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A mayor número de ISO, mayor capacidad para captar luz, a menor valor, menor
capacidad para capturar dicha luz.
Cuando duplicas el valor ISO, es decir, pasas de, por ejemplo, ISO 100 a ISO 200,
necesitas la mitad de luz para lograr la misma exposición.
La luz es el condimento fundamental en toda receta para una buena fotografía, sin
ella no habrá foto posible.
La sensibilidad ISO es algo así como el valor que indica que “cantidad de luz” es
capaz tu cámara de capturar en una fotografía.
Por lo tanto, no era posible ajustar el ISO de una fotografía a otra sin cambiar el rollo
completamente.
En la actualidad, con los sensores digitales, los haluros de plata son historia (por lo
menos para la fotografía digital) y aunque el nombre se siga utilizando y la fotografía
analógica siga existiendo, el concepto cambió totalmente con la revolución digital.
Así como la película, como acabo de comentarte, está formada por haluros de plata,
el sensor está compuesto de miles de celdas fotosensibles que trasforman la luz
que atraviesa el objetivo.
Al recibir luz, cada celda la transforma en corriente eléctrica y que, tras ser
procesada en el cerebro de tu cámara (su microprocesador) se genera un archivo
digital, “la foto”, que es almacenada en la tarjeta de memoria.
Pero, si la sensibilidad ISO es fija, ¿cómo es que puedo aumentarla con tocar un
botón?
Hay tres situaciones que harán que el ruido se presente en tus fotografías:
Puede resultar imperceptible o bien tan evidente que termine por arruinar la calidad
de tus fotografías.
No siempre el ruido es molesto
De todas formas, a veces es mejor tener ruido que no tener foto.
Habrá fotos o momentos en los que sea más importante captar el momento a pesar
de tener ruido.
Luego está el tema del grano, que muchas veces se confunde pero es otro tema
distinto.
Aquí un ejemplo en el que hemos metido bastante grano para que te hagas una
idea.
Grano utilizado de forma estética o por crear un efecto antiguo
1. Mantén el ISO lo más bajo posible. “Lo más bajo posible” no significa
mantenerlo siempre en su valor mínimo, sino ajustarlo al límite de lo que
las condiciones de iluminación de la escena te permitan. Primero intenta
compensar la falta de luz disminuyendo la velocidad de obturación o bien
abriendo el diafragma. Pero claro, siempre dependiendo de qué es lo que
desees lograr y trasmitir con tus fotografías.
2. A falta de luz, añádela. Si no puedes compensar la exposición mediante
la velocidad de obturación o bien abriendo el diafragma al máximo, puedes
intentar añadir mayores fuentes de luz con el fin de mejorar la iluminación
y alejar a tu peor enemigo, la oscuridad de la escena. Como te comenté
anteriormente, el ruido es más notorio cuando la oscuridad es pobre.
3. Evita el calor. Así como la temperatura del sensor añade ruido en tus
fotografías, si le das un respiro entre toma y toma o bien, no realizas
exposiciones demasiado prolongadas, no solo podrás mantener al margen
(o al mínimo) esta fuente de ruido sino que, además, aumentarás la vida
útil de tu equipo.
4. Exponer correctamente. La clave de toda fotografía, además de su
concepto y mensaje, es su correcta exposición.
¿CÓMO SE LOGRA UNA ADECUADA EXPOSICIÓN EN FOTOGRAFÍA?
La sensibilidad ISO es uno de los tres factores que definen la exposición de una
fotografía.
Como te podrás imaginar, para poder mantener el ISO constante (lo más bajo
posible) sin alterar el equilibrio del triángulo de exposición, deberás realizar una
correcta medición de la luz disponible con el ISO que has fijado, con el fin de ajustar
la velocidad de obturación y la apertura del diafragma (profundidad de campo) que
desees obtener.
Puedes obtener fotografías con menor ruido utilizando una sensibilidad ISO más
alta si realizas una correcta medición y exposición en tus fotografías que si escoges
una sensibilidad ISO más baja pero la medición y exposición no es la correcta.
Ahora bien, si lo que quieres es conseguir una mayor profundidad de campo (mayor
nitidez) y continuar sobre la línea verde que marca una correcta exposición para
nuestra fotografía ficticia, deberás compensar la falta de luz producto de cerrar el
diafragma, disminuyendo la velocidad de obturación (Pasar de 1 a 3).
La tendencia a mantener la sensibilidad ISO lo más baja posible, es solo eso, una
tendencia.
Recuerda que la luz variará de una escena a otra por lo que, en cada una de ellas,
deberás realizar una buena medición y ajustar el valor ISO para que puedas obtener
la fotografía que estás buscando.
Por otro lado, unas cámaras soportan mejor valores altos de ISO que otras.
Es importante que conozcas tu cámara y veas cómo se comporta según los distintos
valores.
Para ello, nada mejor que realizar una prueba, la misma foto cambiando el ISO y
ver a qué valores aparece el ruido.
Forzar una fotografía a utilizar una sensibilidad ISO muy baja, solo provocará que,
al sub o sobreexponer tus fotos, al momento de editarlas termines por introducir aún
más ruido que si hubieras ajustado un poco más alto el ISO.
El ruido no es todo
Ahora que ya has leído toda la teoría al respecto de la sensibilidad ISO, o bien toda
la que puede llegar a interesarte en este momento de tu vida como fotógrafo,
repasemos algunos trucos y consejos que te serán de mucha utilidad para llevar
todo lo aprendido a la práctica:
Intenta siempre utilizar la sensibilidad ISO mínima posible, es decir, aquella que te
permita tomar la fotografía que estás buscando y de acuerdo a la iluminación
presente que te permita una exposición óptima.
Antes de disponerte a subir la sensibilidad ISO, intenta ver de qué manera puedes
llegar a evitarlo ajustando las otras dos variables que definen a la exposición: la
profundidad de campo y la velocidad de obturación.
Puede parecerte una salida fácil aumentar el ISO, pero si te tomas el trabajo de
exponer correctamente, la calidad de tus fotos aumentará considerablemente.
4. NO LE TEMAS AL RUIDO
En muchas situaciones te será imposible eliminarlo ya sea por la cámara que estés
utilizando o por la escasa luz del ambiente.
Nunca dejes de tomar una fotografía, aunque el ruido sea más de lo que quisieras,
después de todo, en última instancia, luego podrás reducirlo con algún programa de
edición en el ordenador.
El formato RAW guarda mucha más información ya que no está comprimido, lo que
te permitirá mucho más margen que un JPG.
Puedes revisar todas las ventajas de disparar en RAW en este artículo.
Si bien casi todas las cámaras permiten configurar la opción de selección de ISO
automático, no te recomiendo que lo utilices por dos motivos:
7. NUNCA SUBEXPONGAS
Por muy buenos que sean los programas de edición, siempre generaran ruido si la
toma no ha sido correctamente expuesta, por ello, expón correctamente y siempre
hacia los tonos más claros.
Más allá de toda la información que puedas obtener leyendo este u otros artículos
publicados a lo largo y ancho de Internet, el que define el ISO óptimo eres tú.
La clave para dominar la sensibilidad ISO la tienes tú: como te he adelantado antes,
realiza todas las pruebas posibles con tu cámara de modo de que averigües cómo
trabaja y cómo procesa el ruido.
Una vez hecho esto, estarás en condiciones de saber cuál es el ISO óptimo con el
que debes trabajar en cada una de tus tomas.
El ruido lo defines tú
Como siempre, la clave de todo en fotografía eres tú: tú tomas las decisiones, tú
planeas las tomas, tú defines la composición, defines qué es lo tolerable y qué no.
Los sensores pequeños no son más ruidosos, o sí, pero no porque no sean capaces
de lograr fotografías sin ruido sino porque la sensibilidad ISO que el fabricante les
asigna en realidad no es tal.
¿Qué quiero decir con esto? ¿Recuerdas que te comenté que el ISO era un
estándar?
Bueno, todas las cámaras sin importar su tamaño y tipo de sensor, trabajan con el
mismo estándar a pesar de que no es válido: comparar el ISO 800 de una cámara
Full Frame con el ISO 800 de una cámara con sensor APS-C es tan válido como
comparar peras con bananas.
“Los sensores pequeños tienen un nivel de ruido similar a uno más grande ante la
misma cantidad de luz”
Este factor de recorte es muy conocido ya que se aplica generalmente para calcular
la distancia focal efectiva de un objetivo.
Un objetivo de 200mm en una Full Frame, equivale a una distancia focal efectiva en
una cámara Nikon con un sensor de tamaño APS-C de 300 mm (200*1.5=300).
Ahora bien, este factor de recorte, no solo hay que utilizarlo para calcular la distancia
focal equivalente sino que, además, hay que utilizarlo para calcular también, la
sensibilidad ISO efectiva equivalente.
Una sensibilidad ISO de 800 en una Full Frame Nikon, equivale a un ISO de 350 en
una APS-C.
Si tomas una fotografía tanto en una Full Frame como en una APS-C con dichos
valores de ISO configurados, el nivel de ruido será el mismo ante una misma
cantidad de luz en la escena.
Lo dicho, comparar el ISO 800 de una Full Frame que es el estándar contra un ISO
800 de una APS-C es comparar cosas muy distintas.
Es por ello que los sensores más pequeños parecen más ruidosos, aunque en
realidad no lo son, solo que la sensibilidad ISO de una y otra debe ser convertida
para ser comparable.