedro juntamente con 600 obispos (8 de octubredeF
asume 10s límites.de la condición humana (Flp 2,6,8; lCor 8,9), pero No es ciertamente un acto desligado de la hlEitolna,,;¡pIDli
al mismo tiempo irradia entre los hombres la gloria divina (Heb 1,6; Jn impregnado de profunda preocupación por la
1,16). Es un misterio salvífico, porque «por nosotros los hombres y por y en ~odo alguno está orgulloso por los.éxitos.del
nuestra salvaciónbaj6 del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó se encuentra «ante los desafíos que el futuro esconde», .
de María, la Virgen» (Credo niceno, constantinopolitano, DH 150). Es un un grito de alarma que quiere responsabilizar a los
misterio de diálogo, en el que Dios no impone su voluntad ala criatur? que efectúen las decisiones justas. y estas no pueden
libre, sino que pide el consentimiento de la humilde Virgen deNazare~ evangelio deCiisto:
(ICor 1,26,38). Es, finalmente, un misterio~códigoi porque contiene.en
germen.el futuro modo de actuar de Dios: la.. colaboración de MaFÍa «La humanidad posee actualmente instrumentos
con el Espíritu en la realización de la obra maestra de la historia de la de itumdi:i:a:potencia:
salvación, es decir, la realización. de la encarnación del Hijo de Dios; pued~cónverti:r a este mundo en.unvergel,
continúa cada vez que se actúan maravillas de la gracia en la histo:ria "0 reducirloaün montón de escombros.
7
de la humanidad. En particular, María coopera con amor de madre en Ha adquirido extraordinaria capacidad de intervención
el nuevo nacimiento de los hijos de Dios. sobre1osmanantiales mismos de la vida:
cpilede .titíliiarl(\sparai e1;oie?, ;aentrb :déhámbitodelade~:m@ralfl·.· el~mllli~¡kl~e~~tl~ro~de~s!rnaIQjka~.¡~n~~Qb~(ia~~
'0 puede;dederal óligullbmiope secreto;~e¡téfier'e pNtrcipalmentel aja ;«lucha' de
la Iglesia y contra losctistianos»5 .
.La;revelacióndel secretopotparte rde ¡J .u.C'Uy ...:tg.'
HOYí como siempreenélpasadoj oportuna,nosóloi porque desautoriza.el r"' ....'rA.i"
la humanidad. se halla en una encrucijada: durante los años. sesenta(y.muchoscle ..~~v ...,._~ •.

lamentando ahora), sino; también


interpretar la cadena de ac()ntecimientosqu~¡ .
siglo XX, y para encontrar el ovillo de' rr"''''··1L1Tl.''''''..
El significado de encomendarseaMaría,consiste.enacogét a Mª-ría el historiador Giorgio Rumi, Fátima «no es
como donde Cristo y como madre.espiritual,a findeasemejarnosl.al una «jalónhistórico» que nos sitúa ante el
único Salvador y obtener en abundancia el Espíritude.vida:ydepaz: que comprendamos que hay que contr'Ontal;Sej
sin simular que nada de ello nos atañe. Y aquí "L""',"" ..,
«'Por esto,! Madre, comQel Apóstol Juan,. parte) nos sitúa ante lo que AndreaRictardi
queremos llevarte a nueStra casa (cf]n 19;27), . tires», esdecir,ante aquellos 26.685.009
para aprender de Ti cómo hacemos semejantes. a. tu Hijo; de Didier Rancé- que se encontraron ante sl. ste:m~lS;flt~
"iMujer, aquítienesatus hijos!". y «pagaron un alto tributo de sangre y fueron Ql~;.Cf;llml,1:la
AquÍ; nos hallamos, ante Ti, camenté durante detenios»6.
paraencomendai atus cuidados maternales. El 26 de junio del año 2000 es el cardo I~U"""'~ .L'\.UL<'UL¡::;V'

a llc>sotros mismos; a la Iglesia, al mundo entero. ílltegramente el texto del seereto.de Fátima, "pr()pc1rcloh:a,r
Implora por nosotros a tu Hijo querido; fotocopia délautógrafo de sor Luda. Acerca. dé tal;, e prl"p,r(

para que nos dé en abundancia el Espíritu Santo, corclar~I1.te. tocl; de qué época se deriva, en '.'
el Espíritu deh verdad que es manantial de vida». y cuá~ e~.erc()rltenido de las mismas. Por los irlt~enrb12:at(Jrí:()S~01
torcillos en el año 1917, se deduce que durante la
la Qh:ln¿aS~fj,or~C(i?de julio de 1917)fue confiado a
3. la revelación de la tercera parte del secreto un seeretbquená debía ~evelarse a nadie, .cori
de Fátima (13 de mayo y 26 de junio de 2000) .
5 «La ¡yisi6n. de Eátimase refiere principalmente a la lucha de los
Iglesia y contralos cristianos y describe el enonne sufrimiento dejos testlgOS;.G
Una sorpresa para todos absolutamente sucedió en Fáti11la .el13de último siglodeksegundo milenio. Es un interminable Via Crucis encabezaQ(~_1
sigloXX.Conforiné,a.lainterpretaci6h de los pastorcillos, int,>rnr'p!'"riót,·rcln
mayo del año 2000, con ocasión de la beatificación de los dos pastorci, recientementepC)f: sor Lucía! el "Obispo vestido de blanco" que. ora por
llos Francisco y Jacinta: la revelación de la tercera parte del secreto<ql.l.e Papa.Tarn,biénÉI,.caminando fatigosamente hacia la Cruz por entre los
rizados (obisposi,sacerdotes, ;religios6s, religiosas y numerosos. laicos) , cae
Nuestra Señora les encomendó a ellos. y aLuda el 13 de julio del año bajo los dispárbs¡deítin;ánna,de fuego»(CARD .. ANGELO SODANO, enMF,
6 Títul?;~ditorialde1fascíctilo de junio deLaño 2000 de la revista COitlCílÜltíl'l.
1917. El encargo de revelar la sustancia. de este secreto fue confiad9Por en Europa del Este durante y después del comunismo».
co7.; En .el·;a.ñ9~194t=,ü«cÓlliekp€FIl:i'tsodeHCielb»t:.sor¡J:;u(l:ía,e:xplica{:on
; J. , qu~úiban:R¡inaericliafi:á15mundo;pero seexl:in,~uian?al~
claridadénql:Íé~consiste 'els'ecrei:odeEátima:Yiev:élf( sllts·Clos·primeras
partes8 • . ~. espleirdoF/quétN"uestraSeñora difuridía.cori; su.m~~no
PorlaspalanrasHé Lucía V~1rlosqueresultaimpr6pio hablar·de.~se~ ébel: Ángel; señalando la tierra' conaa~maho del,eclh:í
cretos». La vidente habla de un solo «secreto»idivídidoerrtrespartes~ .potente: ¡Penitencia, Penitencia;Penitencia!Y .
inmensa que es Dios: "algo .semejante a,c()m()Js,e;~rer(ft2
La primera es la visión deLinfierrro,'la 'segut:idaserefieréa ladevodóh
al Inmaculado Corazón de María, la tercera habladelas persecuciones un espejo, cuando pasan delante de él": un Obispo
dela Iglesia por; parte de gobiernos· ateos y del atentadocontrael]3apa.i co. "Tuvimos el presentimiento de que se trataba
Lucía escribe la tercera parte del secreto en Tuy el· 3 de enero de 1944: A otros' varios Obispos, Sacerdotes, ieligiosos'y'
subir a una montaña.escarpada,errcuyacimaué::llJ.ll:GU
de tráncos toscos •como si fueran de·azúcar.IoAJ1L'1é::ll.I;;;Ull
Padre,antes de llegar allí, atravesó una gran ~lUlUCl".x;;.'"
ruinas, y medio temblando con paso
7En ehnterrogatorio del canónigo Formigao(septiembre de 1917), ala preguntá:;«LEs pena,oraba podas alma de los cadáveres
cierto que ~e dijo unsecreto,. prohibiéndoti'! revelárselo a nadie?», Lucía respondió: «Es ciertqi·· camino; alllegar a la.cima del monte, postrado
(Documentacao crítica di Fátirna, 1, Santuario de Fátima 1992, 57). En el interrogatorio ofitfal
deIa Con¡.isión Diocesana, (1924), Lucía confirma que en la aparición del 13 déjulio, Nu.est:ia pies de.lagran.Cruzi fue muerto por un grupo de solda,Gto:m
Señora «me confió a mí ya Jacinta algunas cositas, recomendándonos que no se las dijéramo~ raron varias veces sus armas de fuego. y sus flechas, ·y.al:
anadié, pero pudiéndosehisdecira Francisco» (Doc. 129L3).
8 «Bien. El secreto consta de tres cosas distintas, dos de las cuales voy a. revelar. La primera fueron muriendo, unos tras otros, los Obispos, Qé::lIo-C,L\;U9U::;.,,¡,¡
pues, ¡fue la visión del infierno! Nuestra Señora me mostró un gran mar de fuego, que paÍ'ecí~
hallarse en lasentrañas de la tierra. Inmersos en aquel fuego estaban los demonios y las almás, y religiosas y varias personas seglares, varones y mujeres
como si fueran brasas transpare~tes y negras o bronceadas, con forma humana, que fluctuaban clases y posiciones. Bajo los dos.brazosdela Cruz había·
en el incendio; llevados por las llamas, que salían de ellos mismos, juntamente con nubes dé
humo, que caían de todas partes y que se parecían a laschispas que se producen en los grandes .' cada uno de ellos. con una regadera de cristal en la u'lafl{J~l,(~r
incendios, sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos y desesperación que causaban horror y
hacían que urio temblará de miedo. LOs demonios se reconocían por.lasformas horribles yTe~
les iban recogiendo la sangre delos'Mártires y con
p)igna~tes de animales espantos~~ y desconocidos,pero transparentes y negros. Esta visión dUl;ó alinasqueseacercaban a Dios».
un momento. Y gracias a nuestra buena Madre ael Cielo, que antes Ílos había prevenido coÍl
la promesa de llev¡¡rnQs, al Cielo (en la primera aparición), creo que de 10 contrario habríamos
m)ierto de es~anto y de terror. A continuación alzamos los ojos a Nuestra Señora, que nos dic~ En esta tercer3:partedel secreto, de carácter lllClH;.,au<:tlu",·%,
con bondad y tristeza: "Habéis visto el infierno, adondé caen las almas de los pobres pecad()réil
Para salv:arlos,. Diqs quiere establec:er en el mundo.la devoción a mi Corazón Inmaculado. Si lico, sedistitlguerr.claramentedos escenas:
hacen lo que V()y a deciros, múchas almas se salvarán y tendrán paz. La guerra está a punt~a~
terminar. Pero,si no dejan de ofender a Dios, durante el pontificado de Pío XI comenzará otra
guerra aún peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la 1. En la priIlJ.era, un ángel con la espada llameante LU".'-U'-<LU

gran señal que Dios os da, que está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medió
de la guerra,deLhámbre y de las persecuciones contra la Iglesia y contra el Santo Padre. Para y grita tr~s:veces: ¡Penitencia! Pero interviene María que con~;u
impedirla; llegaré a pedir lá consagración dé Rusia a miCorazón Inmaculado y la Comunión
reparadora duránte los primeros sábados. Si· aceptan mis condiciones, Rusia se convertirá:y
dorneu~~hi~y ~~tirigJle;lasllamas. Ratzinger puntualiza
tendrán paz; si no, ella esparcirá sus errores por el IImndo, fomentando guerras y persecuciones claved~<láfe~c~raparte d~lseCreto es el ~<triplegrit(j»: «
con~rala Iglesia. LOs buenos serán martirizados;eLSanto·Padre tendrá que sufrir mucho, varias
naClOnes quedarán destruidas. Finalmente,mi.Córazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre Peniten~i~¡~l'e~it;e~da!»r es dedrí«la urgencia de la
me consagrará· Rusia, y se le concederá al mundo un período de paz"» (Memorie di SUOT Lucia,
Fátima 1980,102 y 104; Tercera memoria,31 deágostb de 1941).
al
conv~r~i~n---a~'l~Ye>;,;como «respuesta jústa momento ~"~""".~~-
está';ca;ra;oteFizadot p;Ó1:{lgr,an~~s~p}¡iligros" ;ldsJ G:ua,l~s Í'Gl~e~aFáLY,esh0za.tlos
ptofe.~íáj;eali~aGatH;,~~~únáiNi~i6h~Brqfétiqa ¡se~eja.1\1;te. a' las; de la:Sagraq¡:t
en¡lasimágenes sucesiv;a;s}}¡Bn:}euántq;anas;imáge!1~s;sJ;lu~sivas,;élJas,lee
Esc.ritura,! que.;nódeseHbenren¡senti(loí:Íbtográfico;!os¡¡detalles! del los
como expresiónjdebinminenteLj nieió punitivo:dduióS3Sqhre. fe1mjJ11.d6:.
acontec.imientQs;wturos»)(Soclano)s;En.cuanto·ál. contenidó,10s:.tres
al"que, se contrapone ,lafiguraflllminosa de ¡Mi1ría¡;Ejlle con su decisión
interpretes están'de.acuerdElen;~er; en ellas laspersecuoionesc01ltrala
en favorde lavoluntád deDios'inYitaimplícit:amente:R:seguirlaa}eÚ~
, "¡,., Iglesia,desencadefladás.dl2lrante el siglo XX;especiálmente ppela¡~u~ia
mediante la conversión y mOvilizaf:l-dolasfúerzas:para.elrhieny;para
salva.ción: soviética1L Estaspei:sonas,i basánd0seademásen lainterpretaci6n:.¡~~J8s
«pastdrcillos» ;confirrnada también recientemente por sod:>trcíá~z~.as~P:r;
dose tanibiénenJainterpretación dada por el mismo Juan.tíatl:l§)2iJ.l,i·~e~~Ji\
«El ángel con la espadaidefúegO;ála'izquierdadelaMadrede
en ello el atentado sufrido por el Papa el 13 de mayo de 1Yt¡'~?~~~j~}llg9(
recuerda imágenes análogas del Apoealipsis.' Representa laamenazá
el «obispo vestido de blanco» «cae por tierra como UL~'~L'_~
del juicio, que se cierne sobre elmundo.Laperspectivade~que ..
disparos dé' arma de fúego» (Sodan.o ) 12• Es verdad que el
mundo. p udiem ser incendiado convirtiéndose en un mar.deJlama~,
por los disparos. del autor delatentado,peroestbse '--"'¡JU'''-<'U¡:'.'c'
no aparece.ya hoy absolutamentecommpurafantasía:eLhombre
intervenci6n de María, que neutraliza las balas que eran ULV'L~~'L~
mismo ha . preparado con sus invenciones la espada de fuego;;
.,En ¡cuanto, ajas diversas' imágenes presentes en el sec;ret:O';'i;iu,
visión. muestra. luego .el poder Gluese.·cohtrapone 'R1a.fúerzáde
Ratzinger las toma en consideraci6n y ofrece una íh1terpn~taqc)n;1
,destrucción ~elesplendorde la Madre de Dios-'-,y, procediendo¡en
lica, válida para todo tiempo:
ciertomodó.de ese mismo esplendor, encontramos,eLllamamiento
que se hace alRpenitencia»9.
«El lugar de la acción se describe con tres símbolos:
carpada, .unagran ciudad' convertida en ruinas y, tinarrnelJ.teTm.nru
L La, segunda se encuadra ante una ciudadenruinas,ante uI1.:C~:':
mino sembrado de cadáveres yanteuna montaña escarpada qde.está . 10
. '.1ª: terc(!ra parte, de1"se7r~to'1'.
«Las. vicisitudes a las. que hace referenCla
coronada por una gran cruz"Allá, 'en lacima;sedamuerte.aLobi~p¿ recen ya como pertenédent~s al pa,sado» (Card. ~~ELC> SODAN?, en ~§~3). "
11 No es un misterio páranadIe cuanto,sucedlO' en la Uruon So:nenca.a '
vestido de blanco y a otros obispos, sacerdotes; religiosos y religiosáS:; 1917: después de la liquidación de las comunidades cristian~s, persegUldas con
varones .y mujeres seglares. Al pie de la cruz, dos ángeles derram~~ dad por Lenin, fue Stalin quien inició una .guerra.contra DlOS y, .
hombre .eh la quelperecetían,al menos qumce mllloIlesde personas. §'m effiPargq¡¡
sobre· las almas Jasangre de los mártires. Las ,interpretaciones ofici.~~ contem~la aquí ef:1p'rimerlugar a la Rusia real consus ar~hipiélagos Gulag,
sino qüe' se' cóhViérfél,énsímbolo; de todás aquellasnaclOnes' o
les de los cardenales Sodano y Ratzinger, así comede mons. . "
elPapa e!lJa.honpJíad~lP ,de IIlay~ d~l año ~OOS-0ri?hi~ron «la~ dos "'~,."",,",'
valoradas por Lucía, coinciden en considerar esta escena como campos de concéritracü5h y de extermiruo, las hmpIezas ~trucas y las ,
Il), todos·ellosfuerou;fenómenos.criminales contra J~~VIda y contra el
1Z Comentá Ratzinger: «Enla visióuse m~ta tambe~ ~l Papa,c~ando
en que yacen los mátiliés. El Papa; después del atentado del 13 de mayo
• 9 «De este modo se subrayala importancia delalibertaddeihombié: el futuro~~l~j que le trajeraneltexto de la tercera parte del "secreto", ¿no ~eco~ocetía en
destinoT EstUvo muy próximo a.la frontera de la muerte, y el mIsmo
determinado, úimucho'menos, de manera inmutable, y la imagen que'losniños' .. . i·. '.
en absoluto una película antidpada, ge1futuro, .deL.cual ya nada pudiera '-'''JLlUl'~l''', lassiguient(¡fpálabias~ 5';;~Fue uiúímano matemallaque' guió latra'yecl:0rl:n1e
de la visión se produce, en realidad, únicamente para recordar en .p,rpn<IT1{) agonizante S"4eW,,Q (!n ,el urnbr~l d(! laTIluerte"(13d.e ~ayo de)994
dirigirla en una dirección. positivá: Por tanto, el sentido de la visión no es él de mc)str:ar¡i1Jp1~.¡ "maríonúlternaY'llayadesviádo en este casó la trayectona de la bala
película sobre el futuro fija~o irremediablemente. Su sentido es exact~mente lo contrario demostrar una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la
movilizar las fuerzas del éambio p~ra él bien,; (Card. }oseph Ratziriger, en MF, 5 8 ) . ' capaces de influir en la historia, y que al final la oración es más fuerte que los
es más poderosa que las divisiones» (Card. }OSEPH RATZINGER, en MF, 61).
·cruz de troncostosC0$¡.dj;¡'kmotitañaNdaciudad¡smlb()Lízah'ellu~;atcl~
la'·; historia·hllmana)cbIp.ufatigosaascensi6rí.}·had.a lo;-altt?i
como lugar de la humana:creatiVidau·.y:coll1vjve:rtd.a;;ber
tiempo como lugar de las elestrucciones;>conla8';cuales el HU'HUJL ;Podembs;toIlélli'ir haciendo notar la L'JJ.1"-1'-''''''--''''
.aniquila.la obra' de. supropio·trabajo.Laciudad.puedeserlugar.I::1C:"\;;\2,\. . . . ría en Fátima, desde las apariciones hasta el
munión y de progreso, pero tambienlugar del peligro y de la· a mena2:a pecadores que desemboca en la condenación ete:ffil3.,
más extrema, meta y punto de.orie1l.tacióndeJa.hist0ria. el dminodela salvación, en la comunión LVJl1"""'1,",'O'
la. destrucción se ha transformado ensalvación;¿ la cruz se aLza.C:OlllO particular, en eLrosario): y principalmente en
signo dela miseria deja historiay'como promesa para ella» 13. al Corazón Inmaculado, "que> lleva consigo.
reparadora (en un contexto de solidaridad LU"'. ·.1V,
Volviendo másespecíficamJnte a Fátima, Ratzinger·explicala.r{}f€f~ según lanlleva alianza en la sangre de Cristor9;~
rencia de la sangre de los mártires a la sangre de Cnsto: de 'intensaespiritualidadque se despliega pira Il ''''· .... 1'

vicisitudes del siglo pasado y superando talnOlerFl


«Es una visión consoladora que pretende hacer ver el poder "cU.'Cl.'''''''4 deten.ga en lasprácticáS sin penetraren lo
de Dios para una historia de sangre y lágrimas. Ángeles recogen globalc.y profundo; No es 'ulla sustitucióndela·.e's·nif:it:t1í
los brazos de la cruz la sangre de los mártires y riegan. con ella a . deriva del evangelio y del hecho de ser cristiano, sino
almas que se acercan a Dios. La sangre de Cristo y la sangre de tuación de algunos elementos particularmente adaptados
mártires son conteínpladasaquíconjuntamente:la sangre ele· hoy.
mártires fluye de los brazos de 'la cruz. El martirio .de ellos se realiza
en solidaridad con la pasión de Cristo; se convierte en una sola
con ella. Los mártires completan en favor del cuerpo de Cristo 4,; Una'imagen «agonal»<de María
todavía falta a sus sufrimientos (cf Col 1,24)>>14.
Fátimá;confir.ma la imagen de María luchadora,
Como parece evidente, el teXto del secreto se lee sobre la; «agonal»17, muy querida por Juan Pablo II;querelf:i')tjJjlfaL:-¡;;
capítulo 7 del Appcalipsis;dondese afirma de la multitud de l()s . ."
que se encuenttahya en posesión. de. la bienaventuranza celestial: . 15:«El.ib.tétés,del ~úeyo 'TestamentQ.nose dirige a la, sangre yQ!liO ele.luer;lLp,1
" " , ,; ," ';' ' -,;' i' ", ", ","
de. Cristo,' sino.ála· sangre que'él derramó en el sacrificio supremo. De la
los que han salido de la gran tribulación; y han lavado sus VIJC1"¡·~"V·)¡lC1" "cniz1~ásí tambiéñ'lá ex¡Sresióri '~sarigtede Cristo" es sólo una designációl).
hall. emblanqueCido en la sángr~ del Cordero (Ap 7,14). salvífi~¡¡,: S,eg¡ln: la. fórrr¡.uh eucaristía, la sangre. d~ Cristo es garantía de ),m¡¡
Dios,> '(J: BEHM, ~aiTiia, en GI.:NT [Kittel]l, 468). . .
lP.«E9:que:queda;,10hemosvisto enseguida al comienzo de nuestras
texto del "secreto": la~ ~~ho!tac~ón a la oración como cam~no par~ la, " __ 1 •• ~~,,,,
«La exégesis. pone de r~lieve¡quela sangre d~l cordero indica, H'O."••.Cl.Ug.. y, al mismo tiempo; ellfamamiento a la penitencia.y a la: "conversió?»,
de laintefpretadóll física,.la' eficacia d~ la muertéde Crist.() necesario añadir todo lo que él mismo recordó antenormente, es deClr, la "rl.e'iTOC1,on:
',,' ", ' ,," o" • ,
lnmaculadode María como "actitud del corazón", de la misma manera que
voluntad'!":':¿e'convierte en el centro informante de la totalidad de la exi:stéIlciÉl»i~:
13 lb, 59. 17 C. BOFF, Mariologia socíale nei documenti del magistero, en P. .
14 lb, 61. VIDAU (eds.), Maria e l'impegrlO socíale dei cristiani. Atti del7º Col1:oquio ;~'D,.",;"fj;;riHI¡
Este fragmento nos sitúa de ., ne~~ en .la «mariología.
Boff). Por un lado se alinean «todasÍásfuerzas del mal
la historia», en particular las que atentan
humana, personificadas por el dragón rojo; por el
figura luminosa de María, que protege la vida que ella
se convierte en una «palabra viva de consuelo para la
contra la muerte» (EV 105).
«Ahora bien,dice.eLPapa, "María.. ;) está situada en•.eJ;centlr.Q;:mij5t
Precisamente esta imagen de María, empeñada
de aquella enemistad, de aquella lticha;que acompaña.
la lucha contra el mal en sus diversas formas,
de .1ahumahidad en la tierra y la~ historia misma. de
agresivas, no con las armas, sino con su propio ser
(RM 11,2). Peroelpontífice;añade queeneLcorazón;LL~~."HL!Ji
gen confirmada por el secreto de Fátima. No con el
lucha María. lleva consigo la gracia y la belleza, con L'" LL~LLu.'C¡~"'.~<:.111!!i
sino con la fuerza del amor se conquistará ahora al.,.,...." .... ""'"
en "el signo inmutable~~ deladiviha' eleccióri,'PorqJleella . ",,,,.·;.;ri>'.At,;'
fuerte. que toda experiencia· del maL y del pecado,detoda: <A"f'''.'-'.LL<:.1
'enemistad' .con' qJle ha sido .marcada la historia' del LLyHL.LJL'-"

esta manera se convierte también en "señal de esperanza ",i=.r}",,;r.;~ll.,Y,


(RMl1,2)18. .

La Evangelium vitae recurre a María, Madre de la Vida y Mujer n=c'";;'''¡;;¡'''


del sol, que, como tal entra en la lucha contra las potencias de ITluerté
(nn. 103,104). En particular, el fragmento del Apocalipsis hace que .
manifieste el esplendor deJa mujer queé~tá pariendo; sobre e'jl.tr:3.st<)n~((D
de la lucha agresiva por parte del dragón, pe;sonificación del mal.
dos signos, uno. positivo y otrQ negativo, que aparecen en. todo LLLU'Lu~,H"'~'l.:
en el horizonte de la Iglesia:

«En el libro del Apocalipsis la "gran señal" de la-"mújer"-'(11, '....


acompañada por "otra señalen eLcielo": .se.tratade"un ""··eL •• u.L.a!:';"!H
tojo" (12,3), que simboliza fi Satahás,pbtencia persotliÜ IHCHCll,-,Q.,./'I..
al mismo. tiempo a todas las f~erzas del mal que intervienen en
historia y dificultan la misión de la Iglesia»(EV ~ 04) .

logia, Temi 29-30 set¡embre 2000,147. Cf,del mismo autor: Dogmas marianos y política ell
62.(2000).77-167. . . . ,
.18 C. .Bol'I:, Mariologiasociale nei documenti di;lmagistero, O.c., 148.
1. María, uh fenómeno permanente

En priÍii.é~lugdr,esimpresion~rite para elhistori.a:dor .


m~nénr(~presencia de la Madre de Jesúsduranfe ~1
mil añds;'apesardey a través de los cambios
ropekMéfMghaelacaso de los imperios, la sucesión' de:1kf,"",,¡;"¿rI
dÍii.biéfdet~sinstitllcf()nes, él torbellino que absorlié}
aser~slHihlan()sqtiedur¿ntélÍntíempo fu:eron
as{érlh'/qtié'tespé'ctaa;estase:iitilta muchacha deN<>7.JÓ'rc>1'·/jr,
ltiidl rrieWts: júdíó:Lá afirmación de san Bernardo:
respl~hd~cép6Fla:préseIlCiaó de Marfa» 1, demúestta
por .losh~c:lJ.os:
ESl1éCi~gst~~,~p.tliversasmáterias se queclanatónitds .
María.í'qtiéinduclablemente «dejó huellas indelebles en la

1 BERNARDO, Sermo I in Assumptione Beatae Mariae Virginis; PL 183,415.


732 -María, síntesis deValól'es

religión y de la cultura del C!cci4e~t~~;.jjqontemplan en ella un «pun~ szglii/XJvmd!&i:roco,·ánimado/p0úHufahta.sía'.iC¡ue co:nm~ht:ta


to colectivo de referencia», jqti~ l:iriifi¿~ ySa la vez revela a la sociedad máxin:íodtiactivioadi'salvíficaceri:laltierJia y'ei1eL
cristianamedievaHi0.'también·.<~el~im1Jºlpc:h1wr~tmá~PPcl~r:<z.sº'º,e lbs sigw'%MIJI,(gtiiáda;poB látazóncmoderadora,'qqe:no
últimos dos mil años» 4, o en cualquier caso: de la.Vingen,:sÍfroque..Iá co(xdlifu:nyar:mc.ntm:(::oIy!ét.;j
ciónj el· siglo XIX rorriáritico que trata de
«Un tema central en la historia de la concepción de la mujer en Rifgime yrláRevoluoi6nl Francesa,.pero
Occidente. Es una de las pocas figuras femeninas que alcanzó la Goncepci6n/im statu.sdeprivilegíoj:el siglo'
condición de mito, un mito que desde hace casi dos mil años recorre eL tOtalitarismo y la libertad; "que. celebra ~v.J;CU ' - H .• ..L.Ck,":;

nuestra cultura, profundamente y a menudo de manera imperceptible personalidad;cristiána(H;K6ster). La pm¡mC)t1:e:rt?l1(:l!2


como un río subterráneo»5. débi15' en su fase. todavía breve, hace que se 'UL'''LL''U'-,V'

ticipación enlakénosis del Hijo en favor de


En, realidad, mientrlisque algunas ftgurashistóricas van palidecienqo cia, sino<ile paz, o que también contempla.enclVJiaI1la}:l:ll
con ,'.el paso
',' {<
del", tiempo,
" ..
vemos
", .
que,, 'en, -] -
cambio,
.
la figura
- --
de María "ya valores.» en medio de;la; noche valoral (M. Go'
adquiriendo; progresivamente \fn perfil cli4a vt;Z más llrdiente, UIl radio ~No se pretendejnsinuánlue el camino de María
de influencia cada vez más amplio. En una palabra: conquista lugarys, , ,_ - /' ;",' i",;; /
la vida;ele'las. pueblos .t13ya sido una marcha triunJtal;lL<:5Í'J¡)J
tiempos, personas e instituciones, pasando indemne a través de las cul~ mient:ovital,Ja devoción a María yel estudio ue:sum:ll.S.UtlalLO
turas. Si la cultura mediterránea antigua identifica a María con la Iglesia, vidsitudes.alternas y altos y bajos: minimiSmosí·r1",;"t~¡c¡:¡,c;.
considerada en su misióny~n s\1fidelidadja.CristofyencuentrM~n - - <'; - , -~ \
ella
" ; <, ~ -~ , - -; - " j - - - ,'~ -" -
aumentativas. Se intentó incluso convertirla dU'~llJld"
el prototipo de la mujer que se inserta en la historia de modo materno y Piensese,enla tehdencia de un grupo de mujeres "'r<lf'\t=·">«,,,,
responsable, l~ cultura. medieval cqIltemp1~ eIlla VirgeIl.un «sistema de ofr~cíanbollos 3'Maríá;quizá como una alternativa. al
v~lor~s»,j«l?-glmbre deVIla jerarquía civil y religiosa», «la sÍlltesis de to~ y que fueron :estigmatizadas inmediatamente por Ep,üanÍ<:1c:riJ
das
:
hsdymás
- - . /'.,
figuras»6
- ,'." '.
V,- ..por
' -
tanto, unconjJ.mto
- " ->; ,:.' -
de' «autodescripciones
" ". : ", .;
de fralljas marginales de la gran Iglesia;lacualse;Dn~oC~Uoia\
del hombre.IIleclieva1»,7. La llegada d~l~ cultura nlOdyrna,ceIltrada en.el de.mantener~.• Maríá en su condición de criatura;. sin
Q.ompre y nostálgica¡deJa civilizaciónpag:;ma, podría sentirse tentada.a irrumpaien. el esj:mcio,de la trascendencia divina8.,
~ITÍIl~onar a la Madr~deJesús, símbplo de otra ~ult~raj pero, eIlc~~bio,
, ,'''' '-, _ - '_: :' i:, _' J, '" - - ',': - ,:.' J.,
.iSuDsis'te,el·hecho de .que.las reflexiones sobre
hay muchoshumani~tas que la~xaltap.. hasta llamarla dearuyn. waf(ma, contextos~diVersos:;anuncio y.predicación,mistagogia
una.exageraciém ve¡baLque no reniega de los contenidos esenciales del
- ; - :. - -, - - ' ! " _ .: -.' - ~ - -', ,:' _o, - .i ;'- - , - "
mOIlástíea,.esDuelauniversitaria,··Estas reflexiontis se.manitIes
retrato bíblico de la Virgen. Dentro de. lamQdernidad,se suceden el
:-'f,"',:- ,'__ -' : ',',,- _,,',. " " .;! - : ' ,','; ,:,' l' ,; -',,:
un ,vástago.< vigoroso .quearraiga y crece en diversos
vitales; Aunqué desde el medievo hasta nuestros días, .L.~.L'L". LUV .
K. SCHREINER, Vergine, Madre, Regina. I volti di Maria nell'universo cristianó, Roma 1995, XI.
2
. 3 G, RUPALlo[seudónimo],La Vierge cornme«systbnede valeurs»" enD.loGNA-;PlMT-É.
PÁwi<Y=-D. Russó, Mane. Lecultede la Vierge danslá ~oCiéti médiévale, Pans Í996, 5-12: , ... 8 sQr:.~i!511ificati'.'~s)as. d,is,tinciones que Belanninohace a este prolpósiXQ:
4A. GREELEY,' I grandi misten della fede. Un catechisrno.essenziale,. Quéririiána, Brescia ·1978, '13:. rada Vffgeílnoerá Díos,ríO era ángel, sino 'únicamente un ser UU'UG"'V,
5 M. WARNÉR, Sola fra le donne. Mito e culto di Maria Vergine, Palenno 1980, 19. de la misma mortalid.a:dque "todosnosotrosj más aún, y esto es más aUUH"'Ul~ ,1\J,U
6 G. RUPALIO, O.c., 5-12. naturaleza humilde». ZBELLARMINO, ConcioXL: De assumptione beatae
7 K. SCHREINER, o:c., Xv. órmíiá, \T; 2:76f s.' . .
desarrollarouprinéipalmenteien Jauriiv:ersidades,'tales ¡rette)doít1e~i~;U¡;); apatecéiY;~*flP~r~~p,¡~~;tl111~ fQ.rlIU;tS l1¡H~dltaS;: nlOC~ul:án(10~ie;§.e~G11iJ
aparecen como determinadasuniforrilemente;Y"Ilo'se:lirhitan élV'''Ul:LL'''AL~'L: c.:ultural~s,pér;(w~v:anzanclosie;mpre.;$e diría Clue\~c::Olno¡;Jl]¡)(a
escolástieo:surgen siempre de. la:, referenéiaa: laí impuls,ada:por unatdoble ,fuerza hac~aAo
duladas en las diversas' formas.:kerigmátiea, litúrgiea, orante;. conoéiehdocl,lrvas. yretQrnos~Naturalníente; .
dialéctiea .. contentar con haCer;CDnStarunfenómeno; sino que
Se observa igualmente un cambio reiterado del statUs epilst(~ffiiDl€lgte causaS. Surge; pues,elinterrogante:. ¿Cómo .COA"'ll'' 'C:U
de la mariología: se pasa de laEorma narrativa.a la permanencia del fenómeno 'mariano a través de lUi:):;i:).l~~.l",.,
uso de la filosofía platóniea a laadopéióndela lógiea y de: la':!,]rretatí:SlQ! Probablemente la respuesta será de orden ínt:ercüs(:mJ
aristotélicas, de la desconfianza enJa razón dentro del ámbito nllJndli:)l:1i~: tO.María es inexplicable sin el recurso ala
co, ortodoX00 luterahoala máxima confianza en laJógiea humana:;Jd~~·'·", cristiana, pero pueden ser tambiéniluILHllldtlIJl"" .,,'"''1'''
la alabanza a la quaestio y disputa polémiea, del tratar de lauw'J.l.\:nv¡:;lél psicológioas,sociológicas y antropológicas.
insertándola en el curso general de la teología al tratar delatnisma
separado, de la reflexión como fruto :de lamedifaéión a la concepd6n i
éientífica y orgániea..• También. aquí la prioridad encuanto .al desarróllO! 2. María, una figura significativa
de la mariología debe atribuirse a la maneradetratM de ella por y bienhechora
radoy a.las monografías o.estudios diredamentemarianos L'-O'U"":,,uo..Ji:)
siguieridoelhilode la razón teológica, pero sinexdusivismos La impresión de vitalidad se refuerza cuando se comprueba
lógieos ... ejerce una influencia multif0rmeenlas diversas épocas
Varían' también los' contenidos, que; ~manteniendo aseguradoselós sea como' eleme:ntode, confirmación del statu quo, o ble:n;ctorn~
datosdelaBiblia y dela tradición acerca de la Madre de Jesúsencuan~ rriiento.que.seimprimeal mismo, María no se limita a La."La.·L.\va.',._
to a sus prérrogativas básieas- van presentando a una María cada.:vez· deengendrara8risto en lDS fieles, de iluminarlos y de m~lnt:enel
másfunéionalo protagonista,histórica. otipológieai terrenal ü celestiali: su propio ejemplo de fe. ydeentrega. Tampoco desdeña
.revelada o sumida en el misterio, sierva o señora, individual oedesiaMi necesidadesoomo'taumaturga y sanadora,. según aelffiU.eSlTaJ:l.;
En la práctiea, una Maria que cambia como' un tornasol y se transforma; tos que ,se: hallanenlos .santuarios y la renacienteoraci6n.
mostrando aspeétosinéditos,acentúadossegún las cultutasde las diveré" confianzaenJacÍntercesión de María. Abelardo no duda en:
sas áreasgeográficasy.delas épocas históricas. No se evitó fáéilmenteel «a cadaunode nosotrOs nos convienedamaragritosu'.ll,COi:)alL..",~~q
peligro de la unilateralidad enJa presentaéión.de la figura.de Maria. POI dirigiéndpnosª María9¡Sereconoce que· María/ejerce ·la
lo demás, se observa un entrelazamiento trasversal y una coexistenéia. inspiradora de, obras· maestras·.del arte,·' de promotora. de .. la
sincróniea entre las diversas formas asumidas por la. reflexiónmarioló~ de la .muler"dYisintetizadora de talo cual cultura determlnald¡
giea, aunque reivindieando algunas de ellas una prevalenéia durante alecciona~onl de la manera en que cada persona debe
algun?:s épocas; circtmstanéiaque desali~ríta cualquierintento. por sí misma.
dasificar de manera fija y preéisa los diversos estereotipos. ',.
Imprésiona el hecho de Ei vitalida.d de la figura de María, que des, 9 ABELARDO, S~rmo XXVI: In Assumptione Beatae Mariae; PL 178, 545C.
·,,·En:Jú.]jjJHbro~ql.lbrehdge,:}ldmülablemenn;iu:nloÚ!m,ülp!td~n,0ttcias.:his5' ppr.NapoleóIl:iewesas '.' . .' .' .
t6ricasylegenda:dassohlieJla.'VirgenpMariná}WarneF,:;F~fíeJ'e'el?ferV:9l!· segutidad,~Mucllas:veées ;la:sitltervenbiones¡Me¡la Mi:1rg€n:ti
mariano de su. 'infancia enuh cólegio.aatólíc(j,y1Íainbién sué1¡aHia,;CtfCilíf;; eh ehanorrimato'<Jeritnahf erblasley:endas; f.mL·'(;·acll;{;t.a:9f"'Y~el'l?ií,I'a
do, alej ada de ¡ lasJJenséñanzas, de; la;'Iglesia~'se!encuentmcohdágrimªs y entonces Man:~l> semu~strapoderbsay:
en .los ojos en una; visita' suya.aNotre~Dame ;de(Pans¡cÁpesar;desestI<Di
se ve' Gblígada a' reconocer la importancia histórica N cultural de Marͪ;
aunque juzgaqJe se trata deLpasadoyno·delpresenie: 3.
. «La VirgeiiMa'naha inspirado, formas arquitectónicas quefigurari
entre las más: excelsas, versos que se cuentan entre los más conmGV~~
dores, y obras pictóricas quese'hallan entre las más bellasdelmundm
ha llenado a varones y mujeres de gozo y de confianza; y ha sido una
imagen del ideal que ha extasiado a varones y mujeres, inflamandq
en ellos las más nobles émocióIÍes ¿relamor, dE~ lacómpasióh'y d~
temor. Pero la realidad descrita por su mito haJquédado'superada; gl
código moral que comunica se ha quedado vacío»lO.

La historia no cesa de exponer los beneficios dé la figura; de María 3;1dldentidad de. Marfa e inculturaGÍón
en la sociedad en la triple dirección «de la doctrina, delamoral y del
cl.llto»ll, ya¡sea con elpoderuníficadordesl.l patrocinio, o bien con las Unanalisisde las diversas formas quela.lm:lgen C1edJl1lana';al;¡]
instituciones. hospitalarias y caritativas surgidas en su nombre,' oiguaf~ raritedosdiversos siglos,;demuestra quee'sa .~U'UFl,~~~
mente c::ontribl.lyendo al respeto y alaJiberadón de la muj er; Basta con inculturada;esdecir;determinadapGr las culturas que
pensaren ·la obra de' sari Jl.lan Bosco en favor de la juventud como mi~ dOica las,cuales!MCina ofrece; <a:suvez, notables
sión quelehabía sido destinada previamente por Mana, o en la obra diel no nos asombrará el que la cultura, a la par que,la·fe~N
beato Bartolo LQngo en favor de los sectores rriarginadGs de la sociedad; religiosa, influya en la imagen de María, acentuando CUF, ...... LL·VV ••

como son los hijos de las personasencarceladas 12 , súyosJ-verdaderos,·· o·añadiendó· otros aspectos ~ débidosa.·
Con frecuencia, Nuestra Señoraes .. «mílagrosa», interviniendo eh algunas<veces a la fantasÍa~) .
la vida concreta de los cristianos, especialmente en los momentos más 'lc.a~historia;enseñaquehi .inculturacióndela figura'
trágicos, como en tiempo;de.la peste negra b deJa invasión de Italia tesultarsuperficial,;lefl.·la;íne~ida eh que no. afecta alas
cultura,esdecir, delniodo orgánÍCodevivir de un pueb10
10 M. WARNER, O.c., 383. do./Está ¿omprobadó;¡ior,la)histbria el que la cultura IJVfJ··, uu>.",·
11 A. NICOLAS, La Vierge Marie et le plan divin, IV, 388 Y394.
12 CfO. MATIA!, Pompei, en NDM 1122-1129 (ed. it.); S. DE FlORES, Maria nell'esperienza no se .apropia demaIletapfofyn~~laima~enbíblica.de
e negli scritti di Bartolo Lango, en Bartola Lango e il SUD tempo. Atti del convegno storico ... 1982,
Roma 1983, 135-167~ peligro de per}Jetuarétipt()Jierrj·ía~ ip.atianas. o . .
sacfalesn;.I)emarxera"s~rnejáritej;2úandoM:ríácnn;ofrece'~a1uÍlcódígq tanefqa(l;. b~.J ,¡p~Fpi:sabl1<eitQd(). eLN1aghífibat:uo'~.P!
moral asimilabl@eri unaiépaca'determiÍlada, mientraslque:sepr@dilc€ ······eOm9,unai·aprobaciórr.obedien:t~b¡pacienté cre¡l§UlU'¡

utr hy{ltus. entre.·la imagenestereotipada;deiMaría~y Jasexigencüis de ·bocadei t0aría;se .ponen actos dlrlgHlos,,,a.•C;;:¡IIlI:rm:t:1flSJ
los tiempos (por ejemplo;: acerca· deJa iconcepciónde. la mujerJ,efi~ de'modorevolucionario»14;
tonces la figura de María entra en crisis, como sucedió en el período
pos conciliar.
No menos frecuente es el peligro de en[eudaCiondela\1ifgefide Ni~
zaret en módulos particulares y reductivos. Y esto explica las arbitrarias hermenéutica, las inculturaciones
selecciones o acentuaciones de algunos aspectos ,ton, detrimento'&~ espiritual o intelectual con la madre de
otros aspectos no meIlOS importantes.•Por ejemplo, el siglo XVIlcexalt6 de.una focalización de aspectos importantes
la pn~eminencia,1asgrandezas y la condición celestial de . María, perd cristiano;
corrió el riesgo de aislarla y de convertirla en una santa sin semejarrza Si.espredso evitar lamundanización de ,L~ LLS","'~
conlos demás miembros de la Iglesia. En particular, moviéndoseapartif ces ario también eludir la claustración de María en
de la cultura jurídica del tiempo, encontró dificulti:rdes para atribuir a. sagrado, fuera del. flujo. dramático de la
la Virgen el título bíblicode;sietva.del Señor; En cambio, el siglo XVIII Marialis cultus .acerca del·· culto de la Virgen,
insistió en que se precisaran los títulós yen que se moderara el culto reflexión mariológica:
mariano, pero corriendo el peligro de convertir principalmente a María
en un modelo un poco exceSiVari:H~nte abstracto y.a.llsteto, y de' privar ti «La Iglesia, cuando considera la larga Historia
la devoción a María de la afectividad y de la poesía. se alegra al comprobar la continuidad del 'LL'"_"'''.V.'~....,L
En estos casos se ha hecho desarrollar a María una función de «cfr.! vinculaa.los esquemas representativos de la~;.djLversa[s,é:pl
culo vicioso»,por cuanto la referencia. a. ella veníainstrumentalizada les ni a las particulares concepciones
comoseudoconfdrmación, de las actitudes corrientes, mientras que el base; y comprende cómo algunas expresionesde.cuJt@;l
papel de Marí~se debería a ser un papelinnovador y modificadot de la. ,viHidasensímismas, sean menos aptas para personas,
vida (<<círculo virtuoso».): <.a épocas o civilizaciones diversas» (Me 36)~

«En los .relatos [bíblicosl se extraía demás y, al mismo tiempo/de ELpuhto de referencia seguro para juzgar si
menos de lo que tales relatos pretenderían, decir efectivamente; dísfrazaday privada de su verdadera identidad es la '-'v·qucV
. I)e más, es decir, tambiéneLideal social y eclesializado de la mujer, la.revelación.bíblica, donde encontramos algo así ~V'''~~j.L~:
el ideal del laico no~ministro de la: Iglesia, .de .laexistencia eclesial de María, :en.su personalidad yen su
sencillamente [~ .. ]., Pero también de menos; Los relatos bíblicos nos salvación•. En eL María realiza la plenitud de la.respuesta.0
presentan a una María. con notable libertad de iniciativa yespon> propuesta divina. María asume una función prototípica

13Típico sincretismo~ e? el de l~s ~órmulas contrá el mal de ojo en Lllcania, en las que se con- lt.D!WIEDERKEHR, Fondamenti.vitali;en B. SECONDIN~T. GOFFl (eds.)¡
funden elementos dogmancos y maglCOS. CfE. DE MARTlNo; Sud e magia, Milán 19723,.14-16... Esperienza-Sisternatica-Proiezioni, Brescia 1989, 326-327.
la antropología,{bjístiana~des~~rel'~sel1timieF1tódejla;fe"á,laglotificación un'álcan<1e.mu~hó111.ªs;va~to;hasta incluÍF :~hla ""'-,"'I-<Ál'....."
0iad~scristianosanóntm<Vs;{Rahner);3A IVI:;¡m:lSIC'{H1~"'\
escatalógiea¡,Más'aúrl,; .Mar!ro'cles4e;,;1ª<ailllncié1Gi6n:Jtrascü~ndeJa.~ers~
cbmo~tipo:de.la; Iglesiarsino también.cbmo l1:1emb t0':e] 1

pectiva del pueblo de:;Isr¡;rel.:edilclusbde la jIgle~iª~ar~frepres~nrat el 11·

modelo de la perfecta unión con Dios, qtie.es:loqueanhelan i todas;las pliacomdnidad mesián:idFeilracterizada "nhlt(;:¡v:jl~¡;¡
religiones (cf MD 3). a;losdeseos: diviti0S.'·'.'
'Eléuartoaconteéimientonoamplía, smo:qlue;it~
10scónfinesdeJa' fe, que no debe t:ll~H_'Ua.LYH'~.0+~!
3.2. IdeniídaddeMaría las que hay que recoriocerla'
;y ampliación defronieras La misión de la Iglesia no tiende a "U".l-LL"U"
sino que consiste en una misión vi€st;>illJitJ!J
Es conocido el hecho de que «el cristianismo ha trazado varias. veces sierva; del Señor y. que :vive la
de nuevo sus fronteras» 15, yen ninguna de ellas; está co;..;implicada la mina toda .invasión de· poderes e invita 'a la
figura de María; de la.gracüI.
·El primer desafío adoptaao pon:H cristianismo primitivo. está repre~ Finalmente, un quinto reajuste de 'Gontines0s~~~lre
sentádo poda decisión de no encerrarse dentro de los confines deL j u. . conéiliarque afirmaique.la Iglesia.de;.\.:..<L.L"l-'u,
daísmo, sino de abrir el anuncio de Jesús más allá delasfronterasétnicas¡ tolica>~,aunquese'encuéntran fuera de ella~.,,· nULU'-''''
«La ampliación de la circunferencia del grupo condujo a la reinvención santificaciony deverdad»(LG 8) .La ll~'..uCl.U'-·
de ;sli'propia identidad», en elsen:tidü de que el cristianismo se .convirtió camenfe:aJa Iglesia.católicaj sinOique
en.universaLPor tanto, la figura de; María pudo emigTardelcóntexto delos'cuales pueden apropiarse cuantos cn~erL~eJa:l¡;l;;F~~'V
judeocristianoa lacult'ura helenística, asumiendo universalidad y mayor
influencia histórico.-:salvífica.· ; .
Elsegundo desplazamiento de. fronteras no es de orden espacial, sino 4.> > María yJos desafíos del·futúro·
temporaL De la expectación apocalíptica del retomo inminente del Se.~
ñor se pasó a la consolidación de las:estructuraseclesialesválidas para Una tarea de nuestra época consiste en n0echar. a'l1,ef~fell~
un pefíodo más amplio: el cristianismo se va convirtiendo cada vez más dejos' siglos fpasados;¡ comenzando de cero, sino en
en Jglesiai con la organización de los carismas y de los ministerios. En el ámbitos;: métodos' y; contenidos ya
ámbito.delaIglesiase des<zubre a María . como colmada de gracia; y de campo;máriano¡ Valorados con discernimiento; t:"\J"j(;tH1UJ

carismáshastarelpurtto de personificarla tipológicamente. junto~.wládos caducos, fruto de una inculruración


Una'tercera ampliación; de horizontes se produce con el descubri~ siva'.múchoselementós sitrlos cuales el
j. ,

miento de que la Iglesia no .se identifica con. el reino de Dios,. que. tiene Gomo;:escasoíe·.inmaduro.
)~LLa~sucesiónJhistóriGa de los estereotipos
15 O. BEOzzo-E WILFRED, Artículo editorial del número de abril de Concilium 35 (1999)
rnentoactualofrece valiosas lecciones paraque no se
203 •. Todo el fascículo·. está deditado al tema: TrasgreSión de fronteras: ¿surgimiento de nuevas paia~strÜcturar un modelo veidadefament~ adecwldo •. '.
entidades? .
bíblicasübre María,yadácliltura' ·denuestratiempo. s'$omslanecesidad
de no 'perdereleontácto,cóhlaBiblia.paiájflóteeael' !en.una·matiolbgía
racionalparaesctiturÍstica~¡la.exigerH±iade la;.coniur1tÓb..con<eh pueblo enltodo.el:arcú)·dela.teüI6gía;;
para comprender el senSus·fidei ateréadeMaría:y;;evitar éstérilesdisqui: Nunc;ha sido.fácil.estructurar·un discurso 11. l(:HJl~L"J¡::'L,,<~
siciones carentes de contenidos salvíficos y vitalesj·elreéonociniiento 10stiempos'yfieLa larev;elación bíblica. NoJo. será
deja primacía axiológica.deJa lógiCa divina revdada,'sinrenunciara la Pero tal' vez la. ventaj a detener a.nuestrasespaldas¡veinte
inteligencia humana ordenadora y descubridora del significado de María peñO: reflexivo .acerca de Maríapodríáayudara
y. evitando .asÍ el caer· en el positivismo manológico; el compromiso de y pordefetto. El:haber llegado a.un momento én el;<IG:\ue~J(
vivir según el Espíritu y en identificación con Maríatipo dela Iglesia y el dCloiniciadopor Suárez~Nigido; ofrece la OC¡lsíém{pa;F
de la nueva criatura, de modoiquesellegueacierta connaturalidadcon «palingenesia» ~8 de larnariología, .llamada a .rellla(oer como
María; una vida «en estrechísima unión»'cori las personas deL propio paradójica lógica divina, que en María se' pone de.m:anlllesJ;
tiempo, a fin de «penetrar perfectamente. en su fomia de pensar .y. de minara las. personas por. senderos de la Sabiduría
sentir, que se expresan por medio de la cultura» (OS 62), porque sólo la única capaz de asegurarles un futuro en la comunidad.
así podrá ofrecerse .unamariologíainculturada. la Jerusalén celestial.
A¿tualmentelasdostrayedorias que hay que;recorrer sonIa histórico' Por lo demás, el futuro se presenta como muy
salvíficay la: cultural. Laprimemimplica un adecuado. conocimiento de y.tolerante. Superada la interpretación ilustrada de la
la teología bíblica, iquenosólo .inserte a María en la' historia de. la salva' avance de la antorcha de la razón que disipa las LHL.L\..l.JLU"

ción, sino que además ayude a verlaJógicadivina que.se manifiesta en conduce a la felicidad universal, se ve ahora más de 1\ JL llL<1L".'

los acontecimientos bíblicos como concentrada en Máría«microhistoria mundo como «un gran campo de batalla de todos contra
de la salvación». La segunda trayectoria exige la encamación de la figura a
se exprésó uno de los filósofos del pasado» uan Pablo Ir);
de la Madre de Jesús en las actuales culturas pertinentes a las Iglesias '. Es la interpretación bíblica de la historia como drama, .
desde fecha antigua y a las Gultu'ia.s jóvenesyqueapatecen.en América continua entte las fuerzas del bien y las del mal. Desde el
Latina, en África, en Asia ... , con los problemas epistemológicos, filosó, el Apocalipsis, este drama implica a tres personajes re(lrel'.erJlÚl
ficos.y hermeriéúticosqueesasculturas.Uevan consigo. colectividades enteras: por una parte La Mujer y el
En Occidente se observa la exigencia. de quesepresente.lamariología parte la. serpiente o el dragón. Se encuentran en lucha sin
con ropaje científico, teniéndose" en cuenta el carnbio experimentado que la suerte está decretada ah aetemo en el plan divino de
en eLhorizonte cultural; esto .implicaría .«la sistematicidadrigurosa, la que constituye la trama secreta de la historia: el Padre U\..'.-LU'V
estructuta comunicativa· y [: •. ]; la tensión operativa» 16•• A otros les parece en Cristo y en el Espíritu a los seres humanos COl1Vírtí~!ndlol()s:\~
que lo que interesa no ese! sistema, sino más bien una relación expe;.. suyos(Ef 1,4~5) yen la «Bendita entre las mujeres» que nos.
riencial vivida litúrgicamente, como en las Iglesias orientales hermanas. señal de que la bendición triunfará sobre la maldición (RM
«La mariología.esJa teología del futuro, liberada de la interferencia del
17 V. IvÁNov, Dconografía de/la Madre di Dio, en La Madonna a Mosca e a
16 C. MOLARl, Razionalita scientifica e razionali~teologica a confronto, en Rasegna di teologia Balsamo 1992,35,
31(1990)42: . '. ' . ' '. ..¡ " . • . • •••
18 CfS. DE FlORES, Palingenesi della mariología, enMar 55 (1990) 201-209,
visión::acivierte,~ fesmari<Dlog@sqüe;n#se:"tetir~ntle lcfhist()"t1a;paratel~p
bnrár:uFla mari01ogíaaelidémiea\iSiti0qll.e·se>msertén~~en;lá"hlst0tta:'Pail1;
neutralizar las fuerzas del mal yelevar la calidadde;}a::Vida;islguiéndd.a
Criste,h6mbre~n:ueve,y a' María asedada:~a;él;cdmó, nueva;E~a:¡ ;~) ;"1
"Las aparídenes de:Fátim'á; cen éhíltime ~secrete revelade.eneláñ0
2000, ayudan acentemplaren'el mismo sentide' eh}.esarrellóde lá rustGH
ría; Permanece la visión del. Ángel incendiane del munde,neutralizauq
per el esplender, de la Mujer vestida del seLSemárcHahacia¡tiempp~
tiágicespara la. Iglesia y para el munde, durante les cuales no es~ lídto
baja! la guardia; pero lavicteríaestá decretada a favbrdé Jesús redentqr;
a quien hay 'que aceger cen dispenibilídad ycempremisomadurado'en; M;YV., Maria eil sUb n.otne¡iltinerario storitcHe@logico;
la·. libertad y en el amer;siguiende ·el··ejemple deMaría,prímer frute ¡dé cesa: Marie, París 1980).
laredención~
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n~ú;s~t:oli XIX.::XX,én De cultuinárianosaeculis xrX:-2Q(j
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"'I,;Ro1.1:iae; 199t,g.::n}II discorso mariologicó nellastoria
, c;;ePERBTIo'(éd¡), Lamáiiologia rtelfórganizzazione delle
" :,i 'llOiatfani emetocW;Atti
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'und/Er6f:rímigkeit;erl' WBEINERT~H. PETRI (ed.) ,
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cimento aoggi. Itinerari. rr¡{¡iiarÍi~iaue ~illeriiii,lV, Centro di cultura ULO'LL.C!.d·· mariológici,m:ariani intematioIlalis Gáesárallgusta.1eza:nt
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irnpostaziOtieee'iÍteii»;;.encE¡;.!?EREtié¡(ea.) , UtmariOlogiamell'orgah izzc1zione /'

. delledisCiplineteologiche; 89;139;· laBeata NerginejM4r:ianél~Concilio Va~ Indice


ticailO ~ II.GrÓnistoriadel,c4pitolo' VIIUlella¿ostitú4;ione rdogrftaticd.« turnen
gentium» e sinossiditutte le redazioni, Roma2004:,c')
TOURÓNE, lamariología veinticinCo añósdespués;&ICünc.ilio;,en Verdad y Vida
48(1990) 331~373.

Presentación ....................................................................... .
Abreviaturas .............................................. ~ ...................... ! ••

lNrRODUCCIÓN .
María, «sistema de valores»
en las fases culturales de dos milenios

Reseña de historias de la mariología .............. ;; ..... .


2. MatíacOri1o «puntó de tefetenda» de las épocas ,.,.. ,'It-í,.l'f:<;>;IP
2.1. Los Padres: la Theotokos, garantía del misterio
.la'lglesia, .••........ ,......... ;;.;; . :.• ¡,: .¡¡..... ;. :.1. ,'j • •••••••••••• ;
2.2. La Edad media: María, «sistema de valores» .
2.3;>Épocamodema: María, símbolo del catolidsIílO.; .
2.4.Épocaposmodema:~ María; tipoantrópológico L~LO"8.,S1~.:n..~
Estructura de la obra·.;;................... :.. ;,;, .... ;...... ;.... ,... ,.. .
3 .1.:Una íhistoria 'segúrtlos paradigrtlq.sculturales .............
3.2. Una historia en perspectiva·smctórticaydiacrórtica ..:' .'
l3. Una historia de la mariología en sentido amplio .......... ;
PruMERA' PARTE
MARÍA EN LA CULTURA MEDITERRÁNEA
María Virgen. y Mddre;pt()t(tgonisfu'
(Siglo 1-604) y bendita por>UJs;síglos")
1. Cultura mediterránea ............................................................. .
1. Los Apócrifos de la
1.1. Una civilización cosmopolita ........................................ ..
2. Los Apócrifos de la UOifInlCl~Jn.
1.2. María, mujer mediterránea ............................................ .
2.1.
2. Mesoparadigmas o sub culturas mediterráneas ....................... .
2.1. La cultura judía ............................................................. ..
2.2. La cultura árabe ............................................................ ..
3.'
2.3. La cultura helenística .................................................. ..
3. Microparadigmas o tipos de enfoque de la figura de María en
la cultura mediterránea .......................................................... .

CAPÍTULO 1
MODELO BÍBLICO HISTÓRlCO-SALVÍFICO 1.
María, Madre y sierva del Señor,' digna de alabanza en la Iglesia
1.2.
1. Modelo narrativo histórico-salvífico ..................................... .. 69 1.3.
1.1. PablQ y el esquema paradójico del envío ;..................... .. 1.4,
1.2. Marcos yel relato de la presencia de María en la predi- 2/
caciónde Jesús:.;............................................................... .
1.3 .. Mateo y el relato midrásico:-haggádico del nacimiento
de Jesús .. ! ••• ; ••• , ............... ·•••• ; •••·••• ; ••••••••••••• ; ........ ;.; •••••• ;, ••••••••
1.4. Lucasy la persona de María en los relatos deJa infancia.
CAPÍTULO IV
1,5; Juan y la identidad teológica de la Madre de Jesús.; ..... ,.
MARÍA THEOTOKOS
2. Modelopoético-doxológico del «Magníficat» .... ,................... .
Inculturación helenística de la madre deJ
3, Modelo simbólico. del Apocalipsis: la mujer vestidá del sol .. ..
4; Relieves a modo de conclusión ................. ,..... ;., .................... .
y La maternidad en el área mediterránea .............. ..
752

1.1. La exaltación de la tlii~~~mMa~l)~ .................................... .


iC.AÍ'ÍTUL01:vJ]
1.2. El culto a la:diosamad:r~F:~.;;;~ .. ,;~~~;.¡;;;•••j ...•........•..........•
MODELOCULTIJAL~ICONOG~F~C9
2. María «Tl;leQtolc~s~* . en lps.;fq.(hesd~ .la,: I~l~s!3..:., ,'H!h;........... .
María en el; cultocristidna¡~'en:Ja: .
3. La «Theotokos» en elconG:iliocle~f~sQ'(431) ....................... .

1. Culto e iconografía de las diosas;m,Idres1e.fl3;eli.


2. Origen y desarrollo del.culto a·J.vJ:,aVL<x••.......
. 2.1. Tes timonios epigráficos e ico l1'o'e:rátí.e<1s I

María, siempre virgen 2.2. Primeras plegarias DOloulare:s¡a,Ma1iÍa::~;t,


2.3. La entrada de María en la ULlUJ;:;J.a. •••
1. La virginidad en el mundo antiguo., .. ~.¡ ....... c•••.•••••••••••••••••••••• 2.4. Desviaciones del.cultomarian<D:.~ "'<>J:J'U.I.'L

2. La virginidad de María en los siglos II;III.....•.......................... Padres ....• ;; •• ;....... ;;, ...;;...;...... ;;;¡;:~.! ';¡.¡·.¡U".:,
3. Monografías marianas sobre la virginidad de María (a finales 3 .. Los iconos marianos y.el ~<hóros»del"'~Jn:vJ..u
del siglo IV) ................... :.........;; ... ~,~ ... ~; ..................................... . (787)
3.1. «La perla», ...• ~ ..•....••.;...... '. .•".~ .............................................. .
3.2. «Carta a los árabes», de Epifan.io ................................... .
3.3. «Contra Elvidio», de Jerónimo ..................... ;................. 153 CONCLUSIÓN. Impacto de_la figura ,de, Mana_:~njlél: ""(JI'LUJe,,

3 . 4. Mq.ría, siempre virgen: en.eLconcilio de Letrán (649).:..... 15~ ca y helenística .......................................................... ':
4 .. María,modelp <:le las vírgene.s •. ··· ...:, .. f.;, ............................ ~~ ••••••. 155
: 4.1. Originalidad de la. elección. cristiana .......•. ,.•...•....•.........
4,2. lv1q.ría, inipiadora y. modelo de virginidad .,•...•....•. ,........ , SEGUNDA PARTE

5. «La virginigad de santa :Mapa en cQ}J.tra de. quienes la niegan»,


de IldefonsQ de Toledo (t 667) .......... ,••.• ,.. ~...••.:.: .•. ;................ .

1.\ Notas de. la cultura medievaL.;; .... :......¡.'..·.;.......;.i


CAPÍTULO VI 1.1. Verticalidad ............................................... ;.¡,.!.¡.;,;';~¡.~!~,
MODELO POÉTICO 1.2 .. Jerarquización.; ..... ;; .. ,.............. ;..... ;..... ,¡~¡ ... ;;.. ) ••
Estupor religioso ante el mistenóde la Virgen Madre 1.3. Amor cortés ....,.:.\;;; .• .'; ....... ;............';.'.:••. ;·; .. .
/ 2. María en el Oriente. cristiano .... ;.............. ;.; .. ,...... ;...
1. Area siríaca.....•••.......•.........•.... ;;;;.;;,.•. :........ ;; ...:;.¡ .•• ; ..... ,.! ••••••••••.••• 3. María en el medievo occidental ............................... ..
2. Área latina .............................................................................. 168
3. Área griega ................. ;............................. ;; .......... ;..•. ;... ;... ,.... 170
GAPÍMoWH
MODELO CAROLINGIO.
Mana,figuravertebradora'enelsistema cristiano

L María y la perpetuidad de la dinastía carolingia::... ;....;......... .


2: La figura de María emerge en el espacio teológico.:~;.;.; .... ;~;;.:. 1. El apogeo de la cultura medieval en
2.1. La Madre de Dios yelresurgir deladopcionismo~ ........ L 2. María en la teología de Tomás de
2.2. El debate sobre la virginidad de María. en elparto ......... .
2.3. Inmaculada Concepción ............•. ;•. ;......................... ~ ..... .
2.4 .. Asunción de María .•....•........ :................................ " ..... ;;.
3'; María y la conquista del tiempo litúrgico y devocional ..... ,... .
3.1. La misa de Santa María· en sábado ......•.... :••.... :.. ,.........•. Mana milagrosa, entre la eS{;lzrztual~wa¡ay
3.2.. Homilías carolingias ....................................................... .
4. María en los espacios arquitectónicos y en la iconografía ...... . í: La cultura de la.baja Edad media
4.1. La dedicación de iglesias a María .................................. . de
2. María en el otoño la Edad media .... ~ ..............,:.; . ".
4.2. La nueva iconografía mariana .................................... 1•••• 2.1. Objeto de contemplación y deoración ....... ::.
2.2. Objeto de predicación y veneración .................. .

CAPÍTULO IX
MODELO DE LA TEOLOGÍA MONÁSTICA LAS CONCLUSIONES Y SUS PUNT?S DE RELIEVE ..... , ................. ;'
Mana, mediadora misericordiosa entre Cristo y la Iglesia

1. Teología orante y laudatoria ................................................... . TERCERA PARTE


1.1. «Preces adsanctam Mariam»; ........:..., .•. ;;¡.................. i •.. MARÍA EN LA CULTURA MODERNj\j
1.2. «Mariale» ............................................................. ;.......... . (1492~ 1989)
2. Homilética litúrgica inculturadaen el feudalismo .. ;............. ..
3. Debate acerca de la santidad primordial de María ............... .. 1. La modernidad .................. ;...................................... ..
4. Protagonismo salvífico de María en los «miracula» ............... . 1.1 .. Notas distintivas ....... ~
¡ ................ ...................... .

1.2. Par~bola evolutiva..... ;.................. ·····¡··········~···~./..•


2. Maríáen la cultura moderna ...................... ·........ ·........ •
Pdgs.

2.1. La imagen humanis!ªg~~Mag-ªS..................................... 295. 2. María en el universo Dalrroco;; .....


2.2. Nuestra Señ,or9-e,Il;eLBarro~9;;~: ..7.:~;.:~;¡\;'....................... 297
2.1. María conquista eL tiempo; los,eSpal2tlos:y la~¡.ige
2.3. María ala.luz de lClrazQn!"'f';';";":':'~":')"i~i~'~"""""""" 2.2, María gana espacioen'la teología:.;;l'~;;;:.;..·.·.f:l,...·,.••• il

2.4. María en el siglo XIX, elsiglotoIIl~ntico ...................... ..


2.3. María ocupa un. puesto de relieve
2.5 María en el siglo XX ....... ,..................................... ;........ .
2.4. :Maríallenacon.su presencia la·(~SlDil1itiUá.
3. A modo de síntesis ........:......... ;............... " .. ,:ú ..•.•. ,.}."".ii.,¡.,.~..• ,l
2.5. Influencia de. la cultura barroca. sobré
3. Conclusión
CAPÍTULO XlI
MODELO RENACENTISTA
María,. Nuestra. Señora y. dearum mq;Xirna»

1. Recuperación de los clásicos y de la dignidadd~l hombre .... ..


2. María en la cultura humanista ............................................... .
2.1. Erasmo y la purificación defculto ma~ia~o .. :.:......'.;...: .. .. 1.Cultura,ilustrada;;.;;;................ ;:.¡· •.•;;.;;.;.. .i;¡'.;;.;;;.d;
2.2. La poesía latina y la incultura.dón humanis~a de M~ria ...' 1.1. Caracteres de JaIlustración ........ ;.. '
1.2 .. Tipo antropológico del siglo XVIII ... ;;.;;;;
2,;' Inculturación ilustrada de. María.• ¡ ..... ;;.; .... ;,;;;).¡¡;;;¡ •••
CAPÍTULoXIll 2.1. Rechazo teológico de la Ilustración y I.l'-Li"O'Cvu.""",
MODELO LUTERANO~PROTESTANTE imagen barroca ................................................ ;..•
María en la «th~ologia crucis>; 2.2. Una María seria y amonestadora:............. :....... .
2.3. Una devoción comedida y sobriá.: ....................... ; .
1. Martín Lutero (t 1546) ......................................................... .. 2.4. Reformas yreacciones,especiaHnente
2. Zuinglio (t 1531) y Calvino (f 15645 ................................... .. 2.5. El nacimiento del mes mariano ...................... ,.. .
3. Juan Ecolampadió (t1531) ................................................... .. 2.6.. El fenómeno de las imágenes de Nuestra.
..; ... :.mueven los. ojos ..................................... ;·.. ;;.;;.;,.;;,;;.."
J;"l El.encuentro,de.las. culturas barroca, crítica y IJVIJU,""+;,.,
CAPÍTULO XIV Luis ,María de Montfort (t 1716) yen
MODELO BARROCO Ligorio.(t 1787) .¡ ••• ;.; .... :;; •• : ....... ;;.............;.; .... .
María, glorificada y objeto de estudio sistemático 3 ..1. El ~<Tratado de la verdadera devoción aMaría,
.de Montfort .................................... ;.;; .. ;.;;;:.;; .... '.
1. Cultura barroca ..................................................................... .. 3;2" $<Las.glorias de María», de san AlfonsoMíl'de
2.1. El hombre, entre lalHbértad1'llos\
2.2. Del protagonismo
3. María en la cliltutadel
3.1. Modelo
1. . Cultura del siglo XIX, entre la restauración, eLroÍnantiCismo 3,2.
y ellibetalismo ..... ,.....•.•...... i ••••• ¡ •• ~.¡ •• ~ ••• ,.; •••••• ;·•• ·•• •••••••••.•••• ¡¡ ••••¿•. 3.3.
1.1. Empeño restaurador .................................. ,........~ .... l •• ~·;¡ •.. 3.1. Nuestra Señora,inveIldÓfi
1.2. Romanticismo ................................................................. 3:5 .
1.3. Catolicismo liberal ........................................................ ..
2. La imagen de María durante el sigloXIX.............................. ..
2.1. María privilegiada:Ja Irtmaculada Concepción ............ ..
2.2. María, protagonista de Ia salvación............................... ..
2.3. Transfiguración romántica de María .............................. . María, histórico~salvífica, icÓiicdy.
2.4. Cultura de la restauración y culto mariano ..... :.. ,( ..... ;¡; ••
2.5. Crítica contra el sentimiento y aperturas liberales en el 1. María histórico~salvífica· .. ·.. ·~ .. ·.. ,·¡~·i;;;·· .. ·;··;¡,¡;~··,·
campo mariano ................. i ............ ¡.;•..•• "•• ; •.• ~ ••...•.••...... ;. 2.
2.6. Culto mariano y compromiso social.............. :........... :...'. . 3. María ecuménica

XVII .
CAPÍTIJLO CAPÍTIJLO XIX.
MARÍA EN EL SIGLO XX MODELO DE LA RECUPERAG:IÓN

Entre la libertad y el totalitarismo María espiritual, popular, .estética.0.

1. El sigloinllominable .....·.... ;·................ ;......, .... ;i.;·,.; ............ ; ...... . 1.; María, persona abierta al Espíritu ............. ;.¡ .. ~·~;,iii·,é;;;¡;•• ,:,;¡J
1.1. «Siglo breve»....................................... ¡.;;.¡.:;., ...... , .......... . 2;,. Santa María.del pueblo.;...;............ ,....... ;,.:.. ;;.;.;; .•;;~ ..
1.2. «Siglo innominable» ........................... ;.. ;........ :.............. . María,.esplendor de la Iglesia ......... ;... ;•. ,: .•;.; .. ¡;.;; .....
1.3. «Siglode la decadencia» ,.... ,......... ,;; ........... :..... ;... :..... :..
lA. «Siglo del ecocidio» o deIa antiecología ... r: ..... ;........... .
1.5 ...«Siglo de Iasprofecías de Fátima» ...... ;.................... ;.... :.
1.6. «Siglo de los mártires» ................................................. ..
2. Cultura del siglo XX ...................... ;........................ ;.............. ..
,··fCAi>ínJIJó'::~t}5m::;l,j/f;)h
MODELQ HIST6RIco~sALVÍmG<;). JI:'.;").t\:ru~Vl,Ld"\lJ.W.

María, humanizada, liber;qdb!a,si~() •.


del Di()s cercano y ant?cE?;sgrCJ,
1. Figura histórico, salvífié:adeMll:tí:a).~.:.;~;;~~... /¡¡~~¡~~••"
1. María humanizada ................................................................... 2. María, microhistoria de la
2, María, recuperada P\lraJ~fetninidad ... :....... ,.:...........;... :.t.:.......
3.. Mujer profética y liberadora .............. 0; ............. :', .......,:.... ; ..... .
4. María, signo del Dios cer~ano ... :................................... :....... ..
5. María, ascendiente africana .................................................. .. MARIOLOGÍA SEGÚNLI\
Una belle.za que lleq¿q

CONCLUSIÓN .............................
"
: ..... : ..............................................
" ' ., ;
501 1{)" María,. <~belleza que muestra a1. mistetimª~
2; Lavíaic,ónica de labelleza ................................·. ·.·.·.... N •••.•

3. María, llena de valores, «potencialmente» apta


CUARTAPARTE'
el gozo estético ...................................................... ;.
MARÍA EN LA CULTURA POSMODERNA
3.1. La belleza: intuici6hlítica, poteÁtialidadde
(1989~Comienzosdel tercer müenI())'
misterio ............. .'•......... ;·.......i •• ·.;.;}¡.~······ .. •• ••••
3.2. María, suma de valores qllesuscitaembción
1. La posmodemidad ................................................................. ..
4. A modo de conclusión ............................... ;............,.
1.1. Coyuntura culturaT:.:.•;............. ~ ..................................... ..
1.2. El ser humarroposmodemo ........................................... .
2. Mariología posmodema .. .... '...... '..........
~ .................
' '. . ...................................
'.' • -.
2.1. Abandono del predominio racional y adopción de vías
alternativas .................. ).... ;;. .................. .'.... :.; ....¿; ... ; .... ;.... 521;
2.2. Pensamiento débil y «kénosis» de Cristo ydeMaría· •.: ..·.•. 52l~
2.3. María y la antropología relacional ......... :.... ;... ,;.: .. ;....:;;,} . 52¿%:
l;.:} Camino de la .teología narrativa .............!¡ ......,.;•• ;,;~~;.ii~i:·;;t
2.4. Ampliación ecuménica de los horizontes marianos ...... ..
2. I-Iaciaunamariología narrativa/narrante .......... ..
2.5. Neoconservadurismo y la cuestión de la mediación
2.1. Experiencia de María y lenguaje narrativo
mariana ......................................................................... ..
2.2. «María, una persona de la que hay que narrar»
2.6. Proyección hacia el futuro del mundo .......................... ..
2;3. La figura narrativa de María de Nazaret ............ .
767: - Mit1'ílil.síntesisde valorés

Págs.

CAPÍnJL<:)jXXV1,:;':'
2.4. María de Nazaret itt:p'¿ispectivá.~narrante/narrativa...... 574 ','.D,::;'::'·'

MODELOKEN@TI<i:ü;:V
3. Conclusión .. ;... ~;,,'.; .•....... ~;;;:.......,:••. ;.¡••',; ••••••• +;;, ••• ::.................. 577
, María,madré,déla:debilidad

CAPÍTULO XXIV 1. Debilitación de Dios en el aconteciÍl:Üento de


MARIOLOGÍA INTERDISCIPLINAR:
2. María y la perspectiva kenótica¡;;-:;t)f¡/~::;~.. ~ ......
María en perspectiva de globalidad 2.1. María, madre de la Ut:IJlti'Ui:H:l:.\Wt;::;""H1)\;'~¡¡
2.2. Ética de la ternurafemeninlliy:u'.C.,:l,d.LliJlU
1. Teoría general de los sistemaseinterdisciplinariedad ........... .. 579 3.
2. Interdisciplinariedad en mariología; .......... :.; .......................... . 582
3. Realizaciones mariológicas 'interdisciplinares ......................... . 586
3.1. La madre de Emmanuel .................................................. 587
3.2., El anuncio aMaríá;.,., ......... ;... ,;:;.~ ..~ ......... ;...................... 593
4. Conclusión .... :~
0'0 ••••••••••' •••••••••••••••••••••' •••• : . : •••••••:••• :.:••• ••• : ; . . . . . . . . . . . .'.' 598
María, persona esencialmente relacionaL ................
CAPÍTULO ,XXV María, persona. relacional, .paradigma :;d:es'la.:i
MODELO ESPIRITUAL
trinitaria ........ ~ ............................... .'..... :.~;.~.:, ..~~l );',/¡.,¡
••

María, mujermísticd 2.1., María, icono del misterio de la Trinidad;


2.2. María, paradigma antropológico~trinitariQ ...... ~~.
1. La aparici§n de la «espiritualidad mariana» ........................... .
1.1. Aclaraciones teológicas .................................................. . 603
1.2. Exposición sistemáticJa"....................................................
" ,,'. ' : .'l. . 606 CAPÍTULO XXVIII
MODELO MISTAGóorc;;O,,'.
2. Presencia de María y experiencia mística ............................... . 612
2.1. Presencia'prteumáticade María'......................................
c,. >..,'.: 613 María. educadora
2.2. María en la mística cristiana ...........................................
3. Puntos de relieve como conclusión ... ;...... ;.•.;.; .. :........ ;; .... :....... 1. María,en el proceso educativode}esús ... ;...:; ... ;;;-¡•• ;-¡¡
101. La transmisión, de madre a hijo, del patrimonio.
y cultural de IsraeL. ................. ¡ .......... ; .. ;;";~¡
1.2. ¡Transición de madre a discípula............ ;.. ;...~;:;;.
María"madre mistagoga del pueblocristiano.:;.¡;:,~.:.¡
Págs.

2.1. María, educadO'raIded3.'Iglésia ••,::L ............ ,......... ,........ . 2.3. La mediación mariana y la cultura cO'lltempOl
2.2. María, mistagO'gadelpueblO'deIDios .............................. . 3. CO'nclusión
3. PuntO's de relieve cO'mO'¿O'nclusióh";¡ •.. ,~';'¡¡:¡~"""""""""""""

,CAPÍTULO ,XXIX
. . ENFOQUE ECUMÉNICO E' INTERRELIGIOSO
María, verdad. noseparante
1. El JubileO' del añO' 2000, amplia
1. María en el designiO' de DiO's y en la cO'munión de lO's santO's.
1.1. Hacia una acO'gida de María en el mundO' ecuménicO' .. . 2.
1.2. El dO'cumentO' mariano del GrupO' de DO'mbes .............. . 3.
1.3. María, «una hermO'sR claridad»en el cielO' brumO'sO' de
las divisiO'nes ..'.. ;;; •.. ·.;¡ ••••••••• ; ••••• ;' •••••:••• ;;.• l •••••••• •••: ••••••••••••••• 4. Una imagen «agO'nal» de
2. María en relación cO'n el judaísmO', el islam y las religiO'nes
mundiales ..................•........ .'..... ¡ •••••• ; ••• ;;~ •••••••• • ·••••• ~ •••••• ~ •••••••• ;; •• ri
2.1. María,· hija:de Sión.....·.. ~ .. ;....... i ..•......•... ; ..• ; •........ ;; ........•. EpÍLOGO

2.2.. María, mO'delO' del islam ................................. ,......•....~ .... , PRESENCIA DE MARÍA EN LA HISTORIA

2.3. María y las religiO'nes mundiales ...............'......•.... ~ ........•. Un balance

1. María, un fenómenO' permanente .......................... :


CAPÍTULO XXX 2. María, una figura significativa y bienhechO'ra ...... .
ENFOQUE PROMOTOR 3. María, identidad en el cambiO' .............................. .
María «mediatrix,advocata, coredemptrix»: 3.1. Identidad de María e inculturación .......... ..
¿un quinto dogmd? 3.2. Identidad de María y ampliación de frO'nteras.
4. María y lO's desafíO's del futuro ............................... :..
1. MO'vimientO' en EstadO's Unidbs en favO'r del quintO' dO'gma
mariano. ;.:;:•.....:...• ! ••'.: •...'.•.•.•.... .'; .... ;...,.¡.;.;.; ..•.. '.••• :.:;.¡;.••.•• ;.¡ •••••••••. BibliO'grafía ............................................... ;...................... ;¡
,
2: PresupuestO's para una definición ......... ;...... ;..• ·... ;.; •...·............. . Indlce:':""~" . ,;","', .•. "'' ' .............................................•.......•.......•...•

2.1. El ampliO' cO'ntextO' de la acción del DiO's UnO' y TrinO' .. .


2.2. La misión de la Iglesia.; .............•. ;..... ;;.....• ,; .•...• ;........ ;" ..

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