Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Natalia (amiga)- ¿y por ahí cerca? Algo más chiquito que donde estás ahora.
-No, ninguno baja de lo que puedo pagar y tampoco quiero vivir privándome de todo
- Es que ahora está muy complicado todo y más para mudarse. ¡¿cuánto tiempo te llevó encontrar
ese lugar?!... Vas a tener que aguantar a tu vecinito-ríe- ¿cómo se está portando?
- Y... Se escuchan algunas cosas...-Se hace flashback a un día en el que escuchó las risas de él con
una chica, entrando a la habitación- nada que no haya escuchado antes- flashback a él cantando- y
ahora no sé qué está haciendo…
- Ah, pero escuchas todo vos también, ¡¿por qué no vas a fijarte si necesita ayuda?!- ríe- No creo
que la chica esa lo esté ayudando. Me está entrando otra llamada, después hablamos.
Se queda mirando la puerta. Se ve las cajas que saca Nicolás de su pieza que golpean la puerta de
Andrea; ella mira como si no le interesara y se levanta a organizar sus cosas, agarra un libro.
No pasa mucho tiempo hasta que se escucha como él mueve las cosas de lugar. Mientras que ella
está leyendo y de vez en cuando dirige algunas miradas a la puerta. Él termina de mover todo,
suelta el aire y sube la música (que es la que empezaría a sonar desde que Andrea corta). Ella está
con el teléfono y él entrenando, al parecer muy concentrado, pero suena el teléfono y lo
desestabiliza.
- Hola ¿cómo est... sí, me dio la plata… ¡¿qué sé yo si está bien?!... no, no le pregunté- mira hacia la
puerta- no la veo nunca ¿vos no pensas venir? - titubea- ¿no pensas venir a buscar la plata?... si, ya
sé, pero hace dos meses que no venís… ¿sabes qué? tenés razón, es al pedo que vengas. - corta.
Deja automáticamente lo que está haciendo para ir a tocar la puerta de Andrea. Toca una vez y se
ve como ella deja pasar un rato antes de atender. Abre.
- ¿segura?
- si… ¿por?
- Mirá…- la interrumpe.
Parece que va a soltar todo, pero no es más que una aclaración y ahora si le sostiene la mirada.
- Si tenés algún problema me lo decís, aunque sea una boludes ¿me escuchaste?
Ella asiente con la cabeza, pero no entiende a que va todo.
- ¿qué me miras?
- Es que… te pasa algo, pero no quiero preguntarte qué te pasa porque me vas a decir que no me
importa y la verdad es que no me importa, pero es evidente que te pasa algo.
Andrea habla a una velocidad a la que Nicolás no está acostumbrado y casi que no aguanta.
- Bueno.
- Si…
- Genial…
Parece que él va a responder, pero no lo hace y ella tampoco dice se nada. Cada uno a lo suyo.
Nicolás va a tocar la puerta de ella y no abre. Después de unos minutos abre y es obvio que se
acaba de despertar.
- Pasa.
- Me voy al pasillo.
- No me senté en el piso.
- ¿qué?
-Gracias.
Se lo ve a él parado en el medio de la habitación buscando qué puede estar mal y ve uno de los
focos.
- ¿si?
- Si.
- La verdad, no me había dado cuenta-se levanta- pero bueno, ¿lo cambias vos?
- En la semana te van a arreglar lo del foco, para que puedas entender y te quede claro… el día que
te vengan a cambiar el foco yo te voy a avisar y yo me voy a acercar a decirte.
Ella está llegando y escucha ruidos de la pieza de él, al parecer está hablando por teléfono.
- ya no venís ni a ocuparte de los alquileres… ya te dije las cosas que faltan y que hay que
cambiar… no, a mí no me falta nada acá, pero… ¿te vas? ¿a dónde te vas? - Andrea se queda
parada fuera de su habitación- ¿qué? No, no, pero no es un tema de plata ¿no entendes? - tira una
almohada hacia la puerta, Andrea se asusta y entra a su pieza- ¿para qué carajo me trajiste si te
ibas a ir? - corta y lanza la segunda almohada.
Andrea llega del trabajo con los auriculares puestos y el teléfono en mano. Se frena en la puerta
para grabar un audio.
- Claro, por lo menos me van a seguir pagando, pero es una cagada- mientras se saca los
auriculares- porque voy a tener que estar todo el día acá- mira hacia la puerta de Nicolás, está
todo en silencio- sola… me voy a volver loca.
Tarda unos segundos y luego entra, mira los focos que siguen igual. Pasa el tiempo y está todo en
silencio, sale al pasillo, ve la escoba y la agarra, tararea, como para hacerse escuchar y nada;
termina por asomarse a la puerta, nota que no está del todo cerrada y escucha el ruido de la
ducha, por lo que vuelve a su cuarto porque ya sabe que está ahí.
Pasadas algunas horas, sale con la billetera y barbijo en mano, y tras volver a asomarse a la puerta
aun escucha el sonido de la ducha. Se anima a mirar por el espacio que queda en la puerta y deja
ver la cama desordenada, la ropa en el piso. Lo piensa, duda, podría estar con otra mujer, pero
hace horas que se escucha la ducha. Vuelve a mirar y muy de a poco, tratando de hacer el menor
ruido posible, abre un poco más la puerta. Mientras más abre, más desorden ve, las botellas, los
vasos, el ventanal cerrado, la tele apagada. La puerta del baño tampoco está completamente
cerrada y de no ser porque lo vio sentado en el piso no hubiese entrado.
Busca la forma de ayudarlo a levantarse y pasa el brazo de él por sobre el hombro de ella.
- No, no podrías, porque las personas como vos viven de los demás, les gusta que los demás
dependamos de ustedes.
- ¿ves? Te encantaría que yo vaya y te pida que por favor me ayudes- se sienta- que te diga
“Andrea, te necesito”, “vení, Andrea”- ríe.
- ¿qué estás esperando? ¿qué te agradezca? Si vos no entrabas en algún momento yo me iba a
levantar. No sé qué te hizo pensar que podías entrar, primero- se sienta- Vos sos de esas personas
que parecen inteligentes, pero no son inteligentes porque vos no pensas- se pone de pie y se va
acercando a ella- no entendes cosas básicas como cuando te digo que no te quiero cerca- cuando
queda frente a ella- ¡tomatelas! - en un volumen más bajo.
- No te necesito, ¿sabes, Andrea? Puedo estar perfectamente solo… Solo conmigo… No te quiero
ver más…