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Crónica Forestal y del Medio Ambiente

Universidad Nacional de Colombia


Centro de Publicaciones
RECROFMA@PERSEUS.UNALMED.EDU.CO
ISSN 0122-0152
COLOMBIA

2001
Gabriel Jaime Castaño Villa.
EVALUACIÒN DE LA AVIFAUNA ASOCIADA A HUMEDALES
COSTEROS DE LA GUAJIRA CON FINES DE CONSERVACIÒN
Crónica Forestal y del Medio Ambiente, diciembre, vol. 16, número 1
Universidad Nacional de Colombia
Colombia
pp.5-33.

Red de Revistas Científicas de América Latina y El Caribe


Ciencias Sociales y Humanidades
http://redalyc.uaemex.mx
Evaluación de la avifauna asociada a humedales costeros
de la Guajira con fines de conservación

Gabriel Jaime Castaño Villa1

Fecha de recepción: agosto 17 de 2001.


Fecha de aceptación: noviembre 15 de 2001.

Resumen
En los meses de julio y octubre de 2000, se realizó un inventario de la avifauna del
Sector 1 de la Península de la Guajira. Con el fin de determinar la estructura de la co-
munidad de aves y definir criterios básicos para su conservación, se evaluaron cuatro
variables: Hábitat, Gremio Trófico/microhábitat, Organización Social y Distribución Bio-
geográfica. Se registraron un total de 200 especies (55 familias). Los hábitat a los que
se encuentran asociados el mayor número de especies son los Acuáticos y el de Áreas
Abiertas con 66 (33,0%) y 62 (31,0%) especies, respectivamente. El 48,5% de todas
las aves registradas consumen insectos u otros invertebrados acuáticos; el 25% se
alimenta de vertebrados, y tan solo un 18,5% de todas las aves son consumidores pri-
marias. Más de la mitad de las especies (52,0%) tienen hábitos solitarios. El 22,5% de
las especies presentes son migratorias boreales, y en términos biogeográficos mostró
una mayor afinidad con la región Oriental.

A partir de los resultados de la variable Distribución Biogeográfica y de la riqueza de


especies presentes en cada localidad evaluada, se construyó una matriz que estableció
los sitios donde deben realizarse prioritariamente actividades de protección y conser-
vación. Dicha matriz fue evaluada por medio de análisis estadísticos multivariados
(Análisis de Componentes Principales, de Correspondencia y de Agrupamiento) que
determinaron la orientación de esta estrategia, las relaciones entre las variables y loca-
lidades, y entre localidades y su estrategia.

Por último, se identificaron una serie de problemáticas para la ejecución de programas


de conservación y protección de la avifauna tales como: cacería y comercio de mas-
cotas, asentamientos urbanos, perturbación de hábitat y ecoturismo no planificado.

Palabras clave: avifauna, Guajira, amenazas, conservación, biogeografía,


gremios tróficos.

1
Ingeniero Forestal. Taller de Estudios del Territorio y el Paisaje. Universidad Nacional de Colombia. e-mail:
gabrielcast@starmedia.com

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 5


CASTAÑO V., G.J.

Abstract
In July and October of 2000, we conducted an inventory of the avifauna of Sector 1 of
the Guajira Peninsula. In order to evaluate bird community structure and define basic
criteria for its conservation, we evaluated four variables: Habitat, Trophic Guild/Micro-
habitat, Social Organization and Biogeographic Distribution. We registered a total of
200 species from 55 families. The habitats associated with the greatest number of spe-
cies were Aquatic and Open areas, with 66 (33.0%) and 62 (31.0%) species, respec-
tively. 48.5% of all bird species registered consume insects or other aquatic inverte-
brates; 25% feed on vertebrates, and only 18.5% are primary consumers. Over half of
the species (52.0%) have solitary habits. 22.5% of the species present are northern mi-
grants, and in terms of their biogeographies show a greater affinity to the Oriental re-
gion.

Based upon the results of the Biogeographic Distribution variable and upon the species
richness present in each site evaluated, we constructed a matrix that established the
sites where protection and conservation activities should be priorities. This matrix was
evaluated by means of multivariate statistical methods (Principal Components Analysis,
Correspondence Analysis, and Cluster Analysis) that determined the orientation of this
strategy, the relationships between the variables and sites, and between the sites and
strategies.

Finally, a series of constraints to the execution of conservation and protection programs


were identified, such as: hunting and pet trade, urban areas, habitat modification, and
unregulated ecotourism.

Keywords: avifauna, Guajira, threats, conservation, biogeographic, trophic


guild.

Introducción
Las estrategias de conservación en los trópicos están concebidas bajo la percepción de impedir la
pérdida de la diversidad ocasionada por la deforestación o la desaparición de hábitat donde resi-
den especies de “interés” (Erwin 1991). Por ello, la selección de áreas a proteger está frecuente-
mente justificada por la presencia de una o más especies amenazadas, o de regiones con una alta
diversidad de especies como es el caso de los bosques tropicales, o por la presencia de numero-
sas especies endémicas (Soulé 1991). Otra aproximación metodológica para la selección de estas
áreas consiste en la formulación de indicadores biológicos de la riqueza de especies (Chase et al.
2000, Pearson & Carrol 1998).

Dentro de su estrategia para la protección y conservación de un área silvestre en el departamento


de la Guajira, el Gobierno Nacional constituyó en 1975 el Santuario de Flora y Fauna Los Flamen-
cos, que cuenta con 7000 ha de hábitat áridos de vegetación xerofítica que rodea lagunas salobres
en la zona costera de la parte baja de la península. En la actualidad, existen en esta región mu-
chos otros hábitat que no cuentan con ninguna figura jurídica que restrinja su uso y aprovecha-
miento en favor de la conservación y protección de la biota presente en ellos, siendo necesaria su
evaluación y valoración dentro de los propósitos de conservación de la nación y la humanidad, de-
bido principalmente a que hacen parte del Centro de Endemismo de la Guajira, también denomi-
nada la Zona Seca Caribeña.

Las aves, la clase de vertebrados terrestres más diversa en los ecosistemas, son consideradas
como un buen indicador del estado actual de éstos y de sus cambios ambientales (Hayes 1996).
Por tanto, la evaluación del estado de la avifauna constituye una buena base para el diagnóstico

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EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

de la calidad biológica del ambiente terrestre y acuático, facilitando la formulación de planes de


manejo y recuperación ambiental. Dentro de este contexto, y con la apremiante necesidad de es-
tablecer áreas con algún tipo de manejo especial que favorezca la perpetuidad de los recursos, a
continuación se ha planteado una metodología para la selección de áreas prioritarias para la con-
servación basado en criterios de riqueza de especies y sus patrones de distribución biogeográfica,
tomando como área piloto el Sector 1 de la Guajira.

Área de estudio
El Sector 1 del departamento de la Guajira comprende la franja costera de la parte baja y media de
su territorio, ubicado en el extremo nororiental de Colombia, en la parte más septentrional de Su-
damérica. La zona costera de la península de la Guajira se encuentra entre los 71°20´y 73°35´ W y
entre los 11°45´ y 11°10´ N; las temperaturas varían entre los 15 y 38,5°C, con una media de
27°C; la humedad relativa oscila entre el 70 y el 80%; la precipitación promedia anual fluctúa entre
los 300 mm en la zona peninsular, y los 1300 mm en cercanías de la Sierra Nevada de Santa
Marta. Los ríos en esta región son de carácter intermitente ya que se advierte una tendencia a la
interrupción drástica de los flujos, mientras que los cauces menores se secan (Sánchez et al.
1997).

La zona costera de la península guajira se encuentra formada por dos grandes subregiones fisio-
gráficas: una oriental, de grandes dimensiones, caracterizada por cerros, y otra occidental, de
morfología plana, conformada por una gran planicie marina con presencia de diversas formas, pro-
ducto de acciones específicas locales, y constituida por aluviones de diversa granulometría según
la posición que ocupa en el paisaje con respecto a los principales agentes de transporte (mar, ríos
y vientos). Actualmente, el litoral muestra una gran variedad de formas como barras marinas, ma-
rismas, depresiones lagunares, playones, coberturas eólicas y llanuras pluviales marinas (Sánchez
et al. 1997).

Esta región se encuentra en el Centro de Endemismo Guajira propuesto por Cracraft (1985) que
incluye la avifauna de las costas áridas del norte de Colombia y Venezuela, también denominado
por Wege & Long (1995) como la Zona Seca Caribeña, donde, según Stattersfield et al. (1998), se
encuentran una serie de especies de aves con un rango de distribución restringido, asociadas
principalmente a las tierras bajas desérticas con vegetación dominada por cactus, matorrales espi-
nosos, bosques secos (decíduos y siempre verdes), bosques riparios y manglares.

En total se evaluaron 15 localidades a través del Sector 1

1. Boca de Dibulla. Esta área se encuentra inmersa dentro de la cabecera urbana del municipio
de Dibulla, con una elevada intervención antrópica.
2. Caño Julián. Localizado aproximadamente dos km al suroeste del municipio de Dibulla. Posee
una rica vegetación dominada por árboles del género Erythrina.
3. Caño Lagarto. Este caño se encuentra ubicado mucho más al sur de Dibulla que Caño Julián.
En él son comunes grandes árboles pertenecientes a las familias Annonaceae y Rhizophora-
ceae, así como una amplia variedad de especies herbáceas.
4. Laguna Pantano. Rica en vegetación flotante y con relictos de bosque muy próximos en diver-
sos estados sucesionales. Con una amplia variedad de hábitat.
5. Laguna Pedregosa. Humedal costero rodeado de rastrojos altos y bajos.

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CASTAÑO V., G.J.

6. Caño Palomino. Madrevieja del río Palomino, ubicada al norte de la boca del río Palomino en
el extremo sur de la Baja Guajira.
7. Río Tapias. A la altura de la troncal de la Guajira, aún se conservan algunas pequeñas franjas
intervenidas de bosque ripario.
8. Laguna del Navio Quebrado. Se localiza al sur del municipio de Riohacha, en cercanías de la
población de Camarones (11°25´ N, 73°5´ W). Hace parte del Santuario de Fauna y Flora Los
Flamencos y tiene una extensión de 10,7 km².
9. Sector Camarones. Caño de carácter intermitente que vierte sus aguas a la laguna de Navio
Quebrado. Presenta vegetación riparia dominada por trupillos (Prosopis juliflora) y cardones
(Opuntia sp.).
10. Laguna Grande. Con un área de 12,7 km², esta laguna se localiza en el extremo suroeste del
Santuario de Flora y Fauna Los Flamencos, en las coordenadas 11°24´ N y 73°9´ W.
11. Laguna Buenavista. Se localiza al norte de Riohacha en las coordenadas 11°34´ N y 72°52´W.
Posee una extensión de 5,1 km².
12. Boca del Río Enea. Esta cuenta con algunos asentamientos de pescadores y una muy inter-
venida vegetación de ribera.
13. Laguna La Trupia. Laguna costera ubicada al nordeste de la boca del río la Enea.
14. Río Ranchería. Bosque ripario intervenido, ubicado a la altura de la troncal del Caribe.
15. Valle de los Cangrejos. Humedal costero constituido por una madrevieja del río Ranchería. Se
encuentra al noreste del barrio Villa Fátima, a 2 km del casco urbano de la ciudad de Rioha-
cha, en las coordenadas planas 11°33´N y 72°53´W (Sánchez et al. 1987). En esta área son
comunes árboles de las especies Conocarpus erecta, Laguncularia racemosa, Rizhophora mangle y
Avicenia germinans (Vásquez 2000).

Métodos
La observación de aves, en los meses de julio y octubre de 2000, se realizó por desplazamientos
hechos a través de las localidades antes mencionadas, e identificándolas por medio de las guías
de campo de Hilty & Brown (1986), Bull & Farrand (1998) y Chandler et al. (1983). La clasificación
filogenética de las familias y los nombres científicos de las especies se establecieron de acuerdo
con Salaman et al. (2001). El muestreo tuvo una intensidad de dos días/hombre por localidad, ex-
cepto para la laguna La Trupia que tan solo se visitó en una ocasión.

Variables evaluadas
Con el fin de evaluar la estructura de la comunidad de aves presente en toda esta región, y definir
los criterios básicos para su conservación, se registró y consignó información de las variables Há-
bitat, Gremio Trófico/microhábitat, Organización Social y Distribución Biogeográfica, a continuación
descritas.

§ Hábitat. El hábitat preferido por cada especie se clasificó según Ramsar (1971) y Robinson
(1999) dentro de cuatro categorías con algunas modificaciones. Hábitat Abiertos: especies
asociadas a pastizales y a áreas de producción agrícola; adicionalmente, a este tipo de hábitat
se encuentran asociadas aquellas especies que la mayor parte del tiempo vuelan sobre el do-
sel de los hábitat boscosos (vencejos, golondrinas, águilas, gavilanes y gallinazos). Hábitat

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Boscosos: especies que fueron registradas en el interior de bosques secundaricos y riparios,


rastrojos altos y cardonales. Bordes: especies asociadas a ecotonos como son los bordes de
áreas boscosas. Hábitat Acuáticos: definidas de acuerdo con Ramsar (1971) como aquellas
que funcionalmente dependen de los humedales.

§ Gremio Trófico/microhábitat. De acuerdo con Olivares (1973), Meyer de Schauensee &


Phelps (1978), Hilty & Brown (1986), McNish et al. (1992), Kattan et al. (1996), se definieron
21 gremios tróficos a partir del elemento principal de la dieta de cada ave. El tipo de microhá-
bitat para cada especie fue asignado de acuerdo a las observaciones y registros realizados en
campo.

§ Organización Social. Durante los recorridos se realizaron anotaciones acerca del comporta-
miento de cada especie, haciendo énfasis en sus sistemas sociales (Solitario, Pareja, Grupo
Monoespecífico y Bandada Mixta, y sus posibles combinaciones).

§ Distribución Biogeográfica. Se definieron seis categorías de distribución biogeográfica y tres


combinaciones de éstas, de acuerdo a las cuatro grandes regiones del país propuestas por
Salaman et al (2001), y complementada con información de otros autores como Serna (1984),
Hilty & Brown (1986), Rappole (1995) y DeGraaf & Rappole (1995), de la siguiente manera:
Caribe: especies restringidas a la región Caribe, incluyendo los valles interandinos; Andina: in-
cluye las tres cordilleras y la Sierra Nevada de Santa Marta; Oriental: incluye la Orinoquia y la
Amazonia; Pacífica; Amplia: especies de amplia distribución; y por último, Migratorias Borea-
les. Adicionalmente y de manera preliminar, se evaluó la similitud entre la avifauna de esta re-
gión de la Guajira con la de las regiones antes mencionadas por medio del Índice de Jaccard
(Matteuchi & Colma 1982, Magurran 1988).

Estrategia de conservación
Con el fin de definir las localidades donde se deben realizar prioritariamente prácticas de conser-
vación y protección, y siendo las aves un buen indicador de la calidad biológica del ambiente te-
rrestre y acuático, se construyó una matriz de aptitud hacia la conservación en la que se conjugara
tanto la riqueza de especies como sus patrones de distribución biogeográfica, con la finalidad de
dar mayor peso a la conservación de hábitat que alberguen aves características de esta región. De
esta manera, se consideraron las nueve categorías resultantes de la variable Distribución Biogeo-
gráfica (Amplia, Andina, Andina-Oriental, Andina-Pacífica, Caribe, Oriental, Pacífica, Pacífica-
Oriental y Migratoria Boreal). A cada uno de estos patrones de distribución se atribuyó un peso re-
lativo (6, 3 y 1), otorgándole menor peso a los patrones de mayor amplitud de distribución, por
ejemplo, Andina – Oriental (1). Luego, se asignó una puntuación dentro de una escala de siete
rangos de valoración (S1,.., S6 y N), de acuerdo a la riqueza de especies dentro de cada uno de
los patrones de distribución, desde el grado de máxima riqueza posible de especies para una loca-
lidad (S1) hasta lo excluyente (N). La puntuación de la expresión de máxima riqueza de especies
(S1) es de 0,25 para cada patrón de distribución (Anexo 1).

Los rangos de valoración de riqueza de especies dentro de cada categoría (S1, ... , S6 y N) fueron
los valores obtenidos de acuerdo a los patrones de distribución registrados durante el inventario y
complementados con registros realizados por Meyer de Schauensee (1948-1952). De esta forma,
el rango S1 representa la máxima riqueza de especies registradas para la región (200 especies
encontradas durante este inventario, más 22 especies comunes en la región registradas por otros
investigadores), recibiendo una puntuación de 0,25 (P1); localidades con menor riqueza de espe-
cies se ubican en los rangos S2, ... , S6, y obtienen puntuaciones que varían entre 0,21 y 0,07 (P2,
..., P6); por último, el rango N (condición excluyente) recibe una puntuación de 0,04 (P7) (Anexo 1).

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A partir de la matriz (Anexo 1) se calcula la puntuación de cada localidad para el priorizamiento de


su conservación y protección, de acuerdo a su riqueza de especies y tipo de distribución biogeo-
gráfica. La ecuación es la siguiente y sus resultados se presentan en la Tabla 2.

S m = w 1P1 + w 2 P2 + w 3 P3 + ... + w n Pn

Donde:
Sm = puntuación de cada localidad para la conservación.
wi = peso de la variable.
Pi = puntuación de la categoría de acuerdo a su valor (S1, ..., S6 y N).

Análisis estadísticos
Con el fin de evaluar el comportamiento de cada uno de los patrones de distribución biogeográfica
y su influencia en de la matriz de conservación, se realizaron análisis estadísticos multivariados de
ordenación (Análisis de Componentes Principales y Análisis de Correspondencia) y de clasificación
(Análisis de Cluster). Con el primer tipo de análisis lo que se busca, según Varón & Lema (2000),
es reducir y simplificar el número de dimensiones que definen el espacio de variación, hasta obte-
ner un sistema con el menor número posible de ellas que expliquen la mayor parte de la variación;
mientras que con el de Cluster se busca no sólo establecer la identidad, sino la afinidad de espe-
címenes u objetos. Estos análisis se efectuaron por medio de los software estadísticos SYN-TAX-
pc versión 5,0 y Statgraphics Plus 2,0 para Windows.

Resultados
Las 200 especies registradas durante el inventario (Anexo 2) pertenecen a 55 de las 88 familias de
aves reportadas para Colombia por Salaman et al. (2001). Con 19 miembros, la familia Tyrannidae
fue el grupo con el mayor número de especies registradas (9,3% del total de sus especies pre-
sentes en Colombia). Otras familias con alta riqueza de especies fueron Ardeidae, Accipitridae y
Scolopacidae con 14 especies cada una, y que respectivamente representan el 60,9%; 26,9% y
42,4% del total de sus especies reportadas en Colombia.

La garza real (Ardea alba) fue la especie presente en mayor número de localidades, por ser bas-
tante común tanto en lagunas costeras como en ríos y humedales del interior. De igual manera,
Phalacrocorax brasilianus, Pelecanus occidentalis, Egretta caerulea y E. thula son comunes y abundan-
tes a través de toda el área de estudio. Por el contrario, algunas especies restringidas a la región
Caribe como Parabuteo unicinctus, Chiroxiphia lanceolata, Coryphospingus pileatus y Sakesphorus mela-
nonotus tan solo fueron registradas en una localidad. Dentro del grupo de aves migratorias, las es-
pecies con el mayor número de registros en las diferentes localidades fueron Larus atricilla, Pan-
dion haliaetus, Anas discors y Sterna hirundo.

Hábitat

Los hábitat a los que se encuentran asociados el mayor número de especies son los Acuáticos y el
de Áreas Abiertas con 66 (33,0%) y 62 (31,0%) especies respectivamente (Figura 1). Una alta pro-
porción de las aves acuáticas son migratorias boreales (42,4%), siendo las lagunas Navio Quebra-
do y Grande los sitios donde se observó la mayor cantidad de aves playeras, integrantes de las
familias Charadriidae y Scolopacidae. Otros patrones de distribución biogeográfica con mayor inci-

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dencia en la composición de las especies acuáticas de esta región son Amplia (18,2%) y Pacífica-
Oriental (13,6%). Con respecto a los Hábitat boscosos (28 especies), los tipos de distribución Cari-
be, Oriental y Pacífica-Oriental representan cada una el 25,0% de sus especies. Para Bordes (44
especies), la distribución Amplia y Migratoria Boreal, representan respectivamente el 22,7% y el
20,4% de sus especies.

35

30

25
Especies (%)

20

15

10

0
Ab Ac Bor Bos
Hábitat
s
Figura 1. Porcentaje de especies en diferentes hábitat. Áreas Abiertas (Ab), Hábitat Acuáticos
(Ac), Bordes (Bor) y Hábitat Boscosos (Bos).

Gremio Trófico/microhábitat

En total se identificaron 21 gremios tróficos (Figura 2). Los gremios con mayor número de especies
asociadas fueron Insectívoro arbóreo e Insectívoros consumidores de invertebrados acuáticos que
representan el 22,5% y 13,0% del total de especies, respectivamente. Otros grupos numerosos
fueron Rapaz (16 especies), Pescadora zancuda y Pescadora zambullidora con 14 especies cada
una. En este último grupo, el 42,8% de las especies son migratorias boreales miembros de la fami-
lia Laridae. Por el contrario, tan solo se registraron dos especies del gremio Herbívora (Anas discors
y Dendrocygna autumnalis).

En su mayoría, los Insectívoros arbóreos (45 especies) están asociados a Bordes (46,7%) y pre-
sentan hábitos solitarios (73,3%). Estas aves ocupan una amplia variedad de nichos en esta re-
gión; son abundantes a través de todos los estados sucesionales de la vegetación, cuerpos de
agua, y áreas altamente perturbadas y transformadas.

Dentro de las aves rapaces no se encuentra un patrón de distribución biogeográfico que en con-
junto defina una alta proporción de este grupo, pero parecen estar más relacionadas con la región
Oriental, Pacífico-Oriental y Andino-Oriental (siete especies cada una). Dentro de este grupo de
aves se registró el águila solitaria (Harpyhaliaetus solitarius) que según (Hilty & Brown 1986) habita
en las laderas de la Sierra Nevada de Santa Marta, y que de acuerdo a Collar et al. (1994) y Ren-
jifo (1997), es considerada como una especie Casi Amenazada en nuestro país.

En síntesis, 48,5% de todas las aves registradas consumen insectos u otros invertebrados acuáti-
cos; el 25% se alimenta de vertebrados (peces, reptiles, mamíferos y otras aves), pero sólo un
18,5% de todas las aves son consumidores primarios dentro de la cadena trófica.

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25

20

15
Especies (%)

10

0
Iar Ii Ra Pza Pz Oar Ie Gar Far Nec Ia Gt It Ca Ge Oa Ot Pv He Is Iz
Gremios Tróficos

Figura 2. Porcentaje de especies en diferentes gremios tróficos. Carroñero (Ca), Pescadora zam-
bullidora (Pza), Pescadora voladora (Pv), Pescadora zancuda (Pz), Insectívora consumidora de in-
vertebrados acuáticos (Ii), Herbívora (He), Rapaz (Ra), Granívoro terrestre (Gt), Granívoro arbóreo
(Gar), Granívoro estrato herbáceo (Ge), Nectarívoro (Nec), Insectívoro aéreo (Ia), Insectívoro arbó-
reo (Iar), Insectívoro estrato herbáceo (Ie), Insectívoro troncos (It), Insectívoro sotobosque (Is), In-
sectívoro zancuda (Iz), Frugívoro arbóreo (Far), Omnívoro arbóreo (Oar), Omnívoro aéreo (Oa) y
Omnívoro terrestre (Ot).

Organización Social

Durante el inventario, 104 especies (52,0%) registradas se encontraron solitarias. En su mayoría


asociadas a Áreas Abiertas y Bordes (27,9%, respectivamente), pertenecientes a los gremios trófi-
cos de los Insectívoros arbóreos (31,7%) y Rapaces (14,4%). En forma de Grupo monoespecífico,
se presentaron 35 especies (17,5%), de las cuales el 48,6% están asociadas a hábitat acuáticos
(Figura 3).

Una alta proporción de las aves migratorias (48,9%) fueron registradas solitarias. Un 22,2% en
forma Solitario-Grupo monoespecífico, siendo en su mayoría miembros de la familia Scolopacidae.
Tan solo dos especies migratorias fueron observadas conformando una bandada mixta (Dendroica
castanea y Dendroica striata) forrajeando en los rastrojos altos que circundan la laguna Pedregosa.
Por último, sólo se registraron 11 especies (5,5%) asociadas en forma de Pareja.

Distribución Biogeográfica

A grandes rasgos, y de acuerdo al Índice de Jaccard (Cj), la avifauna registrada en este sector de
la Guajira mostró mayor afinidad biogeográfica con la región Oriental (Cj = 0,08), seguida por la
Pacífica (Cj = 0,07), Migratorio Boreal (Cj = 0,06) y Andina (Cj = 0,05). En general la mayoría de la
aves acuáticas registradas (66 especies) son migratorias boreales (42,4%), o poseen distribución
Pacífica (25,7%) y Oriental (24,2%). Con respecto a las aves asociadas a bosques, se encontró

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EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

que 15 especies se encuentran en la región Oriental (53,6%), y tan solo siete son exclusivas de la
región Caribe (Figura 4).

60

Especies (%) 50

40

30

20

10

G P P- S S-B S- S-
G
Organización G P
Social
Figura 3. Porcentaje de especies en diferentes tipos de organización social. Grupo Monoespecífi-
co (G), Pareja (P), Pareja-Grupo monoespecífico (P-G), Solitario (S), Solitario-Bandada mixta (S-
B), Solitario-Grupo monoespecífico (S-G) y Solitario-Pareja (S-P).

25

20
Especies (%)

15

10
(%)

0
MB A P-O O An-O Ca P An An-P

Patrones de distribución biogeográfica

Figura 4. Porcentaje de especies de acuerdo a los patrones de distribución biogeográfica. Amplia


(A), Andina (An), Andina-Oriental (An-O), Andina-Pacífica (An-P), Caribe (Ca), Migratorio Boreal
(MB), Oriental (O), Pacífica (P) y Pacífica-Oriental (P-O).

Dentro de los nueve patrones de distribución biogeográfica presentes, el migratorio, con 45 espe-
cies (22,5%), fue el que mayor proporción de ellos tiene asociado, seguido por el de Amplia
(21,0%). Otros patrones de distribución como Pacífica-Oriental, Oriental y Andina-Oriental presen-

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Tabla 1. Resultados de la matriz de conservación para cada una de las localidades.
Distribución A An An-O An-P Ca MB O P P-O Total Sumatoria
Localidad Spp wiPi Spp wiPi Spp Pi Spp Pi Spp Pi Spp Pi Spp Pi Spp Pi Spp Pi Spp wiPi

Laguna Pantano 21 0,18 4 0,54 13 0,14 4 0,18 2 0,42 6 0,21 8 0,33 1 0,21 13 0,11 72 2,32

Navio Quebrado 12 0,04 0 0,12 9 0,11 1 0,07 8 0,84 24 0,42 12 0,33 4 0,33 4 0,04 74 2,30

Laguna Pedregosa 14 0,18 4 0,54 7 0,07 2 0,11 5 0,66 10 0,21 11 0,33 0 0,12 10 0,07 63 2,29

Sector Camarones 9 0,11 2 0,33 8 0,11 0 0,04 8 0,84 2 0,21 7 0,21 0 0,12 6 0,07 42 2,04

Río Tapias 11 0,14 3 0,42 3 0,04 1 0,07 2 0,42 7 0,21 8 0,33 1 0,21 6 0,07 42 1,91

Laguna Buenavista 6 0,04 0 0,12 4 0,07 0 0,04 0 0,24 14 0,33 4 0,21 6 0,42 2 0,04 36 1,51

Valle de los Cangrejos 8 0,04 0 0,12 3 0,04 1 0,07 1 0,24 14 0,33 4 0,21 4 0,33 3 0,04 38 1,42

Caño Lagarto 13 0,04 0 0,12 6 0,07 2 0,11 0 0,24 6 0,21 10 0,33 1 0,21 7 0,07 45 1,40

Boca Dibulla 10 0,07 1 0,21 2 0,04 0 0,04 0 0,24 2 0,21 3 0,21 4 0,33 2 0,04 24 1,39

Caño Julián 8 0,11 2 0,33 2 0,04 0 0,04 1 0,24 0 0,12 4 0,21 1 0,21 8 0,07 26 1,37

Río Ranchería 1 0,07 1 0,21 1 0,04 0 0,04 2 0,42 5 0,21 5 0,21 0 0,12 4 0,04 19 1,36

Laguna Grande 4 0,04 0 0,12 2 0,04 0 0,04 0 0,24 16 0,33 1 0,12 4 0,33 1 0,04 28 1,30

Palomino 6 0,04 0 0,12 3 0,04 0 0,04 0 0,24 1 0,12 3 0,21 4 0,33 1 0,04 18 1,18

Laguna Enea 3 0,04 0 0,12 0 0,04 0 0,04 0 0,24 4 0,21 1 0,12 1 0,21 0 0,04 9 1,06

Laguna Trupia 1 0,04 0 0,12 0 0,04 0 0,04 0 0,24 6 0,21 0 0,12 2 0,21 0 0,04 9 1,06
EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

taron proporciones muy similares (15,0; 12,5 y 11,0%, respectivamente). Tan solo se registraron
15 especies (7,5%) con distribución Caribe; en este grupo de aves se registró el colibrí manglero
(Lepidopyga lilliae) en el sector de Caño Julián y la Laguna de la Pedregosa. Este pequeño colibrí,
según Collar et al. (1994), es considerado como una especie con amenaza en Estado Crítico.

Matriz de conservación y protección de localidades

Los resultados de la matriz de aptitud para la conservación (Tabla 1) determinaron que las locali-
dades con la mayor necesidad de ser conservadas son la Laguna Pantano (2,32 puntos), Laguna
del Navio Quebrado (2,30 puntos) y la Laguna Pedregosa (2,29 puntos). La Laguna del Navio
Quebrado hace parte del Santuario de Fauna y Flora Los Flamencos, pero tanto la Laguna Panta-
no como la Pedregosa no están incluidas dentro de ninguna estrategia de conservación.

Análisis de Componentes Principales (ACP)

El ACP muestra que los tres primeros componentes principales explican el 85,6% de la varianza
muestral de la matriz; esto equivale a pasar de 15 observaciones y nueve variables a tan solo tres
componentes principales (Tabla 2). Este mismo análisis determinó que las regiones Caribe
(28,9%) y Andina (25,3%) son las que mayor varianza aportan dentro de la matriz. Las regiones
restantes sólo aportan entre un 10 y 1% de la varianza del análisis (Tabla 3).

Tabla 2. Análisis de Componentes Principales.


Componente Principal Eigenvalue % de varianza % acumulado
1 4,81 53,48 53,48
2 1,87 20,75 74,22
3 1,03 11,39 85,61
4 0,44 4,92 90,54
5 0,39 4,37 94,91
6 0,34 3,81 98,72
7 0,08 0,91 99,63
8 0,03 0,37 100,00
9 0,00 100,00

Tabla 3. Resultados de las variables del Análisis de Componentes Principales.


Variable Media Desviación Estándar Varianza % de Varianza
Amplia (A) 0,270 0,087 0,008 8,409
Andina (An) 0,460 0,150 0,023 25,313
Andina-Oriental (An-O) 0,240 0,060 0,004 4,087
Andina-Pacífica (An-P) 0,250 0,069 0,005 5,328
Caribe (Ca) 0,600 0,161 0,026 28,941
Migratorio Boreal (MB) 0,480 0,082 0,007 7,599
Oriental (O) 0,470 0,085 0,007 8,076
Pacífica (P) 0,490 0,096 0,009 10,277
Pacífica-Oriental (P-O) 0,230 0,042 0,002 1,970

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 15


CASTAÑO V., G.J.

El primer componente principal (Y1 = 0,410*Amplia + 0,410*Andina + 0,306*Andina-Oriental +


0,344*Andina-Pacífica + 0,283*Caribe - 0,096*Migratoria + 0,343*Oriental - 0,274*Pacífica +
0,413*Pacifica-Oriental), da mayor peso a las variables Pacífica-Oriental, Andina y Amplia. El se-
gundo componente principal (Y2 = -0,213* Amplia - 0,212*Andina + 0,424*Andina-Oriental +
0,220*Andina-Pacífica - 0,282*Caribe + 0,640*Migratoria + 0,251*Oriental + 0,345*Pacífica -
0,101*Pacifica-Oriental) asigna un mayor peso a Migratorias Boreales y Andina-Oriental. Por últi-
mo, el componente principal 3 (Y3 = -0,026* Amplia - 0,025*Andina - 0,084*Andina-Oriental +
0,453*Andina-Pacífica - 0,642*Caribe - 0,144*Migratoria + 0,239*Oriental + 0,478*Pacífica -
0,259*Pacifica-Oriental) da un mayor peso a las variables Caribe y Pacífica.

En la Figura 5 se puede observar como las variables Caribe y Andina-Oriental se encuentran es-
trechamente relacionadas, al igual que las variables Andina, Amplia y Pacífica-Oriental que tienen
pesos muy similares en el componente 1, están altamente correlacionadas; por el contrario, el gru-
po de variables antes mencionado presenta una muy baja correlación con respecto a la distribu-
ción Pacífica dentro de la estrategia de conservación propuesta para las 15 localidades.

Figura 5. Análisis de Componentes Principales basado en Covarianza de Variables (Biplot).

Análisis de correspondencia (AC)

El AC obtuvo Eingenvalues inferiores de 0,3 que indican una asociación muy pobre entre filas y
columnas de la matriz de conservación; en otras palabras, se presenta una muy baja correlación
entre las localidades evaluadas y los valores de calificación asignados para cada región (Tabla 4).

Tabla 4. Valores propios del Análisis de Correspondencia, para cada eje.


Eje 1 Eje 2 Eje 3
Eingenvalues 0,020 0,007 0,003
% de varianza 56,68 21,89 10,73
% acumulado 56,68 78,57 89,31

16 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

En relación con la estrategia de conservación, en la Figura 6 se observa que las localidades Lagu-
na Grande, Laguna Buenavista y Valle de los Cangrejos se relacionan con mayor afinidad con la
variable Migratoria Boreal, la avifauna del Sector Camarones y Laguna del Navio Quebrado con la
región Caribe, y las localidades Río Tapias y Laguna Pantano con las variables de distribución An-
dina y Amplia.

Figura 6. Análisis de correspondencia de amplitud simétrica.

Análisis de agrupamiento

Con el fin de agrupar y establecer similitudes dentro de las estrategias de conservación en las lo-
calidades evaluadas, se realizó un Análisis de Cluster (método del próximo vecino). Este análisis
permitió separar a una distancia mínima de seis cada sitio evaluado. En la Figura 7 se observa
como las localidades Boca de Dibulla (1), Palomino (6), Laguna Grande (10), Valle de los Cangre-
jos (15), Laguna Buenavista (11), Laguna La Enea (12) y Laguna Trupia (13) presentan una estra-
tegia de conservación con mayor similitud. Mientras que para Laguna Pantano y Laguna del Navio
Quebrado, que fueron las dos localidades con mayor puntaje dentro de la matriz, no se presentan
encadenamientos a la distancia antes mencionada.

Discusión
Familias

Al igual que en otros hábitat costeros, las familias mejor representadas fueron Tyrannidae, Ardei-
dae, Accipitridae y Scolopacidae, lo que concuerda con lo registrado por Ortíz-Pulido et al. (1995)
para el estado de Veracruz en México.

Algunas de las familias registradas se encuentran incluidas en la Lista Azul de Hilty (1985). La fa-
milia Rynchopidae (Rynchops niger), según este autor, debe su vulnerabilidad a su tamaño corporal,
gremio trófico y distribución y, aunque por esa época era común, sus sitios de anidación necesitan

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 17


CASTAÑO V., G.J.

ser protegidos. De esta espectacular ave se han observado grupos de hasta 113 individuos des-
cansando en las playas de la Laguna del Navio Quebrado. El hecho de que Hilty (1985) haya in-
cluido el flamenco rosado (Phoenicopterus ruber) en su lista azul, se debe a la disminución en su
área de distribución. A mediados del siglo XX esta especie había sido capturada y observada en
varias localidades de la región Caribe como en la Ciénaga de Guájaro, departamento del Atlántico
(Dugand 1946, 1940) y en la laguna de Zapatosa en el departamento del Magdalena (Olivares,
1973), pero en la actualidad parece estar confinada a la región costera del departamento de la
Guajira. En el área de estudio únicamente se registró en ciertos sectores de la Laguna del Navio
Quebrado durante la época invernal, conformando grupos de al menos 270 individuos. Esta prefe-
rencia por ciertos microhábitat de la laguna puede estar relacionada con el comportamiento de su
primo andino P. chilensis que prefiere, según Hurlbert & Keith (1979), lagunas poco profundas y de
sedimentos blandos.

Figura 7. Análisis de cluster; método del próximo vecino.

Hábitat

La preferencia de algunas aves playeras (scolopacidos y charadridos) por las lagunas costeras de
la zona norte de esta región parece estar relacionada con bajos niveles de agua en algunos hábi-
tat, como las planicies lodosas y otras zonas intermareales producto del relieve local. Estos mi-
crohábitat, según Peterson & Peterson (1979), citados por Hernández-Vásquez (2000), están ínti-
mamente ligados a la biología de estas aves, ya que son sus principales hábitat de alimentación.

Las aves migratorias terrestres utilizan una amplia variedad de hábitat, como manglares, bosques
riparios, rastrojos altos, jardines y parques, en su viaje a través de la costa. El uso de una amplia
variedad de hábitat, según Rappole & McDonald (1994), han llevado a los observadores a concluir
que muchas especies migratorias son generalistas en la preferencia de hábitat, siendo capaces de
tolerar una amplia variedad de éstos durante el invierno. Al respecto, Yong et al. (1998) demostró
que algunos hábitat (i.e. campos agrícolas y bordes) son frecuentemente “sumideros” de aves in-
maduras que utilizan por períodos más largos los sitios de paso. Los resultados de estos autores
sugieren que las reinitas (parulidos) inmaduras, que poseen menos experiencia en comparación a
las adultas, son especialmente vulnerables a la perturbación de hábitat de sitios de paso durante la

18 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

migración de otoño. Por otra parte, la abundancia de parulidos en los manglares de esta región,
puede estar relacionada a la abundancia de artrópodos en estos hábitat costeros, como lo mencio-
nan Lefebvre et al. (1994).

La alta riqueza de especies acuáticas presentes en esta zona está relacionada con la diversidad
de microhábitat de sus lagunas; esto se debe, según Kushlan et al. (1985), citado por Vides
(1990), a que en las comunidades de aves acuáticas al incrementarse la diversidad de hábitat no
sólo aumenta la disponibilidad de nuevos nichos a explotar, y por lo tanto la posibilidad de ocu-
rrencia de un mayor número de especies, sino también una reducción en la superposición del uso
de hábitat. Adicionalmente, esta riqueza de especies posee patrones locales de distribución estre-
chamente ligados con los ciclos hidrológicos, ya que los ambientes acuáticos son temporalmente
variables y su avifauna generalmente tiene fluctuaciones marcadas (López de Casenave & Filipello
1994)

En contraposición, el bajo número de especies asociadas a hábitat boscosos se debe a que este
inventario se realizó principalmente en hábitat acuáticos y al elevado proceso de deforestación de
la región.

Gremio Trófico/microhábitat

Al igual que lo reportado por Castaño (1998) para otra localidad de la región Caribe, se determinó
una alta proporción de especies insectívoras dentro del grupo de aves terrestres.

Aunque en algunos humedales se a registrado una excepcional densidad de especies herbívoras


grandes (Fjeldsa 1985), su casi ausencia en esta región se podría explicar principalmente por la
baja disponibilidad de alimento para estas especies, ya que el agua salobre no permite el desarro-
llo de una vegetación acuática arraigada o flotante (Vides 1990), en especial en las lagunas de la
zona norte del Sector 1. De otra parte, la abundancia de aves pescadoras en las lagunas y hume-
dales costeros tiene un papel importante en la dinámica de estos hábitat; ya que la depredación
ejercida por estas aves puede, según Kushlan (1976), reducir la abundancia de los peces hasta ni-
veles compatibles con la supervivencia de éstos en la siguiente sequía.

Distribución Biogeográfica

Las aves migratorias acuáticas constituyen una alta proporción de las aves asociadas a estos há-
bitat; en este sector de la Guajira representan el 42,4% de las especies. En otras localidades como
la Manzanilla en México, Hernández-Vásquez (2000) determinó una relación del 35,5%, mientras
que en la baja California, Ruiz-Campos & Rodríguez-Meraz (1997) establecieron que esta relación
era del 50,9%. En general, las aves migratorias boreales son en sí un elemento fundamental den-
tro de la riqueza de especies de los ecosistemas acuáticos del neotrópico. Adicionalmente, de
acuerdo con los mapas realizados por Degraaf & Rappole (1995), podrían ser del orden de 70 es-
pecies las que viajan a través del Sector 1, evidenciando aún más la importancia de esta región
como sitio de paso, descanso y alimentación de aves migratorias boreales durante su migración a
través de la costa colombiana en dirección hacia Venezuela, Brasil y las Guyanas.

De manera muy preliminar se podría mencionar que la mayor afinidad de la avifauna de esta zona
con la de la región Oriental se debe, según Rojas & Piragua (2000), a su similitud en algunos eco-
sistemas acuáticos donde reside una gran cantidad de especies no passeriformes, con alta capa-
cidad de desplazamiento, y también con la similitud con los bosques de galería del distrito Arauca-
Apure y Casanare (Hernández et al. 1992). La biogeografía de la avifauna de la Guajira puede es-
tar estrechamente relacionada con las fluctuaciones climáticas ocurridas durante el Pleistoceno du-
rante el que se constituyó un refugio remanente seco en la planicie costera del Caribe (Hernández

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 19


CASTAÑO V., G.J.

et al. 1992a). También es importante mencionar que esta región tiene muchos elementos repre-
sentados en la península de Paraguaná en Venezuela (Estado de Falcón); esto parece deberse a
que durante los periodos glaciales existió una conexión continental entre las dos penínsulas (Her-
nández et al. 1992a)

Organización Social

En la actualidad, algunos autores (Reed 1999, Castaño & Patiño 2000) han mencionado la impor-
tancia del comportamiento de las aves en su vulnerabilidad a procesos de extinción o extirpación.
Es por este hecho que algunas de las especies presentes en esta región, en especial las ciconii-
formes como lo plantea Morales (1990), debido a su tipo de nidificación en colonias se hacen muy
vulnerables a las perturbaciones de cualquier tipo, ya que se afecta simultáneamente la reproduc-
ción de toda o parte de una población local.

La reducción progresiva de los sitios aptos para establecer colonias puede aumentar la competen-
cia por sitios para nidificar, lo cual se traduce en una mayor agresividad en los garceros, usual-
mente en contra de los pichones (Morales 1990).

Matriz de conservación

La matriz de aptitud diseñada para establecer la prioridad de conservación y protección de cada


localidad, alcanzó el objetivo planteado que era dar mayor prioridad a las localidades con una ele-
vada riqueza de especies y con rangos de distribución biogeográficos menos amplios, en especial
para esta región, que, aunque hace parte de un centro de endemismo, cuenta con pocas especies
endémicas exclusivas para Colombia debido a que muchas de éstas también se presentan en Ve-
nezuela, lo que resta valor a la importancia de su conservación y protección al nivel nacional e in-
ternacional.

Adicionalmente, este tipo de análisis contribuye a la construcción de relaciones entre los patrones
de distribución de la avifauna y la riqueza de especies para cada localidad, permitiendo el diseño
de una estrategia global de conservación a partir del uso de información básica, que integra una
serie de localidades de acuerdo con la composición de su avifauna, como lo muestra el Análisis de
Agrupamiento.

En síntesis:

§ Establece pautas mediante un indicador como lo es avifauna, para la selección de áreas en


donde se deben realizar prioritariamente prácticas de conservación y protección.
§ Genera relaciones entre las localidades evaluadas, permitiendo la formulación de una red de
reservas definidas de acuerdo a un propósito específico. Por ejemplo, la conservación de es-
pecies migratorias playeras, necesitaría del establecimiento de una red de reservas que invo-
lucre las localidades de Laguna Grande, Valle de los Cangrejos y Laguna Buenavista.
§ De otra parte, el análisis de agrupamiento mostró la similitud en los patrones de distribución
de la avifauna en localidades altamente perturbadas como es el caso de Caño Palomino y Bo-
ca de Dibulla. En contraposición, Laguna Pantano y Laguna del Navio Quebrado, que se con-
sideran sitios prioritarios dentro de esta estrategia de conservación, poseen baja correlación
entre los componentes de su avifauna, ratificándose el valor que poseen en solitario y en con-
junto para la preservación de la diversidad regional.

20 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

Problemáticas para la conservación

En esta región se presentan una serie de problemáticas para la ejecución de programas de con-
servación y protección de la avifauna.

§ Cacería y comercio de mascotas. Coloca en grave peligro algunas especies como Dendro-
cygna autumnalis, Ortalis ruficauda, Mimus gilvus, Icterus nigrogularis, Sicalis flaveola, Sporophila
intermedia, Cardinalis phoeniceus, Cacicus cela y Euphonia laniirostris.

§ Asentamientos urbanos. La proximidad de asentamientos urbanos de diferente densidad


poblacional en cercanías de áreas consideradas como de importancia local para la conserva-
ción y protección, se convierte en una variable adicional para la ejecución de cualquier pro-
yecto de protección y conservación. Adicionalmente, la urbanización no planificada de las pe-
queñas ciudades de la Guajira, en las que no se contempla un claro orden en la disposición de
residuos sólidos y sistemas de alcantarillado, ha provocado que sus ríos presenten contami-
nación hídrica debido al vertimiento de aguas servidas y de gran cantidad de desechos plásti-
cos y de vidrio (bolsas, envases, vasos, etc.). Adicionalmente, estos basureros son criaderos
de ratas (Rattus norvegicus) y ratones domésticos (Mus musculus), que según Moors et al.
(1989), citado por Schulz (1998), son depredadores de huevos de pequeñas aves marinas.
Aunque no se cuenta con evidencia del daño que pueden causar estos roedores sobre estas
poblaciones, sí es muy posible que se esté generando un efecto de borde en los hábitat cer-
canos a los basureros.

§ Perturbación de hábitat. La transformación de hábitat es el principal factor en contra de la


conservación de la avifauna del Sector 1 de la Guajira. En la mayoría de los casos se presenta
en diversos grados que están estrechamente relacionados con las actividades de las comuni-
dades asentadas allí. Hacia la Sierra Nevada de Santa Marta los procesos de potrerización
(transformación de bosques, rastrojos y humedales en potreros) avanzan de acuerdo con el
crecimiento de la producción de ganado vacuno. Este proceso a su vez repercute en los ciclos
hidrológicos locales y por consiguiente en las dinámicas de todos los ecosistemas lénticos y
lóticos de toda la región.

En la zona norte del Sector 1, los principales agentes de perturbación sobre los hábitat terres-
tres consisten en la tala de árboles para ser utilizados para leña (Vásquez 2000), y el pasto-
reo. Al respecto, Lema (2000) reportó que la principal causa de pérdida de propágulos y plán-
tulas en el manglar era el pastoreo de ganado caprino y ovino, el cual consume hasta el 98%
de los propágulos de Avicenia germinans y porcentajes igualmente altos para las demás espe-
cies presentes en el manglar. El problema se enfoca hacia el hecho de que la ganadería ca-
prina es un elemento fundamental dentro de la cultura Wayuu y que los pastos y arbustos con
los que alimentan su ganado están ampliamente dispersos, y sólo en unos pocos sitios con
suficiente agua se da vegetación permanente; de esta manera se construye una competencia
invisible entre pastores y la fauna silvestre por recursos y espacio. Como lo menciona Johnson
(1993), bajo condiciones de baja densidad poblacional el pastoreo nómada tradicional repre-
senta una forma extensiva de rotación de pastos que es ecológicamente funcional, la pregunta
es, ¿cuán funcional podrá seguir siendo en esta región sin ningún tipo de manejo?

La perturbación de los ecosistemas acuáticos puede tener efecto negativo sobre las comuni-
dades de aves zancudas, ya que éstas, según Morales (1990), en algunos casos son más
susceptibles a la fragmentación de su hábitat debido a sus hábitos solitarios, su extrema timi-
dez hacia el hombre o por estar asociadas a ambientes primarios, no degradados. De igual
forma, la alteración de los sitios de paso utilizados por passeriformes durante la migración pa-
recen tener un efecto negativo sobre sus poblaciones (Hutto 1998).

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 21


CASTAÑO V., G.J.

§ Ecoturismo. En la actualidad se presenta como una alternativa para promover el desarrollo


económico de esta región. De allí que sea prioritaria la formulación de políticas claras y preci-
sas acerca del funcionamiento de las áreas dedicadas a este propósito con el fin de que las
condiciones naturales se conserven. En este sentido, el acceso de turistas puede tener un im-
pacto negativo sobre el éxito reproductivo de las aves (Parera & Bosso 1996), y sobre la
abundancia de especies y concentración de chorlos y playeros en las costas (Pagnoni 1995).
En especial, de acuerdo con Yorio & Quintana (1996), de concretarse alguna propuesta para
el eventual uso turístico de esta área, las administraciones necesitarán conocer, entre otras
cosas, la distancia aproximada a la cual se deberían observar las aves minimizando el distur-
bio, la respuesta de las aves al disturbio durante el ciclo reproductivo, y las posibles conse-
cuencias de la actividad humana sobre la reproducción de los individuos.

Conclusiones
El sector 1 de la Guajira presenta en toda su extensión una alta diversidad de aves silvestres, aso-
ciadas a gran cantidad de mosaicos de vegetación en diferentes estados sucesionales y a ecosis-
temas acuáticos. Esta gran riqueza de especies de aves del bosque seco tropical y subtropical, y
matorral espinoso, se encuentra amenazada por factores antrópicos antes mencionados que po-
nen en grave peligro la preservación de este patrimonio. Por este motivo es preponderante el inicio
de programas para la protección y conservación de estos hábitat que hacen parte de un centro de
endemismo, que es un área clave dentro de los objetivos de conservación de la biodiversidad na-
cional y mundial.

Es necesario adelantar investigaciones más amplias acerca del estado de conservación y deterioro
de la avifauna de todo el sector I de la Guajira, ya que en la actualidad es muy poca la información
que al respecto existe, y que por ende hace de mayor importancia y urgencia el inicio de evalua-
ciones que conduzcan a un conocimiento más amplio sobre el comportamiento y uso por parte de
la avifauna de los diversos hábitat de esta región.

Por último, la metodología planteada para la selección de localidades en las cuales se deben pro-
mover y realizar actividades de protección y conservación, de acuerdo con la riqueza de especies
y patrones de distribución biogeográficas, se ha planteado como una herramienta de fácil imple-
mentación y evaluación para grupos técnicos encargados de proyectos de ordenación territorial.
En especial, CORPOGUAJIRA debería fijar entre sus metas a corto plazo el establecimiento y for-
talecimiento de una red de reservas naturales públicas y privadas, en las que se conserve y proteja
el rico patrimonio biológico de esta región. Adicionalmente, debe desarrollar programas de educa-
ción y sensibilización ambiental dirigidas a las colectividades humanas con asiento e incidencia en
estos territorios; esta estrategia puede constituirse en la más efectiva y duradera herramienta para
afrontar las problemáticas ambientales asociadas al inadecuado uso y manejo de los recursos na-
turales en el departamento de La Guajira.

Agradecimientos

Este inventario se hizo posible a gracias al Proyecto Prolagunas - Protección y Recuperación de Humedales
Costeros del Caribe Colombiano de Ricerca e Cooperazione (PROYECTO: Col/B7 - 6200/IB/98/0670).

El autor expresa sus agradecimientos al profesor y amigo Tomás Cuadros por su compañía, ayuda y sugeren-
cias durante el desarrollo de este proyecto; a Álvaro Lema Tapias por su constante colaboración y ayuda; a Ju-
lio Jiménez por sus sugerencias. A todos los miembros de Ricerca e Cooperazione en Colombia (Riccardo
Stringhini, Jaime Duque, etc.) quienes siempre hicieron fácil lo complicado, a Enfry quien me guió por sus her-
mosas tierras guajiras, y en especial, a Rojo y Claudia, quienes me motivaron a escribir este texto.

22 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

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CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 25


CASTAÑO V., G.J.

Anexo 1. Matriz de calificación.


Rangos de valoración (riqueza de especies)
Peso
Patrón de distribución S1 S2 S3 S4 S5 S6 N

w P1(0,25) P2(0,21) P3(0,18) P4(0,14) P5(0,11) P6(0,07) P7(0,04)

Amplia (A) 1 ≥44 43-36 35-28 27-20 19-12 11-4 ≤3

Andina (An) 3 ≥6 5 4 3 2 1 0

Andina-Oriental (An-O) 1 ≥24 23-20 19-16 15-12 11-8 7-4 ≤3

Andina-Pacífica (An-P) 1 ≥6 5 4 3 2 1 0

Caribe (Ca) 6 ≥17 16-14 13-11 10-8 7-5 4-2 ≤1

Migratorio Boreal (MB) 3 ≥47 46-38 37-29 28-20 19-11 10-2 ≤1

Oriental (O) 3 ≥32 31-26 25-20 19-14 13-8 7-2 ≤1

Pacífica (P) 3 ≥11 10-9 8-7 6-5 4-3 2-1 0

Pacífica-Oriental (P-O) 1 ≥35 34-29 28-23 22-17 16-11 10-5 ≤4

26 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

Anexo 2. Especies presentes en el área de estudio de acuerdo a su familia, localidad de registro,


Hábitat, Gremio Trófico/microhábitat, Organización Social y Distribución Biogeográfica.
a b c d
Especie Localidades de registro HA GT OS DB
Tinamidae (Tinamúes)
Crypturellus soui 4 Bos Ot S A
Podicipedidae (Zambullidores)
Podilymbus podiceps 4 Ac Pza G An-P
Pelecanidae (Pelícanos)
Pelecanus occidentalis 1-4-6-8-10-11-12-13-15 Ac Pza G P
Phalacrocoracidae (Cormoranes)
Phalacrocorax brasilianus 1-2-4-5-8-10-11-12-15 Ac Pza G A
Anhingidae (Patos-aguja)
Anhinga anhinga 3 Ac Pza S A
Fregatidae (Fragatas)
Fregata magnificens 6-8-11-15 Ac Ra S P
Ardeidae (Garzas)
Bubulcus ibis 3-6 Ab Ie G A
Ardea cocoi 2 Ac Pz G P-O
Ardea herodias 8-9-11 Ac Pz S-G MB
Butorides striatus 3-4-5-8-15 Ac Pz S An-P
Ardea alba 2-3-4-5-7-8-9-10-11-12-13 Ac Pz G A
Egretta rufescens 8-10-11-15 Ac Pz S MB
Egretta thula 3-6-7-8-11-12-15 Ac Pz S-G A
Egretta caerulea 4-5-7-8-10-11-15 Ac Pz S-P A
Egretta tricolor 6-10-11-15 Ac Pz S P
Nyctanassa violacea 3-8-11 Ac Pz S A
Nycticorax nycticorax 3 Ac Pz S An-O
Pilherodius pileatus 2-5 Ac Pz S-P P-O
Tigrisoma lineatum 3-15 Ac Pz S P-O
Cochlearius cochlearius 3 Ac Pz G A
Ciconiidae (Cigüeñas)
Mycteria americana 11 Ac Iz G An-O
Threskiornithidae (Ibis y espátulas)
Ajaia ajaja 8-11-15 Ac Ii G P-O
Eudocimus albus 8-11-15 Ac Ii G O
Eudocimus ruber 8-11-15 Ac Ii G O
Mesembrinibis cayennensis 4 Ac Ii S-G P-O
Phoenicopteridae (Flamencos)
Phoenicopterus ruber 8 Ac Ii G Ca
Anatidae (Patos)
Anas discors 3-8-10-13-15 Ac He S-G MB
Dendrocygna autumnalis 2-3-4-5-8 Ac He G A
Cathartidae (Gallinazos)
Cathartes aura 4-8-9-10 Ab Car S A

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 27


CASTAÑO V., G.J.

a b c d
Especie Localidades de registro HA GT OS DB
Cathartes burrovianus 4-8-9 Ab Car S P-O
Coragyps atratus 1-2-3-4-5-7-8-9 Ab Car G A
Sarcoramphus papa 4 Ab Car S P-O
Pandionidae (Águila Pescadora)
Pandion haliaetus 3-4-7-12-15 Ac Pv S MB
Accipitridae (Gavilanes y águilas)
Ictinia plumbea 3 Ab Iar S P-O
Busarellus nigricollis 2-5 Ac Pza S P-O
Buteo brachyurus 4 Ab Ra S An-O
Buteo magnirostris 4 Ab Ra S A
Asturina nitida 4 Ab Ra S P-O
Buteogallus anthracinus 3-4 Ab Ra S O
Buteogallus urubitinga 9 Ab Ra S P-O
Circus cyaneus 8-11 Ab Ra S MB
Elanus leucurus 4 Ab Ra S An-O
Gampsonyx swainsonii 4-5 Ab Ra S-P An-O
Harpyhaliaetus solitarius 2 Ab Ra S An
Buteogallus meridionalis 3-4-5-7-9 Ab Ra S O
Parabuteo unicinctus 4 Ab Ra S Ca
Rostrhamus sociabilis 2-11 Ac Ra S A
Falconidae (Halcones y caracaras)
Milvago chimachima 3-4-8 Ab Oa S-P An-O
Caracara plancus 7-8-9-11 Ab Oa S-P An-O
Falco columbarius 5-15 Ab Ra S MB
Falco sparverius 4-8-9 Ab Ra S A
Herpetotheres cachinnans 4-9 Ab Ra S P-O
Cracidae (Pavas)
Ortalis ruficauda 4-5 Bos Gt G An
Odonthophoridae (Perdices)
Colinus cristatus 4-5-8-9 Ab Ot S-G An-O
Aramidae (Carrao)
Aramus guarauna 2 Ac Pz S P-O
Rallidae (Polluelas y rascones)
Aramides cajanea 5 Ac Ie P A
Gallinula chloropus 4-5 Ac Ie S-G An
Laterallus albigularis 5 Ac Ie S An-P
Rallus longirostris 2 Ac Ie S P
Jacanidae (Gallitos de ciénaga)
Jacana jacana 2-3-4-5-9 Ac Ie P-G An-O
Haematopodidae (Ostreros)
Haematopus palliatus 11 Ac Ii P-G P
Charadriidae (Chorlos y Pellares)
Vanellus chilensis 3-9 Ab Ie P A

28 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

a b c d
Especie Localidades de registro HA GT OS DB
Charadrius alexandrinus 8 Ac Ii S MB
Charadrius collaris 8-10-11 Ac Ii P-G O
Charadrius semipalmatus 8-10-11 Ac Ii S-G MB
Charadrius wilsonius 8-10-11-13 Ac Ii S-P P
Pluvialis squatarola 8-10-11-13 Ac Ii S-G MB
Scolopacidae (Andarríos)
Actitis macularia 4-5-7-8-10 Ac Ii S MB
Arenaria interpres 8-10-11-15 Ac Ii P-G MB
Calidris alba 6-10-13 Ac Ii P-G MB
Calidris mauri 8 Ac Ii S-G MB
Calidris melanotos 8 Ac Ii S-G MB
Calidris minutilla 10-13 Ac Ii P MB
Catoptrophorus semipalmatus 8-10-11 Ac Ii S-G MB
Limnodromus griseus 11 Ac Ii S MB
Calidris himantopus 8-10-13 Ac Ii S MB
Numenius phaeopus 8-10-11-13 Ac Ii S-G MB
Tringa flavipes 11 Ac Ii S-G MB
Tringa melanoleuca 8-10 Ac Ii S MB
Tringa solitaria 4-8-15 Ac Ii S MB
Tryngites subruficollis 8 Ac Ii S MB
Recurvirostridae (Cigüeñuelas)
Himantopus mexicanus 8-10-11-15 Ac Ii G An-O
Burhinidae (Alcaravanes)
Burhinus bistriatus 8 Ab Ie G O
Laridae (Gaviotas y gaviotines)
Larus atricillus 1-8-10-12-15 Ac Pza G MB
Sterna antillarum 8-10-11-12 Ac Pza S-G MB
Sterna eurygnatha 8 Ac Pza G MB
Sterna hirundo 8-10-11-12-15 Ac Pza P-G MB
Sterna maxima 1-8-11-15 Ac Pza S MB
Sterna nilotica 10-11-15 Ac Pza G MB
Rynchopidae (Picotijeras)
Rynchops niger 8-10-11 Ac Pv G P-O
Columbidae (Palomas y torcazas)
Columba cayennensis 2-3-4 Ab Gar S P-O
Columba corensis 5-8-9 Ab Gar P-G Ca
Columbina passerina 6-8-9 Ab Gt P-G An-O
Columbina talpacoti 4-7 Ab Gt P-G A
Leptotila verreauxi 4-5-7-9-14 Ab Gt P-G An
Columbina squammata 1-5-8-9-11 Ab Gt P-G O
Zenaida auriculata 6-15 Ab Gt P-G An-O
Psittacidae (Loras y pericos)
Aratinga pertinax 4-7-8-9 Bos Gar G O

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 29


CASTAÑO V., G.J.

a b c d
Especie Localidades de registro HA GT OS DB
Brotogeris jugularis 1-2-3-4-6-7-9 Bos Gar G P-O
Forpus passerinus 8-9 Bor Gar G Ca
Pionus menstruus 5 Bor Gar S P-O
Cuculidae (Cucos)
Coccyzus americanus 14 Bos Iar S MB
Crotophaga major 1-3-6 Ab Iar G A
Piaya cayana 5-7 Bos Iar S A
Tapera naevia 4-5-7-9 Bos Iar S An-O
Crotophaga ani 1-4-5-9 Ab Oar G A
Crotophaga sulcirostris 4-5 Ab Oar G P-O
Caprimulgidae (Chotacabras)
Caprimulgus cayennensis 9 Ab Ie S An-O
Chordeiles acutipennis 9-15 Ab Ie P MB
Nyctidromus albicollis 9 Ab Ie S A
Apodidae (Vencejos)
Chaetura cf. pelagica 15 Ab Ia G MB
Chaetura spinicauda 1-3 Ab Ia G P
Streptoprocne zonaris 4-5 Ab Ia G An-O
Trochilidae (Colibríes)
Amazilia tzacatl 4-7 Ab Nec S An-P
Chlorostilbon gibsoni 9 Bor Nec S O
Lepidopyga lilliae e 2-5 Bor Nec S Ca
Leucippus fallax 9-15 Bor Nec S Ca
Phaethornis striigularis 1 Bor Nec S P
Threnetes ruckeri 7 Bor Nec S P
Alcedinidae (Martines-pescadores)
Megaceryle torquata 1-2-3-6-7-15 Ac Pza S A
Chloroceryle amazona 3-9 Ac Pza S P-O
Chloroceryle americana 7-15 Ac Pza S A
Momotidae (Barranqueros)
Momotus momota 5 Bor Iar S P-O
Galbullidae (Jacamares)
Galbula ruficauda 2-3-4-5-7-14 Bos Iar S P-O
Bucconidae (Bobos)
Hypnelus ruficollis 3-8-14 Bos Iar S-P O
Ramphastidae (Tucanes)
Pteroglossus torquatus 7 Bos Far S An
Picidae (Carpinteros)
Dryocopus lineatus 2-5 Bor It S A
Melanerpes rubricapillus 1-2-4-5-7-9 Bor It S-P An
Piculus chrysochloros 3 Bor It S O
Picumnus cinnamomeus 5-8 Bos It S Ca

30 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

a b c d
Especie Localidades de registro HA GT OS DB
Dendrocolaptidae (Trepatroncos)
Xiphorhynchus picus 5-7-8 Bos It S O
Furnariidae (Horneros)
Certhiaxis cinnamomea 2-3-5 Bor Iar S-P O
Furnarius leucopus 1-4-5-14 Bor Iar S O
Synallaxis candei candei 5-14 Bos Is S-P Ca
Thamnophilidae (Hormigueros arbóreos)
Formicivora grisea intermedia 3-6-7 Bos Iar S O
Myrmeciza longipes 4-5 Bos Iar P O
Sakesphorus canadensis 1-4-5-7-14 Bos Iar S-P P-O
Sakesphorus melanonotus 9 Bos Iar S Ca
Thamnophilus doliatus 2-5 Bos Iar S O
Pipridae (Saltarines)
Chiroxiphia lanceolata 7 Bos Far S Ca
Tyrannidae (Atrapamoscas)
Camptostoma obsoletum 7-8 Bos Iar S P-O
Elaenia flavogaster 4 Bor Iar S A
Fluvicola pica 2-3-6-8-15 Bor Iar S-P O
Inezia tenuirostris 5-8-9 Bos Iar S Ca
Machetornis rixosus 3-4-5-6-8 Ab Ie S An-O
Megarhynchus pitangua 4 Bor Iar S P-O
Myiarchus tuberculifer 9 Bor Iar S P-O
Myiarchus venezuelensis 4-8-9 Bos Iar S Ca
Myiodynastes maculatus 4-7-14 Bor Iar S A
Myiozetetes similis 3-5 Bor Iar S-P O
Pyrocephalus rubinus 1-3-4-5-8-9-15 Ab Iar S A
Sublegatus arenarum 7-8 Bos Iar S O
Todirostrum cinereum 4 Bor Iar S A
Tyrannulus elatus 4-5 Bos Iar S P-O
Tyrannus dominicensis 8-14-15 Bor Iar S MB
Tyrannus melancholicus 1-4-9-15 Ab Iar S A
Tyrannus savana 1-2-15 Ab Iar S-G A
Tyrannus tyrannus 8-14-15 Ab Iar S MB
Pitangus sulphuratus 1-5-7-8-9-14-15 Bor Oar S-P An-O
Hirundinidae (Golondrinas)
Hirundo rustica 3-4-5-7 Ab Ia G MB
Progne chalybea 15 Ab Ia G P-O
Tachycineta albiventer 1-2-4-6-7-12-15 Ab Ia G O
Stelgidopteryx ruficollis 4 Ab Ia G A
Troglodytidae (Cucaracheros)
Campylorhynchus griseus 3-4-5-7-9-14 Bor Iar S-G O
Thryothorus leucotis 3-4-5-7-14 Bos Iar S P-O
Troglodytes aedon 1 Ab Iar S A

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 31


CASTAÑO V., G.J.

a b c d
Especie Localidades de registro HA GT OS DB
Mimidae (Sinsontes)
Mimus gilvus 3-4-8-9-10-11 Bor Oar S-P An-O
Turdidae (Zorzales)
Catharus ustulatus 5-7 Bos Oar S MB
Sylviidae (Currucas)
Polioptila plumbea 5-8 Bor Iar S A
Vireonidae (Verderones)
Cyclarhis gujanensis 7-14 Bos Iar S P-O
Vireo olivaceus 4-5-7 Bor Iar S MB
Icteridae (Arrendajos y turpiales)
Agelaius icterocephalus 2-3-4-8 Ab Oar P-G An-O
Cacicus cela 2-5 Ab Oar P P-O
Icterus galbula 5 Ab Oar S MB
Icterus nigrogularis 3-4-5-7-8-14 Ab Oar S-P O
Sturnella militaris 3-5 Ab Oar P A
Quiscalus mexicanus 1-6-8-10-11-15 Ab Oar S-G P
Scaphidura oryzivora 6 Ab Oar S A
Parulidae (Reinitas)
Dendroica castanea 5 Bor Iar S-B MB
Dendroica aestiva 7 Bor Iar S MB
Dendroica striata 5-14 Bor Iar S-B MB
Mniotilta varia 5 Bor Iar S MB
Protonotaria citrea 3-7-14 Bor Iar G MB
Seiurus noveboracensis 3-4-5 Bor Iar S MB
Setophaga ruticilla 3 Bor Iar S MB
Coerebidae (Mieleros)
Coereba flaveola 8 Bor Nec S A
Thraupidae (Tangarás)
Euphonia laniirostris 4 Bor Far S-P An-O
Ramphocelus dimidiatus 3-4 Bor Far S An-P
Thraupis episcopus 1-4-5-7 Bor Far S-P A
Thraupis glaucocolpa 7-9-14 Bor Far S Ca
Thraupis palmarum 4 Bor Far P A
Fringillidae (Semilleros)
Saltator coerulescens 1 Bor Far P An-O
Saltator maximus 5-7 Bor Far S A
Saltator orenocensis 5-8-9-14 Bor Far S O
Arremonops conirostris 4 Bor Gar S A
Cardinalis phoeniceus 8-9 Bor Gar S Ca
Coryphospingus pileatus 8 Bos Gar S Ca
Sporophila intermedia 9 Ab Gar S O
Sporophila minuta 4 Ab Ge P An-O
Volatinia jacarina 4-6 Ab Ge P A

32 CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001


EVALUACIÓN DE LA AVIFAUNA ...

a
HA: Hábitat. Áreas Abiertas (Ab), Hábitat Acuáticos (Ac), Bordes (Bor) y Hábitat Boscosos (Bos).
b
GT: Gremios Tróficos/microhábitat. Carroñero (Ca), Pescadora zambullidora (Pza), Pescadora voladora (Pv),
Pescadora zancuda (Pz), Insectívora consumidora de invertebrados acuáticos (Ii), Herbívora (He), Rapaz (Ra),
Granívoro terrestre (Gt), Granívoro arbóreo (Gar), Granívoro estrato herbáceo (Ge), Nectarívoro (Nec), Insectí-
voro aéreo (Ia), Insectívoro arbóreo (Iar), Insectívoro estrato herbáceo (Ie), Insectívoro troncos (It), Insectívoro
sotobosque (Is), Insectívoro zancuda (Iz), Frugívoro arbóreo (Far), Omnívoro arbóreo (Oar), Omnívoro aéreo
(Oa) y Omnívoro terrestre (Ot).
c
OS: Organización Social. Grupo Monoespecífico (G), Pareja (P), Pareja-Grupo Monoespecífico (P-G), Solita-
rio (S), Solitario-Bandada Mixta (S-B), Solitario- Grupo Monoespecífico (S-G) y Solitario-Pareja (S-P).
d
DB: Distribución Biogeográfica. Amplia (A), Andina (An), Andina-Oriental (An-O), Andina-Pacífica (An-P), Ca-
ribe (Ca), Migratorio Boreal (MB), Oriental (O), Pacífica (P) y Pacífica-Oriental (P-O).
e
Endémica.

CRÓNICA FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE No. 16, 2001 33

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