Los principados se dividen en hereditarios y nuevos principados. Estos nuevos principados pueden adquirirse ya sea por fortuna o por fuerza, mediante la fuerza del ejército. Dice que gobernar en un estado hereditario es mucho más fácil que en un nuevo principado. Esto es porque todos están acostumbrados al gobierno de la familia del príncipe hereditario. Es algo que ya viene de hace tiempo y está asimilado. Entonces, el príncipe solo debe mantener el buen gobierno y adaptarlos a los tiempos actuales. Además de esto, mientras el príncipe no cometa algún acto horrible, los gobernados tenderán a amarlo a él y a su familia. Esto le puede ser beneficioso si otro extraño pretende tomar el principado por la fuerza. En cambio, mantener un nuevo principado es más difícil que el hereditario. Esto es porque se buscará imponer nuevas reglas mejores que las anteriores, lo cual despertará incertidumbre y puede que hasta violencia. Además, para hacerse con el nuevo principado, el gobernante necesita la ayuda de terceros y cumplir las expectativas de aquellos quienes ayudaron es algo complicado, porque todos exigen cosas distintas y a veces muy complicadas. De esta manera, es muy fácil perder el principado nuevo.
Si se tiene la determinación de establecerse en el poder, el príncipe puede reprimir
cualquier revuelta de manera severa e incluso diezmar a la imposición. Si el gobernante recrudece sus políticas contra los súbditos, es posible que esto le permita mantenerse en el poder. También debe encargarse de compartir idiomas y costumbres con los gobernados. Si la familia del anterior príncipe aún vive, es conveniente destruirla y mantener las leyes e impuestos que ellos ya habían establecido para mantener a los gobernados tranquilos con sus vidas. Si las costumbres e idiomas son diferentes, será difícil mantener el principado. En este caso, es conveniente que el príncipe viva en el estado nuevo. Así todos los funcionarios se mantendrán leales y lograrán más lealtad de los que ya les son leales y podrá infundir más temor en los que no les son leales. También puede establecer colonias en el nuevo estado para compartir costumbres e idiomas. Establecer bases militares puede molestar a la gente, ya que no puede sentirse hostigada constantemente. Además, si el nuevo estado queda en zona extranjera, el príncipe debería doblegar a sus vecinos. Ya sea debilitándolos como también asegurándose de que otros extranjeros no quieran invadirlos. También es importante tener cierta logística y detectar los problemas que puedan surgir en el nuevo estado para evitarlos o, si surgieron, tratar de resolverlos rápidamente antes que estos crezcan. Es importante que el príncipe conozca el arte de la guerra. Es importante evitarla, pero más importante conocerla y manejarla, porque de otra forma, el enemigo ya tendría su victoria asegurada. Con respecto a la forma de gobernar el principado, Maquiavelo dice que por una parte los ministros pueden ayudar a gobernar siempre y cuando todos estén subordinados al príncipe. La otra forma es con los nobles, quienes poseen un linaje de ya tiempo y súbditos propios. Lo preferible es utilizar ministros. Estos son menos propensos a caer en la corrupción y para organizar una rebelión, les será más difícil conseguir apoyo. Con los nobles pasa al revés. Si uno está descontento, puede querer cambiar y este tiene súbditos y demás nobles que puedan apoyarlo. Pero, también es difícil mantener un estado gobernado solo por nobles, ya que no solo hay que hacerse cargo de la familia de uno, sino de varios. Luego se refiere a los estados que ya poseen leyes propias, para mantener estos hay 3 formas, primero destruirlos, segundo que el conquistador se quede a ocuparlos y tercero, permitirle sus mismas leyes mantenerlas, pero con un impuesto (tipo oligarquía amistosa), de todas la mejor en la tercera. Si el estado ha sido gobernado por un príncipe recién destruido, es conveniente destruir a su familia porque si no nunca se gobernará con lealtad. Hay que cuidarse de las repúblicas, porque ahí pueden generarse revueltas, venganzas y odio hacia el príncipe. Otro punto que toca Maquiavelo es tratar de imitar a los grandes gobernantes de la historia, mientras se trate de hacer eso, siempre se saldrá bien parado, el príncipe debe ser habil y poseer destreza, esto genera confianza, sobretodo al intentar establecer un nuevo orden, hay que pensar que el príncipe tendra constantes ataques por los anteriores gobernantes, por lo tanto debe ser habil, debe persuadir, saber convencer, en ultima estancia utilizar la fuerza, aquellos que intenten comprar su camino hacia el principado suelen tener un desempeño pobre ya que no estan preparados, mantener esa posición, bajo ese método, es muy complicado, tambien estan aquellos que acceden al principado bajo actos criminales, estos, para Maquiavelo, son traicioneros y suelen ser terribles, pueden llegar al poder efectivamente pero no ser queridos, el príncipe en realidad debe saber cuanto daño infringir porque no puede vivir en un estado de constante violencia, debe lograr que la misma se vaya, tambien estan aquellos que logran llegar a principes bajo el apoyo de los ciudadanos, estos son los llamados principados constitucionales, Maquiavelo nos dice que en cada ciudad hay gente común y gente noble, claramente son opuestos y gane quien gane puede establecer un principado, una ciudad libre o la total anarquia. Los nobles pueden sacar de uno de ellos un príncipe y la gente común también buscará hacer lo mismo, todos esperarán ser protegidos por su representante. Los nobles la tienen difícil para mantenerse en el poder como principes, en cambio si el príncipe es puesto por los ciudadanos se va a encontrar solo porque no convive con los ciudadanos y en la cima del poder nadie lo va a querer ahí, de todos los que lo rodean, los nobles igualmente son necesarios al príncipe y este debe quererlos siempre y cuando ellos le sean fieles, hay muchos nobles ambiciosos también. El príncipe colocado por los nobles tiene la adversidad de que solo los pocos nobles que lo pusieron allí son su apoyo, pero no la gente común, debe ganárselos, no hay que ser hostil contra los ciudadanos, ellos les serán fieles si no se les ataca, la transición hacia el poder absoluto debe ser medida y con ayuda de los magistrados, pero también es importante mantener la lealtad de los ciudadanos. Otro punto importante es que se debe invertir en políticas de defensa del estado, hay que fortificar y estar preparado ante cualquier eventualidad siempre, si llega a haber un ataque y el príncipe no se encargo de fortificar el lugar, los ciudadanos le odiaran. Otro tipo de principado es aquel que está bajo el control de la iglesia católica, estos son los principados eclesiásticos, son difíciles de tomar, tienen un gran sustento entre los ciudadanos. Maquiavelo se vuelve a centrar en los ejércitos, para el hay tres, las tropas del príncipe, los mercenarios y los auxiliares, los dos últimos son bastante inútiles y peligrosos, pueden revelarse, solo están ahí por la plata, no son leales, el ejército propio del príncipe es el más confiable. Maquiavelo vuelve a insistir en la formación en el arte de la guerra, el príncipe debe saber geografía, debe saber cazar, debe estar entrenado físicamente para luchar, debe saber de historia, etc. En definitiva todo esto, para Maquiavelo, hace que esté preparado para la guerra. También nos habla de cómo debe comportarse un príncipe, este debe actuar en busca del beneficio más práctico, debe tener coraje, compasión, generosidad, fe, etc. Evitar las malas cualidades, como la cobardía por ejemplo. Sin embargo dependiendo del contexto, hay cualidades malas que deberá tener, así no le gusten a todos, estos tienen que ser solo para mantener el orden del estado, debe ser generoso pero con cautela, en exceso no es bueno, tampoco es bueno ser avaro, se debe buscar ahorrar y poseer elementos para futuros proyectos, tampoco debe ser muy compasivo, el exceso de compasión hará que sus súbditos hagan lo que quieran, sin obedecerlo, puede desencadenar el delito. Por lo tanto antes que compasivo debe ser cruel, nunca en exceso pero debe mantener a raya a todos, acá viene la famosa parte en donde se habla de si el príncipe debe ser temido o amado, Maquiavelo dice que ideal sería ser amado y temido pero eso no siempre sucede, así que es mejor ser temido que amado. El hombre por naturaleza es ingrato, así que es mejor que esté le tema. Tampoco se debe ser un tirano y ejercer el terror porque si, todo en su justa medida. El príncipe debe cumplir su palabra, pero más que eso debe ser astuto, cuando hay un beneficio mayor para él debe actuar como sea necesario, no importan las palabras. El príncipe debe saber utilizar bien las leyes y la fuerza, ambas, debe ser un maestro del engaño, debe aparentar poseer solo virtudes pero debe actuar de acuerdo a las necesidades para mantener el estado. Actuando bajo esa apariencia y siguiendo las demás reglas, el príncipe debe evitar ser odiado, para esto no debe ser frío, cobarde ni tibio, que no emita opiniones, ni leyes, ni nada. Además, debe siempre preocuparse por sus súbditos y no humillarlos, cuando los súbditos se rebelan, esa es la señal que mayor preocupación le debe generar al príncipe, del mismo modo las invasiones extranjeras. Aquellas leyes que el príncipe sepa que no van a ser populares, debe delegarselas a otros y así mantenerse él mismo limpio. Obviamente no puede evitar el odio de todos los ciudadanos, pero por lo menos debe evitar el de los más poderosos, por ejemplo, debe tener una buena relación con el ejército. Maquiavelo recomienda que cuando se busque un nuevo estado, se debe desarmar a los nuevos súbditos, los propios soldados del príncipe deben ocupar el nuevo estado. Esto solo debe hacerse en esta circunstancia. También debe de tratar de derrotar a la oposición, ya que esto le jugará en contra en un futuro. Para ganarse el amor de los súbditos, el príncipe debe predicar con el ejemplo y con el buen gobierno, en caso de conflicto debe rodearse de aliados y no permanecer neutral, siempre hay dudas del neutral y esto no es conveniente. De la alianza puede sacarse tanto provecho, ya que si el aliado gana el príncipe se ve beneficiado, sobre todo si es un aliado más poderoso que él, pero esto debe evitarlo, ya que el ganador tratara de poner a todos bajo su mando, esto no es conveniente, solo debe hacerse si no hay otra opción. El Príncipe debe alentar a todos los ciudadanos y favorecer a aquellos que contribuyen a la prosperidad del estado. El Príncipe debe elegir ministros competentes que sepan hacer su tarea y muestren su lealtad, ellos son la cara más visible del príncipe. El Príncipe deberá seguir estos consejos para tener éxito, ser seguro de sí mismo.