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LA ÉTICA PROFESIONAL DEL CONTADOR

ROSELLA URDANEGUI
— Profesora de Introducción a la Contabilidad
Dirección de Contabilidad y Administración
Facultad de Negocios, UPC

Mucho se ha escrito sobre la ética profesional del contador. Sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer
en la sensibilización de los contadores frente a los casos recurrentes de corrupción y fraude.

La Real Academia Española define la ética como “conjunto de normas morales que rigen la conducta de la
persona en cualquier ámbito de la vida” y como “parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus
valores”.

Según estas definiciones, podríamos deducir que los comportamientos éticos siempre se darán de acuerdo con
las normas morales, y que estas reflejan el bien común; es decir, no pensar en el bienestar individual sino en el
interés público. También podemos señalar que una persona ética debe ser íntegra en cualquier aspecto de la
vida, sea como profesional o como ciudadano.

Sin lugar a dudas, un comportamiento poco ético influye de forma determinante en el desarrollo de cualquier
profesional. Pero, en el caso de los contadores, las repercusiones cobran mayor importancia al afectar al país en
lo social y en lo económico. Es por ello que la profesión contable se rige por un código de ética, el cual sirve de
guía moral y direcciona al contador hacia un desempeño transparente en el ámbito profesional, declarando con
ello la intención de cumplir con la sociedad.

Definiendo la contabilidad como un sistema de información por medio del cual se procesan y analizan las
transacciones de una empresa para posteriormente interpretar los resultados de los estados financieros para la
toma de decisiones, podemos inferir que la profesión contable debe satisfacer las necesidades de información de
diferentes agentes, como los inversionistas, la administración tributaria, proveedores o clientes, entre otros. Para
ello, la profesión contable cuenta con principios básicos que deben estar presentes en todas y cada una de las
actividades profesionales de un contador, entre las que se encuentran la objetividad o independencia de criterio,
sin favorecer a nadie y primando el juicio profesional; la confidencialidad, sabiendo que se posee información
que posiblemente pocas personas tienen y que debe permanecer resguardada (en otras palabras, saber
conservar el secreto profesional); la confianza, que abarca la honestidad con que se desempeñan las labores (es
decir, ser íntegros en nuestros actos); y por último, también muy importante, la competencia profesional,
manteniendo los conocimientos profesionales actualizados con la rigurosidad que el mercado exige.

Los actos de corrupción que se suscitan y que han sido denunciados son algunas de las razones por las que la
profesión contable ha perdido credibilidad. A pesar de que los contadores disponemos de las herramientas para
identificar actos ilícitos como la doble contabilidad, la simulación de gastos no realizados o la falsificación de
información en las empresas, muchos optan por esconder el delito y dejar pasar la situación.

La Federación Internacional de Contadores, tiene como misión “el desarrollo y fortalecimiento de la profesión
contable a nivel mundial con estándares armonizados, capaces de proporcionar servicios de alta calidad a favor
del interés público”. Es así que los contadores ostentamos normas internacionales, las mismas que nos ayudan a
homogeneizar criterios.

El contador tiene la responsabilidad de que los estados financieros contengan información transparente, real y
oportuna. Cuando un contador trabaja en una empresa, es el encargado de supervisar el registro y control de las
transacciones de acuerdo con las normas vigentes. Es de esperar, así, que siempre actúe de buena fe y con
transparencia, y que, en caso de que encuentre alguna distorsión de la realidad, se comporte según los valores
que la profesión exige. Para prevenir posibles actos ilícitos, este deberá diseñar e implementar, conjuntamente
con otras autoridades de la empresa, diferentes actividades de control, para así aminorar los potenciales riesgos.

Los actos ilícitos existirán siempre, y cada vez se evidenciarán mediante mecanismos más sofisticados.
Corresponde a las personas que tienen bajo su cargo las diferentes transacciones la responsabilidad de
prevenirlos. En ese sentido, el contador será pieza fundamental para impedir estos actos, trabajando con
objetividad, controlando las transacciones que efectúa la empresa y aplicando el sentido ético de manera natural
y cotidiana durante su labor profesional.
ÉTICA COMO PRINCIPIO EN LA PROFESIÓN CONTABLE

La Real Academia de la Lengua Española define la Ética como el “conjunto


de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier
ámbito de la vida”.

A su vez, la ética profesional es reconocida como la ciencia normativa que


estudia los deberes y los derechos de los profesionales en el cumplimiento
de sus actividades profesionales.

En el ámbito de la profesión contable, la ética juega un rol fundamental, y sin temor a equivocarnos, se
constituye como uno de los pilares que la soporta.

Sabemos que la contabilidad influye en la toma de decisiones empresariales, permite reflejar la realidad de las
operaciones efectuadas por la empresa y se constituye como una de las principales herramientas para medir su
gestión.

Ante ello, el rol del contador se torna fundamentalmente importante, y la ética como un principio inherente a su
gestión.

La ética

Surge como una ciencia que estudia la conducta del ser humano y engloba una serie de formaciones racionales,
metódicas y sistemáticas fundamentadas en las experiencias cotidianas de sus actividades.

Podría decirse que la ética describe la ruta más apropiada que debemos tomar para conseguir una meta u
objetivo, sin perjudicar al prójimo y a las normas que establece desde la sociedad hasta la labor que estamos
desempeñando.

La ética profesional

Desde el punto de vista de las profesiones, y especialmente en la profesión contable, la ética tiene una posición
de ciencia normativa, por lo que se encarga de estudiar tanto los deberes como los derechos de cada profesión.
Otros la llaman Deontología Profesional cuando se trata como materia de estudio en instituciones académicas
para fomentar la ética desde la formación universitaria. Aplicada en la profesión contable, la ética profesional se
establece como principio fundamental basado en los actos morales que realicen los contadores en situaciones
particulares producidas por sus deberes administrativos.

Cuando un contador pone sus capacidades laborales al servicio de externos pasa a ser responsable y a cumplir de
manera obligatoria con el tercero. Estas actividades siempre deben respetar las Leyes establecidas en los Códigos
de Ética de cada empresa que, a su vez, pueden estar ligados a Colegios y legislaciones del Estado.

El Código de Ética Profesional

En nuestro país, existen distintos Colegios de Contadores Públicos, que rigen los lineamientos de ética bajo el
Código de Ética Profesional Del Contador Público. Estos lineamientos se basan legalmente en la Constitución
Política y otras Leyes y Decretos. Cabe destacar que todos los contadores colegiados deben cumplir
obligatoriamente con lo que dicta este Código; igualmente, las empresas y organizaciones privadas pueden
demandar su cumplimiento.

Principios de la ética en la profesión contable

Como hemos mencionado en párrafos anteriores, la profesión del contador público exige una serie de principios
éticos, entre los que destacan:

Integridad

Para que un contador pueda ser calificado como íntegro en sus relaciones y actividades profesionales, debe
ejercer con honestidad, justicia, rectitud y sinceridad. Integridad significa que somos rectos, justos y honestos en
todos nuestros actos.
Objetividad

En este principio, se demanda el uso del razonamiento lógico antes que los impulsos emocionales, sobretodo en
situaciones que requieran la toma de decisiones. Su contraparte es la subjetividad, que debe ser rechazada por el
contador, es decir, no debe favorecer a un tercero o a sí mismo, ni actuar bajo conflicto de interés. La
objetividad es basarse en la razón y la lógica para tomar decisiones. No en el corazón, ni mucho menos en los
sentimientos.

Competencia profesional

Las habilidades y conocimientos del contador deben mantenerse en un alto nivel de rendimiento, con el fin de
ofrecer sus servicios de forma competente y satisfacer al cliente de la empresa. Para mantener este nivel, lo más
recomendable es la constante práctica y formación en nuevos conocimientos.

Confidencialidad

A menos que sea bajo deberes legales o profesionales, el contador no debe divulgar la información obtenida en
sus labores y relaciones cotidianas. De igual forma, debe mantener bajo control a sus compañeros de trabajo
para que respeten la confidencialidad. Hay que tener reserva profesional para ejercer la contaduría pública. Hay
que tener confidencialidad tanto con el usuario como con el personal que tengamos a cargo.

Comportamiento profesional

El buen comportamiento engloba distintos actos de compañerismo, respeto y sinceridad, de manera profesional
que favorezcan desde la productividad hasta el ambiente laboral.

Qué efectos tiene la falta de ética profesional

Lógicamente, al cometer actos no éticos en la profesión contable, se estaría infringiendo con las leyes
establecidas de las que ya hemos hablado. Por otro lado, más específico relacionado a las consecuencias
empresariales que genera la ausencia de ética profesional, podemos mencionar los problemas legales por
corrupción, el daño a la imagen y credibilidad corporativa, así como el incumplimiento de la responsabilidad
social corporativa; el descenso de la productividad y la falta de respecto tanto en la directiva como en los
departamentos.

Otros principios éticos:

Independencia

Es ser evidente, claro y veraz con los demás, dándoles a entender a ellos que no existen lazos familiares ni
amistosos, ni mucho menos intereses particulares que hagan inclinar las opiniones a favor o en contra.

La independencia es la esencia de la auditoría. Es lo que nos prohíbe actuar como juez y parte. Además, es el
único de todos los principios que implica la actividad pública, ya que el resto de los principios aplican más sobre
la actividad privada.

Actividad pública es cuando se ejercen cargos de revisor fiscal, auditor externo o de certificador de estados
financieros.

Actividad privada es cuando se ejercen cargos de asesor contable, tributario o administrativo.

Responsabilidad

Es cumplir los compromisos adquiridos en una forma satisfactoria para todos. Decimos que faltamos a este
principio cuando dejamos a medias nuestros compromisos.
CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL CONTADOR PÚBLICO

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Los principios que se detallan a continuación son de carácter general y determinan un conjunto de que
los Contadores Públicos deben observarlos rigurosamente.

1. INTEGRIDAD

El Contador Público deberá mantener incólume su integridad moral en el ejercicio profesional. De


él se espera: rectitud, probidad, honestidad, dignidad y sinceridad en toda circunstancia.

2. OBJETIVIDAD

Para el Contador Público, objetividad representa: imparcialidad, desinterés y actuación si


prejuicios en todos los asuntos que corresponden al campo de su actuación profesional.

3. INDEPENDENCIA

El Contador Público en el ejercicio profesional deberá tener y demostrar absoluta independencia


mental y de criterio con respecto a todo enterés que pudiera considerarse incompatible con los
principios de integridad y objetividad, junto a los cuales la independencia de criterio es esencial y
concomitante.

4. COMPETENCIA Y CUIDADO PROFESIONAL

El Contador Público deberá contratar solamente trabajos para los cuales él o sus asociados o
colaboradores cuenten con la capacidad e idoneidad necesarias para que los servicios
comprometidos se realicen en forme eficaz y satisfactoriamente obligado a actualizar los
conocimientos necesarios para su actuación profesional y especialmente aquellos requeridos para el
bien común y los imperativos de progreso social y económico.

El Contador Público actuará con la intención, cuidado, diligencia de un profesional responsable


consigo mismo y con la sociedad, asumiendo siempre una responsabilidad personal indelegable
por los trabajos por él ejecutados o realizados bajo su dirección.

5. CONFIDENCIALIDAD O SECRETO PROFESIONAL

El Contador Público tiene la obligación de guardar el secreto profesional, no revelando por ningún
motivo los hechos o circunstancias de que tenga conocimiento durante el curso de la presentación
de sus servicios profesionales, a menos que exista la obligación o el derecho legal o profesional para
hacerlo.
6. OBSERVANCIA DE LAS DISPOSICIONES NORMATIVAS

El Contador Público debe realizar su trabajo cumpliendo las normas técnicas y profesionales
promulgadas por el Colegio de Contadores. En ausencia de estas para algún caso específico
deberá actuar de conformidad con las normas técnicas y profesionales promulgadas por la
Federación Internacional de Contadores (IFAC). Además, deberá observar las instrucciones
recibida de su cliente o delos funcionarios competentes del ente que requiere sus
servicios, siempre que estas sean compatibles con los principios de integridad, objetividad e
independencia, así como los demás principios y normas de ética y reglas formales de
conducta y actuación aplicables a las circunstancias.

7. DIFUSIÓN Y COLABORACIÓN

El Contador Público tiene la obligación de contribuir, de acuerdo con sus posibilidades


personales, al desarrollo, superación y dignificación de la profesión.

8. COMPORTAMIENTO PROFESIONAL
a) El Contador Público deberá abstenerse de realizar actos que afecten negativamente la
reputación de la profesión. Para ello el Contador Público debe tener siempre presente
que la sinceridad, buena fe y lealtad para con sus colegas, son las condiciones básicas
para el ejercicio libre y honesto de la profesión y para la convivencia pacífica, amistosa y
cordial de sus miembros; así como también para con sus clientes, con terceros y público
en general.
b) Es deber de todo Contador Público el servicio a su patria en justa retribución al
esfuerzo que hizo por su educación. Esta retribución será un servicio social que le obligará
a tener presente siempre los intereses de pueblo al cual se debe. En tal virtud le sea
obligatorio luchar, en su medio, por la superación de su pueblo y deberá participar en
las actividades prácticas y sociales organizadas que permitan la obtención de estos fines.

CRITERIOS DETALLADOS

Debido a que los objetivos y principios fundamentales son de carácter general, no son de fácil
aplicación en la resolución de problemas de ética profesional en casos específicos; se requiere pero
lo tanto de criterios acerca de la aplicación a la práctica de aquellos objetivos y principios
fundamentales en relación con un conjunto de situaciones típicas que suelen darse en la profesión
contable. Los mismos se los divide en:

a) Aplicación a todos los profesionales de la contabilidad


b) Aplicación a quienes ejercen la profesión de manera independiente y,
c) Aplicable al Contador Público en el ejercicio dela docencia y dirigencia.
d) También educar, adiestrar a quienes esperan a formar parte de la profesión.

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