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EZEQUIEL ZAMORA

"General del Pueblo Soberano"

Cúa, Miranda, 1817 - San Carlos, Cojedes, 1860) Militar y político


venezolano. Bajo el liderazgo del presidente José Antonio Páez, que
dominaría la escena política hasta 1847, la nueva República venezolana
surgida de la desmembración en 1830 de la «Gran Colombia» de Bolívar
tomó una orientación netamente conservadora

Ezequiel Zamora nació el 1 de febrero de 1817, en la población de Cúa,


estado Miranda. Hijo de Alejandro Zamora, quien murió como soldado de la
causa patriota en la guerra de independencia y de Paula Correa, una mujer
descrita como aguerrida y capaz de defender los ideales independentistas.

Durante los primeros años de su niñez recibe la rudimentaria instrucción


que podía brindarle una zona rural todavía convulsionada por las luchas
independentistas. Posteriormente, se traslada a Caracas donde prosigue
estudios primarios en la escuela lancasteriana, siendo la única educación
formal que conoce.

Su vida se caracterizó por estar teñida del espíritu romántico de los


personajes liberales de su tiempo. Se unió a la causa liberal en la época de
Antonio Leocadio Guzmán, fundador del partido liberal y adversario de la
oligarquía terrateniente dirigida por José Antonio Páez.

En 1846, se presenta a las elecciones de ese año, como candidato a


elector para el cantón de Villa de Cura, pero su nominación fue objetada por
los conservadores, mediante procedimientos que él y sus partidarios
consideraron como compulsivos e ilegales. Este fue el reflejo de la tensa
situación entre Liberales y Conservadores a escala nacional, cuyo cruento
desenlace pretende evitarse por medio de una entrevista entre José Antonio
Páez y Antonio Leocadio Guzmán.

No obstante, la reunión de los dos líderes es frustrada por alzamientos


espontáneos de campesinos en la región central, por lo que Zamora llama
inmediatamente a hacer la guerra a los godos en beneficio de los pobres,
mientras Páez es nombrado Jefe del Ejército.

El 7 de septiembre de 1846, Zamora se levanta en armas en la localidad


de Guambra, recibiendo el apodo del “General del Pueblo Soberano”, por
quienes lo apoyaron con las consignas “tierra y hombres libres”, “respeto al
campesino” y “desaparición de los godos”.

Tras librar las acciones victoriosas de Los Bagres y Los Leones, es


derrotado y capturado el 26 de marzo de 1847, siendo condenado a muerte
por los tribunales de Villa de Cura el 27 de julio del mismo año, pero José
Tadeo Monagas le conmuta la pena.

El 23 de febrero de 1859, en el marco de la Guerra Federal desembarca,


procedente de Curazao, en La Vela de Coro, donde se denomina Jefe de
Operaciones de Occidente, haciendo que Coro se constituya en estado
federal y organizando un gobierno provisional de Venezuela.

Posteriormente, el 23 de marzo triunfa en el encuentro de El Palito, a


partir del cual planifica sus movimientos hacia los llanos occidentales,
tomando San Felipe el 28 de marzo y reorganizando la provincia como
entidad federal con el nombre de estado Yaracuy.

Seguidamente, el 10 de diciembre de 1859, se desarrolla la batalla de


Santa Inés, en la cual derrota al ejército centralista, acción considerada
fundamental en el proceso de la Guerra Federal. Después de Santa Inés,
Zamora se dirige hacia el centro del país a través de Barinas y Portuguesa,
pero antes de aproximarse a Caracas, el 10 de enero de 1860 resuelve
asaltar la ciudad de San Carlos, estado Cojedes, donde lo sorprende la
muerte al recibir un balazo en la cabeza, durante las acciones preliminares
para la toma de la plaza.

Las clases dominantes de la época y los historiadores del viejo sistema


trataron de invisibilizar tu obra. Hoy de igual modo politiqueros de oficio,
apátridas carentes de moral, enceguecidos por la hiel de su propio odio y
llenos de vanidad, perdidamente intentan desdibujar tu imagen,
trasgervisando tus ideas y estigmatizando tu memoria, por cuanto sienten
terror ante la paternidad de tu presencia.

Pero el comandante supremo Hugo Chávez, te rescato de la ignominia,


retomo tu fulminante pensamiento como raíz primigenia del proyecto
bolivariano, y al igual que tu supo interpretar el sentir de los pobres, de los
oprimidos por el sistema de explotación capitalista, para llenarlos de
dignidad y enaltecer su condición humana. Por eso sello con tu nombre la
orden de operaciones para la rebelión del 04 de febrero de 1992.

¡Tierra y hombres libres! ¡horror a la oligarquía!

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