Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La palabra de Dios que en este tiempo vamos a compartir está en el Nuevo Testamento en
la carta de Pablo a los efesios.
Efesios 6:10-20
Reina-Valera 1960
La armadura de Dios
10
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su
fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes
contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en
el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos
vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los
pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la
fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el
yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de
Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando
en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, a fin de
que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio
del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de
él, como debo hablar.
INTRODUCCIÓN
El jueves recién pasado estábamos en clases sobre el estudio bíblico del libro del profeta
Isaías. Leíamos y contemplábamos un diagnóstico de la sociedad, su gente, la cultura, el
gobierno y la decadencia moral y espiritual. Hoy, la situación no es muy diferente, donde
el liderazgo de las instituciones y las personas revelan una decadencia valórica, moral y
espiritual.
Esto es solo el reflejo de un campo de batalla donde los poderes de las tinieblas están
dispuestos a destruir todo que tenga que ver con Dios y, en especial, su creación, sus hijos
y su iglesia.
Esta no es una guerra física, sino espiritual, es una guerra sucia, es una guerra mortal, es
una guerra entre la luz y las tinieblas, entre lo bueno y lo malo, una guerra entre Cristo y el
diablo.
Y si tú crees que esa guerra no te afecta, te puedo decir que estás totalmente equivocado,
pues eres parte de ella. No puedes darte el lujo de ser ignorante en este asunto y menos,
permanecer neutral, pues sí o sí estarás en medio de la batalla, tratando de esquivar las
balas.
Este mensaje que compartimos hoy es un mensaje para la iglesia, para ti, seas hombre o
mujer creyente, para los hijos de Dios. Es un mensaje de advertencia pero también un
mensaje de victoria. Un pasaje que nos habla del guerrero creyente, por tanto, es un
mensaje para cada uno de nosotros.
(1.1)En primer lugar tú siendo un creyente, eres un hijo de Dios, eres nacido también para
la batalla, que pertenece al ejército de los cielos, cuyo líder o comandante en jefe es Jehová
de los Ejércitos. Observa el v11 donde se describe a nuestro enemigo, este es el diablo.
(mucha gente dice que el diablo no existe y que es solo un invento para atemorizar a las
personas). Este enemigo es real. Si pensamos que no hay o que no existe tal enemigo, no
nos preparemos para la batalla y el resultado será desastroso para nosotros.
1 Juan 4:4
Reina-Valera 1960
4
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está
en vosotros, que el que está en el mundo.
Leamos el v13 que dice “tomad toda la armadura de Dios”, lo que significa que no debemos
olvidar ninguna pieza.
Satanás quiere que caigamos y pequemos y que el domingo por la mañana vayamos
a la iglesia; quiere que hagamos negocios deshonestos, que mintamos y
defraudemos. Aparentemente, hay pecados pequeños, pero eso provocará una
fisura en la coraza que nos expondrá totalmente. Pregunta personal, ¿tiene un
corazón puro delante de Dios?. Si no tiene un corazón puro, no ganará esa batalla.
(c) El calzado de la paz. V15 “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”.
Póngase el calzado de la paz. El soldado necesitaba un buen calzado para pelear,
para estar bien parado y tener firmeza para defender y atacar. Aquí Pablo se refiere
a la tranquilidad, de la paz con Dios, de la paz los unos con los otros y de la paz de
Dios en nuestro corazón. Parece contradictorio, pero si no tenemos paz, no
podremos hacer la guerra. Tener la paz de Dios es clave en esto. Satanás vendrá a
atacar nuestra integridad con mentiras, vendrá con lujuria contra nuestra pureza,
vendrá con dudas y desánimo para atacar nuestra paz. Pregunta personal, ¿tienes
paz en tu corazón ahora mismo?. La paz en la biblia, NO es la eliminación de los
problemas de la vida; según la biblia es el aumento del poder para enfrentar esos
problemas; la biblia dice:
Salmos 119:165
Reina-Valera 1960
165
Mucha paz tienen los que aman tu ley,
Y no hay para ellos tropiezo.
Ya vimos que Satanás es estratégico, es fuerte, siniestro, perverso y más. Por lo tanto,
TOMAD TODA LA ARMADURA DE DIOS.
(4) ORACIÓN
(1) v13 … “y habiendo acabado todo estad firmes.” <> tenemos un lugar desde donde
debemos luchar; estamos firmes en la victoria que Jesús ganó; v10 “fortaleceos en
el Señor y en poder de su fuerza”; luchamos desde el lugar donde Cristo ya ganó.
Nosotros no peleamos por la victoria, sino desde la victoria de Jesús.
(2) El poder de nuestra espada… v17 “y la espada del Espíritu, que es la palabra de
Dios”… la espada del Espíritu es muy poderosa. En Hebreos 4:12 “porque la palabra
de Dios es viva y eficaz y más cortante que una espada de dos filos”; hay un increíble
poder en la biblia; Jesús fue tentado por el diablo, pero él sacó su espada y dijo
“escrito está: no solo de pan vive el hombre, sino toda palabra que sale de la boca
de Dios”, y luego, nuevamente dijo “escrito está”, “escrito está”.
(3) Provisión del Espíritu… v18 “orando en todo tiempo…”; de la oración vendrá la
provisión para la batalla.
Guerrero creyentes y sus aliados <> Pablo sabía que era un guerrero, pero que no podía
ir solo y que es necesario que oremos unos por otros para pelear unos contra otros.