Está en la página 1de 18

Carla Ribes Nicolau

Reseña del Libro "12 Ideas Clave. Enseñar y Aprender Historia"


por Feliu Torruella, M. y Hernàndez Cardona, F. X. (2011)

Índice
Presentación 1
1. El conocimiento de las convenciones temporales es esencial para concebir el tiempo 2
2. El dominio de las unidades y medidas del tiempo es indispensable para avanzar en la
comprensión del tiempo histórico. 4
3. Cualquier dinámica de enseñanza-aprendizaje de la historia exige trabajar a partir de las
fuentes del pasado 5
4. Las fuentes primarias son idóneas para fundamentar la enseñanza-aprendizaje de la
historia en una perspectiva científica. 6
5. Las fuentes secundarias nos ofrecen información sintética y elaborada sobre el pasado 7
6. El trabajo sobre el patrimonio nos conecta con el pasado y permite la observación
objetiva y el desarrollo de métodos de análisis histórico. 9
7. El conocimiento científico del pasado debe basarse en la utilización de fuentes sometidas
a juicio crítico. 10
8. La causalidad histórica es uno de los conceptos estructurantes de la historia. 11
9. La empatía histórica es necesaria para entender los límites y condicionamientos de
personas de otro tiempo 12
10. La simulación y los juegos de simulación son útiles para vivir y comprender el pasado.13
11. Los saberes de la historia deben socializarse a partir de técnicas de comunicación,
didáctica y difusión. 15
12. La historia es el conocimiento científico del pasado. 16
Epílogo. Historia, nuevas tecnologías y revolución didáctica. 17

Presentación

El libro "12 Ideas Clave. Enseñar y Aprender Historia" aborda cuestiones


fundamentales relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje de la historia. A lo
largo de sus páginas, los autores exploran diversas temáticas, proporcionando ideas
clave para responder preguntas esenciales sobre cómo orientarse en el tiempo,
medir el tiempo histórico, y cómo conocer el pasado a través de fuentes.
Carla Ribes Nicolau

La primera idea clave destaca la importancia de comprender las categorías,


nociones y convenciones temporales comunes para ubicarse correctamente en el
tiempo. Se enfatiza en adquirir un vocabulario específico y sistemático que refleje el
conocimiento de conceptos temporales, como sucesión, posición en el tiempo,
reversibilidad, simultaneidad, continuidad y cambio.

La segunda idea clave se centra en la importancia de dominar las unidades y


medidas del tiempo para abordar tanto la vida cotidiana como la comprensión del
tiempo histórico. Desde las horas y días hasta los siglos y milenios, se destaca la
necesidad de un adiestramiento sistemático, incluyendo el manejo de relojes y
calendarios.

La tercera idea clave aborda la noción de que el conocimiento del pasado se obtiene
a través de fuentes, que pueden clasificarse en primarias y secundarias. Se destaca
la importancia de identificar y analizar estas fuentes, que van desde objetos y restos
hasta escritos y testimonios, para construir una comprensión rigurosa de la historia.

Las ideas claves siguientes profundizan en la distinción entre fuentes primarias y


secundarias, destacando su utilidad en la enseñanza y aprendizaje de la historia. Se
enfatiza la importancia de la empatía histórica, que permite ponerse en el lugar de
personas del pasado para comprender mejor sus perspectivas.

Además, se explora el papel del juego y la simulación en la adquisición de


conocimientos históricos, así como la necesidad de organizar, sintetizar y comunicar
la información histórica de manera clara y efectiva.

La última idea clave resalta la importancia de aplicar el método científico en el aula


para enseñar y aprender historia. Se subraya que la historia como ciencia
proporciona la única garantía objetiva para conocer el pasado, evitando narrativas
ideológicas y promoviendo un enfoque crítico y humanista.

1. El conocimiento de las convenciones temporales es esencial para


concebir el tiempo

El primer capítulo del texto aborda la esencialidad del entendimiento de las


convenciones temporales para concebir el tiempo. Destacando la necesidad de
Carla Ribes Nicolau

adquirir conocimientos y prácticas relacionadas con categorías, nociones y


convenciones temporales comunes, el capítulo explora la complejidad del tiempo a
través de conceptos clave como sucesión, simultaneidad, reversibilidad, continuidad
y cambio.

El texto resalta la interconexión entre el tiempo y las actividades humanas,


subrayando la importancia de la sucesión de eventos y la relación entre pasado,
presente y futuro. Además, enfatiza la percepción individual del tiempo como una
herramienta crucial para situarse en el entorno social.

La reseña también aborda la aproximación al tiempo y a la historia, señalando que


la percepción del tiempo y del tiempo histórico no se desarrolla de manera lineal,
sino que está influenciada por la educación y la enseñanza. La historia se presenta
como una herramienta para entender y explicar el presente, y se destaca la
necesidad de una aproximación curricular a los conceptos de tiempo y tiempo
histórico en la educación.

La propuesta de Jean Piaget sobre la relación entre el dominio de las estructuras


cronológicas y el desarrollo del pensamiento abstracto se menciona en el contexto
del aprendizaje de conceptos temporales. Conceptos clave como sucesión,
reversibilidad, simultaneidad, continuidad y cambio se presentan como elementos
esenciales para la enseñanza y el aprendizaje de la historia.

El texto profundiza en la sucesión en el tiempo, destacando la importancia de


trabajar la noción de secuencia temporal desde la vida cotidiana en etapas
tempranas hasta casos históricos en etapas posteriores. Se enfoca en la necesidad
de comprender y ubicar fenómenos en el pasado, presente y futuro, y sugiere
trabajar la prospectiva como un aspecto fundamental de la historia.

La dificultad de comprender la simultaneidad y la importancia de observar


fenómenos que ocurren al mismo tiempo se destacan como prácticas esenciales
para comprender la historia. La reflexión sobre la continuidad y el cambio, tanto en
términos concretos como abstractos, se presenta como una herramienta clave para
construir el pensamiento temporal en la vida cotidiana y en la historia.
Carla Ribes Nicolau

El capítulo concluye con orientaciones específicas para la educación infantil y


primaria, proporcionando sugerencias para actividades que involucran la ordenación
de secuencias, la identificación de acciones simultáneas y la detección de cambios y
continuidades.

2. El dominio de las unidades y medidas del tiempo es indispensable


para avanzar en la comprensión del tiempo histórico.

Este capítulo explora la importancia del dominio de las unidades y medidas del
tiempo para desarrollar una comprensión profunda del tiempo histórico. Se destaca
que el uso de unidades temporales implica un entrenamiento sistemático, crucial
para el éxito en la vida cotidiana y el progreso en la apreciación del tiempo histórico.
Este entrenamiento debe reflejarse explícitamente en los sistemas formales de
enseñanza-aprendizaje.

La aproximación al tiempo se presenta como un desafío complejo debido a la


subjetividad de las duraciones. La experiencia individual y la naturaleza de las
actividades afectan la percepción del tiempo, lo que subraya la necesidad de
establecer duraciones más objetivas. Las unidades temporales se han desarrollado
a lo largo de la evolución humana, primero en relación con las referencias naturales
y luego a través de máquinas de medir el tiempo. La Historia, como disciplina
científica, depende de instrumentos de medición precisos y conocidos.

El capítulo explora cómo los ritmos naturales, como el día y la noche, las estaciones
del año y las fases de la Luna, contribuyen al reconocimiento intuitivo de unidades
temporales desde la infancia. Además, las actividades cotidianas y las convenciones
sociales ayudan a estructurar conceptos de duraciones temporales, incluso cuando
no tienen un referente natural.

Se aborda la importancia del reloj como una herramienta esencial para medir
unidades de tiempo más pequeñas, como horas y minutos. Se menciona la
evolución de las tecnologías de medición del tiempo, desde los relojes de manecillas
hasta los digitales, y se destaca la importancia de dominar la lectura del reloj para
estructurar el pensamiento temporal.
Carla Ribes Nicolau

El calendario también se presenta como una máquina fundamental para medir el


tiempo, y se enfatiza la importancia de entender las convenciones en la
denominación de años, siglos y milenios. Se señala que el dominio del calendario se
logra mediante la experiencia empírica e intuitiva, y se menciona la necesidad de
comprender conceptos como "antes de Cristo" y "después de Cristo".

El texto explora las diferentes formas de percepción del tiempo, distinguiendo entre
el tiempo vivido, percibido y concebido. Se destaca cómo los niños desarrollan el
pensamiento formal o concreto durante la etapa infantil y la primaria, centrándose en
unidades del tiempo vivido como horas, días, meses y años.

La representación gráfica del tiempo, a través de frisos cronológicos, se presenta


como una herramienta valiosa para comprender la duración de diversas magnitudes
temporales. Finalmente, se proporcionan orientaciones específicas para la
educación infantil y primaria, como asociar ritmos naturales a unidades temporales,
iniciar la lectura del reloj y comprender conceptos como días, semanas y meses.

3. Cualquier dinámica de enseñanza-aprendizaje de la historia exige


trabajar a partir de las fuentes del pasado

El tercer capítulo aborda la importancia de trabajar con fuentes en la


enseñanza-aprendizaje de la historia. Se destaca que conocemos el pasado a
través de diversos tipos de fuentes, como objetos, restos, escritos, testimonios, y
estudios. Las fuentes se clasifican según si son coetáneas de los hechos, su
naturaleza o el tipo de información que proporcionan.

Se subraya la relevancia del pasado en nuestra vida cotidiana, ya que condiciona


nuestra cosmovisión y existencia. La historia, como ciencia que estudia el pasado,
se presenta como una herramienta para comprender y liberarse de la influencia del
pasado en nuestras vidas.

Se aborda el concepto de patrimonio, que puede ser tangible o intangible, y su


carácter dinámico, sujeto a cambios en función de los valores y percepciones de la
Carla Ribes Nicolau

sociedad. Se destaca el papel del entorno patrimonial como un conjunto de fuentes


históricas que facilitan el diálogo, la comprensión y el estudio de la historia.

Se profundiza en las evidencias del pasado, clasificándolas en fuentes coetáneas


(primarias) y posteriores (secundarias). Se resalta la importancia de distinguir entre
ambas en el proceso de enseñanza-aprendizaje para desarrollar un enfoque
científico de la historia.

El texto también explora la naturaleza de las fuentes, dividiéndolas en materiales,


textuales, iconográficas y cartográficas. Se enfatiza la importancia de clasificar las
fuentes según su naturaleza e independientemente de su temporalidad.

Finalmente, se aborda la clasificación de las fuentes según el tipo de información


que proporcionan. Se ejemplifica cómo distintas fuentes pueden ofrecer información
sobre aspectos económicos, sociales, artísticos, tecnológicos y de vida cotidiana.

En la propuesta práctica para la educación infantil y primer ciclo de primaria, se


sugiere una actividad donde los estudiantes observan e interrogan objetos
cotidianos para extraer información y aprender a clasificar fuentes. Para el segundo
y tercer ciclo de educación primaria, se propone la realización de un mercado donde
los alumnos aportan objetos y documentos para clasificar según su soporte o el tipo
de información que proporcionan. La actividad busca fomentar el contacto directo
con las fuentes y estimular el aprendizaje de la clasificación.

4. Las fuentes primarias son idóneas para fundamentar la


enseñanza-aprendizaje de la historia en una perspectiva científica.

El cuarto capítulo aborda la importancia de las fuentes primarias en la enseñanza de


la historia desde una perspectiva científica. Se destaca que las fuentes primarias, al
ser coetáneas de los hechos que explican y constituir evidencias directas, son
fundamentales para el aprendizaje histórico. El texto proporciona un análisis
detallado de diversas categorías de fuentes primarias, incluyendo fuentes
objetuales, arquitecturales, arqueológicas, textuales, iconográficas, cartográficas,
cinéticas y artísticas.
Carla Ribes Nicolau

El autor resalta la relevancia metodológica de las fuentes primarias para introducir a


los estudiantes en la lógica científica de la historia. Se menciona que el trabajo con
fuentes objetuales, como objetos históricos, puede ser implementado de diversas
maneras, incluso a través de maletas con reproducciones o mediante la creación de
museos virtuales. Además, se aborda la importancia de estudiar construcciones y
edificaciones desde una perspectiva primaria, analizando sus usos, funciones y
contextos espacio-temporales.

El texto también destaca el papel crucial de las fuentes arqueológicas y textuales,


proporcionando ejemplos de cómo interpretar y analizar estos tipos de fuentes. Se
hace especial hincapié en la necesidad de contextualizar los objetos arqueológicos
para comprender su significado histórico.

Además, se aborda la importancia de las fuentes iconográficas y cartográficas, así


como la necesidad de desarrollar habilidades críticas al analizar documentos
históricos, como periódicos. Se destaca que las fuentes cinéticas primarias, como
documentos visuales y producciones audiovisuales, pueden ofrecer una percepción
única de la historia.

Finalmente, se menciona la historia oral como una fuente singular, donde los
recuerdos y vivencias de las personas se convierten en fuentes históricas primarias.
Se discuten métodos como entrevistas y cuestionarios para recopilar y analizar esta
información. También se sugiere la recopilación de historias familiares como una
práctica enriquecedora.

En resumen, el capítulo aborda de manera exhaustiva la importancia de las fuentes


primarias en la enseñanza de la historia, proporcionando orientaciones prácticas y
ejemplos concretos para su aplicación en diferentes niveles educativos.

5. Las fuentes secundarias nos ofrecen información sintética y


elaborada sobre el pasado

En el quinto capítulo, se profundiza en el análisis de las fuentes secundarias y su


papel en la comprensión del pasado. Destacando la importancia de estas fuentes,
que son creadas después de los eventos por autores que no fueron testigos
Carla Ribes Nicolau

directos. El texto enfatiza que, aunque los historiadores suelen generar fuentes
secundarias, estas no son necesariamente menos válidas que las fuentes primarias,
ya que ofrecen reflexiones y síntesis fundamentadas en diversas perspectivas.

Se explora la variedad de fuentes secundarias, como estudios, investigaciones, y


obras documentadas que pueden proporcionar información rápida y fiable sobre
eventos históricos. Sin embargo, se advierte sobre posibles sesgos ideológicos
presentes en estas fuentes, subrayando la importancia de abordarlas con un
pensamiento crítico.

El capítulo aborda también el papel de la cartografía, mapas y atlas como fuentes


secundarias, destacando su utilidad para comprender la geografía histórica. Se
resalta cómo los mapas contemporáneos y antiguos ofrecen información no solo
geográfica sino también histórica, revelando cambios en la topografía y la influencia
de culturas pasadas.

La narrativa continúa explorando las cronologías como herramientas valiosas que


proporcionan una visión simplificada y seleccionada de eventos históricos. Se
sugiere que las cronologías comparadas son especialmente útiles para comprender
simultáneamente lo que ocurría en diferentes lugares y sociedades.

El capítulo amplía su alcance hacia las narrativas de ficción, incluyendo novelas,


cuentos y leyendas, argumentando que estas formas de relato pueden motivar el
interés por la historia, especialmente desde una edad temprana. Se destaca la
utilidad de estos relatos para imaginar y conceptualizar el pasado.

Además, se aborda el cine histórico como una fuente secundaria, señalando que las
películas, aunque creadas desde la perspectiva del presente, pueden ofrecer
representaciones visuales valiosas del pasado. La narrativa explora cómo el cine
histórico puede ser una herramienta efectiva para enseñar historia, siempre y
cuando se considere la calidad y fidelidad de su representación.

Finalmente, el capítulo introduce el concepto de reconstrucciones hipotéticas como


un medio para visualizar y comprender aspectos del pasado que han perdido su
contexto original. Se destaca la importancia de estas reconstrucciones, ya sean
Carla Ribes Nicolau

icónicas o virtuales, para ayudar a los estudiantes a imaginar y comprender mejor


los elementos históricos.

En resumen, el quinto capítulo ofrece una visión detallada y reflexiva sobre las
fuentes secundarias, resaltando su valor en la comprensión histórica y
proporcionando pautas para su uso crítico en la educación.

6. El trabajo sobre el patrimonio nos conecta con el pasado y permite


la observación objetiva y el desarrollo de métodos de análisis
histórico.

El sexto capítulo destaca la importancia del contacto directo con las evidencias del pasado
como parte fundamental de la investigación y la vivencia de la historia. Se enfoca en el
patrimonio como una fuente básica de conocimiento histórico, subrayando que el acceso al
pasado no solo implica un proceso intelectual y científico, sino también una conexión
emocional y vivencial.

Se argumenta que la historia se aprende no solo a través del razonamiento, sino también
mediante la vivencia y el contacto con el patrimonio. Se resalta la dificultad de interiorizar o
imaginar el pasado sin explorar, tocar o vivir en persona los espacios que fueron testigos de
eventos históricos específicos. Se considera que esta actividad no es simplemente
complementaria, sino que juega un papel determinante en el proceso de aprendizaje
histórico.

El capítulo aboga por salir del aula y experimentar la historia en primera persona, sugiriendo
que gran parte del conocimiento histórico se adquiere fuera de las clases tradicionales. Se
mencionan ejemplos de cómo los alumnos aprenden y viven la historia en grandes museos,
espacios patrimoniales, monumentos y centros de interpretación. Se destaca que estos
lugares están propiciando auténticos procesos de revolución didáctica, transformando la
manera en que se enseña y se aprende historia.

Se explora la relación entre valores y patrimonio, señalando que la contemplación y el


disfrute del patrimonio pueden sumergirnos en experiencias estéticas, emocionales y
vivenciales que van más allá de la racionalidad científica. Además, se destaca el papel
cívico y educativo de las discusiones sobre la conservación del patrimonio y sus usos.
Carla Ribes Nicolau

El capítulo también aborda la interpretación del paisaje, destacando la importancia de


desarrollar competencias para analizar y comprender los paisajes históricos. Se mencionan
tres tipos básicos de paisajes: naturales, rurales o agropecuarios, y antrópicos. Se enfatiza
la necesidad de adquirir competencias para la lectura de paisajes y la identificación de
elementos históricos en ellos.

Además, se introduce el papel de los museos y espacios patrimoniales como contenedores


de fuentes primarias, y se discute la relevancia de las excavaciones arqueológicas
simuladas como una forma de aproximación a las técnicas arqueológicas.

El capítulo concluye destacando la importancia de la tecnología, como los Sistemas de


Información Geográfica (SIG), la telefonía móvil y otros artefactos portables, en el estudio y
la enseñanza de la historia. Se señala que estos dispositivos están llamados a jugar un
papel cada vez más importante en los procesos didácticos, facilitando el acceso a la
información histórica y ofreciendo nuevas posibilidades para la enseñanza y el aprendizaje
de la historia.

7. El conocimiento científico del pasado debe basarse en la


utilización de fuentes sometidas a juicio crítico.
En el séptimo capítulo, el autor destaca la importancia de someter a juicio crítico las fuentes
que constituyen el conocimiento científico del pasado. Se enfoca en la idea de que cualquier
información elaborada por humanos, incluso la del pasado, debe ser tratada con
escepticismo y examinada para determinar su fiabilidad.

Se aborda la subjetividad de las fuentes, destacando que la información puede ser


influenciada por emociones, sesgos y puntos de vista personales. Se establece la diferencia
entre fuentes objetivas, como los restos arqueológicos, y fuentes subjetivas, como
memorias y relatos escritos, que pueden estar sesgadas.

El texto resalta la importancia de analizar la memoria humana como fuente primaria,


reconociendo su selectividad y falta de precisión en la reconstrucción de hechos pasados.
Se subraya que la memoria puede ser afectada por la distancia en el tiempo y la tendencia
a olvidar aspectos desagradables.

La perspectiva y los puntos de vista también se presentan como elementos subjetivos en la


interpretación de los hechos históricos. Se ilustra cómo diferentes personas pueden percibir
un mismo evento de manera distinta según su posición o predisposición. Además, se
Carla Ribes Nicolau

aborda la carga ideológica y cómo las creencias y filiaciones pueden influir en la


interpretación de la información.

Se destaca la posibilidad de tergiversación y mentira en las fuentes, especialmente cuando


hay intereses en juego. El contraste de fuentes se presenta como una práctica esencial para
evaluar la fiabilidad de la información, identificar errores y entender los posibles motivos
detrás de las diferentes versiones.

El capítulo concluye resaltando la naturaleza evanescente de las fuentes históricas y la


provisionalidad de las conclusiones. Se enfatiza que la historia, al no ser una ciencia
experimental, implica formulación de hipótesis y conclusiones siempre sujetas a revisión con
la adquisición de nuevos métodos de investigación o fuentes.

En el ámbito educativo, se ofrecen orientaciones para enseñar a los estudiantes a ser


conscientes de la subjetividad de las fuentes, comenzando desde la educación infantil hasta
la secundaria, fomentando el contraste de puntos de vista y la construcción gradual de
habilidades críticas.

En resumen, el séptimo capítulo proporciona una visión profunda sobre la importancia de la


crítica de las fuentes históricas, destacando la necesidad de abordar la subjetividad, la
ideología y la diversidad de perspectivas al estudiar el pasado.

8. La causalidad histórica es uno de los conceptos estructurantes de


la historia.
El octavo capítulo aborda el concepto central de causalidad histórica, destacando su papel
fundamental en la comprensión y estudio de la historia. El texto resalta la idea de que cada
hecho o situación histórica tiene sus causas y, a su vez, genera consecuencias,
estableciendo así una secuencia de acciones y resultados en el devenir humano.

Se destaca la importancia de reconocer e identificar la causalidad histórica desde las etapas


tempranas de la educación, considerándola una competencia esencial. Además, se sugiere
contrastar situaciones de causalidad con teorías como la del caos y la evolución de
sistemas complejos, señalando que las sociedades históricas complejas a menudo
reaccionan de manera imprevisible frente a variables que desestabilizan sistemas
complejos.

La reseña aborda la relación entre causa y efecto, introduciendo la idea de predictibilidad en


la historia. Se menciona que entender las relaciones causa-efecto permite prever ciertos
Carla Ribes Nicolau

acontecimientos, aunque se reconoce que el futuro es en gran medida impredecible. Se


enfatiza la importancia de la prospectiva, es decir, la capacidad de anticipar futuros a partir
del análisis del presente.

El texto sugiere abordar la enseñanza de la causalidad histórica desde la infancia, utilizando


ejemplos y situaciones cotidianas para desarrollar la comprensión de las relaciones de
causa y efecto. Se destaca la necesidad de trabajar con cadenas de causas y efectos,
introduciendo progresivamente situaciones más complejas y contextualmente históricas.

La complejidad de las relaciones de causa-efecto se aborda, señalando que sobre un hecho


histórico inciden múltiples causas, ya sean inmediatas, lejanas, directas o indirectas. Se
ejemplifica con el descubrimiento de América, mostrando cómo diversas causas
contribuyeron al éxito de la expedición de Colón.

Además, se diferencia entre causas, motivos y decisiones, destacando que mientras las
causas son razones colectivas, los motivos afectan a nivel individual. Se ilustra esto con
ejemplos como el caso de Thomas A. Edison y la Revolución Soviética.

La reseña concluye abordando la noción de ucronías, invitando a reflexionar sobre cómo


eventos históricos podrían haberse desarrollado de manera diferente. Se destaca su utilidad
educativa para fomentar el pensamiento divergente y el juicio crítico.

En resumen, el octavo capítulo proporciona una perspectiva integral sobre la causalidad


histórica, abordando su complejidad, su relación con la predicción y la importancia de
enseñarla desde las etapas iniciales de la educación.

9. La empatía histórica es necesaria para entender los límites y


condicionamientos de personas de otro tiempo
El noveno capítulo explora el concepto de empatía histórica como una herramienta esencial
para comprender los límites y condicionamientos de las personas de otros tiempos. La
premisa fundamental es que la empatía histórica nos permite sumergirnos en el pasado,
recreando actividades en condiciones similares a las de épocas anteriores y adoptando
actitudes empáticas para comprender los puntos de vista de aquellos que vivieron en
distintas circunstancias.

La importancia de la empatía se destaca como una competencia esencial, especialmente en


la construcción de una sociedad más justa basada en el diálogo y la democracia. El texto
Carla Ribes Nicolau

enfatiza la necesidad de descentrarse del propio punto de vista y aprender a mirar y


entender desde las perspectivas de otros, una habilidad valiosa en la vida cotidiana.

El sentimiento de las cosas se aborda en relación con la educación infantil y los primeros
cursos de primaria. Se destaca la capacidad de los niños para atribuir sensaciones y
emociones a objetos y personas, lo cual sirve como un primer paso hacia la empatía. Se
propone trabajar con la percepción animista de los niños y niñas, fomentando una cultura de
respeto hacia los seres vivos y la conservación de objetos.

La dificultad de ponerse en el punto de vista de personas del pasado se reconoce, pero se


argumenta que vale la pena realizar ejercicios en este sentido, siempre con precauciones y
proporcionando información sobre los valores y cosmovisiones de la época en cuestión.

Las dramatizaciones y recreaciones históricas se presentan como estrategias para fomentar


la empatía histórica. Se destaca la importancia de la documentación y la precisión para
evitar anacronismos en estas actividades. También se mencionan los procesos, como la
recreación de actividades tecnológicas importantes en la historia, como una forma de
aproximarse al pasado de manera empática.

El método de proyectos y el re-enactment se presentan como enfoques prácticos para


involucrar a los estudiantes en la construcción de artefactos y la recreación de actividades
de épocas pasadas. Se reconoce que estas actividades no pueden generalizarse a todo el
grupo clase, pero su existencia en un centro educativo se plantea como algo didáctico y útil
para la comunidad.

En resumen, el noveno capítulo aborda la empatía histórica desde diversas perspectivas,


destacando la importancia de vivir la historia mediante la recreación de experiencias y la
adopción de puntos de vista de personas de otros tiempos. Se enfatiza la necesidad de
precaución y rigor en estas actividades, pero se valora su impacto positivo en el aprendizaje
de la historia.

10. La simulación y los juegos de simulación son útiles para vivir y


comprender el pasado.

El décimo capítulo aborda el tema de la simulación y los juegos de simulación como


herramientas valiosas para vivir y comprender diversos aspectos del pasado. Se destaca la
importancia del juego como una forma natural de aprendizaje, y se menciona la propuesta
Carla Ribes Nicolau

de Hunga (1972) de denominar a los humanos "Ham Luders" en reconocimiento de su


capacidad lúdica.

El texto resalta que el juego, en sus diversas formas, ha sido utilizado a lo largo de la
historia como una estrategia de enseñanza y aprendizaje, desde la educación infantil hasta
la universitaria. Se menciona la Teoría de juegos desarrollada por John von Neumann y
Oskar Morgenstern en 1945 como un ejemplo de cómo el juego ha influido en
planteamientos científicos y tecnológicos.

En el contexto educativo, se explora cómo los juegos y simulaciones pueden ser utilizados
para transmitir roles sociales, simular situaciones históricas y facilitar la comprensión de
conceptos adquiridos a través de la educación formal e informal. Se destaca el papel del
profesor en garantizar la veracidad de las propuestas y guiar a los alumnos en la correlación
de diversos aspectos de la vida cotidiana.

Además, se aborda la importancia de los juegos de construcción en la formación de los


niños, permitiéndoles conocer, evocar y repensar la realidad a través de elementos a
pequeña escala. La construcción de maquetas y modelos se presenta como una estrategia
efectiva para aproximarse al pasado.

Se explora también el desarrollo de juegos de mesa basados en estrategias, espacios y


movimientos, desde el ajedrez hasta juegos basados en hechos históricos. El texto destaca
la evolución de los juegos de simulación y su aplicación en el aula, ya sea utilizando juegos
existentes en el mercado o diseñando actividades específicas según las necesidades de los
alumnos.

Se discute la irrupción de los juegos informáticos y su variedad, desde los clásicos de


Arcade hasta los diseñados para PC y consolas, vinculados a contextos históricos. Aunque
se reconoce su aportación, se señalan las dificultades para su aplicación masiva en las
aulas, especialmente debido a la dimensión individual de las computadoras.

Finalmente, se plantean algunos problemas y perspectivas en el uso de juegos y


simulaciones históricas en el aula, destacando la necesidad de reflexionar sobre cómo
profundizar y reorientar estas estrategias como herramientas clave para hacer comprensible
el pasado.
Carla Ribes Nicolau

11. Los saberes de la historia deben socializarse a partir de técnicas


de comunicación, didáctica y difusión.

El undécimo capítulo aborda la importancia de socializar los conocimientos históricos a


través de técnicas de comunicación, didáctica y difusión. Se destaca la necesidad de
organizar, sintetizar y comunicar los saberes generados por la investigación y el trabajo
histórico de los alumnos de primaria y secundaria. El capítulo se centra en diversos
métodos y herramientas que facilitan la obtención, organización y presentación de la
información histórica, haciendo hincapié en la importancia de desarrollar competencias en
este sentido.

Principales puntos del capítulo:

1. Organización de la información: Se subraya la complejidad de los procesos de obtención


y organización de la información histórica. Se destaca la importancia de tratar, organizar y
archivar adecuadamente los datos recopilados para evitar que la información sea
inmanejable.

2. Cuestionarios y entrevistas: Se describen los cuestionarios y las entrevistas como


herramientas fundamentales para obtener información de personas, especialmente en la
investigación histórica. Se diferencia entre cuestionarios cerrados y entrevistas abiertas,
destacando sus aplicaciones y ventajas.

3. Gráficas: Se explora la traducción de datos obtenidos mediante cuestionarios en gráficas,


como la gráfica de barras, histograma, gráficas de sectores, diagramas de línea y
cartogramas. Se enfatiza en la importancia de representar visualmente la información para
facilitar su comprensión.

4. Ficheros: Se menciona la evolución de los métodos tradicionales de elaboración de fichas


hacia el uso de tecnología digital. Se destaca la importancia de familiarizarse con
herramientas como escáner, fotografía, OCR, programas de dibujo, organización de
archivos y acceso a fuentes en bibliotecas virtuales.

5. Informes, resúmenes y síntesis: Se resalta la necesidad de concebir informes y trabajos


de síntesis en una perspectiva de hipertexto, aprovechando las posibilidades que brinda la
informática para la construcción acumulativa de textos.
Carla Ribes Nicolau

6. Iconografía: Se explora la importancia de la iconografía en la comunicación de resultados


de investigación histórica, haciendo hincapié en la capacidad de los estudiantes para utilizar
programas de diseño gráfico y expresarse visualmente.

7. Cartografía y SIG: Se destaca la importancia de la cartografía y los Sistemas de


Información Geográfica (SIG) en la comunicación de resultados de investigación,
subrayando su capacidad para representar espacios estudiados de manera precisa.

8. Posibilidades diversas: Se mencionan diversas formas de comunicar los saberes


aprendidos en historia, como la creación de páginas web, blogs, exposiciones, museos
escolares, documentales, películas, cómics, obras de teatro, piezas musicales, guías y
libros.

9. Orientaciones para la educación: Se ofrecen orientaciones específicas para la aplicación


de estos métodos en la educación infantil y los primeros ciclos de educación primaria, con
ejemplos prácticos para desarrollar habilidades de análisis de datos y comunicación de
saberes desde edades tempranas.

En resumen, el capítulo enfatiza la importancia de no solo adquirir conocimientos históricos,


sino también de desarrollar habilidades prácticas para comunicar esos conocimientos de
manera efectiva y accesible a través de diversas herramientas y técnicas.

12. La historia es el conocimiento científico del pasado.


El duodécimo capítulo aborda la importancia del método científico en el estudio de la
historia y su aplicación en el aula. Se destaca la necesidad de fundamentar el aprendizaje
histórico en sus aspectos metodológicos, tomando como referencia el movimiento de la
Escuela Nueva, que abogaba por el aprendizaje a partir de la investigación y el trabajo
directo sobre el objeto de estudio.

A lo largo del capítulo, se critica la falta de tradición en la aplicación del método de


aprendizaje por descubrimiento en la enseñanza de la historia, ya que algunos consideran a
esta disciplina como un simple relato ideológico sin carácter científico. Se resalta la
importancia de superar la memorización acrítica de hechos y se aboga por dar prioridad al
método y a la formación metodológica en las programaciones de historia.

Se argumenta que lo verdaderamente interesante de la historia es su método, más allá de la


acumulación de datos, y se subraya la necesidad de formar a los estudiantes en la rutina del
Carla Ribes Nicolau

historiador. Se propone que las programaciones se centren intensivamente en la formación


metodológica, combinando momentos de programación extensiva con otros de
programación intensiva, para forjar la rutina de análisis del historiador.

El capítulo también aborda críticas al método del descubrimiento, señalando que su


aplicación requiere dedicación y tiempo, y que puede conducir a conocimientos irrelevantes
y centrados en el ámbito local. Se destaca la importancia de administrar el método con
profesionalidad y moderación, combinando programaciones extensivas con propuestas
focalizadas intensivas en las que se priorice el método.

Se detallan los pasos del método científico aplicados al aula de historia, desde la detección
y formulación del problema hasta la comunicación de los resultados de la investigación. Se
enfatiza la importancia de la autenticación y contrastación de fuentes de información, la
verificación de hipótesis y la presentación de conclusiones. Se concluye resaltando la
relevancia de la socialización del conocimiento generado, proponiendo diversas formas
creativas de comunicar los resultados de la investigación.

En la práctica, se sugiere que el desarrollo del espíritu científico en el aula, aplicado al


estudio del pasado, puede iniciarse desde los primeros momentos de la escolarización. Se
propone identificar problemas y plantear hipótesis relacionadas con aspectos de la vida
cotidiana que puedan proyectarse hacia el pasado. En los últimos cursos de primaria y
educación secundaria, se plantea la posibilidad de abordar casos imaginarios o reales,
estableciendo la equivalencia del trabajo del historiador con el del detective.

Se destaca que el método científico, además de contribuir al conocimiento, fomenta valores


democráticos al promover una didáctica bidireccional enriquecedora tanto para los alumnos
como para los docentes. El capítulo concluye resaltando la efectividad del método científico
en potenciar el pensamiento y la práctica crítica desde el punto de vista de los valores.

Epílogo. Historia, nuevas tecnologías y revolución didáctica.


El epílogo titulado "Historia, nuevas tecnologías y revolución didáctica" explora las
posibilidades de integrar el método científico en la enseñanza de la historia mediante el
aprovechamiento de las nuevas tecnologías. El texto destaca las limitaciones actuales y la
necesidad de un esfuerzo significativo y una preparación cuidadosa de fuentes y actividades
para lograr una enseñanza efectiva de la historia.
Carla Ribes Nicolau

Se señala que, hasta el momento, explicar y comprender objetos históricos como ruinas,
cuadros, máquinas, ideas, etc., requería la recopilación de documentos, reproducciones,
murales y visitas a archivos y bibliotecas. Sin embargo, con el avance tecnológico,
especialmente en entornos de conocimiento 2.0, se destaca la capacidad de simplificar el
despliegue del método de descubrimiento. Se menciona la relevancia de los dispositivos
nómadas, como smartphones y tablets, que permiten acceder a diversos repertorios
documentales en la red.

Se introduce el concepto de tecnología nómada, haciendo referencia a dispositivos capaces


de retener, almacenar, tratar y transmitir información a gran velocidad. Se anticipa que, para
el 2030, la conectividad inalámbrica será ubicua, y los dispositivos nómadas serán
universales y multifuncionales.

El texto argumenta que estas tecnologías nómadas, combinadas con el concepto de


realidad aumentada y realidad virtual, transformarán la enseñanza de la historia. Se destaca
la posibilidad de realizar visitas virtuales a museos, monumentos, archivos y bibliotecas
desde cualquier lugar y en cualquier momento. Además, se resalta el potencial de estas
tecnologías para contextualizar objetos históricos y ofrecer experiencias inmersivas y
envolventes.

El epílogo concluye sugiriendo que la nueva didáctica de la historia apoyada en tecnologías


nómadas, realidad aumentada y realidad virtual podría desencadenar una revolución en la
enseñanza de la historia. Se anticipa un aumento en la demanda y consumo de historia, con
la tecnología como facilitadora de experiencias significativas y enriquecedoras. Se subraya
la importancia de la investigación e innovación en la didáctica de la historia como una
actividad estratégica que movilizará recursos económicos y generará riqueza, a pesar de los
desafíos y resistencias que puedan surgir en este proceso de cambio.

También podría gustarte