Está en la página 1de 8

LA ATENCIÓN DE UN ADOLECENTE EN CRISIS COMIENZA CUANDO EL

PSICOANALISTA RESPONDE AL LLAMO TELEFÓNICO DE UN PADRE O DE


UNA MADRE QUE PIDE UNA CONSULTA DE URGENCIA.

El encuentro inicial con el joven no debe fallar y, para que no falle, tenemos que
anudar de entrada el lazo transferencial, a partir del primer llamado telefónico del
padre o de la madre, Es por ello que es tan importante, si se trabaja en el ámbito
privado, atender uno mismo el teléfono y saber mostrarse decidido en la manera
de organizar la primera cita.

Por lo tanto, quiero que, al cortar, la madre le hable a su hijo en nombre del
analista que soy. Hablar en nombre del otro me evoca aquí la expresión lacaniana
del Nombre-del-Padre".

Es la madre de un joven en crisis la que hace existir al psicoanalista en la palabra


que le dirige al adolescente, una palabra nutrida por la esperanza suscitada en
nuestra conversación telefónica. Ya no es el Nombre-del-Padre, sino el Nombre-
del-analista el que actúa.

Al comunicarle a su hijo o a su hija la fecha de nuestro turno, tendrá que


mencionar muy bien mi nombre. Es imperativo que, antes del encuentro inicial, el
joven paciente conozca bien el nombre de su futuro terapeuta, quiero decir el
primer rasgo al que se une afectivamente el paciente, es el nombre propio del
terapeuta. Una madre que recibe estas recomendaciones telefónicas se siente
inmediatamente sostenida.

Debe iniciarse el tratamiento de un joven en crisis: suscitando una primera


reacción positiva de los padres respecto de nosotros.

LA PRIMERA CITA DE UN ADOLESCENTE EN CRISIS CON EL


PSICOANALISTA

Una vez que el adolescente se ha sentado ante nosotros para tener su primera
entrevista.

Trato de conocer tres aspectos esenciales de su vida, esenciales para alcanzar un


solo objetivo: instalarme en la intimidad de su vivencia más profunda, es decir, de
la vivencia interna, inconsciente, que determina su comportamiento de crisis.

¿Cual es entonces la vivencia interna de un adolescente desesperado que debo


captar y sentir en mi, terapeuta? El sentimiento más profundo de un adolescente
en situación de crisis es ante todo la sensación imprecisa de vivirse como un ser
inconsistente, interiormente dislocado, desmembrado y peligrosamente
amenazado.
También tratare de sentir su crispación de animal acosado hasta visualizar
mentalmente la escena de su fantasma de humillación verdugo / victima. De
hecho, este fantasma tiene una doble función en el adolescente perturbado. Por
un lado, el fantasma es protector: en lugar de sentirse amenazado desde el interior
por su propia inconsistencia, el joven se siente amenazado desde el exterior por la
presión de los adultos: "No es que yo sea frágil; son los otros, los adultos, los que
me acosan y me amenazan con humillarme". Por el otro lado, este fantasma es
pernicioso porque desencadena los comportamientos tanto impulsivos como
depresivos del joven. Por ende, tenemos tres niveles para pensar la génesis de los
comportamientos perturbados del adolescente: el subsuelo, representado por la
desunión cuerpo/superyó, intrínseca al ser juvenil; la planta baja, representada por
la viva susceptibilidad debida al fantasma de humillación a la vez protector y
pernicioso; y, por último, el primer piso, representado por los diversos
comportamientos difíciles del adolescente, en particular impulsivos en los varones
y depresivos en las mujeres. En síntesis, al escuchar a mi joven paciente, trato de
sentir no solo el malestar provocado por su distorsión interna, sino bien el
sentimiento de desconfianza que lo habita.

Una palabra más para explicar en detalle cómo se desencadena el


comportamiento impulsivo o depresivo del adolescente en crisis, como actúa el
fantasma inconsciente de humillación. Observemos, ante todo, que dicho
fantasma adquiere en el inconsciente la forma de una escena imaginaria donde
intervienen dos personajes, de los cuales uno domina y humilla al otro; por lo
general el sujeto se identifica con la victima humillada. En realidad, el fantasma es
una escena instantánea, un fash, que consiste en la situación mas elemental: un
adulto dominador desprecia a un ser débil.

En síntesis, lo nocivo para el joven es ese fantasma inconsciente de humillación,


pues desencadena por reacción las dos conductas defensivas que son la rebelión
en el varón y la depresión en la mujer. La rebelión histérica en el varón es el
negativo de su miedo inconsciente a ser humillado: se rebela para no sentirse
humillado. En la mujer es muy diferente. En lugar de ocupar el lugar del verdugo y
volverse agresiva con los otros, dirige la rabia contra sí misma. Así como el
fantasma de humillación se exterioriza en el varón por medio de un
comportamiento agresivo, en la mujer adquiere la forma de un comportamiento
depresivo.

El analista debe sentir en el singular encuentro con cada adolescente en crisis -es
decir el dolor de la distorsión entre el cuerpo y la cabeza, el temor a la humillación
y el odio reactivo.
¿Cuales son estos aspectos, y en que van a permitirme sentir distintamente en mi
lo que el joven siente confusamente en él? Primero y ante todo, quiero conocer en
sus menores detalles el episodio que ha marcado la crisis y, en particular, saber si
ese episodio es la repetición agravada de un episodio semejante anterior que paso
inadvertido.

Recuerde usted la gran lección del psicoanálisis, que nos enseña que un síntoma
actual suele ser la repetición de un síntoma anterior semejante.

Es el conocimiento de todos estos detalles lo que excitara mi imaginación, lo que


me permitirá representarme mentalmente la situación de crisis y sentir las
tensiones que agitaron a los diferentes protagonistas del drama.

Debo examinar con lupa lo que ha ocurrido no tanto para informarme, sino para
instalarme mental y afectivamente en el centro de la crisis y sentir en mi lo que el
joven debió de sentir en el, conscientemente o no.

Siempre con este espíritu de saber para retener mejor los flujos afectivos que
mueven al joven, inquiero luego sobre los nombres de los amigos más próximos,
en particular de la noviecita o noviecito. Sabemos que los amigos, amados y
cómplices, son los únicos aliados en medio de la tormenta. Por último, el tercer
aspecto esencial que busco, con tacto y medida, son las relaciones de placer y
displacer que mantiene con su propio cuerpo.

Cuando digo con tacto y medida, es porque hay toda una manera de interrogar.

Lo que cuenta no es conocer la intimidad del otro, sino crear un lazo fuerte con el
otro que le habla a usted de su intimidad. Hay que hacer preguntas, pero, por
supuesto, con una sutileza y una destreza que se adquieren con el tiempo.

Todas estas informaciones no son, en el fondo, más que un pretexto para crear un
intercambio, por tenue que sea, que me permita a mí, terapeuta, hacer vibrar mi
presencia y le permita, a él, desarrollar la suya.

¿Que significa "hacer vibrar mi presencia"? El terapeuta hace vibrar su presencia


cuando muestra en acto al joven -sin tratar de mostrárselo- que está de acuerdo
consigo mismo y con su rol de terapeuta. Guardando las distancias, esta actitud
del profesional, eminentemente autentica, es la que, a la larga, puede incitar al
adolescente a adoptar, por mimetismo, una actitud semejante para consigo
mismo. Ya sea escuchando, ya sea interviniendo, le mostramos al joven, desunido
en su propio interior, nuestra manera de estar unidos en nosotros.

Se lo tutea al adolescente y lo llamo por su nombre de pila después de haber


conseguido su consentimiento.
Lo que se pone en juego en la primera entrevista, me imaginaria la palabra no
formulada de un adolescente resonando en contrapunto a la palabra no formulada
de su psicoanalista.

No existo sino porque estoy ante un adolescente que espera que actué, y me
asumo como terapeuta a partir de su expectativa", el adolescente replicaría:
"Todavía no me siento existir; pero al ver su manera de tratarme y de ser usted
mismo, me dan ganas de tratarme de otra manera y de ser yo mismo”.

Los autismos en la actualidad Eric Laurent

Tanto para los padres de niños autistas como para los autistas de alto nivel sobre
lo que fue su recorrido a través de los dispositivos de atención o de aprendizaje se
vuelven regulares.

Alrededor del autismo hay muy pocas zonas de consenso. La identificación y el


diagnóstico de autismo participan de polémicos debates. La cuestión de las
causas alimenta disputas apasionadas entre tesis muy alejadas una de otras.

Sea como fuere, formamos parte de una generación de psicoanalistas que han
sido liberados de la hipótesis absurda según la cual la causa del autismo sería la
falta de los padres y especialmente de las madres. El ritmo de desarrollo
epidémico y galopante todavía debe ser explicado. La búsqueda de la causa
todavía está abierta y dará lugar en los próximos años a la toma en consideración
de nuevos factores.

Leo Kanner en 1943 aislaba la categoría de autismo, notó la dimensión de una


causa biológica como tal y los problemas relacionales del niño los padres están
confrontados con niños fuera de las normas que no reaccionaba como los otros no
era fácil encontrar con estos niños en lugar del padre cada uno adoptar un estilo
de relación de puesta a distancia particular.

Hay conflictos y polémicas a partir del uso que hacen los autistas de los objetos
que los acompañan. El uso de esos objetos permite la aproximación del sujeto
autista en el mundo. Objetos que están ahí para complejizar, agrandar, permitir al
sujeto insertarse en un mundo más complejo a partir de su determinación.

En nombre de la creencia según la cual el autismo sería un trastorno puramente


neurológico con consecuencias cognitivas serían válidos sólo los métodos
educativos centrados sobre el aprendizaje y funcionamientos elementales.

En esta lucha contra la reducción a causalidades estrictamente neurológicas en


las que el remedio no sería más que el comportamiento repetitivo y elemental que
reemplaza a todo comportamiento desviado, los propios autistas de alto nivel
tienen los más empecinados adversarios de esta prisión en la que se los quería
encerrar querría desean ser inmersos en el saber general con su manera de
funcionar particulares.

Los niños autistas no pasan por la lengua común, las palabras, y que tienen un
pensamiento autista en imagen, un pensamiento en serie, en modos repetitivos y
el pensamiento en palabras a menudo llega por último.

Estos tres modos de pensamiento son utilizados sistemáticamente por los sujetos
autistas. El pensamiento imagen es la imagen aislada. El pensamiento en
patterns, la repetición del sujeto autista con el cálculo, la repetición de las cifras
del número. En medio de sus dificultades para desplazarse en la lengua, a veces
el sujeto puede desplazarse con facilidad en el mundo de las entidades
matemáticas. Cada uno de estos pensamientos es un continuum.

Un sujeto llamado autista tiene una manera insertarse en el otro que es particular.
En la cuestión de las psicosis y el autismo, Lacan ha puesto en primer plano la
categoría de lo simbólico. A partir de esa categoría hace emerger la categoría de
lo real. Lo real es una categoría que no corresponde a las acepciones usuales de
lo que se llama real, a saber aquello que corresponde a la realidad. Lo real es un
montaje que permite recuperar la realidad psíquica, distinta de la realidad exterior,
es decís, algo que se sustrae del mundo de la realidad. Si la realidad es el mundo
de lo que marcha, lo que es útil, eficiente, lo Real es el mundo de todo lo que no
puede entrar en ese mundo.

Lo real es el mundo de todo lo que no puedo entrar en su mundo lo real planteado


por Lacan Es uno que supone que hace un simbólico y que esté disfunción me lo
real es el mundo de aquello que cae que no da la vuelta que se rechaza lo inútil es
el goce y lo que no marcha.

El goce tiene un aspecto más allá del principio del placer. Afecta al cuerpo en el
registro que cada vez es antinómico con lo viviente. Freud lo percibió en la pulsión
de muerte más allá del principio de placer. En el fondo todo goce comporta su
parte de muerte.

Lacan generalizó esté más allá con un abordaje de la dimensión de este real que
se añade entre lo imaginario del cuerpo y lo simbólico en el lugar del otro. Notaba
que cuando hay forclusión de algunas cosas cuando hay elementos y lo simbólico
que no están en su lugar se producen fenómenos reales.

El trastorno autista manifiesta una juntura de Lo Real del cuerpo del viviente
particularmente cautivan te, en la medida en que la repetición de lo mismo Parece
ser el obstáculo al despliegue del viviente que no está del lado de lo mismo.
El objeto a, este extraño objeto es a la vez objeto del cuerpo extraído del cuerpo y
objeto del otro que está hecho con palabras, y se, sitúa en una zona en la que no
se le puede dar un lugar en el espacio en la relación al cuerpo este objeto a Lacan
lo tomó a partir del objeto transicional de Winnicott. Lo tomo para mostrar que el
circuito pulsional va más allá del cuerpo, aunque aparentemente sólo incluye
objeto del cuerpo: el circuito pulsional anal, oral. Ligado al objeto, que se demanda
o que el niño demanda, o que el educador demanda ceder es un objeto tomado de
lalengue, en el Otro, en el impacto del Otro sobre el cuerpo.

Desde esta perspectiva, antes del objeto a se consideraba el aparataje del niño
con lo inanimado. Lo que dice Lacan con la perspectiva del objeto a es que, por lo
contrario, la maquina es viviente, está del lado del viviente, es un objeto animado
de funciones que son las del viviente transformado.

Ahora, la computadora se ha vuelto a la condición de supervivencia no es posible


prescindir de esos objetos estamos sumergidos y los sujetos autistas están tan
sumergidos como nosotros Incluso un poco más en ese mundo estructurado por el
flujo de información es que entregan estas máquinas

Los sujetos autistas nos aproximan a la necesidad de la Revolución topológica.


Lacan nos deshizo de la idea que vivimos en un espacio geometrizable en un
espacio de la medida nuestra relación con el espacio es principalmente sin medida
y nos desplazamos sobre superficies que rápidamente pueden rebelarse no
orientables de manera tal que pasamos al reverso del mundo tal cómo se nos
presenta.

El sujeto autista hace una construcción sistemática nada está dado al sujeto
autista espontáneamente en relación al espacio en el campo de la visión. El sujeto
autista construye el espacio de una manera que le es particular construye lo que
no está en el campo de la visión.

Se ve sujetos autistas que construyen dispositivos muy variados para fotografiar


filmar grabar fijar lo que no está en el campo de la visión y construyen un campo
de la mirada. A partir de ese campo reconstruyen el campo de la visión. Hay una
manera especialmente autista con la que nos confrontamos.

Esto nos lleva a ver como el espacio que este sujeto autista construye es de
entrada real no hay agujero en ese real no falta nada

El sujeto es llevado a realizar lo simbólico el corte la disyunción la fragmentación


introducida a través de las palabras a través del otro y es llevado a introducir a
través de la de un forzamiento ese agujero en lo real con esta construcción de un
agujero. El ejemplo es el niño lobo.
Ese agujero tiene también muchos montajes posibles la casi alucinación la
utilización de objetos fotográficos para delimitar un agujero un espacio a ser
inalcanzable el circuito que se para un borde de una especie de un agujero
infranqueable que está ahí

Hay una relación topológica con el objeto voz y el ruido Como tal cuando un objeto
entra en su campo es como si el sujeto autista estuviera frente a este objeto que
acaba de entrar Allí se tiene una topología una topología del espacio del sin
medida y del agujero que se presenta en una dimensión que no podemos ignorar

De la misma manera el sujeto autista intenta fijar el ruido de lalengue. En el campo


del autismo puede ser todos los significantes el sujeto puede comenzar a
insertarse en el mundo con muy poco significantes muy pocas palabras que luego
se complejizan eventualmente en un circuito. Pero todo el conjunto del baño del
lenguaje no cesa de zumbar todos los equívocos posibles de lalengue el sujeto
intenta reducir los equívocos a través de la utilización de lo mismo la repetición de
lo mismo y no obstante estos equívocos no cesan de producir ese ruido de la
lengua que es una extraña alucinación es un registro alucinatorio que no es igual
que el de la psicosis se trata de una introducción diferente de ese Real de
lalengua.

También está el interés por ver hasta qué punto los sujetos autistas están en un
frente de batalla. Esos que están contra la tentativa de reducir el saber a simples
aprendizajes. Los autistas tratan de luchar contra su repetición que sí es cebada
de buena manera puede llevarlos a sumergirse en el mundo del saber, a través de
una repetición diferente la repetición comportamentalista estricta, que parece estar
adaptada a esta clínica y que reemplaza una repetición por otra pero la repetición
que es suya propia puede ser fecunda.

Es un combate la manera en que cada uno puede testimoniar su interacción


puede llevar al saber. Este combate nos interesa a todos para mantener en lo más
vivo está separación entre saber y aprendizaje.

En definitiva, la clínica abordada por la vía del autismo nos hace penetrar la crisis
del sistema del DSM. Este sistema de manipulación brutal de las categorías
provoca sufrimiento considerable en las poblaciones que están sometidas a ellas
estás categorías otorgan derechos el autismo es el que más derechos brinda

Introducirse en la clínica a través del autismo es también descubrir un mundo en el


que los utilizadores de las categorías tienen su palabra para decir pueden hacerse
escuchar y reivindicar la manera en la que se dirigen a ellos.

También podría gustarte