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El teatro romano (tema)

El teatro romano surgió como una derivación del teatro griego; pero tanto las distintas funciones
asignadas como las nuevas técnicas constructivas romanas dotaron a esta tipología de una
forma nueva. La principal diferencia es su tendencia a cerrar el espacio, mientras que los griegos
eran abiertos: los teatros romanos tenían sus flancos cerrados (la gradería o cavea se
prolongaba hasta la escena) y en numerosas ocasiones se cubrieron con madera o sistemas de
toldos.

Aunque muchas de sus partes coinciden con las del teatro griego, muchas otras se crearon para
satisfacer las necesidades de los nuevos espectáculos.

Las partes del teatro romano son: una scenae frons o muro decorado con columnas entre las
que podían situarse estatuas; un proscaenium delante de la escena, donde se desarrollaba la
acción o espectáculo; una orchestra semicircular frente a la escena, reservada para autoridades
y el coro, y a la que se accedía por los Aditus o pasillos laterales; las gradas o cavea para los
espectadores, dividida en sectores semicirculares por pasillos horizontales y ordenada
jerárquicamente para las distintas clases sociales; y las vomitoria o entradas abovedadas,
mediante las cuales se accedía a la cavea.

El teatro se erigió como una parte fundamental de la vida pública romana y de su política
imperial.

Destacan el Pequeño Teatro de Pompeya, el Teatro Marcelo de Roma y los teatros de Orange,
Aspendos y Ostia.

¿COMO NACIO EL TEATRO ROMANO?


Si queremos ver el teatro romano como una creación original, más allá de sus precedentes
griegos y de los elementos orientales presentes en los mismos, deberemos fijarnos en los
géneros o formas de teatro que más cultivaron los romanos de acuerdo con las preferencias del
público al que iban dirigidos.
Aparentemente, el teatro romano presenta las mismas características literarias que el griego, y
sus formas principales serían también la tragedia y la comedia.
La tragedia romana, presente prácticamente desde los orígenes de la literatura latina, es sin
duda alguna un derivado secundario de sus modelos griegos. Hay una general coincidencia en
que no produjeron en su público el fenómeno catártico que producía entre los atenienses la
tragedia griega. Era más bien un producto cultural, y de ahí el hecho de que el propio Julio César
hubiera escrito en su juventud tragedias que después mandaría destruir, o bien que se discuta,
con razón, si las tragedias de Séneca fueron o no representadas en su totalidad.
La comedia tuvo, aparentemente, mejor suerte. En realidad hubo dos formas de comedia: la
fábula palliata, derivada directamente de los griegos, y la fábula togata que representa una
adaptación a tipos romanos, una especie de comedia costumbrista con panaderos y tintoreros
que se reconocen por las huellas de su oficio en su vestimenta y en su propio cuerpo, como el
tinte en las piernas que causaba la hilaridad del público.
No cabe duda de que el valor literario principal fue alcanzado por la fábula palliata, dado que
escribieron comedias de este tipo Terencio y Plauto. Esta comedia culta se inspiró
fundamentalmente en la comedia nueva griega y, concretamente, en la obra de Menandro.
La togata, en cambio, a pesar de que parece haber tenido una gran popularidad que obtuvieron
autores como Afranio o Titinio, no consiguió el relieve literario, o si se quiere escolar, suficiente,
para que se nos conservaran textos en su total integridad y lo que sabemos de ella depende de
las curiosidades o popularismos lingüísticos que quisieron recoger los gramáticos latinos.
El origen del teatro en Roma, no obstante, parece independiente de esta influencia griega.
Cuenta Tito Livio que el teatro nace cuando jóvenes romanos quisieron imitar lo que hacían
histriones etruscos, suplantando la personalidad de los personajes políticos más populares de
Roma. La vena satírica quedaba clara y el carácter de crítica social que comportaba, también. De
aquí que el teatro fuera objeto en la República romana de una rígida censura en todas sus
especialidades. El teatro antiguo, y el primitivo teatro etrusco y romano no fueron una
excepción, se basa en la existencia de la máscara, en latín persona, de donde deriva personaje,
que en etrusco se denomina phersu, derivado probablemente del griego prosopon. La
representación etrusca de los histriones es conocida como farsa, en clara alusión a su condición
de amalgama o de relleno y el hilo argumental se denomina trica, de donde viene intriga.
Las representaciones satíricas romanas evolucionan desde las primitivas formas etruscas a
variantes más autóctonas entre las cuales conviene destacar la fábula atellana que parece
derivar de la ciudad de Atella donde tendría su origen. La fábula atelana es una especie de
comedia del arte con personajes estereotipados de los mismos perfiles. Un fanfarrón que lleva el
nombre de Buccus, una especie de bocazas, un insulso e inocente enamorado, Maccus, un
personaje orgulloso que se presenta incluso con cresta, de nombre Cicirrus, o bien un viejo
avaro, taimado y deforme, de nombre Dossennus.
En suma, casi un juego entre arlequines, colombinas, alcahuetas, padres celosos, engaños e
intrigas amorosas. Este género tuvo un cierto éxito entre el público romano y constituye por sí
mismo, hasta época muy reciente, una de las vías más fértiles de improvisación teatral.
Parece, sin embargo, que el género más popular y de mayor pervivencia en el mundo romano
fue el mimo. El mimo presenta como característica, al contrario de los demás géneros, el hecho
de que los papeles femeninos son representados por mujeres. En el mimo y el pantomimo juega
un papel preponderante la expresión corporal y también las acciones miméticas, es decir,
imitativas. La popularidad de este género llevó a ciertos paroxismos a fin de satisfacer al
público, tales como la nudatio mimarum, una especie de «striptease», o bien ejecuciones y
torturas reales en escena.
El mimo, basado fundamentalmente en la acción, tiene evidentemente un texto muy limitado
que describía el argumento.

Roma heredo el teatro de Grecia


el teatro nació en honor a Dionisio

Las características principales del teatro romano


Derivaron en un principio de las del teatro griego, ya que muchas de las características
generales de la arquitectura romana derivan directamente de la arquitectura del período
helenístico.

Los primeros teatros se construyeron en madera y adobe; éstos se derribaban después de que el
acontecimiento para el cual fueron erigidos concluyera. Una ley impedía la construcción de
teatros permanentes, sin embargo, en el 55 a. C. se construyó el Teatro de Pompeyo con un
templo para evitar la ley.

Con el paso del tiempo, los teatros romanos desarrollaron características específicas. La mayor
parte de los teatros romanos conservados siguen el modelo arquitectónico propuesto
por Vitrubio, constando de:

- Scaenae frons (frente escénico), normalmente compuesto de un doble orden de columnas.

- Orchestra: semicírculo o un poco más de un semicírculo frente a la escena en el que se


sentaban las autoridades, actuaba el coro y se alzaba un altar en honor a Dionisio.

- Aditus: Pasillos laterales de entrada a la orchestra.

- Cavea: Estructura semicircular en la que, según el rango social, se situaban los espectadores.
Se dividía en ima cavea, media cavea ysumma cavea, divididos por pasillos horizontales
(diazomatas). Se divide en sectores circulares (cunei).

- Vomitoria: Entradas abovedadas por las que se accedía a la cávea.

- Proscaenium (proscenio): Espacio delante de la escena en el que se desarrollaba la acción


dramática.

- Porticus post scaenam (Pórtico detrás de la escena): Patio porticado con columnas detrás de
la escena.

Algunos teatros podía apoyar la cávea sobre galerías abovedadas, mientras que en otros, los
arquitectos aprovechaban la ladera de alguna colina para excavar sobre ella la cávea del teatro.

El teatro podría cubrirse con toldos para proteger a los espectadores de la lluvia o de la luz del
sol.

Además, muchos teatros contenían pequeños templos en su estructura.

Cada clase social romana tenía su sitio específico en el teatro: la proedria para los senadores,
la ima cavea para los caballeros, la media cavea para la plebe libre, la summa cavea para
los libertos y esclavos y el matroneo para las mujeres.

TEATRO GRIEGO Y ROMANO CLASICO


En Grecia la literatura dramática comenzó en el siglo VI a.C. y la primera obra que se conoce
sobre el teatro es "La Poética" de Aristóteles.

La tragedia comenzó a partir del ditirambo, esto es, himnos corales en honor del dios Dionisio
que no solo alababan, sino que además contaban una historia. Thespis, el protagonista, hablaba
y el coro le respondía. Estos festivales en honor a Dionisio incluían el Gran Dionisíaco de Atenas,
en primavera; el Dionisíaco Rural, en invierno; y la Lanaea, tras el Rural. Se representaban
también tres obras trágicas, una sátira, una farsa y una parodia sobre los dioses y sus mitos.

En Roma también comenzó por medio de festivales religiosos, pero estos acontecimientos se
perdieron pronto, y el teatro se convirtió en un entretenimiento. Se representaban tragedias
romanas y griegas, muchas de ellas basadas en mitos griegos y trataban de enfatizar lo
sobrenatural, la violencia y la pasión obsesiva. Al final del siglo II d.C. el teatro fue sustituido
por los espectáculos y entretenimientos populares.

La palabra tragedia, proviene de los vocablos TRAGOS= cabra y OD= canto, lo que viene a
significar "canto del macho cabrío". Se cree que la tragedia fue creada en el siglo VI a.C. por el
ateniense Esquilo y versaban sobre temas como la divinidad y las relaciones de los seres
humanos con los dioses. Trataban el tema de leyendas heroicas y que con frecuencia utilizaban a
los dioses para su oportuno final.

En el teatro Romano se trataba de la Fábula Crepidata o Coturnata, es decir, tragedia de


asunto griego que se caracterizaba porque los actores usaban el coturno o bota alta
característica de los actores trágicos. Y la Fábula Praetexta, era la tragedia cuyo tema se basaba
en la leyenda o en la historia Romana.

En cuanto a la comedia, tenían por tema asuntos de la vida cotidiana y los desarrollaban de un
modo bufo. Se dividía en dos grupos, la comedia media (400-336 a.C.) y la comedia nueva
(336-250 a.C.). En la media la sátira personal y política se reemplaza por la parodia, la
ridiculización de los mitos y la crítica literaria y filosófica. En la comedia nueva, la sátira se
sustituye por la comedia social, con tramas y personajes cotidianos y temas de amor romántico.

La comedia Romana se dividía en otros dos tipos: la Fábula Palliatae, que era una comedia latina
de asunto griego y la Fábula Togata, que trataba sobre temas y personajes romanos. La Fábula
Palliatae se inspira en la comedia nueva Ateniense, era una comedia de costumbres que
reflejaba la vida privada de las clases acomodadas. En esta comedia burguesa la acción gira en
torno a la vida y costumbres de tipos fijos: el esclavo avispado, el joven enamorado, soldados
fanfarrones, cortesanas desenvueltas, doncellas honestas, etc. Las situaciones de la comedia
eran atemporales y se podían adaptar a cualquier otro tiempo y lugar.

La Fábula Palliatae tenía diferentes partes, las Didascalias, que son escenas en las que se da el
nombre del autor, titulo, fecha y circunstancias; el argumento que lo realizaron dramáticos
posteriores; el prólogo, que era la exposición del argumento a cargo de un actor o de un
personaje simbólico y además de su carácter expositivo, incluía chistes y advertencias jocosas a
los espectadores; el diálogo en verso y la cantica, con acompañamiento de la flauta. La comedia
en general es concreta, concierne a la actualidad y respecto el tiempo. Se sirve de la lengua y
aplica toda clase de agudezas, argucias, chistes,... y hacían uso de la cognomina referida a los
defectos físicos y para hacer mofa de ello.
Es visible en el carácter romano el sentido de la disciplina. En la comedia hay diferentes
aspectos que deberían ser remarcados: la religión, haciendo alusiones a dioses, juramentos,
augurios... ; la situación de la mujer, en la que hay tipos variados como prostitutas, mujeres
abandonadas, honradas...;la situación de los esclavos, desvergonzados, pero con la espalda
molida a palos; la educación de los jóvenes y el respeto a los "mayores"; y por último los tópicos
latinos como "carpe diem" o "alea jacta est"... siempre con el espíritu burlón de los romanos.

En lo que se refiere al lugar de representación, en sus comienzos, las obras se realizaban en un


espacio abierto cerca del altar del dios en cuyo honor se celebraban las obras dramáticas. Poco a
poco se fueron introduciendo asientos para los espectadores. Estos, tras un desplome en Atenas,
dejaron de ser de madera y se convirtieron en sólidas gradas de tierra.

Tanto los teatros griegos como los romanos constaban de tres partes principales:

• La Orkestra: esta era la parte más antigua del teatro y era utilizada por los danzantes. Tenía
forma circular interrumpida por la escena que se adentraba en el círculo hasta un séptimo de su
diámetro. En el centro se podía observar una especie de altar o tumba.

• La Skene: también llamada "scene", la skene era un rectángulo alargado y angosto con uno o
dos pisos de cara al público. Estaba formada por una plataforma de tablas (logium) y estaba
situada a unos tres metros por encima de la orkestra sostenida por una columna denominada
proskenion.

• El Koilon: de forma semicircular y con filas de asientos escalonados, el koilon tenía la cavidad
de unos 27000 espectadores. Verticalmente estaba dividido por corredores mientras que
horizontalmente se dividía por pasillos.

Además de estas partes, los teatros tenían parados que eran las entradas laterales para llegar a
la orkestra y en la parte superior del koilon estaba el pulluarium, también conocido como
gallinero, ocupado por mujeres y esclavos.

A diferencia de en el teatro griego, en el romano no había coro y la orkestra estaba ocupada por
los asientos de los ciudadanos más eminentes. A su vez, se introdujo la cávea, sistema mediante
el cual los espectadores podían ver desde las alas extremas. Las gradas estaban formadas de
mampostería, es decir, piedras y ladrillos sin regularidad. También nació el telón encargado de
marcar el principio y fin de las obras y se comenzaron a cubrir los teatros con una tela llamada
velum para poder representar los días de lluvia.

Si nos adentramos en lo relacionado con los actores, encontramos el origen de estos en Tespis
quien introdujo por primera vez a un actor principal conocido como protagonistes. Más tarde
Eskilo añadió un segundo actor o deuteragonistes y así, Sófocles sumó un tercero o
tritagonistes. Según iban apareciendo más actores, la cantidad de personas en el coro iba
disminuyendo de forma considerable. Todos estos actores recibían el nombre de Hypokrites.
Todos ellos eran hombres ya que las mujeres sólo podían realizar papeles de mimos.

El actor podía ser más de un personaje y era el encargado de mimetizar al personaje con
movimientos formales y estilizados dando énfasis mediante la voz. A medida que pasaba el
tiempo, el actor va perdiendo el carácter mimético pasando a una acción más realista y
perdiendo así el sentido ritual y religioso. En Roma, los actores eran los encargados de pedir
atención y benevolencia al público mas no inspiraban respeto a este pues eran esclavos o
libertos y aun teniendo una formación y una educación esmeradas, trataban al público con
descaro.

Una de las características más significativas del teatro grecorromano son las
máscaras. Teniendo un origen religioso, se empezaron a utilizar en los ritos dionisiacos donde
los personajes se embadurnaban el rostro con barro o azafrán. Las máscaras eran de tamaño
superior a la cabeza del actor y se las colocaban en la cabeza como si fuesen cascos. El tamaño
permitía ser más visible para el público y las bocas abiertas contenían un megáfono de latón
para proyectar la voz y que se oyese desde cualquier punto del teatro. No sólo eran más visibles
los actores sino que los agujeros para ver hacían que el que las llevase pudiese ver a grandes
distancias.

La máscara tenía las características del personaje representado mediante rasgos tipificados y
expresiones exageradas tanto en formas como en colores. Además indicaban la edad, sexo,
estado de ánimo y rango del personaje. Poco a poco se iban haciendo cada vez más realistas y
surgieron las variantes entre las tragedias y las comedias. En las tragedias las máscaras eran
mucho más serenas y hermosas. Otra de las cualidades de las máscaras era que el actor podía
realizar más de un personaje sin llegar a confundir al público.

Sin embargo la inmovilidad de la expresión facial suponía un esfuerzo por parte del público para
imaginar el cambio del estado de ánimo del personaje mediante el diálogo. Por ello en Roma
comenzaron a utilizar la máscara doble compuesta por un lado sonriente y otro airado que servía
para enseñar al público la que conviniese en cada momento. Generalmente este tipo de
máscaras se utilizaba en comedias y pantomimas. En Roma además se usaron por primera vez
las carátulas o personajes. Estas estaban hechas con tela empapada que una vez endurecida se
la daba forma. La boca era muy abierta y tenía dos huecos para ver. Solían estar pintadas y al
ser más ligeras eran mucho más cómodas para el actor.

Una de las partes más importantes del vestuario en el teatro de aquella época son los coturnos.
Estos zapatos de madera que daban más altura al actor, además de hacer que este sobresaliese
del coro, creaban una proporción de este con la máscara y hacia que viese mejor. Solamente se
utilizaban en las tragedias y creaban un efecto psicológico en el público que suponía una catarsis
superior.

La vestimenta por lo demás, era bastante sencilla. Se utilizaban diferentes túnicas dependiendo
de la obra que se estuviese representando y al personaje que se quisiese caracterizar. En las
fabulae praetextae, vestían la toga praetextae mientras que en la palliatae vestían la toga
pallium. Por lo general se utilizaban unas túnicas largas denominadas quitóm que daban un
aspecto grave o las túnicas medias "clámide". Se utilizaban también mantos y almohadillas para
abultarse que servían al igual que los coturnos para crear una proporción con las máscaras. Los
griegos solían jugar con los colores para simbolizar diferentes personajes.

Los romanos imitaban las túnicas y los mantos griegos, sin embargo surgió una diferenciación
pues los hombres vestían toga, los personajes femeninos vestido y capa y eran los esclavos los
que vestían las túnicas. El color de los atuendos dependía del personaje y el tema que se iba a
tratar. Seguían usando los coturnos en la tragedia pero introdujeron la novedad de usar zuecos
en las comedias. A medida que pasaban los años, empezaron a usar también pelucas.
El coro era uno de los componentes fundamentales del teatro clásico, pero cuanto más
incrementaba la cantidad de actores, éste iba perdiendo protagonismo. Su función predominante
era la de plegaria e invocación, oración y participación de la ceremonia religiosa. Es por eso por
lo que tiene un gran tinte religioso y cultural. Situado en la orkestra, era el enlace entre
episodios marcando con sus entradas y salidas los comienzos y finales. Según de qué tipo de
obra se tratase, el coro bailaba más rápido o más despacio, o más elegante o más torpe.

El corifeo, dirigente de los corentos o participantes del coro, tenía la función de comendador,
siendo así el enlace entre la acción y el espectador. No solo eso sino que era el narrador de la
historia, el encargado de contar los acontecimientos pasados, los futuros e incluso aquellos que
el público no puede ver. Además, tenía la función de conciencia de los personajes de la obra y
los asistentes como espectadores.

En este período no era muy habitual el uso de recursos escénicos. Los decorados eran
simplemente fondos pintados. En la época helenística, se empezaron a utilizar tableros
ornamentados en las columnas de la skene y los periaktoy, o prismas giratorios. La música sólo
se utilizaba para acompañar a la danza y los efectos eran primarios y toscos.

Sin embargo, al encontrarse en la necesidad de embellecer la obra, se introdujeron efectos como


el Ekkyklema hecho por madera, telas y cuerdas, que formaban una plataforma que giraba hacia
el público lo que había sucedido en el interior del recinto. Siendo como eran personajes
mitológicos, se encontraron con la necesidad de hacerles volar como por ejemplo con la
Mekhane o los Deus ex machina. Eurípides por su parte, inventó las escaleras caróneas, la
anapiésmata y los efectos sonoros como el broteión (trueno) y el copéion (relámpago).

Si hablamos de los autores de la comedia podemos encontrar dos representantes muy


importantes y de gran repercusión tanto en Grecia como en Roma. En Grecia tenemos a
Aristófanes. Este ateniense amante del conservadurismo, escribió obras como "Lisistrata", "Los
Tesmoforiatusas" y "Las ranas". Menandro escribió cien comedias entre ellas "La Trasquilada",
"El arbitraje" y "La Samia". En Roma los más significativos fueron Plauto y Terencio. De Plauto,
creador de la tragicomedia, solo se conservan veinte de sus cien comedias como "Casino", "Los
Menecuos" o "Asinaria". Terencio, amante de la comedia de costumbres, escribiría años más
tarde que su compatriota "Adria", "La Suegra" o "Los Hermanos".

Entre los autores de la tragedia hay tres nombres que destacan por su influencia tanto en el
pasado como ahora en escritores de teatro y esos son los griegos: Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Esquilo escribió obras como "Agamenón", "Eumérides" y "Prometeo". Su contemporáneo
Sófocles tuvo obras de gran expectación como "Antígona", "Electro" o la aún representada
habitualmente "Edipo Rey". Eurípides por su parte, dejo patente sus capacidades literarias en
obras como "Medea", "Hipólito" y "Elena". Por otra parte, en Roma encontramos a Séneca con su
"Medea", "Tiestes" y "Hércules furioso".

Como obra a destacar de la tragedia está "Agamenón" en la que después de la guerra de Troya,
Kasandra le pide a Agamenón que no vuelva a su casa porque le va a pasar algo malo. Este hace
oídos sordos y Klitemestra, su esposa, al volver le mata por haber estado con otra mujer en
Troya, por matar a Ifigenia y por matar a su anterior marido. Años después, Elektra y Orestes,
hijos de la pareja, matan a Klitemestra en venganza por la muerte de su padre.
Una de las obras cómicas de gran éxito en la época clásica fue "Asinaria" de Plauto. En ella un
viejo que vive un tanto sometido a su mujer quiere facilitar con dinero los amores de su hijo. Así
que ordena que se le entregue a su esclavo Leónidas el precio acordado con Saúrea por la venta
de unos asnos. El dinero llega a su amiga, y el hijo la cede a su padre por una noche. Un rival,
desesperado por la pérdida de la chica, informa de todo el asunto por medio de un parásito a la
esposa (del viejo). Ésta acude corriendo y saca al marido del burdel.

TEATRO ROMANO
El teatro era el único género literario que en la época de la helenización de la cultura latina se
había enriquecido ya en Roma con una rica tradición popular. Efectivamente, el carácter itálico
se distinguía por una tendencia a la chanza, a lo grotesco y a lo mordaz (el italum acetum a que
se refirió Horacio) que desde antiguo se plasmaba en representaciones improvisadas de gran
raigambre popular. Entre estas manifestaciones preliterarias relacionadas con la escena
destacan las "farsas atelanas" y el "mimo".

Las farsas atelanas surgen entre los oscos y son pequeñas representaciones bufas basadas en la
vida cotidiana y en la que aparecen tipos fijos representados por actores no profesionales
cubiertos por máscaras: el viejo estúpido (Puppus), el jorobado (Dosenus), el glotón (Buccus), y
el joven atolondrado (Maccus). Cuando por influencia de la helenización de la escena romana
comienzan a representarse tragedias, las atelanas pasan de ser un género dramático menor a
representarse a continuación de las mismas como exodium.

El mimo era representaciones en que las tanto hombres como mujeres sin máscaras daban vida
a escenas de la vida diaria partiendo de un texto en prosa. En la evolución del teatro romano va
adquiriendo cada vez mayor popularidad, desplazando a las atelanas en el exodium de las
tragedias.

El origen del teatro y de las representaciones dramáticas regladas debe vincularse a la


helenización general de la cultura romana tras la primera guerra púnica; la presencia de tropas
romanas en el sur de Italia y en Sicilia no es ajena a esta helenización. El teatro es el más claro
ejemplo, aunque no el único, de esta habilidad de la civilización romana para apropiarse de
manifestaciones artísticas de otros pueblos impregnándolas de su propio espíritu. Según la
tradición las primeras representaciones dramáticas se deben a Livio Andrónico (c.284/204 a. de
C.), a quien se le encargó, al parecer en el 240, la puesta en escena de un tragedia y una
comedia traducidas del griego para celebrar los "ludi Romani" con motivo del fin de la primera
guerra Púnica.

En la denominación que la literatura latina utiliza para las obras dramáticas no se habla de
tragedias y comedias; el término habitualmente utilizado para cualquier tipo de representación
es "fabula". La distinción entre unas formas dramáticas y otras se basa más bien en el origen del
asunto tratado y en la caracterización de los personajes en escena. Distinguían así los siguientes
tipos de dramas:

COMEDIA
Fabula palliata: comedia latina de asunto griego. Recibía este nombre porque los actores se
cubrían con el "pallium" o manto griego.

Fabula togata: comedia sobre temas y personajes romanos. Los actores vestían la toga.

Tampoco existió en Roma en los primeros tiempos una especialización de los dramaturgos en
trágicos y cómicos. Los iniciadores del género, Livio Andrónico y Nevio, escribieron
indistintamente obras de argumento trágico y cómico, sólo a partir de Plauto se observa una
tendencia a ceñirse a uno de los géneros. Los distintos tipos dramáticos tuvieron desigual suerte
en su desarrollo y, de la misma forma, su conservación y transmisión también ha sido desigual.
La tragedia de argumento griego (fabula crepidata) y, en bastante menor medida, la de asunto
romano se cultivó con cierta asiduidad entre el 240 y el 90 a. de C., fecha en que muere Accio,
el último trágico de la época de la República. Sin embargo conocemos poco de esta actividad
dramática: los nombres de varios autores -Ennio, Pacuvio y Accio-, además de algunos títulos y
fragmentos. A partir de este momento la tragedia decayó y no se tiene noticia de ninguna
tragedia en el último siglo de la República. En la época del imperio el gusto del pueblo por los
espectáculos circenses y por el mimo relegó la producción dramática, y más concretamente la de
asunto trágico, a los círculos intelectuales donde era recitada; se cargan así las tragedias de ese
tono retórico característico de la mayor parte de la literatura de la época de Claudio y Nerón. De
este período conservamos las tragedias escritas por Séneca el Filósofo, únicas que nos han
llegado completas y entre las que se incluye una praetexta, que no debe considerarse obra suya.

La fábula palliata está en cambio magníficamente documentada en las obras de los dos grandes
cómicos de los primeros siglos de la República: Plauto y Terencio. La comedia dejó
prácticamente de escribirse y representarse en el siglo I a. de C., ante la competencia del mimo
que había ido evolucionando hacia un tipo de farsa licenciosa, con gran número de personajes y
que llegó a ser extraordinariamente popular.

Aunque la mayor parte de las obras dramáticas que nos han llegado están basadas en originales
griegos, sin embargo la libertad en el trabajo de adaptación es total. Los autores latinos no sólo
introducen situaciones nuevas y referencias a su momento histórico, sino que también utilizan
en una misma obra argumentos de distintos originales griegos e incluso escenas de autores
distintos. Este procedimiento se conoce con el nombre de contaminatio y es particularmente
visible en las comedias de Plauto y Terencio.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

El desarrollo de la comedia literaria basada en originales griegos (fabula palliata) se vio


mediatizado por la existencia desde antiguo, según hemos señalado más arriba, de formas
escénicas muy elementales (atelanas, carmina fescennina, mimo), pero profundamente
arraigadas en el gusto popular. Nevio consiguió, sin apartarse de los modelos griegos, introducir
en sus comedias algunas notas de color itálico que acercó la palliata al público; en esta línea
continuó Plauto que consiguió para la palliata un nivel general de aceptación. Sin embargo la
competencia con las formas dramáticas autóctonas fue una constante en la evolución de la
comedia en Roma, y en la preferencia del público por ellas está la clave de la corta vida de la
comedia en comparación con otros géneros también tomados de Grecia.

La fábula palliata se inspira directamente en la Comedia Nueva ateniense; se denomina así a la


última fase de la comedia ateniense que se desarrolla aproximadamente entre el 325 y el 263 a.
de C. Los máximos representantes de esta Comedia Nueva son Dífilo, Filemón y Menandro. Era
una comedia de costumbres que reflejaba la vida privada de las clases acomodadas. En esta
comedia burguesa la acción gira en torno a la vida y costumbres de una serie de tipos fijos: el
esclavo avispado, el viejo avaro, el joven enamoradizo, soldados fanfarrones, cortesanas
desenvueltas, doncellas honestas, etc. Las situaciones de la comedia nueva eran atemporales y
se podían fácilmente adaptar a otro tiempo y a otro lugar.

Como ya se ha dicho, a partir de Nevio fue práctica habitual la contaminatio: utilizar más de un
original e incluso en ocasiones más de un autor como modelo. Los autores romanos utilizaron la
forma griega para acentuar lo que en la comedia más se aproximaba al gusto de los
espectadores romanos: las situaciones equívocas, los dobles sentidos, la parodia, etc. Se
produjo en cierto sentido una latinización de la comedia que culmina cuando se ponen en escena
tipos y costumbres de la vida cotidiana de Roma, surgiendo así la fábula togata.

La fábula palliata tenía una estructura formal tomada de sus modelos griegos y, aunque no
siempre encontramos la misma estructura, podemos distinguir en ella las siguientes partes:

*Didascalias: son obras de los gramáticos posteriores. En ellas se consignan el nombre del
autor, título de la obra, datos sobre la fecha y circunstancias de su estreno. Igualmente se
recoge el nombre de la obra griega utilizada como modelo y el de su autor. No siempre han
existido o se han conservado; todas las obras de Terencio se nos han transmitido con su
didascalia

Argumento: es un resumen de la obra realizado también por los gramáticos posteriores.

Prólogo: exposición del argumento a cargo de un actor o de un personaje simbólico. Los


prólogos de las comedias latinas son una magnífica fuente de información sobre el teatro de
siglo II a. de C. Los prólogos de Plauto son joviales, pretenden divertir y, además de su carácter
expositivo, incluyen chistes y advertencias jocosas a los espectadores. Los prólogos de las
comedias de Terencio tienen una mayor profundidad y contienen la réplica del autor a los
ataques de que era objeto; dada la importancia de los prólogos en las obras de Terencio,
volveremos sobre ellos al ocuparnos de su autor.

Diálogo o diverbia: partes dialogadas en verso.

Cantica: parte del texto de las comedias que se cantaba con acompañamiento de flauta. En el
teatro de Plauto, como veremos más tarde, estas partes cantadas tienen un amplísimo
desarrollo.

AUTORES DE PALLIATAE

Aunque Livio Andrónico y Ennio cuentan entre sus obras dramáticas con algunas comedias, con
anterioridad a Plauto sólo Nevio mostró mayor inclinación hacia este género. Ya hemos aludido a
su tendencia a introducir en sus comedias tópicos itálicos para acercarlas al público. Poco
sabemos sobre el carácter y estilo de sus comedias porque sólo tenemos escasos fragmentos,
pero los títulos -Los carboneros, El alfarero, El adivino...- sugieren temas de la vida común. Sin
duda alguna podemos conocer de forma bastante exacta el desarrollo de la comedia latina
gracias a la obra de dos grandes comediógrafos de la época republicana: Plauto y Terencio.

-PLAUTO (c 255 a.C.- 189 a. C.)


Fue el más popular de los autores de comedias y dominó absolutamente la escena romana desde
el 215 a. de C., fecha de su primer éxito escénico, hasta el 184 a. de C., año de su muerte o, al
menos, de su última representación. Plauto nació en Sarsina, ciudad de Umbria, hacia el 255 a.
de C. y abandonó pronto esta ciudad. La mayor parte de las informaciones que poseemos sobre
la vida y obra de Plauto proceden de Varrón, erudito del siglo I a. C., que dedicó grandes
esfuerzos a llevar alguna claridad sobre las circunstancias de la vida del poeta umbro. Se sabe
que en su juventud trabajó en el entorno de compañías dramáticas (Varrón utiliza la fórmula in
operis artificum scaenicorum), donde pudo adquirir su conocimiento poco común de los aspectos
técnicos y del repertorio tanto griego como romano. Al parecer posteriormente se dedicó al
comercio y fracasó; como consecuencia del endeudamiento provocado por su actividad comercial
se vio forzado a trabajar como esclavo en un molino. En esta situación escribe tres comedias
que obtienen un rápido éxito y que lo convierten, ya hasta su muerte, en el ídolo de los
espectadores. Desde el 215 y durante un trentenio aproximadamente produce para la escena un
abundantísimo número de comedias.

Plauto es el primer poeta romano que se especializa en un sólo género literario; sus
contemporáneos Nevio y Ennio no sólo conjugan dentro de la actividad dramática comedia y
tragedia, sino que, probablemente llevados por el ambiente heroico de estos primeros años de
expansión de Roma, componen también poemas épicos. En Plauto no encontramos alusión
alguna al momento político, ni utilización satírica de cosas o personas relacionadas con el
Estado: su elección es el género cómico que se acomoda a su talante jovial e inclinado a la risa
fácil sin segundas intenciones. En este sentido Plauto es una personalidad excepcional en la
literatura latina; sus obras están llenas de la gran alegría de vivir y del espíritu burlón de su
autor.

De la enorme popularidad de Plauto da fe el hecho de que ya en el momento de su muerte


circularan como suyas unas ciento treinta comedias. Varrón, en su estudio sistemático de la obra
plautina, estableció como auténticas sin ningún género de dudas veintiuna comedias de esas
ciento treinta atribuidas. Todas sus obras son palliatae, basadas en originales griegos de la
"Comedia Nueva"; su relación según el orden en que aparecen en los manuscritos es la
siguiente: Amphitruo, Asinaria, Aulularia, Captivi, Curculio, Casina, Cistellaria, Epidicus,
Bacchides, Mostellaria, Menaechmi, Miles Gloriosus, Mercator, Pseudolus, Poenulus, Persa,
Rudens, Stichus, Trinummus, Truculentus y Vidularia, ésta última está en estado fragmentario.

En estas comedias se repiten con escasas variaciones tipos y situaciones, de forma que resulta
difícil, por no decir imposible, establecer un criterio de clasificación; el único título que conviene
a todas es el genérico de "comedia de enredo" con múltiples complicaciones y situaciones
cómicas. Sin embargo, con algunas reservas y para facilitar su aprendizaje, se pueden agrupar
las comedias plautinas bajo los siguientes epígrafes:

Comedias basadas en el equívoco o cambio de personas: Bacchides, Amphitruo, Menaechmi.

Comedias basadas en el "reconocimiento", es decir en el descubrimiento del verdadero origen y


condición de determinadas personas y que da lugar a un súbito cambio de fortuna: Cistellaria,
Curculio, Epidicus, Poenulus.

Farsas cómicas. Asinaria, Persa, Casina.

Comedias de caracteres: Pseudolus, Truculentus.


Comedias en las que confluyen motivos y situaciones: Aulularia, Captivi, Trinummus, Miles
Gloriosus.

Plauto no oculta en ningún momento que sus obras están basadas en otras griegas; utiliza para
referirse a su trabajo el término "vertere" (traducir) y, en ocasiones, cita el autor y la obra que
utiliza como modelo. Sin embargo, como hizo Nevio con anterioridad, maneja los modelos
griegos con una absoluta libertad; no sólo mezcla fragmentos de distintas obras y de distintos
autores griegos (la ya comentada contaminatio, de la que Plauto hace un amplio uso), sino que
además modifica el original cortando o añadiendo, insertando recursos cómicos típicamente
itálicos, recreando situaciones con mayor fuerza cómica y, en definitiva, dando lugar a una
comedia totalmente diferente, profundamente romana. La finalidad última del teatro plautino es
divertir: pretende conseguir un efecto cómico en cada escena, aunque para ello tenga que
sacrificar la lógica interna de la acción. Para lograr el efecto cómico deseado no le importa al
autor caer en contradicciones, anacronismos e incongruencias; la caracterización de los
personajes es a veces extravagante y las situaciones se alargan frecuentemente más allá de lo
verosímil, Todo ello contribuye a dar a las comedias de Plauto un carácter fantasioso que es su
principal virtud y que las convierte en intemporales.

También en el campo de la estructura formal se distancia Plauto de sus modelos griegos,


creando una forma nueva de comedia con entidad propia. Como ya se ha comentado, desde
Livio Andrónico el teatro romano concede mayor importancia a las partes cantadas que el teatro
griego; Plauto acentúa esta tendencia, creando una comedia en la que la parte dialogada o
recitada (diverbia) ocupa en la mayor parte de las obras sólo un tercio del total. Los cantica se
enriquecen en su estructura y en su métrica; no sólo incluyen parlamentos y recitados al son de
flauta, también se encuentran fragmentos melodramáticos (arias, solos, duos) interpretados con
acompañamiento instrumental. Este carácter melodramático de las comedias de Plauto, unido a
su lenguaje cotidiano y popular de gran fuerza cómica, les confiere un carácter propio e
inconfundible.

Plauto gozó siempre de una gran acogida entre el público y sus comedias se siguieron
representando con gran éxito mientras existió una tradición teatral viva en Roma. Durante el
clasicismo de los últimos años de la República y de la época de Augusto la popularidad de Plauto
sufre un cierto retroceso por influencia de los grandes poetas del momento, en particular
Horacio, a quienes disgustaba en general la literatura de la época arcaica. A partir del
Renacimiento Plauto vuelve a ser leído y representado, ejerciendo sus obras gran influencia en el
teatro inglés del siglo XVI. Como muestra de esta influencia de las comedias plautinas en el
teatro europeo de los siglos XVI y XVII baste decir que La comedia de los errores de
Shakespeare utiliza el argumento de Menaechmi y que El avaro de Moliére recuerda al Euclión de
la Aulularia

-TERENCIO (185-4? a. C.)

La vida del segundo de los grandes comediógrafos latinos está marcada por dos factores
determinantes: por un lado, su brevedad, ya que no se extendió más allá de veinticinco o treinta
y cinco años; por otro, su estrechísima relación con la aristocracia filohelénica que se reunía en
torno a los Escipiones y que es un factor imprescindible para entender las comedias de Terencio.

Publio Terencio Afer nació en Cartago, en el norte de África; su fecha de nacimiento es incierta.
Suetonio, biógrafo del siglo I de nuestra Era que escribió una extensa "vita" del poeta, da como
fecha para su nacimiento el 185/184 a. de C.; sin embargo, algunos estudiosos de la literatura
latina proponen adelantar la fecha hasta el 190. Se sabe con seguridad que, siendo todavía
adolescente, llegó a Roma como esclavo del senador Terencio Lucano, quien le dio una
esmerada educación y le concedió la libertad. Como era costumbre adoptó el "nomen" de su
patrón, Terencio, y mantuvo en el "cognomen", Afer, la referencia a su procedencia geográfica.

Probablemente en casa de su amo y protector conoció y se ganó la benevolencia de los espíritus


cultos y refinados de la ciudad. Roma vivía un momento excepcional, comenzaba su expansión
victoriosa por el Mediterráneo oriental, y parte de la aristocracia romana había adoptado el ideal
cultural griego; en el llamado Círculo de los Escipiones se reunían filósofos (Panecio),
historiadores (Polibio), retores (Leilo) y poetas (Lucilio), todos movidos por el mismo deseo de
difundir e integrar en la literatura latina las formas literarias griegas. A este mundo culto y
refinado pertenece Terencio y con frecuencia se le ha considerado como su portavoz. En el año
160 a. C. emprendió un viaje a Grecia por causa que desconocemos y en el transcurso del
mismo, en circunstancias igualmente oscuras, falleció. Suetonio da como fecha de su muerte el
159.

La corta carrera dramática de Terencio se extiende por espacio de seis años; entre el 166 y el
160 escribió seis comedias palliatas, cuyas fechas de estreno conocemos perfectamente, ya que
todas se nos han transmitido con su correspondiente didascalia. La mayor parte de sus comedias
siguen originales griegos de Menandro, el más moderado y moral de los autores del Comedia
Nueva. La relación de las comedias de Terencio según el orden de su representación es el
siguiente:

Andria ("La mujer de Andros"), estrenada en el 166.

Hecyra ("La suegra"). El primer estreno, que fue un sonoro fracaso, tuvo lugar en el 165.

Heautontimoroumenos ("El atormentador de sí mismo), en el 163

Eunuchus ("El eunuco"), en el 161

Phormio ("Formión"), en el 161

Adelphoe ("Los hermanos"), en el 160. En este mismo año tiene lugar el segundo y tercer
intento de estreno de Hecyra, que sólo en el tercer intento consigue el éxito.

Como se puede observar, a diferencia de Plauto, el éxito de público no fue para Terencio algo
inmediato, si bien cuando se produjo, en concreto con el Eunuchus, éste fue rotundo. Pero no
sólo tuvo que enfrentarse el poeta con la indiferencia y frialdad del público en sus primeras
obras, sino que durante toda su corta carrera dramática tuvo que hacer frente a la crítica de
otros poetas dramáticos y literatos. A defenderse de estos ataques consagró el poeta los
prólogos de sus comedias, y en ello es totalmente original. El prólogo, como ya hemos señalado,
era un elemento fundamental en las obras dramáticas.

Generalmente en Grecia, tanto en la tragedia como en la comedia, se utilizaba el prólogo-


exposición, en el que se presentaba de forma concisa el tema de la pieza teatral. Muy
excepcionalmente, la Comedia Nueva añadía a la exposición de la trama el elogio de la obra y de
su autor (prólogo-elogia). Plauto utiliza todo tipo de prólogo, aunque prefiere el prólogo-
benevolencia. Terencio rechaza los prólogos-exposición por considerarlos groseros y convierte
los suyos en prólogos literarios en los que intenta dar respuesta a las acusaciones que se le
formulaban, razonaba sobre los modelos utilizados y exponían sus ideas sobre su obra. El
conjunto de los prólogos terencianos son una magnífica fuente para el estudio de su autor. Las
respuestas de Terencio nos permiten conocer qué críticas se le formulaban. Se le acusaba de
aceptar colaboración de sus nobles amigos para escribir sus comedias, de plagiar trozos y
personajes de otros autores romanos, de "contaminar" los originales griegos y de debilidad de
estilo.

Después de la muerte de Plauto los gustos habían cambiado y los círculos literarios no aceptaban
de buen grado la latinización de los originales griegos. Terencio se somete al gusto imperante y
mantiene en sus comedias el ambiente griego. Huye deliberadamente del chiste fácil, de las
tramas complicadas, del recurso a la caricatura, en definitiva de todo aquello que había
conferido a las comedias de Plauto su peculiar estilo. En Terencio toda la comedia gira en torno a
la caracterización de los personajes, las inconsecuencias y el contraste entre ellos es el medio
escogido por el poeta para provocar la hilaridad, que siempre será moderada, más próxima a la
sonrisa que a la abierta risa de Plauto. Quizá este sea unos de los puntos débiles de la obra de
Terencio: sus obras son de un gran altura desde el punto de vista lingüístico, la caracterización
psicológica de los personajes está lograda, pero el conjunto carece de fuerza cómica. La nota
dominante de sus comedias no es la burla, sino más bien la piedad, la ternura y la melancolía.

Sus personajes son amables y no guardan relación alguna con los estereotipos caricaturescos
pintados por Plauto. En las comedias de Terencio los esclavos son serviciales, los hijos
respetuosos, los padres afectuosos y preocupados, las matronas respetables, etc. En conjunto
traza unos cuadros de menor efecto cómico, pero de gran valor humano.

Terencio pretende escribir obras de teatro de un elevado nivel artístico. Su lengua es de gran
pureza y elegancia. Desde la época imperial se le proponía como modelo de "sermo urbanus". En
resumen, Terencio por sus conocimientos literarios, por sus gustos elevados, por su estilo
elegante alejado de toda vulgaridad, es un representante cualificado de lo que en su época se
llamó "humanitas", cualidad que el propio poeta resumió admirablemente en este conocidísimo
verso: Homo sum: humanum nil alieni puto (Heautontimoroumenos v.25).

HISTORIA DEL TEATRO I: Grecia y Roma


Si existe una figura clave en el nacimiento del teatro en Grecia es, sin duda alguna, el dios
Dionisos. Los griegos celebraban sus fiestas, El Ditirambo, al principio y final de cada siega. Un
carro recorría las calles con la estatua de Dionisos mientras alrededor danzaban los trasgos
(representantes de los sátiros). Tal vez la monotonía de las danzas y salmodias llevara a los
trasgos a introducir nuevos elementos; uno de ellos se separó del grupo dando nacimiento a la
figura del primer actor o Corifeo. Con la aparición de la estructura Coro-Corifeo encontramos lo
fundamental del teatro; gente que mira y gente que actúa. Se dice que el primero en separarse
fue Tespis, un cuenta cuentos que a finales del siglo VI alcanzo extraordinaria celebridad, sin
embargo le faltaba algo fundamental para hacer teatro: diálogo.

Con la celebración, hacia el siglo V, de las Fiestas Dionisiacas nacen las representaciones
teatrales. Las Grandes Dionisiacas eran las más importantes porque toda Grecia iba a Atenas.
Duraba varios días y tenía un concurso entre varios poetas elegidos por los ciudadanos.
Normalmente representaban Tetralogías (tres tragedias y un drama satírico) pero
posteriormente introdujeron una comedia final. Las representaciones estaban financiadas por el
Corifeo y se realizaban en el campo, en algo parecido a un escenario de madera. Los actores
utilizaban máscaras y coturnos (zapatos con plataformas). Una regla fundamental para el
público era asistir de blanco riguroso. Las mujeres rara vez iban, no así los criados, que si
habían terminado sus tareas, podían acompañar a sus amos.

Se representaban tres tipos de obras;


La tragedia era una obra dramática con final desgraciado basado en leyendas heroicas y con
intervención de los dioses, al final. El siguiente paso obligado para el desarrollo del teatro era la
incorporación de alguien que dialogara con el protagonista. Cuando Esquilo, el primero de los
tres grandes trágicos, llega al teatro introduce al Deuteragonista proporcionando así nuevas
posibilidades. Sin embargo su religiosidad le convirtió en un autor muy clásico que no se
preocupó por evolucionar. Entre sus obras destaca “La Orestiada” compuesta de: “Agamenon”,
“Los Coeforos” y “Las Efemérides”. Sófocles añade un personaje más y les da la posibilidad de
replicar. Todas sus obras tienen un tema común; los dioses contra el rebelde. Sófocles pone a
los personajes como deberían ser, característica que no heredo su sucesor, Eurípides, que los
muestra tal y como son. Destaca “Electra”, “Edipo Rey” y “Antígona”. Con Eurípides nace el
teatro psicológico, le preocupa la contradicción y la ambigüedad. Sus personajes además
adquieren la capacidad de dudar. Una de sus obras más conocidas es “Medea”.

El drama satírico criticaba humorísticamente a los políticos o se basaba en temas cotidianos.


La comedia es la precursora del teatro crítico y el cabaret, fue cobrando importancia con el paso
del tiempo. Pasó por tres fases; en la antigua se celebraban certámenes que consistían en
pequeñas peleas de autores, siempre escondidos tras sus actores. La etapa media es el
comienzo del declive, no hay autores y se representan pequeñas farsas en las que el coro no
interviene. Finalmente, en la etapa nueva, desaparece el coro y comienzan a tratar temas
actuales dejando a un lado los mitológicos.

Con el comienzo de la época Helenística, siglo IV, los actores comienza a cobrar importancia en
contra de los autores. También empiezan a construirse grandes teatros que llegan a tener hasta
tres puertas al escenario.

A la par se desarrolla en la calle la figura del mimo con el fin de animar al pueblo. Los
personajes son chulos, sinvergüenzas, prostitutas... incluso fieras humanizadas.

La características fundamental de la sociedad romana, Pax (respetar la cultura de los pueblos


conquistados) les permitió imitar la cultura griega y reformarla. Aunque en realidad no destacan
por sus avances y reformas si no que son valorados por conservar textos griegos que, sin ellos,
habrían desaparecido.

Sientan las bases de la Comedia del Arte al crear sus farsas, que son muy cortas y siempre con
los mismos personajes; el viejo deformado, el glotón, el payaso...
Las representaciones estaban financiadas por los Patricios y los actores eran esclavos o
extranjeros. Se representaban en circos y anfiteatros, no es hasta el 55 Ac que comienzan a
construir teatros.

Los romanos prefieren el espectáculo, por eso desarrollan más la comedia, dejando a un lado la
tragedia. Había dos tipos; la Paliata, donde personajes griegos hablaban sobre los romanos, y la
Togada, donde intervenían personajes de baja posición. También había un “género chico”, la
Togata, con personajes romanos, pero no tuvo apenas repercusión.

La práctica en la sociedad romana era una característica fundamental, por eso no


extraña el ensalzamiento que se le dio a la figura del mimo ni la reconversión al cristianismo
porque, en definitiva, los gestos son el lenguaje universal entre tanto territorio y la adopción de
una religión cada vez más fuerte es algo bastante lógico. Sin embargo, esa reconversión traería
problemas, ya que las civilizaciones, al volverse monoteístas, se vuelven también temerosas de
lo diferente y prefieren eliminarlo antes que respetarlo; cuando en el 330 d.c se divide el imperio
en Roma y Bizancio, se convierte en primordial reconstruir el imperio y liquidar al contrario. Será
Bizancio quien se mantendrá a flote más tiempo gracias a su corte de intelectuales y será el
teatro quien pierda en su proceso evolutivo, por ser considerado una ofensa a Dios.

HISTORIA VIVA HISTORIA DEL TEATRO Miguel Ángel Fernández


INTRODUCCIÓN
El teatro es un género literario creado para ser representado. Es el arte de componer obras
dramáticas. Las artes escénicas tratan todo lo relativo a la escritura, la interpretación, la
producción, los vestuarios y los escenarios. Drama tiene origen griego y significa "hacer", y se
asocia a la idea de acción. Se entiende por drama la historia que narra los acontecimientos de
unos personajes.

Tiene su origen en las danzas realizadas por el hombre primitivo alrededor del fuego. Estas
escenas tuvieron repercusión en China, Japón e India. En la coronación de los faraones se hacían
representaciones teatrales simbólicas. En Grecia nació el edificio público destinado a la
representación.

El teatro se ha utilizado como complemento de celebraciones religiosas, como medio para


divulgar ideas políticas, para difundir propaganda, como entretenimiento y como arte. También
se conoce como teatro el edificio donde se representan las obras dramáticas.

ELEMENTOS DE LA REPRESENTACIÓN TEATRAL


Una representación consta de dos elementos esenciales: actores y público. La representación
puede ser mímica o utilizar el lenguaje. Los personajes no tienen que ser siempre seres
humanos. Los títeres o el guiñol han sido muy apreciados a lo largo de la historia. Se puede
realzar una representación mediante el vestuario, el maquillaje, los decorados, los accesorios, la
iluminación, la música y los efectos especiales. Estos elementos se usan para ayudar a crear una
ilusión de lugares, tiempos, personajes diferentes, o para enfatizar una cualidad especial de la
representación y diferenciarla de la experiencia cotidiana.

NACIMIENTO DEL TEATRO


El teatro nació en Atenas, Grecia, entre los siglos V y VI Antes de Cristo. Los atenienses
celebraban los ritos en honor a Dionisio, dios del vino y de la vegetación. Estas primitivas
ceremonias rituales acaban evolucionando hacia el teatro, constituyendo uno de los principales
logros culturales de los griegos. Cada una de las ciudades y colonias contó con un teatro.
El primer teatro construido fue dedicado a Dionisio. Se dividía en tres partes la orquesta, el lugar
para los espectadores y la escena. Los primeros teatros griegos constaban de dos formas: un
espacio circular donde se alzaba la estatua de Dionisio y el hemiciclo para los espectadores. Se
accedía a través de dos callejones. Las gradas tenían forma de semicírculo.

Los romanos adoptaron la forma y la disposición de los teatros griegos pero construyeron gradas
en los lugares donde no existían colinas.

PRIMER PERÍODO: TEATRO GRIEGO Y ROMANO

TEATRO GRIEGO
Las formas teatrales del drama griego eran la tragedia, el drama satírico, la comedia y el mimo.
Las dos primeras estaban consideradas las más civilizadas, mientras que las dos últimas se
asociaban con lo primitivo.

Los actores iban vestidos con la ropa al uso pero portaban máscaras que permitían la visibilidad
y ayudaban al espectador a reconocer la característica del personaje.

LA TRAGEDIA
La tragedia es una representación dramática capaz de conmover y causar pena, que tiene un
desenlace funesto. Destacaron los escritores ESQUILO, SÓFOCLES y EURÍPIDES.

Aquí se presentan algunas características de la tragedia:


a) Las obras son solemnes, escritas en verso y estructuradas en escenas-
b) Las historias están basadas en mitos o antiguos relatos.
c) Eran obras de poca acción.

Aristóteles decía que la tragedia debe estar lo más que se pueda bajo un mismo periodo de sol o
excederlo un poco. En poco más de un siglo los griegos crearon dramas y comedias que aún
interesan y conmueven.

Esquilo ha sido llamado el padre del drama griego porque contribuyó a que las representaciones
teatrales se transformaran en espectáculos. Sus obras más conocidas son Prometeo encadenado
y Antígona.

Sófocles era instruido, amable y tolerante y gozó de gran simpatía y popularidad. Sus
principales obras Antígona y Edipo Rey se siguen llevando a escena.

Eurípides tenía fama de huraño. Sus principales obras son Electra y Orestes, Efigenia en Aulida
y Efigenia en Taurida.

Los grandes trágicos griegos establecieron las características del teatro que se ha convertido en
el género literario que todos conocemos.

LA COMEDIA
La comedia se desarrolló hacia la mitad del siglo V Antes de Cristo. Las comedias más antiguas
que se conservan son las de ARISTÓFANES. Tienen una estructura muy cuidada derivada de los
antiguos ritos de fertilidad. Su comicidad consistía en una mezcla de ataques satíricos a
personalidades públicas. Para el siglo IV Antes de Cristo, la comedia había sustituido a la
tragedia como forma dominante.

Luego apareció un tipo de comedia local, llamada "nueva". En las obras de MENANDRO, el gran
autor de comedias nuevas, la trama gira alrededor de una complicación o situación que tiene
que ver con amor, dinero, problemas familiares y similares.

TEATRO ROMANO
El teatro romano no se desarrolló hasta el siglo III Antes de Cristo. Al principio se asociaba con
festivales religiosos, pero la naturaleza espiritual se perdió pronto. Al incrementarse el número
de festivales, el teatro se convirtió en un entretenimiento. No es de extrañar que la forma más
popular fuera la comedia. El periodo de creación dramática romano empezó en el siglo II Antes
de Cristo, y estuvo dominado por las comedias de PLAUTO y TERENCIO, que eran adaptaciones
de la comedia nueva griega. Las obras se basaban en una intriga de carácter local.

Este primer período se denomina clásico, porque comprende el teatro de las civilizaciones
clásicas, Grecia y Roma, y las obras están escritas en griego o latín.

Alrededor del final del siglo II Después de Cristo, el teatro literario entra en declive y es
sustituido por otros espectáculos y entretenimientos más populares. La Iglesia cristiana atacó el
teatro romano y contribuyó al declive del teatro así como a considerar a las personas que
participaban en él como inmorales. Con la caída del Imperio romano en el 476 Después de
Cristo, el teatro clásico decayó en Occidente y no resurgió hasta 500 años más tarde. Sólo los
artistas populares, conocidos como juglares y trovadores, sobrevivieron y proporcionaron un
nexo de continuidad.

TEATRO MEDIEVAL
El teatro español, al igual que el europeo, surge vinculado al culto religioso. La misa, es en sí
misma un drama, una representación de la muerte y resurrección de Cristo. Serán los clérigos
los que creen los primeros diálogos teatrales: los tropos, con los que escenificaban algunos
episodios relevantes de la Biblia. Estas representaciones, se fueron haciendo más largas y
espectaculares dando lugar a un tipo de teatro religioso que fue el teatro medieval por
excelencia. Poco a poco se fueron añadiendo elementos profanos y cómicos a este tipo de
representaciones que, por razones de decoro, terminaron por abandonar las iglesias y
comenzaron a realizarse en lugares públicos.

TEATRO MEDIEVAL PROFANO


En el siglo XIV, el teatro se emancipó del drama litúrgico para representarse fuera de las iglesias
y evolucionó en ciclos que podían contar con hasta 40 dramas. Algunos estudiosos creen que los
ciclos surgieron de forma independiente. Eran producidos por toda una comunidad cada cuatro o
cinco años. Las representaciones podían durar de dos días a un mes.

Como los intérpretes eran aficionados y analfabetos, las obras se escribían en forma de copla de
fácil memorización.
AUTOS
Durante este periodo, surgieron obras folclóricas, farsas y dramas pastorales y persistían varios
tipos de entretenimientos populares. Todo esto influyó en el desarrollo de los autos durante el
siglo XV. Los autos diferían de los ciclos religiosos en el hecho de que no se trataba de episodios
bíblicos, sino alegóricos, y estaban representados por profesionales como los trovadores y
juglares.

-TEATRO DEL RENACIMIENTO


La Reforma protestante supuso el fin del teatro religioso en el siglo XVI, y el teatro profano
ocupó su lugar. Aunque los autos y los ciclos parezcan estar muy lejos de los dramas de
Shakespeare y Molière, los temas de la baja edad media, el giro hacia temas más laicos y
preocupaciones más temporales y la reaparición de lo cómico y lo grotesco contribuyeron a la
nueva forma de hacer teatro. La participación de actores profesionales en las obras fue
sustituyendo a los entusiastas aficionados.

TEATRO NEOCLÁSICO
El teatro del renacimiento tomó una forma nueva con visos de clasicismo. Esta fórmula es
conocida como neoclasicismo.

Las primeras muestras de teatro renacentista en Italia datan del siglo XV. Las primeras obras
son en latín, pero acaban escribiéndose en lengua vernácula y estaban basadas en modelos
clásicos. Este teatro no fue una evolución de las formas religiosas. Se trataba de un proceso
académico. Eran obras pensadas para ser leídas, aunque fuera por varios lectores y en público, y
con fines didácticos.

CREACIÓN DE LA ÓPERA
Las elaboradas exhibiciones escénicas y las historias alegóricas de los intermezzi, y los continuos
intentos de recrear la producción clásica, llevaron a la creación de la ópera a finales del siglo
XVI. Aunque el primer teatro de corte clasicista tenía un público limitado, la ópera se hizo muy
popular. A mediados del siglo XVII, se estaban construyendo grandes teatros de la ópera en
Italia.

COMMEDIA DELL'ARTE
Mientras la elite se entretenía con el teatro y el espectáculo de estilo clasicista, el público en
general se divertía con la commedia dell'arte, un teatro popular y vibrante basado en la
improvisación.

DESARROLLO DEL TEATRO FRANCÉS


A finales del siglo XVI era popular en Francia un tipo de comedia similar a la farsa. Este
fenómeno dificultó el establecimiento del drama renacentista. En aquel tiempo no existían en
París edificios dedicados al teatro, utilizándose recintos destinados al juego de pelota. La
influencia italiana en Francia llevó a popularizar representaciones que fueron denominados
ballets.

Molière está considerado como el gran dramaturgo francés. Sus farsas y comedias de
costumbres reciben en su mayoría una influencia directa de la commedia dell’arte, pero van más
allá de su objetivo específico y pueden considerarse como observaciones sobre las limitaciones y
errores del género humano. Muchas de sus obras están imbuidas de una cierta amargura.

Sus principales obras son El tartufo, El avaro, El enfermo imaginario y las preciosas ridículas.

Molière fue también un actor cómico de excepción en su tiempo, y trabajó con el objetivo de
alterar el estilo histriónico y ampuloso que entonces dominaba la escena francesa.

TEATRO ISABELINO INGLÉS Y DE LA RESTAURACIÓN


El teatro renacentista inglés se desarrolló durante el reinado de Isabel I a finales del siglo XVI.
En aquel tiempo, se escribían tragedias academicistas de carácter neoclásico que se
representaban en las universidades. La mayoría de los poetas isabelinos tendían a ignorar el
neoclasicismo o, lo usaban de forma selectiva. A diferencia del teatro continental, el teatro inglés
se basó en formas populares, en el vital teatro medieval, y en las exigencias del público en
general.

Las obras se representaban durante los meses más cálidos en teatros circulares y al aire libre.

Bajo la influencia del clima de cambio político y económico en la Inglaterra del momento, así
como de la evolución de la lengua, dramaturgos como Thomas Kyd, Ben Jonson y Christopher
Marlowe dieron lugar al nacimiento de un teatro dinámico, épico y sin cortapisas que culminó en
el variado y complejo trabajo del más grande genio del teatro inglés, WILLIAM SHAKESPEARE.

Christopher Marlowe se hizo famoso por las obras El judío de Malta y El doctor Fausto. Ben
Johnson destaca por Volpone o el zorro.

Obras de William Shakespeare como Hamlet, Macbeth, Romeo y Julieta, Julio César, El rey Lear,
Otelo o El sueño de una noche de verano, se siguen representando con la misma viveza que
cuando fueron escritas.

TEATRO ESPAÑOL DEL SIGLO DE ORO


El siglo XVII fue el Siglo de Oro del teatro en España. Este Acota uno de los periodos más fértiles
de la dramaturgia universal, si bien la propia forma de denominar esta época ha sido conflictiva
de unos países a otros.

Se crean las primeras salas teatrales llamadas corrales de comedias, que eran gestionadas por
las hermandades, verdaderos precedentes del empresario teatral moderno. Van a proliferar los
autores, las obras y las compañías. El teatro deja de ser un acontecimiento restringido para
convertirse en un producto competitivo, sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Un
interesante debate teórico acompaña el nacimiento y desarrollo de esta forma nueva de
entender el teatro. Dos autores de la época nos sirven para ilustrar el sentido y la evolución de
este debate y del arte teatral: CERVANTES y LOPE DE VEGA, pero también debemos de citar a
CALDERÓN DE LA BARCA Y TIRSO DE MOLINA.

Lope de Vega dio forma definitiva a la comedia española convirtiéndola en género nacional.
Escribió cerca de 2000 obras que Menéndez Pelayo clasificó en religiosas, mitológicas,
legendarias, pastoriles, caballerescas, novelescas, de costumbres y enredos. Sus principales
obras son El mejor alcalde el rey, Peribañez y el Comendador de Ocaña, Fuenteovejuna o
Porfiriar hasta morir.

Miguel de Cervantes legó una obra fecundísima entre las que podemos destacar La dama boba,
El caballero de Olmedo, La niña de plata y El castigo sin venganza.

Calderón de la Barca llevó a la perfección la técnica de la escena y se teatro barroco llegó a


representarse ante la corte. Sus obras más conocidas son El alcalde de Zalamea, La vida es
sueño, El mayor monstruo, Los celos, El príncipe constante y El mágico prodigioso.

Tirso de Molina es el creador del tipo de Don Juan en El burlador de Sevilla. Otras obras suyas
son El vergonzoso en palacio, Don Gil de las calzas verdes y El condenado por desconfiado.

-TEATRO DEL SIGLO XVIII


El teatro del siglo XVIII era en gran parte de Europa, un teatro de actores. Estaba dominado por
intérpretes para quienes se escribían obras ajustadas a su estilo Estos actores adaptaban
clásicos para complacer sus gustos y adecuar las obras a sus características. Las obras de
Shakespeare eran alteradas hasta no poder ser reconocidas no sólo para complacer a los actores
sino, también, para ajustarse a los ideales neoclásicos.

Destacamos a Goethe y Schiller los más importantes representantes del teatro alemán. Goethe
destaca por Las penas del joven Werhter. Goetz van Berlichingen, Egmont, Wilheim Meister y
Fausto.

Schiller escribió dramas clásicos de la cultura alemana como Los bandidos, Don Carlos,
Guillermo Tell y Wallestein.

-TEATRO DEL SIGLO XIX


A lo largo del siglo XVIII ciertas ideas filosóficas fueron tomando forma y finalmente acabaron
fusionándose y cuajando a principios del siglo XIX, en un movimiento llamado romanticismo.

Uno de los principales renovadores del teatro en este siglo es el noruego Henrik Ibsen, fundador
del teatro de ideas en oposición al teatro, de acción propiamente dicha. Analiza en sus obras las
relaciones sociales y humanas del siglo XIX.

Destacamos entre sus obras Casa de muñecas, Esprectos, Edda, Gabir y Peer Gint.

TEATRO ROMÁNTICO
El romanticismo apareció en Alemania, un país con poca tradición teatral antes del siglo XVIII.
Alrededor de 1820, el romanticismo dominaba el teatro en la mayor parte de Europa.

El teatro romántico español buscó la inspiración en los temas medievales y presenta a un héroe
individual dominado por las pasiones. Se recuperan las formas y estructuras del teatro del Siglo
de Oro. La voz engolada y el verso rotundo triunfan en el teatro romántico español. Su gran
figura es José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio. El tema del burlador es retomado con gran
libertad por Zorrilla y en su entusiasmo romántico hace que sea el amor quien redime al
seductor. La fuerza y encanto de este personaje y obra ha conseguido que nunca haya dejado de
representarse en algún teatro español.

MELODRAMA
Las mismas fuerzas que condujeron al romanticismo también, en combinación con varias formas
populares, condujeron al desarrollo del melodrama, el género dramático más arraigado en el
siglo XIX. El melodrama como literatura es a menudo ignorado o ridiculizado, cuando menos
desdeñado por los críticos, porque aporta imágenes de villanos que se atusan el bigote o
heroínas sujetas a vías de tren.

TEATRO BURGUÉS
Proponía una recreación de lo local y de la vida en el hogar. El espectador debía tener la
impresión de asistir a un hecho real y a ello vino a contribuir el escenario de tres paredes con el
objetivo de que el público observe a través de la imaginaria cuarta pared.

NATURALISMO Y CRÍTICA SOCIAL


A mediados del siglo XIX el interés por el detalle realista, las motivaciones psicológicas de los
personajes, la preocupación por los problemas sociales, condujo al naturalismo en el teatro.
Acudiendo a la ciencia en busca de inspiración, los naturalistas sintieron que el objetivo del arte,
como el de la ciencia, debía ser el de mejorar nuestras vidas. Los dramaturgos y actores, como
los científicos, se pusieron a observar y a retratar el mundo real.

APARICIÓN DEL DIRECTOR


El naturalismo es responsable en gran medida de la aparición de la figura del director teatral
moderno. Aunque todas las producciones teatrales a lo largo de la historia fueron organizadas y
unificadas por un individuo, la idea de un director que interpreta el texto, crea un estilo de
actuación, sugiere decorados y vestuario y da cohesión a la producción, es algo moderno.

REALISMO PSICOLÓGICO
Las obras demuestran problemas sociales como la enfermedad genética, la ineficacia del
matrimonio como institución religiosa y social, y los derechos de las mujeres, pero también son
valiosos por sus convincentes estudios de individuos.

-TEATRO DEL SIGLO XX


Desde el renacimiento en adelante, el teatro parece haberse esforzado en pos de un realismo
total, o al menos en la ilusión de la realidad. Una vez alcanzado ese objetivo a finales del siglo
XIX, una reacción antirrealista en diversos niveles irrumpió en el mundo de la escena.

En el siglo XX el teatro toma un impulso renovador. Las ideas naturalistas, simbólicas, realistas,
impresionistas y neorrománticas, han sumado su influencia a la del cine.
En los comienzos de siglo destacamos en España a Jacinto Benavente y Ramón María del Valle
Inclán.

La producción de Jacinto Benavente alcanzó las 130 obras. Destacamos La noche del sábado,
gente conocida, Campo de arnillo, Rosas de otoño, Pepa Doncell. Recibió el premio Nobel de
Literatura en 1922.
Ramón María del Valle Inclán se sitúa en la corriente modernista e impone lirismo a su prosa. Se
caracteriza por la suntuosidad de su estilo. Sus principales obras son Águila de blasón, Romance
de lobos, Cara de plata, Divinas palabras y Luces de Bohemia.

Federico García Lorca destaca por el lenguaje lleno de metáforas y por inusitadas figuras
renovadoras. Se nutre de lo más genuino y popular de la tierra española. Sus obras más
destacadas son Mariana Pineda, Doña Rosita la soltera, La zapatera prodigiosa, Bodas de sangre,
Yerma y La Casa de Bernarda Alba.

TEATRO SIMBOLISTA
Los simbolistas hicieron una llamada a la "desteatralizació" del teatro, que se traducía en
desnudar el teatro de todas sus trabas tecnológicas y escénicas del siglo XIX, sustituyéndolas
por la espiritualidad que debía provenir del texto y la interpretación. Los textos estaban
cargados de simbología de difícil interpretación, más que de sugerencias. El ritmo de las obras
era en general lento y semejante a un sueño.

TEATRO EXPRESIONISTA
El movimiento expresionista tuvo su apogeo en las dos primeras décadas del siglo XX,
principalmente en Alemania. Exploraba los aspectos más violentos y grotescos de la mente
humana, creando un mundo de pesadilla sobre el escenario. Desde un punto de vista escénico,
el expresionismo se caracteriza por la distorsión, la exageración y por un uso sugerente de la luz
y la sombra.

GRUPOS TEATRALES
Quizás se deba a la influencia de Antonin Artaud la aparición de una serie de grupos de teatro
durante la década de 1960.

TEATRO DEL ABSURDO


De la segunda guerra mundial nació el teatro del absurdo, que carece de lógica, lo que de
ningún modo se puede vincular o relacionar con un texto dramático o un contexto escénico.

TEATRO CONTEMPORÁNEO
El teatro realista continuó vivo en el ámbito comercial, sobre todo en Estados Unidos. El objetivo
parecía ser el realismo psicológico, y se emplearon para este fin recursos dramáticos y escénicos
no realistas. Existen obras basadas en la memoria, secuencias sobre sueños, personajes
puramente simbólicos, proyecciones y otros recursos similares. Incorporan diálogos poéticos y
un fondo sonoro cuidadosamente orquestado para suavizar el realismo crudo. La escenografía
era más sugerente que realista.

MUSICAL
En la década de 1920 los musicales surgieron a partir de una libre asociación en forma de serie
de canciones, danzas, piezas cortas cómicas basadas en otras historias, que algunas veces eran
serias, y se contaban a través del diálogo, la canción y la danza. Un grupo a cargo de Richard
Rodgers y Oscar Hammerstein II perfeccionó esta forma en la década de 1940. Ya durante la
década de 1960 gran parte del espectáculo había dejado el musical para convertirse en algo más
serio. A finales de la década siguiente, posiblemente como resultado de crecientes problemas
políticos y económicos, volvieron los musicales bajo un signo de desmesura y lujo, haciéndose
hincapié en la canción, el baile y la comedia fácil.

-EL TEATRO EN LATINOAMÉRICA


Se tienen pocas nociones de cómo pudieron ser las manifestaciones escénicas de los pueblos
precolombinos, pues la mayor parte de éstas consistían en rituales religiosos. Existe un único
texto dramático maya, descubierto en 1850, el Rabinal-Achi, que narra el combate de dos
guerreros legendarios que se enfrentan a muerte en una batalla ceremonial. Su representación
depende de distintos elementos espectaculares como el vestuario, la música, la danza y la
expresión corporal. A partir de la época colonial, el teatro se basa en los modelos procedentes
de España.

No es hasta mediados del siglo XX cuando el teatro latinoamericano ha adquirido cierta


personalidad, al tratar temas propios tomando como punto de partida la realidad del espectador
a quien va destinado. Se caracteriza por su notable vigor. Surge el teatro social.

El dramaturgo Augusto Boal, en Brasil, desarrolló técnicas de teatro callejero y para obreros, y
es autor del texto Teatro del oprimido. Grupos como Rajatabla y La Candelaria se han
preocupado por realizar un teatro que sirva como medio de discusión de la realidad social, sin
dejar al margen el aspecto espectacular y estético del drama.

-EL TEATRO ORIENTAL


El teatro oriental en general tiene ciertas características en común que lo distinguen del teatro
posrenacentista occidental. El teatro asiático es presentacional, ya que la idea de representación
naturalista es del todo ajena a él. Aunque los teatros de los diferentes países varían, son obras
integradoras de las diversas artes que mezclan literatura, danza, música y espectáculo.

TEATRO INDIO Y DEL SURESTE ASIÁTICO


El teatro indio en sánscrito floreció en los siglos IV y V. Las piezas estaban estructuradas sobre
la base de nueve rasas, o humores, más que en los personajes, ya que el eje de las obras eran
las cuestiones espirituales. Los escenarios tenían una decoración laboriosa, pero no se usaban
técnicas representacionales. Los movimientos de cada parte del cuerpo, la recitación y la canción
estaban rígidamente codificados. Las marionetas y el teatro danzado, han sido muy apreciados
en varios momentos de la historia de la India.

En el Sureste asiático, el teatro de marionetas es la forma dominante, en especial el wayang


kulit, o marionetas de sombras, en Java. En algunos sitios las marionetas son tan apreciadas
que los actores estudian sus movimientos para imitarlos.

TEATRO CHINO
El teatro chino empezó a desarrollarse en el siglo XIV; era muy literario y tenía convenciones
muy estrictas. Desde el siglo XIX, ha sido dominado por la ópera de Pekín. En ella se da una
importancia primordial a la interpretación, el canto, la danza y las acrobacias más que al texto
literario. La representación puede describirse como una colección de extractos de varias obras
literarias combinados con una exhibición acrobática. La acción tiende a ser oscura y el énfasis se
centra en la habilidad de los actores. El escenario es una plataforma desnuda con el mobiliario
estrictamente necesario. Las acciones son estilizadas, los papeles codificados y el maquillaje es
elaborado y grotesco; los colores son simbólicos. Bajo el gobierno comunista la temática ha
cambiado, pero el estilo ha seguido siendo más o menos el mismo.

TEATRO JAPONÉS
El teatro japonés comenzó en el siglo VII Después de Cristo y es el más complejo de Oriente.
Sus dos géneros más conocidos son el teatro nô y el kabuki. Nô, el teatro clásico japonés es
estilizado; la síntesis de danza-música-teatro extremadamente controlada intenta evocar un
ánimo particular a través del relato de un hecho o historia. Está muy relacionado con el budismo
Zen. El apogeo del nô tuvo lugar en el siglo XV. El kabuki data del siglo XVI y es más popular en
estilo y contenido. Otros géneros dramáticos japoneses son el bugaku, un refinado teatro
danzado, así como un teatro de marionetas o muñecos llamado bunraku, en el que los
intérpretes sobre el escenario manipulan unas marionetas casi de tamaño natural. Todas las
formas dramáticas se apoyan en el ritual, la danza y la tradición. Son elegantes y bellas, y
ponen el énfasis en valores opuestos a los del teatro occidental.

NOTAS
La tragedia es una representación dramática capaz de conmover y causar pena, que tiene un
desenlace funesto, es el género en el cual descollaron los escritores
griegos ESQUILO, SÓFOCLES y EURÍPIDES.

El teatro se convirtió en un entretenimiento. Por eso la forma más popular fue la comedia.

La Iglesia cristiana emergente atacó el teatro romano, en parte porque los actores y actrices
tenían fama de libertinos, y en parte porque los mimos satirizaban con frecuencia a los cristianos

TEATRO ROMANO
El teatro propiamente romano no se desarrolló hasta el siglo III a.C. Aunque la producción
teatral se asociara en principio con festivales religiosos, la naturaleza espiritual de estos
acontecimientos se perdió pronto; al incrementarse el número de festivales.

Estos ataques contribuyeron al declive del teatro así como a considerar a las personas que
participaban en él como inmorales. Con la caída del Imperio romano en el 476 d.C., el teatro
clásico decayó en Occidente; la actividad teatral no resurgió hasta 500 años más tarde. Sólo los
artistas populares, conocidos como juglares y trovadores en el mundo medieval, sobrevivieron y
proporcionaron un nexo de continuidad.

LA COMEDIA
La comedia es una representación alegre y festiva. Trata asuntos relacionados con el orden y la
armonía social como la infidelidad, el engaño o el hurto. Busca siempre crear juicios morales
sobre las conductas de los personajes. El protagonista de la historia es siempre una persona
común y corriente que, a pesar de ser un lastre social, puede pasar inadvertida en su contexto.
Este hombre o mujer, con sus defectos de personalidad, encarnan vicios o bajas pasiones como
la envidia, la avaricia o la lujuria. El personaje, de manera subterránea, mueve las cosas para
satisfacer sus necesidades, sin importarle el daño físico o moral que ello le cause a los que lo
rodean. Este personaje es generalmente castigado por sus víctimas, en un acto donde
queda descubierto en un ridículo social.

En el escenario, las comedias se representan en un ritmo entre cotidiano y rápido. Los actores
suelen usar gestos y voces moderadamente grandilocuentes, y llenos de amaneramientos. Los
escenarios recrean espacios cerrados, medianamente íntimos, pero sus contextos están llenos
de bullicio externo, con ambientes citadinos o de mucho movimiento humano. La música de
acompañamiento suele ser ligera, giocosa y festiva. El tono general es Jocoso.

CARACTERÍSTICAS DE LA COMEDIA

1) es un género dramático

2) personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la vida cotidiana, movidos


por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde se hace escarnio de la debilidad
humana.

3) el personaje protagonista suele ser común y corriente y representar un arquetipo, es decir


mentiroso, charlatán, fanfarrón, pícaro, enamorado, etcétera; es también inocente e
inconsciente (a diferencia de la tragedia, donde el personaje protagonista tiene un profundo
sentido ético).

4) Conflicto: Comúnmente es generado por la poca virtud del protagonista (puede ser algún
equivoco o problema al que es arrastrado el antagonista, etc). En Tartufo, la debilidad y la de
Orgón son aprovechadas por el mentiroso puritano.

5) Protagonista: Es básicamente el antihéroe, personaje de baja calidad moral y que encarna


algún vicio o defecto de los seres humanos (la envidia, la avaricia, la irreverencia o rebeldía,
etc.).

6) Desenlace: Es feliz para alguna de las fuerzas que se opone al protagonista o para todos,
menos para aquel que encarna el defecto que debe ser castigado.

7) Comicidad, ironía, humor: el humor es el procedimiento favorito de los dramaturgos. El


humor se nutre de lo cómico y de la ironía pero posee su propia tonalidad. Mientras la ironía y la
sátira dan a menudo una impresión de frialdad e intelectualidad, el humor es más caluroso, no
vacila en mofarse de sí mismo e ironizar sobre el ironista.

8) Busca los aspectos filosóficos ocultos de la existencia y permite mostrar la riqueza y actitud
interior del humorista.

9) utiliza todos los medios visuales imaginables.

10) La comedia busca enternecer al público por todos los medios y educarlo moralmente.
AUTORES TRÁGICOS. ESQUILO, SÓFOCLES Y EURÍPIDES.

Esquilo, Sófocles y Eurípides son los tres autores clásicos de tragedia de los que conservamos
obras. Entre los tres abarcan buena parte del s V ateniense, desde las victorias ante los persas
en las Guerras Médicas hasta la derrota frente a Esparta al final de la Guerra del Peloponeso;
desde el fervor democrático hasta el desengaño intelectual. Sus obras nos permiten contemplar
también la evolución del género dramático: número de actores, papel del coro, uso de
tramoyas...

Esquilo (525-456 a.C.) fue el primer dramaturgo del teatro griego, considerado "el Padre del
Teatro" o "el Padre de la Tragedia griega". Nació en la ciudad de Eleusis, en una familia noble, y
fue participe de las populares batallas de las Guerras Médicas, Maratón y Salamina.
Este hombre introdujo innovaciones en el arte del campo dramático, como la puesta en escena
de un segundo actor que entablase diálogo con el primero y con los coros, haciendo más
dinámica la representación. Se conservan solo 7 obras: La Orestíada (trilogía), Los Suplicantes,
Los Persas, Prometeo Encadenado y Los siete contra Tebas. Estas eran representadas en
trilogías encadenadas entre sí. El trabajar con trilogías conlleva que este autor mostraba gran
interés en desarrollar la situación antes que los personajes, siendo Clitemnestra de La
Orestíada el personaje más trabajado. En Los Suplicantes tenemos un ejemplo de coro como
protagonista, característico de estas primeras fases de la tragedia.
Por último, su estilo era claro y arcaico con algunos rasgos homéricos, y daba importancia al
decoro a la hora de poner a los personajes en escena.

-La introducción de un segundo actor y de un coro menor Cuando Esquilo escribió su


primera obra de teatro, las producciones teatrales eran muy simples. Consistían en un actor
con máscaras que representaba diferentes personajes y un coro que recitaba la poesía y
danzaba. La principal contribución de Esquilo al drama griego fue la adición de un segundo actor
en representaciones teatrales, lo que le dio más atención e importancia al diálogo. Dirigió
muchas interpretaciones de sus propias obras y los críticos se maravillaban ante el realismo de
sus personajes. Junto con el aumento de la importancia del diálogo, se redujo el tamaño del coro
tradicional de 50 personas a 12, reduciendo su papel.

-Puesta en escena Otras aportaciones de Esquilo al drama griego implicaron cambios que hizo
a la manera en que los espectáculos se organizaban. Mejoró los trajes y cambió
las máscaras para que fueran más fáciles de usar y más expresivas, y eliminó el derramamiento
de sangre de las producciones.

Sófocles (496-406 a.C. Atenas) fue el autor que mejor supo reflejar en sus obras los principios
y dilemas espirituales de la Grecia clásica durante la hegemonía ateniense, que consiguió su
fama tras vencer en las representaciones teatrales de las fiestas Dionisias de Atenas a Esquilo.
Perfeccionó la puesta en escena de dos actores e introdujo un tercero, y les dotó de una mayor
complejidad psicológica. Pero además, creó el papel de protagonista al que normalmente se le
asoció al héroe de la tragedia y le dio al coro un toque más reflexivo. la acción se hace más
intensa y se concentra en una sola obra, ya no hay trilogías.
Escribió 123 tragedias de las cuales sólo se conservan 7: Edipo Rey, Antigona, Ájax, Las
Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colono y Electra. Pero es la primera de estas, Edipo Rey, el icono
de la lucha del héroe frente al destino característico de la tragedia, en Antígona encontramos el
enfrentamiento entre la ley humana y la ley natural.

Eurípides (480-406 a.C.) vivió durante el estado más crítico de Grecia, teniendo lugar entonces
las Guerras del Peloponeso y reflejando la crisis de entonces en sus tragedias.
De sus 92 tragedias se han conservado 17, como por ejemplo Andromaca y Medea, dos
tragedias que muestran características de sus obras; la complejidad de algunos personajes y la
humanización de estos ya que por aquel entonces ya empezó el sentimiento Humanista, pero
sobre todo hay que destacar que la importancia del coro disminuye. Incluso se atrevió a romper
esquemas y satirizar a los héroes de la época para darles más importancia a otros personajes
como las mujeres fuertes y los esclavos inteligentes.
Su carácter innovador le llevó a utilizar maquinaria teatral para dotar de un mayor realismo a
sus obras y acercar al espectador. Pero a pesar de no contar con muchos éxitos a lo largo de su
vida por su carácter "modernista" es el autor del que más obras nos han quedado.

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