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nutrición II
Evaluación del
estado de nutrición
en situaciones
especiales
Índice
Presentación ............................................................................ 4
Competencia específica .......................................................... 5
Logros ...................................................................................... 5
3.1 Evaluación del estado de nutrición en pacientes
hospitalizados .......................................................................... 6
3.1.1 Factores de riesgo que inciden en pacientes
hospitalizados .......................................................................... 6
3.1.3 Valoración bioquímica ............................................... 22
Presentación
Hemos llegado al final del curso y el tema que a continuación estudiaremos hace
referencia a otra área de la nutrición clínica y de la evaluación nutricional que corresponde
a situaciones especiales a nivel hospitalario, donde los pacientes involucrados se
encuentran en situaciones adversas, primeramente, por la patología que cursan y por otra
parte en la dificultad en cuanto a la obtención de distintas medidas antropométricas que
permita evaluarlos desde el punto de vista nutricional.
Para esto existen métodos como veremos, que permiten la obtención de distintas medidas
corporales en favor de un diagnóstico preciso que permita llevar un seguimiento del
paciente en favor de la recuperación de su salud.
Estructura de la unidad 3.
Competencia específica
Integra el diagnóstico del estado de nutrición en el paciente hospitalizado, mediante la
evaluación nutricional para la vigilancia en la atención integral.
Logros
Identifica la importancia, indicadores y herramientas de la evaluación nutricional en
situaciones especiales.
La vigilancia del estado de nutrición del paciente hospitalizado, así como el manejo
nutricio, son esenciales para el tratamiento integral del paciente, pues con un adecuado
manejo de la nutrición podrían disminuir las complicaciones, acelerar la recuperación y
disminuir el tiempo de hospitalización.
La evaluación del estado de nutrición del paciente hospitalizado contempla por lo menos
cuatro objetivos: identificar a los pacientes que corren un riesgo al respecto, determinar la
gravedad y las causas del deterioro, así como el riesgo de muerte por desnutrición o de
enfermedades, y, por último, vigilar la respuesta al tratamiento nutricio.
En este tema se incluyen algunas formas de modificar los indicadores para la evaluación
del estado de nutrición del paciente hospitalizado.
Se considera que el estado de nutrición del paciente hospitalizado está en riesgo por
diferentes factores, tanto físicos y bioquímicos, como de la propia enfermedad. Esta
condición de riesgo debe determinarse durante las primeras 24 a 48 h posteriores a la
hospitalización.
Para determinar este riesgo hay varios índices, los cuales se modifican conforme se
deteriora el estado de nutrición, entre otros, pérdida de peso reciente, reducción de la
circunferencia del brazo y del pliegue cutáneo tricipital, así como disminución del índice de
masa corporal, reflejo directo de la pérdida de peso.
El riesgo del estado de nutrición implica ciertos factores que contribuyen a modificarlo, y
que ya han sido identificados en el expediente, en la historia clínica, o que se hacen
evidentes al evaluar al paciente. Estos factores se enumeran en el cuadro VIII-1.
Es conveniente que en las instituciones hospitalarias haya un formato que incluya estos
factores y que forme parte de la historia clínica; este instrumento podría ser llenado por
cualquiera de los miembros del equipo de salud que atiende al paciente, y según el riesgo
nutricio, se determinaría si es necesario que el nutriólogo valore en detalle el estado de
nutrición.
Por otra parte, hay una serie de instrumentos para evaluar a los pacientes hospitalizados
que en general se clasifican como instrumentos de evaluación de riesgo e índices
pronósticos. Estos últimos arrojan datos predictivos sobre la condición del paciente, es
decir, permiten pronosticar complicaciones relacionadas con el estado de nutrición del
individuo hospitalizado, como infecciones posquirúrgicas, septicemia y muerte, de tal
forma que permiten determinar su riesgo nutricio, por ejemplo, el Índice Pronóstico
Inflamatorio y Nutricio (PINI), el Índice Pronóstico Nutricional (IPN), el Índice de Riesgo
Nutricional (INR), entre otros.
Entre los instrumentos para la evaluación de los riesgos ya mencionados y que permiten
detectar a individuos cuyo estado de nutrición requiere de una evaluación completa, se
1. Cambio de peso:
Para evaluar el estado de nutrición del paciente hospitalizado aquí se hace referencia a
los idóneos para estos casos y solo se describen algunas de las modificaciones para
evaluar su estado.
Para la valoración del estado de nutrición, debe tomarse en cuenta el peso, la talla y el
área muscular del brazo, además de las medidas que permiten determinar la composición
corporal.
El peso corporal es una medida que contempla tanto los líquidos, como la masa magra y
grasa que componen al organismo; los cambios de peso indican que alguno de esos
componentes se ha modificado.
En el cuadro VIII-5 se presenta otra forma de estimar el peso a partir de solo dos
mediciones, altura de la rodilla y circunferencia media del brazo, según la edad.
Hay otras ecuaciones para pronosticar el peso mediante circunferencias, las cuales
resultan útiles cuando no es posible medir la altura de la rodilla, como la propuesta por
Rabito y colaboradores:
El peso corporal del individuo permite determinar el porcentaje de peso deseado y los
cambios recientes al respecto. Un cambio superior a 0.5 kg/día indica modificaciones en
la cantidad de fluidos, y no necesariamente de los otros componentes. Por otra parte, la
Determinación de la talla
La talla (o estatura) se puede obtener según se describió en el capítulo III (Suverza, A. y
Haua, K., 2010), siempre y cuando el paciente pueda sostenerse de pie, de lo contrario,
no se puede medir con un estadímetro (p. ej., personas con algún tipo de artritis o
parálisis, o alguna discapacidad) y se debe recurrir a otros métodos de estimación, como
la altura de la rodilla, o midiendo directamente la longitud, en posición supina.
Otras ecuaciones que también permiten estimar la talla a partir del largo de la pierna se
incluyen en el cuadro VIII-9.
Hay otras ecuaciones para pronosticar la talla a partir de los miembros superiores, no los
inferiores, método propuesto por Rabito y colaboradores que resulta útil cuando no se
pueda medir la altura de la rodilla:
Este método consiste en medir el antebrazo, que equivale a la longitud del cúbito, del
codo al punto medio del hueso prominente de la muñeca. Dicho valor se compara con los
datos de conversión del cuadro VIII-10, donde en la primera columna aparece la
clasificación por sexo y edad; en las siguientes, en la primera fila se expresa el largo del
antebrazo en cm; la intersección entre el largo del antebrazo, el sexo y la edad,
corresponde a la talla estimada en metros (figura VIII-4).
Estimación de la talla por medición de la distancia del punto medio del esternón a la
punta del dedo medio
Esta medición es sencilla y la más utilizada en clínica; sólo se necesita una cinta
antropométrica. El paciente extiende horizontalmente el brazo, de preferencia el izquierdo,
alineado con el hombro, y se mide del punto medio del esternón a la punta del dedo
medio (figura VIII-5).
para cuando el paciente no puede levantarse y se mide en posición supina, ya sea del
brazo izquierdo o del derecho. Se pide al paciente que, con el brazo extendido y paralelo
al cuerpo, doble el antebrazo sobre el tronco, con la palma de la mano hacia abajo y
formando un ángulo de 90° respecto del brazo. Con la cinta antropométrica se marca el
punto medio del brazo, entre el acromion y el olecranon (mismo sitio que se señala
cuando el paciente puede ser medido de pie). Una vez hecho esto, el paciente debe
extender nuevamente el brazo y colocarlo al lado del cuerpo, con la palma de la mano
hacia arriba. Se coloca una almohada o toalla debajo del antebrazo para levantarlo
ligeramente y facilitar la medición de la circunferencia media del brazo en el punto medio
marcado, y perpendicular al eje largo del brazo. La cinta debe estar en contacto con la
piel, pero sin comprimirla. La medida se registra al 0.1 cm más cercano.
El área muscular del brazo del paciente hospitalizado se calcula del mismo modo que en
el ambulatorio, y si no puede levantarse para tomar las medidas de la circunferencia
media del brazo y el pliegue cutáneo, estas se tomaran con la técnica antes descrita
(figuras VIII-7 y VIII-8).
Los indicadores bioquímicos son importantes para la valoración del estado de nutrición de
un paciente hospitalizado porque representan una medición directa del deterioro del
mismo, en su caso. Sin embargo, conviene recordar que la alteración de los indicadores
bioquímicos puede ser producto de cambios en la nutrición o de otros factores, como
proceso de la enfermedad, tratamiento, medicamentos, estado de hidratación, que
podrían influir en la concentración de diferentes sustancias, tanto en la sangre como en la
orina, y se deben tomar en cuenta para la valoración del estado de nutrición.
aspectos. Siempre que se observa un dato bioquímico, se compara con los datos, la
evolución clínica y los antecedentes del paciente, y si no concuerda, se repite la
determinación bioquímica.
Para el paciente en estado crítico. Vigilar glucosa, nitrógeno ureico en sangre, proteína
C reactiva.
Para pacientes con VIH o sida. Vigilar cuenta viral y de CD4, albúmina (aunque podría
deberse a un proceso inflamatorio, más que a desnutrición), proteína C reactiva, perfil de
lípidos, marcadores de anemia como hemoglobina, hematocrito, concentraciones de ácido
fólico y vitamina B12, indicadores de funcionamiento hepático y renal.
Para pacientes con insuficiencia renal. Vigilar nitrógeno ureico en sangre, albúmina,
potasio, fósforo, calcio, hormona paratiroidea, PTH, vitamina D, glucosa sérica, colesterol,
triglicéridos, depuración de creatinina para detectar filtración glomerular, hematocrito,
Tal vez uno de los aspectos de mayor importancia en el paciente hospitalizado sea la
utilización de la EGS (ya descrita), pues a pesar de que es una determinación
eminentemente de riesgo, hoy día constituye una forma rápida y sencilla para la
evaluación clínica del individuo. Otro de los elementos fundamentales de valoración
clínica, es la utilización del expediente médico como la fuente primaria de información en
estos casos, de modo que resulta indispensable el seguimiento constante del paciente.
Para evaluar el consumo en el hospital se puede utilizar alguno de los métodos descritos
en el capítulo VII de Suverza, A. y Haua, K. (2010), como los recordatorios de 24 h, el
registro de la frecuencia de consumo o el registro diario de lo consumido. El seguimiento
real de los alimentos consumidos por el paciente implica pesar y registrar lo que se le
sirve y posteriormente pesar y registrar los sobrantes; la diferencia entre lo que se le sirve
y lo que le sobra corresponde a lo que el paciente realmente está consumiendo.
Cierre de la unidad
En esta unidad se han expuesto algunas de las adaptaciones pertinentes al ABCD para
evaluar el estado de nutrición del paciente hospitalizado, con el fin de llegar al diagnóstico
y dar seguimiento a su estado de nutrición, aun cuando esté imposibilitado para cooperar
con los métodos tradicionales de medición.
Los diferentes métodos estudiados para la obtención de diversas medidas del cuerpo
humano tienen su respaldo científico, por lo que son altamente confiables en la evaluación
del estado de nutrición de cada paciente en turno, pero el criterio y juicio de cada uno
empleé para poder diagnosticar correctamente a una persona es igualmente valioso, esto
permitirá tener la certeza de la salud de una persona, lo que permitirá llevar el
seguimiento correspondiente y limitar la aparición de secuelas propias de alguna
patología, evitar la aparición de enfermedades y sobre todo mantener un estado de
nutrición que permita tener una calidad de vida excelente.
Actividades
La elaboración de las actividades estará guiada por tu docente en línea quien te
indicará, a través de la Planeación didáctica del docente en línea, la dinámica que tú y tus
compañeros (as) llevarán a cabo, así como los envíos que tendrás que realizar.
Autorreflexiones
Fuentes de consulta
Básicas
Complementarias
• Valencia, E., Marin, A., & Ea, C. (2016). GUIAS DE SOPORTE METABOLICO Y
NUTRICIONAL - ASPEN - 2016. ResearchGate.
https://www.researchgate.net/publication/295932481_GUIAS_DE_SOPORTE_ME
TABOLICO_Y_NUTRICIONAL_-_ASPEN_-_2016
• Piñeiro, E. (2008). Evaluación del estado nutritivo | EROSKI Consumer. Consumer.
https://www.consumer.es/alimentacion/evaluacion-del-estado-nutritivo.html
• S. Saladin, K. (2013). Anatomía y fisiología. México: Mc Graw Hill.