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MAESTRÍA EN DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

MÓDULO: DERECHO PENAL INTERNACIONAL

ACTIVIDAD PRÁCTICA INDIVIDUAL 1

Prof. Dr. MANUEL GUANES NICOLI

ALUMNA: SARA ESTER GODOY NÚÑEZ

C.I. N°: 5.972.974

-2023
CASO PINOCHET A LA LUZ DEL PRINCIPIO DE JURISDICCIÓN UNIVERSAL

El 16 de octubre de 1998 el ex dictador Chileno y entonces senador vitalicio, Augusto

Pinochet era requerido por la justicia española por crímenes contra la humanidad. Actuando

sobre un requerimiento de detención provisoria decretada por un Juez de Inglaterra, a

solicitud de un Juez de España, Baltazar Garzón, la Policía Metropolitana de Londres arresta

a Pinochet mientras éste está en recuperación en una clínica privada. Este evento es

considerado uno de los hitos más importantes en la lucha contra la impunidad en el mundo.

El caso Pinochet se concentró primeramente en la desaparición y en el asesinato de un

número relativamente pequeño de víctimas españolas, siguiendo los principios de la

jurisdicción “clásica”, pero posteriormente se extendió para incluir a miles de víctimas

chilenas de crímenes como genocidio, terrorismo y tortura cometidos en el territorio de Chile.

Estos hechos estaban conectados por medio de la Operación Cóndor, una conspiración

criminal en la que participaron Argentina y Chile, así como sus vecinos de América del Sur,

para la detención secreta y asesinato de disidentes políticos. Por estas razones, a menudo se

cita al “caso Pinochet” como un caso pionero en la invocación de la jurisdicción universal.

Una de las cuestiones más polémicas fue justamente el título jurídico utilizado por el

órgano jurisdiccional español para iniciar el proceso penal por los crímenes internacionales

cometidos durante el periodo de la dictadura chilena. Al solicitar la extradición, el Juez

Baltasar Garzón se basó en el principio de la jurisdicción universal.

Podemos entender por el principio de jurisdicción universal como el derecho, o la

obligación, de los tribunales internos de un Estado de perseguir y enjuiciar, en su aplicación

de las normas de Derecho internacional penal de ius cogens, a cualquier persona que haya

cometido un crimen grave que afecte a los intereses de la Comunidad Internacional en su

conjunto, independientemente de la nacionalidad del sujeto o de la nacionalidad de la víctima


o víctimas afectadas por la conducta de aquel sujeto, e independientemente también

del lugar de la comisión del delito. (Vázquez Serrano, 2018, p. 3)

Por medio del Auto del Juzgado Central de Instrucción Nº 5 (España), del 16 de

octubre de 1998 se decreta la prisión provisional incondicional de Augusto Pinochet y se

cursa la orden de captura internacional. Como razonamiento jurídico utilizado por la justicia

española para declarar su jurisdicción se citó el Artículo 23.4 de la Ley Orgánica del Poder

Judicial (vigente entre el 03/07/1985 y el 20/05/1999) que disponía la competencia de la

jurisdicción española para conocer de los hechos cometidos por españoles o extranjeros fuera

del territorio nacional susceptibles de tipificarse, según la ley penal española, como alguno de

los siguientes delitos: Genocidio, Terrorismo, Tráfico ilegal de drogas psicotrópicas, tóxicas

y estupefacientes y cualquier otro que, según los tratados o convenios internacionales, deba

ser perseguido en España.

Si bien, Augusto Pinochet fue requerido por la justicia española por los hechos

punibles de genocidio, terrorismo, tortura y por conspiración para cometer tales delitos, la

Fiscalía General del Estado y la Fiscalía de la Audiencia Nacional se habían opuesto al

juzgamiento en España del General Pinochet argumentando entre otras cosas que la

calificación de "genocidio", también la de "terrorismo" no se configuraron en la situación de

Chile, que la persecución política en Chile no se había efectuado contra un "grupo nacional,

étnico, racial o religioso", sino que había tenido por guía "motivaciones políticas", que la

intención de los represores había sido la de eliminar miles de personas en atención a su

ideología y no en atención a su nacionalidad, su pertenencia étnica, racial o religiosa, que los

asesinatos, desapariciones, torturas, etc. no han sido cometidos en España ni por españoles,

por lo que sostuvieron que no se dan los presupuestos de extraterritorialidad que autorizaría la

jurisdicción de los Jueces de España.


Luego de varias actuaciones a favor y en contra de la extradición de Pinochet se debe

puntualizar que, el Ministro del Interior, Sr. Straw en su primera "autorización para proceder"

con la extradición, el 9 de diciembre de 1998, dejó de lado la acusación por el delito de

genocidio, por considerar que los hechos presentados " no satisfacen la definición de delito

susceptible de extradición", según la ley del Reino Unido. Esta exclusión se mantuvo en la

segunda "autorización para proceder" emitida por el Sr. Ministro el 14 de abril de 1999, por

lo que los únicos delitos por los que fue extraditado el Sr. Pinochet fueron los de tortura y de

conspiración para torturar, cometidos después del 8 de diciembre de 1 988, teniendo en

cuenta que, España, invocando el artículo 13 del Convenio Europeo de Extradición, que

autoriza a ampliar la petición de extradición aportando datos complementarios, hizo llegar a

las autoridades del Reino Unido, el 24 de diciembre de 1998, particularidades y más

información sobre 8 casos de torturas que ya figuraban en la documentación que les había

remitido anteriormente. Luego, el 26 de marzo de 1999, las autoridades españolas volvieron a

enviar información y testimonios sobre otros 31 casos de torturas cometidas en Chile después

del 8 de diciembre de 1988 y antes de marzo de 1990 (fecha en la que Pinochet dejó de ser

Jefe de Estado).

Se sostuvo que Pinochet sólo perdió su inmunidad cuando la Ley de Justicia Penal

que había entrado en vigor en el Reino Unido el 29 de setiembre de 1988, permitió a este

Estado ratificar la “Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos

o Degradantes (1984)”, lo que hizo el 8 de diciembre de 1988. Antes de ello, había entrado en

vigor en España, cuando dicho Estado la ratificó el 21 de octubre de 1987, y en Chile cuando

éste se adhirió a ella el 30 de setiembre de 1988.

La inmunidad como Jefe de Estado de Pinochet parecía ser un problema pero como se

había ratificado -por Reino Unido, por España y hasta por Chile- la Convención contra la

Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984) y como el Artículo
de dicha Convención en su parte pertinente prevía: “…cuando dichos dolores o sufrimientos

sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones

públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. Por cada una de las

distintas funciones que Pinochet ocupó, en cualquiera de las situaciones en las que él se

encontró: como Jefe del Estado, Presidente de la República, o Comandante en Jefe del

Ejército, quedó claramente comprendido en la definición.

Entiendo que, a pesar de que los hechos acusados a Pinochet fueron cometidos en

Chile, teniendo en cuenta el principio de universalidad, los Jueces de España en ese momento

tenían jurisdicción y facultades como para juzgar a un presunto culpable como Pinochet. Esas

facultades estaban reconocidas en el derecho sustantivo y en el procesal; en el Código Penal

Español; en Tratados Internacionales que de acuerdo al artículo 96.1 de la Constitución

española prevalecían sobre el derecho interno; y especialmente en el Art. 23.4 de la ley

Orgánica del Poder Judicial (LOPJ). Es importante destacar que, con la entrada en vigor de la

nueva reforma de la Ley Orgánica N° 01/2014, la labor de los jueces españoles y el alcance

de la jurisdicción universal quedó fuertemente limitada exigiéndose determinados puntos de

conexión con España, lo que supone un claro retroceso en la lucha contra la impunidad de los

crímenes de derecho internacional.

Algunos sostienen que el principio de jurisdicción universal colisiona con el concepto

de soberanía, basado en los valores de la independencia, la no intervención y la libre

determinación de los pueblos, defendiendo el principio de la territorialidad de la ley, sin

embargo, el principio de jurisdicción universal se basa en la idea de que determinados

crímenes son tan perjudiciales para los intereses internacionales que los Estados están

autorizados, e incluso obligados, a entablar una acción judicial contra el perpetrador, con

independencia del lugar donde se haya cometido el crimen y la nacionalidad del autor o de la

víctima. La jurisdicción universal es un asunto de interés para todos.


No cabe dudas de que el principio de jurisdicción universal proporciona un

mecanismo de “auxilio” de inmenso valor a las víctimas que han sufrido estos crímenes, ya

que les da la posibilidad de acceder al sistema judicial de los Estados que cuentan con dicha

herramienta jurídica, sin necesidad de cumplir con ningún requisito específico, salvo el de la

gravedad de la conducta criminal padecida. Así pues, la justicia universal no es sino un medio

para defender y proteger los derechos humanos violentamente lesionados por personas que

han perpetrado los crímenes más funestos.

Nuestro país reconoce en su ordenamiento jurídico múltiples opciones que avalan la

aplicación extraterritorial de la ley penal, incluyendo el principio de jurisdicción universal,

pero, debiendo darse algunas condiciones para que la misma sea aplicada. Jurisprudencia en

el ámbito de jurisdicción universal en Paraguay: En el caso de la Dictadura Stronista de

Paraguay, el 6 de agosto de 2013, catorce de las víctimas del régimen de Alfredo Stroessner y

dos asociaciones de víctimas presentaron querella criminal en Argentina ante el Juez

Norberto Oyarbide, por delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos entre el

15 de agosto de 1954 y el 3 de febrero de 1989, en contra de la población civil paraguaya

incluida la comunidad indígena aché. Paraguay tardó más de un año en contestar al exhorto,

negando la cooperación judicial en un primer momento. Posteriormente, tras duras

recomendaciones emitidas por diversos organismos internacionales, Paraguay procedió a

contestar el exhorto. Como consecuencia de lo anterior, Argentina siguió solicitando

información en el marco de la causa, intercambiándose hasta tres exhortos. Finalmente, las

autoridades de Paraguay se comprometieron a la imputación en territorio nacional de los

querellados en Argentina, procediendo contra 10 represores, anunciando un efectivo

compromiso de lucha contra la impunidad para evitar que avancen acciones en terceras

jurisdicciones. Por lo tanto, el principio de jurisdicción universal se erigió como una


herramienta eficaz para derribar el muro de impunidad existente en Paraguay. (FIBGAR,

2018)

Sin dudas nos encontramos en una fase de transición del viejo sistema internacional, a

un nuevo orden internacional que se basa en un conjunto de valores e intereses compartidos y

velados por todos los Estados. Esta transición, sin embargo, como lo demuestra claramente el

caso Pinochet, ha creado tensiones entre viejos conceptos y principios modernos que todavía

quedan por resolver.

La jurisdicción internacional es una herramienta válida para castigar a aquellas

personas que han contravenido las normas y que se encuentran refugiados en el manto de la

impunidad, es por ello que debe cumplirse todo lo regulado en las leyes internas de cada país

y los tratados internacionales que rigen la materia, en busca de precautelar el debido proceso

y los derechos del procesado.


REFERENCIA

FIBGAR (2018) Fuentes del derecho que regulan de manera general y específica la

aplicación extraterritorial de la ley penal. http://jurisdiccionuniversal.org/?

page_id=520

Vázquez Serrano, I. (2018). El principio de jurisdicción universal. Año 1 Nº 1 - ISSN 2618 –

303X. https://www.iri.edu.ar/wp-content/uploads/2019/02/redic-1-vazquez.pdf

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