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Facultad de Filosofía
DEL CAMPO
Se puede hablar directamente con el corazón. La mayoría de las culturas ancestrales lo sabe.
Es posible conservar nuestro corazón como si fuera un buen amigo. Hoy en día, estamos tan
ocupados con nuestros asuntos y pensamientos cotidianos que hemos perdido el arte
Jack Kornfield.
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Resumen
Este trabajo de fin de grado trata sobre un análisis de las cartas inéditas de María
Zambrano a Gregorio del Campo y exploraremos los aspectos de su filosofía que aparecen en
religiosidad, el cuerpo y el amor que nos servirá como base para el segundo bloque. Exploro
temas presentes en las cartas como el amor ausente, conflictos entre deber moral y emocional,
que aquí propongo: las cartas con Gregorio del Campo como fuente bibliográfica fiable a la
Summary
This final degree Project deals with an analysis of the unpublished letters from María
Zambrano to Gregorio del Campo and we will explore the aspects of her philosophy that
appear in these correspondences, taking them as the first manifestation of ideas, concepts and
In the first section we deal with the theoretical side of the work in terms of time,
religiousness, the body and love that will serve as the basis for the second block. I explore
themes present in the letters such as absent love, conflicts between moral and emotional duty,
the trascendent capacity of love and the relationship between the body and mysticism.
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In the second block w ego directly into the letters and I defend the thesis that I
propose here: the letters with Gregorio del Campoas a reliable bibliographical source when it
ÍNDICE
Zambrano………………………………………………………………….…10
Zambrano…………………………………………………………………….15
Romano………………………………………………………………………………23
BLOQUE II: Las cartas inéditas de María Zambrano con Gregorio del Campo…………….29
4. Conclusiones…………………………………………………………………………48
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………...………….52
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estas cartas fueron escritas. María Zambrano comenzó su noviazgo con Gregorio del Campo
con tan solo 17 años en el año 1921 y duró hasta el año 1928. En estas cartas, antes de
escribir Horizonte del liberalismo, su primera obra, y mucho antes de que su concepto de
razón poética madurase, la autora comparte con su amado sus inquietudes, deseos,
filosofía. Desde muy joven tenía una sensibilidad que nunca se ha negado a mostrar en toda
su potencialidad, así que nos serviremos de su honestidad para tratar las cartas que le enviaba
a del Campo como un cajón de semillas que luego la malagueña sembró en sus diferentes
obras y creció su famoso concepto de razón poética, su concepción del amor, el papel que
tiene en la vida y la metáfora del corazón como una de las mejores metáforas creadas por
nuestra autora para explicar y dar cuenta del significado del amor.
en estos años de historia de la filosofía es la poca capacidad de las mentes racionales de abrir
su campo vital, lo que ha hecho que confundamos el amor con los sentimientos, con los
con lo meramente inconsciente. De la misma forma que Jesucristo es Dios encarnado, el amor
es la palabra encarnada. El amor alumbra la libertad real y no la libertad que se define desde
la filosofía política y moral. La libertad cubre todo el espacio de lo real y solamente a través
conocimiento fijo y estable más que saber adecuarse ella misma al fluir de la vida y la
existencia. Marion en las primeras líneas de su obra cumbre (2005) lo expresa con bastante
claridad:
“Actualmente la filosofía ya no dice nada del amor, o muy poco. Además, es mejor
ese silencio, de tanto que lo maltrata o lo traiciona cuando se arriesga a hablar de él.
Casi podría dudarse que los filósofos lo experimenten, si no adivináramos que más
bien temen no decir nada sobre él. Y con razón, porque saben mejor que nadie que ya
Nuestra autora fue una de las pocas personas que se atrevió a ponerle palabras a lo
indecible, a indagar en su sensibilidad para toda una bibliografía llena de metáforas y juegos
de palabras que quieren llamar al amor, se sirve de ella para indagar en las profundidades de
su vida, su mente y sus entrañas y crear una filosofía que ponga al amor en el sitio que le
El escritor quiere decir el secreto; lo que no puede decirse con la voz por ser,
que pasa en el secreto seno del tiempo, es el silencio de las vidas, y que no puede decirse.
“Hay cosas que no pueden decirse” y es cierto. Pero esto que no puede decirse, es lo que se
Siguiendo con Marion, este afirma que la filosofía es etimológicamente amor por la
filosofía, antes de querer saber debe aprender a amar para posteriormente amar saber. La
origen, centrándose demasiado en su objeto de estudio, como un enamorado que está tan
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amarla por sí misma. Olvida que el saber parte del amor, de la búsqueda de lo amado. Incluso
muchos filósofos crean sus sistemas filosóficos y colocan al amor entre los instintos más
bajos del hombre, como causa de la mayoría de los males de la humanidad, causa de suicidio
y locura. Un ejemplo de ello es Schopenhauer ya que tiene una visión del amor íntimamente
“Quiebra los vínculos más sólidos y elige por víctimas ya la vida o la salud, ya
la riqueza, la alcurnia o la felicidad; que hace del hombre honrado un hombre sin
honor, del fiel un traidor, y que parece ser así como un demonio que se esfuerza en
exclamar: ¿Por qué tanto ruido? ¿Por qué esos esfuerzos, esos arrebatos, esas
ansiedades y esa miseria? Pues no se trata más que de una cosa muy sencilla; sólo se
Elena Morilla dice que “el amor llora su lugar arrebatado… el amor no tiene lugar
para expresarse”1. Es normal que los filósofos hayan dejado fuera al amor, algunos mientras
estaban en su búsqueda han observado que no se encuentra por ningún sitio y han terminado
por afirmar que el amor es un conjunto de reacciones químicas del cerebro que ha
al fin y al cabo, lo divino, no hallaremos lugar en el que el amor pueda expresarse. El lugar se
1
Esta cita aparece en un artículo de Morilla llamado “La voz del amado que llama… tras los pasos del amor en
la prosa de María Zambrano” publicado en 2003 gracias a la Universidad de Málaga.
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Zambrano habla de un reflejo del destierro que ha sufrido el amor en la historia: los
poetas mantenían el amor al margen de la ciudad y de la ley. Hoy en día el amor no está
María con Gregorio, se siente una poeta viviendo en la periferia de su ciudad, de su amado.
De la misma forma se sentirá años después en el exilio. Cuando nos alejamos del
amor nos alejamos de nuestra ley, de lo que engendra vida y le da un sentido a la misma a la
vez que se encarga de regular la vida exterior e interior del ser humano a través de otorgarnos
libertad sin libertinaje y necesidad sin esclavitud. Como dato a añadir, Zambrano habla de
esto en la metáfora del agua, en el cauce que guía al río y el río que mantiene siempre
cambiante y viva la tierra cuando tuvo una capacidad simbólica muy desarrollada.
Un ejemplo del destierro de lo divino es cuando expone como ejemplos que los dioses
fue fruto del proceso de secularización de la filosofía y el pensamiento. Como reflejo de ello
tenemos la eliminación del mito como explicación del mundo, se reemplaza el simbolismo y
También para la autora, la teoría cartesiana no es más que el ser humano visto como
ser con conciencia, como una máquina que realiza demostraciones inferenciales y lógicas de
la demostración de Dios, del mundo y del yo. Estas demostraciones y argumentos deben ser
figura de Gregorio del Campo. Representa en las cartas una figura que destaca por su rigidez
de conciencia (libertad y autonomía del yo) es la libertad que más daño ha hecho a la hora del
intento del ser humano para acceder a lo divino desde la filosofía. Esto ocurre porque la
libertad de conciencia no deja espacio para el amor, el ser humano se sabe independiente y
autosuficiente sin necesidad de algo más allá de sí mismo, ya sea una realidad que lo
Nos alejamos del amor en el humanismo o en los idealismos porque tiene un ideal de
hombre cuyo ser está despojado del amor. El destierro del amor y de la poesía se ve reflejado
ser humano como centro de todo. Para nuestra autora el humanismo sería una especie de
estafa porque delimita al ser humano y sus necesidades en nombre de la libertad. Dejaré una
“[…] el humanismo de hoy es la exaltación de una cierta idea del hombre que ni
siquiera se presenta como idea, sino como simple realidad: renuncia del hombre a sí
hayamos dicho antes que Descartes y los idealistas hayan olvidado el amor y lo divino, como
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pensamiento, llamándolos por otros nombres. Para los griegos de la Grecia Clásica eran sus
dioses, para Descartes el conocimiento y para Hegel la historia. El ser humano no necesita
De esto habla Mircea Eliade en Lo sagrado y lo profano. En este libro Eliade afirma
que el hombre moderno por excelencia es arreligioso, pero en mi opinión es más bien
antirreligioso. La religión actualmente es la diana de todas las flechas que velan por los
derechos de las mujeres y los derechos humanos en general. A los ojos de la sociedad, la
religión es un conjunto de creencias y prácticas más propias del hombre medieval que del
hombre independizado, del hombre que es capaz de conseguir las mayores conquistas como
nuestro año, de nuestras fiestas, nuestros grupos y formas de relacionarnos tienen un origen
sagrado de nuestra percepción de lo humano, esto debe actuar de fuerza reguladora de la vida.
María Zambrano hace referencia indirecta a Hegel. Afirma que cree haber superado
todas las cuestiones sin responder a nivel filosófico tras superar la creencia en la divinidad,
que en él es una revelación de lo humano. “El individuo es la máscara del logos” (Zambrano,
1973, p. 14), la realidad es lo que él percibe y expresa. Hegel diviniza al ser humano como
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agente de un proceso divino, él es el que está al mando de los hijos de lo divino, el hombre
del idealismo es portador del conocimiento divino y se toma a lo divino como lo revelado, él.
No hay un solo filósofo que no haya hablado de lo divino, negar lo divino también es
ponerlo en algún lugar. Entonces, aquí el misterio queda ocultado para siempre y la
quedase ocultado por categorizar la realidad misma cono revelación ya que esto sería negar el
movimiento inherente que tiene la historia y, sobre todo y gracias al cual existe el
si estas tendencias son ateas o religiosas). En esto consiste la tragedia humana: el “no poder
vivir sin dioses” (Zambrano, 1973, 14) como realidad distinta y superior a nuestra condición.
como la reflexión, el conocimiento y la historia son las consideradas divinas. Hay una deidad
en el fondo de la cuestión primordial del ser humano que se hace forma en los dioses de las
Lo que Zambrano tiene claro es que bajo estas visiones difícilmente podremos ser
formas.
tenemos actualmente, todo lo que no quepa en estos parámetros no será considerado como lo
divino. Y es que lo divino trasciende a todo lo relacionado con la racionalidad, todo lo que se
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Zambrano a medida que surge lo divino va naciendo lo humano, son dos esferas que se
poder adentrarnos en los significados más profundos de lo que dice nuestra autora sobre el
amor.
violencia sobre la vida, la historia y sobre nosotros mismos. Y, como ya hemos comentado en
el trato del amor en filosofía, así como el cuerpo, la intuición y todo lo relacionado con lo
Zambrano.
mito de la caverna, cuando nos alejamos de la fascinación de lo inmediato para separarnos del
mundo y buscar una unidad que no nos presta su presencia, un ser oculto que debemos de
advenimiento del amor ejercemos el mismo tipo de violencia, negamos algo que ha creado en
perderse en ellas, dejar que le afecten. Solo a partir de la admiración puede surgir el amor por
Zambrano
El destierro del amor puede verse en las cartas en la forma de conflicto entre
religiosidad y sufrimiento del cuerpo y mente que circulaba por la vida de nuestra autora en
estos tiempos. Podemos ver fragmentos que desarrolla su relación con lo religioso-sagrado.
La recuperación de los dioses es algo que desarrolló en sus años posteriores, en esta época de
su vida la única relación que tenía con lo divino era bastante escueta y siempre relacionada
con el sufrimiento:
sufrimiento y en la duda […] sólo lo he visto cierto en momentos del más vivo dolor o
como una respuesta a este conflicto porque la percibe como lo que hará que la vivencia y
experiencia del cuerpo pase a formar parte del amor, de su desenvolvimiento completo y en
su plena manifestación. El cuerpo nos permite vivir experiencias que nos relacionan con
Dios, nuestra relación con lo divino a través del cuerpo no debe de partir solo del sufrimiento
y gracias al amor nos permitirá experimentar la comunión con lo divino. El dolor nos encierra
sufrimiento, pero no se verá reflejado en estas cartas sino en sus obras posteriores.
cosas o de contexto, es una vuelta al origen, una vuelta a la emanación de sentido. El carácter
significativo de los acontecimientos es el que marca el ritmo del tiempo y este es circular. En
en actos de habla pero a la misma vez en el lenguaje se encubre al ser, se le oculta y este se
oscurece.
y actuamos “en nombre de” como si hubieran conceptos absolutos pero esto para Zambrano
“Una concepción que nos atañe y que nos guarda, que nos vigila y que nos asiste
desde antes, desde un principio” (Zambrano, 2004, ?). El amor en su origen tenía relación
orgánica y no violenta a través de imponer el yo. Aquí el amor es pura aurora, pura luz que
impacta con las tinieblas y que no es Sol patriarca y dueño del mundo. Esto hace que
Zambrano identifique al amor como un Dios, no como los dioses humanizados que el hombre
En estas cartas Zambrano ve al Dios castigador y cruel en esta etapa de su vida, por lo
que en su proceso histórico habría también una etapa en el que el Dios de Amor fuera de esta
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forma de la misma manera en que lo era en la vida cotidiana. “¡y qué martirio debía ser el
querer así! se explica que el pobre fraile quisiera ver a Dios en las criaturas y preguntarse a
los árboles y a los ríos por él” (Zambrano, 2012, 168) dice entre lamentos.
El Sol patriarca tendría años más tarde el nombre de Francisco Franco. Veo analogías
de esto último con la idea de un ser supremo a la sociedad que gobierne el mundo, motivo por
el cual Zambrano era defensora de los ideales republicanos y participó activamente en España
Cuando el amor se hace concepto se le quiere asemejar en la teoría con la libertad. Sin
embargo, no es libre sino que se convierte en cárcel y algo difuso porque no se conoce al
estados de cosas del mundo y se separa de ellas. Es un jugar a ser sí mismo, a limitarse y a ser
libre pero se está oprimiendo al ser a través de oprimir su propio nacimiento, ya que si se
Un tiempo en el que todo ha de delimitarse para existir, pero el amor antes de ser límite era
A través del sentir se puede volver a abrir el nacimiento del amor, un traslucirse algo
de lo originario del amor en el tiempo kairos, el dejarse llevar por el amor y vaciarme de mí
vivencia de este nacer para acontecer una muerte que le precederá al despertar que revelará
permitía al sujeto ser, se recupera lo olvidado por siglos de tradición filosófica sistematizada
artificialmente. Esto sería la reforma de la filosofía española para Zambrano como escribe en
sola obra sino que tenemos que tener un conocimiento básico de lo que se dice en toda su
bibliografía porque, si no, podemos tender a afirmar que para Zambrano el amor pasional, lo
corporal y lo sentimental tiene más peso del que en realidad tiene. A veces llega a una visión
del amor más carnal de lo que es, por algunas afirmaciones. La fuerza con la que afirma las
cosas, además de que así es su manera de expresar sus ideas, es a causa del papel que ha
tenido lo emocional en el tema del amor como algo que queda eliminado totalmente o como
el único aspecto que tiene el amor. Quizás era necesaria esta fuerza para poder calar en las
mentes de sus lectores y romper con las ideas erróneas que tenían sobre el amor por autores
como Schopenhauer.
obra, esto ensombrece en ocasiones demasiado los textos. Vemos que María Zambrano
siempre ha pecado de ello cuando afirma que, lejos de que esto le desespere, comprende que
“a la par que avanza en lo ideal, le seguirá lo real como la sombra al cuerpo y así aunque
siempre sea peor de lo que en acciones y sentimientos corrientes que lo que mi alma en
tiempo” (Zambrano, 2012, 160-161). En contraposición a esto, también este carácter tan
particular y especial de nuestra autora embellece sus metáforas, tan fundamentales para
comprender sus ideas como para cualquier autor entender de gramática. La tarea del discípulo
es, según el ser discípulo de Zambrano, aprovechar lo que se oye para decir más de ello.
no iba a ser menos. Este autor nos dice que el amor no muere, el que nace de lo más profundo
de las entrañas solamente puede verse privado de su necesaria nutrición, pero su fondo no
morirá.
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“La persona que amó se sigue sintiendo absolutamente adscrita a la amada […] Este
Para Ortega el amor es la forma que tiene el ser humano de superar el individualismo
que impera porque trasciende el egoísmo y la envidia. No se trata del mero enamoramiento
enamoramiento es sentirse encantado con alguna perfección del amado, no porque sea
propiamente perfecto sino porque destaca frente al resto de otros del mundo en algo. En el
amor se entremezcla nuestro instinto sexual pero no se basa solo en esto. Podríamos decir que
la perfección que encontraba Zambrano en Gregorio era la firmeza, la conciencia del deber
tan sólida que tenía y su capacidad para mantenerse implacable. Gregorio era una persona
muy fría y distante pero Zambrano deja ver en las cartas que en ocasiones se quitaba la
“antes parecías más seco, más espiritualizado. Ahora, no es que no lo estés, pero se
Como dice Ortega en su obra Estudios sobre el amor (2009) se vuelve una “actividad
sentimental, ese cálido y afirmativo interés nuestro en otro ser por él mismo, puede
indiferentemente dirigirse a una persona femenina, a un trozo de tierra (patria), a una clase de
ejercicio humano: el deporte, la ciencia, etc” (Ortega, 40). Zambrano no solamente amaba a
Gregorio sino que también amaba profundamente a España, la filosofía, a su padre Blas
tradición era asumida sin reflexión ni crítica. Todo ello con vistas a desarrollar una nueva
filosofía que pudiera contribuir a una transformación de España debido a la situación de crisis
y atraso soco-cultural que sufría. Querían elevarla al nivel europeo pero al mismo tiempo
rescatar toda la riqueza del pensamiento español y darle el lugar que se merece en la historia
general.
Zambrano tiene una visión del amor menos individualista que Ortega. Su maestro
defendía una visión más autónoma del amor, resalta la aceptación plena del otro y el carácter
histórico del amor. Zambrano se aleja de esto y ve el amor como algo que tiene que ver con el
exilio, el alejamiento del otro. El amor es un desplazamiento del ser, nos desprendemos de
nuestra realidad individual para ponerla entre interrogantes y abrirnos al ser amado en
búsqueda de la trascendencia.
El amor nos sumerge en un mundo simbólico en el que los gestos adquieren una serie
de significados que hacen que traspasen la dimensión normal de las cosas, las convenciones
sociales y permite una conexión íntima con el amado. Nos permite conectar con algo más allá
de lo terrenal y rompe con la realidad cotidiana. Nos desconectamos del mundo que nos rodea
Sin embargo, para Ortega el amor es una forma de expresión que difiere según las
épocas, no amamos igual en un contexto que otro ni amamos de la misma forma a una
persona o a otra porque reconocemos la singularidad del otro e influye en nuestro entorno. Es
un movimiento de fuera hacia dentro, el exterior influye en lo interior mientras que en nuestra
autora es al revés, el amor hace un movimiento desde dentro hacia fuera modificando nuestra
maestro. Abogaba por una reforma del panorama español a través de un aspecto del
conocimiento que ha estado siempre en él pero que lleva siglos perdido: la poesía. Esta es una
vía más profunda y directa a la realidad, pero también volátil, se desvanece con facilidad así
que necesita de un cauce que la guíe, un soporte estructural que sepa llevarla y ese es la
razón. Expresaba ideas con una lucidez brillante a través de metáforas y simbolismos de
temas como Dios, la justicia, la libertad, el amor, la naturaleza, la identidad o el exilio, de los
encuentro con el otro y con uno mismo, nos sirve para acercarnos cada vez más a la plenitud.
Ortega destaca la reciprocidad del amor, en una relación de amor debe de haber una relación
cambio no se centra tanto en este aspecto, sino que se centra más en las posibilidades mismas
del amor. No lo relaciona tanto con el amado sino con su propia experiencia y vivencia del
amor, en cómo la propia experiencia del amor es en sí misma un agente de trascendencia sin
poético-místico. Por este motivo la experiencia del amor no afecta a la concepción del tiempo
Mientras, Zambrano apuesta por un amor que abarque los tres horizontes temporales: el
Madrid tiene similitudes con el concepto de polis griega, de cómo el amor por la filosofía
unía en el ágora a pensadores y ciudadanos para poder impregnare de la revelación del amor.
El contacto entre los ciudadanos más allá de una relación de utilidad o aprovechamiento de
los recursos del otro era la base para que la sociedad prosperase. La Escuela de Madrid
abogaba por una cohesión más humana de la población. También defendían unos valores que
defendiesen la unidad del país a través de la no separación entre tradición y renovación. Todo
esto tenía el objetivo de mantener la esencia de España pero reformando los aspectos de la
misma que hacía que se estuviese fragmentando cada vez más. Para Zambrano el pegamento
Esto no es lo mismo que la visión más cercana al helenismo de los autores griegos,
Aristóteles, que afirma que la polis es un lugar de encuentro que beneficia la salud de la
sociedad, aunque también esto se pueda utilizar para fines perversos, mientras que el
pensamiento de Zambrano se acerca más a una exploración profunda de la sociedad más allá
hacia fuera y no de fuera hacia dentro, amor como pegamento social y no como resultado de
relacionado con la vida conlleva dolor y sufrimiento porque ilumina una faceta escondida de
redescubrimiento, su pensamiento siempre está orientado más a la luz que a las tinieblas,
hacia el desvelamiento de lo oculto para luego poder crear una nueva visión de la realidad,
del mundo y de la verdad que sea más amplia que la anterior. Esto conlleva sufrimiento pero
también la plenitud del alma, sin el dolor el amor no podría tener capacidad de trascender.
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La idea de que el amor conlleve sufrimiento es algo que se puede ver en la tragedia
griega. El dolor de los protagonistas (Ayax, Antígona…) sirve a los espectadores como
conjunto y regula la actividad y psique humana. Algo así pasa con el sufrimiento en el amor
alcanzarla. Quiere mediante la experiencia del amor originario que podamos alcanzar el no
sentir la soledad sino todo lo contrario, la continua presencia de algo que no para de cambiar
pero que permite que engendre en nuestra vida la fuerza y el camino para mover la vida. Esto
no lo he sacado de una obra en concreto sino que es redactado por mí tras leer varios
Este sacrifico no llama al Dios de Amor porque no tiene un lugar en el que reposar
después de la revelación. El amado permanece como un bloque inaccesible de amor, así que
este se estanca. No se puede mantener una visión del amor de Zambrano en el que no exista
inertes en la capacidad de trascender y para ello no puede haber una vivencia lineal, dentro de
lo común, de este. Como dice en “lo que la gente entiende por normalidad es la vulgaridad
Romano
ha hecho que el amor quede siempre en las afueras. Pero como todo proceso divino, este
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transitar de la historia tiene carácter de revelación. Todos los siglos pasados fueron necesarios
por su mismo carácter para el acontecer del amor, por ello son justificables.
En mi opinión el acontecimiento de Claude Romano tiene mucho que ver con el amor
con la visión de nuestra filósofa malagueña. Antes hemos citado una carta en la que
acontecimiento, sin dos soportes ontológicos, sin que sea un ser que tenga dos brazos que
origen sino que se da bajo otros nombres y otras capas que no le pertenecen. Y esto da lugar a
que uno se encuentre viviendo fuera de su propia vida, porque todas las estructuras
ontológicas se desmoronan si no está el amor para que con su llama lo haga flexible y sin su
“Tengo ganas, muchas ganicas de vivir contigo viéndote, porque sin vierte ya vivo
contigo, para hacer cosas y sentirnos bien, para vivir en suma a nuestro gusto, verás
nene qué felices vamos a ser; lo seremos en cuando tú quieras, que sí querrás ¡claro!
¡Qué pena, querido, qué pena! Tener que vivir en “la vida”, en la vida de los
demás se entiende, porque yo puedo decir ahora como Sta. Teresa “que vivo
¡y qué martirio debía ser el querer así! se explica que el pobre fraile quisiera
ver a Dios en las criaturas y preguntarse a los árboles y a los ríos por él. […]
¡Qué pena, querido mío, qué pena, tener que decirte estas cosas (¿cosas?) con
“palabras” y por añadidura con una pluma y un papel. Esto no se debía decir
decir te quiero, porque todas las palabras sobran en esos momentos. ¿Por qué
cualquier manifestación de amor tiene carácter de movimiento proveniente del motor inmóvil
de Aristóteles, pero siendo este tergiversado por las lianas de la razón. El acontecimiento abre
el mundo, este está ahí fuera de manera objetiva pero en la medida en la que se nos abre a
través de un acontecimiento podemos decir que se abre “mi mundo” distinto radicalmente del
mundo del otro. El mundo se articula en virtud de este acontecimiento y de la forma en la que
llega al corazón del viniente, o en este caso, de los vinientes (en terminología de Romano).
En el amor el centro del amante es la persona amada. Para ambas personas se articula igual
puesto que el amor es un constante intercambio entre los dos soportes que lo acogen y el
amor no sería acontecimiento sin ellos dos. Podríamos decir que el amor como verdadero
Una de las causas de desdicha es cuando en algunas cartas, con fragmentos parecidos
al que vamos a mencionar ahora, reflejan la falta de libertad que Zambrano tenía en la
Tu eres demasiado exigente nenico mío, quizá sin pretenderlo, tal vez sin darte cuenta
me has constreñido un poco, me has ajustado las cuentas demasiado estrechas; déjame que
viva, nenín, que vuele por todas las cosas de la vida, que de todas ellas sacaré jugo para
pensarás que es de mujer a hombre -y hay algo más grato que los ratos de descanso casero, de
en la figura del filósofo y del poeta. El filósofo sigue un método hasta hallar lo que está
buscando y se nos aparece el hombre como sujeto universal mientras que en la poesía se nos
aparece como concreto y halla algo que no estaba buscando a través de la gracia, por
inspiración, revelación o por encuentro en la vida. El poeta no es la figura del amor como
podríamos llegar a pensar a causa de las múltiples representaciones culturales del poeta
enloquecido por el amor. Uno de los símbolos del amor es la unión de estas dos
personalidades a la vez representadas en la razón poética. El medio que tiene la razón poética
para llegar a lo humano es el amor, cuando este ama puede acceder a una capacidad de
En la siguiente cita intenta comunicarle a Gregorio algo que nos servirá para
comprender los primeros brotes del papel del amor en la razón poética:
Hay que romper con esta vida cobarde y gris: a vivir hemos venido y esa es nuestra
misión creo yo, antes que otra. Quizás nuestro orgullo nos haya llevado a creer alguna
vez q. hemos venido a realizar algún soñado ideal de perfección moral, a desarrollar
prácticamente grandes principios, pero no hay duda de que “primero vivir, después…
que Zambrano quería acabar, busca en sus años de madurez su origen para desintegrarlo y
situar el origen de las cosas donde le pertenecen. Eran muy diferentes en este aspecto y esto
causó una gran frustración en ella porque veía su amor constantemente sofocado, como un
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bosque en llamas que continuamente le obligan a apagarlo. Los pasajes en los que sufre y
expresa su dolor son casi tan dolorosos para el lector que puede sentir el silencio que hay al
los que han hecho los dogmas, almas secas y rígidas, aunque austeras; puras como tú
El papel del amor es hacernos dar cuenta de la razón poética, el amor es su llamada a
nosotros. Vivir con una mente racional es vivir sin amor, vivir en negación, las llamas se
deben encender pero están apagadas por el deber. El sentido del derecho y la libertad van
ligados al fluir en el que el amor mueve todo a la misma vez que este lo redirige. Pero no
podemos definir la libertad bajo unos términos que dejen fuera al amor. Unos se tienen que
De esto Zambrano se dio cuenta años más tarde porque hay muchos apartados en los
que no o define así. Aún no había hablado propiamente del conocimiento de la sombra pero
había hablado de un dolor inexpresable, que no se puede compartir sino que solo puede
sentirse en la propia carne. Esto podría ser el primer indicio que ella vio de lo divino, lo que
solo se puede ser visto en una primera mirada y está entre lo humano y lo sagrado.
A partir de lo que siente Zambrano en estos años se dará cuenta que hay algo que no
entra en los límites del deber moral que tanto defendía Gregorio. Empezará a distanciarse de
estos ideales dentro de la propia relación y causará su separación final. A partir de estos años
Zambrano comienza a guiar su pensamiento hacia un pensamiento más integral, donde los
contrarios como el alma y el cuerpo no son enemigos en continua guerra sino que abogaba
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por una combinación entre ambos que permitiera el desarrollo pleno y libre del espíritu
humano. Esto no fue más que el comienzo para la vida académica y espiritual de nuestra
pensadora.
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BLOQUE II. Las cartas inéditas de María Zambrano con Gregorio del Campo
Vamos a hacer un breve recorrido por la vida de nuestra autora para conocer la
situación vital que atravesaba por aquel entonces. Porque, más que en ningún otro autor,
entender su pensamiento sin entender sus inquietudes y problemas mundanos. Ella misma lo
afirma, como dice Juan Carlos Marset en su obra María Zambrano. I. Los años de formación,
en la siguiente frase: “Yo no he escrito nada que no hubiera vivido, que no me haya sucedido
previamente”.
cuando fue un amor muy tormentoso y ambivalente en su vida. En 1921 comienza a estudiar
Filosofía, aunque ella quería dedicarse a la música, cosa que su padre, Blas Zambrano, con
quien mantenía una relación muy cercana repleta de cariño y admiración, no veía adecuado y
prefería que estudiara Filosofía, su misma vocación. Cosa que posteriormente la alegró
mucho cuando leyó a Bergson porque penetró en ella la idea de que “era posible rescatar la
música perdida, pues él, Bergson, la hacía al mismo tiempo que hacía filosofía, hacía música
con su pensamiento” (Ortega Muñoz, 2006, p. 41), impresiones que, como veremos más
adelante, permanecen en su concepción del amor y aparece en algunas de sus cartas como
Gregorio del Campo es descrito por sus familiares y amigos como una persona
comprometida socialmente, para la que el deber estaba por encima de todo lo demás, que
multitud de veces en sus caras. Es algo que siempre admiró de él porque ella, siempre tan
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volátil, amante de la libertad, viviendo siempre en otro mundo, adoraba que su “maridito”
fuera una persona de raíces fuertes, siempre con los pies en la tierra y comprometido con la
“Yo me represento tu almita y tu cariño como una roca enorme de granito que a nadie,
contacto con nadie! sola y áspera tu almita, seca ¡qué será cuando se conmueva de
cariño, qué pasará en esa roca de granito cuando te hayas sentido enternecido con tu
Por otra parte, este carácter frío y despegado de emoción fue uno de los principales
olvido. En estas palabras, que escribió tras la muerte de su hijo pocas semanas después de
nacer, notamos cómo Zambrano lamenta profundamente cómo Gregorio la desatiende y cómo
siente el amor en lugar de cómo lugar de dicha y consuelo, espacio donde su sufrimiento
“no te quiero decir si aún tarda tu ansiada y esperada y reesperada carta quince o
veinte días, pues nada, que cuando venga ya me habré muerto, que será en definitiva
lo que tú desees y lo que sucederá […] ¡Qué razón tenía Rubén Darío- «Dichoso el
árbol que es apenas sensitivo – y más la piedra dura porque esa ya no siente»”.
Esto tuvo en su vida el impacto suficiente para que ahondara tan dentro de ella que
reaccionó en sus entrañas contra eso: surge el nacimiento de lo que posteriormente será la
amor. Ocuparía mucho más que este montón de páginas hablar sobre el amor, pero debemos
ir a lo concreto y no seguir hablando sin hechos efectivas del amor zambraninao, porque
como toda persona vitalista, debemos adentrarnos de lleno en la vida para poder comprender
El amor cuando le da la mano al cuerpo arde, revifica toda la vida; todo lo físico, todo
lo relacionado con lo meramente humano siente que alcanza el infinito, trasciende. Digamos
aparece esta idea en ningún momento en las cartas. El cuerpo de la Zambrano de 17 años no
era más que fuente de sufrimiento a causa de que padecía dolencias y enfermedades
constantemente (en el ámbito material) y poseía por naturaleza un alma inquieta, en constante
preocupación por las cuestiones que le rodeaban y le atravesaban directamente (en el ámbito
espiritual).
El amor aquí se ha hecho efectivo solamente por ausencia y no por presencia y, como
han demostrado algunos fragmentos de los aquí expuestos anteriormente. En esta relación
Zambrano no conoció al amor por presencia, por lo que en estas cartas vemos solamente lo
que en su etapa de juventud a la autora le llegó como amor. Es una de las etapas que fueron
necesarias en un largo proceso hasta llegar al concepto de amor que finalmente reflejó en sus
obras principales como El hombre y lo divno. Vemos en sus cartas la mitad de su concepto de
amor, lo que se llegó a manifestar con Gregorio: amor como juego, la obra de Eros y
Afrodita, la superficialidad del amor es una etapa necesaria en su descubrimiento hasta que
llega un punto en el que se vuelve un juego cruel para uno de los que ama. El amor es un
silencio y en soledad.
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lo humano. Por temor a carme desde la altura, voy por el llano” (Zambrano, 2012,
123).
dice el refrán español “Nunca digas de esta agua no beberé”. Si la Zambrano de El hombre y
El amor en estas cartas es el vivo reflejo del amor en su ausencia pero prolongado más
porque, como le dice en una correspondencia a Gregorio, “queremos suplir la realidad con la
diversas formas: mientras una se apaga, otra se enciende y esta acaba iluminando
irremediablemente a la otra. La ausencia del amado debe iluminarse con la presencia como
dos polos opuestos pero necesarios y complementarios. Sin uno, el otro se perpetúa más de lo
necesario y el corazón acaba tirando hacia abajo por la fuerza de gravedad, como se ve en la
“Y no podrá este corazón ascender hasta la superficie de estas aguas que parecen no
una centella única, la que prende la luz indivisible que se hace en la oscuridad,
haciendo de este corazón algo así como su lámpara”. (Zambrano, 2004, pp 70-71)
El peso del corazón se siente como “un dolor suave, como una herida hecha por algo
espiritual” (Zambrano, 2012, 169). Zambrano defiende esta ausencia como promesa y
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garantía de crear un amor a largo plazo, un amor que no se rinde ante los movimientos
sísmicos que proviene de las cosas materiales y que trabaja en ellas para que el amor perdure
en el tiempo. Pero su alma queda desamparada, el brazo más sensible del amor no es capaz de
sostener nada por sí mismo al igual que el brazo más racional tampoco puede.
“Tuve fe en que sería el nuestro un amor (casi me avergüenza decir esta palabra:
amor, a ti; estás tan lejos de demostrármelo! que casi me parece ridículo) que
renovándose según las épocas persistiera siempre como algo vivo y en perpetua
creación, pero ya bien veo que si este “plan” tuyo sigue va a ser cosa completamente
muerta, pues ya empiezo a sentir ese frío en el alma que es señal de soledad”.
Cuando el corazón pesa nada puede hacer el intelecto porque es su mismo exceso el
que la está provocando, se manifiesta como potencia de algo que es imposible que pueda
convertirse en acto. Lo que impediría que siguiera empujando hacia abajo es algo que las
personas enamoradas lo saben, algo que anida en el fondo de sus entrañas, o al menos
Zambrano sabía identificarlo muy bien cuando dice que su alma le reclama “un ambiente de
hablar, sin ocuparnos de nada “de la vida”!” (Zambrano, 2012, 167). Esto es, se necesita una
Zambrano con 17 años no sentía mucha libertad: su novio estaba lejos de ella y tenía
que mantener a un padre que corría el riesgo de suicidarse. El sentido del deber y la
demasiado corto. La rigidez mental por imposición de principios morales es tan perjudicial
justificación es que se está aferrando al amor que siente por Gregorio. Por suerte, no tarda en
darse cuenta de que por su amor a Gregorio está intentando encajar en unos moldes que no le
corresponden porque su sentido del amor, la libertad y la emoción son mucho más amplios e
integrales que los de su amado. No puede evitar sentir un profundo desamparo a lo largo de la
“Lo mejor es que tú, el “super-hombre” pues no te importa nada de estas cosas.
y así te consideras, se conoce, encima de esas cosas, como si las hubieras superado,
Una de las herencias que vemos de estas cartas en la obra de Zambrano es en su libro
conocimiento y la esencia del ser humano. Aparecen interconectados a través del lenguaje
poético y metafórico tan característico de nuestra autora. Nos vamos a centrar en el bloque III
llamado Los procesos de lo divino, concretamente en el capítulo Para una historia del amor.
los orígenes del amor en la cosmogonía griega y examina las distintas formas que ha ido
adquiriendo el amor hasta llegar a la división final que sufrió: la pasión trágica (eros
pasional) y la filosofía. Esto sucedió cuando los hombres dejaron de convivir con los dioses y
crearon una versión humanizada de ellos para que pudiesen convivir con ellos en la Tierra. El
había nada oculto ni ajeno al hombre. El último representante del amor como unidad
engendradora es Platón que, aunque expulsase en su teoría política a los poetas de la ciudad y
historia y cómo el amor actúa de mediador entre ellas para finalmente hablar del amor en la
Para una historia del amor pero en las cartas aún no aparece demasiado desarrollado. La
fuerza perlocutiva en cualquier pasaje que encontremos es arrollador, aquí podemos encontrar
una intuición de esta idea que, estando presente en su interior desde tan joven, nunca
desechará sino que la afinará y la definirá filosóficamente. En este caso la expone en relación
“Ese recogimiento tuyo, como base, como terreno donde edificar es estupendo, no hay
peligro no, de que el edificio se venga al suelo! pero no hay que olvidarse tampoco de
que si bien las cosas blandas se disuelven, las demasiado duras pueden morir de
su distanciamiento para con ella. Esto hace que sea complicado el sufrimiento, por lo que su
capacidad de trascender es también complicada o más bien nula. Para Zambrano la necesidad
de apego es una necesidad básica del ser humano y si esta no se cumple sufrimos aún más
que si su causa fuera el amor pero desde el silencio, desde la angustia silenciosa que supone
que dirá posteriormente en su obra cumbre, es decir, debido a la nostalgia que tenemos
enraizados los humanos por alcanzar el inicio del amor perdido, la nostalgia por recuperar el
origen del amor. De ello no habla en absoluto en sus primeras cartas aunque es evidente el
aire taciturno y nostálgico que la envuelve debido a las carencias y sufrimientos que padece.
Cuando años más tarde vivencie la necesidad de apego con el otro desarrollará estas ideas
Nos vamos a detener un poco más en los apartados que consideramos más importantes
a la hora de hacer una relación significativa con el contenido de las cartas con Gregorio. En
un primer lugar vemos el vitalismo de Zambrano de forma muy explícita. Como hemos
claridad que le servirán de guía en sus años posteriores para desarrollar su pensamiento
filosófico. En El hombre y lo divino declara que “el ser humano no cambiará nunca
en simples manías obsesivas” (Zambrano, 1973, 275). Esto lo aplicará durante toda su vida,
no hay palabra de nuestra autora que no nazca en un primer momento de una inquietud
personal o de una vivencia suya y gracias a ello podemos ver muchas pinceladas en las cartas
de lo que posteriormente ella hablará en sus años de madurez. Sus ideas sobre el amor
siempre estarán condicionadas por sus experiencias románticas y, ¿qué hay que marque más a
De manera análoga, en una de sus cartas le dice a Gregorio que “la verdad, a esa
verdad q. tú buscas en algo fijo y estable, esa no se halla fuera de nosotros como es natural
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creer, por el contrario la verdad se halla dentro de nosotros” (Zambrano, 2012, 56). La
segunda parte de esta frase seguirá presente en todo su pensamiento pero ya no buscará una
verdad fija, algo que sea eternamente cierto y verdadero sino que admitirá que existen
Zambrano no defiende el relativismo, esta cita de sus cartas corroboran que desde
nunca se vio llamada por esta idea de considerar que no existen verdades absolutas. Defiende
que existen verdades pero más que fijas son verdades cósmicas y primordiales que subyacen
en el fondo de los tiempos. Estas verdades son la base de toda su red metafórica, son
diferentes maneras de hablar de estas verdades y estas fluyen a lo largo de la historia tomando
diferentes formas, palabras, ideas, figuras y símbolos. Esto demuestra, una vez más, lo que en
Modernidad tiene una triple existencia. Cuando el amor se adentra en la vida humana y se
adapta a esta y existe en buena parte junto a la moral, el amor se ajusta a las normas y leyes
éticas para que pueda este adaptarse a la sociedad y la moralidad actual. Esto lo vio por
primera vez en la personalidad de Gregorio. Era un hombre con una concepción del deber y
del compromiso muy fuerte. Esto producía en la joven Zambrano numerosas contradicciones
“Decíamos que lo ideal sería que las personas se guiaran sólo por la conciencia y en el
caso particular de dos personas unidas, marchando así no tenían nada que ayudarse
mutuamente, ni q. perdonarse tampoco, puesto q. las dos cumplían con su deber, ¿no?
Pero luego decías tú que a ti siempre te funcionaba esa conciencia y a pesar de ello no
tenías bastante, puesto que el mandato de esa voz interior no te señala más q. lo que
debes hacer, pero aparte te falta una ayuda, un apoyo, algo ¿no? Al menos a mí eso
Continúa diciendo a Gregorio que necesita “tener fe en algo que te dé ánimos para
seguir y ese algo deberías hallarlo en mí” (Zambrano, 2012, 56). Quería que, siendo Gregorio
de alma tan fría e impenetrable, que encontrase en ella un motivo para abrir su conciencia al
mundo de las emociones inmorales e imperfectas. El amor no puede estar siempre apegado a
compromiso. El amor de Zambrano tiene más que ver con una fuerza implacable que mueve
el mundo, que con una imposición social que haga el mundo un lugar mejor.
El amor mejora el mundo porque es el movimiento que desvía los pecados. Redirige
la psique humana hacia un motivo, un motivo que late tan fuerte y tan adentro que no puede
deber moral del amor en que este primero puede imponerse, puede una persona a otra
obligarla a llevar a cabo cierto ideal moral aunque no sea compartido, en cambio, el amor no
puede confundirse. A veces no sabemos definirlo, pero según Zambrano esto no es necesario
“Y yo veía una cosa bellísima y fuerte en nuestro amor, porque tu austeridad era guía
y sostén para mi alma siempre sedienta, sólo sedienta de amor, y esta mi cualidad te
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serviría a ti para dulcificarte y hacerte más humano. Yo soñaba con nuestras mutuas
excelsitudes y defectos hacer un edificio tan gigantesco que como la antigua torre de
Mediante metáforas es la mejor manera que encuentra la autora para expresar el amor,
elaborado para este mismo fin. No existe un leguaje del amor sino que el lenguaje debe saber
cabo tal y como quería. Jamás la hizo sentir de esta manera, nunca se hizo de manera efectiva
cualquier intento de acercamiento hacia él. Pero es un ejemplo hermoso de una expresión del
En cambio, no podremos decir nunca que nada de esto tuviese que ver con el amor. El
desengaño forma parte de la naturaleza dinámica del amor, nos sirve para tener una
conciencia más amplia sobre él y que este impregne nuestra vida con más fuerza y más
profundamente.
“Y el engaño es, por otra parte, ilusorio, pues aquello que se ha amado, lo que en
La vivencia de los aspectos negativos del amor son tan importantes como la sensación
correcto, ideal moderno del que debemos de desprendernos para poder conocer el amor. La
moral moderna está impregnada de ideales inalcanzables para el hombre como la autonomía
confusión que desde el pensamiento de Zambrano ya podemos percibirla: “Pues ser hombre
es estar hijo, es pesar, pesar sobre algo. El amor consigue no una disminución, sino una
los que viven moralmente, sólo moralmente” (Zambrano, 1973, 276). No es difícil darnos
cuenta que Zambrano está pensando en Gregorio al escribir estas palabras y recuerda cuando
“Puede que algún día tu alma se desmorone falta de sombra y agua, falta de la
filtraba de entre unas peñas, y cae muerto de resecación, así puede q. te ocurra algún
¿Pero de qué armonía sublime del amor habla Zambrano si hemos dicho que el amor
está escindido en dos realidades? Anterior a su división el amor estaba unido armoniosamente
antes de la aparición de lo humano y a esta unión siempre sentirá una nostalgia y una
intelectual. En la cita anterior se entrevé que menciona un símbolo que será muy recurrido no
adolescencia con una claridad intuitiva. En la carta XL expresa: ¿No te parece que debe haber
en todo mucha libertad, libertad sí para todo, menos para el crimen, y llamo crimen a todo lo
que ofenda a alguna idea fundamental reguladora de la vida? (Zambrano, 2012, 165).
sea. ¡Y qué pena, lo que habéis querido los hombres q. sean las mujeres, lo que os ha
gustado en ellas! esta tarde lo veía bien claro mientras proyectaban una película
imbécil —“El Pobre Valbuena”— quizás más que nunca: no es más que la carne, el
puro instinto lo que acerca en casi todos los casos el hombre a la mujer ¡qué pena!
¿qué es una mujer ante los ojos carnales del hombre, más que un puro objeto material,
una estatua de carne, más apreciada por carne que por estatua, porque aun la
admiración de la belleza es algo noble ¡qué pena! Y eso es por lo q. los hombres se
enamoran, por lo que los hombres han hecho locuras: y así se explica luego ese gran
desprecio por la mujer, fundado no en lo que ella es, pues esos hombres no se
preocupan de lo que una mujer lleve dentro, sino desprecio por lo que valen, no por su
valor real, sino por lo que representan para un hombre que no mire en ellas más q. la
El cuerpo para Zambrano es otra vía más necesaria para que el amor se realice. En
cambio, el cuerpo ha servido más como objeto de consumo y para la satisfacción de placeres,
o más bien de pulsiones al estilo freudiano, más que como un medio de expresión y creación
de amor. En estos años Zambrano no concebía el cuerpo como lo pensará años más tarde, en
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estas cartas es uno de los temas que más se puede ver la evolución. El amor debe de estar
Para este cambio es importante tener en cuenta el origen del amor. El amor nació para
poder adaptar aquello de lo que no podemos hablar a la razón para que esta pueda ser su
cauce. Sin el amor, el cuerpo está muerto porque no hay ninguna fuerza divina que lo impulse
El cuerpo no puede ser el único medio que tenga el amor para propagarse en el ser
humano, a este hay que infundirle razón porque sino se vuelve un amor vulgar y material. El
amor se trata de conocer estos impulsos de estatus bajo para poder hacer un movimiento que
los eleve. Si siempre tuviésemos a nuestro alcance los sentimientos y las intenciones más
puras “entonces, trabajo, lucha, purificación, redención, serían palabras huecas y sin sentido.
Nuestra marcha sobre la tierra se funda precisamente en que hay mal, en que hay instintos
bajos que espiritualizar, que redimir; nuestra labor es esa: elevar lo inferior” (Zambrano,
2012, 65).
sociedad y la cultura entre cuerpo y alma. En las cartas Zambrano alza la vida, lo corpóreo, lo
carnal y lo puramente físico, mientras que en otras caras realza la faceta espiritual del amor y
los valores más elevados. Esto no es contradictorio sino que son ambos necesarios para poder
llevar a buen puerto el amor, para poder acceder a él en su plenitud. Sin embargo se decanta
más por los valores elevados y puros que surgen fruto de redimir el cuerpo, que por
establecer una relación entre el amor y el cuerpo de tal forma que el cuerpo no quede
elevarnos.
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El problema entre del Campo y Zambrano es el abismo que existe entre ellos en
cuanto que él sigue anclado a las categorías morales mientras que ella permanece siempre con
la mente abierta a más aspectos además del ético. En las cartas se vislumbra una solución
propuesta por Zambrano ante este problema que les sobreviene, que lamentablemente no
pudo tener una resolución efectiva pero que influyó mucho en la filosofía de la autora. Esta
solución se basaba en impregnar la rigidez mental de los valores y el deber moral de ternura,
Esto lo veremos sobre todo en sus últimas cartas ya que a medida que Zambrano va
madurando también llega a una visión más unitaria en su pensamiento. Comienza las cartas
hablando de muchos temas diferentes que desarrollará con mucha más profundidad. La
entre conceptos que crearán toda una red simbólica que conecta todo su mundo de aurora.
Siguiendo con la joven Zambrano, sentía mucha veneración por lo racional por ser
látigo para los sentimientos envueltos en caos, lo que hizo que encontrada mucha admiración
por Gregorio. “Es cosa muy cierta q. el sometimiento a algo racional es cosa que tranquiliza
la conciencia y aplaca los humores revueltos. Años más tarde dirá que la razón no debe ser el
castigo del cuerpo sino el cauce mediante el que este fluya. Pero la capacidad de desarrollar
metáforas estaba siempre relacionada con el padecer, como muestra aquí y en muchas otras
menos, a rebajarme en comparación a lo que las demás hacen” (Zambrano, 2012, 262).
una necesidad humana básica como es el sentir pertenencia y encuentro con el otro, las
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“Puede que algún día tu alma se desmorone falta de sombra y agua, falta de la
filtraba de entre unas peñas, y cae muerto de resecación, así puede q. te ocurra algún
Por esto a veces se ve que en algunas ocasiones Zambrano desprecia el cuerpo y todo
lo que tenga que ver con lo más mundano y material del amor. En la siguiente cita al
principio Zambrano muestra una gran ilusión y buena disposición, echa en falta a Gregorio
aunque este está presente en su vida de manera espiritual. Conforme pasa el tiempo, los
meses y los años, se muestra una fuerte dualidad entre el pensamiento de Zambrano y el de
años después: el desprecio por el dolor y el sufrimiento que viene cargado con el amor y la
capacidad trascendente de que puede tener el amor por alguien pese a la ausencia chocarán
durante su vida hasta que en su obra El hombre y lo divino sintetizará sus metáforas
principales, llegando a una idea más cercana a la capacidad trascendente del dolor que a la
Zambrano en sus años posteriores apuesta por una filosofía del amor que combine la
ausencia y la presencia del amado. Tanto una como otra son necesarias e inevitables en la
experiencia del amor, pero está claro que no puede estancarse en una de ellas. En obras como
Filosofía y poesía, El hombre y lo divino, Persona y democracia y Claros del bosque vemos
diferentes aspectos (política, vida social, con lo divino y lo trascendente…) con un desarrollo
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un poco más sistemático (dentro de lo sistemático que nos pueda parecer o no de nuestra
están todos los temas) y veremos que el amor descrito en las cartas es un concepto de amor
El exilio es uno de los símbolos más utilizados por nuestra autora para referirse a la
dificultad del ser humano cuando se siente desarraigado, y para hablar de ello vamos a hablar
primero de Simone Weil. Filósofa, activista política y mística que perteneció a la Resistencia
Aunque no tuvieron contacto directo entre ellas, sí que ambas hablan de conceptos
que son bastante parecidos, salvando las distancias de sus tan diferentes contextos sociales,
una en Francia y otra en España. No se puede ocultar que ambas tenían una visión del
conocimiento muy vivencial, solamente querían hablar de lo que propiamente habían vivido.
Simone Weil decide que quiere encarnarse y decide voluntariamente trabajar en dos fábricas.
A partir de este momento desarrolla su filosofía política en torno a la opresión del trabajo en
cadena y ofrece un camino para una reforma del modelo de trabajo asalariado.
El ser humano tiene necesidades física y necesidades del alma y una de ellas es la necesidad
de arraigo: pertenecer a una comunidad con un pasado común, un idioma, una tierra o una
era industrial, es un pensamiento en el fondo político mientras que el concepto de exilio del
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define como un aspecto que ataca a la trascendencia y la existencia del ser humano al
completo.
El exilio es una metáfora que se refiere a muchas formas de exilio como el exilio de la
concreto porque va contra los derechos del hombre moderno. Pero, una vez más, la
modernidad tiene sus lagunas. El exilio ha seguido practicándose pero ha tenido otras vías
para realizarse más sutiles pero igual de efectivas. Existen factores subjetivos que no tienen
por qué tener relación con el significado de exilio que es más común utilizar, la vivencia
necesaria de defender los valores que uno considera dignos frente a los valores del Estado y
esto sucede gracias al amor. El exilio es una oportunidad para poder acercarnos a partir del
alejamiento, una vía que parte del sufrimiento pero que podemos darle la vuelta para
trascender.
“Ninguna víctima de sacrificio, y más aún si está movida por el amor, puede dejar de
pasar por losinfiernos. Ello sucede así, en esta tierra donde, sin abandonarla, el dado al
amor ha de pasar por todo: por los infiernos de la soledad, del delirio, por el fuego,
para acabar dando esa luz que sólo en el corazón se enciende, que sólo por el corazón
se enciende. Parece que la condición sea el descender a los abismos para ascender,
atravesando todas las regiones donde el amor es el elemento, por así decirlo, de la
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En el amor es necesario el paso por las mayores desgracias de la vida para que
posteriormente pueda ser el motor que mueve todas nuestras acciones, para que sea la guía de
la vida propia. Aunque la llevase a la muerte, el amor para el que había nacido Antígona es
necesario porque es inevitable, Antígona no podría haber actuado de otra manera porque esta
acción le relevó una nueva ley diferente de la ley que domina la sociedad: “Y al realizar ella
su sacrificio con la lucidez que le descubre la Nueva Ley, que es también la más remota y
sagrada, la Ley sin más, llega hasta allí donde una humana sociedad exista” (Zambrano,
2019, ?)
En numerosos fragmentos de las cartas se puede ver el reflejo del dolor que la autora
sintió en su relación con Gregorio del Campo debido al abandono emocional y luego físico
que sufrió por su parte. La ausencia de amor hizo que el exilio se manifestase en relación con
su cuerpo, este solo le causa sufrimiento y siente rechazo por él, lo que lleva a nuestra autora
a sentirse exiliada de sí misma. Gregorio es también símbolo del exilio, exiliado del amor. Es
lo que hace que Zambrano se sienta retirada y aislada, pero también lo que hará que desde la
desposesión se eleve y trascienda esta condición para dar paso a realidades que el mismo
Igual que para Simone Weil, para María Zambrano la experiencia vivencial es la base
ser humano. Mientras que Simone Weil lo vincula con las relaciones de producción
Zambrano lo relaciona con una sensación profunda de destierro que puede avasallarnos en
diferentes aspectos como el político o el personal. El amor en este caso juega el papel de
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fuerza que nos impulsa a remediar esta limitación. Creo que ambas visiones, lejos de ser
Hay que destacar sobre todo que para Zambrano el exilio no es algo completamente
negativo. Es algo que siempre ha estado presente en la vida del ser humano y siempre estará,
por lo que tenemos que tomarlo como referencia para crear una nueva vida, ganar lucidez y
adquirir la verdad. Aquí vemos el carácter cristiano del pensamiento de Zambrano, el ser
humano tiene en su ser la condición de exiliado tal y como el creyente siempre se sabe
4. Conclusiones
Estoy escribiendo este apartado a medida que he ido escribiendo este trabajo porque a
medida que avanzo en él me enriquezco todavía más de nuestra filosofa malagueña. Nunca se
deja de conocer a Zambrano, aunque leamos varias veces un mismo texto esta vuelve a
aparecer en sus miles de formas. Esto es lo que verdaderamente pasa cuando un pensamiento
y unas palabras te llegan tan hondo. Considero a María Zambrano como una de las
intelectuales del siglo XX más importantes por su originalidad en sus conceptos, su manera
mental de sus lectores y ojalá este grupo sea cada vez más amplio.
Cuando me topé con estas cartas, descubrí que más que ser una representación vital
del amor de la pensadora, era un reflejo de las primeras etapas de su pensamiento en cuanto a
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lo que amor se refiere pero abarca muchos otros temas. Al comienzo todas sus ideas estaban
entremezcladas, en una sola carta habla de muchos temas que años después vemos más
desarrollados en su filosofía en toda su obra, aunque ha sido fiel a sus orígenes como
escritora y en cada texto escrito aparecen muchos temas relacionados entre sí. Es como una
bola de ideas que con los años se ha ido despegando y plegando en diferentes formas y
Sus palabras tienen una forma muy compleja, manifiesta innumerables perspectivas y
significados y cada vez que me vuelvo a ellas encuentro nuevas conexiones que enriquecen
su comprensión. Esta capacidad que diferencia tanto a Zambrano de otros autores es lo que la
Esta visión conecta con la idea de que no hay nada en la vida y en la realidad que no esté
interconectado con otros elementos, el exterior y el interior son ámbitos que se relacionan
Este es un aspecto de su pensamiento que surge en sus años de madurez, una visión de
ser humano surge tras años de formación, estudio y trabajo en filosofía. En las cartas que
tratamos en este trabajo no se ve esta idea en todo su esplendor pero podemos ver un reflejo
de las primeras etapas de su visión en cuanto al amor y, además, sobre otros temas de gran
Entre los temas que aparecen en las cartas vemos que habla de la libertad, la
que anticipa y asienta las bases para el desarrollo posterior de su pensamiento y obra
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filosófica completa. Como ejemplo tenemos la vivencia del rechazo que sentía por Gregorio
por su excesiva implicación con los valores morales. Esto le sirvió para posteriormente
desarrollar un pensamiento sobre el amor que difiera del simple deber y necesidad humana de
fuerza que impulsa a la vida, empapa la existencia y evita la resequedad del alma.
La concepción del tiempo que se deriva de su visión del amor es que el tiempo no es
lineal ni equitativo. El amor trasciende el tiempo cronológico, este abarca lo que podemos
atemporal que es anterior al tiempo cronológico y de ahí que tenga el carácter trascendente.
El amor es un Dios primigenio, un Dios anterior a los dioses humanizados, dioses que hemos
creado a partir de los antiguos para acercarnos a lo divino. En estas cartas Dios era el
amor en su madurez filosófica florece como un Dios benevolente y bueno, que ilumina la
En el universo poético de Zambrano el amor tiene el papel del faro que alumbra toda
la red de conceptos, guiando los pasos por los que la vida anda. Gracias a esto, revela la
existencia humana y la esencia misma del vivir. La poesía es imprescindible para que el amor
exprese su voz de forma más auténtica, para que se revele en su totalidad. Es necesario para
intangible pero es vital para explorar, filosofar y descubrir el trasfondo último recordándonos
largo del tiempo. Si bien en un principio “todo era caos”, con el paso de los años cada
término fue tomando la posición que le pertenece y se fue conectando con mayor claridad con
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los demás. Es fascinante observar cómo el pensamiento va tomando forma desde unas cartas
hasta la formulación detallada de sus obras posteriores y esa es, al fin y al cabo, la magia y lo
BIBLIOGRAFÍA