Grupo 1: Embarazo

A. ¿Cómo es posible que te hayas quedado embarazada?

B. Te lo dije el último fin de semana del mes pasado, que teníamos que tener
cuidado, y no teníamos protección, pero tú no podías esperar.
A. Qué mala suerte. Joder, no puedo dejar embarazada a mi esposa por mucho
que lo intente, y en el momento en que no tomamos precauciones te dejo
embarazada.
B. Eso es porque me amas, y a ella no.
A. ¿Esa es tu interpretación?
B. Es un niño concebido por pasión real, no como parte de un proyecto de
fertilidad.
A. Está bien. Bueno, iré contigo y lo arreglaremos.
B. No voy a hacer eso otra vez.
A. ¿Otra vez? ¿Qué quieres decir con eso?
B. Es la tercera vez. Lo hice una vez cuando era más joven, y luego lo hice por
“XX”. Yo no quería, pero él insistió.
A. De verdad que no veo otra manera.
B. ¿Y Por qué no podemos tenerlo?
A. ¿Y qué?
B. Y lo criamos juntos.
A. Obviamente eso no es posible.
B. ¿Por qué? Odias tu trabajo, odias tu vida. Quiero decir, parece una bendición.
Es una señal.
A. Mira, “B”, me tengo que ir. Estoy haciendo malabarismos con mil cosas al
mismo tiempo para que esta escapada a la ciudad parezca legítima.
B. “A”...
A. Debes... Espero que hagas lo correcto, ¿de acuerdo?
B. No pienso renunciar a esto.
A. Te llamo en dos semanas.
B. ¿Cómo que en dos semanas?
A. Tengo que irme de viaje, ya lo sabes.
B. ¿Y qué se supone que tengo que hacer yo? ¡Deja de jugar conmigo!
A. No estoy jugando contigo.
B. ¿Por qué no se lo dices ahora entonces?
A. No quiero arruinar este acuerdo para la empresa. ¿Entiendes?
B. ¿Cómo puedes irte de viaje con una mujer a la que sabes que vas a dejar en
cuanto vuelvas?
A. No grites.
B. ¿Quieres saber cómo me siento? Estoy celosa, ¿de acuerdo? no me gusta la
idea de ti haciendo el amor con ella. No me gusta la idea de que te vayas de
isla en isla con ella. ¡Es romántico!
A. ¡Es por trabajo! Y baja la voz. Ya sabes que hacemos el amor. Y sabes que es
solo rutina. Por el amor de Dios, ¿no puedes esperar unas semanas?
B. Sí.
A. ¿Y te vas a hacer cargo de esto? Solo quiero saber eso.
B. Sí.
Grupo 2: Declaración

A. Hola.
B. Hola.
A. Te he estado buscando.
B. Lo siento, ¿me necesitas?
A. Eh… No, no. Solo que me preguntaba si estabas bien.
B. Si, estoy bien.
A. Solo quería decirte lo arrepentido y avergonzado que me siento por lo de anoche.
B. No hace falta que digas nada.
A. Es que no dejo de darle vueltas y, lo sé, son las bodas, las bodas me vuelven loco y
además estaba totalmente pedo y…
B. De verdad, no hace falta que digas nada.
A. Ya pero quiero hacerlo así que… no querría que entre nosotros hubiera mal rollo,
me gusta mucho lo que tenemos, nuestra relación laboral…
B. Escucha, mejor no hablemos de ello.
A. Es que…
B. En serio. Es agua pasada, de verdad, ya está. Está todo bien. ¿Qué?
A. ¿Sabes cuánto me cuesta tenerte cerca todos los días?
B. ¿Te cuesta?
A. Necesito mucha fuerza de voluntad para no lanzarme y comerte a besos, y no puedo
parar de pensar en ti y se está convirtiendo en un verdadero problema.
B. Tienes novio
A. Sí.
B. Voy a volver al trabajo
A. No te vayas.
B. ¿Qué estás haciendo? Esto es…
Grupo 3: Ruptura

A - Oye, mis padres estarán aquí este fin de semana. ¿Quieres venir a comer?

B- Ay, no podemos debido a la regla de los dos días. Nos vamos a ver en la fiesta de
María el viernes por la noche y luego te quedarás a dormir aquí. Así que no podremos
vernos hasta el lunes...

A- Ya, bueno, me encantaría conocer a tus padres. Viven en la ciudad, ¿No?

B- A las afueras, en verdad no les veo mucho.

A- ¿Han preguntado por mí? ¿Qué piensan? Mis padres quieren conocerte.

B- Por supuesto, sí. Se mueren por conocerte. Oye, me cayeron muy bien tus amigos
anoche. Ese tío… ¿Daniel? Me pareció un tío estupendo… Te lo iba a contar.

A- ¿Quiénes son estas mujeres?

B- ¿Sabes que en mi cultura se lleva el matrimonio concertado? Estas son esas mujeres.

A- ¿Has conocido a estas mujeres?

B- Sólo con mis padres delante. No he tenido…

A- No lo dices en serio, ¿verdad?

B- Es cosa de mi madre, yo simplemente le sigo el rollo.

A- Entonces, ¿qué piensa tu madre de ti y de mí? No sabe nada de mí, ¿verdad?

B- No.

A- Casi un año de red flags. Soy estúpida. Estás esquivando a mis padres. ¡La regla de
no vernos dos días seguidos! En serio, bandera roja tras bandera roja. ¡Eres un
mentiroso! Me mientes. Mientes a tus padres. ¡Y esas son las personas a las que quieres!

B- ¿Sabes como se dice “matrimonio concertado” en mi cultura? ¡Matrimonio!

¿Entiendes? Simplemente lo llamamos matrimonio. Hay otro tipo de matrimonio que
se llama "matrimonio por amor" y eso es malo. ¡Mi primo se casó con una mujer
“extranjera” y lo expulsaron de la familia! Nadie tiene permitido hablar con él.

A- ¿Por qué no me dijiste nada de esto?

B- ¡Porque no pensé que lo entenderías y tenía toda la razón!

A- ¿No crees que pueda entenderte?

B- ¡Estoy luchando contra una cultura de mil cuatrocientos años! ¡Tú llevabas aparato
en el colegio! ¡Hay una gran diferencia! Lo siento, pero no puedo perder a mi familia.

A- ¿Alguna vez te has imaginado un futuro en el que acabemos juntos?

Grupo 4: Hermanos

A- Hola.

B- Hola. ¿Qué tal tu día?

A- Bien. ¿Y tú?, ¿Cómo te encuentras?

B- Bien. Hoy estoy tranquil@. ¿Me puedes dar algo de dinero para ir al cine? ¿Qué te
pasa?

A- Me han ofrecido un trabajo.

B- ¡Pero eso es genial! ¿Dónde?

A- En (Nombre de la empresa, compañía, director).

B- ¡Eres increíble! Sabía que lo conseguirías. ¿Qué pasa?

A- Que es en (Otro país). Y no te puedo llevar conmigo.

B- Ya. Bueno, no te preocupes. Buscaremos la manera.

A- No hay manera. Si la acepto tienes que volverte al pueblo con los tíos.

B- Ya soy mayor, podría buscar un trabajo y alquilar algo más barato para compartir
hasta que acabe el instituto. O...

A- Sabes que no es posible.

B- ¡Estoy bien! Sabes que estoy bien, no tienes que preocuparte por mí. ¡Seguro que
podemos encontrar la manera!

A- Tendrías que volverte al pueblo.

B- Pero...

A- Hace dos días me diste un susto de muerte. Creía que ibas a volver a intentarlo. No
puedo dejarte sol@.

B- ¡Estoy bien! De verdad.

A- “B”...

B- ¡De verdad! Ahora tengo amigos, y me apoyan, y estoy tomando la medicación. No

me puedes pedir que vuelva al pueblo. Eso sí que me destrozaría.

A- Todavía no lo he decidido.

B- ¡Pero no puedes no irte! ¡Tienes que irte!

A- No lo he decidido.

B- No me obligues a volver. No sé si podría soportarlo.

A- Por eso.