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Elementos Diferenciadores
Elementos Diferenciadores
En este sentido, aunque todos los femicidios pueden ser calificados como homicidios,
no todos los homicidios de mujeres pueden ser calificados como femicidios22. Lo
anterior significa que, sin perjuicio de que la muerte de una mujer pueda ser violenta,
el móvil del hecho no necesariamente estará relacionado con su condición de mujer o
motivado por razones de género.
De esta manera, será posible determinar las razones de género que motivaron al agresor
para llevar a cabo el femicidio, diferenciándolo claramente con el homicidio de un hombre,
e incluso con el homicidio común de una mujer. Así, por medio de la muerte violenta, se
pretende perpetuar los patrones que culturalmente han sido asignados a la mujer, tales
como la subordinación, la debilidad, la delicadeza, etc. Esto significa que, el agente
femicida o sus actos reúnen uno o más patrones culturales arraigados en ideas misóginas
de superioridad del hombre y, en consecuencia, de discriminación contra la mujer.
Es importante tener presente que las muertes violentas de mujeres por razones de
género no deben ser analizadas como hechos aislados o circunstanciales de violencia,
pues la magnitud del fenómeno da cuenta que el femicidio, especialmente el “íntimo”,
en un gran número de casos, es el acto culmine de un continuo de violencia machista.
De esta manera, el femicidio, ya sea en el ámbito público o privado, es la manifestación
más extrema de la violencia contra la mujer, que se sustenta en una estructura social en
la que se observa claramente la interrelación entre las normas culturales y el uso de la
violencia en la subordinación de la mujer.