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La 

disnea es una dificultad respiratoria que se suele traducir en falta de aire. Deriva en una
sensación subjetiva de malestar que suele originarse en una respiración deficiente, englobando
sensaciones cualitativas distintas variables en intensidad. Esta experiencia se origina a partir
de interacciones en las que intervienen
factores fisiológicos, psicológicos, sociales y ambientales múltiples que pueden a su vez
inducir, desde respuestas fisiológicas a comportamientos secundarios.1

Se puede distinguir:

1. Disnea de esfuerzo: Aparece al realizar esfuerzos, con la apreciación adyacente de si son


grandes, medianos o pequeños. En el cardiaco, la disnea de esfuerzo es progresiva.
2. Disnea de decúbito, que se alivia con la posición erecta (ortopnea). Puede alcanzar
distintos grados de intensidad, siendo progresiva hasta alcanzar el decúbito.
3. Disnea paroxística nocturna, que también se conoce por sus siglas DPN. Se caracteriza
por aparecer durante la noche mientras el paciente se encuentra dormido. Esto lo obliga a
despertarse súbitamente, creando una situación de desesperación al no poder recibir la
cantidad necesaria de aire.
4. Disnea de reposo: aparece incluso sin realizar ningún tipo de esfuerzo.2
Índice

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1. 1 Síntomas

2. 2 Véase también

3. 3 Referencias

4. 4 Enlaces externos
Síntomas[editar · editar código]
Los síntomas, aunque muy parecidos, dependen de la causa desencadenante de la dificultad
respiratoria. Así, junto con la dificultad respiratoria y la posible coloración azulada que presente
el paciente, se pueden observar:

1. Broncoespasmo.
1. Silbido superior al respirar.
2. Problemas sanguíneos:
1. Presencia de anemia.
3. Cáncer:
1. Dificultad creciente al respirar.
2. Dolores al respirar.
3. Tos crónica.
4. Sangre en la flema.
4. Colapso del pulmón:
1. Neumotórax (acumulación de aire entre las membranas de la pleura).
2. Dolor intenso.
5. Enfisema (pérdida de elasticidad de los sacos de aire del pulmón):
1. Dificultad para expulsar el aire que ha entrado en los pulmones, proceso que dificulta
la entrada de aire nuevo.
6. Obstrucción de la tráquea: Si un trozo de comida o cualquier otro objeto entra en la
tráquea, puede producir asfixia, neumonía y hasta la muerte.
7. Enfermedades cardiacas:
1. Dolores en el pecho.
2. Despertarse por la noche sin aire puede ser un síntoma de insuficiencia cardiaca.
Véase también[editar · editar código]

1. Ortopnea
2. Trepopnea
3. Platipnea
4. Hipopnea
5. Taquipnea
La DISNEA engloba toda forma de respiración dificultosa que se realiza en
general con ayuda de los músculos respiratoriosauxiliares y que se acompaña
de sensación subjetiva de angustia, conocida como "hambre de aire".
Habitualmente la disnea conlleva una mayor profundidad de los actos
respiratorios y una mayor frecuencia respiratoria: existen sin embargo
muchas formas de disnea en las que el número de actos respiratorios es
normal o menor de lo normal. La sensación subjetiva de dificultad
respiratoria, de hambre de aire, suele estar presente, pero también puede
faltar (por ejemplo en caso de
pérdida de conocimiento). En muchas formas de disnea el paciente no puede
permanecer tumbado, viéndose obligado, para facilitar la acción de los
músculos respiratorios, a adoptar la posición de sentado o semisentado
(ortopnea).
Por consiguiente, recibe el,nombre de disnea cualquier forma de respiración
dificultosa y forzada, debido a la imposibilidad de una respiración regular o a
un incremento de las necesidades de oxigenación de la sangre.
Tipos de disnea

Según las características predominantes,


se pueden distinguir dos tipos de disnea:
la disnea inspiratoria y la disnea
espiratoria.

Disnea inspiratoria. 
Se caracteriza por una duración de la
inspiración con respecto a la espiración
mucho mayor de lo normal (en
condiciones de normalidad su relación
de duración es respectivamente de 5 a 6); aparte de más larga, la inspiración
resulta difícil y ruidosa. En estas formas, intervienen de manera activa en la
inspiración los músculos inspiratorios auxiliares (del cuello, pectorales,
abdominales).
La disnea inspiratoria se observa en general en casos en los que existe un
obstáculo al paso del aire a través de las vías respiratorias superiores
(estenosis laríngeas, traqueales, etc.).

Disnea espiratoria.
Se caracteriza por una espiración
notablemente prolongada, difícil y ruidosa,
en la que intervienen activamente los
músculos espiratorios, los más importantes
de los cuales son los abdominales.
Se produce en los casos en los que se
encuentra obstaculizada la salida de aire
de los alveolos por espasmo de los
pequeños bronquios (asma bronquial) o
por pérdida de elasticidad del parénquima pulmonar (enfisema pulmonar).

Diagnóstico
El objetivo principal en la valoración inicial de la disnea aguda es el despistaje
de las causas que puedan poner en peligro la vida del enfermo, con el fin de
instaurar un tratamiento precoz.
Dada la limitación de medios complementarios disponibles en la urgencia
extrahospitalaria el médico, para
cumplir este objetivo, deberá utilizar, de forma racional, los medios que
dispongan, a saber:
1. Anamnesis y exploración física.
Es el medio fundamental para valorar inicialmente el estado hemodinámico
del paciente, el patrón clínico posteriormente, para llegar a un diagnóstico
orientativo.
2. Exploraciones complementarias (electrocardiograma, radiología simple,
pulsioximetría, peak flow, laboratorio, etc.).

Los pasos a seguir, de forma secuencial, son:


I) Análisis del estado hemodinámico.
II) Diagnóstico sindrómico.
III) Diagnóstico etiológico o, en su defecto, descartar patologías urgentes.
IV) Tratamiento urgente.
V) Destino del paciente.

La DISNEA engloba toda forma de respiración dificultosa que se realiza en


general con ayuda de los músculos respiratoriosauxiliares y que se acompaña
de sensación subjetiva de angustia, conocida como "hambre de aire".
Habitualmente la disnea conlleva una mayor profundidad de los actos
respiratorios y una mayor frecuencia respiratoria: existen sin embargo
muchas formas de disnea en las que el número de actos respiratorios es
normal o menor de lo normal. La sensación subjetiva de dificultad
respiratoria, de hambre de aire, suele estar presente, pero también puede
faltar (por ejemplo en caso de
pérdida de conocimiento). En muchas formas de disnea el paciente no puede
permanecer tumbado, viéndose obligado, para facilitar la acción de los
músculos respiratorios, a adoptar la posición de sentado o semisentado
(ortopnea).
Por consiguiente, recibe el,nombre de disnea cualquier forma de respiración
dificultosa y forzada, debido a la imposibilidad de una respiración regular o a
un incremento de las necesidades de oxigenación de la sangre.
Tipos de disnea
Según las características predominantes,
se pueden distinguir dos tipos de disnea:
la disnea inspiratoria y la disnea
espiratoria.

Disnea inspiratoria. 
Se caracteriza por una duración de la
inspiración con respecto a la espiración
mucho mayor de lo normal (en
condiciones de normalidad su relación
de duración es respectivamente de 5 a 6); aparte de más larga, la inspiración
resulta difícil y ruidosa. En estas formas, intervienen de manera activa en la
inspiración los músculos inspiratorios auxiliares (del cuello, pectorales,
abdominales).
La disnea inspiratoria se observa en general en casos en los que existe un
obstáculo al paso del aire a través de las vías respiratorias superiores
(estenosis laríngeas, traqueales, etc.).

Disnea espiratoria.
Se caracteriza por una espiración
notablemente prolongada, difícil y ruidosa,
en la que intervienen activamente los
músculos espiratorios, los más importantes
de los cuales son los abdominales.
Se produce en los casos en los que se
encuentra obstaculizada la salida de aire
de los alveolos por espasmo de los
pequeños bronquios (asma bronquial) o
por pérdida de elasticidad del parénquima pulmonar (enfisema pulmonar).

Diagnóstico
El objetivo principal en la valoración inicial de la disnea aguda es el despistaje
de las causas que puedan poner en peligro la vida del enfermo, con el fin de
instaurar un tratamiento precoz.
Dada la limitación de medios complementarios disponibles en la urgencia
extrahospitalaria el médico, para
cumplir este objetivo, deberá utilizar, de forma racional, los medios que
dispongan, a saber:
1. Anamnesis y exploración física.
Es el medio fundamental para valorar inicialmente el estado hemodinámico
del paciente, el patrón clínico posteriormente, para llegar a un diagnóstico
orientativo.
2. Exploraciones complementarias (electrocardiograma, radiología simple,
pulsioximetría, peak flow, laboratorio, etc.).

Los pasos a seguir, de forma secuencial, son:


I) Análisis del estado hemodinámico.
II) Diagnóstico sindrómico.
III) Diagnóstico etiológico o, en su defecto, descartar patologías urgentes.
IV) Tratamiento urgente.
V) Destino del paciente.

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