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Índice
Presentación 1
1. El conocimiento de las convenciones temporales es esencial para concebir el tiempo 2
2. El dominio de las unidades y medidas del tiempo es indispensable para avanzar en la
comprensión del tiempo histórico. 4
3. Cualquier dinámica de enseñanza-aprendizaje de la historia exige trabajar a partir de las
fuentes del pasado 5
4. Las fuentes primarias son idóneas para fundamentar la enseñanza-aprendizaje de la
historia en una perspectiva científica. 6
5. Las fuentes secundarias nos ofrecen información sintética y elaborada sobre el pasado 7
6. El trabajo sobre el patrimonio nos conecta con el pasado y permite la observación
objetiva y el desarrollo de métodos de análisis histórico. 9
7. El conocimiento científico del pasado debe basarse en la utilización de fuentes sometidas
a juicio crítico. 10
8. La causalidad histórica es uno de los conceptos estructurantes de la historia. 11
9. La empatía histórica es necesaria para entender los límites y condicionamientos de
personas de otro tiempo 12
10. La simulación y los juegos de simulación son útiles para vivir y comprender el pasado.13
11. Los saberes de la historia deben socializarse a partir de técnicas de comunicación,
didáctica y difusión. 15
12. La historia es el conocimiento científico del pasado. 16
Epílogo. Historia, nuevas tecnologías y revolución didáctica. 17
Presentación
La tercera idea clave aborda la noción de que el conocimiento del pasado se obtiene
a través de fuentes, que pueden clasificarse en primarias y secundarias. Se destaca
la importancia de identificar y analizar estas fuentes, que van desde objetos y restos
hasta escritos y testimonios, para construir una comprensión rigurosa de la historia.
Este capítulo explora la importancia del dominio de las unidades y medidas del
tiempo para desarrollar una comprensión profunda del tiempo histórico. Se destaca
que el uso de unidades temporales implica un entrenamiento sistemático, crucial
para el éxito en la vida cotidiana y el progreso en la apreciación del tiempo histórico.
Este entrenamiento debe reflejarse explícitamente en los sistemas formales de
enseñanza-aprendizaje.
El capítulo explora cómo los ritmos naturales, como el día y la noche, las estaciones
del año y las fases de la Luna, contribuyen al reconocimiento intuitivo de unidades
temporales desde la infancia. Además, las actividades cotidianas y las convenciones
sociales ayudan a estructurar conceptos de duraciones temporales, incluso cuando
no tienen un referente natural.
Se aborda la importancia del reloj como una herramienta esencial para medir
unidades de tiempo más pequeñas, como horas y minutos. Se menciona la
evolución de las tecnologías de medición del tiempo, desde los relojes de manecillas
hasta los digitales, y se destaca la importancia de dominar la lectura del reloj para
estructurar el pensamiento temporal.
Carla Ribes Nicolau
El texto explora las diferentes formas de percepción del tiempo, distinguiendo entre
el tiempo vivido, percibido y concebido. Se destaca cómo los niños desarrollan el
pensamiento formal o concreto durante la etapa infantil y la primaria, centrándose en
unidades del tiempo vivido como horas, días, meses y años.
Finalmente, se menciona la historia oral como una fuente singular, donde los
recuerdos y vivencias de las personas se convierten en fuentes históricas primarias.
Se discuten métodos como entrevistas y cuestionarios para recopilar y analizar esta
información. También se sugiere la recopilación de historias familiares como una
práctica enriquecedora.
directos. El texto enfatiza que, aunque los historiadores suelen generar fuentes
secundarias, estas no son necesariamente menos válidas que las fuentes primarias,
ya que ofrecen reflexiones y síntesis fundamentadas en diversas perspectivas.
Además, se aborda el cine histórico como una fuente secundaria, señalando que las
películas, aunque creadas desde la perspectiva del presente, pueden ofrecer
representaciones visuales valiosas del pasado. La narrativa explora cómo el cine
histórico puede ser una herramienta efectiva para enseñar historia, siempre y
cuando se considere la calidad y fidelidad de su representación.
En resumen, el quinto capítulo ofrece una visión detallada y reflexiva sobre las
fuentes secundarias, resaltando su valor en la comprensión histórica y
proporcionando pautas para su uso crítico en la educación.
El sexto capítulo destaca la importancia del contacto directo con las evidencias del pasado
como parte fundamental de la investigación y la vivencia de la historia. Se enfoca en el
patrimonio como una fuente básica de conocimiento histórico, subrayando que el acceso al
pasado no solo implica un proceso intelectual y científico, sino también una conexión
emocional y vivencial.
Se argumenta que la historia se aprende no solo a través del razonamiento, sino también
mediante la vivencia y el contacto con el patrimonio. Se resalta la dificultad de interiorizar o
imaginar el pasado sin explorar, tocar o vivir en persona los espacios que fueron testigos de
eventos históricos específicos. Se considera que esta actividad no es simplemente
complementaria, sino que juega un papel determinante en el proceso de aprendizaje
histórico.
El capítulo aboga por salir del aula y experimentar la historia en primera persona, sugiriendo
que gran parte del conocimiento histórico se adquiere fuera de las clases tradicionales. Se
mencionan ejemplos de cómo los alumnos aprenden y viven la historia en grandes museos,
espacios patrimoniales, monumentos y centros de interpretación. Se destaca que estos
lugares están propiciando auténticos procesos de revolución didáctica, transformando la
manera en que se enseña y se aprende historia.
Además, se diferencia entre causas, motivos y decisiones, destacando que mientras las
causas son razones colectivas, los motivos afectan a nivel individual. Se ilustra esto con
ejemplos como el caso de Thomas A. Edison y la Revolución Soviética.
El sentimiento de las cosas se aborda en relación con la educación infantil y los primeros
cursos de primaria. Se destaca la capacidad de los niños para atribuir sensaciones y
emociones a objetos y personas, lo cual sirve como un primer paso hacia la empatía. Se
propone trabajar con la percepción animista de los niños y niñas, fomentando una cultura de
respeto hacia los seres vivos y la conservación de objetos.
El texto resalta que el juego, en sus diversas formas, ha sido utilizado a lo largo de la
historia como una estrategia de enseñanza y aprendizaje, desde la educación infantil hasta
la universitaria. Se menciona la Teoría de juegos desarrollada por John von Neumann y
Oskar Morgenstern en 1945 como un ejemplo de cómo el juego ha influido en
planteamientos científicos y tecnológicos.
En el contexto educativo, se explora cómo los juegos y simulaciones pueden ser utilizados
para transmitir roles sociales, simular situaciones históricas y facilitar la comprensión de
conceptos adquiridos a través de la educación formal e informal. Se destaca el papel del
profesor en garantizar la veracidad de las propuestas y guiar a los alumnos en la correlación
de diversos aspectos de la vida cotidiana.
Se detallan los pasos del método científico aplicados al aula de historia, desde la detección
y formulación del problema hasta la comunicación de los resultados de la investigación. Se
enfatiza la importancia de la autenticación y contrastación de fuentes de información, la
verificación de hipótesis y la presentación de conclusiones. Se concluye resaltando la
relevancia de la socialización del conocimiento generado, proponiendo diversas formas
creativas de comunicar los resultados de la investigación.
Se señala que, hasta el momento, explicar y comprender objetos históricos como ruinas,
cuadros, máquinas, ideas, etc., requería la recopilación de documentos, reproducciones,
murales y visitas a archivos y bibliotecas. Sin embargo, con el avance tecnológico,
especialmente en entornos de conocimiento 2.0, se destaca la capacidad de simplificar el
despliegue del método de descubrimiento. Se menciona la relevancia de los dispositivos
nómadas, como smartphones y tablets, que permiten acceder a diversos repertorios
documentales en la red.